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“El siguiente trabajo de titulo esta basado en la traducción de las distintas cátedras e
investigaciones del Ingeniero Civil Neocelandés Laurie Wesley, que actualmente es profesor de
la Universidad de Auckland de Nueva Zelanda. Para él mis agradecimientos, por su labor
investigativa, que me permitirá entregar una herramienta bibliográfica que ayudara a conocer,
entender y clasificar los suelos del sur de Chile.”
ÍNDICE DE CONTENIDO
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Capítulo 1. Introducción.
4.1. Introducción………………………………………………...............................15
4.2. Actuales sistemas de clasificación…………………………………………….15
4.2.1. Métodos basados en perfil de degradación……………………………………15
4.2.2. Métodos basados en grupos pedológicos…………………………..................18
4.2.3. Métodos específicos destinados a uso local…………..………………............21
4.3. Un amplio enfoque a la agrupación o clasificación de suelos residuales……..21
4.3.1. Base…...………………………………………………………………………21
4.4. Discusión…………………………………………………………………...…29
4.4.1. General…………………………………………………………………..........29
4.4.2. Lugar de clasificación de ensayos convencionales…………………………...3
Capitulo 5. Aguas Subterráneas, condiciones de filtración y el valor del estado de tension en
suelos residuales (Ko).
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En Chile se ha formado una gran cadena montañosa de volcanes debido a que la placa de
Nazca subducta la placa continental. Estos volcanes han depositado una gran cantidad de cenizas
volcánicas que generan partículas que preceden la formación de arcillas. Estas partículas son
denominadas alofanes e imogolitas.
Se encuentran desde Talca a Temuco paralelos a la cordillera de Los Andes, y de Temuco
a Chiloé se ubican en los valles centrales paralelos a la cordillera. Incluso se han encontrado
estos suelos en la cordillera de la costa posiblemente retransportados por acción del viento
“Puelche” que soplan de oriente a poniente de Temuco al sur. Se puede decir de lo anterior que
estos suelos se encuentran en casi todo nuestro territorio.
Los alofanes e imogolitas producen características inusuales en estos suelos, generando un
comportamiento geomecánico diferente al convencional de la mecánica de suelos siendo esta otra
característica especial de estos suelos.
Dentro de una clasificación del punto de vista de la formación de los suelos, los suelos del
Sur de Chile, pueden considerarse dentro del grupo de los suelos residuales, debido a su alta
degradación química que lo ha formado.
Tomando en cuenta todo lo expuesto anteriormente acerca de las características especiales
que poseen estos suelos y su ubicación en casi todo nuestro territorio, es necesario investigar más
acerca de estos suelos y recopilar todos los antecedentes disponibles que nos permitan estudiar
estos suelos y comprender su comportamiento de forma integral, este es el objetivo del presente
trabajo.
La región de la Araucanía posee tipos de suelos que en la actualidad aun se están
estudiando, sin embargo, estudios realizados en el extranjero han analizado algunos suelos en
distintos países que poseen características similares a los suelos del sur de Chile, estos estudios
han profundizado un poco más en el conocimiento de este tipo de suelos, denominados suelos
residuales.
Los suelos residuales se originan cuando los productos de la meteorización de las rocas no
son transportados como sedimentos sino que se acumulan en el sitio en que se van formando. Si
la velocidad de descomposición de la roca supera a la de arrastre de los productos de la
descomposición se produce una acumulación de suelo residual. Entre los factores que influyen en
la velocidad de alteración de la naturaleza de los productos de la meteorización están el clima
(Temperatura y lluvia), la naturaleza de la roca original, el drenaje y la actividad bacteriana.
1.2. Objetivos
Los procesos de degradación, que convierten la roca en suelo, son generalmente una
combinación de procesos físicos y químicos.
Estos procesos producen partículas de varios tamaños, que se componen del mismo
material que la roca parental. Cuando los glaciares se muelen se produce un material de grano
muy fino conocido generalmente como polvo de roca.
Los procesos químicos de la degradación son mucho más complejos e implican cambios
químicos al contenido mineral de la roca parental, debido a la acción del agua que se infiltra,
oxigeno y dióxido de carbono. El proceso será acelerado si el agua que se infiltra contiene rastros
alcalinos o ácidos, la degradación química da lugar a la formación de grupos de partículas de
tamaños y de características que varían, conocidas como minerales de la arcilla. Estas partículas
son generalmente cristalinas en su forma y de tamaño coloidal de 0.002mm. Los minerales más
comunes de la arcilla son identificados con el nombre de caolinita, ilita y montmorilonita, pero
los minerales menos conocidos de la arcilla y de importancia especial en áreas volcánicas son
haloisita y alofanicos/imogolita.
Los procesos químicos son complejos y no de interés o de preocupación directa de los
ingenieros geotécnicos, las características del producto final son las que tienen interés directo. El
mineral particular de la arcilla que se producirá en cualquier situación dada parece ser
dependiente de la roca parental y del ambiente de la degradación, particularmente si el sitio está
bien drenado y si el agua que se infiltra es ácida o alcalina. La caolinita por ejemplo es formada
del feldespato por la acción del agua y el dióxido de carbono. El cuarzo es uno de los minerales
más resistentes a la degradación, de modo que los suelos de granito degradados tienden a tener
una proporción substancial de partículas gruesas de cuarzo dentro de una matriz de un material
más fino.
La solución y la lixiviación son componentes importantes del proceso de degradación en
la mayoría de las situaciones. El proceso de degradación, que casi convierte la roca en suelo,
significa siempre una reducción en la densidad del material, dejando vacíos que en su lugar son
ocupados por agua .Un ejemplo extremo de la solución es la degradación de la piedra caliza; la
piedra caliza “no se degrada realmente” como otras rocas – se disuelve simplemente en el agua
que se infiltra a través de ella. Con algunas rocas, especialmente las formaciones sedimentarias,
los procesos de degradación pueden implicar simplemente la solución y el retiro del “material de
enlace” entre las partículas y la conversión de un material cementado en un material no
cementado. Con algunas piedras areniscas o arcilla cementada, el retiro del material de enlace
puede también activar la liberación de minerales de arcilla que ya existían en el material parental.
Es decir los minerales de la arcilla eran “bloqueados” en la roca por los enlaces entre las
partículas y no podían comportarse de su manera normal. El proceso de degradación que ocurre
en los países tropicales conocidos como “lateritizacion” es también esencialmente solución y
lixiviación.
La degradación de los depósitos volcánicos de la ceniza es un caso especial que no se
conforma con la comprensión normal del proceso degradación (es decir, como proceso que
empieza en la superficie de la roca y progresa verticalmente hacia abajo). Porque los depósitos
volcánicos de la ceniza se acumulan en capas de una serie de erupciones y se forman en áreas
bien drenadas, el proceso de degradación puede continuar ocurriendo en las grandes
profundidades. La degradación puede ser más avanzada en la profundidad que en la superficie,
simplemente porque los depósitos más profundos han estado experimentando la degradación por
un período de tiempo más largo que los depósitos más frescos en la superficie.
Vale observar que el proceso de degradación es diferente en áreas montañosas bien
drenadas a las áreas mal drenadas del plano. La degradación en áreas bien drenadas tiende a
producir suelos con buenas características de la ingeniería mientras que el la degradación en áreas
mal drenadas tiende a producir suelos con características indeseables de la ingeniería. Esto se
ilustra en la figura 2.1.
Figura 2.1. Relación entre la topografía y el proceso degradación.
El perfil más conocido de la degradación es el que fue propuesto por Little (1969). Esto se
demuestra en el cuadro 2.2.
Los suelos se pueden dividir en diversas categorías basadas en varios criterios. Pueden por
ejemplo ser divididos en imperturbados y remoldeados, o pueden ser divididos en suelos
normalmente consolidados y suelos sobre-consolidados. Pueden también ser divididos en suelos
completamente saturados y parcialmente saturados. Éstos son todos criterios válidos y responden
a propósitos que varían. Esta tesis se refiere sobre todo a los suelos residuales, y por lo tanto una
división en suelos residuales y suelos sedimentarios será útil. Sin embargo, es útil también incluir
una tercera división, denominada suelos remoldeados. Esta es una división útil pues la
comprensión del comportamiento del suelo imperturbado se realza generalmente si también
sabemos como se comporta el suelo remoldeado, y parte de esta tesis considerará la
compactación de los suelos residuales, que por su naturaleza, son esencialmente suelos
remoldeados. Por lo tanto los tres grupos que serán analizados en esta tesis serán suelos
sedimentarios, suelos residuales, y suelos remoldeados. A menos que estén indicados de otra
manera los términos sedimentario y residual se referirán al suelo en su estado imperturbado.
La figura 3.1, ilustra los factores implicados en la formación de suelos residuales y
sedimentarios, y que determinan en última instancia las características y el comportamiento del
suelo.
Figura 3.1. Factores que influyen en la formación del suelo.
Los suelos sedimentarios se ven para experimentar varios procesos, más allá del la
degradación física y químico inicial de la roca parental. Puede ser que aparezca de este diagrama
que los factores implicados en la formación de suelos sedimentarios son más complejos que ésos
implicados en la formación de suelos residuales. Hay una cierta verdad en esto, pero dos factores
importantes conducen en la práctica a un grado de homogeneidad y de la previsibilidad con los
suelos sedimentarios que está ausente en los suelos residuales. Estos factores son:
(a) El proceso de clasificación que tiene lugar durante la erosión, el transporte y deposición
de los suelos sedimentarios tienden a producir depósitos homogéneos.
Figura 3.2. Principales factores que controlan las características de suelos residuales,
sedimentarios y remoldeados.
Estos tipos de suelos se estudian bien en la mayoría de los textos de mecánica de suelos.
Sin embargo, hay avances en la comprensión del comportamiento de estos suelos que no están
descritas en los textos. Uno de los más importantes es que la tensión histórica, probablemente, se
ha exagerado como un factor que rige el comportamiento del suelo, ya que hay otros procesos de
igual o mayor importancia. Estos procesos se denominan "envejecimiento" o "endurecimiento",
que significan un aumento constante de la fuerza a través del tiempo después de la formación
original de los suelos. La investigación cuidadosa de arcillas normalmente consolidadas muestra
una pre-consolidación, significativamente más altas que la presión de la sobrecarga. Son por lo
tanto ligeramente sobre-consolidados aunque pruebas geológicas demuestran que nunca han sido
sometidos a tensiones más altas que las que comúnmente actúan en ellos. El suelo implicado es
una arcilla blanda encontrada a lo largo de la costa del norte del estuario de Thames, cerca de
Londres. Fue depositado en el mar hace unos diez mil años atrás, en la clausura de la última edad
de hielo.
