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Índice de

contenidos
M 4 - MÉDICO-LEGAL Y POLICÍA CIENTÍFICA
 CRIMINALÍSTICA
 DOCUM ENTOSCOPIA

M 5 - TÁCTICA POLICIAL
 ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD
 INSTRUCCIÓN POLICIAL
 DEFENSA PERSONAL POLICIAL
 INTERVENCIÓN POLICIAL EN SERVICIOS DE PAISANO
 TÁCTICA POLICIAL
 TIRO POLICIAL
M4
MÉDICO-LEGAL Y
POLICÍA CIENTÍFICA
SUPERVISOR: JOSÉ EUGENIO MEDINA SARMIENTO

CRI
INVESTIGACIÓN DE
ACCIDENTES

// 11
DOC
// 53
CRIMINALÍSTICA DOCUMENTOSCOPIA
M4

CRI
Criminalística

EMILIO JOSÉ CASTAÑO MARTÍNEZ

CRI
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 CRIMINALÍSTICA. POLICÍA CIENTÍFICA

UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 INDICIOS

UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 INTERVENCIÓN COMO PRIMEROS AGENTES EN EL LUGAR


DE LOS HECHOS
CRI
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

CRIMINALÍSTICA.
POLICÍA CIENTÍFICA

1
1. RESUMEN

2. C
 RIMINALÍSTICA. P OLICÍA CIENTÍFICA

2.1. E
 VOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CRIMINALÍSTICA

2.2. I NVESTIGACIÓN DE DELITOS

2.3. L A INSPECCIÓN OCULAR TÉCNICO POLICIAL

2.4. M
 ARCO NORMATIVO

2.5. ACTUACIONES PREVIAS A LA INSPECCIÓN OCULAR

2.6. METODOLOGÍA DE LA INSPECCIÓN OCULAR

2.7. F
 ASE DOCUMENTAL POST-INSPECCIÓN

3. INDICIOS PROBATORIOS

3.1. INDICIOS EN LA ESCENA

3.2. EL INFORME PERICIAL

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
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1. RESUMEN
La Criminalística o Policía Científica, cualquiera de las dos denominaciones es aceptada y se ocupa
de la misma materia, tiene un carácter eminentemente científico-técnico y es esencial en la forma-
ción de la policía local.

Su base teórica sirve de fundamento a una vertiente más práctica que se desarrolla a través de
la recreación de supuestos prácticos con intervención directa en la aplicación de los conocimien-
tos adquiridos. Se mostrará de una manera genérica el marco normativo habilitante, tanto aquel
que regula la inspección ocular como el que se ocupa de regular la policía judicial, destacando
de manera específica aspectos de la normativa relativos a la condición de la policía local como
policía judicial de carácter genérico o colaborador. El contenido del tema trata de la adquisición
de los conocimientos básicos en materia de investigación criminalística, se dan a conocer los
medios y recursos disponibles y las técnicas que se emplean, así como la capacidad de discernir y
aplicar los métodos de recogida y custodia de los elementos presentes en el lugar de los hechos,
observando todas las garantías científico-técnicas y legales que aseguren la viabilidad legal del
proceso. El escenario de un crimen comienza a degradarse desde que se produce, es algo casi
inevitable, la formación y el conocimiento en la materia es fundamental a la hora de contribuir a
minimizar esa degradación.

2. CRIMINALÍSTICA. POLICÍA CIENTÍFICA


El juez austriaco Hans Gross fue el primero en acuñar el término Criminalística sistematizándola
en su obra de 1893, Manual del juez como Sistema de Criminalística, conocido en España como
Manual del juez de instrucción. Definió esta disciplina como el “conjunto de teorías que se refieren
al esclarecimiento de los casos criminales”. En su Tratado de Criminalística, publicado entre 1931-
1940, Edmond Locard, criminalista francés, contribuyó de manera fundamental al desarrollo de
esta disciplina (Buquet, 2006). En un sentido amplio, Ceccaldi, en 1962, se refería a ella como la
disciplina encargada de la investigación de los delitos mediante la aportación de indicios proba-
torios y el conjunto de procedimientos aplicables a la investigación y al estudio del crimen cuyo
denominador común es la prueba.

Se trata de una ciencia empírica e interdisciplinar que tiene un objeto claramente definido y no es
otro que, la investigación de un delito concreto, así como de las circunstancias que han concurrido
relacionadas con el mismo, mediante la aportación de indicios probatorios que pueden ser de diver-
sa índole. Durante todo el proceso investigador, es fundamental mantener la objetividad, de manera
que se interpretarán los indicios en función de lo que realmente muestran y no en apreciaciones o
percepciones no contrastadas empíricamente. Según indican Barberá y Turégano (1998) atendien-
do a su objeto hay tres partes definidas que conforman la investigación policial:

1.  La inspección ocular técnico policial. Referida al acto que se efectúa en el lugar del hecho, que
requiere de una serie de preparaciones previas.

2.  La investigación policial o pesquisa policial. Derivada de la inspección ocular y referida a todas
aquellas pesquisas e indagaciones complementarias como informes, interrogatorios, etc.

3.  Investigación técnica de laboratorio. Fase de laboratorio, donde los indicios y muestras recolec-
tadas durante la inspección son sometidos a distintos procesos técnico-científicos cuyos resul-
tados finales se plasmarán en el correspondiente informe pericial.

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En la investigación de delitos, la Criminalística basa su actuación en los principios básicos estable-


cidos por Locard en 1910:

1.  Principio del intercambio. Nos indica que todo contacto deja rastro, se refiere al intercambio de
sustancias de diverso origen, composición y tamaño que se transfieren de un cuerpo a otro cuan-
do interactúan en el mismo espacio físico.

2.  Principio de correspondencia o reproducción. Cuando un cuerpo deja su huella o marca, sobre
una superficie capaz de contenerla, es posible la identificación del autor o herramienta causante
a través del cotejo de ambas.

3.  Principio de reconstrucción del delito. Se trata de una reconstrucción de los hechos efectuada
bajo control policial o judicial. Se efectúa con base en la hipótesis confeccionada mediante los
elementos derivados del proceso de investigación tales como declaraciones, indicios y muestras
recolectadas, etc. Su objeto es aclarar cuestiones relacionadas con la investigación y determinar
cómo sucedieron los hechos.

4.  Principio de probabilidad. Es de orden cuantitativo, atiende al porcentaje de similitudes entre dos
elementos que son comparados, a mayor número de coincidencias, mayor probabilidad de que
ambos elementos compartan origen e identidad.

5.  Principio de identidad. Parte de la premisa de la inexistencia de dos seres vivos exactamente
iguales, todos ellos poseen elementos y rasgos únicos y diferenciadores del resto que, mediante
un cotejo adecuado, pueden llegar a ser individualizadores e identificativos.

2.1. Evolución histórica de la Criminalística


En cuanto a su evolución histórica, se pueden establecer dos etapas claramente definidas, la
denominada etapa primitiva carente de todo rigor científico en materia de investigación cri-
minal, caracterizada por las supersticiones y torturas. La etapa científica, donde destaca la
investigación de los delitos mediante métodos científicos, representada por los positivistas
italianos, Cesare Lombroso, Enrico Ferri y Raffaele Garófalo. Es en los inicios de esta etapa
cuando destacan las obras Manual del Juez de Instrucción de Hans Gross, La identificación
antropométrica de Bertillon y el Tratado de Criminalística de Edmond Locard. Este último se
refería a la identificación como la operación policial o médico legal mediante la cual se establece
la personalidad de un individuo.

En la actualidad, las clases de identificación a las que se acude son la legal, a través de docu-
mentación oficial, la antropometría, la lofoscopia, la testimonial y la médico-legal, incluidas
todas aquellas derivadas de las Ciencias Forenses.

Respecto a su situación actual cabría diferenciar dos aspectos; a nivel docente, en universi-
dades y los respectivos centros de formación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. A nivel
profesional, por parte de las unidades especializadas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
y en sus respectivos laboratorios. En las sedes de los Institutos Nacionales de Toxicología y
Ciencias Forenses (en adelante INTCF), en los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Foren-
ses. En determinadas materias muy especializadas, en ocasiones se recurre a universidades
y centros de investigación oficiales para análisis de muestras y emisión de informes periciales
fundamentalmente.

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2.2. Investigación de delitos


La investigación criminalística, según establece el Reglamento del INTCF en su artículo 48, tiene por
objetivo establecer o descartar mediante procedimientos científicos el cotejo positivo o el descarte
del mismo, entre muestras dubitadas, aquellas de las que no tenemos seguridad en cuanto a su
procedencia e indubitadas o de referencia. Los estudios criminalísticos a los que se verán sometidos
los distintos indicios o muestras, se clasifican en:

1. Estudios de indicios.

2. Estudios de residuos de disparo.

3. Estudios de signos de violencia en las ropas, cuerdas y otros objetos.

4. Estudios de lesiones.

5. Estudios antropológicos y odontológicos forenses.

6. Estudios de documentoscopia y grafística.

Procedimientos para la investigación de los delitos:

La investigación de los delitos se basa en tres métodos básicos que frecuentemente interactúan
durante el transcurso de un proceso de investigación, se complementan y contribuyen a aportar
información acerca de la comisión del hecho delictivo.

•  Inductivo. Permite obtener conclusiones generales a partir de premisas particulares. Basado en


la observación de los hechos, su registro, clasificación y estudio. La hipótesis que se genera debe
verse refrendada por otros elementos derivados de la investigación.

•  Deductivo. Parte de lo general a lo particular, las conclusiones son una consecuencia necesaria de
las premisas. Habrá un nexo de unión entre todos los elementos.

•  Analógico o comparativo. Se trata del método más empleado en investigación, básicamente se


trata de comparar elementos dubitados con elementos indubitados, buscando coincidencias tan-
to del orden cuantitativo como del orden cualitativo.

De esta manera las actuaciones encaminadas al esclarecimiento de los hechos se regirán por un
protocolo establecido en cuanto a la tipología de prácticas periciales, que se matizarán según el
caso concreto, pero que en definitiva permitirán la salvaguarda de las garantías tanto científicas
como procesales.

Habitualmente un proceso de investigación, si se considera el flujo de trabajo integro, comenzará con


la inspección ocular del lugar de los hechos, la recopilación de todos aquellos indicios, muestras y
otros elementos probatorios que debidamente analizados y/o procesados serán interpretados por
el perito correspondiente, quien plasmará sus conclusiones en el pertinente informe pericial que será
remitido a la autoridad judicial competente. Durante este proceso, y derivado de los resultados que
se deducen de la investigación, se irán elaborando hipótesis de trabajo que se traducirán en líneas de
investigación. Unas seguirán adelante, refrendadas por los resultados, y otras se irán abandonando en
la medida que los resultados extraídos del proceso no corroboren la misma. Si bien es cierto que la Cri-
minalística se ocupa de la investigación de un hecho concreto, mediante una vertiente marcadamente
instrumental, no lo es menos que no se puede obviar el entorno social, económico y cultural en el que
sucede el hecho objeto de investigación, aunque pudiera parecer que es más un cometido de la Crimi-

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nología. La investigación de los posibles delitos, concretamente la interpretación del escenario de los
hechos, considerando su etiología como un factor más a tener en consideración, ha de hacerse en su
contexto. Esta circunstancia, junto con el resto de elementos recogidos en la escena, es fundamental
para la comprensión de la dinámica de los hechos investigados y sus circunstancias.

Conciencia forense:

Este término está referido al hecho de poseer conocimientos forenses y/o de investigación criminal
y a su aplicación en la escena por parte de los actores implicados de una u otra forma en un suceso
criminal. Por un lado, es un requisito indispensable para los investigadores. Su no aplicación o la no
observación de sus preceptos por parte de éstos puede suponer el fracaso de una investigación
criminal. Por otro lado, bajo esta denominación se englobarían las acciones efectuadas por el de-
lincuente que también posee estos conocimientos, dirigidas a enmascarar elementos del delito o
el propio delito en sí. Son, por lo tanto, actos de precaución dirigidos a ocultar la comisión del delito
o confundir a los investigadores. Este tipo de acciones se pueden llevar a cabo en cualquiera de las
tres etapas delictivas: antes de la comisión del delito como actos preparatorios; durante la comisión
del mismo; y con posterioridad al mismo en el sentido de ocultar o distorsionar la realidad de lo
acontecido. La finalidad principal que se pretende por parte del autor de los hechos es la de dificultar
su identificación. Uno de los aspectos fundamentales a determinar por los investigadores al inicio
de una investigación criminal es intentar conocer si el presunto responsable de los hechos posee
conciencia forense, ya que de ser así es un elemento muy importante a tener en cuenta y condiciona
la metodología a emplear durante el proceso de investigación.

2.3. La inspección ocular técnico policial


Según Torrea (1970) la inspección ocular se define como:

“El conjunto de observaciones, comprobaciones y operaciones técnico- policiales que se realizan en el lugar
del hecho a efectos de su investigación para:

•  Comprobar la realidad del delito.

•  Averiguación del móvil.

•  Identificar al autor o autores.

•  Aportar pruebas.

•  Demostrar su culpabilidad y circunstancias que han concurrido”.

La inspección ocular, constituye el proceso clave de toda investigación criminal. Se trata del proceso
de búsqueda, localización, descripción y recogida de indicios o muestras en el lugar del hecho con la
finalidad de investigar delitos.

Existen una serie de requisitos que se deben tener en cuenta a la hora proceder a realizar una ins-
pección ocular y que redundan en beneficio de la calidad de la investigación que está a punto de
acometerse. Así según Barberá y Turégano (2004), serían cuatro los requisitos:

•  Inmediata. Se ha de acudir al lugar de los hechos a la mayor brevedad posible. El paso del tiempo
irá en detrimento de la calidad probatoria de la escena de los hechos. Aunque se requiera por
tanto inmediatez en la respuesta, no se ha de incurrir en la precipitación.

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•  Minuciosa. En términos de exhaustividad. El procesado de la escena se ha de realizar prestando


atención a todos los detalles por insignificantes que pudieran parecer. Se ha de estar muy concen-
trado en los detalles de la escena. Hay que tener en cuenta que todo indicio o muestra significa
siempre algo y algunos de ellos tienen naturaleza efímera.

•  Precisa. Se requiere precisión en la descripción tanto de la escena como de los indicios o muestras
que en ella se hallen. Hoy en día, la tecnología nos permite establecer mediciones de una altísima
precisión. Es imprescindible el uso de testigos métricos y fotografías. Mediante el uso de del GPS
se puede ubicar topográficamente tanto la escena como elementos derivados de ella o escena-
rios secundarios. Uso de tecnología 3D en la descripción del lugar de los hechos, sin descartar el
uso de mapas, croquis y planos, entre otros medios.

•  Sin prejuicios ni de forma preconcebida. Uno de los riesgos en la calidad de una investigación
consiste en intentar extraer conclusiones o hipótesis de trabajo, con base en intuiciones o deduc-
ciones que no procedan de una inteligente observación desinteresada. Los datos extraídos de un
proceso de investigación científico y contrastado son los que nos han de indicar la línea de inves-
tigación a seguir. Se requiere por lo tanto un elevado nivel de asepsia investigadora.

La finalidad de una inspección ocular es auxiliar en la resolución de un hecho delictivo. Trata de de-
mostrar la realidad de lo ocurrido a través de un proceso de investigación estructurado, mediante
la aportación de indicios que, debidamente procesados e interpretados contribuyen a explicar la
realidad de lo sucedido. Se requiere por tanto amplitud de miras e imparcialidad.

Interrogantes de la investigación.

Con objeto de cumplir con la finalidad de la inspección ocular, se plantean una serie de interrogan-
tes a los que hay que dar respuestas, si estas se obtienen, la investigación habrá sido un éxito.
Las respuestas se extraen del procesado de la información derivada de la inspección ocular. Estos
interrogantes son; ¿Cómo?,¿Qué?, ¿Dónde?,¿Cuándo?, ¿Por qué? y ¿Quién?, aunque en materia cri-
minalística habría que añadir uno más que sería ¿en qué grado?, cuestión ligada de manera directa a
la autoría, ya que derivado de la investigación también se puede establecer el grado de participación,
caso de darse una pluralidad de autores, circunstancia ésta penalmente relevante.

Por tanto, la primera cuestión a responder es el “Qué”, es decir comprobar la realidad de lo sucedido.
Puede suceder que, con lo denunciado o descubierto, la persona autora haya intentado ocultar la
comisión de un delito de mayor entidad. Un ejemplo claro puede ser la aparición de un cadáver cal-
cinado. La función prioritaria de los investigadores será establecer su origen, si es accidental o, por
el contrario, de índole criminal.

Posteriormente, se continuará dando respuestas al resto de cuestiones. En referencia al “Dónde” inte-


resa fundamentalmente conocer la respuesta con objeto de localizar el escenario principal. A modo de
ejemplo, el lugar donde aparece un cadáver, no ha de ser necesariamente donde se produjo el delito,
sino que pudo haber sido trasladado, con lo que al menos tendremos dos escenarios distintos.

La cuestión del “Por qué” responde a la búsqueda del móvil del delito, es decir, a la motivación del
autor/a/es que le impulsa a cometer el hecho, aspecto de gran trascendencia para la investigación.
Puede tener carácter lucrativo o instrumental, entre otros, y puede dirigir la investigación en una
dirección determinada, siempre complementándose con otro tipo de elementos derivados de la
inspección ocular, testimonios, etc.

Referente al “Cuándo” interesa ubicar temporalmente la acción, por ejemplo, la aparición de restos
óseos. Si a través de un análisis antropológico se determina que tienen una antigüedad superior a
20 años, independientemente de su etiología criminal (excepto en supuestos de crímenes contra la

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humanidad, terrorismo con víctimas mortales y otros.) en relación a la legislación española, estarían
prescritos y se tratarían como restos arqueológicos sin trascendencia penal. También, por ejemplo,
puede ayudar a ubicar o descartar personas próximas al lugar de los hechos entre otras cuestiones.

Conocer “Cómo” se llevaron a cabo los hechos aportará información a los investigadores en cuestio-
nes como determinada profesión, complexión física, habilidades, conocimientos, etc., lo cual permi-
tirá ir dirigiendo la línea de investigación en el sentido adecuado y descartar otras que no se ajusten
a lo investigado. La resolución de todos los interrogantes planteados ofrecerá la respuesta al inte-
rrogante fundamental perseguido por los investigadores

Quién es el autor/a o autores del hecho, que en el caso de ser varios resolverá también el grado de
participación de cada uno de ellos.

En qué grado, ya que tras un análisis exhaustivo de los elementos extraídos del proceso se puede
inferir este extremo.

2.4. Marco Normativo


La Inspección Ocular está recogida en diversas normas, de esta manera en el artículo 126 de la
Constitución Española en referencia a la policía judicial y su dependencia del poder judicial en su
labor de la averiguación del delito y descubrimiento del delincuente, establece:

•  “La policía judicial depende de los Jueces, de los Tribunales y del Ministerio Fiscal en sus funciones de
averiguación del delito y descubrimientos y aseguramiento del delincuente, en los términos que la ley es-
tablezca”.

•  También se halla regulada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (en adelante LECRim.) de forma di-
recta y también de forma indirecta en los Títulos V y III integrados dentro del Libro II, del Sumario.

•  De forma directa, en el Capítulo Primero denominado de la Inspección Ocular, dentro del Título V
De la comprobación del delito y averiguación del delincuente (artículos 326 al 333 inclusive).

Dentro del campo de actuación que nos ocupa, se ha de destacar del articulado del Título V de la
Inspección Ocular, lo siguiente:

•  Se establece la recogida y conservación para el juicio oral de los vestigios y pruebas materiales
dejadas en la ejecución del delito, procediendo al efecto a la inspección ocular.

•  Se efectuará una descripción de todo aquello relacionado con el delito, lugar, estado en que se
hallen los objetos, habitaciones y demás detalles de utilidad tanto para la acusación como para
la defensa.

•  Se hará una recogida, custodia y examen de huellas o vestigios biológicos, que puedan contribuir
al esclarecimiento del hecho delictivo.

•  Cuando fuere conveniente para mayor claridad o comprobación de los hechos, se levantará el
plano del lugar suficientemente detallado.

•  Se recabará apoyo técnico por parte de peritos o técnicos en caso de robo o cualquier otro delito
cometido con fractura, escalamiento o violencia, sobre instrumentos, medios o tiempo empleado
en la ejecución del delito.

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•  Si la autoridad judicial lo considera oportuno, podrá ordenar que no se ausenten del lugar las
personas halladas en el lugar del delito, así como la comparecencia inmediata de aquellas que se
hallaren en las inmediaciones. Se destaca la importancia de efectuar la declaración por separado.

•  Si no hubiesen quedado huellas o vestigios de los que dieron lugar a la formación del sumario, el juez
podrá ordenar que se recabe información acerca de la ausencia o desaparición de éstos, así como si
ha sucedido de manera natural, fortuita o intencionada. Practicándose la recogida y consignación de
las pruebas de cualquier clase que se puedan adquirir acerca de la perpetración del delito.

•  Todo lo actuado quedará registrado por escrito en el acto de la inspección ocular y firmado por
los intervinientes.

•  Cuando hubiere una persona detenida por los hechos motivo de la inspección ocular, deberá ésta
realizarse en presencia del detenido acompañado por su abogado, pudiendo en el acto hacer las
observaciones que estimen pertinentes, que se harán constar por escrito.

•  De forma indirecta, se recogen actividades de investigación de delitos como responsabilidad y


competencia de la Policía Judicial, dependiente de la autoridad judicial dentro del Título III, de la
Policía Judicial.

El artículo 282 de la LECrim, establece entre otros aspectos:

“La Policía Judicial tiene por objeto y será obligación de todos los que la componen, averiguar los delitos
públicos que se cometieren en su territorio o demarcación; practicar, según sus atribuciones, las diligencias
necesarias para comprobarlos y descubrir a los delincuentes, y recoger todos los efectos, instrumentos o
pruebas del delito de cuya desaparición hubiere peligro, poniéndolos a disposición de la autoridad judicial”.

En el Capítulo II de la LECRim referido a: De las actuaciones de la Policía Judicial y del Ministerio


Fiscal se establece:

“Artículo 769. Sin perjuicio de lo establecido en el Título III del Libro II de esta Ley, tan pronto como tenga
conocimiento de un hecho que revista caracteres de delito, la Policía judicial observará las reglas estable-
cidas en este capítulo.”

“Artículo 770. La Policía Judicial acudirá de inmediato al lugar de los hechos y realizará las siguientes
diligencias:

1ª. Requerirá la presencia de cualquier facultativo o personal sanitario que fuere habido para pres-
tar, si fuere necesario, los oportunos auxilios al ofendido. El requerido, aunque sólo lo fuera ver-
balmente, que no atienda sin justa causa el requerimiento será sancionado con una multa de
500 a 5.000 euros, sin perjuicio de la responsabilidad criminal en que hubiera podido incurrir.

2ª. Acompañará al acta de constancia fotografías o cualquier otro soporte magnético o de repro-
ducción de la imagen, cuando sea pertinente para el esclarecimiento del hecho punible y exista
riesgo de desaparición de sus fuentes de prueba.

3ª. Recogerá y custodiará en todo caso los efectos, instrumentos o pruebas del delito de cuya des-
aparición hubiere peligro, para ponerlos a disposición de la autoridad judicial.

4ª. Si se hubiere producido la muerte de alguna persona y el cadáver se hallare en la vía pública, en la
vía férrea o en otro lugar de tránsito, lo trasladará al lugar próximo que resulte más idóneo den-
tro de las circunstancias, restableciendo el servicio interrumpido y dando cuenta de inmediato
a la autoridad judicial. En las situaciones excepcionales en que haya de adoptarse tal medida de

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urgencia, se reseñará previamente la posición del interfecto, obteniéndose fotografías y seña-


lando sobre el lugar la situación exacta que ocupaba.

5ª. Tomará los datos personales y dirección de las personas que se encuentren en el lugar en que se
cometió el hecho, así como cualquier otro dato que ayude a su identificación y localización, tales
como lugar habitual de trabajo, números de teléfono fijo o móvil, número de fax o dirección de
correo electrónico.

6ª. Intervendrá, de resultar procedente, el vehículo y retendrá el permiso de circulación del mismo y
el permiso de conducir de la persona a la que se impute el hecho”.

También la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, 2/1986, de 13 de marzo, en su artículo


11.g):

“Investigar los delitos para descubrir y detener a los presuntos culpables, asegurar los instrumentos, efec-
tos y pruebas del delito, poniéndolos a disposición del juez o tribunal competente y elaborar los informes
técnicos y periciales procedentes”.

El Real Decreto, 769/87, de 19 de junio, que regula la Policía Judicial, en el artículo 28 comprende
cometidos propios de la inspección ocular.

“Las unidades especialmente adscritas, en su labor de asistencia directa a los órganos del orden juris-
diccional penal y muy especial al Juzgado y Fiscal de Guardia, desempeñarán cometidos de investigación
criminal especializada propios de una Policía científica. Dentro de este ámbito de funciones podrá enco-
mendárseles la práctica de las siguientes: Inspecciones oculares”.

Ley Orgánica 6/1985 de 1 de Julio del Poder Judicial, Titulo III, libro VII del Ministerio Fiscal y demás
personas e instituciones que cooperan con la admón. de justicia, en los artículos 547 al 550, esta-
blece entre otros aspectos la atribución de funciones de policía judicial a todas las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad, dependientes del Gobierno central, Autonomías y entes locales. (Ver Lo 2/1986 y RD
54/02).

Ley 41/2015 de 5 de octubre de modificación de la LECRim para la agilización de la justicia penal


y el fortalecimiento de las garantías procesales. Modifica el artículo 284 que queda de la siguiente
forma:

“1. Inmediatamente que los funcionarios de la Policía judicial tuvieren conocimiento de un delito pú-
blico o fueren requeridos para prevenir la instrucción de diligencias por razón de algún delito privado,
lo participarán a la autoridad judicial o al representante del Ministerio Fiscal, si pudieren hacerlo
sin cesar en la práctica de las diligencias de prevención. En otro caso, lo harán así que las hubieren
terminado.

2. No obstante, cuando no exista autor conocido del delito la Policía Judicial conservará el atestado
a disposición del Ministerio Fiscal y de la autoridad judicial, sin enviárselo, salvo que concurra
alguna de las siguientes circunstancias:

a.  Que se trate de delitos contra la vida, contra la integridad física, contra la libertad e in-
demnidad sexuales o de delitos relacionados con la corrupción;

b.  Que se practique cualquier diligencia después de transcurridas setenta y dos horas desde
la apertura del atestado y éstas hayan tenido algún resultado; o

c.  Que el Ministerio Fiscal o la autoridad judicial soliciten la remisión.

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De conformidad con el derecho reconocido en el artículo 6 de la Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatu-
to de la Víctima del delito, la Policía Judicial comunicará al denunciante que, en caso de no ser identifi-
cado el autor en el plazo de setenta y dos horas, las actuaciones no se remitirán a la autoridad judicial,
sin perjuicio de su derecho a reiterar la denuncia ante la fiscalía o el juzgado de instrucción.

3. Si hubieran recogido armas, instrumentos o efectos de cualquier clase que pudieran tener rela-
ción con el delito y se hallen en el lugar en que éste se cometió o en sus inmediaciones, o en poder
del reo o en otra parte conocida, extenderán diligencia expresiva del lugar, tiempo y ocasión en
que se encontraren, que incluirá una descripción minuciosa para que se pueda formar idea cabal
de los mismos y de las circunstancias de su hallazgo, que podrá ser sustituida por un reportaje
gráfico. La diligencia será firmada por la persona en cuyo poder fueren hallados.

4. La incautación de efectos que pudieran pertenecer a una víctima del delito será comunicada a la
misma. La persona afectada por la incautación podrá recurrir en cualquier momento la medida
ante el juez de instrucción de conformidad con lo dispuesto en el párrafo tercero del artículo334”.

Para concluir con este apartado, indicar que el modelo de policía judicial genérica basa su cometido
en la obligación general de auxilio a la justicia expresada en el artículo 118 de La Constitución Espa-
ñola, se trata de una policía judicial de carácter colaborador, así según expresa el artículo 547 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial:

“(...) esta función competerá, cuando fueren requeridos para prestarla, a todos los miembros de las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad tanto si dependen del gobierno central como de las Comunidades Autónomas o de
los entes locales, dentro del ámbito de sus respectivas competencias.”

2.5. Actuaciones previas a la inspección ocular


Antes de proceder a la diligencia de inspección ocular propiamente dicha en el lugar de los hechos,
se han de acometer una serie de actuaciones que se denominan actuaciones previas que comien-
zan incluso antes de ser conocedores de la notitia criminis que da lugar a la actuación en el escenario.
Con objeto de asegurar el éxito de la inspección ocular es importante recurrir lo menos posible a la
improvisación. Aún en el caso de que acontezcan circunstancias sobrevenidas que obliguen a tomar
decisiones con cierta celeridad, éstas se acometerán con mayor garantía de éxito si se han tenido
en cuenta algunas cuestiones.

Las recomendaciones establecidas en el manual de la UNODC resultan muy esclarecedoras a este


respecto. Dichas recomendaciones inciden en la importancia de la preparación tanto del personal
que va a intervenir como de la disposición de material adecuado, la coordinación entre intervinientes
y con el laboratorio al que se derivarán los indicios al objeto de orientar aspectos técnicos de reco-
gida y el riesgo que supone la presencia de demasiadas personas en la escena.

•  Formación técnica especializada

Los componentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que componen las Unidades Especia-
lizadas en Investigación, no solamente deben tener formación específica en la materia, sino que
además deben mantener actualizados sus conocimientos.

•  Material específico

El material de trabajo que se emplea en las inspecciones oculares debe ser sometido periódica-
mente a revisión y actualización. Se deben realizar ejercicios prácticos para mantener los equipos

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calibrados y en buen uso, así como adiestrar al personal en el manejo de nuevos equipos que se
vayan adquiriendo. Es importante conocer la demarcación territorial que constituye el ámbito de ac-
tuación de cada unidad, debido a que las específicas características geográficas, climatológicas, etc.
que lo constituyen pueden determinar la necesidad de disponer de material específico en previsión
y evitar tener que requerirlo a otras unidades u organismos cada vez que se necesite. Un ejemplo
serían vehículos específicos adaptados a las características de la orografía, equipos de iluminación
autónomos, material de protección de escenarios, etc. Los maletines de inspecciones oculares de-
ben ser revisados después de cada inspección al objeto de reponer el material que se haya gastado
o deteriorado por el uso. De la misma manera es muy importante la desinfección de todo aquel ma-
terial no desechable que haya podido estar en contacto con los indicios y muestras. Si esta acción
no se lleva a efecto hay un alto riesgo de contaminar la siguiente escena a la que se acuda, mediante
por ejemplo una trasferencia de origen biológico. Piénsese por ejemplo el caso de los marcadores de
indicios que pueden estar en contacto con material biológico.

Los equipos de material deben estar situados en los vehículos o en una zona limpia anexa a ellos
con el objeto de acudir al lugar de los hechos a la mayor brevedad posible.

•  Asignación de funciones

Los componentes de las unidades que de manera habitual trabajen juntos deberían tener asignadas las
tareas a acometer antes del inicio de cada inspección, se trata de establecer “quién hace qué” para evitar
conflictos y retrasos innecesarios, así como aprovechar las habilidades específicas que cada uno de los
componentes tiene en su campo de actuación y que redundará en beneficio de la investigación. Una
cuestión importante en este aspecto podría denominarse “el esfuerzo del muestreador” y se refiere a la
impronta personal que todo profesional imprime a su trabajo. Por ello es importante que por ejemplo
quien hace las fotografías, recoge los indicios o muestras, etc. lo haga hasta el final de la inspección.

Realizadas estas tareas previas, ya estarían, tanto el personal como el material, en perfecto estado
de disposición para acudir a una escena con la eficiencia deseable.

2.6. Metodología de la inspección ocular


La inspección del lugar de los hechos comienza o debería comenzar cuando se ha retirado el resto
de intervinientes y quedan a solas con el escenario los técnicos especialistas, debiéndose acometer,
al menos en sus inicios con una visión amplia y no restrictiva, con objeto de minimizar el riesgo de
dejar fuera de la inspección elementos que, aunque a priori parezcan insignificantes, pudieran ser
determinantes conforme avance la investigación.

“En la escena del delito la organización y coordinación de las tareas se fundamenta en una evaluación
inicial de la escena, que se efectúa antes de que empiece la actividad criminalística propiamente dicha”
(UNDOC.2009).

a.  Métodos de búsqueda

Todo acto de inspección ocular, se inicia con el reconocimiento y valoración del lugar de los hechos.
Para llevarlo a cabo, habrá que tener en cuenta las características del lugar, para así aplicar el méto-
do de búsqueda de indicios que se considere más eficaz. Varios son los métodos establecidos para
el reconocimiento de escenarios, los métodos más conocidos son:

•  Método de cuadrícula. Consiste básicamente en dividir el espacio, ya sea una habitación o una
zona más amplia en cuadrículas y comenzar a examinarlas en un orden previamente establecido.

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•  Método de espiral. Se suele emplear para a búsqueda en espacios amplios. El método se inicia
partiendo del punto donde ha aparecido el indicio principal, como puede ser un cadáver, descri-
biendo una espiral que nos irá alejando del punto principal lentamente hasta que quede registrado
toda la superficie.

•  Método 3D. Este método se emplea para inspeccionar espacios cerrados, ya que los indicios pue-
den hallarse en paredes o techo. Para ello se divide el espacio en tres alturas, de manera que
quede registrado todo el espacio.

•  Método de franjas o líneas. Para espacios amplios. Consiste básicamente en efectuar batidas en
línea registrando todo el espacio, en función del personal disponible y del espacio. Se podrá hacer
en una sola fase o por pasillos sucesivos si hay poco personal disponible.

•  Método de zonas, sector o cuadrante. También para zonas amplias, similar al de cuadricula. Se
divide el espacio en cuadrantes más amplios debidamente identificados. Este método también
se puede emplear en procesado de vehículos. Para la búsqueda de elementos en el interior de
vehículos uno de los métodos empleados es la división del vehículo en compartimentos; com-
partimiento del motor, maletero y el habitáculo interior en cuatro espacios. Únicamente cuando
se ha acabado de procesar un compartimiento, se acomete el procesado del siguiente. El exterior
del vehículo interesa que sea la primera zona a procesar ya que está sometido a mayor riesgo de
alteración. Se revisarán los bajos del vehículo y se estará atento a posibles pérdidas de aceite y
otros fluidos.

•  Método radial. Si el espacio tiene forma de circunferencia, el desplazamiento se efectúa a lo largo


de los radios de la misma. La zona se irá ampliando desde el punto central hacía el exterior a me-
dida que avance la búsqueda. Suele emplearse en investigaciones sobre terrorismo.

Durante las labores de búsqueda previa a su recogida e independientemente del método empleado,
habrá que ir inventariando, ubicando e identificando los distintos elementos que se localicen.

b.  Descripción de la escena

Una vez delimitado el espacio de trabajo y por tanto los métodos y técnicas a emplear en el proce-
sado de la escena, deben establecerse unos métodos de fijación, de manera que queden registrados
tanto las características como la ubicación, tanto generales como particulares, del escenario y de los
distintos indicios y muestras que vayan apareciendo. Dichos métodos se interrelacionan entre sí en
atención a la extensión, naturaleza y circunstancias del hecho que se investiga. En general se acude
a cualquier método técnico que la tecnología del momento y los recursos materiales ponen a dispo-
sición de la investigación y que de una manera descriptiva permiten la reconstrucción de lo sucedido.
Se ha de realizar una descripción escrita del lugar y sus características, así como del proceso de inves-
tigación que se está desarrollando. Es importante que se adopte un estilo narrativo, claro, concreto y
exacto, incidiendo en la ubicación exacta y en el contexto en el que se encuentran los distintos indicios
que se vayan localizando para facilitar el análisis post escena. Quedará registrado en la correspondien-
te acta de inspección ocular o informe. Como norma general la fijación, ya sea escrita, fotográfica y/o
videográfica, se realizará metodológicamente e irá de lo general a lo particular hasta llegar al detalle.

La fotografía en la inspección ocular constituye una herramienta fundamental, ya que permite do-
cumentar de manera permanente aspectos concretos de la escena del suceso que complementan
al texto escrito. Su importancia está reconocida por parte de los Tribunales de Justicia, como por
ejemplo se recoge en la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla núm. 136/2010 (Sección 7),
de 30 marzo, “se reconoce el valor probatorio del reportaje fotográfico incorporado al atestado siempre
que sea introducido al acto del juicio oral como prueba documental para garantizar el derecho de contra-
dicción, al contener datos objetivos y verificables”.

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La metodología a adoptar básicamente consta de la elaboración de tres tipos de imágenes:

•  Fotografía de conjunto. Los indicios localizados se han de interpretar en relación al contexto de


la escena. Es por ello que se hacen una o varias fotografías generales de conjunto, en función de
la amplitud de la misma, donde aparecen ubicados tanto en relación a la escena, como del resto
de indicios.

•  Fotografía de semiconjunto. Son aquellas que indican la misma relación con el lugar en donde
está el indicio, con más nivel de detalle. Se obtienen una o varias según la situación, desde distin-
tos ángulos y distancias.

•  Fotografía de detalle. Fundamentalmente han de mostrar características morfológicas del ele-


mento fotografiado con objeto de someterlo a análisis comparativo. Son las que tienen valor
identificativo. Un claro ejemplo, son las realizadas sobre huellas dactilares.

De tal manera que mientras las dos primeras categorías tienen una función descriptiva o explicativa
de lo sucedido, la fotografía de detalle pretende ofrecer valor identificativo.

Los indicios fotografiados deben estar convenientemente identificados además con testigos métri-
cos que nos indiquen su tamaño real y referencia alfanumérica establecida por los investigadores,
de manera que no permitan confusión entre ellas, y que una vez cotejada con el documento escrito,
nos ofrezca una información más extensa tanto acerca de su origen como de su relación con la es-
cena. Otro aspecto a tener en consideración, y que de producirse podría dar lugar a la invalidación
de la prueba, es el referido a la manipulación de los indicios o los archivos fotográficos, aún con la
intención de obtener mejores imágenes. Según Mathyer, las imágenes deberán ser objetivas, de-
mostrativas, fáciles de leer y de interpretar: todo retoque debe ser excluido de la fotografía judicial.

Otros métodos de fijación de la escena complementarios son, por un lado, la infografía o recons-
trucción 3D y, por otro la confección de croquis y planos.

•  Infografía forense o 3D. La tecnología actual permite recrear de manera dinámica escenarios de
sucesos mediante programas informáticos en función de los datos que le va suministrando el
investigador, en ocasiones partiendo de imágenes fotográficas y, en otras, partiendo de nubes de
puntos obtenidas mediante el escaneo tridimensional del escenario. El objetivo de esta técnica
es obtener una reconstrucción fiel con base en fundamentos científicos, mediante imágenes que
tratan de imitar el mundo tridimensional. Resulta de gran utilidad tanto para los investigadores,
como para los Tribunales que así acceden a la representación animada de cómo han podido trans-
currir los hechos.

•  Elaboración de croquis y planos. El lugar del suceso debe ser reproducido con la máxima precisión
posible mediante la elaboración de croquis y planos, con escalas y mediciones, donde quedarán
ubicados e identificados todos los elementos recogidos durante la inspección ocular en el con-
texto del escenario. Aportan precisión al acta de inspección y posibilitan la visualización de los
indicios en relación a la escena, pudiendo interpretar así su función en el hecho investigado.

c.  Interacción con la escena

Respecto a los distintos elementos presentes en la escena, uno de ellos es la víctima. Tanto en el
caso de personas heridas como víctimas mortales, la intervención directa es competencia del médi-
co forense, a ellos les corresponde el análisis y estudio de los mismos, complementaria de la función
policial; es importante que sea de total colaboración entre ambos profesionales. Los datos facilita-
dos por el médico forense pueden ser fundamentales a la hora de dirigir las pesquisas policiales.

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La búsqueda, localización y recogida de los elementos presentes en el escenario de los hechos con
valor para la investigación, es la parte esencial del trabajo que se realiza en la escena y posiblemen-
te una de las acciones donde la concentración ha de ser máxima para lograr que la investigación
ofrezca los mejores resultados. En ese momento es cuando la interacción con la escena alcanza su
máximo nivel y por ende el riesgo de afectación a su integridad y a sus elementos es máximo. Por
ello, antes de manipular nada será conveniente establecer los métodos de búsqueda, descripción,
recogida y embalaje adecuados para salvaguardar la integridad de los indicios o muestras, así como
establecer los procedimientos de cadena de custodia a los que se verán sometidos, con el objeto de
mantener su viabilidad técnica, científica y por lo tanto jurídica.

El inicio de esta etapa por tanto se acomete con una observación de la escena. Para ello se cuenta
con las observaciones e información iniciales en el contexto del caso en concreto. La búsqueda ha
de ser metódica y flexible a la vez.

De entre los distintos métodos de búsqueda y revelado deberán ser elegidos los que tengan menor
capacidad de interferir en los métodos analíticos, es decir, habrá que escoger los menos agresivos.
Algunos de los empleados son:

•  Distintos tipos de luz, desde la luz natural y observación a simple vista, a las luces forenses con
distintas longitudes de onda. Búsqueda mediante reactivos reveladores de huellas que pueden
ser físicos o químicos, productos químicos para determinar con carga orientativa o de certeza la
presencia de sangre y otros fluidos biológicos. Otro tipo de determinaciones químicas para esta-
blecer la composición de compuestos y trazas.

Conviene tener en cuenta que los indicios o muestras pueden encontrarse en cantidades muy pe-
queñas o pueden tener que verse sometidos a distintos procesos de laboratorio. Si es posible han
de recogerse en cantidad suficiente para futuras determinaciones si así lo requiere el juez o los
propios investigadores. Siempre que sea posible se trasladarán al laboratorio con el soporte donde
se hallen. Los métodos de búsqueda, recogida y embalaje serán variados y atenderán principalmen-
te a la naturaleza del indicio, el estado en que se halle y el soporte sobre el que se encuentre. La
búsqueda será exhaustiva, ya que es posible que los indicios más importantes para la investigación
sean precisamente aquellos más difíciles de localizar y que al pasar desapercibidos también para su
autor no hayan sido alterados o eliminados, con lo que la información que de su análisis se obtenga
puede ser determinante en la resolución de una investigación. Es conveniente, si las circunstancias
de la escena así lo requieren, establecer una jerarquía u orden en la recogida de los mismos, basada
fundamentalmente en el riesgo de alteración potencial, ya sea por la propia naturaleza del indicio,
estado de conservación u otros dando prioridad por lo tanto a aquellos elementos más susceptibles
de experimentar dicha alteración.

Durante el proceso de inspección ocular se debe identificar a todas las personas que se hallen en
el lugar, ya sean víctimas o testigos. Esta identificación puede hacerse a través de documentos
oficiales identificativos o bien, en el caso de cadáveres, a través de diversos procedimientos como
son la necroreseña o la necrofotografía. Cuando dicha identificación se haya de realizar mediante
técnicas forenses, esta se efectúa mediante determinaciones de ADN, odontológicas, antropológi-
cas y radiológicas.

d.  Hipótesis.

Necesariamente durante el transcurso de la investigación debe elaborarse una hipótesis de trabajo


en cuya dirección irán también las líneas de investigación. Esta hipótesis de trabajo debe verse
refrendada por lo extraído del proceso investigador ya que, si los resultados que se extraen tras un
proceso de análisis e interpretación de resultados no se ajustan a la hipótesis planteada, ésta se
habrá de cambiar adaptándose a las nuevas informaciones obtenidas.

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2.7. Fase documental post-inspección


a.  Acta de inspección.

En materia de investigación criminal, todo trabajo de campo necesariamente va a generar una serie
de documentación que describa el proceso de investigación y que garantice la viabilidad legal de la
intervención. Los artículos 326 a 333 de la LECrim. recopilan diversos aspectos de consideración a
la hora de realizar un acta de inspección ocular y toma de muestras. En función del cuerpo seguridad
u organismo que se trate empleará su propio formato.

No obstante, y en términos generales, toda acta de inspección comienza con un encabezamiento


en el que figuran, junto con la fecha hora y lugar de comienzo, los nombres de los participantes y su
profesión o función en la inspección y autoridad que la ordena, para continuar con una descripción de
toda la información relevante para la descripción de los hechos investigados que pueda posterior-
mente utilizarse tanto por la acusación como por la defensa, descriptiva de todas las circunstancias
que se observen y que puedan tener trascendencia para la investigación. Entre otras pueden ser las
circunstancias del entorno o la apariencia de la materia a muestrear. Para la descripción del lugar
o lugares en los que se desarrolla la investigación se debe ser lo más concreto posible de manera
que permita identificar el lugar inequívocamente. Es conveniente apoyar estas descripciones con
reportajes fotográficos, filmaciones, planos o coordenadas geográficas que las corroboren e incluso
puedan aportar con posterioridad información que se haya obviado durante la inspección ocular.

Si se tienen indicios de que alguna persona o personas pueden ser responsables del hecho presun-
tamente delictivo, dicha persona podrá presenciar la recogida de efectos o vestigios, bien sola, o
asistida de defensor, pudiendo ambos hacer las observaciones que consideren pertinentes para que
figuren en el acta de inspección. En el caso de que esta persona solicitase acogerse a este derecho,
la toma de muestras y vestigios se suspenderá por el tiempo razonablemente necesario, debiendo
adoptarse las medidas adecuadas para evitar la desaparición de los vestigios. Cuando esto no sea
posible, el artículo 282 de la LECrim obliga a la policía judicial a recoger todos los efectos, instrumen-
tos o pruebas del delito de cuya desaparición hubiere peligro.

La persona encargada de la redacción del acta debe estar especialmente atenta a las manifestacio-
nes que realice el encargado de la obtención de las muestras, reflejando todas sus apreciaciones,
especialmente las descripciones de los equipos utilizados, el envase y precinto de las muestras, la
hora y lugar concreto de la recogida y el número de registro de la muestra.

Por último, deben hacerse constar todas las circunstancias posteriores relativas al destino de las
muestras y de la persona que las retira, siempre y cuando sean conocidas en el momento de la
inspección. Conviene cerrar el acta en hora y fecha definida con la firma de todos los que han in-
tervenido que deberán firmar en todas las hojas de que se componga el acta, convenientemente
numeradas.

b.  Cadena de Custodia.

Se trata del conjunto documentado de procedimientos técnico-científicos y garantías legales a los


que se verán sometidos todos aquellos indicios, muestras y elementos recogidos durante el trans-
curso de una inspección ocular. Además, se extenderán durante su procesado, análisis y custodia, con
el objeto de garantizar la integridad y representatividad de los mismos para poder ser utilizados en la
investigación de un hecho delictivo. Dicho proceso se inicia en el lugar de los hechos con la protección
del lugar, comprendiendo tanto la recogida de indicios, como todos aquellos movimientos a los que se
verán sometidos durante su vida útil. Debe quedar constancia escrita y descriptiva por el método que
se estime más conveniente de la actuación realizada sobre la muestra o indicio, persona o personas
bajo cuya responsabilidad está la muestra y acción acometida (custodia, transporte, recogida, etc.),

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método y técnica empleado para su custodia (elementos de conservación, tipos de envases, descrip-
ción precintos, anomalías u observaciones). En definitiva, se trata de elaborar un documento (cada
institución tiene modelo propio) en el cual quede reflejado en todo momento bajo la custodia de quién
estuvo el elemento en cuestión y su motivo. El documento constará de un campo en el cual se hará
constar en su caso, la solicitud de estudio a la que se ha de someter la muestra. Los documentos de
cadena de custodia deberán imprimirse a doble cara, el original acompaña a la muestra hasta el final
del proceso. No obstante, cuando se produce la entrega al siguiente profesional que se hace cargo de
la custodia, el documento será firmado y sellado por quien se hace cargo, quedando en posesión de
quien hace entrega de la muestra, de una copia que acredita la entrega y el estado de conservación
de la muestra. Su objeto es poder acreditar, en el caso de que se produzca alguna alteración inten-
cionada o no de la muestra, bajo la responsabilidad y supervisión de quien se hallaba la misma para
acotar y establecer responsabilidades. Es recomendable mantener una comunicación fluida con el
siguiente profesional encargado de su recepción, con objeto de comprobar el buen mantenimiento
de la cadena de custodia y poder aclarar cualquier cuestión relacionada con la misma que pudiera
plantearse. Incluso cuando el procedimiento judicial haya finalizado, la custodia ha de mantenerse,
siendo recomendable en el caso de optar por la destrucción de la muestra solicitar del órgano juris-
diccional correspondiente la autorización para proceder a su destrucción, la cual debe llevarse a cabo
de acuerdo con la legislación vigente en la materia en consonancia con la naturaleza de la muestra, y
una vez efectuada, debe comunicarse a quien autorizó la destrucción adjuntando la documentación
acreditativa de tal extremo. En definitiva, como se establece por parte de UNODC (2009) la docu-
mentación cronológica y minuciosa es importante para velar por la trazabilidad y la continuidad de
las pruebas durante todo el proceso. La cadena de custodia determina que lo que se presenta ante el
tribunal guarda relación con el objeto concreto recogido en la escena del delito.

3. INDICIOS PROBATORIOS
Según recoge el INTCF en su Reglamento en el artículo 49, se considera indicio a todo material
biológico o no biológico, objeto o fragmento que pueda encontrarse en el lugar de los hechos, sobre
la víctima o sobre un sospechoso y de cuyo estudio pueda llegar a establecerse una evidencia en la
reconstrucción del suceso.

Antes de proseguir con el tema conviene hacer una aclaración terminológica acerca de los distin-
tos elementos que se recogen en la escena de los hechos y que fundamentalmente en función
del momento procesal en que se encuentren y su carga probatoria tendrán una denominación
determinada. Básicamente hay que distinguir entre vestigio o indicio, muestra y prueba, que son
los términos que se aplican a estos elementos. Así pues, la RAE se refiere a vestigio como indicio
por donde se infiere la verdad de algo o se sigue la averiguación de ello. Sin que ello suponga, una
certeza de vinculación con el hecho y por tanto probatoria al menos hasta ser valorado junto al
resto de elementos. Si de este proceso se determina su relación con el hecho pasará a convertirse
en evidencia, entendida como una certeza clara y manifiesta de la que no se puede dudar. Por otro
lado, según la RAE, muestra es aquella parte o porción extraída de un conjunto por métodos que
permiten considerarla como representativa de él. En relación a la prueba, según la RAE refiere
a acción y efecto de probar. Razón, argumento, instrumento u otro medio con que se pretende
mostrar y hacer patente la verdad o falsedad de algo. Así pues, prueba en ámbito jurídico, se con-
sidera aquella que se practica en el juicio oral bajo la inmediatez del órgano judicial decidor, bajo
los principios de contradicción y publicidad.

Efectuada las anteriores aclaraciones, y en relación al indicio o evidencia que hallamos en el lugar de
los hechos cabe decir que adquiere su máximo valor cuando se encuentra contextualizado, para ello
es imprescindible documentar dónde ha sido hallado y en qué circunstancias.

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3.1. Indicios en la escena


a.  Riesgos para su integridad.

Muchos de los indicios o muestras que nos podemos encontrar en la escena del crimen, son sus-
ceptible de ver alterada su integridad. De manera general, entre los procesos que pueden afectar
nos encontraremos con aquellos producidos por contaminación por material biológico humano, en
el lugar de los hechos y/o en el cuerpo de la víctima, una vez producido el delito. Su origen puede
proceder tanto de personas ajenas a la investigación, que se encuentren próximas al lugar de los
hechos, como de los propios intervinientes en la investigación debido fundamentalmente a errores
en la protección o manipulación de los indicios o muestras durante la investigación. Otra de las vías
de alteración de la integridad de la muestra o indicio es aquella que se produce mediante la transfe-
rencia de indicios biológicos, normalmente accidental de una localización a otra, con el consiguiente
riesgo de contaminación o pérdida. Los pelos, son de entre todos los vestigios biológicos los más
susceptibles de verse afectados por este cambio de localización. Contaminación microbiológica,
debida al desarrollo de microorganismos favorecida por la humedad y las altas temperaturas. Su
origen se debe fundamentalmente a una mala praxis relativa al empaquetado o conservación sobre
la muestra o indicio.

Otros factores que intervienen negativamente en la integridad de las muestras, son aquellos ge-
nerados por contaminación química, que afectan fundamentalmente a la amplificación y extracción
del ADN, derivados del uso de conservantes como el formol, también cuando se realizan como en el
caso de huellas dactilares estudios previos con determinados reactivos químicos. También el uso de
luz ultravioleta en las labores de búsqueda, puede dañar el ADN

b.  Recogida de indicios: normas generales.

Si derivado de las especiales circunstancias del hallazgo, tal y como prevé la Ley de Enjuiciamiento
Criminal (en adelante LECrim) en determinados supuestos, se debe proceder a la recogida de los in-
dicios o muestras, conviene observar lo previsto por el INTCF que de una manera general establece
una serie de prevenciones y medidas a tener en consideración como son:

Hacer uso de guantes limpios, que deberán cambiarse frecuentemente, sobre todo si se trata de
indicios biológicos de distinta procedencia. Evitar hablar, toser o estornudar sobre los indicios. Em-
pleo de medios de protección como bata, calzas, mascarilla. El instrumental que se emplee para la
recogida ha de ser preferentemente de un solo uso o bien se debe esterilizar antes de la recogida de
cada indicio. No se añadirán conservantes a las muestras y las muestras de origen biológico se de-
berán secar a temperatura ambiente, en lugar protegido antes de su empaquetado para envío al la-
boratorio, empaquetándose por separado y evitándose en la medida de lo posible el uso de plástico,
recurriendo al uso de bolsas de papel o cajas de cartón. Los hisopos se introducirán en sus envases
específicos. Se recomienda el uso de equipos que trabajen con luz en el rango visible del espectro
y cuando se empleen reactivos, estos han de ser compatibles con análisis genéticos posteriores.

También se recomienda un sistema de embalaje de las muestras para su remisión, concretamente


se deberá emplear un triple embalaje de seguridad:

1.  Embalaje primario: En contacto directo con la muestra. Será un recipiente impermeable y estan-
co de vidrio, metal o plástico dependiendo del tipo de muestra y de la temperatura de transporte.

2.  Embalaje secundario: Sirve de protección a uno o más recipientes primarios, será a prueba de de-
rrames. Deberá contener material absorbente suficiente para absorber la totalidad del contenido
de los recipientes primarios.

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3.  Embalaje exterior: Protege al embalaje secundario, caja, cilindro, tambores, etc. Su solidez y di-
mensiones estarán acorde con las medidas, peso y fragilidad del material a embalar.

Las muestras o indicios que se recojan deberán ser remitidos al laboratorio correspondiente a la
mayor brevedad posible. Concretamente la policía local en su intervención como primeros agentes
que se personan en el lugar de los hechos, pondrán a disposición de los técnicos de policía científica
o criminalística a la mayor brevedad posible los indicios recogidos.

De una manera más detallada en función del tipo de indicio, su estado y soporte habrá que observar
algunos aspectos a la hora de su recogida y envío:

1.  Manchas secas en muestras de fácil transporte. En general, este tipo de muestras serán reco-
gidas e introducidas cada una por separado en bolsas de papel o cajas de cartón, sobre todo si
son de origen biológico. En el caso de que asienten sobre un soporte susceptible de contener
huellas dactilares, se colocaran en cajas de cartón preparadas al efecto, con objeto de evitar que
se mueva.

2.  Manchas secas en muestras no transportables de superficie no absorbente. En estos casos las
muestras, cristales, metales y similares, pueden recogerse frotando con un hisopo estéril lige-
ramente mojado en agua destilada o suero salino, para su introducción inmediata en cajas para
hisopos; también se puede raspar la mancha con un bisturí sobre un papel limpio que debe ser
cuidadosamente doblado e introducido en una bolsa de papel.

3.  Manchas secas en muestras no transportables de superficie absorbente. Para estas muestras,
cortinas, alfombras y similares, lo más adecuado es recortar las manchas con un bisturí o unas
tijeras limpias y enviarlas por separado en bolsas de papel.

4.  Ropas con indicios húmedos. Evitar el uso de materiales plásticos. Importante previo a su empa-
quetado, dejarlas secar en un lugar protegido de cualquier contaminación. Una vez secas, empa-
quetarlas por separado en bolsas de papel.

5.  Preservativos con semen. Deben anudarse por el extremo abierto para evitar derrames y se
introducen en frascos de plástico de boca ancha. Se enviarán refrigerados.

6.  Orina u otros fluidos. Deben recogerse con una pipeta de plástico desechable e introducirse en
tubos o frascos de plástico de boca ancha. Enviar refrigerados.

7.  Pelos dubitados. Los pelos dubitados deben ser recogidos con unas pinzas limpias colocando
cada pelo o cada grupo de pelos en un papel pequeño posteriormente se introducen en una
bolsa de papel pequeña. Si los pelos o cabellos se localizan sobre textil, su recogida se efectuará
mediante soporte adhesivo, empleando distintos soportes para cada prenda o diversas zonas de
una misma prenda a muestrear, posteriormente se fijará sobre una hoja de acetato, indicando en
el soporte la procedencia y ubicación del mismo.

8.  Fibras debitadas. Si es posible se remitirá el soporte donde se encuentren, envasadas de manera
separada. Si se ha de proceder a su recogida se hará mediante pinzas o adhesivo que se fijará
sobre acetato, siendo todo ello convenientemente identificado. Si se cuenta con fibras indubita-
das, se remitirán todos los tejidos útiles para el cotejo, si no es posible, se enviará un fragmento
representativo del mismo.

9.  Escamas y manchas de pintura. Se recogerán igualmente muestras dubitadas, mediante el uso
de pinzas, fragmentos de pintura del lugar de los hechos y en los efectos personales y ropa de la
víctima. Si los fragmentos de pintura se hallan adheridos a las heridas de la víctima, se remitirán

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en fresco y refrigerados. Los restos de pintura se pueden transferir de un soporte a otro, aunque
si la transferencia es mínima, se remitirá el soporte donde asienten. En cuanto a la muestra in-
dubitada, se remitirá de una zona próxima al área del suceso, mediante el empleo de escalpelo
o cuchillo limpio. Si se trata de un vehículo, la profundidad del muestreo debe alcanzar la chapa
metálica, enviándose además datos del vehículo como color, modelo, matrícula, marca y zona
de muestreo del mismo. Si el soporte constituye un elemento de construcción o similar como
pueden ser paredes o tapias, se hará hasta alcanzar el sustrato de la pared. Un aspecto a tener
en cuenta para evitar la mezcla de las distintas capas de pintura o que la muestra pueda conta-
minarse, es no raspar las superficies ni emplear cinta adhesiva.

10.  Vidrios. Respecto a la recogida de vidrios del lugar de los hechos, las muestras se remitirán se-
paradamente, en contenedores estancos adecuados a su tamaño, indicando claramente cuáles
son las muestras indubitadas y las dubitadas, así como el origen de las mismas.

11.  Investigación de incendios. Interesa fundamentalmente la recogida de materiales absorbentes


que se encuentren en el punto de inicio, maderas, telas, etc. Para ello se emplearán envases de
vidrio o metal, nunca de plástico. Si el material recogido presenta contiene hidrocarburos, convie-
ne emplear frascos con válvula para gases.

3.2. El informe pericial


El informe pericial en materia de investigación criminal es el documento donde queda plasmada
toda la actividad científica desarrollada por los peritos sobre los elementos recogidos en una ins-
pección ocular, y relacionado con un procedimiento de investigación policial y/o judicial. En el infor-
me pericial quedará reflejada la evidencia científica, únicamente a través de aquellos datos, estudios
y opiniones relacionados directamente con el asunto en cuestión (Vives, 2006). Se establece en la
STS de 30 de noviembre de 1990 (FJ. Cuarto) “Los informes periciales, tanto si se prestan en el sumario
como en el juicio oral, tienen un específico carácter probatorio...los Tribunales solo pueden apartarse de las
conclusiones de los Peritos cuando haya razones objetivas que lo permitan o justifiquen. En todo caso, se
deben argumentar las razones que han llevado a disentir del informe de los técnicos...” (Pérez de Gregorio,
1999). En cuanto a su estructura y contenido, reflejará al menos según lo establece la LECRim. (art.
478): “Descripción de la persona o casa que sea objeto del mismo, en el estado o del modo en que se halle.
Relación detallada de todas las operaciones practicadas por los peritos y de su resultado. Las conclusiones
que en vista de tales datos formulen los peritos, conforme a los principios y reglas de su ciencia o arte”.

Los aspectos relativos al informe pericial están regulados en la LECrim. TÍTULO V. Comprobación del
delito y averiguación del delincuente, Capitulo I. Del informe pericial. Y en la Ley Orgánica de Fuerzas
y Cuerpo de Seguridad (LOFCS), art. 11.1g.

Estructura.

La estructura de un informe pericial debe contener la siguiente información:

•  Un encabezamiento, donde quede reflejado el título de la pericia a efectuar, la referencia/autori-


dad que lo requiere y el procedimiento de referencia. Denominación del órgano encargado de la
pericia, los peritos que intervienen en el proceso, cual es la autoridad de remisión.

•  Una descripción detallada de las muestras, indicios y otras circunstancias relevantes, como la
observancia de la cadena de custodia, autoridad o dependencia que remite las muestras, breve
síntesis de la esencia de la pericia.

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•  Tipo de delito que se investiga. Exponer cuál es el objeto del informe, una descripción de la soli-
citud objeto de la pericia.

•  Detallar los tipos de estudios realizados durante el proceso pericial. Identificación del personal
interviniente, características técnicas del instrumental empleado, técnicas, métodos y protocolos.

•  Exposición de resultados e interpretación de los mismos. Demás documentación e información


de relevancia como; Anexos, planos, fotos.

•  Las conclusiones, que deben quedar plasmadas de forma inteligible sin emplear un lenguaje ex-
cesivamente técnico.

•  Para finalizar, se consignarán los datos acerca de la hora, fecha de elaboración del informe y firma
en todas las hojas de los peritos, indicando su área de participación.

Concluyendo con este apartado, y dada la importancia que los informes periciales tienen en los pro-
cedimientos judiciales, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones sobre deontología
pericial como son según Moreno (2010):

•  Ser consciente de las limitaciones de su capacidad científica.

•  Ser metódico, claro y preciso en sus dictámenes.

•  Mantener actualizados sus conocimientos técnicos y científicos.

•  Colaborar eficazmente con las autoridades en el esclarecimiento de la verdad.

•  Dictaminar sobre cuestiones técnicas y científicas sin emitir opiniones de carácter legal.

•  Actuar con imparcialidad, dedicación y prudencia.

•  Aplicar los métodos y las técnicas de la investigación científica en la búsqueda de la verdad.

•  Fundar sus conclusiones sobre la verificación de los hechos.

•  Escuchar y ponderar ecuánimemente, con espíritu abierto, las objeciones metodológicas y técni-
cas que cuestionan sus dictámenes.

•  Excusarse de dictaminar solo por razones técnicas, legales o éticas.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Importancia de la formación y actualización en materia criminalística.

•  El tiempo que pasa es la verdad que huye y favorece al delincuente. (Edmon Locard).

•  Objetividad, inmediatez, precisión, metodología investigadora.

•  No existe el crimen perfecto, sino investigación imperfecta.

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICAN N.1 | CRIMINALÍSTICA. POLICÍA CIENTÍFICA

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  UNODC (United Nations Office on Drugs and Crime. (2011). Staff skill requirements and equipment
recommendations for forensic science laboratories. <https://www.unodc.org/documents/scientific/
Ebook_STNAR_02Rev1_E.pdf> [Consulta: 15 de agosto de 2017].

•  GOBIERNO DE ESPAÑA. MINISTERIO DE JUSTICIA. Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Fo-


renses. <https://www.administraciondejusticia.gob.es/paj/publico/ciudadano/informacion_ins-
titucional/organismos/instituto_nacional_de_toxicologia_y_ciencias_forenses> [Consulta: 15
de agosto de 2017].

•  GOBIERNO DE ESPAÑA. MINISTERIO DEL INTERIOR. Guardia Civil. Criminalística. <http://www.


guardiacivil.es/es/institucional/Conocenos/especialidades/InvestigacionCientifica/> [Consulta:
15 de agosto de 2017].

•  GOBIERNO DE ESPAÑA. MINISTERIO DEL INTERIOR. Cuerpo Nacional de Policía. Comisaría Ge-
neral de Policía Científica. <https://www.policia.es/org_central/cientifica/estructura/estructura.
html> [Consulta: 15 de agosto de 2017].

•  España. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal (actualización 28/04/2015).
BOE, 24 de noviembre de 1995, núm. 281. p. 33987-34058.

•  España. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. BOE, 14 de


marzo de 1986, núm. 63. p. 9604-9616.

•  España. Real decreto de 14 de septiembre, por el que se aprueba la Ley de Enjuiciamiento Crimi-
nal (actualización 06/10/2015). BOE núm. 260, de 17/09/1882.

6. BIBLIOGRAFÍA
•  BARBERÁ, F. A. y TURÉGANO, J. V. D. L. (2004). Policía científica. Valencia: Tirant lo Blanch.

•  BUQUET, A. (2006). Manual de criminalística moderna: la ciencia y la investigación de la prueba. Siglo


XXI.

•  CECCALDI, P. F. (1962) La Criminalistique. Paris: Ed. Presses Universitaires de France.

•  CHARNLEY, M. V. (1971). Periodismo informativo. Buenos Aires: Ed. Troquel.

•  GARAVELLI, B. M. (1991). Manual de retórica. Ed. Cátedra.

•  GITEC (2012). Manual de Buenas Prácticas en la Escena del Crimen. Instituto Penal de Ciencias Pe-
nales. Academia Iberoamericana de Criminalística y estudios Forenses. Grupo Iberoamericano de
Trabajo de la Escena del Crimen. México.

•  LOCARD, E. (2010). Manual de técnica policíaca. Valladolid: Maxtor.

•  MATHYER, J. (2004). Revue Suisse de Photographie. En Policía Científica 4ª Edición de Francisco


Antón Barberá y Juan Vicente de Luis y Turégano. Editorial Tiran Lo Blanch. Valencia.

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICAN N.1 | CRIMINALÍSTICA. POLICÍA CIENTÍFICA

•  MORENO, R. (2010). Compendio de Criminalística. Ed. Porrúa. México.

•  PÉREZ DE GREGORIO, J. (1999). El proceso penal medioambiental. Ed. Centro de Estudios Ramón
Areces. Colección Ceura.

•  SERRANO, J. J. (2009). La escena del crimen en el criminal profiling (II). Cuadernos de criminología:
revista de criminología y ciencias forenses.

•  UNODC (2009). La escena del delito y las pruebas materiales Sensibilización del personal no fo-
rense sobre su importancia, Asuntos Científicos Oficina de las Naciones Unidas contra la droga
y el delito. Nueva York. https://www.unodc.org/documents/scientific/Crime_scene_Ebook.Sp.pdf
[Consulta: 15 de agosto de 2017].

•  VIVES-REGO, J. (2006). Metodología forense en la evaluación del riesgo y del daño en el delito
ecológico: aspectos técnicos y periciales. Revista Ecosostenible.

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CRI
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2

INDICIOS

2
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN A LA LOFOSCOPIA

2.1. C
 ARACTERÍSTICAS PRESENTES EN LOS DACTILOGRAMAS

2.2. H
 UELLAS DACTILARES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

3. M ANCHAS Y RASTROS

3.1. INTERÉS CRIMINALÍSTICO DE LAS MANCHAS. A DN

3.2. E VIDENCIAS MICROSCÓPICAS Y FÍSICAS

3.3. H
 UELLAS DE PISADAS Y RODADAS DE VEHÍCULOS

3.4. M ARCAS DE SEÑALES Y FUERZA EN LAS COSAS

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | INDICIOS

1. RESUMEN
En esta unidad didáctica se tratan los indicios más determinantes para una investigación que se
pueden encontrar en el escenario de los hechos. Ante la amplitud de la materia a tratar se expondrá
de una manera general aspectos referidos al tipo de indicios y su importancia criminalística.

2. INTRODUCCIÓN A LA LOFOSCOPIA
Sin duda uno de los elementos con mayor valor identificativo que se puede encontrar en el escena-
rio de unos hechos delictivos, son aquellos dejados por las crestas papilares ubicadas en determina-
das superficies de la epidermis. Tienen una serie de características que les hacen ser especialmente
interesantes en materia de investigación criminal:

•  Perennes, se forman aproximadamente en el sexto mes de vida intrauterina permaneciendo has-


ta la descomposición, hallándose incluso en momias en determinadas condiciones de conserva-
ción.

•  Inmutables, salvo que se produzca una alteración intensa de la dermis.

•  Diversiformes, presentando múltiples formas todas ellas irrepetibles entre sí e identificables me-
diante las técnicas adecuadas.

•  Genéricas, todas las personas las poseen salvo enfermedad epidémica.

•  Imprimibles, son susceptibles de ser dejadas de manera involuntaria por el autor de los hechos.

•  Clasificables, se pueden ordenar sistemáticamente y son fácilmente cotejables con alguien ya


reseñado.

Las crestas papilares son relieves epidérmicos que se encuentran en humanos, primates y tam-
bién a modo de curiosidad, como indican Henneberg y cols. (1997) en los koalas. Estos relieves
epidérmicos conforman una serie de formaciones visibles a simple vista. Entre las crestas papila-
res se encuentra el surco interpapilar. En función de su ubicación reciben una denominación dis-
tinta. La lofoscopia es el procedimiento de identificación personal basado en el estudio y examen
de los dibujos que forman las crestas y surcos papilares. Así el estudio de las que se encuentran
en las yemas de los dedos recibe el nombre de dactiloscopia, las ubicadas en las palmas de las
manos quiroscopia y las situadas en las plantas de los pies pelmatoscopia. La reproducción del
conjunto de crestas y surcos interpapilares, indistintamente del lugar de la epidermis en donde se
hallen, reciben el nombre de lofogramas.

2.1. Características presentes en los dactilogramas


a.  El Dactilograma

El Dactilograma corresponde al conjunto de crestas papilares y surcos interpapilares una vez impre-
sos sobre una superficie capaz de contenerlos.

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | INDICIOS

Los dactilogramas se clasifican en tres tipos: natural, cuando se trata de la propia superficie
epidérmica. Artificial, es la reseña que se obtiene tras el entintado de la superficie epidérmica.
Latente, la generada con el contacto de la superficie epidérmica con una superficie capaz de
contenerla.

En los dactilogramas se dan una serie de formaciones que reciben el nombre de puntos ca-
racterísticos, constituyendo las particularidades papilares que, en detalle, ofrecen las crestas
en su curso por el dactilograma natural y su impresión. Estos puntos característicos se hallan
descritos e inventariados y determinan la particularidad de cada persona, recibiendo su deno-
minación precisa básicamente en función de su configuración morfológica. Los dactilogramas
tienen una serie de características generales, son los denominados sistemas dactilares que
se distribuyen en basilar, ubicados en la base del dactilograma, marginal, ubicado en la región
periférica del mismo y nuclear situado en el centro del dactilograma y limitado por los otros
dos sistemas. Incluyen una serie de características específicas, usadas por las personas espe-
cializadas para la identificación:

Otras formaciones presentes en los dactilogramas que se analizan con finalidad identificativa la
constituyen:

•  El Delta. Son los dibujos constituidos por una figura de apariencia triangular por la aproximación
de tres crestas papilares o con forma de trípode por la fusión de tres crestas. Estos a su vez se
dividirán en otras clasificaciones en función de la forma precisa que adoptan. Para poder ser
considerado delta, sus ramas han de ser limitantes de los tres sistemas. Como punto déltico,
se denomina al centro del delta. De una manera genérica, entre otras características, si el dac-
tilograma carece de delta y núcleo, se denomina adelto, si se ubica a la derecha, dextrodelto y
sinistrodelto si está situado a la izquierda, si posee dos o más deltas, entonces se le denomina
bidelto.

•  El Núcleo. Es otra de las figuras presentes en el dactilograma. Ocupa el centro del mismo y
también tiene su propia clasificación en función de su configuración. De esta manera se deno-
minan ansiformes aquellos núcleos formados por crestas en forma de asa u horquillas, con un
solo delta ubicado en el lado opuesto del inicio y fin de las crestas que forman el núcleo. Vertici-
lares aquellos que tienen dos deltas y la configuración del núcleo se asemeja a un circulo, elipse
o similar. Biansiformes aquellos con dos o más deltas, formados por la unión de dos ansiformes
uno descendente y otro ascendente. Se denominan mixtos a aquellos que contienen caracte-
rísticas comunes a los anteriores.

Todos ellos constituyen los elementos que utilizan los técnicos en el cotejo de las huellas dubitadas
con las indubitadas que se encuentran en las bases de datos, como el Sistema Automático de Iden-
tificación Dactilar (SAID).

Así si se encuentran durante el cotejo 12 o más coincidencias de puntos característicos, la identi-


ficación es plena, denominándose grado de certeza indiscutible. En lo que se refiere a la jurispru-
dencia sobre la materia, el Tribunal supremo establece que deberán de ser al menos de 8 a 10. Así
a modo de ejemplo:

“(…) la llamada prueba lofoscópica o dactiloscópica tiene un fundamento científico que, si alcanza los
ocho o diez puntos comunes en las huellas analizadas, sin que exista desemejanza alguna, alcanza
a establecer la identidad penal del sujeto según los lofoscopistas de diversos países (Sentencia del
Supremo de 2 de diciembre de 1992), sin género de dudas”. Es fundamental que dicha coinci-
dencia de puntos característicos durante el cotejo, lo sea también en términos de ubicación y
morfología.

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | INDICIOS

2.2. Huellas dactilares en el lugar de los hechos


Son aquellos dactilogramas que la persona autora de un hecho delictivo deja de manera invo-
luntaria en el lugar de los hechos y que son empleados una vez procesados correctamente por
los especialistas, con la finalidad de identificar al autor del mismo. No obstante, y aunque en
reiteradas Sentencias se ha acreditado la relevancia de la dactiloscopia en materia probatoria,
su hallazgo en principio indica presencia, no necesariamente autoría. ”(…) como se ha dicho por la
doctrina de esta Sala la pericia dactiloscópica es una prueba directa en lo que respecta a la acredita-
ción de la presencia de una persona determinada en el lugar en el que la huella se encuentra y permite
establecer que sus manos han estado en contacto con la superficie en la que aparecen impresas (…)”
(Sentencia del tribunal Supremo de 31 de diciembre de 1999). Dependerá por tanto de su rela-
ción en el contexto de la escena y respecto del resto de indicios que se encuentren, valorados
en conjunto.

Su importancia para la investigación es que identifican de manera inequívoca al propietario de


una huella dactilar, si este se halla reseñado en ficheros policiales. Hay que distinguir entre hue-
llas dactilares que son aquellos dactilogramas hallados en el lugar del hecho, dejados involun-
tariamente y de naturaleza dubitada, de las impresiones dactilares, que son aquellas que se
corresponden con la reseña policial, de naturaleza indubitada y que se emplean en el cotejo
identificativo. Son de gran importancia para la investigación, ya que independientemente de su
valor identificativo, también aportan un elemento reconstructivo del modus operandi del suceso
que se investiga.

Las huellas dactilares, se clasifican en:

•  Visibles. Cuando son observables a simple vista, son producidas por materias distintas a sudor
o materia sebácea, y en función de su mecanismo de producción serán; por adición o estam-
padas, cuando se hallan previamente impregnadas de una sustancia. Por sustracción, cuando
las crestas en contacto con una superficie retiran parte de la sustancia depositada quedando
la reproducción invertida, por ejemplo, polvo y moldeadas. Por presión o moldeadas cuando
sobre una superficie capaz de reproducirla, materia blanda, se ejerce cierta presión, también
resulta invertida.

•  Invisibles o latentes. Tienen una gran importancia para la investigación, ya que al necesitar de
reactivos reveladores para hacerlas visibles, pueden haber pasado inadvertidas para el autor
de los hechos y por tanto en principio no susceptibles de haber sido borradas o alteradas,
aunque hay que como en todos los indicios en general hay que guardar cierta precaución, ya
que en delincuentes con conciencia forense, puede haber intencionalidad tanto en su pre-
sencia como en su disposición en el contexto de la escena. Su mecanismo de producción es
consecuencia del contacto de las crestas que contienen sudor y materia sebácea sobre una
superficie adecuada. El tipo de superficies idóneas para albergar este tipo de huellas ha de
reunir una serie de requisitos que se exponen a continuación: Ha de ser suficiente, su exten-
sión debe ser suficientemente amplia como para contener al menos una parte importante de
la huella. Aunque no es imprescindible, conviene que se a lo más lisa posible con objeto de
evitar deformaciones de la huella, ha de estar limpia, si es pulverulenta arrastrará parte del
material con lo que generará una huella por sustracción, no latente. Preferentemente ha de
ser pulimentada, para evitar en lo posible la absorción del sudor o materia sebácea.

La recogida de estos indicios atenderá principalmente a tipo de superficie donde se ubiquen.


La secuencia lógica de recogida es la común a la del resto de indicios, búsqueda, localización
y señalización mediante testigos métricos, revelado y fotografía. Una vez efectuado esto, se
puede trasplantar mediante las tarjetas adhesivas específicas y trasladarla al laboratorio.

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | INDICIOS

3. MANCHAS Y RASTROS
Según Gisbert y López (2004) referido a un ámbito forense: “Por mancha se entiende toda modifica-
ción de color, toda suciedad, toda adición de una materia extraña, visible o no, en la superficie del cuerpo
humano, sobre instrumentos o sobre un objeto cualquiera, determinada por el depósito de un producto
líquido, blando y alguna vez sólido, de cuyo estudio se pueden establecer relaciones de la intervención o
participación de una persona o cosa en un hecho delictivo”.

La mancha en la escena de un delito es un elemento importante a tener en cuenta en el transcurso


de una investigación. Su origen, distribución y análisis puede aportar elementos tanto identificativos
como explicativos de la dinámica del suceso. El proceso de búsqueda, localización y recogida de las
manchas se hará en atención a sus especiales particularidades. Las que se hallen sobre la víctima,
serán competencia del forense, con lo que aquí se expondrá el proceso a seguir con el resto de
manchas de la escena.

De esta manera, fundamentalmente habrá que considerar, la naturaleza de la mancha, su estado


físico y soporte sobre el que se hallen. Para localizarlas es posible que haya que recurrir a méto-
dos como el uso de reactivos químicos, luces forenses, siempre con la precaución de intentar no
contaminarlas o interferir con el ADN. Al igual que con el resto de indicios, si es posible se trasla-
darán con el soporte o parte de él si es muy voluminoso. En cuanto a su recogida, se emplearán
hisopos estériles si la mancha tiene naturaleza líquida o semilíquida; si se halla seca, se puede
proceder a rehidratarla y recogerla con hisopo o bien proceder a raspado con bisturí o instrumento
similar estéril y depositada en sobre o bolsa de papel.

3.1. Interés criminalístico de las manchas. ADN


Un aspecto muy interesante para la investigación lo constituye la distribución y morfología de las
manchas. En un hecho violento, eliminar en su totalidad todo rastro de sangre es muy complicado.
Si se hace una exhaustiva inspección del lugar, será posible, a pesar de que se hayan efectuado
acciones de limpieza, detectar rastros que ayuden en la investigación. Ya su sola presencia indicará
un hecho violento, su distribución nos puede orientar acerca del mecanismo del mismo y arma o
utensilio empleado, personas implicadas, tipo de heridas recibidas, data aproximada de los hechos,
itinerarios realizados por en el interior de la escena, por lo que tiene un gran valor reconstructivo.

El descubrimiento del ADN y su aplicación criminalística junto con el estudio de las huellas dacti-
lares, posiblemente hayan constituido los dos elementos con mayor relevancia en materia de in-
vestigación criminal. El ADN se halla presente en muchos de los indicios que se encuentran en el
lugar de los hechos y si su recogida y procesado se realiza teniendo en cuenta los protocolos y
técnicas establecidos a tal efecto, puede aportar una información determinante para el curso de
una investigación, ya que un individuo presenta siempre la misma secuencia de ADN, una huella
genética personal que lo diferencia del resto. De la misma manera que el análisis de ADN tiene un
valor identificativo concluyente, resulta también de una fragilidad extrema por lo que presenta un
alto riesgo de contaminación.

3.2. Evidencias microscópicas y físicas


Kirk (1953) denominó evidencias silenciosas a aquellos indicios microscópicos presentes en el es-
cenario de un hecho delictivo que por su invisibilidad adquieren un gran valor en la investigación,

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | INDICIOS

ya que pueden fácilmente haber pasado desapercibidos para el autor y por tanto no habrán sido
alterados ni ocultados por éste. Se trata de indicios frágiles y volátiles, por lo que habrá que obser-
var escrupulosamente las medidas tendentes a evitar tanto la alteración como la desaparición o
introducción accidental de éstos en la escena.

Uno de los elementos que pueden estar presentes en una escena y que por su propia naturaleza
son indicios que pueden desaparecer muy fácilmente del lugar de los hechos son los pelos.

Los pelos o cabellos encontrados en el lugar de los hechos pueden tener valor identificativo, con
lo que su extravío podría suponer la pérdida de información valiosa. También pueden resultar in-
troducidos en la escena de manera involuntaria con lo que puede incidir de manera negativa en la
línea de investigación a seguir. En función del lugar de aparición pueden indicar un hecho violento.
En materia de agresiones sexuales tienen gran valor para la investigación se analiza y procesa
de manera separada en función de la región corporal de origen. También su propia configuración
puede aportar información acerca del origen geográfico del propietario/a de los mismos. Para po-
der obtener información a partir del ADN se necesita que el pelo esté arrancado, no cortado y se
conserve íntegro. Su análisis puede aportar una importante información de carácter toxicológico.

3.3. Huellas de pisadas y rodadas de vehículos


Las huellas de pisadas tienen valor criminalístico principalmente por la información que aportan acer-
ca de las características físicas de su autor. También tienen importancia reconstructiva del itinerario
realizado en relación a la escena. De esta manera, se pueden determinar itinerarios tanto en el interior
de la escena como acerca de las rutas de acceso y huida empleados. Por otro lado, mediante la elabo-
ración de patrones de pisadas se pueden establecer de manera aproximada determinadas caracterís-
ticas físicas. Por ejemplo, de la impresión o molde de una pisada se puede adquirir información acerca
de estatura, peso, si el tipo de pisada pertenece a un supinador o a un pronador. Incluso si la superfi-
cie donde asienta la pisada reúne buenas características de reproducción es posible obtener buenas
características de clase e identificativas, marca de calzado, talla, erosiones o cortes en la suela de
gran valor identificativo, etc. Del estudio de restos biológicos presentes en la pisada, composición de
sustratos, esporas, etc. se pueden establecer recorridos y ubicaciones donde ha estado ese calzado.
El procedimiento de actuación con este tipo de indicios una vez localizados y fotografiados es, si la su-
perficie donde asienta lo permite, extraer un molde o trasplante de la pisada, según sea ésta impresa o
moldeada. Respecto a las marcas de rodadas de vehículos, su análisis permite establecer igualmente
características de clase, como el modelo de rueda mediante el establecimiento del diámetro de la
misma y el tipo de vehículo que la emplea, e identificativas, en el caso de que la rueda posea algún tipo
de lesión que haya quedado registrada en la marca. También permite establecer trayectorias y accio-
nes de frenado, lo que en algunos casos contribuye de manera decisiva a establecer la etiología de un
suceso en el que se ha empleado un vehículo como herramienta o en casos de accidentes de tráfico.

3.4. Marcas de señales y fuerza en las cosas


En la comisión de determinados delitos, principalmente en los que se emplea como medio una
herramienta determinada, aplicada con fuerza, presión o resbalamiento sobre una superficie capaz
de reproducir sus efectos, se puede producir una marca o señal que, en función de su configuración
y características adquiridas, una vez procesadas convenientemente, podrá tener un determinado
valor identificativo del instrumento empleado y reconstructivo del modus operandi.

Así pues, dos son los tipos de características que se obtienen del procesado:

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | INDICIOS

•  Características de clase. Son aquellas que de una manera general permiten identificar al tipo de
instrumento o herramienta empleado en el acto delictivo.

•  Características identificativas. Son aquellas que permiten de una manera precisa identificar
de entre todas las de su clase a aquella herramienta o instrumento concreto empleado en la
comisión del delito. Por ejemplo, en el uso de una palanqueta, la marca dejada en la superficie
de contacto puede indicarnos el tipo de herramienta al reproducir sus dimensiones, si además
esa palanqueta, debido al desgaste tiene una muesca y ésta queda reproducida en la superficie.
Del cotejo de ambas se podrá deducir cual fue la herramienta concreta empleada en el delito.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  La protección del lugar de los hechos resulta fundamental para evitar la alteración intencionada o
no de los elementos presentes en el escenario de un hecho delictivo.

•  De la adopción de las medidas de protección al procesar una escena del crimen, dependerá en
gran medida el éxito de una investigación.

•  Conocer el tipo de indicios que se pueden encontrar en el lugar de los hechos, así como los riesgos
para su integridad, permite evitar o minimizar la alteración o desaparición de estos.

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  UNDOC (United Nations Office on Drugs and Crime). Staff skill requirements and equipment re-
commendations for forensic science laboratorios. <https://www.unodc.org/documents/scientific/
Ebook_STNAR_02Rev1_E.pdf> [Consulta: 15 de agosto de 2017].

•  Gobierno De España. Ministerio De Justicia. Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.


<https://www.administraciondejusticia.gob.es/paj/publico/ciudadano/informacion_institucional/
organismos/instituto_nacional_de_toxicologia_y_ciencias_forenses> [Consulta: 15 de agosto
de 2017].

6. BIBLIOGRAFÍA
•  HENNEBERG, M., LAMBERT, K. y LEIGH, C. (1997). Fingerprint homoplasy: koalas and humans.

•  KIRK, P. (1953). Crime Investigation, Physical Evidence and de Police Laboratory. Nueva York: Inters-
cience.

•  BARBERÁ, F. A. y TURÉGANO, J. V. D. L. (2004). Policía científica: Volumen I y II. Valencia: Tirant lo


Blanch.

•  GISBERT, J. A. (2004). Medicina Legal y Toxicología. Barcelona: Ed. Salvat.

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CRI
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3

INTERVENCIÓN
COMO PRIMEROS AGENTES
EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

3
1. RESUMEN

2. I NTERVENCIÓN DE LOS PRIMEROS AGENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

2.1. N
 OTITIA CRIMINIS

2.2. P
 REVENCIÓN DE RIESGOS EN LA ESCENA

2.3. PRIMERAS ACTUACIONES

2.4. A
 CORDONAMIENTOS EN LA ESCENA

3. E SPACIOS A CONSIDERAR SEGÚN TIPOS DELICTIVOS

3.1. INTERVENCIÓN EN ESPACIOS CERRADOS

3.2. INTERVENCIÓN EN ESPACIOS ABIERTOS

3.3. I NTERVENCIÓN EN VEHÍCULOS

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N.3 | INTERVENCIÓN COMO PRIMEROS AGENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

1. RESUMEN
El éxito de una inspección ocular en el escenario de un hecho delictivo comienza con la profesio-
nalidad y los conocimientos de los primeros agentes en acudir al lugar de los hechos, siendo en la
mayoría de ocasiones, componentes de las Policías Locales.

Deberán tomar decisiones, como acordonar un lugar, entrar en un domicilio para comprobar un
delito, proteger un indicio en la vía pública, auxiliar a una víctima o detener y custodiar al autor.
En todas estas actuaciones se entra en contacto con el escenario del hecho por lo que se debe
estar preparado. En esta unidad didáctica se tratan aspectos de esta primera intervención en
varios tipos de escenarios, los denominados abiertos, otros considerados cerrados y se aborda
también la intervención sobre vehículos que se hayan visto de una u otra forma implicados en
un hecho criminal.

2. INTERVENCIÓN DE LOS PRIMEROS


AGENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS
El Principio de Intercambio de Edmon Locard (1910), que indica la recíproca transferencia de ele-
mentos que se produce cada vez que dos objetos entran en contacto, es la base de la criminalística
y se tendrá en cuenta no solo para la realización de la inspección ocular propiamente dicha, sino
también para la toma de decisiones desde el momento en que se tiene conocimiento de los he-
chos. Conviene tener en cuenta que esa toma de decisiones tendrá lugar en un clima de tensión y
normalmente no podrá dilatarse en el tiempo, circunstancias estas que añaden más complejidad a
dicho proceso.

El éxito de una inspección ocular en el escenario de un crimen comienza con la profesionalidad y los
conocimientos de los primeros agentes.

La conocida expresión: “no tocar, no hacer nada” no es suficiente. Resulta de gran utilidad conocer
cómo trabajan las personas especialistas en criminalística el escenario de un crimen, saber qué
buscan y dónde. Mantener la integridad de un escenario del delito y conocer las posibles alteracio-
nes que ha sufrido puede significar tanto el éxito como el fracaso de una inspección ocular, por lo
tanto, la formación y el conocimiento van a ser fundamentales para la resolución satisfactoria de
una investigación criminal.

Los primeros efectivos policiales que tengan constancia del aviso acerca de la comisión de un
hecho presuntamente delictivo, habrán de acometer determinadas medidas y acciones con ob-
jeto de proteger la escena y asegurar, entre otros, la viabilidad legal de la investigación que pos-
teriormente se desarrolle. La naturaleza y las circunstancias del hecho investigado configuran el
espacio a considerar como escenario de los hechos, por lo que a priori habrá de acometerse su
valoración con amplitud.

En definitiva, se trata de un área, espacio físico o lugar donde se ha producido un hecho presunta-
mente delictivo y que va a requerir de la intervención policial y la realización de labores técnico-cien-
tíficas para su investigación. Quedan incluidos aquellos espacios adyacentes relacionados con la
escena principal que se investiga; itinerarios de acceso y huida, vehículos empleados, así como es-
cenarios secundarios donde aparezcan elementos del delito, como pueden ser lugares donde apa-
recen marcas, huellas, utensilios o armas empleados, etc.

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N.3 | INTERVENCIÓN COMO PRIMEROS AGENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

Cada escena del crimen será diferente, la adaptación y preparación a cada situación es fundamental,
para ello se obtendrá el máximo de información antes de acudir al lugar, como la información apor-
tada por quien da el aviso o testigo, estado del tiempo, horario de luz natural, accesos al lugar, etc.
Es útil aconsejar al testigo que permanezca en el lugar, que no debe tocar nada y que debe salir de
la escena por el mismo lugar que ha accedido.

De esta manera, las medidas a adoptar como el nivel de seguridad o protección de la escena, sus
dimensiones y su valoración dependerán del lugar y del tipo de delito y su gravedad.

Algunas de estas acciones y prevenciones serán comunes independientemente de las característi-


cas de la escena y otras serán de uso más específico en función del tipo de escena a proteger.

2.1. Notitia Criminis


Toda acción policial en esta materia se inicia mediante el conocimiento través de una comunicación
ciudadana, de la actuación de oficio de las fuerzas de seguridad u otra vía de la presunta comisión
de un hecho delictivo. Las primeras informaciones que se reciban, posiblemente sean de naturaleza
imprecisa, por lo que el acudir con mentalidad investigadora, es una buena forma de afrontar la
intervención.

Siendo por tanto que son los primeros agentes los que reciben el aviso para personarse en el lugar
del suceso, deben recabar la mayor información posible con el máximo nivel de detalle y concreción,
incluidos los datos referidos a la persona que denuncia los hechos. De manera simultánea, si a cri-
terio de quien recibe la noticia procede, se debe avisar a los servicios de emergencia necesarios, al
menos de forma preventiva.

“En el supuesto de que se produzca un conflicto entre la conservación de las pruebas y la posibilidad de
salvar una vida humana, siempre se dará prioridad a la atención médica urgente” (UNODC. 2009).

Incluso aunque algunas de estas cuestiones queden sin respuesta o ésta sea incompleta debido
al estado emocional o a que simplemente son de naturaleza ignota para quien da el aviso, se debe
intentar recabar la siguiente información: datos sobre ubicación exacta del suceso; descripción del
hecho; información sobre la existencia de víctimas y nivel de gravedad; si existen riesgos previsi-
bles asociados al hecho; datos observados sobre personas sospechosas; en definitiva, cualquier
apreciación que llame su atención, indicando además a quien da el aviso, una serie de prevenciones
básicas a observar hasta la llegada de la patrulla, como evitar que nadie acceda al lugar.

2.2. Prevención de riesgos en la escena


El escenario de un hecho delictivo puede entrañar riesgos para todo el personal que interviene:
personal de emergencia, primeros agentes actuantes, técnicos especialistas, etc. por lo que habrá
que tener en consideración una serie de medidas y prevenciones a la hora de evitar riesgos deriva-
dos entre otros de la presencia en el lugar de los hechos de productos químicos, incluso aquellos
empleados en la propia inspección, materiales biológicos, explosivos y armas de fuego, factores
medioambientales extremos, inestabilidad estructural o trabajos en altura, entornos inseguros por
la posible presencia del autor en la escena o sus inmediaciones y otros riesgos como electricidad,
gases, objetos punzantes, etc. Mantener por tanto los protocolos de seguridad durante todo el pro-
ceso ha de ser una prioridad para los intervinientes. Así mientras no se asegure la escena y se
controlen los riesgos presentes, no debe darse inicio a la diligencia de inspección. De ahí la impor-

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N.3 | INTERVENCIÓN COMO PRIMEROS AGENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

tancia de disponer de una formación básica en materia de prevención de riesgos y del manejo de
determinados compuestos.

Si bien la inmediatez y la llegada al lugar con rapidez son importantes, la precipitación no resulta
aconsejable; sin duda el escenario del crimen requiere ese instante de pausa antes de tomar deci-
siones sobre él, su destrucción es irrecuperable y de ello depende una buena investigación.

2.3. Primeras actuaciones


Una vez efectuadas las acciones descritas anteriormente, se deberá proceder a la comprobación de
la realidad de lo denunciado, avisando en su caso según el protocolo establecido para que acudan
los técnicos especialistas en inspecciones, procediéndose a la protección y preservación de la inte-
gridad del escenario de los hechos, en función de las especiales características de cada uno de ellos.

Si se encuentra una persona con signos evidentes de muerte cierta no se debe tocar ni manipular,
tampoco se tapará. En el supuesto que exista riesgo de pérdida o contaminación de la información
en materia de ADN o residuos de disparo que pudiesen contener las extremidades, éstas deberán
protegerse con bolsas de papel limpias. En el supuesto de muertes por ahorcadora, nunca se des-
hará el nudo, ya que puede aportar información para la investigación de ADN, pericia, habilidad de-
terminada, etc. Ante la presencia de armas de fuego en el lugar, como norma general, no se tocarán.
Si por riesgo evidente de desaparición o alteración, como último recurso, se hubieren de recoger, se
hará manipulándolas por los lugares donde el riesgo de alteración de elementos identificativos sea
mínimo (zonas rugosas, no introducir elementos por el cañón y documentar su ubicación y posición).

Se debe anotar todo aquello que se considere relevante para la investigación, especialmente aque-
llos indicios de naturaleza efímera, condiciones climatológicas, luminosidad, percepciones olfativas,
personas y vehículos próximos, signos de actividad, etc. Aunque se debe evitar el inspeccionar con
detalle la escena. Se recabará información de testigos, quedando registradas en el momento. Se les
deberá identificar y evitar que hablen entre ellos, manteniéndolos separados con objeto de evitar
que los testimonios se vean influenciados o contaminados. Es importante no interrogar o preguntar
con detalle, conviene estar atento a conversaciones y comentarios que pueden aportar mucha in-
formación. Conviene durante los primeros momentos, establecer rutas de acceso y zonas seguras
próximas para que cuando llegue el resto de personal que interviene en la diligencia de una u otra
forma (servicios de emergencia, comisión judicial, técnicos en criminalística) puedan acceder al lugar
preservándose la escena lo más íntegramente posible.

Servicios de emergencia en la escena del crimen:

Merecen una mención especial los escenarios del crimen donde intervengan unidades de emergen-
cia, como servicios médicos o bomberos.

Lo primero ante cualquier actuación con víctimas es su seguridad y la de los agentes, para ello los
servicios médicos y de emergencias deben actuar con prontitud y eficacia por lo que se facilitará su
actuación. Pero esta función se puede realizar evitando en lo posible la destrucción de indicios o al
menos conociendo qué actuaciones se han realizado en el lugar y por quién.

Una función fundamental es la de coordinar a los servicios de emergencias presentes. Es recomen-


dable que se acompañe a estos servicios indicándoles cuales son los accesos establecidos para
la entrada y salida de la escena. Si los servicios de emergencia con motivo de su actuación pro-
dujeren algún cambio en la escena este habrá de ser documentado y comunicado a los técnicos
especialistas, se dejará constancia de las actuaciones que realizan sobre la víctima, como cambios

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N.3 | INTERVENCIÓN COMO PRIMEROS AGENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

de posición, ropas que cortan, hay que estar atentos al abandono de guantes y material, pisadas y
huellas dejadas por estos servicios, se documentan todos sus movimientos, y se identifica a todo
el personal que participa, trasladando esta información a la Policía Técnico Científica o Especialistas
en Criminalística que trabajarán en el escenario. La identificación alcanza a todas las personas que
entran en el interior del escenario.

La recogida de indicios, solo debe realizarse por los primeros agentes en supuestos tasados,
cuando existe un riesgo inminente de alteración o desaparición de los mismos. Por lo tanto, si se
produce esta eventualidad y se ha de proteger un indicio o recogerlo ante el peligro de su desapa-
rición, éste debe ser documentado (fotografiado, ubicado su lugar exacto y en las circunstancias
en que ha sido hallado).

Las precauciones han de extenderse también a las partes implicadas, el “principio de intercambio”
también actúa sobre ellas, el autor deja un rastro en la escena, pero también se lleva parte de la
escena y de la víctima con él. Si es localizado habrá que prestar especial atención a sus ropas,
manos, y actuar rápidamente impidiendo la destrucción de indicios, por lo que deben ser aislados
y controlados.

No se debe entrar y salir constantemente del escenario, los movimientos estériles por su interior
pueden provocar la destrucción de indicios, su traslado fuera de la escena o la introducción de ele-
mentos ajenos a la misma, por ello es interesante contar en la dotación de la patrulla de elementos
básicos de protección de un solo uso como mascarillas, calzas y guantes. Especial precaución con
elementos habituales en la dotación de uso diario como por ejemplo los guantes “anticorte”, por su
elevada capacidad para introducir contaminación en la escena.

Cuando se evalúa el escenario con objeto de acotarlo, se ha de hacer con amplitud, ningún
indicio debe ser descartado en los primeros momentos sin conocer toda la información. Todo
aquello que dejamos fuera del acordonamiento escapa al control, después será muy difícil re-
cuperarlo. Finalizadas las primeras medidas sobre el escenario y con la llegada de los técnicos
especialistas que van a procesar la escena, conviene plasmar toda la información en un acta
de traspaso de escenario que les será entregada, quedando a su disposición además por si
necesitaran alguna aclaración al respecto. Conviene además que en dicho traspaso se explique
por qué se han tomado determinadas decisiones, como por ejemplo el área de acordonamiento
adoptada con objeto de facilitar la comprensión de lo actuado. Las personas especialistas asu-
mirán el control de la situación a su llegada, con jerarquía técnica sobre las acciones a acometer.
Es fundamental que los especialistas en Criminalística puedan realizar su trabajo con tranquili-
dad, concentración y discreción.

2.4. Acordonamientos en la escena


Las actuaciones de delimitación física del área de la escena, comienzan con el acordonamiento. Para
ello se pueden adoptar distintos tipos de protección.

a.  Pasillos de seguridad.

El pasillo de seguridad es una zona que establecen los primeros agentes que acuden al lugar de los
hechos con la finalidad de acotar el acceso y punto de entrada al epicentro de la escena. Debe ser
aquel que tras una valoración sea considerado como menos destructivo para el escenario, será una
zona que previsiblemente no haya sido utilizada por los autores, para ello se recomienda no utilizar
zonas de paso habituales, debiéndose elegir zonas sin marcas de pisada, zonas duras como asfalto
o cemento antes que tierra, acceder a pie antes que en vehículo, etc.

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No siempre la opción más lógica o razonable es la mejor para acceder al interior del lugar del delito,
sino que hay que considerar puntos de entrada y salida empleados por el autor.

Los accesos son espacios importantes a valorar, ya que son susceptibles de contener indicios re-
levantes, un acceso al lugar descontrolado puede ocasionar una pérdida de indicios, se emplearán
puntos de acceso alternativos si es posible.

Cuando sólo existe un único punto de acceso, debe ser valorado de forma inmediata, antes de ser
utilizado como pasillo.

El pasillo se delimita físicamente y se señalizan visiblemente los indicios que se observen, especial-
mente aquellos que estén en peligro.

Si en un primer momento la entrada se ha realizado con urgencia y sin valorar, siempre se puede
cambiar. El hecho de que se haya utilizado una entrada donde pueda haber indicios, no significa
que se siga utilizando, se debe detener la degradación del escenario en el momento en que se es
consciente de ello.

b.  Doble acordonamiento.

Se emplea de manera habitual en espacios abiertos. Es aconsejable realizar un doble acordonamiento,


el primero protege la escena y únicamente accederán a él las unidades de Policía Técnico Científica.

El perímetro exterior o segundo se utiliza como zona de trabajo alrededor del escenario principal,
evita la presencia de personas ajenas a la investigación. Sus accesos deben ser vigilados y sólo ac-
cederán las fuerzas seguridad, Autoridades judiciales y otros con autorización. Sirve como punto de
organización y depósito de material a utilizar durante la inspección ocular.

Para mantener la seguridad y la integridad de un escenario se ha de realizar control escrito sobre


todo el que acceda al lugar, pasillos de seguridad reales y que todo el personal conozca el motivo de
los acordonamientos.

No se trata de colocar una cinta alrededor del lugar, acordonar es proteger y aislar el lugar con
efectividad, hay que tener cuidado con el uso excesivo o innecesario de cinta de acordonamiento o
precinto, eligiendo cuidadosamente los puntos de anclaje, evitando especialmente colocar cualquier
tipo de cinta o precinto sobre elementos que previsiblemente hayan ser podido manipulados por el
autor, como pomos de puertas, barandillas etc.

Es importante que las tareas a desarrollar en la protección de un escenario se hallen distribuidas


entre los agentes y mantenidas sin cambios durante todo el proceso. Debe haber un responsable
del escenario hasta que pueda ser traspasado con garantías a los especialistas en inspecciones
oculares, esa es la responsabilidad, se recomienda adoptar un acta de traspaso de escenario.

3. ESPACIOS A CONSIDERAR
SEGÚN TIPOS DELICTIVOS
A continuación, se exponen algunas medidas básicas a tener en cuenta según el tipo delictivo in-
vestigado. En relación con un mismo hecho delictivo, pueden darse diversos escenarios separados
físicamente. Cada uno de estos lugares constituye por sí mismo un escenario y como tal habrá de

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considerarse con objeto de efectuar una evaluación posterior contextual de las informaciones ex-
traídas que contribuyan al esclarecimiento de los hechos.

Así en las actuaciones relacionadas con homicidios, se prestará especial atención:

•  Lugar desde donde se trasladó el cadáver.

•  Lugar donde se produjo el ataque.

•  Lugar donde falleció la víctima.

•  Lugar donde se descubre cualquier indicio.

•  Vehículo usado para transportar el cuerpo.

En investigaciones relacionadas con robos, habrá que valorar:

•  Entradas y salidas.

•  Puntos de observación y vigilancia (a pie, en vehículo, interior o exterior).

•  Escenarios secundarios.

•  Vehículos utilizados.

•  Diferentes rutas de acceso.

•  Abandono en escena de guantes, herramientas, efectos sustraídos.

Los escenarios pueden ser principales, como el lugar donde se ha producido los hechos o como el
lugar del hallazgo, etc., o secundarios como el lugar de abandono del vehículo o indicios hallados
fuera de la escena. La protección debe alcanzar a todos por igual con las mismas garantías, nunca
se sabe a priori dónde puede hallarse el indicio o evidencia determinante en su esclarecimiento.

3.1. Intervención en espacios cerrados


Un espacio cerrado está protegido del exterior (lluvia, viento, personas, etc.), suelen ser de menor
tamaño, por lo que a priori y en una primera valoración será más fácil de aislar. Se distribuyen entre
aquellos de naturaleza privada, que son utilizados por un número reducido de personas, (domicilios,
garaje privado, despacho, vehículos) y pública, (empresa, parking público, patio de una finca) con
mayor volumen de usuarios.

La protección de estos lugares cerrados se realizará desde la puerta o puertas de acceso, consti-
tuyendo el primer círculo, al que solo accederá el personal especialista en inspecciones oculares y
comisión judicial. Se apartará del lugar a personas presentes, familiares y víctimas.

