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Profundo 5

Autor|Aize
Editor|Eclipse
Envı́os y Consultas | eclipse@sybook.kr
ⓒ Tamañ o, 2020
10. Nosotros (2)
Un dragó n hecho de huesos se precipitó hacia Almuten. No se detuvo a
pesar de que su cuerpo fue desgarrado por los tentá culos que se
balanceaban salvajemente. Moonyoung, que se sentó en é l, exclamó .
“¡Ataque! No me importa… Oye!”
Con miedo de hablar, los tentá culos cortaron el costado del dragó n con
precisió n. Las costillas se desmoronaron. El Dragó n de Hueso, que
perdió el equilibrio, cayó de cabeza despué s de batir sus alas en vano.
Moonyoung gritó mientras caı́a desde una altura de varios cientos de
metros.
“¡ahora!”
Los que se habı́an detenido por un momento reanudaron el ataque.
Numerosos ataques se vertieron en el cuerpo del mutante tan grande
como una fortaleza, como una estrella.
La sangre fresca luyó hasta el fondo del abismo como un rı́o. Miles de
personas murieron, resultaron heridas y perdieron el conocimiento.
Pero incluso mientras tanto, la gente estaba tomando el molde poco a
poco. Ya estaban bastante acostumbrados a este lugar porque estaban
luchando contra las iguras que custodiaban el altar. Por supuesto,
Almuten era incomparablemente má s grande y fuerte que los de los
enanos pequeñ os, pero al inal, nacieron del mismo pozo, por lo que su
esencia era similar.
Ideamos una estrategia de respuesta basada en el sacri icio y el ensayo
y error. Si alguien salió corriendo debido a la habilidad de Almuten, no
entró en pá nico e inmediatamente regresó a la retaguardia y bloqueó el
campo de batalla. Para que los aliados no sufran dañ o. A menos que se
tratara de un caso irreversiblemente grave, guiar podrı́a calmar al
fugitivo hasta cierto punto.
Sı́. Habı́a una guı́a en este campo de batalla. Era algo que nunca habı́a
experimentado en ninguna redada.
El joven guı́a, exclusivo del Equipo 1 de Erehon, vestı́a una má scara con
vá lvula y estaba armado con varios equipos. A primera vista, no se
distinguı́a de un cazador de bajo nivel. El guı́a corrió por el campo de
batalla, lleno de escombros y cadá veres, sin dudarlo. Há bilmente evitó
las secuelas de ataques como piedras voladoras o grietas en el suelo.
Habı́a bastante diferencia con otros guı́as que solo se encargaban del
apoyo trasero sin necesidad de combate ni entrenamiento.
Se quedó al lado del equipo de Erejó n 1, y siempre que tenı́a tiempo se
acercaba sin dudar a los lesionados de otros equipos. No hubo má s
contacto que tomarse de las manos o tocar el cuerpo sobre la ropa, pero
dadas las circunstancias, eso solo era algo bueno. Incluso aquellos que
se mostraron escé pticos al principio tuvieron que con iar en é l al inal.
Una violenta vibració n sacudió la habitació n. Una de las piernas de
Almuten fue cortada. Fue el resultado de apuntar tenazmente a un solo
lugar reuniendo potencia de fuego incluso despué s de recibir el dañ o. El
luido corporal negro que contenı́a el veneno mortal se dispersó como
lluvia y derritió la tierra.
“¡UH Huh!”
Heukho, de pie frente a la pierna cortada, levantó la cabeza y rugió . Ya
estaba bastante cansado. El pelaje brillante estaba desgarrado por
todas partes, revelando el interior. Pero parecı́a haber una victoria. No
era imposible derrotar a Almuten mientras mantuviera su estrategia sin
perturbar su concentració n. ¿No has conseguido ya el logro de
amputarte una pierna? Ahora, solo un poco má s, solo un poco má s… .
Entonces algo extrañ o sucedió .
“¡Ahora! En acció n.”
El Esper, que luchó bien en cooperació n con los Cazadores sin decir una
palabra, mostró movimientos extrañ os. Las personas con uniformes
oscuros y rojos ignoraron la ila y saltaron a voluntad. Detrá s de é l
estaba el teniente general Bae Cheol-seong.
“No me estoy moviendo rá pido, ¿qué está s haciendo?”
“Pero, jefe. Si actú o solo aquı́ y se vuelve peligroso.”
“Es una presa que ya has atrapado, entonces, ¿de qué sirve? Y entonces,
¿có mo sabes si esas hienas te van a golpear y tomar todo tu cré dito?
¡Vamos, carga!
La codicia desesperada brilló en los ojos del anciano que le gritaba a la
ballena ballena. Si se trataba de una situació n desesperada en la que
todos estaban a punto de morir, las probabilidades de victoria estaban
claramente frente a sus ojos. No puedo evitar sopesar las ganancias y
las pé rdidas despué s de que termine la redada.
“¡No pierdas el ú ltimo golpe! ¡Haremos que deje de respirar!”
Los cazadores que de repente fueron golpeados en la parte posterior de
la cabeza estaban a la izquierda y a la derecha. Cuando se apresuraron a
llenar su vacante, faltaban demasiados Espers. Las lı́neas de batalla que
apenas se habı́an construido sobre la base de la muerte de cientos de
personas se hicieron añ icos rá pidamente.
“El teniente general… No has cambiado nada. Has sido el mismo desde
tiempos inmemoriales.
El teniente coronel escuchó la voz de Shinje murmurando para sı́
mismo.
“Entonces, ha cambiado mucho, comandante Wu. Se dice que cuando
una persona acepta la fecha de su muerte, esta cambia repentinamente.
Supongo que no soy yo quien va a morir aquı́, va a ser del lado del
General Woo, ¿verdad?”.
“No sé . ¿Qué tal si?”
Shinje soltó sus labios y se mordió el labio inferior. Sus palabras fueron
suaves, pero una luz ansiosa brillaba en sus ojos. Almuten era un
maestro en detectar la confusió n y el miedo de las personas. Hasta
ahora, de alguna manera han logrado sobrevivir utilizando su ventaja
numé rica y estraté gica, pero como han mostrado brechas… .
“¡Yoo-geon hyung!”
Junto a é l, Hee-soo salió corriendo con un grito de urgencia. Solo Yoo
Gun estaba a la vista. Hasta ahora, Yoo Geon se habı́a quedado atrá s. Sin
embargo, el frente estaba vacı́o porque los Espers entraron de repente.
No habı́a nada que bloqueara la mirada de Almuten.
Debajo de la piel á spera y gruesa, los ojos enormes como una enana
roja se movı́an suavemente. No sé si es por mi estado de á nimo, pero
parece que Almuten reconoció a Yoo Geon. El niñ o que sobrevivió a lo
largo y ancho con su hermano mayor en la escena del desastre donde
todos murieron. Instintivamente, tuve una sensació n muy siniestra.
Hee-soo corrió tan fuerte como pudo y a iló sus dientes.
“Un teniente general o algo ası́, un bastardo anticuado que se mete con
las cosas de vez en cuando… irritante.”
Al momento siguiente, le dio la espalda a Yoo Geon y se fue volando. El
aire estaba pegajoso y frı́o. Al igual que cuando Almuten puso los ojos
en blanco y miró a Heesung.
“¡Evitar!”
Disco. ¡disco! Dos fuentes de sangre brotaron de los ojos de Hee-soo.
Debido a que Hee-soo le estaba dando la espalda, Yu-gun no podı́a
saber exactamente qué habı́a sucedido. Pero la sangre salpicó el aire,
los fragmentos del globo ocular… Parecı́a tan lento y claro.
Yoo Geon tenı́a creencias infundadas. La creencia de que el Equipo 1 de
Erejon no morirá pase lo que pase. Creı́a que incluso si se lastimaba un
poco durante la batalla, pronto mejorarı́a. Como siempre, no morirá ,
sino que sobrevivirá y vivirá durante mucho tiempo. Pero en este
momento, esa creencia está resquebrajada.
“¡Kwon Hee-soo!”
La espalda de Hee-soo fue derribada como un castillo de arena. Yoo
Geon corrió hacia é l sin mirar de un lado a otro. Hee-soo estaba en un
estado en el que no podı́a decir que estaba bien ni siquiera con palabras
vacı́as. Su rostro estaba todo cubierto de sangre. Tenı́a menos sangre en
la boca y la barbilla, pero ni siquiera podı́a mirarse los ojos.
Las rocas que volaron por el aire se dividieron en cientos y apuntaron a
Almuten. Era nuevo Fue seguido por una serie de ataques desde varios
á ngulos. Sus oı́dos quedaron ensordecidos por el sonido de explosiones,
gritos y gritos.
“Sangrado… maldició n.”
Yoo Geon se arrodilló frente a Hee Soo y sostuvo la parte superior de su
cuerpo. Apretó los dientes y colocó las palmas de las manos en las
comisuras de sus ojos desordenados. Podı́a sentir la guı́a entrando,
pero el sangrado aú n no se detenı́a. Hee-soo, que se habı́a derrumbado
en medio del charco de sangre, sacudió la cabeza y sonrió .
“ah… jajaja. Mientras vivo, tengo todo tipo de cosas sucediendo. Yoo
Geon hyung se ocupa de todas mis preocupaciones. Wow, eso es
emocionante. Si hubiera sabido que serı́a ası́, me habrı́a sacado al
menos un ojo antes”.
“¿Es ahora el momento de decir algo ası́?”
Gritó Yoo Gun. Incluso si no lo vio con sus propios ojos, su expresió n
salvajemente distorsionada era buena en su mente.
“Debido a mi resistencia psı́quica, la fuga no funciona bien, ası́ que creo
que acabo de abrir los ojos. No puedo usar mis habilidades si no hago
contacto visual. Jaja, ese bastardo es realmente inteligente… .”
“Por favor cá llate.”
“Chi. Cuando hyung me ve todos los dı́as, me pide que me calle”.
Guiado o lo que sea, parecı́a que primero tenı́a que dejar de sangrar. Yu-
Gun rasgó la manga de su camisa y la puso alrededor de los ojos de
Hee-Soo como un parche en el ojo. Al igual que Hee-soo una vez le hizo
a é l. Sus manos temblaban como á lamos temblones.
No querı́a que Hee-su muriera. Era independiente de si personalmente
le gustaba o no a Hee-soo. Habrı́a sido lo mismo para cualquier otra
persona. Ver a la gente perder la vida por Almuten ahora era agotador.
“¿Sabes có mo está s ahora? La guı́a no es muy efectiva, y la sangre…
mierda. ¿Por qué no te detienes… .”
“Entonces, ¿qué te parece? Vine aquı́ preparado para morir. Jefe inal.
Duró lo su iciente”.
“… .”
“Puaj. Es un poco triste. Hay muchas cosas que aú n no he hecho con mi
hermano. Ni siquiera podı́a hacer un dog lip, y no… he hecho esto Y de
nuevo con phonesec… .”
“¿No es vivir nada para ustedes, chicos? ¡Si lo dices como una broma y
mueres, se acabó !”
Yoo Geon le dio fuerza a la mano que sostenı́a la herida. Pero Hee-soo
levantó la boca y sonrió sin gemir ni una sola vez.
“Absolutamente. Nacer, ja… Porque nacı́ sin nada”.
Hee-soo respiró hondo. La vibració n atravesó el suelo. Era el sonido de
la batalla. Estaba má s familiarizado con este lugar que con el saló n de
clases, la casa y el centro de la ciudad.
¿Qué dirı́a su madre, que murió al mismo tiempo que é l nació , y su
padre, que lo odiaba y lo abandonó , lo vieran hoy, qué pensarı́a é l?
¿Crees que ese asqueroso monstruo inalmente está muerto y todo está
bien? ¿O todavı́a sentirı́a un poco de pena por é l como un niñ o que
heredó mi sangre?
De todos modos, una cosa era segura. A pesar de todas las cosas que le
habı́a hecho, Yoo Geon era el ú nico guı́a que se preocupaba por é l con
manos temblorosas. Nunca ha habido, y probablemente nunca lo habrá .
“Kwon Hee-soo. ¿Puedes escucharme?”
“… .”
“Despertarse. Dame una respuesta ¡Hee-soo, Kwon Hee-soo!”
Hee-soo no dijo nada má s. Yoo Gun se levantó y lo abrazó con fuerza. Su
cabeza estaba inclinada y cayó en sus brazos. El dé bil pulso que sintió
en las yemas de sus dedos, la guı́a aú n succionada, fue el ú nico
indicador de que aú n respiraba.
¡estallido! Los tentá culos de Almuten cayeron justo frente a ellos. Las
espinas que brotaron como arpones estaban ensartadas alrededor del
cuerpo de Esper. Los miembros de Erehon se apresuraron a correr.
“Cazador Kwon Hee-soo. ¡Guı́a!”
Yoo Geon se llevó a Hee-soo con ellos y se retiró bajo su protecció n.
Pero su mirada no supo caer del campo de batalla. Habı́a pasado mucho
tiempo desde que las ilas que todos habı́an logrado proteger con todas
sus fuerzas se derrumbaron por completo debido a la repentina acció n
del Cuartel General de Gestió n Despertado. El caos tomó su lugar.
Almuté n abrió la boca. El edi icio tambié n era lo su icientemente
grande como para que cupiera todo el edi icio. No habı́a nada en su
boca. Normalmente, cuando cualquier ser vivo abrı́a la boca, se podı́an
ver los dientes, el paladar y la lengua, pero todo era negro como un
agujero negro. Un Esper en la vanguardia tropezó y cayó en su boca. La
columna vertebral y los ó rganos internos devorados por la oscuridad
fueron aplastados.
“¡Aaaaah! ¡Vaya, vaya, vaya!”
La cintura, el pecho y los hombros de Esper estaban sumergidos en la
oscuridad uno tras otro. Echó espuma por su sangre y gritó , luego puso
los ojos en blanco y se quedó en silencio mientras era devorado hasta el
borde de su cuello. Sangre de color rojo oscuro brotó de cada agujero
en su rostro. Eventualmente, incluso la cabeza desapareció por
completo.
“¡Eh!”
“Ahhh… .”
Los Espers estaban aterrorizados al presenciar el aterrador inal de sus
camaradas ante sus propios ojos. Incluso olvidó las instrucciones para
usar el ataque para dar el golpe inal y se retiró .
“Bastardos estú pidos. ¡No tengas miedo y corre! Sigo pensando en
escapar, para que ese tipo tenga má s impulso… .”
El mando del teniente general fue amainando por el camino. El teniente
coronel rá pidamente miró a su alrededor. El escudo que estaba
fuertemente envuelto alrededor de su cuerpo estaba roto. Y en la parte
inferior del cuerpo, tentá culos tan gruesos como troncos.
“¡Capitá n!”
Los Espers gritaron. Los tentá culos que envolvı́an el cuerpo del teniente
se apretaron. La cicatriz que llenaba la mitad de su cara se retorcı́a y
retorcı́a. Inmediatamente despué s de eso, un chorro de sangre corrió
por la comisura de su boca.
“¡UH Huh!”
El tentá culo volvió al cuerpo mientras sujetaba al teniente coronel. Su
cuerpo voló varios kiló metros por el aire. El Esper que lo llamó con
urgencia y los cazadores que lo miraban con ojos ató nitos pasaron una
vez.
“¡Qué está s haciendo! Ugh, sin salvarme rá pidamente.”
Gritó amargamente el teniente coronel. Incluso en medio de eso,
mantuvo su racionalidad, por lo que no parece que haya ocupado el
puesto de jefe de la Sede de Gestió n Despertada como resultado. Pero
estaba allı́. El teniente general pidió ayuda varias veces, pero nadie se
movió . Cazadores ası́ como sus subordinados directos.
A menos que los Espers fueran estú pidos, por supuesto que lo sabı́an.
El hecho de que las ó rdenes del teniente general no fueran má s que
cosas irrazonables para ayudar a superar esta situació n. Y el hecho de
que incluso si mueren mientras cumplen las ó rdenes absurdas del
teniente, el teniente general no parpadeará .
Hasta ahora habı́a desobedecido las ó rdenes de su superior, y por
miedo a ser castigado, lloraba y lo seguı́a a comer mostaza. Sin
embargo, cuanto má s larga era la batalla, má s pensaba que este no era
el caso. Es un paı́s donde todos van a morir, entonces, ¿de qué sirve la
ropa de arriba y de abajo?
“este… idiotas.”
El teniente general murmuró sin comprender. Shinjee, que lo miraba
desde lejos, apareció a la vista. Estaba siendo arrastrado a tal velocidad
que perdió el conocimiento, pero extrañ amente, su apariencia era
claramente visible. Shinje tenı́a una cara cuya expresió n no se podı́a
leer.
“Wooshinje… .”
Surgió una indescriptible sensació n de ira e insulto. Ese bastardo debe
estar rié ndose de sı́ mismo en maná . Atré vete como ese chico. Sobre el
tema del tema. Tema a largo plazo. ¡Un sujeto que no puede ver muy
lejos en el futuro y solo está cegado por la idea de matar a Almuten!
“¡Ustedes! Atrá s, je, todos, desobedeciendo ó rdenes, amordazando… .”
Se oyó un silbido en la garganta. Un terrible dolor me invadió mientras
gritaba, exprimiendo el resto de mis fuerzas. La tez del teniente coronel
se puso roja, pá lida y inalmente se cansó del azul.
“Ahhhhhhhhhhhhhhhhh.”
La parte superior e inferior de su cuerpo no pudieron resistir la fuerza
de los tentá culos y se separaron. Los mú sculos y el cuero que sostenı́an
los ó rganos dentro del cuerpo estaban desgarrados hacia arriba y hacia
abajo.
“👅… .”
Los intestinos empapados de sangre se derramaron del borde cortante,
y la parte superior del cuerpo del teniente general fue arrojada a la
boca de Almuten. Ni siquiera habı́a cerrado los ojos. La parte inferior
del cuerpo, con uniforme y zapatos, rodó por el suelo. Todo el mundo
estaba en silencio. Ni gritos, ni tristeza, ni siquiera euforia. Fue tan
vanidoso que no fue el inal de quien gobernó sobre todas las personas
despiertas pertenecientes al gobierno de este paı́s.
El cuerpo de Almuten, que llenaba el suelo, se tambaleó lentamente.
Masticaba y tragaba todo lo que tenı́a en la boca. Puaj… Un sonido que
parecı́a mezclar los gritos de una criatura desconocida de las
profundidades marinas con el ruido de un dispositivo de audio roto
reverberó en todo Mazarus. Parecı́a que estaba feliz. Chan volvió
sarcá sticamente a su forma humana por un momento y contuvo el
aliento.
“¿Qué , tiempo de carga de la iesta? ¿Dó nde te diviertes comiendo
bocadillos que ni siquiera podrı́a comer?
A pesar de que estaba herido, lo que habrı́a sido un estado de muerte
para la gente comú n, su voz era tan clara como su voz. A iló los dientes
hacia el dios que estaba parado a su lado.
“¿Quieres decir que me arrastraste para atrapar esto? Loco bastardo.
¿No acabamos de decir que ı́bamos a cometer un suicidio en masa
desde el principio?
“por qué . ¿Incluso querı́as huir ahora? De todos modos Yoo Geon
tambié n está allı́, pero si no me llevas, vale la pena verlo”.
“¿Cuá ndo me escapé ? Y, a la mierda. ¿Por qué Baek Yu-geon viene
aquı́?”
No tenı́a intenció n de huir. La personalidad de Chan era que no harı́a
cosas desagradables, como tener miedo de los enemigos, incluso si
muriera en una pelea. Allı́, el nuevo sacerdote se encendió aú n má s. Yoo
Geon fue su traidor.
Hasta ahora, su vida ha sido muy tranquila. Desde muy joven, era má s
alto que sus compañ eros y tenı́a una apariencia feroz, por lo que nadie
podı́a tratarlo de manera imprudente. Mis notas eran buenas para no
estudiar nada, y mis deportes eran excelentes hasta el punto de ser
triviales. Incluso fue popular.
Incluso despué s de convertirse en un Despertado, no fue muy diferente.
En medio de ir a la escuela y vivir una buena vida, de repente me
desperté . Es un Clase S reconocido en todo el mundo. No sé , pero pensé
que era muy bueno. Despué s de eso, fui al centro como me lo
recomendaron mis padres, y me echaron despué s de unos meses
porque era un imbé cil y se veı́a genial, ası́ que me unı́ a la realizació n de
Erehon. Estaba en la cima de las ilas y era un ganador dondequiera que
iba.
En la misma lı́nea, Chan no dudó de que era el mejor del primer equipo
de Erejó n. Es un clase S que es elogiado en todas partes, no corre
fı́sicamente y su capacidad de lucha es algo. Nunca he luchado hasta la
muerte de nadie, ası́ que con iaba en que ganarı́a si los agarraba a
todos. La razó n por la que no se convirtió en lı́der o vicejefe no fue por
su falta de habilidad, sino porque se molestó hasta el inal. Era
simplemente molesto, ası́ que renuncié al guante.
Sin embargo, lo ú nico que se estaba quedando atrá s era cuando se
trataba de Yoo Geon. Despué s de tomar una foto de una enfermedad
muy horrible con Woo Shin-je, fue obediente con Joo Tae-in, e incluso
con Kwon Hee-soo y su psicó pata, fue un poco dañ ino y Yoo Geon fue
particularmente duro con Chan. . Estaba alerta como un perro que
encuentra a un ladró n entrando en la casa con solo mirar el chan.
Ocultó su identidad y mostró su rostro sonriente por primera vez
cuando se le acercó en forma de gato.
¿Por qué no puedo? He estado haciendo todo tipo de cosas con otros
chicos. Estaba orgulloso de mı́ mismo y estaba enojado. Cuando cierro
los ojos, no puedo ni dormir porque pienso en ese maldito guı́a
bastardo. De hecho, fue má s allá de la competencia entre machos y todo
eso, y ella simplemente montó a un niñ o. No importa si te enamoras de
tu amor no correspondido. Todo terminará pronto de todos modos,
entonces, ¿de qué sirve todo eso?
“okey… Despué s de que salió la palabra”.
Chan sonrió y se encogió de hombros.
“Tengo que mostrarle a Baek Yu-geon una ú ltima mirada”.
Almuten detuvo su ataque para devorar gente. La gente aprovechó esa
oportunidad para generar impulso. Chan tambié n cambió su apariencia
nuevamente. La bestia, cuyo cuerpo estaba manchado de sangre, cojeó y
corrió hacia Almuten.
Durante un caos, el nú mero de personas disminuyó signi icativamente.
Ahora han caı́do má s personas que las que está n de pie en el suelo. Pero
aun ası́ lucharon. Con los ojos manchados de sangre, albergaba
intenciones asesinas y no dio un paso atrá s ante un enemigo que era
decenas de miles de veces má s grande y má s fuerte.
Los que luchan contra monstruos se convierten en monstruos. Si
miramos al abismo durante mucho tiempo, el abismo tambié n nos mira
a nosotros. Para salir del abismo, primero debes bajar al fondo del
abismo. Este es el fondo del abismo y el pozo donde la humanidad se ha
estado ahogando y luchando durante muchos añ os. Ahora que has
llegado al fondo, lo ú nico que queda por hacer es subir.
“¡Oooh!”
Almuten abrió mucho la boca y rugió . A los que escucharon el sonido de
cerca se les rompieron los tı́mpanos y les brotó sangre de los oı́dos.
Como respondiendo a su ira, un vó rtice se elevó en el aire vacı́o. El
vó rtice se convirtió en una columna de hielo y el ojo de la tormenta,
congelando todo a su alrededor en un instante. Brinicle. Era un
cará mbano de las profundidades del mar.
Chan corrió entre la multitud congelada mientras luchaban. Tampoco
evitó por completo el brinicle. Como si lo frotaran ligeramente, hielo
blanco subió por las patas traseras. Por supuesto, no era hielo
ordinario. La sensació n rá pidamente desapareció a lo largo del lugar
envuelto por el frı́o. Quizá s tanto los nervios como los mú sculos
estaban muertos.
Se aferra al lanco de Almuten y perfora la dura piel con sus garras. Tras
un persistente ataque de arañ azos y mordiscos, le cortó una pierna.
Ahora solo le quedaba una pierna. Pero sus logros no terminaron ahı́. El
aire frı́o que se elevaba desde abajo cubrió todo su cuerpo. Habı́a
escarcha blanca por todo el pelaje negro. La conciencia se desvaneció .
Só lo un poco má s y puedo matarlo. ¡Casi está mos allı́! Yo estaba tan
molesta. Chan logró mover sus mú sculos rı́gidos, exponiendo sus
colmillos y gruñ endo.
“Creung… .”
Su cuerpo, que habı́a estado colgando de un lugar alto, se deslizó hacia
abajo. Taein pasó corriendo junto a é l como si se turnaran. Mientras
apenas derrite el hielo que se esparce sobre la hoja y se esparce hasta
las yemas de los dedos con veneno. Allı́ se unieron los dioses. Se dejó
que Tae-in y otros se ocuparan de la pierna restante, y é l se acercó justo
en frente del torso. Solo apunté a su corazó n.
Una hoja llena de veneno cortó cerca de la raı́z de la pierna. Fuego y
hielo, ondas de choque, rayos y otros ataques de diferentes atributos
golpean repetidamente el lugar. Shinje abrió la herida de su cuerpo con
su telequinesis. Cacarear, tambalearse. La epidermis estaba desgarrada
y la herida estaba abierta de par en par.
En medio de é l, innumerables iguras de cadá veres se retorcı́an y
aullaban. El general de brigada Woo Seongyeon, el teniente general Bae
Cheol-seong, los miembros del cuerpo de Saligia que ya habı́an muerto
hace mucho tiempo, el mayor Jung Chang-hyeok, Baek Hee-seong… Se
juntaron como gusanos que incubaron huevos en la carne de un animal,
miraron a este lado y lanzaron una maldició n.
“Yo, desde lo profundo, al Señ or… Grité .
Murmurando un sonido que solo é l podı́a escuchar, Shinje extendió su
mano.
“Escucha mi clamor”.
Desde que nació , el mundo ha sido una prisió n para é l. No, ni siquiera
era una prisió n. Una prisió n no es un lugar para con inar a una persona
que ha cometido un delito. Eramos nosotros para é l. Una jaula que
con ina animales de laboratorio.
Ası́ que ahora, por favor, libé rame de esta jaula… Metió la mano en las
heridas de los cuerpos que se retorcı́an. El poder fue enviado
directamente al corazó n de Almuten.
“¡Kyaaaah! ¡Wow! ¡Bene icio clave!”
Todo el cuerpo de Almuten se estremeció y brilló . Las piernas con
tentá culos volaron y aplastaron a los dioses. Docenas de personas se
aferraban unas a otras y alejaban a tantas personas a la vez.
“¡Puaj!”
Medio rodó a toda prisa, pero no pudo evitarlo por completo. Un brazo
estaba destrozado. La carne se desprendió y los omó platos expuestos
debajo tambié n se hicieron añ icos. Pero no habı́a dolor en absoluto. Mi
mente estaba extrañ amente elevada. El sonido de su propia respiració n,
los gritos que hizo y toda la informació n que llegaba a travé s de sus
sentidos se reprodujeron lentamente como en cá mara lenta.
Shinji saltó inmediatamente. En su estrecho campo de visió n, solo podı́a
ver un enorme corazó n latiendo entre las isuras. Incluso el brazo roto
fue empujado fuera del á mbito de la percepció n. Corrió de nuevo
ferozmente. Sacó fuerza de debajo del Myungchi. Como nació con é l,
vertió generosamente telequinesis, que es má s conveniente que usar
sus manos y pies, en un punto.
El corazó n estaba retorcido en una forma extrañ a. La organizació n se
tambaleó . Una arteria tan grande como cualquier paso subterrá neo o
tú nel se hinchó . Shinji cerró fuertemente los ojos. Era como si los
nervios de todo su cuerpo estuvieran ardiendo por exprimir sus
habilidades má s allá de los lı́mites. Y inalmente.
¡Vaya! Una arteria que no pudo soportar la fuerza de torsió n y
aplastamiento fue cortada. Algunas isuras provocaron pronto el
hundimiento del conjunto. Como si el mundo se estuviera
derrumbando, mi corazó n explotó con un fuerte estallido. A partir de
ese momento, la luz desapareció de los ojos de Almuten, que brillaron
como una vieja estrella nadando en el espacio.
“Capitá n.”
La voz de Yoo Gun se escuchó desde atrá s. Sin embargo, la razó n divina
aú n no ha regresado. Hizo asesinatos de con irmació n una y otra vez
con los ojos desenfocados. No le importaba a pesar de que ya estaba
empapado en sangre oscura de pies a cabeza. ¡Puck, Puck, Puck! Mi
corazó n, que ya se habı́a convertido en un pedazo de carne, se hizo
añ icos y se volvió a hacer añ icos.
“… Wooshinje!”
Yoo Geon escribió mal. Fue entonces cuando llegué a mis sentidos.
Frente a é l estaba el cadá ver de Almuten, el enemigo al que habı́a
estado apuntando por el resto de su vida. La iluminació n se extendió
como el hielo que se derrite. Almuté n ha muerto. Gear mató a este tipo.
“Geon-ah”.
Shin-Je no sabı́a qué tipo de expresió n hacer en este momento. Ahora
que mi sueñ o se ha hecho realidad, parece que es el momento adecuado
para regocijarse. Ası́ que miró hacia atrá s con una sonrisa habitual.
“… .”
Pero Yoo Gun era raro. Era la primera vez que Shin-je veı́a la cara de Yu-
gun ası́.
¿Su hermano se veı́a ası́ cuando murió ? No. Luego lloré con má s
violencia, en voz alta como un niñ o. En este momento, mi cara está
blanca, pero no derramo una sola lá grima. Por qué … .
Por qué pones esa cara? Eso es lo que iba a preguntar Pero no habı́a
sonido. Shinji se humedeció los labios varias veces en vano. Su mirada
siguió a Yoo Geon hacia abajo. Y se dio cuenta.
Una cosa gruesa y a ilada sobresalı́a por la mitad de su pecho. Las
espinas en la punta de los tentá culos de Almuten. Toda la espina estaba
roja y brillante con la sangre del dios.
“… ah”.
Incluso despué s de encontrar la espina, el dios todavı́a estaba rı́gido.
Como si el tiempo se detuviera. Sus ojos se abrieron un poco como si
estuviera sorprendido, y miró ijamente a Yoo Geon. Luego, en un
momento, sus ojos se abrieron. El agua transparente se acumulaba en
las lá grimas.
Yoo-geon sentı́a curiosidad por el llanto de Shin-je a veces. Por
supuesto que no fue con buenas intenciones. Era de preguntarse si
habı́a alguna emoció n humana en ese odioso hombre. Con irmé que
sangre roja luı́a a travé s de é l tambié n, pero ni siquiera podı́a imaginar
las lá grimas. Por lo tanto, la imaginació n de Yoo Geon siempre concluyó
en un nivel crudo. La ú nica vez que Shin-Je lloraba serı́a cuando actuaba
con odio. Incluso cuando llore, ingiré ser miserable y lloraré
maravillosamente. El kernel es un tema horrendo.
Pero en realidad fue todo lo contrario. Shinje contorsionó los ojos y
tembló en las comisuras de la boca, llorando con una cara desconocida
en lugar de su habitual expresió n há bilmente inventada. Un leve jadeo
escapó entre sus labios ligeramente abiertos. Un chorro de agua brotó
de un ojo, pasó por su mejilla, se condensó en su barbilla y luego cayó .
Al mismo tiempo, el cuerpo de Shinje colapsó . La espina que le habı́a
atravesado el pecho se escapó . El tiempo que se habı́a detenido
comenzó a luir de nuevo.
“… ¿Morir ası́?
Incluso despué s de que Shin-je cayera, Yu-geon murmuró mientras se
quedaba quieto.
