Sobre La Cronologia Del Libro Lambda

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Rivista di Filosofia Neo-Scolastica, CXI (2019), 1, pp.

83-100
ISSN: 00356247 (print) - 18277926 (digital)
DOI: 10.26350/001050_000063

AlfOnsO GArcíA MArqués - JOsé AntOnIO GArcíA-lOrente*

SobRe la CRoNología del lIbRo Lambda

On the Chronology of book lambda

This article presents an analysis of the thesis in favor of and against the early chronology of
the book Lambda of the metaphysics, to determine if its composition corresponds to an early
or late stage with respect to the rest of the works of the Corpus aristotelicum. This paper
shows and evaluates the main arguments that defend an early chronology of the aristotelian
text, and those that point towards a late chronology. as a result, a new line of argumentation is
developed which suggests a late or even a very late composition of the book Lambda, which
goes against the current ‘official’ interpretation of the academy.
© 2019 Vita e Pensiero / Pubblicazioni dell’Università Cattolica del Sacro Cuore

Keywords: aristotle, Metaphysics, Lambda, Chronology, Corpus aristotelicum

Introducción
Werner Jaeger, mediante el método histórico-genético, habría establecido que el libro
Lambda de la metafísica se correspondería con la Urmetaphysik que aristóteles habría
profesado en el periodo de asos, antes de la fundación del liceo. Según eso, el libro
duodécimo de la metafísica tendría una cronología temprana, porque se trataría de un
libro que refleja una época en la que Aristóteles concibe la metafísica exclusivamente
como el estudio de una substancia particular, dios, la substancia más perfecta y buena.
a pesar de que la evolución atribuida a aristóteles por parte de Jaeger fue criti-
cada duramente por los especialistas, entre los que destaca Ingemar düring, la cro-
nología temprana asignada al libro Lambda se mantuvo durante todo el siglo XX y
todavía hoy sigue siendo la opinión común de la academia. esta tesis habría sido
corroborada por los especialistas en el X Symposium aristotelicum dedicado al libro
Lambda, celebrado en agosto de 1996, cuyas actas fueron publicadas en el año 2000
por Oxford University Press. En dichas actas, se aducen varias razones que justifica-
rían la redacción temprana del texto aristotélico: en Lambda está ausente la doctrina

*
Universidad de Murcia. email: marques@um.es - garcia-lorente@um.es
Received: 10.01.2017; approved: 21.02.2017; First published online: 10.2018.
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del «ente en cuanto ente» y la doctrina pros hen, conceptos basilares de la creación
especulativa más madura de Aristóteles, contenida en los libros centrales ZΗΘ.
Sin embargo, la tesis de la cronología temprana de Lambda ha sido revisada por
algunos especialistas, a través de minuciosos estudios. Recientemente se han publicado
dos nuevas ediciones críticas de Lambda, a cargo de Silvia Fazzo y Stefan alexandru,
que cuestionan esa temprana datación, aduciendo argumentos que situarían su compo-
sición en una época posterior.
la datación de Lambda podría parecer un tema muy secundario, pero, en el fondo,
lo que está en juego es la inclusión o exclusión de este libro de la metafísica madura
del estagirita. Si ciertamente las doctrinas relativas al motor inmóvil fueran respuestas
tempranas a una problemática heredada de Platón, pero luego abandonadas, entonces
la metafísica final habría que reinterpretarla de un modo mucho más empírico – por no
decir empirista –, «pues, si no hay ninguna otra substancia aparte de las constituidas
por la naturaleza, la Física será Ciencia primera; pero, si hay alguna substancia inmó-
vil, ésta [la filosofía] será anterior y Filosofía primera, y universal precisamente por
ser primera; y a ella corresponderá considerar el ente en cuanto ente, qué es y lo que le
corresponde en cuanto ente»1.
en el presente texto, presentamos un análisis de las tesis a favor y en contra de la
cronología temprana del libro Lambda, para determinar si su redacción corresponde
a una época temprana o tardía respecto a las demás obras del Corpus aristotelicum.
I. La tradición
I.1. Werner Jaeger 1923
Según Jaeger, la determinación de la cronología de una obra concreta dentro del
Corpus aristotelicum depende directamente de la hipótesis evolutiva, que él mismo
estableció en su aristóteles del año 19232. desde este paradigma evolutivo, para esta-
blecer la cronología del libro Lambda, debemos prestar atención a la evolución del
pensamiento de aristóteles y, en concreto, a la evolución de su metafísica. Jaeger ha
sostenido la existencia, en el conjunto de los libros que forman la actual metafísica,
de una metafísica primitiva (Urmetaphysik), elaborada en los años inmediatamente
sucesivos a la muerte de Platón y una metafísica posterior (Spätmetaphysik). estas
dos concepciones estarían, según Jaeger, separadas por una clara diferencia temática.
Pues bien, la justificación de la concepción originaria de la metafísica de Aristóte-
les la encuentra Jaeger, precisamente, en el libro Lambda, a excepción del capítulo 8,
que sería una inclusión posterior. en este caso, y siguiendo a bonitz, considera que el
libro Λ es un libro independiente, que no tiene relación con los demás, y eso se confir-
maría por su forma y su contenido: un estadio todavía puramente platónico.
Las razones que aporta Jaeger para justificar esta cronología son básicamente tres:

1
ArIstóteles, metaphysica e 1, 1026 a 28-32. la traducción es nuestra, aunque prestamos atención a
las de V. garcía Yebra, ArIstóteles, metafísica, edición trilingüe, gredos, Madrid 1970 y a la de T. Calvo
Martínez, ArIstóteles, metafísica, introducción, traducción y notas, gredos, Madrid 1994. los textos
griegos pertenecen a la edición de garcía Yebra.
2
W. JAeGer, aristoteles. Grundlegung einer Geschichte seiner Entwicklung, Weidmannsche
buchhandlung, berlin 1923 (ed. española aristóteles. bases para la historia de su desarrollo intelectual,
FCe, México 1946).
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 85

1. El libro Λ se corresponde con el periodo en que, para Aristóteles, la metafísica


era teología, puesto que el libro Λ es enteramente un libro de teología. En este sentido,
lo inmóvil y lo eterno es el objeto de la metafísica, excluyendo que su objeto sea la
substancia en general.
2. los capítulos 1-5 que hablan de la substancia sensible no son sino un tratamiento
para ver qué relación mantienen las formas inmanentes con el motor transcendente,
pero en realidad no pertenecen a la metafísica, sino a la física.
3. La estrecha conexión entre el libro Λ y el libro N, que forma parte del estado
más antiguo de la metafísica.
a esas tres razones hay que añadir los motivos que ofreció en sus Studien. en ese
texto de 1912, Jaeger infiere que Aristóteles en Λ no está seguro de que exista la meta-
física, por el hecho de que, en el capítulo 1, se condiciona la existencia de la metafí-
sica a la ausencia de un principio común a la substancia inmóvil y a los objetos de la
física3. Por tanto, Λ debe ser anterior a ΓΕ, ΖΗΘ y a la Física, donde la existencia
de la metafísica es claramente afirmada, y debe pertenecer al periodo de ΑΒ, en don-
de la metafísica está todavía siendo buscada, una ἐπιστήμη ἐπιζητουμένη. Además,
Jaeger piensa que eso se confirma por la ausencia en Λ de un nombre para la metafísica,
ya sea θεολογική o πρώτη φιλοσοφία 4.
En esencia, Jaeger establece una cronología temprana del libro Λ, basándose en
su presupuesto de que Aristóteles fue platónico en un primer momento. El filólogo
alemán interpreta el libro Λ como un libro de teología, que supone el primer esbozo
de la metafísica de aristóteles y que posteriormente sustituiría con la ciencia del ente
en cuanto ente5.
II.2. Ingemar düring 1966
Ingemar düring es uno de los críticos más feroces de la supuesta evolución aristotélica
de Jaeger. Él trata de mostrar cómo Aristóteles no habría asumido jamás la doctrina de
las ideas, pues la habría criticado desde el mismo periodo académico. aun admitiendo
los mismos periodos en la vida de aristóteles, düring sostiene que muchas de las obras
del Corpus fueron escritas en el periodo académico, antes de la muerte de Platón6.
Por lo que respecta al libro Lambda, según las investigaciones de düring, su cro-
nología y lugar en la obra aristotélica corresponden a la época de la academia en ate-

