Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Arquetipos y Mitos Femeninos
2.13 ¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
La rivalidad, las alianzas y los conflictos entre diosas suceden dentro de la psique de la
misma manera en que ocurrieron en los tiempos míticos en el Olimpo. Los arquetipos adentro
de nosotros compiten por expresarse. Cuando un arquetipo se consagra sobre los demás,
claramente está también haciendo prevalecer una escala de valores y una mirada del mundo.
Existió dentro de la tradición griega un episodio mitológico conocido como el Juicio de
Paris. Este juicio dio origen a la guerra de Troya y también ilustra perfectamente el proceso de
fragmentación de la diosa en la ascendente cultura patriarcal griega, de la que nosotros somos
herederos.
El Mito
Este mito cuenta que en una ocasión en que se celebraba una fiesta en el Olimpo,
todas las diosas fueron invitadas excepto las Erinias, divinidades menores que eran tres
hermanas, identificadas luego como Las Furias, y que eran las portadoras de la discordia y la
venganza.
Ellas se presentaron en la fiesta con una manzana de oro, que tenía la leyenda “para la
más hermosa” y la pusieron sobre la mesa. Tres diosas la reclamaron para sí: Hera, Atenea y
Afrodita. Como no se ponían de acuerdo acudieron a Zeus para que fuera juez en el asunto.
Zeus, que era sumamente astuto, comprendió de inmediato que cualquier elección que hiciera
©2009 Centro de Estudios Míticos y Arquetípicos Viaje del Héroe
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
2.13.1
Arquetipos y Mitos Femeninos
2.13 ¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
crearía un conflicto entre las diosas. Por ello delegó la elección en manos de un mortal, el
príncipe Paris, hijo del rey de Troya, quien tenía fama de ser amante de muchas mujeres
hermosas.
Paris aceptó rápidamente el desafío. Cada diosa lo tentó para ser la elegida. Hera le
ofreció poder y riqueza. Atenea le ofreció fama y victorias militares y Afrodita, a la mujer más
hermosa del mundo.
Como era de imaginarse, Paris entregó la manzana a Afrodita. Por aquel entonces la
mujer más bella era Helena, reina de Esparta, esposa de Menelao. Paris fue a la corte de
Esparta y, según una de las tradiciones, sedujo a Helena, quien lo acompañó voluntariamente.
En otra de las tradiciones, la raptó, llevándosela a Troya. Esta fue la razón del inicio del
conflicto de griegos y troyanos, que derivó en una guerra de diez años en la que finalmente
Troya fue destruida.
Varios principios éticos y leyes religiosas fueron ignorados por Paris en esta historia. El
primero fue la violación a la ley de hospitalidad, ya que siendo huésped de Menelao, faltó a su
honor, seduciendo a su esposa. En la cultura griega esto era una falta contra el propio Zeus,
quien protegía a los peregrinos y viajeros.
Por otra parte, Paris, que era muy joven, no comprendía la gravedad que tiene llevarse
a la esposa de otro hombre. Es decir que aquí se plantea el tema de nuestras elecciones
morales y éticas. La pareja que nosotros elegimos representa un ideal de vida, la clase de
persona que queremos ser. No es una elección inocente. Paris tampoco comprende lo que
Zeus sí. Elegir a una diosa por sobre las demás traerá conflicto porque significa consagrar uno de
los dones de la diosa por encima de los otros. Esto es lo que le ocurrió a la cultura occidental.
De esta manera hemos llegado hasta hoy con el arquetipo femenino totalmente partido y
degradado, licuado en su poder. Es nuestra tarea reconstruirlo, reunir lo que antes estaba
separado, convirtiéndonos en mujeres integradas. Estos mitos fueron contados por Homero y
luego por los trágicos.
©2009 Centro de Estudios Míticos y Arquetípicos Viaje del Héroe
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
2.13.2
Arquetipos y Mitos Femeninos
2.13 ¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
La Ilíada y la Odisea narran los dos momentos de conflicto. La Ilíada está situada en el
contexto histórico en el cual estos pueblos, que luego constituirán la nación griega, están
conquistando Grecia y además aventurándose a cruzar al Egeo hacia las costas de Asia. Allí
guerrean con civilizaciones antiquísimas y con una cultura más desarrollada, como es el caso
de Troya. Son los dánaos, dorios, micenos, mirmidones, argivos, aqueos. En esta avanzada
devastan todo a su paso, trayendo destrucción y ruina. Desplazan a las culturas de la tierra con
bastante facilidad, basados especialmente en la superioridad de sus armas.
La Ilíada cuenta este proceso y narra una historia de iniciación en las potencias
masculinas, paradigma de una cultura guerrera.
La Odisea, nos cuenta la historia de una iniciación en las potencias femeninas, es decir,
el proceso de la integración del ánima en un héroe guerrero. La Odisea intenta reunir lo que la
Ilíada desgarró, devolviendo al poder de la femineidad a su lugar de principio co ‐ gobernador
del universo.
