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Nombre de la investigación/estudio: Acostumbrarse a la violencia es lo peor que nos puede

pasar como sociedad. Entrevista a Mario Delgado Carrillo.


Autor: CDHDF. Año: 2011.
Referencia:

CDHDF, (2011). Acostumbrarse a la violencia es lo peor que nos puede pasar como sociedad.
Entrevista a Mario Delgado Carrillo .Dfensor. Revista de Derechos Humanos Órgano
oficial de difusión de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Número 9,
año IX, septiembre de 2011. Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal,
México, pp. 28-31.

Objetivo:

“En 1973 el psicólogo noruego Dan Olweus efectuó las primeras investigaciones con estudiantes
víctimas de acoso, maltrato, amenazas e intimidación por parte de sus compañeros de clase,
fenómeno conocido como bullying (acoso entre pares). Desde entonces y hasta la fecha diversos
estudios han evidenciado la necesidad de analizar el fenómeno de la violencia escolar en un
contexto de violencias –la intrafamiliar, de género y social, por ejemplo– que se nutren de
factores como la desigualdad social, la pobreza, la discriminación y la inseguridad, entre otros.”
(p. 28).

Metodología:

“Para diagnosticar esta problemática la dependencia a cargo de Mario Delgado efectuó un sondeo
con las y los profesores y alumnos de 400 escuelas de educación básica de la ciudad de México, y
a partir de los resultados editó al año pasado el manual Escuelas Aprendiendo a Convivir: Un
proceso de intervención contra el maltrato e intimidación entre escolares (Bullying), que es una
propuesta pedagógica para mejorar la calidad en la convivencia escolar a partir del
reconocimiento de los derechos humanos de la infancia y de la adopción de diversas
responsabilidades compartidas entre autoridades escolares, integrantes de la familia y la sociedad
en general.” (pp. 28-29).
Definiciones de violencia: No señala.

Tipos de violencia: No señala.

Factores asociados a la violencia:

“Al hablar de los factores que propician la violencia escolar Delgado Carrillo señala al “silencio”
como su mejor cómplice; sin embargo, no es el único. La falta de identificación y prevención de
los factores que la propician; así como su desvinculación hacia el exterior con otro tipo de
violencias estructurales, y al interior con sistemas educativos rígidos de tipo “mano dura”, que
frenan el diálogo y la convivencia para lograr la resolución noviolenta de conflictos, terminan por
invisibilizar y distorsionar gravemente esta problemática: Independientemente de [por] dónde le
llegue esa influencia (violencia) a los niños, lo que queremos es evitarla y atacarla,
contrarrestarla. Y lejos de que los niños estén expuestos a un contexto de violencia en la calle, en
sus casas, en su familia y que lo trasladen a la escuela […] queremos que la escuela se convierta
en un recinto donde se fomente la convivencia sin violencia y desde ahí tengamos una estrategia
contra la violencia, incluso en su contexto familiar.” (p. 29).

Hallazgos:

“Ante este panorama el funcionario reconoce que la Secretaría de Educación del Distrito Federal
concentra su “máxima prioridad” en la atención a niñas y niños víctimas, victimarios y
observadores de actos de violencia escolar, mediante el uso de habilidades psicosociales
relacionadas con el manejo de emociones para que “obtengan una confianza alta en sí mismos,
[cuenten] con un nivel elevado de autoestima [y sean] seguros de sí mismos, valientes”.

Para tal efecto, la dependencia implementó la campaña Escuelas sin violencia, que ofrece
principalmente talleres sobre convivencia pacífica, grupos psicoterapéuticos y el servicio de
atención telefónica (5080 5705 y 5080 5706), que se complementa con la atención para la
prevención de adicciones.” (p. 29).

Conclusiones

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