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Frangois Rasti Las semanticas UM CONOR UE Reh toe) LOO cor no) uestro objetivo no es [ofrecer] reemplazar un tratado de semantica, sino revisar los métodos de analisis de contenido. El analisis se- mantico de textos es el medio de investigacion para toda clase de discipli- nas cientificas (socio- logia, ergonomia) o dominios de aplicacién (trans- ferencia de expertise, encu tas de opinion, etc.), Se debe precisar, pues es de capital importancia, los diferentes abordajes al sentido que se presentan hoy y lo que se puede esperar de ellos. I. Los abordajes semanticos En los ultimos treinta aftos han desarrollado cuatro tipos de abordajes semanticos. i, La semantica logica tie- ne una larga tradicion. Se dedica a juzgar la verdad de los enunciados, y las condi- ciones que permiten al len- guaje decir la verdad, por esta razon se le llama también se- mantica vericondicional. Ha conservado en sus dominios la cuestion del sentido linguist co hasta la mitad del siglo anterior. Y se ha modificado Este articulo pretende revisar los métodos de analisis de contenido Por lo tanto. se hace un recorrido por los cuatro tipos de abordajes semantics que se han desarro- llado a to largo de los Ultimos 30 afos, los cuales representan un instrumento de capital importancia para el andlisis semantico de textos y para la investigacion en otros campos cientificos (sociologia y ergonomia) As the author Points out, this item attempts to review the analysis of content meth- ods. Therefore, a review of the four types of semantic approaches developed during the last 30 years is worked out. These methods Fepresent an instrument of capital importance to the semantic analysis of texts and researching in other scientific fields ch as sociology and ergonomy EM10 S15 nucvaépoca2 considerablemente con la formalizacion de la logica, por lo que se denomina con derecho semantica formal. Define la significacion como una relacion entre un simbolo y el objeto que denota, ya sea en el mundo empirico, en un mundo posible o en un mundo contrafactual Esta de acuerdo con la division entre sintaxis, semantica y pragmatica, tal como fuera formulada por Mo- rris y Carnap. Aplica a las lenguas los princi- pios de la semantica de los lenguajes logicos, como el principio de composicionalidad. No ha producido. una semantica lexical desarrollada, especialmente por razones ontologicas: rechaza analizar los significados, puesto que una esen- cia no es una coleccién de propiedades; por ejemplo, la representacion del significado de donkey en la teoria de Kamp es simple y Hlana- mente “donkey” ‘Sin embargo, la semantica formal ha realiza- do estudios detallados en el nivel de la frase con respecto a numerosos problemas como los de la cuantificacion, de la indexicalidad, del alcance semantico. En el dominio de la seman- tica del texto, la teoria principal, aunque toda- via muy problematica, es la de Kamp. Sus Re- presentaciones de Estructuras de Discursos (DRS) son notaciones logicas que permiten formular claramente problemas de referencia indeterminada y de anafora. La semamtica logica ha sido beneficiada por el despunte del positivismo ldgico, y, en el pre- sente, sufre las consecuencias de su pérdida de crédito. Su interés filosofico es grande, puesto que la cuestion de la verdad es uno de los te- mas mayores de la metafisica occidental, por el contrario, su capacidad descriptiva permanece débil, en relacion con la complejidad de las formulaciones que emplea ii, La semamica psicologtca define la signi- ficacion como la relacion entre los signos y las representaciones u operaciones mentales. Se ha desarrollado a partir de fines del siglo anterior En nuestros dias nos ofrece diversas teorias sobre las redes semanticas (Quillian, Collins et Loftus), sobre la comprension de textos Las semanticas (Kintsch), y de los modelos que requieren esta comprension. La teoria que ha tenido mas it fluencia en linguistica, especialmente en Ia lin- guistica cognitiva, es la teoria de la tipicalidad desarrollada por Rosch y sus colaboradores (V Kleiber, 1991 b, Cabazza, infra) iii, La semantica cognitiva podria parecer un desarrollo de la semantica psicologica, puesto que define la significacion como una represen- tacion mental. Sin embargo, no ha definido {con precision] sus objetivos ni protocolos ex- perimentales. Sus principales animadores son linguistas (Lakoff, Langacker), y procede de una linguistica mentalista que reduce todos los fendmenos linguisticos a operaciones mentales, En Francia, la psicomecanica de Gustave Gui- Haume es un buen ejemplo de linguistica cogni- tiva “avant la lettre” La semantica cognitiva se enfrenta natural- mente con problemas filosoficos y se orienta en el presente hacia las teorias del sujeto trascen- dental (para una presentacion, V Rastier, 1993) Langacker esboza este amplio progra- ma: “La semantica linguistica debe entonces realizar el analisis estructural y la descripcion explicita de entidades abstractas como los pen- samientos y los conceptos” (1986 © 3). Esto ha conducido a la semantica cognitiva a direccio- nes complementarias, que para nosotros no tienen salida’ la descripcion de la experiencia (“Creo que la experiencia mental es real, que es susceptible de una investigacion empirica y de una descripcién sistematica, y que constituye el objeto natural de la semantica” Langacker, 1987 - 99) y la descripcidn de las condiciones a priort de la experiencia, Para Johnson, por ejemplo, las estructuras semanticas universales condicionan nuestra experiencia y ta formacion de nuestra identidad personal (se/fhood). No nos detendremos a examinar estos postulados, puesto que nuestra preocupacion se dirige, mas bien, hacia la especificidad de las lenguas y de los textos iv La semdntica lingtistica auténoma, que procede de la linguistica estructural europea, se ha desarrollado poco a poco a partir del co- SEMIO STS sueva epoca? 6 Frangois Rastier mienzo de nuestro siglo. Define la significacion ‘como una relacion linguistica entre los signos, mas precisamente entre sigrificados (signifies) Los significados mantienen a su vez relacion con correlatos psicologicos, incluso psiquicos, aunque estos correlatos no los definen en cuanto tales. Los principales autores contempo- raneos (Pottier, Greimas, Mel'chuk, Coseriu, principalmente) se separan sobre cuestiones cruciales como las de la autonomia de la se- mantica, del estatuto conceptual de las unida- des minimas, etc. Sin embargo, nos parece po- sible bosquejar una sintesis, cosa que realiza- mos al exponer sus grandes lineas bajo el nom- bre de semantica diferencial unificada’ Segun las disciplinas, esos diversos para- digmas se hallan desarrollados de manera desi- gual, y son conocidos también desigualmente En informatica y en IA (Inteligencia Artificial), la semantica formal es naturalmente la mas co- nocida y la mas utilizada, En el conjunto de investigaciones cognitivas, la semantica psico- logica constituye la referencia dominante, Por el contrario, la semantica diferencial permanece poco conocida en sus dominios, salvo por Ciertas aproximaciones parciales de autores aislados. Nos parece util presentar una intro- duccion para valorizar sus posibilidades. En efecto, la semantica diferencial nos parece apta para tratar los textos, puesto que no define la Significacion por las relaciones entre los textos y otras realidades no linguisticas, No exige co- mo principio el recurso a una psicologia (como la semantica cognitiva lo hace) o a una ontolo- gia (requerida por Ia semantica formal) Vea- mos sus objetivos generales. 2. Para una semantica unificada a) Deseamos oftecer a la semantica linguis- tica todo el lugar que merece al unificar las descripcion de! léxico, de la sintaxis profunda, y de las estructuras textuales. A cada uno de los niveles tradicionales de la descripcion linguisti- ca (palabra, frase y texto) nosotros hacemos corresponder tres niveles de la teoria semantica (micro-, meso-, y macrosemantica) unificando SEMIOSTS nucvaépoca? su conceptualizacion, Esta concentracion par- celaria de la semantica es necesaria, porque permite la caracterizacion cuidadosa de lo que es especifico a cada nivel: una frase no se redu- ce a una cadena de palabras, ni un texto a una cadena de frases. b) Una semdntica linguistica autonoma queda todavia por constituir, si se quiere llegar a constituir la linguistica en ciencia. Debe con- quistar su autonomia en relacion a la filosofia del lenguaje, la cual desde la antiguedad acapa- ra la cuestion del sentido. Tampoco ella se une con ninguna de las dos secciones de la filosofia contemporanea que se dividen complementa- riamente y sin dejar nada fuera del dominio de! sentido: la pragmatica y la semantica vericondi- cional. También debe precisar sus relaciones con la psicologia, que desde Steinthal (1855) rivaliza con la logica para abordar el sentido ligiistico. Ese esfuerzo doble conduce a reco- nocer la especificidad del significado linguistico en relacion con el concepto logico y el con- cepto psicologico.’ Esta es una condicion nece- saria para integrar la semantica a la linguistica general y comparada. En efecto, las semanticas légicas 0 psicoldgicas son todas universales, mientras que es preciso elaborar semanticas especificas a las lenguas y a las familias de len- guas, La linguistica es una disciplina descriptiva, y la semantica divide naturalmente ese estatuto epistemolégico. {Esto quiere decir que la lin- guiistica se debe formalizar para progresar y Precisamente para encontrar nuevas aplicacio- nes en Inteligencia Artificial? El caracter racio- nal de la descripcion es una de las condiciones y algunas veces suficientes para permitir la im- plantacion informatica. Ademis, la tesis de la unidad de la ciencia difundida por el Circulo de Viena, y la que una ciencia debe necesaria- mente pasar del estadio descriptivo al estadio formal, conduce a menudo a desconocer la es- pecificidad de las epistemologias regionales, y precisamente la de las ciencias sociales.* Mas alla, son tipos epistemologicos y gno- seologicos que entran en juego. Las gramaticas generativas (Chomsky, Shaumjan) son de tipo deductivo, mientras que las teorias interpret vas son de tipo inductivo o abductivo. Las pri- meras se alinean gustosamente en el racionalis- mo (V. Cartesian Linguistics de Chomsky), las segundas en el empirismo (en la tradicion filo- ldgica). La semantica unificada manifiesta un racionalismo empirico (que se opone natural- mente a la concepcién dogmatica del raciona- lismo). La unificacion de las perspectivas metodolo- gicas es, ademas, necesaria: aun si la perspecti- va iinterpretativa permite romper con el dogma- tismo de las teorias generativas (que ubican inevitablemente en las estructuras profundas sus. exigencias de racionalidad), la semantica unificada no es ni exclusivamente “generati ni exclusivamente interpretativa. Los mismos conceptos de base descriptivos son utilizados para definir los procedimientos diferenciados propios a estas dos perspectivas. El reconoci- miento del orden hermenéutico permite esta empresa ¢) La semanica unificada resulta de una concentracin compleja. Interesa, en primer lugar, a las disciplinas que, actualmente, rivali- zan por describir los sentidos lingiisticos, en primer lugar a la semantica vericondicional y a la pragmatica. La division del trabajo entre es- tas dos disciplinas no permite su cooperacién, sino que se limita, en realidad, a una especie de delegacion del poder (cada una de ellas dele- gando a la otra los problemas que no pueden resolver). Por lo demas, la triparticion sinta- xis/semantica/pragmatica impuesta por el posi- tivismo légico nos parece el obstaculo episte- mologico principal para la linguistica contem- poranea No se trata solamente de conciliar semantica vericondicional y pragmatica, sino incluso de superarlas. Por una parte, la semantica vericon- dicional no es especifica ni al lenguaje ni a las lenguas,* y, sin embargo, su generalidad no impide que se limite por principio Gnicamente a las proposiciones verificables, que son una ex- cepcion en la mayor parte del corpus. En Las semanticas cuanto a la pragmatica (al menos la pragmatica integrada), complemento necesario de una lin- guistica restringida, no puede gozar de ninguna autonomia con respecto a una semantica bien hecha, que describe, ademas de las normas de la lengua las otras normas vigentes en toda comunicacion d) La re-estructuracion tedrica necesaria se acompaia naturalmente de una re- estructuracion del objeto. Las tres instancias principales, tradicionales de la descripcion lin- guistica (palabra, frase, texto) han sido descri- tas por disciplinas diferentes,’ lo que también impide discernir si obedecen a principios de estructuracién comun, Cada uno de los compo- nentes de la semantica uniticada participa en la descripcion de esos tres niveles, ya sea por la interpretacion como por la produccion ¢) Como los otros dominios de la linguistica, la semantica conoce ademas grados de sistema- tizacion: el del sistema funcional de la lengua, el de las normas sociales y el de las normas idiolectales. La jerarquia entre esos grados no ¢s fija La descripcion plantea problemas deli- cados que no pueden ser eludidos. f) En fin, historicamente, la semantica unifi- cada asume la herencia de corrientes de investi- gacion hasta ahora separadas, En el nivel de la palabra, la de los antiguos enciclopedistas y, sobre todo, la de los sinonimistas del siglo XVIII, que distinguian el caracter diferencial de la significacion lexical. Entre los contempora- neos, los fundadores de la lexicologia estructu- ral (de Porzig y Weisgerber a Coseriu, Greimas y Pottier). En el nivel del texto, los tedricos de la exégesis, fuente de la hermenéutica, en cuyo primer plano estan San Agustin y Schleierma- cher, respectivamente, ambos formularon teo- rias de la interpretacién unificando todos los niveles de la descripcién. Mas cerca de noso- tros, los folkloristas y mitdlogos (de Propp a Lévi-Strauss) deben unirse a los narratologos (de Booth a Genette). SEMIOS1 5S _tweva época 2 8 Frangois Rastier 3. La significacién 3.1. El paradigma del signo y los modelos de la significacién Tradicionalmente, se ha definido la significa- cin’ en relacién al signo lingtistico. Esta aproximacién tiene ciertamente un valor didac- tico, pero se apoya sobre dos simplificaciones (i) Existen, sin duda, muchos tipos de signos linguisticos, asi, por ejemplo un signo de inte- rrogacion [?] no pertenece al mismo tipo de signos que una particula _ interrogativa [manifestada por el tono de la enunciacion], aun si cumple la misma funcién. (ii) El signo aislado fuera de contexto es un artefacto, y es una caracteristica notable de las lenguas que sus signos no funcionen aisladamente (a dife- rencia de otros sistemas, como las sefiales de transito, por ejemplo) Sin embargo, recordemos cuales son en nuestra tradicién los principales modelos de la significacion, limitandonos a las cuestiones de- batidas. Cada modelo de significacion define un tipo de signo 1. El icono es un signo cuyo significante representa analdgicamente al referente Esta analogia es convencional, y los iconos tienen siempre un cardcter candnico (una serpiente se representa de perfil y no de frente, etc). Sin embargo, se piensa erroneamente que el icono designa directa y naturalmente su referente. Las lenguas no comprenden los. signos iconicos (puestos a parte ciertos sistemas de escrituras ideograficas), aunque el iconismo esta bien presente en linguistica.? 2. Bl indice es un signo cuyo sentido slo puede ser asignado relativamente a una situa- cién de comunicacion real o representada por el texto. Las lenguas no cuentan con indices pu- Fos, sino con signos indiciales como los de- mostrativos, los posesivos, los pronombres, y todos los signos empleados deicticamente. Para una semantica interpretativa, todos los signos solo reciben su sentido del contexto linguistico y no-linguistico, y los indiciales son unicamente un caso particular arbitrariamente distinguido SEMLOSTS nueva epoca? de un régimen comun. 3. El modelo de la significacion mas impor- tante historicamente y mas conocido es el mo- delo aristotélico, conocido en nuestros dias bajo el nombre de tridngulo semidtico cuyos vértices constituye la triada_—_—Pala- bra/Concepto/Cosa. Ha sido retomado por la escolastica, y luego por las gramaticas genera- les de la época clasica, y popularizado en el universo anglo-sajon por Ogden y Richards (1923), que fingieron haberlo redescubierto y le aseguraron una nueva juventud. A pesar de su antiguedad, 0 quizas gracias a ella, apenas ha sido discutido (V. Lyons, 1978), y se ha per- petuado de diversas maneras hasta nuestros dias. Permanece fuertemente vivo en filosofia del lenguaje Como las ideas linguisticas dominantes en las investigaciones cognitivas provienen de ella, la triada semiotica sirve de cuadro conceptual a los programas de investigacién. Por ejemplo, Johnson-Laird define de este modo el objetivo general: “Los logicos solo han relacionado el lenguaje a modelos bajo diversas formas; y los psicologos lo han relacionado tinicamente a si mismo. Ahora bien, lo que se trata realmente, es demostrar como el lenguaje se relaciona con el mundo por intermedio del espiritu” (1988 66). En informatica linguistica, Regoczei_y Hirst (1990) han realizado recientemente una guia para la representacién de conocimientos este modelo se presta de una manera especial puesto que dentro de nuestra tradicion la defi- nicién misma del conocimiento como repre- ‘sentacion procede de ese modelo antiguo Se puede llamar simbolo al tipo de signo emergente de esta triada, aunque este término muy ambiguo sea a menudo empleado para designar los significantes de un lenguaje* antes que los signos de una lengua. Vale precisar mejor las relaciones que unen a los polos de la triada: la relacién que une la palabra al con- cepto es convencional, y contingente por ello. ‘mientras que la que une el concepto a la cosa debe manifestar una necesidad, sin la cual el concepto no seria “el mismo para todo el mun- do”: en las teorias clasicas del empirismo. esta relacion se halla fundada en la naturaleza; para el racionalismo dogmatico, solo se puede en- contrar la necesidad en el Intelecto arquetipo, como lo asegura Descartes. Esas dos relaciones son, de todos modos, también convencionales. Aceptemos por ahora que el sostenimiento de la triada semiotica mantiene a la semantica bajo la dependencia de una ontologia, la tinica capaz de relacionar las palabras con el mundo, por la mediacién de conceptos. Esta posicion mentalista rige en nuestros dias a todas las se- manticas cognitivas y les permite, por otra parte, llamarse tales. Esto no les libera de difi- cultades, las cuales afectan a la definicion de unidades mentales (conceptos, esquemas, mo- delos, simbolos y proposiciones del lenguaje mental) como también su relacion con las uni- dades linguisticas. 