I
IMPREVISIÓN. (V. la actualización de
la voz REBUS sic STANTIBUS.)
IMPRORROGABILIDAD. (T. XV, pág.
102.) V. en este Apéndice la actualización
de la voz TÉRMINOS PROCESALES.
IMPUGNACIÓN EN EL CONCORDA-
TO Y EN LA QUIEBRA. (T. XV, pág.
212.) V. la actualización de la voz QUIE-
BRA en este Apéndice.
IMPULSO PROCESAL. (T. XV, pág.
226.) La llamada ley 17.454, de 20 de sep-
tiembre de 1967, que sustityó el Código de
Procedimiento Civil y Comercial por el Có-
digo Procesal Civil y Comercial, se ocupó
d-el problema del impulso procesal al refe-
rirse a los deberes y facultades de los jue-
ces. De ahí que en el art. 34, al tratar de
les deberes determinase, entre otras cosar?
el de concentrar en lo posible, en un mis-
mo acto o audiencia, todas las diligencias
que sea menester realizar, así como vigilar
para que en la tramitación de la causa se
procure la mayor economía procesal; y en
el art 36, al referirse a las facultades del
juez, menciona las de tomar medidas ten-
dientes a evitar la paralización del proce-
so; ordenar las diligencias necesarias para
esclarecer la verdad da los hechos contrc-
vertidos; corregir cualquier error material
o suplir alguna omisión de la sentencia
acerca de las pretensiones deducidas en e!
litigio; disponer, en cualquier momento, la
comparecencia personal de las partes para
integrar una conciliación o requerir expli-
caciones; decidir en cualquier momento !a
comparecencia de los peritos y de los testi-
gos para interrogarlos acerca de lo que cre-
yeren necesario; y mandar que se agreguen
documentos existentes en poder de las par-
tes o de terceros, dentro de las formas seña-
ladas por la ley.
I N A P E L A B I L I D A D * . (T. XV, pág.
271).
I. Las últimas reformas procesales en
la República Argentina, en materia civil,
pueden considerarse de importancia con
respecto a este tema importante, es decir de
cuál es el principio general con respecto
a la apelabilidad o no de las resoluciones
judiciales.
Entiendo que -al actual Código Proce-
sal Civil de la Nación, sancionado por
ley 17.454, que tiene vigencia positiva a
partir del mes de febrero del año 1968,
tiende a un criterio en el que impara la
inapelabilidad de las decisiones judiciales
como principio rector, particularmente en
los procesos sumarios y sumarísimos, como
lo hemos de señalar en 3! punto siguiente.
II. El Código Procesal de la Nación,
dentro de su sistemática y a propósito del
tema en examen, hace necesaria, con res-
pecto a los procesos da conocimiento, la
siguiente distinción:
}<? proceso ¿e conocimiento amplio. Nos
referimos aquí al proceso ordinario
previsto en el libro II, título 29, de
la referida ley 17.454, en cuyo trá-
mite impera el principio general de
apelabilidad. Ello debe ser así, por
cuanto frente al principio de celeri-
dad y economía que sustenta la in-
apelabilidad, debe primar el de la
inviolabilidad de la defensa en jui-
cio, y el de la garantía de la doble
instancia. Por ello, la doctrina señala
que en este tipo de procesos, en la
duda, a falta de norma expresa que
* Por el Dr. INOCENCIO O. RILLO GÁNALE.
 lo prohiba, en los procesos de cono-
cimientos exhaustivos la apelación es
admisible. ( COLOMBO, Código Pro-
cesal Civil y Comercial de la Nación,
T. II, año 1969', pág. 454.)
29 Proceso sumario. Dada la índole de
éstos, la ley establece como principio
rector el de la inapelabilidad. Nos
fundamos para ello en lo dispuesto
por el art. 495 de la ley 17.454, que
expresamente señala, y en forma ta-
xativa, cuáles serán las resoluciones
que admiten apelación. Por razones
obvias, debe interpretarse entonces
que salvo éstas, cualquier otro tipo de
resolución no admitirá ser elevada
ante el ad-quem.
La doctrina indicada asta confor-
me con la opinión de prestigiosos pro-
cesalistas e inclusive por uno de los
integrantes de la comisión que prepa-
ró el proyecto del Código Procesal de
la Nación. Me estoy refiriendo al
doctor Carlos J. Colombo (op. cit., II,
pág. 454).
go procesos sumarísimos. En este tipo de
procesos también impera como norma
general el de la inapelabilidad. Y así
lo entendemos si tenemos presante el
precepto del art. 498, inc. 4?, de la
ley 17.454, cuando expresa textual-
mente que: "sólo serán apelables la
sentencia definitiva y las providen-
cias que decreten medidas precauto-
rias ..."
Se colige de tal redacción que, sal-
vo los supuestos indicados por la ley,
las demás providencias judiciales son
irrecurribles. Es decir, que hay una
extrema restrictez para considerar
admisible el recurso de apelación en
esta vía procesal.
Esta interpretación está sustenta-
da, además, al igual que en el caso
anterior, por la opinión del Dr. Car-
los J. Colombo.
III. Procesos cautelares. El Código Pro-
cesal Civil y Comercial de la Nación tiene
dedicado a esta materia bajo la denomina-
ción de "Medidas cautelares" el libro I,
título IV, capítulo 3°, entre cuyas normas
generales nos encontramos con 3! art. 198,
en su parte in fine, nos advierte que: "la
providencia que admitiere o no hiciere lu-
gar a una medida precautoria será ape-
lable ...". Se infiere de lo apuntado que
en esta materia la norma es la apelabili-
df.j, que tiene su razón de ser o tiene como
fundamento el hecho de que estas medidas
importan una afectación a la libra disposi-
ción de bienes, que por ello deben merecer
la garantía de la doble instancia. Además
parece ser ésta la razón por la cual la Corte
Suprema de Justicia ds la Nación ha estado
por esta posibilidad de apelabilidad en esta
materia. (Fallos, T. 252, pág. 97.)
INCAPACIDAD CIVIL DE LOS PE-
NADOS. (T. XV, pág. 283.) En esta voz
se señalaban los delitos que no llevaban
aparejada la incapacidad civil del penado
por no exceder la pena máxima de tres años
de prisión. Pero en lo que hace a algunos
de ellos, han sido derogados por las leyes
18.701 y 17.567; y en cuanto a algunos
ctios, la ley 17.567 ha elevado las penas
máximas por encima de los tres años *.
* NOTA. Y M en prensa t ste trabajo, t i C o n g . t K u de f a
N a c i ó n sancionó con fecha 27-5-197:-i la ley 20.509 que' :
dcToeró. entre otras, la ley 17.5H7. salvo los 'aits. 173.
¡nos. 7 y 11. 17» ( 2 v p á r r a f o ) , 1 (10, 1114 y 1 W H del ;
ródiffc- Penal. M
INCAPACIDAD PARA SUCEDER.
Acerca de este tema la única innovación
que ha introducido la ley 17.711, es la que
se refiere al art. 3301, encaminada a deter-
minar que los hijos del indigno vianen a la
sucesión por derecho de representación, en
lugar de hacerlo por derecho propio y sin
el auxilio de la representación, como se
daeía en la redacción anterior.
INCAPACIDADES JURÍDICAS. (T.
XV, pág. 329.) En esta voz se trató entre
otras cuestiones la relativa a las incapaci-
dades para suceder, por lo que se hace re-
misión a la voz INCAPACIDAD PARA SUCEDER
que como nueva se inserta en esta Apéndice.
INCENDIO. (En DERECHO MARÍTIMO.)
(T. XV, pág. 346.) Las normas legales re-
lativas a la navegación han sido modifica-
das por la ley 20.094 de 15 de enero de
1973. Véase en este Apéndice la actualiza-
ción de la voz DERECHO MARÍTIMO.
INCIDENTE. (T. XV, pág. 370.) El Tí-
tulo IV del nuevo Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, se ocupa de las
"Contingencias Generales del Proceso", y
el Capítulo I da ese título legisla sobre
los Incidentes en doce artículos que van del
art. 175 al 187. De los mismos, el 178, 179,
182, 183, 184 y 187 representan otras tan-
tas innovaciones incorporadas al Código
por la ley 17.454. El primero de los men-
cionados se ocupa de los requisitos nece-
sarios para que corresponda el planteo del
incidente, y dispone:
Art. 178. "REQUISITOS. El que planteare
el incidente deberá fundarlo ckra y concre-
tamente en los hechos y en e derecho, y
ofrecer toda la prueba de que intentare
valerse."
 Se complementa con el siguiente, que
dice:
Art. 179. "RECHAZO '!N LIMINE'. Si el in-
cidente promovido fuese manifiestamente
improcedente, el juez deberá rechazarlo sin
más trámite. La resolución será apelable
en efecto devolutivo."
Los arts. 180 y 181 reproducen las dis-
posiciones del art. 48 de la ley 14.237, pero
con grandes modificaciones, que en su re-
dacción actual dicen:
Art. 180. "TRASLADO Y CONTESTACIÓN. SÍ
el juez resolviere admitir el incidente, dará
traslado por cinco días a la otra parte,
quien al contestarlo deberá ofrecer la prue-
ba. El traslado se notificará personalmen-
te por cédula dentro de tercero día de dic-
tada la providencia que lo ordenare".
Art. 181. "EXCEPCIÓN DE LA PRUEBA. Si
hubiere de producirse prueba que requirie-
se audiencia, el juez la señalará para una
fecha que no podrá exceder de diez días;
citará a los testigos que las partes no pue-
dan hacer comparecer por sí y adoptará
las medidas necesarias para el diligencia-
miento de la prueba que no pueda recibirse
eh dicha audiencia. Si no resultare posible
su agregación antes de la audiencia, sólo
será tenida en cuenta si se incorporase an-
tes de resolver el incidente, cualquiera sea
la instancia en que éste sa encontrare."
Los artículos siguientes, 182, 183 y 184,
incorporados al Código Procasal vigente se
ocupan de otros aspectos de la prueba en
forma no prevista por la ley anterior y dis-
ponen :
Art. 182. "PRÓRROGA o SUSPENSIÓN DE LA
AUDIENCIA. La audiencia podrá postergarse
o suspenderse una sola vez por un plazo
no mayor de diez días, cuando hubiere im-
posibilidad material de producir la prueba
que deba recibirse en ella."
Art. 183. "PRUEBA PERICIAL Y TESTIMO-
NIAL. La prueba pericial, cuando procedie-
re, se llevará a cabo por un solo perito
designado de oficio. No se admitirán más
de cinco testigos por cada parte y las de-
claraciones no podrán recibirse fuera de
la jurisdicción, cualquiera fuere el domi-
cilio de aquéllos."
Art. 184. "CUESTIONES ACCESORIAS. Las
cuestiones que surgieren en al curso de los
incidentes se decidirán en la interlocutoria
que los resuelva".
En cuanto al artículo 187, con el que
termina el proceso, se ocupa de los inciden-
tes en los procesos sumarios y sumarísimos,
y dice:
"En los procesos sumario y sumarísimo,
regirán los plazos que fije el juez, quien
asimismo adoptará de oficio las medidas
adecuadas para que el incidente no desna-
turalice el procedimiento principal."
JURISPBVDKNCIA.—La vía incidental pue-le s r
planteada por las partes y acordada por el Juzgado,
en cumplimiento de sus facultados ordenatoriag o ins-
tructorias. (S. C. Mendoza, Sala I, 20/8/1908. L.L.,
134-894). No es procedente el ordenamiento de la
producción de la prueba en un incidente si la misma
no se ofreció en el momento en que el mismo se planteo.
