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San Pablo
Encontrar en el ejemplo de San Pablo un camino para llegar a Cristo por medio del
ejemplo de su vida de conversión, de su encuentro con Jesús, y su testimonio de vida
cristiana en la misión.
La Vida de San Pablo está fuertemente marcada por el encuentro que tuvo con
Jesucristo Vivo y Resucitado, de tal manera que su vida da un giro radical que lo cambia
totalmente. Este cambio se da desde su manera de pensar hasta la manera de orientar su
vida hacia la misión a la cual ha sido llamado y que poco a poco fue descubriendo.
El encuentro con Jesús que tuvo San Pablo no fue como ver simplemente una estrella
fugaz en la noche, la cual nos maravilla con su luz, pero rápidamente desaparece. El
encuentro de San Pablo fue un encuentro para siempre y un encuentro de día a día, es
decir, un encuentro que exigía estar en un constante encontrarse con Jesús en su vida
cotidiana. Muchas veces varios de nosotros esperamos tener un encuentro “maravilloso”
con Cristo que nos lleve a la “conversión” de nuestra vida para siempre. Pero el
encuentro con Jesús no puede ser solamente un momento fugaz, lleno de alegría y gozo,
o de arrepentimiento y lágrimas. El verdadero encuentro con Jesús es aquel que se da
para siempre, que se renueva día con día, que se da en medio de la sencillez y la
cotidianidad de la vida.
+ ¿Quién fue San Pablo?.
Podemos comenzar leyendo en los Hechos de los Apóstoles 22, 3-21
como nos narra San Lucas la vida de San Pablo.
Nació hace 2000 años en una ciudad de Asia Menor llamada Tarso de
Cilicia, en el seno de una familia pudiente que se dedicaba a tejer lonas.
Durante su juventud fue un judío celoso y observante de la ley de Moisés.
Educado por un maestro muy importante de la religión judía llamado Gamaliel.
Pertenecía a los fariseos , que era un movimiento laico que pretendían formar
una comunidad de puros en el seno de Israel, para lo cual cumplían con
exageración las leyes, especialmente la del sábado y las prescripciones sobre
los diezmos. A estos en el mundo judío de aquel entonces se les tenía por
santos.
A pesar de este joven rico decía que cumplía los 10 mandamientos realmente no estaba
dispuesto a dejar sus riquezas por seguir a Jesús, la razón es que amaba más sus cosas
que a Jesus y tampoco quiso compartir sus riquezas con los demás.
El dinero era un ídolo para el joven rico. Un ídolo es cualquier objeto o persona que
amamos más que a Dios. Jesús no enseño que el dinero es malo o que los ricos no
pueden ir al cielo. Abraham fue un hombre rico pero amaba a Dios primero. Podemos usar
las riquezas para el servicio a. Dios y ayudar a otros.
Tienes un objeto que amas más que a Dios? Sí Dios te lo pidiera lo entregarías? El joven
rico de creía una persona buena pero en realidad por dentro no obedecía completamente
a Dios. Muchas veces las personas creen que son buenas pero
sólo los son por fuera y lo hacen para que otros los pueden ver pero por dentro Dios
puede vernos y el sabe si lo amamos con todo nuestro corazón.
Jesús le dijo a los discípulos que es imposible para los hombres salvarse a sí mismo por
ser buenos y amar Dios primero con sus fuerzas pero lo que es imposible para los
hombres es posible para Dios.