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NOMBRES:

OSWALDO ANDRES PEREZ ULLOA

ALAN LUIS ANDRADE ZABALETA

ACTIVIDAD 3: PENSANDO EN SABERES DE OTROS

Las comidas en las culturas contienen un significado de sacralidad y de ritualidad al


momento de acercarse a compartir con los amigos y familiares, de hecho es una práctica
cotidiana que invita a entender que el otro es importante y por eso se le invita a comer; de
esta manera en la comida se desarrollan nuevas formas de relaciones entre los humanos; al
respecto Castro ( 2018), explica la importancia del reconocimiento de nuevas formas de
relación entre los miembros de las comunidades humanas, como es el caso de la gestación
permanente de redes, de plataformas de comunicación y de intercambio, que son cada vez
“más especializadas y globalizadas, y que de hecho marcan definitivamente las maneras de
enfrentar la vida humana y por ende, las características de la ciencia y del pensamiento. No
hay manera hoy de establecer intercambio científico fuera y alejado de las redes sociales de
comunicación que se han impuesto en el mundo” ( Castro, 2018,p. 48).

Lo que ha propiciado estos intensos vínculos de la comunicación humana está


relacionado con diferentes razones. Entre ellas, “la exigencia de cubrir necesidades, la
búsqueda de satisfacer deseos, o el intento de resolver conflictos o problemas. Las razones
pueden ser muchas más, pero lo real es que nos parece a nosotros bastante difícil, por no

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decir imposible, lograr la solución de problemas, cubrir las necesidades o satisfacer los
deseos de las personas desde una manera aislada o autárquica” ( Castro, 2018, p. 49).

Por ejemplo, para los investigadores mayas la educación es posible desde la


admiración y comprensión de lo que son como parte del pueblo maya. Es necesario celebrar
el arte de la elaboración de nuestra ropa, el aprendizaje y la recuperación de nuestra
palabra-idioma, el hacer de nuestras ceremonias. Así, “descubrió la potencialidad de la
juventud y su madurez política. Permitió algo sumamente interesante para los mayas: la
percepción de una otredad intra-maya y la visualización de una otredad de los mayas en una
versión no opresora sino emancipadora” ( leyva, X. J. Alonso, R. A. Hernández, A.
Escobar, A. Köhler, et al, 2018, p. 1059.

Por lo anterior, nace la neciedad de comprender que en la educación se desarrollan


prácticas intercultares que son necesarias para la evolución de las instituciones educativas y
desde luego para el crecimiento de toda una comunidad. En ese sentido, hablar de
interculturalidad es mucho más sencillo que vivirla en la vida práctica. Como resultado de
la experiencia en la que participé en una etapa inicial, cuya responsabilidad y continuidad
estuvo a cargo de dos colegas no indígenas, corroboré la importancia de la co-labor para un
aprendizaje intercultural dirigido a la emancipación social y la descolonización de los
saberes y supuestos occidentales.
Por ejemplo, desde un enfoque intercultural, colaborar, en ese sentido, significó para
los no indígenas involucrados co-participar con los educadores indígenas en la co-
teorización y co-autoría de un diseño curricular alternativo, “sustentado éste a su vez en la
participación activa de los primeros y de otros educadores-campesinos en las actividades
que realizan los comuneros, incluidas aquellas relacionadas con el trabajo en la milpa, la
autorreproducción familiar y los actos festivos y ceremoniales” (Castro, 2018, p.239. Una
lección que ya habíamos aprendido es que la colaboración no se opone a la co-teorización.
La investigación-acción –“entre otros enfoques libertarios– supone a veces que la consulta
a y la participación de las comunidades en el diseño y la operación de proyectos de
beneficio comunitario conllevan en sí mismas, y de manera más o menos inmediata, una

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acción libertaria” ( leyva, X. J. Alonso, R. A. Hernández, A. Escobar, A. Köhler, et al,
2018, p. 105).

