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Cuando hemos aprendido todo lo anterior, podemos empezar a limpiar y desarrollar los
chakras.
Su estado está estrechamente relacionado con los órganos que se encuentran en las
partes correspondientes del cuerpo y los chakras participan activamente en el
abastecimiento energético de estos órganos. Las enfermedades de los órganos afectan
negativamente el estado de los chakras.
Los siguientes chakras son responsables, por ejemplo, de los siguientes órganos:
— el anahata, del corazón, de los pulmones, de los brazos y de las glándulas mamarias,
— el ajña, del resto del cerebro, de los ojos, de las orejas, de la nariz y de la
nasofaringe,
— el vishuddha, del cuello entero, de las glándulas tiroides y de ambas mandíbulas con
los dientes. (La frontera entre las «esferas de influencia» del ajña y del vishuddha pasa
por el paladar.)
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para sahasrara — am
Repetimos el ciclo entero de los mantras varias veces. Consigamos tener una sensación
clara de las vibraciones en todos los chakras.
Ahora y siempre debemos prestar más atención al trabajo con el anahata y, simplemente
por eso, la vida llegará a ser más luminosa y alegre.
Si uno no logra aprender a cantar estos mantras aguda y tiernamente, no podrá progresar
en su desarrollo espiritual de ningún modo. Con estas dificultades a menudo se
enfrentan los varones que no conocen qué es la sutileza. A ellos les puede ayudar la
siguiente técnica: ponemos en la boca un sorbo de agua y hacemos gárgaras de tal
manera que se produzca el sonido «gluglú». Luego bajamos este sorbo cada vez más
hasta que el sonido se haga lo más agudo posible. Basándonos exactamente en este
patrón, debemos cantar los mantras para los chakras.
Todos los ejercicios mencionados en este capítulo (así como los ejercicios con los
meridianos descritos más adelante) es más cómodo hacerlos de pie.
Existe un ejercicio simple con el corazón espiritual que cualquiera puede probar hacer
sin condición alguna. Durante éste, experimentamos que la cabeza se traslada al tórax.
Sintamos allí la nariz, la frente, los labios. Movámoslos. Para que la cabeza no «emerja»
del anahata a su lugar anterior, imaginemos una gorra puesta encima. Y luego sigue lo
más importante: debemos abrir los ojos y parpadear. Ahora aprendamos a mirar el
mundo exterior con los ojos desde el tórax. Si logramos hacerlo, el mundo ya no será
percibido igual, no será como antes un mundo cruel y hostil, sino sutil, tierno y
receptivo a las emociones del amor.
Como vemos, se lo hace de una manera muy simple. ¡Lo que se necesita únicamente es
su deseo!
En el futuro, debemos aprender a mirar desde el anahata no solamente hacia adelante,
sino también hacia atrás.
Es preciso hacer los ejercicios con los chakras, así como todos los siguientes
entrenamientos meditativos, con los ojos abiertos. (Ustedes mismos pueden estudiar el
por qué.)
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Después de reforzar lo estudiado, es necesario hacer con los otros chakras lo mismo que
hemos hecho con el ahanata. (Las «ventanas» de los chakras extremos están dirigidas
hacia arriba y hacia abajo respectivamente. Pero uno puede mirar desde éstos hacia
adelante y hacia atrás también.)
Cabe destacar que es importante aprender a mirar hacia atrás no solamente para el
desarrollo de los chakras. El hecho es que mirando hacia adelante, nos acostumbramos a
ver el mundo de los objetos materiales, mientras que mirando hacia atrás, podemos
percibir los eones puros y sutiles con la Conciencia Que mora allí.
Es más, este ejercicio nos prepara para el momento en el que vamos a salir
conscientemente del cuerpo. Debemos aprender a hacerlo inicialmente hacia atrás desde
el anahata.