3
El texto aristotélico al que Jaeger se refiere es el siguiente: «Aquéllas [substancias] corresponden a la
física (pues se dan con movimiento), mientras que ésta, si es cierto que no hay un principio común a todas
ellas, corresponde a otra ciencia» (met. Λ 1, 1069a 36-b 2).
4
W. JAeGer, Studien zur Entstehungsgeschichte der Metaphysik des aristoteles, Weidmannsche
buchhandlung, berlin 1912, pp. 122-123.
5
David Ross aún reconociendo que la mención a las teorías astronómicas de Calipo en Λ 8 (que
dificilmente puede fecharse antes de 330-325 a.C.) crea dificultades para fijar una fecha temprana del
libro, asume los resultados de Jaeger. En concreto, Ross acepta la fecha temprana del libro, que justifica
por su afinididad con Física I 6, en cuanto que integra una explicación causal carente de un análisis lógico
de las substancias sensibles presente en ZH; el carácter independiente del libro y su falta de cohesión,
debido a una escisión metodológica entre los capítulos 1-5 y los capítulos 6-10; y también, la inserción
posterior del capítulo 8 en el libro. Cfr. W.d. rOss, aristotle’s metaphysics, a Revised Text with Introduc-
tion and Commentary, 2 vols., oxford University Press, oxford 1958, pp. XXVII-XIX y 346-347.
6
I. DürInG, aristoteles. darstellung und Interpretation seines denkens, Carl Winter Universitätsver-
lag, Heidelberg 1966 (ed. italiana, Mursia, Milano 1976).
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nas (367-347) y, en concreto, a la primera mitad de los años cincuenta (360-355). Y, al


igual que Jaeger, también reconoce que Lambda es un libro independiente, redactado
para el propio uso y que no fue publicado en forma alguna. Indicios de eso es que nin-
guno de los restantes libros de la metafísica mencionan este libro y que solamente se
encuentran alusiones a él en cuatro pasajes de todo el Corpus aristotelicum, que desig-
nan su contenido como próte philosophia: Phys. I 9, 192a 35; Phys. II 2, 194b 14; de
caelo I 8, 277b 10; de motu 700b 9. aristóteles cita en Lambda el escrito división de
los contrarios (1072b 2) y en 1073a 32 quizás podría referirse a de caelo I 2 y II 3-8,
cuando utiliza la expresión ἐν τοῖς φυσικοῖς, aunque esto es incierto.
Düring justifica la cronología de Lambda, basándose en la concordancia de conte-
nido y estilo con el libro I de la Física, pues se complementan mutuamente y fueron
tal vez planteados y escritos en forma paralela: en el Περὶ ἀρχῶν explica Aristóteles
la estructura de las cosas sensibles; en Lambda el énfasis está puesto sobre aquellos
eternos principios y conceptos, que sólo pueden ser captados por la razón.
Pero Lambda sería todavía más antiguo que Física I, fundamentalmente por las
siguientes razones:
1. en el libro I de la Física Aristóteles emplea los términos ὕλη y εἶδος como tér-
minos ya generalizados, mientras que en el libro Lambda, el término ὕλη lo acaba de
introducir como término filosófico. Para justificar esta idea, Düring aduce que:
a) en Λ 1070a 9, Aristóteles designa como ousíai tanto a los dos componentes
(materia y forma) como a la cosa singular que se integra con ellos, mientras que en
Phys. I, 191a 19-20 no se ha puesto en claro si la forma o el sustrato es ousía; además,
en Lambda, en lugar de los términos maduros εἶδος o μορφή, emplea φύσις;
b) en Phys. I, Aristóteles habla de ἀρχαί o αἰτίαι, mientras que en Λ cambia la
terminología (una frase como la de 1070 b 12 muestra que la terminología está aún
formándose, así como la exposición de las cuatro αἰτίαι en 1070b 26);
c) en el pasaje de 1070b 10-15 contiene in nuce ideas fundamentales que desarro-
llará más tarde en el de gen. et corr., en los meteor. IV y en los escritos biológicos;
d) en el último capítulo, 1075a 31, hay una discusión del concepto de ὕλη, que va
a terminar en la posición alcanzada en Phys I, 8.
2. en Phys. I 8, 191b 27-29 («con el empleo de los conceptos dynamis-enérgeia;
estos conceptos los definí con precisión en otro contexto») se hace referencia a Lambda
5 y no a delta ni al escrito tardío Theta, poniendo de manifiesto la composición anterior
de Lambda, a menos que se quiera considerar dicho pasaje como una inserción posterior.
además, düring acepta las conclusiones de Jaeger sobre la estrecha conexión entre
Lambda y el libro Ny, que es igualmente temprano. También salva las objeciones sobre
la cronología del final del capítulo 7 y todo el capítulo 8, haciendo notar que, aunque es
cierto que es diferente en estilo, no contradice el contenido de todo el libro y no se trata
de un añadido posterior (como defiende Jaeger). Y los argumentos sobre la cronolo-
gía de Calipo y el famoso pasaje de los magna moralia, que hace referencia a Lambda
9, son salvados por düring, pues no hacen imposible fechar tempranamente el escrito
Lambda ya que Calipo habría abandonado con eudoxo la academia, en el 360, y sus
doctrinas eran conocidas por Aristóteles en el periodo de la composición de Λ.
II.3. michael Frede 2000
las posiciones de Jaeger y de düring han marcado la tendencia de todo el siglo XX, cul-
minando en la panorámica que se obtuvo en el famoso X Symposium aristotelicum, que
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 87

tuvo lugar en la última semana de agosto de 1996 en oxford, y cuyas actas han sido edi-
tadas por Michael Frede y david Charles en oxford University Press, en el año 20007.
en la introducción, Frede reconoce que establecer la cronología de las obras de
aristóteles es sumamente difícil, pues las pruebas son mínimas, por no decir nulas.
En cualquier caso, el autor menciona la tendencia a asumir la cronología tardía de Λ,
basada en la reforma del calendario llevada a cabo por los atenienses en el año 330
a.C., a partir de la teoría del movimiento de las esferas de Calipo. Por consiguiente, el
libro Λ, o al menos, el capítulo 8 de Λ que hace referencia a la teoría de Calipo, debe-
ría haber sido escrito después del año 330 a.C. Sin embargo, Frede insiste en que esto
no es decisivo para establecer la cronología tardía de Λ, ya que Aristóteles pudo haber
redactado dicho texto antes de la reforma del calendario, aún cuando haga referencia
a las doctrinas de Calipo y las haga suyas. Respecto a la cronología relativa, el mismo
autor considera que Λ 8 parece integrarse en el discurso de todo el libro Λ, tanto aten-
diendo al contenido, como por cuestiones filológicas8.
Michael Frede aún reconociendo que hay diferencias de estilo en los diferentes
capítulos que componen el libro Λ, no por ello elimina la idea de que fuese compues-
to como un libro entero (in one piece). lo que eso indica más bien es que fue escrito
con cierta rapidez, en parte utilizando otros materiales anteriores y en parte a partir de
otros trabajos previos, muy cuidados desde el punto de vista literario9.
Al final del Symposium aristotelicum, Myles burnyeat sugirió oralmente la posi-
bilidad de una redacción tardía, considerando que aristóteles, siendo consciente de
que su metafísica tenía una gran laguna respecto a la substancia inmaterial separada,
habría redactado Λ como un rápido boceto (sketch) de lo que un tratamiento de dicha
substancia debería ser10. en referencia explícita a burnyeat, Frede negó la cronología
tardía de Λ, a pesar de que «la substancia de esta sugerencia es atractiva (the substan-
ce of the suggestion is attractive)», aduciendo que el fundamento de dicha sugerencia
carece de prueba. Su idea general es que, si aristóteles concibió que el núcleo de la
metafísica consistía en el estudio de la substancia, al explicar las substancias inmate-
riales en oposición a Platón y varios platónicos, el libro Λ podría ser el intento rápido
para hacerlo. Pero aristóteles, añade Frede, debió haber sentido la necesidad de tal
consideración mucho antes de que escribiera el libro Z11.
las razones para establecer una cronología temprana, según Frede, se reducen a una.
En Λ no aparece claramente una doctrina del término ente y de lo que él llama «focal
meaning», que habría permitido reconstruir de modo unitario el concepto de «substan-
cialidad» o de ente en cuanto tal. Por eso, a Frede le parece que en Λ aparece una más
vaga concepción de la tarea de la metafísica en comparación con Γ, Ε, o ΖΗΘ y, en
este sentido, no parece ir mucho más lejos de la empresa metafísica presente en el libro

