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CLEMENTE DE ALEJANDRÍA

STROMATA I
Cultura y Religión

Introducción, traducción y notas de


Marcelo Merino Rodríguez

Editorial Ciudad Nueva


Madrid, 1996
.....

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de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la
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© Marcelo Merino Rodríguez

ISBN: 84-89651-06-X
Dep. Legal: M-19.914-1996

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SIGLAS

AAT Atti della Accademia delle Scienze di Torino. Classe di Scien-


ze morali, storiche e filologiche. T orino.
Ang Angelicum. Roma
AtPavia Athenaeum. Studi Periodici di Letteratura e Storia dell' An-
tichita. Pavia.
AugR Augustinianum. Roma.
BAC Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid.
Bibl Biblica. Roma
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ByFo Byzantinische Forschungen. Internationale Zeitschrift für By-
zantinistik. Amsterdam.
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CFC Cuadernos de Filología Clásica. Madrid.
ClPh Classical Philology. Chicago, Ill.
CQ The Classical Quarterly. Oxford.
ChH Church History. Chicago, Ill.
Div Divinitas. Roma.
DSp Dictionnaire de la Spiritualité, Ascétique et Mystique, ed.
por M. Viller. Paris.
EThL EphemerÍdes theologicae Lovanienses. Leuven.
ExpT The Expository Times. Edinburgh.
FilVit Filosofía e Vita. Torino; L'Aquila.
FRLANT Forschungen zur Religion und Literatur des Alten und Neuen
T estamentes. Gottingen.
FuP Fuentes Patrísticas. Ed. Ciudad Nueva. Madrid.
GCS Die griechischen christlichen Schriftsteller der ersten Jahr-
hunderte. Berlín.
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Helmántica Helmántica. Universidad Pontificia. Salamanca.
Her Hermes. Zeitschrift für klassische Philologie. Wiesbaden.
HeythropJ The Heythrop Journal. Heythrop College. University of
London; Oxen; Oxford.
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LumVi Lumiere et vie. St. Alban-Leysee.
MS Museum Helveticum. Base!.
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gen. Gottingen.
RAM Revue d'Ascétique et Mystique. Toulouse.
RBi Revue biblique. Paris.
RechSR Recherches de Science Religieuse. Paris.
REG Revue des études grecques. Paris.
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RFN Rivista de Filosofia Neoescolastica. Milano.
RHE Revue d'histoire ecclésiastique. Louvain.
RHR Revue de l'histoire des religions. Paris.
RHS Revue d'histoire des sciences et de leurs applications. Paris.
RPh Revue de Philologie, de Littérature et d'Histoire anciennes. Paris.
RQ Romische Quartalschrift für christliche Altertumskunde und
Kirchengeschichte. Freiburg i. Br.
RSST Rivista storico-critici di scienze Teologiche. Firenze.
se Sources chrétiennes. París.
ScrTh Scripta Theologica. Pamplona.
SecCent The Second Century. A Journal of Early Christian Studies.
Abilene, Texas.
So Sophia. Rassegna critica di Filosofia e Storia della Filosofia.
Padova; Napoli.
StAC Studia Antiquitatis Christianae. Warszawa.
StPat Studia Patavina. Padova.
StTh Studia Theologica. Lund.
STV Studia Theologica Varsaviensia. Warszawa.
SVict Scriptorium Victoriense. Seminario diocesano. Vitoria.
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ThAthen 0eoi..oyía. 'Aefivat.
ThLZ Theologische Literaturzeitung. Berlin.
ThSK Theologische Studien und Kritiken. Gotha.
TTZ Trierer Theologische Zeitschrift. Trier.
TU Texte und Untersuchungen zur Geschichte der altchristli-
chen Literatur. Berlin.
VigChr Vigiliae Christianae. Amsterdam - Leiden.
VoxP Vox Patrum. Lublin.
ZKG Zeitschrift für Kirchengeschichte. Stuttgart.
ZNW Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft und die
Kunde der alteren Kirche. Berlín.
ZWTh Zeitschrift für Wissenschaftsgeschichte Theologie. Wiesbaden.

Abreviaturas más frecuentes*

add. añade. Protr. Protréptico


cornee. conjetura. Paed. Pedagogo
insert. inserta. Hymn. Himno
lac. laguna en el texto. Strom. Stromata
mut. cambia el orden. Quis div. salv. ¿ Qué rico se salvará?
om. omite. Eclog. proph. Églogas proféticas
rem. elimina. Exc. ex Theod. Extractos de Teodoto
tex. corrup. texto corrompido. Adumbr. Esquemas

* Para las abreviaturas de la Sagrada Escritura hemos adoptado las de la Bi-


blia de jerusalén. En las abreviaturas de las obras de los autores paganos y
cristianos hemos seguido las propuestas por H. G. LIDDELLand R. Scorr, A
Greek-English Lexicon, Oxford 1953 y G. W. H. LAMPE,A Patristic Greek
Lexicon, Oxford 1961, respectivamente.
INTRODUCCIÓN

Se puede afirmar sin exagerac1on que los Stromata, cuya


traducción en lengua castellana comenzamos con este primer vo-
lumen, es una de las obras más originales y profundas de toda
la literatura cristiana de los tres primeros siglos. Su celebridad
ha sido puesta de manifiesto por las más amplias y cualificadas
investigaciones modernas sobre los primeros escritores de la Igle-
sia. El autor, Clemente de Alejandría 1, trata en ella los temas
de más difícil solución en todos los tiempos: las relaciones entre
filosofía y fe, interés e importancia de la revelación judía y cris-
tiana, cuestiones de cosmología con derivaciones ecológicas, pro-
blemas teológicos que siempre han sido objeto de atención como
la existencia de una gnosis ortodoxa, los simbolismos de la na-
turaleza y de la Escritura; temas fundamentales del pensamien-
to humano, como la finalidad de la propia existencia del hom-
bre y los caminos que pueden lleva,rle a la unión con Dios; etc.
Se trata, en efecto, de una «obra que cautiva por la varie-
dad de ideas y los numerosos textos, profanos y sagrados, que
brinda al lector, por la profundidad y el destello de muchas de
sus páginas, pero que desconcierta también por la ausencia, pre-
tendida o no, de arreglo y orden en su desarrollo, llegando a mo-
lestar un tanto por la desigualdad del estilo y el exceso de eru-
dición» 2. El mismo Clemente describe su obra de la siguiente
manera: «Nuestros Stromata se parecen a una pradera. Mil obje-
tos diversos se mezclan y se confunden en ellos a la manera de
las flores, según se han ofrecido a nuestro espíritu, esparcidos sin
orden y sin arte, algunas veces incluso dispersados a propósito» 3•

1. Los datos biográficos y de relieve personal sobre Clemente de Alejan-


dría los hemos expuesto en Clemente de Alejandría. El Pedagogo, M. MERI-
NO - E. REDONDO(eds.), Ciudad Nueva (FuP 5), Madrid 1994, pp. 11-21.
Siempre que citemos el Pedagogo nos referiremos a esta edición.
2. C. MONDÉSERT - M. CASTER,Clément d'Alexandrie. Les Stromates: Stro-
mate I, SC 30, Paris 1951, p. 6.
3. Strom., VI, 2, 1.
12 INTRODUCCIÓN

1. El problema literario de los Stromata

Los Stromata de Clemente de Alejandría son una obra


a la vez célebre y poco conocida. Es célebre porque ha inte-
resado siempre a los estudiosos de la filología y la literatura
griegas, pagana y cristiana, de la historia en general y de la
Iglesia en particular, de la historia de las religiones y del dogma
católico, de la filosofía, al investigador de las ciencias de la
educación, de la antropología y de la teología. En cada una
de estas disciplinas se han tenido en cuenta los Stromata como
la obra más importante salida de la pluma del escritor de Ale-
jandría.
Pero no es menos cierto que se trata de un:- obra des-
concertante y a la vez enigmática, por múltiples razones. Algu-
nas de estas causas están originadas por su misma situación his-
tórica: la obra principal 4 de Clemente de Alejandría no se com-
prende sino por las abunda._ntes alusiones de escritos, doctrinas
y realidades que tan sólo conocen de una parte las personas cul-
tivadas, de otra los cristianos de aquel tiempo. Mas para el lec-
tor de nuestros días se pone en evidencia la limitación de co-
nocimiento y la pobreza de nuestra documentación en este campo
por las dificultades que encontramos para reconocer aquellas
alusiones.
Entre otras razones sobre el desconocimiento de esta obra
clementina, no son las más pequeñas el carácter enigmático que
el Autor mismo ha pretendido, o la disposición buscada en su
pensamiento y que no llegó a seguir totalmente, o la misma
forma que ha adoptado en su exposición. Todo ello, sin duda,
dificulta no ya la interpretación sino incluso la lectura misma
de los Stromata.
Son muchos los interrogantes que esta obra plantea al crí-
tico literario o al historiador de la literatura. Sin embargo, la
cuestión literaria es importante para una comprensión del pen-
samiento de Clemente, y la relación entre sus obras más im-
portantes (Protréptico, Pedagogo y Stromata) puede propor-
cionar la inteligencia de la estructura de su teología. La posi-

4. El elenco pormenorizado de las obras de Clemente pueden verse en las


pp. 21-24 de nuestra edición del Pedagogo.
INTRODUCCIÓN 13

ción tradicional considera esos tres escritos del Alejandrino


como tres partes de una trilogía, en la que el Protréptico y el
Pedagogo serían las dos primeras partes, con objetivos bien de-
finidos: exhortar e instruir a los conversos y a los simples fie-
les cristianos respectivamente; los Stromata, la tercera parte de
la trilogía, constituirían la enseñanza exotérica para el gnósti-
co o cristiano más formado. El texto básico de esta manera de
enjuiciar las obras de Clemente es el que encontramos en el
Pedagogo: «Y así es como el Logos, amigo cabal de los hom-
bres y empeñado en conducirnos progresivamente a la salva-
ción, realiza en nosotros un bello y eficaz programa educati-
vo: primero nos exhorta; luego, nos educa; finalmente, nos en-
seña» 5·
A la luz de esta cita clementina, los investigadores mo-
dernos han pretendido ver las tres obras mencionadas del
Alejandrino como otros tantos escritos que corresponderían
a la triple función del Logos: «Protreptikos», «Paidagogos»
y «Didaskalos». De esta manera la tercera parte de esa su-
puesta trilogía se ha identificado con los Stromata. La con-
clusión parecía manifiesta: Clemente 'de Alejandría escribió
una trilogía que correspondía a la triple función del Logos
divino.
Los propulsores de esta posición 6 en seguida se encontra-
ron con una grave dificultad: Clemente no llamó nunca a los
Stromata con el tercer título de la supuesta trilogía, es decir
«didaskalos», ni tampoco existe referencia alguna en sus escri-
tos de que él proyectara escribir esa hipotética trilogía. Es en-
tonces cuando los críticos del maestro alejandrino tratan de dar
otras explicaciones que rechazan la supuesta trilogía. Trataremos
de resumir las más importantes hipótesis que se han formulado
al respecto:

5. Paed., I, 3, 3. Citaremos el Pedagogo y los Stromata con tres cifras; la


primera, en números romanos, designa el libro y las otras dos, en arábigos,
los parágrafos y sus subdivisiones, conforme a la edición de O. STAHLIN- L.
FRÜCHTEL- U. TREU, Clemens Alexandrinus. Opera, GCS 12, 15, 17 und 39,
Berlin 1972. Para las restantes obras del maestro Alejandrino citaremos úni-
camente las dos últimas cifras.
6. Cf. fundamentalmente J. KA YE, Sorne Account of the Writings and Opi-
nions of Clemente of Alexandria, London 1835 y W. WILSON, The Writings
of Clement of Alexandria, Edinburg 1867.
14 INTRODUCCIÓN

a) La frecuente improvisación

E. de Faye 7 ha sido quien primero ha criticado la anterior


posición sobre la forma literaria de los Stromata, tratando de
dar alguna solución al problema de «la trilogía», es decir a la
relación entre las tres obras más importantes de Clemente. Según
este estudioso, el Alejandrino habría tenido la intención de ex-
poner su pensamiento en tres obras, conforme parece decir el
mismo Clemente, según el texto citado del Pedagogo.
Al abordar Clemente esta tercera y última parte, se ha
encontrado con no pocas dificultades que trata de resolver, dice
el estudioso galo: la necesidad de servirse del lenguaje y de
los métodos característicos de la filosofía de aquella época. El
Alejandrino, una vez escrito el Pedagogo y prosiguiendo en
sus deseos primeros, se ve en la conveniencia de abrir una es-
pecie de paréntesis; es decir, de escribir un tratado sobre la
necesidad y la utilidad del estudio de la filosofía, que sirviera
como de introducción a la proyectada tercera parte 8• De esta
forma, los Stromat4: serían el resultado de esa obra-paréntesis,
entrenamiento o preparación de la que realmente pensaba ela-
borar como complemento final de las ya realizadas, el Pro-
tréptico y el Pedagogo, pero que la muerte se lo impidió 9 • En
definitiva, para el estudioso protestante, los Stromata serían el
resultado de un autor abandonado a la improvisación del mo-
mento.
E. de Faye explica los Stromata por lo que él llama «la
fisonomía intelectual de Clemente». Para el profesor galo, Cle-
mente posee un espíritu «fundamentalmente sintético», pero des-
provisto de toda capacidad de análisis y, por ello, es impensa-
ble en él un plan maduro y lógico 10• Finalmente, se quiere ver
en todo esto una consecuencia del método alegórico, tan que-

7. Cf. E. DE FAYE, Clément d'Alexandrie. Étude sur les rapports du


Christianisme et de la philosophie grecque au Ile siecle, Paris 18981, 19062 •
En el prólogo de esta obra se afirma: «No se puede entender a Clemente
mientras no se resuelvan tres dificultades fundamentales: primero el pro-
blema literario, segundo la cuestión histórica y tercero sobre todo la dog-
mática».
8. Cf. E. DE FAYE, Clément d'Alexandrie, p. 104.
9. Cf. !bid., p. 108.
10. Cf. /bid., p. 113.
r

INTRODUCCIÓN 15

rido por el Alejandrino. Además, Clemente anuncia en los Stro-


mata que tratará de otras doctrinas, y ello hace pensar -con-
cluye el investigador- que esta obra clementina no es la parte
definitiva de su trilogía 11•
Sin duda, la contribución de Faye no es pequeña al seña-
lar las dificultades que aparecen al lector atento de los Stroma-
ta y especialmente si se admite que esta obra sea la dogmática
anunciada en el Pedagogo. Tampoco es fácilmente refutable la
idea del investigador moderno sobre la improvisación en la com-
posición y el desarrollo de los Stromata 12·
Pero no se sostiene fácilmente que los Stromata sean úni-
camente un paréntesis en el pensamiento del Alejandrino. Esta
idea no parece conciliarse con lo que el propio Clemente anun-
cia al comienzo de su primer libro. En verdad, 1-! mayor parte
de los críticos modernos han rechazado esta hipótesis, mante-
niendo otras para excluir esta obra de la famosa trilogía cle-
mentina. Ciertamente parece un paréntesis demasiado largo, una
«preparación» un tanto excesiva. ¿Cómo habría de ser entonces
la obra definitiva? Ya el mismo E. de Faye se planteó estas ob-
Jec10nes.
Tampoco el argumento de la «fisonomía intelectual de Cle-
mente» parece definitivo. Es verdad que el Alejandrino dista
mucho de poseer un carácter metódico y lógico como el de los
autores más modernos, y por ello resulta desconcertante. Pero
no es menos verdad que estamos hablando del mismo autor del
Protréptico y del Pedagogo; obras mejor pensadas, estructuradas
y elaboradas por la misma pluma. ¿No se tratará más bien que
estamos ante un autor que, bien desconoce las reglas más mo-
dernas de composición, bien simplemente ha optado por otros
métodos exigidos por los temas que trata o los destinatarios de
sus Stromata?

11. Cf. Ibid., pp. 91-92. ,


12. «Sin duda -afirma A. MÉHAT, Etude sur les 'Stromates' de Clément
d'Alexandrie, (Patrística Sorbonensia, 7), Paris 1966, p. 25- que esto se debe
en gran medida a una determinada fisonomía intelectual muy diferente de la
de un moderno, sobre todo formado en Francia en las disciplinas clásicas de
la Universidad del siglo XIX». De una u otra manera continúan sosteniendo
la tesis del investigador galo otros críticos modernos como F. l. A. Hort, J.
B. Mayor, J. Hering, etc.
16 INTRODUCCIÓN
t

~!
,, b) La investigación de las fuentes
i

:1 W. Bousset 13 tiene como punto de partida el origen de las


fuentes que Clemente ha utilizado en los Stromata. Siguiendo
la metodología iniciada por P. Collomp 14, afirma que existen nu-
merosos pasajes comunes entre los dos últimos libros de los
Stromata y los Excerpta ex Theodoto y las Eclogae propheticae
de Clemente. Collomp concluye diciendo que la existencia de
una fuente común sería la causa de que nos encontremos con
un pensamiento «gnóstico»; se distinga la gnosis, de la fe; o los
simples fieles como opuestos a los gnósticos. Para Collomp, y
también para Bousset, esta fuente, de origen egipcio, serían las
enseñanzas de Panteno, maestro de nuestro Clemente.
Por otra parte, Bousset piensa que los libros I y V, que Cle-
mente dedica a la filosofía y a la gnosis, serían escritos que el Ale-
jandrino incorporó a la obra que ya habría elaborado anterior-
mente. De esta forma, Bousset distingue dos fuentes distintas en
la elaboración de los Stromata: de una parte, las notas o apuntes
de clase (Kollegehefte) que circularían en la escuela de Alejandría
y, por otra parte, los añadidos de Clemente mismo, es decir los
libros primero y quinto. Así se explican las contradicciones que
se manifiestan en algunas partes de los Stromata, al igual que las
rupturas bruscas y las incertidumbres en su composición.
La posibilidad de mantener esta hipótesis no parece segu-
ra. En primer lugar porque los temas tratados en los libros I y
V de los Stromata se encuentran también, aunque menos ex-
tensamente en- los libros II, IV, VI y VII. Y la hipótesis sobre
las enseñanzas de Panteno descansa en una base muy endeble,
como es un solo texto de las Eclog. proph., 56, 2, donde se afir-
ma: «Panteno, nuestro maestro, decía que la profecía emplea fre-
cuentemente expresiones indefinidas, se sirve del presente en
lugar del futuro y, al contrario, del presente en vez del pasado.
Esto es lo que sucede aquí». Bousset concluye que Panteno es
el autor de la exégesis que se hace en ese pasaje y que no es
partidario de incorporar la filosofía en el cuerpo doctrinal or-

13. Cf. W. BOUSSET, Jüdisch-Christlicher Schulbetrieb in Alexandria und


Rom, (FRLANT, N. F. Heft 6), Gottingen 1915, pp. 155-271.
14. Cf. P. CoLLOMP, Une source de Clément d'Alexandrie et des homélies
pseudo-clémentines, RPh 37 (1913) 11-46.
j

f j
i
INTRODUCCIÓN

todoxo. Y en lo que concierne a las relaciones entre los Stro-


mata y los Excerpta, otros críticos modernos, como Casey y
17

l
!
Sagnard por ejemplo 15, se han encargado de desmontar las hi-
pótesis de Bousset acerca de la parte que correspondería a Pan-
teno en esta obra del Alejandrino 16•

e) Los diversos proyectos

En 1925, F. Prat 17 se erige como el primer estudioso de


Clemente que pone en duda la base textual en que se apoya-
ban los autores precedentes, es decir el texto del capítulo pri-
mero del Pedagogo. Este estudioso rechaza frontalmente la hi-
pótesis propuesta por C. Heussi 18, continuador de A. Harnack 19,
acerca de la posterioridad de la composición del Pedagogo res-
pecto a los primeros libros de los Stromata. Todo hace pensar
-escribe Prat- que los siete libros de los Stromata fueron pu-
blicados sucesivamente: puede que el primero a parte, el se-
gundo y el tercero en una segunda entrega y posteriormente los
otros cuatro en otras dos entregas. Esto explica por qué con-
tienen cuatro prefacios: uno en el libro primero, otro en el se-
gundo, otro en el cuarto y finalmente otro en el sexto 20 •
Prat coincide con A. de Faye en que los Stromata que han
llegado hasta nosotros no responden, al menos parcialmente, a
la tercera parte de la trilogía, o sea a la tarea del Maestro, en
tanto que distinto del Pedagogo. Los Stromata están muy lejos
de representar todo lo que el catequista alejandrino hubiera es-
crito bajo el título del Didaskalos.

15. Cf. R. P. CASEY,The Excerpta ex Theodoto of Clement of Alexandria,


London 1934; F. SAGNARD,Clément d'Alexandrie. Extraits de Théodote, se
23, Paris 1948.
16. Considerar a Clemente como un mero compilador de textos sin per-
sonalidad alguna es la derivación más funesta de la Quellenforschung defen-
dida por Bousset: A. MÉHAT, Étude sur les Stromates, p. 29.
17. Cf. F. PRAT, Projets littéraires de Clément d'Alexandrie, RechSR 15
(1925) 234-257.
18. Cf. C. HEUSSI,Die Stromateis des Clemens Alexandrinus und ihr verhiilt-
nis zum Protreptikos und Piidagogos, ZWTh 45 (1902) 465-512.
19. Cf. A. HARNACK, Geschichte der altchristlichen Literatur bis auf Eu-
sebius, JI. Chronologie, Leipzig 1893, pp. 9-11.
20. Cf. F. PRAT, o. c., p. 239.
18 INTRODUCCIÓN

No abandona totalmente Prat la base textual tenida en


cuenta por sus predecesores, es decir a Paed., I, 3, 3, pero hace
hincapié fundamentalmente en el prefacio del cuarto libro de
los Stromata, donde Clemente describe -en opinión de Prat 21-
el objeto de la obra que trata de emprender: un estudio sobre
el martirio, un retrato del verdadero gnóstico, es decir del cris-
tiano perfecto, unas indicaciones sobre el «plagio de los filóso-
fos» paganos respecto a las sagradas Escrituras, etc. Pero la
muerte le impidió cumplir sus ambiciosos proyectos literarios.

d) El género literario

La fragilidad de las hipótesis de Bousset ha sido puesta de


manifiesto por J. Munck 22 , que a su vez ha propuesto una nueva
línea de investigación para solucionar los problemas literarios
de la obra del maestro Alejandrino. Tampoco los caminos abier-
tos por Heussi convencen al investigador danés. Su idea funda-
mental es suponer que Clemente es un místico, un autor ex-
tremadamente sutil.
Las conclusiones a las que llega este investigador son en
síntesis las siguientes: los Stromata no forman la tercera parte
de la trilogía, de la que el Protréptico y el Pedagogo serían las
dos primeras; la tercera parte no ha sido escrita jamás por Cle-
mente. El autor Alejandrino, con los Stromata, comienza una
nueva trilogía: el libro primero de los Stromata, el segundo y
un tratado sobre la fisiología. Si de la primera trilogía sólo se
escribieron las dos primeras partes, de la segunda sólo se escri-
bió la primera 23 ·
El origen de estas hipótesis hay que buscarlo, según el crí-
tico danés, en la imaginación de Clemente. Es inútil buscar un
principio director que aglutine la multitud de temas que inte-
gran los Stromata. Lo que mejor define esta obra del alejan-
drino -continúa diciendo Munck- es el género literario al que
pertenece, que deriva de la sofística antigua, y que no es otro

21. Cf. Ibid., p. 241.


22. Cf. J. MUNCK, Untersuchungen über Klemens von Alexandria, Fors-
chungen zur Kirchen- und Geistesgeschichte 2, Stuttgart 1933.
23. Cf. Ibid., p. 111.
INTRODUCCIÓN 19

· que la Buntschreiberei, es decir las «misceláneas-varias» o con-


junto de temas que se entremezclan y se suceden unos a otros.
Clemente ha pretendido presentar el cristianismo bajo la ap'a-
riencia de una erudición enciclopédica y como una filosofía. En
definitiva, al autor Alejandrino tendríamos que definirlo como
un buen cristiano, pero «tocado» a su vez por la influencia de
la filosofía, de la educación recibida y que él enseña, de la
1tmOEÍa y de la sabiduría griegas. El maestro alejandrino no ha-
bría logrado construir la unidad entre esos elementos recibidos
y de orígenes tan diversos 24 ·
La conclusión de las dos trilogías parece un tanto artifi-
cial. La primera puede apoyarse en el texto transcrito más arri-
ba del Pedagogo, pero la segunda no tiene fundamento litera-
rio alguno en la obra de Clemente. Siguiendo la argumentación
del crítico danés, tendríamos que buscarla en su propia imagi-
nación. Esto nos obliga a pensar que Munck ha sucumbido en
su propia hipótesis 25 • Además, Munck ha criticado con acierto
la hipótesis de E. de Faye sobre la estructura literaria y él mismo
ha caído en idéntico error.

e) Un recurso mnemotécnico

Los caminos abiertos por Munck en el problema literario


de los Stromata han sido recorridos por otros muchos estudio-

24. Cf. /bid., p. 222.


25. Es verdad que el compatriota de Kierkegaard invoca un texto de los
Stromata en apoyo de su hipótesis (Strom., IV, 1, lss.: «En línea con la tarea
que nos hemos propuesto, ahora es el momento de tratar sobre el martirio y
cuál sea el hombre perfecto. Con esto aduciremos otros argumentos colate-
rales conforme lo exija el tema; por ejemplo, si deben filosofar igualmente el
esclavo que el libre, el varón que la mujer. Una vez que hayamos terminado
de tratar detenidamente sobre la fe y sobre la investigación, expondremos en
qué consiste el género simbólico; de esta forma, terminada la parte ética cual
rápida carrera, podremos demostrar mediante grandes resúmenes de qué apro-
vecha a los griegos la filosofía bárbara. Después de este esquema haremos de
forma compendiosa una exposición de las Escrituras, dirigida tanto a los grie-
gos como a los judíos, y así se verá todo lo que nos habíamos propuesto re-
solver en un solo libro, conforme al prólogo inicial, pero que después, obli-
gados necesariamente por la multitud de argumentos no ha sido posible abar-
car en los anteriores Stromata» ), pero este texto no tiene la misma claridad
y firmeza que el del Pedagogo.
20 INTRODUCCIÓN

sos de nuestra época. Ciertamente con resultados muy diversos:


algunos los han completado, otros los han rectificado. Así, por
ejemplo, Pohlenz 26 afirma que los Stromata son una prepara-
ción evangélica y desde algún aspecto lo son, pero sólo desde
un aspecto. Volker, por otra parte, dice que esta obra del Ale-
jandrino entraña muy distintas finalidades 27• Molland se inclina
por pensar que el desorden y la confusión de los Stromata son
premeditados y queridos por su autor 28 • Ciertamente las opi-
niones y criterios sobre la obra que nos ocupa son múltiples y
muy variadas entre los autores modernos 29 •
La tesis de Munck también es recogida de alguna manera
por G. Lazzati 30 , que clasifica las obras del alejandrino en dos
grupos: las llamadas exotéricas o destinadas al gran público, como
serían el Protréptico y el Pedagogo, y las obras esotéricas, des-
tinadas a un público selecto, como los Stromata y las Hypoty-
poseis. La finalidad de los Stromata -afirma Lazzati- es una pre-
paración a la gnosis esotérica, por eso no están pensadas para
el gran público, sino para uso privado 31 • Y tomando como fun-
damento un texto del libro primero de los Stromata, concluye
que esta obra encierra un objetivo mnemotécnico 32 • Es decir, el
escrito clementino que nos ocupa serán los recuerdos persona-
les que él escribe para tenerlos presentes en su definitiva obra.
Pero se puede objetar a la hipótesis del profesor milanés
que han llegado precisamente hasta nosotros esa clase de apun-
tes o notas mnemotécnicas del mismo Clemente. Así lo han de-
mostrado los trabajos de Casey y Sagnard, referidos a investí-

26. Cf. M. PoHLENZ, Klemens von Alexandrien und sein hellenisches


Christentum, (NAG 1943/3), Gottingen 1943, p. 122.
27. Cf. W. VóLKER, Der wahre Gnostiker nach Clemens Alexandrinus, (TU
57), Berlín 1952, p. 4. Este autor critica la obra de Munck diciendo que es
como un gigante con pies de barro (p. 30).
28. Cf. E. MoLLAND, The conception of the Gospel in the Alexandrian
theology, Oslo 1938, p. 7.
29. Cf. S. FERNÁNDEZARDANAZ, El problema hermenéutico en la interpre-
tación de la obra de Clemente Alejandrino, SVict 36 (1989), p. 306, nota 80.
30. !=f. G. LAZZATI, Introduzione allo studio di Clemente Alexandrino,
(Pub l. dell'U niversita Cattolica del S. Cu ore), Milano 1939.
31. Cf. !bid., p. 16.
32. El texto de Clemente dice así: «Mas, esto lo decimos no como quien
interpreta suficientemente los misterios, puesto que se necesitaría mucho más;
sino sólo para recordarlos, tanto en el caso de que los hayamos olvidado por
completo, como para que no los olvidemos» (Strom., 1, 14, 2).
r

INTRODUCCIÓN 21

gaciones sobre las Eclogae y los Excerpta. ¿Cómo es, pues, tan
grande la diferencia entre estas obras y los Stromata? 33. Ade-
más, si los Stromata fueran una ayuda para la memoria ¿qué
metodología utilizaría Clemente? Sus contemporáneos conocían
ya diversas clases de repertorios, las clasificaciones alfabéticas,
temáticas y metodológicas; incluso nos han transmitido índices
al comienzo de sus libros. Pero en los Stromata clementinos no
aparece nada que se le parezca a un posible ordenamiento o cla-
sificación.
De otra parte, Méhat 34 ha demostrado cómo el término
griego en el que se apoya Lazzati, influenciado por Bousset,
para sacar sus conclusiones, es decir el vocablo imóµvr¡µa, no
se refiere a lo que entiende el crítico milanés. Se trata de una
función pedagógica más que de una función mnemotécnica. La
obra de Clemente no es para servirle a él mismo de recuerdo,
sino para hacer revivir en sus lectores la doctrina que él ha
aprendido.

f) El desarrollo pedagógico

Todos los autores que hemos mencionado han tenido en


cuenta el célebre texto del Pedagogo (I, 3, 3) y son igualmente
unánimes al afirmar que los Stromata de Clemente no consti-
tuyen la tercera parte de su pretendida trilogía. Pero en 1946,
F. Quatember 35 da un giro copernicano a la base textual de la
existencia de una trilogía en el pensamiento del autor alejan-
drino. El texto del Pedagogo, afirma el crítico vienés, no de-
signa un proyecto literario, sino un desarrollo pedagógico 36 • Cle-
mente, pues, no se refiere en aquel lugar a tres libros que él
piensa escribir, sino a las tres etapas de la economía salvífica del
Logos. Por tanto, Clemente no ha tenido nunca la intención
de escribir una trilogía o un libro titulado el «Didaskalos» o
Maestro.
1

, 33. Para otras diferencias entre estas obras del Alejandrino, cf. A. MÉHAT,
Etude sur les Stromates, p. 34.
34. Cf. !bid., pp. 34-35.
35. Cf. F. QuATEMBER, Die christliche Lebenshaltung des Klemens Ale-
xandrinus nach seinem Padagogus, Wien 1946.
36. Cf. !bid., pp. 31-32.
22 INTRODUCCIÓN

Con otras perspectivas, el profesor E. Osborn 37, de la Uni-


versidad de Melbourne, se aparta también del texto base del
Pedagogo y analiza el texto del capítulo primero de los Stro-
mata. El argumento de este capítulo, como se verá más ade-
lante, trata de demostrar cómo los libros ( «notas escritas», en
el vocabulario del Alejandrino) constituyen un método conve-
niente para la comunicación de la verdad cristiana. Por tanto
los Stromata no son meras anotaciones didácticas, sino apun-
tes acerca de las enseñanzas que Clemente ha recibido de sus
maestros.
Aquí puede verse algún matiz importante frente a las hi-
pótesis de G. Lazzati. Los Stromata no son meros recursos mne-
motécnicos para utilidad del propio Clemente, sino el tesoro de
esa tradición de la doctrina divina. Por eso, afirma Osborn, lo
que Clemente ha proyectado para el Didaskalos se cumple en
los Stromata. Como indica el mismo Clemente en el primer ca-
pítulo, el título «Stromata» le sirve para ocultar los misterios a
los enemigos. Si los Stromata -concluye E. F. Osborn- no son
el Didaskalos, no tendrían nada que ocultar.

g) La concatenación doctrinal

Siguiendo el camino emprendido por el profesor de Mel-


bourne, A. Méhat ha analizado todos los pasajes clementinos en
los que de una u otra forma el autor alejandrino expresa sus
intenciones literarias 38 • De esta manera demuestra que el géne-
ro literario de los Stromata ha sido «buscado y deseado» por
Clemente; no ha sido resultado de la casualidad, como afirma-
ba E. de Faye; ni de la diversidad de las fuentes, como pre-
tendía W. Bousset; ni tampoco el producto de una imaginación
exuberante, como concluía J. Munck; ni siquiera unas notas o
apuntes mnemotécnicos como gustaba decir G. Lazzati. Los
Stromata son una obra redactada conforme a unos criterios, bue-
nos o malos, que tiene como finalidad sus propios lectores. Es

37. Cf. E. ÜSBORN, Teaching and Writing in the First Chapiter of the Sto-
mateis of Clement of Alexandria, JThS 10 (1959) 335-343.
38. Cf. A. MÉHAT, Étude sur les 'Stromates' de Clément d'Alexandrie, (Pa-
tristica Sorbonensia, 7), Paris 1966, pp. 36-38.

l
r

INTRODUCCIÓN 23

decir, Clemente perseguía un objetivo concreto, que era sin duda


el resultado de unas intenciones.
¿Cuál sería el hilo conductor de esas intenciones? El tema
mismo que trataba de exponer. Méhat afirma que en la mente
del Alejandrino «hay un tiempo para cada cosa y no conviene
alterar ese orden de las cosas» 39 • En verdad, continúa diciendo
el investigador galo, puede tratarse de una pura y simple suce-
sión de ideas y de partes con un orden fortuito, pero orden:
los temas exigen ser considerados en tal o cual momento. El
término utilizado por Clemente para significar esa sucesión es f
la a.JCoM>u0ía.,susceptible de significados muy diferentes, pero i
que en determinados pasajes designa un orden o concatenación
doctrinal.
A. Méhat acepta la interpretación de F. Quatember sobre
el texto del Pedagogo: se trata de un desarrollo pedagógico, pero
mantiene la idea de la trilogía clementina en base a nuevas in-
terpretaciones; las tres etapas comunes a la literatura exotérica
contemporánea del Alejandrino. El Protréptico y el Pedagogo al
mismo tiempo que manifestaciones del Logos son dos libros,
afirma el investigador galo. Si existen dos obras para cada grado
de enseñanza, ¿por qué no habría de existir un tercer libro para
el último grado de enseñanza? Según esto, concluye él, Qua-
tember tiene razón en negar que la tercera fase indique un libro
titulado «El Didaskalos», pero no prueba suficientemente que
no exista ningún libro que corresponda a esa tercera parte.
El autor galo pretende demostrar que ese tercer libro es
precisamente los Stromata. Así, se pregunta, ¿cuál sería la ma-
teria de esta tercera parte? Bastaría, sigue diciendo, con enu-
merar los términos que la definen en contraposición con los de
la segunda. El Pedagogo es eminentemente práctico y se limita
a preparar al hombre a la gnosis y a la enseñanza del Maestro.
Por el contrario, éste último introducirá metódicamente al hom-
bre en el camino «científico»; procederá mediante demostración '
y revelación para hacer factible el conocimiento completo de la t
Verdad o de la gnosis, que se adquiere mediante el estudio y f
f
permite recibir la revelación del Logos, alcanzando así la per-
fección. En conclusión, la segunda parte se identifica funda-

1
¡
39. Cf. !bid., pp. 38-39. t
l
24 INTRODUCCIÓN

mentalmente con la práctica, mientras que la tercera {la corres-


pondiente al Maestro) tiene su base primera en la «teoría». Es
precisamente esta palabra la que define el objetivo y los méto-
dos del Didaskalos, al igual que la «praxis» al Pedagogo 40 ·
Los aciertos de la investigación de Méhat son innegables, prin-
cipalmente en lo que se refiere a los textos en que Clemente ex-
presa sus intenciones literarias. Lo mismo hay que decir de los es-
fuerzos científicos de la tesis sorbonense sobre el léxico y el con-
tenido de los Stromata. Sin duda, hay que matizar algunas de las
expresiones del autor francés como, por ejemplo, que los Stroma-
ta son la primera metafísica de la caridad 41, o que contienen un
pensamiento firme que no se deja encerrar en fórmula alguna, o
que es un bello ejemplo de teología abierta, etc. Ciertamente, puede
decirse que Clemente es un hombre con intenciones claras, que
pretende la síntesis de toda la Verdad, la unidad de todos aquellos
gérmenes de verdad, que se encuentran diseminados en la filosofía
griega. Con razón se puede decir también que el Alejandrino no
goza de un pensamiento sistemático, pero sí al menos coherente 42 •

h) Una trilogía de carácter ético

En los últimos años, las opiniones vertidas por los distin-


tos investigadores sobre la obra de Clemente resultan más co-
medidas en sus conclusiones. Y ello, no sólo en lo que se re-
fiere a la forma literaria de sus Stromata, sino también a lo que
respecta a la ortodoxia de su pensamiento. En efecto, se niega
la tesis tradicional de que la mayor obra del Alejandrino cons-
tituya la tercera parte de la trilogía clementina, entendida en su

40. A. MÉHAT, o. c., p. 93, nota 72, observa que el término 0eoopícxaparece
solamente dos veces en el Pedagogo, mientras que es muy frecuente en los Stro-
mata. «Es una señal de la orientación de estas obras», afirma el autor parisino.
41. Cf. !bid., p. 537.
42. La crítica que ha merecido el trabajo científico del profesor galo puede
resumirse así: «El libro de A. Méhat plantea concienzudamente el problema
hermenéutico; sus estudios de las declaraciones de Clemente sobre sus inten-
ciones literarias son lo mejor que ha producido la investigación clementina.
Pero la verificación de los propósitos literarios de Clemente necesita de estu-
dios parciales, por términos, por secciones estructuradas en un todo; labor
que no podía realizar Méhat por sí solo» (S. FERNÁNDEZARDANAZ,El pro-
blema hermenéutico, p. 313).
r
!
INTRODUCCIÓN 25

concepción más clásica, es decir dividiendo la filosofía en tres


partes: la lógica, la ética y la física; pero de igual manera se re-
chaza que la obra más importante de Clemente sea el resultado
de la improvisación, carente de una metodología propia, y que
constituya una mera agrupación de notas o apuntes de escuela.
Poco a poco se va imponiendo entre los investigadores de
Clemente de Alejandría la vía media. Ese es, por ejemplo, el
caso del profesor W. Wagner 43 , quien estudia la forma literaria
de los Stromata en relación con la utilizada en otros escritos de
autores más o menos afines al estoicismo, tales como Zenón,
Posidonio, Cicerón, Séneca y Filón de Alejandría, citados abun-
dantemente por Clemente de Alejandría
Para estos autores, la trilogía filosófica se componía de ló-
gica, ética y física, y separaban, a su vez, la ética en más de
ocho secciones, dos de las cuales eran las subdivisiones de las
virtudes (ai apE't<lÍ) y lo conveniente ('to lC(l~lCOV). Estas sub-
divisiones toman formas distintas según los diversos autores; así,
en Posidonio, Cicerón y otros, la ética se distingue en teórica
y práctica, que vendrá a ser la distinción más frecuente.
También Clemente -afirma Wagner 44- acepta las tres pers-
pectivas de la filosofía. Considera la ética como la puerta de en-
trada para la cosmogonía o fisiología. La filosofía, por su parte,
conducía a la forma más alta de conocimiento, la epopteia o con-
templación de los grandes misterios. Así dice el Alejandrino:
Ahora bien, la filosofía mosaica se divide en cuatro partes: una
es la histórica, y la legislativa propiamente dicha, ambas son es-
pedficas de la actividad ética; la tercera, en cambio, es la litúr-
gica, que es propia de la teoría de la naturaleza; y la cuarta,
que está por encima de todas, es la parte teológica, la contem-
plación, como dice Platón, de los misterios realmente sublimes 45•
Por otra parte, Clemente divide la vida humana en cuatro
etapas, aunque en realidad mantiene la estructura básica de tres,
ya que en la primera etapa pueden unificarse los «phauloi» o
inferiores (paganos y judíos no convertidos) y los que se pre-

43. W. WAGNER, Another look at the literary Problem in Clement of Ale-


xandria's majar Writings, ChH 37 (1968) 251-260.
44. /bid., p. 257.
45. Strom., 1, 176, 1-2; cf. Protr., 118, 4; etc.
26 INTRODUCCIÓN

paraban para recibir el bautismo. La segunda etapa era la de los


«prokopoi» o bautizados comprometidos a hacerse imagen y se-
mejanza del Logos divino. Finalmente, la tercera etapa estaba
integrada por los «sophoi» o gnósticos, hijos adoptivos de Dios.
En esta misma perspectiva, Clemente considera que el Logos
se ha dirigido a los hombres en esas tres etapas, hablando a los
«phauloi» como «protreptikos», a los «prokopoi» como «pai-
dagogos», y finalmente a los «sophoi» como «didaskalos». W.
Wagner afirma que esta comprensión del hombre y del plan sal-
vífico de Dios permite una inteligencia en las relaciones de las
tras grandes obras del Alejandrino. Así -concluye el profesor
norteamericano- las tres obras no son una trilogía en el senti-
do tradicional, pero constituyen tres tratados éticos que forman
una totalidad; o sea, el intento uniforme de presentar una ética
verdadera y completamente cristiana.
A manera de conclusión puede afirmarse que el problema
literario de los Stromata no está definitivamente cerrado, pero
ha servido para leer esta obra clementina con nuevos ojos, aun-
que la producción científica sobre Clemente en las tres últimas
décadas no lo haya tenido como objeto directo de investiga-
ción46. En verdad, han sido otros los temas abordados por los
investigadores más modernos como son el de las fuentes, paga-
nas y cristianas, utilizadas por Clemente; su método exegético o
su filosofía, y junto a éstos, las grandes líneas de su pensamiento
teológico y de su espiritualidad. No faltan, sin embargo, traba-
jos de investigadores modernos que sin proponerse directamen-
te el problema literario de los Stromata, permiten intuir algún
camino para la correcta solución de este arduo problema 47 •

2. El título

No ha llegado hasta nosotros el título original de esta obra


clementina, porque no se ha encontrado la primera página de

46. Una panorámica sobre la literatura clementina de estas últimas décadas


puede verse en E. ÜSBORN, Clement of Alexandna: A Review of Research,
1958-1982, SecCent 3 (1983) 219-244.
47. Nos referimos, por ejemplo, a los trabajos de L. RoBERTS, The Lite-
rary Form of the Stromateis, SecCent 1 (1981} 211-222 y 4 (1984) 211-222.
INTRODUCCIÓN 27

los manuscritos y por ello, el encabezamiento completo de este


escrito. Según Eusebio, el título completo debería ser: Thou
KA"ÍlµEVtoc;
<l>Aa.'l>ÍO'l> tfuv lC<lt(l TitV<XAT16fi yvcoot11CroV
(!)lA.OOO<pÍav
48
fotoµvT1µÓ:trov:EtproµatEi<; • Clemente mismo utiliza esos térmi-
nos para designar su obra 49, y es el encabezamiento adoptado
sucesivamente por todos los editores de esta obra del maestro
Alejandrino.
¿Qué significa el título extraño de Stromata? En primer
lugar, conviene señalar que el término griego en cuestión no es
crtproµa, que designa cualquier clase de cubierta, tapiz o alfom-
bra, sino la palabra crtproµa.teú<;, que es la que Clemente utili-
za, en singular o plural, para designar los diversos libros de su
gran obra 50 • Este último vocablo puede tener varios significa-
dos: «vestido sutil», «saco de dormir», «velo», e incluso puede
significar un «pez» 51; también aparece como sinónimo de crtpfuµa
en autores anteriores y posteriores a nuestro Clemente 52, con el
significado de «cubierta» o «tapiz». El hecho es que estos últi-
mos autores suelen denominar la obra del Alejandrino con los
dos términos indistintamente, como ocurre, por ejemplo, con
san Jerónimo 53 •
Este título, muy en boga por aquel entonces, y que per-
mitía a los autores tratar de las más variadas cuestiones sin tener
que sujetarse a un orden o plan estrictos, ¿serviría a Clemente
para abandonar los proyectos literarios anunciados en el Peda-
gogo? Según determinados críticos modernos parece que sí, como
hemos visto anteriormente 54 • Pero A. Méhat 55 ha demostrado
cómo incluso estas Misceláneas o Escritos varios también po-

48. «Stromata de notas gnósticas conforme la verdadera filosofía, de Tito


Flavio Clemente»: EUSEBIODE CESAREA,Hist. eccl., VI, 13: BAC 350, p. 370.
49. Cf. Strom., I, 182, 3; III, 110, 3; V, 141, 4; VI, 1, 1.
50. Al respecto cf. C. MONDÉSERT- M. CASTER,Stromate /, p. 7.
51. Cf. H. STEPHANUS,Thesaurus, VIII, col. 898-899.
52. Cf. /bid., col. 899; C. MONDÉSERT- M. CASTER,Stromate /, pp. 7-
10.
53. Cf. JE!lÓNIMO, De vir. ill., 38; ID., Epist., 70, 4. Argumentos -afirma
A. MÉHAT, Etude sur les Stromates, p. 97- a favor de los que traducen «ta-
pices» para referirse a los Stromata.
54. Como ejemplo baste citar a E. DE FAYE, Les Stromates, pp. 313-320;
L. ALFONSI, «Stromateis». Significato e valore di un tito/o, Sileno 1 {1975)
175-176; J. QUASTEN,Patrología, I, pp. 315-316; etc.
55. Cf. A. MÉHAT, o. c., pp. 99-104.
28 INTRODUCCIÓN

seían unos objetivos concretos entre los historiadores, gramáti-


cos y filósofos, que eran quienes utilizaban esta clase de géne-
ro literario, y concluye diciendo que los Stromata «pertenecen
a una categoría compuesta la mayor parte de citaciones y es-
pecialmente orientada a la filosofía» 56 •
La expresión únoµvTJµ<Í'tcov(de memorias 57> también evoca
una clase de literatura relacionada con las Misceláneas y que se
utilizaba en las escuelas filosóficas 58 • El vocablo Ú7tÓµvTJµcx
es el
resultado de lo que se quiere recordar. Pero el prefijo foto- da
a la palabra un matiz más discreto y una orientación más inte-
lectual. Por otra parte, afirma Méhat 59, la variedad y difusión
de escritos titulados 'Y noµvJ͵cx'tcxindica que se trata de un gé-
nero literario determinado, y no como simples apuntes o notas
de clase. Por ello, «los únoµvJ͵cx'tcxde Clemente son los que
dejaba entrever la palabra Stromata, más que memorias, las notas,
con toda la imprecisión que esta palabra comporta» 60 •
También el término yvcoowcfuvrequiere una explicación. El
Alejendrino es el único autor de toda la literatura griega cris-
tiana que utiliza esta palabra para designar al que participa de
una gnosis cristiana ortodoxa 61 • El adjetivo «gnóstico», es el tér-
mino técnico que para Clemente significa el cristiano ideal que
ha alcanzado la ciencia y la vida espiritual perfectas, en la me-
dida que pueden ser alcanzadas en este mundo. El cristiano per-
fecto es el gnóstico, que cultiva una fe fortalecida por toda clase
de estudios, para defenderla, y defenderse el cristiano mismo,
de los ataques intelectuales de sus enemigos.
La precisión icma. 't~v <XATJ0-ñ (conforme a la
cptAocrocpícxv
verdadera filosofía) parece explicitada precisamente para distin-

56. !bid., 106.


57. Este término griego puede designar también «recuerdos», «apuntes o
notas de clase».
58. Cf. A. MÉHAT, o. c., pp. 106-112.
59. Cf. !bid., p. 109. Este mismo autor ha estudiado el término en el vo-
cabulario de Clemente y concluye que se trata de una obra redactada sin arte
alguno, referida a consideraciones filosóficas, y, finalmente, con la finalidad
de reavivar o recordar.
60. !bid., p. 112.
61. Cf. F. ToRM, Das Wort J'V{OOTZJCÓq, ZNW 35 (1936) 70-75. Los otros
autores cristianos de esta época califican de «gnósticos» a todos aquellos que
se adherían a alguna escuela o secta separada de la Gran Iglesia.
INTRODUCCIÓN 29

guir la verdadera gnosis de la falsa62 • Como repetirá con fre-


cuencia el Alejandrino esa «verdadera filosofía» no es otra cosa
que la doctrina cristiana, revelada por el Logos divino. Clemente
pretende presentar la vida cristiana en el mismo nivel que se le
presentaban a él las vidas de los grandes sabios de Grecia 63 •

3. Contenido y división de los Stromata

No es tarea fácil la de abordar estos aspectos, que desde


siempre han preocupado a los estudiosos de nuestro autor. Cier-
tamente, los Stromata son una obra escrita por el Alejandrino
en su vejez, cuando hacía ya algunos años que había abando-
nado la ciudad del Delta y había cesado en la enseñanza oral
de su escuela. «De esa enseñanza -afirma G. Bardy 64- quiere
conservar algo más que un recuerdo lejano; reúne sus notas, re-
coge sus impresiones y sus doctrinas y buenamente, con senci-
llez, se abandona al capricho de su fantasía ... Trata sobre todo
de oponer el verdadero gnóstico a todos esos gnósticos de oca-
sión, que se adornan con un nombre usurpado y hacen com-
petencia desleal al fiel obediente a la Iglesia». Este es el con-
tenido general de todos los libros que componen los Stromata.
Ya Eusebio de Cesarea nos transmite alguna idea respecto
a su división: «Ocho libros de Stromata que llevan este título:
Stromata de notas gnósticas conforme la verdadera filosofía de
Tito Flavio Clemente» 65• Y un poco más adelante añade: «en
los Stromateis se ha fabricado un tapiz de citas no solamente
de la divina Escritura, sino también de las obras de los griegos,
siempre que [a Clemente] le parecía que también ellos habían

62. No es pequeña la tarea de saber qué entiende Clemente por gnosis. Al-
gunos autores modernos han dedicado a ello sus mejores esfuerz5>s,por ejem-
plo: P. Ttt. CAMELOT,Poi et Gnose, Paris 1945; A. MÉHAT, Etudes sur les
Stromates, pp. 421-488. Remitimos al lector a las páginas de la Bibliografía.
63. Sobre la noción de «filosofía» en la antigüedad cristiana, cf. G. BARDY,
«Philosophie» et «Philosophe» dans le vocabulaire chrétien des pre!'l-ieres sie-
cles, RAM 25 (1949) 97-108; A. M. MALINGREY,«Philosophia». Etude d'un
groupe de mots dans la littérature grecque, des Présocratiques au /Ve siecle
apres ]ésus-Christ, Paris 1961; M. MERINO, Teología y Filosofía en san Gre-
gario el Taumaturgo, ScrTh 17 (1985) 227-243.
64. G. BARDY,Clemente de Alejandría, Madrid s. f., p. 23.
65. EUSEBIODE CESAREA,Hist. eccl., VI, 13: BAC 350, p. 370.
30 INTRODUCCIÓN

dicho algo aprovechable. Y menciona las opiniones de la ma-


yoría, explicando juntamente la de los griegos y la de los bár-
baros» 66. En verdad, las palabras del historiador de Cesarea son
un tanto vagas y pueden ser precisadas con mayor rigor, pues
sus puntos de referencia aluden a las fuentes utilizadas por Cle-
mente, olvidando, a su vez, los temas o contenido de la obra.
Así, los desarrollos temáticos o «resúmenes», que diría el
Alejandrino 67, no corresponden a los libros ni a los capítulos
de la división actual del texto 68 • Además, como ya hemos se-
ñalado, Clemente no es un autor que desarrolla su pensamien-
to metódicamente, sino de una forma condensada, que, aunque
rica y sugestiva, es difícil de someter a un análisis temático. Así,
los contenidos temáticos más importantes -la filosofía y su re-
lación con la divina revelación, la fe y el conocimiento sobre
Dios, las virtudes morales, ·el matrimonio, etc.- se entremezclan
con otras ideas secundarias, añadiendo las frecuentes digresio-
nes, tan queridas del autor Alejandrino.
Respecto a la misma división de los libros que abarcan
los Stromata no existe unanimidad entre los autores de nues-
tros días. Hay quienes afirman que son ocho 69 , mientras que
otros se inclinan únicamente por los siete primeros 70 • Así, de
manera sucinta podemos señalar uno o dos temas prioritarios
para cada uno de los libros, que integran este escrito de Cle-
mente: El libro primero considera las relaciones entre la filo-
sofía griega y la revelación cristiana; el segundo estudia el con -
tenido de la fe y el fin del ser humano; el tercero se refiere a
lo concerniente al matrimonio cristiano; el cuarto habla del mar-
tirio y de la perfección cristiana; el quinto explica el conocí-

66. /bid., VI, 13, 4. Usamos la versión de A. VELASCO, en BAC 350, Ma-
drid 1973, pp. 370-371. ·
67. Cf. Strom., 1, 14, 2; 11, 147, 5, por ejemplo. Sobre el particular, d. A.
MÉHAT, Études sur les Stromates, pp. 119-124.
68. Nosotros seguiremos la división de libros, capítulos, parágrafos y la
subdivisión de éstos conforme la realizaron Lowth (1715), Klotz {1831-1834)
y Stahlin {1905-1909) respectivamente. Otros autores modernos gustan deno-
minar estas divisiones como capítulos, secuencias, secciones y partes.
69. Cf. J. QUASTEN, o.e., p. 316.
70. En esta última hipótesis se mueven la mayoría de las investigaciones
modernas. Efectivamente, el llamado libro octavo no parece ser una conti-
nuación del séptimo, sino más bien «una serie de bocetos y estudios utiliza-
dos en otras partes de la obra,. (/bid., p. 317).
i
INTRODUCCIÓN 31

miento sobre Dios mediante el método simbólico; el sexto vuel-


ve a retomar la importancia de la filosofía y la revelación en
el progreso del auténtico cristiano; y, finalmente, el séptimo
,
¡ libro señala las características de la vida del gnóstico cristiano.
Todos estos contenidos son desarrollados mediante lo que cons-
tituye el ideal de Clemente de Alejandría: la utilización de los
escritos y obras de algunos autores paganos es de una gran
ayuda para conocer la revelación del Logos divino y formar al
auténtico cristiano 71•
Para tener una visión panorámica lo más amplia posible,
indicamos a continuación un esquema de las grandes divisiones
de los Stromata, tal como es propuesto por el investigador galo
André Méhat 72:

STROMATA I
PROLEGÓMENOS l. Necesidad de creer. La enseñanza
escrita y la oral § 1-10
PROLEGÓMENOS II. Qué son los Stromata § 11-21
1º Sobre la sabiduría y la filosofía § 22-58
A) Contra los sofistas (1) 22,1-24,4
B) De la sabiduría técnica a la única verdad 25,1-38,8 }
;,
C) Contra la sofística (II) 39,1-42,4 '
D) Qué es necesario estudiar. Hechos y palabras 44,1-47,4
E) Contra la sofística (III) 47,.2-52,4 ;,
l
i
F) Se debe utilizar y sobrepasar a la filosofía 53,1-58,4 !·
2º Historia de la sabiduría y filosofía griegas § 59-80
A) Los siete sabios 59-61
B) Las escuelas filosóficas y sus fechas 62-65
C) Origen bárbaro de la filosofía griega 66-73
D) Origen bárbaro de los inventos 74,1-80,4
3º Origen e importancia de la filosofía § 80,5-100,5
4° Cronologías § 101-147
A) Cronología de Moisés 101-108
¡ B) Cronología judía 109-131

71. A este respecto pueden consultarse los trabajos de P. TH. CAMELOT,


Les idées de Clément d'Alexandrie sur l'utilisation des sciences et de la litté-
rature profane, RechSR 21 {1931) 38-66 y 541-569.
72. A. MÉHAT, Études sur les Stromates, pp. 276-279.
32 INTRODUCCIÓN

C) Suplementos cronológicos (T aciano) 132-143


D) Cronología de Cristo 144-147
5° Moisés y la Ley § 148-182
A) De los hebreos a los griegos 148-150
B) Vida de Moisés 151-157
C) Consideraciones sobre la vida de Moisés 158-162,1
D) El hurto de los griegos 162,2-164,3
E) La Ley 165-182

STROMATA JI
PREÁMBULO:
Programa y método § 1-3
COMIENZO:Sabiduría y gnosis § 4,1-8,2
1º Sobre la fe § 8,3-31,1
A) La fe no ·es una simple opinión; definición 8,3-17,4
B) Todo conviene al fiel, semejante al sabio estoico 18-22
C) La fe es la madre de las virtudes 23-31
2° Las virtudes § 32-104
A) Apología del temor (y de la Ley) 32-40
B) De la antigua a la nueva Ley 41-44
La caridad 41,1-42,3
Los judíos 42,4-43,3
La salvación de los justos 43,5-44,4
C) De la fe a la gnosis (continuación de § 31) 45-55
D) La penitencia y el pecado 56,1-69,3
E) Cuestiones varias 69,4-80,5
F) Las virtudes según el A. T. (y Filón) 81,1-100,3
G) Otras virtudes 100,4-104,3
3º Sobre la continencia y las pasiones § 105-126
A) Necesidad de la continencia 105-109
B) Sobre las pasiones y los demonios 110,1-117,4
C) Contra el placer 117,5-126,4
4º Los fines § 127-136
5° El matrimonio § 137-147

STROMATA III
1º Matrimonio y sexualidad § 1-12
A) Según Basílides 1-4
B) Según Carpócrates y Epifanes 5-12
2º Contra el pesimismo de Marción § 13,1-25,4
INTRODUCCIÓN 33

3° Contra los gnósticos libertinos § 25,5-44,5


A) En general 25,5-33,5
B) Los severianos 34-39
C) Nueva discusión 40-44
4° Contra los encratitas § 45-110
A) Primer ataque 45-54
B) Contra los licenciosos 55-62
C) Contra los marcionitas (?) 63,1-76,3
D) Contra Taciano (?) 76,4-90,5
E) Contra Casiano (?) 91-101
F) Contra los herejes en general 102-110

STROMATA IV
PROGRAMA § 1-3
PROLEGÓMENOS § 4-7
INICIO § 8-12
1° Sobre el martirio § 13-88
A) El verdadero mártir es el gnóstico 13-24
B) Comentario sobre las bienaventuranzas 25-41
C) Sujeto del martirio (1) 42-58
D) Hombres y mujeres (1), etc. 59-68
E) Sobre el martirio (11): opiniones y refutación de
Heracleón y Basílides 69-88
2° El cristiano perfecto § 89-172
. A) Del mártir al perfecto 89-104
B) Retrato del cristiano perfecto (1): sobre la
caridad 105-117
C) Hombre y mujer (11) 118-128
D) El cristiano perfecto (11) 129-152
E) Cuestiones varias 153-172

STROMATA V
1º Sobre la fe y la investigación § 1-18
2° Sobre el género simbólico §19-64
A) Cuestiones varias 19-26
B) Símbolos pitagóricos 27-31
C) El Tabernáculo y las vestes del Sumo-Sacerdote 32-40
D) Diversos pueblos 41-50
E) «Filosofía bárbara» y filosofía griega 51-64
3° El misterio de Dios § 65-88
34 INTRODUCCIÓN

4º El hurto de los griegos § 89-141


A) «Física» (1) 89,1-94,3
B) Ética 94,4-99,3
C) «Física» (II) 99,4-108,5
D) «Teología» 108,6-141,4

STROMATA VI
PROLEGÓMENOS § 1-3
1° Complementos a Stromata V § 4-38
A) Del hurto de los griegos entre ellos mismos 4-27
B) La imitación de los milagros 28-34
C) La imitación de otros pueblos 35-38
2° Sobre la filosofía y que todo viene de Dios § 39-70
3° El gnóstico § 71-167
A) Estudios profanos 71-94
B) Progreso y escatología 95-132
C) Exégesis gnóstica: el Decálogo 133-148
D) El gnóstico y la filosofía 149-167

STROMATA VII
PREÁMBULO: Finalidad del libro § 1
INICIO: Sobre la piedad § 2-4
1º Sobre el Hijo § 5-12
2º El gnóstico § 13-21
3° Contra la superstición de los griegos § 22-37
4° El gnóstico (continuación) § 38-88
5° Contra las herejías § 89,1-110,3
FINAL § 110,4-111,4

4. Tradición manuscrita, ediciones y traducciones


Los Stromata han llegado en una gran parte hasta no-
sotros solamente en dos manuscritos: el Laurentianus V, 3 y
el Parisinus supll. Gr. 250. En realidad, corno afirma el filó-
logo alemán Otto Stahlin 73 , se trata de un único manuscrito,

73. Cf. O. STAHLIN,Clemens Alexandrinus. Opera, GCS 12, Berlin 1972,


p. XXXIX. La primera edición de esta obra data de 1905.
r INTRODUCCIÓN 35

puesto que el ms. de la Biblioteca pansma es una copia del


anterior.
El ms. Laurentianus, designado mediante la letra L y con-
servado en la Biblioteca Medicense de Florencia, parece escrito
en el siglo XI con un tanto de descuido (por ejemplo, no trans-
mite espíritus ni acentos en las vocales griegas) por parte del
escriba mismo y otras dos personas más recientes 74 • Entre los
filólogos modernos existe la hipótesis de que este ms. haya for-
mado parte del ms. Parisinus 451 que Aretas de Capadocia 75 en-
cargó al escribano Baanes. Además de la mayor parte del texto
de los Stromata, contiene otras obras de nuestro Clemente: los
Excerpta ex Theodoto y las Eclogae propheticae. Escrito en per-
gamino, se encuentra incompleto por la probable pérdida de al
menos un folio, y algunos otros se encuentran muy deteriora-
dos, con la pérdida de algunas letras, que han sido restauradas
de forma conjetural. Este texto es el que serviría de base a la
editio princeps, realizada por Pedro Victorino en Florencia el
año 1550.
Del Laurentianus dependen otros cuatro mss. escritos en
el siglo XV: el Neapolitanus II AA 14 (= N), el Ottobonianus
94 (= O), el Ottobonianus 98 (= Q) y el Monacensis 479 (= M).
Aunque estos códices no difieren en gran medida de los pasa-
jes transmitidos por el Laurentianus y por ello no poseen una
gran importancia para la reconstitución del texto, sin embargo
son los únicos testimonios de la tradición literaria del texto de
los Stromata 76•
Una copia del ms. Laurentianus se conserva en la Biblio-
teca Nacional de París. Se trata del ms mencionado más arriba
como Parisinus supll. Gr. 250. Fue realizado en el siglo XVI, y
es el que sirvió de base a la edición de los Stromata realizada

74. Para la descripción detallada del ms. L, cf. /bid., pp. XXXIX-XLII.
75. Sobre este Arzobispo bibliófilo de Capadocia y la elaboración de los
mss. más importantes que conocemos de la obra de Clemente de Alejandría,
véase lo que hemos dicho en la Introducción a la edición del Pedagogo, rea-
lizada en esta misma colección: M. MERINO - E. REDONDO, Clemente de Ale-
jandría. El Pedagogo, FuP 5, Madrid 1994, p. 34.
76. Sobre las aportaciones textuales de cada uno de estos códices, cf. P.
BARNARD,An lntroduction on the MSS. of Clement's Works, en «Texts and
Studies» V/2, Cambridge 1897, repr. Nendeln-Liechtenstein 1967; O. STAH-
LIN, o. c., pp. XL VII-LII.
36 INTRODUCCIÓN

por J. Potter en Oxford, el año 1715. La edición oxoniense es


la reproducida por J.-P. Migne en los volúmenes octavo y no-
veno de la Serie Griega de su Patrología.
Por lo que se refiere a la tradición indirecta, además de
los mss. mencionados hay que tener en cuenta igualmente
los fragmentos de los Stromata que se han conservado en
distintas catenas, florilegios y citas de autores antiguos, que
son los que han hecho posible la reconstrucción textual de
esta obra del Alejandrino, tal y como ha llegado hasta no-
sotros 77 •
El texto griego de los Stromata ha sido publicado con-
juntamente con las otras obras clementinas por los diversos edi-
tores. Por ello remitimos al lector a lo señalado al respecto en
nuestra anterior edición del Pedagogo 78 y a las páginas dedica-
das al respecto en la sección bibliográfica de este volumen. Séa-
nos suficiente señalar que el texto griego que nosotros hemos
adoptado es el establecido por Otto Stahlin, mejorado con las
últimas aportaciones de los estudiosos de Clemente de Alejan-
dría.
Además de la traducción latina de los Stromata, realizada
por G. Hervet (1551) y basada en la editio princeps de P. Vic-
torinus, hay que mencionar las divulgadas por J. Potter (Ox-
ford 1715), W. Wilson (Edinburg 1867; repr. Grand Rapids 1979),
C. A. Bernoulli y L. Fruechtel (Basilea 1936), O. Stahlin (Mu-
nich 1936-38), M. Caster (Paris 1951), G. Pini (Roma 1985) y
J. Ferguson (Washington 1991), entre las más importantes en
idiomas modernos.
U na última aclaración: Esta primera edición castellana de
los Stromata, que ahora iniciamos bajo los auspicios de la edi-
torial Ciudad Nueva de Madrid, sigue los mismos criterios adop-
tados en la anterior publicación del Pedagogo del maestro Ale-
jandrino. Ya entonces los señalábamos de forma pormenoriza-
da y por ello ahora nos vemos excusados de repetirlos 79 •

77. Para un detalle pormenorizado de estas fuentes remitimos a la exce-


lente introducción de las obras clementinas realizada por Otto STAHLIN, o. c.,
pp. LII-LXV y GCS 15, pp. VII-XV.
78. Cf. M. MERINO - E. REDONDO, o. c., pp. 36-39.
79. Cf. !bid., pp. 39-42.
F
INTRODUCCIÓN 37

5. El contenido del libro primero

Al hablar del contenido general de esta obra de Clemente


ya hemos indicado la dificultad que encontramos para abordar la
tarea de resumir su temática. El género literario que usa el Ale-
jandrino le permite casi todas las libertades; presenta un desor-
den tal que no es fácil analizar ni siquiera el contenido de cada
uno de los libros. No obstante, intentaremos dar alguna pauta
para la mejor comprensión del libro que ahora presentamos.
Este primer libro está totalmente consagrado a una cues-
tión que entonces era vital para el cristianismo: ¿Podía un cris-
tiano servirse de los tesoros de la cultura griega y especialmente
de la filosofía? Clemente lo afirma sin rodeos y desarrolla, en
la primera mitad de este primer libro, todos los argumentos que
puede en favor de esa tesis. La seguridad de su respuesta no
admite ningún titubeo: es un deber, al menos para ciertos cris-
tianos, adquirir una instrucción lo más completa posible; el es-
critor de la Iglesia desea que algunos cristianos cursen el pro-
grama de estudios que se hacía fuera de la Iglesia. De esos es-
tudios se debe avanzar hasta alcanzar la formación filosófica.
Uno de los argumentos más fuertes de los que se sirve el
Alejandrino para defender su punto de vista es el que los filósofos
griegos -aunque no todos, dirá también- han sacado sus mejores
pensamientos de las enseñanzas del Antiguo Testamento. Los filó-
sofos griegos son deudores de Moisés y de los Profetas. Así, Pla-
tón es el más grande y el mejor de los filósofos griegos, porque se
ha inspirado en los escritos hebreos. Nos encontramos en este punto
con la llamada batalla cronológica,tan característica de la edad an-
tigua, tanto pagana como cristiana 80, que reclamaban para sí la mayor
antigüedad de sus verdades. Aquí arrancará la teoría del "robo o
plagio de los griegos", como argumento apologético tanto del ju-
daísmo helenístico como de los cristianos por él inspirados 81•

80. Excelentes trabajos al respecto, entre otros, son los de A. CASAMASSA,


l'accusa di Hestemi e gli scrittori cristiani del II seco/o, Ang 20 (1943) 184-
194; W. KRAUSE, Die Stellung der frühchristlichen Autoren zur heidnischen
Literatur, Viena 1958.
81. Cf. K. TttRAEDE, art. Erfinder 11, en Reallexikon für Antike und Chris-
tentum, V (1962), col. 1242-1261. Sobre la teoría del plagio en Clemente, d.
R. MoRTLEY, Connaissance religieuse et herméneutique chez Clément d'Ale-
xandrie, Leiden 1973, pp. 162-166.
38 INTRODUCCIÓN

Además, al estudiar la filosofía y ponerla al servicio de los


demás, se pregunta Clemente ¿qué hace un cristiano sino tomar
un bien que le pertenece? ¿No es un derecho propio de los
cristianos el progresar en su fe, aprovechándose del estudio de
los filósofos griegos? Al fin y al cabo, concluye el maestro Ale-
jandrino, la verdad filosófica y la verdad revelada de las Escri-
turas dimanan de la única Verdad, es decir de Dios 82 •
Así, pues, el cristiano, que aspira a la mayor perfección
que se puede en esta vida, debe conocer la filosofía. Pero la
ayuda de la filosofía no es suficiente, y es por ello que el es-
critor de Alejandría se esfuerza igualmente en procurar a sus
lectores una ciencia divina o gnosis, que los simples cristianos
ignoran. Esta es, pues, la noble tarea que aborda Clemente: en-
señar un cristianismo superior y perfecto, digno únicamente de
los cristianos gnósticos.
El primer libro de los Stromata, dividido en veintinueve
capítulos, comienza 83 con una amplia disertación sobre los hom-
bres a los que les compete propagar la verdad, bien sea de
forma escrita o mediante discursos. De esta forma, Clemente,
además de señalar los objetivos característicos de cada uno de
esos modos de difundir la verdad, aprovecha la ocasión para
aclarar a sus lectores que también él tiene ese mismo derecho,
e incluso obligación, de exponer «un tesoro de sabiduría» que
debe fructificar. Al mismo tiempo, aclara la necesidad de cui-
dar con prudencia y discernimiento el no exponer los miste-
rios a cualquiera; de ahí la conveniencia de que los Stromata
contengan un cierto grado de obscuridad, pero sólo aparente,
puesto que los verdaderos discípulos sabrán entender y desci-
frarlos.

82. En este aspecto, Clemente no hace sino continuar el camino abierto


por Justino, el apologista cristiano. Cf. R. HOLTE, Lagos Spermatikos. Chris-
tianity and Ancient Philosophy according to St. Justin's Apologies, StTh 12
(1958) 109-168; D. BouRGEOIS, La Sagesse des Anciens dans le Mystere du
Verbe. Évangile et Philosophie chez Saint J ustin, París 1983; etc.
83. Como ya hemos indicado en el apartado sobre la tradición manuscri-
ta, al ms. L le falta la primera página. Los investigadores modernos imaginan
hipótesis sobre el posible contenido de esa página (cf. G. PINI, Stromati. Note
de vera filosofía, Milano 1985). ¿Qué contenía esa primera página? ¿El título
de la obra? ¿La finalidad de este escrito? Incluso algunos se atreven a conje-
turar el lugar de los Stromata dentro de la entera obra del Alejandrino. Nada
se puede tener por seguro al respecto.

1
INTRODUCCIÓN 39

Tanto es así que Clemente de Alejandría usará los mejo-


res métodos de la filosofía griega, que en sí misma -y con todas
las reservas- no constituye una oposición a la fe (cap. 1). Cier-
tamente, la filosofía no sólo no se opone a la religión, sino que
viene a ser como la más útil de las propedéuticas -no un acom-
pañante molesto, como pretende alguna gente- para el que desea
llegar a ser un cristiano verdadero, y en el grado más alto que
en este mundo se puede alcanzar.
La filosofía es necesaria incluso para demostrar su inutili-
dad (cap. 2). Además, la filosofía no separa de la fe, sino que
la hace culta, y predispone al cristiano fiel de un bagaje de co-
nocimientos que le servirán para defenderse de todo posible em-
baucamiento. Por otra parte, es necesario el esfuerzo humano
para hallar la verdad: «Al igual que el apasionado de la caza
captura la presa después de buscar, rastrear, seguir las huellas y
azuzar a los perros, así también la verdad se manifiesta como
algo agradable, una vez buscada y conseguida con esfuerzo» 84 •
Hay que saber distinguir entre la verdadera y la falsa fi-
losofía (cap. 3), porque hay gente -dice el Alejandrino- que se
burla de la verdad y considera la sabiduría hebrea como cosa
de niños; otros, dedican su vida a una determinada manera en
la forma de hablar: «son como un río de palabras sin más, pero
sin una gota de inteligencia» 85 • Esta es la sátira erudita y atre-
vida que Clemente lanza contra los gnósticos herejes, a los que
califica denigratoriamente con el apelativo de sofistas.
En las siguientes páginas (cap. 4 ), el Alejandrino desarro-
lla un argumento interesante, sacado de dos textos de la litera-
tura griega profana relacionados con otros sacados de la Escri- ·
tura: la sabiduría de las artes prácticas y la filosofía son de ori-
gen divino; y los cristianos gozan además de un «sentido pro-
fético», que les ayuda a progresar en la contemplación religio-
sa de Dios mismo.
La filosofía constituye una propedéutica para la demostra-
ción racional de la fe (cap. 5), y por eso es también querida
por Dios, lo mismo que la Ley entre los judíos, para realizar
la conversión de los griegos hacia Jesucristo: «En verdad, la fi-

84. Strom., I, 21, 1.


85. Strom., I, 22, 5.
40 INTRODUCCIÓN

losofía, abriendo camino, predispone al que luego es perf eccio-


nado por Cristo» 86 • Por eso, concluye Clemente, la filosofía no
hace más que servir a la verdadera y única Sabiduría: «Mani-
festamos, pues, abiertamente desde ahora que la filosofía con-
siste en la búsqueda de la verdad -esa verdad de la que dijo el
Señor mismo: Yo soy la verdad 87- y de la naturaleza de los
seres» 88 •
'l
Además, la filosofía es necesaria porque infunde en el alma
una fe segura, purificándola para que pueda discernir la verdad
(cap. 6). Pero las semillas de la filosofía que Dios ha sembrado
en los hombres no servirán de nada si el esfuerzo humano no
las hace fructificar: «Lo mismo que afirmamos que se puede ser
fiel sin letras, de igual manera confesamos que comprender la
doctrina de la fe no es posible sin aprendizaje» 89•
La experiencia indica que la fe germina y se desarrolla más
fácilmente en un espíritu ejercitado en la filosofía (cap. 7). Pero
no en cualquier filosofía: «Yo no llamo filosofía a la estoica, ni
a la platónica, ni a la epicúrea, ni a la aristotélica, sino a todo
lo que en cada uno de esos sistemas se dice convenientemen-
te ... ; a todo ese conjunto ecléctico denomino filosofía» 90 • Por
otra parte, la ciencia es necesaria para vivir correctamente en la
doctrina de la verdad. En este sentido, Clemente distingue que
1'
.¡ «una cosa es la semejanza, y otra la realidad misma; porque una
¡l
se puede obtener por aprendizaje y esfuerzo, la otra en cambio
ll,, por virtud y por fe ... La enseñanza de la religión es un rega-

;1 lo, mientras que la fe es una gracia» 91 • De esta manera se se-
;L'.
ñalan los dos caminos o conductos por los que el hombre re-
cibe todos los bienes de Dios.
El cap. 8 constituye un fuerte ataque contra la sofística,
que origina la retórica, la ciencia erística y la dialéctica, pues
usurpa mediante la persuasión toda la tarea de la sabiduría. Tam.:
bién en este punto el Alejandrino se muestra clarividente al afir-
mar -siguiendo los consejos paulinos- que tan malo es satisfa-

86. Strom., 1, 28, 3.


87. Jn. 14, 6.
88. Strom., I, 32, 4.
89. Strom., I, 35, 2.
90. Strom., I, 37, 6.
91. Strom., I, 38, 4-5.
INTRODUCCIÓN 41

cer a la muchedumbre, como creer por simples op1mones, sm


reflexión ni ciencia.
Clemente distingue entre la «fe simple» o fe común, como
el fundamento o comienzo de la salvación de los hombres, y la
fe razonada o científica que constituye el perfeccionamiento, y
que es resultado del esfuerzo humano (cap. 9). Así, algunos
piensan «que se puede empezar en seguida a recoger las uvas,
sin haber tenido ningún cuidado de la viña» 92 • Ciertamente, al-
gunos objetan que los Profetas y los Apóstoles no conocieron
las técnicas filosóficas, pero gozaron del Espíritu profético, que
les permitió descubrir la verdad, responde nuestro autor.
¿Quienes son los sabios de verdad? Los que no buscan la
elocuencia o la dialéctica (cap. 10). Por eso él no procura con-
tentarse con sólo el estilo literario, «porque lo que yo deseo
confiar puede expresarse con cualquier término... Sé bien que
para salvarme y ayudar a salvar a otros, eso es lo mejor, y no
el utilizar expresiones como bien adornadas» 93 • Así, pues, el es-
tudio de las ciencias prácticas y de la filosofía sólo ha de tener
estos objetivos: comprender mejor las Sagradas Escrituras (cap.
11), no ser perezoso respecto a la Verdad, y de esta forma ro-
bustecer la fe. En verdad, «la enseñanza que obedece a Cristo
reconoce como Dios al Creador, ve la Providencia hasta en los
detalles, sabe que la naturaleza de las cosas visibles es creada y
cambiante, enseña a dirigirnos hacia la poderosa semejanza con
Dios y a aceptar la economía salvífica como principio hegemó-
nico de toda educación» 94 •
Pero, porque la doctrina del Hijo de Dios no ha de publi-
carse indiscriminadamente (cap. 12), los Stromata contienen esa
verdad «de una manera desparramada y dispersa, como las se-
millas, de modo que no estén al alcance de los charlatanes, cual
grajos. Mas si tienen la suerte de encontrar un buen agricultor,
cada una de esas semillas brotará y mostrará lozano el trigo» 95 •
Las relaciones entre la verdad filosófica y la verdad cris-
tiana (cap. 13) constituyen el tema central de este primer libro.

92. Strom., I, 43, 1.


93. Strom., I, 48, 1.
94. Strom., I, 52, 3.
95. Strom., I, 56, 3.
T

42 INTRODUCCIÓN

Clemente comienza con una afirmación rotunda: «las escuelas


filosóficas, la griega como la hebrea, recibieron una parte cada
una, aunque se gloríen de poseer toda la verdad» 96 • Ambas ver-
dades, la de la filosofía griega como la de los hebreos, partici-
pan del Logos de la verdad. El Alejandrino demuestra su tesis
con ejemplos sacados de la noción abstracta del tiempo (la eter-
nidad contiene el pasado, el presente y el futuro), la música (las
cuerdas de la lira) e incluso la cosmología (el universo y sus
partes).
Clemente expone a continuac1on y de forma resumida la
historia de la filosofía griega (cap. 14). Comenzando con los de-
nominados Siete Sabios, menciona los fundadores de las escue-
las filosóficas más importantes de la Grecia antigua (la itálica,
la jónica y la eleática), y termina con una breve mención de los
personajes más importantes de cada una de ellas.
Señaladas las épocas de los filósofos griegos más insignes,
nuestro autor se esfuerza en demostrar cómo la mayoría de esos
personajes tienen alguna relación con la filosofía bárbara (cap.
15). El testimonio de Platón, citado en más de una ocasión, le
sirve para evidenciar su argumento. Otras alusiones sobre Pitá-
goras e incluso personajes míticos, como las Sibilas y las Musas,
llevan a Clemente a escribir que «la filosofía, bien de gran uti-
lidad, floreció hace tiempo junto a los bárbaros y fue dispues-
ta entre las naciones; luego llegó también a los griegos» 97 • El
Alejandrino menciona pueblos, escuelas y personajes célebres
por su sabiduría o su ciencia de adivinación.
Es más, los bárbaros no sólo son los descubridores de la
filosofía, sino también de casi todas las artes (cap. 16). Así, Cle-
mente menciona una serie de inventos salidos de inteligencias
ajenas a las griegas: la astronomía, el calendario, el arte de pro-
nosticar el futuro o adivinar por medio del vuelo de las aves,
algunos instrumentos musicales, como la trompeta y la flauta,

96. Strom., I, 57, 1.


97. Strom., I, 71, 3. El término «bárbaro» ha de entenderse como referido
a todos los que no son griegos, incluidos los hebreos. Antes de nuestro Cle-
mente, otros autores judíos de Alejandría habían creado un movimiento de
carácter apologético con el fin de demostrar la superioridad de la Biblia sobre
las doctrinas de los filósofos griegos, y sobre el origen judío de las ciencias,
por ejemplo, Eupolemo, Artapano, Aristóbulo y Filón principalmente.
INTRODUCCIÓN 43

el alfabeto, la medicina, la forja del hierro, la aleación del bron-


ce, el tinte de los cabellos, el carro, etc. También menciona el
origen de algunas ciencias, como la oratoria, la armonía musi-
cal, la poética, el derecho ... En conclusión, «aunque la filoso-
fía griega no llegue a alcanzar la verdad en su totalidad... hace
prudente al hombre, modela el carácter, y predispone a quien
cree en la Providencia para la recepción de la verdad» 98 •
También Clemente se plantea un problema de su tiempo:
el origen de la filosofía (cap. 17). Al respecto, la problemática
se presentaba entonces con este interrogante: ¿No es la filoso-
fía el resultado de un hurto o regalo de un ladrón? En verdad,
la respuesta no sólo implicaba el saber quién era ese ladrón sin
más. El planteamiento implicaba cuestiones filosófico-teológicas
más profundas. Si Dios permitió ese hurto, ¿no es de alguna
manera responsable de esa acción? ¿No es en definitiva Dios
mismo quien ha introducido el mal en el mundo? El Alejan-
drino responderá negativamente, basándose en la noción estoi-
ca de causa y de la responsabilidad de quien no impide una
cosa. Por eso concluirá: «El diablo, siendo capaz de robar o no,
es él mismo responsable del robo, no el Señor que no lo im-
pidió» 99 • En todo caso, la Providencia ha querido llevar a un
fin bueno lo que parece malo, como es el hipotético hurto de
la filosofía, porque en ella reside una incitación a ocuparnos de
Dios (cap. 18).
La filosofía griega está más cerca de Dios que la doctrina
de los herejes (cap. 19), aunque la auténtica verdad se encuen-
tra en la doctrina transmitida por el Hijo de Dios. Es cierto
que todos los hombres han sido llamados a responder al Evan-
gelio de Jesucristo, pero solamente quienes creen al Hijo de
Dios alcanzan la verdad completa. El testimonio de Sócrates y
de san Pablo ayudan a comprender el pensamiento de nuestro
autor, para quien la filosofía griega es como una antorcha, pero
la doctrina cristiana es el auténtico sol. De todas formas, ambas
se encuentran dentro de la economía divina.
Clemente continúa exponiendo las excelencias, y también
las deficiencias, de la filosofía griega (cap. 20). Ésta es una ex-
celente colaboradora -no la única causa- de la fe, una prope-

98. Strom., I, 80, 6.


99. Strom., I, 83, 2.
44 INTRODUCCIÓN

déutica -no algo sine qua non- para el gnost1co, «ya que casi
todos sin haber recibido el ciclo pedagógico, sin filosofía grie-
ga, y algunos casi sin letras ... hemos recibido la doctrina acer-
ca de Dios por el poder de la fe, siendo educados por una Sa-
biduría que ha actuado directamente en nosotros» 100 • Por eso,
incluso desapareciendo totalmente la filosofía, el cristiano que
cree no estaría privado en absoluto de la verdad. Ciertamente,
la filosofía no hace más sólida la verdad, pero la defiende y
guarda de todo engaño.
Antes de hablar sobre lo que los griegos plagiaron a los
hebreos, Clemente expone las pruebas cronológicas de la anti-
güedad de la sabiduría «bárbara» respecto a los griegos (cap.
21). Se trata del capítulo más extenso de todo este ~:bro. Para
Clemente, la necesidad de esta digresión no es tanto cronológi-
ca cuanto filosófica; es decir, pretende argumentar la veracidad
de la filosofía de los hebreos mediante su antigüedad. Con otras
palabras, la sabiduría de los hebreos es más auténtica que la fi-
losofía griega, porque aquélla es más antigua que ésta. Clemente
trata de demostrar en un primer momento cómo Moisés, pro-
totipo del Antiguo Testamento, vivió antes que los más anti-
guos poetas y sabios de Grecia. Después compara las cronolo-
gías de los sabios griegos y las de los judíos; así, afirma que
Homero vivió después del profeta Eliseo, Pitágoras y Tales flo-
recieron después de Ageo y Zacarías, etc. En un tercer mo-
mento, Clemente compara las cronologías griega -desde !nacos
hasta la muerte de Cómodo- y hebrea -desde Adán hasta la
destrucción del templo de Jerusalén, en tiempos de Vespasiano-.
También encontramos aquí una descripción de las lenguas pri-
mitivas y del idioma de los animales. Finalmente, el Alejandri-
no completa los datos precedentes con «la cronología de los
emperadores de Roma, para fijar el nacimiento del Salvador» 101 •
Una vez asentados los tiempos de los autores hebreos y
griegos, Clemente saca la conclusión: Moisés ha sido el maestro
de los filósofos griegos (capp. 22-29). En estas páginas, se nos
recuerda la tradición de la traducción griega de las Sagradas Es-
crituras por parte de los LXX expertos judíos (cap. 22). Tam-
bién se narra una historia sobre la vida de Moisés y su educa-

100. Strom., I, 99, 1.


101. Strom., I, 144, 1.
p

INfRODUCCIÓN 45

ción en el palacio del Faraón egipcio (cap. 23). Clemente canta


las excelencias de Moisés como profeta, legislador, táctico, es-
tratega, político y filósofo, deteniéndose especialmente en el arte
de la buena táctica y de la estrategia (cap. 24). Moisés es el mo-
delo que sigue Platón· en su tratado sobre Las Leyes (cap. 25 ).
Además, puesto que Moisés es el mejor legislador, también su-
ministró una inmejorable política, que constituye la buena edu-
cación humana, de la que derivan, tanto la verdad como el mo-
delo de lo que los griegos cuentan en sus historias (cap. 26 ).
Clemente se refiere elogiosamente a la ley mosaica, porque sus
castigos y condenas son medios que orientan hacia el bien y la
virtud (cap. 27). También la filosofía mosaica y sus partes -his-
tórica, legislativa, litúrgica y teológica- son objeto de atención
del autor alejandrino; ésta es la que de forma auténtica condu-
ce hacia la verdadera sabiduría (cap. 28). Finalmente, con oca-
sión de una cita del Timeo platónico, el Alejandrino acaba su
primer libro de los Stromata afirmando una vez más la supe-
rioridad de la revelación divina sobre la filosofía griega (cap. 29).

Antes de finalizar, quisiéramos presentar al lector del pre-


sente volumen dos advertencias. En primer lugar, le recordamos
que los criterios de método que hemos seguido en la presente
publicación son idénticos a los expuestos en nuestra edición an-
terior del Pedagogo; por ello hemos preferido no repetirlos en
la presente Introducción. En segundo término, quisiéramos dejar
constancia de nuestro agradecimiento a los colegas que nos han
ayudado con sus acertadas sugerencias; igualmente la gratitud
para el servicio de aquellos alumnos que han intervenido en la
corrección de las pruebas de imprenta y en la elaboración de
los Índices finales.

Pamplona, 14 de febrero de 1996


Marcelo MERINO
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Stromata I
Texto griego, traducción castellana y notas
TON KATA THN AAH9H
~IAOl:O~IAN rNOl:TIKON
YilOMNHMA TON l:TPOMA TEON

IlPOTOl:
STROMATA DE NOTAS GNÓSTICAS
SEGÚN LA VERDADERA FILOSOFÍA

LIBRO PRIMERO
66 :E'tp<.Óµma I, 1

44 se
KecpcH.atov I 685PG
3 GCS
1.1. ... í'va vnoxezpa ávayivÓJcncr,; avra; ,cai
ovvr¡0fj; q,vAá~ai avrá;. IlÓ'tEpov ()' OU()' oA.ro<;11'tl<Jl 1m-
cmyypáµµma; Kat d µev 'tO 1tpÓ'tEpov,'tÍ<;11'tffiV 687PG
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'tOt<; µfi; rEA.otOV µEV'tO:VEl1l 'tllV 'tffiV <J7tOUóaÍrovCX7tO-
ÓOKtµá~OV't<lypacp11v'tOU<;µ11 'tOlOÚ'tOU<; a1to<>Éxrn8m cruv-
2. 'A).,).,' lipa 0E01tÓµm9 µev JC(llTtµ<XÍ(J)µú8ou<;
't<X't'tOV't<l<;.
npo<; ()E K<ll 'EmKoÚp(J)
JC(ll ~A.acrcp,iµÍa<;<JUV't<X't'tOU<JtV,

2-3. HERMAS, Vis., 5, 5; ID., Mand. praef, 5. 8. Cf. TEOPOMPO,


Fragm., 115 F 26 b; Protr., 42, 2; Strom., I, 62, 2; 117, 8; 135, 1; VI,
19, 5; 21, 3. //. Cf. TIMEO, Fragm., 566 F 99; CoRNELIO NEPOTE, Ale.,
11; Strom., I, 64, 2; 135, 1; 139, 4.

6. µi::V'tav: µeV't' iiv Potter. 9. CíUV't<X't'tOUcnv:CíUV't<X't'tOUO"t


· Potter.
Stromata I, 1,1-2 67

Capítulo I

1. 1. .. . para 1 que los leas continuamente y puedas con-


servarlos 2. Mas ¿está permitido a todo el mundo legar escri-
tos 3 o únicamente a algunos? En el primer caso, ¿qué tendría
de provechoso la escritura? Y en el segundo, ¿sólo se per-
mitiría a los [hombres] diligentes o también a los que no lo
son? En verdad, sería ridículo rechazar como indignos los es-
critos de los hombres honrados, y admitir los libros de quie-
nes no lo son 4 • 2. Además, ¿acaso se han de dar por buenos
los mitos 5 y blasfemias que aparecen en Teopompo6, Timeo7,

l. Falta el primer folio del manuscrito. El texto comienza con esta cita del
Pastor de Hermas, aunque algunos autores modernos proponen la referencia
a PLATÓN,Phdr., 257 D: L. FRüCI-ITEL,GCS 15, p. 519; J. FERGUSON,Cle-
ment, p. 23, nota 2. Por el contexto que se conserva puede colegirse fácil-
mente el pensamiento de Clemente: expresa la preocupación de que su tarea
no sea bien comprendida y pueda ser tachada de innecesaria y de escaso in-
terés. Además, estas primeras palabras le sirven para declarar sus ideas pro-
gramáticas.
2. HERMAS, Vis., 5, 5. El texto completo dice: «Ante todas las cosas, es-
cribe mis mandamientos y comparaciones. IAf,demás, según te lo mostrare,
así lo escribirás. La razón -añadió- porque te mando que escribas ante todo
los mandamientos y comparaciones es para que los leas continuamente y pue-
das conservarlos».
3. Cf. E. F. ÜSBORN, Teching and Writing, passim.
4. Clemente se siente en la necesidad de poner por escrito una serie de
verdades que han llegado hasta él oralmente. Se trata de una técnica emplea-
da por los filósofos paganos, quienes resumían sus principios en una especie
de dogmas, que constituían el núcleo de sus enseñanzas: R. MORTLEY,Con-
naissance, p. 146.
5. Sobre el concepto positivo, negativo y neutro del «mito» en Clemente:
J. BERNARD,Die Apologetische, pp. 30-35.
6. Historiador griego, nacido en Quíos hacia el año 380 a. de C., y que
murió en Egipto hacia el 305. Desterrado juntamente con su padre, fue edu-
cado en Atenas por Isócrates. De sus dos grandes obras históricas, las He-
llenika y las Philippika, solamente poseemos algunos fragmentos.
7. Timeo, historiador griego, era natural de Tauromenio (Sicilia), y nació
hacia el año 345 a. de C. Vivió desterrado en Atenas durante cincuenta años,
\ en los que se ocupó de la redacción de su obra histórica. Una vez vuelto a
68 .I:tpcóµma I, 1

a0EÓ't'Tl't0<; K<X'tá.pxov'tl, E'tl fü: 'lmtCÓV<XK'tl K<Xt 'Ap-


XlAÓX(J)aicrxpro<; OÜ'tro<;btnprn'tÉoV ypá.qmv, 'tOV fü: 't'flV
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1. Cf. Strom., I, 50, 6; 52, 4; 64, 4; 67, 1; 80, 2; 11, 16, 3; 119, 3;
127, 1; 128, 1; 138, 4; IV, 143, 6; V, 90, 2; 116, 4; VI, 67, 2. //. Cf.
Protr., 24, 2; Strom., 1, 79, 1. 2. Cf. Strom., I, 79, 1; 131, 6.7; V, 127,
1; VI, 6, 1; 7, 3. 5-6. Cf. PLATÓN, Symp., 209 A-D; ID., Phdr., 278 A;
ID., Tht., 150 D; ARISTÓTELES, Eth. Nicom., IX, 7, 3, 1168 a 1-3; FILÓN,
De som., 11, 19, 134; Protr., 68, 4; Paed., I, 6, 1; 96, 2; 11, 49, 2; Strom.,
11, 61, 2; VII, 32, 7. 6-7. Cf. 1 Co. 4, 15; Paed., I, 18, 4; 30, 2; 36, 4;
38, 1; Strom., III, 98, 4; V, 15, 3; 48, 9; 66, 2; 134, 1; VI, 1, 3; 165,
1; VII, 103, 5; Eclog. proph., 28, 3. 7. Cf. Sb. 1, 6; FILÓN, Prob., 13;
Eclog. proph., 28, 1. 8-9. Pr. 2, 1-2. 9-70,1. Cf. Mt. 13, 8.

8. evtoAi\',: add. pijow Rahlfs.


Stromata I, 1,2-3 69

Epicuro 8 -el iniciador de la impiedad 9-, o igualmente los es-


critos que se atribuyen a Hiponacte 10 y a Arquíloco 11, y, en
cambio, vamos a prohibir dejar algo de provecho a la poste-
ridad a quien proclama la verdad? Pienso yo que es preferi-
ble dejar buenos hijos a la posteridad. En efecto, las palabras
son descendientes del alma, al igual que los niños lo son del
cuerpo 12 • 3. Por eso llamamos padres a los que nos han ca-
tequizado, puesto que la sabiduría 13 es comunicativa y amiga
de los hombres 14 • Por ello, Salomón afirma: Hijo, si, reci-
biendo la expresión de mi precepto, la escondieres dentro de
ti, tu oído obedecerá sabiamente 15 • Esto indica que la pala-

su patria, siendo ya anciano, murió a los noventa y seis años. Su obra, Sike-
lika, está redactada en 38 libros y contiene la historia de los griegos itálicos
y sicilianos desde los más remotos tiempos.
8. Epicuro nace en Samos el año 342 ó 341 a. de C. y murió el 270. Se
trata del filósofo más criticado de Grecia, pero no el más insignificante por
el influjo que tuvo en sus contemporáneos, por la resonancia de sus máximas
en la historia de la filosofía y por el número de sus escritos. A. DEssr, Ele-
mentí Epicurei, p. 402, nota 3, cita los pasajes clementinos que se refieren a
la filosofía de Epicuro.
9. El título «iniciador de la impiedad» con el que Clemente califica al filó-
sofo de Samos es frecuent<; entre los autores antiguos. Así, por ejemplo el his-
toriador romano Comelio Nepote juzga a Epicuro de maléfico y difamador (Al-
cibíades, 11, 1). El Alejandrino se refiere también en otros lugares al materia-
lismo del filósofo de Samos, como se señala en los paralelos del texto griego.
10. Hiponacte, poeta griego, nace en Éfeso durante la segunda mitad del siglo
VI a. de C. Los fragmentos que quedan de sus obras fueron publicadas por
F. G. WELCKER,Der epische Cyclus oder die homerische Dichter, Bonn 1865.
11. Célebre poeta lírico griego, de la primera mitad del sigo VII a. de C.,
natural de Paros. Los fragmentos conservados de sus obras han sido publica-
dos por T. BERGK, Poetae lyrici graeci, vol. 11, Leipzig 1857.
12. Se trata de un tema muy frecuente en la literatura platónico-aristotélica
y en nuestro Autor. Sobre el origen de estas expresiones, cf. A. VAN DEN
HoEK, Clement of Alexandria, p. 178.
13. Para el significado de «sabiduría» en el Alejandrino, cf. F. DRACZKOWSKI,
Qua paideia, pp. 74-76; E. ÜSBORN, La Bible inspiratrice, p. 131-132.
14. Parece reminiscencia filoniana: A. VAN DEN HOEK, Clement of Alexan-
dria, p. 178. Una de las características del cristianismo auténtico, en contra
de la opinión de los herejes que negaban la comunicación de la sabiduría para
no beneficiar a los injustos e indignos, era precisamente el no poder no co-
municar el saber. Sobre el término <ptA.a.v0pcmtÍa, cf. J. FERGUSON,Moral Va-
lues in the Ancient Worl, London 1958.
15. Pr. 2, 1-2. Para las citas escriturísticas en el Alejandrino: cf. S. K. LAKE,
De Westcott et Hort au Pere Lagrange et au-dela, RBi 48 (1939) 497-505;
para el libro de los Proverbios, como es el presente caso, Clemente utiliza pa-
ráfrasis comunes a los LXX y a otras versiones antiguas como la copta, la
sahídica, etc. De ello se deduce que sus citas bíblicas, especialmente las refe-
rentes a Pr., sean referidas en la presente edición a pasajes idénticos o pare-
70 l:tpcóµm:a I, 1

tov AÓyov x:pÚ1ttEcr8m µr¡vÚE1 x:cx0á1tEpEv rft til tou


µcxv0ávovto~ 'lfl)Xft,x:cxicxÜtr¡1tVEuµcxn1cr1
qmtdcx.
2.1. ~10 KCXtE1t1<pÉpn · ,cai 1rapa/3akíi; K:apoíav O'OV
eii; O'VVEO'lV, 1rapa/3akíi; oe avtjv eii; vov0frr,aiv dpvíip
5 aov. 'l'u:xll yáp, otµm, 'i'UXTI x:ai 1tVEuµcx1tVEÚµcxncruv-
cx1ttÓµEvcx KCX'tCX
't'JlV'tOUAÓyoucmopav cxÜ~El'tO KCX'tCX~A.r¡0ev
KCXtSCOO'YOVEt
· UÍO~ 0€ 1trt~ Ó 1t<ll0EUÓµEVO~
Ka0' \l1tCXKO'JlV
Yíé, <pr¡crív,éµmv 0eaµmv µr¡ émAav0ávov.
'tOU1t<llOEÚOV'tO~. 4 GCS
it yv&<n~, ovo~ A-Úpcx~, <pcx<nvoí
2. Ei 0€ µll 1t<lV'tCOV n

2. Cf. Mt. 15, 13. 3-5. Pr. 2, 2. 8. Pr. 3, 1; cf. Dt. 8, 1; 30, 36; Pr.
2, 1. 9. Cf. 1 Co. 8, 7; IRENEO, Adv. haer., Praef. 2; III, 2, 1-3; 15,
1-2; Strom., IV, 97, 1.

4,2. ek Eltt Rahlfs. 8. 0ecrµéov:x:oµÍµrovRahlfs.


í Stromata I, 1,3-2,2

bra 16 es sembrada y enterrada, como semilla en la tierra, en


el alma del discípulo, y ésta es la plantación espiritual 17 •
71

2. 1. Por eso también añade: Dirigirás tu corazón a la pru-


dencia y le enderezarás para instrucción de tu hijo 18• Así, pues,
me parece a mí que un alma que se une a [otra] alma y un es-
píritu a [otro] espíritu 19, cuando se siembra la palabra, hacen
crecer la semilla y producen vida; y todo el que es educado
viene a ser hijo del educador en virtud de la obediencia 20 • Dice
[Salomón]: Hijo, no olvides mis leyes21 • 2. Y aunque la gnosis
no es [patrimonio] de todos 22 , como el tocar la lira para el

ciclos. Cf. A. BóHLING, Zum Proverbientext des Klemens, ByFo 3 (1986) 73-
79; A. MÉHAT, L'Hypotese des Testimonia á l' epreuve des Stromata, en AA.
Vv., La Bible et les Peres, París 1971, pp. 229-242; C. MoNDÉSERT,Pensée
religieuse, pp. 76-79.
16. El vocablo A.Óyo<;(palabra) no parece que aquí signifique, al menos pri-
mariamente, el Logos personal: L. F. LADARIA,El Espíritu, p. 63; no hay por
tanto una total equivalencia con el logos spermatikós de san Justino.
17. Clemente utiliza con frecuencia (cf. Strom., I, 2, 1; 4, 2; 7, 1; 11, 3; 17,
4; 18, 1; etc.) comparaciones tomadas de la agricultura, sobre todo la de la
semilla, que tiene sus reminiscencias paganas y bíblicas.
18. Pr. 2, 2. Se trata de una expresión veterotestamentaria muy familiar al
autor alejandrino. Son repetidas las ocasiones en que Clemente alude a que
«la palabra» es como semilla sembrada en el alma del hombre; cf. M. PoH-
LENZ, Klemens, pp. 103-180.
19. El término «espíritu» adopta aquí una noción antropológica, bajo un
aspecto extraordinariamente cualificado y positivo: L. F. LADARIA,El Espíri-
tu, p. 144.
20. «Cuando el Maestro es la misma Sabiduría que se da a participar a tra-
vés de sus espermas pneumáticos sembrados en el alma del discípulo, es claro
que deviene 'padre' de su nueva criatura. Sus espermas se 'unen' al pneuma ra-
cional o entendimiento fecundándolo y generando nueva vida. El sustrato hypo-
kéimenon es la razón del discípulo, la nueva 'forma' o principio espermático es
la participación de la Sabiduría-Logos. Por parte del discípulo se requiere una
'colaboración', no es mera tierra pasiva, es la 'obediencia', la docilidad y apertu-
ra a la palabra, el asentimiento de la fe»: S. FERNÁNDEZARDANAZ,Genesis, 142.
21. Pr. 3, 1. El texto sagrado transmite el término "lecciones".
22. Nos encontramos aquí con el texto fundamental sobre el cual el autor
alejandrino construye su teoría de la «gnosis» cristiana. La gnosis, que es ex-
clusiva de algunos (cf. Strom., I, 13, 2-4; 18, 1; 55-56; IV, 97, 1; V, 17, 5; 80,
3; 83, 3; 88, 4; etc.), es la inteligencia de lo que ha sido, es y será. Abarca doc-
trinas y experiencias tan diversas que es imposible definirla; en cambio se la
puede describir como la cubierta, o parte más alta, del edificio espiritual del au-
téntico cristiano. La situación de la que parte Clemente es valentiniana (cf. IRE-
NEO, Adv. haer., III, 2, 1-3; III, 15, 1-2), pero también se percibe cierto senti-
do pitagórico (cf. DróGENES LAERCIO,Vit. phü., VIII, 15). Clemente se siente
obligado, por precaución, a tener ciertas reservas en manifestar la verdad de la
fe, que ha de ser salvaguardada contra los peligros de la indiscreción. Sobre el
esoterismo en Clemente, cf. C. MONDÉSERT,Pensée religieuse, pp. 47-62.
72 Ltpcóµcmx I, 1

1tapo1µm~óµevo1, w'ic; 1toA.M'ic;


-rcxcruyypáµµa-ra. "Yec;youv
f3opf3ópcpif8ovmz µnA.MV 111m0apq'>ÜOa-rt. 3. Liza wfrro,
<pTJO'lV ev 1tapa/3oAal<;avw'i<; AaAm,O'íl/3AÉTWVW<;
Ó lCÚptO<;,
ov /3U1tovaz TCaiaTCOVOV-Z-E<;
OVT(amvovaz TCaiOV avvzaaz,
5 'tllV ayvomv auw'ic; me;
µ111tapéxovwc; 'tOUirupíou (µ11ycxp
OU 8eµt't0V 0'\l'tO) <ppOVEtV),UMCX'tllV tm<lpXOUO'UV
füeA.éy~avwc; 1tpO<pTJn1C&c;
1Cat acruvÉ'touc; -rrov A.eyoµÉvrov
fooµÉvouc; µTJvÚcrav-roc;.
3. t. "H<>TJfü: 1Ca-ra<pa.Íve-rm
ElC1tEp10ucríac;ó O'Ol't'TlP
10 au-róc;, 1Ca-rcx
-r11vwu A.aµf3ávovwc; oúvaµ1v, i,v <>EtElC
cruvacrlCTJcrEroc;
aü~etv, w'ic;ooÚA.otc;-rcximápxov-ra füavE͵ac;.
Ai'i01c;E7tUVEA.0rov-r10évm A.Óyovµe-r' au-rfuv. '0n:TJVÍ1Ca'tOU<;
µev au~ficrav-rac;'tO apyúp10v UU'tOU,'tOU<; ev ÓAÍycpmawv<;,
a1to<>e~áµevoc; Kat E1tayynMµevoc; e,ci ,coAAwv TCamad,aezv
15 EÍ<;'rTfV WV rupÍOV xapav 1tpocrÉ'tU~EV EicrEA.8EtV,2. 'tql fü:
Cl7t01Cpm¡mµÉvcp 'tO 7tlO''tEU8evapyúp10v de; 'tO ElCOUVEtcrm

1. Cf. DrOGENIANO, Paroem., VII, 33; APOSTOLIO, Paroem., XIV,


53; MENANDRO, Fragm., 450; FEDRO, Fab., 12; Strom., VI, Ú2, 1.
1-2. HERÁCLITO, Fragm., 22 B 13; 2 P. 2, 22; cf. Protr., 92, 4; Strom.,
11, 68, 3; 118, 5; 127, 1; V, 51, 3; PLOTINO, Enn., I, 6, 6. 2-4. Mt. 13,
13. 5-6. Cf. ARISTÓTELES, Metaph., I, 2. 10. Cf. Mt. 25, 14-30; Le. 19,
12-17. 13. Mt. 25, 21. 14-15. Mt. 25, 23.

1-2. "YE<; youv ~pl}ópcp ií6ovta.t: 7 Y<;; A.O\lO'CXµÉvTI Ei<;;1ruA.tcrµov


~pl}ópou Aland. 4. 1ml.O'I>O'UVtéicrt:oufü: O'\lVÍO\lO'tV
Aland. 5. tTJVayvo-
tcxVCX'l>tOt<;;
Ó><;;: tTJVayvotav CX'l>tot<;;
Ó><;; Sylburg; insert. Ó><;;
Wilamowitz-
Moellendorff y Stahlin. 7. OtEA.éy~cxvto<;;:Sylburg; OtEAiy~ovto<;; Potter.
8. µTtvúcruvto<;;:µTtvÚuovto<;;Potter. 10-11. i,v OEt EK uuvuulCÍ¡uEro<;;
cxÜ~Etv,:i, 611EKuuvcxcrlCÍ¡O'Eco<;;,
cxÜ~EtvPotter. 13. Év ÓA.Íycp mutoÚ<;;:Eltt
ÓA.Íycx~<;;mcrtÓ<;;Aland. 14. KCXt<XO'tTIO'Etv:
O'EKCXtcxO'tTJO'CO
EtuEA.0EAland.
15. xcxpav: mut. Aland.

..
T
Stromata I, 2,2-3,2 73

asno 23 , conforme afirman los amigos de proverbios; sin embar-


go los libros son para las multitudes 24 • Por cierto, los cerdos
prefieren revolcarse en el cieno 25 más que en el agua limpia.
3. Por eso -dice el Señor- les hablo en parábolas, para que vien-
do no vean y oyendo no oigan ni entiendan 26 • El Señor no pro-
voca en ellos la ignorancia -pues no sería lícito pensar así-, sino
que de manera profética 27 les hace ver su actual ignorancia, y
les da a entender que son incapaces de comprender lo que les
anuncia.
3.1. He aquí cómo el Salvador 28 mismo se presenta distri-
buyendo, conforme a la capacidad de quien recibe y que es me-
nester incrementar con la práctica, a los siervos sus riquezas de
lo que le sobra. Y vuelve más tarde para entablar razón con
ellos. A los que acrecentaron su dinero, los fieles en lo poco 29
les aprueba y les promete constituirlos en lo mucho 30 y les manda
entrar en la alegría del Señor 31• 2. Por el contrario, a quien en-

23. Es una expresión proverbial griega. Entre los autores helénicos la frase
no significa invariablemente «tocar» la lira, sino también «escuchar» el men-
cionado instrumento musical; así, por ejemplo, MENANDRO,Fragm, 450; FEDRO,
Fábula, 12. También existe «el asno de la lira» como título de una Satyra Me-
nippea del poeta romano M. T. V ARRÓN.
24. El prejuicio contra el lenguaje escrito era muy fuerte en la época de
Clemente. La voz humana era el instrumento más seguro para proclamar la
doctrina cristiana. Las cosas secretas son transmitidas mejor por la palabra
que mediante escritos. Por todo ello, el Alejandrino se sentirá en la necesi-
dad de justificar sus escritos.
25. 2 P. 2, 22. Se ve aquí la intención, tan familiar en el Alejandrino, de
unir citas bíblicas con reminiscencia de origen griego: HERÁCLITO,Fragm., 22
B 13. Sobre las relaciones entre Heráclito y Clemente, cf. P. VALENTÍN,Hé-
raclite et Clément d'Alexandrie, pp. 27-58; R. P. CASEY, The Beginnings, pp.
96, nota 169, refiere todos los paralelos clementinos en los que se manifiesta
la afinidad entre Platón y san Pablo y san Juan.
26. Mt. 13, 13. Sobre las citas neotestamentarias en nuestro autor, cf. M.
MEES, Die Zitate aus dem Neuen Testament bei Clemens van Alexandrien,
Bari 1970. Respecto a las alusiones sobre el evangelio de san Mateo, cf. ID.,
Das Matthiiusevangelium, pp. 675-698.
27. El término «prophetikós», derivado del sustantivo «prophétes», no ex-
presa tan sólo nuestro «proféticamente» en sentido estricto, sino que se re-
fiere también a la manera de penetrar el misterio, propia de todo autor ins-
pirado; cf. C. MoNDÉSERT, Clément d' Alexandrie. Intraductian, pp. 98s. y
223s.
28. Sobre el concepto crco'tTJp,en sus diversas formas gramaticales, cf. A.
BRONTESI,La satería, pp. 56-139; J. BERNARD,Die Apa/agetische, pp. 27-29.
29. Mt. 25, 21.
30. Mt. 25, 23.
31. !bid.
74 L'tproµcmx I, 1

lC0.1.(l'\)'t() om:p eA.a.f3evcxnochoóv'tl cxpyóv, 1rov17peÓOVAE


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5 a,cówq. 3. Iv oiv évóvvaµov, Ka.t Ila.uM>~A.ÉyEl,év xápm
rfi év Xpiarip 'I17aov,,cai a fi,covcraqnap' éµov óia noAAmv
µaprvpmv. Tafüa napá0ov maw'iq áv0pmnoiq, ofoveq
í,cavoi eaovmi ,cai frépovq óióá~ai. 4. Ka.1 1tÚA.1v ·
anovóaaov aeavrov óÓ,ciµov napaarijaai rip 0eip, épyár17v
10 ávenaíaxvvwv, óp0owµovvm rov lóyov rijq ál170daq.
4.1. Ei wívuv aµq>co1CJ1pÚnoum'tOVA.Óyov,o µev 't'fi
ypa.q>ñ,o óe 'tñ q>covñ,7t~ OUJCaµq>coCX7tOOE1C'tÉol, EVEpyov
'tllV nfonv Ólcx 'tll~ cxyám,~ 1tE1tOl'TlµÉvo1;'H1 ÓE a.hía. 'tOU
µri 'tO í3ÉA.'tl<J'tOV
ÉM>µÉvou0eo~ cxva.íno~. Au'tÍJCa.'tWVµev 691PG
15 ElCOO.VEl<J<ll'tOVA.Óyovepyov E<J'tÍV,'tWVóe ÓOJClµÚcrm JC(ll
iíw1 ÉA.fo0m 11µf¡, 11KpÍm~ óe EVO.U'tOl~ KpÍVE't<ll.2. 'AA.A' s GCS
11µev 1CJIPU1Cl1Cll E7tl<J'tr¡µi,iíó11 7tCO~
ayyEA.lJCr¡,
Ó7tO'tÉpco~&v

1-3. Mt. 25, 26. 4. Mt. 25, 30; Strom., III, 109, 2. 5-8. 2 Tm. 2, 1-
2. 9-10. 2 Tm. 2, 15. 12-13. Cf. Ga. 5, 6; Strom., 11, 8, 4; 11, 2.
13-14. Cf. PLATÓN,Resp., 11, 379 B-C y X, 617 D; ID., Tm., 42 D;
ID., Leg., X, 904 C; CRISIPO,Fragm. moral., 236; JUSTINOMÁRTIR,1
Apol., 28, 2-3; 43, 8; ID., 2 Apol., 7, 5-6; TEóFILO DE ANTIOQUfA,Ad
Auto!., 11, 27, 1-2; IRENEO,Adv. haer., IV, 4, 3; 37, 1-6; 39, 1; Paed.,
I, 69, 1-3; Strom., I, 84, 1.2; 11, 26, 3; 75, 2-3; IV, 150, 4; 153, 2; V,
136, 4; VII, 11, 2; 12, 1; Quis div. salv., 14, 4; PORFIRIO,Ad Marc.,
12. 15. Cf. Strom., 1, 177, 2; 11, 15, 4; VII, 90, 5.

2. 'to apyúptóv: 'ta apyúptá Aland. 13. 'H oeahía: Bywater y Mon-
désert; Tfloeahí~: Potter y Stahlin. 16. EV: E1t' Schwartz. 17. TÍ0TJ:11
oePotter; iífü: Mayor.
Stromata I, 3,2-4,2 75

terró el dinero que se le había confiado para que lo colocara a


interés, y lo devolvió tal como lo había recibido, estéril, le dijo:
Siervo malo y perezoso, debías haber colocado mi dinero entre
los banqueros, y al volver yo habría cobrado los intereses 32 ; y
el siervo inútil será arrojado a las tinieblas exteriores 33 • 3. AsZ:
tú también -dice igualmente Pablo-, confirmado en la gracia de
Cristo Jesús, lo que de mí has oído ante muchos testigos enco-
miéndalo a hombres fieles, que sean capaces ellos mismos de en-
señar a otros 34 • 4. Y de nuevo [afirma]: Mira bien cómo pre-
sentarte ante Dios, como hombre probado, como obrero que no
tiene de qué avergonzarse, que distribuye rectamente la palabra
de la verdad 35•
4. 1. Si, pues, dos [personas] anuncian la Palabra, una por
escrito y otra oralmente, ¿cómo no aprobar a ambas, puesto
que por la caridad han hecho operativa la fe 36 ? La responsabi-
lidad de no escoger lo mejor es de quien elige; la causa no es
Dios 37 • De ahí que a unos les corresponda colocar a interés la
Palabra, y a otros examinarla y elegirla o no; el juicio se cum-
ple _en ellos mismos 38 • 2. No obstante, la ciencia de la procla-
mación [de la Palabra] es en cierta medida [tarea] angélica 39 y

32. Mt. 25, 26. Lit.: «lo mío»


33. Mt. 25, 30.
34. 2 Tm. 2, 1-2.
35. 2 Tm. 2, 15. Para el concepto de «verdad» en Clemente, cf. Ttt. FINAN,
Hellenism, p. 89-92.
36. Sobre las dos formas de la predicación, cf. Strom., IV, 111, 1, donde
se mencionan igualmente la oral y la escrita; cf. J. MOINGT, La Gnose, p. 113,
nota 93, donde se señalan otros lugares paralelos. El término «agapé» se re-
fiere al «amor divino», interpretando el adjetivo como algo subjetivo y obje-
t~vo a la vez, cf. W. VóLKER, Der wahre Gnostiker, pp. 480-506; A. MÉHAT,
Etude sur les Stromates, pp. 475-478; O. PRUNET,La mora/e, pp. 138-143; E.
DE FAYE, Clément d' Alexandrie, pp. 274-285; A. NYGREN, Eros und Agape,
trad. italiana, Bologna 1971, pp. 348-364. Para la relación gnosis-caridad, cf.
R. MORTLEY,Connaissance, pp. 138-140.
37. Expresión platónica muy usual en Clemente. La libertad de investiga-
ción y la consiguiente responsabilidad personal del propio actuar son temas
muy queridos del Alejandrino: J.-P. BROUDÉHOUX,Mariage, p. 119; F. SOLM-
SEN,Providence, p. 237, nota 34. Sobre el Dios personal en Clemente: J. BER-
NARD,Die Apologetische, pp. 18-19; M. GALLONI, Cultura, p. 121.
38. Lit.: «el juicio se juzga en ellos mismos», porque son los únicos res-
ponsables.
39. El adjetivo «angélica» se refiere especialmente a la labor de mediación,
que es realizada por una especial gracia de Dios y mediante un ser superior
al hombre.
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76 EtpCÓµa-m I, 1

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2-3. Ga. 6, 8.9. 6. Cf. Paed., 11, 103, 5; III, 37, 1; Strom., I, 32, 4;
VI, 118, 1; 126, 1; VII, 58, 6; Eclog. proph., 29, 3. 7. Cf. Strom., I, 1,
1-3; 6, 1; 9, 2; 11, 48, 1; VI, 2, 2-4; Eclog. proph., 48, 2. 8. Cf. Protr.,
100, 3; Paed., 11, 7, 3; III, 39, 1. 8-9. Cf. PLATÓN,Phdr., 248 B-E; lo.,
Tm., 91 D; Protr., 106, 1-3; Paed., I, 103, 2; Hymn., v. 2; Strom., VII,
40, 1. 10-11. 2 Co. 6, 4. 11-13. 2 Co. 6, 10.11. 13-16. 1 Tm. 5, 21.
18-19. Cf. Strom., I, 6, 1; 9, 2; 11, 1; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 19, 1; 21,
2; 56, 3; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc.

10. cr-uvtcrtávtEi;: cruvtcrtávovtEi; Aland. 13. úµéii;: coniec. riµai; Pot-


ter. 17. to'i>to: Potter, Mondésert y Pini; toútco Sylburg y Stahlin.
20. OÍKmoi;· fr n·
OÍ1Cmoi; Potter.
Stromata I, 4,2-5,1 77

de cualquier forma que se realice, con la mano o mediante la


voz, es provechosa: porque quien siembra en espíritu cosechará
del espíritu la vida eterna; no nos cansemos, pues, de hacer el
bien 40 • 3. Por tanto, el que encontrare [esa ciencia], por divina
Providencia, obtiene los mejores bienes: el comienzo de la fe,
el deseo de una conducta recta, el caminar hacia la verdad, el
anhelo de la investigación 4 1, la huella de la gnosis; por decirlo
brevemente, se le conceden los medios de salvación 42 • Además,
quienes se alimentan auténticamente con las palabras de la ver-
dad también reciben el viático 43 para la vida eterna y le conce-
den alas para volar al cielo. 4. Por eso, el Apóstol afirma de la
forma más admirable: Mostrémonos en todo cual servidores de
Dios; como mendigos, pero enriqueciendo a muchos; como quie-
nes nada tienen, mas poseyéndolo todo: os abrimos nuestra boca 44 •
Te conjuro -afirma escribiendo a Timoteo- delante de Dios y
de Cristo Jesús y de los ángeles escogidos, que hagas esto sin
prejuicios, sin parcialidad 45 •
5.1. Es necesario, pues, tener en cuenta estas dos cosas:
si conviene decir algo o dejar de lado lo que se recuerda, y
si es justo dejar por escrito lo que se oye o se lee 46 • Así,
quienes reparten la Eucaristía 47 , según es costumbre, también
encarecen a cada uno de los asistentes 48 que tomen la por-

40. Ga. 6, 8.9. Un comentario de este pasaje puede verse en A. ÜRBE, Pa-
rábolas evangélicas, 11, p. 22-24.
41. Este afán de investigar es laudable y se opone a aquel otro propio de
los aficionados a las disputas (oi Eptcrwcoí). Se trata de un término técnico de
la filosofía escéptica, frecuente en el Alejandrino.
42. Para la traducción de este pasaje, cf. P. NAUTIN, Notes, p. 619. Todos
los escritos de Clemente tienen como telón de fondo la salvación de sus lec-
tores; cf. A. BRONTESI,La soteria, p. 463. Nótese la gratuidad de los medios
de salvación por parte de la divina Providencia, que quiere salvar a los hom-
bres por medio de hombres.
43. El motivo del «viático» parece de origen helénico, pues ya lo mencio-
na Biante, en DIÓGENES LAERCIO, Vit. phi[., 1, 88.
44. 2 Co. 6, 4.10.11.
45. 1 Tm. 5, 21.
46. Parece que estas dos tareas eran las características de la escuela de Ale-
jandría; su importancia se manifiesta en la comparación con la Eucaristía: M.
GALLONI, Cultura, p. 28; P. TH. CAMELOT,L 'Eucharistie, pp. 73, afirma que
de lo que se trata es de poner una comparación en orden a examinar quié-
nes son dignos de enseñar o de escuchar.
47. Sobre la Eucaristía y el Agape: CH. BIGG, The Christian, 136-141.
48. Lit.: «del pueblo, de la multitud».
78 fapÓ>µma I, 1

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Acxµl3ávov-rcx~ ei µ11 7tEptepyím;
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5-9. 1 Co. 11, 27-28. 14. Cf. Strom., I, 1, 1-3; 4, 3; 9, 2; 11, 48, 1;
VI, 2, 2-4; Eclog. proph., 48, 2. 14-15. Cf. PLATÓN, Grg., 521 A.
15-16. Cf. Strom., I, 5,1; 9, 2; 11, 1; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 19, 1; 21, 2;
56, 3; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc. 16-22. 1 Ts.
2, 5-7; cf. Paed., I, 19, 2.

6. 1ml.: 11 Aland. 10. upa: Potter; üv e!'.11Stahlin 10-11. tép...


faav11p11µevcp:coniec. ,:oov... Eltav11p11µÉvoov
Potter; 1:0V... E1tav11p11µÉvov
Heyse. 14. crwt11píav: crcotf¡ptov Potter. //. e1tai:óv1:wv:lac. y coniec.
faai:Óv,:wv, µaAAOvyap 1:00V p111:ópwvSchwartz. 17. oÜte: add. EVAland.
21. Üv: eav Aland.
Stromata I, 5,1-6,3 79

ción 49 que les corresponde. 2. De hecho, lo mejor para ele-


gir o rehusar con [plena] seguridad es la conciencia 50 , cuyo
sólido fundamento es la vida recta unida a la conveniente
doctrina. Mas, para [alcanzar] el conocimiento de la verdad
y [poder] cumplir los mandamientos, lo mejor es ir tras los
[hombres] que ya han sido probados y obraron con recti-
tud. 3. Puesto que quien come el pan o bebe el cáliz del
Señor indignamente será reo del Cuerpo y de la Sangre del
Señor. Examínese, pues, el hombre a sí mismo y coma luego
de ese pan y beba de ese cáliz 51 •
6.1. Igualmente es preciso que quien presta un serv1c10 al
prójimo examine si no lo hace por sacar provecho de él; si no
se entrega temerariamente rivalizando con alguno en la ense-
ñanza; si no ambiciona la fama [mediante la predicación] de la
Palabra; si recoge 52 únicamente el salario, la salvación de los
oyentes; y, en fin, si el que habla mediante apuntes escritos 53
evita el peligro de hacerlo por conquistar favores y para que no
se le acuse de corrupción 54 • 2. Pues nunca hemos usado de li-
sonjas en discurso [alguno], como bien sabéis -dice el Apóstol-
ni hemos procedido por lucro, Dios es testigo; ni hemos busca-
do la alabanza de los hombres, ni la vuestra, ni la de ningún
otro. Pudiendo hacernos con poder, como apóstoles de Cristo; sin
embargo, nos hicimos pequeños en medio de vosotros, cual no-
driza que cría a sus hijitos 55 3. Por eso, quienes pretenden par-
ticipar de las palabras divinas deben estar muy atentos, no sea

49. Clemente distingue con precisión entre µoipa (porción) y µÉpo<;(parte).


El primer término hace relación a la 'dynamis', mientras que el segundo se
refiere a la 'ousía': S. FERNÁNDEZARDANAZ,Genesis, 270, con paralelos pa-
ganos y cristianos.
50. Sobre la conciencia en Clemente, cf. J. STELZENBERGER, Über «syneí-
desis», pp. 27-33. Para el uso en el griego clásico, cf. F. ZucKER, Semantica,
Rhetorica, Ethica, Berlin 1963, pp. 96-118.
51. 1 Co. 11, 27-28.
52. El verbo 1mp1touµm indica la idea de que la salvación es ofrecida por
Dios y al hombre corresponde recoger el ofrecimiento: A. BRONTESI,La so-
teria, p. 23.
53. El término «hypómnema» designa una obra redactada de forma im-
pedecta, que transmite datos o conceptos que se desean recordar; cf. G. W.
H. LAMPE,A Patristic Greek Lexicon, Oxford 1968, p. 1451.
54. Estas palabras del Alejandrino subrayan los sentimientos que deben ins-
pirar al maestro: M. GALLONI, Cultura, pp. 28s.; G. BARDY,La vie spiritue-
lle, 11, p. 21 y 55.
55. 1 Ts. 2, 5-7.
80 rtpcóµata I, 1

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Ei<;'tóoe a<ptKVouv'tm, Ei µ11 µe'tcxAll'lfE~ xá.ptv 'trov 1eo<;-693PG
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7.1. Ei youv ó µev 0epiaµoq 1WA-Vq,oí óe ipyámi
{3paxá;, 't<p OV'tt 0Et0"0m lCCX~lCEt,01t00<;O'tt µá.AtO"'tCX
1tAEtÓvrovT1µtv Epym&v dmopícx yÉVT\'t<Xl. 'H yeropyícxoe
10 Ol't'tllº t, µev yap aypcx<po<;. "H o' eyypcx<po<;. 'Ono'tÉpro<;o'
a.v ó 'tOUKUpÍOuEpyÓ.'tT\<; 0"1tEÍPtl'tOU<;EUYEVEt<; 1tupou<;lCCXt
'tOU<;O"'t<X.XU<; cxu~ficrn 'tE lCCXl0epícrn, 0Et0<; OV'tOO<; avcx-
<pcxvr¡O"E'tm yeropyÓ<;. 2. 'Epyá(ea0e, (f)T\O"tv ó icúpw<;,µi¡ rr¡v
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lCCXl
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1tOAfµouµÉvou<; µE'tCXOtO<X.O"KOV'tE<; KCXl
µe.á.yov'tE<;Ei<;EipllVT\V
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E:mO"'tllµT\V cxü~oucrm,cx'ioe 1ema 'tl'\V'EAAT\VtlCT\V veµóµevm
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E:OCÓOtµov. 4. ·o cpvrevmv 8e icai ó norí(mv, 'tOU cxÜ~OV'tO<;

5. PLATÓN, Resp., 11, 362 A; cf. ESQUILO,Septem contra Thebas, 592.


7-8. Mt. 9, 37; Le. 10, 2. 13-15. Jn. 6, 27; cf. Strom., III, 87, 1; VI, 1,
2. 15-16. Cf. Mt. 4, 4. 16. Mt. 5, 9. Cf. Strom., IV, 40, 4. 19-20. Cf.
Mt. 5, 6; Strom., IV, 25, 2-26, 3; V, 70, 1; Quis div. salv., 17, 2.
23-24. Cf. Strom., I, 18, 1; 56, 3; VI, 2, 1; VII, 112, 4. 24-82,3. 1 Co.
3, 8.9.

5. ou ... 0éA.Et: ouK Etvm OÍKat0v a.'A).,a.OoKEÍvOEÍ E0éA.EtvBurnet.


//. 0ÉAEt:0é'A.nPotter. 6. O"UVEtOÉvm: <JUVtÉVlllPotter. 8. J3paxE'i;:o'A.tyot
Aland. 14. <J.1COAAUµÉv11v J3procrtv:mut. Aland. //. t11V:add. J3procrtvtTlV
Aland.
Stromata I, 6,3-7,4 81

que refiriendo lo superfluo, como si se tratase de v1s1tar mo-


numentos de una ciudad, consigan precisamente eso, es decir,
como quien tiene parte en las cosas mundanas, sabiendo a la
vez que los que están consagrados a Cristo no carecen jamás
de lo necesario. Esos tales son hipócritas a los que se debe dejar
de lado 56 • No obstante, si alguien no quiere parecer justo sino
serlo 57, conviene que sepa qué es lo mejor para él.
7.1. Puesto que la mies es mucha y los operarios pocos 58,
en realidad conviene pedir, de forma que tengamos gran abun-
dancia de trabajadores. Pero esta tarea 59 es doble: una sin es-
critura; la otra con ella. De cualquier manera que el operario
del Señor siembre los generosos granos de trigo, haga crecer 60
las espigas y recoja la cosecha, aparecerá realmente como agri-
cultor divino. 2. Procurad -dice el Señor- no el alimento pere-
cedero, sino el que permanece hasta la vida eterna 61 • Ahora bien,
la alimentación se consigue mediante el pan y mediante las pa-
labras. Y, en verdad, son bienaventurados los pacíficos 62 , los que
enseñan a los [hombres] que se han vuelto enemigos de un de-
terminado género de vida y extravío por ignorancia, y les con-
ducen a la paz en el Logos y en la vida divina, y alimentan a
quienes tienen hambre de justicia distribuyéndoles comida 63 •
3. También las almas tienen su alimentación propia; unas cre-
cen mediante el conocimiento y la ciencia; otras, en cambio, cre-
cen al ocuparse de la filosofía griega, en la que, al igual que en
las nueces, no todo es comestible 64 • 4. El que planta y el que

56. Estos son los requisitos que deben tener los «oyentes» del Alejandri-
no, cf. M. GALLONI, Cultura, pp. 29-30.
57. PLATÓN, Resp., 11, 362 A.
58. Mt. 9, 37s; Le. 10, 2.
59. Lit.: «agricultura». Clemente usa a menudo la imagen de la «agricul-
tura» para referirse al desarrollo y los frutos de la filosofía, por ejemplo:
Strom., I, 37, 1-4; 43, 1-4; 11, 96, 1; VI, 67, 2. Se trata de una imagen fre-
cuente entre los escritores paganos como cristianos.
60. El verbo au~á.vcogeneralmente indica un crecimiento más bien en sen-
tido de grandeza o intensidad, pero también la madurez de una misma reali-
dad: M. BERCIANO, Tiempo humano, p. 134. Con sentido educativo, cf. L.
GALLINARI, La problematica, pp. 85-86.
61. Jn. 6, 27.
62. Mt. 5, 9. Cf. A. KERRIGAN, The notion of Peace, pp. 430-433.
63. Lit.: «con el reparto del pan».
64. Clemente adopta distintas posiciones, más o menos favorables, frente
a la filosofía; en la mayoría de los casos la subordina a la revelación: O. PRU-
NET, La mora/e, p. 23.
82 l'tpC.Óµma I, 1

OV'tE<; ev
fücxKOVOt, t:Íai l((l't(l 'tllV OtcxKOVÍCXV, framoq 8e 'l'OV
í'8wv µu:r0ov A1Jl/fe't'al,ca-ra 'l'OVí'8wv ,cÓnov. E>t:ovráp É<:rµt:v49 se
avvt:pyoí · 0t:ov yt:ÓJpywv, 0e0v oí,co80µ17 iaw, Kma. tov
anÓO"'tOAOV.
5 8.1. ÜÜKOUVOUOE ano cruy,cpÍO'Ero<;'tO OoK͵tov
7tOtEt<J9m'tOt<;aK:poroµÉvot<;E7tt'tpE7ttÉoV ouOE Et<;E~É'ta.cnv
EKOotovna.pa.OOtÉovtov A.Óyovtot<; evte0pa.µµÉvot<; A.Óyrov
na.vtoOa.néov tÉXVm<;Ka.t ouváµecnv E1ttXEtPT1µátrov OO"(ICOO-
µÉvot<;,tot<; npoKa.tEtAllµµÉvot<;fí<>llt11v vux11v Ka.t µ11npo-
10 KEKEVroµÉvot<;. 2. 'Ota.v o' EKnÍO'tEro<;EA.llta.Ín<; Écrniicr0m,
Pélmto<; Oi>'tO<; EÍ<;0eírov A.Óyrovna.pa.ooxfw' KpÍcnv EÜA.O"(OV 7 GCS
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-r17píovaov, ,cai nvt:vµan i¡yt:µovz,cip a'l'1}p1~óvµt:.
9.1. 'O µev otv npo<; ncxpÓvta.<;A-ÉyrovKa.t XPÓV<¡> 00-
Ktµá~Et Ka.t KpÍcrEt OtK<l~EtK<XtOtcxKpÍvEttéov a.A-Arovtov
oióv 'tE aKOÚEtV,E7tt'tllpéov'tOU<;A-Óyou<;, 'tOU<;'tpÓ7tOU<;,
't(l
30 tí~, tov Píov, ta.<; Ktviícrn<;, ta.<; crxfon<;, to PAɵµa., to

13-14. Is. 7, 9. 14-16. Ga. 6, 10. 17-26. Sal. 50, 9-14. 28-29. Cf. PLA-
TÓN, Phdr., 275 D- E.

2. ATJ'lfE'tat:ATJµ'lfE'tatAland. 8-9. 0Yy1CooµÉvotc;:


Münzel; óyicooµÉvoov
Potter y Stahlin. 10. 'Omv o': o o' CXVPotter; oc;o' CXVMayor.
//. Écrniicr0m: Écrniicrm Potter. 19. diq,poO"'ÚvT1VK'.atayaUíacrtv: mut.
Rahlfs. 21. K'.at: add. mí.crac; Rahlfs. 24. crou 'tO aywv: mut. Rahlfs.
26. cr'ti¡pt~óv: cr'tf¡ptcrovRahlfs.
r
Stromata I, 7,4-9,1 83

riega -ministros de quien da el incremento- son iguales respec-


to al ministerio; cada uno recibirá el salario con[orme a su tra-
bajo. Pues nosotros somos cooperadores de Dios; vosotros sois
arada de Dios, edificación divina65, según el Apóstol.
8.1. No se ha de permitir, pues, a los oyentes poner a
prueba la doctrina mediante la comparación, ni exponerla al exa-
men de quienes están educados en toda clase de artificios hu-
manos, y cuya alma está llena de esos falsos sofismas 66 de los
que ni siquiera pretenden librarse. 2. Por el contrario, cuando
uno comienza a vivir de la fe, adquiere el juicio necesario para
recibir las divinas palabras, porque posee la fe misma como cri-
terio razonable de juicio 67 • Luego le viene, como sobreabun-
dancia, la persuasión. Y eso mismo es lo que significa aquel
[dicho] profético: Si no creéis, no comprenderéis 68 • Por consi-
guiente, mientras tenemos tiempo, hagamos el bien a todos, pero
especialmente a los hermanos en la fe69 • 3. Que cada uno dé
gracias cantando según el bienaventurado David: Rocíame con
el hisopo y quedaré limpio, lávame y seré más blanco que la
nieve. Hazme escuchar el gozo y la alegría, y saltarán de júbi-
lo los huesos quebrantados. Aparta tu rostro de mis pecados y
borra mis iniquidades. 4. Crea en mí un corazón puro, oh Dios,
y ·renueva en mis entrañas un espíritu nuevo. No me arrojes de
tu presencia, y no apartes de mí tu santo Espíritu. Devuélveme
el gozo de tu salvación y confírmame con espíritu generoso 70•
9.1. Ahora bien, quien habla delante de personas y, con
tiempo, las somete a examen, valora con juicio, y distingue al
que es capaz de oír de los demás, observando 71 las palabras, el
carácter, las costumbres, el modo de vivir, los movimientos, las

65. 1 Co. 3, 8.9.


66. El Alejandrino se refiere a las obras de los sofistas que mencionará más
adelante en el capítulo tercero.
67. Clemente no confunde el orden natural con el sobrenatural, sino que
ambos derivan de Dios. La familiaridad con la fe es necesaria para obtener el
conocimiento pleno de la verdad: J. PALUCKI, Principi fondamentali, p. 118.
68. Is. 7, 9.
69. Ga. 6, 10.
70. Sal. 50, 9-14. Clemente usa la versión de los LXX. Nosotros citamos
conforme a dicha traducción.
71. El verbo e1tttl]pÉro (observar) tiene un sentido de comprobación, con
la consiguiente adaptación a lo que se comprueba: M. BERCIANO, Tiempo hu-
mano, p. 149.
84 L'tpCÓµma 1, 1

cp0éyµa,'tflV1:píofov, 'tflV1tÉ1:pav,'tflVnmouµÉVTJVóoóv, 'tflV


1mpnocpópovri1v, 'tflV ÚAoµavofümv xropav. Trtv eücpopov sose
JCat JC<lAflV JCat yeropyouµÉvTJV,'tflV noAunAacná.crm 1:ov
crnópov OuvaµÉVTJV. 2. ·o fü: Ot' Ú1toµvTJµá.1:rov A,(lAO)Vnpo<;
5 'tOV0eov <l<pO<JlOU'tm 't<lU't<l1CE1Cpayroc;eyypá.cproc;,
µTllCÉpOouc;
EVElC<l,µfl 1Cevooosíac; xá.ptv ypá.<petV,µTl 1tpocrna0eíg
v11Ca.cr0m,µrt cpól3q,OOuAOucr0m,µfl 11oovñ enaípecr0m.
MÓvTJ<; OE'tll<;1:fuvEV'turxavóv1:rovanoAaÚetv <JOO'tTJpÍa<;, ~<;
OUOEJC(l't(X 'tO napov µe1:aAaµl3á.vei,(lA,A,(XEA7tÍOt<l7tE1COe-
10 xóµevoc; 'tflV <l1tofo0TJcroµÉvTJV 7tCX.V'tOO<;
aµoil3rtv napa 'tOU
'tOVµm0ov 'tOt<;epyá.1:mc;1Ca-t'asíav <l7tOOÓ><Jetv ÚnmxTJ-
µÉvou. 3. 'A).,).,' OUOEavnµtcr0íac; E<pÍm0m XPTl'tql de;
a.vopac; eyypa<poµÉvq,.Ou yap ó µEv lC<lUXTJcrá.µevoc; EU7tOlÍ<lV
'tflVaµoil3rtv <l7tEÍATJ<pEV Ot' euoosíac;, ó OE'tffiV1tpO<JTJ1CÓV'tOOV
15 Ot' avnµtcr0íav npá.crcrrovn, 'fl'tOl roe; euepyoc; cmeúorov
<l1tOAal3EtV 11roe;lC(llCOEpyoc; 'tflVaµoil3rtv nepucr'tá.µevoc;,OUXl
'tf¡ lCO<Jµt!Cfl
EVÉXE't<ll <JUVTJ0eíg · Oet OEroe;otóv 'tE 'tOVlCÚptov
µ1µe1cr0m. 4. Oüwc; o' a.v EtTJó 1:é¡>0eA1͵m1 wu 0eou
ESU7tTJpE'tffiV,
Oropeav Aal3Ó>v, Oropeav OtOoúc;.Mm0ov asió-

3-4. Cf. Mt. 13, 3-8; Me. 4, 3-8; Le. 8, 4-8. 4. Cf. Strom., I, 5,1; 6,
1; 11, 1; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 19, 1; 21, 2; 56, 3; 117, 2; 182, 3; III,
40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc. 6-7. Cf. Paed., 11, 33, 3; Strom., IV,
15, 5; 31, 1; 139, 5; VII, 64, 2; 79, 6. 8. Cf. Strom., I, 1, 1-3; 4, 3; 6,
1; 11, 48, 1; VI, 2, 2-4; Eclog. proph., 48, 2. 11-12. Cf. Mt. 20, 4.
14-15. Cf. Mt. 6, 2. 17-18. Cf. Strom., 11, 39, 5. 19. Cf. Mt. 10, 8.

1-2. 'tTJV1mp1to<pÓpovyf¡v: mut. Mayor. 6. ypá<pEtv: coniec. Stahlin.


r
Stromata I, 9,1-4 85

actitudes, la mirada, la voz, lo que es crucial, el camino pedre-


goso, el camino trillado, la tierra fértil, la cubierta de zarzales 72 •
Y también la que es fecunda, buena y está cultivada, y que
puede multiplicar la simiente 73 • 2. Pero quien habla mediante
apuntes se purifica ante Dios, proclamando estas cosas por es-
crito, sin ánimo de lucro ni por vanagloria; sin dejarse preve-
nir por el deseo de la pasión 74 , ni esclavizar por el temor, ni
excitar por la voluptuosidad. Sino que persigue tan sólo la sal-
vación 75 de sus lectores, de cuya recompensa ni siquiera él par-
ticipa en el presente, sino que aguarda con esperanza aquella
otra que le será otorgada por quien prometió dar a los obreros
el salario merecido 76 • 3. Tampoco es menester esperar la remu-
neración a quien ha alcanzado la edad adulta. Ciertamente, quien
más ventaja saca de sus buenas acciones no recibe su recom-
pensa en la buena reputación; por otra parte, quien realiza una
buena acción para ser premiado, como el que obtiene un bene-
ficio por la buena acción realizada, o el que evita el castigo por
[culpa] de una mala acción, ¿no es tenido como mundano? 77 Es
necesario, pues, imitar en lo posible al Señor. 4. Quien lo hi-
ciere cumplirá la voluntad de Dios, dando gratis lo que recibe
gratuitamente 78 , y acepta como digno salario su misma buena

72. J. B. MAYOR,l. c., propone cambiar el orden de las dos frases últimas,
para acomodarlas al relato evangélico: Mt. 13, 3-8.
73. Nuestro Autor une voluntariamente la cita platónica con la evangélica,
dando a entender que tanto Platón como el Evangelio tienen un mismo ob-
jetivo: comparar la semilla y la palabra.
74. Clemente, en este punto, continúa las enseñanzas de la escuela estoica
rechazando la esclavitud de las pasiones, que impiden la auténtica tranquili-
dad del espíritu: E. ELORDUY,El estoicismo, pp. 133-138. Son esclarecedores
para este punto doctrinal del autor alejandrino los trabajos de M. POHLENZ,
Die Stoa, I, pp. 133-134 y el de O. PRUNET, La mora/e, pp. 101-104.
75. Lit.: «la sola salvación». Para el concepto de «esperanza», cf. L. PA-
DOVESE,La speranza, p. 149. Sobre el carácter religioso de la filosofía: J. BER-
NARD, Die Apologetische, pp. 55-57.
76. Sobre la aplicación de la parábola evangélica en Clemente, cf. A. ÜRBE,
Parábolas evangélicas, I, pp. 417-420; ID., Teología de San Ireneo, 111, p. 576.
Sobre el ideal del maestro cristiano: G. BARDY,La vie spirituelle, 11, pp. 21-22.
77. Lit.: «¿no se encuentra en la costumbre mundana?». El término «mun-
dano» hay que entenderlo en el sentido de dispersión o entretenimiento en
las cosas: Mª G. BIANCO, Consuetudo, p. 199, nota 31.
78. El cumplimiento de la voluntad de Dios es un tema muy frecuente en
la obra del Alejandrino. Este deseo de cumplir la voluntad de Dios pasa ne-
cesariamente por la «imitación del Señor», que tendrá su culmen en la «asi-
milación con Dios»; cf. Strom., I, 80, 5-81, l.
r

86 :E'tpCÓµataI, 1

A.Oyov<l7tOA.aµj3civrov
'tllV 1tOA.t'tEÍCX.V · OV-K eÍ<J'eAEVUE-
CX.UTJÍV
"ral 8e eii; ra&:yia µfo0roµa 1rópv71i; cpr¡oív.

10.1. 'A1teÍpr¡'tm youv 1tpoocpÉpe1v'tq> 0uma.o'tflpÍq> 8 GCS


aÁÁarµa ,cvvói;· O'tq>OEµ11a.1tiíµl3Amm KCX.JCTI 'tpocp'ft"CEKCX.t
5 OtOCX.O'KCX.AÍ~ 'l'O Tfji; 1J1Vxi1i; oµµa 1tpo<;'t() oiiceiov <pro<;,
j3a.fü/;É'troE1tl 'tllV a.A.ií0eta.v 'tllV eyypcicpro<;'ta. aypa.cpa.
Or¡A.OUO'CX.V· oí Óll/fOJV'l'ei;,1COpeveu0ehp' v8rop, 'Hoa."ia.<; A.ÉyEt,
KCX.t1ClVE'l'O v8rop á1ro umv árreírov, ó l:o'A.oµoov 1ta.pmvei.
2. 'Ev youv wi<; Nóµot<; ó e~ 'Ej3pa.írov cptA.ÓO'ocpo<; IlA.ci'trov
10 KEA.EÚEt 'tOU<; yeropyou<;µ11E1ta.pOEUO'Cll µr¡OEMXµj3civetvüorop 697 PG
s1se
1ta.p'É'tÉprov.'Ecxvµ111tpÓ'tEpOV
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1ta.p'CX.Ú'tOt<;
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'tll<; 1ta.p0EVÍOUKCX.A.OUµÉvr¡<;
UVU0pOV EÜpOOO't 'tllV yr\V.
d oíicmov, a.pyía.v OEecpofücil;eiv
3. 'A1topí~ ycxp E7tCX.pKEtV
OUKCX.A.ÓV· fi KCX.t
<pOp'tÍOV
<roVE7tt'tt0Évm
µEVEÜA.OyOV, O'UYJCCX.-

1-2. Dt. 23, 19; cf. Dt. 23, 2. 4. Dt. 23, 19. Cf. HOMERO, Ji., VI,
344; ID., Od., XVIII, 338. 5. PLATÓN,Resp., VII, 533 O; cf. ID., Symp.,
209 A; ID., Sph., 254 A; Protr., 66, 4; 68, 4; 113, 2; Paed., 11, 1, 2; 81,
l. 6. Cf. Strom., VI, 131, 5. 7. Is. 55, 1; cf. Strom., 1, 10, 2-3; 21, 1;
31, 5; V, 11, 1; VII, 93, 1; etc. 8. Pr. 5, 15. 9. Cf. Protr., 70, 1; Paed.,
11, 18, 1.2; 89, 2; 91, 1; 117, 4; 111, 54, 2; Strom., I, 72, 4; 80, 5; 87,
2; 165, 1; 166, 1; 11, 20, 1; 70-71; 78, 1; 82, 1; 100, 3; 133, 2; V, 10,
1; 78, 2; V, 99, 3; VI, 35, 1; 55, 4; 95, 4. 10-11. Cf. PLATÓN, Leg.,
VIII, 844 A-B; PLUTARCO,Moralia, 827 D-E. 13-14. Cf. PLUTARCO,
Sol., 23, 6.

1-2. OUJC ... 7tÓpvr¡<;:


O\J 7tpO<JOÍ<m<; µícr0roµa 7tÓpvr¡<; Rahlfs. 3. youv: o'
ot>v Potter. 4. iiUayµa: iiyaA.µa Potter. //. µr¡: coniec. Münzel.
I/. arníµ~A.ll'tat: arníµ~A.Uta Potter. 4-5. JCaitj\tpoq,'fi 'tE JC(ll()t()(lQ"JC(lA.íc;c
JCaJCT¡tpoq,f¡ tE JC<ltOtOacrJCaA.Ía Potter. 8. 7ttVE'to: 1tÍvet' Potter. //. ÜOrop:
ÜO<l'ta Rahlfs. 11. aÚ'tot<;: au'toov Potter. 12. iivu6pov: evu6pov Potter.
13. d: i_!lsert. ou Potter y Stahlin; n Wilamowitz-Moellendorff. 14. d:
Potter; l1Stahlin.
r
1
Stromata I, 9,4-10,3 87

conducta. Así dice [la Escritura]: No será admitido entre las


cosas santas el salario de una meretriz 79 •
10.1. Y también está prohibido ofrecer en el altar del sa-
crificio el precio de un perro 80• Quien tenga obstruido el ojo del
alma 81 , respecto a la luz que le es propia, por mala educación
y enseñanza, diríjase a la verdad que revela por escrito lo que
no debe escribirse 82 • Los que tenéis sed, acudid al agua 83 , dice
Isaías; y Salomón aconseja: Bebed el agua de sus recipientes 84 •
2. También Platón, el filósofo aleccionado por los hebreos 85, in-
vita en Las Leyes a los agricultores a que no rieguen ni se apo-
deren del agua de los vecinos. A no ser que antes hayan exca-
vado pozos en su propio terreno, llamado virgen y hayan en-
contrado la arcilla 86 • 3. Porque aunque 87 sea justo socorrer en
la necesidad, sin embargo no es bueno fomentar la pereza 88 • Y
aunque es razonable ayudar a uno a llevar su carga, sin em-

79. Dt. 23, 19. Sobre la traducción de todo el pasaje clementino, cf. P.
NAUTIN, Notes, pp. 619-620.
80. Dt. 23, 19. El término «perro» designa despectivamente al esclavo de
una divinidad.
81. PLATÓN, Resp., VII, 533 D. La expresión «ojo del alma» significa el
espíritu humano, mediante el cual podemos contemplar lo divino. Sobre el
valor teológico y gnoseológico de la expresión, cf. K. ScHMóLE, Lauterung,
10-11 ID., Gosis und Metanoia, p. 306; G. FILORAMO,Pneuma e Photismos,
p. 333.
82. Se trata, sin duda, de una alusión a las Sagradas Escrituras, como dan
a entender las dos citas veterotestamentarias que siguen. Sobre el esoterismo
de Clemente, cf. E. L. FORTIN, Clement, p. 44; CH. RIEDWEG,Mysterienter-
minologie, p. 140; para .la "tradición alejandrina", cf. H. RAHNER, Symbole
der Kirche, pp. 181-205. Para la dialéctica luz-tinieblas, cf. J. MOINGT, La
Gnose, pp. 49-50.
83. Is. 55, 1. Aunque tengamos la fe -pretende decir nuestro autor- y se
nos conceda inmerecidamente una mirada penetrante, la consecución de la ver-
dad exige el esfuerzo humano: C. MONDÉSERT,Clément d'Alexandrie. Intro-
duction, p. 190.
84. Pr. 5, 15.
85. Esta es una teoría de Clemente que se repetirá en algunos otros luga-
res de sus escritos. La filosofía griega proviene de la tradición mosaica, pro-
clamará el Alejandrino en los capítulos 21-29 de este primer libro de los Stro-
mata.
86. El texto de PLATÓN, Leg., VIII, 844 A-B, dice: «Si la sequedad natu-
ral de ciertos lugares les impide retener el agua que procede de las lluvias y
les priva del agua potable necesaria, deberá ése tal cavar en su propia tierra
hasta que encuentre arcilla».
87. Preferimos la lectura del manuscrito Laur. V 3.
88. Plutarco (Sol., 23, 6) atribuye a Solón dicha expresión.
---
-

88 l:tpcóµa'ta I, 1

0mpóv fü:ou 1tpocní1cewó Ilu0a:yópa.c;e~yev. 4. LUVE~CX1t'tEt


fü: r¡ ypa.cpii 'tO ~Ó)1tupov 't'Ílc; 'lfUX'Ílc;1ea.1.o-uv'teÍve1 'to
OllCElOV oµµa. 1tpoc;0eropÍa.v, 't<XX<X.
µÉv 'tl K<X.t
evnfü:to-a., otov
ó EyKEV'tpÍ~rovyeropyóc;, 'to fü: evu1tápxov ava.1ewoúo-a..
5 5. lloAMi yap év i¡µív lC<X.'tCX 'tOV0e'iov <l1tÓO"'tOAOVá<r0eVElf;
,cai &ppoxrroz, ,cai ,cozµmvmz í,cavoí. Ei 8e
éavwvf;
ÓlelCpÍvoµt:v,OVIC av frpzvóµt:0a.
11.1. "H<>TJ fü: ou ypa.cpiide; E1tÍ<>Et~lV 'tE'texva.o-µÉvT)
fí<>e r¡ 1tpa.yµmeía., aAM µ01 imoµvfiµma. eic; 'Y'Ílpa.c;
1O 0T)o-a.upÍ~E't<ll,ATJ0TJc; cpápµa.1eov, Et<>COAOV a'texvooc; lC<X.t
, ,.., , ..... \. , , , , ?
cr1eta.ypa.cp1a.'trov eva.pyrov 1ea.1eµ'lfuxrov e1envrov, rov 1ea.-
'tTJ~uó0T)v E1t<X.1COÚO"m,AÓyrov'tE lC<X.tav<>poovµa.1ea.pírovlC<X.1.
'tql OV'tl a~toAÓyrov.2. TO'\)'t(OV o µev E1tt 'tllc; 'EAACX<>oc;,ó
'Irov11eóc;,o'i ()E E1tt 'tllc; Mey<XAT)c; 'EUáooc; ('t'Ílc; KOÍATJc;

1. Cf. PITAGORAS, Symb., 18; JAMBLICO, De vit. Pyth., 84; PORFI-


RIO, Vit. Pythag., 42. 3-4. Cf. Strom., 11, 26, 1-2; VI, 149, 1 - 150, 2.
5-7. 1 Co. 11, 30-31. 8. Cf. Strom., 11, 3, 1; VI, 2, 1; 151, 4; VII, 111,
3; EUSEBIO DE CESAREA, Hist. eccl., V, 11, 3-4. 9-10. Cf. PLATÓN,
Phdr., 276 D; Strom., I, 5,1; 6, 1; 9, 2; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 19, 1; 21,
2; 56, 3; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc. 10. Cf.
PLATÓN, Phdr., 274 E - 275 A; EuRfPIDES, Pal., 578, 1. //. Cf. PLA-
TÓN, Phdr., 276 A. 11. Cf. Strom., 11, 3, 1; VI, 2, 1; VII, 111, 3.
12-13. Cf. Strom., 11, 67, 4; 68, 1; Eclog. proph., 11, 1; 23, 1; 27, 1;
etc.

