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"La Espera Trágica"

Eduardo Pavlovsky

“La espera trágica” es una obra del dramaturgo argentino Eduardo Pavlovsky, que recrea una fiesta
elegante donde varios personajes dialogan sin escucharse y en la que todos los invitados son invisibles y
la conversación aparentemente mundana e inocente, se torna delirante y perturbadora.

La obra pertenece a la estética del absurdo. Nacida de la posguerra europea, fue la poética que
utilizaron Ionesco y Beckett, para reflejar las angustias existenciales a través de personajes que son
víctimas de un mundo desintegrado que va camino al caos.

El objetivo de la obra de Pavlovsky es desautomatizar la visión materialista, realista, pragmática de


“nuestro común mundo compartido”, ampliar los límites de lo real, refundar la relación con el mundo
desde el misterio y la infrasciencia (narrador insfrasciente: que no aparece o sabe menos que los
personajes), superando las fronteras de la sociabilidad impuesta y cuestionando de raíz el sistema de
valores socio-culturales de la burguesía.

Los procedimientos teatrales principales son la inclusión del personaje-jeroglífico y la destrucción


sistemática de las estructuras del drama moderno. Lo que cuestiona el teatro jeroglífico es el
empobrecimiento de lo real, el empequeñecimiento de la idea de existencia.

Se trata de prácticas de una “dramaturgia del balbuceo”, del fragmento, del supuesto “discurso
irrelevante”, de la desarticulación del recorrido narrativo tradicional, una nueva forma de atentar contra
la matriz mimética – discursiva – expositiva del drama moderno.

Se nota, sin embargo, su énfasis en el movimiento escénico. La espera trágica, dedicada a su mujer,
enfatiza más los gestos. Nos encaramos con una tertulia (reunión social), con cuatro personajes y muchos
contertulios invisibles. ÉL y ELLA conversan incoherentemente y engullen alimentos. Aparece un
Desconocido y luego una Señora. El mundo de afuera irrumpe momentáneamente en una alusión a Fidel
Castro y en el ruido de una explosión. Al final un par de vigilantes llega para detener al culpable cuya
identidad no queda aclarada. Lo mejor de esta obra temprana es un trocito de conversación sobre la
incomprensión. Comenta ELLA: "Decimos palabras y las palabras no nos unen. Las palabras forman
puentes que nos separan".

Buscando una identidad propia, los tres personajes centrales siguen los procesos rutinarios y
mecanizados. Ansiosos por obedecer las normas de la sociedad y al sentirse encerrados en una vida inútil,
terminan ahogados en un rito absurdo que parece ser un juego infantil.

Esta pieza expone la profunda tristeza de las personas al intentar comunicarse y no poder lograrlo, debido
al miedo y a la indiferencia del otro. En un cóctel la gente se reúne y se reconoce, pero con fines absurdos.
El cóctel es una metáfora de lo vacío, donde la gente se choca, se entablan conversaciones absurdas, y se
niega la comunicación verdadera. Cada persona pertenece a un mundo aislado. Las palabras conforman
un código lingüístico que decepciona y no logra comunicar, rompiendo así, el sentido racional del lenguaje
acentuado por un desvanecido poder de la palabra. En La espera trágica, los personajes intentan un
desesperado esfuerzo por comprenderse, manifestando al lenguaje como una forma de protesta. Las
situaciones que se desprenden del texto no presentan una línea lógica de acción y relato, llevando a las
mismas al extremo de ser absurdas. Al final los personajes no se comunican, y así el sufrimiento los
atraviesa siendo el punto de unión entre tantas palabras y silencios.

La espera del título aparentemente alude a la mujer que espera a un hombre que no está nada dispuesto
a dejar de deleitarse escuchando un extenso fragmento de "Madame Butterfly" de Puccini, simplemente
para molestarse en hablar con ella. Pero esa espera no tiene nada de trágico: es simplemente una
introducción al encuentro-desencuentro de los dos protagonistas. Luego aparecen otros dos personajes,
cuya identidad e intenciones, compiten en vaguedad con los de la pareja.

La tragedia de esta “espera trágica” es que después de tantos años de aguardar una relación humana
significante, ésta desilusiona y decepciona. Lo que se ve en esta reunión es una acumulación de seres
aislados y enajenados que sufren lo desconocido y toleran la ignominia de la soledad individual. Se
esconden todos en la obscuridad relativa del cóctel, metáfora perfecta en este caso, pero todos son
capaces de distorsiones e incluso de violencia.

Esta obra, además, satiriza a la justicia, a quienes creen que el color de su investidura le permite realizar
excesos, traspasar límites que deberían mantenerse, avasallar el espacio de otro ser humano. Realiza una
crítica al orden y al control que ciertas instituciones se adjudican.

Lo interesante de esta obra es que fue escrita en 1962. Pavlovsky, en este caso, funciono como "artista
presagio" sobre el camino a seguir por nuestro país, demostrando como el arte puede llegar a ver, o intuir,
con claridad los rumbos de una sociedad antes que ésta sea completamente consciente de su destino.

Algunas preguntitas para analizar:

1. ¿Por qué se podría decir que la obra busca representar las falencias en la comunicación
interpersonal en la sociedad actual?
2. Expliquen el título de la obra.
3. ¿Qué es el teatro del absurdo? Explicar el absurdo de situación y de lenguaje en La espera trágica.
4. Explicar la siguiente frase: “Lo que se ve en La espera trágica es una acumulación de seres aislados
y enajenados que sufren lo desconocido y toleran la degradación de la soledad individual porque
ni siquiera pueden entablar una conversación”.
5. ¿Qué casos de Neovanguardismo argentino presenta la obra?
6. ¿Cómo aparecen los temas “El vacío de sentido” y “La repetición” característicos del teatro del
absurdo?

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