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DEL RENACIMIENTO
Peter Murray
.Editor · R enato Pinto
Director: Cárlo Pirovano
Compagmac:i6n: Diego B1relll
Fotografía.; Pepi Merisio
Diseño: Enzo D, Grana
Traducción del inglé.s. Mario Valsecchi
Proyecto gráfico para
la ediciJJn ,m CD.Jtellano: El.sa F. de Corvalán
© F.lu:tra Wtnú . l9'i8. Milán, Italia .
© Viscontea S.A 1982. BIU'noJ Aires, Argentina.
Título ongitui/ de la obra: Stona dell'Architetlura. Architettu.ra del Rinascimenio. Queda hecho el depósito
que estabfeCl' la ley 11 72) Editado ¡m Arg,rntina. Imp reso en España. ISBN: 950-26,0040 (Obra completa) •
TSBI\: 9¡0-26-00-tl (Tomo N º 1) • Julio de 1982
CA.PITULO PRIMERO
l.\ dificultad de definir la arquitectura del Renacimienlo, el Renaci• jos donde decidiera escribir el misterioso epigrama, quizá inventado
miento en general. est:í en que lo consideramos retrospectivamente por él, Roma quanta Juit ipsa ruina docet. Los dibujos y grabados de
corno un fenómeno histórico te rminado, y si bien podernos discutir esto clase, muy raros en el Quattroccnto, se multiplicaron en el Cinque-
aü!rca de los años en que comenzó. floreció y terminó, damos por cento y constituyen una .!!_e ljis fuentes más importantes para nuestro
~ntado que tuvo un comienzo y un fin. De las pnmeras fuenles que conocimiento. no solo Qcl aspecto q ue la arquitectura ofrecía en aquella
han llegado hasta nosotros resulta claro que los hombres más Intima- época. sino también de la evidencia de que dispusieron los hombres
mente interesados en la creación del nuevo esulo que más tarde habría del Renacimiento y del modo como la consideraron.
deJluma rse el Renacímicnto tuvieron plena concii.:ncia de que C:)laban Si tratamos de reconstruir las fuentes y materiales de que pudo dis-
naciendo innovac1ones. Y en esta medida (hasta el pu1110 en que ana- poner un hombre como Rrunelleschi, descubrimos una sorprendente
izasen los motivos que los impulsaban) debieron de darse cuenta de cantidad de documentos que pueden considerarse legitimamente de
11.1c estaban creando algo que se desarrollaria y. presumiblemence, prtmera mano. Así, p. ej., podemos hacer deducciones estilísticas de las
tendría un final. La palabra misma, Re11(1ci!llie11to, lleva implícita la obras del mismo Brunelleschi y de sus contemporáneos, y utilizar los
dea de la muerte. Parece ser que. en la pr:íctica, consideraron con una escritos y proyectos de otros coetáneos, tales corno Alberti. Por añadi-
a.: üud curiosamente amb1valen1e lo q ue eslaban haciendo. En cieno dura, existen documentos, fuentes literarias. }' los dibujos y grabados
s.entido. sablan muy bien que estaban creando algo diferente y algo ya mencionados.
nejor. por comparación con los estilos tradicionales de la constrncción, Las fuentes son sorprendt nn:menle m1mcrosas. Lo más importanre
I:! pintura o la e)cultura. En este sentido. estaban creando un nuevo es, desde luego. la obra de Vasari. que escribió la Vida de cada uno
eitl o. Por o tra parte. parece ser que también tuvieron conciencia de de los más famosos arquitectos ita~nos, desde Arnolfo hasta si.is
que no estaban creando ex 110,•o, sino re-creando un estilo que ya se - dlas; pero lo más interesante en relación con el tema que nos ocupa es
:::01a practicado alguna vez, pero que, en el curso de un milenio. había su juicio critico con respecto a la arquitectura en general, asi como sus
a~enerado has ta hacerse irreconocible. opiniones acerca de las obras de coda artista en particular. Fue un pro-
Probableme111e sea cierto que aquel estilo antiguo que se esforzaban fesional competente que rrabajó a mediados del siglo xv1, y sus omísio-
ei: re,ucitar fuese, en gran medida, invento de s u imaginación histó- ncs y supresiones. no menos que sus inclusiones. nos dicen mucho acerca
_-a \lucho de lo que nosotros sabemos de la antigua arquitectura del desarrollo de la teoría arquitectónica y de su prácrica entre los
romana era desconocido para los hombres del siglo xv; y casi todo años 1400 y 15:>0. Además de Vasnri. también olros escribieron Vidas,
.., que no~otros sabernos de la pintura antigua les era totalmente des- como Viw di Brtmellesco y XIV Uomi11i. obras estas dos que han sido
~ooocido. La escultura antiguo es el único arte que los hombres del atribuidas a Antomo Manell1, y tenemos así mismo gulas y obras si111i-
ReT1acimiento conocieron suficientemente bien \por los originales o lures. especialmente de Roma. donde era muy fuerte la tradición de
por copia.~. y aun por coptas de copias). ) del que tuvieron aproxima- las Mirabifia.
d3mente la n1isma información que nosotros tenemos. Comencemos con la idea básica del Renacimiento. ~~a natividad
Por lo que se refiere a l,1 arquitectura. nuestra venl!!Ja queda cqu1- o resurrección de las artes. El anónimo biógrafo de Brunellcschi, que
l1orada con la existencia en los s iglos x1v. x, y x, 1 de muc.:hos edilicios escribió hacia 1480. dice: «Y se fue a Roma: que en aquel tiempo era
c_¡¡c de-.de entonces quedaron en ruinas o que incluso han sido complc• alli donde se podían ver públicamente bastantes cosas buenas, de las
amente destruidos. Ex1~1cn muchas pruebas de ello. ta mo e n fuemes que codavla quedan. aunque no muchas. y las que diversos pontlfices
~:-..nt.h como en dibujos v grabados: los ejemplos má~ notorios de este y señores cardenales. romanos y de otras naciones. robaron y se lle-
"-ndali.mo por parte de ho mbres que dedan ve nerar a l mundo de varon o c nvitLron fuera. Y al contemplar las esculturas. como hombre
lz Jnllgüedad son el despojo de las viguetas de bronce del P,tnteón de buen ojo y mente sagaz para todas las cosas, observó el modo de
p:rr.a p•ocurar el metal del baldaquino de Rem1111-;-q11od 11011 fecenmt edificar de los antiguos y su s1metrla; y le pareció descubrir cierto orden,
bari. lt!cer11111 8(/rherini- y la tornl destrucción del Septizonium. entre miembros y huesos. muy evidentemente. como quien está ilu-
íi rruna. los dibujos del pintor holandés Maenen van Heemskerk minado por Dios para las grandes cosas; y le llamó mucho la atención.
hecho llegar hasta nosolros la imagen de muchas de las grandes pues le pareció mu) diferente a lo que se solla hacer en aquellos tiem-
·nclwdas las-<lel nuevo San P~ro. tal y como eran en los pos.» Vasari fue igualmente positivo en el prefacio a la parle n: «Por-
1530. c uando estuvo en Roma. Resulta irónico que ms dibujos que. ante todo, con el eswdio y la diligencia del gran Filippo Brunelles-
~ ~n;uonmm no solo sean los documentos más importantes acerca chi. ll!. arql!itectura.-.Yolvió a encontrar las medidas y las proporciones
_ _3:JeClo de tal ubra. sino que sea precis,1111ente en uno de esos dibu- de los antiguos, así en las columnas redondas como en las pilastras
7
l. Marten van Heemskerck: Dibujo
del Seprizo11ium, Roma, Berlln,
Kupfers-ríchkabíneer, 79D 2a, f.
