Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Responder:
Ficha técnica:
Genero: Dramático
Duración: 138 minutos
Director: Stijn Coninx
Año: 1993
Actores: Jan Decleir, Gérard Desarthe, Johan Leysen
“Despertado el prurito revolucionario que desde hace ya tiempo agita a los pueblos, era de
esperar que el afán de cambiarlo todo llegara un día a derramarse desde el campo de la
política al terreno, con él colindante, de la economía. En efecto, los adelantos de la
industria y de las artes, que caminan por nuevos derroteros; el cambio operado en las
relaciones mutuas entre patronos y obreros; la acumulación de las riquezas en manos de
unos pocos y la pobreza de la inmensa mayoría; la mayor confianza de los obreros en sí
mismos y la más estrecha cohesión entre ellos, juntamente con la relajación de la moral,
han determinado el planteamiento de la contienda. Cuál y cuán grande sea la importancia
de las cosas que van en ello, se ve por la punzante ansiedad en que viven todos los
espíritus; esto mismo pone en actividad los ingenios de los doctos, informa las reuniones de
los sabios, las asambleas del pueblo, el juicio de los legisladores, las decisiones de los
gobernantes, hasta el punto que parece no haber otro tema que pueda ocupar más
hondamente los anhelos de los hombres.
Así, pues, debiendo Nos velar por la causa de la Iglesia y por la salvación común, creemos
oportuno, venerables hermanos, y por las mismas razones, hacer, respecto de la situación de
los obreros, lo que hemos acostumbrado, dirigiéndoos cartas sobre el poder político, sobre
la libertad humana, sobre la cristiana constitución de los Estados y otras parecidas, que
estimamos oportunas para refutar los sofismas de algunas opiniones. Este tema ha sido
tratado por Nos incidentalmente ya más de una vez; mas la conciencia de nuestro oficio
apostólico nos incita a tratar de intento en esta encíclica la cuestión por entero, a fin de que
resplandezcan los principios con que poder dirimir la contienda conforme lo piden la
verdad y la justicia. El asunto es difícil de tratar y no exento de peligros. Es difícil
realmente determinar los derechos y deberes dentro de los cuales hayan de mantenerse los
ricos y los proletarios, los que aportan el capital y los que ponen el trabajo. Es discusión
peligrosa, porque de ella se sirven con frecuencia hombres turbulentos y astutos para torcer
el juicio de la verdad y para incitar sediciosamente a las turbas”.
1
AlainThomasset,“Dignità della persona umana”, Aggiornamentisociali, gennaio2012. pp.71-74.
Primer capítulo
1.1 Definición:
La moral social es la parte de la ética que estudia el valor moral del comportamiento
humano en el ámbito de las relaciones sociales. Trata preferentemente del comportamiento
de las personas en relación con los demás, en cuanto viven en sociedad, en unas estructuras
y ámbitos determinados. La moral social “tendrá por objeto la reflexión crítica sobre las
estructuras sociales existentes y la acción colectiva encaminada a la reforma de esas
estructuras o a la instauración de unas estructuras nuevas” .
Decimos la moral de una sociedad tiene su manifestación primera y más aparente en las
“costumbres” (Mores). El conjunto de constumbres morales aceptadas por un grupo
constituyen el Êthos de esa comunidad humana. De ahí que la pregunta moral en este
campo tenga encuenta el nivel sociologico de la realidad ética en un doble sentido:
- Como punto de partida: Cualquier reflexión moral sobre la vida social ha de partir de
los datos de la realidad. Se dan por medio de encuentas y estadisticas, estudios de
antropología cualtural, estudios de crítica social
- Como punto de llegada: En cuanto que la moral tiene por cometido “transformar” las
costumbres. Esta tranformación la situamos en los siguientes aspectos de la vida social:
Los esquemas de valores, en las pautas de comportamiento y en conjunto de
aspitaciones que orientan los cambios sociales.
«Mientras que la ética personal tiene por objeto y por contenido la acción que yo ejerzo
sobre mí mismo para establecer en mi opción y, de modo más general, en mi estilo de
vida un cierto orden que esté en armonía con determinados valores, la ética social
tendrá por objeto la reflexión crítica sobre las estructuras sociales existentes y la acción
colectiva encaminada a la reforma de esas estructuras o a la instauración de unas
estructuras nuevas, entendiendo que esta reflexión y esta acción están presididas por
una cuestión ética fundamental… ¿Qué tipo de hombre queremos construir?»2
Tambien es necesario agregarle otro adjetivo: “cristiana”, así pues, en el presente apartado
hablamos de moral social cristiana, y su objetivo que es: “cómo debe ser la vida en
sociedad según la fe cristiana”.