Homero, como artista, indudablemente captó el error que significaba asentar las bases
de una civilización exclusivamente sobre los principios patriarcales. Además era de origen
asiático, es decir, que había crecido mucho más influenciado por las culturas matriarcales.
Este conflicto generó también una división entre los dioses. Hera, Atenea, Hermes y
Hefestos, ayudaron a los griegos. Afrodita, Apolo, Artemisa, Ares y Poseidón, a los troyanos.
Implicancias psicológicas del mito
Toda mujer enfrenta el juicio de Paris dentro de sí. Las cuestiones básicas serán las
mismas que se plantearon antes: ¿cuál es la diosa que obtiene la manzana de oro? y ¿quién es
el juez que lleva a cabo el juicio?
©2009 Centro de Estudios Míticos y Arquetípicos Viaje del Héroe
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
2.13.3
Arquetipos y Mitos Femeninos
2.13 ¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
En las culturas patriarcales los hombres son quienes deciden cuál es el papel de la
mujer. Básicamente ese papel se redujo al hogar, la maternidad o el servicio religioso. Existe
una presión aún hoy a la hora de ver cuál es el arquetipo incentivado por los padres, la familia
o la sociedad. La manzana es una metáfora de la aprobación que se otorga o se retiene en cada
una de las mujeres que crecen y se expresan. Es decir que una niña que tenga aspectos de
varias diosas, probablemente desarrollará aquella que sus padres apoyen, dejando atrás otros
aspectos.
Por lo tanto, el resultado de su auto expresión tendrá que ver con el hecho de si esa
mujer ha elegido por sí misma o ha dejado que otros eligieran por ella. Si deja que otros
decidan, vivirá conforme a las expectativas ajenas y se adecuará a lo que otros consideren que
son virtudes cultivables y deseables. Desde luego experimentará profunda insatisfacción,
aunque no esté del todo claro para ella el por qué.
Si elige por sí misma, basando su decisión en su fuerza interior, su elección tendrá un
sentido para ella. No importará si es apoyada por su familia o su cultura, estará satisfecha con
sus elecciones.
Pero éste no es el único problema a tener en cuenta. Cada vez que una mujer se
encuentre ante una decisión importante, estas diosas en su interior debatirán y lucharán por
imponer sus prioridades. Se verá también, si es arrastrada por sus instintos o ella será capaz de
tomar una decisión conveniente. Esto no sólo les pasa a las mujeres sino también a los
hombres.
A fin de poder tomar decisiones adecuadas será de vital importancia que el ego sea
quien equilibre y conduzca esos potenciales psíquicos organizándolos. Si el ego es maduro,
logrará ecuanimidad y podrá tener discernimiento de lo que se juega en cada momento. En
este sentido, las diosas más reprimidas siempre serán las que harán más presión en los
momentos de crisis. Cuando el ego no gobierna, una de las diosas interiores podrá apoderarse
del mando e incluso puede ocurrir que distintas diosas entren en conflicto adentro nuestro,
©2009 Centro de Estudios Míticos y Arquetípicos Viaje del Héroe
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
2.13.4
Arquetipos y Mitos Femeninos
2.13 ¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
generando una guerra. El resultado dependerá siempre de cómo se integren los aspectos
diferentes.
La primera posibilidad es que el ego sea capaz de escuchar y reconocer las necesidades
de las diosas interiores y que logre mediar tomando las decisiones adecuadas en cada
momento. Puede ocurrir frente a algo simple como las situaciones cotidianas o frente a algo
complejo como qué hacer respecto a la carrera, la maternidad o un divorcio.
La mitad de la vida suele ser un momento importante donde otra diosa toma el mando
o reclama ser atendida. Todos los momentos de transición son oportunidades para reconsiderar
las prioridades que hemos estado satisfaciendo. La adolescencia, la adultez, la mitad de la vida,
la menopausia, la jubilación, serán tiempos de reconsideración. Un ego maduro no forzará una
resolución, clarificará primero las necesidades.
Uno de los cuestionamientos más importantes puede ser el referido a la maternidad. Si
una persona siente que fue forzada a abandonar algo importante por alguna circunstancia
externa o por alguna compulsión interior, experimentará enojo, impotencia y depresión. El
resentimiento disminuirá su vitalidad y le impedirá concentrarse completamente en lo que
esté haciendo. La aceptación es un paso muy importante para liberar la energía atrapada en
un problema para que sea utilizada en cualquier otra dirección.
También puede ocurrir que el ego no tenga suficiente fuerza y las cosas terminen
complicándose, si oscila entre un arquetipo y otro. Si vemos el mito, por ejemplo, notaremos
que Helena parece no tener voz ni voto en este asunto. De hecho supuestamente ella ha
consentido en su relación con Paris. Pero cuando los griegos comienzan a ganar, Homero la
presenta a veces en las murallas de Troya, observando la batalla y anhelando a su antiguo
esposo. En su caso se observa una gran pasividad que le permite ir de un extremo al otro.
