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bien son imposiciones foráneas que no abrevan en la tradición local . · al siglo XX, tal~s ~omo como el ~ufr~~!

tal~s ~omo como el ~ufr~~!l ~e~E1pPº~}M luchas por


para dar fundamento a sus contenidos: Más· allá de estos cuestio- los derecho!'!, los debates en lgs ~mp~f~:~ver~t<ffi~E!. y Jas trans-
namientos, el modelo de los principios se ha transformado en una formaciones .de ·índole ~c9nqmica del mundo como~ por ejemplo, los
suerte de referencia universal y única en la región. 6 proc~sos de gl5>l;>alización.(Scott,2011). - . - . · · . _ .. ..•·
Su compleja y vasta tr;:iyectoria no resülta sencilla de ºsintetizar.
La década del 60-épQ~a im¡}ortante para la consÓli(JacÍóÍí. de la bioé-
tica- estuvo marcada-pa_i la· emergencia deim feIÍlfuism'o organizado
Otras propuestas alternativas: críticas en clave feminista en los Estados .Uni4o~, -~ign~dctiior la creaciÓÍi, .en W66;i.lle la Na-
tional Organiz~tio:r:.i.for Women- NOW (Cuss~t. ~Ó05), 'é:o.P'. un claro
A continuación se desarrollarán algunas propuestas alternativas · enfol}w~.igualitaristaen r~lación con el acce~o y el goce .de' derechos
a la bioética de los principios, en particular la que se presenta en de la mujer. Su principal referente fue-Betty-Frl~d~,_gÚien orient.6
clave feminista. . . . su lucha }l~cia lii.re.forma :del sii:;~gi~J>,~~ l~.l!l~ fo ÍB'laldad de los
sexos y lá. inclusión efectiva de }~,n;mjer .eri la .esfera públjca. ·
• Sin embargo, se trató _de una?época copiplE!J~~ ~igna,pi por un do-
Breve recorrido d.El feminismo ·. ble movimiento ~e consolid.ªción y, a su .vez, de es.cisión dentro del
·. fem:ir¡ismo: entre los mili~tes de ~ase y}os. e~~u~an·~~ aislados en
La bioética feminista también produjo críticas destinadas a cues- los campus universitarios. . .. · ... ·~ · · ··
tionar la ética y la epistemología basada.en los principios, especial-, Dentro de la academia, el (eIDinisnió' co:m:b~~ ~. piµ-tir -de dos po-
mente respecto de la autonomía. Muchas de esas concepciones han . ~.- .sicioWJ-l;D.ien~: las denominadas_fe~~tas de l~;-c(iferencia, que
sido esbozadas preliminarmente por el feminismo anglosajón. Su defienden el lugar diferenci_al d~ la mujer respecto ciéi,rol masculino
intelección permitirá comprender aun con mayor claridad el planteo ·o·
y las denominadas feminista~ .d~ l~;igUaldad de la equivalencia:
de la bioética feminista contemporánea. que .abogaban por la desn:!:itiji~acign d~_una,dil'erencia de géneros,
En este sentido, el feminismo como movimiento de lucha tiene favoreciendo-así la igualda.d en las condicion,es de vida y en el acceso
un vasto recorrido, marcado por grandes hitos históricos que hacen a los derechos en aml>Qs géneros. , . ;. ':· . . . . · . . _
En este hori.zonte .4e debate~ se P.Uede trazar una frontera seme-
jante entre las denominadas feministas esencialis~s, que recuperan
la esencia femenina, y las construccionistas, que buscan develar los
5. Otra dificultad ciel sistema de Beauchamp y Childress, ya planteada por ellos y modos de producción social de esa falsa creencia y son l~s herederas
otros autores es la ausencia de un orden lexicográfico entre los principios, que per- de la teoría y la literatura francesa, como Michel Foucault, Simone de
mita ponder~los. Sobre este problema, Diego Gracia propone un ordenamiento jerár- Beauvoir o Jacques Derrida (Cusset, 2005). Una de las principales ca-
quico, retomando los aportes de David Ross, John Rawls y William Frankena. La no
maleficencia y !ajusticia tendrían prioridad sobre la beneficencia y la autonomta. El racteristicas del feminismo dentro de la universidad era su particular
deber de no hacer daño es sensiblemeqte superior al de hacer el bien. Lo mismo debe aislamiento, tanto de los demás departamentos como de la sociedad
señalarse en relación con el pi;incipio de justicia. Por eso, lo.s demás pueden obligar- en su conjunto. Sus principales revistas, Signs o Sex Roles, les permi-
nos a no hacer dafto o a no ser injustos, pero no pueden obligarnos a ser beneficentes. tieron radicalizar sus posiciones contra las políticas masculinas.
Por ende, opina Gracia, la beneficencia se halla intrínsecamente relacionada con la
Uno de los ensayos más frecuentados de la época era Sexual Po-
autonomía. Este nivel tiene que ver con la la felicidad y, como todos somos diferentes,
los principios de autonomía y beneficencia obligan a respetar esa diferencia. Pero hay litics, de la pensadora Kate Millet, quien traza dos fr~ntes de lucha:
otro nivel, que se puede denominar "público", expresado en el derecho: en tanto vivi- e:ri primer lugar, resignificar la contrahistoria de la opresión femeni-
mos en una sociedad; se ne~esita que haya ciertos preceptos morales que se apliquen na a lo largo de la historia y, en segundo lugar, explorar los clásicos
a todos por igual. Aquí se encuentran los principios de no-maleficencia y justicia. Si de la literatura para identificar la impronta del enfoque misógino
Jos deberes privados entran en conflicto con los públicos, los segundos tienen la pre- (Cusset, 2005). · ·
ferencia sobre los primeros. Así, el ordenamiento lexicográfico de Gracia nos brinda
un criterio claro para la ponderación de los principios en caso de conflicto. Además, Si intentamos hlsf.9rizar el movimientO, tal como destacan Deleu-
brinda unas orientaciones más precisas para su especificación , ya que el contenido ze y Guattari en Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, las epis-
concreto de los pripcipios del nivel público es fruto de un consenso social.

