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“LA INFORMALIDAD: PROBLEMA ENDÉMICO DEL PERÚ”

Se dice que el Perú es uno de los países con mejor crecimiento económico de la región;
sin embargo, ¿esto se ve reflejada en cómo vive la gente del Perú? Debemos ser claros
y precisos, el Perú es uno de los países más informales de Latinoamérica,
aproximadamente con el 75%. Se deben tomar medidas urgentes para reducir ese
porcentaje, pero también debemos de tomar conciencia de la gravedad del problema.
¿Por qué la informalidad debe ser motivo de preocupación? Esta es la pregunta que
muchos de nosotros nos hacemos, primero partamos sobre que es la informalidad.
La informalidad es la forma distorsionada con la que una economía excesivamente
reglamentada responde tanto a los choques que enfrenta como a su potencial de
crecimiento. Se trata de una respuesta distorsionada porque la informalidad supone
una asignación de recursos deficiente que conlleva la pérdida, por lo menos parcial, de
las ventajas que ofrece la legalidad: la protección policial y judicial, el acceso al crédito
formal, y la capacidad de participar en los mercados internacionales. A consecuencia
de ello es que hay tantas microempresas que a pesar de los años no crecen como
deberían, utilizando mecanismos en algunos casos hasta ilegales para adquirir y
distribuir bienes y servicios.
Una de las causas más relevantes de la informalidad es cuando los costos de
circunscribirse al marco legal y normativo de un país son superiores a los beneficios
que ello conlleva, un ejemplo de esto son los impuestos altos que se debe de pagar,
pero ¿qué pasa cuando los servicios ofrecidos por el gobierno no son de gran calidad, y
cuando la presencia y control del estado son débiles? Obviamente las pymes optarán
por la informalidad, aumentando más y más ese porcentaje.
Una de las alternativas de solución ante esta problemática puede ser el tema de la
educación. Un mayor nivel de educación reduce la informalidad al incrementar la
productividad del trabajo, con lo cual las normas laborales se hacen más flexibles y se
amplían los beneficios de la formalidad.
La informalidad refleja una ineficiente asignación de recursos y una ineficiente
utilización de los recursos del estado, además que es producto de la combinación de
malos servicios públicos y un marco normativo que agobia a las empresas.
En conclusión, podemos decir que la informalidad está ampliamente generalizada en
nuestro país, con unos niveles alarmantes. Esto es motivo de preocupación y de
reflexionar sobre todo a las autoridades responsables. Si queremos seguir con un
constante crecimiento económico se debe de solucionar un problema como este, que
se viene arrastrando desde hace años.

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