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APL, 28.1997 (0.14) SOBRE EJEMPLARIDAD IDIOMATICA Y LENGUA LITERARIA Bugenio Coseria Universidad de Tubingen 1. Bn Ja lingnistica actual so considera muchas veces silo 1a Jongua hablada ‘primaria’ (espontdnea o usual) como “na- tural” y “libre, en tanto que la lengua ejemplar (o lengua stindar) y su forma litoraria se consideran como ‘artificia: ® ‘impuestas. Por consiguiente, so considera del mismo redo séle la gramética doscrptiva ‘objetivist’ como realmente ‘ontfica, mientras que In gramética normativa so tiene por expresin sin fundamonto cientifio do una actitud antiliberal ¥ dogmética. Pero, a mi modo do ver, so trata do errores y Confusiones tedricas procedentes de la eoncepeién positivista vulgar del lenguaje y de la linghistica, ya que en realidad, , por endo, en recta teora, la lengua literaria representa en st frado mas alto la dimension dedntica (el ‘deber ser) de la Tengua;y la gramatica normativa no es sino la manifestacn metalinghistica explicita de esa misma dimensisn 2, Como forma fundamental de la cultura (del “esprit bjotivado on la historia’, ol lengua os ofectivamente acti vided libre y manifestacin de la libertad ereadora del ham bre. Pero la libertad del hombre histrico no es arbitrio ni 9 capricho;y las actividades libres no son actividades carentes de normas. Al eontrario; toda actividad libre implica pre- pio ‘deber ser, sus normas intrinsecas; normas imperativas Y ‘obligatoriae’ no por alguna imposicin exterior sino poc un ‘compromiso lremente consentico (lo que, por otra part, o& fl sentido del lat. obligato), 3. En l caso del lenguaje, por tratarse de una actividad muy compleja, que se desarvolla simultaneamento en trot niveles el nivel universal del hablar general, el nivel histé- vieo de les lenguas y el nivel particular de los diseursoe-, también las normas intrinsecas (soguidas intuitivamente por Jos hablantese intuitivamente aplicadas por lo oyentes como criteris de sus juicios sobre el hablar) son muy compleias; sin embargo, correspondon esencialmente a los dos univeres- Jes determinantos del lengusje: la creatividad (el hecho de ser el lenguaje actividad del espiritu 0 actividad creadora) y Ia altzridad (el hecho do sor el lengusje manifestacién del ‘sor-con-otros'~ide la neturaleza' ‘politico socal’ del hom- bre), Enel nivel universal, la norma es la de la congruencia con las princpins universales dal pensar y con el ennocimien- ta general humano del ‘mundo. En ol nivel particule, la norma es la de lo apropiado (dol aristotélico prépon), que puede distinguirse en adecuado(respecto de las cosas’ de que ‘0 habla), conveniente(respocta del destinatario de discarso) '¥ eportuno (respecte de las eireunstancias del hablar). Bn el nivel histérico, tenemos, en Ia perspectiva del sistoma Tingdistico, la norma de la correcidn (conformidad del hablar con el sistema Iinguatico que ve pretende realizar) y en la perspectiva de la comunidad hablante, la norma de la soda. "idad idiomética (conformidad con el hablar “de los demas", fn al misme émbito funcional), que es la que determina 1s constitucién y la continuidad de Ias lenguas historias, de las rmodalidades internas de éstas y de las lenguas comunes Betas normas puodon, por cirto, er suspendias histé- ricamente, en las lenguaa misma, 0 intencionslmente, en los iscursos. Asi, la corroccién ‘incongruenta'suspende ta con: 10 frucncia genérica: y lo apropiado puede auepender tanto la ongruencia como la correceién, Pero el hecho mismo de que la suspensién se advierta como tal es prucba de su existencia ¥y do su vigensia, 4, Todo modo de hablar correspondiente a na medalided de una lengua histériea Congua regional, dialect, nivel 0 ‘estilo de lengua) tiene su propia eorreccién. Pero eada moda- Tidad tiene al mismo tiempo una determinada esfera de alteridad y, por end, de vigencia. Asi, un dialeeto local tiene Vigencia en su émbito local y ol estilo familiar iene vigencia fen el Ambito de la familia; mas no la tienen fuera de tales fmbitos. La esfera de altoridad de la lengua comtin abarca virtualmente toda la comunidad idiomatic. Ya lengua ejem- lar (0 Tengua osténdar’) es una segunda lengua comin que ‘se establece por encima de la lengua comin (en el caso de ‘una lengua comin diferenciada regional yo socialmenta), como {rma idoalmente unitaria dela misma, al menos pare aque- las taroas y actividades (culturales, plitieas, sociales, eds- cacionales) que son (idealmente)tareas y actividades de toda 1s comunidad idiomética. Con esto, la lengua ejemplar con- firma la cobesin y Ta individualidad de la comunidad entre pondiente a una lengua histrea y es la expresion més ela- cuente de la unidad étnieo-cultural de la comunidad idioms- tiea, Finalmente, a lengua literaria os el estilo -mejor dicho, ‘registro! (conjunta do estilos)~ més elevado de la lengua ejemplar; en muestras comunidades, es también el “taller” donde constantemente se experimente y s0 elabora Ia jemplaridad idiométiea y, al mismo tiempo, la concrecién