4. El otro gran paradigma semantico tradi- cional puede Hamarse éndicial. El indicio es un signo que es el soporte de una inferencia” Ser- via en retdrica para articular las pruebas nece- sarias o plausibles En las investigaciones cognitivas, la prag- matica ha rearticulado el paradigma indicial puesto que éste surge de la retérica, cuyo lugar tomé y continiia de diversas maneras. Sperber y Wilson redescubren, en este sentido, un modelo inferencial de la comunicaci6n: “De Aristételes a los semidticos modernos, todas las teorias de la comunicacion han sido fundadas sobre un solo y unico modelo, que llamaremos modelo del cédigo. Segin ese modelo, comunicar es codificar y descodificar mensajes. Mas recien- temente, algunos filosofos, entre ellos Paul Grice y David Lewis, propusieron un modelo completamente diferente, que Ilamaremos el modelo inferencial. Segun el modelo inferen- cial, comunicar, es producir ¢ interpretar indi- cios” (1989: 13). A estos dos modelos de la significacion corres- ponden respectivamente dos relaciones funda- mentales, la referencia y la inferencia, cada una de las cuales funda un tipo de semantica. La Las semanticas semantica de la referencia es primordial para nuestra tradicion metafisica, puesto que descri- be las condiciones bajo las cuales el lenguaje pudiera decir lo verdadero. Preocupa a nuestra filosofia desde (ratilo hasta Word and Object (Quine) y Las palabras y las cosas (Foucault), La triada aristotélica ha sido casi unanimamente retomada hasta nuestros dias porque constituye un sistema de apuntar al referente De sus dos movimientos, pasaje del significante al con- cepto, y pasaje del concepto al referente, evi- dentemente el segundo ha sido privilegiado puesto que la verdad se define clisicamente como el acuerdo de la cosa y el intelecto. La operacion mental que establece la refe- rencia es muy distinta de la inferencia que esta- blece la apelacion indicial. La referencia esta blece una relacion entre dos ordenes de realix dad, conceptos y objetos. Al contrario, la infe- rencia relaciona dos unidades que corresponden al mismo orden de la realidad: dos objetos para una concepcion realista ingenua del indicio, 0 dos conceptos, segiin la concepcion mentalista Sin embargo, los relata no tienen el mismo estatuto, puesto que la inferencia tiene en co- mun con la referencia que ella esta orientada un relatum es antecedente, el otro, consecuente temporal, casualmente o de toda otra manera Se dira entonces que el primero es el signo del otro, como una nube es signo de lluvia. Esta acepcin de la palabra signo permanece muy expandida y se extiende independientemente del concepto del sistema de signos. por tanto, sin relacion particular con las lenguas. En general, la tradicion distingue mal, en lo que concierne a la inferencia, la interpretacion del mundo y la interpretaci6n del texto. Los indicios son con- siderados como signos naturales (y no signos codificados por una institucion). En un nivel superior, que tampoco se interesa por los con- ceptos supuestos de representar objetos, sino por las proposiciones supuestas de reflejar es- tados de cosas, la inferencia subsume las impli- caciones. Para los estoicos, por ejemplo, el signo indicial es un enunciado asertivo, antece- dente en una asercion de implicacion."” 10 Frangois Rastiert Ahora que la pragmatica se ha convertido en cognitiva reformula la division antigua entre sentido literal y sentido derivado (antes alegori- co 0 figurado), Mientras la semantica logica toma por objeto el sentido literal 0 signifrca- cidn (puesto que no se puede asignar el valor de verdad a las expresiones figuradas), la pragmatica se aferra con predileccién a los sen- tidos derivados y a sus condiciones de deriva- cion. De este modo, la articulacion entre se- mantica logica y pragmatica determina y refleja la articulacion entre la significaci6n y el sentido. Se dividen de este modo totalmente la cues- tidn del contenido lingtistico, conforme a la triparticion sintaxis/semantica/pragmatica. Se completan y se oponen al mismo tiempo porque a relacion fundamental de la que trata la prime- ra es la referencia (relativa 0 no a los modelos), mientras que la segunda trata lo esencial de la inferencia, El concepto de sentido literal es central puesto que de este modo tanto la refe- rencia como la inferencia encuentran su origen cuando son reportados a los signos linguisticos. Las dos grandes concepciones tradicionales de la significacion linguistica, la triada semidtica y el indice, encuentran de este modo en las in- vestigaciones cognitivas un modo de articula- cin que testimonia la perennidad y la dinami- cidad de la filosofia del lenguaje. En el disposi- tivo cognitivista, el nivel conceptual ejerce evi- dentemente una funcion de preeeminencia. me- diatiza la referencia de las expresiones; deter- mina las inferencias que se puede efectuar gra- cias a ellas. Se separa del paradigma formal propiamente dicho por su mentalismo: excluye, en efecto la denotacion directa (de las expre- siones a los objetos) que permitia, por ejemplo, al positivismo ldgico eliminar toda psicologia Ese dispositivo participa, en fin, de lo que se ha Hamado el paradigma simbélico de las investi- gaciones cognitivas. Proponemos otra articulacion, al tratar la inferencia en el orden hermenéutico, y la refe- rencia en el orden referencial que le esta subor- dinado Esta es una de las vias para pasar del SEMIOS TS nueva epoca 2 paradigma del signo al paradigma del texto 4.2, El valor y el paradigma diferencial Ademas de los paradigmas referenciales e infe- renciales, hay que abordar en el presente, el de la diferencia. Sin duda, en la reflexion sobre la sinonimia se formo su problematica propia" {Como, en efecto apreciar, la diferencia entre palabras sinonimas? Se dira que reside en ideas accesorias, 0 en rasgos connotativos. Pero, si cada palabra tiene un sentido diferente, el mo- delo triadico de la significacion ya no funciona En efecto, dos palabras sinonimas —digamos automovil y coche [vaiture|— se remiten al mismo objeto. {Se puede, entonces, sostener que se hallan asociados dos conceptos diferen- tes? No, sino a un solo concepto o idea princi- pal. Si, de todos modos, se toma la sinonimia en sentido estricto, se debe considerar que re- envian a dos conceptos diferentes por sus ideas accesorias. Pero estos dos conceptos diferentes deberian reenviar a su turno a dos objetos dife- rentes. Entonces los coches no serian automo- viles [en sentido estricto} Por esto, sin duda, Saussure escribia’ “si la lingiiistica seria una ciencia organizada [.] una de sus afirmaciones seria: la imposibilidad de crear un sindnimo como una de las cosas mas absolutas y remarcables que se impone entre todas la cuestiones relativas al signo” (citado por Engler, 1968 - 8). Si Saussure al parecer se alinea en la tradicion de los sinonimistas, los supera, en nuestra opinion, por su definicion de valor que relaciona la definicion de las unidades linguisticas -y por tanto semanticas~ a tres principios 1. El valor es la auténtica realidad de las uni- dades linguisticas; se halla determinada por la posicion de la unidades en el sistema (y por tanto por las diferencias), 3. nada preexiste a la determinacion del valor Por el sistema: “no hay ideas preestablecidas y nada és distinto antes de la aparicion de la lengua” (1972 : 106). De este modo, el valor ‘no €s un signo, sino una relacion entre los significados [a los cuales, circularmente, los establece en cuanto tales]. Excluye una defi- nicion atomista del signo, que ofreceria a priori de una significacion: la significacion es un resultado, no un dato. Prohibe una de- finicién composicional del sentido, puesto que, en tanto que principio estructural, esta- blece la determinacion de lo local por lo global. Conducidas a la significacion, esas tesis permi- ten romper con la evidencia tradicional de que existe un nivel conceptual, auténomo en rela- cion al nivel linguistico, preexistente a este ni- vel y preeminente a él. Imponen una di entre significado y concepto. Esta distincién es inevitable si se acepta el caracter diferencial