“no… No puedes morir ası́. ¿Cuá nto es el precio de mis pecados que
tengo que pagar de esta manera… como puedes hacerme esto ¿Dijiste
eso con tu boca? Quiero que me mates con mis propias manos. Incluso
lo pediste, maldita sea. ¡Quien lo quiera!
Yoo Geon se sentó encima de Shinje, perdiendo la cabeza. Puso su mano
sobre su pecho manchado de sangre, y como si eso no fuera su iciente,
inclinó su cabeza y apoyó su frente en el dorso de su mano.
“No dejaré que mueras ası́. Yo, con tu guı́a, nunca… .”
La sangre brotó del pecho perforado. Yoo Gun apretó los dientes y
presionó el á rea herida. La guı́a luyó como loca. Se sentı́a como si le
hubieran puesto un tubo grueso en un vaso sanguı́neo y le hubieran
extraı́do sangre directamente del cuerpo. Bip… Un tinnitus siniestro
sonó en mi oı́do. La fuerza en la mano que sostenı́a el Shinje fue
liberada. Mi corazó n latı́a como loco, añ orando la vitalidad perdida, e
incluso eso se calmó lentamente.
Pero no podı́a dejar de guiar. El pulso del divino sacerdote, que parecı́a
casi haberse detenido, volvió aunque sea dé bilmente. Tal vez fue
porque se perforó justo en el medio de la mé dula, no en el lado
izquierdo del pecho, donde se encuentra el corazó n. Apenas respiraba.
Yoo Gun reunió todo su poder mental y se concentró en guiar.
“¡Guı́a de Baek Yu-geon!”
Alguien lo agarró por detrá s. Fue taein Nunca lo hizo tampoco. Uno de
sus ojos estaba cerrado como si no pudiera ver frente a é l debido a la
sangre que goteaba de su cabeza herida. Pero comparado con los
demá s, era un buen eje.
“Para. Si sigues guiando, tambié n está s en riesgo”.
“… .”
“¿Vas a morir ası́? Como ese hombre.
“¡No ha muerto aú n! Yo no morı́ necesito mejorar… ¡Vaya!
Durante la lucha, Yoo Geon vomitó sangre. Por un momento, mi visió n
se volvió negra y volvió . Taein se mordió el labio inferior y lo obligó a
alejarse.
“perdó n. Sin embargo… No puedo perderte ni siquiera a ti”.
“No me gusta. ¡Te salvaré pase lo que pase! Pon esto… ¡Maldita sea,
diablos, dé jalo ir!
Tae-in abrazó a Yoo-geon, que estaba a punto de volver corriendo hacia
Shin-je, con los brazos destrozados y no lo soltó . Mientras aceptaba
todo lo que Yoo Geon empujó , pateó y golpeó . El guı́a, que murió como
devorado por los Insomnes, se bastó con su hermano menor.
Yoo Geon ya estaba lleno de mierda. Con un cuerpo que no era diferente
al de una persona normal, fue en la medida en que fui perdonado por
aferrarme a mi mente hasta ahora. No importa cuá n malvado lo
intentara, no pudo derrotar a Taein. El movimiento que habı́a estado
luchando en los brazos de Taein se debilitó gradualmente.
“Guı́a a Baek Yu-geon, por favor”.
Los labios de Taein temblaron y se retorcieron, susurrando como un
suspiro. Yoo Geon exprimió el resto de sus fuerzas y miró hacia atrá s.
Las lá grimas brotaron bajo los ojos borrosos, perdiendo el foco. Se
lamió los labios manchados de sangre con dolor.
“por qué … .”
Yoo Geon, que se habı́a resistido hasta el inal, inalmente perdió el
conocimiento. Una tenue luz caı́a sobre sus pá lidas mejillas manchadas
de sangre y polvo, como las primeras gotas de un chaparró n repentino.
Luz clara… Pensé que nunca te volverı́a a ver en mi vida.
El corazó n de la guı́a, que cayó en sus brazos, estaba dé bil pero latı́a con
regularidad. El cuerpo aú n estaba caliente. Taein abrazó a Yoo Gun con
fuerza y levantó la cabeza involuntariamente. Tambié n lo fueron los
pocos sobrevivientes. Levantó la vista como si lo hubiera prometido.
Uno por uno, se perforaron agujeros en las profundidades del mar que
colgaban sobre mi cabeza. El nú mero de agujeros ha crecido a decenas
de miles. Como si las viejas nubes oscuras se hubieran levantado y el
dı́a se hubiera despejado. Una luz larga y deslumbrante caı́a a travé s de
ellos.
Innumerables rayos de luz mojaron por primera vez el fondo del mar
profundo, donde nunca habı́a escapado de la oscuridad. El suelo oscuro
y hú medo brillaba. Todo estaba envuelto en un halo blanco y quieto. El
cadá ver de Almuten, musgo y moho creciendo por todas las paredes y
pisos, y personas que cayeron.
El velo de oscuridad que parecı́a nunca levantarse inalmente se
levantó .
*
“Le pedı́ ayuda a Bari”.
La mano de un hombre envuelta en vendajes y gasas puso una tarjeta
de visita sobre la mesa. Yoo Geon siguió sus movimientos sin
comprender. Todos los sentidos estaban distantes. Cuá ndo salió de
Mazarus, y todavı́a parecı́a estar sumergido en aguas profundas.
“¡La guı́a de Baek Yu-Gun! ¿Me está s escuchando?”
“Ah”.
Yoo Geon estaba má s sorprendido de lo necesario. Los ojos
desenfocados miraron a Taein un segundo despué s.
Taein, que siempre tenı́a una camisa limpia, vestı́a una camiseta y
pantalones de algodó n. El cabello castañ o oscuro, que se habı́a
separado, se dejó colgando casualmente sin ningú n recorte. Era difı́cil
encontrar el aspecto de un vicelı́der que era minucioso en todo y era
como un cuchillo. Es natural. Ahora que no es el vicecapitá n de Erejó n.
Erehon fue virtualmente disuelto. El edi icio de la sede quedó en
cenizas, y la mayorı́a de los miembros murieron, y la mayorı́a del resto
estaban muertos o en estado crı́tico.
No importa cuá n duro fuera el sonido, el guı́a, que no dudó , se
estremeció solo con llamar su nombre una vez. Es como un cachorro
abandonado en la carretera. Incluso si se aferran a ellos y los amenazan,
tienen un fuerte impulso para jugar. ¿Có mo es que esto… No, ¿es normal
que esto suceda? Taein suspiró .
“Dijo que el manager Seok Moonyoung enviarı́a un auto. Alguien con
quien conducir.
“… .”
“Si te mueves en nuestro auto, cualquiera lo notará de inmediato. Ası́
que era inevitable”.
“Chara… ¿De qué está s hablando?”
Yoo Gun preguntó como un gemido. El dorso de su mano seca, expuesto
bajo sus mangas holgadas, se curvó . La mirada de Tae-in se posó una
vez en el dorso de las manos llenas de cicatrices de Yu-geon y en el
cuello, que ahora cuelga de la nada. Inmediatamente despué s de dejar a
Mazarus, Taein se acercó a Key y lo soltó .
Cuando colapsó mientras guiaba a Shin-je, la condició n de Yoo-geon era
peor de lo esperado. Era el precio de tratar de hacer cosas solo que ni
siquiera docenas de otros guı́as podı́an hacer. Si Tae-in no hubiera
sacado a la fuerza a Yoo-geon en ese momento, la vida de Yu-geon
habrı́a estado en peligro. Mientras que incluso Yoo Geon perdió el
conocimiento, Taein se mantuvo irme solo. Mi cuerpo ni siquiera se
hincha. Ninguno de los otros miembros del equipo era maduro, por lo
que tuvo que soportarlo solo.
“La guı́a de Baek”.
Taein habló claramente, haciendo contacto visual.
“Sal de aquı́.”
Era algo que habı́a planeado antes de entrar en Mazarus. El momento
de ponerlo en acció n era ahora. Chan aú n no puede moverse y Shinje y
Heesu está n inconscientes. Ahora, podı́a evitar sus ojos y robar a Yoo-
geon sin ningú n obstá culo.
El mundo barrido por el desastre quedó completamente devastado. En
este caso, el Cuartel General de Gestió n Despertado deberı́a tomar la
iniciativa para estabilizar la situació n, pero no hay nada que hacer
porque el gerente general y muchos otros Espers murieron en Mazarus.
Lo dijo todo porque ni siquiera podı́a entender correctamente cuá ntas
vı́ctimas habı́a, y mucho menos reparar el dañ o.
No era solo el Cuartel General de Gestió n Despertado. El gobierno, e
incluso todo el paı́s, estaba paralizado. Era imposible que aviones,
trenes y autobuses expresos operaran con normalidad. Ası́ que Tae-in
encontró un auto con di icultad. Un auto que enviará a Yoo Gun a un
lugar distante.
De hecho, habı́a otra razó n para pedir ayuda en otro orden. Si Tae-in le
ordena a Yu-geon que envı́e a Yu-geon, naturalmente sabrá a dó nde se
dirige, y luego… Parecı́a haber un arrepentimiento innecesario. Ası́ que
rompı́ mi orgullo y le pregunté a Moonyoung y Seulbi. Por favor, no se lo
digas a nadie ni a ti mismo, y recupera a Yoo Gun.
“… .”
Incluso despué s de escuchar las palabras de Taein, Yoo Geon no
respondió . Deberı́as estar contento de que inalmente está s libre de
este lugar infernal.
“El contrato ha terminado. El guı́a tampoco lo sabe. Quedarme aquı́ solo
lo empeorará . Será difı́cil encontrar un medio de transporte por su
cuenta, ası́ que como dije… .”
“¿Ahora?”
Yoo Gun inclinó la cabeza. El cabello negro alborotado, las aurı́culas
redondas y la nuca que se extendı́a directamente debajo de é l parecı́an
particularmente pá lidas.
“Ven ahora.”
Taein cerró los ojos. El doloroso arrepentimiento que se habı́a repetido
cientos de veces vuelve a extenderse. No se trataba de hacer un
escá ndalo. Erejó n y su corazó n. No deberı́a haber sentido la má s
mı́nima emoció n. Como ha hecho con muchos guı́as hasta ahora,
deberı́a haberse mantenido al margen sin importar dó nde o qué estaba
haciendo.
Si ese hubiera sido el caso, Taein habrı́a podido morir con
remordimiento hasta el inal. Como habı́a esperado durante mucho
tiempo, inalmente pude ir al lugar donde estaban mi madre y mi
hermana y declararme culpable. Ni yo mismo me entendı́a. ¿Qué
remordimientos hay en este mundo y con qué responsabilidad sigues
pensando en sobrevivir y dejar ir a Yoo Gun?
“Ahora que vengo y me escapo, ¿qué me quedará ?”
“… .”
“vicecapitá n, ¿qué me queda?”
“… .”
“Mi hermano está muerto. La casa a la que volverı́a tambié n fue
incendiada. Vivı́ para proteger a mi hermano mayor y vengar a mis
padres, pero qué debo hacer ahora, entiendo, por qué … No sé por qué
sigo vivo. No puedo entender.”
Yoo Gun se miró las yemas de los dedos y tartamudeó . Taein sintió rabia
por una razó n desconocida. Taein todavı́a odiaba a Yoo Gun. La esencia
es, al inal, la homofobia. Ni Chan ni Heesu ni Shinje sabrá n có mo es la
vida de una persona que pierde a su familia y vive cada dı́a con un
sentimiento de culpa y deber.
“¿Necesitas una razó n para vivir? Si tu familia está muerta, tú tambié n
tienes que morir”.
“… .”
“¿No te costó mucho sobrevivir en Mazarus? Entonces puedes
simplemente vivir. Nadie te regañ ará por sobrevivir solo”.
Quizá s estas palabras no eran lo que Taein querı́a decirle a su antiguo
yo. Extrañ amente, mi garganta estaba ahogada. Taein frunció el ceñ o y
cerró los ojos. Las emociones luctuaban a voluntad y la razó n se
nublaba. La sensació n de estar fuera de control era muy desagradable.
Despué s de quitar a Yu-Gun de tus ojos, entonces… Nunca má s volveré a
sentirme ası́.
“Esto es todo lo que puedo hacer por ti. Piense en ello como una
alternativa a la indemnizació n por despido”.
“Pero, vicecapitá n. YO… .”
“Guı́a Baek Yu-geon. ¡por favor!”
Impulsivamente agarró el hombro de Yu-Gun. Yoo Gun negó con la
cabeza. El rostro de Taein se re lejó en sus ojos temblando de sorpresa.
“Por favor, vete cuando digas que lo hará s. Cuanto má s dudes ası́,
cuanto má s dudes, menos probable es que quieras quedarte… Porque
me sigo equivocando”.
“… .”
Yoo Geon no respondió . Tae-in la agarró del brazo y simplemente lamió
sus labios agrietados. ¿Cuá ndo es que perseveras a pesar de la
humillació n? Una guı́a joven y pobre. Lo perdı́ todo y esta vez estaba
realmente solo.
Taein suspiró y soltó su mano. Luego empujó la silla y se levantó .
Obviamente fue má s duro que de costumbre.
“Me voy mañ ana por la mañ ana. Estar preparado.”
Con esas palabras, Taein salió de la habitació n. Trató de ni siquiera
pensar en qué tipo de expresió n tenı́a Yoo Geon a sus espaldas. Si ese
fuera el caso, pensé que serı́a yo quien se arrepentirı́a.
Incluso despué s de que Taein se fue, Yoo Geon se sentó en silencio junto
a la cama durante mucho tiempo. Escuché la oferta impactante, pero no
sentı́ nada. Fue como si una ola furiosa hubiera pasado por mi cabeza.
La luz del sol entraba a raudales por la gruesa ventana de cristal. Pude
ver un poco de polvo lotando en la habitació n. No esperaba volver a ver
el sol en mi vida. Yoo Gun se levantó . Cojeó por la habitació n con sus
piernas má s pequeñ as. La pá lida luz del sol luı́a por la nuca, los
hombros y la espalda, donde sobresalı́a el esqueleto.
Abrı́ el armario de una pared. El armario estaba sucio. La ú nica ropa
que tenı́a Yoo Gun era la que recibió cuando llegó a Erejó n, pero no
pudo traerla correctamente porque la sede se derrumbó y evacuó a
toda prisa. Todo lo que tenı́a era un uniforme y dos o tres ropas extra.
La mano que solı́a recoger el uniforme se detuvo como un há bito. Yoo
Gun se mordió el labio inferior, recogió la otra ropa y la arrojó hacia
atrá s. La ropa que volaba por el aire estaba apilada al azar sobre la
cama. Tomé la primera mochila que habı́a traı́do y dejé en la terminal,
pistolas, cargadores y otros equipos que se habı́an quedado sin
baterı́as. Ya no eran necesarios.
Ese fue el inal de la carga de Yoo Gun. Era demasiado corto para ser un
equipaje para un viaje de un dı́a. Los meses que pasé en Erejó n se
juntaron en una sola bolsa.
Puede haber cosas que aú n no hayas empacado. En el bañ o o en el
armario… Yoo Gun se dio la vuelta. Entonces escuché un pequeñ o ruido
fuera de la puerta. Era como arañ ar una puerta con un rastrillo delgado.
Tan pronto como se abrió la puerta, un gato negro apareció por su cara.
Las orejas que sobresalı́an por encima de su cabeza redonda se
animaron. El gato trepó por el hueco, menos de un palmo.
“¿Có mo has llegado hasta aquı́? ¿Por qué viniste esta vez? ¿Quieres otra
comida?
Yoo Gun preguntó con indiferencia y se dio la vuelta. No le importaba lo
que estaba haciendo el gato, reanudó lo que estaba haciendo. El gato
caminó hacia ti, sin prestar atenció n a la indiferencia de Yu-geon. No era
su iciente quedarse a sus pies, ası́ que saltó sobre la cama y frotó los
muslos de Yugun.
“Lo siento, pero no tengo nada para comer en este momento. Ni
siquiera puedo buscarlo.
Apartó al gatito con el dorso de la mano.
“En el futuro, ve a otro lugar para averiguarlo. Me voy mañ ana de todos
modos”.
El gato dejó de moverse.
“Debido a la situació n, no sé si hay alguien que se ocupe de sus comidas.
Aú n ası́, no hay forma de morir, por lo que al menos una persona
cuidará de ti. Bueno, eres grande e inteligente, ası́ que estará s bien en la
naturaleza”.
Yoo Gun metió la ropa desordenada en su mochila.
“Un mundo sin gente podrı́a ser un paraı́so para ti. No hay veneno para
ratas, y no hay necesidad de pasar por el desperdicio de alimentos. Pero
ten cuidado. Recoge cualquier cosa y có mela, digamos… Vamos… .”
La voz de Yoo Geon, sintié ndose extrañ a, disminuyó gradualmente. La
ropa que estaba sosteniendo se cayó . Mantuvo la mirada baja y miró
hacia abajo. En lugar de un gato negro… Podı́a ver un fuerte brazo
envuelto alrededor de su cintura. Un vendaje blanco, salpicado de
sangre, cubrı́a la piel color cobre. La cabeza del hombre descansaba
sobre el hombro de Yugeon desde atrá s.
“… ¿No puedes ir?”
Chan susurró . Originalmente, la voz baja tenı́a mucho descanso y
grietas, y se volvió má s baja. No era su personalidad habitual, se
calmaba y tenı́a un tono deprimente. Dijo que estaba tan malherido que
no podı́a levantarse de su asiento ¿Có mo llegó aquı́?
Mis orejas perforadas y la piel en la parte posterior de mi cuello se
erizó . Pero Yoo Gun no miró hacia atrá s. Recogió la ropa que habı́a
dejado caer antes.
“Sé que esto es una tonterı́a. Pero si lo piensas solo una vez, solo una
vez… Yo haré cualquier cosa que usted quiera Si te pones de rodillas,
me arrodillaré . Si quieres vencerme, puedes… Maldita sea, no sé de lo
que estoy hablando”.
“por debajo.”
Yoo Gun dejó escapar una risa seca. Chan se congeló mientras lo
abrazaba.
“Entre nosotros.”
“… .”
“No importa lo que pase con solo eso. Sabes.”
El aliento que tocó los hombros y el cuello de Yu-geon se volvió un poco
á spero. Como si nunca fuera a soltarlo, el brazo que sostenı́a a Yu-Gun
se soltó lenta y muy lentamente.
Se sentó detrá s de Yu-geon, inclinó la cabeza y permaneció en silencio
durante mucho tiempo. Yoo Gun tambié n guardó silencio. El silencio
continuó . En el momento en que Yu-gun volvió a alcanzar su mochila
porque no podı́a esperar, Chan de repente abrió la boca.
“okey. Baek Yu-gun.
“… .”
“Ahora estamos todos… No lo volvamos a ver nunca má s”.
Apretó los dientes y masticó cada palabra. Exprimı́ las emociones
reprimidas. Al inal, no levantó la cabeza.
“No me disculpo. No tendrı́a sentido si lo hiciera.
“Sı́.”
“adió s. Vivir bien.”
Chan se levantó lentamente, como una bestia tratando de estirarse.
Mú sculos duros se contrajeron bajo las vendas que cubrı́an su torso
desnudo.
“¿sı́? Me re iero a vivir un poco mejor ahora. No te dejes atrapar por
locos como nosotros otra vez. Sabes que eres el tipo perfecto para
atraer a los locos, ¿verdad?
Mientras estaba sentado en la cama y miraba a Yoo Geon mirá ndose a sı́
mismo, Chan se rió entre dientes de la pelusa.
“Esta será la ú ltima vez que te vea. Porque no quiero despedirnos de
una manera extrañ a mañ ana”.
Se dice que el primer amor nunca triunfa. El primer amor y el amor no
correspondido, incluso si le pones el botó n equivocado al primero, lo
pones de la manera equivocada. La conclusió n es obvia. Hay algo
diferente en ti y en esos bastardos que secuestraron a Yoo Gun.
“Ah. Tengo una cosa por la que disculparme.
“¿Qué ?”
“Eso es genial, mmm. Lo siento por pretender ser un gato.
“No me importa. Lo adiviné hasta cierto punto.
“¿Lo adivinaste?”
“Es lo mismo.”
Chan se sorprendió por las palabras de Yoo Geon. ¿Desde cuá ndo te
enteraste? Luego, cuando saltó sobre el cuello de Yu-Gun y pretendió
ser una bufanda de piel, entonces… .
“Cuando te despiertes, te lo diré enseguida, bastardo… por debajo…
Vete a la mierda.
Chan se limpió la cara seca con la otra mano en lugar de la mano
vendada. Habı́a mucha complejidad en cada movimiento.
“Va.”
Levantó la mano secamente y se fue. La nuca de su cuello, que
desaparecı́a má s allá de la puerta, estaba desnuda por el agua.
*
Al inal, Yoo Gun ni siquiera pudo llenar su mochila hasta la mitad.
Estaba con las manos vacı́as cuando llegó y cuando se fue. Me acosté
con mi equipaje gastado junto a la cama, pero no podı́a dormir, ası́ que
me quedé despierto toda la noche con los ojos abiertos.
Almuten murió y fue liberado de su contrato, entonces, ¿por qué parece
que todavı́a no se ha resuelto nada? De repente, me sentı́
insoportablemente frustrado. Al inal, Yoo Geon se levantó de su asiento
temprano en la mañ ana cuando aú n no habı́a salido el sol.
Abrió la puerta principal de la casa segura en forma de casa unifamiliar
de tres pisos y salió . El patio al amanecer, donde caı́a el rocı́o de la
noche, lo acogió . Una niebla fresca rozaba las paredes que rodeaban la
mansió n, y los cé spedes cubiertos de hierba y descuidados escuchaban
ocasionalmente el canto de los saltamontes. Dio un paso adelante
usando pantu las que eran má s grandes que su talla. La hierba mojada
fue pisoteada. Cuando respiré el aire de la noche mezclado con el olor
de las hojas de hierba fresca, mi cabeza estaba un poco má s clara.
Pronto todo terminará Cuando el dı́a sea brillante, llegará el coche
enviado por Bari. Todo lo que tiene que hacer es llegar allı́ y marcharse.
Si Shin-je y Hee-soo, que aú n no han recuperado la conciencia, mueren
o no, o qué sucede con el primer equipo de Erejon despué s de que se va,
no lo sabe. Ası́ como Yu-geon ya no los necesita, ellos ya no necesitan a
Yu-geon. Despué s de todo, el mundo en el que vivı́amos originalmente
era diferente, ası́ que despué s de que nos vayamos, nunca nos
volveremos a ver por el resto de nuestras vidas.
Es una conclusió n clara. No hay necesidad de preocuparse má s. Pero
siento que me estoy olvidando de lo má s importante. Porque el
in ierno… .
Flores silvestres de nombres desconocidos lorecı́an en el cé sped.
Estaba oscuro alrededor, ası́ que no pude ver la forma exacta. Se le
superpuso una escena en mi memoria.
“¿Sabes qué lor es? Lo traje aquı́ a propó sito para la guı́a de Baek Yu-
Gun.>
“Es Hipoxis Aurea. En otras palabras, la lı́nea de agua de la estrella
amarilla.>
Flores silvestres amarillas en un jarró n. Propia lor de nacimiento.
Shinje, quien se puso lores en la oreja como broma y sonrió . Voz
apagada. La sensació n de una puerta bien cerrada y una manta suave,
aislada del miserable mundo exterior… Yoo Geon se acercó como si
estuviera poseı́do y recogió las lores. Pero cuando sostuve la lor y
miré de cerca, me di cuenta. Esta lor era un diente de leó n. Excepto que
los pé talos son amarillos, no se parecen en nada.
“no. Esto no es… .”
Yoo Geon recogió otra lor. Una vez má s, no era la lor. Se rompió de
nuevo Otra lor, otra lor. Deambuló por todo el patio sin dudarlo. Tenı́a
pequeñ os rasguñ os en las manos empapadas de rocı́o, y no pudo
encontrar las lores que buscaba hasta que llenó sus brazos porque las
lores que habı́a cortado no le alcanzaban con las dos manos.
Yoo Geon se puso de pie, sosteniendo un ramo de lores silvestres con
sus manos ensangrentadas. Fue entonces cuando se dio cuenta de la
identidad de la impaciencia que habı́a sentido todo el tiempo. No podı́a
dejar a los dioses ası́. Shinje lo arrastró al abismo, lo llevó a la muerte y
inalmente lo devolvió a la vida. Ası́ que su vida tenı́a que estar atada a
la mano de Yoo Geon.
“Si, muy, si Almuten murió y yo sigo vivo despué s de que todo haya
terminado… En ese momento, el guı́a Baek Yu-geon me detuvo.>
“¿Quieres que te mate?”
¿Alguna vez has escuchado algo de lo que yo querı́a? Sı́, lo preguntas
descaradamente. Sigue siendo odioso Te odio, no puedo soportarlo
“… quien lo quiera.”
Entró en la casa con las lores en los brazos. Su paso, que parecı́a
colapsar en cualquier momento, mientras arrastraba su pierna herida,
de repente ganó fuerza. Corrı́ por la sala de estar y el pasillo
tenuemente iluminados, en busca de la nueva habitació n.
La cama estaba tendida en una habitació n plana con la luz de la luna
entrando a raudales. Incluso cuando Yoo-geon apareció desde lejos,
inmediatamente dijo: ‘¿Está s aquı́?’ El hombre que solı́a reı́rse de mı́ ya
no está . Solo hay una igura pá lida acostada debajo de la manta. El
sacerdote dormı́a tranquilamente. Su rostro, blanco y brillante a la luz
de la luna, era como una pintura. Incluso las largas sombras bajo las
pestañ as parecı́an ser parte de la obra de arte.
Despué s de la muerte de Almuten, fue liberado del colapso de Mazarus
en un estado moribundo. Despué s de que se tomaron todas las
medidas, su lesió n se recuperó gradualmente. Carne nueva creció en
sus brazos destrozados, y su pecho perforado se llenó . Incluso un
pequeñ o rasguñ o en mi mejilla o brazo se curó .
Sin embargo, incluso despué s de que se recuperó , todavı́a no recuperó
la conciencia. Su pulso y respiració n son normales, y responde
re lexivamente a los estı́mulos externos, pero Shinje no mostró signos
de despertarse sin importar cuá nto tiempo pasara. Era como una
cá scara vacı́a dejada atrá s.
Acabo de llegar del patio al dormitorio, pero de alguna manera estaba
sin aliento. Yoo Geon jadeó con los dientes y colocó la lor en el pecho
de Shinje. Tan silenciosa y secretamente como la noche en que Shinjae
llegó a la habitació n del hospital de Yoo-geon con un ramo de lores.
Blanco, amarillo, azul, rojo, morado. Las lores silvestres de varios
tamañ os, colores y apariencias estaban en plena loració n. Las lores se
movı́an poco a poco segú n la respiració n regular y colorida.
¿Con qué sueñ a ahora? ¿O estoy descansando sin siquiera soñ ar? Sin
preocupaciones Despué s de arrastrar a Yu-gun a Mazarus con las
palabras de querer morir juntos, logró sobrevivir y lo devolvió a la
realidad, pero dijo que estaba descansando có modamente.
“¿Está escuchando, comandante? Nunca te perdonare.”
Yoo Gun colocó su mano en el cuello de Shin Jae como si fuera a
atragantarse en cualquier momento. Ya sea que lo supiera o no, Shinje
todavı́a tenı́a los ojos cerrados. Las sombras de la noche azul oscuro se
extendieron a lo largo de su cara lateral.
“Como me hiciste a mı́, esta vez… .”
La mano de Yoo-geon, que proyectaba una sombra sobre el cuello de
Shin-je, se desvió un poco y la puso a un lado de su cabeza.
“Te violaré ”.
¿Dije que era tu deseo morir en mis manos? Entonces me vengaré
salvá ndote a la inversa. Este es el ú nico contraataque que puedo dar y
mi ú ltimo afecto por ti.
Se quitó la manta y se subió al Shinje. A pesar de que mostraron
abiertamente sus señ ales, los dioses no se despertaron. Yoo Gun colocó
su mano sobre su mejilla blanca y recta. Se burló de la cara que nunca
habı́a pensado en tocar. Puse mis dedos entre el cabello de color claro,
agarrando el cabello e inclinando mi cabeza.
“… .”
Las pestañ as de Shinji temblaron. Sus labios se torcieron en silencio.
Yoo Gun dejó de respirar por un momento. Pero eso fue todo. Shin-je ni
siquiera abrió los ojos ni habló con Yoo-geon.
Soltó la mano que sostenı́a el cabello y bajó la parte superior de su
cuerpo. Hasta que el aliento del nuevo dios toca su labio superior. Sus
labios se acercaron como si estuvieran a punto de tocarse. En
comparació n con los labios suaves y color sangre de Shinjae, los labios
de Yoo-geon estaban agrietados y agrietados, y una costra se asentaba
sobre ellos. Desde el exterior, Yoo Geon parecı́a má s un paciente.
Despué s de mirar tenazmente el nuevo material sin pestañ ear, Yoo
Geon cerró lentamente los ojos y apretó los labios. Hacı́a calor. Separó
los labios ligeramente, cambió el á ngulo y volvió a besar. El ú nico beso
que habı́a besado en su vida fue despué s de conocer a Shinje. No sabı́a
de otros besos. Aú n ası́, contando la cantidad de veces, fue bastante,
pero Yoo Geon todavı́a era torpe.
Metió la lengua en sus labios abiertos. Membranas mucosas cá lidas y
hú medas entrelazadas. Como habı́a hecho Shinji, traté de frotar
suavemente el interior. Al principio fue pasivo, pero el movimiento se
hizo cada vez má s drá stico.
“Ahhhh… .”
El cuerpo de Yoo-geon, que se habı́a enfriado con el aire de la mañ ana,
se calentó gradualmente sobre el estó mago de Shinje. El estó mago
estaba hinchado. Era un placer pervertido sentarse sobre un oponente
irresistible y devastar el interior de su boca a voluntad.
Labios hacia abajo. Bajó los labios hasta la a ilada lı́nea de la mandı́bula
y las orejas y la irme nuca debajo de ella. De alguna manera, esta
persona tambié n tiene un oı́do bonito. Con el corazó n roto, me mordı́ el
ló bulo de la oreja.
“Ja, ja, ja, ja”.
Yoo Gun se limpió los labios hú medos con el dorso de la mano y se
levantó . Sentado encima de Shinje, se cruzó de brazos y se quitó la
camiseta que llevaba puesta sin dudarlo, y se quitó el resto de la ropa.
¿Entonces, qué deberı́a hacer? Yoo Geon, que estaba preocupado
mientras escribı́a una impresió n, levantó la blusa de Shinje. Mis
abdominales curvos quedaron expuestos alrededor de una pulgada.
Enterró sus labios en un lugar incó modo a mitad de camino entre su
estó mago y su cintura y chupó su piel imprudentemente. Tambié n traté
de raspar suavemente el á rea de la pelvis con mis dientes frontales. Era
una caricia que parecı́a un animalito al que le estaban empezando a
salir los dientes, sin nada que se viera tan grueso. Rá pidamente dejé
marcas de dientes en mi piel blanca como el má rmol. Desaparecerá sin
dejar rastro en poco tiempo, pero este momento fue muy estimulante.
“… .”
La frente de Shinji se arrugó levemente. No sé si fue una alucinació n
auditiva o no, pero fue como escuchar un gemido como un suspiro. Yoo-
geon juntó las manos para mantener el equilibrio, pero
involuntariamente se sobresaltó . Algo duro fue presionado bajo la
palma de la mano. Ni siquiera he tenido una erecció n todavı́a, pero ya
me siento muy bien. ¿Có mo puse esto en mı́ antes?
