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QUÍMICA

FUNDAMENTOS DE QÚIMICA

La química es la ciencia que estudia la materia, sus


propiedades y los cambios que experimenta. Materia es todo
aquello que tiene masa y ocupa un espacio.
Averiguar la composición de la materia es identificar
sus componentes, así como las cualidades y cantidades de
éstos. También se estudia la estructura, que la distribución de
los elementos que forman una sustancia.
Cada uno de los distintos tipos de materia se llama
sustancia, y están definidos por unas propiedades físicas
(medibles), y químicas (de composición).
El estado físico es lo primero que se observa de una
sustancia. Si se altera el estado y no la composición se está
realizando un cambio físico.
Cuando lo que se altera es la propio naturaleza de la
sustancia, a nivel de sus componentes, estaremos en presencia
de una reacción química.

Podemos distinguir tres tipos de sustancias:

• Elementos: sustancia constituida por el mismo tipo de


átomos.
• Átomo es la partícula más pequeña que mantiene las
características químicas de las sustancias.
• Compuestos: sustancias formadas por dos o más elementos
distintos que guardan siempre una relación constante.
Los átomos no se mezclan aleatoriamente, sino que
se enlazan formando moléculas.
• Las moléculas son las partículas más pequeñas que
conservan las características de un compuesto.
• Mezcla: combinación de sustancias puras separables por
sus propiedades físicas.

ESTEQUIOMETRÍA

Composición estequiométrica es la relación cuantitativa de


los elementos que forman un compuesto.
Estequiometría de reacción es la relación cuantitativa de
los elementos que intervienen en una reacción química.
El átomo se constituye de partículas más pequeñas:
protones (+) y neutrones en el núcleo (constituyen la
mayor parte de la masa atómica, aunque su tamaño es
mínimo), y los electrones (-) en orbitales alrededor.

Datos importantes:

Radio atómico: 1-2 5 A


Radio del núcleo: 10-5 A 1 A= 10-10 metros

Masa del protón: 1 673 10-24 g


Masa del neutrón: 1 675 10-24 g
Masa del electrón: 9 11 10-28 g
Masa atómica: 10-24 10-22
12
U.M.A.= 1/12 de la masa de un átomo de C
= 1 6605 10-24 g

Número atómico Z: número de e- ó p+


Número másico A: número de p+ + número de n
Un isótopo de un elemento es un átomo con el mismo
número atómico pero con distinto número másico que el
original.

MOL: es un peso en gramos igual al peso molecular


de la sustancia en UMAs. Ó tantas moléculas de dicha
12
sustancia cómo átomos hay en 12 gramos de C.
1 mol de átomos de un elemento es el peso atómico de
ese elemento expresado en gramos.
1 mol de moléculas de un compuesto es peso molecular
de ese compuesto expresado en gramos.

Una fórmula química es una combinación de símbolos


y subíndices que nos indica el tipo de átomos (elementos) y
número que hay de ellos en un compuesto.
• EMPÍRICA: nos indica la relación de cantidades
de elementos que forman el compuesto.
• MOLECULAR: nos indica la cantidad real de
elementos de forman el compuesto.

La composición porcentual ó porcentaje en peso de un


elemento en un compuesto se calcula:

peso X
% peso elemento X= x 100
peso molecular

La molaridad se calcula:

moles soluto
Molaridad=
litros disolucion

Tipos de reacciones en disolución acuosa:


• PRECIPITACIÓN: al mezclar dos disoluciones de
electrolitos que contienen un anión y un catión
generando una sal insoluble.
• ÁCIDO-BASE: se produce transferencia de protones
del ácido a la base.
• OXIDACIÓN-REDUCCIÓN: el compuesto que se
oxida pierde electrones que gana el que se reduce.
ESTRUCTURA ATÓMICA Y TABLA PERIÓDICA

La idea de que la materia está constituida por


partículas muy pequeñas es muy antigua, y ya aparece
recogida en los escritos de Demócrito (400 a. C.). Sin
embargo la primera evidencia experimental fue establecida en
1805 por Dalton, cuya teoría atómica en lo esencial ha
soportado bastante bien el paso de los años.
La teoría atómica de Dalton tiene tres postulados:

1) Los elementos están constituidos por partículas


pequeñas llamadas átomos. Los átomos de los
mismos elementos tienen las mismas propiedades.
2) Los átomos de distintos elementos tienen distintas
propiedades. En una reacción química ordinaria los
átomos no pueden desaparecer ni dar lugar a otros
átomos.
3) Un compuesto es la combinación de átomos de dos
o más elementos.

Los científicos se empezaron a preguntar si habría


partículas subatómicas. Thomson, Millikan y Rutherford
fueron los pioneros en su descubrimiento.
En 1897 Thomson realizaba experimentos en los que
estudiaba el efecto de grandes voltajes en gases. Aplicó una
diferencia de potencial entre dos electrodos situados en un
tubo de vidrio sellado y lleno de gas. Observó unos rayos
que salían del cátodo hacia el ánodo. Estos rayos tuvieron
dos grandes consecuencias.
1) Estos rayos catódicos son corrientes de partículas
cargadas negativamente (electrones).
2) La televisión.
Thomson propuso un modelo atómico según el cual los
átomos eran esferas macizas de carga positiva, con los
electrones en su interior de modo que globalmente eran
neutros.

Millikan en 1910 logró determinar el valor de la


carga del electrón en 1 602 10-19 Culombios.
En el mismo año, Rutherford y sus estudiantes
realizaron en experimento consistente en bombardear una
lámina muy fina de oro con partículas alfa (átomos de He
sin electrones), y recogían el resultado en una placa
fotográfica. Observaron que la mayor parte de las
radiaciones atravesaban el oro sin desviarse, unas pocas se
desviaban ligeramente, y muy pocas rebotaban.
Para explicar esto ideó una nueva teoría atómica.
Según ésta el átomo consta de un núcleo pequeño con
relación al tamaño total del átomo. Este núcleo tiene la
mayor parte de la masa, además de la carga positiva del
átomo. Los electrones giran en órbitas como planetas
alrededor del núcleo.
Con este modelo se puede aplicar la ley de Coulomb.
Aquí los electrones giran en órbitas circulares fijas y explica
que los electrones no son atraídos por el núcleo debido a la
gran velocidad a la que se mueven.

Newton fue uno de los primeros científicos que


demostraron con un prisma que la luz blanca se componía
de varios colores. Gran parte del conocimiento de la
estructura atómica se debe al avance de la espectroscopia
(análisis de la radiación absorbida o emitida por una
sustancia).
Cuando los electrones se calientan o sus vapores se
someten a descargas eléctricas emiten luz de distintos colores.
Esto es así porque los átomos adquieren una energía
que cambia su estructura atómica. Cuando el átomo se
reajusta emite esa energía en forma de cuantos de energía (la
energía que posee un fotón).

El átomo de H cuando se calienta muestra tres líneas


en su espectro visible. La más intensa aparece a 656 nm
(rojo). La frecuencia de todas las líneas de todo el espectro
del hidrógeno se puede calcular con:

Cuando nf= 1 las líneas aparecen en el UV (serie


Lyman).
Cuando nf= 2 las líneas aparecen en el espectro visible
(serie Balmer).
Cuando nf= 3 las líneas aparecen en el IR (serie
Paschen).
Plank, en el 1900, concluyó que la radiación no
puede ser emitida ni absorbida de forma continua, sino en
unas cantidades definidas múltiplos de la frecuencia de luz
correspondiente. La energía se absorbe o se emite en unidades
llamadas cuantos ó fotones. La energía de un fotón es:

En 1913 se conocía el espectro del H y la hipótesis de


Plank. Entonces Bohr establece su modelo de tres postulados.

1) Un electrón, cuando se mueve en una órbita no emite


energía (es estacionario). Al no emitir energía su
velocidad es constante y no acerca al núcleo.

2) Para un electrón sólo son posibles aquellas órbitas en


las que el momento cinético es un múltiplo de:
3) La energía liberada cuando un electrón pasa de una
órbita superior a otra inferior es:

La teoría de Bohr sólo explica átomos monoelectrónicos (H,


He+, Li+2). Luego se vio que es espectro del H era más
complejo. Entonces Sommerfield dedujo que debían existir
electrones en la misma capa con niveles de energía diferentes,
por lo que podían producir rayos de distinta longitud de
onda.
Para una órbita n hay n subórbitas, una circular y n-1
elípticas. Se añade entonces un segundo número cuántico (l)
que delimita la subórbita.
Por otra parte se probó experimentalmente que cuando un
átomo se somete a la acción de un campo magnético su
espectro se complica aún más (por el efecto Zeeman). Para
explicarlo se añade otro número cuántico (m) que indica
las distintas orientaciones que sufren las subórbitas cuando se
someten a la acción de un campo magnético.

Descripción mecanocuántica del átomo de H:

Principio de la dualidad onda-corpúsculo:

El hecho de que la luz tenga propiedades tanto ondulatorias


como de partículas sugirió a De Broglie que partículas muy
pequeñas como el electrón puedan tener propiedades
ondulatorias en determinadas circunstancias. Él predijo que
una partícula de masa m y velocidad v debe tener asociada
una onda cuya longitud es:

Esa idea se extendió y generalizó a toda la materia y así


se determinó que toda partícula en movimiento lleva asociada
una onda con una λ determinada según la ecuación
anterior.
Las partículas con masa muy grande tienen longitudes de
onda muy pequeñas, mientras que las partículas pequeñas,
con una masa comparable a la constante de Plank, tienen
longitudes de onda apreciables.

Principio de incertidumbre de Heisemberg:

Uno de los principios fundamentales de la mecánica cuántica


es la imposibilidad de conocer con exactitud la trayectoria de
un electrón en torno a un núcleo.
El principio enunciado en 1927 nos dice que es imposible
saber con exactitud la posición y la cantidad de movimiento
de una partícula.

Consecuencia de este principio, es lógico pensar que la teoría


de Bohr es incorrecta y debemos sustituir el concepto de
órbita por el de orbital, que indica la probabilidad de hallar
un electrón en una zona determinada.