85r.
¡
res a los antiguos romanos, y añade de la cúpula : «He de admitir que
dujo un cambio de actitud por parte de los arquitectos florentinos en .la los antigu_os, p_or disponer de modelos· que copiar y de""maestros que les
primera mitad del siglo xv. No solo disponemos de la evidencia de enseñaran, bailarían menos difícil hacerse un nombre en las artes su-
ello en las fuentes contemporáneas. sino que resulta patente la diferen- premas de lo que result a en nues1ros días para nosotros, a quienes
cia entre la obra de Bmnelleschi y la de sus inmediatos predecesores. se nos hace dificil en extremo: sin embargo, ~por esta misma razón,
y esta diferencia es más de calidad que de grado. ¡cuánto- mayor será nuestra fama si conseguimos descubrir artes y
Si comparamos la galería porticada del Hospital de lastra a Signa, lciencias nu11ca conocidas antes, y ello sin maestros ni ejemplos que
cerca de Florencia, con la del Hospital construido solo pocos años imitar! Jamás habrá nadie tan duro o envidioso que no alabase a Pippo
más tarde p or Brunelleschi para los !J1ocentes, es evidente que, en (Brunclleschi) arquitecto viendo esta estructura grandiosa, empinada
esencia, ambas son_~oluciones al mismo problema, Ambas consisten sobre los cielos, tan amplia que cubre con su sombra toda la pobla-
en un pasaje cubierto, con el techo abovedado apoyado de un lado ción toscana, hecha sin_ ayuda alguna de cimbra ni abundancia de vi-
sobre una pared continua, y del otro sobre colLmmas que forman una guería; artificio certero, si bien juzgo que en estos tiempos era increible
arcada abierta a la calle; y, sin embargo, hay una diferencia entre los que fuese posible, y que acaso entre los amigues fue ignorado y des-
dos edificios; diferencia que se señala con más precisión expresada 'c onocido.»
en términos de similitud o disparidad con la arq uitectura clásica romana. No puede dudarse razonablemente de que Brunelleschi estudió la
Y aquí surge la pregunta crucial: ;,Qué queremos decir, realmente. ciencia estructural de los r omanos y la aplicó a las circunstancias de
con frases como «el resucitador de la arq11itectura romana»? En este su época, y sus contemporáneos así lo reconocieron. Es distinto el
caso particular, está claro que los elementos romanos de ningún modo caso cuando sL1 biógrafo lo alaba en los siguientes términos: «...Y pensó
son exclusivos de la obra de Brunelleschi, y los que en ella se obser- que mientras miraba las escultoras de los antiguos, podla prestar la
van- el tamaño, fo rma de las columnas, los detalles decorativos de los misma atención al orden y método de la construcción ... y de los orna-
capiteles, el trazado de las bóvedas- son superficiales y no esenciales. mentos; viendo en ello muchas maravillas y belJas cosas; porque fue-
Lo que resulta más extraño : sería dificil afirmar que el Hospital de ron hechas en épocas diversas, en gran parte por excelentísimos maes-
los Inocentes tiene alguna semejanza próxima con ningún edificio tros, que por su sabiduria y por la gran Liberalidad de los príncipes ...
romano conocido, si bien se derive. del porticus clásico del tipo empleado no fueron hombres vulgares ... y (con Donatello) levantó croquis de
en las villas que fueron transformadas durante e.1 medievo en claustros casi iodos los edificios de Roma. y de muchos lugares de los alrededores,
8
2 Lastru a Signa, Galería del
hospital.
3. l·lorrmda, H ospíral de los
/11oce111es. fachada.
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dificil comprender la forma del mo lde mental que hizo el razonamiento al dicho maestro Lutiano por ingeniero y Je fe de tod os los maestros
de que si Alberti estaba interesado en tales cosas y Albeni era arqui- que laborarán en dichn obra. tanto de albañi lería como de los maestros
tecto, Brunelleschi, que fue , incomroveniblemente, un gran arquitecto, marmolistas y maestros de carp111teria y de herrería. y de toda otra
también h ubo de in tere;arse por ellas. Esto nos proporciona un pro- persona de cualquier grado y de cualquier ejerc1c10 q ue laborare en
fundo conocimiento de los procesos mentales de los arquitectos del dicha obra. y asi que remos y mandarnos a dichos maestros y operarios.
siglo xv, cuando e l biógrafo de Brunelleschi señaló dos de sus iglesias y a cada uno de nues tros oficiales y súbditos que hubie,en de proveer,
-Sanca Maria degli Angeli y Santo Spirito-como modelos de arqui- hacer y o perar alguna cose en ta l obra. qL1e e l dicho m·-1estro Lllriano
tectura perfecta. En cuanto a la pequeña iglesia, de planta cent ral, el deben obedecer en todo. y hacer todo lo que les sea ma11dado p or él,
proyecto de Brunellcscbi para los Ange les, en Florencia. aui,que no y no en modo distinto qlle a nuestra p ropia persona ... ,1 (P. Rotondi.
llegó a rea lizarse, fue. sin embargo, considerado corno la versión mo- JI Pa/a::o Ducale di Urbino. Urbino. 1951, l. 109-10.)
derna del marryrium clásico o. más aún. paleocristiano. Del mismo Es muy importante que este do1.:umento pueda relacionarse con un
\ffiOdo, Santo Spirito fue el t ipo perfecto de basllica parroquial. porque edificio existente. así como con los más grandes nombres en las arres
estaba basada en la -antigua bas11ica romana secular, en las basllicas de l siglo xv.- El Palacio de Urbino fue construido por Fec.Jerigo da
primitivas cristianas de Roma, y aun en las versiones med ievales, _ ~_Entefeltro, soldado el más afortunado de la época. quizá mejor
-tales como Santa Croce, en Florencia. y que, por estar planeadas de recordado como amigo y mecenas rnnto de Piero della Francesca y
modo evidentemente no matemático, pudieron ser consideradas como Alberti como de Laurana y Francesco di Giorgio.
