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ENSAYO SOBRE ARGUEDAS

Jose Maria Arguedas, este personaje fue escritor y etnólogo peruano, renovador de la
literatura de inspiración indigenista y uno de los más destacados narradores peruanos del
siglo XX. El captó la realidad del país y la volcó en su obra literaria. De esta manera
visibilizó las complejas culturas y diversas sociedades del Perú en el siglo XX, vinculando el
mundo andino y el mundo occidental ante los constantes cambios sociales y económicos de
un país semifeudal y agrario.

José María Arguedas tuvo una amplia y diversa variedad de obras de ficción, ensayos y
artículos. Pero algo en común en este legado, es que sus trabajos reflejan a un Perú
dividido en dos: la región andina y población quechua, y por otro la ciudad con raíces
europeas.

Su niñez estuvo marcada por su difícil relación con su madrastra. Ella sentía por él un
evidente desprecio, y seguidamente lo mandaba a convivir con los criados indígenas de la
hacienda, pero uno de los capítulos más oscuros en la vida de Arguedas fue el regreso a
casa de su hermanastro Pablo, que era un muchacho cruel y malvado. Maltrataba a la
servidumbre, a pesar de él mismo tener rasgos indígenas, y también extendía este trato a
Arguedas. Arguedas aprendió el quechua y las costumbres propias de este grupo. Él vio a
estas personas como familia y sufrió junto a ellos sus dolores, lo que le dio una experiencia
interna de la sociedad quechua.

En julio de 1921 José María se escapó de la casa de la madrastra junto con su hermano
Arístides, que había retornado de Lima; ambos fueron a la hacienda Viseca, propiedad de
su tía Zoila Rosa Peñafiel y su esposo José Manuel Perea Arellano (medio hermano de su
padre) a quien le tenía un gran cariño. Allí vivió durante dos años, en ausencia del padre,
conviviendo con los campesinos a quienes les tomó cariño y con quienes participaba por
diversión de las faenas agrícolas. De dos campesinos guardaría un especial recuerdo: don
Felipe Maywa y don Víctor Pusa. Para José María fueron los años más felices de su vida.

En 1926 su progenitor lo interna en un colegio de Ica, lo cual significa un alejamiento del


ambiente que había moldeado su infancia.

En su trabajo como traductor repasó textos de la literatura quechua antigua y moderna. En


su novela Yawar Fiesta creó una mezcla entre este idioma y el español.

Su trabajo como antropólogo influyó en su obra literaria y aportó grandes conocimientos


sobre el folklore peruano, especialmente la música popular, uno de sus principales
intereses.

Además de su trabajo como escritor, traductor y antropólogo, José María Arguedas también
sirvió en cargos públicos durante varios años, en los cuales formó parte del Ministerio de
Educación de la República del Perú.

Presentó síntomas depresivos. Incluso confesó que antes de los 10 años había deseado
morir, tras recibir maltratos y humillaciones por parte de la familia de su madrastra,
especialmente de su hermanastro Pablo Pacheco. De hecho, el trauma que Pablo creó en
Arguedas lo acompañó durante toda su vida, manifestándose tanto en su literatura como en
su sexualidad.
En las cartas a su hermano le refirió las pesadillas infantiles que padecía constantemente y
las crisis de ansiedad que tuvo en el colegio, sin embargo, asegura que lo que vivió en su
adultez fue mucho peor.

Arguedas probó diferentes fármacos y ninguno logró revertir su problema depresivo.

De igual forma, recorrió consultorios de diferentes médicos psiquiatras, entre ellos Pedro
León Montalbán, Javier Mariátegui, Marcelo Viñar y Lola Hofmann, pero nadie logró los
resultados que él esperaba.

En los diarios de 1969 que guardaba, escribió que no temía a la muerte sino a la forma que
usaría para suicidarse exitosamente.

El 28 de noviembre de 1969 José María Arguedas se disparó en la cabeza en su oficina de


la Universidad Agraria La Molina. Murió cuatro días después, el 2 de diciembre de 1969, en
Lima.

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