Ecuación de onda de Schrodinger:


Partiendo de la idea de que toda partícula en movimiento
lleva asociada una onda, Schrodinger halló la ecuación de
onda que permite describir su movimiento. A las soluciones
de esta ecuación se les llama funciones de onda ( y ), y
definen a la partícula. A partir de la función de onda se
puede saber la probabilidad de hallar un electrón en un
punto de una región determinada del espacio:

La ecuación de onda es una ecuación diferencial, y si se


intenta resolver se ve que sólo tiene soluciones para
determinados valores de E que están cuantizados por
números cuánticos n, l y m.

n: 1... ¥

l: 0...n-1

m: -l, 0, +l

El electrón no describe una órbita de radio definido. Al


volumen del espacio en el que es más probable hallar al
electrón se le llama orbital electrónico y matemáticamente se
define por las soluciones a la ecuación de onda. Cada
combinación n, l, m representa un orbital.
Significado de los números cuánticos:

- n representa el nivel energético así como el volumen en


el espacio.
- l define la forma geométrica del orbital.
- m define la orientación del orbital en el espacio. Hay
un total de 2n+1 orientaciones posibles.
- s o número cuántico de spin que se refiere al giro del
electrón y a la orientación del campo magnético que
este giro produce. Puede tomar los valores ±¿ 1/2.
¿

Si los valores de n, l y m definen un orbital, el principio de


exclusión de Pauli nos dice que no puede haber dos electrones en un
orbital con los cuatro números cuánticos iguales.
Así, n nos da el número de nivel y el número de
subniveles.
El valor de n2 nos da el número de orbitales atómicos.
2n2 nos da el número de electrones máximos por nivel.

La ecuación de Schrodinger sólo se puede resolver


matemáticamente para el H. Para átomos polielectrónicos se
vuelve muy compleja y es necesario hacer aproximaciones
matemáticas. En resumen las principales diferencias entre el
átomo de hidrógeno y los átomos polielectrónicos son:

1) El núcleo de un átomo polielectrónico está mas cargado


que el de H, lo que disminuye la energía de los
electrones. Por otra parte entre los electrones hay
fuerzas de repulsión, lo que aumentar su energía. Esto
se traduce en que los átomos tienen orbitales parecidos
a los del H pero con distintas energías.
2) En el átomo de H la energía depende sólo de n, y
así todos los orbitales de la misma capa tienen la
misma energía. En los átomos polielectrónicos la
energía depende de n y l.

La energía del orbital s es menor que la del p, y éste tiene


menos energía que el d, etc...

1s< 2s< 2p< 3s< 3p< 4s< 3d<...


Al representar la configuración de los orbitales de un
átomo, o lo que es lo mismo, el modo en el que se
ordenan los electrones en las diversas capas de menor a
mayor energía, sabremos que en el primer nivel existe un
orbital 1s, en el segundo nivel hay un 2s y tres 2p, en
el tercero existen un 3s, tres 3p y cinco 3d, y así
progresivamente.
Hay que tener en cuenta tres reglas o principios a la hora
de realizar las configuraciones electrónicas.

1) El principio de exclusión de Pauli: ya explicado


anteriormente.
2) El principio de Aufbau: los electrones se colocan
empezando por los niveles de menor energía.
3) El principio de Hund: mientras sea posible, los
electrones se sitúan en cada subnivel energético con los
spin desapareados.

Si tenemos dos orbitales con el mismo n+l, el de menor


energía será el de menor l.

El sistema periódico de los elementos:

En 1869, el químico ruso Mendeleiev, y el alemán Meyer,


publicaron de manera independiente sus sistemas de
ordenamiento de todos los elementos conocidos. Para esto se
basaron en propiedades químicas Mendeleiev y en las físicas
Meyer. Mendeleiev vio que al clasificar los elementos según
sus pesos atómicos se podían disponer en columnas que
contenían elementos con las mismas propiedades físicas y
químicas. Por tanto había observado que las propiedades de
los elementos varían de forma periódica según el peso
atómico, incluso llegó a dejar huecos en su tabla destinados
a acoger elementos todavía desconocidos (entonces sólo se
conocían 68 elementos).
En la tabla periódica actual los elementos se disponen en
orden creciente de sus números atómicos. Las columnas
representan familias ó grupos, y en ellas hay elementos con
propiedades físicas y químicas similares. Las filas se llaman
períodos y están ocupadas por elementos con el mismo
número cuántico n, en los que las propiedades varían en
forma progresiva.

Propiedades periódicas:

1) Potencial ó energía de ionización: es la cantidad mínima de energía que


hay que suministrar a un átomo neutro gaseoso en
estado fundamental para arrancarle el electrón enlazado
con menor fuerza. Aumenta de abajo a arriba en los
grupos y de izquierda a derecha en los períodos.
2) Afinidad electrónica: es la energía que se desprende cuando un
átomo neutro gaseoso en estado fundamental capta un
electrón formando un ion negativo (también gaseoso).
Los elementos con una afinidad electrónica grande
ganan electrones con facilidad, dando lugar a aniones.
Además no tienen tendencia a cederlos y su energía de
ionización será alta. Aumenta igualmente de abajo a
arriba y de izquierda a derecha.
3) La electronegatividad: mide la tendencia de los átomos a atraer
hacia sí el par de electrones compartido en un enlace
covalente con otro átomo del mismo elemento. El flúor
es el elemento más electronegativo, seguido del oxígeno.
Aumenta de abajo a arriba y de izquierda a derecha.

4) Estado de oxidación: es el número de electrones que tiene que


ganar o perder un átomo para adquirir la
configuración electrónica de gas noble.
5) Radio atómico: la mitad de la distancia entre dos núcleos de
un elemento unidos por un enlace covalente puro.
Aumenta de arriba abajo y de derecha a izquierda.
ENLACE QUÍMICO

Se define así al conjunto de interacciones que mantienen


unidos entre sí los átomos y/o moléculas para dar lugar a
estructuras más estables. Así, la causa de que se produzca
un enlace es la búsqueda de estabilidad. Los átomos tienen
tendencia a adquirir la configuración electrónica de un gas
noble, ya que la configuración de los electrones en estos
elementos es más estable. Para conseguirlo juega con los
electrones de valencia, que son los electrones dispuestos en la
capa más externa del átomo. Esto es inmediato para los
átomos que sólo tienen electrones s y p. Los elementos de
transición tienen orbitales d, por tanto necesitarían diez
electrones para completarse y por ello estos elementos
adquieren gran estabilidad con los orbitales d semillenos (con
cinco electrones).
En general hay dos tipos de enlaces:

• Enlaces interatómicos ó intramoleculares: mediante este tipo de enlaces se


unen entre sí conjuntos de átomos para dar lugar
a moléculas ó estructuras superiores a los átomos.
En este tipo de enlaces se incluyen el iónico, el covalente y
el metálico.
• Fuerzas intermoleculares: unen a las moléculas de una misma
sustancia. En general son más débiles que los
anteriores. Aquí se incluyen las Fuerzas de Van der Waals y los
puentes de hidrógeno.

El estudio del enlace químico es muy importante, ya


que una reacción química no es más que un proceso de
ruptura y formación de enlaces, que generan nuevos
compuestos.
Enlace iónico:

Se da entre átomos con energías de ionización y


afinidades electrónicas muy diferentes. Esto permite que un
átomo de una pareja transfiera uno ó más electrones a su
compañero. A partir de la configuración electrónica se puede
deducir la capacidad para ceder ó aceptar electrones.
Así, un metal alcalino puede ceder un electrón y
transformarse en un catión con un gasto de energía igual
a la energía de ionización.
Pero un halógeno puede captar un electrón
transformándose en un anión y cediendo una energía igual
a su afinidad electrónica.

Na 1s2 2s2 2p6 3s1 → Na+ 1s2 2s2 2p6

F 1s2 2s2 2p5 → F- 1s2 2s2 2p6

El enlace iónico se da entre átomos con


electronegatividades muy diferentes. Tiene lugar una
transferencia de electrones desde el elemento menor
electronegativo al más electronegativo, formándose los iones
respectivos, que se unirán por fuerzas electrostáticas.
El enlace iónico se produce entre metales alcalinos y
alcalino-térreos con halógenos y elementos del grupo del
oxígeno para dar lugar a sólidos de punto de fusión
elevados, que fundidos ó en disolución conducen la
electricidad. Suelen formar moléculas sencillas, pero estos
compuestos generan redes cristalinas en las que los iones se
sitúan unos alrededor de los otros para que la atracción
electrostática sea máxima.
Enlace covalente:

A diferencia del iónico, que se forma por atracción


electrostática, el enlace covalente se forma por compartición
de electrones entre los átomos que forman la molécula. La
diferencia de electronegatividad entre los átomos varía desde
cero hasta valores que en ningún caso permiten la
transferencia completa de los electrones. Cada átomo tiende a
adquirir la configuración electrónica de gas noble,
compartiendo electrones entre átomos de características
similares.
En 1916, Lewis resaltó que los gases nobles eran
muy poco reactivos debido a que su configuración electrónica
era muy estable, y sugirió que los átomos pueden adquirir
estabilidad compartiendo electrones con otros átomos,
formando enlaces mediante pares de electrones, y adquiriendo
así estructuras similares a las de los gases nobles.

He 1s2
Ne 1s2 2s2 2p6
Ar 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6
Kr 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6
Xn 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6
Los átomos se combinan entre sí compartiendo pares de
electrones. Atendiendo al número de pares de electrones
compartidos se generarán enlaces simples, dobles o triples.
Las parejas de electrones que no forman enlace se llaman
pares electrónicos no compartidos.

Pasos para realizar la estructura de Lewis:

1. Dibujar el esqueleto molecular uniendo los átomos por


enlaces sencillos.
2. Contar los electrones de valencia de todos los átomos
de la molécula. Si el átomo es un anión deber
sumarse su carga al número total de electrones. Si se
trata de un catión se restará del total.
3. Restar dos electrones por cada enlace sencillo dibujado
según la regla 1 y distribuir el resto como pares
electrónicos no compartidos, de modo que cada átomo,
si es posible, reciba ocho átomos.
Existen moléculas para las que se pueden realizar varias
representaciones similares de su estructura, estas estructuras se
llaman resonantes y se caracterizan por ser intercambiables
entre sí por movimientos de pares de electrones manteniendo
los núcleos fijos.

