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TRABAJO DE CÁTEDRA AGUSTINIANA.

Nombre: José Ángel Gutiérrez Yepes.


Grupo: 2

Texto
La espiritualidad de San Agustín. Él es el Santo del amor, todo lo que
realmente nos hace fuertes con el cristianismo es el amor. Él se arrepiente de
no haber amado a Dios antes, aprendiendo a que todo gira en torno al amor de
él.
El amor de Cristo se entrega para dar vida a las personas que amamos. San
Agustín puede presentarnos que, con su mano derecha nos invita ir hacia Dios,
y con su mano izquierda llama la atención. Dios para San Agustín es un Dios
que busca al hombre, ya que él está enamorado de todos nosotros, y sigue
nuestros pasos para que volvamos hacia él.
San Agustín encuentra a un Dios que no le pone mala cara, aceptándolo de
cualquier manera, un Dios misericordioso, un Dios que lo había estado
buscando, colocandole trampas de amor para atraerlo al contacto consigo
mismo. San Agustín nos dice que Dios tiene una faceta de padre y madre,
enseñándonos de forma interesante, cuatro verbos para hablar de la acción de
Dios como padre, y cuatro para un sujeto femenino, es padre porque: nos
llama, nos crea, nos gobierna, y nos dirige.
Y a su vez es madre porque: nos protege, nos alimenta, nos da leche, y nos
abarca.
Dios es como un espacio vital, ya que si nos alejamos morimos, porque no
estamos con el amor de él. Así como Dios es amor, Dios también es un
misterio, y algo indefinible. San Agustín se somete a investigar para
encontrarlo, lo halla para seguir con el ruedo de buscarlo con mayor ardor,
muchas personas buscamos a Dios sin desear encontrar su amor. Encontrarlo
no es el final del camino, es el comienzo de esta larga aventura de seguir
conociéndolo.
San Agustín se simboliza con un corazón ardiente en llamas, dándonos a
entender su amor hacia Dios, y nos dice que todos tenemos dos certezas que
sostienen nuestra vida. La primera es saber que Dios lo ama a pesar de sus
miserias, él nos ama como somos, ya que él nos creó y conoce nuestra
historia, es necesario que nosotros conozcamos y valoremos cuánto nos ama,
y no perdernos en el camino de nuestra vida. La segunda certeza, es que él
ama a Dios, él sabe cuánto lo ama, sin dudas y con conciencia segura.
San Agustín nos aclara que fue herido con la palabra de él, atravesándole una
flecha de amor hacia él. El amor de Dios se vuelve para San Agustín, una clave
para escuchar la voz de todo el universo, tanto las caricaturas animadas e
inanimadas.
Para San Agustín, la prueba de la existencia de Dios, son los mismos
humanos, el ser humano es la gloria de Dios. Para él, y todos nosotros, el amor
es y se convierte en la motivación de todas nuestras acciones. Él aclara que el
amor es una libertad de actuación, te lleva hacer lo que tú quieras, sin causar
mal a nadie, sin abusar de nadie, ni dañar a nadie, ya que busca siempre el
bien de la persona amada. Si amamos podemos decir lo que queramos, porque
cuando tenemos amor nunca vamos a hacer daño, y está partiendo desde algo
sincero.
Por último, tenemos que el amor es una raíz de la cual solo pueden salir frutos
buenos, si las raíces parten de eso, saldrán cosas buenas. nosotros los
humanos tenemos que elegir el amor de Dios, hacia el desprecio y un olvido de
nosotros mismos.
Para concluir, todos nosotros debemos descubrir que estamos en un plan de
amor de salvación de parte de Dios, llamados a un destino glorioso.

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