Shin-je movió a Yu-geon de la cabeza a los pies cada vez, haciendo que
su mente volase por completo, y lo empujó en la brecha. Ni siquiera
tuvo tiempo de asustarse de antemano al juzgar el tamañ o. Mientras
jadeaba mientras colgaba en sus brazos una y otra vez pensando que
iba a morir, mis entrañ as se estaban llenando con fuerza. Ya fuera por la
buena té cnica de Shinjee o no, las lá grimas y la saliva luı́an libremente,
jadeando e incluso con ná useas, pero nunca habı́a visto sangre.
Yoo Geon tragó saliva seca y a lojó el frente de Shinje. Cuando se trataba
de ropa interior, tenı́a que estar preparada una vez má s. Se bajó la ropa
interior y se mordió levemente la cabeza. Un pene pesado, medio
erecto, sobresalı́a en un á ngulo oblicuo. Si me lo hubiera quitado sin
siquiera pensarlo, me habrı́an golpeado en la cara con una polla como
antes.
Un pene grande sobresalı́a de la raı́z y se deslizaba hacia arriba. Una
vena de sangre brotó a lo largo de los pilares de color rosa pá lido. Habı́a
un glande grueso en la parte superior. Solo mirarlo me puso la piel de
gallina.
“por debajo… .”
Dejó escapar un suspiro bajo y apretó la base de su pene con ambas
manos. Un calor abrasador llenó mi mano. Yoo Gun dudó incluso
despué s de llevarse el glande a los labios. Simplemente se pasó la
lengua por los labios agrietados. Entonces inalmente me decidı́.
Respiró hondo y abrió la boca para morderse la punta del glande. No
habı́a ninguna té cnica para frotar la zona sensible con la lengua. Para
ser honesto, acabo de tragarme el pene. Hasta que los extremos
fuertemente hinchados se meten en la garganta.
“¡UH Huh!”
Por un momento, una estrella apareció frente a mı́. Todavı́a quedaba
mucho tiempo, pero no podı́a tragar má s. Yoo Geon chupó el glande y la
parte superior del pilar mientras jugueteaba con la base de su mano.
Mientras tanto, el pene se hizo má s grande en la boca. Sentı́ que mi
barbilla se iba a caer.
“UH uh uh… Puaj… ¡Vaya!
Con la cabeza enterrada debajo de Shinje, el lequillo de Yoo Geon
estaba desordenado. En medio de los gemidos ahogados, se
entremezclaba el ocasional pequeñ o goteo del nuevo sacerdote. Puso su
mano detrá s de su espalda y puso su pene en su boca. Nunca se habı́a
desatornillado la espalda por su cuenta, por lo que no estaba seguro de
si esto era lo correcto, incluso mientras buscaba a tientas a travé s del
agujero seco con la punta de los dedos.
“¡Puaj!”
En el momento en que empujé a la fuerza uno de mis dedos, estalló un
grito. Dolió terriblemente Pensé que toda la pared iba a ser barrida. Las
lá grimas brotaron de las esquinas de sus ojos arrugados. Escupió sus
genitales mordedores por un momento, y en su lugar se mordió los
dedos ı́ndice y medio. Desgarró su carne caliente y arrugada y la sacó .
Se golpeó la espalda con los dedos hú medos hasta la parte inferior del
nudillo de nuevo. Hacı́a un poco de calor, pero estaba mejor que antes.
Yoo Geon, que habı́a estado ampliando el interior tanto como pudo,
pronto se detuvo. La vergü enza fue mayor que el dolor. Serı́a mejor
insertar el pene de inmediato que continuar hacié ndolo. Se puso de
rodillas y tomó asiento. Una polla muy unida abofeteó
amenazadoramente sobre el agujero hú medo. Es como protestar que
quieres entrar de inmediato.
“Ah… Vaya, vaya, vaya… .”
Yoo Geon respiró hondo y miró a Shin Jae. Un leve rubor se elevó en las
mejillas blancas de Shinji. Tambié n le faltaba el aire. Su pecho subı́a y
bajaba tanto que se podı́a ver a simple vista. El cuerpo está muy bien,
pero la mente no da señ ales de despertar. La ú nica conclusió n es que el
inconsciente del dios se niega a despertar. Yoo-geon se decidió de
nuevo. Voy a salvarlo de alguna manera. No hay venganza tan
desesperada como dar vida a alguien que ha renunciado a la vida y ha
optado por la muerte.
“Eh, eh… .”
Se agachó , mordié ndose el labio inferior. Puaj… El pesado glande
levantó la cabeza. Yoo Gun suspiró e inclinó la cabeza. Tenı́a sangre en
la nuca. El perineo estaba tan in lado que se notaba sin mirarlo.
“Ahhh… Ja, ja, ugh.
No podı́a respirar cuando sentı́ que mis intestinos se abrı́an
lentamente. Yoo Gun cerró los ojos con fuerza. Varias manchas se
extendieron sobre la visió n cerrada. Una sensació n de presió n
insoportable me recorrió la columna vertebral y me subió hasta la
columna vertebral.
Cuando llegué a cierto punto, la inserció n estaba obstruida. No importa
cuá nto peso puse sobre é l, no importa cuá nto lo intenté , el dolor se
extendió por toda la pelvis y no mostró signos de ir má s allá . Yoo Geon
Ha, apenas exhalando un breve suspiro, se levantó de nuevo. Los
genitales, que habı́an estado luchando con la pared interna, que estaban
menos hú medos y menos lojos, fueron sacados nuevamente. El fondo
estaba dolorido. Parecı́a como si todos los ó rganos fueran a salir ası́.
“… .”
Yoo Geon ni siquiera pudo emitir un sonido correctamente y solo
murmuró con la boca. Su frente y el cabello debajo de sus orejas ya
estaban hú medos de sudor frı́o. Una gota de sudor resbaló por su
barbilla y goteó sobre su pecho. Yoo Geon a iló sus dientes y se tragó
sus genitales nuevamente.
Se arrodilló encima del dios y movió su cuerpo torpemente hasta
quedar sentado con los muslos separados. Chirriar, chirriar, menear.
Uno tras otro, sonidos obscenos no aptos para el amanecer tranquilo y
fresco.
Nunca antes habı́a hecho una forma tan activa de guiar. La otra persona
vino a Yoo Gun primero cuando lo necesitaba y se fue cuando su
necesidad estuvo satisfecha. En otras palabras, cuando estuvo lleno, fue
al tanque de Yu-geon, tomó tanta agua como quiso y luego se fue.
Incluso si el objetivo de la guı́a cambiaba, siempre era el mismo.
Cuando abraza a Hee-seong, cuando regresa al Equipo 1 de Erehon,
cuando se revolca en la misma manta que Shinje. La diferencia era que
si Heesung tomaba un vaso de agua, los otros serı́an una piscina o un
lago.
Pero ahora era diferente. Nunca dijo que su oponente lo quisiera, pero
estaba guiando como le placı́a. Cada vez que sacudı́a la espalda, mi pene
atravesaba mi pared interior. Instintivamente movió la pelvis hacia
adelante y hacia atrá s para encontrar un punto en el que se sintiera
bien. Toda la pared interior se calentó , y fue emocionante solo raspar
los pilares. Ocasionalmente, cuando el glande perforaba la pró stata
correctamente, la parte frontal de los ojos se volvı́a blanca.
Yoo Geon agarró sus genitales con manos temblorosas. Cerré mis ojos.
La polla, que estaba tensa por dentro y se asentaba justo debajo del
ombligo, se sentı́a aú n má s desnuda.
“Eh, je, je, ah… Ah, eh… .”
Apretó sus genitales con una mano, masturbá ndose y sacudiendo su
trasero. Seguı́ temblando y forzando mi espalda, que estaba a punto de
colapsar. En lugar de ser quitado de lo que la otra persona toma, por el
contrario… Empujó su energı́a hacia el oponente con todas sus fuerzas.
La energı́a fue absorbida sin parar. Se sentı́a como si alguien estuviera
empujando una mano invisible justo en el medio de una de sus costillas
y desgarrando su corazó n. No, para ser precisos, estaba cerca de la
sensació n de partirte el pecho y sacarte el corazó n.
Ni siquiera pensé que guiar ası́ serı́a posible. Fue emocionante y
aterrador al mismo tiempo. Cuando esta guı́a, o sexo, terminó , su vida
pareció terminar tambié n. Aunque no importaba. Desesperadamente,
envió su fuerza vital a los dioses.
Una tenue luz azul coloreó sus pá rpados. Parece que el dı́a se está
aclarando poco a poco. Mis ojos estaban frı́os. Se sentó completamente
encima del dios, y cada vez que tragaba profundamente, la pared
interior se arrugaba a voluntad. El ciclo se acortó gradualmente. Mucho
poder entró en el interior de sus muslos y apretó su cintura.
Yoo Gun apretó los dientes y levantó su cuerpo aplicando fuerza en sus
muslos y rodillas. El pene, que habı́a sido encerrado en las
profundidades, salió con un sonido de golpes. Como si la pared interior
no fuera a desaparecer, se aferró desesperadamente a sus genitales.
“Puaj… .”
Un gemido de sollozos estalló . Justo despué s de eso, ¡bang! Puse mi
peso sobre é l y lo golpeé con fuerza. Los genitales en el bote temblaron
violentamente. El glande, que se insertó exactamente encima de la
pró stata, escupe semen. Esa estimulació n llevó a Yoo Geon al clı́max.
“ah… ¡Ay, ay, ay!”
Yoo Gun eyaculó mientras sacudı́a sus muslos como si hubiera sido
electrocutado. Era un placer como la muerte. Todos mis sentidos se
desvanecieron y mis ojos se abrieron.
Cerró los ojos con fuerza. Las lá grimas que habı́an estado brotando en
ambos ojos corrieron por las esquinas de mis ojos. Estas lá grimas son
simplemente deslumbradas por la luz del amanecer que se extiende
lentamente. Nunca por otra razó n. No debe ser Ahora no volveré a
llorar por ti… .
“Uf, ja… .”
Shinji gimió , temblando sus ojos. Fue entonces cuando mi mente se
voló . Yoo Geon se apoyó en la cama con sus dé biles brazos y miró hacia
abajo.
Las lores que habı́an sido arrancadas antes se dispersaron en un
movimiento violento. El jugo de los pé talos triturados manchó la ropa
de cama, la ropa y la piel. Entre ellos yacı́a el sacerdote. Su estó mago
estaba sucio con el semen liberado por Yoo Gun. Era decadente y al
mismo tiempo cautivador.
Golpe, golpe, golpe. El corazó n de Shinje latı́a con má s claridad que
antes. Sus mejillas se sonrojaron y sus pestañ as temblaron
intermitentemente. Parecı́a que abrirı́a los ojos y llamarı́a a Yoo Geon
en cualquier momento.
Lo supe intuitivamente. El dios despertará pronto. Finalmente, se verá
obligado a despertar de su largo sueñ o y continuará viviendo la vida de
la que ha estado tan harto. Fue su intuició n como oponente que mezcló
cuerpo y mente con los dioses, y como guı́a que salvó su vida al
derramar su propia vida.
Al mismo tiempo, Yoo Gun se dio cuenta. Ahora era el momento de irse.
Su deber para con los dioses ahora ha terminado por completo.
“… ah”.
Yoo Gun suspiró como si estuviera poseı́do. Gotas de sudor o lá grimas
corrı́an por sus mejillas. La luz de la ventana iluminaba sus siluetas
azuladas. Por ahora el sol estaba saliendo.
*
En Bari, como se prometió , el automó vil fue enviado tan pronto como
temprano en la mañ ana. Era un vehı́culo militar con un diseñ o tosco. La
situació n en Bari no es muy diferente a la de Erehon, por lo que la
mayorı́a de los autos que poseı́an estaban dañ ados, y se dice que por
suerte entre ellos, el auto estaba en buenas condiciones.
“Hola.”
Una mujer con blusó n se bajó del asiento del conductor y saludó . Taein
inclinó la cabeza y Yoo Geon reaccionó un poco tarde.
“Hola.”
“Tú eres el guı́a Baek Yu-geon que va conmigo esta vez, ¿verdad?”
“Sı́.”
“Soy el vicecapitá n de Bari… Bueno, ahora que un tı́tulo como este no
sirve para nada, ¿no? Esta es Im Hyo Jin. Vine aquı́ a pedido de nuestro
director Seok. ¿Puedo poner mi equipaje encima?
Hyojin tenı́a una impresió n tranquila con un tamañ o grande que se
parecı́a al auto en el que viajaba. Tomó la mochila de Yu-Gun con una
mano del tamañ o de la tapa de la olla y la arrojó al asiento trasero,
abrió la puerta del pasajero y golpeó el asiento.
“Dar un paseo. El auto es un poco viejo, pero el andar es bueno”.
Yoo Geon miró hacia atrá s sin darse cuenta. Taein, que miraba con los
brazos cruzados, negó con la cabeza. Es como ¿qué haces sin montar?
Frente a la puerta de la mansió n, nadie era visible excepto Taein. Era
una vista sin pretensiones. Chan dijo que ni siquiera se despedirı́a, y
Shin-je y Hee-soo ni siquiera sabrı́an que Yu-geon se iba. Incapaz de
encontrar nada má s que decir, Yoo Geon salió para subirse al auto.
Entonces Taein lo llamó por detrá s.
“La guı́a de Baek”.
Yoo Geon se detuvo.
“Hee-soo se despertó hace un rato”.
“Es eso ası́.”
“Escuché el auto y supe que estabas a punto de irte”.
“… .”
Yugun miró hacia atrá s. Sus hombros se tensaron ligeramente por la
tensió n. A juzgar por la personalidad de Hee-soo, no parece que me
deje ir. Serı́a bueno si no matara a Yu-geon o le cortara las extremidades
para mantenerlo a su lado.
“¿Qué dijiste?”
“Pregunté si ese era el caso, tomé la medicina y pronto me volvı́ a
dormir”.
“¿Eso es todo?”
“Sı́.”
Fue una reacció n extrañ amente suave. Taein agregó , notando que la
expresió n de Yoo Geon se volvió má s sutil.
“Hee-soo está acostumbrado a separarse. Nunca me despedı́
correctamente. Me separé de mis compañ eros cazadores al morir, y los
guı́as se volvieron locos o se escaparon menos de un mes despué s de
que llegaron”.
“… .”
“De todos modos, no tienes que preocuparte. Si pasa algo má s tarde,
haré algo al respecto”.
“¿Eres el gerente?”
Una pregunta impulsiva salió de la nada. Ni siquiera sabı́a por qué hizo
esa pregunta sobre el tema de dejar toda la basura atrá s. Taein frunció
el ceñ o ligeramente.
“El… .”
Fue cuando. ¡Pan de molde! Un cuerno ligero sonó a travé s del aire de la
mañ ana. De repente, Hyojin se sentó en el asiento del conductor y
estaba lista para irse.
“¿Qué haces cuando no está s montando? Vine hasta aquı́ a pedido del
gerente y mi hermana guı́a. Si sigues procrastinando, ¿simplemente me
iré ?
“perdó n.”
Yoo Gun asintió hacia ella. Taein cerró la boca con un suspiro
super icial. Yoo Geon se dio la vuelta y puso un pie en la puerta del auto.
“Guı́a Baek Yu-geon, espera un minuto”.
Brazos agarrados por detrá s. Antes de que pudiera darme cuenta de lo
que estaba pasando, mi cuerpo giró a medias. Taein se acercó justo
frente a é l y agarró su muñ eca. Taein estaba con las manos desnudas.
¿Cuando fue? Taein no lo miró sucio y ni siquiera usó guantes cuando lo
tocó .
“Adió s… .”
Habiendo dicho eso hasta ahora, Taein tomó un poco de vapor, que no
era ası́. La mirada tranquila que habı́a estado mirando directamente a
Yoo Gun se volvió hacia abajo por un momento.
“adió s.”
Se inclinó profundamente y presionó sus labios contra el dorso de la
mano de Yu-Gun. No estaba lo su icientemente caliente como para
quemar el lugar que tocaba, por lo que el calor se propagó . Se sentı́a
como si hubiera tocado las llamas, no los labios. Parecı́a que no serı́a
extrañ o que sufriera quemaduras en el camino.
Los labios que abrazaban el calor se apartaron como una mentira. Taein
separó los labios, enderezó la espalda y retrocedió con un rostro
sombrı́o como si alguna vez lo hubiera hecho. Y me paré frente a la
puerta y observé . Hasta que el auto en el que viajaba Yoo Gun salió del
callejó n y desapareció por completo.
*
Yoo Gun en el auto solo miró en el espejo lateral todo el tiempo. El
automó vil dejó atrá s la casa de seguridad y entró en la carretera
principal. Pronto, el hombre de pie solo en la carretera vacı́a y la casa
que se extendı́a detrá s de é l desaparecieron.
“¿A dó nde vas?”
Fue lo primero que dijo Yoo Geon despué s de romper el silencio. Hyojin
agarró el volante y miró al frente.
“Sur.”
“¿Sur?”
“Es una isla pequeñ a, llevará un tiempo aquı́, pero estará bien para vivir.
Es mi ciudad natal. No sé si estaré bien ahora”.
El coche pasó por la zona residencial. Debido a que es un á rea
suburbana frente a las montañ as, aquı́ era relativamente tranquilo. Pero
en la ciudad apenas visible frente a mı́, el humo negro se elevaba
constantemente.
“¿Vas a volver a tu ciudad natal?”
“Cuando entras en Mazarus. Estaba preparado para morir e incluso
escribı́ un testamento, pero me arrepentı́”.
Hyojin se rascó la nuca con timidez.
“Si ni siquiera puedo ir al lugar donde solı́a vivir y morir sin ver las
caras de mi familia y amigos que dejé atrá s… Quiero saber de qué sirve
hacer sacri icios salvajes por la humanidad. Aú n ası́, iba a morir pronto
de todos modos, ası́ que cerré los ojos y me rendı́. ¿Vivı́? Tan pronto
como salió , renuncié de inmediato”.
“Es una renuncia. ¿El gerente Seok te dio permiso?
“Ahora tenemos que recortar mucho trabajo. Solo fui el primer
bateador”.
“¿Qué quieres decir?”
“¿oh? Guı́a. ¿Aú n no lo sabes? Estamos en una crisis masiva de pé rdida
de empleos”.
“¿Sı́?”
Yoo Gun solo parpadeó con una mirada perpleja.
“Desde la captura de Mazarus, no se han encontrado nuevas puertas en
ninguna parte. Nadie ha surgido como un nuevo Despertador o Guı́a.
Despué s de tratar con los existentes… quizá s.”
El coche inalmente se detuvo en el borde de la carretera. La blanca luz
del sol se re lejaba en el asfalto. Fue deslumbrante. Yoo Geon, que
estaba aturdido al escuchar las palabras de Hyojin, frunció el ceñ o.
Sentı́ ganas de llorar.
“El mundo que no conocemos volverá . Antes del brote”.
“ah… .”
Su coche traqueteaba por el centro de la ciudad. La vista de la ciudad
bajo el sol brillante era realmente aterradora. Todos los edi icios de
gran altura que habı́an formado una densa jungla de concreto se
derrumbaron, revelando una montañ a azul en la distancia. Hunters y
Espers completamente armados vagaban ocasionalmente por las calles
en ruinas, pero no se veı́an civiles por ninguna parte.
“¿Puedo recuperarlo? Estaba muy dañ ado”.
“Puede ser difı́cil en este momento, pero ¿no será posible algú n dı́a?
Cuando apareció por primera vez el mutante, miles de millones de
personas fueron masacradas, pero ahora de alguna manera se está n
adaptando a sus vidas. Y viceversa. Ya hemos tenido una catá strofe, ası́
que tal vez antes”.
“Es eso ası́.”
“Sı́.”
“… .”
Yoo Gun apoyó la cabeza contra la ventana del lado del pasajero y
guardó silencio. No tengo mucho que decir, o tengo demasiadas cosas
que quiero decir. Hyojin se rió .
“Duerme bien hasta que llegues”.
“no. Có mo entrar en el tema de la quema… .”
“No importa si no duermo por un dı́a o dos, pero no soy el guı́a”.
“Yo tambié n estoy bien.”
“UH Huh. ¿qué quieres decir? Una persona con una cara pá lida y ojos
inyectados en sangre como este. No estoy bien. Estoy debatiendo si
deberı́a haberlo dejado en el asiento trasero y tomarlo”.
“Sin embargo.”
¿Qué estaba tratando de protestar Yu-Gun? Sin embargo, Hyojin negó
con la cabeza y estiró un brazo para abrazarlo con fuerza. El poder que
salı́a de sus manos gruesas y á speras no era broma. Yoo Gun no pudo
emitir ningú n sonido y fue arrojado al asiento del pasajero.
“Si no duermo, me obligo a dormir”.
“… .”
Yoo-geon la miró con una expresió n renuente y inalmente cerró los
ojos. El paisaje de la ciudad devastada ya no era visible.
Tan pronto como cerré los ojos, me quedé dormido como un loco. La
ú ltima noche que habı́a pasado despierto, y las noches sin dormir que
habı́a pasado hasta ahora llegaron a raudales. Sentı́ como si todo mi
cuerpo estuviera siendo absorbido por el asiento del automó vil.
“Soy una bestia blanca… Dios mio. ¿Deberı́a estudiar para obtener una
licencia ahora?
El murmullo de Hyojin se escuchó sobre la conciencia desmayada.
Pronto, incluso eso estaba muy lejos.
*
Inmediatamente despué s de llegar a esta ciudad, Yoo Geon se enfermó
gravemente una vez. Es como conducir todas las cosas que has
soportado a la vez y hacer que te duela. La iebre subı́a sin cesar, la
garganta estaba ronca y no se oı́a ningú n sonido. Ni siquiera pude
llamar a una ambulancia porque habı́a olvidado mi telé fono y mi
celular. Incluso si hubiera llamado, habrı́a estado ocupado arreglando a
pacientes má s graves que fueron arrastrados por el desastre.
No habı́a nadie a su lado para darle medicina y agua mientras estaba
nervioso, o para ponerlo en una cama blanda y llamar a un mé dico.
Sufriendo solo de iebre alta, mirando hacia el techo oscuro, varias
ilusiones se estremecieron. Era má s doloroso ahora que cuando estaba
traumatizado en la batalla.
Como Erejon no siempre era lo su icientemente bueno para su salario,
se lo dio al estó mago, por lo que tenı́a mucho má s dinero del que habı́a
ganado con Hee-seong toda su vida combinada. Si quisiera, podrı́a vivir
en una de las casas má s lujosas de la ciudad. Pero yo no querı́a. Era un
pecado vivir solo en el mundo donde murió mi hermano mayor. Yoo
Geon se puso en cuclillas en la habitació n individual en mal estado que
obtuvo temporalmente, se tragó el dolor y pasó el inal de un verano
miserable, su cumpleañ os.
El tiempo pasó de la misma manera en una ciudad desconocida.
Despué s del verano que parecı́a chisporrotear la tierra, los dı́as se
volvı́an un poco má s frescos y era la estació n en la que soplaba el
viento.
“Hoy, el trabajo del Grupo A está terminado. ¡gracias por tu esfuerzo!”
Aplaudir. Sonó un fuerte aplauso. Ante esas palabras, las personas que
estaban dispersas por toda la fá brica levantaron la cabeza una por una.
Tú y yo nos quitamos la gruesa má scara contra el polvo industrial y
respiramos hondo.
“gracias por tu esfuerzo.”
“Puaj. Bueno entra Fue di icil.”
“Sangmin, deberı́as subir conmigo por un rato. Hubo una solicitud para
cambiar la cantidad del pedido que recibı́ ayer”.
“Si jefe.”
“¡No olvides llevar un diario de turnos!”
“Voy primero.”
“Vamos a echar un vistazo”.
Breves saludos iban y venı́an. Entre ellos habı́a un joven. Cabello negro
y atuendo acromá tico simple. Se quitó los guantes con indiferencia y
salió . Mientras se prepara para ir a trabajar solo, lejos de las personas
que se reú nen a su alrededor, me llamó la atenció n.
“¡Baek Yu-Gun!”
De repente, un brazo grueso colgó sobre su hombro. Habı́a un ligero
sudor. Yoo Geon miró hacia atrá s con una mirada inexpresiva.
“¿Por qué te vas solo otra vez sin una palabra? Lo siento por los
hermanos”.
El hombre de mediana edad sonrió . Al principio se quejó de que no era
tı́mido y que no tenı́a aegyo, pero ahora se ha acostumbrado a su
actitud severa. Se ve un poco frı́o, pero una vez que lo conoces, es un
chico muy lindo.
“¿La cena de hoy? Por el fuego.
Como si esperara a un hombre má s joven a su lado, asomó la cabeza.
“¿Qué tal soju en menudencias?”
“Es bastante bueno.”
“¿oh? ¿Está s disparando?
“Niñ a, comı́ carne de res para cinco personas la ú ltima vez. Saca mi
columna vertebral, ¿eh?
“Entonces, ¿quié n eres tú , Yoo-geun? Fuiste el ú nico que se perdió la
cena la ú ltima vez.
“Signi ica que no hay conexió n en este pueblo, y una persona que vive
sola está con inada en la casa todos los dı́as. ¿Has puesto miel en la
casa? ¿Dó nde, qué , escondiste incluso a una bella amante?
“Eso es todo. Hola, Yoo Gun-ah. ¿Qué clase de placer compras?
La pregunta que se planteó sin mucho signi icado desgarró las heridas.
¿Qué placer compras? Yo mismo no he encontrado la respuesta todavı́a.
Má s bien, querı́a preguntar al revé s. ¿Por qué diablos estoy vivo?
“YO… .”
Yoo Gun giró ligeramente la cabeza y bajó la mirada. Los ojos negros,
sin saber qué pensar, se volvieron hacia el suelo.
El Yoo-geon habitual fue contundente sin ningú n comando. No está
realmente interesado en jugar con un chico alto y guapo. Es solo frente
a los ancianos, bebé s y animales que lo aman tanto que su actitud
indiferente se suaviza aunque sea un poco. Por eso quiero estar en una
relació n.
Pero a veces era raro. Cuando desdibuja sus palabras, cuando pestañ ea
lentamente, cuando suspira mientras se seca el cabello oscurecido
mojado por el sudor. En ese momento, habı́a un color que no se
esperaba en absoluto. Estoy empezando a preguntarme qué tipo de
vida he vivido hasta ahora, pero no tengo forma de saberlo porque no
he abierto la boca.
“Hoy, un poco. Parece difı́cil.
Los hombres, que habı́an estado esperando la respuesta de Yoo Geon
con los ojos brillantes, de repente soltaron vapor.
“Es terriblemente caro. ¿Por qué es má s difı́cil comer contigo que con
mi jefe? ¿eh? ¿Puedo pedirle que por favor asista?”
“De todos modos, bastardo”.
La decepció n pronto volvió en un lenguaje duro. Sin embargo, no hubo
cambios en la expresió n de Yu-Gun. Agregó suavemente, frotá ndose la
nuca con la muñ eca.
“Hoy es el aniversario de mis padres”.
“… .”
“… .”
Por primera vez, Yoo Geon, que rara vez hablaba de sı́ mismo, habló
sobre su familia. Pero, despué s de todo, es el aniversario de mis padres.
“Ah oh… Yoo Geon-ah. Bueno. El, no sé qué decir… En primer lugar, lo
siento”.
“Yo tambié n. Ni siquiera sabı́a de tu situació n.
“Tu hijo, si ese es el caso, deberı́as haberlo dicho antes. Hmmm, dale un
trago a tus padres con esto. Pide perdó n tambié n.
Rebuscaron en los bolsillos de su ropa de trabajo y les entregaron unos
cuantos billetes arrugados. No importaba cuá nto le diera Yu-geon, era
inú til. Le dieron una palmadita en el hombro a Yoo Geon y dejaron un
mensaje diciendo que deberı́a descansar bien el in de semana y se
fueron primero.
“Hay un barrio al lado. Un lugar que estuvo cerrado en el pasado. ¿Está s
fuera de control ahora?
“¿oh? Ha sido un lugar cerrado desde que era un niñ o. ¿Finalmente vas
a ser libre?
“La puerta ha desaparecido por completo. Los cazadores y los psı́quicos
se encargaron de todo, por lo que ya no deberı́a ser un gran problema”.
“Porque vivo, vienen dı́as como estos”.
“Pero hay. Un grupo de cazadores que fueron famosos durante mucho
tiempo. ¿Qué fue eso? Ejem… ¿Erehon? ¿Erihon? Un lugar que hace
algo. ¿Qué está n haciendo estos dı́as?
Una palabra que nunca esperé escuchar porque la iba a escuchar aquı́
entró en mis oı́dos. Los ojos de Yu-Gun revolotearon ligeramente. De
cualquier manera, los camaradas se alejaron gradualmente con el
sonido de susurros de palabras.
“¿No sé ? Ahora que lo pienso, no lo he visto en las noticias en mucho
tiempo”.
“¿No está n todos muertos en ese entonces?”
“Ah, por favor. Debo haberme lavado las manos y haberme ido porque el
trabajo se redujo”.
“Oye, el dinero que he ganado hasta ahora debe ser de decenas de miles
de millones, entonces, ¿qué quiero hacer para seguir haciendo eso tan
arriesgado?”
Yoo Geon, que miraba sus espaldas, suspiró y se puso el sombrero. Sus
ojos estaban ocultos bajo la sombra del ala del sombrero.
*
De camino a casa del trabajo, pasé por el supermercado frente a mi casa
para comprar. Incluso si era un capı́tulo, no era enorme. Elegı́ alcohol y
comida sencilla para el rito ancestral, y compré un paquete de salmó n
que le gustaba a mi hermano. De todos modos, esta bebida
eventualmente será consumida por Yoo Geon, y el salmó n será su cena
y bocadillos.
Mientras caminaba hacia la caja registradora, sus ojos se detuvieron en
un lugar. Junto al pan envuelto en una bolsa habı́a una variedad de
postres como galletas y dulces. Sin darse cuenta, miró por encima de los
estantes, buscando algo.
“… .”
Todavı́a no visible Oye, de ninguna manera se pueden vender galletas
de merengue en este viejo supermercado de barrio. Despué s de vacilar
con su mano, que habı́a perdido el rumbo, recogió el pan de frijol rojo y
lo puso en el carrito de la compra.
Ha pasado un tiempo desde que dejé Erejó n, y Gates and Hunters ya
sonaba como un mundo diferente. Estar con ellos vistiendo uniformes y
distintivos parecı́a lejano. La placa de Erejó n se quedó con su uniforme,
y la placa del guı́a probablemente esté amontonada en polvo en algú n
lugar de su equipaje. Dado que solo hay personas comunes alrededor
de las cuales la guı́a no funciona, a menudo se olvidan de que incluso
son guı́as.
‘Estoy comiendo. Una especie de postre llamado galletas de merengue.>
〈¿Qué te gusta de la guı́a de Baek Yu-gun? Me aseguré de comer bien las
galletas de merengue y el café dulce, pero aparte de eso, no dijo nada.>
“Es algo que se vende en un supermercado local o en una tienda de
conveniencia… Es como pan de frijoles rojos.>
Sin embargo, los recuerdos que aparecen de repente de vez en cuando
se convierten en una daga y atraviesan el corazó n. ¿Có mo respondió
Yoo Geon cuando Shinje dijo que nunca habı́a comido pan de frijoles
rojos? Creo que sugirió que lo intentá ramos la pró xima vez sin pensar.
Shinje lo miró sin perder un solo momento y sonrió brillantemente, y
luego otra vez… qué dijiste
Yoo Gun tartamudeó mientras sostenı́a una bolsa de plá stico pesada.
Hoy, el camino a mi casa se sintió particularmente largo. Debe haber
estado cansado. No se trata só lo de fatiga fı́sica. Sin un guı́a, los
Insomnes morirá n o se volverá n locos. Quizá lo contrario tambié n sea
cierto.