Experimentalmente se ha comprobado que en la molécula de


CO3 todos los enlaces entre carbono y oxígeno son iguales.
Si una de las estructuras resonantes fuese la verdadera las
longitudes de los enlaces serían distintas, ya que los enlaces
dobles son más cortos que los sencillos. La estructura real
se aproxima a una media de todas las estructuras
resonantes, dando lugar a lo que se llama un híbrido de resonancia.
Hay ciertas normas que nos permiten saber en caso de
duda, cual de las posibles estructuras resonantes es la más
estable:

1) Será más estable la estructura con mayor número de


octetes.
2) Será más estable aquella estructura que admita la
colocación de las cargas de acuerdo con la
electronegatividad de los átomos (las cargas positivas en
los más electronegativos y las negativas en los menos
electronegativos).
3) Será más estable la estructura en la que la separación
de las cargas sea menor.

En las estructuras realizadas según el modelo de Lewis para


moléculas que contienen C, O, N y F se cumple la regla
del octete, pero existen casos en los que esta regla no se
cumple.

1) Cuando la molécula tiene un número impar de


electrones.
2) Que en la molécula haya átomos que puedan mantener
octetes incompletos.
3) Que en la molécula hay elementos con octetes expandidos
(elementos con orbitales d cuya energía está próxima a
la de los orbitales p, y que por tanto pueden albergar
más de ocho electrones).

Parámetros del enlace covalente:

Hay tres parámetros básicos que influyen en la formación de


los enlaces:
1) Energía de enlace: la que se pone en juego en el proceso
siguiente

X2(g) → 2X(g) D Hd con H= 436 kJ/mol

2) Energía de disociación: está determinada por la fuerza del enlace y


se calcula por medio de ciclos termodinámicos
experimentales (energías promedio)

C-C 348 kJ/mol

C=C 612 kJ/mol

Cº C 837 kJ/mol

3) Longitud de enlace: es la distancia promedio entre los núcleos de


dos átomos enlazados.

C-H 1 09 A

C-C 1 54 A

C=C 1 34 A

Cº C 1 20 A

Además también hay que tener en cuenta la polaridad,


que es el carácter iónico de un enlace covalente (diferencia de
electronegatividades entre los átomos enlazados). Los valores
de la polaridad influyen en las energías de enlace y
disociación, así como en la longitud de enlace.

Teoría de la repulsión de los pares electrónicos en la capa de valencia (TRPECV)

Las estructuras de Lewis dan información sobre la


configuración electrónica de una molécula. En función de
ello se pueden explicar de manera cualitativa, las fuerzas, las
longitudes de enlace, y algo de la reactividad de la
molécula. Pero no nos dice nada de su geometría, la cual
es responsable de muchas propiedades físicas y químicas.
La TRPECV resulta muy adecuada para explicar la
geometría molecular. Para ello deben seguirse tres pasos:

1. Escribir la estructura de Lewis


2. Contar el número de pares electrónicos que rodean al
átomo central. Luego se predicen las distancias espaciales
de manera que las repulsiones sean mínimas.
3. Se predicen los ángulos de enlace sabiendo que las
repulsiones entre pares libres son mayores que las
repulsiones entre pares libres y enlazantes, y estas a su
vez son mayores que las repulsiones entre pares
enlazantes.

Polaridad y geometría:

En moléculas diatómicas (con los dos átomos iguales)


sabemos que el momento polar m es igual a cero.
En las moléculas poliatómicas la polaridad depende de
la electronegatividad de los átomos y también de la
geometría de la molécula, ya que la polaridad
molecular es la suma vectorial de los m de cada
enlace.
La teoría de Lewis del enlace químico y su
generalización, la TRPECV, nos hablan de un enlace
químico en le que el par de electrones del enlace se localiza
entre dos átomos. Sin embargo sabemos que los electrones
no se encuentran en posiciones concretas, sino en unas
zonas definidas por los orbitales atómicos. La teoría de la
hibridación intenta combinar el modelo de enlace de Lewis con el
modelo de orbital atómico.
Se basa en dos ideas fundamentales:

1) El enlace químico se forma por solapamiento de


orbitales atómicos y en el orbital resultante se pueden
alojar dos electores.
2) Los orbitales atómicos antes de solaparse para formar
un enlace se combinan entre sí para dar lugar a
orbitales híbridos y conseguir así un solapamiento
máximo.

Si nos fijamos en la configuración electrónica del berilio no


podemos explicar la formación de la molécula de BeH2, ya
que el Be, con Z= 4 y configuración 1s2 2s2, no tiene
electrones desapareados, por tanto no debería poder
combinarse.
La explicación es bien sencilla. Si excitamos un electrón
desde el orbital 2s al 2p la configuración electrónica del Be
será 1s2 2s1 2p1, así hay dos electrones desapareados para
formar enlaces.
Existen moléculas para las que ni la teoría de Lewis ni la
teoría de hibridación dan una explicación satisfactoria. Por
ejemplo, la molécula de oxígeno (O2) según la teoría de
Lewis respondería a este modelo:

Según esto todos los electrones están apareados y la


molécula debería ser diamagnética (sin carga). Sin
embargo, el O2 es paramagnético (el oxígeno líquido es azul
pálido y se adhiere a los polos de un imán). Esto
contradice la teoría de Lewis.
La moderna teoría de enlace químico se estableció con el
desarrollo de la teoría cuántica, y permite explicar estos
fenómenos.
Los enlaces p y s son el paso intermedio entre las ideas
de Lewis de un par electrónico localizado y la moderna
teoría de enlace. En términos mecanocuánticos se considera
que el enlace se forma por solapamiento de los orbitales
moleculares.
La aproximación de orbital molecular incluye tres operaciones
básicas:

1) Los orbitales atómicos se combinan entre sí para dar


lugar a orbitales moleculares característicos de la
molécula como un todo. El número de orbitales
moleculares formados es igual al número de orbitales
atómicos que se combinan.
2) Los orbitales moleculares se ordenan por en capas de
energías crecientes.
3) Los electrones de valencia de la molécula se distribuyen
entre los orbitales moleculares disponibles. Las reglas
para esto son:

a) Cada orbital puede alojar dos electrones como


máximo.
b) Los electrones van siempre al orbital disponible de
menor energía.
c) Se cumple la regla de Hund: Cuando hay dos
orbitales de la misma energía y dos electrones por
distribuir se coloca un electrón en cada orbital,
obteniendo dos orbitales semillenos.

La molécula más simple (H2), según esta teoría, los


orbitales atómicos 1s de cada átomo se combinan entre sí
para dar lugar a dos unidades moleculares.
Cuando los orbitales atómicos se combinan de manera que
se consigue una distribución de electrones de mínima energía,
se dice que se ha conseguido un solapamiento constructivo
que conduce a la formación del enlace, ya que se consigue
una situación de menor energía que la de partida. Cuando
dos orbitales atómicos 1s se combinan de este modo se
obtiene un orbital molecular s 1s.
Existe una segunda combinación de orbitales 1s llamada
combinación destructiva, ya que los orbitales se combinan
con signo opuesto, lo que da lugar a un orbital molecular
antienlazante s 1s* en el que densidad de electrones es
máxima en los extremos.
Los orbitales moleculares se distribuyen en orden creciente de
energía. En el caso del H2 hay dos electrones de valencia
que se sitúan en el orbital s 1s.

Orden de enlace:

El orden de enlace de una molécula se obtiene restando el


número de electrones en orbitales enlazantes menos el número
de electrones en orbitales no enlazantes, todo ello dividido
por 2. El resultado nos da el número de enlaces neto.
La combinación de dos orbitales 2s da lugar a dos
orbitales moleculares s 2s y s 2s*.
La combinación de dos orbitales atómicos px da lugar a
dos orbitales moleculares s, es decir orbitales con simetría
en torno al eje X. La combinación de orbitales se produce
por solapamiento frontal.

Sin embargo cuando se combinan dos orbitales py ó pz el


solapamiento es lateral, o sea, que la densidad electrónica no
es simétrica.
ESTADOS DE AGREGACIÓN DE LA MATERIA:
SÓLIDOS, LÍQUIDOS Y GASES

Fuerzas intermoleculares:

• Interacción ión-ión: este tipo de unión se da entre iones. Su


fuerza disminuye con la distancia y es la responsable
de los elevados puntos de fusión y ebullición de los
compuestos iónicos.
• Interacción ión-dipolo: esta interacción puede tener lugar de dos
maneras: un catión atrae la carga parcial negativa
de un dipolo; un anión atrae la carga parcial
positiva de un dipolo. Este tipo de fuerzas disminuye
con el cuadrado de la distancia. Las interacciones
ión-dipolo son las responsables de la hidratación de
los cationes en disolución acuosa, es decir, la unión
de moléculas de agua en torno a un ion central.
• Interacciones dipolares: una molécula polar que tenga un m¹ 0
puede dar lugar a interacciones dipolo-dipolo, debido
a la fracción entre los dipolos eléctricos de las
moléculas polares. Al ser interacciones entre cargas
parciales son relativamente débiles (»2 KJ/mol),
son más débiles que las interacciones entre iones.
• Enlace de hidrógeno: el elevado punto de ebullición del FH,
H2O ó NH3, comparado con los compuestos
similares del tercer período, ClH, SH2 ó PH3, no
se puede explicar únicamente por las fuerzas dipolares,
en estas moléculas se produce un nuevo tipo de
interacción, el enlace de hidrógeno. Este enlace
consiste en la unión intermolecular debida a la
atracción entre un átomo de H que se encuentra
entre dos átomos electronegativos. El H adquiere una
carga parcial positiva por estar unido a un átomo
muy electronegativo, esta carga parcial positiva puede
interaccionar con el par de electrones libre de un
átomo vecino, especialmente si este átomo es tan
electronegativo que pueda tener carga parcial
negativa. El átomo de H es el único capaz de dar
lugar a este tipo de interacciones, porque es tan
pequeño que permite que B se acerque lo suficiente
para interaccionar con la carga parcial positiva.