8. ou: TIPotter 11MA.ovPotter.


10. ElOooA.ov: 11. mctaypmpía: mcto-
ypacpícx Potter.
r
Stromata I, 10,3-11,2 89

bargo no lo es ayudar a descargarla, dijo Pitágoras 89 • 4. La Es-


critura enciende al mismo tiempo el ardor vital del alma y orien-
ta su propia mirada a la contemplación, bien infundiendo un
germen, corno el labriego que injerta, bien reanimando lo que
ya tiene [en sí misma]. 5. Muchqs, en efecto, hay entre nosotros
flacos y débiles y bastantes que están dormidos, como dice el
divino Apóstol. Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no sería-
mos condenados 90 •
11.1. Esta obra escrita no ha sido compuesta artísticamen-
te para la publicidad, sino que versa sobre notas 91 que yo guar-
do para mi vejez; y son un remedio frente al olvido 92 , senci-
llamente un reflejo y esbozo de aquellos brillantes discursos y
llenos de vida, dignos de ser escuchados, y pronunciados tam-
bién por unos hombres felices y realmente merecedores de toda
estima 93 • 2. De entre ellos, uno era el Jónico 94, que vivía en
Grecia; otros dos habitaban en la Gran Grecia (uno era oriun-

89. Pitágoras es uno de los filósofos más estimados por Clemente (cf.
Strom., I, 66, 2; V, 27 1 - 31, 5; Eclog. proph., 32, 1). Sobre éste y otros afo-
rismos pitagóricos cf. H. D. SAFFREY,Une collection méconnue de ªsymbo-
les" pythagoriques, REG 80 (1967) 198-201.
90. 1 Co. 11, 30-31. Conforme a la opinión de algún autor (cf. G. PINI,
Stromati, p. 71, nota 51), aquí acabaría la parte general de la introducción,
para comenzar, a partir del parágrafo siguiente, aquella otra referida a los mo-
tivos personales que indujeron al Alejandrino a escribir dichos Stromata.
91. Las palabras de este parágrafo han dado lugar a numerosas interpreta-
ciones. W. ERNST (De Clementis Alexandrini Stromatum libro VIII qui fer-
tur, Gottingen 1910, p. 56) ha entendido estos Ú1toµv'Í]µa:m (notas) como los
comentarios hechos por los maestros de Clemente. P. NAUTIN, La fin, p. 278,
afirma que el término designa realmente la obra misma que Clemente está
tratando de escribir.
92. E. MoLLAND, The Origin, p. 129, afirma que aquí subyace el pensa-
miento platónico de la avá.µvn<rn; (recuerdo) epistemológica: para Platón, su
µá.01,crtc,;(enseñanza) es avá.µvncrtc,;.
93. Estos «hombres felices» son los presbíteros o maestros, representantes
de la más antigua tradición porque estuvieron en contacto con los apóstoles.
A continuación Clemente evocará a los que fueron sus maestros, que no son
fácilmente identificables: el Jónico pudiera ser Melitón de Sardes o Atenágo-
ras; el Asirio sería Bernabé o Taciano; el Hebreo, Teófilo de Cesárea, Hege-
sipo o quizás el gnóstico Teodoto; parece también incierto que el último sea.
Panteno: G. BARDY,La conversion, p. 130, nota 2; C. MONDÉSERT,Clément,
p. 51. Sobre la percepción artística de Clemente, cf. G. W. BUTTERWORTH,
Clement of Alexandria and Art, p. 68-76.
94. El artículo parece indicar un personaje bien conocido. Sobre el núme-
ro y el nombre de los posibles maestros de Clemente, cf. J. CoGNAT, Clé-
ment d'Alexandrie, pp. 54-59.
90 l:tpooµm:cx I, 1

0áu:poc; CXU'tOOV 1:upícxc;~V, o fü: an'


Aiyún'tOu), ÜA.A.Ol fü: 700PG
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'tCXÚ'tTJ<;
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m:pt'tUXIDV (ouváµEl OEOi>'tO<; npro'tOc;~v) avmcxucráµTJV,EV
5 Aiyún'tcp STJpácrcxc; A.EA.TJ0Ó'tcx.
ItJCEA.lKfl'tql ov'tt ~v µÉAt't'tCX96es
npO<j)TJ'tllCO'U
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A.Etµrovoc;'t<l avSTJ OpE-
nÓµevoc;á.JC1Ípmóvn yvcooeroc;xpi\µcx 'tcx'ic;'tOOV a1CporoµÉvrov
EVEyÉVVTJ<JE 'lf'UXCX'ic;.
3. 'AU' o'i µev 'tflV <XA.TJ0ri mp~OV'tE<;52 se
'tTt<;µcxKcxpícxc;
10 OlOCX<JlCCXA.ÍCX<;
ncxpáoomv eu0uc; ano
IlÉ'tpou 'tE lCCXl
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'Iroávvou 'tE JCCXt
IlcxÚA.Ou
'tOOV
áyírov á.noo'tÓA.rov,ncx'ic;napa

4-5. Cf. PLATÓN, Tht., 196 C - 200 A; lo., Sph., 219 D - 223 C;
Strom., I, 11, 2; 35, 5V, 7, 3; 23, 2; VI, 90, 4; 98, 3; VII, 91, 5.
5-8. Cf. EuRfPIDES, Hippol. cor., 73-81; Paed., II, 70, 2. 9-10. Cf. Strom.,
I, 13, 2; 15, 2; 55-56; IV, 3, 2; V, 61, 1; 62, 2; 63, 2; 64, 5; VI, 54, 1-
2; 61, 1.3; 124, 4-5; 134-135; VII, 99, 5; 104, 1-105, 1; etc. 10-11. Cf.
EUSEBIO DE CESAREA, Hist. eccl., II, 1, 4; Strom., V, 62, 2; VI, 68, 2;
VII, 80, 2.

5. ~v: Münzel; 11Potter et insert. Mayor.


T Stromata I, 11,2-3 91

do de la bahía de Siria, otro de Egipto); y otros [eran] de Orien-


te: uno de Asiria y otro [conocido] en Palestina, hebreo de na-
cimiento. Al encontrarme con el último (en realidad era el pri-
mero por su capacidad), descansé tras haberle dado caza en Egip-
to donde estaba oculto 95. Realmente era como una abeja sici-
liana 96 que recogía el néctar de las flores del campo profético
y apostólico, y que engendró una sincera y pura gnosis en el
alma de sus discípulos 97 •
3. Estos [maestros] conservan la verdadera tradición 98 de
la bienaventurada doctrina que procede directamente de los san-
tos Apóstoles Pedro, Santiago, Juan y Pablo, al igual que un

95. Este pasaje confirma, aunque indirectamente, el origen pagano de Cle-


mente: E. DE FAYE, Clément, p. 23; H. KocH, War Klemens, p. 44, nota 1;
M. GALLONI, Cultura, p. 3; L. GALLINARI,La problematica, pp. 41-45. La
expresión «haberle dado caza» indica el esfuerzo y el afán de Clemente por
conquistar al maestro; se trata de una tradición platónica: A. LE BOULLUEC,
Stromate V, 11, p. 48.
96. Este último maestro de Clemente, «la abeja siciliana», podría ser pre-
sumiblemente Panteno, como señala Eusebio (cf. Historia eclesiástica, V, 11,
2-4; VI, 6, 1), a quien siguen otros autores modernos, cf. E. DE FAYE, Clé-
ment, pp. 27-31 y 37-38; M. PELLEGRINO,La catechesi, p. 8; E. BUONAIUTI,
Clemente Alessandrino, p. 395; A. COLUNGA, Clemente, p. 454; J. LóPEZ-
ÜREJA, Alejandria, p. 422 y 437; A. G. HAMMAN,La vida cotidiana, p. 25.
La crítica moderna no parece estar de acuerdo con el dato transmitido por
Eusebio y pone en duda, además de la oficialidad de la escuela, la sucesión a
Panteno por parte de nuestro Clemente; así, por ejemplo: O. BARDENHEWER,
Geschichte, p. 79; G. BARDY,Aux origenes, pp. 65-90; ID., Pour l'histoire, pp.
80-109; P. CAMELOT,Les Idées, p. 40; L. ALFONSI, d16acr1CaAúov cristiano,
pp.101-103; A. VANDEN HOEK, How Alexandrian, pp. 179-194. De otra parte,
la comparación de una persona ilustre con la abeja es anterior al Alejandrino
(cf. EuRfPIDES,Hippol. cor., 73-81). En efecto, Píndaro llama abeja a la sa-
cerdotisa délfica (Píticas, IV, 60); y la miel era el alimento de los profetas (cf.
Mt. 3, 4ss). Para la simbología de la abeja en nuestro autor, cf. W. TELFER,
Bees, pp. 167-178.
97. El verbo aKpoáµm, en su significado primero indica «prestar oído»;
secundariamente, aunque con mayor propiedad, significa «ser discípulo»: M.
GALLONI, Cultura, p. 7, nota 14.
98. La expresión «verdadera tradición» se opone frontalmente a la doctri-
na herética, y es equivalente a la tradición "gnóstica" ortodoxa, transmitida a
unos pocos privilegiados, como dirá más tarde el Alejandrino, y que consti-
tuye la gnosis. De otra parte, esa «tradición» no es un campo cerrado que
impida la libre investigación personal, como Clemente ha dicho que hacía su
último maestro, Panteno. Cf. CH. BIGG, The Christian, 85-86. Para la dife-
rencia entre «la verdadera tradición» y la «regla gnóstica» de los heterodoxos,
cf. J. DANIÉLOU, La tradition, pp. 6-8; P. M. HERMANIUK,La parabole, p.
17; A. LE BouLLUEC, Stromate V, 11, pp. 15-16; G. PINI, Stromati, pp. 72-
73, nota 54, sobre la base historico-teológica de la gnosis en Clemente.
92 I.tpcóµa:ta I, 1
1
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12.1. Ka 1. E'O oto' O'tt ayaA.A.t<l<JOV'tat, oux1. 'tTI
5 EK<pp<ÍaEt i¡a9év'tE~ A.Éyro -r'ñoE, µóv11 oe 'tTI Kmcx 'tTJV
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15 rí0r,aiv, aA.A.' E1tl. 'tll~ A.uxvía~ <p<XÍVEtV
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aid K<ll. aid epyá~E'tat, óx; ~AÉ1tEt 'tOV 1t<X'tÉpa.AtO<l<JlCO)V

. í

1. Cf. HOMERO, Od., 11, 276. 8-9. Pr. 29, 3. 9-10. Cf. FILÓN, De
Gig., 6, 25; BASILIODE CESAREA,Hom. in Le., 12, 8, 5. 14-15. Mt. 5,
15; Me. 4, 21; Le. 8, 16; 11, 13. 15-16. Cf. Le. 14, 24. 17-18. Cf. Jn.
5, 17.19; 9, 4; cf. Strom., I, 90, 5; 11, 72, 4-73, 3; VI, 46, 1.

4. -tj\: eoniee. téi>vMarkland. 8. Ei><ppav0fioetm: euq,paívetm Rahlfs.


9. oieiofotepov: oi11ofotepov Potter. 12. yevv11n1CTJ: yev11n1CTJ
Potter.
15. q,aíveiv: eoniee. éoote q,aíveiv Sehwartz.
Stromata I, 11,3-12,3 93

hijo recibe la herencia de su padre (aunque son pocos los hijos


que se parecen a sus padres); y llegaron con la ayuda de Dios,
para depositar en nosotros aquellas semillas de [nuestros] ante-
cesores y de los Apóstoles.
12.1. Bien sé que [aquellos] se alegrarán; y no por la forma
con la que yo me expreso, sino porque en ella sólo se conser-
va lo que ellos prescribieron 99 • Porque me parece que la acción
de un alma 100, que, sin perder nada 101, desea conservar la bie-
naventurada tradición, es la de emprender semejante investiga-
ción: El hombre que ama la sabiduría alegrará al padre 102 •
2. Los pozos de los que se saca agua con frecuencia, la tienen
más limpia 103; en cambio, de los que no se saca nada, se pu-
dren. También el hierro conserva el brillo con el uso; sin em-
bargo, la herrumbre es producida por el desuso. En términos
generales, pues, el ejercicio engendra la buena disposición tanto
de las almas como de los cuerpos. 3. Nadie enciende una lám-
para y la coloca debajo de un celemín 104, sino sobre el cande-
lero, para que alumbre a los que han sido dignos [de partici-
par] del banquete común 105 • ¿Para qué sirve, pues, una sabidu-
ría que no hace sabio a quien es capaz de entenderla? El Sal-
vador siempre salva y continuamente actúa, como ve [que hace]

99. Parece que lo que se pretende conservar sea una tradición oral, que
Clemente ha escuchado a sus maestros: G. LAZZATI,Introduzione, 15s. Sobre
los depositarios de la «tradición», cf. J. DANIÉLOU,La tradition, pp. 13-14;
G. BARDY,La vie spirituelle, II, pp. 30-31; D. VAN DEN EYNDE, Les normes
de l'enseignement, pp. 220-227. Sobre el término Ú1tocrriµEÍcoow,W. BoussET,
Jüdisch-Christlicher, p. 200, afirma que se trata del tecnicismo para designar
las notas tomadas al dictado de alguien; P. NAUTIN, La fin, p. 280, dice que
ése es el sentido primero, aunque no el único, puesto que en sentido más am-
plio puede significar cualquier clase de notas.
100. El término «alma» comprende aquí a todo el hombre: L. F. LADARIA,
El Espíritu, p. 116.
101. M. CASTER,Clément, I, 52, traduce: «sin dejar escapar una gota».
102. Pr. 29, 3. Para la traducción del pasaje clementino, cf. P. NAUTIN,
Notes, p. 620.
103. A. v AN DEN HoEK, Clement of Alexandria, p. 178, afirma que Cle-
mente no ha tomado esta comparación de Filón, sino de Platón.
104. Mt. 5, 15. Sobre la tradición de los capítulos 5-7 del evangelio de san
Mateo en Clemente, cf. G. ZAPHIRIS,Le texte du Discours, pp. 216-227, 662-
671 y 901-916, donde se sugiere la hipótesis de una tradición extramanuscri-
ta, originada por la catequesis y Ja liturgia.
105. La alusión a Le. 14, 24, que trata de la parábola de los invitados a la
boda, es muy problemática, afirma A. ÜRBE, Parábolas evangélicas, II, p. 258,
nota 184.
94 l:'tpÓ>µa-ta.1, 1

t1<;µav0á.vE1 1tA.E'iov icat. "Ai:yrov


cruvaicpoátm 1toAAá.ic1<; w'i<;
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"A.óyov.
5 13.1 7 H1 JC(ll,oi> 1CE1C©AU1CEV ano
ó lCÚplO<; cxya0ou Ola
to O'af3f3atÍ~ElV,µEta~hMvm fü: trov 0drov µuO'nipírov lC(ll,
tOU <¡>roto<;ElCEÍVOU tOU áyíou wic; xmpeiv óvvaµévoic; O'Uy-
1CEXIDPTJ1CEV.2. Autíica ou 1tOAAOt<;
01tE1CÓ.Am¡tEV a
µii noAArov 10 GCS
~v, oAÍym<;oÉ, ot<; 1tpo0'1Íicnvrt1tÍO"tato, to'i<; ofo1<;tE eic-
10 oÉl;,a0"0m lC(ll. tu1tro0í,vm 1tpo<; ai>tá.· ta
fü: anóppTJt<l,
ica0á.1tEpó 0EÓ<;,AÓ-y<p1tlO'tEÚEtm,ou ypá.µµan. 3. Ka.v tl<;
M"fnyEypá.<p0mOVÓEVKpV1r'rOVO OV <pavepwfJf,CJ'E'ral, OVÓE 53 SC

2. Mt. 23, 8; cf. Paed., I, 17, 3; Eclog. proph., 20, 4. 5-6. Cf. Mt. 12,
12; Me. 3, 4; Le. 6, 9; JUSTINO MARTIR, Dial., 12, 3; TERTULIANO,
Adv. Iud., 4; ORfGENES, Com. in Matt., 45. 6. Cf. Mt. 13, 11; Rm.
16, 25; 1 Co. 2, 7; etc. 7. Cf. Strom., I, 13, 3. //. Mt. 19, 11; cf. Strom.,
V, 63, 6. 12-96,1. Mt. 10, 26; cf. Me. 4, 22; Le. 8, 17; 12, 2.

2. yap: add. EO'tlV úµmv Aland. 5. ?H: 11Potter. 5-6. Óta 'tO: coniee.
Stahlin; coniec. 'tÓ Wilamowitz-Moellendorff; coniec. µ11oú Sehwartz.
12. q>avepro9f¡cremt:yvW<J0,ícre'ta.t
Aland.

.1
Stromata I, 12,3-13,3 95

el Padre 106 • Cuando uno enseña es cuando más aprende, y al


hablar uno se convierte muchas veces en oyente de su propio
auditorio. En efecto, uno sólo es el Maestro 107, tanto del que
habla como del que escucha; y uno solo es también el que hace
brotar tanto la inteligencia como la palabra.
13.1. De ahí que el Señor 108 no prohibiera hacer el bien
en sábado 109 , sino que permitió participar de los misterios 110
divinos y de aquella luz santa a quienes pudieron compren-
der 111. 2. Y tampoco [el Señor] reveló a la mayoría lo que no
estaba al alcance de todos, sino a unos pocos, a aquellos a
quienes Él sabía que convenía, ya que podían entender y con-
figurarse con aquellas cosas. Por eso los misterios 112, como
Dios mismo, se confían a la palabra y no a los escritos 113•
3. Si alguno dijere que está escrito nada hay oculto que no lle-

106. No ha de verse aquí una terminología entitativa sino operativa, es


decir que la salvación de los hombres es trabajo divino, tanto del Padre como
del Logos: A. BRONTESI,La soteria, p. 309; cf. J. BERNARD,Die Apologetis-
che, p. 246. A nosotros nos parece que no deben desecharse las implicacio-
nes entitativas de forma global, en razón de que «el obrar sigue al ser». De
esta forma Clemente resume la respuesta que dio Jesús a los judíos, quienes
le acusaban de hacerse igual a Dios (cf. Jn. 5, 18-30)
107. Mt. 23, 8. La ayuda divina no sólo es necesaria para hablar de Dios,
si1;10también para tener alguna inteligencia de lo que se oye sobre Dios
mismo.
108. El término JCÚpto~(Señor), como la palabra 0eó~ (Dios), es un nom-
bre divino y es usado frecuentemente por Clemente para designar al Padre y
al Hijo, pero entre todos los nombres divinos que se refieren al Hijo es el
mas frecuente: J. LEBRETON,La théologie, pp. 65-66.
109. Cf. Mt. 12, 12. El descanso y la espiritualización del sábado es un
lugar común también en Justino, Tertuliano y Orígenes, por ejemplo. Sobre
otra posible traducción, cf. P. NAUTIN, Notes, p. 620.
11O. El término «misterio» asume en el autor Alejandrino varias acepcio-
nes del ámbito religioso. Los «misterios» significan tanto el conjunto de la
doctrina cristiana como su forma secreta de transmisión. Entre la bibliografía
más importante al respecto, pueden consultarse con provecho las investiga-
ciones de E. BRATKE,Die Stellung, pp. 647-708; H. G. MARSH, The use of
mysterion, pp. 64-80; CH. RIEDWEG,Mysterienterminologie, p. 140; etc. D. J.
M. BRADLEY,The Transformation, p. 49, ve en este pasaje una influencia es-
toica, aunque desmitificada por el Alejandrino.
111. Mt. 19, 11. Sobre la inspiración de las Escrituras: J. BERNARD,Die
Apologetische, pp. 98-108.
112. Para el concepto pagano y cristiano sobre los misterios: J. BERNARD,
Die Apologetische, pp. 36-42; S. R. C. LILLA, Clement, pp. 146-158.
113. M. GALLONI, Cultura, p. 30, quiere deducir de estas palabras que la
escuela de Clemente era para gente ya «iniciada» en los misterios del cristia-
nismo. De este mismo parecer es C. GUASCO, La scuola, 117.
96 r t p<Í>µa.-taI, 1

OOVICá1ro1CaAvq,0,í<Te'lm,UlCOUO'<l'tCO
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1CpU1t'tÓV, 'tOÚ'tO'tOt<;011.Íyot<; <pCXVEpov YEVT\O'E'tcxt · 4. 'E1tEl
Ola 'tÍ µfl 1t<lV'tE<;
tO'CXO'l
'tflV UA.T\0EtcxV; ~ta 'tÍ OE'. µfl TJYCX1tT\0,i
11O\JCcxtOOÚVTI, Et 1t<lV'tCOV T\ Ol1CCXlOO"ÚVT1; 'AA.A.ayap 'ta
µuO"'tT\PlCX µuO"'tllCOO<;
1tcxpcxOÍOO'tm, n
t'.vcx EV O''tÓµCX'tl ACX-
10 AOÚV'tO<; lCCXl µa.AAOVfü: OUlCEV<pcov-n,
; 11.CXA.Et'tcxt, a11.11.'
EV
'tq>VOEt0"0m.5. L1é8co1CeV 8e ó 0eoi; 't11 ElClCATIO"Í~ wvi; µev
á1rOO''l'ÓAovi;,wvi; 8e 1rpoq,f¡rai;, wvi; 8e e'ÚayyeAl<T'l'ái;, wvi;
8e 1roiµévai; ,cai 8i8aa,cáAovi;, 1rpoi; 'l'OV ,carapnaµov 'l'lOV
árícov, eii; eprov 8za,covíai;, eii; oi,co8oµi¡v wv aÓJµawi; wv
15 Xpimov.

14.1 'H µev Oi>V'tffiVOɵ01 'tOOV imoµv11µá.'tCOV ypcx<pfl704PG


ao-0EVfl<;µev Ei>010' O'tl 1tcxpcx~CXAAOµÉv111tpo<;'tO 1tVEÚµcx
ElCEtvo'to 1CEXCXPt'tcoµÉvov, ot> 1CCX'tT1~1Có0,iµev
Ú1tcx1Coúcrm,
o' a.v ElTIavcxµ1µvf¡0'1COUO'CX
EtlCCOV 'tOÚªPXE'tÚ1tou'tOV0úp0'(9
20 1tE1tATIYÓ'tCX
· aoq,ip ráp, <l)TIO"Í,
ÁáAel, ,cai O'O(J)ÓJ'l'epoi;
e<T'l'al,

11-15. Ef. 4, 11-12. 16. Cf. Strom., 1, 5, 1; 6, 1; 9, 2; 11, 1; 14, 2-


3; 15, 3; 16, 1; 19, 1; 21, 2; 56, 3; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3; IV,
1, 3; 3, 1; etc. 18. Cf. Strom., I, 11, 2. 20. Pr. 9, 9.

3. tcp: to Potter. 7. aAií0eiav: coniec. d 1távt~ xcopoÚ<n'tTJVaA1Í-


0euxv Jackson. 10. éí>:6 Potter. 11. M6001CEV
6e ó 0eoc;:JCatauto<; i:'6001CEV
Aland. 19. tO\J apxetÚ1tou: to'U<;apxetÚ1touc;Potter. 20. cr0<pcp
... AÚA.Et:
6í6ou croq,cpaq,opµJÍv Rahlfs.
Stromata I, 13,3-14,1 97

gue a descubrirse, ni secreto que no venga a conocerse 114, no-


sotros le diremos que el Logos ha profetizado con esa sen-
tencia que lo secreto será revelado a quien lo escucha secre-
tamente 115, y que le serán manifestadas las cosas ocultas a quien
sea capaz de recibir la tradición veladamente, y que lo que
está oculto para la mayoría será manifiesto para unos pocos.
4. ¿Por qué no todos conocen la verdad? ¿Por qué no es amada
la justicia 116, si es patrimonio común de todos? No obstante,
los misterios se transmiten misteriosamente 117, para que estén
en la boca del que habla y en la del que escucha; o mejor aún,
no en la facultad de hablar sino en la inteligencia 118 • 5. Dios
mismo concedió a la Iglesia apóstoles, profetas, evangelistas, pas-
tores y maestros para el perfeccionamiento de los santos, en
orden a la realización del ministerio, para edificación del cuer-
po de Cristo 119 •
14. 1. Conozco bien la fragilidad de estas notas escritas, en
comparación con aquel espíritu lleno de gracia, a quien tuvimos
el honor de escuchar 120; podrán ser, no obstante, una imagen
que a quien haya sido herido por el tirso 121 le avive el mode-
lo del ejemplar. Porque quien hable a un sabio -dice [la Escri-

114. Mt. 10, 26.


115. Este adverbio equivale a la expres10n «en forma de parábolas» (cf.
Strom., 1, 55, 1-3; VI, 126, 1s), o también «de manera alegórica»; sobre este
asunto cf. A. MÉHAT, Étude sur les Stromates, pp. 200-202.
116. El término «justicia» no debe entenderse en sentido moral, sino como
sinónimo de «justificación».
117. Es decir, no solo los contenidos son misteriosos (que tienen una fun-
ción reveladora), sino que también el estilo o forma de transmitirlos son enig-
máticos y hay que descubrirlos. Al respecto, cf. C. MoNDÉSERT,Le symbo-
lisme, p. 161, nota 7.
118. Lit.: «en el entender». Para Clemente, el punto de partida de la ver-
dad está en el Logos. Sobre el carácter esotérico de la «tradición» en Cle-
mente, cf. J. DANIÉLOU,La tradition, pp. 12-14; S. R. C. LILLA, Clement of
Alexandria, pp. 144-148; E. L. FORTIN, Clement, pp. 41-56; R. MoRTLEY, The
Theme of Silence, p. 200. Para la distinción entre los valentinianos y Clemente
sobre la «tradición secreta», cf. J. E. DAVISON,Structural Similarities, p. 210.
119. Ef. 4, 11-12.
120. Se refiere el Alejandrino a los maestros ya mencionados con anterio-
ridad en el parágrafo 11, 2.
121. Clemente se sirve aquí de una alegoría. El «tirso» era una vara enra-
mada, cubierta de hojas de hiedra y de vid, que solía llevar como cetro la fi-
gura de algún dios pagano, y que usaban los gentiles en las fiestas dedicadas
a alguno de sus,dioses, para indicar su adhesión a la doctrina dionisiaca. Aquí
la alusión indirecta parece referirse a Panteno.
r
98 l:tp<Óµata I, 1

1m1.'ripexovn óe1rpocnd}ftue-raz.2. 'fütayyÉUztm 6e oi>x


OXJ'tEépµ11vr,ucrm'taá.1tÓpP'Jl't<l ÍKa.v~. noU.OU YEKa.t OEt,
µóvov 6e 'tO \>1tOµVT1<J<ll, El'tE Ó1tÓ'tEEKA<X0oíµE0a. Et'tE 01t~
µ116' EKA<Xv0a.vcóµE0a.. IloAJJx.6e Ei>ot6a. 1ta.pEppÚ1lKEV 11µ0.~
5 XPÓVOU µT}KEla.ypá~ 0tCX1tEO'ÓV't<X."00r,v 'tO a.cr0EVE~'tll~
µv11µ11~'tll~ ɵll~ É1t1Koucpí~oov, KE<pa.AUÍoov O'U<J't1lµa.n1CT1v
EJC0EO'lV µv11µ11~Ú1tÓµVT1µa, O'OO'tT}ptOV 1tOpÍ~OOV eµa.mq>,
(lV<lYK<lÍ~KÉXP'Jlµmtji6E -rñÚ1tO'tU1tcÍ>O'Et. 3. "EO'n µev Oi>V 54 se
'tlV(l µl\OE a.1toµv'JlµOVEU0Évw. 11µ1v(1t0Ur¡ yap T\1ta.pa 'tOt~
10 µa.Ka.pÍOt~ OOVa.µt~ ~V <XVOpÓ:<nV), E<J'tlV 6e tc<ll. Ü
ávu1t0011µEÍOO't<X µEµEV11tcÓ'ta 'tql XPÓVq> ü vuv á.1tÉ6pa, 't(l 6e
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OE ávo.~001tupéovúxoµvftµa.<Jt 't(l µev ÉKrov1ta.prutɵ1toµm 11GCS
15 h,Af:yrov E1tlCJ'tl\µÓv~, cpofx>ÚµEVO~ ypácpEtV Ü l((ll, A.É"(ElV
E<pUA.o.~áµ11v, oü 'tÍ 1tOUq>Sovrov(oi> yap 0ɵt~). OEOtro~OE
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µ{¡ nnÉ'tÉ~ mpaAEtEVlC(l\
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rupE0roµEV.4. ÜV yap E<nl Ta ypacpévm µ~ ÉJOCEGElV KO.Í'tOt

l. Mt. 13, 12; 25, 29; Me. 4, 25; Le. 8, 18; 19, 26; cf. Strom., 1, 158,
2; IV, 34, 6; VII, 55, 7. 12-13. Cf. PLATÓN, Resp., VII, 527 E; Strom.,
VII, 110, 4. 18. Cf. DIOGENIANO, Paroem., VI, 46; Strom., V, 54, 2;
57, 1. 19. Ps.-PLATóN, Ep., 11, 314 B; cf. Strom., V, 65, 3.

l. 1tpoote8ftonat: ooG,ícrnm Aland. 3. to: tOU Potter. //. ón:Óte: ltotE


Potter. //. ÉlcA.aV0avroµe0a:étlav0avoíµe0a Potter. 10. éi: insert. Din-
dorf. 1l. éi: insert. Stahlin. 14. oe:oii Munzel. 15. Kal.: KÜv Markland.
17. tÉ~: coniec. ÉKOE~áµevoiMünzel. 19. fon: fottv Burnet. //. µTJ:
eoniec. µTJouK Stahlin.
Stromata I, 14,1-4 99

tura]-, también se hará más sabio 122, y al que tiene, se le dará


más 123• 2. Pero, esto lo decimos no como quien interpreta su-
ficientemente los misterios, puesto que se necesitaría mucho más;
sino sólo para recordarlos, tanto en el caso de que los hayamos
olvidado por completo, como para que no los olvidemos. Sé
muy bien que con el tiempo se nos han olvidado muchas cosas,
desvanecidas por no tenerlas escritas. Para soslayar la debilidad
de mi memoria, también me he procurado un saludable reme-
dio mnemotécnico: la forma de exposición continuada median-
te resúmenes 124, que es obligatoriamente la que presentaremos
en este [nuestro] proyecto. 3. En efecto, hay cosas de las que
no recordamos nada {pues aquellos bienaventurados hombres te-
nían una extraordinaria capacidad [intelectual]); hay otras que,
por no tenerlas anotadas, las hemos recordado alguna vez, pero
ahora se nos han olvidado con el [paso del] tiempo; no obs-
tante, las [que escribo] no son otras que aquellas, que perma-
neciendo en mi memoria casi habían desaparecido de la misma,
puesto que no es fácil memorizar a quien no está bien ejerci-
tado; precisamente ésas [quiero] reavivar en estas notas 125• Hay
cosas que, escogiendo de lo conocido, tengo que pasar por alto
voluntariamente, ya que tengo miedo de poner por escrito in-
cluso aquello que reservamos al hablar, y no por envidia 126 (pues
no sería lícito), sino por respeto para quienes las lean, no sea
que se precipiten (en ellas] de manera infundada, y venga a su-
ceder que tendamos una espada al niño, como afirman quienes
gustan de proverbios 127• 4. Pues es imposible que haya escritos

122. Pr. 9, 9.
123. Le. 19, 26.
124. Sobre el término KEq>aA.aÍoov(resúmenes), d. A. MÉHAT, Étude sur
les Stromates, pp. 119-124; L. ROBERTS, Literary Form, p. 215, afirma que
se trata de .la premisa mayor de un argumento. También A. MÉHAT anota
q_ue el silencio es necesario para la «completa interpretación de los miste-
nos».
125. Un comentario a estas palabras puede verse en A. MÉHAT, Étude
sur les Stromates, p. 110, donde se aparta un tanto de la traducción tradi-
cional.
126. Parece una alusión indirecta a los gnósticos herejes, para quienes la
envidia y los celos constituían uno de los argumentos principales contra el
Dios de los judíos y el Dios creador.
127. Cf. E. L. DE LElITSCH - F. G. SCHNEIDEWING, Corpus Paraemio-
graphum Graecorum. Diogen., VI, 46. Se trata de una colección de prover-
bios atribuida al gramático griego Diogeniano, que fue impresa por vez pri-
mera por Scorr, en Amberes, el año 1612.
100 :Etpcóµata 1, 1

aVÉKOO'taúnó y' eµou µeµevr¡KÓ'ta,K'\)A.tÓµeva fü: ad µóvn


µi~ :xpcóµevaTfteyypá.cpq, cprovftnpoc;'tOVenavepóµevov oúfü:v
n'A.fov napa 'ta yeypaµµÉva anoKpÍVE't<llOEt'tm yap E~
J3or¡0ouTÍ'tOl'tOUcruyypm¡mµÉvou11Kat a.A.A.OU
avá."(lCT\c; 'tOU
5 de; 'tO aÚ'tO t'.xvoc;eµJ3eJ3r¡KÓ'toc;.
15.1 "Ecrn OEa Kat aiví~E'taÍ µoi YP<l<f>Tl, Kat 'totc; µev
napaO''tllO'E'tm, 'ta OE µóvov epci, neipá.O'E't<llOE Kat
'A.a.v0á.voucra dne'iv Kat emKpunwµÉvr¡ EKq>f\vmKat óe'i~m
O'lOOnrocra. 2. Tá. 'tE napa 'tOOVE1tl0"1͵rov ooyµan~óµeva
10 aipfoerov 1tapa~O'E'tm, Kat 'toÚwic;av'tepe'i ná.v0' ocra npo-
otKovoµr¡0f\vm Ka~KEt 'tf\c; Ka'ta 'tl)v enonnKT)v 0eropíav
yvcócreroc;, fi npol31ÍO'E'tm11µ'ivKa'ta 't'OV eVKAeij Kai at:µvov
't'ij~ napaoóat:OJ~ Kavóva ano 'tr\c; 'tOU KÓcrµouyevfoeroc;
npofoumv' 'ta avayKaÍroc; EXOV'ta1tpofüa'A.r¡cp0f\vcxi 'ti\c;

2. Cf. PLATÓN,Phdr., 275 D-E y 276 D; lo., Prot., 329 A. 3-4. Cf.
lo., Phdr., 276 D. 4-5. Cf. PLATÓN, Phdr., 275 D-E; 276 D. 8-9. Cf.
Strom., 1, 13, 3; 1, 20, 4; 1, 31, 3. 11-12. Cf. PLATÓN, Symp., 210 A;
Strom., 1, 166, 2; 11, 46, 1; 47, 4; 77, 4; IV, 40, 1; 136, 2.4; 152, 3; 155,
2-3; etc. 12-13. CLEMENTEDE ROMA, Ep. ad Cor., 7, 2. 13-14. Cf.
Strom., I, 60, 4; IV, 3, 2; VI, 168, 4.

4. crnyypm¡,aµÉvou: mpm¡,aµÉvou Potter. //. tou: tou Potter. 12. fi:


nPotter. 13. 1tapaoócmo~: add. ftµéov Ayán. 14. ta: coniec. Stahlin; co-
niec. ta tf\~ Markland.

..
Stromata I, 14,4-15,2 101

que no lleguen a divulgarse 128, aunque yo no los haya dado a


conocer [jamás]; sin embargo, lo que va y viene anunciado de
continuo y de modo uniforme por la sola palabra escrita, no
responde a un [posible] interrogador nada más que lo que está
escrito, puesto que carece de la obligada ayuda, tanto del autor
mismo como de cualquier otro que [anteriormente] haya reco-
rrido el mismo camino 129 •
15.1. Mi escrito aludirá a algunas cosas e insistirá en otras
y sólo mencionará unas pocas, pero procurará hablar de lo que
permanece olvidado; desvelará lo oculto e indicará lo secreto.
2. También ofrecerá las opiniones de las sectas 130 más impor-
tantes; contradecirá todo aquello que debe ser dispensado pro-
videncialmente según la contemplación epóptica 131 y que se re-
fiere a la gnosis, la cual progresará en nosotros conforme a la
gloriosa y santa regla de la tradición 132, al comenzar por el ori-
gen del mundo, y expondrá primeramente aquellas ideas de la

128. Ps.-PLATÓN, Epist., 11, 314 B, dice textualmente: «La medida preven-
tiva más acertada será la de no escribir, sino aprendérselo de memoria, pues
es imposible que los escritos no acaben por ir a parar al dominio público».
129. Una vez más el Alejandrino usa del lenguaje metafórico. Quien se en-
frenta a la lectura de cualquier escrito -dice Clemente- no posee otra ayuda
que su propia inteligencia para comprender lo que lee; o sea, nadie podrá en-
tender otra cosa distinta de lo que literalmente puede leerse en dicho libro.
Ya antes Platón había comparado la escritura con la pintura, producciones
que se presentan como seres vivos, pero guardan el más solemne silencio a
quien les interroga algo.
130. El término ai'.pmt<; puede significar tanto la herejía religiosa como la
escuela filosófica; cf. P. NAUTIN, La fin des Stromates, pp. 268-3_02;G. MAY,
Platon und die Auseinandersetzung, pp. 123-125; A. MÉHAT, Etude sur les
Stromates, p. 149. Este último autor señala los posibles interrogantes de este
pasaje clementino, sobre si se trata de un plan programático o no.
131. Relativo a las ceremonias litúrgicas de los sacrificios. Entre los genti-
les significaba el último grado de iniciación en la ceremonia de los sacrificios
eleusianos. Se trata de un lenguaje mistérico muy frecuente en el platonismo.
Sin duda, Clemente alude al conocimiento directo o visión suprema de la
«gnosis»; otros ejemplos pueden verse en Strom., I, 29, 4; 176, 2; IV, 3, 1-2;
etc. También merecen atención en este punto los estudios de J. MUNCK, Un-
tersuchungen, p. 95; J. GRZYWACZEWSKI, Pojecie Kontemplacji, pp. 210-222; W.
WAGNER, The literary Problem, p. 257; E. F. ÜSBORN, The Philosophy, p.
172-174; S. R. C. LILLA, Clement, pp. 163-169, con muchos textos clemen-
tinos.
132. CLEMENTEDE ROMA, Ep. ad Cor., 7, 2. EL Alejandrino también con-
sidera como libros inspirados los pertenecientes a la edad sub-apostólica, cf.
J. RUWET, Canon, pp. 395-396. La «tradición gnóstica» de la que habla es
esencialmente la apocalíptica judeo-cristiana: J. DANIÉLOU, Message, p. 409;
ID., La tradition, pp. 8-9.
102 l:tpÓlµm:a 1, 1

cp'\XJucítc;0ecopíac; 1tpo1tapatt8eµÉvr¡ x:at ta eµ1t000>v


Í.<nC͵evatji a.1COA.ot>0Í~ 1tpomtoA.ooµÉvr¡, Ó>c;É'to͵ouc;flelV
trtc; a.lC~ 7t~ 't'JlV1taf)(U)OXflV TÍlc;'}'VCO<J'tt!CÍtc;
1tapaOÓO'Ecoc;
npox:ex:a0apµÉvr¡c; TÍlc;yítc;a.nó te tfüv a.x:av0füvx:at tllc; nóac; 55 se
5 ánáar¡c;yecopy1.1efüc;eic; x:atacpÚtE'\XJtV a.µnu..füvoc;.3. 'Ayrov
yap Kat Ó 1tpoaycovICat µt><JTitptata 1tpo µuatr¡pÍcov, ouOt 705PG
OlCVT)<JEl <JUYXPT)<Jaa0m <ptA.oaocpíac; IC(l\ TÍlc;aU.r¡c; 1tpo-
1tatOEÍac;-mtc;~Í<Jtotc; ta Ú1toµVT)µmaitµiv. 4. 0o ycxp 12GCS
µóvov Ot' 'Ef3paíouc; x:al touc; úno vóµov x:ata tov a.nóato-
10 AOVeÜA.oyov 'Iouoaiov yevÉ<J0m, a.u.aIC(l\ Ola touc;
"EU.11vac;"Ellr¡va, 1va návtac; x:epoovcoµev. 5. Ka.v tTI
7t~ KoA.a<J<JaEtc;
E7tl<J'tOATI vov8ewvv-re~ypácpet irávm av-
8¡xmcov ,cai ou5ácr,rov-rE,év iráCT[IGoq,íq.,í'va irapaGn,-
aroµev ,ráv-ra av8po»rov 'Z'ÉAElOV év Xpia-rij,.
15 16.1. 'Apµótet fü: x:at a.AAO>c;
tTI tfüv únoµvr¡µá.tcov
Ú1totu1tc.Í><JEl
to yAacpupov TÍlc;0eropíac;. Au'tÍica JC(lt it

2-3. Cf. Strom., 1, 57, 4; 179, 4; VI, 90, 4; 103, 1; VII, 59, 7; 89, 1;
91, 7. 4-5. Cf. Gn. 3, 18; Is. 5, 1-7. 6. Cf. PLATÓN, Grg., 497 C.
7-8. Cf. Strom., I, 5,1; 6, 1; 9, 2; 11, 1; 14, 1-3; 16, 1; 19, 1; 21, 2; 56,
3; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc. 9-10. Cf. 1 Co.
9, 20s. 12-14. Col. 1, 28. 15-16. Cf. Strom., I, 5,1; 6, 1; 9, 2; 11, 1; 14,
1-3; 15, 3; 19, l; 21, 2; 56, 3; 117, 2; 182, 3; III, 40, l; 110, 3; IV, 1,
3; 3, 1; etc.

13. füoáaKOVt~: add. 1távta av8pco1t0v Aland.


Stromata I, 15,2-16,1 103

teoría física 133 que hay que presuponer necesariamente, y dese-


chará las cosas que son un obstáculo a la concatenación de los
pensamientos 134; y tendrá los oídos prestos para recibir la tra-
dición gnóstica 135, a la manera que un labrador limpia de espi-
nos y de toda clase de arbustos la tierra para plantar un viñe-
do. 3. Efectivamente, el que prepara un combate también pelea,
y los ritos preparatorios de los misterios son igualmente miste-
rios 136; por eso nuestra obra no titubeará en utilizar los [mejo-
res] recursos de la filosofía y de cualquier otra propedéutica que
nosotros recordemos 137 • 4. No sólo hay que hacerse judío en
virtud de los judíos y de quienes están bajo la Ley, como dice
el Apóstol 138, sino también griego en razón de los griegos con
el fin de ganarlos a todos. 5. Y en la Epístola a los Colosenses
escribe: Amonestando a todo hombre e instruyéndolo en toda
sabiduría, para que sea presentado como hombre totalmente per-
fecto en Cristo 139•
16.1. Además, la cumplida elegancia de la cultura se ajus-
ta perfectamente a la forma de estas notas. La riqueza de la se-

0ecopía,. se refiere al origen del mundo, ya que el hom-


133. La «q>u<JtlCfl
bre es un ser creado en el mundo (cf. Strom., VI, 126, 3). En Clemente, la
«phisiologia» es un tratado especial que abarca la revelación divina como Phi-
sis, Ley natural, Orden y Ley de la Administración cósmica: S. FERNANDEZ
ARDANAZ,Genesis, 6-7. Pueden verse también los siguientes trabajos: C. MoN-
DÉSERT,Clément d'Alexandrie. /ntroduction, pp. 204-205;,J. DANIÉL0U, Théo-
logie du Judeó-Christianisme, I, pp. 71-72. A. MÉHAT, Etude sur les Stroma-
tes, p. 149, traduce «contemplación física».
134. No se trata de una mera sucesión exigida por la buena retórica, sino
consecuencia óntica y lógica. Sobre el término aKoAOU0ía (concatenación in-
telectual) cf. A. MÉHAT, Étude, 39-40; R. M0RUEY, Connaissance, pp. 102-
108; s. FERNANDEZARDANAZ,Genesis, 105, n. 30; L. RIZZERI0, 'AKoAOu8ía,
p. 179.
135. La «tradición gnóstica» tiene que estar de acuerdo con la «regla de
fe», que sirve para distinguir la verdadera de la falsa gnosis: A. MÉHAT,Hy-
pothése, p. 233; M. BERCIANO,Tiempo humano, p. 275.
136. La expresión clementina significa que el estudio de la teología debe ir
acorde con el estudio de la naturaleza: S. R. C. LILLA, Clement, pp. 189-199.
Sobre el origen de la expresión, cf. H. G. MARSH, The Use of Mystérion, p.
67-72; A. VAN DEN H0EK, Clement of Alexandria, p. 188; A. LE B0ULLUEC,
Stromate V, 11, pp. 242-244.
137. Sobre el concepto de esta propedéutica en el paganismo, cf. W. BIER-
BAUM, Geschichte, pp. 256-259.
138. Cf. 1 Co. 9, 20s. Para el concepto de Ley en el Alejandrino, cf. E.
ÜSBORN,La Bib/e inspiratrice, pp. 132-133.
139. Col. 1, 28. Para la crítica literaria del texto paulino en Clemente, cf.
H. SEESEMANN, Der Chester-Beatty, p. 94.
104 fapÓ>µma. I, 1

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O"OV'ta.t.3. Ka.l OT)O"UVEMV'tl q>Ó.Va.t (ev 7tOAAOl~ ycxp 'tOl~
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17.1. IlÓ.V'tE~µev oi>v OO"Ol't<X.l~O'lfEO"licexpfiµe0a.,


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o
ó 7tOtµf¡v. µev ycxp d 1t'ióv EO"'tl7tOAU7tpa.yµovE'i,OE d~ o

7-8. Cf. Strom., IV, 3, 1; VII, 103, 7. 11-12. Cf. Mt. 13, 46; Paed.,
11, 118, 5. 12-13. Cf. ATENEO, Deip., VII, 282 B y 328 A; PLUTARCO,
Moralia, 981 D-E. 13-14. Cf. PLATÓN, Resp., 11, 369 E. 14-15. Protr.,
8, 4; Eclog. Proph., 16, 1; Exc. ex Theod., 19, 1; 23, 2; 24, 1-2. 17. Cf.
Eclog. Proph., 28. 18-19. Cf. EsoPo, Fab., 377. 19-106,1. Cf. Ibídem;
Jn. 10, 11.14; Paed., 1, 53, 2; 84, 3; Hymn., vv. 1,4, 30.

1. XPT1Cf'toµa.0íw;: Potter 3. Ola.:coniec. Stahlin. //. qn-


XPTICf'toµa.0eía.c;
A.O'ttµÍa.v:<ptA.OnµÍ~Schwartz. 8-9. Otooi¡: insert. Schwartz. 13. 1<ÚA-
oe
AtJ(8uc;:1<a.ll1x0úc;Potter. //. tE: Potter.
Stromata I, 16,1-17,1 105

lección de textos es precisamente como un condimento sobre-


añadido a la nutrición del atleta; no del que es voluptuoso, sino
de quien desea tener un buen alimento en aras de la competi-
ción. Por eso, cantando, distenderemos armoniosamente la ten-
sión excesiva de nuestra gravedad en el hablar. 2. Al igual que
quienes desean hablar delante de una multitud, a menudo lo
hacen a través de un pregonero con el fin de que lo que dice
sea mejor oído; así también nosotros 140 (puesto que nuestras pa-
labras son para la muchedumbre y son celebradas en interés de
la tradición misma 141 ) les acercaremos los pensamientos y los
términos 142 que les son familiares 143 , y aquellas motivaciones por
las que un auditorio confía más. 3. En resumidas cuentas (ya
que entre muchas perlas pequeñas una es la [mejor], y en una
pesca abundante uno es el pez hermoso 144) con tiempo y es-
fuerzo resplandecerá lo verdadero, si tenemos ayuda suficiente;
en efecto, la mayoría de los bienes divinos nos son comunica-
dos a través de los hombres 145 •
17.1. Todos los que tenemos ojos contemplamos lo que se
pone delante de ellos, aunque de manera diferente unos de otros.
Así, el cocinero y el pastor no contemplan de igual manera el
rebaño; el primero observa si está gordo; el segundo, en cam-

140. Expresa Clemente una de sus características metodológicas: aceptar los


retos, e incluso la misma terminología, de sus adversarios. Precisamente, esta
valentía le ha supuesto no pocos detractores entre sus estudiosos; cf. S. FER-
NÁNDEZARDANAZ,Metodología, 25-26 y 32-33.
141. Sobre este concepto amplio de «tradición», cf. J. DANIÉLOU,La tra-
dition, p. 11.
142. La palabra «términos» es sinónimo de «aclamación»: Mª L. AMERIO,
Il nesso, p. 299, nota 29.
143. Bajo la pluma del Alejandrino la synetheia (costumbre) cambia del sig-
nificado negativo, del que hay que alejarse, al elemento positivo que hay que
tener en cuenta en el diálogo con los no cristianos: Mª G. BIANCO, Consue-
tudo, p. 201.
144. El icaUix0uc; (pez hermoso) ya figuraba en la lista de los suculentos
alimentos del banquete de bodas de Era (cf. EPICARMO,Fragm., 58). Puede
que Clemente esté aludiendo al apócrifo Evangelio de Tomás, 8: «El hombre
se parece a un pescador prudente que echó su red al mar; la sacó del mar
llena de pececillos; entre ellos encontró un pez gordo (y) hermoso ...».
145. Clemente resalta la importancia de la mediación humana en la sal-
vación, la encarnación progresiva, la pedagogía salvífica de Dios en rela-
ción con la humanidad; cf. L. GALLINARI, La problematica, p. 124. C.
NARDI, Estratti Profetici, p. 112, afirma que aquí existe una velada alusión
a la polémica contra toda tentativa gnóstica o marcionita de separar las dos
alianzas.
r
106 l:tp<Í>µm:a 1, 1

eúyévetav n¡pei. To yáA..awü 1tpol3átou 8 µév tt¡; a.µe,J;átco,


ei XP1Í~Ettpoqrii¡;, tov µcx.AA.ov 1ee1pátco,ei a1eém¡¡;6eitat.
7
2. .06é µ01 1ecx.i t'Íl¡; 'EU11v11C'Íl¡;
XPTl<Jtoµcx.0ícx.¡;
ó 1eap1to¡;
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5 11re"w8at µ116ei¡;avn:pei, a.U' e1eeív11v WMYYOV voµt<Jtfov
ñ µ116e~ euA.Óyo><; a.vtepá Kai npft~tv apa lC(Xla.Ype<JlV704PG
a.1t06e1Ctéovoi> 'tllV aµeµq,11, a.A.A' 11v ou6el¡; eú¼ox;
3. ÜÍ>lC eu0u~ 6' El tt¡; µ11 1tpo11youµÉveo<;
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bttteA.Ei,1ecxta1tepÍ<Jtcx.mv cxuto1to1ei,a.Ua oi1eovoµoúµevó¡;
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lCCX.l<JUµ1tep1q>epóµev~ EVEP'YtÍ<JEl.Oüte yap ó
excov'tllV apet11v XP1Í~Elt'Íl¡; E1tl'tllV a.pet11VE'tló6ou oü0'
ó eppcoµévo~a.vcxA.f1weox;. 4. Kcx0ánep 6' oí yecopyot 1tpo-
cxp6eúacx.vt~ tllV 'YllV,oütco 6111ea.1. itµei¡; tcp 1tot͵q>t&v
ncxp' "EU11a1 MY)'COV 1tpocxp6eúoµevto ye&6e¡; cx.ut&v'~
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to 1Cextcxl3cx.AA.Óµevov <J1tépµcxnveuµa.ttKOV
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tOU'tOeuµcxp~ elC0péwm6úvaa0m.
18.1. IleptÉ~OU<Jl
6e OÍ fapcoµextei¡;a.vaµeµ1yµév11v'tllV 13GCS
a.A.ft0etexvtoi¡; q>lAO<JOq>Ía¡;
6óyµam, µrtAAOV6e E-ylCflC(l-
Auµµév11v1ea.ibt11ee1epuµµév11v,1ea0á1teptcp Ae1túpq>to i:6ro-

10. Cf. EPíCTETO, Gnom., III, 14, 7. 12-13. Cf. PLATÓN, Phdr., 243
D; FILÓN, De post. Cain., 36, 125-126; Mt. 13, 8; Me. 4, 8; Le. 8, 8.
19-1,108. Cf. Strom., 1, 7, 3; 56, 3; VI, 2, 1; VII, 112, 4.

1. EUyÉveiav: euyovíav Wilamowitz-Moellendorff. 6. upa: ܵa Pot-


ter. 8. Ka-taµiµvetai: 1mtaµÉµq,Etm Potter. 9. ElttteA.Ei:eoniee emteA.Ei
tt Stahlin. 12. 6': yap Potter. 13. yijv: add. et8' oütoo to O"ltÉpµa Ka-
ta¡JáU.Ouotv Sylburg.

.
Stromata I, 17,1-18,1 107

bio, mira la pureza de su raza 146• Aquel, si necesita alimento,


ordeña la leche de las ovejas; el otro, no obstante, esquila la
lana, si se encuentra necesitado de ropa. 2. De igual manera, a
mí me interesa el fruto de la selección de los textos griegos.
Pienso que en tales circunstancias nadie titule de afortunado un
escrito al que nadie contradice; en cambio, deberá llamarse ra-
zonable aquel otro al que nadie puede contradecir razonable-
mente. Hay, pues, que aceptar no la acción y la doctrina que
no reciben reproche alguno, sino aquellas a las que nadie puede
contradecir de manera razonable. 3. Aunque uno no pueda re-
alizar una empresa correctamente desde sus inicios, no puede
decirse que actúa indiscriminadamente, sino que explicará su ac-
tividad inspirándose en la sabiduría de Dios o adaptándose [a
ella] 147 • Porque quien posee ya la virtud 148 no necesita de ca-
mino [alguno] para conseguirla, como el que está sano [no tiene
necesidad] de medicina. 4. Lo mismo que los agricultores rie-
gan la tierra antes [de sembrar], así también nosotros regamos
con el agua potable que contienen los pensamientos griegos, no-
sotros regamos la tierra que ellos son 149, para que reciban la se-
milla espiritual 150 que ha sido sembrada, y así pueda crecer [en
ellos] fácilmente 151•
18.1. Por tanto, estos Stromata recorrerán la verdad mez-
clada entre las opiniones de la filosofía, o mejor, envuelta y
oculta en ellas 152, como el fruto comestible de la nuez; me pa-

146. Parece una remota referencia a la parábola evangélica del Buen Pas-
tor: Jn. 10, 11.14, y a una de las Fábulas de Esopo.
147. Es este un concepto de la filosofía estoica, cf. EPICTETO,Gnom., 111,14, 7.
148. Para el concepto de virtud en el Alejandrino, cf. E. ÜSBORN,La Bible
inspiratrice, pp. 133-135.
149. Seguimos la traducción propuesta por P. NAlITIN, Notes, p. 620-621.
Otros traductores modernos prefieren el pronombre personal como referido
a los lectores de Clemente.
150. Esta expresión se refiere a la predicación evangélica; el adjetivo «espiri-
tual,. no se aplica nunca a la filosofía: L. F. LADARIA,El Espíritu, p. 40, nota 68.
151. Metodología frecuente en el Alejandrino es intercalar citas profanas con
pasajes de la sagrada Escritura. La metáfora de la semilla es inaplicable a la
razón natural del hombre; sólo es aplicable a la palabra revelada, que fecunda
la humana razón en orden a Dios: A. ÜRBE, Teología de San Ireneo, I, p. 481.
152. Para Clemente, el atender a la filosofía griega y la interpretación de
la Escritura Sagrada son una y la misma cosa en la práctica: S. R. C. LILLA,
Clement, p. 57; TH. FINAN, Hellenism, p. 92-95. También la palabra, el len-
guaje filosófico, encierra un sentido teológico, cristiano, gnóstico: A. MÉHAT,
Etude sur les Stromates, p. 128.
108 l:'tpÓ>µma 1, 1

chµov wu icapúou · á.pµÓ~Et yáp, otµm, tft<; a.11:ri6eía<; ta


mtÉpµma µÓvot<;q>UAflO'O'E0"0m wi<; tft<; 1tÍO"tEco<;
yecopyoí<;.
2. Ou AÉl,,r¡0evóÉ µe icat ta 0puA.OÚµeva1tpÓ<; nvcov a.µa0&<;
'lfO(j)OÓEOOVx,pftvm A.EyÓV'tCOV 1tEpt 't(l a.vayicmÓtCl't(l lC(ll
5 auvéxovta 'tf\V 1tÍO'nv icmayíveo-0m, ta fü: if~co0ev icat
1tEpttta Ú1tEpl3aÍVEtvµátr¡v i\µa<; tpÍj3ovta KCltlC<l'tÉXOV'tCl
1tEpt 'tOt<;oufü:v O'Uµj3aA.AOµÉvot<; 1tpü<;'tO tÉA.O<;.3. <Ji fü:
lCClt1tpo<;lCCllCOUav 'tf\V <ptAOO'Oq>Íav EtO'ÓEÓUKÉvm 'tOVj3íov 57 se
voµí~oumv E1tt A.úµn t&v a.v6pcó1tcov1tpÓ<;nvo<; eúpewu
10 1tovr¡pou. 4. 'Eyro fü: O'tl µev T\lCCllCÍaica101vq>ÚO'lV EXEllCClt
0Ü1tot' av lCClAOU nvo<; Ú1tOO'tClÍr¡ yecopyo<;yevfo0m, 1tap'
oA.Ou<; evBEÍ~oµm tou<; I:tpcoµmei<;, aiviaaóµevo<; á.µ'ñ yÉ 1t1J
0da<; epyov 1tpov0Ía<;icat <ptA.OO"oq>Íav.

1-2. Cf. Strom., I, 2 y 3. 3-4. Cf. Strom., 1, 43, 1; VI, 89, 1.


8-10. Cf. JUSTINO MARTIR, 1 Apo/., 54; 64; TACIANO, Orat. ad Graec.,
8; TERTULIANO, De cu/. fem., 1, 2, 1; Strom., I, 44, 4; 80, 5-81, 4; VI,
66, 1; 159, 1; etc. 12-13. Cf. Strom., I, 20, 1; 28, 1; VI, 153, 1; 156, 3.

8. av: Potter; oi>crav Stahlin; <J1topav Früchtel; l((ll(Q'\) ll'U'tl]V<ptAO-


<JO<ptaVJackson. 11. yeoopyo<;:add. (ll'tt(l Markland.
Stromata I, 18,1-4 109

rece que sólo a los labradores de la fe conviene el custodiar las


semillas de la verdad. 2. No se me ocultan tampoco las mur-
muraciones de algunos ignorantes timoratos 153 que dicen que es
necesario ocuparse de lo más imprescindible, o sea, de lo que
contiene la fe, y descuidar igualmente las cosas externas y su-
perfluas, que nos fatigan inútilmente y nos ocupan el tiempo
sin aportar nada al objetivo final. 3. Incluso hay quienes pien-
san que la filosofía es mala, porque se ha introducido en la vida
de los hombres para su perdición por un malvado inventor 154.
4. Pero, yo mostraré a lo largo de estos Stromata que el vicio
es de naturaleza mala, de la que ningún labrador puede jamás
hacer crecer nada bueno, e insinuaré de alguna manera que la
filosofía también es obra de la divina Providencia 155 •

153. Parece tratarse de una alusión indirecta a las opiniones de Taciano y


Tertuliano, entre otros, sobre el origen de la filosofía; cf. W. BIERBAUM,Ges-
chichte, p. 249; P. CAMELOT,Foi et Gnose, p. 17-18; A. ÜRBE, En los albo-
res, p. 181; F. DRACZKOWSKI, Qua paideia, p. 57; A. MÉHAT, La philosophie,
pp. 16-18.
154. Se refiere al demonio, como hará en otros lugares; cf. Strom., 1, 44,
4; 80, 5; 81, 4; etc. Otros autores del primitivo cristianismo refieren esta misma
tradición. Sobre el origen y estima de la filosofía en el Alejandrino, cf. G.
PINI, Stromati, pp. 81-82, nota 91, con abundante bibliografía al respecto.
155. Para el concepto de «naturaleza», cf. J. FERGUSON,The Achievement,
pp. 72-73. Un estudio sobre la acción divina en la filosofía griega, según el
pensamiento del Alejandrino puede verse en W. BIERBAUM,Geschichte, pp.
246-272, especialmente las pp. 249-256; R. P. CASEY,The Beginnings, pp. 71-
73; E. MOLLAND, The Origin, pp. 120-121.
r
110 I:tp<Óµm:a I, 2

709PG
Kecpálatov II SSSC

19.1. 'Y1tEp OE 'trov Ú1toµv11µá'tcov'trov 1tEptEtA1l<pÓ'tcov


lCCX'ta'tO~ <XVCX"flCCXÍOU~ 1Ccxtp<n>~ 'tllV 'EAAT\VllCJlV oó~cxv
'tO<JOt>'tÓv<p11µ1'toi~ <p1A.Ey1CA.r¡µo0t · 1tpro't0v µEv Ei x:cx1.
5 <XXP'Tl<J'to~ d Ei>xP'Tlo'to~TI TÍl~ ªXP'Tl<J'tÍCX~
Etll cp1A.oooq>Ícx,
j}El3a.ícocn~,EÜXPllO'tO~. 2. "E1tEt'ta. oÜOE x:a.'tO.'lfllcpÍ<Ja.o0m
't©V 'EUf¡vcov otóv 'tE 'lflATI'tTI7tEp1.'t©V ooyµa.'tlo0ÉV'tO)V
a.u'toi~ XPOOµÉvou~ <ppáoEt, µll <JUVEµj3cxívov'ta.~ Et~ 'tllV x:mcx
µÉpo~ axpt ouyyvcÓO'E~ElClCCÍA.U'lflV. 3. Ilt<J'tO~ya.p Ei>µCÍA.a
1o ó µE't• eµ1tE1pía.~EA.E'Y'X~, o'tt 1ea.1.'tEA.Eto'tá'tll a1tóoE1~1~
EÚpÍOlCE'tCXt TIyvrom~ 't©V lCCX'tEyvro<JµÉvrov. 4. IloA.MXo' Oi>V
1ecx1.µll ouµj3a.AA.ÓµEVcx Et~ 'tÉA.O~<JU"flCOOµEi 'tOV 'tEXVÍ'tllV,
x:cx1.
aA.A.ro~ TI1toA.uµa.0ícxomouo'ta.'ttlCJl m-yxávEt 'tOt>1ta.pa.-
n0EµÉvou 'tO. 1CUpt<ÍYcO.'tO. 't©V OoyµCÍ'tOOV 7tp0~ 7tEt0ro 't©V
15 <X1CporoµÉvrov, 0cxuµa.oµov EyyEVVro<JO. 'tOl~ 1C0.'tllXOUµÉvot~,
lC0.1.7tp0~ 'tllV <XA.r¡0Eta.V
O'UVÍ<J'tll<JlV.

2. Cf. Strom., I, 5,1; 6, 1; 9, 2; 11, 1; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 21, 2; 56,
3; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc. 3-5. Cf. ARIS-
TÓTELES, Fragm., 51; Strom., VI, 162, 5. 8-9. Cf. PLUTARCO, Moralia,
1086 D. 16. Cf. Strom., VI, 89, 1-2.

5. Etfl: coniec. TIMarkland. 8. q,pá.oei: 1CpÍCJEt Wilamowitz-Moellen-


dorff. 15. eyyEVvfuoa: EyyEVfuoa Potter. 16. JCal.:coniec. EV ot~ JCal.
Jackson. //. (J'l)VtCJ'tflCJtv:(J'l)Vafo8emv o CJÚvmtv Markland; CJ'IJV<Í.CJlCfJCJlV

.
Schwartz.
Stromata I, 19,1-4 111

Capítulo 11

19.1. Además de estos recuerdos escritos, que encierran, en


la medida de lo posible 1, la doctrina helénica, yo quisiera aña-
dir a mis detractores 2 lo siguiente: en primer lugar, para supo-
ner que la filosofía es inútil, al menos sería útil establecer la
afirmación de su inutilidad 3• 2. En segundo lugar, tampoco se
puede condenar a los griegos simplemente por la mención de
las doctrinas que en ellos se contienen, sin penetrar a la vez
hasta el fondo y descubrir su inteligencia. 3. Sólo es válido el
argumento de experiencia, ya que la más perfecta demostración
se manifiesta con el conocimiento de lo refutado. 4. Hay mu-
chas cosas, en verdad, que no contribuyen al objetivo que pres-
tigia al artista; por otra parte, la cultura general 4 viene en ayuda
de quien expone las verdades más importantes, está orientada a
obtener la persuasión de los oyentes y, engendrando admiración
en los catecúmenos, les orienta hacia la verdad 5 •

l. Lit.: «conforme a los tiempos necesarios,.. Clemente expone el plan de


su obra y afirma que expondrá oportunamente las opiniones helénicas en de-
terminados casos. M. BERCIANO,Tiempo humano, p. 125, ve aquí una remi-
niscencia de PLATÓN, Tm., 38 B y de ARISTÓTELES, Polit., III, 3, 1276 A.
2. Clemente llama detractores a todos aquellos que no desean contacto al-
guno con la cultura profana, sean cristianos o paganos, ortodoxos o no; a los
que pretenden una predicación desnuda y sencilla del mensaje del evangelio
que condene y calumnie en bloque la filosofía griega: E. DE FAYE, Clément,
p. 138; A. BRONTESI,La soteria, p. 530; CH. BIGG, The Christian, 79; A.
MÉHAT, La philosophie, p. 18; L. GALLINARI,La problematica, pp. 29-34.
3. Para demostrar la inutilidad de la filosofía es necesario filosofar, decía
Aristóteles en su Protréptico, fragm. 51 (Rose 56s). Cf. E. MOLLAND,The ori-
gin, p. 118, nota 6, quien recuerda el pensamiento de Pascal: Se moquer de
la philosophie, c'est vraiment philosopher.
4. Para el significado de itoAuµa0ía (cultura general o erudición) en los es-
c,ritos del Alejandrino, d. F. DRACZKOWSKI, Qua paideia, pp. 68-73; A. MÉHAT,
Etude sur les Stromates, p. 131.
5. Argumento apologético del Alejandrino: la búsqueda de la verdad favo-
rece la fe. Se trata de una «psychagogie légitime» para demostrar la fe: J. DA-
NIÉLOU,Message, p. 282.
r
112 L'tpCÓµma I, 2

20. 1. 'AstÓ7tl(J'tO(;fü: TI 'tüta.Ú'rr¡ 'lmxayooyía, fü' ~<;


1CE1CaA.uµµÉVTJV oi qnA.oµa0Et<;1tapa<>Éxov'tm'tflV a.A.f¡0nav,
1tpo<;'to µr¡'tE au'tflV <ptA.o<Jo<pÍav A.uµaívm0m 'tov ~íov,
'lj/EU()OOV1tpayµá'tCOVlCCll<paÚA.COV Epycov<>TJµtoupyovimáp-
5 XOU<JClV, TI'ttVE<;Ota~E~A.TJlCCl<JtV, CX.A.TJ0EÍa<;Oi><JClVfi1CÓVa
evaprí,, 0dav bcopEa.V"EA.A.TJ<Jt ()f()OµÉVTJV, 2. µr¡'tE TlµO.<;
CX.7tO<J7tO.<J0m'tr\<;1tÍ<J'tECO<;,
olov CX.7tÓ 'ttVO<;CX.7tCl'tTJA.OU
'tÉXVTJ<; 14 GCS
1eawyOTJ'tEUoµÉvou<;, a.A.A'CÍ><;E7tO<; d1tEtv, 1tEpt~oAñ1tA.EÍovt
xpcoµÉvou<;,áµñ yÉ 1t1l auyyuµvaaíav nva. 1tÍ<J'tECO<; a.1to-
e1e1topíl;ea0m. 3. Nat µ11v 1ea1 TI auva<p11'trov 59 se
1o <>EtlC'ttlCflV
OOyµ<l'tCOV Ola. 't'Tl<;
CX.V'tt7tClpa0foEco<; 'tflVCX.A.r¡0EtaV µVTJ<J'tEÚE-
'tat, fü' ~<;ESTJ1COA.oú8TJ1eev TIyvfum<;,ou 1ema. 1tpoTJyoúµevov
A.Óyov'tr\<;<ptA.oao<pÍa<; 1tapEt<JEA0oú<JTJ<;, füa. fü: 'tOVa.1to't'Tl<;
yvcóo-eco<; 1eap1tóv.'Hµfuv ~É~mov A.aµ~avÓv'tcov1tEt<Jµa't'Tl<;
15 a.A.TJ0ou<;1emaA.TJ'lfECO<;füa. 't'Tl<;
'trov imovoouµÉvcovema'tfiµTJ<;.
4. LtC07tO)ycxp O'tt oi L'tpcoµmEt<; 't1] 7t0AUµa0íg acoµa-
't07tOtoÚµEVOt 1epÚ1t'tEtV ev'tÉxvco<;'tCX'tr\<;yvcÓO"Eco<; ~oÚA.ov'tm
a1tÉpµma.
21.1. Ka0á1tEp o'Ov ó 'tr\<; ciypa<; epCO'ttlCO<; STJ'tTJ<JCl<;,
20 eprnvfiaa<;, a.vtxveúaa<;, 1CUvo<>poµr¡aa<; aipet 'to 0TJpíov,
oÜ'tco 1ea1 'tCX.A.TJfü:<;
yA.ulCÚ'tt <paÍve'tm STJ'tTJfü:v 1ea1 1tÓV(9
1topm0Év. 2. Tí <>fi1to't' oi>v ti><>E
Ota'tE'táx0m <pÍA.ovE<>osev
dvm 'tüt<; imoµvfiµamv; "Ott µÉya<; ó 1eív<>uvo<;'tov
a.1tÓppTJ'tOV CÍ><;
<XA.TJ0ro<;
'tr\<;OV'tCO<;
<ptA.O<JO<pÍa<;
A.Óyovesop-

12-13. Cf. Strom., I, 28, 2; 37, 1; VI, 83, 1; 148, l. 14-15. Cf. Strom.,
11, 9, 2. 16-17. Cf. Cf. PLATÓN, Leg., X, 893 B; CRISIPO,Fragm. log.,
93-95; Strom., I, 13, 3; 11,1, 2; 9, 4. 19-22. Cf. PLATÓN, Tht., 197 D;
Strom., I, 35, 4; 11, 3, 5; V, 7, 3; 23, 2; VI, 90, 4; 98, 3; VII, 91, 5.
22-23. Cf. Strom., I, 5,1; 6, 1; 9, 2; 11, 1; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 19, 1;
56, 3; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc.

2. 1CE1CllA.UµµÉVT1V: Potter; <llCOUoµÉVT1V


1Cll1COUµÉVT1V Jackson. 3. ll'UTIJV:
Pini; ainou; OOKEÍVWilamowitz-Moellendorff y Stahlin; a'O TIJV Pot-
ter; coniec. (l'\J'tOU; ainaa0m Früchtel. 5. n: Tjv Potter. 7. a1tó: Potter;
imo Stahlin. 10. ii: coniec. Stahlin y Mayor. 14. 7tElOµa: 1tÍOµa Potter.
21. yA.ulCÚn: Heinsius; yA.ulCÚ't'l'lnPotter y Stahlin; yAulCÚ't<X'tOVCobet.
Stromata I, 20,1-21,2 113

20.1. Fidedigno es ese mismo encanto mediante el cual, los


que gustan de aprender, reciben la verdad oculta, para que no
piensen que la filosofía perjudica por sí misma a la vida, y que
ha sido producida por un demiurgo de falsas obras y acciones
perversas, como algunos han hecho observar; puesto que la fi-
losofía es una imagen clara de la verdad, un regalo divino con-
cedido a los griegos 6; 2. además, no nos separa de la fe, como
embaucados por un arte engañoso, sino que, por decirlo de al-
guna manera, nos predispone con un más amplio bagaje, que
sirve como de gimnasia común en la demostración de la fe.
3. Sí, también el contraste de opiniones provoca en si mismo la
verdad, mediante la cual se alcanza la gnosis 7; porque la filo-
sofía no se impone por la razón anteriormente expuesta, sino
gracias al fruto de la gnosis. Nosotros adquirimos el seguro con-
vencimiento de poseer la verdadera ciencia 8 de los significados
ocultos. 4. No es necesario decir que los Stromata, repletos de
ingente sabiduría, pretenden ocultar hábilmente los gérmenes de
la gnosis 9 •
21.1. Pues al igual que el apasionado de la caza captura la
presa después de buscar, rastrear, seguir las huellas y azuzar a
los perros, así también la verdad se manifiesta como algo agra-
dable, una vez buscada y conseguida con esfuerzo 10• 2. ¿Qué
por qué razón hemos preferido tener bien dispuestas estas [nues-
tras] notas? Porque existe el gran peligro de divulgar el conte-
nido realmente misterioso de la verdadera filosofía a quienes de-

6. Se trata de una referencia a la revelación natural por parte de Dios: S.


R. C. LILLA, Clement, p. 15; E. MoLLAND, The Origin, p. 120. Sobre la dia-
léctica de las tinieblas y la luz en el Alejandrino, cf. J. MOINGT, La Gnose,
pp. 549-550.
7. El «contraste de opiniones» se refiere a la dialéctica como instrumento
utilísimo para la precisión doctrinal que exigen las diferentes herejías: R. MoR-
TLEY, Connaissance, p. 173.
8. La ciencia, y lo mismo la «gnosis», es un conocimiento seguro, supe-
rior a toda investigación racional.
9. El «silencio» es para Clemente una actitud religiosa y ética; no signifi-
ca falta de inteligencia o inexperiencia para una cosa. Al respecto, cf. R. MOR-
TLEY, The Theme of Silence, p. 197. Este «hablar ocultamente» o por medio
de enigmas, alegorías o símbolos es el estilo habitual del maestro Alejandri-
no en los Stromata para referirse a la doctrina cristiana. El silencio es como
el velo que descubre -aunque parezca una contradicción- la realidad sólo al
gnóstico, al que es capaz de comunicar la doctrina verdadera sin distorsio-
narla.
10. Se alude al trabajo que cuesta descubrir la verdad.
114 l:tpCÓµma I, 2

xiímx.<J0m 'tO'l)'tOl<;,o'i <l<pEtOmc;1t(lV't(XµEv avnAÉynv


e0éA.oumv OUK€VOÍK'fl,1tÚV't<X OEovóµa'ta K<Xlp,͵ma <l1t0p- 712PG
pÍ1t'tOU<JlV
ouBaµfuc; KO<JµÍcoc;, (X'\>'tOÚ<;
't.E<l1t<X'tIDV'tE<;
K<Xl'tOU<;
fXOµÉvouc;<XU'tIDV 3. 'E{Jpaiol µev yap m¡µe'ia
'YOTJ'tE'l>OV'tE<;.
5 afrovazv, 11 <pTJ<JlV Ó <l1tÓ<J'tOAO<;,"EU71ve~ De aoq,Íav
'1]WV<J'l.

·'

4-5. 1 Co. 1, 22.


!
¡

1. toútoic;, oí:: coniec. Stiihlin; toic; Potter; coniec. itpoc; itávta Wila-
mowitz-Moellendorff. 3-4. aútoúc; ... exoµÉvouc;: a'i>toic;... toic; exoµÉvotc;
Potter. 4. 'EPpaiot: 'Iou6aiot Aland.

1
r
'
Stromata I, 21,2-3 115

sean injustamente contradecirlo todo, desechando todas las pa-


labras y expresiones sin prudencia alguna, engañándose a sí mis-
mos y hechizando a sus seguidores. 3. Como dice el Apóstol:
Los hebreos reclaman milagros; sin embargo, los griegos buscan
sabiduría 11•

11. 1 Co. 1, 22.


116 L'tp<Í>µa'ta1, 3

Keq,áA.cuov 111 60se

22.1. IloA:bc; OE ó 'tOtócrfü: OXA-O<; · o'i µev mmov,


f¡oova.tc; OEOOUAfOµÉvot, 0.1tlO''tElVi:0ÉA.OV'tE<;, 'YEAfOO'l 'tTJV
á1táCJ11<;
O"EµVÓ'tll'tO<;
a.~ía.v a,).,fi0Eta.v,'to l3ápl3a.povi:v nmfü~
5 n0éµEVOl, 2. o'i oé 'tlVE<;mpéic;<X.U'tOU<; E1ta.ÍpOV'tE<;
0ta.l30Acxc;
'tOl<; A.Óyotc;E~EupÍO'lCElV l3iásov'tm, Sll'tTJO'El<; EplO''tllCCX<;
Etc1topísov'tE<;,A.E~EtOÍcov 0,,páwpE<;, SllAfO't<X.t 'tEXVUOpÍcov,
ép18av-réeq ,cai íµavn:AllCTÜq, roe;ó 'Al3011ph11c;ElCEtVÓ<;
cp,imv·
10 3. cnpe1í't17yap rlw<1<1a,
cp,icrí,
f3po-rmv· rroléeq 8' evi
µv001 ·
navwímv érrémvDelrOAVqvoµoq lv0a ,cai lv0a.
Ka.í·
15 órrrroí'óv,e' el7r'f1<10a
erro;, wí'óv ,e' érra,covaaiq.
4. Ta.ú-rn youv i:nmpóµEvot 't1l 'téxvn oi tca.tcooa.íµovE<;1sGes
crocptcrmt 't1lcrcpfuva.u'trov O"'tcoµuAA.ÓµEvot'tEp0pEÍ<;t,a.µcpt
'tT]VfüátcptO'lV 'tOOVovoµá't<OVtca.t 'tT]V1tOlCXV 'tOOVA.É~ECOV
crúv0rnív 'tE tca.t 1tEpt1tA.01CTJV
'tOV náv'ta. novoÚµEvot l3íov
20 'tpuyÓVCOV ava.cpa.ÍVOV'ta.tA.a.A.ÍO''tEpOl
· 5. 1CVTJ00V'tE<; tca.t

4. Cf. Strom., I, 40, 2; 44, 2; 57, 1; 11, 1, 1; etc. 8. DEMÓCRITO,


Fragm., 68 B 150; cf. PLUTARCO,Moralia, 614 E. 10-15. HOMERO, Il.,
XX, 248-250. 16-17. Cf. PLATÓN, Tht., 180 A; DróN CRrsósToMo,
Orat., 11, 6; Strom., I, 39-41. 19-20. Cf. ELIANO, De nat. anim., XII,
10; ALEXIS,Fragm., 92 K; ZENOBIO, Paroem., VI, 8; DIOGENIANO,Pa-
roem., VIII, 34; Strom., V, 27, 3.

4. 7t<Xl0l!f:
7t<XlOEÍgPotter. 8. ep10av'tÉEi;K<XliµaV'tEAlK'tÉEc;:
EplO<XV'tÉOOV
K<XtiµaV'tEAlK'tÉoov Diels-Kranz. 10. yap yAii:xJcra:fü: yAii:xJcr'fo'tl. Allen.
13. 1t<XV't0Íoov:1t<XV'toÍ01,
Allen. 15. Ó1t1toiov:Ó1toiov Potter. 17. 'tEp0peíg:
'tEp0píg Potter. 20. avaq>aÍvovm1: avaq>aÍvov Potter.
Stromata I, 22,1-4 117

Capítulo 111

22.1. Pero, la gente de esa clase es numerosa. Algunos de


ellos, dominados por los placeres y decididos a no cree{, se bur-
lan de la verdad, que es digna de todo respeto, y celebran lo
bárbaro I como cosa de niños. 2. Otros, orgullosos de sí mis-
mos, se esfuerzan en hallar acusaciones falsas en nuestros dis-
cursos, procurando temas de discusión; buscadores de palabras,
abundan en hábiles argucias y son pendencieros y perturbado-
res, como afirma el mismo Abderita 2 •
3. La lengua de los mortales es voluble,
se dice,
y contiene mucha verborrea, es pasto abundante
en el que por doquier hay toda clase de palabras.
Además,
cual sea la palabra que dices, así la oirás3•
4. Quienes se ufanan por esa técnica, los desdichados so-
fistas 4, son ingeniosos por la sutileza que emplean acerca de la
distinción de los términos, y dedican su vida a una determina-
da manera en el modo de hablar, y también se ocupan de ter-
giversarlo todo, mostrándose más locuaces que las tórtolas 5•

l. La palabra «bárbaro» puede tener dos sentidos en Clemente; normal-


mente designa a los hebreos, pero también puede referirse a los pueblos no
griegos en general. En algún caso, como el presente, el término puede ser
equívoco.
2. Se refiere al filósofo Demócrito (Fragm., 68 B 150), natural de Abdera,
que vivió hacia el año 500 a. de C.
3. HOMERO, //., XX, 248-250.
4. Clemente, lo mismo que Ireneo (cf. Adv. haer., I, 11, 5; etc.), se refie-
re a los gnósticos herejes, aplicándoles el apelativo denigratorio de «sofistas».
Sofistas y herejes son sinónimos en cuanto que ninguno de ellos afirma la
verdad.
5. Parece que se trata de un proverbio griego; cf. J. M. TSERMOULAS, Die
Bildersprache, pp. 15-16.
118 l:tp(Óµata I, 3

yapyaAíl;ovn:c; OUlCavopuc&c;, ɵot ()OlCEtV, ta.e; a1eoa.c;tfuv


1CVTlCJ(lo0at
yAlXOµÉvcov,1tOtaµoc; atexvfuc; PTtµátcov' oufü:
ataMyµóc;. 'AµÉAEl1ea11ea0ánep tfuv 1taAa1fuvúnoOTtµátcov
ta. µev a.AM autot<; a<J0eve'ilC(ltfüappet, µÓVTIfü: T\y'Afixma 713PG
5 Ú1toAEÍ1tetm.
23.1. IlaYJCÓ.ACO<;
ó 'A°'1va'ioc; anotEÍvetm 1ea1ypáqm
!:ÓACOV·
eíq rap rMOO"cravÓpa'CEmi eíq &rr, a͵VAOV
ávopóq·
10 oeet; µevfracno;
vµwv áMÓ1re,co;
WEO'l f3aíve1,
•O"VµTraO'lV
oe vµfv xavvoq EVEO''rlvóoq.
2. ToutÓ 1tOUaivÍO'O"Etat T\ocotf¡p10<;ÉlCEÍVTI<p<OVTl
· aÍ 61 SC
(XMJ1CE1Ceq q,wkovq EXOVO'lV,ó oe vio; wv áv0pó»rov OVIC
exei nov 'ITJV,ceq,a111vclívn- µÓvcpyáp, otµm, tq>mteúovn,
15 Om1ee1ep1µÉvq> tÉAEov tfuv a.AACOv tfuv npoc; tf¡c; ypa<pf¡c;
°'1pícov eipTtµÉvcov,Énavanaúetm to 1eecpá.Aa10v tfuv ovtcov,
ó XPflCJtoc;1ea1 fíµepoc; AÓyoc;,3. ó opauuóµevoq wvq
O'O<f)OVqév tjj navoVpyÍ<f av-rwv. ,cvpwq rap µóvoq rzvóxr,cez
wvq OlaAOrzuµovq TOJVO'O(f)OJV, oneíui µámwl, CJO(l)OU<; of¡
20 1t0U touc; CJC><plCJta.c;
'tOU<;1tEpt ta.e; AÉ~El<;lC(l\ ta.e; tÉ:xvac;
1tep1tt0uc;1eaAOÚO'fl<;tf¡c; ypacpf¡c;.
24.1. "00EV oí "Ellr¡vec; lC(l\ (lU'tO\touc; 1tEpt ónoúv
noA.unpáyµovac; oocpouc; éxµa 1ea1 oocp1CJta.c;napcovúµcoc;
lCElCATllC(lCJl.
2. Kpat'ivoc; youv Év to'ic; 'Ap:x1¼01c; 1t01r¡ta.c;
25 1eataA.É~ac;Ecpr¡
·
ofov uoq,iu-rwv uµijvoq áveo1q,71ua-re. 16 GCS

3. 'Iocpfuv tE óµoícoc; roe;ó 1ecoµ11eoc;


Év AuAq>Oo'ic;
oatúp01c; Ént pavcp<>fuv1ea1a.A.ACOv
t1vfuv A.Éye1
·

1-2. Cf. 2 Tm. 4, 3. 2-3. Cf. CALíMACO, Hymn. in Apoll., 108-112;


ESTOBEO, Anth., 36, 20; SINESIO, De insom., 156 A. 3-5. Cf. Paed., 11,
59, 3. 8-11. SoLóN, Fragm., 8, 7.5.6; cf. PLUTARCO, Sol., 30. 12-14. Mt.
8, 20; Le. 9, 58; cf. Strom., IV, 31, 2-3. 17-19. 1 Co. 3, 19-20; cf. Jb.
5, 12-13; Sal. 93, 11. 22-23. Cf. TIMÓN DE FLIUNfE, Fragm., 1; D16-
GENES LAERCIO, Vit. phi/., IX, 112. 23-24. Cf. ID., Vit, phi/., I, 12;
Strom., 1, 47, 4. 26. CRATINO, Fragm., 2 K.

2. ICVT)<Tao0m:KVÍcrao0m Potter; KVÍ~eo0m o ICVT)0eo0m Mayor.


2. átexv~: átÉxvrov Potter. //. ouoe: Potter; vou oe Stahlin. 8. eii;: Éi;
West. 10. úµoov oe: úµÉrov o' West. //. µev: coniec. Stahlin. 13. ~ou-
mv: add. ICUlta ltEtElVIXtOU oupavou ICCltUCJIC"ll<TÓ>cmi; Aland. 14. lCA.tvrt:
tlívet Potter. 18. µóvoi;: om. Aland. 24. 'APXt¼oti;: IÍ.f)Xt~EÍoti; Pot-
ter. //. ltOtr¡tai;: ltOlT¡tati; Potter. 26. áveoup,ícratE: IÍ.vEOEUpflO"UtEPot-
ter. 27. 'Io<péov:'l<><p<.Óv Potter. //. coi;:coniec. Stahlin y Schwartz.
Stromata I, 22,5-24,3 119

5. Halagan y lisonjean de forma inhumana, me parece a mí,


los oídos de quienes desean ser halagados; son un río de pa-
labras sin más, pero sin una gota de inteligencia 6 • Frecuente-
mente se olvida que son como zapatos viejos, débiles y que
hacen agua [por todas partes], conservando únicamente la len-
güeta.
23.1. El ateniense Solón se explica magníficamente cuando
escribe:
Atendéis a los discursos y a las palabras del hombre
adulador.
Cada uno de vosotros camina con pasos de zorra,
pero vuestro pensamiento carece de toda consistencia7•
2. Eso mismo es quizá lo que da a entender aquella ex-
presión del Salvador: Las raposas tienen cuevas, pero el Hijo
del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza 8 • A mí me pare-
ce que sólo en quien cree, diferente en todo de aquellos que
son llamados fieras en la Escritura, descansa el Príncipe de los
seres, el Logos bueno y pacífico; 3. El que caza a los sabios
en su astucia; pues sólo el Señor conoce cuán vanos son los pla-
nes de los sabios 9 ; sin duda, la Escritura llama sabios a los so-
fistas, quienes sobreabundan en modos y técnicas de hablar su-
perfluos.
24.1. Los griegos, por su parte, llaman indiferentemen-
te sabios y sofistas, porque derivan de la misma raíz 10, a los
atareados y curiosos en cualquier menester. 2. Por eso, Cra-
tino, en los Arquiloquios, después de mencionar a los poe-
tas, dice:
¡Qué enjambre de sofistas habéis encontrado/ 11•
3. Y como el cómico, también Jofonte en la sátira Los
Flautistas, al referirse a los rapsodas y a algunos otros, afirma:

6. Cf. ESTOBEO,Anth., 36, 20, quien atribuye este dicho a Teócrito de


Quíos.
7. SOLÓN,Fragm., 8, 7.5.6. Se trata de uno de los famosos «Siete Sabios,.
de la antigüedad, cuya vida se suele situar alrededor del año 600 a. de C.
8. Mt. 8, 20; Le. 9, 58.
9. 1 Co. 3, 19-20.
10. «Ú>~» y «a0<pta't1Í~» respectivamente. Otro ejemplo puede verse en
Strom., 1, 47, 4.
11. CRATINO,Fragm., 2 K. Poeta cómico; vivió durante los años 519-422
a. de C.
120 l:tpcóµma I, 3
r
,cai rap EÍO'EA1JAV0ev
1t'OAAWV O'O<plO''rOJV
ozAOq é~17pwµévoq.
4. 'fütt wÚ'tOOV
1ea1.'t@V1tapa1tAr¡o-Íoov
00-01 'tOU<;
1eevou<;
µeµEAE'tllK<lO'l Tl0da ypa<pr¡1t<l'YJCÓ.Aoo<;
A.Óyou<; Myet. á1r0Am
5 ,cai -rr¡v O'VVEO'lV'rOJVO'VVE'rOJV
-rr¡v O'O<pÍav'rOJVO'O<pOJV,
á0e-r77crro.

1-2. JoFONTE,Fragm., 1. 5-6. 1 Co. 1, 19; cf. Is. 29, 14; Strom., I,
88, 1; 89, 2.
Stromata I, 24,3-4 121

En efecto, entró
una muchedumbre de innumerables sofistas bien pre-
parados 12.
4. La Divina Escritura dice bellamente de ellos y de los
descarriados que se ocupan también de los discursos inútiles:
Perderé la sabiduría de los sabios, y anularé la inteligencia de
los prudentes 13•

12. Se trata de un drama satírico de Jofonte, poeta trágico, hijo de Sófo-


cles. Tan sólo se conserva este breve fragmento (Fragm., 1).
13. 1 Co. 1, 19.

l
122 l:tproµata 1, 4

Kecpála1ov IV 62 se
716PG

25.1. "OµT\pO~fü: lC<X.1.


'tÉlC'tOV<X.
croq,ov lC<X.A.El
lC<X.l
7tEpl
'tOl>Ma.pyÍ'tou, d 6T) a.uwu, d>6é7t~ ypá<¡>El ·
rov 8' oifr' ap e7,canrijpa0eoi 0iuav oifr' áporijpa,
5 oifr' aMmq 't'l O'O<pÓv,1tá<111;8' f¡µápmve rixv11;.
2. 'Hcrío6o~ yap 'tov 1e10a.ptcr'tl)VAívov navwía; !.
¡,.
O'O<pÍa; &&x71,córadmov lC<X.l V<X.Ú'tT\VOUlCOlCVElAÉyEtV
oifre rz vavnAÍ71; GeGo<piGµévov
cro<¡>Óv, ypáq,rov. 3. ~a.vtl)A
t'OµVGTIJplOV
fü: ó 7tpO<¡)TJ'tT\~ o ó /3ae1zkv; épmrff,
<i>T\CJlV
''
10 01)1( EO''t'l
C70q>WV, µáymv, énaoz8ii>v,ra,ap71vii>v8vvaµz; wv
ávarreí'ílaz ri¡, /JaGzíleí',áM' eun 0eo; év ovpavi¡, áno-
Kaílvnrmv. Ka.1.6T)'tOU~Ma.yoú~, 'tOl>~Ba.(3uAéovo~CJO<¡>Ol>~
npooa.yopEÚEt.4. "On 6e croq,ía.vÓµrovúµro~lC<X.A.Et TIypa.(!)Tl
nácra.v 'tl)V1eooµ11CJ1v
Et'tEÉ:1t1cr'tfiµT\v
Et'tE'tÉXVT\V, noAAa.1.M
15 EÍ<nv ni lC<X.'t'E7ttCJúv0ECJ1V av0pronÍV<!)Aoytcrµép E7tlVE-
VOT\µÉvm,1ea.1.~ 0Eó0Ev it 'tEXVtlCJl 1ea.l TICJO<¡>T)
enívom,
crmpe~fo'tm na.pa.0EµÉvot~'tf¡v6E'tl)VAi~1v· 5. Kai éíláíl71Gev
ICVplO~npoq Mmvoijv ílirmv · i&ro áva1Cé1Cíl711Ca 't'OV
BeGEAe11Íl 't'OVwv Oópí, 't'OV''Qp, rij; cpvílij; 'Ioúoa, Kai
20 ÉvÉ1tA7lO'~ av't'OV1tVEVµa0eí'ov O'Oq>Ía; 1CaiGVVÉGem;Kai
ÉmGTI]µ71; év nani epyq,, 8zavoeí'G0azKai ápxzreKwvijuaz.
'Epyá{eG0az roxpvuíov Kai roápyúpzov Kai rov xaílKóv,
Kai ri¡v váKzv0ov 1rai ri¡v nop<púpavKai roKÓl(l(lvov,Kai
't'a ílz0ovpyzKa Kai 't'E1C't'OVllCT1V
rii>v~úílmv, épyá{eGOazem;
25 Ka't'anávm 't'a epya.

2. Cf. HOMERO, JI., XV, 411-412. 4-5. Margites, fragm., 2 C y 2 A;


cf. ARISTÓTELES,Eth. Nicom., VI, 7, 1141 A. 6-7. HESÍODO, Fragm.,
306. 8. ID., Op. et dies, 649. 9-12. Dn. 2, 27.28. 12-13. Cf. Dn. 2, 24.
14-16. Cf. PLATÓN, Grg., 448 C. 17-25. Ex. 31, 1-5.

3. Mapyítou: apyt:Ítou Poner; Mapyeítou Wtlamowitz-Moellendorff.


6-7. itavtoíac; OOlpÍac;:itavtOÍT\¡;mxpÍT\¡;Merkelbach-West. 8. OEOOlptoµÉvov:
OEocxptoµÉvo¡;Solmsen. 9. EpcotOC rnepcota. Rahlfs. 10. oúvaµt¡; toü: om.
Rahlfs. 12. tou¡;M~: coniec. Jackson; Óm. Poner y Stahlin. 14. 1t0A.A.ai:
allat Poner. 18. civa1CE1CAT\1Ca: civaKÉtlr¡µat E~óvóµato¡; Rahlfs. 19. Oupí:
add. toVT\OtOV!CalTTJVBoooovTTJVJCElCACOOµÉvl\v
OuptcruRahlfs. 23. 1CÓ1C1ClVOV:
Rahlfs. 24. JCai:add. Et¡;ta EP'Y(lta tEJCtOVtlCa eroi;:
Rahlfs. //. insert. Din-
dorf; om. Rahlfs. 25. !Cata itávta: JCaifutavta Poner.
Stromata I, 25,1-5 123

Capítulo IV

25.1. Homero llama sabio al artesano, y en el Margites, si


es que es suyo, escribe de la siguiente manera:
cuando los dioses no lo habían hecho ni cavador, ni la-
brador,
ni tampoco sabio en algo, porque se equivocaba en toda
profesión 1•
2. Hesíodo dijo que Lino el citarista poseía toda la sabi-
• duría 2 , y no duda en llamar sabio al marinero, cuando escribe:
por nada soy experto en el arte de la navegación3 • 3. Y el pro-
feta Daniel dice: Lo que el rey solicita es el misterio que ni sa-
bios, ni magos, ni adivinos, ni tesoreros reales son capaces de
descubrir al rey; pero existe un Dios en el cielo que revela lo
secreto4 • También él llama sabios a los Magos de Babilonia.
4. La Escritura llama sabiduría de igual manera a toda ciencia
y arte profano, pues muchas son las cosas inventadas por el
genio creador del hombre; y de Dios vienen tanto la técnica
como la sabia facultad de la inventiva, como se verá claramen-
te con las siguientes citas: 5. El Señor habló a Moisés diciendo:
sabrás que yo llamo por su nombre a Besabel, hijo de Urí, hijo
de jur, de la tribu de judá; le he llenado del espíritu divino de
inteligencia, entendimiento y sabiduría en todo trabajo, para que
proyecte y construya toda suerte de manufacturas. Para que labre
el oro, la plata, el bronce, el jacinto, la púrpura, el carmesí, la
talla de piedras y la habilidad con las maderas, y para que haga
cualquier tipo de trabajo 5•

1. Margites, fragm., 2 C y 2 A; esta obra es de un autor desconocido del


siglo VII-VI a. de C. Sobre los dos Horneros conocidos por Clemente, cf. J.
DANIÉLOU, Message, pp. 86-95.
2. HESÍODO, Fragm., 306.
3. ID., Op. et dies, 649.
4. Dn. 2, 27.28.
5. Ex. 31, 1-5.
124 l:i:pcóµa-ra I, 4

26. 1. "fütHta. bnc:pÉpetx:a.0oAtx:ov fü1 AÓyov· ,cai 1ravri


riji c;vveriji ,capóÍ<J 8é8m,ca cTÚvecnv,-cou-cÉcr'ttV't(9 otq> 17GCS
'tE emoél;a.cr0m 1tÓvq>KCX.tO'UVCX.O'KTJO'El.Il<XAlV"CEa.i> 63 se
Ota.ppTJOTJV yÉypa.1t'tm· ,mi (jtJíláíl17aov
ES ovóµmo<; 1CUpÍOu
5 JrCXO"lW~ GO<f)Ol<; 'l'fj ólaVOÍ(J, OV<; évé1ríl17aa1rvévµa
aia0i¡aem;· 2. exoucrt µÉv n oix:e'iov c:púcreco<; ioícoµa. oí
aoq,oi 'l'fj ólaVOÍ(J, Aa.µj3ávoucrt fü: 1rvevµa aia0i,aem; 1ta.pa
'tll<; 1CUptCO't<X't11<;
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3. ÜÍ µev yap 'ta<; j3a.VCX.ÚO'OU<; µenÓV'tE<;
10 -céxva.<; wu 1tepi -ca<;a.icrSi¡cret<;a1t0Aa.Úoucrt1tept'twu, ux:011<;
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Ka.i q>COVll<; ó cp<>tKÓ<;, ó µupE'lflKÓ<;,
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O'lfECO<;
EV'tCX.t<; crc:ppa.y'icrtv
EV'tU1tcoµ<X'tCOV'tOpEU'tlKÓ<;. 4. Oí OE uµc:pt
-c11v1tmoeía.v fümpíj3ov'te<; 'tllV cruva.ícr~crtv xop11youv-cm,
15 x:a.0' i,v 'trov µÉ'tpcovoí 1tOlTJ'tCX.t
x:a.1.'tll<;AÉl;eco<;oí croc:ptcr'ta.t
KCX.l 'tOOV O'UAAOytO"µrov oí OlCX.AEK'tlKOl KCX.t
oí (j)lMO'O(j)Ol 'tll<;
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0ecopÍCX.<;uvnAa.µj3ávov'tm. 5. EúpenKOV yap
KCX.1. E7tlVOTJ'tlKOV fi cruva.Í~crt<; emj3<XAA.ElV m0a.v&<;
ava.1teí0oucra.,cruva.úl;et OE 'tllV emj30AT1V TJ ei<; E7tlO''tTJµT)V
20 O'UV<XO'KTJO'l<;.

27.1. Eix:Ó'tco<;wívuv ó a1tócrwAO<;1roílv1roí,ciílov


etpTJKEv'tllV croc:pía.vwu 0eou, 1roílvµepmq,cai 1roílvrpó1rm;,
füa-céxv11<;,füaemcr'ti¡µ11<;.füa1tícr'teco<;,füa1tpoc:p11'teía.<;,

1-2. Ex. 31, 6. 4-6. Ex. 28, 3; cf. Strom., I, 87, 2; VI, 154, 1; 161, 1.
21. Ef. 3, 10. 22. Hb. 1, 1; cf. Protr., 8, 3; Paed., III, 43, 2; Strom., I,
29, 4.5; 38, 6; IV, 45, 1; V, 35, 1; VI, 58, 2; 81, 6; 106, 4; VII, 7, 6;
95, 3.

2. i:qi: om. Rahlfs. 5. JtVEuµa: 7tVEÚµai:o<;


Rahlfs.
Stromata I, 26,1-27,1 125

26.1. Luego añade una expres1on genérica: He puesto la


inteligencia en todo corazón inteligente6, es decir, al que es
capaz de recibirla mediante [el propio] ejercicio y esfuerzo. Y
también está escrito de forma nítida en nombre del Señor: Tú
hablarás a todos los sabios en inteligencia, a los que he llena-
do del espíritu de conocimiento 7 • 2. Los sabios en inteligencia
tienen un don natural especial; reciben de la suprema Sabidu-
ría un doble espíritu de conocimiento 8, cuando se hacen aptos
para recibirlo. 3. En efecto, quienes practican oficios manua-
les gozan de una peculiar sensibilidad: el comúnmente llama-
do músico [goza] de oído; el modelador, del tacto. El cantor,
de voz; el perfumero, del olfato; el cincelador 9, de la vista.
4. Mas quienes se ocupan de la educación gozan de un senti-
miento íntimo, gracias al cual los poetas perciben la métrica,
los sofistas la estilística, los dialécticos los silogismos y los fi-
lósofos intuyen sus respectivas doctrinas'º. 5. Ese sentimiento
íntimo es ingenioso e inventivo para inducir convincentemen-
te lo seducible, y a su vez, ese ejercicio mismo acrecienta la
inclinación a la ciencia.
27.1. También el Apóstol dijo que la sabiduría de Dios es
multiforme 11 y [ella] muestra su poder de muchas maneras y re-
petidas veces 12 para nuestro bien mediante el arte, la ciencia, la

6. Ex. 31, 6.
7. Ex. 28, 3. Sobre esta cita, cf. S. R. C. LILLA, Clement, p. 16, nota 2.
El «espíritu de conocimiento» es sinónimo de sensación, órgano y operación
de un sentido: P. CAMELOT,Les Idées, p. 43, nota 15.
8. Este «doble espíritu de conocimiento» consiste en la «peculiar sensibi-
lidad» de los que cultivan algún arte, y del «sentido profético», del que ha-
blará en el parágrafo siguiente, y que sirve para progresar en la contempla-
ción religiosa de Dios. Ambos los recibe el hombre gratuitamente de Dios;
el primero, como característica de su propia naturaleza; el segundo, como re-
galo divino posterior; cf. J. DANIÉLOU,Message, p. 72. L. F. LADARIA,El Es-
píritu, p. 37, nota 60, destaca la diferencia entre el tener y el recibir, que marca
la distinción entre lo que deriva de la naturaleza y lo que viene directamen-
te de la sabiduría divina.
9. Lit.: «el grabador de imágenes en las piedras preciosas».
10. Sobre el origen aristotélico de estas frases, cf. J. DANIÉLOU,Message, p.
127.
11. Ef. 3, 10. No está claro, en el pensamiento del Alejandrino, si la sabi-
duría y la fe son dos virtudes distintas y cuál de las dos goza de primacía
sobre la otra. En este pasaje parece que Clemente confunde la fe con una de
las fuerzas del alma para adquirir la verdad cristiana: R. MORTLEY,Connais-
sance, p. 112-113.
12. Hb. 1, 1.
126

'tllV ÉcxUTJl~EVOEUCVUµÉVT)V oúvaµtv Ei~ 'tllV llµEtÉpav


rnepyroíav, on niiaa a0<píanapa 1ropíov ,cai µer' avwv
ianv Eú; t'OVaiii>va,TI<pl)OWTI'tOU 'Iriaou <Joq>Ía.2. 'Eav
yap 'fTIVq,póv17aivnív TE afo611aiv inucaAÉCTf1 µeyáA.n -rfj
5 q,rovfl,cai 'T7T17C1'[1;
aVt'TJVOJalrEpá(J'YOpÍOVlh,aavpov; ,cai
npo(}úµ~ i~ixvzáC1'[1;,vo71<1Ei; 6E0<1É/3Eiav ,cai a1ofJr,<1iv
8Eíav evp1]<1El;, Tll~1C<l't(lq>tAOOo<pÍav
1tpo~a.vnOta<J'tOA'flV
aio-0,íCJE<.1><;
ElP111CEV ó 1tpoq>Tlt11~,
11v µE')'(l.A.oq>UO>~1C(ll
µE"faA01tprn~ i:~epruvéiv OtOOO'lCEtd~ 'tllV i:ni 'tllV 0ro-
10 <JÉl3EtaV1tp01C01tT)V.
3. 'AvtÉ0T}1CEV
O'OVa.utj\ 'tllVEV0eooejkíq.
a.fo0rimv, 'tllV yv&atv aivtc:móµevo~ 1ea.i tá.Oe AÉyrov·
É1Cwv éavwv <nÓµaw; a1ofJr,<1ív64 se
ó yap 8Eo; &&xn <10<pÍav
TEáµa ,cai q,póvq<1lv,,cai Or,aavpÍ,Ei 81,caíoi; f3o718E1av·
toi~ yap úno q>tAOOo<pÍa~ oeoucmroµÉvo1~¡3of¡0na. 0T}aau-
15 pÍ~E'tat 1C(ll11d~ 8e00Éi3EHXV
<JUvaía0T}c:n~.

2-3. Si. 1, 1; Paed., I, 97, 3. 3-7. Pr. 2, 3-5. 7. Cf. Strom., I, 88, 1;
III, 78, 2; 87, 3; V, 26, 1; VII, 92, 7. 12-13. Pr. 2, 6.7. 14. Cf. Rm. 3,
24 y 28; 5, 1; 1 Co. 6, 11; Strom., I, 99, 3; 111, 65, 1.

3-7. 'Eav ... E'ÍlpTJUEt¡;: 'Eav -yap 't'llVuoq,íav btt1eaAkun lCill tjt <JUVÉO"Et
&¡'le;«p<OVT¡V UOI>,'t'llV fü: a'í<J6t}mv STl'tTlUUi;
µE"yWl,TItj¡ (IIOOVfl,1mi Ea.V
ll\l't'llVmi;ap-y{¡ptoV1Cillmi;0r¡uaupou¡; ~EpEUVTJUUi;
S11'tTlU11¡; il\ltr¡V, 'tÓ'tE
UUVT¡O"Et¡; q>Óf3ovKUpÍOu1CillE1tÍ-yvro<nv 0eou EÚpT¡UEt¡; Rahlfs. 12-13. ó
-yap 0eoi;... f3of¡0emv: O'tl lC'Úptoi;oí&oow uoq,íav, 1eai (J.1t() 1tpouÓ>1tOU
il'll'tO\l yvoxn¡; 1CillO"l)VEUt¡;
· 1Cill0r¡uaupÍl;Et 'tOt¡; 1Cilt0p80UUlUCO'tflpÍav
Rahlfs.
Stromata I, 27,1-3 127

fe y la profecía 13, porque toda sabiduría viene del Señor y está


con El para siempre 14, como dice [el libro de] la Sabiduría de
Jesús. 2. Si invocas la sensatez y llamas con grande voz al co-
nocimiento superior y lo buscas como [se buscan] los tesoros de
plata y sigues resueltamente su camino, comprenderás el temor
de Dios y hallarás el conocimiento divino 15; el profeta habla tam-
bién [de sentido divino] para diferenciarlo 16 del sentido filosó-
fico, y nos enseña a buscarlo con una gran nobleza y genero-
sidad para progresar hacia la religión 17• 3. [El profeta] la con-
trapone a la percepción religiosa, y alude a la gnosis cuando
dice: Porque Dios da de su misma boca la sabiduría, y a la vez
percepción e inteligencia, y acumula ayuda para los justos 18• En
efecto, para los justificados bajo la sabiduría también se les acu-
mula como ayuda el sentimiento particular hacia la religión.

13. Generalmente, para el Alejandrino la «profecía,. es sinónimo de «An-


tiguo Testamento»: A. MÉHAT, Etude, p. 164.
14. Si. 1, l.
15. Pr. 2, 3-5. Para la traducción del pasaje clementino, cf. P. NAUTIN,
Notes, p. 621. El texto sagrado que ha llegado hasta nosotros dice: «Si invo-
cas la inteligencia y llamas a voces a la prudencia; si la buscas como la plata
y como un tesoro la rebuscas, entonces entenderás el temor de Yahvéh y la
ciencia de Dios encontrarás» (Biblia de Jerusalén).
16. La expresión 1tpo~ avnfüacr-roA.T\Vera usada fundamentalmente por los
comentadores o gramáticos para indicar una especial distinción. Clemente la
usa con relativa frecuencia.
17. El término griego «0EOcrÉ¡kta» admite los significados de «temor de
Dios» y de «religión». Sobre la filosofía como «búsqueda», cf. J. DANIÉLOU,
Message, p. 285-290.
18. Pr. 2, 6.7. Para la adquisición de la «religión», cf. J. IBAÑEZ- F. MEN-
DOZA, El tema literario de la «eusebeia», pp. 248-250.
128 L'tpCÓµata I, 5

KecpáA.atov V 6sse
28.1. ';'Hv µev Oi>V1tpo TIJ~'tOU lCUpÍou mxpoucría.~
d~ Ot1Ca.to<JÚVT1V
"EAATlCflVava.yx:a.ía. qnAOcrocpía.,
vuvl <>E'.
XPTlcr͵Tl1tpo~ 0eocrÉf3emv yíve'tm, 1tpo1tmOEÍa. n~ oi>cra.
5 'tOt~ 'tllV 1tícrnv Ot' <l7tOOEÍ~E~1Ca.p1touµÉVOl~, O'tl Ó 1wvq
crov <pll<Jtvov µi, 1rpomcÓl/f'f1,E7tt 'tllV 1tpóvomv 'ta Ka.Aa
ava.cpÉpOV'tO~,eáv 'tE 'EAATlVllC(lf¡ eáv 'tE 11µÉ'tEpa..
2. Il<ÍV't(J)V
µev yap 0.l'tto~ 'tOOV lCO.AOOVó 0eó~. <lAA<l'tOOV µev
K<X.'ta1tpOT1YOÚµevov CÍ>~'tTJ~'tE füa.0iíKT1~'tTJ~1ta.Amii~ Ka.t
oe
10 'tTJ~vfo~, 'tOOV Km' e1ta.1CoAOÚ~µa. CÍ>~'tTJ~cptAOcrocpía.~.
18GCS
3. Táx,a. OE lCO.t1tpOT1YOUµÉvro~ 'tOt~ "EAATlCflV eoó~ 'tÓ'tE
7tptv ~ 'tOVX:ÚptovKa.AÉcrmlCO.t'tOU~"EAAT1VO.~. E1tmoa.yÓ)yEl
yap lCO.tO.U'tll't() 'EAAT1Vl1COVCÍ>~ó vóµo~ 'tOU~'Ef3pa.íou~ d~
Xptcr'tÓV.Ilpo1ta.pa.cr1CEU(l~El 'tOÍVUVTl <plAOcrocpía. 1tpoooo- 720PG

4. Cf. Strom., I, 18, 3. 5-6. Pr. 3, 23. 8. Cf. CRISIPO, Fragm. phys.,
1116; Paed., I, 63, 1; Strom., VI, 156, 3. 12-13. Cf. Strom., VI, 42, 1-
3; 44, 1; 64, 4; 67, 1; 159, 9 13-14. Cf. Ga. 3, 24; Strom., II, 30, 3; 35,
2; 91, 1; 125, 3; VII, 11, 2; 86, 3; Quis div. salv., 9, 2.

4. 1tpo1tmoEÍa: 1tpo1taÍOEta Potter.


Stromata I, 28,1-3 129

Capítulo V

28.1. Antes de la venida del Señor, la filosofía era nece-


saria para la justificación de los griegos 1; ahora, sin embargo,
es provechosa para la religión, y constituye una propedéutica
para quienes pretenden conseguir la fe mediante demostración
racional2; por eso se dice: Tu pie no tropezará3, refiriendo a
la Providencia lo que es bueno, tanto griego como nuestro.
2. Ciertamente, Dios es la causa de todos los bienes; de unos
[lo es] principalmente4, como del Antiguo y del Nuevo Tes-
tamento, de otros consecuentemente 5, como de la filosofía 6 •
3. Quizás también la filosofía haya sido dada primitivamente
a los griegos antes de llamarles también a ellos mismos el Señor,
ya que también la filosofía educaba a los griegos, al igual que
la Ley a los hebreos, hacia Cristo 7 • En verdad, la filosofía,

1. La «justificación» de la filosofía es inferior a la que proviene de la ley;


cf. P. CAMELOT, Clément d'Alexandrie et l'utilisation, pp. 549-550; J. DA-
NIÉLOU, Message, p. 54; C. MONDÉSERT,Clément d'Alexandrie, p. 131. No
siempre es consecuente el Alejandrino en esa «necesidad», como lo dejará en-
trever en Strom., I, 99, 3.
2. Sobre el tema de la fe simple y la fe «demostrada» cf. G. LAZZATI,In-
troduzione, 66s.; J. LEBRETON,Le desaccord, 481-506; A. BRONTESI,La sote-
ria, p. 278, nota 16; S. R. C. LILLA, Clement, pp. 57 y 138-140. Para la fi.
losofía como propedéutica, cf. W. BIERBAUM,Geschichte, pp. 256-261.
3. Pr. 3, 23.
4. También: «por ellos mismos».
5. Es decir, por vía de dependencia o secundariamente.
6. Sobre la valoración de la filosofía por Clemente, cf. J. FERGUSON,The
Achievement, pp. 60-62; R. MORTLEY,Connaissance, pp. 170-174; L. F. LA-
DARIA,El Espíritu, p. 34, nota 43, con abundante bibliografía. H. A. WOLF-
SON, La filosofía dei Padri, p. 31, ve aquí una reminiscencia filoniana.
7. Clemente habla de dos medios distintos, dados a pueblos diferentes; cf.
. J. G. DAVIES,Their Word, pp. 18-20; G. GLOCKMANN,Spuren fustins, p. 402;
F. BURI, Clemens, p. 38. Se trata de un pasaje poco claro; Clemente mismo
no se muestra seguro sobre la posibilidad misma de la razón humana en orden
a la salvación eterna, antes y después de la venida de Cristo: L. F ARINELLI,
Filosofía e rivelazione, pp. 30-31; A. VAN DEN HoEK, Mistress, 345-346. Tam-
130 l:tpcóµata I, 5

1tOtoUO"a'tOV {mo XptO''tOU'tElCEtoÚµEVOV. 4. Au'tÍKa -rr¡v


aoq,Íav ó LOAoµrovnepixapáTCWCJOV ,cai 'ÍJTrepVl/fOOEl
(1)110'ÍV,
ae · areq,ávcp8e rpvq,ij; 'ÍJTrepaaníaeiae, E1td Ka.v cru -rq>
0pt"(1Cq>Ú1tEpoxupcoo<l<;aU'tllV Ola <ptAOO'O<pÍ<l<; Kat no-
s AU'tEAEÍac;op0f¡c;llVE1tÍ~<l'tOV
'tOt<;O'O<plO''tat<;
'tl1PT\O'at<;.
29.1. Mía µev Oi>Vf¡ 't'Íl<;«A110dac; óoóc;, (XA,A,'de;
aU'tllV 1Ca0á.1tEpde; aévaov 1tO'taµov EKpfoucrt 't(l pEt0pa
o.AA.ao.AA00Ev.2. 'Ev0Éroc;oi>v o.pa dp11-rm· ifrove, víé
µov, TCalóé~ai eµov; AÓyov;, (1)110'ÍV, lVa CJOlyéVWV'fal
10 1roÁÁaió8oi {Jíov· ó8ov; rap aoq,ía; 8i8áa,cw ae, onw; µr,
frAÍnWCJÍvae aí m,raí, al 't'Íl<;au't'Íl<; EK~AÚ~oucrmrile;.
3. Ou 611 µÓvov évóc; nvoc; 0t1Caíou ó6ouc; 1tAEÍovac;croo- 66 se
't11píouc; lC<l'tÉAE~EV,
E1tt<pÉpEt6e O.AA.a<;
1tOAAOOV
1tOAA<l<;
OlKaÍrov ó6ouc; µ11vúrovti>6Énroc;· aí 8e ó8oi 'fWVÓlTCaÍwv
1s óµoíw; q,wri Ááµnovaiv. EiEv 6' a.v Kat al EV'tOAatKat al
nponm6Etm ó601 Kat a<popµat wu ~íou. 4. 'IepovaaÁr,µ
'fepovaaÁryµ,noaá,cz; 170é}.;r¡aa
eniavvayayezv 'fCX
rfrva CJOV
ÓJq opvi; wv; veoaaov;. 'IEpOUO'aA-11µ
6e opaai; eip11v11;

1-3. Pr. 4, 8. 3. Pr. 4, 9. 4-5. Cf. PLATÓN, Resp., VII, 574 E; ALBI-
NO, Didasc., 7, 5; Strom., 1, 35, 6; 43, 4; 100, 1; VI, 81, 4; 156, 2.
6. Cf. Jn. 14, 6; Mt. 7, 13.14; Paed., III, 87, 2; Strom., I, 38, 6; 11, 4,
2; V, 8, 3; VII, 94, 5; 103, 6; Quis div. salv., 1, 3; etc. 8. Cf. HEsfo-
DO, Op. et dies, 737; Protr., 77, 3; Strom., IV, 61, 2. 8-9. Pr. 4, 10.
9-10. Pr. 4, 11. 10-11. Pr. 4, 23. 13-14. Cf. Jr. 6, 16; JUSTINO MARTIR,
Dial., 123, 4; TEóFILO DE ANTIOQUfA, Ad Auto!., III, 12; Paed., I, 93,
1; Strom., V, 8, 3. 14-15. Pr. 4, 18. 16. Cf. Lv. 11, 45; Mt. 9, 9; 10,
38; 12, 15; IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Ep. ad Rom., 4, 2; 5, 3; 6, 1-3;
Paed., I, 27, 1; Strom., 11, 39, 5; 100, 4; 104, 3; V, 94, 6; VII, 101, 5;
Quis div. salv., 21, 7. 16-18. Mt. 23, 37; Le. 13, 34; Protr., 91, 3 (HO-
MERO, JI., 11, 315); Paed., 1, 14, 4; 76, 1. 18. FILÓN, De som., 11, 38,
254; cf. Paed., 1, 14, 4; 76, 1; 79, 2.

2. Ú1teptn¡,cócrei:Ú'f'CÓCmRahlfs. 3,2. crn: crou Rahlfs. //. 1div: Schwartz;


Kai Potter y Stahlin. 9. µou: om. Rahlfs. 12. Ou: oil Potter. 16. 1tpo-
1tmoeí:m: 7tp07tUÍOElillPotter. 18. opacric; dpfivr¡c;: opacríc; EcrtlV eipfivr¡c;
Wendland.
Stromata I, 28,3-29,4 131

abriendo camino, predispone al que luego es perfeccionado por


Cristo. 4. Por ello dice Salomón: Haz acopio de sabiduría y
te ensalzará, y te coronará con diadema espléndida 8; una vez
que tú la hayas fortificado con el coronamiento 9 de la filoso-
fía y de toda clase de bienes, la guardarás al abrigo de los so-
fistas.
29.1. Porque uno sólo es el camino de la verdad 10; pero,
es como un río que siempre fluye y en el que desembocan
afluentes cada cual de un sitio. 2. De ahí que inspiradamente 11
se diga: Escucha, hijo mío, y recibe mis palabras, para que se
acrecienten los abundantes caminos de tu vida. Te enseño los ca-
minos de la sabiduría, para que no te falten los manantiales 12,
que brotan de la misma tierra. 3. Y no enumeró tan sólo para
un hombre justo los muchos caminos de salvación, sino que
añade otras muchas vías de justificación para una multitud de
justos 13, dándolo a conocer de la siguiente forma: Los caminos
de los justos brillan como una luz 14• Así también los manda-
mientos y las primeras instrucciones son caminos y puntos de
partida de la vida 15• 4. ,Jerusalén, Jerusalén, cuántas veces quise
reunir a tus hijos como una gallina a sus polluelos/ 16• Jerusalén

poco responde a la pregunta de si ambos medios se encuentran en el mismo


plano o existe alguna prioridad entre ellos. Más adelante demostrará que la
Ley es más antigua que la filosofía. La enseñanza del Alejandrino es que Cris-
to, principio y término de la investigación religiosa, constituye el comienzo
y el fin del conocimiento sobre Dios. Un comentario sobre este texto puede
verse en J. MOINGT, La Gnose, pp. 539-540.
8. Pr. 4, 8.9.
9. Se trata del coronamiento o cima de un muro fortificado. Con esta fi-
gura, Clemente pretende resaltar la supremacía de la filosofía entre todas las
ciencias humanas. A. VAN DEN HOEK, Clement of Alexandria, pp. 27-28, afir-
ma 9ue no puede excluirse una reminiscencia de Filón (Agr., 15-16) en este
pasa¡e.
10. Es este un tema repetitivo en el Alejandrino. Cf. F. DRACZKOWSKI, Mi-
lowac Boga, passim.
11. El adverbio EV0É~es usado generalmente por el Alejandrino para sig-
nificar el origen inspirado de determinados conceptos: A. DESSI,Elementi Epi-
curei, p. 412, nota 29.
12. Pr. 4, 10.11 y 23.
13. En Paed., I, 93, 1, Clemente se sirve de una cita del profeta Jeremías
para proclamar la llamada universal de Dios a la conversión de los hombres.
14. Pr. 4, 18. El alejandrino considera la humanidad en camino hacia Dios.
15. No se trata del origen de la vida física, sino de una forma determina-
da de vivir.
16. Mt. 23, 37; Le. 13, 34.
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132 rtpcóµma 1, 5

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XP'Íl0"0m µÉv, oux: i:vfüa.tpí~etv ÓE x:a.1.i:va.1toµÉve1vtñ 67 se

2. Cf. Hb. 1, 1; cf. Protr., 8, 3; Paed., 111, 43, 2; Strom., I, 15, 2;


29, 5; 38, 6; IV, 3, 2; 45, 1; V, 35, 1; 66, 2; VI, 58, 2; 81, 6; 106, 4;
VII, 7, 6; 95, 3. 6-7. Cf. 1 Co. 9, 22. 7-8. Sb. 1, 7. 9-10. Pr. 5, 3.
11. Pr. 5, 3. 13-15. Pr. 5, 5. 16-18. Pr. 5, 8-9; cf. Paed., III, 68, 2.
18-19. Pr. 5, 11. 21. Pr. 5, 20.

15. 0avátou: 0ávatOV Potter. //. "AtOT]V: tov iioev Rahlfs. 16. otiv:
om. Rahlfs. //. a1to tik a1t' ai>t'Ílc;Rahlfs. 17. µ~ emo-tflc;0úpmc;: µ11
eyyícrnc;1tpoc;0úpmc; Rahlfs. 18. µetaµEATIO-El.
.. yf¡pox;:µetaµelr10ftcrn E1t'

..
eo-xátcovRahlfs.
Stro~ata I, 29,4-9 133

significa visión de paz 17• Así pues, se hace visible de forma pro-
fética que, quienes son iniciados de modo pacífico, han sido edu-
cados de muchas maneras para una llamada. 5. Así, pues, ¿qué?
Verdaderamente quiso, mas no pudo. ¿Cuántas veces y de qué
manera? Dos, mediante los profetas y mediante la venida 18• Por
ello la expresión cuántas veces indica que la sabiduría es multi-
forme 19, porque salva totalmente a algunos, conforme a la cua-
lidad y cantidad de cada uno, en el tiempo y en la eternidad 20 ,
porque el espíritu del Señor ha llenado el universo 21 • 6. Y si al-
guien forzare la frase No tomes a la mujer frívola, pues los la-
bios de la mujer mala destilan miel 22 , aplicándola a la educación
griega 23, que escuche lo que sigue: Ella acaricia oportunamente
la garganta 24, se dice; pero la filosofía no halaga. 7. ¿A quién,
pues, se alude como la que ha vivido frívolamente? La Escritu-
ra lo dice con claridad: Después de la muerte, los pies de la in-
sensatez hacen descender al Hades a quienes la utilizan, y sus
pasos no son seguros. Por consiguiente, camina lejos del placer
irracional, y no te acerques a la puerta de su casa, para no arro-
jar tu vida a los extraños 25• 8. Y añade también: Luego te arre-
pentirás en la vejez, cuando se consuman las carnes de tu cuer-
po 26. Ese es el fin del placer desordenado. Y así acaba. 9. Luego
[la Escritura] dice: No vayas frecuentemente tras los pasos de la
extraña 27; en efecto, anima a utilizar la cultura mundana 28 , pero

17. FILÓN, De som., II, 38, 254. La etimología parece derivar de algunos
pasajes del profeta Ez. (8, 3; 13, 16; 40, 2): A. VAN DEN HoEK, Clement of
Alexandria, p. 28. De este significado se deduce un estado o condición espi-
ritual, no una ciudad material.
18. Ilapoucria, lit. «presencia» (cf. Protr., 7, 1), tiene también el significa-
do de «venida», como en Paed., I, 20, 2. Clemente se refiere a la Encarna-
ción del Logos con diversos términos; aquí utiliza el de «presencia o venida»,
cf. A. DANIEL!, La cristología, pp. 244-245.
19. La expresión «1toAÚtpo1tov»,con reminiscencia bíblica (Hb. 1, 1), ex-
presa la infinita capacidad divina en la economía salvífica del universo ente-
ro: CH. ÜEYEN, Eine frühchristliche, p. 11.
20. El Espíritu del Señor llena el universo entero, por eso salva en el tiem-
po y en la eternidad: A. BRONTESI,La soteria, p. 277.
21. Sb. 1, 7.
22. Pr. 5, 3.
23. También: «erudición griega», cf. F. DRACZKOWSKI, Qua paideia, p. 42.
24. Pr. 5, 3.
25. Pr. 5, 5.8-9.
26. Pr. 5, 11.
27. Pr. 5, 20.
28. Como sinónimo de «doctrina secular»:F. DRACZKOWSKI, Qua paideia,p. 42.
134 l:'tpc.oµm:a I, 5

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3. Trov Eip'JlµÉvrovµcxp'tupícxv 1tcxpÉ~EtTl ypcxq,11fücx
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20 'tÍK'tOUO'Cl Tl I:á.ppcx 'tTIVfom11c; 1textOÍCJK'JlV
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1-3. Cf. Strom., I, 30, 4; VII, 6, 6. 3-5. ARISTÓN, Fragm,, 350; cf.
GORGIAS, Fragm., 82 B 29. 5-7. Cf. ESTOBEO, Anth., 4, 110; FILÓN,
De congr. erud., 14, 77. 8. Cf. DIONISIO DE HALICARNASO, De comp.
verb., 25; ESTRABÓN, Chrest., I, 13; FILÓN, De congr. erud., 69; ID.,
De cher., 98; Strom., 1, 29, 6; 93, 4-5; 99, 1; 153, 2; 11, 2, 3; 111,5, 3;
VI, 83, 1; 89, 1; 91, 5; 94, 5; 117, 1; VII, 19, 4. 11-12. Cf. PLUTARCO,
Moralia, 874 E; CRISIPO, Fragm. log., 35s.; FILÓN, Quaest. in Gen.,
III, 43, 213; CICERÓN, De off, 1, 43, 153; ID., Tusc. disp., IV, 57 y V,
7; SÉNECA, Ep., 89, 5; JusTINO MÁRTIR, Dial., 3, 5; Paed., 11, 25, 3;
Strom., I, 35, 3; IV, 40, 3; 163, 4; VI, 54, 1; 135, 3; 160, 2; VII, 60, 2;
70, 5; SEXTO EMPÍRICO, Adv. Math., IX, 13.125; etc. 16-17. Cf. FILÓN,
De congr. erud., 14, 77-79; Strom., 11, 106, 2. 19. Cf. Gn. 11, 30.
Stromata I, 29,9-30,3 135

no a permanecer e instalarnos en ella. Así, pues, los dones con-


cedidos oportunamente a cada generación para su bien son una
educación preparatoria a la palabra del Señor 29 • 10. Ahora bien,
hay quienes, seducidos por los encantos de las sirvientas, se han
preocupado poco de la señora, la filosofía, y han envejecido 30 ,
unos con la música, otros con la geometría, otros con la gra-
mática, y los más con la retórica 31 •
32
30.1. Al igual que el ciclo de estudios es útil para la fi-
losofía, que es su reina, así también la misma filosofía contri-
buye a la adquisición de la sabiduría. La filosofía, pues, es una
práctica de la sabiduría 33; la sabiduría, en cambio, es la ciencia
de las cosas divinas y humanas y de sus causas 34 • La sabiduría
es la señora de la filosofía, como ésta lo es de la propedéuti-
ca 35. 2. Si, pues, la filosofía ofrece un dominio sobre la lengua,
el estómago y sobre lo que está por debajo del estómago 36; tam-
bién es deseable por sí misma, y se muestra más augusta y se-
ñora, si se practica por amor a Dios y de la gnosis 37 •
3. La Escritura presenta un testimonio de lo que decimos
en los siguientes términos: Sara, estéril hacía tiempo, era espo-
sa de Abraham. Al no poder dar a luz, Sara entrega a Abra-

29. Es decir: a la comprensión de la Escritura. Este pasaje evidencia el pen-


samiento universalista de Clemente: cualquier cultura humana, no sólo la he-
lénica, que tenga fragmentos de la «verdad», prepara a la perfección conse-
guida por Cristo.
30. ARISTÓN,Fragm., 350.
31. Sobre la fuente de estas palabras, cf. A. VAN DEN HOEK, Clement of
Alexandria, pp. 29-30.
32. Sobre la expresión «ciclo de estudios», cf. E. ELORDUY,El estoicismo,
pp. 250-255. Las disciplinas que formaban parte de ese plan de estudios en
la época de nuestro Autor se encuentran detalladas en otros lugares de los
Stromata. De otra parte, el término «ciclo» designa el conjunto de conoci-
mientos que constituían la instrucción clásica; cf. P. CAMELOT,Les Jdées, p.
41-42, quien señala otros sinónimos utilizados por Clemente.
33. Esta definición de la filosofía es frecuente en los autores paganos y en
Clemente.
34. Se trata de la definición clásica de la sabiduría pagana, y constituye un
concepto estoico-platónico muy frecuente en el Alejandrino y en otros auto-
res coetáneos; cf. A. ÜRBE, La teología del Espíritu Santo, p. 244; S. R. C.
LILLA, Clement, p. 73, nota 1.
35. Para la relación entre filosofía, sabiduría y teología, cf. S. R. C. LILLA,
Clement, pp. 56-59; W. BIERBAUM,Geschichte, p. 256-259.
36. Es una forma eufemística de referirse al desenfreno sexual.
37. Para el origen de estas expresiones, cf. A. VAN DEN HOEK, Clement of
Alexandria, pp. 31-33.

l
136 LtpÓ>µa-ta I, 5

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OtKatO<JÚVf\V. 3. 'lcra.aK OE to avwµa0ec; EVOEÍKVutm;dto

1. Cf. Gn. 16, 1-2. 2-3. Cf. Gn. 15, 6; Rm. 4, 3; Ga. 3, 6; St. 2, 23;
Ps.-BERNABÉ, Ep., 13, 7; JuSTINO MÁRTIR, Dial., 23, 4; 92, 3; 119, 6;
TERTULIANO, De bapt., 13, 1; lo., Adv. ]ud., 2, 7; IRENEO, Epid.,
24.35.93.95; Strom., 1, 31, 2; II, 28, 4; 124, 3; VI, 103, 1; etc. 5-6. Cf.
EPICTETO, Ench., I, 4; Strom., VI, 107, 3; VII, 10, 1; 45, 3; 47, 7; 68,
4; Eclog. Proph., 18, 1; 19, 1; 57, 2; Exc. ex Theod., 4, 1; 10, 4; 11, 1;
etc. 6-7. Cf. Strom., II, 47, 1; 88, 2; VII, 40, 2. 11. FILÓN, De spec.
leg., III, 87, 244; lo., De sacr., 43. 11-12. Pr. 5, 20. 12. FILÓN, De spec.
leg., III, 87, 244; lo., De cher., 3, 5, 7, 41; lo., Quis rer. div., 258; ID.,
De congr. erud., 6; lo., De mut. nom., 77; ID., De Abr., 99. 15-17. Cf.
Gn. 15, 6; Rm. 4, 3; Ga. 3, 6; St. 2, 23; Ps.-BERNABÉ, Ep., 13, 7; Jus-
TINO MÁRTIR, Dial., 23, 4; 92, 3; U9, 6; TERTULIANO, De bapt., 13,
1; ID., Adv. ]ud., 2, 7; IRENEO, Epid., 24.35.93.95; Strom., I, 31, 2; 11,
28, 4; 124, 3; VI, 103, 1; etc. 17. FILÓN, De plant., 40, 169.

8. aútil: au-rn Potter. 12. Lápav: LÚppav Potter.


Stromata I, 30,3-31,3 137

ham a su propia esclava, la egipcia de nombre Agar, para que


le diera descendencia 38 • 4. La sabiduría, que vive con el creyente
(y Abraham fue reputado como creyente y justo), era todavía
estéril y no tenía hijos por aquel entonces, puesto que todavía
no había engendrado nada bueno para Abraham; sin embargo,
juzgaba conveniente, ya llegado el tiempo del progreso 39, de
unirse primero con la cultura mundana (ya que Egipto simbo-
liza el mundo) 40 ; luego, acercándose a ella, conforme a la pro-
videncia divina, engendró a Isaac.
31.1. El mismo Filón 41 interpreta Agar como residencia en
país extranjero 42 (porque se dice en el texto citado: no te apa-
siones en demasía de una extraña 43 ); en cambio, a Sara como mi
soberana44 • Ciertamente, una vez pre-educados, es posible aten-
der a la sabiduría soberana por la que crece la raza de Israel.
2. Por ello se demuestra que la sabiduría es didáctica 45 • Abra-
ham la obtuvo, pasando de la contemplación de los fenómenos
celestes a la fe y a la justicia según Dios 46 • 3. Pero, ¿Isaac sig-

38. Cf. Gn. 16, 1-2.


39. La idea del «progreso» o perfección intelectual y moral es estoica y
muy frecuente en el maestro cristiano de Alejandría.
40. Parece una explicación medio-pagana y del judaísmo tardío: A. VAN
DEN H0EK, Clement of Alexandria, pp. 34-35; G. PINI, Stromati, p. 95, nota
18, expone los motivos, griegos y judíos, que dieron origen al simbolismo
cristiano por el que Egipto significaba la cultura mundana, pobre y triste. La
fuente de todas estas ideas la encontramos en Filón, en su escrito De con-
gressu eruditionis gratia. Sobre la documentación y bibliografía, cf. U. TREU,
Etymologie, pp. 200-202.
41. Ésta es una de las pocas veces que Clemente cita de forma explícita al
autor judeo-estoico que fue su maestro en la interpretación alegórica de la Sa-
grada Escritura: A. VAN DEN H0EK, Clement of Alexandria, pp. 36-40. Otros
lugares en los que expresamente se cita a Filón pueden verse en Strom., I, 72,
4; 153, 2 y 11, 100, 3.
42. FILÓN, De spec. leg., 111, 87, 244.
43. Pr. 5, 20.
44. FILÓN, De spec. leg., III, 87, 244.
45. Es decir, que puede ser transmitida su enseñanza o que puede incul-
carse su educación.
46. La alusión a Abraham, el justo por excelencia del Antiguo Testamen-
to, es realizada contra los gnósticos herejes, que no admitían las Escrituras de
los judíos o atribuían al Antiguo Testamento una autoridad parcial y secun-
daria, y rechazaban igualmente -toda salvación anterior a la primera venida de
Cristo. La conversión de Abraham comienza por una mirada hacia el cielo,
conforme al mandato de Dios (cf. Gn. 15, 5). Existe cierta afinidad de estas
ideas con el apócrifo veterotestamentario de Jubileos 12, 16-27. Sobre el papel
que juegan la dialéctica, la astronomía y la geometría en la adquisición de la
gnosis, cf. S. R. C. LILLA, Clement, pp. 169-172.
138 l:'tp<Í>µma I, 5

1ea.iXptO''tOU'tÚno~ eÚpÍO"lCE'ta.t. Oi>w~µta.~ yuvm1eo~ á.v11p


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725PG
5 ooyµá'trov), o0ev lCO.t'IO'pa.11A O'O'tO~ µewvoµá~E'ta.t ó 't<pOV'tt
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cptAOµa.9tl~ 'Ioúoa.~ (OUV<l'tO~OE Épµ11veÚE'ta.t)ó µ11oev

1. Cf. Strom., I, 20, 4; 11, 20, 2. 1-2. Cf. Gn. 24, 67. 2. Cf. Paed.,
I, 21, 3; FILÓN, De plant., 40, 169. 5-6. Cf. Gn. 32, 30; FILÓN, De
Abr., 12, 57; ID., De ebr., 82; ID., De congr. erud., 51; JUSTINO MAR-
TIR, Dial., 125, 3; Paed., I, 57, 2; 77, 2; Strom., 11, 20, 2; IV, 169, 1;
Exc. ex Theod., 18, 5; 56, 5. 8-9. Cf. PROTÁGORAS, Fragm., 80 B 3.10;
Strom., I, 10, 1-3; 34, 1; 35, 2; ·38, 4; 11, 47, 2; 75, 2; IV, 4-5; 124, 1;
132, 1; V, 5, 2; 11, 1; VI, 95, 5; 96, 3; 121, 3; VII, 19, 7; 46, 3-9; 56,
2; 62, 7; 98, 5. 9-11. Cf. Gn. 38, 14; FILÓN, De congr. erud., 23, 124s.
12. Cf. Gn. 29, 35; FILÓN, De plant., 33, 134 e ID., De spec. leg., I,
26, 80; Strom., VII, 105, 3.

10. 0áµap: efiµap Potter.


Stromata I, 31,3-6 139

nifica el autodidacta 47 ? Por eso se manifiesta como figura 48 de


Cristo. Isaac mismo tuvo como única mujer a Rebeca, que sig-
nifica constancia 49 • 4. Se dice que Jacob tuvo relación con va-
rias mujeres, y su nombre es interpretado como el experto (pues-
to que la experiencia se consigue por medio de muchas y dis-
tintas doctrinas); por eso también recibe el nombre de Israel, [es
decir,] el perspicaz 50 puesto que era hábil y también laborioso.
5. Pero también podría tener lugar otra interpretación acerca de
los tres progenitores 51 : que el sello de la gnosis 52 es soberano,
porque consta de naturaleza 53 , aprendizaje y práctica 54 • 6. Otra
imagen de lo que hemos dicho podría ser Tamar, que yace junto
a la encrucijada y ofrece apariencia de ramera, a quien tomó el
deseoso de saber, Judá (que significa el que puede 55), y que no

47. FILÓN, De plant., 40, 169. Sobre otros lugares paralelos en Filón, cf. A.
VAN DENHOEK, Clement of Alexandria, p. 37, nota 68. Para la tipología de Isaac,
cf. J. DANIÉLOU,Sacramentum futuri, pp. 97-128; ID., Message, pp. 219-221.
48. El término 1:Ú1to1,puede traducirse igualmente por «prefiguración».
Como es sabido, la exégesis catequética de los primeros cristianos aludía a
personajes y expresiones veterotestamentarias en función de las que aparecen
en el Nuevo Testamento, dando origen a la llamada exégesis tipológica y ale-
górica, aunque no coinciden exactamente. Al respecto, cf. H. DE LUBAC, Ty-
pologie et Allegorisme, pp. 180-236.
49. No deja de ser un tanto extraña la etimología que aquí expone Cle-
mente. En arameo, Rebeca significa cama o lecho (cf. Gn. 22, 33; 24, 15), y
en Strom., IV, 161, 2 es sinónimo de «gloria de Dios». G. PINI, Stromati, p.
96, n. 23, aventura la hipótesis de que Clemente tuviera en cuenta el texto de
Rm. 9, 10-11, donde el nombre de Rebeca parece derivar de µÉvro. Para la
exégesis tipológica de estas citas, cf. J. DANIÉLOU,Histoire, 11, pp. 219-220;
U. TREU, Etymologie, p. 197.
50. De otra manera: «el que es capaz de distinguir» o «el que ve a Dios»,
como en Paed., I, 57, 2: «Y fue entonces cuando Qacob) recibió el nombre
de Israel, porque vio al Señor Dios». La explicación hecha por el Alejandri-
no deriva de FILÓN, De Abr., 12, 57, teniendo como fundamento a Gn. 32,
30; cf. U. TREU, Etymologie, p. 197; C. NARDI, Estratti Prophetici, p. 125.
51. Se sobreentienden los nombres de los tres patriarcas: Abraham, Isaac
y Jacob.
52. Esta expresión significa principalmente impulso dinámico que necesita
llegar a la maduración y perfección, al igual que una imagen impresa encie-
rra una tendencia, a nivel soteriológico, hacia la persona representada.
53. Como sinónimo de las realidades naturales, visibles e invisibles, según la
versión filoniana de la triple división objetiva de la sabiduría: física, lógica y ética.
54. Constituyen los tres elementos subjetivos del saber humano en la an-
tigüedad, y son frecuentes para expresar el voluntarismo en Clemente. La «na-
turaleza» posibilita o predispone, el «aprendizaje» investiga y asimila, y la
«práctica» desarrolla y perfecciona cualquier ciencia y virtud. Las dos últimas
expresiones, µálhtcr11,y Ücr1CT1cr11,,indican el esfuerzo del hombre en el cami-
no para alcanzar la verdadera gnosis.
55. Para la etimología, cf. U. TREU, Etymologie, p. 197.
140 Ltproµa:m I, 5

0.(J1CE7t'tOV
lC<Xl.
<lOlEpEÚVT\'tOV lC<X't<XA.utCOV
E1tE<JlCÉ'lf<X'tO
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32.1. ~ta 'tOU'tOlC<Xl. ó 'A~paá.µ, 1t<XP<XSllAOÚ(JT\~ 'tll~
:Eá.ppa~ 't'flV "Ayap 1tapEufo1etµoucrav aimív, ro~a.v 'tO
5 XPlÍcrtµov EKAE~á.µEvo~µóvov 'tll~ 1eocrµt1C'Íl~ qnA.ocroq>Ía~,
i&v i¡ naz8ímcTJév mí'; xepaí <JOV, XPW avrfi av O"Ol m;
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(j)T)<JÍ.
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nm3EÍav 1ea1.ro~ vEro'tÉpav 1ea1.ro~ <JllV0Epanmví3a, 'tllV 3k
'tllV <J'flVro~
E1tt<J't1͵T1v 'tEAEÍav 3fonotvav 'ttµfu 1ea1.crÉ~ro.
10 2. Kai bcá-iccoaevavrr,v Eáppa i'.crov'tq> foroq>pÓvtcrE 1ea1.ns PG
evou0É'tT)<JEV. Ei> youv EtpT)'tat naz&ía; 0eov, víé, µi¡ 69 se
ó).zywpez, µTJ8e fr).vov vn' avwv éAerxóµevo; · Bv yap
áyan11 rupw; naz&vez, µaanyo: 8e návra víov Bv
napa8éxeraz. 3. Km' a.AA.ou~µÉv'tot YE'tÓ1tou~E~E'ta~ÓµE-
15 vm aí npoEtpT)µÉvm ypaq>a'\. a.AA.a µucr'tlÍpta µT)vúoucrm
1t<XpÍ<J't<XV'tat.

4. <l>aµEV 'tOÍVUV Ev0ÉvóE yuµvq> 'tql Myq> 'tllV


q>tA.ocroq>Íav~Tl'tllcrtVEXEtV1tEp1.á.A.T)0Eía~ 1ea1.'tll~ 'trov ov'trov
q>ÚcrEro~ (aA.lÍ0Eta fü: aÜ'tT), 7tEp1.~~ ó lCÚpto~<XU'tO~ Ei1tEV
20 ey<ÍJeiµi f¡ á).,170eia),'tTlV'tE ai> 1tpo1tmóEÍav 'tll~ ev Xptcr'tq>
á.vanaÚcrEro~yuµvá.~Etv 'tOVvouv 1ea1.OlEyEÍpEtv'tllVcrÚvEcrtv
á.-yxívotav "(EVVOO<XV ~T\'tT)'ttlC'flV
Ola q>tA.ocroq>Ía~ <lAT)0ou~.
"Hv EÚpÓV'tE~, µéiAA.ov3k dAT\q>Ó'tE~ 1tap' <XU't'Íl~ 'tll~ ÚAT)-
0da~, exoucrtv oí µÚcr'tm.

2. Gn. 38, 16. 6-7. Gn. 16, 6. 8-9. Cf. FILÓN, De congr. erud., 27,
154. 10. Gn. 16, 6. 10-11. Cf. FILÓN, De congr. erud., 28, 158.
11-14. Pr. 3, 11-12; Hb. 12, 5-6. Cf. FILÓN, De congr. erud., 31, 177;
Paed., I, 78, 4; Strom., I, 172-173; II, 4, 4. 17-18. Cf. Paed., II, 103,
4; III, 37, 1; Strom., I, 4, 3; VI, 118, 1; 126, 1; VII, 58, 6; Eclog. Proph.,
29, 3. 20. Jn. 14, 6; cf. Strom., II, 12, 1; III, 52, 7; V, 16, 1; VI, 77, 1;
Exc. ex Theod., 61, l. 21-22. Cf. Strom., II, 45, 5; V, 3, 1; VII, 45, l.

2. 1tpo~<XUT!lVE~ÉKAlVEV: mut. Rahlfs. 10. 1:q,:'tOPotter. //. E<HO<ppÓvtcrE:


Ecreo<ppÓVT\O"EPotter. 12. OA.tyropEt: add. 1tmOEÍa~ 1('\)píou Rahlfs.
14. 1:Ó1tou~:1:{mou~ Potter; 1:pÓ1tou~Mayor. 15. µT1vÚoucrm: µT1VÚoucrt
Potter. 16. 1tapícr1:av1:m: 1tapecr1:ávm Potter. 19. El1tev: Eimov Potter.
Stromata I, 31,6-32,4 141

dejaba nada sin descubrir y sin investigar, y se desvió hacia ella 56,
manteniendo la conformidad para con Dios.
32.1. Por eso, también el mismo Abraham, estando celosa
Sara porque Agar la superaba en honor, al elegir únicamente lo
útil de la filosofía mundana, le dijo: Mira, en tus manos está la
esclava, haz con ella lo que te plazca 57 • Como dando a enten-
der: me junto a la cultura mundana por ser más joven y escla-
va tuya, pero también amo y venero la ciencia que posees como
perfecta señora de la casa. 2. También Sara la maltrató 58 , que
equivale a: reprendió y corrigió. Por cierto, rectamente se dice:
Hijo, no desprecies la enseñanza de Dios ni estés enojado cuan-
do te corrija. Porque el Señor corrige al que ama, y aflige al
que de verdad es hijo 59 • 3. Sin duda, estos mismos pasajes de
la Escritura, examinados bajo otros aspectos, recuerdan la exis-
tencia de otros misterios 60 •
4. Manifestamos, pues, abiertamente desde ahora que la fi-
losofía consiste en la búsqueda de la verdad y de la naturaleza
de los seres (esa verdad de la que dijo el Señor mismo: Yo soy
la verdad 61 ); y además, la educación preparatoria 62 del descan-
so en Cristo ejercita el espíritu y despierta la inteligencia, ge-
nerando la afición investigadora mediante la verdadera filosofía.
Es la que han descubierto y tienen los iniciados, o mejor, la
han recibido de la Verdad misma.

56. Gn. 38, 16. Tamar es la nuera de Judá, como se describe en el libro
del Génesis.
57. Gn. 16, 6.
58. !bid. Para la historia de Tamar y Judá en Filón, cf. A. VAN DEN HOEK,
Clement of Alexandria, pp. 40-41.
59. Pr. 3, 11-12; Hb. 12, 5-6.
60. El Alejandrino hace referencia al principio exegético judío de tener en
cuenta la multiplicidad de sentidos de un mismo texto bíblico: J. P ALUCKI,
Principi fondamentali, pp. 114-115.
61. Jn. 14, 6. En el medio-platonismo la ;fi'tTJcrn;(búsqueda) designaba el
conocimiento científico en oposición al conocimiento vulgar: C. ANDRESEN,
Lagos und Nomos, p. 134. Se trata de uno de los principios hermenéuticos
del Alejandrino; cf. J. MOINGT, La Gnose, p. 541; E. MOLLAND, The origin,
p. 118. Sobre el aprecio de las realidades terrenas en Clemente, cf. M. Rmz
JURADO, Le monde, pp. 16-20.
62. Esta «educación preparatoria» se refiere a todo el ciclo e.ducativo clá-
sico, como se dirá más adelante (cf. Strom., I, 93, 4): P. CAMELOT,Les Idées,
p. 47. Sobre el «descanso» del gnóstico, cf. A. J. FESTUGIERE,A., La Révé-
lation, IV, 183, 201, 107-108.
142 l:tpcÍ>µa-m. I, 6

Kecpá.A.atovVI 7ose

33.1. IloAAix o' 11hotµót11<; 1tpo<;to ta ofovta.


ópiiv
Ola't'Íl<;1tpoyuµva.cría.<;cruµ~áAAEta.t. Et11 o'av yuµva.cría.
ta
tq> véj'> vo11tá. Tptttr¡ fü: 11toútrov <pÚcrt<;, i::v tE 1tooot<;22GCS
5 lCCX.l1tT1AÍ1COt<; 0Eropouµév11.2. ·o yap <l7t0t&v
lCCX.lµtlC'tOt<;
<l7t00EÍ~E(OV AÓyo<;<l!Cpl~ll 7tÍ<Jttv evtÍ~<Jl tn 'lfUX:11 tOU
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Ú7t07tÍ7ttEtVOUJCeq.. 3. 'Ev toÚtot<; o-Ov tot<; µa.Otíµa.crtv
10 EJCJCa.0a.ípEta.ÍtE t&v a.i~t&v lCCX.l ava.~Ol7tUpEtta.t11'lfUXT\,
\'.va. oft 7tOtEaAft0na.v OttOEtVouv118n- 4. Tpoq,17yap 1cai
TInaí&vau; TIXP11ªTT1 acp(oµév11q,vaeiq áya0aq noieí, 1cai
aí q,vaeiq aí xp11ami wiavn,q nai&íaq ávnAaµ{3avóµevai
en {3eÁ-rÍOvq 'íWV trpÓ-repov<pVOVfül er; 're -ra aAAa ,cai eiq
15 'íO revvav, W<Jtrep,cai Év wí:q aMoiq (<[Joiq.5. .1to Ka.Í
ra0i npoq 'íOV µvpµ111ca,dJÓl(Vf/PÉ,,cai revov freívov
(j)Tl<JlV.

4-5. Cf. SEXTO EMPÍRICO, Adv. Math., VIII, 2; D1óGENES LAERCIO,


Vit. phi!., VII, 43.63; PLUTARCO, Moralia, 116 B; 119 E-F. 5-7. Cf.
Strom., II, 49, 3. 9-10. Cf. PLATÓN, Resp., IV, 424 A; Strom., I, 169,
1. 11-15. PLATÓN, Resp., IV, 424 A; VII, 527 D-E. 16-144,1. Pr. 6, 6;
Strom., III, 9, 2.

5. µt1Ctotc;: Potter y Nautin; A.ElC'tOtc;Stahlin. 10. aval;c.o1tupEt'tat:


aval;c.o1tupo'ihm Potter. 12. 1totú: Eµ1totEtv Burnet. 14. iin: E1tt Potter.
add. lCUl/;TJMOOlV
16. 'ío-0t: t'.0t Potter. //. OlCVT]pÉ: iocov me; óoouc; autoú
Rahlfs.
Stromata I, 33,1-5 143

Capítulo VI

33.1. No obstante, mediante los ejercicios preparatorios se


consigue la mejor ayuda para ver lo que es necesario. Ahora
bien, las ideas constituyen la gimnasia de la mente. La natura-
leza de las ideas 1 es triple, según sean consideradas por la can-
tidad, el tamaño y por ambas a la vez 2 • 2. El razonamiento [que
procede] de las demostraciones infunde una fe segura 3 en el
alma del que lo sigue, de tal modo que no permite suponer que
lo demostrado sea de otra manera; además impide que [los so-
fistas] se insinúen junto a nosotros para hacernos caer 4 • 3. Así
pues, con estas lecciones el alma es purificada de las impresio-
nes sensibles y se reanima, para que alguna vez pueda discer-
nir la verdad 5 • 4. Pues una educación 6 y la buena cultura, si es
constante, producen buenas naturalezas; y las buenas naturale-
zas, beneficiadas por esa educación, llegan incluso a ser mejores
que sus precedentes por razón de la descendencia, como [suce-
de] también en los demás seres vivos 7 • 5. Por eso, también se
dice: Mira, perezoso, a la hormiga, y sé más sabio que dicho

1. Es decir de lo inteligible o incorpóreo, conforme a la filosofía de los


estoicos.
2. Seguimos la corrección del texto griego propuesta por P. NAUTIN, Notes,
p. 621-622. Cf. C. MONDÉSERT,Vocabulaire, p. 260. Subyace el pensamiento
platónico: E. F. ÜSBORN, The Philosophy, pp. 97-100.
3. Lit.: «fe exacta», que equivale a fe científica y a gnosis: H. A. WOLF-
SON, La filosofia dei Padri, p. 117. En el pensamiento de Clemente, la fe es
anterior a la gnosis, pero ésta última es superior a la fe en el sentido de que
facilita las razones para creer, cf. J. DANIÉLOU, Message, pp. 295-296; P. CA-
MELOT,L'utilisation, p. 552-558.
4. Para la traducción de estas palabras, cf. P. NAUTIN, Notes, p. 622.
5. La percepción sensible está siempre en función de la noética para que
el alma pueda, de forma unitaria, elegir y fecundar la verdad percibida. Al
respecto, cf. V. MESSANA,L'accezione, p. 486.
6. Como sinónimo de «formación de la inteligencia», cf. F. DRACZKOWS-
KI, Qua paideia, p. 41.
7. PLATÓN, Resp., IV, 424 A; VII, 527 D-E. Al respecto, cf. J. WYTZES,
The Twofold Way, I, pp. 234-235.
144 l:'tpcóµaw I, 6

Oc; 1toAAT)v1eal
<JO<p<ÍJ'Cepo<; navtoOanTlv Ev tép <lµfttcp
1ta.pmí0um 1tpo~ 'tf\V wu xe1µfuvo~ <X7tEtA.r¡v 'tf\V 'tpoq>fiv,
6. ij nopev0r¡n npoi; ri,v µé}.,u:mav 1cai µá0e cói; epyá'rii;
ecní· l((ll, ClU'tT\yap 7t<lV't(l 'tOV A.Etµfuva. E7tlVEµoµÉVTlEV
5 KT1pÍOvyevvq..