7
M. freDe - d. chArles (eds.), aristotle’s Metaphysics Lambda. Symposium aristotelicum, oxford
University Press, oxford 2000.
8
M. freDe, Introduction, in freDe - chArles, aristotle’s Metaphysics Lambda, pp. 47-48.
9
Ibi, p. 48. El uso de δέδεικται en 1073a 5, que parece no hacer referencia a nada de lo dicho anterior-
mente, puede ser una indicación que justifica la redacción rápida de Lambda, a partir de materiales previos.
10
en su famoso libro a map of Metaphysics Zeta (Mathesis Publications, Pittsburg 2001), burnyeat
declara que el libro Lambda podría ser un libro que depende de ZH, fruto del último periodo de actividad
de aristóteles (cfr. ibi, p. 148).
11
freDe, Introduction, pp. 48-49.
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alpha. además, Frede en unión con Patzig, en su famoso comentario al libro Zeta, sos-
tiene que la investigación sobre la substancia no sensible anunciada en dicho libro debía
ser diferente de la llevada a cabo en Lambda, pues este último no supone una continua-
ción o una culminación de la investigación realizada en Z, sino una versión paralela12.
Con todo, sorprende la conclusión de Frede en su análisis del capítulo primero de
Λ – pues parece contrario a lo establecido en su Introducción –, cuando dice que lo
que distingue a Lambda de Z y H no es que contiene un poco de teología aristotélica,
sino que en Λ Aristóteles consigue tratar la discusión de las substancias separadas
inmóviles, que Z sólo repetidamente promete13.
II. El giro copernicano en la cronología de Lambda
la cronología del libro Lambda, iniciada con bonitz y Jaeger, rompía con la con-
cepción dominante que hasta ese momento se tenía de la metafísica. Concepción
que, como el propio Jaeger indica, fue la idea preponderante desde los comienzos del
Imperio romano. en la segunda mitad del siglo XX, se encontraron también las voces
discrepantes de Ravaisson (que consideró Lambda como una obra madura y posterior
a los otros libros), y de Krische y gödeckmeyer (que consideraron lambda 1-5 como
una especie de síntesis de ΖΗΘ)14. en esa misma línea, se encuentran especialistas
como giovanni Reale y Silvia Fazzo, cuyas posiciones expondremos a continuación.
Podemos agrupar en torno a tres ejes los argumentos aportados por los partidarios
de una composición no tan temprana como la propuesta por Jaeger: 1) las notables
variaciones doctrinales de aristóteles respecto a los astros y su movimiento; 2) la rela-
ción entre Lambda y los libros centrales de la metafísica (ZHΘ); 3) la relación del
capítulo 8 con todo el libro Lambda.
II.1. Una cuestión fundamental: los astros
el tema central que queremos tratar, en primer lugar, es la naturaleza de los astros y de
sus motores, donde, como ya indica una larga tradición interpretativa, se da un contraste
manifiesto entre Lambda y las doctrinas presentes en de caelo y en Physica VIII. en
concreto, se puede fijar con cierta seguridad que hay un proceso evolutivo en Aristóte-
les partiendo de una crítica al alma de Universo defendida por Platón, que pasa por de
philosophia, de caelo y Physica VIII, hasta llegar a metaphysica Lambda15. Con esta
posición, se puede aseverar que la cronología de Lambda, en ningún caso, puede situar-
se en el periodo académico de Aristóteles, como ha sostenido, por ejemplo, Düring,
dado que, como ahora veremos, Physica VIII es un texto posterior a ese periodo.
La cuestión de la animación de los astros en Aristóteles es compleja y ha provo-
cado diversas opiniones entre los especialistas, según se atienda a una u otra obra del
Corpus aristotelicum. Se ha producido un reciente interés en la academia a raíz de la
publicación de un famoso texto de david Furley, Self-movers, con motivo del Sym-
posium aristotelicum de 197816, donde han ido aparecido diversas interpretaciones

12
M. freDe - g. PAtzIG, aristoteles «methaphysik Z», 2 bde. beck, München 1988.
13
M. freDe, metaphysics Λ 1, in freDe - chArles, aristotle’s Metaphysics Lambda, p. 77.
14
Citados por rOss, aristotle’s metaphysics, p. XXIX, nota 2.
15
Cfr. b. bOtter, dio e divino in aristotele, academia Verlag, Sankt augustin 2005, p. 119.
16
d. furley, Self-movers, in G.e.r. llOyD - G.e.l. Owen (eds.), aristotle on mind and the Senses. Pro-
ceedings of the Seventh Symposium aristotelicum, Cambridge University Press, Cambridge 1978, pp. 165-179.
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 89

para explicar la naturaleza y el movimiento de los cuerpos celestes17. Sin embargo,


y a pesar de que ya Zeller18, de acuerdo con Herminus, consideraba la idea de la ani-
mación de los astros una doctrina no aristotélica, y de que Gottschalk la calificara de
«sorprendente»19, es posible admitir la presencia de vida en el mundo astral, conforme
a algunos textos de aristóteles, como ahora veremos.
a) de caelo
la fecha de composición del de caelo ha sido bien establecida: final del periodo
académico. Esta datación se confirma en uno de los estudios más recientes sobre el
tratado aristotélico, donde se afirma que no pudo haber sido escrito mucho después
de la aparición del Timeo de Platón, pues aparecen claras marcas que lo identifican
como una temprana obra aristotélica20. de este modo, se sigue la misma línea indi-
cada por Jaeger, Nuyens, düring, gauthier-Jolif, Rist y louis, cuyas cronologías
oscilan entre el 355-34521.
Pues bien, para justificar la idea de la animación de los cuerpos celestes en de
caelo, los especialistas aluden a un pasaje del libro II, a partir del cual se han ofrecido
diversas interpretaciones. el texto aristotélico dice así:
Nosotros solemos razonar acerca de aquellos cuerpos como si sólo fueran unidades poseedoras
de un orden, pero totalmente inanimadas; es preciso, en cambio, suponerlos dotados de actividad
y de vida; de este modo, en efecto, no parecerá irracional lo que sucede (II, 12, 292 a 18-21)22.
las interpretaciones que sobre este texto se han dado son fundamentalmente tres. en
primer lugar, el texto puede ser leído de modo literal. así pues, los astros son seres
animados por un alma individual, al modo de los vivientes del mundo sublunar, pues,
como dice Moraux: «el éter forma el cuerpo de los astros, pero también poseen un
alma, es decir, son vivientes, como los animales y los hombres»23.
otra posibilidad interpretativa puede ser que aristóteles hubiera expresado una
analogía simplemente para tratar de hacer más comprensible la doctrina sobre los

