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“¿No debería tener una persona el derecho de ver o leer lo que se le plazca? Mientras lo
vea o lea en la privacidad de su propia casa, y nadie resulte lastimada. ¿Qué diferencia
hay?”
Esto expresa la opinión comúnmente sostenida entre los varones americanos – y muchas
mujeres. Consideremos quien es herido por el uso de la pornografía.
La persona que lee o mira pornografía no sale ilesa. Pablo escribió: “No os engañéis; Dios
no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el
que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el
Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6:7,8) Dios promete que la persona
cosechará “corrupción”: ¿Quién se atrevería a discrepar con Él?
Al igual que con el alcohol y las drogas la pornografía es tan adictiva y progresiva. Es
innegablemente adictiva. El porcentaje de personas adictas a la pornografía esta alcanzando
números epidémicos. De acuerdo a una encuesta de MSNBC.COM, 10% de los que
respondieron indicaron que son adictos al sexo o a la pornografía por internet. Otras
estimaciones oscilan de 3-8%, lo cual indicaría que al menos 8.7 millones de americanos
son adictos a la pornografía (y el numero puede ser tan alto como 29 millones) La adicción
al sexo no tiene un genero especifico, como se podría imaginar. La mitad de los adictos al
ciber sexo son varones, y la mitad son mujeres, los varones prefieren imágenes
pornográficas y las mujeres prefieren espacios de conversación explícitamente sexual (sin
embargo 23% de las mujeres prefieren las imágenes)
El uso de la pornografía es progresivo pues uno necesita satisfacer cada vez más sus deseos.
Empieza con un pequeño, inocentemente suficiente. Crece hasta lo que uno puede describir
como el “pie de atleta” de la mente. Nunca desaparece. Siempre pide ser rascado para ser
aliviado. Rascar, sin embargo, hace que el dolor intensifique la comezón. Requiere que se
le dedique mayor cantidad de tiempo, crece en mayores perversiones –tipos de pornografía
mas extremos. El usuario necesita material sexual más áspero e impactante para lograr el
mismo nivel de excitación cada vez. Por ejemplo, la sencilla “pornografía en traje de baño”
se convierte en fotos mas atrevidas, luego en fotografías de muchachas cada vez mas
jóvenes. Eventualmente, este puede desviar su interés al sexo con niños, sexo con animales
y aun a “películas snuff” donde el acto sexual termina en asesinato.
El mandamiento Bíblico de que los varones honren a las mujeres ( 1 Pedro 3:7) tristemente
se pierde en el mundo moderno. El Centro Nacional de Victimas estima ahora que al menos
una mujer es violada en los EEUU cada 46 segundos. ¿Por qué tantas violaciones? Muchos
expertos señalan el incremento en el uso de la pornografía.
Un estimado de 3,500-5,000 personas en los EEUU es asesinado cada año por “asesinos
recreativos”. La mayoría de ellos se alimentan de pornografía. El asesino en seria Ted
Bundy, en una entrevista antes de su ejecución dijo:
¿Es de extrañar que la Biblia instruya a los cristianos a pensar en lo que es PURO? Pablo
escribió: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad”(Filipenses 4:8 , también lea 2 Corintios 10:5)
Notas de Wayne Jackson, “la pornografía, sexualmente explicita en películas, etc…ha
empedrado el camino para muchos actos de violación, adulterio, incesto, homosexualidad y
otras pecados igualmente viles…”¡Uno simplemente no puede alimentarse de lo impuro
para ser puro!” (Mt 5:28; 2 P 2:14)