Diría Flecha: «la teología moral social puede ser presentada como la mediación de la fe en
el ámbito de las realidades sociales. Es la reflexión sistemática, a la luz de la fe, sobre los
2
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Entre la utopía y la realidad, curso de moral social»,15-16.
valores y responsabilidades que demandan el compromiso de la persona en el mundo social
y determinan el discernimiento sobre la eticidad de las estructuras.»3.
Para inferir, que: la Moral Social Cristiana tiene por cometido reflexionar sobre las
opciones éticas concretas que hacen su aparición dentro del horizonte de la sociedad, y
específicamente a la luz de la fe en Cristo.4
Por otra parte, Sollicitudo Rei Socialis (1987) afirma la neutralidad de la Iglesia frente a los
sistemas económicos, en este sentido, la Iglesia en la moral social, no representa ninguna
ideología, sino que es una fiel abogada de la dignidad del hombre, el documento aclara:
La doctrina social de la Iglesia no es, pues, una “tercera vía” entre el capitalismo liberal y el
colectivismo marxista, y ni siquiera una posible alternativa a otras soluciones menos
contrapuestas radicalmente, sino que tiene una categoría propia. No es tampoco una
ideología, sino la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre las
complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el contexto internacional, a
la luz de la fe y de la tradición eclesial. Su objetivo principal es interpretar esas realidades,
examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca del hombre
y su vocación terrena y, a la vez, trascendente, para orientar en consecuencia la conducta
cristiana (...) y tiene como consecuencia el compromiso por la justicia según la función,
vocación y circunstancias de cada uno. (n.41).
La moral social se inserta dentro de los cuadros de la llamada “moral concreta”, que es la
parte de ls sintesis teologica – moral en la que se somenten a reflexión los problemas
concretos y diversificados del compromiso ético de los cristianos.
Asi pues, “la moral social Cristiana” tiene por cometido reflexionar sobre las opciones
éticas concretas que hacen su aparición dentro del horizonte de la “sociedad”. De este modo
daremos respueta al interrogante con el que termina la “Ética de la persona”; la exigencia
de una “mas allá del personalismo ético”. Una moral social fundamental (Fundamentos
3
J. FLECHA ANDRÉS, «Moral Social, la vida en comunidad», 23.
4
M. VIDAL, «Moral de actitudes tomo tercero Moral Social», 8.
teoricos de la moral social: historica y sístemtica) y una moral moral social concreta, los
problemas morales que suscita el compromiso social del cristiano5.
1.3. Método
En nuestro estudio moral es necesario tener una visión objetiva de la realidad, para ello es
imprescindible indagar distintas fuentes del conocimiento, de no ser así corremos el riesgo
de parcializar la verdad. Por esto, no dependemos de una sola fuente de información, por el
contrario, encontramos que las ciencias, sobre todo las sociales hacen muchos aportes.
Concluimos pues, diciendo que la moral social es una ciencia interdisciplinar basada en dos
bloques: la Sagrada Escritura y la razón humana (Carvajal, et al., 1998).
En nuestro estudio moral es necesario tener una visión objetiva de la realidad, para ellos es
imprescindible indagar distintas fuentes del conocimiento, de no ser así corremos el riesgo
de parcializar la verdad. Por esto, no dependemos de una sola fuente de información, por el
contrario, encontramos que las ciencias, sobre todo las sociales hacen muchos aportes.
Concluimos pues, diciendo que la moral social es una ciencia interdisciplinar basada en dos
bloques: la Sagrada Escritura y la razón humana (Carvajal, et al., 1998).
En primer lugar, la teología moral cristiana está basada en la Sagrada Escritura porque “es
ésta el alma de la teología” (Dei Verbum, et al., 1965, n. 24), y “la teología moral ha de ser
nutrida con mayor intensidad por la doctrina de la Sagrada Escritura” (Optatam Totius, et
al., 1965, n. 16). Bien conocemos, que para los cristianos el criterio fundamental para la
vida en sociedad ha de ser el actuar de Jesús, descubierto sobre todo en los Evangelios.
Pero, toda la Biblia es Palabra revelada y fuente de moralidad para el creyente.