El peso de la vida pasada pesa sobre tus hombros. No importa cuá nto lo
intente, el vacı́o no se puede llenar. Todas sus raı́ces se pudren y
desaparecen, y se convierte en un á rbol del que solo quedan los pilares
y los troncos.
Cuando llegó al callejó n frente a su casa, Yoo Geon eventualmente
perdió fuerza en su pierna y cayó . Mi visió n se volvió negra una vez,
pero cuando recuperé mis sentidos, estaba tirado en el callejó n.
“ah… Ay.”
Debido al vé rtigo, no pudo mover las manos y cayó , golpeando su
cuerpo contra el suelo. Se sentı́a como si todo mi cuerpo hubiera sido
golpeado. Incluso sin mirar, me di cuenta de que la sangre brotaba de la
piel magullada. Yoo-geon puso sus brazos temblorosos en el suelo y
trató de levantarse de alguna manera. Pero, tal vez porque se cayó y se
torció la pierna, no escuchó . Se acurrucó como un tı́tere desatado.
“¡Puaj!”
Un callejó n inclinado apareció ante su vista. Un charco de frı́o salpicó el
suelo. La botella está rota. El salmó n que compraron juntos tambié n
rebotó en el paquete y rodó por el suelo. La super icie de color rosa
pá lido estaba llena de suciedad, por lo que no era comestible.
Me picaban las palmas de las manos. Habı́a sido cortado por
fragmentos de la botella de vino, y la carne estaba desgarrada y
sangrando. Yoo-geon intentó levantarse unas cuantas veces má s
mientras buscaba a tientas en el suelo hú medo y hú medo. Fue una
lucha paté tica y miserable. Pero se estaba debilitando.
Desde que entró y salió de Mazarus, el cuerpo de Yu-Gun a menudo ha
sido ası́. Mis tobillos a menudo hormigueaban y me sentı́a mareado en
momentos aleatorios. Pude escuchar tinnitus en mis oı́dos durante
mucho tiempo. Por no hablar de las cicatrices dejadas por todo el
cuerpo. Las heridas que sufrió desde entonces todavı́a lo persiguen. El
recuerdo de aquella é poca, como protestando para no olvidarnos.
Rostros de personas con camisas negras y arneses de cuero pasan por
mi mente. Pensé que nunca conocerı́a ni pensarı́a en nada má s en mi
vida. Mis padres, que estaban sentados en el asiento delantero del
coche, hablando de Dorando, y Heesung con un uniforme de paciente
tambié n aparecieron uno tras otro.
“… .”
Yoo Geon dejó de intentar levantarse. El aire frı́o se elevó desde el suelo,
haciendo que su cuerpo rı́gido se congelara má s. Cuanto tiempo ha
pasado Torpemente, un pesado suspiro corrió por su garganta.
“Chupar. Eh eh eh… Mierda.”
Acostado antiesté tico en un callejó n estrecho y sucio, Yoo Geon gritó en
voz alta. No importa cuá nto se mordió el labio y contuvo la respiració n,
no pudo detener los sollozos que se iltraron. Apretó sus manos lá cidas
en el suelo. Sus puñ os, manchados de sangre, arena y polvo, temblaban.
En ese momento, el pie de alguien se detuvo frente a Yoo-geon.
Cualquiera que pasara por el callejó n lo habrı́a reconocido por el sonido
de los pasos, pero no sentı́ ninguna presencia en absoluto. Para Yu-Gun,
todo lo que podı́a ver eran sus zapatos puestos, sus tobillos estirados
sobre ellos y el dobladillo de sus pantalones sin una sola arruga.
Una sombra se proyectó sobre Yoo Geon. Sus manos largas y bien
cuidadas recogieron los bollos de frijoles rojos que se habı́an caı́do al
suelo y miraron a su alrededor. En poco tiempo, una voz suave y gentil
llegó a mis oı́dos, como para apaciguar a un niñ o o amante.
“¿Por qué está s llorando?”
… Oh
Yoo Geon se olvidó de respirar. Incluso el tiempo se detuvo. En un
mundo que se habı́a desvanecido en blanco y negro, solo la voz del
hombre era clara.
Una vez soñ é con conocer a un dios algú n dı́a. Por casualidad, en un
momento y lugar que nunca esperabas.
¿Qué debe decir si se encuentra ante una situació n ası́? ¿Vivı́ bien sin ti?
¿Dijiste que eras tan libre y feliz sin ti? Tus sueñ os son solo a veces, muy
raramente… No importa cuá nto sacudió la cabeza, no se le ocurrieron
palabras.
Despué s de pensar tanto, Yoo Geon pronto se cansó del cepillo y
renunció . Al inal, es solo una ilusió n. Tambié n es terriblemente irreal.
Era má s urgente para é l ir a trabajar, que tenı́a que hacer mañ ana. Pero
ahora, en mi cabeza, las palabras que querı́a decir salı́an sin cesar.
Como una lor que brota de las cenizas.
Pensé que mi vida terminarı́a cuando perdiera a toda mi familia y mi
venganza terminara. Pero no fue ası́. Despué s de todo, todavı́a estaba
vivo y todavı́a estoy vivo. Conseguir una nueva casa en un nuevo lugar y
hacer un nuevo trabajo. Por supuesto, fue difı́cil al principio. Como
cuando entré por primera vez en Erejó n.
Pero eso no signi ica que no sea difı́cil en este momento. La verdad es
que cada momento es difı́cil. Es difı́cil de olvidar. Aprendı́ por primera
vez que tratar de olvidar es má s difı́cil que tratar de no olvidar. ¿Qué
estabas tratando de olvidar? Todo.
¿Qué fue lo primero que pensaste al despertar? ¿Cuá l fue la venganza
que dejé atrá s? Ası́ que me asegurarı́a de morir o levantarme y salir de
la cama. ¿Por qué te acostaste en la cama del hospital sin dos piernas y
me diste un respiro? Es tu culpa.
Otra vez… Gané .
“… .”
Yoo Gun negó con la cabeza y se tragó un grito. Los ojos se encontraron
Los ojos grises debajo del cabello que revoloteaba salvajemente con el
viento miraban a Yoo Gun.
Estaba vestido con una prenda de punto gris y un abrigo. Era bastante
diferente del atuendo antiguo, que incluı́a un al iler de corbata y una
liga en la manga. No se cortó bien el cabello y no usó la insignia de
Erehon en el pecho. Aunque hubo una brecha de varios meses, no fue
extrañ amente incó modo. Fue increı́ble. Era como una persona
inexistente que habı́a visto en un sueñ o hace mucho tiempo, y tambié n
era como una persona que conocı́ ayer.
“¿Por qué está s aquı́?”
Devolvı́ la pregunta de la otra persona a una pregunta. Ası́ como la
relació n entre ellos dos, quienes siempre ocultaron sus verdaderos
q p
sentimientos e intercambiaron solo palabras cortantes sin sentido.
“No tengo otro lugar adonde ir”.
Shinji bajó la mirada con calma y respondió , extendiendo la mano.
El nació dentro de nosotros. Desde el primer momento en que abrió los
ojos, nuestro mundo abarrotado fue suyo. Dio por sentado que tenı́a
grilletes en el cuello y las extremidades y gruesas rejillas por todas
partes. No sabı́a que era extrañ o, incluso si el agua negra del abismo
luyó hacia la jaula y se llenó hasta la barbilla.
“Porque mientras dormı́a, me escapé con un regalo que nunca pedı́…
Estoy aquı́ para devolverlo”.
Pero todos a su alrededor desaparecieron en un instante. El agua
tambié n se acabó justo antes de ahogarse. En medio de un lote baldı́o
vacı́o, todavı́a estaba vivo. Pensó que la eutanasia o el sacri icio eran su
ú nica opció n, entonces, ¿por qué ? Estaba confundido antes de ser feliz.
¿A dó nde debe ir el primer animal liberado fuera de la jaula?
“Me diste la vida, ası́ que voy a dedicarte el resto de mi vida, Yoo Geon-
ah. ¿Có mo es? ¿No es esto su iciente para Suzy?”.
Yoo Geon, que acababa de agarrar la mano de Shin Jae y estaba a punto
de levantarse, se sobresaltó .
“¿Un veto?”
“Mmm no.”
Shinji sonrió y sacudió la cabeza suavemente. Solo los labios sonrieron,
pero los ojos siguieron a Yoo Gun con la su iciente tenacidad como para
resultar inquietantes.
“Oye, ¿cuá ndo fue la ú ltima vez que consideraste a mi mé dico? Siempre
lo hiciste a tu manera.
“Agregas má s a ser arbitrario. Despué s de una noche tan calurosa, me
dejaste con frialdad.
“… ¿Está s despierto? En ese tiempo.”
“ah… fue realmente demasiado Si estropeaba mi castidad, que habı́a
guardado por el bien del guı́a Baek Yu-geon, huirı́a sin asumir ninguna
responsabilidad. No sabı́a que tenı́a un sabor tan á spero. ¿Fue tan
bueno que me asaltaste a la fuerza?
Al escuchar esas palabras, parece que Yoo Geon no tiene escrú pulos con
los pervertidos del mundo. Yoo Geon parpadeó en rá pida sucesió n y
luego los cerró con fuerza. Ya fuera por el frı́o o por alguna otra razó n,
los ló bulos de mis orejas estaban rojos.
“Por favor cá llate.”
Yoo Geon se cepilló los dientes y se puso de pie sosteniendo la mano de
Shin Jae. Shinje ya no usaba guantes de cuero. Tenı́a miedo de poner su
mano sobre la palma grande y blanca, y su cuerpo se levantó .
“¿Por qué está s aquı́ ahora?”
Era similar a la pregunta anterior, pero con una palabra má s en el
medio. Shinji rió amargamente. Solo hay un lugar para que una bestia
liberada de su jaula en un dı́a vaya. Todo lo que tienes que hacer es
buscar ciegamente a la persona que extendió tu mano a travé s de la
grieta en la rejilla.
La mañ ana en que Yoo Geon se fue, Shin Jae se despertó con el corazó n
lleno de la guı́a que habı́a empujado y lo primero que encontró fue una
lor. Las lores esparcidas por toda la cama eran como un ataú d que les
dio Yu-Gun. Una corola que se parece a Yu-Gun, hecha solo de lores
silvestres que se han recogido al azar.
Por tanto, pondré corona y corona sobre tu cabeza como dueñ o de tu
cuerpo y de tu mente… [1] La frase en la voz de Yoo Geon permaneció
tranquilamente en mis oı́dos todo el tiempo. No tuve má s remedio que
admitir. Yoo Geon fue el maestro y dios que abrió su mundo. Era a la vez
una guı́a y un destino.
Yoo Gun desapareció dejando insignias, terminales, uniformes y
collares. Taein no habló sobre el paradero de Yoo Gun al inal. Chan y
Hee-soo dijeron que no sabı́an. ¿Realmente no lo sabes, o está s
actuando como si no lo supieras? Dejé de pensar en matarlos a todos.
Incluso el tiempo para eso era escaso. Shin-je recorrió el paı́s en busca
de Yoo-geon. Má s desesperadamente que cuando buscaba pistas para
derrotar a Almuten.
De todos modos, estas son solo palabras que ya no son necesarias.
Shinje se tragó los dı́as miserables sobre su cuello y sonrió .
“Mi guı́a… mi propiedad perdida. Siento mucho llegar tarde”.
Yoo Gun se humedeció los labios varias veces. Pero al inal no dijo nada.
Pero estuvo bien. No se necesitaban palabras. La mera existencia del
otro era su iciente.
El dios abrió los brazos. Su cuerpo congelado y herido estaba sostenido
en sus brazos como si se hubiera derrumbado. Acarició con cuidado la
espalda de Yu-geon, la cintura que parecı́a haberse adelgazado y los
hombros. Como un ciego. Es como vagar por la oscuridad buscando el
ú nico hito.
Las yemas de los dedos, que habı́an estado buscando a tientas con
cuidado, se desesperaron. Se abrazaron lo su icientemente fuerte como
para llenar sus brazos. Sentı́ que iba a morir si mis senos se tocaban
aunque sea un poco. De repente, sus corazones latı́an al mismo ritmo. El
calor fue mixto. Compartı́an la vida del otro.
“… .”
Yoo Gun se quedó allı́ un rato con la cabeza enterrada en el hombro de
Shinje. Despué s de un tiempo, su cuerpo comenzó a temblar poco a
poco. A primera vista, habı́a mucha fuerza en el mentó n y la boca. Shinji
sintió que sus hombros se mojaban. Pero no expresó nada. Abrazó a Yu-
geon con má s fuerza, presionó sus labios en la sien de Yu-geon y cerró
los ojos.
Finalmente me encontré Fuera del abismo donde no hay rejas ni
grilletes, nosotros.
<Profundis> Fin
Gaiden
Almuerzo líquido
Yoo Gun miró alrededor de la sala de estar vacı́a. Es la casa en la que
vives, pero es demasiado espaciosa cuando la miras. Hay como má ximo
dos personas en esta casa, incluyé ndome a mı́, ası́ que me pregunto si
necesita ser tan espaciosa y lujosa.
Toda la casa estaba ordenada sin una gota de polvo porque la persona
que hacı́a las tareas del hogar los visitaba regularmente. Las cortinas, la
ropa de cama y la ropa para lavar siempre huelen bien, y la cocina y el
bañ o está n relucientes. No importa cuá nto mires, no hay ningú n lugar
para tocar. Parecı́a que solo llevarı́a a arruinar este espacio perfecto si
lo hacı́a por nada.
Al inal, no pudo encontrar nada que hacer, ası́ que se sentó en el sofá .
En la mesa de café frente al sofá , se amontonaron varias aplicaciones
que parecı́an no tener nada que ver con Yoo Geon. En lugar de un libro
cuyo tı́tulo era difı́cil de leer, tomó el cubo que estaba al lado. En estos
dı́as, tiene un nuevo pasatiempo.
Cuando salı́a en redadas, Yoo Gun siempre llevaba una pistola. Las
armas le resultaban má s familiares que los telé fonos mó viles o las
carteras. Mientras sostenı́a el pesado cañ ó n y golpeaba el dispositivo de
seguridad con el pulgar, encontré paz en mi corazó n. Era una sensació n
de seguridad que provenı́a de tener al menos un medio para resistir
cualquier peligro.
Ahora Almuten está muerto y el ataque a Mazarus ha terminado. En una
era en la que ya no se creaban puertas y los mutantes desaparecı́an
gradualmente, las armas no eran má s que armas innecesarias. Sin
embargo, Yoo Gun todavı́a tenı́a la costumbre de usar un arma. Cuando
caminaba por las calles descalzo sin ningú n equipo, a veces estaba
ansioso. Si no desarmaba perió dicamente el arma, limpiaba las partes
una por una y revisaba la cantidad de balas que quedaban en el
cargador como si respirara, parecı́a que sucederı́a un gran problema.
Ası́ que el nuevo trabajo que obtuve tambié n fue ensamblar piezas de
má quinas en una fá brica. Al menos cuando me concentraba en
ensamblar, pude olvidar la sensació n del arma en mi mano. Sin
embargo, el trabajo se detuvo despué s de medio añ o sin completarse.
Ahora toca el cubo en sustitució n de la pistola. Si gira el cubo golpeando
ligeramente la esquina del cubo con la punta de los dedos, el tiempo ha
pasado. Fue sutilmente divertido coleccionar bloques de colores con el
mismo color. Sobre todo, me gustó el hecho de que incluso las personas
que no pueden enrollarse el cabello tan rá pido como yo pueden hacerlo
bien memorizando la fó rmula.
Mi cabeza daba vueltas cuando tenı́a todos los cubos pintados de azul
por un lado. Por un momento, no pude ver bien. Yoo Gun tragó un
gemido y presionó su frente con irmeza.
“ah… .”
Perdı́ fuerza en mis manos y perdı́ el cubo. Solo encaja, el cubo rodó
sobre el sofá . ¿Cuá nto tiempo ha pasado desde que te saltaste una
comida? Un dı́a, no, dos dı́as. Es natural que algo vaya mal con el
cuerpo. Pero por alguna razó n, no tengo ganas de ponerme algo en la
boca.
Cuando vivı́a con su hermano mayor, Yoo Geon comı́a tres veces al dı́a.
Despué s de regresar de una dura batalla, se vio obligado a poner una
mesa y masticar comida incluso cuando sentı́a ná useas, y mucho menos
apetito. Tenı́a que comer para vivir. Tambié n era su rutina hacer que
Heesung, quien se quejaba de que no querı́a comer nada, levantara una
cuchara de alguna manera.
Fue lo mismo despué s de entrar en Erejó n. Fue la primera vez por un
breve momento que no comı́ alimentos debido al estré s. Estaba
obligado a mantener su condició n para poder estar guiando en
cualquier momento. Si sigo negá ndome a comer, incluso he oı́do que me
inyectan nutrientes aunque me pongan una jeringa en la boca, me
hagan un agujero en la garganta y me inserten una manguera.
Pero no ahora. Ya no tenı́a gol. Todas las fuerzas impulsoras que lo
hacı́an vivir como una persona viciosa se habı́an ido. Permaneciendo en
un mundo arrasado por el desastre, todavı́a no podı́a averiguar por qué
deberı́a vivir. Sobre todo, ahora a su lado… No habı́a nadie para ponerlo
en su regazo, abrazarlo fuerte y ponerle una galleta en la boca. No sé
qué asiento tengo, pero dije que mi asiento está vacı́o. Cuando una
persona se fue y me quedé solo en la espaciosa casa donde solo
está bamos nosotros dos, me sentı́ terriblemente solo.
“Solo, qué … .”
Yoo Geon fue de autoayuda. De hecho, es una sensació n de lujo para el
tema de descansar en una casa lujosa sin preocupaciones. Hasta ahora,
ha estado viviendo solo y le ha ido bien, pero ¿se está desmoronando
por quedarse solo por unos dı́as?
Shinje fue a Seú l porque tenı́a un negocio que tratar. Dejando Yugun
atrá s en la ciudad de las provincias del sur. Han pasado menos de
quince dı́as segú n la fecha, pero extrañ amente, parece que ha pasado
demasiado tiempo desde que lo vi.
Despué s de conseguir un auto del vicepresidente de <Bari> y venir a un
pequeñ o pueblo en el sur, Yoo Geon todavı́a vive aquı́. Incluso despué s
de reunirse con Shinje. Pensé que sugerirı́an volver al centro de la
ciudad donde estaba el cuartel general de Erejon, pero
sorprendentemente, Shinje no hizo ninguna recomendació n. Má s bien,
hasta les dio una casa en esta ciudad. Es una casa lujosa hasta el punto
de que te cansará s de no decir que es demasiado lujosa. Como siempre
pienso, su sentido del dinero estaba mucho má s allá del sentido comú n
de Yu-geon.
Su cerebro podı́a entender su decisió n. Se abrió la puerta a Mazarus en
el aeropuerto internacional del á rea metropolitana. A partir de ahı́,
ocurrió el fenó meno del abismo y todo el paı́s se convirtió en un
pá ramo. El á rea metropolitana fue el origen de la crisis y la regió n má s
dañ ada. Se dice que a diferencia de esta ciudad, que casi ha recuperado
la paz en la super icie, todavı́a hay bastantes tierras deshabitadas allı́.
No hay razó n para llevar a Yoo Gun a un lugar tan peligroso.
Pero saber con la cabeza y sentir con el corazó n son dos cosas
diferentes. Yoo Geon entendió la decisió n de Shin Jae, pero al mismo
tiempo estaba resentido con é l. Nunca habı́a sido tan dependiente de
nadie que ni siquiera sabı́a que el nombre de este sentimiento era
tristeza. Es confuso.
Despué s de irse ası́, Shinje no me ha contactado hasta ahora. No es
extrañ o. Es porque nunca han tenido una relació n aferrá ndose al
telé fono y saludando. Afortunadamente, siempre fue algo nuevo
contactarme primero cuando tenı́a un negocio. Shinjae hizo la llamada
telefó nica primero, y cuando Shinjae envió un mensaje, Yu-gun solo
leyó y no respondió . Sé muy bien que está bien querer ser contactado
sobre un tema ası́. Todavı́a… .
“Me diste la vida, ası́ que voy a dedicarte el resto de mi vida, Yoo Geon-
ah. ¿Có mo es? ¿No es esto su iciente para Suzy?>
Si me dejaras con el pesado regalo del resto de tu vida y no me dejaras
hacer nada má s que pensar en ti en una casa llena de tus huellas, no
deberı́as haber venido a mı́ en absoluto. No deberı́as haberme hecho
saber que incluso una pieza de un rompecabezas hecha de chatarra
puede tener un compañ ero… Cola a cola, los pensamientos negativos se
rami ican fuera de control. Es paté tica Ni siquiera es una mascota que
sostiene al dueñ o de camino al trabajo y le dice que no vaya.
Si sigo ası́, creo que seguiré teniendo pensamientos inú tiles. No
encajaba con su temperamento estar encerrado en sı́ mismo y pudrir su
cabeza en temas desconocidos como la soledad y demá s. Serı́a mejor
mover el cuerpo en ese momento o dormir si no puede permitı́rselo.
Yoo Geon alborotó su cabello negro recié n crecido y luego saltó del sofá .
Atravesó la sala de estar descalzo, ni siquiera en pantu las, hasta el
dormitorio. Sus piernas estaban un poco lojas. Cuando salió de
Mazarus, su cuerpo estaba hecho jirones por las lesiones acumuladas y
la fatiga. Ha pasado un tiempo desde entonces, pero aú n no se ha
recuperado por completo. El hecho de que Yoo Geon no estaba
interesado en cuidar su propia salud tambié n in luyó .
Tan pronto como se tiró en la cama, inmediatamente se arrepintió .
Habı́a demasiados rastros de lo divino en el dormitorio. Empezando
por la cama y la ropa de cama, era el gusto del nuevo amo. Cuando giró
la cabeza y enterró la cara lateral en la almohada, fue como si pudiera
oler el perfume que estaba usando. Un hermoso aroma de pé talos de
rosa colocados sobre seda fresca y secados inamente durante la noche
de invierno.
“por debajo… .”
Parece estar envuelto en los brazos de Shinji en lugar de una cama. Mi
piel comenzó a hacer cosquillas en la parte que tocaba la manta y la
almohada.
“Maldició n.”
Levantó los brazos con enojo y se tapó los ojos. De hecho, habı́a algo
má s difı́cil de soportar que la soledad o el resentimiento despué s de la
ausencia de Shinji.
“… .”
Yoo Geon, que estaba acostado en la cama con los ojos cerrados, respira
con un poco má s de di icultad. Dio vueltas y vueltas incó modo, dá ndose
cuenta de que hacerlo solo estimuları́a má s los sentidos, y relajó sus
extremidades.
<Geon-ah Yoo.>
Una alucinació n de tono bajo llama tu nombre justo al lado de tu oı́do.
Yoo Geon tragó saliva e inclinó ligeramente la cabeza. Una mano
informe le acarició la nuca y el pecho y descendió . Recuerdo la
sensació n de barrer la carne sensible de mi costado. Sus pestañ as
parpadeando lentamente justo en frente de sus ojos. Sostenga su
cintura con fuerza con su mano grande, separe las piernas y coloque los
muslos… .
“ah… .”
Yoo Gun re lexivamente apretó sus muslos con fuerza. El edredó n
estaba arrugado. Tambié n está claro que Dios le ha hecho algo. Habrı́a
destruido completamente su mente vertiendo veneno intangible en sus
labios, pá rpados y oı́dos. Quiere destruir a Yu-Gun, porque lo ha dicho
varias veces antes. De lo contrario, solo oler la reverberació n de Pavlov
como si fuera un perro no llegarı́a tan lejos.
El tacto del edredó n y el olor que lotaba dé bilmente paralizaron la
razó n. Yoo Gun extendió su mano sobre la parte inferior de mi cuerpo.
Me sentı́ muy extrañ o. Pero la lujuria superó el sentido de la vergü enza.
Los genitales que se tocaron en la ropa ya estaban allı́. Solo fue
abstinencia por unos dı́as como má ximo, pero el niñ o se quemó má s de
lo necesario. De alguna manera avergonzado incluso cuando nadie
estaba mirando, Yoo Geon aú n se cubrı́a los ojos con el brazo y sostenı́a
sus genitales con una sola mano. En el momento justo, salió lı́quido de
cobre y me mojó la ropa interior.
Toqué torpemente el contorno de los genitales que sobresalı́an por
encima de los pantalones un par de veces. Sin embargo, no estaba lleno
de espiritualidad por sı́ mismo. Yoo Gun se mordió el labio inferior y
tiró de la cintura de sus pantalones cortos. Estaba pensando en meter la
mano dentro de mi ropa y tocarla en serio. En ese momento, una fuerte
vibració n sonó desde el muslo.
“¡Puaj!”
Yoo Geon se sorprendió por la pelusa. Estaba pensando con retraso en
el telé fono que tenı́a en el bolsillo del pantaló n. Sacó su telé fono celular
desconcertado como un niñ o atrapado haciendo algo malo.
[Wooshinje]. Las tres letras del nombre aparecieron claramente en la
pantalla. No sabı́a qué tı́tulo salvarlo, ası́ que fue el resultado de
sostener mi telé fono y luchar por un tiempo.
Parecı́a que lo atraparon tratando de hacer algo obsceno mientras
pensaba en Shinje. ¿Shinje tiene la habilidad de leer sus pensamientos?
Aunque sabı́a que no lo era, me apuñ alaron. Yoo Geon rá pidamente se
aclaró el cuello y levantó la parte superior de su cuerpo para responder
la llamada.
“Hola.”
- sı́. Cariñ o.
Una voz sin una pulgada de vergü enza pasó suavemente por el altavoz.
La risa baja al inal de sus palabras hizo cosquillas en el oı́do de Yoo
Geon. Yoo Gun se lavó la cara con las manos que no sostenı́an su
telé fono celular.
“¿Ese sonido es otra vez?”
- ¿por qué ? ¿No me preguntaste, cariñ o?
“no.”
- Má s que eso, Yoo Geon-ah.
Shinje tocó el altavoz en lugar de responder. Una sensació n de
hormigueo le recorrió la nuca.
- ¿Te gustarı́a quitarte las orejas y mirar la pantalla?
“¿Pantalla?”
Con una mirada de desconcierto, Yoo Geon siguió las palabras de Shinje.
La imagen del nuevo sacerdote apareció en la pantalla del telé fono
mó vil, que se calentó con la temperatura de su propio cuerpo. Sus ojos
se encontraron con Yoo Geon, sonrió y agitó su mano suavemente.
Detrá s de é l habı́a un vistazo del paisaje dentro del auto. Las ventanas
estaban muy polarizadas, ası́ que no podı́a ver el exterior en absoluto.
“Ah”.
Yoo Gun dejó escapar un breve suspiro. Aprendı́ a estudiar mucho por
mi cuenta, pero era la primera vez que sabı́a que los telé fonos celulares
tenı́an esa funció n.
- Querı́a ver tu rostro, ası́ que hice una videollamada, pero fue tan
natural para mi oı́do. He estado mirando la pantalla negra desde
entonces.
“Tal vez esto. ¿Puedo verte allı́ tambié n?
- por supuesto. Estoy acostado en la cama ahora. ¿Incluso tomaste una
siesta?
“No dormı́”.
- No he dormido. ¿Se te ha puesto el pelo muy de urraca?
“… .”
La razó n por la que el cabello de Yoo-geon estaba tan desordenado era
porque se frotaba el costado de la cara contra la almohada. Inhalar
profundamente el olor de los dioses, aunque sea un poco.
- ¿Yo sé eso? Cuando no estoy despierto, cuando te toco, es má s cá lido y
suave que de costumbre. Huele bien tambié n.
Yoo Geon parpadeó ferozmente. Cuando pensé que podı́a ver todos y
cada uno de los detalles de có mo estaba perdido y perdido en la cá mara
a travé s de la cá mara, me sentı́ un poco avergonzado má s tarde.
Endureció su rostro sin razó n y levantó el telé fono verticalmente para
mirar. Tenı́a una expresió n sombrı́a como cuando estaba tratando con
una especie mutante. Sin embargo, debido a una videollamada
de iciente, la punta de su dedo tocó accidentalmente uno de los botones
de la pantalla.
-… Oye.
Shinji de repente negó con la cabeza y se echó a reı́r. No fue una risa
falsa. Sus hombros, bien vestidos con una camisa, temblaban levemente.
Yoo Geon preguntó con sospecha.
“¿Por qué ?”
- No, eso es todo, Yoo Geon-ah. Ah… realmente que hacer con esto
La sonrisa de Shinji se hizo aú n má s grande. Por otro lado, la expresió n
de Yoo Geon gradualmente se volvió má s feroz. Me preguntaba si me
estaba ridiculizando por no saber nada de esto en algú n momento
despué s de que le compré un telé fono celular.
Shinji miró la pantalla del telé fono con los ojos relajados. En la pantalla,
Yoo Geon, que estaba apoyado en la cama con ropa có moda, se miraba a
sı́ mismo con el ceñ o fruncido. Estaba bien hasta ahı́. Si no fuera por las
orejas de cachorro que salieron de su cabeza.
“Si te vas a reı́r de mı́, pre iero decirlo”.
Yoo Geon apretó los dientes por la mitad y dijo. Una voz grave y sin
acento expresó su malestar. Mientras tanto, las orejas del cachorro por
encima de su cabeza se mueven lindamente.
- volvié ndome loco… ¿Debo abrir el portal y volar de inmediato?
Shinji alborotó su lequillo gris y murmuró . Un color rojizo apareció en
su mejilla mientras se reı́a a carcajadas durante mucho tiempo.
“¿Sı́?”
Yoo Gun frunció el ceñ o e inclinó la cabeza. Como resultado, las orejas
del cachorro marró n de aspecto suave tambié n se inclinaron. El
contraste entre la expresió n marcadamente a ilada y las lindas orejas
de cachorro fue asombroso. Tambié n tienes que hacer algo lindo, ¿no es
demasiado duro? Shin-je apenas estaba conteniendo la risa que estaba
a punto de estallar. Si lo hago má s, su guı́a, a quien veo despué s de un
tiempo, puede ponerse hosco y colgar el telé fono.
- Lo siento. Me reı́ un poco porque era muy lindo. Creo que hice clic en
algo mal antes, ¿quieres comprobarlo?
Despué s de examinar seriamente la pantalla del telé fono, Yoo Geon
notó que la funció n de iltro estaba activada. El hecho de que en una
esquina de la pantalla, su cabeza, que parece tan pequeñ a como una
uñ a, tiene unas orejas de perro.
“… .”
Cerró la boca y apagó el iltro. Su rostro era inexpresivo, no mostraba
signos de agitació n excepto por un ligero ceñ o fruncido en su frente,
pero sus aurı́culas y ló bulos estaban rojos como llamas.
- ¿Có mo estabas? ¿No tienes miedo de estar solo?
Preguntó Shinji con una ligera sonrisa. Respondı́ má s sin rodeos para
que no me descubrieran que era tı́mido.
“¿No puedes tener miedo? No má s mutantes apareciendo de repente”.
Despué s de la desaparició n de Mazarus, no hay má s puertas nuevas en
el mundo. Las puertas existentes tambié n está n en proceso de ser
eliminadas una por una por los Insomnes. Al mismo tiempo, las
habilidades de todos los Despertados y Guı́as se está n debilitando
gradualmente. Poco a poco, pero de initivamente. Recientemente, se
dice que entre los F-Class Awoken, ha surgido la primera persona en
perder por completo sus habilidades y convertirse en una persona
normal. A medida que pasa el tiempo, Shinje y Yugeon algú n dı́a se
volverá n ası́.
- No sé . Porque los mutantes no son los ú nicos que dan miedo.
“¿Por supuesto?”