Este tipo de uniones tiene una fuerza aproximada de


20 KJ/mol, sin embargo, cuando se puede producir,
es la interacción molecular predominante.
• Dispersión/London: son las interacciones más débiles que se
dan entre todo tipo de moléculas, independientemente
de que sean o no polares. Una molécula no polar
es aquella que no tiene separación de carga en su
interior. Sin embargo cuando dos moléculas se
acercan, sus nubes electrónicas interactúan,
produciendo un dipolo durante un instante. Este
dipolo origina a su vez otro dipolo temporal en la
molécula vecina. La interacción es tanto mayor
cuanto mayor sea la capacidad de la molécula para
polarizar sus nubes electrónicas. En general cuanto
más grande es la molécula, los electrones están más
lejos del núcleo, por tanto la polarización es más
fácil. Esto explica porque al aumentar el peso
molecular aumenta el punto de ebullición. Este tipo
de interacciones disminuye mucho con la distancia.

Todo los que nos rodea es sólido, líquido o gaseoso.


Un sólido se caracteriza por tener volumen y forma fijos.
Un líquido tiene un volumen fijo y la forma del recipiente
que lo contiene. Un gas tiene el volumen y la forma de
recipiente.

Teoría cinético molecular:

Esta teoría describe el comportamiento y las propiedades


de la materia en base a cuatro postulados:

1) La materia está constituida por partículas que pueden


ser átomos ó moléculas cuyo tamaño y forma
característicos permanecen el estado sólido, líquido ó gas.
2) Estas partículas están en continuo movimiento aleatorio.
En los sólidos y líquidos los movimientos están
limitados por las fuerzas cohesivas, las cuales hay que
vencer para fundir un sólido ó evaporar un líquido.
3) La energía depende de la temperatura. A mayor
temperatura más movimiento y mayor energía cinética.
4) Las colisiones entre partículas son elásticas. En una
colisión la energía cinética de una partícula se transfiere
a otra sin pérdidas de la energía global.

La TCM nos describe el comportamiento y las propiedades


de los gases de manera teórica. Se basa en las siguientes
generalizaciones.
1) Todos los gases tienen átomos ó moléculas en continuo
movimiento rápido, rectilíneo y aleatorio.
2) Los átomos ó moléculas de los gases están muy
separados entre sí, y no ejercen fuerzas sobre otros
átomos ó moléculas salvo en las colisiones. Las
colisiones entre ellos o con las paredes son igualmente
elásticas.

Los gases que cumplen estas condiciones se denominan ideales.


En realidad estos gases no existen, pero los gases reales
presentan un comportamiento similar a los ideales en
condiciones de baja presión alta temperatura. En general los
gases son fácilmente compresibles y se pueden licuar por
enfriamiento ó compresión.
Las propiedades y cantidades de los gases se explicar en
términos de presión, volumen, temperatura y número de
moléculas, estos cuatro son los parámetros usados para
definir la situación de un gas.

Leyes de los gases:

Son relaciones empíricas entre P, V, T y moles: la presión


es la fuerza que ejerce un gas por unidad de área. Sus
unidades más comunes son la atmósfera (at) y los
milímetros de mercurio.

1 at= 760 mm Hg
Ley de Boyle:

Relaciona el volumen y la presión cuando la temperatura y


el número de moles es constante. Nos dice que el volumen
de un gas es inversamente proporcional a la presión, cuando
se mantienen constantes la temperatura y el número de
moles.

Ley de Charles/Gay Lussac:

La ley enunciada por estos dos científicos nos dice que el


volumen de un gas es directamente proporcional a la
temperatura cuando P y n con constantes.

Ley de Avogadro:

El volumen de un gas es directamente proporcional a


número de moles cuando P y V son constantes.

Lo que nos permite deducir que volúmenes iguales de gases


distintos tienen el mismo número de moléculas cuando P y
T son constantes. O dicho de otro modo, el volumen de
un número de moléculas es independiente de su identidad
química.
Se ha demostrado que el volumen en condiciones normales
(0o C 1 at) de un mol de gas es 22 4 l.

Estas tres leyes se engloban en la ley de los gases ideales, resumida en


esta fórmula:
Mezcla de gases. ley de Dalton de las presiones parciales:

Los gases que no reaccionan pueden mezclarse entre sí en


cualquier proporción para dar lugar a mezclas homogéneas.
La relación que explica la presión de los gases en estas
mezclas es la ley de Dalton de las presiones parciales.
Esta ley nos dice que la presión total de una mezcla
gaseosa es igual a la suma de las presiones parciales de
cada elemento.

Ley de Graham de la difusión y efusión:

La difusión es el fenómeno por el que un gas se dispersa en


otro, dando lugar a una mezcla. La mezcla gradual de
las moléculas de un gas con las del otro, en virtud de sus
propiedades cinéticas constituye una demostración directa del
movimiento aleatorio de las moléculas.
A pesar de que las velocidades moleculares son muy elevadas,
el proceso de difusión requiere bastante tiempo, debido al
elevado número de colisiones que experimentan las moléculas
en movimiento. Graham encontró que las velocidades de
difusión de las sustancias gaseosas es inversamente
proporcional a la raíz cuadrada de sus pesos moleculares
cuando P y T son constantes.
La efusión es el proceso por el cual un gas bajo presión
escapa de un recipiente al exterior a través de una pequeña
abertura. Se ha demostrado que la velocidad de efusión es
directamente proporcional a la velocidad media de las
moléculas.

Se pueden medir los tiempos necesarios para que cantidades


iguales de gases efundan en las mismas condiciones de
presión y temperatura, demostrándose que dichos tiempos son
inversamente proporcionales a sus velocidades. Así, cuanto
más pesada es la molécula más tardará en efundir.

Líquidos:

Los líquidos se caracterizan por su volumen fijo y forma


variable. Las fuerzas intermoleculares son mayores que en
los gases, pero al igual que en estos, sus partículas están en
movimiento constante.

Propiedades:

1) La evaporación se produce cuando las moléculas del líquido


abandonan su superficie y pasa a forma gaseosa. Esto
ocurre cuando las moléculas tienen la suficiente energía
cinética para vencer las fuerzas intermoleculares.
2) La condensación es el cambio físico opuesto a la evaporación.
Cuando las moléculas gaseosas pierden energía vuelven
al estado líquido.
3) La viscosidad representa la resistencia de un líquido a fluir.
A medida que aumentan las fuerzas intermoleculares
aumenta la viscosidad y el líquido fluirá más
lentamente.
4) La tensión superficial es la resistencia que presenta un líquido a
la rotura de su superficie, y también depende de las
fuerzas intermoleculares. El efecto de estas fuerzas es
colocar las moléculas hacia el interior de la superficie.
En ausencia de gravedad las gotas de agua serían
esféricas.
5) La capilaridad es la capacidad de un líquido para ascender
por un tubo estrecho, gracias a las fuerzas de
atracción entre sus moléculas y la pared interior del
tubo (fuerzas de adhesión). El líquido sólo puede ascender hasta
un límite, ya que a medida que asciende aumenta su
energía potencial. La altura que puede alcanzar es
directamente proporcional a la tensión superficial e
inversamente proporcional a la densidad y al diámetro
del tubo.

2⋅g
H=
d⋅g⋅r

6) Cuando tenemos un líquido en un recipiente abierto se


evapora. Sin embargo, si está cerrado sólo algunas
moléculas del líquido pasan a estado gaseoso. Con el
tiempo la concentración de estas moléculas gaseosas
aumenta, y como no pueden salir del recipiente chocan
contra sus paredes y vuelven a condensar. En algún
momento se producirá un equilibrio dinámico en el que
la velocidad de evaporación es igual a la velocidad de
condensación. Una vez alcanzado este equilibrio la
concentración de moléculas en estado gaseoso no cambia
con el tiempo. Es decir, la presión ejercida por el
vapor sobre el líquido se mantiene constante. La presión
del vapor en equilibrio con el líquido se llama presión de vapor,
la cual es característica de cada líquido, aumenta con
la temperatura, y es independiente de la masa y el
volumen del líquido.
Cuando calentamos un líquido en un recipiente
abierto lo primero que observamos es la aparición
de unas burbujas en el fondo, debidas al aire que
abandona el líquido al aumentar la temperatura.
Con el tiempo el burbujeo se observa en todo el
volumen del líquido. Esas burbujas comienzan a
ascender a la superficie donde se rompen, en este
momento decimos que el líquido está en ebullición.
Un líquido hierve a la temperatura a la cual su
presión de vapor es igual a la presión que exista
sobre su superficie. Si esta presión es de una
atmósfera, a esa temperatura se la llama punto de
ebullición normal.

Diagramas de fases:

Para cualquier sustancia pura podemos considerar el


equilibrio establecido entre un líquido y su vapor, el equilibrio
entre un sólido y el líquido, y el equilibrio entre un sólido
y su vapor. Un diagrama de fases es aquel que representa
las condiciones de presión y temperatura en los que las
distintas fases están en equilibrio.
Las líneas de separación se llaman límite de fase, y los
puntos sobre esas líneas muestran las condiciones en las que
existe un equilibrio dinámico entre dos fases. La líneas A-B
es la curva de sublimación, la línea A-C es la curva de presión de vapor,
y la línea A-D es la curva de fusión. A se llama punto triple e
indica las condiciones de presión y temperatura en las que
las tres fases están en equilibrio.
Sólidos. Propiedades generales:

Existen algunos sólidos en la naturaleza de forma


geométrica definida. Estos sólidos se encuentran formando
redes cristalinas. Estos sólidos cristalinos son anisótropos, es decir,
sus propiedades mecánicas y eléctricas dependen de la dirección
en que se miren.