La presión eficaz de la sobrecarga era cerca de 27 kPa; sin embargo la forma de la curva
de la compresión demuestra una presión de pre-consolidación cercana a 55kPa, es decir un
coeficiente de sobre-consolidación cercano a 2.
Figura 3.3. Ensayos de consolidación de una arcilla blanda “normalmente consolidada” (Estuario
de Thames).
3.3. Suelos residuales:
Los suelos residuales son el producto de los procesos de la degradación en su material
parental, que es normalmente roca. Debido a la variedad amplia de este material, junto con una
variedad amplia de ambientes de degradación, la gama de los tipos de suelo que vienen dentro de
este grupo residual es muy grande y diversa. Mientras que muchos suelos residuales contienen los
mismos minerales de la arcilla que suelos sedimentarios, hay algunos suelos residuales que
contienen los minerales de la arcilla no encontrados en arcillas sedimentarias. Éstos son suelos
derivados de la degradación de suelos volcánicos y los minerales de la arcilla referidos son
haloisita y alofanes. Estos minerales de la arcilla tienen características (incluso extraordinarias)
inusuales y los suelos que contienen una parte elevada de estos minerales pueden comportarse de
maneras que no se encuentran en todos los suelos sedimentarios.
Además de la influencia de los minerales inusuales de la arcilla, los suelos residuales
tienden también a ser influenciados fuertemente por la estructura impartida a ellos por su material
parental y la acción del proceso de degradación.
Esta estructura tiene generalmente la forma de enlaces o de “cementación” entre las
partículas que existieron en la roca parental antes del inicio de degradación. El proceso de
degradación continuado normalmente tiende a debilitar estos enlaces de modo que la fuerza del
suelo disminuya muy lentamente con el tiempo. Al menos hay situaciones donde el proceso de
degradación puede implicar el efecto opuesto. La degradación del material volcánico da lugar a
menudo al desarrollo de los enlaces que llegan a ser más fuertes con el tiempo.
Las características más significativas de suelos residuales pueden ser resumidas de la
siguiente manera:
Varios han sido los intentos realizados a lo largo de los años para elaborar métodos para la
descripción o la clasificación de los suelos residuales. Sin embargo, a pesar de estos intentos, en
general no se aceptan los métodos que se han establecido. Esto no es en absoluto sorprendente, en
vista de la muy diversa naturaleza de los suelos residuales, y es poco probable que un régimen
universal sea una posibilidad práctica. En las siguientes secciones se da cuenta de la clasificación
descriptiva o planes que se han utilizado hasta la fecha, y se sugiere otra agrupación o división de
los suelos residuales, no con el fin de crear una clasificación sistemática de los suelos residuales,
sino para permitir a los ingenieros identificar los tipos de suelos residuales, que pertenecen al
mismo grupo y que se puede esperar que tengan propiedades de ingeniería similares.
Estos métodos se miran mejor como sistemas para describir perfiles degradados de la roca
que, como sistemas de clasificación para los suelos residuales verdaderos. Los métodos
proporcionan la información en el estado in situ del suelo solamente; no proporcionan ninguna
información en la composición real del suelo. Se piensa que probablemente son utilizados como
suplementos a los sistemas que describen la composición o la naturaleza del suelo tal como el
sistema de clasificación unificado del suelo.
La utilidad y las limitaciones de este tipo de sistema de clasificación parecen haber sido
reconocido bastante bien, y el método se está utilizando directamente para las situaciones locales
específicas y se está adaptando. Pender (1971) por ejemplo, describe el uso de una versión
levemente rectificada usada en la clasificación de la roca degradada del greywacke en
Wellington, Nueva Zelandia.
Debe ser precisado que el perfil demostrado en la Figura 4.1 es relevante solamente a
ciertos tipos de suelos residuales, tales como las rocas ígneas mencionadas. Según lo
representado en la figura 4.1, el perfil consiste en una serie de zonas desarticuladas que no se
diferencian notablemente. Con algunos suelos residuales, éste no es el caso, el límite entre el
suelo y la roca es muy brusco, con solamente una zona muy fina del material de la transición.
Éste con frecuencia es el caso de los suelos degradados del basalto encontrado en la isla
del norte de Nueva Zelandia, y también el caso de las arcillas rojas derivadas de roca basáltica en
Java, Indonesia. Los suelos volcánicos pueden también demostrar un límite brusco entre el suelo
y la roca subyacente, que probablemente es basáltica, andesite o roca. Esto no es causado por el
proceso natural de degradación, sino porque la ceniza fue depositada encima de la roca y del
suelo se deriva la ceniza fresca y no de la roca subyacente. Townsend (1985) indica que el
proceso de degradación es diferente en rocas ácidas y básicas, él comenta: “una diferencia
importante entre las rocas básicas y ácidas es que la mayoría de los pedologicos sugieren que las
rocas básicas resisten rápidamente en los suelos que provienen de una zona de contacto aguda
con la degradación de los minerales que ocurren dentro de una capa de algunos milímetros. Al
contrario, la zona de la alteración en rocas ácidas ricas en cuarzo parece ser absolutamente
gruesa”.
La tabla 4.1 también muestra los minerales predominantes de arcilla asociados a cada
grupo, y sugiere que la composición mineralógica es una influencia fuerte en las características
de cada grupo.
El uso de nombres pedológicos no han sido hechos en general con la intención de
establecer sistemas de clasificación rigurosos. Los nombres se han pedido prestados simplemente
como manera de identificar los grupos particulares de suelos.
Desafortunadamente, una cierta confusión ha sido creada por el uso poco metódico de
estos términos. Mitchell y Sitar (1982) por ejemplo incluyen los suelos rojos de Foss (1973) y los
suelos lateriticos derivados del basalto de Tuncer y de Lohnes (1977) en los andosoles del grupo
(tabla 7 de Mitchell y de Sitar, 1982), aunque no hay sugerencia por los autores originales que los
suelos pertenecen a este grupo, y ninguna evidencia que contienen alofanes, el mineral
característico de andosoles. Morin (1982) también incluye andosoles como parte del grupo arcilla
roja tropical. Los andosoles son un grupo distintivo y aunque en las zonas tropicales pueden ser
asociados a las arcillas rojas, hasta cierto punto, su composición y las características son
diferentes y para los propósitos geotécnicos de la ingeniería no deben ser confundidas con las
arcillas rojas. Los Andosoles existen en países como Japón, Chile, y Nueva Zelandia, que no son
países tropicales, y no se asocia en todos a las arcillas rojas.
Se debe hacer mención a una clasificación y a un sistema descriptivo propuestos por la
Sociedad Geológica Británica (1990). Estos han intentado usar una base pedológica para este
esquema de clasificación. Este sistema es muy complejo y parece no haber ganado la aceptación
de la comunidad geotécnica. Aparte de su complejidad, también sufre de la desventaja de que no
hay un acoplamiento claro entre los grupos de la clasificación y las características de la
ingeniería.
4.3.1. Base:
Las características específicas de los suelos residuales, que los distinguen de suelos
sedimentarios, se pueden atribuir generalmente a la presencia de una estructura particular, como
la presencia de roca no degradada o parcialmente degradada y planos de debilidad, entre los lazos
de partículas. Estas influencias se pueden agrupar bajo títulos generales de la composición y de la
estructura.
La composición incluye tamaño de partícula, forma y especialmente la composición
mineralógica.
La estructura se puede subdividir en dos categorías principales:
A consecuencia de la consideración antedicha, un primer paso útil para agrupar los suelos
residuales es dividirlos en grupos de acuerdo a su composición solamente, sin referencia a su
estado imperturbado. Se sugieren los tres grupos siguientes:
Grupo B: Suelos con una influencia mineralógica fuerte que viene de la arcilla convencional,
minerales encontrados normalmente en suelos sedimentarios.
Grupo C: Suelos con una influencia mineralógica fuerte que viene de los minerales especiales de
la arcilla no encontrado en suelos sedimentarios.
4.4. Discusión
4.4.1. General
Como ya se ha mencionado anteriormente, la agrupación de los suelos residuales tiene
como objetivo proporcionar una base para la identificación de grupos de suelos residuales, que se
puede esperar que tengan similares propiedades de la ingeniería. Al parecer, para proporcionar
una mejor base para esto, se deben usar términos pedologicos.
Los términos, arcilla roja, o suelo laterítico, por ejemplo, se utilizan para cubrir una
amplia gama de materiales que son casi inútiles para el ingeniero. Los minerales predominantes
de la arcilla en algunas arcillas rojas (o suelos lateriticos) son caolinita y montmorilonita; estos
suelos están sobre la línea-A en el gráfico de plasticidad. El mineral predominante en otras
arcillas rojas, como ya se ha mencionado, es el haloisita; estos suelos se encuentran por debajo de
la línea-A y tienen propiedades de ingeniería muy diferentes.
Una desventaja de usar la composición mineralógica como base de la clasificación es
saber que los ingenieros geotécnicos tienen raramente el acceso necesario para la identificación
de los minerales. Sin embargo, la mayoría de los países tienen instituciones que pueden
emprender estudios mineralógicos y la cooperación entre los ingenieros geotécnicos y estas
instituciones no debiera ser difícil y es de esperar que sea de mutuo beneficio.
Figura 5.4, se incluye aquí para acentuar el hecho que en declives de arcilla la napa
freática no es una frontera que separa una zona de donde ocurre la filtración de otra donde no la
hay. La filtración ocurrirá encima de la napa freática, y será regida según las mismas leyes que
gobiernan su comportamiento debajo de la napa freática. La única diferencia es que encima de la
napa las presiones de poro serán negativas y el estado real de filtración más variable y menos
dóciles con la definición debido a efectos superficiales como la evaporación o las precipitaciones.
La Figura 5.4 representa una ladera donde la precipitación y la evaporación intermitentes
mantienen una zona de la presión de poros negativa en la parte superior de la pendiente. Este
programa genera la red de flujo que ha sido producida por el establecimiento de una serie de
presiones de poros negativas como la condición divisoria en la parte superior de la superficie de
la pendiente. El programa traza correctamente la napa freática como la línea de presión cero.
Es posible que simplemente colocar algún tipo de barrera en la superficie del terreno puede
dar lugar a asentamiento del terreno. Esto se produce porque dicha barrera tenderá a cambiar la
presión de poros actual y avanzara al estado hidrostático. La construcción de un pavimento de
alta calidad con un sello de asfalto en la superficie, es probable que actúe como una barrera
impermeable.