Yoo Geon preguntó con curiosidad. Si habı́a algo que temiera Shinje,
serı́a Almuten, pero Almuten ya estaba muerto. Entonces, ¿de qué tiene
miedo? Si te lo propones, no hay nada que no puedas tener y no hay
nada que no puedas hacer.
- Mi guı́a es tan linda, todos los dı́as tengo miedo de que alguien la deje
en paz. Ah… Estoy realmente preocupado. No puedes simplemente
meterlo en tu abrigo y llevarlo contigo.
“… .”
Una vez má s, me quedé atrapado en ese ingenio idiota. Me sentı́ como
un tonto por ser genuinamente curioso incluso por un momento.
- No salgas a la calle imprudentemente. No, simplemente no salgas
cuando no esté cerca. Si hay algo que quieras, te compraré cualquier
cosa.
Shinje cambió su actitud de exagerar y exagerar abominaciones. En
algú n momento, la broma desapareció de su voz. Sin embargo, Yoo
Geon todavı́a estaba incó modo. ¿No es sobreprotector decirle eso a un
hombre adulto que no es un niñ o, pasa por todos los cuidados
prenatales y maneja las armas como si fuera su propio cuerpo?
“Si solo vas a decir eso, renunciaré ”.
- demasiado. Ni siquiera conoces mi corazó n
En algú n momento, Shinje volvió a sonreı́r suavemente. Yoo Gun
suspiró un poco.
“Entonces, ¿tienes má s negocios?”
- ¿Está s comiendo bien? ¿dormir? ¿No signi ica que no te cuidas sin mı́?
“Comer bien y dormir bien.”
- ¿Qué hay de tu tobillo dolorido?
“No te preocupes, estoy en muy buena forma”.
Estaba orgulloso de mı́ mismo por hablar directamente. Es como si me
estuviera confesando a mı́ mismo que me he convertido en una persona
que no puede hacer nada sin ti.
- Se bueno. Eres valiente Entonces, ¿no está s solo?
,¿
Esta vez tampoco, no habı́a nada de eso, ası́ que tuve que aceptarlo para
no preocuparme por eso. Pero no hubo respuesta de inmediato. Solo
entonces Yoo Geon se dio cuenta de que estaba sentado solo en la
amplia cama y mirando su telé fono celular. El sonido de una llamada
telefó nica sonando en la casa vacı́a se sumó al silencio.
“… .”
Mi mano, que no sostenı́a el telé fono, jugueteaba con el dobladillo de mi
camiseta, como un há bito. Shinje sonrió brillantemente en la pantalla.
- Estoy solo.
“¿Sı́?”
- Creo que ha pasado demasiado tiempo desde que abrazaste a la mı́a.
Lo ves Mi condició n está arruinada en este momento. No puedo obtener
guı́a.
Shinje suspiró exageradamente y se tocó la mejilla con el dedo ı́ndice.
No estoy seguro porque lo estoy viendo a travé s de la pantalla de mi
telé fono, que es menos de un palmo, pero parecı́a que tenı́a mal el cutis.
Pero sus comentarios fueron solo una broma blanda. La belleza de
Shinje no está a un nivel que se pueda rayar si está en malas
condiciones. Cuando nos conocimos, Yoo Geon sintió una belleza poco
realista en é l, incluso cuando vio que los vasos sanguı́neos blancos se
habı́an reventado y su piel estaba manchada con moretones de sangre.
- ¿Y si ya no le gusto a mi novia?
“¿Cuá ndo dije que me gustaba… .”
- Ya dijiste eso antes. Es bonito
“… .”
- ¿No es bonito entonces? ¿Eres malo?
No hubo sonido de que fuera feo incluso con palabras vacı́as, por lo que
Yoo-geon mantuvo la boca cerrada. Sentı́ que estaba atrapado en la
nueva cara, pero no habı́a nada que pudiera hacer al respecto.
- Despué s de todo, es muy lindo.
Shinje apoyó la parte superior de su cuerpo en el respaldo del asiento
del conductor y sonrió . La expresió n de Yu-Gun se endureció aú n má s.
Aú n ası́, Yoo Geon se confunde cada vez que dice que Shin Jae es lindo.
¿Dó nde diablos es lindo? Si tuviera que expresar el grado de ternura
numé ricamente, ¿estarı́a en un nivel similar a un objeto inanimado
como una roca o un á rbol, o un cadá ver mutante?
- De paso… Yoo Geon-ah.
Shin-je miró a Yoo-geon en la pantalla con ojos sonrientes.
- ¿Por qué está s poniendo tu polla?
En medio de la conversació n frı́vola que siguió , de repente, intervino
una palabra vulgarmente desnuda. La cabeza de Yu-Gun se quedó en
blanco. Miró hacia abajo. Como si los genitales, que antes habı́an estado
empapados en sangre, aú n no se hubieran calmado, a primera vista se
podı́a ver el contorno sobre los delgados pantalones cortos.
- ¿Te despertaste e hiciste eso? O, hasta que respondas a mi llamada…
¿Estabas acostado en la cama y masturbá ndote?
“no. Esto es todo, ası́ que.”
Yoo Geon rá pidamente se bajó la camiseta y trató de cubrir el frente. Un
rubor tiñ ó sus orejas y mejillas y se extendió hasta la nuca. Fue una
vista rara para Yoo Geon, quien generalmente no expresa muchas
emociones.
- ¿Lo tocaste tú solo porque no habı́a nadie para tocarte?
“¡Capitá n!”
- Tú eres el jefe, cariñ o. Si sigues presioná ndome ası́, me pone triste.
“… .”
Incluso cuando traté de cubrir el dobladillo de la camiseta tirando de
ella, el pene no se encogió , sino que tuvo una erecció n má s grande.
Incluso en esta situació n, su cuerpo excitado estaba al punto del
resentimiento. Shinji frunció el ceñ o ligeramente como si sintiera pena
por é l.
- ¿Qué tan difı́cil debe haber sido tener un cuerpo tan dulce y nadie a mi
lado? ¿Có mo has estado solo hasta ahora?
Yoo Gun evitó su mirada con una cara roja. Si no quieres que Shinje te
vea, puedes girar el á ngulo de la cá mara de tu telé fono por completo,
pero era como si Yugun no pudiera pensar ası́.
- Los pezones tambié n está n muy bien colocados. ¿Qué tan caliente eres
si puedes verlo en toda tu ropa? ¿eh? ¿Lo hiciste solo cada vez que yo
estaba fuera?
“Nunca lo hice.”
- honestamente. Si mientes, te ofenderá s.
“Porque yo nunca, nunca lo hice… .”
-… .
“¿No crees que esto sucedió ?”
La tristeza se iltró involuntariamente. Sin hablar, Yoo Geon se mordió
el labio inferior. En mi corazó n, querı́a morderme la lengua. ¿Qué
quieres decir con que esto es una broma fea?
- ¿Puedes mostrarme tocá ndome?
“¿Frente a la cá mara? ¿Estas loco?”
- Porque usas palabras bonitas.
“Pretenderé que no lo escuché ”.
- No hay necesidad de ser tı́mido. Yo tambien he estado asi
La cá mara, que solo habı́a proyectado la cara y el pecho de Shinje, bajó .
Los contornos de la parte superior del cuerpo se destacaban sobre la
camisa bien planchada. Piernas largas en pantalones formales estirados
debajo. Los muslos fuertes se extendieron naturalmente al sentarse en
el asiento del conductor del automó vil. Fue extrañ amente sensacional
cuando solo miré el cuerpo de un hombre de una manera tranquila y
so isticada de arriba a abajo. Y entre ellos.
La parte delantera de los pantalones, la parte con la cremallera, estaba
muy in lada. No solo eso. El contorno abultado se extendı́a
oblicuamente hasta la parte superior del muslo. Los pantalones estaban
tensos.
“… .”
Yoo Gun respiró hondo. No podı́a creerlo a pesar de que en realidad lo
habı́a visto varias veces, me lo metı́ en la boca e incluso me lo metı́ en la
espalda. Que hay en tu bolsillo… ¿Llevas un micró fono de mano?
- ¿Quieres comerme la polla ası́? No puedo quitar mis ojos de ti
¿Q p p q j
El pene de Shin-je, sintiendo la mirada de Yoo-geon sobre la pantalla, se
movió con fuerza una vez. Yoo Gun tragó saliva seca sin darse cuenta. El
nuevo telé fono celular se colocó en la cuna en el asiento del conductor.
Todo, desde su rostro hasta la parte inferior de su cuerpo, apareció en
la pantalla. Sin mirar hacia abajo, ordenó , desabrochá ndose há bilmente
el cinturó n con una mano.
- Quı́tate la ropa y abre las piernas.
Yoo Geon negó con la cabeza mientras miraba ijamente a Shinje con
una cara aú n publicada mientras el enrojecimiento habı́a disminuido
menos. En lugar de rechazar este acto porque realmente lo odiaba,
parecı́a que solo estaba distraı́do por la impactante experiencia que
habı́a experimentado por primera vez. Cuando estuve en Erejó n, me
trataron como un loco, pero en este caso, estoy siendo ingenuo otra vez.
Esto es tan lindo que no puedo soportarlo.
- Hubiera sido mejor si no hubiera llamado. Como un perro en celo,
mojas la cama y inges que no sabes, ¿no? Ası́ que estoy aquı́ para
ayudar… ¿no?
Shinjae solo frunció el ceñ o levemente ya que tenı́a una leve sonrisa en
su rostro. Incluso con ese pequeñ o cambio en la expresió n, Yoo Geon se
sobresaltó como si estuviera en llamas.
- Si no escucho, volveré y me regañ ará n aú n má s.
La mirada de Yoo-geon se dirigió vacilante a la parte inferior de mi
cuerpo. Una gran cantidad de lı́quido de cobre ya habı́a salido y mojó su
ropa interior y sus pantalones. Habı́a una mancha circular en un punto
de la parte superior que se elevaba como si fuera a atravesar la tela de
sus pantalones.
Si lo piensas racionalmente, es absurdo. Este no era el plan original.
Estaba pensando en dispararte, preguntá ndome si podrı́as decirme por
qué no me has contactado hasta ahora y cuá ndo volverá s. Luego trató
de colgar el telé fono sin quedar atrapado en lo que dijo Shinji. ¿Pero por
qué ?
No querı́a ver ropa mojada. Yoo Gun se bajó los pantalones y la ropa
interior juntos. No tuve el coraje de enfrentar al hombre que me miraba
como si estuviera a punto de comerme mientras se bajaba de la
pantalla, ası́ que cerré los ojos con fuerza. Despué s de varios dı́as de
abstinencia involuntaria, sus sentimientos eró genos eran terriblemente
sensibles. Fue vertiginoso incluso si solo envolvı́a los genitales
masculinos en la palma de mi mano. Un lı́quido claro goteaba de la
punta del glande. Empezó a sacudir su pene torpemente.
- Abre má s las piernas. No puedes ver bien.
“ah… ¡Wow!”
- Solo agá rralo y agı́talo para usarlo. Intenta fregar la parte superior
tambié n. Era lindo en mis brazos, pero mi guı́a todavı́a tiene mucho que
enseñ arme… .
La mano que sostenı́a el telé fono perdió fuerza gradualmente. Despué s
de masturbarse varias veces con la cabeza gacha y la parte superior del
cuerpo marchita, Yoo Geon inalmente colapsó en la cama con un
gemido de impotencia. El telé fono se deslizó de su mano y se apoyó
contra una pila de mantas arrugadas. La imagen de é l agachado en la
cama con una mejilla en la cara fue captada por la cá mara en á ngulo.
En el campo de visió n inclinado, vi al dios en la pantalla. Sacó sus
genitales gruesos y abultados y los masajeó suavemente. En el
momento en que lo vi, un fuego se encendió en mi mente. Yoo Gun
tembló alrededor de un ojo y movió su mano un poco má s rá pido.
- Nuestro Yoo Geon… ¿En qué estabas pensando y de pie y con el pecho
en alto?
“Ni idea… .”
- ¿Quieres que te claven, pero tu espalda está vacı́a porque no estoy allı́?
Un aliento á spero se entremezcló entre las palabras del dios. Sonaba
como si estuviera susurrando justo al lado de su oı́do. Yoo Geon contuvo
la respiració n y se concentró desesperadamente en los movimientos de
sus manos. Sumerja el pulgar en agua, rodee el glande y sacú dalo hacia
arriba y hacia abajo para hacer un chasquido.
Pero fue extrañ o. La nuca de mi cuello se calentó y la sacudı́ hasta que
se formó sudor en mi frente, pero no habı́a in a la vista. Un poco má s,
un poco má s, creo que puedo cocinar. Incluso ahora, la sensació n de
saciedad todavı́a revolotea en mi estó mago… .
“¡Puaj! ¡Eh, eh, eh!”.
Yoo Gun dejó escapar un suspiro pesado. El pene rojo caliente en su
mano goteaba agua continuamente. Sus manos se estaban mojando.
Pero no habı́a señ ales de eyaculació n. El niñ o llegó al clı́max que
parecı́a inalcanzable.
- Es lindo lloriquear solo, pero Yoo Geon-ah. Dejo la parte trasera sola y
solo toco la parte delantera, para que el progreso no se apague. Si no
perfora el agujero ahora, no será barato.
Los comentarios descarados alimentaron la vergü enza. Yoo Geon giró la
cabeza mientras sostenı́a sus genitales y enterró su cara lateral en el
edredó n. Shinje solo vio sus orejas rojas y su cabello empapado de
sudor debajo de sus orejas.
- por debajo… .
El sacerdote rió por lo bajo. El tampoco estaba tan relajado. Un dé bil
gemido se mezcló con la risa que estalló como un suspiro.
Yoo Geon estaba enterrado en la manta y cerró los ojos con fuerza.
Como mi visió n estaba bloqueada, mis otros sentidos se volvieron má s
sensibles. Un gemido suave, un sonido fricativo del parlante, el sonido
de la piel mojada frotá ndose entre sı́… Se mezclaron y reconstruyeron
varios sonidos.
En la mente de Yu-Gun, Shin-Je estaba claramente representado.
Deberı́a estar apoyado en el asiento del conductor ahora, tocá ndose los
genitales con los ojos ligeramente rojos. Genitales gruesos y largos que
se sientan erguidos. Un poco má s cá lido que su temperatura corporal
original, un poco má s oscuro en color y venas prominentes envueltas
alrededor de la columna.
Imagina el objeto clavá ndose en tu espalda. Al principio, lo empujaron
un poco apresuradamente, luego respiró el dolor ardiente como si la
membrana mucosa interna se estuviera despegando y luego lo sacaron
nuevamente. Coloque el lı́quido corporal hú medo alrededor de la
entrada e intente entrar de nuevo. El glande apenas entra solo despué s
de que el agujero está todo resbaladizo. Shinji da fuerza y empuja la
cintura recta. La espalda está muy abierta y llena. Ahora que se ha
tragado la punta, es hora de insertar el pilar. Un poco má s, un poco
má s… .
“Puaj… ¡Ah, ah, shh!”
Pensé que estaba loco, estaba loco, pero no podı́a parar. Yoo Geon
agarró sus genitales con una mano y sacudió la otra mano detrá s de é l.
Sin saber có mo estimular la parte donde se sentı́a bien, hurgó en la
entrada con su dedo hú medo, que se habı́a derramado sobre sı́ mismo.
- Ahora mismo, ¿te imaginas teniendo sexo conmigo?
Los susurros obscenos del dios temblaron, bajando por la nuca y
bajando por la columna hasta las orejas. Las llamas volaron desde el
interior de los pá rpados cerrados. Es una llama parecida a una estrella
fugaz que arrastra su cola. Los dedos ciegos, que habı́an estado
buscando a tientas alrededor de la entrada de la pared interior,
pincharon á reas sensibles. Goteaba lı́quido de la uretra. Yoo Geon se
agachó con la parte superior de su cuerpo apretado.
“Dios mı́o… !”
- Contesta, no, no.
“Shhhhhhhh.”
- Te está s imaginando mi polla, ¿te duele la espalda? … . Usted pregunta
¿eh?
Cuando Yoo-geon solo gimió , pero no hubo respuesta, Shin-je instó .
Incluso esa voz fue un estı́mulo para Yu-Gun. Me hacı́an cosquillas en
las orejas y mis muslos se tensaban independientemente de mis
intenciones. No se escuchó el contenido de la pregunta. Todo lo que
tenı́a que hacer era responder algo y detenerlo. Yoo Gun asintió como
loco. El cabello negro empapado en sudor se balanceaba suavemente
con el movimiento.
El agujero que se tragó mis dedos ı́ndice y medio durante unas dos
palabras se apretó a voluntad. Es como pedir algo má s grueso, má s
largo y má s feroz. Intenté pincharlo aquı́ y allá aplicando fuerza con el
dedo, pero no fue su iciente. Todavı́a era poco profundo. Las lá grimas
brotaron de los ojos de Yu-geon con tristeza.
- Ups… .
Mirando tenazmente la pantalla del telé fono, Shinje estimuló su mano
sacudiendo su pene. La escena que se desarrollaba ante mis ojos era
demasiado provocativa. Baek Yu-geon, que llora torpemente sobre mi
espalda con los dedos, porque tiene un cuerpo muy dulce y no sabe
có mo aliviarlo. Mi visió n estaba roja de lujuria.
No deberı́a haber sido el dedo de Yoo Geon, sino su propia polla la que
estaba atrapada en ese pequeñ o y paté tico agujero. Si sujetas la dura
pelvis y la introduces profundamente en la raı́z de los genitales hasta
aplastar la carne de sus nalgas, si aprietas con fuerza la estrecha pared
interior y la clavas con fuerza… Cuando esa expresió n pulcra e
inexpresiva se derrumbe por completo, te mostrará una cara tan lasciva
que tendrá s una buena espalda.
- Guı́a de Baek Yu-Gun.
“¡Eh, ah, eh, ah!”
- Geon-ah, ¿está s bien?
“Eh, eh… sı́.”
Yoo Geon todavı́a trata a Shinje con respeto. Ademá s, no puede
abandonar sus viejos há bitos, por lo que a veces lo llama jefe del
departamento. Una persona que suele ser tan simple y seca, solo se
relaja cuando tiene relaciones sexuales y se porta lindo. ¿Vas a dejarlo
solo y dejarlo ir?
- Aú n ası́, no puedo hacerlo yo mismo, en lugar de conducirlo, ¿verdad?
Yoo Geon, que habı́a estado absorto en el placer con la razó n volando,
asintió con la cabeza apresuradamente. Sus hombros y brazos
temblaban lo su iciente como para ser vistos a travé s de la pantalla.
“sı́… .”
Una voz, medio cerrada, se iltró a travé s del jadeo. Shinji dejó de
sacudir su pene por un momento.
“Sigo pensando en lo que hago contigo… Repetidamente… ¡ah!”
Al escuchar eso, no pude soportarlo má s. Shinji a iló bruscamente sus
dientes. Yoo Geon ni siquiera se dio cuenta de eso. Ella gimió mientras
frotaba su frente hú meda contra la manta, y luego la empujó hacia
arriba desde abajo con fuerza en la mano sujetando sus genitales. Las
palmas de las manos y las plantas de los pies se pusieron calientes
como si ardieran.
“¡Puaj!”
Yoo Geon negó con la cabeza y eyaculó mientras apretaba los dientes. El
semen salpicó el fragante y suave futó n. Las venas en la nuca, los ojos
bien cerrados y el dorso de las manos, que tenı́an un esqueleto fuerte,
eran extrañ os.
Estaba descalzo con una camiseta holgada y pantalones cortos. La
camiseta estaba tirada sobre el bote, y los pantalones y la ropa interior
estaban enganchados en una pantorrilla. No es adecuado para un
dormitorio con un interior elegante y elegante. Tambié n era
extrañ amente inmoral luchar en medio de una cama espaciosa con ese
atuendo.
El nuevo festival tambié n ha llegado a su in, teniendo en cuenta cada
detalle de la apariencia de Yoo Geon. El placer pervertido apretaba el
escroto y subı́a por la uretra.
- s.
Shinji dejó escapar un suspiro estimulante e inclinó la barbilla. Sus
labios, que habı́an estado ligeramente abiertos, ganaron fuerza y su ina
frente se frunció ligeramente. De repente, mi lequillo naturalmente se
alborotó y luyó por mi frente. El semen que se derramaba en lá grimas
llenó las palmas de sus propias manos. Su clı́max fue capturado por la
cá mara. Era demasiado vulgar para ser un espectá culo pictó rico y
esté ticamente agradable para una pornografı́a.
Despué s de la eyaculació n, Yoo Geon estuvo tirado por un rato. Todavı́a
no habı́a tiempo para pensar en el hecho de que se habı́a masturbado
mientras luchaba con el deseo frente a Shinji, o que habı́a ensuciado la
ropa de cama.
- Nuestro Yoo Gun-i, que hacer… Si lo dejas solo por un momento,
entrará en estro.
Una voz que se soltó lentamente, empapada en el resplandor del placer,
impregnó sus oı́dos. Yoo Gun no pudo responder nada porque estaba
conteniendo la respiració n.
- Te daré tantos golpes como quieras cuando regreses, ası́ que te espero
pacientemente. ¿okey?
¿No me dirá s cuá ndo llegará …? … . Yoo Gun, que miraba ijamente a la
cá mara, se mordió el labio y cerró los ojos con fuerza. De lo contrario,
un gemido saldrı́a de mi boca.
*
Al dı́a siguiente, Yoo Gun inalmente salió de la casa. Cuanto má s tiempo
pasaba solo en la casa tranquila, que era demasiado amplia, como si
pudiera escuchar el sonido de una aguja al caer, se ahogaba.
Me puse el abrigo tan pronto como pude ponerlo en mis manos, pero
ese era el problema. No conocı́a a nadie en el á rea y no tenı́a ningú n
pasatiempo en particular, por lo que no sabı́a a dó nde ir. Dudó por un
momento en el callejó n frente a la casa, y eventualmente comenzó a
caminar por donde pudo.
El paisaje de una ciudad que habı́a sido devastada una vez y se está
recuperando apareció a la vista. Se instalaron letreros y paredes
temporales en todas partes indicando que la construcció n estaba en
marcha. Cuando miré hacia arriba, vi una gran grú a apilando los marcos
de un edi icio de gran altura sobre los edi icios pequeñ os.
Yoo Geon pasó la zona residencial y se dirigió a la calle. Habı́a una lı́nea
luorescente en medio de una carretera ancha de 8 carriles. Los
trabajadores estaban ocupados movié ndose y reparando el camino con
un enorme sumidero. Hubo un embotellamiento debido a que se pasó
por alto el sitio de construcció n. Los conductores parecı́an molestos en
el auto detenido.
Por el contrario, los rostros de los transeú ntes que caminaban por la
calle eran má s brillantes. Pocas personas llevaban má scaras. Cuando el
abismo estaba en pleno apogeo, el pú blico en general no podı́a salir
debido a las toxinas que se esparcı́an en el aire, y aunque lo hicieran,
tenı́an que usar una gruesa má scara antigá s.
Las puertas restantes se está n manejando en cooperació n con el Cuartel
General de Gestió n Despertado y la Orden de Caza, que aú n está activa.
Esto se debe a que ahora no tiene sentido dividir el campamento y
luchar por el poder. La estació n de prueba, que prueba y clasi ica las
habilidades de las personas recié n despertadas, se cerró poco despué s
de la desaparició n de Mazarus. Recientemente en la Asamblea Nacional,
se dice que ha surgido una agenda que pretende reducir o incluso
desmantelar la Sede de la Direcció n Despierta.
Ahora, no tiene que preocuparse de que su vecindario pueda ser
designado como zona cerrada durante la noche. Cada mañ ana, cuando
miras las noticias, no tienes que preocuparte de en qué á rea se pudo
haber descubierto una nueva puerta esta vez, o cuá ntas personas
fueron atacadas por mutantes durante el dı́a de ayer. Es un mundo que
es tan desconocido para la humanidad hoy en dı́a, pero que una vez se
dio por sentado.
Yoo Geon tampoco está familiarizado con el presente. El no sabe lo que
es vivir una vida en la que no tienes que luchar para sobrevivir dı́a a
dı́a. Si no trabajo como guı́a, no sé qué hacer con mi vida. El hecho de
que todas las cosas que lo hicieron echar raı́ces en este mundo ahora se
han ido, y que é l ha participado en la batalla que determinará la
existencia del mundo, todavı́a no puede darse cuenta.
“¡Atrá pame!”
“Ajajaja”.
Los niñ os pequeñ os corrieron detrá s de Yoo Gun. Tampoco llevaban
ningú n equipo de protecció n. Los niñ os se reı́an mientras saltaban
sobre los bloques de acera rotos y volcados. Incluso el camino roto
parece un patio de recreo para niñ os.
“¡Yo voy primero!”
Un niñ o se rió como si le faltara el aliento y corrió en direcció n a Yoo
Geon. Mirando hacia atrá s, ni siquiera miró a Yu-Gun. Yoo Geon se giró
para evitar al niñ o. Pero no podı́a ver las grietas bajo mis pies. El
cuerpo, que habı́a estado con inado en la casa mientras se saltaba las
comidas, tropezó solo con eso.
“Puaj… .”
Mi visió n se oscureció y me di la vuelta. Me preguntaba si caerı́a ası́.
Antiesté tico en medio de la carretera principal a plena luz del dı́a.
“¿hermano?”
Pero el susto esperado no llegó . La mano de helecho de un niñ o
sostenı́a a Yu-geon con todas sus fuerzas. Yoo Gun se tragó un gemido y
apenas se puso de pie. Un chico que era solo el doble de alto que Yoo
Geon lo miró .
“¿está bien?”
Preguntó el chico, parpadeando con sus ojos redondos. Yoo Geon sintió
una extrañ a sensació n de dé jà vu. Cuando el vecindario donde solı́a
vivir fue invadido por un mutante tipo insecto, salvó a un niñ o que
estaba atrapado en una vieja tienda de supermercado. Ese niñ o debe
haber tenido esta edad.
Los recuerdos de la zona residencial en llamas son claros. Mientras
rescataba al niñ o, la casa donde vivı́an Yoo Geon y Hee-Sung tambié n se
incendió y desapareció . Pero nunca me he arrepentido de esa decisió n.
Nunca he resentido a un niñ o.
“Creo que este tipo está enfermo”.
El niñ o lloró Otro niñ o que lo seguı́a le sacó la lengua.
“Es porque empujaste. Estú pido.”
“No soy estú pido.”
“¡Idiota, idiota, idiota! ¡Idiota, bastardo!”
“¡Te odio, hermana! Le diré a mi mamá má s tarde”.
Le gritó a su hermana mayor, y el niñ o se puso un poco pá lido e inclinó
la cabeza hacia Yoo Geon.
“perdó n.”
Yoo Geon sonrió con una expresió n pá lida e inexpresiva. No fue porque
no me gustara el niñ o. Siempre fue incó modo tratar con cosas
pequeñ as, dé biles y tiernas. La mayorı́a de los seres que encontró en su
vida eran má s grandes y má s fuertes que é l, y eran los ú nicos que
intentaban aplastarlo de alguna manera. No podı́a hacer esto o aquello
porque tenı́a miedo de que si extendı́a mi mano imprudentemente, el
niñ o se lastimarı́a.
“… .”
El niñ o que hizo contacto visual con é l se sobresaltó . El hermano mayor
frente a é l es alto y guapo. Pensé que si usaba ropa bonita y me
decoraba bien, me verı́a como un ı́dolo o modelo en la televisió n. Pero
é l estaba sin expresió n y sin palabras. Los ojos que miraban hacia abajo
de este lado con la boca cerrada eran indiferentes. Nunca fue una
impresió n de que un niñ o se harı́a amigo fá cilmente.
Cuando mi madre caminaba por la calle, miraba a su alrededor. ¿Estoy
siendo regañ ado por ese hyung por no escuchar a mis padres? Parece
un hermano muy aterrador. Las mejillas del niñ o se contrajeron
tristemente.
“No. Está bien hermano”.
Entonces, una voz baja vino desde arriba. Su voz era tan contundente
como su apariencia, pero parecı́a haber hecho todo lo posible para
hablar de manera amistosa. El niñ o olvidó que habı́a estado asustado
hace un rato y lo miró . Yoo Geon se inclinó para encontrarse a la altura
de los ojos.
“Hay que mirar hacia adelante. Caer Hay muchos lugares en
construcció n aquı́, ası́ que ten cuidado”.
“sı́.”
El niñ o asintió en silencio. Yoo Geon cepilló suavemente el cabello del
niñ o, que se habı́a despeinado por correr. Tenga mucho cuidado solo
con la punta de los dedos, en caso de que lo toque accidentalmente y se
lastime.
“Serı́a bueno tener una hermana”.
“¿Su hermano? ¿Tienes un hermano o una hermana?”
“¿yo? YO… Yo tenı́a un hermano.
Hubo un tiempo en que los ú ltimos momentos de Hee-seong eran
incontrolablemente dolorosos solo de pensarlo. Fui arrastrado por la
culpa de no poder protegerlo, y preferirı́a morir yo mismo. Pero ahora,
de la boca de Yoo-geon, la historia de su hermano salió con calma. Es
como echar la vista atrá s a algo que ha pasado desde hace mucho
tiempo y ya ha sido superado.
No esperaba que el niñ o entendiera lo que querı́a decir. Aunque estaba
bien. Solo lo dije porque querı́a, y pensé que eso era todo. Si no fuera
por lo que el niñ o dijo a continuació n.
“Tu hermano, debes haber ido al cielo. Al igual que mi papá .
La diminuta mano que aú n sostenı́a la mano de Yu-Gun todavı́a la
sostenı́a con fuerza.
“sı́. Gracias.”
Yoo Gun se rió entre dientes. La cicatriz de un pá rpado estaba
suavemente curvada. La frı́a impresió n se cambió a una sonrisa. Tocó al
chico en el hombro y lo levantó . En ese momento, la hermana mayor del
niñ o se acercó por detrá s. Los dos niñ os se alejaron tomados de la
mano.
Yoo Gun comenzó a caminar de nuevo. El sol destrozado en el viento era
deslumbrante. Incluso despué s de llegar al umbral del apocalipsis, el
dı́a sigue siendo soleado.
Como de costumbre, sacó su telé fono de su bolsillo y lo miró . No habı́a
ninguna noti icació n lotando en la pantalla de inicio, que me resultaba
familiar al revisarla con frecuencia. Ingresé a la aplicació n Mensajes a
pesar de que sabı́a que no habı́a ningú n contacto nuevo. Al inal de la
ventana de chat, lotaba un mensaje para Shinje antes de salir de la
casa.
[¿Cuando vienes?]
Es una oració n dura para alguien que no sabe, pero esto fue lo mejor
para Yoo Geon, quien no cuida a otras personas con dureza. Me armé de
valor para enviarlo, pero aú n no se ha marcado como leı́do. ¿Está s muy
ocupado? Erehon sufrió dañ os devastadores mientras procedı́a con el
ataque a Mazarus, por lo que, por supuesto, estaba muy ocupado con el
proceso de posventa. Todavı́a… ¿Tal vez no tengo tiempo para revisar
un solo mensaje?
Incluso ahora, Shinje estará tan ocupado que tiene menos de diez
cuerpos para hacer un trabajo importante. Sé lo grosero que es enviar
un montó n a una persona ası́ pidié ndole que mire sus mensajes sin
sentido. Aú n ası́, mi corazó n no sigue mi camino. La razó n y la emoció n
se mueven en direcciones opuestas.
Cuando se trata de Shinje, Yoo Geon siempre ha sido ası́. Odiaba y
simpatizaba con los dioses al mismo tiempo. A pesar de que siempre
me lastimaba, siempre lo esperaba con ansias. Querı́a matar a Shinje
má s que nadie, ası́ que lo salvó . Temblé y prometı́ alejarme de é l para
siempre, y inalmente volvı́ a su lado.