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temologías alternativas emergieron a mediados de los años 60, a la I,. , ·. .: PA~ IRfilósofa feminista norteamericana Nancy Harts~ck (1983),
luz del desarrollo de los pensamientos menores o minoritarios (De- ! l!i masCulibidad abstracta del sujeto cognoscente -que también.in-
leuze y Guattari, W94), y están estrechamente relacionadas con lá .. ·.¡. . volucra a las filosoffas marxistas- explicaría la dificultad de pensar
fi.losofia marxista, que constituye su punto de partida: No obstante, · la opresión específica de las mujeres, ya que la división sexual del
desde esta herencia, y en cierta medida en su contra, estas epistemo-- ¡ ~ral5ajo fue pensada como "naturaln o "dada".
logías dirigieron ciertas críticas a la filosoffa marxista, proponiendo ! .:~ Af?.ora p)~n, _d e la misma maner a en que Marx denunciara el su-
un feminismo posmarxista o un empirismo feminista. Su planteo :. • . . ;¡:mestcfintetca,riibio "igualitario" q11e se trama en el contrato de tra-
más sólido apunta a la incapacidad del marxismo para pensar la ·¡.·..- :. ~~jo e~tre él capitalista y el pr olet ario, elucidando las condiciones
especificidad de la opresión de las mujeres; o, para decirlo en otras . ¡ ,. .:~ maten~e.s de existencia, Hartsock pone en· evidenc.ia la opresión de
palabras, a la reducción sistemática de todas las relaciones de poder,
-·- ¡
°':.
-_,¡· .,,; · gé:-r:r~~~~i~e!:9?~º las condiciones materiales de e:X:istencia de las
.. " mujeres.- -.' -' ·,_ ' .. ::i:.. .•. , • .. ·.:.,·· · "' -
en el modo de·producción ·capitallsta, a la" estructura patriarcal de. •