formas toscas, bárbaras y góticas que Brunelleschi había restaurado Lauran.a esrnvo trabajando en el Palacio durante los años 1460,
a su antigua perfección. No cabe la menor duda de que, poco des- cuando Branu111.it:. alcanzaba la edad varon il (nació en el Ducado
pués de mediados de siglo, esta imagen del nuevo estilo florentino era en 1444).El estudio del Pll lacio. simL1ltáneo con el de las obras de Piero
generalmente aceptada en los circulas humanísticos de !Oda l talta. No della Francesca. tules como la Fla,r;elacirw. realizada para Urbino,
fue solo la obra de Brunelleschi, ya que en los años que siguieron a y con las ideas arq uitec tónicas expresadas por Albcrti en sus elcritos
su muerte, en 1446. la arquitectura de Alberti adoptó une forma toda- y edificios, nos procura evident:ia de la actitud mental de los arquitec-
vla más clásici;"estrictimlemeromaña. - - - tos"; sus mecenas en LITIO de los momentos críticos de pr1nc1p1os del
I.:"a- prueba aela creencia de que la nueva arquitecmra florentina Renacimjento.
babia triunfado en aquella relativamente temprana fecha está contenida
en un documento fascinante, fechado en 10 de junio de 1468 y emitido La carrera &e Albeni .tomo arquitecto en ejerc1c10 no comenzó •
por uno de los más ilustres mecenas de la época, en relación con uno hasta después d~uérle de Brunelleschi en 1446. pero debió de
de los ediñcios más bellos de ltalía : e)_f'alacjo de Urbino. Este docu- Interesarse en la teor in del arte con bastante anterioridad. ya que hemos
mento, un nombramiento por el que se designa a Laurana aparejador oído de una primitiva versión de su tratado De re aedificaroria que fui:
del palacio, comienza: regalado al papa Nicolás V. Su tr:irndo Della Pi1111ra es a11terior todavía.
<<Juzgamos que deben ser honrados y ensalzados aquellos hombres pero su interés por los vestigios romanos debe de datar de 1432 apro-
dotados de ingenio y de vinud, sobre todo de aq ue lla virtud que siem- ximada mente, cuando llegó a la ciudad como secrewrio de l cardenal
pre ha sido apreciada entre antiguos y modern os. como es la virtud Molin. Escribiéi una breve descripción ele las ruinas de Rom_E. Des-
de la Arquitectura. fu ndada en el arte de la aritmética y de le geometría. rrlprio urbis IY!lnae. hacia 1432-1434. años durante los cuales estuvo
que son, de las siete anes liberales. las principales, pues que son in trabajando en ellas y comenzando a formul:ir sus ideas sobre el arte
primo gradu certlrudinis, y es arte de gran ciencia y de gran ingenio, de In antigüedad; precisamente la epoca en que. con toda probobili-
muy apreciada y estimada por Nos, y habiendo Nos buscado por todas dod. acompañó e Donatello y Brunellescht en sus visitas a los mo11L1-
partes, sobre, todo en Toscana, donde está la fuente de arquitectos, mentos. Ello hace más sorprendente el hecho de qlle la Des, riprio sea
y no habiendo encontrado hombre que sea verdaderamente entendido y anlia rqueológ1ca y. en realidad. mas bien poco interesante. pues que
perito en tal menester, últimamente por fama hemos oído primero. consiste, en g ra n parte, en la descripción de un instrumento de medición
y visto y sabido después por experiencia. cuán docto e 1nstrutdo en topográfica y une explicación de su empico en la medición de edificios.
esta a rte sea el insigne hombre Maestro Luliano. y habiendo delibe- Quizá sea este interés por les mediciones lo que llevó al anónimo bió-
rado hacer en la nuestra ciudad de Urbino una vivienda bella y digna grafo a atribuir 11 Brunelleschi un in terés semejante, pero es curioso
c uanto conviene a la condición y laudable fama de nuestros progeni- que la Desrriprio urbis Romne no describe edificios. contradiciendo así
to res, así como a la cond ición nuestra. Nos hemos elegido y diputado ,u título. Como manual nrqueol6g1co. queda muy por debajo de sus
JO
4. Florencia, Hospital de los
/nocentes, /111erior de la gaferfa.
13
jan aquellos románticos dibujos la imagen real de los r~pec1ivos monu- fLtcro n figuras de trans ición. que se esforzaron en combin ar la propor-
mentos. En realidad, aunque Giuliano regisrró un gran número de ción vitruviana. los antiguos detalles y los méLOdos de construcción
planos y detalles. solo rara vez rrató de dar una descripción completa tradicio nales en que se habían fo rm ado. Los d ibujos de Filarete, como
del edificio po r medio de plantas. secciones. alzados, perspectivas y los del Codex Barheri11i. carecen casi total 01cme de valor arq uiíectó-
algún detalle q ue otro. Es significativo que en un caso en que intentó nico. y es evidente que las cualidades de dibujante de estos tres hombres.
una descripción completa ta l, se tratara de Santa Sofía, de Constanti- aunque suficientes pa ra sus pr opósitos y adecuados a la ilustración
nopla. La ciudad había caído en poder de los mrcos en 1453 y Giuliano de s us tratados, no im pulsaron e l arte de la arq uitectura. A finales del
no pudo haber visto e l edificio, de modo q ue hubo de confiar en los siglo se produj o una pausa aparente. Pa reció entonces como si exis-
d ibujos de Ciriaco de Ancona. El desa rro llo de la técnica del dibujo tiese una verdadera posibilidad de resucitar algo de la grandeza de
descriptivo es de fundamental importancia en el modo en que el arqui- Roma: las grandes minas se consideraban como signo y slmbolo de
tecto visualiza los edificios; en realidad, en el proceso mismo de su la vieja gloria ro mana, de la Roma imperial confluyendo en la Roma
pensamiento. Y la tecnica del dibujo arquitectónico (como distinto del cristiana primitiva y esta en la Roma moderna, de modo que la conti-
pictórico) se hallaba en un momento crítico de su desarrollo a finales nuidad se entendía emocionalmente. pese al hecho de que los hombres
del siglo xv. Por tal razón hemos de tener en cuenta el modo en que del Renacimiento fueron los primeros en darse cuenca de que ya no
un arquitecto pensaba acerca de la antigua Roma. de Yitruvio, de la eran roma nos de la a ntigiied¡td. sino que estaban separados de ellos
técnica d el d ibujo y de los usos tradicionales de los artesanos de la po r la vasta sima del Medievo. que era necesari o salvar por un acto
construcción, con su mentalidad independien te. consciente de la vo luntad. La buena arquitectura-arquitectura in primo
Es una lástima que no hayan quedado dibujos de Brunelleschi o gradu cerliludinis- estaba basada en la propo rción matemáLica, y tam-
Alberti, pero sa bemos q ue uno y otro hicieron uso frecuente de mode- bién aquí Vit ruvio y los antiguos hablan mostrado el camino, de modo
los y grabados. El dibujo de alzados era conocido, ciertamente; tes- que la arqu itectura moderna tenía que consistir en un a concordancia,
timonio de ello, p. ej., el famoso dibujo de la fachada de la Catedral de co11cinnitas, ent re la teoría virruviana de la pro porción, los antigl!os
Orvieto. Y se sabe que fueron utilizados frecuentemente modelos de monumentos y los conocimientos prácticos tradicionales de los arte-
madera e incluso de piedra. Los pagos que figuran en las cuentas de sanos de la const.rucción . Los detalles de los órdenes a rq uitectónicos
la Opera del Duomo para la construcción de la cúpula de Brunelleschi eran todav ia en el siglo xv de menos impo rtancia, porque el arqui tecto
en la Catedral de Florencia lo demuestran así más allá de toda duda, pensaba en términos de mode los tridimensionales. utilizando el dibujo •
pero la palabra italiana modello es muy ambigua y puede significar pa ra su propia instrucción y, especialmente, para la recopilación de
«modelo» o simplemente «d ibujo». No obstante. hay casos donde se antiguos exempla. La talla efect iva de un capitel todavía era, en gran
puede asegurar que se empleó en el sentido de modelo tridimensional, parte. cosa del maestro a lbañil, y el ímpetu del pensamiento arqLtitec-
y Alberti recomienda especlficamente el empleo de modelos de madera, tó nico había de venir de un nuevo desarrollo del arte del dibujo. Este
y llega a sugerir- lo que parece ser que fue práctica general-que cambio , fundamental para la a rq uitecLUra del siglo xv1, fue promovido
ta les modelos sean tan sencillos como resulte posible, dist intos del tipo en Milán por Leo nardo y Bramante durante los últimos años del si-
de arquitectura de pintor, representada quizá por el famoso panel de glo xv.