Dentro del bulevar, entré en un callejó n que alguna vez estuvo lleno de
restaurantes y tiendas. Incluso entre las calles comerciales colapsadas y
vacı́as, habı́a tiendas escasamente abiertas. Yoo Geon se detuvo frente a
uno de ellos. Era una tienda de postres. Los postres en los estantes de la
tienda eran visibles a travé s de la ventana. Entre ellos habı́a una galleta
de merengue bellamente envuelta.
Entra o no. ¿Debo comprarlo o no? Yoo-geon miró alrededor de la
tienda desde la distancia y pensó en ello. El lindo interior de estilo
pastel lo hizo dudar aú n má s. No pensé que una persona educada y
tosca como yo pudiera entrar en un lugar tan bonito.
Incluso si tuviera el valor de entrar, me preocupaba qué comprar.
¿Deberı́a comprar una galleta de merengue que sepa a qué sabe?
Porque encontré cosas que son difı́ciles de encontrar en supermercados
o marts. Sin embargo… .
“… .”
Yu-Gun jugueteaba con el dobladillo de la manga de la sudadera con
capucha que cubrı́a el dorso de su mano como si fuera un há bito. Su
expresió n se volvió aú n má s seria. Sentı́ una extrañ a miseria, no como
una persona que elige postres.
Las galletas de merengue eran sus favoritas, no nuevas. No, en realidad,
incluso eso no era exacto. Shin-je preguntó una vez qué le gusta a Yu-
geon y qué come bien, pero Yoo-geon nunca se lo preguntó .
¿Qué les gustaba a los dioses? No hay decoraciones o patrones
llamativos, pero el material en sı́ parece haber preferido las cosas
lujosas que hicieron que la gente se quedara sin aliento. Se notaba con
solo mirar el interior del cuartel general de Erejó n y el diseñ o del
uniforme. Sin embargo, para Yoo Geon, quien no tiene buen ojo para
entender los gustos de otras personas, ese era el lı́mite. No sabı́a mucho
má s al respecto que eso.
La imagen parece comer solo la má s alta calidad al considerar
cuidadosamente todo lo que se lleva a la boca, pero Shinjee,
sorprendentemente, no tenı́a gustos o disgustos claros sobre la comida.
Comı́ platos del curso lujosamente preparados sin demasiado alboroto,
y comı́ tostadas y tocino simples por la mañ ana. Hubo momentos en
que no dije nada en absoluto cuando estaba en mala forma, pero nunca
hubo un momento en que dije que no me gustaba esto o que me
gustaba.
Si es corto, es corto, si es largo, pasamos mucho tiempo juntos, pero es
una relació n en la que todos nos miramos como si no pudié ramos
vernos hasta el fondo. ¿Por qué ni siquiera conocı́a su gusto por el
postre hasta ahora? Fue un sentimiento extrañ o. No importa lo que Yoo-
geon compre, el hombre sonreirá bastante, diciendo que ya no puede
elegir ninguno de estos, y que está feliz de dá rmelo como regalo… Eso
solo no fue su iciente.
Yoo Geon inalmente se decidió y siguió adelante. Fue cuando. La
restauració n no estaba terminada y un hombre que caminaba por una
calle llena de baches chocó contra é l. Ni siquiera un grito salió de la
conmoció n repentina.
“Puaj… .”
El tobillo lesionado se torció rá pidamente. Yoo Geon estaba inerte,
retrocedió unos pasos y inalmente se sentó como si se hubiera
derrumbado. Un dolor agudo emanó del tobillo.
“Oye, vete a la mierda. ¡Mira hacia adelante!”
El hombre mal vestido gritó en voz alta. Sus ojos estaban desenfocados
y sus blancos estaban llenos de sangre. Ademá s, su cuerpo temblaba
tanto que era extrañ o.
“¿Para qué anda este bastardo arrastrá ndose por la acera? Diablos,
porque no quiero tener suerte”.
Yoo-geon sabı́a lo que signi icaba ese sı́ntoma. No era el tı́pico borracho.
Era un hombre despierto que tomaba drogas porque no podı́a soportar
los efectos secundarios y inalmente perdió tanto el cuerpo como la
mente.
“por un momento… .”
La mirada del hombre que habı́a estado luchando con mi ira cambió . No
me di cuenta de inmediato porque estaba soltando un lenguaje abusivo,
pero en el momento en que me encontré con Yoo Geon antes, algo
cambió en mi cuerpo. Fue un momento tan breve que podrı́a llamarlo
un momento, pero no podrı́a decirlo. El joven frente a é l debe haber
sido un guı́a. Una persona despierta como é l, sin dinero y con un rango
bajo, ni siquiera se atrevı́a a tomar la mano del guı́a, y mucho menos a
encontrar un guı́a exclusivo.
“qué . ¿Fuiste un guı́a?
El hombre levantó la cabeza bruscamente, frotá ndose la barbilla con
una barba á spera. Una sombra cayó sobre Yoo Geon. El hedor de las
drogas baratas vibró .
“vete.”
Una vena se paró en el dorso de la mano de Yoo-geun, que estaba en el
suelo. Tuve que levantarme, pero mis piernas no escucharon. Despué s
de un gran giro durante Wild Hunt, cada vez que tenı́a un descanso,
comenzaba a enojarme y, al inal, era ası́.
“El mundo está mejorando. El guı́a camina solo sin miedo. Entonces,
¿qué pasa si alguien te arrastra y hace algo terrible?
“¿Está s preocupado por eso? Sobre un tema que ni siquiera puedo
controlar”.
“Oh, ¿tal vez tu pareja te abandonó ? ¿Dices que no te gusta follar con
piernas?”
Como un há bito de mucho tiempo, Yoo Gun se quejó alrededor de su
cintura y muslos cuando se dio cuenta de que no tenı́a una pistola y
a iló sus dientes. El problema fue que no traje un arma separada porque
pensé que nunca serı́a atacado por una especie mutante.
“No importa. Ya sea que tenga piernas fuertes o no”.
Apretó los dientes y le dio fuerza a los tobillos. Mis piernas, que habı́an
ido perdiendo fuerza, apenas se sostenı́an. Tan pronto como se levantó ,
agarró el brazo del hombre por encima de su ropa y se lo rompió .
“No es que no pueda vencer a un bastardo como tú ”.
En el mejor de los casos, parecı́a tener un nivel de habilidad inferior al
nivel de Heesung. Serı́a imposible someterlo por completo con una
pelea fı́sica, pero era posible aprovechar la falta de atenció n del
oponente para sorprenderlo. Quizá s no sabı́a que el guı́a, que estaba
lejos de pelear, usarı́a sus habilidades tan rá pido, que el hombre cayó al
suelo con un gemido como una garganta estrangulada.
“Dé jalo ir. Cariñ o, ¿no?”
El hombre escribió maldad con voz ronca. Sus miembros lucharon
como locos. Fue entonces cuando Yoo Geon se dio cuenta. La manga del
otro lado del que sostenı́a estaba completamente vacı́a.
No era difı́cil inferir por qué un hombre venı́a a vagar por las calles de
esa manera. Originalmente, é l era el cazador de nivel má s bajo al que le
faltaban el respeto donde quiera que iba, y le cortaron el brazo, por lo
que debe haber perdido incluso la utilidad que tenı́a. El juramento de
que era un bastardo en Yoo Geon puede haber sido un intento de
escapar de su realidad. Eso no signi ica que sus pecados desaparecerá n.
No eran pocas las personas que creı́an que todo estarı́a bien si el
mutante se iba. Pero no fue Yoo Gun. Ya habı́a visto demasiada suciedad
del mundo para expectativas tan ingenuas.
Para volver por completo al estado anterior al brote, habı́a una serie de
obstá culos que debı́an superarse. Durante mucho tiempo, muchos
campos han dependido de industrias que utilizan mutantes y Awoken.
Las empresas que procesaban subproductos mutantes ya hablan de
morir. Los cazadores que perdieron sus trabajos de la noche a la
mañ ana tambié n cayeron en pá nico. Aú n ası́, fue un golpe demasiado
realista consolarlos diciendo que habı́an sobrevivido al apocalipsis.
“Está s realmente equivocado. ¿saber?”
El hombre empujó a Yoo Geon con un solo brazo y lo derribó . El dolor
en su tobillo hizo que su visió n se oscureciera por un momento. Si este
lugar estuviera en la carretera principal, podrı́a haber pedido ayuda a
un transeú nte, pero esto estaba en un callejó n a pocas cuadras de la
carretera principal. Habı́a má s tiendas vacı́as que abiertas alrededor.
“Puaj… .”
“Guı́a del tema”.
El hombre extendió su mano, presionando a Yu-geon con todo su
cuerpo. Aunque Yoo-geon sabı́a que la mano del hombre se acercaba, no
podı́a moverse. Si tan solo tuviera una pistola, no, solo un cuchillo.
“Porque no son solo los mutantes los que dan miedo”.
‘No salgas a la calle imprudentemente. No, simplemente no salgas
cuando no esté cerca.>
Un montó n de chistes sarcá sticos que no son nutritivos, y luego agregar
un poco de sinceridad al inal. Era el mé todo divino. No puedo decir si
es una broma o la verdad. Yoo Gun cerró los ojos con fuerza. Y en el
momento en que volvió a abrir los ojos, levantó la pierna intacta del
hombre por debajo y lo pateó con todas sus fuerzas.
“¡100 millones!”
El hombre gritó y se agachó . Si hubiera pateado el muslo o la
pantorrilla, no habrı́a sido un gran golpe. Pero el lugar donde me golpeó
fue entre la entrepierna.
“Oye, esto es realmente… .”
Se arrastró hacia é l a pesar de que estaba sudando con la cara roja.
Antes de eso, Yoo Geon sopló su puñ o. Para evitar un contraataque fá cil,
apuntó deliberadamente en la direcció n del brazo amputado. El hombre
levantaba habitualmente su brazo amputado por debajo de su hombro
y trataba de detenerlo. No parece que haya pasado tanto tiempo desde
que perdió el brazo. Un puñ o que cortó el aire fue atravesado
irmemente en su costado. El hombre gimió y rechinó los dientes.
Los dos lucharon de ida y vuelta en un callejó n sucio. Yoo Geon apenas
evitó el puñ o del hombre. Cuando el puñ o perdido se deslizó hacia la
pared detrá s de é l, el concreto se agrietó un poco. La capacidad de
fortalecimiento muscular má s comú n, pero má s versá til. Si el hombre
no fuera adicto a las drogas y los efectos secundarios, o si sus
habilidades fueran tan fuertes como antes, no, si solo sus brazos fueran
fuertes, Yoo Geon ya habrı́a sido como esa pared.
Aprovechando la oportunidad que tenı́a el hombre de recuperar el
puñ o que habı́a sido clavado en la pared, hizo un tiro má s. ¡disco! Su
barbilla se volvió .
“¡Ay! Ay.”
El hombre que luchaba y trataba de mantener el equilibrio se cayó . Yoo
Geon no a lojó sus lı́mites y retrocedió , robá ndose la comisura de su
boca con la muñ eca. El sonido de una respiració n á spera se extendió
por el callejó n desierto. Una sensació n de batalla feroz y atroz. Se sentı́a
aú n má s real ahora que cuando me encontré con los niñ os corriendo
bajo la luz del sol.
“¿Es la primera vez que te golpea un guı́a?”
Yoo Gun torció los labios y preguntó con una sonrisa. Fingı́ estar
relajado, pero era un farol. El dolor en el tobillo sigue empeorando a
cada momento. Ademá s, el polvo y los arañ azos en todo el cuerpo. Si
ingresa a una tienda especializada en postres como esta, el cobarde
dueñ o de la tienda lo informará primero.
“¡Mierda!”
El hombre se apoyó en el suelo con el ú nico brazo que le quedaba y
trató de levantarse. Incluso su brazo estaba convulsionando
incontrolablemente, por lo que cayó hacia atrá s pronto. Rascó el suelo y
vomitó de rabia.
“Es injusto, ya sabes, vete a la mierda… .”
“¿Qué ?”
“Incluso si pierdes tus habilidades de guı́a, de alguna manera te ganará s
la vida. Pero aparte de mis habilidades, solo soy un drogado con un solo
brazo. ¡mierda! Las personas como yo ahora son inú tiles en el mundo”.
Tal vez sea má s un in ierno para este hombre de lo que solı́a ser, cuando
los mutantes se propagaban y la gente morı́a. Despué s de derrotar al
monstruo, el mundo se volvió pacı́ ico y todos vivieron felices para
siempre.
“Luché por mi vida. No puedo hacer otra cosa que matar mutantes… .”
“por lo tanto.”
“¿Qué ?”
“Y qué . Encuentra tu camino a travé s del tiempo de lloriqueo. O
simplemente salir.
Yoo Gun cerró los ojos y los abrió . Mi visió n dio vueltas y vueltas,
probablemente porque estaba sobrecargado de trabajo con un cuerpo
menos que mejor.
“Porque no eres la ú nica persona que luchó por su vida”.
Yoo Gun se dio la vuelta, dejá ndolo solo. El hombre rechinó los dientes,
recogió la cosa que tenı́a a su lado y se levantó . Sin embargo, lo que
recogió fue una pila de tablones y madera apilada casi como si estuviera
a punto de colapsar.
“¡Wow!”
Materiales pesados se desmoronaron y cayeron sobre é l. A pesar de que
Yoo Geon cojeaba mucho, nunca miró hacia atrá s. Despué s de dejar el
callejó n por completo, exhaló un largo suspiro.
“Eh, jaja… .”
El dolor olvidado golpeó a travé s de mi cuerpo. Tan pronto como se
liberó el poder, pareció colapsar en su lugar. Yoo Geon movió su cuerpo
crujiente y apenas se apoyó contra la pared cercana. Apoyó la cabeza
contra la frı́a y dura pared de hormigó n. El cielo era visible con una
vista inclinada. Todavı́a estaba soleado.
“Maldició n.”
Se lavó la cara en seco. Estaba a punto de salir a caminar o ir, pero
ocurrió un incidente inesperado. Fue lo peor
Despué s de permanecer allı́ por un tiempo, sentı́ una leve vibració n en
el bolsillo de mi pantaló n. Habı́a una llamada entrante en el telé fono
celular. Yoo Gun buscó a tientas en su bolsillo y sacó su telé fono
caliente. ¿Desde cuá ndo llamas? Las noti icaciones de llamadas
perdidas se acumularon innumerables veces.
Despué s de dejar la vieja terminal en la sede de Erejon, Yoo Gun ha
vivido sin celular. Luego, despué s de reunirme con Shinje, inalmente
obtuve un telé fono celular nuevamente. Solo hay un contacto registrado
en su celular. Comprar esta cosa costosa solo para ponerse en contacto
con una persona es realmente un grillete de extravagancia.
Presionó el botó n de llamada y se acercó el telé fono a la oreja. Incluso
con ese simple movimiento, mi brazo estaba muy dolorido. Ni siquiera
tenı́a la energı́a para hablar, ası́ que respiré hondo.
- Geon-ah Yoo.
Como siempre, era un tono amistoso. Sin embargo, solo podı́a saber que
Shinje no estaba de muy buen humor. En lugar de hacer una broma
desconocida, cariñ o aullador, habı́a una sonrisa en su voz.
- ¿Está s afuera?
Preguntó el dios. Parece que escuchó el sonido del viento y el automó vil
que venı́a del otro lado del altavoz.
- Dó nde está s.
“… .”
- Baek Yu Gun.
La voz de Shin-je bajó un poco mientras Yoo-geon no decı́a nada.
“Capitá n.”
- sı́.
Si fuera normal, habrı́a dicho algo como: “¿Por qué me llamas lı́der,
ahora que no soy el lı́der?” Pero Shinje no dijo nada.
“Soy un poco… .”
Yoo Gun respiró hondo. Hubo un susurro en los pulmones. Luego
exhaló de nuevo y apretó el sonido.
“Por favor, ven y encué ntrame”.
Despué s de que terminó de hablar, de repente se sintió muy frustrado.
Me pregunté si no deberı́a haberle pedido ayuda a Shinje, incluso si
tuviera que arrastrarme sola hasta casa.
Despué s de un momento de silencio, Shinje preguntó su ubicació n con
voz tranquila. Yoo Geon miró a su alrededor y habló de grandes
edi icios que podrı́an ser puntos de referencia cuando los viera. El
telé fono se desconectó de inmediato con una breve respuesta que
decı́a: “Entiendo”. Yoo Geon apretó los dientes mientras sostenı́a el
telé fono que habı́a sido desconectado. Dio fuerza a sus extremidades,
que se sentı́an pesadas como Cheongeunmangeun, y se puso de pie.
El paisaje a lo largo del camino todavı́a era pacı́ ico. Si miras aquı́, nadie
podrá adivinar lo que pasó en el callejó n. Ese paisaje se parece al
mundo entero. La cuestió n es que las heridas que llevan mucho tiempo
ardiendo está n cubiertas de carne nueva y que está n tratando de salir
adelante poco a poco con un cuerpo que se ha convertido en un
desastre.
Cuanto tiempo has esperado Un automó vil que se acercaba con gracia
como si se deslizara por la carretera se detuvo frente a Yoo Geon. Era un
coche nuevo familiar. De repente, la puerta del conductor se abrió . Yoo
Geon inalmente se relajó . La conciencia a la que se habı́a estado
aferrando se estaba desvaneciendo.
“ah… .”
Se dejó caer en su lugar como una muñ eca con una cuerda rota. Con la
visió n borrosa, vi que alguien se acercaba. Todo lo que recordaba
estaba allı́.
*
El agua caliente salı́a constantemente de la ducha. Yoo Gun levantó el
brazo, que habı́a caı́do al suelo durante una pelea fı́sica anterior. Su piel
estaba llena de suciedad y sangre. Tan pronto como tocó el agua, la
suciedad se eliminó , revelando los secretos de la publicació n. Habı́a un
dolor agudo.
“Está bien.”
Yoo Geon frunció el ceñ o ante el dolor mientras lavaba su cuerpo con
irmeza. Apreté el champú en mi palma y me lavé el cabello. Cada vez
que movı́a el brazo me escocı́a, pero estaba mejor que antes. Se
enjabonó el cabello y luego sus manos se calmaron gradualmente.
“… .”
Con la cabeza inclinada, cayó en el agua que caı́a. Mi cabeza estaba
mareada con emociones complejas que no podı́an explicarse
simplemente por ira, irritació n o dolor.
Fue casi en casa que Yoo Geon se despertó . Shinje visto en unos dı́as no
fue muy diferente a la ú ltima vez que lo vi. Tal vez fue porque habı́an
estado separados durante mucho tiempo, por lo que su tez estaba
pá lida y su mandı́bula parecı́a haberse vuelto un poco má s a ilada. Pero,
sı́, fue mucho mejor que Yoo Gun. Era nuevo no recibir guı́a, pero la
condició n del guı́a, Yoo Geon, era peor.
Casi abrazó a Yoo Geon, quien habı́a perdido el sentido, lo metió en el
auto y se dirigió a casa. Como siempre, fue suave. Sin embargo, Shinje
no le preguntó có mo sucedió o qué le sucedió . Se concentró en
conducir, mirando al frente con una cara inexpresiva. Era como si
estuvieran susurrando para hacer una videollamada, pero solo hubo un
pesado silencio entre ellos durante el viaje de regreso.
Shin-Je tambié n parece enojado con é l. Esa fue la conclusió n que hizo
Yoo Geon mientras regresaba a casa.
Es natural. Ignorando la advertencia de no salir imprudentemente,
incluso mentı́ diciendo que estaba comiendo y durmiendo bien solo. No
tiene nada de malo ser castigado por incumplimiento de contrato o
desobedecer ó rdenes. Ya no tienen una relació n contractual y Shinji no
es ni su superior ni su maestro, pero ese es el punto. Incluso ahora, la
Diosa estaba má s cerca de un objeto para ser obedecido y adorado que
una persona igual a otra.
Hubo momentos en que Yoo Geon enfureció unilateralmente a Shinje,
pero no hubo objeció n. Siempre fue tan amable con Yoo-geon. Incluso si
intencionalmente usó palabras duras para provocar a su oponente, solo
se rió y lo pasó por alto. Ası́ que ahora era má s difı́cil para é l.
Yoo-geon no tenı́a el talento para calmar a un oponente enojado o con
ná useas. Ni siquiera se dio cuenta de que era sensible a los
sentimientos de los demá s. Hubiera sido mejor si pudiera aliviar la ira
de Shinje recibiendo algunas palizas o recibiendo aplausos. Sin
embargo, tal mé todo puede funcionar para los cazadores de bajo nivel
simples, ignorantes y violentos con los que Yoo Geon trabajó en el
pasado, pero no funcionará para Shinje. Má s bien, habrı́a tenido el
efecto contrario.
Para ser honesto, no fue solo que Yoo Geon se disculpó . Tambié n estaba
resentido con los dioses. Un dı́a, se va y regresa a su antojo,
destruyé ndose mientras espera sin ninguna promesa. ¿Có mo no estar
resentido?
“Ah… .”
Dejó escapar un largo suspiro y apoyó la frente contra la pared de
azulejos. El agua caliente empapó la parte superior de su cabeza y le
corrió por la frente, las orejas y la nuca. Algunas se formaron en la
punta de las pestañ as y luego se cayeron. Como el agua que gotea desde
el borde de los aleros en un dı́a lluvioso.
¿Por qué siempre tropezamos ası́? Yoo Geon pensó mientras apoyaba su
frente contra la pared frı́a y hú meda. No tenı́a una elocuencia llamativa
ni una personalidad sarcá stica, por lo que no tuvo má s remedio que
pensar mucho y pensar de nuevo.
Hago una promesa cada momento que estoy lejos de Dios. Dejemos de
rascarnos con solo emociones agudas al frente. Cansado de agotar las
acusaciones que no producen nada, y el odio una y otra vez, como
apretar el gatillo de un arma vacı́a uno tras otro. ¿De qué sirve venir
aquı́ ahora? Querı́a verlo, sı́, odio admitirlo, pero tambié n pensé que
querı́a verlo.
Pero cuando realmente te enfrentas al dios, todo sale mal. ¿A dó nde se
fue todo lo que prometimos tratar de manera racional y tranquila, y
solo salen rencores egoı́stas como un niñ o infantil? Los impulsos
violentos se propagan fuera de control desde la punta de los dedos de
las manos y los pies.
Tal vez lo mismo sea cierto de Dios. No importa cuá n contundente seas,
puedes ver el alcance de la misma. A veces, Yoo Gun puede leer ciertas
emociones en sus ojos vidriosos. Un hombre que era tan há bil y
elegante frente a otras personas no puede ocultar sus sentimientos
frente a Yoo Geon. Muestra afecto puro y una voluntad desesperada de
matar.
¿Por qué crujimos cada vez? ¿No podemos simplemente vivir como
otras personas comunes? Piezas del rompecabezas hechas mal desde el
principio. Artı́culos defectuosos que simplemente encajan entre sı́… .
“… .”
El torrente de agua se detuvo de repente. Tan pronto como cerré el
grifo, hubo silencio por todas partes. Yoo Gun se miró los dedos de los
pies sin comprender. Incluso despué s de cerrar la ducha, las gotas de
agua seguı́an cayendo y mojaban el empeine y los azulejos.
Me puse una toalla en el pelo mojado y salı́ del bañ o en bata. En el
momento en que levantó la cabeza sin pensarlo dos veces mientras se
secaba el cabello con una toalla, Yoo Geon se sorprendió . El sacerdote
estaba sentado frente a la mesa en el dormitorio. A diferencia de antes,
estaba vestido có modamente, pero de todos modos, solo se quitó el
abrigo y los guantes que usaba sobre el traje, por lo que contrastaba
con Yoo Geon, que solo tenı́a un vestido en su cuerpo.
“ah… .”
La mano que habı́a estado acariciando su cabello perdió fuerza.
Preguntó Dios sin mirarlo.
“¿vino?”
Cogió el vaso que estaba sobre la mesa. En la etiqueta de la botella al
lado, habı́a un nombre escrito en un idioma extranjero que Yoo Geon no
conocı́a. Como si ya hubiera bebido un poco solo, quedaba un poco má s
de la mitad del alcohol transparente en la botella.
“¿Qué es eso?”
“Mi almuerzo.”
Shinji levantó su vaso como si fuera morado. Yoo Gun suspiró un poco.
“Excesivo para el almuerzo.”
“¿Quieres una bebida?”
Shin-je no esperó la respuesta de Yoo-geon, sino que inclinó la botella y
llenó otro vaso vacı́o. A diferencia de Taein, que colecciona licores por
tipo y cosecha, a Shinje no le gusta mucho el alcohol. A lo sumo, creo
que bebı́ unos sorbos como aperitivo.
“Pensé que me iba a poner el collar de nuevo… .”
Shinje murmuró mientras empujaba la taza llena hacia Yoo Geon. Luego
inclina la cabeza y sonrı́e levemente a la pelusa.
“No pude soportarlo y entré en celo”.
La parte posterior de su espalda se volvió frı́a ante las palabras
desnudas que salieron casualmente. Yoo Geon, que se acercaba
lentamente, se detuvo de repente.
“¿Querı́as salir ası́?”
“No es ası́.”
“¿Có mo pude haber aguantado hasta ahora porque mi cuerpo era tan
dulce?”
“Dije que no.”
“¿Está s muy aburrido? Fui golpeado por cuatro personas por turnos, y
yo era el ú nico que quedaba, ası́ que debo haber estado un poco
molesto. Si tuvieras dolor, no me lo habrı́as dicho”.
“¡De esa manera!”
Un fuego se encendió desde adentro mientras se rascaba
tranquilamente el corazó n. Despué s de levantar la voz sin darse cuenta
una vez, Yoo Gun logró recuperar el aliento.
“No hables ası́. ¿No sabes que no lo es?”
“Tú lo sabes. Cada persona despierta que incluso hace contacto visual
contigo e incluso se toca la punta de los dedos quiere golpearte y pone
los ojos en blanco. ¿Todavı́a no sabes que sufriste ası́?
Yoo Geon se quedó como clavado en su lugar y miró a Shinje. Los ojos
negros eran visibles a travé s del cabello negro caı́do.
“Vamos. Si no quieres verme dando vueltas.
Podrı́a haber ignorado las palabras de Shinje ası́ y darse la vuelta. Pero
si lo hacen, volverá n al principio.
“Mi voluntad no fue voluntaria. No es lo que querı́a.
Despué s de un breve con licto, Yoo Geon dio un paso hacia é l. Habı́a
huellas de agua en la alfombra del dormitorio. Shinji bajó la mirada y
levantó los labios, sonriendo alegremente.
“Sı́, lo sabes. Ası́ que me trajiste a casa. Ese bastardo ni siquiera lo trató
frente a ti”.
“¿Por qué tienes que decir algo ası́ cuando lo sabes tan bien?”
“Nuestro Yoo Geon, ahora… estas loco A mi.”
En medio de la ira de Yoo-geon, la suave voz de Shin-je interrumpió
casualmente. Shin-je levantó la cabeza y miró a Yoo-geon. Como si
expresara arrepentimiento, la frente se levantó ligeramente y los ojos
coloridos se iluminaron con una luz lamentable. Lejos de ser paté tico,
era abominable.
“¿Entonces qué hará s?”
“¿Me matará s? No solo é l, sino todo lo que alguna vez traté de tocarte.
“¿En serio?”
“por supuesto. Solo habla Porque si solo hablas, mataré a cualquiera, a
cualquier cantidad de personas”.
Yoo Gun bajó la cabeza. Su mojado cabello negro estaba desordenado y
cubrı́a sus ojos. Sus puñ os apretados bajo las mangas de su vestido.
“Te odio hasta la muerte”.
Como si Dios hubiera estado esperando, lo aceptó de inmediato.
“Te amo hasta la muerte.”
“… .”
“¿no?”
Como si fuera la ú ltima vez que ingió estar herido, Shinje estaba
sonriendo de nuevo. El rostro que inclinó la cabeza y sonrió fue
aterradoramente cautivador. Quiero matarte. Un impulso sin re inar
surgió .
“… .”
Al inal, Yoo Geon no aprobó las palabras de Shinje. Pero tampoco lo
negó . Rechinó los dientes con un crujido y caminó hacia el dios. Se
produjo una tensa tensió n. A pesar de que el oponente lo miraba con el
mismo tipo de ojos que tenı́a, Shinje permaneció en su lugar y solo
sonrió en silencio.
De todos modos, el movimiento de Yoo Gun es claramente visible.
Re lexionó sobre varias opciones durante el breve momento en que Yoo
Geon se acercó . ¿Te agarro por el cuello, te ahorco o me pegas?
Su guı́a es bastante rudo con las manos, ya que tiene un lado enojado, a
diferencia de la apariencia de soplar aire frı́o. Pero no importa Porque
Yoo Gun es lindo sin importar lo que haga. Creo que serı́a lindo incluso
si recogiera un cuchillo de sommelier que quedó en la mesa y tratara de
apuñ alarlo en el cuello. Para Yoo-geon, está dispuesto a cortar tantas
arterias como quiera. Despué s de todo, volver a unir la arteria cortada
será la guı́a de Yoo-geun.
Pensó mientras trazaba el borde del vaso con la punta de los dedos.
Sobre có mo te sientes en este momento.
No era que estuviera enojado con Yoo Gun. Cuando se trata de Yoo-
geon, puede caer fá cilmente en un impulso, pero no es tan frı́volo como
para culpar a Yoo-geon por enredarse en algunos errores. El tipo que no
conocı́a el tema y trató de tocar a su guı́a estarı́a pagando un precio
terrible ahora. Terminé las instrucciones con una llamada telefó nica
mientras regresaba con Yu-gun, quien estaba cubierto de cicatrices,
sentado a mi lado. ¿Entonces por qué ? ¿Qué es tan desagradable?
Desde que vivı́an juntos, Yoo Geon nunca le ha pedido nada. Desde
elegir casas e interiores hasta cosas triviales como ropa y bocadillos. Lo
que se le dio, lo aceptó en silencio tal como se le dio, y si no habı́a nada,
lo aceptó en silencio. Estaba bien hasta allı́. Porque sabı́a que la
personalidad de Yoo Gun era ası́. Como entonces
“Gané .”
“Esta vez tambié n… gané .>
Shin-je recuerda vı́vidamente los dos momentos en los que Yoo Geon
declaró la victoria. Cada vez que pienso en esa é poca, las yemas de mis
dedos aú n resuenan con una catarsis estimulante. Su personalidad
recta y contundente es una de las muchas razones por las que los dioses
lo aman. Sin embargo, no hay necesidad de ser terco incluso en la
situació n actual. Debido a que no me ocupé de mi salud, mi cuerpo se
mojó mucho y los antojos se acumularon y me dio tanto calor que me
enfermé . Hace solo un momento, si Shinjae no lo hubiera llamado de
manera oportuna, Yoo-geon podrı́a haber sufrido cosas horribles que
no pueden compararse con moretones o algunos rasguñ os en este
momento.
Yoo Gun siempre es ası́. Grita con fervor con todo su cuerpo que no
puede estar sin ti y que debe estar a su lado, pero sus palabras y
acciones son bastante indiferentes. Soporta todo por sı́ mismo y no
muestra nada exteriormente. ¿Está s tratando de ingir que no lo eres, o
ni siquiera eres consciente de ello? Probablemente sea lo ú ltimo con
una alta probabilidad. Porque Yoo Geon era má s indiferente consigo
mismo que no preocuparse por los demá s. Incluso si muere pronto, la
razó n por la que no dice cosas estú pidas a los demá s o dice cosas
dé biles es probablemente debido a la vida esté ril que ha vivido.
