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ENFERMEDAD

La conducción en la tercera edad


Por Peggy P. Barco , OTD, OTR/L, BSW, SCDCM, CDRS, FAOTA, Washington University Medical School;
David B. Carr , MD, Washington University School of Medicine

Para proporcionar información de salud con�able y así apoyar a pacientes y


profesionales de todo el mundo, los Manuales presentan contenido traducido

al ucraniano para ayudar a aquellos que lo necesitan.
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Conducir proporciona un grado de libertad a las personas de edad avanzada, independencia e
interacciones sociales cruciales con la propia comunidad que muchas personas dan por sentado
durante su juventud. Sin embargo, el privilegio de conducir se basa en la capacidad para manejar
con seguridad un vehículo a motor. Los conductores de 70 años o más presentan un mayor riesgo
de sufrir un accidente de vehículo a motor por distancia recorrida en comparación con los
conductores de mediana edad. Aquellos que conducen con poca frecuencia corren el mayor riesgo.
Por lo tanto, el deterioro funcional debido a trastornos relacionados con la edad debe considerarse
una señal de advertencia para replantearse el privilegio de conducir.
Muchos factores pueden disminuir la capacidad de conducción de las personas mayores. Entre
ellos están los cambios, asociados al envejecimiento, en los reflejos y trastornos visuales,
cognitivos e/o musculares que se vuelven más frecuentes con la edad. Las personas de edad
avanzada consumen habitualmente fármacos para tratar sus trastornos; algunas clases de estos
fármacos pueden ser sedativos y afectar a la capacidad de conducir. Algunos de estos factores se
pueden controlar y modificar.

¿Sabías que...?
• Las personas de edad avanzada
son más propensas a sufrir un
accidente de automóvil al hacer
giros a la izquierda que las
personas de otros grupos de
edad.

 
Tasa de accidentes e infracciones de tráfico
Por término medio, los conductores de edad avanzada sufren menos accidentes al año que los
jóvenes. Sin embargo, dado que conducen menos kilómetros que los conductores de mediana
edad, la media resultante es de más accidentes por kilómetro recorrido para los conductores
mayores. La tasa de accidentes comienza a aumentar después de los 70 años, aproximadamente, y
aumenta con mayor rapidez después de los 80 años. Por cada kilómetro recorrido, los conductores
de edad avanzada presentan tasas más elevadas de infracciones viales, accidentes y muertes que
los demás grupos de edad mayores de 25 años. Cabe señalar que las personas de edad avanzada
conducen por lo general a distancias más largas que la generación anterior, y se cree que esta
tendencia continuará.
El hecho de no ceder el paso (a menudo porque "miraron pero no vieron") es una de las
infracciones de tráfico más frecuentes cometidas por los conductores de edad avanzada. Además,
los conductores de esa edad tienen más dificultad para incorporarse al tráfico y pueden tener
problemas en los cruces, especialmente cuando hacen giros a la izquierda. Estas dificultades han
sido atribuidas a
• La dificultad para valorar varias informaciones a la vez (multitarea)
• La dificultad para calcular la velocidad de los coches u objetos que se acercan
• La reducción del campo visual
No obstante, a menudo los conductores mayores son más cuidadosos que los jóvenes. Muchos
conductores de edad avanzada que no sufren afecciones médicas que perjudican el pensamiento y
el juicio (por ejemplo, demencia) comienzan a limitar su conducción para mejorar la seguridad.
Tienden a evitar conducir durante el crepúsculo y por la noche, durante las horas punta o con mal
tiempo. Además, es mucho menos probable que los accidentes de los conductores de edad
avanzada se deban al alcohol;
también es menos probable que estos conductores tengan un accidente conduciendo en
carreteras con muchas curvas o a gran velocidad. En los accidentes en los que se ven involucrados
los conductores de edad avanzada, no suele resultar afectado un único vehículo; es mucho más
probable que sean varios los vehículos implicados en el accidente. Curiosamente, para los
conductores mayores de 70 años, la tasa de accidentes tiende a reducirse cuanto mayor es el
número de pasajeros que viajan en el vehículo.
Los accidentes que involucran a dichos conductores suelen causar más lesiones graves y muertes.
No se sabe a ciencia cierta cuál es la causa de la mayor vulnerabilidad a las lesiones de los
conductores de edad avanzada, pero puede deberse a la fragilidad física y a la presencia de uno o
más trastornos médicos, como la osteoporosis o las enfermedades cardíacas. Además, los
conductores de edad avanzada pueden conducir un vehículo que sea menos resistente a los
accidentes. Aunque el número de adultos mayores que han muerto en accidentes de tráfico
también ha disminuido, los adultos mayores están cada vez más involucrados en accidentes
mortales en comparación con otros grupos de edad porque este grupo de edad es cada vez más
numeroso.