la sociedad. ~ =-·r "" ~-,;¿ · ~. ·su preyecto epistemológico consiste, entonces, en recuperar los
Así, entre los primeros ideólogos marxistas, la opresión de la mu- :, j .- ..·.:±~~~?s-=cogllitivos :.:.ru~~~ricamente invisibilizadbs y despreciados-
jer era reconocida y comprendida exclusivamente en relarjón con la -,- · . ··para pensarlos desne las condiciones materiales de existencia de las
pr oducción y el sistema econóniico clasista. No .se ocuparon entonces r ' .., -:.-?-ínüjeres;Jransfon:llando la experiencia vivencial de la feminidad en
en indagar las razones particulares por la8 cuales la mujer era opri- ·j ' ~ · sabt>.r y'en lucha política por la igualdad de género. El saber produci-
mida pot su condición de género. La problemática femenina qué.daba ·. ! .do desde el posicionamiento feminista con stituye entonces, simultá-
frecuentemente subsumida, en estos análisis~ en las relaciones de .. •j· •· _ne_amente~ _u n·r ééurso écigiiitivo y polfüco, y despeja las condiciones
clase entre la burguesía y el proletariado. , Diateriales de opresión de:l!í mujer, O~CUrecidas e ignoradas por el
Para este enfoque, s'cistenido, por ejemplo, por Engels, el capital y . \ . saber aoínináríte, 'siempre fa'.lé>goce:ntrado. " " : ,_ ,. .
la propiedad privada eran responsables tanto dela de la explotación En los debates actuales del femirlismo académico, se busca de-
de la clase obrera como de la opresión del género femenino U!art- ·c onstruir la relación entre el género-socioculturalmente determina-
mann, 1979). · · · .. _ · do-y el sexo -biol6gi.camente configurado-, ideológicamente basada
En los primeros trabajos académic9s de la vertiente feminista, en la precedencia .de éste respecto ~de aquél. La filósofa norteameri-
también se estudiaron las implicaciones sociales y epistemológicas cana Judith Butler, en sendos·trabajos-El género en· dú;puta y Cuer-
de la divúíión sexual del trabajo. .De moP.o tal que estas corrientes de pos qile: iinportan-, analiza críticamente los modos performativos y
pensamiento se plantearon una rígida división de roles -,.los hombres dialógicos de la constitución del género.
destinados a la producción, y las mujeres, a la reproducción-, basa- De modo que, para Butler, la masculinidad y la femineidad devié- .
dos fundamentalmente en el privilegio epistemológico concedido a la nen en citas obligatorias que operan en la infancia y sitúan al sujeto
hegemonía del falocentrismo. . en determinada posición de género, más allá de su sexo biológico y
Ahora bien, desde el enfoque feminista, los sujetos de _conoci- de la diferencia sexual anatómica. ·
miento, en su gran mayoría masculinos, tienen uná representación En este sentjd~>, mediante su teorí~, Butler quiere deshacerse de
sesgada, parcial, de 1o real respecto del trabajo de reproducción. . la noción tradicional de' identidad como una esencia anterior al yo,
Desde esta perspectiva, estas condiciones de vida hacen que los que determina los deseos y los actos, concepción que conlleva una
hombres desarrollen una visión de mundo que implica la producción perspectiva esencialista que, finalmente, obstruye la posibilidad de
de dicotomías jerárquicas -eultura/naturaleza, razón/cuerpo, abs- análisis de Ja construcción social del sujeto "ge:i:ierizado" y, por lo
tracto/concreto, racional/intuitivo, objetivo/subjetivo- y fundadas en tanto, impide la acción política. Para Butler, el cuerpo "generizado"
un pensamiento descarnado, que los aleja de la comprensión de la es performativo en la medida en que no tiene un estatus ontológico
diferencia que insta,la la feminidad. En otras palabras, según este más allá de los diversos actos que lo constituyen.
análisis, el pretendido itleal de neutraliQ.ad del trabajo científico es Las categorías de género socialmente determinadas operan ade-
de carácter históricamente situado y siempre supone las detennina- más como normai: de control y regulación social, -cuyo artificio es des-
ciolies de género. . montado por el ·movimiento radical de las "drags queens", que en sus

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performances parodian públicament.e los dispositivos de producción l. La importancia de la dJ~eíiJiÓn,inconsciente en la detenÍúna-
de género. Tal como señala Butler: "Al imitar el genero, el drag revela ción del lugar que.el sujeto ocupa en las relaciones de poder
implícitamente la estructura imitativa del género mismo, como asi- hombre-mujer, históricruiiente olvidada dentro del ~álisis fe-
mismo su contingencia" (Butler, p. 137, citado en Zerilli, 2008: 108). minista. ,
2 .. La separación entre el sexo biológico y la construcción simbó-
lico-imaginaria de la sexualidad. •. . .., . <.
Ética; feminismo y psico~lisis 3. La..imbricación do la sexualldád eQn 1ti Íde¿l~g!a:, . dete'tminan~ ..
. tes de lá reproducción de lás\elª§jone~ ae .P~cl~r ~n éi\cápitá~ ~
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Feminismo y psicoanálisis: entre el legado y la resistencia lismo tardío, · ·· ·