17
Cfr. d. blyth, Heavenly Soul in aristotle, «apeiron», 48 (2015), 4, pp. 427-465.
18
e. zeller, die darstellung der platonischen Philosophie bei aristoteles, in ID., Platonische Studien,
vol. III, osiander, Tübingen 1909 (ed. original: 1839), p. 828, nota 5.
19
H.b. GOttschAlk, aristotelian Philosophy in the Roman World from the Time of Cicero to the End of
the Second Century, «aufstieg und Niedergang der römischen Welt», 36 (1978), 2, p. 1159.
20
A.c. bOwen - c. wIlDberG (eds.), New Perspectives on aristotle’s de caelo, brill, boston 2009, p. 1.
21
JAeGer, aristoteles, p. 352; F.J. nuyens, L’évolution de la psychologie d’aristote, Éditions de l’Ins-
titut supérieur de philosophie - Martinus Nijhoff - Vrin, Louvain - La Haye - Paris 1948, p. 123; DürInG,
aristotele, p. 62; r.A. GAuthIer - J. JOlIf, L’Éthique à Nicomaque, I-II, Publications Universitaires de
louvain - Éditions béatrice Nauwelaerts, louvain -Paris 1970, p. 35; J.M. rIst, The mind of aristotle: a
Study in Philosophical Growth, University of Toronto Press, Toronto 1989; y P. lOuIs, Vie d’aristote (384-
322 avant Jésus-Christ), Hermann, Paris 1990, p. 41.
22
la traducción es nuestra, aunque tenemos en cuenta la traducción de Miguel Candel (acerca del cie-
lo, Introducción, traducción y notas, gredos, Madrid 1996). la edición del texto griego es la de d.J. allan
(aristotelis de caelo, Clarendon Press, oxford 1995).
23
P. MOrAux, Quinta essentia, in Real-Encyclopaedie der classichen altertumswissenschaft, vol. XXIV,
2, Stuttgart 1963, col. 1432. Apoyándose en ese pasaje, Ross (aristotle’s Physics, a revised Text with Intro-
duction and Commentary, Clarendon Press, oxford 1936, p. 98) sostiene que de caelo explica el movimien-
to de los cuerpos celestes por medio de la acción de almas inmanentes. W.K.C. guthrie consideró que la
divinidad de las estrellas era un «artículo de fe platónica» del que aristóteles nunca dudó (aristotle: On the
Heavens, Harvard University Press - Heinemann, Cambridge Ma - london 1939, p. XXXIII).
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movimientos celestes24. Según esto, los astros no tendrían un alma individual que los
pusiera en movimiento, pues ella se identificaría con la substancia corpórea de la que
están compuestos, como parece indicar el propio Aristóteles en otro pasaje25.
la tercera hipótesis es que aristóteles estuviera considerando los cielos como seres
animados, aunque entre los cielos animados y los entes animales se daría una analogía
y no una identidad. en este sentido, los astros no tendrían un alma individual (como se
declara en II, 9, 291a 23), sino que serían transportados por un medio en movimiento,
esto es, las esferas celestes que sí tendrían un alma individual26.
En definitiva, a la luz de este pasaje parece evidente que o bien los cielos o bien
los astros son seres animados, es decir, dotados de vida. en otros lugares del de caelo,
aristóteles explicita que «el cielo es animado y posee un principio de movimiento»27 y
que «la actividad de los astros es como la de los animales y las plantas» (II, 12, 292b 1).
a pesar de que los especialistas no son unánimes en sus interpretaciones, parece claro
que aristóteles muestra cierta vacilación a la hora de explicar la naturaleza del cielo,
mostrando cierta inclinación en favor de la tesis de la animación. en cualquier caso,
característica de los astros y cuerpos celestes es que, de algún modo, son vivientes y,
por consiguiente, no necesitan motores.
Consideremos ahora el tratamiento de los astros en el libro Lambda. de entrada,
aristóteles no hace referencia explícita a la existencia de un alma de las esferas, cuan-
do expone su doctrina en la segunda parte de Lambda; y cuando hace referencia a la
animación de los cielos en el capítulo 6 está hablando de Platón (1072a 1-5). aunque
la cuestión no es tan sencilla, porque algunos intérpretes han sostenido que es posible
deducir a partir de Lambda la asunción de la animación de los cielos28, parece mani-
fiesto que en el libro XII de la metafísica hay una evolución en la concepción aristoté-
lica de los astros y cuerpos celestes respecto a la doctrina presentada en de caelo. la

24
aunque el tratamiento está enfocado sobre la cuestión de la teleología, nos parece que ésa es la inter-
pretación de Mariska leunissen (making Sense of the Heavens: the Limits of Teleological Explanation in
the de Caelo, in eAD., Explanation and Teleology in aristotle’s Science of Nature, Cambrige Univesrity
Press, Cambrige, pp. 165-166). S. Leggatt es más radical al sostener que este pasaje no compromete a
aristóteles con la tesis de que los cuerpos celestes sean seres vivos (aristotle: On the Heavens I & II,
Wilts, Warminster 1995, pp. 36 y 248). de la misma opinión es d. blyth (aristotle’s Ever-turning World in
Physics 8: analysis and Commentary, brill, boston 2015, p. 448).
25
Cfr. de Caelo II, 8, 290 a27-b10. esta hipótesis, propagada por Cicerón, evoca la célebre doctrina
según la cual la substancia corpórea de los astros es idéntica a la substancia de la que el alma está formada.
Cfr. M. untersteIner, Il Peri Philosophias di aristotele, «Rivista di filologia e d’istruzione classica», 88
(1960), pp. 337-362; y 89 (1961), pp. 121-159; R. bODéüs, aristote et la théologie des vivants immortels,
bellarmin - les belles lettres, Québec - Paris 1992, pp. 77-82 y 91-95.
26
bOtter, dio e divino, pp. 126-128.
27
de caelo, II, 2, 285a 29. Este pasaje ha sido citado por Th.K. Johansen como evidencia del alma
del cielo (From Platos’s Timaeus to aristotle’s de caelo: The Case of the missing World Soul, in bOwen -
wIlDberG, New Perspectives on aristotle’s de caelo, p. 20).
28
esa tesis deriva fundamentalmente de la argumentación de Lambda 7, en la que el motor del cielo mue-
ve como objeto de inteligencia y de deseo, lo que supondría que el cielo es capaz de entender y de desear, es
decir, que tenga un alma. barbara botter ha aludido a esa cuestión (aristotele e i suoi dei. Un’interpretazione
del III libro del de philosophia, Carocci, Roma 2011, pp. 157-165), y más recientemente István bodnár ha
vuelto sobre ella (Cases of Celestial Teleology in Metaphysics Λ, en C. hOrn [ed.], aristotle’s “metaphy-
sics” Lambda – New Essays, Proceedings of the 13th Conference of the Karl and gertrud-abel Foundation
bonn, November, 28th- december 1st, W. de gruyter, boston - berlin 2016, p. 253).
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 91

clave reside en lo siguiente: en de caelo, los astros y esferas celestes son vivientes29
y, por consiguiente, no necesitan motores, mientras que en Lambda aristóteles calla
sobre si son vivientes o no, pero sostiene que es necesario poner motores externos (no
almas) que expliquen el movimiento de los astros.
a esto se añade una cuestión central, que muestra claramente la evolución doctri-
nal de aristóteles. en de caelo, aristóteles sostiene abiertamente que la vida implica
movimiento: «El acto (ἐνέργεια) de la divinidad es la inmortalidad, esto es, la vida
(ζωὴ) eterna. De modo que la divinidad tendrá necesariamente movimiento (κίνησις)
eterno»30. Precisemos que es indiferente que con «divinidad» se refiera al cielo o a
los astros o a los realidades que están más allá del último cielo (I, 9, 279a 19-23),
lo importante es que aristóteles, posiblemente en dependencia del Timeo, concibe la
vida como un tipo de movimiento. el contraste con Lambda es patente: los motores se
caracterizan técnicamente como inmóviles (ἀκίνητος) (6, 1071b 4ss) y la vida (ζωή)
del primero es concebida como puro acto de intelección, ἐνέργεια τελεία, acto per-
fecto, no proceso desplegado en el tiempo, pues contiene en sí mismo el fin. De esta
doctrina no hay ningún rastro en el de caelo.
Podemos, pues, concluir que Lambda es necesariamente posterior al de caelo y
esto nos obliga a desplazar la composición de Lambda, al menos, al periodo de viajes.
b) Physica VIII
la cronología de Physica VIII ha sido muy discutida entre los especialistas. gauthier
sitúa este libro entre 347-345, louis entre 347-343, Ross después del 334, düring entre
334-326 y Rist en el año 33231. Sin embargo, los últimos estudios arrojan con bastante
claridad que se trata de un libro basado quizá en una primera redacción, pero cuya reela-
boración definitiva es del Liceo32. en cualquier caso, podemos considerar seguro que es
posterior a de caelo (hay al menos 3 referencias a él) y anterior a Lambda33.
Por el contenido de este libro, se puede apreciar que aristóteles empieza a ver el
movimiento de los cuerpos celestes de manera diferente, pues la idea de la anima-
ción de los astros está totalmente ausente. así pues, se hace necesario la existencia
de motores. aristóteles, en un principio, vacila sobre la consideración de si basta un
motor o hay que suponer muchos, aunque parece preferible uno solo, porque, si el
movimiento es continuo, tiene que ser uno. en cualquier caso, es necesario, al menos,
un primer motor, principio del movimiento de los demás motores, si es que los hay34.