Un domicilio cerrado podría ser la escena ideal, mediante el cierre de la puerta quedaría todo aislado.
No obstante, la capacidad de valoración del escenario debe ir más allá y contemplar como partes
integrantes o potencialmente relacionadas con él, aquellos elementos como pueden ser los acce-
sos, el patio, el ascensor; son lugares comunes que el autor ha podido utilizar para acceder al lugar.
Se procederá a acordonar y proteger todas estas zonas, estableciéndose los pasillos de seguridad

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correspondientes, e impidiendo el acceso de personas ajenas a la investigación a dichas áreas. En


el interior es importante documentar aspectos como estado de las puertas y ventanas, iluminación,
olores, signos de actividad y cualquier otra percepción que se considere de interés. Si se ha de ma-
nipular algún objeto, se valorará la presencia de indicios en el mismo y se documentará su posición
inicial. Se debe ser especialmente cuidadoso con los movimientos por el interior, limitándolos a
los estrictamente necesarios. En ocasiones la custodia del lugar puede ser muy prolongada en el
tiempo, aun así, no hay que utilizar los servicios, incluido cualquiera de sus elementos como toallas,
ni tampoco fumar, beber, comer, usar el teléfono del lugar o realizar cualquier acción que pueda
alterar la escena o sus elementos. Es posible que a la llegada al lugar de los hechos, los agentes
observen como la víctima o familiares estén realizando acciones de limpieza u ordenación, se deben
interrumpir inmediatamente así como recabar de esta persona una descripción del estado del lugar
antes de iniciar la limpieza.

3.2. Intervención en espacios abiertos


Los escenarios considerados como abiertos, pueden ser públicos o privados (calle, descampado
urbano o solar, bosque, zona de cultivo, playas, ríos, parque público, camino rural, jardín, etc.).

Se establecerá un círculo de protección mínimo de unos 25 (vías públicas) o 50 metros (en espacios
abiertos) de lo que constituya el epicentro del escenario del crimen (GITEC.2012). Estas distancias
son orientativas y en función de las especiales características del lugar serán adaptadas. A modo de
ejemplo, cuando se recupera un cadáver en la playa arrojado por el mar, el lugar del suceso principal
no es donde aparece y si queda algún indicio estará sobre la propia víctima, con lo que el acordona-
miento no tendrá que ser especialmente amplio.

Los primeros policías que acudan al lugar tendrán que valorar si realizadas las primeras acciones,
se sitúan en el exterior del acordonamiento o si por el contrario permanecen quietos en el interior
de la escena al existir grave riesgo de alteración de indicios si salen fuera de ella. Deberán estar
especialmente pendiente de la presencia o previsión de circunstancias meteorológicas adversas,
con objeto de adoptar medidas de protección de indicios que puedan verse afectados. Es posible
que aparezcan escenarios conexos (hallazgo del arma, vehículos, etc.), con lo que la protección
se deberá ampliar (contenedores, papeleras, etc.) y prever también las medidas de protección a
adoptar. En lo referente al acceso al escenario, se preestablecerán espacios seguros.

Se dispondrá entre el primer y segundo acordonamiento de una zona limpia para las labores
de apoyo de los técnicos de criminalística. Los vehículos actuantes permanecerán fuera de este
cinturón de protección, estableciendo una zona para el estacionamiento de los vehículos oficia-
les que acudirán al lugar. Los accesos al lugar serán valorados previamente, preferentemente se
escogerá asfalto antes que tierra y se señalizarán. Si se ha de acceder con vehículo empleando
el único camino de acceso existente, se recomienda que delante del vehículo vaya un agente a
pie valorando la posible existencia de indicios que pudieran ser alterados con el paso del vehículo
(proyectiles, marcas de ruedas, etc.). En zonas concurridas, se recomienda el uso de mamparas
de protección y similar. La protección de la escena sobre todo en estos tipos de espacios al ser
más vulnerables, incluye también a curiosos y medios de comunicación, la investigación judicial
y el respeto y dignidad de las víctimas debe prevalecer ante sensacionalismos televisivos o usos
inapropiados de dispositivos móviles y la divulgación innecesaria de imágenes e información sen-
sible que se genera con esta práctica. “Los códigos de conducta también se ocupan de la necesidad
de respetar a las personas y su dignidad humana al examinar y recoger pruebas materiales de los cadá-
veres o las personas vivas, y la esfera íntima de las víctimas. Esto incluye el control y la gestión de los
medios de comunicación” (UNODC.2009).

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3.3. Intervención en vehículos


En el caso de recuperación de un vehículo que aparece lejos del lugar del hecho principal, si por
ejemplo ha sido empleado como instrumento de huida, se considerará de forma individual. Igual
prevención en cuanto a la distancia a acordonar, que en los puntos anteriores, dependerá del caso
concreto y sus circunstancias. Únicamente accederá al interior de la zona acotada el personal
técnico especializado. Si hubiese duda sobre la implicación de un vehículo abandonado en un
hecho delictivo grave, se adoptarán las medidas de máximo nivel de profilaxis, se actuará como si
estuviera implicado (material desechable como guantes, mascarilla, etc.), teniendo especial cui-
dado con las corrientes de aire que se pueden generar al abrir puertas o ventanas de manera
simultánea. Se recomienda acudir a la consulta de datos a través de número de matrícula o bas-
tidor antes que a la manipulación de guanteras y documentación. Se debe comprobar de manera
aproximada la temperatura del motor del vehículo en contraste con la temperatura exterior. En
cualquier caso, si se ha de manipular algún elemento del vehículo, se observará lo establecido de
manera general para todos los indicios, preferentemente por zonas rugosas, por donde se pueda
deducir que no existen indicios o elementos con valor identificativo. Si las condiciones climatoló-
gicas no indican lo contrario no se debe cubrir el vehículo.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  El éxito de una inspección ocular en el escenario de un crimen comienza con la profesionalidad y
los conocimientos de los primeros agentes.

•  Acudir al lugar con mentalidad investigadora, es una buena forma de afrontar la intervención.

•  En el supuesto de que se produzca un conflicto entre la conservación de las pruebas y la posibili-


dad de salvar una vida humana, siempre se dará prioridad a la atención médica urgente.

•  El escenario de un hecho delictivo, puede entrañar riesgos para todo el personal que interviene.

•  Finalizadas las primeras medidas sobre el escenario y con la llegada de los técnicos especialistas
que van a procesar la escena, conviene plasmar toda la información en un acta de traspaso de
escenario que les será entregada.

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  LOCARD, E. (2010). Manual de técnica policíaca. Valladolid: Maxtor.

•  CASTELLÓ, A. (2006). Vestigios biológicos. Manchas de sangre. Del indicio a la evidencia. Técnicas de
criminalística. Granada: Comares.

•  GOBIERNO DE ESPAÑA. Ministerio De Justicia. Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Fo-


renses. <https://www.administraciondejusticia.gob.es/paj/publico/ciudadano/informacion_ins-
titucional/organismos/instituto_nacional_de_toxicologia_y_ciencias_forenses> [Consulta: 15
de agosto de 2017].

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M4 // CRI // UNIDAD DIDÁCTICA N.3 | INTERVENCIÓN COMO PRIMEROS AGENTES EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

6. BIBLIOGRAFÍA
• UNODC (2009). La escena del delito y las pruebas materiales Sensibilización del personal no forense
sobre su importancia, Asuntos Científicos Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito.
Nueva York. <https://www.unodc.org/documents/scientific/Crime_scene_Ebook.Sp.pdf> [Con-
sulta: 15 de agosto de 2017].

• GITEC (2012). Manual de Buenas Prácticas en la Escena del Crimen. Instituto Penal de Ciencias
Penales. Academia Iberoamericana de Criminalística y estudios Forenses. Grupo Iberoamericano
de Trabajo de la Escena del Crimen. México.

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M4

DOC
Documentoscopia
BENITO VELASCO GUIJARRO

DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 LEGISLACIÓN APLICABLE A LAS FALSEDADES
DOCUMENTALES.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 MODALIDADES DE FRAUDE.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 PRINCIPALES ELEMENTOS DE SEGURIDAD.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 LOS SISTEMAS DE IMPRESIÓN TRADICIONALES.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 HERRAMIENTAS PARA LA DETECCIÓN DE DOCUMENTOS
FALSOS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 SCHENGEN Y LA UNIÓN EUROPEA.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 7 LOS DOCUMENTOS DE VIAJE DE LECTURA MECÁNICA
CONFORME AL DOC 9303 DE LA OACI.
DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

LEGISLACIÓN APLICABLE
A LAS FALSEDADES DOCUMENTALES

1
1. RESUMEN

2. D
 E LA FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS PÚBLICOS, OFICIALES Y MERCANTILES. EL CÓDIGO PENAL

3. DEFINICIÓN DE CONCEPTOS DOCUMENTALES

4. LOS DOCUMENTOS FICTICIOS O DE FANTASÍA RELACIONADOSCON EL TRÁFICO Y LA IDENTIDAD

4.1. DEFINICIONES

4.2. CONTROVERSIA EN CUANTO A SU INCLUSIÓN DENTRO DE LOS TIPOS PENALES DE FALSEDAD


DOCUMENTAL

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
M4 // DOC // UNIDAD DIDACTICA N. 1 | LEGISLACIÓN APLICABLE A LAS FALSEDADES DOCUMENTALES

1. RESUMEN
Las intervenciones con documentos, tanto de identidad como autorizaciones administrativas, son
habituales en la función policial. Importantísimo es conocer los tipos penales y la diferenciación
entre documentos públicos, privados y mercantiles, y que requisitos deben cumplirse para su tipifi-
cación. En cuanto a las falsedades cometidas con documentos ficticios o de fantasía, su encuadra-
miento en el tipo penal nos viene dado por la simulación de un documento en parte.

2. DE LA FALSIFICACIÓN DE
DOCUMENTOS PÚBLICOS, OFICIALES Y
MERCANTILES. EL CÓDIGO PENAL
De las falsedades documentales.

SECCIÓN 1ª. De la falsificación de documentos públicos, oficiales y mercantiles. El Código Penal.

Artículo 390.

1. Será castigado con las penas de prisión de tres a seis años, multa de seis a veinticuatro meses e
inhabilitación especial por tiempo de dos a seis años, la autoridad o funcionario público que, en el
ejercicio de sus funciones, cometa falsedad:

1º. Alterando un documento en alguno de sus elementos o requisitos de carácter esencial.

2º. Simulando un documento en todo o en parte, de manera que induzca a error sobre su autenti-
cidad.

3º. Suponiendo en un acto la intervención de personas que no la han tenido, o atribuyendo a las que
han intervenido en él declaraciones o manifestaciones diferentes de las que hubieran hecho.

4º. Faltando a la verdad en la narración de los hechos.

Artículo 392.

1. El particular que cometiere en documento público, oficial o mercantil, alguna de las falsedades
descritas en los tres primeros números del apartado 1 del artículo 390, será castigado con las
penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses.

2. Las mismas penas se impondrán al que, sin haber intervenido en la falsificación, traficare de
cualquier modo con un documento de identidad falso. Se impondrá la pena de prisión de seis
meses a un año y multa de tres a seis meses al que hiciere uso, a sabiendas, de un documento
de identidad falso.

Esta disposición es aplicable aun cuando el documento de identidad falso aparezca como pertene-
ciente a otro Estado de la Unión Europea o a un tercer Estado o haya sido falsificado o adquirido en
otro Estado de la Unión Europea o en un tercer Estado si es utilizado o se trafica con él en España.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDACTICA N. 1 | LEGISLACIÓN APLICABLE A LAS FALSEDADES DOCUMENTALES

Artículo 393.

El que, a sabiendas de su falsedad, presentare en juicio o, para perjudicar a otro, hiciere uso de un
documento falso de los comprendidos en los artículos precedentes, será castigado con la pena in-
ferior en grado a la señalada a los falsificadores.

Autor y Cooperador Necesario (Código Penal).

De las personas criminalmente responsables de los delitos.

Artículo 27.

Son responsables criminalmente de los delitos los autores y los cómplices.

Artículo 28.

Son autores quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio de otro del que se
sirven como instrumento.

También serán considerados autores:

a.  Los que inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo.

b.  Los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado.

3. DEFINICIÓN DE CONCEPTOS
DOCUMENTALES
•  Documento: Art. 26 del Código Penal. Se considera documento todo soporte material que ex-
prese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de
relevancia jurídica.

•  Documentos Públicos: Art. 1216 y siguientes del Código Civil. Son los autorizados por notario o
empleado público competente, con las solemnidades requeridas por la ley. Bajo esta denomina-
ción se comprenden los documentos notariales, judiciales y administrativos.

•  Documentos Oficiales: Son los expedidos por los funcionarios en el ejercicio de sus cargos para
satisfacer necesidades o conveniencias del servicio público. En realidad no son sino una clase de
documentos públicos a los que la jurisprudencia asimila.

•  Documento Indubitado: Es aquel que no ofrece ninguna duda sobre su autenticidad y se utiliza
para el cotejo con otros documentos.

•  Documento Dubitado: Es aquel que ofrece dudas sobre su autenticidad.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDACTICA N. 1 | LEGISLACIÓN APLICABLE A LAS FALSEDADES DOCUMENTALES

4. LOS DOCUMENTOS FICTICIOS


O DE FANTASÍA RELACIONADOS
CON EL TRÁFICO Y LA IDENTIDAD
Los llamados documentos de fantasía son conocidos por la controversia de opiniones que genera a
la hora de afrontar actuaciones en los que intervienen.

Por una parte, están los profesionales que opinan que son documentos que carecen de relevan-
cia jurídica y no pueden considerarse como falsificaciones y la actuación deberá ir encaminada al
ámbito administrativo y, por otra, está la opinión de que habrá que tener en cuenta su calidad de
construcción, las peculiaridades de la utilización según los casos y, en especial, si producen o no
engaño para considerarlos una falsificación documental o una falsificación inocua. Esta segunda
opción sería la más apropiada.

4.1. Definiciones
El Consejo de la Unión Europea, en el glosario de términos para denominar las medidas de segu-
ridad y otros términos técnicos relacionados con documentos de identidad y viaje, los define de la
siguiente forma:

Los documentos ficticios comprenden toda una serie de documentos que carecen de base legal y
que por lo general no intentan reproducir ningún documento auténtico. El documento ficticio tiene
la apariencia de un documento oficial, pero no lo expide una autoridad o una institución existentes
y oficialmente reconocidas por un Estado u organización de Derecho Internacional, por lo que no
tiene validez jurídica.

A su vez segmenta estos documentos en tres categorías: fantasía, camuflaje, y otros.

•  Fantasía: en estos aparece el nombre de países u organizaciones imaginarios y el expedidor no es


ni un Estado reconocido por el Derecho internacional ni una institución autorizada.

•  Camuflaje: Son documentos que aseguran proceder de países u organizaciones que han dejado
de existir o que han cambiado de nombre.

•  Otros: documentos, visados o sellos que llevan el nombre de un Estado u organización existen-
tes pero que no corresponden a ningún documento real del país u organización internacional en
cuestión.

4.2. Controversia en cuanto a su inclusión


dentro de los tipos penales de falsedad documental
Desde el punto de vista policial, y también judicial, la controversia viene dada por su consideración o
no como documento con relevancia jurídica, por la carencia en su expedición de estado u organiza-
ción reconocida por el derecho internacional. La clave la encontramos en el apartado 2º, punto 1 del
artículo 390 del Código Penal, que dice “(…) simulando un documento en todo o en parte, de manera que

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induzca a error sobre su autenticidad”. Es decir, existe delito de falsedad cuando el documento induce
a error sobre su autenticidad. Esa es la clave, no sólo para los documentos de fantasía, sino para
cualquier falsificación de un documento público, oficial o mercantil.

El 390 del Código Penal, además, habla de simular en todo o en parte. Tenemos sentencias del
Tribunal Supremo que nos definen qué es simular; STS de 18/09/93 “(…) “simular” equivale a crear
un documento, configurándolo de tal forma que produzca una apariencia de veracidad, tanto por su
estructura como por su forma de confección.

STS 13/06/97 “(…) “simular” significa representar una cosa, fingiendo o imitando lo que no es.

STS 03/03/2000 “(…) Será, pues, simulado un documento cuando se practican en el mismo operaciones
que inducen a error sobre su autenticidad, lo que ocurre cuando el documento así elaborado es idóneo
para pasar por auténtico en el tráfico jurídico al que va destinado”.

Por tanto, uno de los requisitos obligatorios que deben cumplirse es que el documento simule.
Pero hay otro segundo requisito imprescindible para que exista falsedad documental, y es que
induzca a error. Que nos dice el Tribunal Supremos a través de sus sentencias, veamos algunas:

STS 29/05/2000 “(…) la acción típica del art. 390.1.2 es aquella que se realiza sobre el soporte mate-
rial, el documento, creándolo ex novo de manera que el así creado induzca a error sobre su existencia
como documento del que surgen una realidad jurídica vinculante, con efectos constitutivos y probato-
rios de la misma, es decir, creando un documento, soporte material, que en realidad no existe pese a su
apariencia (…)”.

STS 05/06/87 y siguientes: “(…) Las imitaciones de la realidad, de naturaleza informe, burda o grosera,
incapaces de inducir a engaño aun al menos perspicaz, no constituyen verdaderas falsificaciones con
trascendencia penal”.

Podemos concluir que, aunque un documento ficticio, de camuflaje o de fantasía no imite ínte-
gramente las características de un documento en concreto, deberemos atender a su capacidad
de engaño para decidir si estamos ante una falsedad documental o ante una inocua sin relevan-
cia jurídica.

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  El Código Penal nos establece dos requisitos imprescindibles para que exista delito de falsedad
documental; el primero que induzca a error sobre su autenticidad y el segundo que simule en todo
o en parte un documento.

•  Un documento no debe simular en su totalidad, la simulación puede ser parcial.

•  No sólo se considera autor al falsificador material del documento, sino también a quien coopera
en su ejecución con un acto sin el cual no existiría ese documento. Por ejemplo, aportando los
datos personales, la fotografía y firmándolo posteriormente.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDACTICA N. 1 | LEGISLACIÓN APLICABLE A LAS FALSEDADES DOCUMENTALES

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  España. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. BOE de 24 de noviembre
de 1995, núm. 281, p.33987-34058. Capítulo segundo, sección tercera.

•  OLMO ORTÍZ, J. M. (2008). Los documentos ficticios y de fantasía relacionados con el tráfico y la iden-
tidad. Seguridad Local.

7. BIBLIOGRAFÍA
•  ESPAÑA. LEY ORGÁNICA 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. BOE de 24 de noviem-
bre de 1995, núm. 281, p.33987-34058.

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DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2

MODALIDADES DE FRAUDE

2
1. RESUMEN

2. F
 ALSIFICACIONES PARCIALES.

2.1. B
 ORRADO MECÁNICO O FÍSICO

2.2. B
 ORRADO QUÍMICO

2.3. SUSTITUCIÓN DE LA FOTOGRAFÍA

3. OTRAS MANIPULACIONES PARCIALES

4. FALSIFICACIONES TOTALES

4.1. D
 OCUMENTOS FRAUDULENTOS EN SU EXPEDICIÓN

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS
M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | MODALIDADES DE FRAUDE

1. RESUMEN
Las modalidades de fraude que utilizan los falsificadores de documentos se engloban en dos gran-
des grupos; falsificaciones parciales modificando datos de documentos expedidos legítimamente
por persona autorizada y falsificaciones totales que imitan en todo, o en parte, a otros documentos.

2. FALSIFICACIONES PARCIALES.
Son aquellas que se realizan sobre soportes auténticos.

2.1. Borrado mecánico o físico


Se realiza utilizando objetos punzantes o cortantes borrando letras, palabras, números o todo aquel
dato de interés. Para detectar dicho borrado cuando no es apreciable a simple vista se utilizan len-
tes o instrumentos de aumento, con los cuales podremos apreciar en la zona manipulada el levan-
tamiento de fibras, falta de continuidad en los dibujos de fondo, etc. Para detectar estas manipula-
ciones también se utiliza luz diascópica o transmitida y oblicua.

2.2. Borrado químico


Se realiza utilizando disolventes y borratintas comerciales. Con ello se pretende eliminar datos ori-
ginales del documento para incluir otros nuevos. Estas manipulaciones se aprecian por falta de
brillo del papel en la zona tratada con el producto químico, decoloración con aureolas de las tintas,
aparición de manchas con luz UV, zonas de mayor transparencia a contraluz.

2.3. Sustitución de la fotografía


Es el método más utilizado por su simpleza y bajo coste. En ocasiones suele darse conjuntamente
con un borrado físico o químico. La fotografía del documento puede ser integrada o digitalizada, o
no integrada o superpuesta.

a) Fotografía integrada. En la actualidad es más frecuente que los documentos lleven la fotografía
integrada, dificultando de esta manera su sustitución, y obligando a los falsificadores a confeccio-
nar totalmente la página donde se encuentra la fotografía, utilizando para ello métodos similares
al utilizado para la confección del original, es decir, escaneándolo, digitalizándolo y posteriormente
imprimiéndolo con impresoras láser o de chorro de tinta, o incluso utilizando fotocopias en color.
Aunque también se puede borrar tan sólo la silueta de la fotografía e insertar mediante los métodos
anteriormente mencionados la silueta de la nueva.

•  Fotografía no integrada. Los falsificadores prefieren los documentos que no llevan la fotografía
integrada, ya que su sustitución es menos compleja y se realiza sin tener que utilizar medios téc-
nicos complejos, es decir, es más artesanal. En estos casos deberemos tener siempre en cuenta
los distintos métodos de protección de la fotografía.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | MODALIDADES DE FRAUDE

3. OTRAS MANIPULACIONES PARCIALES


a.  Sellos húmedos o de tinta. Verificando la continuidad de este sello entre la foto y el papel, uti-
lizando una ampliación de baja potencia (x8-x10). También prestaremos especial atención a la
existencia de faltas de ortografía, verificaremos la concordancia entre los caracteres y el logotipo.

b.  Sellos secos o de relieve. Verificando la correspondencia entre textos y anagrama en anverso y
reverso, o la posible simulación del sello.

c.  Grapas y ojetes. Verificando la perfección de los mismos, restos de óxido, dobles agujeros, indi-
cios de arrancamiento, restos de la fotografía original, cortes, etc.

d.  Laminados plásticos de seguridad. Verificando que presenta motivos visibles bajo luz UV, me-
didas retroreflexivas o reflectantes, tintas transferibles visibles y/o invisibles, si se encuentra
pegado o cosido al cuadernillo, la presencia de cortes o burbujas de aire, doble laminado plástico.

e.  Superposición de fotografía. Este método también se está dando en documentos que llevan la
fotografía integrada, pero en esos sólo se superpone la silueta de la fotografía. Con luz diascópica
o transmitida es fácil de detectar, ya que con ella se observaran los perfiles y rasgos de las dos
siluetas.

f.  Sustitución de páginas. Se realiza para hacer desaparecer datos no deseados, añadir páginas
con visados auténticos, cambios de identidad o de nacionalidad, etc. Para estas sustituciones
se pueden utilizar páginas vírgenes de otros documentos o páginas falsas, e incluso laminados
también falsos.

g.  Supresión de páginas. Se realiza para suprimir datos no deseados, como pueden ser denegacio-
nes de entrada, cajetines con leyendas condicionantes, etc. Su comprobación es muy sencilla,
solo tendremos que comprobar que el documento posee todas sus páginas. En todos los pasa-
portes figura el número de páginas que lo componen.

4. FALSIFICACIONES TOTALES
Las falsificaciones totales son aquellas en las que ninguno de los elementos que compone el docu-
mento es auténtico. Suelen ser muy costosas dependiendo del tipo de documento. Son las que más
proliferan y mayoritariamente consisten en hacer una copia del documento indubitado no reprodu-
ciendo ninguna de las medidas de seguridad, por lo que se hace necesario tener una base de datos
o conocimientos de los distintos modelos de documentos que expiden los países.

4.1. Documentos fraudulentos en su expedición


a.  Ilícitamente expedido en blanco. Se trata de documentos sustraídos o extraviados en blanco, los
cuales son cumplimentados por personas no autorizadas. Su detección resulta más complicada
que en los casos anteriores, por lo que pondremos especial atención en los sellos tanto húmedos
como secos, la composición de las líneas OCR, los códigos ICAO, fechadores, calidad de la impre-
sión de datos, laminados plásticos, faltas de ortografía, todo ello con el fin de encontrar alguna
anomalía que nos indique que podemos encontrarnos ante un documento falso.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | MODALIDADES DE FRAUDE

b.  Expedición legal mediante fraude. Se trata de documentos expedidos por la autoridad o funcio-
narios competentes, pero que se han obtenido mediante:

c.  Engaño. Se presentaron documentos falsos o falsificados para la obtención del documento, no
siendo estos detectados por el emisor o expedidor.

d.  Corrupción. En este caso es prácticamente imposible su detección, por cuanto no existe como tal.
Estos casos se suelen detectar por datos, sospechas o averiguaciones de otras investigaciones.

e.  Uso indebido de documentos sin manipular. En estos casos no existe falsedad documental, ya
que se trata de la presentación de documentos auténticos sin manipular de otra persona. Sus
portadores suelen ser individuos de características fisonómicas similares a los auténticos titula-
res. Estos casos se suelen dar con mucha frecuencia en ciudadanos de países orientales y afri-
canos, existiendo incluso connivencia entre el titular del documento y quien lo está utilizando.

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Es muy importante examinar bien los documentos. Los documentos hablan, nos aportan infor-
mación.

•  No tenemos que quedarnos en la toma y cotejo de los datos en la hoja biográfica. Tenemos que
inspeccionar su fotografía, observar la hoja de datos mediante luz transmitida, sobra con ponerla
entre nuestros ojos y una fuente de luz.

•  Tenemos que comprobar que el soporte carece de blanqueantes ópticos al aplicarle una fuente de
luz ultravioleta, ya que el papel de seguridad carece del mismo.

•  Los documentos más demandados son los de países de la Unión Europea, y la base de datos de
PRADO es una herramienta fundamental para conocer sus medidas de seguridad.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  PRADO (2017). Registro público de documentos auténticos de identidad y de viaje en red. Consejo de
la Unión Europea. <http://www.consilium.europa.eu/prado/en/prado-start-page.html> [Consul-
ta: 5-09-2017].

•  VELASQUES POSADA, L. G. (2003). La alteración documental y sus modalidades. Grafología Univer-


sitaria. Universidad Autónoma de Barcelona.

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DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3

PRINCIPALES
ELEMENTOS DE SEGURIDAD

3
1. RESUMEN

2. M
 EDIDAS DE SEGURIDAD MÁS HABITUALES

2.1. M
 ARCA AL AGUA

2.2. H
 ILO DE SEGURIDAD

2.3. FIBRILLAS

2.4. P
 LANCHETES

2.6. T INTA ÓPTICAMENTE VARIABLE

2.7. T
 INTA TRANSFERIBLE

2.8. S
 ELLO SECO

2.9. S
 ELLO HÚMEDO O DE TINTA

2.10. M
 ICRO ESCRITURA

2.11. GUILLOCHE

2.12. FONDOS LINEALES Y GEOMÉTRICOS

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

4. L ECTURAS RECOMENDADAS
M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | PRINCIPALES ELEMENTOS DE SEGURIDAD

1. RESUMEN
Las medidas de seguridad en los documentos han ido variando en el tiempo incrementando su
sofisticación e introduciendo elementos anticopia, así como la tecnología láser y los sistemas de
almacenamiento de datos. Pero existen medidas de seguridad primarias que siguen siendo muy
efectivas, destacando entre ellas la marca al agua.

2. MEDIDAS DE SEGURIDAD
MÁS HABITUALES
2.1. Marca al agua
Se puede observar mediante luz diascópica o transmitida, y es una medida de seguridad que se in-
cluye en el papel en el momento de fabricación. Puede ser de dos tipos: Lineal: cuando es de un solo
tono, y Bitonal o Multitonal, cuando es de dos o más tonos.

2.2. Hilo de seguridad


Se introducen en el papel en el momento de su fabricación y suelen ser de polímero o metálicos.
Pueden contener microtextos, figuras, hologramas y pueden variar de color o reaccionar a la luz
ultravioleta.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | PRINCIPALES ELEMENTOS DE SEGURIDAD

2.3. Fibrillas
Suelen ser de seda o de material sintético. Pueden ser visibles o invisibles. Las visibles pueden re-
accionar a la luz ultra violeta, las invisibles siempre reaccionan a la luz UV. Deben ser uniformes en
su trazado, desde el principio hasta el final.

2.4. Planchetes
Son elementos circulares que cumplen la misma función que las fibrillas. Pueden ser superficiales,
y/o reactivas a la luz ultra violeta.

2.5. Elementos ópticamente variables


Como su nombre dice, son elementos que al exponerlos a una luz varían de color o de profundidad.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | PRINCIPALES ELEMENTOS DE SEGURIDAD

2.6. Tinta ópticamente variable


Tinta que según sea expuesta a la luz o según sea su inclinación varía de un color a otro. Puede
estar impresa mediante calcografía o serigrafía. Se trata de una medida de seguridad anticopia,
antiescaneo.

2.7. Tinta transferible


La tinta está en el laminado plástico de seguridad y se transfiere al
documento cuando pegamos el laminado a la hoja biográfica. Tiene
la característica de que, en caso de levantar el laminado plástico, los
motivos de tinta transferible se destruyen en su totalidad o parcial-
mente. Su falsificación se realiza normalmente mediante impresión a
chorro de tinta.

2.8. Sello seco


Es un sello que se realiza mediante presión, a veces el entramado es
complicado y por tanto difícil su falsificación, pero la mayoría de veces
se trata de entramados simples y, por tanto, susceptibles de ser falsi-
ficados. Estos sellos principalmente se fijan en la fotografía cogiendo
parte del documento. El problema es que, al encontrase la fotografía
a un nivel superior que el soporte, en el segundo muchas veces no se
marca.

2.9. Sello húmedo o de tinta


Estampado mediante tinta. La mayoría de sellos húmedos están realizados con tintas normales,
pero también existen tintas de seguridad que reaccionan a la luz ultravioleta.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | PRINCIPALES ELEMENTOS DE SEGURIDAD

2.10. Micro escritura


Para poder leerla necesitamos de un cuenta-hilos o micro-lupa. Cuando
leemos el texto sin ayuda de dispositivos de aumento estamos ante una
mini escritura. La micro escritura es casi no perceptible al ojo humano.
Al leerla utilizando una lente de aumento su resolución y continuidad del
texto o secuencia de imágenes debe ser perfecta.

2.11. Guilloche
Dibujo de formas geométricas de muy buena definición cuya falsificación
es muy difícil. Estos guilloches en muchos casos, especialmente en pasa-
portes y cartas de identidad reaccionan a la luz ultra violeta.

2.12. Fondos lineales y geométricos


Conjunto de líneas y/o dibujos geométricos que forman un entramado en el fondo del documento.
Los fondos lineales y los guilloches suelen ser de colores tonos pastel y su resolución tiene que ser
perfecta.

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Necesitamos dotarnos de material básico para la detección de falsificaciones y verificación de las
medidas de seguridad. Una lente de 10 aumentos y una lámpara de luz ultra violeta portátil son
suficientes para tener ya posible indicios.

4. LECTURAS RECOMENDADAS
•  PRADO (2017). Registro público de documentos auténticos de identidad y de viaje en red. Consejo de
la Unión Europea. <http://www.consilium.europa.eu/prado/en/prado-start-page.html> [Consul-
ta: 5-09-2017].

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DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 4

LOS SISTEMAS DE IMPRESIÓN


TRADICIONALES

4
1 RESUMEN

2. I MPRESIÓN EN OFFSET

3. IMPRESIÓN EN CALCOGRAFÍA

4. IMPRESIÓN EN TIPOGRAFÍA

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS
M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | LOS SISTEMAS DE IMPRESIÓN TRADICIONALES

1 RESUMEN
De los sistemas de impresión tradicionales, los más conocidos son el offset, la tipografía y la calco-
grafía. Es importante conocerlos para poder diferenciarlos.

2. IMPRESIÓN EN OFFSET
La litografía es la técnica que se basa en el principio de la repulsión de la tinta y el agua.

La litografía es el fundamento del Offset, por lo que también se conoce a este último como litografía
offset.

a.  Offset Lineal (Húmedo)

Utiliza los principios de la impresión planográfica. Se llama “Offset” porque la imagen se imprime
primero en una mantilla de caucho (Offset) que a continuación se imprime sobre el papel.

Es un sistema de impresión plano e indirecto se caracteriza por un


entintado de líneas, textos o imágenes homogéneo y de bordes
nítidos.

Otro sistema de impresión indirecta cuyo uso está muy extendido


en la impresión de seguridad es la tipografía indirecta, más conoci-
da como Offset seco. El resultado es muy similar al Offset húmedo
convencional.

b.  Aplicación de Offset seco

Billetes de Banco, (Pasaportes, D.N.I., etc.):

•  Fondos de líneas finas.

•  Microtextos.

•  Impresión en iris.

•  Motivo de coincidencia.

•  Aplicación de tintas especiales:

• Con propiedades UV.

• Delebles.

•  Posibilidad de uso con papeles especiales:

• Papel de seguridad (algodón).

• Papel reactivo.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | LOS SISTEMAS DE IMPRESIÓN TRADICIONALES

3. IMPRESIÓN EN CALCOGRAFÍA
Las zonas de la imagen a imprimir están en relieve y las zonas sin dibujo quedan hundidas y de este
modo no reciben tinta.

La calcografía es una impresión en relieve, perceptible al tacto, impresa con una fuerza de 7.500 -
15.000 PSI. (15.000 x 0,07307 = 1096,5 Kg./cm2) Si el falsificador pretende su reproducción por
fotocopiadora o impresora el resultado será una impresión plana.

4. IMPRESIÓN EN TIPOGRAFÍA
La impresión tipográfica, al igual que la flexografía, es un sistema de impresión en alto relieve y direc-
to, ya que la zona imagen se transmite directamente de la forma impresora al soporte. Y en el que
la forma impresora es un metal.

Existen varios tipos de máquinas de impresión, dependiendo del tipo de contacto entre el soporte
y la forma impresora:

•  Plano contra plano (Minervas).

•  Planocilíndricas (la forma impresora es plana y el soporte gira sobre un cilindro y entra en contac-
to con dicha forma).

•  Cilíndricas (cilindro contra cilindro).

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | LOS SISTEMAS DE IMPRESIÓN TRADICIONALES

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Hemos comentado en temas anteriores, que mayoritariamente se falsifican los documentos de
países de la Unión Europea. Esto se debe a que les permite estar de forma “regular” y conducir
vehículos sin restricciones de plazos de validez cortos.

•  Seguimos destacando el papel fundamental de la base de datos PRADO para conocer, no sólo las
características y medidas de seguridad de los documentos comunitarios, sino también los siste-
mas de impresión de los mismos.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  ÁLVAREZ MACÍAS, A. (2010). Ponencia indicios de falsedad en documentos falsos. Congreso Nacio-
nal de Falsedad Documental. Burjassot.

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DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 5

HERRAMIENTAS
PARA LA DETECCIÓN
DE DOCUMENTOS FALSOS

5
1. RESUMEN

2. A
 LERTAS PARA DETECTAR DOCUMENTOS FALSOS

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

4. L ECTURAS RECOMENDADAS
M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | HERRAMIENTAS PARA LA DETECCIÓN DE DOCUMENTOS FALSOS

1. RESUMEN
En esta unidad didáctica vamos a ver una serie de herramientas, relacionadas con la fabricación y com-
pilación de datos de los documentos que nos servirán para estar alerta, para saber que lo que tenemos
delante de nuestros ojos y estamos inspeccionando, presenta algo que no es normal en caso de que se
dé. No se trata de máximas, sino de síntomas. Estos síntomas o alertas nos deben llevar a prestar más
atención al documento y, por supuesto, a asegurar a su portador hasta llegar a una conclusión.

2. ALERTAS PARA DETECTAR


DOCUMENTOS FALSOS
a.  Que la nacionalidad del titular no se corresponda con la del documento.

El primer indicio de alerta ante el documento que estamos inspeccionando es que su titular del
mismo tenga una nacionalidad diferente a la del país emisor.

b.  Que el documento esté en todo o en parte plastificado.

Los documentos, sean expedidos en papel fotográfico, policarbonato o neobond no tiene sentido el
plastificarlos, y más si ya de por sí llevan un plastificado de origen.

c.  Que el documento en formato tríptico/díptico tenga tacto acartulinado y presente grietas o
celo en las dobleces.

Se observa este indicio en permisos de conducir y cartas de identidad en soporte de papel. Los indu-
bitados se fabrican en papel de seguridad. Esas grietas en las que se aprecia el sustrato blanco del
papel nos está indicando que no es papel de seguridad, sino de uso comercial.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | HERRAMIENTAS PARA LA DETECCIÓN DE DOCUMENTOS FALSOS

d.  Que el documento en formato de tarjeta/card se divida en dos partes en las esquinas.

Las cartas de identidad y permisos de conducir que se expiden actual-


mente están confeccionados mayoritariamente en policarbonato. Si las
esquinas del documento que estamos inspeccionando se abren, es un
indicio de que el documento está fabricado en diversas capas de papel
que han sido engarzadas y plastificadas con posterioridad para darle la
apariencia plástica del policarbonato.

e.  Que el documento presente exceso de sellos húmedos o secos y que se vean con demasiada
perfección.

Evidentemente, hay muchísimas personas


que tienen expedidos legalmente todas
las clases de permisos de conducir, pero
también es un síntoma de falsificación el
exceso de sellos, y más si estos son exce-
sivamente perfectos y coincidentes en ali-
neación. Esta perfección y coincidencia de
alineación nos puede estar indicando que
están hechos con impresora. Debemos te-
ner en cuenta que los sellos conforme se
van utilizando van acumulando restos de tinta en sus relieves, por lo que su resolución cada vez será
menor con el uso.

f.  Que el documento presente sellos o timbres fiscales y carezcan de matriz de puntos.

Existen documentos, especialmente permisos de conducir de países


africanos, que en su portada presentan sellos fiscales. Estos sellos, al
igual que los sellos postales, deben presentar en sus lados la matriz de
puntos. Los sellos falsos están cortados en recto.

g.  Que el permiso de conducir presente todas las categorías expedidas el mismo día.

Las normativas de conductores de todos los países establecen plazos legales para la expedición de
los permisos no profesionales y los profesionales. Es un indicio claro de posible falsedad si obser-
vamos en el documento que tiene expedidas diferentes categorías el mismo día, no profesionales
y profesionales.

h.  Que tratándose de documentos tipo plaqueta de PVC o policarbonato, la impresión no llegue
hasta los bordes.

Los documentos impresos en policarbonato, la impresión de datos y


fondo del soporte llega hasta el final de la plaqueta. En los documentos
falsos confeccionados mediante este sistema se aprecia un espacio en
blanco que rodea todo el borde del soporte.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | HERRAMIENTAS PARA LA DETECCIÓN DE DOCUMENTOS FALSOS

i.  Que el documento presente distintos tipos de letras.

No confundir con distintos sistemas de impresión. Podemos en-


contrar documentos cuyos datos variables han sido introducidos
con impresión láser y el resto con impresión Offset. Estamos ha-
blando de diferentes tipos de letras o tipología de números.

j.  Que en el documento consten habilitadas una o varias categorías expedidas en fecha posterior
a la de emisión del permiso de conducir.

Un ejemplo sería que, estamos verificando los datos de


un permiso de conducir, figura como fecha de expedi-
ción del documento abril de 2015, y en el apartado cla-
ses de permisos observamos que tiene las clases B y C
expedidas en enero de 2017. Es decir, le han expedido el
soporte con anterioridad a la obtención de los permisos
de conducir.

k.  Que existiendo convenio de canje con país extranjero, el titular con residencia en España exhi-
ba permiso de aquel país.

El Reglamento General de Conductores establece unos plazos de validez para aquellos permisos
nacionales de conducir de países con convenio de canje con España cuyos titulares tienen residencia
legal en nuestro país. Una alerta de seguridad por posible falsificación documental es que, teniendo
documento nacional de identidad o un permiso de residencia español en cualquiera de sus moda-
lidades y estando en posesión de un permiso de conducir de un país con convenio de canje, haya
superado los plazos establecidos por la legislación y, por tanto, el permiso de conducir haya dejado
de tener validez. En este caso, la falsificación puede ser de cualquiera de los dos documentos, del
permiso de conducir o del documento de identidad.

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Las alertas de seguridad son una herramienta básica para detectar documentos falsos, incluso si
no conocemos los documentos originales.

•  Es muy importante tener en cuenta que el plazo para canjear un permiso de conducir de un país
extranjero con convenio de canje con España es de seis meses a partir de que adquiere la residen-
cia legal en España, siendo esta de ciento ochenta y cinco días de permanencia en nuestro país de
forma regular, es decir, un año desde la primera expedición del permiso de residencia.

•  Los permisos de residencia para ciudadanos de países pertenecientes al régimen general de ex-
tranjería son, en el caso de los temporales; inicial con validez de un año, primera renovación con
un periodo de validez de dos años, segunda renovación con un periodo de validez de dos años. Es
decir, si se identifican con un permiso de residencia español y figura la leyenda primera renova-
ción, su titular como mínimo lleva residiendo en nuestro país como mínimo un año.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | HERRAMIENTAS PARA LA DETECCIÓN DE DOCUMENTOS FALSOS

•  A partir de cinco años de residencia temporal, la residencia pasa a ser permanente, leyenda que
figurará en el documento y que nos informa que su titular ya reside en España como mínimo cinco
años.

4. LECTURAS RECOMENDADAS
•  PRADO (2017). Registro público de documentos auténticos de identidad y de viaje en red. Consejo de
la Unión Europea. <http://www.consilium.europa.eu/prado/en/prado-start-page.html> [Consulta:
5-09-2017].

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DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 6

SCHENGEN
Y LA UNIÓN EUROPEA

6
1. RESUMEN

2. E
 L ACUERDO SCHENGEN Y SU CONVENIO DE APLICACIÓN

3. COMPOSICIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA Y EL REAL DECRETO 240/2007 DE ENTRADA Y


PERMANENCIA EN ESPAÑA DE CIUDADANOS DE LA UNIÓN EUROPEA

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS
M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | SCHENGEN Y LA UNIÓN EUROPEA

1. RESUMEN
En esta unidad didáctica vamos a hablar de la Unión Europea y el Acuerdo de Schengen. Por qué
vamos a hablar de unos acuerdos o tratados que afectan a extranjería os podréis preguntar. Pues
porque en materia de tráfico y de vehículos, estos acuerdos nos afectan, siendo necesario conocer
el régimen general de extranjería y el comunitario, así como qué es y cómo nos condiciona las inter-
venciones el Acuerdo de Schengen del que España forma parte.

2. EL ACUERDO SCHENGEN
Y SU CONVENIO DE APLICACIÓN
El espacio Schengen nace en 1985, cuando cinco Estados de la Unión Europea decidieron suprimir
los controles de las fronteras exteriores. Los europeos realizan cada año 1.250 millones de viajes
dentro del espacio Schengen.

En la actualidad, el espacio Schengen está formado por 26 países europeos (de los cuales 22 son
Estados miembros de la UE): Bélgica, Chequia, Dinamarca, Alemania, Estonia, Grecia, España, Fran-
cia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, los Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal,
Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia y Suecia, así como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.

Al pertenecer a la zona libre de controles fronterizos internos, estos países:

•  No realizan controles fronterizos en sus fronteras interiores (es decir, en las fronteras entre dos
Estados Schengen).

•  Realizan controles armonizados, ajustados a criterios claramente definidos, en sus fronteras exte-
riores (es decir, en las fronteras entre un Estado Schengen y un Estado no perteneciente a Schengen).

En la frontera exterior, los nacionales de la UE son generalmente sometidos a un mínimo de contro-


les para verificar su identidad en base a sus documentos de viaje, los nacionales de terceros países
deben presentar un documento de viaje válido y un visado, si procede, o un permiso de residencia,
así como otros documentos que justifiquen el objeto de su estancia y demuestren que poseen re-
cursos financieros suficientes para su subsistencia durante esta.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | SCHENGEN Y LA UNIÓN EUROPEA

3. COMPOSICIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA


Y EL REAL DECRETO 240/2007 DE
ENTRADA Y PERMANENCIA EN ESPAÑA
DE CIUDADANOS DE LA UNIÓN EUROPEA
El Real Decreto 240/2007, de 16 de febrero, regula las condiciones para el ejercicio de los dere-
chos de entrada y salida, libre circulación, estancia, residencia, residencia de carácter permanente
y trabajo en España por parte de los ciudadanos de otros Estados miembros de la Unión Europea
y de los restantes Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, así como las
limitaciones a los derechos anteriores por razones de orden público, seguridad pública o salud
pública.

También es de aplicación, cualquiera que sea su nacionalidad, y en los términos previstos por éste,
a los familiares de ciudadano de otro Estado miembro de la Unión Europea o de otro Estado parte
en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, cuando le acompañen o se reúnan con él, que a
continuación se relacionan:

a.  A su cónyuge, siempre que no haya recaído el acuerdo o la declaración de nulidad del vínculo
matrimonial, divorcio o separación legal.

b.  A la pareja con la que mantenga una unión análoga a la conyugal inscrita en un registro público
establecido a esos efectos en un Estado miembro de la Unión Europea o en un Estado parte en
el Espacio Económico Europeo, que impida la posibilidad de dos registros simultáneos en dicho
Estado, y siempre que no se haya cancelado dicha inscripción, lo que deberá ser suficientemente
acreditado. Las situaciones de matrimonio e inscripción como pareja registrada se considerarán,
en todo caso, incompatibles entre sí.

c.  A sus descendientes directos, y a los de su cónyuge o pareja registrada siempre que no haya re-
caído el acuerdo o la declaración de nulidad del vínculo matrimonial, divorcio o separación legal, o
se haya cancelado la inscripción registral de pareja, menores de veintiún años, mayores de dicha
edad que vivan a su cargo, o incapaces.

d.  A sus ascendientes directos, y a los de su cónyuge o pareja registrada que vivan a su cargo.

Tanto los ciudadanos de la Unión como sus familiares pueden residir por espacio superior a tres
meses en España.

Los nacionales de un Estado miembro de la Unión Europea o de otro Estado parte en el Acuerdo
sobre el Espacio Económico Europeo estarán obligados a solicitar personalmente ante la oficina
de extranjeros de la provincia donde pretendan permanecer o fijar su residencia o, en su defecto,
ante la Comisaría de Policía correspondiente, su inscripción en el Registro Central de Extranjeros.
Dicha solicitud deberá presentarse en el plazo de tres meses contados desde la fecha de entrada
en España, siéndole expedido de forma inmediata un certificado de registro en el que constará el
nombre, nacionalidad y domicilio de la persona registrada, su número de identidad de extranjero, y
la fecha de registro.

Los miembros de la familia de un ciudadano de un Estado miembro de la Unión Europea o de un


Estado parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo que no ostenten la nacionalidad de
uno de dichos Estados, cuando le acompañen o se reúnan con él, podrán residir en España por un

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | SCHENGEN Y LA UNIÓN EUROPEA

período superior a tres meses, estando sujetos a la obligación de solicitar y obtener una tarjeta de
residencia de familiar de ciudadano de la Unión.

Todo ciudadano de un país miembro de la Unión Europea puede circular libremente por ella provisto
únicamente de su carta de identidad o pasaporte.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Un ciudadano nacional de un país miembro de la Unión Europea y su entorno económico tiene
libertad de circulación por todo el territorio de la Unión. No tiene que llevar más identificación
personal que la carta d identidad de su país o el pasaporte.

•  Sus permisos de conducir son válidos en España sin que estén obligados a canjearlo, pero una vez
adquieran su residencia legal en nuestro país, vendrán obligados a cumplir los mismos plazos y
requisitos establecidos para los nacionales de España en cuanto a la renovación.

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  ESPAÑA. REAL DECRETO 240/2007, de 16 de febrero, sobre entrada, libre circulación y residencia
en España de ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea y de otros Estados parte en el
Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo. BOE, 28 de febrero de 207, núm. 51, p. 8558-8566.

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DOC
UNIDAD DIDÁCTICA N. 7

LOS DOCUMENTOS DE VIAJE


DE LECTURA MECÁNICA CONFORME
AL DOC 9303 DE LA OACI

7
1. RESUMEN

2. P
 ASAPORTES DE LECTURA MECÁNICA

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

4. L ECTURAS RECOMENDADAS
M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 7 | LOS DOCUMENTOS DE VIAJE
DE LECTURA MECÁNICA

1. RESUMEN
Las líneas de caracteres ópticamente reconocibles (OCR) de los documentos de viaje y de identidad,
nos aportan información importante sobre su expedición, así como una serie de dígitos de seguri-
dad asociados, por ejemplo, a la fecha de nacimiento de su titular y a la de caducidad del documento
que nos pueden alertar de una posible falsificación documental.

2. PASAPORTES DE LECTURA MECÁNICA


Documentos de viaje de lectura mecánica.

Parte 1.

Pasaportes de lectura mecánica.

Volumen 1.

Pasaportes con datos de lectura mecánica almacenados en formato de reconocimiento óptico de


caracteres.

Volumen 2.

Especificaciones para pasaportes electrónicos con capacidad de identificación biométrica.

Parte 2

Visados de lectura mecánica.

Parte 3.

Documentos de viaje oficiales de lectura mecánica.

Volumen 1.

DVLM con datos de lectura mecánica almacenados en formato de reconocimiento óptico de caracteres.

Volumen 2.

Especificaciones para DVLM electrónicos con capacidad de identificación biométrica.

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 7 | LOS DOCUMENTOS DE VIAJE
DE LECTURA MECÁNICA

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 7 | LOS DOCUMENTOS DE VIAJE
DE LECTURA MECÁNICA

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M4 // DOC // UNIDAD DIDÁCTICA N. 7 | LOS DOCUMENTOS DE VIAJE
DE LECTURA MECÁNICA

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• Los pasaportes y las visas son documentos oficiales que permiten a las personas viajar legal-
mente a través de las fronteras nacionales. El papel de un pasaporte es identificar a los nacionales
de un Estado para el beneficio de los países extranjeros, y garantizar su derecho de retorno.

• Los pasaportes nacionales para ciudadanos y sistemas de visa para los no residentes, gestionan
el movimiento ordenado de personas entre Estados sobre una base temporal o permanente. El
movimiento para estandarizar los pasaportes que comenzó hace décadas, es una medida de efi-
ciencia que ahora ha evolucionado hacia una herramienta de seguridad crucial. Muchos Estados
han introducido mayores medidas de seguridad, en respuesta a la amenaza del terrorismo global.

• Muchos países están evaluando la necesidad de actualizar la calidad y seguridad de sus sistemas
de pasaporte y visa, en respuesta a las amenazas a la seguridad global. El incrementar la segu-
ridad es una de las más altas prioridades para los gobiernos y los transportistas. El fundamento
para la seguridad internacional de viaje es prueba de identidad y ciudadanía. El pasaporte es tam-
bién importante para la protección y el apoyo de los ciudadanos de un Estado que se encuentren
en el extranjero.

4. LECTURAS RECOMENDADAS
• ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE AVIACIÓN CIVIL (2006). DOC 9303. Documentos de viaje
de lectura mecánica., Parte 1, Volumen 1. <https://www.icao.int/Security/mrtd/Downloads/Doc%20
9303/Doc%209303%20Spanish/Doc%209303%20Part%201%20Vol%201.pdf> [Consulta: 5-09-
2017].

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M5
TÁCTICA POLICIAL
SUPERVISOR: MANUEL RODRÍGUEZ HERRERA

AFS ICP PF
INVESTIGACIÓN DE
ACCIDENTES

// 95 // 183 // 197
ACTIVIDAD FÍSICA Y INSTRUCCIÓN POLICIAL DEFENSA PERSONAL
SALUD POLICIAL
PR
// 221
TA
// 281
TPE
// 389
INTERVENCIÓN POLICIAL TÁCTICA POLICIAL TIRO POLICIAL
EN SERVICIOS DE
PAISANO
M5

AFS
Actividad Física
y Salud
ANTONIO TÁRREGA PÉREZ

AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 AFS Y RESISTENCIA PARA POLICÍA LOCAL.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 AFS Y VELOCIDAD PARA POLICÍA LOCAL.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 AFS Y FUERZA PARA POLICÍA LOCAL.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 AFS Y FLEXIBILIDAD PARA POLICÍA LOCAL.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 ACTIVIDADES DE AGILIDAD MENTAL Y COORDINACIÓN/CIRCUITOS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 7 HIGIENE POSTURAL EN AVD Y AVDL. EJERCICIOS DESACONSEJADOS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF. PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 10 SALVAMENTO ACUÁTICO PARA POLICÍA LOCAL.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 11 ALIMENTACIÓN Y SALUD.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 12 JUEGOS ALTERNATIVOS DE COOPERACIÓN, COEDUCACIÓN E IGUALDAD.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 13 ORIENTACIÓN MEDIANTE GYMKANA.
AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD.


MITOS Y FALSAS CREENCIAS

1
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS SOBRE LA ASIGNATURA DE AFS

3. L A ACTIVIDAD FÍSICA Y LA SALUD

3.1. A LGUNAS DEFINICIONES RELACIONADAS CON LA AF

3.2. L A SALUD Y LA ENFERMEDAD EN NUESTRAS VIDAS

4. MITOS Y FALSAS CREENCIAS SOBRE AF Y SALUD

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS

1. RESUMEN
En esta unidad didáctica inicial justificamos la necesidad de la asignatura de Actividad Física y Salud
(AFS) dentro del plan de formación del IVASPE así como los objetivos que se pretenden. También se
habla de algunos conceptos importantes relacionados con la AFS y qué supone la salud y la enfer-
medad en nuestras vidas. Y finalizamos solicitando una reflexión sobre los mitos y falsas creencias
que rodean el mundo de la AFS.

2. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
SOBRE LA ASIGNATURA DE AFS
Este temario nace motivado por la preocupación y la inquietud de dotar a policías locales (PL) de
nuevo ingreso de una formación básica relacionada con la actividad física (AF) y el entrenamiento
para que adquieran el hábito de hacer ejercicio de una manera saludable y como medio de mejora
del desarrollo de las tareas físicas requeridas por su profesión.

Según un estudio nacional “Deterioro Psicofísico en la Policía Local”, realizado por el Dr. Javier Sanz
González, el 65% de los PL en alguna ocasión ha sufrido una pérdida de facultades psicofísicas a lo
largo de su vida profesional.

Algunas de las conclusiones más significativas de este estudio son que el estrés y la ansiedad son
los problemas más importantes a los que los policías tienen que hacer frente, ya que el 65 por ciento
de los encuestados ha sufrido problemas con estas alteraciones de la salud derivados de las inter-
venciones en las que se ve involucrado a diario en el desempeño de sus funciones. Asimismo, casi la
mitad sufren alteraciones del sueño, necesitando el 16,43 por ciento consumir tranquilizantes para
dormir; y el 6,8 por ciento ingiere antidepresivos.

Con todos estos datos se puede entender que la función policial esté considerada como un puesto
de trabajo estresante ya que el estrés además de provocar el agotamiento psicológico también
provoca el deterioro de las capacidades físicas y por ello el estrés es considerado como un factor de
primer orden del proceso de envejecimiento funcional.

En cuanto a los problemas físicos más frecuentes derivados de la actividad policial figuran: moles-
tias en la columna vertebral, varices, esguinces, quemaduras, afecciones en el aparato respiratorio,
alteraciones gastrointestinales, dolores de cabeza, cansancio crónico, alergias, dolencias cardiovas-
culares y hepáticas, entre otras.

La mayoría de los problemas que afectan al estado físico del cuerpo policial comienzan a partir de
los 40 o 45 años, si bien pueden manifestarse a antes de esta edad. En la “esfera psiquiátrica”, la
edad media en la que se requiere tratamientos por ansiedad o por depresión se encuentra alrededor
de los 44 y 45 años respectivamente. Aspecto muy importante a tener en cuenta ya que este colec-
tivo ostenta la capacidad de porte y manejo de armas de fuego con el consiguiente riesgo que pue-
de suponer, tanto para su integridad física como para la del resto de la plantilla o de la ciudadanía,
hacerlo uso de ella cuando se está bajo condiciones de estrés o incurso en proceso de depresión.

Otro dato relevante de este estudio es que a partir de los 40 años, solo un poco más de la tercera
parte de los encuestados pasaría las pruebas físicas que superaron en el momento de acceder
al Cuerpo.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS

Los resultados hallados en este estudio han motivado que se dé mayor importancia a la mejora de
la Condición Física en los nuevos cursos de Formación Básica, pues, como veremos a lo largo del
temario, una buena Condición Física ayuda a prevenir o minimizar las enfermedades profesionales
características de los cuerpos de PL (diabetes, cardiopatías, hipertensión, arritmias, depresión, an-
siedad, cansancio psicofísico, etc.).

De forma breve establecer algunos de los objetivos que pretende la asignatura de Actividad Física y
Salud (AFS) para PL dentro de su plan de estudios son:

•  En primer lugar, cabe aclarar que dentro de los objetivos de esta asignatura no está el pre-
tender formar a ningún experto en Educación Física, ni conseguir que los alumnos sean de-
portistas de alto rendimiento. Las pretensiones del IVASPE son sentar las bases para que el
alumnado con inquietudes en el mantenimiento y desarrollo de su Condición Física, disponga
de unos conocimientos mínimos, tanto teóricos como prácticos, que le permitan practicar AF
de forma saludable.

•  También se persigue el fomentar mediante la actividad físico-deportiva valores como el auto-


control, la disciplina, el esfuerzo, la cooperación y el trabajo en grupo, la realización personal, la
responsabilidad, etc.

•  Y por último favorecer que la práctica de AF suponga una experiencia variada con múltiples opcio-
nes; amena, divertida y atractiva; que experimenten diferentes entornos ampliando sus vivencias
y aprendizajes; fomentando siempre la igualdad y la coeducación y promoviendo la relación con
sus iguales; empleando actividades lo más segura posibles, minimizando los riesgos de lesión y
maximizando los beneficios físicos, psíquicos y sociales.

3. LA ACTIVIDAD FÍSICA Y LA SALUD


Haciendo una adaptación de la conceptualización sobre la AF ofrecida por Devís Devís, J. y otros,
(2000) en su libro “Actividad física, deporte y salud”, se puede decir que la función policial se da siem-
pre en relación con la ciudadanía o derivado de sus comportamientos. El contacto directo con el
entorno y las personas exige del policía aptitudes psico-físicas y habilidades sociales para poder
responder a la variedad de situaciones que se dan en el día a día.

Además los PL desempeñan, en gran mayoría, su labor en la vía pública desplazándose de un ser-
vicio a otro, unas veces a pie, andando o corriendo, y otras veces en un vehículo policial, ya sea en
coche o en moto.

Estas dos premisas, uno la capacidad de movimiento y dos la interacción con el entorno y las per-
sonas, permiten que la AF esté presente en la actividad laboral de los policías. Por ello esta AF se
constituye como requisito fundamental para poder hablar de actividad policial plena y saludable
siendo objeto de especial cuidado y protección.

3.1. Algunas definiciones relacionadas con la AF


La forma más extendida de entender la AF recoge únicamente una dimensión biológica siendo
definida como “cualquier movimiento corporal asociado con la contracción muscular que incrementa
el gasto de energía por encima de los niveles de reposo” o también como “todos los trabajaos de la

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS

vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio y las actividades deportivas” según Ettin-
ger y col, (1996); Prat, (1996); Delgado y Tercerdor, (1998); Casimiro, (1999 y 2000); y Tercedor
y Sanchez, (2001). Pero esta visión es reducida ya que la AF como cualquier otra manifestación
de la vida es un concepto mucho más amplio. La AF además del cuerpo también hace referencia
a su movimiento, a la práctica humana y a su interacción con los demás y con el entorno. Así
pues siguiendo a Devís Devís, J. y otros, (2000) una definición completa debería también integrar
otra dimensión personal y otra sociocultural porque entienden que la AF es “una de las muchas
experiencias que vive una persona gracias a capacidad de movimiento que le proporciona su natura-
leza corporal. Estas experiencias nos permiten aprender y valorar pesos y distancias, vivir y apreciar
sensaciones muy diversas, y adquirir conocimientos de nuestro entorno y nuestro propio cuerpo”. “Así
mismo, tampoco podemos olvidar que las actividades físicas son prácticas sociales puesto que las
realizan las personas en interacción entre ellas, otro grupos sociales y el entorno”.

A modo de resumen una definición amplia de AF que aglutina la dimensión biológica, personal y so-
cial es aquella que integra el movimiento corporal, la experiencia personal y la práctica sociocultural
y que Devís Devís, J. y otros, (2000) definen como “cualquier movimiento corporal intencional, realizado
con los músculos esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia personal, y nos
permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea”.

A continuación pasamos a ver las relaciones que se pueden dar entre la AF y salud y nos encon-
tramos que actualmente se pueden identificar tres grandes perspectivas Devís Devís, J. y otros,
(2000):

a) “la perspectiva rehabilitadora considera la AF como si de un medicamento se tratara”

b) “la perspectiva preventiva utiliza la AF para reducir el riesgo de que aparezcan determinadas enferme-
dades o se produzcan lesiones”

c) “la perspectiva orientada al bienestar considera que la AF contribuye al desarrollo personal y social”

Debemos reflexionar sobre el concepto de AF desde su visión más amplia porque de no hacerlo
así caeremos en unas relaciones de AF con la salud deterioradas y enfermizas. En cambio si estas
relaciones siguen las directrices de las tres dimensiones para entender la AF en toda su ampli-
tud, llegaremos a obtener las verdaderas relaciones de AF con la Salud que son las orientadas al
bienestar.

Siguiendo la estructura multidimensional de AF, tanto la perspectiva rehabilitadora como la pers-


pectiva preventiva se desarrollan desde una dimensión biológica ya que se encuentran estrecha-
mente vinculadas a la enfermedad y la lesión. Por ello si queremos ver aumentadas las relaciones
de la AF con la salud más allá de la enfermedad, debemos incorporar la perspectiva orientada al
bienestar que se desarrolla desde la dimensión personal y sociocultural.

Esta perspectiva orientada al bienestar es la que nos permite mejorar la existencia humana por en-
cima de la supervivencia y poder hablar de calidad de vida y practicar AF no sólo como prevención o
rehabilitación sino también por el simple hecho de disfrute, de satisfacción, porque nos hace sentir
bien y nos divierte, porque nos hace sentir libres y autónomos, porque nos facilita la relación con los
demás y con el entorno, etc.

La AF orientada al bienestar debe ser una AF para todos caracterizada por ser una AF adaptada
a las circunstancias personales de cada individuo, debe suponer una práctica satisfactoria, debe
estar orientada al proceso de la práctica y no al resultado, favorecedora de autonomía intelec-
tual y habilidades sociales, de intensidad moderada a vigorosa que reporte más beneficios que
riesgos, debe ser habitual y frecuente formando parte de su estilo de vida, debe ser relacional,

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS

respetuosa con el medio ambiente y que todo ello sirva para obtener beneficios para su salud y
llevar una vida mejor.

Por último decir que estas perspectivas no son excluyentes sino que se complementan y se inte-
rrelacionan.

En el próximo punto se tratará de explicar los conceptos de ejercicio físico (EF) y deporte (D) así como
sus principales relaciones y diferencias con la AF. Aunque son conceptos conocidos por todos resul-
ta de primera necesidad saber distinguirlos de forma clara para utilizarlos adecuadamente y evitar
su uso como sinónimos cuando no lo son.

Ettinger y col, (1996); Pratt, (1996); Delgado y Tercedor, (1998); Casimir, (1999 y 2000); Tercedor
y Sanchez, (2001) definen que ejercicio físico “implica una actividad física planificada, estructurada y
repetitiva, con el objetivo de mejorar o mantener la condición física de una persona”

Así podemos ver que la principal diferencia entre AF y EF radica en la intencionalidad y en la sis-
tematización. Un ejemplo de ello sería que ir andando al trabajo es considerado como AF pero
no como EF. En cambio andar 4 días por semana 1 hora con cierta intensidad se considera AF y
también EF.

Por otro lado Pierre Parlebas, (1981) define el deporte como aquella “situación motriz de compe-
tición institucionalizada”; Art. 2.1.a de la Carta Europea del Deporte, (1992) dice que el deporte
es “todo tipo de actividades físicas que, mediante una participación organizada o de otro tipo, tengan
por finalidad la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones
sociales o el logro de los resultados de competiciones de todos los niveles”; y Hernández Moreno,
(1994) concreta el deporte como “la situación motriz de competición, reglada, de carácter lúdico e
institucional”.

Como se puede constatar los rasgos definitorios del D que le diferencia del EF es que el D está
reglamentado e institucionalizado. A modo de ejemplo como hemos hecho antes con la AF y EF,
jugar al balón un día cualquiera con 4 amigos se considera AF y EF pero no D, en cambio jugar a
futbol siete todos los martes por la tarde en la liga de empresas de mi pueblo se entiende como
AF, EF y también D.

Del mismo modo se hace necesario definir el concepto de condición física (CF) y para ello seguire-
mos sirviéndonos de los estudios realizados por Devís Devís, J. y otros, (2000) que definen CF como
“un estado, producto o nivel de forma física que se obtiene de medir, mediante pruebas o tests físicos,
los distintos componentes o cualidades de que consta (la resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza y la
resistencia muscular, la flexibilidad, la potencia, la agilidad y la velocidad) y está genéticamente determi-
nada en alto grado”. Pero esta definición al igual que las cualidades de que consta se ha asociado al
rendimiento deportivo.

También podemos intentar abordar la definición de CF asociada a la salud como lo hace la Co-
misión de Deportes del Consejo de Europa, (1989) que dice “la CF en relación con la salud está
compuesta por la resistencia cardiorrespiratoria, resistencia y fuerza muscular, flexibilidad, composi-
ción corporal, coordinación, equilibrio y un buen estado psicoemocional”. Pero Devís Devís, J. y otros,
(2000) consideran que aunque se hayan encontrado relaciones de la CF con la salud entre los
componentes más modificables por la AF no es suficiente para realizar la afirmación que a mayor
nivel de CF mayor salud tendrá una persona. Más bien se debería adoptar una visión minimalista
para entender la CF cuando se refiere a la promoción de la salud como “la capacidad funcional
necesaria para implicarse en actividades cotidianas sin molestias físicas y donde las propias personas
son las que establecen sus indicadores del nivel de forma física, entendida esta como consecuencia de
la práctica física habitual”, (Devís Devís, J. y otros, 2000).

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS

Por último y debido a que el sedentarismo hoy día afecta al 70% de la población española, es un
factor de riesgo independiente de otros y además multiplica su morbi-mortalidad en el caso de
enfermedades degenerativas, cardiovasculares, metabólicas y ciertos tipos de cáncer, decir que
una persona sedentaria es aquella que realiza alguna AF aeróbica leve o moderada menos de tres
veces por semana. También la que no sigue adecuadamente programas de EF en función de la
prevención, corrección o rehabilitación de las enfermedades degenerativas.

Así pues queda de manifiesto la importancia de practicar AF de forma habitual y saludable y en-
tendemos como persona activa a aquella que realiza programas de AF aeróbica de 30 minutos de
forma continuada y al menos cuatro o cinco veces por semana.

Recordar que para calcular el cómputo total de práctica de AF se debe tener en cuenta la actividad
laboral, las actividades cotidianas, las actividades domésticas y las actividades de ocio.

3.2. La salud y la enfermedad en nuestras vidas


En las últimas décadas se ha observado un creciente interés y una mayor conciencia social sobre la
práctica de AF y deportiva y la salud. Si bien en el punto anterior hemos intentado clarificar algunos
conceptos como actividad física, ejercicio físico, deporte y condición física, ahora le ha llegado el
turno al concepto de salud.

Como todos sabemos la salud es un bien poco valorado que pasa desapercibido hasta que se pierde
y es que con las condiciones actuales la salud se está viendo deteriorada por factores ambientales,
culturales, sociales y personales así como por el modo de vida, relacionado con malos hábitos ali-
mentarios y estilo de vida sedentario.

Seguimos las líneas marcadas por Devís Devís, J. y otros, (2000) cuando explican que la definición
dominante en la sociedad de una palabra tan conocida como es la de “salud” resulta de utilizarla en
oposición a la palabra “enfermedad” y por esta razón consideramos que estamos sanos cuando no es-
tamos enfermos. Sin embargo la OMS, (1946) ofreció una definición más amplia, “la salud es un estado
completo de bienestar físico, mental y social y no la simple ausencia de enfermedad”. Esta definición
incorpora a la idea de salud tres dimensiones íntimamente relacionadas entre ellas: salud física,
mental y social. Pero la concibe con un estado ideal que puede dificultar su comprensión ya que la
salud no se mantiene estable y puede variar.

Devís Devís, J. y otros, (2000) toman la definición de la OMS como punto de partida para ir desa-
rrollando su explicación sobre el término salud; pasando por el “Continuo de la salud” de Salleras,
L. (1985); y concluyendo en el “Cuadrante de la salud” de Downie, R.S.; Fyfe, C. y Tannahill, A. (1990).
Cada nuevo modelo va supliendo y complementando las carencias encontradas en el plantea-
miento anterior.

Recientemente Martinez de Haro, V. y cols., (2011) continuaron evolucionando estas teorías y


diseñaron el “Cubo de la Salud”. Con todas estas contribuciones se puede decir que “la salud es el
logro del elevado nivel de bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento, así como del
reducido nivel de enfermedad que permiten los cambiantes y modificables factores políticos, sociales,
económicos y medioambientales en los que vive inmersa la persona y la colectividad”.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS

4. MITOS Y FALSAS CREENCIAS


SOBRE AF Y SALUD
Devís Devís, J. y otros, (2000) ponen de manifiesto que “la diversidad de mensajes sobre salud,
mediatizada por los intereses consumistas de las sociedades capitalistas, ha producido una series de
obsesiones y distorsiones en el inconsciente colectivo de enorme repercusión social. Y todas ellas se les
ha etiquetado con el anglicismo de salutismo, es decir, el entramado de creencias, valores y prácticas
sociales que conforman una conciencia falsa o limitada sobre la salud”. Estas distorsiones sobre la
salud han creado mitos y falsas creencias entorno al cuerpo, a la AF y a la salud. Las manifesta-
ciones del salutismo afectan a estos tres elementos y se pueden agrupar en culto al cuerpo; re-
laciones simplistas entre AF, CF y salud; y AF saludable como objeto de consumo. A continuación
se propone la reflexión sobre los siguientes mitos y falsas creencias:

•  Salud y medios de comunicación

•  Existe una asociación directa entre EF, apariencia física y salud

•  Relación automática entre CF y salud

•  Cualquier tipo y cantidad de AF son adecuados para la salud

•  Toda AF es beneficiosa para la salud

•  El individuo es el único responsable de la salud

•  La salud puede comprarse

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• Las pretensiones del IVASPE son que el alumno disponga de conocimientos teóricos y prácticos
que le permitan practicar AF de forma saludable.

• La AF relacionada con la salud es cualquier movimiento corporal intencional, realizado con los
músculos esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia personal, y nos
permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea.

• La salud es el logro del elevado nivel de bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcio-
namiento, así como del reducido nivel de enfermedad que permiten los cambiantes y modificables
factores políticos, sociales, económicos y medioambientales en los que vive inmersa la persona y
la colectividad.

• La diversidad de mensajes sobre salud mediatizada por los intereses consumistas ha provocado
obsesiones y distorsiones conformando una conciencia falsa o limitada de la salud.

Pag - 103
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD. MITOS Y FALSAS CREENCIAS

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  DEVÍS DEVÍS, J. (Coord.). (2001). La educación física, el deporte y la salud en el siglo XXI. Alicante:
Marfil.

7. BIBLIOGRAFÍA
•  Comisión de Deportes del Consejo de Europa, (1989). Editorial Marfil

•  CARBONELL, A. et al. (2010). Coordinadores: Muñóz, J. Y Delgado, M. Guía de recomendaciones


para la promoción de la actividad física. Sevilla: Junta de Andalucía. Consejería de salud.

•  DEVÍS DEVÍS, J. et al. (2000). Actividad física, deporte y salud. Barcelona: Inde. 2ª edición.

•  MARTÍNEZ DE HARO, V. et al. (2011). Sistema gráfico para evaluar la actividad física en relación
a la salud. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Vol. 11
(43) pp. 608-618.

•  COMUNIDAD VIRTUAL CIENCIAS DEL DEPORTE. Red Iris. http://cdeporte.rediris.es/revista/revis-


ta43/artsistema207.htm [Consulta: 6 de agosto de 2017].

•  SANZ, J. (2008). Estudio del deterioro psicofísico asociado a la edad y repercusión en las capaci-
dades psicofísicas en el colectivo de policías locales. Madrid: Confederación de Seguridad Local.

Pag - 104
AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2

AFS Y RESISTENCIA
PARA POLICÍA LOCAL

2
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN SOBRE LAS CUALIDADES FÍSICAS BÁSICAS

3. EL CONCEPTO DE RESISTENCIA

4. CLASIFICACIÓN DE LA RESISTENCIA

5. B
 ENEFICIOS DEL ENTRENAMIENTO DE LA RESISTENCIA

6. M
 ÉTODOS DE ENTRENAMIENTO DE LA RESISTENCIA

7. L A FRECUENCIA CARDÍACA

8. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

9. L ECTURAS RECOMENDADAS

10. BIBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 2 | AFS Y RESISTENCIA
PARA POLICÍA LOCAL

1. RESUMEN
Comenzamos contextualizando y exponiendo las CFB para más adelante centrarnos en el concepto
de resistencia y sus diferentes posibilidades de clasificación, beneficios y métodos de entrenamien-
to. Acabamos respondiendo a múltiples preguntas relacionadas con la frecuencia cardiaca y apren-
demos a trabajar con ella.

2. INTRODUCCIÓN SOBRE
LAS CUALIDADES FÍSICAS BÁSICAS
Según Reina Montero, L. y Martínez-Haro, V. (2003) utilizan indistintamente los términos de cuali-
dad o capacidad física para una mayor simplificación terminológica y es basándose en Porta, (1988)
quien define los componentes de la condición física como el conjunto de factores, capacidades,
condiciones o cualidades que posee el sujeto como energía potencial, de cuyo desarrollo puede
obtenerse un buen nivel de aptitud física.

Por otro lado como dice Devís Devís, J. y otros, (2000), “se han encontrado relaciones entre algunos
de los componentes de la condición física y la salud, y concretamente son los más modificables por la
práctica física”.

Aunque son muchos los esfuerzos realizados por especialistas de la materia en intentar dar una
definición y clasificación de las cualidades físicas básicas (CFB), no es objeto de este temario dar a
conocer todas ellas. Por ello y para simplificar su comprensión diremos que las CFB son el conjunto
de aptitudes de la persona, que la posibilitan fisiológica y mecánicamente, para realización de cual-
quier AF y se clasifican en la resistencia, la fuerza, la velocidad y la flexibilidad.

Es difícil por no decir imposible encontrar una manifestación de las CFB de forma aislada sino que
siempre que se realiza una AF aparecen interrelacionadas con mayor grado de implicación unas
que otras. Cada vez que se realiza una AF deportiva se precisa de una fuerza, que se ejecuta a una
velocidad determinada y en una amplitud de movimiento dada (flexibilidad) y durante un tiempo
también determinado (resistencia).

3. EL CONCEPTO DE RESISTENCIA
Según Fritz Zintl, (1991) “la resistencia es la capacidad de resistir física y psíquicamente a una carga du-
rante largo tiempo produciéndose finalmente un cansancio insuperable debido a la intensidad y duración
de la misma y/o de recuperarse rápidamente después de esfuerzos físicos y psíquicos”. (Weinek, 1992)
dice que “la resistencia es la capacidad psicofísica de resistir la fatiga”.

Pero después de revisar las definiciones de autores como Bompa, Volkov, Grosser et al., Manno,
Harre y Navarro entre otros sobre la CFB de la resistencia podemos llegar a la conclusión que todas
van en la misma dirección y que las características más simbólicas y que se repiten en todas ellas es:

•  La capacidad de soportar una AF de larga duración.

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PARA POLICÍA LOCAL

•  La capacidad de soportar cansancio o fatiga tanto física como psíquica.

•  Tener una rápida recuperación tras el esfuerzo.

Como se puede cuando intentamos explicar la CFB de la resistencia la fatiga se sitúa siempre en el
eje central y ello es debido a su importancia ya que resulta ser el principal factor que limita y com-
promete el rendimiento físico deportivo.

4. CLASIFICACIÓN DE LA RESISTENCIA
En primer lugar deberíamos hacer referencia a la clasificación de los tipos de resistencia de Zintl
(1991) adaptado por García, J. M., Navarro, F., Legido, J. C. y Vitoria, M. (2006) que está elaborada
dependiendo del punto de vista adoptado, así pues tenemos:

•  Musculatura implicada: Resistencia muscular general y local.

•  Adscripción a una modalidad: Resistencia de base y específica.

•  Suministro energético muscular: Resistencia AERÓBICA y ANAERÓBICA.

•  Duración temporal: Resistencia a corto, medio y largo plazo.

•  En relación con otras CFB: Resistencia de fuerza, resistencia de fuerza rápida y resistencia de
fuerza velocidad.

•  Forma de trabajo de los músculos: Resistencia estática y dinámica.

De todas ellas la clasificación que resulta de nuestro interés por su utilidad práctica es dependiendo
del suministro energético muscular utilizado. Esta podrá ser resistencia aeróbica o anaeróbica.

De forma muy breve y simple podemos decir que la resistencia aeróbica se produce siempre en
presencia de oxígeno y su energía proviene principalmente de la oxidación del glucógeno (hidratos
de carbono y de las proteínas) así como de los ácidos grasos.

Por otro lado la resistencia anaeróbica se produce cuando debido a la intensidad de la AF se da un


déficit de oxígeno en el organismo. Dependiendo de la duración del esfuerzo se podrá hablar de
resistencia anaeróbica aláctica o láctica. Según Navarro, (1998) la resistencia anaeróbica aláctica
está limitada por las reservas de ATP y CP muscular ya que son su fuente de alimentos. En cambio
la resistencia anaeróbica láctica está limitada principalmente por la capacidad de concentración de
lactato muscular.

Aunque se establece una clara distinción de la resistencia dependiendo de la mayor o menor pre-
sencia de oxígeno en las vías de suministro sería ingenuo pensar que son excluyentes ya que en la
mayoría de los casos se dan simultáneamente.

Adaptando la clasificación facilitada por Batalla, (1995) sobre los tipos de resistencia podemos decir
que una AF en la que predomina la resistencia aeróbica será una actividad prolongada, más de tres
minutos, en la que la intensidad será de suave a media así como la frecuencia cardiaca. Mientras
que en una AF de duración corta, menos de tres minutos, de intensidad alta y frecuencia cardiaca
también alta, prevalecerá la resistencia anaeróbica.

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PARA POLICÍA LOCAL

5. BENEFICIOS DEL ENTRENAMIENTO


DE LA RESISTENCIA
El trabajo de la resistencia es de las CFB que mayores beneficios relacionados con la salud reporta
a la persona entre los que podemos encontrar:

•  mejora la capacidad de absorción de oxígeno por el organismo aumentado la red capilar pulmonar
y mejorando la economía respiratoria así como por la vasodilatación de zonas activas y vasocons-
tricción de zonas inactivas.

•  estimula el desarrollo cardiovascular aumentando el volumen cardiaco y reduce la frecuencia car-


diaca tanto en el reposo como durante el esfuerzo.

•  favorece las capacidades de defensa del organismo fortaleciendo el sistema inmunológico.

•  activa el funcionamiento de los órganos de desintoxicación para eliminar sustancias de desecho.

•  fortalece el sistema muscular.

•  produce mejoras en el ámbito psicológico aumentando la concentración, la voluntad personal y


disminuyendo la hiperactividad y el estrés.

•  favorece la combustión de grasas disminuyendo los niveles de colesterol, aumenta el gasto me-
tabólico y disminuye el riesgo de diabetes e hipertensión.

•  te proporciona un sentimiento de bienestar general.

6. MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO
DE LA RESISTENCIA
Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) apoyándose en Guillet, y Genety, (1978) la base de
todo el entrenamiento de la resistencia aeróbica se consigue situando las pulsaciones en el 70
% de la pulsación máxima. También se explica, desde esta perspectiva, que hay dos métodos
para entrenar la resistencia: CONTINUOS, que son aquellos en los que la AF es continua y no
hay pausas; y FRACCIONADOS, cuando se divide la distancia a recorrer o el trabajo a realizar,
(Alvarez-Villar, 1985). En estos métodos fraccionados se determina la distancia sobre la que se
va a trabajar, el intervalo de recuperación, las repeticiones o número de veces que se repite la
distancia de trabajo y, por último, la intensidad de cada repetición. En la actualidad basándose
en las ideas propuestas por Zintl (1991) hay una clasificación más moderna que dice que el mé-
todo continuo puede ser constante (extensivo e intensivo) o variable. Y el método fraccionado
puede ser interválico y de repeticiones. La diferencia entre el método interválico y el de repe-
ticiones reside en que en el primero la pausa entre repeticiones es incompleta y en el segundo
la pausa es completa. Además añade un tercer método fraccionado llamado competitivo y de
control que utiliza cargas repetidas y muy intensas con descansos completos intercalados por
eso podría considerarse una variación del método de repeticiones pero imitando las condiciones
de la competición.

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PARA POLICÍA LOCAL

7. LA FRECUENCIA CARDÍACA
Es el momento de hablar sobre la frecuencia cardiaca (FC) por su utilidad práctica en el trabajo de la
resistencia aeróbica. En el siguiente apartado se intentará dar explicación a las siguientes pregun-
tas: ¿qué es la FC?, ¿por qué es importante la FC?, ¿cómo podemos conocer nuestra FC?, ¿qué es la
FC en reposo y como se mide?, ¿qué es la FC máxima y cómo podemos conocerla?, ¿qué es la FC de
reserva? Y finalmente la ¿qué es la FC de entrenamiento y cómo se calcula?

Explicado de forma muy simple la FC es el número de veces que el corazón se contrae en un minuto,
así pues la unidad de medida será pulsaciones por minuto (ppm). Su importancia para el trabajo de la
resistencia radica en que existe una relación directa entre las pulsaciones por minuto y la intensidad.
Fundamentalmente por su utilidad práctica como índice de intensidad y así realizar AF y deportiva
de forma controlada y poder optimizar esfuerzos.

Además conocer nuestra FC es muy sencillo tan solo tenemos que contabilizar los latidos de
nuestro corazón o dicho de otra forma las pulsaciones. Para ello disponemos de varios sistemas,
más o menos sofisticados. El más rudimentario y no por ello menos fiable, sería localizar ma-
nualmente mediante la palpación una artería y contabilizar los latidos/pulsaciones en un minuto
o en cualquiera de sus fracciones equivalentes (30”x2; 15”x4; 10”x6 o 6”x10). Algunas de las
arterias más comunes por su accesibilidad son las arterias cubital y radial en la muñeca; la arteria
carótida en el cuello y la arteria temporal superficial en la sien. Este sistema de medida tiene el
inconveniente que debemos de pararnos para poder contabilizar las pulsaciones y al cesar en la
realización del EF que estábamos practicando conlleva la depleción inmediata de las mismas. Por
ello se han desarrollado los conocidos pulsómetros que son sistemas de medida automática que
registran de forma inmediata toda la actividad cardíaca. Los más convencionales funcionan me-
diante banda torácica dónde un transmisor unido al pecho con dos electrodos mide los impulsos
eléctricos de la contracción de los músculos cardíacos. Pero en ocasiones estos pueden resultar
incomodos y molestos por eso últimamente están apareciendo pulsómetros ópticos sin banda.
A modo de curiosidad recomiendo la lectura del funcionamiento de este sistema de medición de
pulsaciones en <http://www.sport.es/labolsadelcorredor/pulsometros-opticos-de-muneca-fun-
cionamiento-y-top-10/>

Para continuar diremos que la FC en reposo es la FC que tenemos en el momento de menor AF,
es decir, después de estar cinco minutos sentado y relajado. También podría ser la que tenemos
nada más despertarnos de dormir aunque ésta no va a diferir mucho de la FC en reposo me gus-
taría diferenciarla y la llamarla FC basal. La FC en reposo depende de los hábitos de vida y está
influenciada por el entrenamiento, la recuperación de otros días, el sueño, el estrés, los hábitos
alimentarios, etc.

En el lado opuesto tenemos la FC máxima que es el mayor valor de la FC que se puede alcanzar
durante un esfuerzo sin poner en riesgo la salud. Teóricamente es la máxima capacidad de trabajo.
Y es una herramienta idónea para determinar la intensidad de los entrenamientos. Para conocer la
FC máxima podemos realizar una prueba de esfuerzo, que además nos facilitará otros parámetros
útiles para planificar y controlar el entrenamiento así como descartar cualquier anomalía en el fun-
cionamiento cardiovascular.

Asimismo según Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) basándose en Haskell, (1970) debe-
mos recordar la clásica fórmula de la frecuencia cardiaca máxima teórica en función de la edad para
poder calcular la FC máxima:

F.C. máxima = 220 – edad

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PARA POLICÍA LOCAL

Aunque según Seals (2001) la fórmula citada es inexacta y propone la siguiente:

Fc máxima = 208 – (edad x 0,7)

Así que la frecuencia máxima teórica para una persona de 20 años de edad según la primera fórmula
será 200 ppm y según la segunda será de 194 ppm.

Estas fórmulas son válidas para la mayoría de la pero si somos una persona que realiza AF con re-
gularidad a un nivel aceptable y observamos que durante los entrenamientos las ppm no se corres-
ponden y están por debajo de las sensaciones de estar trabajando a una determinada intensidad es
porque probablemente tengamos mejor condición física que la media de la sociedad. Es por ello que
deberemos ajustar nuestras zonas de entrenamiento y entonces utilizar la fórmula de Karvonen
que introduce el concepto de FC de reserva en el que se relacionan la FC máxima y la FC en reposo,
siendo esta el resultado de la diferencia de ambas:

FC de reserva = FC máxima – FC en reposo

Por último decir que la FC de entrenamiento se define como el valor de la frecuencia cardiaca a la
que se realiza el ejercicio de entrenamiento que puede ser muy variable.

J. ortega Díez, (2015) cita que en 1957 el Dr. MJ. Karvonen realizó una importante investigación
sobre la reserva de la FC que ha influido notablemente a las ciencias del entrenamiento y ha sido
utilizada y sigue siéndolo por deportistas. La fórmula de Karvonen nos ayuda a definir los rangos de
entrenamiento según el objetivo que persigamos. Así para calcular las frecuencias cardiacas de en-
trenamiento, multiplica la FC de reserva por el porcentaje de intensidad a la que queremos entrenar
y suma esa cifra con la FC en reposo.

FC de entrenamiento = ((FC máxima – FC reposo) x % intensidad) + FC reposo

FC de entrenamiento = (FC reserva x % intensidad) + FC reposo

Para finalizar consideramos de suma importancia, relacionado directamente con el objeto de la


asignatura de AFS, la propuesta que J. ortega Díez, (2015) comparte sobre la afirmación de Karvo-
nen, quien propuso que la intensidad de ejercicio de entre el 60-75% de la FC de reserva como la
óptima para obtener beneficios cardiovasculares.

8. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Las CFB son el conjunto de aptitudes de la persona, que la posibilitan fisiológica y mecánicamen-
te, para la realización de cualquier AF y se clasifican en resistencia, velocidad, fuerza y flexibilidad.

•  La fuerza se caracteriza por ser la capacidad de soportar una AF de larga duración, capacidad de
soportar cansancio o fatiga y además tener una rápida recuperación tras el esfuerzo.

•  El entrenamiento de la resistencia aeróbica y anaeróbica es la CFB que mayores beneficios rela-


cionados con la salud reporta a la persona.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 2 | AFS Y RESISTENCIA
PARA POLICÍA LOCAL

•  La FC es el parámetro fundamental para controlar la intensidad de trabajo de la resistencia por su


utilidad práctica y fácilmente cuantificable.

9. LECTURAS RECOMENDADAS
•  La bolsa del corredor. Pulsómetros ópticos de muñeca: funcionamiento y Top 10. <http://www.sport.
es/labolsadelcorredor/pulsometros-opticos-de-muneca-funcionamiento-y-top-10/> [Consulta:
6 de agosto de 2017].

10. BIBLIOGRAFÍA
•  DEVÍS DEVÍS, J. et al. (2000). Actividad física, deporte y salud. Barcelona: Inde. 2ª edición.

•  GARCÍA, J. M., et al. (2006). La resistencia desde la óptica de las ciencias aplicadas al entrenamiento
deportivo. Madrid: Grada Sport Books.

•  GESPORT KINES. U.T.E. (2004). La frecuencia cardiaca. Navarra: Centro termolúdico Cascante.

•  NAVARRO, F. (1998). La resistencia. Madrid: Gymnos.

•  WEINECK, J. (2005). Entrenamiento total. Barcelona: Paidotribo.

•  ORTEGA DIEZ, J. (2015). Frecuencia cardiaca de reserva e intensidades en el entrenamiento de re-


sistencia. Blogs resistencia. <http://g-se.com/es/entrenamiento-de-la-resistencia/blog/frecuen-
cia-cardiaca-de-reserva-e-intensidades-en-el-entrenamiento-de-resistencia> [Consulta: 24 de
mayo de 2015].

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3

AFS Y VELOCIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

3
1. RESUMEN

2. E
 L CONCEPTO DE VELOCIDAD

3. CLASIFICACIÓN DE LA VELOCIDAD

4. FACTORES INFLUYENTES EN LA VELOCIDAD

5. M
 ÉTODOS DE ENTRENAMIENTO DE LA VELOCIDAD

6. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

7. L ECTURAS RECOMENDADAS

8. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 3 | AFS Y VELOCIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

1. RESUMEN
Siguiendo la estructura de las unidades didácticas referidas a las CFB empezamos hablando del
concepto de velocidad, su clasificación y su grado de implicación en los procesos de análisis y res-
puesta de la información. Continuamos exponiendo los factores que influyen en el desarrollo de la
velocidad y finalmente referente a los métodos de entrenamiento damos alguna recomendación
para trabajar esta CFB de forma segura y adecuada.

2. EL CONCEPTO DE VELOCIDAD
Lo primero de todo me gustaría diferenciar los términos rapidez y velocidad que aunque en ocasio-
nes puedan utilizarse como sinónimos no lo son. Según García Ferriol, A. (2001) el término rapidez
engloba los siguientes procesos: por un lado el reconocimiento de la situación, la elaboración de
la respuesta y la orden de movimiento más eficaz y por otro lado la ejecución de un movimiento
simple/cíclico en el mínimo tiempo. Como luego veremos tal vez su confusión se deba a que en
ocasiones la rapidez se relaciona con la velocidad de reacción.

Sin embargo cuando utilizamos el concepto de velocidad se incluye la ejecución continuada de un


gesto, igual o diferente, durante un espacio y tiempo determinado. Y fundamentalmente que impli-
ca desplazamiento en el espacio.

Según Zatsziorsky, (1968) la velocidad “es la capacidad de realizar uno o varios movimientos en el me-
nor tiempo posible, a un ritmo de ejecución máxima y durante un periodo breve que no provoque fatiga”.
Moreno, (1999) la describe como “la capacidad neuromotriz que nos permite realizar una acción en el
menor tiempo posible”.

También autores como Harre, Grosser y cols., Bauersfield, Masafret o Bompa entre otros han defi-
nido la velocidad y todos ellos repiten una serie de aspectos siendo los más significativos:

•  es la capacidad neuro-motriz para realizar una acción o movimiento.

•  en el menor tiempo posible.

•  a intensidad máxima.

•  sin que aparezca fatiga.

Retomando el debate sobre rapidez y velocidad decir que no están necesaria ni directamente re-
lacionadas entre sí, dado que para que una persona sea veloz ha de ser también rápida pero no al
contrario. En la rapidez la actividad perceptiva juega un papel protagonista, que se relaciona con el
tiempo de reacción y este a su vez con la velocidad de reacción, para lo cual no importa ser veloz.
Además la rapidez es innata y por ello poco modificable con el entrenamiento, en cambio la velo-
cidad es altamente sensible a este. Así podemos concluir que la rapidez es un componente de la
velocidad según García Ferriol, A. (2001).

Aunque la CFB de la velocidad relacionada con la salud es de la que menos beneficios personales
se obtienen hemos considerado oportuno introducirla en este temario por su relevancia y relación
directa con la función policial. En ocasiones el resultado de la intervención policial va a depender de
la velocidad a la que se lleve a cabo la misma.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 3 | AFS Y VELOCIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

3. CLASIFICACIÓN DE LA VELOCIDAD
Según Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) de acuerdo con las ideas de Grosser (1992)
Morente (en Mora, coord., 1995, 198) presentan un esquema de manifestaciones de velocidad y
subcategorías. En el cual vemos que hay dos tipos fundamentales de manifestaciones de la ve-
locidad: las “puras” y las “complejas”. Pero consultando otros autores Bauersfeld (1985) en García
Manso et al (1998) observamos que existe un cierto problema terminológico respecto a las distintas
manifestaciones de velocidad por lo que realizando un esfuerzo de síntesis pedagógica mostramos
la siguiente clasificación:

1.  Manifestación pura de la velocidad:

•  velocidad de REACCIÓN: capacidad de reaccionar en el menor tiempo posible a estímulo.

•  velocidad GESTUAL o de movimiento: capacidad de realizar movimientos acíclicos a velo-


cidad máxima frente a resistencias bajas.

•  velocidad frecuencial o de DESPLAZAMIENTO: capacidad de realizar movimientos cíclicos


a velocidad máxima frente a resistencias bajas.

2.  Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) basándose en autores como García Manso et al.
(1996) la velocidad es una cualidad física híbrida que se encuentra condicionada por todas las
demás y en ocasiones también por la técnica y por la toma de decisiones. Entonces cuando la
velocidad se relaciona con otras CFB podemos diferenciar:

•  velocidad EXPLOSIVA: es la capacidad de desarrollar la mayor cantidad de fuerza en el


menor tiempo posible o dicho de otra manera la capacidad de aceleración.

•  resistencia de FUERZA-VELOCIDAD: es la resistencia frente a la disminución de la velo-


cidad causada por el cansancio cuando las velocidades de contracción sean máximas en
movimientos acíclicos o dicho con otras palabras es capacidad de mantener la acelera-
ción.

•  velocidad RESISTENCIA: es la capacidad de resistir frente al descenso de la velocidad


causada por el cansancio cuando la velocidad de contracción sea máxima.

La velocidad en cualquiera de sus tres manifestaciones supone una CFB fundamental para cualquier
AF y deportiva ya que en prácticamente todas se requiere:

1.  velocidad de reacción, al reaccionar en el menor tiempo posible ante diferentes estímulos.

2.  velocidad de movimiento, al realizar un movimiento técnico-táctico en el menor tiempo posible.

3.  velocidad de desplazamiento, al recorrer un espacio en el menor tiempo posible.

Del misma manera ocurre en el mundo policial por eso al inicio de la unidad didáctica justificábamos
la inclusión de la CFB de la velocidad por su determinante manifestación en las intervenciones po-
liciales. A nivel policial, de los tres tipos de velocidad, la que va a ser concluyente es la velocidad de
reacción. En ella se dan multitud de procesos o fases que establecerán el tiempo de reacción. Estos
procesos o fases suceden de forma automática y se basan en el pensamiento racional y abstracto
así como en las experiencias previas. Brevemente enumeramos las fases que surgen desde la apa-
rición de un estímulo hasta que la persona es capaz de reaccionar:

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 3 | AFS Y VELOCIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

ESTÍMULO: 1) Percepción del estímulo → 2) Transmisión al SNC → 3) El SNC procesa la información


y genera una respuesta → 4) Transmisión de la respuesta a los músculos → 5) Reacción muscular:
RESPUESTA

Este proceso es el proceso normal de análisis y respuesta de la información. Los policías trabajan en
situaciones peligrosas con multitud de amenazas donde el tiempo de reacción no puede seguir los
cauces habituales. Para ello todas las personas disponen de un mecanismo natural que es capaz de
detectar una situación de alarma y asumir el control, sin esperar a que se procese la información de
forma racional, originando una respuesta basada en la naturaleza humana que unas veces puedes
ser la decisión correcta y en otras ocasiones puede inducir a engaños actuando de forma poco ade-
cuada. Aunque como hemos dicho no tenemos control sobre este proceso autónomo de análisis y
respuesta de la información, al menos conocer que existe y porqué ocurre.

Como es de esperar los procesos de análisis y respuesta de la información se dan igualmente en el


trabajo policial como en el mundo deportivo o en la vida cotidiana.

4. FACTORES INFLUYENTES
EN LA VELOCIDAD
1.  Son muchos los factores que influyen en la velocidad pero para que resulte más sencillo hablar
de ellos seguiremos aunque con alguna pequeña adaptación a Morente, A., Benítez J. D. y Raba-
dán, I. (2003) quienes basándose en Grosser (1992, 23 ss.) al entender que su clasificación es la
más completa:

2.  Factor MUSCULAR: dependiendo de la velocidad de contracción muscular movilizaremos a ma-


yor o menor velocidad nuestro cuerpo o segmento corporal:

•  El tipo de fibra muscular

•  La longitud del músculo

•  El tono muscular

•  La viscosidad del músculo

•  La capacidad de elongación muscular

•  La temperatura muscular

3.  Factor NERVIOSO: la puesta en marcha de una acción puede depender de un estímulo externo o
de una decisión tomada a nivel cerebral. En ambos casos se genera un impulso/orden en direc-
ción a los músculos.

•  La coordinación inter e intramuscular

•  La técnica de movimiento

•  La velocidad conductora de estímulos

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 3 | AFS Y VELOCIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

•  Los cambios de excitación e inhibición del SNC.

•  La anticipación al movimiento.

4.  Factor SENSORIAL, COGNITIVO Y PSÍQUICO:

•  La concentración.

•  La motivación y la fuerza de voluntad.

•  El proceso de recepción, asimilación, control y regulación de la información.

5.  Factor GENÉTICO:

•  El sexo.

•  La edad.

•  La constitución.

•  El talento.

Todos estos factores tienen mayor o menor importancia en el desarrollo de la velocidad pero todos
ellos en colaboración contribuyen a formar al velocista. Rompiendo con las anteriores líneas que
postulaban que el velocista tenía que nacer, hora se incorpora la idea que además se debe hacer.

5. MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO
DE LA VELOCIDAD
En palabras de Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) y fundamentándose en Generelo y Tierz
(1994) y Gil (1988) nos ofrecen una concreción de los métodos de entrenamiento de la velocidad,
según las tres manifestaciones puras anteriormente descritas: a) velocidad de reacción; b) velocidad
gestual o de movimiento; y c) velocidad de desplazamiento.

Pero como lo que nos interesa en este manual es facilitar de herramientas básicas al alumnado de-
jaremos de lado los sistemas teóricos de entrenamiento y presentaremos unas recomendaciones
prácticas para el trabajo de la velocidad de forma segura:

•  Antes de trabajar la velocidad realizaremos un calentamiento general seguido de uno específico


a mayor intensidad.

•  No se entrenará la velocidad con fatiga.

•  La intensidad de los ejercicios propuestos debe ser muy alta.

•  Entre series de trabajo la recuperación debe ser completa.

•  Recuperación entre sesiones de velocidad 48-72 horas.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 3 | AFS Y VELOCIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

•  En sesiones dónde se trabajen varias CFB, la primera debe ser la velocidad.

•  No olvidad trabajar la velocidad de reacción.

•  El mejor momento de la temporada para trabajar la velocidad es en el periodo competitivo.

•  Importante complementar el trabajo de velocidad con el de flexibilidad.

•  No trabajar con molestias musculares.

•  La motivación debe ser alta.

6. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• Los rasgos definitorios de la velocidad son: la capacidad neuro-motriz para realizar una acción o
movimiento, en el menor tiempo posible, a intensidad y sin que aparezca fatiga.

• La velocidad se puede clasificar en velocidad de reacción, velocidad gestual y velocidad de despla-
zamiento, todas ellas son importantes pero en particular la velocidad de reacción es determinante
en algunas intervenciones policiales.

• Los factores que influyen en la velocidad pueden ser muscular, nervioso, sensorial y genético es-
tableciendo que un velocista nace pero también se hace.

7. LECTURAS RECOMENDADAS
•  DGT (2015). Infografía “Velocidad, distancia de reacción y distancia de frenado”. Tráfico y Seguri-
dad Vial/Dlirios. <http://revista.dgt.es/es/multimedia/infografia/2015/0706-Distancia-reac-
cion-y-frenado-campo-futbol.shtml#.WUKlaPnyhdh> [Consulta: 15 de junio de 2017].

8. BIBLIOGRAFÍA
•  COMETTI, G. (2002). El entrenamiento de la velocidad. Barcelona: Paidotribo.

•  GARCÍA FERRIOL, A. (2001). Cuaderno de prácticas de habilidades perceptivo-motoras. Valencia:


Universidad de Valencia. FCCAFE.

•  GARCÍA, J. M. et al. (1998). La velocidad. La mejora del rendimiento en los deportes de velocidad.
Madrid: Gymnos.

•  MIRELLA, R. (2001). Las nuevas metodologías del entrenamiento de la fuerza, la resistencia, la


velocidad y la flexibilidad. Barcelona: Paidotribo.

Pag - 118
AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 4

AFS Y FUERZA
PARA POLICÍA LOCAL

4
1. RESUMEN

2. E
 L CONCEPTO DE FUERZA

3. CLASIFICACIÓN DE LA FUERZA

4. FACTORES INFLUYENTES EN LA FUERZA

5. M
 ETODOS DE ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA

6. O
 TRAS CONSIDERACIONES IMPORTANTES

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. L ECTURAS RECOMENDADAS

9. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 4 | AFS Y FUERZA
PARA POLICÍA LOCAL

1. RESUMEN
Se inicia la unidad didáctica con una aproximación conceptual de la fuerza y sus formas de clasifica-
ción para continuar con los factores que influyen en el desarrollo de esta CFB. Además ofrecemos
variedad de formas de trabajar la fuerza y algunas recomendaciones para evitar los errores más
comunes. Finalmente se recuerdan los músculos más importantes y se hacen algunas aclaraciones
conceptuales que nos permitirán hablar con propiedad sobre este tema.

2. EL CONCEPTO DE FUERZA
Como venimos haciendo con otras CFB primero revisaremos algunas definiciones del concepto de
fuerza para luego recoger sus principales características. Según Laurence Morehouse, E. (1974) “es
la capacidad de ejercer tensión contra una resistencia”; para Muska Moston “es la capacidad para vencer
una resistencia exterior o afrontarla mediante un esfuerzo muscular”; Larson dice que “es la capacidad del
músculo de aplicar tensión contra una Resistencia”; en palabras de Bompa “es la capacidad neuromus-
cular de superar resistencias externas o internas gracias a la contracción muscular”; y también Moreno,
(1999) quien la expresa como “la capacidad física que nos permite, mediante acciones musculares, vencer
resistencias u oponerse a ellas; y en algunos casos crear la tensión suficiente para intentarlo”. De todas
ellas podemos concluir que fuerza es:

•  la capacidad neuromuscular para afrontar resistencias internar o externas.

•  mediante la contracción muscular.

3. CLASIFICACIÓN DE LA FUERZA
Simplificando lo presentado por Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) basado en el modelo
de Verjoshanski, (1974), “Modalidades de la fuerza muscular humana” y en Fucci y Benigni, (1988);
Platonov y Bulatova, (1995); Portolés, (1995); y Moreno, (1999) clasificamos la fuerza de la siguien-
te forma:

1.  Según el tipo de contracción muscular:

•  Contracción isométrica →fuerza ESTÁTICA: aunque existe tensión muscular pero no hay
movimiento.

•  Contracción isotónica → fuerza DINÁMICA: aunque existe movimiento la tensión muscu-


lar es constante. A su vez puede ser concéntrica y excéntrica.

2.  Según la forma de manifestarse o de relacionarse con otras CFB:

•  fuerza MÁXIMA: es la capacidad del músculo de contraerse de forma voluntaria despla-


zando la máxima resistencia posible.

•  fuerza EXPLOSIVA/velocidad/potencia: capacidad del músculo de contraerse a la máxi-


ma velocidad desplazando una pequeña resistencia.

Pag - 120
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 4 | AFS Y FUERZA
PARA POLICÍA LOCAL

•  fuerza RESISTENCIA: capacidad del musculo de vencer una resistencia durante un largo
periodo de tiempo.

También podríamos hablar desde un ámbito educativo y completar esta clasificación:

•  fuerza GENERAL: cuando el objetivo es la ejercitación de la fuerza global del cuerpo y se


dirige a alcanzar un nivel general de condición física.

