CEREMONIA DE TRANSMISIÓN DE LA LLAMA DE AVALON

Para esta ceremonia vas a necesitar:

- 1 vela pequeña color lavanda

- 1 velón color lavanda
- 1 mantel color lavanda o violeta
- Imagen de la Divinidad Femenina que para ti represente las energías de la Dama de
Avalon, puede ser una pequeña escultura, una fotografía o una imagen que bajes de
internet, imprimas y coloques en un portarretrato
- 1 cáliz (puede ser una copa de cualquier material noble: vidrio, cristal, madera, cerámica,
piedra o metal)
- 1 piedra sagrada
- 1 pluma
- Cuenco para quemar inciensos
- Inciensos y hierbas para quemar en tu cuenco
- Almohadón (cojín) sobre el cual sentarte cómodamente durante la ceremonia
- Vestirte con ropas color lavanda, violeta o morado. Si lo deseas, puedes usar velo o
máscara.

El Altar:

Sobre el mantel vas a armar tu altar. Si tu mantel no es circular, drapea la tela de tal modo
que quede en forma de círculo. Vas a colocar en el centro la imagen de la Diosa y el velón. En el
este, la vela pequeña; en el sur, el cáliz; en el oeste, la piedra sagrada o hierbas para representar al
elemento Tierra; la pluma, en el norte…

También puedes agregar otros objetos que sean sagrados para ti.

La Ceremonia:

Puedes realizar esta ceremonia en solitario o puedes invitar a tus amigas, amigos,
familiares o integrantes de tu círculo. Puedes pedirles la donación de una pequeña suma para
cubrir los gastos del lugar, luz, si van a compartir comida, velas, inciensos, etc.

No importa la hora del día en la que te conectes sino que con tu intención te encuentres
con todas las personas que estaremos celebrando esta ceremonia a lo largo del mundo. Recuerda
que el Templo Etérico de la Diosa de Avalon está en un lugar sin tiempo ni espacio.

Antes de armar el altar, limpia el lugar barriéndolo no solo de la suciedad física sino
también preservándolo de malas energías. Puedes hacerlo esparciendo el humo de incienso
mezclado con hierbas, aceites esenciales o bien con sonidos sagrados de cuencos tibetanos o de
cuarzo, campanas, etc…

Arma el altar circular en el centro de la habitación y coloca alrededor los almohadones

(cojines) para las personas invitadas.

Si participan otras personas, anímalas a que cada una lleve un objeto sagrado para colocar
en el altar. Una vez que estén todas las personas sentadas, puedes pasar una vara de oración o
una piedra para pasar la palabra y que cada una se presente, comente sus intenciones al haber
respondido a tu invitación y coloque un objeto sagrado en el altar, para representarla a ella misma
y las energías que ha traído para compartir. Luego, cada persona retirará sus objetos y los llevará
de regreso a sus hogares, cargados con la energía de la ceremonia, y los pondrá en sus altares que
armarán de la misma manera que se ha indicado para esta ceremonia.

Antes de comenzar, es importante que hagas el ejercicio de centramiento que encontrarás

en la sección “Archivos” de este grupo. Si tienes gente invitada, puedes utilizar el archivo para
guiarlas.

Una vez que hayas encontrado tu estado de relajación irás a tu Templo Sagrado. Puede ser
en Tor, la colina sagrada de Glastonbury-Avalon; la cima de una montaña; el corazón de una
caverna sagrada; el fondo del mar, un lago o un río o un edificio de cristal, de piedra o como
desees imaginarlo.

En tu espíritu, ingresarás al templo y encontrarás un altar exactamente igual al que

armaste en tu casa. Entras, te sientas frente a él, tomas la pequeña vela que colocaste en el este y
cierras los ojos.

Coloca la vela sobre tu corazón y coloca en ella tus intenciones de amor, luz, paz y
entendimiento mutuo entre todos los seres sintientes. Visualiza a la Diosa viniendo hacia ti,
colocando una mano sobre las tuyas, que sostienen la vela en tu corazón y observa y siente
cuando te transmite Su Luz, Su Llama Sagrada que ahora arde en tu corazón y en tu pequeña vela
sostenida entre tus manos.

Permanece en silencio unos instantes, sintiendo las energías que están ingresando en tu
cuerpo físico, emocional, mental, espiritual y energético. Presta atención a las imágenes o palabras
que la Diosa, la Dama de Avalon, puede transmitirte en este momento. Si necesitas preguntarle
algo, hazlo ahora y dedica un tiempo a esperar Sus respuestas.

Cuando lo sientas, vas a abrir los ojos y vas a encender la pequeña vela que tienes en tus
manos. Si hay otras personas contigo, vas a encender la vela de la primera persona que se
encuentre a tu izquierda y ella hará lo mismo con quien esté a su izquierda y así todas repetirán el
encendido de las velas hasta completar el círculo. Mientras lo hacen, visualizarán las energías de la
Diosa encendiendo las velas, las almas y los corazones, mientras dicen en voz alta: “De llama a
llama, de corazón a corazón”…

Una vez completado el círculo, van a acercar las llamas al velón que está en el centro del
altar y dirán: “La Luz de la Diosa está en nuestros corazones. La luz de nuestros corazones se
manifiesta en el corazón del altar” y entre todas encenderán el velón.
 Luego van a centrar su atención en la llama de la vela que sostienen entre sus manos y
verán a la Diosa danzando en la llama. Una vez que la visualicen, al igual que hacen en sus
cumpleaños con las velas de la torta (pastel), que al soplarlas instalan la concreción de los deseos
en su corazón, van a soplarla y decir: “A partir de este momento, la Luz de la Diosa brilla desde mi
corazón hacia el mundo”

Luego pueden cantar una canción, repetir un mantra o compartir sus experiencias.

Si lo desean, pueden tomar una carta de algún mazo u oráculo de Diosas que hayan dejado
previamente en el altar, para agregar otro mensaje: el de la Diosa que necesitan activar en este
tiempo.

Pueden pasar nuevamente la piedra o vara de oración para compartir las experiencias y,
una vez completado el círculo, la persona que ha dirigido la ceremonia dará las gracias a quienes
asistieron, así como a la Diosa y a los espíritus de luz que las acompañaron y guiaron con todo su
amor.

Luego pueden compartir alimentos saludables, cantar, danzar o hacer lo que sientan para
celebrar el regreso de la Dama de Avalon a vuestras vidas ya que, desde sus propios corazones,
Ella vuelve a reinar e irradiar Su luz en el mundo.