Tipos de sólidos cristalinos:

• Iónicos: se caracterizan porque sus redes cristalinas están


formadas por cationes y aniones unidos por fuerzas
electrostáticas (ClNa). Tienen puntos de fusión
elevados, son solubles en agua y conducen la
electricidad cuando se encuentra en una disolución
acuosa.
• Moleculares: las unidades que se repiten en la red
cristalina son átomos o moléculas neutras (I2).
Tienen bajos puntos de fusión, son solubles en
disolventes no polares y no conducen la electricidad.
• Macromoleculares: los átomos que forman la red se unen
mediante enlaces covalentes y no forman moléculas
discretas (diamante). Tienen punto de fusión muy
elevados, son insolubles en la mayoría de los
disolventes comunes y no son conductores.
• Metálicos: formados por cationes metálicos rodeados de
electrones móviles (Fe, Na). Tienen puntos de fusión
elevados, son insolubles en el agua y la mayoría de
los disolventes orgánicos y son buenos conductores.
DISOLUCIONES

Las disoluciones son mezclas homogéneas de una


sustancia llamada soluto en otra llamada disolvente. Las diferencias
principales entre disoluciones y sustancias puras son:

1) Una disolución tiene composición variable, mientras que


la composición de una sustancia pura es fija.
2) Las disoluciones pueden existir en cualquiera de los tres
estados de la materia, aunque las más comunes son
las líquidas, especialmente en las que el agua es el
disolvente. El ejemplo más común de disolución gaseosa
es el aire. Como ejemplo de disoluciones sólidas tenemos
el bronce y el latón.
3) Las propiedades de las disoluciones dependen de la
concentración del soluto y del disolvente. Se pueden
describir de distintas formas:

masa de soluto
1- % en peso= ¿ 100
masa de disolvente

moles de soluto
2-Fracción molar X= ¿ 100
moles de disolvente

n
3-Molaridad M=
V l 

n
4- Molalidad m=
kg disolvente

në equivalentes
5-Normalidad N=
V l 
Un equivalente de ácido es la cantidad de ácido que
produce un mol de H+. Un equivalente de base es la
cantidad de base que produce un mol de OH-.

Saturación y solubilidad

Si disolvemos 20 gramos de sacarosa en agua podemos


observar que se disuelve por completo. Pero si añadimos
200 gramos vemos que no se disuelve toda, decimos entonces
que la disolución está saturada. Una disolución saturada es
aquella que está en equilibrio con el soluto no disuelto, y
representa el límite de la cantidad de soluto que se puede
disolver en una determinada cantidad de disolvente.

Tipos de solutos:

• No electrolitos: se caracterizan porque sus disoluciones con


conducen la electricidad. Se disuelven como moléculas
neutras que no pueden moverse en presencia de un
campo eléctrico. (metanol).
• Electrolitos: las disoluciones acuosas de estas sustancias
conducen la electricidad. En disolución estos solutos se
disocian en iones. (NaCl).

Los solutos no electrolitos son en general poco solubles,


a excepción de los que pueden formar puentes de hidrógeno
(metanol, glucosa, FH, NH3). Los electrolitos son muy
solubles debido a las interacciones ión-dipolo.
En la solubilidad influyen la presión y la temperatura.
En general, la solubilidad de un sólido en un líquido
aumenta con la temperatura. Esto se puede explicar
recurriendo a factores entrópicos.

DG = D H- T DS

Un equilibrio dinámico tiende a oponerse a cualquier


cambio en sus condiciones. Si el proceso de la disolución es
endotérmico, en este caso D H> 0 , entonces un aumento de
la temperatura implicará un aumento de la solubilidad. La
mayoría de las disoluciones de un sólido en un líquido son
endotérmicas, porque es necesario romper la energía de red
del sólido para que este se disuelva.
Si el proceso es exotérmico entonces D H< 0 , y un
aumento de la temperatura conllevará una disminución de la
solubilidad. La mayoría de las disoluciones de gases en
líquidos son exotérmicas. En general un aumento de la
presión implica una mayor solubilidad de un gas en un
líquido.
La ley de Henry nos dice que la solubilidad es directamente
proporcional a la presión parcial.

Propiedades coligativas de las disoluciones

Las propiedades de una disolución difieren mucho de las


del disolvente puro. Las propiedades que dependen
fundamentalmente de la concentración de partículas de soluto,
más que de su naturaleza se llaman propiedades coligativas.
Las más importantes son:
1) Disminución de la presión de vapor.
2) Presión osmótica.
3) Aumento del punto de ebullición.
4) Disminución del punto de congelación.

Disminución de la presión de vapor:

La velocidad de las partículas de disolvente (agua) que


abandonan la superficie del líquido se reduce en presencia de
un soluto no volátil. Las disoluciones acuosas concentradas
de solutos no electrolitos (glucosa) se evaporan más
lentamente que el agua pura. Esto hace que se produzca
una disminución en la presión de vapor, que depende
únicamente de la concentración del soluto y es independiente
de su naturaleza. La relación entre la presión de vapor del
disolvente y la concentración se conoce como ley RALOUT.

Si a una sustancia A le añadimos un soluto no volátil B,


la tendencia de las moléculas de B a abandonar la
disolución es mínima, en el vapor sólo habrá partículas de
A. Se alcanzaría entonces un nuevo equilibrio con un
menor número de partículas, lo que se traduce en una
disminución de la presión de vapor.

Aumento del punto de ebullición:


Como consecuencia de la reducción en la presión de vapor
que se observa cuando se adiciona un soluto no volátil a
un disolvente, será necesario calentar a una temperatura
más alta para conseguir que la presión de vapor sea igual
a 1 atmósfera. Esto supone que la temperatura de ebullición
de la disolución será más alta. Experimentalmente se ha
comprobado que:

D Te= K b m

Disminución del punto de congelación:

Se observó que el agua de mar funde a menor


temperatura que el agua pura. Esto se debe a la existencia
de sales. Experimentalmente se ha comprobado que:

D Tf= Kf m

Existe un equilibrio dinámico entre las partículas que


solidifican y las partículas que se licúan. Cuando se añade
un soluto este equilibrio dinámico se rompe ya que las
moléculas del soluto congelan a menos velocidad. Es
necesaria una disminución de la temperatura para alcanzar
un nuevo equilibrio.

Presión osmótica:

Muchas membranas permiten el paso de unas sustancias


y se lo impiden a otras según su tamaño o su carga.
Estas membranas se llaman semipermeables.
Experimentalmente se ha comprobado que si tenemos un tubo
conteniendo una disolución de proteínas, cerrado por uno de
sus extremos con una membrana semipermeable, y lo
introducimos en un recipiente con agua, se producirá un
trasvase de agua a la disolución de proteínas a través de la
membrana semipermeable, con el consiguiente aumento de
volumen de la disolución del tubo. La entrada de agua se
mantiene, hasta que la presión que se genera haga que las
velocidades de entrada y salida a través de la membrana
sean iguales.
El paso a través de una membrana osmótica se puede
evitar aplicando una presión determinada a la disolución.
Esta presión se llama presión osmótica (π).

n
π= R T
V

Cuando aplicamos una presión superior a la presión


osmótica el agua fluirá de la disolución más concentrada a
la más diluida. Así se realiza el proceso inverso a la
ósmosis, proceso que se emplea en la desalinización del agua
de mar.

Propiedades coligativas de los electrolitos

En el caso de disoluciones de electrolitos las propiedades


coligativas de los electrolitos son más importantes, ya que
hay un mayor número de partículas en disolución. Así por
ejemplo, un mol de NaCl en disolución nos da dos moles
de iones (Na+, Cl-). Para tener este factor en cuenta lo
que se hace es introducir el factor i.

moles de particulas
i=
moles de soluto
TERMODINÁMICA QUÍMICA
Definiciones

Antes de comenzar este tema debemos aclarar el


significado de algunos conceptos básicos:

- Sistema: es la parte del universo que nos interesa a la


hora de realizar un experimento.
- Entorno: es la parte del universo que no consideraremos a
la hora de realizar un experimento, dicho de otro
modo, el complementario de sistema.

Podemos distinguir además tres tipos de sistemas según el


modo en que intercambien energía con el entorno:

- Sistema abierto: realiza intercambios tanto de masa como de


energía con el entorno.
- Sistema cerrado: únicamente se realizan intercambios de
energía.
- Sistema aislado: no se realizan intercambios de ningún tipo.

También debemos recordar algunos conceptos acerca de los


distintos tipos de energía:

- Energía cinética: determinada por el movimiento de las


partículas.
- Energía potencial: determinada por la posición en el espacio de
las partículas.
- Energía química: es la energía almacenada entre las unidades estructurales de la materia. La energía se libera, transporta o
almacena durante los procesos químicos.
- Energía térmica: determinada por el movimiento aleatorio de los
átomos y moléculas. El calor es la transferencia de
energía entre dos cuerpos con distinta temperatura.

Todas las formas de energía son intercambiables, de forma


que se cumpla la ley de conservación de la energía (la
energía total del universo permanece constante).
Cambios de energía:

El calor es la forma de energía más comúnmente absorbida


ó liberada en las reacciones químicas. El estudio de los
cambios de calor en las reacciones químicas se llama
termoquímica. Según esto podemos distinguir dos situaciones:

• Si el sistema libera energía al entorno, decimos que


estamos ante una reacción exotérmica.
• Si el sistema absorbe energía del entorno, decimos
que estamos ante una reacción endotérmica.

Las ecuaciones químicas que además de las relaciones de


masa indican las de calor se llaman ecuaciones
termoquímicas.

Entalpía

La mayoría de los procesos físicos y químicos ocurren


en condiciones de presión constante de la atmósfera. En
laboratorio las reacciones químicas tienen lugar en matraces
abiertos, por lo que el proceso tiene lugar a una presión
aproximada de una atmósfera. Para expresar el calor
absorbido ó liberado en un proceso se usa una cantidad
llamada entalpía. El cambio de entalpía para un proceso a
presión constante, se define como el calor liberado ó
absorbido por el sistema en el proceso químico. La entalpía
de reacción viene determinada por la siguiente fórmula.

ΔH= Hproductos- Hreactivos

Para un proceso exotérmico siempre ΔH< 0.


Para un proceso endotérmico siempre ΔH> 0.