•  fuerza ESPECÍFICA: dirigida a un acondicionamiento muscular más específico implicado


en una especialidad deportiva determinada.

4. FACTORES INFLUYENTES
EN LA FUERZA
Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) y según Manno (1999, 19) referente a los factores que
influyen sobre el nivel de fuerza son rotundos afirmando que “en líneas generales, se puede decir que
el factor más importante es la sección transversal”. Además podemos encontrar la longitud y tipo de
fibra muscular, la coordinación inter e intramuscular, el nivel de dominio de la técnica, la motivación
y la concentración, la alimentación, la edad y el sexo, la temperatura ambiente y la muscular, el en-
trenamiento, etc.

5. METODOS DE ENTRENAMIENTO
DE LA FUERZA
Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) apoyándose en Fucci y Benigni (1988, modificado) pre-
sentan un cuadro de métodos de entrenamiento de la fuerza en función del tipo de fuerza que se
pretenda trabajar que por motivos de su grado de complejidad consideramos no es adecuado para
el objetivo que persigue la asignatura de AFS. Por ello desplegamos un compendio práctico de for-
mas de trabajar la fuerza:

•  autocargas o ejercicios a manos libres: TRX.

•  trabajo por parejas.

•  multisaltos.

•  sobrecargas o aparatos simples: gomas o tensores, pesas, balones medicinales.

•  trabajo de la pliometría.

•  trabajo en isometría.

•  electroestimulación.

•  grandes aparatos en salas de musculación.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 4 | AFS Y FUERZA
PARA POLICÍA LOCAL

Debido a su auge y popularización en los últimos años el “crossfit” requiere una mención espe-
cial y coincidiendo con Salvatierra Cayetano, G. (2014) opino que, “necesita cierta reflexión debido
a la gran cantidad de tópicos y mitos que se han instaurado y se difunden entre los usuarios y los
profesionales de este tipo de programas. El gran fenómeno del crossfit se autodefine como entrena-
miento funcional y de alta intensidad”. Concretamente según CrossFit, Inc., la fórmula de CrossFit
se compone de “es el deporte del fitness y es caracterizado por ser un sistema de acondicionamiento
físico basado en movimientos funcionales, creatividad y variedad de ejercicios, alta intensidad y corta
duración”.

Sea cual fuere la forma elegida para trabajar la fuerza, normalmente, se hace mediante serie
de repeticiones pudiendo modificar las variables de: número de series, número de repeticiones,
la intensidad de la carga, la velocidad de ejecución y el tiempo de recuperación. Como conse-
cuencia de estas adaptaciones y/o combinaciones conseguiremos trabajar la fuerza máxima, la
fuerza explosiva o la fuerza resistencia dependiendo de los intereses que persigamos en cada
momento.

A continuación se presentan algunas orientaciones prácticas para evitar los errores más comunes
en el trabajo de la fuerza:

•  Realizar calentamiento general de cinco a diez minutos (cinta, remo, elíptico, etc.).

•  Comenzar con series suaves previas al trabajo exigente

•  Preguntar al técnico qué músculos están trabajando y cuáles son los que colaboran

•  Focalizar el trabajo: sentir (mirar) como se acorta y se alarga el músculo

•  Controlar higiene postural en el espejo

•  Tomar un tiempo para contraer y relajar, no tener prisa

•  Menor intensidad y/o volumen al regreso de un descanso importante, o después de una le-
sión, o al pasar de una etapa sencilla a otra de mayor exigencia

•  Controlar el tiempo de descanso

•  Solicitar al técnico un entrenamiento que responda al objetivo que perseguimos (planificación


ordenada, metódica e individualizada)

•  Confeccionar un diario de entrenamiento

•  Comenzar por músculos menos entrenados o aquellos que precisan más concentración.

•  Estirar diez o quince segundos entre series y veinte o treinta segundos al finalizar entrena-
miento

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PARA POLICÍA LOCAL

6. OTRAS CONSIDERACIONES
IMPORTANTES
Los huesos forman una estructura que sostiene y protege las partes del cuerpo humano y el siste-
ma muscular trabaja en conexión con el sistema esquelético para permitir su movimiento. El cuerpo
humano está formado por 206 huesos y por 650 músculos aproximadamente. En la vida diaria y
en contextos de AF y deporte donde se trabaja la fuerza o se realizan estiramientos se nombran
muchos de ellos con lo cual pensamos oportuno recordar los más frecuentes, remitiéndonos para
ello a la parte práctica de la sesión.

Para dotar de sentido al trabajo muscular en cada ejercicio es fundamental saber que músculos
intervienen y de qué forma lo hacen. Si bien ya hemos visto los principales músculos ahora los cla-
sificamos según su grado de participación en el ejercicio encomendado en:

1.  Músculos agonistas: podríamos describirlos como los principales músculos encargados de la
contracción muscular y de la acción a realizar.

2.  Músculos antagonistas: son músculos opuestos a aquellos que realizan la acción muscular y se
relajan permitiendo una mayor efectividad de los agonistas.

3.  Músculos sinergistas: son músculos que de una forma secundaria colaboran en la acción a realizar.

4.  Músculos estabilizadores: son músculos que no participan directamente en la acción a realizar
pero permiten la estabilidad corporal.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• La fuerza se define como la capacidad neuromuscular para afrontar resistencias internas o exter-
nas mediante la contracción muscular.

• Podemos diferenciar entre fuerza dinámica o estática, en función de si existe o no movimiento.


Y entre fuerza máxima, explosiva y de resistencia según la forma de relacionarse con otras CFB.

• El factor que más influye sobre el nivel de fuerza es la sección transversal por delante de su lon-
gitud o del tipo de fibra muscular.

• La forma más común de trabajar la fuerza es mediante series de repeticiones en las que se pueden
modificar el número de series, el número de repeticiones, la intensidad de la carga, la velocidad de
ejecución y el tiempo de recuperación.

8. LECTURAS RECOMENDADAS
•  SAVATIERRA CAYETANO, G. (2014). Estudio del nuevo fenómeno deportivo CROSSFIT. Tutor: Eu-
genio Izquierdo Macón. Trabajo de fin de grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Universidad de León. 2014.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 4 | AFS Y FUERZA
PARA POLICÍA LOCAL

9. BIBLIOGRAFÍA
•  EFDEPORTES. Capacidades físicas básicas. Evolución, factores y desarrollo. Sesiones prácticas
<http://www.efdeportes.com/efd131/capacidades-fisicas-basicas-evolucion-factores-y-desa-
rrollo.htm> [Consulta: 4 de junio de 2017].

•  GARCÍA, J. M. (2002). La fuerza. Fundamentación, valoración y entrenamiento. Madrid: Gymnos.

•  GONZÁLEZ, J. J. y GOROSTIAGA, E. (2002). Fundamentos del entrenamiento de la fuerza. Aplica-


ción al alto rendimiento deportivo. Barcelona. Inde. 3ª edición.

•  MUÑÓZ RIVERA, D. (2009). Capacidades físicas básicas. Evolución, factores y desarrollo. Sesio-


nes prácticas. Buenos Aires: Revista Digital Año 14. Nº 131.

•  RUIZ, J. G. (1994). Fuerza y musculación. Sistemas de entrenamiento. Barcelona: Agonos. 2ª edi-


ción.

•  TRUJILLO NAVAS, F. (2009). El trabajo de fuerza en la enseñanza secundaria. Buenos Aires: Re-
vista Digital Año 14. Nº 139. <http://www.efdeportes.com/efd139/el-trabajo-de-fuerza-en-se-
cundaria.htm> [Consulta: 4 de junio de 2017].

•  Google. Huesos y músculos y articulaciones. <https://sites.google.com/site/huesosmusculosy/


principales-huesos-del-cuerpo>.

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 5

AFS Y FLEXIBILIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

5
1. RESUMEN

2. E
 L CONCEPTO DE FLEXIBILIDAD

3. CLASIFICACIÓN DE LA FLEXIBILIDAD

4. FACTORES INFLUYENTES EN LA FLEXIBILIDAD

5. B
 ENEFICIOS DEL TRABAJO DE LA FLEXIBILIDAD

6. M
 ÉTODOS DE ENTRENAMIENTO DE LA FLEXIBILIDAD

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. L ECTURAS RECOMENDADAS

9. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 5 | AFS Y FLEXIBILIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

1. RESUMEN
De inicio intentaremos dotar de un poco de claridad al caos terminológico existente sobre fle-
xibilidad así como sus formas de clasificarlas. Continuaremos con los factores influyentes en el
desarrollo de esta CFB y de sus múltiples beneficios. Y concluiremos aprendiendo a identificar los
tipos de estiramiento y algunas recomendaciones para llevarlos a cabo de forma saludable.

2. EL CONCEPTO DE FLEXIBILIDAD
Coincidiendo con Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) la flexibilidad es la gran olvidada en
la literatura y la que siempre queda desatendida en la práctica por falta de tiempo. Aunque hoy en
día es más valorada, para el mantenimiento de la condición física media e ideal (adultos y 3ª edad).
En el alto rendimiento se obtiene mayor eficacia en los gestos y sirve también para la prevención de
lesiones. La flexibilidad no es incompatible con la fuerza, ya que son cualidades complementarias,
(Generelo y Tierz, 1994).

Existen algunos problemas terminológicos para construir el concepto de flexibilidad pues algunos
autores consideran que movilidad es un concepto más amplio que flexibilidad (cfr. García Manso et
al., 1996), y otros confunden ambos términos.

Para intentar abordar esta contrariedad citamos a Gil, F. (1988) por medio de Reina Montero, L. y
Matinez-Haro, V. (2003) que manifiesta: “dentro de la flexibilidad hay que tener en cuenta:

1.  EXTENSIBILIDAD MUSCULAR: que es la capacidad de deformación o extensión del músculo

2.  MOVILIDAD ARTICULAR: “es la capacidad que tienen algunas articulaciones de permitir que los seg-
mentos óseos que las forman se desplacen unos respecto a los otros” (Moreno, 1999). Recorrido
máximo de la articulación hasta encontrarse con los topes óseos.

3.  ELASTICIDAD MUSCULAR: “Es la capacidad de extensión o alargamiento del músculo y la vuelta al
estado primitivo cuando las fuerzas que lo elongaron cesan en su acción”.

Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) parafraseando a Generelo y Tierz, (1994) podríamos


decir que la flexibilidad equivale a la movilidad articular más la elasticidad muscular (suponiendo que
esta última presuponga la extensibilidad muscular).

Simplificándolo aún más, Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003), concluyen indicando que “la
flexibilidad es la cualidad que permite la máxima amplitud del movimiento en cada articulación”.

3. CLASIFICACIÓN DE LA FLEXIBILIDAD
Basándonos en la revisión bibliográfica de los tipos y clasificaciones sobre flexibilidad de Merino
Marban, R. y Fernández Rodríguez, E. (2009) a sabiendas presentamos una visión parcial e incom-
pleta ya que omitimos ciertas manifestaciones con el fin de simplificar el caos conceptual y termi-
nológico existente en este asunto. Nos apoyaremos en dos enfoques:

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 5 | AFS Y FLEXIBILIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

1.  la procedencia de la fuerza que actúa en el estiramiento:

•  Flexibilidad PASIVA: producida por fuerzas externas al miembro que se quiere movilizar
(por ejemplo por la acción de la gravedad, de un aparato, de un compañero o del propio
sujeto.

•  Flexibilidad ACTIVA: producida por la acción muscular voluntaria del sujeto (es decir con la
musculatura antagonista a estirar).

•  Flexibilidad MIXTA: se da por la combinación de ambas.

2.  Si existe o no movimiento:

•  Flexibilidad ESTÁTICA: la elongación muscular es mantenida durante un tiempo determi-


nado.

•  Flexibilidad DINÁMICA: la elongación muscular es de breve duración alterándose la fase


de estiramiento y acortamiento del músculo. Puede ser balística.

Aclarar que cuando intentemos clasificar un determinado ejercicio o estiramiento normalmente debe-
remos hacerlo combinando los dos enfoques que facilitarán una mejor comprensión de la flexibilidad
trabajada.

4. FACTORES INFLUYENTES
EN LA FLEXIBILIDAD
Partiendo como base de los datos facilitados por Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) to-
mados de Einsingbach y cols, (1989) intentaremos revelar de forma clara y sencilla los factores in-
fluyentes en la flexibilidad. Para una mejor comprensión los hemos clasificado en factores internos
y externos.

1) Factores INTERNOS:

•  tipo de articulación.

•  estructuras óseas o musculares que limitan el movimiento.

•  elasticidad de músculos, tendones y ligamentos.

•  capacidad de los músculos para relajarse y contraerse.

•  la temperatura de la articulación y la utilización muscular de oxígeno.

•  el tono muscular

2) Factores EXTERNOS:

•  la edad.

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PARA POLICÍA LOCAL

•  el sexo.

•  la hora del día.

•  la temperatura ambiental.

•  el estado psíquico.

•  la respiración.

•  la fatiga.

•  la vida sedentaria.

•  el entrenamiento.

5. BENEFICIOS DEL TRABAJO


DE LA FLEXIBILIDAD
Siendo conocedores de los beneficios de la flexibilidad no se entiende que sea la gran olvidada de
cualquier persona que sigue un plan de AF. En su estudio Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V.
(2003) ponen de manifiesto que “el entrenamiento de la movilidad debe realizarse de forma continuada,
a ser posible diariamente, de lo contrario disminuirá la calidad de la movilidad y de la condición física”
(Grosser et al. 1988). Por ello a modo de incentivo vamos a presentar algunos de estos beneficios:

•  prevención frente a lesiones (musculares y articulares).

•  mejora la coordinación de movimientos y la contracción muscular.

•  permite conseguir una técnica más eficaz.

•  mejora la propiocepción.

•  permite a las articulaciones alcanzar su mayor rango de movimiento.

•  facilita mejoras en otras CFB.

•  facilita la recuperación tras una sesión de AF.

•  reduce la tensión muscular, relaja el cuerpo y combate el stress.

•  favorece la unión cuerpo-mente-espíritu.

•  mantiene la movilidad global y equilibra la postura.

•  mejora la calidad de vida.

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PARA POLICÍA LOCAL

6. MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO
DE LA FLEXIBILIDAD
En palabras de Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) la base del entrenamiento de la flexi-
bilidad es el estiramiento muscular y según Manno (1991) para producir este estiramiento hay que
estimular los “husos neuromusculares” y los “órganos tendinosos de Golgi” que son dos tipos de recep-
tores nerviosos de las estructuras musculotendinosas. Para estimular de la mejor manera posible
los órganos de Golgi se precisa un estiramiento que ha de durar al menos 6 segundos, mientras que
la respuesta de los husos es inmediata.

Al intentar describir los tipos de estiramientos nos encontramos con el mismo problema de confu-
sión terminológica que teníamos al clasificar sus tipos. Para mostrar las diferentes técnica de las
que disponemos propongo sustentarnos en el enfoque de Manno, (1991):

•  Técnicas dinámicas y/o balísticas.

•  Técnicas de estiramiento estático. Podemos incluir el estiramiento isométrico.

Las que se pueden combinar con las modalidades activa y pasiva.

•  Técnicas de facilitación propioceptiva neuromuscular (PNF) en su fase de strech. El patrón


que se emplea en la FNP (facilitación neuromuscular propioceptiva). De forma práctica se
aplica:

1º Extensión estática de 5 a 15 segundos.

2º Realizar una contracción del 40 al 75% de la fuerza máxima.

3º Relajación completa de 2 a 5 segundos.

4º Estiramiento suave con la intención de ganar amplitud de movimiento.

En lugar de entrar en fundamentos técnicos vamos a ofrecer unas recomendaciones para trabajar
la flexibilidad, siendo algunas de ellas citadas por Reina Montero, L. y Matinez-Haro, V. (2003) en su
manual de teoría y práctica de acondicionamiento físico:

•  Los ejercicios de estiramiento deben estar presentes en todas las sesiones para crear un hábito
y luchar contra la pérdida de esta cualidad, (Generelo y Tierz, 1994).

•  Los ejercicios de flexibilidad tendrán un carácter generalizado, (Fucci y Benigni, 1988).

•  El mejor momento puede ser al final del calentamiento y antes del inicio de la parte principal y
también al final de ésta, (J. Bravo, J. 1985).

•  Realizar siempre un calentamiento previo.

•  La duración y repeticiones dependerá de los objetivos que se persigan y del momento de la sesión
(antes-durante-después) en el que se realicen.

•  La respiración debe ser lenta, rítmica y controlada, de manera que estiraremos y aumentaremos
la intensidad al espirar y mantendremos el estiramiento al inspirar.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 5 | AFS Y FLEXIBILIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

•  Referente al orden a seguir McAtee, R. E., y Charland, J. (2010) recomiendan primero realizar es-
tiramientos estáticos y luego dinámicos. Y para que no suponga un factor limitante deberíamos
estirar primero los músculos sinergistas.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• El concepto de flexibilidad se define por la movilidad articular y elasticidad muscular suponiendo
que esta última presuponga la extensibilidad muscular.

• Para hacer una descripción completa de los tipos de flexibilidad debemos combinar el enfoque
de la procedencia de la fuerza que actúa (pasiva-activa-mixta) junto al enfoque de si existe o no
movimiento (estática-dinámica).

• Aunque la flexibilidad es la gran olvidad hoy en día es la más valorada ya que ofrece múltiples
beneficios relacionados directamente con la salud.

• La base del entrenamiento de la flexibilidad es el estiramiento muscular.

8. LECTURAS RECOMENDADAS
•  Estiramientos.es. <http://www.estiramientos.es> [Consulta: 6 de agosto de 2017].

•  Runners. <http://www.runners.es/rcs/estiramientos/base.html> [Consulta: 6 de agosto de 2017].

9. BIBLIOGRAFÍA
•  BRAGANÇA, M., et al.. (2008). Flexibilidad: conceptos y generalidades. Buenos Aires: Revista Di-
gital Año 12. N° 116. <http://www.efdeportes.com/efd116/flexibilidad-conceptos-y-generalida-
des.htm> [Consulta: 4 de junio de 2017].

•  MC ATEE, R. E., y CHARLAND, J. (2010). Estiramientos facilitados. Estiramientos y fortalecimiento


con facilitación neuromuscular propioceptiva. Madrid: Médica Panamericana. 3ª edición.

•  MIRELLA, R. (2001). Las nuevas metodologías del entrenamiento de la fuerza, la resistencia, la


velocidad y la flexibilidad. Barcelona: Paidotribo.

•  SILVÁN, H. (2005). Estiramientos para 100 músculos. Madrid. Centro de recuperación funcional.
2ª edición.

•  MERINO MARBAN, R. y FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, E. (2009) Revisión sobre tipos y clasificacio-


nes de la flexibilidad. Una nueva propuesta de clasificación. Revista Internacional de Ciencias del
Deporte, 2009, vol. 5, p. 52-70.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 5 | AFS Y FLEXIBILIDAD
PARA POLICÍA LOCAL

•  Revista Internacional de Ciencias del Deporte. Revisión sobre tipos y clasificaciones de la flexibi-
lidad. Una nueva propuesta de clasificación. <http://www.cafyd.com/REVISTA/01604.pdf> [Con-
sulta: 31 de mayo de 2017].

•  REINA MONTERO, L. y MARTÍNEZ-HARO, V. (2003). Manual de teoría y práctica del acondiciona-


miento físico. Madrid: CV Ciencias del Deporte.

Pag - 131
AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 6

ACTIVIDADES DE AGILIDAD MENTAL


Y COORDINACIÓN/CIRCUITOS

6
1. RESUMEN

2. A
 GILIDAD MENTAL Y COORDINACIÓN

3. MÉTODO DE TRABAJO EN CIRCUITOS

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 6 | ACTIVIDADES DE AGILIDAD MENTAL Y COORDINACIÓN/CIRCUITOS

1. RESUMEN
En la primera parte de la UD se define agilidad mental y coordinación, argumentando así la inclusión
de cualidades físicas complementarias en este temario. Y en la segunda parte se realiza una apro-
ximación conceptual sobre entrenamiento mediante circuitos.

2. AGILIDAD MENTAL Y COORDINACIÓN


Consideramos de suma importancia introducir esta unidad didáctica ya que las CFB raramente
se manifiestan de forma aislada sin participación de alguna o algunas cualidades físicas comple-
mentarias. En cualquier actividad o gesto deportivo que se pretenda realizar se deberá analizar,
unas veces de forma automática y otras conscientemente, los constantes cambios para adaptar
la respuesta motriz a las necesidades de cada momento y situación. Así pues es necesario cono-
cer el concepto de agilidad mental y coordinación.

AGILIDAD MENTAL es la capacidad de modificar su sistema de referencia, de planificar, de iniciar una


actividad, de reflexionar de manera creativa y de adaptarse a las exigencias de los cambios de forma
adecuada lo más rápido posible.

COORDINACIÓN MOTRIZ “es la capacidad para utilizar el cerebro y el sistema nervioso junto con el
sistema locomotor con el fin de llevar a cabo unos movimientos suaves y precisos” (Aznar Laín, S. y
Webster, T. 2007) o dicho de otra forma es la capacidad de ajustar con precisión lo querido y pen-
sado a las necesidades del movimiento o gesto deportivo concreto que se va a realizar. Siguiendo
a Aznar Laín, S. y Webster, T. (2007) las actividades de coordinación engloban:

•  Actividades de equilibrio corporal tales como caminar sobre una barra de equilibrio o mantener el
equilibrio sobre una pierna.

•  Actividades rítmicas tales como bailar.

•  Actividades relacionadas con la conciencia cinestésica y la coordinación espacial, como aprender


a dar un salto mortal o un nuevo paso de baile.

•  Actividades relacionadas con la coordinación entre la vista y los pies (óculo-pie), como las patadas
al balón o los regates en el fútbol.

•  Actividades relacionadas con la coordinación entre la mano y el ojo (óculo-manual), como los de-
portes de raqueta, o el lanzamiento o recogida de una pelota.

Se deben tener en cuenta los siguientes criterios en relación con las actividades de coordinación:

•  Ser prudente para evitar las caídas y otros accidentes, puesto que los alumnos con frecuencia
están tan absorbidos por estas actividades que pierden la conciencia de su entorno y de las otras
personas que los rodean.

•  Las actividades de coordinación además de divertidas porque suponen un desafío son excelentes
para el desarrollo motor, en especial, de la infancia.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 6 | ACTIVIDADES DE AGILIDAD MENTAL Y COORDINACIÓN/CIRCUITOS

•  La curva de aprendizaje de estas capacidades es diferente para cada alumno por ello debe ser
individualizada: unos aprenden mucho más rápido que otros.

3. MÉTODO DE TRABAJO EN CIRCUITOS


En las UD anteriores hemos presentado diferentes formas de trabajar las CFB, resistencia, velo-
cidad, fuerza y flexibilidad pero a continuación os ofrecemos la alternativa del entrenamiento en
circuito (EC) o por estaciones.

Ponts Geis, P. (2001) comienza diciendo que “desde el punto de vista del entrenamiento, el tra-
bajo en circuito es una combinación de estaciones donde se alternan las propuestas de trabajos de
diferentes grupos musculares, intentando que haya un equilibrio, o lo que es lo mismo, intercalando
el trabajo de los diferentes grupos musculares, sin trabajar nunca el mismo grupo muscular en dos
estaciones consecutivas. El trabajo es específico y analítico, para acabar incidiendo en la globalidad
al finalizar el circuito”.

Pero nuestra posición coincide más en su forma de postularse a continuación al decir “que no le
interesa el hecho de trabajar en circuito para mejorar el rendimiento, sino poder utilizar el circuito como
una forma y un método de trabajo, durante la sesión de actividad física, con personas de la tercera edad
y aprovechar las posibilidades y la riqueza de trabajo que el circuito nos ofrece. Por nuestra labor y por el
público al cual nos dirigimos utilizamos el trabajo en circuito, no sólo este tipo de organización en forma
de estaciones, sino también todas aquellas combinaciones de dos o más ejercicios que se proponen
para ser realizados de forma sucesiva, y que permiten que todo el mundo participe, simultáneamente,
realizando la misma labor o bien labores diferentes” (Ponts Geis, P. 2001).

•  Trabajo en circuito como una sucesión de hechos, actividades o propuestas en que todas ellas
tienen un nexo y un objetivo común, que deben ir relacionados y no aislados unos de otros, ya que
el hecho de proponer una actividad ira relacionada con el resto de las actividades que configuran
el circuito.

•  Podríamos decir que el circuito es una relación de actividades diferentes simultáneas o alternati-
vas, con un objetivo común.

•  Que cuando proponemos un circuito, debemos tener claros los objetivos generales y específicos.

•  Que cada parte del circuito tiene una razón de ser, en cuanto a la relación y el nexo que tiene con
las otras partes del mismo.

•  Que cada parte del circuito no tiene sentido por ella misma si no va acompañada de las otras.

•  Que tiene que haber una relación y una progresión a lo largo del circuito.

•  El trabajo propuesto ha de seguir una lógica en cuanto a la intensidad y la dificultad de las pro-
puestas que configuran el circuito.

Esta forma de ejercitarse presenta ventajas tales como la globalidad, el ahorro de tiempo y un ma-
yor gasto calórico.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 6 | ACTIVIDADES DE AGILIDAD MENTAL Y COORDINACIÓN/CIRCUITOS

1.  GLOBALIDAD

Con el EC se trabaja todo el cuerpo de forma integral, es decir, sin desequilibrios entre músculos an-
tagonistas e implicando todas las CFB y complementarias. Aunque parece labor sencilla para ase-
gurar esta ventaja se deberá preparar y organizar las estaciones meticulosamente. Permite regular
la intensidad según el estado físico de cada persona y las mejoras se producen de forma general y
no específica.

2.  AHORRO DE TIEMPO

El EC generalmente se planifica por tiempo y es mucho más rápido que otro tipo de métodos. Que
sea haga en un tiempo menor no quiere decir que la efectividad también lo sea. Se puede practi-
car en cualquier lugar, sin necesidad de emplear un material especial ya que el peso corporal es el
principal medio a utilizar en el entrenamiento por circuitos. Cada grupo de personas ocupará una
estación y estos irán rotando gastando el mismo tiempo que si el entrenamiento fuera dedicado a
un solo individuo.

3.  GASTO CALÓRICO

Se trata de un entrenamiento de intensidad más o menos elevada, pero individualizada a cada per-
sona. Entre estaciones se deja un tiempo de descanso, que normalmente suele ser activo para que
las pulsaciones no disminuyan en exceso y el metabolismo continúe activo aún después de realizar
el esfuerzo.

La mejor manera de conocer las ventajas del EC es practicándolo. Inicialmente se comienza con
ejercicios más sencillos atendiendo en todo momento a la ejecución práctica y progresivamente se
aumenta la intensidad y se disminuye el tiempo de descanso entre estaciones.

Ponts Geis, P. (2001), la música es un recurso básico en este tipo de trabajo, ya que muchas veces
nos servirá para marcar las pautas, el tiempo de descanso, el tiempo de transición, en definitiva, la
intensidad de trabajo. Al mismo tiempo, el hecho de proponer actividades con música permite que
esta sea más motivadora.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Agilidad mental es la capacidad de modificar su sistema de referencia, de planificar, de iniciar una
actividad, de reflexionar de manera creativa y de adaptarse a las exigencias de los cambios de
forma adecuada lo más rápido posible.

•  Coordinación motriz “es la capacidad para utilizar el cerebro y el sistema nervioso junto con el sistema
locomotor con el fin de llevar a cabo unos movimientos suaves y precisos”.

•  La verdadera importancia del EC no reside en el hecho de mejora del rendimiento, sino en poder
utilizar el circuito como una forma y un método de trabajo, durante la sesión de actividad física y
aprovechar las posibilidades y la riqueza de trabajo que éste nos ofrece.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 6 | ACTIVIDADES DE AGILIDAD MENTAL Y COORDINACIÓN/CIRCUITOS

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  REDEFINING STRENGTH (2014). 30 Agility Ladder Drills - Beginner, Intermediate and Advan-
ced Variations. En Youtube <https://www.youtube.com/watch?v=67XP-AekUoA> [Consulta: 6 de
agosto de 2017].

6. BIBLIOGRAFÍA
•  AZNAR LAÍN, S. y WEBSTER, T. (2007). “Conceptos importantes en materia de Actividad Física y de
Condición Física” en Actividad física y salud en la infancia y la adolescencia. Guía para todas las
personas que participan en su educación. Coordinador institucional González Briones, E. y Merino
Merino, B. Colaborador López Chicharro, J. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Ministerio
de Sanidad y Consumo.

•  PONTS GEIS, P. (2001). “Actividad física con gente mayor. Trabajo en circuito” en Apunts. Educación
física y deportes. Actividad física y salud, vol. 3, p. 62 a 70.

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 7

HIGIENE POSTURAL
EN AVD Y AVDL.
EJERCICIOS DESACONSEJADOS

7
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN

3. DEFINICIÓN Y CONCEPTUALIZACIÓN DE LOS EJERCICIOS DESACONSEJADOS

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 7 | HIGIENE POSTURAL EN AVD Y AVDL. EJERCICIOS DESACONSEJADOS

1. RESUMEN
Se comienza evidenciando la relevancia de incluir una UD dedicada a “Higiene postural en AVD y AVDL.
Ejercicios desaconsejados” dentro de la programación educativa como la que nos ocupa. Se continúa
ofreciendo una definición y una conceptualización de “ejercicios desaconsejados” para conocer cómo
detectarlos y en su caso eliminarlos o adecuarlos a nuestras demandas de forma segura y contribuir
en la higiene postural en la realización de cualquier tipo de actividad.

2. INTRODUCCIÓN
Según López Miñarro, P.A. (2015) en torno al concepto de salud nace la educación para la salud,
entendida como un proceso de información y responsabilización del individuo, con el fin de que
adquiera hábitos, actitudes y conocimientos básicos para la defensa y la promoción de la salud
individual y colectiva (Bañuelos, 1996). Desde una perspectiva general acerca de la Educación
Física y salud, es frecuente la presencia de unidades didácticas sobre higiene postural y ejercicios
desaconsejados. Una de las razones de que esto haya ocurrido es el tratamiento de importancia
que la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE) otorgó a los objetivos y contenidos
relacionados con la salud, así como todas las leyes de educación que le han seguido.

López Miñarro, P. A. y Rodríguez García, P. L. (2003) manifiestan que a lo largo de la historia de la AF


y el Deporte se han diseñado diferentes tipos de ejercicios físicos, con la creencia generalizada sobre
los beneficios que la práctica de los mismos posee tanto en la formación y desarrollo del individuo,
como en su salud. Se creó así el mito de que cualquier tipo de actividad física es saludable. Sin em-
bargo, la investigación en el ámbito de la AF y el deporte ha permitido desechar ideas y creencias
erróneas asumidas como válidas en etapas anteriores, entre las que se encuentra la ejecución de
movimientos incorrectos.

Así, se han podido detectar y cuestionar ejercicios físicos, cuya realización repetida puede dañar la
salud de los individuos, provocando daños y lesiones que, a medio o largo plazo, podrían llegar a ser
irreversibles. De hecho, actividades que han sido consideradas tradicionalmente como adecuadas,
actualmente están desaconsejadas bajo una concepción de AF y salud (Tercedor, 1995), por lo que
es necesario plantear ejercicios alternativos más saludables.

3. DEFINICIÓN Y CONCEPTUALIZACIÓN
DE LOS EJERCICIOS DESACONSEJADOS
Según Colado Sánchez, J. C. (2008), los criterios de higiene postural y ergonomía para la realización
saludable de AF se basa en evitar las posiciones desaconsejadas y respetar la técnica.

López Miñarro, P.A. (2015), un ejercicio es una compleja combinación de acciones articulares
entendiendo éstas como cualquier movimiento que se produce entre dos o más palancas óseas.
Así pues, una acción articular desaconsejada se define como aquel movimiento entre palancas
óseas que produce un daño sobre cualquier estructura anatomo-funcional (Miñarro, 1998).

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 7 | HIGIENE POSTURAL EN AVD Y AVDL. EJERCICIOS DESACONSEJADOS

Todo ejercicio está compuesto de multitud de acciones articulares, alguna/s de las cuales podrían
ser desaconsejada/s. Por tanto, un EJERCICIO DESACONSEJADO sería, en base a lo expuesto, una
sucesión de acciones articulares, entre las cuales, al menos una de ellas está desaconsejada.

Por otro lado López Miñarro, P. A. y Rodríguez García, P. L. (2003) declaran que también hay ejer-
cicios cuyo peligro está en la forma de llevarlos a cabo, no en el ejercicio en sí. Es frecuente que un
ejercicio adecuado se realice sin dominar la técnica de éste, de manera que, al ejecutarlo incorrec-
tamente se provoquen daños al organismo. El mayor problema de estos ejercicios estriba en la
frecuencia de su práctica, ya que las alteraciones que producen no son inmediatas, apareciendo a
medio/largo plazo. Colado Sánchez, J. C. (2008), entre las variables determinantes en la potencia-
lidad lesiva también resalta la repetitividad-densidad (volumen) y añade la intensidad de la acción
articular (la resistencia de las cargas movilizadas y la velocidad de ejecución) estableciendo una
relación directa entre ambas.

Según López Miñarro, P. A. (2015) refiere que existen miles de ejercicios, por ello la cuestión es
analizarlos, y si es necesario, modificarlos o por el contrario eliminarlos. Si bien Cotton (1993) opta
por eliminarlos directamente de las programaciones cuando están desaconsejados sin plantearse ni
siquiera su modificación. Así, en lugar de centrar la ejecución en los aspectos cuantitativos del ejer-
cicio (lo que carece de significatividad en los objetivos del sistema educativo) hay que hacerlo en los
cualitativos (Aguado y Fernández, 1998), atendiendo a la forma más correcta y segura de realizar la
actividad, evitando aquellos ejercicios que posean alguna contraindicación o que simplemente sean
polémicos desde el punto de vista articular (Águila y Casimiro, 1997). Para tal fin se debe valorar los
ejercicios durante la programación de las sesiones analizando los riesgos potenciales y beneficios
a corto y largo plazo. Para evitar aquellos ejercicios desaconsejados, hay que identificarlos previa-
mente y establecer un equilibrio beneficio-riesgo evitando aquellos ejercicios en los que los costes
superen a los beneficios (McGeorge, 1992).

Recordemos que la ausencia de dolor no significa que no existan riesgos puesto que los daños pue-
den ser graduales y no manifestarse hasta transcurridos varios años. Además debemos prestar es-
pecial atención a las partes más vulnerables de nuestro cuerpo y que soportan más sobrecarga. Nos
referimos a las zonas de la espalda, en su parte cervical y lumbar, y a la rodilla (Devís Devís, J. 2000).

Devís Devís, J. (2000) dicen que tampoco debemos dejarnos influir por la creencia popular de que si
no duele, no aprovecha el ejercicio. El dolor y el malestar después de la actividad no es consecuencia
natural de la práctica, sino una señal que debe ponernos sobre aviso. Quizá hemos trabajado en
exceso o a una intensidad inadecuada o existe algún problema mecánico.

Por lo tanto y continuando con Devís Devís, J. (2000), una buena higiene postural, además de vigilar los
movimientos que pueden dañar la columna, debe incluir un trabajo de acondicionamiento muscular
que tenga en cuenta las descompensaciones derivadas de la bipedestación. En este sentido los mús-
culos flexores de cadera, los isquiotibiales y los extensores de espalda, deben estirarse muy a menudo.
En cambio deben fortalecerse los abdominales y los dorsales. De esta forma mantenemos el equilibrio
postural y evitamos tensiones y dolores de espalda, tanto a nivel lumbar como cervical.

Y Colado Sánchez, J. C. (2008) añade que debemos seleccionar actividades o ejercicios basados en
el entrenamiento funcional. El entrenamiento funcional huye del aislamiento muscular y se basa en
acciones multiarticulares que pretenden dotar al individuo de una “fuerza útil”, en el ámbito depor-
tivo, en las actividades de la vida diaria (AVD) y en las AVD laboral (AVDL) reduciendo el riesgo de
lesión. Se considera “fuerza útil” el equilibrio y la coordinación así como la fuerza, la resistencia y la
potencia muscular. Para ello se emplean movimientos poliarticulares, de inestabilidad controlada, y
que impliquen todas las cadenas musculares enfocados a la mejora de hábitos de higiene postural
así como hacia la mejora de la musculatura estabilizadora de la zona media (CORE).

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 7 | HIGIENE POSTURAL EN AVD Y AVDL. EJERCICIOS DESACONSEJADOS

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Un ejercicio desaconsejado es una sucesión de acciones articulares, entre las cuales, al menos
una de ellas está desaconsejada. Por otro lado también hay ejercicios cuyo peligro está en la for-
ma de llevarlos a cabo y no en el ejercicio en sí.

•  La variable más nociva es la repetición sistemática del ejercicio desaconsejado.

•  Las zonas más vulnerables de nuestro cuerpo y por ello a las que más atención debemos prestar
son a la espalda, en su parte cervical y lumbar, y las rodillas.

•  La ausencia de dolor no significa que no existan riesgos y tampoco debemos dejarnos influir por
la creencia popular de que si no duele no aprovecha el ejercicio.

•  Una buena higiene postural debe incluir un trabajo de acondicionamiento muscular.

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  LÓPEZ MIÑARRO, P. A. y RODRÍGUEZ GARCÍA, P. L. (2008) “Realización correcta y segura del ejer-
cicio en salas de acondicionamiento muscular I y II” en Ejercicio físico en salas de acondicionamiento
muscular. Bases científico-médicas para una práctica saludable. Rodríguez García, P. L. Buenos
Aires; Madrid: Médica Panamericana.

6. BIBLIOGRAFÍA
•  LÓPEZ MIÑARRO, P. A. (2015). Ejercicios desaconsejados en Educación Física. Murcia.

•  LÓPEZ MIÑARRO, P. A. y RODRÍGUEZ GARCÍA, P. L. (2003). Ejercicios físicos desaconsejados para


la columna vertebral y alternativas para su corrección. Murcia.

•  COLADO SÁNCHEZ, J. C. (2008). “Criterios de higiene postural y ergonomía para la realización sa-
ludable de actividad física”. Apuntes asignatura Actividad Física y Salud. Valencia: Universitat de
València. Facultat de Ciències de l’Activitat Física i l’Esport.

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 8

ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF.


PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO

8
1. RESUMEN

2. M
 I PLAN DE ACTIVIDAD FÍSICA

3. E STRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 8 | ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF. PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO

1. RESUMEN
El objetivo de esta unidad didáctica es conocer que variables (consideraciones previas, componen-
tes físicos de la salud, principio FITT-PV y aspectos vivenciales y de relación) se deben tener en
consideración para elaborar nuestro propio plan de AF. Además desgranaremos una sesión de AF
para conocer de forma pormenorizada todas sus partes.

2. MI PLAN DE ACTIVIDAD FÍSICA


Nos remitimos a los intereses que se persiguen con la asignatura de AFS “…dotar a policías locales
(PL) de nuevo ingreso de una formación básica relacionada con la actividad física (AF) y el entrenamiento
para que adquieran el hábito de hacer ejercicio de una manera saludable…”.

Nuestro plan de AF no sigue las reglas o principios básicos del entrenamiento deportivo. Nuestro
plan de AF se organizará y estructurará de forma abierta y flexible para contribuir al desarrollo de
la salud personal. Los aspectos a considerar para elaborar nuestro plan de AF se basan en cuatro
pilares propuestos por Devís Devís, J. y otros, (2000):

•  Consideraciones previas

•  Componentes físicos de la salud

•  Variables del principio FITT-PV

•  Aspectos vivenciales y de relación

•  Devís Devís, J. y otros, (2000) en el apartado de “consideraciones previas” hacen referencia a:

•  la selección de ejercicios lo más seguro posibles. Que comprometan la esfera de confort de la


persona pero sin riesgo de lesión

•  la estructura del plan de AF no es necesario que sea un entrenamiento deportivo pudiendo ser
más abiertos y flexibles

•  el espacio dónde practicar AF. Está condicionado al lugar en el que residimos pero en cualquier
caso se recomienda aprovechar espacios al aire libre y ser respetuosos con ellos

•  la compañía. Unirse a un grupo de personas con interesados en llevar un estilo de vida más activo
puede motivarnos a seguir realizando EF.

En cuanto a los “componentes físicos de la salud” se refieren a tres de las CFB que hemos visto, la
resistencia, la fuerza y la flexibilidad y como ya justificamos en la unidad didáctica de la velocidad,
añadimos ésta por su relación directa en la labor policial. Además introducen como componente
físico de la salud la composición corporal que es la cantidad de masa corporal grasa en proporción
a la masa magra (músculos, huesos y órganos internos) de nuestro organismo. Su control se rela-
ciona con la alimentación y el gasto energético y éste con el ejercicio aeróbico. Así pues la obesi-
dad puede entenderse como una enfermedad por su efecto perjudicial para la salud. Sin embargo
no debe confundirse con el sobrepeso. Para calcularlo utilizamos el Índice de Masa Corporal que
es el resultante de la fracción del peso (Kg) entre la estatura al cuadrado (m2).

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 8 | ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF. PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO

Pero atención con el resultado pues la tabla de control no tiene en consideración las condiciones
personales y las modas imperantes abanderan sutilmente el lema “lo bello y lo saludable es lo del-
gado” dónde la estética y la salud se confunden y que puede conllevar a enfermedades, como es el
caso de la anorexia y la bulimia.

Las “variables del principio FITT-PV”, sin entrar en una compleja planificación deportiva, son variables
fáciles de combinar y facilitan la organización de las sesiones semanales. Estas variables son:

•  Frecuencia: son las veces por semana que una persona realiza una actividad determinada.

•  Intensidad: cuanto trabajo por sesión en relación al esfuerzo debe realizar una persona.

•  Tiempo: duración de cada ejercicio y de cada sesión.

•  Tipo de actividad: diferentes clases de actividades que realiza una persona.

•  Progresión: como debe incrementarse el nivel de los ejercicios. Se recomienda el aumento gra-
dual de las cargas pero esto no significa aumento indefinido de frecuencia de sesiones, intensidad
y tiempo de los ejercicios.

•  Variedad: se debe incluir variedad de actividades que trabajen todas las CFB.

Para acabar desarrollando nuestro plan de AF según Devís Devís, J. y otros, (2000) deberemos te-
ner en cuenta “los aspectos vivenciales y de relación”. Cuando definíamos el concepto de AF relacio-
nado con la salud decíamos que no era suficiente con hacerlo únicamente desde una perspectiva
biológica e incorporábamos las dimensiones personal y sociocultural. Ahora nuestro plan de AF
debe seguir el mismo planteamiento y buscar experiencias placenteras y de bienestar, diverti-
das, agradables y atractivas. Para conseguirlo es conveniente disponer de una cierta diversidad
de prácticas, realizarlas en compañía de otras personas y, a ser posible, en un contexto social y
ambiental saludable.

3. ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF


Además de conocer los aspectos fundamentales para elaborar nuestro plan personal de AF debe-
mos tener en cuenta otros factores no mencionados hasta ahora. Cualquier plan de AF, hasta el más
anárquico y despreocupado persigue el fin de mantenimiento o mejora de la de la condición física. La
manera de conseguirlo es plantear actividades que supongan un estímulo para nuestro organismo
y que éste sea capaz de generar las adaptaciones necesarias para afrontarlas en futuras ocasiones
provocando una mejora en nuestra condición física. Para evitar programas pretenciosos, irreales o
poco seguros y adaptados a las circunstancias personales debemos reflexionar y saber en qué pun-
to nos encontramos y dónde queremos llegar, de cuánto tiempo disponemos y de que herramientas
nos podemos servir, conocerse a uno mismo y saber cuáles son nuestras posibilidades y nuestras
limitaciones.

Nuestro plan de AF se estructurará en la concatenación de sesiones de EF durante un periodo de


tiempo determinado. La “sesión” de EF es la estructura elemental o básica de todo proceso de en-
trenamiento. Aunque no es el fin que perseguimos decir que toda planificación deportiva, también
se basa en la combinación adecuada de diferentes sesiones, y se estructura en ciclos: microciclo,
mesociclo, macrociclo, plan anual, etc.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 8 | ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF. PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO

Una sesión de AF consta de parte inicial, parte principal y parte final.

La PARTE INICIAL o también llamada CALENTAMIENTO, J. María y otros (1989) la definen como “to-
das aquellas actividades anteriores a la parte principal, que se realizan de una forma general y suave para
preparar a nuestro organismo, tanto física como mentalmente, hacia un posterior esfuerzo”. Devís Devís,
J. (2000) añaden a esta definición “facilitar la interacción entre las personas y contribuir a la formación
de grupos y ambientes agradables”. Tiene una duración variable que puede oscilar entre los ocho,
diez minutos y hasta los veinte o veinticinco minutos. La estructura puede ser caprichosa pudiendo
incluir todas o alguna de las siguientes fases:

•  fase de activación.

•  fase de movilidad músculo-articular.

•  fase de estiramientos.

•  fase de puesta a punto.

Los objetivos que se buscan con la parte inicial son la preparación o adaptación a la parte principal
para dar el máximo rendimiento y la prevención de lesiones. Algunos de los efectos son: aumento
de la FC; aumento de la función respiratoria, tanto de la frecuencia como del volumen; aumento de
la temperatura corporal; mejoras del sistema neuromuscular; entre otros.

La PARTE PRINCIPAL es el momento de la sesión en el que se llevan a cabo ejercicios de mayor


intensidad y que persiguen los objetivos marcados pudiendo ser de desarrollo o mantenimiento de
cualidades físicas técnicas, tácticas o psicológicas. La duración al igual que en la parte inicial puede
ser variable desde veinticinco o treinta minutos hasta varias horas. Y los objetivos vienen condicio-
nados por el enfoque que le demos a la sesión.

La última parte de la sesión se llama PARTE FINAL o VUELTA A LA CALMA y consiste en el descenso
gradual del trabajo restituyendo el organismo a un estado de equilibrio orgánico similar al de antes
de iniciar la sesión de AF. No hay nada estipulado sobre la estructura pero se pueden utilizar esti-
ramientos, juegos de baja intensidad, ejercicios de relajación, técnicas de respiración, etc. Algunos
de los objetivos de la parte final son eliminar productos de desecho que se han acumulado en el
organismo en la parte principal, facilitar la recuperación y es un buen momento para comentar o
reflexionar sobre aspectos importante de la parte principal. Los efectos que se dan en la vuelta a la
calma son descenso de la FC; descenso de la función respiratoria, tanto de la frecuencia como del
volumen; y descenso de la temperatura corporal.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•Un plan de AF orientado a la salud no se basa en los principios del entrenamiento deportivo y bus-
ca experiencias placenteras y de bienestar, divertidas, agradables y atractivas.

• Un plan de AF se estructura de forma abierta y flexible y se sustenta: consideraciones previas,


componentes físicos de la salud, variables del principio FITT-PV y en aspectos vivenciales y de
relación.

• La sesión de EF es la estructura elemental de todo proceso de entrenamiento y consta de tres


partes: parte inicial, parte principal y parte final.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 8 | ESTRUCTURA DE UNA SESIÓN DE AF. PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Da el paso. Actividad física. Estilo de vida sa-
ludable. <http://www.estilosdevidasaludable.msssi.gob.es/actividadFisica/actividad/home.htm>
[Consulta: 14 de junio de 2017].

6. BIBLIOGRAFÍA
•  DEVÍS DEVÍS, J. et al. y otros, (2000). Actividad física, deporte y salud. Barcelona: Inde. 2ª edición.

•  DE LA REINA, L.; MARTÍNEZ, V. (2003). Manual de teoría y práctica del acondicionamiento físico.
Madrid: CV. Ciencias del deporte.

•  FORTEZA DE LA ROSA, A. y RAMÍREZ, E. (2005). Teoría, metodología y planificación del entrena-


miento. De lo ortodoxo a lo contemporáneo. Sevilla: Wanceulen editorial deportiva.

•  PABLOS, C. (2008). Teoría y práctica del entrenamiento deportivo. Universidad de Valencia. FC-
CAFE.

•  SERRABONA, M.; ANDUEZA, J. A. y SANCHO, O. (2002). 1001 ejercicios y juegos de calentamien-


to. Barcelona: Paidotribo. 2ª edición.

•  TUDOR, O. B. (2007). Periodización. Teoría y metodología del entrenamiento. Barcelona: Hispano


Europea. 2ª edición.

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 9

TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS

9
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN

3. CONCEPTO DE RELAJACIÓN

4. T IPOS DE RELAJACIÓN

4.1. RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA DE JACOBSON

4.2. ENTRENAMIENTO AUTÓGENO DE SCHULTZ

4.3. O
 TRAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

5. B
 ENEFICIOS DE LA RELAJACIÓN

6. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

7. L ECTURAS RECOMENDADAS

8. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 9 | TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS

1. RESUMEN
En una primera parte se hablará sobre el estrés y la relajación. Seguidamente se hace una aproxi-
mación conceptual sobre la misma con especial atención en la respiración las principales formas de
llevarlas a cabo. También veremos los tipos de relajación que existen y acabaremos conociendo los
beneficios que ésta nos ofrece.

2. INTRODUCCIÓN
Según Francos Cabrero, V. (2015), el estrés, la presión… hacen que nuestra mente se bloquee y no
tengamos claro cómo hacer las cosas, porque no nos da tiempo a pensar con claridad. La solución es
aprender a adquirir un estado de calma para poder reflexionar correctamente y tomar así decisiones
eficaces.

Siguiendo a Tejero Abascal, L. (2014), la relajación ha demostrado ser un método muy eficaz para la
restauración de la calma en el organismo después de situaciones de estrés o ansiedad. A través de
la práctica de las diferentes técnicas de relajación se consiguen beneficios inigualables, tanto a nivel
fisiológico como psicológico.

3. CONCEPTO DE RELAJACIÓN
Aprovechando la búsqueda por Tejero Abascal, L. (2014), presentaremos varias definiciones del tér-
mino relajación que procede del latín “relaxare”, haciendo referencia a la acción y efecto de aflojar o
ablandar, reduciendo los estados de tensión (Capote et al, 2006):

La relajación, “es una actividad que busca llevar al cuerpo a un estado de reposo mediante la pérdida
de tensión en los músculos, que puede ayudarnos de una manera eficaz a controlar nuestros estados de
tensión física y mental” (Valín, A. 2010).

Pérez, Delgado y Núñez (2009) definen la relajación como “el conjunto de técnicas y/o métodos em-
pleados para producir una liberación de la tensión corporal y mental, disminuyendo el tono muscular y
proporcionando una calma física y psíquica que aumenta la energía de nuestro organismo”.

Martínez Lorca, (2011), entiende la relajación como “el conjunto de técnicas para disminuir el tono mus-
cular excesivo y proporcionar una distensión física y mental aumentando la energía de nuestro organismo
para afrontar nuestra actividad de una forma óptima”.

Francos Cabrero, V. (2015), define la relajación como un estado de calma y de paz interior que hace
desaparecer o disminuir aspectos como la tensión, el estrés, el miedo, el nerviosismo, la ansiedad…
Y considera la relajación como el estado natural del ser humano, que en ocasiones se ve afectado,
permitiendo al cuerpo estar tranquilo, descansado… tanto a nivel mental como corporal. Debemos
intentar mantenernos siempre en este estado, pero si por circunstancias se altera, tendremos que
intentar alcanzarlo de nuevo.

Tejero Abascal, L. (2014), a partir de estas y otras muchas definiciones existentes sobre la relajación,
asocian este término a conceptos como reposo, distensión, disminución del tono muscular, percep-

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 9 | TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS

ción, etc. Aunque el térmico que más aflora al realizar una búsqueda documental sobre la relajación
es la respiración. Desde siempre, las técnicas relacionadas con la relajación han ido acompañadas
de la respiración, buscando el equilibrio entre el cuerpo y la mente, entre lo físico y lo mental.

4. TIPOS DE RELAJACIÓN
Francos Cabrero, V. (2015), la base de la relajación es la respiración, por eso si pretendemos llegar a
un estado de relax lo primero que debemos hacer es dominar nuestra respiración y a partir de ahí ya
podemos practicar otros métodos de relajación.

Tejero Abascal, L. (2014) apoyándose en Castellano (2011) señala que la respiración no significa
llenarse de aire. Hace referencia al proceso de inspiración y espiración, que deriva en el intercambio
gaseoso en los pulmones, permitiendo que se desarrollen una serie de procesos fisiológicos que
hacen posible la vida.

Los principales tipos de respiración según la propuesta de Valín, A. (2010) son:

•  Respiración ABDOMINAL o DIAFRAGMÁTICA: el aire entra hasta la zona inferior de los pulmones,
provocando un abultamiento en el abdomen. Con este tipo de respiración se facilita la oxigenación
de la sangre a la vez que se produce un masaje abdominal. Para comprobar si estamos realizando
esta respiración, se colocan las manos en el vientre y se observa como este se “infla” dejando
espacio para que se expanda la parte más baja de los pulmones.

•  Respiración TORÁCICA: es la respiración que se efectúa en la zona media y superior de los pulmo-
nes. El aire entra por la acción de los músculos intercostales, se levantan las costillas y se expande
la caja torácica (Figura 2). Durante este tipo de respiración, el esternón se adelanta. Este tipo de
respiración es la más común.

•  Respiración CLAVICULAR: es la respiración que se realiza con la parte superior del tórax. Se trata
de una respiración de tipo superficial, muy poco profunda. Se realiza al elevar las clavículas y la
parte superior de la caja torácica, con un recorrido muy limitado.

El aprendizaje y práctica de los diferentes tipos de respiración resulta un factor determinante para
el correcto desarrollo y funcionamiento de todas las técnicas de relajación.

4.1. Relajación muscular progresiva de Jacobson


Los estudios de Edmund Jacobson afirmaban que los estados de alteración nerviosa y ansiedad
producen contracciones musculares y observó que si lograba reducir esas contracciones el nivel de
ansiedad y estrés disminuiría, diseñando un método a tal efecto en Jacobson en 1934.

Esta práctica de relajación se centra en una relajación física, aunque de manera secundaria afecte
también a la mente. Debe hacerse de forma organizada. Tenemos que tratar de sentir cada una de
las partes de nuestro cuerpo e intentar relajar nuestros músculos.

Para ello debemos escoger un lugar tranquilo, en silencio y que favorezca nuestro acercamiento
hacia un estado de reposo. También es importante adoptar una postura cómoda. 1ª FASE: consiste
en sentir un grupo de músculos, tensarlos durante unos segundos y después ir destensándolos

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 9 | TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS

lenta y progresivamente. Así iremos notando la diferencia según el estado en el que se encuentren
los músculos.

2ª FASE: se trata de repasar mentalmente los grupos de músculos con los que hemos trabajado
anteriormente e ir sintiendo que efectivamente se encuentran en estado de reposo.

3ª FASE: basada en la relajación mental. Para ello podemos pensar en una escena agradable, un
lugar que nos trasmita paz y tranquilidad, una melodía o si somos realmente capaces también po-
demos dejar la mente en blanco.

4.2. Entrenamiento Autógeno de Schultz


Tejero Abascal, L. (2014), según (Villada y Vizuete, 2002), esta técnica se basa en la imaginación
voluntaria de sensaciones corporales de calor y peso, prestando especial atención a las funciones
cardíaca y respiratoria para, de esa manera, conseguir una disminución generalizada del tono mus-
cular, acompañado de una disminución de la frecuencia respiratoria. Un aspecto vital en el desarrollo
de esta técnica es la toma de conciencia de las zonas corporales, focalizando la atención sobre las
sensaciones que se producen.

El entrenamiento autógeno de Schultz se divide en dos ciclos:

•  Ciclo inferior: se trabaja las sensaciones de peso, frío-calor, respiración, FC.

•  Ciclo superior: trabaja sobre las respuestas del subconsciente, la visualización de objetos o la
formulación de propósitos.

Valín, A. (2010) propone la siguiente secuenciación de sensaciones:

•  Inducir calor y pesadez en los miembros superiores e inferiores.

•  Concentrar al sujeto en su FC y su respiración.

•  Hacerle sentir calor en abdomen y torso y frescor en su cabeza.

4.3. Otras técnicas de relajación


Otras técnicas o sistemas de relajación que podemos encontrar son:

•  De sensibilización Sistemática de J Wolpe (1958).

•  Método de Hegerman.

•  Estrategia combinada de relajación: F.R.I. (Focalización. Respiración. Imaginación).

•  La relajación analítica de Jarreau.

•  Pedagogía de relajación de Gerda Alexander.

•  Yoga.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 9 | TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS

•  Meditación.

•  Masaje.

•  Visualización.

Aunque existen múltiples técnicas de relajación no se debería decir que una sea mejor que otra pues
esto dependerá de cada persona y momento. En definitiva, la mejor técnica de relajación es la que
así lo sea para cada persona.

5. BENEFICIOS DE LA RELAJACIÓN
La práctica de este conjunto de técnicas de relajación da lugar a una serie de consecuencias a nivel
fisiológico, que pueden reportar grandes beneficios tanto a nivel físico como psicológico. Basán-
donos en el artículo de Díaz Sibaja, M. A. y Comeche Moreno, M. I. y cols. los cambios fisiológicos
generados por la relajación según (Shapiro y Lehrer, 1980; Lehrer y cols., 1983):

a.  la DISMINUCIÓN de: la tensión muscular, la frecuencia e intensidad del ritmo cardíaco, la acti-
vación simpática general, los niveles de secreción de adrenalina y noradrenalina, el consumo de
oxígeno, el metabolismo basal y el colesterol. Tejero Abascal, L. (2014), añade el descenso de los
niveles de cortisol, (Fernández Alonso, 2009); y también reduce la actividad cerebral, (Guyton y
Hall, 2011).

b.  el AUMENTO de: la vasodilatación arterial (generando un mayor riego periférico y una mayor
oxigenación de las células), el nivel de leucocitos y mejoría en la función inmune y los ritmos
“alfa” cerebrales (ondas de baja frecuencia presentes en estados de reposo, lo que promueve una
sensación de tranquilidad).

c.  cambios en la respiración (disminuye la frecuencia y aumenta la intensidad y regularidad) d) RE-


DUCE la ansiedad y MEJORA el estado de ánimo y la sensación de bienestar.

Además Francos Cabrero, V. (2015), añade según López González, L. (2011)

•  Disminuir el estrés.

•  Desarrollar mecanismos de vida saludable mediante la atención al propio cuerpo.

•  Tomar conciencia de la respiración, postura, sensaciones y emociones.

•  Disminuir estados de ansiedad y burnout.

No obstante, los efectos beneficiosos no son permanentes por lo que el objetivo de esta UD es que
los alumnos integren la utilización de la relajación en su vida diaria, convirtiéndose en un hábito
saludable.

Por los beneficios y la clara influencia de la relajación como factor determinante de la salud, queda
demostrada la importancia de incluir esta materia en el currículum de la enseñanza.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 9 | TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS

6. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• La relajación ha demostrado ser un método muy eficaz para la restauración de la calma en el or-
ganismo después de situaciones de estrés o ansiedad.

• La relajación se asocia con reposo, distensión, disminución del tono muscular, percepción y sobre
todo con la respiración.

• La base de la relajación es la respiración. Los tipos de respiración pueden ser: abdominal, torácica
y clavicular.

• Aunque existen diferentes tipos de relajación la mejor técnica es la que así lo sea para cada per-
sona.

• Los efectos beneficiosos son muchos pero no permanentes por lo que el objetivo debe ser integrar
la utilización de la relajación en la vida diaria, convirtiéndose en un hábito saludable.

7. LECTURAS RECOMENDADAS
•  Fisioterapia a tu alcance. Técnica de relajación mediante la respiración completa. <https://www.
youtube.com/watch?v=dbYCCb8tgSA> [Consulta: 13 de junio de 2017].

•  Técnica de Relajación Muscular Progresiva (Jacobson) y Relajación en Imaginación.

•  SAVIN BALLVÉ. X. (2017). <https://www.youtube.com/watch?v=uDE3qEPpedo> [Consulta: 13 de


junio de 2017].

8. BIBLIOGRAFÍA
•  DÍAZ SIBAJA, M. A. y COMECHE MORENO, M. I. y cols. PSICOLOGÍA DE LA SALUD. Materiales para
el tratamiento psicológico. Beneficios de la relajación. <http://www.psicologiadelasalud.es/bene-
ficios_de_la_relajacion.html> [Consulta: 13 de junio de 2017].

•  FRANCOS CABRERO, V. (2015). Técnicas de relajación en el aula: propuesta teórica para desa-
rrollar el autocontrol. Tutor: Bachiller, J. Trabajo final de grado. Soria. Universidad de Valladolid.
Facultad de Educación de Soria. <https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/13401/1/TFG-O%20
528.pdf> [Consulta: 12 de junio de 2017].

•  TEJERO ABASCAL, L. (2014). Las técnicas de relajación en educación secundaria. Tutor: Luis Pas-
cual, J. C. Trabajo final de grado. Alcalá de Henares. Universidad de Alcalá. Grado en Ciencias de
la Actividad Física y el Deporte. Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. <http://dspace.uah.
es/dspace/bitstream/handle/10017/21260/TFG_Tejero_Abascal_2014.pdf?sequence=1&isA-
llowed=y> [Consulta: 9 de junio de 2017].

•  VALÍN, A. (2010). Expresión corporal. Teoría y práctica. Madrid: Librerias Deportivas Esteban Sanz.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 9 | TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA MINIMIZAR EL ESTRÉS

•  Youtube, “Técnica de relajación mediante la respiración completa”. Fisioterapia a tu alcance. En you-


tube <https://www.youtube.com/watch?v=dbYCCb8tgSA> [Consulta: 13 de junio de 2017].

•  Youtube, “Técnica de Relajación Muscular Progresiva (Jacobson) y Relajación en Imaginación”.

•  SAVÍN VALLVÉ, X. En youtube <https://www.youtube.com/watch?v=uDE3qEPpedo> [Consulta:


13 de junio de 2017].

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 10

SALVAMENTO ACUÁTICO
PARA POLICÍA LOCAL

10
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN ACTIVIDADES ACUÁTICAS

3. ACTIVIDADES ACUÁTICAS Y SALUD

4. S ALVAMENTO ACUÁTICO

4.1. T IPOS DE FLOTACIÓN

4.2. EL ARRASTRE ACUÁTICO

4.3. P
 RESAS Y ZAFADURAS

4.4. S
 ECUENCIA DE ACTUACIÓN

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 10 | SALVAMENTO ACUÁTICO
PARA POLICÍA LOCAL

1. RESUMEN
Comenzamos señalando los motivos de incluir una unidad didáctica de salvamento acuático en la
programación de la asignatura seguido de un breve recorrido histórico desde las primeras manifes-
taciones de las actividades acuáticas hasta hoy día. A continuación desarrollamos como las activi-
dades acuáticas contribuyen parea el mantenimiento y desarrollo de la salud. Cerramos la unidad
centrándonos en los aspectos más importantes del salvamento acuático (flotación, arrastre, presas
y zafaduras, secuencia de actuación).

2. INTRODUCCIÓN
ACTIVIDADES ACUÁTICAS
Como punto de partida me gustaría comentar los motivos de introducir una unidad didáctica en el
medio acuático y más concretamente de salvamento acuático.

1º Son muchos los beneficios para la salud que se obtienen de realizar AF en el agua.

2º El medio acuático es un excelente escenario para trabajar todas las CFB así como las cualidades
físicas complementarias.

3º Por la necesidad de tener ciertas nociones en salvamento acuático que nuestro trabajo como
PL puede precisar, pues la zona este de la Comunidad Valenciana está delimitada por el mar Me-
diterráneo y anualmente son muchas las intervenciones en las que las PL actúan o colaboran con
los servicios de salvamento en el rescate de personas. También en zonas de pantanos, embalses,
ríos, canales, barrancos y piscinas.

Las actividades acuáticas no es algo reciente existen múltiples vestigios, pinturas, vasijas, instru-
mentos, escritos, relieves, que nos dejaron nuestros ancestros. El más antiguo podemos datarlo
en torno al año 5000 a.c. y es una pintura rupestre en una cueva que recibe el nombre de “la
cueva de los nadadores” y paradójicamente se encuentra en mitad del desierto, entre Egipto, Libia
y Sudán. Lo cual hace cuestionarse el hecho de que en el 5000-4000 a.c. allí hubiese agua. Pero
esto no es algo aislado ya que los restos se distribuyen por toda la geografía y el tiempo: en las
primeras civilizaciones: cultura Harapa, India, Egipto, Mesopotamia, Grecia clásica, Roma clásica;
Edad media: Europa occidental; Imperio romano de oriente; mundo árabe; Japón; etc.

Pero es en el Renacimiento cuando se da la gran revolución de las actividades acuáticas desarro-


llándose los diferentes estilos de natación y los métodos de enseñanza, llegando a la excelencia
natatoria que hoy día representan Michael Phelps o Mireia Belmonte.

Aunque pensemos que la natación es algo natural y forma parte de nosotros de toda la vida
el nado es un tipo de locomoción ontogenética y no filogenética. Es decir que no es innato,
fruto de la evolución de la especie humana. La habilidad natatoria tiene que aprenderlo cada
individuo. Citando a Counsilman & Counsilman (1994) “el 65% de nosotros es agua, pero cuando
nos introducimos en el medio acuático nos encontramos en un elemento extraño para el que estamos
pobremente diseñados y donde nuestra locomoción es poco eficiente…”, “… los humanos tenemos unos
miembros superiores e inferiores largos y delgados que proporcionan muy poca superficie con la que
interactuar con el agua”.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 10 | SALVAMENTO ACUÁTICO
PARA POLICÍA LOCAL

3. ACTIVIDADES ACUÁTICAS Y SALUD


Según Moreno Murcia, J.A. y Gutiérrez Sanmartín, M. (2001) la continua interacción del ser humano
con el medio acuático a lo largo de los tiempos, ha generado el trabajo físico acuático evolucionando
y especializándose en programas acuáticos que, a su vez, se dirigen a cada uno de los grupos de po-
blación: bebés, infantil, primaria, secundaria, universitarios, adultos y tercera edad. Si partimos de la
clasificación presentada por Moreno, Tella y Camarero, (1995), las actividades acuáticas se dividen
en tres ámbitos (educativas, recreativas y competitivas), cada uno de estos ámbitos está subdivi-
dido en otro tipo de programas. Entre algunos de ellos, destacamos principalmente los siguientes:
utilitario, deportivo, recreativo, salud, terapéutico y/o mantenimiento-entrenamiento.

Pero dejando de lado las conceptualizaciones y clasificaciones teóricas intentaremos entender por-
que el medio acuático supone un entorno ideal para la promoción de la salud. Las ventajas de tra-
bajar en el agua son:

•  la hipogravidez disminuye el impacto, de las articulaciones, contra superficies; genera relajación


muscular y facilita movilidad a personas con limitaciones.

•  La presión hidrostática provoca presión en la superficie corporal que mejora el trabajo de los
músculos respiratorios aumentando la capacidad ventilatoria, estabiliza articulaciones inestables,
favorece el trabajo de propiocepción y mejora la circulación de retorno.

•  Su resistencia al movimiento supone una buena forma de trabajo de la resistencia y la fuerza.

•  Aumentado la velocidad de movimiento aumentaremos la intensidad de trabajo ya que las resis-


tencias a vencer son estables.

•  Equilibrio muscular: siempre existe la misma resistencia a vencer, ésta es homogénea en cual-
quier parte del cuerpo y dirección a la que se mueva. Trabajo de agonistas y antagonistas; se
trabaja de forma integral la parte superior e inferior del cuerpo; y podemos trabajar la capacidad
aeróbica e anaeróbica.

•  Facilita la termorregulación ya que en el medio acuático la pérdida de calor es 25 veces superior.

Las ventajas mencionadas están íntimamente relacionadas con los beneficios que produce y las
hemos agrupado de la siguiente forma para una mejor comprensión:

1.  Desarrollo orgánico en general:

•  Mejora la circulación sanguínea.

•  Mejora de las funciones cardíacas.

•  Mejora de las funciones pulmonares.

•  Aumento de la resistencia.

•  Estimulación del metabolismo.

2.  Desarrollo muscular:

•  Participación de grandes grupos musculares.

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PARA POLICÍA LOCAL

•  Tonificación muscular.

•  Relajación muscular.

•  Mejora de la movilidad articular.

3.  Desarrollo de la coordinación motriz:

•  Coordinación de movimientos.

•  Adquisición de nuevas experiencias en movimientos de ingravidez.

4.  Mejora de la postura:

•  Fortalecimiento muscular.

•  Descarga de la columna vertebral.

•  Relajación.

5.  Sociabilización y recreación.

6.  Aumento de la autoestima.

7.  Autonomía personal en el medio acuático: SUPERVIVENCIA Y SALVAMENTO.

Aunque existen muchos beneficios referentes a las actividades acuáticas también observamos mi-
tos y malas prácticas. Todos hemos oído alguna vez aquello de “la natación corrige desviaciones de la
columna vertebral”. Con estas afirmaciones rotundas debemos ser críticos pues debemos saber que
la natación y las actividades acuáticas poseen un efecto tonificante sobre la musculatura paraver-
tebral, mejora la flexibilidad y desarrolla el sistema cardio-pulmonar pero no se ha demostrado que
prevenga la aparición o agravamiento de una anormalidad raquídea: escoliosis, hipercifosis o hiper-
lordosis. Aunque si es cierto que es un buen complemento al tratamiento fisioterápico y ortopédico.

Es posible que una persona con dolor de espalda, le desaparezca con la práctica de la natación,
debido al trabajo de músculos olvidados, al movimiento armónico, suave y antigravitatorio que lo
caracteriza.

Además, el abuso de la prescripción médica de la natación como medio de paliar deformidades


raquídeas junto con el intrusismo profesional del mundo de las actividades acuáticas están agra-
vando dichas dolencias. Esto se debe al consumismo, con la invasión de una oferta descontrolada
de cursillos y con ello a la falta de formación del personal al frente de los programas acuáticos
terapéuticos.

4. SALVAMENTO ACUÁTICO
La historia del salvamento acuático es reciente. Aunque sus orígenes se diría que son paralelos a
la lucha del hombre por dominar el medio acuático. Al mismo tiempo que se construyen naves, se
desarrollan métodos rudimentarios de salvamento.

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PARA POLICÍA LOCAL

Basándonos en los datos del Informe Nacional de ahogamientos producidos del 1 de enero al 31
de diciembre de 2016 de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS) nos
damos cuenta que los ahogamientos se producen en un 52% en playas, seguidos de ríos con un 18%
y piscinas con el 7%. Además los meses con mayor porcentaje de ahogados son de mayo a agosto,
o la edad con porcentajes más altos son personas de 65 a 75 años seguidos de los de 45 a 65 años
siendo siempre superior en varones, 80% que los de mujeres, 20%.

En cuanto a la distribución territorial de ahogamientos por comunidades es la siguiente: Islas


Canarias, 16,2%; Galicia, 15,8%; Andalucía, 15,1%; Comunidad Valenciana, 10,8%; Islas Baleares,
8,5%;…

En España hay unos 8000 km de costas y la Comunidad Valenciana tiene una longitud total de
518 kilómetros. Si en todo el territorio español durante el 2016 se dieron un total de 437 muertos
por ahogamiento, el 10,8% de la Comunidad Valenciana supone 47 ahogados. Las estadísticas
de accidentes acuáticos nos indican la importancia de la materia que estamos tratando. Y 47
personas muertas por ahogamientos en la CV justifican más que suficiente dedicarle una unidad
didáctica. Y aunque sabemos que es insuficiente por la extensión y complejidad de los conteni-
dos a tratar hacerlo de una forma eficaz consideramos que resultará en una experiencia positiva
para los PL de nuevo ingreso conocer sus propias capacidades y limitaciones para si en alguna
intervención futura se le planteara la necesidad de realizar un rescate acuático. Por eso desde
aquí hacemos una llamada a la objetividad, la cordura y a la no extralimitación profesional para
prevenir heroísmos que lamentar.

Los elementos básicos que se deben de conocer y controlar en salvamento acuático son los tipos
de flotación y remolque, las presas y zafaduras y el más importante de todos la secuencia de
actuación.

4.1. Tipos de flotación


La flotación es de gran importancia en Salvamento Acuático. Básicamente puede definirse como el
equilibrio de fuerzas que permite mantener un cuerpo sobre el agua.

En Salvamento Acuático interesa distinguir tres tipos de flotación: flotación estática, dinámica y con
ayuda.

1.  Flotación ESTÁTICA:

Es una de las habilidades fundamentales que se debe dominar, ya que permite un control sobre
el propio cuerpo. Además, la flotación estática puede aplicarse en algunas ocasiones como una
forma de autosalvamento, por lo que si llegamos al dominio de esta habrá un gran ahorro ener-
gético.

Se fundamenta en el Principio de Arquímedes: “todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un


empuje vertical y ascendiente igual al peso del fluido desalojado”. Así pues si este empuje hidrostático
es mayor que el peso del cuerpo sumergido, éste flotará. En cambio si el empuje hidrostático es
menor que peso del cuerpo sumergido, éste se hundirá.

En la flotación supone un papel importante la composición corporal, es decir los músculos, los hue-
sos, vísceras, grasa, etc. De una manera simple podríamos decir que a mayor porcentaje de músculo
al igual que a mayor porcentaje de hueso menor flotación. Pero tendremos más flotación cuanta
más grasa se tenga.

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PARA POLICÍA LOCAL

En términos generales las mujeres flotarán más que los hombres porque su composición corporal y
su distribución de grasas está mejor repartida en caderas, muslos, pechos y brazos. Así su centro de
flotación, está más bajo que en los hombres, coincidiendo con el centro de gravedad.

Vista la teoría de la flotación conviene determinar las tres formas posibles de flotación. Esta
se realizaría sin movimiento aunque con ayuda de la respiración (inspiraciones continuas y rá-
pidas):

•  en vertical: adoptando una posición de pie dentro del agua, con la cabeza inclinada
hacia atrás y arqueando ligeramente la espalda.

•  en oblicuo: flexionando o no las piernas.

•  en horizontal: con el cuerpo totalmente extendido, incluidas las piernas.

2.  Flotación DINÁMICA:

La flotación dinámica se consigue cuando se aplican fuerzas en el agua mediante los movimien-
tos que se realizan por brazos y piernas fundamentalmente. La forma más clara de flotación
dinámica es la natación, aunque en salvamento acuático es interesante conocer también la
flotación dinámica sin que exista desplazamiento, pues se usa muy a menudo ya que permite:

•  Visualizar mejor el entorno.

•  Pedir ayuda si fuera necesario.

•  Mantenerse a flote en caso de un tirón muscular, agotamiento…

•  Mantenerse cerca de la persona que lucha en el agua y controlarla hasta que se calme.

Las formas posibles para realizarla son:

•  Flotación dinámica usando brazos y manos: se usan movimientos ondulatorios y laterales,


consiguiendo que el cuerpo se mantenga a flote gracias a las fuerzas de elevación que se
aplican.

•  Flotación dinámica con piernas (patada simétrica): es la misma técnica de la patada de braza
pero en vertical. Al realizarse de forma simultánea se produce una acción (al empujar) y una
reacción (en el recobro), consiguiéndose un efecto como de pequeños saltos en el agua.

•  Flotación dinámica con piernas (patada alternativa): una pierna empuja mientras la otra recu-
pera. Es la más económica. Esta patada es conocida como patada de waterpolo.

•  Flotación dinámica con brazos y piernas: la acción de ambos nos permite mantenernos a
flote sin desplazarnos e incluso elevarnos sobre la superficie del agua.

Es conveniente también que se domine la alternancia entre flotación estática y dinámica.

3.  Flotación CON AYUDA:

Es la flotación que puede lograrse mediante la utilización de ayuda externa al propio cuerpo, como
puede ser chalecos salvavidas, flotadores, balones o el uso de ropa para crear un flotador.

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4.2. El arrastre acuático


Por su extensión no consideramos adecuado profundizar el tema de los arrastres acuáticos más allá
de contextualizarlos brevemente y clasificarlos para un conocimiento superficial.

El arrastre acuático se hace una vez se ha contactado con la víctima y es necesario remolcarla hacia
la superficie. Básicamente se suele hacer de dos formas, mediante una braza dorsal dónde solo tra-
bajan las piernas puesto que los brazos y manos se encargan del control de la víctima. O mediante
el “estilo OVER” que podríamos describir con una posición lateral y en la que un brazo queda libre y
ayuda para propulsar caracterizándose por su recobro subacuático. Dependiendo de las circunstan-
cias de cada rescate se empleará una u otra técnica.

Por otro lado el arrastre acuático se puede realizar con o sin material.

1.  Rescate acuático SIN MATERIAL: su denominación suele venir determinado por el agarre.

•  tras nuca o de los maxilares.

•  hombro-axila.

•  axila-axila.

•  de las axilas.

•  brazo rodado.

•  brazos en “V”.

•  maniobra de torno.

2.  Rescate acuático CON MATERIAL:

•  con aro salvavidas.

•  con tubo de rescate.

•  con aletas.

•  improvisando: con ropa, garrafa de agua vacía, cualquier cosa que flote, etc.

En algunos rescates puede ser necesario realizar buceo con apnea, en la que deberemos su-
mergirnos y no podremos respirar durante un lapso de tiempo desconocido pues no dispondre-
mos de oxigeno auxiliar por ello es conveniente conocer y entrenar esta técnica.

4.3. Presas y zafaduras


El punto clave de todo rescate es conseguir controlar a la víctima para poder remolcarla y extraerla.
Si se encuentra inconsciente o colaboradora no tendremos problemas para conseguirlo. Solicitare-
mos a la víctima que nos dé la espalda o en caso de que no atienda nuestras solicitudes le rodeare-
mos o pasaremos buceando por debajo de ella.

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PARA POLICÍA LOCAL

En cambio lo normal es que se encuentre muy asustada y pretenda coger a la persona que intenta
rescatarle por ello lo primero es la seguridad personal y planificar la secuencia de salvamento co-
rrectamente. Si llegado el momento hemos sido apresados por la víctima debemos conseguir sol-
tarnos de ella y/o retomar la secuencia de control. Existen varias formas para soltarse dependiendo
del tipo de presa que nos haya realizado la víctima pero consideramos más importante recordar tres
premisas que no se deben de olvidar nunca:

•  Mantener la respiración.

•  Mover las piernas para mantenerse en flotación.

•  Tranquilidad para pensar.

Como último recurso ante la imposibilidad de soltarnos buscaríamos sumergirnos pues lo último
que quiere la persona que se está ahogando es hundirse y presumiblemente nos soltaría pero de-
bemos evitar llegar a este tipo de situaciones.

El éxito de un rescate dependerá de un buen análisis de la situación y planificación de los pasos que
se van a seguir para realizar el rescate acuático.

4.4. Secuencia de actuación


Nos apoyaremos en el esquema que Enrique, (2010) presenta en Apuntes de socorrismo.

1.  Percepción del problema: en la mayoría de ocasiones tendremos conocimiento del hecho por
los servicios de alerta 112 o de llamadas particulares al 092. Es fundamental desde el primer
momento preguntar al reclamante la mayor cantidad de información.

2.  Análisis de la situación: requiere un examen de todas las variantes que intervienen.

•  Estado de la víctima:

a.  consciente pero con dificultades para volver a la costa.

b.  consciente, nervioso y agotado. Puede sumergirse en cualquier momento.

c.  está inconsciente y flota.

•  Distancia y tiempo hasta la víctima.

•  Estado del mar, río, lago, etc.

•  Posibles riesgos: rocas, troncos, algas, corrientes, etc.

•  Material de apoyo que podemos utilizar para el rescate: aro salvavidas, lata salvavidas o material
improvisado.

•  Evaluar objetivamente nuestra condición física.

•  Prever el lugar de regreso y salida.

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3.  Toma de decisión: su resultado depende de la fase de percepción del problema y de análisis de
la situación.

a.  esperar a que lleguen los servicios de emergencia especializados: facilitaremos vías libres
al lugar, intentaremos mantener contacto visual con la víctima, etc.

b.  proceder a realizar el salvamento acuático.

4.  Ejecución de las acciones planificadas: SECUENCIA DE ACTUACIÓN.

•  Entrada al agua: Dependiendo de las características del lugar.

•  Aproximación con velocidad, pero reservando energía para la vuelta. Contacto visual con la vícti-
ma en TODO momento.

•  Control. Toma de contacto con la víctima y acciones que nos van a permitir su posterior remolque.

•  Remolque/arrastre acuático el más adecuado según las circunstancias.

•  Extracción: se realizará con seguridad y rapidez.

•  Diagnóstico y aplicación de los primeros auxilios.

5.  Evaluación final del salvamento acuático: Fundamental para mejorar y eliminar las deficiencias
que se hayan podido observar. Consideraremos las decisiones tomadas, el material empleado, la
seguridad y rapidez, las colaboraciones externas…

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Las actividades acuáticas es un medio idóneo para realizar AF con personas de movilidad reduci-
da; Diferente, para experimentar nuevas sensaciones y dar variedad a nuestro plan de AF; Com-
pleto, porque trabajamos todas las CFB y complementarias de forma segura.

•  Los beneficios de las actividades acuáticas son: el desarrollo orgánico general, el desarrollo mus-
cular, de la coordinación motriz, la mejora de la persona, sociabilización y recreación, aumento de
la autoestima, autonomía personal en el medio acuático.

•  47 personas muertas por ahogamientos en la CV justifican una UD de salvamento acuático.

•  En salvamento acuático consideramos básico conocer y controlar los tipos de flotación y remol-
que, las presas y zafaduras y lo más importante de todo la secuencia de actuación.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  HERNANDEZ, M. A. (2016). Consejos de seguridad corriente de resaca en la playa en Youtube
<https://www.youtube.com/watch?v=rUQARmhq-80> [Consulta: 25 de mayo de 2017]

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 10 | SALVAMENTO ACUÁTICO
PARA POLICÍA LOCAL

7. BIBLIOGRAFÍA
•  ARAGÓN, J. (2011). La flotación y técnicas de nado adaptadas. En <http://www.slideshare.net/
Juanitoaragon/t6la-flotacin-y-tcnicas-de-nado-adaptadas> [Consulta: 25 de mayo de 2017].

•  BRIONES, M. et al. (2000). Manual para el socorrista. Anatomía, fisiología, seguridad e higiene,
psicología. Valencia: Editorial Federación de Salvamento y Socorrismo de la C.V.

•  ENRIQUE, M. (2010). Apuntes socorrismo acuático.

•  GODOY, C. A. (2002). Programa de actividades acuáticas para la salud. Revista digital-Buenos


Aires: nº 45. <http://www.efdeportes.com/efd45/acuat.htm> [Consulta: 25 de mayo de 2017].

•  GÓMEZ, A. Mª. (2008). Apuntes asignatura Actividad Física y Salud. Valencia: Universidad de Va-
lencia. FCCAFE.

•  MORENO, J. A. (2001). Diseño de programas de salud en actividades acuáticas. Murcia: Facultad


de Educación. <http://www.um.es/univefd/aasalud.pdf> [Consulta: 2 de junio de 2017].

•  MORENO, J. A. y GUTIÉRREZ, M. (2001). Programas de actividades acuáticas. En <http://www.


um.es/univefd/programa.pdf> [Consulta: 2 de junio de 2017]

•  MORENO, J. A. y GUTIÉRREZ, M. (1998). Propuesta de un modelo comprensivo del aprendizaje de


las actividades acuáticas a través del juego. Revista Apunts nº 52.

•  Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, (2017). Informe Nacional de ahogamien-


tos producidos del 1 de enero al 31 de diciembre de 2016.

•  TAFAD, (2009). Socorrismo acuático. Técnicas de salvamento. <http://elmussol.files.wordpress.


com/2009/02/tecnicas-de-salvamento.pdf> [Consulta: 26 de mayo de 2017].

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 11

ALIMENTACIÓN
Y SALUD

11
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN

3. INFORMACIÓN SOBRE ALIMENTOS

3.2. M ACRONUTRIENTES

3.3. M
 ICRONUTRIENTES

4. CÓMO DISTRIBUIR LOS ALIMENTOS

4.1. RECOMENDACIONES GENERALES

4.2. LOS DULCES Y GOLOSINAS

4.3. E
 L CONSUMO DE LÍQUIDOS

4.4. O
 TROS ASPECTOS IMPORTANTES

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
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1. RESUMEN
En la primera parte se establecen los pilares de un estilo de vida saludable y se pasa a hablar de los
alimentos, sus grupos básicos, macronutrientes y micronutrientes. En la segunda parte establecen
las pautas generales para hacer una distribución adecuada de los alimentos y seguir así una dieta
equilibrada y saludable. Además se mencionan otras consideraciones importantes a tener en cuen-
ta relacionados con la alimentación y la salud.

2. INTRODUCCIÓN
Desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad un estilo de vida saludable se
caracteriza por:

•  Practicar AF y alejarnos del sedentarismo.

•  Evitar el tabaquismo.

•  Seguir una ALIMENTACIÓN SALUDABLE.

•  Evitar y prevenir el consumo de riesgo y nocivo del alcohol.

•  Seguridad y prevención frente a lesiones no intencionales (accidentes).

•  Promover el bienestar emocional.

A lo largo del plan de la asignatura de AFS se tratan los diferentes factores de un estilo de vida saluda-
ble, bien de forma directa o indirecta, pero en esta UD nos centraremos en la “alimentación saludable”.

3. INFORMACIÓN SOBRE ALIMENTOS


El objetivo fundamental de esta UD apoyándonos en Aznar Laín, S. y Webster, T. (2007), es
describir las principales características de una dieta asociada a la salud que contribuya adecua-
damente al mantenimiento de un estilo de vida físicamente activo. Además de realizar actividad
física para mantener y mejorar la salud, se necesita una dieta sana y equilibrada con el fin de
garantizar que existe un equilibrio adecuado entre el consumo y el gasto de energía, así como de
proporcionar la energía y los fundamentos para un crecimiento y un desarrollo saludables. En el
mejor de los casos, una mala dieta impedirá que el o la joven alcance su mejor condición física,
y en el peor, puede dañar su salud actual y futura.

Los tres principales objetivos de una dieta saludable son:

1. Proporcionar una variedad de alimentos diferentes.

2. Suministrar todos los nutrientes en cantidades adecuadas.

3. Proporcionar suficiente energía (calorías) para mantener una masa corporal ideal.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 11 | ALIMENTACIÓN Y SALUD

3.1. Grupos de alimentos


Consideramos necesario conocer los grupos básicos de alimentos clasificados por el Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad:

•  Frutas y verduras.

•  Cereales, pan, arroz, pastas y patatas.

•  Legumbres.

•  Aceites.

•  Huevos, pescados y mariscos, carnes y embutidos.

•  Lácteos.

3.2. Macronutrientes
Además debemos saber distinguir entre macronutrientes y micronutrientes. Nos referimos a MA-
CRONUTRIENTES cuando hablamos de los hidratos de carbono, proteínas y grasas. Su nombre se
debe a que se encuentran en grandes cantidades en la comida. Se extraen de los alimentos que di-
gerimos en nuestro tubo digestivo. Y Suministran la energía y los materiales de construcción esen-
ciales para el crecimiento y mantenimiento de nuestro organismo.

3.3. Micronutrientes
Por otro lado cuando hablamos de las vitaminas y los minerales hacemos referencia a los MI-
CRONUTRIENTES. Son nutrientes que no aportan energía, pero que son imprescindibles para
mantener la salud. Se les denomina así porque se encuentran en pequeñas cantidades en la
comida.

En la actualidad disponemos de tantos alimentos entre los que elegir que debemos aprender a
tomar decisiones saludables en materia de alimentos. Se debe subrayar que no existen alimen-
tos “buenos” o “malos”, sino sólo una buena o mala dieta global.

Para más información: <http://www.estilosdevidasaludable.msssi.gob.es/alimentacionSaluda-


ble/queSabemos/informacionAlimentos/home.htm> [Consulta: 14 de junio de 2017].

4. CÓMO DISTRIBUIR LOS ALIMENTOS


Siguiendo las pautas de Aznar Laín, S. y Webster, T. (2007) una dieta saludable infantojuvenil debe
constar de los siguientes grupos y cantidades de alimentos:

•  2-3 raciones diarias de productos lácteos (por ejemplo, leche, yogur, queso, etc.).

Pag - 169
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 11 | ALIMENTACIÓN Y SALUD

•  2-3 raciones diarias de alimentos ricos en proteínas (por ejemplo, carne, aves de corral, pescados,
legumbres, huevos o frutos secos).

•  6-11 raciones de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y no refinados (por ejemplo,
pan, cereales, arroz o pasta).

•  2-4 raciones diarias de fruta.

•  3-5 raciones diarias de verduras.

•  Al menos 2-3 litros de líquidos.

•  Se deben consumir con prudencia grasas, aceite, sal y azúcares refinados.

4.1. Recomendaciones generales


Aznar Laín, S. y Webster, T. (2007), una buena regla es consumir principalmente alimentos no refina-
dos y no procesados en la medida de lo posible como parte de su dieta básica. Es importante variar
los tipos de alimentos que se consumen dentro de cada grupo de alimentos, con el fin de garantizar
la ingesta de los micronutrientes necesarios, tales como minerales y vitaminas. Las cantidades de
cada grupo de alimentos que se deben consumir dependen de la edad, el peso y el nivel de actividad
de la persona joven en cuestión.

Los suplementos de vitaminas y minerales, aunque resultan útiles en algunos casos, no deben ser
necesarios si la calidad y las cantidades de la dieta son adecuadas.

Las investigaciones han demostrado que el desayuno es una comida particularmente importante
desde el punto de vista de su situación en materia de salud. Es muy importante consumir un desa-
yuno saludable y completo que proporcione energía para todo el día y posibilite un rendimiento más
eficaz. El desayuno debe incluir algunos productos lácteos, pan o productos de cereales (preferible-
mente integrales con un contenido mínimo en azúcares refinados) y fruta.

4.2. Los dulces y golosinas


Los dulces y las golosinas (que contienen un alto nivel de azúcares refinados) y los alimentos con
niveles elevados de sal (por ejemplo, las bolsas de patatas fritas) se deben comer únicamente de
forma ocasional. Estos productos con un alto contenido energético generalmente tienen un valor
nutritivo mínimo (“calorías vacías”) y si se consumen en exceso pueden contribuir a la obesidad al
tiempo que provocan pérdida de apetito en relación con el consumo de alternativas más saludables.
Asimismo, los alimentos con un alto contenido de azúcar fomentan la caries dental y una mala salud
oral (Aznar Laín, S. y Webster, T. 2007).

4.3. El consumo de líquidos


Aznar Laín, S. y Webster, T. (2007) explican que el consumo adecuado de líquidos es muy importan-
te, en especial en un clima cálido como el de España. Se deben consumir diariamente al menos 2-3
litros de agua, y posiblemente una cantidad superior si se realiza un alto nivel de AF. Existen unos

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 11 | ALIMENTACIÓN Y SALUD

niveles preocupantes de consumo de refrescos (bebidas azucaradas y bebidas carbonatadas que


con frecuencia contienen cafeína) y los resultados científicos vinculan el consumo de estas bebidas
con una mala salud.

De forma más específica, un alto consumo de refrescos está relacionado con:

a.  sobrepeso u obesidad debidos a la ingesta adicional de calorías.

b.  un incremento del riesgo de osteoporosis vinculado a la reducción del consumo de leche, que
puede generar carencia de calcio y pérdidas óseas.

c.  un incremento del riesgo de caries dental y de erosión del esmalte.

Las “bebidas deportivas” con electrolitos a menudo se comercializan como superiores a los re-
frescos carbonatados, y aunque pueden resultar útiles para el suministro de líquidos y de energía
durante actividades físicas prolongadas o de gran esfuerzo, no se deben convertir en la bebida
preferida de la juventud. Los líquidos se deben consumir primordialmente en forma de agua y de
zumos naturales.

Por último, además de una nutrición saludable, se necesita dormir una cantidad suficiente de horas
al día, generalmente de 8 horas. Las horas de sueño son una parte importante de la jornada duran-
te la cual se lleva a cabo la recuperación física y el crecimiento, y también son importantes para la
renovación mental.

4.4. Otros aspectos importantes


Por último, Aznar Laín, S. y Webster, T. (2007), exponen que además de una nutrición saludable,
se necesita dormir una cantidad suficiente de horas al día, generalmente de 8 horas. Las horas de
sueño son una parte importante de la jornada durante la cual se lleva a cabo la recuperación física y
el crecimiento, y también son importantes para la renovación mental.

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• Una dieta saludable es necesaria para obtener los beneficios plenos de un estilo de vida física-
mente activo.

• El consumo de una variedad de alimentos no procesados de los diferentes grupos de alimentos
en las cantidades recomendadas debe proporcionar toda la energía y los nutrientes que necesitan
para lograr un rendimiento eficaz a lo largo del día.

• No existen alimentos “buenos” o “malos”, sino sólo una buena o mala dieta global.

• El consumo de un desayuno saludable es una de las ingestas más importantes del día.

• Los alimentos con un alto contenido de azúcar o de sal únicamente se deben consumir de forma
ocasional.

•  El consumo de líquidos se debe realizar principalmente en forma de agua, zumos naturales y leche.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 11 | ALIMENTACIÓN Y SALUD

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Estilos de vida saludable. <http://www.esti-
losdevidasaludable.msssi.gob.es/home.htm> [Consulta: 14 de junio de 2017].

7. BIBLIOGRAFÍA
•  AZNAR LAÍN, S. y WEBSTER, T. (2007). “Conceptos importantes en materia de Actividad Física y de
Condición Física” en Actividad física y salud en la infancia y la adolescencia. Guía para todas las
personas que participan en su educación. Coordinador institucional González Briones, E. y Merino
Merino, B. Colaborador López Chicharro, J. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Ministerio
de Sanidad y Consumo.

•  Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Estilos de vida saludable. Madrid: <http://
www.estilosdevidasaludable.msssi.gob.es/home.htm> [Consulta: 14 de junio de 2017].

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 12

JUEGOS ALTERNATIVOS
DE COOPERACIÓN,
COEDUCACIÓN E IGUALDAD

12 1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN

3. LOS JUEGOS ALTERNATIVOS

4. ¿QUÉ SIGNIFICA COEDUCACIÓN?

5. J UEGOS COOPERATIVOS

6. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

7. L ECTURAS RECOMENDADAS

8. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 12 | JUEGOS ALTERNATIVOS
DE COOPERACIÓN, COEDUCACIÓN E IGUALDAD

1. RESUMEN
La UD se inicia mediante la visualización del juego y su importancia en todo proceso de aprendizaje.
Se continúa tratando los juegos alternativos y las ventajas que suponen para su inclusión en las
sesiones de AFS. Además veremos que se entiende por coeducación y su relevancia en Educación
Física. Y finalizaremos conociendo lo que son los juegos cooperativos.

2. INTRODUCCIÓN
Bermejo Marín, L. (2009), nos introduce en el tema diciendo que el juego es un proceso natural que
acompaña al niño a lo largo de su crecimiento, aportándole grandes beneficios, como desarrollar la
imaginación, la observación, la asociación, comprensión, o expresión, desempeñando así un papel
fundamental en su desarrollo, ya que como expresa Arroyo (2012): “el juego es una necesidad inheren-
te a la persona desde el momento en el que nace, y que va asociada a ella a lo largo de toda su vida y que
le permite expresar sus sentimientos, deseos, permite el desarrollo de los diferentes niveles de madurez e
integración social”.

Siguiendo con Bermejo Marín, L. (2009), podemos entender el juego como “un recurso didáctico de
primer orden que promueve la formación integral del alumnado, dado que con él se comparten experien-
cias y se establecen relaciones con los demás, favoreciendo el desarrollo social y de la personalidad, al
mismo tiempo que permite adquirir una serie de actitudes, valores y normas” (Arroyo, 2012).

Según Alonso Rueda, J. A. (2007), la Educación Física también “nos permite llevar a cabo una serie de
aprendizajes instrumentales básicos de manera lúdica, es decir, a través del juego, nuestro principal recur-
so educativo, desarrollaremos en el alumnado habilidades como: las tareas domésticas, la prevención de
la violencia, actividades físicas no sexistas,…”

3. LOS JUEGOS ALTERNATIVOS


Los juegos y deportes alternativos son utilizados en las clases de Educación Física por su carácter
motivador, su capacidad de adaptación y por las facilidades para adecuarlos a las capacidades del
alumnado; permitiendo adecuar la actividad para fomentar la igualdad entre géneros.

Barbero Álvarez, J. C. (2000) entiende los juegos alternativos como “aquel deporte que no se halla su-
jeto a los círculos tradicionales de fabricación para el campo de las actividades físicas deportivas o recrea-
tivas, o, en el caso de que si lo estuviera, reciba un uso distinto al que tenía cuando se diseñó. El término
deporte alternativo recibe dicho sobrenombre para ser diferenciado del deporte tradicional y convencional,
adquiriendo un toque de vanguardismo y modernidad”.

Según Barbero Álvarez, J. C. (2000) para Arráez, (1995) existe “una serie de razones para la inclusión
de estos nuevos contenidos en el currículum de Educación Física”:

•  Se pueden practicar en cualquier lugar, ya que permiten la improvisación de las mismas.

•  Presentan un fácil aprendizaje desde su iniciación. Son habilidades sencillas que provocan de in-
mediato el paso a una situación real de juego y diversión.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 12 | JUEGOS ALTERNATIVOS
DE COOPERACIÓN, COEDUCACIÓN E IGUALDAD

•  Se pueden practicar sin distinción de sexo o edades, siendo la coeducación uno de los valores a
destacar en el empleo de estos contenidos.

•  Se pueden practicar sin tener en cuenta el nivel de destreza de cada participante, al menos en la
fase de iniciación, sobre todo, si se elimina el elemento competitivo.

•  Su intensidad es moderada, se valora más la dimensión cooperativa que la competitiva.

•  Lo asequible de los materiales, por su economía o por la posibilidad de fabricación casera.

4. ¿QUÉ SIGNIFICA COEDUCACIÓN?


Acorde con Alonso Rueda, J. A. (2007) “la coeducación exige una igualdad real de oportunidades aca-
démicas, profesionales y en general, sociales de manera que nadie, por razones de sexo, parta de una
situación de desventaja o tenga más dificultades para alcanzar los mismos objetivos”

La Educación Física como afirma Alonso Rueda, J. A. (2007), debido a las características especiales
que la distinguen del resto de áreas, nos brinda la posibilidad de realizar un trabajo coeducativo muy
significativo, facilitando la adquisición de actitudes y valores que favorecen la igualdad de género;
la coeducación conlleva valores tales como la cooperación, respeto, ayuda, solidaridad, tolerancia,
igualdad. Pues, se contribuye al trabajo del espacio y la ocupación de espacios igualitaria, a la utiliza-
ción de los materiales tradicionales de manera igualitaria y descubrimiento de materiales alternati-
vos no sexistas, uso de un lenguaje no sexista, el conocimiento del cuerpo, el trabajo de contenidos
que tradicionalmente han sido considerados como “femeninos” a través de amplio repertorio de ac-
tividades lúdicas, a los agrupamientos cooperativos mixtos, e incluso a la prevención de la violencia
de género mediante juegos cooperativos.

5. JUEGOS COOPERATIVOS
Barbero Álvarez, J. C. (2000), siguiendo a Torres (2008), resaltar los juegos cooperativos porque per-
miten la participación de todos, predominando los objetivos colectivos sobre las metas individuales
promoviendo actitudes de sensibilización, cooperación, comunicación y solidaridad. De este modo,
los juegos cooperativos se convierten en un importante recurso al promover una educación en valo-
res, ya que como nos informa Steve Grineski (citado en Torres, 2008), favorecen significativamente
la aparición de conductas prosociales en comparación con los juegos competitivos o las actividades
individuales.

Los juegos cooperativos para Bermejo Marín, L. (2009) apoyado en Arroyo (2012), “éstos son favo-
rables porque tienen como propósito ayudar a que las personas se relacionen, a recuperar en el grupo
actitudes de confianza, colaboración y solidaridad alcanzando objetivos comunes de manera participativa,
mientras todos se divierten”.

Para Bermejo Marín, L. (2009) los juegos cooperativos para coeducar son “el uso en la educación
de pequeños grupos generalmente heterogéneos, en los que los alumnos trabajan juntos para mejorar
su propio aprendizaje y el de los demás. En las situaciones cooperativas, los alumnos se esfuerzan para
rendir más pero también para que sus compañeros lo hagan, porque comprenden que su rendimiento ya
no depende sólo de sí mismos, sino también de sus compañeros. A raíz de esto, propone la introducción de

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 12 | JUEGOS ALTERNATIVOS
DE COOPERACIÓN, COEDUCACIÓN E IGUALDAD

un tipo de actividades lúdicas basadas en jugar con los otros en lugar de jugar contra los otros: los juegos
cooperativos” (Velázquez, 2010). Para este autor, los juegos cooperativos se pueden definir como
aquellos en los que los jugadores dan y reciben ayuda para contribuir a alcanzar objetivos comunes,
es decir, no existe oposición entre las acciones de los participantes, sino que todos colaboran para
alcanzar un fin común o varios objetivos complementarios. Debido a lo que conlleva este tipo de jue-
go y a los beneficios que posee su empleo, considero valioso su uso para promover la coeducación.
Algunas de estas ventajas basándonos en Torres (2008), son:

•  El niño participa por el placer de jugar y no de lograr un premio.

•  Asegura la diversión al desaparecer la amenaza de no alcanzar el objetivo marcado.

•  Favorece la participación de todos.

•  Permite establecer relaciones de igualdad con el resto de participantes, buscando la superación


personal y no vencer a los otros.

•  Favorece sentimientos de protagonismo colectivo en todos y cada uno de los participantes.

•  Libera de la competición y la eliminación, a favor de la libre elección y creación.

•  Disminuye la agresión, dado que el resultado se alcanza por la unión de esfuerzos.

Pero como dice Bermejo Marín, L. (2009), ante tales datos, es oportuno resaltar que aunque el juego
cooperativo presenta grandes ventajas, es un medio y no un fin, por lo que el principal objetivo no
puede ser hacer las clases cooperativas.

6. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  El JUEGO es un recurso didáctico de primer orden que promueve la formación integral del alum-
nado. También desarrollaremos en el alumnado habilidades como: las tareas domésticas, la pre-
vención de la violencia y actividades físicas no sexistas.

•  Los juegos y deportes ALTERNATIVOS son utilizados por su carácter motivador, su capacidad de
adaptación y por las facilidades para adecuarlos a las capacidades del alumnado; permitiendo
adecuar la actividad para fomentar la igualdad entre géneros.

•  La Educación Física facilita la coeducación mediante la adquisición de actitudes y valores que


favorecen la igualdad de género; la coeducación conlleva valores tales como la cooperación, res-
peto, ayuda, solidaridad, tolerancia, igualdad.

•  Juegos COOPERATIVOS: actividades lúdicas basadas en jugar CON los otros en lugar de jugar
contra los otros.

•  Los juegos cooperativos son un MEDIO para buscar la coeducación y no un fin en sí mismo.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 12 | JUEGOS ALTERNATIVOS
DE COOPERACIÓN, COEDUCACIÓN E IGUALDAD

7. LECTURAS RECOMENDADAS
•  FEU MOLINA, S. (2008). ¿Son los juegos deportivos alternativos una posibilidad para favorecer la
coeducación en las clases de Educación Física? Extremadura: Campo Abierto. Revista de Educa-
ción. Vol. 27 nº 2, (p. 31-47) <https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2878033> [Con-
sulta: 13 de junio de 2017].

8. BIBLIOGRAFÍA
•  ALONSO RUEDA, J. A. (2007). Coeducación y Educación física. Revista De Estudios Sobre Sierra
Mágina. Sumuntan nº 24 (p. 165-179).

•  BARBERO ÁLVAREZ, J. C. (2000). Los juegos y deportes alternativos en Educación Física. Espa-
ña-Buenos Aires: Revista digital EFdeportes.com (año 5, nº 22) <http://www.efdeportes.com/
efd22a/altern.htm> [Consulta: 13 de junio de 2017].

•  BERMEJO MARÍN, L. (2009). Coeducación y juego en Educación Física. Murcia: Revista digital Fun-
cae (Fundación para fomentar la calidad de la enseñanza). Número 62, Junio 2015 <http://www.
fundacionfuncae.es/archivos/documentosarticulos/BERMEJO%20MARIN(2).pdf> [Consulta: 13
de junio de 2017].

•  Colectivo de investigación de Sierra Mágina. Coeducación y Educación Física. <http://www.cis-


mamagina.es/app_sumuntan/pdf/24/24-165.pdf> [Consulta: 13 de junio de 2017].