Las Estimaciones de estabilidad de las pendientes del suelo haciendo caso omiso a la
“succión”:
Muchos de los suelos residuales son estables en las pendientes, debido a que gran parte de la
pendiente se encuentra por encima de la napa freática. Esto significa que el esfuerzo cortante de
los suelos se debe a la "succión" en el agua. Este efecto no es reconocido y rara vez es tenido en
cuenta en el análisis de la estabilidad. Veremos más adelante que las precipitaciones pueden
influir en la estabilidad de una pendiente, incluso si el nivel freático está por debajo del pié del
talud.
La figura 5.5 muestra dos modelos de filtración posible en una pendiente natural, uno
suponiendo recargas externas (esto es de una captación conectada a la pendiente) y otro sobre la
precipitación directa sobre la superficie de la pendiente. Las presiones de poros en la parte
superior de la pendiente son bastante diferentes, e influirán en cierta medida en el factor de
seguridad obtenido del análisis de estabilidad.
En la siguiente figura se indica la diferencia en la presión de los poros en tres lugares de
acuerdo al modelo de filtración de la Figura 5.5 (b). La diferencia en los niveles en el mismo
lugar no debe ser asumido para indicar la napa freática.
La figura 6.2 ilustra la diferencia del comportamiento en pruebas de laboratorio entre las
muestras en bloque ajustadas a mano y las tomadas en tubos. La Figura 6.2 (a) arroja resultados
de pruebas triaxiales en una arcilla noruega sensible, mientras que en la figura 6.2 (b) se
muestran resultados de pruebas de edómetro de un suelo residual de Auckland derivado de la
degradación de una formación de arenisca/barro. Es evidente que las muestras de tubo se vuelven
más "plásticas" como consecuencia del procedimiento de muestreo. Con algunos suelos es
conveniente tomar muestras en bloques cilíndricos de acero o de cobre grandes. Éstos se pueden
hacer con un filo agudo en un extremo y empujar en el suelo mientras que el suelo se corta a
mano delante del filo del cilindro.
6.1.3 Prueba In Situ:
Las pruebas in situ generalmente son parte de las investigaciones de cualquier suelo,
incluyendo suelos residuales. Los siguientes puntos se deben tener presente al llevar a cabo las
pruebas in situ, especialmente la prueba del cono de penetración en suelos residuales.
1) La presencia de los pedazos de reliquia de la roca parental dentro del perfil del suelo puede
significar que los dispositivos tales como el penetrómetro estándar del cono (CPT) pueden no
poder penetrar más allá de estas obstrucciones.
2) La permeabilidad relativamente alta de algunos suelos residuales puede significar que suponer
un comportamiento no drenado durante el ensayo no sea siempre válido. En particular, las
cenizas volcánicas son arcillas de alta permeabilidad en su estado no imperturbado de manera que
el drenaje puede ocurrir mientras que el ensayo se realiza.
3) Algunos "suelos residuales" se componen de una proporción grande de partículas gruesas; sin
embargo estas partículas pueden ser altamente degradadas y relativamente débiles. En algunos
casos se analizan fácilmente a mano. La extremidad de un penetrómetro puede moler estas
partículas cuando penetra, dando valores relativamente bajos de la resistencia del cono.
4) Un ejemplo especial de un material granuloso suave es la arena de la piedra pómez (no
realmente un suelo residual), que consiste en granos comprimibles, con el resultado de que los
valores de la resistencia de cono son bastante bajos y no indican la verdadera densidad de la
arena.
5) La tensión histórica y el coeficiente de sobre-consolidación no son conceptos válidos con
suelos residuales.
6) Los factores antes mencionados significan que la interpretación de los ensayos in situ hechos
en suelos residuales son inciertos. Muchas de las correlaciones actuales entre la resistencia del
cono y otros parámetros del suelo se basan en el comportamiento de suelos sedimentarios, e
implican suposiciones de comportamientos no drenados, la existencia de un coeficiente de sobre-
consolidación y ningún desglose de granos individuales. Como se indicó, estas hipótesis pueden
no ser válidas en algunos suelos residuales y las correlaciones estándares pueden ser de dudoso
valor.
Los suelos “black cotton” se trazan bien sobre la línea-A y tienen características pobres de
la ingeniería, mientras que las arcillas rojas y las arcillas de cenizas volcánicas se trazan debajo
de la línea-A y tienen buenas características de la ingeniería. Algunas organizaciones crean un
número de sub-grupos en el grafico de plasticidad dibujando líneas verticales, es decir, los sub-
grupos se crean en base de los valores del límite líquido. Esto no parece ser un enfoque adecuado
para los suelos residuales o de los suelos en general. Es solamente válido para los grupos de
suelos de composición similar que se encuentran a igual distancia de la línea-A.
En lugar de una subdivisión basada en el límite líquido, una subdivisión en la línea que se
muestra en la figura 6.2 sería más pertinentes para suelos residuales. Las líneas dibujadas en
paralelo a la línea-A dividen los suelos en tres tipos, arcilla, arcilla limosa y limo. Muchos suelos
residuales se comportan como arcillas limosas para fines de ingeniería. Los tipos de suelos
residuales más distintivos, tales como, suelos "black cotton" y arcillas alofanicas, serán
clasificados como arcillas y sedimentos respectivamente.
Se desprende de lo que se ha dicho anteriormente que las correlaciones entre límites de
Atterberg y otras propiedades del suelo, sobre la base del límite líquido o del límite plástico, solo
pueden no ser válidas para los suelos residuales y debe tratarse con precaución.
Otras aplicaciones para los límites de Atterberg son que junto con el contenido de agua
natural del suelo, nos dice algo sobre el "estado de la densidad" o la porosidad del suelo.
6.2.3. Índice de liquidez, "estado de la densidad" y porosidad:
Hay dos métodos usados para expresar la densidad de los suelos en las que se hace uso de
estados de la densidad de referencia. Cada uno son una medida de la posición que el suelo ocupa
en relación a estas referencias "estado de densidad", límites de Atterberg en el caso de las
arcillas y las densidades máximas y mínimas en la caso de las arenas.
Estos dos conceptos se ilustran en la figura 6.4 La manera de la cual se define la densidad
es diferente entre los dos métodos. Un índice de la liquidez de 0 o 1 indica una arcilla densa o no
densa respectivamente, mientras que una densidad relativa de 0 o 1 indica una arena no densa o
densa respectivamente.
Estos índices han resultado muy valiosos como indicadores de probables
comportamientos de la arcilla y la arena, por lo que parece muy conveniente que también se
apliquen a los suelos residuales. Este será el caso de muchos de esos suelos, pero como señaló
Vaughan (1985), muchos suelos residuales son de tamaño de grano mixto y puede no encajar
fácilmente en cualquiera de la categoría de arena o arcilla.
Cabe señalar, de paso, que el índice de liquidez es especialmente útil si se contemplan
obras en tierra, ya que, es un indicador de dificultades y cuanto es necesario secarlo. El límite
plástico está considerablemente cerca del contenido de agua óptima de un ensayo estándar de
compactación.
6.3. Permeabilidad.
Las generalizaciones son siempre aventuradas en mecánica de suelos, pero es verdad que
los suelos residuales tienden a tener una permeabilidad substancialmente más alta que suelos
sedimentarios. Esto es debido a las características microestructurales, como la agregación de
partículas de arcilla en conglomerados y la capacidad de los enlaces entre las partículas de crear
una estructura muy abierta. Remoldear y compactar los suelos residuales tiende a destruir esta
estructura y da lugar, generalmente, a una disminución significativa de la permeabilidad. Debe
ser observado también que la permeabilidad no correlaciona generalmente bien con el tamaño de
las partículas como pasa en los suelos sedimentarios.
Figura 6.5. Ensayo de Consolidación en tres muestras de arcilla roja tropicales, se trazan
utilizando escalas de presión lineal y logarítmica.
Figuras 6.6 y 6.7 muestran los resultados de las pruebas de consolidación de seis muestras
de arcilla de ceniza volcánica, respectivamente dibujan usando escala logarítmica y lineal de
presión. Si las curvas en la Figura 6.6 se examinan por su cuenta, que sería fácil llegar a la
conclusión de que todas las muestras se comportan de manera similar. Parece que todos se
muestran antes de la consolidación. Sin embargo, el examen de la figura 6.7 muestra que este no
es el caso. La forma de los gráficos no es coherente. Algunos gráficos son cóncavas hacia abajo,
mientras que otros son cóncavas hacia arriba. De ahí que sólo algunos de los gráficos muestran
una "presión de preconsolidación". La muestra I6 muestra la presion de “preconsolidacion” mas
distinta, en un valor de alrededor de 250 kPa.
Los resultados dados en las figuras 6.5 a 6.7 demuestran que el uso del gráfico tradicional
e-log p puede presentar fácilmente un cuadro engañoso de la compresibilidad del suelo y se
deben tratar con precaución. La única manera de conseguir un cuadro verdadero de las
características de la compresión es trazar los datos sobre un gráfico logarítmico y un gráfico
lineal. Esto no es sorprendente, pues no hay razón para asumir que el gráfico logarítmico es
apropiado para los suelos residuales. El uso del gráfico logarítmico para presentar resultados del
ensayo de consolidación viene como resultado del estudio de los suelos sedimentarios,
especialmente muestras artificiales de la "mezcla" preparadas en el laboratorio. Para suelos
consolidados suaves o "mezcla" indica que la línea de la consolidación es aproximadamente
lineal cuando la presión se traza en una escala lineal. El diagrama del e-log p se ha establecido
firmemente en la práctica de los mecánicos de suelos y continúa siendo utilizado casi en forma
universal. El resultado es que se utiliza, con frecuencia, en forma inadecuada. Un ejemplo de tal
uso se demuestra en la figura 6.8.
Figura 6.8. Resultados del ensayo de consolidación de la arcilla de Piedmont, en los E.E.U.U.
(escala logarítmica y escala lineal).
Los gráficos muestran una tensión de rendimiento a cerca de 20m del terraplén, que sería
una tensión vertical cercana a 350 kPa. El suelo implicado fue “gneis” degradado.
Para concluir esta sección, la tabla 6.1 enumera algunos valores representativos del
módulo de Young (e) y el coeficiente de la compresibilidad (mv) para una gama de suelos
residuales. Éstos se representan gráficamente en el cuadro 6.11.
Se debe reconocer que hay un límite superior al valor del coeficiente de consolidación que
pueden ser medidos en una prueba de consolidación convencional. El valor más alto del cv que se
puede medir confiablemente con una muestra 20mm de espesor, alrededor de 0.1m2/dia (=
0.012cm2/seg.). Los suelos con el cv mayor que éste no demostrarán líneas rectas distintas en una
compresión convencional versus diagrama de raíz del tiempo.