Entalpía de formación:

La entalpía de formación de un compuesto es el cambio


de calor expresado en kJ que ocurre cuando se sintetiza un
mol de ese compuesto a partir de sus elementos en
condiciones de presión constante. Esta cantidad puede variar
según las condiciones experimentales por lo que en
consecuencia se define la entalpía estándar de formación, que es la variación
de entalpía que tiene lugar cuando se sintetiza un mol de
compuesto a partir de sus elementos en condiciones estándar
(1 atm, 25o C).
Una vez conocidas las entalpías de formación de cada
elemento ya se puede conocer la entalpía de formación del
compuesto, siempre recordando que la entalpía de formación
de los elementos en su estado halotrópico más estable es
igual a cero.

aA + bB → cC + dD

ΔH0reacción = [cΔH0fC + dΔH0fD] [aΔH0fA + bΔH0fB]

ΔH0r = ΣnΔH0f productos - ΣmΔH0f reactivos


Leyes de la termodinámica

Primera:

La variación de entalpía de un proceso es directamente


proporcional a la cantidad de sustancia que se produce en la
reacción:

H f
ΔHr =
PM

Segunda:

La variación de entalpía de reacción de un proceso de


formación de un compuesto, es igual a la variación de
entalpía de reacción en el proceso inverso (separación de un
compuesto en sus elementos) cambiada de signo:

ΔHr = -ΔHr inversa

Tercera:

La entalpía es una función de estado, es decir, la


entalpía de cada sustancia depende de sus características y
estado físico, pero no de cómo se ha preparado.
Esto se resume en la ley de Hess: cuando los reactivos se
transforman en productos, la variación de entalpía es la
misma, independientemente de que la reacción transcurra en
un paso, ó bien en una serie de pasos. Por tanto, la
variación de entalpía de reacción es igual a la suma de las
variaciones de entalpía de los pasos individuales.
Al aplicar esta ley, muchas veces es necesario cambiar
las ecuaciones químicas correspondientes a cada una de las
etapas del proceso, de modo que al sumarlas se eliminan
todas las especies excepto los reactivos y los productos. Para
lograr esto, a menudo es necesario multiplicar las ecuaciones
por los coeficientes adecuados.
La entalpía de formación de muchos elementos se han
calculado experimentalmente y están tabuladas, estos datos
nos permiten obtener la entalpía de cualquier reacción.

Calorimetría

Antes de entrar de lleno en este apartado definamos


dos conceptos básicos:

- Capacidad calorífica (C): es la cantidad de calor necesaria para


aumentar 1o C la temperatura de una cantidad
determinada de una sustancia.
- Cantidad de calor (Q): Q= C ΔT

La capacidad calorífica es una propiedad extensiva, dependiente


de la cantidad de masa. Por ello es más práctico definir
una capacidad calorífica específica ó calor específico (ce). El calor específico es la
cantidad de calor necesaria para aumentar 1o C la
temperatura de un gramo de una sustancia.
Con el nuevo concepto de calor específico podemos replantear
la ecuación de la cantidad de calor:

Q= m ce ΔT con ΔT= Tfinal - Tinicial

También podemos definir otro tipo de capacidad


calorífica particular, la capacidad calorífica molar (cp), que es la cantidad
de calor necesaria para aumentar la 1o C la temperatura
de un mol de una sustancia.

La cantidad de calor que se libera ó absorbe en un


proceso a presión constante se mide con un calorímetro.

Cuando se introducen los reactivos, el calor que se


absorbe ó libera en la reacción hace que la temperatura del
agua varíe. Como conocemos ΔT podemos conocer el calor.

ΔH= -Q

Si en la reacción aumenta la temperatura entonces


ΔT> 0, y consecuentemente Q> 0 y ΔH< 0, lo que
coincide con un proceso exotérmico.
Si en la reacción disminuye la temperatura entonces
ΔT< 0, y consecuentemente Q< 0 y ΔH> 0, lo que
coincide con un proceso endotérmico.

aA + bB 
DH 1 cC + dD
aA + bB 
DH 2 cC + dD

ΔH1 = ΔH + ΔH2 + ΔH
ΔH2 = ΔH1 - ΔH - ΔH #

ΔH = acpA (T2 T1) + bcpB (T2 T1)


ΔH = (acpA + bcpB) (T2 T1) = cprt (T2 T1)

ΔH = ccpC (T1 T2) + dcpD (T1 T2)


ΔH = (ccpC + dcpD) (T1 T2) = cppt (T1 T2)

# cprt (T2 T1) cppt (T1 T2) =


= ΔH1 + cppt (T1 T2) cprt (T2 T1)

ΔH2 = ΔH1 + (cppt cprt) (T2 T1)


ΔH2 = ΔH1 + Δcp(T2 T1)

Entalpía de los cambios de fase:

Cuando se produce un cambio de fase se absorbe ó


emite calor, lo que se detecta por un cambio en la
temperatura. Así, si suministramos 10 kJ de calor a 100
gr de agua la entalpía del agua aumenta en 10 kJ, lo
que se traduce en un aumento de la temperatura del agua.
Para calcular la variación de la temperatura empleamos la
ya conocida fórmula:
Q = m ce ΔT

Si seguimos suministrando calor la temperatura sigue


aumentando hasta el momento en que el agua comienza a
hervir. Cuando se alcanza la temperatura de ebullición del
agua el calor suministrado no hace que aumente la
temperatura, sino que se emplea en vencer las fuerzas
intermoleculares del agua líquida para transformarla en
vapor. Cuando toda el agua líquida se ha transformado en
vapor, si seguimos suministrando calor el agua vuelve a
aumentar de temperatura.
Podemos representar en un diagrama la cantidad de
calor suministrado frente a la temperatura obteniéndose las
llamadas curvas de calentamiento.

Las pendientes de las rectas que indican los cambios de


temperatura no tienen porque ser iguales, pues dependen de cp,
que es característico de cada estado.

Termoquímica

La termoquímica es una parte de la Termodinámica


que estudia las interconversiones del calor y otras formas de
energía. En termodinámica se habla del estado de un sistema, que se
refiere a los valores de todas las propiedades macroscópicas
pertinentes (composición, E, P, V y T).
Las propiedades P, V y T se denominan funciones de estado.
Son las propiedades del sistema con un valor definido para
cada estado independientemente de cómo se haya llegado a ese
estado.

Espontaneidad de reacción:
Entendemos por reacción espontánea todo aquel proceso
que en condiciones estándar se desarrolla de modo natural
sin intervención alguna por nuestra parte, es decir, sin que
lo facilitemos en modo alguno ni suministrándole energía.

Para saber si una reacción es espontánea debemos


introducir el concepto de entropía (S, se mide en J/oC ó
o
J/mol C).
La entropía está directamente relacionada con el
desorden. Un aumento de entropía implica un aumento del
desorden. Para saber si una reacción es espontánea habrá
que calcular su variación de entropía:

ΔS = Sp - Sr

El segundo principio de la termodinámica nos dice que


toda reacción espontánea se acompaña de un aumento de la
entropía. Todo cambio estontáneo va acompañado de un
desorden global. Dado que podemos considerar al universo
como un conjunto de sistemas y de entornos deducimos que:

ΔSUniverso = ΣΔSSistemas - ΣΔSentornos

Cuando ΔSU> 0 el proceso será espontáneo.


Cuando ΔSU= 0 el sistema está en equilibrio.
Cuando ΔSU< 0 el proceso no es espontáneo.

Entropía estándar de elementos, iones y compuestos:

Los valores de entropía se han calculado y están


tabulados para unas condiciones de presión de 1 atm y
temperatura de 25o C. En estas condiciones hablamos de
entropía estándar (So).
La So de los elementos es siempre positiva, a diferencia
de la ΔHf que es siempre negativa.
La ΔS en un proceso se puede calcular empleando una
expresión análoga a la Ley de Hess:

aA + bB → cC + dD

ΔSo = (cSCo + dSDo) (aSAo + bSBo)


ΔSo = ΣnSpo - ΣmSro

Para cualquier sustancia la entropía cuando se


encuentra en estado sólido es menor que cuando se encuentra
en estado líquido, y mucho mayor cuando se encuentra en
estado gaseoso, debido al desorden de sus partículas.

Según el segundo principio de la termodinámica la


entropía del universo aumenta en un proceso espontáneo y se
mantiene constante para un proceso en equilibrio.
Cuando en un sistema ocurre un proceso exotérmico el
calor emitido por el sistema es absorbido por el entorno, lo
que implica un aumento en el movimiento de las moléculas
del entorno, lo que implica un aumento del desorden y
consecuentemente un aumento de la entropía del entorno. En
el caso de que el proceso que se da en el sistema sea
endotérmico el sistema absorbe calor del entorno, lo que
implica una disminución en el movimiento de las moléculas
del entorno, lo que implica una disminución del desorden y
consecuentemente una disminución de la entropía del entorno.
Deducimos entonces:

ΔSEntorno α -ΔHSistema

Se ha comprobado que la temperatura influye en los


procesos. Si la temperatura del entorno es muy alta los
movimientos moleculares de las moléculas del entorno son
muy energéticos, y un proceso exotérmico en el sistema no
afectará mucho al desorden del entorno. Pero si la
temperatura del entorno es baja la adición de calor
producido en un proceso exotérmico en el sistema producirá
un aumento importante de los movimientos moleculares, y
consecuentemente un aumento de la entropía del entorno.

ΔSU = ΔSS + ΔSE ⇒ ΔSU = ΔSS - ΔHS/T > 0


espontánea
ΔSE α - ΔHS
ΔSE = -ΔHS/T
ΔSE α 1/T

TΔSU = TΔSS - ΔHS > 0


-TΔSU = -TΔSS + ΔHS < 0

-TΔSU ≡ Energía libre de Gibbs (G)

Para un proceso que transcurre a temperatura constante si:

-TΔS ≡ ΔG ⇒ ΔG = ΔHS - TΔSS

Y así, según los valores de ΔG deducimos que:

Si ΔG< 0 el proceso es espontáneo.


Si ΔG= 0 es sistema se encuentra en equilibrio.
Si ΔG> 0 el proceso no será espontáneo.