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AFS
UNIDAD DIDÁCTICA N. 13

ORIENTACIÓN
MEDIANTE GYMKANA

13
1. RESUMEN

2. C
 ONCEPTUALIZACIÓN DE LA ORIENTACIÓN

3. BENEFICIOS DE LA ORIENTACIÓN

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 13 | ORIENTACIÓN MEDIANTE GYMKANA

1. RESUMEN
En primer lugar se intentará explicar los motivos de introducir una UD de orientación en la planifica-
ción de la asignatura. Seguidamente veremos los rasgos definitorios de la orientación y finalmente
llegaremos a los beneficios que su práctica reporta para las personas.

2. CONCEPTUALIZACIÓN
DE LA ORIENTACIÓN
Desde una perspectiva educativa está más que justificada la inclusión de una UD de orientación
y más aún si cabe desde un enfoque policial pues son muchas las intervenciones en las que los
miembros de PL deben llegar a un lugar determinado en el menor tiempo posible. Aunque en la
mayoría de los casos estos se desplazan por un entorno conocido, puesto que el término muni-
cipal está firmemente delimitado, en ocasiones puede suponer determinante tener una buena
orientación espacio-temporal para así seleccionar el mejor itinerario adecuado a los condicionan-
tes de cada momento (turno de trabajo, tráfico, cortes de calles por motivos de diversa índole,
direcciones prohibidas, ...).

Desde siempre el ser humano ha buscado seguir y encontrar caminos para volver a aquellas tie-
rras que ya dejó o encontrar aquella ruta que lleva al lugar de destino. Actualmente el deporte
de orientación según Iván y Esther, (2013), es una forma de entender la AF en el medio natural.
Consiste en realizar una carrera campo a través completando un recorrido en el menor tiempo
posible, pasando por puntos de control obligatorios y siguiendo el orden impuesto en su caso, los
cuales se encuentran marcados y situados con exactitud sobre el mapa y en el terreno. Para la
FEDO, (2017), la orientación es “una actividad deportiva que requiere constantemente exigencias físi-
cas e intelectuales, ya sea practicada como juego, como entretenimiento o competición. Se define como
una carrera individual sobre terreno variado con un recorrido determinado por una serie de controles
que el deportista debe descubrir por itinerarios elegidos por él mismo, sirviéndose únicamente de un
mapa y una brújula”.

La orientación es una práctica atractiva que despierta el interés de sus participantes ya que se
plantea como un juego de correr libremente por un entorno natural, supone un reto al tener que
encontrar la dirección correcta para llegar de un punto de control a otro así como encontrar las
balizas y resolver los enigmas que se plantean. Además se puede hacer como ocio, de una forma
relajada y distendida o en el menor tiempo posible compitiendo para superarse a uno mismo.
También es un excelente medio para trabajar las habilidades y valores del trabajo en equipo. Y la
variedad de recorridos permite practicarla a toda la familia independientemente de la edad.

También FEDO, (2017), declara que la orientación reúne características específicas que lo hacen
muy atractivo: se desarrolla en un entorno natural, la necesidad de aunar tanto el esfuerzo físico
como la habilidad mental para la lectura del mapa, así como la existencia de distintas categorías
adaptadas a la edad y/o condición física. En este deporte cada participante pone sus propios lí-
mites: para las/los deportistas de alto nivel el objetivo es obtener el máximo rendimiento físico
y mental, mientras que otros disfrutan del entorno y de saber orientarse, al encontrar una baliza
tras otra hasta llegar a meta.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 13 | ORIENTACIÓN MEDIANTE GYMKANA

El material básico lo componen un mapa específico y una brújula, existiendo diferentes modalidades:

•  Orientación a pie.

•  Orientación en bicicleta de montaña.

•  Raids de aventura.

•  Esquí-O.

•  Orientación de precisión.

En la mayoría de pruebas cada corredor o grupo sale a una hora diferente espaciado temporalmente
con un intervalo de varios minutos. El desarrollo de la carrera es diferente a las carreras tradiciona-
les pues aquí el itinerario lo configura el propio deportista, también elige el ritmo y la intensidad con
la que quiere realizarlo.

Se realiza en el medio natural, aunque también puede hacerse en entornos urbanos y artificiales, pero
el participante siempre desarrolla una actitud de respeto y un uso adecuado y racional del mismo.

En definitiva es un deporte para todos donde prima el trabajo de la resistencia junto a la orientación
con un fuerte componente lúdico, realizado en la naturaleza.

3. BENEFICIOS DE LA ORIENTACIÓN
Exponemos los beneficios de esta la orientación sirviéndonos de las consideraciones que Iván y
Esther, (2013) aportan al hablar lo que para ellos puede ser la orientación:

•  Una actividad para mejorar la forma física y mantenerse en forma.

•  Una actividad de recreo y ocio que atrae a familias a las que les gusta caminar por un bosque.

•  Un divertido juego organizado por o para grupos de cualquier edad que añade variedad a su pro-
grama de actividades y desarrolla destreza en el movimiento por el bosque.

•  Una parte de un programa de actividades de un club o asociación que quieran mejorar sus cono-
cimientos para realizar sus actividades en la naturaleza con seguridad.

•  Un deporte que puede ser altamente competitivo y que atrae a atletas de élite.

•  Un juego que también puede ser de interior para un grupo de chavales que proporciona diversión
y sirve para adquirir conocimientos elementales de lectura de mapas.

•  Una forma de integración y participación para personas con algún tipo de minusvalía.

A continuación añadimos alguna más:

•  Realización de tareas en grupo aceptando el rol dentro del grupo, reconociendo y valorando el
trabajo de los demás.

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M5 // AFS // UNIDAD DIDÁCTICA n. 13 | ORIENTACIÓN MEDIANTE GYMKANA

• Una forma de satisfacción personal demostrándose capacidad, autonomía, responsabilidad, au-


tocontrol, capacidad de decisión…

• El simple hecho de disfrutar participando en un juego de AF en la naturaleza.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• Policialmente es fundamental saber orientarse para escoger los mejores itinerarios para llegar a
los servicios.

• La orientación es una práctica atractiva porque se desarrolla en un entorno natural, requiere


constantemente exigencias físicas e intelectuales adaptadas a la edad y/o condición física, y prac-
ticada como juego, como entretenimiento o competición.

• La orientación supone múltiples beneficios en el plano físico y mental, vivencial y relacional con
el entorno y los demás.

5. LECTURAS RECOMENDADAS
• Federación Española de Orientación. <http://www.fedo.org/web/orientacion> [Consulta: 6 de
agosto de 2017].

6. BIBLIOGRAFÍA
• IVÁN y ESTHER, (2013). “El deporte y la orientación en primaria” en blog Educación Física. < http://
educacionfisicaenmicolegio.blogspot.com.es/2013/11/el-deporte-y-la-orientacion-en-prima-
ria.html> [Consulta: 9 de junio de 2017].

• Federación Española de Orientación. (2017). Historia de la Federación Española de Orientación.


Alicante: FEDO y Consejo Superior de Deporte.

Pag - 182
M5

ICP
Instrucción Policial
INSTRUCTORES IVASPE / MANUEL MUÑOZ PÉREZ

ICP
UNIDAD DIDÁCTICA N.1 INSTRUCCIÓN POLICIAL.
ICP
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

INSTRUCCIÓN POLICIAL

1
1. RESUMEN

2. I NTRODUCCIÓN A LA INSTRUCCIÓN POLICIAL

2.1. O
 BJETIVO

3. FORMACIÓN Y POSICIONES

3.1. ÓRDENES Y VOCES DE MANDO

3.2. P OSICIÓN DE FIRMES

3.3. P
 OSICIÓN DE DESCANSO

3.4. DESPLAZAMIENTOS EN GRUPO

3.5. G
 IROS DERECHA, IZQUIERDA, Y MEDIA VUELTA

3.6. A
 LINEACIONES Y REFERENCIAS PARA FORMAR EN GRUPO

4. COMPORTAMIENTO

4.1. PERSONAL FUNCIONARIO EN PRÁCTICAS

5. U
 NIFORMIDAD

6. D
 IVISAS

7. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

1. RESUMEN
Los Cuerpos de Policía Local, cuya regulación genérica la podemos encontrar en la LOFCS, en con-
creto, en los artículos 52 y siguientes, siempre han tenido como característica su proximidad a la
ciudadanía, lo cual resulta obvio dado su carácter municipal.

Como imagen del ayuntamiento que representan, deben de ser capaces de transmitir una imagen
de seriedad y profesionalidad. Por ello, deben de ser capaces de transmitir esa imagen a la ciuda-
danía, debiendo recibir la instrucción necesaria para el conocimiento y utilización de la uniformidad
reglamentaria según se establece en la legislación vigente.

Aunque es innegable la naturaleza civil de los Cuerpos de Policía Local, al tratarse de cuerpos jerar-
quizados que visten de uniforme, se hace necesario el conocimiento de un mínimo de posiciones
en formación, movimientos, desplazamientos, etc. que, no sólo servirán durante su estancia en el
IVASPE, sino para el futuro profesional en las diferentes plantillas a las que estén adscritos.

El curso básico de formación inicial en el IVASPE es parte de la oposición en la que participan y cuya
superación es requisito ineludible para la completa formación y toma de posesión definitiva como
funcionario de carrera.

Durante su estancia en el IVASPE, el alumnado debe de adquirir destrezas en urbanidad policial,


comportamiento hacia los ciudadanos, profesores, autoridades, etc, que redundará en la imagen
que deben mostrar y a la institución que representan.

El alumnado deberá conocer y asumir las normas de convivencia en la vida del Instituto, así como el
reglamento de régimen interno del IVASPE.

2. INTRODUCCIÓN
A LA INSTRUCCIÓN POLICIAL
Los Cuerpos de Policía Local son institutos armados, de naturaleza civil con estructura y organi-
zación jerarquizada, (Art. 52. de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad).

Esto supone que el Policía Local está sujeto a un comportamiento formal en sus relaciones con las
Autoridades, sus símbolos, sus superiores y los ciudadanos a los que presta su servicio.

Las personas pertenecientes a las Policías Locales deben conocer la manera de colocarse en forma-
ción, así como las diferentes formas de moverse, desplazarse, saludar y comportarse en el día a día
de su trabajo y en actos protocolarios.

La correcta uniformidad y compostura también son obligaciones del Policía Local que debe observar
en su trabajo cotidiano.

Un comportamiento y uniformidad correcta, redundará en una mejora de la imagen, no sólo perso-


nal, sino de la institución a la que se representa, y esto a su vez en una mayor valoración profesional
por parte del ciudadano al que presta su servicio.

Pag - 186
M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

De igual manera, el éxito de los actos institucionales y de protocolo se basan fundamentalmente


en que todo se realice con un orden establecido y de forma impecable, incluido el comportamiento
de los policías que intervengan en el acto, consiguiéndose con ello que el policía de una imagen de
seguridad, corrección y respeto al uniforme que viste y al Cuerpo y ayuntamiento al que representa.

2.1. Objetivo
El objetivo del orden cerrado es:

•  Permitir al grupo de alumnos el desplazamiento de un lugar a otro de una manera ordenada.

•  Ser capaces de adoptar formaciones simples, a partir de las cuales se puedan tomar rápidamente
disposiciones para cualquier circunstancia o emergencia.

•  Ayudar al robustecimiento de la disciplina, incluyendo hábitos de precisión y obediencia a las ór-


denes del Instructor o superior.

•  Incrementar la moral del Cuerpo policial, desarrollando el espíritu de cohesión.

•  Los policías en prácticas aprenden a recibir órdenes y a cumplirlas.

3. FORMACIÓN Y POSICIONES
Tanto al inicio de las clases, como a la finalización de las mismas, al igual que para los desplazamien-
tos a pie dentro del complejo educativo, el alumnado deberá formar, sirviendo esta formación para
el pase de lista y comunicación de novedades del mismo a los Instructores e Instructoras.

3.1. Órdenes y voces de mando


Las órdenes constan de dos voces o periodos divididos en:

•  Voz preventiva: indicación de la orden o movimiento a ejecutar (prevención). “firmes, descanso,


izquierda, derecha, media vuelta, rompan filas”.

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M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

•  Voz ejecutiva: pronunciamiento del vocablo “YA”; momento en el que la orden o movimiento debe
comenzar y se ejecuta de manera precisa y homogénea.

Junto con la voz preventiva será conveniente advertir (cuando haya transcurrido un tiempo entre la
última orden y la siguiente) la palabra “ATENCIÓN” o “ATENCIÓN A LA FORMACIÓN”, para seguidamen-
te dar la voz preventiva y como final la voz ejecutiva.

3.2. Posición de firmes


La posición de “Firmes” será la posición de partida para iniciar cualquier otra.

Voces:

•  Preventiva: “Firmes”.

•  Ejecutiva: “Ya”.

La colocación del cuerpo y de las extremidades serán las que a continuación se detallan:

•  Brazos extendidos pegados al tronco colocando las manos semicerradas. Los brazos caídos con
naturalidad a los costados, los dedos unidos tocando con el índice la costura del pantalón.

•  Los pies con los talones unidos y las puntas vueltas hacia afuera formando un ángulo menor que
el recto, aproximadamente de 60 grados, de manera que la posición comporte estabilidad.

•  Piernas juntas y en tensión. Cuerpo y cabeza erguida con naturalidad, hombros hacia atrás a igual
altura y mirada al frente.

En todo caso la posición de firmes será compatible con no perder el equilibrio. Una posición excesi-
vamente rígida hará perder el equilibrio en momentos de cansancio.

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M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

3.3. Posición de descanso


Se debe diferencias entre dos formas:

•  Descanso: posición fija relajada.

Vista al frente. No se mueve ningún miembro. No se habla ni se realiza ningún movimiento que no
se ordene.

Voces:

•  Preventiva: “Descanso”.

•  Ejecutiva: “Ya”.

A la voz ejecutiva, desde la posición de firmes se separará con rapidez el pie derecho a una distancia
aproximada de 35 cms., con respecto al izquierdo. Las manos se unirán al frente tomando la derecha
a la izquierda por la muñeca, extendiendo los brazos con naturalidad. El peso del cuerpo quedará
repartido sobre ambas piernas.

Descanso a discreción: solamente se tomará esta posición cuando se desee dar mayor libertad al
Policía dentro de la formación.

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M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

•  Voces:

“A discreción”. Esta posición se adoptará en el momento que se ordene el movimiento, puesto que
se pasará de la posición de descanso (ya realizada con una voz preventiva y otra ejecutiva) a una
de mayor libertad. Es decir: la posición de “a discreción” se adoptará sin voz ejecutiva.

El movimiento será igual que el anterior, solamente que en esta posición el alumno podrá des-
componer la postura, hablar en voz baja y moverse, pero sin separarse del lugar que les co-
rresponda en la formación manteniendo inamovible el pie izquierdo para evitar que se pierda la
referencia en la formación.

Cuando la posición de “descanso a discreción” haya finalizado, se ordenará “descanso” sin ningún
tipo de voz preventiva, al igual que la de “a discreción”.

Siempre, para pasar de la posición de firmes a la de descanso a discreción o viceversa, deberá


necesariamente pasarse por la posición de descanso.

3.4. Desplazamientos en grupo


Los desplazamientos en grupo que se tengan que realizar dentro de las instalaciones y espe-
cialmente al salir de ellas a una actividad organizada, se mantendrá la formación informal en
columna de “a dos” con el instructor o profesor a la izquierda de la primera fila. Estos desplaza-
mientos se harán caminando con naturalidad pero sin perder la formación. No se hablará, si no
es necesario, y en su caso, siempre en voz baja y no se gesticulará ostensiblemente.

3.5. Giros derecha, izquierda, y media vuelta


El instructor o superior encargado de una formación podrá orientar la formación empleando los
movimientos que a continuación se relatan:

•  Izquierda:

Desde la posición de firmes se dará la voz preventiva de “IZQUIERDA” y tras la voz ejecutiva de
“YA” se realiza un movimiento de 90º en el sentido que da el mismo nombre al giro, sin apenas
levantar los pies del plano del suelo.

•  Derecha:

Desde la posición de firmes se dará la voz preventiva de “DERECHA” y tras la voz ejecutiva de “YA”
se realiza un movimiento de 90º en el sentido que da el mismo nombre al giro, sin apenas levan-
tar los pies del plano del suelo.

•  Media Vuelta:

Desde la posición de firmes se dará la voz preventiva de “MEDIA VUELTA” y tras la voz ejecutiva de
“YA” se realizarán dos movimientos de 90º, diferenciados entre si pero seguidos en dos secuen-
cias, en el sentido de las agujas del reloj (hacia la derecha), hasta quedar mirando al lado opuesto
al que se estaba.

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M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

3.6. Alineaciones y referencias para formar en grupo


•  Alineación.

Se tendrá en cuenta que en la primera fila deberán colocarse los componentes de más altura e
igual estatura y, seguidamente de mayor a menor estatura el resto de componentes de izquierda
a derecha, con el objeto que una vez finalizada la colocación, no se observen escalones y quede
homogénea la formación.

Para realizar la formación, primeramente situaremos la primera fila de los componentes de ésta,
que servirán para formar las columnas y filas.

Desde la primera fila ya colocada, se procederá (desde la posición de firmes) y a la voz de “ALINEARSE”,
a extender el brazo izquierdo de esa primera fila para determinar la separación entre miembros de
la misma fila, debiéndose realizar una alineación visual para corregir posibles desviaciones de la fila.

A continuación se da la voz ejecutiva de “YA” bajarán los brazos la primera fila, los cuales quedan
en posición de firmes, pasando simultáneamente el resto de alumnos a alinearse, extendiendo la
mano izquierda sobre el hombro de la persona situada delante, tomando ésa distancia como refe-
rencia y la alineación visual con su izquierda.

Una vez la formación alineada se procederá a dar la orden de “FIRMES” quedando así constituida la
formación.

3.7. El saludo
El saludo es una manifestación externa de educación, respeto y disciplina de los miembros del Cuer-
po de Policía Local.

Es un acto recogido en la legislación de obligado cumplimiento para todos los miembros del Cuerpo
de la Policía Local, debiéndose efectuar con corrección y naturalidad.

El saludo debe tenerse en cuenta, no sólo como un movimiento a aprender, sino un hábito de buena
costumbre y educación de un miembro de un cuerpo jerarquizado hacia el ciudadano o sus superio-
res jerárquicos.

Existen dos formas de saludar:

•  Saludo gesticular:

Se ejecutará en dos tiempos:

1.  Llevando la punta de los dedos de la mano derecha, rectos y agrupados, en dirección a la sien del
mismo lado hasta tocar, con el lateral del último tramo del dedo índice, el borde de la visera de
la gorra, con la palma extendida hacia abajo, flexionando el codo y separándolo del cuerpo hacia
delante y a la derecha lo suficiente para que la mano y el antebrazo queden en línea y con una
inclinación de 45 grados.

2.  Bajando el brazo a su costado derecho.

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M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

Este saludo reglamentario se efectuará cuando se vista de uniforme y se esté cubierto con la pren-
da de cabeza. Se deberá entender como prenda de cabeza los cascos de protección.

En el interior de edificios se estará descubierto como norma general, salvo en servicios determina-
dos en los que se encomiende por el superior que se esté cubierto.

Este movimiento, realizado en posición de firmes o caminando, deberá ser decidido e instintivo. El
movimiento del saludo debe dirigirse sin que la cabeza pierda su posición natural desplazando el
brazo y siempre dirigiendo la mirada a quien se le ofrece el saludo.

En formación, el saludo se ejecutará sólo cuando se escuche la orden de “ROMPAN FILAS”.

El policía local estará exento de llevar a cabo el saludo reglamentario cuando se encuentre realizan-
do otras funciones que le impidan realizarlo.

•  El saludo verbal:

Lo realizará el policía ante sus superiores jerárquicos, tanto cuando el superior se dirija directa-
mente al subordinado como cuando sea el subordinado el que se dirija al superior. Este saludo oral
consistirá en la expresión “A SUS ORDENES” o “A LA ORDEN” indistintamente. Igualmente se utilizará
después de haber recibido una orden expresa del superior jerárquico.

El saludo gesticular debe ir acompañado de saludo verbal, siempre y cuando la distancia entre sa-
ludados sea coherente. No será coherente levantar la voz de forma exagerada, y para ello sólo se
utilizará el saludo gesticular.

Cuando los alumnos estén en formación de manera estática o en movimiento, el saludo sólo se
realizará por el instructor, profesor o superior que mande la formación.

•  Saludo a superiores y autoridades.

Dentro de los deberes de las personas pertenecientes a las Policías Locales, se encuentra el de
saludar a las autoridades locales, autonómicas, estatales, y mandos de la Policía Local, es un deber
recogido en el artículo 48.u de la Ley 6/1999, de 19 de abril, de Policías Locales y de Coordinación
de las Policías Locales de la Comunidad Valenciana (recogido también en el art. 19.v del Decreto
19/2003 de 4 de marzo del Consell de la Generalitat que regula la Norma Marco).

Los saludos a las Autoridades se realizarán cuando estas se dirijan al Policía o el Policía a éstas, o
según el caso a su paso, realizando en ambos casos el saludo sin mantenerlo. Serán Autoridades de
obligado saludo, entre otras:

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M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

a.  SS.MM. los Reyes de España y S.A.R. los Príncipes de Asturias, SS.AA.RR. los Infantes de España.

b.  Presidente, Vicepresidente y Ministros del Gobierno de la Nación.

c.  M.H. President y M.Hs. Consellers de Comunitat Valenciana.

d.  Delegado y Subdelegado de Gobierno.

e.  Autoridades Judiciales en el ejercicio de sus funciones.

f.  Jefes del Estado y de Gobierno de países extranjeros.

g.  President de la Generalitat y Director General de la AVSRE.

h.  Alcalde-Presidente y Concejales de la Corporación del Ayuntamiento de la localidad donde realice


sus servicios.

Cuando las personalidades y autoridades citadas viajen en coche oficial, sólo serán saludados si
llevan visible el distintivo o insignia de su rango, cargo o empleo.

Cuando un miembro de otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de las Fuerzas Armadas se dirijan a
un agente de la Policía Local utilizando el saludo, se les responderá con la misma modalidad de saludo.

El saludo ante sus superiores jerárquicos se efectuará tanto cuando el superior se dirija al subordi-
nado como cuando sea el subordinado el que se dirija al superior.

Este saludo se realizará iniciándose por el policía de menor rango, que ha de ser correspondido por
el del superior. El saludo se realizará sin detenerse en el primer tiempo, pasando de inmediato al
segundo tiempo.

En los lugares de trabajo en común o de encuentro frecuente, el policía saludará la primera vez que
coincida con cada uno de sus superiores y cuando posteriormente se dirija a ellos, bien sea por pro-
pia iniciativa o por haber sido llamado por éstos.

Si, por la actividad que esté desarrollando el policía, no puede efectuar el saludo reglamentario,
adoptará la postura más correcta que le sea posible y empleará la fórmula verbal de saludo cuando
se trate de superiores jerárquicos.

El saludo reglamentario entre los policías de igual empleo no es obligatorio, pero puede utilizarse de
acuerdo con las pautas de compañerismo, cortesía y buena educación.

•  Saludo al ciudadano.

Entre los deberes de las personas pertenecientes a las Policías Locales, se encuentra el de saludar
a cualquier ciudadano al que se dirijan. Deber recogido en el artículo 48.u de la Ley 6/1999, de 19
de abril, de Policías Locales y de Coordinación de las Policías Locales de la Comunidad Valenciana
(recogido también en el art. 19.v de la Norma Marco).

Ante la ciudadanía, se guardará la debida compostura, cuidando con esmero la presentación y ac-
tuando con el respeto que corresponde a un funcionario al servicio del ciudadano, y se debe utilizar
el saludo reglamentario como signo de cortesía. El saludo se realizará sin detenerse en el primer
tiempo, pasando de inmediato al segundo y añadiendo verbalmente la frase “Buenos días, tardes o
noches” y “en que puedo ayudarle”.

Pag - 193
M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

Tanto en el trato con sus superiores, como con los ciudadanos, deberá dirigirse de USTED.

•  Saludo a símbolos e himnos.

También se encuentra, entre los deberes de las personas pertenecientes a las Policías Locales, el de
saludar a los símbolos de las autoridades locales, autonómicas y estatales e himnos en actos ofi-
ciales. En este caso, recogido en el artículo 48.u de la Ley 6/1999, de 19 de abril, de Policías Locales
y de Coordinación de las Policías Locales de la Comunidad Valenciana (recogido también en el art.
19.v de la Norma Marco).

El saludo se realizará a los himnos de la Comunidad Valenciana y al Nacional, salvo que el policía
tenga asignada una misión que lo impida. Se iniciará el saludo desde el momento en que empiece a
sonar el himno y se mantendrá en el primer tiempo del saludo hasta que deje de sonar.

Si durante la interpretación del himno se encontrase en locales cerrados y descubierto adoptará la


posición de firmes. Quien deba desplazarse durante la interpretación de los himnos no efectuará
saludo alguno.

En concreto, en los actos oficiales de desfile, izado y arriado de las Banderas Nacional y de la Co-
munitat Valenciana, todo/a policía local se mantendrá en la posición del primer tiempo del saludo
reglamentario, dando frente a las mismas, mientras dure el izado o arriado.

Si se estuviera descubierto se guardará la posición de firmes, dando igualmente frente las mismas.

4. COMPORTAMIENTO
Durante el periodo de formación del policía en prácticas, le será de aplicación el DECRETO 19/2003,
de 4 de marzo, del Consell de la Generalitat, por el que se regula la Norma-Marco sobre Estructura,
Organización y Funcionamiento de los Cuerpos de Policía Local de la Comunidad Valenciana, tal y
como establece el artículo 30.

4.1. Personal funcionario en prácticas


“Los funcionarios en prácticas estarán sometidos a las mismas normas de régimen disciplinario que los
funcionarios de carrera o, en su caso, a lo que se disponga en el Reglamento del Instituto Valenciano de
Seguridad Pública.”

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M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

Por la dirección del IVASPE, se dictan las Normas de Convivencia en la vida del Instituto, que regulan
la jornada académica. Se comunican a los alumnos en prácticas el primer día de curso, y son la base
para valorar por parte del IVASPE la aptitud y actitud del alumno durante el curso de formación y
hasta el último día del mismo. El desarrollo de un Reglamento de Régimen Interno del IVASPE, sus-
tituirá las Normas de Convivencia.

5. UNIFORMIDAD
La uniformidad que los alumnos en práctica deben portar es la que establece en cada momento la
dirección del IVASPE, y que se regula en el vigente Decreto 114/2005, de 17 de junio, del Consell de
la Generalitat, regulador del sistema de homogeneización y homologación de la Comunidad Valen-
ciana. Todos los cambios que puedan realizarse, como consecuencia del cambio estacional durante
la estancia en el Instituto, se efectuará mediante una orden de la dirección del IVASPE.

El IVASPE dota a los alumnos de una uniformidad deportiva con imagen corporativa (de uso obli-
gado), para utilizar en las asignaturas prácticas que requieran una comodidad añadida para su de-
sarrollo. A través de los instructores y profesores de determinadas asignaturas, se establecen los
criterios de utilización de las prendas deportivas.

6. DIVISAS
Como formación complementaria, el alumno debe conocer las diferentes escalas y categorías del
resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como las divisas que representan cada una de ellas. El
fin será diferenciar los diferentes empleos con los que se comparte la vida profesional.

Pag - 195
M5 // ICP // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | INSTRUCCIÓN POLICIAL

Las divisas y categorías de la Policía Nacional se muestran en la imagen siguiente:

Las escalas y empleos de la Guardia Civil se muestran en la imagen siguiente:

7. BIBLIOGRAFÍA
• España. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

• Comunidad Valenciana. Ley 6/1999, de 19 de abril, de Policías Locales y de Coordinación de las


Policías Locales de la Comunidad Valenciana.

• Comunidad Valenciana. Decreto 19/2003, de 4 de marzo, del Consell de la Generalitat, por el que
se regula la Norma-Marco sobre Estructura, Organización y Funcionamiento de los Cuerpos de
Policía Local de la Comunidad Valenciana. DOGV, 7 de marzo de 2003, núm. 4455. P. 7476-7493.

• Comunidad Valenciana. Decreto 114/2005, de 17 de junio, del Consell de la Generalitat, regulador


del sistema de homogeneización y homologación de la uniformidad de la Policía Local de la Comu-
nidad Valenciana. DOGV, 24 de junio de 2005, núm. 5035.

Pag - 196
M5

PF
Defensa Personal Policial
GONZALOCARRATALÁ CUARTERO

PF
UNIDAD DIDÁCTICA N.1 ENGRILLETAMIENTO.

UNIDAD DIDÁCTICA N.2 CACHEO.

UNIDAD DIDÁCTICA N.3 REDUCCIÓN Y TRABAJO BINOMIO.

UNIDAD DIDÁCTICA N.4 USO DE BASTÓN POLICIAL.

UNIDAD DIDÁCTICA N.5 MANO VACÍA Y CUCHILLO.


PF
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

ENGRILLETAMIENTO

1
1. RESUMEN

2. O
 BJETIVOS ESPECÍFICOS

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR

4. NORMATIVA GENERAL DEL ESPOSAMIENTO

5. A
 CTIVIDADES DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE

6. O
 BJETIVOS DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. L ECTURA RECOMENDADAS

9. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // PF // unidad didáctica n. 1 | ENGRILLETAMIENTO

1. RESUMEN
Uno de los momentos más críticos y peligrosos del ejercicio de la función policial es el momento de
la detención. La mayor parte de las ocasiones, el policía vuelve a recobrar la sensación de seguridad
y de control de la situación tras el engrilletamiento del detenido. El esposamiento es, por así decirlo,
el aseguramiento de la detención mediante la sujeción de las muñecas de un detenido utilizando
medios reglamentarios de dotación policial. Del mismo modo, no se adoptará contra el detenido o
preso ninguna medida extraordinaria de seguridad sino en caso de desobediencia, de violencia o de
rebelión, o cuando haya intentado o hechos preparativos para fugarse. Esta medida debe de ser
temporal, y sólo subsistirá el tiempo estrictamente necesario. Así pues, el engrilletamiento se rea-
liza con el fin de asegurar al detenido situando sus manos a su espalda, como norma general. Con
ello se pretende prevenir agresiones, intentos de fuga y su posible autolesión.

2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
a.  Rapidez en el engrilletamiento no lesivo y seguridad.

b.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

c.  Evitar accidentes.

d.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen.

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR
a.  Engrilletamiento.

b.  Control de seguridad.

c.  Diferentes grilletes, de cadena o virola, de bisagra y rígidos, lazos de seguridad.

d.  Trabajo de binomios en engrilletamiento. Diferentes formas de cacheo policial, en el lugar de


intervención o en dependencias policiales. Cacheo de seguridad. Cacheo a individuos del sexo
contrario. En busca de sustancias estupefacientes, etc.

e.  Engrilletamientos especiales, dobles. Formas de quitar los grilletes con seguridad. Cambiar un
grillete por otro. Forma de pasar el grillete de la espalda al frente con intención de poder firma
ante el Juez, etc.

f.  Distintas formas de resolver . Personas violentas que se resisten a obedecer las instrucciones de
los agentes del orden. Formas de trasladar a un individuo de un lado a otro, dependiendo de su
agresividad.

g.  Técnicas de percusión con tren superior en situaciones de peligro. Dirigidas a determinadas zo-
nas del cuerpo humano; con el objetivo de ocasionar la menor lesividad posible.

Pag - 200
M5 // PF // unidad didáctica n. 1 | ENGRILLETAMIENTO

h.  Técnica básica de percusión, agarre, proyección, control y engrilletamieto en situación de peligro.

i.  Técnicas de percusión con tren inferior en situación de peligro. Dirigidas a determinadas zonas del
cuerpo humano; con el objetivo de ocasionar la menor lesividad posible.

j.  Actitudes/Valores/Normas: El esposamiento es la técnica operativa policial encaminada a la in-


movilización de las manos de una persona, mediante el empleo de unos útiles específicos con el
fin de evitar agresiones o intentos de fuga.

4. NORMATIVA GENERAL
DEL ESPOSAMIENTO
Debemos incidir en que solo se utilizarán las esposas al efectuar la detención, ante situaciones por
delitos de cualquier índole o peligro personal al agente o detenido. A continuación se detalla unas
normas generales para un correcto esposamiento o esposamiento:

•  Antes de esposar efectuar el cacheo.

•  No esposarnos nunca con el detenido.

•  Esposar siempre por la espalda, salvo a una mujer embarazada, que se realizará siempre por
delante.

•  No esposar al detenido a un objeto y dejarlo solo.

•  Al esposar a dos detenidos con los mismos grilletes, hacerlo mano derecha con mano derecha o
izquierda con izquierda.

•  En caso de menores, se tratará de evitar el espesamiento pero sí hubiese que realizarlo se efec-
tuará de la forma menos gravosa.

5. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA
Y APRENDIZAJE
Procedimiento del esposamiento:

a.  Colocar al detenido con las manos sobre la pared, piernas separadas y abiertas, consiguiendo un
cierto desequilibrio.

b.  Ordenarle de forma clara y concisa que coloque su mano derecha en la espalda, con las palmas
hacia afuera, colocándole un grillete.

c.  Indicarle que se apoye con la frente en la pared y que pase su mano izquierda, hacia la espalda
con la palma hacia afuera colocar el otro grillete.

Pag - 201
M5 // PF // unidad didáctica n. 1 | ENGRILLETAMIENTO

6. OBJETIVOS
DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA
a.  Patrulla unipersonal, binomio y doble binomio.

b.  Rapidez en el cacheo no lesivo y seguridad.

c.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

d.  Evitar accidentes.

e.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Dominar las tareas y contenidos de la asignatura, así como los conocimientos y destrezas nece-
sarias para el desempeño de la actividad profesional en relación con el engrilletamiento o espo-
samiento.

•  Saber aplicar el procedimiento adecuado en los ámbitos desarrollados en la asignatura, encon-


trando soluciones prácticas óptimas para la resolución de cada situación concreta.

•  Colaborar con otras personas de forma autónoma, comunicativa y constructiva, mostrando un


comportamiento orientado al grupo y un entendimiento interpersonal, para lograr una adecuada
práctica profesional de las técnicas tratadas en la unidad didáctica.

8. LECTURA RECOMENDADAS
•  LUCAS, S. (2014). Esposamiento Policial. Madrid: Bubok Publishing.

9. BIBLIOGRAFÍA
•  LEE, B. y MODRIC, Z. (1975). Tao of jeet kune do. Texas: Ohara Publications.

•  SANTOS, J. (1989). Buki Waza. Aikido contra armas. Barcelona: Alas editorial.

Pag - 202
PF
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2

CACHEO

2
1. RESUMEN

2. O
 BJETIVOS ESPECÍFICOS

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR

4. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZAY APRENDIZAJE

4.1. T ÉCNICAS DE CACHEOS

5. R
 EDUCCIÓN

6. O
 BJETIVOS DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. L ECTURAS RECOMENDADAS

9. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | CACHEO

1. RESUMEN
El cacheo es un método de registro rápido de una persona. Normalmente va dirigido a los detenidos
o sospechosos de la comisión de un delito así como de determinadas infracciones administrativas,
pero puede efectuarse también a las personas que, sin pertenecer al grupo anterior, por el desarro-
llo de la intervención o por las características propias del individuo, pueden convertirse en un peligro
para ellos mismos o para los agentes actuantes en un posible traslado a un lugar determinado. La
práctica del cacheo tiene su cobertura legal en la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad
Ciudadana.

2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
a.  Rapidez en el cacheo no lesivo y seguro.

b.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

c.  Evitar accidentes y detectar objetos y sustancias prohibidas.

d.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen.

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR
a.  Diferentes formas de cacheo policial, en el lugar de intervención o en dependencias policiales.
Cacheo de seguridad. Cacheo a individuos del sexo contrario. En busca de sustancias estupefa-
cientes, etc.

b.  Cacheo, cuidadoso, metódico, minucioso y rápido. Además el registro de comportar una investi-
gación minuciosa en el propio cuerpo del sometido, también incluye las correspondientes prácti-
cas indagatorias en una vivienda, en un local o establecimiento público, incluso en la vía pública,
o bien cuando se realice sobre los enseres u objetos que sean de la propiedad del sujeto en cues-
tión, como una maleta, una mochila, etc.

4. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA
Y APRENDIZAJE
a.  Colocar al detenido con las manos sobre la pared, con las piernas separadas y abiertas, consi-
guiendo un cierto desequilibrio.

b.  Ordenarle de forma clara y concisa que coloque en la pared o vehículo con las palmas hacia
afuera.

c.  Indicarle que se apoye con la frente en la pared o vehículo.

Pag - 204
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | CACHEO

d.  Se comprueba a todo el individuo en cuestión de izquierda-derecha, arriba-abajo, delan-


te-detrás.

e.  Una vez reducida e inmovilizada una persona se procede a la técnica del cacheo cuyo objetivo es
registrar a personas sospechosas a fin de quitarle las armas u objetos de otro tipo que puedan
poseer y que lleven ocultos, y que pudieran resultar peligrosos para nuestra propia integridad
física o resultar pruebas claves para su encarcelamiento o procesamiento.

f.  Se les explica a los asistentes que el cacheo es muy importante y que por ello debe ser minucio-
sos, extenso, rápido y metódico. Se realizará después del esposamiento si existe peligro. Debe de
sr realizado en el lugar más discreto posible, controlar al individuo con una mano y cachearlo con
la otra. Comenzar por la zona más accesible del propio individuo. El cacheo debe ser completo del
cuerpo, seguir siempre un orden determinado para no volver a mirar el mismo lugar.

g.  Mirar en bolsos, maletines e impídase que el detenido porte estos objetos en el traslado. Sólo
debe intervenir un agente, el otro protege, si es necesario encañonar al sujeto lo deberá hacer el
que protege, por lo que se deberá evitar situarse en la línea de tiro del agente protector.

h.  El protector debe encontrarse entre dos y cuatro metros del delincuente. Los objetos encontra-
dos deben ponerse fuera del alcance del sospechoso, sobre todos si son armas, de todo lo cual
debe informarse al agente protector.

4.1. Técnicas de cacheos


• De pie con punto de apoyo.

• De pie sin punto de apoyo.

• En el suelo con control (situación de peligro).

5. REDUCCIÓN
Posiciones de desplazamientos, forma de levantarse. Técnicas defensa y golpeo, arresto persona
cooperante, técnicas de luxación, técnicas de control y técnicas de traslado.

a.  Arresto persona no cooperante.

b.  Resistencia Pasiva.

c.  Técnicas de luxación.

d.  Técnicas de proyección y derribo.

e.  Técnicas de control o inmovilización.

f.  Técnicas de estrangulación.

g.  Técnicas de traslado.

Pag - 205
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | CACHEO

6. OBJETIVOS
DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA
1.  Patrulla unipersonal, binomio y doble binomio.

2.  Rapidez en el engrilletamiento no lesivo y seguridad.

3.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

4.  Evitar accidentes y detectar objetos y sustancias prohibidas.

5.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Dominar las tareas y contenidos de la asignatura, así como los conocimientos y destrezas nece-
sarias para el desempeño de la actividad profesional en relación con el cacheo y la reducción en el
ámbito de la actividad policial.

•  Saber aplicar el procedimiento adecuado en los ámbitos desarrollados en la asignatura, encon-


trando soluciones óptimas para la resolución de cada situación relacionada con el cacheo y la
reducción de personas.

•  Colaborar con otras personas de forma autónoma, comunicativa y constructiva, mostrando un


comportamiento orientado al grupo y un entendimiento interpersonal, para lograr una adecuada
práctica profesional.

8. LECTURAS RECOMENDADAS
•  Artículos 11.1 f) y g) de la L.O. 2/86 de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

•  Artículo 282 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, aprobada por Real Decreto de 14 de septiembre
de 1882.

•  Artículos 18, 19 y 20 de la L.O. 4/2015, de 13 de marzo, de Protección y Seguridad Ciudadana.

9. BIBLIOGRAFÍA
•  LEE, B. y MODRIC, Z. (1975). Tao of jeet kune do. Texas: Ohara Publications.

•  SANTOS, J. (1989). Buki Waza. Aikido contra armas. Barcelona: Alas editorial.

Pag - 206
PF
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3

REDUCCIÓN
Y TRABAJO BINOMIO

3
1. RESUMEN

2. O
 BJETIVOS ESPECÍFICOS

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR

4. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE EN BINOMIO

4.1. OBJETIVOS

4.2. T ÉCNICAS DE CACHEOS

5. R
 EDUCCIÓN

6. O
 BJETIVOS DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA

7. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | REDUCCIÓN Y TRABAJO BINOMIO

1. RESUMEN
La policía se ve sometida, cada vez con más frecuencia, a situaciones de riesgo, enfrentándose
a situaciones comprometidas, cuando no, peligrosas. Además, los delincuentes con los que se
debe enfrentar, en muchas ocasiones cuentan con instrucción militar o policial, que aún los
hace mucho más peligrosos. En este ámbito, se debe de instruir de forma correcta a tu binomio
en caso de ser necesarios, observando si trae al servicio todos los elementos de protección y en
que condición de disparo utiliza el arma reglamentaria. En última instancia, cuidarlo es cuidarte
a ti mismo.

2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
a.  Rapidez en el engrilletamiento no lesivo y seguridad en binomio.

b.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro en binomio.

c.  Evitar accidentes y detectar objetos y sustancias prohibidas en binomio.

d.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen en binomio.

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR
a.  Diferentes formas de cacheo policial, en el lugar de intervención o en dependencias policiales.
Cacheo de seguridad. Cacheo a individuos del sexo contrario. En busca de sustancias estupefa-
cientes, etc. Todas estas técnicas se trabajarán y entrenarán de forma práctica con el binomio en
el marco de la patrulla policial.

b.  Control de seguridad en binomio.

c.  Trabajo de binomios en engrilletamiento.

4. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA
Y APRENDIZAJE EN BINOMIO
•  Cacheo, cuidadoso, metódico, minucioso y rápido.

•  Observar su estado de ánimo, en las calles se debe estar alerta en un cien por cien, el error puede
costarnos la vida, la integridad física, la libertad o el puesto de trabajo.

•  Si es posible antes de la intervención designarse roles y dar aviso del inicio de la operación a la red
de radio, pidiendo apoyo en caso o ante la posibilidad resulten los dos heridos.

Pag - 208
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | REDUCCIÓN Y TRABAJO BINOMIO

•  En la detención, uno palpa y esposa, el otro realiza prevención con arma reglamentaria, evitando
apuntar a su compañero, se debe mover triangulando y hablando al detenido.

•  En los pasillos deben desplazarse en forma táctica uno en cada pared si el ancho lo permite, nun-
ca detenerse frente a una puerta cerrada o abierta, nunca pasar una ventana sin prevención, se
deben despejar los espacios adecuadamente.

4.1. Objetivos
1.  Rapidez en el engrilletamiento no lesivo y seguridad en binomio.

2.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro en binomio.

3.  Evitar accidentes y detectar objetos y sustancias prohibidas en binomio.

4.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen en binomio.

5.  Actividades de enseñanza y aprendizaje: en Binomio.

6.  Colocar al detenido con las manos sobre la pared, con las piernas separadas y abiertas, consi-
guiendo un cierto desequilibrio.

7.  Ordenarle de forma clara y concisa que coloque en la pared o vehículo con las palmas hacia afuera.

8.  Indicarle que se apoye con la frente en la pared o vehículo.

9.  Se comprueba a todo el individuo en cuestión de izquierda-derecha, arriba-abajo, delante-detrás.

4.2. Técnicas de Cacheos


a.  De pie con punto de apoyo.

b.  De pie sin punto de apoyo.

c.  En el suelo con control (situación de peligro).

5. REDUCCIÓN
a.  Base teórica, posiciones desplazamientos, forma de levantarse.

b.  Técnicas defensa y golpeo.

c.  Arresto persona cooperante, técnicas de luxación, técnicas de control, técnicas de traslado.

d.  Resistencia Pasiva, técnicas de luxación, técnicas de proyección y derribo, técnicas de control o
inmovilización, técnicas de estrangulación, técnicas de traslado.

Pag - 209
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | REDUCCIÓN Y TRABAJO BINOMIO

6. OBJETIVOS
DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA
1.  Binomio y doble binomio.

2.  Rapidez en el engrilletamiento no lesivo y seguridad en binomio.

3.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro en binomio.

4.  Evitar accidentes y detectar objetos y sustancias prohibidas en binomio.

5.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen en binomio.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Dominar las tareas y contenidos de la asignatura, así como los conocimientos y destrezas ne-
cesarias para el desempeño de la actividad profesional en relación con el trabajo de la patrulla o
binomio.

•  Saber aplicar el procedimiento adecuado en los ámbitos desarrollados en la asignatura, encon-


trando soluciones óptimas para la resolución de cada situación.

•  Colaborar con otras personas, en especial con el binomio policial, de forma autónoma, comuni-
cativa y constructiva, mostrando un comportamiento orientado al trabajo en grupo y un entendi-
miento interpersonal, para lograr una adecuada práctica profesional.

8. BIBLIOGRAFÍA
•  LEE, B. y MODRIC, Z. (1975). Tao of jeet kune do. Texas: Ohara Publications.

•  SANTOS, J. (1989). Buki Waza. Aikido contra armas. Barcelona: Alas editorial.

Pag - 210
PF
UNIDAD DIDÁCTICA N. 4

USO DE BASTÓN POLICIAL

4
1. RESUMEN

2. O
 BJETIVOS ESPECÍFICOS

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR

4. REDUCCIÓN CON BASTÓN

5. A
 RRESTOS

6. O
 BJETIVOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | USO DE BASTÓN POLICIAL

1. RESUMEN
El uso del bastón policial es una de las técnicas defensivas más relevantes en el ámbito de la de-
fensa personal policial. Para un uso acorde con las especificaciones normativas aplicables, se debe
evitar su uso en zonas lesivas (cabeza, articulaciones), al igual que se deberá golpear en caso de ser
necesario en zonas no lesivas (muslos, bíceps y tríceps). Del mismo modo, debe procurarse su utili-
zación haciendo un uso persuasivo pero no intimidatorio y, en la medida de lo posible, no agresivo.
Como última cuestión principal, en todo momento se deberá evitar un mal uso del bastón que pueda
conllevar irregularidades en su utilización.

2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
a.  Técnicas de percusión.

b.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

c.  Evitar accidentes.

d.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen.

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR
a.  Técnicas de percusión con tren superior en situaciones de peligro. Dirigidas a determinadas zo-
nas del cuerpo humano; con el objetivo de ocasionar la menor lesividad posible.

b.  Técnica básica de percusión, agarre, proyección y control en situación de peligro.

c.  Técnicas de percusión con tren inferior en situación de peligro. Dirigidas a determinadas zonas del
cuerpo humano; con el objetivo de ocasionar la menor lesividad posible.

d.  Defensa Policial. Defensa Extensible.

e.  Posiciones fundamentales. Zona permitida de golpeo. Zonas prohibidas. Controles policiales con
el Bastón. Técnicas ante sustracción de la defensa extensible.

Variedad de golpeos:

1.  Practicamos con la mano derecha golpeo descendente al tríceps o parte exterior del brazo con
escudos (zona entre el hombro y el codo ambos no incluidos).

2.  Practicamos con la mano derecha golpeo descendente al cuádriceps o parte superior de la pierna
con escudos (zona entre la cadera y la rodilla ambas no incluidas).

3.  Practicamos con la mano derecha golpeo descendente a ambas manos SOLO en caso de que el
agresor llevase un arma o elemento punzante con el que pueda agredir a un inocente o agente
de la autoridad.

Pag - 212
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | USO DE BASTÓN POLICIAL

4.  Practicamos con la mano derecha golpeo descendente en movimiento con la secuencia de arri-
ba-abajo-arriba con escudos (refiriéndonos arriba a la parte del brazo y abajo a la parte de la pierna).

5.  Practicamos con la mano derecha golpeo descendente en movimiento con la secuencia de aba-
jo-arriba-abajo con escudos (refiriéndonos abajo a la parte de la pierna y arriba a la parte del
brazo).

6.  Practicamos con la mano derecha golpeo circular al tríceps o parte exterior del brazo con escudos
(zona entre el hombro y el codo ambos no incluidos).

7.  Practicamos con la mano derecha golpeo circular al cuádriceps o parte superior de la pierna con
escudos (zona entre la cadera y la rodilla ambas no incluidas).

8.  Practicamos con la mano derecha golpeo circular a ambas manos SOLO en caso de que el agre-
sor llevase un arma o elemento punzante con el que pueda agredir a un inocente o agente de la
autoridad.

9.  Practicamos con la mano derecha golpeo circular en movimiento con la secuencia de abajo-arri-
ba-abajo con escudos (refiriéndonos abajo a la parte de la pierna y arriba a la parte del brazo).

10.  Practicamos con la mano derecha golpeo circular en movimiento con la secuencia de abajo-arri-
ba-abajo con escudos (refiriéndonos abajo a la parte de la pierna y arriba a la parte del brazo).

11.  Practicamos con la mano izquierda los puntos 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10.

Golpeos defensivos:

1.  Practicamos con la mano derecha realizando un dibujo con el bastón policial en el aire del símbo-
lo infinito de un tamaño reducido (protegiendo parte del tronco inferior).

2.  Practicamos con la mano derecha realizando un dibujo con el bastón policial en el aire del símbo-
lo infinito de un tamaño grande (protegiendo parte del tronco superior).

3.  Practicamos con la mano izquierda los puntos 1-2.

Control y reducción:

1.  Colocamos defensa extensible entre antebrazo y bíceps del brazo y presionamos hasta reducirlo
al suelo sin producir daño alguno y sin golpeo. Esta técnica de control y reducción se puede reali-
zar tanto en el brazo derecho como en el brazo izquierdo.

2.  Colocamos defensa extensible entre antebrazo y tríceps el brazo y presionamos hasta reducirlo
al suelo sin producir daño alguno y sin golpeo. Esta técnica de control y reducción se puede reali-
zar tanto en el brazo derecho como en el brazo izquierdo.

3.  Colocamos defensa extensible entre la tibia y el pie (estando nosotros detrás del individuo) tiran-
do hacia nosotros hasta reducirlo al suelo sin producir daño alguno y sin golpeo. Esta técnica de
control y reducción se puede realizar tanto en el pie derecho como en el pie izquierdo.

4.  Colocamos defensa extensible entre el cuádriceps y la cadera (estando nosotros delante del indi-
viduo) presionándolo en diagonal descendente hasta reducirlo al suelo sin producirle daño alguno
y sin golpeo. Esta técnica de control y reducción se puede realizar tanto en la pierna derecha
como en la pierna izquierda.

Pag - 213
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | USO DE BASTÓN POLICIAL

Desarmes:

1.  1. Paramos con el bastón policial ( mango bajo y punta hacia arriba ) y posteriormente con el bra-
zo izquierdo rodeamos el brazo hacia fuera con el que llevaba el objeto para golpearnos (no valida
si el elemento es cortante o punzante).y lo desarmamos, controlamos y reducimos sin golpeo.

2.  Paramos con el bastón policial ( mango bajo y punta hacia arriba ) y posteriormente con el brazo
izquierdo rodeamos el brazo hacia arriba con el que llevaba el objeto para golpearnos (no valida
si el elemento es cortante o punzante).y lo desarmamos, controlamos y reducimos sin golpeo.

3.  Paramos con el bastón policial (mango bajo y punta hacia arriba) y posteriormente con el brazo
izquierdo rodeamos el brazo hacia abajo con el que llevaba el objeto para golpearnos (no valida
si el elemento es cortante o punzante).y lo desarmamos, controlamos y reducimos sin golpeo.

4.  Paramos con el bastón policial (mango bajo y punta hacia arriba) y posteriormente con la mano
izquierda cogemos el objeto con el que iba a golpearnos (no valida si el elemento es cortante
o punzante) ponemos nuestro bastón policial encima de nuestra mano izquierda con la punta
apuntando al individuo y realizamos palanca hacia atrás con nuestra mano izquierda.

5.  Se realizaran los puntos 1-2-3-4 con la zurda si el agente es diestro y con la diestra si el agente
es zurdo.

4. REDUCCIÓN CON BASTÓN


a.  Base teórica, posiciones desplazamientos, forma de levantarse.

b.  Técnicas defensa y golpeo.

c.  Arresto persona cooperante.

•  Técnicas de luxación.

•  Técnicas de control.

•  Técnicas de traslado.

5. ARRESTOS
Arresto persona NO cooperante.

Resistencia Pasiva.

•  Técnicas de luxación.

•  Técnicas de proyección y derribo.

•  Técnicas de control o inmovilización.

Pag - 214
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | USO DE BASTÓN POLICIAL

•  Técnicas de estrangulación.

•  Técnicas de traslado.

6. OBJETIVOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA


Unipersonal, binomio y doble binomio.

•  Técnicas de percusión.

•  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

•  Evitar accidentes.

•  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Dominar las tareas y contenidos de la asignatura, así como los conocimientos y destrezas nece-
sarias para el desempeño de la actividad profesional vinculada al uso del bastón policial.

•  Saber aplicar el procedimiento adecuado en los ámbitos desarrollados en la asignatura, encon-


trando soluciones óptimas para la resolución de cada situación.

•  Colaborar con otras personas de forma autónoma, comunicativa y constructiva, mostrando un


comportamiento orientado al grupo y un entendimiento interpersonal, para lograr una adecuada
práctica profesional.

8. BIBLIOGRAFÍA
•  LEE, B. y MODRIC, Z. (1975). Tao of jeet kune do. Texas: Ohara Publications.

•  SANTOS, J. (1989). BUKI WAZA. Aikido contra armas. Barcelona: Alas editorial.

Pag - 215
PF
UNIDAD DIDÁCTICA N. 5

MANO VACÍA Y CUCHILLO

5
1. RESUMEN

2. O
 BJETIVOS ESPECÍFICOS: MANO VACÍA Y CUCHILLO

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR: MANO VACÍA Y CUCHILLO

3.1. ACTITUDES/VALORES/NORMAS: MANO VACÍA Y CUCHILLO

4. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZAY APRENDIZAJE: MANO VACÍA

5. R
 EDUCCIÓN

5.1. R
 ESISTENCIA PASIVA

6. O
 BJETIVOS DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. L ECTURAS RECOMEDADAS

9. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | MANO VACÍA Y CUCHILLO

1. RESUMEN
Una de las situaciones más complejas a las que se pueden enfrentar los miembros de las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad es el ataque a mano vacía así como con armas blancas o cuchillos. El en-
trenamiento de estas situaciones requiere una especial preparación dado que supone un riesgo
tanto para el propio policía como para terceros que puedan verse implicados en la situación de
riesgo. En este tipo de casos, es necesario aplicar la mínima fuerza necesaria y proporcional en
caso de ataque o reducción de una supuesta agresión del individuo al agente policial. Para pro-
teger la integridad física del agente o de las posibles víctimas colaterales deberán conocerse y
aplicarse una serie de técnicas de defensa personal que permitirán al policía minimizar los riesgos
inherentes a estas situaciones.

2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
MANO VACÍA Y CUCHILLO
a.  Rapidez en el desarme no lesivo y seguridad.

b.  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

c.  Evitar accidentes.

d.  Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez.

3. CONCEPTOS A DESARROLLAR:
MANO VACÍA Y CUCHILLO
•  Una mano.

•  Bloqueos y Defensas.

•  El Palakaw.

•  El Corredas.

•  El juego todo.

3.1. Actitudes/valores/normas: mano vacía y cuchillo


Conseguir defenderse utilizando solo habilidades defensivas que no mermen la capacidad atacante
y continua de agresores en condición de superioridad física o/y numérica esperando a que rehúsen
por fatiga o autolesión resulta muy poco probable incluso para un experto.

Pag - 218
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | MANO VACÍA Y CUCHILLO

4. ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA
Y APRENDIZAJE: MANO VACÍA
•  Distintas formas de resolver Resistencia Activa. Personas violentas que se resisten a obedecer
las instrucciones de los agentes del orden. Formas de trasladar a un individuo de un lado a otro,
dependiendo de su agresividad.

•  Técnicas de percusión con tren superior en situaciones de peligro. Dirigidas a determinadas zonas
del cuerpo humano; con el objetivo de ocasionar la menor lesividad posible.

•  Técnica básica de percusión, agarre, proyección, control y engrilletamieto en situación de peligro.

•  Técnicas de percusión con tren inferior en situación de peligro. Dirigidas a determinadas zonas del
cuerpo humano; con el objetivo de ocasionar la menor lesividad posible.

•  Técnica básica de percusión, agarre, proyección, control y engrilletamiento en situación de peligro.

5. REDUCCIÓN
Con base teórica, posiciones desplazamientos, forma de levantarse. Técnicas defensa y golpeo, téc-
nicas de luxación, técnicas de control. técnicas de traslado.

5.1. Resistencia Pasiva


1.  Técnicas de luxación.

2.  Técnicas de proyección y derribo.

3.  Técnicas de control o inmovilización.

4.  Técnicas de estrangulación.

5.  Técnicas de traslado.

6. OBJETIVOS
DE LA ACTIVIDAD PRÁCTICA
•  Unipersonal, binomio y doble binomio.

•  Rapidez en el desarme no lesivo y seguridad.

•  Conocimiento de situaciones en estado normal de alerta y peligro.

Pag - 219
M5 // PF // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | MANO VACÍA Y CUCHILLO

• Evitar accidentes.

• Proporcionalidad, efectividad, seguridad, rapidez e imagen.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• Dominar las tareas y contenidos de la asignatura, así como los conocimientos y destrezas ne-
cesarias para el desempeño de la actividad profesional, en especial ante situaciones de especial
gravedad como puedan ser agresiones con o sin armas blancas o cuchillos.

• Saber aplicar el procedimiento adecuado en los ámbitos desarrollados en la asignatura, encon-


trando soluciones óptimas para la resolución de cada situación.

• Colaborar con otras personas de forma autónoma, comunicativa y constructiva, mostrando un


comportamiento orientado al grupo y un entendimiento interpersonal, para lograr una adecuada
práctica profesional.

8. LECTURAS RECOMEDADAS
• Comunidad Valenciana. Medios de autodefensa de Policía Local de la Comunidad Valenciana. De-
creto 18/1995, de 24 de enero, del Gobierno Valenciano, regulador de los criterios de utilización
del equipo de autodefensa y el armamento por las policías locales de la Comunidad Valenciana.

9. BIBLIOGRAFÍA
• LEE, B. y MODRIC, Z. (1975). Tao of jeet kune do. Texas: Ohara Publications.

• SANTOS, J. (1989). Buki Waza. Aikido contra armas. Barcelona: Alas editorial.

Pag - 220
M5

PR
Intervención Policial
en Servicios de Paisano
JAIME TORRENTS CÁRDENAS

PR
UNIDAD DIDÁCTICA N.1 TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA.

UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS.

UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 PROTECCIÓN DE AUTORIDADES.


PR
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

TEORÍA
Y LEGISLACIÓN APLICADA

1
1. RESUMEN

2. I NFORMES PREVIOS SOBRE LA RESOLUCION DE LA AUTORIZACION O CONCESION ADMINISTRATIVA PARA REALIZAR


SERVICIOS POLICIALES SIN UNIFORME REGLAMENTARIO

3. L EGISLACIÓN VIGENTE

4. INSTRUCCIONES DE DILIGENCIAS JUDICIALES Y ACTAS

4.1. CONTENIDO

4.2. FORMATO

5. A
 NEXOS

5.1. P
 ORTADA DEL ATESTADO

5.2. D
 ILIGENCIA DE CONOCIMIENTO Y EXPOSICIÓN DE HECHOS

5.3. DILIGENCIA DE REPORTAJE FOTOGRÁFICO EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

5.4. D
 ILIGENCIA DE INCAUTACIÓN DE ARMAS

5.5. DILIGENCIA DE REMISIÓN Y ENTREGA EN POLICÍA NACIONAL O GUARDIA CIVIL

5.6. ACTAS

6. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

7. L ECTURAS RECOMENDADAS

8. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

1. RESUMEN
Las circunstancias por las que la Policía Local puede prestar su servicio sin uniforme reglamenta-
rio (de paisano) pueden ser muy variadas, entre ellas podemos citar: Actividades de policía admi-
nistrativa (venta ambulante, mercadillos, ordenanzas, ruidos, horarios de cierre, suministro y con-
sumo de bebidas alcohólicas a menores), actividades de protección de personalidades (servicios
de escolta y protección a los miembros de la corporación local), unidades de protección contra la
violencia de género e intervención con menores de edad o bien como policía judicial en situacio-
nes muy concretas y a requerimiento de la correspondiente autoridad Judicial. No obstante es ne-
cesaria, previa solicitud de la correspondiente Jefatura, la autorización del Delegado del Gobierno
para poder realizar estos servicios bajo el marco legal, debiendo de ajustarse en todo momento a
los parámetros establecidos en la correspondiente solicitud y la correlativa autorización.

El tratamiento del tema sobre quien posee la potestad para autorizar que los miembros de los
Cuerpos de Policía Local puedan prestar servicio sin uniforme (vestir de paisano), es un tema muy
controvertido y enrevesado por los diversos frentes legislativos que tratan del tema.

Por un lado, la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, postula con cierta ambi-
güedad y carácter de excepcionalidad, que los miembros de la Policía, presten servicio sin uniforme.
Por otro lado, en España existen numerosas leyes autonómicas de coordinación de Policías Locales
–tantas como Comunidades Autónomas existen en el Estado– que refieren aspectos diferentes
sobre el tema en cuestión. Por último, existen contradictorias sentencias de diversos tribunales de
la jurisdicción contencioso–administrativa que, ante recursos presentados tanto por la Abogacía del
Estado, como por los municipios, redactan “fallos” de diversa índole y sentidos opuestos.

Por lo que ocupa al caso, se cuenta con la siguiente legislación sobre el tema:

•  Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

•  Decreto 19/2003, de 4 de marzo, del Consell de la Generalitat, por el que se regula la Norma-Mar-
co sobre Estructura, Organización y Funcionamiento de los Cuerpos de Policía Local de la Comu-
nidad Valenciana.

•  Decreto 114/2005, de 17 de junio, del Consell de la Generalitat, regulador del sistema de homo-
geneización y homologación de la uniformidad de la Policía Local de la Comunidad Valenciana.

2. INFORMES PREVIOS SOBRE LA


RESOLUCION DE LA AUTORIZACION O
CONCESION ADMINISTRATIVA PARA
REALIZAR SERVICIOS POLICIALES SIN
UNIFORME REGLAMENTARIO
Es de considerar con la legislación actual y, tal como lo realizan casi todos los municipios de la Co-
munidad Valenciana, lo procedente es lo siguiente:

Pag - 224
M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

•  Ante la necesidad (justificación mediante estudio estadístico) de prestar determinados servicios


de paisano (seguidamente se indicara el tipo de servicio para el cual se autoriza este tipo de ser-
vicio), el Jefe de Policía Local, propondrá al Alcalde de su municipio, la lista de Agentes propuestos
para este Servicio. Por su parte el Alcalde, una vez dada su aprobación, trasladará la petición a la
Delegación o Subdelegación del Gobierno de la provincia correspondiente. Y es a esta autoridad a
la que corresponde, finalmente, autorizar tal petición.

•  En cuanto a los cometidos que en la actualidad están siendo autorizados por las Subdelegaciones
del Gobierno, señalar que, en los municipios en donde no existe Unidad de Policía Judicial en ma-
teria de seguridad ciudadana, los cometidos suelen ser los siguientes:

•  Actividades de Policía Administrativa (venta ambulante, mercadillos, ordenanzas, ruidos, horarios


de cierre, suministro y consumo de bebidas alcohólicas a menores).

•  Actividades de protección de personalidades (servicios de escolta y protección a los miembros de


la corporación local).

•  Protección contra la violencia de género.

•  Intervención con menores de edad.


SOLICITUD DE AUTORIZACION DE AGENTES DE SERVICIO SIN UNIFORME.

LOGO ENTIDAD LOCAL

Att. Sr.-----------------------------------

Subdelegado del Gobierno en--------

-------, 02 de septiembre de 20--

Estimado Subdelegado:

En relación con las autorizaciones asignadas para prestar servicio sin uniforme
reglamentario a determinados agentes de la Policía Local de este Ayuntamiento en
cometidos especiales como el control y venta de alcohol a menores, seguimientos de
casos de violencia de género, absentismo escolar, problemas de bullying (normalmente
relacionado con menores), menores en situación de desprotección social (riesgo y
desamparo) y control de mercadillos, se solicita que la autorización sea ampliada a los
Policías Locales de la Jefatura de-------que figuran especificados en el anexo a este
escrito.

Consideramos, como en años anteriores, esta autorización como necesaria para prestar
los servicios antes especificados con máxima eficacia.

Quedo a la espera de su respuesta y a su disposición para aclarar o ampliar la


información que precise. Cordialmente.

R--------------------------------------

Alcalde de----------------

Anexo adjuntado a este escrito con los siguientes datos:

CARGO APELLIDO APELLIDO NOMBRE NIP DNI SERVICIO ASIGNADO

Pag - 225
M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

3. LEGISLACIÓN VIGENTE
Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Artículo 41.3. En el ejercicio de sus funciones, los miembros de los citados Cuerpos deberán vestir
el uniforme reglamentario, salvo los casos excepcionales que autoricen las Juntas de Seguridad.

Artículo 52.3 Será también de aplicación a los miembros de dichos Cuerpos lo dispuesto, respecto
a los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas, en el artículo 41.3 de la presente Ley;
si bien la facultad que en el mismo se atribuye a las Juntas de Seguridad corresponderá al Gober-
nador Civil respectivo.

Decreto 19/2003, de 4 de marzo, del Consell de la Generalitat, por el que se regula la Norma-Mar-
co sobre Estructura, Organización y Funcionamiento de los Cuerpos de Policía Local de la Comu-
nidad Valenciana.

Artículo 17. Uniformidad.

Los miembros de las Policías Locales en el ejercicio de sus funciones vestirán el uniforme regla-
mentario, salvo en los casos previstos en el artículo 52.3 de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de
marzo.

Decreto 114/2005, de 17 de junio, del Consell de la Generalitat, regulador del sistema de homo-
geneización y homologación de la uniformidad de la Policía Local de la Comunidad Valenciana.

Artículo 4. Uso del uniforme.

1.  Todos los miembros de los servicios de Policía Local están obligados a hacer uso del uniforme,
que tan sólo podrá ser utilizado para el cumplimiento del servicio.

2.  La prestación del servicio sin el uniforme reglamentario se realizará previa autorización del
Alcalde, en los términos previstos en la legislación vigente.

Del contenido de la legislación básica mencionada, se puede deducir lo siguiente:

La L.O. 2/1986 deja patente claro que las Policías Locales podrán contar con autorización para
prestar servicio de paisano, con carácter excepcional, cuando así lo estime la Junta Local de Segu-
ridad y, siempre, con la autorización última de la Subdelegación de Gobierno.

La legislación autonómica citada indica que la prestación de Servicio de paisano será autorizado
por el Alcalde de cada municipio, no obstante añade la siguiente premisa: “en los términos previstos
en la legislación vigente”. Es decir, esta legislación autonómica se apoya en la L.O. 2/1986, para
aclarar que la intervención del Alcalde habrá de sujetarse, finalmente, a lo que indica el art. 52.3
de esa Ley.

•  Aunque pudiera parecer que lo indicado es claro, existen diversas sentencias judiciales de algu-
nos tribunales de lo contencioso–administrativo, que dan la razón a los municipios y desauto-
rizan a la Abogacía del Estado al indicar que los Alcaldes son autoridades que pueden autorizar
a los policías locales de su municipio para prestar servicio de paisano, sin la intervención de la
Delegación o Subdelegación del Gobierno.

Pag - 226
M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

4. INSTRUCCIONES DE DILIGENCIAS
JUDICIALES Y ACTAS
La labor que desarrollan los agentes de policía en materia penal, ha de tramitarse a la Autoridad Ju-
dicial competente a través de la documentación normalizada en un Atestado. Dicha documentación
se estructura en forma de “diligencias”.

Las exposiciones contenidas en un atestado deben recoger hechos objetivos que se hayan pro-
ducido, sin realizar valoraciones o calificaciones jurídicas y evitando plasmar criterios subjetivos o
cuestiones irrelevantes para el proceso penal.

4.1. Contenido
En la diligencia que corresponda, se hará constar de la forma más amplia y completa, los datos per-
sonales y otros de interés de los denunciantes, testigos, victimas o denunciados.

Las diligencias que conformen el atestado han de plasmarse cronológicamente, con expresión pre-
via de su contenido, e indicación de su resultado.

En el atestado se hará constar la identificación de los funcionarios que actúan como instructor,
secretario, etc.

Ha de especificarse de manera clara y concreta la actuación policial llevada a cabo, sin la utilización
de conceptos genéricos o no fundamentados.

Cuando se realice una detención, los funcionarios que las practiquen, deberán informar de manera
inmediata, y de modo que le sea comprensible a la persona implicada, de los hechos que se le impu-
tan, de las razones de su privación de libertad y de los derechos que le asisten.

Cuando sea conveniente, o se trate de investigaciones complejas, el atestado deberá completarse


con una diligencia de informe, que debe dar un conocimiento general de las investigaciones reali-
zadas.

Normalmente, la confección de un atestado policial recae en un equipo instructor, instructor y se-


cretario, siendo imprescindible para la confección del mismo, el instructor.

4.2. Formato
Márgenes.

En la cara anterior del folio serán amplios en su parte izquierda. Y, en su cara posterior -si se usa- se
invertirán, de forma que coincidan superpuestas las zonas escritas de ambas caras.

Errores.

Si los hubiera, en ningún caso se admitirán tachaduras. Lo que procede es acotar entre paréntesis
las expresión incorrecta y escribir a continuación, el término “DIGO” en mayúsculas y entre comas,

Pag - 227
M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

para continuar con la expresión correcta (cuestión actualmente prácticamente en desuso debido a
los avances informáticos).

Espaciado.

El atestado se realizará a un espacio, evitando así que exista separación entre renglones. Aquellos
renglones o líneas que no lleguen al final del margen izquierdo serán cubiertos con guiones hasta
complementarlos.

Sellos y firmas.

Todos los folios que integran el atestado, han de llevar en su cara anterior el sello de la dependencia
que trámite el atestado y la rúbrica del secretario. Ambos elementos Irán situados en el margen
izquierdo.

El instructor firmará en las comparecencias de los agentes, en las actas de declaración de detenidos
o de particulares, y en las actas que se formalicen cualquiera que sea su clase.

El lugar donde se recoge la firma del instructor es la parte inferior izquierda inmediatamente situada
en la finalización del texto.

El secretario firmará en todas las diligencias que integren el atestado, incluida las actas, porque
todas van avaladas, redactadas y escritas por él, lo que certifica una a una todas ellas. Su firma ira
centrada en el texto al lado derecho de la del instructor.

Las demás personas, declarantes, testigos, comparecientes, abogados, etc, firmarán lo que a cada
uno le corresponda, e irán situadas al lado derecho del secretario.

5. ANEXOS
A continuación se muestran algunos ejemplos de la documentación.

Pag - 228
M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

5.1. Portada del Atestado

Pag - 229
M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

5.2. Diligencia de conocimiento y exposición de hechos


DILIGENCIA DE CONOCIMIENTO, EXPOSICIÓN DE HECHOS Y PRÁCTICA DE GESTIONES INICIALES

Logo Policial
Nº Registro de Salida:

N° Diligencias: Policial Local de……..

En , en las Dependencias de la Policía Local, siendo las horas del día de del 2
se instruye la presente Diligencia por los Funcionarios del mismo Cuerpo con números
profesionales «INTRUCTOR» y «SECRETARIO» actuando como Instructor y Secretario
respectivamente, los cuales:

PRESENTAN EN CALIDAD DE DETENIDO:

A quien acredita ser y llamarse «NOMBRE_AGRESOR», titular del D.N.I. nº «DNI_AGRESOR»,


nacido en «LUGAR_DE_NACIMIENTO_AGRESOR», el «FECHA_NACIMIENTO_AGRESOR», hijo de
«PADRE_AGRESOR» y de «MADRE_AGRESOR», con domicilio en provincia de , en la calle
«DOMICILIO_AGRESOR», con número de teléfono «TFNO_AGRESOR».-

HACEN ENTREGA:

MANIFIESTAN:

Que siendo las horas del día de la fecha

Que no tienen nada más que manifestar, firmando la presente una vez leída y en prueba de
conformidad junto al Instructor de lo que como Secretario CERTIFICO.

5.3. Diligencia de reportaje fotográfico en el lugar de los hechos


DILIGENCIA DE INFORME FOTOGRÁFICO DEL LUGAR DE LOS HECHOS

Logo Policial
Nº Registro de Salida:

N° Diligencias: Policial Local de……..

En-------, en las Dependencias de la Policía Local, siendo las-------horas del día---- de de 2----
- se instruye la presente Diligencia por los Funcionarios del mismo Cuerpo con números
profesionales----- y ----- con indicativo--------quienes tras personarse en el lugar de los hechos y
como primeras diligencias, realizan informe fotográfico en el mismo, el cual consta de-------
fotografías en color y--------folios impresos a una sola cara adjuntándose a las presentes
mediante acta de informe fotográfico.

LOS AGENTES

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M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

5.4. Diligencia de incautación de armas


DILIGENCIA DE INCAUTACIÓN DE ARMAS

Logo Policial
Nº Registro de Salida:

N° Diligencias: Policial Local de……..

En----------, en las Dependencias de la Policía Local, siendo las-------horas del día de-----de 2
------ se instruye la presente diligencia por los funcionarios del mismo Cuerpo con números
profesionales------ y -------quienes teniendo conocimiento a través de-------de la existencia de
arma/s de fuego en posesión del denunciado D.---------, se procede a la incautación del arma
del calibre-------, de la marca--------modelo-------con número de serie---------a cual se
encontraba en------------, quedando depositada en las dependencias de la Guardia Civil
intervención de armas de --------- a disposición del Juzgado de Guardia.

Hacer constar que el denunciado es titular de la correspondiente Licencia de armas, por lo


cual se procede a dar cuenta de los hechos a la Inspección de Armas de la Guardia Civil de esta
ciudad, por si hubiere lugar a la apertura del correspondiente expediente administrativo
sancionador.

Que el poseedor del arma es informado del contenido de la presente quedando éste
plenamente enterado.

LOS INSTRUCTORES

5.5. Diligencia de remisión y entrega en Policía Nacional o Guardia Civil


DILIGENCIA DE REMISIÓN Y ENTREGA

Logo Policial
Nº Registro de Salida:

N° Diligencias: Policial Local de……..

En------, en las Dependencias de la Policía Local, siendo las------horas del día-----de------ de 2----
se instruye la presente por los funcionarios del mismo Cuerpo con números profesionales-----
y ----- quienes dan por concluidas las presentes diligencias a prevención a la hora reseñada,
las cuales constan de ------- folio/s escrito/s a una sola cara ,traspasándose acto seguido a la
Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para su continuación y curso, adjuntándose a las
mismas lo siguiente:

DETENIDOS: D:

DOCUMENTOS:

Parte facultativo de la víctima.

Parte facultativo de los agentes.

Parte facultativo del detenido.

Solicitud de orden de protección.

Copia de auto nº----- de fecha------, dictado por el Juzgado de Instrucción nº

Otros:

EFECTOS, INSTRUMENTOS O PRUEBAS DEL DELITO:

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M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

5.6. Actas

ACTA POR MICCIONAR EN LA VIA PÚBLICA

POLICIA LOCAl: …………

Logo policial Nº REGISTRO:…………..

ASUNTO: DENUNCIA POR MICCIONAR EN LA VIA PUBLICA


DATOS GENERALES
FECHA: HORA: AGENTES INDICATIVO
LUGAR:

DATOS DE LA PERSONA DENUNCIADA


NOMBRE Y APELLIDOS:
DNI: DOMICILIO:
LOCALIDAD: PROVINCIA:
NATURAL DE: NACIDO EL: HIJO DE:
TELEFONO: IDENTIFICADO MEDIANTE:

HECHOS DENUNCIADOS
Que el día y hora arriba indicadas, los Agentes que suscriben la presente acta,
realizando servicio de vigilancia y prevención, observan al arriba filiado, de
forma clara y visible y sin ningún género de dudas, mocionando en la vía
pública. Por tal motivo se procede a su identificación y a informarle que tales
hechos constituyen una infracción a la ORDENANZA MUNICIPAL DE
LIMPIEZA EN SU ARTICULO XX y por tal motivo se extiende la presente
denuncia, la cual deberá ser remitida al órgano competente para el inicio del
expediente sancionador que corresponda.

OBSERVACIONES

Lo que le traslado a Vd. Para su debido conocimiento y consideraciones que


estime oportunas.

LOS AGENTES

6. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Los conceptos básicos de esta Unidad Didáctica, están encaminados a tratar de determinar los
supuestos en que los miembros de los Cuerpos de la Policía Local, pueden desarrollar su servicio
prescindiendo de la utilización del uniforme reglamentario.

•  Las labores que vienen siendo autorizadas por la Autoridad Gubernativa para realizar estos ser-
vicios de paisano, vienen refiriéndose a actividades de Policía Administrativa, a intervenciones en
temas de violencia de género y menores y, excepcionalmente, en servicios realizados por policías
locales que puedan formar parte de alguna unidad de Policía Judicial.

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M5 // TA // UNIDAD DIDACTICA N.1 | TEORIA Y LEGISLACIÓN APLICADA

•  La controversia surge sobre quién puede autorizar que los miembros de la Policía Local puedan
prestar su servicio de paisano: si lo pueden realizar los Alcaldes o, indefectiblemente, sólo lo han
de hacer las Autoridades Gubernativas, como Delegados o Subdelegados del Gobierno. A la luz de
la legislación vigente, y al dictamen de un cierto número de jueces y tribunales en sus sentencias,
por el momento, es esta última autoridad la que –al parecer- ha de determinar dicha autorización.

•  Otro momento importante de la intervención policial es la instrucción de diligencias penales. El


policía debe conocer cuál es la secuencia de diligencias que deben componer el atestado que se
dirigirá a la Autoridad Judicial. Asimismo, debe dominar la técnica de redacción y saber cuál es el
contenido apropiado en este tipo de documentación jurídico–policial.

7. LECTURAS RECOMENDADAS
•  GARCÍA ALONSO, D. (2014). Manual de intervención policial. Madrid: Net Pol pólice security.

•  Sentencia 283/2011. Juzgado de lo Contencioso–Administrativo nº 3 de La Coruña.

•  <http://www.poderjudicial.es/search/indexAN.jsp> [ROJ: STSJ GAL 4567/2012 - ECLI: ES: TSJGAL:


2012:4567 26/04/2012].

•  Sentencia Recurso nº 76/2006. Tribunal Superior de Justicia de Castilla–León. Sala de lo Conten-


cioso (Valladolid). <http://www.belt.es/jurisprudencia/anterior/seg_pub_y_prot_civil/seg_pub/
pdf/260906-STSJCastillayLe%C3%B3n-normas-marco-PL.pdf > [Consulta: 12-09-2017].

8. BIBLIOGRAFÍA
•  Comunidad Valenciana. Decreto 19/2003, de 4 de marzo, del Consell de la Generalitat, por el que
se regula la Norma-Marco sobre Estructura, Organización y Funcionamiento de los Cuerpos de
Policía Local de la Comunidad Valenciana. DOCV 07 de marzo de 2003, nº 4455.

•  Comunidad Valenciana. Decreto 114/2005, de 17 de junio, del Consell de la Generalitat, regulador


del sistema de homogeneización y homologación de la uniformidad de la Policía Local de la Comu-
nidad Valenciana. DOCV 24 de junio de 2005, nº 5035.

•  España. Constitución Española (1979). BOE 29 de diciembre de 1978, nº 311, p. 29313 a 29424.

•  España. Real Decreto de 14 de septiembre de 1882 por el que se aprueba la Ley de Enjuiciamien-
to Criminal. BOE de 17 de septiembre de 1882, nº 260.

•  España. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. BOE 14 de


marzo de 1986, nº 63, p. páginas 9604 a 9616.

•  MARTÍN ANCÍN, F. et al. (2011). Metodología del atestado policial, aspectos procesales y jurispru-
denciales. Madrid: Tecnos.

Pag - 233
PR
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2

VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS
Y SEGUIMIENTOS

2
1. RESUMEN

2. L A VIGILANCIA

2.1. T
 IPOS DE VIGILANCIA

2.2. O
 BJETIVOS DE LA VIGILANCIA ENCUBIERTA

2.3. MÉTODOS DE VIGILANCIA

2.4. I NFORMACIÓN PREVIA

2.5. MÉTODOS DIFERENTES DE VIGILANCIA

3S
 EGUIMIENTOS A PIE

3.1. G
 ENERALIDADES

3.2. SUGERENCIAS PARA EL SEGUIMIENTO A PIE

3.3. T
 ÁCTICAS DE SEGUIMIENTOS A PIE

4. V IGILANCIA MÓVIL EN VEHÍCULO

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

1. RESUMEN
La vigilancia encubierta es un medio de reunir pruebas e información. Puede proporcionar al inves-
tigador información vital cuando otras vías han fracasado. Por lo tanto, la planificación cuidadosa y
la preparación deben tener prioridad antes de comenzar la vigilancia a la ligera.

Los seguimientos son las acciones que se ejecutan para controlar los movimientos de las personas
o elementos a fin de descubrir lugares, movimientos o contactos que realice un objetivo.

Las máximas a tener en cuenta en las operaciones de vigilancia son: adecuado planeamiento, gran
paciencia, máxima discreción, continuidad hasta llegar al objetivo, y mucha imaginación e iniciativa
para actuar ante imprevistos.

Todos en el equipo de vigilancia tienen un papel importante que jugar, no sólo la persona que está
realmente viendo la actividad. Él, o ella, son los ojos y oídos de la vigilancia, y deben ser capaces de
ser los ojos del equipo.

Cuanto más precisa sea la descripción, mejores serán las evidencias y las respuestas por parte del
equipo en su conjunto. El factor más importante para cualquier equipo de vigilancia son las comuni-
caciones. La comunicación entre los miembros del equipo debe de ser fluida. En cuanto a los equipos
de vigilancia se refiere, sus aparatos de radio son probablemente el activo más importante que va a
tener, además de sus medios de obtención de imágenes.

2. LA VIGILANCIA
La palabra vigilancia procede del latín “vigilare” que significa observar constante y atentamente, su-
pervisar minuciosamente. En operaciones de inteligencia se entiende por vigilancia la observación
secreta o discreta de personas, lugares, instalaciones u objetos a fin de obtener la máxima cantidad
de información posible de forma veraz y detallada.

La vigilancia es un proceso sistemático que requiere de paciencia y tiempo que puede suponer, des-
de días hasta meses para obtener los resultados deseados. Las vigilancias no son la única forma de
obtener información, lo ideal es complementarlas con otras técnicas investigativas.

2.1. Tipos de vigilancia


•  Vigilancia manifiesta.

Vigilancia manifiesta, o abierta, es una observación abierta en la que deliberadamente obser-


vamos el objetivo sabe que se está llevando a cabo una vigilancia. Este tipo de vigilancia no se
lleva a cabo a menudo, y normalmente actúa como un disuasivo para evidenciar la actividad de
seguridad.

•  Vigilancia encubierta

Es la vigilancia donde el objetivo no es consciente de nuestra presencia o actividades. Se trata de


intentar pasar totalmente inadvertido, no sólo por el objetivo, sino también por cualquier otra per-

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

sona. Muchas veces, las terceras personas ajenas a toda la actividad, son las que hacen que fracase
la misión de vigilancia.

2.2. Objetivos de la vigilancia encubierta


Los principales objetivos de la vigilancia encubierta son los siguientes:

•  Obtener pruebas de un delito.

•  Obtener información sobre personas u organizaciones, a fin de tomar medidas que permitan evi-
tar un delito.

•  Localizar a una determinada persona.

•  Obtener información sobre las costumbres, lugar de residencia, lugar de trabajo o de ocio de un
delincuente o sus cómplices.

•  Obtener imágenes fotográficas de la comisión de una falta o delito a fin de aportarlas como prue-
bas ante la autoridad competente.

•  Precisar o desvirtuar información.

•  Complementar información obtenida por otra fuente.

•  Proteger de manera discreta a una persona o instalación.

•  Investigar la naturaleza de las actividades que se desarrollan en un lugar específico, identificando


a las personas que las realizan y estableciendo la relación que entre ellas se tengan.

•  Convertirse en medida disuasiva para evitar la comisión de posibles delitos u observar reacción
del sujeto.

•  Demostrar la flagrancia de un delito.

2.3. Métodos de vigilancia


La vigilancia puede llevarse a cabo de diversas maneras, pero se dividen principalmente en cinco
grupos:

•  Vigilancia a pie.

•  Vigilancia en vehículo.

•  Vigilancia Estática.

•  Vigilancia Técnica.

•  Vigilancia combinada.

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

Cada método puede llevarse a cabo por separado, o en combinación con otros. Independientemente
del que se utilice para la vigilancia, todos se basan en gran medida en el trabajo en equipo. En todo
caso, la vigilancia no debería ser realizada por una sola persona. Es conveniente que sea realizada en
equipo, porque la realizada por una sola persona tiene muchos riesgos, y en los casos de objetivos
preparados para ello, es muy fácil de detectar.

Para evitar ser visto hay que mantener las distancias, pero al hacer esto hay riesgo de perder la vista
del blanco y también el riesgo de perder contacto completo. Como se ha dicho, la vigilancia individual
no es en absoluto recomendable.

Aun así, debe entrenarse esta posibilidad, porque en ocasiones es necesario realizarla al quedarse
alguien aislado del resto del equipo.

2.4. Información previa


Antes de realizar ninguna operación de vigilancia es necesario poder disponer de la máxima canti-
dad de información acerca del objetivo. Sobre todo, hay que centrarse en las zonas que frecuente
tales como: hogar, trabajo, ocio… Hoy en día, y gracias a Internet, se pueden realizar estudios pre-
vios -sobre el plano- de todas estas zonas, pero se debe comprobar en el terreno que todo lo que
se ha visto en la red, verdaderamente coincide con la realidad.

Igualmente, si ya se dispone de información de la zona de trabajo, se debe contrastar la misma


porque puede haber variado sustancialmente.

Las zonas de interés son:

•  Ambiente de la zona de trabajo.

•  Tipos de calles/avenidas, sentido de las mismas, iluminación, zonas de aparcamiento.

•  Cámaras de seguridad que hay en la zona (bancos, cámaras tráfico, joyería) que, en algún mo-
mento, pueden llegar a servir, o –a veces- pueden llegar a dificultar el trabajo.

•  Zonas de concentración de personas (colegios, centros comerciales…).

•  Todo aquello que pueda influir -de alguna forma- en el despliegue del personal, ya sea vehículos,
o gente a pie.

2.5. Métodos diferentes de vigilancia


•  Vigilancia de pie (móvil).

La mayoría de la información, e inteligencia, se obtiene mientras se vigila el objetivo a pie. Una vigi-
lancia móvil en vehículo, sólo suele suponer un modo de transporte del objetivo para ir de un punto
A, a otro B. No siempre hay que esperar el objetivo se limite a conducir su coche, hay que estar
preparado para tomar un autobús, tren, taxi o incluso una bicicleta.

En este aspecto, hay dos razones principales por las que un agente se puede ver comprometido:

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

•  Múltiples avistamientos por el objetivo.

•  Comportamiento inusual.

•  Las dos, combinadas, sin duda llamarán la atención. Por lo tanto, es esencial que la vigilancia a pie
se lleve a cabo por un equipo (más de un operador).

Un elemento esencial en la vigilancia móvil es la comunicación. Las comunicaciones son vitales


para el éxito de un sistema de vigilancia móvil. Los agentes móviles de vigilancia deben ser ca-
paces de observar el objetivo, ofrecer referencias claras sobre el terreno, trasladarse, y registrar
la información, de forma simultánea. Y eso, a la vez que se desarrolla una conducción segura.

El vigilante debe ser flexible, y estar preparado para situaciones en constante cambio. Como, por
ejemplo, un objetivo que deja su vehículo para continuar a pie, en transporte público, o se reúne con
otras personas.

•  Vigilancia en vehículo (móvil).

Como se ha dicho anteriormente, en la vigilancia a pie, cuando el traslado es en vehículo, no es


conveniente realizar la vigilancia con solo vehículo. Aquí es donde las comunicaciones tienen su
verdadera razón de ser, y una buena coordinación de los operadores es fundamental.

•  Vigilancia estática.

Vigilancia estática es aquella donde el operador que realiza la misma se encuentran en una po-
sición fija, desde donde puede mantener la observación, tal como: un vehículo en marcha, un
edificio, un seto, un vehículo de vigilancia, o incluso mientras se traslada a pie. Esos puestos de
observación estáticos, lo pueden ser a largo o a corto plazo. Y pueden dividirse en otros dos gru-
pos: urbanos y rurales.

Los puestos de observación estáticos se utilizan cuando el objetivo llega a su área de observación y,
por tanto, se le espera a su llegada para ser fotografiado. También se utilizan como una plataforma
para informar a otros operadores móviles que el objetivo está comenzando a moverse, o llegando a
algún lugar, como a su domicilio, o a la oficina.

•  Vigilancia técnica (electrónica):

Este tipo de vigilancia puede ser realizada a través de:

•  Micrófonos ocultos.

•  Sistemas de intervención telefónica.

•  Obtención de imágenes.

•  Colocación de balizas.

•  Interceptaciones de comunicaciones por la red.

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

3 SEGUIMIENTOS A PIE
3.1. Generalidades
La mayor cantidad de información se obtiene cuando estamos desplegados a pie. Sin embargo, una
vigilancia a pie llevada a cabo individualmente puede ser arriesgada, por lo que se recomienda un
mínimo de dos operadores, si bien lo ideal es que el equipo de a pie sea de, al menos, tres personas.
Y es esencial tener una buena comunicación con el resto del equipo.

3.2. Sugerencias para el seguimiento a pie


En el seguimiento a pie, es necesario recordar una serie de recomendaciones:

•  Evitar mirar directamente a los ojos o cara del sujeto.

•  Utilizar una vestimenta y unos accesorios que no llamen la atención.

•  Mantener la paciencia.

•  Evitar dar señales de nerviosismo, como caminar de un lado a otro durante una espera o vigilancia
estática.

•  En caso de ser descubierto evitar dirigirse, de inmediato, a un lugar relacionado con el que lleva a
cabo la vigilancia.

•  Evitar la tendencia natural de sentirse descubierto cuando alguien en particular, o el sujeto vigi-
lado, mira al observador.

•  En caso de perder al sujeto de vista, no se angustiarse y buscarlo en los alrededores.

•  En una calle muy transitada, seguir al sujeto desde más cerca, y en calles menos congestionadas,
mantener una mayor distancia.

•  En caso de que el sujeto observe al vigilante, adoptar una actitud natural (como mirar un escaparate,
encender un cigarrillo, preguntar algo a un transeúnte, etc.). No hay que actuar nerviosamente.

•  Mezclarse con la gente de la calle. Aprovechar paradas de bus, cruces peatonales, colas, etc...

3.3. Tácticas de seguimientos a pie


Los movimientos a pie en equipos de tres personas se basan en los procedimientos siguientes:

•  En la fase de recogida:

El puesto inicial de observación debe estar en una posición lo suficientemente cerca para identificar
el objetivo, pero lo suficientemente lejos para no ser visto.

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

Tener en cuenta que pueden producirse de largos períodos de silencio en las comunicaciones. Si
nada se escucha, los operadores empiezan a perder la confianza y pensar que algo ha ido mal.

En el objetivo se ponga en marcha, dar su descripción para que de esa forma todo el equipo tenga
una visión de cómo es.

Dos operadores del equipo se despliegan a izquierda y derecha del objetivo para aumentar las opor-
tunidades de no perderlo.

•  Fase de seguimiento:

Seguimiento con un sólo Agente.

Como se ha comentado anteriormente el seguimiento realizado por una sola persona es extrema-
damente complicado si se quiere pasar desapercibido, porque se depende -en gran medida- del
entorno y del resto de personas que interactúan en él.

Si la zona no es muy poblada seguir al sujeto desde la otra acera, pero teniendo en cuenta qué tipo
de acera es (si hay vehículos aparcados, si da el sol, etc...).

Si la zona está densamente poblada, tendrá que seguirse al sujeto más de cerca. Pero ello aumenta
las posibilidades de ser descubierto y quedar en evidenciado.

Cuando el sujeto doble una esquina, no doblarla de forma cercana a ella, para evitar que el sujeto se
encuentre de cara con el vigilante si se vuelve, o se detiene repentinamente.

Seguimiento con dos Agentes.

Emplear dos vigilantes facilita el trabajo y minimiza la posibilidad de ser descubiertos.

En calles poco concurridas un vigilante sigue al sujeto desde cerca por la acera de enfrente o para-
lela, el otro por la misma acera del sujeto pero a mayor distancia.

Para evitar quedar en evidencia se intercambiarán las posiciones con alguna frecuencia.

Seguimiento con tres Agentes.

Tan pronto como sea posible, el equipo de vigilancia adoptará una posición como se ilustra en el
siguiente diagrama. (Ilustración UD-II nº 01).

El operador “A” se posiciona detrás del objetivo a una distancia segura, dependiendo de la zona y la
cantidad de personas (cuanta más gente haya en la calle, más cerca estará).

“B” y “C” no es necesario que siempre vean al objetivo.

Dependiendo de la cobertura que proporcione el terreno se podrá variar la formación pasando a ir


todos en hilera.

El equipo de vigilancia pie requiere movilidad y cambio frecuente de los operadores con el fin de
evitar ser siempre el mismo el que va detrás del objetivo.

Lo más normal es que la formación vaya variando constantemente, lo cual conlleva que hay que
tener presente en todo momento la situación del resto del equipo.

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

Puede darse el caso en que el objetivo realice una contramarcha, y vuelva sobre sus pasos. En este
caso “A” seguirá la marcha sobrepasando al objetivo tratando de no mirarle y taparse la cara discre-
tamente y “B” será quien continúe con el objetivo.

“C” irá dando apoyo desde su lugar en la otra esquina.

La utilización del teléfono móvil durante el seguimiento debe de ser razonable y controlada. Si se
utiliza, nunca hacerlo mirando al objetivo.

Evitar el contacto visual con el objetivo.

Si el objetivo se acerca, nunca actuar como sorprendido, y actuar con naturalidad.

Tener en cuenta que los escaparates reflejan las actividades de la gente del otro lado de la calle.

Asegurarse que el teléfono móvil está en modo silencio.

Hay varias ocasiones en las que normalmente se realiza un relevo entre los elementos del equipo
de vigilancia:

•  Cuando se piensa que se ha podido llamar la atención en alguna ocasión.

•  Cuando el objetivo cambia de dirección.

•  Cuando el sujeto se detiene y luego se mueve de nuevo.

•  Cuando se llegue a una esquina ciega, abrirse para poder observar mejor, y advertir al resto del
equipo de lo que nos vamos puede encontrar.

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

4. VIGILANCIA MÓVIL EN VEHÍCULO


La vigilancia móvil en vehículo es probablemente uno de los tipos más difíciles de vigilancia para
llevar a cabo, ya que hay muchos factores que están en contra: el objetivo tiene que ser seguido sin
que se aperciba de ello y, al mismo tiempo, se debe de mantener la comunicación comunicarse con
los otros miembros del equipo de vigilancia, conducir, fotografiar y no perder de vista las posibles
futuras intenciones del objetivo vigilado.

Hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

•  Una vigilancia móvil no debe ser una persecución: neo se debe conducir a velocidad excesiva,
hacer chirriar los frenos, o conducir de forma brusca.

•  No mantener la misma velocidad que el objetivo.

•  No marcar las intenciones de dirección con los intermitentes.

•  No ir siempre por el mismo carril que el objetivo a menos que se necesite para realizar los giros.

El principal error cometido durante los seguimientos en vehículo es que no se preste la suficiente
atención al entorno, debido a que nos focalizamos en el objetivo.

El sitio para ubicar el vehículo seguidor es de 50m. atrás, y al lado derecho del vehículo objetivo,
ya que la mayoría de conductores no prestan mucha atención al espejo derecho quedando de esta
forma en un ángulo muerto de observación. Pero si el vehículo es de carga los conductores de estos
vehículos prestan mayor atención a los espejos laterales y menos al espejo central.

Los componentes del equipo deben analizar si el ocupante del vehículo objetivo toma siempre la
misma ruta, o no es nada rutinario en sus desplazamientos, lo cual permitirá mejores oportunidades
para efectuar el seguimiento. En estos casos, el vehículo seguidor podrá ubicarse más adelante del
lugar donde inicie el recorrido el vehículo objetivo.

Si se circula en carretera, tratar de no estar constantemente a la vista de los espejos retrovisores


del objetivo. Utilizar las condiciones del itinerario y las curvas con el fin de que el objetivo no tenga
a la vista al vehículo perseguidor. Para el resto del equipo, no circular a la misma distancia siempre,
puesto que puede hacer que el convoy parezca una formación.

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M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  La planificación de las actuaciones está encaminada a impulsar la capacidad para camuflarse en
un entorno determinado sin levantar ningún tipo de sospecha y, así, propiciar las pruebas necesa-
rias para aportar las posibles correspondientes diligencias por comisión de delito.

•  Es importante la paciencia para permanecer el tiempo necesario en un punto de observación, que


puede ser de horas o días en una posición de observación hasta la consecución de la información
necesaria.

•  Los procedimientos reseñados, son utilizados por las unidades de Protección de Autoridades (Es-
coltas) cuando realizan servicios específicos de vigilancia y contravigilancia, tanto para la detec-
ción de posibles riesgos en los puntos estáticos, como en los desplazamientos.

•  Para realizar una buena protección se debe contar con unas buenas y experimentadas unidades
de información y contravigilancia.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  TVE. Programa España Directo, Policía Local de Sevilla de paisano, contra los carteristas. < http://
www.rtve.es/alacarta/videos/espana-directo/espana-directo-caza-del-pensionista/1125511>
[Consulta: 0509-2017].

•  YouTube. “Vuysu Amfasi” The Assassination of Mahmoud Al Mabhouh In Dubai.

•  <https://www.youtube.com/watch?v=7d9KDysPbZ0 > [Consulta: 11-09-2017].

•  YouTube. “Al Jazeera English” Inside Story - Who killed Mabhouh?

•  <https://www.youtube.com/watch?v=pMnLgV-6cJE> [Consulta: 09-09-2017].

Pag - 244
M5 // PR // UNIDAD DIDACTICA N. 2 | VIGILANCIAS CONTRAVIGILANCIAS Y SEGUIMIENTOS

•  YouTube. “Jewish” Despues de Munich 72 - Septiembre Negro, el Mossad y la CIA - Conflicto pales-
tino-israel. < https://www.youtube.com/watch?v=ec5Yw-lljLg > [Consulta: 06-09-2017].

7. BIBLIOGRAFÍA
•  ALBORNOZ BERNAL, J. E. (2008) Manual de Inteligencia en la seguridad privada. CPP. Colombia:
Seguridad y Defensa.

•  JENKIN, P. (2003) Advanced Surveillance. The Complete Manual of Surveillance Training. (Inglés) Kei-
ghley, Reino Unido: Intel.

Pag - 245
PR
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3

PROTECCIÓN
DE AUTORIDADES

3
1. RESUMEN 9.2. NEUTRALIZACIÓN
2. C
 ARACTERÍSTICAS DE UN ESCOLTA Y SUS MEDIOS 9.3. E
 VACUACIÓN
2.1. M
 ATERIAL A EMPLEAR POR UN ESCOLTA 10. GENERALIDADES DEL MOVIMIENTO A PIE
2.2. M
 EDIOS DE COMUNICACIÓN ENTRE 11. PROTECCIÓN EN INTERIOR DE EDIFICIOS (NO
ESCOLTAS DOMICILIO VIP)
3. PROTECCIÓN INTEGRAL 11.1. P
 ROTECCIÓN EN ESCALERAS
3.1. T
 EORÍA ESFÉRICA DE LA SEGURIDAD 11.2. P
 ROTECCIÓN EN ASCENSORES
3.2. T EORÍA DE LOS CÍRCULOS CONCÉNTRICOS 12. PROTECCIÓN EN LÍNEAS DE RECIBIMIENTO
4. PUESTOS DE SEGURIDAD 13. P
 ROTECCIÓN EN LA EVACUACIÓN
4.1. PUESTO DE VIGILANCIA 14. L A AVANZADA
4.2. PUESTO DE REVISIÓN Y CONTROL 15. R
 EQUISA
4.3. P
 UESTO ESPECIAL DE SEGURIDAD 15.1. R
 EQUISA DE UNA HABITACIÓN
5. M
 OVIMIENTOS FORMALES 16. T
 ÉCNICASDE SEGURIDAD EN VEHÍCULOS
5.1. M
 OVIMIENTO FORMAL PROTOCOLARIO 16. 1. C ARACTERÍSTICAS DEL VEHÍCULO
5.2. M
 OVIMIENTO FORMAL RUTINARIO 16.2. C ARACTERÍSTICAS DEL CONDUCTOR
6. M
 OVIMIENTO INFORMAL 16.3. F
 ACTORES QUE CONDICIONAN LA
7. E STUDIO DEL ENTORNO DE LA PERSONALIDAD CONDUCCIÓN
7.1. E
 STUDIO DE LA CIUDAD 16.4. C
 ÁPSULA DE SEGURIDAD SOBRE
7.2. RECONOCIMIENTO DE LA ZONA VEHÍCULOS

7.3. RECONOCIMIENTO DE LAS PROXIMIDADES: 16.5. T


 IPOS DE CONDUCCIÓN

7.4. RECONOCIMIENTO DE ITINERARIOS 16.6. N


 ORMAS GENERALES DE SEGURIDAD EN
VEHÍCULOS
7.5. SEGURIDAD MÁXIMA EN LOS ITINERARIOS
17. C ARAVANAS
7.6. D
 ETERMINAR LOS PUNTOS URBANOS DE
PELIGRO: 17.1. C ARAVANA FORMAL

7.7. E
 STUDIO POR TRAMOS: 17.2. C ARAVANA INFORMAL

7.8. E
 STUDIO SOBRE EL TRÁFICO 18. I TINERARIOS

7.9. E STUDIO DE LOS CRUCES 18.1. I TINERARIO PRINCIPAL

7.10. L UGARES DE SEGURIDAD PRÓXIMOS 18.2. I TINERARIO ALTERNATIVO

7.11. PUNTOS DE ASISTENCIA 18.3. I TINERARIO DE EVACUACIÓN

7.12. INFORMACIÓN SOBRE LA ZONA: 18.4. I TINERARIO DE FUGA

8. T
 ÉCNICAS DE PROTECCIÓN EN MOVIMIENTOS 19. F
 UNCIONES ESPECIALES DEL VEHÍCULO DE ESCOLTA

8.1. L A CÁPSULA DE PROTECCIÓN 20. R


 EACCIÓN ANTE ATAQUES

8.2. COMPOSICIÓN Y POSICIONES 21. C


 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

9. A
 CTUACIÓN ANTE UN ATENTADO A PIE 22. L ECTURAS RECOMENDADAS

9.1. AVISO DE ATAQUE 23. B


 IBLIOGRAFÍA
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1. RESUMEN
Una de las funciones que asigna el artículo 53 de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuer-
zas y Cuerpos de Seguridad, a los Cuerpos de Policía Local es la protección de autoridades muni-
cipales y, es por ello, necesario conocer los procedimientos básicos de protección de autoridades.

Hoy en día, hay ciudades en donde los miembros de la policía local disponen de una unidad especia-
lizada en labores de escolta y, no cabe duda, que para poder realizar este tipo de servicios se necesi-
ta una formación mucho más específica de la que en esta unidad didáctica se expone. Además, esta
formación debe ser continua en procedimientos, defensa personal, tiro, información, vigilancia, etc...

En esta unidad se abordan unos aspectos básicos para que un agente, en un determinado momen-
to, pueda realizar una labor de protección con unas garantías aceptables. Para conseguir este obje-
tivo, debe conocer cómo ofrecer seguridad principalmente en los desplazamientos, ya sean a pie o
en vehículo, y desarrollar las medidas preventivas y de reacción que se deben adoptar en este tipo
de servicios y situaciones. Además, el Agente debe de complementar esta disciplina con una serie
de ejercicios prácticos que le permita una mejor asimilación de la materia.

2. CARACTERÍSTICAS
DE UN ESCOLTA Y SUS MEDIOS
El escolta debe estar mentalizado para el ataque con un arma de fuego.

Su dedicación debe ser plena, con la máxima concentración en su servicio.

Su preparación, entonces, debe ser concienzuda y consistir en una parte práctica, otra teórica y una
tercera parte, perceptiva.

Como parte práctica, podemos considerar las siguientes habilidades: mantenimiento físico; entre-
namiento habitual en técnicas de defensa personal policial; prácticas constantes de tiro (aproxima-
damente unos 100 disparos semanales); entrenamiento en tácticas policiales; conducción ofensiva
– evasiva policial; capacidad para asunción de responsabilidades; poseer fortaleza y equilibrio men-
tal; dar una correcta imagen a los demás.

