COMENTARIO SOBRE “LINCOLN, EL LIBERTADOR TRISTE”, DE AURORA BOSCH.
Quiero empezar citando a Philip Jenkins quién en la introducción de su libro (Breve
Historia de los Estados Unidos) dice: “Quizá la cuestión no debería ser por qué estalló la Guerra Civil en 1861, sino cómo se alcanzó antes la unidad, y cómo se mantuvo intacta durante décadas.” Desde la época colonial vemos cómo se van configurando dos sociedades tan distintas, con modelos económicos diferentes y que parecen dos naciones en vez de una. La Guerra Civil (1861-1865) sellaría el imaginario colectivo de los estadounidenses, ya no sería visto los Estados Unidos algo así “como la suma de sus partes”, sino la unión que se refleja en el nombre del país. No en vano existe mayor producción cinematográfica sobre este periodo que la misma “Revolución Americana”. Estos años de la guerra civil fueron cruciales para el posterior desarrollo de la nación, por la tanto, las personas encargadas de la toma de decisiones no la tuvieron nada fácil. La persona que llegó a la Casa Blanca parecía el peor presidente, de origen humilde, escasa preparación militar y educación informal. Una vida muy difícil que muchas veces se esgrime como ejemplo de superación personal. Este era Abraham Lincoln. Su mandato coincide con los años de la guerra, su gobierno se centra en preservar la Unión, su estrategia debe ser efectiva. Por ello está dispuesto a emplear todos los medios a su alcance. En 1863 se dicta la Proclama de Emancipación, a partir de este momento los principios antiesclavistas se unieron con la necesidad de ganar la guerra. Citando nuevamente a Jenkins, señala que Lincoln no era tan dogmático en materia de esclavitud. En 1858 declaró que se oponía implacablemente a “la igualdad social y política de razas blanca y negra”. En 1862 escribe un pasaje célebre: “lo que yo hago en relación con la esclavitud y la raza de color, lo hago porque ayuda a salvar esta Unión”. Sea cual sea las causas de la emancipación de la esclavitud, esta genero un giro favorable en la guerra para los del norte. En los primeros años de la guerra el presidente Lincoln enviaba tropas hacia el sur, con muy pocos resultados. Pero a partir de 1863 el Presidente toma una serie de medidas más fuertes, como el alistamiento obligatorio, además este año encontró en Ullysses S. Grant un comandante capaz de igualar al gran comandante de sur el general Robert E. Lee. El punto de inflexión de la guerra fue sin duda la batalla de Gettysburg, favorable al Norte, y los dos últimos años, el sur se cetro en hacer resistencia y en tal cual intento de avanzada. Lincoln estaba consciente de esto, sabía que la guerra iba terminar pronto y su Proclama de Emancipación se iba a dirimir al finalizar esta. Cuando gana la reelección, todos sus esfuerzos se centran en la aprobación de la decimotercera enmienda que ponía fin a la esclavitud. Una vez aprobada esta el 31 de enero de 1865, solo faltó esperar la rendición por parte de los Confederados el 09 de abril de 1865 en el tribunal de Appomatox (Virginia). Me llama la atención lo expuesto por el padre Jeffrey Klaiber, quien señala la caballerosidad al momento de la rendición por parte del general Robert E. Lee ante Ullysses S. Grant. El primero entrega sus armas y le pregunta qué va a ser con los caballos, a lo que el segundo responde: “llévenselos los van a necesitar para sembrar en primavera”. Esta caballerosidad continua después de finalizar la guerra cuando los veteranos de ambas partes se reunían para rememorar aquel hecho, algo que parece extraño teniendo en cuenta que esta ha sido la guerra más cruenta en la historia de los EE. UU. El 15 de abril de 1865, muere asesinado el presidente Lincoln por John Wilkes Booth quien proclama al momento de disparar: “así mueren los tiranos”. El padre Klaiber indica que Lincoln no era ningún tirano, todo lo contrario, “era el mejor amigo del sur”. Los que no eran amigos del sur fueron el nuevo grupo que llega al poder, prohibiendo a los generales sureños ocupar un cargo público. Por eso el general Robert E. Lee terminó siendo director de una universidad. Las tropas del norte ocupan el sur por diez años y cuando salen surge el Ku Klux Klan, el sur volvía estar dominado por un grupo de conservadores y racistas.