Si los valores confiables del cv se requieren para los suelos que se comportan de esta
manera, es mejor usar un método diferente de medición, como una prueba de disipación de
presión de poros en una celda triaxial.
Los valores de Cv para los tres tipos de suelo en la figura 6.12 abarcan una amplia gama,
de la siguiente manera:
Estos valores se encuentran por encima y por debajo del valor de 0.1m2/día que puede
medirse en el ensayo de consolidación estándar.
e e opt
eR
eL e opt
Figura 6.16. Compresibilidad del suelo relacionada con los estados de la densidad (después de
Vaughan, 1985).
Los suelos (a) y (d) tienen coeficientes de vacíos naturales mayores que el coeficiente de
vacío que corresponde al límite líquido. Esto es solamente posible si son suelos altamente
estructurados, probablemente con algún tipo de enlaces entre las partículas. Cuando la tensión
vertical alcanza un cierto nivel, la estructura comienza a romperse, provocando el aumento de la
compresión. El límite de elasticidad es el punto en que la estructura comienza a romperse. Los
suelos (c) y (d), por otra parte, son materiales muy densos, especialmente el suelo (d), que existe
en un estado denso que corresponde a la densidad máxima de la prueba estándar de
compactación. Por lo tanto, es de esperar que estos dos suelos sean de baja compresibilidad y es
poco probable que muestre un límite de elasticidad.
La comprensión adicional del comportamiento puede ser adquirida realizando ensayos de
consolidación en el suelo después de remoldearlo a fondo y también sobre el mismo suelo
preparado a partir de una mezcla, es decir, poner en el ensayo de consolidación un contenido de
agua cercano al límite líquido. Los resultados de tales pruebas se demuestran en los cuadros 6.17
a 5.4.16, usando la escala logarítmica y la escala lineal para la presión.
Figuras 6.19 y 6.20 muestran el resultado de una arcilla de ceniza volcánica. Este suelo
muestra un comportamiento muy diferente a la de la arcilla roja, como se indica en los siguientes
puntos:
Este suelo existe con un coeficiente de vacío natural perceptiblemente sobre el límite
líquido. Esto implica que probablemente es un material muy "poroso".
Remoldear el suelo produce una disminución muy dramática de la fuerza y aumento en
compresibilidad.
La curva “virgen” de consolidación (la curva de la mezcla) se encuentra muy por debajo
de la curva inalterada y de hecho, no es muy diferente a la curva remoldeada.
Hay un límite de elasticidad cercano a 700 kPa.
Este es claramente un material altamente estructurado.
Según científicos, estos dos suelos se relacionan de cerca. Se cree que la degradación de la
ceniza volcánica sigue una secuencia que implica primero la formación de las arcillas alófanicas
(arcillas de cenizas volcánicas) y en segundo lugar la formación de las arcillas de haloisita, que
incluye las arcillas rojas tropicales. Por consiguiente esta comprensión del suelo en los Cuadros
6.17 y 6.18 es otra etapa de la degradación del suelo en los cuadros 6.19 y 6.20. Esto parece
sorprendente, pues la arcilla roja es un material mucho más denso (e = 1.5) que la arcilla de
ceniza volcánica (e = 3.5).
Figura 6.21. Compresibilidad de un suelo degradado de piedra arenisca, Auckland, Nueva
Zelandia (diagrama logarítmico)
Figura 6.23. Esfuerzo de corte no drenado contra el índice de liquidez para varios suelos
residuales y para suelos completamente remoldeados.
Incluso las arcillas negras no son particularmente suaves, aunque probablemente más
suaves que la mayoría de los suelos residuales. El problema con los suelos “algodón negro” es
que son propensos a cambios muy grandes de volumen con los cambios del contenido de agua y
también sus parámetros de esfuerzo efectivo son generalmente muy bajos.
Figura 6.24. Prueba triaxial en una arcilla residual derivada de la piedra arenisca degradada (que
contiene discontinuidades).
Figura 6.25. Resultados de pruebas en arcillas de cenizas volcánicas (Nueva Zelandia e
Indonesia).
Figura 6.31. Fuerza residual contra el índice de la plasticidad para una amplia gama de suelos.
Podemos volver a examinar los datos de la figura 6.31 y trazarlos nuevamente versus la distancia
del suelo debajo o sobre de la línea-A. Esto se hace en la figura 6.32.
Dos de los puntos antedichos se ilustran en las figuras siguientes. La figura 6.33 muestra
los resultados de las pruebas de compactación realizadas en un número de diversas muestras a
partir de dos sitios que implican suelos residuales (los sitios están en el área de Auckland de
Nueva Zelanda). Es evidente que hay una gama muy amplia de contenidos de agua óptimos y de
densidades máximas secas, de modo que usar el método normal de control de compactación
basado en el contenido de agua y la densidad seca sea extremadamente difícil de aplicarse.
La figura 6.34 muestra el resultado de una prueba de compactación en una muestra de
ceniza volcánica de Java, Indonesia. La prueba primero ha sido realizada secando el suelo en las
etapas de su contenido de agua natural. El suelo entonces ha tenido el agua agregada a él después
de varios grados de sequedad, y pruebas más futuras de la compactación realizadas. Los
resultados muestran la curva de compactación obtenida del suelo natural muy plana y también la
influencia muy significativa que la sequedad tiene en las características del suelo. Cualquier valor
del contenido de agua óptimo puede ser obtenido variando el grado de presecado.
Figura 6.34. Resultado de la prueba de compactación de un suelo volcánico (Indonesia).
No se ha dado el caso que con arcilla no exista presión de poros sobre la napa freática.
Generalmente serán negativos, pero su actual magnitud variará con cambios de cada estación
como de lluvias y temperatura.
El efecto de construir un edificio en la superficie es efectivamente crear una barrera en la
superficie por lo que el agua de lluvia no puede entrar y el agua no puede ser perdida por
evaporación. Esto tiende a estabilizar la compresión de poro en valores negativos
correspondientes a la condición hidrostática como se indica en la figura. 7.1. A fin de tomar en
cuenta la instalación (o levantamiento) que resulta desde este factor es necesario conocer el
estado de la compresión de poros antes que los cimientos sean construidos. En muchos casos esto
solamente puede ser supuesto.
En lo que respecta al valor de consolidación, debe apreciarse que este valor con la base
aislada no puede ser estimado usando gráficos o tablas convencionales porque esto solo se aplica
a una dimensión de consolidación. Con bases extendidas sobre arcillas residuales profundas (u
otro tipo de arcilla), la compresión de los poros se disipará fuera de los cimientos, así la filtración
estará mas alta en dirección horizontal que en dirección vertical. Davis y Poulos (1972) han
producido soluciones para esta situación para bases circulares y desmanteladas sobre la superficie
de un suelo comprimible. Dos de estas soluciones, diseñado en una forma de gráfico diferente
para Davis y Poulos, son presentados en las Figuras 7.2 y 7.3.
Figura 7.2. Factores tiempo Tc para la consolidación circular 3-D (modificada por Davis y
Poulos, 1972).
Figura 7.3. Factor tiempo Ts para consolidación 2-D. (modificada por Davis y Poulos, 1972).
La representación en las figuras 7.2 y 7.3 son para cimientos impermeables sobre suelos
comprimibles limitados por una dura capa impermeable debajo de ellas. El tiempo del factor T
ha sido redefinido en estas gráficas desde el punto de vista de la dimensión de los cimientos antes
que el drenaje máximo en la extensión de un sendero.
El uso de las gráficas de arriba con los típicos valores de Cv para suelos residuales
muestra que el tiempo para el 90% de la consolidación puede bien ser solamente unos pocos
meses para pequeñas bases extendidas.
Considerar lo siguiente:
-Una base circular con un radio de 1 m.
-Un suelo con un Cv de 0.1 m2/ día
-Una capa de suelo relativamente profunda extendida sobre una base impermeable.
Asumiendo un valor h/a de 20, el valor de T90 es cerca de 20, así que t90 es cerca de 200
días, o 6 meses. Muchos suelos residuales tienen valores Cv mas altos que encima del valor así
que el valor t90 puede se sustancialmente menor que 6 meses. La mayoría de las construcciones
de tamaño significativo tendrán periodos de construcción de cerca de 6 mese o mas así que la
mayor parte de la consolidación ocurrirán durante el periodo de construcción.
Si el asentamiento ocurre mientras la carga es aplicada, entonces no es posible dividir el
asentamiento en asentamiento inmediato (elástica) y asentamiento primario. Tampoco es posible
dividir el asentamiento en primario y secundario, las compresiones de poros son generadas y la
proporción del asentamiento no es gobernada por la disipación de la compresión de los poros.
Las figuras se auto explican. Los programas hacen uso de dos “modelos” de suelo. El
primero, en Seep/w usa un modelo de grúa de resistencia que toma en consideración la saturación
parcial e incluye la influencia de la presión de poro negativa sobre la napa freática. La
aproximación es razonable, pero envuelve un número de hipótesis o aproximaciones
simplificadas. Miraremos mas cercanamente estos modelos en la sección 8 abordaremos el tema
de suelos parcialmente saturados. Las dificultades de las mediciones confiables de muchos
parámetros de suelo usados son formidables, así también las dificultades de establecer
confiablemente las condiciones de estratigrafía y suelo en el terreno. Nótese que en el ejemplo
sobre el análisis ilustrado de la posibles diferencias en la influencia de un largo periodo de lluvia
relativamente moderada comparada con un corto y riguroso periodo de intensa lluvia.
El lugar donde la mayoría del estudio ha sido entregado en respuesta los deslizamientos
de periodos de lluvia fuerte es Hong Kong. Conjuntamente con muchas partes del Lejano Este, es
supeditado a las lluvias extremadamente intensas desde que el tiempo es tiempo, porque está en
el camino de los tifones, estos tifones han sido el blanco de muchos grandes derrumbes,
resultando con severos daños a la propiedad e incluso con perdida de vidas humanas. Alrededor
de las últimas tres décadas, Hong Kong ha tenido una unidad geotécnica responsable para la
investigación de las fallas de deslizamientos y establece principios para el acercamiento de todos
los nuevos desarrollos, o actualmente en los sitios de declives. Una fecha considerable ha sido
obtenida desde el campo de monitoreo de las maneras presión de agua en inclinaciones en
respuesta a los periodos de caída de lluvia, y este ha sido usado para el desarrollo de los métodos
empíricos o semiempíricos para predecir la presión de poros correspondiente al retorno de los
periodos de tormenta.
La respuesta de la presión de poros medida en piezometros, fue encontrada bastante
variable, y podría ser considerada de dos tipos, respuesta a los cambios estacionarios (ejemplo: la
estación húmeda a la estación seca) y respuesta a la duración de las tormentas de corta intensidad.