Como parte teórica, podemos citar la adquisición de los siguientes conocimientos: detección de
explosivos, primeros auxilios, medios técnicos disponibles, culturales y protocolarios.

Como cualidad perceptiva, podemos citar: la capacidad de relación con el entorno, la eficacia en la
observación, capacidad de rememoración y retentiva.

2.1. Material a emplear por un escolta


•  Prendas de vestir cómodas y acordes con la situación y el entorno.

•  Calzado antideslizante y cómodo.

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•  Corbatas fijadas con goma elástica o velcro.

•  Chaleco antibalas.

•  Armas semiautomáticas con gran capacidad de munición, colocadas de forma discreta y que per-
mitan una extracción rápida.

•  Gafas de sol o vista con montura y cristales orgánicos.

•  Kubotán Policial de defensa.

•  Spray defensivo de gel.

•  Navaja.

•  Bastón extensible corto.

•  Inhibidores de frecuencia.

•  Vehículos blindados.

•  Preservativos para taponar de forma aséptica heridas de bala evitando la hemorragia.

2.2. Medios de Comunicación entre Escoltas


•  Intercomunicadores adecuados.

•  Utilización del Código Fonético Internacional.

•  Utilización del lenguaje horario.

3. PROTECCIÓN INTEGRAL
La Protección Integral consiste en dotar de cobertura total y permanente al protegido, tanto en su
esfera personal como profesional. Las características de la protección integral, se basan en la com-
binación de la protección dinámica con la estática.

La protección se fundamenta en dos aspectos:

•  La prevención, entendiendo como tal al conjunto de actuaciones tendentes a evitar la posible


manifestación de un suceso que pueda producir daños personales o materiales.

•  La protección, como conjunto de actuaciones tendentes a neutralizar un suceso materializado


mediante una respuesta adecuada con medios humanos y técnicos.

Diseñar un sistema de protección integral, supone contemplar todos los riesgos y vulnerabilidades
que pueden incidir en las distintas áreas donde el protegido realiza sus actividades profesionales y
privadas, mediante la implantación de un conjunto de medidas (medios físicos, técnicos, humanos

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y organizativos), sumado a la coordinación y cohesión entre todas estas medidas, al objeto de ase-
gurar una cobertura total.

•  Protección Dinámica

Dispositivo de seguridad organizado para custodiar a una personalidad en sus desplazamientos, o


en el traslado de un objeto.

•  Protección Estática.

Dispositivo de seguridad organizado para custodiar un lugar fijo.

3.1. Teoría Esférica de la Seguridad


Consiste en abrir un espacio contenido en una esfera, cuyo centro sería la persona protegida. Según
esta teoría la planificación del dispositivo de protección se basa en tres planos: el aéreo, el superfi-
cial y el subterráneo.

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3.2. Teoría de los Círculos Concéntricos


La seguridad se establece en tres círculos concéntricos entorno a la figura del protegido, de manera
que cada uno de ellos realiza servicio de protección dentro de la esfera de su propio cometido.

Esta teoría junto a la teoría esférica, pretende servir de base en la planificación de una operación
dispositivo de seguridad integral.

4. PUESTOS DE SEGURIDAD
Se denomina puesto de seguridad a un área de responsabilidad a cargo de personal especializado,
para control de personas y cosas que en ellas se encuentren. Este puesto de seguridad ha de estar
establecido con arreglo y dentro de un plan integral de seguridad. Las diferentes clases de Puestos
de Seguridad son las que se mencionan a continuación.

4.1. Puesto de Vigilancia


Consiste en el ejercicio de una función de seguridad, con la responsabilidad de observar una zona
específica y las personas o cosas que en ella se encuentran.

Entre sus funciones, podemos destacar las siguientes:

•  Observación del área señalada para cada puesto de vigilancia.

•  Observación de personas y cosas existentes en la misma, con objeto de detectar elementos sos-
pechosos.

•  Comunicación de toda novedad que se observe al puesto de mando, a fin de adoptar las medidas
necesarias para la solución del problema.

•  Los puestos de vigilancia pueden ser fijos o móviles.

•  Los lugares idóneos para establecer puestos de vigilancia, varían según las características de
cada situación concreta, pero a modo de ejemplo puede citarse: azoteas, alrededores del edificio,
entre el público, en pasillo, corredores de hotel, etc.

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4.2. Puesto de Revisión y Control


Es un puesto de gran responsabilidad asignado a determinados efectivos, que consiste en un filtro
por el que deben pasar necesariamente las personas con el fin de tener acceso a una zona restrin-
gida. Su finalidad es comprobar y registrar, en su caso, la identidad de las personas, los vehículos y
los objetos que portan.

En edificios, el puesto de control puede ser el propio control de accesos con que cuente el mismo,
siendo el control eventual o permanente.

Alguna de sus funciones son:

•  Ejercer el control del acceso al área restringida.

•  No permitir la entrada a esa zona a personas, vehículos u objetos no autorizados. Es conveniente


la existencia de un despacho de identificación y acreditaciones con el objeto de evitar incidentes
en el propio control de accesos.

•  Permitir seleccionar al personal autorizado para entrar en el área de seguridad.

4.3. Puesto Especial de Seguridad


Puesto que se asigna a un miembro del equipo de seguridad con el deber específico en rela-
ción a unas funciones determinadas de protección, como son: responsabilidad de custodiar el
equipaje del protegido, la conducción del vehículo de escolta, función de enlace con el puesto
de mando, etc.

5. MOVIMIENTOS FORMALES
Nos encontramos con dos clases de movimiento formal:

5.1. Movimiento Formal Protocolario


Se desarrolla en actos oficiales conocidos por los medios de comunicación o por una fuga de in-
formación. Se debe intentar que la información sea lo más precisa posible, adoptando una mayor
intensidad en las medidas de seguridad y usando los itinerarios de desplazamientos más rápidos.
Teniendo en cuenta que el máximo riesgo se puede producir antes, durante y después de la lle-
gada del VIP.

5.2. Movimiento Formal Rutinario


Son aquellas actividades habituales en la vida diaria del VIP. Pueden ser conocidas con anterioridad
a través de seguimientos o de fugas de información.

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En estos casos, se deben de extremar las medidas de contravigilancia, realizando cambios de hora-
rios e itinerarios. El peligro acechará tanto a la salida, como a la llegada y en los puntos del itinerario
que no puedan ser alterados, por estas circunstancias aplicaremos la máxima seguridad, teniendo
en cuenta que el agresor cuenta con una mayor posibilidad de atentar.

6. MOVIMIENTO INFORMAL
Son todas aquellas actividades esporádicas y no sujetas a rutina, que sólo son conocidas por el VIP,
el Jefe de Escoltas y / o personas de su entorno. Dado que el hipotético agresor no tendrá posibi-
lidad de conocer horarios e itinerarios, en estos casos hay pocas posibilidades para el atentado. El
agresor sólo podrá llevarlo a cabo siguiendo al VIP.

El peligro lo podemos encontrar con posterioridad a la llegada de la personalidad.

Debe llevarse a cabo un control de entrada y del entorno con posterioridad a la llegada del VIP este
es un buen momento para, en la medida de lo posible, dar más libertad al VIP, manteniendo siempre
el equilibrio seguridad – riesgo.

7. ESTUDIO DEL ENTORNO


DE LA PERSONALIDAD
•  Reconocimiento de la Zona (vivienda, centro de trabajo, ocio, etc.).

•  Reconocimiento de itinerarios.

•  Cuartos seguros.

•  Centros de asistencia.

7.1. Estudio de la ciudad


•  Máximo conocimiento de la ciudad donde nos movemos.

•  Conocimiento de carreteras, accesos a la ciudad, actividad laboral de sus ciudadanos.

•  Conocimiento de condiciones de tráfico y comunicaciones (aeropuerto, ferrocarril, puerto maríti-


mo, etc.).

7.2. Reconocimiento de la zona


Sólo en aquellos lugares en los que el VIP permanezca largos períodos de tiempo (domicilio, puesto
de trabajo, club social, etc.).

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Este reconocimiento será llevado a cabo por el Servicio de Protección, siendo lo más discreto posi-
ble. El estudio se renovará cada seis u ocho meses, y su objetivo será el de conocer el entorno donde
desarrollará su vida el VIP y las posibles vulnerabilidades.

7.3. Reconocimiento de las proximidades:


•  Calles, edificios, bocas de metro, papeleras, contenedores, lugares susceptibles de ocultación de
explosivos, lugares ocultos, etc.

•  Edificio: Estudio completo del portal, buzones, sistemas de seguridad del edificio, accesos, garajes, etc.

•  Gestión sobre el Personal: Estudio del mismo, estudio de los vecinos, personal de los alrededores,
cartero, personal doméstico, etc.

•  Ambientación de la Zona: Lugares de peligro, lugares apartados, tráfico tanto de vehículos como
de personas, actividad laboral, etc. Lo datos pueden conseguirse estableciendo contactos con la
gente del entorno habitual (el del quiosco, el vigilante de seguridad cercano, el portero, etc.).

7.4. Reconocimiento de Itinerarios


Hay diferentes tipos de itinerarios:

•  Itinerario Principal.

•  Itinerario Alternativo.

•  Itinerario de Evacuación.

•  Itinerario de Fuga.

Dichos itinerarios los podemos dividir en:

•  Urbanos.

•  Interurbanos.

•  Mixtos.

7.5. Seguridad máxima en los itinerarios


La máxima seguridad en los itinerarios, se consigue con:

•  Cambios de itinerarios.

•  Cambios de aspecto externo.

•  Máxima velocidad.

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7.6. Determinar los puntos urbanos de peligro:


•  Llegada y salida de todo itinerario.

•  Semáforos.

•  Cruces de calles sin semáforos.

•  Calles estrechas.

•  Pasos de Peatones.

•  Tráfico lento.

•  Proximidades a bocas de metro.

•  Alcantarillas y túneles de servicios.

•  Reparaciones en la vía pública.

•  Vehículos abandonados o en doble fila.

•  Objetos sospechosos e inhabituales en la vía pública.

•  Contenedores de basuras.

•  Farolas y todo tipo de mobiliario urbano.

•  Carreteras estrechas y encajonadas.

•  Itinerarios paralelos.

El estudio de estos puntos dependerá de la importancia del VIP. Este estudio de itinerarios se di-
vidirá en tramos y cada tramo lo seguirá un agente, el más implicado en este estudio deberá ser
el conductor o conductores de la comitiva. Realizándose dicho estudio en las dos direcciones y de
izquierda a derecha.

7.7. Estudio por Tramos:


•  Nombre de la calle.

•  Anchura de ésta.

•  Direcciones de la vía.

•  Carriles por cada sentido.

•  Aceras (características, anchura, etc.).

•  Bordillos (su practicabilidad).

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•  Posibilidad de maniobras.

•  Tipo de firme.

•  Instalaciones permanentes (túneles, puentes...).

•  Instalaciones no permanentes (obras, reparaciones...).

7.8. Estudio sobre el Tráfico


•  Densidad del mismo en diferentes tramos horarios.

•  Tipo de Tráfico.

•  Velocidades medias.

•  Horas punta.

7.9. Estudio de los cruces


•  Tipo de tráfico en los cruces.

•  Preferencia.

•  Tipos de regulación (semáforos, stop, rotondas...).

•  Vías que confluyen y sus características.

•  Sincronización de los semáforos

•  Nivel de vida de las personas de los alrededores:

•  Nivel económico de vehículos estacionados.

•  Ideales políticos.

•  Establecimientos públicos.

7.10. Lugares de seguridad próximos


•  Cuarto Seguro.

7.11. Puntos de Asistencia


•  Hospitales.

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•  Centros de Salud.

•  Casas de Socorro.

•  Puestos de Cruz Roja.

7.12. Información sobre la zona:


•  Cines.

•  Teatros.

•  Toros o Fútbol.

•  Foros con más gente de lo normal...

•  Velocidad Máxima de los itinerarios en todos los horarios (teniendo en cuenta el tráfico y la regu-
lación del mismo).

•  Juicio y valoración de los itinerarios, el grado de Peligrosidad teniendo en cuenta que el estudio del
riesgo debe realizarse de forma periódica.

En los itinerarios interurbanos y mixtos los tramos son más largos, por lo que deben reflejarse: los
kilómetros, provincias por las que se pase, capitales, puertos de montaña, cambios de medios (tú-
neles, bruscos cambios de rasante, pasos elevados...).

Determinar el Cuarto Seguro, que es el lugar a donde vamos a trasladar al VIP en caso de que sufra
un atentado, este lugar tendrá que estar protegido y seguro.

Las características del cuarto seguro son:

•  Fácil y rápido acceso.

•  Buena capacidad para mantenerlo seguro.

•  Intentar que cuente con buenas comunicaciones.

•  Cierta capacidad de defensa.

•  Facilidad para prestación de primeros auxilios.

•  Debemos delimitar el cuarto seguro, que podrá ser propio o ajeno.

De los centros de asistencia debemos de conocer los centros facultativos, así como dotación
médica, horarios, medios materiales del hospital, cercanía del más próximo y el de mejor acceso
por carretera.

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8. TÉCNICAS DE PROTECCIÓN
EN MOVIMIENTOS
La protección dinámica tiene por finalidad la custodia de una personalidad en sus desplazamientos,
por cualquier medio.

El desplazamiento a pie es el que mayor riesgo comporta para la seguridad. A continuación, trata-
remos el Primer Círculo de Protección, llamado Equipo o Cápsula de Protección, ya que es el que
soporta el mayor esfuerzo en la protección del VIP.

8.1. La Cápsula de Protección


Constituye el primer círculo de protección o círculo interior, integrado por la escolta o equipo de
protección personal que actúa en las inmediaciones del protegido y constituye la última barrera de
seguridad del VIP. Su misión es la de cobertura y evacuación.

La cobertura corporal del protegido en caso de ataque corresponde al Jefe de Cápsula el cual debe
disminuir la superficie del blanco, asiendo y reduciendo la silueta del protegido.

En el momento del ataque, el escolta que observe en primer lugar la agresión, deberá avisar a los
demás por medio de voces, indicando el lugar o la dirección de donde proviene (por ejemplo, utili-
zando el método de las señales horarias), actuando al mismo tiempo contra el agresor para tratar
de neutralizarlo, los otros escoltas cubrirán al protegido y procederán a la inmediata evacuación.

Evacuación del protegido, mediante un traslado y alejamiento rápido del lugar de peligro a otro de
seguridad previamente determinado y durante la evacuación se deben ir dejando expeditas las vías
de evacuación.

En la dinámica de la evacuación, el Jefe de Cápsula se situará siempre a la derecha del VIP, ligera-
mente retrasado. Asirá a la personalidad por el cinturón con una mano y con la otra, apoyándola en
su espalda, le inclinará para que reduzca su silueta.

Los restantes escoltas cubrirán al VIP y procurarán abrir camino de la forma que sea imprescindible,
apartando a las personas que obstaculicen el camino, con objeto de que la evacuación se realice de
la manera más rápida posible.

En caso de que el VIP se vea rodeado de grupos amistosos, la actuación se tornará flexible pero
firme, a fin de que no se interrumpa el itinerario que se siga y evitar un bloqueo.

La neutralización del atacante no es una misión específica de la Cápsula, pero sin uno de los escoltas
percibe el ataque con la suficiente antelación, debe actuar, mientras el resto de los escoltas ejecu-
tan las misiones de cobertura y evacuación. En caso de que el que detecte la agresión sea algún

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miembro del Segundo Círculo de Protección, será este el que realice la neutralización, ocupándose
los miembros de la cápsula de sus labores de cobertura y evacuación.

Es importante que los miembros que forman el grupo de seguridad del círculo interior estén perfec-
tamente compenetrados y exista buena sincronía en la comunicación mutua.

8.2. Composición y posiciones


La Cápsula puede estar compuesta de uno a cinco miembros protectores, incluyendo en este nú-
mero al Jefe de Cápsula.

Dinámica con un protector.

Normalmente, se situará a la derecha (siempre que el escolta sea diestro) del protegido y ligera-
mente retrasado, teniendo en todo momento bajo su campo visual a la personalidad. Intentará
controlar los cuatro sectores que rodean al protegido, sin olvidar que debe vigilarse frecuentemen-
te la parte trasera.

Dinámica con dos protectores.

El Jefe de Cápsula se colocará al lado derecho y ligeramente retrasado con respecto al VIP, mientras
que el segundo escolta se colocará a la izquierda y ligeramente retrasado con respecto al VIP, cu-
briendo los frentes punta, flanco izquierdo y retaguardia.

Dinámica con tres protectores.

Tomando como referencia el anterior, la posición del tercer escolta suele ser en punta, si bien, puede
variar respecto de los acontecimientos de cada momento.

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Dinámica con cuatro protectores.

En este caso, cada uno de los protectores puede hacerse cargo de cada uno de los frentes, que-
dándose el Jefe de Escolta en la posición habitual. No obstante, con cuatro protectores, la posición
de los mismos ofrece mayores variantes, como por ejemplo, el cuadro, reforzando en alguno de
los frentes o en rombo, teniendo el escolta de cola la misión de vigilar la retaguardia, quedando
los demás escoltas liberados de esta misión.

Dinámica con cinco protectores.

En estos casos la posición que adopta la cápsula es romboidal, manteniéndose el Jefe de Escol-
ta muy próximo a la personalidad, mientras que los otros cuatro cubren cada uno de los frentes,
proporcionando una cobertura de 360 grados entorno al VIP. No obstante a ello, se puede utilizar
la formación en cuadro, cuando interese reforzar los flancos, abrir el frente o por cualquier otra
circunstancia.

A partir de cinco protectores no conviene aumentar el número, sobre todo por razones de espacio.
En casos especiales se ha constituido un sexto escolta que suele ir muy retrasado con respecto a la
cápsula, 10 ó 15 metros y con un arma camuflada de mayor potencia de fuego.

9. ACTUACIÓN ANTE UN ATENTADO A PIE


La premisa en la protección de autoridades es “proteger y evacuar”.

Sus fases son:

•  Aviso de Ataque.

•  Neutralización.

•  Evacuación.

9.1. Aviso de Ataque


En el momento en que un agente descubra a un agresor en su sector, deberá avisar al resto del
equipo claramente, así como del tipo de agresión que sea (arma de fuego, arma blanca, otras ar-
mas), dirá también la dirección por la que viene (Huso horario).

9.2. Neutralización
Impedirá el uso del arma del atacante, el agente que haya descubierto la agresión, en primer lugar
se ha de ir al arma y no al cuerpo y esto se debe de hacer lo más rápidamente posible. Se colocará
delante del agresor para cortar la línea de fuego y si la agresión es lejana se repelerá utilizando el
arma, el resto del equipo se preparará para la tercera fase de evacuación.

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9.3. Evacuación
Evacuar lo más rápidamente posible al VIP y trasladarle al cuarto seguro predeterminado. El Jefe de
Cápsula derribará al VIP y le cubrirá físicamente, manteniendo siempre la vigilancia de los sectores
que le afectan.

Los escoltas gritarán al agresor para intimidarle y, así, hacerle sentir descubierto. Esto ayudará tam-
bién para llamar la atención del resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Ningún miembro de la cápsula realizará otra maniobra que no sea la de repeler, cubrir o evacuar
al VIP.

10. GENERALIDADES
DEL MOVIMIENTO A PIE
•  Comunicación dentro del círculo.

•  Total confianza entre los componentes de la cápsula.

•  Compenetración dentro del equipo.

•  Máximo entrenamiento de los movimientos a pie.

•  Máxima rapidez en las acciones.

•  Determinación del cuarto seguro.

•  Limitación de los recorridos a pie innecesarios.

•  Evacuación acorde con el tipo de agresión.

•  Previsión de comunicación por claves.

•  Ensayar la evacuación en situaciones de oscuridad.

•  Adoptar la formación al terreno y situación.

El Jefe de Cápsula ostentará la iniciativa y sus órdenes serán claras, firmes y concisas. El resto del
equipo también tendrá iniciativas, pero dentro de unos límites. Ante algo sospechoso, se observa,
se cubre físicamente al VIP y se continúa controlando, bien físicamente, bien con la vista.

Los sectores han de mantenerse y controlarse en todo momento, bien físicamente, bien con la
observación.

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11. PROTECCIÓN EN INTERIOR


DE EDIFICIOS (No domicilio VIP)
Antes de que el VIP llegue, parte del equipo de protección, denominado avanzada, se desplazará a
éste para efectuar una inspección completa, localizando alguna dependencia que pueda ser utiliza-
da como cuarto de seguridad ante la hipótesis de atentado, en este cuarto, se establecerá un puesto
de vigilancia.

Cuando la asistencia de personas sea masiva, se creará una zona de seguridad libre de personas,
procurando que los más próximos al VIP sean personas de toda confianza.

Si es necesario, se situarán otros cuartos de seguridad y vigilancia, especialmente en el trayecto que


recorrerá el VIP.

11.1. Protección en escaleras


Antes de que sean utilizadas, es conveniente realizar una requisa, situándose puestos de vigilan-
cia en las plantas intermedias o adelantándose (si no hay suficientes componentes) un equipo de
protección.

Cuando el VIP se esté moviendo por la escalera, este deberá ir lo más cerca posible de la pared,
marchando la mitad de los componentes del círculo interior delante de él y la otra mitad detrás, con
el objeto de tener controlada la parte posterior, situándose el Jefe de Cápsula al lado del VIP. Deben
guardarse las distancias que sean convenientes, atendiendo a las dimensiones de las escaleras y
al tamaño del grupo de personas que puedan acompañarlo, es muy importante prestar máxima
atención a las puertas cerradas.

Cuando se trate de escaleras mecánicas, el peligro es mucho mayor, debido a que existen muchos
espacios abiertos a ambos lados del VIP, por ello, aunque el dispositivo de seguridad será idéntico
al de las escaleras normales, será necesario establecer un equipo de protección en la escalera de
sentido contrario.

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11.2. Protección en ascensores


Los peligros aconsejan prescindir de su utilización, salvo en caso de no existir otra alternativa.

Será imprescindible realizar una minuciosa requisa previa, que comprenderá:

•  El habitáculo.

•  El hueco.

•  Los cables.

•  La maquinaria.

Es conveniente establecer un puesto de vigilancia en:

•  El cuadro de control general.

•  La sala de máquinas.

•  La planta de destino.

•  Las plantas intermedias.

Cuando el VIP tome el ascensor con un grupo de gente, será


necesario que le acompañen por lo menos dos integrantes de
equipo de protección. Es conveniente que dos o más miembros del equipo suban o bajen por las esca-
leras hasta el punto de destino del VIP, al objeto de comprobar que la zona está segura, esperando en
este punto la llegada de la personalidad.

En el interior del ascensor el Jefe de Cápsula se colocará de tal forma que nadie pueda tener acceso
a los botones de llamada del interior del ascensor.

12. PROTECCIÓN
EN LÍNEAS DE RECIBIMIENTO
Previamente a la iniciación del acto y de la lle-
gada del VIP, se habrá realizado una requisa del
local.

Cuando el VIP ocupe una posición fija, el Jefe


de Cápsula se colocará inmediatamente de-
trás de él. Otros dos escoltas permanecerán
en el interior del local, con la misión de vigilar
y procurar la fluidez de la hilera de salida, un quin-
to componente se ubicará en la puerta de salida con la
misión de impedir el acceso por ese lugar y para estimular la
salida a los que ya hayan saludado al VIP, A la vez, en la entrada
del local se instalará un puesto de control con un escolta que estará acompañado por

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alguna persona del protocolo de la organización que le sirva de auxilio en la identificación de los
intervinientes autorizados.

El equipo descrito, proporcionará una seguridad de 360 grados entorno al protegido.

En este caso, se colocarán dos escoltas delante de la personalidad y otros dos tras ella. Los Agentes
más inmediatos al VIP vigilarán solamente las manos de las personas que saluden, mientras que
los otros dos más alejados ejercerán una vigilancia más general. El quinto hombre se colocará a una
distancia prudencial de las espaldas de la personalidad, vigilando la retaguardia.

Ente la gente se habrán colocado los puestos de vigilancia necesarios, cuya misión será la de detec-
tar personas o paquetes sospechosos. Para evitar que la cuerda de control sea desbordada por el
público, es conveniente la colocación de puestos de seguridad a lo largo de la misma.

También es interesante la ubicación de vigilancia en azoteas, tejados y puestos elevados, cuyo per-
sonal estará equipado con material de vigilancia óptica.

13. PROTECCIÓN EN LA EVACUACIÓN


El Grupo de Protección, además de prever con suficiente antelación un cuarto de seguridad, ten-
drá que tener previsto unas rutas de evacuación para alejar al VIP del lugar donde se produce el
atentado, así como medios para realizar las mismas y lugares a donde se puede trasladar dicha
personalidad para asegurar su integridad física o su supervivencia (centros sanitarios, policiales,
de emergencias en general, etc.).

14. LA AVANZADA
Siempre que un VIP vaya a visitar un lugar, se mandará por delante a un hombre o grupo que se
denominará “avanzada”, al objeto de:

•  Obtener información sobre el lugar de destino del VIP.

•  Establecer un área de seguridad en torno al protegido, en la que éste pueda despachar sus asun-
tos y visitar los lugares a los que se desplace.

•  Reducir al mínimo los riesgos que pueda sufrir el VIP, evaluándolos este/os hombre/s de avanza-
da que será/n lo/s que decidirá/n la ruta de evacuación del protegido.

La misión principal de la avanzada es tomar contacto con las personas que vaya a visitar el VIP. y
debe recorrer a pie el itinerario del punto de destino, para observar los puntos negros del mismo y
saber dónde se va a detener el vehículo con el VIP.

Cuando el grupo llega, el hombre punta sigue al de avanzada que le conducirá al lugar indicado.

El puesto de Avanzada ha de establecer los siguientes extremos:

•  Puesto de seguridad.

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•  Puesto de mando.

•  Ruta/s de Evacuación.

•  Lugares de seguridad.

•  Examen de la ruta, sitio y lugar que deben visitar.

El jefe de escolta, o avanzadilla, debe fijar su atención en los siguientes aspectos:

•  Puesto de Seguridad del VIP, que puede tratarse del automóvil o de la habitación de seguridad
siendo fundamental que todos los miembros de la escolta conozcan el lugar en donde se ubican
los puestos de seguridad.

•  Debe conocerse en todo momento dónde se encuentran los conductores y éstos saber sus obli-
gaciones de horarios, rutas normales, rutas de evacuación, hospitales, etc.

•  El lugar para la evacuación del VIP debe conocerlo todo el equipo, para que cuando sea nece-
saria la evacuación, se realice rápidamente y sin titubeos por las rutas de evacuación preesta-
blecidas.

•  Si se cumplen los anteriores requisitos, se alcanzarán cotas más altas de tranquilidad en el servi-
cio, ya que todo estará previsto.

•  Si alguno de estos puntos falla, habrá que improvisar sobre el terreno.

•  El habitáculo de seguridad es una habitación especialmente designada para servir como un re-
fugio de emergencia, contando preferiblemente, con puertas blindadas que han de estar en todo
momento cerradas y la habitación, no obstante, ha de guardar desde el exterior la apariencia de
que no es especial.

•  En ella han de almacenarse: alimentos, agua, botiquín de primeros auxilios, extintores, luces o linter-
nas de emergencia, radio, ventilación forzada y medios de comunicación suficientes con el exterior.

•  Si la habitación segura ha de establecerse en el hogar del VIP, ésta debe de ser de suficientes
dimensiones para que quepa toda la familia.

15. REQUISA
El VIP puede estar expuesto a una agresión mediante artefactos explosivos escondidos o camu-
flados, por lo que el equipo de seguridad ha de inspeccionar a fondo los lugares por donde pase el
protegido. A esta inspección es a lo que se denomina “requisa”.

15.1. Requisa de una habitación


Han de buscarse cables, restos de cal, yeso, cinta aislante, hilo de cobre, posibles lugares de oculta-
ción de microcámaras, micrófonos, lugares de colocación de explosivos, etc.

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Se ha de planificar información del encargado, conserje, director o de la persona más adecuada, de


todo aquello relevante de una habitación. Si ha habido obras recientes o reparado el teléfono, aire
acondicionado, mamparas o han instalado aparatos nuevos, si se han recibido paquetes, flores,
cajas de bombones, etc.

El Jefe de Equipo es el primero que entre en la habitación y debe percibir todo lo que le rodea, es
decir, debe ver – oír – oler y tocar.

Debe mirar y observar para percibir si todo tiene un aspecto normal, escuchar los ruidos que se
escuchan en la habitación y los que provienen del exterior. El olor peculiar de algunas sustancias
explosivas pueden poner sobre aviso de la existencia de algún artefacto, y el olor a pintura fresca o
yeso indica una obra o reparación reciente.

Para la requisa con dos actuantes se divide la habitación en dos partes y, a su vez, cada uno de ellos
divide su zona en tres partes:

•  Del suelo a la cabeza del que efectúa la requisa.

•  De la cabeza al techo.

•  El techo.

Lo primero que se revisa es el mobiliario y sobre las paredes hasta la altura de los ojos.

Se comienza por las piezas, no moviéndolas si se observan cables, revisará el suelo, incluso le-
vantando las alfombras.

A continuación, se revisarán las paredes, cuadros, luces, cortinas y cualquier cosa que esté col-
gada. Sobre el techo hay que realizar la requisa de las lámparas, bombillas, etc. si se observan
tornillos flojos, ha de consultar con el encargado para que aclare circunstancias.

El jefe de equipo no requisa, sino que dirige y conoce el tiempo de que dispone para tal maniobra.

Cada vez que un miembro termina su requisa, lo comunica al jefe de equipo, los hombres que van
finalizando no deben reunirse, deben estar separados unos de otros.

Se debe exigir en estas maniobras gran disciplina, al objeto de que nadie interrumpa la labor del
otro.

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16. TÉCNICAS
DE SEGURIDAD EN VEHÍCULOS
16. 1. Características del vehículo
Las condiciones que debe reunir un vehículo perteneciente a la personalidad, es de suma importan-
cia para realizar una mejor protección. Y así:

•  Debe ser cómodo, con la suficiente capacidad para permitir en el interior el acompañamiento de
algún invitado, además del conductor y de un miembro del equipo de seguridad.

•  Debe estar provisto de aire acondicionado, al objeto de mitigar un cierre hermético por ataque
de gases.

•  Debe equiparse de tal forma que pueda circular con seguridad y rapidez por todo tipo de carreteras.

•  Ha de estar blindado en su totalidad: carrocería, cristales, bajos y neumáticos.

•  Debe ser muy potente para que pueda mantener buena relación potencia – peso.

•  Por su parte, el vehículo de escoltas debe reunir las siguientes características:

•  Debe tener similares características mecánicas al del vehículo del VIP.

•  Debe facilitar el acceso y abandono del equipo de protección.

•  Cuando se trate de una caravana formal, con público a ambos lados del recorrido, los vehículos
contarán con estribo y agarraderas.

•  Debe contar con buenos sistemas de comunicación con el vehículo VIP.

16.2. Características del conductor


Los conductores deben formar parte del equipo de protección y haber recibido entrenamiento espe-
cial en conducción de alta seguridad, es necesario que, dentro del grupo de escoltas, existan varios
con similar entrenamiento ante posibles sustituciones.

Son necesarias las prácticas conjuntas con los restantes miembros del equipo de protección, al
objeto de lograr la máxima compenetración.

La persona que conduce debe poseer los siguientes conocimientos:

•  Perfecto conocimiento de su vehículo, tanto de las posibilidades y rendimiento del mismo como
de su mecánica.

•  Perfectos conocimientos de los itinerarios, tanto programados como alternativos.

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16.3. Factores que condicionan la conducción


Los factores que condicionan la conducción se basan en las limitaciones de sus elementos, y así
estos condicionamientos están en función de:

•  Los Límites Personales que tenga el conductor: Reflejos, capacidad de concentración, sentido de
la anticipación, etc...

•  Los Límites del Vehículo, que son los propios de sus características técnicas.

•  Los Límites Externos que impone el propio entorno: Densidad de tráfico, el tipo de pavimento,
meteorología, etc...

Conociendo estos datos, la conducción efectiva se resume en cuatro puntos fundamentales:

•  Buen trazado de las curvas.

•  No abusar de la utilización del freno.

•  Conocer perfectamente las reacciones del vehículo.

•  Manejar los sistemas de dirección de forma consciente y aprovechar los posibles deslizamientos
que pudieran producirse.

En resumen, el conductor deberá de tener perfecto dominio y técnica del vehículo, perfecto conoci-
miento del vehículo y capacidad de sacar el máximo rendimiento a las prestaciones.

16.4. Cápsula de seguridad sobre vehículos


El número de vehículos de una cápsula puede variar de uno a cinco, incluido el vehículo del pro-
tegido, teniendo en cuenta que además, puede haber un vehículo de reacción.

Durante los trayectos, el VIP viajará en un vehículo acompañado del Jefe de Cápsula, que se si-
tuará en la parte delantera al lado del conductor.

Los demás miembros del equipo de protección viajarán en el vehículo de escolta, que se despla-
zará justamente detrás del vehículo VIP en caso de la existencia de dos vehículos de escolta, el
segundo se colocará circulando delante del coche VIP.

Antes de iniciar el servicio, se realizará una inspección de los vehículos de la cápsula. La revisión
que será efectuada por los conductores, mientras el equipo de protección realiza otras misiones
de vigilancia y observación.

Se revisarán maletero, rueda de repuesto, hueco del guardabarros, bajos... y, en fin, todos los
recovecos y fondos susceptibles de ocultación o manipulación por elementos sospechosos.

Tanto en la espera del que el VIP acceda al vehículo, como cuando éste lo abandone, cada miem-
bro de la cápsula debe conocer su misión de control, vigilancia y observación en el área del en-
torno.

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Antes de salir del domicilio y ante la localización de objeto, persona o cualquier circunstancia sos-
pechosa, se evitará la salida del VIP al exterior, poniendo el hecho en conocimiento de la central de
seguridad, la cual realizará los trámites oportunos para verificar los extremos, dando posterior aviso
al equipo de protección.

Cuando el VIP se dispone a subir al vehículo, el conductor estará al volante y el vehículo con el motor
en marcha, el Jefe de Cápsula lo acompañara, y los demás miembros del equipo tendrán dispuesta
la cápsula de seguridad en su entorno hasta que acceda al automóvil.

Cuando el VIP llegue a su destino y antes de que éste se apee, tendrán dispuesta la cápsula dando
protección.

Dependiendo la amplitud de dicha cápsula de las circunstancias: amplitud del lugar, cantidad del
público, actitud de dicho público, etc.

Los vehículos deben circular por el carril más próximo al centro de la calzada, al objeto de tener más
capacidad de maniobra, poniendo el equipo atención a las personas que se acercan al vehículo del
VIP durante las paradas obligatorias.

En circunstancias de circulación a baja velocidad, los miembros del equipo que viajan en el coche de
escolta pueden abrir las puertas y ponerse de pie en el vehículo, sujetándose fuerte con una mano
a la puerta y otra al vehículo y los pies firmes, aumentando de esta manera el campo de visión y
proporcionando, a la vez, una sensación disuasoria.

Si el vehículo VIP se acerca a un punto de detención donde está previsto se baje del mismo y exista una
aglomeración de público que lo espera, el equipo de protección se aperará de su vehículo antes de la
detención del que ocupa el VIP, poniéndose al lado del mismo y caminando a su altura, en primer lugar,
como medida disuasoria, para posteriormente garantizar que en el momento de la detención total, el
público no se abalance impidiendo la apertura de sus puertas o los movimientos del protegido.

En la cápsula de protección sobre vehículo, los ocupantes del coche de escolta, además del Jefe
de Cápsula, vigilarán un sector de 360 grados, ampliando su sector el escolta situado detrás del
conductor, ya que éste tendrá la supervisión y control limitado por tener que atender a la circula-
ción y tráfico del momento.

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16.5. Tipos de conducción


El tipo de conducción que vamos a realizar es la conducción operativa, que puede definirse como,
aquella de la que mediante una serie de técnicas, sacaremos el mayor rendimiento posible al vehí-
culo, pero sin perder la seguridad.

Esta conducción se puede dividir en:

•  Evasiva – ofensiva.

•  Defensiva o preventiva.

•  Conducción Evasiva

Su finalidad es conseguir la destreza y pericia necesaria para evitar celadas o emboscadas, así
como tratar por todos los medios de que con una simple maniobra podamos evadirnos de una
situación de alto riesgo. Esta maniobra será llevada a cabo a la mayor distancia posible de la
fuente de peligro.

Entre las maniobras evasivas podemos destacar:

•  El Giro en “Y”.

•  La Vuelta Corta o “J” o Testacoda.

•  La Vuelta Californiana o Trompo.

•  El Ataque a Bordillos.

•  El Sorteo de Barricadas.

Tanto el Giro en “Y” como la Vuelta Californiana, se utilizarán cuando no se tenga tiempo para reac-
cionar. Como variante, se pueden convertir en maniobra ofensivas cuando se golpea al vehículo que
arremete.

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•  Conducción Ofensiva. (Embestida frontal de barricadas con vehículos)

Se Utilizarán estas maniobras cuando no se puedan utilizar las evasivas, y dependiendo del modo
de ataque que se reciba.

A la hora de utilizarlas, tendrá que analizarse y valorar el tipo de vehículo que se lleva. Su idonei-
dad depende de su potencia y peso, y estas características han de aunarse a una toma rápida de
decisiones y un margen de tiempo para actuar.

Cuando se tenga que embestir a un vehículo de frente (choque frontal), se hará a la altura de la
rueda –que es una zona blanda- y con cierta angulación. Se utilizará una marcha corta (2ª), ace-
lerando y frenando antes del impacto, ya que con estas maniobras se puede lograr levantar el
vehículo que se embiste.

•  Embestida lateral.

Se realizará sobre la marcha contra el vehículo que se sitúa paralelamente al que actúa.

En primer lugar, se frena y se apoyar su aleta contra la del vehículo propio para, a continuación, ace-
lerar e intentar echarle de la calzada.

•  Conducción Defensiva – Preventiva.

Su función es prevenir cualquier situación de peligro, para lo que son necesarias una buena forma-
ción y mentalización del conductor.

En los taponamientos, se debe facilitar y dar máxima prioridad y velocidad al vehículo del VIP, y el
turismo de escolta bloquea el carril donde va a colocarse el del VIP, para no intercalarse con otro
vehículo. En los giros, se ha de dar la máxima cobertura lateral al vehículo del VIP, actuando con la
mayor rapidez posible. En las paradas, se pueden realizar tanto por motivos de la señalización vial
como por consecuencia de la densidad de tráfico. Por tanto, el vehículo del VIP nunca ha de estar
muy próximo al que le antecede, debe de dejar un espacio suficiente para que pueda maniobrar.
Estas mismas consideraciones han de ser cumplidas por el vehículo escolta.

Se debe evitar ir detrás de un vehículo pesado que reste visión, ya que el conductor debe de ser
capaz de ver a través de los cristales del vehículo que le precede.

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En las paradas, se debe mantener una distancia con el vehículo precedente, de tal forma que
sea posible realizar una maniobra evasiva, y siempre se debe tener engranada la primera mar-
cha, ya que el tiempo de pasar de punto muerto a primera es vital ante un hipotético ataque y
una rápida evacuación.

En autopistas con tráfico lento, el vehículo del VIP ha de ir situado lo más cerca posible de la
mediana, cortando el vehículo de escolta el pasillo lateral que queda. En ciudad, el vehículo del
VIP ha de ir alejado de la acera, haciendo el turismo de escolta un control de la acera, peatones y
vehículos.

16.6. Normas generales de seguridad en vehículos


•  Hay que tener un control sobre el vehículo anterior y posterior a la caravana.

•  Hay que contar con la posibilidad de que se bloquee la caravana.

•  No hay que colocarse detrás de un vehículo que dificulte la visión.

•  Hay que evitar la circulación en paralelo con vehículos ajenos a la cápsula.

•  se adoptará la máxima velocidad posible en los itinerarios.

•  Hay que mantener una especial vigilancia sobre vehículos, instalaciones y personal que se en-
cuentre a ambos lados de la calzada.

•  Se realizarán, con cierta frecuencia, maniobras de contravigilancia.

•  Existe máximo peligro en las motocicletas con pasajeros, por lo que el vehículo de escolta blo-
queará de tal manera a las motos para que no se puedan aproximar.

•  Se debe mantener máxima vigilancia sobre los peatones que circulen entre los coches, observan-
do las manos ocultas.

•  También mantener vigilancia sobre peatones con paquetes, como por ejemplo los vendedores de
semáforos, los mendigos, etc…

•  Evitar itinerarios que obliguen a circular lentamente.

•  Evitar las aglomeraciones de gente, como por ejemplo en conciertos, partidos deportivos, teatros, cines...

•  Evitar calles estrechas y de un solo carril.

•  El Jefe de Cápsula ha de estar atento a los espejos retrovisores.

•  Mantener máxima atención sobre las obras imprevistas en la calzada.

•  Atención a las calles poco iluminadas.

•  Circular lo más alejado posible de la acera.

•  La conducción ha de ser rápida, agresiva, pero segura.

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17. CARAVANAS
Podemos definir “caravanas” como el conjunto de vehículos, oficiales o no, que se emplean agrupa-
dos para trasladar a una personalidad -y su séquito- de un lugar a otro.

Las caravanas siguen un itinerario previamente fijado y que debe haber sido objeto de estudio por
parte del servicio de seguridad, procurando evitar las rutas que no hayan sido programadas de an-
temano. Esos itinerarios deber ser conocidos, tanto por los conductores como por los miembros del
equipo de protección, así como por el Departamento de Seguridad. Ha de ser una preocupación del
equipo el organizar todos los pormenores con antelación suficiente.

Las caravanas se pueden clasificar de la siguiente forma:

17.1. Caravana formal


Es la que utiliza itinerarios de dominio público, por haber sido publicados con antelación por los
medios de comunicación social. Por ello, requieren una organización más compleja y la adopción de
mayores medidas de precaución por parte del equipo.

Características:

•  Los vehículos de protección circularán con las señales acústicas y ópticas encendidas.

•  Se emplean en actividades oficiales.

•  Deben de evitarse los cortes en la continuidad del desplazamiento.

•  Su composición no es rígida, puede variar, en función del nivel de protección asignado.

En una caravana formal reducida, el orden de situación será el siguiente:

•  Moto.

•  Piloto.

•  Protocolo.

•  Protegido.

•  Escolta.

•  Cierre (coche o moto).

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M5 // PR // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | PROTECCIÓN DE AUTORIDADES

Y en una caravana formal numerosa:

•  Moto.

•  Piloto.

•  Protocolo.

•  Escolta.

•  Protegido.

•  Reacción.

•  Séquito.

•  Ambulancia.

•  Relevo.

•  Cierre.

17.2. Caravana informal


Recibe este nombre cuando el itinerario que recorren no es del dominio público, siendo cono-
cido únicamente por el VIP, sus ayudantes, el equipo de protección y los servicios generales de
seguridad.

Sus características son:

•  Los vehículos han de ser camuflados

•  Se suelen emplear, tanto en actividades oficiales como privadas.

•  Ausencia de señales acústicas u ópticas.

•  Velocidad normal con sujeción a las normas de tráfico, lo que conlleva especial atención para que
la caravana no se rompa.

•  Necesidad de guardar discreción y reserva en los desplazamientos, horarios e itinerarios, procu-


rando evitar la habitualidad.

18. ITINERARIOS
Las caravanas siguen unos itinerarios previamente fijados, que deben ser objeto de especial
atención. Una vez que se han establecido, en cada uno de ellos se deben determinar los siguien-
tes puntos:

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•  Puntos de Paso.

Son lugares o puntos negros de mayor riesgo en el itinerario previsto (cruces, pasos ele-
vados o subterráneos, aglomeraciones, semáforos, etc.), que requieran una mayor vigi-
lancia.

•  Puntos Asistenciales.

Se trata de centros sanitarios que se encuentran o están próximos a los itinerarios y ser-
virían para atender a cualquier dolencia o lesión sufrida por el VIP.

•  Puntos de Seguridad.

•  Centros de interés.

Se trata de centros públicos oficiales o privados que se encuentren próximos a los itine-
rarios, que servirán de refugio o cobertura en la evacuación ante cualquier emergencia
(Ministerios, Conserjerías, Cuarteles, Comisarías de Policía...)

Hay diferentes tipos de itinerarios, y a la vez que se estudia y planifica un itinerario ordinario, hay que
prever otros itinerarios para poder ser utilizados en caso de necesidad, por lo que a la hora de realizar
un desplazamiento con el VIP, hay que estudiar, analizar y planificar los siguientes itinerarios:

18.1. Itinerario principal


Será el que, en principio, utilice el VIP en su salida, para llegar a su punto de destino y regreso del
mismo. Aunque para el regreso el itinerario principal puede variar del de ida, que puede ser conocido
por el público o no (formal o informal). En este itinerario habrá que tener en cuenta los puntos de
paso, asistenciales y de evacuación.

18.2. Itinerario alternativo


Es el que se seguirá cuando el itinerario principal no pueda ser utilizado por cualquier circunstancia
o eventualidad, que por imprevista no haya sido detectada en el estudio y planificación del itinerario
principal (manifestaciones, cortes de tráfico, obras de última hora, etc.), y que dejarían al itinerario
principal como no utilizable para los fines que se han previsto. Al igual que en el itinerario principal,
habrá que tener en cuenta los puntos de paso, asistenciales y de seguridad.

18.3. Itinerario de evacuación


Es el itinerario por el cual se evacuará a la personalidad en caso de cualquier acción o incidente que
ponga en peligro su integridad física o su libertad. Deberá estar previsto por el recorrido del itinera-
rio principal y el alternativo. Y también desde el punto de destino, para lo que se estudiarán calles
adyacentes que faciliten el escape.

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18.4. Itinerario de fuga


Es similar al itinerario anterior, pero eligiendo los itinerarios en los cuales se encuentren puntos de
seguridad.

Por todo lo expuesto, es necesario que el Equipo de Protección realice una inspección preliminar de
la ruta que sigue un itinerario para tener conocimiento del mismo.

19. FUNCIONES ESPECIALES


DEL VEHÍCULO DE ESCOLTA
Durante el recorrido de los trayectos, el coche de escolta puede ir ocupado por tres o cuatro escol-
tas, dependiendo del nivel de seguridad que se aplique al protegido.

Siendo cuatro: El Jefe de Equipo (1) se situará en el asiento delantero al lado del conductor, mientras
los otros tres escoltas ocuparán la parte trasera en el orden (2) (4) (3) de izquierda a derecha. Este
orden de colocación se mantendrá fijo en cada momento.

En caso de salida de dos protectores del vehículo de escolta, la persona que manda el grupo, cuando
considere que la velocidad del coche del VIP hace necesaria la protección a pie, ordenará la salida en
dos tiempos.

En primer lugar, salen él mismo y el (2), situándose ambos junto a cada una de las ruedas traseras
del vehículo VIP en el segundo tiempo de la orden los escoltas (3) y (4), salen y se colocan junto a
cada una de las ruedas delanteras del vehículo.

En cada salida que se efectúe, y si el vehículo del protegido tiene estribos, se subirán a los mismos
con objeto de tener un punto de referencia de su situación que les permita dedicar su atención ex-
clusiva a la vigilancia, manteniendo cerradas las puertas.

20. REACCIÓN ANTE ATAQUES


•  Ataque Lateral

El vehículo de escolta cubre físicamente al del VIP en su acción evasiva, les cubrirá con fuego.

Ejemplo A: Paso paralelo.

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Ejemplo B: El vehículo de escolta cubre, y el coche VIP efectúa la maniobra evasiva.

•  Ataque Frontal

El vehículo de escolta adelanta al del VIP y cubre la maniobra evasiva de éste físicamente (maniobra
en “Y”), y con empleo de armas de fuego.

•  Ataque Doble

Ambos vehículos buscan en paralelo una vía de escape a pie.

Evacuación del VIP a pie cubriendo el escape físicamente con ambos vehículos (formando un túnel
protegido de fuego)

Reacción muy rápida en la salida de los vehículos.

21. CONCEPTOS FUNDAMENTALES


•  El objetivo final que pretende conseguir con la información que se ha expuesto en las páginas
anteriores, es que los agentes que realicen este tipo de servicios sean capaces de comprender la
importancia de elegir unas prendas adecuadas para el servicio, así como los medios de defensa

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M5 // PR // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | PROTECCIÓN DE AUTORIDADES

que deben portar. También se ha querido incidir en la importancia de un buen diseño de las di-
ferentes cápsulas de seguridad, y la combinación de éstas, en las diferentes situaciones que se
pueden presentar. Sin olvidar la forma de actuar ante una amenaza, y la debida coordinación que
deben establecer entre sí los diversos miembros de una cápsula de seguridad, al objeto de realizar
una evacuación rápida y segura del VIP.

•  Asimismo, en el texto, se ha hecho hincapié en las diferentes fases de seguridad necesarias para
realizar unos desplazamientos eficaces (tipos de itinerarios, avanzadas, requisas y evacuaciones).

•  En lo que se refiere a la seguridad en los desplazamientos en vehículos, se han descrito la di-


ferente conformación de caravanas, la ubicación de las autoridades y agentes en el interior del
vehículo principal, y la disposición de los agentes en el vehículo de seguridad.

•  Especial mención se ha hecho también en la manera segura de la conducción, basada en unas


pautas genéricas que permiten dar una cobertura al vehículo principal por parte del vehículo de
seguridad, y la manera de afrontar los diversos tipos de amenazas desde el vehículo, por medio
de la utilización del propio vehículo como arma defensiva-ofensiva.

22. LECTURAS RECOMENDADAS


•  Agresiones reales a mandatarios. Tras el puñetazo a Rajoy... Otras agresiones a políticos, en You-
tube <https://youtu.be/0ryhpX4aKiI > [consulta 18 de septiembre de 2017].

•  Amenaza: situación real. Reagan Assassination Attempt, en Youtube <https://youtu.be/s6CNRl-


QG0mg > [Consulta: 19 de septiembre de 2017].

•  Presidential Convoy Attacked, en Youtube <https://youtu.be/l-hIv8Cd7QA > [Consulta: 22 de sep-


tiembre de 2017].

•  Documental del servicio secreto de la Casa Blanca, en Youtube <https://youtu.be/VNkGeqec-Jc >


[consulta 22 de septiembre de 2017].

•  Ejercicios de protección ante agresiones desde diferentes ángulos, neutralización protección y


evacuación. Bodyguard - V I P Protection, European championship 2016, en Youtube <https://
youtu.be/Bjj58nbAMK8 > [Consulta: 23 de septiembre de 2017].

•  Ejercicios de protección desde la salida del vehículo recorrido línea de saludo y evacuación con
cobertura. CAPDE Curso ESCOLTAS VIP (Protección Ejecutiva y Dignatarios), en Youtube <https://
youtu.be/XDuuXPei4ok > [Consulta: 23 de septiembre de 2017].

•  Intentan asesinar a un político búlgaro durante un discurso retransmitido en directo, en Youtube


< https://youtu.be/L6Zld51NF-M > [Consulta: 18 de septiembre de 2017].

•  Protección ante agresiones con armas de fuego y uso de los vehículos en cobertura de evacua-
ción. Exhibición del trabajo de guardaespaldas, en Youtube <https://youtu.be/Sji-2bJoKuo > [Con-
sulta: 23 de septiembre de 2017].

•  Sarkozy atacado en Francia, en Youtube <https://youtu.be/teyQaywCEaM > [consulta 18 de sep-


tiembre de 2017].

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M5 // PR // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | PROTECCIÓN DE AUTORIDADES

23. BIBLIOGRAFÍA
• MORA CHAMORRO, H. (2008) Manual del Escolta Privado. Alicante: Editorial Club Universitario.

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M5

TA
Táctica Policial
CARLOS SAEZ MOLINA Y VICENTE GIMENEZ RÓDENAS

TA
UNIDAD DIDÁCTICA N.1 CONCEPTOS PREVIOS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 LA PREVENCIÓN EN LA PATRULLA POLICIAL.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 IDENTIFICACIÓN, CONTROLES Y SEGUIMIENTOS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 MATERIAL PARA LA INTERVENCIÓN POLICIAL.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 LA EMERGENCIA.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 7 ACTUACIONES POLICIALES EN CONTROL DE MASAS.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 CONTROLES.
UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES.
TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

CONCEPTOS PREVIOS

1
1. RESUMEN

2. C
 ONCEPTOS PREVIOS-INTRODUCCIÓN

2.1. O
 BJETIVO DE LA ASIGNATURA

2.2. A DECUACIÓN AL MARCO JURÍDICO DE ACTUACIÓN

2.3. T RANSMISIONES Y MEDIOS REGLAMENTARIOS

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

4. L ECTURAS RECOMENDADAS

5. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | conceptos previos

1. RESUMEN
En la primera unidad didáctica de la asignatura va a definirse el encuadre dentro del sistema policial
o de seguridad pública del Estado español de la policía local, al igual que la táctica y técnica para
llevar a buen fin su cometido con eficacia y eficiencia.

Igualmente, va a estudiarse en qué marco jurídico se encuadran las organizaciones policiales de-
pendientes de las entidades locales, qué leyes amparan sus intervenciones y con qué medios regla-
mentarios cuentan para realizar su trabajo.

La táctica, desde la perspectiva de la seguridad pública, es el conjunto de procedimientos del tipo


policial que tratan de responder a la problemática de seguridad en forma organizada, sistematizada
y planificada, utilizando de manera adecuada para ello, sus recursos humanos y materiales, siempre
con sujeción a las facultades, deberes y obligaciones que impone la ley.

La táctica ayuda a poner en orden los recursos en pos de un fin. De esta forma se reduce el margen
de error ya que se minimizan las acciones espontáneas o impensadas y se puede poner en práctica
aquello que ya se practicó y entrenó.

2. CONCEPTOS PREVIOS-
INTRODUCCIÓN
Táctica es el conjunto de procedimientos del tipo policial que tratan de responder a la problemática
de seguridad en forma organizada, sistematizada y planificada, utilizando de manera adecuada para
ello, sus recursos humanos y materiales, siempre con apego a las facultades, deberes y obligacio-
nes que impone la ley.

La táctica ayuda a poner en orden los recursos en pos de un fin. De esta forma, se reduce el margen
de error ya que se minimizan las acciones espontáneas o impensadas y se puede poner en práctica
aquello que ya se practicó y entrenó.

La asignatura de técnicas y tácticas policiales permite al policía aplicar los procedimientos técnicos
y tácticos necesarios de la actuación policial, con el fin de cumplir con el desempeño de su servicio
en situaciones normales o críticas, teniendo en cuenta siempre el respeto al marco normativo y de
derechos humanos. El policía se enfrenta a diferentes situaciones y un gran número de conflictos
que debe resolver con acciones concretas, ordenadas y estratégicas, en donde la conservación de la
vida es la prioridad en el actuar policial.

2.1. objetivo de la asignatura


El objetivo principal es conseguir que los Policías Locales de nuevo ingreso conozcan los procedi-
mientos básicos de comportamiento, conducta y actuación, de aquellas intervenciones de mayor
frecuencia, que van a encontrar en su día a día profesional.

Este es el objetivo principal, y de él se derivan los siguientes objetivos generales para esta asigna-
tura:

Pag - 284
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | conceptos previos

1.  El conocimiento de la legislación general y sectorial que regula las intervenciones de la Policía, así
como los derechos y garantías de los ciudadanos.

2.  Uso y manejo de los medios de autodefensa  policial autorizados por la legislación vigente.

3.  El aprendizaje de las maneras más adecuadas desde el punto de vista táctico y de defensa de los
derechos de los ciudadanos; de intervención en situaciones reales, con escenarios reales, de las
situaciones de mayor repercusión social y cotidianas de la Policía Local, como puedan ser, a modo
de simple ejemplo, las siguientes:

•  Controles de tráfico.

•  Cacheo.

•  Engrilletamientos

•  Entradas a domicilio.

•  Intervención con personas violentas.

•  Intervención con personas enajenadas.

•  Seguimientos.

•  Desalojo por emergencias.

•  Atracos.

•  Intervenciones con personas retenidas.

•  Intervenciones con grupos de personas, etc.

2.2. Adecuación al marco jurídico de actuación


Constitución Española de 1978. (Artículo 10 apartados 1 y 2) y artículos 104 y 106.

1.  Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión
proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.

Donde como se puede ver no están las Policías Locales ni las autonómicas, solo las estatales es
decir Guardia Civil y Policía Nacional, pero pasamos al apartado dos del mismo artículo y dice tex-
tualmente:

2.  Una ley orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatutos de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Lo que nos llevara a la Ley Orgánica 2/1986, de 13 marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Artículo 1, apartado 3; Artículo 2, apartado c) y artículo 3.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | conceptos previos

Otra Ley también Orgánica determinara los principios básicos de nuestras actuaciones, se trata de:

Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana.

Y para que exista un control sobre todas nuestras actuaciones el articula 106 de nuestra Carta
Magna dice textualmente:

1.  Los Tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación administrativa,


así como el sometimiento de ésta a los fines que la justifican.

2.  Los particulares, en los términos establecidos por la ley, tendrán derecho a ser indemnizados
por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza
mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos.

2.3. Transmisiones y medios reglamentarios


El servicio policial tiene como principio tomar todas las medidas técnicas, tácticas y logísticas para
cumplir con la misión de la prevención del delito, en beneficio de la sociedad. El servicio policial
impone deberes morales y jurídicos para con las personas e instituciones en sus propiedades y
derechos. El policía debe tener presente la trascendencia de su labor como servidor público y estar
siempre dispuesto a brindar su trabajo con esmero a todo aquel que lo requiera; lo contrario será si-
nónimo de grave incumplimiento de sus obligaciones profesionales, la falta voluntaria de eficiencia
en el servicio es un hecho grave que requiere el reproche legalmente establecido, simple y sencilla-
mente porque tiene unas funciones y obligaciones así como un salario garantizado por el correcto
cumplimiento de las mismas que le brinda la sociedad.

Es el uniforme distintivo que usan los funcionarios policiales, y que es necesario para que el funcio-
nario encargado de hacer cumplir la ley sea identificado y se desempeñe como tal, en un elemento
fundamental que recuerda que la intención del uniforme es que el ciudadano policía, “debe -preci-
samente- parecer policía”. Debe ser una persona que inspire confianza en su comunidad mediante
una apariencia y una conducta ejemplar que, independientemente de su estructura física sea o no
disuasiva a los delincuentes, debe despertar la confianza de que es capaz de dar seguridad a los
ciudadanos.

Medios: Uniformidad, trasmisiones y medios de autodefensa de Policía Local de la Comunidad Va-


lenciana (Decreto18/1995, de 24 de enero, del Gobierno Valenciano, regulador de los criterios de
utilización del equipo de autodefensa y el armamento por las policías locales de la Comunidad Va-
lenciana.

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  En esta unidad didáctica se le transmite al alumno que las intervenciones y actos que realiza-
mos en nuestro quehacer diario tiene amparo en la legislación vigente, nuestras intervenciones
realizadas correctamente están amparadas por el marco jurídico sectorial aplicable a la función
y actuación policial.

•  Este es el objetivo principal y de él se derivan los siguientes objetivos generales para esta asig-
natura:

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA n. 1 | conceptos previos

1.  El conocimiento de la legislación general y sectorial que regula las intervenciones de la Policía, así
como los derechos y garantías de los ciudadanos.

2.  Uso y manejo de los medios de autodefensa policial autorizados por la legislación vigente.

3.  El aprendizaje de las maneras más adecuadas desde el punto de vista táctico y de defensa de los
derechos de los ciudadanos; de intervención en situaciones reales, con escenarios reales, de las
situaciones de mayor repercusión social, y cotidianas de la Policía Local.

•  Que para nuestra misión se nos dota de unos medios concretos y específicos: la uniformidad, los
elementos de defensa, los vehículos, las transmisiones, etc.

4. LECTURAS RECOMENDADAS
•  DE ANTÓN Y BARBERA, F. (2006). Táctica Policial. Valencia: Tirant lo Blanch.

5. BIBLIOGRAFÍA
•  España. Constitución española (actualización 27/09/2011). BOE, 29 de diciembre de 1978, núm.
311, p. 29313-29424.

•  España. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. BOE, 14 de


marzo de 1986, núm. 63. p. 9604-9616.

•  España. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. BOE, 31


de marzo de 2015, núm. 77, p. 27216-27243.

•  Comunidad Valenciana. Decreto 18/1995, de 24 de enero, del Gobierno Valenciano, regulador de


los criterios de utilización del equipo de autodefensa y el armamento por las policías locales de la
Comunidad Valenciana. DOGV, 8 de febrero de 1995, núm. 2445.

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2

LA PREVENCIÓN
EN LA PATRULLA POLICIAL

2
1. RESUMEN

2. L A PREVENCIÓN Y SU APLICACIÓN AL ÁMBITO POLICIAL

3. L A PATRULLA POLICIAL

4. A NTES, DURANTE Y DESPUÉS DEL INICIO DEL SERVICIO

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | LA PREVENCIÓN EN LA PATRULLA POLICIAL

1. RESUMEN
En esta segunda unidad didáctica se va a estudiar la necesidad de prevenir los Riesgos Laborales en
el ámbito de la seguridad pública, como pieza fundamental para poder resolver las intervenciones
con éxito, minimizando los riesgos al máximo exponente, para que los policías puedan ejercer sus
funciones con plenas garantías de su trabajo cotidiano. Conoceremos la necesidad de anticiparse a
las necesidades profesionales y al uso progresivo de los medios. Así mismo, se definirá el concepto
de patrulla policial por un lado, y, por otro, qué debe hacerse para una correcta prestación del servi-
cio antes de la incorporación al mismo, durante y después de su finalización.

2. LA PREVENCIÓN Y SU APLICACIÓN
AL ÁMBITO POLICIAL
Según el Diccionario de la Real Academia Española, se entiende por prevención:

1.  Acción y efecto de prevenir.

2.  Preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo.

3.  Provisión de mantenimiento o de otra cosa que sirve para un fin.

Después de esta pequeña introducción, va a abordarse el concepto estrictamente policial.

La prevención, dentro del ámbito policial, tiene dos grandes vertientes:

•  La prevención en sentido securitario o en el ámbito de la gestión de la seguridad pública.

•  La prevención en el ámbito de la actividad policial o prevención de riesgos laborales.

La primera, como una función genérica propia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, viene reflejada
en la Constitución, concretamente en el artículo 104.

Además, la L.O. 2/86 de 13 de marzo FF.CC.SS. en su artículo 53 determinan las funciones propias
más específicas entre las que también se encuentran funciones policiales preventivas.

Los Cuerpos de Policía Local deberán ejercer las siguientes funciones:

a.  Proteger a las autoridades de las corporaciones locales, y vigilancia o Custodia de sus edificios e
instalaciones. Esta función empieza a estar en desuso.

b.  Ordenar, señalizar y dirigir el tráfico en el casco urbano, de acuerdo con lo establecido en las
normas de circulación.

c.  Instruir atestados por accidentes de circulación dentro del casco urbano.

d.  Policía administrativa, en lo relativo a las ordenanzas, bandos y demás disposiciones municipales
dentro del ámbito de su competencia.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | LA PREVENCIÓN EN LA PATRULLA POLICIAL

e.  Participar en las funciones de policía judicial, en la forma establecida en el artículo 29.2 de esta
Ley. Estos últimos tres artículos son nuestras principales funciones.

f.  La prestación de auxilio, en los casos de accidente, catástrofe o calamidad pública, participando,
en la forma prevista en las Leyes, en la ejecución de los planes de protección civil.

g.  Efectuar diligencias de prevención y cuantas actuaciones tiendan a evitar comisión de actos de-
lictivos en el marco de colaboración establecido en las juntas de seguridad.

h.  Vigilar los espacios públicos y colaborar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con
la policía de las Comunidades Autónomas en la protección de las manifestaciones y el manteni-
miento del orden en grandes concentraciones humanas.

i.  Cooperar en la resolución de los conflictos privados cuando sean requeridos para ello. Estos artí-
culos hablarían de nuestras funciones básicas y cotidianas.

De todo ello se desprende que una de las tareas más importantes en la actividad policial es la pre-
sencia activa con el fin de prevenir el delito y prestar auxilio a los ciudadanos, por lo que la patrulla
es el exponente tradicional en este cometido policial.

Estos últimos artículos serían funciones compartidas con otros cuerpos de seguridad.

Por otro lado, y como segunda vertiente, se encuentra la prevención de riesgos laborales en el ejer-
cicio de nuestras funciones, como eje fundamental de nuestra propia seguridad, ya que no sería po-
sible sin unos medios adecuados tanto pasivos como activos, (nuestra formación específica, medios
materiales etc.).

La aplicación de la prevención en el ámbito policial viene marcada principalmente por la anticipación


de medios preventivos a nuestro trabajo cotidiano, como método de prevención fundamental. De
poco serviría tener guantes anticorte como medio activo individual, si no los llevamos con nosotros.
Hay que pensar, que en las intervenciones cotidianas, los hechos surgen de manera inesperada y,
en ese momento, no da tiempo a coger los guantes de la taquilla o aprender defensa personal. Por
eso, es importante anticiparse a lo que nos pueda suceder, y tener los medios y los conocimientos
que se consideren óptimos para nuestro trabajo. Esto sería, a groso modo, la Prevención laboral en
el ámbito Policial.

Hay que pensar, que en muchas ocasiones la ostentación de medios; Guantes, Chalecos, Cascos
etc., evitan por sí mismos situaciones de peligro, ya que previenen posibles actos contra los funcio-
narios actuantes, por el efecto psicológico disuasorio.

3. LA PATRULLA POLICIAL
El policía tiene que tener en cuenta unas consideraciones generales sobre la patrulla. Debe hacer
entender a los ciudadanos el porqué de su existencia, y cuál es su cometido.

La patrulla policial, con su sola presencia activa, previene el delito y proporciona seguridad al ciuda-
dano, para lo cual, debe mostrar la imagen de lo que el ciudadano quiere de su policía.

Las personas, propiedades, lugares y acontecimientos, le incumben y son su responsabilidad, son


su obligación, y es lo más importante en su trabajo.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | LA PREVENCIÓN EN LA PATRULLA POLICIAL

La patrulla policial debe tener cuidado extremo con el material operativo que se le asigna a cada
funcionario, con el fin de que funcione realmente cuando se necesite. Así mismo, utilizaran las
transmisiones en su justo término.

Cada vez que entramos de servicio, tendremos que recordar unas reglas básicas y simples que nos
pueden ayudar a reducir los riesgos laborales, y mejorar los servicios.

Recuerda. La rutina es nuestro mayor enemigo y debe evitarse.

4. ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DEL


INICIO DEL SERVICIO
Antes.

•  El conocido como briefing o momento dedicado a las instrucciones es uno de los momentos más
importante, ya que es el momento de distribuir servicios, de notificar novedades del turno salien-
te, de la entrega de material y de cualquier otra incidencia relevante a realizar.

•  Se deberá comprobar que se porta el material necesario en nuestro cinturón (grilletes, armas,
defensa, cargadores etc.).

•  Es necesario recabar información de interés de la patrulla saliente, y de la sala de comunicaciones


o del 092 sobre los hechos más importantes (vehículos sustraídos, comunicados importantes,
etc.).

•  Se revisará siempre el vehículo, cuando se reciba éste o cuando se entregue, dando cuenta de
cualquier incidencia.

•  Se deberá revisar que se dispone de la documentación necesaria para el correcto desempeño de


las funciones policiales.

Durante.

•  Informar de cualquier incidencia a la sala y mando superior (estamos identificado en la calle…) si


sucede algo, la sala sabrá perfectamente donde te encuentras.

•  Recabar información para otras unidades, incluso otros cuerpos policiales.

•  En paradas obligadas, semáforos o en atascos, deben de conservar la movilidad el vehículo, evi-


tando quedar encajonados en todo momento.

•  Los cristales o ventanillas delanteras, deberán estar abiertas unos 5 o 6 cts. con el fin de oír lo
que venga desde el exterior.

•  Atenderán a los ciudadanos, no desde el interior del vehículo (por seguridad y por cortesía), sino
descendiendo al menos uno de los agentes. En el caso de motocicletas, nunca se atenderá a los
ciudadanos sentados en estas.

•  Cuando tengan que dejar el vehículo, deberán dejarlo cerrado, y sin armamento en su interior.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | LA PREVENCIÓN EN LA PATRULLA POLICIAL

Después.

•  Revisar material que se porta.

•  Recibir todas las novedades del servicio.

•  Dar novedades a su jefe de turno de las incidencias del servicio.

•  Hacer una autocrítica o reflexión de los servicios realizados.

No debe olvidarse que todas las intervenciones de las patrullas policiales están basadas en los
principios básicos de actuación. Pilares fundamentales de nuestro trabajo cotidiano, principios que
son los siguientes:

1.  Adecuación al ordenamiento jurídico, especialmente:

a.  Ejercer su función con absoluto respeto a la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico.

b.  Actuar, en el cumplimiento de sus funciones, con absoluta neutralidad política e impar-
cialidad y, en consecuencia, sin discriminación alguna por razón de raza, religión u opinión.
Debemos tener en cuenta los denominados delitos de odio.

c.  Actuar con integridad y dignidad. En particular, deberán abstenerse de todo acto de co-
rrupción y oponerse a él resueltamente. Pensar que tanta pena tendrá el autor como el
que teniendo conocimiento no actúa dando cuenta.

d.  Sujetarse en su actuación profesional a los principios de jerarquía y subordinación. En


ningún caso la obediencia debida podrá amparar órdenes que entrañen la ejecución de
actos que manifiestamente constituyan delito o sean contrarios a la Constitución o a las
Leyes. Todos debemos tener claro que cumplir una orden ilegal, aunque sea ordenado por
un superior, no nos eximirá de ser condenados por dicha acción.

e.  Colaborar con la Administración de Justicia y auxiliarla en los términos establecidos en la Ley.

2.  Relaciones con la comunidad. Singularmente:

a.  Impedir, en el ejercicio de su actuación profesional, cualquier práctica abusiva, arbitraria o


discriminatoria que entrañe violencia física o moral. Como siempre el compañerismo mal
entendido, que a algunos les hace permitir actos ilegales.

b.  Observar en todo momento un trato correcto y esmerado en sus relaciones con los ciuda-
danos, a quienes procurarán auxiliar y proteger, siempre que las circunstancias lo aconse-
jen o fueren requeridos para ello. En todas sus intervenciones, proporcionarán información
cumplida, y tan amplia como sea posible, sobre las causas y finalidad de las mismas.

c.  En el ejercicio de sus funciones deberán actuar con la decisión necesaria, y sin demora cuan-
do de ello dependa evitar un daño grave, inmediato e irreparable; rigiéndose al hacerlo por
los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios
a su alcance. A veces no se cumple los tres principios, luego no se cumplirá la eximente.

d.  Solamente deberán utilizar las armas en las situaciones en que exista un riesgo racio-
nalmente grave para su vida, su integridad física o las de terceras personas, o en aque-
llas circunstancias que puedan suponer un grave riesgo para la seguridad ciudadana y

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | LA PREVENCIÓN EN LA PATRULLA POLICIAL

de conformidad con los principios a que se refiere el apartado anterior. Actualmente es


un tema delicado con los últimos atentados de integristas.

3.  Tratamiento de detenidos, especialmente:

a.  Los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad deberán identificarse debidamente
como tales en el momento de efectuar una detención.

b.  Velarán por la vida e integridad física de las personas a quienes detuvieren o que se en-
cuentren bajo su custodia y respetarán el honor y la dignidad de las personas. Es im-
portarte concienciarse de que todo lo que le sucede desde su detención será nuestro
problema.

c.  Darán cumplimiento y observarán con la debida diligencia los trámites, plazos y requisitos
exigidos por el ordenamiento jurídico, cuando se proceda a la detención de una persona.

4.  Dedicación profesional

Deberán llevar a cabo sus funciones con total dedicación, debiendo intervenir siempre, en cualquier
tiempo y lugar, se hallaren o no de servicio, en defensa de la Ley y de la seguridad ciudadana. Enten-
der por intervenir fuera de servicio con llamar al 112 u otras acciones.

5.  Secreto profesional

Deberán guardar riguroso secreto respecto a todas las informaciones que conozcan por razón o
con ocasión del desempeño de sus funciones. No estarán obligados a revelar las fuentes de infor-
mación, salvo que el ejercicio de sus funciones o las disposiciones de la Ley les impongan actuar de
otra manera. Tener cuidado sobre todo en las identificaciones revelar datos confidenciales delante
de otras personas.

6.  Responsabilidad

Son responsables personal y directamente por los actos que en su actuación profesional llevaren a
cabo, infringiendo o vulnerando las normas legales, así como las reglamentarias que rijan su profesión
y los principios enunciados anteriormente, sin perjuicio de la responsabilidad patrimonial que pueda
corresponder a las Administraciones Públicas por las mismas. Respectar normas de circulación etc.

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  La aplicación de la prevención en el ámbito policial viene marcada principalmente por la anticipación
de medios preventivos a nuestro trabajo cotidiano, como método de prevención fundamental.

•  No debe olvidarse la sucesión de acciones principales en el ámbito de la seguridad: actué, ayude,


auxilie, denuncie y detenga.

•  Sin duda el mayor enemigo de la función policial es la rutina.

•  Las personas, propiedades, lugares y acontecimientos, incumben a la Policía y son su responsa-


bilidad, son su obligación, y es lo más importante en su trabajo.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | LA PREVENCIÓN EN LA PATRULLA POLICIAL

•  No debe olvidarse que todas las intervenciones de las patrullas policiales están basadas en los
principios básicos de actuación.

•  Se debe tener un especial cuidado sobre todo en las identificaciones, en relación a revelar datos
confidenciales delante de otras personas.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  GARCÍA ALONSO, D. (2016). Manual de intervención Policial. Netpol Seguridad.

7. BIBLIOGRAFÍA
•  España. Ley Orgánica. 2/86 de 13 de marzo FF.CC.SS. BOE, 14 de marzo de 1986, núm. 63, p.
9604 a 9616.

•  Ministerio del Interior. Guía de la patrulla. (1983). Secretaría de Estado para la Seguridad.

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3

IDENTIFICACIÓN,
CONTROLES Y SEGUIMIENTOS

3
1. RESUMEN

2. L A IDENTIFICACIÓN Y EL CACHEO

2.1. M
 OTIVOS Y FORMAS

2.2. C
 ACHEOS

2.3. E SPOSAMIENTO

2.4. P
 ROCEDIMIENTO DEL ESPOSAMIENTO

3. EL CONTROL DE SEGURIDAD

4. T RES SITUACIONES EN LA IDENTIFICACIÓN

5. P
 ERSECUCIONES A PIE Y EN VEHÍCULO

5.1. P
 ERSECUCIÓN A PIE

5.2. P
 ERSECUCIÓN EN VEHÍCULOS

5.2.1. PERSECUCIÓN EN MOTOCICLETA

5.2.2. PERSECUCIÓN EN TURISMO

6. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

7. L ECTURAS RECOMENDADAS

8. B
 IBLIOGRAFÍA

9. A
 NEXO I. P
 RÁCTICAS
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | IDENTIFICACIÓN, CONTROLES Y SEGUIMIENTOS

1. RESUMEN
En la tercera unidad didáctica de la asignatura se formará a los alumnos qué regulación jurídica
permite requerir documentación y qué tipo de documentación, a un ciudadano, ya sea ésta do-
cumentación personal o del vehículo, al igual que se le instruirá en relación a cómo realizar dichas
identificaciones así como los registros personales con seguridad, el lugar idóneo para su realización
dependiendo de las unidades policiales que se dispongan en cada momento, cómo, cuándo y por
qué se puede identificar a una persona (ya que dicha persona tiene unos derechos de los nosotros
mismos somos sus valedores) y, por último, se estudiará cómo realizar con seguridad los segui-
mientos y las persecuciones de posibles delincuentes dados a la fuga.

2. LA IDENTIFICACIÓN Y EL CACHEO
2.1. Motivos y formas
Vamos a ir estudiando la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad
Ciudadana, texto normativo que ofrece cobertura jurídica a este tipo de actuaciones policiales. En
el marco de este proceso de estudio, debe iniciarse el análisis del texto legal por su el 8, que dice
textualmente:

Artículo 8. Acreditación de la identidad de los ciudadanos españoles.

1.  Los españoles tienen derecho a que se les expida el Documento Nacional de Identidad.

El Documento Nacional de Identidad es un documento público y oficial y tendrá la protección que a


éstos otorgan las leyes, así como suficiente valor por sí solo para la acreditación de la identidad y
los datos personales de su titular.

2.  En el Documento Nacional de Identidad figurarán la fotografía y la firma de su titular, así como
los datos personales que se determinen reglamentariamente, que respetarán el derecho a la
intimidad de la persona, sin que en ningún caso, puedan ser relativos a la raza, etnia, religión,
creencias, opinión, ideología, discapacidad, orientación o identidad sexual, o afiliación política o
sindical. La tarjeta soporte del Documento Nacional de Identidad incorporará las medidas de se-
guridad necesarias para la consecución de condiciones de calidad e inalterabilidad y máximas
garantías para impedir su falsificación.

3.  El Documento Nacional de Identidad permite a los españoles mayores de edad que gocen de
plena capacidad de obrar y a los menores emancipados la identificación electrónica de su ti-
tular, así como la firma electrónica de documentos, en los términos previstos en la legislación
específica. Las personas con capacidad modificada judicialmente podrán ejercer esas facultades
cuando expresamente lo solicite el interesado y no precise, atendiendo a la resolución judicial que
complemente su capacidad, de la representación o asistencia de una institución de protección y
apoyo para obligarse o contratar.

Del mismo modo, es de especial interés para esta unidad didáctica el contenido del artículo 9 de la
Ley 4/2015:

Artículo 9. Obligaciones y derechos del titular del Documento Nacional de Identidad.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | IDENTIFICACIÓN, CONTROLES Y SEGUIMIENTOS

1.  El Documento Nacional de Identidad es obligatorio a partir de los catorce años. Dicho documento
es personal e intransferible, debiendo su titular mantenerlo en vigor y conservarlo y custodiarlo
con la debida diligencia. No podrá ser privado del mismo, ni siquiera temporalmente, sino en los
supuestos en que, conforme a lo previsto por la ley, haya de ser sustituido por otro documento.

2.  Todas las personas obligadas a obtener el Documento Nacional de Identidad lo están también a
exhibirlo y permitir la comprobación de las medidas de seguridad a las que igualmente la men-
cionada que se refiere el apartado 2 del artículo 8 cuando fueren requeridas para ello por la auto-
ridad o sus agentes, para el cumplimiento de los fines previstos en el apartado 1 del artículo 16.
De su sustracción o extravío deberá darse cuenta tan pronto como sea posible a la comisaría de
Policía o puesto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad más próximo.

2.2. Cacheos
La práctica del cacheo tiene su cobertura legal en los artículos 11.1 f) y g) de la L.O. 2/86 de Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad de 13 de marzo, en el artículo 282 de la LECrim y en los artículos 18, 19 y
20, de la L.O. 4/2015 de Protección y Seguridad Ciudadana. Pero aparte de estas leyes, habrá que
hacer referencias a sentencias, jurisprudencia y a instrucciones que justifiquen la materia que es-
tamos tratando.

De las instrucciones de la Secretaría de Estado de Seguridad (S.E.S.) del Ministerio del Interior des-
tacan las siguientes sobre el cacheo superficial:

•  Instrucción nº 1/2017, modificando la instrucción 11/2007, de 12 de septiembre, de la Secretaria


de Estado de Seguridad, por la que se aprueba el “protocolo de actuación policial con menores”.

Esta primera instrucción establece, entre otras cuestiones, la forma de la detención, cacheo y es-
posamiento.

El cacheo de los menores detenidos se realizará con respeto absoluto a sus derechos funda-
mentales y siempre como medida de seguridad para el propio menor y los actuantes, retirándo-
les cualquier objeto que pudiera hacer peligrar su integridad física, su seguridad o la de los que
le custodian.

Instrucción 12/2007, de la Secretaria de Estado de Seguridad, sobre los comportamientos exigidos


a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para garantizar los derechos de
las personas detenidas o bajo custodia policial.

Esta segunda instrucción regula, entre otras cuestiones, los registros personales en la detención.

a.  El cacheo.

1.  El cacheo es la modalidad del registro personal que consiste en la prospección superficial externa
del cuerpo y vestiduras e indumentaria, incluyendo los objetos personales o equipaje de mano,
con la finalidad de descubrir objetos no permitidos o peligrosos, efectos del delito o medios de
prueba ocultos entre la ropa o el cuerpo del sospechoso.

2.  El cacheo es preceptivo en el caso de detenciones, así como ante sospechosos potencialmen-
te peligrosos. En el resto de ocasiones, la práctica del cacheo estará basada en la existencia
de indicios racionales que lo aconsejen, sin que en ningún caso pueda aplicarse de forma
arbitraria.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | IDENTIFICACIÓN, CONTROLES Y SEGUIMIENTOS

3.  A fin de proteger la dignidad del detenido, cuando los funcionarios policiales se vean obligados
a realizar cache-os en la vía pública, deberán buscar el lugar más idóneo y discreto posible.

4.  Para garantizar la seguridad de los agentes actuantes y del propio detenido, se deben eliminar
los objetos susceptibles de poner en peligro dicha seguridad, para lo cual se procederá a un re-
gistro de seguridad del detenido, que será completado, de manera más exhaustiva, una vez que
éste se encuentre en dependencias policiales.

5.  Si, en el momento del registro, los funcionarios que lo realizan observaran alguna lesión o el de-
tenido manifestara sufrirla, lo trasladarán inmediatamente a un Centro sanitario para la práctica
del oportuno reconocimiento médico.

6.  Los cacheos se llevarán a cabo, salvo urgencia, por personal del mismo sexo que la persona ca-
cheada, y preferiblemente provistos del material de protección adecuado, especialmente cuando
haya riesgo de contagio de enfermedades infecto-contagiosas. El criterio a seguir siempre en
esta operación es el del máximo respeto a la identidad sexual de la persona cacheada, lo que
deberá tenerse en cuenta muy especialmente en el caso de personas transexuales.

7.  Es obligatorio, por razones de seguridad, efectuar un cacheo del detenido en el momento previo
a su ingreso en un calabozo, que consistirá en el registro y requisa de todos los utensilios que
pueda portar, entre otros, en los bolsillos, forros o pliegues de tela. Se procederá a la retirada de
cadenas, cinturones, bufandas, cordones, relojes, anillos, encendedores, fósforos u otros objetos
que puedan ser susceptibles de ser utilizados por el detenido para autolesionarse, causar lesio-
nes o facilitar su fuga.

La Sentencia del Tribunal Supremo del 6 de octubre de 1999 establece que el derecho a la intimidad
no se vulnera, siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos:

1. Que el cacheo se realice por alguien del mismo sexo.

2. Que según la intensidad y el alcance corporal del cacheo se haga en sitio reservado.

3. Que se eviten posturas o situaciones degradantes o humillantes.

Una vez revisada la legislación expuesta sobre el C.S.P., se responderán las preguntas expuestas al
inicio del presente artículo, y que son las que generan más dudas a toda persona perteneciente a la
Policía que lo ha practicado en la calle.

¿Se puede cachear a un menor?

Ha de recordarse que, como establece la Instrucción 11/2007 de la S.E.S. sobre el protocolo de


actuación policial con menores, se deduce que no hay problema ninguno en proceder al C.S.P.
siempre que se respeten sus derechos fundamentales, igual que con un adulto, y se tomen medi-
das de seguridad con el menor. Sin olvidar siempre el interés superior del menor.

¿Qué ocurre si es un transexual?

En el punto 6 de la instrucción de SES 12/2007, se recalca “el del máximo respeto a la identidad
sexual de la persona cacheada”. El problema puede venir a la hora de determinar “la identidad sexual
de la persona”. Se podrá conocer por el sexo que figure en el Documento Nacional de Identidad, y
si figura varón se cachea por un policía varón, y si establece mujer pues por un policía mujer. Pero,
¿qué ocurriría si aún no ha modificado los datos del DNI y su figura externa sexual fuera distinta
a la que marca el documento de identidad? Ya que no es lo mismo una persona simplemente

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | IDENTIFICACIÓN, CONTROLES Y SEGUIMIENTOS

travestida, que una persona con operación de cambio de sexo. Buscando normativa al respecto,
se encuentra la Instrucción de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias 7/2006 de 9
de marzo, que podría ofrecer una referencia por analogía debido a la laguna normativa, donde
establece el criterio de “identidad psicosocial de género”.

¿Puede una persona perteneciente a la Policía cachear a una persona de distinto sexo?

El punto 6 de la instrucción de SES 12/2007 establece que “Los cacheos se llevarán a cabo, salvo
urgencia, por personal del mismo sexo que la persona cacheada…”. Puede suscitar dudas el “salvo ur-
gencia”, ya que parece quedar abierta la facultad de cachear a personas de sexo distinto. Pues bien,
lo que determina realmente es que sólo estaría justificado cuando se trate de casos de bandas
armadas y/o terroristas.

Esta pregunta se le hizo a un fiscal, exponiendo el siguiente caso: “nos llaman de una pelea y al
llegar los dos policías varones, observan a seis mujeres que acaban de tener una agresión, tres de
ellas contra las otras tres. Una de ellas, presenta lesiones de arma blanca, y otra dice que una de las
otras ha esgrimido un arma de fuego sin saber determinar cuál”… se le recalcó al fiscal que no había
posibilidad alguna de que se personara una policía de género femenino para proceder al cacheo,
y que era una “situación de peligro grave e inminente”. Ante esta tesitura, la respuesta del fiscal
como forma de proceder fue la siguiente: “llevar a las mujeres a la comisaría y esperar a que venga
una mujer policía para proceder a su cacheo”. No se harán comentarios al respecto. Sólo recordar
que desempeñar las funciones policiales en la vida real no es fácil, y esta problemática la conoce
quienes lo llevan a cabo diariamente.

2.3. Esposamiento
Es la técnica operativa policial encaminada a la in-movilización de las manos de una persona, me-
diante el empleo de unos útiles específicos con el fin de evitar agresiones o intentos de fuga.

La norma general del esposamiento es:

•  Se utilizarán las esposas al efectuar la detención, al ser posible por delito grave o peligro personal.

•  Antes de esposar efectuar el cacheo.

•  No esposarnos nunca con el detenido.

•  Esposar siempre por la espalda, salvo a una mujer embarazada, que se realizará siempre por
delante.

•  No esposar al detenido a un objeto y dejarlo solo.

•  Al esposar a dos detenidos con los mismos grilletes, hacerlo mano derecha con mano derecha o
izquierda con izquierda.

•  En caso de menores se tratará de evitar el espesamiento pero sí hubiese que realizarlo se efec-
tuará de la forma menos gravosa.

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2.4. Procedimiento del esposamiento


1.  Colocar al detenido con las manos sobre la pared piernas separadas y abiertas consiguiendo un
cierto desequilibrio.

2.  Ordenar le de forma clara y concisa que coloque su mano derecha en la espalda con las palmas
hacia afuera, colocándole un grillete.

3.  Indicarle que se apoye con la frente en la pared y que pase su mano izquierda. Hacia la espalda
con la palma hacia afuera colocar el otro grillete.

4.  Se comprueba la presión de los grilletes y los seguros.

3. El CONTROL DE SEGURIDAD
En cuanto al estudio de los controles de seguridad, con carácter previo debe estudiarse la regulación
jurídica que los aborda, destacando los siguientes preceptos:

Artículo 17 de la Ley Orgánica 4/2015. Restricción del tránsito y controles en las vías públicas.

1.  Los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán limitar o restringir la circulación o per-
manencia en vías o lugares públicos y establecer zonas de seguridad en supuestos de alteración
de la seguridad ciudadana o de la pacífica convivencia, o cuando existan indicios racionales de que
pueda producirse dicha alteración, por el tiempo imprescindible para su mantenimiento o resta-
blecimiento. Asimismo podrán ocupar preventivamente los efectos o instrumentos susceptibles
de ser utilizados para acciones ilegales, dándoles el destino que legalmente proceda.

2.  Para la prevención de delitos de especial gravedad o generadores de alarma social, así como
para el descubrimiento y detención de quienes hubieran participado en su comisión y proceder
a la recogida de los instrumentos, efectos o pruebas, se podrán establecer controles en las vías,
lugares o establecimientos públicos, siempre que resulte indispensable proceder a la identifica-
ción de personas que se encuentren en ellos, al registro de vehículos o al control superficial de
efectos personales.

Artículo 18. Comprobaciones y registros en lugares públicos.

3.  Los agentes de la autoridad podrán practicar las comprobaciones en las personas, bienes y ve-
hículos que sean necesarias para impedir que en las vías, lugares y establecimientos públicos se
porten o utilicen ilegalmente armas, explosivos, sustancias peligrosas u otros objetos, instru-
mentos o medios que generen un riesgo potencialmente grave para las personas, susceptibles
de ser utilizados para la comisión de un delito o alterar la seguridad ciudadana, cuando tengan
indicios de su eventual presencia en dichos lugares, procediendo, en su caso, a su intervención. A
tal fin, los ciudadanos tienen el deber de colaborar y no obstaculizar la labor de los agentes de la
autoridad en el ejercicio de sus funciones.

4.  Los agentes de la autoridad podrán proceder a la ocupación temporal de cualesquiera objetos,
instrumentos o medios de agresión, incluso de las armas que se porten con licencia, permiso
o autorización si se estima necesario, con objeto de prevenir la comisión de cualquier delito, o
cuando exista peligro para la seguridad de las personas o de los bienes.

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Artículo 19. Disposiciones comunes a las diligencias de identificación, registro y comprobación.

1.  Las diligencias de identificación, registro y comprobación practicadas por los agentes de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con ocasión de actuaciones realizadas conforme a lo dispues-
to en esta sección no estarán sujetas a las mismas formalidades que la detención.

2.  La aprehensión durante las diligencias de identificación, registro y comprobación de armas, dro-
gas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otros efectos procedentes de un delito
o infracción administrativa se hará constar en el acta correspondiente, que habrá de ser firmada
por el interesado; si éste se negara a firmarla, se dejará constancia expresa de su negativa. El
acta que se extienda gozará de presunción de veracidad de los hechos en ella consignados, salvo
prueba en contrario.

Artículo 20. Registros corporales externos.

1.  Podrá practicarse el registro corporal externo y superficial de la persona cuando existan indicios
racionales para suponer que puede conducir al hallazgo de instrumentos, efectos u otros objetos
relevantes para el ejercicio de las funciones de indagación y prevención que encomiendan las
leyes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

2.  Salvo que exista una situación de urgencia por riesgo grave e inminente para los agentes:

a.  El registro se realizará por un agente del mismo sexo que la persona sobre la que se
practique esta diligencia.

b.  Y si exigiera dejar a la vista partes del cuerpo normalmente cubiertas por ropa, se efec-
tuará en un lugar reservado y fuera de la vista de terceros. Se dejará constancia escrita
de esta diligencia, de sus causas y de la identidad del agente que la adoptó.

3.  Los registros corporales externos respetarán los principios del apartado 1 del artículo 16, así
como el de injerencia mínima, y se realizarán del modo que cause el menor perjuicio a la intimidad
y dignidad de la persona afectada, que será informada de modo inmediato y comprensible de las
razones de su realización.

4.  Los registros a los que se refiere este artículo podrán llevarse a cabo contra la voluntad del afec-
tado, adoptando las medidas de compulsión indispensables, conforme a los principios de idonei-
dad, necesidad y proporcionalidad.

Tenemos la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, modificado por la Ley
Orgánica 1/2015 del 30 de marzo que entro en vigor el 01 de julio de 2015. (Capitulo II, artículos
550 al 556).

Ley Enjuiciamiento Criminal (artículo 495).

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4. TRES SITUACIONES EN LA
IDENTIFICACIÓN
Artículo 16 de la Ley Orgánica 4/2015. Identificación de personas.

1.  En el cumplimiento de sus funciones de indagación y prevención delictiva, así como para la san-
ción de infracciones penales y administrativas, los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguri-
dad podrán requerir la identificación de las personas en los siguientes supuestos:

a.  Cuando existan indicios de que han podido participar en la comisión de una infracción.

b.  Cuando, en atención a las circunstancias concurrentes, se considere razonablemente ne-


cesario que acrediten su identidad para prevenir la comisión de un delito.

En estos supuestos, los agentes podrán realizar las comprobaciones necesarias en la vía pública o
en el lugar donde se hubiese hecho el requerimiento, incluida la identificación de las personas cuyo
rostro no sea visible total o parcialmente por utilizar cualquier tipo de prenda u objeto que lo cubra,
impidiendo o dificultando la identificación, cuando fuere preciso a los efectos indicados.

En la práctica de la identificación se respetarán estrictamente los principios de proporcionalidad,


igualdad de trato y no discriminación por razón de nacimiento, nacionalidad, origen racial o étnico,
sexo, religión o creencias, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, opinión o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social.

2.  Cuando no fuera posible la identificación por cualquier medio, incluida la vía telemática o telefó-
nica, o si la persona se negase a identificarse, los agentes, para impedir la comisión de un delito
o al objeto de sancionar una infracción, podrán requerir a quienes no pudieran ser identificados
a que les acompañen a las dependencias policiales más próximas en las que se disponga de los
medios adecuados para la práctica de esta diligencia, a los solos efectos de su identificación y por
el tiempo estrictamente necesario, que en ningún caso podrá superar las seis horas.

La persona a la que se solicite que se identifique será informada de modo inmediato y comprensible
de las razones de dicha solicitud, así como, en su caso, del requerimiento para que acompañe a los
agentes a las dependencias policiales.

3.  En las dependencias a que se hace referencia en el apartado 2 se llevará un libro-registro en el


que sólo se practicarán asientos relacionados con la seguridad ciudadana. Constarán en él las
diligencias de identificación practicadas, así como los motivos, circunstancias y duración de las
mismas, y sólo podrán ser comunicados sus datos a la autoridad judicial competente y al Mi-
nisterio Fiscal. El órgano competente de la Administración remitirá mensualmente al Ministerio
Fiscal extracto de las diligencias de identificación con expresión del tiempo utilizado en cada una.
Los asientos de este libro-registro se cancelarán de oficio a los tres años.

4.  A las personas desplazadas a dependencias policiales a efectos de identificación, se les deberá
expedir a su salida un volante acreditativo del tiempo de permanencia en ellas, la causa y la iden-
tidad de los agentes actuantes.

5.  En los casos de resistencia o negativa a identificarse o a colaborar en las comprobaciones o prác-
ticas de identificación, se estará a lo dispuesto en el Código Penal, en la Ley de Enjuiciamiento
Criminal y, en su caso, en esta Ley.

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5. PERSECUCIONES A PIE Y EN VEHÍCULO


5.1. Persecución a pie
Las cuestiones principales a tener en cuenta en una persecución a pie: básicamente las siguientes:

•  Pensar y reflexionar con mucha rapidez, emprendiendo la carrera reflexivamente y no correr por correr.

•  Perseguir teniendo en cuenta el terreno, ya que el perseguido probablemente no tendrá en


cuenta los obstáculos e irregularidades del terreno al sentirse perseguido, (vehículos, peato-
nes, elementos materiales en la vía pública, etc.)

•  Nuestra situación estará ligeramente detrás del perseguido, pues ello proporcionará una zona de
seguridad y permitirá salvar obstáculos que pueda interponer el perseguido contra agente que per-
sigue; salvo que ya nos encontremos en situación apropiada para cogerlo o abalanzamos sobre el
mismo para detener su marcha, o bien optar por detener su marcha de otra manera si esto nos
pudiera colocar en posición de desventaja (por ejemplo, especial corpulencia o fortaleza del sujeto;
o si no podemos verle las manos).

•  No se desenfundará en principio el arma, únicamente si sabemos con cierto grado de certeza que
el perseguido va también armado, pues podría suponernos cierto riesgo de pérdida de equilibrio o
para el sorteo de obstáculos; además del riesgo de poder efectuar un disparo no deseado.

•  Debemos alertar al entorno (con la voz, silbato,..) de la persecución pues puede ser que en ocasio-
nes recibamos ayuda y colaboración de agentes externos.

•  Cuando dos agentes persigan a una sola persona, uno de ellos debe llevar la misma trayectoria
que el perseguido y, el otro deberá sitúa ligeramente por detrás y un poco a la derecha o izquierda
del primer agente.

•  Cuando nos aproximemos a una esquina, deberemos separarnos del vértice de la misma para
evitar la sorpresa de que nos estén esperando y tengamos posibilidad de defensa ante lo impre-
visto del ataque.

•  Aprovecharemos todos aquellos obstáculos, naturales o no, para los casos de necesitar un res-
guardo.

•  Vigilaremos atentamente la evolución de la persecución y estaremos, igualmente al tanto de


nuestro compañero.

•  Si tuviéramos que saltar tapias o vallados, tendremos la precaución en el mismo sentido que
hablamos para el giro de esquinas, evitando ser sorprendidos.

•  Cuando lleguemos a zonas oscuras (uso inmediato de linterna).

5.2. Persecución en vehículos


Una persecución puede iniciarse por muchos motivos: una infracción de tráfico en la que el conduc-
tor, ante las señales de alto ha hecho caso omiso y se resiste a detenerse; un vehículo sospechoso

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que se nos da a la fuga sin que sepamos en ese momento el porqué de su huida; la de uno o más
delincuentes reconocidos tras la comisión de un hecho delictivo; etc.

Pero sea por el motivo que sea, el que hayamos comenzado la persecución no implica que debamos
mantenernos en unos rígidos patrones de conducta que no nos permita interrumpirla cuando vea-
mos que los márgenes de seguridad, en general, se están reduciendo y que el riesgo de resultados
lesivos está haciéndose más que patente.

Muchos confunden la conducción policial con la conducción agresiva, que cualquiera, a groso modo,
puede hacer en un momento determinado sin tener ni idea de lo que está haciendo, de forma te-
meraria, y bastantes ejemplos tenemos de ello en el sin fin de accidentes estúpidos provocados por
jóvenes “agresivos” de fin de semana, muchos de ellos cuando apenas se han sacado el permiso de
conducir. La conducción policial puede y, en ocasiones, debe ser agresiva, pero siempre debe estar
basada en el conocimiento del vehículo y de las tácticas al volante, nunca en la temeridad.

Al iniciar una persecución en vehículo se debe ponderar el riesgo que se genera en contraposición al
beneficio que se obtiene. Debemos reflexionar, no en el momento de estrés del inicio de la persecu-
ción, sino en cualquier otro momento, si en ocasiones no generamos más peligro con una persecución
que el beneficio que intentamos evitar. El potencial peligro que se puede generar en algunas ocasio-
nes para nosotros o para otros usuarios de la vía, es inasumible en muchas ocasiones, sobre todo en
aquellas que al final constituyen sólo infracciones de tráfico, o cuando se tratan de delitos menores;
hemos de valorar muy seriamente esta cuestión al abordar las persecuciones en vehículos.

Deberemos estar en condiciones de explicar la decisión tomada como lo haríamos si tuviéramos


que testificar en el Juzgado, cosa que muy seguramente nos veremos obligados a hacer tarde o
temprano.

5.2.1. Persecución en motocicleta


Generalmente, las persecuciones en motocicletas servirán para hacer un seguimiento del vehícu-
lo, informando en todo momento a los coches del itinerario, pero será muy difícil que agentes en
motocicletas sean capaces de detener a turismos, monovolúmenes, etc.

Si no hay más remedio que realizar directamente la intervención, tener en cuenta los siguientes
extremos:

1.  Las condiciones atmosféricas y la densidad del tráfico, por la incidencia en las posibles caídas
(marcas blancas en el pavimento muy resbaladizo, trapas del alcantarillado, etc.).

2.  Señalizaremos las maniobras que realicemos a los demás conductores, haciendo uso de las
señales sonoras y luminosas de los prioritarios para ser vistos y oídos.

3.  En cuanto la distancia lo permita se informará a nuestra central de características del vehículo
perseguido; marca, modelo, matricula, color, número de ocupantes y, todas aquellas que pue-
dan tener relevancia o interés.

4.  Como norma general serán dos agentes en dos motocicletas.

5.  El motorista jefe de pareja realizará la intervención directa de persecución, indicándole al otro
motorista funciones de apoyo.

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6.  Detener la motocicleta en el lado izquierdo, algo retrasado del vehículo, para poder observar al
conductor y el interior del vehículo, no olvidando nunca que esto siempre supone una situación
de gran riesgo, poniéndonos a cubierto y requiriendo la bajada del individuo del vehículo, mien-
tras se espera la llagada del apoyo, y siempre dependiendo de las circunstancias de cada caso.
Es preferible que acabe iniciando de nuevo la marcha, a que nos sorprenda, y nos hiera o lo haga
a terceras persona.

7.  Se indicará al conductor del vehículo con palabras o gestos claros que tiene que detener la
marcha del vehículo, indicándole el lugar exacto donde debe estacionar, evitando colocarse
a la altura de los ocupantes. Así mismo, se le” indicará que quite la llave de contacto del ve-
hículo, mantenga las dos manos sobre el volante y las llaves de contacto sobre salpicadero
en lugar visible.

8.  Indicar al conductor que baje del vehículo y sitúe las manos sobre la cabeza. Se le esposará in-
mediatamente y después se le cacheará.

5.2.2. Persecución en turismo


1.  Intentar situar nuestro vehículo inmediatamente detrás del que persigue, para evitar que se
intercale otro vehículo particular ajeno a nuestra intervención y que facilitará el distanciamien-
to del perseguido.

2.  Se informará a la central el estado de intensidad del tráfico para que pueda facilitar la llegada de
otras unidades de apoyo o, informarnos, determinadas situaciones que todavía no percibimos.

3.  En cuanto la distancia lo permita, se informará a nuestra central de las características del ve-
hículo perseguido; marca, modelo, matrícula, etc., será mucho más fácil el establecer un cerco
o acotamiento al vehículo perseguido durante la noche que por el día, salvo que las propias
circunstancias del tráfico nos ayude, a cercar al vehículo que se persigue.

6. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Introducción sobre las leyes que respaldan a las personas que ejercen la función policial, para
poder identificar una persona en la vía pública, incluso poder hacerle un registro corporal (siempre
en los casos atendiéndonos a la legalidad de dichos actos).

•  Medidas de seguridad para realizar dichas actuaciones con garantías.

•  Actuaciones que proceden tras la intervención policial: informes, diligencias, actas de denuncia
y/o detención etc.

7. LECTURAS RECOMENDADAS
•  Somos Policías. El porqué de las actuaciones policiales. <https:www.facebook.com/Somospolicias-
Blog> [Consulta: 21 de agosto de 2017].

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•  VECINO CASTRO, M. (2011). Manual Práctica Policial. Madrid: MAD.

•  Ministerio del Interior. (2017). Protocolo de actuación policial con menores. Secretaría de Estado de
Seguridad.

8. BIBLIOGRAFÍA
•  España. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. BOE, 14 de
marzo de 1986, núm. 63. p. 9604-9616.

•  España. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. BOE, 31


de marzo de 2015, núm. 77, p. 27216-27243.

•  Ministerio del Interior. Instrucción Nº 11/2007, de 12 de septiembre, de la Secretaría de Estado


de Seguridad.

•  Ministerio del Interior. Instrucción Nº 12/2007, de la Secretaría de Estado de Seguridad.

9. ANEXO I. PRÁCTICAS
•  Intervención en vía pública, donde cada persona que realiza la práctica (mínimo binomio policial)
identificará a un transeúnte (como consecuencia de un tirón en la zona y el transeúnte en cuestión
coincide con la descripción facilitada por la víctima).

•  Idoneidad del lugar.

•  Medidas de seguridad adoptar (caso de intervenir solo; caso de intervenir con otro compañero).

•  Como realizar la identificación (diferentes supuestos; no porta documentación; no la muestra;


etc.).

•  Se hace necesario el cacheo.

•  Medidas de seguridad adoptar del que interviene, del que protege, como situarse, diferentes si-
tuaciones que se pueden dar durante el registro corporal.

•  Motivos por el que se puede detener tras el cacheo; caso de traslado a dependencias para iden-
tificación, cacheo siempre antes de subir en un vehículo patrulla. Etc.

•  Caso de traslado como detenido, como se realizara dicho traslado, situación de los policías en el
vehículo; (vehículo normal; vehículo mampara), (un solo agente; dos agentes etc.).

•  Se realizaran diferentes situaciones para que el alumno con lo aprendido en cuanto a la legislación
pueda aplicar diferentes actuaciones en los diferentes casos planteados.

•  Estamos ante un ciudadano que solo pasaba por ahí.

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•  Dudas en cuanto a la identificación del individuo.

