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Maestría: Clínica Psicoanalítica con niños

Escuela de Posgrado

Facultad de Psicología

U.N.R.

Título del Seminario: El autismo y las psicosis infantiles

Docente: Jaime Fernandez Miranda

Título del Trabajo: Paula

Autor: Florencia Cúneo

florcuneo@yahoo.com.ar

Tel: 0341-152114138

1
Para este trabajo propongo articular los conceptos expuestos y
entramados en este seminario, que me interrogaron y que pretendo elaborar en
un recorte de caso clínico.

El caso de Paula una niña de 3 años que “no habla”. La traen sus padres
a consulta al espacio de fonoaudiología.

Paula realizaba tratamiento en un espacio de psicomotricidad que había


sugerido el jardín donde asistía desde los 2 años.

Sus antecedentes: en el momento del parto atravesó por una situación de


anoxia por ingesta de meconio. Líquido en los pulmones y neumonía.

Estuvo en neonatología durante 20 días, en donde fue alimentada por


sonda nasogástrica.1

“Paula no quería” dice la mamá cuando quiso amamantarla al salir de


neonatología.

“Aceptó la teta” luego de intentar dársela y la tomó hasta los 5 meses.


Desde que salió de neonatología tomó mamadera.

“Paula hizo todo a su tiempo” el tiempo que la niña demandó para


sostener la cabeza, sentarse, gatear, caminar.

“No balbuceó”.

Su mamá cuenta sobre lo difícil del momento del nacimiento de Paula, lo


que la llevó a un estado de “mucha angustia” que la condujo a buscar asistencia
psicológica.

1
Una sonda nasogástrica, también llamada de forma más correcta sonda gastronasal, es un tubo,
habitualmente de plástico, hule o PVC, que se introduce a través de la nariz (o la boca, la cual se
denominaría orogástrica) en el estómago pasando por el esófago. 

2
Conozco a Paula cuando tenía 3 años 3 meses, me atrae su mirada
opaca, profunda y extraña. Sus movimientos imprecisos evidenciaban su marcha
que era inestable.

A veces respondía a su nombre. Su llanto era muy estridente.

La palabra de otro no siempre la convocaba. El silencio caracterizaba


nuestros encuentros

Usaba algunos sonidos vocálicos y algunas señas para indicar lo que


quería. Se sobresaltaba ante ruidos intensos.

Paula parecía no poder oir.

A los 3 años y 5 meses le realizan estudios auditivos y le diagnostican


“Hipoacusia perceptiva bilateral leve en oído izquierdo y moderada en oído
derecho”. Se decide no equiparla con audífonos. Esta decisión se basa en
mejoras que la niña estaba teniendo en la interacción con los otros, estos datos
son aportados por su familia y por el jardín. Se consideran también sus
antecedentes de nacimiento, que la niña se encontraba en un tiempo de
maduración de la vía auditiva, y la complejidad del uso del audífono. Se sugiere
que continúe con tratamiento fonoaudiológico y psicomotriz, y realizar una nueva
evaluación auditiva en 6 meses.

En otra evaluación auditiva, pasados 8 meses de la primera, se


diagnostica “Hipoacusia perceptiva leve en oído derecho y oído izquierdo dentro
de parámetros normales”. Sus posibilidades de audición habían mejorado
notablemente y el uso del audífono fue descartado.

Después de los diagnósticos de hipoacusia perceptiva, el proceso de


maduración y su crecimiento, califica al órgano auditivo en su función, por esto
no se la equipó con audífonos.

A cambio se sugiere un espacio de trabajo en el que se dará prioridad al


movimiento de la palabra significada para su escucha

3
Me interroga el nacimiento de Paula, las situaciones de riesgo extremo de
su vida en neonatología y el primer encuentro con su mamá, al que ella refiere
que cuando quiso amamantarla “Paula no quería”.

En la experiencia de amamantamiento el pecho es considerado como


parte del mundo. Se caracteriza por ser simultáneamente audible, olfativo, táctil,
visible, alimenticio, dispensador a los órganos sensoriales de su capacidad de
otorgar placer.

Winnicott, D.W. sostiene: que en ese momento la mamá debe adaptarse


de manera sensible a las necesidades del bebé para ponerse en el lugar del
niño y satisfacer sus necesidades.