4. Las patologías neuróticas~~ la muier, tales co~o el m~!Jf.lquis­
La aparición del libro de Simone de Beauvoi.F El segundQ sexo mo, la envidia del pene, los celos, la deb_w.cfa.<1;. d·e l. s~pery9,.
_(1949), ha marcado un giro en el desarrollo del fe~smo europeo. son concebidas como efectos hi.s~ric;wi,enf.é'd~teruiinados de
La tesis presentada en los dos tomos de El segundo sexo se centra la sujeción de !as i:najei:ef!.ª l~ l~-,~~tr}aicaj>ú~9 C,.QmÓ.;""atri-.,.
en la crítica de la potencia represiva de la fuerza simbólica del butos esenciales de la subjetivid~d Jeme~n~, hiR~q~camente ,
patriarcado sobre ·1a subjetitjdad femenina. De hecho, la mujer ha . .
determinados .. - · : · ·. · ·. . · .. ·· ,/~ ·: . · ··. · . ·~

sido definida tradicionalmente siempre en referencia al hombre, y


no desde ella misma, a la que se la privó, por ende,· de su condición Por último, l~ filiaciÓn marxista de esta p~nsadora i~ é~nduj~ a
esencial. ' · tratar de conciliar 11.l lncha contra el sistema de clases con el enfren-.
El psicoanálisis lacaniano también tuvo un fuerte in.flujo sobre tamiento feminista. contra el patriarcado,·para\ tratar ~i d~· des13n-- ·
el pensamiento feminista europeo y norteamericano, representado trañar la naturaleza particular de-·18.' opresión de 'la mujer. Tarea
. por Juliet Mitchell, Julia Kristeva, Helene Cixous y Luce lrigaray. compartida por un abanico de feministas radic~es como Shulamith ·
Las premisas centrales de la teoría lacaniana configuraron un Firestone, Kate Millet, Roberta H;:i.mi.lton o Zillah Eise:D.$~'ín. ·.
instrumento teórico eficaz pata analizar las formas de poder sexista. Por otro lado, Helene Cixous y Luce Irigaray, eI.J.cuadradaS en
En esta dirección, la crítica feminista lacaniana ha problematizado el feminlsmo posestructuralista, elaboran una noción compleja del
las explicaciones biológicas del género y ha querido demostrar que deseo femenino, basada en una concepción crítica a la ley fálica -como
la identidad de género y la división sexual son también producto del fundamento de las relaciones asimétricas de poder entre el hombre
orden simbólico. \ y la mujer. . .
La pensadora feminista de origen británico Juliet Mitchell escri- Según estas dos teóricas, la tarea del feminismo es revalorizar la
bió, en la década del 70, un sugestivo libro titulado Psicoanálisis y diferencia de las mujeres respecto del hombre, at.endiendo entonces
feminismo, en el cual articula el psicoanálisis de base lacaniana con a la "alteridad" radical de lo femenino. Esta postura implica la ex-
la crítica feminista en tomo a la opresión del género. ploración del inconsciente, .como medio privilegiado para la recons-
Uno de los pÍanteos más cat.egóricos de Mitchell supone que la trucción de la identidad femenina.
incorporación inconsciente de la ley patriarcal en el marco del ca- Para ello, reivindican la noción del goce · del cuerpo femenino
pitalismo determina la condición de sufrimiento y opresión de las (más allá del goce fálico), para subvertir el vínculo de opresión y
mujeres. dependencia de la mujer respecto del hombre. Ambas sostienen una
Su objetivo entone~ es analizar las dimensiones afectivas e in- perspectiva de la sexualidad femenina abierta y plural, atravesada
conscientes _q ue operan en las relaciones sociales, para poder así de- por una diversidad de sensaciones que provien'en de los múltiples
construir y desestabilizar las relaciones de opresión generadas por elementos de sus órganos sexuales y de sus diversas zonas erógenas,
el patriarcado. · más allá de la hegemou.ía de la genitalidad falocentrada.
Su enfoque teórico de raíz lacaiúana se sustenta sobre ~os si- Ahora bien , i..rente las operacicues r epresivas del orden simbólico,
guientes ejes: Cixous e Irigaray iristan a elaborar un lenguaje femenino que escape
a las regulaciones falocéntricas, inseparables de las oposiciones bina-