Las formas de respuesta son mostradas en un diagrama debajo, sacado del Manual de Hong Kong
para deslizamientos (2000). Esta información es muy interesante, porque muestra que los
regimenes de agua del terreno o “capas freáticas” responden de forma bastante diferentes al
mismo evento de tormenta, así que cualquier modelo de respuesta para la presión de poros de
eventos de lluvia requiere un entendimiento muy bueno de los factores que gobiernan las
condiciones de filtración (o las características de la capa freática).
Estos gráficos muestran que algunas respuestas del piezómetro solamente son efectos
estacionarios, y algunas responden los eventos de tormenta, y hay una extensión de respuestas
que completan las combinaciones de estas.
Tabla 7.1. Las respuestas típicas del piezómetro a los cambios estacionarios y eventos de
tormenta en Hong Kong.
Los comentarios sobre los diferentes comportamientos incluyen lo siguiente.
Los piezómetro que no muestran respuestas de ningún tipo pueden ser ubicados en lugares
donde la superficie freática esta determinada por la cercanía de condiciones limítrofes.
También es posible que ellos puedan ser materiales de baja permeabilidad.
Cualquiera que sea la explicación del comportamiento diferido, claramente muestra las
dificultades envueltas en cualquier intento para modelar la presión de poros responde a los
cambios estacionarios y climáticos y los eventos de tormenta.
Un ejemplo de esto es dado por Skempton y Chandler para arcilla de Londres. Para cada
deslizamiento, el promedio de los valores de la presión normal efectiva y la presión del
deslizamiento sobre la falla de la superficie están determinados, y estas son entonces colocadas
sobre un gráfico de la presión del deslizamiento en contra de la presión normal. Esto está
ilustrado en la figura 7.10.
Las líneas horizontales dibujadas a través de algunos de los puntos de la fecha refleja
ciertamente la condición de filtración y la presión de poros en el declive. La línea indica la
extensión de la posible presión normal efectiva que aumenta con esto inciertamente.
Figura 7.11. Ajuste de curvas a la altura/inclinación datos para determinar los valores de c´ y Ø.
La inspección del área atmosférica a menudo puede mostrar fallas de un sitio que no son
evidente de una inspección visual directa. Ellas pueden mostrar líneas escarpadas o cambios de
vegetación indicando un antiguo movimiento del desplazamiento. La inspección de cualquier
existencia que corta en el área de interés puede decirnos dos cosas, cómo el corte del
desplazamiento es desarrollado, y de que tipo de material está hecho.
7.2.10. Trabajos remédiales para establecer inclinaciones:
Es difícil generalizar lo que deberíamos usar en un caso en particular. Bajo todas las
posibilidades 1) son usualmente prácticas y relevantes si la geometría de la inclinación es
satisfactoria, 2) la primera (a) es lejos la mas relevante y practicable 2 (b) y 2 (c) solamente
puede ser rara vez utilizada. La medida escogida para usar es muy dependiente por el tipo de
deslizamiento.
Existen dos tipos básicos de desplazamientos:
1.- Rotación - diques y cortes típicos – usualmente en inclinaciones de moderada a baja
altura.
2.- Translación – inclinaciones naturales típicas – a menudo una gran inclinación de
extensión “indefinida”.
Desplazamientos de Rotación
Es generalmente posible y efectivo disminuir las fuerzas perturbadoras.
Figura 7.13. Disminución de las fuerzas perturbadoras.
También es posible aumentar la resistencia compartida instalando las medidas de drenaje
a la presión de poro mas baja. Dos tipos de drenajes son comunes:
Desplazamiento de Translación
En este caso usualmente no es posible reducir las fuerzas perturbadoras por aplanamiento
de la inclinación o por añadir un peso al pie, por el tamaño de la inclinación y del deslizamiento.
Generalmente la instalación de las medidas del drenaje y drenar el canal es lejos el
método más efectivo de hacer esto. Es importante revisar que el nivel del suelo del agua en el
deslizamiento esté alto y que los drenajes serán por lo tanto mas bajos que la presión de poros.
Idealmente, los drenajes deberían ser tomados debajo de la falla de la superficie pero esto
no es esencial. El ancho y el espacio del drenaje son arbitrarios. Como una guía del espacio no
debería estar en el rango de 3 a 5 veces la profundidad.
No debería ser notado que en muchas situaciones remédiales, especialmente esos grandes
deslizamientos incluidos en la translación. El factor de seguridad es a menudo muy bajo, y
usualmente es impracticable para aumentar el valor por mas de 0.1 o 0.2, ejemplo solo podemos
esperar aumentar el factor de seguridad de 1.0 a un valor de 1.1 o 1.2. En un sitio de un embalse
en la Isla Sur de Nueva Zelanda (el Clyde Dam) medio millón de dólares fueron gastados
estabilizando derrumbes, en la mayoría de los casos los factores de seguridad fueron aumentado
solamente 0.1 o 0.2.
Los métodos mecánicos como el Pilling o grouting rara vez son usados.
Las fuerzas comprometidas en la mayoría de los deslizamientos son muy grandes en
comparación a la resistencia la cual puede ser entregada por la instalación de la pila.
El cementar no puede generalmente ser usada sobre desplazamientos de arcilla, porque las
cementadas convencionales no fluyen dentro del espacio de poros de la arcilla. El cementar no
debería ser una posibilidad sobre materiales arenosos o gravosos.
Las obras de compactación del suelo puede ser un procedimiento simple y directo con
muchos suelos, pero existen factores que a veces pueden hacer que sea una operación difícil y
problemática. Estos pueden incluir lo siguiente:
1) El suelo es más húmedo que el contenido de agua óptima y los factores climáticos hacen
la aridez difícil o imposible.
2) El suelo es altamente variable, así el contenido óptimo de agua no es consistente.
3) El suelo es derivado de ceniza volcánica y su curva compacta no muestra un contenido
óptimo del agua y la densidad máxima de aridez.
4) El suelo es sensible y llega a ser firmemente más suave como el procedimiento de
compactación.
No hay formas fáciles de superar este problema, pero los siguientes son requerimientos
esenciales:
Adecuado intervalo de un clima muy soleado
Lleno de espacio ampliamente abierto para extender afuera el suelo para secarse. Ese
espacio debería ser creado u obtenido para así exponer al máximo la luz del sol
directamente, y también al máximo de viento.
Buen sitio para manejar. Esto significa organizar toda la operación para maximizar los
intervalos finos de clima para el secado, y también estando listo para “obturación” de la
superficie de cualquier material sin compactar o una reserva de pilas si la lluvia se está
acercando. Esta “obturación” puede ser hecha por configuración de cualquier superficie
expuesta así la lluvia no puede hacer charcos sobre ella, y girando la superficie con un
rodillo suave creado por una capa de superficie impermeable ajustada.
7.3.2. Suelos altamente variables sin valor consistente de contenido de agua óptima:
Así como ya fue mencionada anteriormente no es inusual para los suelos residuales variar
grandiosamente sin sitios bastante pequeños así que los intentos para controlar la compactación
usando una base especificada sobre un contenido Standard de agua óptima y maximizar la
densidad del secado llega a ser muy difícil si no imposible. Es virtualmente imposible llevar a
cabo un control de compactación confiable con suelos tan variables como este, usando métodos
convencionales. Un método alternativo el cuál ha sido encontrado para ser efectivo en esta
situación es utilizar un criterio alternativo, denominado Fuerza del deslizamiento sin drenar y un
vacío de aire en lugar de secar la densidad y el contenido de agua. EL concepto es ilustrado en la
figura 7.17.
Para asegurar que el suelo sea compacto se ha requerido la tensión a un límite bajo, es
ubicado en una fuerza de deslizamiento sin drenar. Para asegurar que el llenado no sea demasiado
seco, quebradizo y propenso a ablandarse cuando el agua esté disponible desde la lluvia o
filtraciones de aguas subterráneas, un límite más alto es ubicado sobre las salidas de aire. Esto
significa que el suelo no puede ser compactado demasiado húmedo, o las salidas de aire
especificadas serán excedidas.
La forma que este criterio opera en relación a los límites convencionales de densidad seca
y los contenidos de agua es ilustrada en la figura 7.17. El criterio de la fuerza de desplazamiento
de hecho pone límite mas arriba el contenido de agua no es muy diferente de los valores
especificados en relación a los contenidos óptimos de agua de una prueba de compactación. El
criterio de las salidas de aire pone un límite mas bajo sobre el contenido de agua el cuál también
vuelve a no ser muy diferente del valor especificado en la manera convencional. Si el suelo está
demasiado seco será imposible reducir las salidas de aire al valor especificado.
Los límites aconsejables para los dos parámetros de control son los siguientes:
Resistencia del deslizamiento sin drenar: No menos de 150 kPa (promedio de 10 pruebas)
Estos valores han sido ser muy satisfactorios en la producción de rellenos firmes de alta
calidad. En algunas situaciones otras propiedades pueden ser importantes, y el criterio puede ser
ajustado adecuadamente. La resistencia al deslizamiento sin drenar puede ser medida in situ por
una hélice manual para resistencia, o para tomar muestras para pruebas de comprensión
ilimitadas. Las salidas de aire solamente pueden ser determinadas mediante la medida de la
densidad del contenido de agua de la manera usual. Este es a menudo el caso de que el suelo esté
demasiado húmedo y el criterio de la resistencia del deslizamiento sin drenar es difícil de
encontrar mientras las salidas de aire requeridas son fácilmente logradas. Esto significa que el
control de calidad consiste esencialmente en revisar la resistencia al deslizamiento. Esto puede
ser hecho muy fácilmente usando una paleta de mano de deslizamiento. Figura 7.18 ilustra la
veleta:
Figura 7.18. Veleta de corte manual para determinar el esfuerzo corte que se mide in situ.
Una ventaja para el uso de la resistencia al corte no drenado y las salidas de aire como
parámetros de control de compactación es que ellos pueden variar fácilmente para adaptarse a
requerimientos particulares. Por ejemplo en el centro de una represa de tierra construida sobre
cimientos comprimibles o en una zona sísmica, puede necesitar ser plástica o dúctil para permitir
posibles deformaciones en la represa. Esto puede ser logrado adoptando una resistencia al
deslizamiento sin drenar mas baja, un valor entre 70kpa y 90kpa producirían un material plástico
razonable, provisto de curso que la arcilla usada sea de moderada a alta plasticidad.
Figura 7.19. Prueba de Censor Standard para compactación, mostrando medidas de resistencia
sin drenar.