de las unidades linguisticas, y particularmente el caracter privativo de las oposiciones que las definen, de manera completamente negativa. Lo que equivale a decir que para la semantica dife- rencial el significado de las lenguas. puramente operatorio no reside en los conceptos, ¥ mis generalmente que no se halla constituido por representaciones. En el curso de la comunica- cion linguistica, ejerce quizas constreiiimientos sobre la representacion, pero esos correlatos psicologicos no revelan por si mismos la lin- giistica Hay que admitir que el contenido del signo no es un concepto universal, sino un significado relativo a una lengua, incluso a un texto. La creacion del concepto de valor permite de este modo afirmar el paradigma diferencial en se- mantica linguistica al formular esta cuestion importante: {si se reconoce un nivel semantico de las lenguas, por qué descartar desde el inicio la hipotesis que ésta sea especifica a cada una de ellas? Del mismo modo que cada una tendri su fonologia, su morfologia, su sintaxis, tendria su semantica. Esta hipotesis parece bastante admisible. En efecto, el nivel semantico tiene sus enlaces estrechos con la morfologia y la sintaxis, que se las sabe especificas. Ademis, la semantica lexical, la mejor descrita, difiere bastante de lengua a lengua; esto tiene como Las semanticas consecuencia que los mismos rasgos seménti- cos, al ser definidos por la interrelacion de contenidos lexicales, son también especificos a las lenguas determinadas. Su inventario varia de una lengua a otra. Ahora bien, las semanticas que se disponen hasta el presente son todas ellas semanticas generales 0 universales ~como la Logica, la filosofia del lenguaje o la psicologia las han producido siempre En este respecto, tienden a ocultar la especificidad de las lenguas La semantica general y las semanticas particula- res deben ir juntas. Mejor sobre la base de las semanticas particulares, edificadas segun prin- cipios comunes se podria llegar a una semintica general y comparada que, por lo esencial, deje de ser especulativa. Finalmente, sobre su base se podra evaluar con mayor pertinencia la tesis del relativismo linguistico. La evolucion del paradigma diferencial puede ser esbozada en tres etapas '? 1 Los semanticos del siglo anterior, al estu- diar la historia de la semantica de las palabras, hicieron notar que la significacion de una pala- bra evoluciona correlativamente a la de sus vecinas, en el seno de una misma clase semanti- ca. De lo que se sigue la puesta en evidencia de un principio general, que se Hama la fey de la reparticion, y segin algunos, la tesis de que “la historia del lenguaje es una serie de reparticio- nes” (Bréal, 1897, Cap. I) 2. La definicién hecha por Saussure del sen- tido como valor resulta del caracter sistematico de las lenguas: “la lengua es un sistema en el cual todos sus términos son solidarios y en el cual el valor de uno resulta de la presencia si- multanea de los otros” (1972 159). Esta defi- nicion traspone de hecho el concepto de repar- ticion de la diacronia en la sincronia '' define de este modo la significacion de las palabras en el seno de un paradigma’ hermana, por ejemplo, se define en relacion a Aermano. 3. En una tercera etapa, que deseamos ilus- trar aqui, se puede y se debe definir un valor en comexto. Por ejemplo, en los casos de antana- clase, la misma palabra es tomada sucesiva- SEM1O STS nueva época2 i Francois Rastier mente en dos acepciones diferentes: Una mujer es una mujer es una frase comprendida por todos, aunque esté vacia de sentido para una semantica légica, y una semantica linguistica debe dar cuenta de la diferencia de sentidos entre las dos apariciones de mujer. Se pudiera pensar que los valores contextuales slo modi- fican secundariamente, por matices, el valor en Ja lengua, En realidad, el valor en la lengua se halla, al contrario, sobredeterminada por el valor en el contexto, y cualquier rasgo semanti- co definido en la lengua puede ser anulado o virtualizado por el contexto, local 0, incluso, global En estas tres fases, la semantica diferencial ha impuesto la definicion relacional de los sig- nificados, tanto en diacronia como en sincronia, en lengua como en contexto. El rechazo de Saussure a construir una linguistica del habla [parole] (0, de la performancia) ha retardado por mucho tiempo el desarrollo de la tercera fase, pues negaba al habla una sistematicidad propia La creacion del concepto de valor ha permi- tido afianzar el paradigma diferencial en se- mantica linguistica. Recordemos los ejes princi- pales de su desarrollo probado o previsible 1. El concepto de valor puede encontrar su fundamento en el principio de disimilacion (V Rastier, 1991 b. Cap. VIII, sobre la percepcion semantica). Esto explicara tanto el caracter pancronico de la ley de reparticién como, por ejemplo, la generalidad de las tautologias lin- uisticas. 2. Decir que un significado linguistico es relativo a una lengua definida como sistema, es decir, que se analiza exhaustivamente en rela- cidn de oposicién. Son los rasgos relacionales que diferencian su clase de otras clases 0 que los diferencian en el interior de su clase Los fasgos que los componen son denominados por las parafrasis intralinguisticas. Son elementos de detinicion (no de descripcion del “objeto” denotado). Esos rasgos semanticos relatives a las lenguas no deben ser confundidos con otros 12 SEMIOSTS nieva época2 tipos de rasgos definidos por las semanticas no diferenciales particularmente los rasgos refe~ renciales, que en algunas semanticas de la de- notacion, son las condiciones necesarias y sufi- cientes para emparejar una expresion y un ob- jeto, y las primitivas, que en un muchas seman- ticas estructurales o cognitivas corresponden a un numero considerable de atomos conceptua- les independientes de las lenguas. 3. Si el significado de una palabra (mas pre- cisamente: de un texto) se halla definido como valor, las diferencias que constituyen este valor determinan su contenido operatorio, es decir el conjunto de sus posibilidades de combinacion en los textos. Cada rasgo determina las valen- cias contextuales Las representaciones ligadas al significado de una lexia constituyen su con- tenido eidético. Los contenidos eideticos no revelan la linguistica en sentido restringido, sino la psicologia y, mas alla, la sociologia. El contenido operatorio constniie al contenido eidético, sin, no obstante, determinarlo en sen- tido fuerte El estudio de este constrefimiento podria instituir una relacién privilegiada entre la linguistica y la psicologia, por poco que esta ultima reconozca la existencia de contenidos ‘operatorios, 4, Los rasgos especificos de un significado habiendo sido definidos en el seno de una clase, la definicion de clases es primordial. En el eje paradigmatico, las clases de lexias son obteni- das por conmutacion; en el eje sintagmatico, por la observacion de las co-ocurrencias. En ultima instancia, las clases semanticas mani- fiestan las normas sociales: por ejemplo, en Francia, la clase de legumbres para hervir_ Esas clases no son, pues, clases de referentes, como las especies naturales 0 artificiales, segin Rosch. Se distinguen igualmente de las forma- ciones conceptuales independientes de las len- guas que la linguistica cognitiva llama frames © Scenes, incluso cuando les reconoce un estatuto cultural, espontaneamente (V. Fillmore) 0 no (WV. Schank), 5. El concepto de valor rompe con la con- cepcion tradicional de la lengua, y particular- mente del lexico, como nomenclatura. Una palabra no puede ser definida aisladamente, en relacion a lo que designa; lo debe ser relativa- mente a otras palabras. Desde entonces, el método semasiolégico tradicional, que procede del significante hacia el significado, ya no tiene validez tedrica, incluso si sigue siendo util en lexicografia. En lexicografia cede ante el meto- do onomasiologico que procede del significado © del concepto hacia el significante. De todos modos, contrariamente a lo que deja pensar esta formulacion, no hay simetria entre esos dos métodos. Se dice a menudo que la segunda busca, a partir de un concepto dado, identificar las palabras que lo expresan. De hecho, el pre- tendido concepto solo es un término genérico que lexicaliza una clase semantica. El metodo onomasiologico consiste en el hecho de analizar esta clase; generalmente, en describir las es- tructuras lexicales teniendo en cuenta sus valo- res (V. mas adelante, III, 1), 6. La creencia que una lengua es una no- menclatura y los habitos de la lexicografia han acostumbrado a defi las palabras fuera de contexto. Los ejemplos del valor dados por Saussure se hallan presentados en el seno de clases paradigmaticas. Pero los conceptos de valor extienden de igual manera su eficacia a las clases sintagmaticas que definen los contextos. Mas generalmente, el valor permite pensar la determinacién de lo local por lo global. Saussu- re lo ha especificado como una relacién del sistema linguistico con sus elementos, En nuestros dias