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VENOM: CARNAGE LIBERADO, TRISTEMENTE OLVIDABLE Y TIBIA

Autor: Jorge Garay

Venom: Carnage Liberado solo funciona si no tienes altas expectativas en cuanto a historia o si no conoces en
absoluto al villano rojo de los carteles. La secuela del simbionte tardó 3 años en llegar y prometió ofrecernos uno
de los combates más esperados en la historia del cine de superhéroes y un antagonista de esos a los que en verdad
hay que temer… es decir, era la primera vez que veríamos a Cletus Kasady y Carnage en el cine. Pero Sony Pictures
hizo lo que mejor sabe hacer: siguió la tendencia de turno, nos dio una comedia con altas dosis de ruido y acción
y se quedó en su zona de confort explotando la irresistible química entre Tom Hardy y su simbionte de CGI.

No es que sea una mala película. De hecho es “palomera” e ideal para un fin de semana nada prometedor, sin
embargo, de no ser por su escena post-créditos (filtrada desde hace una seman), Venom: Carnage
Liberado tristemente es olvidable. La secuela te exige que todo rastro de pensamiento crítico desaparezca por
hora y media y en cambio te entregues a una divertida aventura de dos amigos que ocasionalmente pelean y se
reconcilian y salvan el día mientras se enfrentan a Boonie y Clyde (o Joker y Harley Quinn, si eres de una
generación más reciente). De aquel sádico Cletus Kasady y la amenaza brutal y sanguinaria de Carnage mejor nos
olvidamos.

No hay que ser un docto crítico de cine para darse cuenta que Venom 2 está recortada y de una forma grosera. En
la película hay “ausencias” tan evidentes que te orillan a desconectarte de un momento del relato y pensar si te
perdiste de algo por estar distraído. En la película de hora y media de duración tienes dos opciones: o te imaginas
lo que pudo haber pasado o mejor ignoras el hecho y aprecias los chistes de Venom y Eddie.

Además, la edición que se siente extrañamente artificial, Venom 2 está llena de conveniencias y sin sentidos, pero
no de esos tolerables y perdonables en pro de la aventura, sino de los descarados y hasta insultantes. La historia
contada tenía que ser lo más sencilla posible y parece que los guionistas, enojados por las limitaciones de Sony
Pictures, se vengaron. Y es que lo más interesante y tenso de la historia, el acercamiento directo entre Cletus y
Eddie y el nacimiento de Carnage ya lo vimos en los tráilers. Más allá de eso no hay sorpresas, al menos no de las
que conciernen a la “rivalidad” entre los dos protagonistas.

En su entrevista, el asesino hace enojar a Eddie revelándole que sabe cosas sobre su pasado y que ambos son
iguales (no explican cómo o por qué lo menciona). Venom se enfurece por lo dicho, se libera de Eddie, golpea a
Kasady y este le muerde la mano ingiriendo a Carnage. Lo siguiente es Carnage/Cletus yendo por su novia
mutante, ambos tratan de vengarse de Eddie Brock y su ex novia, luego tienen una pelea reglamentaria final sin
sorpresas y listo, la saga continua como sin nada. Eso es todo.

Amamos las historias sencillas. Hay decenas de películas que son un clásicos del cine con esas características, pero
sucede que esas están bien contadas y  Venom 2, simplemente no lo está.

La secuela de Venom pudo haber eliminado a Carnage y seguiría siendo la misma película, de ese grado es el poco
peso del simbionte en la historia. Sin embargo, hay que decirlo: Eddie y Venom están mejor que en la primera
película. Tom Hardy es tan buen actor que ni por un segundo dudas que el simbionte de CGI es falso. Hay un
verdadero cariño entre la pareja y el carisma que desprenden es inusual para estos tiempos.  Este hecho Sony lo
sabe muy bien y en Venom 2 lo explota al límite de lo absurdo.
En Carnage Liberado profundizamos más en la relación entre los dos seres y sus acuerdos que han implementado
para convivir en paz. Venom es un excelente amigo, te da una armadura impenetrable, te hace invulnerable y
además quiere ser un superhéroe. ¿Cómo no amarlo? Eddie Brock en cambio, pasa por su peor momento, sin
trabajo, sin novia, sin expectativas altas… pero está dispuesto a seguir adelante ¿Cómo no amarlo también? Este
par tiene futuro, lástima que sea a costa de infantilizar la mitología del simbionte de Marvel.

No todo con Carnage es una tragedia narrativa. Al principio podemos ver unas sólidas intenciones de construirlo y
Woody Anderson pone mucho de su parte para darnos su interpretación de Cletus Kasady.

Se nota que SonyPictures visualizó su propio Joker, pero lo descartó en el camino a fin de no hacer  Venom
2 demasiado violenta y “perturbadora”. Lo mejor para representar esto es que la película nos muestra la
sociopatía temprana de Cletus con dibujos al estilo de las cintas de Tim Burton. ¡Con caricaturas! ¡Asesinatos de un
niño! Luego, solo por pequeños fragmentos de dialogo, intuimos que Cletus tiene varias decenas de muertos en su
historial.

Carnage, el simbionte, en su primera aparición luce como una completa amenaza sin precedentes gracias a su
diseño excelente lleno de puntas y filos, sus “rugidos” al estilo de un velociraptor de Jurassic Par,  y una
secuencia de escape de prisión que lo dejan como una criatura imparable. Pero dicha criatura se diluye por el
camino eclipsada por el punto central del show, el “bromance” entre Eddie y Venom. 

Aunque se aclara que Carnage es “hijo” de Venom y por lo tanto hay una relación directa con Eddie, esta rivalidad
se siente forzada y nunca se termina de entender por qué el sujeto de rojo quiere acabar con su padre. Si bien es
insatisfactoria en trama, hay que admitir que la batalla final entre Venom y Carnage es emocionante, llena de
efectos especiales y dura lo suficiente como para nunca perder el interés. Lo mejor es que ocurre mientras se
realiza una boda (puntos por originalidad) y participan todos los personajes principales de la cinta.

Sony Pictures nos dio una película de esas pre fabricadas y estériles. Se podría decir que es la muestra de que el
género de los superhéroes está en decadencia, pero producciones como Shang-Chi y Escuadrón Suicida nos
demostraron que, de querer, se puede realizar algo que deje un gusto agradable sin salirse de las reglas del
género y sin “innovar”. Marvel Comics se encargó de que los simbiontes no dependan de Spider-Man. De hecho, la
mitología de estos seres es de las mejores que hay, así que hay mucha tela de donde cortar con Venom. Pero Sony
no parece estar interesado en explorar el Venomverse a profundidad, sino en explotar la relación entre Eddie y
Venom utilizando a otros simbiontes como excusa.

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