(Oám. Nac. Civ., Sala A, 20/8/1968. El Derecho,
26-434). El juez goza de la facultad de abrir a prueba
los incidentes, pero si el mismo considera que ya existdi
elementos de juicio suficientes, puede resolver sin nece-
sidad de la recepción de la prueba. (Cám. Nac. Civ.,
Sala C, 4/3/1969. El Derecho, 27-593).
I N C O M P A R E C E N C I A . (T. XV, pá?.
373.) Los artículos mencionados en la voz
incomparecencia han sido reemplazados, en
lo que hace a rebeldía por los que llevan el
número 59 y 60 del nuevo Código Procesal
en lo Civil y Comercial de la Nación. El art.
133 no tiene equivalente en el nuevo Código,
mientras que el 140 ha sido reemplazado
por el 417. El art. 171 del mismo Código
por el 525, inc. 29 de la nueva ley procesal,
mientras que el 182, modificado, es ahora
el art. 526.
INCOMPATIBILIDADES A D M I N I S -
TRATIVAS. (T. XV, pág. 380.) El régi-
men de los empleados públicos se rige por
la llamada ley 20.172 promulgada el 22 de
febrero da 1973 que aprueba el estatuto del
personal civil de la Administración Pú-
blica de la Nación y deroga las disposicio-
nes contenidas en el estatuto aprobado por
decreto-ley 6666/57, ley 14.467. En el nuevo
estatuto no se hace una -especificación de
las incompatibilidades que afectan a los
empleados públicos, por lo cual se debe
entender que subsisten las incompatibilida-
des establecidas por las disposiciones quí
fueron citadas en la voz insertada en la
Enciclopedia, que no han sido expresamen-
te derogadas por la ley 20.172 (V. la actua-
lización de la voz EMPLEADOS PÚBLICOS).
INCONTESTACIÓN DE LA DEMAN-
DA. (T. XV, pág. 417.) Las consecuencias
de la incontestación de la demanda están
previstas, en el nuevo Código Procesal en
lo Civil y Comercial, por los artículos que
van del 59 al 62, del capítulo dedicado a
la rebeldía.
INCULPABILIDAD. (T. XV, pág. 422.)
En este trabajo fue citado y transcripto
por su autor el art. 206 del Código Penal;
pero el mismo fue sustituido por la ley
17.567 en los siguientes términos: "Será
reprimido con prisión de uno a seis meses
o con multa de diez mil a cien mil pesos,
el que violare las medidas impuestas por
la ley o por la autoridad para impedir la
introducción o propagación de una epizoo-
tia o de una plaga vegetal" *.
* NOTA. Ya en prensa este trabajo, con fecha
27-5-73 se sancionó la ley 20-509 por la que se deroga,
entre otras, la ley 17.567, salvo en los arts. 173 incs. 7
y 11, 179 ( 2 v párrafo), 190, 194 y 198 del Código
Penal. Dispuso, a su vez, que las escalas penales, en
delitos reprimidos con penas de multa, se aumentarían
multiplicando por cien los mínimos y por ciento cin-
cuenta los máximos.
INDAGATORIA. (T. XV, pág. 428.) V.
en este Apéndice la actualización de la voz
DECLARACIÓN INDAGATORIA.
INDEFENSIÓN *. T. XV, pág. 451.)
SUMARIO: 1. Remisión. 2. Subsistencia de
la garantía constitucional. 3. Las nor-
mas del ordenamiento revolucionario. 4.
Indefensión en el ejercicio del poder dis-
ciplinario para sancionar la inconducta
procesal. 5. Críticas al art. 45 del Cód.
Procesal Civil y Comercial de la Na-
ción. 6. Resoluciones de los dos últimos
Congresos Nacionales de D. Procesal. 7.
Las Jornadas de D. Procesal de San
Isidro. 8. Posición de la Corte Suprema.
1. La sistematización jurisprudencial
efectuada en nuestro trabajo anterior so-
bre el mismo tema C 1 ) conserva actualidad,
en cuanto los principios generales que ase-
guran la defensa en juicio, en las tres
etapas sustanciales del proceso —audiencia,
prueba y sentencia— han sido reiterada-
mente aplicados por los tribunales, en la
jurisprudencia posterior. Nada es preciso
agregar sobre el particular.
2. Cabe señalar, sí, que las normas posi-
tivas, tanto de fondo como de forma, san-
cionadas en este lapso, han respetado la
garantía constitucional de la defensa en
juicio, y cuando algún atisbo de indefen-
sión aparecía en alguna norma de los nue-
vos ordenamientos, la sensibilidad de los
juristas argentinos ha señalado inmediata-
mente el peligro, para mantener incólume
garantía tan esencial.
3. A pesar de la crisis institucional pro-
ducida en 1963, las autoridades revolucio-
narias han proclamado su respeto a esta
garantía, al asegurar la inamovilidad de
los nuevos magistrados judiciales designa-
dos en la Nación y en las provincias ( 2 ), y
al proclamar, entre los "Objetivos políti-
cos" del nuevo orden, la necesidad de res-
taurar en el país. . . "el imperio de una
verdadera justicia, en un régimen republi-
cano en el que tenga vigencia el ejercicio
(1) Enciclopedia Jurídica Omeba, T. XV, pág. 451.
(2) Estatuto de la Revolución Argentina, arts. 7
V 8.
* Por el Dr. JORGE O. BENCHETRIT MEDINA.
de las obligaciones, derechos y libertades
individuales" ( * ) . Sin abrir juicio sobre
el valor institucional de estas normas, cuya
valoración política la hemos hacho en su
oportunidad ( 4 ) , destacamos el reconoci-
miento de la garantía constitucional que
de ellas resulta.
4. No ha sido ella suficientemente res-
guardada, en cambio, al reglamentar el
poder disciplinario da los jueces para san-
cionar, en juicio, la inconducta procesal
genérica, y, en especial, la llamada malicia
procesal. El art. 45 del Cód. Procesal Civil
y Comercial de la Nación en cuanto autori-
za a declarar maliciosa o temeraria la con-
ducta de la parte vencida o de su latrado,
y a sancionarla con crecida multa, consagra
un caso flagrante de indefensión, en cuanto
tal calificación, y la condigna sanción, pue-
den resultar de la sentencia definitiva, sin
sustanciación previa alguna, y sin posibili-
dad de defansa para los afectados.
5. Esta norma ha sido objeto de severas
críticas, tanto por la doctrina ( a ) , como
en las resoluciones adoptadas por Congre-
sos y Jornadas procesales, todas ellas cen-
tradas, precisamente, en la indefensión qua
la vicia.
6. El V Congreso Nacional de Derecho
Procesal, reunido en Salta en julio de 1968,
luego de reconocer la necesidad de "sancio-
nar la inconducta procesal en cuanto afecte
la buena fe y la lealtad que deben imperar
en el debate judicial", dejó expresa reserva
de que, a la vez, "debe asegurarse la garan-
tía de la defensa en juicio, de modo tal
que la sanción a la inconducta no impida
el libre debate de la cuestión litigiosa, ni
la oportuna y adecuada defensa de quien
pueda ser sancionado" ( K ) . De igual modo,
el VI Congreso Nacional de Derecho Pro-
cesal, reunido en Tucumán en septiembre
de 1970, declaró que "debe entenderse, ge-
néricamente, que todo el sistema discipli-
nario debe estructurarse de manera que no
se vea afectada la libertad intelectual del
abogado y la intangibilidad del derecho de
defensa" ( 7 ).
7. Finalmente, el tema fue objeto de es-
pecial consideración en las "Jornadas de
Derecho Procesal de San Isidro", de octu-
bre de 1970. Entre las ponencias presenta-
das a esta reunión, se destaca la del Ins-
(3) Objetivos políticos de la Kev. Argentina, II-B-1.
(4) Tfmis, 1966, Nros. 133 y 141, 1967, Nros. 142,
148, 149, etc.
(5) Ver "El abogado en el proceso civil y las fa-
cultades disciplinarias de ios jueces", por el Dr. Alberto
Robredo Albarracín, en Tfmis, 1968, N9 167, págs. 1-4.
(6) Punto D-Conclusión 3», Temis, 1968, No 166,
pág. 5.
( 7 ) Tema ITI. Recomendación. Temis. 1970, N? 209,
pág. 2.
tituto da Derecho Procesal de la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Uni-
versidad N. de La Plata, que propone in-
corporar al art. 45 arriba mencionado, co-
mo último párrafo, el siguiente: "Sin per-
juicio de ello, los afectados, en la oportu-
nidad del art. 255, podrán formular las
explicaciones o indicar los medios de prue-
ba conducentes a los fines de sjustificar la
conducta procesal observada" ( ). En defi-
nitiva resolvióse, en estas "Jornadas", la
derogación lisa y llana del art. 45 en su
integridad, medida por cierto excesiva, que
tuvo como fundamento más grueso el de la
indefensión que de aquella norma resulta.
8. Para concluir, debe señalarse que la
Corte Suprema de Justicia de la Nación
mantiene invariable su jurisprudencia en
resguardo de la garantía constitucional
que nos ocupa, al punto de que, aun cuando
la indefensión no fuera objeto de planteo
concreto de parte, ha señalado, de oficio
—en un conflicto de poderes planteado en-
tre un Juez Federal y la Junta de Coman-
dantes en Jefe—, la ausencia de actuacio-
nes que acrediten una efectiva defensa en
juicio, ordenando que la resolución sancio-
natoria impuesta por la autoridad militar
a un particular, sea "personal y formal-
mente notificada" al interesado, "a fin de
que cuente con la posibilidad de interponer
el recurso del art. 14 de la ley 48 si así lo
considera pertinente" ( A ).
INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO. (T.
XV, pág. 466.) V. en este Apéndice la ac-
tualización de la voz DESPIDO.
INDEMNIZACIÓN POR RAZONES DE
EQUIDAD. V. en este Apéndice la actua-
lización de la voz OBLIGACIONES.
INDIGNIDAD PARA EJERCER LA
PATRIA POTESTAD. (T. XV, pág. 513.)
La ley 17.711 ha modificado el art. 306
del Código Civil que se citaba en la voz
correspondiente de la Enciclopedia, al solo
efecto de señalar también como causa de
terminación de la patria potestad, la cir-
cunstancia de llegar los hijos a la mayor
edad, sustituyendo con esa norma la que
figuraba en el texto originario, según la
cual la patria potestad se acababa por in-
currir el padre o madre en la pérdida de
ella, lo que en realidad representaba un
concepto redundante.
INDIGNIDAD PARA SUCEDER. (T.
XV, pág 516.) De los artículos que fueron
(8) Rrvitta dt Jurítprudeneia ¿rgentina. N» 6658.
octubre 20-970, pág. 8.
( 9 ) La Prtnta, febrero 20-971, pág. 7.
citados en este trabajo, únicamente ha sido
modificado por la ley 17.711 el 3301 del
Código Civil, al solo efecto de señalar que
los hijos del indigno vienen a la sucesión
por derecho de representación y no como
antes se decía por su propio derecho y sin
el auxilio de la representación.
INDIVISIÓN HEREDITARIA. (T. XV,
pág. 577.) De los artículos del Código Civil
que fueron citados en esta voz, únicamente
resulta necesario señalar la modificación
que la ley 17.940 ha introducido al art. 3460,
al solo efecto de reducir a veinte años
el plazo prescriptivo de la acción de parti-
ción de herencia que anteriormente estaba
señalado en treinta años; y la que la ley
17.711 ha llevado al art. 4020, con objeto
de establecer la misma reducción prescrip-
tiva respecto a la acción para pedir la par-
tición de la herencia contra el heredero
que ha poseído el todo o parte de ella en
nombre propio.