La Figura 7.19 muestra los resultados de una prueba de compactación y las medidas de
resistencia al deslizamiento de arcilla de medio a alta plasticidad derivada de inclinaciones de
areniscas en Auckland, Nueva Zelanda. La resistencia del deslizamiento ha sido medida por
ambas: la hélice de manos para deslizamiento y las pruebas de compresión ilimitada. Se ha visto
que los dos métodos de medidas dan valores no muy diferentes, aunque en ambos casos la
resistencia al deslizamiento sin drenar en el contenido de agua óptima es de 150 kpa.
Para un dique de arcilla siendo construido para una nueva carretera, puede ser deseable
que las capas más cercanas a la superficie (sobre la cuál el mismo pavimento será construido)
tenga un resistencia mas alta que aquellas mas profundas. Esto podría ser logrado por el aumento
de la resistencia al deslizamiento sin drenar requerido y sea 200 kpa.
7.3.3. Suelos derivados de ceniza volcánica, con una curva de comparación que no muestra
una clara densidad de secado máximo y un contenido de agua óptimo:
Es importante reconocer que muchos suelos residuales están “estructurados”, que tienen
algunas formas de lazos de cementación débil entre sus partículas. Cuando remodelan esta
estructura se quiebra y el suelo llega a ser más suave. Así es importante reconocer por lo tanto
que la compactación de un suelo puede tener dos efectos:
a) “Densifica” el suelo, ejemplo: empuja las partículas mas juntas, las oprime y
atrapa el aire entre las partículas.
b) Destruye la estructura del suelo y causa que sea más suave. Esto usualmente es
acompañado por el escape del agua atrapada entre las partículas.
Cuando se trata de suelos de este tipo, es importante comprender sus propiedades, y llevar
a cabo ensayos de compactación para determinar un nivel adecuado de esfuerzo de compactación.
Repetidamente la compactación puede simplificar progresivamente la suavidad del suelo y no
hacerlo mas compacto o mas fuerte.
Para controlar la compactación de los materiales granulados, cada vez es más común usar
una simple prueba con penetrometro en terreno. Estos penetrometros son usualmente operados de
forma manual y los parámetros se miden la distancia penetrada. La conducción de tales pruebas
sobre un ensayo de compactación de relleno con valores apropiados puede ser establecida para
controlar el resto del proyecto. La figura 7.20 muestra los principios de tales penetrometros. Para
el relleno cohesionado es también posible ganar una medida empírica de resistencia usada sin
drenar usando los penetrometros de cono estáticos mostrado en la figura 7.20 (b). Estos son
empujados dentro del suelo en un valor continuo y el cono de resistencia medido sobre la esfera
calibradora. Este puede ser correlativo con la grúa de resistencia sin drenar del suelo.
Cuatro muestras fueron obtenidas de sitios locales, todas eran suelos residuales. Tres
vinieron de areniscas degradadas y la cuarta de cenizas degradada. Las pruebas de compactación
y clasificación fueron las primeras llevadas a cabo, seguida por la prueba triaxial. Consolidación
no drenada y ensayo triaxial drenado fueron llevadas a cabo sobre cada material; ellas fueron
continuadas grandes tensiones axiales, alrededor del 30% en la espera o expectación que guiaría
al comportamiento del estado crítico y definir los parámetros del estado críticos cv. Además de
las pruebas triaxiales, la prueba de anillo cortante fueron llevadas a cabo en tres de las muestras
para determinar el ángulo de fricción residual r.
Los resultados de las pruebas son descritos completamente por Wesley y Davidson (2000)
y solamente un resumen es dado aquí. La muestra de los detalles y resultados son encontrados
en la tabla 7.21, y los típicos resultados triaxiales mostrados en las figuras 7.21 y 7.22. La figura
1 muestra que ambas pruebas drenadas y sin drenar se consolida por la muestra número 1.
Muestra 1 Muestra 2
Figura 7.21. Resultado típico de un ensayo triaxial, dos muestras.
En las pruebas consolidadas sin drenar la presión divergente aumenta rápidamente sobre
las deformaciones de 2 a 3% y entonces disminuye tenuemente pero de inmediato aumenta a la
deformación máxima de 20 y 30%, la presión de poro inicialmente aumenta y entonces muestra
rápidamente un descenso, seguido generalmente por un tenue pero rápido aumento.
Ninguna presión divergente sin presión de poro (o cambio de volumen) ha elevado a
constante valores al término de estas pruebas, el estado crítico no ha sido claramente alcanzado y
el volumen constante no ha sido establecido. Esto tal vez no sea una sorpresa, como existe una
duda real sin el estado crítico puede ser arcilla creada, especialmente en pruebas normales
triaxiales. De una vez la presión peak divergente ha sido alcanzada, las arcillas tienden a
desarrollar planos de fallas específicos, el movimiento es entonces concentrado sobre estos
planos y la deformación no es uniformemente mas grande. Además el movimiento hacia el estado
crítico, la resistencia puede simplemente declinar desde el peak hacia los valores residuales. La
figura a continuación muestra los resultados diseñados como presión de caminos sobre un diseño
q/p donde:
1 3 1 3
q p
2 2
Figura 7.22. Peak típico, "tensión alta", y parámetros residuales del esfuerzo de corte (de la
muestra 1)
Las líneas “mejor adecuadas” han sido adaptadas para los resultados mostrados, dando los
parámetros peak de Mohr- Coulomn. Además las líneas han sido dibujadas a través de puntos de
término de los senderos de presión para definir los parámetros del final o de gran deformación.
La tabla 1 muestra el peak, y el final de los parámetros de resistencia residual de todas las
muestras. Es evidente que la disminución de la resistencia de la falla posterior es bastante
pequeña, y ninguna de las pruebas se aproxima al valor residual, excepto por la muestra de
ceniza volcánica. Este material muestra el típico comportamiento de las arcillas alófanas, con una
alta fuerza residual no mas allá del peak.
La dificultad para medir el parámetro de estado crítico (vc) para arcillas desde pruebas
triaxiales convencionales es claramente un fuerte razón pragmática para no usarla en este diseño.
Sin embargo este no es solo un ejemplo de pragmatismo, la dificultad de crear el estado crítico en
arcillas sugiere que no es un concepto teórico usado para tales materiales. Si el material falla en
las pruebas triaxiales pasando desde la fuerza peak progresivamente hacia la fuerza residual luego
el mismo puede ser esperado en situaciones de terreno. Existen si razones para que ambas la
pragmática y la teórica no sean usadas.
Como es mencionado anteriormente, algunos códigos recomendados que cuando la arcilla
es usada en reforzar la tierra, la fuerza residual deberían ser usados en el diseño. Esto parece una
aproximación excesivamente sobre conservadora, sin ninguna justificación teórica. No existen
otras situaciones en la ingeniería geotécnica donde la fuerza residual es usada sobre un material
intacto.
Podemos ver directamente desde este gráfico que para el suelo compacto en o cerca del
contenido óptimo de agua, sin presión de agua no aumentará la presión confinada excediendo
500kpa. Ni siquiera para el suelo compactado al 2% más húmedo que lo óptimo no resultará en
presión de poro positiva hasta alcanzar la tensión confinada cerca de 200kpa. Esto corresponde a
la altura de relleno de cerca de 12m para una arcilla típica con un peso de unidad de volumen de
17 o 18kN/m3.
Algunas pruebas adicionales fueron llevadas a cabo para tratar de establecer la relación
entre la respuesta de la presión de poro, la fuerza de deslizamiento sin drenar y las salidas de aire.
El propósito de esto fue proveer algunos datos más usados sobre la probable presión de poro
cuando la compactación es controlada por una fuerza de deslizamiento sin drenar y salidas de
aire. Los resultados son presentados en una forma gráfica en la figura 7.25.
Figura 7.25. Parámetro de presión de poro para salidas de aire variadas y fuerza de
deslizamiento sin drenar.
Los puntos individuales muestran los valores del parámetro Br cuando la presión
confinada alcanza 500kpa. Las líneas de igual valor de Br, han sido establecidas por interpolación
entre los puntos. Los límites de fuerza de deslizamiento sin drenar (150Kpa) y las salidas de aire
(8%) comúnmente son usados para controlar los trabajos en la tierra que también son mostrados.
Los resultados de las pruebas son más bien disipados, y las pruebas adicionales aparecen
para mejorar y establecer curvas. Sin embargo, ellas son adecuadas para ilustrar los siguientes
puntos importantes:
1.- El valor de Br es muy dependiente de la fuerza de deslizamiento sin drenar y de las salidas de
aire, como es esperado. Esta es solo otra forma de decir que la presión de poros es regulada por el
contenido de agua y el grado de compactación.
2.- Para el relleno compacto conocer una especificación “normal” requiere Su para ser mas grande
que 150kpa, y las salidas de aire deben ser menor que el 8%, el valor de Br es alrededor de 0.15.
Este es un valor que cuando la presión confinada alcanza 500 kpa. Para la tensión mas baja
confinada el valor de Br será menos, o negativo.
Es quizás mas bien un pensamiento cómodo reconocer que cuando diseñamos una pared
usando relleno de arcilla, nuestro diseño casi nunca es teóricamente correcto, porque un
importante parámetro, la presión de poro, no es conocido y no entra en el diseño del proceso. Por
otra parte, si entendemos como se comporta el suelo, deberíamos ser capaces de asegurar si
nuestro diseño es conservador.
La segunda situación es ilustrada en la figura 7.27. La pared está siendo usada para retener
una ladera después del pie que ha sido removido para hacer espacio para una autopista o un
proyecto similar. En este caso es probable que sea un estanque sustancial de lluvia más alta que
la inclinación, y la filtración hacia la pared. Un drenaje blanket debe ser instalado en el respaldo
de la pared para hacerla aun mas segura de la construcción de posible presión de poro.
Figura 7.27. Los requerimientos del drenaje cuando la pared retiene la inclinación de la ladera.
7.4.6. Deformaciones con relleno de arcilla:
Figura 7.28. Influencia del módulo del suelo con revestimientos (flexibles)"suaves".
Figura 7.29. Influencia de los módulos para un revestimiento rígido.
Figura 7.30 muestra los resultados como el trazo de tensión vertical sobre la altura de la
pared en las tres ubicaciones, denominada en la pared como si mismo, 10cm. y 10m. desde la
pared. Esto ilustra muy claramente la forma en la cuál la pared atrae tensiones más altas que el
peso de su gravedad. La tensión de la “gravedad” en la base de la pared debería ser cercana a
150KPa, en vez de sobre 800KPa. Inmediatamente adyacente a la pared de la tensión es casi cero,
y 10m lejos del valor de su gravedad (6m de suelo en 20kN/m3=120KPa). EL suelo
inmediatamente adyacente a la pared es apoyado por los geogrillas y su peso es transferido al
revestimiento de concreto.