Razones para una conducción disminuida


Conducir implica la ejecución precisa de acciones simultáneas (como frenar y llevar el volante).
Estas acciones requieren varias cualidades, como las siguientes:
• Una mente clara
• Buen juicio, planificación y habilidades para la toma de decisiones
• Atención y concentración mental
• Tiempo de reacción rápido
• Coordinación
• Fuerza adecuada
• Buena movilidad de la parte superior del organismo (parte superior de los hombros, espalda
y cuello)
• Sensibilidad en las piernas y en los pies
• Buena visión y audición
Una carencia de cualquiera de estas cualidades puede afectar notablemente a la capacidad de
conducir. Tales carencias pueden tener varias causas, y casi todas estas capacidades se deterioran
de un modo u otro cuando la persona envejece y empeoran en presencia de una enfermedad.
Envejecimiento
El envejecimiento suele producir una disminución gradual y sutil en la fuerza, la coordinación, el
tiempo de reacción, la capacidad de concentración, la visión, y la audición. Las personas de edad
avanzada tienen menos energía y se cansan más rápidamente, especialmente en situaciones que
requieren concentración; suelen tener menor capacidad para concentrarse en más de 1 tarea a la
vez. Sin embargo, la mayoría de los cambios atribuidos al envejecimiento son moderados y no
suelen ser la causa principal de los problemas de seguridad en la conducción.
Trastornos médicos
Los trastornos más frecuentes en las personas mayores pueden ser particularmente
problemáticos en los conductores de edad avanzada. Por ejemplo, la glucemia de los conductores
diabéticos puede elevarse o bajar demasiado. Tales modificaciones pueden interferir con la
capacidad de juicio, la atención, la concentración, la visión y la sensibilidad en los pies.
Los conductores mayores con demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer) pueden tener mal
juicio, deterioro de la memoria y un tiempo de reacción más lento, que es una mezcla peligrosa en
la conducción. Incluso cuando la demencia se encuentra en sus etapas iniciales, los conductores
pueden perderse más fácilmente o estar más confusos en una situación de tráfico congestionado o
cuando ocurren eventos inesperados en la carretera.
Los accidentes cerebrovasculares o los llamados miniaccidentes cerebrovasculares ( accidentes
isquémicos transitorios, AIT) pueden disminuir el tiempo de reacción, causar debilidad muscular,
deteriorar la visión y afectar la coordinación.
Las convulsiones hacen que una persona quede, de repente, desconectada del entorno
circundante o incluso inconsciente.
Un infarto de miocardio reciente puede aumentar el riesgo de sufrir un desmayo o de
experimentar mareos.
La artritis causa dolor y rigidez articular, limita la movilidad y puede disminuir la capacidad de
controlar un automóvil. Por ejemplo, el dolor y la rigidez de las rodillas o las caderas pueden
afectar la capacidad de pisar el pedal del freno o el acelerador. La artritis puede hacer que sea
doloroso y difícil girar la cabeza (como hay que hacerlo cuando se da marcha atrás o se gira).
El glaucoma y la degeneración macular son trastornos oculares que crean problemas cuando se
conduce con poca luz o de noche. El glaucoma también puede reducir el campo visual, por lo que
es difícil visualizar los automóviles y otros objetos situados a los lados del conductor. Las cataratas,
que se presentan casi exclusivamente en personas de edad avanzada, pueden causar