INFANTICIDIO. (T. XV, pág. 663.) La
ley 17.567 modificó el art. 81 del Código
Penal que castigaba con pena de reclusión
hasta tres años o de prisión de seis meses
a dos años a la madre que, para ocultar
su deshonra, matare a su hijo durante el
nacimiento o mientras se encontrara bajo
la influencia del estado puerperal y a los
padres, hermanos, marido e hijos que para
ocultar la deshonra de su hija, hermana,
esposa o madre, cometieren el mismo delito
encontrándose en un estado de emoción vio-
lenta y que las circunstancias hicieren ex-
cusable. En la redacción dada por la ley
precitada, el artículo quedó redactado en el
sentido de suprimir la atenuación del delito
cuando fuese realizado por los precitados
parientes, aun cuando se encontrasen en
situación de emoción violenta*.
* NOTA. Ya en prensa este trabajo, con fecha
27-5-73 se sancionó la ley 20.509 por la que se deroga,
entre otras, la ley 17.567, salvo en los arte. 173 inn.
7 y 11, 179 (2o párrafo), 190, 194 y 198 del Codito
Penal. Con esa derogación la voz que aparece en el
tomo correspondiente de la Enciclopedia se maullen»
integramente.
INFIDELIDAD DIPLOMÁTICA (En
el Derecho Penal). (T. XV, pág. 670.) La
ley 17.567 ha modificado el art. 225 del
Código Penal al solo efecto de señalar que
el delito se cometía no sólo cuando la ne-
gociación se hacía con un Estado extran-
jero, sino también cuando se efectuaba con
una organización internacional*.
* NOTA, Ya en prensa este trabajo, con fecli»
27-5-78 se sancionó la ley 20.509 por la que se deroj»,
entre otras, la ley 17.567, salvo en los arts. 173 incs.
7 y 11, 179 (2o párrafo), 190. 194 y 198 del Códip
Penal. Con esa derogación la voz que aparece en el
tomo correspondiente de la Enciclopedia se mintieni
Integramente.
 INFIDELIDAD EN LA CUSTODIA DE
DOCUMENTOS. (T. XV, pág. 672). La
ley 17.567 ha modificado los arts. 254 y 255
del Código Penal al solo efecto de aumen-
tar el importe de las multas previstas en
los mismos*.
* NOTA. Ya en prensa este trabajo, con fecha
27-5-73 se sancionó la ley 20.509 por la que se deroga,
entre otras, la ley 17.567, salvo en los arts. 173 ¡ncs.
7 y 11, 179 (2p párrafo), 190, 194 y 198 del Código
Penal. Dispuso, a su vez, que las escalas penales,
en delitos reprimidos con penas de multa, se aumen-
tarían multiplicando por cien los mínimos y por ciento
cincuenta los máximos.
INFORMACIÓN AD PERPETUAM. (T.
XV, pág. 693.) En esta voz de la Enciclo-
pedia se mencionan los arts. 67, 68, y 39,
que en el nuevo ordenamiento ritual, y con
modificaciones en la redacción, llevan, ras-
pectivamente, los números 323, 326 y 327.
INFORMACIÓN POSESORIA (Régi-
men procesal de la usucapión). (T. XV, pág.
706.) La ley 17.711 ha modificado los si-
guientes artículos:
El 3999 para suprimir la diferencia se-
gún que el poseedor habitase en la provincia
o fuera de ella.
El 4015 para reducir a veinte años para
la prescripción adquisitiva sin necasidad
de título ni buena fe por parte del posee-
dor, plazo que anteriormente fue señalado
en treinta años.
El 4016 para efectuar igual reducción.
Además ha añadido un art. 4016 bis de-
terminante de que quien durante tres años
ha pos-aído con buena fe una cosa mueble
robada o perdida, adquiere el dominio por
prescripción; y tratándose de cosas mue-
bles cuya transferencia exija inscripción
registral, el plazo para adquirir su dominio
es de dos años, en el mismo supuesto de
tratarse de cosas robadas o perdidas; mas
en cualquier supuesto la posesión debe ser
de buena fe y continua.
INFORME IN VOCE*. (T. XV, pág.
745.)
I. El tema, con respecto a la época
en que se le dio publicidad en esta obra,
ha sufrido variantes legislativas. No de
significativa importancia, pero que mere-
cen un análisis, lo más somero posible. Así
lo haremos, distinguiendo la situación ocu-
rrente en el proceso civil frente al penal.
II. PROCESO CIVIL.
a) En la Capital Federal. El art. 252
del Código derogado, establecía la posibili-
dad del informe in voce, en la oportunidad
que señalaba tal precepto. El art. 264 del
' Por el Dr. INOCENCIO O. RILLO GÁNALE.
Código Procesal, vigente por ley 17.454,
mantiene el derecho a la producción de tal
informe. Pero sujeto al cumplimiento de
dos cargas por la parte que lo requiriera:
1) Debe pretenderse producir prueba en
2* Instancia; y 2) solicitarse dentro de
quinto día de notificada la providencia que
ordena ponar los autos en la oficina para
expresar agravios previstos en el art. 259
de dicho cuerpo legal.
Pero si tenemos en cuenta que este dere-
cho es sin perjuicio de la presentación dal
alegato que prevé el art. 262, si procediere
en la práctica la de tener una vigencia
prácticamente nula. Es decir, que ha de
ocurrir la misma situación anterior, en qua
este atisbo de oralidad en nuestro sistema
procesal civil capitalino, no era usado por
los litigantes.
b) En Provincias. Esta modalidad no
ha sido seguida en los modernos Códigos
Procesales Civiles de Provincias. Si toma-
mos como ejemplo significativo da ests
aserto nos remitimos a la ley 3621, qus
sancionó el Código de Procedimientos en
lo Civil y Comercial para la Provincia de
Tucumán. Su vigencia lo fue a partir del
2 de abril del año 1970. En su libro VI,
título II, trata de la "Apelación" y an sii
capítulo II, del "Procedimiento en segunda
Instancia", no hay prevista en esta etapa
procesal ninguna norma análoga o similar
a la establecida en el sistema de la Capital
Federal. Es decir entonces, que el informe
in voce no ha sido receptado en el ámbito
analizado; y parece ser este el tempera-
mento aceptado en otras.
III. PROCESO PENAL.
a) En la Capital Federal
1. El art. 492 del Código vigente, esta-
blecía como procedimiento imperativo la
designación de audiencia para informar
in voce el querellante, el fiscal y el defen-
sor del procesado, pero al final agregaba
que éstos "podrán hacer entrega al juez
en el mismo acto, de los escritos o apuntes
que juzgasen conveniente". El sistema fue
objeto de modificación por el art. 35 del
decreto-ley N9 2021, estableciendo que tal
audiencia se señalará "si las partes lo hu-
bieren pedido dentro del plazo de seis días
a que sa refiere el art. 490". Si no se cum-
ple con tal carga, es decir, no se requiere
en dicha etapa procesal la fijación de
audiencia para informar in voce, no hay
obligación en el Pretorio de designarla.
Y como en la parte final del artículo refor-
mado se determina que "este informe podrá
ser reemplazado con un memorial", la prác-
tica ha sido y es, que no existan tales in-
formes in voce, sino sólo memoriales es-
critos.
 2. Ante el ad-quem, regían los arts. 535
y 538 los que fueron objeto de una modi-
ficación por los arts. 47 y 48 del decreto-
ley N<? 2021. Por el primero, y en caso de
recurso lipre, existe la carga del peticio-
nante de informar in voce de solicitarlo
expresamente en el escrito de expresión
de agravios o de mejoramiento del recur-
so. En el segundo, y para la hipótesis de
recurso en relación, tal carga debe cum-
plimentarse bien sea en el momento de la
notificación personal de la providencia de
autos o dentro da las 24 horas de tal acto
procesal.
b) En provincias
En la mayoría de ellas, siguiendo el mo-
delo de Córdoba y las enseñanzas de la
doctrina, en especial de Vélez Mariconde,
han sustituido el sistema escrito vigente
en la Capital Federal, por el oral. Así,
por ejemplo, Corrientes, cuya ley proce-
sal penal era copia de la Capitalina, pero
que este año sobra la base del proyecto
Vélez Mariconde, acaba de sancionarlo so-
bre la base del sistema oral.
Como comentario final, postulamos que
el ejemplo de Provincias sea seguido en la
Capital de la República.
INFORMES (PRUEBA DE)*. (T. XV,
pág. 756.) A partir del 1<? de febrero de
1968, rige en el orden nacional la ley 17.454
que sancionó y puso en vigencia el llamado
"Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación" aplicable en al ámbito de la Ca-
pital Federal, territorios sometidos al go-
bierno central y tribunales federales de
todo el país.
En el Libro II, dedicado a los "Procesos
de conocimiento, Título II —Proceso Or-
dinario—, el Capítulo V dedicado a la
"Prueba", contiene una Sección 3* denomi-
nada "Prueba de informes".
En dicha sección se reglamenta este me-
dio de prueba en disposiciones que recogen
los antecedentes legislativos señalados en
el desarrollo de esta voz y en particular
las soluciones reiteradas por la jurispru-
dencia y la doctrina que habían llegado a
adquirir casi eficacia normativa.
Ocho extensos artículos se dedican al
tema. Dicen así:
Art. 396. "PROCEDENCIA. Los informes
que se soliciten a las oficinas públicas, es-
cribanos con registro y entidades privadas
deberán versar sobre hechos concretos, cla-
ramente individualizados, controvertidos en
el proceso. Procederán únicamente respec-
to de actos o hechos que resulten de la
* For el Dr. ISIDORO EISNER. •
documentación, archivo o registros conta-
bles del informante. Asimismo, podrá re-
querirse a las oficinas públicas la remisión
de expedientes, testimonios o certificados,
relacionados con al juicio".
Art. 397. "SUSTITUCIÓN O AMPLIACIÓN DE
OTROS MEDIOS PROBATORIOS. No será admisi-
ble el pedido de informes que manifiesta-
mente tienda a sustituir o a ampliar otro
medio de prueba que específicamente co-
rresponda por ley o por la naturaleza de
los hechos controvertidos. Cuando el re-
querimiento fuera procedente, el informe
o remisión del expediente sólo podrá ser
negado si existiere justa causa de reserva
o de secreto, circunstancia que deberá po-
nerse en conocimiento del juzgado dentro
de quinto día de recibido al oficio".
Art. 398. "RECAUDOS Y PLAZOS PARA LA
CONTESTACIÓN. Las oficinas públicas no po-
drán establecer recaudos o requisitos para
los oficios sin previa aprobación por el
Poder Ejecutivo, ni otros aranceles que
los que determinen las leyes, decretos u or-
denanzas.
"Deberán contestar el pedido de informes
o remitir el expediente dentro de 20 días
hábiles y las entidades privadas dentro de
10, salvo que la providencia que lo haya
ordenado hubiere fijado otro plazo en ra-
zón de la naturaleza del juicio o de cir-
cunstancias especiales.
"Cuando se tratare de la inscripción de
¡a transferencia de dominio en el Registro
de la Propiedad, los oficios qua se libren
a Obras Sanitarias de la Nación y a la Mu-
nicipalidad, contendrán el apercibimiento
de que, si no fueren contestados dentro
del plazo de 20 días, el bien se inscribirá
como si estuviere libre de deuda".
Art. 399. "RETARDO. Si por circunstancias
atendibles el requerimiento no pudiere ser
cumplido dentro del plazo, se deberá infor-
mar al juzgado, antes del vencimiento da
aquél, sobre las causas y la fecha en que
se cumplirá.
"Si el juez advirtiere que determinada
repartición pública, sin causa justificada,
no cumple reiteradamente el deber de con-
testar oportunamente los informes, debe-
rá poner el hecho en conocimiento de la
Secretaría de Estado de Justicia, a 1
efectos que correspondan, sin perjuicio de
las otras medidas a que hubiere lugar.