La misma confrontación se dio entre los dioses olímpicos quienes se alinearon en
ambos lados del conflicto. Los que responden al modelo patriarcal y consideran al matrimonio
©2009 Centro de Estudios Míticos y Arquetípicos Viaje del Héroe
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
2.13.5
Arquetipos y Mitos Femeninos
2.13 ¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
como una institución y a la mujer, propiedad del esposo, apoyaron a los griegos. Es el caso de
Hefestos, el marido traicionado, Hera o Atenea. Quienes responden a modelos más liberales o
los que viven vidas alternativas al modelo impuesto por la sociedad, como Apolo y Artemisa o
Ares y Afrodita, apoyaron a los troyanos. Éstos últimos representan la autonomía y la idea de
que son dueños de su sexualidad. Se rebelan contra los roles tradicionales.
Una mujer con un ego débil puede oscilar entre ambas posturas. Muchas veces incluso
puede costarle tomar decisiones porque tendrá muchos argumentos a favor y en contra.
Puede ocurrir incluso que tome decisiones y vaya y venga sobre ellas. O luego quizá de mucho
tiempo comprenda que tomó la decisión correcta. Cuando existen tantas dudas, es bueno
poder nombrar y objetivar los miedos, los impulsos contradictorios y tensiones internas. Desde
este modo podemos empezar a poner orden en el caos.
El ego, por supuesto, también puede apoyar a unas diosas por sobre otras,
simplemente por estar más identificado con ellas. Las diosas que estén censuradas o
reprimidas, pueden incluso manifestarse como síntomas psicosomáticos o como estados de
humor. En estos casos es común reaccionar de una manera pasiva. La persona reprime los
sentimientos de negatividad que están en contra de alguna otra diosa que gana el escenario.
Hemos visto el ejemplo de Deméter, que muchas veces no se siente capaz de poner un límite
por temor a ser egoísta. En este caso, la propia auto imagen idealizada es la que se impone.
Puede ser que esta mujer esté enojada y sin embargo ni siquiera se dé cuenta de que está en
contradicción. También puede darse la rebeldía pasiva, el boicot a los propios resultados, etc.
De cualquier forma es importante comprender que hay muchas decisiones que no se toman en
el campo de la conciencia sino que son inconcientes, lo que significa que alguno de los
arquetipos está actuando en las sombras.
Los síntomas psicosomáticos pueden ser expresiones de diosas censuradas. Una diosa
virgen puede crear síntomas físicos porque no se siente capaz de pedir ayuda y sólo
enfermándose se permitirá recibir atención. Una diosa vulnerable puede también desarrollar
síntomas como la hipertensión. O arruinará sus posibilidades profesionales o laborales cuando,
©2009 Centro de Estudios Míticos y Arquetípicos Viaje del Héroe
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
2.13.6
Arquetipos y Mitos Femeninos
2.13 ¿Qué Diosa gana el dominio psíquico?
aunque sea inconcientemente, crea que está descuidando a los hijos o poniendo en peligro su
relación matrimonial.
Una mujer puede tener la sensación de que se comporta como personas diferentes en
distintas situaciones. Puede ser una diosa virgen en el trabajo y una diosa vulnerable en el
hogar. Las diosas se turnan para expresarse. Incluso una mujer puede ser extravertida en
determinadas circunstancias e introvertida en otras.
Cuando existe un arquetipo principal por sobre los otros, claramente definido, la teoría
de los tipos psicológicos de Jung puede funcionar con bastante precisión. Pero cuando dos o
más diosas comparten el dominio psíquico, es posible que haya más de una función muy
desarrollada, aún cuando se trate de funciones contrapuestas. Por ejemplo, la dupla Artemisa
– Atenea en una mujer, da como resultado un muy buen balance entre el pensamiento, el
sentimiento y la intuición. Para incorporar la sensitividad se necesitará a Afrodita.
En este sentido la manzana rotará según cuál sea la diosa que tome la delantera en cada
aspecto de la vida. Una mujer puede aprender a discernir qué parte de sí misma, qué diosa es
la que se está expresando. Es de mucha utilidad recurrir al uso de la técnica de imaginación
activa para poder invocar el don de cada diosa en el momento que lo necesitemos,
visualizándonos como representaríamos a la diosa en cuestión. Vernos como cazadoras, si
necesitamos determinación (Artemisa), como guerreras cuando necesitamos estrategia
(Atenea), como mujeres bellas y seductoras, cuando queremos crear intimidad con un hombre
y seducir (Afrodita).
Si una mujer puede reconocer a las diosas dentro de sí misma, escucharlas y
clarificarlas, podrá tomar decisiones concientes y podrá decidir correctamente cuáles son las
prioridades en cada situación. Como consecuencia, sus acciones tenderán a resolver los
conflictos interiores, siendo su propio juez y entregando la manzana de oro a la diosa que
corresponda en cada situación.
©2009 Centro de Estudios Míticos y Arquetípicos Viaje del Héroe
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción parcial o total.
2.13.7