29
También es de la misma opinión JOhAnsen, From Platos’s Timaeus to aristotle’s de caelo, pp. 9-28.
30
Θεοῦ δ’ ἐνέργεια ἀθανασία· tοῦτο δ’ ἐστὶ ζωὴ ἀίδιος. ῎Ωστ᾽ ἀνάγκη τῷ θείῳ κίνεησιν ἀΐδιον
ὑπάρχειν (II, 3, 286a 9-11).
31
GAuthIer, L’Éthique à Nicomaque, pp. 34-35 y cuadro sinóptico. lOuIs, Vie d’aristote, p. 56.
DürInG, aristotele, p. 64. Cfr. también rOss aristotle’s Physics y rIst, The mind of aristotle.
32
J.l. Calvo Martínez cocluye: «Si bien la mayor parte de este libro es antigua, la versión que posee-
mos sería una reelaboración perteneciente a la última etapa del estagirita (ca. 330-323)» (aristóteles,
Física, Introducción, traducción y notas, CSIC, Madrid 1996, p. XXXVIII).
33
Cfr. d. GrAhAM, aristotle: Physics book VIII, Clarendon Press, oxford 1999, pp. IX. XIV; blyth,
aristotle’s Ever-turning World, pp. 6-9.
34
Physica VIII, 6, 259 a 14-20. Para un análisis exhaustivo de este argumento ver blyth, aristotle’s
Ever-turning World, pp. 160-198.
92 AlfOnsO GArcíA MArqués - JOsé AntOnIO GArcíA-lOrente

el problema más espinoso, sin embargo, es cómo mueve ese primer motor al todo
en general, y en rigor y directamente, a la última esfera. de este modo, se intenta
explicar la relación entre el primer motor y el todo del universo. la tesis de aristóteles
es que todo motor ha de estar en contacto con el móvil (Physica VIII, 5, 258 a 20), de
lo contrario, es imposible causar el movimiento. aristóteles analiza este tema cuida-
dosamente en el cap. 5 y completa el tratamiento en el cap. 10, planteando el difícil
problema de los proyectiles (10, 266 b 27-31). Pues bien, el capítulo 10 acaba con una
controvertida cuestión: la localización del primer motor. aristóteles dice así:
el motor tiene que estar necesariamente o en el centro o en la circunferencia, pues éstos son sus
principios. Pero lo que está más cerca del motor se mueve con mayor rapidez, y tal es el movi-
miento de la circunferencia, luego allí esta el motor (Physica VIII, 10, 267b 6-9).
Como recuerdan Graham y Blyth cuando analizan ese pasaje, los comentadores anti-
guos no se pusieron de acuerdo en la localización del primer motor35. exponen que
Alejandro de Afrodisias, según Simplicio, consideró que el motor inmóvil se ubicaba
en el todo de la circunferencia de la esfera exterior. de este modo, creía salvaguardar
la inmovilidad del primero, pues el todo como tal no es movido en su rotación: sólo se
mueven sus partes, ya que una esfera en rotación siempre mantiene la misma posición.
eudemo, por su parte, lo localizó en el círculo más grande que se sitúa equidistante
de los polos (ecuador celeste) y el propio Simplicio consideró que el primer motor era
como el alma de toda la esfera, que está en todas partes y en ninguna parte.
Sea lo que fuere, graham considera que aristóteles es muy explícito, cuando
determina la localización de motor inmóvil: en o sobre la esfera celeste exterior36. Sin
embargo, reconoce que eso crea importantes dificultades con la idea de que el motor
inmóvil no tiene magnitud alguna37. Por un lado, ¿cómo es posible que algo que no
tiene magnitud ocupe un lugar? Por otro, si el motor inmóvil no causa movimiento
en términos físicos y no tiene partes o magnitud alguna, ¿por qué debería tener loca-
lización alguna? la solución de graham consiste en establecer que aristóteles está
luchando con la distinción entre un existente físico y otro no físico. de este modo, el
motor inmóvil está fuera del mundo físico, pero posee una propiedad física: posición.
Se trata, pues, de un híbrido ontológico.
Blyth, por su parte, atendiendo a las dificultades que Graham presenta, sobre todo,
la inconsistencia que provoca atribuir un lugar en la esfera al motor inmóvil cuando
éste no posee magnitud, rechaza la solución mencionada38. en este caso, blyth estable-
ce que el sujeto al que se hace referencia no es el motor inmóvil, sino el movimiento del
primer cuerpo, es decir, el efecto del primer motor, algo que otros intérpretes (Tomás
de aquino, Wicksteed, apostle, Zekl) trataron de considerar respecto a 267b 939,
y que el actual profesor neozelandés quiere extender a todo el fragmento 267b 6-9,

35
GrAhAM, aristotle, pp. 177-178; blyth, aristotle’s Ever-turning, pp. 345-347; ID., Heavenly Soul,
pp. 451-452.
36
GrAhAM, aristotle, pp. 180-181.
37
Cfr. Physica VIII, 10, 267b 19-26.
38
blyth, aristotle’s Ever-turning World, pp. 345-349; y ID., Heavenly Soul.
39
ID., Heavenly Soul, p. 453, nota 49.
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 93

siguiendo el análisis de lang40. de este modo, aristóteles estaría diciendo que el pri-
mer movido (esfera de las estrellas fijas) no puede estar sometido a cambio en relación
con aquello que mueve (esferas dependientes de la primera) (267b 5-6). Por tanto, las
líneas 267b 6-7 deben ser interpretadas como: «lo que es primer movido» debe estar o
bien en el centro, o bien en la circunferencia del cuerpo esférico del cosmos, atendien-
do a τὸ κινούμενον (lo que es [primer] movido), en vez de τὸ πρῶτον κινοῦν (el
primer motor) como el sujeto de εἶναι (estar) en 267b 6-741. En definitiva, es el primer
movimiento, es decir, el movimiento causado directamente por el primer motor, el que
debe localizarse necesariamente o en el centro o en el ecuador de la esfera, y a eso se
está refiriendo Aristóteles42.
Como se puede apreciar, no está clara la relación del motor inmóvil con la esfera
celeste y su explicación del movimiento. a partir de los comentadores es posible inferir
que la idea de un motor inmóvil incorpóreo y sin localización empieza solamente,
quizás, a vislumbrarse. aristóteles aquí no dice nada sobre cómo causa movimiento el
motor inmóvil.
En el libro Λ de la metafísica, como sabemos, las ideas son claramente distintas.
Como hemos dicho, los astros ya no son mencionados como vivientes, sino que son
movidos por sus respectivos motores. aristóteles ya no duda de que tiene que haber
motores externos (en plural) para explicar la complejidad de los movimientos celes-
tes. además, en rigor no hay motores para los astros, sino para las esferas postuladas
por Eudoxo y Calipo; en ellos, probablemente, puras ficciones matemáticas, pero en
aristóteles, reales. Por tanto, tiene que haber tantos motores como esferas; a saber, 47,
aunque esto no lo da como totalmente seguro (Λ 8, 1073b 8-13).
Más importante aún es cómo mueve el primer motor. aristóteles señala que mueve
como «lo deseable y lo inteligible: mueven sin ser movidos» (Λ 7, 1072a 26). Y un poco
más adelante, Aristóteles precisa que mueve «como objeto de amor» (1072b 2). Tradi-
cionalmente, se ha interpretado ese texto sosteniendo que el primer motor es fin y no
causa eficiente43, aunque ha sido contestada, sobre todo, por enrico berti44. en cualquier