Píero en la G alerla Nacional de Urblno.
El modelo de madera que hizo Giuliano da Sangallo para el Palazzo
Strozzi d~ Florencia todavia se conserva y es un ejemplo de lo que debió
de ser un modelo bien elaborado, ejecutado para un encargo importante.
Por otra parte, sabemos que Francesco di Giorgio percibió 75 liras en
julio de 1484 por un dibujo y un modelo de su iglesia en Cretona.
En junio siguiente, según se registra, hizo un modelo de madera des-
pués de visitar el emplazamiento, y la iglesia se estaba construyendo
de acuerdo con su modelo.
El tratado de Francesco di Giorgio sigue más o menos la Linea del
de Albení, y en él se toma grandes rrabajos en su intento de equiparar
las proporciones humanas y las arquitectónicas, como había hecho
Vitruvio. Tanto Francesco como su coetáneo de más edad, Filarete,
14
5. Dupérac: Templo de la Paz
(Basílica de Consranrino), Roma,
6. Florencia, Catedral de Sama
Maria del Fiare, planras de Arnolfo
Y Prancesco Talenti (de Paarz),
7. Florencia, cimborrio y cúpula de
la Caredra/.
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. . ... . .
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t =jI:==~II===='.i :I:====~33 m
15
CAPITU LO SEGUNDO
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- rnf!!!l 1
r¡f!J/l!!l] ~
Es una paradoja que la fama de Brunelleschi y la idea de que rehabi-
li16 los viejos métodos de construcción se deban a su buen éxito al
encontrar solución al problema aparentemente insoluble de la cúpula rnl~ fm ~/ J
@ iQT ~ r@
de la Catedral de Florencia. En realidad, esta no es una obra del «Rena-
cimiento». en absoluto, puesto que su principio esencial no hubiera
podido ponerse en práctica sin la tradición gótica que, tanto Brunelles-
chi como sus obreros, habían heredado del siglo anterior.
El problema surgió porque los florent inos. tratando de afirmar su
dominio sobre toda la Toscana, ya en 1294 habían decidido reedificar
su antigua catedral. El primer proyecto para el nuevo edificio fue reali-
zado por Arnolfo en los años precedentes a 1300, pero fue muy ampliado
por Francesco Talenti medio siglo más tarde, en pa rte para superar
por un margen seguro las catedrales de Pisa, Lucca y Siena. Parece ser
que no hay dudas de que el plan o riginal de Arnolfo consistía en una
larga nave con un crucero octogonal, un coro absidal y causídicas que
abrían tres lados del octógono. La idea de un octógono más bien que
un cuadrado se debe casi con certe.za a la presencia próxima del Bap-
tisterio. considerado entonces como un antiguo templo romano dedi-
cado a Marte. más tarde al Bautista, patrono de Florencia. El Baptis-
terio tiene un tejado en cúpula de unos 27 m de diámetro sobre el
octógo110, pero apenas habría sido posible cubrir la catedral de este
modo, pues el vano era aquí de unos 42 m. la intención de abovedar
la catedral está implfcita en los primeros proyectos, aunque no sabemos
con exactitud cómo intentaba lograrlo Arnolfo. El fresco de Andrea
de Florencia en la capilla española de Santa Maria Novella (c. 1367) es
una prueba de que a fines del Trecento se consideraba posible solución
una cúpula sin cimborrio, incl uso después de la ampliación de la planta
hecha por Tale111i.
Ya en 1404 se consult6 a Brunelleschi acerca de la Catedral, pero
parece cierto que solo varios años después comenzó realmente a pensar
en el problema, que había venido haciéndose más perenterio cada vez
desde los últimos años del siglo XIV. El nuevo octógono había sido tan
ensanchado que ahora resultaba imposible encontrar madera todo lo
larga y resistente que requería la cimbra para construir la cúpula. Desde
el punto de vista de un albañil tradicional, resultaba, por tanto, impo-
sible c ubrir la catedral, y los florentinos se vieron ante la perspectiva
de tener que abandonar su grandiosa empresa (respaldada como estaba
por el mismo Estado), y convertirse en el hazmerreír de sus vecinos.
Podemos formarnos cierta idea del dilema en que se encontraron los
operai leyendo las historias contenidas en la Vida anónima de Bru-
nelleschi y en la escrita por Yasari. Lo que empeoró las cosas fue la
extraordinaria decisión, tomada ya entrado el año 141 0, de construir
un tambor o cimborrio sobre la abertura del octógono, con lo que
la altura total desde el suelo hasta el borde superior del cimborrio.
= ='°i:::::=::::=20m
'f::
º
cuando fue terminado en 1413. era de cerca de 56 m. La decisión.
16
8. PaUadio: Sección del Panre~n.
9. Florenc,a, Catedral, sección de la
ctípula (de A 11derso11).
10. Florencia, Catedral, la
estructuro de la cúpula (de
Sanpaolesí).
17
/ l. Florencia, Sal),Lorenzo, planta
(de S1egman11-Geymilller).
r t:. - -
12. Florenciaj, SaflliL Croce1 ploma
(de Paatz). 1 - -
10 20
m Sin duda que al principio in tentó Brunelleschi imitar la forma del
Panteón haciendo su cúpula perfectamente semiesférica, pues es pro-
bable que en aquella época estuviese tan enrusiasmado con las cuali-
18
/J. Flore11da, Sa1110 Spirilo, p lanta
(de Paatz).
/4. Florencia. Somo Spiriro, vis/a
de las 11aves.
