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Carrera de Filosofía

Materia: Filosofía de la Ciencia


Profesora: Rosario Sosa
Alumno: Carlos Canchi
Trabajo Practico Nº 4

1) En el texto 8 se aborda la cuestión de la verdad y la falsedad. Estas son atributos de


frases, sin embargo, para definir su verdad o falsedad debemos ver lo que ellas
expresan. Una frase posee “significación” que es aquello que se conserva aun cuando
las palabras son distintas, por ejemplo “tengo calor” posee la misma significación que “i
am hot”. Por esta razón, se dice que la verdad y la falsedad se deben buscar en la
significación de la frase que en la frase misma.

La significación de una frase parece tener dos aspectos, una expresa la situación de una
persona que la pronuncia, y la otra señala algo en virtud de lo cual es verdadera o falsa,
es decir, lo que una frase asevera es una creencia, pero lo que la hace verdadera o falsa
es un hecho, que es distinto a la creencia. Además, diremos que no está claro que verdad
y falsedad puedan ser definidas sin definir la significación.

Hay dos caras de la significación, la cara subjetiva que tiene que ver con la persona que
pronuncia la frase, y la cara objetiva que tiene que ver con lo que haría a la frase
verdadera o falsa. Ahora bien, la creencia, que denota un estado de ánimo, de cuerpo o
de ambos en el cual alguien actúa con referencia a algo no sensiblemente presente, está
estrechamente relacionada con la significación y con la definición ostensiva. Por su
parte, las palabras tienen significado cuando existe una asociación o un reflejo
condicionado que las una con algo más que consigo mismas.

Sin embargo, podemos encontrar varias extensiones que asignan “verdad” o “falsedad”.
Una de ella es la memoria, pues, puede haber situaciones futuras en las que la memoria
tenga importancia práctica, y puede entonces ser llamada verdadera si resulta tal cuando
se realice la prueba. Encontramos también a la significación derivada que no necesita
ser aprendidas mediante un nuevo proceso de definición

Ahora bien, en el texto 9, A. J. Ayer afirma que lo que determina la verdad o falsedad
de las proposiciones empíricas tienen que ver con su concordancia o discordancia con
la realidad. También hace una distinción entre las proposiciones empíricas cuya verdad
o falsedad solo pueden determinarse averiguando la verdad o falsedad de otras
proposiciones y aquellas cuya verdad o falsedad puede determinarse directamente por
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observación. A la primera clase pertenecen todas las proposiciones universales, donde
examinamos proposiciones singulares de la misma para saber si es V o F, pero sin
embargo, jamás se llega a considerar que se ha verificado concluyentemente la
proposición universal. La otra clase son las proposiciones básicas y pueden confrontarse
directamente con los hechos dados, la cual depende de nuestra experiencia para
confirmar su validez o su falsedad.

1. Caso de “los gatos odian a los perros”: tiene que ver con la significación
derivada y en ella se habla de significaciones primarias, como perro, gato, odiar,
en el sentido de que han sido aprendidas mediante la definición ostensiva.
Entonces, la frase “los gatos odian a los perros” tiene un significado derivado
que no ha de ser aprendido por un nuevo proceso de definición. Es además una
frase que no puede ser nunca comprobada por un suceso sensible, sino que su
relación con los hechos se deriva de una serie de otras frases de la forma: “este
es un gato y ese es un perro, y este odia a ese”. Un número suficiente de tales
frases o de creencias causara con el tiempo que la frase “los gatos odian a los
perros” sea V o F.
2. El segundo caso es el “del oro es soluble en agua regia”. Esta vendría a ser una
proposición universal, la cual necesita para comprobar su verdad o falsedad del
análisis de otras proposiciones singulares relativas para poder inferirla por
analogía. Sin embargo, aun cuando en cada caso el oro si sea soluble en agua,
jamás podremos verificar de manera concluyente la proposición universal, pero
sí que podremos descartarla como falsa si una de las proposiciones singulares es
falsa, esto es, si hay oro que no sea soluble en agua regia.

2)

Proposiciones empíricas Proposiciones básicas


Su verdad o falsedad dependen de la Su verdad o falsedad puede determinarse
verdad o la falsedad de otras directamente por observación, es decir que
proposiciones. En ella encontramos no necesitan de otras proposiciones para
proposiciones universales que dependen determinar su verdad o falsedad, sino que
exclusivamente de la verificación o la son de tal naturaleza que se pueden
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falsedad de proposiciones singulares confrontar directamente con los hechos
relativas para determinar si son verdaderas dados. En pocas palabras, su
o falsas. determinación dependerá de nuestra
Si todas las proposiciones singulares experiencia.
puestas a prueba son verdaderas, y Aquí encontramos la teoría de la
también las proposiciones que se derivan coherencia de la verdad, que no se ocupa
de ella, concluimos que la proposición de la definición de la verdad y de la
universal lo es, pero no de manera falsedad, sino solo de los medios mediante
concluyente. Si se da lo contrario, es decir los cuales estas se determinan.
que encontramos una proposición singular
que es falsa, debemos concluir que la
proposición universal también es falsa.

3) Vemos como las frases, creencias y hechos son necesarios para determinar la verdad
o falsedad de lo que se está analizando y para ver que no posea incoherencias.
Encontramos frases que poseen significación, la cual también se divide en dos partes:
por un lado una parte que expresa la situación de una persona que la pronuncia, es decir,
la creencia que esa persona asevera, y por otra, el hecho que la determina como
verdadero o falso. La creencia necesita ser aseverada con el conocimiento de la realidad,
de los hechos, por ejemplo, si digo que creo que vi un perro, estoy manifestando una
creencia, porque ya no veo al perro presente, sin embargo, si tiempo después logro verlo
de nuevo de manera sensible, como un hecho, puede decir que mi creencia es verdadera
porque se corresponde con la realidad. Esto lo podemos derivar a formas puramente
abstractas y decir, donde puedo decir que A es verdadero solo si se cumple B: A (creo
ver un perro), B (el perro se hace presente), C (la creencia de que vi un perro es
verdadera). Siguiendo a A. J. Ayer podríamos decir que es una proposición básica, pues
solo necesito la observación para aseverar que es verdad la proposición.

Pero además, poseemos proposiciones universales que como se dijo anteriormente,


pueden comprobarse su verdad o falsedad siguiendo una metodología que consiste
básicamente en analizar las proposiciones singulares relativas a ella, de las cuales
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podemos concluir dos cosas: aseverar su verdad, no de manera concluyente, mediante la
verdad de todas las proposiciones singulares que se puso a prueba o aseverar su falsedad
mediante el encuentro de una proposición falsa, que no concuerde con la proposición
universal. En este caso, el solo hecho de encontrar una proposición falsa determina que
la universalidad se rompa.

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