La Paz de Westfalia, pone fin a la Guerra de los Treinta Años en Alemania, y
a la Guerra de los Ochenta Años entre España y Países Bajos.
Los tratados de Osnabrück y Münster se firman el 15 de Mayo y el 24 de
Octubre de 1648 respectivamente.
La Paz de Westfalia establece un nuevo orden Europeo, dado que establece
principios de integridad territorial y soberanía nacional como fundamento de la existencia de un nuevo Estado, lo que marca el surgimiento de lo que se denominó Estado-Nación.
En este contexto histórico, España firma la Paz con las Provincias Unidas de los Países Bajos, reconociendo su independencia.
Esta situación histórico-política determina también el principio de libertad
religiosa, así cada Estado adopta como propia y oficial la religión que sostenía en aquel momento.
Este proceso consolida el declive del poder religioso sobre Europa y la
consecuente pérdida del poder religioso sobre el político, respondiendo así a los movimientos luterano y calvinista.
De este modo llegamos a la moderna concepción del Estado, con un
territorio delimitado, donde la población se vincula al mismo a través del ordenamiento jurídico político, sobre los principios de soberanía, integridad territorial y no injerencia en asuntos internos por parte de los demás Estados.