“En la primera lactación (teórica) el bebé está listo para crear, y la madre le
posibilita tener la ilusión de que el pecho, y lo que éste significa, ha sido creado a
partir del impulso derivado de la necesidad” 2

“Con el correr del tiempo sobreviene un estado en que el bebé se siente


confiado en que habrá de encontrar el objeto de su deseo, lo cual significa que va
tolerando gradualmente la ausencia del objeto. Así se inicia su concepto de la
realidad externa, lugar desde el cual aparecen los objetos y en el cual
desaparecen. Puede decirse que a través de la magia del deseo el bebé tiene la
ilusión de disponer de un poder creativo mágico, y la omnipotencia se vuelve un
hecho por la adaptación sensible de la madre” 3

¿La madre de Paula se adaptó de manera sensible a las necesidades de la


niña?

¿Respondió a estas necesidades permitiendo la constitución de una ilusión


que conduce a la creación del objeto por parte de la niña?

¿Hubo un encuentro en el que se le dio un lugar activo a la niña o ésta sólo


respondió de manera pasiva a la “habilidad” de la madre para dar la teta?

2
Winnicott, D.W. La naturaleza humana. Ed Paidos: Psicología Profunda. Bs As 2005. Pp.146
3
Id Idem Pp. 152

4
Recuerdo su relato: cuando Paula salió de neonatología y su mamá quiso
amamantarla “Paula no quería”. Al principio le costó, “aceptó la teta” y la tomó
hasta los 5 meses.

Me interrogo acerca de la voz de la mamá y la escucha de Paula.

Piera Aulagnier sostiene que el placer de “oir” en esta experiencia en lo


originario se va a ligar al deseo de “oir” la presencia del pecho y del Otro,
condición para la catectización de la actividad de escucha a través de este
proceso y para que surja el deseo de aprehender lo que enuncia esa voz. En la
experiencia de amamantamiento en el proceso originario, todo sonido se
presenta en y a través del pictograma como producto de un “tímpano-pecho
sonoro”4 y representa el registro de la función auditiva, dos entidades
indisociadas del objeto-zona complementaria.

“El placer de oir es una primera catectización del lenguaje cuya única
condición es la audibilidad de lo percibido, catectización de una única cualidad
del signo lingüístico que deja de lado su esencia. Empero, queda el antecedente,
único que puede abrirse camino a una segunda forma de percepción de lo Oído,
que transformará al puro sonido en un signo que funda el sistema de significación
primaria, que organiza las producciones del proceso de igual nombre a partir del
momento en que este último tienen en cuenta a la imagen de la palabra” 5

En relación con los efectos de lo sonoro de lo que la mamá le devuelve al


bebé, Anzieu, D. sostiene “…el Sí-mismo se forma bajo una envoltura sonora en la
experiencia del baño de sonidos concomitantes a la de la lactancia. Este baño de
sonidos prefigura el Yo-piel y su doble faz vuelta hacia adentro y hacia afuera,
porque la envoltura sonora está compuesta por sonidos emitidos alternativamente

4
Aulagnier, P. (1975) La violencia de la interpretación. Del pictograma al enunciado. Ed Amorrortu. Primera
reimpresión 2014. Bs As Pp. 95
5
Ibid. Pp. 97

5
por el entorno y por el bebé. La combinación de estos sonidos produce, pues a) un
espacio- volumen común que permite el intercambio bilateral (mientras que la
lactancia y la eliminación realizan una circulación en sentido único); b) una primera
imagen (espacio-auditiva) del propio cuerpo, y c) un vínculo de realización fusional
real con la madre (sin el cual, la fusión imaginaria con ella no sería posteriormente
posible)”6

Paula escuchaba la voz de su mamá. ¿Cómo? ¿La hipoacusia perturbaba


la escucha de la voz de la madre? ¿Qué características tenía la voz de la mamá
en relación con su estado afectivo, emocional?