deslumbramiento por resplandor excesivo de los faros o de las luces de la calle.
Los trastornos del sueño, sobre todo la apnea obstructiva del sueño, pueden causar somnolencia
que conduce a un accidente.
Fármacos terapéuticos
Muchas personas de edad avanzada consumen fármacos que pueden tener efectos secundarios
adversos, como somnolencia, mareo, confusión mental y otros síntomas que interfieren con la
capacidad de conducir. Tanto los medicamentos con receta médica como los que no la requieren
pueden causar estos efectos secundarios. Cuando una persona inicia la toma de un nuevo fármaco
que podría afectar la funcionalidad visual, física o mental, no debería conducir durante varios días
hasta asegurarse de que el fármaco no produce efectos secundarios. Entre los fármacos o
sustancias que pueden interferir en la conducción se incluyen los siguientes:
  • Medicamentos anticonvulsivantes
• Antieméticos (utilizados para controlar las náuseas)
• Antihistamínicos
• Antipsicóticos
• Benzodiazepinas o otros ansiolíticos
• Fármacos utilizados para tratar el glaucoma
• Medicamentos usados para tratar la enfermedad de Parkinson
• Relajantes musculares
• Opiáceos
• Suplementos para dormir
• Algunos antidepresivos sedantes
(Véase también Some Medicines and Driving Don't Mix.)
Muchas drogas recreativas, como el alcohol y la marihuana, también pueden perjudicar la
conducción.
Situaciones especiales
El estrés, especialmente cuando se conduce por zonas desconocidas o con tráfico denso, puede
El estrés, especialmente cuando se conduce por zonas desconocidas o con tráfico denso, puede
contribuir a la dificultad para conducir. La fatiga y la distracción también disminuyen la capacidad
de conducción. Usar un teléfono celular o enviar mensajes de texto mientras se conduce aumenta
el riesgo de accidentes. Aunque todos los conductores deben evitar estas distracciones, los adultos
mayores son especialmente vulnerables debido a los cambios relacionados con la edad o a la
disminución de la atención y de las habilidades para realizar múltiples tareas. Actualmente,
muchos automóviles disponen de tecnologías avanzadas de prevención de accidentes, como
advertencias de cambio de carril e indicadores de ángulo muerto (véase características actuales
para la seguridad en los automóviles en MyCarDoesWhat.org).
Las caídas en adultos mayores se han asociado a un mayor riesgo de accidentes de tráfico porque
el hecho de evitar las caídas y los accidentes requiere coordinación de la cognición con los
sistemas visual y motor, todo lo cual puede estar disminuido en los conductores de edad
avanzada. Por lo tanto, las intervenciones que reducen el riesgo de caídas, como la actividad física,
el entrenamiento del equilibrio y la reducción del uso de fármacos sedantes, pueden desempeñar
un papel en la mejora tanto de la deambulación como de la seguridad en la conducción.
Para algunas personas de edad avanzada, la única deficiencia en la capacidad de conducir es
sencillamente la falta de experiencia reciente al volante. Es frecuente que uno de los miembros de
la pareja conduzca más que el otro. Cuando el conductor principal de una pareja fallece, la otra
persona puede no estar preparada para reanudar la conducción con seguridad. Las personas
mayores y sus parejas deben compartir las actividades de conducción, ya que los conductores
poco frecuentes presentan un alto riesgo de dejar de conducir por completo (lo que también se
conoce como retirarse de la conducción).