es importante complementaria- mente especificarlo como una relacion del texto con sus unidades. Admitidos estos principios, podemos resumir sumariamente de este modo la evolucién de la semantica diferencial actual en relacion a la semantica estructural “clasica” de los sesentas: La semantica estructural era esencialmente lexicologica. Se interesaba por estructurar las clases minimas 0 de campos seménticos por oposiciones binarias: el ejemplo _fetiche [inevitable para algunos] sigue siendo el analisis Las semanticas de la clase de asientos hecho por Pottier (1974). Cuidadosa, con razon, de una descrip- cion economica, la seméntica estructural pre- tendia encontrar universales semanticos, natu- ralmente en muy pequefa cantidad, cuya com- binacion hubiera permitido componer millones de significados (V. Greimas, 1966). Esos ras gos pertinentes eran tomados como definito- Tios Estas descripeiones estaticas en el seno de paradigmas aislados, han sido relativizados pot una problematica del texto, que incluye pero sobrepasa la del signo. Por una parte, los paras digmas varian segiin los corpus, por otra parte, los rasgos semanticos son propagados en con- texto por las unidades vecinas que no pertene- cen a la misma clase (V. Rastier, 1991 b, Cap U1). Las hipotesis universalistas y mentalistas han sido abandonadas puesto que eran un obs- taculo a la descripcion de las diversidades La restitucion presente del contexto y del texto hace justicia a las propuestas formuladas antaio por autores como Coseriu (teoria de las solidaridades lexicales, 1967) © Greimas (definicion de la isotopia, 1966). Sin embargo, las ha desarrollado en direcciones para enton- ces imprevisibles. En las tres fases de desarrollo de la semantica diferencial permanece la misma concepcion de la sistematicidad, aplicada a la lengua historica, luego a la lengua funcional, y finalmente a los textos, Se la puede llamar hermenéutica puesto que reconoce como constitutiva la determina- cion de lo local por lo global, a la inversa de la concepcion combinatoria de la sistematicidad que ha justificado el paradigma formal en lin- guiistica Por ello, vamos a verlo a continuacion, hace justicia al concepto de sentido, y le otorga la primacia sobre el de la significacion, 4. El sentido Desde Beauzée, se distingue en la semantica francesa entre sentido y significaciin. En el articulo sentido de la Enciclopedia (1765, XV SEMIOS1S nueva época2 Frangois Rastier 16) retomando y jerarquizando los criterios propuestos por Dumarsais, distingue el conte- nido de la palabra en contexto, que llama se7rti- do, del de la palabra aislada. Para esta ultima, distingue el contenido en el discurso, que de- nomina acepcidn y también significacion La distincién entre sentido y significacton merece ser reformulada. La significacion es un tipo, constituida como tal por el lingiiista a partir de los sentidos observados en el discurso, que tienen el estatuto de ocurrencias. Las sig- nificaciones se organizan en los paradigmas normalizados, en clases lexicales, mientras que los sentidos son observados y construidos en el texto sobre el eje sintagmatico. Para las teorias clasicas de la significacion, y hasta para ciertas teorias de prototipos lexica- les, una palabra tenia una significacion propia, constante, o, al menos, privilegiada. Esta signi- ficacion propia era un concepto estable, que reflejaba una cosa dotada de una substancia permanente, de una esencia. En relacién a ella se definian las variaciones de sentido o acep- ciones, a menudo consideradas como acciden- tes de esta substancia, o en términos mas mo- dernos sentidos periféricos 0 core-meaning. Si se definen las significaciones no por refe- rencia a las cosas, sino por sus interrelaciones en el seno de las clases lexicales, las significa- ciones se modifican cuando las clases cambian asi, la definicion de ‘metro’ ha cambiado cuan- do en el seno de la clase de transportes colecti- vos urbanos aparecio, en Paris, el ‘RER'”, y, sin embargo, el metro mismo, en cuanto sa", no cambid. Ademias, el discurso remo- dela sin cesar las clases lexicales, que sélo son fijadas por normas susceptibles de revision; y por ello modifica la significacién de las pala- bras La significacion de la palabra estaba inserta- da en el paradigma de la referencia. Pero este paradigma de la referencia, directa o no, no puede dar cuenta del sentido, ni explicar por- que y como la referencia varia con los contex- tos, aun en el caso que se postule que la signifi- cacion se halla entonces deformada, en parti- 14 SEMLOSTS aweva epoca? cular, siempre ha delegado el estudio de los ‘tropos a diversas disciplinas, desde la retorica a la estilistica Si se relacionan los sentidos lexicales a los textos donde se presentan, y esos textos a los _géneros y a los discursos en los cuales se mani- fiestan, se debe reconocer que las “referencias” son codificadas por las normas que los gobier- nan. Por ejemplo, en una receta de cocina, la referencia de determinantes definidos es parti- cular en el cuerpo del texto, pero general en las notas que le acompafian. Asi, bajo el titulo Calabacitas gratinadas se encontraran frases como: “coloque las calabacitas en un platon con queso fundido”, pero al margen, como observacion, se encontrar frases tales como “Para que las calabacitas no se amarguen hay que darles un reposo en agua” En el corpus estudiado, esta regla no sufre excepciones En suma, la jerarquia entre sentido y signifi- cacion debe ser invertida. El sentido no es la significacion deformada por el contexto la sig- nificacion es el sentido empobrecido por caren- cia de su contexto. De este modo, la significa- cion es un sentido virtual y, en el fondo, no “quiere” decir nada; por supuesto, mientras no “entra” en un texto. El tipo es una coleccion de accidentes, un resumen convencional de las ocurrencias mantenidas como pertinentes por su definicion. La semantica diferencial hace tambalear de este modo a la concepcion clasica al invertir las relaciones entre significacion y sentido. La significacién deja de ser un tipo deformado diversamente segun las ocurrencias que constituyen el sentido, pues, de este modo, aparece como un artefacto de la ontologia, apoyada en la lexicografia, mientras que el sen- tido mismo varia sin limites, confirmando de intuicion de que toda ocurrencia, 5. Niveles lingiiisticos y estratos de la descripcién semantica La linguistica conoce una organizacion en ni- veles, y la mayor parte de las teorias distinguen los niveles fonologico, sintactico, semantico y pragmatico. Para muchas teorias, entre las cuales la gramatica chomskyana ocupa un pri- mer rango, esos niveles justifican la construc- cion de los médulos tedricos 0 components autonomos. También la mayor parte de los sis- temas clasicos del tratamiento automatico del lenguaje que proviene de la 1A, establece mo- dulos, no sin dificultades teoricas y practicas Para evitar esas dificultades ociosas, hemos propuesto unificar la sintaxis profunda, la se- mantica y la pragmatica integrada La reduccion de niveles permite abordar mejor la organizacion en instancias. En cada nivel linguistico se puede practicar el aniilisis en tres instancias principales de complejidad: la palabra, la frase y el texto. Hasta ahora las dos primeras instancias han sido privilegiadas por la tradicion gramatical y linguistica EI sentido y la significacion se hallan defini- dos tradicionalmente en la instancia de la pala- bra, que asegura la referencia, La representa- cion susceptible de juicio de verdad se halla definida en la instancia de la frase, que supues- tamente manifiesta una proposicion. Fuera del paradigma logico-metafisico de la referencia y de la verdad, esas dos instancias del analisis linguistico ya no gozan de ninguna preminen- cia. Al contrario, para una semantica interpre- tativa, el estrato del texto es primordial, puesto que el conocimiento de caracteristicas del texto permite asignar un sentido a la frase y a la pala- bra. Quizas, alguien se sorprenda, de la apa- rente paradoja que quisiera que lo simple sea elucidado por lo complejo, contra la corriente del fundamentalismo tradicional que quiere derivar siempre lo complejo de lo simple. Pero, privado de su contexto, si las palabras y las frases tienen en general una estructura morfo- sintactica identificable, no es lo mismo para el sentido, que permanece indefinidamente equi- voco. Unicamente el conocimiento del contex- to, cercano o lejano, puede guiar las interpreta- ciones plausibles Entre los estratos de complejidad linguistica, no hay diferencia de principio que justificaria, Las semanticas como todavia es el caso, un tratamiento por disciplinas distintas, respectivamente la lexico- grafia, la gramatica incluso la morfosintaxis a la que se reduce la linguistica; en fin, los estudios de textos generalmente dejados a disciplinas técnicas © estéticas. Al contrario, esos estratos solo difieren entre si por grados de compleji- dad. Recordemos, sin detallarlos, algunos ar- gumentos: i) Una frase puede consistir