40
H.S. lAnG, aristotle’s Immaterial mover and the Problem of Location in Physics VIII, «Review of
Metaphysics», 35 (1981), pp. 321-335 y ID., aristotle’s Physics and its medieval Varieties, State University
of New York Press, albany N.Y. 1992.
41
blyth, aristotle’s Ever-turning World, p. 349.
42
ID., Heavenly Soul, p. 453. Nótese, no obstante, la dificultad de esta interpretación, al verse obligada
a sostener que el centro – evidentemente inmóvil – podría ser el primer movido.
43
a. lAks, metaphysics Λ 7, en freDe - chArles, aristotle’s Metaphysics Lambda, pp. 220-222; y ID.,
Los motores inmóviles de aristóteles: una introducción sencilla a un problema complejo, Cátedra Tópi-
cos, México 2013, pp. 14-22.
44
la fase más reciente del debate sobre la causalidad del primer motor se debe a S. broadie (Que fait
le premier moteur d’aristote. Sur la théologie du livre lambda de la Métaphysique, «Revue de la France
et de l’étranger», CLXXXIII [1993], pp. 375-411), desarrollada sobre todo por Enrico Berti (The Unmo-
ved Mover as Efficient Cause in Aristotle’s Metaphysics XII, en t. PentzOPOulOu-VAlAs - s. DIMOPOulOs
[eds.], aristotle on Metaphysics. aristotle University, Thessaloniki 1999, pp. 73-81; ID., La causalità del
primo motore immobile secondo aristotele, en ID., Nuovi studi aristotelici, vol. II: Fisica, antropolo-
gia, Metafisica, Morcelliana, brescia 2005, pp. 453-469; ID., ancora sulla causalità del motore immobile,
«Methexis», 20 [2007], pp. 7-28; ID., La finalità del motore immobile di Aristotele tra Metaph. lambda 7
e lambda 10, «Humanitas» 46 [2011], pp. 555-567), al que se añaden entre otros: A. steVens, La causalité
de l’intellect dans la Métaphysique et le traité De l’âme, en l. cOulOubArItsIs - s. DelcOMMInette (éds.),
La causalité chez aristote, Vrin - ousia, Paris 2011, pp. 125-137; J.b. GOurInAt, L’intellect divin d’aristote
94 AlfOnsO GArcíA MArqués - JOsé AntOnIO GArcíA-lOrente

caso, la eficacia del motor sobre la esfera es tal como la de las causas finales, sin contac-
to alguno con aquello que es movido para evitar toda afectación. aristóteles se ha hecho
cargo de que no es posible un motor inmóvil incorpóreo y localizado en algún lugar
determinado, pues tal cosa es absolutamente imposible. Y a esto se añade toda una serie
de desarrollos sobre el primer motor, que no hallamos en ninguna otra obra de aristóteles
con tal cantidad de minuciosas precisiones, especialmente cuando habla de ὁ Θεός con-
cebido como intelección de intelección: «Καὶ ἔστιν ἡ νόησις νοήσεος νόησις»45.
II.2. Los libros centrales ZHΘ: Silvia Fazzo 2014
Sin lugar a dudas, una de las voces actuales que de manera más enérgica se han pro-
nunciado en favor de una cronología tardía del libro Lambda ha sido Silvia Fazzo.
entre sus muchos estudios, cabe destacar su Commento al libro lambda della Meta-
fisica di aristotele, que incluye, además de un detalladísimo y amplísimo comentario,
una nueva edición crítica del texto griego y un estudio exhaustivo sobre su composi-
ción, autenticidad y cronología.
ante todo, Fazzo reconoce la autonomía del libro, enfatizando que fue voluntad
del propio aristóteles. la profesora italiana sostiene que aristóteles en Lambda se
basa con mucha frecuencia sobre investigaciones previas de filosofía primera, a pesar
de que hay poquísimas referencias explícitas. Su idea sobre la cronología es que el
análisis del texto lleva a la conclusión de que Lambda no es una obra juvenil, sino
todo lo contrario, pues hay signos evidentes de que su redacción fue posterior a la de
los libros centrales Zeta, Eta y Theta. Para justificar esta idea, Silvia Fazzo aduce las
siguientes razones46:
1. el orden seguido en Lambda encuentra su lógica a la luz de esos libros; los mis-
mos materiales doctrinales que construyen el argumento de Lambda 1-3 se encuentran
en buena medida, paralelamente, en Zeta y Eta.
2. la doctrina de la potencia y del acto reelaborada en Lambda 6 está presente
principalmente en el libro Theta.
3. en ambos libros Lambda y Theta, la doctrina potencia-acto interactúa (intera-
gisce) con la de la relación entre motor y movido de Física VIII.
Y en relación a otros textos de la Física, la especialista aduce:
1. Lambda 6 debe presuponer las consideraciones de Física III 1, que muestran
el primado del cuerpo móvil sobre el mismo movimiento: el movimiento es acto y
ἐντελέχεια del móvil en cuanto móvil (Phys. III 1, 201a 10s.); no existe movimiento
fuera del móvil (200b 32s.).
2. el acto del motor y el acto del móvil son idénticos, es más, son uno solo (Phys.
III 3, 202a 13-16).
la propuesta metodológica e interpretativa de Silvia Fazzo consiste precisamente
en dar la vuelta a los presupuestos en los que se basa la interpretación ‘canónica’, para
establecer que se trata de un texto cuya cronología es tardía. así pues, la especialista
italiana comparte con la tradición reciente que se trata de un libro autónomo, que pre-

est-il cause efficiente?, «Bolletino filosofico», XX (2004), pp. 54-81; K. flAnnery, Sull’interpretazione di
Enrico berti della causalità del motore immobile, «Humanitas» lXVI (2011), pp. 615-642.
45
met. Λ 9, 1074b 34.
46
S. fAzzO, Commento al libro lambda della Metafisica di aristotele, bibliopolis, Napoli 2014, pp. 83-84.
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 95

senta los temas de nuevo, de forma rápida, esencial y radical, pero eso no es un efecto
de la cronología temprana del libro (como cuando se sostiene que Lambda no cita
otros libros porque no han sido escritos todavía), sino que Lambda presupone ya el
contenido del resto de los libros47.
en concreto, Fazzo realiza un examen detallado de los paralelos entre Zeta 1-2
y Lambda 148, que justifican como más probable la hipótesis de que Zeta precede a
Lambda y no al contrario. Y si eso es verdad, se debe admitir que, si no es Zeta el
que trabaja detalladamente sobre la base de Lambda (como nadie sostiene), enton-
ces es Lambda el que trabaja sobre la base de Zeta (o admitir la posibilidad de que
ambos textos se basen en un material común). en este sentido, Fazzo se rebela contra
la consideración oficial del Symposium que establecía que en Lambda no se encuentra
una doctrina del término ente y de la doctrina del πρὸς ἕν, pues ciertas secciones de
Lambda, especialmente preliminares, dicen en compendio aquello que encontramos
en Zeta: por ejemplo, la conclusión de los capítulos 1-2 de Zeta se corresponde con la
primera frase del libro Lambda 49.
Ciertamente, eso no justifica que aquellos textos relacionados con Lambda hayan
sido escrito antes del compendio – resumen o síntesis – que encontramos en Lambda.
en este sentido, quedaría la posibilidad de que el autor hubiera escrito Lambda como
un bosquejo preliminar de una teoría, antes de desarrollarla mejor en otro contexto
específico. Pero si esto es así, se debería admitir que Aristóteles habría comenzado a
escribir cada uno de los libros posteriores conociendo ya (como mostraría la redac-
ción previa de Lambda) a qué resultados le habrían conducido dichas investigaciones.
Esto significaría negar a todos esos libros la naturaleza de investigación en curso, de
búsqueda, de tensión intrínseca, de incompletitud, sin reconocer sus aparentes incon-
gruencias estructurales, formales e incluso doctrinales, que están patentes. en efecto,
concluye la profesora Fazzo, los libros centrales presentan un estado en el que es pre-
ciso llevar a cabo un trabajo de selección para enlazar un discurso continuo entre un
libro y otro. Si pensamos que, en una época precedente (en la que se fecharía Lambda),
Aristóteles ya tuviese en mente el resultado final de los libros centrales, sorprendería
todavía más que, en una fase más madura, no hubiera ofrecido una exposición más
orgánica. Por eso, termina diciendo:
desde el punto de vista de la comprensión de la metafísica, entendida de este modo, como un pro-
yecto general de constitución de una filosofía primera, la datación temprana o tempranísima de
Lambda tiene unos costes graves e indeseables; a menos que, evidentemente, no se quieran negar
– cosa que a veces se hace – los eventuales y a veces puntos literales de contacto entre ese libro y
los centrales de la metafísica. Si, en cambio, se admite que Lambda extrae conclusiones, en cuan-
to que viene después, entonces parece natural, sin recurrir a una retórica de la culminación o del
coronamiento sumo, encontrar aquí una selección razonada entre los puntos de llegada del trabajo
llevado a cabo en los otros libros. es una selección que recoge la mayor parte de lo que aristóte-
les, en una fase madura y avanzada, juzgó como relevante con vistas a una construcción positiva

