La chica de la fotografía
Tommy era un joven apuesto, tenía una familia unida y en sus
estudios era el alumno promedio, no tenía nada de lo que
pudiera quejarse, su único mal era su curiosidad, si descubría
algo, él debía investigar su origen. Una tarde se encontraba en
su colegio presentando un examen importante, estaba cerca de
la ventana y su curiosa vista encontró algo que le llamó la
atención en el jardín de su escuela, en su mente se dijo que iría
hasta allí en cuanto terminara con su prueba y así lo hizo, pasó
por el sitio y tomó una fotografía que descansaba en el césped,
la observó con detenimiento y quedó cautivado con lo que veía.
En la foto observaba a una bella chica, tenía un vestido rojo con
puntos blancos y tacones a juego con su vestimenta elegante,
ella miraba a la cámara, pero su mano indicaba el número 2,
como si estuviera contando. Intrigado, le preguntó a otro
estudiante que veía si reconocían a la chica y donde podía
encontrarla, pero nadie tenía idea de quién se trataba,
ignoraban su existencia, era desconocida incluso para su
hermana y su madre. Decepcionado por no encontrar nada, se
fue a dormir.
Intentaba dormir pero las sombras y ruidos extraños no dejaban
de escucharse, había una sombra, aparentemente era de una
mujer y él enseguida pensó que se trataba de la chica, así que
rápidamente salió de su habitación y posteriormente de la casa
con la foto en sus manos. Siguió aquella curiosa sombra, pero
él no esperaba que justo cuando fuera a cruzar la calle, un auto
saliera de la nada y lo arrollara.
Tommy falleció al instante, jamás soltó aquella fotografía. El
conductor, alarmado y shockeado por lo que acaba de ocurrir,
salió del auto para ver si el joven estaba vivo, pero además de
encontrarse con un cuerpo sin vida, vió lo que él tenía en sus
manos. Era la foto, estaba la misma chica, pero su mano ya no
indicaba el número 2, sino el número 3.
El encierro de la princesa
Hace mucho tiempo atrás, había una hermosa princesa
llamada, Emilia, que tenía una gran belleza y sus ojos
iluminaban el reino.
Un día una bruja llamada Berta, la miró y se le pararon todos
los pelos de la rabia. Tenía 6 granos en la pera y un lunar en la
nariz. Era muy malvada y siempre quería salirse con la suya. 
Un día la princesa fue al bosque y se encontró con la bruja
Berta. Ella la agarró y se la llevó tirándola de la muñeca. 
Emilia le pidió 100 veces por favor que la soltara, pero la bruja
le decía que se callara y que hiciera caso. 
Berta la metió adentro de un pozo en la tierra. Todo el pueblo
hizo lo que pudo para encontrarla, pero no les funcionó. Hasta
que un día, un duende la vio.
La princesa le dijo: -¿Me podrías ayudar por favor? y él dijo: -
¡¡¡Sí, seguro!!! y de inmediato, él dijo: - Cerrá los ojos y contá
hasta 7, tres veces. 
Y cuando los abrió estaba afuera del pozo, y salió sin una
mancha de barro. 
Él la llevó a su pueblo y cuando la vieron todos, fueron
directamente a abrazarla y después le preguntaron al duende si
quería vivir en el pueblo con ellos para ayudarlos en las cosas,
y él dijo que sí. 
Luego la bruja cuando la fue a visitar al pozo, no la vio y apenas
dio un paso cayó muerta de rabia al pozo y desde ese día
vivieron felices por siempre.

Un muchacho y su perro
Un chico de 15 años vive en un mundo muy diferente al que
conocemos, en el mismo todo lo que se encuentra es caos y él
solamente está detrás del rastro de comida y mujeres. Su perro
se llama Sangre y es un robot que no puede alimentarse por sí
mismo, por ello es que Vic lo ayuda a comer a cambio de que le
diga donde puede encontrarse con mujeres. Así es como
encuentra a una chica que vive en un lugar muy diferente, está
ella en una sociedad bajo tierra en donde hay otras personas
viviendo, pero cuando la encuentra llega una banda que Sangre
anticipa y le da tiempo a su amo para defenderse de la misma.
Luego se queda Vic con su enamorada hasta que ella lo
traiciona y quiere escapar nuevamente al lugar de donde viene.
Vic la sigue en su destino hacia el sitio bajo tierra en donde
habita, pero entonces lo atrapan desde el consejo para usarlo
como una máquina para que las mujeres que nacen en este
lugar puedan tener hijos, ya que la mayoría de las personas que
habitan el sitio tienen mujeres o son estériles. Él es salvaje,
pero podría ser la solución y no se opone a esto, pero una serie
de cosas hacen que deba escapar.
Saliendo a la superficie se da cuenta que Sangre se está
muriendo de hambre y no tiene nada más para darle de comer
que su propio amor, el de la joven que lo siguió en todo
momento. A pesar de que ella le dice que lo deje y escapen
juntos, Vic habla con Sangre y le dice que el único amor que
conoce es el de un chico con su perro.
Desenmascarando a MR. Falsus
Había una vez un delincuente poco común que se dedicaba a
confundir a la gente. Todo su afán era decirle a la gente que las
cosas eran de otra forma como las estaban haciendo.  Con Mr. Falsus en prisión todo volvió a la normalidad. La gente
Así, poco a poco, la ciudad se convirtió en auténtico caos. Pero la
policía no era capaz de identificar al responsable, porque cada
víctima lo describía de una manera diferente, por lo que la conclusión
a la que se llegó es que este delincuente se disfrazaba. Por eso y
debido a que todo lo que decía era falso lo apodaron Mr. Falsus.
-Desenmascarar a Mr. Falsus es ahora nuestra prioridad -dijo el
capitán de policía a todos sus agentes-. Debemos encontrar a este
farsante para que deje de hacer de las suyas. 
Nadie sabía por qué Mr. Falsus actuaba así. Se barajó la posibilidad
de que Mr. Falsus buscara que reinara el caos para dar un gran golpe
y robar. Sin embargo, el caos era tal que ni siquiera se cometían
delitos. Entonces, ¿que quería Mr. Falsus? 
La policía no era capaz de dar con Mr. Falsus. Pusieron todo tipo de
trampas, colocaron cámaras de vigilancia, agentes encubiertos
recorrían día y noche las calles, incluso tenían perros policía
rastreando. Pero nada. La ciudad era un caos y no había manera de
poner orden. 
Un día, el capitán de policía tuvo una idea. Y así lo comunicó a sus
agentes.
-Vamos a decirle a la gente que no hable con extraños. Que no
pregunten nada a quien no conozcan y que no admitieran consejos
de nadie. 
-Mr. Falsus es astuto, capitán -dijo uno de los agentes-. Seguro que
logra liar a la gente.
-Pues habrá que prevenir a la gente -dijo el capitán.
-Pero insistirá -dijo de nuevo el agente.
-Ese será genial -dijo el capitán-. Que insista. Eso hará que los
agentes encubiertos tengan más fácil reconocer a los sospechosos.
A la gente de la ciudad no le gustó mucho la idea, pero siguieron el
consejo a ver si así conseguían que Mr. Falsus dejara de liarles a
todos.
Pasaron alguno días hasta que los policías consiguieron una pista
fiable de Mr. Falsus y lo capturaron.
aprendió que no había que fiarse de todo lo que te dicen y Mr. Falsus
entendió que era muy irresponsable liar a los demás, por muy
divertido que pueda parecer tomarles el pelo