34.1. Ei fü: EV 't<J)mµEÍ<9 EÜX1\,CO~ Ó KÚpto~ EúÍOa.~E,


, ,.... , , ' ' -;- ,, " ,
7tVEUµa.n 7tpOO"KUV<OV, OUKE'tl 7tEpl 'tOV OlKOV El'Tl a.v µovov
T1OtKovoµía., (lA,A,a,l((ll, 7tEpl 'tf\V 'l'UXTJV,'tÍVa. 'tE E7tlVEµTl'tÉoV 71 se
a.utj, KCll 07t<O~KCll Ó7tÓO"OV,'tÍVCX 'tE <l7t00E'tÉoV KCll
10 a1t0Bllcra.up1cr'tfov d~ a.U'tTJV,Ka.t O'tE 'tCXU'ta. 1tpoK0µ1cr'tfov, 729PG
KClt 7tpü~ OÜO"'tlVCl~.ÜU ya,p <¡>ÚO"El, µa.0f¡crn fü: 01 KCXA.ol
K<Xya.001 yÍVOV'tCXt, Ka.0á1tEp impot l((ll, KU~EPV'Íl'text.
2. 'OpfuµEV youv KOlVOO~ol 7t<lV'tE~'tT\V aµ1tEA.OVl((ll, 'tOV
l7t7tOV' (lA,A,' ó µEv yeropyo~ ElO"E'text,El aya.0r¡ 7tpü~ Ka.p-
15 7tO<¡>opía.vil KCXKr¡T1aµ1tEA.O~,l((ll, ó 17t7tlKO~ci0uµov il 'tCXXUV
füa.Kp1ve1 pg.fü~. 3. ro o· aA,A,ou~ 1ta.p' aAA.ou~ e-o
7tE<¡)UKÉVm 7tpü~ apE'tf\V E7tl'tTlúEÚµma. µÉv 'tlV(l 'tOOVOÜ't<O
7tE<¡)UKÓ't<OV 1ta.pa 'tOU~ É'tÉpou~ EVOEÍKVU'text, 4. 'tEA.ElÓ't'Tl'tCl
OE KCl't' <XpE'tT\V ouo' TlV'tlVO'UV 'tOOVciµnvov q>ÚV't<OV
20 KCl't'TlYOPEÍ,Ó7tÓ'tEKCll 01 KCXKOO~ 7tE<¡)UKÓ'tE~ 7tpü~ <XpE'tf\V't1l~
1tpoQ"TlKOÚQ"Tl~ 1tmoEÍa.~ 'tUXÓV'tE~ro~ e1tÍ7ta.vKa.A.oKaya.0ía.~23GCS

1-2. Cf. HORACIO, Sat., I, 1, 33. 3-4. Pr. 6, 8. 6. Cf. Mt. 6, 6. 7.


Cf. Jn. 4, 23. 7-8. Cf. Paed., II, 111, 1; III, 27, 1; Strom., VII, 70, 8.
8. Cf. Paed., III, 64, 1; Strom., 1, 12, 1; III, 64, 1. 10-11. Cf. Mt. 6,
19; 1 Tm. 6, 19. 11-12. Cf. D1óGENES LAERCIO, Vit. phi!., VII, 91; Mt.
12, 35; Le. 6, 45; Strom., I, 38, 4; II, 75, 2; IV, 124, 1; VI, 95, 5; 96,
3; VII, 19, 3; 64, 6; 98, 5. 12. Cf. PLATÓN, Men., 89 B; Strom., 1, 31,
5.

7. 1tpomruvrov: 1tpocrK'l)vetv Potter y Aland. //. µóvov: µóv11 Potter.


10. a1toGrtcraup1cr'tÉoV:emGrtcraup1cr'tÉoV Potter. 16. OlmCplVEt: lhmcpÍVEl
Potter.
Stromata 1, 33,5-34,4 145

anima/ 8, pues ella deposita alimento abundante y variado, du-


rante la cosecha, para hacer frente al rigor del invierno. 6. Mira
también a la abeja y aprende cómo trabaja 9• También ella se
extiende por todo el prado produciendo un solo panal de miel 10•
34.1. Mas si rezas en tu aposento, como el Señor enseñó 11,
adorando en espíritu, no te preocupes sólo de la administración
de la casa 12, sino también de la del alma 13: lo que en ella se debe
atesorar, cómo y cuánto, lo que se debe guardar y atesorar den-
tro de sí, lo que debe arrojar lejos, y por qué. Pues los hombres
de bien no lo son por naturaleza, sino por educación, al igual
que los médicos y pilotos 14. 2. Ciertamente, todos vemos co-
múnmente la viña y el caballo, pero el agricultor sabe si el viñe-
do producirá buenos o malos frutos; y el buen jinete distingue
fácilmente al [caballo] torpe del veloz. 3. Respecto de la virtud,
algunos están mejor dotados por naturaleza que otros, como lo
demuestran las [distintas] profesiones a las que unos se dedican
respecto de otros, 4. pero, lo más perfectamente realizado con-
forme a la virtud no constituye una prueba demostrativa de los
mejor nacidos, pues, cuando los peor dotados para la virtud re-
ciben la educación conveniente, consiguen de ordinario una con-

8. Pr. 6, 6.
9. Pr. 6, 8. Para esta metáfora, cf. S. R. C. LILLA, Clement, p. 52, nota 2.
10. El término lCT]pÍOv (panal de miel) es uno de los títulos con el que Cle-
mente menciona el conjunto de verdades que conviene elegir. Parece una re-
miniscencia de lo dicho en Strom., I, 11, 2. Cf. W. TELFER, Bees, p. 171.
11. Clemente une dos perícopas evangélicas: Mt. 6, 6 y Jn. 4, 24. Sobre la
cita de Juan, cf. M. MEES, Das Gespri:icht,pp. 380-383.
12. La utilización del término oh:ovoµÍa (administración, distribución) ma-
nifiesta no sólo el influjo de la literatura profana en Clemente, sino que re-
vela igualmente una fuente neotestamentaria y patrística, que relaciona el tér-
mino con la obra salvífica de Dios: M. BERCIANO, Tiempo humano, p. 179;
F. BURI, Clemens, pp. 42-43.
13. Aquí, como en otros lugares, el «alma» equivale a un pronombre per-
sonal: L. F. LADARIA,El Espíritu, 116 y 152. Este autor interpreta la expre-
sión «adorando en espíritu» en sentido teológico, es decir, el Espíritu divino
que mueve al hombre hacia la verdadera oración.
14. Para el concepto de «naturaleza», cf. J. FERGUSON, The Achievement,
pp. 72-73. Clemente rechaza el determinismo naturalista de los herejes Basí-
lides y Valentín, cf. J.-P. BROUDÉHOUX,Mariage, p. 118. Los términos «na-
turaleza» y «educación» son sinónimos de capacidad humana y perfectibili-
dad del hombre; se trata de un tema estoico: J.-P. BROUDÉHOUX,Mariage, p.
144. Sobre la necesidad del aprendizaje: E. DE FAYE, Clément, p. 281; W.
VóLKER, Der wahre Gnostiker, pp. 280-282 y 288-289; J. DANIÉLOU, Messa-
ge, p. 289; L. GALLINARI,La problematica, p. 115. E. F. ÜSBORN, The Phi-
losophy, p. 98, señala una reminiscencia estoica.
146

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2. Cf. PLATÓN, Phdr., 279 B; ID., Leg., V, 739 C; ARISTÓTELES,Ethic.


Eud., VIII, 10, 1242 A 23. 25; CRISIPO, Fragm. moral., 346; ORIGE-
NES, C. Cels., VIII, 50; Protr., 122, 3; Paed., 11, 120, 3; Strom., I, 169,
1; 11, 73, 4; etc. 5-7. Cf. CRISIPO, Fragm. moral., 225; Strom., V, 83,
4; VI, 96, 1-4; VII, 19, 3; etc. 8. Cf. Paed., III, 78, 2. 13-14. Cf. PLU-
TARCO, Moralia, 874 E; CRISIPO, Fragm. log., 35s.; FILÓN, Quaest. in
Gen., III, 43, 213; CICERÓN, De off, I, 43, 153; ID., Tusc. disp., IV,
57 y V, 7; SÉNECA, Ep., 89, 5; JusTINO MARTIR, Dial., 3, 5; Paed., 11,
25, 3; Strom., I, 30, 1; 177, 1; IV, 40, 3; 163, 4; VI, 54, 1; 135, 3.5;
160, 2; VII, 70, 5; SEXTO EMPIRICO, Adv. Math., IX, 13.125; etc.

9. cruvtÉvm: cruvetvo:t Potter. 12. µá0r¡mv 1tÍ<Jtt\;:µá0r¡mv 1tícrttv Pot-


µá0r¡crt\; Stahlin. //. Ei o' íi: Íl o' Mayor; ouo'Wilamowitz-
ter; 7tÍO"'ttV
Moellendorff. 14. ev-rí0r¡crtv íi füoammA.ía: Jackson; ení0r¡crt tjj
füoammA.Í~ Potter.
Stromata I, 34,4-35,4 147

ducta intachable; y, por el contrario, enfrente están los conve-


nientemente dotados, que se hacen malos por abandono. Dios, no
obstante, nos creó [a todos] sociables y justos por naturaleza 15•
35. 1. De ahí no debe deducirse que lo justo se manifieste
[en nosotros] por la sola disposición natural, sino que se debe
pensar que el bien de la creación es reanimado gracias al man-
dato divino, para que el alma, educada mediante aprendizaje,
desee escoger lo mejor 16• 2. Pero lo mismo que afirmamos que
se puede ser fiel sin letras 17, de igual manera confesamos que
comprender la doctrina de la fe no es posible sin aprendizaje. Ya
que, en efecto, aceptar lo que se dice con verdad, y rechazar lo
ajeno [a la verdad] no lo infunde la fe sencilla, sino la fe rela-
cionada con el aprendizaje 18• 3. Mas si la ignorancia es falta de
educación, al mismo tiempo es también falta de conocimientos.
La enseñanza inspira la ciencia de las cosas divinas y huma-
nas 19• 4. Y de la misma manera que es fácil vivir rectamente en

15. Vemos aquí una de las verdades fundamentales del pensamiento del
Alejandrino: la gnosis no es algo dotado por la naturaleza o como resultado
del esfuerzo personal, sino que se trata de un don gratuito de Dios, condi-
cionado a la respuesta libre del hombre. Por ello, todos los hombres somos
iguales por nacimiento. La expresión «justos por naturaleza» hace referencia
a la capacidad que tiene todo hombre de alcanzar la justificación final, con la
ayuda de la gracia divina o, como Clemente afirma, la «educación conve-
niente». A. DESSI, Elementi Epicurei, p. 421, reclama cierta familiaridad con
la filosofía epicurea en este pasaje clementino. Sobre el origen de la virtud en
el ser humano, según Clemente, cf. O. PRUNET, La morale, pp. 77-85.
16. Sobre la natural tendencia al bien y la llamada universal a la santidad, d.
Strom., V, 7, 2; VI, 95, 5-96, 3; R. MORTLEY,Connaissance, p. 159. Para el con-
cepto teológico de la creación, d. W. K. BIETZ, Paradiesesvorstellungen,pp. 17-26.
17. Lo que nuestro autor pretende decir es que la sabiduría cristiana no es
lo mismo que la técnica o sabiduría del mundo; es decir, la frase no debe en-
tenderse en sentido intelectualista, sino en la misma perspectiva de san Pablo,
cuando afirma: «Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo, para con-
fundir a los sabios» (1 Co. 1, 27). En este mismo sentido afirmará el Ale-
jandrino (cf. Strom., I, 99, 1) un cierto grado de formación general incluso
entre los hombres no cultos.
18. Para la distinción de estas dos clases de fe, cf. Strom., I, 99, 1. A Cle-
mente no le importa aceptar la terminología de sus adversarios herejes, pero
difiere de ellos en su razonamiento: la salvación depende ciertamente de la fe,
pero no existen dos clases de fe diversas que den origen a dos clases de sal-
vación. El Alejandrino habla de dos clases de fe porque existen diversas cla-
ses de respuesta a la única salvación. El punto de partida es el mismo para
todos los hombres: la fe sencilla o común; la meta se diversifica según los
méritos de cada uno: la fe relacionada con el aprendizaje.
19. No se trata de cualquier enseñanza, sino de la divina. En este sentido, la
«enseñanza» es sinónimo del término «sabiduría», con la peculiaridad de que la
148 I:tpÓ>µm:a 1, 6

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AÉyEl,OElVOV
OE'tOVCXUOT1EV'tCX,JC{X,1.
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q>tA.Ó<JOq>OV
1m1.'tll<;a.A.110da<;
emo-cftµova.

3-4. Hb. 5, 14. 4-5. Pr. 10, 12. 5. Pr. 10, 16. 7-8. Pr. 10, 17.
8-10. Cf. Strom., 1, 28, 4; 43, 4; 100, 1; VI, 81, 4; 165, 2. 12-18. ANA-
XARCO, Fragm., 72 B 1; cf. ESTOBEO, Anth., 34, 19. 19-20. HESÍODO,
Fragm., 310. 21-22. Cf. HOMERO, Od., X, 136.

5. óoou;: add Oumia; Rahlfs. 8. µenÉvm: µEtEtVm Potter. 11. Euom-


µovuco;: ei>omµovuc~ Potter. 12. 1toluµa0iTt: 1toAuµa0EiTt Potter.
13. tov OE~tov: tÓVOEa.~toV Potter. 14. icat EV: ic' EV Potter. 16. E~OO:
coniec. Stahlin. //. idív: ií iív Potter. 17. aitiTtv: coniec. Stahlin.
19. n0Eicrt: n0eiom Potter. 20. 0fomov: 0fo1tetov Potter.
Stromata I, 35,4-36,2 149

la penuria, también lo es en la abundancia; y confesamos que la


virtud se alcanza más fácilmente y más pronto con la educación
preparatoria, y no que no pueda ser cazada 20 de otra manera,
aunque ciertamente antes, por los que han tenido algún estudio 21
y por los que han ejercitado sus facultades 22 • 5. Dice Salomón
mismo: El odio, en verdad, provoca discusión; no obstante, la
educación guarda los caminos de la vida 23, a fin de no ser enga-
ñado, ni sorprendido por quienes profesan la astucia para perju-
dicar a sus oyentes. 6. También se dice: Quien desatiende la edu-
cación se extravía 24; así, es necesario interesarse por el arte de la
disputa, para rebatir las opiniones engañosas de los sofistas.
36.1. También Anaxarco, el feliz, escribe rectamente en el
[libro] Sobre la Realeza: Una basta erudición presta un gran
servicio, pero también mucho daño al que la posee; en efecto,
sirve al que es hábil, pero daña a quien fácilmente habla de
todo y en cualquier .sitio. Es necesario, pues, conocer las reglas
del momento; porque ésa es la definición de la sabiduría. Sin
embargo, cuantos cacarean un discurso a destiempo, aunque de
alguna manera lo proclamaren sensato, no son tenidos por sa-
bios, sino como necios25 • 2. Y Hesíodo:
... de las Musas, que hacen al hombre muy sagaz
inspirado y cantor.. . 26,
llama muy sagaz al experto en razonamientos, cantor al que es
hábil, e inspirado al que es experto, filósofo e instruido de la
verdad.

primera se refiere al método y la segunda a los contenidos del aprendizaje. Sobre


la gnosis como acto de conocimiento: R. MORTI..EY, Connaissance, pp. 133-136.
20. El Alejandrino se sirve de la terminología característica del arte de la
caza, como posteriormente hará en Strom., 11, 21, 1. Como señala W. VóL-
KER, Der Wahre Gnostiker, p. 281, va excesivamente lejos en su apreciación
de la 1tpo1tmOEÍcx(educación preparatoria).
21. Lit.: «por los que han aprendido».
22. Hb. 5, 14. Para los términos µá~<n~ (aprendizaje) y acrKE<n~ (ejerci-
cio), cf. Strom., I, 31, 5. O. PRUNET,La mora/e, p. 93, afirma que el «apren-
dizaje» añade a la fe una voluntad de ser apropiada intelectualmente; el «ejer-
cicio», de carácter ascético, subraya la voluntariedad, que se expresa en el es-
fuerzo que hay que realizar.
23. Pr. 10, 12.16.
24. Pr. 10, 17.
25. ANAXARCO,Fragm., 72 B l. Natural de Abdera, nació entre el 340-
337; es apodado «el feliz» bien por su buen carácter o porque ponía la feli-
cidad como el ideal de la vida y la hacía consistir en la impasibilidad.
26. HESÍODO, Fragm., 31O. Vivió durante el siglo VII a. de C.
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Stromata I, 37,1-4 151

Capítulo VII

37.1. Así pues, se hace evidente que la educación prepara-


toria griega, juntamente con su filosofía 1, ha venido hasta los
hombres por decreto divino, no como guía, sino a modo como
las lluvias irrumpen sobre la tierra fértil, sobre el estiércol y en-
cima de los edificios. Pero hace germinar igualmente hierba y
trigo; hace brotar también la higuera silvestre junto a los se-
pulcros, y cualquier otra planta más lozana todavía, y las sal-
vajes crecen de igual manera que las buenas, ya que se benefi-
cian igualmente de la misma facultad de la lluvia, pero no tie-
nen la misma lozanía que las que crecen en tierra fértil, y por
eso se secan o se arrancan. 2. También aquí es útil la parábola
de la simiente, que el Señor explicó 2 • Efectivamente, uno es el
cultivador de la tierra [que hay] en los hombres: Aquel que
desde la creación del mundo siembra las semillas alimenticias 3,
el que hace llover su palabra poderosa en cada ocasión; sin em-
bargo, son los tiempos y los lugares receptores quienes han ori-
ginado las diferencias. 3. Por otra parte, el agricultor no siem-
bra únicamente trigos (puesto que existen muchas clases de ellos),
sino también otras semillas: cebadas, habas, hierba, legumbres,
semillas de árboles frutales y semillas de flores 4 • 4. También el
cultivo de las plantas es propio de esa labor del campo, al igual

1. Sobre la apología de la filosofía como propedéutica, cf. A. MÉHAT, La


philosophie, pp. 21-23.
2. Cf. Mt. 13, 3-8; Me. 4, 2-8; Le. 2, 5-8.
3. El término <mÉpµa (semilla) tiene varios significados en Clemente. En
este pasaje indica el principio racional que Dios siembra en todos los hom-
bres. Otras comparaciones pueden verse en: Paed., I, 96, 1; Strom., IV, 31, 5;
V, 80, 4. Sobre el origen divino de la filosofía griega en Clemente, cf. S. R.
C. LILLA, Clement, pp. 9-11.
4. La diversidad de estos gérmenes son «tipo» de la diversidad de los hom-
bres. Una vez más se pone de relieve el anti-naturalismo determinista de Cle-
mente, y también la necesaria intervención divina para la salvación de los hom-
bres.
152 fapc.óµa'ta I, 7

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10-11. Cf. Strom., I, 57, 6; 92, 3-4; VI, 54, 1; 55, 3; 160, 1; etc.
17-18. Rm. 4, 2.16; cf. Gn. 15, 6; Strom., VI, 102, 5. 20. Cf. Strom.,
I, 148-149. 23-24. Cf. FILÓN, De conf, 159; TEODORETO DE CrRO,
Graec. aff cur., 11, 21. 26-27. Cf. Strom., I, 34, 1; 11, 75, 2; IV, 124,
1; VI, 95, 5; 96, 3; VII, 19, 3; 64, 6; 98, 5.

15~ EtJ 1t01E1v:tex. corrup. Stahlin; coniec. ou 'tÉAf'.totyívovmt µÓvq>


'tql EU 1totEtv Schwartz. 20. i¡pµl]vEú0i,cmv: pµl]vEú0i,crav Potter.
Stromata I, 37,4-38,5 153

que el estar ocupado en las mismas plantas, en los viveros, en


los transplantes estacionales, en la producción y cuidado de toda
clase de árboles. 5. De igual manera, no sólo el pastoreo, sino
también el apacentar bueyes, criar caballos, perros y abejas tie-
nen su arte propio; en una palabra, el arte de apacentar reba-
ños y de cuidar su alimentación difieren más o menos entre
ellos, aunque todos son de vital utilidad. 6. Pero, yo no llamo
filosofía a la estoica, ni a la platónica, ni a la epicúrea, ni a la
aristotélica, sino a lo que en cada uno de esos sistemas se dice
convenientemente, y que enseña a fondo la justicia al mismo
tiempo que el saber piadoso; a todo ese conjunto ecléctico de-
nomino filosofía5. Pero cuanto [los filósofos] se exceden más de
lo debido, extrayéndolo de razonamientos humanos, eso no lo
llamaré jamás divino.
38.1. Además, examinemos esta otra cuestión: si hay gente
que sin ciencia vive correctamente. En efecto, pordiosean en la
beneficencia 6, aunque algunos aciertan sagazmente en la doctri-
na de la verdad; Pues Abraham no fue justificado por las obras,
sino por la fe 7 • 2. Porque si no tienen fe, las buenas obras del
presente no encierran ninguna utilidad para ellos después de esta
vida. 3. Por eso, las Escrituras fueron traducidas a la lengua de
los griegos, á fin de que nunca pudieran excusarse ellos con pre-
texto de ignorancia, pudiendo haberlas escuchado también de
nosotros, si es que lo desean. 4. Además, una cosa es que al-
guien hable sobre la verdad, y otra que la verdad se explique a
sí misma. Una cosa es la conjetura sobre la verdad, y otra la
verdad misma; una cosa es la semejanza, y otra [diferente] la
realidad misma; porque una se puede obtener por aprendizaje
y esfuerzo, la otra en cambio por virtud y fe 8 • 5. La enseñan-

5. El eclecticismo del Alejandrino, característica de la filosofía del Plato-


nismo· Medio, es puesto de manifiesto no sólo en este lugar, sino en otros
pasajes de los Stromata. Al respecto, cf. R. P. CASEY,The Beginnings, pp. 95;
E. BuoNAIUTI, Clemente Alessandrino, p. 394; S. R. C. LILLA, Clement, pp.
51-56; W. E. G. FLoYD, The problem of evil, p. XIX; A. DESSI, Elementi epi-
curei, p. 402. Sobre el concepto de «filosofía», cf. L. F ARINELLI,Filosofía e
rivelazione, p. 22-28.
6. Se trata de decir bellamente que aciertan por casualidad. Clemente prue-
ba que la ciencia no es necesaria para la virtud; cf. P. NAUTIN, Notes, p. 623.
7. Rm. 4, 2 y 16. Para el Alejandrino, la fe es imprescindible para la sal-
vación: J. WYIZES, The Twofold Way, I, p. 231.
8. Clemente distingue entre el resultado del aprendizaje y de la práctica,
y el resultado de la virtud y de la fe: E. F. ÜSBORN, The Philosophy, p. 117.
154 l:tpÓ>µcmx 1, 7

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KpÍ<J'ElAÓyWV, ifrw yopyoq ev epyoiq.

1-2. Cf. Jn. 7, 17. 2-4. Sal. 117, 19; cf. CLEMENTEDE ROMA, Ep. ad
Cor., 48, 2-3; HIPÓLITO DE ROMA, Refut., V, 26, 15-16. 5. Cf. Hb. 1,
1; Protr., 8, 3; Paed., 111, 43, 2; Strom., I, 29, 4.5; IV, 45, 1; V, 35, 1;
VI, 58, 2; 81, 6; 106, 4; VII, 7, 6; 95, 3. 6-7. Cf. Jn. 10, 7.9; CLEMENTE
DE ROMA, Ep. ad Cor., 48, 4; Didaché., 1, 1-2; 4, 14-5, 15; Ps.-BER-
NABÉ, Ep., 19, 1; 20, 1; IGNACIO DE ANTIOQUfA, Ep. ad Phi/., 9, 1;
HERMAS,Sim., IX, 12, 1-6; Protr., 85, 1; Paed., 11, 112, 1; Strom., V,
31, 1; 86, 4; VII, 73, 5. 8-9. Sal. 117, 20. 9-16. CLEMENTEDE ROMA,
Ep. ad Cor., 48, 5; cf. Strom., VI, 64, 2.

3. 'tva: om. Rahlfs. 10. ii: coniec. Stahlin. 16. yopy~: á.yvor,,
Ayán.
Stromata I, 38,5-8 155

za de la religión es un regalo, mientras que la fe es una gra-


cia 9• Nosotros conocemos la voluntad de Dios poniendo en
práctica esa voluntad 10• Dice la Escritura: Abrid, por tanto, las
puertas de la justicia, y entraré por ellas para alabar al Señor 11•
6. Pero los caminos [que llevan] hacia la justificación, salvando
Dios mismo de muchas maneras (porque es bueno), son nume-
rosos y variados, y conducen por la puerta y el camino del
Señor 12• Si buscas la entrada regia y auténtica, se [te] dirá: Ésta
es la puerta del Señor, los justos entrarán por ella 13. 7. Ahora
bien, siendo muchas las puertas que están abiertas, [la puerta]
de la justicia está en Cristo; bienaventurados todos los que por
ella entraren y enderezan sus pasos en santidad gnóstica. 8. A
continuación, en la Carta a los Corintios, Clemente dice tex-
tualmente, al exponer las diferencias de los que son estimados
en la Iglesia: [Enhorabuena] que uno sea fiel; que otro sea capaz
de explicar la gnosis; que otro sea sabio en el discernimiento de
razonamientos; que otro sea casto en [sus] obras 14•

.•

9. El término xápti; (gracia) tiene en Clemente una amplísima gama de sig-


nificados; parece como la suma de todos los bienes divinos que el hombre
recibe. Una explicación de este pasaje puede verse en J. IBÁÑEZ - F. MEN-
DOZA, El tema literario de la «eusebeia», p. 247.
10. Sobre la voluntad del Padre, cf. P. CAMELOT,Foi et Gnose, p. 57, nota 1.
11. Sal. 117, 19. Las «puertas de la justicia» aluden al Señor, como indica-
rá a continuación. Se trata de una imagen frecuente entre los autores del pa-
leocristianismo.
12. La imagen del «camino del Señor» es bíblica y aparece frecuentemente
tanto en el cristianismo subapostólico de cultura tardojudía como en la obra
del Alejandrino.
13. Sal. 117, 20. Sobre la componente literaria y la exégesis de esta cita: A.
ORBE, Teología de San Ireneo, 111, p. 620; ID., Cristología gnóstica, 11, p.
598ss.
14. CLEMENTEDE ROMA, Ep. ad Cor., 48, 5. Sobre la inspiración de esta
obra por parte del Alejandrino, cf. J. RUWET, Canon, pp. 395-396.
156 l:tp<Óµma I, 8

Kecpá.A.atovVIII 76 se

39.1. 'H ()E <JO<pt<J'tlKll'tÉXVTl,r¡v e~r¡A.CÓKO.<JtV


"EAA.r¡vec;, Búva.µíc; fon <pO.V'tO.<J'ttlCTI,
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EpOO't1'J'tt1CÓV,'tÉA.Oc;ÓE O.U't'Íl<;Tl E1C1tATl~tc;. 5. "H 'tE a.'O

2-4. Cf. PLATÓN, Sph., 236 C; 239 C y 240 D. 7-8. Cf. EPICURO,
Fragm., 51; SEXTO EMPÍRICO, Adv. Math., 11, 12. 49.68; QUINTILIANO,
Inst. orat., 11, 20, 2. 8-9. Cf. ARISTÓTELES,Top., IV, 5, 126 A. 13. Cf.
CICERÓN, De invent. I, 5, 6.

6. at>tm: coniec. Stahlin. / /. M1.v:d Potter. 7. youv: yap oh Potter.


16. apxri: apxriv Potter. //. <pmvóµevov: Potter; <pmvoµÉvouStahlin.
Stromata I, 39,1-5 157

Capítulo VIII

39.1. El arte de la sofística 1, que los griegos han practi-


cado con ahínco, constituye una habilidad de la imaginación,
puesto que mediante discursos pomposos persuade como ver-
dadero lo que es falso. En efecto, ella da origen a la retórica
para convencer, y a la erística para vencer en las discusiones.
Ahora bien, esas mismas artes, si no son practicadas después
de la filosofía, son las más perjudiciales para cualquiera. 2. Pla-
tón mismo designa abiertamente a la sofística [como] un mal
arte2, y Aristóteles también la proclama como un determinado
arte de robar3, porque usurpa mediante persuasión toda la tarea
de la sabiduría, y promete una sabiduría de la que nunca se ha
ocupado. 3. Por decirlo en forma resumida, lo mismo que el
principio de la retórica es la credibilidad 4, su tarea es la argu-
mentación, y su finalidad la persuasión; así también, el origen
de la erística es la opinión, su tarea la disputa y su meta la
victoria. 4. En este mismo sentido, el principio de la sofística
es lo aparente, y su tarea es doble: lo que se deriva de la re-
tórica, que es lo aparente, y aquello que proviene de lá dia-
léctica 5, que es la interrogación artificiosa; mientras que su fi-
nalidad es la admiración. 5. Ahora bien, la dialéctica, tan ala-

1. No siempre la sofística es peyorativa en Clemente, por ejemplo: Paed.,


11, 94, 3. Pero la acepción peyorativa es la más frecuente, como afirmará a
continuación: cf. también Strom., I, 44, 2; 47, 2; 87, 3; etc.
2. La cita no aparece en Platón, aunque quizás pueda referirse a la de El
sofista, 226 A; mejor cf. EPICURO,Fragm., 51, quien incluye a la sofística entre
las artes malas.
3. Cf. ARISTÓTELES,Top., IV, 5, 126 A.
4. Clemente posee contradictorios puntos de vista sobre la retórica, posi-
tivos unos, como en el presente caso, y negativos en otras ocasiones, como
dirá a continuación; al respecto, cf. E. DE FAYE, Clément d'Alexandrie, p. 195;
E. BREHIER,l dées philosophiques, p. 289; A. VAN DEN HOEK, Clement of Ale-
xandria, p. 30.
5. Para la dialéctica como técnica lógica en el Alejandrino, cf. J.PÉPIN, La
vraie dialectique, pp. 375-379.
158 fapcÍ>µata 1, 8

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40. t. EiKÓ'tCO<; 'tOÍVUV ó YEVVCllO<; CX7tÓO'tOA.O<;,
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A.él;ecov'tÉXVCl<;,
µ~ npoaipzem1 vyiaÍVOV<YlAóyo1q <pr¡OÍ,OlOaaxaAÍ<J OÉ'ílVl
rerv<pmml µ1]0E:VÉ1Claráµevoq, áMa voamv nepi t;11d¡ae1q
1cai AOyoµazÍaq, É<; <i>VyÍVt:'ial Eplq, <p0Óvoq,/3Aaa<p7JµÍa,
vnóvoim nov11paí, 01anaparp1/3ai oie<p0apµévmv áv0pwnmv
10 rov vovv ,cai ánearep11µévmv rijq ál110eíaq. 2. 'Op<f<;oncoc;
7tpü<;ClU'tOU<;lCEJCÍVTl'tCll,
vooov ovoµá~cov 'tllVA.OytlCTJV 'tÉXVTIV77se
ClU'tOOV, n
E(f)• OEµVÚVOV'tCll ole; q>ÍA.r¡
11 O'tcoµÚA.o<;
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lCO'tEXVÍCl,Et'tE "EAAr¡vec;dev Et'tE JCCltpáppapot oo<pto'taÍ.
O'ÜVó 'tPCl'YllCO<;
3. TIClYJCClA.CO<; EuprnÍOr¡<;EV'tCll<;<l>otvfoomc;
15 AÉyn·
ó oe aoucoq lóyoq
voamv ÉV avrij> <papµá'KWVOt:l'ial aO<pWV.

4. 'Yyiaívmv µev yap Ó OCO'tTJpto<; dpr¡'tm A.Óyo<; ClU'tO<;737PG


rov CXA.TJ0ElCl,
lCCll'tO ÚylCltVOVaid cx0áva:tov µÉvn, 110€ CX7t0
20 'tOUÚytElVOU'tE lCCll0dou füá1Cpt0t<;cx0EÓ'tTI<; 'tE JC(ll1tá0oc; 27GCS
0ava:tr¡q,Ópov. 5. AÚJCOlOi>'tot a.p1tCl'YE<; 1tpopá'tCOVKq>ÓÍOt<;
EYJCEKpuµµÉvot, cxvOpa1tofüo'taÍ 'tE lCCllvuxaycoyot EÜyA.CO<;-
OOl, KA.É7t'tOV'tE<; µev cxq,avfuc;,füEAE-yxÓµEVOl 0€ A'!!O'tClÍ,
aipElV cxycovt~ÓµEVOl lCCllOÓA.q)
lCCllPí~ 11µa.c;OT]'tOU<;
CX7tEpÍ't-
25 wuc;, Ó><; &v eine1v cxOuva:tOYtÉpouc;.
41.1. 'Arlmaaí<;t oe noMá"Kiq A1J<p0eiqáv~p
oÍ"Kaia Uc;aq ryaaov evyAÓJaaov <pépei.

1-3. Cf. ARISTÓTELES, Top., I, 2, 101 A; ID., Metaph., 11, 1, 995 B,


23ss. 5-10. 1 Tm. 6, 3-5. 13. Cf. Strom., I, 22, 1; 44, 2; 57, 1; 11, 1, 1;
etc. 16-17. EURÍPIDES, Phoen., 471-472; cf. TEODORETO DE CIRO, Graec.
aff cur., I, 87. 18. 1 Tm. 6, 3. 21-22. Cf. Mt. 7, 15. 22. Cf. 1 Tm. 1,
10. 23. Cf. Jn. 10, 8. 26-27. EuRfPIDES, Fragm., 56; cf. EsTOBEO, Anth.,
42, 3.

7. OÉ nvt: om. Aland. 8. l:'ptc;, q,0óvoc;: mut. Aland. 24. aipE'iv: atpEtv
Potter. 27. <pÉpEt:<pÉpEtv Potter.
Stromata I, 39,5-41,1 159

bada en las disputas, se manifiesta como una gimnasia del fi-


lósofo en lo concerniente a lo renombrado, respecto de la ha-
bilidad de contradicción. Sin embargo, la verdad no se halla en
nada de eso.
40.1. Con razón el noble Apóstol, despreciando esas ex-
traordinarias técnicas en el hablar, dice: Si alguno no se atiene
a las saludables palabras, sino a cualquier enseñanza, está en-
gañado y nada sabe; es más, desvaría en disputas y vanidades,
de donde nace envidia, contienda, blasfemia, suspicacias, alter-
cados de hombres que han malgastado la inteligencia y están
privados de la verdad 6 • 2. Mira cómo se irrita contra ellos, lla-
mando demencia su arte del raciocinio 7, por el que se vanaglo-
rian quienes estiman o pregonan aquel mal arte, los que se dicen
sofistas, tanto griegos como bárbaros. 3. También Eurípides el
trágico dice bellamente en Las Fenicias:
El discurso injusto,
siendo enfermo por naturaleza, necesita de los sabios
medicamentos 8•
4. En efecto, se llama sano 9 al Logos salvador, porque
Él mismo es verdad, y lo sano siempre sigue a lo inmortal;
sin embargo, la separación de lo sano y de lo divino es im-
piedad y enfermedad mortal. 5. Ésos son lobos saqueadores
de ganados, disimulados con pieles de oveja 10, que esclavizan
a los hombres y seducen con elocuencia a las almas; engañan
secretamente, pero en realidad son bandidos desenmascara-
dos, que luchan para dominarnos engañosamente y a la fuer-
za, a nosotros, que somos sencillos, porque no somos capa-
ces de hablar.
41. 1. Mu chas veces un hombre por falta de elocuencia,
aunque diga cosas justas, consigue menos que el que
habla bien 11•

6. 1 Tm. 6, 3-5.
7. Seguimos la traducción propuesta por C. MONDÉSERT,Vocabulaire, p.
259.
8. EuRfPIDES,Phoen., 471-472.
9. 1 Tm. 6, 3.
10. Se trata de una alusión a Mt. 7, 15, con la pequeña variante de KCJ)OÍOti;
(con pieles) por la expresión evangélica ev evóúµcxcrtv (en disfraces): P. M.
BARNARD, The Quotations, p. 12.
11. EuRfPIDES,Fragm., 56.
160 · rtpc.óµma I, 8

Nvv o' evpóou:n cnóµaai rálr¡0éaiaia


1CAÉ1rwvazv, ware µ11Ó01CelV a XP11Ó01CelV,
Tl 'tpa.yC90Ía.A.Éyet.2. Tot0u't01 fü: oí Ep1crnico1.o{>'to1Et'tE
a.ípfoe1c; µe'tÍOlEV Et'tE lCCXl.OlCXA.ElC'tllC<l
CJUVCXCJlCOtEV
'tEX-
5 vúopm, oil'tot oí 'ta icmápna. icma.cr1trov'tec;
ica.1.µ11fü:vÚcpa.Í-
vov'tec;, cp11cr1.v
Tl ypmp~, µmmo1tovía.v E~llAfOKÓ'tec;, ftv icu-
lkía.v av0pómcov Ó U7tÓCJ'tOA.Os
f.lCÓ.A.EO'EV
lCCXl.
7tCXVOUpyÍa.V,
1Cpoq'r'T]V µe0o&íav rfjq 1CAávr¡qE7tl't~fü:wv.3. Eíai yáp,
cp11crí,1eoAAOiávv1eóia,cw1, µaiawAÓyoi, <ppeva1eawvvreq.
10 Oüicouv ou 1ta.cnv ElPll'tCXl · vµeí:q éare oí aAeq rfjq rfiq.
4. Eicrt yá.p nvec; 'trov ica.1.wu ).,óyou E1t<X1Cll1COÓ'tcov 'totc; 78se
ix0úcn 'totc; 0a.A.CXCJCJÍ01c;
EOllCÓ'tec;,01 O'flf.VaAµTIf.lCYEVE'tlls
'tpEcpÓµEVOl Ó.A.OOV
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(pllCJl.V áAA1}Aovq1Cpo,caAovµeVOl,
25 áAAJJAOVq <p0ovovvreq.

1-2. EuRíPIDES, Fragm., 439; cf. ESTOBEO, Anth., 82, 1. 8. Ef. 4, 14.
8-9. Tt. 1, 10. 10. Mt. 5, 13; cf. Paed., III, 82, 4. 11-13. Cf. ARISTÓ-
TELES, Rhet., 11, 23; TEODORETO DE CIRO, Graec. aff cur., 11, 5.
15-20. EuRíPIDES, Antiop. Fragm., 206; EsTOBEO, Anth., 15, 12. 21. Cf.
EsTOBEO, Anth., 45, 22. 22-23. Cf. EPICURO, Fragm., 187. 23-25. Ga.
5, 26.

1. EUpÓotcn:EUtpóxotcn Nauck. 7. av0pc.ómov:av0pc01CÍVT]V Dindorf.


9. q>pEV<Xlt<l'tOUVtE<;:
q>pEvaitátat Aland. 10. oi UAEi;:to aA<Xi;Aland.
15. AEAEyµÉvot AÓy0t:AEyÓµEvotoi A.ÓyotPotter. 18-19. EUyMoocrÍ~vtK~:
EUyACOOcrÍavEi l((Xl Potter. 19. (XA,AfJ,yap: <XAMYE Potter; <XAA'eyoo
Sylburg y Nauck. 22. EKEÍvoui;tÍOEt: Sylbourg; EKEÍvoui;EioEi-rwPot-
ter; EKEÍvoti;EOÓKEtSchwartz; EKE'ivoti'.cracrtv Stahlin. 25. aAATJAoui;:
aAATJAoti;Aland.
Stromata I, 41,1-6 161

Ahora lo más verdadero está oculto en ríos de buenas


palabras,
tanto que no se piensa como se debería pensar 12,
dice la tragedia. 2. Así son los aficionados a la discusión, quie-
nes o siguen una secta herética o practican también artísticas as-
tucias dialécticas; son éstos los que tiran los hilos y no tejen
nada, dice la Escritura 13, y que admiran el trabajo inútil, al que
el Apóstol calificó de juego de azar y destreza humana, apto
para asechanza del error 14• 3. Porque, dice, hay muchos indisci-
plinados, charlatanes y embaucadores 15• Por consiguiente no se
ha dicho a todos: Vosotros sois la sal de la tierra 16• 4. Hay al-
gunos de los que atienden a la Palabra que se parecen a los
peces en los mares, los cuales, alimentados desde su nacimien-
to en agua salada, sin embargo, requieren también el condimento
de la sal. 5. Así pues, también yo acepto lo que dice la trage-
dia:
Oh niño, los discursos que han sido bien hilvanados
pueden ser engañosos, y se adueñan de la verdad
por su elegante verborrea; pero la perfección mayor no
reside en eso,
sino en su naturaleza y rectitud. En verdad, es hábil
quien vence
con su elocuencia, pero siempre estimo más las obras
que las palabras 17•
6. Nunca se debe aspirar a satisfacer a la muchedumbre.
Nosotros no practicamos lo que les encanta; al contrario, lo que
nosotros sabemos se encuentra lejos de sus gustos 18• Dice el
Apóstol: No seamos ambiciosos de vanagloria, provocándonos y
dándonos envidia unos a otros 19•

12. ID., Fragm., 439.


13. Debe tratarse de alguna obra apócrifa, pues en la Biblia no aparece de
forma explícita; cf. J. RUWET, Canon, p. 158, quien afirma que es un error
del Alejandrino. También pudiera ser una agraphon: A. REscH, Agrapha, n.
38.
14. Ef. 4, 14.
. 15. Tt. 1, 10.
16. Mt. 5, 13. Clemente se aparta un poco del texto bíblico (cf. P. M. BAR-
NARD, The Quotations, p. 5) y cambia «sal» por «piedras de sal».
17. EuRlPIDES,Fragm., 206.
18. A. DESSI, Elementi Epicurei, pp. 421-422, indica que este pasaje es ca-
racterístico de la doctrina epicurea.
19. Ga. 5, 26.
162 l:tproµma I, 8

42.1. TaÚ't1l 'tOl ó <plMXA:JÍ0ri~IlMÍ.'t<ov ofov


0eo<popoÚµEVO~ có;ÉycowwVw; (f)'flO'ÍV, órcofo; ov&vi aAÁ(p 740PG
ij -ripAÓycprceí0ea0ai, o; av µ01 a,corcovµévcp{3élnaw;
q,aívoiw. 2. Ah1frtm youv 'tOU~avrn vou lC<Xt€7tlO"'tT}µ'fl~
5 OÓ~m~7tlO''tEÚOV't<X~, ro~µ111tpOO'T}1COV O.<pEµÉvou~ 'tOUop0ou
1ea1.Ú"flOU~A.Óyou'tql 1eotvrovouvn wu 'lfEÚOou~mO"'tEÚEtv.
To µev yap €'1fEU0"0a1 'tll~ a.A.110da~ lC<XlCÓV €0''tl, 'tO
fü: O.A.'Jl0EÚEtV lC(ll.'t(l OV't<X oo~á.~ElV a.ya0óv. 3. T&v fü:
a.ya0&v 0.lCOUO"Íro~ µev O''tÉpOV't<Xl av0p001tOl,O''tÉpov'tm OE
10 oµro~ 111CA.<X1tÉV'tE~ 11'Y0'Jl'tEU0ÉV'tE~11j3m0"0Év'tE~ lC<XtµTJ
7tlO''tEÚO'<XV'tE~. 4. 'O µev OTJ7tlO''tEÚO"a~ ÉKCOV ií<>ll napa-
V<XAÍO"KE't<Xl · 1CA.Én'tE't<XlOEó µE't<X1tElo-0Et~ €1CA<l0ÓµEVO~, O'tl
'tIDVµev ó xpóvo~, 'tIDVOE ó A.Óyo~e~mpoÚµEv~ MXv0á.vEl·
l31á.~E't<XÍ'tE 1t0Má.1Cl~ooúv11 'tE lC(lt O.A'Yll0COV <plAOVllCÍ<X 'tE
15 (Xi) lC<Xt0uµo~ µE't<XOO~á.om, lC<Xt€1tt 1trtO'l'YO'Jl'tEÚOV't<Xloí
tíw1 Ú<p'11oov11~ 1CJ1All0Év'tE~ 11úno <pÓj3ouOEÍO'<XV'tE~. 1trtO'<Xl
OE O.KOÚO'lOl 'tponaí, Kat 'tOÚ'tOOV OUOEVav 1tO'tE€1tlO''t1͵11
e1eMl301.

1. Cf. Strom., V, 66, 3; 78, 1. 2-4. PLATÓN, Crito, 46 B; cf. TEo-


DORETO DE CrRO, Graec. aff cur., I, 83. 4-5. Cf. PLATÓN, Ale. 11, 146
A. 14-16. Cf. PLATÓN, Resp., III, 413 A-C.

add. oi>vuv itpOl'tOVa}.J.iJ.,mí aeí Bumet. / /. Óito'io<;:oto<;


2. 1:0toU'CO<;:
t&v eµ&v Bumet. //. Ot>OEVt: µr¡OEVtBumet. 2-3. a.A.A.q> 11tq> A.Óy<9itet0e<;-
0m: mut. Bumet. 3. Ó<;:ro<; Potter. //. UJC01touµÉv<9: Af>Yl/;;oµÉv<9Bur-
net. 4. qmívotto: q,aívr¡tm Bumet. 11. µri: Potter; EtlCTl Pohlenz; coniec.
µri alr¡0Et AfJY'9Stahlin. 12. µEt<XltEtu0Et<;: Potter; µEtaltEtu0Et<; IC<Xl ó
coniec. Jackson, Stahlin y Caster-Mondésert. 15. µEtaoo~áum: µEta to
oo~ácmt Potter. 16. JCT¡Ar¡0ÉvtE<;:
JCAr¡0ÉvtE<;Potter. 17. aJCoÚutot:JCoÚutot
Potter. 17-18. emutfiµ11 EJCACl~Ot: Potter; emutfiµr¡v EJC~ClAOl Stahlin.
Stromata I, 42,1-4 163

42.1. Por eso, el mismo Platón, amante de la verdad, dice


como inspirado por Dios 20 : Así, soy yo tal, que no me dejo per-
suadir por tal o cual discurso, a no ser que se me manifieste
como el mejor, una vez examinado 21• 2. Con eso él acusa a los
que creen por simples opiniones, sin reflexión ni ciencia, pues
no es justo que los que se apartan de la razón recta y buena
crean al que participa de la mentira 22 • Apartarse de la verdad
es malo; sin embargo, estar en la verdad y juzgar conforme a
la realidad es bueno. 3. Aunque los hombres sólo son privados
voluntariamente de la verdad, también son privados [de ella],
engañados, embaucados, coaccionados, y porque no han tenido
fe. 4. Ahora bien, cuando se trata de bienes, los hombres son
privados contra su voluntad, pero son privados a pesar de todo,
cuando han sido presa o del engaño o de la seducción o de la
violencia, y que no han dado su asentimiento. Quien ha dado
su asentimiento, es evidente que por propia voluntad es libre
ante su propia ruina. Es víctima de engaño quien cambia de pa-
recer por olvido, pues el tiempo se lleva a unos, el sofisma a
otros, sin que se den cuenta. Por otra parte, con frecuencia, hay
violencia cuando la pena y el dolor o incluso el ardor de la dis-
cusión y la cólera hacen cambiar de parecer; y sobre todo, uno
es víctima de seducción bien por la magia del placer o por el
estremecimiento del temor 23 • Estos cambios son todos involun-
tarios, y la ciencia no acogerá jamás nada de ellos.

20. Sobre la «inspiración» de los autores paganos, inferior a la de la sa-


grada Escritura, cf. J: RUWET, Canon, pp. 86-91. La expresión «inspirado por
Dios» se refiere a la inspiración poética: P. CAMELOT,Les Jdées, p. 59; E.
MoLLAND, The origin, p. 118.
21. PLATÓN, Crito, 46 B.
22. Posible reminiscencia de PLATÓN,JI Ale., 146 A-C: A. MÉHAT, Étude
sur les Stromates, p. 390, nota 296.
23. Cf. PLATÓN, Resp., 111, 413 A-C. Un comentario sobre este pasaje
puede verse en P. NAUTIN, Notes, pp. 623-625.
164 l:'tpCÓµma I, 9
r
;

Kecpá1a1.ov IX 79 se

43.1. "Ev101 fü: EU<pt>Et<; oióµevo1 Eivm á.~toUO'lµr¡tE


qnAOo-o<pÍCX.<;a.1ttE0"0m µr¡tE 0taAE1Ctt1CT1<;, á.A.'Ai:J.
µ'flfü: t'flV
q>t>O'llC'flV
0eropía.v e-icµav0ávEtv, µÓV'flVfü: 1eai 'lflA'flVt'flV
5 1tÍO'tlV0.7t<ll'tOUO'lV, 000'7tEpEi µ'flOEµÍav -iisíouv emµÉA.Eta.V
7tOl'flO'<lµEVOl'tll<; á.µ1tD.ou ru0u<; E~ Ó.PXÍl<; tOU<;J3ótpua<; 29 GCS
Aaµí}áve1v. 2. 'i1µ1reADq fü: ó 1eúpto<;a.AA'flyope'itm,1tap'
o'i>µEt' emµEAEÍ<x<; 1eai tÉXVll<;
yEOOpytlCll<;
tÍl<;Kata. tov A.Óyov
tov 1eap1tovtpt>'Y'fltfov.KAaOeuo-m OE'i,O'lC<l'lf<ll, a.vaOT10-m
10 1eai ta. AOma. 1t01110-m, Oprnávou tE, oIµm, 1eai µa1eÉAAll<;
lCCllt&v a.A.A.OOV opyávrov t&v yEOOpyllCOOV 7tpü<;t'flVemµÉAEta.V
tÍl<; a.µ1tÉAOU xpda, i'.va 11µ'ivtOV EOcÓOtµov 1Cap1tovElC<prJVTI-
3. Ka0á1tEp fü: ev yeropyíq. oütro 1eai ev iatpucf¡ XP'flO"to-
µa~<; e1ecivo<;ó 1to11e1A.rotÉprov µa~µátrov CX'lf<͵evo<;, CÍ><;
15 J3€Attov yeropye'iv tE 1eai úy1á~e1v oúvao-0m, 4. oütro
1CO.Vtau0aXP'flO"toµa~ <p'flµltOV 7t<lVta E7tt t'flV a.A.r¡0Eta.V

4-5. Cf. Protr., 42, 1; 92, 1; 115, 5; Strom., 1, 45, 1; 11, 1, 2; IV, 100,
6; V, 2, 5; 9, 2; 11, 1; 18, 3; 26, 1; 53, 3; VII, 55, 2; 57, 3; 74, 2.
7. Jn. 15, 1; cf. Paed., I, 15, 3; 36, 5; 38, 2; Strom., V, 48, 5.8; etc.

13. oÜ'tro: insert. Stahlin.


Stromata I, 43,1-4 165

Capítulo IX

43. 1. Algunos 1 que se creen bien dotados estiman que es


inútil dedicarse tanto a la filosofía como a la dialéctica, ni tam-
poco adquirir la ciencia natural, sino que se adhieren 2 a una
sola fe y simple3, como si pensaran que se puede empezar en
seguida a recoger las uvas, sin haber tenido ningún cuidado de
la viña 4 • 2. La viña 5 designa alegóricamente al Señor, del que
es necesario recoger su fruto después del cultivo y técnica de
la agricultura conforme a la razón 6 • Es necesario podar, cavar,
injertar y hacer todo lo demás; se necesita, me parece, de la po-
dadera, de la azada y de los otros instrumentos agrícolas para
cultivar la viña, a fin de que nos proporcione el fruto comes-
tible. 3. Lo mismo q~e en la agricultura, así también en la me-
dicina está bien instruido el que posee los conocimientos más
variados, para poder cuidar y curar mejor; 4. así, digo también

1. Se refiere a todos los gnósticos herejes en general, y especialmente a los


discípulos de Basílides: J. CoGNAT, Clément d'Alexandrie, p. 28.
2. El significado del verbo compuesto a1tmtÉco expresa las exigencias que
el gnóstico tiene ante Dios: M. BERCIANO, Tiempo humano, p. 150.
3. Esta «fe simple» o fe común es el fundamento de la vida cristiana, es
decir, el comienzo de la salvación, pero no. su perfeccionamiento o fin: S. R.
C. LILLA, Clement, p. 136. Se trata de la fe religiosa que admite como ver-
dadero lo que la Escritura dice, pero que no se detiene en mayores investi-
gaciones ni demostraciones; esta fe, que acepta las Escrituras sagradas, es la
expresión cristiana de la noción innata sobre la existencia de Dios: A. LE Bou-
LLUEC,Stromate V, 11, p. 20. La expresión «algunos» se refiere por tanto a
hombres que están dentro de la Gran Iglesia; cf. E. DE FAYE, Clément, p.
139; G. BARDY,La vie spirituelle, 11, pp. 13-14; CH. RIEDWEG,Mysterienter-
minologie, p. 139.
4. Clemente critica a los que niegan el papel del esfuerzo humano en el
proceso de salvación: J. DANIÉLOU, Message, p. 280. El esfuerzo humano, el
«cuidado de la viña» es precisamente la crítica de la filosofía y de la cultura
pagana.
5. Jn. 15, 1. En otros lugares de sus escritos, Clemente asocia la «viña»
con la vida eterna (Quis div. salv., 37, 6).
6. Sobre la importancia del conocimiento lógico o racional, cf. E. F. Os-
BORN, The Phi/osophy, pp. 146-157.
166 l:'tpCÓµa-ca 1, 9

a.vmpépov'tcx,COO'tE a.no
lCCXl yEroµE'tpÍex<; lCCXt µoU<HKÍl<,; lCCXl
ctnOypaµµattKÍlc; x:al cptA.ooocpíac; aÚTÍlc;6pe1tóµevov tO
XP'IÍ<Hµova.vEmj3oÚA.EU'tOV <pUA.<X<J<JEtV'tllV 1tÍ<J'ttV. Ilcx-
óx; 1tpoEÍpr¡'tm, a.AA' Eic; 'tllV
popa.'tm fü: -.ccxió a.0:A.r¡'tlÍc;,
5 crÚv'tcx~tvcruµj3cx'A.A.ÓµEvoc;.
44.1. Atl'tÍ-.ccx -.ccxi 1CUl3EpV1Í'tT\V 'tov 1to'A.Ú1tEtpov
E1tCXlVOUµEV, oc; lWMmv áv0pmnrov ei&v amea, lCCXl impov 741PG
'tov EV 1tEÍp~ no')..)..,füvyEyEVr¡µévov · ~ nvE<,; -.ccxi 'tov
eµ1tEtpt1COV 2. ·ofü:1tpoc;'tOVj3íov a.vcx<péprov
<X.VCX1tA.<X't'tOU<HV.
10 ElCCX<J'tCX 'tOV op0ov ElC 'tE 'tO>V 'EUr¡vtlCO>V lCCXl'tO>V
j3cxpj3cxpt1CO>V Ú1to<>EÍyµCX'tCX lCOµÍsrov1tOA.1>1tEtpO<,; Oil'tO',;'tll',;
a.'A.r¡0dcxc;ixvEu'tllc; -.ccxi'tq> ov'tt n0Avµ1rn;, <>ÍlCT\V 't'Íl<,;
j3cxcrávou'A.í0ou (ft <>'E<J'ttAuo11 fücx-.cpÍvEtv1tEm<J'tEuµévr¡ sose
'to vó0ov a.1to 'tOU i0cxyEvouc;XPU<JÍOU)lCCXli-.ccxvoc;rov
15 xropÍSEtV,Ó lCOAVlOpi; f¡µ&v lCCXlyvrocrn-.cóc;,<JO<pt<J'ttlCTlVµev
<pt'A.ocro<pícxc;,
-.coµµro'ttlCTlVfü: yuµvcxcr'ttKÍl<,;
-.ccxiO'lf01tOtt1CT1V
ÍCX'tptKÍl<,;lCCXlPT\'tOPllCTlV <>tCXA.ElC'ttlCll',;
lCCXl. µE'tCX'tCX',;a.'A.'A.cxc;
-.ccxi'tCX',;
-.ccx'tcx
'tllV j3ápj3cxpov<pt'A.ocro<pÍcxv cxípfoEt<,;CXUTÍl<,;
TÍl<; a.'A.r¡0Eícxc;. 3. n&c,; fü: ou-.c a.vcxy-.ccxtov 1tEpi vor¡'trov

1-2. Cf. Strom., I, 30, 1. 4. Cf. Strom., I, 16, 1. 4-5. Cf. PLATÓN,
Resp., III, 404 A; Paed., 11, 2, 1. 7. HOMERO, Od., 1, 3. 8-9. Cf. As-
CLEPIO, In Met., 9.10; DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., IX, 116. 12. HO-
MERO, Il., 1, 311.440; III, 200.216; etc. 12-13. Cf. PLATÓN, Grg., 487
A. 15. HOMERO, Od., XV, 459. 16-17. Cf. PLATÓN, Grg., 465 C.
18. Cf. Strom., I, 22, 1; 40, 2; 57, 1; 11, 1, 1; etc.

4. óx;ltpOEÍpTj'tat: EJC'tO<;
pCÓµTj<; ouOÉv Stahlin y Caster. 7. doev: tOEV
Allen. 8. YE"fEVTjµÉvov:YE"fEVTjµÉvrov Potter. 14. JCat: coniec. Mayor.
16. q>tM><Joq>ia<;:
q>tM><JÓq>OU Potter. 18. JCat: coniec. Stahlin. //. 'ta<;: 't'Íl<;
Potter.
Stromata I, 43;4-44,3 167

que está mejor instruido quien dirige todos sus esfuerzos a la


verdad, recogiendo adecuadamente cuanto de útil tiene la geo-
metría, la música, la gramática~ y la misma filosofía, para man-
tener la fe ausente de asechanzas 7 • También es despreciado el
atleta que, corno se ha dicho anteriormente, no se prepara para
la competición 8•
44.1. Al mismo tiempo, también alabarnos al piloto que es
gran experto y conoce la ciudad de muchos hombres 9; y al mé-
dico que ha adquirido una gran experiencia. Por ella, algunos
le llaman empírico. 2. El que utiliza [todo] con miras a la vida
recta y torna prestados argumentos tanto de los griegos corno
de los bárbaros, ése tal es un gran experto rastreador de la ver-
dad, y es realmente de gran utilidad'º; a modo de piedra de
toque (que es [una piedra] de Lidia por la que, según se cree,
se distingue el oro verdadero del falso) 11, ese [hombre] también
es capaz de distinguir al que sabe mucho 12, de nuestro gnósti-
co; la sofística, de la filosofía; el arte de adornarse, de la gim-
nasia; el arte culinario, de la medicina; la retórica, de la dialéc-
tica; en fin, entre las otras doctrinas, que hay en el campo de
la filosofía bárbara: la herejía, de la verdad misma. 3. ¿Cómo

7. Para Clemente la verdad es una, y toda idea verdadera participa de esa


unidad, que él trata de buscar en las culturas más antiguas. Este es el méto-
do del Alejandrino.
8. El sentido es el siguiente: hay que prepararse muy bien para combatir
a los sofistas y herejes. P. NAUTIN, Notes, p. 626, se pregunta a qué pasaje
alude Clemente, y afirma que no es fácil deducirlo, porque no tenemos el co-
mienzo de este libro de los Stromata. Sin embargo, parece que el Alejandri-
no alude al atleta voluptuoso, del que ha hablado en Strom., I, 16, 1. Aquí
se refiere, sensu contrario, al atleta profesional, también con reminiscencia de
PLATÓN,Resp., 111, 404 A, donde se afirma: «Necesitamos, pues, de un régi-
men de vida que favorezca más la salud de nuestros atletas guerreros, los cua-
les, como los perros, deben estar a todas horas en vela y con el oído y el ol-
fato siempre alerta, cambiando con frecuencia en campaña de aguas y de ali-
mentos o padeciendo los rigores de las estaciones sin que su salud vacile lo
más mínimo».
9. HOMERO, Od., 1, 3.
10. ID., Il., I, 311.440; 111, 200.216; etc. Clemente presenta a Ulises como
imagen del cristiano prudente que conoce las ciencias humanas y la sabiduría
divina. Sobre el personaje homérico en la literatura del primitivo cristianismo,
cf. H. R.AHNER, Griechische Mythen, pp. 365-487.
11. Clemente parece aludir al pasaje de PLATÓN, Grg., 487 A, donde se
mencionan esas piedras con las que se probaba la calidad del oro.
12. HOMERO, Od., XV, 459. El adjetivo 7tOAÚt0pti;(que sabe mucho, expe-
rimentado) encierra un matiz negativo.
168 L'tpCÓµm:a.I, 9

<ptA.O<JO<pOUV'tO.Ota.A.a.¡3Eiv'tOV E1tt1to0ouvm 'tTJ~'tO'Ufü:ou


ouvá.µeco~erníi30A.ovyevfo0m; II&~ OEouxi KO.lOtmpe'icr0m
XP~crtµov 't(X.~'tE cxµq,1!3ÓA.ou~ <pcova.~'t(X.~'tE óµcovúµco~EK-
<pepoµÉva.~x:ma. 'ta.~ oia.(híx:a.~;4. Ila.p' a.µq,1!30A.Ía.v ya.p ó
5 X:ÚptO~'tOV 0tá.l30A.Ovl((l't(l 'tOV 'tO'U1tEtpa.crµou cro<pÍ~E'ta.t
XPÓVOV, KO.loux:Én 'éycoyeEV'ta.u0a.cruvop&, 01tCO~ 1tO'tEó 'tTJ~
<ptA.ocro<pía.~
KO.l 'tTJ~ Ota.A.EK'tlKTJ~ EÚpE't~~.ro~'tlVE~ Ú1to-
A.a.µl3á.voucrtv,1ta.pá.ye'tm 'tql x:m' a.µq,1!30A.ía.v a.1tmcÍ>µevo~
'tpÓ1tq>.
10 45.1. Ei OEoí 1tpO<pTJ'ta.tKO.loí a.1tÓ<J'tOA.Ol ou 't(l~ 'tÉXVO.~ 30 GCS
eyvcÍ>KEO'O.V, Ot, ©V 't<l l((l't(l <ptA.Ocro<pía.v Eµ<pa.ÍVE'ta.t
yuµvá.crµa.m, a.A.A.'ó VO'U~YE 'tO'U1tpO<pT\'tlKO'U KO.l'tO'UOt-
oa.crx:a.A.tKO'U1tveúµmo~ emx:ex:puµµÉvco~A.a.A.oúµevo~ Ota. 'to
' , -;-- ' ,... , , ' ' ,
µT\ 1tO.V'tCOV Etva.t 'tT\V <JUVlElO'O.V O.KOT\V, 't<l~ EV'tEXVOU~
15 Cl1ta.t'tEl1tpo~ cra.<p~VElO.V OtOa.crx:a.A.Ía.~. 2. 'Acr<pa.A.&~ ya.p
eyvcÍ>x:ma.v'tOV VO'UVEKElVOVoí 1tpO<pTJ'ta.t KO.l oí 'tO'U
1tveúµmo~ µa.~mí · ex: ya.p 1tÍO''tECO~ x:a.1 ~ oux otóv 'tE
p~oíco~ ro~ 'tO 1tveuµa. ELPT\KEV, a.A.A.'oux oÜ'tco~ex:oÉ~a.cr0m
µ11 µeµa.~KÓ'ta.~. 3. Ta<; 8e évwÁá<;, <¡)T\O'ÍV, ánóypal/fal
20 8i<J<JÓJ<;
f3ovÁTJ<Jel1cai yvCÓ<Jelwv áno,cpíva<J0ai ÁÓyov<;
á}.,178eÍa<;wz<; 1rpo/3aÁÁoµévoi<;<JOl.4. Tí~ oi>vr¡ yv&crt~'tou
a.1tox:píva.cr0m; "H'tt~ x:a.1 wu epco'tav· EtT\ o' a:v a.Ü'tT\

4-6. Cf. Mt. 4, 4; Le. 4, 1. 12-14. Cf. 1 Co. 8, 7. 19-21. Pr. 22, 20-
21. 22-1,170. Cf. PLATÓN, Cra., 390 C; Strom., I, 39, 4.

14. cruvteicra.v:cruvcicrav Potter. 16. EJCEtvov: Potter. 17. oióv


EJCEÍvc.ov
'tE: insert. Stahlin. 18. ~: yvoovm Stahlin y Früchtel. //. OÜ'tlo~: add.
coniec. otóv 'tE Stahlin. 19. a1tóypmvm: amrypávm Potter. 22. "Hn~: e
'tt~ Potter.
Stromata I, 44,3-45,4 169

no va ser necesario que quien desee tener consigo la fuerza de


Dios 13 pueda, detalladamente y de manera filosófica, explicar las
cosas inteligibles? ¿Cómo no va a ser útil que sepa discernir los
términos ambiguos y los homónimos que cambian de sentido
en los [dos] Testamentos? 14 4. Mediante una ambigüedad, cuan-
do fue tentado, el Señor argumenta al diablo 15; y desde enton-
ces no veo cómo el inventor de la filosofía y de la dialéctica,
como algunos pretenden, se deje engañar y perder por el mé-
todo de la ambigüedad.
45.1. Los Profetas y los Apóstoles no conocieron cierta-
mente aquellas técnicas con las que se practica la formación fi-
losófica; no obstante, también el pensamiento del Espíritu pro-
fético y didáctico, hablando en términos obscuros, puesto que
no pertenece a todos el descubrirlo y entenderlo, reclama los
métodos didácticos para hacerlo evidente. 2. Los Profetas y los
discípulos del Espíritu conocieron claramente aquel pensamien-
to; porque el Espíritu habló desde la fe y no para [ser com-
prendido] fácilmente; y tampoco para ser conocido por quienes
no han recibido instrucción alguna 16• 3. Dice [la Escritura]: Se
escribieron dos veces los mandamientos para tu voluntad y tu
ciencia, a fin de que respondas palabras verdaderas a lo que te
pregunten 17• 4. Ahora bien, ¿cuál es la gnosis de lo que hay .que
responder? Acaso sea también la del preguntar, o sea, la dia-

13. Es decir, el «Espíritu de Dios», como sinónimo de Espíritu Santo: L.


F. LADARIA,El Espíritu, pp. 176 y 225. Para la fuente platónica de este pa-
saje, cf. J. WYTZES,The Twofold Way, 11, p. 146.
14. Clemente argumenta que no es sólo la necesidad de acomodarse a sus
lectores lo que le obliga a servirse de la filosofía, sino que también el mismo
mensaje ganará no poco sirviéndose de ella, como lo refleja en otros lugares:
Strom., I, 16, 1-3; 99, 4; etc. H. A. WOLFSON, La filosofía dei Padri, p. 53,
nota 47, afirma que los términos ciµq,Í~oM><; (ambiguo) y óµcóvuµo<;(homóni-
mo) parece que son usados aquí por Clemente de forma libre como sinóni-
mos; para la distinción técnica entre dichos términos, cf. ID., The Amphibo-
lus, pp. 151-173; J. PALUCKI,Principi fondamentali, p. 114.
15. Cf. Mt. 4, 4; Le. 4, 1. Sobre la «ambigüedad», como problema clásico
de la dialéctica escolar, cf. J. PÉPIN, La vraie dialectique, p. 377, nota 26.
16. Clemente utiliza enseñanzas pitagóricas, platónicas y peripatéticas para
explicar la tarea del Espíritu divino y su participación por los hombres. Aquí
debemos entender que el Espíritu de Dios es comunicado a todos los cre-
yentes; en correcta ordenación, los Apóstoles ocupan un lugar destacado. Para
la relación entre fe y Escritura, cf. E. ÜSBORN, Arguments for Faith, pp. 10-
12.
17. Pr. 22, 20-21.
170 Etpcóµam I, 9

OtaAEK'tllCll.5. Tí o'; Ouxt lC<lt'tO Ar:yeivepyov E<J'ttlC<lt'tO


1t01€tVElC'tOUA.Óyouyíve'tm; Ei yap µ11AÓycp1tpcxno1µev, 81 se
a.A.Óyo)(;1to10iµev a.v. To AOyllCOV fü: epyov lC(l't(X0eov
e1e'teAeim1· ,caiovoev xmpii;avwv tyévew, <pTJ<rÍ, wu AÓyou
5 'tOU 0eou. "H ouxt lC<ltó lCÚpto~A.Óycp 1tCXV't(l
enpacrcrev;
6. 'Epyáse'tm fü: lC(ll.'CCX
1CTJÍVTJ
EMUVÓµevaCJ.V<l'"f1C<Xsovn 'tép
cpópcp.ÜUXt fü: lC<ltoi op0oool;a<r't<lt lC<lAOÚµevot epyot~ 744PG
1tpocr<pÉpov'tm lC<lAOt~,OUlCdoó'te~ U 1t010Ucrtv;

1-2. Cf. IsóCRATES, Ep., 3, 9. 4. Jn. 1, 3; cf. JUSTINO MARTIR, 1


Apol., 20, 3; Protr., 7, 3; Paed., 1, 60, 2; 97, 3; 111,33, 3; Strom., VI,
58, 1; 95, 1; 125, 1; 163, 3; 145, 5; VII, 17, 2; Exc. ex Theod., 45.
5. Cf. Gn. 1, 3ss. 7-8. Cf. Le. 23, 34; SÉNECA, Ep., 94, 11; Strom., 1,
38, l.

4. outt:mut. Aland.
Stromata I, 45,4-6 171

léctica misma 18• 5. Pero, ¿qué? ¿No es también el razonar una


tarea, y el trabajar no nace de la razón? Sí, porque si no ac-
tuamos con la razón, trabajamos irracionalmente 19• La tarea ra-
zonable se realiza conforme Dios [quiere]. [La Escritura] dice:
Y sin El no se hizo nada 20 , [o sea] sin el Logos divino. O tam-
bién, ¿no hizo todo el Señor mediante la Palabra? 6. También
las bestias trabajan, pero obligadas por el temor de quien cas-
tiga. ¿Y acaso, en verdad, los llamados de opinión recta han de
trabajar bien sin saber lo que hacen?

18. Sobre la naturaleza de la dialéctica, distinta de la retórica, en el Ale-


jandrino, cf. J. PÉPIN, La vraie dialectique, pp. 375-377.
19. Es decir, en disconformidad con las directrices enseñadas por el Logos
divino: C. MONDÉSERT, Vocabulaire, p. 262.
20. Jn. 1, 3.
172 I.'tpÓ>µcna I, 10

KecpáA.atov X s2se
46.1. ~tcx 'tOÚ'tOoi>V ó <HlYCllP a.pwv A,(l~O)V7tpO>'tOV
EMAT\O"EV KClt euxcxpÍO"'tT\O"EV · ehcx dácrw; 'tOV a.p'tov
1tpoé8rt1CEV,i'.vcx 011 <páyroµev AoytKro;, lCClt 'tcx; ypcx<pcx;
5 emyvÓv'te; 1t0At'trucrcóµe0cx Kcx0'Ú1tcx1COT)V. 2. Kcx0á1tepfü: oí
AÓyo¿XPCÓµevot7tOVT\Pql ouoev 'tffiVf-P'YO) xproµévrov 7tOVT\Pql
Otcx<pÉpoucrtv (d ycxp Otcx~All ~Í<pou; füá.Kovo; lCCltAÚ7tT\V
Eµ1totE'i~AClO"<pT\µÍcx,
E~ cbv cxi 'tOÚ~íou <lVCl'tp07tClÍ, epycx'tOÚ
7t0VT\POÚ AÓyou EiEVO.V'tClÚ'ta), OÜ't<O lCCltoí AÓyo¿aycx00
10 lCEXPT\µÉvotcruveyyÍ~OUO"t'to'i; 'tCX lCClACX 'tffiV epyrov
Em'teAoúcrtv. 3. 'AvcxK't<i'tmyoúv KClt ó AÓyo; 'tllV 'l'UXllV
Kcxtfot KClAoKaycx0icxv 1tpo'tpÉ1tn· µcx1Cápt0;Oe ó 1teptOÉ~t0;.
ÜÜ't' O'OV~AClO"<pT\µT\'tÉo; ó EU7tOlT\'tl1CO; 1tpo; 'tOÚ eil AÉynv
OuvcxµÉvououoe µ11v lCCllCtO"'tÉo; ó otó; 'tE eil AÉynv 1tpo;
15 'tOÚ EU 7t0tElV E7tl'tT\OEÍOU · 1tpo; OE o ÉlC<l'tEpo;1tÉ<pU1CEV
EVEpyoÚV't<OV. 4. "O o' oilv 'tO epyov OEÍKVUOW, 'tOÚ'tOÜ'tEpo;
AcxAE'i,ofov É'totµá~rov 'tft eu1toti~ 'tllV óoov KClt E7tt 'tllV
euepyecrÍClva.yrov 'tou; <llCOÚOV'tCl;. "Ecnt ycxp lCCllO"<O'tT)pt0; 31GCS
ro;
AÓyo; lC(llepyov O"<O'tT)ptOV. 'H OtlCCltOO"'l>VT\
yoúv 0'\) xropt;
20 AÓyou cruvÍO"'tmm.

2. Cf. Protr., 87, 3; Paed., I, 100, 1; Strom., VI, 46, 1; etc. 2-3. Cf.
Mt. 26, 26; Me. 14, 22; Le. 22, 19; 24, 30; 1 Co. 11, 23-24; Strom.,
VII, 76, 4. 7. Cf. PLUTARCO, Moralia, 221 C; CICERÓN, Tusc. disp.,
IV, 43. 13-16. Cf. PLATÓN, Resp., IV, 423 D. 18-19. Cf. Strom., 11, 5,
3; IV, 39, 1; 99, 2; 109, 3; 117, 2; V, 7, 1; VI, 77, 5; 91, 2; 115, 1; 122,
4; 125, 5; yn, 35, 3; 48, 4.

7. Ei: Í'1Potter. 15. o:cpPotter.


Stromata I, 46,1-4 173

Capítulo X

46.1. Por eso el Salvador\ después de coger el pan, pri-


mero habló y dio gracias 2 • Luego, partiendo el pan, lo ofre-
ció para que comiéramos espiritualmente, y, conociendo las
Escrituras, nos condujéramos conforme a obediencia 3• 2. Al
igual que quienes tienen una conversación vil y en nada se di-
ferencian de los que realizan una tarea defectuosa (pues la ca-
lumnia es servidora de la espada, y la blasfemia produce tris-
teza, originando los desfallecimientos de la vida: tales son los
efectos del mal discurso), así también quienes han mantenido
una buena conversación colaboran con los que hacen buenas
obras. 3. También la actividad racional regenera al alma y la
orienta· hacia una conducta intachable; dichoso quien se ma-
neja bien en los dos campos 4 • El que tiene el don de las bue-
nas obras no debe hablar mal del que es hábil en palabras, y
quien tiene la capacidad de hablar bien no debe enfrentarse a
quien está acostumbrado a obrar bien; cada uno haga [aque-
llo] para lo que ha nacido. 4. Así pues, lo que muestra la ac-
ción, lo explica la palabra, preparando así el camino del bien
hacer y conduciendo a los oyentes a la práctica del bien. En
efecto, la palabra es salvadora, lo mismo que es salvador el
trabajo. La justicia, pues, no se constituye sin tener en cuen-
ta lo razonable.

l. Este título cristológico es uno de los preferidos por Clemente: A. BRON-


TESI,La soteria, pp. 298-305 y 308s.
2. Cf. Mt. 26, 26. Sobre la composición de estas expresiones, cf. M. MEES,
Das Matthaus-Evangelium, pp. 696-697.
3. Para Clemente, la Escritura no sólo es luz para la inteligencia, sino ali-
mento esencial y diario para el alma fiel. En este sentido, conocer la Escri-
tura es comer un «pan». Esta idea es frecuente en sus escritos: Paed., 111, 40,
1; Strom., I, 100, 2; V, 70, 1; VII, 104, 4. Para el significado de AOytK~ (es-
piritualmente), cf. C. MONDÉSERT,Vocabulaire, p. 262.
4. J. RUWET,Les «agrapha», p. 134, afirma que no se ha de ver aquí «agrap-
ha» alguno.
174 I:1:pÓ>µa,:aI, 10

47.1. 'Qc; fü: 'to etJ ná.crxeiv neptmpet'tm, eav 'to etJ
1tOlEtV<l<pÉAfOµEV, OÜ'tcoc; TJÚ1t<XK01l K<lt 1tÍcrnc; <lVatpEt'tat
µ1he 't'Ílc; EV'tOA'Ílc; µfi'te 'tou 't'TlVEV'tOAllVcra<pTJVtOUV'toc;
cruµnapaA<Xµj3avoµÉvrov.2. Nuv1 fü: <XMTJAfOV eveKa
5 E'\>1tOpouµev K<llAÓyrovK<llepyrov, 't'TlVfü: EplO''tlKTJV 'tE K<ll
cro<ptO"'tlK'TlV'tÉXVTJV napm'tTJ'tÉov 1tav'teAfOc;,e1td Kat aí
AÉ~etc; au'tat 'trov cro<ptcr't&vou µóvov "(OTJ'tEÚoucrt K<Xt
KAÉ1t'tOUO'l 'touc; 7tOAAOÚc;, 13tasóµevm fü: fo9' O'tEKaoµeíav 83 se
VÍKTJV <l1tTJVÉyK<XV'tO. 3. Ilav'toc; yap µaAAOV<XATJ0ric; ó 'lf<XAµoc;
· ·o <>ÍKmoc;(7Jae-rm EÍ<; -rÉÁo<;,
10 eKe'ivoc; onov1C OlfFE-rai
1Camq,8opáv, omv ron O'O<f'OV<; a1ro8vf¡a1Covm<;.Tívac; <>11
O'O(j)OU<;
AÉ"(Et;"AKOU<JOV EK 't'Íl<;cro<pÍac;'ITJ<JOU· OV1(ean
aoq,Ía 1rov17pÍa<;énza'l'1}µ17. TaÚ'tTJV011 AÉ"(et,11venevÓTJcrav
'tÉxvm AEK'ttKaÍ'tE K<Xt füaAEK'ttKaÍ.4. Z17'l"T}O'El<;
oóv aoq,Íav
15 ,rapa 1Ca1Co'i<; 1Cai ovx EVP1JC7el<;. Ka.v 1tú6n 7tÓ.AlV º 1toíav

't<XÚ'tTJV;
I-róµa ót1CaÍOv<pficreicrot a,roa-rá~el aoq,íav. I:o<pÍa
fü: óµrovúµcoc;'t'Íl <XATJ0EÍ~ fi cro<ptO''tlK'Tl
AÉ"(E'tm'tÉXVTJ.
48. t. 'Eµo1 fü: eiKÓ'troc;,otµm, 7tpÓKEt't<llj3iouv µev
K<l'ta 'tov AÓyovK<Xtvoe'iv 'ta <JTJµmvóµeva,euyAfO't'tÍ<XV oe 745PG
20 µfi 7tO'tE STJAOUV't<X npKe'icr0m µóvcp 'tq> aiví~acr0m 'tO
vooúµevov. '07toícp O€ ovóµa'tt OTJAOU't<ll 'tOU'tO 07tEp
7t<lp<l<J't'Íl<Jm
j3oúMµm, ou0Év µot µÉAEl. I:ro~vm yap Etl
oto' O'tl K<ll cruvá.pacr0m 'tOtc; crcpsecr0m "(AtxoµÉvotc;
j3ÉA'tlO''tÓVE<J'tlV,ouxl cruv0e'ivm 'ta AE~EÍOlaKa8á.1tep 'ta
25 KÓcrµta. 2. Kliv q,vAá~17<;,<pTJcrtvó Ilu0ayópeioc; ev 'tq>
IlAá.'trovoc;IloAtnKq>, -ro µr¡ mrovoá(eiv é1ri w'i<; óvóµaai,
7rAOVO'lÓJ'l'epO<;EÍ<;yijpa<; avaq,aV'T}O"!J 3. Kat ev
q,pOVTJO'eOJ<;.

8-9. Cf. PLATÓN, Resp., 111,413 A; ZENOBIO, Paroem., IV, 45; Oró-
GENES LAERCIO, Vit. phi!., V, 34; Strom., I, 42, 3. 10-11. Sal. 48, 10.11.
13. Si. 19, 22. 14-15. Pr. 14, 6. 16. Pr. 10, 31. 17. Cf. Strom., 1, 24, 1.
25-27. PLATÓN, Plt., 261 E.

2. aq>ÉAWµEv: Potter. 5. dmopouµEV: E\l1top&µEvSchwartz.


aq>EA.oUµEV
7. IC<Xt:coniec. Mayor y Stahlin. 25. q>UMÍ~w;:füaq>uA.á~n~ Burnet.
27. Et~: add. to Burnet.
Stromata I, 47,1-48,3 175

47.1. De la misma forma que se suprime la posibilidad de


recibir un beneficio, si quitamos la facultad de hacerlo, así tam-
bién la obediencia y la fe son abolidas, si no recibimos al mismo
tiempo tanto el mandato como al que ordena el mandato.
2. Por eso, con la ayuda de unos y otros, nosotros somos ricos
en palabras y obras; pero hay que rechazar completamente tanto
el arte erístico como el sofístico, ya que las expresiones mismas
de los sofistas no sólo engañan, sino que sorprenden a muchos,
y utilizadas de manera violenta han conseguido a veces una vic-
toria cadmea 5. 3. Lo más verdadero de todo es aquél salmo: el
justo vivirá hasta el fin, pues no verá la destrucción, sino que
contemplará cómo mueren los sabios 6 • Y ¿a quiénes llama sa-
bios? Escucha [el libro] de La sabiduría de jesús : La sabidu-
ría no es la ciencia del ma/7. Llama [sabiduría] a esa que han
imaginado tanto la elocuencia como la dialéctica. 4. Buscarás la
sabiduría entre los malvados y no la hallarás 8• Y si de nuevo
se preguntara: ¿Cuál es esa [sabiduría]? Te dirá: La boca del
justo destila sabiduría 9 • Por el contrario, el arte de la sofística
es llamado sabiduría por homonimia con la verdad.
48.1. En cuanto a mí, pienso que me conviene una vida
conforme al Logos y meditar sus explicaciones, y, sin buscar
jamás el contentarme con el solo estilo, adivinar el pensamien-
to [a través del simbolismo]. Porque lo que yo deseo confiar
puede expresarse con cualquier término, y no me preocupa [en
absoluto] 10• Sé bien que para salvarme y ayudar a salvarse a los
que lo desean es lo mejor, y no el utilizar expresiones como
bien adornadas. 2. Dice el Pitagórico en El político de Platón:
Si cuidas de no preocuparte en exceso de los nombres, te mos-
trarás como el más rico de inteligencia en la ancianidad 11 • 3. Y

S. Se trata de una expresión griega referente a la victoria tenida después


de una batalla inútil para los dos contendientes, como ocurrió en la que se
enfrentaron Eteocles y Polinice, los héroes de la ciudad de Cadmos, en Tebas,
en la que se mataron el uno al otro en célebre duelo. La ciudad de Cadmos
dio origen al nombre de esta clase de discusiones.
6. Sal. 48, 10.11.
7. Si. 19, 22.
8. Pr. 14, 6.
9. Pr. 10, 31.
10. Sobre las preocupaciones literarias de Clemente, cf. G. W. BlJITER-
WORTH, Clement of Alexandria and Art, p. 75-76.
11. PLATÓN, Plt., 261 E.
176 Ii:pÓ>µam I, 10

YE 'tql 0ECX.l'tTJ'tql
EÜpot<; a.v 7t<lAlV
· ro 8e evxepe; rmv
óvoµármv re K"ai p17µármv K"ai µ11 8i ' cfrpif3eía;
é~em(óµevov ra µev 1rOAMOVK" arevvi;, aA.AaµaAMV ro
wúwv évavríov aveÁev0epov, ECT"ClV 8' ore avaYK"aí'ov.4.
5 Ta.,mx ro<;EVlµá.AlO''t(lOla. ~pa.xécovE~TJVE)'KEV11ypmpfi, µ11
1ro..1v;
év pf¡µaai rívov AÉyoucra.· 11µEv ya.p AÉ~1<; otov fo6T1<;
ent crcóµmo<;,'ta. fü: npá.yµma. crá.picE<;
dcrt ica.t VEÚpa..Ou
XPll wívuv 't'Íl<;fo6Ílw<; 1tpo 't'Íl<;'tOÚ crcóµmo<;O'CO't'TlpÍa.<;
32 GCS
icfi<>Ecr0m. 5. El.>'tEA'Ílya.p oú µóvov <>Ím'ta.v,a.AA.a.ica.t A.Óyov 84 se
10 f1..0'1C11'tfov
a.népt't'tÓv 'tE ica.t a.1tEpÍEpyov'tql 'tOVa.Ari6Íl ~íov
E1ta.vnpriµévq>,d YE'tllV 'tpucp11vro<;c>OA.Epá.v "CElC(ltnO'CO'tOV
na.pmw͵E0a., ica.0á.nEp 'to µúpov ica.t 'tllV nopcpúpa.v oí
1ta.Aa.l0tAa.icEc>mµóvwt,<>oAEpa. µEv 'ta. Etµma., <>oAEpa. <>E
'ta. xpícrµa.'ta. Ú1toAa.~ÓV'tE<; op0éo<;lC(lt ovoµá.cra.V'tE<;, E7tEt
15 'tpEcpÓV'tCOV t::XOUO'a.'ta. ll<>Úcrµa.'ta.
µTJ'tEAÓyouXPTlO'l<; f1..0''tEía.
ll 'tÉpnnv µá.AAOV11ro<pEAEtv 'tOU<;a.icoúov'ta.<;c>uva.µévri.6.
Moúcra.<;l:E1pfivcovll<>ÍOu<; llYEtcr0m nu0a.yópa.<; na.pmvEt,
'ta.<;crocpÍa.<; fü6á.criccov,a.1tmT)Aovfü:
a.cricE'ivµ11µE'ta. 11<>ov'Í1<;
'tllVnAAT)V OlEA.ÉyxCOV 'lfUxa.ycoyía.v.
LElP'ÍlVa.<;
()E1ta.pa.1tA.EÚO'a.<;

1-4. PLATÓN, Tht., 184 C. 5. Jb. 11, 3; cf. CLEMENTE DE ROMA, Ep.
ad Cor., 30, 5. 7-8. Cf. Mt. 6, 25; Le. 12, 22s. 11-13. Cf. HERÓDOTO,
Hist., III, 22; PLUTARCO, Moralia, 270 E; 646 B y 863 D-E.
13-14. Cf. ATENEO, Deip., XV, 686; SÉNECA, Quaest. nat., IV, 13, 9;
Paed., 11, 65, 1. 16-17. Cf. PORFIRIO, Vit. Pythag., 39; TEODORETO DE
CIRO, Graec. aff cur., VIII, 1. 19. Cf. Strom., 11, 9, 7; IV, 172, 1-2;
VI, 89, l.

13. EÍ'.µma: tµai:a Potter.


Stromata I, 48,3-6 177

todavía encontrarás nuevamente en el Teeteto: La facilidad en


los nombres y expresiones y el no observar críticamente muchas
cosas, no es indicio de ánimo vil; incluso lo contrario sería ser-
vilismo, aunque alguna vez es necesario12• 4. Eso mismo es lo
que dice la Escritura con una gran concisión: No te extiendas
en palabras 13 • En efecto, el estilo es como el vestido sobre el
cuerpo, pero lo importante son las carnes y los nervios. No
conviene cuidar más del vestido que de la salvación del cuer-
po. 5. A quien emprende la verdadera vida le es necesario no
sólo conservar una conducta sencilla, sino también un lenguaje
modesto, ajeno a las superfluas minuciosidades, si es que rehu-
samos la conducta confortable, porque es engañosa y está co-
rrompida, a ejemplo de los antiguos espartanos respecto al per-
fume 14 y la púrpura, pues pensaban que eran engañosos; y en
verdad que eran mentirosas esas cosas mencionadas y quienes
usaban ungüentos. Tampoco es buena comida la que contiene
más especias que alimentos nutritivos; ni el ejercicio elegante de
la palabra vale más cuando divierte a los oyentes que cuando
les es de alguna utilidad. 6. Pitágoras aconseja que es mejor gus-
tar de las Musas que de las Sirenas 15, y enseña a practicar la sa-
biduría sin gusto sensible, rechazando por completo como en-
gañoso el encantamiento. Para sobresalir frente a las Sirenas
bastó tan solo uno, y para responder a la Esfinge 16 también uno

12. lo., Tht., 184 C.


13. Jb. 11, 3.
14. Cf. G. PIN!, Stromati, p. 113, nota 12, para la etimología de µúpov (un-
güento), derivado de µÓpoc;en el sentido de «trabajo inútil».
15. Desde la época clásica de la antigua Grecia se impone la cifra de nueve
musas; a cada una se le fue asignando una función determinada, variable según
los autores. Así se atribuye a Calíope la poesía épica, a Clío la historia, a Po-
limnia la pantomima, a Euterpe la flauta, a Terpsícore la poesía ligera y la
danza, a Erato la lírica coral, a Melpómene la tragedia, a Taifa la comedia y
a Urania la astronomía. Según otra leyenda las Sirenas habitaban una isla del
Mediterráneo, entre la de Circe y el escollo de Escila, en las cercanías del
golfo de Nápoles, y con su música atraían a los navegantes que pasaban por
sus cercanías; los barcos se acercaban entonces peligrosamente a la costa ro-
cosa de la isla y zozobraban, y las sirenas devoraban a los imprudentes. Sobre
el alegorismo de las Sirenas, cf. H. RAHNER, Symbole der Kirche, pp. 249-
260; CH. RIEDWEG, Mysterienterminologie, p. 149.
16. Monstruo femenino de la mitología griega antigua, al que se atribuía ros-
tro de mujer, pecho, patas y cola de león y estaba provisto de alas como un ave
de rapiña. Se estableció en una montaña situada al oeste de T ebas, planteando a
los viajeros enigmas que no podían resolver, y entonces los mataba. Sólo Edipo
logró responder, y. el monstruo, arrojándose desde lo alto de la roca, se mató.
178 l'tpCÓµma I, 10

de; a.picó, iccú 't1l I.qnyyt únoicpwáµevoc; ÜAAO<;


de;, Ei fü: 748PG
~oÚAEcs0eµr¡fü: de;.
49. 1. Oüicouv nAa't'VVElV 't'a <pVAa,crrypza XP1Í 7tO'tE
icevo6o~íav ~T\AOUV'tac;, a.picó fü: 't(J)yvrocsnici?ica.vde;µóvoc;
5 a.icpoa't'Jlc;eúpe9ñ. 2. "Ecsn youv a.icoucsmicat Iltv6ápou 'tou
BotCO'tÍOu ypá<pov'tOc; ·
µi, npoi; anavmi; ávappfj~az 't'OV ápxaí'ov AÓyov.
fa(}' O't'E1l"l(T't'Ó't'a't'alcnrai; ó8oí,
'ICévrpov 8e µáxai; ó 'ICpa-runevmv Aóyoi;.

10 3. dtmEÍVE'tat oi>v Ei> µáAa ó µaicápwc; a.nÓcs'tOAoc;


1tapmvéov 11µ'ivµr, Myoµaxeí'v w 8z' ov8ev xpryazµov éni
'/Ca-raa-rpo<pfi't'WV <X'/COVÓV't'OJV,
rai; 8e /3e/3ryMvi; '/CEVO<pmvíai;
nepdama0az. 'Eni nkí'ov yap npo'ICÓnwvazv áaef3eíai;, 'ICai
ó AÓyoi; avrwv mi; rárrpazva voµr,v e~El.

1-2. Cf. HOMERO, Od., XII, 142-200. 3. Mt. 23, 5. 4-5. Cf. HERÁ-
CLITO, Fragm., 22 B 49; DEMÓCRITO, Fragm., 68 B 150; PLATÓN, Leg.,
11, 658 E - 659 A; CICERÓN, Brut., 51, 191. 7-9. PfNDARO, Fragm.,
180. 11-12. 2 Tm. 2, 14. 12-14. 2 Tm. 2, 16-17.

3. 1tA.a't'llVEtv: Aland. 7. apxaíov: ªXPEÍOVSnell. 8. óooí:


1tA.a't'llVOUCHV
ÓOot<;Potter. 11. 'tE 01': en'Aland. 13. 1tpOKÓ1t'tOUO"tV: 1tpOKÓ'1'0UO"tv
Aland.
Stromata I, 48,6-49,3 179

solo fue suficiente, aunque, s1 estáis de acuerdo, mnguno valía


nada 17 •
49.1. No es pues conveniente ensanchar las filacterias 18
cuando se desea vanagloria; es suficiente con el gnóstico, si bus-
cas un solo oyente. 2. Es digno de escuchar lo que dice Pín-
daro de Boecia:
¡No dejes estallar contra cualquiera una palabra inútil!,
porque los caminos del silencio son los más seguros;
por el contrario, la palabra fuerte es aguijón para la
riña 19•
3. También el bienaventurado Apóstol aconseja cumplida-
mente cuando nos insiste: No te ocupes de disputas vanas, que
para nada sirven, sino para perdición de los oyentes, y evita las
profanas parladurías. Conducen, en efecto, a una mayor impie-
dad, y su palabra aumenta su acción devoradora como una gan-
grena 20.

17. Clemente se refiere al viaje de Ulises (cf. HOMERO, Od., XII, 142-200),
que al pasar frente a la isla de las sirenas, prudente y curioso a la vez, mandó
a sus marineros que se tapasen los oídos con cera, y él se hizo amarrar al
mástil, con orden de que nadie lo desatase por insistentes que fuesen sus rue-
gos. Cuando comenzó a oír el canto de las sirenas, Ulises sintió un invenci-
ble deseo de ir hacia ellas, pero sus compañeros se lo impidieron. Se dice que
las sirenas, despechadas por su fracaso, se precipitaron al mar y perecieron
ahogadas.
18. Mt. 23, 5.
19. PíNDARO,Fragm., 180. Poeta lírico oriundo de Tebas que vivió entre
los años 518-442 a. de C.
20. 2 Tm. 2, 14.16-17.
180 l:tpÓ>µma I, 11

KecpáAaiov XI ssse
50. 1. AÜ'tTJoi>v f¡ aoq,ía rov ,cóaµov µmpía ,rapa
0eip éanv, KO:l 'tOÚ'tO)Vrcov <J'O<f)WV K:Úpwi;yzvÓJ<J'K:t:l rovi;
OlaMJyzaµovq O'l"leiai µáralOl. MTJi>El~ 'tOÍVUV x:o:uxácr0ro
5 f,V av0pro1tÍVT11tpoo:vÉxrovfüa.voí~. 2. Eü yáp 'tOl f,V 'téf,
'IEpEµÍ~ yÉypo:1t'tm· µi, ,cavxáa0m ó aoq,oi; év -rfi aoq,Í<f
avrov, ,cai µi, ,cavxáa0m ó iaxvpoi; év -rfiiaxvi avrov, ,cai
µi, ,cavxáa0m ó 1rMvawi; év rip 1rMvnp avrov, á,U, ' ij év
rovnp ,cavxáa0m ó ,cavxmµevoi;,avviévaz ,cai rzvoo,cezv orz
10 cyÓJ eiµi K:Úpwi;ó 1ro1wveÁeoq ,cai ,cpíµa ,cai 81,cazoavv17v
é1ri rijq rfii;, on év rovroii; ro 0é}.,17µáµov, Aéyei rupwi;.
3. "/va µi, 1re1roz0ó-rei;d'Jµevéq,' éavroí'q, á}.,}.,'é1ri rip 0eip
rip éyeípovn rovq ve,cpovi;, Ó a1tÓO''tOM~(j)TJO'lV,oi; fr 33 GCS
'l"1]Al1COVWV 0aváwv éppvaaro f¡µaq, í'va f¡ 1ríani; f¡µwv µi,
15 ií év <J'O<f)Í<f áv0pm,rmv, á}.,}.,' év 8vváµe1 0eov. 'O yap
,rvevµamcoi; áva,cpívez 1rávm, avroi; 8e v1r' ov&voi;
áva,cpíveml. 4. 'Emiiro fü:x:ax:EÍvrovO:U'tOÚ · mfüa 8e }.,éym,
í'va µ178eii; vµai; 1rapaÁoyí(17m1 év m0avoAoyÍ<f µrifü:
Ú1tEtcrÉpXTJ'ta.tó avÁaymywv. 5. Ko:1.1tá.Atv· {3Ábrereoi>vµf¡
20 ni; E<J''l"al
vµai; ó avAaymywv 81a rijq <f)lMJ<J'O<f)Íai;,cai ,ceviji;
á1rár17q,cara -ri,v 1rapá8oa1v rwv áv0pm,rmv, ,cara ra
aroixeí'a rov K:Óaµov,cai ov 1CaraXpimóv, 6. q>lAOO'Oq>ÍO:v
µev ou 7t(l0'0:V,a.AA.a.'tllV 'Emx:oÚpElOV,~~ KO:lµÉµVTJ'ta.tf,V
'to:1~ Ilpá.~EO'tv 'trov á1tocr'tÓArovó Ilo:úAo~, füo:l3á.AArov,

2-3. 1 Co. 3, 19. 3-4. 1 Co. 3, 20. 6-11. Jr. 9, 22-23; cf. Paed., I, 37, 2.
12-14. 2 Co. 1, 9-10. 14-15. 1 Co. 2, 5. 15-17. 1 Co. 2, 15. 17-18. Col. 2,
4. 19. Col. 2, 8. 19-22. Col. 2, 8. 23. Cf. EPICURO, Fragm., 368; JuSTINo
MÁRTIR, 2 Apol., 7, 3; Protr., 66, 5; Strom., I, 1, 2; 52, 4; 11, 4, 2; 16, 3;
119, 3; 127, 1; IV, 69, 2-3; V, 6, 1; 90, 2; VI, 67, 2. 24. Cf. Hch. 17, 18.

2. KÓcrµou: add. tOÚtou Aland. / /. 1tapa: add. tqi: Aland. 3-4. téov
O"Oq>OOVlCÚptO<; tOU<;OtaA.oytcrµouc;:mut. Aland. 9. O"UVtÉvat:
ytVÓ>crlCet
cruvÍEtv Rahlfs. 10. ó: om. Rahlfs. 14. tT)AtKoÚtou0avátou: tT)AtlCOÚtrov
0avátrov Aland. 17. muta: touto Aland. 19. oiJv: om. Aland.
\

Stromata I, 50,1-6 18\

Capítulo XI

50. 1. Así, pues, la sabiduría mundana es necedad ante


Dios 1, y por ello El Señor conoce cuán vanos son los razo-
namientos de los sabios 2 • Nadie se vanaglorie de sobresalir en
inteligencia human.a. 2. En Jeremías está muy bien escrito:
Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, que no se gloríe el
poderoso de su fortaleza, que no se gloríe el rico de su ri-
queza, sino que el que se gloría gloríese de esto: comprender
y conocer que yo soy el Señor, que hago misericordia, dere-
6ho y justicia sobre la tierra, pues en eso está mi voluntad,
dice el Señor3. 3. Y dice el Apóstol: Para que no confiáse-
mos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muer-
tos, el cual nos rescató de tan grande muerte4, para que nues-
tra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres sino en el
poder de Dios 5 • Porque el [hombre} espiritual todo lo juzga,
más él mismo no es juzgado por nadie 6 • 4. Entiende, pues, lo
que afirma: Esto os digo, para que nadie os engañe con len-
guaje especioso7, ni se levante el saqueador 8 • 5. Y de nuevo
[dice]: Mirad, pues, que el saqueador no os coja mediante la
filosofía y falacia de todo tipo, conforme a la tradición hu-
mana, según los elementos mundanos y no según Cristo 9 ;
6. en verdad, denigra no a toda filosofía, sino a la epicúrea,
de la que también Pablo hace mención en los Hechos de los

1. 1 Co. 3, 19.
2. !bid. 3, 20.
3. Jr. 9, 22-23.
4. 2 Co. 1, 9-10.
5. 1 Co. 2, 5; cf. Strom., V, 9, 2.
6. 1 Co. 2, 15. Para la crítica literaria de este texto paulino en Clemente,
cf. H. SEESEMANN, Der Chester-Beatty, p. 96.
7. Col. 2, 4.
8. Col. 2, 8.
9. !bid.
.Etproµll'ta I, 11

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51.1. 'AA.Aa.JCCXt oí l:'trotJCoÍ,chv JCcxtcxu't&v µÉµVll'tcxt,
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yvwvar. 'O yáp -rorAÓyoq1CaOá1rep -ro-,d¡pvyµa 'to 'OAuµnícxcn
JCaAE͵ev 'l'OV{3ovMµevov. I-req,avoí oe 'l'OVovváµevov.
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apyov ou J3oÚAE'tcxt ó AÓyoc;
dvm 'tOV1tt<J'tEÚ<JCXV'tCX · ,11-refre

3. Cf. Strom., I, 52, 4; 11, 119, 4. 4. Cf. Protr., 66, 3; Strom., I, 52,
4; 11, 101, 1; V, 89, 3. 5-6. Cf. ZENÓN DE Cmo, Fragm., 159; CRrsr-
PO, Fragm. phys., 1040; LUCIANO, Herm., 81; JUSTINO MARTIR, 1 Apol.,
20, 3; ID., 2 Apol., 7, 3-4; Protr., 66, 3; Strom., 11, 14, 3; V, 89, 2-3;
VII, 29, 2; 37, 1-2. 6. Col. 2, 8. 6-7. 2 Tm. 2, 22. 9. Cf. CICERÓN, De
nat. deor., 11, 38-39. 11-14. GORGIAS, Fragm., 82 B 8. 15-16. Cf. PLU-
TARCO, Moralia, 84 C y 165 B-C. 16-184,1. Mt. 7, 7; Le. 11, 9.

6. av0pcmtívr¡v: 'tOOVav0pc:óitoov Potter. 12. ai'.viyµa: comec. ltAÍyµa


Diels-Kranz. 15. µiov o-ov: µEv oti Potter.

J
Stromata I, 50,6-51,4 183

Apóstoles 10, desacreditándola, porque mega la Providencia y


diviniza el placer, y también [desacredita] a alguna otra [fi-
losofía] que estima en gran medida las cosas visibles y no se-
ñala la causa creadora que está por encima de esas cosas, ni
da a conocer al Demiurgo 11 •
51.1. También los estoicos, de los que se hace igualmente
mención, dicen que Dios, siendo cuerpo, va y viene a través de
la materia más deleznable; no está bien 12• 2. Por eso [el Após-
tol] llama tradición humana 13 a ese malabarismo intelectual 14•
De ahí que ordene lo siguiente: Huirás las cuestiones juveniles 15•
En verdad, tales disputas son propias de muchachos. En cam-
bio, dice el filósofo Platón: La virtud no es cosa de niños 16•
3. Conforme dice Gorgias de Leontinoi, nuestro combate re-
quiere dos virtudes: audacia y sabiduría. La audacia se opone al
miedo, mientras que el enigma es conocido por la sabiduría. Por-
que la palabra, como la proclamación, en Olimpia, llama lo que
quieras. Sin embargo, premia lo que puede 17•
4. Efectivamente, el Logos no desea que el que ha creído
sea perezoso respecto a la verdad, ni sea tampoco inútil. Así

10. Cf. Hch. 17, 18. Sobre la condena del epicureismo por parte de Cle-
mente: E. DE FAYE, Clément, pp. 163-164; S. R. C. LILLA, Clement, pp. 45-
46; P. CAMELOT,L'utilisation, p. 543; A. DESSI, Elementi Epicurei, pp. 402-
403, con abundante bibliografía.
11. El Alejandrino se refiere a los filósofos mencionados un poco más
abajo: Strom., I, 52, 4.
12. Para Clemente Dios no es cuerpo, sino que está por encima de toda
materia: Strom., 11, 14, 3. Clemente supera tanto el panteísmo materialista de
los estoicos, como el panteísmo soteriológico de los valentinianos y toda clase
de hyloteísmo; cf. E. DE FAYE, Clément, p. 164; R. E. W1TT, The Hellenism,
p. 196; A. MÉHAT, Étude, 349; M. PoHLENZ, Die Stoa, I, 419-422; R. P.
CASEY, The Beginnings, pp. 90; S. R. C. LILLA, Clement, pp. 48-51; D. J. M.
BRADLEY,The Transformation, p. 43, en oposición a P. CASEY, Clement, p.
96; E. MOLLAND, The Origin, p. 119.
13. Col. 2, 8.
14. Seguimos la traducción propuesta por C. MoNDÉSERT, Vocabulaire, p.
259.
15. 2 Tm. 2, 22. El texto paulino afirma: «Huye de las pasiones juveni-
les».
16. Texto platónico desconocido. En CICERÓN, De nat. deor., 11, 38-39
puede verse una idea parecida.
17. GoRGIAS, Fragm., 82 B 8. Tal vez el más brillante entre los sofistas;
nació en Leontinoi, alrededor del año 444 a. de C. Sobre este fragmento de
Gorgias, cf. A. S. FERGUSON,On a Fragment of Gorgias (Strom. I, 11, 51),
ClPh (1921) 284-287.
184 l:tpcóµm:a I, 11

yap ,cai eVp1Jae'l'e AÉyet, O.AACX d~ EÜpEO'lV


'tllV ~Tl'tT¡crtV
1tepmo'i, 'tllV 1eev11vE~EA<Ícm~ fü: 'tllV
cpA.uapíav, E'YlCpÍvrov
OXUPOÚ<J<XV 't'llV7tÍO''tlVTlµtV9eropÍ<XV.
5. fofjw óe íliyro, lVa
µf¡ rv; vµfü; 1rapaílorí(17mi ev m0avoíloyíq, cpr¡crtv ó
5 a1tÓO''tOAO~, Ota1epívetv Or¡Aovón 'tCXim' ainfuv Aeyóµeva
µeµa9r¡1eócr1 1ea1 a1tav'ta.v 1tpo~ 'tCXE1t1cpepóµeva OE-
01oayµ€vo1~.
52. 1. 'Qc; OÚV 1rapeílá/3e'l'e '/17aovv Xpimov 'l'OV 34 GCS
,ropwv. 'Ev avrip 7repl7ra'l'el'l'e, eppi(roµivoi ,cai eJrOlK:0-
l O óoµovµeVOl ev avrip K:ai /3t:/3awvµeVOl ev rff JrÍCJ'l'el,7tEt9co
fü: Tl f3ef3afoxn~ 'tÍ,~ 7tÍO''tE~· /3íli1re'l'e µr¡ 'l'l<; vµá<; €CJ'l'al Ó
avílarrormv ano 'tÍ,~ d~ 'tOVXptO''tOVóla TIJ<;
'tÍ,~ 7tÍO''tEffi~
<{JlAOao<pÍa<; K:ai K:eVfi<;a1rá'l'1}<;,'tÍ,~ 0.Va.tpOÚO'T¡~ 'tllV 7tpÓ-
VOl<XV, K:a'l'a 'l'TJV,rapá8oaiv 'l'WVav0pcó,rrov· 2. 'H ycxplC(l't(l
15 'tllV 9eíav 1tapáoocr1v cptAOcrocpíatcr'tr¡o-1'tllV 1tpóvotav 1ea1
f3ef3mot, ~~ avmpe9eícrr¡~ µú9o~ 11 7tEpl 'tOV O'ffi'tÍ,pa
oi1eovoµía cpaívnm, K:a'l'a 'l'a awixeia wv K:Óaµov ,cai ov
Kara Xpimov cpepoµévrov 11µfuv. 3. 'H ycxp a1eÓA.ou9o~ 87 se
XptO''tqlOtO<XO'lC<lA.Ía
lC(ll'tOVOr¡µtoupyov EK9etá~El lC(ll'tllV
20 1tpóvotav µ€xp1 'tfuv 1emcxµépo~ Üyet 1ea1'tpE7t'tllV1ea1ye-

2. Cf. CICERÓN, Acad. Prior, 11, 26. 2-3. Cf. Col. 2, 5. 4-5. Col. 2,
4. 8-10. Col. 2, 6-7. 11-12. Col. 2, 8. 12-13. !bid. 14. !bid. 16. Cf. Ps.-
CLEMENTE DE ROMA, Ep. 2 Co., 13, 3. 16-17. Cf. Strom., V, 55, 3; VI,
45, 6; 123, 2; VII, 42, 7. 17-18. Col. 2, 8. 18-19. Cf. Protr., 66, 4;
Strom., V, 90, 3.

2. KEVT]V: KatVTJV Potter. 4. µfi ne;: µT]fü:ic;Aland. 5. autoov: ClU'tOU


Stahlin. 8. 'lT]<JOUV
Xp1crtov: mut. Aland.
Stromata I, 51,4-52,3 185

dice: Buscad y hallaréis 18, no sólo sitúa la búsqueda en aras del


descubrimiento, rechazando la frivolidad inútil, sino que adop-
ta para nosotros la teoría que robustece la fe 19• 5. Digo esto para
que nadie os engañe capciosamente20, afirma el Apóstol; para que
los que han sido instruidos disciernan lo que les dicen para en-
gañarles y estén plenamente preparados frente a los ataques.
52.1. Ahora bien, como habéis recibido al Señor Cristo Jesús,
conformaos en El, arraigados y fundados en El, consolidaos en
la fe 21; la persuasión es la consolidación de la fe. Mirad que
nadie sea vuestro engañador 22, respecto de la fe en Cristo, me-
diante la filosofía y toda falacia 23 , que niega la Providencia,
según la tradición humana 24 • 2. Según la tradición divina 2 5, la
Providencia se mantiene en pie y consolida por la filosofía, y
quitada ésta la economía 26 salvífica parece un mito, al ser lle-
vados nosotros de un lado para otro según los elementos del
mundo y no según Cristo 27 • 3. La enseñanza que obedece a Cris-
to reconoce como Dios al Creador, ve la Providencia hasta en
los detalles 28, sabe que la naturaleza de las cosas visibles es crea-

18. Mt. 7, 7; Le. 11, 9. Sobre esta perícopa en el Alejandrino, P. M. BAR-


NARD, The Quotations, p. 11, afirma que parece derivar de algún libro apó-
crifo, siguiendo la indicación de Potter; sobre el contenido teológico: A. ÜRBE,
Parábolas evangélicas, pp. 54-58.
19. Para Clemente, la fe y el conocimiento racional son siempre interde-
pendientes: la fe no puede ser simple demostración, pero tampoco antítesis de
la razón; ambas se complementan y fortalecen.
20. Col. 2, 4.
21. Col. 2, 6-7. El afianzamiento de la fe tiene lugar después de la ense-
ñanza que imparte el Creador y que indica la mano de la Providencia en
todos los acontecimientos.
22. · Col. 2, 8.
23. /bid.
24. /bid. Aspecto importante de la gnosis clementina es la total compren-
sión de la historia, como proceso salvífico. La gnosis como demostración de
la fe constituye una especie de teología de la historia: R. MoRTLEY, Con-
naissance, p. 132.
25. J. DANIÉLOU,La tradition, pp. 10-11, ha estudiado la diferencia entre
«tradición divina» y «tradición humana». E. MOLLAND, The origin, p. 118,
considera el cristianismo de Clemente como una filosofía.
26. La, «economía salvífica» es obra primordial de la Providencia. Cf. A.
MÉHAT, Etude, pp. 309-310; A. BRONTESI,La soteria, pp. 340ss.
27. Col. 2, 8. También aquí Clemente desmitifica las tendencias raciona-
listas de los estoicos: D. J. M. BRADLEY,The Transformation, p. 50.
28. J. PÉPIN, Priere et providence, pp. 117-118, ha demostrado cómo este
punto doctrinal de la providencia divina sobre personas y cosas, grandes y
pequeñas, era ya seguro en la época del Alejandrino.

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186 rtpcóµm:a 1, 11

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1. Cf. PLUTARCO,Moralia, 882 C. 1-2. Cf. PLATÓN, Resp., X, 597


E y 613 A-B; lo., Tht., 176 B; EPICTETO,Ench., 11, 14, 12; MusoNIO,
Dissert., 90, 4; DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., 111, 78; Paed., I, 4, 2; 9,
1; 99, 1; III, 1, 1; Strom., 11, 45, 7; 80, 5-81, 1; 97, 1; etc. 4-5. Cf. HI-
PASOS,Fragm., 8; SEXTO EMPÍRICO,Hyp. pyrr., 111, 30-32; CICERÓN,
De nat. deor., I, 10-15; Protr., 64. 8-10. Flp. 1, 9s. 11-12. Ga. 4, 3.
12-14. Ga. 4, 1.2; cf. Paed., I, 33, 4; Strom., VI, 62, 1. 14. Cf. Paed.,
I, 20, 3-4; 59, 3; 88, 2-3; 98, 2; Strom., I, 32, 4; 81, 4-5; 11, 29, 2; 35,
2; etc. 15-16. Ga. 4, 30; cf. Gn. 21, 10.

2. E~oµotOOttlCTJv:E~oµoioowcov Mayor; coniec. 1Cm:' E~oµoícoow


Schwartz. 3. 1tpocriEa6m:1tpoiEa6m Potter. 12. ~µEV:fíµe0a Aland.
Stromata I, 52,3-53,2 187

da y cambiante, enseña a dirigimos hacia la poderosa semejan-


za con Dios 29, y a aceptar la economía [salvífica] como princi-
pio hegemónico de toda educación. 4. Hay quienes adoran a los
elementos; por ejemplo, Diógenes al aire 30 , Tales al agua 31, Hi-
phasso al fuego 32, y aquellos que sitúan los principios funda-
mentales en los átomos, arrogándose el nombre de filósofos, [pero
en realidad] son hombres viles, ateos y amigos del placer 33 •
53.1. [El Apóstol] dice: Por eso suplico que vuestra cari-
dad crezca más y más en conocimiento y en toda discreción, para
que sepáis discernir qué es lo mejor 34 • El mismo Apóstol afir-
ma: Mientras fuimos niños, vivíamos en servidumbre bajo los
elementos del mundo 35 • Pero el niño, aun cuando es heredero,
no difiere en nada del siervo hasta el tiempo fijado por el Padre 36 •
2. Ahora bien, los filósofos son niños 37, a menos que se hagan
totalmente hombres por obra de Cristo. Y aunque el hijo de la
esclava no heredará sino después del hijo de la libre 38 , sin em-

29. Clemente continúa una tradición ya consagrada en la antigüedad. La


semejanza entre Dios y el hombre no es sustancial, sino «dinámica», que ex-
presa la libertad de Dios al crear y la gratuidad de su cuidado respecto al
hombre: S. fERNÁNDEZARDANAZ,Genesis, 97. Para la influencia de PLATÓN,
Tht., 176 B, en la doctrina del Alejandrino, cf. E. F. ÜSBORN, The Philo-
sophy, pp. 92-94.
30. Diógenes era natural de Apolonia y nació alrededor del 450 a. de C.
Se le atribuye un libro Sobre la naturaleza humana. Del aire se producen
todas las cosas -decía-, las cuales respiran el aire infinito y son divinas.
31. Tales de Mileto, que vivió hacia el 585 a. de C. y encabeza la lista de
los «Siete Sabios» de la antigua Grecia.
32. Este pitagórico vivió hacia el año 538 a. de C. Se dice de él que fue
expulsado de la escuela pitagórica por haber revelado el secreto de las canti-
dades irracionales, que echaban por tierra la doctrina de los números enteros
como constitutivos de las esencias de las cosas. Defendía, en cambio, la idea
del fuego en perpetuo movimiento como primer principio de todo.
33. Se refiere Clemente a los discípulos de Epicuro, ya mencionado en
Strom., I, 1, 2 y 50, 6. Esta escuela tenía como norma de conducta la senci-
llez y la utilidad, afirmando que toda filosofía es inútil si no sirve para con-
seguir la felicidad. ·
34. Flp. 1, 9s.
35. Ga. 4, 3.
36. Ga. 4, 1.2. La cita paulina dice textualmente: «Mientras el heredero es
menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, con ser dueño de todo;
sino que está bajo tutores y administradores hasta el tiempo fijado por el padre».
37. Esta expresión alude al carácter provisional -con función preparatoria-
y pasajero de la filosofía dentro de la historia de la salvación: M. BERCIANO,
Tiempo humano, p. 229.
38. Ga. 4, 30 (Gn. 21, 10).
188 Ltpcóµa:ta I, 11

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54.1. llaz&ía Oe áve~ÉÁey,cwq TCAavamz, ,cai aí


1CA1Jrai,cai oí W')'XOl ozoóaaz ,raz&íav aoq,Íaq, oí µE't'
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2. Kai yvÓJO'oµaz, ov -rov¼ov -rmvTre<fJVO'lOJµévmv,
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OUlCcivm~ 0€ O'O<pOUs emppa1tí~rov yp<Í<pEt.3. Oú rap év
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4. Kat 1t<ÍA-tv éyvm,cévaz n, ov1rm
eyvm ,ca0o &í rvmvaz · ou yáp 7tO'tETIClA.T]0Eta OlTJCHs, ª"'"''

1-2. Cf. Ga. 5, 6; Gn. 21, 12s.; 25, 6. 2-4. Hb. 5, 14. 4-5. Hb. 5,
13. 7-8. 1 Ts. 5, 21. 9. Cf. 1 Co. 2, 15. 11. Pr. 10, 17. 11-12. Pr. 29,
15. 12-13. Cf. Ps.-PLATÓN, Ep., VII, 344 B; CICERÓN, De off, 1, 38,
137; Strom., I, 2, 2. 13-14. Pr. 15, 14. 1.4-15. Pr. 16, 8; cf. Strom., 11,
91, 5. 16-17. 1 Co. 4, 19. 18-19. 1 Co. 4, 20. 20. !bid. 21-22. 1 Co.
8, 2.

6. µrifü:: µ-íite Potter. 9. ta: coniec. Stahlin. 10. ovt~: oüt~ Potter.
12,1. oí: om. Rahlfs. 12. 1tmoeíav cr0<píac;:cro<pÍavRahlfs. 13. eu0eia:
euffiic;Rahlfs. 14. 0eov: lC\lptovRahlfs. 15. ~rit-íicravtec;:~fltOUVtEc;
Rahlfs.
//. autov: auri¡v Potter. //. dipov: eup-íicroucrtvRahlfs. 17. Oo1CT1crtcrÓ<pouc;:
OOJCTJ<JEtcro<pouc;Potter. 22. JCa0o: JCa0coc;Aland.
Stromata I, 53,2-54,4 189

bargo es linaje de Abraham y, aunque no según la promesa, ha


recibido como don su propio patrimonio. 3. Mas el manjar só-
lido es propio de los perfectos, de los que, en virtud de la cos-
tumbre, tienen los sentidos ejercitados en discernir lo que es bueno
de lo malo 39• Y todo el que se alimenta de leche es un desco-
nocedor de la justicia del Logos 40 ; siendo todavía niño, no co-
noce al Logos, por el que cree y obra, ni puede explicar causa
alguna en sí mismo. 4. Probadlo todo, dice el Apóstol, y que-
daos con lo bueno 41, refiriéndose a los [hombres] espirituales 42 ,
que examinan todo, y si se ajusta lo que se les dice a la ver-
dad o realmente se aparta de la verdad.
54.1. Una educación sin castigos se equivoca 43 , pues los gol-
pes y los castigos confieren la educación de la sabiduría 44 ; dichas
pruebas se hacen sin duda por amor. Porque el corazón recto
busca el conocimiento 45 , y quien busca a Dios hallará conoci-
miento unido a la justicia, y quienes le han hallado con recti-
tud encuentran la paz 46 • 2. Dice [el Apóstol]: Y conoceré, no el
discurso de los que se hinchan, sino [su] poder 47 ; escribe para
fustigar 48 a quienes parecen sabios 49 y ellos mismos se imagi-
nan que lo son, pero en realidad no lo son. 3. Pues el reino de
Dios no está en palabra alguna 50 , no sólo en la que no es ver-
dadera, sino tampoco en la que parece que persuade, sino en el
poder 51, se dice; efectivamente, sólo la verdad es eficaz. 4. Y
nuevamente: Si alguno piensa saber algo, aún no sabe como con-
viene saber 52; porque la verdad nunca es una opinión, sino que

39. Hb. 5, 14.


40. Hb. 5, 13.
41. 1 Ts. 5, 21.
42. El adjetivo «espirituales» designa a los poseedores del Espíritu de Dios:
L. F. LADARIA, El Espíritu, p. 132.
43. Pr. 10, 17.
44. Pr. 29, 15.
45. Pr. 15, 14.
46. Pr. 16, 8: texto acomodado.
47. 1 Co. 4, 19.
48. El sentido primero del verbo emppmtÍ/,;Etv es el de «golpear con una
vara», pero también «abofetear» en sentido metafórico. Clemente lo usa tam-
bién con este sentido en Strom., I, 95, 5 y 111, 47, 3.
49. Sobre el uso de la Oo~ocroqÍía(apariencia de sabiduría) en los escritos
de Clemente, cf. F. DRACZKOWSKI, Qua paideia, pp. 58-61.
50. 1 Co. 4, 20. ·
51. ]bid.
52. 1 Co. 8, 2.
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eyvoxnaz 'M:yn.

1. 1 Co. 8, 1. 2. !bid. 3-4. 1 Co. 8, 3.

3. aya1t~: add. tOV 0eóv Aland.


Stromata I, 54,4 191

la opinión del pensamiento hincha 53 y se llena de vanidad; por


el contrario, la caridad edifica 54, porque no se alimenta de la
opinión, sino de la verdad. De ahí que se diga: Si uno ama [a
Dios], ése tal es conocido [por Elj55 •

53. 1 Co. 8, 1.
54. /bid.
55. 1 Co. 8, 3. Para la crítica literaria del texto paulino en Clemente, cf.
H. SEESEMANN, Der Chester-Beatty, p. 91. El conocimiento que viene del
amor no está en la categoría del tener, sino en la categoría del ser: J. MOINGT,
La Gnose, p. 225.
,
192 l'tpCÍ>µa,:a 1, 12

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55.L 'fütd fü: µ11 KOlVT\Tlm:xpáfocrn; l((lt, 1távo1iµO(;
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Ka0aípe'tm 'tT\VyAOO't'tav, roe;dne'iv ouvT\0-ílvm'tT\Vopamv,
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dvm 7tetpcóµe0a. 3. TaU't(l ~V Eµ1toorov'tO'Uypáq>etVeµoí,
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,cai a-rpaq,év-re; pr¡~W<J'lVvµa;. 4. XaA.enov ya.p 'tOU<;7tEpl
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,cai év0ov<J'laa-ri,cÓJ-repa.

2. Cf. Col. 4, 3s.; Strom., I, 11, 3; V, 62, 1. 4. 1 Co. 2, 7; cf. Strom.,


I, 18, 1; 20, 4. 5-6. Cf. Is. 6, 1-7. 10-12. Mt. 7, 6. 9. Cf. Strom., V,
56-57. 14-16. Ps.-PLATóN, Ep., 11, 314 A.

mut. Aland. 8. µE0ElC'tt-


2. lCOtvr¡:µÓVTIPotter. 4. 'tTJVev µU<r'tl'IPÍ<¡>:
1COt:µE0EK'tOtPotter. 11. 1C<X't<X1t<X'tT]<rcocn: Aland.
1C<X't<X1ta'tT]mocnv
í Stromata I, 55, 1-4 193

Capítulo XII

55.1. Puesto que la tradición no es cosa vulgar y pública,


al menos para darse cuenta de la sublimidad del Logos, es pre-
ciso esconder la sabiduría proclamada en el misterio 1, que ense-
ñó el Hijo de Dios. 2. También el profeta Isaías purificó la len-
gua con el fuego, para poder explicar la visión 2; y no solamen-
te la lengua, sino también los oídos debemos purificar nosotros,
si pretendemos al menos participar de la verdad. 3. Estas cosas
se me presentaban como obstáculo para escribir; incluso ahora
todavía tengo reparos 3, como dice [la Escritura], en arrojar las
perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con las patas y re-
volviéndose os despedacen4 • 4. Porque es en realidad peligroso
decir palabras puras y luminosas acerca de la verdadera luz ante
oyentes semejantes a los puercos e ineducados; pues no hay re-
latos más ridículos para el vulgo que ésos, a la vez que no hay
nada más maravilloso y más inspirado para los bien dispuestos5•

l. 1 Co. 2, 7. Texto paulino de no escaso relieve, y que constituye como


el leitmotiv de esta obra, para comprender la hermenéutica de Clemente y
que le sirve para justificar la regla de la reserva, del secreto, respecto a algu-
nos puntos doctrinales. Al respecto, cf. G. BARDY,Aux origines, p.73; E. F.
ÜSBORN, The Philosophy, pp. 118-121; P. TH. CAMELOT,Foi et gnose, 87ss.
Aquí el «misterio» es sinónimo de «parábola»: H. G. MARSH, The Use of
Mystérion, p. 66; C. MoNDÉSERT, Le symbolisme, p. 161, nota 7; CH. Rrno-
WEG, Mysterienterminologie, p. 139.
,.: 2. Cf. Is. 6, 1-7. Se trata de la visión que tuvo el profeta Isaías, revelado-
ra de la vocación del propio profeta.
3. Clemente sabe que el silencio es el mejor homenaje a la naturaleza di-
vina. Sobre el método de la disimulación de la verdad en el Alejandrino: R.
MORTLEY,Connaissance, pp. 178-187.
4. Es una acomodación de Mt. 7, 6: L. FRÜCHTEL,Neu Textzeugnisse, p.
84. El texto bíblico dice literalmente: «no echéis vuestras perlas delante de los
puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os
despedacen».
5. Ps.-PLATóN, Ep., 11, 314 A. Algunos autores quieren ver en estas pala-
bras del Alejandrino una base para afirmar que la escuela dirigida por Cle-
mente era para sólo cristianos: M. GALLONI, Cultura, pp. 30-31.
194 r-rpÓ>µma I, 12

56.1. Pvxucoq oe av0pmnoq ov oqemi -ra wv


nvevµawq wv 0eov, µmpía yap av-rip éanv. Eoq,oi oe OVK:
frq,épovaiv fr a-róµawq, a oiaAoyí(ov-rai év avveopí<p.
2. 'A'),)..: 8 á-,cove-reeiq 'l'Oo-Óq,(j)TIO'lV ó lCÚpto~,K1JPV~a-re
5 éni 'l'WV omµá-rmv, 't<X~<l1t01CpÚ<p<>u~ 'tT)~aA.110ou~yvóxn:ro~
1ta.pa.<>Óo-e1~ in¡,r¡~ 1ea.1. e~óxro~Épµr¡veuoµÉva.~e1eMxe0'0m 36Ges
KEA.EÚrov, 1ea.11ea.0ánep r¡1eoúo-aµev EÍ~ 'tO o'i>~, oü.ro 1ea1.
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10 3. 'AU' fo.1 •<9 ovn Tl.&v únoµvr¡µá.rov ú1to'tÚ1trom~ofo 90 se
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ElCClO''tOV (l'\)'tffiVlCCll'tOV1tupov ava.OEÍ~El.

1-2. 1 Co. 2, 14. 2-3. Pr. 24, 7. 4-5. Mt. 10, 27; cf. Strom., VI, 124,
5. 10. Cf. APOSTOLIO, Paroem., XV, 61; Strom., I, 5, 1; 6, 1; 9, 2; 11,
1; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 19, 1; 21, 2; 117, 2; 182, 3; III, 40, 1; 110, 3;
IV, 1, 3; 3, 1; etc. 11-12. Cf. Strom., I, 7, 3; 18, 1; VI, 2, 1; VII, 112,
4.

3. ElC<pÉpou<nv:i:ruivouow Rahlfs. //. OmM>yil;ov-rm EV<ruvEOpicp:


M>yil;ov-rmEV O"UVEOpiot;Rahlfs. 8. avÉor¡v: avaior¡v Potter. 10. ofo:
Pini; &m Potter; tex. corrup. Stahlin. 12. Aá0ot: Aá0n Wilamowitz-
Moellendorff. 13. ElC<pÚO"E'tm:
ElC<pÚO"Et
'tE Potter; E1C,:PÚ1l
'tE Wilamowitz-
Moellendorff. 14. avaOEÍ~Et: avaoEÍ~'fl Wilamowitz-Moellendorff.
Stromata I, 56,1-3 195

56.1. El hombre psíquico 6 no recibe lo que [viene} del Es-


píritu de Dios, pues para él es una locura 7 • En cambio, los sa-
bios no sacan de la boca lo que se piensa en el consejo8• 2. Con
todo, dice el Señor: Lo que oís al oído, predicad/o sobre los te-
jados 9, exhortando a recibir las tradiciones ocultas de la verda-
dera gnosis 10, interpretándolas de forma elevada y excelente, y,
a la manera como las hemos oído con nuestros oídos, así tam-
bién las hemos de transmitir a quienes conviene; pero no las
hemos de publicar a todos sin más, explicando lo que a ellos
se les ha dicho en parábolas. 3. Pero, en realidad, el esbozo de
estas notas hace que contengan la verdad de una manera des-
parramada y dispersa, como las semillas, de modo que no estén
al alc~ce de los charlatanes, cual grajos. Mas si tienen la suer-
te de encontrar un buen agricultor, cada una de ésas [semillas]
brotará y mostrará lozano el trigo.

6. Es decir, el hombre abandonado exclusivamente a las fuerzas de su pro-


pia naturaleza, cf. E. ÜSBORN, Arguments far Faith, p. 1O.
7. 1 Co. 2, 14.
8. Pr. 24, 7.
9. Mt. 10, 27. El Alejandrino invierte el orden de las primeras palabras del
texto bíblico: P. M. BARNARD, The Quotations, p. 14.
10. Referencia a fuentes no escritas, sino a una tradición oral, a una tradi-
ción esotérica: F. DI BENEDEITO, Un nuovo frammento, p. 79. Para la bi-
bliografía al respecto, cf. Strom., I, 11, 3.
196 fapcóµa:m I, 13

KecpáA.atov XIII 91 se

57.1. Mtfü; 1:0ívuv OÜ<JTJ<; tf\<; a.A.r¡0eía.<; ('to ya.p


veuOo<; µupÍa.<; E1C'tpo1ta.<;exe1), 1Ca.8á.1tep a.í ~á.JCXm'ta. 'tou
Ilev0Éro<;füacpopficmom µÉAr¡ a.í tf\<; cptAOO'ocpÍa.<; tf\<; 'tE
5 ~a.p~á.pou 'tll<;'tE 'EAAr¡VtlCll<; a.ípfoet<;, ÉJCÓ.O''t'TI
onep EA<lXEV
ro<;1trtO'ClVa.uxet 'tllV a.Afi0eta.v. cp©'tü<;o'' oiµm, a.va.1:0Añ756PG
ná.v'ta. cp©'tÍ~E'tm.2. Súµna.v'te<; ói>v "EUr¡vÉ<; 'tE 1Ca.1. ~á.p-
~a.pot, 00'01 'tCXA.r¡0ou<;copéx0r¡oa.v' o'i µev OUlCÓAÍya., o'i fü:
µÉpo<; 'tl, El7tEp cxpa., 'tOU 'tll<; a.A.r¡0eía.<;AÓyou EXOV'tE<;
10 a.va.oeix0óev. 3. ·o youv a.icbv 'tOU xpóvou 'tO µÉAAOVlCCll
'tO EVEO"'tÓ<;,a.'ta.p Oll 1Ca.1.
'tO 1ta.p<pXT11C<><;
a.Ka.pta.Íro<;ouv-
1t0Au Oe 1tAÉovOuva.'tro'tÉpa.1:0u a.i&vo<;Tla.Afi0eta.
ÍO''t'TIO't,
ouva.ya.yeiv 'ta. oi1Ce1a.0"1tÉpµa.'ta.,JCÜvEÍ<;'tllV a.AAoOa.1tT1V
E1C1tÉcrn Y'ÍlV.4. Ilá.µ1toAAa. ya.p 'tffiV 1ta.pa. 't<lt<;a.ÍpÉO'EO't

3-4. Cf. EURÍPIDES, Bac., 1115ss.; EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang.,


XII, 2 y XIV, 5. 6-7. Cf. Jn. 1, 9. 7-8. Cf. Strom., I, 22, 1; 40, 2; 44,
2; 11, 1, 1; etc. 10. Cf. Protr., 84, 6; Paed., I, 28, 4. 12-14. Cf. PLA-
TÓN, Tm., 37 E - 38 A.

10. ava.óeix0eí:ev: ava.óei-y0EtEV Mayor. 11. ax:a.pta.Íro<;: ax:a.ptÉro<;


Potter.
Stromata I, 57,1-4 197

Capítulo XIII

57.1. Ahora bien, la verdad es una (y la mentira posee un


sinnúmero de caras); al igual que las Bacantes, que devoraron
los miembros de Penteo 1, así también las escuelas filosóficas, la
bárbara como la griega, recibieron una parte cada una 2 , aunque
se gloríen de [poseer] toda la verdad. Y es que, me parece a
mí, todo se ilumina con la salida de la Luz 3• 2. En efecto, se
puede demostrar que todos juntos, griegos y bárbaros, en cuan-
to que aspiran a la verdad, han participado del Logos verdade-
ro, unos en no pequeña medida, otros en cambio parcialmente,
según el caso. 3. La eternidad contiene en sí misma y en un
instante el pasado, el presente y el futuro 4; sin embargo, la ver-
dad es más capaz de reunir sus propias semillas que la eterni-
dad, aunque estén sembradas en tierra extranjera. 4. En efecto,

l. Se tr~ta del conocido mito del rey de Tebas, recordado por EURÍPIDES,
Las Bacantes, 11lSss.; cf. EUSEBIODE CESAREA,Praep. evang., XI, 2 y XIV,
5. Penteo era prototipo del impío castigado por su orgullo. Las relaciones de
Eurípides y Clemente han sido estudiadas por P. VALENTÍN,Héraclite, pp.
27-59. La actitud del Alejandrino· respecto a la verdad pagana ha sido expuesta
por E. F. ÜSBORN, The Philosophy,- pp. 123-126 y L. RIZZERIO, 'Al(OA.Ov0ía,
p. 186, nota 37.
2. Para el Alejandrino, la relación entre la filosofía y la fe no es la de lo
imperfecto o perfecto, sino entre lo parcial o la totalidad. El error de los fi-
lósofos griegos reside en creer que ellos poseen la totalidad de la verdad, cuan-
do realmente lo que poseen no es más que una parte de la verdad total: J.
DANIÉLOU,Message, p. 68.
3. Reminiscencia de la filosofía estoica, que consideraba la existencia del
sol, la luna y las estrellas como un signo universal de la existencia de Dios:
R. MORTLEY,Connaissance, p. 160.
4. Clemente no plantea aquí el problema de las relaciones entre tiem-
po y eternidad, puesto que en ambos existe la verdad; en el tiempo, de
una forma diseminada, en la eternidad, perfecta y completa. El término
xpóvo<; expresa el tiempo abstracto, mecánico, dependiente del movimien-
to de los astros: M. BERCIANO, Tiempo humano, p. 34. Parece una velada
alusión contra el dualismo de los herejes: S. FERNANDEZ ARDANAZ, El
mito, p. 242.
198 l:tproµata 1, 13

6ol;a.~oµÉvrovrup01µEV fu, (oom µ11'tÉAf'.OV ElC1CE1Croq>TlV't<ll


µ116eE<;E'tµlÍ~<J(lV 'tl)V c¡>U<JllCT)V<XlCOAOu0ía.v, 1ea.8á.1tep'tOV
civopa.a.í "fUV<lllC©VÍ'tlOE<;<X7t01CO'llfÓ.µEVm 'tOV ')Jyyov),ei lC(ll.
«xAAlÍAOl<; avóµoia EtVm 001CEÍ,'tq> '{ÉvEl '{E lC(lt,oAn tj\
5 «xA110EÍa. ÓµOAO'{OUV'ta. · 1l yap ro<; µÉAOc;1l ro<; µÉ~ 1lro<;
dooc; 11' roe; yÉvoc;eic; ev<JUVÉ7tEt<l.l. 5. "H011 fü: lC<ltTI{má.t11
EVO.V'tÍO. tj\ veá.tn Oi><JO., aU' ciµc¡,ro'{Eá.pµovía. µía., EV'tE
api0µoíc; ó ap'tlo<; 'tq> 7tEpl't'tq>füa.c¡,ÉpEtm,óµoA.O'{OU<H OE
ciµc¡,ro't'Íl ap18µ11'tlJC'Íl, roe;'tq> axf¡µa.'tl ó 1CÚ1CAO<; 1ea.1.'to
10 tpíyrovov lC(ll. to tE'tpá.yrovov lC(ll. O<J(l 'tIDV ax11µá.trov
a.UlÍArov oiEVi¡voxEV.'A'tap 1ea.lEv téi>1eooµC9 na.v'tt 'ta µÉPll
aúµna.v'ta., 1elivfüac¡>ÉP11tm npoc; c'íU11Aa.,tl)V npoc; 'to OAOV
oiKElÓtll't<lOlO.c¡>UA.<lttEl. 6. ÜÜtffi<;Oi>V'ÍÍ 'tE j3á.pf}a~ 'Jl'tE
'EU11vi1Cl)c¡>lAO<JOc¡>ÍO. tl)V aífüov «xAi¡0eiav<J1ta.pa.yµóv 'tlV<l, 92se
15 ou 'tri<;L\iovúaou µu0oAO'{Ía.c;, 'tri<;Oe tou ')JyyoutoU OV'tO<;
IXEl.
0eoAO'{Ía.c; 1tE:1toí11tm. ·o Oe ta. fünp11µÉva.auv0eic; a.-o0ic;37GCS
1ea.1.Év01to1i¡aa.c; 'tÉM'.tov'tov ')Jyyov a1C1v6úvroc; E'Ofo0' o'tl
KO.'tÓ'l'Etm,tl)V «xAi¡0na.v.

2. Cf. Strom., I, 15, 2; 37, 6; 179, 4; II, 16, 2; VI, 55, 3; 90, 4; 103,
1; VII, 59, 7; 89, 1; 91, 7. 15-16. Cf. CALÍMACO,Fragm., 643; Protr.,
17, 2.

3. "Afyyov:Xptcrtóv Potter. 5. óµoAoyouvta: óµoAoyouvtm Potter.


6. crnvÉ1tEtm: cruvá1ttEtat Stahlin.
Stromata I, 57,4-6 199

encontraríamos numerosísimas opiniones en las escuelas 5 (aque-


llas que no están enteramente embotadas ni tienen amputado el
orden natural 6, como el harén de mujeres que suprime la razón
del varón), aunque parezca que son diferentes por otras cosas,
sin embargo confiesan pertenecer a la misma familia y tener
toda la verdad. Forman un único todo como miembro, como
parte, como especie, o como género 7 • 5. De igual manera, la
cuerda más alta [de la lira] se opone a la más baja, pero de
ambas resulta una única armonía musical; y como el número
par es diferente del impar, y sin embargo ambos son necesarios
en la aritmética; lo mismo que han sido concebidos en la geo-
metría el círculo, el triángulo, el cuadrado y el resto de las di-
ferentes figuras. También en el universo las partes todas, aun-
que difieran unas de otras, conservan entre sí una relación res-
pecto al todo 8 • 6. Así también, tanto la filosofía bárbara como
la griega constituyen un fragmento de la verdad eterna, no la
del mito de Dioniso, sino la de la teología del eterno Logos 9 •
Mas quien reúne de nuevo lo que se ha diseminado y recons-
truye la unidad podrá contemplar con seguridad al Logos, a la
Verdad 10•

5. Sobre el término aí'.peo-t<;(escuela de pensamiento, herejía, etc.), cf. G.


MAY, Plateen und die Auseinandersetzung, pp. 123-125.
6. La palabra aKoA.Ou0ía(concatenación, orden) constituye una de las cla-
ves para interpretar el pensamiento del alejandrino: R. MoRTLEY, Connais-
sance, pp. 102-108. Un comentario a este texto puede verse en A. MÉHAT,
Étude sur les Stromates, p. 39 y L. RrZZERIO, 'A,coAOvOía,pp. 186-188.
7. En el pensamiento del Alejandrino, la unidad engendra un parentesco
entre las partes y sus nombres. Lo importante no son los nombres o frag-
mentos de verdad, sino la realidad, que no es otra cosa que la Verdad misma.
Las «escuelas» que conservan parte de la verdad son las que han sabido man-
tener «el orden natural», es decir, la física o la fisiología, que son parte de la
filosofía. Así, por ejemplo, los estoicos consideraban también la cosmología
como parte integrante de la física: M. POHLENZ,Die Stoa, I, p. 416.
8. Clemente proclama la unidad de la creación entera; todas las cosas son
distintas pero afines, y ninguna cosa creada es extraña al cosmos: S. FER-
NÁNDEZARDANAZ,Genesis, 53.
9. Para el mito de Dioniso, cf. H. JEANMAIRE,Dionysos. Histoire du culte
de Bacchus, París 1951; K. KERÉNYI,Dionysos. Archetypal images of indes-
tructible life, Princeton 1976. Sobre el origen de la palabra «teología», d. B.
D. DUPUY, En los orígenes, pp. 139-148; M. MERINO, Teología y filosofía, pp.
227-231.
10. Para el Alejandrino la auténtica comprensión de las cosas es global. Esta
comprensión no concibe la realidad parcialmente, sino en conjunto; la reali-
dad es una unidad puesto que Dios es uno: R. MoRTLEY, Connaissance, p.
141.
200 l:tproµm:a 1, 13

58. 1. f éypan-cm youv ev -cép 'fa::tl11cnaa-c'ft· 1cai


npoaé8r,1Ca ao<pÍav éni naaiv, oí' 8i¡ éyévovw eµnpoa0év
µov év 'Iepovaalf¡µ · 1Cair, 1Cap8íaµov ei&v noMá, ao<píav 757PG
1Caiyvmcnv, napa/30Ms 1Cai émm11µ11veyvrov. "On ICaÍ re
5 't'OV't'ÓÉG'rl npoaÍpeat; TCVEÍJµaros,O'íl ÉV 1CA1]0etGO<pÍas
nMWos yvÓJaeros.2. 'O fü: -cÍlc;1tavwOa1tÍ1c;
croq>íac;Eµm:ipoc;,
oi>-coc;1Ct>píroc;&v Etl'\ yvrocrwcóc;. Au-cí1m yÉypan-cm·
nepraaeía yvwaeros TI]s ao<pÍas (roonorrjaer 't'OVnap' avrij;.
3. IláAtv 'tE ai> PePatot aaq>fo-cepov -ca. dp11µÉva l)<>ETl
1o PÍlatc;· návm évÓJnra wí's voovar (-ca.fü: náv-ca 'EU11v11eá
fon lC<X.tpappapt1Cá, 0á-cepa fü:OUKÉ'tl
1táv-ca),óp0a 8e roí';
f3ovMµévots ánevéY1Caa8ar ai'aBr,aiv. 4. i\ v0arpeí'a0e
nar&íav 1Cai µi¡ ápyúpwv, 1Cai yvmaiv vnep xpvaíov
&801Crµaaµévov, áv0arpeí'a0e 8e 1Cai ai'aBr,arv xpvaíov
15 1Ca0apov. 1Cpeíaamv yap GO<pÍaM0rov TCOAV't'EACOV,
nav 8e
't'͵wv OVIC&~wv avriJs,

1-4. Qo. 1, 16. 4. Qo. 1, 17. 4-6. Qo. 1, 18. 8. Qo. 7, 12. 10-16. Pr.
8, 9-11; cf. Flm. 3, 8; Paed., 11, 39, 2; III, 34, 1.

4. "Ott: Ett Potter. 12. l}ouM>µÉvot~a1tevÉylcacr8m at'.crth)ow: eupícncou-


<n yvéixnv Rahlfs. //. 'Av0mpetcr0e: A.Ú~EtERahlfs. 14. Kat: om. Rahlfs.
StromataI, 58,1--4 201

58.1. Está escrito en el Eclesiastés: He crecido en sabidu-


ría más que todos los que han nacido antes que yo en jerusa-
lén; mi corazón conoce muchas cosas: sabiduría y gnosis, porque
conoce las parábolas y la ciencia. Pues también eso es voluntad
del Espíritu, puesto que en la abundancia de la sabiduría está
la abundancia de la gnosis 11• 2. Quien es versado en toda clase
de sabiduría, ése será gnóstico con pleno derecho. También está
escrito: La ventaja de la gnosis de la sabiduría da vida al que
la posee 12 • 3. Y nuevamente, para consolidar aún más lo dicho,
está la cita siguiente: Todo es accesible a los [hombres] inteli-
gentes (y todo se refiere a lo griego y a lo bárbaro, pues lo uno
sin lo otro no es todo), y es también recto para los que desean
llevar consigo inteligencia. 4. Preferid la educación y no la plata,
y preferid la gnosis al oro acrisolado; preferid también la inte-
ligencia al oro puro; porque la sabiduría vale más que las pie-
dras preciosas, y no puede compararse a ella cuanto hay de co-
diciable 13 •

11. Qo. 1, 16-18.


12. Qo. 7, 12.
13. Pr. 8, 9-11.
202 I.'tpcÍ>µ(l't(l1, 14

KecpáAatov XIV 93 se

59. t. '-l>a.ot fü: "EAAr¡v~ µe'tá ye 'Opq,éa. x:a.t Aívov


K<lt wuc; 7t<lAa.10'tCl'tOUc;1ta.pa O'<pÍO'l7t01r¡'tac;E7tt O'O<pÍ~
1tpCÓ'touc;
0a.uµa.o~vm wuc; É1t't(l'tO'l>c; EmKAr¡0év'ta.c;O'O<poúc;,
5 µev U7t0 'Aoía.e; ~O'<lV,0a.Af¡c;'te ó M1AT\0'10c;
©V 'tÉO'O'a.pec;
K<lt Bía.c; Ó Ilp1r¡veuc; K<lt Ilt't't<lKOc;Ó Mt'tUAr¡va.toc;K<lt
KAeóJ3ouAOc; ó Aív<hoc;,oúo Be a1to Eupó:mr¡c;,:EóArov'te ó
'A0r¡va.foc;K<ltXÍAOOV ó Aa.x:eomµóvwc;,'tOVOe i::J3ooµovo'i
µev Ilepía.vopov dvm AÉyOUO'lV 'tOV Kpoív010v' 2. o'i Oe
10 'Aváxa.pO'lV'tOV:EKÚ0r¡v,o'i oe 'EmµevÍOr¡v 'tOVKpf¡'ta.· (ov
'EAAT\VlKOV oi> µéµvr¡'tm ó a1tÓO''toAOc;
otoe 7tpO<pT\'tr¡V' Ila.u-
AOc;EV't111tpoc;TÍ'tOVE7t10''tOA'fi, · elnév nq éc;
AéyrovOÜ'troc;
avrmv i'owq npoq,rj'l"Tlqoifrwq.
Kpijreq áei l/fEVC1'l'al, KW(a 011pía, racnépeq
15 ápyaí·
K(X,t11µa.p'tupía. a.Ü'tr¡ EO''tt.V
aAr¡~c;. 3. 'Op~c; 01troc;Ka.V
'tOtc;'EAAT\VOOV 7tpO<¡)T\'ta.lc;
OÍOOOO'Ín 'tT}c;aAr¡0eía.c;Ka.t OUK
E7t<l10'X'l>VE't<l1
1tpóc; 'te OÍKOOOµflV Ka.t 1tpoc; EV'tp07tflV
38 GCS
Ota.Aeyóµevóc; nvrov 'EAAr¡v1x:oic; ourxpfio0m 1t011͵a.O"t;

2. Cf. JULIANO, Orat., 7, 215 B; ANÓNIMO, Orphica fragm., 14.


//. Cf.D1óGENES LAERCIO, Vit. phi!., I, 3-4; Strom., I, 107, 4. 4. Cf.
DióGENES LAERCIO, Vit. phi!., 1, 19.40-42; TEODORETO DE C!Ro, Graec.
aff cur., V, 63. 14-15. Tt. 1, 12s.; cf. EPIMÉNIDES, Orac., 3 B 1.

13. oÜ't~: oÜ'tro Potter; airtfuv Aland. 16. ic&v: icav Potter.
Stromata I, 59,1-4 203

Capítulo XIV

59.1. Dicen los griegos que, después de Orfeo1, Lino 2 y


los más antiguos poetas, los primeros en ser admirados por su
sabiduría fueron los designados Siete Sabios 3; de los cuales cua-
tro eran oriundos de Asia: Tales de Mileto, Bías de Priene, Pí-
taco de Mitilene y Cleóbulo de Rodas; otros dos eran de Eu-
ropa: Solón de Atenas y Quilón de Esparta; unos afirman que
el séptimo era Periandro de Corinto; 2. según otros fue Ana-
carsis el Escita; incluso algunos dicen que fue Epiménides de
Creta (a quien se le conoce también como el profeta griego), y
que menciona el Apóstol Pablo en la Carta a Tito, cuando dice
así: Dijo uno de ellos, su propio profeta:
Los cretenses siempre embusteros, malas bestias y glo-
tones;
y ese mismo testimonio es verdadero 4 • 3. ¿Veis cómo atribu-
ye también alguna parte de verdad a los profetas griegos· y
no se avergüenza de usar sus poemas quien trata de edificar
y de tener en consideración a otros? 4. Y no es el único ejem-

1. Orfeo es uno de los personajes más oscuros de la historia de las reli-


giones. Es considerado en la mitología griega como hijo de Eagro (el dios-
río), pero las tradiciones discrepan acerca del nombre de su madre. Los crí-
ticos de nuestros días piensan que se trata de una personificación del nom-
bre colectivo «órficos» que llevaban los seguidores de alguna secta determi-
nada anterior al siglo VI a. de C.
2. Lino era también una figura mítica. Parece que Clemente depende en
este punto de algunas leyendas que le presentan como maestro de Heracles:
A. LE BOULLUEC,Stromate V, 11, p. 109.
3. La leyenda de los «Siete Sabios» se forma a comienzos del siglo VI a.
de C. La referencia más antigua es un texto de Platón (Protágoras, 343 D),
donde aparecen en conexión con el culto de Apolo en Delfos. Los persona-
jes que la leyenda cuenta entre estos sabios tienen el rasgo común de ser re-
presentantes de una sabiduría práctica; su agrupación interesa especialmente
como reflejo del espíritu positivo y realista que aparece en el siglo VI a. de
C. Cf. B. SNELL, Die Sieben Weisen, München 1952.
4. Tt. 1, 12s. El Apóstol cita a EPIMÉNIDES,Orac., 3 B 1.
204 l:tproµa-m I, 14

4. 7tpü<;youv Kopw0íou<;, ou ya.p EV'tau0a µóvov, 7tEpt 'tÍ1<;


'tOOVVE1CpfuvavacmÍ<JEO><;ót<XA.EyÓµEVO<; iaµf3EÍ<9 (JUYJCÉ-
'tpaytKq>d µoi ocpeAoq;A.Éyoov,
XPTJ't<Xl ei VEICpoiOVICiyeípov-
fül, cpáywµev 1Cai 1ríwµev · avpwv yap á1ro0vf,a1Coµev. Mr¡
5 1rÁavaa0e.
cp0eípoVO"lVfi0r¡XP1JO"Tl1
Óµ1AÍm 1Ca1CaÍ)
· 760PG

5. o'i fü: 'AKoucrÍA.aov'tOV 'Apye'iov EYJC<X'tÉA.el;a.v


'tüt<;
É1t'ta.cro<pot<;, fü: <l>EpElCÚbTJV
a.A.A.01 'tOVrúpwv. IlA.ci'toovfü:
av'tt Ilep1civbpou ro<; füa. 'to 'tEwpavvTJKÉvm 94se
aval;íou cro<pía<;
10 avnKa'tmCl't'tEt Múcroova 'tOVXTJvÉa.

60.1. 'ü<; µev oi>v lC(l'tO)7t0'\)'tÍ1<;MooucrÉoo<;r¡A.1KÍa<;


oí 1tap' "EA.A.TJ<Jlcro<pot yqóvacrt, µ11Cpov Ü<J'tEpov
bnx0rtcre'tm · ó be 'tpÓ1to<;'tÍ1<;1tap · a.u'tot<;<p1A.ocro<pía<;,
ro<;
'Ef3pa11Co<; Kat aiv1yµmCÓ{)TJ<;,TÍbTJemcrKE7t'tÉo<;. 2. Bpaxu-
15 A.oyíav youv 11cr1tci~ov't0'tTJV1tapmvewd¡v, 'tTJV eo<pEA.t-
·µoo'tci'tTJv.Au'tÍKa IlA.Cl'tO>V
7t<XA.aÍ't<X'tOV füa. <J7tOUbÍ1<;
yE-
yovÉvm 'tÓVbE'tOV'tpÓ7tOV A.ÉyEt,kotvfu<;µev 7t<l<JlV"EA.A.TJ<JtV,
el;mpÉ'too<;()f AaKEbmµovÍOt<;lC<Xt KpTJ<Jl'tüt<;EUVOµO>'tCl'tOt<;.
3. To µev oi>v yvm01 aavrov o'i µev XÍA.O>VO<;
20 Ú1tE1A.r¡<pa.cr1,
XaµmA.Éoov be ev 'tq> 1repi 0emv 0aA.ou,
be 'tÍ1<;Ilu0íac;. 4. ~úvmm be 'tTJVyvfumv
'Ap1mo'tÉA.TJ<;

3. 1 Co. 15, 32. 3-4. Is. 22, 13; cf. Paed., 11, 8, 1; III, 80, 4. 4-6. 1
Co. 15, 32-33. Cf. EURÍPIDES, Fragm., 1024; SóCRATES, Hist. eccl., 111,
16; MENANDRO, Fragm., 218; Paed., 11, 50, 4. 7-8. Cf. DióGENES LA-
ERCIO, Vit. phil., I, 3.8; TEODORETO DE CrRO, Graec. aff cur., V, 63.
8-10. Cf. PLATÓN, Prot., 343 A. 11-13. Cf. Strom., I, 107, lss.
16-18. Cf. PLATÓN, Prot., 343 B; ID., Leg., I, 641 E. 19-20. CAMELE-
ÓN, Fragm., 2 A; cf. FILÓN, De migr. Abr., 195; Paed., 111, 1, 1; Strom.,
I, 178, 1-2; 11, 70, 5; III, 44, 3; IV, 27, 3; V, 23, 1; VII, 20, 7. 21. Cf.
ARISTÓTELES, Fragm., 3; EsTOBEO, Anth., 21, 26.