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rias que organizan el lenguaje desde una posición masculina. Para · A partir de la ,e xperiencia del lenguaje poético, cuya fuer¡¡;a se-
ello, tomarán las instancias de goce corporales como determinantes, miótica descoloca la dimensión ideológica del género y la sociedad,
las que se constitµyen previam nto o.l lengusje y a la ley del Padre. Kristeva da a concebir que las estructuras sociales y polÍticas pue-
En una orientación di m tralm nte diferente de Cixous e Iriga- dan set desarticuladas de un modo similar a como·lo hace la poesía
ray, la pensadora biilga.r Juli Iú·iet va, en su tesis de doctorado con el lenguaje convencional, meramente instnim.ental, habitrial-
Revolución en el lenguaJ poético, de 1974, revisa el alcance de lo~ mel'lte asiento del orden represivo. ·
órdenes lacanianos d lo imaginario y lo simbólico, para lo cual uti-
liza las nociones de lo miótico y lo tético. · Esto se ve sobre todo en el lenguaje poético, en efect.o, para •
Entonces sosti n qu xi.ato una estructuración compleja de lo que exista un~ trasgresión de lo simbólico; se tiene que produ- -
semiótico y lo tético n la baile de todos los procesos significan- cir una irrupción de lo impulsos en el orden del significante
tes. Lo semiótico socia a la fase preedípica, referida al cuerpo UIÚversal, el del 1 nguoje natural que cohesiena la unidad so-
cial. (Kristeva, 1986: 288)
materno, y a, por lo tanto, antenor a la diferencia sexual. Esta
dimensión d la subjetividad se relaciona con los aspectos biológi- '
De módo que las teorías rle Freud y Lacan.,han tenido mi~ fue~­
cos d l 1 nguaje, xcluidos de la representación significante, tales
como: lae pausas rítmicas, los tonos, fos silencios, las escansiones
te pregnancia para el proyect.o feminisú;\,_ dado que le ofrecen, he- .
rramientas teóricas para una deconstrucción radical de las dimeri'-
y la musicalidad.
a
Siguiendo Lacan, la estructuración de la personalidad asen-
siones psíquicas y simbólicas que. operan en la arquitectura de la
se~dad y la identidad de género, signadas por el sometie~io de) ··
tada en la fase del "estadio del espejo" produce un pasaje desde lo
lo femenino al orden patriarcal. · ·
semiótico hacia la 1ey tética. Es decir, la constitución del ~eto se
produce como efecto del paso de lo semiótico a.lo tético, lo qúe impli-
ca la inclusión subjetivante del infanf! en un'conjunto ·estructurado
Bioética y feminismo ·
de sentidos histórico-temporales.
Este orden simbólico patriarcal supone la heg~monía de la ley del Ética del cuidado: un enfoque alternativo a los principi~s
Padre, en detrimento de lo semiótico, representado pór .la función
. En el contexto de la emergencia y la consolida~ión bioética, ha
materna.
Si bien Kristeva ha sido marginada por sus pares feministas, por habido important.es desarrollos marcados por una impronta femi-
no poseer un comnromiso político militante, su enfoque posee claras nista. Estos abordajes, más allá de su diversidad y variabilidad se
resonancias políticas. cate~orizan, en dos grandes grupos: uno, orientado al cuidado ; la
Su proyecto -tal como lo enuncia Eliott- es subvertir la clausura altendad, y el otro, focalizado en el poder.
tética, con el objetivo de que la "jora semiótica sea capaz de socavar Los desarrollos de la ética del cuidado en su vertiente feministas
las estructuras de poder centralizado". · constituyen un giro epistemológico fundamental para la temática
aqw en cuestión. .
En otros términos, Kristeva revaloriza los aspectos semióticos del
Señalemos que se.deno~a ética del cuidado al enfoque cont.em-
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lenguaje, como potencial herramienta política para desestructurar


por~eo que considera el cuidado -eare, en inglés- como una catego-
el orden simbólico, las instituciones sociales y de poder, y las rela-
ría ética fundamental. Ésta se refiere a la empatía y al sentimiento
ciones jerárquicas de género.
moral de solicitud que comúnmente se adjudica a las mujeres y que
En palabras de Kri.steva:
les serían específicos.7 Tal como bien destaca Alise Carse (1995; cita-
Aunque absolutamente necesario lo tético no es exclusivo,
lo.semiótico que además lo precede, lo desgarra de cqntinuo, y
esta trasgresión produce las diver sas transformaciones de la · 6. Cabe destacar que ~ste una ética dd cuidado no feminista que t.ambién pone én-
práctica significante que reciben el nombre de creación. (288) fasis en el cuidad¡¡ y la r~eptividad, sin considersr obViamente la cate~oría de género.
7. El artículo de referencia de Carol Gilligan, publicado por primera vez en 1977, se
titula "In a Different Voice: _Women's conceptions of Self and morality".

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