"A las entidades privadas que sin causa
justificada no contestaren oportunamente,
se les impondrá multa de $ 300 por cada
día de retardo. La apelación que sa deduje-
re contra la respectiva resolución tramita-
rá en expediente por separado".
Art. 400. "ATRIBUCIONES DE LOS LETRADOS
PATROCINANTES. Cuando interviniere letra-
do patrocinante, los pedidos de informes,
expedientes, testimonios y certificados or-
denados en el juicio serán requeridos por
medio de oficio firmados, sellados y dili-
genciados por aquél, con transcripción de
la resolución qu« los ordena y que fija el
plazo en que deberán expedirse. Deberá,
asimismo, consignarse la prevención que
establece el último párrafo del artículo an-
terior.
"Los oficios dirigidos a bancos, oficinas
públicas, o entidades privadas que tuvieren
por único objeto acreditar el haber del jui-
cio sucesorio, serán presentados directa-
mente por el abogado patrocinante, sin ne-
cesidad de previa petición judicial.
"Deberá otorgarse recibo del pedido de
informes y remitirse las contestaciones di-
rectamente a la secretaría con trascripción
o copia del oficio.
"Cuando en la redacción de los oficios los
profesionales se apartaren de lo estableci-
do en la providencia que los ordena o de
las formas legales, su responsabilidad dis-
ciplinaria se hará efectiva de oficio o a
petición de parte".
Art. 401. "COMPENSACIÓN. Las entidades
privadas que no fueren parte en el proceso,
al presentar el informe y si los trabajos
que han debido efectuar para contestarlo
implicaren gastos extraordinarios, podrán
solicitar una compensación, que será fijada
por el juez previa vista a las partes. En es-
te caso el informe deberá presentarse por
duplicado. La apelación que se dedujere
contra la respectiva resolución tramitará
en expediente por separado".
Art. 402. "CADUCIDAD. Si vencido el pla-
zo fijado para contestar el informe, la ofi-
cina pública o entidad privada no lo hubie-
re remitido, se tendrá por desistida de esa
prueba a la parte que la pidió, sin sustancia-
ción alguna^ si dentro de quinto día no so-
licitare al juez la reiteración del oficio".
Art. 403. "IMPUGNACIÓN POR FALSEDAD.
Sin perjuicio de la facultad de la otra parte
de formular las peticiones tendientes a
que los informes sean completos y ajusta-
dos a los hechos a que han da referirse,
en caso de impugnación por falsedad, se
requerirá la exhibición de los asientos con-
tables o de los documentos y antecedentes
en que sa fundare la contestación".
INFRACCIONES AERONÁUTICAS*. (T.
XV, pág. 779.)
SUMARIO: 1) Antecedentes; 2) Modifica-
* Por el Dr. ÁNGEL R. MERCADO.
1 Antecedentes. El 5 de setiembre de
1960, mediante el decreto n<? 10.637, el Po-
der Ejecutivo Nacional sancionó una regla-
mentación para las infracciones aeronáuti-
cas contenidas en la ley 14.307 (Código
Aeronáutico de 1954) ordenamiento que
luego soportó modificaciones parciales de-
bido a la necesidad de incluir otras infrac-
ciones que surgieron a través del tiempo y
con motivo del desarrollo de la aviación, así
como adecuar la calificación de algunas de
ellas por idéntico motivo. Pero debido a la
peculiaridad de la marcha de la aviación y
a la índole del campo que abarca su acción,
fue necesario que el procedimiento que se
fijara para la investigación y para la re-
presión de las infracciones, tuviere una
cierta jerarquía en relación con las autori-
dades que debían aplicarlas y a su régimen
de recursos. Por tal motivo ese procedi-
miento debió ser fijado por el Poder Eje-
cutivo, quien sancionó el decreto n"? 2191,
del 30 de marzo de 1966, compuesto por
cuatro capítulos. El primero, dedicado a las
infracciones y sanciones, cuyo artículo pri-
mero dispone: "Las infracciones a las dis-
posiciones de la ley 14.307 y del decreto-
ley 1256, así como las infracciones a los
reglamentos pertinentes, serán sanciona-
das con:
"I9 Apercibimiento;
"2"? Multa;
"3? Inhabilitación temporaria o defini-
tiva ;
"49 Caducidad de las concesiones o retiro
de las autorizaciones acordadas para
explotación de servicios aéreos co-
merciales."
El Capítulo II tiene dos Títulos. El pri-
mero se refiera a las autoridades de apli-
cación del decreto. Son el Secretario de Es-
tado de Aeronáutica, el Director Nacional
de Aviación Civil, el Director General de
Circulación Aérea y Aeródromos, el Direc-
tor General de Aviación Comercial, el Di-
rector General de Instrucción y Habilita-
ción y los Directores de Regional de la
Dirección General de Circulación Aérea, y
Aeródromos.
El Título segundo aluda a la competencia
de aquellos funcionarios para conocer ori-
ginariamente y por apelación de las infrac-
ciones, teniendo en cuenta el monto mínimo
de las multas.
El Capítulo III posee tres Títulos. El
primero trata del procedimiento y dispone
que la comprobación de las infracciones ae-
ronáuticas podrá iniciarse por denuncia o
de oficio, de todo lo cual debe labrarse
un acta.
El Título segundo señala cómo deben re-
 solverse las actuaciones. Establece que fi-
nalizada la investigación, la autoridad de
aplicación debe dar vista a la Asesoría Ju-
rídica y previo su dictamen, proceder a re-
solver la cuestión, siempre que sea compe-
tente o elevarla a quien corresponda en caso
contrario.
El Título tercero legisla sobre los recur-
sos de apelación. De modo que contra las
resoluciones de las autoridades de aplica-
ción sólo procede el recurso de apelación
ante la instancia superior. Agrega que de
las resoluciones del Secretario de Aeronáu-
tica, se podrá apelar ante el Poder Ejecu-
tivo. Todo recurso de apelación deberá
interponerse dentro de los diez días de noti-
ficado de la resolución.
El Capítulo IV comprende las Disposicio-
nes Generales. Dice que servirán de sufi-
ciente investigación las que practique la
Junta de Investigación de los Accidentes
de Aviación.
2. Modificación. Sancionado el nuevo Có-
digo Aeronáutico —ley 17.285— su art. 208
establece: "Las infracciones a las disposi-
ciones d¿ este Código y su reglamentación,
que no importen delito, serán determinadas
por el Poder Ejecutivo y sancionadas con:
"1<? Apercibimiento;
"2"? Multa hasta un millón de pesos mo-
neda nacional;
"39 Inhabilitación temporaria hasta cua-
tro años o definitiva, de las faculta-
des conferidas por los certificados
de idoneidad aeronáutica;
"4^ Caducidad de las concesiones o retiro
de las autorizaciones acordadas pa-
ra la explotación de servicios comer-
ciales aéreos".
Con tal motivo, era preciso contar con
normas que regulen y sancionen faltas aero-
náuticas y establezcan su régimen represi-
vo. Consecuente con ello, el Poder Ejecutivo
sancionó el 17 de octubre de 19'69 el Decre-
to n? 6634, Fuerza Aérea, cuyo artículo
primero dispone: "Mantiénese en vigencia
el decreto 2191, de 1956". Entonces actual-
mente siguen rigiendo para las infraccio-
nes aeronáuticas las normas del decreto
2191 que reglamentaba el viejo Código.
A esto el nuevo Código Aeronáutico dis-
pone en el artíículo 210: "El procedimien-
to a seguir en la comprobación de los he-
chos, la aplicación de las sanciones, la
determinación de la autoridad administra-
tiva facultada para imponerlas, así como
para entender en los casos de apelación,
serán fijadas por el Poder Ejecutivo. Di-
cho procedimiento será de carácter sumario
y actuado, . .".
INFRAESTRUCTURA. * (T. XV, pági-
na 780.) La sanción del nuevo Código Ae-
ronáutico en 1957, ha importado un cam-
bio en el concepto de la infraestructura,
pues al Código de 1954, estimaba funda-
mentalmente la explotación de aquélla por
el Estado en lo referente a los aeródromos
y servicio de vuelo. En cambio, el nuevo
cuerpo legal permite la intervención de la
autoridad privada en la prestación de aque-
llos servicios, lo que indudablemente pesa-
rá en la responsabilidad aeronáutica, ya
que es inobjetable la influencia qua surge
de la actuación del explotador de un aeró-
dromo o de un aeropuerto, en relación a los
daños causados por su actividad.
Bajo este aspecto, el art. 13 del Código
dispone qua "los servicios de protección de
vuelo serán prestados en forma exclusiva
por el Estado Nacional.
"La planificación, habilitación, contralor
y ejecución de los servicios, estarán a car-
go exclusivo de la autoridad aeronáutica.
Sin embargo ésta podrá, por razones de
utilidad pública, efectuar convenios con 'em-
presas privadas para la realización de as-
pectos parciales de aquéllos.
"Los servicios estarán sujetos al pago de
tasas que abonarán los usuarios. El Poder
Ejecutivo determinará estos servicios y los
importes a satisfacer por su prestación".
Se trata de una facultad del Estado, que
nace del principio de su propia función de
poder de policía y que en nada afecta la
atribución complementaria para el Estado
de efectuar convenios con 'empresas parti-
culares o con individuos agrupados para
ello.
Teniendo en cuenta la vinculación con
este principio, el art. 28 del Código añade
que "los servicios y prestaciones que no
sean los del Artículo 13, vinculados al uso
de aeródromos públicos estarán sujetos a
derechos que abonarán los usuarios, euya
determinación e importes a satisfacer se-
rán fijados por el Poder Ejecutivo".
Norma que estipula una retribución ra-
zonable para los aeródromos públicos, pues
los privados, por no estar destinados al uso
público, solamente pueden ser utilizados
por las máquinas que el operador admite.
Ello en base a que no configura un servicio
público en cuya instalación y atención está
interesado el Estado.
De modo que la percepción de los dere-
chos corresponde al explotador del aeró-
dromo, quien es el que atiende los servicios.
También el art. 29 concluye que "es obli-
gación del propietario o del usuario, comu-
nicar a la autoridad aeronáutica la existen-
* Por el Dr. ÁNGEL R. MERCADO.
cía de todo lugar apto para la actividad
aérea que sea utilizado habitual o periódi-
camente, para ese fin".
Su sanción obedeció a la necesidad de co-
nocer y controlar todos los predios que
eventualmente puedan ser utilizados para
actividades aeronáuticas.
De esto se desprende que la exigencia le-
gal va más allá de los aeródromos. Se ex-
tiende a todo campo apto para el aterriza-
je, y que sea usado de manera permanente
o periódica para la actividad aeronáutica.
Por último, el Estado es y seguirá sien-
do, debido a los ingentes gastos que requie-
re, el principal autor de una infraestruc-
tura; el principal agente de este campo, y
su competencia será exclusiva en cuanto al
planeamiento y habilitación de aeródro-
mos 0) y a su reglamentación para su uso,
teniendo en cuenta sus características (-).
Circunstancia que impone obligatoria-
mente al Estado controlar la instalación
de aeródromos para que sean de utilidad
para la circulación aérea y no presenten
inconvenientes en su uso. Por ello el art.
27 dice "Todo aeródromo deberá ser habi-
litado por la autoridad aeronáutica, a cuyo
fin ésta se ajustará a las normas generales
que al efecto determine el Poder Ejecutivo.
"La autoridad aeronáutica fijará el ré-
gimen y las condiciones de funcionamien-
to, en cada caso".
Norma que se aplica a todos los aeródro-
mos sin distinción, ya que el Estado debe
tener conocimietno del lugar donde aqué-
llos se encuentren a los fines de la circula-
ción aérea y por motivos de seguridad.
INHÁBILES (DÍAS Y HORAS.) (T.