3. µot: add. to Aland. 15,1. ri¡v: ttva Schwartz. 16. 1taAaÍtatov: co-
niec. Pini; m:íAat to Potter; insert. to Stahlin.
Stromata 1, 59,4-60,3 205

plo: cuando habla a los Corintios sobre la resurrección de los


muertos emplea un verso yámbico de la tragedia [griega], dice:
¿ Qué hay de provecho para mi? 5 Si los muertos no resucitan,
comamos y bebamos, pues mañana moriremos 6 • No os enga-
ñéis:
las malas conversaciones corrompen las buenas costum-
bres 7.
5. Algunos otros incluyeron a Acusilao de Argos entre los
siete sabios; por el contrario, hay quienes incluyen a Ferecides
de Siria. Platón incluye a Misón de Khenas en lugar de Pe-
riandro, indigno de sabiduría por ser un tirano 8•
60. 1. Un poco más adelante 9 mostraré cómo los sabios de
Grecia son en verdad un poco posteriores a la época 10 de Moi-
sés. Ahora, sin embargo, es suficiente examinar la filosofía de
aquellos, que es enigmática, igual que la hebrea 11• 2. Estos [fi-
lósofos] buscan la concisión lacónica, que es la más útil. Tam-
bién Platón dice que [el laconismo] nació hace mucho tiempo,
gracias al esfuerzo de todos los griegos, pero especialmente de
los espartanos y de los cretenses, que eran muy buenos legis-
ladores 12•
3. Algunos atribuyen a Quilón el dicho conócete a ti mismo;
en cambio, Cameleón, en su Tratado sobre los dioses, lo atri-

5. 1 Co. 15, 32.


6. Is. 22, 13.
7. 1 Co. 15, 32-33. Cf. Paed., 11, 50, 4; la cita puede verse igualmente en
EuRíPIDES,Fragm., 1024, a quien se lo atribuye SócRATES, Historia eclesiás-
tica, 111, 16; también puede verse en MENANDRO,Fragm., 187.
8. El texto de Platón (Prot., 343 A) nombra a los siguientes: «Tales de Mi-
leto, Pítaco de Mitelene, Bías de Piene, nuestro Solón, Cleóbulo de Lindos,
Misón de Quenea y el séptimo Quilón de Esparta».
9. Véase el capítulo 21 de este mismo libro.
10. Sobre la utilización clementina del término T]A.t1cía(época), cf. M. BER-
CIANO, Tiempo humano, p. 177, nota 636.
11. En Clemente la expresión «filosofía hebrea» equivale al ideal del
evangelio, cf. Paed., 11, 18, 1; 117, 4; 111, 54, 2; Strom., I, 10, 2; 64, 5;
101, 1-2.
12. PLATÓN, Leg., I, 641 E, dice textualmente: «Todos los griegos tienen la
impresión de que mi nación estima en gran manera la palabra hablada y que
es muy habladora, mientras que Esparta y Creta son una muy parca en las
palabras y la otra atiende más a la abundancia del contenido que a la de las
palabras». La parquedad de palabras entre los lacedemonios fue tan prover-
bial, que ha pasado a nuestra lengua en el término de «laconismo», término
proveniente de Laconia o Lacedemonia.
206 :I:-tpcóµma I, 14

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2-3. Cf. Strom., I, 15, 2; IV, 3, 2; VI, 168, 4. 6-7. Cf. EsTRATóN,
Fragm., 147. 8. Cf. DíDIMO DE ALEJANDRÍA, Fragm., 4; Strom., I, 80,
4; IV, 122, 4; V, 46, 2. //. Cf. DióGENES LAERCIO, Vit. phi[., 1, 2, 14.
9. ID., Vit. phi!., 1, 6, 4. 12. HOMERO, Od., VIII, 351; cf. Strom., 11,
70, 4. 13. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 4. 13-14. Cf. DíDIMO DE ALE-
JANDRÍA, Fragm., 4.

7. l:roooµcp: l:'tpmoof¡µot Potter; úooéµcp Wilamowitz-Moellendorff.


12. yi:: 'ti: Potter.
Stromata I, 60,3-61,2 207

huye a Tales 13, y Aristóteles a la Pitia 14• 4. Esa max1ma pre-


tende ser una exhortación a alcanzar la gnosis. En efecto, no se
pueden conocer las partes del universo prescindiendo de la esen-
cia del todo; por ello es necesario ocuparse del origen del uni-
verso 15, mediante el cual será posible comprender la naturaleza
del hombre 16•
61.1. También a Quilón de Lacedemonia refieren el dicho
nada en demasía; pero Estratón 17, en el Tratado sobre los in-
ventos, atribuye el apotegma a Sodamos de Tegea; Dídimo 18 lo
atribuye a Solón, al igual que a Cleóbulo la expresión la me-
dida es lo mejor 19• 2. Y el [proverbio] sal fiador y te arruina-
rás, según Cleomenes 20 en su Hesíodo, dice que fue enunciado
por Homero con estas palabras:
las garantías de los miserables son malas para ser re-
cibidas como tales 21 •
Según Aristóteles 22 , algunos piensan que el dicho es de Quilón;

13. CAMELEÓN,Fragm., 2 A. Se trata de una máxima de la filosofía grie-


ga y judía, que a Clemente le llega a través de Filón (De emigr. Abr., 195).
Cf. F. GRINTEN, Die natürliche, 88-97; E. MOLLAND, The origin, p. 127; P.
COURCELLE,Connais-toi, 1, 77-80; A. LE BOULLUEC,Stromate V, 11, pp. 107-
108; J. PÉPIN, Idées grecques, pp. 199-200.
14. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 3. La Pitia es la sacerdotisa de Delfos que,
sentada sobre el trípode de Apolo, pronunciaba sus oráculos.
15. Para los diversos significados de 1t0Au1tpayµovf\cm.t(ocuparse en mu-
chas cosas), en nuestro autor, cf. A. LE BOULLUEC,Stromate V, 11, p. 363.
16. Para conocer bien al hombre se necesita estudiarlo en la totalidad del
universo. Se trata de una antropología conforme al sistema "gnóstico" del Ale-
jandrino. En Protr., 5, 3, Clemente ha dicho que el hombre es un microcos-
mos; concentra en su ser el Todo Universal, cosmos noético a través del
«nous», y cosmos sensible mediante el cuerpo: S. FERNÁNDEZARDANAZ,Ge-
nesis, 58; cf. W. E. G. FLOYD, The problem of evil, pp. 18-19; R. MoRTLEY,
Connaissance, p. 151.
17. Autor peripatético (ca. 340-268 a. de C.), natural de Lámpsaco y pre-
ceptor de Ptolomeo II Filadelfo, es apodado «el Físico». En Teología su ma-
terialismo y su tendencia al monismo no dejaban lugar para el concepto de
un Dios personal.
18. Dídimo de Alejandría, que nació alrededor del año 30 a. de C., es lla-
mado también «el Calcentero», y fue un célebre gramático y crítico literario
de Alejandría.
19. D1óGENESLAERCIO,Vit. phi!., I, 6, 4, es el que nos transmite estas no-
ticias.
20. Puede que se trate del personaje del que habla DióGENES LAERCIO,
Vit. phi!., VI, 75 y 95.
21. HOMERO, Od., VIII, 351. Estobeo (Anth., 3, 1) lo atribuye a Tales, y
en Strom., VI, 21, 5 es atribuido a Quilón.
22. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 4.
208 Itpcóµm:cx I, 14

1rávw~av8pw1ro1,ca,coi;, oí lrAElO"Wl 'l'WV av8pm1rwv,ca,coi


(01x~ ycx.pEKcpÉpE'tcxt 't() CXÚ'tO
anócp0Eyµcx)oí 7tEpt I:oná.ocxv
'tOVBu~á.vnov Bícxvw<;AÉyoucnvdvm Kcxt'tO µeAÉ'rf11rávra761PG
,ca8azpei IlEptá.vopou 'tUYX<X.VElV f3oÚAOV'tcxt,óµoÍro<; <>e
5 't'TlVyvm8z ,cazpov ncxpcxÍvE<nvIltncxKou Kcx0Ecná.vm.4. 'O 95 se
µev O'OVLÓArov 'A0r\vaÍOt<;, Ilt't'tCXKO<; fü: Ml'tUA'TlVCXÍOt<;
evoµo0É't110'CXV. 'Ü\jle ()f nu0ayópcx<; ó <l>EpEKÚOou yvcóptµo<;
cptAÓcrocpov f'.CXU'tOV1tpfuw<;av11yópEUO'EV.
62. t. <l>tAOcrocpÍcx<;wívuv µE'tcx.wu<; 1tp0Etp11µÉvou<;
10 livopa<; 'tpEt<;YEYÓVCXO'l 0tcx<>oxcx1.
E1tCÓvuµot 'tOOV
'tÓ1trov7tEpt
oÜ<;OtÉ'tpn¡mv, 'l'tCXAllCTJ µev 11(l7t()nu0cxyópou, 'Irovtri¡ <>e
11(l7t() 0cxAOu, 'EAECX'tllCTJ ()f 11(l7t{)EEvocpá.vou<;.2. nu0cx-
yópcx<;µev O'OVMv11crá.pxouI:á.µto<;, ro<;cp11crtv'l1t1tóf3o't0<;,
ro<;()f 'AptO''tÓ~EVO<; EV't(-9nu0cxyópou f3í<pKCXt'ApÍcr'tcxpxo<;
15 KCXl8EÓ1toµ1to<;,Tuppr¡vo<; ~v. ro<;()f NEá.v0r\<;.I:úpto<; i,
Túpto<;, rocr'tEdvm Kma wu<; nAEÍcrwu<;'tOV nu0cxyópcxv
f3á.pf3cxpov 'tO yÉvo<;.3. 'AA.A.aKCXl 0cxAft<;,ro<;Afovopo<; KCXl
'Hpó<>ow<;ícrwpoÚO'l, <I>o'ivt~~V, ro<;<>É'tlVE<;Ú7tElATl(pCXO'l,
MtATlO'to<;.4. Móvov ot>w<; <>oKEtw'i<; 'trov Aiyu1t'tÍrov

1. Cf. Strom., V, 59, 5. 3. Cf. D1óGENES LAERCIO, Vit. phi!., I, 4,


5. 3-4. ID., Vit. phi!., 1, 6, 4. S. ID., Vit. phi!., 1, 4, 4. 7-8. Cf. HERÁ-
CLIDES DEL PONTO, Fragm., 87; DióGENES LAERCIO, Vit. phi!., proe-
mio XII; !bid., VIII, 8; JAMBLICO, De vit. Pyth., 59; TEODORETO DE
C!Ro, Graec. aff cur., I, 24.50.55; Strom., IV, 9, l. 9-10. Cf. GALE-
NO, Phi!. hist., 3. 14. Cf. ARISTÓGENES, Fragm., 11 B; cf. DióGENES
LAERCIO, Vit. phi!., VIII, l. 14. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 190; TEO-
DORETO DE CIRO, Graec. aff cur., I, 24. 15. Cf. TEOPOMPO, Fragm.,
115 F 72; Protr., 42, 2; Strom., I, 1, 2; 117, 8; 135, 1; VI, 19, 5; 21, 3.
!!. Cf. NEANTES, Fragm., 84 F 29. 17. Cf. MENANDRO, Fragm., 2.
18. Cf. HERÓDOTO, Hist., I, 170; D1óGENES LAERCIO, Vit. phi!., I, 27.
19. Cf. ID., Vit. phi!., 1, 5; Strom., I, 66, 2; 69, 1-2.

7. <l>epelCÚÓou:<l>pelCÚÓou~ Potter. 14. 'Apícmxpxo~: tex. corrup.


Stahlin. 19. Móvov: coniec. Pini; Móvot~ Potter; Móvo~ Stahlin.
Stromata I, 61,2-62,3 · 209

en cambio Dídimo 23 afirma que el consejo es de Tales. 3. Tam-


bién los que siguen: las mayorías son malas o la mayor parte
de los hombres son malos (pues el apotegma es enunciado de
esas dos maneras), unos dicen que son de Bías, conforme a la
opinión de Sotades de Bizancio 24, y todo lo consigue el traba-
jo25,quiere deducirlo de Periandro, e igualmente establece la re-
comendación de Pítaco: Aprovecha la ocasión26. 4. De otra parte,
Solón legisló a los atenienses y Pítaco a los de Mitilene. Sólo
mucho tiempo después Pitágoras, el amigo de Ferecides 27, se de-
signó a sí mismo primer filósofo 28.
62.1. Además de los hombres que hemos mencionado, exis-
tieron tres escuelas filosóficas, denominadas por los nombres to-
ponímicos en que florecieron: la itálica, que es la de Pitágoras; la
jónica, de Tales y la eleática, de Jenófanes. 2. Pitágoras, hijo de
Menexarco, era de Samos, como afirma Hyppobotos 29; sin embar-
go, Aristógenes, en la Vida de Pitágoras30, Aristarco 31y Teopom-
po32 afirman que [Pitágoras] era de Tirrene, como Neantes. De
Siria o de Tiro, lo cierto es que Pitágoras era, según la mayoría,
de ascendencia bárbara. 3. Igualmente Tales, como refieren Lean-
dro 33y Heródoto, era fenicio; o como otros sugieren, era milesio.

23. Cf. DíDIMO DE ALEJANDRÍA,Fragm., 4.


24. Sotades de Bizancio parece ser el poeta satírico de principios del siglo
III; cf. C. CEssr, La poesia hellenistica, Bari 1912, pp. 340-342.
25. DróGENES LAERCIO, Vit. phi[., 1, 6, 4.
26. !bid., I, 4, 4.
27. Filósofo nacido en Syros, en el mar Egeo. Se supone que fue quien
transmitió a Pitágoras la doctrina sobre la inmortalidad del alma en forma de
metempsícosis.
28. Esta breve historia de la filosofía griega parece derivar de algún ma-
nual, como del que se sirvió Diógenes Laercio, pero también podría pensar-
se en una más esquemática «sucesión de filósofos» como la del Ps.-GALENO,
Hist. phi!., 3: G. PrNI, Stromati, p. 126, nota 14.
29. Hyppobotos es un historiador y biógrafo de época desconocida. Como
posible fuente de Clemente, cf. W. CHRIST, Philologische, pp. 455-528.
30. ARISTÓGENESDE TARENTO, Fragm., 11 B. Célebre autor de la anti-
güedad por sus conocimientos musicales; concebía el alma como la armonía
de una pieza musical.
31. Puede que se trate de Aristarco de Samotracia, que vivió durante los
años 217-145 a. de C., o puede que se trate de un error y haya que leer
conforme algunos autores modernos proponen, cf. por ejemplo
'Aptcr'tO'tÉA11<;,
Rose: ARISTÓTELES, Fragm., 190.
32. Cf. TEOPOMPO,Fragm., 115 F 72; para el personaje, cf. Strom., I, 1, 2.
33. Parece que se trata de un error en la transcripción del nombre; cf. ME-
NANDRO,Fragm., 2.
210 Ltpcóµa-ra 1, 14

1tpoqnÍi-mc;cruµl3el3AT1KÉvm, füoá.crx:aAO<;
fü: ClU'tOUouodc;
cxvaypá.cpE'tat, éócrnep oufü: <l>epelCÚ<>ou
'tOU I:upíou, éí>
I1u0ayópac; eµa0rrceucrev.
63. 1. 'AA.A' r¡ µev ev ME'tCX1tOV'tÍCJ)
'tÍl<; 'hcxAÍCX<;

r¡ TtexAllCTJ
5 KCX'taI1u0cxyópcxvcp1AOcrocpícx K<X'tE'YÍlpcxcrev.
2. 'Ava~͵avopoc; fü: I1pa~1á.oou M1Aftcr10c;0aA11v 40 GCS
OlaOÉXE'tat,'tOU'tOV OE'Ava~1µÉvT1<; Eupucri-pá.i-ouM1Aftcr10c;,763PG
µe0' ov 'Ava~ayópac; 'HYT1cr1l3oúAOu KAa/;oµÉv10c;.Oüi-oc;
µei-f11ayev ano i-11c; 'Irovíac; 'A0tíval;e 'tllV Ol<X'tp1l3ftv.
10 3. Toui-ov oiaoéxei-m 'ApxéAaoc;, oi> I:rox:pá.'tll<; oiftx:oucrev.
'E,,;: 8' lipa réov á1réclrve Áao~óoq, évvoµ0Aécrxr1<;.
'EM17vmv é1raoróÓ<;,
ó Tíµrov Cl)TlCJlV ev 'tOl<;LÍAA.Ol<; Ola 'tO CX1tOKEKAlKÉvCXl CX1t0
't©V cpucrtx:rovE1tl 'ta TJ0tx:á..4. I:rox:pá.wuc; OE cxx:oúcrac;
15 'Avi-1cr6ÉvT1<;µev elCÚVlCJE, IlA.á.i-rovOE de; 'tllV 'Ax:cxOT1µíav96 se
cxVEXIDPTlªE- 5. llapa I1Aá.i-rov1'Ap1crwi-ÉAT1<; cp1Aocroqrr¡crac;
µE'tEA8rovde; 'tO AÚKElOV x:i-í/;El'tllV I1Epl1tCX'tll'tllCTJV
a'ípEcrlV.
Touwv 01aoéx1oi-m0eócppcxcrwc;, ov fapá.i-rov,ov Aúx:rov,di-ex
Kp1i-ÓAcxoc;, di-a ~1óoropoc;. 6. I:1t1oúcrmnoc;oe I1Aá.i-rovcx
20 OtaOÉXE't<Xl,i-oui-ovoe E1ovox:pá.'tllc;, ov IloAɵrov.IloAɵrovoc;
oe cxx:oucri-atKpá.'tll<; 'tE x:at Kpávi-rop, de; oüc; i¡ ano
I1Aá.i-rovoc;KCX'tÉATl~EV cxpxcxía 'Ax:aOT1µÍa.Kpá.vi-opoc; OE
µE'tÉcrXEV 'ApKECJÍAao<;, cxcp'oi> µéxp1 'HYllcrÍvou +ív~CJEV
'Ax:cxOT1µÍar¡ µÉCJTl.

6. Cf. ÜIÓGENES LAERCIO, Vit. phi/., 11, 1, l. 7. Cf. ID., Vit. phi/.,
II, 2, l. 8. Cf. ID., Vit. phi/., 11, 3, l. 9. Cf. ID., Vit. phi/., 11, 4, l. 10.
Cf. !bid. 11-12. TIMÓN FLIASIO, Fragm., 25, ls.; cf. ÜIÓGENES LAER-
CIO, Vit. phi!., 11, 19; SEXTO EMPÍRICO, Adv. Math., VII, 8; Strom., 1,
24, l. 14. Cf. ÜIÓGENES LAERCIO, Vit. phi/., VI, 1, 1; Protr., 71, 2;
Strom., V, 108, 4. 15-16. Cf. ÜIÓGENES LAERCIO, Vit. phi/., proemio
IX. 16. Cf. ID., Vit. phi/., V, 1, 1. 18. Cf. ID., Vit. phi/., V, 2, l.
//. Cf. ID., Vit. phi/., V, 3, l. //. Cf. ID., Vit. phi/., V, 4, l. 19. Cf.
CRITOLAO, Fragm., 4. //. Cf. ÜIÓGENES LAERCIO, Vit. phi/., IV, 1, 1;
Strom., 11, 133, 4-7. 20. Cf. DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., IV, 2, l.
//. Cf. ID., Vit. phi!., IV, 3, l. 21. Cf. ID., Vit. phi/., IV, 4, l. //. Cf.
ID., Vit. phi/., IV, 5, l. 21-22. Cf. ID., Vit. phi/., proemio IX.
23-24. Cf. ID., Vit. phi/., IV, 60; CICERÓN, Acad. Prior, 11, 16.

6. Ilpa~táfou: Ilpa~tMµou Potter. 11. A<Xo~óoc;,:coniec. ó ACX~Óoc;


Lloyd-Jones. 23. 'HYl'lcrÍvou: 'HYl'lcrtMou Potter.
Stromata 1, 62,4-63,6 211

4. El mismo Tales parece que fue el único que se encontró con


los profetas egipcios 34, y no menciona que tuviera maestro algu-
no, como Ferecides de Siria, que tuvo por discípulo a Pitágoras.
63.1. No obstante, la filosofía pitagórica o itálica, perma-
neció hasta el final en el Metaponto de Italia.
2. Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades, sucede a Tales,
y a éste le sucede Anaxímenes de Mileto, hijo de Euristrato, y
más tarde Anaxágoras de Clazomenes, hijo de Hegesibulo. Pre-
cisamente éste trasladó la escuela desde Jonia hasta Atenas. 3. A
éste le sucede Arquelao, de quien fue discípulo Sócrates.
Después de ésos llegó el pulidor de piedras, el heraldo
de la ley,
el oráculo de los griegos,
afirma Timón en Los Silos35 , en razón de su inclinación desde
los temas físicos a los morales. 4. Antístenes, siendo discípulo
de Sócrates, se convirtió en filósofo cínico; y Platón se retiró a
la Academia. 5. Aristóteles, después de estudiar filosofía al lado
de Platón, se pasó al Liceo y fundó la escuela peripatética. A
éste le sucede Teofrasto; a éste, Estratón; a éste, Licón; luego
Critolao 36 y más tarde Diodoro 37 • 6. Espeusipo 38 sucede a Pla-
tón; a ése, Jenócrates; a éste, Polemón. Polemón, a su vez, tuvo
como discípulos a Crates y a Crantor, con quienes terminó la
Antigua Academia nacida [bajo la dirección] de Platón. Cran-
tor tuvo como discípulo a Arcesilao, bajo cuya dirección se
fundó la Academia Media que duró hasta Hegesinos 39 •

34. La expresión «profetas egipcios» significa un grado en la jerarquía pa-


gana de Egipto; cf. J. RUWET, Canon, p. 89.
35. TIMÓN, Fragm., 25, ls. Este autor, nacido en Fliunte, vivió hacia los
años 320-230 a. de C., y de su obra Los Silos, compuesta en tres libros, sólo
conservamos 150 versos, en los que se ridiculiza a las diversas escuelas filo-
sóficas. El término o~ significa la mirada oblicua de un tuerto, aludien-
do quizá a que Timón carecía de un ojo (cf. EUSEBIODE CESAREA,Praep.
evang., XIV, 18, 2-5).
36. Critolao de Faselis sucedió a Aristón en la dirección de la Escuela.
Sobre los maestros aristotélicos y sus escritos, cf. F. WEHRLI, Die Schule des
Aristóteles. Texte und Kommentare, 10 vols., Basilea 1948-1960.
37. Diodoro de Tiro presidió la escuela aristotélica de Atenas hasta el año 110.
38. Espeusipo era hijo de una hermana de Platón, cf. D1óGENESLAERCIO,
Vit. phi/., IV, 1, l.
39. Hegesinos de Pérgamo, también nominado como Hegesilao, floreció
hacia el año 185 a. de C. Sucedió a Evandro y Teleclés en la dirección de la
segunda Academia.
212 fapooµa'ta I, 14

64.1. Eha. Ka.pVE<XÓTJ<; Ota.ÓÉXE'ta.t'Hy11crívouv ica.1.


oi eq>E~TJ<;· fü: Z1Ívrov ó Ktneu<; ó 'tTJ<;faroticfi<;
Kp<X'tTJ'tO<;
lip~a.<; a.ipÉO"ECO<;
yívE'ta.t µa.~'t1Í<;. Tot>'tOV Ota.ÓÉXE'ta.t
KAeáv~<;. ov Xpúcrt1t1to<;ica.1.oi µE't' a.inóv.
5 2. Tfi<; fü: 'EAE<X.'tllCTJ<; ayroyfi<; EEVOq><XVTJ<; Ó Ko-
Aoq>C.Óvto<;lC<X.'t<XPXEt,
ov q>TJO"t T͵a.to<; icma. 'IÉprova. 'tOV
LtlCEAÍ<X.<;
óuvácr'tTJVica.1.'E1tíxa.pµov 'tov 1tOtTJ'tl1V yeyovÉvm,
'A1toAAÓÓropo<; óe lC<X.'tCX.
'tllV 'tEO"O"a.pa.lCOO"'tllVOAUµmáóa.
yevóµevov 1ta.pa.'tE'ta.icÉvmlixpt 'trov da.peíou 'tE ica.1.Kúpou 765PG
10 xpóvrov. 3. Ila.pµevÍÓTJ<;wívuv Eevoq,ávou<; aicoucr'tTJ<;
yÍVE't<X.t,
'tOÚ'tOUÓe ZllVCOV, Ei-ta.AEÚ1Ct7t7tO<;, 41 GCS
Et'ta.dTJµÓicpt'tO<;,
Ilpro'ta.yópa.<;ó 'Al3ó11pÍ'tTJ<;
4. dTJµoicpÍ'tou óe CllCOUO"'t<X.1. lC<X.1.
MTJ'tpóóropo<;ó Xt0<;, o-o dtoyÉVTJ<; ó I:µupva.10<;,o-o 'Avá-
~a.pxo<;,'tOÚ'tOUóe Ilúpprov' O'ÜNa.ucrtq><XVTJ<;. Toúwu q,a.0-1.v
15 evtot µa.~'tllV 'E1tíicoupov yevfo8m.
5. Ka.t Tlµev Óta.ÓOXll'tOOV 7t<X.p'"EAATJO"t
q>tAOO"Óq>rov
ro<;
EV €1tt't0µ1l'ÍÍÓE,OÍ XPÓVOtÓe 'tOOV
7tp01C<X.'t<X.p~<XV'tCOV
'tTJ<;
· q>tAocroq>Ía.<;
a.u'trov É1toµÉvro<;
AElC'tÉot."Iva. ó11ev cruyicpÍO"Et
a1toóeí~roµev 1tOAAa.t<;yevm'i<; 1tpml3u'tÉpa.v 'tllV icma.
20 'El3pa.ÍOu<;q>tAOcroq,Ía.v.

65.1. Ka.t 7tEpt µev Eevoq><XVOU<; EtpTJ'ta.t, o<;'tTJ<;


'EAmnicfi<; ~p~E q>tAOcroq,Ía.<;, 0a.Afiv fü: Eüó11µ0<;ev m'i<;
'Acr'tpoAoytica.'i<;
icrwpÍm<; 't'TlV
yevoµÉv11veicAm¡nv wu it~íou
7tp0Et7tEtVq>TJO"t ica.8' oÜ<;XPÓVOU<; O"UVTJ'lf<X.V
· µ<XXTJV 7tpü<; 97 SC
25 aAA1ÍAou<; Mfióoí 'tE ica.1.Auóot ¡3a.crtAEÚovw<; Kua.~ápou<;
µev 'tOU 'Acr'tuáyou<; 7t<X.'tpü<; M1ÍÓCOV, 'AAuánou óe 'tOU
Kpoícrou Auófuv. I:uv*ÓEt fü: a.u'tép ica.1.'Hpóóow<; ev 't'!l

1. Cf. DróGENESLAERCIO,Vit. phi/., IV, 8, 2 y 9, 1. 2. Cf. ID., Vit.


phil., VII, 1, lss. 4. Cf. ID., Vit. phil., VII, 2, lss. //. Cf. ID., Vit. phi!.,
VII, 4, lss. 5-6. Cf. ID., Vit. phi/., IX, 2, lss. 6. Cf. TrMEO,Fragm., 566
F 133; Strom., I, 1, 2; 135, 1; 139, 4. 9-10. Cf. APoLODORO,Fragm., 244
F 68. 10. Cf. DróGENESLAERCIO,Vit. phi/., IX, 3, lss. 11. Cf. ID., Vit.
phil., IX, 5, 1. //. Cf. ID., Vit. phil., IX, 6, 1s. 12. Cf. ID., Vit. phil., IX,
8, 1. 13. Cf. ID., Yit. pl_Jil.,IX, 9, 1s. 13-14. Cf. ID.,_Vit. _phi/., IX, 10,
1s. 14. Cf. ID., Vit. phil., IX, 11, 1s. 15. Cf. ID., Vit. phil., X, 1, lss.;
Strom., I, 1, 2; 50, 6; 52, 4; 67, 1; 80, 2; 11, 16, 3; 119, 3; 127, 1; 128, 1;
138, 4; IV, 143, 6; V, 90, 2; 116, 4; VI, 67, 2. 18-20. Cf. Paed., 11, 18,
1; 11, 117, 4; III, 54, 2; Strom., I, 10, 2; 60, 1; 101, 1-2; etc. 21. Cf. Strom.,
1, 64, 2. 22. Cf. EUDEMO,Fragm., 143; DIÓGENESLAERCIO,Vit. phi/., I,
1, 2. 26-214,1. Cf. HERÓDOTO,Mus. Clio, 74, 2; ID., Fragm., 11 A 5.

1. 'HYl]crÍvouv: 'HYl]<JÍA.aov Potter. 8. 'tE<J<JapaKO<JTI]v:tex. corrup.


Stahlin.
Stromata I, 64, 1-65, 1 213

64. 1. Después, a Hegesinos le sucede Carnéades y así los


otros que siguen 40 • Zenón de Citia, el fundador de la escuela
estoica, es discípulo de Crates. A aquél le sucede Cleantes; a
éste, Crisipo, y a Crisipo, y otros que vienen detrás_ de él 41 •
2. J enófanes de Colofón es el fundador de la escuela ele-
ática, del que Timeo dice que es contemporáneo de Hierón, ti-
rano de Sicilia y del poeta Epicarmo 42 ; no obstante, Apolodo-
ro afirma que Qenófanes] nació en la Olimpiada cuarenta, y
vivió hasta los tiempos de Darío y de Ciro 43 • 3. J enófanes tuvo
como discípulo a Parménides y éste a Zenón, después a Leuci-
po y más tarde a Demócrito. 4. Discípulos de Demócrito son
Protágoras de Abdera y Metrodoro de Quíos 44 ; y continúa: Dió-
genes de Esmirna, Anaxarco, Pirrón y Nausifanes 45 • Hay quie-
nes afirman que éste tuvo como discípulo a Epicuro.
5. Esa es, en resumen, la lista de los filósofos griegos; esta
es consecuentemente la cronología 46 de los fundadores de su fi-
losofía. Para que comparativamente podamos mostrar que la fi-
losofía hebrea es más antigua.
47
65.1. Ya se ha mencionado que Jenófanes fue el funda-
dor de la filosofía eleática, pero Eudemo 48 en su Historia As-
trológica dice que Tales predijo el eclipse de sol que tuvo lugar
durante el día que duró la batalla entre Medos y Lidios, sien-
do rey de los Medos Ciaxares, padre de Astiages, y de los Li-
dios, Aliate, padre de Creso. Heródoto, en el libro primero [de

40. Nuestro autor se refiere a los que frecuentaron la Nueva Academia,


que dura desde el año 214 hasta el 137/5.
41. Es decir, a Zenón de Tarso (hacia el año 208), Diógenes de Babilonia
(hasta el año 150), Antípatros de Tarso, que muere en el 135/6, etc.
42. Cf. TrMEO, Fragm., 566 F 133. Para este autor, cf. Strom., I, 1, 2.
43. Cf. APOLODORODE ATENAS,Fragm., 244 F 68. Sobre el personaje, cf.
Strom., I, 105, 1.
44. Metrodoro de Quíos es uno de los principales representantes de la es-
cuela atomística. Rechazaba el testimonio de los sentidos, concluyendo la ne-
gación de la verdad sensible.
45. Nausifanes fue discípulo de Pirrón, pero se pasó a la escuela de De-
mócrito; tuvo entre sus oyentes a Epicuro, quien, no obstante, habla despec-
tivamente de él.
46. Lit.: «los tiempos destinados».
47. Véase Strom., I, 64, 2.
48. El eclipse tuvo lugar el 28 de mayo del 585; cf. PLINIO, Hist. nat., 11,
12, 53.
r
l 214 E-rpcóµa-raI, 14

1tpÓ>'ql.Eicrt OEoí xpóv01 aµq>t tllV 1tEV't'Jl1COOtllV oA.uµnuroa..


2. Ilu0a.yópa.c; OE ica.ta. IloA.uicpá't'Jltov túpa.vvov m:pt tllV
É~T)lCO<JtllV OEUtÉpa.voA.uµmáoa. EÚpÍcrlCE'ta.t. 3. I:ÓAfl>voc;
OE~T)A.rotr¡<;Mvr¡crÍq>tA.o<;ava.ypáq>Eta.t,cp0eµtcrtotl11c; O'UV-
5 OlÉtpl'l'EV."Hicµa.O"EV O'OVÓ l:ÓAfOV lCa.'t<X
'tTJVtEO'O"a.pa.icoo-
'tTJVElC'tT)V ÓA.uµmáoa. 4. 'Hp<ÍlCA.Etto<; ya.p ó BA.Úcrrovoc;
MEA.ayicóµcxv tOV túpa.vvov E1tEtO'EV a1to0fo0m 'tTJVªPX1ÍV. 768PG
Üi>to<;~a.atA.Éa.L\a.pe'iov1ta.pa.ica.A.0Üvta. fíicnv eic; IlÉpcra.c;
1>1tEpEt0EV.

l

f

2. Cf. APOLOOORO, Fragm., 244 F 339; DróGENES LAERCIO, Vit.


phi/., 11, 2 y VIII, 45. 3. Cf. lo., Vit. phi/., 1, 62. 4-5. Cf. PLUTARCO,
Tem., 2, 6; lo., Moralia, 154 C. 5-6. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec.,
41; Strom., I, 129, 3. 6. Cf. DróGENES LAERCIO, Vit. phi/., IX, 1, 1.
8-9. Cf. lo., Vit. phi/., IX, 1, 10.

6. BA.Úcroovo~:
Baúcroovo~Potter.
Stromata I, 65, 1-4 215

Las Musas] coincide con Eudemo. Esta época tuvo lugar alre-
dedor de la Olimpiada cincuenta 49 • 2. Pitágoras vive bajo [el
mandato de] Polícrates el tirano, alrededor de la Olimpiada se-
senta y dos 50 • 3. Solón es nombrado maestro de Menesífilo, con-
discípulo de Temístocles. Así pues, Solón estuvo en plena acti-
vidad alrededor de la Olimpiada cuarenta y seis 51 • 4. Heráclito,
hijo de Blisón, convenció al tirano Melancomas para que abdi-
cara. Y él mismo desestimó la llamada del rey Darío al man-
darle trasladarse a Persia 52 •

49. Se trata de un error cronológico del Alejandrino, pues la fecha autén-


tica oscila entre los años 3° y 4° de la Olimpiada 48.
50. Correspondiente a los años 529-526 a. de C.
51. Esta Olimpíada tuvo lugar durante los años 596-593. El año del ar-
contado de Solón es el 594.
52. D16GENESLAERCIO, Vit. phi/., IX, 1, 10 nos transmite la invitación
realizada por Darío a Heráclito; invitación que fue rechazada con las siguientes
palabras: «Porque huyo de vanidad y fasto, no pasaré a Persia, contentándo-
me con mi cortedad, que es lo que me acomoda».
216 Itpú,µata 1, 15

Kecpá.A.atov XV 98se

66. 1. ÜtOE µev oí xpóvot 'tOOV1ta.p' "E).J:r¡cn


1tpmf3U'tCl't(J)VO'O(j)OOV 'Q<; fü: oí 7tA.EtO''tOl
'tE lCClt(j)lA.OO'Ócprov.
ClU'tOOV f3ápf3a.pot 'tü yÉvo<; lCCll 1ta.pcx f3a.pf3ápot<;1tm-
5 orn0ÉV'tE<;,'tÍ OEt lCCltA.Éynv, El YE Tuppr¡vo<; 11Túpto<; ó
Ilu0a.yópa.<;EOEÍJCVU'tO, 'Avncr0Évr¡<;OE<I>pu~~V lCClt'Opq>EU<;
'OOpúcrr¡<;110pff~; "Oµr¡pov ycxp oí 7tA.EtO''t01 Aiy{mnov
cpa.ívoumv. 2. 00.A.11<;oe <I>o'ivt~rov 'to yÉvo<; Ka.t w'i<;
Aiyu7t'tÍrov1tpocpr¡'tm<; cruµl3El3A.r¡KÉvm E1pr¡m1, 1Ca.8á1tEp Ka.t
10 ó Ilu0a.yópa.<; a.uw'i<; YE wúwt<;, 01' oÜ<;Ka.t 1tEptE'tɵE'tO,
lVCl fü-11(0.t Ei<; 'tCXaoma. 1CCl'tEA.0cov 'tTJVµUO''tl!CTJV 1ta.p'
Aiyu1t'tÍrov e1Cµá801cp1A.00ocpía.v, Xa.Aoa.irov 'tE JCO.tMáyrov 42Ges
'tOt<;aptcr'tOt<;O'UVEYÉVE'tO lCClt'tTJVE1C1CA.1'JO'Ía.v
'tTJVvuv oÜ'tO)
Ka.A.ouµÉvr¡v 'to 1ta.p' a.u't<póµa.KoE'iova.ivÍ't'tE'tm. 3. IlA.á'trov
15 OE OUJCapvEt'tCll 'tCXlCCXAA.lO''tCl Ei<;(j)lA.OO'Oq>ÍO.v1ta.pcx'tOOV
f3a.pl3áproveµ1topEÚEcr0mEl<;'tE A1yu1t'tOVU(j)tJCfo0mÓµo-
A.OyEt · oúva.cr0m youv EV't(J)<I>a.íoroví(j)1'JO'l 7t0.V'ta.xó0Ev 'tOV
(j)lA.ÓO'O(j)OV
roq>EA.Et0'0a.t ypcxcprov· 1WÍLÍL1]µev T/ 'Eílíláq, eq,r¡,
n
dJKéf3r¡q,ij o' oq, év eÍ<nnáµnav áya0oi avópeq. lloílíla 769PG
20 oe,caz ra rwv {3apf3ápwvyévr¡.
67.1. OÜ'tro<; OtE'ta.t ó IlAá'trov JCO.t f3a.pf3áprov
(j)lA.OO'Ó(j)OU<;
'tlVCX<;dvm, ó OE 'E1tÍ1Coupo<;eµ1ta.AtVimo-
Aa.µf3ávn µÓvou<;cp1A.ocrocp11crm "EAA.r¡va.<; oúva.cr0m. 2. "Ev
'tE 't(J):ruµ1tocrícpe1tmvoovIlAá'trov 'tou<; l3a.pf3ápou<;ro<;füa.-
25 q>EpÓv'tro<; UO'lCTJO'ClV'ta.<;
µÓVOU<; vÓµou<; UA.r¡0fu<; (j)1'JO'lTCai 99Se
aílíloz aílílo0z noílílaxov ,cai év "Eílílr¡cn,cai {3apf3ápozq,dJv
6. Cf. PLUTARCO,Moralia, 607 B; Strom., I, 62, 2. 9. Cf. Strom., I, 62, 3-4.
10. Cf. DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., VIII, 1, 2; TEODORETODE C!Ro, Graec.
aff cur., 1, 15. 11-12. Cf. DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., VIII, 3. 18-20. PLA-
TÓN, Phd., 78 A. 22-23. Cf. EPICURO, Fragm., 226; Strom., 1, 1, 2; 50, 6; 52,
4; 64, 4; 80, 2; 11, 16, 3; 119, 3; 127, 1; 128, l; 138, 4; IV, 143, 6; V, 90, 2;
116, 4; VI, 67, 2. 25-218,1. PLATÓN, Symp., 209 D-E.

5. Túp10<;:Tuppr¡vtoi; Potter. 10. 1tEptetɵet0: itEptE-rɵvETO Dindoef. 17. <prt<n:


coniec. Schwartz y Stahlin. 18. E<prt:insert. Schwartz y Stahlin. 19. fJ ó' o¡;: om.
Burnet. / /. Eicn mxµmxv:EVElCH ltOUBurnet. 25. !lCJKT]CJUVTU<;µóvous vóµorn; aA.rt0ó'x;
<prtCJt:Del Grande y Pini; tex. corrup. Stiihlin; acrKT¡cravmi;vóµou5, aA.A.ot,<prtCJt
Potter; coniec. acrlCIJcrav-ra<;TI]V<ptA.ocrocpíav,µÓvou<;aA.rt0ó'x;<prtcrtvbc-yovafou-rrov
1mmA.EÍ1tEtV 'tOU<;<ptA.ocrócpousTU ypÓ.µµma Mayor; coniec. ltllV'tOÍav apETI]VJC(l\
µÉvoui;aA.rt0éoi;<prtcrtSchwartz. 26. aA.A.ot:coniec. Stiihlin y _Post-
itaióai; JC!l'tÓ.A.mo
gate. / /. itoA.A.axou:add. livlipE~ Burnet. / / ,2. JCai: add. EVBurnet. //. ~appó.pot<;:

j
add. JCa'tJCaA.aa1t0<prtvÓ.µEVot l:pya, 0EVvr¡craVTE<;itavwíav apE-rr¡v Burnet.
Stromata I, 66,1-67,2 217

Capítulo XV

66. 1. Ésas son las épocas de los filósofos y de los sabios


más antiguos de Grecia. ¿Es necesario añadir que la mayoría
de ellos fueron de origen bárbaro y fueron educados por bár-
baros, si Pitágoras era de Tirrene o de Tiro, Antístenes de
Frigia I y Orfeo de Odrisa o de Tracia? También la mayoría
afirma que Homero era egipcio. 2. Tales tenía origen fenicio,
como se dice, y estuvo relacionado con los profetas egipcios;
lo mismo que Pitágoras, quien se hizo circuncidar por ellos
para poder acceder a los santuarios secretos y aprender la fi-
losofía mística de los egipcios; y frecuentó igualmente a los
Caldeos y a los Magos más distinguidos, y su vocablo ho-
makoeion [asamblea común] significa obscuramente lo que no-
sotros llamamos hoy iglesia 2 • 3. Tampoco Platón niega haber
importado de los bárbaros lo mejor de su filosofía, y confie-
sa públicamente haber ido a Egipto. En el Fedón afirma que
el filósofo puede sacar provecho de todo, al escribir: Grecia
es grande, oh Cebes, responde aquel; en ella hay hombres bue-
nos por doquier. Pero también es abundante la estirpe de los
bárbaros 3.
67.1. Así, Platón presiente también que algunos filósofos
son bárbaros, aunque Epicuro sostiene que sólo los griegos son
capaces de filosofar 4 • 2. Y en El Banquete, elogiando a los bár-
baros como los únicos que de verdad practicaron las leyes de
forma eminente, Platón afirma: También hay otros muchos [fi-
lósofos] en otras partes, tanto entre los griegos como entre los

1. Sobre las fuentes de las que se sirvió nuestro autor en estos dos
capítulos siguientes, cf. E. HOWALD, Das Philosophiegeschichte, pp. 68-
98.
2. Clemente se refiere aquí a la «iglesia» como institución escolar: A. KNAU-
BER,Der Didaskalos, pp. 180-182.
3. PLATÓN,Phd., 78 A. Sobre la restauración del texto griego de este pa-
saje, cf. J. P. PoSTGATE,On the text, p. 245.
4. Cf. EPICURO, Fragm., 226. Una vez más Clemente rechaza las opinio-
nes de Epicuro, cf. A. DESSI, Elementi Epicurei, pp. 419-421.
218 l:-tproµa'CCX
I, 15

,mi ít:pa noAAa fic511rirovt: c5ia wv,; wwvwv,; naic5a,;.


3. LÍ'flM>t<>Éeiow oí j3ápj3a.pot Ota.<pepóv·tcl)(;nµ1Ícmv-m;
'tOU~a.imov voµo0É'tO.~ 'tE 1mi OtOa.<n::áA.OU~ 0wu~ 1tpo~-
El1tÓV'tE~.4. 'PUXCX~ ycxpaya.0cx~lCa.'tCl IlA.Ú'tIDVO. lCO.'t<l-
5 At1toúcra.~'tOV imepoupávwv 'tÓ1tov imoµe't.vm eABE'ivd~
'tÓVOE 'tOV't<Xp'ta.povlC(llcr&µa.avaA.a.j3oúcra~'tffiVÉv 'YEVÉ<JEt
1eaic&vánáv'trov µE'ta.crxe'ivÚ1toA.a.µj3ávoucrt, JcrJOoµÉva.~ 'tou
'tffiVav0pómrov yÉVOU~, O.lVÓµou~'tE e0ecrav lCO.l<ptA.OOO<pÍO.V
eJC1Ípu~a.v,oiJ µá(ov ára0ov djJ rmv áv0pÓJnmvrévt:l oifr'
10 ~A0év 1Wt't: be 0t:mv oifr' á<pí~t:Tal.
68.1. Kai µot 001eoucrtv a.icr0óµevot 't'fl~ µqálr¡~
EU7tOtÍa.~'t'fl~ ()t(l 'tffiVcrocp&vcrej3a.~va.í 'tE 'tOU~livopa.~
lC(ll,O'T¡µocrí~<ptM><JO(j)'fl<Ja.lBpa.xµavé~ 'tE crúµ1ta.V't~ lCO.l
'Oopúcrm icai fÉ'ta.t ica.i 'to 'trov Aiyu1t'tÍrov yÉvo~ 1ea.1
15 e0EOM'Yll<J0.V aicptj3~ 't(l ElCEÍvrov,Xa.A.Oa.foí'tE lC(ll'Apál3t0t
OÍ 1CA.'T¡0ÉV'tE~ EUOa͵ov~ lCUl OO'Ol'YE 'tllV Ila.A.a.t<J'tÍV'T¡V
1CO.'t<91CTJ<JUV
lCUl'tOUIlEpcrtlCOU yÉvou~ou 'tO eMxtcr'tOVµÉpo~
lCO.ta.Ma. 1tpo~ 'tOÚ'tOl~'YÉvllµupía.. 2. ·o OEIlA.Ú'troVO'flM>V
~ creµvúvrov a.id 'tOU~j3apj3ápou~ EÚpÍ<JlCE'ta.t, µeµv'T¡µÉvo~
20 a.Ú'tOu'tE ica.l nu0ayópou 'tCX 1tAE'icr'ta.
1eal yevvmÓ'tma. 't(OV
ooyµá'troV ev j3a.pj3ápot~ µá0ov't0~. 3. Lita 'tOU'tOlCO.lrév1143GCS
/3ap/3ápmv Ei7tEV, -yÉV'T¡<ptM><JÓ<proV UVOprov j3apj3áprov
-ytVCOO'lCIDV,
EV'tE 'tq><I>a.íopcp 'tOVAi-yú1t'tlOV lCO.l'tOU 772PG
j3a.crtA-Éa.
0rou0 iiµ'iv crocpCÓ'tEpov OEÍlCVU<JlV,OV'tlV(l'Epµ'flVotOEVOV'tU.
25 'AA.A.CXlC(lV'tq>Xa.pµí<>n0pg,1eá~'tlV(l~emcr'táµevo~ <pO.ÍVE'ta.t,
o'i A.É-y-OV'ta.t
á0a.va.'tÍ~ElV 'tTJV'lfl>XTlV.
69.1. 'lcr'tOpEt't<ll OE nu0a.yópa.~ µev I:ro-yxt<>t'tq>
Aiyu1t'tÍcpápxrnpo<p1Í't11
µa.0'T¡'teucrm,IlA.Ú'trovoe I:exvoúcpt<>t

4. Cf. PLATÓN, Phdr., 247 C; JusTINO MARTIR, Dial., 2, 1-2; ATE-


NAGoRAs, Leg., 25, 1. 9-10. PLATÓN, Tm., 47 B. 13. Cf. ESTRABÓN,
Chrest., XV, 1, 59 y 70; DióN CRISÓSTOMO,Orat., 49, 7; EUSEBIO DE
CESAREA,Praep, evang., VI, 10.14. 21-22. PLATÓN, Phd., 78 A. ~3. Cf.
ID., Phdr., 274 E. 24. Cf. CICERÓN, De nat. deor., III, 56; EUSEBIO
DE CESAREA,Praep. evang., I, 9, 24. 25-26. Cf. PLATÓN, Charm., 156
D. 27-28. Cf. PLUTARCO, Moralia, 354 D-E. 28-220,1. Cf. ID., Mora-
lia, 578 F.

7. JCTJOoµévm,;:
JCTJOoµÉvru;
Potter; add. coniec. oücrw; Mayor. 14,2. JCat:
coniec. Stahlin. 21. µá0ovwc;: µa0óv'CCXc;Potter. 27. Ur-,xifü: I:óryxr¡fü
Potter.
Strornata I, 67,2-69,1 219

bárbaros, en honor de los cuales son muchos los templos que se


han edificado por sus muchos hijos [espirituales]5. 3. Es eviden-
te que los bárbaros estimaron de manera extraordinaria a sus
legisladores y maestros, llamándoles dioses. 4. Sostienen que las
almas buenas, abandonando la región supraceleste, como pien-
sa Platón 6, sufren el descenso a este nuestro infierno y asumen
un cuerpo, y se hacen partícipes de toda clase de males y he-
ridas de la raza humana; éstas [almas] establecieron las leyes y
pregonaron la filosofía, que es el mejor de todos los bienes que
los dioses han enviado y jamás enviarán a la raza humana 7 •
68.1. Me parece que también comprenden el gran benefi-
cio que les llega a través de los sabios, cuya filosofía es ofi-
cialmente estudiada por-los Brahamanes todos 8, por los Odri-
sos y los Getos, y el pueblo egipcio hace teología precisamen-
te de sus opiniones, y también los Caldeos y los Árabes, de-
nominados prósperos, al igual que la región Palestina, y la ma-
yoría 9 del pueblo Persa, y otros muchos miles de gentes. 2 Es
evidente que Platón admira continuamente a los bárbaros; re-
cuerda cómo él mismo y Pitágoras han aprendido de los bár-
baros las más numerosas y nobles de sus opiniones. 3. Por ello,
al afirmar pueblo bárbaro 10 quiere decir raza de filósofos bár-
baros; y así en el Fedro 11 nos muestra que el rey egipcio es más
sabio que [el dios] Theuth, al que identifica con Hermes 12• Más
aún, en el Cármides indica que él conoce a determinados tra-
cios, quienes afirman la inmortalidad del alma 13•
69.1. Se dice que Pitágoras fue discípulo de Sonchidis, el
primero de los profetas 14; Platón [fue discípulo] de Sechnufis

5. PLATÓN,Symp., 209 D-E.


6. «La región supraceleste» es la «plenitud de la Verdad», corno realidad
trascendente, en el pensamiento platónico: A. MÉHAT, Le «lieu sepracéleste»,
pp. 282-294, quien señala los paralelos en otros autores próximos cronológi-
camente a Clemente.
7. PLATÓN, Tm., 47 B. Se trata de una cita acomodada a las intenciones
del Alejandrino.
8. Cf. la bibliografía citada en Strom., I, 71, 5, al respecto.
9. Lit. «no la parte más pequeña».
10. PLATÓN, Phd., 78 A.
11. Cf. ID., Phdr., 274 E.
12. Esa identificación no se halla en Platón sino en CICERÓN,De nat. deor.,
III, 56.
13. Cf. PLATÓN, Charm., 156 D.
14. Cf. PLlITARC0, Mora/ia, 354 O-E.
220 l:tpCÓµma I, 15

'tq> 'HAl01tOAÍ't11, Eüoo~oi; fü: ó Kvífüoi; Kovoúcptfü 'tq>K<Xt


cxu'té¡>Aiyu1t'tÍ<9.2. 'Ev fü: 'té¡>xept 'lfuxi\i; IIAá.'trov... xá.).w 100se
1tpocpr¡'tEÍ<XV
yvropísrov <p<XÍVE't<Xl, 1tpO<pll'tr¡V
dcrá.yrov 'tOV'trji;
Acxxfoe~ A.Óyov E~cxyyÉMOV't<X 1tpoi; 'tai; KAr¡pouµÉvcxi;
5 'lfUXai;x:cxt1tpo0ecrxísov't<X. 3. Káv 'tq>T1µcxÍ<9'tOVcro-
cpCÓ'tmov LÓArovcx µcxv0ávov'tcxdoáyet npoi; 't_oúPcxppápou.
"Exei fü: 'ta 'trji; AÉ~E~ ©<>e·JJ I'óAmv, I'óMOv, "Eílíl17veq
vµáq aiei 1raí8éq iare, yépwv 8e "Eílíl17vov&íq · ov yap
ezere µá(},-¡µa XPÓV<p1COA,lÓV. 4. L\r¡µÓicpti:oi;yap 'toui;
10 BcxPuArovfoui; ).óyoui; 1161x:oui;ioíoui; 1tE1tOÍr¡'tm.Af.yE't<Xlyap 773PG
TT1V 'AKtx:ápoucrTJÍAr¡v épµr¡veu0Eicrcxvw'ii; ifüoti; cruv'tá~m
cruyypáµµcxcrtx:acr'tw emcrr¡µfivcxcr0m'ta1tcxp'cxu'tou, rá&
íléyez L117µÓ1Cpzwq ypácpovwi;. 5. Ncxt µriv x:cxt1tEpt cxÚ'tou
n O'Eµvuvóµevói;cpr¡crÍ1tOUE1tt tji 1tOAuµcx0í~ · éyw 8e rwv
15 1Car' ɵavrov áv0pm1CWVrfjv 1CÍleÍO-'r7]V É1re1rílav17aáµ17v,
íawpéwv ra µf,1Curm,1Caiáépaq re 1Caiyéaq 1ríleímaq el8ov,
1Caiíloyíwv áv0pw,rwv 1ríleímwv faf,1Covaa, 1Caiypaµµéwv 44 GCS
avv0éaz µera a,ro&í;ewq ov&íq 1(Wµe ,rapf¡ílíla;ev, OVÓ'
oí Aiyv1rdwv 1Caíleóµevoz'Ap1re8ová1rmz,avv wíq 8' i1ri
20 ,rácnv i1r' fre' oyóm1Covmi1ri ;eív17q iyev{¡(},-¡v. 6. 'E1ti\A0E
yap Bcxí3uMOvá 'tE K<Xl.
IlepcríocxK<Xt A1yu1t'tOV 'toti; 'tE Má.ymi;

2. Cf. PLATÓN, Resp., X, 617 D; Strom., V, 53, 1. 7-9. PLATÓN, Tm.,


22 B; cf. EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang., X, 4, 19; TEODORETO
DE CrRO, Graec. aff cur., 1, 51; CrRILO DE ALEJANDRÍA, Adv. jul., 1.
12-13. DEMÓCRITO, Fragm., 68 B 299. 14-20. /bid. Cf. PUNJO, Hist.
nat., XXX, 2, 9s.; EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang., X, 4, 23-24.

2. ... Lac. Stahlin. 5. 1mi: coniec. Stahlin. 8. úµei~: om. Burnet.


//. ouoeí~: OUICE<J'tlVBurnet. 8-9. ou ya.p... 7tOAtÓv:ouoeµíav ya.p EV
<XU't<Xl~exete fü' apxaíav UlCOT]V 7t<XA<XlC'J.V
oó~av oufü: µá(hiµa XPÓVC¡>
7t0AlÓVouOÉv Burnet. 10. AÓyou~ ii0t1COU~:AÓyou~ 1tpocrA<Xl3rov 'tOU~
ii0t1COU~ coniec. Stahlin. //. ioíou~: coniec. Cobet. 12. ta.: coniec. Stah-
lin. 14. iJ:coniec. Stahlin; ~ Potter; OTJSchwartz. 17. E7tT11Coucra: E<JTJ-
1CoucraPotter. 18. cruv0fot: cruv0foto~ Potter. 19. 'Ap1teoová1ttm: 'Ap-
1teoová1ttm Potter.
Stromata I, 69,1-6 221

de Heliópolis 15, y Eudoxo de Gnido [fue discípulo] de Jenó-


fanes el egipcio. 2. En el Diálogo sobre el alma 16, ... Platón se-
ñala de nuevo que conoce la profecía, ya que admite un pro-
feta que da a conocer el dicho de Laques sobre la suerte de
las almas y la predicción del futuro. 3. También en el Timeo
introduce al muy sabio Solón, que aprende de la mano de un
bárbaro. He aquí lo que dice: Oh Solón, Solón, vosotros, grie-
gos, permanecéis siempre niños; no existe ningún griego ancia-
no. No poseéis una doctrina canosa por la edad 17 • 4. Se dice
que Demócrito se apropió de las enseñanzas morales de los
mismos babilonios, porque en sus propios escritos se ha en-
contrado una descripción de la estela de Ahikar 18 y que mani-
festó por sus mismas palabras, al escribir: Estas cosas dice De-
mócrito. 5. En verdad, sobre él mismo y vanagloriándose de su
erudición, afirma: De entre mis contemporáneos yo he sido el
que ha recorrido más tierra, el que ha investigado las cosas más
remotas, el que ha conocido más climas y continentes, el que
ha escuchado a los hombres más elocuentes, y nadie me ha su-
perado en la composición de figuras [geométricas] acompañadas
de demostraciones, ni los llamados "arpedonáptos" 19 de Egipto,
con quienes yo he vivido en total cinco 20 años como vecino en
tierra extranjera 21 • 6. Efectivamente, visitó Babilonia, Persia,
Egipto y fue discípulo de los Magos y de los sacerdotes. Pitá-

15. Cf. ID., o. c., 578 F.


16. Ese diálogo se encuentra en el Fedón; pero lo que sigue se refiere al
mito con el que concluye la República: la exposición de la suerte que corre-
rán las almas después de la muerte (cf. Resp., X, 617 D). Probablemente se
trata de una confusión del Alejandrino, aunque ·Stahlin supone una omisión
en el texto.
17. PLATÓN, Tm., 22 B.
18. Ahikar es el personaje de un antigua leyenda del siglo VI a. C.; cf. F.
NAU, Histoire et sagesse d'Ahikar, París 1909; A. M. DENIS, Introduction aux
pseudépigraphes Grecs d'Ancien Testament, Leiden 1970.
19. Lit.: «los ajustadores de cuerda» o encargados de medir los terrenos
mediante cuerdas.
20. El texto griego dice oyOC.ÓKovta, es decir, «ochenta». El error del ma-
nuscrito puede derivar de la confusión entre 1t' (= 80) y 1t., abreviatura de
1tÉv'tE (= 5): cf. G. PINI, Stromati, p. 882.
21. DEMÓCRITO,Fragm., 68 B 299. La autenticidad de estas palabras es
discutida: sostenida por algunos autores modernos (cf. G. PINI, Stromati, p.
132, nota 17), mientras que es negada decididamente por Drns (D.-K., 208
y 424), para quien la cita del Alejandrino ha podido derivar de la confusión
entre el antiguo Demócrito y el mago Bolo de Mendes, que se hacía llamar
Demócrito (cf. PLINIO, Hist. nat., XXX, 2, 9s).
222 :EtpÓ>µata I, 15

iccú tot<; iepeucn µa~teúrov. ZropoácnpT\Voe 'tOVMáyov 'tov


IlÉpar¡v Ó Ilu0ayÓpac; É{;TJA<OOEV,icat l3íl3A.ot><;
a1tox:pÚ<pouc;
776PG
tavopoc; tOUOEoí t~V Ilpooíx:ou µEttÓVtE<;a\'.pecnv aúxoucn
1CEX:t11cr0at.
5 70.1. 'AA.É~avopoc; OE Év téj'J 1tEpt Ilu0ayoptx:rov
c:ruµj3óACOv Zapátc:p téj'J 'Acrcrnpíc:pµa~tEUO'at Ío-topet tov
Ilu0ayópav ('IEl;eu~A toutov iirouvtaí t1vec;, oúx: fott oÉ, 101se
roe;E1tElt<lOT\Aro0i¡O'Etm),<XlCTJX:OÉVat 'tE 1tpoc;tOÚtotc; ra-
Aatrov icat Bpaxµávrov tov Ilu0ayópav j3oÚAEtm.2. KA.é-
10 apxoc; OEÓ IlEp11tCXtT\tl1CO<; EioÉvm (l)T\O"Í'tlV<l 'Iouocxfov,oc;
'AptO'totÉAEl c:ruveyÉvEtO.3. 'Hp<ÍX:AEltO<;ya,p oúx: av-
0p(l)1tÍVro<; (l)T\O"ÍV,<XA.AfJ..
O'UV 0eéj'J to µÉAAov I:1j3ÚAAn
1tE<páv0m.«l>CXO'l youv Év .1EA.q>Ot<; 1tapa to j3ouAEt>tr¡ptov45Ges
OEÍx:vucr0m1tÉtpav t1vá. 'Eq,' ~e; AÉ'YE'tatx:a0íl;eo-0m ~v
15 1tpCÓtT\VI:íj3uAA<XV Éx:tOU 'EAtx:rovoc;1tapcxyevoµÉvT\V Ú1totrov
Mouo-rovtpCX<pElO'CXV. "Ev101OÉ<pCXO'lV ÉicMcxAtÉrov a<ptx:Écr0m
Acxµíac;0-00-av 0uycx'tÉpa tf¡c; Iloo-etorovoc;.4. I:cxpcx1tírov oe
Év totc; E1tEO'l µT\OEa1to0avouo-av Af¡~m µcxvnx:f¡c;(l)T\O'l ~V
I:íj3uAA<XV, lCCXlto µev de; aÉpa xropf¡o-cxvcxÚtÍl<;µEta
20 'tEAEUtr¡V'tOUt' dvm to Év q,f¡µmc; X:CXl lCA.T\0001µav-
tEuÓµEVOV, ex: fü: tou eic; 'YÍlVµetcxj3aAÓvtoc;o-CÓµmoc; 1tócxc;
roe;dicoc; avaq,uEÍar¡c;, OO'CX &v cxú~v ÉmvEµT\0fl0pɵµm~
x:cxt'EX:ElVOV OT)1tOU0EV yevÓµEva tOV'tÓ1tOV, ax:p113Tl
~V Ola 777PG
tOOV0'1tA<Í-yxvrov 'tOt<;av0pcó1to1c;1tpO<pCXÍVElV toU µÉAAOVtO<;
25 ofiA<001vrpáq>Et,t~v oe "'ux~v cxú'tf\c;dvm to ev tji o-eAfivn
<pmvÓµEVOV 1tpÓO'ro1tovOlE'tCXl.

1-2. Cf. PORFIRIO, Vit. Plot., 16, 5. 3. Cf. Strom., III, 30, 1; 33, 5;
78, 4-5; VII, 41, 4; 103, 6; TERTULIANO, Adv. Prax., 3, 6. 1-4. Cf. CI-
RILO DE ALEJANDRÍA, Adv. Jul., 2. 5. Cf. ALEJANDRO PoL YSTOR, Fragm.,
273 F 23; Strom., I, 130, 3. 6. Cf. PLUTARCO, Moralia, 1012 E.
9-10. Cf. CLEARCO, Fragm., 5; EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang.,
IX, 6, 2; FLAVIó JOSEFO, Contra Ap., I, 22, 176-181. 12-13. Cf. HE-
RÁCLITO, Fragm., 22 B 92; PLUTARCO, Mora/ia, 397 B-C. 17. Cf. SA-
RAPIÓN, De orac. Pit., 6-7, 397 B-C. 17-26. Cf. PLUTARCO, Moralia,
398 y 566.

. 2. f~TJA.roo"EV:
eOT¡A<ooEV Potter. / /. ,mi: coniec. Stahlin. 6. Zapátqi:
Na~mtátq> Potter. 12. to: coniec. Stahlin. //. µÉAA.ov:µíiU.Ov Potter.
16. MaA.tÉrov: MaAtaÍrov Potter. 17. fIOO"EtOrovoc;: LtOrovoc; Potter.
21. h:: coniec. Stiihlin. //.oe tou: touoe Potter.
Stromata I, 69,6-70,4 223

goras mismo emuló a Zoroastro, el mago persa, y los defen -


sores de la secta de Pródico se glorían de poseer libros secre-
tos de aquel hombre 22 •
70.1. Alejandro 23 , en su libro acerca de los Símbolos Pi-
tagóricos, relata que Pitágoras fue discípulo de Zaratos el asi-
rio (algunos le identifican a éste con Ezequiel, pero no es así,
como luego demostraré 24 ), y pretende que Pitágoras haya
aprendido también de los Gálatas y de los Brahamanes. 2. En
cambio, Clearco el peripatético dice que conoció a un judío,
que frecuentó a Aristóteles 25 • 3. Heráclito dijo que el porve-
nir fue anunciado a la Sibila 26 no por capacidad humana, sino
por una inspiración divina. Así, dice él, en Delfos, junto a la
sala del Consejo, se puede ver una piedra. Sobre la [piedra]
que se dice se posó la primera Sibila, después de haber sali-
do del Helicón y de ser alimentada por las Musas. Otros, sin
embargo, afirman que vino del [monte] Manlio y era hija de
Lamia, a su vez hija de Poseidón. 4. Sarapión 27 dice en su
poema que la Sibila no deja de profetizar incluso después de
muerta, pues lo que de ella se extiende por los aires después
de su muerte andaba todavía vaticinando con señales y presa-
gios; y de su cuerpo, descompuesto en la tierra, crece una
hierba, como es natural, y escribe que cuantos animales, alle-
gados sin duda a aquel lugar, la comen, también predicen con
exactitud la indicación del futuro a los hombres por medio de
las entrañas; y supone que el alma de la Sibila es el rostro
que aparece en la luna.

22. J. RUWET, Canon, p. 241 y 405, afirma que la expresión «libros secre-
tos» es sinónima de «libros apócrifos». Sobre las posibles fuentes de este pa-
saje, cf. L. FRüCHTEL, Neue Textzeugnisse, pp. 88-89.
23. Alejandro de Mileto, el gran erudito de la antigüedad, aparecerá nue-
vamente en Strom., I, 130, 3. Vivió entre los siglos II y I a. C.; cf. ALEJAN-
DRO, Fragm., 273 F 23.
24. Se trata de una promesa que el Alejandrino olvidará.
25. Cf. CLEARCO,Fragm., 5.
26. Cf. HERÁCLITO, Fragm., 22 B 92. La Sibila era la sacerdotisa en-
cargada de enunciar los oráculos de Apolo; cf. A. PERETTI, La Sibil/a ba-
bilonese, Firenze 1942. Sobre este pasaje del Alejandrino, cf. S. N. Mou-
RAVIEV, Heraclitus ap. Clem.: Strom. /, 70, 3. A neglected fragment?, en
AA. Vv., Atti del Symposium Heracliteum 1981, vol. I, Roma 1983, pp. 17-
36.
27. Poeta contemporáneo y amigo de Plutarco y que aparece como inter-
locutor en el diálogo Sobre los oráculos de la Pitia, 6-7, 397 B-C.
224 L'tpÓ>µa't<l I, 15

71.1. Tá.fü: µev 7tEpt 1:!PúAATJ<;·Nouµá<; fü: ó


'Pcoµaícov PacnAEU<;IIu0ayÓpE10<;µev ~V, ElCOe 'tffiVMcou-
crÉeo<;
Ol<pEATJ0Et<; OlElCCÓAU<JEVav0pco7tOEt0ÍllC<Xt
~q>Óµopcpov
Ei1eóva 0EOu 'PcoµaÍOu<;lC'tÍ~EtV.'Ev youv ÉlC<X'tOV lC<Xt éP-
5 Ooµ111eov'ta 'tOt<;1tpCÓ'tOt<;
E'tEcrtvaou<; oi1eoOoµoÚµEVot ÜyaA-
µa ouOev oÜ'tE 7tA<X<J'tOV OÜ'tE µiiv yp<X7t't0V
E7t0tl)<J<XV't0.
2. 'E1tE&ílCVU'tO roe;O'UlC
yap amoi<; ó Nauµa.<;fü' bmcpú'Jlf,CO<;
ecpá."'acr0at 'tOU PEA'tÍ<J'tOUOUV<X'tOV 11µÓv<p'tql vép.
a.AA.ro<;
3. <l>tAocrocpía'tOÍVUV7tOAUCO<pEAÉ<; 'tt XP'Ílµa 7t<X.Aatµev
10 T11Cµa<JE 1tapa l3apl3ápot<; lC<X't<l 't<l E0vTJ OtaMµ'l'<X<J<X,
ücr'tEpov oe 1eal Ei<;"EUTJva<; 1C<X'tTlA0EV. 4. rrp 9fo'tTJcrav o·
<XU't'Íl<;
Aiyu1t'tÍcov'tE oí 1tpo<p'Í1'tm
1eal 'Acrcrupícovoí XaA.Oatot
lC<XtraA.<X'tffiV oí Apu·{om lC<XtI:aµavatot Bá1e'tpcov lC<Xt102se
KEA'trovoí <ptAocrocp11crav'tE<;1eai IlEpcr&voí Má.yo1(01 µayEÍq.
15 1eal 'tOUcrco't'ÍlPO<;
1tpoEµT)vucrav'tllV yÉvEcrtV,acr'tÉpo<;au'tot<;
1ea6i,youµÉvou Ei<;'tl'IV'louOaÍav <l<pllCVOÚµEVOl YTlV)'lvOrov
'tE oí yuµvocrocptcr'taÍ, ÜAAot YE cptAÓcrocpot f3á.pf3apot.
5. At't'tOVOe 'tOÚ'tCOV 'tO yÉvo<;,Ol µev I:apµávm <XU'tffiV, Ol :tºd'J
Oe Bpaxµávm lC<XAoÚµEVOl. Kal 'tffiVI:apµav&v oi ú')..ól3101
20 1tpocrayopEuÓµEvo1oÜ'tE 1tÓAEt<;oi1eoucrtv oÜ'tE <J'tÉya<;
exoucrtv, OÉvOpcovOe aµcptÉVVUV't<Xt <pAOtOt<;lC(Xta.1epÓOpua
crt'touv'tm 1eat ÜOcop'tat<; XEpcrl 1tÍvoucrtv, ou yá.µov, ou

7-8. Cf. ID., Numa, 8, 13; EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang., IX,
6, 3; Strom., V, 16, 1; 67, 2-3; 73, 1. 14-16. Cf. Mt. 2, 1-6; Evang. de
Santiago, 21, 2; IGNACIO DE ANTIOQUfA, Ep. ad Eph., 19; IRENEO,
Adv. haer., 111, 9, 2; 16, 4; Exc. ex Theod., 74, 2. 16-17. Cf. Strom.,
11, 125, 1; III, 60, 2; IV, 17, 3; VI, 38, lss. 17. Cf. D16GENES LAER-
cro, Vit. phil., proemio, I; Strom., I, 68, 1. 18. Cf. MEGÁSTENES,Fragm.,
715 F 33; Strom., I, 72, 5.

2. ITu0ayÓpEto<;: ITu0ayópto<; Potter. 14. µayEÍg: µkv yE Potter. 17. yE:


'tE Potter. 18. llipµávm: l:apµá.vm Potter. 19. Bpaxµávm: Bpaxµá.vE<;
Potter. / /. ÚAÍ>l3t0t: at..AÍ>l3t0i Potter.
T Stromata I, 71,1-5 225

71.1. Todo eso [se dice] acerca de la Sibila. Y lo mismo


respecto a Numa 28 , el rey de los romanos, que era pitagórico,
y que aprovechándose de las [enseñanzas] de Moisés prohibió
a los romanos construir imágenes de Dios con figura humana
o forma de animales. Así, en los ciento setenta primeros años,
cuando [los romanos] construyeron templos no hicieron ningu-
na imagen esculpida ni pintada. 2. También Numa les hizo ver,
de forma secreta, que no es posible alcanzar el bien sumo si no
es únicamente por el espíritu 29 •
3. Así, pues, la filosofía, bien de gran utilidad, floreció hace
tiempo junto a los bárbaros y fue dispuesta entre las naciones;
luego llegó también a los griegos 30 • 4. La manifestaron pública-
mente los profetas de Egipto, los caldeos de Asiria, los druidas
de Galacia, los samaneos de Bactriana, los filósofos celtas, los
Magos de Persia (quienes con su ciencia preanunciaron el naci-
miento del Salvador, siendo guiados por una estrella en su ca-
minar hacia el país de Judea 31 ), y, además de otros filósofos bár-
baros, los gimnosofistas de India. 5. Y éstos [últimos] son de
dos categorías: los llamados sarmanes 32 y los brahmanes 33 • Los
sarmanes, llamados hombres de madera, no viven en ciudades
ni tienen casas, sino que se visten con cortezas de árboles, se
alimentan con frutos silvestres y beben el agua con las manos;

28. Se trata de Numa Pompilio, el segundo rey de Roma, que nació el


mismo día que Rómulo fundaba la ciudad. Representa el rey sabio y religio-
so por excelencia.
29. El espíritu o inteligencia del hombre es la facultad más elevada de la
naturaleza humana y es la que refleja el carácter divino; de ahí que sólo ella
pueda alcanzar algo de lo divino: R. MoRTLEY,Connaissance, p. 79. Para la
identificación de la gnosis con la idea platónica de la contemplación, cf. S. R.
C. LILLA, Clement, pp. 165-169.
30. Clemente expondrá con detalle, en los capítulos finales de este libro,
la prioridad de la filosofía hebrea respecto a la griega. Para el problema cro-
nológico, y las relaciones antigüedad-verdad, cf. J. PÉPIN, Cristianisme et my-
thologie, pp. 24-28.
31. M. SPANNEUT,Le stoicisme, p. 405, ve en este pasaje cierta inclinación
de Clemente hacia el fatalismo astral, tan característico de la filosofía estoica;
opinión contraria, en A. ÜRBE, Los primeros herejes, p. 118. Para el desarro-
llo histórico de la filosofía, según el pensamiento del Alejandrino, cf. L. GA-
LLINARI,La problematica, pp. 89-91.
32. Pueblo originario de una rama de los escitas. Su protohistoria no es
muy conocida, cf. J. FITZ, Sarmatae, p. 1537.
33. Cf. L. DE MILLOUÉ,Le Brahmanisme, Paris 1903; P. D. MEHTA,Early
Indian Religions Thought, London 1956; J. RoGER RIVIERE,El pensamiento
filosófico de Asia, Madrid 1960, pp. 17-64.
226 :E-rpcóµcmxI, 15

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6. Eicri fü: 'tOOV'lv<>&v oí wt<; BoÚ't'ta 1te10óµev01 1ta-
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3. Eicrt <>e lCCll napa fepµavot<; aí ÍEpCll lCClAOÚµevm
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Ilu0ayÓpE10<; Ú1to<>EÍ1CVU<Jl <l>ÍAfOV'ou µTJV ñ')..)...a lCClt
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ó cruyypaq,euc;ó LEAEÚJC<p 'tq>N11eáwp1 cruµ~E~1ro1eooc; ev -rñ

1. Cf. IRENEO, Adv. haeT., 1, 28, 1; EPIFANIO, PanaT., 46, 2; 47, 1.3;
PORFIRIO, De abst., IV, 17-18; Paed., 11, 33, 1; StTom., 111, passim; VII,
108, 2. 3-4. Cf. MEGÁSTENES, Fragm., 43; ESTRABÓN, ChTest., XV, 1,
60; TEODORETO DE ORO, GTaec. aff CUT.,I, 25. 5. Cf. DióGENES LA-
ERCIO, Vit. phi!., I, 7, lss.; TEODORETO DE CIRO, GTaec. aff CUT.,V,
58; StTom., I, 77, 3; V, 44, 5. 9-10. Cf. HELÁNICO, Fragm., 4 F 187;
TEODORETO DE ORO, GTaec. aff cuT., XII, 44s. 13-14. Cf. TAcITo,
GeTm., 8; ID., Hist., IV, 61. 14-15. Cf. PLUTARCO, Caes., 19, 8. 16. Cf.
StTom., I, 64, 5. 19. Cf. StTom., 11, 100, 3. 20. Cf. ARISTÓBULO, Fragm.,
737, 9; EUSEBIO DE CESAREA, PTaep. evang., VII, 13 y 14; VIII, 9, 38;
IX, 6, 6; XIII, 11, 3 - 12, 10.

3. <Íl<;:Et<;Potter. 16. 'Iouocxioov:'IouocxioovPotter. 19. Ilu0cxyÓpEto<;:


Ilu0cxyópto<;Potter.
Stromata I, 71,5-72,5 227

no se casan ni tienen hijos, al igual que los ahora llamados en-


cratitas 34. 6. Entre todos los habitantes de India hay quienes
obedecen las prescripciones de Buda. A éste le honran como
dios por su extrema: dignidad 35 •
72.1. También Anacarsis, que era de Escitia 36, era conside-
rado diferente de la mayoría de filósofos griegos. 2. Igualmen-
te Helánico refiere 37 que más allá de los montes Rifeos viven
los Hiperbóreos, que aprenden la justicia, puesto que no son
carnívoros, sino que comen frutos del campo. Estos dejan morir
a los sexagenarios arrojándoles fuera de las ciudades. 3. Entre
los germanos existen también las llamadas mujeres sagradas, quie-
nes, observando los remolinos de los ríos y recodos y suaves
murmullos de las corrientes de agua, anuncian y predicen el fu-
turo. Ésas son las que no permitieron a sus guerreros librar la
batalla contra César antes que saliera la luna nueva. 4. Con
mucho, el pueblo más antiguo de todos esos es el judío, y su
filosofía, manifestada en la Escritura, es anterior a la filosofía
griega, como lo demostró sobradamente Filón el pitagórico 38,
no sin tener en cuenta a Aristóbulo el peripatético 39 y a otros
muchos cuyos nombres no examinaré minuciosamente. 5. Sea
suficiente el testimonio de Megástenes, contemporáneo de Se-
leuco Nicator, que en el tercer [libro] sobre Los Índicos escri-
be con claridad: Realmente todo lo manifestado acerca de la na-

34. Para esta conocida herejía del siglo 11, caracterizada por su excesivo ri-
gorismo ascético: H. LEISEGANG,Gnosis, p. 189; A. M. RITIER, Christentum,
p. 7, nota 26; F. BOLGIANI,La tradizione eresiologica, p. 547; J.-P. BROUDÉ-
HOUX, Mariage, p. 42.
35. Al respecto, cf. W. RICHARDSON,The Philonic Patriarchs, pp. 325-327.
Clemente es el primer escritor cristiano que menciona a Buda: L. GALLINA-
RI, La problematica, pp. 43-44.
36. Anacarsis de Escitia, hijo de Gnuro y hermano de Cadnida, rey de Es-
citia; cf. D1óGENES LAERCIO, Vit. phi/., I, 7, lss. La diferencia mencionada
por Clemente consiste en que Anacarsis sustituye la palabra por el gesto y,
como escita que era, usaba la escritura jeroglífica.
37. Cf. HELANICO,Fragm., 4 F 187. Autor órfico del siglo V a. de C.
38. Clemente se inscribe en la tradición judía helenizada de Alejandría: la
explicación de los poetas griegos a la luz de la Biblia había sido intentada por
Aristóbulo, entre otros, y Filón había relacionado los preceptos pitagóricos
con los mandamientos de la Escritura, había descrito la comunidad esenia
sobre el modelo de la comunidad pitagórica y había utilizado la opinión de
los pitagóricos sobre la semana (cf. FILÓN, Leg., I, 15). Sin duda, todo esto
explica el calificativo de «pitagórico»; cf. R. E. WITI, The Hellenism, p. 197.
39. Aristóbulo de Alejandría vivió en tiempos de Ptolomeo VI Filometer
(ca. 170-150 a. C.), a quien dedicó su obra Explicación de las leyes mosaicas.
228 l:-tpcóµa.ta. I, 15

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5 'Iovoaíwv.
73.1. Ttvec; óe µu0ucÓl'tEpov'tOOV 'Ióa.ícov ica.AOuµÉvcov
óa.ic'tÚA.cov <Jocpoúc;'ttva.c;1tpÓ>'tOU<; yevfo0m AÉyoumv, eic;oüc;
ií 'tE 'tOOV'Ecpe<JÍcovAeyoµÉvcovypa.µµá'tcov ica.t ;, 'tOOVicma 47GCS
µOU<JlJCTlV EÜpE<Jl<; pu0µrov- ava.cpÉpE'ta.t· 01' 11Va.i'tÍa.v OÍ
10 1ta.pa 'tOt<;µoU<JllCOt<; O<llC'tUAOl 'tllV 1tpo011yopía.vdA1Ícpa.<Jl.
ct>púyec; óe ~<JO.Vica.t ~ápl3a.po1 oí 'lóa.101 O<llC'tUAOl.
2. 'Hpóócopo<; óe 'tOV 'Hpa.icA.Éa.µávnv ica.t cpU<JllCOV
yevÓµEVOVÍ<J'tOpEt1ta.pa, "A'tA.<X.V'tO<; 'tOÚ ~a.p~ápou 'tOÚ
ct>puyoc;óia.óéxm0m 'tOU<;'tOÚicÓ<Jµouicíova.c;,a.ivl't'tOµÉvou
15 'tOÚ µú0ou 'tllV 'tOOV oúpa.vícov em<J't1͵r¡v µa.~<JEl
Óla.óéxm0m. 3. ·o óe Br¡pÚ'tlO<;"Epµm1to<; Xdpcova. 'tOV
KÉv'ta.upov <JocpovlC<X.A.El, ecp, O'Oica.t ó 'tllV Tt'ta.voµa.xía.v
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20 opKOV~Kai 0vaía~ ÍÁapa~ Kai axf¡µam 'OAvµnov. 784PG
4. napa 'tO'l>'t(J),Ax1AAEU<; 1tmÓEÚE'tmó E1t, "IA.wv
'17tmoÓe 110uyá'tr¡p 'tOÚ KEV'ta.Úpou<JUVOllCTl-
<J'tpa.'tEÚ<Ja.<;,

1-5. MEGÁSTENES, Fragm., 715 F 3; cf. EUSEBIO DE CESAREA, Praep.


evang., IX, 6. 6-7. Cf. HESÍODO, Fragm., 282; FERECIDES, Fragm., 3 F
47; HELÁNICO, Fragm., 4 F 89; EFORO, Fragm., 70 F 104; PLINIO, Hist.
nat., VII, 56. 12. Cf. HERODORO, Fragm., 31 F 13. 16. Cf. HERMIPO,
Fragm., 82; TEODORETO DE CIRO, Graec. aff cur., XII, 46; Strom., VI,
145, 2. 19-20. Titanomaquia, 6. 21-22. Cf. HOMERO, JI., XI, 832; PfN-
DARO, Pyth., III, 5 y IX, 64; APOLODORO, Bibl., I, 2, 4 y III, 13, 5;
TEODORETO DE CIRO, Graec. aff cur., VIII, 21. 22. Cf. EURfPIDES,
Fragm., 488.
Stromata 1, 72,5-73,4 229

turaleza por los ancianos [de Grecia], también fue dicho por los
filósofos de fuera de Grecia; en efecto, o por los Brahamanes de
la India, o por los llamados judíos en Siria 40 •
73.1. Algunos afirman, un tanto fantásticamente, que los
primeros sabios nacieron entre los llamados Dáctilos Ideos 41 , a
quienes se atribuye el descubrimiento de las letras llamadas efe-
sias 42 y de los ritmos musicales. Por este motivo, entre los mú-
sicos existe el ritmo llamado dáctilo 43 • Ahora bien, lqs Dácti-
los Ideos eran frigios bárbaros. 2. Herodoro 44 cuenta que Herá-
cleas, siendo adivino y físico, heredó de Atlante, bárbaro fri-
gio, las columnas del universo; pero la leyenda pretende decir
que también aprendió la ciencia de las cosas celestes. 3. El mismo
Hermipo de Berito 45 llama sabio al centauro Quirón, de quien
dice también el que escribió la Titanomaquia que fue el pri-
mero que
condujo a la raza humana hacia la justicia enseñando
juramentos, sacrificios sagrados, y constelaciones del
Olimpo 46•
4. Junto a éste 47 [centauro] es educado Aquiles, el que
luchó en Troya; Hipo, la hija del centauro, desposada con Eolo 48 ,

40. MEGÁSTENES, Fragm., 715 F 3.


41. Los Dáctilos Ideos, pueblo de la antigua mitología, nacieron en el monte
Ida (Creta); trabajaron los metales y poseían virtudes mágicas; se les atribuía
la difusión y, a veces, la invención de los misterios. Se les atribuye la orga-
nización de los primeros Juegos Olímpicos para divertir a Zeus niño.
42. Las «letras efesias» eran antiguas fórmulas mágicas que tuvieron su ori-
gen en Éfeso, «inscritas en los pies, la cintura y la diadema de Artemisa»,
afirma PAUSANIAS,Fragm., 35. Sobre el tema, cf. P. M. HERMANIUK,Lapa-
rabole, pp. 36-37, nota 119; A. LE BOULLUEC,Stromate V, 11, pp. 175-177.
43. Lit.: «los dáctilos han recibido la denominación entre los músicos», fun-
damentalmente entre los flautistas de la antigüedad, pues se aseguraba que
también habían enseñado la música a Paris, en el Ida de Tróade: G. CHA-
POUTHIER,Les Dioscures au service d'une déesse, Paris 1935, pp. 173-174.
44. Cf. HERODORO,Fragm., 31 F 13.
45. Clemente señala el origen de Hermipo en Berito, cuando en realidad
fue Esmirna, alrededor del año 208 a. de C., y fue discípulo de Calímaco.
46. Titanomaquia, 6. Se trata de un célebre poema épico de la antigüedad.
47. Quirón es el más célebre, juicioso y sabio de los míticos centauros. Es
hijo del dios Crono y de Fílira, hija de Océano. Por tanto pertenece a la
misma generación divina que Zeus y los dioses del Olimpo. Como inmortal
que era, tuvo que servirse del derecho de Prometeo a la mortalidad para en-
contrar el descanso.
48. Eolo, hijo de Poseidón, es identificado con frecuencia con el señor de
los vientos al que se refiere HOMERO, Od., X, 1-76.
230 l:'tp<Óµa'ta I, 15

cmmx AiÓA.qlefüoá.~a:to <lU'tOVn¡v <¡)UO'lKTIV 0Ecopíav, 'tllV


1tá.-cptovE1tlCJ'tT\µ11v.
5. Map-cupEt l((ll, EupmÍO'Tlc;1tEpl -cftc;
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'l1t1touc;c1oé 1tcoc;
ij rrpm-ra µev 't'a0áa rrpovµav-revuaw
5 xp11uµofoi umpéuiv áu-répwv érr' ávwA.af~.
6. Ilapcx 'tql AiÓA.ql-co{mp'üoucrcrci>c;µE'tCX n¡v 'IA.íou
a.Acoow ~EVÍ~E'tClt.IlcxpcmÍpEl µot wuc; XPÓvouc; de;
CJÚ"flCplcrtv
't'Ílc; McoucrÉcoc;
i¡A.t1eíac;1ea1. 't'Ílc; 1ea-c' au-cov
apxmo'tCÍ'tllc;<¡)lA.Ocro<¡>Í<l<;.

4-5. lo., Fragm., 482. 6-7. Cf. HOMERO, Od., X, 1-76.

5. cm<pÉow:coniec. Stahlin. //. xP11crµo1crt.


.. av'tOMXt<;: 11~·
xP11crµo1crw
Potter.
acr'tÉpoovE7t<XV't0Ml<;
Stromata I, 73,4-6 231

le enseñó la contemplación de la naturaleza, doctrina [hereda-


da] del padre. 5. Tat;nbién Eurípides atestigua sobre Hipo de la
siguiente manera:
Ella fue la primera que vaticinó las decisiones divinas
mediante claros oráculos conforme a las salidas de las
estrellas49•
6. En casa de este Eolo se hospeda Ulises después de la
conquista de Troya. Anotad ahora la cronología para comparar
la época de Moisés con aquella otra de la filosofía más antigua,
contemporánea suya 50 •

49. EuRfPIDES, Fragm., 482.


50. Este tema será desarrollado en el capítulo 21 de este mismo libro de
los Stromata.
232 :Etpcóµa't<l1, 16

KecpáAatov XVI 104se

a.'A}..,a
7 4.1. Ou µóv11<;OE cptMcrocpÍ<l<;, Ka.t miO"Tl<;
crxeoov 'tÉXVT\<;
eúpe'ta.t ~áp~a.pot.
2. Aiyfot'ttOt youv 1tp&tot a.cr'tpoMyía.v Ei<;a.v0pómou<;
5 e~ftveyK:a.v,óµoÍro<;OE Ka.i Xa.'A.oa.'iot.Aiyú1t'tt0t 'A.úxvou<;'tE 48Ges
a.-o Ka.ÍEtv1tp&tot K<l'tÉOEt~a.v Ka.t 'tov evta.u'tov ei<; OCÓOEKa.
µ11va.<;OtEtMV K<ll ev íepo'i<;µÍO'ym0m yuvm~iv eKCÓAUO'<lV
µ110' Ei<;íepa. EiO'tÉVa.t 0.1t0yuva.tKO<; a.MÚ'tOU<; evoµo0É't'TlO'<lV
yeroµE'tpÍa.<;'tE a.'i>eúpemi oí a.u'tot yeyóva.crtv. 3. Eicriv fü:
10 ot Kápa.<; ot TIIVoi' a.cr'tÉprov1tpóyvroCJtv e1ttvEVOT1KÉvm AÉ-
youCJtv. 4. Il'tT\O'Et<;OE opví0rov 1ta.pecpu'A.á~a.V't0 1tp&tot
<l>púye<;,l((lt 0uwciw TlKPÍ~roO'a.V TouO'KOt,'l'ta.AÍa.<;yeÍ'tOVE<;.
5. 'lcra.upot OE Ka.i "Apa.~E<;e~rnóv11cra.v't'TlVoirovtcrnidtv,
000'1tEpa.µÉAEt Te'A.µtO'Et<;'t'TlV oi' ovEÍprov µa.V'tlKT\V.
15 6. Tupp11vot OE crá'A.myya.€1tEVÓ'TlO'<lV l((ll <l>púye<;a.u'A.óv
·
<l>púye<;ya.p 'ÍÍCJ't'TlV
"O'A.uµ1tÓ<;
te Ka.t Ma.pcrÚa.<;.

5. Cf. PLINIO, Hist. nat., 11, 79, 188 y VII, 56, 203; TACIANO, Orat.
ad Graec., 1; TEODORETO DE CrRO, Graec. aff cur., I, 19-20, 7-8. Cf.
HERÓDOTO, Hist., 11, 64. 9. Cf. Strom., 1, 69, 5. 15. Cf. EURÍPIDES,
Bac., 127.

9. oí autot: coniec. Stahlin ex Eusebio. 10,2. o'i: om. Eusebio.


14. a.µéA.Et:
coniec. Stahlin ex Eusebio. 15. oic::coniec. Stahlin.
Stromata I, 74,1-6 233

Capítulo XVI

74.1. Los bárbaros no sólo son los descubridores de la fi-


losofía, sino también de casi todas las artes.
2. Fueron los egipcios los primeros que descubrieron la
astronomía a los hombres, al igual que los caldeos. También
fueron los egipcios los primeros que enseñaron a encender lám-
paras, dividieron el año en doce meses, prohibieron unirse con
mujeres en lugares sagrados y prescribieron que no entraran en
los templos antes de purificarse quienes estaban manchados por
la unión con una mujer; finalmente, fueron ellos también los
inventores de la geometría. 3. Algunos afirman que fueron los
carios 1 quienes idearon el arte de pronosticar el futuro mediante
[la observación de] los astros. 4. Los frigios, por su parte, fue-
ron los primeros que tuvieron en cuenta los vuelos de las aves;
los etruscos, vecinos de Italia, perfeccionaron la ciencia de los
sacrificios. 5. lsáuricos 2 y árabes practicaron la ciencia de la adi-
vinación por medio del vuelo de las aves, al igual que cierta-
mente los habitantes de Telmeso 3 [practicaron] la mántica por
medio de los sueños. 6. Los tirrenos inventaron con mucho es-
fuerzo la trompeta, y los frigios la flauta. En efecto, Olimpo y
Marsias 4 eran frigios.

1. Los carios son uno de los primeros pueblos que encontramos en la his-
toria griega. Según las leyendas, descienden de Car, hijo de Foroneo, y ellos
mismos se tenían por autóctonos, aunque probablemente vinieron del Norte
y se establecieron en el sudoeste de Grecia, fundando la región de Caria
2. Isauria era una provincia del Asia Menor al pie del macizo del Tauro,
que formaba parte de Licaonia y estaba situada entre Cilicia y Panfilia. Este
país, muy accidentado, estaba habitado por hombres guerreros.
3. Antigua ciudad marítima en la costa occidental de Asia Menor, cerca de
la frontera de Caria, célebre como centro de adivinación. Sobre sus ruinas se
levanta la actual ciudad de Makri.
4. Olimpo es un célebre flautista que pasa por ser, ya el padre, ya (con
más frecuencia) el hijo de Marsias y su discípulo (cf. AP0L0D0R0, Bibl., I,
4, 2; PLATÓN, Symp., 215 B). Marsias es un sileno cuya leyenda se sitúa en
234 r'tpcóµaw I, 16

75. 1. KáBµ0<;fü: <l>otvt~~v ó 'tffiVypaµµá'trov "EAAT\-785PG


aw EÚpE't,Í<;,00<;<pf\CHV "Ecpopo<;,o0Ev lC<lt<l>OtVtlCTlt<l 'tCl
ypáµµma 'Hpóbo'to<;1CE1CA'Í1cr0m ypácpEt· o'i fü: <l>oív11ea<;1eat
rúpou<; ypáµµa'ta emvo11crm1tpónou<;AÉyoucnv. 2. 'Impt-
5 lCTJV fü: -;-
Amv Aiyú1t'ttov au'tóx0ova 1tptv Ei<; A1yu1twv
<X<pt1Cfo0m 't'JlV'loo, µE't(l fü: 't<l'U't(l'AcrlCAf11ttOV't'JlV'tÉXVT\V
au~11crm AÉyoucnv. 3. "A'tAa<; fü: ó Aíf3u<;1tprow<;vauv
evau7tT1y,ícraw1eat 't'JlV0áAacrcrav foArncrev. 4. KÉAµt<;'tE
a-o 1eat ~aµvaµeveu<; oí 'tffiV 'IBaírov b<XlC'tUAot 1tprowt
49 GCS
10 crÍbf\pov Ei>pov ev Kú1tpcp, ~ÉA<l<;fü: a.AA.o<;'Ifuto<; Ei>PE 105se
X<lAlCOU 1Cprtcnv,ro<;fü: 'HcríoBo<;,L1CÚ0Tt<;. 5. Nat µ'JlV0p~1CE<;788PG
1tprowt 't'JlV 1eaAouµÉvf1véip1tf1VEi>pov (fo'tt fü: µáxmpa
1eaµ1tÚAT\) 1eat 1tprowt 1tÉA'tm<;E7tt 'trov t1t1trovEXP,Ícravw.
6. 'OµoÍro<; fü: 1eat 'IAAuptot 't'JlV 1eaAouµÉvflv 1tápµflv
15 E~Eupov. 7. "E'tt cpacrt ToU<JlC<lVOU<; 7tA<l<J'ttlCTjV
emvo11crm,
"havóv 'tE (LauvÍ'tT\<; Ot>'to<; ~v) 1tprowv 0upeov 1ea-
'tacr1eeuácrm. 8. KáBµo<; ya.p ó <l>otvt~At0owµÍav e~eupev
lC(llµÉ't<lAA<l xpucrou 't(l 7tEpt 'tO Tiáyymov E7tEVÓf\<JEV opo<;.
9. "HbT\ fü: lC(ll a.AA.oe0vo<;Ka7t7t<Xb01CE<; 7tpro't0t Et>pov'tOV
20 váf3Aav 1eaAoÚµEVov, ov 'tpÓ1tov1eat 'to BíxopBov 'Acrcrúptot.

2. Cf. EFORO, Fragm., 70 F 105; EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang.,


X, 5. 3-4. Cf. HERÓDOTO, Hist., V, 58. 5. Cf. TEODORETO DE CrRO,
Graec. aff cur., 111, 26. 6. Cf. HERÓDOTO, Hist., I, 1; 11, 41; APOLO-
DORO, Bibl., 11, 1, 3; PAUSANIAS, Grae. descr., 11, 16, 1. 9. Cf. PLINIO,
Hist. nat., VII, 56, 197; Strom., 1, 73, 1. 11. Cf. HESÍODO, Fragm., 282.
12. Cf. ID., Theog., 175. 14-15. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec., 1.
16-17. Cf. ATENEO, Deip., VI, 273 F. 18-19. Cf. PLINIO, Hist. nat.,
VI, 56, 197.

2. "Eq,opos: Eüq,o~ Potter. 9. óaµvaµevrus: óaµvavrus Potter.


10. MMs: ó Potter. 11. Nai: Kai Potter. 17-18. e~eupev: e~rupe Potter.
Stromata I, 75,1-9 235

75.1. El fenicio Cadmo fue el inventor del alfabeto griego,


como dice Eforo 5; por eso Heródoto escribe que el alfabeto ha
sido llamado fenicio 6 • Hay quienes afirman que los primeros en
conocer el alfabeto fueron los fenicios y los sirios. 2. Otros afir-
man que la medicina fue descubierta por Apis el egipcio 7, antes
de que lo 8 llegara a Egipto, y que más tarde Asclepio 9 perfec-
cionó dicha ciencia. 3. Atlante 10 el libio fue el primero que cons-
truyó una nave y se echó a la mar. 4. Quelmis y Damnameneo,
Dáctilos Ideos, fueron los dos primeros que trabajaron el hierro
en Chipre; en cambio, Delas, otro Ideo, aunque según Hesíodo 11
era escita, descubrió la aleación del bronce. 5. Sin duda alguna, los
tracios fueron los primeros en descubrir la llamada «harpe» (un
pequeño cuchillo encorvado) 12, y los primeros que utilizaron es-
cudos ligeros sobre los caballos. 6. De semejante manera también
los ilíricos son los primeros en idear el llamado «parma» 13• 7. Tam-
bién se dice que los toscanos inventaron el arte de modelar; Itano
(que era sainita) es el primero que fabrica un escudo grande.
8. El fenicio Cadmo inventó la litotomía y descubrió las minas de
oro junto al monte Pangeo. 9. También otro pueblo, los capado-
cios, fueron los primeros en descubrir la llamada «nabla» 14, a cuyo

Frigia. Generalmente pasa por ser el inventor de la flauta de doble tubo, por
oposición a la siringa o flauta de Pan (cf. HERÓDOTO, Hist., VII, 26; PAU-
SANIAS,Grae. descr., I, 24, 1; 11, 7, 9; X, 30, 9).
5. Cf. EFORO, Fragm., 70 F 105. Este historiador griego nació en Cumas
hacia el 380 a. de C. Como afirman algunos de sus coetáneos entre sus obras
existía un tratado Sobre las invenciones, que no ha llegado hasta nosotros.
6. Cf. HERÓDOTO, Hist., V, 58.
7. Sobre este personaje, cf. A. LóPEZ-PEGO, El tercer Apis, pp. 314-317.
8. Según distintas leyendas, se trata de la doncella de Argos, sacerdotisa de
la Hera argiva y que fue amada por Zeus. Durante su vida anduvo errante a
través de Grecia hasta que llegó a Egipto, donde fue bien acogida y ocupó
su trono, y allí se le tributaron honores divinos, siendo venerada bajo la de-
nominación de Isis. Cf. A. SEVERYNS,Le cycle épique et l'épisode d'Io, Bru-
xelles 1926, pp. 131-132.
9. Asclepio o Asclepiodoto, hijo de Apolo, es a la vez el héroe y el dios de
la medicina. Sobre el nacimiento de Asclepio, cf. PfNDARO,Pit., 111, 14; etc.
10. Entre los numerosos Atlantes que figuran en la mitología griega, puede
que Clemente se refiera al homérico, conocedor de las profundidades del mar
(cf. HOMERO, Od., 1, 52-52; VII, 245).
11. Cf. HESÍODO,Fragm., 282. Otros autores lo atribuyen a Cíniras, rey de
Chipre.
12. Semejante a una hoz.
13. Especie de pequeño escudo que únicamente protegía el pecho, en con-
traposición del OupEÓ~,que protegía toda la persona; cf. POLIBIO, 29, 6, 1.
14. Se trata de una clase de arpa.
236 Ltpooµata I, 16

10. Kapx:r1oóv101 ya.p 1tpono1 'tE'tPTIPTllC<l'tEO'lCE'\><lO'<lV'


evmmftyr¡o-Efü: <l'\>'t'TlV
Bóo-1topoc;<lU'tOO'XÉOtov.
76.1. Mftoná 'tE Tl Aif¡wu Tl KOA.Xt<;
1tpCÓ'tr¡Pa<p'TlV
'tp1x&v EnEVÓr¡O'EV.2. 'AA.A.a.lC<llNcópo1tE<;
( e0voc; EO''tt
5 Ilmov11eóv, vuv fü: Nropticov icaA.Ouv'tm) icmnpyáo-avw
X<lA.lCOV lC<lto-ÍOr¡pov eicá0r¡pav 1tpro'tOl.3. "Aµuicóc; 'tE ó
Beppúicrov Pao-1A.euc;íµáv'ta<; nuicnicouc; 1tp&wc; e'i>pev.
4. Ilepí 'tE µoUO'llCTlV "OA.uµnoc; ó Muo-oc; 't'TlVAúfüov
ápµovíav E<ptA.O'tÉXVTlO'Ev · o'í 'tE TproyA.oOÚ'tmicaA.OÚµev01
10 o-aµPúlCTlve'i>pov,opyavov µoumicóv. 5. <l>ao-1. fü: icat 't'TlV789PG
1tA.ayÍavO'ÚptyyaLÚ'tupov EÚpEtV'tOV<l>púya·'tpíxopoov fü:
óµoíroc; icat 't'TlVfüáwvov ápµovíav "Ayv1v 'tOVicat au'tov soGCS
<l>púya· 6. icpoúµma fü: "OA.uµrrov óµoíroc; 'tOV <l>púya,
ica0ánep <l>púywvápµovíav icat µ1~o<ppúy10v icat µ1~0A.Ú010v
15 Mapo-úav, 't'Íl<;<lU't'Íl<;
ov'ta 'to'ic;1tpoe1pr¡µÉvo1c; xcópac;, icat
't'TlV~cóptov 0áµuptv emvo110-m'tOV0pq.ica. 7. IlÉpo-ac;'tE
npcówuc; CX1CT11CÓaµev cxnftvr¡v icat icA.Ívr¡vicat únonóowv
epyáo-ao-0m 'tOÚ<;'tE LtOovíouc; 'tpÍ1CpO'tOV V<l'UV1C<l't(l-
0'1CEUÚO'm. 'tE oÍ 1tpü<;tji 'l'taA.Í~ 1tpro'tOl<pÓpµtyya
8. LllCEA.OÍ
20 e'i>pov ou 1toA.u 't'Íl<; ic10ápac; A.EmoµÉvr¡vicat icpÓmA.a
enevór¡o-av. 9. 'Ení 'tE 1:eµ1páµeroc;PamA.Éroc;Aiyumírov 'ta.
púo-mva íµána eúp110-0m io-wpouo-tv. 10. Kat 1tpCÓ'tr¡v
emo-'toA.a.<;o-uv'tá~m "A'too-o-av't'TlVIlepo-&v Pao-1A.eúo-ao-áv106se
<pr¡O'lV'EA.A.<XVllCO<;.
25 77.1. 1:icáµrov µev oi>v Ó Mt'tUA.r¡va'ioc; lC(ll. 0EÓ-
<pp<lO''tO<;
ó 'Epfotoc; Kúomnóc; 'tE ó Mavnveúc;, E'tt 'tE 'Avn-

1-2. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 600; PLINIO, Hist. nat., VII, 56, 207.
3-4. Cf. PALEFATO, De incr., 43. 6-7. Cf. PLATÓN, Leg., VII, 796 A;
APOLONIO DE RODAS, Arg., 11, 1; APOLODORO, Bib/., 1, 9, 20. 9. Cf.
HERÓDOTO, Hist., IV, 183. 13. Cf. APOLODORO, Bibl., I, 4, 2; PLA-
TÓN, Symp., 215 B. 15-16. Cf. PLINIO, Hist. nat., VII, 56, 204.
21-22. Cf. ID., Hist. nat., VII, 56, 207. 22-24. Cf. HELANICO, Fragm.,
4 F 178b; T ACIANO, Orat. ad Graec., 1. 25. Cf. ESCAMÓN, Fragm.,
476 F 3. 25-26. Cf. DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., V, 47. 26. Cf. Cí-
DIPO, Fragm., 376.

11-13. tpixopoov ... Cl>púya·:coniec. Stahlin ex Eusebio. 21. tE: add.


text. corrup. Stahlin. 26. 'Epfo-toc;: 'EpÉmnoc; Potter.
Stromata I, 75,9-77,1 ,

instrumento musical los asirios [denominaron] «dicorde» 15• 10. Lo/


cartagineses fueron los primeros en construir la «tetreme» 16, y fue
Bósporo, un autóctono, quien la construyó.
17
76.1. Más tarde, Medea de Cólquide hija de Eetes, es la
,

primera que inventó el tinte de los cabellos. 2. Los Nóropes (pue-


blo de Peonia que ahora se llama Nórico) son los primeros que
trabajaron el bronce y obtuvieron hierro en estado puro. 3. Ámico,
rey de los bébrices, es el primero en descubrir las correas de los
púgiles. 4. Respecto a la música, Olimpo el misio practicó la ar-
monía lidia. Los llamados trogloditas descubrieron la sambuca,
instrumento musical. 5. Se dice también que Sátiro el frigio in-
ventó el caramillo oblicuo; de la misma manera Agnis, también
frigio, inventó un «tricorde» 18 y la armonía diatónica. 6. Igual-
mente Olimpo el frigio ideó los acordes, al igual que Marsias 19,
que era oriundo de la misma región que los precedentes, [inven-
tó] la armonía frigia, la medio-frigia y medio-lidia; y Tamiris, el
tracio, inventó la [armonía] dórica. 7. Hemos oído que los per-
sas fueron los primeros que inventaron el carro 20 , la cama y el
escabel; los sidonios aparejaron la nave trirreme. 8. Los sicilianos,
cerca de Italia, fueron los primeros en descubrir la «phorminx» 21,
no muy distinta de la cítara, y también [idearon] las castañuelas.
9. Se dice que los vestidos de lino muy fino fueron descubiertos
bajo Semínaris, rey de los egipcios. 10. Helánico dice que Atosa,
reina de los persas, fue la primera que redactó cartas.
77.1. Han historiado estas noticias Escamón de Mitilene,
Teofrasto de Eresos 22 , Cídipo de Mantinea, y también Antifa-

15. Es decir, de dos cuerdas.


16. Nave de cuatro órdenes de remos.
17. En la literatura alejandrina y en Roma, Medea ha pasado a ser el proto-
tipo de la hechicera, papel que representa ya en la tragedia ática y en la leyen-
da de los Argonautas; cf. L. SÉCHAN,La légende de Medée, REG 40 (1927) 234s.
18. Instrumento musical de tres cuerdas.
19. PLATÓN, Symp., 215- B, afirma que Olimpo fue discípulo de Marsias.
20. Sobre la invención del carro existían diversas tradiciones en la mitolo-
gía antigua: unas la situaban en la ingeniosidad de la diosa Atenea; otras tie-
nen como inventor del carro al héroe ateniense Erecteo o Erictonio; final-
mente, también se creía que dicha invención se debió al héroe Tróquilo, cuyo
nombre recuerda el de «rueda».
21. Lira o arpa pequeña.
22. Vivió hacia los años 388-288 a. de C. Eresos era una ciudad de la isla
de Lesbos. El nombre propio era Tirtamo, pero prevaleció el sobrenombre de
Teofrasto por su dulzura y elegancia en el lenguaje.
-------

l:tpcóµma I, 16

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K'.(lt'AptCJ'tO'tÉA.T!<;, fü:
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ílórov omre, nm; rvmcr9f,creml
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TÉp1tav<>poc;ó 'Avncrcra'ioc;,fü0úpaµ¡3ov fü:E1tEvóricrev Aéicroc;

1. Cf. ARISTODEMO, Fragm., 13. //. Cf. ARISTÓTELES,Fragm., 181.


2. Cf. FILOSTÉFANO,Fragm., 32. II. Cf. ESTRATÓN, Fragm., 145; Strom.,
I, 63, 5. 7-8. ANACARSIS, Epist., 1; cf. TEODORETO DE C!RO, GTaec.
aff cuT., V, 69. 9-10. ANACARSIS, Epist., 5; cf. CICERÓN, Tusc. disp.,
V, 32. 11-17. 1 Co. 14, 9-11. 17-18. 1 Co. 14, 13. 21. Cf. ALCMAEÓN,
Fragm., 24 A 2. 21-22. Cf. TEODORETO DE CIRO, GTaec. aff CUT.,I,
24. 22. Cf. ANAXÁGORAS,Fragm., 59 A 36. 22-24. Cf. DróGENES LA-
( ERCIO, Vit. phi[., 11, 3, 5. 24-26. Cf. PLUTARCO, MoTalia, 1131 F.

11. o'ÍÍtro: o'ÍÍtro<;Aland. 26. Aéicr0<;:Aéicrcro¡;Potter.

1
Stromata I, 77,1-78,5 239

nes, Aristodemo, Aristóteles, Filostéfano y Estratón el peripa-


tético en los [libros] Sobre las Invenciones. 2. Hemos citado
unos pocos ejemplos a fin de confirmar la natural capacidad de
invención y de utilidad para la vida de los bárbaros; de ellos se
han beneficiado los griegos en su actividad.
3. Si después de todo eso alguien calumniara a la lengua bár-
bara, dice Anacarsis: Todos los griegos hablan conforme a los escitas,
me parece a mz'B. 4. Él mismo, admirado por los griegos como él
era, dijo: Mi vestido es una capa; mi alimento, leche y queso24. Ved
que la filosofía bárbara solicita para sí [las] obras, no [las] palabras.
78.1. Y el Apóstol dice: Así también vosotros, si mediante
la lengua no proferís un discurso inteligible, ¿cómo se sabrá lo que
deds? Seríais como los que hablan al aire. Tantas clases de len-
guas como hay en el mundo, y no hay ninguna privada de sig-
nificado. Mas si no conociera el poder de la voz, sería un extra-
ño respecto del que habla, y éste, bárbaro para mP-5.Y también
[dice]: El que hable en [otra] lengua, ore para poder interpretar 26 •
2. Ahora bien, la enseñanza del lenguaje pasó bastante tarde
a los griegos, y también la escritura.
3. Alcmeón de Crotona, hijo de Perito, es el primero en
componer un tratado de física 27 • 4. Algunos refieren que Ana-
xágoras de Clazomenes, hijo de Hegesibulo, fue el primero en
publicar un libro escrito 28 • 5. El primero que compuso música
para los versos y las leyes de los espartanos fue Terpandro de
Antisa 29 ; y Laso de Hermión 30 descubrió el ditirambo; Estesí-

23. ANACARSIS,Epist., 1.
24. ID., Epist., 5.
25. 1 Co. 14, 9-11. Sobre el texto paulino en Clemente, cf. H. SEESEMANN,
Der Chester-Beatty, p. 92.
26. 1 Co. 14, 13.
27. Alcmeón fue un méé:lico famoso (hacia el año 500) de la no menos cé-
lebre escuela de medicina de Crotona, a la que perteneció Hipócrates.
28. Cf. C. DIANO, La data di publicazione della «singraphé» di Anassago-
ra, en «Anthemon. Studi in onore de C. Anti», Firenze 1955, p. 244.
29. Vivió, según se cree, durante el siglo VII a. de C. Se le considera como
el verdadero autor de la música griega
30. Laso de Hermíone (ca. 550 a. C.), maestro de Píndaro, se esmeró en
componer un poema del que estaba ausente el desagradable sonido silbante
de la sigma. Sobre la música en Grecia, cf. A. SALAZAR,La música en la cul-
tura griega, México 1954; sobre el autor en cuestión, vid. G. PRIVITERA,Laso
di Ermione, Roma 1965, p. 86.
240 l:i:pcóµma I, 16

'EpµtoVEÚ<;,ܵvov L'tTlcríxopo<;'Iµepcx.io<;,xopEÍav 'AA.icµav


Aaice6mµÓvto<;, 'ta ÉpCO'ttica'Avaicpéoov Tr¡to<;, únópmmv
Ilív6apo<; E>r¡l3aíoc;vóµouc; 'tE np&'to<; ftcrev Év xopép ica1 107se
ict0áp~ Ttµó0eo<; ó MtA1Ícrtoc;.
5 79.1. Na1 µ'flv i'.aµl3ov µEv É1tEVÓ!l<:rEV 'APXÍAOXO<; ó
IIápto<;, xooA.OvOE i'.aµl3ov 'Inn&va~ ó 'füpfotoc;, ica1
'tpayq>OÍavµEv 0fom<; ó 'A01,vaío<;,icroµq>OÍav OEl:oucrapíoov
ó 'licaptEÚ<;.2. Touc; xpóvouc; 'tOÚ'tOOV 1tCltOE<; 1tapafü6óacrt
ypaµµa'ttlCOOV, µaicpov 0' a.V Elll 'tOÚ'tOU<; <l1Cptl30A.oyoÚµEVOV
10 napa0fo0m auwu OEticvuµÉvou'tou Atovúcrou, fü' ov ica1
A10vucrtaica10fot, µe'tayEVE<r'tÉpou 11au'tÍica µáA.a.
M(l)'\)créooc;
fü:icat 'tOU<;ica'ta fümptl3ilv A.Óyou<;
3. <l>acr1 ica1 'ta pT\'tOptica.
ifüroµma EÚpEtvlCCllµtcr0ou cruv11yop'Í1<:rat 1tp&'tovOllCClVtlCOV

1. Cf. PLUTARCO, Moralia, 1132 C-F y 1141 C. 5-6. Cf. Strom., I,


1, 2; 131, 6.7; V, 127, 1; VI, 6, 1; 7, 3. 6. Cf. Protr., 24, 2; Strom., I,
1, 2. 11. Cf. Strom., I, 105, 1.

3. npéihoi;: npcói:oui; Potter. 7. l:oucrapicov: l:icrapicov Potter. 11. ~to-


vucrtaKai 0ém: ~tovucria Kai 0fo Potter; ~tovÚcrta +,0fo Sylburg.
Stromata I, 78,5-79,3 241 ~
---4
coro de Himera 31 [inventó] el himno; el espartano Alcman 32 , la
danza; Anacreonte de Teos 33 , las eróticas; Píndaro de Tebas, el
canto rítmico; y Timoteo de Mileto 34 fue el primero que hizo
cantar las leyes a un coro con [acompañamiento de] cítara.
35
79.1. Arquíloco de Paros ideó el verso yámbico; Hipo-
nacte el efesio, el yambo cojo; Tespis de Atenas 36 , la tragedia;
y Susarión de Icaria 37, la comedia. 2. Los discípulos de los gra-
máticos 38 transmiten la cronología de esos [autores], pero sería
largo exponerla y examinarla con exactitud, habiendo sido pre-
sentada por Dioniso mismo 39 , en honor del cual tienen lugar
los espectáculos dionisíacos, y que es posterior a Moisés, como
se demostrará poco después 40 • 3. También se dice, en opinión
de Diodoro 41 , que Antifón de Ramnusio, hijo de Sófilo, inven-

31. Con este nombre, que significa maestro o director de coro, son cono-
cidos varios poetas griegos. El más famoso es el nacido en Himera (Sicilia)
entre los años 640-555 a. de C. Son muy inciertos los pormenores de su vida.
32. Poeta lírico griego que floreció a mediados del siglo VII a. de C.
33. Nació alrededor del 559 y murió ahogado, por tragarse una pepita de
uva, hacia el año 4 78 a. de C.
34. Timoteo, músico más que poeta, contemporáneo y amigo de Eurípi-
des, es hoy conocido por los descubrimientos (1902) de Los Persas, ditiram-
bos en torno a la batalla de Salamina: G. PrNI, Stromati, p. 142, n. 29.
35. Este autor ya ha sido mencionado en Strom., I, 1, 2, al igual que el
poeta griego Hiponacte.
36. Tespis de Atenas nació alrededor del siglo VI a. de C. Desterrado de
la ciudad por Solón, recorrió toda la región del Ática componiendo acciones
dramáticas. Parece que fue el primer autor que puso máscaras a sus actores.
Los fragmentos de sus obras, que han llegado hasta nosotros, son en realidad
de un gramático griego que pretendió rehacer las obras del ateniense.
37. Susarión vivió hacia el siglo VI a. de C. y es considerado como el fun-
dador del teatro ateniense al reunir en un todo homogéneo los elementos dis-
persos de la poesía y la acción.
38. El término «gramático» no designa únicamente a los maestros de la es-
cuela elemental, sino también a los críticos que se dedicaban a la explicación
de los textos literarios: R. PFEIFFER,History of Classical Scholarship, pp. 158
y 222s.
39. Dioniso, dios del vino y de la inspiración, era festejado en la antigüe-
dad clásica mediante tumultuosas procesiones en las que figuraban, evocados
por máscaras, los genios de la tierra y de la fecundidad. De estos cortejos se
originaron las representaciones del teatro, la comedia, la tragedia y el drama
satírico, que conservó por más tiempo la huella de su origen. Cf. K. KERÉNYI,
Dionysos. Archetypal images of indestructible life, Princeton 1976.
40. Cf. Strom., I, 105, 1. Moisés es el personaje central veterotestamenta-
rio y constituye un punto fijo de referencia para el maestro Alejandrino; cf.
Strom., I, 101, 1.5; 102, 4; 106, 2; 109, 2; 113, 4; 121, 4; 124, 4; 130, 2; 136,
3; 142, 1; 147, 2.
41. Cf. DrODORO, Fragm., 19.
T 242 L'tpÓ>µcmxI, 16

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voµo0ete'i Aaiceomµovío1c; · l:óA.covoc;ya.p touc; xpóvouc;
15 1tpoetpfiica.µev.

. 2. Cf. DIODORO, Fragm., 19; Ps.-PLUTARCO, Vit. Anth., 4, 832 A;


QUINTILIANO, Jnst., 111, 1, 11. 7-8. Cf. PRAXÍFANES, Fragm., 10.
9-10. Cf. HOMERO, JI., XIII, 488; XIV, 322; ID., Od., XI, 568.
11-12. Cf. Strom., I, 106, 1-3. 12. Cf. DIONISIO DE HALICARNASO, Ant.
rom., 11, 49, 4. 14-15. Cf. Strom., I, 65, 3.

<l>iAouPotter. 3. wu ypcxµµcxwcouavú: coniec. Stahlin


1. :Eeo<¡>ÍACm:
y Postgate.
Stromata I, 79,3-6 243

tó los discursos de la diatriba y las características de la retori-


ca, y fue el primero que por dinero elaboró un discürso escri-
to sobre un pleito para ser publicado; por su parte, Apolodo-
ro de Cumas 42 fue el primero que utilizó el término de gra-
mático frente al de crítico; otros afirman que fue Eratóstenes
de Cirene 43 , una vez publicados por él mismo dos libros Sobre
gramática. Sin embargo, el primero en ser llamado gramático,
tal como ahora lo entendemos, fue Praxífanes de Mileto 44 , hijo
de Dionisofanes. 4. Se cuenta igualmente que Zaleuco de Lo-
cros 45 fue el primero que impartió leyes; otros en cambio, afir-
man que fue Minos, hijo de Zeus, en tiempos de Linceo 46 •
5. Este mismo [Linceo] nace después en Dánao 47 , en la undé-
cima generación, después de Ínaco 48 y de Moisés, como lo de-
mostraremos un poco más adelante 49 • 6. Licurgo 50 , que nace bas-
tante después de la batalla de Troya, legisla a los espartanos al-
rededor de ciento cincuenta años antes de las Olimpíadas 51 • An-
teriormente ya hemos hablado de la cronología de Salón 52 •

42. Cumas era una ciudad de la Italia septentrional, pero no sabemos de


ningún Apolodoro de dicha ciudad. G. PINI, Stromati, p. 143, nota 32, su-
giere la posibilidad de que se trate de Apolodoro de Pérgamo.
43. Eratóstenes de Cirene vivió entre los años 275-194 a. de C. Fue bi-
bliotecario del Museo de Alejandría, bajo los Ptolomeos Filadelfo y Everge-
tes, y discípulo de Calímaco y compuso una Cronografía que comenzaba en
la guerra de Troya y llegaba hasta la muerte de Alejandro Magno.
44. Filósofo griego de la segunda mitad del siglo IV a. de C.
45. Conforme la mitología, Zaleuco promulgó, hacia la mitad del siglo VII
a. de C., las leyes que Minerva misma le había dictado en sueños.
46. Minos pasa por ser el primero que civilizó a los cretenses, los gober-
nó con justicia y bondad y les dio excelentes leyes. Estas leyes eran consi-
deradas como inspiradas directamente por su padre Zeus. Según los mitógra-
fos, Linceo es uno de los hijos de Egipto a quien su esposa, Hipermestra, no
mató, y sucedió a Dánao en el trono de Argos.
47. En la mitología helénica, Dánao es uno de los hijos de Bolo y An-
quínoe; llegó a tener, con distintas mujeres, cincuenta hijas y fue elegido rey
de Argos por aclamación popular, frente a su rival Gelanor.
48. Son varias las leyendas de la mitología sobre Ínaco, hijo de Océano y
de Tetis. Según unas era anterior a la raza humana, ya que su hijo Foroneo
había sido el primer hombre. Según otras, habría agrupado a los hombres des-
pués del diluvio de Deucalión y los había establecido en la llanura del río
homónimo. Parece que las fuentes utilizadas por Clemente hacen referencia a
la segunda tradición, cf. Strom., I, 136, 4.
49. Cf. Strom., 1, 106, 1-3.
50. Sobre la cronología de este célebre legislador de Esparta, medio legen-
dario, medio histórico, cf. DIONISIO DE HALICARNASO, Ant. rom., 11, 49, 4.
51. Los primeros juegos olímpicos tuvieron lugar en el año 776 a. de C.
52. Cf. Strom., I, 65, 3.
244 r-rpcóµma I, 16

80.1. Llpá1erovOE ó K<Xt.auto~ voµo0frr¡~ 1tEpt. TTJV


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µÍ<XvTOOV TtT<XvÍOroveúpe'iv. 4. Llíouµo~ o' EV Tq> 1tEpt. 108se
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6. 'AAA' d 1ea1µi¡ 1C<XT<XA<Xµl3ávn
Ú1tE1AficpaO'lv. 11'EAATJVllCTJ

3-4. Cf. ANTfLOCO, Fragm., 1; Strom., I, 1, 2; 50, 6; 52, 4; 64, 4;


67, 1; 11, 16, 3; 119, 3; 127, 1; 128, 1; 138, 4; IV, 143, 6; V, 90, 2; 116,
4; VI, 67, 2. 5-6. Cf. DroNISIO DE HALICARNASO,Ant. rom., 11, 59.
8. Cf. Strom., I, 61, 1; IV, 122, 4; V, 46, 2 9. Cf. Strom., IV, 44, 2;
121, 3. 10. Cf. DfDIMO DE ALEJANDRÍA,Fragm., 381. 11. Cf. PLATÓN,
Tm., 71 B; ID., Resp., X, 597 A; JusTINO MARTIR, 2 Apol., 13, 5.
12. Cf. Strom., I, 20, 3; 99, 1. 14. Cf. Strom., I, 18, 3; 81, 4.
14-16. Cf. Strom., VI, 157, 5; 161, 2-6; VII, 6, 4.

4. ...: lac. Stahlin; cornee. a.pxon~ µevIlu0apáwu Wilamo,witz-


Moellendorff.
Stromata I, 80, 1-6 245

80.1. Se sabe que Dracón 53 , también legislador, nac10 alre-


dedor de la trigésimo novena Olimpiada. 2. Antíloco 54 , que se
ocupó de Los hombres sabios, calcula en total cerca de tres-
cientos doce años desde la época de Pitágoras hasta la muerte
de Epicuro ... 55, que tuvo lugar en el décimo día del mes Ga-
melión 56 • 3. Se dice también que el hexámetro, verso heroico,
lo descubrió Fanotea 57 , mujer de Ícaro; pero otros dicen que
fue Temis 58, una de las hijas de los Titanes. 4. Dídimo, en el
[tratado] Sobre la filosofía pitagórica, refiere 59 que Teano de Cro-
tona 60 fue la primera mujer que practicó la filosofía y escribió
poemas.
5. Como algunos dicen que la filosofía griega engendra de
alguna manera la verdad por aproximación, pero de manera con-
fusa 61 y no íntegramente; sin embargo, otros afirman que [la fi-
losofía griega] toma su impulso del demonio 62 • Hay quienes su-
gieren que toda filosofía está inspirada por unas fuerzas subor-
dinadas 63. 6. Mas aunque la filosofía griega no llegue a alean-

53. El legislador más antiguo de Atenas, que nacería, conforme a la fuen-


te usada por Clemente, alrededor del 620 a. de C.
54. Antíloco podría ser Antíoco de Ascalón: G. PIN!, Stromati, p. 143, nota
36.
55. En los manuscritos falta texto. Conforme el testimonio de Diógenes
Laercio (Vit. phi!., X, 15) debería escribirse «bajo el arcontado de Pitarato»,
que es la lectura que propone Wilamowitz-Moellendorff.
56. Correspondiente al 25 de enero de nuestro calendario.
57. También Panopea.
58. Temis, la diosa de la Ley, es hija de Urano (el cielo) y Gea (la tierra),
cf. HESÍODO, Theog., 135 y 901s.
59. Cf. DfDIMO, Fragm., 381. Se trata del hijo de Heráclides, contemporá-
neo de Nerón: A. LE BOULLUEC,Stromate V, 11, p. 180.
60. Teano de Crotón era mujer o hija de Pitágoras, los historiadores no
están de acuerdo en ese punto. La tradición cuenta que un grupo de muje-
res seguía la doctrina e incluso la vida de los pitagóricos. En la antigüedad
se la atribuían unas Sentencias, un libro Sobre la piedad y siete Cartas.
61. Expresión platónica (cf. Tm., 71 B; Resp., X, 597 A), aunque también
fue utilizada por autores cristianos como, por ejemplo, el apologista Justino,
Taciano, etc. Entre otros, TERTULIANO,De anima, 2, 3, denuncia el origen
diabólico de la filosofía. Clemente profesa una opinión totalmente contraria:
S. R. C. LILLA, Clement, pp. 28ss.; J. DANIÉLOU,Message, pp. 50-67; F. BuRI,
Clemens, p. 34; R. BAUCKHAM,The Fall of the Angels, pp. 323-325. Para la
tradición seguida por Clemente, cf. G. PIN!, Stromati, p. 144, n. 38.
62. Cf. Strom., I, 18, 3. Sobre la angelología y demonología en el Alejan-
drino, cf. F. ANDRES,Die Engel, pp. 13-27.
63. Para esas «fuerzas subordinadas», cf. G. GLOCKMANN,Spuren Justins,
p. 404. Se trata de una tradición de ascendencia platónica o medio-platónica
246 I:tpÓ>µa,:a 1, 16

'to µÉye0oc; 'tÍlc; aA:r10eía.c;,en fü: el;a.cr0eve'i


qnM>cro<¡>ía.
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nn crro<¡>poví~oucra.ica.l 'to ~0oc; npo'tunoucra. ica.l npoc;-
de; 1ta.pa.6oxTJv'trie; alr10eía.c; 'tOV'tllV npóvomv
s 'tÚ<¡>oucra.
Ool;cx~OV'tO..

1. Cf. Strom., I, 98, 4; VI, 62, 1; 117, l. 2-3. Cf. Strom., I, 15, 3-
20, 3; 28, 1.3; 30, 1; 32, 4; 37, 1; 99, 1; VI, 62, 1; 67, 1; VII, 20, 2.

5. tov: coniec. Mayor y Stahlin.


Stromata I, 80,6 247

zar la verdad en su totalidad 64, y, además, no posea en sí misma


fuerza para cumplir los mandatos del Señor, al menos prepara
el camino para la enseñanza verdaderamente más regia 65 , por-
que de un modo u otro hace prudente [al hombre], modela el
carácter, y predispone a quien cree en la Providencia para la re-
cepción de la verdad 66 •

unida a la cultura teológica del judeo-cristianismo. De todas formas, Clemente


no dice con claridad si se trata de los ángeles caídos que se leen en el apó-
crifo Libro I Henoc, 16, 3, y que el Alejandrino ha mencionado ya en Paed.,
111, 14, 2, o de otros ángeles de los hombres y de las naciones, que él men-
ciona también en Strom., V, 73, 4; VI, 57, 3; 157, 5; etc. El contexto invita a
pensar en la primera posibilidad.
64. La filosofía griega es inferior a la fe cristiana (cf. W. VóLKER, Der
wahre gnostiker, pp. 345-350; S. R. C. LILLA, Clement, pp. 56-59), pero tiene
el mismo origen (cf. E. MoLLAND, The Origin, p. 120) y es camino de sal-
vación (cf. J. WYfZES, The Twofold Way, 1, pp. 238-239; ).
65. Es decir, la sagrada Escritura; cf. J. RUWET, Canon, pp. 78-79.
66. Clemente expone aquí las razones sobre la importancia de la filosofía
griega y señala sus puntos más importantes: el monoteísmo, la divinidad es-
piritual, la providencia y la idea de la ley moral. Sobre el aprecio de las rea-
lidades terrenas en el Alejandrino, cf. M. Rurz JURADO,Le monde, pp. 17-20.
248 l:'tp<Óµa.'ta.I, 17

KecpáA.atov XVII 109se

81.1. Naí q,acn yeypá.q,0m · 1rávi-eq oí trpo rfjq


1rapovaíaq wv -icvpíov ,c,1,é1rmieiai ,cai ,1,r,amí. Ilá.v-m; µev
oi>V oí €V AÓycp,Oi>'tOl011oí 1tpo ti\~ 'tOUA.ÓyoucmpKCÓO'ECO~, 53 GCS
5 tl;ax:oúov1:m x:a0oA.tKCÓ'tepov. 2. 'A).,).,'oí µev 1tpoq,f\1:m,éhe
Cl1tOO''t<XAÉV'tE~K<XtEµ1tVEU0'0Év'tE~{mo 'tOU x:upíou, ou
KAÉ1t1:m, aAAa01á.x:ovo1.3. <l>r¡o-t youv Tlypa<pr¡· ámfareikv
i¡ aoq,ía wvq éavrfjq 8ov,1,0vq, avy,ca,1,ovaa µera Vlfl11MV
TCT]ptÍyµawq étri ,cparfjpa oi'vov. 4. <l>tAoO'O<pía Óe OUK
10 a1tecná.lr1 Ú1to x:upíou, ñ).,")..,'~A0e, <pao-í,KAa1tEtO'ai, napa.
KAÉ1t'tOU óo0EtO'a, Et't' Oi>Vóúvaµt~ ;, ayyEAo~µa0cóv 'tl ti\~
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€VÉ1tVEUO'E
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KAÉ\¡,a~tóíóal;ev, oux1. µ11 eióów~ 'tOU x:upíou 'tOU K(Xt'ta.
'tÉAr¡ 'tCOVfooµÉvcov 1tpo x:amPoAf\~ 'tOU KÓO'µouK<Xl'tOU
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yá.p 'tlV(X eo<pÉAEtaV'tÓ'tE ll d~ av0pcó1tou~ tpxoµÉvr¡
KA.o1tr¡,ou 1:ou Ú<pEAoµÉvou1:0 o-uµq,Épov o-x:onouµÉvou,

2-3. Jn. 10, 8; cf. Strom., I, 84, 6; 87, 2; 135, 2; 11, 1, 1; V, 140, 1.
6. Cf. Strom., 1, 87, 5; IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Ep. ad Mag., 7, 2;
JUSTINO MÁRTIR, 1 Apo/., 33, 8; IRENEO, Adv. haer., IV, 20, 4; ID.,
Epid., 5. 7-9. Pr. 9, 3.5. 10. Cf. 1 Enoch, 6-8. 10-11. Cf. Strom., I, 18,
3; 44, 4; 81, 4; VI, 66, 1; 159, 1. 13. Cf. Paed., III, 14, 2; Strom., I,
18, 3; 80, 5; 81, 4; V, 10, 1. 13-14. Cf. Jn. 17, 24; cf. Ef. 1, 4.

8. fi croq,ía.:om. Rahlfs. 9. o'ívou: AÉyoucra.Rahlfs. 10. q>a.crí:q>TJcrÍ


Pot-
ter. 14. icócrµou ica.l.wu: coniec. Schwartz y Stahlin.
Stromata I, 81,1-5 249

Capítulo XVII

81.1. Sin embargo se objeta que está escrito: Todos los an-
teriores a la venida del Señor son ladrones y bandidos 1• Pero
si por ese todos del que se habla se entiende a todos los hom-
bres que han precedido a la Encarnación del Logos, parece muy
genérico. 2. Porque los Profetas, enviados e inspirados por el
Señor, no son ladrones sino servidores. 3. Así dice la Escritu-
ra: La sabiduría mandó a sus criados a pregonar desde lo alto
la invitación para beber de la copa de vino 2 • 4. La filosofía no
recibió misión del Señor, sino que llegó -dicen- mediante hurto
o regalo de un ladrón, un poder o un ángel 3 que aprendiendo
alguna verdad e incapaz de permanecer con ella, debió de ins-
pirarla o la enseñó furtivamente4, aunque no a espaldas del
Señor, quien conoce las finalidades de las cosas que van a su-
ceder antes de la fundación del mundo y la existencia de todas
las cosas; tan sólo que no fue impedido 5 • 5. En efecto, en otro
tiempo el robo hecho para los hombres tenía alguna utilidad,
no porque el ladrón mirase nuestro provecho, sino porque la

l. Jn. 10, 8. Parece una velada alusión a los marcionitas: R. RIEDINGER,


Zur antimarkionitischen, pp. 17-18. Sobre la teoría del plagio, tema apologé-
tico en Clemente, cf. R. MORTLEY,Connaissance, pp. 162-166; J. E. L. ÜUL-
TON, Clement, p. 177.
2. Pr. 9, 3.5.
3. En Strom., I, 83, 2 y 84, 6 veremos que se trata del Diablo. Sobre la
fuente de esta concepción, la apocalíptica judía, cf. J. RUWET, Canon, p. 243;
F. BuRI Clemens Alexandrinus, pp. 34-36; A. LE BoULLUEC, Stromate V, 11,
pp. 66-67; A. ÜRBE, Cristología gnóstica, 1, p. 64, nota 51; R. BAUCKHAM,
The Fall of the Angels, pp. 317-319.
4. Clemente presenta aquí una importante variante en la teoría del «hurto»,
que no sería cometido directamente por los griegos, sino por un ángeL Al
respecto, cf. J. PÉPIN, Cristianisme et mythologie, pp. 31-32.
5. Estas palabras señalan veladamente algunos puntos doctrinales impor-
tantes: Dios no ha sido creado, pero el mundo sí; la providencia divina lo
abarca todo de principio a fin -tanto el pecado y el error, como la virtud y
la verdad-, y el cristiano, el gnóstico, puede conocer la unidad de la historia
y asemejarse a Dios.
250 .l:tp<Óµai:a I, 17

Kmeu0uvoÚ<rr¡<;fü:ei<;'tOcruµ<¡>Épov
'tr\<;1tpov0Ía.<;
'tllVEKf3a.cr1v
'tOU'toA.µfiµmo<;.
82. 1. Otoa. 1tOA.A.OU<; CX0ta.A.EÍ1t't00<;
em<¡>uoµÉvou<; 11µ'iv
Ka.t 'to µ11KroA.uova.t'tlOVeivm A.Éyov'ta.<; · <¡>a.crtya.p a.t'tlOV
5 eivm KA.o1tr\<; 'tOVµ11<¡>UA.Ú~a.vm 11'tOVµ11KOOA.ÚO'<X.V't<X., ro<;
'tOUeµ1tp11crµou'tOVµ11crf3foa.vm 'tO oe1vov a.pxóµevov K<X.l
wu va.ua.yíou 'tov KUf3epvfi't11V 'tllV 08óv11v. 110se
µ11 cr'tEÍA.a.v'ta.
2. Au'tÍKa. KOA.á.sov'tm1tpo<;'tOU vóµou oi 'tOÚ'tOOV <X.t'tlOl.
?Ül ya.p 1(0)/\.UO'a.loúva.µ1<; ~V, 'tOÚ't<¡)K<X.lTl a.hía. 'tOU
10 cruµf3a.ívovw<;1tpOO'<l1t'te'ta.t.3. <l>a.µev011 1tpü<;<X.U'tOU<; 'tO
a.t'tlOVEV't(p 1t01ElVKa.t evepye'iv Ka.t opéx.vvoe'icrSm, 'tO OE
µ11KroA.uovKmá. ye 'tOU'tOa.vevÉPYll'tOVetvm. 4. "En 'to
µev a.t'tlOV1tpo<;tj1 Evepyd~ EO"'tÍ,Ka.8á.1tepó µev va.u1t11yo<;
1tpo<;'t<p yíyvecr8m 'to O'KÚ<¡>o<;, ó oe oiKoOÓµo<;1tpo<;'t<p
15 K'tÍsecrSm 't'TlVoiKÍa.v. 'tO OE µ11 1(0)/\.UOV KexcóptO''t<X.l 'tOU
y1voµÉvou. 5. ~1a. 'touw youv Em'teA.et'tm, on 'tO KroA.ucrm
ouvá.µevov OUKevepye'i OUOEKroA.Úet.Tí ya.p evepye'i ó µ11
KroA.Úrov~ 6. "H011OE Ka.t ei<; CX1tɵ<¡>a.cr1v a.uw'i<; ó A.Óyo<;
xropet, et ye 'ti\<;'tpCÓO'ero<;
ouxt 't() f3ÉA.o<;,
a.A.A.a.'t'TlVa.0'1tÍOa.
20 'tllV µ11 KroA.Úcra.cra.v'tO f3ÉA.o<;
0teA.8e'iv a.iná.crov'tm · ouoe
ya.p 'tOV KA.É1t't11V, a.A.A.a.'tOV µ11 KOOA.ÚO'a.V'ta.'tllV KA.o1tllV
Ka.'ta.µÉµ'JfOV'ta.l.

83.1. Ka.t 't<l<;va.u<; 'tOÍVUV'tOOV'EA.A.T]VOOV µ11 'tOV


"EKwpa. Eµ1tpf\crm 4yóv'trov, a.A.A.a.'tov 'Ax1A.A.Éa., oión 54 GCS
25 1(0)/\.UO'<X.l
'tOV"EK'tüpa.ouvá.µevo<;ou KeKCÓA.UKEV · a.U' oµev
Ola. µrjv1v (e1t' <X.U't(p
OE~V K<X.l µ11víeivK<X.tµ11)K<X.lµ11vOVK
cx1tetp~e't() 1tup, K<X.t foro<; cruva.íno<;. 2. ·o OE 01á.f30A.o<;

1-2. Cf. Strom., IV, 87, 1. 4-7. Cf. DEMÓSTENES, De cor., 194.
26-27. Cf. HOMERO, JI., XV, 716-731 y XVI, 122-128; CRISIPO, Fragm.
moral., 353.

14-15. 'tql JC'tÍ~Ecr0at: 'tO EJC'tÍcr0at Potter.


Stromata I, 81,5-83,2 251

Providencia dirigió el resultado de esa audaz acción para [nues-


tra] utilidad.
82.1. Sé que muchos se encaran continuamente con noso-
tros 6, y afirman que el que no impide [una cosa] es causa [de
ella]. En efecto, dicen que es causa de robo el que no toma pre-
cauciones y el que no impide [al ladrón]; como [es causa] del
incendio el que no apaga el fuego que se inicia, y del naufra-
gio el piloto que no pliega la vela. 2. Por ello, los responsables
de todo eso son castigados por la ley. Pues al que puede im-
pedir esas cosas, por ello mismo también es tenido como res-
ponsable de lo sucedido. 3. A nuestros adversarios les decimos
que la responsabilidad se encuentra en el hacer una cosa, exi-
girla y tomar la iniciativa; mas no impedirla, en sí mismo, no
es una participación en el acto 7• 4. Más incluso: la responsabi-
lidad existe en relación con la actividad, de la misma manera
que el armador de barcos al construir una nave, y el albañil al
edificar una casa; sin embargo, quien no impide una cosa se dis-
tancia de lo que pueda resultar. 5. Es preciso, pues, concluir
que el que puede impedir, ni manda ni prohibe. Y ¿cómo in-
terfiere en la acción el que no pone impedimento? 6. El mismo
razonamiento les impulsa al absurdo, porque harán responsable
de la herida, no a la flecha, sino al escudo que no ha impedi-
do a la flecha penetrar. Así, pues, no acusarán al ladrón, sino
al que no ha impedido el robo 8 •
83.1. Y también dirán que Héctor 9 no incendió los barcos
griegos, sino Aquiles, porque pudiendo impedírselo a Héctor,
no lo hizo. No obstante, Aquiles a causa de su cólera (pues es-
taba en él encolerizarse o no) no apagó el fuego, y por eso es
corresponsable. 2. El diablo, siendo libre y capaz de robar o

6. Alusión al dualismo de valentinianos y a la crítica marcionita respecto


al Dios revelado por los profetas: A. MÉHAT, Étude, p. 325.
7. Esta doctrina es completamente estoica y objeto de muchas controver-
sias con los peripatéticos: E. ELORDUY,El estoicismo, I, p. 156.
8. Sobre las fuentes de esta filosofía de la causa, cf. R. E. WITT, Albinus,
pp. 31-41.
9. Se trata del héroe troyano, hijo de Príamo y Hécuba. Desempeña su
papel más importante en el ataque contra las naves griegas en la expedición
de Troya; toda la responsabilidad de la lucha recae sobre él. La cólera de
Aquiles, objeto temático de la Ilíada de Homero, estuvo a punto de originar
la pérdida del ejército griego. Finalmente Aquiles vence a Héctor, arrastran-
do su cuerpo alrededor de la ciudad troyana.

l
252 I:'tpCÓµa'ta 1, 17

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5 KCOAU'tlKÓV, 07tEPcpaµev E7tl 'tll~ KA07tÍl~ 'YE'YOVÉVm, µ116' o~
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~oµÉvcp wu µ'fl n'tproaKm0m KOOA.Úrov 'to 'tpro~vm au'tóv, 111se
K<ll 't(J) LOOKpán:t 'tO 6mµÓvwv <ll'tlOV ~V ouxi µ'fl KCOA.UOV, 800PG
10 aAA' <ino'tpÉnov, d Kat µ11npoÉ'tprnEv. 5. ÜÜ'tE 6e oí enmvot
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<iU, <lKOU<JÍOU 'tTJ~K<XKÍ<l~OÜ<Jll~-

84.1. "O(kv ó µev KCOA.Úaa~<ll'tlO~, ó OE µ11 KCOA.Úaa~


15 't'flV ai'.pEatv 'tll~ 'V'l>Xll~ KpÍVEt OtKaÍro~, i'.v' on µáA.ta'ta ó
0Eo~ µÉvn i¡µív KaKía~ avaÍ'tw~. 2. 'E1td ÓE 'tO)V
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6e Ú1tÓA1l'Vl~fo0' O'tE Kp<l'tEl, ~~. <iyvoía~ l((ll, <iµa0ía~
OÜ<Jll~,OA.tyropouµEv<l7tO<J'tÍ1Vat, dKÓ'tro~ av KOA.Cl<JEtE3. (Kal
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K<ll 61' <lKpaaíav 7tUpÉnn, ainroµE0a 'tOU'tOV) Ó>~OÉ l((ll,
'tll~ K<XKÍ<l~<lKOU<JÍOUOÜ<Jll~·4. OU yap aÍpEÍ't<XÍ 'tl~ K<lKOV
1JK<XKÓV,'t!l fü: 7tEpl ClU'tOTJÓOV!l<JUV<l7t<l'(ÓµEVO~, aya0ov
Ú1toAaProv, A117t'tOVTJ'(Et'tm. 5. ".Qv OÜ'tro~EXÓV'tOOV't() (l7t(lA,-

1-2. Cf. JUSTINO MÁRTIR, 2 Apol., 7, 5; ID., Di-al., 140, 4; 141, 1. 10.
Cf. PLATÓN, Apol. Socr., 31 D; ID., Thg., 128 D; ID., Tm., 90 A; ID.,
Leg., V, 732 C; 877 A; Strom., 11, 131, 4; V, 91, 5. 11-13. Cf. CRISIPO,
Fragm. moral., 236; Strom., 11, 59, 6. 14-16. Cf. PLATÓN, Resp., 11, 379
B-C y X, 617 D; ID., Tm., 42 D; ID., Leg., X, 904 C; JuSTINO MAR-
TIR, 1 Apol., 28, 2-3; 43, 8; ID., 2 Apol., 7, 5-6; TEóFILO DE ANTio-
QUíA, Ad Auto!., 11, 27, 1-2; IRENEO, Adv. haer., IV, 4, 3; 37, 1-6; 39,
1; Paed., 1, 69, 1-3; Strom., I, 4, 1; 11, 75, 2-3; IV, 150, 4; 153, 2; V,
136, 4; VII, 11, 2; 12, 1; Quis div. salv., 14, 4; PORFIRIO, Ad Marc., 12.

1-2. Kili ó: Ka0' ó Schwartz. 10. i,_'),.),.'a.1to'tpÉ1tov:a.'AAa 1tpo'tpÉ1tov


Potter. 16. µÉvn: µev Potter. 19. iiv KOA.<XO"EU,: ai KOA.<XO"Et(; Potter;
EKÓMO"EVWilamowitz-Moellendorff. 21. ~ OÉ: coniec. Pini; coniec. ~
oe Stahlin; EtKÓ'tro<;Wilamowitz-Moellendorff; oÜ'tro<;Arnim. 23. au'to:
au'tép Potter.
Stromata I, 83,2-84,5 253

no, es él mismo responsable del robo, no el Señor que no lo


impidió. Además, la dádiva no era perjudicial, como para seguir
el impedimento [por parte de Dios]. 3. Si es necesario ser exac-
to respecto a los adversarios, han de saber que quien no es
capaz de impedir, como hemos dicho que sucede en el robo,
no es en absoluto responsable, sino que propiamente sólo el que
puede impedir está ligado a la inculpación de la causa. 4. En
efecto, quien protege a otro con su escudo es causa de que su
protegido no resulte herido, puesto que le impide ser herido;
también para Sócrates, el demonio era causa 10, no porque no le
impidiera, sino porque le desviaba, aunque no le estimulara ac-
tivamente. 5. Ni las alabanzas ni las injurias, ni los honores ni
los castigos son justos, cuando el alma no tiene la libertad del
anhelo y punto de partida 11, puesto que la maldad es involun-
taria.
84.1. Por lo cual, el que impide es responsable, pero el
que no impide. juzga rectamente de la elección del alma; así,
pues, Dios no es responsable en lo más mínimo de nuestra mal-
dad 12• 2. Puesto que la libre elección y el deseo son el origen
de los pecados 13, y que algunas veces nos domina una opinión
totalmente equivocada, de la que, por ignorancia 14 e impericia,
nos ocupamos poco de alejarnos, [Dios] tendría razón en cas-
tigarnos, 3. (también el tener fiebre es involuntario; no obstan-
te, si alguien se originara a sí mismo fiebre, por su intempe-
rancia, también le responsabilizamos); lo mismo sucede cuando
el mal es involuntario. 4. Nadie elige el mal en cuanto mal, sino
atraído por el placer que le rodea, que se supone que es un
bien, y se juzga como algo que hay que tener. 5. Siendo así las

1O. Al respecto, cf. A. E. TAYLOR,Socrates, Edinburg 1932, pp. 42ss.


11. Con otras palabras: «de dirigirse hacia una cosa o desviarse de ella».
Clemente se muestra claramente voluntarista: J. WYTZES,Paideia and pronoia,
p. 149.
12. Clemente tiene en su memoria un texto platónico sobre la bondad de
Dios y la existencia del mal en el mundo; cf. Paed., 1, 69, 1, p. 213, nota 42
de nuestra edición (FuP 5). Por otra parte, el Alejandrino rechaza el deter-
minismo de algunos gnósticos herejes: W. E. G. FLOYD, The problem of evil,
pp. 24-40; D. J. M. BRADLEY,The Transformation, p. 47, nota 43; E. F. Os-
BORN, The Phi/osophy, p. 72.
13. Clemente deja bien clara la autonomía humana, en contra del deter-
minismo de algunos herejes. Cf. K. SCHMÓLE,Gnosis und Metanoia, p. 308.
14. Esta «ignorancia» hay que entenderla, a la manera· platónica, como un
mal ético. No es raro este significado en Clemente; cf. Strom., 11, 34, 11; 35, 4.
254 l:'tpCÓµa'ta I, 17

A<l't'tE<J0m'tll<; 'tE a:yvoÍCX<;


'tTJ<;'tE aÍp€0'ECO<;
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KCll.
E7tt'tEp1tou<;KCll. 1tpo 'tOt>'tCOV 'tO µr¡ O"UYJCCl'tCl'tÍ0e<J0m 'tClt<;
CX1tCl'tT'IA.Clt<;
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CX1tÓKEl'tCll
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5 eyicmaµÍ~a<; 'tot<; 1tpo<p~'tat<;,11:a0á1tep'tq>1tupq, 't<l ~1~ávm. 55 GCS
7. Ilávreq oúv oí npo ,rvpíov ,rÁénrar ,rai Á!J<rraí, oux
1táV'tE<;av0p001tOl,1táV'tE<;fü: OÍ 'lfEU001tpO<pTJ'tCll
Ó.1tA.Ó)<; KCll.
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85. 1. Etxov fü: 11:a1.
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'tOU 'lfEt>O"'tOU vµáq ÉK"rov narpoq vµiiJv
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T]1COAV1WÍIClA.OqGO<pÍaWV 0eOV,,rara npÓyvWGlVriiJvaiÓJVWV801PG

1. Cf. Strom., 11, 26, 5; 62, 3; IV, 168, 2; VI, 113, 3; VII, 16, 2; etc.
2. Cf. Strom., IV, 116, 1; V, 28, 2. 3-4. Jn. 10, 8; cf. Strom., I, 81, 1;
87, 2; 135, 2; V, 140, 1. 5. Cf. Mt. 13, 25; Strom., V, 26, 4; VI, 67, 2;
VII, 89, 4. 6. Jn. 10, 8. 11-16. Jn. 8, 44; cf. Paed., 11, 7, 4. 19. HER-
MAS, Vis., 25, 7. 20-22. ID., Mand., 11, 3; cf. ID., Vis., 5, 7; Paed., 111,
5, 3. 23-256,1. Ef. 3, 10s.