•  Encontramos en el cacheo objetos o armas.

•  Se procede a detención por comisión de un delito o simplemente denuncia administrativa.

•  Tras cada intervención, resumen por parte de la patrulla que interviene:

•  Motivo por el que se procedió a la identificación.

•  Resultado de la misma.

•  Informe, actas o denuncias, diligencias que procedan realizar tras la intervención realizada.

•  Crítica y aportación por parte del resto de alumnos de la clase sobre la intervención realizada.

DIFERENTES SUPUESTOS:
•  Simplemente un vecino que pasaba por ahí.

•  El individuo no porta documentación.

•  El individuo se idéntica correctamente y colabora, pero se detecta algo sospechoso en él. (De-
tectando que porta armas no legales, pero no tiene nada que ver con lo que perseguimos en ese
momento).

•  El individuo inequívocamente pensamos que es el autor del delito y procedemos a su detención y


traslado a dependencias policiales, etc.

Todos los alumnos, por grupos, interaccionarán como actuantes policiales y como ciudadanos sos-
pechosos de un hecho delictivo, intentando en las prácticas situaciones reales como pasotismo
por parte del ciudadano, intentar hacer perder el control a la persona actuante, sobre la situación,
negativas a colaborar, palabras mal sonantes etc.

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 4

MATERIAL
PARA LA INTERVENCIÓN POLICIAL

4
1. RESUMEN

2. D
 ECRETO 18/1995, DE 24 DE ENERO, DEL GOBIERNO VALENCIANO, REGULADOR DE LOS CRITERIOS DE UTILIZACIÓN
DEL EQUIPO DE AUTODEFENSA Y EL ARMAMENTO POR LAS POLICÍAS LOCALES DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

3. M ATERIAL DE DOTACIÓN OFICIAL PARA LA INTERVENCIÓN POLICIAL

3.1. CHALECOS DE PROTECCIÓN

3.2. F UNDAS DE ARMAS DE FUEGO

3.3. G
 RILLETES

3.4. L AZOS DE SEGURIDAD

3.5. B
 RIDAS DE SEGURIDAD

3.6. C
 INTAS DE SEGURIDAD

3.7. GUANTES DE PROTECCIÓN

3.8. T IPOS DE BASTONES POLICIALES

3.9. C ABLE DE KEVLAR ANTIHURTO RECUBIERTO DE PLÁSTICO

3.10. DISPOSITIVOS DE CONTROL ELÉCTRICO Y OTROS

3.11. E
 SPRAY DE DEFENSA

4. MEDIOS PREVENTIVOS EN ELEMENTOS DE USO COLECTIVO

4.1. V
 EHÍCULOS POLICIALES. ELEMENTOS PREVENTIVOS ESPECÍFICOS

4.2. A RMEROS

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
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1. RESUMEN
En la presente unidad didáctica va a estudiarse la regulación básica sobre material policial en
el ámbito de las policías locales de la Comunidad Valenciana, así como las distintas opciones
del material policial que se dispone en el mercado para poder minimizar al máximo el peligro
en las intervenciones policiales y hacer un uso optimó del mismo. Tal y como se estudiará, en
este ámbito debe diferenciarse entre el material que puede portarse y el de uso colectivo, así
como de las medidas de seguridad de las armas de fuego que portamos y su correspondiente
custodia.

2. DECRETO 18/1995, DE 24 DE ENERO, DEL GOBIERNO


VALENCIANO, REGULADOR DE LOS CRITERIOS DE
UTILIZACIÓN DEL EQUIPO DE AUTODEFENSA Y EL
ARMAMENTO POR LAS POLICÍAS LOCALES DE LA
COMUNIDAD VALENCIANA
El Real Decreto 137/1993, de 29 de enero, aprueba el Reglamento de Armas, y en él se modifi-
can aspectos sobre la fabricación, comercio, tenencia y uso de armas, con el fin de adaptar esta
materia a las diversas normas que han ido apareciendo y a los modernos avances de la técnica.

La necesaria amplitud con que se tratan estos temas en el mencionado reglamento hace pre-
ciso que determinadas cuestiones, como la de los criterios que deban tener en cuenta los fun-
cionarios de las policías locales en cuanto al uso de las armas y elementos de defensa, sean
establecidas por las administraciones públicas competentes en cada caso.

Por otro lado, las armas a las que se refiere el presente decreto son las clasificadas como de
primera categoría (armas de fuego cortas) con que se dote al personal de las policías locales o
que puedan particularmente adquirir, con arreglo al Reglamento de Armas.

De la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como de


la Ley de la Generalitat Valenciana 2/1990, de 4 de abril, de Coordinación de Policías Locales
de la Comunidad Valenciana, se deriva que corresponde ésta a la competencia para determinar
las normas comunes de funcionamiento de las policías locales, aspecto en el cual está incluido,
sin duda, el relativo al modo de usar las armas y equipo de defensa de que están dotados estos
cuerpos.

Por ello, se considera fundamental establecer una regulación, clara y precisa, de la cuestión,
dadas sus innegables repercusiones en la seguridad y tranquilidad ciudadanas y en el pacífico
desenvolvimiento de los derechos.

A este respecto, y teniendo en cuenta los principios básicos de actuación contenidos en el


artículo 5 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se ha partido de la base de
procurar la menor perturbación de los derechos individuales, limitando al máximo el uso de las
armas y equipos de defensa.

Quedan excluidos del ámbito de aplicación de este reglamento, y se regirán por la normativa
especial dictada al efecto, la adquisición, tenencia y uso de armas por las fuerzas armadas y
las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Para el desarrollo de sus funciones también
quedan excluidos los establecimientos e instalaciones de dichas fuerzas y cuerpos.

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Por ello, previo informe de la Comisión de Coordinación de Policías Locales de la Comunidad


Valenciana, a propuesta del Conseller de Administración Pública y previa deliberación del Go-
bierno Valenciano en la reunión del día 24 de enero de 1995.

Artículo primero.

1. La tenencia y utilización del equipo de autodefensa y armamento por parte del personal de las
Policías Locales de la Comunidad Valenciana se ajustará a los criterios contenidos en el presente
Decreto, así como a las disposiciones del Reglamento de Armas, y a las normas que los respecti-
vos Ayuntamientos puedan aprobar al respecto, en ejercicio de su potestad normativa.

1. La regulación contenida en este Decreto se refiere exclusivamente a armas de 1ª categoría del
artículo 3 del Reglamento de Armas, que posean los Policías Locales.

2. El uso del armamento y medios de autodefensa regulados en este Decreto se adecuará en todo
momento a los principios básicos de actuación recogidos en el artículo 5 de la Ley Orgánica
2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Artículo segundo.

Se consideran armas reglamentarias aquellas que el Ayuntamiento asigne al Policía Local para el
ejercicio de sus funciones.

Artículo tercero.

Los miembros de la Policía Local, como titulares de licencia tipo “A” a que se refiere el Reglamento
de Armas, podrán poseer un arma corta de su propiedad, además de las que puedan recibir como
dotación reglamentaria, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo13.

TÍTULO I. Normas generales sobre tenencia.

Artículo cuarto.

Las armas reglamentarias se custodiarán, fuera de las horas de servicio, en las dependencias mu-
nicipales habilitadas al efecto, por el respectivo Ayuntamiento. A este fin, los Ayuntamientos que
cuenten con Policías Locales en cuya dotación se incluya arma reglamentaria, deberán disponer de
zonas de seguridad y/o armeros para su custodia. Y deberían de tener zona fría donde manipular el
arma con seguridad.

Artículo quinto.

Las armas de fuego deberán conservarse en perfecto estado, adoptándose todas las medidas ne-
cesarias para evitar su deterioro, pérdida, robo, sustracción o uso por terceras personas. Es funda-
mental saber en qué estado portamos el arma.

Artículo sexto.

Los miembros de la Policía Local que tengan asignada arma reglamentaria, deberán portar la
misma siempre que se encuentren de servicio, ateniéndose a lo establecido por la Ley 2/1986,
de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Ley 2/1990, de Coordinación de Policías Locales de la
Comunidad Valenciana, sin perjuicio de que por parte de la Alcaldía correspondiente o mandos
superiores se puedan determinar algunos supuestos en los cuales no se deba portar el arma en
servicios concretos.

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Artículo séptimo.

En ningún caso se podrá prestar o ceder el arma a cualquier persona, así como intercambiar el arma o
armero con otro Policía, ni depositarla en vehículos, aunque éstos se estacionen en garajes, incluso vi-
gilados. Se han dado casos que se han cambiado el arma a la hora de limpiarlas o sacarlas del armero.

Artículo octavo.

En caso de pérdida, sustracción, robo, destrucción, etc. del arma o su documentación, se deberá
comunicar inmediatamente a la autoridad correspondiente, sin perjuicio de presentar la pertinente
denuncia.

Artículo noveno.

El Policía será responsable, en todo caso, del mal uso del arma propia o a él asignada, que pudiera
hacer cualquier persona que tuviera acceso a la misma.

Artículo diez.

Queda absolutamente prohibido portar, exhibir o usar las armas, bajo los efectos de bebidas al-
cohólicas, estupefacientes, psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas. Según la Ley
Orgánica 4/2015 podres intervenir las armas, aunque se porten con licencias cuando se den estas
circunstancias.

Artículo once.

En ningún caso podrán tener ni usar armas los policías cuyas condiciones físicas o psíquicas se lo
impidan, en especial aquellas para las que la posesión y uso representen un riesgo propio o ajeno.
Por ello, cuando se detecte algún indicio en tal sentido, deberá comunicarse al mando correspon-
diente, para que la Alcaldía disponga lo oportuno.

Artículo doce.

Todo miembro de las Policías Locales que protagonizare conductas que dieran lugar a dudas sobre
su capacidad de hacer uso responsable del arma o no alcanzase las condiciones mínimas previstas
en el Reglamento de Armas y normas concordantes, será privados de las mismas, tanto reglamen-
tarias como particulares, en su caso, pudiendo cambiar de destino si éste tiene asignada arma.
Cuando detectamos un caso de un compañero en circunstancias excepciones, no hay que dudar en
comunicar a la superioridad, ya que luego puede ser que no tenga remedio y a veces no se hace por
el compañerismo mal entendido.

Artículo trece.

En caso de desear la adquisición de un arma, de propiedad particular, se deberá solicitar a la Alcaldía


correspondiente una certificación al efecto, que facilite la pertinente tramitación ante la interven-
ción de armas de la Guardia Civil.

Artículo catorce.

El control de armamento y munición, así como el entrenamiento práctico y teórico, será llevado a
cabo por el correspondiente departamento de la Policía Local. A su vez, los mandos de cada unidad
o grupo, en su caso, deberán pasar revista periódicamente del estado del armamento y munición
asignados.

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Se realizarán ejercicios de tiro, al menos dos veces al año, programados de acuerdo con las necesi-
dades del Servicio, y en todo caso, se efectuaran los ejercicios previstos en el Reglamento de Armas.
A veces no se cumple este plan de tiro y eso no nos eximirá de responsabilidad si hiciéramos un mal
uso.

Artículo quince.

Las armas de propiedad municipal, así como las particulares en su caso, sólo podrán ser utilizadas
para prácticas en los lugares expresamente autorizados.

Artículo dieciséis.

En los plazos y formas establecidos reglamentariamente, deberán presentarse las armas asignadas
y las particulares, en su caso, y sus correspondientes guías, en el departamento que corresponda
para pasar la oportuna revista.

Artículo diecisiete.

En caso de fallecimiento de un Policía que tuviera asignada arma reglamentaria o fuera propietario
de alguna, sus familiares, herederos o albaceas, deberán entregarla en depósito al Cuerpo, a los
efectos prevenidos en el artículo 93 del vigente Reglamento de Armas. De igual modo se entregará
la correspondiente llave del armero que pudiera tener asignado.

De la misma manera deberá procederse en caso de jubilación o cese en el servicio por cualquier
causa, correspondiendo en este caso la obligación al propio Policía o a sus familiares, en caso de
incapacidad o imposibilidad.

TÍTULO II. Utilización de la defensa.

Artículo dieciocho.

Salvo en los servicios en los que su uso no sea conveniente, todos los policías que presten servicios
uniformados fuera de las dependencias policiales deberán portar la defensa reglamentaria y los
grilletes en su correspondiente funda, sujeta en el cinturón.

En el interior de los vehículos automóviles podrán desprenderse de la defensa, debiendo volver a por-
tarla al salir de los mismos. Importante recordar la obligación de portar el material policial de dotación.

Artículo diecinueve.

La utilización de la defensa por parte del Policía dependerá de la gravedad de la situación y la utiliza-
rá sólo para contener o repeler una agresión contra su persona o la de terceros. Recordar en el uso
del material la Congruencia, oportunidad y proporcionalidad.

Artículo veinte.

En los casos de servicios no individualizados, quien debe asumir la iniciativa y responsabilidad de


éstos, será el encargado de determinar las directrices de utilización de la defensa y dar las ordenes,
de conformidad con los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Ningún policía
actuará sin previa orden, salvo que ello sea estrictamente necesario.

Quien ostente el mando deberá atenerse en todo momento a los criterios contenidos en estas
normas.

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Artículo veintiuno.

Los policías no se ensañarán, bajo ningún concepto en el uso de la defensa, cesando en él en cuanto
sea posible por haberse retirado los agresores o haber sido reducidos. No se amenazará ni golpeará
nunca a una persona caída o que no ofrezca una grave resistencia, insuperable por otro medio.

Artículo veintidós.

La utilización de la defensa será proporcional al daño que trate de evitarse. Teniendo en cuenta su
naturaleza y con el fin de evitar daños irreparables, se usará, cuando sea imprescindible y de ser po-
sible, contra partes no vitales del cuerpo, rehuyendo la cabeza y usando dicha defensa con el fin de
apartar al oponente, sin golpearle, ocasionando el menor daño posible. La utilización de los mismos
debe de haber sido probada con anterioridad, lo que conocemos como anticiparse a las necesidades
individuales que se nos puedan dar.

TÍTULO III. Utilización del aerosol defensivo y de descargadores eléctricos.

Artículo veintitrés.

1. El aerosol defensivo se utilizará sólo como elemento de autodefensa ante personas en ac-
titud agresiva que hayan amenazado o provocado con antelación a los policías, para evitar
altercados graves, riñas tumultuarias o situaciones similares. Para su utilización en local
cerrado se procurará contar previamente con la autorización del propietario o encargado
siempre que ello sea posible, salvo que se trate de evitar un grave riesgo para las personas o
la seguridad ciudadana en cuyo caso los Agentes de la Autoridad podrán prescindir de dicha
autorización.

1. La utilización del aerosol se realizará sin causar daños innecesarios, debiendo cesar inmediata-
mente que se haya conseguido la reducción del agresor o agresores.

Artículo veinticuatro.

2. Los descargadores eléctricos limitarán su uso de acuerdo con lo señalado en el artículo anterior.
Debe de ser imprescindible haber realizado el curso correspondiente para poderlas portar.

TÍTULO IV. Utilización de armas de fuego.

Artículo veinticinco.

Se evitará hacer ostentación del arma, salvo que ello sea imprescindible por las características del
servicio a prestar.

Articulo veintiséis.

Cuando se inicien intervenciones en que sea presumible la necesidad de hacer uso u ostentación del
arma, se adoptarán las medidas preventivas que se estimen adecuadas a la situación, de acuerdo
con lo dispuesto en el Reglamento de Armas. Deben ser muy excepcionales por lo complicado que
es hacer ostentación de las mismas y los resultados que pueda tener.

Artículo veintisiete.

El arma solo se utilizará por el policía cuando exista un riesgo racionalmente grave para su vida,
su integridad física o la de terceras personas, o en aquellas circunstancias que puedan suponer un

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grave riesgo para la seguridad ciudadana, y en todo caso respetando los principios de oportunidad,
congruencia y proporcionalidad.

Artículo veintiocho.

El uso preventivo consistirá en mantener el arma en la mano, dispuesta para su uso inmediato. El
Policía se identificará debidamente, sin realizar amenazas innecesarias y sin apuntar directamente
a ninguna persona, salvo que ello sea estrictamente necesario.

Artículo veintinueve.

El uso preventivo sólo está permitido si se cree fundadamente que la persona interpelada lleva un
arma, tiene antecedentes por haber agredido gravemente a alguna persona o haber amenazado
con hacerlo. Asimismo en el caso de entrada en locales cerrados previamente violentados, o en
cualquier otro espacio bajo circunstancias de peligro similares. Cada intervención es un mundo y hay
que valóralas de manera individual.

Artículo treinta.

El uso intimidatorio consistirá en la realización de varios disparos al aire, siempre que no haya riesgo
para las personas o bienes. En zonas urbanas puede ser muy peligroso, como así ha sucedidos en
ocasiones.

Artículo treinta y uno.

El uso intimidatorio del arma sólo está permitido cuando el policía deba enfrentarse a fuerzas aná-
logas o superiores a las propias y manifiestamente agresivas, cuando el sospechoso haya empren-
dido la huida, su detención sea estrictamente necesaria e inaplazable, no exista otra posibilidad de
darle alcance y no exista riesgo alguno para personas y bienes.

Artículo treinta y dos.

El uso del arma con fines defensivos sólo está permitido cuando esté en peligro manifiesto su vida, su
integridad física o las de terceras personas por agresión de un tercero y no quepan actuaciones alter-
nativas, extremando siempre las medidas de garantía y seguridad para sí mismo y terceras personas.

Artículo treinta y tres.

El uso del arma de fuego ha de ir precedido, si las circunstancias lo permiten, de comunicaciones


dirigidas al agresor para que abandone su actitud, y de la advertencia de que se halla ante un Agente
de la Autoridad, cuando este carácter pudiera ser desconocido por el atacante.

Artículo treinta y cuatro.

Si el agresor mantiene su actitud, a pesar de las comunicaciones, no se deben efectuar disparos,


si ello no es imprescindible, debiendo preceder los intimidatorios a los defensivos siempre que sea
posible.

Artículo treinta y cinco.

En última instancia, cuando por la rapidez, violencia y riesgo grave de la agresión se deba hacer uso
del arma con fines defensivos, el mismo se efectuará sobre partes no vitales del cuerpo del agresor,
atendiendo siempre al principio de que el uso del arma cause el menor daño posible.

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Artículo treinta y seis.

Está prohibido hacer uso del arma de fuego fuera de los supuestos permitidos por el ordenamiento
jurídico. En definitiva el uso del arma como material de dotación individual debe de adecuarse al
Ordenamiento Jurídico y en circunstancias muy excepcionales que deberemos de valorar, a veces en
décimas de segundo, con resultados que pueden ser irreparables.

TÍTULO V. Régimen de funcionamiento disciplinario.

Artículo treinta y siete.

1. Cada vez que se utilice la defensa, el aerosol defensivo, descargadores eléctricos o el arma de
fuego, se deberá elevar por el conducto reglamentario un informe exhaustivo haciendo constar
los motivos y demás circunstancias concurrentes en el acto y adjuntando, si fuera posible, las
vainas y balas, en su caso, salvo que las mismas deban ser entregadas a la Autoridad judicial,
bien directamente o a través de los grupos de Policía Científica.

2. En el caso de disparo de armas de fuego en acto de servicio, copia del citado informe se remitirá a
la Consellería competente en materia de Policía, a efectos de conocimiento, con arreglo al modelo
normalizado que se establecerá oportunamente. Además de la correspondiente comparecencia
en dependencias policiales.

Artículo treinta y ocho.

Las infracciones cometidas por los Policías Locales en relación con la tenencia y uso del equipo de
autodefensa y armamento citado en el ejercicio de sus funciones, serán sancionadas por las auto-
ridades a quienes corresponda la competencia disciplinaria.

DISPOSICIÓN FINAL.

El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la


Generalitat Valenciana.

3. MATERIAL DE DOTACIÓN OFICIAL


PARA LA INTERVENCIÓN POLICIAL
3.1. Chalecos de protección
a.  Balístico. Son los más comunes y más extendidos en el mercado.

b.  Antitrauma. Son usados básicamente en control de masas.

c.  Anticorte y/o anti punción. Están poco extendidos en las Cuerpos Policiales.

d.  Balísticos mixtos. Los cuales protegen tanto de proyectiles, como de ataques de armas blan-
cas.

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Los chalecos de protección balísticos, (coloquialmente llamados antibalas) son el medio preventivo
más importante, ya que con éste, podemos salvar la vida. Por eso, vamos a profundizar más en
éste, así como en sus niveles de protección.

a.  Chalecos balísticos.

Componentes de un chaleco antibalas.

1.  El paquete balístico, que sería el encargado de detener los proyectiles que impacten contra el
chaleco. Se compone de dos paneles, uno anterior y uno posterior. Ambos se deben ajustar al
cuerpo en la mayor extensión posible.

2.  La placa antitrauma, que tiene como función amortiguar el choque o impacto del proyectil contra
el cuerpo, evitando que aunque no se haya producido la perforación, no se ocasionen lesiones
corporales por el posible exceso de deformación del chaleco. Estas pueden ser duras o blandas.

3.  La funda o chaleco, que es el componente que contiene las placas balísticas, y en su caso, la
placa antitrauma. Se adapta al cuerpo mediante una serie de anclajes o fijaciones, normalmen-
te combinadas de velcro y elásticos. Los paneles balísticos actuales, están compuestos por
sofisticados materiales integrados en dos grandes familias: las fibras de aramidas y las fibras
de polietileno.

Las fibras aramidas son las comercializadas bajo los nombres de Kevlar o Twaron. Entre sus carac-
terísticas, destacan el que presentan una densidad muy baja (1,44), pero ofrecen una resistencia
mecánica muy superior al acero, el cual, tiene una densidad de 7,85. Desde su invención, tanto el
Kevlar como el Twaron, han evolucionado considerablemente aumentando más, si cabe, sus pres-
taciones balísticas. Actualmente, el Twaron de última generación es el conocido nombre comercial
de TWARON T-2000.

El Kevlar o poliparafenileno tereftalamida, es una poliamida sintetizada por primera vez por la quí-
mica Stephanie Kwolek en 1965. El Kevlar 29 es el usado para los chalecos. La fibra de Kevlar es
una tecnología innovadora de DuPont, que combina la alta resistencia con un peso ligero. Es muy
resistente. Se usa típicamente como refuerzo en tiras por sus buenas propiedades mecánicas, o
para tejidos. Fue de los primeros materiales antibalas del mercado moderno.

Twaron es el nombre comercial de Teijin Aramid. Se trata de una fibra sintética resistente y fuerte
desarrollada en la década de 1970 por la empresa neerlandesa Akzo, la división de Enka, más tarde,
Akzo Industrial Fibers. El nombre del proyecto de investigación de la fibra para-aramida fue original-
mente X, pero pronto fue llamado Arenka. Aunque el proyecto de la fibra de aramida, se desarrolló
sólo un poco más tarde de Kevlar de DuPont, la introducción de Twaron como un producto comercial
llegó mucho más tarde que el Kevlar, debido a problemas financieros de la empresa Akzo en la dé-
cada de 1970. Actualmente se utiliza bastante para guantes anti-corte.

Las fibras de polietileno son comercializadas, entre otros, bajo los nombres de Spectra o Dynema,
según el fabricante de las mismas. Sus características mecánicas son de una alta tenacidad y me-
nores densidades que las de las fibras de aramidas.

Dyneema es una marca registrada de Royal DSM y fue inventado por el DSM en 1979 en Holan-
da. Honeywell desarrolló un producto idéntico en estructura química, que se vende bajo la marca
Spectra. Aunque en los detalles de producción son algo diferentes. Dyneema y Spectra son de Gel
Spun entrelazado, formando hileras encadenadas de fibras sintéticas. Es una fibra de polietileno
supe fuerte que ofrece la máxima resistencia combinada con el mínimo peso. Es hasta 15 veces
más fuerte que el acero de calidad y hasta un 40% más fuerte que las fibras de aramida, pesando

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mucho menos. Dyneema ® flota en el agua y es extremadamente durable y resistente a la hume-


dad, la luz UV y productos químicos.

Spectra de Honeywell es 10 veces más fuerte que el acero. Debido a su composición molecular, la
fibra Spectra resiste la fuerza de penetración de un proyectil, en rápido movimiento, la energía ciné-
tica de la bala fuera de la zona de impacto y finalmente la desaceleración del proyectil a una parada,
generando un trauma menor. Spectra es muy similar al Dyneema.

Entre las ventajas e inconvenientes de una y otras, las fibras de polietileno ofrecen un mayor grado
de resistencia que las aramidas, sin embargo, expuestas a altas temperaturas, la resistencia dis-
minuye en las fibras de polietileno, motivo por el cual, este tipo de chalecos balísticos compuestos
por paneles de fibras de polietileno, resultan más eficaces en países fríos que en países con una
temperatura media relativamente elevada, como puede ser nuestro caso en España.

A parte del factor de la temperatura ambiental, cabe reflexionar, en el peor de los casos, ante la posibi-
lidad de fuentes extra de calor (exposición directa: focos de fuego, acelerantes de la combustión, etc.).

Los chalecos balísticos, compuestos por paneles de aramidas, tienen el inconveniente de que en
caso de ser expuestos a humedad, el agua, actúa como un lubricante para el proyectil, perdiendo por
tanto gran parte de las propiedades antibala propias de las fibras. Es importante destacar, que una
vez secos los paneles, recuperan íntegramente sus propiedades balísticas.

Otro factor que altera, disminuyendo la resistencia balística de las aramidas, es la incidencia directa
y prolongada a los rayos ultravioletas del sol.

Estos dos inconvenientes, los grandes fabricantes lo solventan envolviendo los paneles balísticos
de aramidas en alojamientos textiles impermeables estancos. La combinación ideal para este tipo
de chalecos es una funda de tejido exclusivo impermeable y transpirable Gore-tex, la cual evitará
definitivamente, que cualquier tipo de humedad, ya sea ambiental como la proveniente de la sudo-
ración del propio individuo, llegue incluso, a estar en contacto con la envoltura de los paneles, con-
servando así, en perfecto estado las propiedades para las que ha sido diseñado el paquete balístico.

Resistencia balística.

Para determinar la resistencia en los chalecos antibala, existe desde abril de 1987, la norma ameri-
cana NIJ STD 0101.03, (National Institute of Justice, USA), la cual establece 7 niveles de protección.

En septiembre del año 2000, esta norma es revisada por el propio Instituto Nacional de Justicia de
los Estados Unidos, creando la nueva normativa NIJ 0101.04, como consecuencia de la constante
aparición de nuevos materiales, tanto para la fabricación de armas de fuego y cartuchería, así como
la aparición de nuevas fibras y materiales en su aplicación para la fabricación de chalecos antibalas.

La nueva normativa, la NIJ 0101.04, es revisada de nuevo a mediados del año 2001 (Apéndice de
la NIJ 0101.04 publicado en junio de 2001), siendo ésta, la penúltima, ya que actualmente existe la
NIJ 0101.06.

Los niveles de protección regulados en la normativa NIJ, vienen dados en función del calibre de la
munición, composición y masa del proyectil, velocidad del impacto de éste contra la superficie del
chaleco, ángulo de incidencia, así como la máxima profundidad de deformación o trauma.

Como norma general podemos decir que los 3 primeros niveles (I, IIA y II), garantizan la protección con-
tra proyectiles como el .22 LR, 9mm Corto, 38 Spl, etc.). Los niveles cuarto y quinto (IIIA y III,), protegen
contra el impacto de municiones como el 9mm Parabellum, .44 Magnum o el .357 Magnum. El nivel

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sexto (IV) protegería frente a proyectiles perforantes del calibre .30 y por último el séptimo nivel de
protección (Especial) vendría especificado (hecho a medida) por el propio usuario en función del nivel
de protección que éste quiera lograr, al no estar comprendido en las clasificaciones anteriores.

Para todos los niveles de protección, la profundidad de deformación máxima de los paneles ba-
lísticos por impacto de bala, permitida por esta norma americana, es de 44 mm (trauma máximo).

Cómo escoger un chaleco antibalas.

1.  ¿Qué tipo de chaleco se necesita?

Si se va a trabajar –indistintamente- uniformado o de paisano, se necesitará un chaleco interior, así


como si se desea llevar el chaleco durante todo el servicio sin que se note. Si, por otro lado, la activi-
dad se sale fuera de las labores de patrulla, sería aconsejable un chaleco con más nivel antitrauma.
Las exteriores son menos estéticos que los anteriores.

2.  ¿Qué nivel de Protección?

Aunque la mejor protección es la máxima, se debe recurrir a una solución de compromiso: normal-
mente, a más protección más peso y menos movilidad. A menor protección, menor peso y mayor
movilidad. Para trabajos uniformados y de escolta, se debería escoger entre los niveles II y IIIA.

3.  ¿Qué Tipo de protección?

Evidentemente, la más completa: frontal, dorsal y laterales.

4.  ¿Qué normativa debe cumplir?

Al menos, la normativa NIJ 0101.04 y la certificación ISO 9000 obtenidas en laboratorios homo-
logados independientes y acreditados para certificar dichas normativas. Hay quien opina que los
valores de trauma de la normativa NIJ son demasiado elevados, es cierto. Pero también es cierto,
que garantiza unos mínimos, y casi todos los fabricantes españoles de chalecos carecen de esta
certificación.

5.  ¿Debe disponer de seguro de responsabilidad civil?

Todo puede fallar y la profesionalidad de una empresa se demuestra asumiendo su responsabilidad


en estos casos. El seguro de responsabilidad civil garantiza que, en caso de fallo del chaleco debido
a fabricación defectuosa, ésta se hará cargo de indemnizar a los afectados.

6.  ¿Qué datos deben figurar en la etiqueta?

La etiqueta debe estar cosida por dentro del chaleco en cada una de las partes frontal y dorsal. La
ausencia o datos borrosos, ilegibles o alterados debe ser motivo de rechazo por motivo de seguri-
dad. Nombre del fabricante, número de serie, nivel de protección, número de lote, fecha de fabrica-
ción, modelo del chaleco, talla, instrucciones de mantenimiento.

a.  Chaleco anticorte y antipunzón.

Sirva como ejemplo un tipo de chaleco y su composición, fabricado en TWARON SRM, un material
que ofrece unas excelentes propiedades anti cuchillo, gracias a una combinación de paramidas y
partículas de carburo de sílices fuertemente unidas por una matriz especial. La capa funcional neu-
traliza el empuje del filo y posteriormente es absorbido por la resistencia y tenacidad de la aramida.

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Flexibilidad y confort hacen de este material una perfecta protección al corte y al punzón contra
cualquier tipo de arma blanca.

b.  Chalecos antitrauma.

Este tipo de chaleco, sirve para dar protección ante golpes, tumultos etc. Este Chaleco es más pre-
ventivo que efectivo, ya que la mera ostentación por parte de los funcionarios, provoca inseguridad
ante las personas que vamos a actuar ya que, visualmente, son muy aparatosos. Suelen ser utiliza-
dos, por unidades que actúan en aglomeraciones de personas, tipo U.I.P, G.R.S. etc.

Por último, debe destacarse que actualmente se han incorporado otras prendas de protección como
camisetas interiores, pantalones, bragas de cuello etc.

c.  Chalecos balísticos mixtos.

Actualmente están cogiendo protagonismo, ya que se ha mejorado su peso y son un excelente


material de protección.

3.2. Fundas de armas de fuego


La elección de una funda debe basarse en criterios objetivos, olvidando la mera vistosidad. Una
funda con múltiples ajustes y botones presenta tantos puntos débiles como ajustes, y los puntos
débiles, significan pérdida de seguridad. Por lo que conciene olvidar las de este tipo.

También son rechazables las fundas de textil, con broches o clips, roscas, botones de ajuste y cual-
quier otro elemento que implique un punto débil en su diseño. Debe pensarse en la funda, como una
parte integrante del uniforme que no debe interferir en otros elementos. Por ejemplo, una funda
alta es incompatible con un chaleco antibalas interior.

Deben rechazarse aquellos dispositivos de seguridad poco adaptados a las situaciones reales, como
los de desactivación excesivamente compleja, peligrosa desactivación con el dedo índice por dispa-
ros fortuitos, antinaturales, que precisen de rotación y de corta vida, y con levas asimétricas que con
el desgaste dejan de funcionar. No es recomendable confiar la seguridad del arma y la nuestra, en
copias de dudosa calidad, que si bien se parecen, ni los materiales son los mismos, ni la calidad es
buena, ni el dispositivo es fiable.

Una buena funda de seguridad profesional debe ser de calidad contrastada, de buen diseño y cali-
dad, longeva, resistente, indeformable y de fácil mantenimiento. Y sobre todo, que sea fácil y segura
de manipular bajo el estrés de una intervención con o sin guantes anticorte.

3.3. Grilletes
Son aquellos, que están construidos en metal (acero inoxidable, hierro, titanio, aluminio, etc.) y son
utilizados principalmente para la sujeción de muñecas, pudiendo ser de cadena, bisagra, virola o
rígidos.

El tipo de cadena y virola es el más antiguo y obsoleto de todos en cuanto a mecanismos de se-
guridad, y aunque su tendencia era a desaparecer actualmente, ha vuelto a tener adeptos en los
Cuerpos Policiales por ser el grillete más fácil de poner.

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El de bisagra, es el tipo más utilizado de grilletes.

Los de estructura rígida son los más completos en sistemas de seguridad y rápidos de poner de to-
dos (siempre que se haya recibido la formación adecuada) de los grilletes disponibles en el mercado.

3.4. Lazos de seguridad


Es un útil policial para la sujeción de muñecas de un solo uso, ya que hay que romperlos para quitar-
los. Este tipo se emplea principalmente cuando hay que detener a personas que infunden sospe-
chas de padecer enfermedades infecto-contagiosas.

3.5. Bridas de seguridad


Material policial, consistente en una tira que se introduce por uno de sus extremos, que puede ser
de plástico o de metal. Pueden ser de un solo uso o que se puedan utilizar como los grilletes ya que
se abren con una llave tradicional de grilletes.

3.6. Cintas de seguridad


Útil policial, consistente en una cinta con velcro, que se emplea para inmovilizar a una persona.

3.7. Guantes de protección


a.  Anticorte.

Utilizados cuando hay enfrenamientos donde el delincuente utiliza armas blancas. Están fabricados
mayoritariamente con maya de Kevlar y material balístico de alta resistencia de protección anti trauma.

Son utilizados tanto para la protección, como para el cacheo policial y la actividad dinámica con ob-
jetos. Es importante que conserven tacto para poder ser manejados con cualquier material policial
(equipo de trasmisiones, arma de fuego etc.).

La normativa de riesgos laborales sobre protección individual, que recoge los riesgos mecánicos es
la EN-388, es la normativa de referencia a la hora de diseñar tanto los guantes anti corte policial,
como los destinados a la industria.

Esta normativa evalúa 4 aspectos de los materiales en los que está fabricado:

a) Resistencia a la abrasión, la cual se mide en ciclos. Niveles de 1 a 4.

b) Resistencia al corte por cuchilla (no por impacto). Niveles de 1 a 5.

c) Resistencia al desgarramiento, medida en “newtons”. Niveles de 1 a 4.

d) Resistencia a la perforación. Niveles de 1 a 4.

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b.  Látex.

Se utilizan cuando hay que cachear a una persona y para prevenir posibles contagios en la atención
a personas con posibles enfermedades contagiosas.

3.8. Tipos de bastones policiales


1.  Defensa reglamentaria (semirrígida).

2.  Defensa antidisturbios (rígida).

La defensa reglamentaria, se puede utilizar para reducir, inmovilizar, conducir, proyectar, resolver
resistencias pasivas, sacar a delincuentes del interior de vehículos y, además, con la parte semi-
rrígida (de goma), se podrá golpear en determinadas zonas del cuerpo humano.

3.  Bastón policial extensible.

El sistema de bastón extensible, es un sistema de defensa total. A diferencia de otros métodos


más antiguos de uso de bastón extensible, el sistema bastón extensible provee soluciones para,
virtualmente, todos los tipos previsibles de resistencia.

Asimismo, por el diseño del arma, puede ser usada estando de pie, a distancia y en rango corto. El
sistema bastón extensible, también es efectivo para defensa durante lucha en lugares cerrados
(piso, patios de fincas etc.). Esto asegura al usuario que será capaz de resolver problemas defen-
sivos sin recurrir a la fuerza mortal.

3.9. Cable de kevlar antihurto recubierto de plástico


Es elástico y la longitud de estiramiento es toda aquella que precise el brazo sin oponer resisten-
cia alguna, al igual que después, se recoge en forma espiral quedando en un cable muy reducido.
En un extremo, posee un lazo para pasar por el cinturón o trabilla, y en el lado opuesto, posee un
pequeño mosquetón para enganchar la cacha del arma.

Características:

•  Fabricado en kevlar y recubierto de plástico.

•  Mosquetón metálico.

•  Longitud del cable recogido 35 cm aproximadamente (medida de extremo a extremo incluyen-


do mosquetón y lazo).

•  Longitud del cable estirado 110 cm aproxima (medida de extremo a extremo incluyendo mos-
quetón y lazo).

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3.10. Dispositivos de control eléctrico y otros


Defensa eléctrica de inmovilización. Es una defensa no letal, especialmente diseñada para inmovi-
lizar a individuos peligrosos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Cuando se efectúa un
disparo, salen despedidos a alta velocidad dos dardos unidos a un microcable conductor de ondas
eléctricas especiales que inmovilizan al sujeto, atacando directamente al sistema neuromuscular
voluntario con impulsos eléctricos. Éstos, crean una interferencia muscular que concluye con la pér-
dida de equilibrio e incapacidad general de movimientos del sujeto, sin causar daños permanentes
ni efectos secundarios. Los dardos eléctricos se propulsan por medio de una reacción electroquími-
ca hasta 7m.de distancia, pudiéndose en menos de 1 segundo, reemplazar un cartucho disparado
por otro listo para ser utilizado de nuevo.

3.11. Espray de defensa


Son dispositivos inocuos, destinados al uso policial como espray de defensa, con un alcance de has-
ta 4 metros que, funciona mediante aerosol, gel, espuma, etc., y contiene un agente activo, (com-
ponente químico). Y para lanzar dicha disolución se emplea como agente expulsor en la mayoría de
sprays una carga de gas a presión, excepto algún dispositivo que utiliza un sistema pirotécnico y
mecánico para dicho fin.

Estos dispositivos, producen efectos irritantes temporalmente en vías respiratorias, piel y ojos,
ocasionando la incapacidad y neutralización del sujeto por un período superior a 10 o 30 minutos,
según el dispositivo que se use y, no tiene efectos secundarios.

4. MEDIOS PREVENTIVOS
EN ELEMENTOS DE USO COLECTIVO
4.1. Vehículos policiales. Elementos preventivos específicos
Los vehículos policiales con los que se desarrolla la labor policial, deben de reunir una serie de ele-
mentos o medidas de seguridad básicas, en prevención de riesgos derivados o disminución de éstos.

Los elementos más comunes en vehículos son:

•  Rotulación específica y anagramas que identifiquen al vehículo policial de forma inequívoca.

•  Medios luminosos y acústicos.

•  Cristales tintados ligeramente y oscuros en la parte trasera destinada al confinamiento de perso-


nas detenidas, para evitar su identificación exterior y preservar su identidad.

•  Blindaje ligero de las puertas delanteras, al objeto de poder ser utilizados como parapeto. En
zonas de alto riesgo el blindaje puede ser total.

•  Cierre de seguridad exterior e interior del habitáculo de detenidos.

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•  Habitáculo de detenidos realizado en materiales ignífugos (plásticos).

•  Mampara de seguridad, separador de habitáculos, realizado en material irrompible.

•  Armero de seguridad. Situado en la parte delantera para el aseguramiento de la escopeta policial


u otra arma colectiva.

•  Chalecos de alta visibilidad.

•  Chalecos balísticas externos.

•  Manta ignifuga.

•  Extintor.

•  Herramientas: pata cabra...

•  Cinta policial.

•  Linternas con adaptadores luminosos.

•  Emisora.

4.2. Armeros
Un armero puede ser definido como un habitáculo o caja de seguridad cuya finalidad es el depósito y
custodia de armas de fuego (corta o larga) en su interior, para poder evitar o dificultar la sustracción
o uso indebido de las mismas por personas no autorizadas o propietarias de éstas.

Normativa.

•  Real Decreto 137/93 sobre el reglamento de armas.

Curiosamente, en el reglamento de armas, por “armero” se entiende toda persona física o jurídica
cuya actividad profesional consista, en todo o en parte, en la fabricación, comercio, cambio, alquiler,
reparación o transformación de armas de fuego.

La otra acepción de armero viene recogida en el artículo 100.5.a del citado Reglamento de armas en
el que se dispone que Las armas de la categoría 2.2, deberán ser guardadas:

a. En los propios domicilios de sus titulares, en cajas fuertes o armeros autorizados, con las medidas
de seguridad necesarias, aprobadas por la Intervención de Armas de la Guardia Civil, que podrá
comprobarlas en todo momento.

En el artículo 133, donde se dice que:

1. La licencia F sólo permitirá el uso de las armas en los campos, polígonos o galerías autorizados
para la práctica del tiro y únicamente podrán portarse con tal objeto. (Armas de “tiro olímpico”).

2. Las armas completas deberán ser guardadas:

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | MATERIAL PARA LA INTERVENCIÓN POLICIAL

En los locales de las federaciones que ofrezcan las debidas condiciones de seguridad, a juicio de la
Guardia Civil.

a. Desactivadas en los domicilios de los titulares, siempre que los cierres o las piezas esenciales
para su funcionamiento se guarden en cajas fuertes de sus propios domicilios o en locales de las
correspondientes federaciones deportivas que ofrezcan las debidas condiciones de seguridad, a
juicio de la Guardia Civil.

También en el Artículo 127, nos dice, en referencia a las armas utilizadas por el personal y empresas
de seguridad privada:

No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, cuando por cualquier circunstancia se encontrarán


fuera de servicio, las armas deberán permanecer en poder de la empresa, entidad u organismo en
instalaciones que cuenten con las debidas condiciones de seguridad, a juicio de la Intervención de
Armas respectiva, pudiendo ser utilizadas por otros titulares de puestos análogos, en posesión de
la documentación requerida.

En el artículo 86 del mismo Reglamento también se dispone que las armerías o locales dedicados a
venta y reparación de armas, deberán disponer de cajas fuertes para custodiar las armas, piezas de
recambio y munición metálica.

Decreto 18/1995 de 24 de Enero del Gobierno Valenciano, regulador de los criterios de utilización
de los medios de autodefensa y el armamento por las Policías Locales de la Comunidad Valenciana.

En el citado Decreto, en sus artículos 4 y 7, se hace referencia a la obligación de disponer de una


zona de seguridad y/o armero para el depósito y custodia de las armas reglamentarias fuera de las
horas de servicio, en las dependencias policiales.

Asimismo, artículo 7, que dicha arma o armero no se podrá intercambiar con otro policía.

Existe otra normativa al respecto, como la resolución del 26 de Noviembre de 1998 de la Dirección
General de la Guardia Civil, por la que se determinan las medidas de seguridad mínimas que deben
de reunir las cajas fuertes y armarios o armeros para guardar las armas en domicilios particulares,
que no vamos a estudiar en profundidad por no ser necesario para el objetivo de este curso.

Existen en el mercado un gran número de modelos y marcas de armeros específicos para la guarda
de armas de fuego. Podrían clasificarse de la siguiente forma:

Según el tipo de arma a contener:

•  Armero para arma larga.

•  Armero para arma corta.

•  Armeros combinados.

•  Según uso o destinatario:

•  Armeros individuales.

•  Armeros colectivos.

Según el grado de seguridad:

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | MATERIAL PARA LA INTERVENCIÓN POLICIAL

•  Clase I o clase A, para armas largas rayadas.

•  Clase III o clase C, para armas amparada bajo licencia tipo F.

Las denominadas zonas frías o áreas de seguridad, son los espacios físicos delimitados, recintos o
instalaciones, establecidos con la finalidad de manipular las armas reglamentarias en condiciones
óptimas de seguridad, tanto para uno mismo como para el resto de personas de las inmediaciones.
Deben de estar convenientemente señalizadas y delimitadas, pudiendo contener en la misma uno o
varios armeros adecuados, así como otros elementos idóneos para la manipulación de las armas de
fuego, como pueden ser mesas o utensilios y herramientas para limpieza del arma, etc.

La finalidad es el concentrar en un área determinada a todas las personas que quieran manipular
el arma, realizando ésta en condiciones de seguridad y evitando así la dispersión y que se puedan
producir accidentes. Suele ser una estancia, o sala contigua, y con comunicación directa con la zona
de tiro propiamente dicha. En otras instalaciones, o polígonos de tiro de circunstancias, se suele de-
limitar en un lateral, retrasado de la zona de tiro y encarada a una zona sin circulación de personas.
En todo caso, como se ha mencionado, deberá estar bien delimitada y señalizada.

En la mencionada zona fría o zona de seguridad, es donde se deberán realizar todas las actividades
con el arma que se describen a continuación:

•  Guardar, sacar y enfundar armas descargadas.

•  Desenfunde de prácticas.

•  Práctica de la inserción y extracción de los cargadores vacíos y accionamiento general del arma
descargada.

•  Realizar inspecciones, desarmar, limpiar, reparación y mantenimiento de armas, partes compo-


nentes y otros accesorios.

•  Jamás deben de manipularse en esta zona las armas con cargadores llenos y munición real, para
evitar accidentes causados por despistes.

•  La alimentación con munición, tanto de los cargadores como de la propia arma, se deberá rea-
lizar en el interior de la zona de tiro, guardando la línea de seguridad y con las debidas precau-
ciones.

•  En dependencias policiales podrá habilitarse una estancia, no necesariamente de forma ex-


clusiva, como zona de seguridad o fría, al objeto de que todo policía que requiera inspeccionar
o comprobar el arma lo realice en esta dependencia. Solo se requiere que dicha estancia
cumpla unos mínimos requisitos de seguridad, como que esté separada de zonas de paso de
personas.

•  Lo que se pretende con la delimitación de estas zonas de seguridad es la prevención de riesgos


derivados del uso de armas de fuego.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 4 | MATERIAL PARA LA INTERVENCIÓN POLICIAL

5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Las obligaciones que conlleva el portar armas y equipos de autodefensa (según el decreto re-
gulador de los criterios de utilización del equipo de autodefensa y el armamento por las policías
locales de la comunidad valenciana.

•  Cada vez que se utilice la defensa, el aerosol defensivo, descargadores eléctricos o el arma de
fuego, se deberá elevar por el conducto reglamentario un informe exhaustivo haciendo constar
los motivos y demás circunstancias concurrentes en el acto y adjuntando, si fuera posible, las
vainas y balas, en su caso, salvo que las mismas deban ser entregadas a la Autoridad judicial, bien
directamente o a través de los grupos de Policía Científica.

•  Distinguir cuales son los materiales policiales más importantes para el desempeño de nuestro
funciones (chaleco balístico y funda del arma reglamentaria).

•  En la mencionada zona fría o zona de seguridad, es donde se deberán realizar todas las activida-
des con el arma que se describen a continuación: Guardar, sacar y enfundar armas descargadas,
desenfunde, práctica de la inserción y extracción de los cargadores vacíos y accionamiento gene-
ral del arma descargada, realizar inspecciones, desarmar, limpiar, reparación y mantenimiento de
armas, partes componentes y otros accesorios.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  VECINO CASTRO, M. (2011). Manual Práctica Policial. Madrid: MAD.

7. BIBLIOGRAFÍA
•  España. Real Decreto 137/1993, de 29 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Armas.
BOE, 5 de marzo de 1993, núm 55, p. 7016 a 7051.

•  Comunidad Valenciana. Decreto 18/1995, de 24 de enero, del Gobierno Valenciano, regulador de


los criterios de utilización del equipo de autodefensa y el armamento por las policías locales de la
Comunidad Valenciana. DOGV, 8 de febrero de 1995, núm. 2445.

•  112Gear.com. Police equipment. Normativa EN 388:2003 - Guantes de protección contra riesgos


mecánicos.

•  <http://www.112gear.com/112gear/chalecos/informacion_general.htm> [Consulta: 21 de agos-


to de 2017].

•  112gear.com. Police equipment. Chalecos antibala. <http://www.112gear.com/112gear/chale-


cos/informacion_general.htm>. [Consulta: 21 de agosto de 2017].

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 5

ACTUACIONES ANTE ALARMAS;


ATRACOS; REGISTROS

5
1. RESUMEN

2. S
 ITUACIONES QUE SE PLANTEAN EN ALARMAS O REQUERIMIENTOS POR ATRACOS O ROBOS EN ESTABLECIMIENTOS

2.1. A
 CTUACIONES ANTE ATRACOS

3. ROBOS CON FUERZA EN VIVIENDAS Y ESTABLECIMIENTOS

3.1. ACTUACIONES EN CASOS DE ALARMAS POR ROBOS EN INMUEBLES

3.2. CONSIDERACIONES

3.3. E
 N LAS CASAS RURALES, DISEMINADAS O CHALETS DE RESIDENCIALES

3.4. EN CASO DE NECESIDAD DE DESALOJO DEL EDIFICIO

4. ENFRENTAMIENTOS ARMADOS: FISIOLOGÍA Y PSICOLOGÍA DEL ENFRENTAMIENTO ARMADO ADECUACIÓN TÁCTICA


AL DECRETO VALENCIANO 18/95

4.1. TÁCTICA DE TIRO

4.2. L ÍNEAS DE FUEGO

4.3. R
 EBOTES

4.4. R
 ESCATE Y PRIMERA ASISTENCIA DE PERSONAS HERIDAS

5. I NTERVENCIONES EN INMUEBLES: APROXIMACIÓN Y ENTRADA, ANÁLISIS DE RIESGOS, PROGRESIONES, Y


ENFRENTAMIENTOS ARMADOS, LOCALES. C  ONFLICTOS PRIVADOS

6. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

7. L ECTURAS RECOMENDADAS

8. B
 IBLIOGRAFÍA

9. A
 NEXO I. P
 RÁCTICAS
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

1. RESUMEN
En la presente unidad didáctica se explicará a los alumnos y alumnas las medidas de prevención a
adoptar ante determinados requerimientos, especialmente por hechos vinculados a delitos con-
tra la propiedad tales como robos y atracos, y todo ello en relación con las medidas a tomar nada
más recibir el requerimiento, las medidas relacionadas con la coordinación con otras patrullas y
otros cuerpos policiales y, muy especialmente, medidas en la intervención directa ante dichos
supuestos.

2. SITUACIONES QUE SE PLANTEAN


EN ALARMAS O REQUERIMIENTOS
POR ATRACOS O ROBOS EN
ESTABLECIMIENTOS

2.1. Actuaciones ante atracos


La peligrosidad potencial que entraña el atraco para las personas actuantes pertenecientes a la
Policía es muy alta. Aunque, habitualmente, las actuaciones resulten afortunadamente sin conse-
cuencias negativas.

Desde el punto de vista policial, estos sucesos se deben abordar desde tres perspectivas distintas,
que se derivan de un enfoque cronológico de los hechos (el antes, el durante y el después), y que,
a su vez, divide el tratamiento policial en tres fases: la fase de prevención, la fase de reacción, y la
fase de investigación.

Toda técnica o procedimiento es un método especial conseguido mediante la ordenación y estruc-


turación lógica de una actividad, pero tomando siempre como base la ponderación y depuración
de contenidos y experiencias continuadas en la planificación y ejecución de un servicio. Por eso, un
método debe ser flexible y dinámico y estar abierto, permanentemente, a la revisión para que se
adapte y responda a las necesidades operativas imperantes.

En síntesis, una técnica o procedimiento genera un método especial descriptivo y empírico, como
todas las técnicas o procedimientos de carácter policial, que puede aportar las siguientes ventajas::

1ª) Que establece la ordenación de actividades en fases, etapas, escalones, acciones y pasos o
apartados.

2ª) Que disciplina la mente.

3ª) Que evita olvidos.

4ª) Que ahorra esfuerzos y tiempos, haciendo más eficaz la labor

5ª) Que unifica criterios y formas de actuación.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

En definitiva, hay que señalar y reseñar que, en el marco de cualquier actuación policial, la mejor
autoprotección consiste en saber, en cada momento, qué es lo que se tiene que hacer, dónde,
cuándo, cómo y con cuántos medios, y en ocasiones, y qué no se debe hacer. Y todo esto se pue-
de articular y conseguir con unas técnicas y procedimientos policiales que sean válidos y útiles,
estando sometidos a una continua revisión basada en la experiencia y el estudio de la misma.

Un problema con el que se encuentran los actuantes cuando se enfrentan a un aviso de alarma de
atraco, es que como la mayoría suelen ser falsas, se corre el riesgo de que sus aproximaciones al
caso se lleven con demasiada confianza, y sin adoptar las necesarias medidas de autoprotección.

Lo primero que debe tenerse en cuenta a la hora de abordar los servicios es que ningún servicio es
rutinario, y que siempre hay que estar prevenido y alerta, por ordinario que parezca el requerimiento.

Algunos de los errores que se han detectado más frecuentemente en la casuística son:

•  Aproximaciones sin protegerse, a descubierto.

•  Armas enfundadas en situaciones de alto riesgo.

•  Entradas en las entidades o locales sin que procediera.

Lo que se arriesga en este tipo de intervenciones es la vida de los actuantes y la de terceras perso-
nas. Por tanto, no deberían asumirse riesgos innecesarios, máxime teniendo en cuenta que a priori
no se sabe con qué se van a enfrentar, se desconoce -en la mayoría de los casos- si es uno o son
varios los atracadores, si van o no armados, si están en el lugar o han huido, etc.

Por todo esto, si se recibe un aviso de atraco lo más adecuado es ponerse en la tesitura de mayor
gravedad. Es decir, adoptar las medidas de autoprotección y restantes como si los posibles delin-
cuentes estuvieran armados y permanecieran todavía en el lugar, de modo que es necesario que los
intervinientes estén prevenidos para cualquier actuación a la llegada al lugar.

Algunas premisas generales que podríamos recoger serían, entre otras, las siguientes:

1.  Si se usan los sistemas de aviso acústico y los prioritarios en su desplazamiento, deberán apa-
garse con antelación a la llegada a las proximidades del establecimiento o local.

2.  Situar el vehículo policial a distancia del establecimiento o local (fuera del campo de visión y de
fuego del inmueble).

3.  Constatada la veracidad, requerir apoyo inmediato.

4.  En función de los datos y noticias obtenidos decidir el empleo de chaleco antibalas.

5.  La persona que ejerce las funciones de conducción del vehículo, apoya la acción del actuante
directo.

6.  El binomio policial realiza la aproximación a pie con la sola separación de seguridad, siempre de
manera discreta y con los criterios de protección personal (tras un abrigo o refugio), y a distancia
del lugar del incidente.

7.  Tener muy presente que en el exterior del establecimiento o local suele apostarse algún otro
atracador -a veces con un vehículo-, que sirve de cobertura de protección y huida.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

8.  Confirmar las informaciones previas sobre los hechos y, en su caso, la presencia, ubicación y
medios de los atracadores.

9.  Protegerse y no entrar nunca en el establecimiento o lugar hasta asegurarse que los atracadores
han huido: por declaración de testigos presenciales en el lugar de los hechos; contacto con el per-
sonal del banco en el exterior o por otros medios, atenta observación de la situación ambiental
que rodea la entidad, etc.

10.  En caso de que hayan huido, averiguar las características de los atracadores, el vehículo utili-
zado, la dirección tomada y comunicarlo a la central. Si procede se atenderá a la preservación de
indicios, y a la anotación de testigos.

Si hubiera resultado muerta alguna persona, no se tocará nada, salvo para evitar la destrucción de
huellas, rastros o vestigios. Se acordonará la zona.

11.  Desde la central será normalmente desde donde se encargarán de activar y coordinar el dispo-
sitivo previsto de búsqueda y rastreo de los delincuentes, así como en su caso comunicación a
otros cuerpos policiales (vehículo empleado para huir, prendas u objetos perdidos o abandonados
de probable relación, etc.).

12.  Ante una persecución, se debe asumir que el que persigue se encuentra en clara desventaja,
porque no lleva a su favor ni la iniciativa ni la sorpresa. Por ello, se han de extremar las precau-
ciones, mediante la ejecución correcta de todas las acciones de persecución y, en su caso, de
detención.

13.  En caso de que no hayan huido y se produzca un incidente de toma de rehenes, deberán de in-
tervenir los grupos especialistas (GEO, GOE). No obstante, se deberá desalojar, acordonar y aislar
el lugar y alrededores:

•  Si se opta por acceder al interior del lugar del atraco, las opciones que se presentan de contro-
lar la situación son casi nulas. Un solo atracador, reaccionando a la amenaza que se le supone,
puede dispar al intentar huir, suponiendo esto un peligro para los actuantes, e incluso para
inocentes.

•  No accediendo al interior, se tiene la posibilidad de sacar ventaja de la sorpresa, esperando fuera


a que salga algún delincuente que aún pueda estar dentro, al tiempo que se va obteniendo infor-
mación sobre el número de atracadores, su armamento y sus intenciones de fuga, mientras llega
el apoyo y se consigue una superioridad táctica.

•  Manteniendo la distancia con respecto al punto del atraco, se disminuye el riesgo de ser sorpren-
dido por ataques de los atracadores desde el interior, o por cooperadores o cómplices que estén
en el exterior, así como de ser capturado como rehén.

•  Cuanto más distancia haya entre delincuentes y actuantes, mayores posibilidades se tienen de
salir airoso de la situación, ya que se ofrece una mínima exposición.

Un buen despliegue comienza con una aproximación encubierta o sigilosa, evitando poner sobre
aviso a los delincuentes, así como atraer la curiosidad de personas a la llamada “zona de riesgo”.
Una de las misiones que deben realizar los policías es la de establecer un perímetro para evitar
que resulten heridos los transeúntes que pasen por allí. Durante el periodo inicial se debe intentar
controlar de manera discreta el tráfico de vehículos y personas, de modo que se despeje la zona
más peligrosa, que es la existente cerca del lugar del atraco, y el espacio entre ese lugar y los
actuantes.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

•  El despliegue policial, al igual que la aproximación, deber ser lo más sigilosa posible para que
nadie del interior la observe. Se estima que gran parte de las situaciones con rehenes en caso de
atraco, se deben a que los delincuentes descubren a la Policía en el exterior.

•  Hay que tener en consideración que pudiera haber algún posible colaborador del atracador en el
exterior, que pueda alertar a los del interior; será normalmente la persona encargada de conducir
el vehículo en la huida.

•  Hay que estar atento a cualquier sonido que se produzca, observar las puertas, áreas de sombra,
vehículos estacionados o detenidos en las inmediaciones buscar personas que se muevan sos-
pechosamente, sobre todo los que se aproximen, prestando atención a sus gestos, movimientos
y manos.

•  Si se detecta un vehículo sospechoso y no se puede actuar encubiertamente, se pedirá apoyo, se


tomarán posiciones que permitan controlarlo sin descuidar el objetivo principal, y se debe esperar
a la llegada del refuerzo.

•  Cogidas las posiciones, y sin perder de vista los accesos del local, se podrá comprobar la si-
tuación y llamar por teléfono al interior del local, bien directamente o bien desde la central,
pidiéndole al responsable del establecimiento que salga a la calle para entrevistarse con los
actuantes. Si desde el establecimiento se informa que no se está produciendo ningún atraco o
que los atracadores ya se han marchado, se les debe pedir que salga sólo el responsable para la
mencionada entrevista. Es conveniente pedir una descripción de la persona que va a salir para
contactar, así como que se dirija a algún punto concreto y bien visible.

•  No se puede desechar la posibilidad de que la persona que salga del local a requerimiento nuestro
o de motu propio sea el atracador, sobre todo si ha llegado muy rápido al lugar. También elegir y
utilizar de inmediato un lugar cubierto donde se esté seguro y se pueda observar.

En los casos en que se resuelva la situación, bien porque se pueda sorprender al delincuente o por-
que éste manifieste su voluntad de desistir y entregarse, habrán de extremarse las precauciones
y no confiarse, ya que podría estar respaldado por otro que pudieran sorprender a quienes están a
cargo de la operación.

Siempre que sea posible, se actuará desde la posición de refugio, ordenando a las personas delin-
cuentes que dejen las armas (si las llevan), y que se vuelvan de espaldas con las manos en alto. Se
les alejará de portales, puertas o ventanas, pidiéndoles que se acerquen a la posición de seguri-
dad lo más posible hasta un punto donde se les pueda controlar (es decir, procurar que los hechos
se desarrollen donde los actuantes determinen, no donde intente el delincuente). Se les ordenará
tumbarse decúbito prono, y dependiendo de la situación y la peligrosidad del caso, se esperará al
apoyo. En todo caso, adoptando las debidas precauciones, ya que haber otros y pueden llevar armas
escondidas.

Cuando los actuantes se encuentren en una situación de inferioridad, o haya personas en riesgo (ya
sean personas que pasan por allí o rehenes), y habida cuenta de las escasas posibilidades de éxito
en la intervención, se deberá intentar evitar que haya disparos, aunque escapen los atracadores. Es
preferible dejarles escapar a que alguien inocente resulte herido. En este caso, se deberá dar aviso
inmediato de la descripción de los individuos, del vehículo que usan, sobre si van o no armados,
itinerario que han seguido, etc., de modo que puedan ser interceptados.

Si es necesario el uso del arma, se deberá realizar con los criterios exigidos para ello. Se discriminará
su uso, evitando hacerlo cuando haya personas inocentes cerca, y adoptando las medidas de pre-
caución necesarias para evitar balas perdidas o rebotes indeseados.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

Ante toda actuación, y sobre todo en éstas, ha de considerarse siempre que la prioridad es la defen-
sa de la vida y la integridad física de las personas; velar por la propia seguridad, la de los compañe-
ros, la de inocentes, e incluso por la de los delincuentes.

3. ROBOS CON FUERZA


EN VIVIENDAS Y ESTABLECIMIENTOS
3.1. Actuaciones en casos de alarmas por robos en inmuebles
Son cada vez más las ocasiones en que, en el desarrollo del día a día profesional, las personas
pertenecientes a Cuerpos de la Policía Local se encuentran con requerimientos por comunica-
ciones de alarmas en inmuebles. Estos supuestos, más allá de la cuestión de competencias, son
servicios en que se debe intervenir cada vez con mayor frecuencia; en ocasiones por ausencia de
otros efectivos policiales, en otras, por motivos de urgencia, de cercanía, etc. Por ello, es preciso
recordar una serie de premisas que, lejos de recoger todas las situaciones posibles, que serían
innumerables (robos con fuerza, con intimidación, con personas retenidas, alunizajes, en naves
industriales, en edificios, en casas rurales, etc.), sí pretenden que ante estos hechos, se disponga
de unos criterios generales de comportamiento.

Algunas premisas generales que podrían señalarse recoger serían, entre otras, las siguientes:

1.  Si se usan los avisos acústicos o los prioritarios en el desplazamiento, deberán ser apagados con
antelación a la llegada a las proximidades del lugar, lo que evitará alertar de la presencia policial,
y que los actuantes se pongan en riesgo en caso de que haya alguien vigilando. Una aproxima-
ción silenciosa puede prevenir de la atención de los vecinos y de los problemas que a veces nos
pueden suponer los mirones.

2.  Situar el vehículo policial a distancia del inmueble (fuera del campo de visión y de fuego del in-
mueble).

3.  Si se comprueba que dentro de la vivienda hay personas ajenas a la propiedad, requerir apoyo
inmediato.

4.  En función de los datos y noticias obtenidos decidir el empleo de chaleco antibalas.

5.  El componente que conduce el vehículo policial apoya la acción del actuante.

6.  El binomio policial realiza la aproximación a pie con la sola separación de seguridad, siempre de
manera discreta y con los criterios de protección personal (tras un abrigo o refugio), y a distancia
del lugar.

7.  Tener muy presente que en los alrededores puede haber alguien esperando, para servir de co-
bertura de protección y huida.

Nunca caer en la rutina, no bajar la extrema precaución aunque parezca que va a ser otra falsa alar-
ma, otro servicio sin consecuencias, porque -en ese momento- se empezará a correr un aumento
exponencial del riesgo.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

No deben existir precipitaciones, el tiempo suele jugar a favor de la actuación policial. Por ello, du-
rante la aprximación se deber observar, escuchar, evaluar la situación, prepararse y después, actuar.
De este modo, existirá la capacidad de intervenir con mayor conocimiento y por tanto, con mayor
seguridad.

Es muy importante la comunicación con los entre las actuantes, y –en este sentido- las señales
manuales pueden ayudar a mantener un avance discreto. No debe asumirse que el cada uno de los
que intervienen ven y oyen lo mismo. Si se observa un peligro debe comunicarse a los demás, lo que
ayudará a conseguir la protección.

En muchas ocasiones, se ha adoptado la costumbre de efectuar la inspección ocular del inmueble


sin tomar ningún tipo de precauciones, cayendo en el error de pensar que se trata de una falsa alar-
ma más. Debe tenerse presente que cuando se recibe una alarma desde un dispositivo, siempre se
ha de intervenir como si en el interior hubiese un delincuente.

En este tipo de robos es donde –en ocasiones- suelen jugar un papel importantísimo las bandas
organizadas. Por ello, y como quiera que cada vez es más frecuente este tipo de actos delictivos
efectuados por personas muy bien preparadas, y normalmente armados, se deben tener en cuenta
varias premisas básicas para que la intervención se lleve a cabo con el menor riesgo posible.

3.2. Consideraciones
•  Siempre que sea posible no efectuar nunca a solas la inspección ocular.

•  Pedir apoyo a otras unidades de Policía, ya sea Policía, Guardia Civil etc.

•  Dar aviso, si ello es posible, al propietario de la industria y/o inmueble.

•  Efectuar una inspección ocular del exterior para detectar posibles vehículos que estén a la espera
de las personas que presuntamente estuvieren cometiendo el hecho delictivo.

•  Efectuar, si ello es posible, inspección en el tejado.

•  Una vez peinado el exterior, en función del personal disponible, dividirse en patrullas, de modo
que, unos cubran los posibles flancos de huida exterior, y otros realicen una inspección ocular en
el interior del inmueble.

•  Quienes efectúen la inspección ocular deberán estar preparados para cualquier incidencia, de-
biendo portar el arma en situación de “prevengan”, mientras se efectúa la labor.

•  Procurar llevar transmisiones manos libres.

•  Nunca cruzarse entre sí los actuantes, en la línea de tiro.

•  Si existen techos de escayola desmontable, se deberá prestar especial atención, ya que este tipo
de bandas suelen entrar a través de tejados, para posteriormente, introducirse en los falsos techos.

•  El factor sorpresa es fundamental para el resultado de cualquier operación.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

3.3. En las casas rurales, diseminadas o chalets de residenciales


Se ha de tener en consideración además lo siguiente:

•  Se producirá la aproximación desde una mayor distancia, los ruidos de noche en el campo se
hacen perceptibles desde muy lejos.

•  Estas viviendas constan generalmente de dos plantas.

•  Suele haber animales guardianes (perros), que dificultan la aproximación al lugar en secreto y
que podrían indicar la presencia de personas si están ladrando o aparecen aturdidos o muer-
tos.

•  Dependiendo de la orografía del terreno, se determinará la forma de abordaje.

3.4. En caso de necesidad de desalojo del edificio


•  Dejar una salida a los ocupantes.

•  Antes de comenzar se deberá de asegurar el camino que vamos a utilizar para el desalojo, al
objeto de que éste esté despejado.

•  Penetrar hasta los pisos altos para comenzar por ellos el desalojo habitación por habitación,
no dejando zonas ocupadas a nuestra espalda; la fuerza que ocupa lugares de tránsito evita
que los desalojados en pisos superiores queden en el suyo.

•  De ser posible llegar pegados a la pared, hasta el fondo de la habitación y desalojar del fondo
hacia fuera.

•  Otra posibilidad es ir desalojando conforme avanzamos, formando una especie de cadena.

•  Evitar el cierre de las puertas ya abiertas y la ocupación de zonas ya desalojadas.

•  Continuar planta por planta o de forma lineal hasta el total desalojo.

•  No se olvidará reconocer los tejados, terrazas, azoteas, sótanos y balcones; así como bloquear
los ascensores y escaleras de emergencias para que no sean utilizadas sin autorización.

4. ENFRENTAMIENTOS ARMADOS:
FISIOLOGÍA Y PSICOLOGÍA DEL ENFRENTAMIENTO
ARMADO ADECUACIÓN TÁCTICA AL DECRETO
VALENCIANO 18/95
Los criterios de utilización del equipo de autodefensa y el armamento por las Policías Locales de la
Comunidad Valenciana viene regulado en el Decreto 18/1995 de 24 de enero.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

Artículo primero.

1. La tenencia y utilización del equipo de autodefensa y armamento por parte del personal de las
Policías Locales de la Comunidad Valenciana se ajustará a los criterios contenidos en el pre-
sente Decreto, así como a las disposiciones del Reglamento de Armas, y a las normas que los
respectivos ayuntamientos puedan aprobar al respecto, en ejercicio de su potestad normativa.

2. La regulación contenida en este decreto se refiere exclusivamente a armas de primera categoría
del artículo 3 del Reglamento de Armas, que posean los policías locales.

3. El uso del armamento y medios de autodefensa regulados en este decreto se adecuará en todo
momento a los principios básicos de actuación recogidos en el artículo 5 de la Ley Orgánica
2/1986, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Artículo segundo.

Se consideran armas reglamentarias aquellas que el ayuntamiento asigne al policía local para el
ejercicio de sus funciones.

Artículo noveno.

El policía será responsable, en todo caso, del mal uso del arma propia o a él asignada, que pudiera
hacer cualquier persona que tuviera acceso a la misma.

Artículo catorce.

El control de armamento y munición, así como el entrenamiento práctico y teórico, será llevado a cabo
por el correspondiente departamento de la policía local. A su vez, los mandos de cada unidad o grupo,
en su caso, deberán pasar revista periódicamente del estado del armamento y munición asignados.
Se realizarán ejercicios de tiro, al menos dos veces al año, programados de acuerdo con las ne-
cesidades del servicio, y en todo caso, se efectuarán los ejercicios previstos en el Reglamento
de Armas.

Una persona perteneciente a la Policía, contrariamente a lo que la mayoría de la población opina,


normalmente no está preparado ni física ni psicológica-mente para un enfrentamiento en que corra
peligro su vida o su integridad física, pues los entrenamientos simulados son situaciones que son
imposibles de igualar a situaciones reales de peligro. Así pues, por mucha práctica o pericia que se
tenga en defensa personal o en el manejo de armas, nunca se podrá practicar una situación en que
peligre realmente la vida o integridad física del agente, por lo que nadie está realmente preparado
para enfrentarse a algo tan extremo como es ver peligrar su vida.

El factor fisiológico no es dominado por el individuo. Cuando entra en juego la Fisiología se produ-
cen reacciones autónomas en el cuerpo humano: el cuerpo, ante la necesidad de preparar a sus
órganos para contrarrestar los efectos de las heridas, segrega hormonas como el cortisol, adre-
nalina y noradrenalina. Estas dos últimas también denominadas, respectivamente, epinefrina y
norepinefrina.

El cerebro de los animales está programado filogenéticamente para movilizar impulsos de ataque o
huida cuando están en peligro los intereses vitales del animal. El objetivo fundamental es quitar el
peligro; esto puede hacerse, y se hace con bastante frecuencia, huyendo, si la huida es posible, y si
no lo es, peleando o asumiendo posturas amenazadoras eficaces.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

Resulta patente que el actuante en una situación de empleo de un arma de fuego, no puede ni debe
afrontar una situación en que peligra su vida o integridad física huyendo, por lo que es perfectamen-
te comprensible que la única forma de afrontar esta situación sea mediante el uso de la agresión,
la cual por otro lado como señala Erich Fromm, se produce de manera potencial, reaccionando con
rabia y ataque dirigidos a la remoción de la amenaza, bien mediante su destrucción, bien mediante
su eliminación. Se trata simple y llanamente de una situación de supervivencia.

4.1. Táctica de tiro


El factor psicológico es el que domina el miedo, el deseo de vivir y la preparación del sujeto objeto de
la agresión. Cuando el sujeto objeto de la agresión física violenta se siente preparado para la lucha,
mantiene cierto control de la situación y se siente más “normal” ante la agresión o situación hostil.

Cuando el agredido no se siente preparado, bien por la falta de formación, bien por no esperar la
agresión, bien por estar en clara desventaja respecto de su contrincante/s o por cualquier otra cau-
sa, el sujeto pasa por las fases de estrés positivo o negativo, si lo hace primero por el estrés (estrés
positivo) será un buen momento para iniciar la defensa, pero si entra en distrés (estrés negativo) ya
será casi imposible hacer una defensa eficaz: se puede perder todo el control del cuerpo y de sus
reacciones. El distrés puede propiciar la huida del combate o el abandono de sí mismo ante la agre-
sión. El factor fisiológico no puede ser en ningún caso dominado por el sujeto.

Nada es igual fuera del campo de tiro, porque ni siquiera todos los integrantes de la Policía entrenan.
Y es que el cartón que se agujerea cuando el instructor da la orden fuego no se mueve, no suda, no
grita, no sangra y, sobre todo, ni dispara ni apuñala. En la vida real, sí.

4.2. Líneas de fuego


Hay una serie de líneas que son claves para poder alcanzar un objetivo. Si se pudiera poner el ojo
justo a ras del cañón y la percepción visual fuera mucho más rápida, cuando se efectuara un disparo,
se observaría cómo los plomos que salen, conforman una línea de tiro, que no es otra cosa que la
prolongación del eje del ánima del cañón.

4.3. Rebotes
Cuando un proyectil ha tocado antes en algún otro lugar (piso o pared, posiblemente), se ha origina-
do el desvío de su trayectoria inicial. Esto es lo que se denomina rebote, y se produce en virtud de
varios factores, principalmente: ángulo de impacto o incidencia, material de construcción y diseño
del proyectil y forma y consistencia del cuerpo desviador.

Ciertamente, los proyectiles que se suelen emplear son proclives a los rebotes, aunque en realidad
todos pueden llegar rebotar (especialmente los semiblindados). Que son, junto con los blindados
(FMJ o encamisados) y los de plomo, los más ampliamente extendidos en todos los cuerpos de
seguridad españoles. En la Policía Nacional son reglamentarios los semiblindados, mientras que en
la Guardia Civil prefieren los blindados. Los Cuerpos Autonómicos se declinan, de forma mayoritaria,
por los semiblindados, aunque debe destacarse el gran acierto mostrado del Cuerpo de los Mossos
d´Esquadra (Policía Autonómica de Cataluña) al declarar como dotación oficial la munición expansiva
suiza SeCa (Grupo Ruag).

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

4.4. Rescate y primera asistencia de personas heridas


Prestar los primeros auxilios no consiste exclusivamente en practicar una respiración artificial, co-
locar apósitos en una herida o trasladar a un herido al hospital. También es tomar a alguien de la
mano, reconfortar, con entrega, a quien tiene miedo.

Ante una persona herida debemos:

Análisis de la situación:

•  Efectuar la composición del lugar.

•  Proceder observando medidas de seguridad y de protección.

•  Evaluar, decidir y actuar.

Tratamiento de los heridos:

•  Examinar al herido.

•  Controlar de inmediato los problemas vitales, luego estabilizar al herido, protegiéndolo de la ex-
posición a las condiciones climáticas (temperaturas extremas, sol, lluvia, viento, etc.).

5. INTERVENCIONES EN INMUEBLES:
APROXIMACIÓN Y ENTRADA, ANÁLISIS DE RIESGOS,
PROGRESIONES, Y ENFRENTAMIENTOS ARMADOS,
LOCALES. CONFLICTOS PRIVADOS
Las intervenciones en inmuebles son similares a las tratadas en requerimientos por robos, bien en
viviendas bien en locales comerciales, por lo que las medidas de aproximación evaluación del riesgo
y enfrentamientos armados son las mismas que las tratadas en los apartados anteriores.

Caso especial es ante requerimientos que a la llegada de los propietarios de la vivienda detectan
forzamiento en la puerta de acceso y se desconoce si se ha producido un robo o los presuntos de-
lincuentes siguen en el interior, por lo que se tomaran todas las medidas para el acceso al inmueble
y comprobación dependencia por dependencia hasta garantizar que no hay nadie en el interior y
caso de que se encontraran los autores en el interior proceder a la detención. En este caso, si es un
binomio policial, se protegerán alternativamente en el registro y el resto de dotaciones controlaran
las posibles huidas de los delincuentes en el perímetro del inmueble.

En posibles enfrentamientos armados tendrán que adoptarse las precauciones ya indicadas en el


apartado 4 de esta misma unidad didáctica.

En la intervención en conflictos privados, la gestión será de mediación. Hay que prestar especial
atención al acceso a la vivienda si no se dispone de autorización de cualquiera de los propietarios.
Tras la mediación podrá quedar solucionado el conflicto, o ante la imposibilidad de mediar, cualquie-
ra de las partes podrá formular la denuncia que corresponda.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

6. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Es necesaria una instrucción adecuada en los diferentes servicios de riesgo que pueden asumirse
diariamente, como son las alarmas, robos, atracos etc.

•  En la ejecución de servicios de gran riesgo, tanto propios como para los ciudadanos, hay que ser
muy cuidadoso y profesional en cómo afrontarlo.

•  En los servicios en los que posiblemente sea necesario hacer uso de la fuerza -y especialmente
del arma- hay que garantizar la seguridad de transeúntes, la propia, e incluso la de los delincuen-
tes.

7. LECTURAS RECOMENDADAS
•  ALONSO PÉREZ, F., y CABANILLAS SÁNCHEZ, J. (2004). Manual del Policía. Madrid: La Ley.

•  Asociación Española de Instructores de Tiro Policial. Fisiología del enfrentamiento armado. “El
deseo de sobrevivir”. (2012). <www. aeitp.es> [Consultado: 22 de agosto de 2017].

8. BIBLIOGRAFÍA
•  España. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. BOE, 14 de
marzo de 1986, núm. 63. p. 9604-9616.

•  España. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. BOE, 31


de marzo de 2015, núm. 77, p. 27216-27243.

•  Comunidad Valenciana. Decreto 18/1995, de 24 de enero, del Gobierno Valenciano, regulador de


los criterios de utilización del equipo de autodefensa y el armamento por las policías locales de la
Comunidad Valenciana. DOGV, 8 de febrero de 1995, núm. 2445.

•  Asociación Española De Instructores De Tiro Policial. Fisiología del enfrentamiento armado. “El
deseo de sobrevivir”. (2012). <www. aeitp.es> [Consultado: 22 de agosto de 2017].

9. ANEXO I. PRÁCTICAS
En zonas exteriores de IVASPE y en los edificios del mismo, se realizaran prácticas de lo expuesto
en el tema (requerimientos por robo; atraco; etc.); desalojo de edificio y registro dependencia por
dependencia.

•  Aproximación a la zona

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 5 | ACTUACIONES ANTE ALARMAS; ATRACOS; REGISTROS

•  Situación de las patrullas dependiendo del supuesto.

•  Inspección del edificio.

•  Con individuos camuflados en el interior.

•  Medidas de protección en el registro (binomio policial).

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 6

LA EMERGENCIA

6
1. RESUMEN

2. L A EMERGENCIA

3. P OR AMENAZAS DE BOMBA

4. MEDIDAS A ADOPTAR EN CASO DE LOCALIZAR UN COCHE BOMBA

5. D
 ISTANCIAS PARA ESTABLECER EL ACORDONAMIENTO

6. B
 REVE COMENTARIO A LA CIRCULAR 50

7. ACTUACIÓN POR INCENDIO EN VIVIENDA

8. L OS SERVICIOS DE PROTECCIÓN CIVIL EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

9. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

10. L ECTURAS RECOMENDADAS

11. BIBLIOGRAFÍA
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

1. RESUMEN
En la presente unidad didáctica va a estudiarse la legislación que afecta directamente a las emer-
gencias y que derechos y obligaciones conlleva para los ciudadanos y los funcionarios y funcionarias
policiales. Asimismo, se revisará qué protocolos de actuación que hay que ejecutar dependiendo
de las circunstancias del desalojo, como las medidas a adoptar en caso de amenaza de bomba e
incendio. Se conocerá, del mismo modo, en qué afecta la Circular 50 del Ministerio del Interior a las
Policiales Locales, y se estudiarán de una manera básica los servicios de Protección Civil de la Co-
munidad Valenciana, así como del Plan Territorial de Emergencia de la Comunidad Valenciana y los
correspondientes Planes Especiales.

2. LA EMERGENCIA
Según la Real Academia de la Lengua, la emergencia se define como:

1. f. Acción y efecto de emerger.

2. f. Suceso, accidente que sobreviene.

3. f. Situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata.

En base a ello la intervención policial consistirá en:

•  Actuar en situaciones de emergencia que pueden consistir en el cierre, desalojo y evacuación de


inmuebles, así como restricciones a la libertad de movimientos de las personas en las vías públicas.

•  Muchas de las actuaciones que se citan en este ámbito llevan a restringir derechos fundamen-
tales de las personas en vías o edificios. Debe intentarse conjugar las libertades fundamentales
de las personas con la necesidad de protegerlas ante situaciones excepcionales de emergencia.
Para poderlas acometer con seguridad jurídica hay que remitirse básicamente a la Ley Orgánica
4/2015.

A continuación, se mencionarán los artículos que pueden considerarse más útiles en esta proble-
mática:

Artículo 21. Medidas de seguridad extraordinarias.

Las autoridades competentes podrán acordar, como medidas de seguridad extraordinarias, el cierre
o desalojo de locales o establecimientos, la prohibición del paso, la evacuación de inmuebles o espa-
cios públicos debidamente acotados, o el depósito de explosivos u otras sustancias susceptibles de
ser empleadas como tales, en situaciones de emergencia que las hagan imprescindibles y durante
el tiempo estrictamente necesario para garantizar la seguridad ciudadana. Dichas medidas podrán
adoptarse por los agentes de la autoridad si la urgencia de la situación lo hiciera imprescindible,
incluso mediante órdenes verbales.

Este primer artículo de la Ley Orgánica 4/2015 constituye la base para poder desalojar cualquier
espacio o lugar. A los efectos de ese artículo, se entiende por emergencia aquella situación de riesgo
sobrevenida por un evento que pone en peligro inminente a personas o bienes y exige una actuación
rápida por parte de la autoridad o de sus agentes para evitarla o mitigar sus efectos

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

Cuando se acuda a situaciones de emergencia donde se baraje la posibilidad de desalojo, restric-


ciones de paso, permanencia y circulación de personas y vehículos debe tenerse en cuenta los de-
rechos que se restringen, buscando el equilibrio entre los derechos y obligaciones de las personas.

Emergencias más comunes.

La situación de emergencia más común es el desalojo de edificios por distintos motivos (amenazas
de bomba, incendios, escape de gas, etc.). Esta evacuación de edificios debe ser utilizada como últi-
mo recurso una vez que existe evidencia o presunción de la existencia de una situación inminente de
peligro, y debe ser ordenada por el responsable del edificio o por la autoridad competente.

Si se decide la evacuación habrá que informarse si existe plan de evacuación del edificio, con-
tactando con el responsable del edificio o personal de seguridad si existiera. De no ser así, se
comenzará siempre por los funcionarios actuantes y ayudados -a ser posible- por personal del
edificio, de abajo hacia arriba, utilizando todas las salidas posibles y estableciendo una zona de
seguridad donde desplazar a todas las personas evacuadas. El amparo legal para poderlo llevar a
cabo es el siguiente:

Artículo 7 Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana Deber de


colaboración.

1.  Todas las autoridades y funcionarios públicos, en el ámbito de sus respectivas competencias y
de acuerdo con su normativa específica, deberán colaborar con las autoridades y órganos a que
se refiere el artículo5, y prestarles el auxilio que sea posible y adecuado para la consecución de
los fines relacionados en el artículo 3. Cuando, por razón de su cargo, tengan conocimiento de
hechos que perturben gravemente la seguridad ciudadana o de los que racionalmente pueda
inferirse que pueden producir una perturbación grave, estarán obligados a ponerlo inmediata-
mente en conocimiento de la autoridad competente.

2.  Las autoridades y órganos competentes y los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
podrán recabar de los particulares su ayuda y colaboración en la medida necesaria para el cum-
plimiento de los fines previstos en esta Ley, especialmente en los casos de grave calamidad pú-
blica o catástrofe extraordinaria, siempre que ello no implique riesgo personal para los mismos.
Quienes sufran daños y perjuicios por estas causas serán indemnizados de acuerdo con las leyes.
Recordar la obligación de colaborar no implique poner en peligro su vida sino en ayudar en todo
lo que pueda y sin peligro para el mismo.

3.  Las empresas de seguridad privada, los despachos de detectives privados y el personal de se-
guridad privada tienen un especial deber de auxiliar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el
ejercicio de sus funciones, prestarles la colaboración que precisen y seguir sus instrucciones, en
los términos previstos en la normativa de seguridad privada.

4.  El personal que realice funciones de policía administrativa tendrá el especial deber de colaborar
en la consecución de los fines previstos en el artículo 3 de esta Ley”.

Aumenta con este artículo la carga de colaboración dividiéndola en:Deber de colaboración general
para las autoridades y funcionarios públicos. Que deberán colaborar y prestar auxilio a las autorida-
des. Este deber está directamente vinculado con el deber de denuncia.

•  Deber de colaboración de los ciudadanos como un deber menor para el cumplimiento de los fines
de esta ley y especialmente en los casos de grave calamidad pública, pero en este caso con dere-
cho a indemnización.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

•  Deber especial de auxilio respecto a la Seguridad Privada (que ya se recoge en su ley) y de aquellos
que realicen funciones de policía administrativa.

Por último, destacar que se deberá efectuar la evacuación utilizando todas las salidas disponibles,
siempre y cuando las personas que desalojan el edificio no pasen cerca del objeto sospechoso (si
se encuentra localizado): foco del incendio, escape de gas, suelos y paredes frágiles... Se ayudará
a evacuar a las personas necesitadas o de alto riesgo: ancianos, niños, personas disminuidas. Se
evitará que la evacuación sea precipitada para no crear situaciones de pánico. Se informara a los
evacuados sobre los lugares de reunión.

3. POR AMENAZAS DE BOMBA


Afortunadamente, la mayoría de las amenazas de bomba son falsas, y -sobre todo- se realizan en
épocas de exámenes, por venganzas personales o por gamberrismo.

Desde el punto de vista de la verdadera operativa policial, las que más interesan son las delin-
cuenciales y por terrorismo. Se tendrá en cuenta a quién se dirige la amenaza: un individuo, orga-
nización, público en general, medio de trasporte etc. La búsqueda debe realizarse por la Policía.

Deberán tomarse una serie de consideraciones a la hora de proceder al desalojo:

•  Cuando se llegue al lugar, el desalojo se realizará como ya se ha expuesto anteriormente.

•  Si se ha recibido allí la llamada, hablar con la persona que la ha recibido, preguntarle si ha recibido
datos sobre cuándo, dónde, porqué, lugar, aspecto.

•  La búsqueda comenzará desde el exterior hacia adentro, y de abajo hacia arriba, con requisa de
vehículos estacionados, papeleras, contenedores etc.

•  Debe pedirse a todos que recojan sus objetos personales, a la vez que se les debe indicar que co-
muniquen si observan algo anormal. Lo que se realizará, siempre que sea posible, acompañados
de personal del edificio.

•  Debe tenerse en cuenta que una cosa es colaborar como exige la Ley (sobre todo a personal de
seguridad) en información del lugar, apertura de puertas etc. y otra bien distinta es obligarles a
que acompañen a los componentes de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Lo que no puede ha-
cerse, ya que podría suponer poner en peligro su vida.

•  La comunicación entre todos los actuantes debe de ser fluida y continua.

•  En la revisión, debe llevar un orden, unas pautas y no al libre albedrío.

•  Buscar líneas de trabajo de abajo hacia arriba.

•  Se debe buscar en tres alturas: suelo, cabeza y techo.

•  En caso de localización, establecer las medidas de seguridad adecuadas, aislar la zona abrir todas
las ventas y puertas, y quedar a la espera de las unidades especializadas.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

•  El PMA (puesto de mando avanzado) es el lugar en donde se integrarán los responsables de los
servicios que intervienen sobre el terreno, al objeto de coordinar su respectiva participación en la
neutralización de la emergencia.

•  En espacios abiertos, las medidas a adoptar se limitarán al desalojo de las personas que puedan
encontrarse en el lugar y al acordonamiento de la zona de peligro. Existen unos planes de actua-
ción para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado: la circular 50 (respecto de la cual se verá
brevemente la forma de aplicación).

4. MEDIDAS A ADOPTAR EN CASO


DE LOCALIZAR UN COCHE BOMBA
En caso de localizar un vehículo con un posible artefacto explosivo en su interior, no debe tocarse, y
sí establecer un perímetro de seguridad. Y avisar del hallazgo a las unidades especializadas corres-
pondientes.

En aquellos supuestos en que -como medida de seguridad- no sea aconsejable la evacuación, se


adoptarán una serie de medidas de aseguramiento tendentes a la protección de las personas que
se puedan encontrar en el interior de las viviendas, o locales de los edificios colindantes al punto del
incidente.

Para estas personas, si la situación lo requiere, se impartirán las siguientes instrucciones:

1.  Bajar las persianas.

2.  Abrir las ventanas.

3.  Alejarse de ventanas y superficies acristaladas.

4.  Alejarse de paredes en mal estado susceptibles de desprenderse por la onda explosiva

5.  Retirarse a las habitaciones más alejadas de la calle.

6.  Colocar colchones como parapetos.

7.  No permanecer parados en descansillos y escaleras.

8.  No usar el ascensor.

5. DISTANCIAS PARA ESTABLECER


EL ACORDONAMIENTO
La distancia segura es la distancia recomendada por los especialistas. Lo ideal es que, desde allí, no
se pueda ver el artefacto explosivo, porque esto significaría que se está fuera del radio de acción
de su onda expansiva. No se puede establecer una distancia fija para realizar el acordonamiento,

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

puesto que esto depende del tipo de artefacto, su tamaño, tipo de explosivo, entidad del siniestro o
catástrofe etc. Habitualmente, datos desconocidos en el momento de efectuar el acordonamiento.
Deben adoptarse las precauciones necesarias en la consideración de la peor situación posible según
las características del incidente.

De forma exclusivamente orientativa se estiman las distancias mínimas siguientes:

•  Mochilas, maletas, objetos, entidades y establecimientos susceptibles de contener un artefacto


explosivo: evacuar 200 metros.

•  Cartas y paquetes postales: Evacuar la habitación donde se encuentra el envío. Si es una oficina
separada por mamparas, evacuar toda la planta.

•  Vehículos sospechosos y coches bombas: evacuar 250 metros.

6. BREVE COMENTARIO
A LA CIRCULAR 50
Las graves consecuencias, tanto para la integridad física de las personas como para los bienes, de-
rivadas de la comisión de atentados terroristas, imponen la existencia de un plan de actuación ágil
y eficaz que permita la inmediata atención de las personas afectadas y la limitación de los estragos
causados, facilitando a su vez la actuación de las diferentes Unidades policiales intervinientes ten-
dentes a la identificación, localización y detención de sus autores.

Dicho plan, que debe responder a un esquema preestablecido, contiene cuantas previsiones y me-
didas de todo tipo hayan de ejecutarse de acuerdo con la diferente tipología de los atentados, así
como aquellas otras actuaciones policiales comunes imprescindibles para la consecución de los
objetivos señalados.

Se crea por el Ministerio del Interior, para que las ejecuten las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, en colaboración con otros organismos.

Las funciones propias de las personas componentes de la Policías Locales, son la de estar junto a
los servicios de emergencia que intervengan en el dispositivo, bajo la supervisión del jefe del mismo,
estableciendo el desvío de tráfico en el tercer “cinturón”.

Si, por cualquier circunstancia, se llegara primero al lugar de los hechos, y hasta la llegada de las
personas que deben establecer los perímetros de seguridad, se deberán establecer las máximas
medidas de protección, tanto para los actuantes como para las personas allí afectadas. Además,
auxiliar a las víctimas, y evitar la desaparición de vestigios, señales o huellas que puedan ser utiliza-
dos posteriormente como prueba.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

7. ACTUACIÓN
POR INCENDIO EN VIVIENDA
•  Informar y coordinar: confirmar la existencia del mismo y coordinar la llegada de las dotaciones
de otros servicios de emergencia: bomberos, ambulancias, etc. Facilitando el acceso a los mismos
hasta el lugar del incendio y su emplazamiento.

•  Evacuación: como norma general ordenar la evacuación solo de las viviendas situadas en las
plantas inferiores a la vivienda incendiada, ya que las de las plantas superiores se pueden encon-
trar con el hueco de la escalera inundado de humo, por el efecto chimenea.

•  Confinar: Especialmente, al personal atrapado en la misma planta del incendio o plantas superio-
res: Es preferible ordenar su confinamiento en la vivienda cerrando puertas y ventanas, tapando
las ranuras para evitar que se inunden de humo y retrasar la propagación del incendio, y hacerse
visible al exterior para avisar de su presencia.

•  No rescatar: como norma general no intentar el rescate, ya que no se suele disponer de medios,
ni de equipos de protección individual, ni de la formación necesaria. Es preferible tranquilizar a
los vecinos e informar de las circunstancias de la situación a la primera dotación de bomberos
en llegar, para que sean éstos los que realicen el rescate, la extinción y evacuación del personal
confinado.

En ocasiones, una mala práctica puede agravar las consecuencias del incendio, resultando afecta-
do un mayor número de personas por intoxicación de humo o por quemaduras, como podría ser,
por ejemplo: intentar realizar evacuación de forma no segura por una escalera inundada de humo,
tanto en sentido ascendente hacia la terraza (que normalmente está cerrada y puede producir
atrapamiento), como en sentido descendente atravesando la zona incendiada, con grave riesgo
de quemaduras.

Siempre es más seguro permanecer confinado en el interior de la vivienda hasta que los bom-
beros ordenen la evacuación en condiciones seguras. Dejar abiertas las puertas de la vivienda
incendiada o de las viviendas superiores durante la evacuación, puede originar un agravamiento
de los daños del incendio, bien por la propagación del incendio a otras viviendas o porque se
inunden de humo.

8. LOS SERVICIOS DE PROTECCIÓN


CIVIL EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
Entre la ciudadanía a veces se produce cierta confusión a la hora de considerar cuáles son los
servicios y departamentos de la administración que se encargan de la gestión de Protección
Civil.

La trascendencia y dimensiones de las situaciones que se producen en las emergencias exigen, la


mayoría de veces, la contribución y participación de los recursos humanos y materiales de todas
las administraciones públicas, organizaciones, empresas e incluso particulares.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

Con todos estos medios, trabajando de manera coordinada, se trata de reducir lo máximo posible
los efectos que las graves situaciones de riesgo pueden tener sobre las personas, los bienes y el
medio ambiente.

En la Comunidad Valenciana los servicios de Protección Civil se estructuran a partir del Plan Terri-
torial de Emergencia de la Comunidad Valenciana. Este Plan Territorial proporciona el marco orga-
nizativo, y los mecanismos que permiten la movilización de los medios necesarios para afrontar las
emergencias.

Además del Plan Territorial, la Generalitat ha elaborado Planes Especiales para los siguientes riesgos:

•  Inundaciones.

•  Riesgo sísmico.

•  Transporte de mercancías peligrosas.

•  Riesgo químico.

•  Incendios forestales.

•  Riesgo radiológico.

Además, como respuesta al riesgo nuclear derivado de la Central de Cofrentes, la Delegación de


Gobierno en la Comunidad Valenciana es responsable directa de la aplicación y mantenimiento del
PENVA (Plan de Emergencia Nuclear de Valencia).

Toda esta planificación requiere una actuación coordinada de los servicios intervinientes, que per-
tenecen a distintos organismos y/o administraciones públicas (Administración del Estado, Ge-
neralitat y Administración Local). Por parte de la Generalitat, la Dirección General de Prevención,
Extinción de Incendios y Emergencias se tiene la responsabilidad de la planificación ante los dis-
tintos riesgos y la coordinación de los recursos existentes.

Dentro de los recursos propios de la Generalitat hay que destacar el Centro de Coordinación de
Emergencias de Generalitat, los medios de prevención y extinción de incendios forestales (terres-
tres y aéreos), servicios de vigilancia medioambiental, la Policía Autonómica, la asistencia sanita-
ria y los recursos que las Consellerias aportan a los planes sectoriales de Albergue y Asistencia,
Sanitario, de Carreteras, de Transporte y de Seguridad.

La Administración del Estado aporta desde las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno, su
servicio de Protección Civil, las fuerzas de orden público y las Fuerzas Armadas. Es responsable
de la actuación de la Agencia Estatal de Meteorología y de las Confederaciones Hidrográficas del
Júcar y Segura, y participa de las labores de los planes sectoriales de Seguridad y Carreteras.

La Administración Local, desde las Diputaciones Provinciales, ofrece los servicios de los Consorcios
Provinciales de Bomberos y Brigadas Forestales, y es responsable del Plan Sectorial de Abasteci-
miento. Los ayuntamientos disponen de la Policía Local, los Parques Municipales de Bomberos de las
capitales de provincia, y de la actuación de las Agrupaciones Locales de Voluntarios de Protección Civil.

En definitiva, se trata de un dispositivo amplio y complejo que se integra en la operativa que,


los diferentes Planes de Emergencia, establecen para la gestión de cada riesgo, asignando las
funciones a cada uno de los recursos disponibles, para dar respuesta a las necesidades de los
ciudadanos en las situaciones de emergencia.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

Esta complejidad de medios y recursos requiere de un mecanismo de coordinación, que la Genera-


litat ha articulado por medio del Centro de Coordinación de Emergencias y de la plataforma 1·1·2.
Teléfono de Emergencias de la Comunidad Valenciana. (Valenciana, 2017).

9. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Si se decide la evacuación habrá que informarse si existe plan de evacuación del edificio, contac-
tando con el responsable del edificio o personal de seguridad si existiera.

•  Afortunadamente, la mayoría de las amenazas son falsas, sobre todo se realizan en épocas de
exámenes, por venganzas personales o por gamberrismo. Las que más nos interesan son delin-
cuenciales y por terrorismo.

•  Si se han recibido allí la llamada, hablar con la persona receptora y preguntarle cuándo, dónde,
porqué, lugar, aspecto.

•  La búsqueda comenzará de fuera hacia adentro y de abajo hacia arriba.

•  En caso de localización, establecer las medidas de seguridad adecuadas, aislar la zona, abrir todas
las ventas y puertas, y quedar a la espera de las unidades especializadas.

•  La mejor distancia, y la más segura, es la distancia recomendada por los especialistas. Básica-
mente, lo apropiado es que no se pueda ver el artefacto.

•  Como norma general ordenar la evacuación sólo de las viviendas situadas en las plantas inferio-
res a la vivienda incendiada, ya que las de las plantas superiores se pueden encontrar con el hueco
de la escalera inundado de humo por el efecto chimenea.

•  Confinar al personal atrapado en la misma planta del incendio o plantas superiores, preferi-
blemente en la vivienda, cerrando puertas y ventanas, tapando las ranuras para evitar que se
inunden de humo para retrasar la propagación del incendio, y hacerse visible al exterior para
avisar de su presencia.

10. LECTURAS RECOMENDADAS


•  Presidencia de la Generalitat. Servicio 112 CV. Información al ciudadano. La protección civil. <http://
www.112cv.gva.es/la-proteccion-civil> [Consulta: 22 de agosto de 2017].

11. BIBLIOGRAFÍA
•  Cuerpo Nacional de Policía (2015). Jornadas de actualización legislativa de seguridad ciudadana. Di-
visión de Formación y Perfeccionamiento del Cuerpo Nacional de Policía. Madrid.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 6 | LA EMERGENCIA

•  Generalitat Valenciana. (2017). Protección Civil. Planes por incendio de vivienda del Consorcio Pro-
vincial de Bomberos de Valencia. <http://www.112cv.gva.es/la-proteccion-civil> [Consulta: 22 de
agosto de 2017].

•  Cuerpo Nacional De Policía (2012). Temario del Curso de Especialización en Ejecución para U.I.P. (Uni-
dades de Intervención Policial) Comisaría General de Seguridad Ciudadana, Jefatura de Unidades
de Intervención Policial.

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 7

ACTUACIONES POLICIALES
EN CONTROL DE MASAS

7
1. RESUMEN

2. R
 EGULACIÓN JURÍDICADE LAS ACTUACIONES POLICIALES EN CONTROL DE MASAS

2.1. L A CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978

2.2. L A LEY ORGÁNICA 9/83, DE 15 DE JULIO, REGULADORA DEL DERECHO DE REUNIÓN

2.3. L EY ORGÁNICA 4/2015, 30 DE MARZO, DE PROTECCIÓN DE LA SEGURIDAD CIUDADANA

2.4. L A REGULACIÓN PENAL DEL DERECHO DE REUNIÓN

3. T ÉCNICAS POLICIALES PARA EL EFECTIVO CONTROL DE MASAS

4. PRÁCTICAS

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA
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1. RESUMEN
En la presente unidad didáctica va a tratarse toda la regulación jurídica en relación con aquellas
circunstancias que conllevan que haya ciudadanos en las vías públicas por muy distintos motivos,
sobre todo y con especial atención en las concentraciones y manifestaciones. Todo ello con el fin
último de que puedan ejercer su derecho con las máximas garantías. Del mismo modo, se revisarán
y estudiarán que técnicas policiales pueden utilizarse en cada caso dependiendo del tipo de concen-
tración que se celebre en espacios públicos, teniendo en cuenta como elemento fundamental las
técnicas de negociación.

2. REGULACIÓN JURÍDICA
DE LAS ACTUACIONES POLICIALES
EN CONTROL DE MASAS
2.1. La Constitución Española de 1978
La Constitución Española de 1978 recoge, entre su diverso contenido, el reconocimiento y garantía
de los Derechos Fundamentales y Libertades Públicas, como uno de los pilares básicos, en el que se
asienta el Estado Social y Democrático de Derecho.

Artículo 21.

1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará
autorización previa. Con la comunicación es suficiente no hay que esperar contestación.

2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación
previa a la autoridad, que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración
del orden público, con peligro para personas o bienes.

Artículo 55.

1. Los derechos reconocidos en los artículos 17, 18, apartados 2 y 3; artículos 19, 20, apartados 1, a
y d, y 5, artículos 21, 28, apartado 2, y artículo 37, apartado 2, podrán ser suspendidos cuando se
acuerde la declaración del estado de excepción o de sitio en los términos previstos en la Constitu-
ción. Se exceptúa de lo establecido anteriormente el apartado 3 del artículo 17 para el supuesto
de declaración de estado de excepción.

Artículo 77.

1. Las Cámaras pueden recibir peticiones individuales y colectivas, siempre por escrito, quedando
prohibida la presentación directa por manifestaciones ciudadanas.

Nuestra carta magna hace alusión a estos derechos fundamentales, como son el derecho de reu-
nión y manifestación específicamente.

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2.2. La Ley Orgánica 9/83, de 15 de julio, Reguladora del Derecho de Reunión


Tras la entrada en vigor de la Constitución, que consagra la libertad de reunión, se hace necesaria
una regulación de dicho derecho con carácter general, modificando el Ordenamiento Jurídico en todo
aquello en que no esté de acuerdo con los mandatos constitucionales, especialmente el que deter-
mina que el ejercicio del derecho de reunión no necesitará autorización previa.

En definitiva, la Ley Orgánica pretende regular el núcleo esencial del Derecho de Reunión, ajustán-
dolo a los preceptos de la Constitución.

Así, se elimina el sistema preventivo de autorizaciones en el ejercicio del derecho y se garantiza el


mismo mediante un procedimiento en sede judicial de carácter sumario que evite las complejas tra-
mitaciones administrativas que hacían ineficaz el propio ejercicio del derecho, de conformidad con
lo establecido en reiterada jurisprudencia constitucional.

En relación a las reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones, se exige la comunica-


ción previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración
de orden público, con peligro para personas o bienes, siguiendo de esta forma las normas recogidas
en el artículo 21 de la Constitución.

Por último, se mantiene la vigencia de las normas de carácter especial, en tanto no recojan pre-
ceptos contrarios a la Constitución, definiéndose esta Ley como general y supletoria respecto a los
regímenes especiales que se mantengan en vigor dentro de la Constitución.

Definición del Derecho de Reunión.

Artículo 1.

1. El derecho de reunión pacífica y sin armas, reconocido en el art. 21 CE, se ejercerá conforme a lo
dispuesto en la presente ley orgánica.

2. A los efectos de la presente ley, se entiende por reunión la concurrencia concertada y temporal de
más de 20 personas, con finalidad determinada. Se necesitan 21 para considerarlo concentración
y manifestación. Aunque si fuesen menos personas siempre se podrá aplicar la Ley 4/2015.