• '.de
•. ■ ';1.'" - ~ - 11 .a ■ ,• a ■ • U
dades estrucrnrales de la arquitectura romana que qu1s1ese 1m1tar
también las formas externas. En ello se oponía a casi todos los demás
arquitectos del siglo xv. particularmente a Alberti ; todos ellos partian
del su puesto de que había de imitarse la arquitectura romana por la
belleza de sus formas- al ser la semiesfera, por su propia natu raleza,
más bella que el a rco apuntado- y de que los principios constructivos
aplicados por los antiguos no habían de preocupar a los arquitectos
modernos. Con ello, por supuesto, simplemente seguían el ejemplo
que da ban los humanistas al elegir a Cicerón como modelo de estilo.
La cúpula de Brunelleschi es en realidad un arco apuntado de más
de 30 m de altura contra un radio de menos de 21 m. De su Memo•
randum resulta evidente que se vio forzado a emplear la forma apuntada,
p·ues que toda la experiencia de la ingeniería gótica indicaba que el
arco apuntado ejerce mucho menos empuje lateral que el de medio
punto. Su segunda innovación, el empleo de una doble tecl1umbre, fue
introducida con la finalidad de evitar wda la carga posib le, pues tam-
bién debió de haber o bservado que el Panteón, con ~ bello diseño
de artesonado profundo. fue planeado de tal modo a fin de reducir
peso de argamasa en la propia cúpu la.
En esta combinación única de ingenieria y principios esteticos anti-
gu os y modernos tanteó su camino Brunelleschi durame un período de
vei nte años. Las historias acerca de su negativa a explicar a los operai
cómo se proponla exactamente realizar lo imposible. confirman que
halló la solución en el curso de un largo espacio de tiempo y que hubo
de hacer experimentos en. pequeña escala, tales como las dos cúpulas
hemisféricas que construyó en Florencia. Los documentos de la Cate-
dral, especialmente los que registrnn el pago a D onatello en 1419 por
un gran modelo en piedra. demuestran que la solución no se intentó
sin cuidadosa consideración ; pero es evidente que desde 1420 en ade-
lante. mientras la cúp ula se construía en realidad, todavía quedaba un
elemento de misterio acerca de ella, que basta por si solo para justi-
0.car la fama que gozó Brunelleschi desde entonces. Sin embargo. la
cúpula de la Catedral de Florencia por si sola no justificaria que lo
considerásemos como un renovador escillstico o como el «resucitador
de la arquitectura de la antigüedad». y solo en sus restantes obras, en
las que los problemas constructivos fueron sencillos, podemos verlo
en su papel.
19
16, 17. Florencia, Son Loremo,
vista del interior.
que prueba cómo sus ideas estéticas pudieron desenvolverse con inde,
pendencia de su trabajo construc1ivo, c¡ue fue su preocupación en h
Catedral. Su profundo estudio de los métodos constructivos romano!
lo habían familiarizado tanto con las antiguas formas e ideales arqu1•
tectónicos que no resulta sorprendenle la forma todavla más romanE
que adoptó su propio estilo. En este sentido puede decirse que el impetll
inicial de la arquitectura renacentista de Florencia surgió directamente
de los estudios constructivos de Brune lleschi, y fue, por tanto, distinto
al impetu en pinrura o escultura que Masaccio o Do natello derivaron
de un estudio de las c ualidades puramente formales de la escultura
clásica. o obstante, como la anónima Vida demuestra claramente,
hacia 1480 eran aceptadas las formas de Brunellcschi como criterio
del estilo clásico, y sus iglesias se convirtieron en modelos. tamo de
las del tipo de planta en cruz latina como de planta central, que iba
a constituir tan gran preocupación para los arquitec1os de fines del
Quallrocento y principios del Cinquecento.
El Hospital de los Inocentes fue su primera obra, per!) fue ejecu-
tada por otros en gran parte. pues que Brunelleschi se encontraba mu}
ocupado con la Catedral. Esta e5 la explicación que su anónimo bió-
grafo nos da acerca de los aparentes solecismos del edificio, tales como
el tratamiento del entabla mento principal. con el friso terminando en
moldura y el arquitrabe que dobla en ángulo recto hacia abajo, para-
lelo a la pilastra que lo soporta. Esta disposición se da en el Baptisterio,
y lo probable es que Brunelleschi todavia fue5e incapaz de distinguirlo
de un trabajo roma no auténtico, en el sentido de que los detalles deco-
rativos del Baptisterio debieron de parecerle períectamente compati-
bles coa lo que él conocla de la decoración romana en general.
La primera de sus dos iglesias de planta en cruz fue la de San Lorenzo.
en la que comenzó con la reconstrucción de la Sacristla Vieja bajo el
patronato directo de los Medici. Se dice que la lumbrera data de 1428. de
modo que la construcción (si no la decoración) de la sacristía fue la
primera parte del trabajo en el edi.ficio a completar. La iglesia en sí,
como el edificio que la siguió, Santo Spirito, procuraron, sin embargo.
a las generaciones siguientes un modelo de iglesia basilical. Esencial-
mente, la planta en cruz latina de San Lorenzo se deriva del tipo esta-
blecido en la Edad Media y representado en Florencia por la Santa
Croce. con una larga y amplia nave y dos naves laterales, transeptos
relativamen1e pequeños en la unión con la nave para formar un cruce
cuadrado, y completada con una gran capilla que forma el coro, con
varias capillas menores a un lado y otro. Este tipo de planta descendía
directamente de las primitivas basílicas cristianas de Roma. pero babia
sido modificado por la influencia de las iglesias cistercienses francesas
durante los siglos XII y XIII. Brunelleschi, que debió de conocer bien las
grandes basílicas romanas, volvió al tipo más tradicional de planta.
con modificaciones pensadas para hacer la iglesia más adecuada a las
20
18. Modelo en madera del li111ernón 19. Florencia, Cmedral, linternón.
de la Ca1edral, FloreJ1cia. Museo
del/ 'Opera del Duomo.
21
20. Florencia, Cgtedra/, exedra. 23. Florencia, San Lorenzo,
21. Florencia, San Loren~o. sección
Sarrestia Vecchia.
de la Sacre(sria Vecchia (de Paarz). 24. Florencia, San Lorenzo,
22. Roma, ,Tempio (je.Minerva Sacresria Vece/tia, las dos cúpulas
Médica, plania- (de Pevsne1). simé1ricas.
b::
23
25. Florencia, Cappella dei Pau.i 27. Florencia, Cappe!la dei Paz,.i,
a Sama Croce, exterior.
j111110 deial/e del lmerior de la galería.
26. Florencia, Cappella dei Pa,zi. 28. Florencia, Sama Croce,
planta (de Sregma1111-Geymtlller¡. Cappe/la dei Pa;:zi, sección (de
SIeg1na1111-Geymaller1.
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24
29. Giusw van U1e11s: Visrn del
Palau.o Pi11i, Florencia, Museo
Topográfico.
30. Florencia, Pala~ ..o .'Vl edici
Ricrnrd1, pla11111 (di!"S1eg111am1-
Geyma/ler/.
31. Florencia, Palu:,::;o Nledic-1
Riccarcli, escorzo ele la fachada.
28
CAPTTULO TERCERO 35. Florencia, Pal0c,zo· Rucel/al,
fachada.