XV, pág. 792.) El nuevo Código Procesal
en lo Civil y Comercial se ocupa del tiempo
procesal hábil y, en consecuencia y a con-
trario sensu, del inhábil, en los arts. 152,
153 y 154 de la Sección Ira. del Capítu-
lo VIII.
INHABILITACIÓN. (T. XV, pág. 801.)
En esta voz fueron señalados los artículos
del Código Penal en los que la inhabilita-
ción representaba una pena conjunta. Be
esos artículos se ha suprimido la inhabili-
tación en el 223 y en el 238.
Cabe también señalar que el art. 26, tam-
bién citado en la voz de que se trata, al
referirse al beneficio de la condena de eje-
cución condicional, no se refería para na-
da a la pena de inhabilitación, con lo cual
(1) Rodríguez Jurado, Agustín: Teoría y práctica
d i Derecha Aeronáutico, pág. 118. año 1963.
(2) Delascio, Víctor J.: Comentarios solire Derecho
de lit iviaeion, Tesis, pág. 102, Caracas, 195:¡.
pareciera que no le era aplicable el bene-
ficio mencionado. Pero la ley 17.567 agegó
un párrafo en el que expresamente se con-
signa que la condena de ejecución condicio-
nal no es aplicable a la pena de inhabili-
tación. *
* NOTA. Ya en prensa este trabajo, el Congreso de la
Nación sancionó con fecha 27-5-1973 la ley 20.509 que
derogó, entre otras, la ley 17.5ti7, salvo los arts. I'i3,
irics. 7 y 11, 179 (2'.' párrafo), 190, 194 y 198 del
Código Penal.
I N H A B I L I T A C I Ó N DEL FALLIDO.
(T. XV, pág. 808.) (V. la actualización de
la voz QUIEBRA en este Apéndice.)
INHIBICIÓN. (T. XV, pág. 824.) V. en
este Apéndice la voz INHIBICIÓN GENERAL
DE BIENES Y ANOTACIÓN DE LITIS.
INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES
Y ANOTACIÓN DE LITIS. La sección
5ta. Código Civil y Comercial (ley 17.454),
en el Capítulo dedicado a las Medidas Cau-
telares se ocupa, en dos artículos, el 228 y
el 229 de la Inhibición General de Bienes y
de la Anotación de la Litis, respectiva-
mente.
El primero de los nombrados reproduce
en su primer párrafo las disposiciones dsl
art. 461 del Código derogado, pero su texto -
actual es mucho más extenso, y en su ver-
sión íntegra dice:
"INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES: En to-
dos los casos en que habiendo lugar a em-
bargo éste no pudiera hacerse efectivo por
no conocerse bienes del deudor, o por no
cubrir éstos el importe del crédito reclama-
do, podrá solicitarse contra aquél la inhi-
bición general de vender o gravar sus
bienes, la que se deberá dejar sin efecto
siempre que presentase a embargo bienes
suficientes, o diere caución bastante.
"El que solicitare la inhibición deberá ex-
presar el nombre, apellido y domicilio del
deudor; así como todo otro dato que pueda
individualizar al inhibido, sin perjuicio de
los demás requisitos que impongan las
leyes.
"La inhibición sólo surtirá efecto desde
la fecha de su anotación, salvo para los- ca-
sos en que el dominio se hubiese transmití-,
do con anterioridad, de acuerdo con lo dis-?
puesto en la legislación general.
"No concederá preferencia sobre las ano-i
tadas con posterioridad."
El art. 229, qua legisla sobre la Anota-
ción de la Litis reproduce, con algunas mo-
dificaciones, el texto del art. 247 de la ley
1893. En su redacción actual dice:
"Procederá la anotación de litis cuando
se dedujere una pretensión que pudiere te-
ner como consecuencia La modificación de.
una inscripción en el registro de la propie-
dad y el derecho fuere verosímil. Cuando
la demanda hubiere sido desestimada, esta
medida se extinguirá con la terminación
del juicio. Si la demanda hubiese sido ad-
mitida, se mantendrá hasta que la senten-
cia haya sido cumplida".
JURISPRUDENCIA. — Para que proceda la inhibición
general de bienes, deben concurrir los requisitos consi-
derados necesarios para que el embargo sea procedente.
(Cám. Nac. Civ., Sala C, 4/12/1969. El Derecho, t. 38,
pág. 180). No corresponde hacer lugar a la inhibición
general de bienes si prima facie- no se acredita la vero-
similitud del derecho del demandante, de acucido a lo
establecido en los avts. '209 y 210 del Cód. Civ. (Cám.
Nac. Civ.. Sala B. 1/8/1972. L.L., 4/10/1972).
INHIBITORIA DE JURISDICCIÓN. (T.
XV, pág. 827.) Los problemas derivados de
las acciones inhibitorias son contemplados,
en el nuevo Código Procesal Civil y Comer-
cial de la Nación, por los artículos que van
del 8 al 11 inclusive.
INJURIA. (T. XV, pág. 857.) La ley
17.567 ha modificado algunas de las nor-
mas relativas a este delito. El art. 110 en
su redacción original decía que el que des-
honrarse o desacreditare a otro sería repri-
mido con multa de cien a un mil pesos o
prisión de un mes a un año. En la nueva re-
dacción se suprime la pena de multa y se
agrega un párrafo preceptivo de que si el
hecho hubiere sido cometido de una manera
que facilite su divulgación, la pena será de
seis meses a tres años de prisión y multa
de diez mil a cien mil pesos.
Asimismo el art. 111 ha suprimido de los
casos en que el acusado de injurias puede
probar la verdad de la imputación, el origi-
nado en el supuesto de que el hecho atri-
buido a la persona ofendida hubiere dado
lugar a un proceso penal. También ha aña-
dido para el caso de que el querellante pi-
diere la prueba de la imputación dirigida
contra él, la salvedad da que siempre que
tal prueba no afecte derechos o secretos de
terceros. El mismo artículo determina que
probada la verdad de las imputaciones, el
acusado quedará exento da pena, pero agre-
ga en la nueva redacción otra salvedad: la
de que la imputación hubiera sido hecha
por deseo de ofender o por espíritu de ma-
ledicencia.
El art. 112 que sa refería a los casos de
calumnia o injuria equívoca o encubierta en
que se rehusare dar en juicio explicaciones
satisfactorias, ha sido sustituido por otro
texto, según el cual será reprimido con pri-
sión de dos meses a dos años quien propa-
gara hechos falsos concernientes a una per-
sona colectiva o a sus autoridades, que pue-
dan dañar gravemente el buen nombre, la
confianza del público o el crédito de que
gozara.
El art. 114 que estaba referido al caso
de que los delitos de injuria y calumnia se
hubieren propagado por medio de la pren-
sa, se modifica para aludir al concepto ge-
nérico de los delitos contra el honor que se
hubieren cometido públicamente o por cual-
quier medio de difusión. Mantiene la posi-
bilidad de que la sentencia condenatoria or-
dene, a petición del ofendido, la publicación
del pronunciamiento; pero añade que esto
se hará a cargo del condenado. También
añade un párrafo determinante de que si
la ofensa ha sido propalada por una publi-
cación periódica de la Capital y territorios
nacionales, el tribunal, si lo pidiere el ofen-
dido, ordenará que en lo posible, la publi-
cación se haga en el mismo periódico, en el
mismo lugar y con los mismos caracteres
del artículo injurioso.
En el art. 115, que está referido a las
ofensas contenidas en los escritos presenta-
dos o en las manifestaciones o discursos he-
chos por los litigantes, apoderados o defen-
sores ante los tribunales, para someterlas,
cuando no hubieren sido dadas a publici-
dad, únicamente a las correcciones discipli-
narias, se ha hecho la aclaración de que ta-
les ofensas han de ser concernientes al
objeto del juicio. *
* NOTA. Ya en prensa este trabajo, la ley 20.509
promulgada el 27/5/73, derogó, entre otras, la ley
17.567 y estableció que las escalas penales, en delitos
reprimidos con penas de multa, debían elevarse multi-
plicando por cien los mínimos y por ciento cincuenta
ios máximos.
INMEDIACIÓN. (T. XV, pág. 887.) En
la voz INMEDIACIÓN se hace referencia a
artículos del Código de Procedimientos en
lo Civil y Comercial y se mencionan, espe-
cialmente, los que van del 128 al 134 y del
188 al 198 de ese cuerpo legal. Los mismos
han sido reemplazados por los que en el
nuevo Código ritual abarcan a los compren-
didos entre los arts. 409 y 416, y entre el
427 y 432, respectivamente. La nominación
y contenido de los artículos pertinentes del
Código de Procedimientos en lo Criminal,
no ha variado.
INNOVACIÓN. (T. XV, pág. 977.) V.
en este Apéndice la voz PROHIBICIÓN DE IN-
NOVAR Y PROHIBICIÓN DE CONTRATAR.
INSOLVENCIA. (T. XVI, pág. 37.) (V.
la actualización de la voz QUIEBRA en este
Apéndice.)
INSOLVENCIA FRAUDULENTA. (V.
NUEVOS DELITOS.)
 INSPECCIÓN OCULAR. (T. XVI, pág.
59.) En el Código de Procedimientos en lo
Civil y Comercial anteriormente en vigen"
cia, los alcances y consecuencias de la Ins-
pección Ocular eran contemplados por el
art. 210.y por el 21 de la ley 14.237 modifi-
catoria de ese cuerpo legal. Después de la
sanción del nuevo Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, ese trámite es pre-
visto por su art. 410.
INSTANCIA PRIVADA. (T. XVI, pág.
72.) De las normas citadas en este trabajo
han sufrido modificación con posterioridad
a su publicación en la Enciclopedia, l,as si-
guientes :
El art. 126 del Código Civil, únicamente
para limitar la minoría de edad a los vein-
tiún años.
El art. 135 que señalaba los actos que no
podían ser realizados por los emancipados
sin expresa autorización del juez, ha reci-
bido una nueva redacción a efectos ds de-
terminar que los' emancipados adquieren
capacidad de administración y disposición
de sus bienes, pero respecto de los adqui-
ridos por título gratuito antes o después de
la emancipación, sólo tendrán la adminis-
tración; mas para disponer de ellos debe-
rán solicitar autorización judicial, salvo
que mediare acuerdo de ambos cónyuges y
uno de ellos fuese mayor de edad.
El art. 3"? de la ley 11.357 que señalaba
los actos para los cuales tenía capacidad la
mujer mayor de edad, casada, ha sido dero-
gado por la simple razón de que el art. 1?
de dicha ley ha sido también modificado
para asentar, el principio de la capacidad
civil plena de la mujer mayor de edad, cual-
quiera sea su estado.
Todas las reformas precitadas han sido
establecidas en la ley 17.711.
INSTIGACIÓN AL DUELO. (T. XVI,
pág. 86.) Al aumentar la ley 17.567, del 6
de diciembre de 1&-37, en su art. 3?, de un
modo general, todas las penas de multa con-
tenidas en el Código Penal, abarcó tam-
bién a este delito. En efecto, el inc. 1? del
art. 99 Código Penal, que reprimía con
multa* de doscientos a mil pesos moneda
nacional, al que instigare a otro a provocar
o a aceptar un duelo y al que desacreditare
públicamente a otro por no desafiar o por
rehúsar un desafío, cuando el duelo no se
realizara o si realizándose no derivare una
muerte o lesiones graves o gravísimas (en
caso contrario la pena -as de prisión), ve
aumentada su escala penal de manera que
a partir de la reforma, en el caso antedicho
se impondrá multa de veinte mil a doscien-
tos mil pesos moneda nacional (doscientos
a dos mil pesos tey 18.188).
* NOTA. Ya < n prensa esto trabajo, ta ley 20.509,
I.-rcmulgada el 27-5-1973, modificó el criterio de la ley
17.567. e n cuanto al máximo do las penas do m u l t a . <|ue.