3. a1tÓ1CEl'tat: Mayor; U7t01CEl'tal


E7tÍJCEl'tal Stahlin. 10. O'U'tO'\J1('\)píou:
om. Potter. 11. úµoov: om. Aland. 19. 1to1µfiv: add. EVE'tEÍMX'to Ayán.
20,1. ya.p: fü: JCatAyán. 21. au'tOV 1tA.T1poí:
mut. Ayán. //. Ea'l>'tO'\J:aU'tO'\J
Ayán. 23. yvrop1a0ft: add. V'\JV'tate; apxaíc; JCat míe; E~ouaíac; wíc; EV
'toíc; E1toupavío1c;Aland. 24. npóyvromv: npó0emv Aland.
Stromata I, 84,5-85,5 255

cosas, depende de nosotros el deshacernos de la ignorancia, de


la elección fácil y agradable, y ante todo [depende de nosotros]
el no admitir las imágenes engañosas 15• 6. El diablo es llamado
ladrón y bandido 16 porque mezcló los falsos profetas con los
(verdaderos] profetas, como la cizaña con el trigo 17• 7. Por eso,
todos los que han venido antes del Señor son ladrones y saltea-
dores 18, no se refiere a todos los hombres en absoluto, sino a
todos los falsos profetas y a todos aquellos que no han sido le-
gítimamente enviados por Él [Señor].
85. 1. También los pseudo-profetas han practicado el robo,
y se les llama profetas porque eran profetas, pero no del Señor,
sino del Mentiroso 19• 2. El Señor dice: Vosotros venís de vues-
tro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre.
Él era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la ver-
dad, porque la verdad no habita en él. Cuando habla la men-
tira, habla de lo suyo propio, porque es mentiroso y padre de la
mentira 20 • 3. No obstante, l¿s falsos profetas decían algunas ver-
dades en las mentiras, y realmente profetizaban mediante éxta-
sis21, como servidores del Apóstata. 4. También el Pastor, el
ángel de la conversión 22 dice a Hermas acerca del pseudo-pro-
feta: Pues dice algunas palabras verdaderas; ya que el diablo le
llena de su propio espíritu, por si puede hacer pedazos a alguno
de los justos 23 • 5. Todas las cosas están ordenadas desde lo alto
hacia el bien, para que la multiforme sabiduría de Dios sea no-
tificada mediante la Iglesia, conforme al plan realizado eterna-

15. El Alejandrino habla y piensa como estoico y racionalista: la falta moral


es el resultado de un error; cf. A. MÉHAT, Pénitence seconde, pp. 229-231; F.
BuRI, Clemens, p. 44.
16. Jn. 10, 8.
17. Sobre esta parábola evangélica en Clemente, cf. A. ORBE, Parábolas
evangélicas, 1, p. 337-344.
18. Jn. 10, 8. Esta cita era muy familiar entre los marcionitas: R. RIEDIN-
GER, Zur antimarkionitischen, pp. 117-118.
19. Es decir, del diablo, que es el padre de la mentira, como dirá a con-
tinuación nuestro autor, citando al evangelista san Juan.
20. Jn. 8, 44.
21. Es decir, sin saber lo que decían. Esta era precisamente la acusación
de los gnósticos heterodoxos contra los profetas del Antiguo Testamento: A.
ORBE, Cristología gnóstica, I, pp. 58-60.
22. HERMAS, Vis., 25, 7.
23. ID., Mand., 11, 3. Sobre la inspiración de este escrito, cf. J. RUWET,
Canon, pp. 394-395. Para el «espíritu de los demonios», cf. L. F. LADARIA,
El Espíritu, p. 250.
256 l:tpcóµcmx I, 17

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j3epv&v'tm OEÚ1to'tll<;Ka0óA.ou1tpovoíac; E1tt'tÉM<;ÚytEtVÓV,
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1tpovoíac;'to µ11füo-m 'tflV a1tOO''t<lO'E<0<; ÉKouo-íoucpue'io-av
K<XKÍ<XV CXXPllO''tOV
K<XtllVCO<pEA-11µÉVEtVµ,iOEµ11vKa'tCX. 1t«xV't<X
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llPE'tll<;K<XtOuváµecoc;epyov EO''ttVOUµÓVOV 'tO aya001totEtV
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0epµaíveiv Kal 'tOU <pCO't<><; 'to <pco'tÍ~eiv),aA.A.a. KIXKE'ivo
µáA.tO''ta'tO Ola.JC(XJCO)V
'tOOVemvo,i0ÉV'tCOV 1tpóc;'tlVCOVaya0óv
15 n Kal XPllO''tOV 'tÉM<;a1to'tEA-Etv Kat ro<pEA-͵coc;
'tOt<;OOKOUO't
<paÚMt<;XPll0"0m1Ca8á1tepKat 'tq>EK1tetpao-µou µap'tupÍ<9.
87. 1. "Eo-'ttv oi>v Kav <ptA.oo-ocpíq;,'t1l 1CA.a1tEÍo-n
Ka0á1tep ú1to Ilpoµ,i0écoc;, 1tup oA-íyov de; cp&c;fomíoetov
xp,io-íµcoc;~co1tupoúµevov,1xvoc;n o-o<pÍac;Kat KÍv,io-tc;1tepl 56 m se
GCS
20 0eou. 2. Táxa o' CXV EiEV ICA-Élr-rar,cai A'[lU't'ai oí 1tap'
"EA.A.llO't<ptA.ÓO'O<pOt
Kat oí 1tpo 'tll<;'tOU K'\)píou 1tapouo-íac;
1tapa. 'tOOV'Ej3pmK&v 1tpo<p,i'trov µÉp,i 'tll<;aA.110Eiac;
ou K<X't'
E1tÍyYCOO'tV (lA,A,'roe;tfüa O'<pE'tEptO"áµevot
A.aj3ÓV'tE<;, oóyµma,
Kat 'tCX.µev 1tapaxapá~aV'tE<;, 't(l OEÚ1to1tEptEpyíac;aµa0&c;
25 O'O<ptO"áµevot, 'tCX.
OE K<XtE~EUpÓV'tE<; · fococ;yap K<Xt,rvevµa

12-13. Cf. PLATÓN, Tm., 29 D; CRISIPO, Fragm. moral., 117; PLU-


TARCO, Mora/ia, 1102 D; DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., VII, 103; SEXTO
EMPÍRICO, Adv. Math., XI, 70; Paed., I, 9, 3; Strom., VI, 104, 3; 141,
7; 159, 4; VII, 42, 4. 15-16. Cf. CRISIPO, Fragm. phys., 1184; Strom.,
IV, 52, 3. 16. Cf. CLEANTES, Fragm poet., 17; SINESIO, Ep., 57.
17-20. Cf. PLATÓN, Phlb., 16 C; Strom., 1, 4, 3. 20. Jn. 10, 8; cf. Strom.,
I, 81, 1; 84, 6; 135, 2; V, 140, l. 21-22. Cf. Rm. 10, 2; Strom., I, 91,
5; 11, 42, 4; VI, 39, 1. 25-258,1. Ex. 28, 3; cf. TACIANO, Orat. ad Graec.,
40; Strom., I, 26, 1-2; V, 10, 3.

20. Tá.xa: Tauta Potter; 1tapa Sylburg. //. KA.É7ttat:add. ElOWAland.


21. oí: om. Potter.
Stromata I, 85,5-87,2 257

mente en Cristo 24 • 6. Y nada resiste a Dios y nada se opone a


Él, que es Señor y todopoderoso 25 •
86.1. Mas aún, hasta los designios y facultades de quienes
han apostatado, aunque sean pequeños accidentes particulares,
provienen de una mala disposición, como las enfermedades del
cuerpo; pero están orientados por la Providencia universal hacia
un fin saludable 26 , incluso aunque se trate de una causa co-
rrompida. 2. Lo más grande de la Providencia divina es no per-
mitir que la maldad, nacida de una apostasía voluntaria, per-
manezca sin efecto e inútil, y que no sea totalmente perjudicial.
3. Es, pues, obra de la sabiduría divina, de la virtud y del poder
no sólo hacer el bien (pues eso es propio de la naturaleza misma
de Dios, por decirlo así, como calentar en la del fuego, y el de
la luz iluminar 27 ), sino principalmente en llevar a un fin bueno
y útil los descubrimientos [humanos] más perniciosos, y em-
plear útilmente lo que parece malo, como por ejemplo, el tes-
timonio de un torturado.
87.1. También hay en la filosofía, robada como por un
Prometeo 28 , un pequeño fuego que puede avivar de forma útil
la luz conveniente, un vestigio de sabiduría, una moción res-
pecto a Dios 29 • 2. En este sentido pueden ser llamados ladro-
nes y salteadores 30 los filósofos griegos, que antes de la venida
del Señor se apoderaron de parte de la verdad de los profetas
hebreos, y no apropiándosela plenamente, sin embargo la hi-
cieron pasar como doctrina propia 31 ; y algunos, por ignorancia,

24. Ef. 3, 10s.


25. R. MORTLEY,Connaissance, p. 62, ve en esta frase una reminiscencia
del concepto estoico de la armonía del cosmos.
26. Al respecto, cf. A. ÜRBE, En los albores, p. 351.
27. Expresión de influencia estoica: M. POHLENZ, Klemens, pp. 164-165;
cf. D. J. M. BRADLI;:Y,The Transformation, p. 46.
28. Clemente, siguiendo a Platón (cf. Phlb., 16 C), se hace eco de la tra-
dición según la cual Prometeo robó el fuego del taller de Hefesto y Atenea,
llevándoselo en una férula.
29. Con otras palabras: «una incitación a ocuparnos de Dios». Clemente
admite la existencia de una base natural para el conocimiento de Dios.
30. Jn. 10, 8. La exégesis de esta cita puede verse en A. ÜRBE, Cristología
gnóstica, I, p. 63-69; R. RIEDINGER,Zur antimarkionitischen, pp. 117-118.
31. El término oéryµa-m(doctrina, opiniones) significa las fórmulas que dan
a las doctrinas unos determinados perfiles o contornos en la filosofía pagana:
E. DE FAYE, Les «Stromates», p. 311. Sobre la teoría del «hurto» de la filo-
sofía, cf. J. PÉPIN, Cristianisme et mythologie, pp. 28-30.
258 ri:pcóµata I, 17

aicr0i,aem~ foxií1mcnv. 3. 'QµoM>'Y'lO'E <>eica.l 'AptO''tO'tÉA:r1c;


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Xptcr'tou. "Qcr"CE ou icA.Élt'tmoí 1tpocp11'tm.6. Ka.l i¡ 818axr,
T/ iµr¡ OVTC eanv iµr¡ ó lCÚptO<; AÉyEt,áAM wv rréµv,avró~
µe rrarpó~. 'E1tl OE "COOV 1CAE1t'tÓV'tCOVó oe á<p' éavwv Cj)'fl0'1
10 AaAWV rr¡v oó~av rr¡v ioíav (11-reí:.7. Tot0U'tot OE oí
"EAA'flVE<;, oí <pÍÁavwi tcai ák(óve~. 1:ocpouc;oe a.u'touc;
Aéyoucra.TJypa.cpr¡ou "COU<; OV'tCO<;O'O(j)OU<;
oia.l3á.AAEt,(J.A,A,(J.
'touc; OOlC'flO'tO"Ócpouc;.

1-3. Cf. ARISTÓTELES, Top., IV, 5, 126 A 30; Strom., I, 39, 2. 3-5. 1
Co. 2, 13. 5-6. Jn. 1, 16. 7-9. Jn. 7, 16. 9-10. !bid. y 18; cf. Strom., I,
100, 3. 11. 2 Tm. 3, 2. 11-13. Cf. 1 Co. 1, 19; 3, 19-20; Strom., I, 54,
2; 88, 2.

6., autou: ad!1. 'ÍlµEt¡;~ávtE¡; Aland. 9. ltUtpói;: om. Aland. 13. 001cr1-
<Jt<JO(j)OU¡;:
OoJCE<JEt croqmui; Potter.
Stromata 1, 87,2-7 25~

la han alterado y enseñado con excesiva minuciosidad; en fin,


otros afirman que la han descubierto ellos mismos, puesto que
han sido dotados de un espíritu de inteligencia 32 • 3. También
Aristóteles está de acuerdo con la Escritura al llamar a la so-
fística el arte de robar sabiduría, como hemos recordado ante-
riormente 33 • 4. En efecto, el Apóstol dice: Hemos dicho esas
cosas no con estudiadas palabras de humana sabiduría, sino como
las aprendidas del Espíritu 34 • 5. Igualmente se dice acerca de los
Profetas: Todos recibimos de su plenitud 35 , es decir, de Cristo.
Por eso los Profetas no son ladrones. 6. Y también dice el Señor:
Mi doctrina no es mía, sino del Padre que me envió 36 • Y acer-
ca de los ladrones afirma: El que habla de sí mismo, busca su
propia gloria 37• 7. Por eso los griegos son egoístas y orgullosos38 •
Llamándoles sabios, la Escritura no ataca a los que son real-
mente sabios, sino a los que aparentan ser sabios.

32. Ex. 28, 3. El maestro alejandrino señala perfectamente los límites del
objetivo de los filósofos griegos: su carácter parcial, la deformación del pen-
samiento y la voluntad de apropiación. Según S. R. C. LILLA, Clement, pp.
16 y 30, el «espíritu» que inspira a los filósofos es prácticamente idéntico al
Espíritu Santo que inspira a los profetas del Antiguo Testamento. Nos pare-
ce más acorde con el pensamiento del Alejandrino la opinión de J. DANIÉ-
LOU, Message, p. 72, referente a las posibilidades naturales del espíritu hu-
mano.
33. Cf. Strom., I, 39, 2.
34. 1 Co. 2, 13.
35. Jn. 1, 16.
36. Jn. 7, 16.
37. !bid. y 18.
38. 2 Tm. 3, 2. El adjetivo q>ÍMXlno~ (egoísta) expresa la gravedad del hurto,
que no consiste en el hecho de haber plagiado, sino de no reconocerlo. Al
respecto, cf. J. DANIÉLOU, Message, p. 71.
I:tpcóµa-ta I, 18

804PG
KecpáA.atov XVIII 114se

88.1. Kal 'tOÚ'tcov,qn¡crív, ánoMi> r11v Goq,íav rmv


,cai 'rTJVGVVEGlVrmv GVVE'r<OV
GO<p<OV, á0enjGro. 'EmcpÉpEt
youv Ó U7tÓO''tOAf>~
· 1rOV GO(f'Ós; 1rOV rpaµµarevs; 1rOV
5 GVSTITIJ'rTJs
wv aimvos wvwv; Tipo~ avnfüacr'tOAT}V'tOOV
ypaµµa'tÉcov 'tou~ 'tOUai&vo~ 'toÚwu ~ll'tTl'tá.~,wu~ E~ i0v&v
cptAOO'Ócpou~ 'tá.~a~. 2. Oóxi éµmpavev ó 0eos 'rTJVGO<pÍav
wv "ICÓGµov; 'En, lCJTt~'tq>µcopav EOEt~ElCCltO'UlC UATt0r\,ro~
(J)OV'tO.
3. Ka.v nú0n 'tT}Vahíav 'tll~ OO~ocrocpía~ Cl'U'tOOV,
8ia
10 'rTJVnmpoxnv riJs"1Cap8íasavrmv EpEt. 'EtrElÓTJév rfi GO<pÍlf
wv 0eov, 'tOU'tÉO''tlfüa 'tOOV 7tpO(pll'tOOV
lC<l'tllYYEAµÉV!l,
OVIC
eyvroó "ICÓGµOs 8ia riJs GO<pÍas,'tll~ füa 'tOOV7tp0q>ll'tOOV
AaAf>ÚCJll~, avróv, 0TtAf>VÓ'tl 'tOV0EÓV,evóÓICTIGEV OúWsó
0eos 8ia wv ICTIPVrµaws riJs µropías, 'tll~ OOlCOÚCJTt~
15 "EAAllO'tvdvm µcopía~, GmGai wvs mGrevovms· 4. énei811 57 Ges
'Iov8azoi, cp11crí,
Gryµe'ia aiwvm 7tp0~ 1tÍO'nv, "EAA1]VEs8e
Goq,íav (71wvm, 'tou~ avaYJCacrnKou~JCaAouµÉvou~AÓyou~
lCClt 'tOU~ CXAAf>U~ O'UAM>ytcrµou~0TtM>VÓ'tt,f¡µe'is 8e
ICTIPVGGOµev
'[71GOVV
XplG'rOV éGmvproµévov, 'Iov8aíois µev
20 G"ICáv8aÁovfüa'tO Eioó'ta~ 'tT}V7tpOq>Tt'tEÍav tjl
µr¡ 7tlO''tEÚEtv
E1Cf3á.crEt,
"EAA1]Gl 8e µropíav· 5. µu0roOE~yap r¡youv'tm oí
001CllO'ÍO'Oq>Ol
füá. 'tE av0pó:mou uiov 0EOUAaAElVuióv 'tE

2-3. 1 Co. 1, 19; cf. Is. 29, 14; Strom., 1, 24, 4; 89, 2. 4-5. 1 Co. 1,
20. 5. Cf. Paed., I, 20, 3; 34, 1; Strom., I, 27, 2; III, 78, 2; 87, 3; VII,
92, 7. 7-8. 1 Co. 1, 20. 9. Cf. PLATÓN, Sph., 231 B; lo., Phlb., 49 A;
lo., Phdr., 275 B; Strom., I, 87, 7; VII, 92, 5; 93, 3; 98, 1. 9-10. Ef. 4,
18. 10-16. 1 Co. 1, 21-23. 22-262,1. Cf. Protr., 106, 4-5; Strom., VI,
70, 2; 127, 2; etc.

14. füatoú t'Íl<; µoopÍa<;: mut. Aland. 19.


lCl'IPÚYµato<; 'ITIO"OÚV: om.
Aland.
Stromata I, 88,1-5 261

Capítulo XVIII

88.1. Y también se dice: Anularé la sabiduría de los sabios,


1
y eclipsaré la sagacidad de los prudentes • Y el Apóstol añade:

¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿I)ónde el disputador


de este mundo? 2 • Así diferencia él, respecto a los escribas, a los
hábiles de este mundo 3 y a los filósofos gentiles. 2. ¿No ha
hecho Dios necia la sabiduría de este mundo?4. Así también in-
dicó que era insensata 5, y no verdadera, como ellos se imagi-
naban. 3. Y si buscan la causa de su aparente sabiduría, él res-
ponderá: Por el endurecimiento de su corazón 6• Por cuanto en
la sabiduría de Dios, es decir, la que fue anunciada por los pro-
fetas, el mundo no le conoció, o sea, a Dios, mediante la sabi-
duría anunciada por los Profetas, y Dios mismo quiso, median-
te la proclamación de la insensatez, la que tienen como locura
los griegos, salvar a los que creen. 4. Porque los judíos, dice,
piden señales7 para creer, los griegos buscan sabiduría, [equiva-
le a decir] los razonamientos que llaman coercitivos y otros si-
logismos parecidos; en cambio, nosotros predicamos a Jesucristo
crucificado, escándalo para los judíos, pues conociendo la pro-
fecía no creen en su cumplimiento, y necedad para los griegos,
5. ya que los aparentemente sabios encuentran como de fábula

l. 1 Co. 1, 19; cf. Is. 29, 14. Al respecto, cf. J. E. L. ÜULTON, Clement,
p. 177.
2. 1 Co. 1, 20a. Estas perícopas paulinas fundamentan las críticas del Ale-
jandrino tanto contra los filósofos griegos como contra los gnósticos hetero-
doxos (cf. Strom., VII, -96, 1-4). Estos argumentos ya habían sido adoptados
por IGNACIODE ANTIOQUÍA,Ep. ad Eph., 18, 1, en ataque a los docetas.
3. Clemente usa indistintamente aicóv (tiempo, duración de la vida) y 1CÓcrµoi;
(mundo, universo) para designar el lugar donde viven los hombres que no
han conocido a Dios: M. Rurz JURADO,Le monde, p. 7.
4. 1 Co. 1, 20b.
S. Parece una alusión a la cita paulina anterior.
6. Ef. 4, 18.
7. 1 Co. 1, 21-23.
262 l:'tp<Í>µma I, 18

EXElVtov 0eov 1ml.ffil 1ml.7tE7tov0Évm'tOU'tOV.o0ev a.utou~


Tl 7tpÓA:l'l'lll~Til~ oilÍO'ECO~
<XVa.1td0e1<l7tlO''tEtV.6. Tl ycxp
1ta.pouo-ía. tOU O'COTilPº~ou µcopou~ E7tOÍTIO'EV JC(ll
cnd11po1eap6íouc;x:a.l Clnícrtouc;, ftAM ouvetol>c; 1eal
5 EU7tEl0Et~JC(ll 1tpo~ E'tl 7tlO'tOÚ~.7. 'Eodx0r¡o-a.v' fü: EK Til~
tOOVÚ7t<lKOUO'cÍVtCOV ÉKOUO'ÍOU 7tp00'1CAÍO-E~XCOpto-0ÉVtE~ OÍ 115SC
µ11 e0EATlO'<lV'tE~1td0eo-0m <XO'ÚVEtOÍ 'tE Ka.i 0.7tlO'tol lC(ll
µcopoí· 8. avwi; 8e wi; cl17wi; 'Iov8aíoz; -re ,cai "Ell17az
Xpza-ro; 0eov óvvaµí; éan ,cai 0eov O'O<pÍa.

10 89.1. MlÍ tt oi>v, 01tep Ka.i a.µe1vov, a1tocpa.t1Kov


fl'YTl'tÉoV
'tO OVXl ɵ<ÓpaVeVÓ 0eo; TIJV O'O<pÍaVWV JCÓO'µOV
e1t'for¡~ t4'> ov,c éµcópavev, l'.va. µ11 Tl a.itía. tÍl~
O'lCATIPOKa.poía.~ a.utot~ 1ta.pcxtoU 0eou cpa.Ívr¡tm yevoµÉvr¡,
toU µcopáva.vto~ 'tllV O'Ocpía.v;eµ1ta.A1vycxp 1Ca.Ít01O'Ocpoi
15 ovtE~ ev µeí~ov1 a.itíq. yeyóva.0-1 µ11 mo-teúo-a.vte~ t4'>
KTIPÚyµa.n· ÉKOÚO'lO~ ycxp TÍ'tE a.tpEO'l~TÍ'tE Til~ <XAr¡0eía.~
EKtpo1t1Í.2. 'A~ Ka.i t4'> ánoÁm TIJV aoq,Íav -rwv aoq,wv
tf¡ TÍl~ Ka.ta.cppovouµÉvr¡~Ka.i imepopcoµÉvr¡~ l3a.pl3ápou
cp1AOO'ocpía.~ avtma.pa.0foei Ka.ta.Mµvm cpr¡o-ív,ro~Ka.i ó
20 AÚXVO~ Ú1totou flAÍOuKa.ta.Aa.µ1tóµevo~n1toAcoAÉvmAÉyetm
t4'> µ11 'tllV for¡v EKtEAEtvevÉpye1a.v. 3. Tiávtcov toívuv
av0pCÓ7tCOV KEKAr¡µÉvcov oí Ú7t<l1COUO'Cll¡3ouAr¡0ÉvtE~ICA1JWl
rovoµáo-0r¡o-a.v.ÜU yáp EO''tlVáóz,cÍa napa Tip0eip. AutÍKa. 805PG

8-9. 1 Co. 1, 24; cf. Strom., I, 100, 1; 169, 3; 174, 3; 11, 52, 7; VI,
127, 2; VII, 7, 4. 11. 1 Co. 1, 20. 17. 1 Co. 1, 19; cf. Is. 29, 14; Strom.,
I, 24, 4; 88, 1. 20. Cf. FILÓSTRATO, Ep., 9. 21-22. Cf. Paed., 1, 28, 5;
30, 2; Strom., VI, 47, 4; 159, 9; VII, 6, 5-7; etc. 22-23. Cf. 1 Co. 1,
24. 24. Rm. 9, 14; cf. Exc. ex Theod., 9, 3.

9. óúvaµÍ<;: oúvaµív Aland. //. cro<¡>Ía:cro<¡>ÍavAland. 14. Eµ1taAtv:


'Ev 1téicrt Potter. 17. EK'tpom¡: exA.oytÍ Potter; coniec. a1tE1CA.oytÍ
Schwtarz. //. 'tq>:'to Potter. 18. xai: coniec. Stahlin.
Stromata I, 88,5-89,3 263

que el Hijo de Dios hable a través de un hombre, que Dios


tenga un Hijo y que además ese [Hijo] haya sufrido. Por todo
ello, su prejuicio les impide creer 8. 6. Así, pues, la presencia 9
del Salvador no ha motivado a los insensatos, a los de corazón
duro, ni a los incrédulos, sino a los sensatos, a los dóciles y
también a los que creen. 7. Pero los que no han querido obe-
decer a la llamada, separándose de los que han respondido vo-
luntariamente a la misma, son necios, insensatos e incrédulos.
8. Mas para los llamados sean judíos o griegos, Cristo es poder
de Dios y sabiduría divina 10 •
89.1. Ahora bien, ¿sería mejor interpretar la expresión no
hizo Dios necia la sabiduría del mundo 11 en el sentido de que
no la hizo necia, para que no parezca que Dios es la causa de
la dureza del corazón de aquellos, al hacer necia la sabiduría?
Por el contrario, puesto que son realmente sabios, se hacen res-
ponsables en mayor medida de no haber creído el anuncio. En
efecto, la elección y el rechazo de la verdad es libre 12• 2. Tam-
bién la frase repudiaré la sabiduría de los sabios13 expresa que
será ahogada al compararla con la filosofía bárbara, desdeñada
y despreciada, como se dice que la antorcha que se coloca junto
a la luz del sol es aniquilada por él, puesto que no tiene la
misma fuerza [iluminadora] 14 • 3. Todos los hombres han sido
llamados 15, aunque reciben el nombre de llamados únicamente
aquellos que quieren responder [al Evangelio]. Así, pues, no hay

8. Clemente rechaza tanto el prejuicio del engreimiento de algunos paga-


nos, por ejemplo Celso, como el dualismo de los gnósticos heterodoxos, quie-
nes violentan el verdadero sentido de las Escrituras: W. E. G. FLOYD, The
problem of evil, p. 10. Sobre la utilización del término 1tpÓAT1'1ft<; {prejuicio,
idea innata, etc.) y su reminiscencia epicurea, cf. A. DESSI, Elementi Epicurei,
pp. 406-408.
9. Como sinónimo de Encamación de Jesucristo. Para la significación de
la palabra 1tapoucría (venida, llegada, presencia, encamación, etc.) en las obras
de Clemente, cf. A. DANIEL!, La cristologia, pp. 243-245.
10. 1 Co. 1, 24. Para la crítica literaria del texto paulino en Clemente, cf.
H. SEESEMANN,Der Chester-Beatty, p. 91. Repetidas veces llama Clemente
«poder de Dios» al Hijo o Logos del Padre: cf. Strom., 11, 45, 2; 52, 7; VI,
47, 3.4; VII, 5, 4-5; 7, 4; 9, 1.
11. 1 Co. 1, 20.
12. El Alejandrino alude, en sentido contrario, a la doctrina estoica: S. R.
C. LILLA, Clement, p. 50.
13. 1 Co. 1, 19.
14. Sobre la comparación, cf. J. M. TSERMOULAS,Die Bildersprache; p. 44.
15. La voluntad salvífica, considerada desde Dios, es igual para todos los
hombres: R. P. CASEY, The Beginnings, 67.
264 L'tpCÓµcmxI, 18

E~ Éica:tÉpouyÉvou~oí m<JtEÚ<JaVtE~, Oiltot Áao; rcepwvaw;.


4. Kav tai~ Ilpá.~E<Jltrov (l7t0<JtÓACOV
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oí µev OÚVárco&q,áµevoz'l"OV
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oí fü: µ110eAr¡cravtE~1td0rn0m Éautou~ a1tÉ<JtT1<JUV
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~T)tOUVtatflV aA.r¡0emv, <JUVyap t'fi Myt1C'fif'.'l)7t0lÍ~,í'va
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µe-raOOVVaz -rij'JXPEÍav EXOV'l"llCUt 't'Jl~1CO<Jµt1CÍ1~
7tEptoucría~ icat t'Íl~ 0da~ <JO<¡>Ía~. 4. BoÚA.Etm yap ElC-
20 óioá.cricrn0m tOV A.Óyovicat d~ t(l~ tpa1tÉ~a~ to apyúptov
~Ó.AA.E<J0m OE001CtµacrµÉvov aicpt~ro~ d~ to E1COavd~rn0m.
5. "00ev emq,épn · A.Óyo;aarcpo; fr wv a-róµarn; vµmv
µr, baropevé<YfJm, cra1tpo~ A.Óyo~oilto~ ó e~
oif¡crero~,áM'
ei' n; áya0o; rcpo;oi,coooµr,vrij; xpeía;, í'va oij'Jxápzv wí;
25 á,covovazv. 'Aya0ou o' a.v avá."(lCT) 0rnu aya0ov dvm tOV
A.Óyov.II&~ fü: OUlCaya0o~ ó <Jq>~rov;

1. Tt. 2, 14; 1 P. 2, 9; cf. Ex. 19, 15; Strom., III, 69-70; VI, 106, 4;
159, 9. 3. Hch. 2, 41. 5-6. Is. 1, 19; cf. Protr., 95, 2; Strom., VI, 49,
l. 8. 1 Co. 1, 24; cf. Strom., I, 88, 8; 100, 1; 169, 3; 174, 3; II, 52, 7;
VI, 127, 2; VII, 7, 4. 12-14. Ef. 4, 24-25; cf. Paed., III, 94, 3. 14. Ef.
4, 27. 15-16. Ef. 4, 28. 17-18. !bid.; cf. Paed., III, 94, 3. 19-21. Cf. Mt.
25, 27; Le. 19, 23. 22-23. Ef. 4, 29; cf. Paed., II, 50, l. 23-25. Ef. 4,
29. 26. Cf. Strom., I, 12, 3; V, 6, 3.

8. crocpíav: coniec. Stahlin. 9. crocpíav: insert. Stiihlin. 15-16. epya-


~óµevoc;: add. 'tate; ioíms xepcrl.v Aland. 18. EXTJ'tEµE'taOouvm: exn
µewfüoóvm Aland. 25. Eivm: coniec. Stahlin.
Stromata I, 89,3-90,5 265

injusticia en Dios 16• Por eso, quienes han creído, de uno u otro
origen, son pueblo escogido17• 4. Y en los Hechos de los Após-
toles se encuentra esta expresión: Los que recibieron su misma
Palabra fueron bautizados 18; mas los que no se dejaron per-
suadir, es evidente que ellos mismos se apartaron.
90.1. La profecía dice a ésos: si vosotros queréis y me es-
cucháis, comeréis los bienes de la tierra 19, demostrando comple-
tamente que tanto la elección como el rechazo están en nuestras
manos. El Apóstol llamó sabiduría de Dios 20 a la enseñanza con-
forme al Señor, para mostrar que la verdadera filosofía nos es
transmitida mediante el Hijo. 2. Mas quien se tiene por sabio
también tiene algunas recomendaciones exigidas por el Apóstol:
Revestir el hombre nuevo, creado según Dios en justicia y san-
tidad de la verdad. Por lo cual, abandonando la mentira, hablad
la verdad; no deis entrada al diablo. El ladrón, ya no robe, antes
bien afánese trabajando algo bueno 21• 3. Pero trabajar es esfor-
zarse en la búsqueda de la verdad, a fin de que, juntamente con
la beneficencia espiritual2 2, podáis hacer partícipe al necesitado23 ,
tanto de la abundancia mundana como de sabiduría divina. 4. Es
preferible que la Palabra sea enseñada y que el dinero, cuida-
dosamente probado, sea depositado en los banqueros para que
produzca [sus] intereses 24 • 5. A continuación añade: No salga de
vuestra boca palabra viciada 25 ; la palabra viciada es la [prove-
niente] de la presunción, sino alguna [palabra} buena para edi-
ficación del necesitado, a fin de comunicar la gracia a los oyen-
tes 26. La palabra de un Dios bueno es necesariamente buena. Y
¿cómo no va a ser bueno Aquél que salva?

16. Rm. 9, 14.


17. Tt. 2, 14; 1 P. 2, 9. Clemente concibe los «llamados» como algo dis-
tinto de los «escogidos» con arreglo a la fe, cualitativamente distinta, de unos
y de otros: A. ORBE, Parábolas evangélicas, I, p. 171.
18. Hch. 2, 41.
19. Is. 1, 19.
20. 1 Co. 1, 24-25.
21. Ef. 4, 27.
22. Para el significado «espiritual», cf. C. MONDÉSERT,Vocabulaire, p. 262.
23. Ef. 4, 28.
24. Un comentario sobre estas palabras del Alejandrino puede verse en A.
ÜRBE, Parábolas evangélicas, 11, p. 29-30.
25. Ef. 4, 29.
26. !bid. Para la crítica literaria del texto paulino en Clemente, cf. H. SEE-
SEMANN, Der Chester-Beatty, p. 92.
266 I:tpÓ>µcmx I, 19

KecpáJi.a.tov XIX 117


se
91.1. "Oti Oi>V µap'tupounm a.A110i]nva ooy-
µmÍ~ElV 1ea1. "EAATlVE<;, E~ECJ'tlKO.V'teu0evcr1eo1te'iv.'O
TiauAO<; ev 't<lt<;Tipá~em 'trov a.1tocr'tÓACOv
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µevói; nvoi;, avroi; 8ovi; ,C(X,(jl
(mi¡v ,cai nvor¡v ,cai ra návm.
4. 'Enoí11aé re e~
évoi; náv yévoi; áv0pwnmv ,cawi,ceív ini
nanoi; npoawnov riji; rfii;, ópíaai; npomemyµévovi; ,cmpovi; 808PG
15 ,cai rai; Ópo0eaíai; riji; ,cawi,cíai; avrwv, STJ'Z'EÍV'Z'O0eíov, ei
apa l{IT/Aa<pJJcrElaVfj EVpOlEVav, ,caÍWl OVµa,cpav áno évoi;
fráawv i¡µwv vnápxovwi;. iv avrip yap (wµev ,cai
1ClVOVµe0a
,cai eaµév, roi;,caÍ 'Z'lvei;'Z'OJV
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eipft,caaiv ·
20 wv yap ,cai yévoi; iaµév.
5. 'E~ ébv <>11Aovon 1ea1. 1to111n1eo'i<;xpcóµevo<;
1tapaoeíyµacnv EK'téov 'Apáwu <I>mvoµÉvrov001e1µá~n 'ta 59 Ges
1tap' "EAAT1m1eaAéo<; eip11µéva 1ea1.Ola.wu a.yvcócrwu0eou
nµucr0m µev l((l't(X, 1tEpÍq>paow 1tpO<;'tO)V'EAATJVffiV'tOV
25 011µ10upyov0eov nví~mo, K<l't' E1tÍyvromvOEOEtVfü' uiou
1tapaAa~e'iv 'tE 1ea1.µa0E'iv.
92.1. 'Anéareiíla O'l)V 8ia WV'Z'Ó (JE eii; ra l0v11, 118se
ávoí~ai, q,11crív,óq,0aílµovi; avrwv, wv bnarpÉl/fal áno

2-3. Strom., I, 80, 5; 94, 3. 5-20. Hch. 17, 22-28; cf. ARATO,Phae-
nom., 5; Strom., V, 101, 3. 25-26. Cf. Strom., I, 57, 1. 27-268,3. Hch.
26, 17-18.

2. "Ott: 'End Potter. 6. ícnopoov: ava0eropoov Aland. //. dipov: add.


1mi Aland. 7. ayvÓ>cnro 0eé¡>:coniec. Stahlin. 8. 'tO\l'tOV: 'tOÚ'tO Aland.
12. oouc;: 0toouc; Alancf. 13. yÉvoc;: ii0voc; Aland. 15. 0eiov: 0eov Aland.
16. 11:autov Kai Aland 17. imápxovwc;: únápxovta Aland.
Stromata I, 91,1-92,1 267

Capítulo XIX

91.1. Un testimonio más de que los griegos insinuaron al-


gunas verdades se puede averiguar por lo siguiente. En los He-
chos de los Apóstoles se constata que Pablo dijo a los areopagi-
tas: Veo que sois sobremanera temerosos de Dios. 2. En efecto,
al pasar y contemplar los objetos de vuestro culto he descubier-
to un altar en el que está escrito: 'Al Dios desconocido'. Cier-
tamente a ése que desconociendo veneráis, a ése mismo es al que
yo anuncio. 3. El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que
hay en él, ése, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita
en templos hechos por mano humana, ni por mano de hombres
es servido, como si necesitase de algo, siendo Él mismo quien da
a todos vida, aliento y todas las cosas. 4. El hizo de un solo
[hombre] todo el linaje humano, para poblar toda la faz de la
tierra; fijó las estaciones y los confines de las tierras por ellos ha-
bitadas, para que busquen lo divino, y aún a tientas lo hallen,
pues no está lejos de cada uno de nosotros; porque en Él vivi-
mos, nos movemos y existimos, como algunos de vuestros poetas
han dicho:
'Porque somos linaje suyo' 1
5. Por ello está claro que, utilizando ejemplos poéticos
[sacados] de Los Fenómenos, de Arato, el [Apóstol] aprueba
lo que los griegos confusamente dijeron, y ha dado a en-
tender que con «el Dios desconocido» ha sido honrado por
los griegos mediante una perífrasis 2 el Dios creador, cuyo
reconocimiento es necesario recibir y aprender a través del
Hijo.
92.1. Por eso te enviaré a los gentiles, dice, para que les
abras los ojos, se vuelvan de las tinieblas a la luz, y del poder

l. Hch. 17, 22-28; cf. ARATO DE SOLES, Phaenom., 5.


2. Sinónimo de «aproximación». Clemente quiere expresar un conocimien-
to inferior al directo y real que ofrece la Revelación divina ·a través de Cris-
to (cf. Strom., V, 87, 1).
268 l:i:pcÍ>µcmxI, 19

O'ICÓWVqEÍq <pwq /Cal rijq e;ovc;Íaq WV c;amvá Elrl 0eÓV,


WV Aa/3etV avwvq a<peO'lVáµap-nwv /Cal ICA.:ijpovEVWlq
r,yiac;µÉVOlq 7rÍO''l'el rfj eÍq ɵé 2. Oi>'tOlOi>VOÍ CXVOlyÓµeVOl
i-vq,lwv óq,0alµoi i¡ 01' uiou eníyvcooí~ fon 'tou 1t<X'tpÓ~, i¡
5 't'Íl~7tEpl(j)pCXCJEO)~
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É~ovc;Íaq wv c;amva Ém<J'l'pÉl/fm'to ano
't'Íl~áµcxp'tÍcx~EO"'tt
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01' i,v i¡ OOUAEÍCX
ná.mxv <ptA.oooq>Íav ánooexóµe0a, á)..)..' eiceívr¡v nepi ~~ icai
ó napa IlA.CX'tO)Vl eÍ<Ji rap 817, ro;<pa<JlV
'Af,yetLOO!Cp<X'tl'I~.
10 oí lrepi 'l'aq 'l'eA.e'l'áq,vap0r¡,coq,Ópol µev lrOMOÍ, {3á,cxoi 8é
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il0óvreq 'l'o c;aq,eqeiaóµe0a, eav 0eoq 0éln, óMrov ifoTepov.
93.1. ';'Ap' oú OOJCEl CJOlEJC7tÍCJ'tEO)~ 'tOOV'E¡3pai:icoov
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'tOU IlA<X'tOOVO~ 't() oúyypa.µµa., µr,
OVICy wvro <plAOGO<pelV AÉ'(El,lrepi 'l'aq 'l'Ézvaq ,cv,riá(ovm 809PG
(ijv ov8e 7rOAvµa0ovvia, álla aAAO n, Elrel erwre <j5µ11v
,cai ove18oq elvai. 2. "HtOEl ycip, otµm, (O~ lipa. fíor¡ ,ro-
Avµa0í11 vóov exe1v ov 818á0'1Cel ica.0' 'HpcxlCA.El'tOV.
25 3. "Ev 'tE 't(9 1téµ1t'tq>'t'Íl~ IloA.t'tEÍa~ wvwvq o~v 1rávm~ 60 GCS
<pr¡CJl,cai &Uovq wwvimv 'flVWV µa0r¡µaii,covq ,cai wvq 119se
iwv Texvv8pímv q,iADc;Ó<povq 01]c;oµev; Oú8aµw;, el1rov, áll'
óµoíovq µev q,1A0<1óq,01q. Tovq 8' ál110ivovq, eq,11,dvaq lé-

11-12. Cf. Mt. 22, 14; 20, 16. 12-17. PLATÓN, Phd., 69 C-D; cf.
Strom., V, 17, 4-5. 20-23. Ps.-PLATóN, Amat., 137 B. 23-24. HERÁ-
CLITO, Fragm., 22 B 40; cf. DióGENES LAERCIO, Vit. phi/., IX, 1, l.
25-270,1. PLATÓN, Resp., V, 475 D-E; cf. Strom., 11, 24, 3; IV, 108, 2;
V, 16, 2; 19, 2; VII, 109, 1.

10. oí: coniec. Stahlin. 18. ÉK 1tícrn:ro<;:coniec. Pini; 1tÍcr1:Ero<;


ÉK insert.
~tahlin. 20-21. µr¡ ouK fr Jackson y Stahlin; Mr¡ fü: r¡yo'u ,;o Potter; µ110'
11Burnet. 21. AÉyEl: Jackson y Stahlin; '),i,yEtVPotter. //. i:Éxvai;: add.
Écr1touoaKÉvm,ouoe 1t0Au1tpayµovo'uvi;a Burnet. //. JCU1t1:á~ovi:a: Dindorf
y Stahlin; ICU7t1:<X~ovi;ai; Potter. 22. a)JJ1.:a.U' Burnet. //. eyooye: Éyro
Burnet 24. EXEtvou: EXEto Potter. 26. µaO,iµanJCoui;: µa~nJCoui; Bur-
net. / l. i:oui;: coniec. Stahlin. 27. Oiícroµev: qnÍcroµev Burnet.
Stromata I, 92,1-93,3 269

de Satanás a Dios, obtengan el perdón de los pecados y la he-


rencia entre los debidamente santificados por la fe en mí3.
2. Ahora bien, [la frase] los ojos de los ciegos que se abren sig-
nifica el reconocimiento del Padre a través del H{jo; así se com-
prende la perífrasis griega 4; y el volverse del poder de Satanás
significa apartarse del pecado, por el cual nació la esclavitud.
3. Con todo, no aceptamos sin más cualquier filosofía, sino sólo
aquella de la que Sócrates, según Platón, dice: En efecto, como
afirman los iniciados en los misterios, son muchos los portadores
de tirso, pero pocos los bacantes, dando a entender que son mu-
chos los llamados, pero pocos los elegidos. 4. Y continúa con
claridad manifiesta: Aquellos [bacantes} no son otros, en mi opi-
nión, que los que han practicado correctamente la filosofía. Por
eso, yo, al menos conforme a mis posibilidades, no he abando-
nado nada a lo largo de la vida, sino que me he esforzado por
todos los medios en acercarme [a alguno de ellos}. Mas si nos
hemos esforzado bien y hemos conseguido algún provecho, lo sa-
bremos claramente cuando vayamos allá dentro de poco, si Dios
quiere 5.
93.1. ¿No te parece que la revelación de la esperanza 6 del
justo para después de la muerte proviene de la fe en las Escri-
turas hebreas? Así, en el Demódoco, si realmente lo escribió Pla-
tón, dice: No, no consiste la filosofía en pasar la vida practi-
cando unas técnicas, ni en ser uno muy erudito, sino en otra
cosa; porque eso, me parece a mí, es también una injuria 7 •
2. Sabía, pienso yo, que la erudición no enseña a tener inteli-
gencia, según Heráclito 8• 3. En el quinto [libro] de La Repú-
blica afirma: ¿ Tendremos por filósofos a todos esos aficionados y
a otros de semejante actividad y también a los chapuceros? De
ninguna manera, respondo yo; sino que son a manera de filóso-

3. Hch. 26, 17-18.


4. Parece referirse al «Dios desconocido» del comienzo del capítulo. Cle-
mente quiere decir también que todo el pensamiento griego es una perífrasis:
R. MoRTLEY, Conriaissance, p. 161, nota 4; J. MOINGT, La Gnose, pp. 556-
560; R. MoRTLEY, The Theme of Silence, p. 197, nota 2.
5. PLATÓN,Phd., 69 C-D. Sobre este pasaje, cf. A. ORBE, Parábolas evan-
gélicas, 11, p. 251-252; J. E. L. ÜULTON, Clement, p. 178.
6. Para el concepto de la «esperanza» en el Alejandrino, cf. L. P ADOVESE,
La speranza, p. 134.
7. Este pasaje no es del Demodoco, sino de Amat., 137 B, igualmente pseu-
do-platónico.
8. HERÁCLITO,Fragm., 22 B 40.
270 I:'tpCÓµa'ta I, 19

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~ao-0aí ttva tfi~ a.Ar¡0ou~<ptMo-o<pía~ tou~ "EAAr¡va~,0da~
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Ola. 'tl)V 1tpo~ t1µñ~ <ptMttµÍav), Et'tE 1C(l't(1,
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ánpovór¡to~ ll o-uvtuxía. 2. Ett' ai> <pUO"tlC'JlV evvotav
15 foxr¡icÉvm 'tOU~"EA.Ar¡va~ A.Éyot,'tOV'tT)~<pÚ<JE(J)~
or¡µwupyov
EV<l '"(tVCOOKOµEV, ica0o JC(ll 'tl)V OtlCa.tOO"ÚVT}V <pUO"tlC'JlV
eipfiicaµev, Et'tE µriv icotvov foxr¡icÉvm vouv, 'tÍ~ ó toúwu

5. Cf. PLATÓN,Resp., VII, 534 B-C. 7. Cf. Strom., I, .30, 1; 99, 1;


VI, 80, 1. 11-12. Cf. Strom., I, 52, 2; 70, 3; V, 43, 1; 108, 2.
15-16. Cf. Strom., I, 34, 4. 16. Cf. CRISIPO,Fragm. log., 83 y 106;
Strom., I, 34, 4; V, 141, 1.

5. ffll'tO\l 'taya0ou 011 emcrTÍ¡µT1:aU' at>'tO\l aya0ou oi' emcrTÍ¡µT1c;


Potter. 6. EKEÍvoov:coniec. Wilamowitz-Moellendorff y Schwartz.
//. óoé.ovOOCf7tEp OE:coniec. óxmepd OEóoé.ovKoetschau y Pini.
Stromata I, 93,3-94,2 271

fos. Entonces, ¿quiénes son los verdaderos? Aquellos, respondo


yo, que son amigos de contemplar la verdad 9 • 4. Efectivamente,
la filosofía no se encuentra en la geometría, que entraña postu-
lados e hipótesis; ni en la música, que se basa en conjeturas; ni
en la astronomía, que está repleta de razonamientos que fluyen
y de imágenes físicas; en cambio, [la filosofía] es la ciencia de
la verdad y del bien en sí mismo; aquellas otras [ciencias] son
distintas del Bien, y tan sólo son caminos de acceso al Bien.
5. Por eso, ni él mismo 10 afirma que el ciclo educativo II con-
tribuya a la posesión plena del Bien, sino que contribuye a es-
timular y a ejercitar el alma en la práctica intelectual 12•
94.1. Por consiguiente, bien se diga que los griegos pro-
fesaron accidentalmente algo de la verdadera filosofía, ese ac-
cidentalmente es economía divina (puesto que no se querrá di-
vinizar lo que acontece espontáneamente a nuestro gusto); o
bien [se diga que] por coincidencia, esa coincidencia no es im-
premeditada 13• 2. Por otra parte, si se dijera que los griegos tu-
vieron alguna razón natural, sabemos que uno es el creador de
la naturaleza, lo mismo que ya hemos definido 14 como natural
la justicia 15; o si [se dijera] que tienen mente común 16, enton-

9. PLATÓN, Resp., V, 475 D-E. Se trata de una cita platónica muy queri-
da por Clemente; cf. E. F. ÜSBORN, The Philosophy, p. 98.
10. Referido a Sócrates. Sobre la relación entre «ciclo educativo», filosofía
y gnosis en Clemente, cf. S. R. C. LILLA, Clement, p. 172.
11. Como sinónimo de «cuerpo de disciplinas o de doctrina»: F. DRACZ-
KOWSKI,Qua paideia, p. 42; E. ELORDUY,El estoicismo, pp. 250-255.
12. La «práctica intelectual», en el pensamiento de Clemente, es el camino
más acomodado al hombre para acceder a Dios.
13. Clemente señala aquí otros dos posibles orígenes de la filosofía griega:
ambos son también providencia divina: G. L. PRESTIGE,Dios, p. 90. En este
parágrafo Clemente propone todas las soluciones al problema sobre el origen
de la filosofía griega; E. MoLLAND, The Origin, pp. 123-128, nos da cuenta
de esas soluciones.
14. Cf. más arriba, Strom., I, 34, 4.
15. No se refiere a la virtud cardinal de la justicia, como parece indicar R.
MoRTLEY,Connaissance, p. 159, sino al concepto teológico de la «justificación».
La expresión 'tllVfü1mtO<JÚvr¡v<puo-ud¡vno indica que el hombre está justifica-
do por naturaleza, como decían los adversarios de Clemente, sino que Dios es
justo y da a todos por igual las mismas posibilidades naturales. La justificación
es «natural» en los griegos, a quienes corresponde por el conocimiento natural
que tenían sobre Dios, y no por el conocimiento epóptico o teológico, propio
de los que tienen fe: S. FERNÁNDEZARDANAZ,Genesis, 7; 99, n. 20.
16. Clemente usa una terminología platonico-estoica: A. KNAUBER,Die Pa-
trologische, p. 300. Esta «mente común» es la capacidad natural que todo hom-
272 l'tpCÓµma I, 19

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10 otµm 0eov dp-í1cr0m r¡µ'iv 1:(lvuv. µe,:a fü: 1:11v 1:Íl~crapx:o~
CX1tÓ0ECJlV npÓ<TWTCOV npoq npÓ<J'WTCOV, Tl&rJ
1:Ó'l:E ÓplCJ'tlK~ K<lt 61 GCS
Ka't<lAr¡1tnx:&~, éhav x:a0apa r¡ x:apoía yÉvr¡mt. 7. Kat x:m'
eµq,acr1v fü: x:a1 01ciq,acr1v oí ax:p1~&~ 1tap • "EAAr¡m
<plAOCJo<p,ÍCJ<lV'l:E~Olop&m 1:0V0eóv · 1:0l<lU'l:atyap ai Ka't'

1. PLATÓN, Leg., IV, 714 A. 4-5. Cf. Strom., I, 80, 5; 91, 1. 6. 1 Co.
13, 12; cf. Paed., I, 36, 6; Strom., IV, 12, 2; V, 7, 5; 74, 1. 7-8. Cf.
Gn. 1, 26; 2, 7; PLATÓN, Tm., 90 C; Protr., 59, 2; 61, 4; Paed., I, 7,
1; 11, 100, 4. 8-9. Gn. 33, 10; Ex. 4, 16 y Mt. 25, 40; TERTULIANO,
De orat., 26; Paed., 111, 78,1; Strom., 11, 41, 2; 70, 4. 10-11. Cf. 1 P.
3, 21; 2 P. 1, 14. 11. 1 Co. 13, 12. 12. Cf. Mt. 5, 8; TERTULIANO,De
anima, 53, 5-6; Strom., V, 7, 7; 40, 1; VI, 46, 3; 102, 1-2; 108, 1; VII,
13, 1-2; 40, 1; 56, 5-57, 1. 12-14. Cf. PLUTARCO,Moralia, 354 C; Paed.,
1, 36, 6; Strom., V, 7, 5; 74, 1.

1. OlKatO<J\lVT]~: Potter. 6. vuv


OtKatO<JÚVT] ro~:ap'tt Aland. 8-9. EtOE~
'tO\l'tOUdoov 'tO 1tpócrro1tóvcrou, (O~ av'tt~
yáp, ... 'tOV0Eóv crou: EVEKEV
0EOURahlfs.
'ioot 1tpócrro1tOV
Stromata I, 94,2-7 273

ces deberíamos examinar qmen es el padre de ese sentido, y el


de la justicia que actúa en la distribución del sentido 17 • 3. Y si
uno hablara de predicción y se atribuye telepatía, está men-
cionando formas de profecía. Hay quienes pretenden que esas
cosas se den en los filósofos por reflejo 18 de la verdad. 4. Res-
pecto a eso, el divino Apóstol, refiriéndose a nosotros mismos,
escribe: Al presente vemos como por un espejo 19; en cuanto que
nos conocemos a nosotros mismos según ese reflejo 20 , y por-
que contemplamos, cuanto es posible, la causa creadora a par-
tir del elemento divino que hay en nosotros 21 • 5. Así, se dice:
Viendo a tu hermano, ves a tu Dios 22 • 6. Pienso que ahora es
nuestro Salvador el designado como Dios; mas después de ha-
bernos despojado de la carne [le veremos] cara a cara 23 ; y en-
tonces, cuando el corazón sea puro 24, podremos definirle y com-
prenderle. 7. Los filósofos griegos más críticos veían a Dios
mediante reflejo y transparencia. Tales son, a causa de su de-

bre tiene de conocer a Dios; es decir, un conocurnento todavía imperfecto


que necesita ser completado. Constituye también «el elemento divino que hay
en nosotros», y que permite al hombre cierta connaturalidad con Dios, o sea,
conocerlo por reflejo, dirá a continuación Clemente.
17. PLATÓN, Leg., IV, 714 A. Sobre la ley moral natural, cf. J.-P. BROU-
DÉHOUX,Mariage, pp. 119-120.
18. El término técnico eµq>acrn;puede significar «reflexión» o «imagen re-
flejada» en un espejo, cf. R. MORTLEY,The Mirror, p. 115, nota 24, con lu-
gares paralelos.
19. 1 Co. 13, 12. Para la relación de la cita paulina con la corriente pla-
tónica del «mirar», cf. J. PÉPIN, Jdées grecques, p. 193, n. 3.
20. Con otras palabras: «nos conocemos a nosotros mismos por el rayo
que se refleja sobre el espejo», que somos nosotros mismos. Según Clemen-
te, el Dios supremo sólo resulta accesible en la forma del Hijo, del que el ser
humano es reflejo: A. ÜRBE, Hacia la primera teología, I, p. 49; E. F. Os-
BORN, The Philosophy, p. 163.
21. Remitimos a las notas elaboradas en Paed., I, 7, 1 (FuP 5, pp. 87-89).
Clemente acusa a determinados filósofos de honrar más los elementos que la
causa eficiente que los ha producido: W. E. G. FLOYD, The problem of evil,
p. 12, nota 11.
22. Cita compuesta de Gn. 33, 10; Ex. 4, 16 y Mt. 25, 40; según J. RUWET,
Canon, p. 141, se trata de una fórmula oratoria. También pudiera tratarse de
una perífrasis a 1 Jn. 4, 20s; tal como aparece en el Alejandrino, la cita puede
verse en TERTULIANO,De orat., 26. J. PÉPIN, Idées grecques, p. 192, enmar-
ca este logion como no consignado en la Escritura remitiéndolo, como agrap-
hon, a A. REscH, Agrapha, p. 182; cf. también A. MÉHAT, Hypothése, p. 235.
23. 1 Co. 13, 12. Sobre esta contemplación, cf. P. GUILLOUX,L'ascétisme,
pp. 295-300; J. MOINGT, La Gnose, p. 225.
24. Con otras palabras: «cuando haya entrado en el reino de los cielos»
(Quis div. salv., 16, 3).
274 L'tpÓ>µm:aI, 19

a.ouva.µía.v cpa.v-maím a.11,110eía.i;,


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ev 'to'ii; Üc>a.<Jtvópcóµeva. 1m1.'ta <>ta 'téov füa.cpa.véovKa.t
<>ta.uyéov moµá.'tcov.
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5 KalOO"VV1]V épyá(erar níanv. Eiai 8e oí ra i'8ra aneípovwq
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1tpo -cr¡i;7t<l.pOU<JÍa.i;. 4. ÜÍOVEtOlé:O"ÚYJCpl<JlV 7tOlOÚµevoi;Ó
15 A.Óyoi;'tffiV<l7t0(j)lA.O<Jocpía.i; 1tpoi;'toui; a.ipE'tlKOUi; Ka.A.OuµÉvoui;,
eµcpa.véoi;1tÓ.VUKpeíaamv (j)llO"l<pÍAoq É"fYVq i¡ áOt:A<poq
µaKpav OÍKÓ>v· oq 8e épeí&wi éni l/ft:VóeO"lV, o-ówq noiµaí-
ver áviµovq Kai 81ÓJKe1opvea nrepmrá. 5. Ül>K oiµm
cp1A.Oo-ocpía.v A-Éynv'ta vuv 'tov Myov, Ka.Í'tol ev 1toA.A.Oti; 'ta 121se
20 EtKÓ'ta.E1tlXElPElKa.t m0a.veÚE'ta.t (j)lA.O<JOq>Ía., (lA,A,(l 'tai;
a.ipfoni; emppa.1tÍSEl. 6. 'EmcpÉpEl youv · ániAinev rap
ó8ovq wv éavwv áµneArovoq, raq 8e rpoxiaq wv i8íov
rempríov nenAáv1]Wl. Ai>'tm <>É EtO"lVa.i 'tllV f,~ a.pxfti;
a.1toA-EÍ1touam EKKA-ll<JÍa.v.7. AU'tÍKa. ó di; a.'ípea1 v
25 Ú1to1trnrov81ipxera1 Ól' ép17µÍaq ávv8pov, 'tOVOV'tcoi;OV'ta.
0eov Ka.'t<l.A.l7tCÓV, ep11µoi;0eou, Üc>cop&vubpov STl'tffiV,rr¡v

1-2. Cf. PLATÓN, Resp., VI, 510 A; VII, 515 E; 516 B; 532 C.
4-5. Pr. 11, 21. 5-6. Pr. 11, 24. 6-8. Pr. 27, 25-26. 9-10. Pr. 27, 23.
10-12. Rm. 2, 14. 12-13. Rm. 2, 26. 16-17. Pr. 27, 10. 17-18. Pr. 9, 12.
21-23. Ibidem. 25. Jr. 2, 6. 26-276,2. !bid.

1. a.Ar¡0dm;: a.Ar¡0eii;Potter. //. 1m0opéf:1m0opa'tat Potter. 2. ÓpÓ>µEVa:


ÓproµEv Potter. 5. EP'Y<lSE't<Xt 7tÍO"'ttv:Ar¡µ'lfE't<Xt
µtcr0ov 7ttO-'tÓV
Rahlfs.
6. 01: om. Rahlfs. 7. cruváyayE: o-úvayE Rahlfs. //. éóptµov: Ó1tEtvÓv
Rahlfs. 12. ri\i; a.icpo~ucr'tÍai;: Í'J a.icpo~ucr'tÍa Aland. 13. <puAacro-oúcrr¡i;:
<puAáo-crnAland. 17-18. notµaÍvEt: 1totµave'i Rahlfs. 18. OtÓ>lCEt: OtÓ>~E'tm
Rahlfs. //. 7t'tEpCO'tá:
7tE'tÓµEv<X Rahlfs. 22. 'tai; OE'tpoXtixi;:wui; OE(l~O-
vai; Rahlfs. 25. OtÉPXE't<Xt 0t' Epr¡µíai; a.vúopou: 0t<X7tOpE'Íl't<Xt OE 0t'
a.vúopou Epr¡µou Rahlfs.
T
Stromata I, 94,7-95,7 275

bilidad, las representaciones de la verdad: como una imagen que


se observa en las aguas o a través de cuerpos transparentes y
diáfanos 25 •
95.1. También Salomón dice bellamente: El que siembra
justicia recogerá fe. Pero quienes siembran sus propias riquezas
son los que las multiplican 26 • Y de nuevo afirma: Cuida de lo
que reverdece en el campo y segarás hierba, y recoge el heno
oportunamente para mantener corderos que te vistan 27 • 2. Mira
cómo hay que preocuparse tanto de la protección [interna] como
de los vestidos externos. Conocerás a f ando la vida de tu pe-
queño rebaño 28 • 3. Porque los gentiles, no teniendo Ley, reali-
zan por naturaleza los actos de la Ley, y ellos mismos, no te-
niendo Ley, son para sí mismos Ley 29 , según el Apóstol, tanto
antes de la Ley como antes de la venida [del Señor]. 4. El Logos,
al comparar a los que provienen de la filosofía con los que lla-
mamos herejes, dice muy claramente: Mejor es vecino cercano
que hermano lejano 30 • Quien se lanza sobre las mentiras, él
mismo apacienta vientos e imita a las aves que vuelan 31 • 5. Pien-
so que el Logos no alude con ello a la filosofía, aunque en mu-
chos casos [determinada] filosofía se ocupe de lo que es pro-
bable y trate de convencer; más bien, son las herejías lo que [el
Logos] fustiga. 6. Por eso añade: Abandonó los caminos de su
propia viña y se perdió por los senderos de su propia tierra 32 •
Esas son las [herejías], que han abandonado la Iglesia desde el
principio. 7. Por eso, quien cae en la herejía atraviesa un de-
sierto sin agua 33, porque realmente ha dejado de lado al verda-
dero Dios; vacío de Dios, busca agua donde no la hay, y lle-

25. Para Clemente hay dos formas de acceder a la verdad: una indirecta,
que puede captar el reflejo de la verdad, pero no puede penetrar en su rea-
lidad; ésta es de la que aquí habla: L. FARINELLI, Filosofía e rivelazione, p.
28. Existe otra forma de conocer la verdad, de penetrar directamente en su
realidad; pero para ello es necesario un sentido especial que viene sólo a tra-
vés de la fe. Cf. R. MORTLEY, The Mirror, pp. 115-116; L. GALLINARI, La
problematica, pp. 89-91.
26. Pr. 11, 21.24.
27. Pr. 27, 25-26.
28. Pr. 27, 23.
29. Rm. 2, 14 y 26.
30. Pr. 27, 10.
31. Pr. 9, 12. Al respecto, cf. J. E. L. ÜULTON, Clement, p. 178.
32. Pr. 9, 12.
33. Jr. 2, 6.
276 l:'tpCÓµma I, 19

aoÍ1C17wv1cai 8íy11ov brepzóµevoq rfiv, avvármv xepaiv


aK:ap1dav.
96.1. Kai wí'q év&ém q,pevwv napaK:eÁevoµai
Áeyovaa, qrr¡O"tV
i¡ O"ocpía,'toti; a.µq>t'tai; aipfoeli; fuiAovón, 813PG
s &prmv K:pvq,ímv r,8émq ª"'ªa0e, K:ai v8awq K:A.onijq
yÁvK:epov,apwv 1Ca1.üfüop oinc e1t'&Urov nv&v, a.AA'
11 f-1tl 'tffiV ap't(!)JC(ll ÜO<l'tl JC(l't(l 'tTJV 1tpOO'Cj)Opav µTJ
JC<l'tCX 'tOV JCavóva 'tll<; eJCJCAr¡O"Íai; xproµÉvrov aipfoerov
'ti,i; ypaq>i,i;. EiO"t yap o'i lC(ll üorop
eµq>av&i; 't(l't'tOÚO'Tlc;
10 'lflMV euxaplO''tOUO'lV. 2. 'AÁM a1wmj8r¡aov,µi¡ zpovíur,q 62GCS
i:v rij>róncpainijq. Tó1tov 'tTJVO'l)V<lyroyr¡v, ouxi fü:erur¡O"Íav
ÓµrovÚµroi;1tpOO'Et1tEV. · OVT<O yap óia/Jryur,
3. Et 'ta f-1tl(j)OOVEt
v8mp allirpwv, 'tO ~Cl1t'tlO"µa 'tO aipE'tllCOVOUJC oiJCEtOV
lC(ll
yvf¡crwv üorop Myll;oµÉvr¡, 4. K:ai vnepf3'1JO"'f1 nomµov
15 aÁÁÓrpwv 'tOV 1tapacpÉpOV't(l JC(ll JC(l't<lO"ÚpOV't(l di;
0áMO"O'<lV,di; ftv eJCOÍOo'tmó 1tapE1C'tpa1tdi;eJC'tll<; JC<l't'
a.Af¡0nav éopmÓ'tr¡'tO<;,O'UVE1Cpue1.i; at>0li; di; 'tfXe0vl1CCX
JC(ll
a'taJC'ta wu ~íou JCÚµa'ta.

1-2. Pr. 9, 12. 3-4. Pr. 9, 16; cf. Paed., III, 71, 4. 5-6. Pr. 9, 17.
9-10. Cf. CIPRIANO, Ep., 63, 2; EPIFANIO, Panar., 42, 3, 3; 46, 2, 3;
47, 1, 7; JUAN CRISÓSTOMO, Hom. in Math., 82. 10-11. Pr. 9, 18.
14-15. !bid.; cf. Paed., III, 9, 3.

1. ouváyrov: ouváyet Rahlfs. 3. cppevéov: cppovi¡oe~ Rahlfs.


10. XPOVÍq¡c;:t-yxpovíq¡c; Rahlfs.
Stromata I, 95,7-96,4 277

gando a una tierra deshabitada y árida 34, recoge en sus manos


la esterilidad 35 •
96.1. Habló para exhortar a los que carecen de sentidos 36 ,
dice la sabiduría, aludiendo a los herejes: No toques alegremente
los panes ocultos ni el dulce agua robada 37, poniendo de mani-
fiesto que la Escritura señala pan y agua no en razón de otros,
sino de los herejes que utilizan el pan y el agua en la oblación
contrariamente a la norma de la Iglesia 38 • Porque hay quienes
celebran la Eucaristía con agua sola 39 • 2. Mas apártate, no per-
manezcas en su lugar 40 • [La Escritura] menciona homónima-
mente como lugar a la reunión, no a la Iglesia. 3. A continua-
ción añade: Así, pues, atraviesa agua extranjera, considerando el
bautismo de los herejes como agua ajena, falsa; 4. y atraviesa
agua extranjera 4 1, que conduce y lleva necesariamente al mar,
donde es arrojado quien huyó del lado de la seguridad de la
verdad, desembocando a su vez en las olas confusas de la vida
pagana.

34. !bid.
35. Pr. 9, 12.
36. Pr. 9, 16.
37. Pr. 9, 17.
38. Ireneo atribuye esta práctica a los ebionitas; para Clemente, los que
usaban el agua en vez del vino en la eucaristía serían los encratitas: F. Coc-
CHINI, «Acuarianos» en A. DI BERARDINO(dir.), Diccionario Patrístico, I, p.
22. Respecto a la falsa exégesis de los herejes en el pensamiento de Clemen-
te, cf. F. DRACZKOWSKI, Errori de base, pp. 97-106. Para la fórmula «norma
de la Iglesia», cf. E. F. ÜSBORN, The Philosophy, p. 119.
39. Sobre la doctrina eucarística del Alejandrino, cf. P. TH. CAMELOT,L'Eu-
charistie, pp. 72-73.
40. Pr. 9, 18.
41. !bid.
278 :Etpcóµata I, 20

KecpáA.atov XX 122se

97.1. 'Q<; OE oí 1to11.11.01 a.v9pronot oí 1m9ÉAKOV'tE<;


'tllV vcxuv ou no11.'Ai,, cxl'.ncx11.É'yotv't'a.v, a.U' EK no11."A.&v
cxt'ttOVev (ouK EO''ttya.p cxt'tt0<;EKCXCJ'to<; 'tOU 1Ccx8É11.1Cea9m
5 'tiiv vcxuv, a.11.'Ai,,
auv 'tOt<;a.11.11.0t<;), oÜ'tro KCXt 11<ptAOaoq,ícx
1tpo<;lCCX't<lATJ'lflV 'tT\<;UA.TJ9eícx<;, Sll'tTJCJt<;Oi>CJCXUATJ9EÍcx<;,
cruAACXµj3áve'tm, ouJCcxhícxo-oacxKCX'tCXAll'lfEffi<;, auv oe 'tOt<;
a.AAOt<;cxhícx KCXtauvepyÓ<;. Táxcx oe KCXt'to auvcxínov
CXl'ttOV. 2. 'Q<; OÉ, évo<;OV'tO<; 'tOU EUOmµoVElV, CXl'ttCXt'tUY-
10 xávoumv cxí apE'tCXl1tAEÍOVE<; imápxouam, lCCXl ro<;'tOU9ep-
µcxívea9m o 'tE fí11.t0<; 'tÓ 'tE nup l3cx11.exve1óv 'tE Kcxtfo9ií<;,
oÜ'troµtrt<;oÜCJTJ<; 't'Íl<;aATJ9EÍcx<; no11.11.a'ta au11.11.exµ~cxvóµevcx
npo<; Sll'tTJCJtV CXU'tT\<;, TI OE eüpem<; fü' uíou. 3. Ei youv
CJ1C01tOlµEv' µícx JC(X't(loúvcxµív ECJ'ttV11apE'tll, 'tCX'l>'tTJV OE
15 auµ~Éj3TJKEV 'tOÚ'tOt<; µev 'tOl<;1tpáyµcxmv eyyevoµÉVTJV AÉ- 816PG
ym9m q,pÓVTJCJt v, ev 'tOÚ'tot<;oe aroq,poaÚvTJV, ev 'tOÚ'tot<;OE
avopeícxv 11OtlCCXtOCJÚVTJV. 4. ,Ava. 'tOV CXU'tOV Oi>V11.óyov'
lCCXl µtrt<; OÜCJTJ<; UATJ9EÍcx<;, EV yeroµE'tPÍ«;Iµev yeroµE'tpÍcx<;
a11.ií9etcx,EVµouaticñ OEµoumKft<;,lCCJ.V <ptAOCJO<pÍ~ tj, op0n
20 'EMTJVtlCllElTJava11.ií9etcx.MÓVTJ OEll lCUPÍCX CXÜ'tTJa11.ií9etcx
ancxpeyxEÍpTJ'tO<;, llV ncxpa.'t(9 ui.q')'tOU9eou 1textOeuóµe9cx.

8-9. Cf. Strom., 1, 99, 1-2; 11, 26, 2. 12-13. Cf. Strom., I, 9, 4; 45,
7; 11, 45, 7; 11, 9, 4; 16, 2; IV, 156, 1; V, 12, 3; VII, 2, 2; 13, 2; 16,
6. 13-17. Cf. PLATÓN, Phd., 69 B-C; ID., Leg., XII, 963 C-D; Strom.,
VII, 17, 3.

9. a't'.ttat: aitíat Potter.


Stromata I, 97,1-4 279

Capítulo XX

97.1. Al igual que son muchos los hombres que botan [en
el agua] un barco, y no se dice que las causas sean múltiples,
sino que es una única causa [compuesta] de muchos elementos
(porque cada uno por sí mismo no constituye la causa para
botar la nave, si no es con la ayuda de los otros), así también
la filosofía contribuye a la comprensión de la verdad, puesto
que constituye una búsqueda de la verdad, pero no es causa
[única] de la comprensión, sino causa unida a otras y colabo-
radora. Pero, quizás también la concausa es causa 1• 2. Así como
el ser feliz es realmente una sola cosa, las causas que contribu-
yen son las múltiples virtudes que lo favorecen; y de igual ma-
nera que el sol, el fuego, el baño y el vestido producen calor,
así también la verdad es una, aunque sean muchas las cosas que
cooperen a su hallazgo; aunque su descubrimiento [se consigue]
mediante el Hijo 2 • 3. Según eso, veamos: la virtud es una sola
en cuanto a capacidad, pero unas veces se llama prudencia cuan-
do se manifiesta en determinadas obras; otras veces templanza,
fortaleza o justicia 3. 4. Así también, aunque la verdad es una,
en geometría la verdad es geométrica, en la música musical, y
en la correcta filosofía bien puede ser la verdad griega. Mas una
sola es la verdad soberana e inexpugnable, la que nos ha ense-
ñado el Hijo de Dios 4 •

l. Un poco más adelante (Strom., I, 99, 1) se afirmará que la concausa no


es causa. Al respecto, cf. W. E. G. FLOYD, The problem of evil, p. 12, nota 12.
2. Tanto la «búsqueda» (tarea de la filosofía) como el «hallazgo» (resulta-
do de la fe) de la Verdad son posibles sólo por la intervención divina, cf. J.
DANIÉLOU, Message, p. 281; M. GALLONI, Cultura, p. 77; S. R. C. LILLA,
Clement, pp. 158-163; R. MoRTLEY, Connaissance, p. 173.
3. Para el concepto y clases de virtudes en el Alejandrino, cf. O. PRUNET,
La mora/e, pp. 104-110.
4. Esta es una de las afirmaciones más fundamentadas en el pensamiento
de Clemente, repetida en todos sus escritos: J. LEBRETON, Clément d'Ale-
xandrie, p. 956; R. E. Wrrr, The Hellenism, p. 202.
280 L'tpCÓµcmxI, 20

98.1. To\rróv q,aµEv tOv tpónov µ1fx<;Kcxltllc; cxirrfi<;


ópa.xµ11~'tq>µev VO.UlCAT]p<p óo0dcrri~ AÉym8m va.uA.ov,'tq>
ÓE 'tEAcovn'tÉAo~1mt EVOÍlClOV µev 'tq>cna.8µoúx<p, µtcr8ov
ÓE'tq>ÓtÓa.cricá.A<p lCO.l'tq>1tt1tpÓ.0'1COV'tl
cxppa.p&va..'Eicá.CJ'tll
5 ÓE Et'tE cxpE'tll Et'tE lCO.lcxAfi8na. cruvrovúµro~ 1Ca.AouµÉv11
µóvou 'tOUica.0' Éa.U'tllV<l7tO'tEAfoµmó~fonv a.hía.. 2. Kmcx
CJÚYXPllO'lV ÓE 'tO'l)'t(OV
yívemt 't() euómµóvro~ ~'ÍlV(µ11yap
011euómµovfuµev 1tpo~ 't(Xovóµa.'ta.), éha.v 'tOVop0ov Píov 123se
euómµovía.v AÉyroµevlCO.leuóa.íµova. 'tOV1CE1COCJµ11µÉvov 'tllV
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epyov AÉyov'tE~'tll~ cxA118ou~ lCa.'tO.AT]'lfEOO~,
~TJ'tllO'lV
OÚO'O.V

9-10. Cf. ARISTÓN, Fragm., 376. 18. 1 Ts. 4, 9; cf. Paed., I, 27, 2;
37, 2. 22-23. Cf. Strom., 1, 20, 3; 80, 5.

11. 1tpoc;n¡v aA110dcxc;EÜpmtv: 1tpoc;n¡v aMOetcxv E'ÍlpÉo"Et Potter.


13. 't'Ílc;:n¡v Potter. 15. oe:'tE Potter. 22. n¡v: coniec. Stahlin.

J
Stromata I, 98,1-99,1 281

98.1. Nosotros decimos que una sola y la misma dracma


es llamada pasaje, si es dada al propietario de una nave; im-
puesto, si es al recaudador; alquiler, si es para el arrendador;
honorario, si es para el maestro; y fianza, si es para el vende-
dor. Cada virtud, como cada verdad, aunque nombrada de forma
sinónima, son causa de solo el efecto que les corresponde a cada
una de ellas. 2. Por la combinación de todas esas [virtudes J es
como se produce la vida feliz (puesto que no seremos felices
por la eficacia de los nombres), sino que llamamos felicidad a
la vida recta, y dichoso al que tiene su alma adornada virtuo-
samente. 3. Sin duda, la filosofía contribuye, aunque sea a dis-
tancia, a la búsqueda de la verdad, esforzándose de múltiples
maneras por estar unida estrechamente a la Verdad que noso-
tros reconocemos; ella coopera ciertamente con el que se em-
peña en estar unido a la gnosis de manera inteligente. 4. La ver-
dad griega es diferente de la nuestra 5, aunque también sea de-
signada con el mismo nombre; es distinta por la grandeza de la
gnosis, por el mayor rigor argumentativo, por su fuerza divina
y por otras cosas parecidas. Porque nosotros, disdpulos de Dios 6,
somos educados por una ciencia realmente sagrada 7 y por el
Hijo de Dios 8• En consecuencia, [los griegos] no estimulan sus
almas de igual manera [que nosotros], sino mediante una ense-
ñanza diferente.
99.1. Pero es necesario que hagamos todavía una precisión
en razón de los que critican 9: al decir que la filosofía es con-
causa y cooperadora 10 de la comprensión de lo verdadero, por-

5. O sea, la de los creyentes, la de los hombres que han alcanzado la au-


téntica perfección mediante la gnosis; la filosofía helénica tiene un carácter de
conjetura y no tiene la certeza de la fe. Sobre la inferioridad de la filosofía
griega respecto de la gnosis, cf. J. DANIÉLOU,Message, pp. 67-72; S. R. C.
LILLA, Clement, pp. 56-59.
6. 1 Ts. 4, 9. Clemente no tiene duda alguna sobre la superioridad de la
doctrina cristiana respecto a la filosofía griega: J. LEBRETON,La théorie, pp.
461-464.
7. Como sinónimo de «Sagrada Escritura»: J. RUWET, Canon, p. 79.
8. Seguimos la traducción propuesta por P. NAUTIN, Notes, p. 627.
9. Estos ignorantes eran siempre agresivos; en el Pedagogo (111, 78, 1-3),
Clemente permire hablar a uno de ellos.
10. Los términos cruvaínov (causa unida) y uwepyóv (causa adyuvante) ex-
presan que la filosofía interviene en el conocimiento de la verdad de dos for-
mas distintas: como una especie de naturaleza dotada de una actitud o capa-
cidad para ayudar a la obtención de dicho conocimiento y también como una
disciplina más, en el conjunto de todas ellas, encaminada a la consecución de
282 :E'tpCÓµa-tcx
1, 20

a.ATJ0da.c;,
1tpo1tmOEÍavautflV óµoAoyiícroµevtou yvcootticou,
OUJC<XlttoVtt0ɵEVOl tO <JUV<XÍttOV oufü: µflV to <JUVEpyov
<JUVEJCtllCOV ouo' ro<;oi>O'l>lCa.veu 'tflV (j>lAO<JO<¡>Íav, E7tEl
crxeoov oí 1távte<; a.veu 't'Íl<; eyicutlíou 1tmoeía<; icai
5 <¡>tAOcro<¡>ÍCX<;
't'Íl<;'EAATJVUCTJ<;,o'i fü: icai a.veu ypaµµátrov, tfl
0d{f icat ~ap~ápcp ictvTJ0ÉvtE<; <¡>tAO<Jo<¡>ÍCf,DvváµEitov 1tEpt
0eou Ola 1tÍ<JtEro<; 1t<XpEtAT1<¡><XµEvAÓyov, autoupyéj'> <JO<¡>ÍCf
1tmmoeuµÉvo1. 2. "O fü: µe0' ÉtÉpou 1to1et, a.tell<; ov ica0'
aúto evepyetv, cruvepyóv <¡>aµevicat cruvaínov a.1to-rou (JUV
10 aitícp CXlttoVimápxnv ft 0.7t0 to'll ÉtÉpq><JUVEA0ov CXlttoV
yíyvecr0m rovoµacrµÉvov, ica0' É:auto fü: µfl oúvacr0m to 124se
0.7tOtfAE<Jµa to icat' a.Aft0emv 7t<XPÉXElV. 3. KaÍtot JC(Xlica0'
foutflv e<>ticaíou1tote icat fi <¡>tAO<Jo<¡>Ía tou<; "EMTJV<X<;, ouic 817PG
Ei<; tflV ica0óAOu oe OticmocrÚVTJV (Ei<; i,v eúpícricetm
15 <JUVEpyÓ<;,ica0á1tep JC(Xl ó 1tproto<;lCCXl ó OEÚtEpO<; ~a0µo<; téj'>
d<; tO Ú7tEpq>OVO.VlÓVtl lCCXlÓ ypaµµatt<Jtfl<; tq> <¡)l-
AO<JO<¡>Tt<JOVtt),ouo' ro<; icata tflV a.<¡>aÍpecrtv<XU't'Íl<; fítot
eMEÍ1tEtv tq> ica0óAOu A.Óyq> ft a.vmpetcr0m tflV a.Aft0emv,
E7tEllCCXlTJO'lfl<;cruµ~áAAEtat JC(Xl. TJO.lCO'fl JC(Xl.
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tfuv <JUVEpyrov ta µev 7tAEÍOVCX, ta o' EA<l<J<JOVCX 1tpocr<¡>ÉpEtat
OÚvaµtV. 'H youv <J<X<¡>TtVEtcx <JUVEpyEt 1tpo<;tflV 1tapáOO<JtV
t'Íl<;O.ATJ0EÍ<X<;
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1tpo<;to µfl imo1tÍ1ttElVt<Xt<;
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25 100.1. A UtOtEA'fl<;µev oi>v JC(Xl. fi !Cata
a.1tpO<JOE'fl<;
tov crrot11paOtOacricaAÍa,Dvvaµu;oi>craicat aoq,Ía wv 0eov,

1. Cf. Strom., I, 15, 3-20, 3; 28, 1; 30, 1; 32, 4; 37, 1; 80, 6; VI, 62,1;
VII, 20, 2. 4. Cf. Strom., I, 30, 1; 93, 5. 6. 1 Ts. 1, 5. 11-12. Cf. CRI-
SIPO, Fragm. moral., 352; Strom., I, 97, 1. 13. Cf. Strom., I, 27, 3-28,
1. 26. Cf. Strom., 1, 28, 1.3; 32, 4; 11, 35, 2; 42, 5; III, 76, 1; V, 29, 5.
//. 1 Co. 1, 24; cf. Strom., I, 88, 8; 90, 1; 169, 3; 174, 3; 11, 52, 7; VI,
127, 2; VII, 7, 4.

3. oil oiHc: ouK oücrr¡; Potter. 9-10. cruv mncp: cruvcxt'tÍOUPotter.


10. 11:coniec. Schwartz y Stahlin. //. cruveA0ov: cruveA0eiv Potter.
Stromata I, 99,1-100,1 283

que es investigación de la verdad, proclamamos que es una pro-


pedéutica para el gnóstico 11; y no estimamos como causa lo que
sólo es concausa, ni lo que ayuda [a un fin] como lo que com-
prende [dicho fin], ni a la filosofía como imprescindible para ·
obtenerlo; ya que, casi todos sin haber recibido el ciclo peda-
gógico, sin filosofía griega, y algunos casi sin letras, estimula-
dos por la filosofía divina y bárbara, hemos recibido la doctri-
na acerca de Dios por el poder 12 de la fe, siendo educados por
una Sabiduría que ha actuado directamente en nosotros. 2. Quien
trabaja unido a otro, siendo incapaz de producir algo por sí
mismo, le llamamos cooperador y concausa, en cuanto que es
autor con la causa; es llamado autor porque se suma a la otra
causa, al no ser capaz por sí solo de producir resultados con-
forme a la verdad. 3. Por sí misma la filosofía justificaba no ha
mucho a los griegos, aunque sin conducir a la justificación total 13
(para la cual se manifiesta como una ayuda, lo mismo que el
primer y segundo escalón para quien sube al piso superior, o
como el maestro de gramática para el que ha de filosofar); in-
cluso su desaparición no acarrearía la ausencia completa de la
razón o la privación de la verdad; también la vista, el oído y
la voz son una ayuda para [conquistar] la verdad, pero es [sólo]
el espíritu quien [nos] la manifiesta adecuadamente. 4. En ver-
dad, unos colaboradores aportan más y otros menos. Así, la cla-
ridad de estilo contribuye a la transmisión de la verdad, y la
dialéctica [ayuda] a no caer en las asechanzas de la herejía.
100.1. La enseñanza del Salvador es perfecta y nada le falta,
porque es fuerza y sabiduría de Dios 14; en cambio, la filosofía

la verdad. Sobre estos aspectos, cf. A. LE BoULLUEC,Stromate V, 11, pp. 50-


52. Sobre la filosofía como propedéutica: P. TH. CAMELOT,L 'utilisation, pp.
547-558; O. BARDENHEWER, Geschichte, pp. 44-46; J. MEIFORT,Der Platonis-
mus, pp. 7-8; J. T. MucKLE, Attitude, pp. 140-144.
11. Para el concepto de propedéutica en el Alejandrino, cf. W. BIERBAUM,
Geschichte, pp. 256-261. Clemente sostiene que la filosofía es una preparación
para la fe, pero no indispensable: J. FERGUSON,The Achievement, p. 61.
12. 1 Ts. 1, 5. Clemente considera un cierto grado de formación general,
incluso entre los hombres no cultos: J. PALUCKI,Principi fondamentali, p. 119.
13. El autor Alejandrino reconoce que la filosofía no es completamente ne-
cesaria a todos los hombres para la obra de la justificación, aunque lo fuera
para los griegos antes de la venida del Señor (cf. Strom., I, 28, 1-2). Sobre el
origen divino de la filosofía, J. DANIÉLOU,Message, p. 54.
14. 1 Co. 1, 24. Se trata de una de las perícopas paulinas más citadas por
Clemente, con reminiscencias, no sólo terminológicas sino también concep-
tuales, del estoicismo: E. DE FAYE, Clément, p. 258.
284 l:tpÓ>µata I, 20

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rr¡v íoíav STl'l'El,<pr¡otvó lCÚplO~,ó oe STl'l'<OV rr¡v oó;av wv
1rɵl/favw; avrov áA-110,í;éan ¡,¡;aiáoz¡,¡;ÍaOVI( E<J''l'lV év
avrij>. 4. "EµxaA.tv oi>V a0t1CEtó o<pE'tEptmiµevo~'tCXf3ap-
15 f3ápcov lC<ltro~ t<>t<lClÚXffiV,TTJVÉ<lU'tOU OÓS<lVaÜSCOV lC<lt
'i'EUOÓµEVO~ TTJVIXA.TJ0EtaV. \)1t0'trj~ yp<l<pll~125SC
Üü'tO~ l(A,É1r'l'T7;
Etpr¡'tm. <l>r¡crt youv · víé, µr¡ yívov 1/fEV<J''l'Tl;
· óo11rá yap 'l'O
1/ft:V<J'µa,rpo; rr¡v clo1r17v.5. "Hor¡ oe ó 1CA.É1t'tr¡~ 01tEP
Úq>EA.ÓµEVO~ EXElaA.r¡0~ EXEl,lCCX.V xpucríov lCCX.Vn apyupo~
20 lCCX.V A.Óyo~!Ca.Voóyµa. 'EJCµÉpou~ 'tOÍVUV,o.lCElCM<p<lCJtV,
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foacrt. Ma0r¡'teu0Év'tE~oi>v 1C<l'taA.r¡1t'tt1C&~ i:myvcóoovmt.

4-5. Cf. FILÓN, De agr., 14-15; Mt. 21, 33; Me. 12, 1; Strom., 1, 28,
4; VI, 81, 4. 8. PfNDARO, Fragm., 124 C; cf. ATENEO, Deip., XIV, 641
C; Strom., VI, 162, l. 10-11. Pr. 21, 11. 11-14. Jn. 7, 18; cf. Strom., I,
87, 6. 16. Jn. 10, 8; Mt. 24, 43; Le. 12, 19. 17-18. Didaché, 3, 5.
18-22. Cf. PLATÓN, Phlb., 56 A y 62 C; Strom., 1, 57, 1; 181, 5.

4. oi1CEÍ001,:oiJCEÍ:01,Potter. 10. fotm: yívetat Rahlfs. 11. AaAéov: Aal3éov


Potter. 13. autov: Ot>to1, Aland.
Stromata I, 100,1-5 285

griega con su tributo no hace más sólida la verdad; pero, ha-


ciendo impotente el ataque de la sofística e impidiendo las em-
boscadas fraudulentas contra la verdad, se dice que es con pro-
piedad empalizada y muro de la viña 15• 2. La verdad de la fe
es, como la comida, necesaria 16 para la vida. La propedéutica 17
representa la guarnición 18 y el postre;
la comida termina con una dulce golosina 19,
según el tebano Píndaro. 3. La Escritura expresa claramente:
Más hábil será el hombre de bien que comprende, pero el sabio
recibirá la gnosis20 • Y también dice el Señor: El que de sí mismo
habla, busca su propia gloria, pero el que busca la gloria del que
le ha enviado, ese es veraz y no hay en él injusticia 21 • 4. Por el
contrario, comete una injusticia quien usurpa un bien de los
bárbaros y se gloría de eso mismo como de algo propio, para
aumentar su propia gloria y falsear la verdad. Ese tal es califi-
cado de ladrón 22 por la Escritura. Se dice también: Hijo, no seas
mentiroso, pues la mentira lleva al robo 23 • 5. Mas el ladrón no
posee en realidad lo que quiere: oro, plata y razonamiento o
doctrina. Lo robado es verdadero ciertamente, pero lo conocen
sólo por aproximación, y por fuerza de los lógicos razona-
mientos. U na vez instruidos se darán cuenta con claridad me-
ridiana.

15. Sobre la función de la filosofía, cf. L. FARINELLI,Filosofia e rivelazio-


ne, p. 33. Para la interpretación clementina de la viña, cf. M. POHLENZ,Kle-
mens, p. 111, nota 1; A. ÜRBE, Parábolas evangélicas, I, pp. 235-236.
16. En este pasaje, el adjetivo civcx:y1míaencierra el significado de necesi-
dad de orden físico, lógico y moral: E. F. ÜSBORN,The Philosophy, pp. 117-
118; M. BERCIANO,Tiempo humano, p. 72.
17. Es decir, la filosofía griega, cf. W. BIERBAUM, Geschichte, pp. 256-259.
Clemente no identifica, ni contrapone, la verdad cristiana con la filosofía grie-
ga, sino que concuerdan entre sí: S. R. C. LILLA, Clement, p. 57.
18. Lit.: «lo que se come con el pan».
19. PíNDARO,Fragm., 124 C.
20. Pr. 21, 11.
21. Jn. 7, 18. Respecto al texto evangélico, Clemente cambia el orden de
las últimas palabras.
22. Jn. 10, 8.
23. Didaché, 3, 5. También este escrito sub-apostólico es considerado por
el Alejandrino como inspirado; cf. J. RuWET, Canon, pp. 393-394. Para las
relaciones entre Clemente y la Didaché, cf. F. HITCHCOCK,Did, pp. 397-401;
J. E. L. ÜULTON, Clement, p. 177-179; O. STAHLIN,Zu dem Didachezitat,
pp. 271-272. En Alejandría, en tiempos de Clemente, el canon del Nuevo Tes-
1 tamento, todavía no estaba fijado: O. PRUNET,La morale, p. 194.

¡
286 I:tpÓ>µma 1, 21

820PG
Kecpá.A.a1ov XXI 126se

101.1. Kat 1tEp1.µev 'tOU 1tap' 'Ef3paírov 't(X 'tOOV


<plAO<JÓ<prov emceuroprj<J0m ooyµma µucpov Ü<J'tEpov
OtaA:Tl'lfÓµe0a, 1tpÓ'tepovoé, 01tep a.1eÓAOu0ov ~v, 1tEpt 'toov
5 1Ca't<X Mrou<Jfo xpóvrov iíor¡ AElC'tÉoV' 01, éhv Oe1x0ft<JE't<Xl
cxvaµ<pr¡pÍ<J'tro<;
mÍ<Jr¡<;<JO<pÍac;
a.pxalO'tCl'tTJ
TllCa't<X'Ef3paíouc;
<plAO<Jo<pÍa. 2. E'ípr¡'tm µev Oi>V7tEpt 'tOÚ'trov cx1ep1f3fuc;
Tanavé¡:>ev 'tq>Ilpoc; "EUr¡vac;, E'ípr¡'tm oe JCat Ka<Jmavé¡:>
EV'tq>1tpómp'tOOV 'E~TJ'YTJ'tllCOOV.
CX1t<Xl'tEt
OEoµroc;'tOÚ1tÓµvr¡µa
10 lC(ll.
Tlµ<ic;emopaµe'iv 't<X1Ca't<X
'tOV'tÓ1tOVdpr¡µÉva. 3. 'A1tírov 65 GCS
wívuv ó ypaµµan1eóc;, ó IlAEt<J'tOVÍlCTJ<; emtlr¡0dc;, ev 't'!l
'tE'tClP'tTI
'tOOVAiyu1tna1efuvÍ<Jtopifuv,1eaÍ't01<p1Aa1tex0r¡µóvroc;
1tpoc;'Ef3paíouc; OtalCE͵evoc;,O.'tEAiyú1tnoc;'tO yévoc;,roe;lC(ll
1Ca't<X'Iouoaírov <JUV'tCl~a<J0m f31f3AÍOV,
'AµcÓO'wc; 'tOUAiyu1t-

2-4. Cf. Strom., V, 89ss. 4-7. Cf. FLAVIO JOSEFO, Contra Ap., 1, 1,
1-2 y 16, 103; JUSTINO MARTIR, 1 Apol., 59, 1; TEóFILO DE ANTio-
QUfA, Ad Auto!., 1, 14 y III, 30; TERTULIANO, Apol., 19; Paed., 11, 18,
1; 111, 54, 2; Strom., 1, 10, 2; 60, 1; etc. 7. Cf. EUSEBIO DE CESAREA,
Praep. evang., X, 12. 8. Cf. T ACIANO, Orat. ad Graec., 38-39; EUSE-
BIO DE CESAREA, Praep. evang., X, 11. //. Cf. Strom., 111, 91-94, 1;
102, 3. 11. Cf. PLINIO, Hist. nat., XXXVII, 5, 75; GELIO, Noct. Attic.,
V, 14, 1 y VII, 8, l.

8. Kam:navép: Kacnavép Potter.


Stromata I, 101,1-3 287

Capítulo XXI
1
101.1. Hablaremos un poco más tarde acerca de las ideas
que fueron sustraídas por los filósofos a los hebreos, pero antes,
para proceder con orden, es necesario hablar de la cronología
de Moisés, a fin de probar de manera irrefutable que la filoso-
fía hebrea es la más antigua de toda sabiduría 2 • 2. Ahora bien 3,
acerca de esa [cronología] habló críticamente Taciano en el Dis- );
curso contra los griegos4, y también fue tratada por Casiano 5 en
el [libro] primero de las Exegéticas. La mención igualmente exige
que nosotros difundamos lo que ya se ha recordado al respec-
to 6. 3. ~ 7
el gramático, apodado el Plistónico, en el [libro] /
cuarto de la Historia de los egipcios, y mal predispuesto res-
pecto a los hebreos, como egipcio que era, por lo que también
escribió un libro Contra los judíos, hace mención de _Amosis

1. Cf. Strom., V, 89ss. Sobre las aparentes contradicciones cronológicas de


este capítulo, cf. A. LE BoULLUEC, Stromate V, 11, p. 65.
2. La demostración de la antigüedad del cristianismo era la mejor arma de-
fensiva contra los paganos, quienes miraban dicha religión como «nueva su-
perstición» (SUETONIO,Nerón, 16). Sobre este asunto, cf. P. DE LABRIOLLE,
La reaction, pp. 45ss.; J. DANIÉLOU,Message, pp. 58-60; J. PÉPIN, Cristianis-
me et mythologie, pp. 26-28. Sobre las fuentes de Clemente en este punto, cf.
A. VAN DEN HOEK, C/ement of A/exandria, p. 49, nota 4.
3. El relato que sigue, hasta 107, 6 inclusive, puede verse también en Eu-
SEBIODE CESAREA,Praep. evang., X, 12.
4. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec., 38-39.
5. Julio Casiano es un gnóstico hereje; aunque no es mencionado por lre-
neo e Hipólito, nuestro autor polemiza con él, cf. Strom., 111, 94, 1, y 102,
3. Sobre la personalidad de este personaje, cf. A. HILGENDELF,Ketzerges-
chichte, Leipzig 1894, p. 547s; N. WALTER,Der angebliche Chronograph ju-
lius Cassianus, en Studien zum Neuen Testament und Patristik E. Kloster-
mann dargebracht, Berlin 1962, pp. 177-193; F. BOLGIANI,Storia del cristia-
nesimo, 11, Torino 1966, p. 139.
6. L. ROBERTS,The Literary, p. 215, nota la identificación de «capítulos»
y «recuerdos».
7. Apión de Alejandría fue un renombrado cronógrafo, que vivió en la p
mera mitad del s. I; enemigo de los judíos, fue replicado por Flavio J0
(Contra Apión, 11, 1, 13).
288 1:tpCÓµcnaI, 21

'tÍrov J3mnAÉro~µeµv'TlµÉvo~1ea1 'tOOV 1em au'tov 1tpá.~erov,


µá.p'tupa 1tapmí0E'tm ll'toA._eµa'iov'tov Mevfüícnov. 4. Kai
't(l 't'Íl~AÉ~EO)~
<XU'tOU
<húEEXEl{,caréaxal/fe 8e rr,v J\ovapíav
"Aµmau; K'ara rov J\pyt:í'ov yt:vóµt:vo<; "Ivaxov, ÓJ<;év wi<; 821PG
•., 5 Xpóvoi<; áviypal/feV ó Mt:v8f¡cno<; IIwÁt:µaio;l 5. 'O fü:
ll'tOAEµa'io~ O\)'tO~ÍEpEU~µev ~V, 't<l~ Be 'tO)VAiyu1t'tÍrov
J3ao-tA.Érov
1tpá.~n~ EV'tplO'lVOA.m~eK9ɵEVO~ J3íl3A.Ot~
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Aiy{mwu J3am.A.ÉaMrouo-Éro~r¡youµÉvou
yeyovÉvm 'IouBaíot~ 'tTJV e~ Aiy{mwu nopeíav, e~ <hv
10 o-uvéo1t'tm1ea'ta "Ivaxov i¡1eµa1eÉvm'tov MOOO'Éa.

102.1. llaA.aÍ'tma <>e'tOOV 'EMT1Vt1COOV 't<l 'ApyoA.tlCá.,


't(l á1to 'Ivá.xou A.Éyro,(O~ ~toVÚO'to~ó 'AA.t!CapvaO'O'EU~ EV
'tOl~ Xpóvot~ ÚlÚ(lO"lCEl. 2. ~~É't~<XPO'_l_ µev 'Y~VEalS127se
VECO'tEpa 't<l 'A't'ttlC<l't(l á1toKÉ1epo1to~ 'tOUútcpuou~ ÚT]!Cal
15 afrtoxOovo¿:-¿s~ <pT1cr11ea'ta M~iv ó Tanavó~, evvfo oe 'ta
'Ap1eaút1C<l 't<l á1to llEA.acryou · AÉYE'tat úe lC(ll Oi>'tO~
au'tóxOrov. 3. ToÚ'tOOV fü: UA.A.atV ÚUOlV VECO'tEpa't<l
<DOtro'tllC<l't<l á1to ~EU!C<XA.Írovo~. E~ .§1.'tOV xpóvov 'tOOV
~ ~'Ivá.you YEVEal_µev iíjocrtL~ ~
20 §~~º~· E'tTl ot, .hs eno~ einóv, •EJP ww ~ s24PG

-
1tpócrro.4. Ei <>e't<l 'Ao-o-upírov1toXA.Ot~ E'tEO'l1tpml3Ú'tEpa66GCS

3-5. APIÓN, Fragm., 2; cf. EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang., X,


10, 16; Ps.-JUSTINO, Coh. ad Graec., 9; TERTULIANO, Apol., 19, 6; TE-
ÓFILO DE ANTIOQUfA, Ad Auto!., 111, 20. 6. Cf. PrOLOMEO, Fragm.,
1. 11-13. Cf. DIONISIO DE HALICARNASO, Fragm., 251 F 1. 14-15. Cf.
ARISTÓFANES, Vesp., 438. 15. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec., 39.
18-21. Cf. ID., Orat. ad Graec., 38.

3. 'Aouapíav: 'A0upíav Potter. 11. TiaAcxÍtcxta: TiaAcxÍtepa Potter.


//. 'ApyoAtKá: 'ApyoAtKa Potter. 13. tÉttap<n: Mondésert y Pini; tecr-
crapáKovta Potter; add. tex. corrup. Stahlin. 17. a.AA<xtv:
a.AA<xxevtf¡-
Kovta Potter. 19. µ1q.: coniec. Stahlin ex Eusebio.
T Stromata I, 101,3-102,4 289

rey de los egipcios y de sus gestas, basándose en el testimonio


de Ptolomeo Mendesio. 4. Sus palabras dicen así: Amosis, con- j

temporáneo de Ínaco el argeo 8, construyó el [lago] Avaris, como


escribió Ptolomeo Mendesio en [su] Cronología 9. 5. Ptolomeo 10
mismo, que era sacerdote, expuso las gestas de los reyes de
Egipto en. tres libros completos, y afirma que fue en tiempos
de Amosis 11, rey de Egipto, cuando los judíos salieron de Egip-
to conducidos por Moisés; de ahí se deduce que Moisés estaba
en plena actividad bajo el mandato de Ínaco 12•
102.1. No obstante, afirmo que las tradiciones de Argos
son las más antiguas de Grecia, que comienzan con Ínaco, como
enseña Dionisio de Halicarnaso en su Cronología 13 • 2. Pero la
historia Ática desde Cécrope, [el hombre] de dos naturalezas y
autóctono 14, es anterior a todo aquello en cuatro generaciones,
como expresa claramente Taciano 15; y nueve [generaciones an- j
terior] a la historia de la Arcadia, a partir de Pelasgo 16; también
se dice que éste era autóctono. 3. La historia de Ftiótida 17, a
partir de Deucalión 18, es dos generaciones más reciente. Desde 1
Inaco hasta la época de los troyanos se cuentan veinte o vein-/
tiuna generaciones completas, lo cual hace, por así decirlo, más ~
de cuatrocientos años. 4. Y si la historia de Asiria, como en

8. Se trata del dios epónimo del río de la Argólida, padre de lo.


9. APIÓN, Fragm., 2.
10. Cf. PrüLOMEO, Fragm., 1.
11. Amosis es el primer rey egipcio, fundador de la dinastía XVIII, que
comprende el período que va desde el año 1703 hasta el 1462 a. de C.
12. Sobre este personaje véase lo dicho anteriormente en Strom., I, 79, 5.
13. DIONISIO DE HALICARNASO, Fragm., 251 F 1. Argos, considerada como
la ciudad más antigua de Grecia, estaba situada en la región oriental del Pe-
loponeso, a pocos kilómetros del golfo de su mismo nombre.
14. «De dos naturalezas», o sea, medio hombre y medio serpiente. Cecrops
es uno de los héroes en la mitología de la antigua Atenas.
15. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec., 39.
16. Existen varias leyendas sobre este nombre. Parece que Clemente, como
APOLODORO,Bibl., 11, 1, 1; 111, 8, 1, y PAUSANIAS,Grae. descr., VIII, 1, 4,
considera a Pelasgo como el primer hombre que vivió y reinó en Arcadia.
17. Región de Grecia, al sudeste de Tesalia, donde reinó el mítico Aqui-
les.
18. Deucalión es el nombre de un héroe de la mitología. Queriendo Zeus
destruir a los hombres, envió un gran diluvio a la tierra; Deucalión y su
esposa, Pirra, se salvaron gracias a un «arca» que habían construido. De
esta forma el nombre pasa a designar igualmente dicho diluvio o cataclis-
mo, que el maestro de Alejandría mencionará más adelante (cf. Strom., 1,
103, 1; 136, 4). ~
_j

'
290 L'tpooµm:a 1, 21

'tcov 'El).:r¡vtx:cov a.<p' 6)v KtTJO"Ím;Akyet, q,cxvr¡O"E'tat 'tq>


On>'tÉP<? x:at 'tE'tpcxx:omoo'tq>E'tEt't'TI~'Aooupírov a.pxfi~, 'tf¡~
fü: Br¡A.Oúxouwu cryoóou ouvcxo'tEÍa~ 'tq> oeu'tÉp<9 x:ai
'tptcxKOO"'tq>ri MrouoÉ~ x:mcx "AµO>O"tv 'tOVAiyÚ7t'ttOv-
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5 x:mcx "lvcxxov 'tOV'Apye'iov e~ Aiyfonou KÍVTJO"t~. 5. -;-Hv0€
x:mcx't'T}V'Elláoa x:mcx µ€v <l>oprovfo'tov µE'tcx"Ivcxxovó
E7tt 'üyúyou x:cx'tcxKA.uoµo~ x:cxi ii ev LtKUcovt l3cxotA.EÍcx,
1tpcÍYtouµ€v AiytcxAÉ~, Ei'tcxEÜpro1to~,eha Telxtvo~, x:cxift
KpTJ'tO~EV Kpr¡-rn. 6. 'Ax:ouoÍA.ao~ycxp <l>oprovfo7tpCO'tOV
10 av0pro7tOV yevfo-0m A.ÉyEt · o0ev K<Xl Ó 'tTJ~<l>oproVÍOO~
7t0tTJ'tT}~
Etvm CXU'tOV E(f)TJ1rarépa 0vrrrmv áv0pwnrov.
103.1. 'Ev'teu0ev ó IlAÚ'tO>VEV Ttµ<XÍ(? KCX't<X-
KOA.Ou0{¡oa.~ 'Ax:oumA.Ú<9ypÚq>Et · ,caí 1r01:e1rpoayaye'iv
/3ovA7J0eiqavwvq 1repi 'l'OJV ápzaímv eiq AÓyovq 'l'OJV rfioe
15 rfi nókz ra ápzazóram ).,éyezv énzxezpe'i, nepi t/Jopwvé~ szsPG
'l'E wv npcówv kx0évwq ,cai Nzó/37Jq,,cai ra µera 'l'OV
,caraclvcrµóv. 2. Kara óe t/Jópf3avm 'A,cmí'oq, áq,' OÍJ

l. Cf. CTESIAS, Hist., 688 F 2. 9. Cf. AcUSILAO, Fragm., 2 F 23; EU-


SEBIO DE CESAREA, Praep. evang., X, 10, 7. 11. ANÓNIMO, Fragm., l.
13-17. PLATÓN, Tm., 22 A. 17-292,15. TACIANO, Orat. ad Graec., 39;
cf. EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang., X, 11.

... ouvacHEÍa~: coniec. Stahlin y Postgate ex Eusebio.


1-3. 'tql OE'l>'tÉpq>
¡, 16. 'ta: om. Burnet.
Stromata I, 102,4-103,2 291

9
verdad afirma ~ , es bastantes años anterior a la de Egip-

to, resultará entonces que la salida de Moisés de Egipto, con-


temporánea al egipcio Amosis 20 y al argeo Ínaco, tuvo lugar en .
1
el año cuatrocientos dos del reinado asirio y en el treinta y dos
de la dinastía de Belucos VIII. 5. En Grecia, bajo el dominio
de Foroneo, sucesor de Ínaco, tuvo lugar el cataclismo de Ógigo 21
y el reinado de Sición 22 , con Egialeo I, luego Europe, más tarde
Telquines, y el de Cres en Creta 23 • 6. Además, Acusilao afirma
que Foroneo fue el primer hombre que nació 24;clea1íf que el
poeta de la Foronides diga que él es el padre de los hombres
mortales 25 •
103.1. Por ello PlaJQ!h_en el Timeo, siguiendo a Acusilao,
escribe: Y una vez, habiendo decidido hablar sobre los viejos tiem-
pos, comenzó a narrar los acontecimientos más antiguos de aque-
lla ciudad de Foroneo, llamado el primer hombre, de Niobe, y
del cataclismo que tuvo lugar después26• 2. En tiempos de Forbas

19. Este autor vivió a comienzos del s. IV a. C., y fue médico de la corte
persa; según Jenofonte (Cyr., I, 7), estuvo presente en la batalla de Cunaxa
en la que murió Ciro el Joven, alrededor del año 401 a. de C.
20. Como es sabido la fecha del éxodo judío es discutida: una tesis, que
es la que parece indicar el Alejandrino, mantenida durante largo tiempo, sitúa
el acontecimiento en el siglo XV a. C., durante la dinastía XVIII de Egipto;
otra opinión sitúa el éxodo en el siglo XIII, bajo la dinastía XIX. Esta últi-
ma parece ser la que mejor concuerda con los datos históricos y arqueológi-
cos últimamente descubiertos.
21. Es considerado por algunos autores antiguos como el hijo del héroe
mítico Beoto, que dio su nombre a Beocia; se dice igualmente que durante
su reinado se produjo el primer diluvio que inundó toda la Beocia, y del que
pudo escapar con algunos otros hombres: PAUSANIAS,Grae. descr., I, 38, 7;
VARRóN, Res rust., 111, 1, 2.
22. Sición es el segundo fundador de la ciudad que lleva su nombre en el
Peloponeso. Egialeo fue el primer fundador y rey de los Siciones; según Apo-
lodoro, era hijo de Ínaco y hermano de Foroneo.
23. Conforme a la historia de PAUSANIAS,Grae. descr., 11, 5, 8 y 6, 3s.,
los primeros reyes de Sición fueron: Egialeo, Europe, Telquis, Apis y Tel-
xión. Cres, héroe epónimo de los cretenses, es hijo de Zeus y de una ninfa
del Ida de Creta.
24. Cf. AcUSILAO,Fragm., 2 F 23. Este historiador nació en Argos, hacia
el siglo VI/V a. de C., y escribió la vulgarización en prosa de los poemas
épicos más antiguos. Sobre Foroneo, cf. PAUSANIAS,Grae. descr., 11, 15, 5;
APOLODORO,Bibl., 11, 1, 1 y 111, 1, 1; Protr., 44, 1; Strom., I, 103, l.
25. ANÓNIMO, Fragm., 1. Poema épico escrito hacia el siglo VII/VI a. de
C. cuyo argumento versa sobre la prehistoria de la Argólida. Clemente vol-
verá a citar este poema más abajo: Strom., I, 164, 2.
26. PLATÓN, Tm., 22 A. El cataclismo al que se refiere es el diluvio de
Deucalión.
292 L-cpcóµa't<l.I, 21

J\K't'aÍaf¡ J\i-n101.Kai-a óe Tpzó1eavIlpoµ178ev; 1cai "Ai-íla;


1cai 'Emµ178ev; 1cai ó 8upvr¡; Kfrpolfl ,cai '/ÓJ.Kai-a 8e
KpówJ1eov 11é1ei <Paé0ovw; fr1evpmaz; ,cai 11 é1ei L1ev,ca-
,lfrovo; é1eoµ/3pía.3. Kai-a óe I0éveAOV if i-e J\µq,i,ci-vovo;
5 f3aai,lda ,cai 11ei; IleM1róvv17aovL1avaov 1eapovaía ,cai
11v1eoL1ap8ávov rijq L1ap8avía; ,ci-íai;, ov 1epiinov,q>TJO"tv
"Oµr¡poc;,i-frew Ve<J)eA'17yepé-raZev;, if 't"e rijq EvpÓJ7C1Jq
ei; 128se
Kp1]'t"T]Vé1C<PoivÍ1C17q áva,coµió7J. 4. Kai-a óe Avy,céa i-ij;
Kóp17;11áp1earr,,cai 11wv év 'E,levaí'vi i-eµévov; ,ca0í8pvai;
10 Tpmw,léµov i-e yempyía ,cai 11Ká8µov ei; ef//3a; 1eapovaía
Mívmó; i-e f3aaikía. 5. Kai-a óe Ilpoí'wv Ó EvµÓA1COV 1epo; 67 GCS
J\&r,vaíov; 1eó,leµo;.Kai-a 8e J\,cpíawv IIÉM1eo;á1eo<Ppv-
yía; 8iáf3aaiq ,cai "lmvoq eÍq J\0,jvaq aq,i~iq ,cai Ó óevi-epoq 828PG
Kfrpolfl aí' i-e Ilepaém; ,cai L1wvvaov 1epá~ei; 'Opq,ev; i-e
15 ,cai Movaaio;.
104.1. Ka:ta. fü: 't0 01e'tro1em0É1ecnov ihoc; 'tr\c;
'AyaµÉµvovoc; ~acrtA.dac; "IAwv Éá.A.ro,Ar¡µo<prov'tOc; 'tou
E>r¡créroc;~amA.tÚov'tOc; 'A0f¡vr¡m 't(9 xpómp E'tn, 8ap-
yr¡Atrovoc;µr¡voc; 0EU'tÉpq.fat 0É1ea, roe;<pr¡O"l Awvúmoc; ó
20 'Apyeioc;, 2. 'Ayíac; fü: lCCltAeplCÚA.Oc; EV tjl 'tpÍ't'fl µr¡voc;
1tav,íµou oyoón cp8ívov't0c;, 'EA.Ml.VllCO<; ya.p 0ro0ElCÓ.'t'fl
8apyr¡A1rovoc;µr¡vóc;, 1eaí 'ttvec; 'trov 'ta. 'A't't11ea.cruyypa-
'lfCXµÉvrov
oyoón cp8ívov't0c;,~CXO"lA.EÚOV'tO<;'t0 'tEA.EU'tCXÍOV
E'tO<;
Mevm8éroc;, 1tA.r¡8uoúcrr¡c;
creA,Ívr¡c;·
25 vv~ µev er,v,

6-7. HOMERO, Jl., XX, 215. 19-20. Cf. ÜIONISIO DE HALICARNASO,


Fragm., 308 F. 20-21. Cf. AGIAS, Fragm., 2; DERCILO, Fragm., 305 F
2; ATENEO, Deip., III, 86 F. 21-22. Cf. HELÁNICO, Fragm., 4 F 152a.
22-23. Cf. ANÓNIMO, Fragm., 329 F 2. 25-294,2. ANÓNIMO, Ilias parva,
12 B.

2. 'loo: 'Ivcó Potter. 3,2. fi: coniec. Stahlin. 4. 'Aµ<ptK-cÚovo~: 'Aµ<ptlC-


roóvo~ Potter. 6. fi: coniec. Stahlin. 7. 'tTJ~ EupCÓ1tll~:coniec. Stahlin.
7-8. Ei~KpT]'tTIV EKKpfi'tTI~Ei~<l>otVÍ1CJ'IV
EK<l>otvÍ1CJ'I~: Potter. 20. 'Ayía~:
Aiyía~ Potter.

L
l Stromata I, 103,2-104,2 293

vivió Acteón, de ahí que el Ática fu era llamada Actea. En tiem-


pos de Triopas Prometeo [vivieron] Atlas, Epimeteo, el biforme
I
Cécrope e lo. Bajo Crótopo tuvo lugar el incendio de Fetón y el
diluvio de Deucalión. 3. En tiempos de Stenelo tuvo lugar el rei-
nado de Anfiction, la venida de Dánao al Peloponeso, y la f un-
daaón de Dardania por [obra de] Dárdano, quien, -como afir-
ma Homero- es el primero que engendró Zeus, el amontonador
de nubes 27, y el rapto de Europa desde Fenicia a Creta. 4. Bajo
Linceo tuvo lugar el saqueo de Core, el establecimiento del san-
tuario consagrado a Eleusis, la [institución de la] agricultura por
Triptolemo, la venida 28 de Cadmo a Tebas y el reinado de Minos.
5. En tiempos de Preto tuvo lugar la guerra de Eumolpo contra
los atenienses. En la época dé Acrisio [aconteció] la travesía de
Pélope desde Frigia, la llegada de Ión a Atenas, [el dominio] de
Cécrope II, y las gestas de Perseo, Dioniso, Orfeo y Museo 29 •
104.1. Troya fue conquistada en el año dieciocho del reina- j
30
do de Agamenón, en el año primero del reinado de Demofonte ,
hijo de Teseo, en Atenas, que tuvo lugar el doce del mes Thar-
• 2. Pero conforme a___Agias
31
gélion, como dice pionisia de AJ:g_Q5
32
y Q_ercilo , en el tercero [de sus libros], tuvo lugar el día octa-
vo antes de acabarse el mes de Panemo 33; según Helánico 34, el
doce del mes Thargélion; y algunos recopiladores del Aiíca[afir-
man que tuvo lugar] el día octavo antes-ae-acaoar el mismo mes 35,
en el último año del reinado de Menesteo, con la luna llena.
La obscuridad ciertamente disminuyó,

27. HOMERO, /l., XX, 215.


28. Para la significación de la palabra 1tapoucsía (venida, llegada, presencia,
encarnación, etc.) en las obras de Clemente, cf. A. DANIEL!, La cristología,
pp. 243-245.
29. TACIANO,Orat. ad Graec., 39. Para todos los nombres mitológicos ci-
tados, cf. P. GRIMAL,Diccionario de mitología griega y romana, Barcelona 1989.
30. Efectivamente, hijo de Teseo y Fedra, participó en la guerra de Troya
recibiendo de manos de Diomedes y de Ulises la estatua de Atenea (cf. Protr.,
47, 6), como relatan también APOLODORO,Ep., I, 18 y 23 y PAUSANIAS,Grae.
descr., X, 25, 8, entre otros.
31. Cf. DIONISIO DE ARGOS, Fragm., 308 F.
32. Agias y Derquilo de Argos aparecen siempre juntos en las fuentes, fue-
ron historiadores y autores de las Argólicas.
33. Noveno mes del año en el antiguo calendario de los corintios y ma-
cedonios.
34. Cf. HELÁNICO, Fragm., 4 F 152a. El Targélion correspond!;, más o
menos, al mes de mayo de nuestro calendario.
35. Cf. ANÓNIMO, Fragm., 329 F 2. Es decir, el día veintitrés.
294 I:-rp<Í>µmaI, 21

<pTJO"l.V
Ó 'tTJVµ11cpa.v'Iháoa 1tE7t01TJ1C~,
µeuára, MXµ1rpaoe émfrelli UeA.lÍva·
tjl <l'l>'t11
EU:pot fü: O"KtpO<pOptOOV<>i; ftµÉpq_.3. 0r¡m::ui; fü: Ó
'Hpawoui; ~TJAfO't'Tli;
rov 1tpEcrf3Ú'tEpói; fa'tt 'tOOVTpcollCOOV
5 µtg. YEVEg_.Tou youv TAr¡1toAɵou,oi; ~V uioi; 'HpaKAÉoui;,
"Oµr¡poi; µÉµvr¡'tm e1t1."l11.t0v<J'tpmEÚcrav'tOi;.
105.1. Ilpo'tEpEtv a.pa Mcoucrf¡i; a.noOEÍKVU'tat 'tf¡i;
µev Atovúcrou a.1to0EOOECOi; E'tTJÉ~aKÓ<Jta'tÉocrapa, d YE'tf¡i;
IlEpcrÉcoi;f3amAEíai; 'tql 'tptaKOO"'tqlOEU'tÉpq> E'tEt eJC0EOU'tat,829PG
10 mi; <pr¡mv 'A1to11.Mocopoi;ev 'toti; XpovtKoti;. 2. 'Ano fü:
Atovúcrou E1tl 'Hpatlfo JC(ll.'toui; 1tEpl 'Iácrova a.ptO"'tEti;
'tOui;ev tjl 'Apyot 1tAEÚcrav'tai;cruváyE'tat E'tTJÉ~ftKov'ta'tpía ·
'Acrtlr¡mói; 'tE JC(ll. AtÓO"KOUpotcruvÉJtAEov (l'l)'tüti;, roi;
µap'tupEt ó 'Pófüoi; 'A1toAA.CÓvtoi; ev 'tOti; 'Apyovau'ttKoti;. 68GCS
15 3. 'Ano OE 'tf¡i; 'HpaKAÉoui; €V "ApyEt f3a<nAEÍai;f,Jtl. 't'llV
'HpaKAÉoui; au'tou Kat 'AcrKAr¡mou a.no0ÉcocrtvE'tTJcruv-
áyE'tat 'tptáKov'ta oK'too Kma. 'tov xpovoypá<pov 'AnoAM- 129se
ocopov. 4. 'Ev'tEu0EVOEe1t1.'tTJVKácr'tOpoi;1Ca1. Ilo11.uOEÚ1Coui;
a.1to0Écocrtv E'tTJ1tEV'tT11COV't(l
'tpÍa. 'Ev'tau0á 1t0UJC(ll.ft 'IAÍOU
20 5. Ei OEXP'll1tEí0Eu8m JC(ll'Hmóocp 'tql 1tOlTJ't11,
JC(l'tClATJ'!'ti;.
a.JCoÚcrcoµEv au'tou ·
Z71vi o' apa 'ArMXvri~ Maí11 rfre 1roozµov 'Epµijv,
,d¡pmc' á0avárcov, ít:pov Uzo~ t:iuavaf3aua ·
KaoµeÍ71 o' apa oí It:µéA71 rbee q,aíozµov víóv,
25 µiz0áu' fv <plAÓ'f1J'fl,L1uóvvuov 1r0Avrr,0ij.

5-6. Cf. HOMERO, Il., 11, 653-658; TACIANO, Orat. ad Graec., 41.
7-10. Cf. APOLODORO, Fragm., 244 F 87. 10-14. Cf. APOLONIO DE
RODAS, Arg., I, 146-150; TEODORETO DE ORO, Graec. aff cur., VIII,
21. 22-25. HESÍODO, Theog., 938-941; cf. APOSTOLIO, Paroem., VIII,
34.

3. oe: coniec. Stahlin. 22. upa: ap' W est. 24. KaoµEÍTt: Kal>µTtti;W est.
25. 1toAuyrJ9Íl:7tOAUyrJ0foW est.
Stromata I, 104,2-105,5 295

dice el poeta de la Pequeña Ilíada,


y salió la luna resplandeciente 36•
Otros afirman que tuvo lugar el mismo día [veintitrés] del mes
Scirophorión37 • 3. Teseo, admirador de Heracles 38 , es anterior en
una generación a la guerra de Troya. En todo caso, Homero
recuerda 39 que Tlepólemo, hijo de Heracles, formó parte del
ejército contra Troya.
105.1. Está, pues, demostrado que Moisés es anterior en seis- \
cientos cuatro años a la apoteosis de Dioniso, si ésta tuvo lugar ')
en el año trigésimo segundo del reinado de Penteo 40 , como afir-
ma ApoJ9dgro en las Crónicas41• 2. Desde Dioniso hasta Hera-
cles y los héroes que acompañaron a Jasón 42 en la nave de Argos
se cuentan sesenta y tres años completos. Asclepio y los Dios-
euros estaban con ellos, como testifica Apolonio <Í_eRodas en los
Argonáuticas43. 3. Desde el reinado de Heracles en- :Argos hasta
la apoteosis del mismo Heracles y de Asclepio se contabilizan
treinta y ocho años, según el cronista Apolodoro 44. 4. De ahí
hasta la apoteosis de Cástor y Pólux, otros cincuenta y tres años.
Allí está muy próxima también la conquista de Troya. 5. Pero si
se puede confiar en el poeta !:l~sí9<Í_c:>,
escuchémosle:
Entonces Maya, hija de Atlante, dio a luz al ilustre
Hermes,
heraldo de los inmortales, habiéndose subido al sagra-
do lecho.
Y Sémele, hija de Cadmo, dada al amor camal,
engendró un magnífico hijo, el muy alegre Dioniso 45•

36. ANÓNIMO, /lías parva, 12 B. Menesteo era entonces el rey de Argos.


37. El mes correspondiente a junio en nuestro calendario.
38. Hijo de Zeus y de Mégara (cf. Protr., 33, 4), es uno de los héroes más
célebres de la mitología griega.
39. Cf. HOMERO, Il., 11, 653-658: Tlepólemo partió a la guerra de Troya
a la cabeza de nueve naves, dejando en Rodas a Polixo como regente.
40. Sobre este rey, cf. Strom., I, 57, 1.
41. Apolodoro de Atenas (180-120 a. de C.) vivió largo tiempo en Ale-
jandría, donde trabajó en la biblioteca con Aristarco. Fue autor de diversas
obras cronográficas y mitológicas que se han perdido.
42. Es conocido este personaje nútico por la conquista del vellocino de oro que
Eates, rey de Coleo, había consagrado a Ares, y estaba custodiado por un dragón.
43. Cf. APOLONIO DE RODAS,Arg., I, 146-150. Sobre Asclepio, cf. Strom.,
I, 75, 2. Los Dioscuros son Cástor y Pólux, los hijos de Zeus y Leda. Para
la cita de los Argonáuticas, cf. M. PELLEGRINO,Su/ testo dell'inno, p. 272.
44. Cf. APOLODORO,Fragm., 244 F 87.
45. HESÍODO, Theog., 938-941.
296 fapÓ>µmcx 1, 21

106.1. Káoµo~ µev ó 1:eµÉAll~nmT1p ent AuyKÉro~


Ei~ E>iíPa~epxetm lC(ll'tO>V'EAAllVllCO>V ypaµµátrov EÚpE'tll~
yívetm, Tp1Óna~ 0€ O'UYXPOVEl "IO'lOl époóµn yeveq. a.no
'Iváxou ClO'lv 0€ 'tllV lC(ll,'IÓ>cp<lO'lV fücx.to iÉvm <lU'tllV
5 fücx.náO'll~ tll~ YÍl~ nAavroµÉv11v),taút11v oe "IO"tpo~ev tq>
nept tll~ Aiymnirov a.1to11Cim; Ilpoµ110éro~0uymÉpa <p110-Í.
2. Ilpoµ110eu~ fü: Katcx. Tp1ónav époóµn yeveq. µetcx.
Mrouo-Éa,ffiO'tEKat 1tpo t'Íl~ Ka0' "EAATlV<l~ a.v0pronoyovia~
ó MrouO'Íl(ft~~~a~)cpaivetm. 3. AÉrovoe ó tcx.1tEpt t&v 832PG
10 1Cat' N(yu1ttoV 0e&v npayµateuo-áµevo~ 'tllV -;-IO'lVÚno
'EAAiívrovLliíµ11tpa1CaAe10"0ai Íl Katcx.AuYJCÉa
cp110-1v, yívetm
ÉvOEJCátnÜo-tepov Mrouo-Éro~yeveq.. 4. -;- Ani~ tE ó "Apyou~
paO"lAEU~ MɵcpwoiKÍSEl, ro~ <pllO'lV'ApÍO'tmno~ EVnprotn
'Ap1C<l0l1CO>V. 5. Toutov 0€ 'AplO'tfo~ ó 'Apyeto~ enovo-
15 µao-~vaí <pllO'l1:ápa1t1v JCat toutov dvm ov Aiyúnt101
o-ÉPouO'lV,6. Nuµcpóoropo~ 0€ ó 'AµcpmoAÍtll~ EV tpÍtro
Noµiµrov 'Ao-i~ ~~~v¿_~
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20 1:ápamv O'UVll0EÍq_ 'tlVl 'tO>Verxrop{rov ÜO'tEpov. -;-Am~0€
tpÍto~ EO''tlVa.no 'Iváxou.
107.1. Nat µT1VT\A11tcoJC(l't(lT1tuov yívetm,
Arrrw rap iiAlCTl<JE,
L1io; ,ro8pi¡v 1rapá1COl'l'lV, 69 GCS
nose

4. Cf. Strom., I, 121, 1. 4-5. Cf. Strom., I, 103, 2. 5-6. Cf. ISTER,
Fragm., 40; PLUTARCO, Mora/ia, 352 A. 9-11. Cf. LEÓN EL FILÓSOFO,
Fragm., 659 T 7. 11-12. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec., 41. 12-14. Cf.
ARISTIPO, Fragm., 317 F 1. 14-16. Cf. ARISTEAS DE ARGOS, Fragm., 1
M. 16-20. Cf. NrNFóDORO, Fragm., 20 M. 23. HOMERO, Od., XI, 580.

ev:a1tO'tí8ecr8mPotter.
18. a1to'tdl1iicr8m
I•
Stromata I, 106,1-107,1 297

106.1. Cadmo, el padre de Sémele 46 , llega a Tebas en tiem-


po de Linceo 47 y es el inventor de las letras griegas; Trio,Pas48
es contemporáneo de Isis, siete generaciones a partir de Inaco
(Isis es llamada también lo, porque estuvo errante por toda la
tierra 49 ) y se dice que era hija de Prometeo, conforme al [libro]
50
de la Colonización de los Egipcios de ~ • 2. Prometeo, que

vivió bajo Triopas, es posterior a Moisés en siete generaciones,


de suerte que se demuestra también que Moisés tiene su apo-
geo antes de la creación de los hombres conocida por los grie-
gos. 3.. L~º-º--~1
, que trató sobre Los dioses egipcios, dice que Isis

es llamada Deméter entre los griegos, y que nace, en tiempos


de Linceo, once generaciones después de Moisés. 4. Apis, rey
de Argos, construye Menfis, como afirma Aristi.Q.Qen el [libro]
primero de La Arcadia 52 • 5. Aristeas de Arg_Qsdice que aquél
fue apellidado Sarapis y que es venerado por los egipcios 53 •
6. Por su parte, Ninfodoro d~_Anfíp_olis54, en el [libro] tercero
sobre Las costumbres de Asia, afirma que habiendo muerto el
toro Apis 55 , embalsamado en un ataúd, fue depositado en una
urna dentro del templo de la divinidad que se adoraba [enton-
ces], y que desde aquel momento fue llamado Soroapis, y más
tarde se le llamó Sarapis por una costumbre del país. Ahora /
bien, Apis es el tercer sucesor de Ínaco 56 •
107.1. También Leto nace bajo Titio,
porque éste maltrató a Leto, gloriosa esposa de Zeus 57;

46. Amada y muerta por Zeus, dio a luz a Dioniso.


47. Para este personaje mitológico, cf. Strom., I, 79, 4.
48. Nombre de un héroe mítico de origen muy incierto; se le atribuía la
fundación de la ciudad de Cnido en la Caria.
49. Aquí hay que suponer una fuente estoica: U. TREU, Etymologie, p. 194,
nota 5.
50. Cf. ISTER, Fragm., 334 F 43.
51. Cf. LEóN EL FILOSOFO,Fragm., 659 T 7. Este historiador nació en
Pela alrededor del siglo 111 a. de C.
52. Cf. ARISTIPODE ARCADIA,Fragm., 317 F 1.
53. Cf. ARISTEASDE ARGOS,Fragm., 1 M. Apis, hijo de Foroneo (cf. APo-
LODORO,Bibl., I, 7, 6 y 11, 1, 1) y rey del Peloponeso, fue divinizado y ado-
rado con el nombre de Sarapis. En Protr., 48, 1-4, Clemente transmite una
tradición de esta divinización pagana.
54. Cf. NINFODORO DE ANFÍPOLIS,Fragm., 20 M.
55. Sobre la divinidad curadora, cf. A. LóPEZ-PEGO, El tercer Apis, pp.
310-314.
56. Conforme a la sucesión de los reyes de Argos propuesta por Pausanias.
57. HOMERO, Od., XI, 580.
298 l:-tpc.óµcmx I, 21

Tt'tUO<;fü: O''UVEXPÓVtO'EV TCX.V't<lA<{).2. EiKÓ'tm<;a.pa. lCCX.tó


Botómo<; Ilívoa.po<; 'YP<Xq>Et. iv xpóvcp Deyive-r' 'A.1rÓMOJV,
lCCX.toúoev Oa.uµa.cr-cóv,07t0'U 'YE lCCX.t 'Aoµfi-ccp ~'tEÚCOV
EÚpÍO'KE'ta.t cruv KCX.t 'Hpa.tlci µéyav ei~ iviav-róv. 3. Z110o<;
5 OE lCCX.t 'Aµq>Ícovoí µoucrttj<; EÚpE'tCX.t 7tEpt 't'flV Káoµou
yqóva.crtv TlAtKÍCX.V. 4. Kav 'tt<;11µ'ivMm <l>T\µOVÓT\V 7tpCÓ'tT\V
XPT\O"µcpo11crm 'AKptcrícp,a.AA' tO''tCO'YEO'tt µE't(l <l>T\µoVÓT\V 833PG
e-cEcrtvÜcr-cEpovEtKOO'tÉ1t'ta.oí 1tEpt 'Opq,fo Ka.t Moucra.'iov
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LÓACOV, lCCX.t
oí f:7t't(lO'Oq>OÍ,o'í 'tE aµq>t 'tOVI:úpwv <l>EpElCÚOT\V
lCCX.t
nu0a.yópa.v 'tOVµÉya.v lCCX'tCO 7t0'U7tEpt 'tCX.<;
oAuµmáOa.<;
yEvÓµEVOt, ro<; 7tCX.pEO''tTJO'CX.µEV. 6. Ka.t 0EOOVa.pa. 'tOOV
15 1tAEÍO"-ccov 1ta.p' "EAAT\O'tV, oú µóvov -cfuvAEyoµÉvcovcroq,fuv
'tE Ka.t 1tOtT\'tOOV,ó McouO'll<; f¡µ'iv a1toOÉOEt1C'ta.t1tprn~Ú'tEpo<;.
108.1. Ka.t oün 'YEµóvo<; OiHO<;,a.AA.a.Ka.t 11I:í~uUa.
'Opq>Éco<;1ta.Amo-cÉpa.· AÉyov-cmya.p KCX.t
1tEpt 'tll<;e1tcovuµÍa.<;
CX.Ú'tll<;
lCCX.t7tEpt 'tOOVXPT\O"µrov'tOOV1C<X.'tCX.7tEq>T\µtcrµÉvcov
20 EKEÍVT\<;dvm AÓyot1tAEÍou<;,<l>puyía.v'tE oi>cra.vKEKA110'0a.t
"Apu:µtv KCX.t -ca.Ú'tT\V1ta.pa.yEvoµÉVT\V
d<; dEAq>ou<; ~crm ·

2. PíNDARO, Fragm., 33b. 3. Cf. Protr.~ 35, 1. 4. PLUTARCO, Mora-


lia, 761 E; cf. PANIASIS, Heracleia, frag., 16; TACIANO, Orat. ad Graec.,
21. 6-7. Cf. ESTRABÓN, Chrest., IX, 3, 5; PAUSANIAS, Grae. descr., X,
5, 7; PROCLO, Chrest., 96. 14. Cf. Strom., I, 59-65.20-21. Cf. Strom.,
V, 37, 1.

2. OE yÉvet': o' eyEvt' Snell. 8. ElKO<Jl É7ttCl: ElKO<JlE7ttClPotter.


14. yEvÓµEvot: yEvoµÉvou<; Potter. 18. A.Éyovi:m: A.ÉyEtat Potter.
Stromata I, 107,1-108,1 299

y 1itio fue contemporáneo de Tántalo 58 • 2. Por eso l_)fudarode Boe-


cia escribe: En ese tiempo nació Apolo 59, y nada hay de extraño,
pues se manifiesta como criado de Admeto 60 y de Heracles durante
un año largo 61• 3. Zeto y Anfión 62, inventores de la música, son de
la época de Cadmo. 4. Y si alguien nos dijera que Femónoe 63 fue
la primera que vaticinó en Acrisis, conviene saber que veintisiete
años después de Femónoe vinieron Orfeo, Museo y Lino 64, el maes-
tro de Heracles. 5. Homero y Hesíodo son más jóvenes que los
troyanos, tras los cuales todavía son más jóvenes los legisladores
griegos: Licurgo, Solón y los Siete Sabios, juntamente con Fereci-
des de Siria y el gran Pitágoras, que nacieron poco más tarde de
las [primeras] Olimpíadas, como hemos indicado 65• 6. Hemos pro-
bado, pues, que Moisés es más antiguo que la mayoría de los dio-
ses griegos, y no sólo de los sabios y poetas mencionados.
108.1. Y no es el único, sino que también la Sibila es más
antigua que Orfeo. Se dice que existen muchas explicaciones
acerca del origen de su nombre y de los oráculos que se le atri-
buyen: que era frigia, que era llamada Artemis 66 , y que llegan-
do a Delfos vaticinó:

58. Leto, madr~ de Apolo y de Artemis, que fueron engendrados por Zeus,
pertenece a la primera generación de los dioses. Según los mitógrafos, Titio
era un gigante nacido en Eubea, que al intentar hacer violencia a Artemis fue
muerto por las flechas de ésta. Finalmente, Tántalo es conocido en la mito-
logía por haber sido castigado al infierno con una sed devoradora al revelar
los secretos a él confiados por Zeus; colocado en medio de un lago, cada vez
que acercaba sus labios al agua, ésta se retiraba y así no podía mojarlos nunca.
59. PíNDARO,Fragm., 33b. Sobre los diversos personajes con el nombre de
Apolo, cf. Protr., 28, 3.
60. Admeto fue rey de Feres, en la Tesalia. Pretendiendo casarse con Al-
cestis, hija de Pelias, lo consiguió gracias al favor del dios (cf. APOLODORO,
Bibl., I, 8, 2).
61. PLUTARCO,Mora/ia, 761 E.
62. Zeto y Anfión, hijos de Zeus y Antíope, eran hermanos gemelos, que
fundaron y fortificaron la ciudad de Tebas (cf. HOMERO, Od., XI, 260; APo-
LONIO DE RODAS,Arg., I, 735-741; Protr., 1, 1; etc.). Para más detalles sobre
estos nombres, cf. Ttt. HALTON, Clement's Lyre, p. 178, nota 3.
63. Es una hija de Apolo y la ¡,rimera Pitia del dios en Delfos; inventó el
hexámetro para anunciar sus profecías y algunos autores le atribuyen la fa-
mosa máxima délfica: «conócete a ti mismo».
64. Sobre estos nombres legendarios, cf. Strom., I, 59, 1. A Museo se le
atribuía la introducción en el Atica de los misterios eleusianos.
65. Cf. Strom., I, 59-65. También hemos indicado el año 776 a. de C. para
las primeras Olimpíadas. Aquí el error de Clemente es de unos 200 años,
puesto que Ferecides no debió de nacer antes del 584.
66. Cf. Strom., V, 37, 1, donde se da una explicación de este nombre griego.
300 L'tpÓ>µa-taI, 21

2. ,..QL1eÁq>oÍ,
0epá1rov'm; bcr7/3ÓAOv'A1rÓMmvo~,
17,1,0ov L1lO~vóov aírióxow,
tyro XPT1<10V<Ja
1CeXOMJµÉV'1'/
aVWKa<Jl'YVTl'l'l)) 'A1rÓMmVl.

3. "Ean fü: ica.t aA.Afl 'Errn0pa.ía. 'HpocpÍA.fl


5 ica.A.ouµévri
· µÉµvritm tOÚtrov 'Hpa.KA.dorii;Ó Ilovwcoi; EV
'E& fü:tllV Aiymttíav ica.ttllV 'lta.A.ftv,
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11to EV 'Pcóµn Ká.pµa.A.ovq>1Cfl<J€V, ~i; uíoi; Eüa.vopoi; ó to 70 m se
GCS
EV ·~roµn tOU Ilavoi; íepov to Aou1tÉp1Ct0V lCCX.A.oÚµevov
ictfoa.i;.
10 109.1. "A~wv Oll evta.u0a. yevoµÉvoui; 0tepeuv11am
ica.t t&v aA.A.rovt&v µeta. MCO<Jfo1ta.pa. toti; 'E~pa.ími;
1tpocprit&vwui; xpóvoui;.
2. Meta. tllV Mrouaéroi;tOU ~íou t€A.€UtllVOta.oéxetm
tllV Tl'YEµovía.v tOU A.a.OU'Iriaoui; 1toA.eµ&vµev E'tfl ~€', EV
15 oe t'ñ r'ñt'ñ a.ya.S'ñ&A.A.a
1tÉvte ica.t eticom a.va.1ta.uaá.µevoi;.
3. 'Qi; OE to ~l~A.ÍOVtOU 'Iriaou 1t€ptÉX€l,füeoé~ato tOV 836PG
Mrouafo ó 1tpoe1priµévoi;CX.Vll p E'tfl ic~'. 4. "E1te1ta áµa.p-
tóvtei; oí 'E~pa.t01 1ta.pa.oíoovtm Xouaa.xa.p ~a.mAEt
Mmo1tota.µím; Et€<JlVOlCtcÍ>, coi;Tl t&v Kptt&v Í<Jtüp€t ~í-
20 ~A.o<;.5. oeri0évt€<; OE Ü<Jt€pOVtOU 0eou A.a.µ~á.voumv
ityeµóva. ro0ovtllA. tov a.OeA.cpov wu Xa.U~ tov vecÍ>tepov
ElCcpUA.11<; 'Ioúoa., oi; CX.1t01CtEÍva.i;
tOV tll<; Mmo1tota.µía.i;

1-3. Cf. HESIQUIO, s. v., LÍl3uUa. 5-6. Cf. HERÁCLIDES DEL PONTO,
Fragm., 130. 7-9. Cf. TITO Lrvro, Hist., I, 5, 1-2; VIRGrüo, Aen., VIII,
343; etc. 15. Cf. Ex. 20, 12; Dt. 31, 7; 34, 9. 17-20. Cf. Je. 3, 8.
21. Cf. Je. 3, 9. 22. Cf. Nm. 13, 7. //. Cf. Je. 3, 10.

14. ~e': tex. corrup. Stahlin; e' Clinton.


Stromata I, 108,2-109,6 301

2. Oh délficos, adoradores todos del flechador Apolo,


yo he venido para vaticinar el pensamiento de Zeus,
portador de égida,
encolerizada contra mi hermano Apolo.
3. Existe también otra [Sibila] en Eritrea llamada Herófi-
la 67 • Heráclides del Ponto la menciona en el Sobre los orácu-
los68. Paso por alto la [Sibila] egipcia y la itálica, que vivió en
la [Puerta] Carmental de Roma 69 , de quien era hijo Evandro,
quien fundó en Roma el templo dedicado a Pan, llamado Lu-
percio 70.
109.1. Llegados a este punto, vale la pena examinar aten-
tamente la cronología de los otros profetas hebreos posteriores
a Moisés.
2. Después de la muerte de Moisés, Josué recibe la jefa-
tura del pueblo, haciendo la guerra durante 65 años 71 y per-
manece descansando otros veinticinco en la tierra buena. 3. Como
dice el libro de Josué, este jefe sucedió a Moisés durante 27
años 72 • 4. Después pecaron los hebreos y fueron entregados a
Cusán, rey de Mesopotamia, durante ocho años, como refiere
el libro de los ]ueces 73 • 5. Más tarde, al implorar a Dios, reci-
ben como jefe a Gotoniel, hermano menor de Caleb, de la tribu
de Judá, quien, muerto el rey de Mesopotamia, gobernó al pue-
blo durante cincuenta años 74 • 6. Y pecando [los hebreos] nue-

67. Es la segunda Sibila en orden cronológico. Sus primeros oráculos ver-


saron sobre la destrucción de Troya (cf. PAUSANIAS, Grae. descr., X, 12, 1-2).
68. Cf. HERACLIDESDEL PONTO, Fragm., 130.
69. Clemente se refiere a la ninfa Telpusa, que en Roma recibía culto con
el nombre de Carmenta, que dio nomb~ a la puerta emplazada al pie del Ca-
pitolio.
70. El poeta Virgilio (Eneida, VIII, 343) dice que el rey Evandro institu-
yó las fiestas Lupercales en honor de dicho rey, y pasaba por fundador de
una colonia de arcadios en Italia, el pueblo que se levantó sobre el Palatino,
antes de la fundación de Roma por Rómulo.
71. El texto bíblico Oos. 14, 7-12) menciona 45 años.
72. Se trata de un error del Alejandrino o de la fuente por él utilizada; el
dato facilitado no se encuentra en el libro de Josué. Algunas fuentes rabíni-
cas hablan de esos veintisiete años, y de ellas deriva la noticia de algunos cro-
nistas y de san Agustín (De civ. Dei, 18, 11); SULPICIOSEVERO,Crónica, I,
23, 8; etc.
73. Cf. Je. 3, 8. También se menciona a Cusán como rey de Siria en Je.
3, 10.
74. La cifra de los años transmitida por Clemente no coincide con la se-
ñalada por el libro inspirado Oc. 3, 11), que indica cuarenta.
302 I:-cp<Í>µai:aI, 21

f3aotAfo. ~PSE -rou Aaou EtEO"tvEq>ESTt<;v '. 6. Kat náAtv


áµaptóvte<; napeoó0,ioav AiyAmµf3aotAÓ Mroaf31trovetemv
01Ct001CaÍOE1Ca, fü: autrov at>0t<; ll'Y'lO"atO
E1tlO"tpE'lf<XVtOOV
autrov 'Acoo EtEO"lV<'>r<>01í1Covta,
<lVT}paµq>otEpo<>ÉSto<; ElC
5 q>uAr¡<;
'Eq>p<i{µ
· oi>tÓ<;fonv ó aveAmv tov AiyA<Óµ.
110.1. TEAEUTIÍO"avto<; fü: 'Aoo áµapTIÍO"aVtE<;at>0t<;
napeoó0,ioav f3aotAE'i Xavaav 'Iaf3e1.µ etemv EtKoot· E1tt
toÚtou 1tpoq>11tEÚEt Aef3f3<ópayuvl} Aaf31oco0 ElC q>UA-11<;
'Eq>p<iiµ,Kat ~V ªPXlEpEU<;'()stou<; ó tOU 'Pu1oou. 2. Ata
10 taÚTI1<;ll'Y'lO"<XµEVo<;
tll<; O"tpatta.<;BapaK Ó tOU BEVVT}p ElC
q>UA-11<;Neq>0altµ 1tapatasáµevo<; Ltoáp~ t(J) <lPXtO"tpaTIÍ'Y'!)
tou 'Iaf3úµ EVÍlCTIO"E, Kat ~PSEV evteu0ev tou Aaou
<>taKpÍvouoa 11Aef3f3cópaEt'TlteooapáKovta. 3. TEAEUTil-
oácrr¡<;oe ai>t11<;áµaptcov at>0t<;ó A.a.o<;napafüootm Ma-
15 für1vaÍOt<; Et'Tl É:1ttá. 4. 'E1tt toÚtot<; feoecov EK q>UA-11<;
Mavao<JTló tou 'l(l)(X<; tpta.KooÍOu<;e1eotpateúoa<; Kat <>CÓ<>e-132se
Ka µuptá<>a<;autrov <l1tOAÉO"a<; ~PSEVEt'TltEO"O"apáKovta,µe0' 71 GCS
ov ó uÍo<; auto\> 'Af31µéAExEt'Tltpía. 5. Ata<>ÉXEtattOUtOV
BroA.Ea.<;uÍo<;BT}<>a.v uíou Xappav ElCq>UA-11<; 'Eq>patµ a.psa<;
20 Et'Tltpía 1tpo<;to'i<;EllCOOl. Me0' ov esaµaptcov 1t<lAlVó A.a.O<;
EtEO"tv Ó1Ctro1CaÍOE1Ca 'AµµavÍtm<; napafü<>otm.
111.1. MetaVOT}O"<XVtOOV <>Eautrov ll'YEltat '1Eq>0aeó
faAaa<>Ít'Tl<;EKq>UA-11<;
Mavao<JTl 1ea1.~psev Etll ES, µe0' ov
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25 'Ef3pcovÓ Zaf3ouAOOVttT}<; Et'TlOlCtCÓ,E1tEtta 'EyA.roµ'Eq>patµ
EtT}OlCtCÓ."Evtol ()E to'i<; tOU 'Af3at0av EtEO"lVÉ:1tt<X O"UV-
á1ttOUO"lt<X'Ef3pcovOlCtCOEtT}.2. Kat µeta tOUtOVesaµaptcov
1t<lAlVó A.a.O<;
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tEO"O"apálCOVta. 'EmotpE'lf<lVtOOV ()E autrov raµ'lfCOVll'YEltat
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OlÉKplVE tOV A.aov 'HAt ó ÍEpEU<;tEO"O"apáKovta EtT}.

l. Cf. Je. 3, 11. 2-3. Cf. Je. 3, 12-14. 4. Cf. Je. 3, 15-30. 5. Cf. Je.
3, 15. //. Cf. Je. 3, 21. 7. Cf. Je. 4, 1-3. 8. Cf. Je. 4, 4. 9. Cf. Je. 4,
5. 11. Cf. 2 R. 15, l. 11. Cf. Je. 4, 6. //. Cf. Je. 4, 7. 13. Cf. Je. 5, 31.
14-15. Cf. Je. 6, l. 16. Cf. Je. 6, 15. //. Cf. Je. 6, 11. 16-17. Cf. Je. 7,
7; 8, 10. 17. Cf. Je. 8, 28. 18. Cf. Je. 9, l. //. Cf. Je. 9, 22. 18-20. Cf.
Je. 10, 1.2. 20-21. Cf. Je. 10, 8. 23. Cf. Je. 11, l. //. Cf. Je. 12, 7.
24. Cf. Je. 12, 9. 25. Cf. Je. 12, 11. 26-27. Cf. Ibídem. 28-29. Cf. Je.
13, l. 29-30. Cf. Je. 15 y 16 31. Cf. Je. 15, 20. 32. Cf. 1 S. 4, 18.

18. 'A~tµO ..ex: 'AxtµÉAEX Potter. 27. 01Ctoo:µ' Potter.


Stromata I, 109,6-111,3 303

vamente, fueron entregados a Eglón, rey de los moabitas, du-


rante dieciocho años; pero una vez arrepentidos, son goberna-
dos durante ochenta años por Aod, hombre ambidextro, de la
tribu de Efraim 75 • Es el mismo que mató a Eglón.
110.1. Muerto Aod y habiendo pecado [los hebreos] nue-
vamente fueron entregados a Yabín, rey de Canán, durante vein-
te años. En este tiempo profetiza Débora, esposa de Labidot,
de la tribu de Efraim; y era sumo sacerdote Ozías, hijo de Riesú.
2. Gracias a esa mujer, Barac, hijo de Benner, de la tribu de
Neftalí, asumió el mando del ejército combatiendo contra Sísa-
ra, general de Yabín, y lo venció; desde entonces Débora go-
bernó al pueblo como juez durante cuarenta años. 3. Muerta
ésta y pecando nuevamente, el pueblo es entregado a los ma-
dianitas durante siete años. 4. Gedeón, de la tribu de Manasés,
hijo de Joás, lanzó sobre ellos trescientos guerreros y mató a
ciento veinte mil de aquellos [madianitas] y gobernó durante
cuarenta años, y después de él su hijo Abimélec [gobernó] du-
rante tres años. 5. Le sucede Boleas, hijo de Beda, hijo de Ca-
rrán, de la tribu de Efraím, y les gobernó durante veintitrés
años 76 • Después de éste, pecando nuevamente, el pueblo es en-
tregado a los ammonitas durante dieciocho años.
111.1. Después que los hebreos se convirtieron, Jefté el ga-
laadita, de la tribu de Manasés, reinó durante seis años; después
de él, Abesán de Belén, de la tribu de Judá, [reinó] durante siete
años. Más tarde Ebrón, hijo de Zabulón [reinó] durante ocho
años 77 • Luego Eglón Efraim, otros ocho años. No obstante, al-
gunos suman los ocho años de Ebrón con los siete de Aba-
thán 78. 2. Después de éste, el pueblo, pecando nuevamente, cayó
bajo la dominación de los filisteos durante cuarenta años. Y
cuando se convirtieron surge Sansón, de la tribu de Dan, que
venció en la batalla a los extranjeros. El mismo gobernó du-
rante veinte años. 3. A continuación de éste sobrevino la anar-
quía, y el sacerdote Helí hace de juez del pueblo durante cua-

75. La Biblia afirma que era de la tribu de Benjamín.


76. Los nombres del texto bíblico no coinciden con los propuestos por el
Alejandrino.
77. Según Je. 12, 11, Elón, que puede ser el Ebrón de nuestro autor, juzgó
a Israel durante diez años.
78. El texto bíblico sólo habla de Adbón Qc. 12, 13-15), de ahí la iden-
tificación de algunos historiadores entre Eglón y Abathán.
304 L'tpCÓµaw; 1, 21

4. Touwv fü: cha.óÉXE'tat ra.µour¡A ó npOq>TJ'tTJ<;, <JUVot<;


ra.ouA éf3a.crÍAEU<JEV,
E'CTJ
E'í1<:omÉn'ta. 1<:ma.crxcóv.
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'COVAa.f3t6 EXPl<JEV.
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112.1. 'E 'CEAEÚ'ta. wu
5 ra.ouA É1tt ªPXtEpÉro<; 'Af31µÉAEX-Otw<; 'COVra.ouA Ei<;
f3a.mAÉa.EXPl<JEV' O<;np&w<; ef3a.crÍAEU<JEV Ént 'fopa.r¡A µE'C(l
'tOU<;Kpmi<;, ©V ó 1tfo; apt0µo<; Í::ro<; 'tOU ra.µour¡A yÍVE'C<X.l
E'CTJ 'CE'tpa.1<:Óma.É~TJKOV'ta.'CpÍa.µr\vE<;Én'tá.. 2. "EnEt'Ca.cha.
'tr\<;npÓ>'CTJ<;f3íf3AOu'trov Ba.mAEtrov wu ra.ouA E'tTJEtKom,
10 ÉnEt ava.Kmvm0d<; éf3a.crÍAEU<JE. 3. ME'CClfü: 'CTIV 'CEAEU'CTIV
L<X.OUA f3a.mAEÚEtAa.f3t6 'CO óEÚ'CEpovÉv XEf3prov ó 'tOU
'IEcrcra.1.
EK q>UAr\<; ro<;nEptÉXElri
'Ioú6a. E'tTJ'CE<J<Ja.pá.KOV'C<X.,
óEU'tÉpa.'COOV Ba.mAEtrov,Ka.t ~v ªPXtEpEu<;'Af31á.8a.pó wu
'Af31µÉAEX ÉK cruyyEvEÍa.<;'H)..í, npoq>TJ'CEÚoum fü: f a.6 1<:a.t
15 Ná.0a.v en'
a.uwu. 4. rívov'tm oi>v a.no
'IT)crouwu Na.ur\
Í::ro<;na.pÉAa.f3E'CTIVf3a.mAEÍa.vAa.f3í6, ro<; µÉv 'ClVE<;,frr1
'CE'Cp<X.KÓ<Jl<X. ro<;fü: TJnpOKEtµÉVT)
nEV'CTJKOV'C<X., óEÍKVU<Jl XPO-
voypa.q>Ía.,cruvá.yov'tm E'tTJ1tEV'ta.1<:Óma. EtKom 'tpÍa. µr\vE<;
Én'ta. Ei<;'CTIV 'tOUAa.f31.6'CEAEU'CTJV.
20 113.1. Ka.t µE'CCl'C<X.U'C<X. éf3a.crÍAEU<JE LOAoµrov UÍO<;133se
Aa.f3t6E'CT) 'CE<Jcra.pá1<:ovm. AmµÉvn Ént wúwu Ná0a.v npo- 72GCS
<pT)'CEÚrov,o<;K<X.t na.pEKClAEl <X.U'COV nEpt 'tr\<;'tOUva.ou oi K'.0-
óoµr\<;· óµoíro<;1<:a.1.'Axía.<;ÉK LTJAOOµ npocpTJ'CEÚEt, ~cra.v 6e
o
1<:a.toí f3amAci<;ciµcpro, 'CEAa.f316 'CELoAOµÓ>v,o npocpr\'tm.
25 2. L<X.ÓO)K'.
ÓEÓ ªPXlEpEU<;npmo<; Év 'Cq>va.é¡':>, ov q>KoóÓµT)<JE
LOAoµÓ>v,ÍEpCl'CEU<JEV, oy6oo<; rov ano
'Aa.prov 'COU1tpÓ>'Cou
ªPXlEpÉro<;.3. rívov'tm Oi>V ano
MroucrÉro<; Ént 'CTIV LOAoµ&-
VO<;T]AtKÍa.v,ro<;µÉv nvÉ<;cpa.mv,E'CT) 7tEV'C<X.KÓ<Jla.
EVEVTJKOV'C<X.
név'CE,ro<;6e faepm, nEv'Ca.Kócrméf36oµfi1<:ov'Ca. 1::~.4. Ei 6€ s4oPe
30 n<; 'tOt<; ano
'IT)<JOU µÉxpt Aa.f31.6'CE'Cp<X.KO<JÍOt<; nEV'CTJKOV'C<X.
E'CE<Jl <JUYK:ma.pt0µf¡crm 'ta. 'tr\<;MroucrÉro<; <J'tpmT)yÍO.<; 'tE<;-
cra.pá1<:ov'ta.Ka.t 'Ca.aAAa. 'Ca.oyóor¡KOV'C<X. E'CT), YEYÓVEt a ó
Mrou<Jr\<; 7tp0 'tOU'CTIV E~OÓOV 'tOt<;'Ef3pa.ÍOt<; ano
Aiyúnwu
yEyovÉvm, npocr0EÍTJ'CEwúwt<; 'ta. 'tr\<;f3a.mAEÍa.<; 'tr\<;Aa.f316
35 'CE<J<Ja.pá.KOV'C<X.
E'CTJ,
<JUVCl~El E'CT)'Ca.ná.v'Ca.É~a.K:Ó<Jta. óÉKa..