Si las reacciones se realizan en condiciones estándar


ΔG se denomina cambio estándar de energía libre (ΔGo).
Como condiciones estándar entendemos las siguientes:
Para disoluciones la concentración estándar será 1 M.
En el caso de los gases, la presión estándar será 1
atm.
En el caso de líquidos y sólidos, se cumplirán las
condiciones estándar cuando estos líquidos y sólidos se
encuentren en estado puro.
Un elemento se dirá que está en condiciones estándar
cuando se presenta en su forma halotrópica más estable, a
presión de 1 atm y temperatura de 25o C. En esta
situación la ΔGfo= 0.
Para calcular ΔGo en las condiciones estándar
empleamos la siguiente expresión:

ΔGo = ΣnΔGfPo - ΣmΔGfRo

Predicción de la espontaneidad de reacción:

ΔG = ΔH - TΔS con ΔG< 0

1) ΔH> 0, ΔS> 0 ⇒ TΔS> ΔH ⇒ T↑


2) ΔH> 0, ΔS< 0 ⇒ ΔG> 0, independiente de T
3) ΔH< 0, ΔS< 0 ⇒ ΔH> TΔS ⇒ T↓
4) ΔH< 0, ΔS> 0 ⇒ ΔG< 0, independiente de T

EQUILIBRIO QUÍMICO

El equilibrio es un estado en el que no se observan


cambios a medida que transcurre el tiempo. Cuando una
reacción alcanza el equilibrio las concentraciones de reactivos
y productos permanecen constantes. El equilibrio es un estado
dinámico en el que se mantienen iguales las velocidades de
dos reacciones opuestas.
Cuando el CaCO3 se descompone en CaO y CO2 la
reacción suele producirse completamente, siempre y cuando la
reacción tenga lugar en un recipiente abierto. Pero si la
misma reacción se produce en un recipiente cerrado pueden
llegar a alcanzarse presiones elevadas de CO2, que hacen
posible la reacción opuesta, alcanzándose un equilibrio
químico.
Cuando en un recipiente cerrado tenemos agua líquida
y gaseosa puede alcanzarse una situación de equilibrio. A este
equilibrio de dos fases de una misma sustancia se le
denomina equilibrio físico, ya que los cambios que ocurren
en el proceso son de naturaleza física.
Todas las transformaciones químicas tienden a alcanzar
espontáneamente el estado de equilibrio, pues es el estado de
mayor estabilidad termodinámica.
Consideremos la reacción de formación de un éster. Si
preparamos varias mezclas con distintas composiciones iniciales
a la misma temperatura y dejamos que alcancen el
equilibrio, al analizar la composición de las mezclas
encontramos que las proporciones en el equilibrio entre
productos y reactivos son constantes.
Para cualquier reacción reversible se cumple que en el
estado de equilibrio las concentraciones de reactivos y
productos están relacionadas por una constante característica
de cada reacción particular a una temperatura dada.
En general:

aA + bB → cC + dD
Las concentraciones siempre se representan en términos
de mol por litro. Por convenio se considera que la
concentración de soluto permanece constante, por lo que no
se toma en consideración. Tampoco se considera la
concentración del disolvente, por ser ésta mucho mayor que
la concentración de los productos.
Para los gases es posible hablar de una constante de
equilibrio expresada en función de las presiones parciales, en
lugar de en función de las concentraciones, ya que ambos
términos están relacionados.

Para cualquier reacción se puede conocer en cualquier


momento la relación entre productos y reactivos, también
llamada cociente de reacción.
aA + bB → cC + dD

Si Q= K ⇒ el sistema está en equilibrio.


Si Q> K ⇒ la relación entre productos y reactivos es
mayor que K, por tanto la concentración de productos es
mayor en el estado de equilibrio y la reacción avanzará
hacia la izquierda.
Si Q< K ⇒ la relación entre productos y reactivos es
menor que K, por tanto la concentración de productos es
menor en el estado de equilibrio y la reacción avanzará
hacia la derecha.

El principio de Le Chatelier

Si un sistema está en equilibrio y se ve sometido a


una perturbación que modifique cualquiera de los factores que
afectan a este equilibrio, el sistema evolucionará de manera
que disminuya el efecto de la perturbación y se alcance un
nuevo equilibrio.
Los tres tipos de perturbaciones más importantes son
las siguientes:

Cambios en la concentración:
Cambios en la temperatura:

Los cambios de concentración, presión y volumen


pueden afectar a la posición de equilibrio, pero no cambian
el valor de la constante de equilibrio. Sin embargo los
cambios de temperatura si pueden modificar la constante de
equilibrio.

Cuando en un sistema en equilibrio se aumenta la


temperatura se favorecen los procesos endotérmicos, mientras
que una disminución de la temperatura favorecerá los
procesos exotérmicos.
Cambios en la presión:

Un cambio de presión no afecta a los sistemas en fase


condensada, pero sí a los sistemas gaseosos.

Relación entre K y la energía libre

Una reacción espontánea es aquella en la que ΔGo< 0.


Cuando se cumplen estas condiciones es sistema evoluciona
espontáneamente en el sentido en que se escribe la reacción.
La reacción puede transcurrir completamente, aunque lo
habitual es que tenga lugar sólo hasta que se alcance una
situación de equilibrio químico en el que ΔGo= 0.
Cuando se inicia una reacción en condiciones distintas
a las estándar se cumple que:

ΔG = ΔGo + R T lnK

R= 1 98 cal/mol k ó R= 8 3 J/mol k
Relación entre K y la temperatura
CINÉTICA QUÍMICA

La parte de la química que estudia la velocidad o


rapidez con que transcurren las reacciones químicas es la
cinética química, y se refiere a la variación de las
concentraciones de reactivos y productos con el tiempo.
Normalmente la velocidad de una reacción se expresa
como la velocidad de desaparición de un reactivo. Se define
entonces la velocidad promedio de una reacción como la variación en
la concentración de reactivos ó productos en un intervalo de
tiempo dado.

A → B

La velocidad promedio no es una magnitud constante y


en consecuencia no se emplea. La magnitud más utilizada es
la velocidad instantánea, que es la velocidad en un instante dado.
Para calcularla es necesario disminuir el intervalo de tiempo
a valores muy pequeños.

Dependencia de la velocidad de reacción con la concentración de reactivos

El perfil general de la variación de la concentración de


un reactivo o un producto con el tiempo es el siguiente:

El perfil general de la reacción es tal que con el


tiempo no sólo disminuye la concentración de reactivo, sino
que además disminuye la velocidad de cambio de esta
concentración. Por ejemplo en la reacción:

2N2O5(g) → 4NO2(g) + O2(g)

Experimentalmente se ha demostrado que la velocidad


depende solamente de la concentración de reactivos:
k no depende de la concentración de reactivos y
productos, sólo depende de la naturaleza de la reacción y de
la temperatura.
A las expresiones en las que se relacionan velocidades de
reacción con la concentración se las denomina leyes de velocidad. En
general:

aA + bB → cC + dD

x e y pueden ser números tanto enteros como


fraccionarios, y no tienen por que coincidir con los
coeficientes estequiométricos. Se denominan órdenes de reacción con respecto a A y a
B. El orden total de una reacción es igual a x+y, y se
calculan siempre experimentalmente.
Para determinar experimentalmente el orden de una
reacción que implica sólo un reactivo la ley de velocidad se
puede calcular midiendo la velocidad de la reacción en
función de la concentración del reactivo. Así, por ejemplo, si
la velocidad se duplica cuando se duplica la concentración de
reactivo entonces el orden de la reacción será uno. Si la
velocidad se cuadriplica cuando la concentración se duplica la
reacción será de orden dos.
Para una reacción que requiere más de un reactivo se
puede hallar la ley de velocidad midiendo la dependencia de
la velocidad respecto a la concentración de cada reactivo de
manera independiente.
Si se fijan las concentraciones de todos los reactivos
menos uno, y se registra la variación d3 velocidad como
función de la concentración de ese reactivo, la dependencia
que se observa nos da el orden de reacción de ese reactivo
en particular.

Reacciones de primer orden:

Son aquellas en las que la velocidad depende de la


concentración de reactivo elevado a la primera potencia:
Reacciones de orden dos:

Son aquellas cuya velocidad depende de la concentración


de uno de los reactivos elevado al cuadrado, ó bien de la
concentración de dos reactivos distintos elevados cada uno de
ellos a la primera potencia.

Reacciones de orden cero:


La velocidad de una reacción depende de la temperatura
a la que tiene lugar. Así, un aumento de 10 k implica
una duplicación en la velocidad de la reacción. Por otra
parte una disminución de la temperatura una disminución de
la velocidad. Es por esto por lo que para disminuir la
velocidad de la descomposición bacteriana de los alimentos
éstos se congelan a temperaturas inferiores a 0.
La dependencia de la velocidad con la temperatura se
explica con la teoría de colisiones, que se basa fundamentalmente en
postular que las reacciones químicas ocurren como el
resultado de las colisiones entre las moléculas reaccionantes.
En un sistema formado por los reaccionantes A y B es
lógico pensar que para que la reacción se produzca las
moléculas de Ay B han de chocar entre sí. Sin embargo,
no todos los choques son efectivos, si así fuera la reacción
tendría lugar de forma instantánea. Para que la reacción
tenga lugar es necesario superar una barrera energética
mínima. Esta barrera energética se conoce como energía de activación.
Las moléculas reaccionantes deben tener una energía
cinética total igual a cero ó superior a la energía de
activación, que es la cantidad mínima de energía necesaria
para que se produzca la reacción química.
En 1889 Arrhenius mostró que la constante de
velocidad está relacionada con la temperatura mediante la
siguiente expresión que lleva su nombre:
Mecanismos de reacción

Una ecuación química ajustada no nos dice como se


lleva a cabo exactamente la reacción. Nos indica cuales son
los componentes iniciales y finales, pero no si existen
componentes intermedios de reacción. En muchos casos la
ecuación química es la suma de una serie de reacciones
sencillas llamadas etapas elementales. La secuencia de etapas
elementales que lleva a la formación de un producto final se
llama mecanismo de reacción. Así, en la reacción:

2NO(g) + O2(g) → 2NO2(g)

Experimentalmente se ha demostrado que la molécula de


NO2 no se forma como resultado de la colisión entre las
moléculas de NO y O2. Ha sido constatada la presencia de
N2O2 en el transcurso de la reacción. Lo que se supone es
que el proceso tiene lugar por un mecanismo en etapas del
modo siguiente:

1) 2NO → N2O2
2) N2O2 + O2 → 2NO2

2NO + O2 → 2NO2

Procesos ó etapas elementales:


Se clasifican según el número de moléculas que
intervienen:

a) Unimoleculares: O3 → O2 + O
b) Bimoleculares: NO + O3 → NO2 + O2
c) Trimoleculares: O + O2 + N2 → O3 + N2

Definimos la molecularidad como el número de especies que


intervienen en un proceso elemental.
El conocimiento de las etapas elementales en un proceso es
muy importante porque nos permite deducir la ley de
velocidad. El orden de reacción de un proceso elemental se
puede deducir a partir de su estequiometría.
En los procesos elementales el orden de reacción y la molecularidad coinciden.