Formas de compensación
Muchos conductores comienzan a autorregular su conducción a medida que envejecen. Por
ejemplo, los conductores mayores pueden evitar los viajes largos por carretera, conducir menos
por la noche, evitar cruces peligrosos y evitar la participación en conductas de conducción
arriesgadas (por ejemplo, conducir a una velocidad excesiva, no mantener la distancia de
seguridad y beber mientras se conduce). Los conductores de edad avanzada disponen de muchas
estrategias que pueden adoptar para compensar algunos problemas de seguridad relacionados
con la edad.
Evitar riesgos
Pueden aprovechar su experiencia en la conducción para identificar y evitar situaciones peligrosas.
Por ejemplo, dado que la resistencia disminuye con la edad, pueden realizar desplazamientos más
cortos y descansar con mayor frecuencia. Pueden evitar autopistas y áreas donde el tráfico está
congestionado o es peligroso. También pueden evitar conducir de noche o cuando haya poca luz,
que es cuando se producen los problemas de deslumbramiento. Pueden evitar las horas punta y el
mal tiempo, además de intentar evitar los giros a la izquierda sin protección. Es posible que
prefieran conducir sólo por carreteras y lugares que les resulten familiares.
Evitar distracciones al volante
Evitar las distracciones, una precaución que se puede extender a todos los conductores, es
esencial para los conductores de edad avanzada. Los teléfonos móviles constituyen una medida de
seguridad para los conductores que se encuentran en apuros cuando el automóvil sufre alguna
avería inesperada. Sin embargo, el empleo del teléfono móvil (incluso los modelos de manos libres)
mientras se conduce se desaconseja totalmente. Los distintos estados y países tienen diferentes
leyes sobre el uso de teléfonos móviles durante la conducción y en algunos estados y países es
ilegal. Del mismo modo, realizar ajustes en el equipo de música o en otro sistema de a bordo
(como la navegación, el control de temperatura o la posición del asiento), comer o beber, fumar,
leer mapas digitales o en papel e incluso entablar una conversación con otros pasajeros puede ser
leer mapas digitales o en papel e incluso entablar una conversación con otros pasajeros puede ser
objeto de distracción y puede afectar a la conducción. Debe minimizarse cualquier tipo de
distracción mientras se conduce.
Uso de la tecnología
Las nuevas tecnologías pueden ayudar a los conductores de edad avanzada. Los sistemas de ayuda
para aparcar, que utilizan telecámaras o sistemas infrarrojos para facilitar la marcha atrás, el
aparcamiento y otras maniobras, son muy útiles para las personas que tienen dificultad para mirar
por encima de sus hombros. Otros sistemas que son útiles para los conductores mayores son el
control de crucero, los frenos antibloqueo y los dispositivos electrónicos de estabilidad que
mejoran la tracción y la dirección. Los sistemas avanzados de visión para conducir de noche, como
la iluminación de las curvas (iluminación dirigida a lo largo de una curva) o la atenuación
automática de los faros (cambiar de luces largas a cortas cuando el tráfico viene en sentido
contrario). Algunos coches disponen de monitores de puntos ciegos, sistemas de alarma por salida
del carril y por colisión, cámaras retrovisoras y espejos retrovisores que se atenúan
automáticamente cuando son iluminados por faros cegadores, reduciendo así el
deslumbramiento. Los fabricantes de automóviles están experimentando con la tecnología de
visión nocturna por infrarrojos para mejorar la conducción nocturna.
Los fabricantes de coches también están rediseñando los controles y manijas para que las
personas con artritis los puedan usar con más facilidad. Todos los conductores pueden disponer
de otros equipamientos especiales, como un borde más bajo de las puertas, soportes lumbares,
viseras amplias y asientos y volantes ajustables, pero serán especialmente beneficiosos para los
conductores de edad avanzada. Se está experimentando en la tecnología de vehículos sin
conductor y es probable que estén disponibles en los próximos años.
En caso de accidente u otras situaciones de urgencia, hay sistemas de emergencia que pueden
llamar automáticamente y dirigir los equipos de rescate hacia el lugar donde se encuentra el
automóvil. Un Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning Systems, GPS) puede ayudar
a los conductores mayores a localizar destinos. Muchos conductores mayores disponen de
teléfonos inteligentes que pueden tener aplicaciones instaladas de forma gratuita para que las
familias puedan rastrear su ubicación usando la tecnología GPS si se pierden. Además, existen
dispositivos GPS que permiten controlar diversos tipos de conducción (rutas preasignadas y
velocidad de conducción) a través de Internet si las familias lo desean. Se prevén otras
innovaciones en el futuro.
A medida que el número de tecnologías disponibles aumente, será importante reconocer que los
adultos mayores pueden necesitar más tiempo individual dedicado a la capacitación en el uso de
las nuevas tecnologías. Las tecnologías deben ser individualizadas para proporcionar lo que es más
útil para cada persona. (Véase MyCarDoesWhat.org para today's car safety features.)
Asistir a cursos de actualización para conductores
 