47
Ibi, p. 85.
48
Ibi, pp. 208 ss.
49
los paralelismos que establece son numerosos y han sido analizados minuciosamente en el comen-
tario a los pasajes correspondientes, pero también en su artículo L’esordio del libro lambda della Metafi-
sica, «Rivista di Filosofia Neo-Scolastica», C (2008), 2-3, pp. 176-177.
96 AlfOnsO GArcíA MArqués - JOsé AntOnIO GArcíA-lOrente

que todavía estaba ausente en el corpus – la de una teoría de la substancia no sensible: una teoría
ya más veces preanunciada en sus escritos, especialmente en aquellos de filosofía primera50.
En síntesis, la prof. Silvia Fazzo considera que la hipótesis que mejor concuerda con
el análisis de Lambda es que la discusión se desarrolla y contextualiza en un ámbito
científico y que su articulación se justifica por la ambición de proponer soluciones
alternativas y mejores que las anteriores. Esto, claro está, incluye el tratamiento de la
existencia de una substancia no sensible y de su relación de prioridad (lógica, onto-
lógica, física) respecto a la substancia sensible, sin exigir con ello que se trata de una
teología. Si todo esto es así, es claro que habría que posponer la redacción de Lambda
al menos hasta los primeros años del liceo.
II.3. El problema de la cronología del capítulo 8 de lambda
Como hemos señalado, considerando düring que el capítulo 8 pertenecía originaria-
mente a Lambda, adujo que los trabajos de Calipo eran anteriores al 360, y de este
modo podía ofrecer una fecha temprana para Lambda. Pensamos que esta argumenta-
ción a partir de una supuesta cronología temprana de Calipo, para apoyar una datación
antigua de Lambda, es del todo inadmisible.
en efecto, está totalmente probado que Calipo hizo para atenas una reforma del
calendario en el 330-329, que puso como año inicial de un ciclo de 76 años51, aun-
que es dudoso si estaba entonces en atenas. düring, considerando que el capítulo 8
pertenece originariamente a Λ y convencido de que este libro es del final del periodo
académico, sostiene que Calipo no estaba por esos años en atenas, sino que había
abandonado la ciudad junto con su maestro Eudoxo en el 360 y que luego no volvió.
de este modo, supone que aristóteles aprovechó las doctrinas de eudoxo y Calipo
para redactar Λ poco después, y por supuesto antes del 347.
Sin embargo, la investigación actual ha fijado la fecha de nacimiento de Calipo
en torno al 370 y su muerte entre el 310 y el 30052. además, se sabe que Calipo reali-
zó sus investigaciones unos 30 años después de que eudoxo publicara su estudios53.
dado que eudoxo estaba en el 378 en Heliópolis, haciendo una estancia de varios
años para su formación54, y que luego realizó sus investigaciones y cálculos astronó-
micos, podemos suponer con cierta seguridad que él daría a conocer sus resultados
poco antes del 360, fecha de su partida de atenas. esto colocaría la investigación de
Calipo – 30 años después – en el 330, lo cual coincide con lo que sabemos sobre la
reforma del calendario.
el resultado de todo esto parece convincente. es imposible que Calipo abandonara
atenas con su maestro en el 360, habiendo realizado ya sus cálculos y siendo famoso,
pues tan sólo tenía unos 10 años. Hay que esperar hasta el 330 para que fuera un astró-

50
eAD., Commento al libro lambda, pp. 86-87.
51
Cfr. b.l. VAn Der wAerDen, Greek astronomical Calendars II. Callippos and his Calendar, «archi-
ve for History of exact Sciences» 29 (1984), 2, pp. 115-124.
52
Cfr. J.J. O’cOnnOr - e.F. rObertsOn, Callippus of Cyzicus, en <http://www-history.mcs.st-andrews.
ac.uk/Biographies/Callippus.html> [consultado el 10 de febrero de 2016].
53
Cfr. J.l.e. Dreyer, a History of astronomy from Thales to Kepler, dover Publications, USa
1953, p. 103.
54
Ibi, p. 88.
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 97

nomo de reputación y Aristóteles lo tuviera en cuenta en Λ 8. En realidad, es indife-


rente que Calipo estuviera o no en Atenas, aunque, en contra de lo que afirma Düring,
es muy probable que, como sostiene dreyer, Calipo fuera con su maestro inmediato
Polemarco – a su vez discípulo de Eudoxo – a Atenas a discutir con Aristóteles su
modelo astronómico; y que esto ocurrió durante el reinado de Alejandro55. Si eso es
verdad, debe admitirse que el cap. 8 fue redactado en los años veinte.
La única objeción que se puede presentar contra esta argumentación que conduce
inexorablemente a una datación muy tardía de todo Λ, es retomar la posición de Jaeger
y sostener que el libro Lambda presentaba una fractura interna (conceptual y estilísti-
ca) con motivo del capítulo 8, que sería, por ende, una inserción tardía. Sin embargo,
Philip Merlan ya demostró que todo el libro XII constituye una investigación unitaria y
coherente56, e igualmente Düring ha argüido – contra Jaeger – mostrando la unidad de
todo Lambda57. a todo eso hay que añadir que giovanni Reale ha argumentado exhaus-
tivamente, mostrando la unidad de todos los capítulos de este libro. en concreto, ha
reseñado todos los argumentos de Jaeger y respondido uno a uno58. a partir de esa larga
discusión emerge que «Λ 8 se presenta como la continuación natural de Λ 6-7»59.
de toda la argumentación de Reale, quisiéramos subrayar un punto de especial
relieve: la metafísica de Teofrasto se basa fundamentalmente en Lambda. expone
Reale: «En la primera parte del primer capítulo, Teofrasto se centra en Λ 1, en la
segunda mitad en Λ 6-7 y en el segundo capítulo en Λ 8; signo de que no sólo Λ 8,
sino todo Λ estaba en el centro de las discusiones en los últimos años de la enseñaza de
aristóteles»60. Podemos, pues, estar seguros de que, en el liceo inmediatamente pos-
terior a Aristóteles – mucho antes de la primera edición de la metafísica en 10 libros –,
Lambda constituía una unidad tal como nos ha llegado a nosotros.
Señalemos, por último, que esta coherencia interna de todo Lambda ha sido con-
firmada recientemente por los especialistas en un nuevo encuentro que tuvo lugar para
tratar nuevamente el libro XII de la metafísica 61.
Por otro lado, desde el punto de vista del contenido doctrinal, es claro y está total-
mente admitido que el capítulo 8 asume los resultados de de caelo y Physica VIII,
como ha puesto de manifiesto Lloyd en su presentación de Λ 8, en el Symposium
aristotelicum sobre el libro Lambda62. aunque esta dependencia no retrasa la com-
posición de Λ hasta el periodo del Liceo, al menos hace imposible – contra Düring –
que sea un texto del periodo académico.
en conclusión, si aceptamos que el capítulo 8 se inserta conceptual y estilística-
mente en el libro Lambda y la mención de Calipo hace imposible poder datar el texto