Las formas de apropiación y de relación con la naturaleza han sido y son diferentes
en las sociedades humanas. La diversidad de técnicas y de saberes expresan la complejidad
de la acción y del trabajo humano en todas las sociedades. Pero, diferencia no es lo mismo
que desigualdad. Lo que vemos junto a la diferencia del saber es también desigualdad en el
conocimiento y en las técnicas. Conviene enfrentar y desenredar esta madeja. La diferencia
es enriquecedora, expresa la diversidad del mundo, la inteligencia y la capacidad
transformadora y el trabajo de los seres humanos. La sociedad, sin embargo, muestra que
algunos individuos y sociedades se han apropiado de la naturaleza en detrimento de muchos
otros.
Por eso, la desigualdad expresa esta apropiación por parte de unos pocos. Esta
realidad va desde la apropiación del conocimiento, de la técnica, los recursos y del trabajo y
ha generado la exclusión de muchos seres humanos. Ciertamente estamos ante una
expresión gigantesca de desigualdad social. En el mundo moderno e industrial se ha
utilizado el carbón, el gas y el petróleo como fuentes de energía. La utilización de esta
energía, “proveniente de combustibles fósiles, ha organizado el mundo moderno y la vida
del planeta en función de los intereses de la industria. La revolución industrial basada en
esta matriz energética muestra una manera específica de reproducir la sociedad humana”
( Castro, 2018, p. 101).

La interculturalización de las universidades y el establecimiento institucional de


espacios de convivencia intercultural implica la creación de instancias y prácticas de
intercambio y comunicación entre los actores representantes de esta diferencia, así como
también entre sus intereses, demandas, conocimientos y saberes. Es decir, se trata de
construir progresivamente espacios de convivencia y caminos de diálogo y comunicación
que superen el etnocentrismo hegemónico y el prejuicio de que el conocimiento es
patrimonio de tal o cual sociedad y que, como dueña de éste, esa sociedad tiene la
responsabilidad y la legitimidad para imponerlo a las otras.

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Frente a este desafío, los actuales programas de formación especial o de acción
afirmativa dirigidos a estudiantes mapuche, si se conciben como instrumentos y no como
objetivos en sí mismos, pueden resultar un dispositivo importante. Fundamentalmente
porque pueden constituirse en instancias y medios a partir de los cuales transformar las
relaciones de exclusión, etnocentrismo, monoculturalidad y monolingüismo que
transversalizan el quehacer universitario (Tubino 2006). Es decir, pueden contribuir a
romper “el bloqueo institucional, intercultural y epistémico” de la educación superior en su
relación con el pueblo mapuche, en la medida en que las instituciones puedan ser capaces
de concebir esta relación con una mayor complejidad que la que posee el abordaje que
prevalece actualmente” ( leyva, X. J. Alonso, R. A. Hernández, A. Escobar, A. Köhler, et
al, 2018, p. 1059.

Esta humanización de todo lo real genera la paradoja del descentramiento de la


persona humana porque ésta se convierte en una más de las entidades inteligentes que viven
en lo que así resulta ser la Madre Tierra. Inmerso en la matriz cultural maya
mesoamericana, el sujeto no entiende ni vive la realidad como un conjunto de fragmentos y
estancos separados e incomunicados entre sí, y la construcción y el sentido de esa realidad
no responden unívocamente a las categorías estratégicas del pensamiento occidental. Estas
categorías escinden la realidad, por ejemplo, en sociedad y naturaleza, emoción y razón,
mente y cuerpo, cuerpo y espíritu, etc. Si bien el conjunto de los elementos culturales
considerados mesoamericanos son muchos más, hemos puesto atención a cuatro pautas
culturales que consideramos relevantes para los mayas contemporáneos, a saber:
1. La inseparabilidad de lo sociocultural y lo natural. Que se observa
en la esfera de la praxis como una relación triádica siempre establecida
entre: a) los seres humanos, b) su entorno vital (tierra, agua, atmósfera,
ecosistemas, etc.), y c) los productos creados o extraídos de ese entorno
vital. Esta forma de abordar los procesos de transformación de la realidad
expresa, a la vez, una concepción sobre ésta y se proyecta a todos los
ámbitos de la vida. 2. La humanización de la realidad. Pauta que genera un

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efecto de: a) vitalización de lo inanimado y permite, b) la comunicación con
diferentes entidades, cosas y seres no humanos; genera también c) el
descentramiento del ser humano. 3. La sacralización del mundo. Pauta que
resulta de la interacción entre: a) universos simbólicos asociados a una
cosmovisión, y b) una epistemología maya con c) las prácticas sociales que
transforman la reali ( leyva, X. J. Alonso, R. A. Hernández, A. Escobar, A.
Köhler, et al, 2018, p. 124.

En suma, la voluntad de prevalecer, pautra que aparece como un complejo estructural que
articula entre sí a: a) patrones de adecuación estratégica para sobrevivir, b) prácticas de
resistencia cultural, y c) procesos que conectan recurrentemente con la matriz cultural maya
mesoamericana. En la voluntad de prevalecer, la conexión con la matriz cultural
mesoamericana se produce por la d) implicación de las tres primeras pautas
(inseparabilidad, humanización y sacralización) en procesos y acciones de resistencia a la
imposición, la supresión y la enajenación cultural.