Sin embargo, descubrimos un problema al poner la Biblia como base de la moral social, y
este es que, muchos de los problemas sociales, sobre todo los actuales, no tendrán respuesta
directa y literal en la Sagrada Escritura, por ello es necesario un trabajo hermenéutico para
lograr que de alguna forma responda a aquello que no se planteaba en el momento de la
redacción (Carvajal, et al.,1995).
Por otra parte, afirmábamos que la razón humana constituía otro bloque de la metodología
de la moral social cristiana, en este punto diremos citando a (Carvajal, et al., 1995) que,
“para que nuestro discurso ético tenga tambien validez para quienes no comparten nuestra
fe, o al menos nos permita dialogar con ellos, no podemos basarnos unicamente en la
Escritura, necesitamos emplear argumentos de la razón” (p. 15). Por lo anterior la moral
social en su segunda base estará ayudada por las ciencias, sobre todo las humanas y
sociales.
5
Cf. VIDAL, Marciano, Moral de Actitudes III, 7 – 17.
Concluimos diciendo que, la metodología de la moral social cristiana, es como una balanza
entre la razón humana, (ciencias sociales) y la Revelación divina (Sagrada Escritura).
El Reino de Dios es el núcleo central del N.T, que Jesús anuncia como mensaje de
salvación a todos los hombres.
El Reino se inaugura en el acontecimiento y persona de Jesucristo. El ha cumplido en su
vida, muerte y resurrección la Alianza definitiva de Dios con los hombres.
El Reino sólo se revelará en plenitud en un futuro último y esta realización plena en
nosotros, pertenece a la promesa escatológica que se acerca.
El Reino se va haciendo – Ya- presente en la medida que se va verificando “la
comunión de todos los hombres y mujeres entre Sí y con Dios, la filiación y la
fraternidad.
El Reino, guarda siempre un – No Todavía-. Existe una tensión escatológica (un ya
pero todavia no), una tensión entre el presente no terminado y el futuro pleno por hacer.
Desde el horizonte del Reino de Dios, la moral social cristiana aparece como:
a. Dimensión teocentrica ó religiosa: Antes que nada la justicia aparece como una
exigencia para con Dios que quiere se cumpla su proyecto de justicia. Por ejemplo, el
profeta Isaías 5,7 pone en boca de Yahvé: “Esperaba de ellos Justicia y hay asesinatos;
esperaba rectitud, y hay gritos de opresión”.
b. Dimensión comunitaria: Es la reciprocidad en la comunidad de la Alianza. Aparece
como responsabilidad hacia el prójimo, preferencialmente con los más débiles. El
capítulo 25 del Libro del Levítico, por ejemplo, nos presenta una serie de leyes sociales
fundadas en la solidaridad nacional, en la propiedad de Yahvé sobre la tierra, en la
protección del pobre por Yahvé, porque Yahvé es liberador (Dt 24, 17-18). Así, el año
sabatico, aparte de ser un año de cultivo beneficioso para la tierra, da margen a los
israelitas para dedicarse a otras actividades religiosas, culturales, comunitarias. Lo que
produzca la tierra servirá para él, sus siervos, los jornaleros, los extranjeros:”.. La tierra
tendrá también su descanso en honor de Yahvé. Seis años sembrarás tu campo, seis
años podarás tu viña y cosecharás sus productos, pero el séptimo año será de completo
descanso para la tierra (...) Lo que produzca la tierra durante su descanso os servirá de
comida a ti, a tu siervo, a tu sierva, al jornalero y al emigrante" (Lv 2 5, 1-7). el año
jubilar (Lv 25, 8 –17), que se celebraría cada 49 años, al séptimo años sabático. Las
propiedades: casas y campos – empeñados – debían volver a sus primitivos propietarios
sin que medie pago alguno, los esclavos hebreos debían quedar en libertad. El sentido
profundo de estas legislaciones protectoras es que Dios no permite que nadie acumule
los bienes de los demás. La tierra es de Dios. Señala, pues, una meta de justicia e
igualdad muy elevadas tuteladas por Yahvé. La responsabilidad hacia el prójimo se
concreta de un modo particular en la legislación con respecto a los débiles: esclavos,
huérfanos, forasteros, viudas... Y en la prohibición del préstamo a interés, en la tutela
del salario diarios... Así por ejemplo: “ Si tu hermano se empobrece (..) lo mantendrás
como forastero o huésped, para que pueda vivir junto a ti. No tomarás de él interés (..).