55
Ibi, p. 103. Hay un testimonio de Simplicio en su comentario al de caelo. Cfr. O’cOnnOr - rObertsOn,
Callippus of Cyzicus.
56
P. MerlAn, aristotle’s Unmoved mover, «Traditio» 4 (1946), pp. 1-30.
57
Cfr. supra, final del apartado I.2.
58
Cfr. g. reAle, Il concetto di filosofia prima e l’unità della metafisica di Aristotele, Vita e Pensiero,
Milano 1994, pp. 259-273. Y también ID., aristotele Metafisica. Saggio introduttivo, testo greco con tra-
duzione a fronte e commentario, 3 voll., Vita e Pensiero, Milano 1995, vol. 3, pp. 594-595.
59
ID., aristotele Metafisica, vol. I, p. 184.
60
Ibidem.
61
hOrn, aristotle’s “metaphysics” Lambda – New Essays.
62
g.e.R. llOyD, Λ 8, en freDe - chArles, aristotle’s Metaphysics Lambda, p. 251.
98 AlfOnsO GArcíA MArqués - JOsé AntOnIO GArcíA-lOrente

antes del año 330, tenemos otra razón más – y muy sólida – para considerar que se
trata de un texto tardío, muy tardío.
III. Valoración crítica
después de este breve recorrido por las diferentes posiciones entre la alternativa de
una cronología temprana o tardía, es el momento de hacer un balance.
Respecto a la posición de Jaeger, consideramos que han sido numerosas las críti-
cas que ha recibido la hipótesis evolutiva del pensamiento aristotélico, desde el mismo
momento de la publicación de su obra. Tanto es así que casi nadie de los especialistas
considera hoy día válidos los argumentos aducidos, a pesar de que se siga manteniendo
la cronología temprana del libro Lambda. algunos de los presupuestos de Jaeger tales
como: 1) que hay dos aristóteles, uno platónico y otro no-platónico (argumento funda-
mental de la hipótesis evolutiva); 2) que todo texto que es más escueto y resumido es un
bosquejo inicial; 3) que es una evidencia del Aristóteles platónico el uso del «nosotros»,
presente en Α, Β y Ν; 4) que la metafísica como un estudio de los primeros principios
es un signo distintivo de la versión más antigua de la metafísica, no son más que eso,
presupuestos, que no concluyen en favor de una cronología temprana del libro.
además, como ha señalado Ross, las razones que ofrece Jaeger en su Studien para
establecer la cronología temprana de Lambda no son convincentes por dos motivos. en
primer lugar, porque siguiendo el mismo argumento, también podríamos concluir que
el libro Épsilon es un texto temprano, cosa que Jaeger niega absolutamente. en efecto,
en e aparece la expresión en condicional de 1026a 29 («si hay alguna substancia inmó-
vil»), que sería signo de que aristóteles aún no estaba seguro de la existencia de un saber
como la metafísica, al igual que ocurriría en Λ 1069b 1 («si no hay ningún principio
común a todas ellas»). Y en segundo lugar, de la ausencia en Λ de un nombre para la
metafísica no se puede inferir que aristóteles no esté seguro de la existencia de un saber
como la metafísica, cuando además aparece el nombre de σοφία en Λ 1075b 2063.
Respecto a los argumentos de Düring, reconocemos que los de tipo filológico
son los que se presentan como más convincentes y todavía hoy día requerirían de un
estudio más profundo. en cualquier caso, nos atreveríamos a decir que parece natural
admitir que una cierta flexibilidad léxica es propia de cualquier idioma natural y que,
en aristóteles, permanece así en todos sus escritos durante toda su vida. Respecto
a la datación temprana apoyándose en que Calipo hizo sus trabajos en Atenas antes
del 360, ya hemos demostrado que eso es absolutamente imposible, pues Calipo era
entonces un niño: sus trabajos hay que datarlos después del 330.
La cuestión de los astros – su naturaleza y movimiento –, arroja un resultado que
podríamos llamar definitivo en cuanto a la cronología relativa de estos tratados: el más
antiguo es el de caelo, posterior Physica VIII y el más reciente la totalidad de Lambda.
Y por supuesto, si nos limitamos a Λ 8, podemos estar seguro que es un capítulo escrito
en el Liceo. En cuanto a la pertenencia original de este capítulo a Λ o si se trata de una
inserción posterior, parece claro que forma armónicamente parte de Lambda. Hoy día
todos los especialistas, Merlan, düring, Frede, Reale, Fazzo, etc., con independencia de
su datación, consideran que Lambda es un libro totalmente unitario, incluido el cap. 8.

63
rOss, aristotle’s metaphysics, p. XXIX.
sObre lA crOnOlOGíA Del lIbrO lAMbDA 99

en cuanto a la tesis de la prof. Silva Fazzo, poco podemos añadir. Sus investigacio-
nes han completado los indicios señalados por Krische, gödeckmeyer y burnyeat, y
consideramos demostrado suficientemente la dependencia de Λ respecto a ZHΘ. Qui-
zá se podría matizar su insistencia en que Λ es un libro independiente, pues ella misma
reconoce que, en este libro, tenemos «una teoría [de la substancia no sensible] ya más
veces preanunciada en sus escritos, especialmente en aquellos de filosofía primera»64.
Y efectivamente, como ha demostrado Reale «la autonomía de Λ respecto a los otros
libros no puede ser más que relativa»65. Y la razón principal es que, analizados uno a
uno, hemos de concluir que «todos los libros, implícita o incluso explícitamente pre-
paran y anuncian Λ»66. En eso y atendiendo – como sostiene Reale – a la seguridad
con que aristóteles traza la síntesis de todos los problemas de la substancia y la pre-
cisión con que expone su solución, tenemos un indicio de una composición tardía67.
Conclusión
Desde hace más de un siglo la academia ha asumido, como hipótesis ‘canónica’, la
fecha temprana del libro Lambda. aunque ya sugerida por bonitz, el promotor de esta
cronología fue Jaeger, con su teoría evolutiva de aristóteles, que le llevó a sostener
que Lambda es un libro antiguo, muestra de la Urmetaphysik. aunque los argumentos
de Jaeger fueron desmontados por Düring y Ross, la cronología temprana de Λ se
aceptó acríticamente, o sea, sin argumentos suficientes.
Contra esa cronología no faltaron voces discrepantes, que, aunque no han con-
seguido cambiar la opinión dominante, han mostrado que los indicios – ¡y más que
indicios! – apuntan claramente a una redacción muy tardía del libro Lambda. Cuatro
son las líneas argumentativas de estos autores:
1) los argumentos dados por Jaeger y otros han sido rechazados, incluso por los
partidarios de una cronología temprana. Por tanto, no se puede afirmar lícitamente
que aristóteles escribiera Lambda en la academia o en un momento inmediatamente
posterior: no hay ningún argumento para ello.
2) atendiendo a los cambios doctrinales de aristóteles respecto a la teoría de los
astros, su vida y su movimiento, es claro que Lambda es posterior al de caelo y al
libro VIII de la Physica. esto obliga a retrasar la fecha, al menos, hasta el 342-340
(Mitilene y Pela) – y, si la redacción definitiva de Physica VIII se hizo en torno al 330,
habría que posponer Lambda a los años 20.
3) Si con Krische, gödeckmeyer, burnyeat y, muy especialmente, con Fazzo,
admitimos que Lambda 1-5 sintetiza y saca conclusiones de HZΘ y, con Reale,
aceptamos que los diversos libros de la metafísica aluden implícita o explícitamente
a Lambda, tenemos que posponer su redacción, al menos, hasta el final del periodo de
viajes (Estagira) o incluso al Liceo.

64
fAzzO, Commento al libro lambda, p. 87.
65
reAle, aristotele Metafisica, vol. 1, p. 183.
66
Ibi, p. 181. aunque no sea un tema tratado directamente en el presente artículo nos atrevemos a
concluir que la posición de Hermann bonitz (aristotelis metaphysica, olms, bonn 1849, pp. 23-25) que
propugna la total independencia de Lambda respecto de los demás libros es hoy día insostenible.
67
ID., Introduzione, traduzione e commentario della Metafisica di aristotele, bompiani, Milano
2004, p. ClVI.
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4) Si con Merlan, düring, Frede, Reale y Fazzo, se admite que el capítulo 8 forma
parte estructural de Lambda y, con Reale, que Teofrasto leía Λ tal como nosotros lo
leemos hoy, la cronología tardía de Calipo no solo afectaría al capítulo 8 sino que se
extendería a todo el libro Lambda. Y como hemos mostrado que Calipo obtuvo el
resultado de sus investigaciones en el 330, es necesario reconocer que ese capítulo
es posterior ese año y, en consecuencia, hay que concluir que todo este libro fue
redactado entre el 329 y el 323.
En suma, nuestra opinión es que la investigación no está definitivamente cerrada,
pero, según el status quaestionis actual, es necesario afirmar que lo más probable es
que Lambda es una obra aristotélica muy tardía, incluso de los últimos años del liceo.
Y añadiríamos que la cuestión de la datación no es marginal ni baladí, pues el estable-
cimiento de la cronología de una determinada obra de un autor ilumina y redimensiona
su pensamiento, sin que eso suponga caer en algún tipo de historicismo.

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