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Cuentos y leyendas populares de la Argentina Tomo II -¿Cómo habrá subido el sapo? ¿Con quién habrá venido? -decían todos.

Berta Elena Vidal de Battini Bueno, todos comieron y cantaron y bailaron. También tomó parte de la farra el sapo.
Cuando llegó la hora de volver, el sapo, calladito, se le metió en el hueco de la guitarra del
536. El sapo y el cuervo en el cielo (CATAMARCA) cuervo. A todo esto, el cuervo lo vio y no dijo nada. Entonces se dio cuenta cómo había llegado al
Diz que una vez había una fiesta en el cielo. La invitación era para los animales que volaban, cielo.
pero el sapo tamién quiso ir, pero no sabía cómo hacer. Entonce el cuervo se puso la guitarra a media espalda y venía volando hacia abajo, claro, de
Como el cuervo es guitarrero y siempre lleva la guitarra a las fiestas, él se escondió en la regreso a la tierra. Cuando calculó que era la mitá del camino, tumbó la guitarra y cayó el sapo
guitarra del cuervo. Llegó muy bien, pero al volver no le jue tan bien. Después de la fiesta que como una pedrada, para abajo. Ya se dio cuenta que se iba a estrellar en la tierra. Entonces
había estao muy concurrida, el sapo, crendo que el cuervo 'taba distráido, se metió en la guitarra. empezó a gritar:
El cuervo lu había visto esconderse y lo quiso castigar por atrevío. El cuervo empezó a volar y -¡Piedras hagansén un lado! ¡Hagansén un lado que las voy a partir!...
puso la guitarra boca abajo. Mientras iba cayendo desde las nubes, el sapo les gritaba a las Se pegó un tremendo golpe. Se machucó y se lastimó por todo el cuerpo. Y ése fue el origen de
piegras: las manchas que tiene el sapo macho, no la hembra.
-Hangansén un lau, piegras, hagansén un lau. Pedro Sanón, 58 años. Santa Rosa. Garay. Santa Fe, 1969.El narrador oyó este cuento de
El cuervo, riendosé, le decía: niño en su comarca nativa. Me lo narra en una de las Islas Lechiguanas, mientras realiza su
-No tengáis miedo, vais a bajar bien. trabajo de marinero.
Pero el pobre sapo al cáir se dio un golpe tan grande, que hasta el presente tiene las marcas de
las lastimaduras en el cuerpo. 539. La fiesta en el cielo (BUENOS AIRES)
Adán Brizuela, 64 años. Casa de Piedra. Santa María. Catamarca, 1951.Campesino rústico. Era un águila con un sapo. El águila lo vio lindo al sapito, gordito, y lo quería comer. El sapo no
se daba cuenta. El águila lo invitaba. Dice:
537. Banquete de los pájaros en el cielo (LA RIOJA) -Vamos al cielo, dice, que hay una fiesta muy grande.
Los pájaros habían sido invitados para un banquete en el cielo donde todos harían conocer sus Y el sapo dice:
habilidades. Enterandosé el sapo de esto, quiso tomar parte en la reunión y como él no podía -En el cielo, pero, ¿cómo hago, dice, para ir a semejante altura? Yo no puedo. Apena ando a la
volar, buscó la manera de llegar al cielo. Como el águila llevaba una guitarra atada al cogote, en rastra puel suelo.
un descuido de ésta, se le ocurre al sapo meterse en la guitarra, llegando de esta forma al Dice:
banquete. Cuando estaban reunidos cantando, quedaron sorprendidos al sentir el canto del sapo, -No, dice, pero yo te voy a llevar, dice. No te preocupés. Yo te llevo, dice.
inorando cómo pudo llegar al cielo. -Pero no, dice. ¡Qué voy a ir!
Terminado el banquete dispusieron volver a sus casas. Todos estaban de acuerdo de descubrir -Sí dice, si hay de todo. Hay moscas (que es lo que le gusta al sapo), hay maripositas, de todo.
cómo podría bajar el sapo y lo vieron entrar en la guitarra del águila. Entonces ésta dispuso Allá hay una fiesta grandísima, dice, te vas a divertir mucho.
colocar la guitarra boca para abajo, y cuando empezó a volar lo largó al sapo. Y cuando se iba Y tanto lo conquistó, entonce el sapo dice:
cayendo, gritaba: -Bueno, dice, vamo entonce.
¡Saquen piedras y pongan colchones! -Sí, cómo no. ¡Vas a ver cómo te va gustar!
Y como naides lo ausilió cayó haciendosé pedazos. Y de allí que las manchas que tiene en el Claro, el águila lo agarró con las garras y lo llevaba al sapo. Iba... volaba, volaba siempre.
cuerpo, el sapo, son consecuencia de dicho golpe. Siempre remontando, siempre remontando. Cuando estuvo a una altura más o menos, que a él le
José Amaya, 66 años. Chepes. General Roca. La Rioja, 1950.Campesino rústico. Buen narrador. pareció que se iba a matar el sapo cuando cayera, lo largó. Y el sapo venía para abajo... Y en el
viaje decía mientras venía cayendo:
538. La fiesta en el cielo (SANTA FE) -¡Si de esta salvo y no muero, no quiero más fiesta al cielo!
Dice que todos los años iban las aves a una gran fiesta en el cielo. Claro, porque la fiesta era en el cielo. Dice:
Una vez, cuando 'taban preparando el viaje, oyó el sapo que ya 'taban por hacer viaje. Salió el -Si de ésta salvo y no muero, no quiero más fiesta en el cielo.
cuervo con su guitarra porque era guitarrero. Dejó un ratito la guitarra a un lado y áhi fue el sapo Y cayó en el suelo. Y no sé cómo el pobre sapo se salvó muy mal herido.
y se metió en el hueco de la guitarra sin que lo vieran. Aníbal Aldana, 50 años. San Pedro. Buenos Aires, 1969.Marinero. Nativo de San Pedro.
Llegó el cuervo al cielo junto con todas las aves. En cuanto dejó la guitarra un ratito áhi, salió Variante del cuento tradicional.
sigiloso el sapo y se presentó entre los invitados a la fiesta.

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