Lv 25,35 – 55). La presencia del pobre es siempre una interpelación a la solidaridad (Dt
15, 7 – 11). Además, hay que moderar los instintos de avaricia y de crueldad, que
pueden ligarse inconscientemente a la propiedad, en contra de los pobres (DGT 24, 14 –
15).
c. Dimensión juridica o legal: La Ley es expresión y actuación de la justicia. Es la manera
de ordenar la vida de Alianza. Sirve para definir el derecho de cada uno a vivir en la
seguridad y la paz. Subyace siempre el valor que protege la norma. La frecuente
expresión “la justicia y el derecho “ indica el sentido del juicio recto, el ejercicio
correcto de la justicia regulada por la Ley. Y ésta es expresión de la voluntad de Yahvé.
Por eso podemos entender la justicia como fidelidad a la Ley de Dios (Dt 6, 25).
a. Denuncian la practica de la injusticia: Alzan su voz ante todo, para defender el derecho
del humilde, del pobre, de la viuda, del huérfano, del extranjero, del asalariado... Así
Am 8, 4-6:
- Denuncia a los ricos que hacen la vida imposible a los pobres, Os 4, 1-2: de manera más
generalizada a todo Israel, (Miq 2,1-2; Is 61, 1-3. 1,17 –18)
- Denuncian un culto vacío o una religion sin etica: De nada valen las practicas de
piedad si no van acompañadas de una vida social justa (Am 5,21 – 25; Is 1,10-16; 58,34
1; Mq 6,5-8; Sal 50,545. 51, 18-19; Jr 7, 4-7). Una radicalización en el Evangelio: Mt
12,7. 9 – 14. 15, 1-7. 23,23.
b. Anuncian una intervención positiva del mesías: Hay una promesa de Justicia y Paz
mesiánicas.
Las Sagradas Escrituras juegan un papel fundante en la Moral Social, como nos diría
Mifsud, «el lenguaje teológico es un discurso Social no tan solo porque la persona humana
es un ser social sino también por ser un discurso sobre el Dios que actúa en la historia y en
la vida del hombre y la mujer.» 6 Y termina siendo una voz para las realidades de hoy por
ser Palabra revelada.7
6
T. MIFSUD, «Moral Social, lectura solidaria del Continente»,137.
7
T. MIFSUD, «Moral Social…»,138.
Flecha nos plantea: «los textos bíblicos invocados son recordados a modo de confirmación
de afirmaciones que han nacido de la experiencia humana y han sido estructuradas y
aclaradas por la razón.»8 Por ello, decimos con toda seguridad que ya hay una opción clara
de Jesús por los pobres.9 Se nota a lo largo de todo el Evangelio, es el caso de las
Bienaventuranzas: “Bienaventurados los pobres en el Espíritu porque de ellos es el Reino
de los Cielos” (Mt 5, 3), y así Jesús recomendó muy insistentemente las obras de
misericordia respecto a los pobres y a los necesitados (Cf. Mt 6, 19-34; Lc 12, 3-34).
Es más ejemplificó el ideal del amor gratuito en la invitación a los Pobres: “cuando des un
banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado” (Lc 14, 13).10
Finalmente, Jesús se identificó con los Pobres al anunciar que la historia y cada uno de los
hombres habrán de ser juzgados precisamente por su acogida o rechazo hacia los
marginados: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis
hermanos más pequeños conmigo lo hicisteis” (Cf. Mt 25, 40). Lo anterior nos lleva a
inferir la variada riqueza que la Sagrada Escritura nos puede ofrecer a la Moral Social,
aunque esta proyección ético-social pueda estar condicionada, y a veces hasta limitada, por
las circunstancias culturales y sociopolíticas de la época, que no le permiten manifestarse
plenamente en la integridad de sus exigencias.11
Luego la enseñanza de los Santos Padres fue por lo general poco orgánica, de ellos
conservamos homilías y afirmaciones de carácter ocasional porque hoy se les presta una
especial atención por su índole profética, por lo tanto, es de gran importancia fijarnos en
algunos puntos concretos de esta época:
Partimos del presupuesto que los autores de esta época fundamentan su teología moral, en
referencias continuas a las Sagradas Escrituras. En el tema social, hablan de la riqueza y de
la pobreza, haciendo énfasis en el recto uso de los bienes, en función del servicio a los
demás. Las obras principales se encuentran en Clemente de Alejandría, San Cipriano, San
Basilio, San Gregorio Nacianceno y San Juan Crisóstomo (Galindo, et al., 1996).
Después de San Agustín, los autores eclesiásticos escribieron pocas obras con relación a lo
social, cabe mencionar a Abelardo (1142), en su obra Sic et non, trata de materias
económicas y sociales, pero estas sólo se exponen con claridad en las Sentencias de Pedro
Lombardo (1164).