por entonomasia de Is lengua ejerplan 5. La congruencia, la corroeclén, 1a glidaridad y lo apro- piado son valores culturales (© secioculturales) del hablar; pero son valores ‘de signo cero’ o de simple suficiencia, ya (que, en ads easo, no implican sino la conformidad con wna ‘ora: eon un ‘deber ser sufieiente. La ejomplaridad idioms tiea -por el prestigio de que goza y por Ins funciones 2 que std destinada la lengua esténdar~ ee, en earmbio, un valor a socioltural auténomo. En partieular, Ja lengua literaria, por representar en la forma mas evidente o inmediata Ia ‘ohesidn con Ia tradicién cultural dela comunidad yal mis- to tiempo, el dinemisme interno de Ia lengua la enéngeia 0 Creativided insta en todo sistema lingdistico-, ademas del ‘Gober ser’ suficente, es un valor cultural de signo siempre positive. De ahi Ia preferencia socio-cultural por la lengua ‘jemplar y por la lengua literaria -preferencia no impuosta por ‘autoridades’ sino esponténea en todo hablante ‘reflexi- Yo'~y, en el plano metalinguisticn, la normativided y la pla hifcacin linglistice (a construceién deliberada de la lengua jemplan, 6, La jerarquizacién ingenua de las lenguas (y do las smodalidadas internas de Ins lenguas histéricas) sf como la hhormatividad dogmética y vulgar son, sin duda, actitudes ‘ernineas y criticables. La jorerquizacién ingenua interpreta ferréneamente la falta de elaboracisn secundaria como defi- tlencia intrinteca y considera, por ello, eiartas lenguas como tstructuralmente inferiores a otresy las modalidades pri tas de Ia lengua histériea como corrupciones de la lengua sjemplar. Y la normatividad vulgar reduco la correccién idiomatica a ls ejemplaridad (sélo reconoce como ‘eorrecta' a Ja Tengua ejemplan y, en sus formas extremas, pretonde que en cualquier ircunstancia se habe solamente la lengua ejom- plar. Pero esto no significa que convenga renunciar a la Jorarquizaciény ala normatividad y optar por el igualitaismo ¥ porel pretendido ‘beralism'ingaistce. En efecto, la jorar- ‘guizacién ingenua y la normatividad dogmética pocan, sin ‘dda, por exeeso pero reconocan al menos, aunque confusa- mente, ol valor funcional y socio-cultural de Ia Tengua ejem plar En rigor, lo quo cabo es més bien advortir el sentido real ' positiva de la jerarquia do las longuas y do las modalidedes ‘diomstieas y optar, por eonsiguiente, por una normatividad consciente de su sentido genuino y de sus Kites, Mucho més citiables son ol igualitarismo y el preten- ido Tiberaismo’ ingiatio, que se fundan en sofismes y 12 desconocen el valor propio de las Jenguas ‘de caltara’ (os decir: do cultura mayor) y de la lengua ciemplar, El iguaitarse mo fdiomético pretende que todas lat lenguas y todas las ‘modalidades idiométicas son ‘iguales’ por “representar todas ella estructuras linguisticas completasy suficientes y cam- plir todas eon su funcién de comunicacién en eu ambit’ hecho eferto, sin duda, pero del que no se deduce que sean “iguales’ para cualquier funcién y eon respeeto a cualquier 4émbito, Las lenguas y las modalidades idiométicas de una lengua bistoriea son, en efecto, “iguales’ (mejor dicho: “homélogas") en un sentido elemental y primario: como sis temas lingisticos,o sea, simplemente como lenguas y por el hecho de ser lenguas. Pero no lo son en eusnta a le elabora cidn cultural: son equivalentes por su "Bau", pero no por el "Ausbau” (en el sentido de Humboldt). Asimismo, el lheralis- smo lingtistio afirma con razén quo todo modo de hablar tiene su propia carreccién y que la lengua eemplar no es ms correcta" que las restantes medalidades de una lengua his- Arica (dialectos, hablas locales y rogionales, etc). Pero de testo no se deduce que la ejemplaridad carezca de todo valor 0 que simplemente no exista como "hecho natural’, que sola- mente sea un “invento" de gramétiens y puristas, mi que lo quo es “eorrocto” en una modalidad de la Tengua lo wea tat- bidn en cualquier otra, esto os, que soa leita emplear en cualguier émbito las formas "eorrectas” de un émbito deter- ‘minado; que cada cual soa “libre de hablar como quisiera’ en ‘cualquier ireunstancia y en cualquier émbito, inclusive en el Aimbito y en el nivel propios de la lengua gjemplar. El “Tiberalismo”lingtistico es, en el fondo, un falsolibe- ralismo: no promueve Is libertad sino Ia arbitrariedad. Y no 5, como algunos piensan ~o dicen sin pensarlo~ una actitud “progresista",“tlerante” y “democritica’, sino, en el fondo, una actitud tesceianaria ¥ profundamente antidemocrética, ya que ignora a dimensidn deéntiea del lenguaje, 0 sea que lignora y desprecia la aspiracion a hablar ‘mejor y ‘como los mejores’ (aspiracién gonuina de todo hablante consciente de ‘su ser histérico) y acepta ticitamente que los hablantes de 1B ‘modelidades no ajomplares queden excluides de Ia cultura sayor de la comunidad idiomatica, En suma, parafraseando una sentencia de Ortega: mu- cho peor que las normes rigurosas os la auseneia de normas, ‘que @s barbarie, “

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