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EN OBEDIENCIA AL PEDIDO DE LA REINA DE LA PAZ:

OREMOS POR NUESTROS SACERDOTES!!!!

VÍA CRUCIS POR LA SANTIFICACION DE LOS


SACERDOTES
ORACIONES PREPARATORIAS.

En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo,


amén.
¡Oh Jesús, Sacerdote eterno! Guarda a tus sacerdotes
al abrigo de tu corazón. Guarda sin mancha sus manos
consagradas, que diariamente tocan tu Santo Cuerpo,
y guarda limpios sus labios teñidos con tu propia
Sangre.
Bendice sus trabajos y que el fruto de sus desvelos
sea la salvación de muchas almas, que serán su
consuelo aquí y su corona eterna, amén.

I Estación JESUS CONDENADO A MUERTE.


Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por el dolor que causó a tu corazón esta
injusta sentencia, te ruego por los sacerdotes que son
injustamente juzgados o calumniados, perseguidos,
encarcelados, torturados y martirizados.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

II Estación JESUS CON LA CRUZ A CUESTAS.


Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por la inmensa fatiga que te causó el peso
de la Cruz, te ruego por tus sacerdotes. Dales fuerza,
Señor, para que carguen su cruz, y haz que la abracen
con amor.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

III Estación JESUS CAE POR PRIMERA VEZ BAJO EL


PESO DE LA CRUZ.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por esta primera caída, te encomiendo a
tus sacerdotes jóvenes, a tus seminaristas, a los que
desde siempre creaste para que lo fueran. Dales a
todos perseverancia y fortaleza, y si alguno cae,
Señor, levántalo para que siga en pos de ti.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

IV Estación JESUS ENCUENTRA A SU SANTISIMA


MADRE, CAMINO DEL CALVARIO.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Madre del Eterno Sacerdote, por aquel dolor tan
profundo que traspasó tu corazón, te ruego llenes la
soledad del sacerdote. Que en ti vean a la Madre
amorosa que los consuela y alienta.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

V Estación JESUS ES AYUDADO POR EL CIRINEO, A


LLEVAR LA CRUZ.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por aquella mirada de amor que diste a
Simón de Cirene cuando te ayudó a llevar la Cruz, te
ruego por tus sacerdotes. Que cuando la cruz les
parezca más pesada, sientan que tú la llevas con ellos
en comunión de amor y que los miras con amor.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

VI Estación LA VERONICA ENJUGA EL ROSTRO DE


JESUS.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, en aquel momento todos te daban la
espalda. Sólo ella se atrevió y te limpió el rostro. Te
ruego, Señor, que nunca vuelva yo la espalda cuando
tus sacerdotes necesiten mi ayuda.
¡Señor, que sea valiente!
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

VII Estación JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ, BAJO EL


PESO DE LA CRUZ.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Mi Jesús, agotado por el peso de la Cruz, volviste a
caer. Por este dolor te ruego, por tus sacerdotes en
edad madura. Aumenta su fe. Sostenlos, y si alguno se
encuentra envuelto en tinieblas, acuérdate que hay
muchas almas que gimen en la oscuridad y que
necesitan que alguien las lleve hacia ti. Recuerda que
ellos son “la sal de la tierra”, y si la sal se desvirtúa...
¡Señor, tenemos tanta necesidad de sacerdotes
santos, que te pedimos que por los méritos enteros
de tu Pasión ningún sacerdote jamás se pierda!
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

VIII Estación JESUS CONSUELA A LAS MUJERES DE


JERUSALEN.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por aquellas palabras “No lloréis por mí,
sino por vosotros y vuestros hijos”, danos lágrimas de
arrepentimiento verdadero, por nuestras culpas y
llena el corazón de tus sacerdotes de amor a la
penitencia y a la oración... ¡¡¡Sellalos con tu sangre
Señor!!! para que en todo momento sean fieles a sus
votos.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.
IX Estación JESUS CAE POR TERCERA VEZ, BAJO EL
PESO DE LA CRUZ.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por esta tercera caída, te ruego por ellos.
Que sean “uno contigo” y sepan desaparecer para
darte paso a ti Señor.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

X Estación JESUS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.


Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
¡Cuánto dolor, cuánta vergüenza sufrió tu corazón!
¡Sé cuánto duele a tu corazón tanta amargura! Aquí te
ruego por tus sacerdotes caídos, por los que no te han
sido fieles. Señor, que tu Gracia los salve.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

XI Estación JESUS CLAVADO EN LA CRUZ.


Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por aquel terrible dolor que sufrieron tus
miembros, por tu sed, por tus llagas, te ruego que tus
sacerdotes sientan cada vez más esa sed, para que
lleven cada vez más almas al Padre.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

XII Estación JESUS MUERE EN LA CRUZ.


Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por tus incomparables dolores, por tus
infinitas angustias, por tu muerte en la Cruz, te ruego
enseñes a tus sacerdotes a vivir y a morir en la Cruz.
¡Que la amen cada vez más, Señor!
XIII Estación EL CUERPO DEL SEÑOR, ES BAJADO DE LA
CRUZ.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
¡Soledad de María! ¡Cuánta amargura al contemplar
en tus brazos a tu hijo muerto! Por este inmenso
dolor, te ruego por la soledad de tus sacerdotes.
Llénala tú con tu incomparable amor de Madre, haz
que comprendan que teniéndote a ti, que viviendo en
tu Corazón, nunca, nunca, nunca estarán solos.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

XIV Estación EL CUERPO DEL SEÑOR ES PUESTO EN EL


SEPULCRO.
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
Jesús mío, por tu muerte, te suplico que cuando
llegue la de tus sacerdotes te puedan decir: Señor,
todo lo hicimos por tu amor. En tus manos
encomiendo, Señor, las almas de tus sacerdotes
difuntos (NOMBRAR AQUÍ A LOS SACERDOTES
FALLECIDOS QUE CONOCEMOS). Sé, tu Señor, su
espléndida recompensa.
Padre Nuestro, Ave María, y Gloria.

ORACIÓN FINAL.
Jesús, Sacerdote Eterno, escucha nuestra plegaria por
la porción más amada de tu corazón: tus Sacerdotes.
Nos unimos a ti en tu Oración sacerdotal para decir
contigo: “Padre, que todos sean uno como Tú y yo
somos uno”, amén.
Te adoramos oh Cristo y te bendecimos, porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador,
amén.
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo,
amén.

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