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REPORTE DE LECTURA

SISTEMA MUSCULOESQUELETICO

Términos clave

Término Significado

Sistema Sistema del cuerpo que proporciona soporte, estabilidad, forma y


musculoesquelético movimiento para el cuerpo

Articulación El punto donde se encuentran dos (o más) huesos

Cartílago Tejido conectivo suave que se encuentra entre las articulaciones

Ligamentos Tejido conectivo que une un hueso con otro en una articulación

Tendones Tejido conectivo que une un músculo con un hueso

Músculo voluntario Músculo que se puede controlar conscientemente

Músculo que controla el sistema nervioso autónomo (no se


Músculo involuntario controla conscientemente)

Tejido muscular que tiene una apariencia rayada debido a la


Músculo estriado composición de sus fibras

El sistema musculoesquelético proporciona forma, estabilidad y movimiento al cuerpo humano.


Está constituido por los huesos del cuerpo (que conforman el esqueleto), los músculos, los
tendones, los ligamentos, las articulaciones, los cartílagos y otras clases de tejido conjuntivo.

Los huesos del sistema esquelético sirven para proteger los órganos, soportar el peso del cuerpo y
darle su forma. Los músculos del sistema muscular se fijan a estos huesos y tiran de ellos para
permitir el movimiento del cuerpo.

El esqueleto humano

El esqueleto humano realiza varias funciones importantes. Protege los órganos internos, soporta y
da forma al cuerpo, y permite el movimiento. Además, la médula de algunos huesos es el sitio de
producción de las células sanguíneas.

El esqueleto

El esqueleto humano se divide en dos partes: el esqueleto axial y el esqueleto apendicular.


El esqueleto axial está compuesto por:

 el cráneo, que protege el cerebro y da soporte a la estructura de la cara

 la columna vertebral (espina dorsal), que rodea y protege la médula espinal y da soporte a
la cabeza

 la caja torácica (costillas), que rodea y protege los órganos dentro del pecho (incluyendo
corazón y pulmones)

El esqueleto apendicular está compuesto por:

 la cintura pectoral (hombros)

 los miembros superiores e inferiores (brazos y piernas)

 la cintura pélvica (huesos de la cadera)


Los músculos

El cuerpo contiene tres tipos de tejido muscular: músculo esquelético, músculo liso y músculo
cardiaco.

El músculo esquelético es voluntario y estriado. Este tipo de músculo está pegado a los huesos y se
encarga de los movimientos conscientes. El músculo liso es involuntario y no es estriado. Se
encuentra en los órganos huecos del cuerpo, como el estómago e intestinos, y alrededor de los
vasos sanguíneos. El músculo cardiaco es involuntario y estriado. Solo se encuentra en el corazón y
está especializado para bombear sangre por todo el cuerpo.

Articulaciones, cartílago, ligamentos y tendones

El sistema musculoesquelético también contiene estructuras y tejidos conectivos que dan soporte
al cuerpo y permiten su movimiento.

El cartílago funciona como amortiguador para reducir la fricción. Los ligamentos ayudan a
estabilizar la articulación y evitan que vaya más allá del rango de movimiento previsto.
Los tendones conectan el sistema esquelético con el sistema muscular al unir los músculos con los
huesos. Cuando un músculo se contrae, el tendón actúa sobre el hueso y así provoca movimiento.

Una articulación, es decir el punto donde se conectan dos o más huesos, puede ser fija,
ligeramente móvil o de movimiento libre.

Contracción muscular

Cuando una fibra muscular recibe una señal desde el sistema nervioso, los filamentos de miosina
son estimulados y jalan los filamentos de actina. Esto acorta los sarcómeros dentro de una fibra
muscular y provoca su contracción.
Los músculos tienen una gran capacidad de adaptación, modificando más que ningún otro órgano,
tanto su contenido como su forma. De una atrofia severa puede volver a reforzarse en poco
tiempo gracias al entrenamiento, al igual que con el desuso donde se atrofia, conduciendo al
músculo a una disminución de tamaño, fuerza e incluso a una reducción de la cantidad de
orgánulos celulares.

Si se inmoviliza en posición de acortamiento, al cabo de poco tiempo se adapta a su nueva


longitud requiriendo entrenamiento a base de estiramientos para volver a su longitud original,
incluso si se deja estirado un tiempo, puede dar inestabilidad articular por la hiperlaxitud
adoptada.

Los trastornos musculoesqueléticos suelen cursar con dolor (a menudo persistente) y limitación
de la movilidad, la destreza y las capacidades funcionales. La persona ve reducida su capacidad
para trabajar y participar en la vida social y, como consecuencia de ello, quedan afectados su
bienestar mental y, en general, la prosperidad de la comunidad donde vive. Los trastornos de este
tipo más comunes e incapacitantes son la artrosis, el dolor de espalda y de cuello, las fracturas
debidas a la fragilidad ósea, los traumatismos y las enfermedades inflamatorias sistémicas, como
la artritis reumatoide.
Pueden afectar a: articulaciones (artrosis, artritis reumatoide, artritis psoriásica, gota, espondilitis
anquilosante); huesos (osteoporosis, osteopenia y fracturas debidas a la fragilidad ósea, fracturas
traumáticas); músculos (sarcopenia); la columna vertebral (dolor de espalda y de cuello); varios
sistemas o regiones del cuerpo (dolor regional o generalizado y enfermedades inflamatorias, entre
ellas los trastornos del tejido conectivo o la vasculitis que tienen manifestaciones
musculoesqueléticas, como el lupus eritematoso sistémico).

Los trastornos musculoesqueléticos pueden debutar en cualquier momento de la vida, pero


ocurren principalmente desde la adolescencia hasta la vejez. Se prevé que su prevalencia y sus
efectos aumenten con el envejecimiento de la población mundial y la mayor frecuencia de los
factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, sobre todo en los países de ingresos
medianos y bajos. Se trata de trastornos que suelen ser concomitantes con otras enfermedades no
transmisibles.

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