Existen programas en línea para mejorar la seguridad en la conducción, algunos de los cuales
están dirigidos a adultos mayores. Los conductores de edad avanzada pueden mantener o incluso
mejorar sus habilidades de conducción a través de programas de actualización para el conductor.
Varias organizaciones, como la American Association of Retired Persons, AARP (Asociación
Americana de Personas Jubiladas) y la American Automobile Association, AAA (Asociación
Americana de Automóviles) ofrecen este tipo de programas para ayudar a los conductores de edad
avanzada a adaptarse a los desafíos de la conducción en la vejez. Además, la participación en estos
programas puede reducir las tarifas del seguro en algunos estados. La AAA (Asociación
Estadounidense del Automóvil, por sus siglas en inglés) ofrece RoadWise Driver, un programa de
conducción defensiva para personas de edad avanzada centrado en ayudarles a adaptarse a los
diversos cambios relacionados con la edad que afectan a la capacidad de conducción, y la AARP
(Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas, por sus siglas en inglés) ofrece un curso sobre
actualización de las habilidades de conducción
actualización de las habilidades de conducción.
Los conductores de edad avanzada también pueden beneficiarse de los programas diseñados para
asegurarse de que su vehículo es el adecuado. Por ejemplo, se puede evaluar la distancia al
volante y la altura del asiento para asegurarse de que son las correctas para ver el tráfico. El ajuste
adecuado de los espejos puede ayudar a los conductores a compensar los ángulos muertos. El
programa CarFit de la AAA (Asociación Estadounidense del Automóvil, por sus siglas en inglés) está
disponible de forma virtual y en diversos eventos presenciales en todo el país y proporciona
información útil sobre cómo adaptar el vehículo de una persona para optimizar la seguridad.
Buscar atención médica
La adopción de un estilo de vida saludable y la obtención de una buena atención médica pueden
ayudar a los conductores mayores a evitar las dificultades en la conducción. Hay muchas razones
para mantenerse en forma durante la tercera edad, como la conservación de la capacidad de
conducir. Las personas mayores deben acudir regularmente al médico para que les examine en
busca de problemas de visión, memoria y pensamiento, además de fuerza muscular, que puedan
afectar su capacidad para conducir.
El tratamiento de algunas enfermedades puede mejorar la capacidad de conducir. Por ejemplo,
una operación de extracción de cataratas será beneficiosa; el tratamiento de la artritis con
fármacos y fisioterapia mejorará la flexibilidad y la movilidad, y un buen control de la diabetes será
útil para prevenir las oscilaciones de la glucemia. El tratamiento de la apnea del sueño puede
reducir la somnolencia diurna. Los conductores mayores deben revisar con su médico o
farmacéutico la lista de los medicamentos que consumen para asegurarse de que los efectos
secundarios no afectarán a la capacidad de conducir.
La reglamentación de algunos países prohíbe conducir durante un tiempo determinado después
del diagnóstico de ciertas enfermedades. Este periodo de espera (moratoria) permite estabilizar el
trastorno con el tratamiento. Por ejemplo, algunos estados requieren una moratoria de 3 a 6
meses antes de conducir después de una convulsión, un accidente cerebrovascular o una crisis
isquémica transitoria. Los conductores de edad avanzada con cualquier condición médica que
pueda afectar la capacidad de conducir deben seguir las recomendaciones del médico con
respecto a los períodos de espera u modificaciones de la conducción.