LEON Battista Alberti no solo era veintisiete anos más joven que Bru-
ne!leschi, sino que su origen, medio ambiente y formación íueroo total-
mente distintos. La familia de Alberti, aunque florentina, se hallaba
en exilio cuando él nació : en el oorce de Italia. Y alli fue educado. Al-
berti no visitó Florencia hasta 1428 aproximadamente, cuando ya tenia
veinticinco años de edad. Para ento nces ya había sentado las bases de
su reputación como humanista, y habla demostrado su do minio del
latín. En Florencia hizo a mistad con Brunelleschi, Donatello y Massacio
(o al menos los conoci(> lo bastante para dedicarles s u Tratado de Pin-
tura). En 1430 comenzó su carrera como empleado civil del l'apa y no
parece que intentara jamás convertirse en artista, aunq·ue se supone
q_ue practicó las tres artes. Su mentalidad fue esencialmente literaria,
y es natural que tan pronto como se interesara por las artes las conside-
rara desde el punto de vista de sus principios teóricos, como erudito e
historiador.
Los escritos de los antiguos acerca de las artes debieron de ser mucho
más abundantes que las obras artísticas que sobrevivieron, pero el más
importante tratado sobre arquitectura, el de Vitruvio, habia de llamar,
naturalmente, la atención de Alberti. Es un mito establecido el de que
Vitruvio fue desco nocido en la Edad Media y redescubierto dramática-
mente por Poggio hacia 1'41.5, determinando así todo el curso de la
arquitectura del Renacimiento. En realidad, de todos los manuscritos
de Vitruvio que han sobrevivido el más antiguo y mejor fue copiado,
probablemente, en el siglo VIII, en el norte de Inglaterra, y Vitruvio
era bastante bien conocid o, pues que en el siglo xtv lo citaron. Boccaccio
y Benvenuto da lmola. Es iIJdudable que no pudo haber tal dramático
descubrimiento. El elemento de verdad en el mito es que Poggio recu-
peró ciertamente muchos manuscritos de autores clásicos, y que en el
p r imer cuarto del siglo xv tos autores clásicos se estudiaban con gran
celo y, como resultado, constantemente se recuperaban nuevos manus-
critos. Cuando Albefti fue a Roma, hacia 1432, es natural que hubiese
de wmar conoci_miento de la obra de Vitruvio, aunque en ta época en
que escribió su l)escrlprio todavía no había estudiado profundamente
s us textos. Con toda probabilidad, la lectura de Vitruvio y el estudio
de las ruinas lo animaron a iniciar su propio tratado de arqu itect ura
hacia 1443, y es característico que comenzase a escribir su tratado antes
de construir un solo edificio. Sus primeras obras, el Pa lazzo Rucellai,
en Florencia, y el Templo Malatestiano, en Rlmini, no son anteriores
a 1446. Parece ser que todos sus edificios son demostraciones prácticas
que tratan de reconciliar los principios de la arquitectura de los antiguos,
,;, según él los dedujo de Vitruvio, con las ruinas que había estudiado
personalmente en Roma, y que, según comprobó, no se correspondían
con tales principios vitruv ianos.
Combinando estas do.s fuentes de información, se dispuso a procurar
nuevas formas para nuevos propósitos : p. ej., la fachada de la iglesia
2'
36. Rimini, Templo Malares liano,
fachada.
37. Marreo de' Pasri: Medalla con
el Templo Malates1ia110 de Rimini.
Berlín, S1aa1/iche Museum,
32
............
45. Florencia, Sama ,\lfaria 1Vo11efla, 46. La Ciudad ldeal, de una pinnmr
f achada. arribwda a Plero della Fruncesca.
Urbino, Ca/feria Va:ionale del/e
,\1arche.
47. Pien~a. p/a110 de la d udad rde
Cragg-Gabel) ,
-10
54. Piero dello Fruncesca: El rernblo 56. Urbino, Pala:zo Dur:ole, p/anw
de Urbino, co11 Federic·o da persper:riva axio111é1ri,·u (de
Nlonrefelrro, deralle. \tfilón, Roro11diJ.
Pinacoreca de Brera. 57. Urb1110, Pala;;zo Ducale, 1'isra
55. Urbi110, Pa/azzo Ducale. ge11eral.
f achada u /u p/a:a.
---== J 'U
3~
c.'
:::e;-;¡:
I,', .} J!';ff..~:i/
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\. f!d
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'
42
58. Ur/)1110. Pa/a~:,o Oucale. 59. (; rbmu, Pala:,:,o D11ca/l!, detalle
fachada de los wrreo11es. di!/ pario.
44
60, Con ona, Madonnll del
Ca/c111u10, p/(//1/U (de Papini).
61 Corrona, .\,/ado1111a del
Ca/cinaio, uuerior.
-"
~
" _Á
relación entre el orden inferior y el superior. que debiera ser más alto.
y finalmente-carácter típico este- la achaparrada ventana sobre el
altar se ve agobiada por un fron tón pesado y saliente de tanta a ltura
como la vencana misma. El interior de San Bernardino es superior en
todos los aspectos. El crucero y el ábside deben compararse con el
-
retablo de Piero (antes en la misma iglesia y hoy en Brera), más bien
que con el de la iglesia de la Madonna del Calcína,o. El se ntido del
espacio y de los volúmenes, evidentemente bram1111te.sco, nos hace
comprender por qué se ha atribuído esta iglesia al arquitecto de San
Pedro de Roma. Al mismo tiempo, las columnas de los ángulos, de
sección plana, están más cerca de la tradición laurana, y cualquier a.tri-
48
64. Roma, Palaz:.o Vene;,a, v1s1a
general.
65. Marren van Heemskerck:
Loggia della 8eJ1edizio11e y Patio de
San Dámaso. Viena, Albenina.
66. Roma, Pala;;o Vene;ia, patio.
49
67. Roma, Sama Mana del Popo/o,
fachada.
68, Roma, Sa111'Agosri110, fachada.
50
69. Roma, Palazw della
Ca11ce//eria. planta (de Fle1cher).
70. Roma, Palau.o della
Ca11celleria, exterior.
71. Roma, Palauo della
Cance/leria, patio.
51
72. Roma, Pala.:-::.o Giraud-
Tor/onia, fachado.
73. G111/io110 do Songa/lo; Proyecto
paro lo fachada rle San lorenw.
Florencia, Uffizi, Solo de D1b111os.
53
79. Florencia, Sacristía de S01110
Spirito, cúpula.
80. Florencia, Sacristla de Santo
Sp/rito, 1e,·l10 del vestíbulo.
8 1. Prato, Sanca Maria del/e
Carceri, a/;,ado y p lan1a (de
A 11derso11).
82. Pra/0, Sama Mano del/e
Carceri, l.'Scorw del i111erior.
55
83. Filare1e: Dibujo del Banco dei CAPJTULO CUARTO
Medici, en Milán, Florencia,
Bíblio1eca Nazionale.