3. Son reuniones ilícitas las así tipificadas por las leyes penales.

Reuniones exentas de autorización

Artículo 2.

Se podrá ejercer el derecho de reunión sin sujeción a las prescripciones de la presente ley orgánica,
cuando se trate de las reuniones siguientes:

a.  Las que celebren las personas físicas en sus propios domicilios.

b.  Las que celebren las personas físicas en locales públicos o privados por razones familiares o de
amistad.

c.  Las que celebren los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, sociedades civiles y
mercantiles, asociaciones, corporaciones, fundaciones, cooperativas, comunidades de propietarios y
demás entidades legalmente constituidas en lugares cerrados, para sus propios fines y mediante con-
vocatoria que alcance exclusivamente a sus miembros, o a otras personas nominalmente invitadas.

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d.  Las que celebren los profesionales con sus clientes en lugares cerrados para los fines propios de
su profesión.

e.  Las que se celebren en unidades, buques y recintos militares, a las que se refieren las Reales
Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, que se regirán por su legislación específica.

Libertad de Reunión.

Artículo 3.

1. Ninguna reunión estará sometida al régimen de previa autorización. Sólo se tienen que comuni-
car, no hay que esperar autorización

2. La autoridad gubernativa protegerá las reuniones y manifestaciones frente a quienes trataren de
impedir, perturbar o menoscabar el lícito ejercicio de este derecho. Serán las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad las encargadas en sus respectivas competencias. Hace mención a las Policías Locales

Responsabilidad

Artículo 4.

1. Las reuniones, sometidas a la presente ley, sólo podrán ser promovidas y convocadas por perso-
nas que se hallen en el pleno ejercicio de sus derechos civiles.

2. Del buen orden de las reuniones y manifestaciones serán responsables sus organizadores, quie-
nes deberán adoptar las medidas para el adecuado desarrollo de las mismas. Deben tener previs-
to un servicio de orden que en las grandes concentraciones van identificados.

3. Los participantes en reuniones o manifestaciones, que causen un daño a terceros, responderán


directamente de él. Subsidiariamente, las personas naturales o jurídicas organizadoras o promo-
toras de reuniones o manifestaciones responderán de los daños que los participantes causen a
terceros, sin perjuicio de que puedan repetir contra aquellos, a menos que hayan puesto todos los
medios razonables a su alcance para evitarlos. Las personas que soliciten dichas reuniones serán
al final los responsables.

4. La asistencia de militares de uniforme, o haciendo uso de su condición militar, a reuniones o ma-
nifestaciones públicas se regirá por su legislación específica. Claro ejemplo ha sido las sanciones
que han recibido la Guardia Civil.

Suspensión y disolución.

Artículo 5.

La Autoridad gubernativa suspenderá y, en su caso, procederá a disolver las reuniones y manifesta-


ciones en los siguientes supuestos:

a.  Cuando se consideren ilícitas de conformidad con las leyes penales.

b.  Cuando se produzcan alteraciones del orden público, con peligro para personas o bienes.

c.  Cuando se hiciere uso de uniformes paramilitares por los asistentes.

Tales resoluciones se comunicarán previamente a los concurrentes en la forma legalmente prevista.

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Reuniones en lugares cerrados.

Artículo 6.

Los organizadores y promotores de reuniones, incluidas en el ámbito de aplicación de la presente


ley, que se celebren en lugares, locales o recintos cerrados, podrán solicitar la presencia de delega-
dos de la autoridad gubernativa

Reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones

Artículo 8.

La celebración de reuniones en lugares de tránsito público y de manifestaciones deberá ser comu-


nicada por escrito a la autoridad gubernativa correspondiente por los organizadores o promotores
de aquéllas, con una antelación de diez días naturales, como mínimo y treinta como máximo. Si se
tratare de personas jurídicas la comunicación deberá hacerse por su representante.

Cuando existan causas extraordinarias y graves que justifiquen la urgencia de convocatoria y cele-
bración de reuniones en lugares de tránsito público o manifestaciones, la comunicación, a que hace
referencia el párrafo anterior, podrá hacerse con una antelación mínima de veinticuatro horas. En los
casos de atentados terrorista se ha hecho.

Escrito de comunicación a la autoridad gubernativa.

Artículo 9.

1. En el escrito de comunicación se hará constar:

a.  Nombre, apellidos, domicilio y documento oficial de identificación del organizador u or-
ganizadores o de su representante, caso de personas jurídicas, consignando también la
denominación, naturaleza y domicilio de éstas.

b.  Lugar, fecha, hora y duración prevista.

c.  Objeto de la misma.

d.  Itinerario proyectado, cuando se prevea la circulación por las vías públicas.

e.  Medidas de seguridad previstas por los organizadores o que se soliciten de la autoridad
gubernativa.

2. La autoridad gubernativa notificará al Ayuntamiento afectado los datos contenidos en el es-
crito de comunicación, excepto cuando se trate de una convocatoria urgente de las previstas
en el párrafo segundo del artículo anterior, a fin de que éste informe en un plazo de veinticua-
tro horas sobre las circunstancias del recorrido propuesto. En caso de no recibirse el informe
en dicho plazo, el mismo se entenderá favorable. El informe se referirá a causas objetivas
tales como el estado de los lugares donde pretenda realizarse, la concurrencia con otros
actos, las condiciones de seguridad de los lugares con arreglo a la normativa vigente y otras
análogas de índole técnico. En todo caso, el informe no tendrá carácter vinculante y deberá
ser motivado.

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Prohibición de la reunión o manifestación.

Artículo 10.

Si la autoridad gubernativa considerase que existen razones fundadas de que puedan producirse
alteraciones del orden público, con peligro para personas o bienes, podrá prohibir la reunión o
manifestación o, en su caso, proponer la modificación de la fecha, lugar, duración o itinerario de
la reunión o manifestación. La resolución deberá adoptarse en forma motivada y notificarse en el
plazo máximo de setenta y dos horas desde la comunicación prevista en el art. 8, de acuerdo con
los requisitos establecidos en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

Recurso a la prohibición.

Artículo 11.

De no ser aceptada por los organizadores o promotores la prohibición u otras modificaciones pro-
puestas, podrán interponer recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia competente, en
el plazo de cuarenta y ocho horas, trasladando copia de dicho recurso debidamente registrada a
la autoridad gubernativa con el objeto de que aquélla remita inmediatamente el expediente a la
Audiencia.

El Tribunal tramitará dicho recurso de conformidad con lo establecido en el art. 7,6 Ley 62/1978 de
26 diciembre, de Protección jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona.

2.3. Ley Orgánica 4/2015, 30 de marzo,


de Protección de la Seguridad Ciudadana
La protección de la seguridad ciudadana y el ejercicio de las libertades públicas constituyen un bi-
nomio inseparable, y ambos conceptos son requisitos básicos de la convivencia en una sociedad
democrática.

La Constitución Española establece una atribución genérica de competencia al Estado en materia de


seguridad pública y, específicamente, atribuye a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bajo la depen-
dencia del Gobierno, la tarea de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y de garantizar
la seguridad ciudadana, afectando en su regulación al ejercicio de algunos derechos fundamentales,
como, entre otros, el derecho de reunión.

Desde la promulgación de la Constitución, las Cortes Generales, tratando de mantener un positivo


equilibrio entre libertad y seguridad, habilitan a las autoridades correspondientes para el cumpli-
miento de sus deberes constitucionales en materia de seguridad, mediante la aprobación de Leyes
Orgánicas como, entre otras, la de 15 de julio de 1983, Reguladora del Derecho de Reunión.

La consideración de fenómenos colectivos que implican la aparición de amenazas, coacciones o


acciones violentas, con graves repercusiones en el funcionamiento de los servicios públicos y en
la vida ciudadana determina, a su vez, la necesidad de un tratamiento adecuado a la naturaleza de
dichos fenómenos y adaptado a las exigencias constitucionales.

Así habilita para realizar actuaciones dirigidas al mantenimiento y restablecimiento de la seguridad


ciudadana, particularmente en supuestos de desórdenes colectivos o de inseguridad pública graves.

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Los artículos que afectan al Derecho de Reunión son los siguientes:

a) Artículo 23.- Reuniones y manifestaciones.

1.  Las autoridades a las que se refiere esta Ley adoptarán las medidas necesarias para proteger
la celebración de reuniones y manifestaciones, impidiendo que se perturbe la seguridad ciu-
dadana.

Asimismo podrán acordar la disolución de reuniones en lugares de tránsito público y manifes-


taciones en los supuestos previstos en el artículo 5 de la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio,
reguladora del derecho de reunión.

También podrán disolver las concentraciones de vehículos en las vías públicas y retirar aquéllos
o cualesquiera otra clase de obstáculos cuando impidieran, pusieran en peligro o dificultaran la
circulación por dichas vías.

2.  Las medidas de intervención para el mantenimiento o el restablecimiento de la seguridad ciuda-


dana en reuniones y manifestaciones serán graduales y proporcionadas a las circunstancias. La
disolución de reuniones y manifestaciones constituirá el último recurso.

3.  Antes de adoptar las medidas a las que se refiere el apartado anterior, las unidades actuantes de
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad deberán avisar de tales medidas a las personas afectadas,
pudiendo hacerlo de manera verbal si la urgencia de la situación lo hiciera imprescindible.

En caso de que se produzca una alteración de la seguridad ciudadana con armas, artefactos explo-
sivos u objetos contundentes o de cualquier otro modo peligrosos, las Fuerzas y Cuerpos de Segu-
ridad podrán disolver la reunión o manifestación o retirar los vehículos y obstáculos sin necesidad
de previo aviso.

De todo lo anterior se deduce:

La disolución se configura dentro de una progresión coercitiva como una medida absolutamente
excepcional. Será la última ratio operativa a la que acudir cuando otras medidas menos gravosas
e incisivas en la esfera del derecho fundamental de reunión no sean idóneas o aptas para el logro
del legítimo fin pretendido y solo será adoptada por parte de las autoridades que se especifican
en el artículo 5 de la nueva Ley; si bien, en la práctica habitual, este tipo de decisiones, las adopta
el Delegado o Subdelegado de Gobierno. La forma de ejecución de la decisión de disolución se
realizará según las características de la situación por la unidad policial correspondiente en base a
los principios de oportunidad, congruencia y proporcionalidad.

La vulneración del esquema oportunidad-congruencia-proporcionalidad dará lugar a la exigencia de


responsabilidad penal, civil y disciplinaria a los agentes implicados o, alternativamente, a una res-
ponsabilidad patrimonial de la Administración, exigible de acuerdo con el marco legal dibujado por
el artículo 106.2 de la Constitución.

La graduación de la primera de las responsabilidades, la penal de los actuantes, dependerá del


principio infringido. Así, si falta la oportunidad, la responsabilidad no será objeto de exención par-
cial o atenuación alguna. Por el contrario, en caso de infringir los principios de congruencia o
proporcionalidad la responsabilidad, en principio, se verá rebajada y con ellas sus consecuencias
jurídicas.

El deber de avisar deja de ser exigible solamente cuando la alteración, por verificarse con armas u
otros medios análogos, demanda una inmediata intervención policial. En este caso, la previsibilidad

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del uso de la fuerza, se deriva de la propia alteración de la seguridad, no siendo por ello necesario
que los actuantes informen a los afectados de las medidas que van a ser adoptadas (éstas se dedu-
cen inequívocamente del concreto escenario existente).

b) Artículo 24.- Colaboración entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

En los casos a que se refiere el artículo anterior, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad colaborarán
mutuamente en los términos previstos en su Ley Orgánica reguladora.

2.4. La regulación penal del derecho de reunión


A) Consideración de reunión o manifestación ilícita.

Artículo 513 del Código Penal.

Son punibles las reuniones o manifestaciones ilícitas, y tienen tal consideración:

1º) Las que se celebren con el fin de cometer algún delito.

2º) Aquéllas a las que concurran personas con armas, artefactos explosivos u objetos contundentes
o de cualquier otro modo peligroso.

B) Actuaciones de los asistentes o promotores de la reunión o manifestación

Artículo 514 del Código Penal.

1. Los promotores o directores de cualquier reunión o manifestación comprendida en el núm. 1º


artículo anterior y los que, en relación con el núm. 2º del mismo, no hayan tratado de impedir por
todos los medios a su alcance las circunstancias en ellos mencionadas, incurrirán en las penas de
prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses. A estos efectos, se reputarán
directores o promotores de la reunión o manifestación los que las convoquen o presidan. Es muy
difícil poder demostrar esta Infracción Penal.

2. Los asistentes a una reunión o manifestación que porten armas u otros medios igualmente peli-
grosos serán castigados con la pena de prisión de uno a dos años y multa de seis a doce meses.
Los Jueces o Tribunales, atendiendo a los antecedentes del sujeto, circunstancias del caso y ca-
racterísticas del arma o instrumento portado, podrán rebajar en un grado la pena señalada.

3. Las personas que, con ocasión de la celebración de una reunión o manifestación, realicen actos
de violencia contra la autoridad, sus agentes, personas o propiedades públicas o privadas, serán
castigadas con la pena que a su delito corresponda, en su mitad superior.

4. Los que impidieren el legítimo ejercicio de las libertades de reunión o manifestación, o perturba-
ren gravemente el desarrollo de una reunión o manifestación lícita serán castigados con la pena
de prisión de dos a tres años o multa de doce a veinticuatro meses si los hechos se realizaren con
violencia, y con la pena de arresto de siete a veinticuatro fines de semana o multa de seis a doce
meses si se cometieren mediante vías de hecho o cualquier otro procedimiento ilegítimo. Este
articulo según su grado de conflictividad pasa de ser una infracción administrativa a penal.

5. Los promotores o directores de cualquier reunión o manifestación que convocaren, celebraren o


intentaren celebrar de nuevo una reunión o manifestación que hubiese sido previamente suspen-

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dida o prohibida, y siempre que con ello pretendieran subvertir el orden constitucional o alterar
gravemente la paz pública, serán castigados con las penas de prisión de seis meses a un año y
multa de seis a doce meses, sin perjuicio de la pena que pudiera corresponder, en su caso, con-
forme a los apartados precedentes.

Desordenes públicos.

Artículo 557 del Código Penal.

Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a tres años los que, actuando en grupo, y
con el fin de atentar contra la paz pública, alteren el orden público causando lesiones a las personas,
produciendo daños en las propiedades, obstaculizando las vías públicas o los accesos a las mismas
de manera peligrosa para los que por ellas circulen, o invadiendo instalaciones o edificios, sin perjui-
cio de las penas que les puedan corresponder conforme a otros preceptos de este Código. Hay que
tener claro que son varios requisitos, el primero actuar en grupo más de 20 personas, causar daños
en personas y bienes y poner en peligro u obstaculizar vías poniendo en peligro a las personas.

Artículo 558 del Código Penal.

Serán castigados con la pena de arresto de siete a veinticuatro fines de semana o multa de tres a
doce meses, los que perturben gravemente el orden en la audiencia de un Tribunal o Juzgado, en
los actos públicos propios de cualquier autoridad o corporación, en colegio electoral, oficina o es-
tablecimiento público, centro docente, o con motivo de la celebración de espectáculos deportivos o
culturales. Podríamos valorar las personas que saltan en una plaza de toros, pero tiene que quedar
probado que perturben gravemente el orden público, ya que si no estaríamos en una infracción
administrativa claramente.

Artículo 559 del Código Penal.

Los que perturben gravemente el orden público con objeto de impedir a alguna persona el ejercicio
de sus derechos cívicos, serán castigados con las penas de multa de tres a doce meses y de inhabi-
litación especial para el derecho de sufragio pasivo por tiempo de dos a seis años.

Artículo 561 del Código Penal.

El que, con ánimo de atentar contra la paz pública, afirme falsamente la existencia de aparatos
explosivos u otros que puedan causar el mismo efecto, será castigado con la pena de prisión de
seis meses a un año o multa de seis a dieciocho meses, atendida la alarma o alteración de la orden
efectivamente producida.

C) Delito cometido por los funcionarios públicos contra el derecho de reunión.

Artículo 540 del Código Penal.

La Autoridad o Funcionario público que prohíba una reunión pacífica o la disuelva fuera de los casos
expresamente permitidos por las leyes, será castigado con la pena de inhabilitación especial para
empleo o cargo público de cuatro a ocho años y multa de seis a nueve meses. Siempre tenemos
que tener claro que ante la menor duda prevalecerá el Derecho de reunión y no el de no permitir la
misma.

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3. TÉCNICAS POLICIALES PARA


EL EFECTIVO CONTROL DE MASAS
Los policías deben tener en cuenta una serie de pautas a la hora de actuar en servicios de concen-
tración de personas.

Ha de tenerse en cuenta que el que se produzcan congregaciones de personas en las vías públicas
es normal en cualquier localidad (verbenas populares, “bous al carrer”, procesiones, eventos deporti-
vos, etc.). De estas concentraciones de personas, se puede tener información previa o no. Sobre las
que se tiene información previa debe de existir una planificación policial del servicio, pero aun así no
se está exento de que surjan incidentes que precisen una intervención directa (canalizar la entrada o
salida a un evento, abrir pasillo a vehículos de emergencia, etc.), que se puede resolver con medios
propios, o esperar la ayuda de unidades especializadas si fuese necesario.

También pueden surgir intervenciones no previstas, en las cuales se suelen las personas compo-
nentes de las diferentes Policías, suelen ser requeridas para comprobar su veracidad y, en su caso,
intervenir (botellones, fiestas ilegales, reyertas multitudinarias, ocupación de edificios municipales,
manifestaciones y concentraciones no comunicadas, etc.). Este tipo de intervención, debe de ac-
tuarse con las máximas medidas de autoprotección, recabando la máxima información e informan-
do de manera inmediata a la sala de comunicaciones.

La mayoría de las intervenciones en control de masas, suelen ser pacíficas y una minoría violenta.
Pero todas tienen unos patrones de actuaciones comunes, que se pasan a citar:

1. Pacíficamente, sin incidentes, donde la función policial será meramente preventiva, y en las que si
hubiera que utilizar alguna técnica serían normalmente la instalación de barreras policiales, o las
formaciones policiales con distintas finalidades. No obstante, cuando haya que aproximarse a un
grupo de personas aunque sea pacífico, siempre será necesario adoptar unas mínimas medidas
de autoprotección.

En las aglomeraciones pacíficas, la entrevista y la negociación con los representantes del acto
es fundamental (organizadores de la verbena, bous al carrer, etc.) ya que de ello dependerá el
buen desarrollo del evento que se celebre. Es mejor hacerles ver que se está allí para ayudar y
proteger, y no impedir que la ciudadanía se divierta en la verbena, o no permitirles el corte de
tráfico, la manifestación etc.

2. Violentamente con la participación de grupos de personas en incidentes.

Esta última situación (la cual es muy compleja) se requiere la máxima atención. Hay que pensar que
deben de ser siempre las unidades especializadas las que deben intervenir, pero si es imprescindible
una intervención, las pautas más adecuadas serían las siguientes:

Si sólo se dispusiese de una o dos patrullas:

•  Lo más importante es la seguridad.

•  Comunicar los hechos a la sala de comunicaciones o 092.

•  No intervenir, salvo casos excepciones.

•  Si son un grupo de personas causando incidentes:

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•  Mantener una distancia de seguridad mínima de 50 metros para poder reaccionar.

•  Intentar recabar toda la información sobre las personas que están causando el incidente (impor-
tante quedarse con su vestimenta, sobre todo calzado y pantalones, ya que es lo que habitual-
mente no se pueden cambiar fácilmente).

•  Anotar todo lo que suceda de relevancia.

•  Cuando se personen más unidades, o las unidades especializadas, facilitarles toda la información
obtenida, compareciendo si fuese necesario.

Como se ha visto anteriormente, para controlar eficazmente una masa sea pacifica o violenta deben
tenerse en cuenta unas pautas de actuación, que llevarán a la utilización de unas técnicas policiales
que pueden dividirse en dos grupos.

a) Las Barreras Policiales. (Se utilizan preferentemente con masas pacíficas).

Estas técnicas policiales se realizan desde la formación en línea, las barreras se pueden clasificar en:

1.  Prohibición. Mediante su empleo se impide, el paso o movimiento de una masa a un espacio,
zona o área.

2.  Control. Con él se restringe, de un modo selectivo, el paso o movimiento de personas a un espa-
cio, zona o área determinada.

3.  Canalización. Su finalidad es dirigir y orientar a personas, grupos o masas hacia espacios, zonas
o áreas determinadas.

b) Las Formaciones Policiales.

Se realizan mediante formaciones en “línea” y en “columna”, en sus diferentes modalidades, en fun-


ción de los medios disponibles, el frente a cubrir, y de densidad o solidez que se desee establecer.

1.  Columna. Se utiliza para la aproximación a un lugar (la más adecuada para el desplazamiento,
dando una imagen de orden y cohesión), o para penetrar en una masa densa y pacífica.

2.  Columna de a dos. Para introducirse en una masa pacífica y poco densa, ya que ocupa el doble
que la anterior, o para penetrar en una masa y abrir pasillos.

3.  Línea. Para constituir barreras policiales, para esperas ante acontecimientos, o para cubrir itine-
rario. Es el paso previo para el empleo progresivo de los medios.

4.  Línea de a dos. Para apoyar el avance propio o del otro equipo, para efectuar barreras policiales
sólidas, o para esperas ante acontecimientos.

5.  Cuña directa. Para fraccionar a una masa en cruces, salidas de espectáculos, etc.., para apertura
de pasillos, o para protección de personalidades.

6.  Cuña inversa. Para concentrar una multitud en un lugar o dirigirla a un lugar determinado, para
conducir, guiar o encauzar a una masa. También para protección de personalidades, cuando se
quiere tener contacto visual con el público.

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4. PRÁCTICAS
1.  La negociación.

2.  Técnicas de golpeo.

3.  Posiciones Individual.

4.  Barreras Policiales.

5.  Barreas para vías de evacuación.

6.  Formación de binomios y Equipos Operativos.

7.  Formar la Columna de a uno.

8.  Formar la Columna de a dos.

9.  Formar la línea de a uno.

10.  Formar la línea de a dos.

11.  Formar la Cuña Directa.

12.  Formar la Cuña Inversa.

13.  Formar la Masa.

14.  Protección de personalidades.

15.  Zonas de seguridad (establecer perímetros para que trabajen equipos de emergencia etc.).

16.  Utilidades. (Abrir un pasillo, separar dos grupos y distanciarlos).

17.  Custodiar acceso a edificios.

18.  Penetrar en una masa pacífica o violenta.

19.  Acudir a un lugar donde un grupo de personas impiden el paso a un lugar público.

20.  Desalojo de un pleno municipal.

21.  Localizar un grupo de personas cortando el tráfico (Qué hacer).

22.  Organizar una Cola.

23.  Despejar vías públicas (botellón, servicios de emergencia etc.).

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5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  En las aglomeraciones pacíficas, la entrevista y la negociación con los representantes del acto es
fundamental.

•  Debe comprenderse, de forma clara, lo complejo que es intervenir con masas de personas y lo
importante que es de poder empatizar con ellos.

•  Debe poder valorarse cuales son las técnicas más idóneas, para poder controlar una masa de-
pendiendo de las características específicas de esa acumulación de personas en la vía pública.

•  Una reunión o manifestación de personas violentas requerirá la máxima atención. Ha de tenerse


en cuenta que deben de ser siempre las unidades especializadas las que deben intervenir, pero si
hay que llevar a cabo dicha intervención, hay que conocer las pautas más adecuadas.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  España. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. BOE, 31
de marzo de 2015, núm. 77, p. 27216-27243.

7. BIBLIOGRAFÍA
•  España. Constitución Española. BOE, 29 de diciembre de 1978, núm. 311. Páginas 29313 a
29424.

•  España. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. BOE, de 24 de noviembre
de 1995, núm. 281.

•  España. Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. BOE, 31


de marzo de 2015, núm. 77, p. 27216-27243.

•  CUERPO NACIONAL DE POLICÍA (2012). Temario del Curso de Especialización en Ejecución para
U.I.P. (Unidades de Intervención Policial) Comisaría General de Seguridad Ciudadana, Jefatura de
Unidades de Intervención Policial.

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 8

CONTROLES

8
1. RESUMEN

2. C
 ONTROLES

3. T IPOS DE CONTROLES

3.1. CONTROL DE TRÁFICO Y SEGURIDAD VIAL

3.2. CONTROL DE SEGURIDAD PREVENTIVO Y REACTIVO

3.2.1. C
 ONTROL PREVENTIVO

3.2.2. CONTROL REACTIVO

4. COMPOSICIÓN DE LOS CONTROLES

4.1. ZONA DE SEGURIDAD

4.2. ZONA DE REGISTRO Y BLOQUEO

4.3. O
 RGANIZACIÓN DEL CONTROL

4.4. M
 ATERIAL BÁSICO NECESARIO PARA CONTROL DE SEGURIDAD

5. C
 ONCEPTOS FUNDAMENTALES

6. L ECTURAS RECOMENDADAS

7. BIBLIOGRAFÍA

8. A
 NEXO I. P
 RÁCTICAS
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 | CONTROLES

1. RESUMEN
En esta unidad didáctica se dedica a explicar la planificación e implementación de un control de
tráfico, especialmente en relación con el material a utilizar en el control, idoneidad del lugar donde
montarlo, sexualización del mismo y las diferentes situaciones o causas de intervención que pueden
ocurrir durante él. Así como la forma de llevar a cabo las intervenciones a realizar en los diferentes
supuestos: diligencias judiciales, denuncias administrativas, intervenciones o decomiso, inmoviliza-
ciones de vehículos, etc.

2. CONTROLES
Se entiende por control policial aquellas actividades policiales realizadas por personal uniformado
que, provisto de los materiales y medios adecuados, tienen por objeto el reconocimiento e identifi-
cación de personas y vehículos, previo control e interceptación de la circulación rodada en determi-
nados puntos de las vías públicas, con el fin de controlar o evitar cualquier hecho delictivo o actuar
en el caso de que este hubiera sido cometido, la prevención o sanción en su caso, de la comisión de
infracciones administrativas.

3. TIPOS DE CONTROLES
3.1. Control de tráfico y seguridad vial
Este tipo de controles tienen, tienen como premisa o función principal aunque no única, la de
vigilar y prevenir, sancionando en su caso, infracciones administrativas relacionadas con el in-
cumplimiento de la normativa de tráfico y seguridad vial. Asimismo, se perseguirán penalmente
aquellos ilícitos penales que se detecten, relacionados igualmente, en su mayoría, con la segu-
ridad vial.

Debe tenerse en cuenta a la hora de realizar este tipo de control:

•  Se elegirá el lugar más idóneo para su ubicación, siguiendo siempre que sea posible, criterios
de eficacia y seguridad. Su colocación podrá venir indicada desde la Jefatura del Cuerpo. No se
tiene urgencia para su montaje, por lo que debe hacerse garantizando y primando la seguridad.

•  Se extremarán las medidas de seguridad, dado que nunca se sabe a quiénes se está parando,
ni sus intenciones. Asimismo, hay que recordar que siempre es un riesgo permanecer en la vía,
o en las inmediaciones del tráfico rodado.

•  Se deberá disponer de medios suficientes y apropiados que garanticen la seguridad de los


actuantes y la del resto de usuarios de la vía.

•  Se evitarán molestias innecesarias a la ciudadanía, se levantará el control en el momento en


que se entienda que su eficacia haya desaparecido, o se hayan logrado los objetivos.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 | CONTROLES

3.2. Control de seguridad preventivo y reactivo

3.2.1. Control preventivo


El objetivo de estos controles es evitar los hechos delictivos que se tratan de prevenir. Como ejem-
plos, pueden citarse, entre otros: los controles de drogas, en los que el objetivo es la detección de
dichas sustancias y detención de sus portadores; o los controles que por la relevancia de un acto o
acontecimiento, hace necesaria su realización, con el objetivo de prevenir y disuadir (presencia de
personalidades o celebración de actos relevantes y con gran afluencia de personas, control de zonas
u objetivos con un determinado riesgo, etc.).

3.2.2. Control reactivo


Se justifica tras la comisión de un delito que requiera la detención lo más rápida posible de los auto-
res y evidencias del delito cometido. Ha de instalarse rápidamente. Conviene en este caso diferen-
ciar a los agentes participantes, unos se harán cargo del tráfico rodado y otros de los transeúntes.

4. COMPOSICIÓN DE LOS CONTROLES


Normalmente se establecerán dos zonas: la zona de seguridad y vigilancia; y la zona de registro y
bloqueo.

4.1. Zona de seguridad


Esta zona es la comprendida entre la primera señal informativa (que puede ser de precaución, pro-
hibición de velocidad, o control policía), hasta la de parada. Junto a ella, se encontrará la persona
encargada de la parada de vehículos y donde se indicará el lugar de parada exacto.

Las funciones en esta zona son:

•  Asegurarse de que la zona está perfectamente señalizada para los usuarios de la vía.

•  Observar y controlar el tráfico y a las personas que se aproximen al control.

•  Detectar movimientos sospechosos, tanto de las personas como de los vehículos que se aproximen.

•  Seleccionar a los vehículos objetos del control.

•  Indicación de aminorar la velocidad a los usuarios de la vía, así como ordenar su parada.

•  Dar las instrucciones e indicaciones oportunas a los usuarios seleccionados antes de que pasen
a la zona de registro.

•  Avisar al resto de componentes del control si detectan indicios o conductas sospechosos.

•  Dar seguridad y apoyo a los miembros del control.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 | CONTROLES

4.2. Zona de registro y bloqueo


Es la zona comprendida entre la última señal de control, hasta el final de la zona delimitada para el es-
tacionamiento de vehículos a registrar. El fin de esta zona la puede delimitar un vehículo o un elemento
de bloqueo (por ejemplo una cadena de pinchos). En ella se desarrollan las siguientes funciones:

•  Indicar al vehículo seleccionado su ubicación dentro de la zona.

•  Control y registro visual del vehículo y sus ocupantes.

•  Identificación de ocupante/es y vehículo.

•  Comprobación de documentación de la persona conductora y del vehículo.

•  Comprobación de documentación concreta objeto del control, en su caso.

•  Anotación de la comprobación, con imposición de denuncia si procede.

•  Detención de personas en su caso.

•  Colocación de los vehículos policiales adaptados al control (reducción de carriles y bloqueo).

•  Bloqueo de la calzada si fuera necesario, utilización de cadenas de pinchos, etc.

4.3. Organización del control


Las funciones de las personas integrantes del control dependerán del lugar o zona en la que estén
asignados. Lógicamente, la ubicación y misiones de los integrantes del control, dependerán del
número y funciones de éste. En un control estándar, con cinco actuantes, serían las siguientes:

Policía 1: Controlar la situación del tráfico rodado y peatonal cercano al control, dar seguridad a
los actuantes en el control y comunicar a la persona encargada de la parada de vehícu-
los toda información que visualmente observe y que pueda ser relevante.

Policía 2: Seleccionar los vehículos objeto de la identificación y registro, estar atento a las indica-
ciones que reciba del Policía 1. Zona de registro.

Policía 3: Persona responsable del control, supervisando la correcta ubicación del operativo, así
como las funciones de cada actuante. Dar las indicaciones oportunas a las personas
usuarias del vehículo una vez éste estacionado en la zona de registro. Tomar las decisio-
nes y se encargarse de transmitir los datos de las identificaciones al centro de control.

Policía 4: Labores de apoyo y cobertura inmediata a la persona responsable del control (policía 3).
Encargarse de realizar los cacheos y registros oportunos a requerimiento de la persona
que mande el operativo.

Policía 5: Dar cobertura a los actuantes dentro de la zona de registro. En caso de realizarse algún
cacheo, proceder a encargarse del control de las personas objeto del cacheo.

Los vehículos policiales se colocarán de manera que no se cree peligro de accidente, pero siempre cer-
ca de la zona de registro, de modo que pueda servir de apoyo, refugio y pueda utilizarse para evitar la

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 | CONTROLES

evasión, si fuere el caso. No se debe olvidar que, aun siendo un control sobre tráfico y seguridad vial, es
un control policial, por lo que pueden aparecer vehículos sustraídos, delincuentes a la fuga, infractores
que pretendan evitarlo para no ser detectados. En resumen, no se sabe con quién se está tratando,
por lo que conviene siempre adoptar las medidas de protección propias de todo control.

En este tipo de control se prescinde de la zona de reacción y persecución, ya que no es el objetivo, ni


se suele disponer de recursos para ello. Pero ello no supone tener la prevención necesaria que debe
adoptarse en toda intervención, incluida la colocación de chalecos de protección si se prevé riesgo,
o chalecos reflectantes, si es en horario nocturno.

4.4. Material básico necesario para control de seguridad


Es conveniente que usar al menos dos vehículos, uno de ellos con mampara. Este último servirá
como elemento de bloqueo, traslado de detenidos o vehículo de persecución si fuera necesario.
Para este tipo de controles realizados por pequeños grupos de intervención, se utilizará el mismo
material que para la realización de un D.E.C básico, Y, además, se añadirá lo siguiente:

•  Señales móviles de control policía, límite de velocidad (80, 60, 40, 20), y stop.

•  Conos o preferentemente tetrápodos.

•  Equipo reflectante individual.

•  Comunicaciones directas entre los componentes del control.

•  Comunicación independiente de al menos un agente con el centro coordinador.

•  Linternas.

•  Chalecos antibalas o similar.

•  Bandas rugosas móviles.

•  Medios de bloqueo (cadenas de pinchos, rastrillos, etc.).

•  Vehículo de reacción o seguimiento.

Detalles ilustrativos de posicionamiento de vehículos según tipo de vía:

•  Control diurno:

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 | CONTROLES

•  Control nocturno o con baja visibilidad:

Detalles ilustrativos de posicionamiento de vehículos según tipo de vía:

•  Sentido único de circulación, un solo carril y sin arcén:

•  Sentido único de circulación, un solo carril y con arcén:

•  Sentido único de circulación dos o más carriles:

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•  Doble sentido de circulación, un solo carril en cada dirección y sin arcén:

•  Doble sentido de circulación, un solo carril en cada dirección y con arcén:

•  Doble sentido de circulación, dos carriles o más en cada dirección.

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5. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  El concepto de control policial agrupa las actividades policiales realizadas por personal unifor-
mado que, provisto de los materiales y medios adecuados, tienen por objeto el reconocimiento e
identificación de personas y vehículos, previo control e interceptación de la circulación rodada en
determinados puntos de las vías públicas, con el fin de controlar o evitar cualquier hecho delictivo
o actuar en el caso de que este hubiera sido cometido, la prevención o sanción en su caso, de la
comisión de infracciones administrativas.

•  Los controles policiales pueden ser preventivos o reactivos. El objetivo de los primeros es evitar
los hechos delictivos que se tratan de prevenir. Los segundos se emplean tras la comisión de un
delito que requiera la detención lo más rápida posible de los autores y evidencias del delito co-
metido.

•  Normalmente se establecerán dos zonas: la zona de seguridad y vigilancia; y la zona de registro


y bloqueo. La primera zona es la comprendida entre la primera señal informativa (que puede ser
de precaución, prohibición de velocidad, o control policía), hasta la de parada. Junto a ella, se en-
contrará la persona encargada de la parada de vehículos y donde se indicará el lugar de parada
exacto. La segunda, es la zona comprendida entre la última señal de control, hasta el final de la
zona delimitada para el estacionamiento de vehículos a registrar.

6. LECTURAS RECOMENDADAS
•  PRIETO GONZALEZ, J. (2016). Manuales operativos de actuación policial; Volúmenes I y II, NETPOL.

•  MORENO ROBLEDILLO, M. (2016). Manual de intervención operativa policial en aplicación de la Ley


Orgánica 4/2015 de Protección de la seguridad Ciudadana. Federación de Servicios a la Ciudadanía
de CCOO.

7. BIBLIOGRAFÍA
•  HERRERO SANCHEZ, J. Dispositivos Estáticos de Control. <http://www.coet.es/web/images/Cate-
gorias/APUNTES_TECNICAS_POLICIALES/Documentos/Apuntes_Trabajos_Seguridad_Ciuda-
dana/Coet_Dispositivos_EstAticos_Control_DEC.pdf> [Consultado: 22 de agosto de 2017].

8. ANEXO I. PRÁCTICAS
Se montaran diferentes controles con simulaciones de diferentes controles:

•  Rotondas.

•  Vías de único sentido.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 8 | CONTROLES

•  Vías de doble sentido.

Se realizará por grupos de trabajo (unos grupos montaran los controles y los realizarán con indica-
ción de función de cada uno de los policías dentro del control) y otros grupos serán los controlados
e identificados. El resto de las personas participantes (que posteriormente integran las otras clases
de grupos) valorarán e indicarán a su juicio, errores cometidos o deficiencias observadas.

En dicha práctica se explica la importancia del lugar y especio para el montaje de un control seguro
para los ciudadanos y seguro para las personas que lo realizan.

Supuestos a plantear:

•  Alcoholemias: Positivas/negativas.

•  Test de droga.

•  Identificaciones de persona conductora y ocupantes.

•  Registros personales y del vehículo.

•  Localización drogas/armas.

•  Documentación personal y de los vehículos.

•  Supuesto de fuga a pie de conductor u ocupantes.

Resoluciones:

•  Dependiendo el supuesto:

•  Detención. /lectura derechos.

•  Denuncias Administrativas a Ley Seguridad vial a Ley Seguridad Ciudadana.

•  Actas de aprehensión de drogas o armas.

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TA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 9

INTERVENCIÓN
CON ENFERMOS MENTALES

9
1. RESUMEN

2. I NTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

2.1. P
 ERSONAS CON ALGÚN PADECIMIENTO MENTAL, QUE NO HAN COMETIDO NINGUNA INFRACCIÓN
PENAL

2.2. P
 ERSONAS CON ALGÚN PADECIMIENTO MENTAL, QUE SÍ HAN COMETIDO UN ILÍCITO PENAL

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

4. L ECTURAS RECOMENDADAS
M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

1. RESUMEN
El tratamiento policial de las situaciones con personas que padecen una enfermedad mental está
lleno de peculiaridades que, en muchas ocasiones, y debido a lo sensible del asunto, tienen una gran
repercusión social. En la casuística, puede encontrarse un diverso elenco de situaciones. Procurando
una clasificación de las mismas, podrían englobarse en dos grandes grupos: en las que el enfermo
no ha cometido infracción penal alguna y, en las que sí se ha cometido infracción penal por parte
de él. A partir de esta inicial clasificación, se va a abordar el estudio de este tipo de actuaciones
policiales.

2. INTERVENCIÓN
CON ENFERMOS MENTALES
2.1. Personas con algún padecimiento mental,
que no han cometido ninguna infracción penal
En relación con esta primera tipología, se pueden encontrar, entre otras, las siguientes situaciones:

•  Con comportamiento no violento.

•  Pérdidas de autocontrol.

•  Suicidas.

•  Con comportamiento violento (precisan una atención urgente por negarse a ser tratado, ame-
nazar, encerrarse, etc.).

Tanto en los casos del apartado 2.1 como los del apartado 2.2 que posteriormente se estudiará,
la única diferencia es la comisión o no de un ilícito penal, no obstante nuestra primera interven-
ción será similar en ambos casos. Van a considerarse los casos en los que la persona de quien
se sospecha trastorno requiere una atención urgente. Se podrían citar, entre otros, las siguientes
situaciones:

a.  Persona que tiene que ser reducida físicamente porque se resiste a ser tratada o trasladada al
servicio de urgencias, siendo esa visita necesaria.

b.  Persona que se niega a ser atendida, y se parapeta o encierra, para evitar que accedan a él, ame-
nazando con agredir o autolesionarse.

Ante estas situaciones, se recomienda lo siguiente:

a.  Se intentará evitar la situación de peligro, evitando que cause daño a terceras personas o a él
mismo, reduciéndolo físicamente si fuera imprescindible.

b.  Se dará aviso al servicio de urgencias más inmediato para que envíen asistencia médica.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

c.  Se colaborará en el traslado del enfermo al centro sanitario, así como en su custodia si es nece-
sario y existe requerimiento por los facultativos. En este caso, si el traslado se realiza en vehículo
sanitario, es recomendable no portar armas de fuego, que deberán quedar en custodia de algún
compañero. No es aconsejable realizar el traslado en el vehículo policial, salvo que la escasez de
medios o la urgencia así lo requieran.

•  Pérdidas de auto-control.

En estos casos, la actuación policial deberá ser exclusivamente asistencial.

Debe considerarse que la intervención puede variar y tornarse violenta, por lo que se deben adop-
tar precauciones. Cuando los familiares o alguna persona cercana llama a la Policía, lo suele hacer
cuando por sus medios o por los que habitualmente usa, no puede dominar la situación. Asimis-
mo, debe tenerse presente que la presencia policial puede producir dos efectos: que por temor
acceda a lo pretendido, o que ocurra lo contrario por sentirse amenazado.

•  Suicidas.

La intervención ante un intento de suicidio es una situación muy estresante y desconcertante


para las personas integrantes de las Policía Locales, ya que de su actuar puede depender el des-
enlace. Y, dependiendo del desenlace, es inevitable el planteamiento si se ha llevado a cabo la in-
tervención de forma adecuada. No hay directrices que garanticen el éxito en estar intervenciones,
cuestión difícil incluso para los expertos; pero sí pueden recordarse algunas pautas generalmente
aceptadas como adecuadas, que son:

a.  Quitar importancia a la situación creada con el intento de suicidio, de modo que no sienta humi-
llación por su acto.

b.  Intentar hacerle ver la necesidad de pensar bien su intención, como modo de intentar ganar
tiempo.

c.  Trabajar en tranquilizar a la persona, mientras se estimulan sus sentimientos favorables a vivir.

d.  No criticar directamente su conducta, sino resaltar los aspectos contrarios, los positivos de vivir.

e.  Tratar de inspirar sentimientos de esperanza y confianza en que la situación responde a una
crisis pasajera, yen que es superable como la fueron otras.

f.  Recordar que la propia tranquilidad y seguridad le puede inspirar confianza y esperanza.

g.  Intentar crear una situación de complicidad, emplear y que conozca el nombre del actuante, y
llamarle por el suyo.

h.  Retirar del alcance de la persona los objetos peligrosos.

i.  No fiarse de actitudes de excesiva sumisión, tranquilidad o colaboración de la persona potencial


suicida.

j.  Solicitar, con la mayor brevedad posible, la asistencia médica correspondiente.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

2.2. Personas con algún padecimiento mental,


que sí han cometido un ilícito penal
En lo relativo a la intervención se seguirán las pautas marcadas en el apartado anterior. La diferencia
es que el enfermo mental, en este segundo caso, sí que ha cometido un ilícito penal.

En estos supuestos procederemos como en cualquier otro caso de comisión de un delito: se proce-
derá a la detención del sujeto, en caso de proceder según los requisitos establecidos en los artículos
17 de la Constitución y 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, procediendo a la instrucción del
correspondiente atestado policial.

Artículo 17 de la Constitución Española.

1.  Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad,
sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma prevista en
la ley.

2.  La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la reali-
zación de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en el
plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición
de la autoridad judicial.

3.  Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea compren-
sible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar.
Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y judiciales, en los
términos que la ley establezca.

4.  La ley regulará un procedimiento de para producir la inmediata puesta a disposición judicial de
toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo máximo de dura-
ción de la prisión provisional.

Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Capítulo V. Del ejercicio de derecho de defensa, de la asistencia de abogado y del tratamiento de los
detenidos y presos.

Artículo 520.

1. La detención y la prisión provisional deberán practicarse en la forma que menos perjudique al
detenido o preso en su persona, reputación y patrimonio. Quienes acuerden la medida y los en-
cargados de practicarla así como de los traslados ulteriores, velarán por los derechos constitucio-
nales al honor, intimidad e imagen de aquéllos, con respeto al derecho fundamental a la libertad
de información.

La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización
de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos. Dentro de los plazos establecidos
en la presente Ley, y, en todo caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá
ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial.

En el atestado deberá reflejarse el lugar y la hora de la detención y de la puesta a disposición de la


autoridad judicial o en su caso, de la puesta en libertad.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

2. Toda persona detenida o presa será informada por escrito, en un lenguaje sencillo y accesible, en
una lengua que comprenda y de forma inmediata, de los hechos que se le atribuyan y las razones
motivadoras de su privación de libertad, así como de los derechos que le asisten y especialmente
de los siguientes:

a.  Derecho a guardar silencio no declarando si no quiere, a no contestar alguna o algunas de


las preguntas que le formulen, o a manifestar que sólo declarará ante el juez.

b.  Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable.

c.  Derecho a designar abogado, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 1.a) del ar-
tículo 527 y a ser asistido por él sin demora injustificada. En caso de que, debido a la
lejanía geográfica no sea posible de inmediato la asistencia de letrado, se facilitará al
detenido comunicación telefónica o por videoconferencia con aquél, salvo que dicha
comunicación sea imposible.

d.  Derecho a acceder a los elementos de las actuaciones que sean esenciales para impug-
nar la legalidad de la detención o privación de libertad.

e.  Derecho a que se ponga en conocimiento del familiar o persona que desee, sin demora
injustificada, su privación de libertad y el lugar de custodia en que se halle en cada mo-
mento. Los extranjeros tendrán derecho a que las circunstancias anteriores se comuni-
quen a la oficina consular de su país.

f.  Derecho a comunicarse telefónicamente, sin demora injustificada, con un tercero de su


elección. Esta comunicación se celebrará en presencia de un funcionario de policía o, en
su caso, del funcionario que designen el juez o el fiscal, sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 527.

g.  Derecho a ser visitado por las autoridades consulares de su país, a comunicarse y a man-
tener correspondencia con ellas.

h.  Derecho a ser asistido gratuitamente por un intérprete, cuando se trate de extranjero
que no comprenda o no hable el castellano o la lengua oficial de la actuación de que se
trate, o de personas sordas o con discapacidad auditiva, así como de otras personas
con dificultades del lenguaje.

i.  Derecho a ser reconocido por el médico forense o su sustituto legal y, en su defecto, por
el de la institución en que se encuentre, o por cualquier otro dependiente del Estado o de
otras Administraciones Públicas.

j.  Derecho a solicitar asistencia jurídica gratuita, procedimiento para hacerlo y condiciones
para obtenerla.

Asimismo, se le informará del plazo máximo legal de duración de la detención hasta la puesta a dis-
posición de la autoridad judicial y del procedimiento por medio del cual puede impugnar la legalidad
de su detención.

Cuando no se disponga de una declaración de derechos en una lengua que comprenda el detenido,
se le informará de sus derechos por medio de un intérprete tan pronto resulte posible. En este caso,
deberá entregarle, posteriormente y sin demora indebida, la declaración escrita de derechos en una
lengua que comprenda.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

En todos los casos se permitirá al detenido conservar en su poder la declaración escrita de derechos
durante todo el tiempo de la detención.

2 bis. La información a que se refiere el apartado anterior se facilitará en un lenguaje comprensible
y que resulte accesible al destinatario. A estos efectos se adaptará la información a su edad,
grado de madurez, discapacidad y cualquier otra circunstancia personal de la que pueda deri-
var una limitación de la capacidad para entender el alcance de la información que se le facilita.

3. Si el detenido fuere extranjero, se comunicará al cónsul de su país el hecho de su detención y el


lugar de custodia y se le permitirá la comunicación con la autoridad consular. En caso de que el
detenido tenga dos o más nacionalidades, podrá elegir a qué autoridades consulares debe infor-
marse de que se encuentra privado de libertad y con quién desea comunicarse.

4. Si se tratare de un menor, será puesto a disposición de las Secciones de Menores de la Fiscalía y
se comunicará el hecho y el lugar de custodia a quienes ejerzan la patria potestad, la tutela o la
guarda de hecho del mismo, tan pronto se tenga constancia de la minoría de edad.

En caso de conflicto de intereses con quienes ejerzan la patria potestad, la tutela o la guarda
de hecho del menor, se le nombrará un defensor judicial a quien se pondrá en conocimiento del
hecho y del lugar de detención.

Si el detenido tuviere su capacidad modificada judicialmente, la información prevista en el apar-


tado 2 de este artículo se comunicará a quienes ejerzan la tutela o guarda de hecho del mismo,
dando cuenta al Ministerio Fiscal.

Si el detenido menor o con capacidad modificada judicialmente fuera extranjero, el hecho de la


detención se notificará de oficio al Cónsul de su país.

5. El detenido designará libremente abogado y si no lo hace será asistido por un abogado de oficio.
Ninguna autoridad o agente le efectuará recomendación alguna sobre el abogado a designar más
allá de informarle de su derecho.

La autoridad que tenga bajo su custodia al detenido comunicará inmediatamente al Colegio de


Abogados el nombre del designado por el detenido para asistirle a los efectos de su localización
y transmisión del encargo profesional o, en su caso, le comunicará la petición de nombramiento
de abogado de oficio.

Si el detenido no hubiere designado abogado, o el elegido rehusare el encargo o no fuere hallado, el


Colegio de Abogados procederá de inmediato al nombramiento de un abogado del turno de oficio.

El abogado designado acudirá al centro de detención con la máxima premura, siempre dentro del
plazo máximo de tres horas desde la recepción del encargo. Si en dicho plazo no compareciera, el
Colegio de Abogados designará un nuevo abogado del turno de oficio que deberá comparecer a
la mayor brevedad y siempre dentro del plazo indicado, sin perjuicio de la exigencia de la respon-
sabilidad disciplinaria en que haya podido incurrir el incompareciente.

6. La asistencia del abogado consistirá en:

a.  Solicitar, en su caso, que se informe al detenido o preso de los derechos establecidos en
el apartado 2 y que se proceda, si fuera necesario, al reconocimiento médico señalado en
su letra i).

b.  Intervenir en las diligencias de declaración del detenido, en las diligencias de recono-

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

cimiento de que sea objeto y en las de reconstrucción de los hechos en que participe
el detenido. El abogado podrá solicitar al juez o funcionario que hubiesen practicado la
diligencia en la que haya intervenido, una vez terminada ésta, la declaración o ampliación
de los extremos que considere convenientes, así como la consignación en el acta de cual-
quier incidencia que haya tenido lugar durante su práctica.

c.  Informar al detenido de las consecuencias de la prestación o denegación de consenti-


miento a la práctica de diligencias que se le soliciten.

Si el detenido se opusiera a la recogida de las muestras mediante frotis bucal, conforme


a las previsiones de la Ley Orgánica 10/2007, de 8 de octubre, reguladora de la base de
datos policial sobre identificadores obtenidos a partir del ADN, el juez de instrucción, a
instancia de la Policía Judicial o del Ministerio Fiscal, podrá imponer la ejecución forzosa
de tal diligencia mediante el recurso a las medidas coactivas mínimas indispensables, que
deberán ser proporcionadas a las circunstancias del caso y respetuosas con su dignidad.

d.  Entrevistarse reservadamente con el detenido, incluso antes de que se le reciba declara-
ción por la policía, el fiscal o la autoridad judicial, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
527.

7. Las comunicaciones entre el investigado o encausado y su abogado tendrán carácter confi-


dencial en los mismos términos y con las mismas excepciones previstas en el apartado 4 del
artículo 118.

8. No obstante, el detenido o preso podrá renunciar a la preceptiva asistencia de abogado si su


detención lo fuere por hechos susceptibles de ser tipificados exclusivamente como delitos con-
tra la seguridad del tráfico, siempre que se le haya facilitado información clara y suficiente en
un lenguaje sencillo y comprensible sobre el contenido de dicho derecho y las consecuencias de
la renuncia. El detenido podrá revocar su renuncia en cualquier momento.

Artículo 520 modificado conforme establece el apartado cuatro del artículo único de la L.O. 13/2015,
de 5 de octubre, de modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para el fortalecimiento de las
garantías procesales y la regulación de las medidas de investigación tecnológica (BOE de 6 octubre).

Ante la sospecha de que el presunto autor de un hecho delictivo tenga alteradas sus faculta-
des mentales, se procederá a su traslado a un centro médico para que sea un facultativo quien
certifique la necesidad de su internamiento en el servicio correspondiente, donde permanecerá,
si procede, con la debida custodia policial, informando de ello a la Autoridad Judicial, que será la
que disponga lo que proceda con respecto al detenido hasta la celebración del correspondiente
juicio penal.

A este respecto, el Código Penal establece, en su artículo 20, que:

Están exentos de responsabilidad criminal:

1º. El que al tiempo de cometer la infracción penal, a causa de cualquier anomalía o alteración psí-
quica, no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión.

El trastorno mental transitorio no eximirá de pena cuando hubiese sido provocado por el sujeto
con el propósito de cometer el delito o hubiera previsto o debido prever su comisión.

2º. El que al tiempo de cometer la infracción penal se halle en estado de intoxicación plena por
el consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

otras que produzcan efectos análogos, siempre que no haya sido buscado con el propósito de
cometerla o no se hubiese previsto o debido prever su comisión, o se halle bajo la influencia de
un síndrome de abstinencia, a causa de su dependencia de tales sustancias, que le impida com-
prender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión.

3º. El que, por sufrir alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde la infancia, tenga
alterada gravemente la conciencia de la realidad.

4º. El que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los
requisitos siguientes:

Primero. Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ata-
que a los mismos que constituya delito y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminen-
tes. En caso de defensa de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada
indebida en aquélla o éstas.

Segundo. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.

Tercero. Falta de provocación suficiente por parte del defensor.

5º. El que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno lesione un bien jurídico de otra
persona o infrinja un deber, siempre que concurran los siguientes requisitos:

Primero. Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar.

Segundo. Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por


el sujeto.

Tercero. Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.

6º. El que obre impulsado por miedo insuperable.

7º. El que obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo.

En los supuestos de los tres primeros números se aplicarán, en su caso, las medidas de seguridad
previstas en este Código.

Se modifica el punto primero del numeral 4º por el art. único.13 de la Ley Orgánica 1/2015, de 30
de marzo.

A pesar del precepto legal citado, la persona actuante perteneciente a un Cuerpo Policial, carece
de elementos de juicio suficientes para determinar realmente si una persona es o no imputable en
relación con un hecho delictivo, o si se le puede aplicar alguna causa atenuante. Cuestión que pre-
cisará, a buen seguro, diversos informes médicos previos, y cuya determinación será competencia
de los Juzgados y Tribunales. Por tanto, se procederá conforme se refiere al principio del epígrafe.

Internamiento de ciudadanos por trastorno psíquico.

La Ley 1/2000 de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil en su artículo 763. Internamiento no voluntario


por razón de trastorno psíquico.

1. El internamiento, por razón de trastorno psíquico, de una persona que no esté en condiciones
de decidir lo por sí, aunque esté sometida a la patria potestad o a tutela, requerirá autoriza-

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

ción judicial, que será recabada del tribunal del lugar donde resida la persona afectada por el
internamiento.

La autorización será previa a dicho internamiento, salvo que razones de urgencia hicieren necesa-
ria la inmediata adopción de la medida. En este caso, el responsable del centro en que se hubiere
producido el internamiento deberá dar cuenta de éste al tribunal competente lo antes posible y, en
todo caso, dentro del plazo de veinticuatro horas, a los efectos de que se proceda a la preceptiva ra-
tificación de dicha medida, que deberá efectuarse en el plazo máximo de setenta y dos horas desde
que el internamiento llegue a conocimiento del tribunal.

En los casos de internamientos urgentes, la competencia para la ratificación de la medida corres-


ponderá al tribunal del lugar en que radique el centro donde se haya producido el internamiento.
Dicho tribunal deberá actuar, en su caso, conforme a lo dispuesto en el apartado 3 del artículo 757
de la presente Ley.

2. El internamiento de menores se realizará siempre en un establecimiento de salud mental ade-


cuado a su edad, previo informe de los servicios de asistencia al menor.

3. Antes de conceder la autorización o de ratificar el internamiento que ya se ha efectuado, el tribu-


nal oirá a la persona afectada por la decisión, al Ministerio Fiscal y a cualquier otra persona cuya
comparecencia estime conveniente o le sea solicitada por el afectado por la medida. Además, y
sin perjuicio de que pueda practicar cualquier otra prueba que estime relevante para el caso, el tri-
bunal deberá examinar por sí mismo a la persona de cuyo internamiento se trate y oír el dictamen
de un facultativo por él designado. En todas las actuaciones, la persona afectada por la medida
de internamiento podrá disponer de representación y defensa en los términos señalados en el
artículo 758 de la presente Ley.

En todo caso, la decisión que el tribunal adopte en relación con el internamiento será susceptible de
recurso de apelación.

4. En la misma resolución que acuerde el internamiento se expresará la obligación de los faculta-
tivos que atiendan a la persona internada de informar periódicamente al tribunal sobre la nece-
sidad de mantener la medida, sin perjuicio de los demás informes que el tribunal pueda requerir
cuando lo crea pertinente.

Los informes periódicos serán emitidos cada seis meses, a no ser que el tribunal, atendida la natu-
raleza del trastorno que motivó el internamiento, señale un plazo inferior.

Recibidos los referidos informes, el tribunal, previa la práctica, en su caso, de las actuaciones que
estime imprescindibles, acordará lo procedente sobre la continuación o no del internamiento.

Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos anteriores, cuando los facultativos que atiendan a la
persona internada consideren que no es necesario mantener el internamiento, darán el alta al en-
fermo, y lo comunicarán inmediatamente al tribunal competente.

3. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• En esta unidad didáctica se traslada al alumno la legalidad y la especial atención al tratar con enfermos
mentales o discapacitados, teniendo presente que se está ante personas enfermas, y que la actuación
se debe ajustar a evitar lesiones al propio enfermo, vecinos e incluso a los propios intervinientes.

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M5 // TA // UNIDAD DIDÁCTICA N. 9 | INTERVENCIÓN CON ENFERMOS MENTALES

• Es una demanda de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que para la realización de este tipo de
servicios (cada día más numerosos), se elaboren protocolos de actuación en los que colaboren los
Cuerpos Policiales que deban realizar la intervención y el personal sanitario. El problema es que,
en la actualidad, al no existir protocolos oficiales, las actuaciones se suelen basar en la experiencia
ante este tipo de situaciones, como forma para resolverlas de la mejor forma posible, ya que no
existen dos casos iguales al tratar con dichos enfermos, que suelen presentar patologías muy
diferentes.

4. LECTURAS RECOMENDADAS
• OTIN DEL CASTILLO, J. M. (2013). Psicología Criminal: técnicas aplicadas de intervención e investiga-
ción policial. Lex Nova.

• Plena inclusión y Unijepol. (2017). Manual de procedimiento para la atención de la Policía Local a
las personas con discapacidad intelectual. <http://www.plenainclusion.org/sites/default/files/ma-
nual-policia-local-15-06-17.pdf> [Consulta: 22 de agosto de 2017].

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M5

TPE
Tiro Policial
SARA
ANTONIO
SISTERO
COLLADO
RÓDENAS
GIMENO

TPE
SEP
UNIDAD DIDÁCTICA N.1 CONCEPTOS
INTRODUCCIÓN
LEGISLATIVOS.
A LA SEGURIDAD PRIVADA

N.22 EMPRESAS
UNIDAD DIDÁCTICA N. TÉCNICAS DE
DEPOSICIÓN,
SEGURIDADEMPUÑAMIENTO,
PUNTERÍA Y DISPARO.
UNIDAD DIDÁCTICA N.3 PERSONAL DE SEGURIDAD PRIVADA
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 BALÍSTICA.
UNIDAD DIDÁCTICA N.4 SERVICIOS DE SEGURIDAD PRIVADA

UNIDAD DIDÁCTICA N.5 MEDIDAS DE SEGURIDAD


TPE
UNIDAD DIDÁCTICA N. 1

CONCEPTOS
LEGISLATIVOS

1
1. RESUMEN

2. U
 TILIZACIÓN DE LA FUERZA LEGÍTIMA Y SU JUSTIFICACIÓN

3. NORMATIVA

3.1. NORMATIVA INTERNACIONAL

3.2. NORMATIVA ESTATAL

3.3. N
 ORMATIVA AUTONÓMICA

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

5. L ECTURAS RECOMENDADAS

6. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

1. RESUMEN
La disposición de armas de fuego -entre otros instrumentos de autodefensa- y la autorización
de su utilización en caso necesario, por parte de los funcionarios de policía, no significa que dis-
pongan de un cheque en blanco en lo referente al citado uso de las armas de fuego. Para esta-
blecer las garantías necesarias en este ámbito, se promulga la correspondiente normativa a nivel
internacional, nacional, autonómica, e incluso local. Lo que viene a suponer un verdadero Código
Deontológico profesional que debe operar como elemento regulador de este tipo de actuaciones
policiales.

A realizar un somero recorrido por estos tipos de normativa se dedica esta Unidad Didáctica.

2. UTILIZACIÓN DE LA FUERZA
LEGÍTIMA Y SU JUSTIFICACIÓN
El Preámbulo de la Ley Orgánica 2/1986 de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, señala
que los funcionarios de Policía se ubican en el eje de un difícil equilibrio de pesos y contrapesos, y de
facultades y obligaciones, ya que:

•  Deben proteger la vida y la integridad de las personas, pero viéndose obligados en ocasiones al
uso de las armas.

•  Deben tratar de forma correcta y esmerada a los miembros de la Comunidad, pero al mismo
tiempo han de actuar con energía y decisión cuando las circunstancias así lo requieran.

Las sociedades, por medio de sus Gobiernos, conceden a la Policía atribuciones y poderes espe-
ciales para que desarrollen sus labores, estableciéndose que a través de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad se ejerce el monopolio del uso institucionalizado de la coacción jurídica por parte de las
Administraciones Públicas. Lo que hace imprescindible el uso de armas de fuego por parte de los
funcionarios de Policía.

Lo que no significa que esos funcionarios dispongan de un cheque en blanco en lo referente al citado
uso de las armas de fuego, promulgándose -entre otra- la siguiente normativa a nivel internacional,
nacional, autonómica, e incluso local. Que se encamina a delimitar perfectamente cuando se puede
hacer el uso de las armas de fuego, rigiéndose por los siguientes principios:

•  Legitimidad: La persona que utiliza la fuerza debe de estar habilitada para ello.

•  Legalidad: Solo se utilizará para obligar a seguir comportamientos legales, o prevenir conductas
ilegales.

•  Necesidad: En situaciones extremas. y como última posibilidad.

•  Proporcionalidad: Proporcionada a la situación real.

•  Moderación: Se trata de realizar la mínima intervención, y que los medios técnicos seleccionados
sean idóneos y eficaces.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

•  Recurso inicial a métodos no violentos: Las armas de fuego se deben de utilizar como último
recurso.

•  Menor lesividad posible: Cuando se utilice el arma de fuego, deberá de procurarse causar la me-
nor lesividad posible.

De este modo, los funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley, en el desempeño de sus funcio-
nes, deben velar fundamentalmente por la vida, la seguridad y la integridad de las personas. Para no
vulnerar estos derechos esenciales, antes de emplear las armas de fuego y siendo éstas el último
recurso, el agente de policía debe de seguir escrupulosamente los siguientes pasos:

1.  Intimidación verbal: El Policía se identificará como tal, y advertirá con la suficiente antelación de
su intención de hacer uso del arma de fuego.

2.  Disparos intimidatorios: No dirigidos contra las personas y que trata de evitar cualquier daño o
lesiones a personas.

3.  Disparos a partes no vitales: Dirigidos a neutralizar a las personas sin causarles la muerte.

3. NORMATIVA
Como se ha mencionado anteriormente, mucha es la normativa que regula el uso de las armas de
fuego para los colectivos policiales, sería excesivamente prolijo realizar un completo repaso de ella.
No obstante, y a continuación, se va a citar la que puede considerarse como esencial para conocer y
hacer un uso adecuado de aquéllas.

3.1. Normativa internacional


Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y la seguridad de su persona.

Artículo 5: Se prohíbe cualquier trato cruel degradante, inhumano o degradante

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:

•  El derecho a la vida es inherente a la persona humana

•  8º Congreso sobre la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente de Naciones Unidas.

•  El artículo 4 establece que los funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley, en el desempeño
de sus funciones, utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir a las
armas de fuego, que se utilizarán únicamente cuando los otros medios resulten ineficaces.

•  El artículo 11 expone las consideraciones esenciales que deben de contener las normas y regla-
mentos sobre el empleo de las armas de fuego:

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

•  Deben especificar las circunstancias en que los funcionarios estarán autorizados a portar armas
de fuego.

•  Deben asegurarse de que las armas de fuego se utilicen solamente en circunstancias apropiadas.

•  Deben prohibir el empleo de armas de fuego y munición que puedan provocar lesiones no desea-
das.

•  Deben establecer un sistema de presentación de informes, siempre que los funcionarios encar-
gados de hacer cumplir la Ley recurran al empleo de armas de fuego en el desempeño de sus
funciones.

Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley de la Asamblea General
de la Naciones Unidas (Resolución 34/169 de 17 Diciembre)

El artículo 3 establece:

•  Que el uso de la fuerza por parte de la Policía debe de ser excepcional.

•  El principio de proporcionalidad.

•  Que el uso de armas de fuego se considere una medida extrema y que, en general, no deberán
de utilizarse las armas de fuego excepto cuando un presunto delincuente ofrezca resistencia ar-
mada, ponga en peligro la vida del actuante, o la de terceras personas, o no se pueda detener, o
reducir, aplicando medidas menos extremas.

Carta Europea de Policía y Declaración sobre la Policía de la Asamblea Parlamentaria de Consejo de


Europa de 1979.

Define los principios anteriormente citados, haciendo hincapié en que la actuación policial deberá
basarse en los principios de:

•  Integridad.

•  Imparcialidad.

•  Dignidad.

3.2. Normativa estatal


Constitución Española de 1978.

Artículo 15. Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso,
puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la
pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.

Art. 104.

1.  Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión
proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

2.  Una Ley Orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatutos de las
Fuerzas y Cuerpos de seguridad.

•  Ley Orgánica 2/1986 de 13 de marzo, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Artículo 5: Principios Básicos de Actuación.

Apartado C: En el ejercicio de sus funciones deberán actuar con la decisión necesaria, y sin demora
cuando de ello dependa evitar un daño grave, inmediato e irreparable; rigiéndose al hacerlo por
los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios a su
alcance.

•  Congruencia = Idoneidad: Significa que para la ejecución de la fuerza de entre todos los medios al
alcance, debe elegirse el más adecuado, exigiéndose dos requisitos:

1. Apercibimiento previo: debe avisarse, identificarse el agente de la Autoridad como tal, y reincidir
en el apercibimiento.

2. Dominio del medio coactivo: A través de la pericia y la destreza en el uso de las armas de fuego.

•  Oportunidad = Necesidad: El uso de la fuerza debe de ser oportuno y necesario para cumplir con
la función pública encomendada por la Ley, y para impedir o repeler la agresión. El uso del arma de
fuego es el último recurso del policía, y una medida extrema basada en la valoración de la necesi-
dad a través del análisis del hecho, momento y circunstancias.

•  Proporcionalidad: A través de la comparación del daño que se va a causar con el que se preten-
de evitar, de modo que se produzca el menor daño posible. Debe de haber la debida adecuación
y proporcionalidad entre el medio empleado por el agresor y el utilizado para la defensa. Este
principio, junto con el de legalidad, es básico en la actuación policial. Lo que implica que, en la ac-
tuación, se deben de ponderar los bienes jurídicos afectados. También se denomina principio de
prohibición de exceso.

Artículo 52: Los Cuerpos de Policía Local son Institutos Armados de naturaleza civil con estructura
y organización jerarquizada.

Llegados a este punto, debe hacerse referencia a la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de 18
de enero de 1982, en la que se determina:
“A los funcionarios de Policía, por su preparación específica y por estar dotados de armas de fuego, les es
exigible en su actuación, que venga precedida de una apreciación serena de las circunstancias que con-
curren, y empleen sus armas de fuego sólo en aquellos casos de peligro y riesgo real para ellos o terceras
personas y lo hagan de forma adecuada para evitar consecuencias irreparables que no vengan justifica-
das por la gravedad del contexto del hecho, pues en otro caso su acción resultará desproporcionada”.

Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo. “Código Penal”.

En el artículo 20 de Código penal se recogen las circunstancias que eximen de responsabilidad pe-
nal, relacionadas directamente con los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad:

La legítima defensa. Artículo 20.4.1

1 Para profundizar en este concepto, se incluye como anexo –por su especial carácter clarificador- la Sentencia
del Tribunal Supremo núm. 1053/2002 (Sala de lo Penal), de 5 junio.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

El concepto recogido en el Código Penal especifica que consiste en reaccionar ante una agresión en
defensa propia o de terceros de cualquier bien jurídico. Sin que, en ningún caso, ello pueda incluir la
venganza.

Para apreciar la misma, son requisitos que deben reunirse:

•  Que la agresión repelida sea ilegítima. Lo que constituye un requisito esencial, sin el que no se
puede dar la legítima defensa. El ataque que se repele debe ser actual, real e inminente. Se aprecia
la eximente completa cuando se reúnen todos los requisitos del concepto; y se considera incom-
pleta cuando falta alguno de ellos.

•  Necesidad racional del medio empleado para la defensa. En este aspecto, ha de utilizarse el me-
dio menos lesivo, la defensa no puede durar más tiempo que la agresión, y la huida es una con-
ducta que no debe ser exigible.

•  Falta de provocación suficiente por parte del defensor.

Cumplimiento de un deber, ejercicio de un derecho, oficio o cargo. Artículo 20.7

El uso legítimo de la fuerza por un agente de la Autoridad, justifica hechos que cometidos fuera del
cargo serían ilícitos. En el caso de la actuación policial, el uso de la fuerza autorizado por la Ley en el
ejercicio legítimo de un oficio o cargo. Para ello, los requisitos que deben reunirse son: la condición
de agente de la Autoridad, el ejercicio de la función pública encomendada, la necesidad del uso de
la fuerza (solamente la necesaria, ya que cuando se aplicada en exceso no podrá ampararse en el
ordenamiento jurídico).

Esta eximente no puede alegarse para el caso del intento de fuga de un detenido. En nuestro De-
recho, sólo constituye delito la evasión del preso preventivo o ejecutoriamente condenado, pero no
la del detenido. No es ningún deber que el ciudadano se deje detener, sea o no culpable del delito
que se le atribuye. En cambio, la práctica de la detención sí que constituye un deber para los miem-
bros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en aplicación de los artículos 283 y 492 de la L.E.C. Así
pues, ante una fuga no agresiva, no se debe disparar, Y, ante la mera desatención a la orden de “alto,
Policía”, tampoco. La doctrina de la Fiscalía del Tribunal Supremo cita: “…. La simple huida, no justifica
en modo alguno los procedimientos mortíferos, al no constituir agresión efectiva, ni situación de
inminente riesgo “…. “es inadmisible la convicción administrativa de que la simple y pura huida de una
persona, desatendiendo las órdenes de “alto, Policía” autoriza a ésta para utilizar sus armas de fuego
con resultado mortal para el que huye, considerando que la vida humana es el bien supremo de
nuestra cultura y ordenamiento jurídico, según consagra el artículo 15 de nuestra Constitución, y
que ninguna persona o Autoridad puede destruir salvo en los supuestos excepcionales legalmente
previstos.….“ (Sentencia del Tribunal Supremo 18 de enero de 1982).

Circular de la Dirección General de la Seguridad del Estado. Instrucciones sobre la utilización de ar-
mas de fuego por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad pueden utilizar sus armas de fuego ante una
agresión ilegítima que se lleve a cabo contra el Agente de la Autoridad o terceras personas, siempre
que concurran las siguientes circunstancias:

1.  Que la agresión sea de tal intensidad y violencia que ponga en peligro la vida o integridad física
de la persona o personas atacadas.

2.  Que el agente de la Autoridad considere necesario el uso del arma de fuego para impedir o re-
peler la agresión, en cuanto racionalmente no puedan ser utilizados otros medios. Es decir, debe

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

haber la debida adecuación y proporcionalidad entre el medio empleado por el agresor y el utili-
zado para la defensa.

3.  El uso del arma de fuego ha de ir precedido, si las circunstancias concurrentes lo permiten, de
conminaciones dirigidas al agresor para que abandone su actitud y de la advertencia de que se
halla ante un agente de la Autoridad, (cuando este carácter fuera desconocido por el atacante.

4.  Si el agresor continúa o incrementa su actitud a pesar de las conminaciones, se debe efectuar por
este orden, disparos al aire o al suelo, para que deponga su actitud.

5.  En última instancia, ante el fracaso de los medios anteriores, o bien cuando por la rapidez, vio-
lencia y riesgo que entrañe la agresión no haya sido posible su empleo, se debe de disparar sobre
partes no vitales del cuerpo del agresor, atendiendo siempre al principio de que el uso del arma
de fuego cause menor lesividad posible.

Real Decreto 137/1993 de 29 de Enero, por el que se aprueba el Reglamento de Armas, modificado
por el RD 976/2011 de 8 de julio.

Artículo 1.

De conformidad con lo dispuesto en los artículos 6, 7, 23 y siguientes de la Ley Orgánica 1/1992,


de 21 de febrero, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, el presente Reglamento regula los
requisitos y condiciones de la fabricación y reparaciones de armas, sus imitaciones y réplicas, y de
sus piezas fundamentales, así como todo lo concerniente a su circulación, almacenamiento y co-
mercio, su adquisición y enajenación, su tenencia y utilización, determinando las medidas de control
necesarias para el cumplimiento de tales requisitos y condiciones, con objeto de salvaguardar la
seguridad pública. Sus preceptos serán supletorios de cualquier otra disposición que, con distinta
finalidad, contenga normas referentes a dichas materias.

2. Se entenderá por pieza todo elemento o elemento de repuesto específicamente concebido para
un arma de fuego e indispensable para su funcionamiento y todo dispositivo, concebido o adaptado
para disminuir el sonido causado por el disparo de un arma de fuego.

Se considerarán piezas fundamentales o componentes esenciales: De armas de fuego cortas, el


armazón, el cerrojo o cilindro y el cañón; de armas de fuego largas, rayadas o de ánima lisa, la caja
o cajón de los mecanismos, el cerrojo o báscula y el cañón; así como los mecanismos de cierre de
todas ellas.

A los efectos de lo previsto en este Reglamento, las piezas fundamentales o componentes esenciales
terminados tendrán el mismo régimen jurídico que las armas de las que formen parte y quedarán in-
cluidas en la categoría en que se haya clasificado el arma en la que se monten o vayan a ser montadas.

3. El régimen de adquisición, almacenamiento, circulación, comercio y tenencia de municiones será,


con carácter general y sin perjuicio de las normas especiales que las regulen, el relativo a la adqui-
sición, almacenamiento, circulación, comercio y tenencia de las armas de fuego correspondientes.

4. Quedan excluidos del ámbito de aplicación de este Reglamento, y se regirán por la normativa es-
pecial dictada al efecto, la adquisición, tenencia y uso de armas por las Fuerzas Armadas, las Fuer-
zas y Cuerpos de Seguridad y el Centro Nacional de Inteligencia. Para el desarrollo de sus funciones
también quedan excluidos los establecimientos e instalaciones de dichas Fuerzas y Cuerpos y del
Centro Nacional de Inteligencia.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

Artículo 2. A efectos del Presente Reglamento, en relación de las siguientes definiciones.

Arma de fuego: Toda arma portátil que tenga cañón y que lance, esté concebida para lanzar o
pueda transformarse fácilmente para lanzar un perdigón, bala o proyectil por la acción de un
combustible propulsor. A estos efectos, se considerará que un objeto es susceptible de transfor-
marse para lanzar un perdigón, bala o proyectil por la acción de un combustible propulsor cuando
tenga la apariencia de un arma de fuego y debido a su construcción o al material con el que está
fabricada, pueda transformarse de este modo.

Arma de aire u otro gas comprimido: Armas que utilizan como fuerza impulsora del proyectil la ori-
ginada por la expansión de un gas comprimido.

…..

Artículo 3. Establece la clasificación de las armas reglamentadas.

1.ª categoría:

Armas de fuego cortas. Comprende las pistolas y revólveres.

2.ª categoría.

1.  Armas de fuego largas para vigilancia y guardería: Son las armas largas que reglamentariamente
se determinen por Orden del Ministerio del Interior o mediante decisión adoptada a propuesta
o de conformidad con el mismo, como específicas para desempeñar funciones de vigilancia y
guardería.

2.  Armas de fuego largas rayadas: se comprenden aquellas armas utilizables para caza mayor.
También comprende los cañones estriados adaptables a escopetas de caza, con recámara para
cartuchos metálicos, siempre que, en ambos supuestos, no estén clasificadas como armas de
guerra.

3.ª categoría

1.  Armas de fuego largas rayadas para tipo deportivo, de calibre 5,6 milímetros (22 americano), de
percusión anular, bien sean de un disparo, bien de repetición o semiautomáticas.

2.  Escopetas y demás armas de fuego largas de ánima lisa, o que tengan cañón con rayas para fa-
cilitar el plomeo, que los bancos de pruebas reconocidos hayan marcado con punzón de escopeta
de caza, no incluidas entre las armas de guerra.

3.  Armas accionadas por aire u otro gas comprimido, sean lisas o rayadas, siempre que la energía
cinética del proyectil en boca exceda de 24,2 julios.

4.ª categoría

1.  Carabinas y pistolas, de tiro semiautomático y de repetición; y revólveres de doble acción, accio-
nadas por aire u otro gas comprimido no asimiladas a escopetas.

2.  Carabinas y pistolas, de ánima lisa o rayada, y de un solo tiro, y revólveres de acción simple, ac-
cionadas por aire u otro gas comprimido no asimiladas a escopetas.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

5.ª categoría

1.  Las armas blancas y en general las de hoja cortante o punzante no prohibidas.

2.  Los cuchillos o machetes usados por unidades militares o que sean imitación de los mismos.

6.ª categoría

1.  Armas de fuego antiguas o históricas, sus reproducciones y asimiladas, conservadas en museos
autorizados por el Ministerio de Defensa, si son dependientes de cualquiera de los tres Ejércitos,
y por el Ministerio del Interior, en los restantes casos.

2.  Las armas de fuego cuyo modelo o cuyo año de fabricación sean anteriores al 1 de enero de
1890, y las reproducciones y réplicas de las mismas, a menos que puedan disparar municiones
destinadas a armas de guerra o a armas prohibidas. La antigüedad será fijada por el Ministerio
de Defensa, que aprobará los prototipos o copias de los originales, comunicándolo a la Dirección
General de la Policía y de la Guardia Civil, ámbito de la Guardia Civil.2

3.  Las restantes armas de fuego que se conserven por su carácter histórico o artístico, dando cum-
plimiento a lo prevenido en los artículos 107 y 108 del presente Reglamento.

4.  En general, las armas de avancarga.

7.ª categoría

1.  Armas de inyección anestésica capaces de lanzar proyectiles que faciliten la captura o control de
animales, anestesiándolos a distancia durante algún tiempo.

2.  Las ballestas.

3.  Las armas para lanzar cabos.

4.  Las armas de sistema «Flobert».

5.  Los arcos, las armas para lanzar líneas de pesca y los fusiles de pesca submarina que sirvan para
disparar flechas o arpones, eficaces para la pesca y para otros fines deportivos.

6.  Los revólveres o pistolas detonadoras y las pistolas lanzabengalas.

Artículo 4 Armas prohibidas.

1.  Se prohíbe la fabricación, importación, circulación, publicidad, compraventa, tenencia y uso de las
siguientes armas o de sus imitaciones:

a.  Las armas de fuego que sean resultado de modificar sustancialmente las características
de fabricación u origen de otras armas, sin la reglamentaria autorización de modelo o
prototipo.

b.  Las armas largas que contengan dispositivos especiales, en su culata o mecanismos,
para alojar pistolas u otras armas.

2 Apartado 2 de la categoría 6.ª del artículo 3 redactado por el número tres del artículo único del R.D. 976/2011,
de 8 de julio, por el que se modifica el Reglamento de Armas, aprobado por el R.D. 137/1993, de 29 de enero
(B.O.E. 9 julio).Vigencia: 29 julio 2011.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

c.  Las pistolas y revólveres que lleven adaptado un culatín.

d.  Las armas de fuego para alojar o alojadas en el interior de bastones u otros objetos.

e.  Las armas de fuego simuladas bajo apariencia de cualquier otro objeto.

f.  Los bastones-estoque, los puñales de cualquier clase y las navajas llamadas automáticas.
Se considerarán puñales a estos efectos las armas blancas de hoja menor de 11 centíme-
tros, de dos filos y puntiaguda.

g.  Las armas de fuego de aire u otro gas comprimido, reales o simuladas, combinadas con
armas blancas.

h.  Las defensas de alambre o plomo; los rompecabezas; las llaves de pugilato, con o sin
púas; los tiragomas y cerbatanas perfeccionados; los nunchacos y xiriquetes, así como
cualesquiera otros instrumentos especialmente peligrosos para la integridad física de las
personas.

2.  No se considerará prohibida la tenencia de las armas relacionadas en el presente artículo por los
museos, coleccionistas u organismos a que se refiere el artículo 107, con los requisitos y condi-
ciones determinados en él.

Artículo 90. Revista de armas.

1.  Las armas de la 1.ª categoría, y todas las de concurso, pasarán revista cada tres años. Las demás
armas que precisen guía de pertenencia, pasarán revista cada cinco años. En ambos casos, las
revistas se pasarán en el momento de presentar las solicitudes de renovación de las correspon-
dientes licencias de armas de los titulares de aquéllas.3

2.  Las revistas las pasarán:

a.  El personal relacionado en el artículo 114, en el mes de abril ante las autoridades de que
dependan, las cuales deberán dar cuenta de aquellos que no lo hubieran efectuado a las
autoridades sancionadoras competentes.

Artículo 98. Aptitudes físicas y psíquicas.

1.  En ningún caso podrán tener ni usar armas, ni ser titulares de las licencias o autorizaciones co-
rrespondientes, las personas cuyas condiciones psíquicas o físicas les impidan su utilización, y
especialmente aquellas personas para las que la posesión y el uso de armas representen un
riesgo propio o ajeno.

2.  Para solicitar las licencias y autorizaciones especiales de armas, además de la documentación
requerida para cada supuesto en los correspondientes artículos de este Reglamento, los intere-
sados deberán acreditar la posesión de las aptitudes psíquicas y físicas adecuadas y los cono-
cimientos necesarios sobre conservación, mantenimiento y manejo de las armas, en la forma
prevenida.

3.  La acreditación de las aptitudes psíquicas y físicas necesarias para poder obtener la concesión,

3  úmero 1 del artículo 90 redactado por el artículo primero del R.D. 316/2000, de 3 de marzo, por el que se
N
modifican algunos preceptos del Reglamento de Armas, aprobado por R.D. 137/1993, de 29 de enero, relativos
a las licencias y a las revistas de armas (B.O.E. de 4 marzo).Vigencia: 5 marzo 2000.

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así como la renovación de licencias y autorizaciones especiales para la tenencia y uso de armas,
deberá llevarse a cabo mediante la presentación, ante las oficinas instructoras de los procedi-
mientos, del correspondiente informe de aptitud.

4.  De lo dispuesto en el apartado anterior se exceptúa el personal que se encuentre en activo o en la


situación que se estime reglamentariamente como tal, de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad.

Artículo 114

1.  Al personal que a continuación se indica, siempre que se encuentre en servicio activo o disponi-
ble, le será considerada como licencia A su tarjeta de identidad militar o carné profesional:

a.  Oficiales Generales, Oficiales Superiores, Oficiales, Suboficiales Superiores, Suboficiales


y sus asimilados del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire y de los Cuerpos
Comunes de las Fuerzas Armadas y los Cabos Primeros especialistas veteranos de la
Armada.

b.  Los miembros del Cuerpo de la Guardia Civil.

c.  Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía.

d.  Los miembros de los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas y de las Corpo-
raciones locales.

e.  Los funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera.

2.  La tarjeta de identidad militar será considerada además como licencia A para el personal rese-
ñado en el apartado 1.a) y b) que se encuentre en la situación de excedencia voluntaria por la
causa prevista en el punto e) del artículo 31 del Reglamento General de adquisición y pérdida
de la Condición de Militar y de Situaciones Administrativas del Personal Militar Profesional,
aprobado por el Real Decreto 1385/1990 , de 8 de noviembre, o en reserva ocupando puesto
orgánico del Ministerio de Defensa o, en su caso, del Ministerio del Interior, y para el personal
estatutario permanente del Centro Nacional de Inteligencia reseñado en los apartados 1.a) y
b) de este artículo.

Artículo 115

1.  El personal relacionado en el artículo anterior deberá estar provisto de una guía de pertenencia
para cada arma que posea, expedida por las autoridades que designe el Ministerio de Defensa,
para el perteneciente a las Fuerzas Armadas; por la Dirección General de la Policía, para el Cuerpo
Nacional de Policía, y por la Dirección General de la Guardia Civil, para el personal del Cuerpo de la
Guardia Civil, el del Servicio de Vigilancia Aduanera y el de los Cuerpos de Policía de las Comuni-
dades Autónomas y de las Corporaciones locales.

2. Estas guías de pertenencia se marcarán de siguiente modo:

a.  Para el Ejército de Tierra: E.T. y numeración correlativa.

b.  Para la Armada: F.N. y numeración correlativa.

c.  Para el Ejército del Aire: E.A. y numeración correlativa.

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d.  Para los Cuerpos comunes de las Fuerzas Armadas: M.D. y numeración correlativa.

e.  Para la Guardia Civil: G.C. y numeración correlativa.

f.  Para el Cuerpo Nacional de Policía: C.N.P. y numeración correlativa.

g.  Para el personal de los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas, con las letras
PA, una tercera letra específica de cada Comunidad Autónoma y numeración correlativa.

h.  Para el personal de los Cuerpos de Policía de las Entidades locales, con las letras PL, el
número correspondiente a cada Entidad local en el Código Geográfico Nacional y nume-
ración correlativa de las guías.

i.  Para el Servicio de Vigilancia Aduanera: S.V.A. y numeración correlativa.

Se extenderán en cartulina blanca y constarán de tres cuerpos, que se separarán, para entregar uno
al interesado; otro, que se unirá a su expediente de armas, y otro, que se enviará a la Intervención
Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, para su constancia en el Registro Central de Guías
y de Licencias.

3.3. Normativa autonómica


Ley 6/1999 de 19 de Abril de Policías Locales y de Coordinación de las Policías locales de la Comu-
nidad Valenciana.

En su artículo 3 hace referencia al artículo 52 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en


los que se determina que los Cuerpos de Policía Local son Institutos Armados de naturaleza civil con
estructura y organización jerarquizada bajo la superior autoridad y dependencia directa del Alcalde.

Decreto 19/2003 de 4 de marzo, del Consell de la Generalitat, por el que se aprueba la Norma Marco
sobre estructura, organización y funcionamiento de los Cuerpos de la Policía Local de la Comunidad
Valenciana.

Artículo 56. Entrega del arma.

Cuando la sanción impuesta como consecuencia del expediente disciplinario consista en suspensión
de empleo o separación del servicio, el funcionario sancionado hará entrega, en la Jefatura del Cuer-
po, del arma reglamentaria, con su correspondiente guía, y de la tarjeta de identificación.

Decreto 18/1995, de 24 de enero, del Gobierno Valenciano, regulador de los criterios de utilización
del equipo de autodefensa y el armamento por policías locales de la Comunitat Valenciana.

Artículo 1.

1.  La tenencia y utilización del equipo de autodefensa y armamento se regulará en:

•  Reglamento de Armas.

•  Decreto 18/95 de 24 de enero del Gobierno Valenciano, regulador de los criterios de utili-
zación del equipo de autodefensa y el armamento por las policías locales de la Comunidad
Valenciana.

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•  Ayuntamientos respectivos a través de un Reglamento que éstos puedan desarrollar.

2.  Regula exclusivamente armas de 1 categoría.

3.  El uso del armamento y medios de autodefensa se adecuarán en todo momento a los principios
básicos de actuación de la Ley Orgánica 2/86, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Artículo 2.

Se consideran armas reglamentarias, las que asigne a cada Agente el Ayuntamiento correspondien-
te. El uso del arma distinta acarrea sanción administrativa.

Artículo 3.

Licencia Tipo A. Solo un arma reglamentaria. Además, podrá tener otra para su uso particular.

Artículo 4.

Las armas reglamentarias se custodiaran dependencias policiales adecuadas para ello (armeros,
zonas de seguridad). No se llevarán al domicilio.

Artículo.5.

Las armas deberán conservarse en perfecto estado, adoptándose todas las medidas necesarias
para evitar su deterioro, pérdida, robo, sustracción o uso por terceras personas (responsable será el
agente del uso del arma en todo caso.

Artículo 6.

Los agentes deben llevar siempre de servicio el arma reglamentaria asignada salvo que por razones
del servicio se establezca lo contrario.

Artículo 7.

En ningún caso se podrá prestar o ceder el arma ni intercambiar el arma o armero ni depositarla
en vehículos.

Artículo 8.

En caso de pérdida, sustracción robo o destrucción, etc... del arma, o su documentación, se deberá
inmediatamente comunicar a la autoridad correspondiente sin perjuicio de prestar la correspon-
diente denuncia (Se exigirá responsabilidad en ambos casos).

Artículo 9.

El policía será responsable en todo caso, del mal uso del arma propia o a él asignada que pudieran
hacer cualquier persona que tuviera acceso a la misma.

Artículo 10.

Queda totalmente prohibido portar, exhibir o usar armas de fuego bajos los efectos de bebidas al-
cohólicas, o cualquier otra droga tóxica, estupefaciente etc.

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Artículo 11.

No se pueden portar armas cuando exista merma de las condiciones físicas o psíquicas.

Artículo 12.

Todo miembro de la Policía Local que protagonice conductas que dieran dudas sobre su capacidad
de hacer un uso responsable del arma o no alcanzase las condiciones mínimas previas en el Regla-
mento de Armas y normas concordantes, será privado de las armas de fuego tanto reglamentarias
como particulares, en su caso pudiendo cambiar de destino si éste tiene asignada arma.

Artículo 14.

El control del armamento y de munición, así como el entrenamiento práctico y teórico será llevado
a cabo por el correspondiente departamento de Policía Local. A su vez, los mandos de cada unidad,
en su caso, deberán pasar revista periódicamente del estado del armamento y munición asignada.

Artículo 16.

Las armas deberán pasar revista en los plazos y formas establecidas, tanto las reglamentarias
como las particulares. La revista se pasará por el Jefe de la Policía Local, o personal en que él dele-
gue tal función.

Título IV Utilización de armas de fuego

Artículo 25.

Se evitará hacer ostentación del arma, salvo que ello sea imprescindible por las características del
servicio a prestar.

Artículo 26.

Para la utilización del arma de fuego se deberán adoptar las medidas preventivas que se estimen
adecuadas a la situación de acuerdo con lo dispuesto en el reglamento de armas.

Artículo 27.

El arma de fuego se utilizará cuando exista riesgo racionalmente grave para la vida del agente, para
su integridad física o de terceras personas, o cuando exista grave riesgo para la seguridad ciudadana.

Artículo 28.

El uso preventivo consistirá en el mantenimiento del arma en la mano, dispuesto para uso inmedia-
to. El policía se identificará debidamente sin realizar amenazas innecesarias y sin apuntar directa-
mente a ninguna persona, salvo que ello sea estrictamente necesario.

Artículo 29.

Se hace uso preventivo del arma cuando el agresor lleve arma, o tenga antecedentes de haber agre-
dido gravosamente a alguna persona. Asimismo, cuando se entre en locales cerrados previamente
violentados, o en cualquier otro espacio bajo circunstancias similares.

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Artículo 30.

El uso intimidatorio consistirá en la realización de varios disparos, siempre que no haya riesgo para
las personas o bienes. El agente debe valorar la situación y no se deberá efectuar cuando exista
riesgo para terceras personas.

Artículo 31.

Se puede hacer uso intimidatorio del arma, en el caso de enfrentarse a fuerzas análogas o su-
periores y manifiestamente agresivas, cuando sea imprescindible e inaplazable detener a un in-
dividuo, o cuando no exista otra posibilidad para darle alcance y no exista riesgo alguno para
personas y bienes.

Artículo 32.

Podrá hacerse uso defensivo del arma, cuando exista peligro manifiesto para la vida del agente, su
integridad física o de terceras personas o agresión de un tercero y no quepan actuaciones alterna-
tivas, sin causar riesgo para terceras personas.

Artículo 33.

Cuando las circunstancias que rodean las actuaciones policiales sean adecuadas y lo permita el
ordenamiento jurídico, se le debe de indicar al individuo a controlar que se encuentra frente a un
agente de la Autoridad y que debe de abandonar su actitud. Todo ello con un tono de voz firme, y
en ningún momento dé la impresión de duda. Se le debe dejar bien claro que, de no hacer caso y de
proseguir con su actitud, se hará uso del arma de fuego sin dudarlo. Si es posible previamente se
efectuarán disparos intimidatorios.

Artículos 37 y 38.

Cada vez que se utilicen los medios de defensa a los que el Decreto hace referencia deberá
redactarse un informe exhaustivo explicando como sucedió el hecho, y las circunstancias concu-
rrentes. Informe que se elevará por conducto reglamentario. En su caso, adjuntando las vainas
resultantes de la utilización del arma de fuego, siempre que no exista una investigación judicial
y se haga cargo de las mismas la Policía Judicial. Si se trata de un disparo de arma de fuego, la
copia de dicho informe se remitirá a la Consellería competente en materia de Policía.

Decreto 114/2005, de 17 de junio, del Consell de la Generalitat, regulador del sistema homoge-
neizador y homologación de la uniformidad de la Policía Local de la Comunidad Valenciana.

Las armas cortas proporcionadas por los ayuntamientos, a utilizar por los miembros de los
Cuerpos de Policía Local, deberán ser la pistola de 9 mm/p. o el revólver calibre 38 especial con
cañón de 3 o 4 pulgadas. Opcionalmente, para mandos o determinado personal por las carac-
terísticas del servicio desempeñado, podrá ser de 2 pulgadas previa autorización de la Jefatura
del Cuerpo.4

4 Apartado 2 del Artículo 3 del Decreto 181/1998, de 3 de noviembre, del Consell de la Generalitat sobre Homo-
geneización de medios técnicos, acreditación y registro de Policías Locales de la Comunitat Valenciana, modifi-
cado por la Disposición Adicional del mencionado Decreto 114/2005, de 17 de junio, regulador del sistema de
homogeneización y homologación de la uniformidad de la Policía Local de la Comunidad Valenciana.

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ANEXO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO NÚM. 1053/2002 (SALA DE LO PENAL), DE 5 JUNIO

Legítima defensa: eximente completa. Agente que dispara con su arma de fuego contra las piernas
del acusado una vez que éste se abalanzó contra el mismo blandiendo un cuchillo gritando “os voy
a matar”.

En la sentencia analizada se confirma la absolución del acusado, por concurrir la eximente comple-
ta de legítima defensa, del delito de lesiones del que había sido acusado por los hechos ocurridos
cuando, en su condición de Policía Nacional, tras acudir a una vivienda donde se estaba produciendo
un altercado familiar, y comprobar que una madre había sido agredida por su hijo, requirió, junto con
otro policía que la acompañaba, a aquel para que saliese de la vivienda, cosa que hizo pero blan-
diendo un cuchillo con el que diciendo «os voy a matar» se abalanzo contra el agente acusado lo que
motivó que éste hiciese uso de su arma reglamentaria, disparando, tras apuntar a zonas no vitales,
a sus piernas ocasionándole lesiones.

Se estima que el uso del arma de fuego por parte del agente fue proporcional pues, ante un ataque
como el descrito, hubiese sido arriesgado defenderse con el uso de la porra policial ya que éste es un
modo que puede ser insuficiente para repeler de modo eficaz un ataque tan inmediato y tan grave
por su peligrosidad contra la integridad física e incluso contra la vida, máxime procediendo de una
persona con gran excitación nerviosa.

Debe tenerse en cuenta que la aplicación de la eximente completa se realiza porque el disparo se
hizo sobre una zona no vital ya que, si se hubiera hecho contra una zona vital, como la cabeza, el
pecho o el abdomen por ejemplo, nos encontraríamos ante un caso de eximente incompleta de
legítima defensa.

SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO NÚM. 1053/2002 (SALA DE LO PENAL), DE 5 JUNIO

Legítima defensa: eximente completa.

Agente que dispara con su arma de fuego contra las piernas del acusado una vez que éste se aba-
lanzó contra el mismo blandiendo un cuchillo gritando “os voy a matar”.

Jurisdicción: Penal.

Recurso de Casación núm. 1214/2000.

Ponente: Excmo. Sr. D. Joaquín Delgado García.

La Audiencia Provincial de Málaga, con fecha 29-01-2000, absolvió a don José Luis F. C. del delito
de lesiones con arma de fuego del que venía siendo acusado, por concurrir la circunstancia eximente
de legítima defensa. Contra la anterior Resolución la acusación particular interpuso recurso de casa-
ción. El Tribunal Supremo declara no haber lugar al recurso.

En la Villa de Madrid, a cinco de junio de dos mil dos.

En el recurso de casación por infracción de Ley y de precepto constitucional, que ante este Tribunal pen-
de, interpuesto por la Acusación Particular don Juan José V. S., representado por el Procurador señor R.
E., contra la sentencia dictada el 29 de enero del 2000 (ARP 2000, 247) por la Sección Primera de la Au-

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diencia Provincial de Málaga, que absolvió a Juan Luis F. C. del delito de lesiones de que era acusado, los
componentes de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que al margen se expresan, se han constituido
para su votación y fallo. Han sido partes el Ministerio Fiscal, el Abogado del Estado y, como recurrido
dicho acusado representado por el Procurador señor R. V. y ponente D. Joaquín Delgado García.

ANTECEDENTES DE HECHO.

PRIMERO.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Estepona incoó Procedimiento Abreviado con el núm.


21/1996 contra Juan Luis F. C. que, una vez concluso remitió a la Sección Primera de la Audiencia
Provincial de Málaga que, con fecha 29 de enero de 2000 (ARP 2000, 247), dictó sentencia que
contiene los siguientes:

HECHOS PROBADOS.

“Probado, y así se declara, que: El acusado José Luis F. C., mayor de edad y sin antecedentes penales en su
condición de Policía Nacional, sobre las 3.55 horas del día 14 de enero de 1993, fue comisionado por la
Sala del 091, para acudir, en unión del Policía Juan B. M., a un domicilio ubicado en el Bloque... de la Barria-
da de Los Ángeles de Estepona, donde se estaba produciendo un altercado familiar. Una vez personados
en el lugar, pudieron comprobar cómo la madre del acusado, Encarnación S. se encontraba sangrando
por la boca por los golpes que le había dado su hijo por lo que tuvo que abandonar la vivienda, en la que
quedó encerrado su hijo. Una vez los funcionarios actuantes, mediante las voces de rigor se identificaron
como policías, el acusado presa de gran excitación nerviosa, salió de la vivienda, blandiendo un cuchillo de
grandes dimensiones y, al grito de “os voy a matar” se abalanzó contra el Policía nacional José Luis F.
C., el cual hubo de hacer uso del arma reglamentaria que, apuntando a zonas no vitales le disparó a
las piernas con objeto de inmovilizarlo, dado que a la distancia desde que se encontraba el acusado
esgrimiendo el arma, unos dos metros y estado de agitación que mostraba, se hubiera producido un
resultado lesivo de mucha mayor entidad.

Por los antes referidos hechos, imputables a Juan José V. S., se ha deducido testimonio siguiéndose
diligencias separadas.

Como resultado del disparo, Juan José V. S., sufrió heridas en cara anterior interna del tercio inferior
del muslo derecho y orificio de salida por la cara posterior externa del tercio inferior de dicho muslo,
con fractura del tercio discal del fémur, por lo que precisó de intervención quirúrgica.

Igualmente Juan José V. resultó con contusiones en zona costal y en la boca con herida mucosa en
labio inferior y pérdida parcial por fractura traumática de dos dientes incisivos superiores medios,
sin que haya quedado acreditado el modo de producirse los mismos.

SEGUNDO.

La Audiencia de instancia dictó el siguiente pronunciamiento:

“Fallamos: Que debemos absolver y absolvemos al acusado José Luis F. C. del delito de lesiones con arma
de fuego del que se le acusa, por concurrir en el mismo la circunstancia 2 eximente completa de legítima
defensa del art. 8.4º del Código Penal TR/1973 (RCL 1973, 2255; NDL 5670), declarándose de oficio las
costas procesales. Se alzan cuantas medidas cautelares se hubieran adoptado sobre el acusado”.

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TERCERO.

Notificada la anterior sentencia a las partes, se preparó recurso de casación por infracción de ley
y de precepto constitucional por la Acusación Particular, Juan José V. S., que se tuvo por anunciado,
remitiéndose a esta Sala Segunda del Tribunal Supremo, las certificaciones necesarias para su sus-
tanciación y resolución, formándose el correspondiente rollo y formalizándose el recurso.

CUARTO.

El recurso interpuesto por la representación de la Acusación Particular Juan José V. S., se basó en los
siguientes motivos de casación:

Único. Infracción de ley, con base en el núm. 1 el art. 849 LECrim, denuncia apreciación indebida de
la eximente completa de legítima defensa del art. 8.4 CP/1973 ya que no se cumplen los requisitos
2º y 3º y que son la necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y la falta de
provocación suficiente por parte del defensor.

QUINTO.

Instruidas las partes del recurso interpuesto, la Sala lo admitió a trámite y quedaron conclusos los
autos para señalamiento sin celebración de vista pública cuando por turno correspondiera.

SEXTO.

Hecho el correspondiente señalamiento se celebró la deliberación y votación el día 28 de mayo del


año 2002.

FUNDAMENTOS DE DERECHO.

ÚNICO.

La sentencia recurrida absolvió a Juan Luis F. C., Policía Nacional de 42 años que, formando pareja
con otro compañero, acudió al domicilio de una señora que estaba siendo agredida por su hijo. Cuan-
do llegaron, este último estaba encerrado dentro mientras la madre permanecía fuera sangrando
por la boca de los golpes recibidos. Los funcionarios dieron voces para hacer saber a dicho hijo que
estaba allí la policía. Aquél, preso de gran excitación nerviosa salió de la vivienda blandiendo un cu-
chillo de grandes dimensiones y, al grito de «os voy a matar», se abalanzó contra el policía nacional
Juan Luis F. C., el cual hubo de hacer un disparo con el arma reglamentaria que llevaba apuntando a
las piernas con el fin de inmovilizarlo, alcanzándole en el muslo derecho cuando se encontraba a la
distancia de unos dos metros, lo que produjo fractura del fémur, entre otras lesiones.

Se aplicó la eximente de legítima defensa y contra ello recurre ahora el propio lesionado que viene
actuando en el proceso en calidad de acusador particular, con base en el núm. 1º del art. 849 LE-
Crim, alegando, en un motivo único, que faltan los requisitos 2º y 3º del art. 8.4 CP/1973 (RCL 1973,
2255; NDL 5670) porque, a su juicio, no existió la racionalidad del medio empleado para defenderse
y, además, hubo provocación en el comportamiento de Juan Luis F. C.

Tanto el Ministerio Fiscal como la defensa del acusado y el Abogado del Estado lo han impugnado.

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Estimamos que la sentencia recurrida aplicó correctamente al caso esta eximente:

A) De los dos elementos que aparecen acogidos en el núm. 2º del art. 8.4 CP -la necesidad de de-
fenderse contra una agresión actual y la racionalidad del medio empleado en esa defensa- es este
último el que aquí se cuestiona.

Afirma el escrito de recurso que estos profesionales de la policía están obligados a llevar su defensa
personal, la comúnmente llamada «porra», asegurando que tenía que haberla utilizado como medio
menos vulnerante que el disparo de la pistola que efectivamente se realizó y produjo la mencionada
lesión en el muslo derecho.

Estimamos que, ante un ataque como el que nos describe la sentencia recurrida, abalanzarse con
un cuchillo de grandes dimensiones al grito de «os voy a matar», es arriesgado defenderse sólo con
el uso de la mencionada porra. Este medio puede ser insuficiente para repeler de modo eficaz un
ataque tan inmediato y tan grave por su peligrosidad contra la integridad física e incluso contra la
vida, máxime procediendo de una persona con gran excitación nerviosa. En tales circunstancias está
justificado hacer uso del arma de fuego que lleva el funcionario que se ve así ante un ataque con un
cuchillo tan próximo que el disparo se produjo cuando entre los dos sólo mediaban unos dos metros.

El criterio decisivo para resolver estos problemas es el de que, para defenderse legítimamente, ha
de utilizarse aquel de los medios de que se disponga que, al tiempo que sea eficaz para repeler o
impedir la agresión, sea el que menos daño puede causar al agresor.