Toma de decisiones sobre la conveniencia de conservar


el permiso de conducir
En algún momento, la mayoría de los conductores mayores (especialmente aquellos con un
deterioro médico significativo) se enfrentan a la decisión de si es seguro o no continuar
conduciendo. La disminución de las capacidades necesarias para conducir con seguridad puede
volver peligrosa esta actividad. La incapacidad de conducir significa una pérdida de libertad e
independencia. Es muy importante ayudar a un adulto mayor que tiene que dejar de conducir a
encontrar maneras aceptables para llegar a actividades diarias o semanales importantes. Muchos
de los mismos factores que plantean preocupaciones sobre la seguridad en la conducción también
pueden afectar a la capacidad de un adulto mayor para usar el transporte público.
A veces el médico de cabecera o un familiar son los primeros en darse cuenta de que ha llegado el
momento de que el conductor de edad avanzada entregue definitivamente las llaves del automóvil.
Afrontar estos problemas siempre es difícil, pero ignorarlos puede traer complicaciones aún más
importantes. Existen algunos pasos prácticos que pueden ayudar a los conductores mayores a
sentirse más cómodos al dejar de conducir:
• Involucrar al conductor en la decisión de limitar o dejar la conducción.
• Ayudarle a encontrar otras formas de desplazarse.
• Buscar servicios de conductores y de transporte.
• Mantener al conductor de edad avanzada activo y procurarle medios de transporte para sus
actividades diarias
• Invitar al médico de familia o a un amigo a hablar sobre el tema.
Hay muchas publicaciones y recursos en internet para ayudar a los conductores de edad avanzada
a decidir si deben continuar conduciendo (véase AAA's Evaluate Your Driving Ability). Los recursos
disponibles para familiares y amigos que puedan estar preocupados por un conductor de edad
avanzada son los siguientes:
• The Hartford: At the Crossroads: Family Conversations About Alzheimer’s Disease, Dementia
& Driving
• AARP: We Need to Talk
• National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA): Understanding Older Drivers
• Alzheimer's Association: Having the conversation
Con el asesoramiento de familiares o médicos, la mayoría de los conductores de edad avanzada
pueden determinar cuándo dejar de conducir. Sin embargo, algunos conductores, por ejemplo
muchas personas con demencia, carecen de la capacidad de juzgar su capacidad para conducir y
continúan conduciendo incluso después de que un médico les haya recomendado no hacerlo. Un
posible enfoque es sugerir que el conductor mayor sea examinado por un especialista en
rehabilitación de la conducción o por el departamento oficial que supervisa o regula la concesión
de permisos.
Si los médicos están preocupados por un conductor de edad avanzada, a menudo lo remiten a un
especialista en rehabilitación para la conducción. Estos especialistas son a menudo terapeutas
ocupacionales que proporcionan evaluaciones integrales de la conducción y rehabilitación a los
conductores con problemas médicos. Suelen encontrarse en hospitales o en universidades, pero
algunos tienen clínicas privadas; valoran a los conductores en materia de seguridad, proporcionan
ideas sobre las modificaciones que se pueden hacer en el vehículo o sobre la adaptación de
equipos, aconsejan sobre formas de desplazamiento y asesoran sobre métodos alternativos de
transporte. En el web site (sitio web) de la American Occupational Therapy Association (Asociación
Estadounidense para la Terapia Ocupacional) se ofrece información sobre cómo encontrar
servicios de rehabilitación para la conducción.
Una vez que el conductor ha sido evaluado por un especialista en rehabilitación para la conducción
y ha aplicado los cambios recomendados, los médicos pueden solicitar que el conductor sea
reevaluado por la agencia estatal de licencias. El propio conductor o un miembro de la familia
cercana pueden solicitar una nueva prueba. Puede incluir pruebas de visión y pruebas escritas y en
carretera.
Las regulaciones de los diferentes estados con respecto a las licencias de conducción varían entre
sí. Por ejemplo, en algunos estados, los conductores deben volver a someterse a un examen
práctico efectuado por la autoridad de licencias estatal para mantener una licencia. Las
regulaciones estatales que requieren que los médicos denuncien a los conductores con ciertas
afecciones médicas y/o preocupaciones de seguridad también son variables. En algunos estados,
los médicos están obligados a informar de cualquier conductor que se considere inseguro. Otros
estados disponen de mecanismos para que los familiares denuncien de forma confidencial a un
conductor mayor de la familia por problemas de conducción. Es importante que las personas se
pongan en contacto con su propio departamento estatal de licencias (como el Departamento de
Vehículos Motorizados) para conocer las regulaciones específicas de su Estado. Las leyes que
regulan la posesión y la renovación de una licencia de conducción para los conductores de edad
avanzada también varían de un país a otro.

Signos de alarma de una conducción insegura

Los conductores de edad avanzada y sus familiares pueden tener en cuenta los factores
Los conductores de edad avanzada y sus familiares pueden tener en cuenta los factores
siguientes para determinar si aún es seguro continuar conduciendo:
• ¿Se pierden al conducir, olvidan el destino mientras conducen o regresan a casa tarde
de un viaje de rutina?

• ¿Se preocupan los amigos o familiares por su forma de conducir o han preferido no
acompañarles en el automóvil?

• ¿Han tenido más percances últimamente?

• ¿Tienen dificultades para ver otros vehículos y leer y reaccionar ante las señales de
tráfico?

• ¿Les producen ansiedad los atascos, los cruces con mucho tráfico o hacer giros a la
izquierda?

• ¿Conducen demasiado despacio o demasiado rápido?

• ¿Consideran que los demás conductores conducen demasiado rápido?

• ¿Les resulta estresante o cansado conducir o se enojan o se confunden mientras


conducen?

• ¿Les molesta el resplandor de las farolas o de los faros de los vehículos que se
aproximan?

• ¿Tienen problemas para girar el volante, empujar los pedales, mirar por encima de su
hombro al dar marcha atrás, evitar los bordillos, mantenerse en el carril o aparcar?

