Campaña que fomenta la

alimentación saludable
en niños.
Con el objetivo de combatir los altos índices de sobrepeso y obesidad infantil,
así como también promover una mayor cultura medioambiental, tomo la
iniciativa educacional  que busca promover un estilo de vida más saludable en
los niños, involucrando de manera activa a padres, escolares y comunidad
docente.
Bajo el concepto "Protege tu Cuerpo, Protege tu mundo", en "Alimenta tu
Imaginación" los niños aprenden sobre la importancia del consumo de leche,
frutas y verduras, el fomento del deporte, qué es una colación saludable, así
como también los beneficios de reciclar los residuos que generamos. Todo esto
a través de una campaña dirigida a padres de familia y a niños.

MENSAJES CLAVE Para lograr un cambio de comportamiento y que las

familias estén abiertas a incorporar nuevos hábitos en torno a la alimentación
de niños, niñas y adolescentes.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA CAMBIAR ESTA SITUACIÓN? La

alimentación no saludable supone un riesgo real para la salud en el corto plazo
y se asocia a enfermedades ya en edades tempranas. El desafío está en
sensibilizar a las familias sobre la necesidad de generar un cambio en la
alimentación en favor de la salud y para prevenir enfermedades no
transmisibles, ya que existe una baja percepción del riesgo que las conductas
en torno a la alimentación tienen en la salud a corto, mediano y largo plazo.
Para eso, es importante reforzar algunos conceptos en torno a las diferencias
según tipos de alimentos y las consecuencias que estos tienen: - La
alimentación poco saludable tiene consecuencias negativas para la salud a
corto, mediano y largo plazo. - El sobrepeso y la obesidad en la infancia es una
de las manifestaciones más graves del impacto en la salud y constituyen
problemas para el presente y el futuro de los niños. - Los productos ultra-
procesados tienen exceso de azúcar, grasa y sal, y contienen sustancias
artificiales que no son buenas para la salud. - Los alimentos industrializados
que se comercializan como desarrollados específicamente para niños, no lo
son y no deben ser consumidos de forma frecuente, ya que no son más
nutritivos ni sustituyen a los alimentos naturales.