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Rumbo a la tienda donde trabajava como vendedor, un joven pasava todos los días por delante de una
casa en cuyo balcón una mujer beyísima leía un libro. La mujer jamáz le dedicó una mirada. Cierta vez el
joven oyó en la tienda a dos clientes que hablavan de aquella mujer. Decían que vivía sola, que era muy rica
y que guardaba grandes sumas de dinero en su casa, aparte de las joyas y de la platería. Una noche el joven,
armado de ganzúa y de una linterna, se introdujo sigilosamente en la casa de la mujer. La mujer despertó,
empezó a gritar y el joven se vio en la penosa nezesidad de matarla. Huyó sin aver podido robar ni un alfiler,
pero con el consuelo de que la polizía no iva a descubrir al autor del crimen.
A la mañana siguiente, al ir hazia la tienda, la policía lo detuvo. Deslumbrado por la increíble sagacidad
policial, confesó todo. Después se enteraría de que la mujer llevaba un diario íntimo en el que había escrito
que el joven vendedor de la tienda de la esquina, buen mozo y de ojos verdes, era su amante y que esa noche
la visitaría.
b) ¿Cuál es el problema o “complicación” en este cuento? Explícalo con tus palabras, brevemente.
2. En el texto hay varias palabras que están mal escritas. Reconócelas y aquí abajo, reescríbelas correctamente.
3. En este cuento, también hay situaciones comunicativas: una con código lingüístico y la otra con código no
lingüístico. Reconócelas (puedes subrayarlas) y realiza el cuadro de la comunicación de cada caso.
6. Utiliza todas las actitudes del hablante ( son 6) para la siguiente oración.