2-3. Cf. 1 S. 16, 13. 5. Cf. 1 S. 21, 2. 5-6. Cf. 1 S. 10, 1. 6-7. Cf. 1 S. 10,
24s. 9-10. Cf. 1 S. 11, 15; cf. FLAVIO JosEFO, Ant. rom., VI, 14, 9. 11-12. Cf. 1
R. 2, 11. 12-13. Cf. 2 S. 2, 1. 13. Cf. 2 S. 20, 25. 13-14. Cf. 1 R. 2, 27.
14-15. Cf. 1 S. 22, 5; 2 S. 12, 1. 15-17. Cf. Hch. 13, 20. 20-21. Cf. 1 R. 14, 42; 2
Cro. 9, 30. 26-27. Cf. 2 S. 8, 17; 1 R. 2, 35; 4, 4; TACIANO, Orat. ad Graec., 37.

10. EltEl avaKmvu:rtld<;: emavaKmvtcr0Ét<;Potter.


~
Stromata I, 111,3-113,4 305

11 renta años. 4. Le sucede el profeta Samuel quien les gobernó,


juntamente con Saúl, durante veintisiete años. Él mismo ungió
l también a David.
112.1. Samuel murió dos años antes que Saúl, siendo sumo
sacerdote Abimélec. Aquél ungió rey a Saúl, que fue el primero
que reinó en Israel después de los Jueces, siendo el período total
hasta Samuel de cuatrocientos sesenta y tres años y siete meses.
2. Después, conforme el primer libro de Los Reyes, Saúl reinó
veinte años, una vez que se le restableció como rey 79 • 3. Después
de la muerte de Saúl, David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá,
establece el segundo reino en Jebrón durante cuarenta años, como
describe el [libro] // de los Reyes 80 ; era sumo sacerdote Abiatar,
hijo de Abimélec, de la familia de Helí; Gad y Natán profetiza-
ron bajo su mandato. 4. Así, pues, desde Josué, hijo de Navé,
hasta el reinado de David, según algunos 81, hay cuatrocientos cin-
cuenta años; pero según la cronología expuesta, se cuentan qui-
nientos veintitrés años y siete meses hasta la muerte de David.
113.1. Después reinó Salomón, hijo de David, durante cua-
renta años. Bajo su [mandato], Natán continúa profetizando y
le anima a construir el templo. Igualmente Ajías de Siló tam-
bién profetiza 82 , al igual que los dos reyes, David y Salomón,
eran profetas. 2. Sadoc fue el primer sumo sacerdote que ofre-
ció sacrificios en el templo que construyó Salomón, siendo el
octavo sumo sacerdote desde Aarón, que fue el primero.
3. Ahora bien, el tiempo que hay desde Moisés hasta Salomón,
como afirman algunos, es de quinientos noventa y cinco años;
para otros, en cambio, es de quinientos setenta y seis. 4. Si se
añaden a los cuatrocientos cincuenta desde Josué hasta David
los cuarenta del mandato de Moisés y los otros ochenta años
que Moisés tenía antes de realizar la salida de los hebreos de
Egipto, y se añaden a esos los cuarenta años del reinado de
David, suman en total seiscientos diez años.

79. Cf. 1 S. 11, 15.


80. Cf. 2 S. 2, 1.
81. Cf. Hch. 13, 20.
82. Ajías era originario de Siló, santuario situado al norte del mar Muer-
to y que conservó su influencia incluso después de su desaparición. Median-
te una acción simbólica predice a Jeroboam que reinará sobre las diez tribus
del norte (1 R. 11, 29-39). Según 2 Cro. 9, 29, su profecía es una fuente de
la historia del reino de Salomón.
306 ltpÓJµcmx I, 21

114.1. 'Ax:p1pfou:pov fü: r¡ x:a.0' r¡µfo; XPOvoypa.<pÍa.


1tpórn:nv' Ei 'tOl~ 7tEV'tO.KOO'Íol~ EtKOO'lKa.t 'tplO'l Ka.t µr¡crtv
É1t't(l µÉxp1 'tll~ ~a.Pio 'tEA.EU'tÍl~ 7tpocr0dr¡ 'tl~ 't(l 'tE 'tOU
MroucrÉro~Éx:mov et'.x:00-1ihr¡ 'tÓ. 'tE wu I:oMµ&vo~ 'tE~-
5 cra.pÓ.KOV'ta. · cruvá.sn yap 't(X 7tÓ.V'ta.E7tl 't'flV LOMµ&vo~
'tEA.EU't'flVE'tr¡ ÉSO.KÓO'la. oyOO,ÍKOV'ta.'tpía. µ11va.~ É1t't(l.
2. Etpa.µo~ 't'flV Éa.uwu 0uya.'tÉpa. LOA.oµ&v1OÍOOOO'l x:a.0'
oü~ xpóvou~ µe'tcx't'flVTpoía.~ a.A.ffi0'1v MevEA-Ó.q> d~ <l>o1víx:r¡v
cicp1s1~,00C. q>r¡cr1MÉva.vopo~ Ó Ilepya.µr¡vo~ KO.lAa.t'tO~ EV
10 'tOt~ <l>otVlKlKOt~. 3. ME't(l fü: LOA.oµ&va.pa.O"lA.EÚEl 'PoPocxµ
uio~ O.U'tOUE'tr¡ É1t'ta.Ka.ÍOEKO., KO.l~V á.px1EpEU~'AP1µÉA-EX
ó 'tou I:a.ocóx:.4. 'E1t1.wúwu µep1cr8dcrr¡~ 'tll~ pa.cr1A-EÍa.~
EV I:a.µa.pEÍ<;tPa.crtA.EÚEl'IEpopocxµ EK (j)UA.Íl~'Eq>pa.iµ ó
oouM~ I:oA.oµ&vo~,1tpoq>r¡'tEÚE1 fü: E'tl 'Axía.~ ó I:r¡A.roVÍ'tTI~
15 KO.l I:a.µa.ía.~ uio~ AtA.a.µt KO.l ó ES 'Ioúoa. <l7tEA.0rov E7tl
'lepopocxµ KO.l1tpoq>r¡'tEÚO'a.~ E7tl 'tOU0uO'lO.O''tr¡pÍOu.
115.1. ME'tCX'tOU'tOVPa.cr1A.EÚE1 'AP10uµ uio~ 0.U'tOU841PG
E'tTIEtKOO'l'tpÍa., KO.lóµoíro~ ó 'tOÚ'tOUuio~ "Acra.µa.'. Oi>'tO~
E7tl rfipro~ E1tooá.ypr¡O'E, 1tpoq>r¡'tEÚE1 fü: E1t' O.U'tOU'Iou uio~ 73 GCS
20 'Ava.víou. ME'tCX 'tOU'tOV Pa.cr1A-EÚE1'lffiO'O.(j)O.'t
uio~ O.U'tOU E'tr¡
x:e'· e1t1.wúwu 1tpoq>r¡'tEÚoucr1v 'HA.ía.~ ó 0rnPhri~ x:a.i 134se
M1xa.ía.~ uio~ 'IEPA-éiKO.l 'APoía.~ uio~ 'Ava.víou. 2. 'E1tt
oe M1xa.íou x:a.i'lfEU001tpocp,Í'tr¡~ ~v I:eoex:ía.~ó 'tou Xa.va.á.v.
3. "E1tE'ta.t'tOÚ'tOl~11Pa.cr1A.EÍa. 'lropcxµ 'tOU uiou 'Irocra.q>CX't
25 foi E'tr¡ OK'tCÓ, ecp' oi> 1tpocpr¡'tEÚE1 'HA.ía.~x:a.i µE'tcx 'HA.Ía.v
'EA-10'0'0.tO~ ó 'tOU I:a.q>Ó.'t.4. 'E1tt 'tOÚ'tOUoí EV I:a.µa.pEÍ<;t
KÓ1tpovE<¡>a.yov 7tEplO''tEptKO.l'tCX'tÉKVa.'tCXÉO.U'tOOV. ·o OE
xpóvo~ 'IOOO'a.cpcx't <l7t0'tO)VÚO''t(l't(OV 'tll~ 'tpÍ'tr¡~ 'tOOVBa.cr1-
A.ElOOV &xp1 'tll~ 'tE'tÓ.p'tr¡~E7tEK'tEÍVEl. 5. 'E1t1.OE'tOU 'Iropcxµ
30 <XVEA.,ícp0r¡µev 'HA.Ía.~,TÍPSa.'tOOE 1tpoq>r¡'tEÚE1V 'EA.tO"O'O.tO~
uio~ LO.(j)O.'tE'tTIES, rov h&v 'tEO'O'a.pÓ.KOV'tO.. Eha. 'Oxosía.~
epa.crÍA.EUO'EV E'tO~EV,E7tl'tOÚ'tOUE'tl 1tpocpr¡'tEÚEl 'EA.tO'O'O.tO~
KO.lO'UVO.U'tql,Apoa.orova.'io~.

7. Cf. 1 R. 5, 15; 11, l. 9. Cf. MENANDRO, Fragm., 3. 9-10. Cf. LAITOS, Fragm.,
784 F l. 10-11. Cf. 1 R. 14, 21. 13-14. Cf. 1 R. 11, 26. 14. Cf. 1 R. 11, 29; 14, 2.
14-16. Cf. 1 R. 12, 22; 13, lss. 17-18. Cf. 1 R. IS, 2. 18. Cf. 1 R. IS, 9s. 19. Cf. 1
R. IS, 23; 2 Cro. 16, 12. 19-20. Cf. 1 R. 16, !; 2 Cro. 19, 2. 20. Cf. 1 R. IS, 24; 22,
42. 21. Cf. 1 R. 17, 1; 2 Cro. 20, 31. 22. Cf. 1 R. 22, 8. //. Cf. 1 R. 18, 3; 2 Cro.
17, 7. 23. Cf. 1 R. 22, 24. 24-25. Cf. 2 R. 8, 16-17. 25-26. Cf. 1 R. 19, 16. 26-27. Cf.
2 R. 6, 24-29. 29-30. Cf. 2 R. 2, 11. 30-31. Cf. 1 R. 19, 16. 31-33. Cf. 2 R. 8, 25-26.

10. <l>OtVtl<tKOt~:<l>otVtKOt~Potter. 15. AiA.aµt: 'AµaµT] Potter. 16. '1Epo¡3oaµ:


'Po¡3oáµ Potter. 18. EtKocn ,:pía: EiKocrnpía Potter. //. "Acra µa': 'Acraµav Potter. '
21. KE': E' Potter. 23. Mtxaíou: Mrixaíou Potter. \
Stromata I, 114,1-115,5 307

114.1. No obstante, nuestra cronología progresa más rigu-


rosamente, si a los quinientos veintitrés años y siete meses hasta
la muerte de David, se añaden los ciento veinte años de Moi-
sés y los cuarenta de Salomón; la suma total hasta la muerte de
Salomón es de seiscientos ochenta y tres años y siete meses.
2. Jiram 83 entrega su hija [como esposa] a Salomón, cuando, des- )
pués de la batalla de Troya, tiene lugar la venida de Menelao a
Fenicia, como afirman Menandro de Pérgamo 84 y Laitos 85 en
La Historia de Fenicia. 3. Después de Salomón reina su hijo
Roboán durante diecisiete años, siendo sumo sacerdote Abimé-
lec, hijo de Sadoc. 4. A continuación de él, y dividido el reino,
gobernó en Samaría Jeroboán, de la tribu de Efraim, criado de
Salomón; y todavía profetizan Ajías de Siló, Semaya, hijo de
Elami, y el que viene de Judá hasta Jeroboán y que profetiza
junto al altar del sacrificio 86•
115.1. Después de éste, reina su hijo Abíam durante tres
años e igualmente el hijo de éste, Asa, durante 41 años. Al tiem-
po de su vejez estuvo enfermo de los pies; bajo su mandato pro-
fetiza Jehú, hijo de Ananías. Le sucede su hijo el rey Josafat du-
rante 25 años. En su tiempo profetizan Elías el tesbita, Miqueas,
hijo de Jeblas, y Abdías, hijo de Ananías. 2. Bajo Miqueas tam-
bién había un falso profeta: Sedecías de Canán. 3. Les sucede el
rey Joram, hijo de Josafat, durante ocho años; en ese tiempo pro-
fetiza Elías, y después de Elías, Eliseo hijo de Safat. 4. Bajo su
reinado, los [habitantes] de Samaria comieron excremento de pa-
loma e incluso sus descendientes. La época de Josafat está des-
crita al final del [libro] Tercero de los Reyes y al comienzo del
Cuarto 87 • 5. En tiempos de Joram, Elías fue arrebatado al cielo,
y comenzó a profetizar Eliseo, hijo de Safat, durante seis años y
teniendo él cuarenta. Luego reinó Ocozías durante un año y bajo
su mandato también profetiza Eliseo y con él Abdadonai.

83. Rey de Tiro, cuyo poder se afianzó en la Fenicia del siglo X a. de C.


Fue aliado de David y proporciona la madera de cedro y los artesanos nece-
sarios para la construcción del templo y Salomón le procura a cambio cerea-
les y aceite y le entrega veinte aldeas galileas {cf. 1 R. 9, 11-12).
. 84. Cf. MENANDRO, Fragm., 3.
85. Cf. LAITOS, Fragm., 784 F l.
86. Referencia al «hombre de Dios» mencionado en 1 R. 13, 1-34.
87. La división del Libro de los Reyes proviene de los LXX, los cuales,
además, al juntar Samuel y Reyes bajo un único título, hablan en este caso
de Tercero y Cuarto de los Reyes.
308 L'tpcÍ>µa:mI, 21

116.1. MEt<l tOUtOVTlµfi'tTJP·o~íou ro0oA.ÍCX ¡3mn-


A.EÚEtEtll OlCtCÓ, 1CCXtCX1CtEÍVCXO'CXta tÉlCVCX 'tOU (l()EA,(¡>OU
CXU'tll<;"
ElCyap tOU yévouc;~V 'Axcxá.¡3.'H ()E (l()EMpll'~íou
'Icoocxl3cxícx E~É!CA.E'lfE
tOV uiov '~íou 'Iroav lCCXltOÚtcp
5 1tEpté0,,1eEvÜo-tEpov t'JlV ¡3cxmA.EÍcxv. 2. 'Ent ti\<; ro0oA.ícxc;
tcxút,ic; E'tt ó 'EA.tO'O'CXto<;
1tpocp,itEÚEt, µe0' i,v l3cxo-tA.EÚEl, roe;
1tpod1tov' 'Iroac; ó 1tEplO'ro0Et<; Ú1to 'Iroo-cxl3cxícxc;
'tll<; 'lroOCXE
tou apx1EpÉroc; yuvm1eóc;,1ea.1.
ta ná.vtcxyívEtextE'tTJtEO'O'cxpá.-
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117.1. 'AnoOE tfuv TprotlCOOV E1tl 't'JlV'Oµf¡pou yÉVEO'tV
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1-3. Cf. 2 R. 11, 1-3. 4-5. Cf. 2 Cro. 22, 12. 6-7. Cf. Strom., I, 116,
l. 7-9. Cf. 2 Cro. 24, l. 14-15. Cf. FILÓCORO, Fragm., 54 A. 19. Cf.
APOLODORO, Fragm., 244 F 63. 22. Cf. EUTIMENES, Fragm., 243 F l.
25. Cf. ARQUÉMACO, Fragm., 424 F 3.

4. 'Iroav: 'Irofü; Potter. 6. 'Eltcrcrato<;: 'Eltcrato<; Potter. 9. 'Eltcrcraíou:


'Eltcraíou Potter. 26. 'Ehcrcraíou: 'Eltcraíou Potter.
Stromata I, 116,.1-117,5 309

116.1. Le sucede la madre de Ozías, Gotholía, que reina


durante ocho años, una vez que hubo asesinado a los descen-
dientes de su hermano. Ésta era de la familia de Acab. Pero la
hermana de Ozías, Josaba, sacó furtivamente a Joás, hijo de
Ozías, y más tarde le hizo rey. 2. Elíseo profetiza igualmente
en tiempos de la misma Gotholía; después de ella reina, como
se ha dicho anteriormente 88, Joás, salvado por Josaba, mujer del
sumo sacerdote Joda, y todo esto dura cuarenta años. 3. Así,
pues, desde la muerte de Salomón hasta la del profeta Elíseo,
según algunos, hay ciento cinco años, y según otros ciento dos
años 89; sin embargo, como lo demuestra la cronología expuesta
con anterioridad, desde el reinado de Salomón hay ciento ochen-
ta y un años.
117.1. Desde la guerra de Troya hasta el nacimiento de Ho-
mero, o sea, la col~mización de los jónicos, hay ciento ochenta
años, según Filocoro 90 • 2. Aristarco, en las Notas sobre los Ar-
quiloquios91, afirma que Homero vivió durante la colonización
jónica, que tuvo lugar_~iento cuarenta años después de la guerra
de Troya. 3. .Apolodoro 92 le coloca cien años después de la co-
lonización jónica, cuando Agesilao 93, hijo de Doriso, era rey de
los espartanos, de modo que Licurgo, el legislador, coincide con ¡
él cuando era joven. 4. Eutimenes 94 dice en su Cronología que
\
[Homero] floreció con Hesíodo, y que nace bajo [el reinado de] 1
\
Acasto en Quíos, alrededor de doscientos años después de la con-
quista de Troya. 5. De esta opinión goza también Arquémaco 95 1
en el libro 111 de la Historia de Eubea; para quien tanto Ho-
mero como Hesíodo serían más recientes que el profeta Elíseo. 1

88. Cf. Strom., I, 116, 1.


89. El recuento cronológico de la Biblia ofrece distintas variantes, por eso
Clemente señala diferentes resultados.
90. Cf. FILÓCORODE ATENAS,Fragm., 54 A. Célebre historiador que vivió
entre los siglos IV-III a. de C.
91. Cf. Aristarco es el famoso gramático y filólogo de la escuela de Ale-
jandría, discípulo de Estratón; cf. Strom., I, 62, 2.
92. Cf. APOLODORODE ATENAS,Fragm., 244 F 63. Sobre el personaje, cf.
Strom., 1, 105, 1.
93. Sexto monarca de la dinastía de los Agiades, bajo cuyo reinado, según
Pausanias, Licurgo dictó sus leyes. Apolodoro dice que reinó 44 años y murió
en el 886 a. de C.
94. Cf. EUTIMENES,Fragm., 243 F 1. Se trata de un desconocido historia-
dor que debió vivir alrededor del siglo II a. de C.
95. Cf. ARQUÉMACO,Fragm., 424 F 3. Historiador del siglo III a. de C.
310 l:tpcóµai:a I, 21

6. Küv enecr0aín<; l3ouA119ñtq> ypaµµatucq> Kpá.'tTJtlicat


Aéyn 1tept 'tllV 'Hpa&tfüov icá.0ooov"0µ11povyeyovévm µeta. 845PG
E'tTJ&yooiíicovta't'Íl<;'I)..íou á.A.c.ócmi><;, eúpe9iícretm 1tá.A.1vl:o-
A.Oµrovo<; µetayevfotepo<;, eq,' oil Tl MevEA.á.ouei<; ct>otvÍICTJV
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µeta. E'tTJnevtaicoom trov rnt 'IA.Íq> crtpmeucrá.vtcovyeyovévm
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10 lC<lt<lfÚ'YTJV <IUtOVtÍOTJmyeyovÉvm, O<;¡3amA.EÚetv fíp~<l'tO
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covoµá.cr0mtúpawov. 10. LCOCJÍl31o<; Oe ó Aáiccovev xpóvcov
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15 é~iíicovta tfocrapa, µe0' ov uío<; Níicavopo<;E'tTJtpl<XlCOVt(l
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118.1. Meta. Oe tov 'Icoa.v füaOÉXEtm 'tllV l3amA.eÍav
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'AµacrÍa<;Ó uío<;(l'\)tOUEtTJtptá.icovta E'.VVÉ<I,
óµoÍco<;Ó uío<; <IUtOUE'.7ttE'tTJ1teVt1Í1COVt(l
oúo, lC(llA.E1tprov 75 GCS
oilto<; heAeÚta · npoq>TJtEÚoumOe en' autou 'Aµ~ icat
'Hcra"ia<;Ó uío<; <IUtOUlC(ll 'íl<JTJEÓ 'tOUBETJptJC(lt'Icovii<;Ó 848PG

5. Cf. Strom., I, 114, 2. //. Cf. ERATÓSTENES, Fragm., 241 F 9; Ps.-


PLUTARCO, Vit. Hom., A 5. 7. Cf. TEOPOMPO, Fragm., 115 F 205;
Protr., 42, 2; Strom., I, 1, 2; 62, 2; 135, 1; VI, 19, 5; 21, 3. 9. Cf. Eu-
FORióN, Fragm., 1. 12. Cf. SOSIBIO, Fragm., 595 F 2; PLUTARCO, Lyc.,
1. 19-20. Cf. 2 R. 12, 22; 14, lss. 20-22. Cf. 2 R. 15, 1.5; 2 Cro. 26,
21. 22-312,2. Cf. 2 R. 14, 25.

9. 'AA.euao&v:'AAtá.orovPotter.
Stromata I, 117,6-118,1 311

6. Y si se prefiere seguir al gramat1co Crates % y decir que Ho-


mero nació alrededor del retorno de los Heráclidas, esto es, ochen-
ta años después de la toma de Troya, se encontrará de nuevo que
es aún posterior a Salomón, pues, como se ha indicado anterior-
mente 97, bajo su reinado tiene lugar la llegada de Menelao a Fe-
nicia. 7. Eratóstenes 98 sitúa la época de Homero cien años des-
pués de la conquista de Troya. 8. También Teopompo 99, en el
libro cuarenta y tres de Las Filípicas, relata que Homero nació
quinientos años después de la expedición militar contra Troya.
9. Euforión 100 en el [tratado] sobre Los Alevades estima que Ho-
mero nació en tiempos de Giges 101, quien comenzó a reinar en
la Olimpiada décimo octava, y dice que fue el primero en ser de-
nominado tirano. 10. Por otra parte, Sosibio de Laconia 102, en su '
Cronografía, sitúa a Homero en el año octavo del reinado de Ca-
rilo, hijo de Polidectes. Ahora bien, Carilo reinó sesenta y cua-
tro años y le sucede su hijo Nicandro durante treinta y nueve
años; y [Sosibio] afirma que la primera Olimpiada tuvo lugar el
año treinta y cuatro de aquél [reinado de Nicandro ]. Homero,
pues, es noventa años anterior a la fundación de las Olimpíadas 103•
118.1. Después de Joás hereda el reino su hijo Amasías
durante treinta y nueve años 104; a éste le sucede también su hijo
Ozías durante cincuenta y dos años, y murió de lepra. Bajo su
reinado profetizan Amós 105, Isaías su hijo, Oseas el hijo de Beeri,

96. Cf. Crates es el conocido gramático de Mallos, que vivió durante el


siglo II a. de C., fundador de la Biblioteca de Pérgamo y del que se conser-
va un fragmento en la Anthologia Graeca.
97. Cf. Strom., I, 114, 2.
98. Cf. ERATÓSTENES, Fragm., 241 F 9. Sobre el personaje, cf. Strom., I,
79, 3.
99. Cf. TEOPOMPO,Fragm., 115 F 205.
100. Cf. EUFORIÓN,Fragm., 1. Poeta y gramático nacido en Calcis de Eubea
hacia el año 276 a. de C.
101. Giges, rey de Lidia, pertenece tanto a la historia como a la mitología
• por las múltiples leyendas de contenido folklórico que circulaban en la anti-
' güedad sobre él. Según la referencia de Clemente, comenzó a reinar en el año
704 a. de C.
102. Cf. Sosrnro, Fragm., 595 F 2. Nació hacia el año 225 a. de C. y fue
consejero de Ptolomeo IV. Polidectes, Carilo y Nicantro son tres de los más
antiguos reyes de Lacedemonia. Según HERÓDOTO, Hist., VIII, 131, 2, Cari-
lo es nieto de Polidectes.
103. Alrededor del año 866 a. de C.
104. El texto bíblico afirma que «reinó veintinueve años».
105. Nueva confusión del Alejandrino: Amós, el profeta, no fue el padre de
Isaías, sino otro Amós.
312 Ltpc.óµcmx I, 21

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25 E'tr¡ 6-úo, µe0' ov 'Irocrícxc; ó uioc; cxu'tou ó voµ11eónmoc;E'tT\
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2. 'Ent 'tOÚ'tOu01e'tro1em6e1eá.'tcp E'tEt 'to nácrxcxiíx0ri, E~ ot> 76Ges
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'Ent 'tOÚ'tOUnpO(j)f\'tEÚEt 'OA.brtlCCXt LO(j)OVÍCXc;

2-3. Cf. 2 R. 15, 32-33. 3-5. Cf. Is. 1, 1; Os. 1, 1; 2 R. 14, 25; loe! 1, 1;
etc. 6-7. Cf. 2 R. 16, ls; 2 Cro. 28, l. 7-10. Cf. 2 R. 18, 9-11. 10-11. Cf. 2
R. 17, l. 11. Cf. 2 R. 18, ls. 11-13. Cf. Is. 38, 5-8. 16-17. Cf. DIEUQUI-
DAS, Fragm., 485 F 4. 21. Cf. Strom., I, 114, 2; 117, 6. 23-24. Cf. 2 R. 21,
l. 24-25. Cf. 2 R. 21, 19. 25. Cf. 2 R. 22, 2. 25-26. Cf. 2 R. 22, l.
26-27. Cf. Lv. 26, 30; 2 R. 23, 14.20. 28. Cf. 2 R. 22, 3-7. 29. Cf. 2 Cro.
35, 18. 30-31. Cf. 2 R. 28, 8. 32-314,1. Cf. 2 R. 22, 14; So. 1, 1; Jr. 1, 2.

2. 'Icovcx0av:'lcová0cxvPotter. 4. Mcopcxo0hr¡.;:Mopcxr¡0ítr1.;Potter. 21. tptex-


1eocnoot&:lhcx1eootootq>Potter. 24. 1tevtÍ]1eovtcxitÉvn:: 1tevtr¡1eovtcx1tÉvtE Pot-
ter. 29. &ito: tex. corrup. Stahlin. 32. LO<pOVÍcx.;:
Lü<pCOVÍCX<;
Potter.
Stromata I, 118,1-120,2 313

y Jonás el hijo de Amitay, quien oriundo de Get Cober predi-


có a los ninivitas, después de salir del monstruo marino. 2. Más
tarde reina Jonatán, el hijo de Ozías, durante dieciséis años. Pro-
fetizan también durante su mandato Isaías, Oseas, Miqueas de
Moreset y J oel, hijo de Batuel.
119.1. A éste Uonatán] le sucede su hijo Ajaz durante die-
ciséis años. En el año décimo quinto de su reinado Israel fue
deportado a Babilonia, y Salmanasar, rey de los asirios, trasla-
dó a los samaritanos hacia Media y Babilonia. 2. A su vez Oseas
sucede a Acaz durante ocho años 106, y después Ezequías por
veintinueve años. Según Isaías, al final de su vida Dios le con-
cede por su virtud vivir otros quince años haciendo retroceder
el sol 1°7• 3. Isaías, Oseas y Miqueas continúan profetizando du-
rante su [mandato]. Se dice que éstos son posteriores a Licur-
go, el legislador de los espartanos. 4. Dieuquidas 108 en el libro
IV de la Historia de M egara coloca el momento culminante de
Licurgo hacia el año doscientos noventa después de la conquista
de Troya. 5. Isaías profetiza trescientos años después del reino
de Salomón 109, bajo el cual tiene lugar la llegada de Menelao a
Fenicia, como se ha demostrado 110, e igualmente Miqueas, Oseas
y Joel, hijo de Batuel.
120.1. Después de Ezequías, su hijo Manasés reina duran-
te cincuenta y cinco años; más tarde el hijo de éste, Amós, reina
dos años; a continuación su hijo Josías, celoso observador de la
Ley, reina durante treinta y un años. Éste amontonó los miem-
bros de los hombres sobre los miembros de los ídolos, como
está escrito en el Levítico 111• 2. En el año dieciocho de su rei-
nado se celebró la Pascua, que desde Samuel no se había cele-
brado en todo ese tiempo. También entonces el sacerdote Jil-
quías, padre del profeta Jeremías, encontró por casualidao el
libro de la Ley y lo depositó en el Templo; luego murió. En

106. El texto bíblico dice que reinó nueve años. Además se trata de un
error de Clemente, porque Oseas es rey de Israel, no de Judá, como afirma
2 R. 17, 1.6.
107. Cf. Is. 38, 5-8.
108. Cf. ·ornuQUIDAS, Fragm., 485 F 4. Nacido en Megara es de época in-
cierta.
109. Según los historiadores, el reinado de Salomón _tuvo lugar entre los
años 970 al 931 a. de C.
110. Cf. Strom., I, 114, 2 y 117, 6.
111. Cf. Lv. 26, 30.
314 l'tpÓ>µa-ta I, 21

x:a;1'IEpeµíai;. 3. 'füd fü: 'Iepeµíou \jlEUfo1tpoq,1Ín¡i; yíve'tm


'Avavíai;. 'O 'Icooíai; o{noi; napa;x:oúcmi; 'Iepeµíou wu 1tpo-
q>T1'tOUimo Nexaro ¡3a;cnA.Écoi; Aiy(mwu avnpé0-ii lC(l't(l1t0't(l-
µov Euq>pll'tTIV, ópµrovn CXU'tq> 1tpoi; 'Acrcrupíoui;<l1tClV'tllO"Cli;.
5 121.1. 'ICOO"Íav 6m6ÉXE'tm 'IExcovíai;, ó x:a:1'Icoáxai;,
ó uioi; ClU'tOU µfjva;i; 'tpEti; lCCllT1µÉpa;i;óÉx:a;.Touwv Nexaco
l3a;cnA.Eui;Aiyú1t'tOU óllO"Cli;<l1tTl'YCl'YEV di; A'Íyu1t'tOV,lCCl-
'tCXO"'tllO"Cli;
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E1tl q>Óp<9 'trji; yfji; en¡ EVÓElCCl. 2. ME'tCX 'tOU'tOVó óµcóvuµoi;
10 ClU'tOU 'Icoax:dµ 'tp͵TIVOV ¡3a;cnA.EÚEl,
Et'ta; LEÓElCÍCXi;en¡ EV-
ÓElCCl.3. Kat µÉxp1 wúwu 1tpoq>T1'tEÚcov fümEÍvEl 'Iepeµíai;,
1tpOq>Tl'tEÚoucn fü: x:a;1Boust x:a;t ÜUpÍa;i;Ó uioi; l:a;µa;ÍOu x:at
'Aµl3a;x:ouµ O"UVCXU'tq>, lCCll'tÉA.oi;EXEl'tCl 'tffiV 'E¡3pmx:rov
l3a;cnA.Écov.
15 4. rívov'tm oi>v ano
µev 'trji; McoucrÉcoi;
yevfoecoi; ecoi; 137se
'tCXÚn¡i;€'tTJ, Ó)i; µÉv 'ttVEi;, EVVCllCÓO"lCl
'trji; µE'tOllCEO"Ía;i;
i:l360µ1Í1COV'tCl6úo, lCCl't(lÓE'tllV ax:p1l3fjxpovoypa;q,Ía;vXÍAm
&y601Íx:ov'ta; 1tÉV'tEµfjvei; ES TlµÉpm óÉx:a;· ano
6e 'trji; ~a:!316
l3acr1AEíai;ecoi; 'trji; aixµa:Aeooíai; 'trji; imo Xa:A<>aícovyevo-
20 µÉvT1i;en¡ 'tE'tpa;x:Ócrm1tEV'tlllC0V't(l 6úo µfjvei; ES, roi;ÓE TI
x:a;8' T1µái;'tO)Vxpóvcov ax:píl3E1a O"UVIXYEl, en¡ 'tE'tpa;x:Ócrm
oyóOTllCOV'tCl 6úo µfjvei; ES T1µÉpmóÉx:a;.
122. 1. 'Ev OE 'tq> 6co6ex:IÍ't(9 E'tEl 'trji; l:e6ex:íou 852PG
l3acnAEÍai; Nal3ouxofovócrop 1tpo 'tfji; Ilepcrrov Tl'YEµovíai;
25 E'tEO"lV i:l360µ1Íx:ov'tae1t1 <I>oív1x:a;i;
x:at 'Iou6aíoui; Ecr'tpá-
'tEUO"Ev, mi; (j)TICH
B1ÍpCOO"croi;EV'tati; Xa;A.<>ClllCCXti;
icrwpími;. 77 GCS
2. 'Ió¡3ai; 6e 1tep1 'Acrcrupícovypáq,cov óµoAoye'i 'tllV icrwpíav
napa BT1pCÓO"crou EiAT1q>Évm, µap'tuprov 'tllV1XA1Í8emv 't(lVópÍ.
3. 'O wívuv Nal3ouxo6ovócrop 'tUq>ACÓcmi; 'tov l:e6ex:íav di;
30 Ba;l3uA.éova; a1táye1 lCCll'tOV A.ClOV 1tllV'tClµE'tOllCÍSEl(x:a;1
yívE'tm TIaixµaACOOÍa;ent en¡ i:l3foµ1Íx:ov'ta)n11.11v 6)..íycov,

2-4. Cf. 2 R. 23, 29. 5-6. Cf. 2 R. 23, 31. 6-9. Cf. 2 Cro. 36, 5.
9-10. Cf. 2 R. 24, 8. 10-11. Cf. 2 R. 24, 18. 12. Cf. Ez. 1, 3. //. Cf.
Jr. 26, 20. 13. Cf. Ha. 1, 6. 16. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec., 36.
26. Cf. BEROSO, Fragm., 680 T 2 y F 8 B. 27. Cf. JUBA, Fragm., 275
F 4. 29. Cf. 2 R. 25, 7.

2. 'Avavíai;. 'O 'Icooíai; oilwi; : 'Avavíai; ó 'Icooíai;. Oilwi;, Potter.


5. ó: coniec. Potter. 27. 'Ió~ai;: 'Ioá~ai; Potter. //. TIJV
alfi0etav: 't<XATJ-
0nav Potter.
Stromata I, 120,2-122,3 315

este tiempo profetizan Juldá, Sofonías y Jeremías. 3. En tiem-


pos de Jeremías aparece también Ananías, un falso profeta. El
mismo J osías, desobedeciendo al profeta Jeremías, fue muerto
junto al río Éufrates por Necao, rey de Egipto 112, cuando mar-
chaba contra los asirios.
121.1. A Josías le sucede su hijo Jeconías, llamado también
Joacaz, durante tres meses y diez días. El rey de Egipto, Necao,
le lleva encadenado a Egipto después de haber hecho rey a su
hermano Joaquim mediante un tributo del país, y [reinó] du-
rante once años. 2. Después de éste reina su homónimo Joa-
quim durante un trimestre; luego Sedecías, once años. 3. Jere-
mías permanece profetizando hasta este [reinado], y con él pro-
fetizan también Buzí, Urías el hijo de Semaya, y Habacuc; y
éste es el final de los reyes hebreos.
4. Así, pues, desde el nacimiento de Moisés hasta el des-
tierro 113 hay novecientos setenta y dos años, según algunos 114;
pero conforme a la cronología exacta hay mil ochenta y cinco
años, seis meses y diez días. Desde el reinado de David hasta
la cautividad realizada por los caldeos hay cuatrocientos cin-
cuenta y dos años y seis meses; mas nuestra cronología exacta
cuenta cuatrocientos ochenta y dos años, seis meses y diez días.
122.1. En el año duodécimo del reinado de Sedecías 115, se-
tenta años antes de la soberanía persa, Nabucodonosor realizó
una expedición contra fenicios y judíos, como afirma Beroso 116 li
en su Historia de los caldeos. 2. Por otra parte, Juba 117, en los
Escritos asirios, confiesa que obtuvo esa historia de Beroso, ates-
tiguando la veracidad del historiador. 3. Entonces, Nabucodo-
nosor deja ciego a Sedecías, le conduce a Babilonia y deporta
a todo el pueblo (el destierro dura setenta años), excepto unos

112. Necao reinó durante los años 609-559 a. de C.


113. Esta deportación a Babilonia tuvo lugar hacia el año 587 a. de C.
114. Cf. TACIANO, Orat. ad Graec., 36.
115. En Strom., I, 121, 2, Clemente ha afirmado que Sedecías reinó 11 años,
por tanto debe de referirse aquí a los últimos días del undécimo año de rei-
nado.
116. Cf. BEROSO,Fragm., 680 T 2 y F 8 B. Historiador caldeo del siglo
111 a. de C. que vivió durante el reinado de Antíoco Soter (281-260).
117. Cf. JUBA,Fragm., 275 F 4. Hijo de Juba I, nació el año 52 a. de C. y
murió el 18 de la era cristiana. Educado en Roma, regresó a su tierra natal
donde contrajo matrimonio con Cleopatra Selena, hija de Antonio y Cleopatra.
316 I:1:pc.óµma I, 21

ot ei~ Atyu1ttov KatÉqmyov. 4. Ilpoq>11teúoucr1fü: Kat E7tt


!:EOEKÍOU et1 'lepeµía~ Kat 'Aµf3a.KoÚµ,ev fü:tq>1tɵ1ttcpetn
tT\~ f3acrtAEÍa~aútoú EV Baf3uA.rov17tp0(1)11tEÚEl 'lesEKl~A,
µe0' ov Naouµ ó 1tpo~t11~, E7tEltUAav1~A, 1tá.A1va,'()µeta
5 wutov 1tpocp11teúoumv'Ayya'io~ Kat Zaxapía~ E7ttAapeíou
wu 1tpeótou Etll oúo, µe0' ov ó ev tOt~ OÓ>OEKU "AyyEAO~.
123.1. Meta fü: 'Ayya'iov Kat Zaxapíav Neeµía~ ó
apx101voxóo~'Apta~Ép~ou, uio~ oe 'Ax11A1 t0u 'lcrpa.11AÍtou,
oiKoOoµEttiiv 1tÓA1v'Iepoucra.AiiµKat tov vecovemcrKeuá.se1.
10 2. 'Ev tñ aixµa.ACOOÍ~ tUÚ'ql yÍVEtm 'Ecr0iip Kat Mapoo-
xa'io~. o'Dq>ÉpEtmf31f3Aíov ~ KO,lto trov M a KKa f3a l KOOV.
3. Ka.ta tiiv aixµa.ACOOíavta.Út11Vtñ EiKÓVlAatpEucrm
µ110EA~O"UVtE~ M10-a.11A 'Avavía~ tE KO,l'Asa.pía~ d~ Ká.-
µtvov eµf3A110évtE~ 7tUpo~01' Emq>avEÍa~ayyÉAOUO"q>sovtm.
15 4. TÓtE Ola opá.Kovta Aav111AEi~ A,(lKKOV AEÓVtrovf3A110et~
Ú1to'Aµf3a.Kouµ1tpovoÍ~0eou tpaq>Et~Éf3ooµato~<lVUO"q>SEtm.
5. 'Evtau0a KUl to O"'llµEtoV eyÉVEtO'lrovft, Kat Trof3Ía~Ola 853PG
'Paq>UllA'tOUayyÉAOU I:á.ppav éiynm "(\)VUtKa,tOUoaíµovo~
UÚ'tT\~É1tta tO'l>~1tpÓ>tOU~ µVllO''tT\PU~
<lVEAÓVtO~, KUl µEta
20 tOV yá.µov Trof3íouÓ 7tU'tllPautoú Trof3h avaf3AÉ7tEl.

124.1. 'Evtau0a Zopof3á.f3EAo-oq>Í~ v1~0-a~ wu~ 138se


avtayrov1crta~ tu-yxá.vn 1tapa AapEÍou rov110-á.µevo~
avavÉro-
mv 'lepoucmAiiµ KUl µEta "Eo-opa Ei~ 'tllV 7tatpq>av yr\v
avaseúyvuo-1. 2. 01' ov yívEtm Tl (l1tOAÚtprocr1~ 'tOU Aaou
25 KUl Ó tOOV0E07tVEÚO"tffiV avayvrop1crµo~ KUl <lVUKatVlO"µO~
Aoyírov KO,lto crro~plOV éiyetm 1tá.crxaKO,lAÚO'l~60vda~
emyaµf3pEÍa~. 3. IlpoKEK11PÚXEl OEKat Kupo~ tllV 'Ef3pa.Írov
cx1t0Kmá.o-mcr1v, tEAm0EÍO"'ll~ oe e1t1AapEÍou 'tT\~ú1tocrxé-
crero~Tl trov EYKatVÍrovéiyetm Éopt~, Ka.0co~KO,l E7tl t'Íl~

1-2. Cf. Jr. 43, 7. 3. Cf. Ez. 1, 2. 8. Cf. Ne. 1, 11; 2, 1. 12-14. Cf.
Dn. 3, 21.92.95. 15-16. Cf. Dn. 14, 32-40. 17. Cf. Jon. 2, 11.
17-20. Cf. Tb. 6, 12ss.; 3, 8; 11, 11-13. 21-23. Cf. 3 Esd. 3, 2.4.
28. Cf. Esd. 6, 3.19.

3. 1tpoqrr¡1:EÚE1:
1tpoqrr¡1:EÚoucnvPotter. 6. "AyyEAO<;:'Ayyaior; Potter.
10. 'Eo(mp: Ai<J0np Potter. 20. TroPh: TroPni:Potter. 27. E7ttyaµppEÍ<X<;:
emyaµppíar; Potter.

j
Stromata 1, 122,3-124,3 317

pocos que se refugiaron en Egipto. 4. Profetizan, durante el rei-


nado de Sedecías, Jeremías y Habacuc; Ezequiel profetiza en
Babilonia durante el año quinto del reinado de Sedecías; [suce-
den] a Ezequiel el profeta N ahum y más tarde Daniel; después
de Daniel profetizan Ageo y Zacarías durante dos años, bajo
Darío I, y finalmente el Mensajero 118, uno de los doce [profe-
tas menores].
123.1. Después de Ageo y Zacarías, Nehemías, el copero
mayor de Artajerjes e hijo del israelita Aqueli 119, construye la
ciudad de Jerusalén y restaura el templo. 2. Durante esa cauti-
vidad aparecen Esther y Mardoqueo, de quien habla un libro
como el de Los Macabeos 120• 3. Bajo esa cautividad, Misael, Ana-
nías y Azarías, al no querer adorar una imagen idolátrica, son
arrojados a un horno ardiendo y son salvados por la aparición
de un ángel. 4. Por entonces, Daniel es arrojado, por culpa de
un dragón 121, en una fosa de leones, y alimentado durante siete
días, gracias a la divina Providencia, es salvado por Habacuc.
5. Por aquel entonces sucede igualmente el milagro de Jonás; y
Tobías, mediando el ángel Rafael, toma por esposa a Sara, una
vez que el destino matara a sus siete primeros pretendientes;
después del casamiento de Tobías, su padre Tobit recobra la
vista.
124.1. Y Zorobabel, habiendo vencido en sabiduría a sus
contrincantes, recibe de Darío, como recompensa por los servi-
cios, la restauración de Jerusalén y juntamente con Esdras vuel-
ven a la tierra patria 122 • 2. Por él tiene lugar el rescate del pue-
blo, el reconocimiento y la renovación de los textos inspirados
por Dios, se celebra la pascua salvadora y se permite el matri-
monio con extranjeras. 3. Además, Ciro proclama la vuelta de
los hebreos [a Palestina], y la promesa realizada bajo Darío es
celebrada mediante la fiesta de la Consagración del templo, al

118. Con este nombre se refiere Clemente al profeta Malaquías, como en


Strom., I, 127, 2; 129, 3 y 135, 4.
119. El texto bíblico traduce Jakalías.
120. Sobre la canonicidad de este libro veterotestamentario en el pensa-
miento del Alejandrino, cf. J. RUWET, Canon, pp. 93-94.
121. Según el texto bíblico este dragón se llamaba Bel (cf. Dn. 14, 3).
122. Clemente, con toda probabilidad, considera como inspirado el libro
tercero de Esdras: J. RUWET, Canon, p. 241. También pudiera referirse el
maestro Alejandrino al canónico Esd. 3, 2.8.
318 l:tp<Óµma 1, 21

<JlCTIVll(;.4. Ka.1 "(ÍVE'ta.t 't<X.7t<lV'tO.E'tTl cruv 'tate; 't'Ílc;


a.ixµa.MOOÍa.c; 'tOÜMlOÜ(l7t()µev 78GCS
µÉxpt 't'Ílc;(l7t01Ca.'tO.<J't<l<JEo>c;
't'Ílc;MroucrÉroc;
yevfoeroc;E'tTlXÍAta.ÉKa.TOV VE,µÍlvEc; TlµÉpa.tes
OÉKa.,(l7t()fü: 't'Ílc;Lia.~U>~a.crtAEÍa.c;E'tTl,roe;µÉv nvec;, 7tEV-
5 'tO.KÓcrta.7tEV'tTJKOV'ta.oúo, roe;OEáKpt~Écr'tEpov,7tEV'tO.KÓcrta.
É~ooµf¡KOV'ta. es
oúo µÍlVEc; TlµÉpa.t OÉKa..
125.1. IlrnAr¡p<O'ta.t'tOÍVUVÉK TÍlc; a.ixµa.A<Ocría.c;
't'Ílc;
É1t1 'Iepeµíou TOÜ1tpocpr¡TOude; Ba.~uAÓ>va.yevoµÉvTJc;Ta.
imo Lia.VtllA'tOÜ1tpocpr¡'tOU · 2. 'E/3-
eipTJµÉva.OÜ'troc;EXOV'ta.
bri 'COVA.aÓV<JOV1Cai
10 ooµf¡1Covm éf3ooµá&i; <JVVE'Cµf¡&r,crav
bri 'CTIVJrÓAzv'CTIVáyíav wv crvv-cEkcrfJijvaz áµap'CÍav, 1Cai
wv <J<ppayícrazáµap-cíai; 1Caiwv aJrakí'vraz -cai; aoz1Cíai;,
1Caiwv é;iAácraa6az 1Caiwv arareí'v Ol1CalO<JVV1]V aimvwv,
1Cal WV <J<ppayí<Jaz opa<JlV ICal JrpO(('Tl'C1JV,
1CalWV XPl<Jal
15 aywv árímv. 3. Kai rvcócrn1Cai<JVVTl<JEli;CXJrO é;óoov AÓyov
wv aJro1CpÍvaa6az 1Cai wv 0Í1Coooµijcraz 'IepovcraÁTJµ emi;
XPl<JWVf¡yovµévov éf3ooµá&i; ÉJr'Ca1Caiéf3ooµá&i; é;i¡ICOV- 856PG
m ovo, 1Caiémcr-cpÉ'lfEl1CaioÍ1Co00µ710f¡crEmz JrA.auÍa 1Cai
-ceí'xoi;, 1Cai ICevm(}f¡crovmz oí 1Catpoí. 4. Kai µE-ca -cai;
20 é;f¡1Covm ovo éf3ooµáoai; é;oA08pev(}f¡cre'Cal xpí'crµa, 1Cai
1Cp͵aOVICE<J'ClV av-c(p.Kai 'CTJVJrÓAlV1Cai'COaywv ozaq,0epeí'
crvv -c(p f¡yovµévcp -c(p épzoµévcp· É1C1C0Jrf¡crovmi év 1Cam-
1CAvcrµ(p · 1Cai emi; -céÁovi; JrOAéµov <JVV'CHµ71µévovaq,a-
vicrµoí'i;. 5. Kai ovvaµmcrEl oia(}f¡1C7Jv JrOAAOí'i; éf3ooµai; µÍa ·
25 ICal r¡µÍ<JEl-ciji;É/30oµáóoi; ap(}f¡cremÍ µov 0vcría ICal <JJrOVOTl · 139SC
1Cai ÉJri 'CO ÍEpov f3oélvyµa 'CWV ép71µmcrElOV, 1Cai emi;
<JVV'CEAEÍai; 1Cazpov<JVV'CÉAEla oo(}f¡cre'CalÉJri 'CTJVépf¡µlO<JlV.
6. Kai ijµzcrv 'Ciji; éf3ooµáooi; 1CamJraV<JEl0vµíaµa 0vcríai;
1Cai Jr'CEpvyíov aq,avzcrµov emi; <JVV'CEAEÍai; 1Cai (JJrOVOiji;
30 -cá;zv aq,avicrµov.
126.1. "Ott µev O'OVÉv É1t'ta.É~ooµámv <pKOOoµft011
ó va.óc;, 'tOl>'tOcpa.vepóv fon. KO.l ya.p Év Téil "Ecrop~
yÉypa.1t'ta.t,KO.lOÜ'tcoc; ÉyÉVE'tOXPt<J'toc;~a.crtAEuc;'Iouoa.ícov
TlYOÚµevoc; 7tATJpouµÉvcov 'tO)VÉ1t'ta. É~ooµáocov Év 'Iepou-
35 cra.Ar¡µ, KO.l i:v 'ta.te; ÉSTtKOV'tO.
oúo É~ooµámv Tl<JÚXO.<JEV

9-30. Dn. 9, 24-27.

4-5. ltEVtm:ócnoctptaKoo-ÍCX
Poner. 11. iryiav: add. crou Rahlfs. 12,2. tou:
om. Rahlfs. //. crouci~: avoµí~ Rahlfs. 13. t~wícrcro0m: add. afüri~
Rahlfs. 23. <roVtEtµT]µÉvou:
add. tág:1 Rahlfs. 24. 1t0Uo~: 1t01J.:rivPoner.

j
Stromata I, 124,3-126,1 319

igual que la del Tabernáculo. 4. Todos esos años, incluyendo los


de la cautividad hasta la vuelta del pueblo, y desde el nacimiento \
de Moisés, hacen un cómputo de mil ciento cincuenta y cinco 1
años, seis meses y diez días; y desde el reinado de David hay, /
según algunos, quinientos cincuenta y dos años; aunque más
exactamente hay quinientos setenta y dos años, seis meses y
diez días.
125. 1. Por tanto, desde la cautividad del tiempo del pro-
feta Jeremías, que tiene lugar en Babilonia, se ha cumplido lo
anunciado por el profeta Daniel, que dice así: 2. Setenta se-
manas fueron prefijadas sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa
para poner fin al pecado, para cancelar pecados y expiar las
iniquidades, para conciliarse y traer justicia eterna, para sellar
visión y pro[ ecía, y para ungir al santo de los santos. 3. Sábe-
te, pues, y entiende que desde la salida del Logos para volver
y edificar a jerusalén hasta el mandato del Ungido habrá siete
semanas y sesenta y dos semanas; y se convertirá [el pueblo]
y se edificarán una plaza y un foso, y los tiempos se termina-
rán. 4. Y después de las sesenta y dos semanas será muerto el
Ungido, sin que tenga culpa [alguna]. Y se destruirá la ciudad
y el santuario con el príncipe que ha de venir. Y serán des-
truidos en un cataclismo; y hasta el fin de una guerra están
decretadas desolaciones. 5. Y se afianzará una alianza para
muchos durante una semana; y a la mitad de la semana haré
cesar mi sacrificio y [mi] oblación; y habrá en el santuario una
abominación desoladora, hasta que la ruina decretada por el
tiempo venga sobre el devastador. 6. Y en medio de la sema-
na acabará el perfume del sacrificio, hasta la destrucción total
del pináculo del templo, y habrá una orden de destrucción rá-
pida 123_
126.1. Ahora bien, es evidente que el templo fue cons-
truido en siete semanas. En efecto, está escrito en el [libro] de
Esdras 124; y de igual manera existió un rey ungido, que fue prín-
cipe de los judíos, cuando se cumplieron las siete semanas en
Jerusalén; y durante las sesenta y dos semanas toda la Judea

123. Dn. 9, 24-27: conforme a la versión de Teodoción.


124. Se trata de un error, pues la interpretación no se encuentra en el libro
de Esdras, ni siquiera en el de Nehemías. Cf. W. CHRIST, Philologische,pp.
50-55. También pudiera referirse a una cita más general, tomada de Esd. 3,
7-12, pero en este lugar sólo se habla de la cimentación de la Casa de Yahvé.
320 l:'tpcoµa:m I, 21

a.mxcra.i¡ 'Iouoa.ía. lC(X.1, E"{ÉVE'tO


OVEU1toA.ɵcov · 2. lC(X.1, ó
lCÚpto~i¡µ&v Xptcr'tÓ~,ayw~ 'l"WV áyímv, EA0rovlC(X.1.7tAT)pÓxm~
'l"1]Vopacnv ,cai 'l"OV:,rpoq,frrr,v expícr0r¡ 'tTJVmÍpKa. 'tql 'tOU
nmpo~ a.uwu 1tveúµa.n ev 't<X.Ú'tm~mi~ é~171eovmDvo 79 GCS
5 éf18oµácn,1ea.800~ 3. Ka.t év rfi µiij éf18o- 857PG
El7tEVó 7tp0(j)Tl't'TI~-
µáói, ~~ Éj3ooµáoo~ 'tO ~µ1cru K<X.'tÉO'XEV NÉpcovj3a.criAEÚcov
Ka.t ev 'tf¡ á.yíq, 1tÓAE1'IEpoucra.Aiiµfo'tT)crEv'to f38ilvyµa,
EV 'tq> r,µÍ<Jei rii~ éf38oµá8o~avnpé0r¡ K<X.l
lC(X.1, (X.'\)'t()~
K<X.l
"00cov JC(X.1,r á.Aj3a.~JC(X.1,OimÉAAlO~,ÜUE<J7tE<Jl<X.VO~ OEEKpá-
10 'tT)<JE1ea.11ea.8etAEV 'tllV 'IEpoucra.AiiµK<X.t
'to a.y10v1ÍP1͵cocrev.
Ka.t ro~ 'ta.u0' OÜ'tco~EXEl,'tql "{Ecruv1Évm ouva.µÉv.q>O'ÍlAOV
a.
Ka.0' K<X.l Ó 7tp0q>Tl'tT)~ EtpT)KEV. h
'
127.1. Tou ÉvOEKáwu 'toÍvuv E'tou~ 1tAr¡pouµÉvou
lC(X.'t(l'tllV apxiiv 'tOU É1toµÉvouj3a.crtAEÚOV'tO~ 'Icoa.KEtµi¡
15 a.ixµa.Aeocría. Ei~Ba.j3uA&va.yíve'tm ú1to l3a.cr1AÉco~ Na.j3ouxo-
oovócrop 'tq> Éj30Óµq>E'tEt j3a.crtAEÚovw~a.uwu 'Acrcrupícov,
Aiyu1t'tÍcovOE Oua.<ppr¡ou~j3a.crtAEÚOV'tO~ 'tql OEU'tÉpq> E'tEl,
<l>tAÍ7t7tOU OE 'A0iívr¡crivcipxov'tO~'tq>7tpÓnq>E'tEl'tll~ oyoÓr¡~
K<X.l'tEcrcra.pa.KO<J't'Íl~
OA.uµmáoo~, 2. JC(X.1, EµElVEVi¡ a.ixµa.-
20 AeocrÍa.E7tt E'tT)Éj3ooµiíKov'ta.icma.Aií~a.cra.ei~ 'to OEÚ'tEpov
E'tO~'tll~ Lla.pEÍou'tOU'Ycr'tácrnou 'tou Ilepcr&v 1ea.1'Acrcrupícov
JC(X.1,
Aiyu1t'tÍcov"{E"{EVT)µÉvou ecp' oi>, ~ 7tpOEt7tOV,
j3a.crtAÉCO~,
'ATia.'io~ ica.i za.xa.pía.~ ica.i ó eK 'trov orooeica. ,,A"f'YEAO~
7tp0q>T)'tEÚOUcrt, ~V ªPXlEpEU~'lr¡crou~ Ó 'tOU 'lcocrEOÉJC.
JC(X.1,
25 3. Kav 'tql OEU'tÉpq> E'tEl 'tll~ Lla.pEÍOUj3a.crtAEÍa.~, ov cpr¡cr1v
'HpÓOO'tO~ lC<X.'t<X.Aucrm
'tTJV'tOOV Máycov apxiív, U7tOO'tÉME't<X.l 140se
Zopoj3áj3eAó wu l:a.Aa.8111A E"(Etpm Ka.t emicocrµ11crm'tOV
verov 'tOVev 'lepocroAÚµo1~.
128.1. l:uváyov'tm oilv Ka.t 'tOOVIlepcr&v oí XPÓV01
30 OÜ'tCO~· Kupo~ E'tT)'tplÓ.lCOV't<X.,
Ka.µj3úcrr¡~OElC<X.EVVÉa.,Lla.pcio~
e~ Ka.t 'tEcrcra.páicov'ta.,3Ép~r¡~ e~ica.t EY1eocr1,
'Ap'ta.~Ép~r¡~
ev ica.t'tEcrcra.páicov'ta.,
Lla.pe'io~oic't<Ó,'Ap'ta.~Ép~r¡~'tEcrcra.pá-

3-4. Cf. Protr., 120, 5; Paed., 11, 61, 3; 63, 4; 65, 2-3; Strom., III,
103, 1; etc. 4-5. Dn. 9, 24ss. 14. Cf. Strom., I, 121, 2. 22. Cf. Strom.,
I, 122, 4. 25-26. Cf. HERÓDOTO, Hist., III, 79. 27-28. Cf. Ag. 1, 1;
Strom., I, 124, 1.
Stromata I, 126,1-128,1 321

gozó de paz y no hubo guerras. 2. Y Cristo nuestro Señor,


santo entre los santos, llegó y cumplió la visión y el profeta, y
su carne fue ungida por el Espíritu de su Padre en aquellas se-
senta y dos semanas, como dijo el profeta 125• 3. Y [continúa] en
la única semana; reinando Nerón ocupó la [primera] mitad de
dicha semana, y sembró la desolación en la ciudad santa de Je-
rusalén; y en la [segunda] mitad de la semana Nerón mismo se
retira, al igual que Otón, Galba y Vitelo; pero surgió Vespasia-
no y desoló Jerusalén y destruyó el templo. Y todo eso suce-
dió así, y es claro para quien es capaz de comprender, como ha
dicho el profeta.
127.1. Entonces, al finalizar el año undécimo del reinado
de J oaquim 126, o al principio del siguiente, tiene lugar la cauti-
vidad de Babilonia, bajo el rey Nabucodonosor, en el año sép-
timo de su reinado sobre los asirios; por otra parte, Onafre era
rey de los egipcios en el segundo año; y Filipo era jefe de los
atenienses en el primer año de la Olimpiada cuadragésimo oc-
tava 127; 2. así, la cautividad duró alrededor de setenta años, hasta
el segundo año de Darío, hijo de Histaspes, siendo rey de per-
sas, asirios y egipcios; en su tiempo, como ya he dicho con an-
terioridad 128, eran profetas Ageo, Zacarías y el Mensajero 129, uno
de los doce [profetas Menores], siendo sumo sacerdote Jesús,
hijo de Josedec. 3. En el segundo año del reinado de Darío, que
destruye, según Heródoto 130, la supremacía de los Magos, Zo-
robabel, hijo de Salatiel, es enviado para levantar y decorar el
templo de Jerusalén. '
128.1. Ahora bien, la cronología persa se cuenta de la si-
guiente manera: Ciro [reinó] treinta años, Cambises diecinueve,
Darío [I] cuarenta y seis, Jerjes veintiseis, Artajerjes cuarenta y
uno, Darío [II] ocho, Artajerjes [II] cuarenta y dos, Ocus ocho,

125. Dn. 9, 24ss. Clemente relaciona siempre la «unción» con un don del
Espíritu Santo: L. F. LADARIA,El Espíritu, p. 49. En Ibid., p. 84 se da una
interpretación del pasaje, sobre si se trata del bautismo o del nacimiento del
Señor.
126. El reinado de Joaquim (o Yoyaquim) tuvo lugar entre los años 609-
598; en este último año, Joaquim se entrega a Nabucodonosor y comienza la
deportación a Babilonia.
127. Se trata del año 587 a. de C.
128. Cf. Strom., 1, 122, 4.
129. Referencia a Malaquías, como en Strom., I, 122, 4.
130. Cf. HERÓDOTO,Hist., III, 79. Hacia el año 520 a. de C.
322 ltpcóµata. I, 21

lCOV't<loúo, ';'nxoc; r¡', 'ApITTJc; 'tpÍa. 2. ... <JUV<XYE't<ll Em 'tO


au-ro -rfuvIlEp<nicrove-rr¡OtaicÓ<na-rptáicovw 1tÉV'tE. Ka0EAfOV
fü: 'tOVAapE'iov 'tOU'tOV'AAÉ~avopoc;ó MaicEOCOV lC(l't(l'tU
1 1tpoicE͵Evae-rr¡ f3a<nAEÚEtvüpx1o-rm. 3. 'Oµoíroc; o-ov icat
i
!. 5 -rfuv Maic1ooov1icfuv f3a<nAÉrovoí XPÓVotoüno icmáyov-rm.
'A).é~avopoc; e'tr¡ 0E1Ctl01C'tCÓ,
Il'tOAEµa.'ioc; ó Aáyou e'tr¡ 'tE<J<J(l-
p<XlCOV't<l,IlwAEµa'ioc; ó <l>tA<XOEA<poc; e'tr¡ Etico<nÉ1t-rá,1oha
Ó EuEpyÉ'tr¡c;e'tr¡ 7tÉV'tElC<llEllCO<H, d-ra Ó <l>tA07t<l'tO)p e-rr¡ 861PG
É1t-raicaío1oica,µ1o8'ov ó 'Em<pav11c; e-rr¡-rfocrapa icat dico<n·
10 4. wuwv OtaOÉXE'tmó <l>tAOµf¡-rrop icat f3a<nAEÚEt e-rr¡1tÉv'tE80 GCS
icat -rptáicov-ra, µ1o8' ov ó <I>úcricrov e-rr¡ Évvfo icat Etico<n,
d-ra ó Aá0oupoc; far¡ e~
icat -rptáicov-ra, d-ra ó ÉmicAr¡0dc;
Atóvucroc;e-rr¡ Évvfo icat dicocrt.
129.1. 'E1tt 1ta<nv T\ KAE01tá-rpa éf3acrÍArncrEv e-rr¡
15 oúo icat Etico<n,µe0' i,v T\-rfuvKAE07t8:'tpac;1taíorov f3a<nAEÍa
T\µEprovoic-rroicaío1oica.
2. rívov-rm ~oívuv É1tt -ro au-ro icat
oí -rfuvMaicEOÓvrov f3a<nAÉrov XPÓVote'tr¡ -rpmicócna OCÓOEica
T\µÉpm oic-rroicaÍOEica.3. 'A1toOEÍicvuv-rm wívuv oí É1tt
AapEÍou wu 'Y cr-rácr1tou1tpo<pr¡-r1oúcrav-r1oc;
ica-ra -ro OEÚ'tEpov
f3acrtAEÍac;auwu 'Ayya'ioc;icat Zaxapíac; icat ó Éic
20 e-roe;-r11c;
-r&voroo1oica,,Ayy1oAOc; icma -ro 1tp&wv e-roe;-r11c; oyoór¡c;ica1
'tE<J<J<lp<llCO<J't'Ílc;
OAUµm<XOOc; 1tpo<pr¡'tEÚ<J<lV'tEc;
1tpmf3Ú'tEpOl
Eivm Ilu0ayópou wu ica-ra 'tflV OEU'tÉpavicat É~r¡ico<J'tflV

22. Cf. Strom., I, 122, 4; 127, 1-2.

1. 11': 11Potter. // •.... lac. Stahlin. 15. K4:omitpa'- 1taifüov: Ka1t-


1taOÓ1Crov Potter.
Stromata I, 128,1-129,3 323

Arsés tres 131• 2 . ... la 132 serie de reyes persas suma doscientos
treinta y cinco años. Alejandro de ~acedonia, una vez aniqui-
lado Darío [III], comienza a reinar en el año mencionado.
3. De igual manera, la cronología de los reyes de Macedonia es
la siguiente: Alejandro dieciocho años, Ptolomeo, hijo de Lagos,
cuarenta años, Ptolomeo Filadelfo veintisiete años, a continua-
ción el Evergetes veinticinco años, luego el Filopátor diecisiete
años, después de éste el [rey] Epífanes veinticuatro años 133•
4. A éste le sucede el Filometor, que reina durante treinta y
cinco años; a éste [le sucede] Fiscón veintinueve años, a conti-
nuación Lazouros treinta y seis años, después el apodado Dio-
niso veintinueve años.
129.1. A continuación de todos [ésos] reinó Cleopatra vein-
tidós años, y después de ella el reino de los hijos de Cleopa-
tra [duró] dieciocho días. 2. Así, pues, en total, la cronología
de los reyes de Macedonia fue de trescientos doce años y die-
ciocho días 134• 3. Así, quienes profetizaron en tiempos de Darío,
hijo de Histaspes, en el segundo año de su reinado, fueron:
Ageo, Zacarías y el Mensajero 135, uno de los doce [profetas Me-
nores], que profetizaron en el año primero de la Olimpiada cua-
renta y ocho, y son más antiguos que Pitágoras, que es situa-

131. Desconocemos la fuente que ha utilizado el Alejandrino porque con-


forme a las épocas históricas los reinados se sucedieron de la siguiente ma-
nera: Ciro (555-529 = 26 años), Cambises (529-522 = 7), Darío I (522-486 =
36), Jerjes I (486-465 = 21), Artajerjes (465-423 = 42), Darío 11 (423-404 =
19), Artajerjes 11 (404-358 = 46), Artajerjes III Ocos (358-338 = 20), Arses
(338-336 = 2). Las diferencias respecto al cómputo de Clemente, a pesar de
la contabilidad de los años de comienzo y fin de cada reinado, son impor-
tantes.
132. En esta laguna del texto griego debería ser nombrado Darío 111 (336-
330 = 6 años). De esta manera tendríamos la suma total de 235, aunque la
cronología de la historia dice que fueron 225.
133. El cómputo histórico de estos reyes es el siguiente: Alejandro Magno
(336-323 = 13 años), Ptolomeo I Soter (323-283 = 40, desde el 305 como rey
de Egipto), Ptolomeo II Filadelfo (283-246 = 37), Ptolomeo III Evergetes (246-
221 = 25), Ptolomeo IV Filopátor (221-203 = 18), Ptolomeo V Epífanes (203-
181 = 22), Ptolomeo VI Filométer (181-145 = 36), Ptolomeo VII Evergetes
(145-116 = 29), Ptolomeo VIII Soter 11 (116-80 = 36), Ptolomeo X Alejan-
dro (80), Ptolomeo XI Dionisio (80-51 = 29).
134. Como puede observarse el cómputo general de estos reyes dista un
tanto del señalado por los historiadores modernos, conforme hemos señalado
en la nota anterior.
135. Clemente utiliza el mismo término que en Strom., 1, 122, 4; 127, 2 y
135, 4, para designar al profeta Malaquías.
324 l:'tpCÓµcmx1, 21

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15 <>poi;OE ó IloAU°icrtropE1tt1CAT18E1i; EV 'tql 1tEpl 'Iouoa.írov
cruyypá.µµa.tl avÉypa.'lfÉV'tlva.i; E1tlO''tOACXi; LOAOµ&voi;µev
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20 <X1tEO''tCX.A1CÉVm CX.U'tql
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, 81 GCS
864PG
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EÚpÍO'lCE'tm, 'Opq>eui;OE,ó O"Uµ1tAEÚO'a.i;
'Hpa.lCAEl,Moucra.íou

3-4. Cf. Strom., I, 65, 1. 4. Cf. ANDRÓN, Fragm., 3 M; DróGENES


LAERCIO, Vit. phi!., I, 30. 4-6. Cf. HERACLITO, Fragm., 22 B 40; Oró-
GENES LAERCIO, Vit. phi!., IX, 1; Strom., I, 93, 4. 14. Cf. Strom., I,
113, 3-4. 14-15. Cf. ALEJANDRO PoLYSTOR, Fragm., 273 F 6b; EUSE-
BIO DE CESAREA, Praep. evang., IX, 34, 2. 23-24. Cf. TACIANO, Orat.
ad Graec., 41. 26-326,1. Cf. TEODORETO DE CrRo, Graec. aff cur., 11,
47 y III, 29.

26. oe:'tE Potter.


Stromata I, 129,3-131,1 325

do en la Olimpiada sesenta y dos, y también que Tales, el más }


antiguo de los sabios griegos, quien nació alrededor de la Olim-
piada cincuenta 136• 4. Y contemporáneos a Tales fueron los de-
nominados sabios, como afirma Andrón 137 en su Trípode. Tam-
bién Pitágoras es anterior a Heráclito, puesto que lo menciona
en su libro 138 •
130.1. Por todo ello, está fuera de cualquier discusión que
la época de los profetas mencionados más arriba, al igual que
la de los llamados Siete Sabios, es anterior a la primera Olim-
piada, que, como está demostrado 139, es posterior a la guerra de
Troya en cuatrocientos siete años 140 • 2. Es, pues, fácil com-
prender que Salomón, viviendo bajo Menelao (que existía du-
rante la guerra de Troya) es más antiguo en años que los Sa-
bios griegos. Respecto a cuántos años precede Moisés a ése [Sa-
lomón], ya lo hemos indicado 141 • 3. Alejandro, de sobrenombre
Polístor, en su Historia de los Judíos, reproduce unas cartas de
Salomón a Onafre, rey de Egipto, y a Tiro, rey fenicio, y las
[respuestas] de éstos a Salomón, en las cuales se demuestra que
Onafre le había enviado ochenta mil hombres egipcios para la
construcción del templo; y el otro [rey le había enviado] igual
número [de hombres] juntamente con un arquitecto de Tiro, de
madre judía de la tribu de David y de nombre Hiperón, como
allí está indicado 142 •
131.1. El ateniense Onomácrito 143, de quien se dice que es
el autor de los poemas atribuidos a Orfeo, aparece bajo el man-
dato de los Pisistrátidas, alrededor de la Olimpiada cincuenta;
y Orfeo, que navegó junto a Heracles, fue discípulo de Museo.

136. Según el Alejandrino, los profetas ejercerían su ministerio hacia el año


638 a. de C.; Pitágoras viviría alrededor del 530 y Tales hacia el 572 a. de C.
Estos datos no concuerdan con los de otros historiadores, por ejemplo Dró-
GENESLAERCIO,Vit. phi/., VIII, 45, sitúa a Pitágoras en la Olimpiada 60. Para
la datación de Tales, cf. Strom., 1, 65, 1.
137. Cf. ANDRÓN DE ÉFESO,Fragm., 3 M.
138. Cf. HERÁCLITO,Fragm., 22 B 40.
139. Cf. Strom., I, 113, 3-4.
140. Si la fec\ia de la primera Olimpiada tiene lugar hacia el 776 a. de C.,
según el Alejandrino la guerra de Troya tuvo lugar hacia el año 1183.
141. Cf. Strom., I, 113, 3: 595 años para unos, 576 según otros autores.
142. Cf. ALEJANDRO,Fragm., 273 F 6b.
143. Sabemos poco de este poeta y filósofo ateniense. Fue desterrado de
Atenas por Hiparco. Para el texto, cf. E. HILLER, Zur Quellenkritik, pp.126-
131.
326 fapooµata I, 21

µa~·tf¡c; · 2. ('Aµ<pÍrov yap Buat npocxyn yevmíc; tfuv


'IA.m1efuv' fü:1Cat<l>fiµwc;
L\flµÓB01eoc; µeta 'tTJV'IAÍOUéiAromv
o µev yap napa wíc; <l>aía~tv, o Benapa wíc; µvf1at11pm)
JCCX'ta
to 1Cl0apísetv euB01eíµouv.3. Kat touc; µev a.va<pepo-
5 µÉvouc; de; Mouaaíov XPfl<Jµouc; 'Ovoµa1epÍ'tou dvm
AÉyoum, tov Kpm11pa Betov 'Op<pÉroc; Zro1túpoutou 'Hpa-
KAeÓ>toutTJV te E ic; "A 1Bou 1CatáPaa1 V Il poBí lCOUtOU
I:aµíou. 4. "Irov fü: ó Xfoc;ev toíc; Tpmyµoíc; 1ea1.Ilu0ayópav
de; 'Op<pfo a.vevEyJCeív t1va iatopá 5. 'EmyÉvTJc; Beev toíc;
10 Ilept tÍlc; eic; 'Op<pfo n01fiaeroc;KÉp1CID1t0c;dvm AÉye1tou
Ilu0ayopeíou 'tTJVEic; "A1Bou 1emápamv 1ea1.tov 'Iepov
AÓyov,tOVBeIlÉ7tAovlCCllta <l>um1ea Bpov'tÍvou. 6. Nat µ11v 865PG
lCCllTÉpnavBpov a.pxa:isouaí tlVEc;· 'EAA.áv11eoc; youv 'tOUtOV
iatopci 1ema MíBav yqovÉvm, <l>avíac;Benpo TepnávBpou
15 n0e1.c;Afomv tov AfoPwv "Apx1AÓxou veÓ>tepov<pÉpntov 142se .
TÉpnavBpov, Otf1µ1AA11a0m fü: tov AÉaXTJV'Ap1etívcp1ea1.
veVllCTJlCÉVm · 7. 3áv0oc; Beó AuBoc;nept tllV 01Ctffi1C<llBe-
1CCXtTJVÓAuµmáBa (roe;BeL\wvúmoc;, nept tllV nevte1Cm-
Be1eCXtTJV) 0áaov f.1CtÍa0m, roe; dvm auµ<pavec; tOV
20 'ApxíAoxov µeta tllV EtlCOCJ'tTJV iíBTJyvropísm0m ÓAuµmáBa.
MɵVTJt<llyouv lC(ll tÍlc; Mayvf¡trov a.nroAEÍac;npoa<pcxtroc; 82 GCS

1-3. Cf. HOMERO, Od., 1, 154; VIII, 43; etc. 4. Cf. ID., Od., VIII,
43.254; 1, 154. 6-7. Cf. ZOPIRO, Fragm., 296; 303; 331; JÁMBLICO,De
vit. Pyth., 36, 267. 8. Cf. ION DE Quíos, Fragm., 392 F 25 b; Dró-
GENES LAERCIO, Vit. phi/., VIII, 8. 9. Cf. Strom., V, 49, 3-4. 10. Cf.
CERCOPES,Fragm., 15, 17, 4. 13. Cf. HELÁNICO, Fragm., 4 F 85b; ATE-
NEO, Deip., XIV, 635 E-F; Strom., I, 104, 2. 14. Cf. FANIAS, Fragm.,
33. 15. Cf. Strom., I, 1, 2; 79, 1; 131, 7; V, 127, 1; VI, 6, 1; 7, 3.
17. Cf. JANTO, Fragm., 27. 18. Cf. DIONISIO DE HALICARNASO,Fragm.,
251 F 3; Strom., 1, 102, 1. 20. Cf. Strom., I, 1, 2; 79, 1; 131, 6; V, 127,
1; VI, 6, 1; 7, 3. //. Cf. ARQUÍLOCO, Fragm., 19 D; ATENEO, Deip.,
XII, 525 C.

1. µaOrrcfic;: füM.crJCaM>c;Lobeck y Stahlin; Ka0riyr¡TIJc;Jackson.


4. EUOOK͵ouv:EuÓoKtµouv Potter; EuÓoJCtµouvtEDindorf. 6. Kpan\pa:
Kmi't'Tltll Potter. 8. Tpmyµo'ic;: Tpiypáµµotc; Potter. 10. KÉpK001toc;:
KÉpKo-
1toc;Potter.
l Stromata I, 131,2-7 327

2. (Anfión es anterior en dos generaciones a la guerra de Troya;


también, Demódoco y Femio después de la conquista de Troya:
uno con los feacios y el otro entre los pretendientes 144), cele-
brados como citaristas. 3. También los oráculos atribuidos a
Museo 145 se dice que son de Onomácrito; y La Caverna [atri-
buida] a Orfeo es de Zopyro de Heraclea 146; y el Descenso al
Hades de Pródico de Samos 147• 4. Ión de Quíos 148 cuenta en
Las Tríadas que Pitágoras también atribuyó algunos [escritos] a
Orfeo. 5. Epígenes 149 dice en los Poemas de Orfeo que el Des-
censo al Hades y la Palabra sagrada son del pitagórico Cer-
cops, y el Peplo y la Física son de Brontino 150• 6. También al-
gunos sitúan a Terpandro entre los [poetas] antiguos; así, He-
lánico 151 refiere que ése [f erpandro] vive en tiempos de Midas;
sin embargo, Fanias 152 estima a Lesjes de Lesbos anterior a Ter-
pandro y considera a Terpandro más joven que Arquíloco, y
[dice] que Lesjes combatió contra Artino y le venció. 7. Janto
de Lidia 153 afirma que Tasos fue fundada alrededor de la deci-
mo octava Olimpiada (para Dionisio 154 en la décimo quinta); y
está de acuerdo con que Arquíloco ya era conocido después de
la Olimpiada vigésima. Se acuerda también de la destrucción de

144. Femio, según la Odisea de Homero, es hijo de Terpio y canta ante


los pretendientes de Penelopea, obligado por ellos.
145. Contemporáneo de Orfeo, es el músico por excelencia de la mitolo-
gía antigua.
146. Poeta órfico y fisonomista contemporáneo de Sócrates.
147. Este personaje parece ser uno de los órficos desconocidos, distinto del
de Keos y discípulo de Protágoras.
148. Cf. IóN DE Quíos, Fragm., 392 F 25 b. Se trata del poeta que vivió
hacia el 452-421 a. de C.
149. Epígenes de Bizancio vivió al comienzo de la época alejandrina.
150. Cercops y Brontino son autores de la escuela pitagórica, que vivieron
en el siglo VI a. de C.
151. Cf. HELANICO,Fragm., 4 F 85b; cf. Strom., I, 72, 2. Sobre Terpan-
dro, cf. Strom., I, 78, 5.
152. Cf. FANIAS,Fragm., 33. Fanias, natural de Eresos vivió en el siglo IV
a. de C., discípulo de Aristóteles, practicó la filosofía peripatética y es autor
de varias obras biográficas, científicas e históricas, como Sobre los socráticos
y Contra los sofistas. Lesches de Lesbos debió vivir hacia el año 700 a. de
C.; el mismo Fanias afirma que es el autor de la Pequeña Ilíada, pero lo re-
chaza la crítica moderna. Sobre Arquíloco, cf. Strom., I, 1, 2. Artino de Mi-
leto vivió también en el siglo VIII a. de C. y escribió La destrucción de Troya,
como continuación a la Ilíada de Homero.
153. Cf. JANTO, Fragm., 27. Historiador del siglo V ó VI a. de C. Sobre
el origen de esta fuente: A. GEMOLL,Xenophon, p. 106.
154. Cf. DIONISIO DE HALICARNASO,Fragm., 251 F 3.
328 rtpcóµcmx I, 21

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5 rov em~E~AT}lCÉVext 'Apxíq. 't(p :I:upa.1eoúcra.<;
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132.1. Ka.t 'tCX.U'tCX. µev 7tpofix0r¡µEv Et7tElV, O'tt
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'A0r¡va.íou 'Aµq>tAÚ'tOU cruµ~ouln lCCX.lIlEtcrÍ<J'tpmo<;EKp<Í'tU-
VE 'tllV 'tupa.vvíoa. 'tOV Kextpov 't'Tl<;em0foeco<; or¡ACÓcra.vw<;.
3. 1:tyácr0co yap Koµfi'tT\<;ó Kp'IÍ<;,Ktvúpa.<; ó Kú1tpt0<;,
"Aoµr¡w<; ó 0E't'tCX.AÓ<;, ó Kupr¡va.to<;,'Aµq>tápa.o<;
'Aptcr'tCX.tO<;
15 ó 'A0r¡va.io<;,TtµÓ~evo<;ó KepKUpa.io<;,~r¡µa.ÍVE'to<;ó <l>co-
Ka.EÚ<;, 'EmyÉvr¡<;ó 0ecrmEÚ<;,NtKÍCX.<; ó Ka.púcrno<;,'ApÍcr'tcov
ó 0e't'ta.AÓ<;,~t0vúcrt0<; ó Ka.pxr¡oóvw<;,KAmq>éovó Kopív-
0w<;, '17t1tcó'tE TIXdpcovo<; lCCX.1. Botoo lCCX.lMa.vtoo lCCX.1.
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1:t~uMéov 'tO 1tA.f\0o<;, TI1:a.µía. TIKoAOq>covía. 1Í Kuµa.ía: TI
20 'Epu0pa.Ía. TI<l>moo TITa.pa.~ávopa. ,; Ma.KÉ'tt<;TI0E't'tCX.All TI
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133.1. <l>a.crtoe 'tTJVMóvou K:a.AouµÉvr¡vMa.V'ttlCTJV
25 cruv'tá.~m 'tov Kupr¡va.iov Bánov, ~copó0eó<;'tE ev 'tql 1tpCÓ'tq>
·

2. Cf. CALINO, Fragm., 3 D. 10. Cf. HERÓDOTO, Hist., I, 62; VIII,


20, 1; 77, 2; 96, 2; IX, 43, 1; ARISTÓFANES,Equites, 123. 11-12. Cf.
HERÓDOTO, Hist., I, 62-63. 24. Cf. Strom., I, 134, 4. 25. Cf. PíNDA-
RO, Pyth., IV, 3-15. //. Cf. DoROTEO, Fragm., 145 F 4.

11. 'AµqnAÚwu: 'AµqnAfitou Potter. 15. TtµÓ~Evoc;:TtµÓ~Eoc;Potter.


Stromata I, 131,7-133,1 329

Magnesia, que había tenido lugar hacía poco tiempo. 8. Simó-


nides sitúa [la destrucción de Magnesia] en tiempos de Arquí-
loco, y Calino no mucho más antigua; puesto que Arquíloco
menciona la destrucción de los Magnesios, y Calino 155 su pros-
peridad. Sin embargo, Eumelo de Corinto es más antiguo por-
que menciona a Arquías, fundador de Siracusa 156•
132.1. Hemos preferido decir todo lo anterior, porque se
considera a los poetas de este Período 157 como los más antiguos
de todos. También se cuentan entre los griegos numerosos adi-
vinos, como los Bacidas 158 (uno de Boecia y otro de Arcadia),
que realizaron innumerables predicciones a mucha gente. 2. Por
el vaticinio del ateniense Anfilito, reinó el tirano Pisístrato, a
quien le señaló la ocasión oportuna para el ataque. 3. Pasaré
por alto a Cometes de Creta, a Cíniras de Chipre, Admeto de
Tesalia, Aristeo de Cirene, Anfiarao de Atenas, Timóxenes de
Corcira, Demeneto de Focia, Epigenes de Tespis, Nicia de Ca-
risto, Aristón de Tesalia, Dionisio de Cartago, Cleofón de Co-
rinto, Hipo, la hija de Cirón, Boio, Manto, y una multitud de
Sibilas: la de Samos, de Colofón, de Cumas, de Eritras, de Fito,
de Tarasandra, de Macedonia, de Tesalia, de Tersprocia, la de
Calcante y Mopso, que viven en la época de la guerra de Troya;
sin embargo, la de Mopso es la más antigua porque acompañó
a los Argonautas 159•
133.1. Se dice que la [obra] llamada Adivinación de Mopso
fue compuesta por Bato de Cirene 160; en cambio, Doroteo 161
en

155. Para las referencias de Calino y Arquíloco, cf. ESTRABÓN,Chrest.,


XIV, 1, 40.
156. Eumelo es el poeta épico contemporáneo de Hesíodo; escribió una
historia mítica de su ciudad. Arquías es el noble corintio del siglo VIII a. de
C., fundador de la ciudad de Siracusa hacia el año 735.
157. Sinónimo del Ciclo relativo a la epopeya o a la poesía heroica desa-
rrollada por los autores inmediatamente posteriores a Homero.
158. Bacidas era el nombre común por el que eran conocidos los adivinos
griegos. El nombre deriva de Bacis, adivino de Beocia que adquirió notable
fama por pensarse que estaba inspirado por las ninfas mismas de Corico.
159. Para todos los nombres mitológicos citados, cf. P. GRIMAL,Dicciona-
rio de mitología griega y romana, Barcelona 1989.
160. Es el fundador -mítico o histórico, no se sabe- de Cirene, en las cos-
tas de Libia. La tradición más corriente (cf. PAUSANIAS,Grae. descr., 111, 14,
3; X, 15, 6-7) dice que Bato es sólo un apodo, que significa «tartamudo» y
también «rey» (cf. HERÓDOTO, Hist., IV, 145).
161. Cf. DoROTEO, Fragm., 145 F 4.
330 fapcóµa-ca I, 21

1tcxvoÉK'tT1
aAKUóvo~ Kcx1.KoprovTJ~e1tcxKouo-m'tov Mó"'ov
ÍO"'tOpEt. 2. TipoyvroO"El OE. l((ll I1u0cxyópcx~ ó µÉycx~
1tpoo-cxvEtXEVcxid "APcxpí~'tE ó 'Y1tEppópEto~KCXt'Apto-'tfo~
ó TipoKovv,ío-10~'EmµEVÍOTJ~'tE ó Kp,í~, OO"'tl~d~ L7tClp'tTJV
5 acpÍKE'tO, KCll ZropoClO"'tpTJ~ ó M1100~ 'Eµ1tEOOKAÍ1~'tE ó
'AKpcxyav't'ivo~1eal <l>opµírovó AáKrov, val µilV IloAuápmo~ 143se
ó eáo-10~ 'Eµ1tEoónµó~ 'tE ó LupaKoúo-10~e1tí 'tE wú'to1~ Lro-
ó ,ASTJva'io~µCXAtO"'tCl.
Kpcx'tTJ~ 3. "Ean yáp µ01, Cj)TJO"lV EV
'tq>0Eáyn, fr naioóc; áp~áµt:vov 0eÍ<JµoÍp<J napayivóµt:vov 83GCS
10 óatµÓVWV ar¡µt:ÍOV, WV'l"O Di ean <pWVT/, ij O'mV yÍV11"l'at,
enÍ<JXt:t wvw o µi..U..W npármv, nporpint:t 8t: ov8brow.
4. 'E~,ÍKEO"'tÓ~'tE ó <l>roúrov 'tÚpavvo~ oúo OUK'tUAÍOu~
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'tq> 7tp0~ aAA,ÍAOU~Btn-
o-SávE'tO'tOU~Kmpou~ 'tO)V7t~V, a1tÉ0avEv OE.oµro~ OOA0-
15 Cj)OVTJ0EÍ~,KUÍ'tOl 7tpOO"TJµ,ÍVCXV'tO~ ro~Cj)TJO"lV
'tOU 'lfÓCj)OU,
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134.1. 'AAAO.l((ll 'tOOV1tap' Aiyu1t'tÍOl~ av0pro1trov
7tO'tÉ, yEvoµÉvrov OE.av0pro1tívn oó~n 0Erov, 'Epµ11~ 'tE ó 869PG
0TJPa'io~ Kat 'Ao-KATJm<>~ ó MEµcpÍ'tTJ~,TEtprnícx~ 'tE ex-oKat
20 Mcxv'troEV 0,íPm~. ro~ Cj)TJO"lV
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'trov 'HpaKAno&v h1cpcxvT1~cpÉpE'tat µávn~ Kat "laµo~
a.AA.O~ EV"H)..101,acp' oi>oí 'Icxµíom, IloAÚlOÓ~'tE EV"Apyn
l((ll EV Mqápol~, oi>µÉµVTJ't<ll11'tpayq:ioía. 3. Tí µ01

2. Cf. PITAGORAS, Fragm., 14 A 7; TEOPOMPO, Fragm., 115 F 70.


3. Cf. HERÓDOTO, Hist., IV, 36 y 13-16. 4. Cf. Strom., I, 59, 2. 6. Cf.
TEOPOMPO, Fragm., 115 F 392; PAUSANIAS, Grae. descr., 111, 16, 2-3.
8-11. PLATÓN, Thg., 128 D. 12-16. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 599.
20. Cf. EuRfPIDES, Phoen., 834. 22. Cf. PfNDARO, Olymp., VI, 43.71.
24. Cf. APOLODORO, Bib/., III, 3, 1-2.

3. 'Ym,p~Ópeto<;: 'Yitep~Ópeo<; Potter. //. 'Aptcr'tÉa<;: 'AptcrwÍa<; Pot-


ter. 10. <JT\µEiov:om. Burnet. 21. Ke~pf¡vo<;:1mi Bpf\vo<;Potter. //. Kpio<;:
Schwartz; Kpf\vo<; Potter; text. corrup. Stahlin.
Stromata I, 133,1-134,3 331

el [libro] primero de Los Mendigos, refiere que Mopso había sido


instruida por un alción y una corneja. 2. También el gran Pitá-
goras se aplicó siempre a predecir [el futuro], y lo mismo Aba-
ris el hiperbóreo 162, Aristeo de Proconeso 163, Epiménides de Creta,
que llegó a Esparta, Zoroastro de Persia, Empédocles de Agri-
gento 164, Formión de Laconia 165, e igualmente Poliárato de
Tasos 166, Empedótimo de Siracusa 167 y, por encima de todos, Só-
crates de Atenas. 3. Se dice en el Teages: Desde mi infancia poseo
un sello inaudito concedido por un destino divino que me guía;
es decir, una voz que cuando habla pone en práctica lo que pien-
so, pero nunca me empuja 168• 4. Excesto, tirano de los focios, lle-
vaba dos anillos hechizados, y por el ruido que hacían al unir-
los discernía las buenas ocasiones para actuar; no obstante, murió
igualmente engañado, a pesar de ser advertido por el ruido [de
los anillos], como afirma Aristóteles en La Constitución de Focia 169•
134.1. También alguna vez entre los hombres egipcios se
hicieron dioses por gloria humana; así Hermes de Tebas, As-
clepio de Menfis, Tiresías y Manto en Tebas, como afirma Eu-
rípides 170; Héleno, Laocoonte y Enone de Cebrión, en Troya 171•
2. Crío, uno de los Heráclidas, tenía fama de adivino ilustre, y
un tal Yamo, en Élida, del que nacieron los yamidas; y Polido,
en Argos y en Megara, es mencionado por la tragedia 172 • 3. ¿Para

162. Personaje mítico. Algunos autores piensan que vivió antes de la gue-
rra de Troya. Bajo este nombre circularon en la antigüedad diversas obras
apócrifas
163. Poeta griego cuya vida no está suficientemente historiada. Algunos le
sitúan entre los siglos X y IX a. de C. Otros le colocan en los reinados de
Creso y de Ciro. Conforme a los fragmentos de sus obras que han llegado
hasta nosotros debe pertenecer a una época posterior.
164. Floreció a mediados del siglo V a. de C. Era de familia noble e in-
tervino restaurando la democracia. Sobre su muerte, a los 60 años, circula-
ron distintas versiones, siendo la más popular la de que se arrojó al Etna para
ser considerado como inmortal.
165. Personaje mitológico de la época de los Dioscuros, según Pausanias.
166. Poliárato de Tasos es un personaje desconocido.
167. Se trata del conocido personaje que aparece en el diálogo Sobre el
alma de Heráclides del Ponto, pasando más tarde a ser persona histórica.
168. PLATÓN, Thg., 128 D.
169. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 599.
170. Cf. EuRíPIDES, Phoen., 834.
171. Héleno es hijo de Príamo y Hécuba (cf. HOMERO, Il., VI, 76); Lao-
coonte es el sacerdote de Apolo (cf. AcTINO, Fragm., 49); Enone de Cebrión
era una ninfa, hija del dios-río (cf. APOLODORO,Bibl., 111, 10, 1).
172. Se trata de un escrito perdido.
332 I:tp<Í>µm:a I, 21

T1í,..eµov lC<Xt<XAÉ"(ElV, o;
KulCA<Ómov µá.vn; rov IloAuqníµcp
0ecmísei tcx lC<XtCX 11tOV 'A0iívTJC1lV
t'TlV'OoucmÉco;7tAcx.VTJV,
'Ovoµá.icpttoV11tOV 'Aµcptá.pecovtOVcruv to'i; É1ttCXto'i; E7tt
01Íl3a; crtpmeúcraO"t µ1~ yeve~ t'Íl; 'IAÍOu á.ACOOeco; npe;-
5 l3útepov cpepóµevov 11 0eoicAÚµevov ev KecpaAATJvÍq. i,
TeAµTJcrcrov EVKapíq. 11fcxAEOVEVLllCEAÍq.;4. _Eiev o' liv
lC(ll EtEpOl1tpo; toÚtot;, "Ioµcov ó cruv to'i; 'Apyovcxútm;,
<l>r¡µovÓTJdeAcpí;, MÓ'lfo; ó 'AnÓAACOvo; icat Mav-rou; ev
IlaµcpuAíq.icat KtAticíq.,'AµcpíAOxo;'Aµcptcxpá.ouev KtAticíq.,
10 'AAicµÉcov EV'AicapVUO"lV, "Avto; EVdlÍAq>'Apícrtavopó; tE
ó TeAµTJcrcreu;ó cruv 'AAe~á.vopcpyevóµevo;. "HOTJfü: icat
'Opcpfo <l>iAÓxopo;µá.vttv ícrtope'i yevfo0m ev ti¡'>npcótcp
Ilept µavnlCÍl;.
135.1. 0eónoµno; fü: icat "Ecpopo; icat Tíµmo; 'Op-
15 0ayópav nvcx µá.vnv avaypá.cpouO"t,ica0á.nep ó l:á.µ10;
Ilu0otl11; ev tetá.ptcp 'ltaAticrov fá.iov 'loÚAtov NÉ7tcota. 84 GCS
2. 'AA.A'o'i µev K"A.hrmtnávre~ ,cai Ar,cnaí, ro;Cj)TJC1lV 11 144se
ypacp1Í,tcx 7tAElC1t<X ElC1t<Xp<XtTJp1Ícreco;
lC(llE~ eiicótcov1tpoet-
PTJ1CÓte;,ica0á.nep oí cpuO"toyvcoµovouvte;impoí te icat
20 µá.vtei;, o'i oe icat úno omµóvcov ictvTJ0Évte;11úoá.tcov icat
0uµtcxµá.tcov lC<XlaÉpo; 7tOlOUE1Ct<Xpax0€vte; · 3. 1tapcx
'El3paío1; oe oí 1tpocp11tmouvá.µei 0eou icat emnvoíq., npo
µev 'tOUvóµou 'Aocxµ E7tÍtE tÍl; yuvmico; E7tÍtE t'Íl; seí>cov
ovoµacría; 1tpo0ecr1tícra; iccxt Nroe µetá.votcxv lCTJPÚ~a;
25 'Al3paá.µ tE lCCXl 'IcracxiclC<Xl
'Iaicrol3a.vnicpu; OUlC oAÍya tOOV
µeAAÓvtcovicat TÍOTJ evecrtcótcovnpocpaívovte;. 4. :!:uv oe ti¡'> 872PG
vóµcp Mcou<JÍl;tE lC(ll 'Aapcóv, µe0' oü; 1tpO<¡>TJtEÚOUO"lV
'ITJcrou; ó tou Nau11, l:aµou1ÍA, fá.o, Ná.0av, 'Axía;, 1:a-
µaía;, 'Ioú, 'HAía;, Mixcxía;, 'Al30toú, 'EAtcrcra'io;, 'Aj3oa-
30 ocova"i, 'Aµcó;, 'Hmiia;, '.Q(JTJÉ,'Icovéi;, 'lco1ÍA,'lepeµía;,
1:ocpovía;, Bousí, 'leseict1ÍA, Oupía;, 'Aµl3aicoúµ, Ncxoúµ,

2. Cf. HOMERO, Od., XI, 508-512. 2-3. Cf. Strom., 1, 131, 1.3. 3-5. Cf. HO-
MERO, Od., XV, 223-224 y XX, 350-370. 7. Cf. APOLODORO, Bibl., 1, 139-145.
8. Cf. Strom., I, 107, 4. 10. Cf. TuctomEs, Hist., 11, 102, 5. //. Cf. CALIMA-
CO, Fragm., 188; VJRGILIO, Aen., 111, 80. //. Cf. PLUTARCO,Alex., 2, 5. 11. Cf.
Strom., I, 132, 2. 12. Cf. FJLÓCORO, Fragm., 190. 14. Cf. TEOPOMPO, Fragm.,
115 F 334b; Protr., 42, 2; Strom., I, 1, 2; 62, 2; 117, 8; VI, 19, 5; 21, 3. //. Cf.
EFORO, Fragm., 70 F 221b. //. Cf. TIMEO, Fragm., 566 F 116; Strom., I, 1, 2;
64,.2; 139, 4. 15-16. Cf. PITOCLES,Fragm., 2.•17. Jn. 10, 8; cf. Strom., I, 81, 1;
84, 6; 87, 2; V, 140, l. 22. Cf. IRENEO, Adv. haer., III, 21, 2. 23-24. Cf. Gn.
2, 23.20. 24. Cf. 2 P. 2, 5; Gn. 6, 9; CLEMENTEDE ROMA, Ep. ad Cor., 7, 6;
Strom., I, 15, 2.

6. TEAµT\crcrov:Tú ..µtcrov Potter. 10. "Avto<;: 'Avía<; Potter. 28. ó: coniec. Wi-
lamowitz-Moellendorff. 31. r0<povÍa<;: rocpcovÍa<;Potter.
Stromata I, 134,3-135,4 333

qué enumerar yo a Télemo, el adivino de los Cíclopes, quien


predice a Polifemo el viaje de Ulises, o a Onomácrito de Ate-
nas, o a Anfiarao, que participó en la expedición de los Siete
contra Tebas, y fue anterior en una generación a la conquista
de Troya, o a Teoclímeno en Cefalenia, o a Telmeso en Caria,
o a Galeón en Sicilia? 4. Otros también anteriores a esos son:
Idmos, el compañero de los Argonautas; Femónoe de Delfos;
Mopso, la hija de Apolo y Manto en Panfilia y Cilicia; Anfí-
loco, hijo de Anfiarao, en Cilicia; Alcmeón en Arcanania; Anios
en Delos; y Aristandro de Telmeso, el que nació con Alejan-
dro. Igualmente Filocoro 173 refiere en el [libro] primero de La
Adivinación que Orf eo fue adivino.
135.1. Teopompo, Eforo y Timeo registran como un adi-
vino a Ortágoras, lo mismo que Pitocles de Samos en el [libro]
cuarto de la Historia de Italia a Cayo Julio Nepote. 2. En ver-
dad, todos son ladrones y salteadores 174 , como dice la Escritura,
pues la mayoría de las predicciones están sacadas de la obser-
vación y de las probabilidades, como los médicos y los charla-
tanes que juzgan a las personas por su fisonomía; incluso hay
otros que, dominados por los demonios, son puestos en trance
por influjo de algunas aguas, perfumes o por determinados aires.
3. En cambio, los profetas hebreos hablan por el poder e ins-
piración de Dios; así, antes de la Ley, Adán profetiza 175 res-
pecto al nombre de la mujer y de los animales vivientes; Noé
predica la conversión; Abraham, Isaac y Jacob reve_lancon cla-
ridad no pocos acontecimientos futuros y también inminentes.
4. Al tiempo de la Ley, Moisés y Aarón, y más tarde [profeti-
zan] Josué, el hijo de Navé, Samuel, Gad, Natán, Acías, Samaia,
J ehú, Elías, Miqueas, Abdías, Eliseo, Abdadonai, Amós, Isaías,
Oseas, Jonás, Joel, Jeremías, Sofonías, Bouzi, Ezequiel, Drías,
Habacuc, Naún, Daniel, Misael, él [que hizo] las alabanzas 176,

173. Cf. FILÓCORO DE ATENAS,Fragm., 190.


174. Jn. 10, 8. Sobre la importancia de la cita evangélica entre los marcio-
nitas, cf. R. RIEDINGER,Zur antimarkionitischen, pp. 117-118.
175. No es Clemente el único autor cristiano que menciona a Adán como
profeta; cf. TERTULIANO,De anima, 11. Para Clemente, la antigüedad de Adán
es garantía de veracidad (cf. Strom., I, 73, 6; 180, 5; VI, 2, 2), al igual que
para otros autores cristianos (cf. IRENEO, Epid., 13; TERTULIANO,De virg.
ve!., 5, 2; lo., De res., 61, 1.
176. Seguimos la opinión de Stahlin, que sugiere la inclusión de 1to11ícm;
en el texto griego, para referirse a las alabanzas de Dn., 3, 15-90.
334 I:'tpcÍ>µa-ta I, 21

AavuíA, M10-aT1A, ó wuc; EuMyio-µoúc;, 'Ayya'ioc;, Zaxapíac;


icai ó ev 'totc; OÓ>OEica
"AyyEAOt;.
136.1. rívov'tm fü: oí 7t<XV'tEt; 1tpO<pÍ1'tCll 1tÉV'tElCCll
'tpl<llCOV'tCl.
ruVClllCOOV fü: (lCCllya.p lCCllCli>'tCll7tpOE(!)ll'tEUOV)
5 Láppa 'tE icai 'PEPÉ1eica1eai Mapia.µ AEppcópa'tE icai 'OA.oá...
2. "E1tEl'tCl7tEpt 'touc; ClU'tOUt;
xpóvouc; 'Iroávv11c;1tpO<p1l'tEÚEl
µÉxp1 'tou <JO>'tllPÍOu Pa1t'tÍO"µmoc;,µE'ta. fü: 'tTJVyÉvm1v 'tou
Xpto-wu "Avva icai LUµEÓ>v · Zaxapíac; ya.p ó 'Iroávvou
7tCl'tTJP
lCCll1tpo 'tOU1tmooc; 7tpO<pll'tEÚElV f,V 'tOtc;EUClYYEAÍOtc;
10 AÉyE'tCll.

3. "Avro0EVotv 1:xnoMrouo-Éroc; o-uvayáyroµEv 'tTJVica0'


"EAATlVClt; xpovoypaq>Íav. a.1to 't'Ílt; Mrouo-Éroc; YEVÉO"Eroc; f.7tl
'tTJVf,~ Aiyú1t'tOU'tOOV 'Iouoaírov E~OOOV E'tll oyOOTllCOV'tCllCCll
't(l µÉxp1 't'Ílc;'tEAEU't'Ílt;
ClU'tOU O.AA.a'tEO"O"Clp<llCOV'tCl · yÍVE'tCll
15 11E~oooc; lC(l't(l "Ivaxov 1tpo 't'Ílt; L0>0lClJCÍlt;7tEptÓOOU
f.~EA0óvwc;a.1t' Aiy'Ú1t'touMrouo-Éroc; E'tE<Jt1tpÓ'tEpov'tpm1eo-
E,. 4. 'A1to OE't'Ílt;Mrouo-Éroc;
o-ío1c;'tEO"O"Clp<llCOV'tCl O"'tpm11yíac;
icai 'Iváxou e1ti 'tov AEu1eaAÍrovoc;icmaicAuo-µóv, 'tTJV 145se
OEU'tÉpav AÉyro hoµppíav, icai e1t1 'tov <I>a€0ov'toc;eµ-
20 a.
1tp110-µóv, or¡ o-uµpaívEt JC(l't(l KpÓ't0>7tOV, YEVECllOlC'tÓ> 85 GCS
a.p10µouv'tm. Eic;µÉV'tOl't(l f,lCCl't()V E'tll'tpetc; f.'YICCl'tClAÉyOV'tCll
YEVEClÍ.5. 'A1to OE 'tOU lCCl'tCllCAU<Jµou f.7tl 'tOV "Io11c;
eµ1tp110-µovlCCll'tTJV EÜpEO"lV'tOU O"lOllPOUlCCll 'Ioaíouc;
OCllC'tÚAouc; 'tpÍa, me;
E'tll épooµTllCOV'tCl (!)110"1
0páo-uAAoc;.Kai
25 a.1to "Io11c; eµ1tp110-µou e1t1 ravuµlloouc; á.p1tayr¡v t'tll
É~TllCOV'tCl1tÉV'tE.
13 7. 1. 'Ev'tEu0Ev OE f.7tt 'tTJVIlEpo-Éroc;o-'tpa'tEÍav,
O'tE lCCllrAauicoc; f.7tl MEAllCÉP't'Il 't(l "Io-0µm E~lCEV, E'tll
7tEV'tE1CClÍOE1CCl.'A1to OEIlEpo-Éroc;O"'tpCl'tEÍac;
f.7tl 'IAÍOUlC'tÍO"lV
30 E'tll 'tp1á1eov'ta 'tfoo-apa. 'Ev'tEU0Ev e1t1 'tov E1C1tAOuv 't'Ílt;
'Apyouc; E'tll É~TllCOV'tCl 'tfoo-apa. 2. 'E1e 'tOÚ'tOUf.7tl 0110-fo

2. Cf. Strom., I, 122, 4; 127, 2; 129, 3. 8. Cf. Strom., V, 32, 1; 55,


1; VI, 167, 1. 9-10. Cf. Le. 2, 36-38; 25-35 y 1, 67-79. 14-15. Cf. PLU-
TARCO, De Is. et Os., 21, 359 D. 18. Cf. Strom., I, 103, 2-3.
21-22. Cf. HERÓDOTO, Hist., II, 142. 23-24. Cf. Strom., I, 73, 1; 75,
4. 24. Cf. TRASILO, Fragm., 253 F 1. 27. Cf. PAUSANIAS, Grae. descr.,
I, 44, 8; APOLODORO, Bib/., III, 4, 3; Protr., 34, 1.

1. ruA.Oytcrµoú~:cruUoytcrµoú~ Potter. 5. ...: lac. Stahlin. 20. ÓK"tcÍ>:


'tE<Jcra-
pÚKOV't<X Potter; tex. corrup. Stahlin. 30. E1C7tA.o1.lv:Etcr1tA.ouvPotter.

~~
Stromata I, 135,4-137,1 335

177
Ageo, Zacarías y el Mensajero , uno de los doce [profetas Me-
nores] 178.
136.1. Todos ellos hacen un total de treinta y cinco pro-
fetas. Respecto a las mujeres (también las hay que profetizaron):
Sara, Rebeca, María, Débora y Olda ... 179• 2. Además, alrededor
de la misma época, también Juan profetiza hasta el bautismo·
del Salvador; y después del nacimiento de Cristo, [también pro-
fetizan] Ana y Simeón. Zacarías, el padre de Juan también pro-
fetiza antes del hijo, como se lee en los Evangelios 180•
3. Agrupemos nuevamente la cronología griega desde Moi-
sés: desde el nacimiento de Moisés .hasta el éxodo de los he-
breos de. Egipto transcurren ochenta años, y cuarenta más hasta
su muerte. El éxodo tiene lugar en tiempos de Ínaco, puesto
que Moisés sale de Egipto trescientos cuarenta y cinco años
antes del período Sotiaco. 4. Desde el mandato de Moisés y de
Ínaco hasta el cataclismo de Deucalión, entiendq que es el se-
gundo diluvio, y hasta el incendio de Faetón, correspondiente
a los tiempos de Crótopo, se contabilizan ocho 181 generaciones.
Ahora bien, tres generaciones equivalen a cien años. 5. Desde
el cataclismo hasta el incendio de Ida, al descubrimiento del hie-
rro y a los Dáctilos Ideos hay setenta y tres años, como afir-
ma Trásilo 182 • Y desde el incendio de Ida hasta el rapto de Ga-
nimedes hay sesenta y cinco años.
137.1. De ahí hasta la expedición de Perseo, cuando Glau-
co fundó los [juegos] Ístmicos en honor de Melicerte, hay quin-
ce años. Desde la expedición de Perseo hasta la fundación de
Troya hay treinta y cuatro años. Desde entonces hasta la expe-

177. Ya hemos anotado el sinónimo de este nombre con Malaquías; cf.


Strom., I, 122, 4; 127, 2; 129, 3.
178. Por razón de la brevedad evitamos reseñar aquí los lugares bíblicos
correspondientes, ya que los hemos señalado antes en este mismo capítulo, cf.
supra 111, 1-120, 3.
179. Probable laguna en el texto griego. Respecto a las Sibilas y profeti-
sas, J. RUWET, Canon, p. 247, dice que hay que admitir una evolución entre
las mencionadas en el Protréptico, donde se las identifica, y las otras obras
del Alejandrino, que las distingue.
180. Cf. Le. 2, 36-38; 25-35 y 1, 67-79.
181. El manuscrito dice «cuarenta». Seguimos las sugerencias de W.
CHRIST (Philologische, pp. 458s.), que propone el cambio de µ' (= 40) por TI'
(= 8).
182. Cf. TRASILO,Fragm., 253 F 1.
336 fapÓ>µata I, 21

1Ca1.
M1vó:rmupovE'tT\1:p1á1Cov1:a oúo, e.ha e1t1.1:ou<;Éma. E1t1.
0Jí13m<; E'tT\ OÉKa, Eltl. fü: 'tOV 'OA.uµ1tíaow a:y&va, ov
'HpaKA:fl<;
e0,iKEVE1tl.flÉA.Oltl,E'tT\,:pía, Et<;'tE 'tflV'Aµal;óvrov
de; 'A&fiva<; cr1:pmdav Kat 'tllV 'EA.ÉVT\<; Ú1to 01'\crÉro<;
873PG
5 áp1tarhv E'tT\ EVVÉa.3. 'Ev,:e.u0e.v E1tl. 'tllV 'Hpatlfouc;
cmo0ÉrocrtvE'tT\ EVOEKa,e.ha E1tl.'tllV 'EA.ÉVT\<; Ú1to 'AA.E-
~á.vopou éx.p1tarhvE'tT\1:focrapa. Eha E1tt1:11v Tpoíac; O.A,(J)(JlV
E'tT\EÍKO<Jl.4. 'A1to fü: Tpoía<; ÚA.cOOEro<; E1tl.'tllV Aivdou
JCá.0ooov 1Ca1.K't:Ícrtv Aaouwíou E'tT\ OÉJCa,E1tÍ 'tE 'tflV
10 'AcrKavíou a.px11v E'tT\ 01C1:ro, Ka1. e1t1.'tllV 'Hpa1CA.E10rov
JCá.0ofovE'tT\É~T11Cov1:aev, E1tÍ'tE 1:11v'Iq>Í'touÓA.uµmá.oaE'tT\
1:pmKÓcrm1:p1á1Cov1:a 01C1:ro.
138.1. 'Epa1:ocr0ÉvT\<; fü: 1:ou<; xpóvouc; ©Oe.
a.vaypáq>El. (l7t() µev Tpoía<; ÚA.OO<JEW<; E1tt'Hpatlno&v K<X-
15 0ooov E'tT\oyOOllKOV'ta · EV'tEU0e.v Oe E1tl.'tllV 'Irovía<;K'tÍ<JlV
E'tT\É~TlKOV'ta. 'ta. Oe 'tOÚ'tOl<; É~f\<;Eltl. µev 'tflV Eltl1:po1tíav
't'flV AuJCoÚpyouE'tT\ÉK<l't:OV 1tEV'tll1COV'ta evvfo · 2. E1tl.Oe
't(r-JtpOT\YOÚµe.vov E'tO<;'tOOV1tpro1:rov'OA.uµ1tírovE'tT\ÉK<l't:OV
ÓK1:ro · a.<¡>'~<; ÓA.uµmáOo<;E1t1.1:11vSÉp~ou füál3acrw E'tT\
20 füaKÓcrm EVEVTlKOV'ta É1t1:á. a<¡>'~<; E1tt 'tllV a.px11v 'tOÚ
flEA.01tOVVT\<Jl<lKOÚ 1toA.ɵouE'tT\1:e.crcrapáKoV't<l ÓK'tro
· 3. Kat
e1t1.'tllVK<l'tá.A.ucrw Ka1.'A~vaírov ~1:1:avE'tT\EtKocr1É1t1:á · Ka 1.
e1t1.'tllV ev Ae.ÚK'tpo1<; µÚXT\V E'tT\1:p1áKov1:a 1:focrapa· µrl}' ftv 86 GCS
E1t1.1:11v<l>1A.Í1t1tou 'tEA.EU'tllVE'tT\1:p1á1Cov1:a 1tÉv1:e.
· µe.,:a.oe
25 1:aú1:a E1tl'tflV 'AA.E~ávopouµe.,:~A,A,(l'YllV E'tT\{)ffi{)EJCa.
4. fláA-1va.1to'tf\<;1tpmT\<;ÓA.uµmáooc;ev10í q>acrwe1t1. 146se
'ProµT\<;K't:Ícrtvcruváye.cr0m E'tT\EtlCO<Jl 1:focrapa. 'Ev,:eú0e.v
E1t1.'t'flVl3acr1Mrova.vaípe.crw, éhe. Ü1ta1:01eyÉvovw, E1t1.E'tT\876PG
füaKÓcrm 1:e.crcrapáKov1:a ,:pía, a.1to oe 1:f\<;l3acr1A.Érov
a.v-
30 mpfoe.roc;E1tl't'flV'AA.E~ávopou'tEA.EU'tflV E'tT\ÉK<l't:OV
oyoo11-
1COV'ta e~.

3. Cf. PtNDARO, Olymf·• 3, 13; PAUSANIAS, Grae. descr., V, 7, 6-7.


4-5. Cf. ID., Grae. descr., , 2, 1; 15, 2; DIODORO, Bibl. hist., IV, 28; PtN-
DARO, Fragm., 258; PLUTARCO, Thes., 26-28; ELANICO, Fragm., 4 F 168.
9-10. Cf. TITO L1v10, Hist., I, 3, 3-4. 10-11. Cf. PAUSANIAS, Grae. descr.,
I, 41, 1-2; ESTRABÓN, Chrest., VIII, 3, 30; DIODORO, Bibl. hist., IV, 58,
1-4. 13. Cf. ERATÓSTENES, Fragm., 241 F la. 16-17. Cf. APOLODORO,
Fragm., 244 F 61. 26. Cf. DION!S10 DE HALICARNASO, Ant. rom., I, 74.

7-8. Eita Eltt 'tllV Tpoia.<; ÜMOOtvE't11EtKO<H: coniec. Müller y Stahlin.


18. to: coniec. Jacoby. 28. ¡3acnA.Érov:
Ba¡3uA&vo<; Potter. //. otE: cqniec. Bv-
water. 29-30. ¡3acrtA.Écov
avmpÉcrECO<;:Baj3uA&vo<;cUóiu~ Potter; l3acr1MÓJv
i),.á.creco<;
Bywater. _
;¿
Stromata I, 137,1-138,4 337

dición de Argos 183 hay sesenta y cuatro años. 2. Desde esta [ex-
pedición] hasta el suceso de Teseo y del Minotauro hay trein-
ta y dos años; a continuación, hasta los Siete contra Tebas hay
diez años; luego, hasta la reunión olímpica, que estableció He-
racles en honor de Pélope, hay tres años; y hasta la expedición
de las Am:azonas contra Atenas y al rapto de Elena por Teseo
hay nueve años. 3. De ahí hasta la apoteosis de Heracles, once
años, y hasta el rapto de Elena por Alejandro cuatro años; des-
pués, hasta la conquista de Troya, veinte años. 4. Desde la con-
quista de Troya hasta el regreso de Eneas y la fundación de La-
vinio diez años, y otros ocho años hasta el reinado de Asca-
nio; hasta el regreso de los Heráclidas sesenta y un años; fi-
nalmente, hasta la Olimpiada de Hitos trescientos treinta y ocho
años.
138.1. Erastóstenes 184 señala la siguiente cronología: desde
la conquista de Troya hasta el regreso de los Heráclidas, ochen-
ta años. Desde entonces hasta la fundación de Jonia, sesenta
años. Por lo que se refiere a los [años] siguientes, hasta la ad-
ministración de Licurgo, ciento cincuenta y nueve años. 2. Y
hasta el primer año de la primera Olimpiada, ciento ocho años.
Desde esa [primera] Olimpiada _hasta la travesía de Jerjes, dos-
cientos noventa y siete años. Desde la (travesía] hasta el co-
mienzo de la guerra del Peloponeso, cuarenta y ocho años.
3. Además, hasta la destrucción y derrota de los atenienses, vein-
tisiete años; hasta la batalla de Leutros, treinta y cuatro años;
desde esa [batalla] hasta la muerte de Filipo, treinta y cinco
años; y después de dicha (muerte] hasta la sustitución de Ale-
jandro, doce años.
4. Nuevamente, desde la primera Olimpiada algunos dicen 185
que hay que contar veinticuatro años hasta la fundación de
Roma. De ahí hasta la derogación de la monarquía, cuando apa-
recen los cónsules, doscientos cuarenta y tres años; y desde la
derogación de la monarquía hasta la muerte de Alejandro, cien-
to ochenta y seis años.

183.Argos es el hijo de Frisos y constructor de la nave de su nombre, en


la quelos Argonautas fueron a conquistar el vellocino de oro.
184.Cf. ERATÓSTENES, Fragm., 241 F la.
185.Entre otros, Polibio, Catón el Viejo y Varrón: DIONISIO DE H
CARNASO, Ant. rnm., I, 74. /
,..
~'~
"l;)llüd Snod'9g !;11~füsod Á U){q!'.ls "::l)U0:):Snod'9gdng ·sz:
"U){q~1s ·dru10::, ·x;i1 !1;1nod i\XJ}.OUÁH, :i\Ol3i\}Xl~3' º61 "l;)llüd SXJ}3i\Xl<f>
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1'X>)lSomri}.L ~!.?Scp '3li\~1L 'X>li\O)l'9ldl 'XH.09)l'X>l1L~ Sodod>3,. SI
~!.?Scp '3M~1L'X>)l3!_? m.09)lnl1t~ lt151 Sn}A'X><I> A~ri Scp 'mAl¿,g
-mg AX>}.OV, A~l Sp AOdgAn~~"YV,Arnnd> q,o ,d>~ 'nMoXd~
i\Ol3A}'X>Q,311L~ 0.019-01 (?1LV, ·t, "'X)li\0)llf0!_?Á.<;> A(?l'X>)l~~
1,00)lp A(?l'X>)l~ lt151A0!_?00'9)lA(!?!_?l3"'t)l'X>dH. A~l 11L~S003.D<)J"Y~
SX>}OdJ, (?1!'91'X>)l
'X>li\0)lY,lA31Lm.09)lmg 'XH"Y}X SOM(!?d>OrilLV ~!.?OI
(?1!'9'<pl)l<;>
l.DO)lp m.09)lmg 'XH"Y}X ltl;'! A1Do.0J..'9AO..O
X>A9!_?3)l'X>W
A(?l AOd!_?A'X>~~"YV, 11L~A~ri So1tOd)l~)I (?1!'9!.O~!.?1.013 ·r
"'X))l3!_?A~
A(?l'X>)l~lt151 A~l0.3'(31 nog9rio)I ,\~l 11L~ SOA(!?Á.'9no1cpd1t
(}Ol ~!,?(?1!'9'ndn.o.o~l'X>)l3!_?
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ltl;'! 'Üri<pd. A~ S(?A'X>ll3TiOVS
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(?l So1.ono,t~ v A30.3l'91L<}319. 'ndn.0.0~1 nMO)llfA3A~ m.09)1
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319, 'Alt)l}A O.Ol.D<),OÁ.Q,V A~l 11L~ A30(}3lA3, T6fl

IZ 'I mmiqid13: 8tt


Stromata I, 139,1-140,5 339

139.1. Desde entonces hasta la victoria de Augusto, cuan-


do se suicida Antonio en Alejandría, doscientos noventa y cua-
tro años; por aquel entonces Augusto ejercía el cuarto consu-
lado. 2. Desde ese momento hasta la celebración establecida por
Domiciano en Roma, ciento catorce años; y desde esa primera
celebración hasta la muerte de Cómodo, ciento once años.
3. Algunos contabilizan desde Cécrope hasta Alejandro de
Macedonia mil doscientos veintiocho años; desde Demofonte mil
doscientos cincuenta años; desde la conquista de Troya hasta el
regreso de los Heráclidas, ciento veinte o ciento ochenta años.
4. Desde ese [regreso] hasta el arcontado de Evéneto, bajo el
cual se dice que Alejandro pasó a Asia, según Fanias 186, sete-
cientos quince años; pero conforme a Eforo 187, setecientos trein-
ta y cinco; según Timeo 188 y Clitarco 189, ochocientos veinte;
según Eratóstenes 190, setecientos setenta y cuatro; según Duris 191,
desde la conquista de Troya hasta la travesía de Alejandro a
Asia, transcurren mil años. 5. Desde entonces hasta Egesías 192
el arconte de Atenas, bajo el cual muere Alejandro, once años.
De ahí hasta la hegemonía de Claudio César Germánico [pasan]
trescientos sesenta y cinco años; a partir de ese momento hasta
la muerte de Cómodo se calculan fácilmente los años; se hace
la suma de todos.
140.1. De otra parte, la cronología griega es necesario com-
pararla también con la bárbara 193 en sus grandes trazos. 2. Desde
Adán hasta el diluvio se contabilizan dos mil ciento cuarenta y
ocho años y cuatro días; desde Sem hasta Abraham, mil dos-
cientos cincuenta años; desde Isaac hasta el reparto [de la tie-
rra prometida], hay seiscientos dieciseis años. 3. Además, desde
los Jueces hasta Samuel, cuatrocientos sesenta y tres años y siete
meses. 4. Después de los Jueces, [el período] de los Reyes: qui-
nientos setenta y dos años, seis meses y diez días. 5. Luego, los

186. Cf. FANIAS, Fragm., 19.


187. Cf. EFORO, Fragm., 70 F 223.
188. Cf. TrMEO, Fragm., 566 F 126.
189. Cf. CuTARCO, Fragm., 137 F 7.
190. Cf. ERATÓSTENES, Fragm., 241 F ld.
191. Cf. DuRrs DE SAMos, Fragm., 76 F 41.
192. El texto griego señala Evéneto, repetido por error del parágrafo an-
terior. El arconte ateniense del 323 era Egesías: G. PrNI, Stromati, p. 193, n.
176.
193. Es decir, con la cronología judía.
340 I:tpc.Í>µa-ta1, 21

5. Me0' oüc; xpóvouc; IlepcrtlC'l<;f3a.crtA.Eía.<; E'tTJfüa.icócrta.


tptáicovta. 1tÉVtE, E7tEtta. tTJ<;Ma.icd5ovt KTJ<;ECO<; 'A vtco-
víou avmpfoecoc; E'tTItpta.KÓcrta.OCÓOEKa. 11µÉpmOEKO.OK'tCÓ.
6. Me0' OVXPÓVOV 11 'Pcoµa.Ícovf3a.crtA.EÍa. ECO<;
"CTJ<;
Koµóoou
5 'tEA.EU'tTJ<;
E'tTIOta.icócrta.EtKO<rtoúo. 7. Ilá.A.tv"CEa.i>U7t0'tTJ<;
éf3ooµT1KOV'ta.Et0U<; ica.t 'tTJ<;'tOU A.a.oude; 1ta.-
a.ixµa.A.CO<ría.<;
tpqmv yr\v a1toica.ta.crtácrecoc; de; t11v a.ixµa.A.CO<ría.v tllV e1tt
Oum1tmta.vou E'tTJcruváyetm tEtpa.icócrta. OÉica.,tEA.Euta.ía.
fü:U7t0ÜUECJ7tEcrta.vou ECO<;
'tTJ<;
Koµóoou 'tEA.EU'tT)<; EÚpÍ<rKE'ta.t
10 e~
E'tTJÉicmov Eticocrtev µT)VE<; 11µÉpm EtKocrttfocra.pec;.
evtq> IlEpt tfuv EV tfl
141.1. AT1µfttpto<; OÉ <pT1<rtV
'louOa.Íg, f3a.crtA.ÉCOV
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35 'tOVUA.T18TJ A.Óyova.i YEVtKa.t OtÓ.A.EK'tOtoúo ica.t Éf3ooµfticovta.
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880PG

1-3. Cf. Strom., I, 128, 2; 129, 2. 11. Cf. DEMETRIO,Fragm., 722 F 6. 14-16. Cf. Strom.,
I, 122, lss. 20. Cf. FLAVIOJOSEFO, Contra Ap., I, 23, 218; EUSEBIODE CESAREA,Praep.
evang., IX, 42. 21-22. Cf. EUPÓLEMO,Fragm., 723 F 4. 30. Cf. EFORO, Fragm., 70 F 237.
32-34. Ex. 1, 5. 36. Cf. Ps.-CLEMENTEDE ROMA, Hom., 18, 4, 3.

28-29. fvaíou !ioµistíou 1<a\'A<nvíou: fciiou !ioµenavoíi, Krunavoíi Potter. 33. al: om. Rahlfs.
Stromata I, 140,5-142,2 341

tiempos del dominio persa: doscientos treinta y cinco; desde


Macedonio hasta la muerte de Antonio, trescientos doce años
y dieciocho días. 6. A continuación, el dominio de los roma-
nos hasta la muerte de Cómodo, doscientos veintidós años.
7. Nuevamente, desde la cautividad de los setenta años y el res-
¡ tablecimiento del pueblo en la tierra patria, hasta la cautividad
t de los tiempos de Vespasiano, se cuentan cuatrocientos diez años;
finalmente, desd~ Vespasiano hasta la muerte de Cómodo hay
que contabilizar ciento veintiún años, seis meses y veinticuatro
días.
141.1. Demetrio 194 afirma en Los Reyes de judea que las tri-
bus de Judá, Benjamín y Leví no fueron hechas prisioneras por
Senaquerib, sino que desde esa cautividad, hasta la última en la
que Nabucodonosor les sacó de Jerusalén, hay ciento veintiocho
años y seis meses. 2. Desde esa [cautividad] en la que fueron de-
portadas las diez tribus, hasta el rey Ptolomeo IV, hay quinien-
·t tos setenta y tres años y nueve meses; y desde la [deportación]
J de Jerusalén, trescientos treinta y ocho años y tres meses.
•. 3. También Filón mismo escribió Los reyes Judíos, que está
en desacuerdo con Demetrio. 4. Eupólemo 195, en su obra acer-
ca de la misma materia, dice que el total de años desde Adán
hasta el quinto del reinado de Demetrio, correspondiente al duo-
1
décimo año del reinado de Ptolomeo en Egipto, es de 5149 años.
5. Y desde el tiempo en que Moisés condujo a los judíos fuera
de Egipto hasta el tiempo fijado anteriormente, hay dos mil qui- ,
1
nientos ochenta años. Y desde esa época hasta los consulados de ¡
Gneo Domicio y Asinio, en Roma, se cuentan ciento veinte años. )
142.1. Eforo 196 y otros muchos historiadores afirman que
hay setenta y cinco naciones e idiomas, obedeciendo a la pala-
bra dicha por Moisés: Todas las almas de [la casa] de Jacob eran
setenta y cinco, las cuales llegaron hasta Egipto 197• 2. Es mani-
fiesto que los dialectos existentes, según la verdadera cuenta, son
setenta y dos, como enseñan nuestros escritos 198; otros, que son

194. Cf. DEMETRIO, Fragm., 722 F 6.


195. Cf. EUPÓLEMO, Fragm., 723 F 4. Sobre esta cita clementina, cf. N.
WALTER, Zur Überlieferung, pp. 318-319.
196. Cf. EFORO, Fragm., 70 F 237.
197. Ex. 1, 5.
198. Cf. Ps.-CLEMENTE, Hom., 18, 4, 3.
342 l:tpcóµm:a I, 21

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CJ'tpÉ<pElV, e~cxp'tCÓµevov <>E0á'tepov 0mépou ÚAÚcrero<;; OÍICTJV,
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2-4. Cf. Strom., VI, 129, l. 4. Cf. ELIANO, De nat. anim., VI, 23.
13-17. Cf. JUBA, Fragm., 275 F 51 A; PLUTARCO, Moralia, 977 D; ELIA-
NO, De nat. anim., VI, 61.
Stromata I, 142,2-143,7 343

la mayoría, están formados de la relación con dos, tres o tam-


bién más dialectos. 3. Dialecto es un modo de hablar que ma-
nifiesta el carácter propio de una región; es un modo de hablar
que revela un carácter especial o común de una nación. 4. Los
griegos dicen que poseen cinco dialectos: ático, jónico, dórico,
eólico y, el quinto, la koiné; también [dicen] que las innumera-
bles formas de hablar de los bárbaros no se llaman dialectos,
sino lenguas.
143.1. El mismo Platón asigna igualmente un determinado
dialecto a los dioses, fijándose sobre todo en el influjo de los
sueños y de los oráculos, y también de los que están poseídos
por el demonio, quienes no emiten sonido ni dialecto propio,
sino el de los demonios que hay dentro de ellos. 2. También
[Platón] piensa que tienen dialectos los animales irracionales,
quienes son comprendidos por los de su misma especie 199•
3. Así, un elefante que cae en un fango grita, y al llegar cual-
quier otro [elefante] y contemplar el incidente, se vuelve atrás
y aparece con él no mucho después una manada de elefantes
que salva al caído en el fango. 4. Se dice 200 también que en
Libia, cuando un escorpión no consigue herir al hombre, se
marcha para volver luego con otros muchos [escorpiones]; y
colgándose uno de otro en forma de cadena intentan de esa
forma alcanzar insidiosamente [al hombre]; pero estos animales
irracionales no se expresan por medio de movimientos de ca-
beza, ni por expresiones corporales 201 , sino -me parece a mí-
por medio de un dialecto propio. 5. Algunos otros dicen tam-
bién que si un pez se escapa, una vez pescado, por la rotura
de la tanza, no se encontrará en ese mismo lugar y en todo el
día otro pez de su misma especie. 6. Los dialectos primitivos y
específicos son bárbaros, pero tienen nombres naturales; tam-
bién los hombres confiesan que las oraciones son más eficaces
si se hacen en lengua bárbara. 7. Platón, en el Cratilo, al pre-
tender explicar el término fuego, afirma que es palabra bárba-

199. En las obras atribuidas a Platón no se encuentra nada parecido a lo


que afirma al Alejandrino.
200. Cf. ELIANO, De nat. anim., VI, 23.
201. El término crxfiµa, que hemos traducido por «expresión corporal»,
puede significar no sólo el aspecto exterior, sino también toda la constitu-
ción o génesis corporal de un ser creado. Pensamos que en este lugar se re-
fiere únicamente al significado primero (cf. también Paed., 11, 55, 1; III, 15,
2; 23, 4).
344 I:-rpÓ>µa-raI, 21

ovoµa. Map'tUpElyoüv wu; <l>púya;OÜ'tro.KaAO'l>V'ta;


µ1-
,cpÓv n napa,cAÍvovra<;.
144.1. Oufü:v ÓE'.oiµm E1tl 'tOÚ't01; XEtpov K<lt 'tou;
xpóvou; 'trov 'Proµm1<&vPacnAÉrov1tapa0fo0m Ei; e1tÍOE1~1V
5 't'Tl;'tOÜcrro't11po;yEVÉo'Ero; · 2. Aüyoucrw; E'tll 'trncrapáKov'ta
'tpÍa, T1Pép10; E't,i KP', rá10; E'tll o', KAUÚ010;E'tll 10', NÉ-
prov E'tll 10', r á).Pa; ifw; ev, ÜUEcr1tEcrmvo;E'tll 1', Tho;
E'tll y', Aoµ1'tmvo; E'tll lE', Néppa; fao; a', Tpmavo; E'tll
10', 'Aopmvo; E'tll Ka', 'Av'trovivo; E'tll q', óµoíro; 1t<XAlV
10 'Av'trovivo; K<Xt Kóµooo; E'tll AP'. 3. fÍVE'tal 't<l 1t<XV't<X <X1t0
AuyoÚO"'tOU eroi; Koµóoou 'tEAEU't'Íl;E'tll crKP', K<Xt'tCX. <X1t0
'Aoa.µ eroi; Koµóoou 'tEAEU't'Íl;E'tll E'lf1tO'µ11vE;oúo fiµÉpm
OOOOEKa. 4. Ttve; µÉV'tül wu; xpóvou; 'tOlV 'Proµa11<&v
pacnAÉrovoÜ'trot;avaypá.q>oucn· r á10; 'Ioú).10¡; Kafoap E'tll
15 y' µ11va; o' fiµÉpa; ro', µE0' ov AÜyoucrw; ePacrÍAEUO"EV E'tll
µro' µí,vai; o' fiµÉpav µíav, E1tE1'taT1Pép10; E'tll Kro' µí,vai;
ro' fiµÉpa; 10', ov omoÉXE'tm rá10; Kaicrap E'tll 'tpÍa µí,va;
1' fiµÉpa; OK'tOO · 'tO'l>'tOV
K).aúo10; E't,i 1-y'µí,vai; 11' fiµÉpa;
Kll', NÉprov E'tll 1-y'µí,vai; OK'tcoiiµÉpa; Kll', r á).Pai; µí,vai; 884PG
20 É1t'ta.fiµÉpa; ro', "OOrov µí,va; E' fiµÉpav a', ÜU1'tÉAA10;
µ11va; É1t'ta.fiµÉpav a', Ourn1tEcrmvo; E'tll m' µ11va; m'
fiµÉpa; KP', TÍ'to; E't,i P' µ11vai;P', Aoµl'tmvoi; E'tll rn' µí,va;
11' fiµÉpai; E', Néppa; ic:w; a' µ11va; o' l͵Épa; 1', Tpmavoi;
E'tll 10' µí,va; s'fiµÉpai; lE', 'Aopmvo; E'tll K' µí,va; 1'
25 l͵Épa; Kll', 'Av'trovivo; E'tll KP' µ11va; 'tpEt; l͵Épa; Méip- s',
KOt;Aupfi).10¡; 'Av'trovivoi; E'tll 10' l͵Épa; m', Kóµoooi; E'tll
1P' µí,va; 0' l͵Épa; 10'. 5. 'Ano 'louAÍOU'tOÍVUVKaícrapo; 90 GCS
eroi;Koµóoou 'tEAEU'tÍ,;yívovm1 E'tll O-Aro' µ11vE;ro'. I.uváyE-
'tal OE1t<XV't<X 'tCX.<X1t0'ProµÚAOU'tOÜK'tÍO"avw; 'Proµ,iv eroi;
30 KoµÓoou 'tEAEU't'Ílt; µy' µ11vE; 1'.

145.1. 'EyEvvfi0,, OE Ó KÚp10; fiµ&v 't<¡)oyOÓq>Kat 150se


dKOO"'t<¡)E'tEl, O'tE1tp&wv EKÉAEUO"<lV a1toypacpa.; yEvfo0m
EJtt AuyoÚO"'tOU. 2. "Ot1 OE'tOÜ't' «A,i0É; EO"'tlV,ev 't<¡)EUay-
'YEAÍq>'t<¡)Ka'tCX.
AoUKCXV yÉypa1tml OÜ'tro;. erer
Ot:nevn;,car-
35 8e1eárm éni T1/3epíov Kaíaapo; éyévew pijµa ,cvpíov éni
'Jmáv~T]VTOVZaxapíov víóv. Kat 1t<XAlV ev 'tql CXU'tqlº~V oi:

1-2. PLATÓN, Cra., 410 A. 13. Cf. TEóFILO DE ANTIOQUÍA, Ad Auto/., III, 27.
31-33. Cf. Le. 2, l. 34-36. Le. 3, 1.2. 36-346,1. Le. 3, 23.

2. 1tapa1CAÍvovta~:1tapa~11.ívovte~Burnet. 5-6. tecrcmpáxov,:a tpía: 1:eooapa1CoV-


mtpÍa Potter. 11. teA.Eu-rik eoniee. Usener y Stiihlin. 30. mg': vy' Potter. 35. E1tt:
tii~ riyeµovía~ Aland. //. 1CUpÍou:0rnu Aland.
Stromata I, 143,7-145,2 345

ra. De esa manera da testimonio de los frigios. A quienes lla-


man los que se apartan un poco 2º2 •
144.1. Pienso que es mejor añadir a aquellas [historias] la
cronología de los emperadores de Roma, para fijar el nacimiento
del Salvador. 2. Augusto [reina] durante 43 años; Tiberio 22
años; Cayo 4 años; Claudio 14 años; Nerón 14 años; Galba un
año; Vespasiano 10 años; Tito 3 años; Domiciano 15 años; Nerva
un año; Trajano 19 años; Adriano 21 años; Antonino 23 años;
de nuevo [M. Aurelio] Antonino y Cómodo, ambos 32 años 203 •
3. En total, desde [el mandato de] Augusto hasta la muerte de
Cómodo, suman 222 años; y desde Adán hasta la muerte de \
Cómodo, 5784 años, dos meses y doce días. 4. Otros anotan la 1
siguiente cronología de los emperadores romanos: Cayo Julio
César mandó 3 años, 4 meses y 6 días; a continuación de éste,
Augusto dominó 46 años, 4 meses y un día; después Tiberio,
26 años, 6 meses y 19 días; a éste le sucede Cayo César [du-
rante] tres años, 10 meses y ocho días. Y a éste le sucedt! Clau-
dio [durante] 13 años, 8 meses y 28 días; Nerón, 13 años, 8
meses y 28 días; Galba, 7 meses y 6 días; Otón, 5 meses y un
día; Vitelo, siete meses y un día; Vespasiano, 11 años, 11 meses
y 22 días; Tito, 2 años y 2 meses; Domiciano, 15 años, 8 meses
y 5 días; Nerva, 1 año, 4 meses y 10 días; Trajano, 19 años, 7
meses y 15 días; Adriano, 20 años, 10 meses y 28 días; Anto-
nino, 22 años, tres meses y 7 días; Marco Aurelio Antonino 19
años y 11 días; Cómodo, 12 años, 9 meses y 14 días. 5. Así,
pues, desde Julio César hasta la muerte de Cómodo hay 236
años y 6 meses. En total se contabilizan desde Rómulo, el fun-
dador de Roma, hasta la muerte de Cómodo, 94 3 años y 6
meses.
145.1. Nuestro Señor nació en el año vigésimo octavo del
reinado de Augusto, cuando se mandó hacer el primer empa-
dronamiento. 2. Esto es verdad conforme al evangelio de Lucas,
que dice así: En el año decimo quinto del emperador Tiberio,
la palabra del Señor se dirigió a Juan, hijo de Zacarías204 • Y
' .

202. PLATÓN, Cra., 410 A.


203. La indicación del Emperador Cómodo muestra que Clemente escri-
bió este libro después del año 193: J. CoGNAT, Clément d'Alexandrie, p. 53,
nota 3.
204. Le. 3, 1.2, con pequeños cambios.
346 :I:tpcóµma I, 21

'Ir¡aovi; ipxóµevoi; e1t1'to f3á.1t't1crµa~ h&v ')..,'.3. Kat on 885PG


evmu'tov µóvov ecin au'tov lCTJPU~m,Kat 'tOU'tOyÉypamm
oÜ'troc;· iviavrov &,aov rupíov K17pv~ai cbréare1Áiv µe.
ToU'tOl((ll,ó 7tpOqnÍTIJc; el7tEVl((ll,'tO EuayyfA.10v.4. IlEV'tEK<lÍ-
5 {)f,l((lo'bv E't'flT1f3epíou l((ll, 7tEV'tEK<lÍ<>EK<l Auyoúcrwu, O'\l't(O
7tA.'flpOU'tm 'tCX'tpHlKOV't(lE't'fleroc;ot> E1ta0ev. 5. 'Aq>' ot> fü:
ena0ev eroc;'tll<;K<l'tacr'tpOq>Ílc; 'lepoucra;A'flµyívov'tm E't'flµf3'
µÍlVEc;y', l((ll, CX7t0'tll<;Ka'tacr'tpOq>Ílc;'Iepoucra;A'flµeroc;KoµÓ-
ciou 'tEAEm'Ílc;E't'fl pKf3' µÍlvEc; 1' flµÉpm 1y'. rívoV'tm o'bv
10 a.<¡>'Oi>Ó KÚptoc;eyevvfi0-rieroc;Koµóciou 'tEAEU't'Ílc; 'tCX7tClV't(l
E't'fl p<?o' µ'flV de; flµÉpm 1y'. 6. Eicrt fü: oí 7tEp1EpyÓ'tEpov
't11yevfoet 'tOU(¡O)'tllPO<; t1µ&v ou µóvov 'tO ewc;, a.A.A.ex K<ll
't'flVflµÉpa;v 7tpocrn0Év'tE<;,iív q>acnv ewuc; 1CTl'Auyoúcrwu
EV1tɵ1t't1lIlaxcov K<ll EiKÓ.Ot. 888PG
15 146.1. Oí fü: ano Bacr1AEÍ<>ouKat wu f3a1t'tÍcrµmoc;
(l'l)'tOU't'flVflµÉpav É:op'tá.~oum7tpOOtaVUK'tEpEÚOV'tE<; ev a.va;-
yvÓ>O'ecrt. 2. cI>acrtfü: dvm 'tO 1tEV'tEKmOÉKawv E'toc;T1f3e-
píou Kafoapoc; 't'flV7tEV'tEKat0EK<X.'t'flV 'tOUTuf31µ'flvÓc;,nvec;
cie a'O 't'flV ÉVOEKCX't'flV 'tou au'tou µ'flvÓc;.3. Tó 'tE nci0oc;
20 au'tou a.Kp1f30A.oyoúµevo1 q>Époumvo'i µÉv nvec; 'tq>ÉKKm<>E-
KÓ.'troE'tet T1f3epíouKaícrapoc; cI>aµevco0KE', o'i oe cI>apµou01

3. Le. 4, 18-19; cf. Ps.-BERNABÉ, Ep., 14, 9; IRENEO, Adv. haer., 111,
9, 3; TERTULIANO, Adv. Marc., IV, 14, 13; etc. 4. Cf. Is. 61, 1-2.
//. Cf. Le. 4, 18-19; Strom., V, 37, 4. 15-17. Cf. PLATÓN, Leg., 11, 666
B; Paed., 11, 22, 1; 96, 2; Strom., VI, 113, 3; Eclog. Proph., 7, 2; Exc.
ex Theod., 77, 2-3.

1. EpxóµEvo~: apxóµEVO~ Aland. 3. a1tÉ<J'tElAÉV:a1tÉ<J'taA.1CÉV Aland.


oi>v E'tEl Potter. 9. pKW:
4-5. IlEV'tEKaÍOEKa oi>v E't'I]: IlEV'tEKatOEK<l'tOO
PICTI'Potter. 11. oí: o'i Potter. 16. Ev: eonie~. Mayor y Stahlin. 19. ai>
TT]V: aUTTJVPotter.
Stromata I, 145,2-146,3 347

también [se dice] en el mismo [evangelio]: Jesús, cuando fue


bautizado, tenía 30 años 205 • 3. Y que predica durante un solo
año, está escrito de la siguiente manera: Me envió para anun-
ciar un año de gracia del Señor 206 . Y tanto el profeta como el
evangelio dicen lo mismo 207 . 4. Por tanto el periodo compren-
dido entre el año décimo quinto de Tiberio y el décimo quin-
to de Augusto completan los treinta años hasta su Pasión.
5. Desde la Pasión hasta la destrucción de Jerusalén hay 42 años
y 3 meses; desde la destrucción de Jerusalén hasta la muerte de
Cómodo, 122 años, 10 meses y 13 días. Por tanto, desde el na-
cimiento del Señor hasta la muerte de Cómodo hay en total
194 años, un mes y 13 días 208 . 6. Hay quienes con una curio-
sidad excesiva señalan no sólo el año, sino también el día del
nacimiento de nuestro Salvador, y afirman que tuvo lugar el día
veinticinco del [mes] Pachón del año 28 de Augusto.
146.1. Los discípulos de Basílides también festejan el día
de su bautismo 209, y pasan la noche anterior leyendo en públi-
co210. 2. Afirman que [aquel bautismo] sucedió el año decimo
quinto de Tiberio César, el [día] 15 del mes Tybí; en cambio,
otros [dicen que tuvo lugar] el [día] undécimo del mismo mes 211 •
3. Respecto a su Pasión, algunos, queriendo precisar, la sitúan
en el año decimo sexto de Tiberio César, el 25 del [mes] Pha-
menoth212; otros, el 25 del [mes] Pharmouthí 213 ; finalmente hay

205. Le. 3, 23. El evangelista no habla del bautismo del Señor, sino que
dice: «Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años».
206. Le. 4, 18-19. Sobre esta tradición, cf. A. ÜRBE, La unción del Verbo,
p. 435; ID., Introducción, pp. 678-681.
207. Cf. Is. 61, 1-2 y Le. 4, 18-19. Lo contrario afirma IRENEO,Adv. haer.,
II, 22, 3-6; III, 18, 7.
208. Algunas de las figuras recordadas por Clemente son incorrectas: G.
ÜGG, A Note, p. 60.
209. Es decir, del bautismo de Jesucristo, al igual que su nacimiento y pa-
sión. Sobre la importancia del bautismo en la vida del Señor, cf. A. ÜRBE, La
unción del Verbo, p. 236, nota 25, con abundante bibliografía. Clemente nos
dará más noticias biográficas de Basílides en Strom., VII, 106, 4 y 108, l.
210. Clemente, siguiendo a Platón, no es partidario de dedicar la noche a
lecturas que exijan una atención del espíritu, como ha dejado escrito en el
Paed., II, 22, 1; 96, 2. Cf. A. KNAUBER,Ein frühchristliches, p. 318, nota 12.
211. El 15 de Tybí corresponde al 1O de enero del calendario juliano; el
11, al día de la Epifanía, 6 de enero. Sobre estas fechas, el bautismo y la as-
censión de Jesús, cf. A. ÜRBE, Cristología gnóstica, I, p. 503-505; !bid., II, p.
542.
212. El veintiuno de marzo del calendario juliano
213. El veinte de abril.
348 Ltpcóµata I, 21

KE'· a.AA.01fü: <l>apµou0t 10' 1trnov0Évm 't<>Vo-ro'tfipa


AÉyoootv.4. Nat µf¡v nv~ amfuv <paO'l <l>apµouffi
'YE"(EVfi0'0m
KO,TIKE'.
5. "En Oe KIXKElV(l tjl xpovoypacpíq. 7tpOO'<l7tOOO'tÉoV, 91 GCS
5 Tac;11µÉpac;AÉyro,a.e; aivínnm Acx.VlflÁ á1to 't'Tlc;epr¡µcóo-eroc;
'IEpouo-aAfiµ,... 'ta ÜUE0'7tEO'l<lVOUihr¡ ~' µfivac; l(l'. Tcxyap
oúo E'tTI1tpoo-Aaµ~ó:ve'tmwic; "00rov°'; x:at ró:A~a x:ai Ou1- 1s1se
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K<ltµfivec; 1', O EO''tl fíµuro ri¡; É/3óoµá80;, x:a0roc;Etpr¡KE
1o AaVlflÁ ó 1tpocpf¡'tr¡c;.7. Etpr¡KEVOe ~'t' 11µÉpac;yevfo0m
ácp' O'OEO''tr¡'tO ~OÉAuyµaimo NÉprovoc;eic; 'tflV 7tÓAlV'tllV
áyíav µÉXPl'tllc;K<l't<lO''tpocpfic;
CX.'l>'tTJc;.
8. ÜÜ'troyap 'tO PTl'tOV
'tO Ú1tO'tEmyµÉvovOEÍKVUO'lV. em; nóre f¡ opacn; <J'TI}<J'eTal,
r¡ 0vaÍa r¡ ap0eraa "ICair¡ áµapría ÉpT7µÓJaem;r¡ 8o0ewa, 889PG
15 "/Cal r¡ óÚvaµz; "ICai ro a-yzov avµnaTT7(}-f¡aeraz; "ICai eilreV
avrij>, ero;éanépa; "ICainproí, f¡µépaz /3r,"/Calap(}-f¡aeral ro
aywv. 9. Ai>Tm o-ov ai ~'t· 11µÉpmyivov'tm e'tr¡ éx', µfivec;
o', <hv 'tO fíµlO'U K<l'tÉO'XE
NÉprov ~<lO'lAEÚrov, K<lt eyÉvE'tO
11µ10-uÉ~OOµáooc;.'tO Oe fíµlO'UÜUE0'7tEO'l<lVOc; O'UV"00rov1
20 K(lt ráA~q. K<ltÜUl'tEAAÍq>. 10. Kat Ola 'tOÚ'tOAÉyElAav1fiA·
µa"ICápw; Ó <p0áaa; ei; f¡µépa; arAe '. MÉXPlycxp 'tOÚ'trov
'tOOV 11µeprovó 1tÓAEµoc; ~V, µE'tCl'oe 't<lU't<lf,7t(l'l)O'<l'tO.
147.t. Adx:vu'tm oe x:a1 o-owc; ó &p10µoc; ex: wu
Ú7tO'tE'tayµÉvouKEcpaAaÍOuexovwc; <hoe. "/Cal ano "ICazpov
25 1rapaÁÁá~ero; wv ÉvóeAexzaµov "1Cai 8o0íjvai f38éÁvyµa
f¡µépa; aa0 ', µa"ICápw; ó v1roµévrov "1Cai<p0áaa;
ép11µÓJ<J'ero;
ei; f¡µépa;, arAe '. ·

2. <l>Aaúwc; ó 'Iouoaioc; ó Tac; 'Iouomx:ac;


oe 'ICÓO'r¡1toc;
O'UV't<X~ac;ÍO''tOpÍac;x:amyayrov wuc; XPÓVouc;cpr¡O'tVÚ1to
30 Mrouo-Éroc;eroc;Aa~tO E'tr¡yíyvm0m cp7tE''CX7t0 fü: Aa~tO eroc;
ÜUE0'7tEO'l<lVOÚ OemÉpou ewuc; apo0'. 3. Eha CX7t0 'tOÚ'tOU
µÉXPl 'Av'trovívou OEKÓ:'tOU E'tOUc;E'tTIo~·, roe;dvm á1to
Mrouo-Éroc;e1tt 'to OÉx:movewc; 'Av'trovívou 1tÓ:v'taE'tr¡ aroAy'.
4. ,,AAAOlOe µÉXPl 'tllc; Koµóoou 'tEÁEU'tllc; áp10µf¡crav'tec;
35 cx1to'Ivó:xou x:at Mrouo-Éroc; E'tr¡ ecpr¡o-avyívm0m aroµW,
~

9. Dn. 9, 27. 13-17. Dn. 8, 13-14. 18-19. Cf. Dn. 9, 27. 21. Dn. 12, 12. 24-27. Dn. 12,
11-12. 28. Cf. FLAVIO JOSEFO, De bel/. jud. VI, 10, 437-440. 35. Cf. Strom., I, 101, 5.
6.... : lac. Stahlin. //. ta': ~· Potter. 9. to iíµiau: té¡, µíaet Rahlfs. 14. 1<a1:coniec. Stiih-
lin. //. ÉP11µ<ÍlCJem<;: ÉP11µm6,'¡aem1Potter. 15. &úvapt~ 1<a1to éiywv: mut. Rahlfs. 16. ,flt':
oiaxíA,m 1<a1tp1a1<ÓCJm1 Rahlfs. //, ap&f¡aetm: 1<a6ap1cnn¡aetm Rahlfs. 21. µa1<áp1cx;:add.
",('°~évouv 1<?\Rahlf!. 2J. !"ª''add; toú Rahlfs. 26. iiµÉpa~: 11µÉpmRahlfs. 35-1,350. ,aroµP',
01 lie ,a 1<a: ,13<,,µp , 01 lie, ,P<,,1<aPotter.
Stromata 1, 146,3-147,4 349

quienes dicen que el Salvador padeció el 19 del [mes] Phar-


mouthí214. 4. Otros afirman que resucitó el 24 ó 25 del [mes]
Pharmouthí2 15.
5. Yo digo · que es necesario añadir a esta cronología los
días a que alude Daniel desde la destrucción de Jerusalén: ... los
7 años y 11 meses de Vespasiano. Además hay que añadir antes
los dos años a los 17 meses y 8 días de Otón, Galba y Vitelo;
6. y así se obtienen tres años y seis meses, o sea, la mitad de
la semana 216, como dijo el profeta Daniel. 7. Se ha dicho que
hay 2300 días desde la persecución de Nerón contra la ciudad
santa hasta su destrucción. 8. Eso demuestra el texto citado a
continuación: ¿Hasta cuándo va a durar la visión, el sacrificio
abolido, el pecado de desolación, el poder y el santuario pisotea-
dos? Y le respondió: Hasta 2300 días, tardes y mañanas, y será
construido el templo 217. 9. Esos 2300 días forman 6 años y 4
meses; la mitad de ellos comprenden el dominio de Nerón, y
son la mitad de la semana; la otra mitad corresponde a Vespa-
siano, juntamente con Otón, Galba y Vitelio. 10. Por eso dice
Daniel: Bienaventurado el que alcance hasta 1335 días 218 . En
efecto, la guerra duró esos días; luego se acabó.
147.1. Ese mismo número también se demuestra por el ver-
sículo señalado anteriormente, que dice así: Y después del tiem-
po de la cesación del sacrificio perpetuo y del alzar de la abo-
minación desoladora, habrá 1290 días; bienaventurado el que es-
pere y alcance a 1335 días 219.
2. El Judío F~º, que escribió la Historia de los
Judíos, dice que la cronología, desde Moisés hasta David, es de
585 años; desde David hasta el año segundo de Vespasiano hay
1179 años. 3. Desde ése hasta el décimo año de Antonino, hay
77 años; siendo el total, desde Moisés hasta el décimo de An- }
tonino, de 1833 años. 4. Otros, contabilizando desde Moisés e
Ínaco hasta la muerte de Cómodo, afirman que hay ~ños,
)~2...

214. El catorce de abril.


215. Alrededor del 19 de abril. Sobre la fecha del nacimiento y bautismo
de Jesucristo: A. ÜRBE, Cristología gnóstica, 1, p. 448-451; 503-514.
216. Dn. 9, 27; según la versión de Teodoción.
217. Dn. 8, 13-14.
218. Dn. 12, 12.
219. Dn. 12, 11-12.