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57
89. Bergamo, Cupil/a Colleom.
del(J//e.
claramente la desproporción entre la teoría de Filarete y la ejecución cesca y Mantegna, y así lo confirman sus frescos en el Brera. Otro gra-
práctica que fue capaz de imponer a los contratistas milaneses; del bado que lleva su nombre, aunque no siempre sea aceptado como suyo,
mismo modo, la e nérgica denur\cia. en su tratado, de la bárbara manera parece que también lo confirma, pues su espíritu está muy cerca del
moderna- con lo que quería decir gótico, como opuesto a antiguo- que anima la Cilla idea/e de Vrbino. Y también muy próximo al de
demuestra la fuerte oposición existente contra el estilo antiguo de Bru- las larsie de las puertas de algunas salas de consejo. especialmente de la
nelleschi, que él esperaba introducir en Milán. que da entrada a la Sala de Audiencias. de fecha posterior a 1474,
Su tratado contiene también un dibujo de la Banca Medici de Milán, pues que tiene la inscripción FE. D UX. Si Bramante venía de Urbino
proyectada por Michelozzo, y de la que solamente se conserva la en- y habla aprendido con Piero, no es irracional relacionarlo con la cons-
lrada. Aunque fue diseñada por un florentino para un florenlino, los trucción del Palacio, quizá durante el periodo comprendido entre 1472,
operarios milaneses a1teraron la pureza clasica del proyecto hasta cuando Laurana marchó a Nápoles, y 1475, fecha en que llegó por
hacerla irreconocible, y por tal razón ha de considerarse como d udosa primera vez Fraocesco di Giorgio. Por entonces tendria Bramante
la atribución a Michelozzo de la Capilla Portinari, de Sant'Eustorgio. unos treinta años, por lo c¡_ue no es sorprendente que se le hayan atri-
Esta capilla fue construida hacia el año 1462 por el director de una buido algLmas partes del p.1lacio, especialmente la Capilla del Perdón ;
sucu rsal milanesa de la Banca Medici. y recuerda lejanamente el Bap- desgraciadamente. el estilo del grabado de 1481 y el de su obra en la
Listerio florentino, así como la Sacristía Vieja, de Bmnelleschi, si bien, iglesia de San Satiro coinciden, pero no guardan relación con nada
una vez más, la ejecución por parte de los obreros locales muestra de Urbino (coro. láminas). La Capilla del Perdón ha sido comparada
una evidente falta de comprensión de los ideales formales clásicos. a veces con la imaginaria iglesia que aparece en el retablo de Piero
Otro florentino, Benedetto Ferrini, también trabajó como arquitecto en Brera, de la misma época, es decir, de mediados del decenio 1470.
en Milán y en la cartuja de Pavía: en la Capilla Portinari pueden obser-
varse algunos elementos de su estilo. Su obra en Sao Satlro es menos fantástica, naturalmente, que sus
Más característica del gusto por una decoración elaborada es la grabados, con sus románticos claroscuros paleocristianos, pero de todos
Capill a Colleoni, en Bérgamo , d iseñada por Amadeo en los primeros modos muestra lo que debe quien la realizó a su preparación como
años del decenio 1470, semejante a las estructuras tipo minarete que pintor, pues que el efecto principal se debe a la perspectiva ; la profun-
aparecen en los dibujos de Filarete. En la Cartuja de Pavía podemos didad del coro es de poco más de unos metros, porque la calle del exte-
hallar, en mayor escala, una parecida combinación de formas clásicas, rior limitaba su construcción. Y si bien resulla efectivo, no es arquitec-
básicamente simples, con una decoración exuberante, donde todavía tura. en el sentido en que el mismo Bramante había de comprenderla
hay ecos de ella en el modelo para la Catedral de Pavía en el que el solo unos años más larde. Y el cambio de una concepción pictórica,
mismo Bramante intervino. esce nográfica, a o lra que no solame nte es clásica, sino Lambién orgá-
Ni Filarete ni alln Michelozzo fueron arquitectos de talla sufi- nica, probablemente se deba m:i.s a Leonardo que a cualquier otro
ciente para imponer su estilo. o su concepto de lo antiguo en la capital factor aislado. La Ultima Cena, de Leonardo, en el refectorio de Santa
lombarda. La fec ha más importante en la «conversión» de Milán es, Maria delle Grazie, se considera a menudo como la primera obra del
probablemente, 148 1- 1482, en que Brama nte se hallaba. sin duda. en Alto Renacimiento, y fue pintada mientras Bramante estaba conslru-
la ciudad. En ell a habría de permanecer hasta la invasión francesa yendo la tribuna de la iglesia sobre un esquema de Brunelleschi. La
de 1499. y a los pocos meses habría de unírsele Leonardo. Durante madurez de Bramante como arquitecto--el claustro de Sant'Ambrogio-
unos diecisiete años emplearon los Sforza a los dos artistas más impor- es contemporánea de la obra de Leonardo en Sa nta Marie deUe Grazie,
tantes de la época. y esto no es una coincidencia.
Cuando Bramante llegó a Milán ya era un artista completamente El interés de Leonardo por la arquitectura de be atribuirse al influjo
formado. Habla nacido en Fermignano. cerca de U rbino, al parecer de Bramante, pues co menzó a escribir un tratado sobre el lema, cuyo
en 1444. y se le menciona por primera vez en un documento fecha- borrador tms. B) se encuentra hoy en Parls, y la mayor parte del tra-
do en 1477, cuando pintó el fresco de Clti/011 en Bérgamo. Probablemente bajo parece ser que fue realizada en los decenios 1480 y 1490. en la
en esté tiempo comenzó su primer trabajo arquitectónico. en la iglesia época en que se mantenía en contacto diario , en la corte de los Sforza,
de Santa Maria, cerca de San Satiro, en Milán , y en 1481 se hallaba con Bramante, cuyo estilo se desarrolló hacia la madurez durante cerca
sin d uda en la ciudad, c uando hizo el boceto para el grabado Ruinas de veinte años. Los elementos constitutivos del estilo de Bramante se
y figuras ( stampam unam cum hedijiriis et jiguris). Según s u conte mpo rá- pueden definir. pues: como tradición brunelleschiana en la forma modi-
neo Sabba Castiglione. fue educado como pinto r por Piero della Fran- ficada de que dieron ejemplos Fil arete y Michelo zzo ; legado clásico
58
90. Pavfa, Ca1edral, inferior, 93. Modelo en madera de la
escorzo hacia la cúpula. CClledraf de Pavía, Pavfa, Museo
91. Pavía, CartuJa, fachada. del Cas1eflo.
92. Pavía, Ca1edral, iruerior. 94. Urbino, Pafa:zo Ducale, puer1a
de la Sala degli A ngiofi, de1alfe de
las /araceas.
61
95. A rq1111ectura famrística, dewlle, 97, Milán, Sama Maria Junto rt Son
1481. Crabaclo (lé Prevedari sobre Satiro, sección y ploma (ele Casina).
1111 dibujo de Bra111a111e Nfilún. 98. Milrín, Sama Mario j 11nro a San
Racco/tu Perego di Cre11111ago. Satiro, exterior,
96. Bra111a111e: Calle antigua, 99. Milán, Sama Maria j w ,w a San
grabado, 155 c. Londres, British S(lfiro, perspectin1 del coro.