Figura 7.31. Tensión vertical en la base y la mitad de la altura de la pared.
La figura 7.31 muestra la tensión vertical sobre planos horizontales, las curvas son dadas
para la base y la mitad de altura de la pared. Esto otra vez ilustra la forma en la cuál la pared atrae
la presión alta y el suelo inmediatamente adyacente a la pared tiene una tensión muy baja. La
tensión virtualmente alcanza el valor del peso de la gravedad a una distancia de 4m. Esta es la
longitud de las geogrillas asumidas para el análisis, aunque los resultados en la figura 7.30 y 7.31
no son influenciados por los valores de los módulos del suelo desde 10 a 100MPa, solamente
cuando la aproximación de los módulos de concreto que el dibujo presenta en la figura 7.30 y
7.31 comenzará a cambiar.
La figura 7.30 muestra la tensión vertical máxima en el revestimiento cercano a 800kPa.
Esta es para una pared de 6m de altura. Aunque esta es muchas veces mas grande que la tensión
debido al peso de la gravedad de los bloques, esta es solamente un pequeña fracción de la
resistencia esperada de los bloques “keystone”, los cuáles están alrededor de 20MPa. Desde aquí
la tensión adicional en si misma no es suficiente para tomar en cuenta por la grieta observada en
los bloques. Es probable que la instalación diferencial debido a las condiciones de los cimientos
no uniformados que ha inducido la tensión de flexión a lo largo de la pared, y que una
combinación de estas tensiones y la carga vertical adicional ha causado el quiebre.
Ninguno de los factores investigados y discutidos en este artículo presenta unos
obstáculos reales para el uso del relleno de arcilla en paredes de tierra en geogrillas reforzadas.
Solamente la necesidad de mantener deformaciones a tolerancias muy apretadas, o la inhabilidad
para secar la arcilla para un apropiado contenido de agua, podría descartar el uso de arcilla.
CAPÍTULO 8
OTROS GRUPOS
ESPECIALES DE SUELOS
8.1. Suelos parcialmente saturados.
Estos datos han sido recopilados basados en mi propia experiencia de suelos residuales, la
cual es en el clima de Nueva Zelanda temperado y húmedo, o el húmedo clima tropical del
Sureste Asiático. El material presentado refleja este fundamento, y es principalmente relevante
ir de lleno a los suelos saturados. El clima de Chile es bastante diferente y no encaja en ninguna
categoría en particular. Este varia desde lo caluroso y muy seco en el norte del país, a fresco y
húmedo en el sur, por consiguiente los grados de saturación de los suelos variara desde muy bajo
a completamente saturado. Santiago parece ser situado en suelos gruesos con una baja napa
freática, y los grados de saturación son probablemente bastante bajos. Por eso es apropiado hacer
algunos comentarios acerca de los suelos parcialmente saturados. Se entiende el comportamiento
de los suelos residuales que generalmente compromete dos factores básicos:
(a) Entendimiento de las propiedades del material.
(b) Entendimiento de la filtración y el estado de presión de poro en la cuál existan,
especialmente el que está encima de la napa.
8.1.1. Acontecimiento.
Los principales factores que regulan la existencia de suelos parcialmente saturados son:
El tamaño de la partícula (grano) del suelo.
El Clima.
La profundidad de la napa freática.
La topografía.
Los grados de saturación en el granito degradado de Hong Kong en los dos sitios
investigados varían entre 40% y 90%.
= – uw
El efecto del aire en el suelo es por lo tanto para reducir la influencia de la presión de poro
sobre la tensión efectiva en el suelo (desde es menos que uno). Esto es esperado porque la
presión de poro no es más grande que los actos sobre la sección de cruce total de la masa del
suelo. La figura 8.2 ilustra la manera que la presión de poro se relaciona a la presión efectiva
sobre la mesa de agua, dependiendo del grado de saturación y por lo tanto del valor del
parámetro .
Figura 8.2. La relación entre la presión de poro y la tensión efectiva para variar los grados de
saturación.
Los intentos para aplicar ecuaciones como esa 8.1 para analizar problemas prácticos desde
el punto de vista de tensión efectiva no han encontrado mucho éxito. Existen claramente dos
principales dificultades en aplicar esta ecuación a situaciones prácticas. La primera es que los
suelos parcialmente saturados son muy improbables que existan en constante estado de
saturación. Es probable que su grado de saturación aumente y caiga con efectos climáticos, y
relacionando grados de saturación a los efectos de degradar es muy difícil. La segunda dificultad
es la medición del parámetro y relacionándola a los grados de saturación. Dificultad y pruebas
que consumen tiempo son necesarias para hacer esto.
La dificultad de analizar suelos no saturados usando procedimientos rigurosos ha guiado
al desarrollo del mas simple procedimiento “ad hoc” (semi-empírico)
Algunos de los cuales aparecen para ser encontrados limitando el uso de las aplicaciones
en ingeniería.
El principal interés en el tratamiento analítico de los suelos parcialmente saturados
aparece para aumentar en relación a la estabilidad de la inclinación, en particular capaz de tomar
en cuenta la variación del estado de la presión de poro con tiempo, así regulado con las
condiciones climáticas. Dos comportamientos “modelos” para el manejo de los suelos
parcialmente saturados son, por lo tanto, requeridos, uno se relaciona al estado de la presión de
poro. El primero de estos claramente incluye un análisis momentáneo del estado de la filtración, y
el segundo un modelo que toma en cuenta de las variaciones en el grado de saturación.
Lam, Fredlund y Barbour (1987) han propuesto un modelo para distribuir con filtración en
suelos parcialmente saturados y saturados, los cuales indirectamente incorporan cambios en el
grado de saturación con tiempo. Ellos hacen uso de la forma momentánea convencional de la
ecuación continua, expresándolo de la siguiente forma:
2 2
h h h
k 2 2
Q mw w
x y t
En consecuencia: m w
u
El parámetro es simplemente una expresión para el volumen de agua que fluye en, o
fuera de, el suelo con un cambio de presión de poro u. Está suplido por dos componentes, uno es
el agua que fluye fuera como un resultado de compresión del elemento del suelo y el otro es el
agua que fluye fuera y que es reemplazada por aire. Para un suelo saturado completamente mw
llega a ser idéntico a lo mejor conocido como parámetro mv , la compresibilidad del suelo. En
práctica, cuando analizamos los suelos parcialmente saturados, de acuerdo a Lam et al, el
volumen del agua desde la compresibilidad del suelo es muy pequeño comparado con el volumen
de la corriente que sale, siendo reemplazado por aire. Los ejemplos del parámetro para varios
suelos son mostrados en la figura 8.3.
Figura 8.3. Ejemplos de las curvas del contenido de agua volumétrica para varios suelos.
Los suelos permanecen completamente saturados hasta que la presión de poro llega a ser
negativa, la posibilidad aumenta al entrar aire al suelo. Con arena ocurre relativamente fácil- el
agua deja el espacio vacío y el contenido de agua volumétrica cae rápidamente. Como el tamaño
de la partícula se convierte en más pequeño, llega a ser más difícil para el aire entrar a la muestra
y el contenido del agua volumétrica no gotea rápidamente. Con la arcilla verdadera el valor de
entrada del agua (la succión necesita dibujar aire en el suelo) es tan grande que el aire no puede
mas tiempo se dibujado en el suelo por la presión de poro negativa y no existe un anguloso
cambio de gradiente del gráfico del contenido del agua volumétrica. El suelo permanece
completamente saturado a menos que sea expuesto a la evaporación, en este caso puede llegar a
ser parcialmente saturado.
El parámetro puede ser considerado como tomando el lugar de la compresibilidad del
suelo en situaciones familiares tales como la consolidación de la teoría Terzaghi. La ecuación
Terzaghi 1- D es un simple caso de flujo momentáneo y es fácilmente derivado de la ecuación de
arriba.
2 2
h h h
k 2 2
Q mw w
x y t
Figura 8.4. El contenido del agua volumétrica y la conductividad hidráulica versus la presión de
agua.
Sería reconocido que el análisis sobre el método, el aire en el suelo es asumido para estar
en un estado continuo, así tiene solamente un valor, el cuál normalmente es cero. El
procedimiento de arriba provee una solución para el valor de la cabeza (h) en el suelo, el cuál la
presión de poro (u) esta directamente relacionado. El análisis incorpora la influencia de la
saturación parcial al relacionar el contenido de agua volumétrica y la permeabilidad de la presión
de poro. Estas relaciones son reguladas por el grado de saturación. Este método de Lam et al se
incorpora en el programa Seep / w.
Con respecto al segundo comportamiento de modelo requerido, denominado de una forma
de tener en cuenta la influencia de la succión del suelo sobre la resistencia de la deformación del
suelo, el trabajo de Fredlund y sus colaboradores parece estar muy lejos de ser mas conocido, y
su propuesta es incorporada en el programa Slope / W.
Fredlund y Rahardjo (1993) tratando de defender las dos variables de la tensión de
estado:
( - ua), y (ua – uw)
Separadamente e independientemente evaluando su contribución al comportamiento del
suelo. En otras palabras, sin intentar determinar la verdadera tensión efectiva de los valores de
( - ua) y (ua – uw) la cuál era la propuesta de Bishop. Fredlund ha propuesto la siguiente
expresión para la resistencia del deslizamiento:
b
= c + (ua – uw)tan + ( - ua)tan …………….8.2
b
Donde = ángulo de cohesión aumenta la intercepción con el aumento de la succión.
La ecuación 8.2 provee un significado semi empírico de tener en cuenta la influencia de la
succión y el hecho de que el suelo no esta completamente saturado. En efecto, el componente de
fricción de la resistencia del deslizamiento esta siendo dividido en dos componentes, uno
primeramente elevado de la tensión total y uno de la succión del suelo. El mas tardío esta siendo
expresado como un aumento en componente cohesivo de la resistencia del deslizamiento. El
concepto es ilustrado en la figura 8.5.
Figura 8.5. La falla extendida Mohr – Coulomb cubre los suelos no saturados.
b
De acuerdo con Fredlund y Rahardjo, el valor de está usualmente encontrado entre 15 y
20 grados pero teóricamente podría igualar 45 grados. Esto varía con el grado de saturación, sería
45 grados en saturación completa (ej., la tensión efectiva podría relacionar la estabilidad del
análisis de las inclinaciones saturadas, para tomar en cuenta de la contribución que proviene de la
succión sobre la napa freatica. Este procedimiento forma parte del programa SLOPE / W, para
permitir ser aplicado en los suelos parcialmente saturados.