Sabı́a todas estas cosas con la cabeza, pero aú n ası́ era muy incó modo
de plantar. Su iciente para provocar a Yoo Geon al escupir
deliberadamente palabras torcidas y agudas. ¿Cuá l es el nombre de este
sentimiento? Despué s de salir del laboratorio, Shinje recordó
lentamente las emociones humanas que habı́a aprendido.
Ah… parece saber triste… Sı́, fue triste. Debe haber estado un poco
triste por Yoo Gun.
Finalmente, Yoo-geon se acercó al frente. Una sombra cayó sobre el
dios. A medida que la brecha se estrechaba, el aroma de productos
corporales cá lidos y hú medos emanaba de Yoo Geon.
No atacó a los dioses, ni tomó un arma. Extendió la mano y arrebató su
parte de la taza de la mesa. Fue un movimiento muy inesperado. Luego
se tragó la bebida. Mientras vaciaba el vaso, sus ojos, como cuchillas,
estaban ijos en Shinje. Un chorro de lı́quido que no pude tragar corrió
por mis labios, mi barbilla a ilada, mi cuello recto, mi clavı́cula, y luego
goteó hasta mi pecho entre el dobladillo de mi tú nica suelta.
El vaso que se vació , dejando solo un leve rastro, se colocó toscamente.
La mirada de Shin-je se volvió hacia Zan por un momento, luego volvió
a Yoo-geon. La bebida que bebió inmediatamente encendió un fuego en
su cuerpo. Un dulce calor escapó de su aliento.
Sus ojos se encontraron de arriba abajo. Debido a que la brecha se
redujo en menos de un paso, Yoo Geon tambié n pudo oler el alcohol de
Shinje. Shin-je miró a Yoo-geon desde abajo y sonrió tı́midamente.
“yo… Creo que estoy borracho. Está mareado.
Sabe que no puede emborracharse con solo unos sorbos de licor. Yoo
Gun cerró los ojos. El interior de los pá rpados ardı́a, ya fuera por la
embriaguez que se extendı́a rá pidamente o por alguna otra razó n. Abrió
los ojos y colocó su mano en su cintura, desatando incansablemente el
nudo suelto de la bata de bañ o. La ú nica tela que vestı́a le caı́a por los
hombros desnudos. En el momento en que el vestido te rozó la
pantorrilla y el tobillo y cayó al suelo… .
“¿Me das un abrazo?”
Shinji agarró su cintura y tiró de é l con fuerza.
“¡Ah!”
El movimiento de agarrar la cintura mientras se pide un abrazo con
palabras es extremadamente unilateral. ¿Có mo pueden las palabras y
las acciones ser tan diferentes? Mientras se tambaleaba con sus fuertes
brazos sosteniendo su cintura, Yoo Geon apenas logró centrarse
colocando una rodilla en la esquina del sofá de un solo asiento donde
estaba sentado Shin Jae. Era como si no estuviera encima de los dioses,
y su postura se volvió errá tica.
Shinje agarró la espalda de Yoo Gun y tiró de é l hacia atrá s. Dedos
calientes y secos se clavaron entre los cabellos hú medos. Pensé que sus
caras se estaban acercando rá pidamente, pero sus labios se
encontraron en medio de la nada. El mismo olor permaneció en sus
labios todo el tiempo que se frotaron promiscuamente los labios y
mezclaron sus lenguas. ¿Era este el sentimiento que Yoo Geon habı́a
imaginado mientras yacı́a solo en la espaciosa cama?
Sin detener el beso, los dedos de Shinjae, que cubrı́an la nuca de Yoo-
geon, bajaron poco a poco y acariciaron su nuca. Dejó una marca de
agua larga y delgada en la parte posterior de su cuello. A pesar de que
fue transferido de mi cabello, de alguna manera no me era familiar.
Delicadas yemas de los dedos descendieron a lo largo de los huesos
abultados en la parte posterior del cuello, recorriendo los hombros
bien abiertos, los omoplatos y la cintura recta.
En la super icie, se ve bien y noble, pero esta mano es la mano que mató
a innumerables monstruos. Tambié n es una mano que se ha utilizado
para atraer a muchas personas con un solo gesto. La mano ahora
acaricia cuidadosamente el cuerpo de Yu-geon. Fue espeluznante.
Despué s de un beso persistente que la dejó sin aliento, sus labios
apenas se separaron. Shinje murmuró mientras acariciaba la pelvis y
los muslos de Yoo Gun.
“No querı́a enfadarme contigo”.
“Yo tampoco querı́a”.
“¿Dó nde aprendiste a quitarte la ropa y sostenerla? Estoy perdiendo
peso, mi salud está empeorando y lo ú nico que no he visto y ganado son
cicatrices. Ni siquiera puedes enojarte cuando te dan algo como esto”.
“… .”
“¿Todavı́a está mal hacer algo mal?”
Si ese es el caso, tambié n te equivocas… Yoo Geon lo pensó hasta
entonces y se detuvo. En cualquier caso, estaba bien que hiciera que
Shinje trabajara duro porque salió solo y se vio envuelto en una
discusió n inú til. Sacudió la cabeza con una sonrisa.
“Entonces, Yoo Geon-ah”.
La sonrisa en la comisura de los labios de Shinji se amplió .
“Este Dia… lloremos Entonces verá s lo que hice mal”.
Al ver su sonrisa, Yoo Gun se sobresaltó . ¿No acabas de decir que no
debes admitir tu error? Tuve una extrañ a sensació n de presentimiento.
*
Yoo Geon se arrodilló en el suelo sin nada puesto. Entre las piernas del
sacerdote que se sentó en el sofá en á ngulo.
Shinje tambié n estaba despeinado. Su camisa estaba desabrochada y
sus pantalones estaban completamente fuera. Mientras me apoyaba
lá nguidamente en el sofá , como si estuviera medio acostado, mis
piernas largas y musculosas se estiraron frente a mı́. Está sentada en el
sofá de su dormitorio y parece una modelo en una sesió n de ropa
interior.
Es menos visible cuando está completamente vestido con un traje, pero
su cuerpo desnudo es hermoso e intimidante. Los mú sculos del pecho
son visibles a travé s del dobladillo abierto de la camisa. Debajo de eso,
habı́a abdominales bien elegidos, y los calzones que eran los ú nicos que
se usaban en la parte inferior del cuerpo estaban abultados.
Y hay una liga de camisa que se conecta desde la camisa y aprieta los
muslos irmes. Aunque Yoo Gun desconocı́a el có digo sexual, al menos
sabı́a que este objeto evocaba una sensació n de sensacionalismo. Se
mordió el labio inferior y tiró de la liga. El cuero negro se tensó ,
creando una escena má s extrañ a. Despué s de un poco de vacilació n,
a lojé el anzuelo y me lo quité , dejando una marca de color rojo claro en
mi piel blanca. Un hombre má s alto y mayor que é l es muy adecuado
para los accesorios que crean una atmó sfera extrañ a, como la gasa, la
seda, las correas de cuero y las lores en plena loració n. Como si
estuviera hecho solo para ti. Ası́ que se volvió aú n má s ridı́culo.
Debido a que estaba sentado sobre sus rodillas, la vista de Yu-geon se
podı́a ver desde el frente de su ropa interior. Aunque la erecció n todavı́a
era baja, el volumen era aterrador. Pensé que podrı́a ser porque estaba
borracho y miraba algo equivocado, ası́ que le di fuerza a los ojos que se
desenfocaban. Pero eso no signi icaba que el objeto frente a mı́ se fuera
a ir a ninguna parte. Má s bien, estaba emocionado de recibir la mirada
de Yu-Gun, y despué s de un momento de emoció n, aumentó un poco el
tamañ o.
Shin-je, que miraba a Yoo-geon con la sien torcida sobre el dorso de la
mano, sosteniendo una copa de vino en una mano, se rió entre dientes.
“Qué pasa. ¿Tienes miedo otra vez?
“Me siento enferma.”
“¿Dó nde?”
Parpadeando lentamente con sus ojos nublados, Yoo Gun señ aló con su
dedo el centro de mi boca y mi cuello en lugar de responder. Creo que
quise decir que morderte la polla te dolerá la garganta. ¿Realmente
necesito usar un gesto tan torpe? Shin-je extendió la mano y tocó los
genitales de Yu-gun, que ya estaban medio erguidos, entre los muslos
de Yu-gun.
“¡Ah!”
Yu-Gun inclinó la cabeza y gimió . Con ese movimiento, su cabello se
alborotó . Normalmente, le habrı́a dado fuerza a mi cuerpo y tratado de
soportarlo, pero como estaba borracho, mi reacció n fue extrañ amente
honesta. Si hubiera sabido que este serı́a el caso, me habrı́a tomado una
copa antes.
“Dijiste que lo harı́as primero. Tienes que mantener tu palabra. ¿eh?
Cierto, ¿no?”
Con el empeine y los dedos de los pies tocó el pilar, que aú n estaba
blando, como una broma. La sangre se precipitó a los genitales y
rá pidamente tomó forma. Yoo Gun se mordió el labio y negó con la
cabeza.
“Prometiste comer bien sin mı́. Incluso si no salgo imprudentemente,
me cuidaré . Sı́, no me quedé con ninguno. ¿No te vas a quedar con
esto?”.
Despué s de sacudir la cabeza mecá nicamente, Yoo Geon tropezó porque
de repente se emborrachó y se mareó . Apoyó su frente caliente en el
muslo de Shinjae y logró mantener la concentració n.
“Tú tambié n te equivocaste”.
Tomando prestado alcohol, salieron palabras mezcladas con
resentimiento. Pensé que deberı́a dejarlo, pero mi boca se movió
libremente.
“En cuanto a cuá ndo vendrá … ¿No es algo que puedas hacer? Siempre lo
haces No te dice nada importante. No es como si estuviera entrenando a
un perro callejero, me hace esperar interminablemente cada vez.
Mensaje tambien… .”
Shin-je escuchó la historia mientras acariciaba la cabeza de Yu-geon. No
respondió de ninguna manera. Fue difı́cil contener la risa que estaba a
punto de estallar. Su guı́a, que siempre habı́a mantenido la boca cerrada
y nunca revelaba sus verdaderos sentimientos, lloraba de dolor. Apenas
habló al inal del silencio.
“… sı́. Mensaje tambié n.”
“Te envié un mensaje antes”.
“No pude ver de inmediato porque estaba concentrado en conducir
para ir rá pido. Perdó n. Sin embargo, tan pronto como llegué , revisé … .”
“Lo envié despué s de pensarlo, pero é l ni siquiera respondió … Ha
pasado un tiempo desde que lo envié . Seguı́ esperando una respuesta…
.”
“ah… Lo sé . Yo estaba todo mal Estaba realmente equivocado… .”
Las quejas de Yoo-geon estaban mezcladas con respeto y calumnias. Las
palabras se cortaron en medio de la respiració n como una bola de
fuego. Incluso si pensaba en ello por una razó n irrazonable, ahora era
una persona ignorante. Frotó su frente en el muslo de Shinjae y trató de
ahuyentar el alcohol, pero fue en vano.
Yoo Geon concluyó . Si se quedaba ası́, traicionarı́a su propia voluntad y
seguirı́a diciendo tonterı́as. Ası́ que tengo que poner algo en mi boca.
No me di cuenta de que la conclusió n en sı́ era muy irracional.
Apresuradamente extendió su mano frente al sacerdote. Aunque no lo
habı́a tocado, el pene se puso de pie con sañ a. Los contornos del glande
se re lejaban en la tela delgada y elá stica. Si fuera ası́, incluso si no lo
quitara a propó sito, parecı́a que la parte inferior de los cajones se
apretarı́a y la punta se saldrı́a.
Colgué mis dedos alrededor de la pretina y tiré hacia abajo. Aunque fue
un movimiento muy simple sin dudarlo, lo hice varias veces en vano. Mi
corazó n latı́a má s rá pido con la tensió n o la anticipació n de la pró xima
acció n. Una pesada polla descansaba sobre la tela estirada. Todo lo que
podı́a pensar era que tenı́a que mantener eso en mi boca. Yoo-geon
redujo la asombrosa distancia con un paso de rodilla y hundió la cabeza
entre los muslos de Shinjae.
“Puaj… .”
Agarró el trasero y abrió la boca. La punta roma de su lengua tocó su
lengua. Eso solo hizo que la saliva se acumulara debajo de su lengua.
Inclinó la cabeza y, poco a poco, la mantuvo baja. A medida que la
cabeza bajaba, las caderas se elevaban ligeramente y los dedos de los
pies apoyados en el suelo daban fuerza. Cuando la polla tiesa en su boca
se tapó , se burló de su lengua y mojó la columna. Una sensació n de
penetrar arbitrariamente los puntos vitales que conducen a la
respiració n. El paladar má s sensible de su boca estaba hormigueando.
“¡Chupar! ¡Vaya!
El glande, que habı́a sido apretado con fuerza, apuñ aló el techo de su
boca. Yoo Gun frunció el ceñ o y sacudió la cabeza sin darse cuenta. Un
largo hilo transparente corrı́a desde la punta del glande hasta los
labios.
Shin-je, que solo habı́a mirado mientras enterraba la parte superior de
su cuerpo en el sofá , levantó la barbilla de Yoo-geon. Solo he mordido la
punta de mi polla y purgado un par de veces, pero mis labios ya está n
rojos. Un chorro de saliva que no pude tragar luyó por mi barbilla. Las
lá grimas llenaron sus ojos.
Quien hubiera sabido El hecho de que un rostro bien cuidado que
parecı́a no saber nada má s que misiones, disciplina y supervivencia
podrı́a arruinarse de esta manera.
“Mi guı́a es sincera, ası́ que trabajo duro en cualquier cosa. Mı́o
tambié n… Derrı́telo y chú palo como si se hubiera comido. Esta vez, ni
siquiera le puse un sello de “Buen trabajo”.
Presioné mi pulgar entre mis labios hú medos y secos. La boca se abrió
sin resistencia. Yoo Geon lo miró con los ojos muy abiertos.
“Tan lindo”.
Con esas palabras, Shinje empujó mi pene a lo largo. A travé s de los
labios y la lengua, hacia el interior cubierto con la membrana mucosa
resbaladiza. Ese objeto largo y pesado, que era demasiado pesado para
envolverlo con mi mano, llenó mi boca de inmediato. Sentı́ que mi
barbilla se iba a caer. Los hombros y la espalda de Yu-Gun temblaron
ligeramente. Mi respiració n estaba ahogada, y apenas se escapaba un
ligero suspiro.
“un poco má s.”
Shin-je palmeó la mejilla hinchada de Yoo-geon mientras sostenı́a su
pene, presionando suavemente la parte posterior de su cabeza. La polla
que habı́a desaparecido entre los labios abiertos se tapó en el camino.
El interior de la boca de Yu-geon estaba tan hú medo y estrecho como el
fondo. Todavı́a quedaba mucho tiempo, pero no podı́a seguir má s
porque me llegaba al inal de la garganta. Si lo empujas con fuerza,
deberı́as poder colocarlo, pero si lo haces, la oració n de Yu-geon se
romperá .
Yoo Gun estiró las yemas de sus dedos y raspó el muslo de Shin Jae.
Dado que las uñ as estaban cuidadosamente recortadas, solo se grabó la
lı́nea roja, pero no hubo heridas.
“¿No puedes comer má s?”
“Puaj… .”
“bien bien. No agrego mas… no es bueno.”
Shinje dejó de intentar agregar má s a la fuerza y se movió suavemente
hacia abajo. La polla hú meda y transparente en la mitad superior
sobresalı́a ligeramente de los labios de Yu-geon, luego sobresalı́a de sus
mejillas y se hundı́a de nuevo. De vez en cuando, el glande golpeaba mi
garganta. Tenı́a ná useas. Pero extrañ amente, al mismo tiempo, loreció
un extrañ o placer. Cada vez que tocaba la parte sensible en la parte
posterior del techo de mi boca, hacı́a un sonido de hormigueo desde la
base de mi lengua hasta la parte inferior de mi cuello. Los muslos que
estaban sentados sobre sus rodillas comenzaron a temblar.
El interior de los pá rpados está manchado de manchas y el
pensamiento se vuelve embotado. No sé si es por exceso de
estimulació n, o porque el oxı́geno escasea por as ixia. Yoo Gun cerró los
ojos con fuerza. Cuando mi visió n estaba bloqueada, mis otros sentidos
se volvieron má s sensibles. Todos mis nervios se concentraron en los
duros bultos en la lengua.
Mientras tanto, Yoo Gun jugueteó torpemente con su lengua tratando de
chupar lo que tenı́a en la boca. El lı́quido de Cooper de la cavidad
uretral se acumula en la lengua. Estuve a punto de tragarlo, pero dejé de
escucharlo.
“¡Genial, tonto!”
Shinje hizo una pequeñ a impresió n al sentir que lo apretaban con
mucha fuerza en su boca. Yoo Geon se encogió de hombros y tosió
violentamente. Las lá grimas corrı́an por sus mejillas. Luego, a travé s de
un espacio muy corto en el que se abre la garganta cerrada… Mi glande
entró directamente.
“Ah, Yoo Gun-ah… .”
El sacerdote gimió por encima de su cabeza. Sonaba muy extrañ o,
mezclado con sonidos de respiració n. Fue igualmente aterrador. Parecı́a
quedar atrapado en su garganta estrecha y hú meda y tragarse entero.
Mi pene estaba bloqueado en un lugar al que no podı́a entrar. Era como
si se hubiera tragado una piedra caliente entera. Si toca la carne suave
debajo de la barbilla ahora, puede estar in lada. Con la barbilla
extendida hasta el lı́mite, Yoo Geon gimió , incapaz de siquiera pensar en
retirar la cosa que le habı́a atravesado el cuello.
Pensé que esto no era todo. Estaba aterrorizado por el comportamiento
inusual. Pero sucedió algo aú n má s extrañ o.
“Nuestro Yoo Geon”.
Shinje estiró su dedo blanco y tocó los genitales de Yoo Geon sin
cuidado. Un lı́quido goteó sobre los pies de Shinje. Yoo Geon se
estremeció como si lo hubiera golpeado un rayo. El gemido fue
bloqueado por la sustancia que llenó el interior de su boca y se
desvaneció sordamente.
“Se está poniendo peor. Ahora estoy babeando incluso con una polla en
el cuello. De todos modos, mi guı́a es, Porque eres tan sincero.
Era incó modo para su garganta abrirse a una profundidad increı́ble y
frotar sus genitales con los pies. Yoo Gun levantó la mano que colgaba
del suelo. Estaba pensando en deshacerme de los pies del dios. Pero al
momento siguiente, por alguna razó n, agarró el tobillo de Shinji y lo
frotó contra mis genitales, jadeando como un perro en celo.
“¡Oye, baek! Jejejejejeje… .”
La mano larga y bien arreglada de un hombre palmeó la nuca de Yoo
Geon. No presionó con fuerza la cabeza hacia abajo, sino que, por el
contrario, fue una mano que no lo desanimó .
“No puedo respirar y estoy llorando aú n má s, bebé ”.
Shinje miró sus hombros temblorosos, acurrucados alrededor de la
coronilla, atrapados entre sus muslos. Incluso el rascado columnar
ocasional en los dientes frontales era dulce. Su respiració n se hizo un
poco má s lenta. Fue abrumador resistir el impulso de golpear la cabeza
de Yu-Gun y destrozarla por completo.
Los genitales se movı́an rá pidamente dentro y fuera de la garganta, que
aleteaba intermitentemente. Los dedos de Yoo-geon, llenos de fuerza,
golpearon y rasparon desesperadamente el muslo de Shin-je. Cada vez
era má s as ixiante. Incluso en medio de eso, estaba tan emocionado que
se frotó la espalda baja y sintió que estaba loco.
“… .”
Finalmente, llegó el clı́max. Shin-je se afeitó inamente la espalda y
apuñ aló sus genitales. El semen brotó del glande encerrado en su
garganta. Una sensació n de hormigueo en toda la garganta, como si el
corazó n se hubiera movido hacia la garganta, y un lı́quido cá lido y
resbaladizo saliendo directamente al esó fago.
“¡Ay, ups!”
Los ojos de Yoo-geon se abrieron en estado de shock. Las lá grimas
llenaron sus ojos ligeramente inyectados en sangre. El semen fue
disparado varias veces. Corrió por la membrana mucosa y se acumuló
en la membrana mucosa.
Con los genitales mordiendo, aleteaba como una presa arponeada y
eyaculaba como una incontinencia. No puedo emocionarme con un acto
tan perverso, pero no debo emocionarme… El bajo vientre estaba lleno
de semen que ella misma habı́a expulsado. Los pies de Shinji tambié n
estaban mojados de blanco.
Yoo Geon le dio unas palmaditas en la mejilla con conmoció n. Sus
mejillas pú bicas hinchadas estaban en mal estado con semen y saliva.
Sacó suavemente los genitales levantados. Frunció los labios para decir
algo.
“… .”
Pero no salieron palabras. Só lo se escucha el sonido de una fuga de aire.
Jaja, hice eso, pero no hay forma de que mi cuello esté bien. Su garganta
habrı́a sido irregular. No, el esó fago y las vı́as respiratorias pueden
haber sido perforados por completo. En el momento en que estaba a
punto de ser invadido por un miedo irracional, el interior de su cuello
se contrajo repentinamente como si lo apretaran.
“¡Ay! Guay guay… Cuco.”
Yoo Geon se agachó y tosió sucesivamente. El semen que no podı́a
tragar goteaba por mis labios.
“ah… .”
Hizo un sonido involuntariamente, pero la pelusa lo sobresaltó .
Descansó mucho y se separó , pero la voz salió de todos modos. Fue una
suerte.
“Geon-ah”.
Shinji se agachó y abrió los brazos. Solo é l podı́a ser visto en el campo
de visió n reducido. Yoo Geon se puso de rodillas, envolvió sus brazos
alrededor de su cuello y lo abrazó . El cuerpo de repente lotó en el aire.
Shin-je caminó lentamente hacia la cama, sostenié ndolo en sus brazos.
Eventualmente, la espalda de Yoo Geon tocó la suave manta. Pequeñ os
besos se derramaron por sus labios hinchados, hormigueando la
barbilla y las mejillas.
Tendré que revisar para ver si hay algú n dañ o. No importa dó nde se
lastime Yoo Gun, rara vez habla primero. Shin-je metió los dedos ı́ndice
y medio entre los labios caı́dos y coloridos de Yu-geon y titubeó .
Mientras cavaba adentro, saqué mi dedo y salió un poco de semen que
habı́a sido diluido con saliva.
“¿herir? ¿Por qué no lo haces ahora?”.
En lugar de responder, Yoo Geon simplemente negó con la cabeza.
Habı́a una mezcla de fuerte embriaguez, miedo que habı́a llegado al
punto de la as ixia y el resplandor de la eyaculació n. No tenı́a mente en
absoluto.
“despué s. ¿Estabas asutado? Estaban asutados?”
Esta vez asintió . Daba miedo, dijo. Temo que si algo se descompone, ya
sea en el cuerpo o en la mente, mejorará para siempre. Tengo miedo de
no poder volver a mi vida diaria debido a la estimulació n excesiva.
“Sé que voy a perder, lo sé … .”
“¿Por qué te rompo? Ya está bastante roto, ası́ que lo guardaré ahora. Lo
llevaré conmigo por el resto de mi vida”.
Shinji se palmeó la frente y sonrió . Yoo Geon se convenció de nuevo.
Ademá s, este hombre es veneno. Un veneno que nunca se debe probar,
y ni siquiera se debe oler. Sin embargo, sabiendo que el nuevo dios es
veneno, el mismo que caminó hacia sus brazos sin alejarse nunca de é l
tambié n es alemá n.
“No es extrañ o. Ya he recibido su iciente orientació n, pero no es
su iciente. Cuanto má s lo haces, menos se obtiene”.
Los dı́as que soporté con el mal sin guı́a antes de conocer a Yoo Geon
ahora se sienten lejanos. Entonces, ¿la Deidad actual está llena sin
ninguna de iciencia? Tampoco lo es. Sufre de una sed mayor cada dı́a.
La rama del deseo se despliega a cada instante sin conocer el inal.
“Me preguntaba si masticarte y tragarte calmarı́a tu sed, pero bueno.
¿No te parece?”
“… .”
“¿Por qué ? Yoo Gun-ah”.
“Probablemente como dijiste”.
Yoo Gun suspiró y pensó un poco. Su mirada cayó hacia abajo. Los
delgados pá rpados dobles que eran difı́ciles de ver cuando abrı́ los ojos
estaban expuestos.
“Tal vez es porque es sexo, no guı́a”.
Una sonrisa se dibujó en el rostro del sacerdote.
“¿okey?”
“¿Equivocado?”
“no. Creo que eso es correcto. Debe ser la respuesta correcta porque mi
guı́a me lo dijo”.
Concluyó sin una sola duda. Porque Yoo Geon siempre fue su respuesta.
Levantó la parte superior de su cuerpo y alcanzó el cajó n a su lado.
“Quiero tomarme el tiempo para lanzarlo lentamente, pero no puedo
pagarlo”.
Del interior del cajó n salió gel en un recipiente traslú cido. Yoo-geon
miró inexpresivamente a Gel. Todos los dı́as, cuando me duermo en esta
cama y me despierto, no tenı́a idea de que ese objeto estaba justo a mi
lado.
“Te he estado matando de hambre por un tiempo… ¿Entiendo?”
Shinje abrió la tapa de gel con el pulgar y separó las piernas de Yoo Gun.
La punta del recipiente de gel mordió el agujero entre las nalgas.
Entonces, algo frı́o y fangoso entró a raudales.
“¡Ah!”
Cuando algo frı́o entró de repente en mi cuerpo, que habı́a estado tibio,
me estremecı́. Yoo Geon tropezó con sus piernas. Shinje apretó el gel sin
dudarlo. Estaba a punto de usar la botella entera. La pared interior se
mojó rá pidamente. Yoo Gun abrazó mi vientre y jadeó .
“No me gusta. Deja de poner esto… Duele, duele, duele”.
“¿No puedes echar un vistazo? Ha sido un largo tiempo. Entonces, ¿por
qué levantaste la polla cuando estabas en una videollamada? ¿Por qué
lloras mientras te apuñ alas en un agujero?
“Esa boca… ¡ah!”
“Y soy bonita”.
“… .”
“¿Lo verá s?”
“Maldita sea, a la mierda. Callarse la boca… .”
Yoo Geon apretó los dientes y lo abofeteó . Shinji se echó a reı́r. Tan
pronto como la boca alargada en forma de embudo se sacó del agujero,
el gel que se llenó en el interior se derramó . Arrojó rá pidamente el bote
medio vacı́o y metió el dedo en el agujero bien drenado. Entró sin
resistencia.
“el sentimiento es… ¡Tambié n, esto, san, eh!”
Sus dedos dieron vueltas y vueltas, arañ ando la pared interior y
deslizá ndose. Se derramó otro puñ ado de gel. En su lugar, chocaron los
glandes, que estaban ardiendo. Ah… Hubo un sonido de viento
soplando desde Yu-gun. El agujero, presagiando el impacto que se
avecinaba, se estremeció una vez.
¡Vaya! De abajo hacia arriba, estaba fuertemente insertado como si
fuera tomado. El gel que llenaba el interior fue expulsado. Gel
transparente acumulado en el agujero que estaba apretado a lo largo
del diá metro del pene. Era la inserció n que anhelaba. La zona eró gena, a
la que nunca habı́a podido llegar jugueteando con mis dedos, picó de
inmediato. La carne laca se adhiere a sus genitales. Eso no fue
su iciente, ası́ que se convulsionó y lo apretó con fuerza.
“Eh… ¡ah!”
Habı́a un fuego detrá s de los globos oculares. Yoo Gun negó con la
cabeza. Un rubor se extendió rá pidamente desde los ló bulos de las
orejas y las mejillas, tiñ endo todo el camino hasta la nuca. La cabeza
levantada apenas se detuvo justo en frente de la cabecera de la cama.
Shinji envolvió su cabeza alrededor de su cabeza con una mano y su
cintura con la otra, jalá ndola hacia abajo y empujá ndola.
“¡Wow!”
El pene, cubierto de abundante gel, se deslizó desde la entrada,
arañ ando la pared interior. Traté de apretar la parte inferior de mi
abdomen como si respirara abdominalmente, pero no pude detener la
inserció n. El momento en que la punta inalmente toma la pró stata y la
eleva… Lo que habı́a estado reteniendo a la fuerza fue liberado.
Mis ojos se pusieron negros como si hubiera un corte de energı́a. El
cuerpo que no pudo soportar la estimulació n excesiva bloqueó su
visió n. Mi espalda se hinchó .
“¡Uh, sı́, ah, ah, ah, ah!”
Sus caderas lotaron alrededor de un palmo en el aire. Con sus genitales
en una postura muy incó moda, los dedos de sus pies comenzaron a
temblar. Las convulsiones se extienden por todo el cuerpo.
Inmediatamente despué s, un agua transparente brotó de la punta de su
pene erecto.
Justo a tiempo, Shinji lo golpeó desde abajo. Lentamente giró su cintura
para aplastar el interior, mientras al mismo tiempo sacudı́a sus
genitales temblando frente a é l. Yoo Geon sacudió la cabeza
frené ticamente mientras lloraba, pero no se detuvo. El chorro de agua
subió y descendió repetidamente, saliendo a borbotones varias veces.
“¿No es este agujero, no el agujero trasero, el que tomó el gel? ¿Por qué
está n pasando tantas cosas aquı́… .”
“¡Ahhhhhhhhhhhh!”
“¿Qué vas a hacer en el futuro? Todavı́a tengo un largo camino por
recorrer”.
El lujo de agua aú n no habı́a disminuido por completo, y mientras el
agua aú n se acumulaba en el vientre plano de Yu-geon, Shin-je comenzó
a moverse sin prestar atenció n. Lo sostenı́a con irmeza para evitar que
Yoo Geon fuera empujado hacia arriba. El agua empapó sus estó magos,
corrió por el cruce y salpicó .
“Yoo Geon-ah. Me extrañ aste Pero por qué … Ja, no digas que me
extrañ as”.
Hay cicatrices por todo el cuerpo de Yu-Gun, ası́ que ni siquiera puedo
tocarlo. Bastardo, ¿no me dijiste que me ocupara de eso tú mismo en
lugar de que alguien má s lo hiciera? Shinji se tragó un suspiro e inclinó
la cabeza, mordiendo el pezó n maduro y chupando el costado.
“No respondes de nuevo”.
El movimiento de morder los genitales y empujarlos vigorosamente se
aceleró gradualmente. Cada vez que la dura parte inferior del cuerpo
chocaba con las nalgas, el placer se acumulaba uno tras otro. El interior,
que habı́a sido estimulado innumerables veces, hormigueaba y
hormigueaba.
“Yo estaba triste.”
Yoo Gun gimió mientras colgaba del hombro de Shin Jae. No fue porque
no querı́a responder. No habı́a tiempo para eso. Pensé que iba a morir,
ası́ que ni siquiera podı́a escuchar lo que decı́a el sacerdote.
“¿Usted pude decirme?”
“Eso, para, para”.
Yoo-geon rá pidamente bajó su mano y agarró la parte inferior de sus
genitales que entraban y salı́an de mı́. Cuando el pilar fangoso se
deslizó de su agarre, aplicó un poco má s de fuerza para sujetarlo con
fuerza. Fue un acto que no involucró la razó n. Pensé que me volverı́a
loco si me atascaba má s, ası́ que no tuve má s remedio que dejar de
hacer esto.
Los labios del sacerdote se endurecieron. ¿Qué clase de cosa linda es
esta? No es broma decir que Yoo-geon se está volviendo cada vez má s
lascivo. No saber nada al respecto vuelve loca a la gente. Aú n ası́, era
lindo, ası́ que lo detuve por el momento.
“Detente, si haces má s… ”
“¿Qué tal má s?”
“Juk, podrı́a ser, eh, no lo sé . Por favor deje de.”