Todo esto nos coloca, además, en el centro de un debate epistemológico, ontológico,


político y subjetivo de actualidad y nos lleva a preguntarnos: ¿desde dónde se produce
conocimiento y qué espacios esta producción le da a los diferentes lugares de enunciación y
cosmovisiones? “ ¿Cuánto espacio y reconocimiento tienen la intuición y la subjetividad?
¿Cuánto la cotidianeidad o los nuevos significantes, como el cuerpo? ¿Cuánto se recupera
de aquello que fue característico de los inicios de la producción teórica y política de los
feminismos latinoamericanos?” ( Castro, 2018, p, 59).

La necesidad de una perspectiva permanentemente transversal, que conjugue


reconocimiento con redistribución de recursos, del poder y del conocimiento, que
reconozca y dé valor cognitivo y epistémico a los “otros” saberes, que recupere activamente
la parcialidad de los conocimientos y la ausencia de conocimientos privilegiados, parece
crucial en un momento en que, como señala María del Carmen Feijóo (1996), el contexto
del neoconservadurismo genera cambios que parecían imposibles. Más que nunca la
complicidad de los saberes en su búsqueda de nuevas “tablas de la ley” y la defensa

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irrestricta de la democracia –ampliada a todos los espacios y niveles de la sociedad y de la
producción de conocimientos– aparecen como un reto fundamental.

REFERENCIAS

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Castro, A. (2018). Capítulo 1. La filosofía de la mixtura. En Castro, A., El desafío de un
pensar diferente – Pensamiento, sociedad y naturaleza. pp. (29 - 41).

Castro, A. (2018). Capítulo 5. La sociedad como plasmación de su propio saber. En Castro,


A.,  El desafío de un pensar diferente – Pensamiento, sociedad y naturaleza. pp. (93
- 105).

Nahuelpan, H. (2018). Capítulo 3. Los desafíos de un diálogo epistémico intercultural:


pueblo mapuche, conocimientos y universidad. En Leyva, X. J. Alonso, R. A.
Hernández, A. Escobar, A. Köhler [et al.]. (2018). Prácticas otras de
conocimiento(s). Entre crisis, entre guerras Tomo I. pp. (159 - 180).

Intzín, López, J. (2018). Capítulo 4. Ich’el-ta-muk’: la trama en la construcción del Lekil-


kuxlejal. Hacia una hermeneusis intercultural o visibilización de saberes desde la
matricialidad del sentipensar-sentisaber tseltal. En Leyva, X. J. Alonso, R. A.
Hernández, A. Escobar, A. Köhler [et al.]. (2018). Prácticas otras de
conocimiento(s). Entre crisis, entre guerras Tomo I. pp. (181 - 198).

García, L. X., Mendizábal, S. (2018). Capítulo 5. Del encantamiento a la colisión.


Interculturalidad y espiritualidad en una investigación democrática y participativa. 
En Leyva, X. J. Alonso, R. A. Hernández, A. Escobar, A. Köhler [et al.].
(2018). Prácticas otras de conocimiento(s). Entre crisis, entre guerras Tomo I. pp.
(199 - 224).

Bertely, Busquets, M. (2018). Capítulo 6. De la antropología convencional a una praxis


comprometida. Colaboración entre indígenas y no indígenas en un proyecto
educativo para construir un mundo alterno desde Chiapas, México.  En Leyva, X. J.
Alonso, R. A. Hernández, A. Escobar, A. Köhler [et al.]. (2018). Prácticas otras de
conocimiento(s). Entre crisis, entre guerras Tomo I. pp. (225 - 252).

Bastian,  Duarte, A. I., Berrío, Palomo, L. R. (2018). Capítulo 19. Saberes en diálogo:
mujeres indígenas y académicas en la construcción del conocimiento. En  Leyva, X.

7
J. Alonso, R. A. Hernández, A. Escobar, A. Köhler [et al.]. (2018). Prácticas otras
de conocimiento(s): Entre crisis, entre guerra Tomo II. pp. (107 - 132).

Vargas, Valente, V. (2018).  Capítulo 21. Itinerario de los otros saberes.  En Leyva, X. J.
Alonso, R. A. Hernández, A. Escobar, A. Köhler [et al.]. (2018). Prácticas otras de
conocimiento(s): Entre crisis, entre guerra Tomo II. pp. (151 - 172).

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