Cuando conocí a la mamá de Paula me sorprendió la voz baja, el poco uso


de la intensidad de su voz, su timbre aspirado, sin variaciones, su entonación
monocorde y el ritmo lento de sus expresiones

“La voz crea otra espacialidad ligada a la distancia y la vibración la hace


envolvente, de la voz no se puede huir, está por todos lados” 7

“Considerando el planteo de Winnicott, aquello que vuelve perturbador a la


voz y al silencio es la discordancia respecto a la experiencia del bebé. (…)La voz
materna para el niño es un objeto real y a la vez es un objeto creado en la medida
en que la alternancia entre la voz y el silencio y entre la entonación de algún modo
acompañe la experiencia del bebé”8

Paula “No balbuceó”

En el balbuceo hay un juego con la cavidad bucal, con la laringe, donde el


aire de la respiración y las vibraciones se encuentran y producen sensaciones.

Jakobon, R. descubrió que los niños sin el menor esfuerzo, en un primer


tiempo pueden producir los sonidos de todas las lenguas humanas. Luego de

6
Anzieu, D., (2007) El yo piel. Ed. Bibioteca Nueva, Madrid, 2007. Pp. 181
7
Fernandez Miranda, J., Seminario: El autismo y las psicosis infantiles, dictado en la Maestría en Clínica
Psicoanalítica con Niños de la Fac. de Psicología de la UNR. Septiembre 2015. Transcripción de la 3° clase.
8
Ib Idem. Fragmento extraído de la transcripción de la 3° clase.

6
una interrupción muy marcada, desaparece la producción infinita de sonidos y
comienza a dominar los sonidos de su lengua materna.

El balbuceo, como actividad lúdica del niño, se juega a partir del


autoerotismo.

Freud sostiene en Tres ensayos de Teoría Sexual (1905) en relación con


el autoerotismo que “la pulsión no está dirigida a otra persona; se satisface en el
cuerpo propio, es autoerótica, para decirlo con una feliz designación introducida
por Havelock Ellis [1898]. Es claro, además, que la acción del niño chupeteador
se rige por la búsqueda de un placer —ya vivenciado, y ahora recordado. Su
primera actividad, la más importante para su vida, el mamar del pecho materno (o
de sus subrogados), no pudo menos que familiarizarlo con ese placer.

Diríamos que los labios del niño se comportaron como una zona erógena
y la estimulación por el cálido aflujo de leche fue la causa de la sensación
placentera."9

En la concepción de Freud de autoerotismo se sostiene una vertiente


repetitiva, puro placer de órgano y una más creativa dónde es abierta sobre los
objetos.

“Entonces el autoerotismo puede ser pensado en el anclaje en el cuerpo


real pulsional y en la capacidad creativa y en una tensión entre ambas, es decir
entre repetición y creación, entre lo real y lo ficcional.” 10

Entre el autoerotismo y los objetos y fenómenos transicionales hay una


ruptura y también una relación de continuidad.

“Una continuidad porque la lógica sigue siendo a de la tensión entre la


dimensión real y la ficcional, entre a repetición y la creación porque siguen siendo

9
Freud, S. (1905) Tres ensayos de teoría sexual (Amorrortu editores T VII 1978) 6° reimpresión, Bs As. Pp.
164
10
Fernandez Miranda, J., Seminario: El autismo y las psicosis infantiles, dictado en la Maestría en Clínica
Psicoanalítica con Niños de la Fac. de Psicología de la UNR. Septiembre 2015. Transcripción 2° clase

7
movilizadas por la pulsión y a la vez son efecto de una visión creativa sobre el
mundo. Hay una ruptura porque introducen el objeto externo.” 11

En relación con el objeto transicional y los fenómenos transicionales


Winnicott; D. W. considera:

“El “objeto transicional” o primera posesión es un objeto que el bebé ha


creado, aunque al mismo tiempo que decimos esto, sabemos que es, en efecto,
un pedazo de frazada o el fleco de una manta o un pañuelo” 12

“Introduzco los términos “objetos transicionales” y “fenómenos


transicionales” para designar la zona intermedia de experiencia entre el pulgar y el
osito, entre el erotismo oral y la verdadera relación de objeto, entre la actividad
creadora primaria y la proyección de lo que ya se ha introyectado…” 13

“Yo afirmo que existe un estado intermedio entre la incapacidad del bebé
para reconocer y aceptar la realidad, y su creciente capacidad para ello” 14