• ¿Confunden a veces el pedal del acelerador y el pedal del freno?

• ¿Han sufrido accidentes en el último año en los que tuvieron la culpa o les ha parado la
policía debido a su forma de conducir?

• ¿Se han caído en los últimos 1 o 2 años?

• ¿Toman decisiones demasiado despacio o toman decisiones incorrectas cuando


conducen?

• ¿Se olvidan a veces de usar los espejos, respetar las señales de tráfico o comprobar el
tráfico que viene en sentido contrario?

Los conductores de edad avanzada y sus familiares para quienes cualquiera de estas
cuestiones suponga un problema pueden querer hablar con su médico o consultar con un
especialista en rehabilitación para la conducción acerca de cómo mejorar la seguridad.

Más información
Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el
MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.
Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA, por sus siglas en inglés): Senior Driver Safety and
Mobility (Seguridad y Movilidad de los Conductores Mayores): Un recurso que proporciona
información sobre autoevaluaciones de conducción, características de seguridad para el automóvil
disponibles y regulación legislativa de la licencia para conducir en el caso de personas mayores
AAA (siglas en inglés para Asociación Estadounidense del Automóvil): AAA: CarFit: Un recurso que
proporciona información sobre cómo adaptar el vehículo de una persona para optimizar la
proporciona información sobre cómo adaptar el vehículo de una persona para optimizar la
seguridad
AAA (siglas en inglés para Asociación Estadounidense del Automóvil): RoadWise Driver: Un
programa de conducción defensiva para personas de edad avanzada centrado en ayudarles a
adaptarse a los diversos cambios relacionados con la edad que afectan a la capacidad de
conducción
AAA (siglas en inglés para Asociación Estadounidense del Automóvil): Evaluate Your Driving Ability:
(Evalúe su capacidad para la conducción): Un recurso que proporciona información sobre las
evaluaciones de conducción, cómo se puede hacer una autoevaluación o dónde se puede obtener
una evaluación profesional de la conducción
Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas (AARP, por sus siglas en inglés): Driver Safety
Program (Programa para la Seguridad de los Conductores): Un recurso que proporciona
información sobre evaluaciones de la conducción y cursos de actualización de la conducción
AARP: We Need to Talk (Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas, AARP por sus siglas en
inglés: Necesitamos Hablar): Un recurso para los familiares y cuidadores de conductores de edad
avanzada sobre cómo acercarse a ellos para que consideren la idea de limitar su conducción o
dejar de conducir
Alzheimer's Association: Dementia and Driving (Asociación para el Alzheimer: Demencia y
Conducción): Un recurso que ayuda a las personas con demencia a planificar cómo dejar de
conducir
MyCarDoesWhat.org (Qué hace mi coche): Un recurso que ayuda a las personas a conocer las
características de seguridad que ofrece su vehículo personal
American Occupational Therapy Association: Find a Driving Rehabilitation Provider (Asociación
Estadounidense de Terapia Ocupacional: Cómo encontrar un Servicio de Rehabilitación para la
Conducción): Un recurso que proporciona información sobre cómo encontrar servicios de
rehabilitación para la conducción
USAging: Transportation (Envejecer en Estados Unidos: Transporte): Un recurso que proporciona
opciones de transporte para las personas que ya no conducen
National Highway Traffic Safety Administration: Understanding Older Drivers (Administración
Nacional para la Seguridad en la Conducción por Autopista: Comprender a los Conductores
Mayores): Un recurso para los familiares y cuidadores de los conductores de edad avanzada sobre
cómo hablar con ellos sobre la conducta durante la conducción y cómo acercarse a ellos para
considerar la idea de limitar la conducción o dejar de conducir
The Hartford: At the Crossroads: Family Conversations About Alzheimer’s Disease, Dementia &
Driving (The Hartford: En la Encrucijada: Conversaciones Familiares sobre la Enfermedad de
Alzheimer, Demencia & Conducción): Un recurso para personas mayores, familiares y cuidadores
sobre cómo y cuándo ayudar a un conductor mayor a dejar de conducir
Eldercare Locator (Localizador de Cuidados para Mayores): Un recurso que proporciona servicios a
los adultos mayores y sus familias
U.S. Food and Drug Administration (FDA): Some Medicines and Driving Don't Mix

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