¡
1
220. Cf. FLAVIO JOSEFO, De bel/. jud. VI, 10, 437-440.
350 I:i:pcóµma I, 21

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t1a{3ioyeveai ló ', 1caiáno t1a{3io ewq rijq µewllceaÍaq Ba{3v- 92 GCS
s MiJvoq yeveai io', 6. ,cai áno ri¡q µewllceaíaq Ba{3vÁwvoq
ewq wv Xpiawv óµoíwq aÁÁai yeveai 10', 'tpía füacr'tl͵ma
e~
µucrn1Ccx i:13<>oµácrt 'tEAEtoÚµEva.

3-6. Mt. 1, 17.

J 6. Óµoíros&U..at: om. Aland.

l!
Stromata I, 147,4-6 351

y otros [contabilizan] 1921. S. En el Evangelio según Mateo, la


genealogía transcurre desde Abraham hasta María, la madre del
Señor. Y dice: De Abraham a David hay 14 generaciones; desde
David hasta el destierro de Babilonia, 14 generaciones; 6. y desde
el destierro de Babilonia hasta Cristo, hay igualmente otras 14
generaciones221 : tres períodos misteriosos, formados de seis se-
manas.

221. Mt. 1, 17.


352 Itproµcmx I, 22

KecpáA.a1ov XXII 1s2se

148.1. Ka.t 'ta µh 7tEpt 'tOOVxpóvrov óta.cpóproc;


7tOA.Af)t<;icnop110Év-ra.ica.t 1tpoc;i¡µfuv €1C'tE0Évm©OEexfaro,
ÉpµllVEU(mvm fü: 'ta<; ypa.cpa<;'t<l<;'tE 'tOÚ vÓµou ica.t 'ta<; 892PG
5 1tpocp11nicac; ElC'tll<;'tOOV'Ef3pa.ÍrovOta.A.ÉlC'tOU de; 'tllV 'EAAÚOa.
yA.fu't-rávcpa.cnv€7tt f3a.cnA.Éroc; Il'tOAEµa.íou 'tOÚAáyou ;, roe;
nvE<; ent -roú <l>tA.a.OÉA.cpou emicA.110Év-roc;, -riiv µEyÍO''tllV
cp1AonµÍa.v de; -roú-ro 1tpocrEvEyica.µÉvou,Li11µ11-rpíou-roú
<l>a.A11pÉroc;ica.t 'ta 7tEpt 'tllV Épµ11vda.v aicp1f3fuc; 1tpa.yµmEU-
10 cra.µÉvou·. 2. E'tt yap Ma.icEOÓvrov 'tllV 'Acría.v lCa.'tEXÓV't(OV
cptAO'ttµoÚµEvoc; ó f3acrtAEU<; 'tllVEV'AAE~a.vopda. 1tpoc;a.Ú'tOÚ
yevoµÉv11v f31f3Ato0fi1C11V 7t<lO'a.t<;1Ca.'t<X.1COO'µll~a.t ypa.cpa.'ic;
ll~ÍroO'Eica.t'tOU<;'IEpOO'OA.uµÍ'ta.c; 'ta<;1ta.p' a.ú-ro'ic;1tpocp11-rda.c;
Ei<;'tllV 'EA.AÚOa.OlÚA.ElC'tOV ÉpµllVEÚO'a.t.
15 149.1. C1ifü: Ü'tE E'ttima.icoÚOV'tE<; Ma.icEOÓO't 'tOOV1ta.pa
crcpÍO'tVEÚOOlCtµffi'tÚ'troV7tEpt 'ta<; ypa.cpa<;Eµ1tEÍpüU<; lC<X.t
'tll<;
'EAA11Vl1Cll<; Ota.A.ÉlC'tOUEi<>f\µova.c; éf3ooµfticovm 7tpEcrf3u-rÉ-
pouc; E1CAE~áµEV01 anfo-rnA.a.v a.ú-ré¡')µE-ra ica.1 -rfuv 0Eírov
f3íf3Amv.2. 'Eicácr-rou fü: ev µÉpn ica.-r'ioía.v éicácr-r11v Épµ11-
20 vEÚcra.v-roc; 1tpocp11-rda.vcruvÉ7tvrncra.va.i néxcrm Épµ11vE'ia.t893PG
cruva.vnf3A110EtO'a.t ica.t -rae; füa.voía.c; ica.1'ta<; AÉ~El<;· 0EoÚ
yap ~V f3oúA.11µa.µEµEAE'tllµÉvovde; 'EAA11Vl1Ca<; <llCO<l<;.
3. Oú <>ii~Évov emnvoÍ<;t 0Eoú -roú -riiv 1tpocp11-rda.v OEOro-
icó-roc;ica.1 -riiv Épµ11nía.v oiovEt 'EAAllVlJCllV 1tpocp11-rEÍa.v

8-9. Cf. DEMETRIO, Fragm., 67. 20-21. Cf. FILÓN, De vit. Mois., 11,
37; IRENEO, Adv. haer., 111, 21, 2.

11. auwu: au-cov Potter. 22. ~v ~oÚA.TJµcx


µEµEAE'tTJµÉvov:~cmv ~ouA.f¡-
µatt µeµEA.EtTJµÉvotW endland.
Stromata I, 148,1-149,3 353

Capítulo XXII

148.1. Así es la cronología narrada por muchos de distin-


tas formas y que anteriormente nos hemos esforzado en expo-
ner; mas en lo que se refiere a la traducción de la Escritura,
tanto la de la Ley como la de los Profetas, del hebreo a la len-
gua griega, se dice que fue realizada bajo el reinado de Ptolo-
meo Lago o, según otros, del llamado Filadelfo 1, quien puso un
grandísimo empeño en ello, mientras que Demetrio de Falerio
organizaba minuciosamente el trabajo de traducción. 2. Cuan-
do los macedonios dominaban Asia, el rey, trabajando con em-
peño por dotar con toda clase de libros a la biblioteca que había
fundado en Alejandría, solicitó también a los jerosolimitanos
que tradujeran al dialecto griego sus propias profecías 2 •
149.1. Estos [jerosolimitanos], todavía bajo la dominación
macedonia, eligieron a setenta ancianos renombrados y exper-
tos en las Escrituras, conocedores igualmente de la lengua grie-
ga, y después se los enviaron [al rey] con los divinos libros.
2. Cada uno tradujo, por su cuenta 3, todas las profecías, una a
una, y todas las traducciones, confrontadas, coincidieron tanto
en el pensamiento y como en las expresiones. En efecto, era vo-
luntad de Dios el que llegaran a oídos de los griegos. 3. Cier-
tamente no era algo extraordinario que por inspiración de Dios,
que era quien había dado la profecía, suscitara también la tra-
ducción como una [especie de] profecía griega 4; en tanto que,

l. El reinado de Ptolomeo II Filadelfo, hijo de Ptolomeo I Soter, tuvo


lugar entre los años 283-246 antes de Cristo.
2. Para la tradición sobre la versión de los LXX, cf. A. COLUNGA, Cle-
mente, pp. 461-462.
3. Sobre la expresión Km' ioíav (aparte, por su cuenta), cf. A. ÜRBE, A
propósito, 484.
4. Es importante este pasaje para la historia de la exégesis bíblica: Cle-
mente considera, COf!iO opinión admitida en su tiempo, la inspiración de la
versión de los LXX; cf. J. RUWET, Canon, p. 94, nota 3.
354 fapcóµmcx I, 22

evepyócr0m, end Kav 't'Íl e1t1Na~ouxofovócrop aixµaA(OO'Í<¡t


Ou:xq,0apncr&v 'trov ypaq,&v Kma wu<; 'Ap'ta~Ép~ou 'tau
Ilepcr&v ~acrtAÉro<;xpóvou<; enínvou<; "Ecropa<; ó AeuÍ't,i<; ó
iepeu<; yevóµevo<; micra<; 'ta<; naAma<; ai>0t<; avavwúµevo<;
5 1tpOE<pT1'tEU<JE
ypaq>Ú<;.

150.1. 'Aptcr'tÓ~ouAo<; fü'. ev 'té¡) npó:mp 'trov npo<; 'tov 1s3se


ct>tAOµ{iwpa l((l't(l AÉ~tv ypáq,n. 1Ca'í1J1COA0v{h¡n: 8e ,cai Q 93 GCS
[l}.,árwv rfi ,ca0' i¡µai; voµ_o0eaia, ,cai <pavepói;éan nepl-
ezpyaaµév~i; fraara rwv év a~rfi Aeyoµévwv.-2~- L1zT7p-
10 µf¡vevraz 8e -npo L1f/JÍTJrpío;;v<p' é1ipwv, icpo rfii; 'A}.,e~áv-
8pov ,cai Ilepawv énz,cparr¡ae~. rá re ,cara rr¡v é~ Aiyvnwv
é~arwmv rwv 'Ef3paíwv rwv i¡µerépwv nOAl'rWV\,cai i¡ rwv
rerovórwv ánávrwv avwí'i; énz<f!_áyeu:y ,cai ,cpa'rf/azi; rf/i;
i!
I' xcópai; ,cai rfii; _9}.,71i;voµo0eaÍCK~ bre~f¡mazi; · 3. roare
!'
15 cVÓf/AOV Érvaz rov npoelpT7µévov <plAÓao<poveÍAT7<pévaz
noiXá (rérove" rap noAvµa(jf¡i;), ,ca0wi; ,cai IIv0ayópai;
noAAa rwv nap' i¡µí'v µerevéy,cai; eii; rr¡v éavwv 8oyµaw-
nolÍav. 4. Nouµ{ivta<; ok ó nu0ayópeta<; <ptAÓcro<po<; civnKpu<;
ypáq,n · rí ráp éan II}.,árwv ij Mwvafii; arn,cí(wv; Obw<; ó 896PG
20 Mroucri\<; 0eoMyo<; Kat 1tpoq>T1'tll<;,
ro<;OÉ nve<; vóµrov iep&v
Épµ,iveu<; ~v. 5. To yÉvo<; <lU'tOUl((lt 't<X<;1tpá~Et<; l((lt 'tOV
~iov a~tómcr'tot KTJpÚcrcroucrmau'tat ai ypaq,aí, AEK'tÉov
ok oµro<; Kat riµ'iv ro<;on µáAtcr'ta Bt' oAíyrov.

7-18. ARISTÓBULO, Fragm., 737, 3; cf. EUSEBIO DE CESAREA, Praep.


evang., XIII, 12, 2; Strom., I, 72, 4. 19. NUMENIO, Fragm., 9; cf. Eu-
SEBIO DE CESAREA, Praep. evang., IX, 6, 9; XI, 10, 14; TEODORETO
DE CIRO, Graec. aff cur., II, 114; Paed., I, 67, 1; Strom., I, 165, 1; II,
100, 3; V, 29, 3. 19-21. Cf. FILÓN, De vit. Mois., I, t.'

t. É1t1.:coniec. Stahlin ex Irenaeo. 8-9. 1tep1e1pycxcrµÉvo~:1tep1epycxcrá-


µevo~ Potter. 9-10. tnripµfiveu'tm: ~1e1pµfivevtm Potter 10. 'tÉpcov: 'tÉpou
Potter. 22. cxin:cxi: cx'\J'tm Potter. 23. fü' ÓA.Íycov:coniec. Stahlin y Post-
gate; coniec. fücxl}pcxxÉcovWilamowitz-Moellendorff.
Stromata I, 149,3-150,5

durante la cautividad de Nabucodonosor, cuando las Escrit1-------


fueron destruidas, en tiempos del rey persa Artajerjes, el levita
y sacerdote Esdras también fue inspirado y restauró con nue-
vas profecías toda la antigua Escritura 5 •
150.1. Aristóbulo en el [libro J primero sobre Filométer es-
cribe en estos términos: El mismo Platón estuvo influenciado
por nuestra legislación, y es claro que estudió minuciosamente
cada cosa de las que en ella se dicen. 2. Anteriormente a De-
metrio otros, antes de la dominación de Alejandro y de los per-
sas, también tradujeron lo que había sucedido durante el éxodo
de Egipto por parte de los hebreos nuestros conciudadanos, la
revelación, a ellos hecha, de todo lo que sucedió, la conquista
de la tierra [prometida] y la explicación de la entera legislación.
3. Está, pues, bien claro que el filósofo anteriormente mencio-
nado [Platón] copió muchas cosas (pues tuvo una gran erudi-
ción), al igual que Pitágoras, quien mezcló muchas de nuestras
cosas en su cuerpo doctrinal 6 • 4. El filósofo pitagórico Nume-
nio escribe abiertamente: ¿Quién es Platón sino un Moisés que
habla en ático? 7 • El mismo Moisés fue teólogo y profeta, y,
según algunos, fue intérprete de las leyes sagradas 8 • 5. La Es-
critura misma, que es fidedigna, ensalza el origen de Moisés, sus
obras y su vida; por ello, es preciso que nosotros hablemos de
él, aunque sea lo más brevemente posible.

5. Clemente parece derivar en este punto del apócrifo IV de Esdras, 14,


18-22 y 37-47.
· 6. ARISTÓBULO,Fragm., 737, 3. Esta opinión fue universalmente adoptada,
tanto por judíos como por cristianos: J. COGNAT, Clément d'Alexandrie, p.
108.
7. NUMENIO DE APAMEA,Fragm., 9. Para la presencia de este autor en los
escritos de Clement~ cf. S. R. C. LILLA, Clement, pp. 39-40: lo., Minutiae
clementinae, pp. 29-30. La influencia de la ley bíblica sobre Platón estaba cla-
ramente afirmada en medios del judaísmo helenizado y de alguna filosofía
griega, como lo demuestran estas citas. Sobre los arquetipos usados por Cle-
mente, cf. H. A. BLAIR,Allegory, 263-267; R. MORTLEY,Connaissance, p. 165.
8. Para el origen filoniano de este pasaje, cf. A. VAN DEN HOEK, Clement
of Alexandria, pp. 50-51, quien ha comparado igualmente la historia de Moi-
sés narrada por Filón y Clemente: Ibid., pp. 52ss.
356 :Etpcóµa:m I, 23

f
.,!

Kecpá)i.a tov XXIII 154se

151. 1. Mrou<ril~oi>V&vro9ev 'to yÉvo~ Xcú..oaio~ rov


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153.1. .1T1A.OV oi>v (O~ EV 'tq> eµ1tpoo-9ev XPÓVCJ)
7tEpHµr¡Oévn'tq>1tmfü<9oí yovet~ e9evw ovoµá 'tt, EKCXA.Et'CO

2. Cf. Ex. 2, 1-10; FILÓN, De vit. Mois., I, 2, 5-4, 17; 5, 23; 6, 25; 7, 32; 11,
60; 25, 141.146; etc.
2. oov: coniec. Stahlin. 19. tÉKVcov:tÉKVov Potter. 25. 1tapacrtijcrm: 1tapacrtf¡-
<JEtVPotter.
Stromata I, 151,1-153,1 357

Capítulo XXIII

151.1. Moisés, caldeo de origen, nace en Egipto, cuyos


antepasados habían llegado a Egipto desde Babilonia a causa
de una prolongada hambre. Nace en la séptima generación y
es educado de forma regia por determinadas circunstancias. 2.
Habiendo crecido los hebreos en gran número en Egipto, el
rey del país temió una maquinación de la población [hebrea],
y por ello ordena que los hijos varones de los hebreos sean
matados (ya que la mujer carece de fuerza para la guerra), al
sospechar de aquella juventud vigorosa. 3. Durante tres meses
sus padres alimentan en secreto al niño de noble estirpe, sien-
do mayor el amor de la naturaleza que la crueldad del tirano;
no obstante, temiendo ellos morir juntamente con el niño, hi-
cieron una cestilla con mimbre del lugar, metieron [en ella] al
niño y lo dejaron sobre la orilla pantanosa del río; pero la
hermana del niño permanecía a distancia para ver quién se
acercaba.

152.1. Entonces la hija del faraón, estéril desde hacía mucho


tiempo, pero deseosa de tener hijos, un día se dirige al río para
los baños y aspersiones, mas al escuchar los gemidos del niño
manda que se le traiga y, compadeciéndose, solicita una no-
driza. 2. Saliendo entonces la hermana del niño dice que hay
una mujer hebrea que ha dado a luz no hace mucho tiempo
y que _podría ser la nodriza, si quisiera. Estando de acuerdo,
aunque lo suplicaba, presentó a la madre del niño para que hi-
ciese de nodriza, como a una extraña cualquiera, conviniendo
un salario. 3. Más tarde la princesa dará al niño el nombre de
Moisés, que significa etimológicamente salvado del agua (pues
los egipcios llaman al agua «moy» ), al que había sido expues-
to para morir. También ellos llaman Moisés a quien muere en
el agua.

153.1. Parece ser que en el tiempo anterior, en la circun-


cisión, los padres habían puesto un nombre al niño; se llama-
ría Joaquim. Hay también un tercer nombre para [Moisés] des-
358 l:tpcóµata I, 23

fü: 'Icomn:íµ. "Ecrxev fü: lCClltpÍ'tOV ovoµa. EVoupa.vép µeta 900PG


ro~<pa.crtvoí. µÚ<Jta.l,MEAXÍ.2. 'Ev fü:TJAlKÍq.
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5. Ei~ OE 'tTJV
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q>Ú<JtV E1tÉ'tElVE
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'tOVtq> 'Ef3paÍq>a.oíicco~em8ɵEVOV 1ta.tá.~a~<X.7t01C'tEtVat.
20 154.1. <l>acrtBeoí. µúcrtm AÓyq>µÓvq>a.vEAEtvtov
Aiyú1tnov, rocr1tEpa.µÉAEtÜcrtepov IlÉtpo~ ev ta'i~ Ilpá.~E<Jt
cpÉpetm wu~ vocrq,1craµÉvou~Tll~nµf\~ wu xcopíou icat vrn-
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'Iouoaícov <JUyypá.µµa.t1i.crwpE'iicmatlncr8évta d~ cpuAa-
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E~EA8óvta icat ei~ ta f3acrÍAEta1ta.pe)..8óvta.E1t1<JTI1Vat ico-
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w~ Ei1tEtVovoµa 8eou lC<ll'tOVµev 1tpocrKÚvavta 7tp0~ 't()
o-o~d1tE'iv,a.icoúcravm Betov f3acr1Afoaq,covov1tecrE'iv,0ta.-
icpm118évta BeÚ1totou Mcoucréco~1tá.A1vavaf31éovm.

1-2. Cf. FILÓN, De vit. Mois., I, 4, 17; Strom., VI, 132, 2. 7. Cf.
Strom., I, 30, 1; 93, 5; 99, l. 12. Hch. 7, 22. 16. Cf. EUPÓLEMO,Fragm.,
723 F lb; EUSEBIODE CESAREA,Praep. evang., IX, 26; Strom., I, 141,
4. 23-24. Cf. Ex. 2, 11; FILÓN, De vit. Mois., I, 6, 25 y 7, 32. 21. Cf.
Hch. 5, 1-10. 24. Cf. ARTAPANO, Fragm., 726 F 3 b; EUSEBIODE CE-
SAREA,Praep. evang., IX, 27.

3. pu0µtKT)v: pu0µT1t1KTJVPotter. 4. µEtpticiiv: iatptlCTJV Potter.


9-10. 'Amrnpírov: Aiyuntírov Potter. 17. avopoov: at>tOOV
Potter.
Stromata I, 153,1-154,3 359

pués de la asunción al cielo, como dicen los iniciados: Melqui 1•


2. Cuando llegó [Moisés] a la juventud fue instruido por dis-
tinguidos egipcios en la aritmética, la geometría, la rítmica, la
armonía, la métrica y la música, y también más tarde en la fi-
losofía de. los símbolos, que los egipcios ejercitan mediante la
escritura jeroglífica. También los griegos le enseñaron en Egip-
to el otro ciclo pedagógico 2, como a niño regio, conforme [afir-
ma] Filón en su Vida de Moisés; 3. luego, aprendió la gramáti-
ca asiria y la astronomía junto a [maestros] caldeos y egipcios;
también se dice en los Hechos [de los Apóstoles] que fue edu-
cado en toda sabiduría egipcia3 • 4. Eupolemo, en el [libro] Reyes
de Judea4, afirma que Moisés fue el primer sabio y el primero 1)
)i
que transmitió el arte de escribir entre los judíos, y que los fe- \
nicios lo reciben de los judíos, y los griegos de los fenicios. 5.
En la edad adulta, [Moisés] desarrolla rápidamente su inteli-
gencia; observa con admiración la cultura de su pueblo y de sus
antepasados, hasta el punto de golpear y matar a un egipcio que
se imponía injustamente a un hebreo.
154.1. Los iniciados dicen que mató al egipcio con solo [el 1
1
poder de] su palabra, al igual que haría más tarde Pedro, como ,1
:

refieren los Hechos5, quien mata con su palabra a los que de- 1
l
• volvieron una parte del precio del terreno con mentira. 2. Ar-
tapano 6. en su [tratado] sobre Los Judíos, relata que Moisés,
hecho prisionero de Jenefres, rey de los egipcios, al reclamar la
liberación de su pueblo respecto de Egipcio, por la noche salió
de prisión, abierta por voluntad de Dios, y, penetrando en el
palacio, se presentó ante el rey, que dormía y le despierta;
3. éste, atemorizado por el suceso, manda a Moisés que le diga
el nombre del Dios que le ha enviado, y [Moisés] se inclinó a
su oído y se lo susurró; pero el rey, al oirlo, cayó muerto sin
voz, mas ayudado por Moisés recobró la vida.

l. Según el escrito apócrifo titulado la Asunción de Moisés, cf.J. RUWET, Canon,


pp. 243-244. Sobre la etimología del nombre, cf. FILÓN, De vit. Mois., I, 4, 17.
2. Como sinónimo de «mundo disciplinar o de doctrina», llamado enci-
clopedia: F. DRACZKOWSKI, Qua paideia, p. 42; E. ELORDUY, El estoicismo,
pp. 250-255.
3. Hch. 7, 22. Texto acomodado.
4. Cf. EUPÓLEMO, Fragm., 723 F 1 b.
5. Cf. Hch. 5, 1-10. Sobre el «matar con la palabra», cf. R. RrEDINGER,
Der Physiologus, p. 282.
6. Cf. ARTAPANO, Fragm., 726 F 3 b.
/
l'
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360 l:tpcóµcxta. 1, 23
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155.1. IlEpt fü: 't'll~ avcx'tpoq,11~ 'tOÜ McoucrÉco~156se
cruvq;cre'text11µ'iv Kcxt ó 'E~eKÍr¡Ao~ ó 'tOOV'IouomKoov
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ypáq,cov choe EK1tpocrcó1tou McoucrÉco~
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5 2. i8mv yap f¡µwv yévvav aÁi; 11v~11µév11v
óÓAOv Ka0' f¡µwv 1l"OAVV éµ11xavrjaaw 97GCS
f3amÁev; <Papacó,wv; µev év 1íAlvOevµaC1lV
oi-,co8oµím; re f3apéaiv aÍKÍ(mv f3powv;,
7rÓÁei; 't"' é1rvpyoV, C1<f)OJV
€K1}'rl óvaµÓpmv ·
10 e1rel'r' é~pvaa' f¡µiv, 'Ef3paímv yévei,
pÍ1frelV 7rO'mµové; /3a0úppOOV.
i-ápC1EVlK<X
3. 'Evmv0a µrj't"T}pf¡ reKOVC1'frpv1ri-é µe
i-pei; µijva;, w;
eq,aa-,cev· ov Áa0ovaa óe
v1re~é0r¡-,ce,KÓaµov áµq,i0eiaá µoi,
15 1rap ' lfrpa 1romµov, Ááawv ei; é'Ao; {3a0v.
4. Mapiaµ 8' á&Áq,rj µov Kai-có1ri-evev1rék; ·
K(X7rel'ra0vyá't"T}p
/3aC1lAÉm;a/3pai; ÓµOV
Kai-ijÁ0e Mvi-poi; xpwm q,m8pvvm véov.
'I8ovaa 8' ev0v; Kai k/30VC1' áveÍÁew, .
20 eyvm 8' 'Ef3paiov ovm · Kai Aéyei i-á&
Mapiaµ á&Áq,r, 7rpOC1ópaµovaaf3amAÍól.
0éAet~ 'tpo<pÓvcrot 1textOt't<pO'eüpco 'tCXXU
EK'tOOV 'E~pa.Ícov; t, 8' faéa1revaev KÓp1Jv.
5. MoÁovaa 8' el1rev µT]i-pí, Kai 1rapijv mxv
25 av~ re µrji-11pKaAa/3év µ' ei; áy-,cák;.

5-362,13. Cf. EUSEBIO DE CESAREA, Praep. evang., IX, 28. 10. Cf.
HOMERO, /l., XXI, 8. 18. Cf. HESÍODO, Op. et dies, 753.

9. ltÓA.El~t' EltÚp-you:IlÓA.Ecrt'tE 1tÚp-you~Potter. 10. EltEtt' eicr¡pucrcr'


µev Potter. 19. o': µ' Potter. 23. EltÉcrltEU(JEV:
r¡µí:v: EltEl't(l KT]pÚcrcrEl
EltEVEUcrEV Potter. 25. KcD ..a~év µ' Ei~: l((lt EA.Cl~EV
µ' E~ Potter.
Stromata I, 155,1-5 361

155. 1. Sobre la educación de Moisés, también Ezequiel


mismo 7, el poeta de la tragedia judía, en el drama titulado La
huída de Egipto, nos dirá estos versos del personaje [que re-
presenta a] Moisés:
2. Mirad que nuestra raza está aumentando sobrema-
nera,
y el Faraón tramará contra nosotros toda clase de es-
tratagemas;
él castiga a [nuestros} hombres a construir penosamente
monumentos, a fortificar la ciudad con torres defensivas,
y todo ello es una desdicha para vosotros.
Después [el .Faraón] promulgó para nosotros, raza he-
brea,
que arrojáramos a los niños varones al agua profunda
del río.
3. Cuando yo [nací}, mi madre me ocultó durante tres
meses,
comq ella me contó, pero al no poder pasar inadvertida
me abandonó en secreto, envolviéndome perfectamente,
sobre la orilla del río en un espeso y profundo lugar
pantanoso.
4. Mi hermana M ariam me cuidaba a distancia,
hasta que un día, la hija del rey bajó [al río]
para poner radiante mediante cuidados baños su joven
cuerpo.
De repente me vio, me tomó [en sus manos}
y se dio cuenta de que yo era hebreo.
Mi hermana Mariam, presentándose ante la princesa,
le dijo:
¿ Quieres que te busque rápidamente una nodriza
hebrea para el niño? Y la princesa apremió a la mu-
chacha.
5. Fue corriendo a decírselo a mi madre, y mi madre,
yendo rápida al lugar, me tomó en sus brazos.

7. Ezequiel es un poeta judío de los siglos III-II a. de C., del que se con-
servan notables fragmentos, como el presente. Es importante este autor por
ser el primero del que se tiene noticia, que escribe un drama sobre temas bí-
blicos.
362 :E-cpcóµcmxI, 23

Elnev oe 0vrárr¡p /3a<J1Aém;·'tO'U'tOV,


yúvm,
'tpÓq>EUE,
1Cll'Y00
µtcr0ov ll7tOOCOOro
cré0ev.
"Ovoµa oe Mmvaijv mvóµa( ', owv xáp1v
vrpa; áveí'Ae nowµía; án' nóvo;.
5 6. 'Enei oe l(atpo<;vr¡nímv napij).,0é µ01, 904PG
~rév µe µf¡rr¡p /3aa1AÍ00<;npo<;oÓJµaw. 98 GCS
"Anavw µv0evaaaa l(ai ).,é~aaá µ01,
révo<;narpipov l(ai 0eov ompf¡µaw.
7. "Em<;µev OÚVTOVnazoo; eí'xoµev xpóvov,
10 rpo<pal<Jl/3a<JlAll(al<Jll(ai nazoevµa<JlV 1s?se
anav0' vniaxváw, m;
áno anAárxvmv émv ·
énei oe nAr¡pr¡; rul(Ao<;itµepmv napijv,
é~ijA0ov Oll(WV/3aa1All(WV.
156.1. "fütEl't(l 't'flVornµáxr¡v e·
'tOU 'E~paíou JC(lt
15 wu Aiymt'tÍOu für¡yr¡cráµevo~JC<Xt 't'flV't<l(l)'flV
't'flVEV't1l'lfá,µµ<9
wu Aiyu1t'tÍOu, E7tt 'tll~ hépa~ µá,xr¡~ q>r¡crtvoÜ'tro~·
2. TÍ rvnw1<; áa0evéawpov aé0ev;
o 8' elnev · r¡µ'iv 'tÍ~ cr' a1tÉO''tElAEvKpl't'flV
11'mcr'tá'tTJVEV'tau0a; µ'fl JC'tEVE'i~ OÉ µe
20 ffi0'7tEp'tOVEX0E~üvopa; l(ai oeíaa<; hm
f).,e~a · n&~ EyÉvE'tOcruµq>ave~'tÓOE;
3. <I>eúyn O'fl EV'teu0ev JC<Xt1to1µaívn 1tpÓ~<X't<X
1tpofüoacr1CÓµevo~Ei~ r¡yeµovíav 1to1µev1tj · 1tpoyuµvacría
ycxp ~(lO'lAEÍ<l~ 'té¡')µÉAAOV'tl'tll~ r¡µEpffi't(l'tr¡~'tffiVav0pómrov
25 E7tlO''t<l'tEtV
ayÉAr¡~r¡ 1t01µEVl1C'fl 1Ca0á1tEpJC(lt'tül~ 1tOAEµ11COl~
't1l q>ÚO'Elr¡ 0r¡prnrncJÍ. "AyEl OE (l'U'tOVEV'tEU0Ev ó 0eo~ E7tt
't'flV't&v 'E~paírov O''tpmr¡yíav.
157.1. "E1tE1't<lvou0E'tOUV'tCll
µev Aiyú1t'tl0l 7t0ÁÁ(l1Cl~
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30 €'tEpo1 JC<XJC©V imɵevov llJCtvOÚvro~EJCµav0ávov'tE~ 'tTJV

18-21. Ex. 2, 13-14: texto acomodado. 23-25. Cf. PLATÓN, Plt., 266
C; 268 C; 295 C; Protr., 116, 1; Strom., I, 169, l. 26-27. Cf. FILÓN,
De vit. Mois., I, 11, 60. 28-29. Cf. Ex. 7-12. 29-364,1. Cf. FILÓN, De
vit. Mois., I, 26, 146.

3. cbvóµal;', owu: cbvóµal;e, wu Potter. 12. 1tA.ftp11~:


KÓA.1to~ Potter.
14. 0': -ce Potter 16. oü-c~: oino~ Potter. 19. K'tEVEÍ~:K'tEÍVEl~Potter.
23. 1totµEvtitjl: 1totµEVtlCT\V
Potter.
Stromata I, 155,5-157,1 363

La hija del rey [le] dijo: Mujer, alimenta a este [niño},


y yo te daré una retribución.
Y me puso por nombre Moisés,
porque me había sacado de las aguas del río, en la ori-
lla.
6. Una vez pasado el tiempo de mi infancia,
mi madre me llevó al palacio de la princesa.
Antes me había referido y contado todo:
la raza de mis antepasados y los dones [recibidos] de
Dios.
7. Así mientras permanecimos niños,
se me facilitó toda clase de instrucción y educación re-
gias,
como si yo fu era [hijoJ de sus entrañas;
pero cumplido el ciclo de los días,
abandoné los aposentos reales8•
156.1. Después narra la pelea entre el hebreo y el egipcio,
y el enterramiento del egipcio en la arena, y menciona la se-
gunda pelea de la siguiente manera:
2. ¿Por qué golpeas a uno que es más débil que tú?
Y el otro respondió: ¿Quién te ha mandado ser juez
y árbitro entre nosotros? ¿Acaso quieres matarme
como al hombre de ayer? Temeroso yo,
le dije: ¿Qué fue lo que sucedió? 9•
3. Entonces [Moisés] huye para apacentar rebaños, prepa-
rándose con el oficio de pastor para la conducción [del pueblo
hebreo]. El pastoreo es una preparación regia para quien desee
gobernar aquel rebaño más manso, el de los hombres; al igual
que lo es también el arte de la caza para los belicosos por na-
turaleza. Más tarde Dios mismo le pondría al frente de los he-
breos.
157.1. A continuación los egipcios son advertidos con re-
petidos avisos que no comprendieron, mientras que los hebre-
os, cual espectadores tranquilos de las plagas que los otros [egip-

8. Este fragmento, el más amplio que nos ha llegado del mencionado poeta
trágico, también es transmitido por EUSEBIODE CESAREA,Praep. evang., IX,
28.
9. Ex. 2, 13-14: texto acomodado.
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fZ 'I n1nT1C!)d13: t9f


Stromata I, 157,1-4 365

cios] sufren, aprenden el poder de Dios. 2. Los egipcios, no


queriendo escuchar los efectos de ese poder [divino], pues ton-
tos en su insensatez no creyeron, porque, como suele decirse 10,
los tontos sólo conocen el mal cuando ya está hecho; y más
tarde, al salir, los judíos llevaron con ellos un gran botín to-
mado de los egipcios, no por codicia, como algunos acusadores
afirman 11 (puesto que Dios les empujó siempre a no desear el
bien de lo{ demás), 3. sino fundamentalmente como remunera-
ción debida por los servicios prestados a los egipcios durante
todo el tiempo que les tuvieron dominados; y en cierto senti-
do, también por una especie de represalia: para entristecer a los
codiciosos egipcios llevándose un botín, igual que los egipcios
[habían entristecido] a los hebreos con la servidumbre. 4. Ahora
bien, se puede considerar todo eso como hecho de guerra; en
tal caso [los hebreos] se creyeron [autorizados] por ley a lle-
varse las cosas de los enemigos vencidos, como sucede con los
más fuertes respecto a los débiles (ya que la causa de la guerra
era justa, pues los hebreos llegaron a Egipto por causa del ham-
bre, pero los egipcios sometieron a. los [hebreos] extranjeros y
les obligaron a servirles a ellos como prisioneros de guerra, sin
darles ningún salario); y si [se considera todo eso como suce-
dido] en tiempo de paz, entonces los hebreos despojaron a los
egipcios para recobrar el salario que tanto tiempo rehusaron pa-
garles e incluso se lo negaron.

10. Cf. HOMERO, Il., XVII, 32 y XX, 198.


11. Parece que se trata de los marcionitas: R. RIEDINGER, Zur antimar-
kionitischen, pp. 23-24.
366 Ltp<Óµata I, 24

Kecpálatov XXIV 1s9se

158.1. "Ecrnv oi>v ó Mroucrfic; iiµ'iv 1tpo<¡>r¡nKÓc;,


voµo0enKÓc;. TaKnKÓc;,cr'tpU'tTJ'YtKÓ<;, 1t0At'tt1CÓ<;,cptA..Ócro<¡>oc;.
"On:~ µEV oi>v ~v 1tpocpr¡nKÓc;, µE'ta 'tat>'ta MX01ícrE'tat,
5 ónr¡vÍKa &v 1tEpt 1tpocpr¡'teíac;<>taMµpá.vroµev· 'to 'taK'tlKov
fü: µÉpoc; &v Etr¡ 'tOU cr'tpmr¡ytKou, 'to cr'tpmr¡ytKov fü: 'tOU
PacrtAtKou· 1tá.A..tv'tE ai> 'tO voµo0E'ttKov µÉpoc; civ Etr¡ wu
PacrtAtKou, Ka0á.nep Kat 'to <>t1Cacrn1Cóv. 2. Tou fü: pacrt-
AtKou 't() µEV0e'iov µÉpoc;E<J'tÍV,otov 'tO lC<X'tCX 'tOV0eov Kat
10 'tOVa.ywv uiov auwu, 1tap' ©V 'tá. 'tE á1to 'YTJ<; áya0a Kat
'tCXEK'toc;Kat ii 'tEAEÍaeuomµovía xopr¡yEt'tat · afreia0e yáp, 100GCS
cpr¡crí, 'l'l'X µeyáAa, ,cai 'l'a µucpa vµ'iv npocne(}f¡aemi.
3. L\EÚ'tepovoé fonv dfoc; PacrtMÍac; µe'ta 'tllV áKpmcpvroc;
AO'YtlCTlV 'to µÓv<p'tq> 0uµoet0E'i 'tTJ<;
Kat 0eíav <>toÍJCr¡crtv
15 'lfUXTJ<;de; PacrtMÍav crurxproµEVOV, Ka0' o eiooc; 'HpaKATJ<;
µev ,,Apyouc;, ,AA..é~avopoc;OE MalCEOOVOOV epacrÍA..EU<JE.
4. TpÍ'tov OE'tO Évoc;E(j)tɵEVOV 'tOUVllC'fl<Jat µóvov Kat Ka-
'tacr'tpÉ'lfacrSm ('to OE 1tpoc; 1CU1COV 11áya0ov 'tllV vÍJCr¡V
1tote'icr8m'tql 'tOtOÚ'tqlou 1tpócrecrnv)· qlIlépcrm e1t1'tllV 'EA- 908PG
20 cruvexpficravw. 5. Tou yap 0uµou 'tO
A..á.oa<J'tp<X'tEÚcraV'tE<;
µEV cp1A..Óvt1Cov µóvov E<J'tÍv,auwu 'tou Kpme'iv EVEKa'tllV
ouvacr'tEÍav nrnotr¡µÉvov, 'to oe <¡>tAÓKaAov, de; KaAov K<X'ta-
xproµÉvr¡c;'tTJ<;'lfUXTJ<;
'tq>0uµq'>.

2-3. Cf. FILÓN, De vit. Mois., 11, 1, 3; Strom., I, 150, 4; 168, 4; 11,
21, l. 5. Cf. Strom., IV, 2, 2; 93, 1; V, 88, 4. 11-12. Mt. 6, 32; 13, 12;
25, 29; Me. 4, 25; Le. 8, 18; 19, 26; cf. Strom., IV, 34, 6; VII, 55, 7;
Eclog. Proph., 12, 2. 13-14. Cf. Strom., I, 40, 2.

14. µóvcp: µóvov Potter. 21. qnA.Óvucov: qnA.Óvrncov Potter. 22. 1caA.ov:
1caA.rivPotter.
Stromata I, 158,1-5 367

Capítulo XXIV

158.1. Así, pues, nuestro Moisés es profeta, legislador. Es


- táctico [militar], estratega, político y filósofo. Ahora bien, qué
clase de profeta era, se dirá más adelante 1, cuando tratemos acer-
ca de la profecía; la táctica [militar] es parte de la estrategia, y
la estrategia, del arte regio; también es parte del arte regio la
ciencia de la legislación, al igual que el arte jurídico. 2. Por lo
demás, el arte de gobernar es [en un aspecto] divino 2; así, por
ejemplo, comportarse conforme a Dios y a su santo Hijo, de
quienes nos vienen los bienes terrenos, los externos [de la tie-
rra] y la felicidad completa. Pedid las cosas grandes -se dice- y
recibiréis también las pequeñas 3 • 3. Un segundo aspecto del arte
de gobernar, que hay después de la conducta puramente espiri-
tual 4 y divina, es el usar en el ejercicio del poder sólo la parte
irascible del alma, que fue como reinaron Heracles de Argos y
Alejandro de Macedonia. 4. El tercer [aspecto] es únicamente el
deseo de vencer y conquistar (sin que preocupe el obtener bien
o mal la victoria); así actuaron los persas que lucharon contra
los griegos. 5. Unicamente es propio de la animosidad [por un
lado] el puro instinto de vencer, es decir, el reinar por el hecho
de dominar, y [por otra parte] el amor de las cosas nobles, cuan-
do el alma se sirve de su parte irascible para lo bueno.

l. Cf. Strom., IV, 2, 2; 93, 1; V, 88, 4. Estas palabras indican que no se


trata de una nueva obra, sino de un capítulo que debería figurar en la terce-
r31parte de su proyectada trilogía: E. DE FAYE, Clément, p. 92; A. MÉHAT,
Etude sur les Stromates, p. 36.
2. Lo divino del arte de gobernar sería la magnanimidad: A. ÜRBE, Pará-
bolas evangélicas, II, p. 26.
3. Mt. 6, 32; 13, 12; 25, 29; Me. 4, 25; Le. 8, 18; 19, 26. Se trata de un
texto modificado; cf. P. M. BARNARD, The Quotations, p. 11; A. MÉHAT,
Hypothése, p. 235; para otros paralelos puede verse A. RESCH, Agrapha, pp.
114-115. J. RuwET, Canon, p. 138, afirma que se trata de una fórmula cate-
quética.
4. Sobre el significado «espiritual», cf. C. MONDÉSERT,Vocabulaire, p. 262.
368 L'tpÓ>µcxmI, 24

159.1. Te-táp'tT) fü: ii 1ta.cr&v icmCÍcr'tT)ii icma 't<l~


em0uµía.~ 't<l't'tE'ta.t~0.0'tAEÍa.,ro~ ii La.póa.va.1táAAO'l> lCO.l'tOOV
'tO 'tÉAo~ 1t0lOUµÉvcov'tal~ em0uµÍm~ ~ 1tAElO''t0.xa.pí-
sEcr0m. 2. Tou OT]~0.0'tAllCOU 'tOU'tE icm' apE'tT]VVllCOOV'tO~
5 lCO.l'tOUl((X,'t(l~ía.v opya.vov 't() 't0.1Cn1CÓV, a.AA.O fü:icm' 0.AAT)V
<pÚcrtv'tE 1m1 ÜAT)V.3. 'Ev µÉv YE01tA01~ica.1wi~ µa.xíµot~ 160se
Sf90l~ fo' eµvúxcov 'tE ica.i avúxcov 'lf'l>XTJ 'tO 't<l't'tOVfo'tt ica.i
vou~, EV fü: 'tOl~ 'tll~ 'lfUXÍl~1tá0EO"tV,«1v emicpmouµEv 't'!l
apE'tñ, AoytcrµÓ~ fon 'tO 'tO.lC'tlicóv, E1ttO'<ppa.ytsÓµEvo~
10 eyicp<l'tEta.VlCO.lO'CO<ppOO'l>VT)V µE0' ÓO'tÓ'tT)'tO~ lCO.lyYOOO'lV
aya.0T]v µn' <lAT)0EÍa.~, 'tO 'tÉAO~El~ EUO"É~Eta.V ava.<pÉpcov
0EOU.4. ÜÜ'tCO yap 't'!l <lPE't'!lxpcoµÉvot~<ppÓVT)O'l~ ll 't<l't'tOUO'<l
fon, 't(l µev 0Eia. ii O'O<pÍa., 't<l av0pCÓ1tEtO. ÓE ii 1tOAl'tl!CTl,
crúµ1tO.V'tO.ÓEll ~O.O'lAl!CTl- 5. Ba.O'tAEU~ 'tOÍVUVfo'ttV ó apxcov
15 lC(X,'t(l
vóµou~ Ó 'tT]V'tOU ªPXElV ÉlCÓV'tCOV E1tlO''tTJµT)v excov,
oiÓ~ ecrnv ó icúpto~ 'tOU~ d~ a.u'tov ica.1 Ót' a.u'tou 1ttcr-
'tEÚov'ta.~1tpOO'tɵEVO~. 6. Il<lV'ta.yap 1ta.pÉOC01CEV Ó 0EO~lCO.l
1t<lV't0.imé'ta.~EVXptO''tql'tql ~O.O'lAEl iiµ&v, íva év r<póvóµan
'IT/aov náv yóvv "1Cáµlf/T1 bcovpavímv "/Cal émyeímv "/Cal
20 "/Camx0ovímv, "1Ca1 náaa ylmaaa é~oµolorf,CJf/mi on rupw;
'lf/aov; Xpimo; ei; 8ó~av 0eov narpó;.
160.1. 'Iófot~ Óe EVÉXE'ta.t't() O''tpa.'tTJ'YT)µa.'tptcrív,
ampa.AÓ, 1ta.pa.~ÓA.<J)
lCO,l'tql ElC'tO\l'tCOV
µtlC'tqlº cruv'tÍ0E'ta.l

9. Cf. FILÓN, De migr. Abr., 67; ID., De spec. leg., I, 70; Strom., 11,
59, 6; 110, 1; 111, 69, 3-4; IV, 151, 1-2; VI, 136, 1. 14-15. Cf. ARIS-
TÓTELES, Rhet., I, 8, 1366 A 2. 15-16. Cf. PLATÓN, Plt., 276 E y 291
E-292 A; JENOFONTE, Mem., IV, 6, 12; lo., Oecon., 21, 12; PLUTAR-
CO, Vit. Lyc., 30, 2; Strom., 11, 100, 2. 17-18. Cf. Mt. 11, 27; Le. 10,
22; 1 Co. 15, 28. 18-21. Flp. 2, 10-11.

12. xproµÉvotc;: xproµÉv11Stahlin. 13. µev: OEPotter. 17. 1tpo<nɵEvo<;: ...


Potter.
1tpoi:ɵEvo<;
Stromata I, 159,1-160,1 369

159.1. El cuarto modo de gobernar, el peor de todos, es


el regulado conforme a las pasiones, como el de Sardanapal y
de quienes tuvieron como objetivo el satisfacer lo más posible
sus pasiones. 2. El arte de gobernar, tanto del que comporta la
victoria en la virtud, como el fundado en la violencia, tiene por
instrumento la táctica, que es diverso según la naturaleza y la
materia [de la victoria]. 3. Para una victoria sobre los soldados
armados y los animales guerreros 5, el alma y la inteligencia son
quienes determinan el orden de los medios vivos o los inertes;
pero [para la victoria] sobre las pasiones del alma, a las que
vencemos con la virtud, la táctica es la facultad de razonar, que
impone la moderación y la prudencia mediante la piedad, y una
buena gnosis mediante la Verdad, refiriendo el fin [de la con-
ducta humana] hacia la piedad para con Dios 6 • 4. Así, hay dis-
puesta una prudencia para los que se ejercitan en la virtud; la
sabiduría para las cosas divinas, mientras que la política es para
las cosas humanas, y el arte de gobernar para todo. 5. Es pro-
pio del rey mandar: conforme a las leyes y el poseer la ciencia
de mandar a quienes voluntariamente lo aceptan de buen grado 7;
así actúa el Señor, que atrae a que crean en Él y por Él. 6. En
efecto, Dios entregó todas las cosas y todo lo sometió a Cris-
to 8, nuestro Rey, para que al nombre de jesús doble la rodilla
todo cuanto hay en los cielos, en la tierra y en los abismos, y
toda lengua proclame que Jesucristo es Señor para gloria de Dios
Padre 9.
160.1. El arte del estratega encierra tres aspectos: seguri-
dad, audacia, y la unión de ambos. Cada uno de ellos se com-
pone de tres elementos: el que se ejerce mediante la palabra,

5. La expresión se opone a «animales racionales»; es decir, se refiere al do-


minio de las pasiones sobre la razón.
6. El Alejandrino sintetiza los dos aspectos fundamentales de «la piedad
para con Dios» como son la intervención decisiva de la razón y su relación
a Dios: J. IBAÑEZ- F. MENDOZA,El tema literario de la "eusebeia", p. 239.
Para la noción de <ppÓvrntc;(prudencia) como principio gnoseológico en Cle-
mente, cf. W. SCHERER,Klemens, pp. 20-28.
7. El gobierno sobre las personas, querido por unos y rechazado por otros,
es señal de distinción entre el verdadero rey y el tirano en la tradición so-
cratico-jenofontea: C. NARDI, Estratti Profetici, p. 114.
8. Conforme a A. DANIEL!, La cristologia, p. 243, el Alejandrino se inspi-
ra en 1 Co. 15, 28, pero con algunas diferencias teológicas entre san Pablo y
Clemente .
.;. 9. Flp. 2, 10-11.
370 ltpooµma I, 24

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25 OpEÍav El~1:EKap,:EpÍav yuµVCX~ffiV Kat cruµp1pcx~mV aU'tOÚ~,
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1:0)Vonv&v cpavñ, Ei~ fiv e~a.vooía~ 1tapfoeµ1tev aui:oú~.
162.1. Nai µ11v Kat wu~ 1t0Aeµíou~ wu~ 1:ll~ xcópa~
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30 ,:paxda~ ófoú (wiaú1:11ycxpTJa.pE1:'fl'tOÚcr1:pa1:11y1KoÚ)
E1tl-
0éµevo~ aU'tOÍ~. 'Eµ1tElpÍa~ ycxp Kat cr1:pa1:11YÍa~
Ep"(OV~V
1:0 1:11vxcópav 1:&v1t0AeµímvAaPeív.

13-15. Cf. FILÓN, De vit. Mois., I, 164. 19-22. Cf. Ex. 14, 26-28.
23-24. Cf. Ex. 13, 21. 28-32. Cf. Ex. 13, 15-20.
Stromata I, 160,1-162,1 371

mediante las obras, y mediante ambas cosas a la vez. 2. Todo


eso será posible realizarlo con creces bien persuadiendo o co-
accionando mediante procedimientos ilegales, en caso que deba
defenderse legítimamente, o con procedimientos legales, bien
mintiendo o diciendo la verdad con quienes se pueda, o sir-
viéndose de todo eso a la vez en la misma circunstancia 10•
3. Pero todos esos [procedimientos] y la manera conveniente de
utilizar cada uno de ellos sirvieron a los griegos, quienes los to-
maron de Moisés. 4. Por ello, mencionaré uno o dos ejemplos
del modélico estratega. En efecto, al conducir Moisés al pueblo,
sospechó que los egipcios les perseguirían, y abandonando el
camino más corto, se desvió hacia el desierto, e hizo durante la
noche la mayor parte del viaje. 5. Otro procedimiento consis-
tió en el modo de vida en el que fueron educados los hebreos,
a través del inmenso desierto y durante mucho tiempo, para que
sólo creyeran a Dios, acostumbrándose a vivir con prudente per-
severancia.
161.1. Ahora bien, la estrategia de Moisés enseña que, antes
de las dificultades, es necesario prever qué es lo útil y enton-
ces ponerlo por obra. 2. Sin duda, sucedió lo que sospechaba:
los egipcios les persiguieron con caballos y carruajes, pero fue-
ron aniquilados rápidamente por el mar, que se había abierto,
y les inunda juntamente con los caballos y los carros, sin dejar
ningún vestigio de ellos. 3. Más tarde, siguiendo una columna
de fuego 11 ( que les indicaba el camino), [Moisés] condujo de
noche a los hebreos por un [lugar] intransitable; los adiestró y
educó, entre cansancios y caminatas, en el valor y la constan-
cia, para que, después de la experiencia de lo que les había pa-
recido espantoso, también apreciaran los bienes de la tierra hacia
la que les conducía, sacándoles de aquella región difícil.
162.1. Además, él hizo huir y exterminó a los enemigos
que habitaban aquel país, persiguiéndoles por un camino áspe-
ro y desértico (ésta era la capacidad del estratega). En efecto,
una prueba de su experiencia y estrategia era el poseer la tierra
de los enemigos.

10. Sobre la composición literaria de este pasaje, cf. M. BERCIANO, Tiem-


po humano, p. 128s.
11. Para las fuentes paganas y cristianas de esta expresión, cf. F. G. DóL-
GER, «Chaire Ieron», pp. 147-151.
372 l:tpcóµma I, 24

2. Tofrto cruv1c>rovM 1.1.:n<Í<>T\c; ó t&v 'A0f\vaícov


O"tpatT\YOc; ó tj\ EVMapa0&vt µá.xn VlKT)O"ac; touc; IlÉpcrac;
eµ1µftcrato tÓv<>etov tpó1tov · iíyaye wuc; 'A0r¡vaíouc;vÚKtcop
fü' a.vo<>Íac;J3a<>ÍO"ac; K<ll7tMVT\O"~touc; tT\POUVtac;autov
5 t&v J3apJ3á.pcov · Ó yap 'l1t1tíac;Ó t&v 'A0r¡vaÍcov a.1tocrtac;
E1tftyayetouc; f3apf3á.pouc;eic; tr¡V 'Anue11v K<ll touc; Em-
KaÍpouc; t&v tÓ7tCOV 1tpOKat<IA,(l(3Óµevoc;E<pÚMttev <>ta to
tf¡c; xropac; exe1v tr¡V eµ1te1píav. 3. "Epyov µev O'OV~V tOV
'17t1tíavM0e'iv, o0ev eiicótcoc;ó MtA.tt<ÍOf\c; crunpf\cr<͵evoc;
10 a.voc>íq.te ica1. vuKtt em0ɵevoc; to'ic; IIÉpcrmc;, &v ~iit1c;102GCS
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T\YettO, ta' K<lt(l
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T\YEltO
Katrop0COO"eV.
163.1. 'AA.A.aK<ll 0pacruf3oúA.cp touc; EK1tecróvtac; 162se
a.1to <l>uA.f¡c;
icmayayóvtt icat (3ouA.oµÉvcp A.a0e'iv crtuA.oc;
15 ÓOf\yoc; yívetm <>tat&v a.tp1f3&vióvtt. 2. Tc'j':>0pacru(3oúA.<p
vúictcop a.creA.f¡vouica1. c>ucrxeiµÉpou tou icmacrtf¡µmoc;
yeyovótoc; 7tUpÉcopého7tPOT\YOÚµevov, 07tep autouc; 0.7ttaíc;-
Kata 'tllV Móuvuxíav E~ÉA.mev'ev0a vuv ó
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(3coµóc;fon. 3. II tcrta toívuv ta f¡µétepa
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1tavtoicpá.top1 0ec'j':>
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vÚKtcopO"tUÁOV 1tupoc;tOV K<ll ica0r¡yr¡crá.µevovauto'ic; tf¡c;
Ó<>ou.4. AÉyetm ()EK(ll.EVXPT\O"µq> tlVl ·
arvAD~&r¡{JaíozazL1uóvvao~1roÁvrr,Of¡~,
25 EKtf¡c; 1tap' 'E(3paío1c;Ícrtopíac;. 5. 'AA.A.aK<ll EupmÍOf\c;
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evóov 8e0a}.,áµoz~ /JoVICÓAOJV
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O"'t"VAoVEvíov 0e0v.

6. Lf\µaívei ()Eó crtuA.oc;to O.VElKÓVlO"tOV


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µaÍvetV <>T\A.olto Écrtoc; K<ll µóv1µov tOU 0eou K<ll to
atpE7ttOV<llltOU<pÓ>c;
K<llO.O"Xf\µ<l'tlO"'tOV.

8-12. Cf. HERÓDOTO, Hist., VI, 107-115. 13-19. Cf. JENOFONTE,


Mem., 11, 4; DIODORO, Bibl. hist., XIV, 33. 24. Fragmento desconoci-
do. 27-28. EuRfPIDES, Antiop. Fragm., 37. 30-32. Cf. Strom., VII, 57,
5. 32. Cf. PLATÓN, Phdr., 247 C; Strom., V, 16, 4; 36, 3; 80, 3; 81, 6;
Exc. ex Theod., 1O, 1.

16. oucrxnµÉpou: oucrxnµEpÍOu Potter. 24. ótcÍ>VUO"O(;: ótcÍ>vucrcro~


Potter. 27. evoov: doov Kanibitsis. //. 0aAá.µot~ : 0á).aµot~ Kambitsis.
//. ¡3ouKÓAfllv:BouKÓA.ovPotter.
Stromata I, 162,2-163,6 373

2. Copiando este ejemplo, Milcíades, estratega de los ate-


nienses, el vencedor de los persas en la batalla de Marathón,
imitó a Moisés en su modo de actuar: condujo a los atenienses
durante la noche por un camino infranqueable y engañó a los
extranjeros que le acechaban. En efecto, Hipias, el ateniense re-
belde, llevó a los extranjeros hacia el Ática y ocupando de an-
temano los lugares estratégicos, conocedor como era de aque-
llos lugares, puso allí su emplazamiento. 3. Así, era difícil atra-
par a Hipias; por lo cual, como es lógico, Milcíades tuvo que
caminar por lugares privados de senderos y atacó por la noche
a los persas, conducidos por Datis, y consiguió la victoria con
aquellos a quienes él conducía.
163.1. Por otra parte, también Trasíbulo, cuando repatria-
ba a los exiliados de File y queriendo pasar inadvertido, una
estela le guiaba en su camino a través de una ruta sin tránsito.
2. En aquella noche sin luna y tormentosa, habiendo surgido
un fuego que les guiaba, iluminó a Trasíbulo, y haciéndoles
avanzar sin error hasta Municia les abandonó, en el mismo lugar
en que ahora está el altar de Fósforo. 3. En consecuencia, los
griegos conocieron nuestras creencias, pues es posible al Dios
todopoderoso hacer que una columna de fuego conduzca por
la noche a los hebreos, aquella que les guiaba en el camino.
4. Y también se dice en un oráculo:
Dionisia, el de la abundante alegría, es una columna
para los tebanos 12;
y eso está sacado de la historia hebrea. 5. También Eurípides,
en su Antíope, dice:
En el interior de las casas de los boyeros
hay una columna del dios Baca, coronada de yedra 13•
6. La columna significa la imposibilidad de representar a
Dios; la columna iluminada representa, además de esa imposi-
bilidad, la inmutabilidad y presencia de Dios, su luz inmutable
y sin figura 14.

12. Se trata de un oráculo de origen desconocido.


13. EURÍPIDES, Antiop. Fragm., 37.
14. Para el término <pro<;(luz) como posibilidad gnoseológica de conocer a
Dios, cf. G. FILORAMO, Pneuma e Photismos, pp. 329-337. No es Clemente
el primer autor cristiano que identifica a Dios con la luz: A. ÜRBE, Hacia la
primera teología, I, p. 45, nota 33. El término acrxriµátto'tOV (sin figura) es el
preferido por Clemente para expresar la transcendencia divina.
374 I:tproµata I, 24

164.1. Ilptv youv a1ep1pro9Ílvm ta~ t&v ayaA.µá.trov


foePov wútou~ ro~
crxfoe1~ lCÍOVa~ icrtá.vte~ oí 1t<X.A.al01.
aqnOpÚµata tOU 0eou. 2. fpá.cpel youv ó tTJV <l>oprovíoa
1t01Tl<J<X.~.
5 KaU10ó11 1CAelÓOVXOi; 'OAvµmáooi; /3acnkí11i;,
"Hp17i;'Apyd17i;,~ cnéµµacn ,cai 0vaávozai
npÓJTIJ
fróaµ17aev nepi ,cíova µa,cpov áváaO"Tli;- 912PG

3. 'AA.A.alC<X.1.
ó tTJVEuproníav 1to1ficra~Í<Jtope'i to EV
LieA.cpot~a.yaA.µa 'A1tÓA.A.OOVO~
1eÍOvaetvm Ola trovOe·
10 o<ppa0eip OE1CáTIJV á,cpo0ívzá re ,cpeµáaazµev 103GCS
am0µrov fr (a0éwv ,cai ,cíovoi;vynJAo'io.
'A1tÓA.A.rov µÉvto1 µucrn1e&~ Ka.ta crtÉp11mv t&v noA.A.rov163se
vooúµevo~ ó d~ fon 0ro~. 4. 'AU' oi>Vto 1tup ElCEtVO to
fo11eo~crtúAf9 1ea1.nup to füaPá.tou crúµl3<>Mvfon cproto~
15 á.yíou tou oiapaívovto~ e1e'Y'l~ 1ea1.avatpéxovto~ a-001~d~
oúpavov Ola tOU ~ÚA.OU, 01' oi> lC<X.1.
to PA-fanv 11µ'ivVO'Tltffi~
oeocóp11m1.

5-7. ANÓNIMO, Fragm., 4. 10-11. EUMELO, Europ., Fragm., 11.


12-13. Cf. Ex. 13, 21; 3, 2; PLOTINO, Enn., V, 5, 6; PLUTARCO, Mo-
ralia, 393 C y 388 F. 14-16. Cf. Protr., 119, 3; Paed., I, 23, 1; Strom.,
11, 19, 1. 16-17. Cf. Paed., 11, 75, 1; Strom., I, 178, 1.
Stromata I, 164,1-4 375

164.1. Tanto es así que antes de haber conocido con exac-


titud el carácter de las estatuas, los antiguos colocaban colum-
nas y las veneraban como imágenes de Dios. 2. El autor de la
Foronides escribe:
Calitea, sacerdotisa de la reina del Olimpo,
H era de Argos, es la primera que adornó
con coronas y con flecos la gran columna de la sobe-
rana 15.
3. También el autor de Europia refiere que la estatua de
Apolo, en Delfos, era una columna, porque [dice] así:
Durante cierto tiempo suspendimos el diezmo y las pri-
micias
de los pilares sacratísimos y de la alta columna 16•
Apolo, llamado misteriosamente como privación de multiplici-
dad, es el dios único 17• 4. Ahora bien, aquel fuego en forma de
columna y el fuego de la zarza son símbolo de la luz santa 18
que, desde la tierra, cruza el espacio y llega también hasta el
cielo a través del madero [de la cruz], por el que nos es dado
el mirar espiritualmente 19•

15. ANÓNIMO, Fragm., 4.


16. EUMELO, Europ., Fragm., 11. El autor nació en Corinto y vivió en
pleno siglo VIII a. de C.
17. El argumento «etimológico» es característico de la literatura griega. La
etimología sugerida aquí por Clemente es falsa, pero explica una determina-
da concepción de Apolo (a y noA.A.Ú),la negación de la multiplicidad: R. E.
W1rr, The Hellenism, p. 198; R. MoRTLEY, Connaissance, p. 47-48; U. TREU,
Etymologie, p. 193.
18. Para las fuentes paganas y cristianas de esta expresión, cf. F. G. DóL-
GER, «Chaire Ieron», pp. 147-151.
19. La «luz santa», Cristo, como mediador, realiza lo que estaba anuncia-
do y anuncia nuevas realidades futuras; es el prototipo de todo cristiano gnós-
tico, que debe morir racionalmente y resucitar a una nueva vida de contem-
P,lación. El «madero» podría significar también el árbol del Paraíso: A. MÉHAT,
Etude sur les Stromates, p. 491, nota 13.
376 2:tpcóµai:a I, 25

Keq,áAatov XXV 164se

165.1. IU.,Ó:'tcov fü: ó <ptA.Óo-o<po<; ÉJC'trov Mcouo-Éco<;


'tO.1tEpt'tl'IVvoµo0Eo-Ía.vCO<pEA.T}0etc;E1tE't͵r¡o-Eµev 't'ftMívcooc;
lC<X.1.
Au1C0Úpyou1tOA.t'tEÍg1tpoc; a.vopEÍa.v µóvr¡v a.1tol3A.E-
5 1toµÉva.t<;,E7t'\ÍVEO"E 0€ roe;o-Eµvo'tÉpa.v'tl'IV EV 'tl A.Éyouo-a.v
lC<X.l 1tpO<;oóyµa. €V VEÚouo-a.va.id. lC<X.1. ycxp io-xút lC<X.l
o-EµVÓ'tT}'tl lC<X.l<ppOVT)O"El1tpÉ1tEtVa.v µáA.A.OV<ptA.OO"O<pEtV
iiµá<; A.ÉyEt1tpo<; 't() a.~Ícoµa. 'tOU oupa.vou a.µE't<X.VOT)'t<O<;
xpcoµÉvou<;yvcóµn 't1l <X.U't'ft lC<X.1.
1tEpl 'tOOV<X.U'tOOV.
2. "Ap' ou
10 'tO. lC<X.'t<l
'tOVvóµov Épµr¡vEÚEt1tpo<;Eva. 0Eov a.cpopáv lC<X.l
0t1Ca.t01tpa.yE'iv Év'tEA.AÓµEvo<;;3. Tou oe 1t0Atn1Couoúo EtOr¡
A.ÉyEt, 'tO µev voµtlCÓV, 'tO 0€ 1t0A.t'tt1COVóµcovúµco<;
covoµa.o-µÉvov' lC<X.1. 1tOA.t'tt1COV
µev lCUpÍcoc;a.ivÍ't'tE't<X.t
'tOV
or¡µwupyov Év 'tql óµcovúµq:, l3tl3A.Íq:> wúc; 'tE Eic; <X.U'tOV
15 a.<pop&v'ta.<; lC<X.1.
¡3wuvm<; ÉVEpy&c; lC<X.l
OtlCa.Ícoc;
O"UVlC<X.1.'t1l
0Ecopíg lC<X.1. <X.U'tOU<; ovoµÓ:~Et,4. 'tO 0€ E1t' lO"T}<;
1tOA.l'tt1COU<;
'tq} voµt1Cq>1CE1CA.r¡µÉvov 1t0Atn1CovEl<; 'tE 1Coo-µt1Cr¡v µEya.-
A.Óvota.vOta.tpEt El<;'tE iOtco'ttJCr¡V O"ÚV't<X.~tv,
r¡v lCOO"µtÓ'tT}'t<X.
1Ca.1.ápµovía.v 1Ca.1. o-co<ppoo-úvr¡vcovóµa.o-Ev,o'ta.v a.pxov'tE<;
20 µev 1tpÉ1tCOO"l 'tOt<;a.pxoµÉvot<;, 1tEt0fivt0t 0€ OÍ a.pxÓµEVOt913PG
w'ic; a.pxouo-t yíyvcov'ta.t, 01tEp11JC<X.'tcxMcouo-Éa.1tpa.yµmEÍa.
Otcx0"1tOUO'fl<; EXElyEvfo0m.

2. Cf. Protr., 70, 1; Paed., 11, 18, 1.2; 89, 2; 91, 1; 117, 4; 111, 54, 2;
Strom., 1, 10, 2; 72, 4; 80, 5; 87, 2; 166, 1; 11, 20, 1; 70-71; 78, 1; 82,
1; 100, 3; 133, 2; V, 10, 1; 78, 2; 99, 3; VI, 35, 1; 55, 4; 95, 4. 3. Cf.
Protr., 112, 2; Strom., I, 170, 3; 11, 20, 3. 2-9. Cf. PLATÓN, Leg., 1,
626 A; 111, 688 A; IV, 705 D. 14. Cf. ID., Plt., 307 B. 15-16. Cf. ID.,
Grg., 508 A. 16-18. Cf. ID., Plt., 307 B.

9. 'Ap' ou: "A1ta o'\Jv Potter. 11. evtEAAÓµevo;: evtEAAÓµEvov Stahlin;


EVtEAAÓµEva Mayor. 20. 1tpÉ1tcoot to'i; a.pxoµÉvot;: 7tEptÉmo<n tou;
a.pxoµÉvou; Tengblant.
Stromata I, 16S,1-4 377

Capítulo XXV

165.1. El filósofo Platón, sirviéndose de la legislación de


Moisés 1, reprochó a la forma de gobierno de Minos 2 y de Li-
curgo el que sólo tuvieran en cuenta el valor guerrero; en cam-
bio, aprobó como más preciosa la [constitución] que proclama
un único principio y tiende constantemente a una sola doctrina.
En efecto, él dice que es preferible que nosotros filosofemos, en
armonía con la excelsitud del cielo, con fortaleza, dignidad y pru-
dencia, sin arrepentirnos jamás de ese pensamiento y sobre los
mismos temas 3• 2. ¿Acaso no interpreta eso conforme a la ley
[judía], cuando prescribe fijar la mirada en el Dios único y prac-
ticar la justicia? 3. El habla de dos clases de política: la legislati-
va y la llamada homónimamente política; insinúa que el político
por excelencia es el Demiurgo, según el libro del mismo título 4,
y también da el nombre de políticos a quienes dirigen la mirada
hacia Él, y tienen una vida fructífera y justa, unida a la contem-
plación 5; 4. en cambio, la llamada política, de igual manera que
la legislación, se subdivide en magnanimidad cósmica y en [ca-
pacidad de] organización individual, que él llamó orden 6, armo-
nía y prudencia; esto sucede cuando los príncipes se ocupan de
los súbditos, y los gobernados son dóciles a los que mandan; ésta
es la actividad que Moisés deseó con empeño que sucediera.

l. Véase lo que hemos dicho al respecto en Strom., 1, 1S0, 4. Cf. también


F. SOLMSEN,Providence, p. 233.
2. La relación entre Moisés y Minos es frecuente en la antigüedad clásica
y cristiana; cf. J. DANIÉLOU, Message, p. 90.
3. El adjetivo aµE-ravo'Í¡-roo~(sin arrepentimiento) denota la disposición cons-
tante, ausente de toda vuelta atrás, que caracteriza la actitud del verdadero
gnóstico y aparece como una imitación de Dios: A. LE BouLLUEC, Stromate
V, 11, p. 48.
4. Cf. PLATÓN, Plt., 307 B.
S. Cf. ID., Grg., S08 A.
6. El término !('.OOµtÓ'tTJ~ tiene sentido positivo de colocación que deben
ocupar las partes entre sí, en la misma línea que «armonía y prudencia».
378 I:tpÓ>µata I, 25

166.1. "En 't() µEv voµtKOV1tpo~ yevfoeco~ dvm, 'tO


1tOAl'tlKOV <>E1tpo~cptAÍm;Ka.tóµovoím; ó IlA.Ú'tCOV rocpEAT10EÍ~,
'tot~ µEv Nóµot~ 'tOVcptAÓcrocpov 'tov ev 't'!l 'Emvoµífü cruvfaa.-
~ev, 'tov 't'flV füÉ~o<>ov miCJll~ yevfoeco~ 't'Íl~ <>ta 'tWV 165se
5 1tAa.vcoµÉvcov d<>Ó'ta..<l>tAÓcrocpov <>E aAAov 'tOVTíµmov, ov'ta.
acr'tpovoµtKov Ka.t 0ecop'Tl'tlKOV 'tÍ,~ EKEÍvcovcpopa.~cruµ1ta.-
0eía.~ 'tE Ka.t KOlVcovía.~'tTJ~1tpo~ aAATlA<X, É'.1toµÉvco~
't'!l
IloAl'tEÍq, CJUVCX.1t'tEl.
"E1tEl't<X... 2. TÉAO~yap oiµm 'tOU 'tE 104GCS
1toAl'ttKouwu 'tE Kma vóµov f3wuvw~ Í'] 0ecopía.· ava.-yKa.'iov
10 youv 'tO 1tOAl'tEÚECJ0m op0&~, aplCJ'tOV<>E'tO cplAOCJocpE'iv.
3. 'O yap vouv excov 1tá.vm 'tCXa.Ú'tOUd~ yvóxnv CJUV'tEÍva.~
f3u.ocrElEV,Ka.'tEU0úva.~ µEv 'tOV f3íov epyot~ aya.0o'i~,
anµá.cra.~ <>E'tCXeva.v'tía. 'tCX.
'tE 1tpo~ ClAr¡0eta.vCJUAAa.µf3a.-
vó µeva. µe0facov µa.0r¡µa.'ta.. 4. Nóµo~ <>Éecrnv ou 'ta
15 voµtsóµeva. (OU()Eyap 'tCXÓproµeva.opa.crt~) oufü: <>Ó~a. 1ta.cra.
(ou yap Ka.t Í'] 1tov11pá.),ClMCXvóµo~ ECJ'ttXPTlCJ't'fl <>Ó~a..
<>ET] ClAT10fi~,
XPTlCJ't'fl ClATlffit~<>ET]'t() ov EÚpÍCJKOUCJa. Ka.t
'tOÚ'tOU'tU'YXCX.VOUCJa.· Ó WV óE ec;an-éa-raíl,cév µe, cpT1CJtV Ó
McouCJ'Íl~-5. ''Ht 'tlVE~ClKOAOÚ0co~ <>llAOVÓ'tl M~n
't'!l XP'TlCJ'tñ
20 Aóyov op0ov 'tOV vóµov ecpa.cra.v,1tpOCJ't<XK'tlKOV µEv (i)y
1tOlT1'tfov.'A1ta.yopeunKov <>Ec1v ou 1tOlT1'tfov.

3-4. Cf. lo., Epin., 977 B. 5. Cf. lo., Tm., 27 A. 8-9. Cf. Strom., I,
15, 2; 166, 2; 11, 46, 1; 47, 4; 77, 4; IV, 40, 1; 136, 2.4; 152, 3; 155,
2.3; etc. 16. Cf. PLATÓN, Min., 313 C; 314 E; 315 A. 18. Ex. 3, 14.
19. Cf. CRISIPO,Fragm. moral., 332. 19-20. Cf. FILÓN, De Praem., 55;
ID., De migr. Abr., 130; lo., De Abr., 11, 4; ID., De vit. Mois., 11, 1,
4; Paed., I, 8, 3; 9, 1; 65, 2; Strom., I, 182, 1; 11, 18, 4; 34, 4; 111, 84,
1; etc.

7. 1toµÉv~: E1toµÉvouc;Potter. 8. ...: lac Stahlin. 18. E~a1tÉO"taA1CÉv:


a1tÉcnahÉv Rahlfs.
Stromata I, 166,1-5 379

166.1. Además, Platón aceptando que la legislación está re-


lacionada con la creación [de una sociedad], mientras que la po-
lítica se preocupa más bien de la amistad y la concordia, aña-
dió a sus Leyes el filósofo de la Epínomis7, el que conocía el
término de todo nacimiento [social] mediante los astros. Y añade
finalmente a su Política otro filósofo, el Timeo, que es astró-
nomo y observador del movimiento acompasado de los astros
y de la relación de unos con otros 8 • 2. Así, pues, pienso que la
finalidad del político y del que vive conforme a la ley es la con-
templación 9• Por tanto, es necesario hacer política rectamente,
pero es mejor ser filósofo. 3. En efecto, quien es inteligente vi-
virá toda su vida orientado hacia la gnosis, y acomodará su vida
con buenas obras, despreciando la opuesta, y buscará la ciencia
que ayuda a [descubrir J la verdad. 4. La ley no es constituida
sólo por la costumbre (tampoco lo que se ve crea la visión), ni
tampoco cualquier opinión (no la que es perjudicial); sino que
la ley la constituye la opinión valedera, y la valedera es la ver-
dadera; y es verdadera la que descubre el ser y lo alcanza. El
que es me mandó 10, dice Moisés. 5. Y algunos, siguiendo evi-
dentemente esta opinión valedera, han definido la ley como recta
razón, porque prescribe lo que se debe hacer. Mas prohibe lo
que no debe hacerse 11•

7. Cf. PLATÓN, Epin., 977 B.


8. Cf. ID., Tm., 27 A. O. Stahlin, l. c., relaciona la cita platónica con Rm.
8, 22. Ciertamente el' Alejandrino conoce la doctrina estoica de la relación o
«simpatía» universal; cf. Protr., 51, 5; Strom., V, 133, 7; VII, 62, 4.
9. Para Clemente, la gnosis aparece siempre en conexión con los concep-
tos expresados por los términos 0Ecopía (contemplación), E7t07ttEÍa (el más alto
grado de contemplación) y 0fo (divinización): S. R. C. LILLA, Clement, p.
163.
10. Ex. 3, 14. Para el concepto de «ley» en Clemente, cf. J. WYTZES,Pai-
deia and pronoia, p. 154.
11. Se trata de conceptos de origen estoico, con dependencia veterotesta-
mentaria: S. R. C. LILLA, Clement, p. 75; W. RICHARDSON,The Basis, p. 92,
quien alude a Crisipo; O. PRUNET,La mora/e, pp. 138-140, sobre la confor-
midad a la naturaleza y la razón.
380 ~-rpcóµma 1, 26

916PG
Keq,áAatov XXVI 166se

167.1. "OOevó vóµoc; ei1eó-croc; EtPll'tCXl<ha MroucrÉroc;


oeMcr0m, 1eavcov'tu-yxávrov fü1eaírov 'tE 1eai aoí1erov. Kai
'tOU'tOV!CUpÍroc;0ecrµov av E17tOtµEv'tOV Ú7t0 0eou <ha
5 MroucrÉroc; 1tapaoeooµÉvov. "E XEt youv 't'TlVª'YOO'YllV eic; 'tO
0e'iov. 2. AÉyet fü: 1eai ó IlauA-oc;· ó vóµoq rwv 1rapa/3áaewv
ro
xápiv tré&r,, axprq av v.,&r, a1répµa q>ém7yyeílrar. Eha
oiovei E1tE~ll'YOÚµevoc; 't'TlVfüávomv em<¡>Épet · 1rpo wv 8e
éíl0áv r17v 1ríanv v1ro vóµov é<ppovpovµe0a avr,ceclerq-
10 µévoi, <¡>Ól3q>ól1A<X011 cx1toá.µap'ttrov, eiq 'l'1JV µéílílovaav
KÍG'l'lV<X,KOK:aAV<p(}f¡aea0at.
"Qa'l'e Ó VÓµoqKalóaywyoq r¡µÓJV
éyévew eiq Xpiaróv, í'va fr 1ríawwq 8i,carw0wµev. 3. 'O
voµo0e'ttKO<; OÉfonv ó 'to 1tpocrft1eov
É1eácr'tCp
µÉpet 'tTJ<;
'lfUXTJ<;
1eai 'totc; 'tOÚ'trovEpyoic;a.1tovɵrov,Mroucrftc;fü: cruveA.Óvn
15 Ei1tElVvóµoc; Eµvuxoc; ~V 't<pXP'Tlcr't<pA.Óyq>1CUl3epvcóµevoc;.
168.1. IloA-t'tEÍav youv OlT11CÓVT1crEV
cxya0fiv· 11OÉ
Ecr'tl'l'p0<p1]áv0pÓJKOJVlC<lA.'Tl lC<l'ta lCOlVOOVÍ<lV. Au'tÍlC<l 'tllV
fü1eacr't11CT1V µE'tEXElpÍ~no, emcr'tT)µllvo-i>cravfüop0ro'ttlCT1V
'trov á.µap'tavoµÉvrov eve1eev'tOU fü1eaíou. 2. :!:úcrw1xoc;fü:
20 au't~ 11 KoA.acrn ~' 'tou 1ema 'tac; 1e0Aácretc;µÉ'tpou
emcr'tllµovt~ ne; o'i>cra.Kó)..acric;fü: fü1eaía o-i>crafüóp0rocríc;
Ecr'tl'lfUXTJ<;.3. "Ecr'tl fü: roe;E1toc;Et7tElV't<pMroucre'i111tacra
<l'YOO'Yll
7tCXlÓEU'tllCT1
µev 'tOOV OtroV'tEyevfo0m lC<lA.OlV 1ea.ya0rov105GCS
a.vopéov, ~pEU'tllCTlOE 'tOlVóµoírov 'tOÚ'tOl<;, fínc; Üv Elll
· 11Oe XPllcr'tllCTJ
25 cr'tp<l'tll'YllCTJ 'to'ic;0T1peu0e'icr1A-Óyq>K<l't<X
2-3. Cf. Jn. 1, 17; Paed., I, 60, 2; Quis div. salv., 8, l. 3. Cf. CI-
CERÓN, De leg., I, 6, 19. 6-7. Ga. 3, 19. 8-10. Ga .. 3, 23;_cf. Paed., I,
30, 3. 10-12. Ga. 3, 23-24. 14-15. Cf. FILÓN, De vit. Mozs., I, 28, 162
y 11, 1, 4; Strom., 11, 18, 4. 17. PLATÓN, Mx., 238 C. 21-22. Cf. ID.,
Prot., 324 B; ID., Grg., 480 C-D; 525 B; FILÓN, Conf, 171; Protr., 95,
l; Paed., I, 61, 3; 70, 3; 111, 14, 2; Strom., 11, 4, 4; 111, 78, 5; IV, 154,
1-2; VI, 46, 3; 99, 2. 24-25. Cf. PLATÓN, Euthd., 290 B-D.

7. héSti: 7tpocrE-ré0tiAland. 7. civ: oil Aland. 12. e:yÉvE'tO:"(ÉyOVEV


Aland. 21. 6ucaía: coniec. Stahlin.
Stromata I, 167,1-168,3 381

Capítulo XXVI

167.1. Por todo ello, con razón se dice que la ley fue dada
por Moisés; ella constituye la norma de lo justo y de lo injus-
to. Y legítimamente la deberíamos llamar institución divina, por-
que ha sido transmitida por Dios a través de Moisés. Además
encierra una tendencia hacia Dios. 2. También Pablo dice: La
ley fue establecida por causa de las transgresiones, hasta que vi-
niera la descendencia a quien había sido dada la promesa 1• Luego,
como desarrollando su pensamiento, añade: Antes de venir la fe
estábamos custodiados bajo la ley 2; sin duda por miedo, lejos de
los pecados; con vistas a la fe que había de revelarse. De suer-
te que la ley fue nuestro pedagogo [para conducirnos} hacia Cris-
to, a fin de que fuéramos justificados por la fe 3 • 3. El legisla-
dor es el que asigna lo conveniente a cada cometido del alma
y a las obras asignadas a cada uno; en resumen, Moisés era una
ley viviente, gobernada por el Logos protector.
168.1. Así, pues, [Moisés] suministró una buena política:
la que constituye una buena educación humana 4 [para vivir] en
sociedad. También practicó la jurisprudencia, que es la ciencia
que endereza los errores en lo que atañe a lo que es justo.
2. Junto a ésta se encuentra la [ciencia de lo] penal, que es la pe-
ricia de la medida en los castigos. Un castigo justo constituye
una mejora del alma 5 • 3. Para decirlo exactamente, toda la ac-
ción educativa de Moisés es conseguir hombres honestos y bue-
nos, y desenmascarar a quienes lo parecen; eso era su estrate-

l. Ga. 3, 19. Sobre la abrogación de la ley en Clemente, cf. F. BuRr, Cle-


mens, pp. 63-68.
2. Ga. 3, 23.
3. Ga. 3, 23-24. Para la crítica literaria del texto paulino en Clemente, cf.
H. SEESEMANN, Der Chester-Beatty, p. 93.
4. PLATÓN,Mx., 238 C.
5. Esta frase debe entenderse en perspectiva pedagógica: O. PRUNET, La

l
mora/e, p. 61.
382 l:tpÓ>µa:ta I, 26

'tpÓ1tOVcm<pÍ<lElTJ O.V voµo0E'tl1C1Í


· 1C'trta0cxí'tE yap lCCXl
xpr\a0m 'tCXÚ'tTJc;
tOlOV~CXalAllCCO'tCX'tTJc;
OÜaTJc;.4. Móvov youv
'tov ao<pov oi <p1AÓao<po1~cxmMcx, voµo0é't11v, a'tpm11yóv, 167se
ÓÍJCCXlOV, Ei fü: 'tCXU'tCX
oawv, 0Eo<ptAr\lCTJpÚ't'tOUatv. 1tEpl'tOV
5 Mcouafo EÜpo1µEv,roe;€~ CXU'tOOV OEÍJCV'l.>'text
'tOOVypcx<prov,Ei>
µáACX1tE1tEtaµÉvcoc;O.V cxyopEÚmµEvao<pov 't(¡) OV'tl 'tOV
Mcouafo.
169 .1. Kcx0á1tEp oi>v 'tllV 1to1µEv1JCllV'to 'trov 1tpo-
~á'tcov 1tpOVOElV <pcxµEv,oifrm yap ó aya0o~ noiµi,v ri,v
10 1/fVXTlVrí0r¡cnv Vnt:p 'l"WV npo/3ármv, oÜ'tCOYE lCCXl 'tllV
voµo0E'tlJCllV'tO 'tllV cxv0pÓl1tCOV CXpE'tllVJC(X't(X(¡JCE'l.><lSElV
epouµEv, 'tO av0promvov JCCX't(l oúvcxµtv aycx0ov <XVCXSC01t'l.>-
pouacxv, ema'tCX'tlJCllV oi>acxvlCCXl
lCTJOEµOVlJCllV 'trjc;av0pro1tcov
ayÉATJc;.2. Ei fü:111to͵v1111CXAA11yopouµÉv11 1tpoc;'tOÚlC'l.>pÍOu
15 OUOEV aAAo 11ayÉATJne; av0pro1tCOV Ea'tÍV, ó CXU'tOc; Ea'text
1to1µfiv'tE lCCXlvoµo0é't11c;aycx0oc;µ1fo; 'tr\c;ayÉATJc; 'tOOV
CXU'tOU 917PG
€1tCXlÓV'tCOV 1tpo~Ú'tCOV'ó de; ICTJOEµÓ>v' . ó 'tO <X1tOACOAoc;
E7tlSTJ'tOOV'tE JCCXtEÚpíaJCcovvóµcp JCCXt AÓycp,d yE ó vóµo~
nvevµamcó~, lCCXl €1tl'tllVEUOmµovícxvaycov. ó yap 1tVEÚµcxn
20 áyícp yEvÓµEvoc;1tvrnµcxn1Cóc;.3. Oi>'toc; oe ó 't<p ovn
voµo0É'tTJc;, oc;ou µóvov btcxyyÉAAE'tCXt 't<Xaycx0á 'tE lCCXl lCCXAÚ,
<XAAa lCCXl E1tía'tCX'tCXt.
Toúwu lCCXl ó vóµoc; 'tOU'tllV ema'tfiµ11v
ifxovwc; 'to aco'tfipwv 1tpóamyµcx, µnAAov oe E1tta'tfiµ11c;
1tpÓa'tcxyµcx Ó VÓµoc;,8vvaµt~ yap K:al <JO<pÍa Ó AÓyo~ WV

2-3. Cf. CRISIPO,Fragm. moral., 332; Strom., 11, 19, 4; 21, 5. 4. Cf.
Ex. 33, 11; FILÓN, De sobr., 56; Paed., 111, 42, 3; Strom., II, 103, 2;
IV, 105, 3; 106, l. 9-10. Jn. 10, 11; cf. Paed., 1, 53, 2; 85, 2; 97, 3.
13-14. Cf. Protr., 116, 1; Strom., I, 156, 3. 16-17. Cf. Jn. 10, 16.
17-18. Cf. Le. 19, 10; Mt. 18, 11s. 18-19. Rm. 7, 14. 19-20. Cf. Jn. 3,
6. 24-384,1. 1 Co. 1, 24; cf. Strom., I, 88, 8; 90, 1; 100, 1; 174, 3; II,
52, 7; VI, 127, 2; VII, 7, 4.

9. oütoo yap: om. Schwartz. //. aya0o~ 7tOtµT]v:7tOtµT]vó lCCX.AÓ~


Aland.
10. lj11JX11V:
add. CX.'\JtO'\J
Aland. 11. to: coniec. Stahlin.
Stromata I, 168,3-169,4 383

gia. La capacidad de tratar como se debe a quienes han sido


vencidos por la razón pertenece ciertamente a la sabiduría le-
gisladora; en efecto, atraer y tratar es propio de esa [sabiduría],
realmente la más regia. 4. En todo caso, los filósofos proclaman
que únicamente el sabio es rey, legislador, estratega, justo, santo,
y amigo de Dios 6 • Si nosotros encontramos todas esas caracte-
rísticas en Moisés, como se demuestra por la Escritura misma,
entonces podremos decir, con la mejor de las convicciones, que
Moisés realmente es sabio 7 •
169.1. Lo mismo que llamamos ciencia pastoril a la acción
de cuidar las ovejas 8, puesto que el buen pastor da la vida por
las ovejas 9, así también llamamos ciencia de las leyes el formar
la virtud de los hombres, reavivando, lo que se pueda, el bien
humano, puesto que [esa ciencia] es seguridad y solicitud del
rebaño de los hombres. 2. Y si la grey que menciona alegóri-
camente el Señor no es otra que el rebaño de los hombres, Él
mismo será pastor y también buen legislador del único rebaño
de las ovejas que oyen su voz, el único protector, el que busca
a la [oveja] perdida 10, y la encuentra con la ley y la Palabra,
puesto que es la ley espiritua/11, y la conduce a la felicidad; por-
que quien es espiritual nace por el Espíritu Santo 12• 3. Y es real-
mente legislador quien no sólo promulga cosas buenas y be-
llas, sino también quien las ha experimentado. Y su ley, que
tiene ciencia, es mandato salvador, o mejor, la ley es un man-
dato [lleno] de ciencia, porque la Palabra de Dios es fuerza y
sabiduría 13• 4. Ahora bien, el intérprete de las leyes es aquel
mismo a través del cual fue "dada la ley 14; él es el primer in-

6. La expresión «amigo de Dios» es importante en Filón y frecuente en


-¡ múchos autores paganos y cristianos, cf. E. FASCHER,Abraham, pp. 111-124;
A. VAN DEN HoEK, Clement of Alexandria, p. 181.
7. Para la relación entre «sabio», «perfecto» y «gnóstico», como sinónimos
en Clemente, cf. J. IBÁÑEZ- F. MENDOZA, El tema literario de la "eusebeia",
p. 244, nota 19.
8. Lit.: «tener providencia de las ovejas».
9. Jn. 10, 11.
10. Sobre la parábola de la oveja perdida, cf. A. ORBE, Parábolas evangéli-
cas, 11, pp. 151-153.
11. Rm. 7, 14. Para la relación Ley-Palabra, cf. F. BURI, Clemens, pp. 37-
39.
12. Un comentario breve a este pasaje, en L. F. LADARIA,El Espíritu, p.
28, nota 25; cf. también O. PRUNET, La morale, pp. 35-36.

¡
13. 1 Co. 1, 24.
14. Jn. 1, 17.
384 I:tpÓ>µcx,:aI, 26

0eov. 4. Nóµrov 'tE a.i>É~TIYTl'tll<;


oi>'to<;a.u'tÓ<;,ch' oi> ó vóµo~
e8ó0r¡,ó 1tpéi'no<;É~TIYTl'tll<;
'tffiV0drov 1tpOO''ta.yµá'trov,ó 'tOV
1CÓA.1tOV
'tO\l 1t<X.'tp0<;
É~TIYOÚµEVO<;
UÍO<;µovoyEVTJ<;.
170.1. "E1tEl'tO. OÍ µEV 1tEt0ÓµEVOl't(9 vÓµq> 't(9 'tE
5 yv&crtv EXElV 'tlVCX0.'\>'tOUolh' <l1tlO''tEtVOÜ't' ayvoEtV
<>ÚVO.V'ta.t 'tT)VaA.r¡0Eta.v, oí ()E <X1tlO''tO\lV'tE<; ~ 1Cl(J't(l'tE Év
'tOt<;epyot<;dvm lkPouAT1µÉvo1,El1tEp'tlVE<;a.AA.01JCO.t Oi>'tOl
ayvoe'iv óµoAoyouv'ta.t 'tT)VaAr¡0na.v. 2. Tí<; 'tOÍVUVTl 168se
a1t1<J'tÍa. 'trov 'E).).f¡vrov; µf¡ nn Poú).m0m nd0m0m 't'!l
10 <lATl0Eíq,(f)O.O'JCOÚ<JU 0eó0ev chcx MroucrÉro<;<>E<>Ó0"0a.t 'tOV
vóµov, Ó1tÓ'tE YEJCO.t0.U'tOtÉJC'tffiV1ta.pcxmpÍO'lnµ&m Mrouof¡. 106GCS
3. Tóv 'tE Mívro 1ta.pcxLlto<;01' ÉV<l'tOUE'tOU<;Aa.µpávnv
'tOU<;vóµou<; ÍO''tOpOUO'l (f)Ol'tffiV'tO.
Ei<;'tO 'tO\l Llto<;O.V'tpov'
'tÓV'tE a.i> Au1Coupyov'tCXvoµo0E'tl1CCX Ei<;LlEA(f)Ot><;
1tpo<;'tOV
15 'A1tÓAAOOVO. O'UVEXE<; amÓV't0.1ta.tOEÚE0"0a.t ypáq>OUO'l IlA.<l'tOOV
'tE JCO.t 'AptO"'tO'tÉATI<; JCa.t "E<popo<;, Xa.µmAÉrov 'tE ó
'Hpa.1CAEc.otT1<;év 't(9 Ilept µÉ~<; JCa.t 'AptO"'tO'tÉATI<; Év 't'!l
Ao1Cp&v1t0Al'tEÍq,ZáAEUJCOV 'tOVAo1Cpov1ta.pcx'tll<; 'A~véi<;
'tOU<;vóµou<; Aa.µpávetv a1toµvT1µ0VEÚOUO'lV. 4. O'i ()E 'tO
20 a~tómcrwv 'trt<;1ta.p' "EAATIO'l voµo0mía.<;, Ó><; otóv 'tE a.uw'i<;,
É1ta.Ípov'tE<; Ei<;'to 0e'iov JC<X.'t'EiJCÓva.'trt<;JC<X.'t<X
'tOVMroucrfo
1tpO(f)Tl'tEÍa.<;
ayvcóµovE<;,OUJCO.U'tÓ0evóµoAOyOUV'tE<; 'tTJV'tE
<lATl0Eta.V lCO.t'tO ªPXÉ'tU1tOV 'tffiV1ta.pcxO'(f)ÍO"lV
ÍO"'tOpouµÉvrov.

1-2. Jn. 1, 17. 2-3. Cf. Jn. 1, 17-18. 16. Cf. PLATÓN, Min., 319 C;
ID., Leg., I, 624 A y 632 D; ARISTÓTELES,Fragm., 535; EFORO, Fragm.,
70 F 174. //. Cf. CAMELEÓN, Fragm., 13; TEODORETO DE CIRO, Graec.
aff cur., IX, 7.9.10. 17. Cf. ARISTÓTELES,Fragm., 548.

4. te: ye Mayor. 9. ~oúAEcr8m:~oúAecr8ePotter.


Stromata I, 169,4-170,4 385

térprete de los mandamientos divinos, el suscitado en el seno


del Padre 15, el Hijo unigénito.
170. 1. Desde entonces, quienes obedecen la ley, por el hecho
de tener algún conocimiento, no pueden no creer o desconocer
la verdad; por el contrario, los incrédulos, quienes de ningún
modo se preocupan de las obras, confiesan ellos mismos des-
conocer la verdad más que otros. 2. ¿En qué consiste, pues, la
incredulidad de los griegos? En no querer confiar en la verdad,
que proclama que la Ley es algo divino que nos ha sido dada
mediante Moisés, puesto que también ellos honran a Moisés en
sus propios escritos. 3. Platón, Aristóteles y Eforo 16 cuentan
que Minos visitaba la gruta de Zeus y que recibía las leyes de
Zeus cada nueve años; y escriben que Licurgo iba con frecuencia
a Delfos, para ser educado por Apolo en el arte de dar leyes;
Cameleón de Heraclea 17, en el [tratado] Sobre la embriaguez, y
Aristóteles 18, en su Constitución de Locros, hacen notar que Za-
leuco de Locros recibía las leyes de Atenea. 4. Y quienes se ale-
gran porque poseen la legislación griega, como si fuera algo di-
vino para ellos, a semejanza del don profético de Moisés, son
unos insensatos, porque no reconocen que de la misma fuente
derivan tanto la verdad, como el modelo de lo que cuentan en
sus historias.

15. Cf. Jn. 1, 17-18. Clemente no sólo alude a la divinidad del Hijo, sino
a la unidad de naturaleza entre el Padre y el Hijo. También reclama el Ale-
jandrino la unidad de la doctrina de la Escritura: J. PALUCKI,Principi fonda-
mentali, pp. 110-111.
16. Cf. PLATÓN,Min., 319 C; Leg., I, 624 A y 632 D; ARISTÓTELES, Fragm.,
535; EFORO, Fragm., 70 F 174.
17. Cf. CAMELEÓN,Fragm., 13.
18. Cf. ARISTÓTELES, Fragm., 548. Sobre la utilización de Aristóteles en la
apologética cristiana, cf. J. DANIÉLOU,Message, pp. 132-128.
386 1:tpc.óµa-ta I, 27

K~cpúlcnov XXVII 169se

171.1. M11toívuv 1ea'tatpexhro w; wu vóµou fücx


'tcx<;ttµropíac; ~ oi> x:aAou 1eáya0ou· ou ya.p ó µev tr¡v wu
o-roJUX't~vóaov cimiyrove-bepyÉ'tll<; oó~e1, vuxr¡v fü: aOtKÍac;
5 Ó 1te1p(ÓµEV~ft1t(lA.A,(X't'tEtV OU µ<lA.AoVa.V Etll K110eµrov,
ooqmep 'lfUXTI<J<Óµa't~evttµÓ'tepov. 2. 'All' cipa. 'tll<;µev
tou oroµawc; úyeí~ eve1<a 1eal toµa.c; Kal 1<aúo-e1c;1<a.1.
q,apµa1eo1tooíac;Ú<pto-tá.µe0a.Kai ó ta.uta.~o-á.yrov o-rot1Íp
'tt TC<X.t
Ía.'tpoc;te lC<XA.et'ta.t,
ou cp0óvcpt1vi , OE ouo-µeveí~
10 tj1 1tpoc;tOV mio-xovt<X,~ o' a.v Ó 'tT}<;' 11<; Ú1ta.yopeú01
A.Óy~. 1ea.i µÉP11'ttva. a1totɵvrov, ~ µr¡ ta. úyia.ívovta. 920PG
auvfüacp0eípeo-0m a.u-toic;, 1eai oux: civ ttc; 1tov11pía.c;a.i-
ttá.o-mto tOU ia.tpou 'tTJVtÉXV11V · 3. tftc; OE vuxi,c; EVelCa.
oux óµoíroc;Ú1tOOtTt<JÓµe6a eáv te cpeúye1veá.v te EKtÍvetv
15 ~11µía.c; eá.vte oeoµá. ei µÉA.A.ol tt<; µóvov E~ a0t1eía.c;1tOtE
fü1emooúv11v TCtao-6m; 4. ó ya.p vóµoc; K110Óµevoc;trov
Ú1t1lKÓrov 1tpoc;µev 'tTJV0e:oo-Éí}eta.v
1ta.tOeúe1Ka.t.Ú1ta.yopeúe1
ta. 1tOtTJtÉaetpye1 te ex:a.crtov 'tOOVáµa.pt11µá.trov, fü1ea.c;
emtt0dc; toíc; µetpÍOl<; aut&v, O'ta.VOÉ tlVa. oütroc; exovta.
20 1<atío11~ avía.tov oox:riv eic; foxa.tov aouda.c; eA.a.úvovta.,
tÓte iío11t&v MA.O>V lCJ\OOµEV~ 01t0><;
&v µr¡ füacp0eíprovta.t
1t~ El'l>'tOU, éóo-1tepµÉpoc;tt 'tOU1tavt~ <Jroµa.toc;a1toteµrov
oütro 1tou tov totoutov Ú'y1Éo-'tata.a1to1eteívvucr1.

3. Cf. Paed., I, 9, 1; 75, lss.; 88, 1; 11, 32ss.; Strom., I, 173, 4; II,
27, 1; 32, 1; 34, 4; 73, 1; etc. 6. Cf. Protr., 5, 3; Paed., I, 88, 1-3; II,
20, 1; 102, 3; 115, 3; III, 3, 3; 12, 3; 49, 1; Strom., II, 26, 4; 50, 4; III,
41, 2; 43, 2; 64, 2; 77, 3; 100, 6; IV, 11, 2; 17, 4; 21, 1; 22,1; 163, 2;
164, 5; V, 55, 2; 61, 5; VI, 52, 1-2; 60, 2-3; 163, 2; 164, 1; VII, 40, 1;
64, 7; 71, 3. 15-16. Cf. Protr., 109, 1; Paed., 1, 6, 1; 83, 1; 88, 1; Strom.,
VII, 61, 5. 21-23. Cf. PLATÓN, Prot., 324 B; 325 C; lo., Grg., 525 B-
C; FILÓN, De conf, 171; Strom., VI, 46, 3; 99, 2.

3. ta¡;: t11¡;Potter. 4. 'lj/\lX'lV: 'ljlt>xr\¡;Potter. 12. a.uto'i¡;: autép Potter.


Stromata I, 171,1-4 387

Capítulo XXVII

171.1. Así, pues, que nadie acuse a la Ley, por razón de los
castigos, como tampoco de falta de nobleza y bondad 1• En efec-
to, si el que cura la enfermedad del cuerpo tiene fama de bien-
hechor, será mucho mejor protector quien intenta alejar un alma
de una injusticia, pues el alma es más preciosa que el cuerpo 2 •
2. A causa de la salud corporal soportamos amputaciones, que-
maduras y tomamos medicamentos, y quien suministra esos re-
medios es llamado salvador y médico; y el amputar algún miem-
bro [del cuerpo] no se hace por menosprecio u hostilidad alguna
para con el paciente, si la ~ón técnica lo aconsejara, sino para
que los [miembros] sanos rto perezcan con los enfermos; y nadie
acusa de perversidad a la pericia del médico. 3. En cambio, ¿a
causa del alma no deberemos soportar igualmente el exilio, los cas-
tigos y las prisiones, cuando alguien, desde la iniquidad, trata de
adquirir la justicia? 4. La ley, en efecto, es protectora de los dó-
ciles, educa la religiosidad, sugiere las obligaciones y aparta a cual-
quiera de los pecados, imponiendo penas a sus [faltas] constantes;
pero, cuando observa igualmente que alguien parece incurable, por-
que camina hacia el más alto grado de injusticia, entonces se pre-
ocupa de los otros, para que no se corrompan al lado de aquel,
y como amputando un miembro del cuerpo total, de alguna ma-
nera le mata en aras de una mayor salud [del cuerpo]3.

l. Se trata de una alusión indirecta a los herejes marcionitas que rechaza-


ban al Dios Creador, Dios Justo y Legi5lador; despreciaban la ley para sos-
layar el Juicio: F. BURI, Clemens Alexandrinus, p. 19-20.
2. No se debe entender la valoración de Clemente en perspectiva moral,
sino ontológica: el alma racional es el centro del hombre que penetra y se
extiende a todo el cuerpo, y actúa a través de él. No son pocas las veces que
el Alejandrino menciona a la vez los dos componentes del ser humano; ver
los paralelos en la nota al texto griego.
3. Al respecto, cf. R. RIEDINGER, Der Physiologus, p. 283. Clemente adop-
ta la idea prevalentemente platónica (cf. PLATÓN, Grg., 425 A-C) y estoica
del pecado como enfermedad del alma.
r
!i

388 :I:tpcóµa.ta.I, 27

172.1. Kpzvóµevoz óe vno wv K:VpÍOv, cp110-1.v ó


a.1tÓO"'tOAoc;,
nazóevóµe0a, í'va µi¡ avv -rip K:Óaµ<pK:am- 107GCS
Kpz0wµev. 2. IlpOEt7tEVyap Ó 1tpO(pl1'tll<;
· natÓEVWV ÉnaÍ-
ÓEvaÉv µe Ó K:Vpzo;, T<pÓE 0avá-r<p OV napÉÓroK:ÉV
µe· EVEK:a
5 yap WV ÓtÓá~az GE 'fTlV ÓtK:alOGVVT,VaVWV ÉnaÍÓEVaÉv GE, 170SC
C?llO'Í,K:ai breípaaév ae Kai éílzµarxóv17aév ae K:ai ón¡rfjv
bwí17aév ae év rfi épryµrp, í'va rvroa0fi návm -ra ÓtK:azÓJµam
K:ai Ta Kp͵am aVWV ÉV tjj K:apÓÍ(JGOVoaa éym ÉVTÉAAOµaÍ
aoz G17µepov, K:ai rv<ixrn év -rfi K:apÓÍ<Jaov o-rt ei' n; w;
10 nazóevaez &v0pmno; TOV víov avwv, oifrro nazóevaez ae
rupw; ó 0eo; r¡µwv. 3. "Ott OE 'tO imóoeiyµa O'COcppovÍ~El,
au'tí1m cp110-í
· navovpro; íómv -rzµropovµevov nov17pov Kpa-
mt~ av-ro; nazóevemz, end revea aocpía; cpó/30; rupíov.

173.1. Méyio-wv oe 1m1. 'tEAECÓ'ta'tova.ya0óv, o'tav


15 'tlVClEK.'tOÚ KaK.roc;
1tpÓ:'t'tElVEic; a.pE'tllV'tE K.(lt EU1tpayíav
µE'tÓ:yeivOÚVTl't<lÍ ne;, 07tEp ó vóµoc; epyÓ:~E'tat. 2. "üO"'tE
K.at o'tav a.v11KÉO"'tC9'ttvt KaKq> 'tt<;imó 'tE a.OtK.Íac;
1tEpt1tÉ0"11
K.<lt1tAEOVE~íac; K.a't<lAT1cp0dc;, EUEPYE'tOt't' av ó <l7tOK'tElV-
vÚµEVoc; · 3. EUEpyÉ'tll<; yap ó vóµoc; 'tOU<;µev OlK.aíouc;E~
20 a.OÍKCOV 7t0lElV OUVÓ:µEVO<;, llV µÓVOVE1tciiElVe0EA.TlO'COO'lV
<lU'tOÚ,'touc; OE <l7t<lAAÓ:'t'tCOV't©V~,pÓV'tCOVK.<lK.ffiV. 4. Touc;
yap O'COcppóvcoc; K.<ltOlKaÍcoc;~lOÚVÉMµÉvouc; a.0ava'tÍ~ElV
enayyÉAAE'tm. To óe yvwvaz vóµo ózavoía; éa-riv ára0i/;.
Kai 1tÓ:Atv · &vópe; K:aK:oiov voovat vóµov, oí óe (17wvvw;
25 TOV rupwv avvryaovazv év nav-ri áya0ip. 5. ~El ori 't'TlV
OtotK.oúo-av1tpóvoiav K.UpÍav'tE Eivm Kat a.ya0iív. 'Aµcpo'iv
yap 11OÚvaµtc;oiKOVOµEtO'CO'tllpÍ<lv, Í1 µev KOA.ó:O'El O'COcppo-
VÍ~OUO'<l roe;K.UpÍa, Í1 fü: fü' EU7t0líac; XP'l10''tEUOµÉv11 roe;
EUEpyÉ'tic;.6. "E~EO''tl fü: µri dvm ánez0eía; víóv, a.A.A.a
30 µemfJaívetv fr wv aKÓwv; eí; (roi,v Kat napa0Év'ta tj,
O'OcpÍ~ 't'TlVO.KOT1Vvóµiµov dvm 0eoú OOÚAOV µev 'tCl1tp&'ta, 921PG
fltEt'ta oe mo-'tov yevfo0m 0epó:1tov'ta, cpo~oúµevov K.Úpwv

1-3. 1 Co. 11, 32. 3-4. Sal. 117, 18; cf. Paed., 1, 61, 2. 3-11. Dt. 8,
2-3.11.5; cf. Eclog. Proph., 26. 12-13. Pr. 22, 3. 13. Pr. 22, 4; cf. Strom.,
11, 4, 4; 30, lss. 14-16. Cf. Protr., 7, 3; Strom., 1, 173, 3; 11, 39, 2.4;
III, 46, 1; IV, 9, 6. 21-23. Cf. Strom., VII, 42, 4-6; 48, 2; Quis div.
salv., 21. 23. Pr. 9, 10. 24-25. Pr. 28, 5. 29. Ef. 2, 2; 5, 6; Col. 3, 6.
30. 1 ¿n. 3, 14; cf. Jn. 5, 24. 30-31. Cf. Pr. 2, 2. 31. Cf. Nm. 12, 7.
32. C . Hb. 3, 5. 32-390,1. Cf. Sal. 111, 1.

6-7. Ot'lfÍlv E1toíricrév:coniec. Schwartz; eoh¡rr¡crévPotter. 12. ttµco-


poúµevov 1tovrip<>V: mut. Rahlfs. 23. E1ta.yyéllitm: E1táyetm Potter.
24. vooucri vóµov: voficroucrivicpíµa. Rahlfs. 25. a.ya.0ép:om. Rahlfs.
Stromata I, 172,1-173,6 389

172.1. Dice el Apóstol: Mas juzgados por el Señor, somos


corregidos para no ser condenados con el mundo 4 • 2. Y el pro-
feta había anunciado: Castigándome el Señor me corrigió, pero
no me entregó a la muerte5. Y dice: Te corrigió para que apren-
dieras su justicia, te probó y te hizo pasar hambre y sed en el
desierto, para conocer todos sus juicios y decisiones en tu cora-
zón, los cuales yo te mando guardar hoy, y [para que] recono-
cieras en tu corazón que el Señor nuestro Dios te educa como
un hombre a su hijo 6 • 3. Mas porque el ejemplo hace a uno
prudente, dice [la Escritura] a continuación: El precavido, vien-
do un peligro, se protege y él mismo se corrige con fuerza, por-
\ que el temor del Señor es origen de sabiduría 7 •
173.1. El bien mayor y más perfecto es que uno pueda
convertirse del mal comportamiento a la virtud y a la buena
conducta, como manda la ley 8 • 2. Incluso también cuando al-
guien ha caído en un mal irremediable, prisionero de la injus-
ticia y de la codicia, recibirá un beneficio con la condena a
muerte; 3. porque la ley es bienhechora, tanto al poder hacer
justos de lo injusto, por poco que deseen obedecerla, como al
librarles de los males que les acechan. 4. Promete también la
inmortalidad a quienes han decidido vivir prudente y justamente.
Conocer la ley es propio de buena inteligencia 9 • Y también: Los
hombres malvados no conocen la ley; mas los que buscan al
Señor conocen todo lo bueno 10• 5. Es necesario que la Provi-
dencia que gobierna sea soberana y buena. En efecto, por doble
motivo el poder [de la ley] administra salvación: como sobera-
na, hace a uno prudente con el castigo; y como bienhechora, se
comporta favorablemente mediante su beneficencia. 6. No hay
que ser hijo de desobediencia 11, sino pasar de las tinieblas a la
vida 12 y prestar oído a la Sabiduría para ser cuanto antes un

4. 1 Co. 11, 32.


5. Sal. 117, 18.
6. Dt. 8, 2-3.11.5. Citas acomodadas.
7. Pr. 22, 3-4.
8. Que la ley guía a todos al bien es una idea muy familiar en Clemente:
J. WYTZES, Paideia and pronoia, p. 154; O. PRUNET, La mora/e, p. 61.
9. Pr. 9, 10.
10. Pr. 28, 5.
11. Ef. 2, 2; 5, 6; Col. 3, 6.
12. 1 Jn. 3, 14. Texto acomodado. Clemente describe la conversión del hom-
bre como un viaje del alma. Sin duda esta imagen tiene raíces platónicas (Cf.
PLATÓN, Symp., 211 C) y bíblicas.

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390 I:'tpCÓµa:m1, 27

tov 0eóv, Ei OÉne; e1taval3aír¡, toíc; uíoic; E)'1CataAkyeo0m,171se


énav oeáyá1r11tcaJi:úvrn,rJi,ijlJo;áµapniiJv, µa1eapím; eA1tí6oc;
teAeíroO'tVai>~r¡0évta eva:yá.nnE1COÉXE0'0at tOUtOVtOV
E)'lCCXtC:Xtayévtc:x
tt\ EICMJCtt\ uío0mí~ tt\ q>ÍATI lCEJCAr¡µévn
tOU
5 0eou, ~Oovtc:xiíori't'TlVE'l>XllV lCC:Xl
AÉyovtc:x.revé<JiJmµoi
rupw; ei; 8eóv.
174.1. Tou vóµou fü: tllV E'l>1tOtíavOlat'Íl<;1tpoc;
tOU<;'Iouoaíouc; 1tEpt1C01t1l<;
6e&tíAro1eev
ó a1tÓO'tOAO<;ypá.q,cov108GCS
&6é neo<;·ei óe (j1) 'Iov8afo; brovoµá(n tcai iirava:,ravn
-ro8éJi,11µawv
10 vóµq, tcai tcavxa<Jat iv 8eij, tcai yiyv<Ócrtcei;
0eov tcai &tciµá(ei; -ra óla<pépovm tca'r"lxovµevo; itc wv
vóµov, 1tbro18á; 're <Jeav-rovóD11rovelvai W<pAOJV, <pro;'rOJV
iv crtcóiei, 1tatOEVTIJV
áq,póvmv, DiDáoxaÁov v111rímv, exovm
TIJVµÓp<poxnv-rfi; yvÓX1em;tcai -rfi; áJi,118eía;iv -rij, vóµcp.
15 2. Tauta yap 6úvc:xo0m tOVvóµov óµoAoye'ita.t, lCO.V oí
lCC:Xtavóµov µ11JtOAtteuóµevot~ EVvóµcp aA<X~oveúcovtm
PtoUVtE<; · µatcápw; óe ávr,p o;
eÓpev <JO<pÍav, tcai 8v11-ro;
o;el8ev <ppóv11mv,etc De wv <J-rÓµaw; av-rfi;, tn<; O'Oq>ÍC:X<;
Or¡AOvÓtl, DltcatOC1'1JV11
bcrropevemi, vóµov De tcai eÁeov ini
20 yAÓX1e111; <popef. 3. 'Evoc; ya.p 1CUpíouevépyetc:x,oc; fott
Dvvaµi; ,cai <JO<pÍa wv 8eov, o te vóµoc; tó tE ei>ayyéAwv,
lCCJ.l
ov eyévvr¡O"E q,óPov ó vóµoc;, EAE'I͵covoi>to<;eic; O'CO-
tr¡pÍC:Xv.'EAE11µ0<JVVat De tcai nÍ<J-rei; tcai áJi,17lJeiaµr,
etcAllrÉ-r(i)<J<XV
<Je,liq,ay,ai De av-ra; nepi <Ji¡,-rpax11Á<p.
25 175.1. 'Oµoícoc;fü: t<p IlaÚAcpTJ1tpoq>r¡tEÍaove16í~e1
tOV Aaov roe;µ'fl crnvtévta tOV vóµov. Ivv-rpiµµa tcai

1. Cf. Ga. 3, 26. 2. 1 P. 4, 8; cf. Paed., III, 91, 3; Strom., 11, 65, 3;
IV, 111, 3; Quis div. salv., 38, 2. 2-5. Cf. Rm. 8, 23; St. 2, 23; CLE-
MENTEDE ROMA, Ep. ad Cor., 10, 1; 17, 2; Strom., 11, 20, 2. 5-6. Gn.
28, 21. 9-14. Rm. 2, 17-20. 17-18. Pr. 3, 13. 18-20. Pr. 3, 16. 21. 1 Co.
1, 24; cf. 88, 8; 90, 1; 100, 1; 169, 3; 11, 52, 7; VI, 127, 2; VII, 7, 4.
//. Cf. Paed., I, 60, 1; 88, 2-3; Strom., 11, 28, 6; 147, 2; VI, 42, 1-3;
106, 3 - 107, 1; VII, 95, 3; etc. 23-24. Pr. 3, 3; cf. Paed., 111, 37, 4;
Strom., 111,55, 1. 26-392,1. Is. 59, 7s.; cf. Rm. 3, 16s.

1. E"(l(ll'tllMyEo8m: EYJCll'tllMyE'tat
Potter. 2. KaA.Ú'lfll:KaA.Últ'tEtAland.
3. 'tEAEÍOxnv:'tEA.EtÓXJEt Potter. //. 'tov: coniec. Pini. 5. yEvÉo8co:fo'tm
Rahlfs. 10-11. 'tOÚ0EOú: om. Aland 17. avr¡p: iiv0pcon~ Rahlfs. 23. Kai
aA.ft0Eta: om. Rahlfs. 24. 1tEpi: eni Rahlfs.
Stromata I, 173,6-175, 1 391

esclavo de Dios por ley, y más tarde procurar ser un servidor


fiel, que teme al Señor Dios; y si alguien subiera más alto, será
inscrito entre ·los hijos, pues la caridad cubre la muchedumbre
de los pecados 13; entonces ése tal, introducido en la elegida fi-
liación de los amigos de Dios, habiendo crecido en el amor, re-
cibirá el cumplimiento de la bienaventurada esperanza; y al punto
suplicará, diciendo: El Señor sea mi Dios 14•
174.1. El Apóstol ha mostrado la beneficencia de la Ley
mediante la perícopa [dirigida] a los judíos, cuando escribe, si
no me equivoco, así: Si tú, que llevas el nombre de judío y des-
cansas en la Ley y te glorías en Dios y conoces la voluntad di-
vina y estimas lo mejor, instruido por la Ley, y presumes de ser
guía de ciegos, luz de los que están en tinieblas, preceptor de
rudos, maestro de niños, tienes en la Ley la norma de la cien-
cia y de la verdad 15. 2. En efecto, es sabido que la ley puede
esas cosas, pero no los que se jactan de vivir legalmente y no
se comportan conforme a la ley. Bienaventurado el varón que
halló la sabiduría, el mortal que vio la inteligencia 16 y de su
boca -es decir de la sabiduría- brota la justicia, y lleva en su
lengua la ley y la misericordia17• 3. Obra de un único Señor,
que es fuerza y sabiduría de Dios 18, son la ley y el evangelio 19;
también el temor que engendra la ley es un temor misericor-
dioso que conduce a la salvación. Que no te falten compasiórt,
fe y verdad, átalas alrededor de tu cuello20•
175.1. De igual manera que en Pablo, la profecía echa en
cara al pueblo que no comprende la Ley: Ruina y estrago hay

13. 1 P. 4, 8.
14. Gn. 28, 21. Sobre los aspectos escatológicos de este pasaje, cf. M. MEES,
Jetzt und Dann, p. 134.
15. Rm. 2, 17-20. Para las diferencias de interpretación entre marcionitas
y la línea ortodoxa de estas palabras paulinas, cf. A. ORBE, Estudios sobre la
teología, p. 782.
16. Pr. 3, 13.
17. Pr. 3, 16.
18. 1 Co. 1, 24.
19. La expresión «la ley y el evangelio» expresan dos tiempos y dos me-
dios que usa el Logos para realizar la salvación; también indican el carácter
de preparación y de realización de una misma obra, es decir, la continuidad
entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, que son considerados por Clemen-
te como el fundamento de una sola fe y de una sola Iglesia (cf. Strom., VII,
107, 5 ); cf. J. PALUCKI, Principi fondamentali, pp. 110-111.
20. Pr. 3, 3.
392 l:tp<Óµa:m I, 27

mAaurmpía ev raí'; óc5oí';avrcov, ,cai Óóov eip11v11;OVK


ifrvmaav, OVKECJ't'l<pÓ/30; 0e0v ánévavn 't'COV ó<p0a).,µcov
av't'COV.2. <J>á<JKOV't'e;
efvai CJO<pOleµmpáv871CJaV. ÜlóaµeV 172SC
óe O't'lKaAO;ó vóµo;, eáv n; avrip voµíµm; XPTJCJ'Tl't'al. oí'
5 óe 0éA..ovre;elvai voµo8i8áCJKaMl ov VOOV<Jl, (pTIO'lV ó
a1tÓO"'tOAf>~,OV't'e a A.eyOVCJlV OV't'e Kepi 't'Ívmv 8iaf3e-
f3awvvmi, 't'Oóe 't'ÉM;rii; naparreMa; áráKT1fr Ka0apa;
Kap8ía; Kai CJVVelóTJCJem; ára0ii; Kai nÍCJwm;ávvnoKpfrov.

2-3. Rm. 3, 18; cf. Sal. 35, 2. 3. Rm. 1, 22. 3-8. 1 Tm. 1, 8.7.5.

4. xpftm,tm: xpfitm Aland. 5. ou voofün: µr¡ voouvtEc; Aland. 6. oÜtE:


µr¡tE Aland. //. oÜtE: µr¡tE Aland. 7. napayyEA.íac;: add. fottv Aland.
Stromata I, 175,1-2 393

en sus caminos, y no conocieron el sendero de la paz 21 ; ni el


temor de Dios está ante sus ojos22 • 2. Y alardeando de ser sa-
bios, se hicieron necios23 • Pues sabemos que la Ley es buena para
quien la use legítimamente; pero quienes desean ser maestros de
la Ley, dice el Apóstol, no comprenden ni lo que dicen, ni lo
que algunos afirman; el fin del requerimiento es el amor [pro-
veniente] de un corazón puro, de una conciencia buena y de una
fe sincera24 •

21. Is. 59, 7s.


22. Rm. 3, 18; cf. Sal. 36, 2.
23. Rm. 1, 22.
24. 1 Tm. 1, 8.7.5.
394 r-rpcóµcmx1, 28

KecpáAatov XXVIII 173se

176. t. 'H µev Oi>V1Ca:t<X Mroucrfo <ptMO'Oq>Ía 'tE'tpaxf¡


'tɵvE't<ll, Et<; 'tE 'to ícrwpticov icai 'to icupíror; AEyÓµEvov
voµo0E'ttKÓV,U7tEP&v Elll 'tll<;110t1CT1<; 7tpayµa:tEÍa<; tOta, 'to 924PG
5 'tphov 6e Eir; 'tO ÍEpoupyticóv, o E:CJ'ttV ií611 'tll<; <pUO'tlCll<;
0ecopíar;· 2. lC(ll 'tÉ't<lp'tOV€7tl 7tUCJt'tO 0EoMyticov door;, 11
É1to1t'tEÍa,fív (l)llO'tvó IlAÓ.'trov'tmv µEyáArov ov'tro<;dvm
µuatytpÍrov, ,AptO''tO'tÉAll<; OE'tO door; 'tOU'tOµE't<X't<X<pUO'llC<X
K'.(lA,et.3. Kai fí 'YElC(l't(XIlAánova OtaAElC'ttlC'Tl, ror;<pllOW
10 Év ti¡) IloÁ.ttticq'),t'Íl<;'tO>V
ov'trov OflACOOEro<; EÚpE'ttlC'Tl'tÍ<;E:CJ'ttv
109GCS
É1ttO''t1͵11,
lC'tll't'fl6e a.Ü'tfl 'tql crÓ><ppovt
oux EVElC(l 'tOUAÉyEtv
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15 KEX<lPtCJµÉva Oe1tpáttElV, 'tO 7tUVEir; oúvaµtv.

2-6. Cf. FILÓN, De vit. Mois.,, 11, 1, 2; 8, 46; 13, 66; 35, 187; Strom.,
IV, 3, 1-3. 7. Cf. PLATÓN, Phdr., 250 C y Smp., 209 E-210 A; PLU-
TARCO,Moralia, 382 D; Strom., I, 13, 1; 15, 2; V, 73, 2; 138, 3. 8. Cf.
Strom., 1, 13, 1.4; 15, 3; 32, 3-4; IV, 3, 1; 109, 2; V, 61, 1; 90, 3; VI,
95, l; 102, 1; 126, 2; 127, 5; VII, 4, 3; 6, 1; 97, 4; Quis div. salv., 36,
1; 37, 1; Eclag. Proph., 35, 1. ,,, Cf. Strom., 1, 177, l; VI, 80, 4.
9-10. Cf. PLATÓN, Plt., 287 A. U, Cf, Strom., 1, 22, lss. 15. Cf. PLA-
TÓN, Fdr., 273 E.

14. 1:00: coníec. Mayor.


Stromata I, 176,1-3 395

Capítulo XXVIII

176.1. Ahora bien, la filosofía mosaica 1 se divide en cua-


tro partes: una es la histórica, y la legislativa propiamente dicha,
ambas son específicas de la actividad ética; la tercera, en cam-
bio, es la litúrgica, que es propia de la teoría de la naturale-
za 2 ; 2. y la cuarta, que está por encima de todas, es la parte
teológica 3, la contemplación, como dice Platón 4, de los miste-
rios realmente sublimes 5; no obstante, Aristóteles llama a esa
parte metafísica 6 • 3. También, conforme afirma Platón en El
Político 7, la dialéctica es la ciencia de la manifestación de los
seres; adquirida por el prudente, no es para decir o hacer algo
respecto de los hombres, como hacen ahora los dialécticos,
ocupados en los aspectos sofísticos; sino para poder decir lo
que es grato a Dios, hacer lo que Él desea, y todo según sus
posibilidades.

l. La expresión «filosofía mosaica» es equivalente a «ley mosaica». Como


advierte W. VóLKER, Der wahre Gnostiker, p. 323, se trata de una práctica
interesante de propaganda: la ley judía es interpretada en relación con la fi-
losofía griega.
2. Sinónimo de la «física».
3. Clemente todavía posee la aceptación pagana de la palabra «teología»:
B. D. DUPUY, En los orígenes, p. 141.
4. Algo parecido puede verse efectivamente en PLATÓN, Phdr., 250
C y Smp., 209 E-210 A; pero sí ~e encuentra en PLUTARCO, Moralia,
382 D: A. MÉHAT, Les sens de l'Ecriture, p. 358, nota 15. El artículo
de este crítico señala las posibles fuentes que han podido servir a Cle-
mente.
5. Como sinónimo de la visión beatífica: H. G. MARSH, The Use of Mys-
therion, p. 65, nota l. Sobre el carácter secreto de la gnosis y las fuentes de
Clemente al respecto, cf. S. R. C. LILLA, Clemem, pp. 146-158; CH. RIED-
WEG, Mysterienterminologie, passim.
6. La designación de «metafísica» a la filosofía primera de Aristóteles se
remonta a Andrónico de Rodas (siglo 1) y a su edición de las obras de Aris-
tóteles. Al respecto, cf. E. A. CLARKE, Clement's Use of Aristotle, p. 68; A.
P. Bos, Clement, p. 184.
7. Cf. PLATÓN,Plt., 287 A.
396 :EtpÓ>µata I, 28

177.1. Muc't'fl fü: cptAocrocpí~ oi>crcx't'!l O.ATJ0ó 11


O.ATJ0Tlc; OtcxAEK'ttJCTl emcr1eo1toücrcx 'ta. 1tpáyµmcx 1ecx1'ta.e;
ouváµEtc; 1ecx1 'ta.e;e~oucrícxc;
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't'flVnáv'trov 1epmÍCJ'tTJV oúcrícxv'toAµq, 'tE E1tÉ1CEtvcx E1tt 'tOV
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10 yívea0e oe OÓK:iµoi-rpane('i:rai,'t(l µev 0.1t0001Ctµá~oV'tEc;, 't()
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XEtpayroyEt,íínc; ECJ'ttoúvcxµtc;0Eícx, 'tffiVOV'tffiVroe;OV'tffiV
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11µ&v 'tq> 0dcp
AÓycp'tOÜÓpCX'ttKOÜ 't'Ílc;'lfUX'Ílc;
't'flVemxu0E'icrav EKcpcxÚAl'Jc;

2. Cf. Strom., I, 176, 3; VI, 80, 4. 2-3. Cf. 1 Co. 15, 24; Ef. 1, 21;
3, 10; Col. 1, 16. 4. Cf. Paed., I, 71, 1; Strom., II, 5, 4; V, 38, 6; 65,
2; 71, 5; 80, 3; VII, 2, 2.3. 5-6. Cf. PLUTARCO, Moralia, 874 E; CRI-
SIPO, Fragm. log., 35s.; CICERÓN, De off, I, 43; II, 5; ID., De fin., II,
37; ID., Tusc. disp., IV, 57 y V, 7; FILÓN, De congr. erud., 14 y 79;
SÉNECA, Ep., 89, 5; CALCIDIO, In Tim., 137; SEXTO EMPÍRICO, Adv.
Math., IX, 13.125; JUSTINO MARTIR, Dial., 3, 5; Strom., I, 30, 1; 35,
3; II, 9, 3-4; IV, 40, 3; 163, 2; VI, 54, 1; 133, 5; 160, 2; VII, 70, 5.
7-8. Cf. Paed., II, 25, 3. 10. Const. apost., II, 36; cf. Strom., II, 15, 4;
VI, 81, 2; VII, 90, 5. //. Cf. Cf. Strom., I, 4, 1; II, 15, 4; VII, 90, 5.
10-11. Cf. 1 Ts. 5, 21. 19. Cf. 1 P. 1, 18.

otlcra tjj UAT]0ei:q,tA.Ocroq,Íaotlcra ti, aAT]0EÍ~3. E7tt:


1. <ptA.Ocroq,Í~
1tEpt Potter.
Stromata I, 177,1-178,1

177.1. La verdadera dialéctica 8, mezclada con la verdadera


filosofía, al examinar la realidad, sabe distinguir las Domina-
ciones y las Potestades; luego trasciende poco a poco junto a
3

--
la Esencia suprema, con ánimo de estar más allá, junto al Dios
de los cielos 9; da a entender, no un conocimiento empírico de
las cosas mortales, sino una ciencia de las realidades divinas y
celestes, a la cual acompaña también el uso particular de las
cosas humanas, en las palabras y en las acciones 10• 2. De esta
forma, también la Escritura, pretendiendo que nosotros seamos
dialécticos de ese modo, aconseja: Sed banqueros de buena re-
putación 11, rechazando lo malo y reteniendo lo bueno. 3. En
realidad, esta misma prudencia dialéctica es capacidad de dis-
cernimiento respecto de lo inteligible, demostración de lo que
inconfundible y manifiestamente corresponde a cada ser 12; es la
capacidad para distinguir los [distintos] géneros de las cosas,
descendiendo hasta lo más particular, logrando que cada ser apa-
rezca en su particular pureza 13•
178.1. De ahí que ella sola conduce de la mano hacia la ver-
dadera sabiduría, que es una facultad divina, conocedora de los
seres en cuanto tal, poseedora de la perfección y desprovista de
toda pasión; todo ello no se hace sin la ayuda del Salvador, quien,
con la Palabra divina, ha hecho sucumbir la tenebrosa ignoran-
cia que, por una vida de baja calidad, se había colocado en el

8. La «dialéctica verdadera» es en sí misma un medio de la vida cognosciti-


va, cf. J. PÉPIN, La vraie dialectique, pp. 381-382; J. MOINGT, La Gnose, p. 223.
9. Sobre el concepto ascendente de la dialéctica, cf. E. F. ÜSBORN, The
Philosophy, pp. 41-42. Las «Dominaciones y las Potestades» significan los seres
del mundo angélico, siguiendo el vocabulario de san Pablo. La «Esencia que
reina sobre todo» se refiere al Hijo de Dios. La expresión «con ánimo» (toAµé'f),
de raíz gnóstica y plotiniana, indica la motivación del alma en la consecución
de acompañar al Dios transcendente. ,
10. Este pasaje debe ponerse en relación -advierte A. MÉHAT, Etude sur les
Stromates, p. 435, nota 76- con otros dos: Strom., I, 176, 1 y 179, 3.
11. Texto desconocido en la Escritura. Puede que se trate de una alusión a
Mt. 25, 27, citado de memoria. Es conocida la predilección de Clemente en
reducir a pequeñas sentencias las enseñanzas de la Escritura; cf. A. MÉHAT,
Hypothése, p. 235; J. RUWET, Canon, pp. 146-148. A. G. HAMMAN, La vida
cotidiana, p. 57, afirma que esta exhortación es formulada por primera vez
por Clemente, y a la que se hacía poco caso.
12. Para el significado de 'toÚ1to1CE͵evov, cf. A. J. FESTUGIERE,Notes sur
les Extraits, pp. 200s. Sobre el concepto de la metafísica del Alejandrino; K.
SCHMÓLE,Die Pneumatische, pp. 82-83.
! 13. Para el concepto de esta virtud en el Alejandrino, cf. E. ÜSBORN, La

l
Bible inspiratrice, pp. 135-136.
/

398 l:'tpÓ>µm:a I, 28

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a:yvotav axA:uroo11JC(Xt'tO j3ÉA'tlCJ'tOV <X7t0-
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179.1. EilCÓ't~ apa ó <X1tOO'tOAO¡;
,cai-a a,ro,cáAVl/flV
eyvroicÉvm1'0µvmr,pwv, ,ca0mq ,rpoeypal/fa EV óMrq,,
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15 OllAOU<J(XV'11~ <JllµElOVeµ<paÍvoucrav 11ro¡;EV'!OATJV icupou-
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4. 'Avopéov 0€ E'Ooto' O'tl 't(X.'tot(X'l)'t(X
OtaicpÍVElV'tE JC(Xt
AÉyEtV· ou ya.p OTJµÍa Mv,covoq Tl7t(X(J(X 1tpo¡;vó11mv ypa<pfi,
TI<p<XCJtVoí 1tapotµta~ÓµEVot· Ot<XAElC'tllCcÍ>'tEpov 0€ ro¡; EVl
20 µá.Am'ta 1tpoat 'tÉov au't'fi, 'tTJVaicoAou0íav 't'Íl¡;Oda¡; fü-
OacricaAía¡; ~ proµÉvot¡;.

1-2. Cf. PLATÓN, Ale., 11, 150 D-E; lo., Resp., VII, 533 D; Protr.,
68, 4; 114, 1; Strom., 1, 164, 4. 2. HOMERO, JI., V, 127; cf. PLATÓN,
Ale., 11, 150 D. 3. Cf. FILÓN, De migr Abr., 195; Paed., III, i, 1;
Strom., I, 60, 3; 11, 70, 5; 111, 44, 3; IV, 27, 3; V, 23, 1; VII, 20, 7.
4. Cf. JUSTINOMARTIR, 1 Apol., 45, 1; lo., 2 Apol., 6, 1; 10, 6; 8, 2;
TEóFILO DE ANTIOQUÍA,Ad Auto/., 2, 4; Protr., 68, 1; Strom., V, 86,
2; 133, 7; 136, 2. 5-7. Mt. 11, 27; Le. 10, 22; cf. Protr., 10, 3; Paed.,
1, 20, 2; 88, 2; Strom., V, 85, t; VII, 58, 4; 109, 5; Exc. ex Theod., 9,
3; Quis dw. salv., 8, 1. 7-11. Ef. 3, 3s. 11-13. Cf. 1 Co. 3, 2; Paed.,
1, 34, 3ss.; 37-39; Strom., V, 26, 1; 62, 2-4. 18-19. Cf. ZENOBIO, Pa-
roem., V, 17; APOSTOLIO,Paroem., XIV, 5. 20. Cf. Strom., I, 15, 2;
57, 4; VI, 90, 4; 103, 1; VII, 59, 7; 89, 1; 91, 7.

2. Y\V<OOlCOtµev: Allen. 6. eyvro:Elt\YtyYCOOJCe\


yiyvcócrnc; Aland. 14. JC(ll:
om. Poner. 14-15. ~ T\lltOVnva ()T\A.O'U<I(XV,:
Mondésert; lac. Stahlin.
Strornata I, 178,1-179,4 399

ojo de nuestra alma, y nos ha dado a cambio lo mejor: que re-


conociéramos bien quién es Dios y qué es el hombre 14. 2. Él es
quien mostró realmente cómo conocernos a nosotros mismos; Él
es quien revela al Padre del universo a quien él quiere, y que lo
conciba en el grado que es posible a la naturaleza humana. Pues,
nadie conoce al Hijo sino el Padre; y nadie conoce al Padre, sino
el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo revelare 15•
179.1. Así, pues, el Apóstol dice que conoció por la reve-
lación el misterio del que ha hablado hace poco; por ella podéis
conocer mi inteligencia en el misterio de Cristo 16• 2. Dijo en el
grado que es posible, porque sabía que algunos habían tomado
únicamente leche, y no alimento sólido todavía, ni siquiera del
todo leche. 3. De cuatro maneras 17 podemos también compren-
der la voluntad de la Ley: bien presenta un modelo, bien ma-
nifiesta un signo, bien nos impone un mandato útil para la recta
conducta, bien vaticina una profecía 18• 4. Sé bien que discernir
y decir [todo] eso es propio de adultos. En efecto, comprender
la Escritura en toda su extensión no es una Mykonos, como dicen
los aficionados a los proverbios 19• Sin embargo, es necesario apro-
vecharse muy mucho de la dialéctica 20 , cuanto más se pueda, si
se desea alcanzar el progreso 21 de la enseñanza divina.

14. HoMERO, Il., V, 127. Sobre la utilización de Hornero, cf. J. DANIÉ-


LOU, Message, pp. 86-93.
15. Mt. 11, 27. Texto acomodado por Clemente: P.M. BARNARD,The Quo-
tations, p. 16; M. MEES, Das Matthiius-Evangelium, p. 695.
16. Ef. 3, 3s. En las palabras clementinas seguirnos la traducción propues-
ta por P. NAUTIN, Notes, p. 630.
17. Sobre la lectura de 'tE'tpa.x~ en vez de 'tptx~ (de tres maneras), cf.
W. E. G. FLOYD, The problem of evil, p. 43, nota 6; H. A. WoLFSON, La fi-
losofía dei Padri, p. 59, nota 113.
18. Comentario a la exégesis de este pasaje, ~ornparándolo con Strom., I,
176, 1, puede verse en A. MÉHAT, Les sens de l'Ecriture, pp. 355-365; cf. tam-
bién J. P ALUCKI,Principi fondamentali, p. 112.
19. Cf. ZENOBIO, Paroem., V, 17; APOSTOLIO,Paroem., XIV, 5. Clemen-
te quiere decir que no hay que ver parábolas en cada palabra humana, ni tam-
poco en las de la Escritura: P. M. HERMANIUK,Ltz parabole, p. 10.
20. Sobre la utilización de la dialéctica para la fe, .cf. J. PÉPIN, La vraie
dialectique, pp. 377-379.
21. Traducimos el término aJCoA-ou0ía.(progreso) en sentido perfectivo o
de acabamiento; «la enseñanza divina» encierra esa tendencia a conocer al
Logos, a identificarse con Él. U na vez más se ponen de manifiesto los dos
aspectos fundamentales de la antropología de Clemente: la «dialéctica» repre-
senta el elemento natural y el «progreso» nwda el don recibido de la fe. Cf.
L. RrZZERIO, 'A,coA..ov0ía, pp. 183-184.
400 l:tpcóµata 1, 29

Kecpá1..a.1ov XXIX 175se

180.1. "00ev 1ta.yicá.Aro<;ó 1ta.pcx. 'tql IlAá'trov1


· <óI'ÓMOV,
A i yÚ1t'tlO<;ÍEpEÚ<; I'ÓMOV,Ei7tEV,"Eílíl17veqvµúq
aiei rra'ioéqéa-re,ovo' 1JV"ClVOVV
év -ra'iqy,vxa'iq exov-reqÓl'
5 ápxaíav á,coi,v rraílazav oó~av, yépmv oe 'Eílíl17vmvOVIC
E<I-rlV
ov&íq· 2. yÉpOV'tCX.<;,
otµm, EÍmov'tOU<; 't<l 7tpEO'~Ú'tepa.,
'tOU'tÉO''tl'tCX. r¡µÉ'tepa., eioÓ'ta.<;,roe;eµ1tCX.AlV vfouc; 'tOU<;'tCX.
VECO'tEpa. KCX.l imo 'EAA1ÍVOOV E7tl'tE'tT10EuµÉva., 'tCX.x0ec; KCX.t
7tp(9llV yevóµeva., roe;7tCX.A<llCX. KCX.tapxa.ta. tO''tOpOUV'tCX.<;.
10 3. 'E1tiíya.yevoilv µáO,,µa xpóvcp rroílzóv, Ka.'tCX. ~a.p~a.p1KÓv
'tlVCX. 'tpÓ1tOV <l7tA<lO''tCJ)
KCX.tO'UKEUKplVEtxproµÉvrovf¡µfuv 't11
µE'tCX.<popq.. 'A'tEXVOO<; youv oí euyvcóµovec;OA(J)'tql 7tA<lO"µCX.'tl
'tql 't'Íl<;ÉpµT1vEÍa.<; 1tpoo-Ía.O'lv · 4. fat oe 'trov 'EAAiívrov<pTIO't 928PG
't'llV OtTIO'lV a.u'trov 1ta.íorov ~pa.xú n füa.cpÉpe1vµú0rov · ou
15 ya.p µú0rov 7t<llOlKOOV E~CX.KOUO''tÉoV ouoe µ11v'tOOV 'tOt<;7t<llO'l
yevoµÉvrov µú0rov · 5. 1ta.toa.c;oe ElPTIKEV a.uwúc; ye wuc;
µú0ouc;, roe; a.v µ1Kpov füopCÓV'tOOV 'tOOV 1ta.p. "EAATIO'lV OÍTIO'l-
O"Ó<prov, a.ivt't'tÓµevoc;'to µá.0r¡µa. 'tO 1toA1Óv,'t'llV1ta.pa. ~a.p-
~á.p01<;1tpoyEVEO''t<X'tTIV · aAií0e1a.v, ép {>iíµa.n av'tÉ0r¡Ke 'to
20 7tCX.t<; µu0oc;, 'tO µu0tKOV'tll<;'tOOV VEOO'tÉprov E7tl~OA'Íl<;OlEAÉy-
xrov roe; OÍKr¡V1ta.íorov µT10EV7tpEO'~Ú'tEpovEXOÚO'TI<;, a.µ<pro
Ko1v&c;'touc; µú0ouc; a.u'trov KCX.t 'touc; AÓyouc;1tmOlKouc;dvm
7tCX.plO''t<l<;.
, , , s:, , ~ 'E ~ , 111Ges
1811• • 0~ ElOO<;-'tOlVUVTI uuva.µ1<; TI 't(J) pµ~ Ka.'tCX. 176se
25 <l7tOK<lAU\lllV Aa.AOUO"CX. -raópáµa-raq>TtO'l ,cai -raárro,caílvµµa-ra-
óla wvq óllflVXOVq,
wvq ozaíloyz(oµévovq év -ra'iq,capoíazq

3-6. PLATÓN, Tm., 22 B; cf. Strom., 1, 69, 3. 13-14. Cf. PLATÓN,


Tm., 23 B. 17-18. Cf. Strom., 1, 88, 3. 22-23. Cf. Quis div. salv., 42,
1. 25-402,1. HERMAS, Vis., 3, 4.

3. úµós: om. Bumet. 4. TJVtlVOUV: TJVtlVaouvPotter. 14. 1taíooov: co-


niec. Stahlin ex Platone. 19. avtÉ(hiJCe:tÉ8e11CEPotter. 25. ópáµata: add.
tauta · a').J.,' \'.va 6o~acr0ñ to OVOP,!X
tOU 0rnu, <JO\<l7tE1CaA.Ú<p(hi
Ayán.
I l. ta a1to1CaA.Úµµata:<lltOJCaA.u<pttr¡cretm
Ayán.
Stromata I, 180,1-181,1 401

Capítulo XXIX

180.1. De ahí que el sacerdote egipcio dijera bellamente en


Platón: Oh Solón, Solón, vosotros, griegos, sois siempre niños que
no tienen la menor idea antigua transmitida mediante una doc-
trina del pasado; no existe ningún griego antiguo 1• 2. Llama an-
tiguos, pienso yo, a quienes conocen las doctrinas del pasado,
es decir, a -las nuestras; y, por el contrario, [llama] jóvenes a
quienes refieren como viejas y antiguas las [doctrinas] más re-
cientes elaboradas por los griegos, las cuales son de ayer y muy
recientes. 3. Y añadió: Enseñanza canosa por el tiempo, porque
nosotros, conforme al estilo bárbaro, usamos la metáfora de ma-
nera simplona y no claramente. Generalmente, quienes son es-
pirituales por naturaleza acceden sin esfuerzo a todo el arte de
la interpretación. 4. Y [aquel sacerdote] dice acerca de los grie-
gos que sus creencias propagan un cuento insignificante propio
de niños; y que no es necesario escuchar ningún cuento narra-
do por los niños, ni el que es dicho para los niños. 5. Llama
niños a las fábulas mismas, como si dijera que todavía no se
ven bien aquellos griegos que se creían sabios; y alude con la
enseñanza canosa a la más antigua de los bárbaros. A esta ver-
dad opuso la expresión cuento inf anti/, para mostrar el carácter
mítico de la tentativa de los más jóvenes [griegos], donde nada
hay que no sea inmaduro, propio de los niños, y haciendo ver
que tanto sus cuentos como sus discursos son infantiles 2 •
181.1. En efecto, la Potencia divinamente habla a Hermas
en la revelación, diciendo: Las visiones y revelaciones existen
a causa de los indecisos, de los que discuten en sus corazones

1. PLATÓN, Tm., 22 B: texto acomodado.


2. Clemente argumenta de forma apologética para establecer la anteriori-
dad de la sabiduría bíblica a la sabiduría griega. Se trata de una visión tradi-
cionalista de la filosofía, más religiosa que científica, y que Clemente no ha
inventado: J. DANIÉLOU, Message, p. 57ss.
400 I'tpCÓµma I, 29 Stromata I, 180,1-181,1 401

Kecpá1..atQV XXIX 17sse Capítulo XXIX

180.1. "00ev nayJCÓ.Aro~ó napa 'tCJ) ITAÓ.'tOOVl 180.1. De ahí que el sacerdote egipcio dijera bellamente en
Ai yúnno~ iepeú~ · dJI'ÓAOJV,I'ÓAOJV,dnev, "Ell17veq vµeíq Platón: Oh Salón, Salón, vosotros, griegos, sois siempre niños que
aiei na'i8éq éare, ov8' ryvrzvovv év m'iq 1/fVxa'i; lixovreq 81' no tienen la menor idea antigua transmitida mediante una doc-
5 ápxaíav á,cor¡v nalazav óÓ~av, yépwv óe 'EAAJJVWVOVIC trina del pasado; no existe ningún griego antiguo 1• 2. Llama an-
liarzv ov&íq· 2. yÉpOV'tC:X~, otµm, eimov 'tOU~'ta npm~Ú'tepa, tiguos, pienso yo, a quienes conocen las doctrinas del pasado,
'tOU'tÉcr'tl'ta riµé'tepa, doó'ta~, Ó)~ eµnaAtV vfou~ 'tOU~'ta es decir, a· las nuestras; y, por el contrario, [llama] jóvenes a
veónepa lCC:Xl úno 'EAATJVOOV E1tl't€'tTJó€UµÉva,'ta x0e~ lCC:Xl quienes refieren como viejas y antiguas las [doctrinas] más re-
np(f>TJVyevóµeva, Ó)~ naAma lCC:Xl apxa'ia l<J'tOpO'UV't<X~. cientes elaboradas por los griegos, las cuales son de ayer y muy
10 3. 'Enf¡yayev o'Ovµá0r¡µa xpóvcp nolzóv, 1ema ~ap~ap11eóv recientes. 3. Y añadió: Enseñanza canosa por el tiempo, porque
'tlVC:X 'tpÓnov anAÓ.<J'tq>lCC:Xl
OUJC €U1CplV€l xproµÉvrovriµ&v 't11 nosotros, conforme al estilo bárbaro, usamos la metáfora de ma-
µe'tacpopq.. 'A'texv&~ youv oi euyvroµove~ oAq>'tCJ> nAácrµan nera simplona y no claramente. Generalmente, quienes son es-
'tCJ)'tf\~ Épµr¡veía~ npocríacrtv · 4. ent óe 'tWV'EAAr¡vrovcpr¡crt928PG pirituales por naturaleza acceden sin esfuerzo a todo el arte de
't'TlVotr¡crtv au't&v naÍórov ~paxú n ótacpÉpetv µú0rov · ou la interpretación. 4. Y [aquel sacerdote] dice acerca de los grie-
15 yap µú0rov nmótJCWVE~C:XlCOU<J'tÉoV oufü: µ11v'tWV'tOl~ nmcrt gos que sus creencias propagan un cuento insignificante propio
yevoµÉvrov µú0rov · S. na'ióa~ óe etpr¡Kev auwú~ ye wu~ de niños; y que no es necesario escuchar ningún cuento narra-
µú0ou~, Ó)~ av µ11epovótoproV'tO)V 'tWVnap' "EAATJcrtV oir¡crt- do por los niños, ni el que es dicho para los niños. S. Llama
crócprov,aiv1nóµevo~ 'to µá.0r¡µa 'to noA1Óv,'t'TlVnapa ~ap- niños a las fábulas mismas, como si dijera que todavía no se
~ápo1~ npoyevecr'tá'tr¡v· a.Ar¡0nav, ép pf¡µan aV'tÉ0r¡1ee'tO ven bien aquellos griegos que se creían sabios; y alude con la
20 na'i~ µu0o~, 't() µu0t1eov 'tf\~ 'tWVV€OO'tÉprov Em~oAf\~Ól€AÉy- enseñanza canosa a la más antigua de los bárbaros. A esta ver-
xrov Ó)~ óÍKr¡VnaÍórov µr¡óEVnpecr~Ú't€p0VEXOÚ<Jr¡~, a.µcpro dad opuso la expresión cuento infantil, para mostrar el carácter
1eo1v&~ 'tOU~µú0ou~ au't&v 1ea1'tou~ AÓyou~nmfü1eou~ dvm mítico de la tentativa de los más jóvenes [griegos], donde nada
napt<J'tCX~. hay que no sea inmaduro, propio de los niños, y haciendo ver
que tanto sus cuentos como sus discursos son infantiles 2 •
181.1. 0eí~ wívuv ii c%vaµ1~ ri 'tCJ)'Epµq. 1ema 11i 7 ff¿
25 anoKáAU\j/lVACXAO'U<JC:X
ra ópáµara cpr¡crt,cai ra áno,calvµµara 181.1. En efecto, la Potencia divinamente habla a Hermas
óla wvq Óllf'VXOVq,wvq ólaMyz(oµévovq év ra'iq ,cap8íazq en la revelación, diciendo: Las visiones y revelaciones existen
a causa de los indecisos, de los que discuten en sus corazones
3-6. PLATÓN, Tm., 22 B; cf. Strom., 1, 69, 3. 13-14. Cf. PLATÓN,
Tm., 23 B. 17-18. Cf. S!rom., I, 88, 3. 22-23. Cf. Quis div. salv., 42,
l. 25-402,1. HERMAS, Vis., 3, 4.
l. PLATÓN, Tm., 22 B: texto acomodado.
. 3. úµeíi;: om. Burnet. 4. TJV'ttvoüv:r¡vnvaoüv Potter. 14. 1taíocov: co- 2. Clemente argumenta de forma apologética para establecer la anteriori-
mec. Stahlin ex Platone. 19. av'tÉ0i,Ke: 'tÉ0EtKEPotter. 25. ópáµma: add. dad de la sabiduría bíblica a la sabiduría griega. Se trata de una visión tradi-
ºº~ªª~
't<X\l't~· ,aU' '(~a 'tO ovo_µ!l 'tQ\) 0eoü, crol. CX7tEK<XAÚcp(h¡
Il. 'ta a1toKaAuµµma: a1toKaA.ucpth1crnmAyán.
A yán. cionalista de la filosofía, más religiosa que científica, y que Clemente no ha
inventado: J. DANIÉLOU, Message, p. 57ss.
1
402 L'tpCÓµma I, 29 Stromata I, 181,1-182,3 403

avrmv, ei apa fon mfrra ij 01)1( fonv. 2. 'Oµofrrn:;fü: K<XlEK si estas cosas existen o no 3• 2. Igualmente, también se ayudan
.,
't'Íl¡; 1tOAUµa0ou¡;1tEptouofo¡; <X1tOÓEt~Et¡;
icrxupo1tOlOU<HK<Xl de una abundante erudición para reforzar sus argumentos, y
l3El3mofünK<Xl0EµEA.lOUCH wu¡; Ahyou¡;wu¡; <X1tOÓEtK'tlKOÚ¡;, aseguran y fundamentan sus razonamientos apodícticos, con-
OOOVen ai (X'\)'tú)V co¡;vÉmv <ppiveqryepé0ovmi. 3. Aaµnrr¡p forme a sus ondulantes conocimientos juveniles. 3. Según la Es-
5 &pa ÉVWA1]áya0f¡, Ka-ta 'tllV ypacpf¡v' vóµoq 8e <pmfó8ov . critura: El buen precepto es una lámpara, y luz para el cami-
ó8ovq yap f3iórr¡wqiAénei nai&ía. no es la ley; porque la educación muestra los caminos de la
4. Nóµoq ó návrwv f3aaiAevq vida 4.
0varmv re 1Caiá0avárwv, 4. La ley es la reina de todos,
AÉyn IIív8apo¡;. s. 'Eyro fü: 'COY0ɵEVOV'COYvóµov 8ta mortales e inmortales,
10 wú-cmv e~aKoÚm Kat -có YE 'Hcnó8Ewv E1tt wu 1táv-rmv dice Píndaro 5 • S. Mas yo deduzco de esas [palabras] al funda-
A.EA.Éx0m0wu A.aµl3ávm, d K<XlO''tOX<XO''tlKOO¡;
d'.pr¡-rm 't(J) dor de la Ley y admito que Hesíodo se refiera al Dios del uni-
1t0l1'J"t'!l,
<XA.A.'OUK<X't<XA.1'J1t"ttKOO¡;
· verso, cuando se dice por el poeta de forma velada, y no de
6. róv& yap áv0pcónoi<nvóµov 8ufra~e Kpovíwv, forma comprensiva:
ix0{xn µev 1Cai0r¡pcri1Caioiwvoíq nerer¡voíq, 6. El hijo de Cronos decretó la ley para los hombres;
15 écr0éµev áAAJJAOVf,énei ov óÍICf/émi µer' avrmv. a peces, fieras y aves voladoras [decretó}
áv0pcónoicri8' e8w1CeOÍICf/V,ij 1roAAovápímr¡. devorarse entre sí, porque no hay justicia entre ellos.
Pero a los hombres les dio justicia, que es lo mejor de
182.1. E'fr' o-ov -cov &µa -cñ yEvÉO'Etq>r¡O"t vóµov Et'tE
K<Xl'COYa'00t¡; 8o0Év-ca, 1tA.TlV EK0wu o o
'CE-rf\¡;q>ÚO'Effi¡;'CE 929PG
todo 6.
-cf\¡;µa0r¡O"EW¡; vóµo¡;, EÍ¡;rov, co¡;K<Xl
TIA.á-cmv EV"t(J)IloA.t"ttK(J) 182.1. Puede que aluda igualmente a la ley concedida con
20 eva -cov voµo0É-cr¡v q>r¡O"Ív,ev fü: -co'i¡; Nóµot¡; eva -cov el nacimiento, o a la ley que se nos ha dado a continuación,
O'UVr¡O'OV't<X 'tú)Vµou<JtKú)V'8ta 'tQ'\)'C(J)V()t()(X(J'l((J)V
"tOVMyov pero ambas, tanto la ley natural como la aprendida, vienen de
dvm EV<X K<Xl"tOV0Eov Eva. 2. Mmu<Jf\¡;fü: q,aÍVE'Cat'COY Dios, y es única; como dice Platón en su Político, el legislador
KÚplOV8ta0f¡Kr¡v K<XA.OOV, i8ov éycó,ÁÉymv,i¡ 8ia01}/(T/µov es uno 7; y en Las Leyes [dice] que uno es el que comprende
µera CJ'OV· E1tEtK<Xl1tpÓ'tEpOV Et1tEVóta01}1Cr¡V, 1tapatVEt µ11 177SC lo característico de los músicos 8; con ello enseña que el Logos
25 SrJ"tEtV <XU"tTJV EVypaq,ñ, 3. "EO''tt yap 8ta0f¡Kr¡ f¡v ó a'íno¡; 112GCS es uno y que Dios es uno 9 • 2. Y está claro por Moisés cuan-
'tOU1tav-co¡;0Eo¡; -cí0E'tat (0Eo¡;fü: 1tapa 't'TlV0fow d'.pr¡-cm), do nombra alianza al Señor, pues dice: He aquí mi alianza con-
tigo 10. Poco antes también había hablado de la alianza II y acon-
seja no buscarla en escrito [alguno]. 3. Ahora bien, es alianza
porque el autor de todo, Dios, dispone (pues «theos» dice re-

.4. Cf. HOMERO, Il., III, 108. 4-6. Pr. 6, 23. 7-8. PíNDARO, Fragm.,
169; cf. PLATÓN, Grg., 484 B; Strom., II, 19, 2. 13-16. HESÍODO, Op.
et dies, 276-279; cf. PLUTARCO, Moralia, 964 B; Strom., I, 57, 1; 100, 3. HERMAS, Vis., 3, 4.
5. 19. Cf. PLATÓN, Plt., 301 C y 309 C-D. 20. Cf. ID., Leg., II, 658 4. Pr. 6, 23. Texto acomodado.
E y 659 A; Strom., I, 166, 5. 21-22. Cf. Protr., 120, 3; Paed., I, 42, 1; 5. PíNDARO, Fragm., 169.
97, 2; II, 75, 2. 23-24. Gn. 17, 4. 25. Cf. Gn. 17, 2. 6. HESÍODO, Op. et dies, 276-279.
7. Cf. PLATÓN, Plt., 301 C y 309 C-D.
8. Cf. ID., Leg., II, 658 E y 659 A.
9. Sobre la unicidad divina y las relaciones interpersonales: A. KNAUBE_R,
8. 0va'tfuv: 6v:r¡'tOOV
Potter. 10. 'Hcnooewv: 'Hcnó.Swv Potter. 14. µev: Die Patrologische, p. 300; E. F. ÜSBORN, The Philosophy, 38ss.; ID., The Cns-
yap Potter. 15. fo-0ɵev: ecr0nv Solmsen. //. a:inéiw: auroíi; Solmsen. tian God, 124.
q>ÚO"EtPotter. 19. rov: coniec. Wilamowitz-Moellendorff.
17. <i>TlO"t: 24. 10. Gn. 17, 4.
Stahlin. 26,1. 0eoi;:oi;Stahlin.
impatVEÍ: coniec. Stahlin. 25. i,v: (X1.l't<>i; 11. Cf. Gn. 17, i.
404 :EtpCÓµcmx
I, 29 Stromata I, 182,3 405

a.u'to~ ó 1tot1Ícra.~Kma 't<l~tv 'tllV óta.KÓcrµr¡crtv.'Ev fü: 'tW lación a la «thesis») 12, y él mismo realiza la disposición de todo
Ilé'tpou Kr¡púyµa.n dSpot~ &v vóµov ,cai lórov 'tov KÚpwv conforme a un orden. En la Predicación de Pedro se encuentra
1tpocra.yoprnóµevov. que el Señor es llamado Ley y Lagos 13.
'A'),.J.,' ó µev'tllV a.Ar¡~ qnAocrocpía.vyvrocr'ttKWV
l((X't(l Mas el [libro] primero de nuestros Stromata de notas gnós-
5 imoµvr¡µÚ'tOOV1tp0l't0~ T]µtv L'tproµmeu~ EV'ta.U0oí 1tept- ticas, según la verdadera filosofía, sea terminado en este punto 14 •
yeypácp0ro.