¡ihora deben multiplicarse por ciento cincuenta, razón por
!;i cual la nueva escala penal dtl inc. l'J fiel H i t . 99
1'ódigo Penal es de m$n 20.000 a 150.000 (dosoi un s
it mil ejuiuientos pesos ley J B . 1 H 3 ) ,
INSTITUTO NACIONAL DE PREVI-
SIÓN. (T. XVI, pág. 136.) (V. en este
Apéndice la actualización de la voz RECUR-
SOS EN MATERIA DE PREVISIÓN SOCIAL.)
INTERDICTO. (T. XVI, pág. 382.) (V.
en este Apéndice la voz INTERDICTOS Y AC-
CIONES POSESORIAS.)
INTERDICTOS Y ACCIONES POSE-
SORIAS. El libro IV del Código Procesal
(ley 17.454) que trata de los procasos
especiales dedica sus siete capítulos a le-
gislar sobre Interdictos y Acciones Pose-
sorias.
El Capítulo I está formado por un solo
artículo, el 606, que al determinar los ca-
sos en que proceden los interdictos repro-
duce, casi literalmente, el texto del art.
563 del Código derogado.
El Capítulo II estudia el Interdicto de
Adquirir y está integrado por tres artícu-
los que toman, aunque modificándolos, ele-
mentos de la legislación procesal anterior.
El art. 607 se inspira en los arts. 564 y
565 del Código adjetivo anteriormente en
vigencia. En su versión actual dice:
"PROCEDENCIA: Para que proceda el in-
terdicto de adquirir se requerirá:
"19 Qua se presente título suficiente
para adquirir la posesión con arreglo a de-
recho.
<:
2<? Que nadie tenga título de dueño o de
usufructuario, o posea los bienes que cons-
tituyen el objeto del interdicto. Si otro tam-
bién tuviere título o poseyere el bien, la
cuestión deberá sustanciarse en juicio or-
dinario. Cuando alguien ejerciere la tenen-
cia de los bienes, la demanda deberá diri-
girse contra él y se sustanciará por el trá-
mjte del juicio sumarísimo."
Como puede apreciarse, en la parte final
del artículo se hace mención de otra de las
reformas introducidas por el nuevo Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, el
"trámite del juicio sumarísimo".
El art. 608 toma elementos del art. 567,
derogado, y los amplía. Dice:
"PROCEDIMIENTO: Promovido el interdic-
to, el juez examinará el título y requerirá
informes sobre las condiciones de dominio
y gravámenes del bien. Si lo hallare sufi-
ciente otorgará la posesión, sin perjuicio de
 mejor derecho y dispondrá la inscripción del
título, si correspondiere."
El art. 609 se basa en disposiciones del
art. 247 de la ley 1837, y dica:
"ANOTACIÓN DE LITIS : Pres-entada la de-
manda, si el derecho fuere verosímil, podrá
decretarse la anotación de litis en el regis-
tro de la propiedad."
El Capítulo III legisla sobre el Interdicto
de Retener, y prevé las distintas contingen-
cias en cuatro artículos, de los cuales dos
reproducen, aunque modificadas, disposicio-
nes contenidas en el articulado de la ley
procesal anterior, mientras que los otros
dos incluyen un texto totalmente nuevo.
El art. 610, que toma elementos del art.
574 del Código derogado, expresa:
"PROCEDENCIA: Para que proceda el in-
terdicto de retener se requerirá:
"I9 Que quien lo intentare se encuentre en
la actual posesión o tenencia de un bien,
mueble o inmueble.
"21? Que alguien amenazare perturbarlo o
lo perturbase en ellas mediante actos ma-
teriales."
El texto del art. 611, que se ocupa del
procedimiento a seguir, es nuevo y dispone:
"La demanda se dirigirá contra quien el
actor denunciare que lo perturba ¿n la po-
sesión o tenencia, sus sucesores o copartí-
cipes, y tramitará por las reglas del proce-
so sumarísimo".
El art. 612, parte de algunos elementos
del art. 577 del Código anteriormente en
vigencia, y dice:
"OBJETO DE LA PRUEBA: La prueba sólo
podrá versar sobre el hecho de la posesión
o tenencia invocada por el actor, la verdad
o falsedad de los actos de perturbación atri-
buidos al demandado, y la fecha en que és-
tos se produjeron".
El art. 613, con el que finaliza el capítu-
lo, es nuevo, inspirado en una jurispruden-
cia reiterada y concordante, y dice:
"MEDIDAS PRECAUTORIAS: Si la perturba-
ción fuere inminente, el juez podrá dispo-
ner la medida de no innovar, bajo apercibi-
miento de aplicar las sanciones a que se
refiere el artículo 37."
El art. 37, a que se refiere la disposición
transcripta, prevé las sanciones conmina-
torias que en determinadas circunstancias
pueden aplicar los jueces.
El Capítulo IV, que legisla el Interdicto
cíe Recobrar está integrado por cinco ar-
tículos, tras de los cuales toman elementos
del código anterior, mientras que dos no
tienen antecedentes legales y se basan en el
criterio doctrinal imperante.
El art. 614, con el que se inicia el ca-
pítulo se basa en el 581 de la ley anterior,
En su versión actual dice:
"PROCEDENCIA: Para que proceda el in-
terdicto de recobrar se requerirá:
"I"? Que qui'3n lo intente, o su causante, hu-
biere tenido la posesión actual o la tenencia
de un bien mueble o inmueble.
"2"? Que hubiere sido despojado total o par-
cialmente del bien, con violencia o clandes-
tinidad."
El art. 615, que prevé el procedimiento
a seguir, toma elementos del 582 de la ley
procesal derogada, y dispone:
"PROCEDIMIENTO: La demanda se dirigi-
rá contra al autor denunciado, sus suceso-
res, copartícipes o beneficiarios dsl despojo
y tramitará por juicio sumarísimo. Sólo se
admitirán pruebas que tuvieren por objeto .
demostrar el hecho de la posesión o tenen-
cia invocadas, así como el despojo."
La modificación más importante que pre-
senta este artículo, al igual que el 608 y el
611 que se ocupan del procedimiento a se-
guir en los interdictos de adquirir y de re-
tener, es la especificación de que deben tra-
mitarse siguiendo las normas del juicio su-
marísimo, no previsto en el código an-
terior.
Los textos de los arts. 616 y 617 son nue-
vos, inspirados, como ya hemos dicho en el
criterio doctrinal imperante, y respectiva-
mente dicen:
Art. 616. "RESTITUCIÓN DEL BIEN: Cuan-
do el derecho invocado fuere verosímil y
pudieren derivar perjuicios si no se decre-
tare la restitución inmediata del bien, el
juez podrá ordenarla previa fianza que
prestará el reclamante para responder por
los daños que pudiere irrogar la medida".
Art. 317. "MODIFICACIÓN Y AMPLIACIÓN
DE LA DEMANDA: Si durante el curso del in-
terdicto de retener se produjere el despojo
del demandante, la acción se proseguirá
como interdicto de recobrar, sin necesidad
de retrotraer el procedimiento. Cuando lle-
gare a conocimiento del demandante la
existencia de otros sucesores, copartícipes
o beneficiarios, podrá ampliar la acción
centra ellos en cualquier estado dal juicio."
El art. 618 se basa en el 583 del Código
derogado, y dice:
''SENTENCIA: El juez dictará sentencia,
desestimando el interdicto o mandando res-
tituir la posesión o la tenencia del bien al
despojado."
El Capítulo 'V, dedicado al Interdicto de
Obra Nueva se compone de dos artículos,
el 619, que toma elementos del 585 del Có-
digo derogado, y el 620, cuyo texto es
nuevo.
El primero de los nombrados en su ver-
sión actual dice:
"PROCEDENCIA: Cuando se hubiere co-
menzado una obra eme afpct»- .":"'•
ble, su poseedor o tenedor podrá promover
el interdicto de obra nueva. La acción se
dirigirá contra el dueño de la obra y, si
fuere desconocido, contra el director o en-
cargado de ella. Tramitará por el juicio su-
marísimo".
Mientras que el 620, cuyo texto es nue-
vo, dispone:
"SENTENCIA : La sentencia que admitiere
la demanda dispondrá la suspensión defini-
tiva de la obra o, en su caso, su destrucción
y la restitución de las cosas al estado ante-
rior a costa del vencido."
El Capítulo Sexto se ocupa de las Dispo-
siciones Comunes a los Interdictos, legis-
ladas en dos artículos inspirados, uno en
la legislación procesal anteriormente en vi-
gencia, y el otro en el Código Civil:
El art. 621 toma elementos del 2493 del
Código Civil, y dice:
"CADUCIDAD: Los interdictos de retener,
de recobrar y de obra nueva no podrán pro-
moverse después de transcurrido un año
de producidos los hechos en que se fun-
daron."
El art. 622 se inspira en el 579 de la ley
procesal derogada y en su versión actual
dispone:
"Juicio POSTERIOR: Las sentencias que se
dictaren en los interdictos de adquirir, re-
tener y recobrar no impedirán el ejercicio
de las acciones reales que pudieren corres-
ponder a las partes."
El Capítulo Séptimo, con el que termina
este Título, se ocupa, en un solo artículo de
las Acciones Posesorias. El texto de este
art. 623, es nuevo y dice:
"TRÁMITE: Las acciones posesorias del
Título III, Libro III del Código Civil, tra-
mitarán por juicio sumario. Deducida la
acción posesoria o el interdicto, posterior-
mente sólo podrá promoverse acción real."
JURISPRUDENCIA. — Trámite aplicable. La tramita-
ción de los interdictos debe efectuarse por las reglas
del proceso sumarísimo. de conformidad con los ar-
tículos 611, «15 y 619 del código procesal. (Cárn. Nac.
Civ.. Sala A, 9/4/1970. El Derecho, t. 33. pág. 415).
¡vtcnltrto dr retener: La determinación del derecho a
la posesión no entra d e n t r o del ámbito del interdicto
de retener, juicio de trámite sumarísimo, por medio
del cual se trata de mantener el orden y evitar el uso
de la violencia, y para el cual basta acreditar el hc-clio
de esa posesión. (Cám. Nac. Civ., Sala D, 8/fi/1971.
L.L. 22/5/1972). Interdicto de recobrar: Objeto: Kn (1
interdicto de recobrar la posesión, no cabe dilucidar t i
derecho a la ocupación, ya que lo que tiende a proteger
PS la ocupación misma y su objeto es evitar que los
intuesados acuelan a vías de becho para solucionar sus
diferencias. (Cám. Nac. Civ., Sala C, 23/9/1971. L.L..
1/971972). Procedencia: Procede ei interdicto de recu-
h'.ar contra una posesión otorgada por orden judicial,
fii en el procedimiento del que emana esa orden no in-
tervino el reclamante. (Cám. Nac. Civ., Sala F. 9-9-1971,
!,!,., 2fi/4/1972).
INTERESES. <T. XVI, pág. 400.) (V.
en este Apéndice la actualización de la voz
> ' 'TGACIONES.)
INTERESES PUNITORIOS EN CON-
DUCTA PROCESAL. (V. en este Apéndi-
ce la actualización de la voz OBLIGACIONES.)
INTERROGATORIO.* (T. XVI, pági-
na 596.)
SUMARIO: 1. Las nuevas normas procesales
A) Interrogatorio recíproco y directo de
las partes. 1. Subsistencia del régimen
anterior en el nuevo Código Procesal Ci-
vil y Comercial de la Nación. 2. Innova-
ción introducida en el Código de Proce-
dimiento Civil y Comercial de Corrientes.
3. Interrogatorio de las partes en la prue-
ba testimonial. B) Interrogatorio de los
testigos. 4. Reserva del interrogatorio.