“La manera en que un niño repite un repertorio de canciones y melodías


mientras se prepara para dormir, se ubican en la zona intermedia como
fenómenos transicionales”15

“El ambiente sonoro que arrulla al bebé en un medio humanizado, lo


envuelve literalmente y se convierte en el precursor de su destino transicional. El
placer de los niños de jugar con las palabras, de someter la historia y los objetos a
la manipulación vocal, “juego primitivo con las palabras” y su no-sentido que Freud
señaló en El chiste y su relación con lo inconsciente (1905)- se origina en el
anclaje transicional del lenguaje. Cuando la forma sonora de un fonema o un
monema se adquiere sin su valor semántico, pero respetando las reglas
fonológicas, creo que estamos muy cerca del lenguaje transicional; sobre todo
cuando esa palabra surge como medio de lucha para las angustias depresivas” 16

11
Ib Idem Transcripción de la 2° clase
12
Op. Cit. Pp. 153
13
Winnicott, D. W., Realidad y Juego. Gedisa editorial, Bs As 1971
14
Ib ídem Pp. 19
15
Ib Idem Pp. 19
16
Anzieu, D y otros; Psicoanálisis y lenguaje. Del cuerpo a la palabra. Ed. Kapeluz Bs As, 1981 Pp. 82

8
“Ese poder transicional de ciertas palabras se conserva, pero se diluye
posteriormente en el lenguaje, con mayor o menor fuerza según su proximidad a
los recuerdos infantiles y a las investiduras actuales. La palabra “mamá” conserva
esa valencia transicional; nunca se evacua totalmente en el anonimato del código,
lleva para siempre las marcas cicatriciales de los primeros amores y de sus
renuncias” 17

En un encuentro con Paula ella tomó la cocinita, agarró un choclo, lo puso


en una ollita que llevó al horno. Se sirvió agua en una tacita y la tomó.

Acompañó su juego con sonidos vocálicos y consonánticos usando una voz


suave. En palabras de Illari, A. M. (2004) escucho las tramas más íntimas del
lenguaje, que en sus variaciones me permiten disfrutar de la apropiación de
melodías de nuestra lengua.

17
Ib Idem Pp. 82

9
Bibliografía

Freud, S., Tres ensayos de teoría sexual. En Obras Completas. Volumen IV, Amorrortu,
Buenos Aires, 1998.

Winnicott, D.W. La naturaleza humana (parte IV), Paidós, Buenos Aires, 2012.

Winnicott, D.W. Objetos transicionales y fenómenos transicionales. En Realidad y juego


(pp. 17-46), Gedisa, Barcelona, 2005.

Winnicott, D. W., Papel de espejo de la madre y la familia en el desarrollo del niño, en


Realidad y juego, Gedisa, Barcelona, 2005

Winnicott, D.W., La teoría de la relación entre progenitores-infante, en Los procesos de


maduración y el ambiente facilitador, Paidós, Buenos Aires, 2007

Anzieu, D., El yo piel (cap 11), Biblioteca Nueva, Madrid, 2007.

Anzieu, D y otros; Psicoanálisis y lenguaje. Del cuerpo a la palabra. (Cap. 1 y 3) Ed.


Kapeluz Bs As, 1981

Aulagnier, P., La violencia de la interpretación. Del pictograma al enunciado (Cap.2 y 3),


Amorrortu, Buenos Aires, 1993.

Heller-Roazen, D., Ecolalias. Sobre el olvido de las lenguas (cap. 1 y 2), Katz, Madrid,
2008.

Illari, A.M. (2004) Tesis Doctoral: Una nueva perspectiva en el campo de la problemática y
en el campo de las afecciones del lenguaje en el niño. Facultad de Psicología, UNR.

Le Breton, D., Rostros. Ensayo de antropología (cap 3), Letra viva, Buenos Aires, 2010.

Spitz, R., El primer año de vida (cap. V), Buenos Aires, F.C.E, 2006

Fernandez Miranda, J. Seminario: El autismo y las psicosis infantiles, dictado en la


Maestría en Clínica Psicoanalítica con Niños de la Fac. de Psicología de la UNR.
Septiembre 2015. Fragmento extraído de la transcripción de la 2° y 3° clase (no
publicado)

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