12. Clemente conoce varias derivaciones de la palabra «dios»: Protr., 26, 1;


Strom., I, 167, 1; IV, 151, 3. La relación entre 0Eó~ (Dios) y ti0r¡µt (dispo-
ner) la encontramos también en Heródoto (Hist., II, 52, 1), referida a la re-
partición ordenada de los bienes, y Filón de Alejandría (De conf ling., 27,
137; De vit. Mos., II, 99); cf. G. L. PRESTIGE,Dios, p. 37. Sobre la relación
de Ofot~ (disposición) y Of¡icr¡(receptáculo) y 8m-0f¡icr¡ (alianza) la encontra-
mos también en Filón (Quaest. in Gen., III, 42). La relación entre «Dios» y
«disposición» muy frecuente en el Alejandrino (cf. Protr., 67, 2; Paed., III,
100, 2; Strom., III, 12, 3) encierra también un significado teológico; por ejem-
plo, el mundo material es bueno porque ha sido configurado por Dios, y es
distinto de Dios mismo. Cf. W. E. G. FLOYD, The problem of evil, p. 6; A.
VAN DEN HoEK, Clement of Alexandria, pp. 180-181; U. TREU, Etymologie,
p. 193. El análisis de un vocablo desde el punto de vista de su «suggestivi-
té» -afirma muy atinadamente R. MORTLEY,Connaissance, p. 198- puede ofre-
cer algunos resultados compatibles con nuestro punto de vista filológico, pero
no deja de ser una casualidad.
13. Kerigma Petri, 1. Sobre la autoridad de este escrito en el pensamiento
l. Cf. HERÓDOTO,Hist., II, 52; FILÓN, De vit. Mois., II, 99. 2. Cf.
del Alejandrino, cf. J. RuwET, Canon, pp. 402-403. Ya en el Pedagogo (II, 6,
Kerigma Petri, 1. Cf. Strom., II, 68, 2; Eclog. Proph., 58. 2-3. Cf. Strom., 1) hemos encontrado asociados los términos vóµo~ y AÓyo~.Los dos títulos,
1, 5,1; 6, 1; 9, 2; 11, 1; 14, 1-3; 15, 3; 16, 1; 19, 1; 21, 2; 56, 3; 117, referidos a Cristo, expresan en el pensamiento de Clemente la continuidad del
2; III, 40, 1; 110, 3; IV, 1, 3; 3, 1; etc. Nuevo Testamento respecto del Antiguo, en contra de la opinión de algunos
herejes. P. NAUTIN, Les citations, p. 101, afirma que este título de la divini-
dad se remonta a Heráclito y Platón.
14. Sobre el término «Stromata», además de lo dicho en la Introducción,
l. auto~ ó 7tOlTJ<m~:coniec. Stahlin. //. K:ata: K:CJ.tPotter. cf. J. LóPEZ-ÜREJA, Alejandría, p. 444.
Índices
ÍNDICE BÍBLICO

Génesis Levítico
1, 3ss 170. 11, 45 130.
1, 26 272. 26, 30 312s.
2, 7 272.
2, 23.20 332. Números
3, 18 102. 2, 7 388.
6, 9 332. 3, 7 300.
11, 30 134.
15, 5 137. Deuteronomio
15, 6 136; 152. 5, 21 364.
16, 1-2 136s. 8, 1 70.
16, 6 140s. 8, 2-3.11.5 388s.
17, 2 402s. 23, 2 86.
17, 4 402s. 23, 19 86s.
21, 10 186s. 30, 36 70.
21, 12s 188. 31, 7 300.
22, 33 139. 34, 9 300.
24, 15 139.
24, 67 138. Jueces
25, 6 188. 3, 8 300s.
28, 21 390s. 3, 9 300.
29, 35 138. 3, 10 300s.
32, 30 138s. 3, 11 302.
33, 10 272s. 3, 12-14 302.
38, 14 138. 3, 15 302.
38, 16 140s. 3, 15-30 302.
3, 21 302.
Éxodo 4, 1-3 302.
1, 5 340s. 4, 4 302.
2, 1-10 356. 4, 5 302.
2, 11 358. 4, 6 302.
2, 13-14 362s. 4, 7 302.
3, 2 374. 5, 31 302.
3, 14 378s. 6, 1 302.
4, 16 272s. 6, 11 302.
7-12 362. 6, 15 302.
13, 15-20 370. 7, 7 302.
13, 21 370; 374. 8, 10 302.
14, 26-28 370. 8, 28 302.
19, 15 264. 9, 1 302.
20, 12 300. 9, 22 302.
20, 17 364. 10, 1.2 302.
28, 3 124-256; 259. 10, 8 302.
31, 1-5 122s. 11, 1 302.
31, 6 124s. 12, 7 302.
33, 11 382. 12, 9 302.
410 ÍNDICE BÍBLICO ÍNDICE BÍBLICO 411

12, 11 302s. 2 Reyes Nehemías 6, 23 402s.


12, 13-15 303. 2, 11 306. 1, 11 316. 8, 9-11 200s.
13, 1 302. 6, 24-29 306. 2, 1 316. 9, 3.5 248s.
15 y 16 302. 8, 16-17 306. 9, 9 96; 99.
15, 20 302. 8, 25-26 306. Tobías 9, 10 388s.
11, 1-3 308. 3, 8 316. 9, 12 274-277.
12, 22 310. 6, 12ss 316. 9, 16 276s.
1 Samuel
14, 1ss 310. 11, 11-13 316. 9, 17 276s.
4, 18 302.
14, 25 310; 312. 9, 18 276s.
10, 1 304.
15, 1 302. Job 10, 12 148s.
10, 24s 304.
15, 1.5 310. 5, 12-13 118. 10, 16 148s.
11, 15 304s.
15, 32-33 312. 11, 3 176s. 10, 17 148s; 188s.
16, 13 304.
21, 2 16, 1s 312. 10, 31 174s.
304.
22, 5 17, 1 312s. Salmos (LXX) 11, 21 274s.
304.
17, 6 313. 35, 2 392. 11, 24 274s.
18, 1s 312. 36, 2 393. 14, 6 174s.
2 Samuel 18, 9-11 15, 14 188s.
312. 48, 10.11 174s.
2, 1 304s. 16, 8 188s.
21, 1 312. 50, 9-14 82s.
8, 17 304. 21, 11 284s.
21, 19 312. 93, 11 118.
12, 1 304. 22, 3 388s.
22, 1 312. 111, 1 388.
20, 25 304. 22, 4 388s.
22, 2 312. 117, 18 388s.
22, 3-7 312. 117, 19 154s. 22, 20-21 168s.
1 Reyes 22, 14 312. 117, 20 154s. 24, 7 194s.
2, 11 304. 23, 20 312. 27, 10 274s.
2, 27 304. 23, 29 314. Proverbios 27, 23 274s.
2, 35 304. 23, 31 314. 2, 1 70. 27, 25-26 274s.
4, 4 304. 24, 8 314. 2, 1-2 68s. 28, 5 388s.
5, 15 306. 24, 18 314. 2, 2 70s; 388. 29, 3 92s.
9, 11-12 307. 25, 7 314. 2, 3-5 126s. 29, 15 188s.
11, 1 306. 28, 8 312. 2, 6.7 126s.
11, 26 306. 3, 1 70s; 141. Eclesiastés
11, 29 306. 3, 3 390s. 1, 16 200.
11, 29-39 305. 2 Crónicas 3, 11-12 140. 1, 16-18 201.
12, 22 306. 9, 29 305. 3, 13 390s. 1, 17 200.
13, 1-34 307. 9, 30 304. 3, 16 390s. 1, 18 200.
13, lss 306. 16, 12 306. 3, 23 128s. 7, 12 200s.
14, 2 306. 17, 7 306. 4, 8 130.
14, 21 306. 19, 2 306. 4, 9 130. Sabiduría
14, 42 304. 20, 31 306. 4, 10 130s. 1, 6 68.
15, 2 306. 22, 12 308. 4, 11 130s. 1, 7 132s.
15, 9s 306. 24, 1 308. 4, 18 130s.
15, 23 306. 26, 21 310. 4, 23 130s. Eclesiástico
15, 24 306. 28, 1 312. 5, 3 132s. 1, 1 126s.
16, 1 306. 35, 18 312. 5, 5 132s. 19, 22 174s.
17, 1 306. 36, 5 314. 5, 8-9 132s.
18, 3 306. 5, 11 132s. Isaías
19, 16 306. 5, 15 86s. 1, 1 312.
22, 8 306. Esdras 5, 20 132s; 136s. 1, 19 264s.
22, 24 306. 3, 7-12 319. 6, 6 142; 145. 5, 1-7 102.
22, 42 306. 6, 3.19 316. 6, 8 144s. 6, 1-7 192s.
412 ÍNDICE BÍBLICO ÍNDICE BÍBLICO 413

7, 9 82s. Ageo 24, 43 284. 19, 10 382.


22, 13 204s. 1, 1 320. 25, 14-30 72. 19, 12-17 72.
29, 14 120; 260-262. 25, 21 72s. 19, 23 264.
38, 5-8 312s. Mateo 25, 23 72s. 19, 26 98s; 366s.
55, 1 86s. 1, 17 350s. 25, 26 74s. 22, 19 172.
59, 7s 390; 393. 2, 1-6 224. 25, 27 264. 23, 34 170.
61, 1-2 346s. 3, 4ss 91. 25, 29 98; 366s. 24, 30 172.
4, 4 80; 168s. 25, 30 74s.
Jeremías 5, 6 80. 25, 40 272s. Juan
1, 2 312. 5, 8 272. 26, 26 172s. 1, 3 170s.
2, 6 274s; 277. 5, 9 80s. 1, 9 196.
6, 16 130. 5, 13 160s. Marcos 1, 16 258s.
9, 22-23 180s. 5, 15 92s. 3, 4 94. 1, 17 380; 383s.
26, 20 314. 6, 2 84. 4, 2-8 150s. 1, 17-18 384.
43, 7 316. 6, 6 144s. 4, 3-8 84. 3, 6 382.
6, 19 144. 4, 8 106. 4, 23 144.
Ezequiel 6, 25 4, 21 92.
176. 4, 24 145.
1, 2 316. 6, 32 4, 22 96.
366s. 5, 17.19 92.
1, 3 314. 7, 6 4, 25 98; 366s.
192s. 5, 18-30 95.
8, 3 133. 7, 7 12, 1 284.
182; 185. 5, 24 388.
13, 16 133. 7, 13.14 14, 22 172.
130. 6, 27 80s.
40, 2 133. 7, 15 158. 7, 16 258s.
8, 20 118s. Lucas 7, 17 154.
Daniel 334s.
9, 9 130. 1, 67-79 7, 18 258s; 284s.
2, 24 122. 344.
9, 37 80s. 2, 1 8, 44 254s.
2, 27.28 122s. 151.
10, 8 84. 2, 5-8 9, 4 92.
3, 15-90 333. 334s.
10, 26 96s. 2, 25-35 10, 7.9 154.
3, 21.92.95 316. 334s.
10, 27 194s. 2, 36-38 10, 8 158; 248s; 254-
8, 13-14 348s. 344s.
10, 38 130. 3, 1.2 257; 284s; 332.
9, 24-27 318s. 344; 347.
11, 27 368; 398s. 3, 23 10, 11 382s.
9, 24ss 320s.
12, 12 94s. 4, 1 168s. 10, 11.14 104; 107.
9, 27 348s.
12, 15 130. 4, 18-19 346s. 10, 16 382.
12, 11-12 348s. 94.
12, 35 144. 6, 9 14, 6 40; 130; 140s.
12, 12 348s.
13, 3-8 84s; 150s. 6, 45 144. 15, 1 164s.
14, 3 317. 84.
13, 8 70; 106. 8, 4-8 17, 24 150; 248.
14, 32-40 316. 150.
13, 11 94. 8, 5-8
13, 12 98; 366s. 8, 8 106.
Oseas Hechos de los Apóstoles
13, 13 72s. 8, 16 92.
1, 1 312. 2, 41 264s.
13, 25 254. 8, 17 96.
5, 1-10 358s.
Joel 13, 46 104. 8, 18 98; 366s.
7, 22 358s.
1, 1 312. 15, 13 70. 9, 58 118s.
13, 20 304s.
18, lls 382. 10, 2 80s.
17, 18 180; 183.
Jonás 19, 11 94s. 10, 22 368s.
17, 22-28 266s.
2, 11 316. 20, 4 84. 11, 9 182; 185.
26, 17-18 266; 269.
20, 16 268. 11, 13 92.
Habacuc 21, 33 284. 12, 2 96.
1, 6 314. 22, 14 268. 12, 19 284. Romanos
23, 5 178s. 12, 22s 176. 1, 22 392s.
Sofonías 23, 8 94s. 13, 34 130s. 2, 14 274.
1, 1 312. 23, 37 130s. 14, 24 92. 2, 17-20 390s.
414 ÍNDICE BÍBLICO ÍNDICE BÍBLICO 415

2, 26 274. 11, 32 388s. Colosenses Filemón


3, 16s 390. 13, 12 272s. 1, 16 396. 3, 8 200.
3, 18 392s. 14, 9-11 238s. 1, 28 102s.
3, 24 126. 14, 13 238s. 2, 4 180s; 184s. Hebreos
3, 28 126. 15, 24 396. 2, 5 184. 1, 1 124s; 132s; 154.
4, 2 152s. 15, 28 368s. 2, 6-7 184s. 3, 5 388.
4, 3 136. 15, 32 204s. 2, 8 180-185. 5, 13 188s.
4, 16 152s. 15, 32-33 204s. 3, 6 388s. 5, 14 148s; 188s.
5, 1 126. 4, 3s 192. 12, 5-6 140s.
7, 14 382s.
2 Corintios Santiago
8, 23 390. 1 Tesalonicenses
1, 9-10 180s. 136; 390.
9, 10-11 139. 1, 5 282s. 2, 23
6, 4 76s.
9, 14 262; 265. 2, 5-7 78s.
6, 10.11 76s. 1 Pedro
10, 2 256. 4, 9 280s.
16, 25 94. 5, 21 188s; 396. 1, 18 396.
Gálatas 2, 9 264s.
1 Corintios 3, 6 136. 1 Timoteo 3, 21 272.
1, 19 120s; 258; 260; 3, 19 380s. 1, 8.7.5 392s. 4, 8 390s.
261; 262; 263. 3, 23 380s. 1, 10 158.
1, 20 260-263. 3, 23-24 380s. 5, 21 76s. 2 Pedro
1, 21-23 260s. 3, 24 128. 6, 3 158s. 1, 14 272.
1, 22 114s. 3, 26 390. 6, 3-5 158s. 2, 5 332.
1, 24 262; 264; 282; 4, 1.2 186s. 6, 19 144. 2, 22 72s.
382; 390; 263; 4, 3 186s.
283; 383; 391. 4, 30 186s. 2 Timoteo 1 Juan
1, 24-25 265. 5, 6 74; 188. 2, 1-2 74s. 3, 14 388s.
1, 27 147. 5, 26 160s. 2, 14 178s. 4, 20s 273.
2, 5 180s. 6, 8.9 76s. 2, 15 74s.
2, 7 94; 192; 193. 6, 10 82s. 2, 16-17 178s.
2, 13 258s. 2, 22 182s. Libros extracanónicos
2, 14 194s. 3, 2 258s.
Efesios 248.
2, 15 180s; 188. 4, 3 118. 1 Enoc, 6-8
1, 4 150; 248. 246.
3, 2 398. 1 Enoc, 16, 3
1, 21 396. 316.
3, 8.9 82s. Tito 3 Esdras, 3, 2.4
2, 2 388s. 4 Esdras, 14, 18-22 355.
3, 19 180s. 1, 10 160s.
3, 3s 398s. 355.
3, 19-20 118s; 258. 1, 12s 202s. 4 Esdras, 14, 37-47
3, 20 3, 10 124s; 257; 396. Jubileos 12, 16-27 137.
180s. 2, 14 264s.
4, 15 3, 10s 254.
68.
4, 19 4, 11-12 96s.
188s.
4, 20 4, 14 160s.
188s.
6, 11 4, 18 260s.
126.
8, 1 4, 24-25 264.
190s.
8, 2 4, 27 264s.
188s.
8, 3 4, 28 264s.
190s.
8, 7 4, 29 264s.
70; 168.
9, 20s 5, 6 388s.
102s.
9, 22 132.
11, 23-24 172. Filipenses
11, 27-28 78s. 1, 9s 186s.
11, 30-31 88s. 2, 10-11 368s.
ÍNDICE CLEMENTINO

Protrepticus 114, 1 398.


1, 1 299. 115, 5 164.
5, 3 207; 386. 116, 1 362; 382.
7, 1 133. 118, 4 25.
7, 3 170; 388. 119, 3 374.
8, 3 124; 132; 154. 120, 3 402.
8, 4 104. 120, 5 320.
10, 3 398. 122, 3 146.
17, 2 198.
24, 2 68; 240. Paedagogus
28, 3 299. I, 3, 3 13; 18.
33, 4 295. I, 4, 2 186.
34, 1 334. I, 6, 1 68; 386.
35, 1 298. I, 7, 1 272s.
42, 1 164. I, 8, 3 378.
42, 2 66; 208; 310; 332. I, 9, 1 186; 378; 386.
44, 1 291. I, 9, 3 256.
47, 6 293. I, 14, 4 130.
48, 1-4 297. I, 15, 3 164.
51, 5 379. I, 17, 3 94.
59, 2 272. I, 18, 4 68.
61, 4 272. I, 19, 2 78.
64. 8 186. I, 20, 2 133; 398.
66, 3 182. I, 20, 3 260.
66, 4 86; 184. I, 20, 3-4 186.
66, 5 180. I, 21, 3 138.
67, 2 404. I, 23, 1 374.
68, 1 398. I, 27, 1 130.
68, 4 68; 86; 398. I, 27, 2 280.
70, 1 86; 376. I, 28, 4 196.
71, 2 210. I, 28, 5 262.
77, 3 130. I, 30, 2 68; 262.
84, 6 196. I, 30, 3 380.
85, 1 154. I, 33, 4 186.
87, 3 172. I, 34, 1 260.
91, 3 130. I, 34, 3ss 398.
92, 1 164. I, 36, 4 68.
92, 4 72. I, 36, 5 164.
95, 1 380. I, 36, 6 272.
95, 2 264. I, 37, 2 180; 280.
100, 3 76. I, 37-39 398.
106, 1-3 76. I, 38, 1 68.
106, 4-5 262. I, 38, 2 164.
109, 1 386. I, 41, 3 150.
112, 2 376. I, 42, 1 402.
113, 2 86. I, 53, 2 104; 382.

l
418 ÍNDICE CLEMENTINO ÍNDICE CLEMENTINO 419

1, 57, 2 138s. 11, 50, 1 264. III, 78, 1-3 281. 1, 14, 2 20; 30.
1, 59, 3 186. 11, 50, 4 204s. III, 78, 2 146. 1, 14, 2-3 96.
1, 60, 1 390. 11, 55, 1 343. III, 80, 4 204. 1, 15, 2 90; 132; 198; 206;
1, 60, 2 170; 380. 11, 59, 3 118. III, 82, 4 160. 332; 378; 394; 398.
1, 61, 2 388. 11, 61, 3 320. III, 87, 2 130. 1, 15, 3 76; 78; 84; 88; 96;
1, 61, 3 380. 11, 63, 4 320. III, 91, 3 390. 102; 110; 112; 194;
1, 63, 1 128. 11, 65, 1 176. III, 94, 3 264. 394; 404.
1, 65, 2 378. 11, 65, 2-3 320. III, 100, 2 404. 1, 15, 3-20, 3 246; 282.
1, 67, 1 354. 11, 70, 2 90. I, 16, 1 76; 78; 84; 88; 96;
I, 69, 1 253. 11, 75, 1 374. Hymnus 102; 110; 112;
I, 69, 1-3 74; 252. 11, 75, 2 402. 2 76. 166s; 194; 404.
1, 70, 3 380. 11, 81, 1 86. 1,4,30 104. I, 16, 1-3 169.
I, 71, 1 396. 11, 89, 2 86; 376. I, 17, 4 71.
I, 75, lss 386. 11, 91, 1 86; 376. Stromata I, 18, 1 71; 80; 192; 194.
I, 76, 1 130. 11, 94, 3 157. I, 1, 1-3 76; 78; 84. I, 18, 3 128; 150; 244s; 248.
1, 77, 2 138. 11, 96, 2 346s. 1, 1, 2 180; 187; 208s; I, 19, 1 76; 78; 84; 88; 96;
I, 78, 4 140. 11, 100, 4 272. 212s; 216; 240s; 102; 112; 194; 404.
I, 79, 2 130. 11, 102, 3 386. 244; 310; 326s; I, 20, 1 108.
I, 83, 1 386. 11, 103, 4 140. 332; 338. I, 20, 3 244; 280.
I, 84, 3 104. 11, 103, 5 76. I, 2 y 3 108. 1, 20, 4 100; 138; 192.
I, 85, 2 382. 11, 111, 1 144. I, 2, 1 71. I, 21, 1 39; 86.
I, 88, 1 386. 11, 112, 1 154. I, 2, 2 188. I, 21, 2 76; 78; 84; 88; 96;
I, 88, 1-3 386. 11, 115, 3 386. I, 4, 1 252; 396. 102; 11O; 194; 404.
1, 88, 2 398. 11, 117, 4 86; 205; 212; 376. I, 4, 2 71. I, 22, 1 158; 166; 196.
I, 88, 2-3 186; 390. 11, 118, 5 104. 1, 4, 3 78; 84; 140; 256. I, 22, lss 394.
I, 93, 1 130s. 11, 120, 3 146. I, 5, 1 78; 84; 88; 96; 102; I, 22, 5 39.
1, 96, 1 151. III, 1, 1 186; 204; 398. 110; 112; 194; 404. I, 24, 1 174; 210.
I, 96, 2 68. III, 3, 3 386. 1, 6, 1 76; 84; 88; 96; 102; I, 24, 4 260; 262.
1, 97, 2 402. 111, 5, 3 254. 110; 112; 194; 404. 1, 26, 1-2 256.
I, 97, 3 126; 170; 382. III, 9, 3 276. I, 7, 1 71. I, 27, 2 260.
I, 98, 2 186. III, 12, 3 386. I, 7, 3 106; 194. I, 27, 3-28, 1 282.
I, 99, 1 186. III, 14, 2 246; 248; 380. I, 9, 2 76; 78; 88; 96; 102; I, 28, 1 108; 282.
1, 100, 1 172. III, 15, 2 343. 110; 112; 194;404. I, 28, 1-2 283.
1, 103, 2 76. III, 23, 4 343. I, 9, 4 278. 1, 28, 1.3 246; 282.
11, 1, 2 86. III, 27, 1 144. I, 10, 1-3 138. I, 28, 2 112.
11, 2, 1 166. III, 33, 3 170. 1, 10, 2 205; 212; 286; 376. I, 28, 3 40.
11, 6, 1 404. III, 34, 1 200. I, 10, 2-3 86. I, 28, 4 148; 284.
11, 7, 3 76. III, 37, 1 76; 140. I, 11, 1 76; 78; 84; 96; 102; I, 29, 4 101.
11, 7, 4 254. III, 37, 4 390. 110; 112; 194;404. I, 29, 4.5 124; 154.
11, 8, 1 204. III, 39, 1 76. I, 11, 2 90; 96; 145. I, 29, 5 132.
11, 18, 1 205; 212; 286. III, 40, 1 173. I, 11, 3 71; 195; 192. I, 29, 6 134.
11, 18, 1.2 86; 376. III, 42, 3 382. 1, 12, 1 144. I, 30, 1 146; 166;246;270;
11, 20, 1 386. III, 43, 2 124; 132; 154. I, 12, 3 264. 282; 358; 396.
II, 22, 1 346s. III, 49, 1 386. I, 13, 1 394. I, 30, 4 134.
II, 25, 3 134; 146; 396. III, 54, 2 86; 205; 212; 286; I, 13, 1.4 394. 1, 31, 2 136.
II, 32ss 386. 376. I, 13, 2 90. I, 31, 3 100.
II, 33, 1 226. III, 64, 1 144. I, 13, 2-4 71. 1, 31, 5 86; 144; 149.
II, 33, 3 84. III, 68, 2 132. I, 13, 3 94; 100; 112. 1, 32, 3-4 394.
II, 39, 2 200. III, 71, 4 276. I, 14, 1-3 76; 78; 84; 88; 102; I, 32, 4 40; 76; 186; 246;
II, 49, 2 68. III, 78, 1 272. 110; 112; 194; 404. 282.
420 ÍNDICE CLEMENTINO
ÍNDICE CLEMENTINO 421

1, 34, 1 138; 152. I, 60, 4 100. 1, 87, 7 260. 1, 117, 2 76; 78; 84; 88; 96;
1, 34, 4 270s. 1, 61, 1 244. 1, 88, 1 120; 126; 262. 102; 110; 112; 194;
1, 35, 2 40; 138. I, 62, 2 66; 216; 309s; 332. I, 88, 2 258. 404.
1, 35, 3 134; 396. I, 62, 3-4 216. I, 88, 3 400. 1, 117, 6 312s.
I, 35, 4 112. 1, 63, 5 238. 1, 88, 8 264; 282; 382; 390. 1, 117, 8 66; 208; 332.
1, 35, 5 90. 1, 64, 2 66; 212s; 332; 338. 1, 89, 2 120; 260. 1, 121, 1 296.
1, 35, 6 130. 1, 64, 4 68; 216; 244. 1, 90, 1 282; 382; 390. 1, 121, 2 315; 320.
I, 37, 1 112; 246; 282. 1, 64, 5 205; 226. 1, 90, 5 92. I, 121, 4 241.
1, 37, 1-4 81. 1, 65, 1 324s. I, 91, 1 272. I, 122, lss 340.
1, 37, 6 40; 198. 1, 65, 3 242s. I, 91, 5 256. 1, 122, 4 320-335.
1, 38, 1 170. 1, 66, 2 89; 208. 1, 92, 3-4 152. 1, 124, 1 320.
1, 38, 4 138; 144. 1, 67, 1 68; 212; 244. 1, 93, 4 141; 324. 1, 124, 4 241; 338.
I, 38, 4-5 40. 1, 68, 1 224. I, 93, 4-5 134. 1, 127, 1-2 322.
1, 38, 6 124; 130; 132. 1, 69, 1-2 208.
1, 93, 5 282; 358. I, 127, 2 317; 323; 334s.
1, 39, 2 258s. I, 69, 3 400. 1, 94, 3 266. 1, 128, 2 340.
1, 39, 4 168. I, 69, 5 232. I, 95, 5 189. 1, 129, 2 340.
1, 39-41 116. 1, 70, 3 270. I, 97, 1 282. 1, 129, 3 214; 317; 334s.
I, 40, 2 116; 166; 196; 366. 1, 71, 3 42. 1, 98, 4 246. 1, 130, 2 241.
1, 42, 3 174. 1, 71, 5 219. I, 99, 1 44; 134; 147; 244; 1, 130, 3 222s.
1, 43, 1 41; 108. I, 72, 2 327. 246; 270; 279; 358. 1, 131, 1.3 332.
I, 43, 1-4 81. I, 72, 4 86; 137; 354; 376. I, 99, 1-2 278. 1, 131, 6 326; 338.
I, 43, 4 130; 148. 1, 72, 5 224. 1, 99, 3 126; 129. 1, 131, 6.7 68; 240.
1, 44, 2 116; 157s; 196. 1, 73, 1 234; 334. 1, 99, 4 169. I, 131, 7 326.
I, 44, 4 108s; 248. 1, 73, 6 333. 1, 100, 1 130; 148;262;264; I, 132, 2 332.
I, 45, 1 164. 1, 75, 2 295. 382; 390. I, 134, 4 328.
1, 45, 7 278. I, 75, 4 334. 1, 100, 2 173. I, 135, 1 66; 208; 212; 310;
I, 47, 2 157. 1, 77, 3 226. 1, 100, 3 258. 338.
1, 47, 4 118s. I, 78, 5 327. I, 100, 5 402. I, 135, 2 248; 254; 256.
I, 48, 1 41. I, 79, 1 68; 326. I, 101, 1-2 205; 212. I, 135, 4 317; 323.
1, 50, 6 68; 187; 212; 216; I, 79, 3 311. I, 101, 1.5 241. 1, 136, 3 241.
244. 1, 79, 4 297. I, 101, 5 348. I, 136, 4 243; 289.
1, 52, 2 270. 1, 79, 5 289. 1, 102, 1 326. 1, 139, 4 66; 212; 332.
I, 52, 3 41. 1, 80, 2 68; 212; 216. 1, 102, 4 241. 1, 141, 4 358.
I, 52, 4 68; 180; 182s; 212; I, 80, 4 206. 1, 103, 1 289; 291. 1, 142, 1 241.
216; 244. 1, 80, 5 85s; 109; 248; 266; I, 103, 2 296. 1, 144, 1 44.
1, 54, 2 258. 272; 280; 376. I, 103, 2-3 334. 1, 147, 2 241.
1, 55, 1-3 97. 1, 80, 5-81, 1 85. 1, 104, 2 326. 1, 148-149 152.
1, 55-56 71; 90. 1, 80, 5-81, 4 108. 1, 105, 1 213; 240s; 309. I, 150, 4 366; 377.
1, 56, 3 41; 76; 78; 80; 84; 1, 80, 6 43; 282. I, 106, 1-3 242s. 1, 153, 2 134; 137.
88; 96; 102; 106; 1, 81, 1 254; 256; 332. 1, 106, 2 241. 1, 156, 3 108; 382.
110; 112; 404. 1, 81, 4 109; 244; 248. 1, 107, lss 204. 1, 158, 2 98.
1, 57, 1 42; 116; 158; 166; I, 81, 4-5 186. I, 107, 4 202; 332. 1, 164, 2 291.
266;284;295;402. 1, 83, 2 43; 249. I, 109, 2 241. 1, 164, 4 398.
I, 57, 4 102; 398. I, 84, 1.2 74. 1, 111, 1-120, 3 335. 1, 165, 1 86; 354.
1, 57, 6 152. 1, 84, 6 248s; 256; 332. 1, 112, 1 338. I, 166, 1 86; 376.
1, 59, 1 299. I, 87, 2 86; 124; 248; 254; 1, 113, 3 325. 1, 166, 2 100; 378.
1, 59, 2 330. 332; 376. I, 113, 3-4 324s. 1, 166, 5 402.
1, 59-65 298s. I, 87, 3 157. I, 113, 4 241. 1, 167, 1 404.
I, 60, 1 212; 286. 1, 87, 5 248. 1, 114, 2 310-313. I, 168, 4 366.
1, 60, 3 398. 1, 87, 6 284. 1, 116, 1 308s. I, 169, 1 142; 146; 362.
422 ÍNDICE CLEMENTINO ÍNDICE CLEMENTINO 423

I, 169, 3 262; 264; 282; 390. 11, 20, 3 376. 11, 73, 4 146. 111, 52, 7 140.
1, 170, 3 376. 11, 21, 1 366. 11, 75, 2 138; 144; 152. 111, 55, 1 390.
1, 172-173 140. 11, 21, 5 382. 11, 75, 2-3 74; 252. 111, 60, 2 224.
I, 173, 3 388. 11, 24, 3 268. 11, 77, 4 100; 378. 111, 64, 1 144.
1, 173, 4 386. 11, 26, 1-2 88. 11, 78, 1 86; 376. 111, 64, 2 386.
I, 174, 3 262;264;282;382. 11, 26, 2 278. 11, 80, 5-81, 1 186. 111, 65, 1 126.
I, 176, 1 397; 399. 11, 26, 3 74. 11, 82, 1 86; 376. 111, 69, 3-4 368.
I, 176, 1-2 25. 11, 26, 4 386. 11, 88, 2 136. 111, 69-70 264.
I, 176, 2 101. 11, 26, 5 254. 11, 91, 1 128. 111, 76, 1 282.
I, 176, 3 396. 11, 27, 1 386. 11, 91, 5 188. 111, 77, 3 386.
1, 177, 1 146; 394. 11, 28, 4 136. 11, 96, 1 81. 111, 78, 2 126; 260.
I, 177, 2 74. 11, 28, 6 390. 11, 97, 1 186. 111, 78, 4-5 222.
I, 178, 1 374. 11, 29, 2 186. 11, 100, 2 368. 111, 78, 5 380.
I, 178, 1-2 204. 11, 30, lss 388. 11, 100, 3 86; 137; 226; 354; 111, 84, 1 378.
I, 179, 3 397. 11, 30, 3 128. 376. 111, 87, 1 80.
I, 179, 4 102; 198. 11, 32, 1 386. 11, 100, 4 130. 111, 87, 3 126; 260.
I, 180, 5 333. 11, 34, 4 378; 386. 11, 101, 1 182. 111, 91-94, 1 286.
I, 181, 5 284. 11, 34, 11 253. 11, 103, 2 382. 111, 94 287.
I, 182, 1 378. 11, 35, 2 128; 186; 282. 11, 104, 3 130. 111, 98, 4 68.
I, 182, 3 27; 76; 78; 84; 88; 11, 35, 4 253. 11, 106, 2 134. 111, 100, 6 386.
96; 102; 110; 112; 11, 39, 2.4 388. 11, 110, 1 368. 111, 102, 3 286; 287.
194. 11, 39, 5 84; 130. 11, 118, 5 72. 111, 103, 1 320.
11, 1, 1 116; 158; 166; 196; 11, 41, 2 272. 11, 119, 3 68; 180; 212; 216; 111, 109, 2 74.
248. 11, 42, 4 256. 244. 111, 110, 3 27; 76; 78; 84; 88;
11, 1, 2 112; 164. 11, 42, 5 282. 11, 119, 4 182. 96; 102; 110; 112;
11, 2, 3 134. 11, 45, 2 263. 11, 124, 3 136. 194; 404.
11, 3, 1 88. 11, 45, 5 140. 11, 125, 1 224. 111, passim 226.
11, 3, 5 112. 11, 45, 7 186; 278. 11, 125, 3 128. IV, 1, lss 19.
11, 4, 2 130; 180. 11, 46, 1 100; 378. 11, 127, 1 68; 72; 180; 212; IV, 1, 3 76; 78; 84; 88; 96;
11, 4, 4 140; 380; 388. 11, 47, 1 136. 216; 244. 102; 110; 112; 194;
11, 5, 3 172. 11, 47, 2 138. 11, 128, 1 68; 212; 216; 244. 404.
11, 5, 4 396. 11, 47, 4 100; 378. 11, 131, 4 252. IV, 2, 2 366s.
11, 8, 4 74. 11, 48, 1 76; 78; 84. 11, 133, 2 86; 376. IV, 3, 1 76; 78; 84; 88; 96;
11, 9, 2 112. 11, 49, 3 142. 11, 133, 4-7 210. 102; 104; 110; 112;
11, 9, 3-4 396. 11, 50, 4 386. 11, 138, 4 68; 212; 216; 244. 194; 394; 404.
11, 9, 4 112; 278. 11, 52, 7 262-264; 282; 382; 11, 147, 2 390. IV, 3, 1-2 101.
11, 9, 7 176. 390. 11, 147, 5 30. IV, 3, 1-3 394.
11, 11, 2 74. 11, 59, 6 252; 368. 111, 5, 3 134. IV, 3, 2 90; 100; 132; 206.
11, 12, 1 140. 11, 61, 2 68. 111, 9, 2 142. IV, 4-5 138.
11, 14, 3 182s. 11, 62, 3 254. 111, 12, 3 404. IV, 9, 1 208.
11, 15, 4 74; 396. 11, 65, 3 390. 111, 30, 1 222. IV, 9, 6 388.
11, 16, 2 198; 278. 11, 67, 4 88. 111, 33, 5 222. IV, 11, 2 386.
11, 16, 3 68; 180; 212; 216; 11, 68, 1 88. 111, 40, 1 76; 78; 84; 88; 96; IV, 12, 2 272.
244. 11, 68, 2 404. 102; 110; 112; 194; IV, 15, 5 84.
11, 18, 4 378; 380. 11, 68, 3 72. 404. IV, 17, 3 224.
11, 19, 1 374. 11, 70, 4 206; 272. 111, 41, 2 386. IV, 17, 4 386.
11, 19, 2 402. 11, 70, 5 204; 398. 111, 43, 2 386. IV, 21, 1 386.
11, 19, 4 382. 11, 70-71 86; 376. 111, 44, 3 204; 398. IV, 22, 1 386.
11, 20, 1 86; 376. 11, 72, 4-73, 3 92. 111, 46, 1 388. IV, 25, 2-26, 3 80.

l
11, 20, 2 138; 390. 11, 73, 1 386. 111, 47, 3 189. IV, 27, 3. 204; 398.
424 ÍNDICE CLEMENTINO
ÍNDICE CLEMENTINO 425

IV, 31, 1 84. V, 2, 5 164.


V, 54, 2 98. V, 116, 4 68; 212; 216; 244.
IV, 31, 2-3 118. V, 3, 1 140.
V, 55, 1 334. V, 127, 1 68; 240; 326.
IV, 31, 5 151. V, 5, 2 138.
V, 55, 2 386. V, 133, 7 379; 398.
IV, 34, 6 98; 366. V, 6, 1 180.
V, 55, 3 184. V, 134, 1 68.
IV, 39, 1 172. V, 6, 3 264.
V, 56-57 192. V, 136, 2 398.
IV, 40, 1 100; 378. V, 7, 1 172.
V, 57, 1 98. V, 136, 4 74; 252.
IV, 40, 3 134; 146; 396. V, 7, 2 147.
V, 59, 5 208. V, 138, 3 394.
IV, 40, 4 80. V, 7, 3 90; 112.
V, 61, 1 90; 394. V, 140, 1 248; 254; 256; 332.
IV, 44, 2 244. V, 7, 5 272.
IV, 45, 1 V, 61, 5 386. V, 141, 1 270.
124; 132; 154. V, 7, 7 272.
IV, 52, 3 V, 62, 1 192. V, 141, 4 27.
256. V, 8, 3 130.
IV, 61, 2 V, 62, 2 90. VI, 1, 1 27.
130. V, 9, 2 164; 181.
IV, 69, 2-3 V, 62, 2-4 398. VI, 1, 2 80.
180. V, 10, 1 86; 248; 376.
IV, 87, 1 V, 63, 2 90. VI, 1, 3 68.
250. V, 10, 3 256.
IV, 93, 1 366s. V, 63, 6 94. VI, 2, 1 11; 80; 88; 106;
V, 11, 1 86; 138; 164.
IV, 97, 1 70s. V, 64, 5 90. 194.
V, 12, 3 278.
IV, 99, 2 172. V, 65, 2 396. VI, 2, 2 333.
V, 15, 3 68.
IV, 100, 6 V, 65, 3 98. VI, 2, 2-4 76; 78; 84.
164. V, 16, 1 140; 224.
IV, 105, 3 V, 66, 2 68; 132. VI, 6, 1 68; 240; 326.
382. V, 16, 2 268.
IV, 106, 1 V, 66, 3 162. VI, 7, 3 68; 240; 326.
382. V, 16, 4 372.
IV, 108, 2 V, 67, 2-3 224. VI, 19, 5 66; 208; 310; 332.
268. V, 17, 4-5 268.
IV, 109, 2 V, 70, 1 80; 173. VI, 21, 3 66; 208; 31O; 332.
394. V, 17, 5 71.
IV, 109, 3 172. V, 71, 5 396. VI, 21, 5 207.
V, 18, 3 164.
IV, 111, 1 75. V, 73, 1 224. VI, 35, 1 86; 376.
V, 19, 2 268.
IV, 111, 3 390. V, 73, 2 394. VI, 38, lss 224.
V, 23, 1 204; 398.
IV, 116, 1 254. V, 73, 4 246. VI, 39, 1 256.
V, 23, 2 90; 112.
IV, 117, 2 172. V, 74, 1 272. VI, 42, 1-3 128; 390.
V, 26, 1 126; 164; 398.
IV, 121, 3 244. V, 78, 1 162. VI, 44, 1 128.
V, 26, 4 254.
IV, 122, 4 206; 244. V, 78, 2 86; 376. VI, 45, 6 184.
V, 27 1 - 31, 5 89.
IV, 124, 1 V, 80, 3 71; 372; 396. VI, 46, 1 92; 172.
138; 144; 152. V, 27, 3 116.
IV, 132, 1 V, 80, 4 151. VI, 46, 3 272; 380; 386.
138. V, 28, 2 254.
IV, 136, 2.4 V, 81, 6 372. VI, 47, 3.4 263.
100; 378. V, 29, 3 354.
IV, 139, 5 84. V, 83, 3 71. VI, 47, 4 262.
V, 29, 5 282.
IV, 143, 6 68; 212; 216; 244. V, 83, 4 146. VI, 49, 1 264.
V, 31, 1 154.
IV, 150, 4 74; 252. V, 85, 1 398. VI, 52, 1-2 386.
V, 32, 1 334.
IV, 151, 1-2 V, 86, 2 398. VI, 54, 1 134; 146; 152; 396.
368. V, 35, 1 124; 132; 154.
IV, 151, 3 404. V, 86, 4 154. VI, 54, 1-2 90.
V, 36, 3 372.
IV, 152, 3 V, 87, 1 267. VI, 55, 3 152; 198.
100; 378. V, 37, 1 298s.
IV, 153, 2 74; 252. V, 88, 4 71; 366s. VI, 55, 4 86; 376.
V, 37, 4 346.
IV, 154, 1-2 V, 89, 2-3 182. VI, 57, 3 246.
380. V, 38, 6 396.
IV, 155, 2-3 100. V, 89, 3 182. VI, 58, 1 170.
V, 40, 1 272.
IV, 155, 2.3 V, 89ss 286s. VI, 58, 2 124; 132; 154.
378. V, 43, 1 270.
IV, 156, 1 278. V, 90, 2 68; 180; 212; 216; VI, 60, 2-3 386.
V, 44, 5 226.
IV, 161, 2 139. 244. VI, 61, 1.3 90.
V, 46, 2 206; 244.
IV, 163, 2 V, 90, 3 184; 394. VI, 62, 1 186; 246; 282.
386; 396. V, 48, 5.8 164.
IV, 163, 4 V, 91, 5 252. VI, 64, 2 154.
134; 146. V, 48, 9 68.
IV, 164, 5 V, 94, 6 130. VI, 64, 4 128.
386. V, 49, 3-4 326.
IV, 168, 2 254. V, 99, 3 86; 376. VI, 66, 1 108; 248.
V, 51, 3 72.
IV, 169, 1 138. V, 101, 3 266. VI, 67, 1 128; 246.
V, 53, 1 220.
IV, 172, 1-2 176. V, 108, 2 270. VI, 67, 2 68; 81; 180; 212;
V, 53, 3 164.
V, 108, 4 210. 216; 244; 254.
ÍNDICE CLEMENTINO
ÍNDICE CLEMENTINO 427
426

VII, 10, 1 136. VII, 73, 5 154.


VI, 68, 2 90. VI, 127, 2 262; 264; 282; 382;
VII, 11, 2 74; 128; 252. VII, 74, 2 164.
VI, 70, 2 262. 390.
VII, 12, 1 74; 252. VII, 76, 4 172.
VI, 77, 1 140. VI, 127, 5 394.
VII, 13, 1-2 272. VII, 79, 6 84.
VI, 77, 5 172. VI, 129, 1 342.
VII, 13, 2 278. VII, 80, 2 90.
VI, 80, 1 270. VI, 131, 5 86.
VII, 16, 2 254. VII, 86, 3 128.
VI, 80, 4 394; 396. VI, 132, 2 358.
VII, 16, 6 278. VII, 89, 1 102; 198; 398.
VI, 81, 2 396. VI, 133, 5 396.
VII, 17, 2 170. VII, 89, 4 254.
VI, 81, 4 130; 148; 284. VI, 134-135 90.
VII, 17, 3 278. VII, 90, 5 74; 396.
VI, 81, 6 124; 132; 154. VI, 135, 3 134.
VII, 19, 3 144; 146; 152. VII, 91, 5 90; 112.
VI, 83, 1 112; 134. VI, 135, 3.5 146.
VII, 19, 4 134. VII, 91, 7 102; 198; 398.
VI, 89, 1 108; 134; 176. VI, 136, 1 368.
VII, 19, 7 138. VII, 92, 5 260.
VI, 89, 1-2 110. VI, 141, 7 256.
VII, 20, 2 246; 282. VII, 92, 7 126; 260.
VI, 90, 4 90; 102; 112; 198; VI, 145, 2 228.
VII, 20, 7 204; 398. VII, 93, 1 86.
398. VI, 145, 5 170.
VII, 29, 2 182. VII, 93, 3 260.
VI, 91, 2 172. VI, 148, 1 112.
VII, 32, 7 68. VII, 94, 5 130.
VI, 91, 5 134. VI, 149, 1-150, 288.
VII, 35, 3 172. VII, 95, 3 124; 132; 154; 390.
VI, 94, 5 134. VI, 151, 4 88.
VII, 37, 1-2 182. VII, 96, 1-4 261.
VI, 95, 1 170; 394. VI, 153, 1 108.
VII, 40, 1 76; 272; 386. VII, 97, 4 394.
VI, 95, 4 86; 376. VI, 154, 1 124.
VII, 40, 2 136. VII, 98, 1 260.
VI, 95, 5 138; 144; 152. VI, 156, 2 130.
VII, 41, 4 222. VII, 98, 5 138; 144; 152.
VI, 95, 5-96, 3 147. VI, 156, 3 128.
VII, 42, 4 256. VII, 99, 5 90.
VI, 96, 1-4 146. VI, 157, 5 244; 246.
VII, 42, 4-6 388. VII, 101, 5 130.
VI, 96, 3 138; 144; 152. VI, 159, 1 108; 248.
VII, 42, 7 184. VII, 103, 5 68.
VI, 98, 3 90; 112. VI, 159, 4 256.
VII, 45, 1 140. VII, 103, 6 130; 222.
VI, 99, 2 380; 386. VI, 159, 9 128; 262; 264.
VII, 45, 3 136. VII, 103, 7 104.
VI, 102, 1 394. VI, 160, 1 152.
VII, 46, 3-9 138. VII, 104,1-105,1 90.
VI, 102, 1-2 272. VI, 160, 2 134; 146; 396.
VII, 47, 7 136. VII, 104, 4 173.
VI, 102, 5 152. VI, 161, 1 124.
VII, 48, 2 388. VII, 105, 3 138.
VI, 103, 1 102; 136; 198; 398. VI, 161, 2-6 244.
VII, 48, 4 172. VII, 106, 4 347.
VI, 104, 3 256. VI, 162, 1 284.
VII, 55, 2 164. VII, 107, 5 391.
VI, 106, 3-107, 1390. VI, 162, 5 110.
VII, 55, 7 98; 366. VII, 108, 1 347.
VI, 106, 4 124; 132; 154; 264. VI, 163, 2 386.
VI, 107, 3 136. VI, 163, 3 170. VII, 56, 2 138. VII, 108, 2 226.
VII, 56, 5-57, 1 272. VII, 109, 1 268.
VI, 108, 1 272. VI, 164, 1 386.
VII, 57, 3 164. VII, 109, 5 398.
VI, 112, 1 72. VI, 165, 1 68.
VII, 57, 5 372. VII, 110, 4 98.
VI, 113, 3 254; 346. VI, 165, 2 148.
VII, 58, 4 398. VII, 111, 3 88.
VI, 115, 1 172. VI, 167, 1 334.
VII, 58, 6 76; 140. VII, 112, 4 80; 106; 194.
VI, 117, 1 134; 246. VI, 168, 4 100; 206.
VI, 118, 1 76; 140. VII, 2, 2 278. VII, 59, 7 102; 198; 398.
VI, 121, 3 138. VII, 2, 2.3 396. VII, 60, 2 134.
VII, 61, 5 386. Quis dives salvetur?
VI, 122, 4 172. VII, 4, 3 394.
VII, 62, 4 379. 1, 3 130.
VI, 123, 2 184. VII, 5, 4-5 263.
VII, 62, 7 138. 8, 1 380; 398.
VI, 124, 4-5 90. VII, 6, 1 394.
VII, 64, 2 84. 9, 2 128.
VI, 124, 5 194. VII, 6, 4 244.
VI, 125, 1 VII, 64, 6 144; 152. 14, 4 74; 252.
170. VII, 6, 5-7 262.
VI, 125, 5 VII, 64, 7 386. 16, 3 273.
172. VII, 6, 6 134.
VI, 126, 1 VII, 68, 4 136. 17, 2 80.
76; 140. VII, 7, 4 262;263;264;282;
VI, 126, 1s VII, 70, 5 134; 146; 396. 21 388.
97. 382; 390.
VI, 126, 2 VII, 70, 8 144. 21, 7 130.
394. VII, 7, 6 124; 132; 154.
VI, 126, 3 103. VII, 71, 3 386. 36, 1 394.
VII, 9, 1 263.
428 ÍNDICE CLEMENTINO

37, 1 394. Eclogae propheticae ÍNDICE DE AUTORES Y OBRAS ANTIGUOS


37, 6 165. 7, 2 346.
38, 2 390. 11, 1 88.
42, 1 400. 12, 2 366.
16, 1 104. ACTINO ANDRÓN DE ÉFESO
Excerta ex Theodoto 18, 1 136.
Fragmenta, 49 (Nauck) 331. Fragmenta, (Jacoby)
4, 1 136. 19, 1 136.
3M 324s.
9, 3 262; 398. 20, 4 94.
10, 1 ACUSILAO
372. 23, 1 88.
ANÓNIMO
10, 4 136. 26 388. Fragmenta, (Diels-Kranz)
11, 1 136. 27, 1 88. 2 F 23 290s. Fragmenta, 1 (Kinkel) 290s.
18, 5 138. 28 104. 4 374s.
19, 1 104. 28, 1 68. AGIAS 329 F 2 (Jacoby) 292s.
23, 2 104. 28, 3 68.
24, 1-2 104. 29, 3 76; 140. Fragmenta, 2 (Beckby) 292. ANTÍLOCO
45 170. 32, 1 89.
AGUSTÍN
Fragmenta, 1 M (Müller) 244.
56, 5 138. 35, 1 394.
61, 1 140. 48, 2 76; 78; 84. r-De civitate Dei, (BAC) APIÓN
74, 2 224. 57, 2 136. 18, 11 301.
77, 2-3 346. 58 404. XFragmenta, 2 (Müller) 288s.
ALBINO
APOLODORO DE ATENAS
Didascalia, 7, 5 (Louis) 130.
Fragmenta, (Jacoby)
244 F 63 309.
ALCMAEÓN
244 F 68 213.
Fragmenta, (Diels-Kranz)
24 A 2 238. APOLODORO

1'Bibliotheca, (Wagner)
ALEJANDRO PoL YSTOR I, 2, 4 228.
Fragmenta, (Jacoby) I, 4, 2 233; 236.
273 F 6b 324s. I, 7, 6 297.
273 F 23 222s. I, 8, 2 299.
I, 9, 20 236.
ALEXIS I, 139-145 332.
II, 1, 1 289; 291; 297.
1" Fragmenta, 92 K (Kock) 116. II, 1, 3 234.
III, 1, 1 291.
ANACARSIS III, 3, 1-2 330.
Epistulae, 1 (Hercher) 238s. III, 4, 3 334.
5 238s. III, 8, 1 289.
III, 10, 1 331.
III, 13, 5 228.
ANAXÁGORAS
Ep., I, 18 y 23 293.
Fragmenta, (Diels-Kranz)
59 A 36
Fragmenta, (Jacoby)
238.
244 F 61 336.
244 F 63 308.
ANAXARCO
h
244 F 68 212.
Fragmenta, (Diels-Kranz) 244 F 87 294s.
72 B 1 148s. 244 F 339 214.

,
430 ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS 431

APOLONIO DE RODAS Ethica Eudemia, (Susemihl) VII, 328 A 104. De natura deorum, (Plasberg)
VIII, 10, 1242 A 23. 25 146. XII, 525 C 326. I, 10-15 186.
'f_Argonautica, (Fraenkel)
XIV, 635 E-F 326. II, 38-39 182; 183.
I, 146-150 294s. Fragmenta, 3 (Rose) 204; 207.
XIV, 641 C 284. III, 56 218s.
I, 735-741 299. 4 206s.
XV, 686 176.
11, 1 236. 51 110. De officiis, (Atzert)
181 238. I, 38, 137 188.
APOSTOLIO 190 208s. BASILIO DE CESAREA I, 43 396.
535 384s. Homilía in Le., 12, 8, 5 (PG) 92. I, 43, 153 134; 146.
Collectio paroemiarum, (Leutsch)
548 384s. II, 5 396.
VIII, 34 294.
599 330s. BEROSO
XIV, 5 398s. Tusculanae disputationes,
600 236.
XIV, 53 72. Fragmenta, Qacoby) IV, 43 (Pohlenz) 172.
XV, 61 194. '/.Metaphysica, I, 2 (Ross) 72. 680 F 8 B 314s. IV, 57 134; 146; 396.
11, 1, 995 B, 23ss. 158. 680 T 2 314s. V, 7 134; 146; 396.
ARATO DE SOLES V, 32 238.
Politica, III, 3, 1276 A 111.
Phaenomena, 5 (Martin) 266s. CALCIDIO
Rhetorica, I, 8, 1366 A 2 368. CíDIPO
11, 23 160. In Platonis Timaeum, (Wrobel)
ARISTEASDE ARGOS 137 396. Fragmenta, 376 (Müller) 236.
Topica, I, 2, 101 A 158.
Fragmenta, 1 M (Müller) 296s.,
IV, 5, 126 A 30 258. CALÍMACO CIPRIANO
IV, 5, 126 A 156s.
ARISTIPO DE ARCADIA Fragmenta, 188 (Pfeiffer) 332. Epistulae, 63, 2 (CSEL) 276.
Fragmenta, 317 F 1 (Müller) 296s. ARQUÉMACO 643 198.
CIRILO DE ALEJANDRÍA
Fragmenta, Qacoby) Hymnus in Apollinem,
ARISTÓBULO 108-112 118. Adversus julianum, 1 (PG) 220.
424 F 3 308s.
Fragmenta, 737, 3 (Walter) 354s. 2 222.
737, 9 226. ARQUÍLOCO CALINO
CLEANTES
Fragmenta, 19 D (West) 326. Fragmenta, 3 D (West) 328.
ARISTODEMO Fragmenta poetica, (Powell)
Fragmenta, 13 Qacoby) 238. CAMELEÓN 17 256.
ARTAPANO
Fragmenta, Qacoby) Fragmenta, (Wehrli) CLEARCO
ARISTÓFANES
726 F 3 b 358s. 2A 204; 207.
Equites, 123 (Coulon-Daele) 328. 13 384; 385. Fragmenta, 5 (Kock) 222; 223.

Vespae, 438 (MacDowell) 288. ASCLEPIO


CERCOPS CLEMENTEDE ROMA
In Aristotelis metaphysicorum libros
ARISTÓGENESDE T ARENTO Fragmenta,. (Diels-Kranz) ~Epistula ad Cor., 7, 2 (FuP) 100s.
commentaria, (Hayduck)
15 y 17, 4 326. 7, 6 332.
Fragmenta, 11 B (Wehrli) 208s. 9.10 166.
10, 1 390.
CICERÓN 17, 2 390.
ARISTÓN ATENÁGORAS
30, 5 176.
Fragmenta, 350 (Arnim) 134s. 'f._Legatio, 25, 1 (Otto) 218. Academia Prior, II, 16 210. 48, 2-3 154.
376 2W. II, 26 184. 48, 4 154.
ATENEO Brutus, 51, 191 (Wilkins) 178. 48, 5 154s.
ARISTÓTELES
Deipnosophistae, (Kaibel) De finibus, II, 37 (Schiche) 396. CLITARCO
Ethica Nicomachea, (Bywater) III, 86 F 292.
VI, 7, 1141 A 122. VI, 273 F 234.
De inventione I, 5, 6 (Guy) 156.
Fragmenta, Qacoby)
IX, 7, 3, 1168 a 1-3 68. VII, 282 B 104. De legibus, I, 6, 19 (Plinval) 380. 137 F 7 338s.
432 ÍNDICE DE AUTORES Y OBRAS ANTIGUOS ÍNDICE DE AUTORES Y OBRAS ANTIGUOS 433

Constitución Apostólica DERCILO II, 2 210; 214. DIOGENIANO


II, 36 (Funk) 396. II, 3, 1 210.
Paroemiae, (Leutsch-Schneidewing)
Fragmenta, Qacoby)
II, 3, 5 238.
305 F 2 292. VI, 46 98.
CORNELIO NEPOTE II, 4, 1 210.
VII, 33 72.
II, 19 210.
Alcibiades, 11 (Winstedt) 66. DIDACHÉ VIII, 34 116.
X3, 5 (FuP) 284s.
III, 78
IV, 1, 1
186.
210s.
DION!S1O DE ARGOS
CRATINO IV, 2, 1 210.
1, 1-2 154.
Fragmenta, 2 K (Kock) 118s. 4, 14-5, 15 154. IV, 3, 1 210. Fragmenta, 308 F Qacoby) 293.
IV, 4, 1 210.
CRISIPO DíDIMO DE ALEJANDRÍA IV, 5, 1 210. DIONISIO DE HALICARNASO
IV, 8, 2 212.
Fragmenta logica, (Arnim) Fragmenta, 4 (Schmidt) 206; 209. Antiquitates Romanae, Qacoby)
IV, 9, 1 212.
381 244s. I, 74 336s.
35s 134; 146; 396. IV, 60 210.
II, 49, 4 242s.
~ 2m V, 1, 1 210.
II, 59 244.
93-95 112. DIEUQUIDAS V, 2, 1 210.
106 270. V, 3, 1 210. De composotione verborum,
Fragmenta, Qacoby)
V, 4, 1 210. 25 (Usener) 134.
Fragmenta moralia, 117 256. 485 F 4 312s.
225 146. V, 34 174.
Fragmenta, Qacoby)
236 74; 252. V, 47 236.
DIODORO 251 F 1 288~
332 378; 382. VI, 1, 1 210.
251 F 3 326s.
346 Bibliotheca historica, (Bekter- VI, 75 207.
146. 308 F 292.
352 Dindorf) VI, 95 207.
282.
353 IV, 28 336. VII, 1, lss 212.
250. DIÓN CRISÓSTOMO
IV, 58, 1-4 336. VII, 2, lss 212.
Fragmenta physica, 1040 182. XIV, 33 372. VII, 4, lss 212. Orationes, 11, 6 (Arnim) 116.
116 128. VII, 43.63 142. 49, 7 218.
184 Fragmenta, 19 (Dindorf) 241s.
256. VII, 91 144.
VII, 103 256. DOROTEO
DióGENES LAERCIO
CRITOLAO VIII, 1 208.
Fragmenta, Qacoby)
Vitae philosophorum, (Long) VIII, 1, 2 216.
Fragmenta, 4 (Wehrli) 210. 145 F 4 328s.
proemio I 224. VIII, 3 216.
IX 210. VIII, 8 208; 326.
CTESIAS DURIS DE SAMOS
XII 208. VIII, 15 71.
Testimonia, Qacoby) I, 1, 2 212. VIII, 45 214; 325. Fragmenta, Qacoby)
688 F 2 290. I, 2, 14 206. IX, 1 324. 76 F 41 338s.
I, 3-4 202. IX, 1, 1 214; 268.
DEMETRIO I, 3.8 204. IX, 1, 10 214s. EFORO
I, 4, 4 208s. IX, 2, lss 212.
Fragmenta, 67 (Wehrli) 352. Fragmenta, Qacoby)
I, 4, 5 208. IX, 3, lss 212.
722 F 6 Qacoby) 340s. 70 F 104 228.
I, 5 206-209. IX, 5, 1 212.
70 F 105 234s.
I, 6, 4 207; 209. IX, 6, 1s 212.
70 F 174 384s.
DEMÓCRITO I, 7 226s. IX, 8, 1 212.
70 F 221b 332.
X:Fragmenta, (Diels-Kranz) I, 12 118. IX, 9, 1s 212.
70 F 223 338s.
68 B 150 116s; 178. I, 19.40-42 202. IX, 10, 1s 212.
70 F 237 340s.
68 B 299 220s. I, 27 208. IX, 11, 1s 212.
I, 30 324. IX, 112 118.
ELANICO
DEMÓSTENES
I, 62 214. IX, 116 166.
I, 88 77. X, 1, lss 212. Fragmenta, Qacoby)
De corona, 194 (Butcher) 250. II, 1, 1 210. X, 15 245. 4 F 168 336.
434 ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS ~ 1
ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS 435

ELIANO ESQUILO '>(Bacchae, 127 (Murray) 232. XIV, 5 196s.


De natura animalium, (Hercher)
I, 61 342.
K Septem contra Thebas, (Murray)
592 80.
1115ss
Fragmenta, 56 (Nauck)
196.
158s.
XIV, 18, 2-5 211.

II, 10 116. EUTIMENES


206 160s.
VI, 23 342s. ESTOBEO 160s.
439 Fragmenta, Qacoby)
Anthologium, (Wachsmuth-Hense) 482 230s. 243 F 1 308s.
EPICARMO 488 228.
3, 1 207. Ev. Iacobi
Fragmenta, 58 (Kaibel) 4, 110 1024 204s.
105. 134. ~1, 2 (Santos Otero) 224.
15, 12
21, 26
160. ;f_Hippolytus, 73-81 (Murray) 90s.
Ev. Thomae
EPICTETO 204.
34, 19 148. XPhoenissae, 471-472 158s. '(,8 (Kuntzmann-Dubois) 105.
Enchiridion, I, 4 (Schenkl) 136. 36, 20 834 330s.
118s.
II, 14, 12 186. 42, 3 158. FANIAS
Gnomologion, III, 14, 7 106s. 45, 22 160. EUSEBIODE CESAREA
Fragmenta, 19 (Wehrli) 338s.
82, 1 160.
Historia ecclesiastica, (Velasco) 33 326s.
EPICURO II, 1, 4 90.
ESTRABÓN
Fragmenta, 51 (Usener) 156s. V, 11, 2-4 91. FEDRO
187 160.
Chrestomatiae, I, 13 (Müller) 134. V, 11, 3-4 88.
VIII, 3, 30 336. VI, 6 338. Fabulae, 12 (Hervieux) 72s.
226 216s.
368 IX, 3, 5 298. VI, 6, 1 91.
180.
XIV, 1, 40 329. VI, 13 27; 29. FERECIDES
XV, 1, 59 218.
EPIFANIO Praeparatio evangelica, (Se) \(_Fragmenta, 3 F 47 Qacoby) 228.
XV, 1, 60 226.
Panarium, 42, 3, 3 (Holl) 276. XV, 1, 70 I, 9, 24 218.
218.
46, 2 226. VI, 10.14 218. FILÓCORO DE ATENAS
46, 2, 3 276. ESTRATÓN VII, 13 y 14 226.
226. Fragmenta, 54 A Oacoby) 308s.
47, 1, 7 276. VIII, 9, 38
Fragmenta, 145 (Wehrli) 238. 228. 190 332s.
47, 1.3 226. IX, 6
147 206. IX, 6, 2 222.
IX, 6, 3 224. FILÓN DE ALEJANDRÍA
EPIMÉNIDES EUDEMO IX, 6, 6 226. 378.
(De Abrahamo, II, 4 (Cohn)
Orationes, (Diels-Kranz) Fragmenta, 143 (Wehrli) IX, 6, 9 354.
212. 12, 57 138s.
3 B 1 202s. IX, 26 358.
99 136.
EUFORIÓN IX, 27 358.
ERATÓSTENES IX, 28 360; 363. De agricultura, (Wendland)
Fragmenta, l (Müller) 310s. 324. 14-15 284.
Fragmenta, Qacoby) IX, 34, 2
IX, 42 340. 15-16 131.
241 F la 336s. EUMELO
X, 4, 19 220.
241 F Id 338s. De con[usione linguarum,
Fragmenta, 11 (Kinkel) 374s. X, 4, 23-24 220. 404.
241 F 9 310s. 27, 137
X, 5 234. 152.
159
EUPÓLEMO X, 10, 7 290. 380; 386.
ESCAMÓN 171
X, 10, 16 288.
Fragmenta, Oacoby) De congressu eruditionis,
Fragmenta, Qacoby) X, 11 286; 290.
723 F lb 358s. 136.
476 F 3 236. X, 12 286s. 6
723 F 4 340s. 396.
XI, 2 197. 14
XI, 10, 14 354. 14, 77-79 134.
EsoPo EURÍPIDES
XII, 2 196. 23, 124s 138.
Fabulae, (Hausrath-Hunger) Antiopes. Fragmenta, (Nauck) XIII, 11, 3-12, 10 226. 27, 154 140.
377 104. 37 140.
372s. XIII, 12, 2 354. 28, 158

.l.
436 ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS 437

31, 177 140. I, 26, 146 362. HELÁNICO II, 142 334.
51 138. I, 28, 162 380. III, 22 176.
Fragmenta, Qacoby) III, 79 320s.
69 134. I, 164 370. 4 F 85b 326s.
79 396. II,1, 2 394. IV, 13-16 330.
4 F 89 228. 330.
II,1, 3 366. IV, 36
De cherubim, (Cohn) 4 F 152a 292s. 329.
II,1, 4 378; 380. IV, 145
3, 5, 7, 41 136. 4 F 178b 236. 236.
II,8, 46 394. IV, 183
98 134. 4 F 187 226s. 234s.
II,13, 66 394. V, 58
De ebrietate, 82 (Wendland) 138. II,35, 187 394. VI, 107-115 372.
HERÁCLIDESDEL PONTO VII, 26 233.
De fuga et inventione, 97 II, 37 352.
150. VIII, 20, 1 328.
II, 99 404. Fragmenta, 87 (Wehrli) 208.
De gigantibus, 6, 25 92. 130 300s. VIII, 77, 2 328.
Quaestiones in Genesim, (Petit) VIII, 96, 2 328.
f- De migratione Abrahami, III, 42 404. HERÁCLITO VIII, 131, 2 311.
67 368. III, 43, 213 134; 146. IX, 43, 1 328.
130 378. x_fragmenta, (Diels-Kranz)
195 204; 207. Quis rerum divinarum heres sit, 72s.
22 B 13 HESÍODO
195 258 136.
398. 22 B 40 268s; 324s.
Quod omnis probus, 13 68. 22 B 49 178. '( Fragmenta, (Diels-Kranz)
De mutatione nominum, 77 136. 282 228; 234s.
22 B 92 222s.
De plantatione, 33, 134 138. fILOSTÉFANO 306 122s.
40, 169 136; 138s. HERMAS 310 148s.
Fragmenta, 32 (Müller) 238.
De postosteritate Caini, Mandata, praef., 5 (Ayán) 66. 'f.-Opera et dies, (Solmsen)
36, 125-126 106. 254s. 276-279 402s.
fILÓSTRATO 11, 3
649 122s.
De praemis et poenis, (Cohn) Epistulae, 9 (Kayser) 262. Similitudines, IX, 12, 1-6 154. 737 130.
55 378. 360.
Visiones, 3, 4 400; 403. 753
De sacrificiis Abelis et Caini, fLAVIO JOSEFO 66s.
5, 5 X{heogonia, 135 (West) 245.
43 136. XAntiquitates judaicae, (Naber) 5, 7 254. 175 234.
VI, 14, 9 304. 25, 7 254s. 901s 245.
De sobrietate, (Wendland)
938-941 294s.
56 382. l)( Contra Apionem, HERMIPO
De somniis, II, 134 I, 1, 1-2 286.
68. HESIQUIO
221 I, 16, 103 286. Fragmenta, 82 (Kock) 228.
150.
254 130; 133.
I, 22, 176-181 222. Lexicon, (Schmidt)
I, 23, 218 340. HERODORO s. v., LÍ~UAACl 300.
De specialibus legibus, (Cohn) II, 1, 13 287.
I, 15 Fragmenta, Qacoby)
227. HIPASOS
I, 70 ";{pe bello judaico, 31 F 13 228s.
368.
I, 80 VI, 10, 437-440 348; 349. Fragmenta, (Diels-Kranz)
138.
HERÓDOTO 18 A 8 186.
III, 244 136s.
GELIO
De vita M osis, I, 1 Fragmenta, (Diels- Kranz)
354. O\ HIPÓLITO DE ROMA
I, 2, 5-4, 17 Noctes Atticae, (Marache) 11 A 5 212.
356.
I, 4, 17 V, 14, 1 286. Refutatio omnium haeresium,
358s. X..Historiae, 1, 1 (Legrand) 234. 154.
I, 5, 23 VII, 8, 1 286. V, 26, 15-16 (Wendland)
356. I, 62 328.
1, 6, 25 356; 358. I, 62-63 328.
I, 7, 32 356; 358. GORGIAS
I, 170 208. X HOMERO
1, 11, 60 356; 362. Fragmenta, Qacoby) II, 41 234. Ilias, I, 311.440 (Allen) 166s.
I, 25, 141.146 356. 82 B 8 II, 52, 1 404. II, 315 130.
182s.
1, 25, 141s 364. 82 B 29 II, 64 232. II, 653-658 294s.
134.
438 ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS 439

III, 108 402. Ilias parva (Allen) 23, 4 136.


~12 B
Y-._
M emorabilia, II, 4 372.
III, 200.216 166s. 292; 295. 368. 92, 3 136.
IV, 6, 12
V, 127 398s. 119, 6 136.
VI, 76 331. ION DE Quíos /_ Oeconomicus, 21, 12 368. 130.
123, 4
VI, 344 86. 125, 3 138.
XI, 832 Fragmenta, (Snell) JERÓNIMO
228. 140, 4 252.
XIII, 488 392 F 25b 326s.
242. 27. 141, 1 252.
De viris illustribus, 38 (PG)
XIV, 322 242.
XV, 411-412 lRENEO Epistula, 70, 4 27.
122. JUVENAL
XV, 716-731 250~ Adversus haeresis, (SC)
XVI, 122-128 250. Praef. 2 JOFONTE Satirae, 10, 145 (Owen) 150.
70.
XVII, 32 364s. X I, 11, 5 117. Fragmenta, 1 (Nauck) 120s.
XX, 198 364s. 'f....I, 28, 1 226. LAITOS
XX, 215 292s. II, 22, 3-6 347. JUAN CRISÓSTOMO Fragmenta, Qacoby)
XX, 248-250 116s. III, 2, 1-3 70s. 306s.
784 F 1
XXI, 8 360. III, 9, 2 224. Homilía in Math., 82 (PG) 276.
y Odyssea, I, 3 (Muehl) 166s.
III, 9, 3
III, 15, 1-2
346.
70s. JUBA
LEÓN EL FILÓSOFO
I, 52-52 235.
III, 16, 4 224. Fragmenta, Qacoby)
I, 154 326. Fragmenta, Qacoby) 296s.
III, 18, 7 347. 314s. 659 T 7
II, 276 92. 275 F 4
VII, 245 III, 21, 2 332; 352. 342.
235. 275 F 51 A
IV, 4, 3 74; 252. LUCIANO
VIII, 43.254 326.
VIII, 351 IV, 20, 4 248. JULIANO Hermotimus, 81 (Kilburn) 182.
206s.
X, 1-76 IV, 37, 1-6 74; 252.
229s. 202.
IV, 39, 1 74; 252. Orationes, 7, 215 B (Bidez)
X, 136 148. MARGITES
XI, 260 299. 'f..Epideixis, 5 (FuP) 248. JusTINO MARTIR Fragmenta, (West)
XI, 508-512 332. 13 333. 2Cy2A 122s.
XI, 568 242. 24.35. 93.95 136. 'f..1.Apologia, (Otto)
XI, 580 296s. 20, 3 170; 182.
XII, 142-200 74; 252. MEGÁSTENES
178s. !SÓCRATES 28, 2-3
XV, 223-224 332. 33, 8 248. Fragmenta, 43 Qacoby) 226.
XV, 459 166s.
Epistula, 3, 9 (Mathieu) 170. 74. 228s.
43, 8 715 F 3
XVIII, 338 86. 45, 1 398. 715 F 33 224.
XX, 350-370 332. lSTER 54 108.
Fragmenta, Oacoby) 59, 1 286. MENANDRO
HORACIO 334 F 43 296s. 64 108.
Fragmenta, 2 (Koerte) 208s.
Satirae, I, 1, 33 (Klingner) 144. ')(2 Apología, 6, 1 398. 3 306.
JÁMBLICO 7, 3 180. 307.
3
IGNACIO DE ANTIOQUÍA 1\De vita Pythagorica, (Klein) 7, 3-4 182.
252.
187 205.
36, 267 326. 7, 5 218 204.
'/.... Epistula ad Epheúos, (Ayán)
59 208. 7, 5-6 74; 252. 450 72s.
18, 1 261.
84 88. 8, 1 150.
19 224.
8, 2 398. MUSONIO
X Epistula ad Magnesios, 7, 2 248. ]ANTO 10, 6 398.
186.
13, 5 244. Dissertationum, 90, 4 (Lutz)
X Epistula ad Philipenses, 9, 1 154. Fragmenta, 27 (Wehrli) 326s. 150.
13, 6
'>(Epistula ad Romanos, 4, 2 130. 218.
NEANTES
45, 3 JENOFONTE ':(oialogus, 2, 1-2
130. 134; 146; 396. Fragmenta, Qacoby)
46, 1-3 3, 5
130. Cyropaedia, I, 7 (Marchant) 291. 94. 84 F 29 208.
12, 3
440 ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS 441

NINFÓDORO DE ANFÍPOLIS PfNDARO "( Leges, I, 624 A 384s. )<Politicus, 261 E 174s.
I, 626 A 376. 266 e 362.
Fragmenta, 20 M (Müller) 296s. ¼ragmenta, 33b (Snell) 298s. I, 632 D 384s. 268 e 362.
124 e 284s. I, 641 E 204s. 276 E 368.
NUMENIO DE APAMEA 169 402s. II, 658 E - 659 A 178; 403. 287 A 394s.
180 178s. 291 E-292 A
i.._Fragmenta, 9 (Des Places) 354s. 258 336.
II, 658 E
II, 659 A
402.
402. 295 e
368.
362.
'f Olympia, 3, 13 336.
II, 666 B 346. 301 e 402s.
ÜRÍGENES III, 688 A 376. 307 B 376s.
43.71 330.
~ Contra Celsum, (SC) IV, 705 D 376. 309 C-D 402s.
VIII, 50 146. K Pythia, III, 5 228. IV, 714 A 272s.
X Protagoras, 324 B 380; 386.
III, 14 235. V, 732 C 252.
Commentarium in ev. Matthaei, IV, 3-15 325 e 386.
328. V, 739 C 146.
45 (Klostermann) 94. IV, 60 329 A 100.
91. V, 877 A 252.
IX, 64 343 A 204s.
228. VII, 796 A 236.
343 B 204.
ÜRPHICA VIII, 844 A-B 86s.
343 D 203.
PITÁGORAS
~ Fragmenta, 14 (Diels-Kranz) 202.
X, 893 B
X, 904 C
112.
74; 252. l( Respublica, II, 362 A 80s.
'/.fragmenta, 14 A 7 (Diels) 330.
XII, 963 C-D 278. II, 369 E 104.
PALEFATO x_symbola, 18 88. II, 379 B-C 74; 252.
De incredibilibus, 43 (Festa)
;< Meno, 89 B 144. II, X, 617 D 252.
236.
PITOCLES III, 404 A 166s.
x¿finos, 313 C 378.
Fragmenta, 2 (Müller) 314 E 378. III, 413 A 174.
PANIASIS 332.
315 A 378. III, 413 A-C 162s.
Fragmenta, 16 (Matthews) 298. PLATÓN 319 e 384s. IV, 423 D 172.
IV, 424 A 142s.
PAUSANIAS 1 Alcibiades, (Burnet) '0enexenus, 238 C 380s. V, 475 D-E 268; 271.
II, 146 A-C 162s. VI, 510 A 274.
Fragmenta, 35 229. II, 150 D-E 398. \ Phaedo, 69 B-C 278. VII, 515 E 274 .
,<__Graeciae descriptio, (Spiro) . 69 C-D 268s. VII, 516 B 274.
Y Apologia Socratis, 31 D 252. 78 A 216-219. 142s.
I, 2, 1 336. VII, 527 D-E
I, 15, 2 336.
Y Cratylus, 390 C 168.
'-/phaedrus, 273 E 394. VII, 527 E 98.
I, 24, 1 410 A 344s. VII, 532 C 274.
235. 243 D 106.
I, 38, 7 291. y Crito, 46 B 247 e 218; 372. VII, 533 D 86s; 398.
162s.
I, 41, 1-2 336. 248 B-E 76. VII, 534 B-C 270.
I, 44, 8 334.
y Charmides, 156 D 218s. 250 e 394s. VII, 574 E 130.
II, 5, 8 291. y Epinomis, 977 B 257 D 67. X, 597 A 244s.
378s.
II, 6, 3s 291. 88. X, 597 E 186.
274 E - 275 A
II, 7, 9 235. )( Euthydemus, 290 B-D 380. X, 613 A-B 186.
274 E 218s.
II, 15, 5 291. X, 617 D 74; 220s.
~ Gorgias, 425 A-C 387. 275 B 260.
II, 16, 1 234. 448 e 122. 275 D-E 82; 100. K_sophista, 219 D - 223 C 90.
III, 14, 3 329. 465 e 166. 276 A 88. 226 A 157.
III, 16, 2-3 330. 480 C-D 380. 276 D 88; 100. 231 B 260.
V, 7, 6-7 336. 484 B 402. 278 A 68. 236 e 156.
VIII, 1, 4 289. 484 e 364. 279 B 146. 239 e 156.
X, 5, 7 298. 487 A 166s. 240 D 156.
X, 12, 1-2 301. 497 e 102.
';/ Philebus, 16 C 256s.
254 A 86.
X, 15, 6-7 329. 508 A 49 A 260.
376s. 86.
X, 25, 8 293. 521 A 56 A 284. \J.Symposium, 209 A
78.
X, 30, 9 235. 525 B-C 380; 386. 62 e 284. 209 A-D 68.
442 ÍNDICE DE AUTORES Y OBRAS ANTIGUOS ÍNDICE DE AUTORES Y OBRAS ANTIGUOS 443

209 D-E 216; 219. '/_ Caesar, 19, 8 226. PORFIRIO Ps.-PLATÓN
209 E-210 A 394s. ;<.De Iside et Osiride, 21, 359 D 334.
100. Ad Marcellam, (Potscher) Amatores, 137 B (Burnet) 268s.
210 A
211 e 389. '/ Lycurgus, 1 310. 12 74; 252. 11, 314 A 192s.
30, 2 368. 11, 314 B 98; 101.
215 B 233; 236s. De abstinentia, (Nauck) VII, 344 B 188.
1 Theages, 128 D 252; 330s.
'f-...Moralia, (Nachstadt y otros)
84 e 182.
IV, 17-18 226.

X:Theaetetus, 150 D 68. 119 E-F 142.


"'/--f'ita Plotini, (Henry-Schwyzer)
16, 5 222.
Ps.-PLUTARCO

176 B 186s. 154 e 214. Vita Anthonii, (Pohlenz)


180 A 116. 165 B-C 182. ~Vita Pythagorae, 39 (Nauck) 176. 4, 832 A 242.
184 e 176s. 221 e 172. 42 88.
')<_
Vita Homeri, A 5 310.
196 C - 200 A 90. 270 E 176.
197 D 112. 352 A 296. PRAXÍFANES PTOLOMEO
354 e 272.
~ Timaeus, 22 A 290s. 354 D-E 218s. Fragmenta, 10 (Wehrli) 242. Fragmenta, l (Müller) 288s.
22 B 220s; 400s. 382 D 394s.
23 B 400. 388 F 374. Kerigma Petri QUINTILIANO
27 A 378s. 393 e 374. 1 (Klostermann) 404. Institutio oratoria, (Radermacher)
29 D 256. 397 B-C 222.
37 E - 38 A 196. 11, 20, 2 156.
398 222. PROCLO
38 B 111. III, 1, 11 242.
566 222.
42 D 74; 252. 578 F 218; 221. Chrestomathia, (Severyns)
47 B 218s. 607 B 216. 96 298. SARAPIÓN
71 B 244s. 614 E 116. De oraculis Pitiae, (Ziegler)
90 A 252. 646 B 176. PROTÁGORAS 6-7, 397 B-C 222.
90 e 272. 761 E 298s.
91 D 76. '-1..,
Fragmenta, (Diels-Kranz)
827 D-E 86. 80 B 3.10 138. SÉNECA
863 D-E 176.
PLINIO Epistulae, (Gercke)
874 E 134; 146; 396. Ps.-BERNABÉ 89, 5 134; 146; 396.
Historia natura/is, (Mayhoff) 882 e 186. 94, 11 170.
964 B 402. '><.._Epistula,
13, 7 (Ayán) 136.
11, 12, 53 213.
977 D 342. 14, 9 346. Quaestiones naturales,
11, 79, 188 232.
981 D-E 104. 19, 1 154. IV, 13, 9 176.
VI, 56, 197 234.
1012 E 222. 20, 1 154.
VII, 56 228.
VII, 56, 197 234. 1086 D 110. SEXTO EMPÍRICO

VII, 56, 203 232. 1102 D 256. Ps.-CLEMENTE DE ROMA


Adversus Mathematicos, (Mau)
VII, 56, 204 236. 1131 F 238.
Epistula (Ayán) 11, 12. 49.68 156.
VII, 56, 207 236. 1132 C-F 240. 184.
2 Co., 13, 3 VII, 8 210.
XXX, 2, 9s 220s. 1141 e 240. VIII, 2 142.
Homiliae, (Funk)
XXXVII, 5, 75 286. 7' Numa, 8, 13 (Perrin) 224.
18, 4, 3 340; 342.
IX, 13.125 134; 146; 396.
r- Solon, 23, 6 (Ziegler) 86s. XI, 70 256.
PLOTINO 30 118. Ps.-GALENO Hypotyposes pyrrhoniae,
'/... Enneades, (Henry-Schwyzer) 'f.- Themistocles, 2, 6 214. III, 30-32 186.
Philosophica historia, (Diels)
I, 6, 6 72. 3 208s.
1--Theseus, 26-28 336.
SINESIO
V, 5, 6 374.
POLIBIO Ps.-JUSTINO De insomniis, (Terzaghi)
PLUTARCO 156 A 118.
Historiae, (Buettner-Wobst) Cohortatio ad Graecos, (Otto)
'T<..Alexander,2, 5 (Ziegler) 332. 29, 6, 1 235. 9 288. Epistulae, 57 (Hercher) 256.
444 ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS ÍNDICE DE AUTORESY OBRASANTIGUOS 445

SóCRATES I, 24 208; 238. De anima, 2, 3 245. TRASILO


I, 25 226. 11 333.
Historia ecclesiastica, (PG) Fragmenta, Gacoby)
I, 50.55 208. 53, 5-6 272.
III, 16 204s. 253 F 1 334s.
I, 51 220. De baptismo, 13, 1 136.
I, 83 162. TucfDIDES
SOLÓN I, 87 De cultu f eminarum, I, 2, 1 108.
158.
Fragmenta, 8, 7.5.6 (West) 118s. I, 124 150. De oratione, 26 272s. Historiae, Gones-Powell)
II, 5 160. II, 102, 5 332.
De resurrectione, 61, 1 333.
Sosrnio II, 21 152.
II, 47 De virginibus velandis, 5, 2 333. VARRÓN
324.
Fragmenta, Gacoby) II, 114 354. De re rustica, (Goetz)
595 F 2 310s. III, 26 234. TIMEO III, 1, 2 291.
III, 29 324. Fragmenta, Gacoby)
SUETONIO V, 58 226. 566 F 99 66. VIRGILIO
V, 63 202; 204.
,( Domitianus, (Ailloud)
V, 69 238.
566 F 116 332. i_Aeneis, III, 80 (Austin) 332.
4, 8-10 338. 566 F 126 338s. VIII, 343 300s.
VIII, 1 176. 566 F 133 212s.
¡,(._ Nero, 16 287. VIII, 21 228; 294. ZENOBIO
IX, 7.9.10 384. TIMÓN DE FLIUNTE
SULPICIOSEVERO XII, 44s 226. Paroemiographa, (Leutsch)
Fragmenta, l (Diels) 118. 174.
XII, 46 228. IV, 45
Cronicorum libri, (Bernays) 398s.
V, 17
I, 23, 8 301. TIMÓN FLIASIO
TEóFILO DE ANTIOQUÍA VI, 8 116.
Fragmenta, 25, 1s (Diels) 210s.
TACIANO ;xAd Autolicum, (Grant) ZENóN DE Cmo
I, 14 286. Titanomaquia
¡¡( Oratio ad Graecos, (Otto) II, 4 398. 6 (Allen) 228s. Fragmenta, 159 (Arnim) 182.
1 232; 234; 236. II, 27, 1-2 74; 252.
8 108. III, 12 130. TITO LIVIO ZoPIRO
21 298. III, 20 288.
36 Historiae, (Frarn;ois) Fragmenta, 296 (Kern) 326.
314s. III, 27 344.
37 I, 3, 3-4 336. 303 326.
304. III, 30 286.
38 I, 5, 1-2 300. 331 326.
288.
38-39 286s. TEOPOMPO
39 288; 290.
39 289; 293. Fragmenta, Gacoby)
40 256. 15 F 26 b 66.
41 214; 294; 296; 324. 15 F 72 208s.
15 F 205 310s.
15 F 334b 332.
TACITO
15 F 392 330.
De bello Germanico, (Kostermann) 115 F 70 330.
8 226.
'i Historiae, (Le Bonniec)
TERTULIANO
IV, 61 226. Adversus Iudaeos, 2, 7 (Ccsl) 136.
4 94.
TEODORETODE CIRO Adv. Marcionem, IV, 14, 13 346.
Graecarum affectionum curatio, Adversus Praxeam, 3, 6 222.
I, 15 (Canivet) 216. j-. Apologeticum, 19 286.
I, 19-20 232. 19, 6 288.
ÍNDICE DE AUTORES MODERNOS

Achard, G.: 431 Berciano, M.: 52, 81, 83, 103, 111,
145, 165, 187,197,205,285,371.
Ailloud, H.: 444.
Bergk, T.: 48, 69.
Aland, K.: 60, 72, 74, 76, 78, 80, 82,
94, 96, 98, 102, 114, 118, 144, Bernard, J.: 52, 67, 73, 75, 85, 95.
158, 160, 170, 178, 180, 184, 186, Bernard, P.: 54.
188, 190, 192, 202, 204, 238, 254,
256, 258, 260, 262, 264, 266, 272, Bernays, L.: 444.
274, 284, 344, 346, 350, 380, 382, Bernoulli, C. A.: 48.
390, 392, 398.
Bianco, Mª G.: 48, 54, 85, 105.
Alballe Martín, M.: 60.
Bidez, J.: 439.
Alfonsí, L.: 27, 49, 54, 91.
Bierbaum, W.: 54, 103, 109, 129,
Altaner, B.: 60. 135, 283, 285.
Allen, T. W.: 60, 116, 166, 398, Bietz, W. K.: 50, 147.
437s., 445.
Bigg, Ch.: 50, 77, 91, 111.
Amann, E.: 61.
Black, M.: 60.
Amerio, Mª L.: 54, 105.
Blair, H. A.: 50, 355.
Andres, F.: 54, 245.
Blume, H.-D.: 57.
Andresen, C.: 49, 141.
Boatti, A.: 47.
Arnim, J. Ab: 252, 430, 432s., 445.
Bohling, A.: 54, 69.
Atzert, C.: 431. Bolgiani, F.: 52, 54, 227, 287.
Austin, R. G.: 445. Bonnefoy, Y.: 52.
Ayán, J. J.: 100, 154, 254, 400, 437s., Bos, A. P.: 55, 395.
443.
Boulluec, A. le: 47, 91, 103, 165, 203,
207, 229, 245, 249, 282, 287, 377.
Bardenhewer, O.: 49, 91, 282. Bounaiuti, E.: 55.
Bardy, G.: 29, 49s., 52, 79, 85, 89, Bourgeois, D.: 38, 50.
91, 93, 165, 193.
Bousset, W.: 16-18, 21s., 50, 52, 93.
Barnard, P.: 35, 159, 161, 185, 195,
367, 399. Bover, l.: 60.
Bradley, D. J. M.: 55, 95, 183, 185,
Bauckham, R.: 54, 245, 249.
253, 257.
Beckby, H.: 429.
Bratke, E.: 55, 95.
Bekter, l.: 432.
Bréhier, E.: 50, 157.
Benedetto, F. di: 195. Brontesi, A.: 53, 73, 77, 79, 95, 111,
Berardino, A. di: 50, 60, 277. 129, 133, 173, 185.
448 ÍNDICE DE AUTORES MODERNOS
rr ÍNDICE DE AUTORES MODERNOS 449
!
Broudéhoux, J.-P.: 53, 75, 145, 227, Daele, M. van: 430.
Felici, S.: 54, 55, 58. Halton, Th.: 56, 299.
273.
Danieli, A.: 55, 133, 263, 293, 369.
Ferguson, A. S.: 56, 183. Hamman, A. G.: 50, 91, 397.
Buchberger, M.: 60.
Daniélou, J.: 50, 55, 59, 91, 93, 97,
Ferguson, J.: 48, 56, 67, 69, 109, 129, Harl, M.: 47.
Buettner-Wobst: 442. 101, 103, 105, 111, 123, 125, 127,
129, 139,143,145,165, 185, 197, 145, 283.
Harnack, A.: 17, 51, 60.
Buonaiuti, E.: 91, 153.
245,259,279,281,283,287,377, Fernández Ardanaz, S.: 20, 24, 50,
Hayduck, M.: 430.
Buri, F.: 53, 129, 145, 245, 249, 255, 385, 399, 401. 53, 56, 71, 79, 103, 105, 187, 197,
381, 383, 387. 199, 207, 271. Heinsius, D.: 47, 112.
. Dassman, E.: 59.
Burnet, J.: 80, 98, 142, 162, 174, 216, Festa, N.: 440. Henry, P.: 442s.
Davies, J. G.: 55, 129.
220,268,290,330,344,400,440,
Festugiere, A. J.: 48, 56, 141, 397. Hense, O.: 434.
443. Davison, J. E.: 55.
Filoramo, G.: 56, 87, 373. Hercher, R.: 429, 434, 443.
Butcher, S. H.: 432. Denis, A. M.: 50, 221.
Finan, Th: 56, 75, 107. Hering, J.: 15.
Butterworth, G. W.: 48, 55, 89, 175. Des Places, É.: 440.
Fitz, J.: 50, 225. Hermaniuk, M.: 56, 91, 229, 399.
Bywater, l.: 74, 336, 430. Dessi, A.: 55, 69, 131, 147, 153, 161,
183, 217, 263. Floyd, W. E. G.: 53, 153, 207, 253, Hervieux: 435.
263, 273, 279, 399, 404. Heussi, C.: 17, 56.
Deubner, L.: 438.
Camelot, P.-Th.: 29, 31, 47, 50, 53,
Fortin, E.: 56, 87, 97. Hilgendelf, A.: 51.
55, 77, 91, 109, 125, 129, 135, Diano, C.: 50, 239.
141,143, 15~ 163, 18~ 193,27~ Fraenkel, H.: 430. Hiller, E.: 56, 325.
Diels, H.: 116, 429, 431s., 434,
282.
437, 440, 443, 445. Franc,ois, P.: 445. Hitchcock, F.: 56, 285.
Canivet, P.: 444.
Dindorf, G.: 47, 98, 122, 150, 160, Früchtel, L.: 13, 47s., 56, 67, 108, Hoek, A. van den: 53, 56, 69, 91,
Casamassa, A.: 37, 50. 216, 268, 326, 432. 112, 168, 193, 223. 93, 103, 129, 131, 133, 135, 137,
Casey, R. P.: 17, 48, 55, 73, 109, Dindorf, G.: 432. Funk, F. X.: 432, 443. 139, 141, 157, 287, 355, 383, 404.
153, 183, 263. Holte, R.: 38, 51.
Dolger, F. G.: 55, 371, 375.
Caster, M.: 11, 27, 47, 93, 162, 166. Gallinari, L.: 53, 81, 91, 105, 111, Holl, K.: 434.
Draczkowski, F.: 55, 69, 109, 111,
Cataudella, Q.: 47. 131, 133, 143, 189, 271, 277, 359. 145, 225, 227, 275. Hort, J. A.: 15, 48.
Cessi, C.: 48, 209. Dubois, J.D.: 435. Galloni, M.: 53, 75, 77, 79, 81, 91, Howald, E.: 48, 217.
95, 193, 279.
Clark, E. A.: 53, 395. Dupuy, B. D.: 55, 199, 395.
Gemoll, A.: 56, 327.
Cocchini, F.: 50, 277. Ibañez, J.: 57, 127, 155, 369, 383.
Gercke, A.: 443.
Cognat, J.: 53, 89, 165, 345, 355. Elorduy, E.: 48, 85, 135, 251, 271, Isart Hernandez, Mª C.: 48.
359. Glockmann, G.: 56, 129, 245.
Cohn, L.: 435, 436.
Ernst , W.: 48, 89. Goetz, G.: 445.
Colunga, A.: 55, 91, 353. Jackson, J.: 96, 108, 110, 112, 122,
Eynde, D. van den: 50, 93. Grande, A. del: 216. 146, 162, 268, 326.
Collomp, P.: 16, 55.
Grant, R. M.: 444. Jacoby, F.: 336, 429-439, 444s.
Congar, Y.: 55.
Farinelli, L.: 56, 129, 153, 275, 285. Grima!, P.: 60, 293, 329. Jeanmaire, H.: 48, 199.
Coulon, V.: 430.
Fascher, E.: 50, 383. Grinten, F.: 53, 207. Jones, H. S.: 445.
Courcelle, P.: SO, 207.
Faye, E. de: 14, 15, 19, 22, 27, 53, Grzywaczewsky, J.: 56, 101.
Chapouthier, G.: 229.
56, 75, 91, 111, 145, 157, 165, Guaseo, C.: 56, 95. Kaibel, G.: 430, 434.
Christ, W.: 53, 209, 319, 335. 183, 257, 283, 367.
Guilloux, P.: 56, 273. Kambitsis, J.: 372.
450 ÍNDICE DE AUTORES MODERNOS INDICE DE AUTORES MODERNOS 451

Kaye, J.: 13, 53. Legrand, Ph.-E.: 437. Matthews, V. J.: 440. Muehl, P von der: 438.
Kayser, C. L.: 436. Leisegang, H.: 51, 227. Mau, J.: 443. Müller, A.: 429-431, 434, 436, 440,
443.
Kerényi, K.: 48, 199, 241. Leslie, F.: 59. May, G.: 57, 101, 199.
Müller, C.: 49, 336.
Kern, W.: 445. Leutsch, E. F. de: 49, 99, 430, 433, Mayhoff, S.: 442.
445. Munck, J.: 18-20, 22, 54, 101.
Kerrigan, A.: 57, 81. Mayor, J. B.: 15, 48, 74, 82, 84s.,
Levingstone, E. A.: 52. 90, 112, 118, 140, 146, 150, 166, Münzel, R.: 61, 82, 86, 90, 98.
Kierkegaard, S.: 19.
Liddell, H. G.: 10, 61. 174, 186,196,216,218,246,254,
Murray, G.: 435.
Kilburn, K.: 439. 346, 376, 384, 394.
Lies, L.: 56.
Kinkel, G.: 429, 434. Mees, M.: 51, 53, 57, 73, 145, 173,
Lilla, S. R. C.: 53, 57, 95, 97, 101, 391, 399. Naber, A.: 436.
Kittel, G.: 60. 103, 10~ 113,125,129, 13~ 13~
145, 151, 153, 165, 183,225, 245, Méhat, A.: 15, 17, 21-24, 27-31, 51, Nachstadt, W.: 442.
Klauser, Th.: 50, 60.
247,259,263,271,279,281,285, 53, 57, 69, 75, 97, 99, 101, 103,
Klingner, F.: 438. 107, 109, 111, 127, 151, 163, 183, Naldini, M.: 57.
355, 379, 395.
185,199,219,251,255,273,367, Nardi, C.: 47, 105, 139, 369.
Klostermann, E.: 52, 287, 440, 443. Livingstone, E. A.: 50, 56, 57, 59. 375, 395, 397, 399.
Klotz, R.: 30, 47. Nau, F.: 49, 221.
Long, H. S.: 432. Mehta, P. D.: 49, 225.
Knauber, A.: 217, 271, 347, 403. Nauck: 160, 429, 434, 435, 439,
Lopez-Oreja, J.: 57, 91, 404. Meifort, J.: 53, 282. 443.
Kock, H.: 57, 91, 429, 431s., 437. Lopez-Pego, A.: 49, 235, 297. Mendoza, F.: 57, 127, 155, 369, 383. Nautin, P.: 58, 77, 87, 89, 93, 95,
Koerte, A.: 439. Louis, P.: 429. 101, 107, 127, 142s., 153, 163,
Merino, M.: 11, 29, 35s., 47, 51, 199.
Koetschau, P.: 270. 167, 281, 399, 404.
Lowth, H.: 30, 338. Merkelbach, R.: 122.
Kostermann, E.: 444. Norwood, G.: 58.
Lubac, H. de: 51, 139. Messana, V.: 57, 143.
Kranz, W.: 116, 429, 431, 432, Nygren, A.: 51, 75.
Lutz, C. E.: 439. Metzger, B.M.: 60.
434, 437, 440, 443.
Lloyd-Jones, H.: 210. Milloué, L. De: 49, 225.
Krause, W.: 37, 51. Oeyen, Ch.: 58, 133.
Moingt, J.: 58, 75, 87, 113, 129, 141,
Kuntzmann, R.: 435 Ogg, G.: 58, 347.
MacDowell, D. M.: 430. 191, 269, 273, 397.
Kytzler, B.: 60. Omont, F.: 61.
Malingrey, A. M.: 29, 51. Molland, E.: 20, 51, 58, 89, 109, 111,
113,141,163,183,185,207,247, Orbe, A.: 51s., 58, 77, 85, 93, 107,
Mangenot, E.: 61. 271.
Labriolle, P. de: 51, 287. 109, 135, 155, 185,225,249,255,
Mann, F.: 57. Mondésert, C.: 11, 27, 47, 51, 53, 257, 265, 269, 273, 285, 347, 349,
Ladaria, L. F.: 53, 71, 93, 107, 125, 353, 367, 373, 383, 391.
Marache, R.: 436 58, 69, 71, 73s., 76, 87, 89, 97,
129, 145, 169, 189,255,321, 383.
103, 129, 143, 159, 162, 171, 173, Osborn, E. F.: 22, 26, 52, 54, 58,
Laga, C.: 52. Marchant, E. C.: 438. 183, 193, 265, 288, 367, 398. 67, 69, 101, 103, 107, 143, 145,
Markland, J.: 92, 98, 100, 108, 110.
Lagrange, M. J.: 51. Montfaucon, D. B. de: 61. 153, 165, 169, 187, 193, 195,
Marrou, H.-I.: 47. 197, 253, 271, 273, 277, 285,
Lake, S. K.: 51, 69. Mortley, R.: 37, 53, 58, 67, 75, 97, 397, 403.
Marsh, H. G.: 57, 95, 103, 193, 395. 103, 113, 125, 129, 147, 148, 185,
Lampe, G. W. H.: 10, 61, 79.
193, 197, 199, 207, 225, 249, 257, Otto, J. C. Th.: 430, 439, 443,
Martin, J.: 430. 444.
Lazzati, G.: 20, 22, 53, 93, 129. 269, 271, 273, 275, 279, 355, 375,
Martini, C.M.: 60. 404. Oulton, J. E. L.: 249, 261, 269, 275,
Le Bonniec, H.: 444.
Mathieu, G.: 438. Mouraviev, S. N.: 58, 223. 285.
Lebreton, J.: 51, 57, 95, 129, 279,
281. Matray, Ch.: 47. Muckle, J. T.: 58, 282. Owen, S. G.: 439.
452 ÍNDICE DE AUTORES MODERNOS
ÍNDICE DE AUTORES MODERNOS 453

Padovese, L.: 58, 85, 269. Prat, F.: 17, 59. Salazar, A.: 49, 239. Susemihl, F.: 430.
Palucki, J.: 58, 83, 141, 169, 283, Prestige, G. L.: 52, 271, 404. Santos Otero, A.: 435. Sylburg, F.: 47, 72, 76, 106, 150,
385, 391, 399. 160, 240, 256.
Privitera, G.: 49, 239.
Sariol Díaz, J.: 48.
Pellegrino, M.: 51, 54, 59, 91, 295.
Prunet, O.: 54, 75, 81, 85, 147, 149,
Scott, R.: 10, 61, 99.
Pépin, J.: 49, 52, 59, 157, 169, 171, 279, 285, 379, 381, 383, 389.
Taylor, A. E.: 49, 253.
185, 207, 225, 249, 257, 273, 287, Schenkl, H.: 434.
397, 399. Telfer, W.: 60, 91, 145.
Scherer, W.: 54, 369.
Peretti, A.: 49, 223. Quasten, J.: 27, 30, 57, 61.
Tengblant, E.: 376.
Schiche, T.: 431.
Perrin, E.: 442. Quatember, F.: 21, 23, 54.
Terzaghi, N.: 443.
Schmidt, M.: 432, 437.
Petit, F.: 436. Thraede, K.: 37, 52.
Schmi:ile, K.: 54, 59, 87, 253, 397.
Pfeiffer, R.: 49, 241, 431. Radermacher, L.: 443.
Torm, F.: 28, 52.
Rahlfs, V.: 61, 68, 70, 82, 86, 92, Schneidewing, F. G.: 49, 99; 433.
Pini, G.: 36, 38, 48, 76, 89, 91, 109, Treu, U.: 13, 47, 60, 137, 139, 297,
112, 137, 139, 177, 194, 204, 96, 122, 124, 126, 130, 132, 140, Schwartz, E.: 74, 78, 92, 94, 104,
375, 404.
208s., 216, 221, 241, 243, 245, 142, 148, 154, 180, 188,194,200, 110, 118, 130, 152, 160, 174, 186,
252, 268, 270, 288, 339, 390. 248, 272, 274, 276, 284, 318, 340, 204, 216, 220, 248, 252, 262, 270, Tsermoulas, J. M.: 54, 117, 263.
348, 378, 388, 390. 282, 330, 382, 388.
Plasberg, O.: 431.
Rahner, H.: 52, 87, 167, 177. Schwyzer, R.: 442.
Plinval, G. de: 431. Usener, H. l.: 433s.
Redondo, E.: 11, 35, 36, 47. Séchan, L.: 49, 237.
Pohlenz, M.: 20, 49, 54, 71, 85, 162,
183, 199, 257, 285, 431, 443. Resch, A.: 52, 61, 161, 273, 367. Seesemann, H.: 59, 103, 181, 191,
Vacant, A.: 61.
239, 263, 265, 381.
Postgate, J. P.: 59, 216s., 290, 338, Richardson, W.: 59, 227, 379.
Valentin, P.: 60, 73, 197.
354. Riedinger, R.: 59, 249, 255, 257, 333, Severyns, A.: 49, 235, 443.
359, 365, 387. Velasco, A.: 30, 435.
Pi:itscher, W.: 443. Snell, B.: 49, 178, 203, 298, 438, 440.
Potter, J.: 47, 66, 72, 74, 76, 78, 80, Riedweg, Ch.: 54, 87, 95, 165, 177, Verbeke, G.: 52.
Solmsen, F.: 59, 75, 122, 377, 402,
82, 86, 88, 90, 92, 94, 96, 98, 193, 395. 437. Victorius, P.: 47.
100,104,106, 10~ 11~ 112,114,
Ritter, A. M.: 59, 227. Spanneut, M.: 52, 225. Vi:ilker, W.: 20, 54, 75, 145, 149,
116,118,122,128,130,132,136,
138, 140, 142, 144, 146, 148, 150, Rizzerio, L.: 59, 103, 197, 199, 399. 247, 395.
Spiro, F.: 440.
152, 156, 158, 160, 162, 166, 168,
Roberts, L.: 26, 59, 99, 287. Stahlin, O.: 13, 30, 34-36, 47s, 59,
172, 174, 176, 178, 182, 184, 186,
188, 192, 194, 196, 198, 200, 202, Roger Riviere, J.: 49, 225. 72, 74, 76, 78, 82, 84, 86, 94, 98, Wachsmuth, C.: 434.
204,206,208,210,212,214,216, 100, 104, 106, 108, 112, 114, 118,
Rose, V.: 430. Wagner, W.: 25, 26, 60, 101, 429.
218, 220, 222, 224, 226, 228, 230, 122, 130, 142, 146, 148, 150, 152,
234,236,238,240, 242, 248, 250, Ross, W. D.: 430. 154, 156, 160, 162, 164, 166, 168, Walter, N.: 52, 60, 287, 341, 430.
252,254,256,258,262,266,268, 174, 184, 188, 194,198,204,208,
Ruiz-Jurado, M.: 59, 141, 247, 261. Wehrli, F.: 49, 211, 430-432, 434s.,
270, 272, 274, 278, 280, 282, 284, 212,216,218,220,222,230,232,
437s., 443.
286, 288, 292, 296, 298, 302, 304, Ruwet, J.: 59, 101, 155, 161, 163, 236,242,244,246,248,252,254,
306, 308, 310, 312, 314, 316, 318, 173,211, 223, 247, 249, 255, 273, 262,264,266,268,280,282,285, Welcker, F. G.: 49, 69.
322, 324, 326, 328, 330, 332, 334, 281,285,317,335,353,359,367, 288, 290, 292, 294, 300, 312, 322,
Wendland, P.: 130, 352, 435-437.
336, 338, 340, 344, 346, 348, 352, 397, 404. 326, 330, 334, 336, 338, 344, 346,
354,356,358,360,362,364,366, 348, 354, 356, 368, 376, 378-380, West, M. L.: 118, 122, 294, 430s.,
368, 372, 376, 378, 384, 386, 388, 382, 398, 400, 402, 404. 437, 439, 444.
390, 396, 398, 400, 402, 404. Saffrey, H. D.: 49, 89. Stelzenberger, J.: 59, 79. White, M. E.: 58.
Powell, J. E.: 431; 445. Sagnard, F.: 17, 48. Stephanus, H.: 27, 61. Wikgren, A.: 60.
454 ÍNDICE DE AUTORES MODERNOS

Wilamowitz-Moellendorff, U. von: Winstedt, E. O.: 432. ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS


72, 86, 94, 106, 110, 112, 114,
Wrobel, l.: 431.
122, 146,194,206,244,252,270,
332, 354, 402.
Aarón: 305, 333. Agesilao: 309.
Wilkins, A. S.: 431. Ziegler, K.: 442, 443.
Abaris: 331. Agias: 293.
Abathán: 303. Agnis: 237.
Abdadonai: 307, 333. Ahikar: 221.
Abdera: 213. Ajaz: 313.
Abdías: 307, 333. Ajías de Siló: 305, 307.
Abesán: 303. Alcman: 241.
Abíam: 307. Alcmeón de Crotona: 239, 333.
Abiatar: 305. alegría: 73, 83, 93, 295, 373, 277,
385.
Abimélec: 303, 305, 307.
Alejandría: 339, 353.
Abraham: 135, 137, 141, 153, 189,
333, 339, 351. Alejandro de Macedonia: 223, 323,
325, 333, 337, 339, 355, 367.
Acab: 309.
alianza: 319, 403.
Academia: 211.
Alíate: 213.
Acasto: 309.
alma: 69, 71, 81, 83, 87, 89, 91, 93,
Acaz: 313.
143,145,147,159,173,219,221,
acción: 85, 93, 107, 113, 173, 179, 223, 253, 271, 281, 341, 367, 369,
251, 381, 383, 397. 381, 387, 399.
Acías: 333. Amasías: 311.
Acrisio: 293. Amazonas: 337.
Acrisis: 299. Amitay: 313.
Actea: 293. amor: 135, 189, 295, 357, 367, 391,
393.
Acteón: 293.
Amosis: 287, 289, 291.
Acusilao: 205, 291.
Amós: 311, 313, 333.
Adán: 333, 339, 341, 345.
Ana: 335.
adivinación: 123, 175, 229, 331, 233,
329, 333. Anacarsís de Escitía: 203, 227, 239.
Admeto: 299, 329. Anacreonte de Teos: 241.
Adriano: 345. Ananías: 307, 315, 317.
Agamenón: 293. Anaxágoras: 211, 239.
Agar: 137, 141. Anaxarco: 149, 213.
Ageo: 317, 321, 323, 335. Anaximandro de Mileto: 211.
456 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS
ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 457

Anaxímenes de Mileto: 211. Arcadia: 289, 297, 329.


Asclepio de Menfis: 235, 295, 331. Belucos: 291.
Andrón: 325. Arcanania: 333.
Asia: 203, 297, 339, 353. Benjamín: 341.
Anfiarao: 329, 333. Arcesilao: 211.
Asinio: 341. Benner: 303.
Anfiction: 293. Argonautas: 329, 333.
Asiria: 91, 225, 289, 359. Berito: 229.
Anfilito: 329. Argonáuticas: 295.
Astiages: 213. Beroso: 315.
Anfíloco: 333. Argos: 205, 289, 293, 295, 297, 331,
astronomía: 213, 233, 271, 359, 379. Besabel: 123.
337, 367, 375.
Anfión: 299, 327. Atenas: 203,211,241,293,329,331, Bías de Priene: 203, 209.
Aristandro: 333.
Anfípolis: 297. 333, 337, 339.
bien: 77, 83, 95, 105, 125, 129, 131,
Aristarco: 209, 309.
ángel: 77, 249, 255, 317. Atenea: 385. 13~ 14~ 14~ 15~ 161,163,165,
Aristeas: 297. 171,173,183,219,225,253,255,
Anios: 333. Ática: 373.
257,265,271,275,285,335,365,
Aristeo: de Cirene: 329.
Antifanes: 237. Atlante: 229, 235, 295. 367, 371, 383, 389.
Aristeo de Proconeso: 331.
Antifón de Ramnusio: 241. Atlas: 293. Blisón: 215.
Aristipo: 297.
Antíloco: 245. Atosa: 237. Boecia: 329.
Aristóbulo: 227, 355.
Antíope: 373. Augusto: 339, 345, 347. Boio: 329.
Aristodemo: 239.
Antisa: 239. Aurelio: 345. Boleas: 303.
Aristógenes: 209.
Antístenes de Frigia: 211, 217. Avaris: 289. Bósporo: 237.
Aristón: 329.
Antonino: 345, 349. Azarías: 317. Bouzi: 315, 333.
Aristóteles: 157, 207, 211, 223, 239,
Antonio: 339, 341. Brahamanes: 219, 223, 225, 229.
259, 331, 385, 395.
Aod: 303. Babilonia: 123, 221, 313, 315, 317, Brontino: 327.
armonía: 199, 237, 359, 377.
319, 321, 351, 357.
Apión: 287. Buda: 227.
Arquelao: 211.
Bacantes: 197, 269.
Apis: 235, 297. Arquémaco: 309.
Bacidas: 329.
Apolo: 299, 301, 333, 375, 385. Cadmo: 235, 293, 295, 297, 299.
Arquías: 329.
Baco: 373.
Apolodoro: 213, 243, 295, 309. Calcante: 329.
Arquíloco: de Paros: 69, 241, 327,
Bactriana: 225.
Apolonio de Rodas: 295. 329. Caldeos: 217, 219, 225, 233, 315,
Barac: 303. 359.
Apóstol: 77, 79, 83, 89, 103, 115, Arquiloquios: 119, 309.
125, 159, 161, 179, 181, 183, 185, bárbara (gente): 117, 159, 167, 197, Caleb: 301.
Arsés: 323.
187, 189, 203, 239, 259, 261, 265, 199,201,209,217,219,221,225,
Calino: 329.
267, 273, 275, 389, 391, 393, 399. Artajerjes: 317, 321, 355. 229,233,239,263,285,339,343,
401. . Calitea: 375.
apóstoles: 79, 91, 93, 97, 169, 183, Artapano: 359.
Basílides: 347. Cambises: 321.
265, 267, 359. arte: 113, 123, 125, 149, 153, 157,
15~ 16~ 175,233,23~25~35~ Bato: 329. Cameleón: 205, 385.
aprendizaje: 95, 113, 139, 145, 147,
153, 217, 219, 221, 223, 227, 229, 363, 367, 369, 385, 401.
Batuel: 313. Canán: 303, 307.
249,259,267,359,365,389,403. Artemis: 299.
bautismo: 265, 277, 335, 347. carácter: 83, 247, 343, 375, 401.
Aquiles: 229, 251. Artino: 327.
Beda: 303. Caria: 333.
Árabes: 219, 233. Asa: 307.
Beeri: 311. caridad: 75, 187, 191, 391.
Arato: 267. Ascanio: 337.
Belén: 303. Carilo: 311.
ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 459
458 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS

Caristo: 329. Cleofón: 329. Cristo: 75, 77, 79, 81, 97, 103, 129, Demetrio: 341, 353, 355.
131, 13~ 141,155,181, 18~ 18~
Carmental de Roma: 301. Cleomenes: 207. demiurgo: 113, 183, 377.
257, 259, 263, 321, 335, 351, 369,
Cármides: 219. Cleopatra: 323. 381, 399. Demócrito: 117, 213, 221.

Carnéades: 213. Clitarco: 339. Critolao: 211. Demódoco: 269, 327.

Cartago: 329. codicia: 201, 365, 389. Crónicas: 295. Demofonte: 293, 339.
Casiano: 287. Colofón: 213, 329. Cronografía: 311. demonio: 245, 253, 333, 343.
Cástor: 295. Colosenses: 103. cronología: 213, 231, 241, 243, 287, Dercilo: 293.
289, 301, 305, 307, 309, 315, 321,
Cayo: 333, 345. Cometes de Creta: 329. 323,335,337,339,345,349,353. descubrimientos: 185, 229, 233, 235,
239, 245, 257, 279, 335, 379.
Cebes: 217. Cómodo: 339, 341, 345, 347, 349. Cronos: 403.
Deucalión: 289, 293, 335.
Cebrión: 331. comportamiento: 367, 369, 389, 391. Crótopo: 293, 335.
concausa: 279, 281, 283. diablo: 169, 251, 255, 265.
Cécrope: 289, 293, 339. Ctesias: 291.
conciencia: 79, 393. dialéctica: 125, 157, 161, 165, 167,
Cefalenia: 333. cuerpo: 69, 79, 93, 97, 133, 177, 183, 169, 175, 283, 395, 397, 399.
Cercops: 327. conocimiento: 79, 81, 91, 97, 99, 111, 219, 223, 257, 275, 355, 361, 387.
11~ 125, 12~ 131, 14~ 14~ 15~ didáctica: 137, 169,.
César: 227, 339, 345, 347. cultura: 103, 111, 133, 137, 141, 143,
165, 167, 169, 173, 181, 183, 187, 359. Dídimo: 207, 209, 245.
Ciaxares: 213. 189,191,201,203,205,207,219,
221, 223, 235, 239, 249, 261, 273, Cumas: 243, 329. Dieuquidas: 313.
ciclo (educativo): 135, 271, 283, 359, 275, 285, 297, 327, 353, 365, 373, Cusán: 301. dinero: 73, 75, 243, 265.
363. 375,37~385,389,391,393,39~
399, 399, 401, 403. Chipre: 235. Diodoro: 211, 241.
Cíclopes: 333.
constancia: 139, 143, 371, 377, 387. Diógenes de Esmirna: 187, 213.
Cídipo de Mantinea: 237.
contemplación: 89, 101, 105, 137, Dáctilos: 229, 235, 335. Dionisio de Argos: 293.
cielo: 77, 123, 267, 307, 359, 369,
375, 377, 397. 175,199,231,267,271,273,343, Damnameneo: 235. Dionisio de Cartago: 329.
177, 379, 395.
ciencia: 75, 77, 81, 113, 123, 125, Dánao: 243, 293. Dionisio de Halicarnaso: 289, 327,
135, 141, 147, 153, 163, 165, 169, corazón: 71, 83, 125, 189, 201, 261, 373.
263, 273, 389, 393, 401. Daniel: 123, 317, 319, 333, 349.
175, 201, 225, 229, 233, 235, 271,
281, 367, 369, 379, 381, 383, 391, Dardania: 293. Dioniso: 199, 241, 295, 323.
Core: 293.
395, 397. Dárdano: 293. Dionisofanes: 243.
Corintios: 155, 205.
Cilicia: 333. Darío: 213, 215, 317, 321, 323. Dios: 75, 77, 79, 83, 85, 93, 95, 97,
costumbre: 77, 83, 189, 205, 297,
Cíniras de Chipre: 329. 107, 123, 125, 127, 129, 135, 137,
379. Datis: 373. 141,147,155,163,169,171,181,
Ciro: 213, 317, 321. Crantor: 211. David: 83, 305, 307, 315, 319, 325, 183, 185,187,189,191,193,195,
Cirón: 329. 349, 351. 219, 225, 227, 253, 255, 257, 261,
Crates: 211, 213, 311.
263, 265, 267, 269, 273,275,279,
Claudio: 339, 345. Cratilo: 343. Débora: 303, 335. 281,283,301,313,317,333,353,
Clazomenes: 211, 239. Delas: 235. 359, 363, 365, 367, 369, 371, 373,
Cratino: 119.
375, 377, 381, 383, 389, 391, 393,
Cleantes: 213. Cres: 291. Delfos: 223, 299, 301, 375, 385.
395, 397, 399, 403.
Clearco: 223. Creso: 213. Delos: 333.
Dioscuros: 295.
Clemente: 155. Creta: 291, 293, 331. Demeneto de Focia: 329.
dioses: 123, 205, 219, 297, 299, 331,
Cleóbulo de Rodas: 203, 207. Crisipo: 213. Deméter: 297. 343.
111

460 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS


(
ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 461

discernimiento: : 143, 155, 169, 185, Elías: 307, 333. escritura: 67, 69, 75, 77, 79, 81, 85, Eumelo de Corinto: 329.
187, 189, 331, 397, 399. 87, 89, 95, 97, 99, 101, 103, 107,
Élida: 331. Eumolpo: 293.
discípulo: 71, 91, 169, 211, 213, 219, 111,119,121,123, 12~ 13~ 13~
Elíseo: 307, 309, 333. 141,149,155,161,169, 171, 177, Eupolemo: 341, 359.
221,223,241,281,325, 34~
elocuencia: 159, 161, 175, 221. 181, 18~ 193,201,21~221,223,
discurso: 79, 89, 117, 119, 121, 149, Eurípides: 159, 231, 331, 373.
227,229,235,239,243,245,249,
157, 159, 161, 163, 173, 189, 239, Empédocles: 331. 259, 267, 269, 273, 277, 285, 287, Euristrato: 211.
243, 287, 401. 289,291,299,313,315,319,327,
Empedótimo: 331. Europa: 203, 293.
doctrina: 79, 83, 91, 107, 111, 125, 333,341,347,349,353,355,359,
Eneas: 337. 375,383,385,389,391,397,399, Europe: 291.
139, 147, 153, 167, 221, 231, 257,
259, 283, 285, 355, 377, 401. engaño: 113, 115, 149, 149, 159, 159, 403. Europia: 375.
159, 161, 163, 163, 169, 175, 177, Escrituras (Sagradas): 153, 173, 269,
Domiciano: 339, 345. Eutimenes: 309.
177, 177, 181, 185, 185, 185, 205, 353, 355.
Domicio: 341. 255, 331, 373. Evandro: 301.
escuela: 197, 199, 209, 211, 213.
Doriso: 309. Enone: 331. Evangelio: 263, 335, 345, 347, 351,
Esdras: 317, 319, 355. 391.
Doroteo: 329. enseñanza: 75, 79, 81, 87, 95, 127,
131, 141, 145, 147, 153, 159, 177, Esfinge: 177. Evéneto: 339.
Dracón: 245. 185, 187,193,221,225,229,231, Esparta: 331. Evergetes: 323.
Duris: 339. 233,239,247,249,259,265,269,
279, 281, 283, 289, 341, 359, 371, esperanza: 85, 269, 349, 391. Excesto: 331.
399, 401, 403. Espeusipo: 211. Exegéticas: 287.
Ebrón: 303. entendimiento: 73, 93, 95, 119, 123, espíritu (alma): 71, 77, 83, 97, 225, experiencia: 111, 123, 139, 149, 167,
Eclesiastés: 201. 141, 169, 243, 267, 269, 397. 255, 283. 353, 371, 383.
envidia: 99, 159, 161. Espíritu (Santo): 83, 133, 169, 195, Ezequías: 313.
educación: 71, 83, 87, 125, 129, 133,
135, 141, 143, 145, 147, 149, 151, Eolo: 229, 231. 201, 259, 321, 383.
Ezequiel: 223, 317, 333, 361.
187, 189, 201, 217, 229, 271, 281, Estesícoro de Himera: 241.
Epicarmo: 213.
283, 357, 359, 361, 363, 371, 381,
385, 387, 389, 403. Epicuro: 69, 213, 217, 245. Esther: 317.
facultad: (capacidad) 97, 123, 149,
Eetes: 237. Epífanes: 323. estilística: 125, 175, 177, 283, 401. 151, 175, 257, 369, 397.

Eforo: 235, 333, 339, 341, 385. Epígenes de Tespis: 327, 329. estratega: 361, 367, 369, 371, 373, Faetón: 335.
383.
Efraim: 303, 307. Epiménides de Creta: 203, 331. falacia: 181, 185.
Estratón: 207, 211, 239.
Egesías: 339. Epimeteo: 293. Falerio: 353.
estudio: : 135, 149, 211, 219, 259,
Egialeo: 291. Epínomis: 379. Fanias: 339.
355.
Eratóstenes de Cirene: 243, 311, 339. Fanías: 327.
· Egipto: 91, 137, 217, 221, 225, 235, eternidad: 77, 81, 133, 197,199,255,
289, 291, 305, 315, 317, 325, 335, Eresos: 237. 319. Fanotea: 245.
341, 355, 357, 359, 361, 365.
Eritras: 301, 329. Eubea: 309. fe: 75, 77, 83, 109, 113, 127, 129,
Eglón: 303. 137, 143, 147, 153, 155, 163, 165,
erudición: 149, 221, 269, 355, 403. Eucaristía: 77, 277. 167, 169, 175, 181, 185,269,275,
Elami: 307.
Eudemo: 213, 215. 283, 285, 381, 391, 393.
Escamón de Mitilene: 237.
elección: 253, 255, 263, 265. Fedón: 217.
esclava: . Eudoxo de Gnido: 221.
Elena: 337. Fedro: 219.
esclavitud: 85, 137, 141, 159, 187, Euforión: 311.
Eleusis: 293. 269, 391. felicidad: 89, 149,279,281,367,383.
Éufrates: 315.
462 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS
' ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 463

Femio: 327. Foroneo: 291. Habacuc: 315, 317, 333. Hiphasso: 187.
Femónoe de Delfos: 299, 333. Foronides: 291, 375. habilidad: 113, 123, 117, 139, 149, Hipias: 373.
Fenicia: 293, 307, 311, 313. fortaleza: 131, 181, 279, 361, 377. 157, 159, 161, 173, 261, 285.
Hipo: 229, 231, 329.
Fenicias: 159. Fósforo: 373. Hades: 133, 327.
Hiponacte: 69, 241.
Ferecides de Siria: 205, 209, 211, Frigia: 293. Héctor: 251.
Histaspes: 321, 323.
299. Hechos de los apóstoles: 181, 265,
Ftiótida: 289. Historia: 213, 237, 287, 289, 307,
Fetón: 293. 267, 359.
309,313,315,325,333,341,345,
Filadelfo: 323, 353. Hegesibulo: 211, 239. 349, 373, 385, 395.
Gad: 305, 333.
Filípicas: 311. Hegesinos: 211, 213. hombre: 67, 69, 75, 79, 81, 89, 93,
Galacia: 225. 99, 103, 105, 109, 119, 123, 131,
Filipo: 321, 337. Helánico: 227, 237, 293, 327.
Galba: 321, 345, 349. 145, 149, 151, 159, 163, 167, 181,
Filocoro: 309, 333. Héleno: 331. 187, 189,195,201,207,209,217,
Galeón: 333. 221,223,225,233,245,247,249,
Filométer: 323, 355. Helicón: 223.
Gamelión: 245. 255, 263, 265, 267, 279, 285, 289,
Filón de Alejandría: 137, 227, 341, Helí: 303, 305. 291,297,303,313,325,331,343,
359. . Ganimedes: 335. 361,363,381,383,389,395,399,
Hera: 375.
Gedeón: 303. 403.
Filopátor: 323. Heraclea: 327, 385.
geometría: 135, 167, 199, 221, 233, Homero: 123, 207, 217, 293, 295,
filosofía: 81, 103, 107, 109, 111, 113, Herácleas: 229.
271, 279, 359. 299, 309, 311.
129, 131, 133, 135, 141, 151, 153,
Heracles: 295, 299, 325, 337, 367.
157, 165, 167, 169, 181, 183, 185, Germánico: 339. homicida: 255.
199,205,211,213,217,219,225, Heráclidas: 311, 331, 337, 339.
Get: 313. homonimia: 169, 175, 277, 315, 377.
227, 231, 233, 239, 245, 249, 257,
Heráclides del Ponto: 301.
263,265,269,271,275,279,281, Getos: 219. Hyppobotos: 209.
283, 287, 359, 395, 397, 405. Heráclito: 215, 223, 269, 325.
Giges: 311.
filósofo: 87, 125, 149, 153, 159, 183, herejía: 161, 167, 275, 277, 283.
gimnasia: 113, 143, 159, 167. Ida: 335.
18~205,209,211,213,21~21~ herencia: 93, 269.
225, 227, 229, 257, 261,269,273, Glauco: 335. Ideos: 229, 235, 335.
287, 355, 367, 377, 379, 383. Hermas: 255, 401.
Gneo: 341. Idmos: 333.
Filostéfano: 239. Hermes: 219, 295, 331.
gnosis: 71, 77, 91, 101, 103, 113, !fitos: 337.
finalidad: 79, 103, 105, 109, 133, 149, 127, 135, 139, 155, 167, 169, 179, Hermipo: 229.
Iglesia: 97, 155, 217, 255, 275, 277.
153, 15~ 16~ 16~ 169,175,211, 195, 201, 207, 281, 283, 285, 369, Herodoro: 229.
239, 249, 257, 259, 265, 283, 287, 379, 405. ignorancia: 73, 81, 109, 147, 153,
30~313,31~319,321,36~37~ Heródoto: 209, 213, 235, 321. 253, 255, 257, 397.
Gorgias de Leontinoi: 183.
381, 393. Herófila: 301. Ilíada: 295.
Gotholía: 309.
Fiscón: 323. Hesíodo: 123, 149, 207, 235, 295, India: 225, 227, 229.
Gotoniel: 301. 299, 309, 403.
física: 103, 211, 229, 239, 271, 327.
Índicos: 227.
Fito: 329. gracia: 75, 97, 155, 265, 347. Hierón: 213.
instrucción: 71, 131, 149, 165, 167,
Flavio: 349. gramática: 135, 167, 241, 243, 283, Hijo (de Dios): 119, 141, 263, 265, 169, 185, 285, 331, 359, 363, 391-:
287, 311, 359. 267,269,279,281,293,367,385,
Focia: 331. 389, 399. inteligencia: 95, 97, 111, 119, 121,
Grecia: 89, 205, 217, 229, 289, 291.
Forbas: 291. 123, 125, 127, 141, 159, 175, 18"1,
guerra: 293,295, 301, 309, 319, 325, Hiperbóreos: 227, 331. 201, 259, 269, 359, 369, 389, 391,
Formión de Laconia: 331. 327, 329, 337, 349, 357, 365. Hiperón: 325. 399.
464 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 465

Inventos: 109, 123, 125, 169, 207, Jiram: 307. Laocoonte: 331. Logos (divino): 81, 97,119,159,171,
233,235,237,239,241,297,299. 175,183,189,193,197,199,249,
Joacaz: 315. Laques: 221.
lo: 235, 293, 297. 275, 319, 381, 403, 405.
Joaquim: 315, 321, 357. Laso de Hermión: 239.
Ión de Quíos: 293, 327. Lucas: 345.
Joás: 303, 309, 311. Lavinio: 337.
Isaac: 137, 139, 333, 339. Lupercio: 301.
Joda: 309. Lazouros: 323.
Isaías: 87, 193, 311, 313, 333. luz: 87, 95, 131, 135, 193, 197, 257,
Joel: 313, 333. Leandro: 209. 263, 267, 295, 357, 373, 375, 391,
Isáuricos: 233. 403.
Jofonte: 119. legisla: 243.
Isis: 297.
Jonás: 313, 317, 333. legislación: 205, 209, 219, 245, 299,
Israel: 137, 139, 305, 313. Jonatán: 313. 30~313,355,36~37~37~381, Macabeos: 317.
Ister: 297. 383, 385, 395, 403.
Jonia: 211, 337. Macedonio: 341.
Ístmicos: 335. lengua: 117, 135, 153, 177, 181, 193,
Joram: 307. 239, 343, 353, 369, 391. Maestro (divino): 95,211,215, 281,
Italia: 211, 233, 237, 333. 283, 299, 391.
Josaba: 309. León: 297.
ltano: 235. maestros: 91, 97, 219, 359, 393.
Josafat: 307. Lesjes de Lesbos: 327.
Magnesia: 329.
Josedec: 321. Leto: 297.
Jacob: 139, 333, 341. Manasés: 303, 313.
Josefo: 349. letras: 147, 229, 283, 297.
Manlio: 223.
Janto de Lidia: 327. Josías: 313, 315. Leucipo: 213.
Manto: 329, 331, 333.
Jasón: 295. Josué: 301, 305, 333. Leutros: 337.
Marathón: 373.
Jeblas: 307. Juan: 91, 335, 345. Leví: 341.
Marco: 345.
Jebrón: 305. Juba: 315. Levítico: 313.
Mardoqueo: 317.
Jeconías: 315. Judá: 123, 139, 301, 303, 305, 307, Ley (hebrea): 103, 129, 211, 251,
341. 275,313,333,353,36~37~379, Margites: 123.
Jefté: 303.
Judea: 225, 319, 341, 359. 381,383,385,38~389,391,393, Mariam: 361.
Jehú: 307, 333. 399, 403, 405.
Jueces: 301, 305, 339. María: 335, 351.
Jenefres: 359. Libia: 343.
Juldá: 315. Marsias: 233, 237.
Jenócrates: 211. libro: 67, 73, 127, 149, 175,213,223,
Julio: 333, 345. 223,227,239,243,269,287,289, Mateo: 351.
Jenófanes: 209, 213, 221.
justicia: 81, 97, 137, 153, 155, 173, 293, 297, 301, 305, 307, 309, 311, Maya: 295.
Jeremías: 181, 313, 315, 317, 319, 181, 189, 227, 229, 265, 271, 273, 313,317,319,325,331,333,353,
333. Medea de Cólquide: 237.
275,279,319,377,387,389,391, 355, 359, 377, 405.
Jerjes: 321, 337. 403. Media: 313.
Liceo: 211.
Jeroboán: 307. justificación: 127, 129, 131, 153, 155, Megara: 313, 331.
Licón: 211.
283, 381. Megástenes: 227.
Jerusalén: 131, 201, 317, 319, 321, Licurgo: 243, 299, 309, 313, 337,
341, 347, 349. 377, 385. Melancomas: 215.
Jesé: 305. Labidot: 303. Lidia: 167, 237. Melicerte: 335.
Jesucristo: 75, 77, 127, 175,185,261, Lagos: 323. Lidios: 213. Melqui: 359.
321, 369. Laitos: 307. Linceo: 243, 293, 297. Menandro de Pérgamo: 307.
Jilquías: 313. Lamia: 223. Mendesio: 289.
Lino: 123, 203, 237, 299.
466 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 467

Menelao: 307, 311, 313, 325. nacimiento: 91, 145, 159, 161, 171, obediencia: 69, 71, 173, 175, 185, Palestina: 91, 219, 317.
173, 201, 205, 211, 213, 225, 229, 227, 263, 341, 385, 389. Panemo: 293.
Menesífilo: 215.
243,245,257,269,291,297,299,
Ocozías: 307. Panfilia: 333.
Menesteo: 293. 309,311,315,319,325,331,33~
335, 345, 347, 357, 361, 379, 383, Ocus: 321. Pangeo: 235.
· Menexarco: 209. 403. Odrisos: 219. Parménides: 213.
Menfis: 297. Nahum: 317. Olimpia: 183. Pascua: 313, 317.
Mentiroso (demonio): 255, 285. Natán: 305, 333. Olimpiadas: 213, 215, 243, 245, 299, paz: 81, 133, 189, 321, 365, 393.
Mesopotamia: 301. naturaleza: 109, 139, 141, 143, 145, 311,321, 32~ 32~ 32~ 33~
pecado: 83, 253, 269, 301, 303, 319,
Metaponto: 211. 147, 159, 161, 185, 207, 231, 257, Olimpo: 229, 233, 237, 375. 349, 381, 387, 391.
271, 275, 289, 357, 363, 369, 395,
Metrodoro de Quíos: 213. 399, 401. Onafre: 321, 325. pedagogía: 283, 359, 381.
Midas: 327. Naún: 333. Onomácrito: 325, 327, 333. Pedro: 91, 359, 405.
Milcíades: 373. Nausifanes: 213. opinión: 101, 107, 113, 149, 157, 163, Pelasgo: 289.
171,189,191,199,209,219,241,
Minos: 243, 293, 377, 385. Navé: 305, 333. 253, 269, 309, 379. Pélope: 293, 337.

Minotauro: 337. Neantes: 209. oráculo: 211,231,299,301,327, 343, Peloponeso: 293, 337.
Necao: 315. 373. pensamiento: 73, 103, 105, 107, 119,
Miqueas de Moreset: 307, 313, 333.
Orfeo de Odrisa: 203,217,293,299, 147,161,165,169,175,177,191,
necedad: 181, 261.
Misael: 317, 333. 301, 353, 377, 381.
325, 327, 333.
necesidad: 77, 81, 83, 85, 87, 99, 103,
Misón de Khenas: 205. Oriente: 91. Penteo: 197, 295.
107,109,113, 129, 143, 149, 159,
misterio: 95, 97, 99, 103, 113, 123, 165, 169, 177,199,207,217,253, oro: 123, 167, 201, 235, 285. Peonia: 237.
141,193,269,351,375,395,399. 265,277,281,285,287,339,349,
Peplo: 327.
371, 379, 389, 399, 401. Ortágoras: 333.
Moisés: 123,205,225,231,241,243, pereza: 75, 87, 143, 183.
287, 289, 291, 295, 297, 299, 301, Neftalí: 303. Oseas: 311, 313, 333.
305, 307, 315, 319, 325, 333, 335, perfección: 97, 103, 103, 111, 131,
Nehemías: 317. Otón: 321, 345, 349.
341,349,355,357,359,361,363, 141, 145, 161,189,233,235,283,
367, 371, 373, 377, 379, 381, 383, Nepote: 333. Ozías: 303, 309, 311, 313. 361, 389, 397.
385, 403. Nerón: 321, 345, 349. Periandro de Corinto: 203, 205, 209.
Mopso: 329, 331, 333. Nerva: 345. Pablo: 75, 91, 181, 203, 267, 381, peripatético: 211, 223, 227, 239.
391.
muerte: 133, 175,181,205,223,245, Nicandro: 311. persas: 219,223,237, 315, 321, 323,
269,297,301,303,305,307,309, Pachón: 347. 341, 355, 367, 373.
Nicator: 227.
315,319,335,337,339,341,345, padre: 69, 93, 95, 187, 213, 231, 255, Perseo: 293, 335.
347, 349, 357, 359, 389. Nicia: 329. 259, 269, 273, 291, 297, 313, 317,
Persia: 215, 221, 225, 331.
Municia: 373. Ninfodoro: 297. 321, 335, 357, 369, 385, 399.
persuasión: 83, 111, 157, 163, 185,
Musas: 149, 177, 215, 223. Niobe: 291. Palabra: (de: Dios): 75, 79, 161, 171,
189, 265, 371.
265, 327, 383, 397.
Museo: 293, 299, 325, 327. Noé: 333. Phamenoth: 347.
palabra: 69, 71, 77, 81, 83, 95, 101,
música: 125, 135, 167, 199, 229, 237, Nórico: 237. 105,115,117,119,131, 13~ 151, Pharmouthí: 347, 349.
239, 271, 279, 299, 359, 403. Nóropes: 237. 153, 159, 169, 173, 175, 177, 179, Píndaro de Boecia: 179, 241, 285,
183, 189,193,207,221,239,255,
Numa: 225. 299, 403.
259,289, 341, 343, 345, 359, 369,
Nabucodonosor: 315, 321, 341, 355. Numenio: 355. 403. Pirrón: 213.
468 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 469

Pisistrátidas: 325. profeta: 97, 123, 127, 133, 169, 193, Roboán: 307. Sara: 135, 137, 141, 317, 335.
Pisístrato: 329. 203,211,217,219,221,225,249,
Roma: 301, 337, 339, 341, 345. Sarapión: 223.
255, 257, 259, 261, 301, 305, 307,
Pítaco de Mitelene: 203, 209. 309,313,315,317,319,321,323, Rómulo: 345. Sarapis: 297.
Pitágoras: 89, 177, 209, 211, 215, 325, 333, 335, 347, 349, 353, 355, Sardanapal: 369.
217,219,223,245,299,323,325, 367, 389.
327, 331, 355. sabiduría: 69, 93, 97, 99, 103, 107, Satanás: 269.
progreso: 101, 127, 137, 307, 399.
113, 115, 119, 121, 123, 125, 127, Sátiro: 237.
pitagórica/ o: 175, 211, 223, 225, 227, . Prometeo: 257, 293, 297. 131, 133, 135, 137, 143, 149, 155,
245, 327, 355. 157, 159, 175, 177, 181, 183, 189, Saúl: 305.
propedéutica: 103, 129, 135,283, 285.
Pitia: 207. 193,195,201,203,205,217,219, Scirophorión: 295.
Protágoras: 213. 221,229,245,249,255,257,259,
Pitocles de Samos: 333. 261, 263, 265, 277, 283, 285, 287, secreto: 97, 101, 123, 159, 217, 223,
proverbios: 73, 99, 207, 399. 225, 357, 361.
placer: 117, 133, 163, 183, 187, 253. 299,317,325,359,369,383,389,
Providencia (divina): 77, 109, 129, 391, 393, 397, 401. secta: 101, 161, 223.
plata: 123, 127, 201, 285.
137, 183,185,247,251,257,317,
sacerdote: 221, 289, 303, 305, 307, Sechnufis: 219.
Platón: 87, 157, 163, 175, 183, 205, 389.
309, 313, 321, 355, 401.
211,217,219,221,269,291,343, prudencia: 71, 115, 121, 247, 261, Sedecías: 307, 315, 317.
355, 377, 379, 385, 395, 401, 403. · sacrificio: 87, 229, 233, 305, 307, 319,
279, 369, 371, 377, 389, 395, 397. seguridad: 79, 113, 133, 143, 179,
349.
Plistónico: 287. 199, 277, 369, 383.
Ptolomeo: 289, 323, 341, 353.
Sadoc: 305, 307.
poeta: 119, 125, 203, 213, 267, 291, Seleuco: 227.
295, 299, 327, 329, 361, 403. Safat: 307.
Quelmis: 235. Sem: 339.
Polemón: 211. salario: 79, 83, 85, 87, 357, 365.
Quilón de Esparta: 203, 205, 207. Semaias: 307.
Poliárato de Tasos: 331. Salatiel: 321.
Quíos: 213, 309, 327. Semaya: 315.
Polícrates: 215. Salmanasar: 313.
Quirón: 229. Sémele: 295, 297.
Polidectes: 311. Salomón: 69, 71, 87, 131, 149, 275,
305, 307, 309, 311, 313, 325. Semínaris: 237.
Polido: 331.
Rafael: 317. Senaquerib: 341.
Polifemo: 333. salvación: 77, 79, 83, 85, 93, 131,
133, 151, 155, 173, 175, 177, 185, Señor (divino): 73, 79, 81, 85, 95,
Polistor: 325. raza: 107, 137, 219, 229, 361, 363.
187,261,265,309,317,343,357, 119,123,125,127,129,133,135,
política: 175, 367, 369, 377, 379, 381, razonamiento: 83, 87, 107, 143, 149, 389, 391. 141, 145, 151, 155, 165, 169, 171,
395, 403. 153, 155, 171, 173, 181, 251, 261, 181, 185,195,247,249,253,255,
Salvador: 73, 93, 119, 159, 173, 225,
271, 285, 369, 403. 257, 259, 265, 267, 275, 285, 321,
Pólux: 295. 263,273,283,335,345,347,349,
Rebeca: 139, 335. 345, 347, 351, 369, 383, 389, 391,
383, 387, 397.
Ponto: 301. 403, 405.
religión: 127, 129, 155, 387. Samaia: 333.
Poseidón: 223. Sibila: 223, 225, 299, 301, 329.
responsabilidad: 75, 251, 253, 263. Samaría: 307.
Praxíades: 211. Sicilia: 213, 333.
retórica: 135, 157, 167, 243. Samos: 209, 329, 333.
Praxífanes de Mileto: 243. Sición: 291.
revelación: 87, 95, 97, 123, 269, 333, Samuel: 305, 313, 333, 339.
Pródico de Samos: 223, 327. siembra (espiritual): 71, 77, 15 1, 275 ·
343, 355, 381, 399, 401.
Sansón: 303.
profecía: 73, 83, 91, 97, 127, 133, silogismos: 125, 261.
Riesú: 303.
169, 221, 223, 255, 261, 265, 273, Santiago: 91.
Silos: 211.
303, 305, 307, 309, 311, 313, 315, Rifeos: 227.
santidad: 83, 87, 91, 95, 97, 101, 155,
317, 319, 323, 333, 335, 353, 355, Siló: 305, 307.
robo: 157, 249, 251, 253, 255, 257, 265,269,319,321,349,367,375,
367, 385, 391, 399. 259, 265, 277, 285. 383. simbolismo: 175, 137, 375, 223, 359.
470 ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS
ÍNDICE TEMÁTICO Y DE NOMBRES PROPIOS 471
Simeón: 335. técnica: 117, 119, 123, 159, 165, 169
269, 387. ' Tirrene: 209, 217. verdad: 69, 75, 77, 79, 87, 97, 105,
Simónides: 329. 107,109,111,113,117,131,141,
Teeteto: 177. Titanes: 245.
Siracusa: 329, 331. 143, 14~ 149,153, 15~ 161,163,
Tegea: 207. Titanomaquia: 229. 167, 175,183,189,191,195,197,
Sirenas: 177. 199, 203, 245, 247, 249, 255, 257,
Titio: 297, 299.
Siria: 91, 205, 209, 229. Télemo: 333. 261, 265, 267, 271, 273, 275, 277,
Tito: 203, 345. 279, 281, 283, 285, 369, 371, 385,
Siros: 211. Telmeso: 233, 333.
391, 401.
Tlepólemo: 295.
Sísara: 303. Telquines: 291.
Tobías: 317. Vespasiano: 321, 341, 345, 349.
Sócrates: 211, 253, 269, 331. Temis: 245.
Tobit: 317. vida: 71, 77, 79, 81, 89, 109, 113,
Sodamos: 207. Temístocles: 215. 117, 131, 133, 149, 153, 167, 173,
Tracia: 217. 175,177,201,209,239,267,269,
Sófilo: 241. temor: 85, 127, 163, 171, 389, 391,
393. tradición: 91, 93, 97, 101, 103, 105, 275,27~ 281,285,313,355,359,
sofística: 117, 119, 121, 125, 131, 181, 183, 185, 193, 195, 289. 371, 377, 379, 383, 389, 397, 403.
143, 149, 157, 159, 167, 175,259, templo: 219, 225, 233, 267, 297, 30l,
tragedia: 159, 161,205, 241, 331, 361. virtud: 71, 103, 107, 145, 149, 153,
285, 395. 305, 313, 317, 319, 321, 325, 349.
183, 189, 257, 279, 281, 313, 369,
Sofonías: 315, 333. Teoclímeno: 333. Trajano: 345. 383, 389.
Solón: 119, 203, 207, 209, 215, 221, Teofrasto: 211, 237. Trasíbulo: 373. Vitelio: 349.
243, 299, 401. Trásilo: 335.
teología: 199, 219, 355, 395. Vitelo: 321, 345, 349.
Sonchidis: 219. Tríadas: 327.
Teopompo: 67, 209, 311, 333. voluntad: 85, 99, 155, 163, 169, 181,
Soroapis: 297. Triopas: 293, 297. 201, 257, 263, 353, 359, 369, 391,
teoría: 103, 185, 395.
399.
Sosibio: 311. Trípode: 325.
Teos: 241.
Sotades: 209. Triptolemo: 293.
Terpandro: 239, 327.
Sotiaco: 335. Yabín: 303.
Tersprocia: 329. Troya: 229, 231, 243, 293, 295, 307,
Stenelo: 293. 309, 311, 313, 325, 327, 329, 331, Yamo: 331.
Tesalia: 329. 333, 335, 337, 339.
Stromata: 107, 109, 113, 405.
Teseo: 293, 295, 337. Tybí: 347.
Susarión: 241. Zabulón: 303.
Tespis: 241, 329.
Syros: 299. Zacarías: 317, 321, 323, 335, 345.
Testamento: (Escritura): 129, 169. Ulises: 231, 333. Zaleuco de Locros: 243, 385.
Thargélion: 293. universo: 133, 199, 207, 229, 257,
Taciano: 287, 289. Zaratos: 223.
Theuth: 219. 399, 403.
Tamar: 139. Zenón de Citia: 213.
Tiberio: 345, 347. Urí: 123.
Tamiris: 237. Zeto: 299.
Timeo: 67, 213, 221, 291, 333, 339, Urías: 315, 333.
Tántalo: 299. 379. Zeus: 243, 293, 297, 301, 385.

Tarasandra: 329. Timón: 211. Zopyro de Heraclea: 327.


vanagloria: 85, 119, 159, 161, 179,
Tasos: 327, 331. 181, 191, 221. Zoroastro: 223, 331.
Timoteo de Mileto: 241.
Teages: 331. vaticinio: 223,231,299,301,329,399. Zorobabel: 317, 321.
Timóxenes de Corcira: 329.
Teano: 245. Tiresías: 331.
Tebas: 241, 293, 297, 331, 333, 337. Tiro: 209, 217, 325.
ÍNDICE GENERAL

SIGLAS ...................................•..............................•................•....... 9
INTRODUCCIÓN •..................................•.•.....•.•..................•.......•.. 11
1. El problema literario de los Stromata .............................. 12
a. La frecuente improvisación ............................................ 14
b. La investigación de las fuentes ..................................... 16
c. Los diversos proyectos ................................................... 17
d. El género literario ........................................................... 18
e. Un recurso mnemotécnico ............................................. 19
f. El desarrollo pedagógico ................................................ 21
g. La concatenación doctrinal ............................................ 22
h. Una trología de carácter ético ....................................... 24
2. El título .................................................................................. 26
3. Contenido y división de los Stromata ............................. 29
4. Tradición manuscrita, ediciones y traducciones .............. 34
5. El contenido del libro primero .......................................... 37
BIBLIOGRAFÍA GENERAL .........•.................................................. 47

STROMATA l. Texto, traducción y notas ........................... 63


Capítulo I .................................................................................... 67
Capítulo II .................................................................................. 111
Capítulo III ................................................................................ 117
Capítulo IV ................................................................................. 123
Capítulo V .................................................................................. 129
Capítulo VI ................................................................................. 143
Capítulo VII ............................................................................... 151
Capítulo VIII .............................................................................. 157
Capítulo IX ................................................................................ 165
Capítulo X .................................................................................. 173
Capítulo XI ................................................................................ 181
Capítulo XII ............................................................................... 193
Capítulo XIII ............................................................................. 197
Capítulo XIV .............................................................................. 203
Capítulo XV ............................................................................... 217
Capítulo XVI .............................................................................. 233
Capítulo XVII ............................................................................ 249
Capítulo XVIII .......................................................................... 261
Capítulo XIX ............................................................................. 267
474 ÍNDICE GENERAL

Capítulo XX ............................................................................... 279


Capítulo XXI ............................................................................. 287 Editorial Ciudad Nueva
Capítulo XXII ............................................................................ 353 FUENTES PATRÍSTICAS
Capítulo XXIII .......................................................................... 357
Capítulo XXIV .......................................................................... 367
Capítulo XXV ............................................................................ 377
Capítulo XXVI .......................................................................... 381
Capítulo XXVII ......................................................................... 387
Capítulo XXVIII ....................................................................... 395
Capítulo XXIX .......................................................................... 401
i'í) Ignacio de Antioquía, CARTAS - Policarpo de Esmirna, CARTA
ÍNDICES ......•...........•.•............•......................•................•.........•.... 407 .· - CARTA DE LA IGLESIA DE ESMIRNA A LA IGLESIA DE
Índice Bíblico ............................................................................. 409 FILOMELIO
Índice Clementino ..................................................................... 417 304 págs.
!nd~ce de Autores y Obras antiguos ..................................... 429 r 1 Ireneo de Lión, DEMOSTRACIÓN DE LA PREDICACIÓN
~nd1ce de Autores modernos ................................................... 447 _ji APOSTÓLICA
Indice Temático y de Nombres propios ............................... 455 264 págs.
Índice General ............................................................................ 4 73 3 ~.DIDACHÉ - DOCTRINA APOSTOLORUM - EPÍSTOLA DEL
.'" -~)PSEUDOBERNABÉ
256 págs.
4··. Clemente de Roma, CARTA A LOS CORINTIOS - HOMILÍA
' ANÓNIMA (SECUNDA CLEMENTIS)
240 págs.
5 - Clemente de Alejandría, EL PEDAGOGO
746 págs.
6 - Hermas, EL PASTOR
314 págs.
7: Clemente de Alejandría, STROMATA I
478 págs.

Volúmenes de próxima aparición:

- Novaciano, LA TRINIDAD
- Gregorio de Elvira, TRATADOS

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