La expresión de Fredlund parece insatisfactoria de un punto de vista teórico porque esto
implica que el aumento en la resistencia del deslizamiento de la presión de poro negativa es una
contribución cohesionada más que un componente de fricción. Las propuestas de Fredlund y
Bishoop son ilustradas en la figura 8.6.
Figura 8.6. Comparación de expresiones de resistencia del deslizamiento de Fredlund y Bishop.
b
Como indica el valor varía con el grado de saturación, así que en cualquier situación
real es probable que varíe con la profundidad en el suelo, así también con el tiempo, dependiendo
de las variaciones del clima, para tomar en cuenta apropiadamente que esta variabilidad sería
extremadamente difícil. El programa Slope / W no incorpora la función la cuál automáticamente
b
cambia los valores de como el grado de cambios de saturación.
En algunas partes del mundo, las construcciones pueden sufrir daños severos desde un
grupo de suelos conocidos arcillas expansivas u ondulantes. Las estructuras comúnmente dañadas
son casas y otros tipos de construcciones elevadas tales como almacenes (depósitos). Esto es
porque sus cimientos son normalmente cercanos a la superficie, y las construcciones tienen una
pequeña rigidez estructural. La arcilla sobre las cuales la construcción está cimentada empieza
irregularmente con agua y ondulaciones, causando distorsión de las construcciones y daños
asociados. El daño puede ser bastante severo. Las arcillas expansivas son usualmente asociadas
con climas áridos o semi áridos, particularmente en Sud África, Australia y partes de Sud
América
8.2.1 Conceptos básicos para funcionamiento expansivo.
La literatura sobre arcillas expansivas a veces implica que este problema aumenta
solamente por el tipo de suelo pero esto no es realmente cierto. Dos factores básicos deben ser
presentados para que el problema surja:
1.- La existencia de suelos arcillosos que contengan una significativa proporción de minerales de
la arcilla, especialmente aquellos de la familia esméctica (ej. Minerales de arcilla activos)
2.- Un clima totalmente seco, con largas estaciones secas y algunos periodos de lluvias.
En otras palabras “arcillas expansivas” reflejan su composición y medio ambiente en los
cuales existen. Es equivocado pensar que las arcillas expansivas son simplemente un particular
tipo de arcilla. Existen bastantes tipos de arcillas en otras partes del mundo que no dan
elevaciones para problemas de expansión, porque existen en diferentes condiciones climáticas.
Es mejor pensar en términos de condiciones de arcilla expansiva, que en arcillas
expansivas. Las arcillas expansivas tienden a ser encontradas en áreas relativamente planas,
donde las condiciones de drenaje favorecen el proceso de degradación guiando a la formación de
minerales pertenecientes a la familia esméctica (montmorillonitas, etc) los cuales son inclinados
por un gran volumen de cambios con contenido de agua cambiante.
El mecanismo de “explicación” para la expansión es que durante largas temporadas de
sequía el suelo se seca afuera y se contrae debido a la alta succión (tensión) que desarrolla en los
poros. Cuando el agua llega a estar disponible al suelo, este literalmente “succiona” hacia arriba
el agua y la aumenta. Empezando el agua significa que la succión disminuye y la tensión
efectiva en el suelo disminuye, acompañada por un cambio positivo de volumen (ej. Un aumento
en el volumen). En muchas situaciones de arcilla expansiva, el suelo es parcialmente saturado, y
los grados de saturación aumentan como las ondulaciones toman lugar. Sin embargo no es
necesario para la arcilla estar parcialmente saturada, el problema aún podría aumentar con un
suelo completamente saturado, aunque no sería probable. En un número de países o áreas
alrededor del mundo, el clima es esencialmente seco la mayoría del tiempo, así el suelo existe
permanentemente en un estado de “alta succión”, y solamente intervención externa en alguna
forma puede alterar este estado.
Los estados de Blight (1997) dicen que el perfil del suelo se seca afuera de los 15 a 20m
de profundidad durante una larga y seca estación. Desplazarse sobre 70 mm ha sido medido en
marcadores embutidos en el suelo a un profundidad de 7.5 m, lo cual significa que el suelo debe
haber experimentado sequía a una profundidad considerablemente más alta que esto.
La causa del aumento de disponibilidad del agua al suelo es usualmente un cambio en la
tierra usada en la superficie. Este cambio puede incluir construcción de pavimentos o estructuras,
conversión de la tierra a terrenos ganaderos, agrícolas o de producción de maíz, o para desarrollar
jardines o parques. Estas actividades pueden tener el efecto de proveer agua adicional de fuentes
externas, tales como la irrigación o ellos pueden simplemente cortar avenidas para el escape de
agua, tales como una superficie de evaporación.
La construcción de una casa o edificio, o simplemente la construcción de un parque
cerrado o un aeropuerto, pueden causar severas expansiones, simplemente porque se corta la
evaporación y se perturba el balance natural del agua. Una posible situación donde esto podría
ocurrir es ilustrada esquemáticamente en la figura 8.7.
Figura 8.7. El sistema de aguas subterráneas donde la construcción es cubierta con la tierra de la
superficie puede molestar la existencia de situaciones de equilibrio y causar expansiones.
Esto no es necesariamente así, que exista una fuente externa (hecha por el hombre) para
causar un aumento en el contenido de agua del suelo, y por consiguiente expansiones.
Varios métodos han sido propuestos para estimar la “presión de ondulación o expansión”
de una arcilla expansiva, y mas importante que la magnitud de la ondulación puede ocurrir en una
situación particular. Esta es la potencial magnitud de ondulación que le concierne a los
diseñadores de cimientos. Los procedimientos han sido propuestos por el rango de ondulación
estimada desde los métodos completamente empíricos basados en una simple prueba indicadora,
a métodos que hacen uso de los principios de la tensión efectiva.
Los métodos que hacen uso del principio de tensión efectiva incluyen lo siguiente:
1.- La estimación de las tensiones efectivas iniciales y finales, y además el cambio de presión
efectiva a través de la capa del suelo.
2.- la determinación de las características de las ondulaciones del suelo.
3.- El cálculo de la ondulación de subcapas a través del perfil del suelo, en muchos de la misma
manera que esta hecho para estimar los cimientos en suelos completamente saturados.
La figura 8.8 ilustra un estado de tensión efectiva total en un suelo cuando la presión de
ondulaciones, o la magnitud del desplazamiento son medidas. Considera que las dos muestras
idénticas sin perturbar han sido obtenidas y puestas en edometros convencionales, y la existencia
sobrecarga la tensión aplicada (usando piedras porosas secas). El punto A representa este estado,
es decir una relación de vacíos y tensión total. La tensión efectiva en el suelo es desconocida.
Las dos pruebas pueden entonces ser llevadas a cabo. En la primera prueba la tensión
vertical es mantenida constante, al agua se le permite acceder a la muestra y la magnitud de la
expansión es medida. Las expansiones del suelo desde el punto A al punto C. La presión de poro
en el punto C es ahora cero y las tensiones totales y efectivas son las mismas.
Para dibujar una línea “mejor ajustad” la presión de expansión puede ser determinada. La
línea establecida en esta forma, si una escala logarítmica para presión es usada, debería la línea
ondulada corresponder al índice de expansión.
Ejemplo:
Considerando una capa de arcilla potencialmente expansiva de 8m de grosor sobre una
roca dura. Un tanque de almacenamiento de 80m de diámetro está para ser construido sobre él, el
agua almacenada a una profundidad de 6m. Hay una preocupación de si podría ser dañado por la
expansión del suelo. Las muestras tomadas del centro de la capa de arcilla son testeadas usando el
procedimiento de arriba. El peso de la unidad del suelo es medido a 17.5 kN/m3.
Estimando el potencial desplazamiento de la superficie de la tierra en el centro del tanque.
Para simplificar consideraremos la capa como una capa única. Dividiéndola en subsuelos darían
una respuesta más certera.
Tensión total existente en el centro de la capa de arcilla=
Aumento en la presión=
Tensión total aplicada=
Porcentaje en ondas=
Por lo tanto desplazamiento total del terreno=
La curva (a) para el suelo natural muestra que el suelo es esencialmente inestable en este
estado con respecto a la influencia del agua. La curva (b) ilustra el funcionamiento convencional
“estable”, como es esperado, después que el agua es añadida. La muestra no es mayormente
susceptible para un colapso o expansión debido a la suma de agua. Es probable que el grado de
saturación sea bastante alto al añadir agua.
El cambio de volumen que ocurre en suelos colapsados no puede ser predicho o explicado
sobre las bases de consideración de tensión efectiva. En el diagrama de arriba, el suelo en su
contenido natural de agua es probable que sea sujeto a alta succión de agua de poro, y de este
modo a una alta tensión efectiva. La suma de agua reducirá esta succión y de este modo reduce
la tensión efectiva en el suelo. A pesar de esto, el volumen disminuye.
Algunos suelos parcialmente saturados muestran que los funcionamientos expansivos y
colapsados, son ilustrados en la figura 8.12.
Figura 8.12. El funcionamiento de limo arcilloso (cuarzo residual degradado) al conducir el
contenido de agua natural y después de la saturación.
Si este suelo es cargado a tiempo cuando su contenido de agua es alto, se apretaría sin
colapsar. Si, por otra parte, es cargado cuando el contenido de agua es bajo (en este caso su
contenido natural de agua) y entonces por consiguiente húmedo, se desplazaría delicadamente en
nivel de tensión debajo de 100kPa, y colapsará en niveles de tensión sobre este valor. Este suelo
exhibe un espectro entre un funcionamiento expansivo y colapsado.
CAPÍTULO 9
CONCLUSIÓNES
CONCLUSIONES.
La intención ha sido realizar una traducción de las investigaciones hechas por Laurie
Wesley, que nos permiten ayudar a entender y conocer los distintos tipos de suelos que se posee
en la zona sur de nuestro país.
Algunas de las conclusiones propuestas por Laurie Wesley son las siguientes:
Los problemas con arcillas alofanicas por lo general han surgido durante trabajos en
terraplenes, especialmente en el control de la compactación.
Según los objetivos propuestos puedo decir que se cumplieron. El objetivo general, que
trato en realizar la traducción de cátedras del ingeniero neocelandés Laurie Wesley y de aportar
un material bibliográfico, se cumplió, éste trabajo de titulo será una herramienta que nos
permitirá comprender aun más los suelos del sur de Chile.
BIBLIOGRAFÍA
Textos.
Wesley Laurie D. 1990, “Residual Soil-an over view of origins broad group an
Engineering” University of Auckland, Auckland, New Zeland.