en una palabra, en muchas lenguas. La practica general, sino universal, de la definicion instaura una equiva- lencia semantica entre la palabra o la frase que la define. ii) Los generos textuales pueden consistir en una frase (refranes, proverbios), Frases lar- gas pueden tener el estatuto de texto complejo (por ejemplo, algunas novelas de Claude estan constituidas por una sola frase). En suma, las fronteras entre los estratos de complejidad cesan entonces de ser absolutas, y se mueven en grados progresivos. Por ejemplo, la palabra y la sintaxis estereotipada, solo hay entre ellas una diferencia de grado, y no de naturaleza, lo mismo entre la frase compleja y el pardgrafo. En fin, solo los linguistas han creido ver un abismo entre la frase y el texto,'* Desde el momento en que se ha emancipado de los prejuicios de la tradicion gramatical, se puede describir de manera unificada los dife- rentes estratos de complejidad lingitistica. En el lugar de los modelos parciales, una semantica unificada parece en efecto preferible utiliza los conceptos comunes y se regla por los mismos principios de descripcion en los estratos de la palabra, de la frase y del texto Este enfoque se funda sobre dos tesis. la interpretacion se halla reglada no solamente por recursos a conocimientos participados, y por técnicas aprendidas, todas pertenecientes a la cultura en la cual el texto es producido e inter- pretado, sino también por constrefiimientos generales, andlogos. sino idénticos, a los que rigen los procesos perceptivos. Se plantean, de esta manera, a todos los estratos de descripcion dos problemas complementarios: {como descri- mon SEM1OS1S nueva época2 Francois Rastier bir las formas semanticas, y los fondos sobre los cuales son dados a la percepcion y construi- das por ellas? Una solucién unificada de esos dos problemas puede ser formulado en los si- guientes términos: los fondos [marcos] seman- ticos son constituidos por la recurrencia de rasgos semanticos genéricos que inducen las isotopias, y las formas semanticas por las ¢s- tructuras de rasgos semanticos especificos agrupados en moléculas sémicas. Esto permite la unificacion relativa de los estratos de com- plejidad lingitistica. En las aplicaciones practi- cas, se hace posible entonces utilizar los mis- mos principios de representacion informatica para tratar problemas de ambiguedad, de poli- semia, de andfora, de coherencia textual La semantica unificada permite, de este mo- do, realizar la comunicacion de este lado de la palabra y del otro lado de la frase. Por ejemplo las isotopias son constituidas por la recurrencia a los rasgos semanticos y pueden ser extendi- dos de la palabra al texto, Pero no confunda- mos esta propiedad con un efecto de composi- cin semantica, por otra parte discutible en el estrato del texto: para la linguistica formal, el sentido de una expresion se halla compuesta del sentido de esas sub-expresiones. La sintaxis es el medio de esta composicidn, y es por lo que la linguistica formal respeta de hecho el limite tradicional de la frase, puesto que el estrato textual no se halla regido por una sintaxis en sentido estricto. Sin embargo, el sentido de las sub-expresiones no se halla dado de ninguna ‘manera, contrariamente a las pretensiones del positivismo que en esto se alia con la légica. Al contrario, se halla construido en funcion de constrefimientos globales ejercidos por el dis- curso (en cuanto refleja una practica social), el género del texto, y la situacion concreta de comunicacion. Si bien las unidades mas sim- ples, los rasgos semanticos, no son los puntos de partida de un recorrido interpretativo, sino, por asi decirlo, su cumplimiento. Su simplicidad no debe por lo demas engafar: sdlo son ele- ‘mentales por una decision de método, y porque fo hay necesidad de ir mas lejos del texto y la 16 SEMLOSTS anevaépoca? lengua descrita. En efecto, un rasgo semantico no es menos complejo que las unidades de ran- go superior en la definicion de las cuales entra Es simplemente mas preciso, en cuanto resulta de su analisis, y que el recorrido de lo global a lo particular no es una simple descomposicion, como tampoco el recorrido inverso es una composicion, El acto mismo del analisis o de la sintesis perceptiva 0 descriptiva modifica la aprehension y la naturaleza de las unidades iniciales 0 finales del recorrido interpretativo. Las “unidades” no se hallan ya dadas y no son idénticas a ellas mismnas, sino que resultan de un proceso de descomposicion en elementos dis- cretos y de una estabilizacion siempre suscepti- bles de modificacion. Si el principio de composicién es invalido en semantica linguistica y si la interpretacion esta de este modo por derecho fuera del paradigma del calculo [légico], la determinacion de lo glo- bal sobre lo local se ejerce por los constrefi- mientos iniciales impuestos 0 propuestos al recorrido interpretativo. Unifican el analisis semantico al definir con anterioridad el tipo de pertinencia esperado, y por ello, el tipo de ras- Gos semanticos que se seleccionaran 0 se cons- truiran Como toda enunciacion y toda comprension se hallan situadas, toda situacion de uso lin- gUistico manifiesta una practica social y por ella una cultura, la complejidad de factores cultu- rales encuentra sus correlatos en la complejidad de textos. Y una linguistica extendida a los textos manifiesta por ello mismo una semiotica de las culturas. 6. La unificacién de los paradigmas semanticos Nos encontramos, entonces, delante de tres paradigmas: referencial, inferencial y diferen- cial. Disponemos de los elementos necesarios para poder caracterizarlos por contraste, relati- vamente de la historia, de la sociologia y de la epistemologia, Los paradigmas referencial ¢ inferencial cuen- tan al menos con veinte siglos de antiguedad, el paradigma diferencial, cuando mas dos siglos y medio. Es normal que su novedad relativa no. haya sido comprendida.' El paradigma refe- rencial se ha reafirmado por el hecho que Mo- mis funda sobre la triada aristotélica la famosa triparticion semidtica (sintaxis, semantica, pragmatica) que sirve de marco a la mayor parte de las investigaciones en ciencias del len- guaje. Concebida de esta manera la semantica, excluye el paradigma diferencial, 0, mejor, sus representantes estiman que lo vuelve initil El paradigma diferencial tuvo su desarrollo. en Europa: en los. teoricos comparatistas (Hjelmsley) y principalmente los romanistas (Coseriu, Baldinger, Heger, Wotjak, Schifko, Hilty, Greimas, Pottier). En los sesentas, el repunte mundial de los linguists universalistas, y el declive relativo de la linguistica general y comparada, acreditaron la idea que el paradig- ma diferencial era ya anticuado. Ahora bien, Por poco que se examinen las ideas linguisticas occidentales, uno se da cuenta que el paradig- ma diferencial es el unico que permitid el pro- yecto de una semantica autonoma con respecto a la logica 0 a la psicologia. Precisamente por ello el cognitivismo, ortodoxo 0 no, debia igno- rarlo. Por el contrario, por uno de esos efectos de novedad que ofrece el desconocimiento de la historia, los paradigmas referencial e inferen- cial, bajo los nombres de semdntica vericondi- cional y pragmdtica, continuaron a dividirse sin interrupcion la cuestion del sentido.'* Mas alla de esos limites, se debe buscar una sintesis. No se trata de fusionar los tres para- digmas, sino de tratar en el cuadro de una se- mantica diferencial cuestiones concernientes a la inferencia y la referencia Una semantica uni- ficada de este modo parece tanto mas necesaria cuanto que esa sintesis no ha podido tener lu- gar en el seno de los otros paradigmas. Recor- demos rapidamente los principios de esta unifi- cacion. La inferencia es abordada en el estrato de la microsemantica por la teoria de los semas afe- rentes Son aferentes los rasgos semanticos Las semanticas cuya actualizacion resulta de una coaccion contextual (a diferencia de los rasgos inheren- tes, que son heredados al contrario, del tipo, gracias a la ocurrencia [en el texto]). Los reco- rridos interpretativos que identifican las coac- ciones pueden comprender toda clase de infe- rencias, que ponen en juego conocimientos de todo orden. De este modo, toda ocurrencia resulta de un proceso de interpretacion (herencia de rasgos inherentes, actualizacion de rasgos aferentes).'’ En el estrato de la frase y del texto, igualmente las inferencias permiten inventariar las unidades (particularmente en el caso de las elipsis), y de caracterizarlos (destinandolos, por ejemplo, a universos y a mundos). La teoria de los recorridos interpre- tativos integra el andlisis de inferencias a la semantica diferencial, Por ello hemos podido sostener que la pragmatica integrada no gozaba de ninguna autonomia con relacion a una se- mantica bien hecha. Por lo que concierne en el presente a la referencia, no podemos tomar en consideracion la referencia directa que relacio- ha sin mediacidn expresiones y objetos, puesto que niega de hecho la existencia de un nivel semintico propio a las lenguas. Puede convenir a los lenguajes formales, cuyos simbolos son puros significantes, no a las lenguas cuyos sig- nos tienen una significacion distinta que su refe- rencia, por ello ~a diferencia de lenguajes for- males~ vehiculan y suscitan, en su uso repre- sentaciones mentales, La semantica diferencial trata en primer lugar la referencia al describir coacciones semanticas sobre la representacion Las imagenes mentales, en especial, son los correlatos psiquicos de significados. La cues- tion de la referencia deviene entonces de la constitucion de impresiones referenciales. Su estudio requiere una colaboracin de la seman- tica y de la psicologia Resumamos. 1. Tres problematicas de la significaciin, centradas sobre el sige, dominan la historia de las ideas linguisticas occidentales a) La problematica de la referencia, de tradi- cin aristotélica, define la significacion como SE MIO SIS nueva época 2 7 Frangois Rastier una represents mental, precisamente un concepto. Se halla retomada hoy de manera diversa por la semantica vericondicional y la seméntica cognitiva b) La problematica de la inferencia de origen retorico y de tradicion agustiniana, define la significacion como una accidn intencional del espiritu, poniendo en relacién dos signos 0 dos objetos. Actualmente se halla desarro- Hada por la pragmitica c) La problematica de la diferencia, de origen sofista, desarrollada por los sinonimistas del Iluminismo, y luego por la semantica es- tructural, define la significacién como el re- sultado de una categorizacion 2. En fin, la problematica del sentido toma por objeto el fex/o, mas bien que el signo, y define el sentido como una interpretacion, pasi- va 0 activa, Se apoya sobre las disciplinas del texto (derecho, teologia, critica literaria, espe- cialmente) y da lugar a dos clases de teorias: la hermenéutica filos6fica y la hermenéutica filo- logica. La primera investiga las condiciones a priori de toda interpretacién, la segunda busca, al contrario, especificar la incidencia de las practicas, y desemboca sobre una tipologia de textos. Esas diversas problematicas jamas han sido unificadas, y son rearticuladas, en el curso de nuestro siglo, por diversas teorias que subrayan sus relaciones privilegiadas con la lingdistica en cl seno de una ciencia general de signos: la se- midtica, Desde el momento en que la problematica de la diferencia tiene en cuenta el contexto, supera el problema de la significacion y se abre a la cuestion del sentido: esta apertura aparece en la distincion entre semas inherentes y aferentes. La preeminencia del paradigma del sentido se marca en el hecho de que los semas inherentes son actualizados en funcion de las licencias o prescripciones contextuales, lo que pone, en suma, la significacién bajo el control del senti- do. Mas generalmente, queremos unificar el paradigma lexical de la diferencia y el paradig- 18 SEMIOSTS aueva epoca? ma del sentido, la semiotica y lo textual, para dar cuenta de la inferencia y de la referencia La semantica diferencial se abre, en el presente, hacia dos direcciones de investigacion. Como conduce a constituir semanticas especificas a las lenguas particulares, encuentra afinidades con la hipotesis del relativismo linguistico. Por ese lado, participa del relativismo cultural y podria integrarse a una semidtica de las culturas a la cual tiene muy en cuenta. Ademas, por el estudio de los procesos de diferenciacion se- mantica, se abre al estudio de la percepcion que. si bien se halla influenciada por la cultura, pone en juego verosimilmente mecanismos uni- versales, Por esta doble apertura, esta semanti- ca diferencial, hace suyo el problema funda- mental y atin fundador de las ciencias. sociales el de la articulacion entre naturaleza y cultura 7. Los componentes semanticos. Se puede llamar componente una instancia sis- tematica. Definimos cuatro componentes para el nivel semantico, Estos componentes se orga- nizan heterojerarquicamente Dialéctica Dialégica | * Téctica Consideremos provisoriamente, sin ninguna hipotesis mentalista, esos cuatro componentes como cuatro sectores de descripcion que co- rresponden a cuatro tipos de problemas:'* 1. La temdtica da cuenta de los contenidos investidos, es decir, del sector de! universo semantico puesto en obra en el texto. Describe sus unidades. Por analogia, y aunque no descri- be especificamente el léxico, se puede decir que trata del “vocabulario” textual 2. La dialéctica da cuenta de los intervalos temporales en el tiempo representado [en el texto], de la sucesion de los estados entre esos intervalos, y de su desarrollo aspectual de los procesos en esos intervalos. 3. La dialogica da cuenta de las mod des, particularmente enunciativas y evaluativas, asi como de los espacios modales que éstas describen. En este sentido, trata de la enuncia- cion representada (la enunciacién real que no concierne a la linguistic, sino a la psicolinguis- tica). 4. La tdctica da cuenta de la disposicion secuencial del significado, y de como (siguiendo el orden lineal 0 no) las unidades semanticas en todos los estratos son producidas e interpretadas. Cada unidad semantica, en los diferentes estratos de anilisis, puede de este modo, ser caracterizado en funcién de esos cuatro com- ponentes: en resumen, puede ser situada por su posicion en el universo semantico, por un se- falamiento modal, temporal o distribucional Solo por una decision metodologica se pue- de aislar esos cuatro componentes."? No son independientes, sino que estan en interaccién De este modo, no deben ser confundidos con modulos del espiritu (como en Fodor), ni del lenguaje (como en Chomsky de su ultimo pe- riodo), Su interaccion constante prohibe, en efecto, describirlos aisladamente, y contraria- mente a los modularistas clasicos no creemos que los recorridos generativos o interpretativos puedan ser descritos secuencialmente, la salida de un médulo alimentaria la entrada del si- guiente. En casi la totalidad de los textos, cada uno de los componentes se halla simultcinea- mente en interaccion con los otros. Ninguna direccionalidad se impone a ese dispositivo, motivo por el cual lo hemos calificado como heterojerdrquico. La semantica del texto tiene por objetivo describir esta interaccion. Ademas debe hacerlo segun las cuatro ordenes de la descripcion lin- guistica (paradigmatica, sintagmatica, referen- cial y hermenéutica). En efecto, cada uno de los tipos de localizacion de una unidad semantica que permita los cuatro componentes es suscep- tible de cuatro clases de descripcion. Se puede, de este modo, describir una forma semantica Las semanticas cualquiera: en relacion a un repertorio de for- mas, y se realiza entonces una deseripcién pa- radigmatica; como una parte de un encadena- miento de formas (descripcion sintagmatica), como el resultado de un recorrido de constitu- cién © reconstitucién (descripcién hermenéuti- ca), en relacion a las formas no linguisticas (descripcidn referencial) Cada uno de los componentes es, por otra parte, susceptible de conocer los tres grados de sistematicidad definida mas arriba’ sistema fun- cional, normas sociolectales, normas ideolecta- les. Finalmente, cada uno de los tres estratos de descripcién (palabra, frase y texto) conoce una interaccion diferenciada de sus componentes. Notas Este ensayo forma parte del libro Sémantique pour analyse, escrito. conyuntamente con Mare Cavazea y ‘Anne Abeillé, y publicado por ta editoral Masson, Col Sciencies Cognitives, Paris, 1994. Es el capitulo II det mencionado libro y fue escrito integramente por Frangois Rastier Este sistema es una red de trenes eléctricos que com- binan sus estaciones con algunas del metro y realizan un servicio de transporte hacia las periferias de Paris incluso a algunas pequefias poblaciones de los alrede- dores. Obviamente para un parisino el RER es dife- rente del metro y del autobiis, sistemas colectivos de transporte parisinos. Una aclaracién terminolégica: la expresién semintica componencial ha sido utilizada para designar las teo- rias que practican la descomposicion del sentido lexi- cal, tanto en antropologia, en psicologia, como en lingiistica. Pero no remite a un problema unificado, y se encuentra entre las teorias componenciales todas las diferencias y aproximaciones que acabamos de ca- racterizar. La verdadera interdisciplinaricdad no se puede satis- facer con slogans confusionistas como el de Seman- tics ts cognition de Jackendoff. Una disciplina cienti- fica debe reconstruir sin cesar mas nitidamente sus fromeras y rehacer las que ha borrado. En relacion con Ia psicologia. la semantica define sus obligacio- nes lingiisticas sobre la formacién de representacio- nes La teoria de los estadios no pudiera ser de utilidad en epistemologia, como no to fue en politica. Su postula- do de un progreso metafisico erige el estado formal en SEMIO 1S nueva época 2 19 Frangois Rastier estadio supremo de la ciencia, y predice, de esta ma- nera, el fin de la historia, Contrariamente a una idea difundida, 1a lingdistica formal no se presta por prin- cipio a implantaciones informaticas (V. las criticas de Sowa en relacién a la Gramética Universal chomskyana). * Ni siquiera a los signos, puesto que juzga la verdad de las proposiciones, formaciones conceptuales indepen- dientes de toda expresién, * En la Antigiedad tardia: gramatica, dialéctica (logica), retorica, reagrupadas poco a poco en el tri- vium. En nuestro tiempos. semantica (lexical), sinta- xis, pragmatica: la semdntica continia a la légica, como la pragmiitica sucede a ta retorica. Los vinculos histricos entre el srivium y esta triparticién posit vista son descritos en Rasticr, 1990 Como 1a mayor parte de los términos y conceptos de la semdntica, significacidn nos llega de ta escolistica Guillaume de Sherwood), “Cada palabra", dice Beauzée, “tiene primero una significacion primitiva fundamental, que le viene de la decision constante det uso” (: 780, Cito la Enciclopedia en la edicion de 1778, {. 