La globalización en los últimos dos siglos ( XX y XXI) ha potencializado los
modelos económicos y políticos, dicha globalización se ha caracterizado por las políticas que sugieren un predominio de la economía de mercado, de la expansión de actividades productivas, el sobredimensionamiento del mercado financiero y la división del trabajo, además de una fuerte presencia de nuevas tecnologías que fueron clave para el funcionamiento de la economía global, proporcionando la eficacia en los procesos productivos, la ampliación de las telecomunicaciones, la obtención de datos de manera masiva y el agilizamiento de los flujos financieros, proporcionando así grandes procesos de automatización en los distintos campos de la actividad económica. También como resultado, se ha magnificado la reserva mundial de mano de obra disponible, proporcionando así salarios bajos, el alargamiento de las jornadas laborales, el traslado de industrias a países en desarrollo por su manufactura barata y de buena calidad y las facilidades que se obtiene por la sustitución de trabajadores sin restricciones, además de la selección de mano de obra mas apropiada y con características dependiendo de la edad, el sexo y sus habilidades. Esto ha permitido la fragmentación de procesos productivos provocando que sea más fácil el adiestramiento de la fuerza de trabajo no capacitada para la realización de trabajos específicos. De esta manera se puede sustituir a un trabajador bien capacitado que recibe un salario alto, por otro que tiene menor capacitación y por lo tanto percibe un sueldo menor. Ahora los países en desarrollo compiten entre ellos para atraer grandes empresas por su mano de obra de menos costo.
Por otra parte, como resultado de la utilización de la informática, la facilidad para
el acceso a bases de datos, y la expansión de las telecomunicaciones, se incrementó la especulación. Esto incrementó los grandes flujos financieros alrededor del mundo y sobrepasó barreras entre mercados de capital y financieros. La globalización financiera permitió a los agentes económicos tomar y colocar su dinero sin límites, gracias a los instrumentos ofrecidos por el mercado, facilitando así las prácticas especulativas. TAREA SEMANA 1
Sin embargo, la globalización actual es distinta a la de décadas anteriores, su
ritmo y escala de los intercambios mundiales es más rápido. Por esta razón, una externalidad como una pandemia puede tener fuertes repercusiones en la economía a nivel global, provocando así una masiva interrupción de procesos productivos en los diversos sectores de la economía. Además, las grandes economías dependen de manera importante de otras actividades, que por causa de dicha pandemia podrían estar sin operar debido a las medidas sanitarias tomadas en distintos países, interrumpiendo así sus medios de transporte, impidiendo la distribución de bienes finales e intermedios alrededor del mundo. Otro factor importante seria la movilidad de personas alrededor del mundo, facilitando así la descontrolada propagación del virus, como consecuencia se detienen rutas comerciales y viajes tanto turísticos como de negocios alrededor del mundo. También se toman medidas de confinamiento de personas en sus casas y en grandes ciudades. La rápida propagación en una pandemia es ayudada por un mundo globalizado en donde son constantes los flujos tanto de personas y de mercancías. La crisis comercial que se deriva de la pandemia se desencadena en la pérdida de millones de empleos, provocando así un incremento en la pobreza, debido a la insuficiencia de ingresos, además de una disminución de los salarios y un incremento en las jornadas laborales. También, la escasez de productos debido a la interrupción de los procesos productivos provocará así un alza generalizada de los precios (inflación). Los principales efectos que se producirían alrededor del mundo serian una reducción del comercio internacional, así como un empeoramiento de los mercados financieros mundiales. La crisis que genera la pandemia sugiere incertidumbre e inseguridad en la economía mundial y una desestabilidad en las principales variables macroeconómicas como el desempleo, el producto interno bruto, las exportaciones e importaciones debido a la interrupción de las relaciones internacionales, el gasto público, las tasas de interés y el tipo de cambio. Es de esperarse que en países en desarrollo el impacto sea mayor que en países altamente desarrollados, sobre todo por la dependencia que existe a nivel mundial.