;\fuse11m.
62
64
/OO. :I./ilun. Sama Mana de/11! /().J. Leonardo: Dibujo /06. Leonardo: D1b1110
Gra:ie. sección y ploma (de Pica). arq11111'C1á11ico, ms. B.N. 2037, f arq1111ec1611ico. mf. 8.f 221. Purfs.
31•. Purfs, fnstitLII de Frunce. /11sti1111 ele Frunce.
/01 Mil<ín. S11111a Maria de/Ir
Gra:ie, extenor /05. Leo11ardo: Dibu¡o 107 Leonardo: D1/111jo
arq111tl'Ctó11it·o, ms. B.F. /9r. París, arq1111ec1ó11ico del Codice Atlamico,
/02, /03•.\11/011. Sama \/aria del/e f 362'•. Milán, 81bbo1eca
Gra:ie, drtalle del I111/!nor. /11.stillll ele Frunce.
A111brOfia11a .
M
... . ·a .
ir~:~·~¿~
' . ~. . 1(0', .
. / /~ ~
. .
65
/08. Milán, U11111ersidad Católica
Junto a Sant 'A mbrogio, d(wstro
Jónico.
109. Roma, Sama Maria della Pat·e,
claustro.
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. :~ ·' '\"
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•
•
•
67
113. Caradosso: Medalla 115. Brama111e: Diseño paru la
conml!11101'Uliva de la J1tndació11 de planra de S an Pedro, A 20.
la Basílica de San Pedro (1506). Norencill, U.ffi:i, Sala de Dib1ijos.
Londres, British 1'v!11se11111. 116. Menicantonio de' Chiare/lis:
114. Bramu111e: Planw de San San Pedro, alzado y Set'ció11.
Pedro (dise,io del proye,·10 Upperville (EE. UU,J, Colecdó11
pri111i1ivo). Florencia, Uffizi, Sala Paul Mel/011.
de Dibujos.
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como estrictos problemas de ingeniería, o bien como el desarrollo, +i~~ 1
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Asi puede verse en el ms. B (22r y 25v) donde hay cinco plantas. cuatro formales de geometría. Le preocupaba construir algo que reemplazase
de las cuales están desarrolladas sobre un octógono básico. Las dos a la Basllica Constantiniana en su mismo terreno; aJgo que lUviese
más simples- 25v superior e inferior- son octógonos con idénticas la misma signiflcación- Temp/i Petri instauratio-y tuviera análoga
aperturas en todos los lados. ensayadas primero en forma de semi- pureza latina; en otras palabras, deseaba tanto la forma antigua
circulo y resueltas en el otro dibujo como circulas completos. El al,:ado como la forma geométrica. Si se compara una de las arcadas dibu-
del exterior esta elaborado como una serie de semicilindros. cada uno jadas por Leonardo con el claustro de Bramante en Sant' Ambrogio
de ellos adosado a otro mayor. hasta alcanzar el núcleo central. (El de Milán, construido durante el decenio 1490, resulta evidente que la
efecto pod ría co1npararse al del púlpito de Bramante en Santa Mnria amplitud y espaciosidad del claustro se deben a sus calculadas propor-
delle Grazie). La iglesia de Leonardo esta coronada por una cúpula ciones, a la simplicidad de formas y al énfasis sobre la horizontalidad.
con nervios, en parle lombarda y en parte reminiscente de la Catedral Estas lecciones podlan aprenderse mejor a fines del siglo xv con el
de Florencia, pero las formas reales de esta estructura no revelan el estudio de la antigüedad clásica combinado con la investigación de
conocimiento de nada posterior a Brunellcschi en arquitectura. El las proporciones vitruvianas (que interesaban a Leonardo tanto como
interior del edificio está desarrollado exclusivamente en tcrm1nos de la a cualquier otro), pero el discípulo de Piero della Francesca y Ma ntegna
planta. No existe entrada; pero una vez en el interior del edificio. nos estaba dotado como ningún florentino de su generación pudo estarlo.
encontraríamos en un únic9 espacio de capilla cilíndrica. con pequei\os Antes que .Bramante pudiese proyectar la nueva iglesia de San Pedro,
nichos en torn o, uno de los cuales, presun,iblemcnte. conduce al octó- era necesario que hubiera experimentado el ane clásico de Mantegna,
gono principal del centro, cubierto por la cúpula: la transicion desd e Piero y Latrrana; la romántica antigüedad del arte lombardo del si-
un efecto espacial al siguiente sería abrupta, en el paso por una puerta glo XV, expresada en sus Ruinas; la arquitectura mecánica y cerebral
est recha (y baja. por tanto). El proyecto presenta una vista del exterior. de Leonardo, algo de la cual expresó en la sólida geomelria de Santa
compuesta de scmicilir1dros separados por muros en ángulo. corres- Maria dclle Grazie; y, finalmente, los edilicios romanos procedentes
pondientes a los ángulos del octógono; de ello podemos deducir que de la época de Ambrosio y AgustLn. Y todo ello había de conseguirlo
los scmicílindros estarlan cubiertos por medins cópulas adosadas contra con un intenso estudio estructural y estético de las ruinas de la misma
el grueso núcleo octogonal del centro. Desde el interior. las capillas Roma antes que se hallase preparado para intentar el más grandioso
producirian presumiblemente el efecto de tener como cúpula un hemis- edificio romano de codos: el «Panteón sobre las bóvedas del Templo
ferio completo, pero ilum111ado desde un solo lado. El dibuJo no es de la Paz>>.
claro. pero parece posible que la intención fuese crear cúpulas comple-
tas. de aspecto bizantino, que quizá no fuese desagradable al gusto
lombardo.
Las otras dos plantas abandonan este problema e inician un nuevo
curso de ideas. En la parte central de l folio 251•. el octógono básico
muestra los lados abiertos o cerrad os alternativamente por un gran
arco que conduce a la capilla semicircular ya utilizada en los dibujos
precedentes, con lo que resulta una cruz griega, de aspas redondeadas.
s uperpuesta al octógono, Los otros cuatro la.dos desarrollan la forma
de capilla completamente circular. transformándola en un octógono
me1l0r, de modo que tm verdadero al¿ado ofreceria la misma secuencia
de semicilindros. S1 el prototipo de estos proyectos fue San Lorenzo.
es evidente que Bramante y Lconardo·segulan distintas lineas de pensa-
miento, y. sin embargo, estos y otros dibujos del ms. B demuestran
que los problemas formales que habrían de surgir en relación con la
iglesia de San Pedro ya habían sido planteados, s1 no resueltos, antes
que Bramante abandonase Milan. y mucho antes que Julio II fuese
elegido Papa.
Naturalmente, la concepción que de la nueva iglesia de San Pedro
se fo rmase Bramante fue algo mucho más elevado que estos problema.s
70