5. Excepción de la regla general. 6. Fa-
cultades del juez.
La actualización de las leyes procesales,
con la sanción de nuevos Códigos para la
Nación y las provincias, no ha modificado
los principios generales que esbozáramos en
nuestro anterior trabajo sobre el tema. La
aplicación que de aquellos principios hicie-
ra la jurisprudencia y la doctrina en aque-
llos casos en que las normales legales no eran
suficientemente claras, mantiene vigencia,
aunque es lamentable que, especialmente en
el Código Nacional, no encontrara la mis-
ma acogida que algunos Códigos provincia-
les les brindan.
A. Interrogatorio recíproco y directo de
las partes.
1. El Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación, en su art. 415, mantiene in-
alterable la norma del art. 131 del ordena-
miento anterior, reproducida en la mayo-
ría de los Códigos provinciales.
La más avanzada reglamentación del Có-
digo Procesal Civil y Comercial de Santa
Fe en esta materia —art. 165— no halló
eco en los reformadores nacionales, ni en
los nuevos Códigos provinciales que siguen
sus cauces.
2. En cambio, una reforma parcial del
Código de Procedimientos en lo Civil y Co-
mercial de la Provincia de Corrientes O)
llenó el vacío legislativo que apuntábamos
en nuestro comentario anterior( 2 ), acerca
de la manera de imponer la presencia de
ambas partes, para facilitar el interrogato-
ria recíproco y directo de las mismas, en ;
la audiencia de absolución de posiciones.
Como señalábamos, la norma que autoriza
a las partes a "hacerse recíprocamente las
preguntas y observaciones que juzgaren
convenientes", sólo funcionaba cuando am-
bas partes se hallaban presentes en la au-
(1) Ley 2790, del 10 de septiembre de 1966.
( 2 ) Enciclopedia Jurídica Omeba, T. XVI, pág. 596.
* Por el Dr. JORGE O. BENCHETRIT
dienci;'. Pero, ¿cómo se aseguraba la pre-
sencia del ponente de las posiciones, y cuál
era la sanción a su incomparecencia, indis-
pensable para que el "interrogatorio recí-
proco" pudiera cumplirse? En aquella oca-
sión ensayábamos una interpretación, por
cierto forzada, sobre la base del art. 128
del Código de Ptos. de la Capital entonces
vigente.
En el seno de la Comisión reformadora
del Código de Corrientes, propusimos el tex-
to que fue recogido por la ley 2790, para
llenar aquel vacío. En efecto, el nuevo art.
140 del Cód. de Ptos. en lo Civil y Comer-
cial de Corrientes, aún vigente, dice así:
"Las partes podrán hacerse recíprocamen-
te las preguntas y observaciones que
juzguen convenientes, con permiso y por
intermedio del juez. Éste podrá también in-
terrogarlas de oficio sobre todas las cir-
cunstancias que sean conducentes a la ave-
riguación de la verdad. La negativa a
contestar las preguntas, o las respuestas
evasivas, podrán constituir presunciones en
su contra de acuerdo a lo que resultare de
los demás elementos de juicio reunidos en
autos, según prudente apreciación del juez.
El absolvente, siempre que a su vez haya
ofrecido la prueba confesional, podrá soli-
citar la presencia del ponente en la respec-
tiva audiencia, pidiendo su citación bajo
apercibimiento que establece el art. 137,
última parte del tercer párrafo. El juez o
tribunal señalará una misma audiencia
para ambas posiciones".
El apercibimiento aludido —art. 137—,
reza así: "Si la parte que pidió las posi-
ciones no compareciere, sin justa causa, a
la audiencia señalada y compareciere el ci-
tado, se dará por decaído el derecho de
presentarla."
De esta manera se trata de hacer efecti-
vo el interrogatorio libre de las partes, en
la forma propiciada por la doctrina, sin el
obstáculo que significa la inasistencia de
una de ellas, cuando la ley no sanciona ex-
presamente su ausencia ( 3 ) .
3. El Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación innova, en cambio, al extender
el ámbito del interrogatorio directo y recí-
proco de las partes, —hasta entonces limi-
tado a la prueba de confesión—-, permitien-
do su realización en la prueba testimonial.
En efecto, el art. 438 expresa que "si las
partes estuviesen presentes —en la audien-
cia para los testigos—, el juez o el secreta-
rio, en su naso, podrá pedirles las explica-
ciones que estimare necesarias sobre los
(;-í) Y r er. sobre el particular, del autor, "Kl i n t . -
i rogatorio recíproco y directo de las partes en la re-
forma piocesíU' . 7'cMÍíf, 1966. N'-' l'!7.
hechos. Asimismo, las partes podrán for-
mularse recíprocamente las preguntas que
estimaren convenientes".
No se ha contemplado la forma de hacer
obligatoria la presencia de las partes en
esta audiencia, no obstante que ella, en
determinadas circunstancias, pudiera ser
esencial para descubrir la verdad.
B. Interrogatorio de los testigos.
4. La facultad de reservar el interroga-
torio para los testigos, hasta el momento
de la audiencia, es mantenida por el art.
429 del nuevo Código.
5. Ella no subsiste cuando los testigos
deban declarar fuera del Juzgado, en cuyo
caso el interrogatorio debe ser acompañado
al escrito de ofrecimiento de la prueba, y
puesto a disposición de la parte contraria.
3. La nueva tónica dal Código, que acuer-
da al juez "mayores atribuciones en lo re-
ferente a la dirección y ordenación de las
causas", según dice la "Exposición de moti-
vos" da sus autores, aparece en esta mate-
ria en el art. 442, que autoriza el "interro-
gatorio libre" de los testigos por el juez o
quien lo reemplace legalmente, e incluso fa-
culta a "prescindir de continuar interro-
gando al testigo cuando las preguntas que
se propone, o las respuestas dadas, demues-
tran que es ineficaz proseguir la declara-
ción". Esta decisión limitativa del juez es
irrecurrible, aunque la parte afectada po-
drá insistir ante la Cámara en el interro-
gatorio denegado por el juez (arts. 379
y 260.)
INTERRUPCIÓN DE LA CADUCI-
DAD DE LA INSTANCIA.* (T. XVI,
pág. 604.)
I. Con respecto al tema, el dictado del
Código Procesal Civil y Comercial de la Na-
ción —ley 17.454—, con vigencia a partir
del 1"? de febrero del año 1968, en la Capital
Federal, ha provocado una situación singu-
larmente interesante.
II. Debemos advertir como cuestión limi-
nar —también—, que la institución "cadu-
cidad de la instancia" en la ley procesal, ha
sido incluida dentro de la Parte General
—Libro I, Título V— que trata de los "Mo-
dos anormales de terminación del proceso",
Capítulo V, arts. 310 al 318. Se ha seguido
a mi juicio la mejor ciencia y técnica, al
así hacerlo, derogándose la ley procesal
N? 14.191, que se refería a esta materia.
TIL Respecto a la cuestión específica-
mente examinada, es decir, a la interrup-
ción del término para que se dé por produ-
cida la caducidad de la instancia, la ley
17.454, a través de dos artículos ha dejado
pág:. I. * Por el Dr. INOCENCIO O. RILLO GÁNALE.
sin efecto el sistema anterior de la caduci-
dad de pleno derecho, admitiendo lo que se
denominó, y es conocido en materia proce-
sal, como "purga de la caducidad ya
operada".
El art. 315 de la ley 17.454, al aludir a la
oportunidad de la declaración de la cadu-
cidad, expresa en la parte final que 'la peti-
ción deberá formularse antes de consentir
el solicitante cualquier actuación del tribu-
nal, posterior al vencimiento del plazo legal,»
y se sustanciará únicamente con un trasla-
do a la parte contraria". Y el art. 316 de
dicha ley, admite que "la caducidad será
declarada de oficio, sin otro trámite que la
comprobación del vencimiento de los pla-
zos señalados en el art. 310, pero antes de
que cualquiera de las partes impulsare el
procedimiento".
Se infiere de la preceptiva legal, el cam-
bio radical del sistema anterior, al no ad-
mitirse la caducidad de pleno derecho o
ipso jure. Por lo cual, las posibilidades de
terminación del proceso por caducidad de
instancia, son mucho más difíciles de obte-
nerse en la praxis judicial.
Y así lo decimos, habida cuenta que
19) Si bien la caducidad se puede decla-
rar de oficio por el Tribunal, ello está
condicionado a la inexistencia de acto pro-
cesal impulsorio de los procedimientos por
cualquiera de las partes.
2?) El propio Tribunal, al dictar cual-
quier tipo de proveído posterior a la cadu-
cidad ocurrida y consentido —expresa o
tácitamente— por los litigantes, tiene vir-
tualidad para interrumpirla.
39) La "purga de la caducidad ya ope-
rada", que admite —en forma bastante am-
plia— la ley vigente, ha sido fruto de la
doctrina de uno de los miembros integran-
tes de la Comisión Redactora del Proyecto
de la actual ley vigente 17.454 —aludo al
Dr. Carlos J. Colombo—, quien ha sido el
que con más fuerza postulara la admisibi-
lidad de la continuación de la instancia en
supuestos de consentimiento expreso o tá-
cito de las actuaciones por los justiciarios.
INTERVENCIÓN DE TERCEROS. En
derecho se da el nombre de tercero a toda
persona ajena a una relación jurídica de-
terminada. El término incluye a aquellos
que sin formar parte de una relación proce-
sal llegan a intervenir en ella en carácter
obligado o voluntario, de acuerdo a las cir-
cunstancias del caso.
El capítulo pertinente del nuevo Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación
(ley 17.454), se ocupa del problema en los
artículos que van del 90 al 96. Los mismos
no tienen antecedentes legislativos y son el
resultado de la elaboración de elementos
derivados de la doctrina y jurisprudencia
y vinculados, en forma indirecta, al tema.
Respectivamente dicen:
Art. 90. "INTERVENCIÓN VOLUNTARIA. Po-
drá intervenir en un juicio pendiente, en
calidad de parte, cualquiera fuere la etapa
o la instancia en que éste se encontrare,
quien:
"19 Acredite sumariamente que la senten-
cia pudiere afectar su propio interés.
"29 Según las normas del derecho sustan-
cial, hubiese estado legitimado para deman-
dar o ser demandado en el juicio."
El art. 91 contempla otros supuestos.
"CALIDAD PROCESAL DE LOS INTERVINIEN-
TES. En el caso del inciso 19 del artículo
anterior, la actuación del interviniente se-
rá accesoria y subordinada a la de la parte
a quien apoyare, no pudiendo alegar ni pro-
bar lo que estuviese prohibido a ésta. En el
caso del inciso 29 del mismo artículo el in-
terviniente actuará como litisconsorte de la
parte principal y tendrá sus mismas facul-
tades procesales".
Art. 92. "PROCEDIMIENTO PREVIO. El pe-
dido de intervención se formulará por es-
crito, con los requisitos de la demanda, en
lo pertinente. Con aquél se presentarán los
documentos y se ofrecerán las demás prue-
bas de los hechos en que se fundare la soli-
citud. Se conferirá traslado a las partes y
si hubiese oposición, se la sustanciará en
una sola audiencia. La resolución se dictará
dentro de los diez días.
"En los casos en que se ha admitido la
participación del tercero, éste se convierte
en una parte más que se incorpora a las
secuelas del juicio".
Contemplando esta situación el art. 93
dice:
"EFECTOS. En ningún caso la interven-
ción del tercero retrogradará el juicio ni
suspenderá su curso".
El artículo 90 contempla la situación de
un tercero que toma la iniciativa para in-
tervenir en un juicio en el que no es parte.
