Está en la página 1de 2

DESARROLLO AMBIENTAL

La minería peruana está orientada principalmente al mercado externo y es el sector económico


que más contribuye en la balanza comercial, con alrededor de 45% de las exportaciones totales.
Sin embargo, un factor preocupante es el impacto ambiental de la minería, puesto que ya en los
años 80 era señalada como la actividad económica más contaminante.

Por ello, se han establecido programas de evaluación de pasivos ambientales y planes de


adecuación ambiental para la gran minería. Se estima en alrededor de US$ 977,1 millones la
inversión necesaria para mitigar la contaminación ambiental producida por las unidades mineras
operativas. En cuanto a la mediana y pequeña minería, se estima que existe un saldo de pasivos
ambientales de aproximadamente US$ 181,4 millones, principalmente por contaminación en
cuencas petrolíferas y lavaderos de oro. No obstante, la indefinición de derechos de propiedad
reduce los incentivos para que las normas ambientales sean aplicadas y dificulta la fiscalización. En
un contexto de ampliación de la frontera minera, superposición de intereses entre minería y
pequeña agricultura campesina, poca generación de empleo directo (eslabonamientos) y
preocupación por los impactos ambientales de la minería, se vienen desarrollando y consolidando
nuevas formas de organización de actores locales, tales como la Coordinadora Nacional de
Comunidades Afectadas por la Minería (CONACAMI) En noviembre del año 1998, líderes
comunales de diversas regiones del Perú coincidieron en un seminario para hablar sobre los
impactos de la minería en sus comunidades. El encuentro pudo ser uno de tantos encuentros
celebrados, sin embargo, sus conclusiones y acuerdos abrirían una nueva etapa en las luchas de las
comunidades por sus derechos frente a la industria minería y las políticas de Estado. Esta nueva
etapa está marcada por la emergencia de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú
Afectadas por la Minería – CONACAMI y la aparición de un movimiento contra los impactos
negativos de la minería desde el espacio comunal hasta el espacio nacional.

10 años después CONACAMI ha logrado constituirse en el principal referente del movimiento


indígena andino y considerado una de las experiencias emblemáticas de organización y resistencia
a la minería. Al mismo tiempo, tanto en el sector público como el privado, se registra un conjunto
de cambios institucionales y de gestión, que deben permitir en el futuro cercano alcanzar en el
sector nuevos modelos de cogestión de impactos sociales y ambientales.

A inicios del 2019, el Ministerio de Energía y Minas elaboró la propuesta "Visión de la Minería en el
Perú al 2030", la cual representa el enfoque sostenible que se le dará a este sector en los próximos
años. Esta iniciativa apuesta por una actividad sustentable, inclusiva e integrada, ambientalmente
viable e innovadora.

Entre las estrategias para cumplir, está el fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos
regionales, locales y de otras autoridades para mejorar la gestión de recursos del canon. Además,
se evaluarán los planes de desarrollo y ordenamiento territorial, priorizando también la
formalización en los campos de la minería ilegal e informal. Así, la minería sostenible está dentro
de la agenda del Gobierno como prioridad.

Ricardo Cayo, docente del Programa de Alta Especialización en Gestión Integral para la Minería
Moderna en ESAN, señala las estrategias prioritarias para la sostenibilidad en la minería. Estas se
centran en tres ejes: la economía, la sociedad y el medio ambiente.
1. El uso de la tecnología. El especialista resalta la necesidad de innovar por parte de las empresas
para ser así más eficientes en todos sus procesos de producción. Es importante contar con los
últimos equipos que cumplan con los estándares mundiales, los cuales, a su vez, son amigables
con el medio ambiente y reducen el impacto en los ecosistemas.

2. Planes de contingencia. Se debe contar con ellos ante cualquier eventualidad, crisis o accidente.

3. La reducción de contaminación. A través de estudios efectivos de impacto ambiental. Esto se


realizará enfatizando los territorios cercanos a las zonas mineras.

4. El ahorro de energía. Mediante las prácticas sustentables de uso de recursos renovables.

5. Comunicación con las comunidades. Se deben realizar constantemente diálogos para conocer
qué problemas atender o prever.

6. Puentes entre el Estado, la empresa extractiva y las comunidades. Los conflictos sociales y


ambientales pueden evitarse si se crean mecanismos, instituciones o se nombran representantes
que generen una mayor empatía entre estos tres agentes.

De acuerdo con la firma internacional KPMG, la minería sostenible permite que la ciudadanía


aprecie los beneficios de esta actividad productiva. Esto, a su vez, genera confianza para los
próximos proyectos en cartera. Otras estrategias necesarias para lograrlo, de acuerdo con esta
organización, son las siguientes:

 Considerar a la excelencia operativa como eje de cada proceso.

 Incrementar la productividad por medio de la innovación, aprovechando las nuevas


herramientas digitales.

 Asociarse entre empresas mineras para compartir riesgos y disminuir cualquier tipo de
daño.

 Trabajar en una visión corporativa entre responsabilidad social empresarial, del medio
ambiente y de los grupos de interés.

 Tener transparencia con la información financiera y operativa de las compañías.

 Trabajar de manera interna garantizando la inclusión, igualdad y seguridad laboral.

Entender a las comunidades y trabajar en pro del medio ambiente siempre representará una
ventaja competitiva para cualquier empresa minera. Además, es una tendencia que hoy en día se
ha convertido en el pilar principal que persiguen todos los Gobiernos.

CONACAMI : 10 años tejiendo resistencias a la minería - Centre tricontinental (cetri.be)

Minería, minerales y desarrollo sustentable en Perú | GRADE

Minería sostenible: estrategias para una actividad amigable social y ambientalmente | Minería |
Apuntes empresariales | ESAN

También podría gustarte