Sigue el recorrido en la primera escolástica que elaboró tratados sistemáticos que tenían
como eje transversal la categoría ética de la justicia. Nos dice Luis González que, «el
tiempo de oro de la moral social fue la segunda escolástica (la que comienza con el
Renacimiento).
En la Edad Media se hace vital entender la reflexión que hace santo Tomás, quien se ve
influenciado por Aristóteles, «El mundo al que santo Tomás se acerca para conocerlo es un
8
J. R. FLECHA ANDRÉ, «Moral Social, la vida en comunidad», 30.
9
Cf. M. VIDAL, «Para comprender la ética cristiana», 241.
10
Cf. J. R. FLECHA ANDRÉ, «Las Bienaventuranzas, caminos de felicidad», 30.
11
A. LUCIANI, «Catecismo Social Cristiano», 34.
mundo ordenado que llega desde Dios hasta el más pequeños de los seres… Siguiendo a
Aristóteles define a la sociedad como un orden de reciprocidades en el que cada una de las
partes aporta y cambia servicios, que se orienta a la vida buena.» 12 Así como, el concepto
de justicia, que ocupa un lugar central en la teología moral, a partir de allí́, trata temas como
la propiedad, el trabajo, la producción y los sistemas comunitarios Esto nos permite
constatar cómo la Teología Moral se esforzó por dar a los problemas sociales una solución
cristiana.
A lo largo de los siglos XVI y XVII fueron apareciendo muchos tratados De Iustitia et Iure
que abordaron los temas sociales, políticos y económicos de aquella época con una
metodología interdisciplinar digna de alabanza.»13. Son como una mezcla de filosofía
moral, teología sistemática, ciencias jurídicas, el derecho canónico y una naciente ciencia
económica (Carvajal, et al., 1998).
En el siglo XVI la reflexión moral se concentra sobre todo en España, sobresalen allí́ las
universidades de Salamanca y la de Alcalá, su interés era darles soluciones cristianas a los
problemas morales. Juristas y teólogos elaboraron la carta de los derechos del hombre, el
código de derecho de los pueblos, entre otros escritos muy importantes a nivel
internacional. Los moralistas españoles adquirieron gran fama y eran consultados
frecuentemente por los reyes y hombres de negocios.
De la antigua moral de virtudes se pasa a las instituciones morales y más tarde a los
manuales, que establecieron una moral con base en los mandamientos. «La ética social
concretamente, dentro del marco del Decálogo, quedó encajada en el quinto mandamiento
y, sobre todo, en el séptimo.»14 El resultado que tenemos de ello, es una moral casuística y
muy individualista, preocupada por formar confesores y resolver casos de conciencia. Pero
no meditó con profundidad sobre los nuevos problemas socioeconómicos surgidos en la
revolución industrial.15
Hasta finales del siglo XIX, la casuística sigue imponiéndose, pero, en 1891, el Papa León
XIII publica la encíclica Rerum Novarum, en ella la Iglesia pronuncia su voz frente al
problema social de la época y se convierte en un precedente para la reflexión moral en
12
R. M SANZ DE DIEGO, «Moral Política», 97.
13
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Entre la utopía y la realidad…», 21.
14
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Fieles a la Tierra, curso breve de Moral Social», 18.
15
L. GONZÁLEZ-CARVAJAL, «Fieles a la Tierra…», 19.
cuanto a lo social, a partir de ese momento nace lo que se llama el Magisterio Social de la
Iglesia.
El Magisterio Social de la Iglesia viene a darle un encause a la Moral Social, no como una
tercera vía16 entre dos sistema económicos, sino desde la Enseñanza del Magisterio dará las
luces necesarias para el respectivo vivir del cristiano. A partir de León XIII (1891) hasta
Francisco en Laudato Sí se descubre que la comunidad cristiana no está desligada del
mundo, sino todo lo contrario, responde a las problemáticas sociales desde el Evangelio.
Podríamos decir que desde Rerum Novarum, se escribe otra historia en la moral social,
hasta nuestros días.
16
La Iglesia deja claro que su doctrina social no es una «tercera vía», un camino intermedio entre el
capitalismo y el socialismo. No tiene nada que ver con una agenda económica o política, y no es un “sistema”.
Cf. T. WILLIAMS, Los fundamentos de la doctrina social cristiana, acceso: 11-06-2017, en,
http://es.catholic.net/imprimir.php?id=17915