El artículo 94, que reproducimos a conti-
nuación, se ocupa del tercero que es citado
y emplazado por el actor, o demandado, pa-
ra que intervenga en calidad de parte,
y dice:
"INTERVENCIÓN OBLIGADA. El actor en el
escrito de demanda, y el demandado dentro
del plazo para oponer excepciones previstas
o para contestar la demanda según la natu-
raleza del juicio, podrán solicitar la cita-
ción de aquel a cuyo respecto consideraren
que la controversia es común. La citación
se hará en la forma dispuesta por los ar-
tículos 339" y siguientes".
Art. 95. "EFECTOS DE LA CITACIÓN. La CÍ-
tación de un tercero suspenderá el procedi-
miento hasta su comparecencia o hasta el
vencimiento del plazo que se le hubiese se-
ñalado para comparecer."
Art. 96. "ALCANCE DE LA SENTENCIA. En
todos los supuestos, la sentencia dictada
después de la intervención del tercero, o de
su citación, en su caso, lo afectará como
a los litigantes principales. Será inapelable
la resolución que admita la intervención de
terceros. La que la deniegue será apelable
en efecto devolutivo."
JURISPRUDENCIA. — En todos los casos en que una
ptrsona fuera citada a juicio a pedido de una de las
partes, deberá continuar ligado al proceso hasta que se
dicte sentencia definitiva. (Cám. Nac. Civ,, Sala A,
27/3/1988. El Derecho, 23-404). El fallo del tribunal
de alzada tiene efectos a favor, o contra todos, pero el
litisconsorte que consintió la sentencia de primera ins-
tancia carece de derecho a intervenir en la susíancia-
ción de los recursos. (Cám. Nac. Civ., Sala A, 24-4-
1968. L.L., 134-1105).
INTERVENCIÓN Y A D M I N I S T R A -
CIÓN JUDICIALES. Los artículos de la
ley 17.454 que integran la Sección 4ta. del
Capítulo dedicado a legislar sobre las Med -
das Cautelares, y se ocupan, específicamen-
te de la Intervención y Administración Ju-
diciales son nuevos, con excepción del art.
224, que ha tomado elementos del art. 1684
del Código Civil,
Nos ocuparemos a continuación de cada
uno de ellos.
Ártv222: "INTERVENCIÓN JUDICIAL. Po-
drá ordenarse la intervención judicial, a
falta de otra medida precautoria eficaz, o
como complemento de la dispuesta:
"19 A pedido del acreedor, si hubiese de
recaer sobre bienes productores de rentas
o frutos.
"29 A pedido de un socio, respecto de una
sociedad o asociación, cuando los actos u
omisiones de quienes la representen le pu-
dieren ocasionar grave perjuicio, o pusie-
ren en peligro el normal desarrollo de las
actividades de aquéllas."
Art. 223. "FACULTADES DEL INTERVEN-
TOR: El interventor tendrá las siguientes
facultades:
"19 Vigilar la conservación del activo y
cuidar de que los bienes objeto de la medi-
da no sufran deterioro o menoscabo;
"2? Comprobar las entradas y gastos;
"39 Dar cuenta al juez de toda irregulari-
dad que adviertan en la administración.
"49 Informar periódicamente al juzgado
sobre el resultado de su gestión.
"El juez limitará las funciones del inter-
ventor a lo indispensable y, según las cir-
cunstancias, podrá ordenar que actúe ex-
clusivamente en la recaudación de la parte
embargada, sin ingerencia alguna en la ad-
ministración El r.v>'iio de la recaudación
deberá oscilar entre el diez y el cincuenta
por ciento de las entradas brutas."
El art. 224 toma elementos del art. 1684
del Código Civil que, ubicado en el capítulo
dedicado a legislar sobre Administración
de la Sociedad, dice:
"Habiendo peligro en la demora, el juez
podrá decretar la remoción luego de comen-
zado el pleito, nombrando un administrador
provisorio, socio o no socio."
El art. 224, antes mencionado, a su vez
dispone:
"ADMINISTRACIÓN JUDICIAL: Cuando fue-
re indispensable sustituir la administra-
ción de la sociedad o asociación interveni-
da, por divergencias entre socios derivadas
de una administración irregular o de otras
circunstancias que, a criterio del juez hicie-
ren procedente la medida, el interventor
será designado con el carácter de adminis-
trador judicial.
"En la providencia en que lo designe, el
juez precisará sus deberes y facultades
tendientes a regularizar la marcha de la
administración y a asumir la representa-
ción, si correspondiere. Ejercerá vigilancia
directa sobre su actuación y procederá a
removerlo en caso de negligencia o abuso
de sus funciones, luego de haber oído a las
partes y al administrador.
"No se decretará esta medida si no se
hubiese promovido la demanda por remo-
ción del o de los socios administradores."
El art. 225 es nuevo, y dice:
"GASTOS: El interventor y el adminis-
trador judiciales sólo podrán retener fon-
dos o disponer de ellos con el objeto de
pagar los gastos normales de la administra-
ción, entendiéndose por tales los que habi-
tualmente se inviertan en el bien, sociedad
o asociación administrados. Los gastos ex-
traordinarios o nombramientos de auxilia-
res serán autorizados por el juez previo
traslado a las partes, salvo que su poster-
gación pudiere irrogar perjuicios, en cuyo
caso, después de efectuados, se dará inme-
diata noticia al juzgado."
El art. 226 se basa en una serie de dis-
posiciones jurisprudenciales concordantes,
y dice:
"HONORARIOS: Los interventores o admi-
nistradores no podrán percibir honorarios
con carácter definitivo hasta que la gestión
total haya sido judicialmente aprobada. Si
su actuación excediere de seis meses, previo
traslado a las partes podrán ser autoriza-
dos a percibir periódicamente sumas con
carácter de anticipos provisionales, en ade-
cuada proporción con el honorario total y
los ingresos de la sociedad o asociación."
El art. 227 es nuevo, y dispone:
"VEEDOR: De oficio a petición ríe parte,
el juez podrá designar un veedor para
practique un reconocimiento del estado de
los bienes objeto del juicio, o vigile las ope-
raciones o actividades que se ejerzan res-
pecto de ellos, e informe al juzgado sobre
los puntos que en la providencia se esta-
blezcan."
JURISPRUDENCIA. — Veedor: La actuación del vee-
dor que no limita su cometido a un reconocimiento de
bienes, o a la comprobación de un estado de cosas, sino
que se prolonga para realizar controles permanentes y
amplios de la administración social, es equiparable a la
del interventor a que se refiere eí artículo 223 del
Código Procesal. En consecuencia, no se le puede negar
la posibilidad de obtener la remuneración provisoria
prevista por el art. 226 del mismo código. (Oám. Nac.
de Oom., Sala B, 31/12/1969. El Derecho, t. 33,
pág. 125). Porcentaje a recaudar por el interventor: El
porcentaje a recaudar por el interventor judicial, dentro
de los límites establecidos por el art. 223 del Código
Procesal, queda librado al prudente arbitrio judicial.
(Cám. Nae. Civ-., Sala O, 7/3/1972. El Derecho,
23/6/1972).
ÍNTIMA CONVICCIÓN. (T. XVI, pág.
712.) En la voz íntima Convicción se men-
ciona el art. 178 del Código de Procedi-
mientos en lo Civil y comercial derogado,
que ha sido reemplazado por el 476 del nue-
vo Código ritual, y el 346 del Código de
Procedimientos en lo Criminal, que no ha
sido modificado por la reforma de este
cuerpo legal.
INUTILIZACIÓN Y D E S T R U C C I Ó N
DE VÍAS Y OBRAS PARA LA COMUNI-
CACIÓN PÚBLICA. * (T. XVI, pág. 754.)
El Código Penal, en su art. 190, reprimía
con prisión de seis meses a dos años, al
"que inutilizare o destruyere, en todo o en
parte, las vías u obras destinadas a la co-
municación pública por tierra o por agua,
o impidiere o estorbare la ejecución de las
medidas adoptadas para la seguridad de las
mismas". Elevaba el máximo de la pena a
seis años, "si resultare peligro para las
personas". Y construía una escala entre
tres a quince años de reclusión o prisión,
"si resultare la muerta de alguna persona".
La ley 17.567. del 6 de diciembre de 1967,
modificó sustancialmente todos los artícu-
los que, como el que nos ocupa, integran el
capítulo denominado "Delitos contra la se-
guridad de los medios de transporte y de
comunicación", a cuya voz nos remitimos.
En rigor de verdad, la figura delictiva
contenida en el viejo precepto pretranscrip-
to, está abarcada, aunque con diferente re-
dacción, en el actual art. 190 Código Penal,
qu'e ahora se reprime con prisión de dos a
ocho años a quien "a sabiendas ejecutare
cualquier acto que ponga en peligro la se-
guridad de una nave, construcción flotante
o aeronave". La penalidad se agrava —re-
clusión de seis a quince años— si el hecho
* Por el D'r. ALFREDO NOCETTI FASOLINO.
produjere naufragio, varamiento o desas-
tre aéreo, o causare lesión a alguna persona.
Y se agrava aún más —reclusión o prisión
de diez a veinticinco años— si el hecho oca-
sionare la muerte de alguien. En el último
párrafo se aclara, que "las disposiciones
precedentes se aplicarán aunque la acción
recaiga sobre una cosa propia, si del hecho
deriva peligro para la seguridad común."
Como se advierte, el nuevo art. 19'0 Códi-
go Penal está dirigido a transportes acuá-
ticos o aéreos. Los terrestres están contem-
plados en el art. 190 bis, incorporado al
Código con esa numeración, ya que, utili-
zando las mismas escalas penales indicadas
en el actual art. 190 Código Penal, sancio-
na, en el primer párrafo, a quien ejecutare
a sabiendas cualquier acto "que ponga en
peligro la seguridad de un tren, de un alam-
brecarril o de otro medio de transporte te-
rrestre"; en el segundo párrafo, a quien
a causa de ese hecho "produjere descarrila-
miento, choque u otro accidente grave"; y
en el tercer párrafo, cuando se causare le-
sión o la muerte de alguna persona.
En la actual redacción del art. 192 Códi-
go Penal, también a causa de las reformas
introducidas por la ley 17.567, se prevé el
delito culposo, al reprimir con prisión de
seis meses a dos años, a quien "por impru-
dencia o negligencia causare un descarrila-
miento, naufragio u otro accidente de los
previstos en este capítulo. La penalidad se
eleva a prisión de uno a cinco años, si del
hecho resultare muerte o lesiones graves o
gravísimas."
Como señalamos al transcribir el antiguo
art. 190 Código Penal, allí se castigaba
también a quien "impidiere o estorbare la
ejecución de las medidas adoptadas para la
seguridad de las mismas (vías u obras des-
tinadas a la comunicación pública por tie-
rra o por agua)". La ley 17.567 incorpora
el actual art. 194 Código Penal, con redac-
ción aún más amplia que la antedicha, pues-
to que pena con prisión de tres meses a dos
años a quien, "sin crear una situación de
peligro común, impidiere, estorbare o en-
torpeciere el normal funcionamiento de los
transportes por tierra, agua o aire...".
Cabe señalar, por fin, que todas las in-
fracciones a que venimos de referirnos, a
partir de la sanción de la ley 18.670, del 5
de mayo de 1970, son juzgadas oralmente
y en instancia única. *
* NOTA. Ya en prensa este trabajo, la ley 20.509,
promulgada el 27/5/1973, derogó la ley 17.567, aunque
mantuvo la vigencia de algunas de las reformas que
introdujo. En consecuencia, con respecto a los artícu-
los del Código Pena! mencionados en el texto, se man-
tienen el 190 y el 194 reformados, se suprime el 190
bis y se retorna a la vieja redacción en el 192. La U y
20.510, también del 27-5-1978, derogó e su vez la
ley 18.670.