30). La significacién primitiva se divide en significacion objetiva (“idea fundamental que es el objeto individual de 1a significacion de 1a palabra”, ibid.) y significacién formal (equivalente al modo de significar escolistico), La significacion objetiva misma se halla sujeta a diferentes acepciones” (ibid.), pero subrayemos que ellas “sélo son diversos aspectos de la significacién primitiva y fundamental” ( 741), Esta problematica hace de la significacion el sentido propio (primitivo y fundamental), los sentidos figurados son alineados entre las acepciones que de- penden de aquél. En nuestros dias, esta distincion permanece todavia villida para muchos. Por una parte, la tradicién idealista ha considerado siempre a la conmnicacién visual (la escritura) como superior a la comunicacién auditiva, y ese prestigio hha favorecido sin duda las investigaciones sobre Ia iconicidad en las lenguas, incluyendo la sintaxis. Por otra parte, la semdntica cognitiva desde hace un de~ cenio. multiptica las representaciones icdnicas del sentido lingaistico: a cleccidn de ese metalenguaje srifico supone a menudo la hipdtesis de que el espa- cio cognitive es un desarrollo abstracto del espacio visual, Ejemplo: logica simbdlica. Ogden y Richards em- plean simbolo en esta acepcién, Otra acepcién co- ‘ricnte en teologia y en estética hace del simbolo un signo dotado de una significacion alegérica Reformulando la tcoria retorica del indicio, Aristéte- les define el s’mdéion de esta manera: “El signo pre- 20 SEMIOSTS nueva época 2 tende ser una premisa demostrativa, necesaria 0 pro- bable. La cosa. cuya existencia o generacién comporta la existencia 0 la generacién de otra cosa que le es anterior 0 posterior. es lo que constituye el signo de la generacion o de la existencia” (Analiticas primeras. Il, 27. 70a), Esta definicion resume un paradigma indicial que se continué en Ia teoria de signos natu- rales en San Agustin (De doctrina cristiana, I. 1. 2) hasta las gramaticas generales de las Luces, incluso en la semidtica de Peirce. Sin embargo. las palabras y las lenguas no tienen un estatuto claro 0 al menos no gozan de un lugar especifico en el paradigma. De ahi tuna dificultad, claramente percibida por ciertos filo- sofos medievales: la significacién de las cosas es mu- cho mas diversa que la de las palabras. También ta nocién de significacién es mas facilmente y mas a menudo referida a las palabras (en el paradigma de ta referencia) que a las cosas (en el paradigma de la in- ferencia), '° La implicacion estricta esta en la base de los silogis- mos deductivo ¢ inductivo (V. Aristételes, Analiticas primeras, Il, 23, 20). En el primero, Ia inferencia va del antecedente al consecuente, en el segundo. del consecuente al antecedente. En 1A. las reglas de pro- ducci6n se sitian en el mismo paradigma. Ellas tie- nen la forma: si p entonces q. p formula una condi- cién, y q una accién. La inferencia de condiciones a las acciones manifiesta el modo de calculo llamado encadenamiento hacia adelante, \a inferencia inversa caracteriza el encadenamiento hacia atras. Los es- ‘quemas (/rames) son utilizados en 1A como soportes de inferencias. Son estructuras tipicas de atributos. La ocurrencia de valores que afectan a uno © muchos atributos de un esquema puede permitir la inferencia de valores de atributos no instanciados, y afectarlos por falta, De este modo, en el caso de los guiones (script), especie de esquemas cuyos atributos son temporalmente ordenados, los eventos “ausentes” pueden ser suplidos por inferencia a partir de la ocu- rrencia de eventos precedentes y/o siguientes. Es el ‘mismo caso de los planos. que son de algin modo es- cenarios modalizados. '" Al sistematizar para superar las observaciones disper- ‘sas, el abad Girard se atreve a escribir en su Tratado de la precision de la lengua francesa que “no hay de ‘ninguna manera palabras sinénimas en ninguna len- gua” (1718 : 28), y abre de este modo a nuestros ojos cl paradigma diferencial en semntica '? En Jo que concicrne a la semintica. la historia de la definicién relacional de los conceptas ¢s mucho mas antigua y compleja (V_ Rastier, 1991. Cap. 111) '° “En el interior de una lengua, todas las palabras que expresan ideas vecinas se limitan reciprocamente: si- nonimos como redouter |temer], craindre |temer], avoir peur {tener miedo] sélo tienen valor propio por su oposicién; si redouter no existiria, todo su conte nido se iria a sus competidores” (Saussure, 1972 160). Entonces podriamos convenir que la ley de re- particién vale tanto en la sincronia como en la dia- cronia, y estar de acuerdo en su caricter pancrénico '* Asi, por ejemplo, Benveniste ha querido mostrar, en un texto célebre, que no existia una unidad linghistica mais grande que la frase (1966 : 130). '* Las criticas formuladas a Saussure por Ogden y Ri- chards son, al respecto, particularmente clanificado- ras. Le reprochan, en efecto, “un respeto inmoderado por la convencién lingaistica” (1923 : 6) y coneluyen ‘que “desgraciadamente, esta tcoria de signos, al des- ‘cuidar completamente las cosas en lugar de las cuales los signos se presentan, se halle inmediatamente cor tada de todo contacto con los métodos cientificos de verificacion” (° 6). Esas afirmaciones suponen que luna proposicién tebrica sobre un objeto semidtico. y particularmente lingiistico, s6lo puede ser verificado por un examen de sus referentes. Ese principio de ve~ rificabilidad goza de una solida tradicion en logica Ogden y Richards se mantienen de este modo en los marcos de la filosofia del lenguaje y. no puciendo concebir, una semntica lingdistica, se dirigen natu- ralmente hacia la lgica (: 4) y la psicologia (- 8). Su libro, reeditado muchisimas veces, es una autoridad en semintica en el mundo anglosajén (V. Lyons, 1980) ' Ademas, hay que mencionar un factor sociolégico que se mantiene fuerte en los medios de las investiga- Ciones cognitivas, y que se refiere a su interdisciplina- riedad: el paradigma diferencial se halla ligado a una cierta forma lingiistica europea, mientras que en las otras disciplinas (informiitica, psicologia cognitiva) los otros paradigms reinan cémodamente. "" Ogden y Richards no creian hacer una tan buena afirmacién al reprochar a Saussure que “el proceso de interpretacién [sea] incluido por definicion en el sig- no” (1923 ; $). “* Retomamos y precisamos aqui proposiciones formu- ladas anteriormente (1989 a) y a las cuales muchos autores rindieron despues un homenaje, tanto mis sincero que algunas veces se mantienen implicitas en sus trabajos. Las semanticas ' Solo se trata aqui de componentes que organizan cl nivel del contenido. Otros organizan el de Ia expre- sin, como por ejemplo, el componente medidtico que trata del medium o substrato material del texto. Bibliografia Bréal, M. 1897 Essar de sémantique Pans. Ed Hachette (Reedicién: Bonne, Gérard Monfort, 1982) Coserin, E 1976 “L'étude fonetionnelle du vocabulaire” dans Cahiers de lexicologie, 27, pp. 10-51 Greamas 1966 Sémantique structurale. Paris. Ed, Larousse Johnson-Laird 1988 La représentation mentale de la signification Paris. RISS, 115. pp. $3-69 Langacker, R. W 1986 “An Introduction to Cognitive Grammar” in Cognitive Science, vol. X.1. pp. 1-40. 1987 Foundations of Cognitive Cirammar. Theoretical Prerequisites, Vol. 1. California. Standford Uni- versity Press Lyons. John 1978 Eléments de sémantique, Paris. Ed. Larousse Rastier, Frangois 1990 “La triade sémiotique, le trivium et la s¢manti- que linguistique”. Nouveaux actes sémiotiques, vol. IN. 1991 “Les niveaux d'ambigiité des structures marrati- ves” dans Semiotica, vol. II] 4, pp. 289-342 Regoczei, S. y Hirst, G. 1990. “The meaning triangle as a tool for the acquisi- tion of abstract conceptual knowledge” in Inter- national Journal of Man-Machine Studies. pp 505-520. ‘Saussure, Ferdinand de 1972 Cours de linguistique générale. Ed. Payot (Edicion anotada por Tulio di Mauro). Sperber, D. y Wilson, D 1989 La pertinence. Paris. Ed. Minuit “SEMIOS1S_ nueva época? 21

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