Dado un proceso elemental:


Mecanismos y leyes de velocidad:

Dada la reacción:

3A + 2B → C + D

Se postula que ocurre por el siguiente mecanismo de


reacción:

A + B → E + F k1
A + E → G k2
A + F → H k3
B + G + H → C + D k4

3A + 2B → C + D

Suponemos que el primer proceso es el más lento. La


velocidad de reacción global será igual a la velocidad de este
proceso más lento, por eso a esta etapa se la denomina etapa
limitante.

Veamos un ejemplo. En la reacción:

2NO2 + F2 → 2NO2F
Reacciones en cadena:

La reacción anterior es un ejemplo de una reacción en


cadena. Estas reacciones se caracterizan porque en ellas,
cantidades muy pequeñas de especies muy reactivas dan lugar
mediante una serie de reacciones a los productos.
Normalmente constan de una etapa de iniciación, una o
varias etapas de propagación y una o más etapas de
terminación:
Energía de activación

Es la cantidad mínima de energía necesaria para que


se produzca la reacción química. Si suponemos la reacción:

CO(g) + NO(g) → CO2(g) + NO(g)

v = k [CO] [NO2]
Según esto la reacción se produce por la colisión entre
las moléculas de CO y NO2. Según nos dice la teoría
cinética de los gases, una molécula choca con 109 moléculas
cada segundo. Si todos los choques condujeran a la
reacción, ésta sería instantánea, y esto, obviamente no es
así.
Para que se produzca la reacción los enlaces entre las
moléculas de los reactivos deben debilitarse hasta romperse,
para sí poder generar nuevos enlaces que den lugar a los
productos.
Por lo tanto es necesario que la energía cinética de
las moléculas al colisionar sea significativamente alta, para
que el proceso tenga lugar. Este mínimo de energía es el
que se llama energía de activación, caracterizada por ser una magnitud
independiente de la temperatura y la concentración, aunque sí
es dependiente de la naturaleza de la reacción.
Catálisis y cinética enzimática

La velocidad de las reacciones se puede acelerar


empleando un catalizador. Un catalizador es una sustancia
que participa en una reacción, haciendo que aumente su
velocidad sin consumirse, y que generalmente se usa en
cantidades muy pequeñas. El modo en que actúa un
catalizador es haciendo que la reacción transcurra por un
mecanismo alternativo que implique una menor energía de
activación.
Se pueden considerar distintos tipos de catálisis:

1) Catálisis heterogénea: en este tipo de catálisis los reactivos, los


productos y el catalizador están en distintas fases.
Normalmente el catalizador se encuentra en estado
sólido, mientras que los reactivos y los productos son
gaseosos ó se encuentran en disolución. Es el tipo de
catálisis que más se usa en la industria.
2) Catálisis homogénea: los reactivos, los productos y el catalizador
están en la misma fase.
3) Catálisis enzimática: Las enzimas son proteínas que actúan
como catalizadores biológicos. Todas las reacciones
químicas que tienen lugar en los seres vivos son
catalizadas por enzimas. Se ha calculado que una
célula viva contiene alrededor de 3000 enzimas
distintas, cada una de las cuales cataliza un único
proceso, son pues altamente específicas. En este tipo de
catálisis los reactivos reciben el nombre de sustrato. El
perfil general de las reacciones químicas orgánicas tiene
una única etapa. Las enzimas cambian el mecanismo
de reacción para que ésta tenga lugar en dos etapas.
En la primera etapa la enzima se une al sustrato
para generar el complejo ES. Se trata de una reacción
reversible y muy rápida. En la segunda etapa se forma
el producto y se regenera la enzima libre, siendo esta
una reacción lenta e irreversible.

Las enzimas son moléculas muy grandes (mucho


mayores que el sustrato), que poseen uno o varios
centros activos. El centro activo es el lugar en donde se
une el sustrato a la enzima. El resto de la
molécula mantiene su estructura tridimensional.
Una de las teorías que explican el modo de
actuación de las enzimas supone que el centro
activo de la enzima tiene una estructura igual a
una cerradura, mientras que la molécula de
sustrato tiene justamente la estructura
complementaria a modo de llave.
ÁCIDOS Y BASES
Propiedades generales

Los ácidos se caracterizan por tener un sabor agrio,


tienen además la propiedad de teñir algunos pigmentos
vegetales como el papel de tornasol. Reaccionan con los metales
produciendo hidrógeno:

2HCl + Mg → MgCl2 + H2

También reaccionan con los carbonatos, produciendo en


este caso CO2:

HCl + CaCO3 → CaCl2 + CO2 + H2O

En disolución acuosa los ácidos pueden conducir la


corriente eléctrica.
Las bases tienen sabor amargo, al tacto tienen una
textura jabonosa. Al igual que los ácidos también pueden
teñir pigmentos vegetales, y en disolución acuosa conducen la
electricidad.

Las definiciones de ácido

Arrhenius definió un ácido como una sustancia que en


disolución acuosa se ioniza liberando H+, mientras que una
base sería una sustancia que en disolución acuosa se
ionizaría liberando OH-.
Debido a que hay un gran número de reacciones de
ácidos y bases que no tienen lugar en disoluciones acuosas
se hizo necesaria una nueva definición.
Bronsted y Lowry en 1923 definieron los ácidos como
sustancias capaces de ceder H+, y las bases como sustancias
aceptoras de estos H+.
Según esta definición para que exista un ácido debe
existir también una base.
Se define par conjugado ácido-base como un ácido y su base
conjugada, o bien una base y su ácido conjugado.
CH3COOH + H2O ⇄ CH3OO-O- + H3O+
NH3 + H2O ⇄ NH4+ + HO-
HCl + H2O ⇄ H3O+ + Cl-
Lewis en 1932 definió un ácido como un compuesto
aceptor de pares de electrones y una base como un
compuesto que cede pares de electrones. Todos los compuestos
que son ácidos y bases según la teoría de Bronsted y
Lowry también lo son según Lewis.

HCl + H2O ⇄ Cl- + H3O+

Fuerza de ácidos y bases

Escala de pH:

Normalmente las disoluciones de los ácidos son muy


diluidas, y esto unido a que la constante de acidez es muy
pequeña hace que las concentraciones de H+ sean muy bajas.
Para evitar trabajar con números tan pequeños Sorensen
en 1909 propuso un nuevo tipo de medida al que llamó
pH, que es el logaritmo negativo de la concentración de H+
expresada en términos de moles/litro.
pH = -log[H3O+]

El agua es un disolvente universal porque puede actuar


tanto como ácido como base. Así, actuaría como base en
reacciones con ácidos (HCl), y como ácido en reacciones
con bases (NH3). De hecho el agua en pequeñas
proporciones sufre ionización, es decir:

H2O + H2O H3O+ + HO-

Ka [H2O]2 = Kw = [H3O+][HO-]

En agua pura a 25o C la concentración de H+ es:

[H3O+] = [HO-] = 10-7

Entonces Kw = 10-14, con lo que:

[H3O+] = 10-7 ⇒ pH= 7


[H3O+] > 10-7 ⇒ pH< 7
[H3O+] < 10-7 ⇒ pH> 7
Constante de ionización

Hidrólisis

La hidrólisis es el equilibrio de ionización ácido-base de


un ion derivado de una sal. Las sales son compuestos
ionicos producto de la reacción entre un ácido y una base.
Las sales son compuestos que en disolución acuosa se ionizan
completamente.
Los iones pueden comportarse a veces como ácidos o
bases débiles cuando están en disolución acuosa, dando lugar
a un equilibrio de ionización que llamamos hidrólisis.
Los iones resultantes de la ionización de un ácido y
una base fuertes no se comportan ni como ácidos ni como
bases cuando se encuentran en disolución acuosa.

AH + BOH → AB + H2O
AB + H2O → A-(ac) + B+(ac)

Cuando la sal procede de un ácido fuerte y una base


débil, ó bien de un ácido débil y una base fuerte, nos
encontraremos con dos posibilidades:
Soluciones reguladoras

Una solución reguladora es una disolución que contiene


un ácido débil y de una sal de su base conjugada:

AcOH / AcONa

O bien contiene una base débil y una sal de su ácido


conjugado:

NH3 / NH4Cl

y que tienden a mantener el pH constante incluso si se


añaden a la disolución pequeñas cantidades de ácidos ó bases
fuertes.

Indicadores ácido-base

Para tener una idea aproximada del pH de una


disolución se puede usar un indicador, que es una sustancia
que cambia de color según el pH. Son ácidos ó bases
débiles cuyas formas conjugadas presentan distinto color (rojo
de fenol, fenolftaleína...).
Los estudios cuantitativos de las reacciones ácido-base se
llevan a cabo mediante un proceso llamado valoración. Este
método se usa para determinar la concentración de una
disolución de ácido o de base mediante reacciones con otra
disolución de concentración conocida. Para determinar la
concentración de un ácido se usa una base de concentración
conocida, mientras que para determinar la concentración de
una base se usa un ácido de concentración conocida.

AH + BOH AB + H2O

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