En el caso presente de tales dos medios, la referida defensa personal (o porra) y la pistola, dadas
las circunstancias del caso, antes referidas, hay que eliminar la primera (la citada defensa personal),
insuficiente para asegurar un resultado defensivo eficaz. Quedaba sólo la pistola con la que había
que parar la agresión, es decir, con la que había que disparar contra el cuerpo de quien había iniciado
ya el ataque contra su persona. Si lo hubiera hecho contra una zona vital, contra la cabeza, el pecho
o el abdomen, por ejemplo, nos encontraríamos ante un caso de eximente incompleta de legítima
defensa. Pero como el disparo se produjo contra una pierna, zona no vital por excelencia, es claro
que estamos ante un caso de eximente completa, por lo que se refiere al problema que aquí esta-
mos examinando.

Como muy bien dice la sentencia recurrida, tal actuación del acusado responde a un ánimo claro de
«defensa controlada».

Conviene añadir aquí, para evitar confusiones, que, a diferencia de los casos de estado de nece-
sidad, en estos supuestos de legítima defensa no es necesario que haya homogeneidad entre el
medio utilizado para defenderse en relación a aquel que usó el agresor en su ataque. Se permite
usar el que se tenga a la propia disposición, aunque sea más vulnerante, salvo casos extremos de
desproporción manifiesta (por ejemplo, no cabe hablar de legítima defensa contra una bofetada
mediante el uso de un arma de fuego), con tal de que no haya otro menos lesivo y asimismo de
resultado previsiblemente eficaz.

B) Y en cuanto a la exigencia del núm. 3º del mismo art. 8.4 CP/1973, falta de provocación su-
ficiente por parte del defensor, hemos de afirmar también que estuvo presente en el caso aquí
examinado.

1. El recurrente plantea esta cuestión de modo equivocado cuando pretende llevar el problema a
unos momentos anteriores a aquel en que realmente se produjo la agresión contra la que se defen-
dió Juan Luis F. C.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

Alega que la actuación policial estuvo motivada por una llamada telefónica a Comisaría para que
se interviniera en un altercado familiar que se estaba produciendo en el interior de una vivienda,
altercado que ya había finalizado cuando la policía llegó allí. La madre agredida estaba fuera de la
vivienda y el hijo se había encerrado dentro.

La agresión ya se había consumado y la misión de la policía ya no tenía objeto. Su actuación pos-


terior fue una provocación, se dice, contra el hijo que estaba muy nervioso tras lo ocurrido, de tal
modo que fue la policía, quien con sus gritos haciendo constar su presencia allí para que lo oyera
el hijo y éste saliera a entregarse, actuó como detonante que hizo a éste abandonar la vivienda,
pero no para realizar tal entrega pacífica, sino para abalanzarse con un cuchillo contra dichos
funcionarios. Se dice que tal actitud constituyó una clara violación de las normas profesionales
de estos policías que tenían que haber esperado a que el agresor se calmara, pues de este modo
se habría él entregado voluntariamente. Tal comportamiento de los policías, se afirma, constituyó
una imprudencia y fue la causa de que quien acababa de agredir a su madre continuara en esa
misma actitud agresora, ahora contra los policías que allí se encontraban dando voces y exigién-
dole que se entregara.

2. Para valorar adecuadamente lo ocurrido en cuanto a este requisito 3º de la legítima defensa,


hay que examinar los hechos, no en relación con ese momento anterior en que la policía llegó a la
casa y se encontró con que la agresión a la madre ya había cesado. El problema que aquí estamos
examinando no se refiere a esa agresión del hijo a la madre, sino a la que efectuó el hijo contra
los policías, concretamente contra José Luis F. C. abalanzándose contra éste con un cuchillo en la
mano. Nada hay en los hechos probados de la sentencia recurrida que pudiera hacernos pensar
que esa salida intempestiva de la casa, en esa actitud de ataque contra el funcionario, fue provo-
cada por éste, que, junto con su compañero, hizo notar su presencia para que Juan José V. S., el
hijo de la señora agredida que estaba dentro de la casa, supiera que había llegado la policía y que
debía entregarse.

Esto sólo podía hacerse a voces, para que lo oyera quien estaba encerrado dentro del piso. Y
estas voces no cabe decir que fueran constitutivas de esa «provocación suficiente» a que se
refiere este núm. 3º del art. 8.4 CP/1973. Dice el recurrente que esa provocación existió porque
el policía luego agredido había sacado su pistola y con ella y a voces estaba exigiendo a Juan
José que saliera. Aunque así fuera, que no lo sabemos porque la sentencia recurrida no nos dice
cuándo el funcionario sacó el arma de su funda, lo cierto es que no cabe pensar que el policía pu-
diera prever esa actitud de quien simplemente era requerido para salir. Se podía pensar que iba a
salir o que se iba a negar a ello permaneciendo encerrado en la casa, pero no que saliera con un
cuchillo de grandes proporciones dispuesto a atacar a quienes, en cumplimiento de sus deberes
como policías, estaban tratando de detener a quien acababa de cometer un delito (al menos así
era en apariencia ante la situación en que se encontraba la madre sangrando por la boca por la
agresión del hijo).

No advertimos conducta imprudente alguna en el policía luego agredido, imprudente en cuanto pro-
vocadora de esa agresión con el cuchillo. Sólo cabe hablar de imprudencia con relación a un resulta-
do previsible. La imprudencia sólo alcanza hasta donde llega la previsibilidad.

Aparte de que incluso se discute en la doctrina si la provocación imprudente pudiera considerarse


«suficiente» a los efectos de este núm. 3º del art. 8.4 del CP/1973. La doctrina ordinariamente viene
exigiendo que esa provocación ha de ser dolosa, es decir, realizada intencionadamente por el que
luego se defiende.

Las dificultades que la doctrina plantea en relación a este requisito 3º de la legítima defensa, para
dar contenido concreto a ese adjetivo «suficiente», desde luego en este caso no existen: con lo an-
tes expuesto estimamos que queda claro que, en modo alguno, puede considerarse que el acusado

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

Juan Luis F. C., con su comportamiento anterior a la agresión de que fue objeto por parte de Juan
José, fuera el provocador de tan anómala e imprevisible ataque.

Dice el recurrente, como hemos indicado antes, que hubiera sido más prudente por parte de la po-
licía haber esperado a que Juan José se calmara porque, una vez calmado, se habría entregado vo-
luntariamente y no se habría producido el lamentable episodio del disparo. Pero esto no constituye
un planteamiento correcto del problema, pues se contempla una hipótesis, y no lo que realmente
ocurrió. Y lo que sucedió fue lo antes expuesto y en tales hechos, que acabamos de explicar, no cabe
hablar de ninguna actitud de provocación por parte del aquí acusado con relación a algo tan insólito
como esa salida de la casa blandiendo un cuchillo y abalanzándose contra quien, ante tal ataque, se
vio necesitado de hacer un disparo a las piernas para impedir que esa agresión, ya iniciada, llegara
a consumarse.

3. Ciertamente nos encontramos ante un caso claro de legítima defensa como eximente completa.
Hay que rechazar este motivo único del presente recurso.

FALLO

No ha lugar al recurso de casación por infracción de ley formulado por Juan José V. S. contra la
sentencia que absolvió a Juan Luis F. C. del delito de lesiones, dictada por la Sección Primera de la
Audiencia Provincial de Málaga con fecha veintinueve de enero de dos mil 2000 (ARP 2000, 247),
imponiendo a dicho recurrente el pago de las costas de esta alzada y la pérdida del depósito cons-
tituido para recurrir.

Comuníquese esta resolución a la mencionada Audiencia Provincial a los efectos legales oportunos
con devolución de la causa que en su día remitió.

Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Colección Legislativa lo pronunciamos, man-
damos y firmamos.

Joaquín Delgado García.-Miguel Colmenero Menéndez de Luarca.-Diego Ramos Gancedo.

PUBLICACION.

Leída y publicada ha sido la anterior sentencia por el Magistrado Ponente Excmo. Sr. D. Joaquín Del-
gado García, estando celebrando audiencia pública en el día de su fecha la Sala Segunda del Tribunal
Supremo, de lo que como Secretario certifico.

4. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Los agentes de la Autoridad deben proteger la vida y la integridad de las personas, para lo que
–en ocasiones- se ven obligados al uso de las armas.

•  La legislación sobre esta problemática se encamina a delimitar cuando se puede hacer uso de
las armas de fuego, rigiéndose por los siguientes principios: Legitimidad, legalidad, necesidad,
proporcionalidad, moderación, recurso inicial a métodos no violentos y menor lesividad posible.

•  La normativa al respecto se puede encontrar en los ámbitos: Internacional, nacional, autonómico


y municipal. La primera incide sobre todo, a grandes rasgos, en el código de conducta para los
funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

•  La estatal, se apoya básicamente, en los principios básicos de actuación (Ley 2/86) y las excep-
ciones que permiten el uso de la fuerza, especialmente la legítima defensa (Código Penal), y en los
aspectos administrativos (Reglamento de Armas).

•  La autonómica, se centra en determinar aspectos de utilización de medios de autodefensa, de


forma coordinada en toda la Comunitat Valenciana.

5. LECTURAS RECOMENDADAS
•  BERENGUERAS DUCH, D. (2010). Cara a cara ante una intervención armada. Barcelona: Andreu
Soler i Associats.

•  Armas.es. Periódico líder mundial sobre armas en español. https://www.armas.es/ [Consulta: 2


de agosto de 2017].

•  PÉREZ VERA, E. y PÉREZ PACHO, F. (2017). En la línea de fuego: la realidad de los enfrentamientos
armados (4ª ed.). Madrid: Tecnos.

6. BIBLIOGRAFÍA
•  Internacional. Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). <http://www.un.org/es/uni-
versal-declaration-human-rights/> [Consulta: 10-09-2017].

•  Internacional. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966). <http://www.ohchr.org/SP/


ProfessionalInterest/Pages/CCPR.aspx> [Consulta: 10-09-2017].

•  Internacional. 8º Congreso sobre la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente de Naciones
Unidas (1990). <https://www.unodc.org/documents/congress/Previous_Congresses/8th_Con-
gress_1990/028_ACONF.144.28.Rev.1_Report_Eighth_United_Nations_Congress_on_the_
Prevention_of_Crime_and_the_Treatment_of_Offenders_S.pdf.> [Consulta: 10-09-2017].

•  Internacional. Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley de la Asam-
blea General de las Naciones Unidas (Resolución 34/169 de 17 Diciembre) (1979). <http://www.ohchr.
org/SP/ProfessionalInterest/Pages/LawEnforcementOfficials.aspx> [Consulta: 10-09-2017].

•  Internacional. (1979). Carta Europea de Policía y Declaración sobre la Policía de la Asamblea Parla-
mentaria de Consejo de Europa.

•  España. Constitución española (actualización 27/09/2011). BOE, 29 de diciembre de 1978, núm.


311, p. 29313-29424.

•  España. Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. BOE, 14 de marzo
de 1986, núm. 63. p. 9604-9616.

•  España. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal (actualización 28/04/2015).
Boletín Oficial del Estado núm. 281, de 24 de noviembre de 1995, páginas 33987 a 34058.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 1 | CONCEPTOS LEGISLATIVOS

•  España. Real Decreto 137/1993, de 29 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Armas. BOE,
5 de marzo de 1993, núm. 55. p. 7016-7051.

•  España. Ley 6/1999, de 19 de abril, de Policías Locales y de Coordinación de las Policías Locales de la
Comunidad Valenciana. BOE, 25 de mayo de 1999, núm. 124. p. 19568-19577.

•  Comunidad Valenciana. Decreto 19/2003, de 4 de marzo, del Consell de la Generalitat, por el que se
regula la Norma-Marco sobre Estructura, Organización y Funcionamiento de los Cuerpos de Policía Local
de la Comunidad Valenciana. DOGV, 7 de marzo de 2003, núm. 4455. p. 7476-7493.

•  Comunidad Valenciana. Decreto 18/1995, de 24 de enero, del Gobierno Valenciano, regulador de los
criterios de utilización del equipo de autodefensa y el armamento por las policías locales de la Comuni-
dad Valenciana. DOGV, 8 de febrero de 1995, núm. 2445.

•  Comunidad Valenciana. Decreto 114/2005, de 17 de junio, del Consell de la Generalitat, regulador


del sistema de homogeneización y homologación de la uniformidad de la Policía Local de la Comunidad
Valenciana. DOGV, 24 de junio de 2005, núm. 5035.

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TPE
UNIDAD DIDÁCTICA N. 2

TÉCNICAS DE POSICIÓN,
EMPUÑAMIENTO, PUNTERÍA
Y DISPARO

2
1. RESUMEN

2. E
 STUDIO DE LAS DISTINTAS POSICIONES DE TIRO

2.1. T
 IRO EN POSICIÓN DE PIE

2.2. T
 IRO EN POSICIÓN DE RODILLA EN TIERRA

2.3. T IRO EN POSICIÓN DE TENDIDO

2.4. T
 IRO DE CADERA

3. E STUDIO DE DISTINTAS SITUACIONES DE TIRO

3.2. T IRO TRAS PARAPETO

3.3. P
 OSICIONES DE SEGURIDAD

4. A DIESTRAMIENTO

4.1. T
 IRO POLICIAL DE COMBATE O INSTINTIVO

4.2. T IRO DE PRECISIÓN

4.3. T
 IRO “EN SECO”

4.4. T
 ÉCNICAS DE RECARGA DEL ARMA

5. T
 ÉCNICAS DE PUNTERÍA

5.2. A
 LINEACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE PUNTERÍA

5.3. L A PRESIÓN SOBRE EL DISPARADOR

5.4. L A RESPIRACIÓN Y LA APNEA

5.5. PRESIONES SOBRE LA CULATA DEL ARMA

6. P
 REPARACIÓN PSICOLÓGICA DEL TIRADOR

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. L ECTURAS RECOMENDADAS

9. B
 IBLIOGRAFÍA
M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | TÉCNICAS DE POSICIÓN, EMPUÑAMIENTO, PUNTERÍA Y DISPARO

1. RESUMEN
Sobre las posiciones, técnicas o posturas de tiro policial y defensa, se ha escrito mucho. Pero, a
pesar de ello, no está de más recordar realizar un recorrido por todo lo innovado respecto de las
técnicas y posiciones de tiro más comunes, desde las más primarias hasta las más novedosas. Y,
de esta forma, conocer la evolución que se han producido en las técnicas de tiro. Seguidamente se
recorrerán las distintas técnicas de tiro, para así tener un conocimiento de las mismas, explicando
cada una de ellas paso a paso, e incidiendo en aquellas más relevantes e importantes para la correc-
ta aplicación de las técnicas de empuñamiento, puntería y disparo.

2. ESTUDIO DE LAS DISTINTAS


POSICIONES DE TIRO
A continuación se realizará un somero repaso de las posiciones de tiro, tanto de pie, como tendido,
con rodilla en tierra, tendido en el suelo. También, como una posición especial, se describirá la posi-
ción que permite y facilita el tiro desde la cadera.

2.1. Tiro en posición de pie


Las posiciones de tiro de pie más comunes y tradicionales son las que se describen a continuación.

•  CALIFORNIANA:

Esta posición es usada como técnica de puntería, por su co-


modidad a la hora de efectuar el disparo. Permite permane-
cer en la misma sin oscilaciones durante el tiempo adecuado
para efectuarlo, y se utiliza a larga distancia en tiro de arma
corta (aunque no más de 25 metros).

Desarrollo de la técnica Californiana:

•  Se disponen los pies de forma paralela con una apertura


un poco superior al ancho de los hombros.

•  La puntera de los pies se dirigirán apuntando hacia el blanco.

•  Los brazos se extenderán completamente en paralelo y


los codos se intentarán posicionar como si quisiéramos
meterlos hacia dentro.

•  La parte del tronco se apoya en la zona pélvica y los ante-


brazos permanecen a la altura del pecho (eso hace que la
posición sea muy estable y sin oscilaciones).

•  Las piernas se mantienen totalmente estiradas y sin doblar.

•  El arma se eleva hasta la altura de la vista.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | TÉCNICAS DE POSICIÓN, EMPUÑAMIENTO, PUNTERÍA Y DISPARO

•  WEAVER:

Esta técnica disparo con arma corta


fue desarrollada por el ayudante del
Sheriff del Condado de Los Ángeles,
Jack Weaver, en los campeonatos de
tiro de estilo libre en el sur de Califor-
nia, durante la década de los años 50.

Es una técnica a dos manos, en la cual


la mano dominante empuña la pisto-
la, mientras que la mano de apoyo
envuelve la otra. El codo del brazo
dominante queda apenas flexionado,
mientras que el codo del otro brazo
está notablemente flexionado hacia
abajo. El tirador empuja hacia adelan-
te con su mano dominante, mientras que con la mano de apoyo tira hacia atrás. La tensión isomé-
trica resultante tiene como objetivo el reducir el elevamiento del arma al disparar.

El pie dominante queda por detrás del otro. Una persona diestra tendrá el pie derecho en un án-
gulo aproximado de cuarenta y cinco grados hacia el costado y por detrás del hombro. La mayor
parte del peso descansa sobre el pie izquierdo, con la rodilla levemente doblada hacia delante y
la pierna derecha totalmente estirada. La parte superior del torso del tirador queda a unos cua-
renta y cinco grados de la línea de tiro y se inclina por delante de la cadera, quedando los hom-
bros algo más hacia adelante que el pie delantero. El pie trasero ayuda a soportar el retroceso y
permite también cambios rápidos de posición. Una persona zurda, lógicamente, debe de invertir
las posiciones de los pies y brazos.

La posición del cuerpo se ladea, al objeto de ofrecer menos blanco al presunto agresor. La posición
de la cabeza se ladea ligeramente hacia el brazo que empuña el arma. El arma sube a la altura de la
vista, y el tirador puede, o no, disponerse a tomar elementos de puntería.

•  CROUCH:

Esta posición se puede adoptar en las


modalidades alta, media, o baja.

Los pies quedan separados, a una


distancia equivalente al ancho de los
hombros del tirador, paralelos entre
sí, y apuntado hacia el blanco. Las
piernas permanecen en paralelo y
semiflexionadas, para obtener más
estabilidad y ofrecer menos blanco al
presunto agresor.

Los brazos, en paralelo, extendidos, y


ligeramente flexionados para conse-
guir menos oscilaciones y amortiguar
el retroceso del arma

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | TÉCNICAS DE POSICIÓN, EMPUÑAMIENTO, PUNTERÍA Y DISPARO

La cabeza se situará entre los hombros, para poder dirigir la vista al blanco. Y el arma se elevará
hasta la altura de la vista (nunca al revés). El tronco se inclina ligeramente hacia adelante.

•  ISOSCELES, ISÓSCELES MODERNA DINÁMICA.

La posición Isósceles es la más natural e instintiva,


pues el arma queda simétricamente centrada ante la
cara del tirador, y allá donde éste mire -dirigiendo su
cabeza o cuerpo- irá enfocada, de modo natural, el
arma. A su vez, la boca de fuego quedará enfrentada
a la zona de riesgo.

Cuando el tirador se encuentra ante situaciones de


riesgo para su integridad física, en la inmensa mayo-
ría de los casos no valen las técnicas complejas que
aprendidas, y que requieren una gran concentración
para su uso. Por sencillas que parezcan en el campo
de tiro, a la hora de ejecutarlas cuando realmente la
integridad está en juego se convierten fácilmente en
imposibles de llevarse a cabo de forma natural y automática. De ahí, la importancia de esta posi-
ción Isósceles, que se adopta de manera instintiva, sin pensarlo, y de forma automática, en una
situación de máximo estrés y al percibirse un riesgo.

Para adoptar la posición, se flexionan ligeramente las piernas, adoptando una posición cómoda y
estable. El arma se empuña con la mano “fuerte” y se acompaña con la mano “débil”. Los brazos se
colocan semiflexionados empuñando el arma.

Cuando el tirador percibe la existencia de un peligro únicamente debe extender al mismo tiempo
los brazos, elevando el arma a la altura de la vista, e introducir la cabeza ligeramente entre los
brazos. El tronco debe quedar totalmente enfrentado al presunto agresor, porque si se adopta
otra posición, como por ejemplo la Weaver de torsión del tronco de 45 grados, se expone la parte
de la axila y el hombro izquierdo-derecho, quedando estas partes desprotegidas, aun llevando el
chaleco balístico.

Esta técnica igualmente se puede utilizar en posición de rodilla en tierra, siendo muy estable y
ofreciendo menos blanco al agresor que otras.

•  POINT SHOOTING O FAIRBAIRN.

Esta técnica procede de los años 1920, cuando William Fair-


bairn, un militar inglés experto en artes marciales, fue destina-
do a Shangai para el adiestramiento de la Policía Municipal de
dicha ciudad.

Consiste en efectuar fuego sosteniendo el arma con una mano,


y tras desenfundarla, se traba la muñeca y el codo, y elevando
el brazo hasta la altura de la vista se efectúan los disparos sin
tomar elementos de puntería. La vista siempre estará fijada en
el agresor. En caso de inminente peligro y teniendo que proce-
der a desenfundar el arma, esta posición es la más adecuada y
resolutiva a la hora de repeler una agresión.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | TÉCNICAS DE POSICIÓN, EMPUÑAMIENTO, PUNTERÍA Y DISPARO

Se puede efectuar en posición alta o posición baja reduciendo silueta al flexionar las piernas y
así ofrecer menos blanco (depende reacción del agente). En caso de adoptar la posición baja, el
pie fuerte se desplaza hacia atrás como queriendo huir del peligro y se flexionan ambas piernas.

2.2. Tiro en posición de rodilla en tierra


•  POSICIÓN RODILLA ALTA

Tal como se va caminando, el tirador se arrodilla, quedando el


cuerpo perpendicular al suelo. La pierna que permanece junto al
suelo queda paralela a la otra y la puntera del pie de la prime-
ra queda encogida para facilitar la acción al levantarse. El tronco
permanece erguido y los brazos se mantienen estirados, tratando
de juntar los codos, levantando el arma de forma que quede a la
altura de los ojos.

•  POSICIÓN MEDIA

La rodilla queda pegada al suelo, aproximadamente formando un


ángulo perpendicular con la otra pierna. El tirador permanece per-
fectamente sentado en el talón del pie, y con la puntera de éste
hacia dentro para facilitar la acción de levantarse, y la puntera del
otro pie en dirección al blanco.

El cuerpo queda inclinado hacia adelante lo más posible. El codo


no apoya en la rodilla, sino que lo hace el brazo. El otro brazo, que
empuña el arma, está totalmente estirado, mientras que el prime-
ro (el que se apoya en la pierna) sujeta la muñeca de la mano que
empuña el arma.

•  POSICIÓN BAJA

Es igual a la posición normal, pero en vez de sentarse en el talón


del pie, el tirador lo hace en todo el pie. Ello permite reducir algo
más el blanco que se ofrece al agresor.

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2.3. Tiro en posición de tendido


El cuerpo del tirador queda totalmente estirado en posición decúbito prono, recto y dirigido al blan-
co. Sus pies y piernas totalmente unidas, no abiertos, para ofrecer menos blanco. Y las punteras de
los pies hacia atrás facilitan el relajamiento y disminuyen la silueta en altura.

Los brazos permanecen totalmente estirados, intentando unir los codos. El arma nunca apoya so-
bre el suelo directamente.

Se puede distinguir entre los siguientes tipos de empuñamientos:

•  NORMAL.

•  EN FORMA DE CAZOLETA.

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•  SOBRE PUÑO.

•  TENDIDO WEAVER.

La posición es similar a la descrita anteriormente. Pero en este caso, una de las piernas se flexiona
y la otra permanecerá totalmente estirada. La pierna flexionada forma un ángulo aproximado de 45
grados. Es la indicada para que el tirador pueda efectuar disparos tendido en suelo y cubierto por
un parapeto.

•  TUMBADO:

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•  INCORPORACIÓN:

2.4. Tiro de cadera


El tiro de cadera es un tiro reactivo, sencillo, natural y
muy rápido. Sin lugar a dudas, es la técnica más rápi-
da a emplear. Empezó a usarse en los tiempos en
que aparecieron los revólveres y las fundas de piel
(sin lugar a dudas nos viene a la cabeza infinidad de
películas del Oeste Americano). Se emplea en en-
frentamientos a muy corta distancia que apenas de-
jan tiempo para desenfundar. Realmente, se dismi-
nuye el tiempo de reacción y tiende a utilizarse
cuando hay que interactuar a muy corta distancia de
las personas, pero –por otra parte- este es un as-
pecto que puede ir en contra de nuestra seguridad.
En el desarrollo de esta técnica debe de llevarse un
cartucho en recamara, el arma a doble acción y con
una funda rígida de seguridad.

El tirador se encuentra enfrentado a su agresor, y al


mismo tiempo que se desenfunda el arma, el cuerpo
se contrae o repliega reduciendo silueta, (reacción
natural del cuerpo humano ante un peligro). La cabe-
za se encoge sobre los hombros, y dependiendo de
la distancia del encuentro, el arma se puede colocar
desde pegada a la cadera, o hasta unos centímetros
por delante de ella.

3. ESTUDIO DE DISTINTAS
SITUACIONES DE TIRO
En este apartado se estudiarán diversas situaciones en las que es necesario tener en cuenta cir-
cunstancias especiales que se añaden a las consideraciones básicas, anteriormente citadas. Así, se
describirá las cuestiones que deben terse en cuenta en el tiro nocturno, aprovechando un parapeto.
También, las técnicas de posición de guardia, para el avance y movimiento en prevención de la ne-
cesidad inmediata de efectuar disparos.

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3.1. Tiro nocturno


Las actividades que los policías de todo el mundo
llevan a cabo a lo largo de sus jornadas de traba-
jo son especialmente variadas y pueden llevarles a
situaciones en las que el uso de la linterna se haga
imprescindible: edificios abandonados carentes de
luz, zonas poco céntricas de la población es espacios
poco iluminados etc. Así, la estadística demuestra
que la mayoría de las intervenciones se producen de
noche o en situaciones de poca luminosidad, por lo
que deben aprovecharse los medios y las tácticas
para que estén a nuestro favor.

Principios básicos en la utilización de la linterna:

•  Cuando se haga uso de la linterna hay que encenderla lo menos posible ya que no interesa delatar
la propia posición.

•  Nunca deber efectuarse un disparo sin tener claro dónde, y a qué blanco, se quiere dirigir.

•  Si se da un fogonazo de luz en una zona oscura, el tirador automáticamente debe cambiar de


posición, o reducir la silueta, para evitar fuego sobre él mismo.

•  Puede utilizarse la linterna para deslumbrar al individuo a controlar. En tal caso, el tirador debe
mantener un ojo cerrado para adaptarse mejor a la situación inicial de escasa o nula iluminación.

Formas de empuñar arma-linterna.

•  La manera de portar la linterna en casos de intervención armada dependerá de varios factores en


función de los recursos de los que se disponga:

•  TÉCNICA HARRIS.

Michael Harris, un civil que trabajó en la puesta a punto


de una competición en la que se simulaban enfrenta-
mientos armados, desarrolló lo que pueden conside-
rarse como las técnicas más universales para acciones
de búsqueda.

La posición consiste en mantener las muñecas jun-


tas, y firmemente apretadas, para inmovilizarlas.
Una mano coge el arma corta de forma normal, en
una posición baja y con la boca de fuego inclinada 45
grados hacia la zona del objetivo, para poder disparar
tan pronto como se presente el blanco. La otra mano
agarra la linterna por su parte superior y con el dedo
pulgar dispuesto a apretar sobre el activador de la
parte trasera de la linterna.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | TÉCNICAS DE POSICIÓN, EMPUÑAMIENTO, PUNTERÍA Y DISPARO

•  TÉCNICA F.B.I.
Se separa la linterna lo máximo posible del cuerpo.
Para ello, se extiende el brazo que no empuña el arma
de forma lateral, ligeramente adelantada al propio ti-
rador para evitar iluminarse a sí mismo. Así, el haz de
luz se distancia lo máximo posible.

La principal desventaja que presenta ésta técnica es


que es muy difícil coordinar el foco con los elementos
de puntería.

•  TÉCNICA CHAPMAN.

La mano que sujeta el arma lo hace de forma normal, con el dedo índice apoyado en el armazón en
espera de que llegue la decisión de disparar. La otra, sujeta la linterna de forma convencional, con
el pulgar sobre el activador de luz y el resto de dedos proyectándose desde la zona izquierda hacia
la parte interior. Ambas manos se acercan, de forma que el cuerpo de la linterna se apoya en los
tres dedos que sujetan la empuñadura del arma. Esta posición ofrece una gran precisión incluso
con armas especialmente potentes.

•  TÉCNICA ROGER/SUREFIRE.

Para adoptar esta técnica la pistola se sujeta de forma convencional, con el dedo apoyando en el
guardamontes, hasta que se decida activar la cola del disparador. La mano de apoyo coge la linterna
entre el dedo índice y corazón. El activador trasero queda apoyado sobre la zona palmar a la vez que
los dos dedos interiores pueden emplearse para completar la sujeción alrededor de la empuñadura
por encima de los de la mano que sujeta el arma. Para activar el foco, solo se tiene que mover un poco
hacia atrás los dedos que sujetan la linterna, Este método ofrece una muy buena precisión y control
sobre el retroceso del arma. Se debe de utilizar con linternas pequeñas.

•  TÉCNICA AYOOB.

Se sujeta la pistola de forma normal. La linterna se retie-


ne por la parte inferior próxima al foco, de forma similar a
la Harris. Debe de extenderse el brazo fuerte para alcan-
zar una posición idónea para el control de la acción de
fuego. A su vez debe de desplazarse la mano de apoyo
hacia la zona inferior, permitiendo un empuñamiento en
que participen ambas manos y en la que la linterna que-
da próxima el eje de fuego, para poder seguir con la luz a
los blancos y tener un buen control de la actuación de la
linterna, ya sea con un dedo sobre el activador lateral o
apoyando su activador trasero sobre la zona superior de
los dedos que sujetan la pistola.

3.2. Tiro tras parapeto


En la posición tras parapeto el fin que se persigue es el de ofrecer el menor blanco posible al agresor.
Con ella, se consigue exponer sólo la mano que sujeta el arma y media cabeza, quedando el resto
del cuerpo oculto como se puede comprobar en las imágenes.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 2 | TÉCNICAS DE POSICIÓN, EMPUÑAMIENTO, PUNTERÍA Y DISPARO

Se utiliza cuando hay que asomarse intentando ex-


poner la menor silueta posible, empuñando el arma
tanto con la mano fuerte, como con la mano débil, en
función de la posición que ocupemos en el parapeto.
Pueden emplearse tres formas, y en todas, la posi-
ción de los pies será la misma. El pie contrario al que
empuña el arma se apoya junto al parapeto y el otro
girado, retrasado.

En primera posición, la palma de la mano se apoya


en el parapeto, dejando el pulgar perpendicular a la
palma de forma que podamos apoyar la muñeca so-
bre él.

 n la segunda posición, se apoyará el antebrazo en


E
el parapeto, sujetando la muñeca del brazo por parte
del arma con la otra mano.parte del arma con la otra
mano.

Una tercera opción es el tiro sin apoyo.

3.3. Posiciones de seguridad


•  POSICIÓN GUARDIA BAJA:

Cuando se desenfunda el arma, ésta se dirigirá hacia delante y hacia el suelo con una inclinación de
unos 45º. El arma podrá ser empuñada con una o con las dos manos. El dedo índice siempre estará
fuera de la cola del disparador.

•  POSICIÓN GUARDIA ALTA:

Cuando se desenfunda el arma, se empuñará con la


mano fuerte, elevándose en paralelo al cuerpo por
arriba de la cabeza. El dedo índice siempre estará fuera
de la cola del disparador.

•  POSICIÓN SUL O GUARDIA PLEGADA:

La posición SUL, también llamada Guardia Baja Ple-


gada, es una posición o técnica que permite mante-
ner el arma corta empuñada, con garantías de efi-
cacia y seguridad, en situaciones de alerta. Es una
técnica de excelentes posibilidades para el sujeto
que porta arma corta, tanto a nivel profesional, como
a nivel de defensa personal civil. Ofrece la posibili-
dad de mantener el arma controlada por el portador,

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mientras dirige la boca de fuego al suelo, para, con ello, minimizar el riesgo de lesión accidental
por disparo no deseado. Esa fue la primordial idea del creador de la técnica.

Se puede decir que es una técnica de seguridad porque, al mantener la boca de fuego hacia abajo,
hacia el suelo, se está evitando que -en caso de disparo no deseado- el proyectil alcance por acci-
dente y de modo directo a alguien a quien, en principio, no teníamos intención de disparar. No hay
que olvidar si se adopta la posición SUL es porque existe una situación hostil grave, y eso, aunque
no se tenga conciencia de ello, altera mental y físicamente al tirador, lo cual implica un potencial
riesgo de accidente. Esta técnica también es ideal para realizar progresiones de equipos tácticos
en lugares cerrados. De ese modo, el arma nunca estará dirigida a la espalda del agente que se
sitúa inmediatamente delante.

4. ADIESTRAMIENTO
El adiestramiento en las técnicas de tiro es un aspecto esencial en la formación policial, y que debe
abarcar, tanto el tiro de precisión como del denominado “de combate” o instintivo. Una forma de
adiestramiento para ambos casos es la denominada técnica de tiro “en seco”. También es necesario
dominar los procedimientos de recarga de munición del arma.

4.1. Tiro policial de combate o instintivo


Para efectuar tiro policial de combate o instintito en primer lugar tendremos que olvidarnos de
los elementos de puntería, ya que la distancia a la que se van a efectuar los disparos es relativa-
mente corta (hasta 5 metros). Hoy que dirigir el arma tan rápido como sea posible hacia el blanco
y efectuar el disparo, ya que el objetivo es efectuar el disparo lo más rápidamente posible ante un
posible agresor ofreciendo el menor blanco posible.

Al acostumbrarse a prescindir de los elementos de puntería, cuando tengamos que llevar a cabo
ejercicios de tiro nocturno o repeler una agresión, podremos efectuar los disparos con total nor-
malidad y con la certeza que los disparos van dirigidos al blanco elegido

IMPORTANTE: En el tiro instintivo, se empuña el arma centrando la presión sobre la misma en


la “mano débil”, la “mano fuerte”, sólo la empuña sin ningún tipo de presión, para de esta forma
liberar el dedo índice para que realice el recorrido del disparador de forma, progresiva, uniforme
y correcta, para evitar cualquier desviación del arma. Por tanto la “mano débil” es la que debe
presionar el arma con la intención de minimizar el retroceso y la relevación, así como dirigirla a
los blancos.

4.2. Tiro de precisión


Para realizar un tiro de precisión, manteniendo los dos ojos abiertos y a dos puntos lejanos entre sí,
como son el blanco y los elementos de puntería, resulta imposible mirar ambos al mismo tiempo, se
emborronan, viendo varios puntos de mira, y varias dianas.

Lo correcto será alinear perfectamente los elementos de puntería e intentar cuando ya haya ocurri-
do esto proceder a intentar localizar el blanco y efectuar el disparo.

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4.3. Tiro “en seco”


Desde el punto de vista técnico-táctico y de la seguridad en el manejo de armas, resulta de
primordial interés el entrenamiento del desenfunde y enfunde del arma, así como el manejo
táctico de la misma y demás manipulaciones posibles. La mejor forma de entrenar algunas de
las maniobras antes referidas, es en “seco”. Lo que se refiere a aquellas manipulaciones y/o
maniobras de “tiro” que se realizan con un arma de fuego pero sin munición, bien por la se-
guridad del entorno donde se lleva a cabo el entrenamiento, o bien por economizar munición
mientras se adquiere -por parte del tirador- destreza, habilidad y confianza en el manejo del
arma. Para realizar este tipo de entrenamiento no se precisan de instalaciones concretas, sino
únicamente estar en un lugar en el que el tirador se halle solo, o acompañados de personas
que estén previamente advertidas de que el arma está vacía. En todo caso, siempre es reco-
mendable advertir que se van a llevar a cabo ejercicios de tiro en “seco”. El desenfunde y encare
son las principales maniobras que deben ejercitarse, además de la devolución del arma a la
funda de modo táctico y seguro.

Otro modo de llevar a cabo el adiestramiento de desenfunde/encare/enfunde, puede ser con


armas “dummie”, que están construidas en un color llamativo con el fin de que, incluso a distan-
cia, advierten a cualquier “observador” que el arma que se está manipulando es un arma inerte.
Son de goma maciza que carece de movimientos en sus partes. Así pues, para la triple manio-
bra principal antes referida, este tipo de arma se presenta como una gran opción. Son también
ideales para practicar desarmes a supuestos agresores, pues gracias a su composición no sufri-
rá daño alguno si durante las sesiones de entrenamiento cayera al suelo o sobre objetos.

4.4. Técnicas de recarga del arma


Durante el transcurso de una intervención policial es habitual tener que recargar de munición el
arma, lo que puede venir determinado principalmente por dos motivos: por razones tácticas, o por
razones de emergencia.

•  Tipo táctico de cambio de cargador.

Se produce cuando el tirador, en el transcurso de la intervención, tiene la oportunidad de realizar un


cambio de cargador a pesar de que le queda munición en el que se encuentra alojado en el arma.
En este caso el tirador ha evaluado la conveniencia de llevar un cargador completo nuevamente en
el arma. En este caso, existen varias técnicas para realizar el cambio de cargador. La más común es
la siguiente: la mano débil (la que no empuña el arma) irá al buscar el cargador que tenemos en la
funda y tras extraerlo, la acerca al arma para recibir el cargador alojado en ésta que todavía tiene
munición, para acto seguido municionar el arma con el nuevo cargador. El cargador extraído irá a la
funda para un posterior uso.

•  Cambio de cargador de emergencia.

Se produce cuando el cargador queda sin munición, de ahí la “emergencia” de tener que cambiarlo
para en su caso, poder seguir repeliendo la agresión. En este caso la mano irá a buscar a buscar el
cargador de la funda a la vez que se suelta el del arma sin necesidad de tener que recuperarlo, al
menos en ese momento. Se introduce el cargador lleno en el arma, y si la corredera ha quedado en
su posición retrasada (lo que será lo normal), al liberarla se introduce un cartucho en la recámara y
por lo tanto se está en disposición de seguir disparando.

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5. TÉCNICAS DE PUNTERÍA
El tiro de precisión con arma corta es una de las disciplinas más complejas en lo que a manejo de
armas de fuego se refiere. El tirador debe aprender a “parar” el arma tras cada disparo, a evitar y
controlar el gatillazo (arrastre del disparador), a disparar a ser posible con los dos ojos abiertos…
y por supuesto, a enfocar correctamente el alza y el punto de mira de su pistola o revólver en con-
junción con el blanco sobre el que pretendemos acertar. Dominar toda esta técnica de tiro suele
conllevar muchas horas de entrenamiento y mucha munición empleada.

Gráficos como el que se muestra, elaborado por James J. Rowley Training Center (JJRTC), pertene-
ciente al Servicio Secreto estadounidense, ejemplifican la forma de apuntar de forma correcta.

En la citada imagen, se muestran tres formas de apuntar con arma corta contra un blanco de com-
petición. Dos de ellas son incorrectas, y si se ejecutan de esa forma, lo más probable es que lleven
a cometer un error:

•  1ª forma incorrecta de apuntar: cuando el tirador centra y enfoca su visión únicamente en el ob-
jetivo. En este caso, el blanco se aprecia perfectamente, distinguiendo los círculos concéntricos
de la puntuación. Sin embargo, los elementos de puntería se pierden por completo en una visión
borrosa y totalmente desenfocada.

•  2ª forma incorrecta de apuntar: cuando el tirador centra y enfoca su visión en el alza trasera de
su arma. En este caso, la que aparece completamente desenfocada es la diana, ya que los ojos del
tirador están centrados únicamente en enfocar los dos puntos del alza trasera.

Forma correcta de apuntar: cuando el tirador centra y enfoca su visión en el punto de mira delantero,
dejando a medio enfocar el alza trasera y la diana de fondo. De esta forma, se consigue alinear en
el mismo punto todos los elementos de puntería: las dos miras (delantera y trasera) y el objetivo.
Como se aprecia en la imagen, los puntos del alza trasera y la diana se aprecian ligeramente borro-
sos, aunque visibles. Esta es la clave y el punto exacto deseable.

Apuntar de forma correcta puede parecer, “a priori”, una tarea sencilla, aunque en realidad no lo sea
tanto. Se necesita practicar y sobre todo entrenar en seco para acostumbrar a los ojos y al cerebro a
este tipo de enfoque, que es el que ayudará a conseguir grandes puntuaciones y precisos disparos.

5.1. Ojo dominante y ojo director


Ojo dominante o maestro: Normalmente los dos ojos no tienen la misma agudeza visual. O, lo que
es igual, la visión de un ojo domina sobre la del otro. A este primer ojo es el que llamaremos domi-
nante o maestro, y es sobre el que se deben centrar los ejercicios de tiro de puntería. Para saber

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cuál es el ojo dominante basta apuntar con el dedo índice y el brazo estirado a un objeto cualquiera
con los dos ojos abiertos. Si se guiña un ojo y el objeto al que se apuntaba no se desplaza, el ojo que
destapado es el maestro. Por el contrario, si lo hace, el ojo abierto es el ojo débil.

Ojo director: Es aquel con el cual se hace la puntería. Aunque se ha dicho que ésta se debe de hacer
con el ojo dominante, hay veces que las circunstancias (por ejemplo asomarse al costado de un
parapeto intentando ofrecer el menor blanco posible) hacen necesario apuntar con uno u otro ojo, al
que llamaremos director, y que en la mayoría de los casos coincidirá con el ojo dominante.

5.2. Alineación de los elementos de puntería


Las denominadas “miras abiertas” están compuestas por el alza y el punto de mira:

a) El “alza”, es el elemento de puntería más próximo al ojo del tirador. Ejemplos de alzas son las que
pueden verse en la siguiente imagen:

b) El “punto de mira” es el elemento más alejado del ojo del tirador y también se le conoce con el nombre
de “guion”. Algunas de sus formas son las de la imagen a continuación:

Cuando se centra el punto de mira dentro de la ranura del alza, vemos que quedan unos pequeños
espacios a ambos lados del punto que se conocen con el nombre de “luces”.

El “error angular” es el que produce mayores desviaciones de los impactos sobre el blanco. Se origina
cuando los elementos de puntería (alza y punto) no se encuentran alineados en el momento del
disparo. La desviación del impacto sobre el blanco aumentará a medida que aumenta la distancia,
debido al incremento de la divergencia angular entre el eje del cañón y el eje ideal de tiro.

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La causa más común de este tipo de error suele deberse a lo que se conoce como “gatillazo”, o pre-
sión excesiva y brusca del disparador, que provoca la desalineación de los elementos de puntería en
el momento del disparo. El desvío de los impactos según la alineación de las miras puede verse en
las siguientes imágenes:

Las consecuencias del “error paralelo” son de efecto menor que en el angular. No se produce por
la incorrecta alineación de elementos de puntería, sino porque en el momento de efectuar el dis-
paro, los elementos no se encuentran alineados con el blanco, por causas naturales e inevitables
que producen la oscilación del conjunto que forma el brazo. Se puede corregir con entrenamiento.

Hay varias opciones para rectificar mecánicamente estos errores o fallos:

•  Corrección con el alza: la manipulación en las armas de defensa se hace sobre el alza, despla-
zándola en altura y en lateralidad, hacia donde se quiere llevar el impacto.

•  Corrección con el punto: algunas armas de defensa tienen el punto de mira regulable, en late-
ralidad. Ha de tenerse en cuenta que los desplazamientos deben hacerse al contrario de lo que
se haría con el alza. Es decir, hacia la zona del blanco donde han ido los impactos.

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5.3. La presión sobre el disparador


La presión inadecuada sobre el disparador produce el “gatillazo”, o tirón brusco que provoca impac-
tos bajos sobre el blanco. Esa presión sobre el disparador debe efectuarse siempre de forma pro-
gresiva, pero sin brusquedades. El motivo suele ser la incorrecta colocación del dedo índice sobre el
disparador, produciendo desviaciones laterales (derecha o izquierda).

En ningún caso debe usarse la segunda falange del dedo índice, y tampoco es aconsejable el empleo
de la punta del dedo, siendo lo ideal el centro de la yema del dedo. La incorrecta presión sobre el dis-
parador, en ocasiones, tiene su origen en un deficiente empuñamiento, producto de malos hábitos
adquiridos. O bien en tiradores con las manos pequeñas, que al no poder abarcar la empuñadura,
necesitan realizar modificaciones en el empuñamiento del arma para poder llegar al disparador con
su dedo índice. También por el efecto contrario, cuando tiradores con manos grandes, introducen en
exceso el dedo en el guardamonte, ejerciendo la presión con la segunda falange.

La presión sobre la cola del disparador hay que ejercerla directamente hacia atrás, siguiendo la
línea eje del cañón del arma. Y ha de ser uniformemente creciente, sin sacudidas ni paradas que
favorezcan los movimientos bruscos o el típico “gatillazo”. Ha de tenerse en cuenta no apretar el
empuñamiento a medida que se aprieta la cola del disparador. Y que, tanto si se tiene muy intro-
ducido el dedo en la cola del disparador, como si se dispara prácticamente con la punta del mismo,
se producen desvíos laterales que inevitablemente conllevan una desviación del proyectil.

En los disparos o ejercicios de tiro de precisión, es importante conocer los conceptos de puntería “a
punto en blanco” y “a pie de diana” y sus diferencias. En una diana, la zona de la puntuación 10 suele
ser negra, mientras que, en las puntuaciones entre el 5 y el 6, cambia de color negro a blanco. Los ti-
radores de precisión, en vez de tener sus armas corregidas para apuntar perfectamente a la primera
zona, las tienen para hacerlo a la segunda. Es decir, tienen modificados sus elementos de puntería
para que el disparo acierte en el centro (10), apuntando a la línea que marca entre las puntuaciones
5 y 6, normalmente en su parte baja. Y lo hacen porque que la precisión para el empuñamiento es
mayor por el contraste entre los elementos de puntería y el blanco de la diana.

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5.4. La respiración y la apnea


Un disparo certero exige la completa inmovilidad del tirador pero, fisiológicamente, esto es prác-
ticamente imposible. La posición erguida se consigue gracias a la acción de los músculos directos
implicados en poder conseguirlo y sus antagonistas. Y esta combinación, aunque casi imperceptible,
es difícil de notar y somete a todo el cuerpo a vibraciones. Por ejemplo, el hecho de extender el brazo
multiplica la amplitud y efecto de esas vibraciones, en función de la longitud de ese brazo de palan-
ca. A todo esto, se añade que los latidos del corazón se sienten en todo el cuerpo, y los movimientos
respiratorios hacen bajar y subir la línea de hombros por la expansión y contracción del tórax.

Para lograr un buen tiro de precisión, es necesario aprovechar al máximo los breves momentos
en que puede detenerse la respiración, mantener el pulso cardiaco bajo y relajar los músculos, in-
tentando conseguir una postura lo más auto sustentada posible. Es decir, descargar el peso en el
suelo, a través de una colocación adecuada y en equilibrio, usando el mínimo de la musculatura para
mantener la osamenta del cuerpo en su sitio.

En cuanto a la respiración, solo puede detenerse unos segundos, en un lapso de tiempo que puede
ser variable en función del entrenamiento para lograrlo, antes de sufrir espasmos, o que la falta
de oxígeno afecte a la visión y al tono muscular. Lo adecuado es oxigenar bien la sangre mediante
unos cuantos ciclos respiratorios profundos y relajados antes de entrar en una corta fase de apnea.
Tanto al llenar los pulmones, como al vaciarlos, se observan unas pausas biológicas que permiten
la inversión del trabajo de los músculos. Es en esas pausas cuando la posición del cuerpo es más
estable. Se ha podido comprobar que es algo más larga y permite una apnea más larga, la pausa
tras el vaciado de los pulmones. Si, además, se fuerza esta pausa cuando los pulmones no se han
vaciado por completo, sino que queda aún un poco de aire residual podremos hacer la pausa para
apuntar un poco más larga.

El proceso a seguir es, después de un par de ciclos completos, detener la respiración poco antes del
vaciado, aprovechar un corto tiempo de dos o tres segundos para apuntar, y disparar con suavidad.

En ocasiones, puede ser necesarios disparar contra un blanco en movimiento, o contra un blanco
que aparece súbitamente, no obstante la importancia de la utilización del momento de apnea es la
misma, aunque el tiro no siempre requiera la misma una precisión.

5.5. Presiones sobre la culata del arma


Otra importante cuestión es la determinación de la presión que hay que ejercer sobre la culata del
arma corta para poder efectuar un buen disparo, La respuesta es que, ni mucha ni poca. Suele uti-
lizarse el ejemplo típico de mantener un pájaro en la mano: si se aprieta mucho, se ahoga, y si se le
deja demasiado suelto, se escapa. Por otra parte, la presión debe ser constante si se quieren tener
las miras alineadas, y hay que tener cuidado con las puntas de los dedos, pues sin querer se ejerce
presión con ellos.

La función de cada uno de los dedos de la mano que empuñan el arma es la siguiente:

•  Dedo índice: la yema del dedo se apoya en el gatillo sin hacer presión.

•  Dedo corazón: anular y meñique: aprietan la culata sobre la palma de la mano, para sujetarla con
firmeza.

•  Dedo pulgar: colocado sobre la culata sin presión, solo descansando en ella.

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Para un correcto empuñamiento del arma a una mano, se debe coger el arma con la mano débil,
por la zona media de la corredera. Se dirigirá la culata hacia la mano fuerte, disponiendo el pul-
gar separado del resto de los dedos, y se aprieta firmemente el arma con la palma de la mano.
Luego, se cierran los dedos a excepción del índice sobre la empuñadura, ya que éste deberá
colocarse en paralelo con el arma.

El arma ha de empuñarse lo más alto posible,1 porque así el efecto del retroceso se absorbe mejor,
al repercutir sobre mano, brazo y cuerpo. Cuando se efectúa el disparo, el dedo índice -concreta-
mente la mitad de la primera falange- entra en contacto con la cola del disparador, y al presionar se
produce el disparo.

En principio, el empuñamiento a dos manos es similar a cómo se empuña con una sola. Es decir, los
dedos de la mano débil se colocan por encima de los de la mano que empuña, quedando el dedo índice
sobre el dedo corazón, apoyando el dedo pulgar encima del pulgar de la mano que empuña el arma. En
ningún caso los dedos llegarán a cruzarse, para evitar situarse en la trayectoria de la corredera- Y, de
esta manera, no frenar la misma llegando a producirse un encasquillamiento, o sufrir alguna lesión. La
mano que empuña el arma, deberá de efectuar un empuje hacia delante, como si quisiera apartar el
arma del cuerpo y la otra, debe de hacer la fuerza en sentido contrario. Todo ello de modo siempre lineal.

6. PREPARACIÓN PSICOLÓGICA
DEL TIRADOR
El comportamiento en el tiro (que no es instintivo al 100%) es una combinación de reflejos condiciona-
dos. Suele responder, y estar mediatizado, por estímulos (que son acontecimientos cumplidos, o por
cumplirse) que provocan reacciones orgánicas. Las detonaciones (como estímulos sonoros), y el retro-
ceso (como estímulo táctil) repercuten en el comportamiento, ya que son difícilmente interiorizados
y, además, se identifican con la materialización del disparo, y no con la salida del mismo. Todo lo que
reduzca la intensidad sensorial/psicológica del estímulo disminuye la reacción en contra de él.

1 En las pistolas, debido a su configuración, es mucho más fácil poder empuñar correctamente el arma en cuanto
a su altura, en los revólveres resulta más difícil debido a que no disponen de una forma tan ergonómica.

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El estímulo sonoro provoca una amplia reacción cuando aumenta su intensidad. Al límite de inten-
sidad del estímulo sonoro-reacción, se le denomina umbral de estimulación. El producido por una
detonación (superior en intensidad a los 90 decibelios, umbral de la estimulación) ocasiona daños
orgánicos en el oído (sordera), y una sensación desagradable de sobresalto, que viene condicionado
por el mismo.

El estímulo táctil, provoca una reacción de mayo o menor intensidad según la disposición personal
del individuo (receptibilidad/sensibilidad), pero que no es medible por la manifestación externa so-
lamente.

La tensión en el tirador actúa de forma que mediatiza mucho el resultado (normalmente perjudi-
cándolo). Es necesario inhibirse del exterior y del interior (problemas personales, familiares, etc).
Cuando se está comenzando el aprendizaje, hay que dar al tirador toda la confianza posible para
que esté relajado y consiga captar todas las enseñanzas y comprobar que es capaz de alcanzar un
buen nivel en el tiro. Cuando ya se ha alcanzado un cierto nivel, entonces hay que poner al tirador en
situaciones de tensión, que es lo que va a encontrar en un caso real como aquel en que tenga que
utilizar el arma.

Ciertas técnicas y elementos pueden ayudar a evitar la tensión:

•  Dar confianza al tirador para que éste pueda desenvolverse con soltura, y no esté más pendiente
de no ejecutar un mal ejercicio, sino más bien en aplicar la técnica aprendida para poder alcanzar
el objetivo pretendido.

•  Evitar el exceso de disparos y ejercicios seguidos.

•  Cambiar y combinar los temas que se están impartiendo al alumno (alternar práctica y teoría).

•  Cuando se comenta algún error durante la ejecución del ejercicio, determinar, identificar y comen-
tar las causas que produjeron dicho error, y las consecuencias del mismo.

•  Deben llevarse a cabo ejercicios de relajación mental.

Por otro lado, es muy importante no olvidar los efectos y la influencia de la actitud mental en la
acción del tirador:

Todas las personas están sujetas a errores, pero normalmente es difícil asumirlos (sobre todo es-
pontáneamente), por lo que si no se alcanza el nivel exigido (en este caso en la técnica del tiro poli-
cial), en vez de analizar detenidamente del motivo del error, se tiende a culpabilizar a otra persona,
o atribuirlo a causas mecánicas.

Es necesario hacer un examen de conciencia sincero, y saber identificar y reconocer si no se prac-


tica suficientemente, si no se conoce la técnica, si ésta no se emplea adecuadamente, o si no se
tiene continuidad en la actualización de la formación y la práctica.

Tener en cuenta que no puede llegarse a conseguir la perfección en la técnica únicamente por
uno mismo. Y que no se obtiene cuando se percibe como una obligación impuesta, lo que origina
que se realicen las actividades relacionadas con el tiro policial de forma mecánica y sin analizar
los resultados y los posibles errores. Por lo que esos resultados nunca llegarán a ser óptimos.

Es necesario tener el convencimiento de que se puede llegar a dominar perfecta y adecuada-


mente la técnica del tiro con armas de fuego. De esta forma se podrá llegar a conseguir la meta
perseguida.

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Por último, es necesario destacar la importancia del relajamiento, ya que un tanto por ciento
muy elevado para obtener un buen resultado en las prácticas de tiro es consecuencia de haber
efectuado el mismo lo más relajado y concentrado posible. Para conseguir que un tirador esté
relajado, lo primero es hacer agradables los ejercicios de tiro y que los tiradores no tomen el mis-
mo como una obligación impuesta, sino como algo que es necesario para llegar al buen manejo
del arma reglamentaria.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
•  Para una correcta actuación policial en las ocasiones en que es necesaria la utilización de armas
de fuego, es necesario conocer y dominar las distintas posiciones para efectuar los disparos
en las mejores condiciones de seguridad, y tanto de pie, como rodilla en tierra, o tendido en el
suelo.

•  También hay que saber emplear las técnicas especializadas en ámbitos concretos, como los de
condiciones nocturnas, o de baja visibilidad, aprovechando parapetos naturales o artificiales, así
como las posiciones de seguridad antes y después de efectuar disparos.

•  Es muy importante el adiestramiento previo, tanto en el tiro de precisión, como en el de com-


bate o instintivo. También han de conocerse y dominarse las técnicas de recarga del arma en
todas las circunstancias.

•  El tirador debe conocer, controlar y dominar perfectamente la utilización de los elementos de


puntería de las armas de fuego y los elementos y circunstancias que se relacionan con ellos: la
alineación de los elementos de puntería, las técnicas de presión sobre el disparador, la impor-
tancia de la respiración y la apnea, y las formas de cómo efectuar la presión sobre la culata del
arma.

•  No debe olvidarse la influencia en el tirador de una adecuada preparación psicológica que res-
ponda a las tensiones a las que está sometido, a través del logro de una adecuada actitud men-
tal ante las situaciones a la que se va a enfrentar, y el empleo de técnicas de relajación.

8. LECTURAS RECOMENDADAS
•  CASES BARDAVIO, A. (2002). Tiro de combate. Zaragoza: Sociedad Cooperativa de Artes Gráficas.

•  MARTÍNEZ SALIDO, E. (2016). Manual de Tiro Policial. Valencia: Olelibros.

9. BIBLIOGRAFÍA
•  PECCI, F. J. (2005). Manual de tiro táctico policial y de defensa. Madrid: Gráficas Líder.

•  WESTON, P. (1988). Prácticas de Tiro de Combate para la Policía. Méjico D.F: Limusa.

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TPE
UNIDAD DIDÁCTICA N. 3

BALÍSTICA

3
1. RESUMEN

2. B
 ALISTICA: CONCEPTOS GENERALES

3. BALÍSTICA FORENSE

3.1. T
 RAYECTORIA BALÍSTICA

3.2. MOVIMIENTOS DE UN PROYECTIL

4. L A MUNICIÓN

4.1. EL CARTUCHO: ELEMENTOS Y CLASES

4.1.1. L A VAINA

4.1.2. L A CÁPSULA INICIADORA

4.1.3. L A PÓLVORA

4.1.4. E
 L TACO

4.2. L A BALA

5. E
 L CAÑÓN

5.1. C
 ARACTERÍSTICAS

5.2. E
 L CALIBRE

6. F
 UNDAS DE SEGURIDAD PARA ARMAS CORTAS

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES

8. L ECTURAS RECOMENDADAS
M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | BALÍSTICA

1. RESUMEN
La relación básica del agente de policía con las armas de fuego es la de su empleo operativo y,
por lo tanto, previo perfecto conocimiento de su utilización durante sus actuaciones profesionales.
Por otro lado, es imprescindible que esas actuaciones estén cimentadas en el mejor conocimiento
posible de los aspectos legales de su empleo y las circunstancias y condiciones que lo rodean. Se
considera, en todo caso, que el tirador debe estar también en posesión de conocimientos del ins-
trumento de utilización que es el arma de fuego. Por eso, esta unidad didáctica se centra en ofrecer
un breve repaso en este ámbito.

2. BALISTICA: CONCEPTOS GENERALES


La Balística es la ciencia que se encarga de estudiar las armas de fuego, la dirección y el alcance de
los proyectiles que éstas disparan, así como los efectos que producen.

El corpus de estudio de la Balística se centra en el estudio de las fuerzas, trayectorias, rotaciones


y comportamientos diversos de los proyectiles en diferentes ambientes de empleo, además de la
forma del proyectil, sustancias, temperaturas, presiones gaseosas, etc. También las situaciones que
se suceden en las diferentes fases del disparo, el desplazamiento del proyectil a lo largo del ánima
y su salida al exterior, trayectoria e impacto.

Esta disciplina se divide fundamentalmente en tres partes: Balística interna, balística externa y ba-
lística de efectos.1

La Balística interna se ocupa de la temperatura, el volumen y la presión de los gases producidos


por la combustión de la carga propulsora en el cañón; tiene también que ver con el efecto de la
expansión de esos gases sobre el cañón, la cureña y el proyectil. Algunos de los elementos críticos
implicados en el estudio de la balística interior son la relación entre el peso de la carga y el peso del
proyectil, la medida del calibre, el tamaño, forma y densidad óptimos de los granos de carga propul-
sora para los diferentes cañones, y los problemas conexos de máxima y mínima presión en la boca
del arma.

El ingeniero británico Benjamín Robins llevó a cabo muchos experimentos de balística interior. Sus
resultados justifican que se le considere el padre de la artillería moderna. Los experimentos modernos
confirmaron la mayoría de las conclusiones de Robins, pero pusieron en duda sus conclusiones res-
pecto al estudio de la temperatura y presión. Más tarde, en el siglo XVIII, el físico angloamericano Ben-
jamín Thompson realizó el primer intento de medir la presión generada por la pólvora, y el resultado
de sus experimentos constituyó la mayor contribución a la balística interior realizada hasta entonces.

Hacia 1760, los estudiosos franceses de balística determinaron la relación entre la velocidad en la
boca del arma y la longitud del cañón, midiendo la velocidad de una bala de mosquete y cortando
una porción del cañón antes de medir la velocidad en el siguiente disparo. Utilizando los resultados
de estos experimentos, junto con los avances en química y termodinámica, los expertos en balística
pudieron desarrollar fórmulas que acreditaron la relación entre la velocidad en la boca del arma y la
forma del proyectil, el peso, tipo y tamaño de grano de la carga de pólvora, la presión y temperatura
en el cañón, el tamaño de la cámara de la pólvora y la longitud del cañón.

1 Otra perspectiva de la Balística, en la que profundizará más adelante, y que también estudia los tres ámbitos, es
la Balística Forense.

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M5 // TPE // UNIDAD DIDÁCTICA N. 3 | BALÍSTICA

La Balística externa se centra en el estudio de los elementos que inciden en la trayectoria de un


proyectil desde el momento en que abandona el cañón hasta que alcanza el blanco, como la forma,
el calibre, el peso, las velocidades iníciales, la rotación, la resistencia del aire y la gravedad, además
de la propia trayectoria en sí misma.

Hasta la mitad del siglo XVI se creyó que las balas se movían en línea recta desde el cañón hasta
el blanco, y que las bombas disparadas por morteros describían una trayectoria compuesta por
dos líneas rectas unidas por un arco de círculo. Fue entonces cuando el matemático italiano Nic-
colò Tartaglia arguyó, en un tratado sobre cañones, que ninguna porción de la trayectoria de un
proyectil podía ser una línea recta, y que cuanto mayor fuera la velocidad del proyectil, más tensa
sería su trayectoria. Tartaglia inventó el cuadrante de cañones utilizado para determinar la eleva-
ción de la boca de fuego. Galileo –por su parte- demostró que, en el vacío, un proyectil describe
un arco parabólico. La descripción de la ley de la gravedad por Isaac Newton aclaró la causa del
movimiento curvilíneo de los proyectiles, ya que éste -mediante el uso del cálculo matemático-
determinó la cantidad de movimiento transferida del proyectil a las partículas de aire en reposo.
Este método de calcular la resistencia del aire se vio luego superado por el uso de tablas, deriva-
das de disparos experimentales.

En definitivas, para determinar la velocidad del proyectil una vez abandonado el cañón se pueden
utilizar dos métodos: uno mide la cantidad del movimiento del proyectil, el otro calcula el tiempo
requerido para que el proyectil cubra una distancia concreta. El primer método es el más anti-
guo y se utilizó mientras los cañones y proyectiles fueron pequeños, las velocidades bajas y los
alcances cortos, con lo que sus resultados eran lo bastante precisos para la mayoría de los pro-
pósitos prácticos. El péndulo balístico y el péndulo de cañón se utilizaron para medir la cantidad
de movimiento del proyectil, pero tales mecanismos se sustituyeron por máquinas más baratas
y seguras que trabajan sobre los principios del segundo método. Fue desarrollado hacia 1743 por
Robins, quien fue el primero en afrontar una serie sistemática de experimentos para determinar
la velocidad de los proyectiles.

El principio del péndulo balístico, así como el del péndulo de cañón desarrollado por Thompson,
radica en la transferencia de la cantidad de movimiento de un proyectil con masa pequeña y alta
velocidad, a una masa grande con una velocidad resultante baja. Consiste en una enorme plancha
de hierro a la que se emperna un bloque de madera para recibir el impacto del proyectil; el péndulo
se suspende de un eje horizontal. Al ser golpeado por el proyectil, el bloque retrocedía en un cierto
arco que podía ser medido con facilidad. Conociendo el arco de retroceso y las masas de proyectil
y del péndulo, podía calcularse la velocidad del proyectil. Aunque tan sólo soportaba el impacto
de balas de mosquete, sin embargo, Robins realizó importantes progresos en la ciencia de los
cañones al determinar las relaciones que habían de darse entre el calibre, la longitud del cañón y
la carga de energía.

Gracias al segundo método, la velocidad del proyectil se determina midiendo el tiempo que tarda
en recorrer una longitud conocida de su trayectoria. Para este propósito se han diseñado numero-
sas máquinas. En 1840, el físico británico sir Charles Wheatstone sugirió el uso de la electricidad
para medir pequeños intervalos de tiempo. Esta sugerencia condujo al desarrollo del cronógrafo, un
mecanismo que registraba por medios eléctricos el tiempo que necesitaba un proyectil para pasar
entre dos pantallas de alambre fino.

Las fórmulas y tablas para balística exterior de cada nuevo tipo de cañón son más o menos em-
píricas y deben comprobarse mediante experimentos reales, antes de que se puedan calibrar con
precisión los mecanismos de puntería.

La Balística de efectos estudia los fenómenos que se suceden desde que el proyectil impacta el
blanco hasta que se detiene. A ella le conciernen pues, la penetración y deformación del proyectil.

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Esta parte de la Balística, aplicada a las armas ligeras portátiles desde el punto de vista militar,
tiene poca importancia, pues por convenios internacionales no está permitido más que un solo tipo
de proyectil, con una organización perfectamente definida: núcleo de plomo y envuelto, cerrado, y
continuo en la punta, de hierro o latón. Con él no se pretende necesariamente matar, sino causar
bajas al enemigo. En caza el problema es otro. Se busca, por encima de todo, cobrar la pieza propor-
cionándole una muerte rápida y digna. Por ello se utilizan proyectiles especiales deformables que,
por medio de una penetración y expansión controladas aseguran la transferencia de gran parte de
la energía que tiene el proyectil.

El efecto hidráulico que se produce con el impacto de un proyectil en un medio parcial o totalmente
fluido también es objeto de estudio por esta parte de la Balística. Su aplicación e importancia que-
dan patentes en la tendencia actual de los ejércitos de casi todo el mundo, al adoptar, como regla-
mentarios, cartuchos de muy pequeño calibre animados de altas velocidades, basando su eficacia
en la consecuencia de dicho efecto.

La penetración de un proyectil y el mantenimiento de su trayectoria con un mínimo de desviaciones,


en determinados casos, tiene una gran importancia. En el ámbito policial y militar, para alcanzar
partes importantes del motor de un vehículo, inutilizándolo. Como contrapartida, se desarrollan co-
razas y blindajes capaces de anular la capacidad de penetración de estos proyectiles perforadores.
La caza de los grandes paquidermos, también exige proyectiles concebidos específicamente para
horadar pieles duras y grandes masas óseas alcanzando órganos vitales.

Para parar la carga de un búfalo, o elefante, se necesitan proyectiles perfectamente estudiados para
brindar la seguridad imprescindible del cazador. Para la selección de estos proyectiles perforadores
cuenta decisivamente el perfil, la velocidad de impacto, la calidad de los materiales con que están
fabricados, así como su proceso de fabricación. Todo ello es objeto de estudio por parte de la balís-
tica terminal.

Los últimos avances que se han conseguido en la invención a aplicación de nuevos materiales anti-
balísticos se deben fundamentalmente a un estudio profundo de la balística terminal. Son muestra
palpable los chalecos antibalas de protección personal que hoy ofrecen todas las firmas comercia-
les especializadas en seguridad y prevención. Por parte de los fabricantes de munición deportiva,
se viene haciendo un importante esfuerzo para dotar a sus cartuchos de mejores y más eficaces
proyectiles no sólo desde el punto de vista de la balística de exterior, sino también para que, una vez
alcanzado el blanco, produzcan en él los efectos expansivos que la caza mayor requiere.

Por ello, se viene dando especial importancia a la forma de unir la envuelta de latón con el núcleo de
plomo para que en el impacto no se separen. Tradicionalmente se venía haciendo por simple pre-
sión de la prensa que forraba la punta del proyectil, dejando al descubierto una pequeña porción de
plomo en esa parte. Los resultados que se obtenían eran erráticos y dependían de muchos factores.
Para uniformizar los resultados y asegurar una expansión satisfactoria se ha desarrollado una téc-
nica para ensamblar los componentes en caliente que proporciona una unión consistente, por lo que
la separación de camisa y núcleo se produce en mucho menor porcentaje. Otros fabricantes, con el
mismo fin, siguen otros caminos, como hacer unas entalladuras en la envuelta que retenga parte
del núcleo. Algunos colocan en el interior del proyectil dos porciones de plomo de dista dureza, y un
sin fin de solución más o menos acertadas, pero todas tendientes a mejorar la balística terminal de
su munición.

La balística de efectos tiene una especial importancia en las amas cortas de defensa con las que se
tiende no sólo impactar en el atacante, si no anular su capacidad ofensiva para evitar la consuma-
ción de agresión. La relativamente reciente incorporación de proyectiles expansivos a la munición de
arma corta es buena prueba de ello.

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Se ve pues que la ignorada y desconocida balística terminal tiene la misma trascendencia que las
otras dos, y sobre ella se realizan experimentos con todo el rigor e intensidad que en el resto de la
ciencia balística, aunque en la actualidad se encuentre algo rezagada.

3. BALÍSTICA FORENSE
En el campo de la ciencia forense existe la denominación de Balística Forense como aquella ciencia
que analiza las armas de fuego empleadas en los crímenes. Suele abarcar el estudio y análisis de los
proyectiles y de los impactos determinando el calibre del arma disparada. También se preocupa en
determinar la correspondencia entre proyectiles o vainas (cascos o casquillos) halladas en el sitio del
suceso con algún arma hallada en poder de un sospechoso o en el lugar mismo del hecho delictivo.
Asimismo, verifica la presencia de residuos de pólvora sobre el blanco, con el objeto de obtener una
aproximación de la distancia a la que fue realizado el disparo.

Los rifles aparecieron en el siglo XV, permitiendo mayor precisión y nuevos efectos, debido a la ro-
tación impartida en el ánima (parte interior estriada del cañón) impartiendo al proyectil una rotación
que incrementa la precisión y el alcance. Los proyectiles disparados por los rifles tenían -debido a
estas estrías interiores del cañón- unas huellas distintivas que permitían averiguar la identidad (o
al menos el arma) disparada, debido en gran parte a los surcos mostrados en el proyectil tras su
disparo, dando esa huella de identidad distintiva.

La primera evidencia de uso de la ciencia forense aplicada a la Balística fue aplicada en Inglaterra
en el año 1835, cuando las únicas pruebas de identificación de un asesinato fueron las marcas en
un proyectil encontrado dentro del cuerpo de la víctima. Cuando se confrontó la evidencia con el
sospechoso, éste confesó. Más adelante, el primer juez que tomó en cuenta las pruebas forenses
que mostraban los estudios balísticos, lo hizo en 1902, cuando se pretendía demostrar que un arma
podía ser asignada a la relación posible de pertenencia de un sospechoso de asesinato. El experto
del caso, Oliver Wendell Holmes, había leído algo sobre identificación balística, y por aquel entonces
ya se empezó a estudiar el proyectil mediante el empleo de una lente.

3.1. Trayectoria balística


La trayectoria balística es el recorrido de vuelo que sigue un proyectil sometido únicamente a su
propia inercia, y a las fuerzas inherentes al medio en el que se desplaza, principalmente la fuerza
gravitatoria. Para determinar la trayectoria del proyectil, es importante tener en cuenta una serie
de líneas y curvas imaginarias entre la persona que dispara, la dirección hacia donde apunta la boca
de fuego del arma y el blanco (objetivo). Algunos autores describen hasta 23 variables, pero en este
texto sólo se presentarán las de mayor trascendencia e importancia:

•  El origen de la trayectoria, que es el punto de salida del proyectil en la boca de fuego del arma.

•  Línea de tiro: Es la prolongación imaginaria del eje del ánima del cañón, estando el arma lista para
el disparo. A éste se suma la línea de mira que une el ojo del tirador, las miras y el blanco.

•  Vértice: Es el punto de mayor elevación que alcanza el proyectil en la trayectoria.

•  Punto de caída: Lugar de la curva parabólica donde se cruza la trayectoria (curva parabólica) con
la horizontal de la línea de tiro, que es donde el proyectil cae.

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•  Línea de alcance: Es la distancia entre el punto de origen, donde ocurre el disparo, hasta donde
cae o impacta el proyectil.

•  Recorrido final: Es la continuación de la trayectoria tras el impacto, dentro del blanco o producida
por rebote. Esta continuación es irregular y puede llegar a retroceder.

•  Ángulo: Comprende el ángulo inicial (relación entre la inclinación del cañón y el plano horizontal), y
el ángulo final o de impacto (entre el blanco y la inclinación de la trayectoria al impactar).

La trayectoria dista mucho de ser ideal en la totalidad de casos, y puede (y suele) verse modificada
por una serie de circunstancias, entre las que se puede citar: la resistencia del aire,2 la dirección del
viento, el estado de la pólvora, el estado del cañón del arma, o la longitud del cañón a igualdad de
calibre.3

3.2. Movimientos de un proyectil


Cuando es disparado con armas de fuego de ánima estriada o poligonal, el proyectil tiene cuatro
movimientos:

•  Movimiento de traslación: Es el espacio que recorre desde cuando se separa de la vaina, hasta el
lugar donde se detiene (reposo-movimiento-reposo). La pólvora que contiene el cartucho le per-
mite, gracias a la presión de sus gases, empujar el proyectil para el avance de éste.

•  Movimiento de rotación: Es el movimiento de giro del proyectil sobre su propio eje, a derecha o
izquierda, producido por los surcos helicoidales (estrías), perfiles y aletas adheridas a su cuerpo.

•  Movimiento pendular o giroscópico: Es el movimiento de cabeceo que se debe a la desestabili-


zación leve del centro de gravedad por la traslación y rotación, al enfrentar la resistencia de las
capas del aire. La forma aerodinámica del proyectil, el peso, la longitud e impulso recibido según la
longitud del cañón, desempeñan en él un papel importante.

•  Movimiento parabólico: Es el resultado de la fuerza de gravedad y la resistencia del aire, que afec-
tan al desplazamiento, y llevan al proyectil a describir una trayectoria de parábola (curva) hasta
caer. No obstante, las trayectorias del proyectil tienden a considerarse rectas. En las armas de
cañón liso no hay rotación en el proyectil, salvo que éste lleve aletas o surcos helicoidales sobre
la superficie. En postas o perdigones, se produce la dispersión o separación de cada uno de los
proyectiles hacia direcciones diferentes.

4. LA MUNICIÓN
La munición normalmente está compuesta por dos elementos: el cartucho y la bala. El cartucho
comprende los elementos que son necesarios para proyectar el verdadero proyectil, que es la bala.
El conjunto de esos elementos está compuesto por la vaina, la cápsula iniciadora, la pólvora, el
pistón, y el taco. La bala es el elemento que sale lanzado por su efecto, y que es –realmente el que
tiene un efecto balístico propiamente dicho.

2 Cuando la presión atmosférica es baja, y la temperatura del aire es alta, se logra un mayor alcance.
3 Las armas cortas de cañón de pequeña longitud se emplean para distancias cortas de trayectoria tensa.

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4.1. El cartucho: elementos y clases


La siguiente imagen muestra el conjunto de los elementos mencionados, y su posición relativa:

4.1.1. La vaina
Además de servir como portadora de la carga de proyección (pólvora), es la parte que reúne a los
demás elementos que componen el cartucho. Las partes esenciales de la vaina son la boca, el
cuerpo y el culote. Cuando las vainas son de tipo abotellado debe añadirse el gollete y la gola.

Dependiendo del material en que están realizadas pueden ser metálicas y semimetálicas. En el
caso de las vainas metálicas, éstas deben reunir unas condiciones especiales de tenacidad, ma-
leabilidad y elasticidad, que les permitan aguantar -sin agrietarse- las dilataciones que sufren
en el momento del disparo, cuando es necesario que se ajusten a las paredes de la recámara
con el objeto de obturarla herméticamente, y posteriormente cuando se reduzca la presión de
los gases recuperar su tamaño primitivo. Estas cualidades las cumple a la perfección el latón,
que debe tener, para la admisión en nuestras fábricas en España, una composición de 72% de
cobre y 28% de cinc.

Por el contrario, las vainas semimetálicas originalmente estaban compues-


tas de un cuerpo cilíndrico de cartón, un culote metálico (casi siempre de una
aleación de cobre), y un disco de papel enrollado fuertemente que ajustaba
el cilindro de cartón contra el culote impidiendo que ambas partes se pudie-
ran separar. Debido a la evolución en el proceso de fabricación, hoy en día
casi todos los cartuchos semimetálicos tienen la vaina de plástico de una
sola pieza, hecha por comprensión o por extrusión. Estos procedimientos de
fabricación confieren a la vaina una gran resistencia a las grandes presiones
que deben soportar, facilitando que el culote pase a ser de hierro latonado u
otra aleación más barata que el cobre. Además, al ser el fondo del cartucho
de plástico, se trata de un material que cede menos que el papel, los culotes
apenas sufren dilatación, y no producen fallos de extracción.

Se pueden clasificar las vainas atendiendo a varios criterios, de los cuales pue-
den citarse como los más importantes los siguientes:

•  Según el material de su constitución: metálicas, semimetálicas y plásticas.

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•  Según el sistema de percusión: percusión anular y percusión central. A su vez, las vainas de
percusión central, dependiendo de la existencia o no de yunque en la vaina, pueden ser: Boxer
(sin yunque), o Berdan (con yunque).

•  Según su forma geométrica: cilíndrica, cilíndrica entallada, cilíndrica gotelleada, cónica, o cónica
gotelleada.

•  Según la forma externa del culote: pestaña, ranura, reforzada, ranura y pestaña, o ranura y pes-
taña corta.

La forma del culote de la vaina se materializa en función del sistema del extracción del arma, de sí
es necesario que el culote haga de tope (evitando que el cartucho se introduzca en la recámara más
de lo debido), y de la potencia de la munición.

4.1.2. La cÁpsula iniciadora


Cuando en 1799, Edward C. Howard descubrió las pólvoras fulminantes, que explosionan o se pren-
den al ser golpeadas, lo cierto es que no supo que aplicación darles. Solo seis años más tarde, el
sacerdote escocés Alexander Forsyth inventó la llave de percusión donde utilizó la propiedad de las
pólvoras fulminantes de inflamarse al choque. Cuando se observó que la idea funcionaba, una serie
de armeros comenzaron a perfeccionar el sistema hasta que el armero inglés Egess, inventó el pis-
tón. Pero sería Juan Nicolás Dreyse quien, en 1836, ideara la manera de unir el pistón al cartucho, y
diseñara un sistema de retrocarga que pudiera evitar el tener que cargar el arma por la boca de fue-
go. Posteriormente armeros como Lefaucheux, Flobert, Berdan y Edward Boxer, irían desarrollando
la idea hasta conseguir una cápsula iniciadora similar a la actual, con una mezcla química iniciadora
compuesta de fulminato de mercurio. Mezcla que sería sustituida por otra de clorato de potasa.

En la segunda década del siglo XX, casi simultáneamente, la fábrica de municiones alemana R.W.S y
la estadounidense Remington, descubrieron un nuevo tipo de pistón anticorrosivo no mercúrico, ba-
sado en derivados del plomo (estifnatos, estearatos o ácidos de plomo), solucionando el gran pro-
blema de la corrosión que producían los pistones mercuriales o los posteriores de clorato de potasa.

La cápsula iniciadora (pistón) es la parte del cartucho donde se aloja la sustancia iniciadora en-
cargada de comenzar la ignición. Esta especie de bomba diminuta contiene un fulminante (mezcla
química altamente explosiva) que produce una deflagración al ser golpeada. Esta pequeña explosión
provoca una llamarada que comunica el fuego a la carga de pólvora iniciando una reacción química
que la convierte en gas. Debido a la expansión de los gases, esta reacción produce un aumento de
volumen que se traduce en presión que impulsará al proyectil.

En los cartuchos de percusión anular la misma vaina hace de cápsula, dado que aloja la sustancia
iniciadora en el interior del anillo que forma el reborde o pestaña del culote de la vaina. Por el con-
trario, en los cartuchos de percusión central la cápsula (pistón) es una parte independiente que se
embute en un orificio practicado en el centro de la base del culote.

En lo referente a la percusión central debemos diferenciar el tipo de cápsulas empleadas en la mu-


nición metálica de la semimetálica (escopetas).

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Las cápsulas iniciadoras empleadas en la munición metálica son de dos tipos: sistemas Berdan o
Boxer. La cápsula Berdan carece de yunque necesitando que la vaina lo contenga. Por el contrario la
cápsula Boxer, a diferencia de la anterior, contiene un yunque incorporado.

En lo concerniente a los cartuchos de escopeta, actualmente se emplean principalmente dos va-


riantes del sistema Boxer. A estos pistones se les denomina de aparato abierto y de aparato cerra-
do. La diferencia radica en que el segundo de ellos el pistón está cerrado.

La mayoría de los pistones se componen de las siguientes partes:

Pasta iniciadora. Consiste en una mezcla explosiva sensible a la percusión, con compuestos oxidan-
tes, reductores y elementos metálicos, que producen una detonación y un chorro de fuego cuando
se aplica sobre ella la energía mecánica adecuada.

Copela. Es la parte metálica del pistón que contiene la pasta iniciadora y en algunos casos el yunque.

Yunque. Es la pieza metálica contra la que choca la pasta iniciadora cuando impacta el percutor del
arma en el centro de la cápsula. De la exacta ubicación del yunque y de sus dimensiones, depende
en gran parte la sensibilidad del pistón.

4.1.3. La pólvora
Es el propelente, o carga propulsora del cartucho, cuya misión es impulsar a la bala, facilitándole
el empuje necesario para que esta recorra su trayectoria.

Antiguamente estaba compuesta por una mezcla íntima de salitre, carbón y azufre. Aunque es im-
posible fijar exactamente la época de su invención, ni tan siquiera la de su aparición en los campos
de batalla, parece ser que es un invento chino que data del siglo VIII de nuestra Era. La fórmula más
antigua que se conoce data del siglo XIII, y se le atribuye al monje franciscano ingles Roger Bacón,
que da las siguientes proporciones: 41% de salitre, 29,5% de carbón y 29,5% de azufre. Estas propor-
ciones variarían posteriormente a la siguiente: 10 dracmas de salitre, 1y 1/2 dracmas de azufre y
2 dracmas de carbón. Lo que equivaldría a: 74,07% de salitre, 11,11% de azufre y 14,81% de carbón.

En un principio los maestros artesanos fabricaban la pólvora basándose en formulas poco empí-
ricas, pero con la creación del Service de Poudres et Salpétres, por Napoleón, la fabricación de la
pólvora se perfecciona y se comienzan a obtener productos normalizados. Es en 1884, Paul Vielle
descubre que la nitrocelulosa puede disolverse en éter o alcohol, amasándola y laminándola para

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darle la forma adecuada. Nacen así las pólvoras de nitrocelulosa, de base simple, o coloidales (pól-
voras sin humo). Estas poseen tres veces más potencia que la pólvora negra y, por si fuera poco,
combustionan dando lugar a productos enteramente gaseosos, casi sin emisión de humo.

A finales del siglo XIX, además de la pólvora B de Vielle, en Europa se fabricarían otras de base
simple como la “pólvora rusa de pirocolodión”. Poco después, Alfred Nobel consigue gelatinizar la
nitrocelulosa mediante nitroglicerina, en vez de disolvente. Así, la balistita entra en escena y con
ella las pólvoras de doble base. La pólvora negra -que durante casi seiscientos años había domi-
nado los campos de batalla- poco a poco quedaría relegada a escasas aplicaciones.

A diferencia de la pólvora negra, a la que podemos definir como una mezcla explosiva cuyos com-
ponentes son inertes, con el descubrimiento y posterior desarrollo de las pólvoras nitrocelulosas
de base simple o coloidales, de las de doble base, o de las compuestas, se hace más correcto
cambiar la definición por la de “explosivo propulsor en el que la reacción química exotérmica se propa-
ga a velocidades relativamente reducidas: 0,01 a 2 metros por segundo” (los explosivos detonadores
dinamita, trilita, etc., lo hacen desde 2.000 a 9.000 metros por segundo).

La clasificación de la pólvora, puede enfocarse desde dos puntos de vista: su composición, o en


su velocidad de deflagración.

Inicialmente, y según su composición, pueden distinguirse dos grupos: pólvoras ordinarias y pól-
voras sin humo. Dentro del primer grupo las más importantes son la pólvora negra y la pólvora
parda. El segundo está compuesto por: las pólvoras de nitrocelulosa (de base simple, o coloida-
les), y las pólvoras de doble base (formadas por nitrocelulosa, nitroglicerina y correctores).

Al clasificar la pólvora atendiendo a su velocidad de deflagración, éstas pueden agruparse en:


progresivas, regresivas, o de emisión constante. Esta diferencia en la emisión de gases se puede
conseguir variando la forma geométrica de los granos, o también variando la composición de la
pólvora. Cuando las pólvoras están compuestas por granos planos o huecos, se consume por
capas paralelas, lo que permite una velocidad de quemado progresiva. En el caso de las pólvoras
regresivas los granos son macizos, la superficie exterior es relativamente reducida, y la emisión de
gases, según avanza la ignición al interior, va disminuyendo.

4.1.4. El taco
A la hora de mencionar los componentes de los cartuchos semimetálicos, más popularmente deno-
minados cartuchos de escopeta, muchos olvidan uno de los elementos esenciales, el “taco”. Sin ol-
vidar la importancia de balas, perdigones, pólvora y vainas, el taco es fundamental en la consecución
de la regularidad balística, en presiones y velocidades. La calidad de un cartucho depende en gran
manera de la de su taco. Cuanto mejor sea el taco mejor rendimiento obtendremos del cartucho, y
mejor garantizaremos un funcionamiento óptimo de este tipo de munición, sobre todo, cuando va
cargada con granalla metálica (perdigones o postas).

La función del taco es múltiple: por un lado, aprovecha al máximo los gases producidos en la
combustión de la pólvora gracias un perfecto sellado interno del cartucho en el momento del
disparo; y, por otro, contiene y protege a los perdigones en su trayecto por el interior del cañón
evitando que se deformen por rozamiento con las paredes. Además, gracias a la flexión del pilar
de unión de las dos cazoletas del taco, suaviza el retroceso del arma al amortiguar el impacto ini-
cial que se produce en el momento del disparo. Es decir, por un lado el taco sella la cámara de gas
manteniendo los gases fuera del haz de perdigones, evitando las dispersiones que ocasionaría la
perturbación del haz por los gases; y, por otro, protege a los perdigones impidiendo que se de-
formen en el momento de la deflagración de la pólvora y durante todo el recorrido por el cañón.

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Inicialmente los tacos eran de fieltro, corcho o papel prensado, pero desde que la FN (Fabrique
NationaleHerstal S.A.) inventó el taco plástico de doble cubeta (ShotWrapper) empleándolo en su
cartucho “Legia” la mayoría de los cartuchos montan tacos plásticos. Con el taco plástico de doble
cubeta la FN solucionaba los fallos que producían en muchas ocasiones los tacos de fieltro, que al
quedarse cruzados, permitían que los gases desordenaran el haz y llegaran incluso a fundir y pegar
los perdigones entre sí.

Otra de las mejoras conseguidas fue que al obturar con mayor perfección la cámara de gas se apro-
vecha más la presión de la pólvora, lo que permite reducir la carga. Esta reducción de carga, sumada
a la progresividad del amortiguador del taco que suaviza el impacto inicial que se produce en el mo-
mento del disparo, hace que el retroceso del arma resulte muchos menos perceptible.

Por otra parte, gracias a este tipo de taco se evita en gran manera que los cañones de las esco-
petas se emplomen. Durante su recorrido por el cañón, al ir los perdigones en la cubeta, no tocan
las paredes del ánima, consiguiendo suprimir los residuos de plomo que a causa del rozamiento se
depositaban en las paredes del cañón.

Hoy en día, aunque se siguen produciendo tacos de corcho, fibra o incluso papel, como el célebre
taco “Cup Wad” elaborado por la casa Winchester, la mayoría se fabrican por inyección de polieti-
leno de baja densidad utilizando la última tecnología en moldes de inyección, lo que garantiza un
producto de alta calidad y regularidad. El fabricante personaliza el diseño de cada modelo de taco
para garantizar un resultado óptimo del cartucho y conseguir distintos efectos en el momento
que se realiza el disparo.4 Esto permite un haz más amplio y una distribución optima de los per-
digones a muy corta distancia, adaptando el cartucho para el tiro cercano.5 En otras ocasiones, el
cartucho va dotado de un taco graso, completamente biodegradable con una tapa de cartón que
garantiza la hermeticidad necesaria para los gases y especialmente diseñado para producir el
menor el impacto medioambiental, atendiendo a las restricciones ecológicas que existen en al-
gunos países.

En definitiva, el rasgo que ha marcado la evolución y el


diseño del taco ha sido el adaptar el cartucho a la varie-
dad, diversidad y diferentes supuestos de utilización, ya
sean militares, policiales o deportivos. Consiguiendo una
regularidad máxima de presión, velocidad, y cualidades
balísticas uniformes en todas las condiciones en las que
se efectúa el disparo.

4.2. La bala
Tal como se ha mencionado, el verdadero proyectil es la bala, como objeto de forma esférica o ci-
líndrico-ojival, generalmente de plomo o hierro, que sale lanzado, con una determinada trayectoria,
por efecto de los elementos que componen el cartucho.

Su clasificación puede realizarse en función de un gran número de perspectivas. Por ejemplo, por los
elementos que la componen y su composición, por sus efectos, por su forma, etc. Nos centraremos,
por lo tanto, sólo en alguna de las más significativas.

4 Sirva de ejemplo la misión dispersante que tienen algunos tacos, que mediante un separador situado en la
cubeta superior, entre la carga de perdigones, facilita la dispersión del haz de plomos en el momento de salir del
cañón.
5 En este c aso, el ejemplo es el taco superdispersante patentado por Cartuchos Saga S.A.

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Atendiendo a su forma.

La forma, y el perfil de la ojiva de la bala, dependen del uso que se vaya a dar al proyectil y de los
efectos que se quieran conseguir con él. Por ejemplo: las puntas agudas están diseñadas para que
pierdan velocidad más despacio, y tengan más alcance y más capacidad de penetración. Por el con-
trario, los proyectiles de punta redondeada suelen ser más efectivos a corta distancia y ceden más
energía en el momento del impacto, penetrando menos que los picudos. Atendiendo a formas y
perfiles, pueden distinguirse las siguientes variantes:

Según su forma geométrica: Esférico (A), Cilíndrico (B), Ojival (C), Cilindro-cónico (D), Cilindro-ojival
(E). Aerodinámico (F).

Según la forma de su base: Hueco o perforado (G), Tronco cónico (H), Cóncavo (I) Plano (J), Talonado (K).6

Según la silueta de su cuerpo: Moleteada (O), Ranurada (P), Entallada (Q), Lisa (R).

Atendiendo a su formación o composición:

En este aspecto, debe diferenciarse entre las compuestas por un solo elemento, o por varios. Las
compuestas por un solo elemento, independientemente que sean de madera, de plástico o de
metal, se pueden clasificar, como macizas o huecas. En el caso estar formadas por varios elemen-
tos, se realiza la clasificación según la naturaleza de su envuelta, que puede ser de latón, cobre,
cuproníquel, acero latonado, teflón, etc.

En esta clasificación debe incluirse un nuevo tipo de bala desarrollada por el ejército de los
EE.UU, que es la denominada “bala verde”. En este tipo de proyectil, atendiendo al daño que
produce el plomo al medio ambiente, se ha sustituido el núcleo de plomo por otro de tungsteno
y nailon.

6 En la actualidad, únicamente la munición anular del calibre .22 monta proyectiles talonados

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Atendiendo a los efectos que producen:

Además de las balas ordinarias, en este grupo se incluyen también aquellas balas cuyo comporta-
miento, balísticamente hablando, difiere del normal de los proyectiles ordinarios:

Expansivas.

Con la intención de producir mayores daños, el proyectil se deforma expandiéndose dentro del
blanco y cediéndole toda su energía. Una de las primeras balas expansivas fue la diseñada y pa-
tentada en 1897 en el arsenal Dum-Dum, en las afueras de la ciudad India de Calcuta. Esta mu-
nición fue prohibida por el convenio Internacional de la Haya, quedando relegada sólo para usos
cinegéticos. Actualmente, son ejemplo de balas expansivas las denominadas de punta hueca.

Frangibles.

Se fragmentan al impactar en una superficie dura evitando rebotes, o al traspasar el blanco. Están
compuestas por una mezcla de cobre y estaño. Elementos combinados por medio de técnicas de
alta presión, o por una sustancia aglomerante como el nylon y el estaño.

Perforantes.

Se trata de balas blindadas de núcleo duro perforante, diseñadas para poder atravesar los blinda-
jes ligeros. Los alemanes, durante la Primera Guerra Mundial, idearon este tipo de proyectil con el
fin de traspasar el blindaje de los primeros carros de combate. Están compuestas por un núcleo
de acero, rodeado de una envuelta de plomo, que está a su vez rodeada de una camisa o blindaje
convencional. En el momento del impacto se desprenden las envueltas y el núcleo de acero con-
tinúa la trayectoria, perforando el blindaje. Posteriormente, se perfecciona este tipo de munición
reforzando el núcleo con una aleación de níquel-cadmio.7

Trazadoras.

Su función principal es la de marcar la trayectoria mediante una estela luminosa o de humo, y así
poder corregir el tiro. Las primeras balas trazadoras se fabricaron pegando a la base de la bala una
pastilla de magnesio y fosfato. En la actualidad, exteriormente las podemos distinguir dado que su
ojiva va pintada de color verde o rojo, dependiendo del país de origen. Otra característica es que la
longitud de estas balas, suele ser mayor de lo normal debido a que necesitan contener en su interior
un espacio donde alojar la carga trazadora (generalmente fósforo). Normalmente, en la utilización
de las ametralladoras, se suele introducirse una bala trazadora de cada cinco disparadas.

Incendiarias.

Son las balas que contienen una mezcla química que se inflama bien por contacto con el aire, o
bien por efecto del impacto. La función de este tipo de bala es producir incendios en el lugar donde
impactan. La carga incendiaria, habitualmente fósforo blanco, va colocada en el interior de la ojiva.
En el momento del impacto se rompe la camisa de la bala, inflamándose el fósforo al entrar en con-
tacto con el aire. Para su diferenciación la ojiva va pintada de azul o naranja.

Explosivas.

Son balas que contienen una carga que explosiona por impacto. Su utilización es muy antigua. Bási-
camente su función es la de detonar al impactar en el blanco, a causa de la presión que sufre la bala

7 Ejemplo de munición de este tipo son las balas Roth y Krupp.

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en ese momento. En un principio, la sustancia explosiva era una mezcla de fulminato de mercurio y
clorato potásico.

5. EL CAÑÓN
5.1. Características
Todas las armas de puño actualmente poseen el cañón estriado, variando el número de estrías y su in-
clinación según su los diferentes diseños y procedencias.8 Normalmente, suelen tener 5 o 6, pero tam-
bién las hay de 4, 7 u 8 estrías, aunque son las menos. Dichas estrías pueden presentar distintas sentido
de giro, según el diseño del arma. El más frecuente, en todo caso, es el que va de izquierda a derecha.

Los cañones de ánima lisa son los carecen que de es-


triado, y en la actualidad se utilizan únicamente en las
escopetas, diseñadas para el disparo de proyectiles
múltiples (perdigones).

5.2. El calibre
Se denomina calibre al diámetro interno del cañón de un arma de fuego de ánima estriada, medido
de estría a estría en el cañón, y de macizo a macizo en el proyectil. En este último caso, se determina
por el grosor del proyectil y no por las dimensiones del cartucho, ni de la vaina.

Los diferentes calibres pueden calificarse como cortos, largos, extra-largos, normales, especiales, regu-
lares, mágnum etc., pero todos ellos tienen en común una expresión numérica. Por ejemplo, 7,62 x 55.

El calibre puede ser nominal, de conversión o matemático, en pulgadas o milímetros, calibre real y
calibre legal, y habitualmente viene marcado en el culote de la vaina:

•  Calibre nominal: Es aquel que corresponde al nombre que le ha dado el fabricante. Así tenemos
como ejemplos los siguientes: 38 L, 32, 9 mm, etc. De igual forma, se le denomina nominal al
diámetro del proyectil medido de macizo a macizo y en la boca del cañón medido de estría a estría.

•  Calibre real: Es el que resulta de medirlo, por cualquier medio adecuado. Es decir, el diámetro del
proyectil de estría a estría, o en la boca del cañón, medido de macizo a macizo.

8 Hasta llega a variar su cantidad, aún dentro de armas de una misma marca. Así, la pistola “Walter” pasó de 4
Pag - 450 a 6 estrías, y la “Schmeisser” de 6 a 8.
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•  Calibre de conversión o matemático: Es el que corresponde al resultado matemático de convertir


milímetros a pulgadas, o pulgadas a milímetros. Estas conversiones no siempre son correspon-
dientes: es decir, que muchas veces, convirtiendo milímetros a pulgadas se obtienen medidas
reales y otras veces no. Lo mismo sucede cuando se convierten pulgadas a milímetros, lo que
puede ocasionar graves errores de interpretación.

•  Calibre legal: Simplemente, es el establecido por la Ley. Concretamente, el que sirve de referencia
para distinguir los calibres considerados como de uso privativo de las fuerzas militares (munición
de guerra), de los calibres considerados como de defensa personal.

Los calibres de las armas de fuego y de la munición, se expresan en pulgadas o milímetros. Para las
armas portátiles, ese calibre referido al diámetro de la bala, que es el proyectil que es lanzado, suele
hacerse, según el caso, de dos formas posibles:

Al estilo anglosajón, en centésimas o milésimas de pulgada a la derecha de un punto (lo que para
un europeo expresaría un “0,..”). Por ejemplo, en el calibre 44, como .44 (es decir, 0,44 pulgadas)

En la tradición europea, en milímetros. Por ejemplo, 9 mm, 7,62 mm…

CALIBRES CALIBRES CALIBRES REALES


NOMINALES DE CONVERSIÓN PULGADAS MILÍMETROS
22 5,58 mm 22 5,588
5,56 21,8 5,56 21,88
25 6,35 mm 251 6,35
30 7,62 mm 30 7,62
7,62 30 299999 7,62
32 8 mm 32 8,128
7,65 30,1 3011805 7,65
9 mm 354 35433 9
38 9,65 mm 38 9,652
380 9 mm 38 9,652
357 9,06 mm 357 9,0678
40 10,1 mm 40 10,16
50 12,7 mm 50 12,7

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CALIBRES DE LAS ESCOPETAS


Calibres peso pulgadas milímetros
12 37,75 gramos 730 18,542
16 28,312 gramos 670 17,018
20 22,65 gramos 615 15,621
28 16,178 gramos 550 13,970
410 410 10,414

6. FUNDAS DE SEGURIDAD
PARA ARMAS CORTAS
Uno de los mayores temores de los agentes de policía con respecto a las fundas para portar armas
cortas de fuego durante la prestación del servicio es perderlas, o que puedan ser desposeídos de
ellas, durante una actuación. Afortunadamente, quedan atrás las antiguas fundas de cuero para ar-
mas cortas, las cuales no ofrecían la seguridad suficiente, o no permitían un buen acceso al usuario
del arma. Y es que esos factores de seguridad y accesibilidad deben de mantener un balance ade-
cuado en función del cometido que se deba dar a la funda.

En definitiva, una funda que cumpla con las exigencias que el caso requiere, constituye un comple-
mento fundamental para nuestra arma de servicio, y por lo tanto, es necesario que le sean exigibles
una serie de condiciones:

•  Seguridad: No sirve para nada una pistola policialmente operativa y moderna si se porta en
una funda en la que es alto el riesgo a perderla durante la prestación del servicio. O, lo que es
peor, que se le pueda arrebatar al portador durante una intervención, pudiendo ser utilizada en
contra del mismo. Así pues, debe exigirse una funda de arma que dé las suficientes garantías
de seguridad antihurto.

•  Adaptación y especificación: Cada funda debe de ser la adecuada para cada arma. Ésta debe
encajar perfectamente en la funda, ya que ello, además de la seguridad, lo que permite es man-
tener un cuidado adecuado evitando el deterioro cuando se produce un rozamiento exagerado.

•  Facilidad de extracción: Ante una inminente agresión, la funda debe de ser lo suficiente práctica
para que, en caso de necesidad, pueda extraerse el arma de ella con suma velocidad y eficacia.

En lo que respecta a la seguridad, pueden distinguirse tres niveles diferenciados:

•  Seguridad Nivel I.

Son fundas más sencillas, que suelen usarse de forma oculta, ya que –discretamente- pueden lle-
varse en el interior del pantalón. No obstante, sólo suponen una seguridad mínima. El nivel I de se-
guridad viene dado por la simple presión de la funda sobre el arma: el roce, entre el arma y la funda,
impide que aquella salga libremente, pero puede ocurrir que durante una persecución o caída casual
la pistola salga de la funda.

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• Seguridad Nivel II.

Es el nivel más común, y requiere que el operador desactive un elemento


de retención. Normalmente, consiste en un sistema basado en una palanca
que acciona un trinquete de retenida que se interpone entre la funda y el
arco del guardamonte. Lo que hace imposible que el arma salga de la funda
si no se lleva a cabo la desactivación del seguro.

• Seguridad Nivel III.

Las fundas de arma corta del nivel III requieren dos acciones por parte del ti-
rador. Dependiendo del modelo, estas acciones serán para liberar dos siste-
mas de retención diferentes. En principio, se requiere liberar la misma leva
(o similar) del nivel II. Y luego, además, el sistema dispone de una pequeña
capucha que bloquea la corredera del arma y protege el alza. Para desacti-
var este seguro se suele contar con una palanca en la parte superior interna
de la funda que se acciona con el dedo pulgar de la mano que empuña el
arma. Y, por tal acción, la caperuza se desplaza hacia delante, debiéndose a
continuación presionarse una palanca similar a la del nivel II.

A partir de un nivel II, ya se considera que una funda para arma corta es adecuada para prestar el
servicio policial con óptimas garantías de seguridad.

7. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
• En la ciencia de la Balística puede distinguirse entre la interna (que estudia los fenómenos físicos
que se producen dentro del arma), la externa (que se centra en el estudio de los elementos re-
lacionados con la trayectoria de un proyectil), y la de efectos (que estudia los fenómenos que se
suceden desde que el proyectil impacta el blanco hasta que se detiene).

• La Balística Forense analiza las armas de fuego empleadas en los crímenes. Suele abarcar el es-
tudio y análisis de los proyectiles y de los impactos determinando el calibre del arma disparada, la
correspondencia entre proyectiles o vainas, y la presencia de residuos de pólvora sobre el blanco.

• La Balística estudia, además de la trayectorias de los proyectiles, sus movimientos de traslación,


rotación y giroscópico.

• La munición está compuesta por dos elementos: el cartucho y la bala. El cartucho comprende
los elementos que son necesarios para proyectar el proyectil, y está compuesto por la vaina, la
cápsula iniciadora, la pólvora, el pistón, y el taco. La bala es el elemento que sale lanzado por su
efecto.

• Las balas pueden clasificarse por su forma, composición y, especialmente, por sus efectos (ex-
pansivas, frangibles, perforantes, trazadoras, incendiarias y explosivas).

• El cañón experimentó su verdadera evolución cuando se empezó a estriar su ánima, lo que per-
mitió un gran incremento de la velocidad y estabilidad de la trayectoria de los proyectiles. En él es
importante también el estudio de los calibres de las armas.

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• Las fundas de seguridad para portar las armas deben ser de seguridad, y reunir condiciones de
seguridad, adaptación, especificación y facilidad de extracción de las armas. En cuanto a sus ni-
veles de seguridad, es requerible que sea, al menos de nivel II (en el operador debe desactivar un
elemento de retención), y deseable el nivel III (que requiere que desactive dos).

8. LECTURAS RECOMENDADAS
• MARTÍNEZ MACIÁ, J. et al. (1993). Dirección General de la Policía. División de Formación y Perfec-
cionamiento. Tiro, armas y explosivos. Madrid: Imprenta de la D.G.P.

• Wikipedia. Bala (munición). https://es.wikipedia.org/wiki/Bala_(munici%C3%B3n) [Consulta: 2 de


agosto de 2017].

• Wikipedia. Balística. https://es.wikipedia.org/wiki/Bal%C3%ADstica. [Consulta: 2 de agosto de


2017].

• Wikipedia. Calibre (armas de fuego). https://es.wikipedia.org/wiki/Calibre_(armas_de_fuego).


[Consulta: 2 de agosto de 2017].

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DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN:
Francisco José Bernabeu Ayela
Ángeles Navarro Gosálbez
M e r c é Tr u l l é n G a s

EDITA:
AGENCIA VALENCIANA DE SEGURIDAD
Y R ES P U ES TA A L AS E M E R G E N C I AS

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