Shinji recogió su cabello ligeramente oscurecido, empapado en sudor, y
lo golpeó suavemente.
“¿por qué yo? Nuestro Yoo Geon no me escuchó en absoluto”.
Ignorando desesperadamente la mano que bloqueaba, deslizó su
espalda. Yoo Gun se sobresaltó y agarró sus genitales.
“¡Ah!”
“Dime que quieres verme. No puedo hacerlo sin mı́.
Dios nunca concede lo que quiere de una sola vez. Ni siquiera dice
directamente lo que quiere. Despué s de pesar a Yu-geon, perder el
tiempo y engañ ar, y dejarlo caer al suelo, sonrı́e como si alguna vez lo
hubiera hecho y extiende la mano. Una historia de amor in initamente
retorcida. Habiendo estado encerrado en jaulas con grilletes y correas
toda su vida, solo los dioses saben de esta manera.
Yoo Geon tambié n era muy torpe con las emociones. A pesar de que
sufrió tanto durante el tiempo que no tuvo un dios, no pudo decir una
sola palabra de que realmente lo extrañ aba o que estaba triste. Tal vez
por eso nos odiamos y, sin embargo, nos atrae tanto.
Como si lo instaran, se aplicó un estı́mulo debajo nuevamente. Yoo Geon
giró la cabeza y hundió la cara en la manta arrugada. En la vista de
Shinje, todo lo que podı́a ver era cabello negro desordenado y un cuello
rojizo. Despué s de un rato, una voz suavemente arrugada se iltró a
travé s de un hueco en el edredó n.
“Querı́a verte.”
“… .”
“Wooshinje, sin ti… Uf, no lo creo. Entonces, maldita sea. Detenlo
ahora… .”
El sacerdote se quitó la manta. Yoo Gun tenı́a los ojos cerrados como si
hubiera hecho algo que no podı́a hacer. La razó n por la que toda su cara
estaba caliente probablemente no sea solo porque se estaba ahogando
mientras estaba acostado en la manta. Yoo Gun trató de alejarlo. Ese
momento… ¡disco! Los genitales medio mordidos atravesaron la pared
interior de inmediato y quedaron atrapados. Me hormigueó todo el
camino hasta la parte superior de mi ombligo. El asunto, que habı́a
estado en pausa por un tiempo, se reanudó .
“Hiciste lo que dijiste, lo hiciste, ¡ups! Lo hice, pero por qué … ¡Ahhh!”
En lugar de renunciar, Shinje impulsó aú n má s el movimiento. Yoo Geon
lo llamó en medio de gemidos destrozados. Despué s de jurar, suplicar y
llorar, no fue hasta que llegó el momento en que la voz se llenó de
lá grimas, y solo entonces Shinje movió los ojos y miró hacia abajo. Ha
pasado mucho tiempo desde que mis ojos se desenfocaron, pero una
sonrisa habitual apareció en mis labios.
“¿sı́? ¿Por qué cariñ o?”
“… .”
Estaba claro que esa persona no escuchó sus sú plicas desesperadas ni
siquiera con la parte posterior de la oreja. Habı́a un destello de
resentimiento en los ojos de Yu-Gun. Incluso si todo mi cuerpo no
perdiera fuerza, incluso si no fuera por estar encerrado en los brazos de
un nuevo dios y temblando salvajemente, querı́a moler ese hermoso
rostro una o dos veces. Shinje se emocionó aú n má s cuando recibió esos
ojos. Era insoportablemente lindo mirarlo como si estuviera a punto de
matarlo, pero su cuerpo no pudo resistir nada y solo llora debajo de é l.
“Tú , maldita sea, de verdad, te voy a matar”.
“Todavı́a estoy matando a su icientes personas, ¿qué má s?”
“¡Ugh, duerme, kaan, huh, ah, ah! Má s bajo… !”
Yoo Geon inclinó la cabeza mientras se mordı́a las muelas con fuerza. La
sangre estaba parada en el cuello blanco expuesto. Escuché un tinnitus
en mi oı́do y todos los sentidos estaban muy lejos. En algú n momento,
Yoo Geon enrolló la colcha con fuerza y la guardó . Los dedos de mis
pies, que habı́an estado empujando las sá banas al azar, tambié n se
detuvieron. Shinje se re lejó en los ojos llenos de lá grimas que se
nublaban bajo los pá rpados entrecerrados.
“Dios mı́o… .”
Gimiendo como un suspiro, Yoo Geon instintivamente golpeó las nalgas
sosteniendo los genitales hacia arriba. Se tragó con fuerza por dentro y
tocó la parte inferior del ombligo. En ese momento, la pared interior se
apretó varias veces. Me mordieron el pene con tanta fuerza que ni
siquiera podı́a moverme de un lado a otro. Al mismo tiempo, un lı́quido
tenue salpicó desde abajo.
“… .”
Yoo Gun tembló y extendió su mano. El dobladillo de la camisa nueva,
que se habı́a usado holgadamente sin quitarla por completo, quedó
atrapado en su agarre. Eyaculó mientras balanceaba su espalda
inamente como si hubiera sido electrocutado. Las lá grimas luı́an sin
cesar y las voces que no se podı́an pronunciar se iltraban de forma
intermitente.
Shin-je lo abrazó con fuerza y le palmeó la espalda, consolá ndolo,
diciendo sı́, sı́, sı́, lindo. El movimiento fue despiadado ya que solo habló
en voz baja y levantó el pene. Yoo Gun exprimió el resto de su fuerza y
agitó su mano. Sin embargo, la resistencia fue en vano ya que Shinje
naturalmente puso sus manos en sus palmas y las besó en la punta de
sus dedos. Sin siquiera pensar en trucos como apretar al ritmo o
sacudir la cintura, perforó sus genitales profundamente en la pared
interior, donde simplemente se apretó . Yoo Gun suspiró y sacudió la
cabeza.
“Ja, je… .”
Shinje empujó ligeramente la parte inferior de su cuerpo hacia atrá s,
luego lo empujó con fuerza. El semen brotó de lo má s profundo. Yoo
Geon tambié n sintió su eyaculació n a travé s de la pared interior,
jadeando como si estuviera sin aliento y frotá ndose las piernas. Incluso
esto se ve lindo, por lo que no es tan grave como esto.
El pene fue removido durante la eyaculació n. Los pilares que se
retorcı́an fueron sacados mientras se rascaban la carne por mucho
tiempo. Aproximadamente la mitad del semen estaba esparcido por el
interior de Yu-gun, y la mitad alrededor del agujero y alrededor de las
nalgas.
Incluso despué s de que el clı́max se desvaneció , Yoo Geon no pudo
moverse durante mucho tiempo. Tambié n dejó que el gel y el semen se
mezclaran y salieran por el ori icio por donde salı́an los genitales. Ni
siquiera tenı́a la fuerza para parpadear una sola mano.
Con una sonrisa, limpió la mejilla de Yoo Geon con la punta de los dedos
y Shin-Je agarró el vaso que habı́a dejado junto a la cama y bebió el
resto de su garganta. Yoo Geon lo miró sin comprender con sus ojos
desenfocados. Entonces me despertó la fuerte presió n que sentı́a
debajo. Shin-je, que sintió la mirada de Yoo-geon en lugar de golpear
sus genitales en la entrada donde goteaba el lı́quido rojo, hinchado y
turbio, sonrió e inclinó la cabeza.
“¿sı́?”
“Simplemente fui e hice lo que me dijeron, pero por qué , por qué otra
vez… .”
“Porque, qué cosa má s triste de decir. Por supuesto, porque te quiero
mucho”.
“¿Está s realmente loco? … .”
“No es como si estuviera loco por un dı́a o dos. Sabiendo bien.”
“Oye, ası́, tengo hambre”.
Yoo Geon miró a Shin Jae con lá grimas en los ojos y se abrazó el
estó mago. Estaba muy desesperado y serio a su manera. El problema
era que a los ojos de Shinje, solo podı́a verlo como un gruñ ido travieso y
lindo.
“¿Qué pasa si hago muchas llamadas y explota?”
“Bien… Esto es un poco difı́cil”.
“¿Sı́?”
“Sé que es peor cuando dices cosas ası́, no sé ”.
“… .”
Fue un error tratar de resolver el problema hablando con esa persona.
El ú nico pensamiento que llenó mi mente fue que de alguna manera
tenı́a que escapar de los dioses. Yoo Geon luchó por darse la vuelta en el
futó n mojado y arrugado, le dio la espalda a Shinje y comenzó a gatear
imprudentemente hacia la cabecera de la cama.
Es normal sentirse triste al verlos tratando de huir a pesar de que no
pueden controlar su cuerpo correctamente, y sacudir las yemas de los
dedos de las manos y los pies… Por el contrario, la emoció n se encendió
aú n má s. Los ojos marró n grisá ceos de Shinje siguieron los
movimientos de Yugeon con sus pupilas entrecerradas al má ximo y el
color se volvió má s claro.
“¿Sientes que vas a explotar por tener hambre? ¿Porque soy barato?
Tiene mucha importancia. Nuestro Yoo Gun no deberı́a explotar. ¿Qué
tengo que hacer?”
Susurrando como el amante má s dulce del mundo, Shin-je envolvió sus
brazos bajo el estó mago de Yoo-geun y levantó la parte superior de su
cuerpo. La parte superior del cuerpo de Yoo Geon lotaba en el aire
como un cachorro atrapado en problemas. Yoo Geon, que sentı́a que su
respiració n se ahogaba, tropezó cuando lo levantaron.
“¡Eh, ah!”
“¿Deberı́a iltrar el agujero?”
Shinji dijo con calma y metió el dedo en el agujero resbaladizo. A
medida que el brazo de Shin-je presionaba la parte inferior de su
abdomen y sus nalgas giraban hacia abajo, las cosas que se habı́an
acumulado en el interior se iltraban naturalmente una tras otra. Mojar
la ingle y los muslos no fue su iciente, por lo que corrió entre las
rodillas, creando un charco en la cama.
“¿Estas bien?”
Desde atrá s, Shinje preguntó en voz baja, apoyando su mejilla contra el
cuello de Yoo Geon. Mientras tanto, sus dedos está n hurgando en el
interior. Un lı́quido delgado luı́a y, a veces, caı́a algo grumoso. Fue tan
vergonzoso.
“¿Aú n no tienes su iciente? ¿Puedes hacer má s?
Los dedos rectos ı́ndice y medio perforaron el interior. Yoo Geon llegó
un segundo tarde y chilló frené ticamente. Shinji sacó suavemente su
dedo. En cambio, un gran pene tocó su lugar. Como si hubiera eyaculado
en cualquier momento, su estado de á nimo era espantoso.
q p
“Qué duro fue aguantar querer terminar con esto por unos dı́as. Tengo
que hacer tanto como no puedo. Tambié n extrañ é a nuestro Yoo Gun, y
dijiste que tambié n me extrañ abas a mı́. ¿Entonces no pasó ?”
“¡Uno, uno, uno, no uno!”
“Es justo.”
Los genitales que habı́an estado apuñ alando el coxis y cerca de la
entrada se movieron un poco má s lejos. En el momento en que me sentı́
aliviado de que realmente querı́a renunciar.
“Entonces, ¿te gustarı́a probarlo?”
Habı́a poca sorpresa en los ojos de Yoo Geon, quien estaba acostado
boca abajo. Shinji sonrió como si estuviera preguntando por qué . Miles
de fuegos ardı́an en su interior, a pesar de que su cuerpo estaba
estirado como algodó n empapado en agua.
“Realmente, sabes lo desvergonzado que eres”.
“por qué . Diciendo que no quiero golpearlo má s. Haz lo que quieras Lo
hiciste bien la ú ltima vez.
“¿Cuá ndo es la ú ltima vez?”
“Fue cuando. Viniste a mı́ al amanecer con lores.
“No, creo que sı́. No puedo escucharte… .”
“¿Por qué eres tan tı́mido? Lindo.”
Ahora habı́a dos en una cama que se sentı́a demasiado ancha cuando
estaban solos. El edredó n, que solı́a ser simplemente fresco y acogedor,
se calentó con la temperatura corporal de los dos. Cuando pensé en eso,
el calor volvió a mi pene, que pensé que estaba demasiado apretado y
que ya no era nada por lo que excitarme.
Yoo Geon apretó los dientes y apenas puso su dé bil brazo sobre la cama.
El nuevo sistema, que abusaba de las personas hasta este punto y pedı́a
sexo, tambié n era anormal, pero é l tambié n era anormal en el sentido
de que inalmente se enamoró de é l.
Una mano se apoyó en la cabecera de la cama y la otra mano titubeó
hacia atrá s y agarró los genitales de Shinje. El semen que habı́a luido
por la columna se acumuló en sus manos. Empuje su trasero
ligeramente hacia atrá s mientras mantiene su pene en posició n. Sentı́
una fuerte presió n en el agujero. De nuevo, esta vez con un poco má s de
potencia.
“Puaj… .”
Entre sus glú teos bien formados, un agujero color coral se abrió con
fuerza y mordió su glande. Despué s de agregar los extremos má s
gruesos, el siguiente fue relativamente fá cil. Respiré hondo, cerré los
ojos y empujé mi trasero un poco má s hacia adelante.
La inserció n fue muy lenta. Cada vez que las venas llenas de baches
atrapaban su barbilla contra la pared interior, Yoo Geon jadeaba
dolorosamente como una persona a la que le hubieran perforado desde
la garganta hasta el fondo. No podı́a hacer esto o aquello con un gemido
y, a veces, retiraba lo que ponı́a solo unos centı́metros.
Si los dioses me ayudaran, podrı́a hacer cualquier cosa. Si empuja con
fuerza con la espalda, los pilares restantes atravesará n. Pero no lo hizo.
Apenas calmó su respiració n, que se volvió á spera como una bestia con
deseo, y se quedó mirando la escena que se insertaba sin siquiera
pestañ ear. La estrecha pared interior que parecı́a improbable que
permitiera huecos gradualmente formó un camino pegajoso. La
sensació n de ser tragado por una polla. Fue aterrador.
“Geon-ah”.
Mientras sostenı́a su cintura, frotó suavemente la parte sobresaliente
del hueso pé lvico con el pulgar y susurró con una sonrisa mezclada con
emoció n.
“Porque me comiste… ¿estupendo?”
Ante esas palabras, mi estó mago se calentó como si se hubiera
presionado un interruptor. La pared interna de repente se volvió
sensible y el pene, ahora má s de la mitad insertado, se sintió
extremadamente pesado. Yoo Gun gimió mientras se comı́a los genitales
usando la cabecera de la cama como apoyo.
“Sı́… ¡Ja, uf!
“ah… Mira el mordisco repentino. ¿Eres tan bueno?
La mano que habı́a estado sosteniendo la cabecera de la cama como un
salvavidas perdió su fuerza en un instante. Sorprendido, rá pidamente
aplicó la fuerza de nuevo, pero no pudo evitar que su agarre se
resbalara un poco. A medida que el peso se desplaza hacia atrá s, el…
pene penetrado profundamente La carne de las nalgas presionaba
contra el pubis irme del hombre detrá s de é l.
“¡Ah!”
Los hombros, la espalda y la cintura de Yoo Geon, que apenas logró caer
en una incó moda posició n de rodillas, temblaron. Jadeando por si era
demasiado difı́cil recuperar el aliento, apretó los genitales.
“Bien, eh, bien… ah”.
“¿okey? Debes ser amable con ellos para que puedan comer todo lo que
quieran”.
“Sı́, eh, shh”.
“¿sı́?”
“Vos tambien… .”
Yoo Gun volvió la cabeza. Los ojos negros que estaban distorsionados
por el placer y el dolor que eran difı́ciles de soportar, pero miraron
directamente al dios sin dudarlo.
“¿estupendo?”
Por un momento, Shinje se olvidó de respirar. Sin siquiera parpadear,
miró a Yoo Geon, a quien le costaba sostener su pene. A medida que su
silencio se hizo má s largo, Yoo Geon inclinó la cabeza avergonzado. La
idea de haber dicho algo inú til hizo evidente una mirada de decepció n.
“¿Qué te gusta o no te gusta? … No lo parece… .”
Shinje escuchó las palabras torpes que se iltraron como excusas sin
perder una sola palabra. Despué s de que pasó un poco má s de tiempo,
una brillante sonrisa se dibujó en su rostro inexpresivo como si la
primavera estuviera en plena loració n. Agarró el borde de la cabecera
de la cama y puso su mano en el respaldo de Yoo Geon, quien apenas la
sostenı́a, y lo arrastró hacia abajo con los dedos entrelazados.
“Sı́, cariñ o. A mı́ tambié n me gusta… Yo tambié n te amo.”
Cuando golpeó la parte inferior de su cuerpo detrá s de é l, que habı́a
estado en silencio, Yoo Geon gimió y apretó la parte inferior de su
cuerpo. Incluso su apariencia era linda, por lo que tenı́a la boca
alineada con la aurı́cula roja. Ya sea que estuviera haciendo esto a
propó sito o inconscientemente, la mano de Yoo Geon, que estaba
tendida en el suelo con las manos entrelazadas, entrelazó los dedos de
Shinje y tiró de é l hacia abajo con todas sus fuerzas.
Floreció un amor impuro que se mezclaba con algo lú gubre y hú medo.
Nos hemos acostumbrado a la privació n a largo plazo y solo podemos
con irmar la existencia de cada uno de esta manera. Amor y odio, mi…
Shinje cerró los ojos y abrazó el calor de sus brazos. El fuerte olor a
alcohol, que no era adecuado para la brillante luz del dı́a, y los gemidos
encima de é l llenaron el dormitorio de nuevo.
〈Almuerzo Lı́quido〉 Fin
Ad Astra
Yoo Geon estaba durmiendo con la manta envuelta alrededor de é l
como un capullo y su rostro enterrado en la almohada en á ngulo. No era
su iciente solo con cortar su propia almohada, ası́ que abrazó la
almohada que estaba colocada a su lado con ambos brazos. Como si esa
almohada fuera realmente nueva. La brillante luz del sol brillaba en sus
mejillas. Mi conciencia subió a la super icie cuando sentı́ el color blanco
sobre mis pá rpados cerrados.
“¿Dormiste bien?”
Una voz suave se escuchó sobre su cabeza. Pero no pude entender a qué
se referı́a. Con la manta envuelta alrededor de su cuerpo, Yoo Geon
rodó lentamente hacia el lugar donde se escuchó el sonido. No mucho
despué s, mi frente se estrelló contra la pierna que estaba sentada al
lado de la cama.
“¿Yoo-gun?”
Parece que lo está llamando por su nombre… No sé , solo querı́a dormir
má s. Habı́a algo digno de una campana justo en frente de mı́. Yoo Geon,
incapaz de abrir los ojos, apoyó la cabeza en su muslo, causando una
fuerte impresió n. Los muslos estaban un poco altos y duros para
dormir, lo cual era incó modo. En busca de un asiento má s có modo, Yoo
Gun se movió hacia adentro y má s hacia adentro. Un largo dedo le
acarició la mejilla, que estaba medio cubierta por el edredó n.
“Mi guı́a es muy activa. Tan pronto como me desperté , ni siquiera podı́a
abrir los ojos, ası́ que busqué esto primero”.
“… .”
“¿Soñ aste siquiera con chupar el mı́o? ¿O simplemente quieres chuparlo
ahora?
Me desperté de repente con las palabras casualmente lanzadas. Mi
columna estaba toda frı́a. Yoo Gun levantó la parte superior de su
cuerpo frotá ndose las esquinas de sus ojos con una mueca con el dorso
de su mano. El edredó n que habı́a sido enrollado se enrolló , revelando
su cabello negro y desordenado. Era una mirada descuidada que
contrastaba con los ojos ligeramente feroces que estaban mal vistos.
Nunca pensé que tenı́a un mal há bito de dormir, e incluso cuando vivı́a
en un grupo, nunca me señ alaron. Curiosamente, cada vez que me
despierto del sueñ o, mi cabeza se convierte en una casa de urraca.
Entre el cabello que estaba estirado, se destacaba en particular un
puñ ado de cabello cerca de la parte superior de la cabeza. Yoo Geon
sacudió la cabeza para perseguir su sueñ o y se secó la cara. El cabello
que se levantaba tambié n se balanceaba suavemente con sus
movimientos. Luego se sentó en la cama y miró el aire con los ojos en
blanco, y se calmó un poco. No lo sé , pero fue una escena bastante
divertida. No, es aú n má s divertido porque no sabes nada.
“Pie.”
La risa que habı́a estado conteniendo estalló . No fue un sonido fuerte,
pero fue su iciente para llamar la atenció n de Yoo Geon. Todavı́a no
habı́a dormido, ası́ que miré hacia arriba con la mente en blanco. Shinje
se sentó en el borde de la cama y lo miró , sonriendo y moviendo las
manos suavemente cuando sus ojos se encontraron. Sostenı́a una taza
de café en una mano. Por encima del hombro de Shinji, la luz del sol se
iltraba a travé s de las cortinas que acababa de abrir.
“Me quedé dormido… .”
Mientras hablaba, Yoo Geon notó que la mirada de Shinje todavı́a estaba
sobre é l. Se miró a sı́ mismo. Un lado de la camiseta que vestı́a como
camisó n estaba enrollado. Incluso los pantalones cortos que llevaba
debajo estaban un poco holgados. La piel desnuda de su costado y parte
de la banda de su ropa interior quedaron expuestas sin cuidado.
“… .”
Tardı́amente avergonzado El es tan blando, pero el hecho de que Shinje
esté elegantemente vestido como si acabara de salir de una sesió n de
fotos encendió aú n má s la vergü enza. Ese hombre ni siquiera duerme.
Hagiya Shinje era bonito incluso cuando dormı́a. Cerró los ojos con un
rostro angelical y durmió bien sin un solo giro. Preguntó mientras
intentaba ingir que era tı́mido y agarró el dobladillo de su camiseta.
“¿Me quedé dormido?”
“Durmió muy bien, ası́ que querı́a dejarlo dormir tanto como pudiera,
pero creo que deberı́a desayunar e irme a la cama”.
“¿No puedes simplemente decir esa cosa linda? ¿Dó nde diablos está
algo como yo?
No importa cuá nto escucho la palabra lindo, no puedo acostumbrarme.
Se siente como una broma porque no tiene nada que ver conmigo. Serı́a
menos vergonzoso si Shinji se hubiera referido a sı́ mismo como lindo.
En lugar de responder, Shin-Je solo sonrió .
g p J
Yoo Gun se frotó las esquinas de sus ojos rı́gidos. Ha pasado un tiempo
desde que estuve despierto, pero es difı́cil volver a mis sentidos. Creo
que necesito ir al bañ o y lavarme la cara con agua frı́a. Shinji lo levantó ,
lo puso en su regazo y lo envolvió en una manta. Yoo Geon de repente se
convirtió en un kimbap bien seco y Shinje lo abrazó .
“¿Cuá ndo dormiste anoche?”
“No es demasiado tarde.”
“qué hora.”
“3 en punto… .”
Despué s de decir eso, miró a los ojos de Shinje y agregó . No fue mi
culpa que me acostara hasta tarde, pero de alguna manera sentı́ que
estaba confesando mis pecados.
“Tres en punto.”
“Hago esto todos los dı́as cuando no vengo. ¿Deberı́a incluso cantar una
canció n de cuna y ponerlo a dormir antes de irme?
“No puedo dormir”.
“¿Por lo que me prometiste hoy?”
“Sı́. Ha pasado tanto tiempo desde que he visto a mis padres… Mi
hermano tambié n.
El cuerpo de Heesung inalmente fue incinerado. Las cenizas debı́an ser
consagradas juntas en el osario donde estaban consagrados los padres.
Era la intenció n de Yoo Geon, quien querı́a poder ver a su familia
incluso despué s de su muerte. Sin embargo, apareció un obstá culo
inesperado. Debido al fenó meno del abismo, todo el paı́s quedó
devastado, e incluso el á rea donde se encontraba el osario fue
designada como zona de control de acceso. Luego, hace unos dı́as, la
noticia de que inalmente se habı́a limpiado el osario y se habı́a
levantado el control. Hoy fue el dı́a despué s de una larga espera, Yoo
Geon fue a visitar a su familia. Parecı́a estar quisquilloso hace unos dı́as,
pero no sabı́a que serı́a tan difı́cil dormir.
Añ orando a la familia muerta. Dios es un sentimiento incomprensible.
Sin embargo, solo puede ver vı́vidamente la emoció n de que Yoo Geon,
que está emocionado, es lindo. Eso solo fue su iciente.
“¿Qué estabas haciendo hasta las tres y media? ¿Te acostaste tarde
mientras estudiabas de nuevo?
Yoo Gun asintió en silencio. En estos dı́as, ha encontrado otros
pasatiempos ademá s de reparar armas y combinar cubos. En la mesa de
la sala, donde solo habı́a unos pocos libros que el nuevo sacerdote
habı́a leı́do, se amontonaban montones de coloridos libros nuevos.
Estos eran libros de texto de secundaria a preparatoria.
Anoche, me quedé dormido leyendo un libro hasta altas horas de la
mañ ana. Yoo Gun no era el tipo de persona que buscaba respuestas solo
porque no sabı́a algo. Vi la misma parte una y otra y otra y otra vez. La
mirada ija en el libro sin moverse durante varias horas fue cruel.
Luego, cuando me duele, muevo mi cuerpo. Mientras tanto, el estudio
no se detuvo. Shinje tenı́a una sala de ejercicios dedicada en casa para
é l, para que pudiera levantar pesas o hacer lexiones con un libro
abierto a un lado.
He estado viviendo má s de la mitad de mi vida sin relació n con los
estudios, pero no me interesé de repente. Estudiar era algo en lo que mi
hermano era bueno, no yo. Originalmente, estaba má s inclinado a
mover su cuerpo que a quedarse quieto y leer las cartas, e incluso
ahora, tratar de hacer algo que ni siquiera está en el mercado lo va a
matar. Fue má s difı́cil porque los cimientos no estaban apilados. Aú n
ası́, la razó n para no rendirse y perseverar a travé s de las pá ginas del
libro.
“Ahora que el mundo ha cambiado, podrı́a ir a la universidad si sigo
estudiando”.
Eso es lo que Heesung dijo una vez. Cuando todos los mutantes del
mundo desaparecen y las personas despiertas vuelven a su estado
original, quieren ir a la universidad despué s de tomar el examen de
ingreso. ¿Có mo reaccionó Yoo Geon en ese momento? Supongo que
acabo de echar un vistazo a lo que signi ica imaginar tal cosa. Para é l,
sobrevivir a la batalla del dı́a era má s urgente que el ruido de nubes
persiguiendo sobre el examen de ingreso o la universidad.
Pero ahora el mundo está cambiando segú n las palabras de Heesung.
Heesung, que siempre habı́a sido negativa y solo estaba molesta, solo
entonces iluminó sus ojos con esperanza y le con ió su sueñ o. Como
todo vuelve poco a poco a antes del Brote, las palabras que dijo se
clavan como espinas en la esquina de su corazó n y no se le caen.
¿Quieres hacer realidad el sueñ o de tu hermano? Al inal, es un
autoconsuelo tardı́o. Si Hee-seong, quien falleció , ve a Yoo-geon, podrı́a
reı́rse de lo ú til que es ahora. Aú n ası́, querı́a darle una oportunidad.
“Debe haber una universidad que me acepte”.
Yoo Geon se frotó la nuca con timidez. Es la universidad, ası́ que si tus
cali icaciones no coinciden, es solo el sonido de beber sopa de kimchi.
“Estoy aburrido solo en casa, ası́ que si ese es el caso, ¿no hay una
manera de trabajar? Nuestro guı́a, Baek Yu-geon, será bienvenido
dondequiera que vayamos”.
“¿Sı́?”
“Hay escasez de mano de obra. La puerta aú n no ha desaparecido por
completo, pero el nú mero de Awoken ha disminuido demasiado.
Algunos está n muertos, otros está n discapacitados o jubilados”.
Esta fue la razó n por la que los dioses abandonaron sus asientos
diciendo que el dı́a se habı́a ido incluso despué s de que Mazarus
desapareciera. Marlow dijo que ya no era el lı́der de Erejon ni un
cazador, pero que el mundo aú n lo necesitaba.
“Puedo llevarte a la redada si quieres. Por supuesto, no quiero tirarlo a
la basura en ningú n lugar donde me apetezca”.
“He terminado.”
“¿por qué ?”
“No quiero pelear má s. No quiero vivir como guı́a de otra persona… .”
Shinji cerró la boca y lo miró suavemente. A veces hay momentos como
este. Cuando un hombre que solı́a estar orgulloso de su elocuencia
hasta el punto de ser mezquino se calla con una cara inexpresiva como
una muñ eca. Esa es probablemente la nueva cara revelada despué s de
que todas las bromas burlonas y las risas fueran descartadas. De alguna
manera, mi garganta ardió ante esa mirada. Yoo Geon giró la cabeza y
terminó su discurso.
“Eres su iciente para guiarme”.
“¿Quieres decir que no quieres comer con nadie má s que yo?”
“¿Sı́?”
“Yo tambié n. Incluso ahora, ¿la ú nica guı́a que tengo es Baek Yu-geon?
Te lo dije, porque es un hombre respetuoso.
“Signi ica que no puede darse el lujo de cuidar de sı́ mismo, por lo que
no puede permitirse el lujo de preocuparse por los demá s”.
“Eso es lo que signi ica.”
“diferente. Mucho.”
“No puedo ser honesto. Mi guı́a es demasiado tı́mido. Es lindo de esa
manera.
Shin-je jugueteaba con el cabello desordenado de Yu-geon con las
yemas de los dedos, luego sacudió suavemente su lequillo y besó la
frente expuesta. Yoo Gun causó una pequeñ a impresió n, pero no la
evitó .
“Nuestro Yu-Gun tiene un brote en la cabeza”.
Se revolvió el pelo que sobresalı́a por encima de su cabeza. Habı́a una
sonrisa que no podı́a ocultarse en su voz. La expresió n de Yoo-geon se
distorsionó cuando se dio cuenta de que Shinjae se estaba burlando de
su cabeza.
“Me voy a lavar”.
Yoo Geon se quitó la manta, se levantó y se dirigió al bañ o. Mientras
desbastaba su cabello que se habı́a convertido en una casa de urraca
con una mano. Shinji, que cuidaba su espalda, se echó a reı́r.
*
Despué s de ducharse, Yoo Gun salió del bañ o. Se sorprendió cuando fue
a buscar una muda de ropa sin pensar. Fue porque encontró a Shinje
acostado en una cama que deberı́a haber estado vacı́a. La taza de café
humeante está sentada en la mesita de noche y enfriá ndose.
“ah… .”
Cuando pidió la pelota, no pudo encontrar al dueñ o, por lo que se
quedó allı́ con una expresió n de desconcierto como la de un cachorro.
Cuando estuve en Erejó n, apenas vi a los dioses dormidos. No solo
Shinje, sino los demá s miembros del Equipo 1 hicieron lo mismo. Si el
ataque a la puerta se prolongaba, luchaban toda la noche cada pocas
semanas. Dado que el consumo de energı́a es enorme en comparació n
con el pú blico en general, tomó una comida relativamente buena, pero
incluso se la saltó cuando la situació n no era favorable. La actitud era
que no importaba ya que la herida sanaba por su propio poder curativo
y el dolor podı́a ser tratado con medicamentos o guı́a. Vivı́a como si no
importara que todos murieran mañ ana.
Despué s de la ú ltima batalla, el sueñ o de Shin-Je aumentó . A diferencia
de antes, cuando Yoo Geon se despertó despué s de una aventura y solo
comprobó que se estaba quedando dormido, ahora nos acostamos a su
lado y cerramos los ojos hasta la mañ ana. En una tarde aburrida sin
nada que hacer, se acostaba en el sofá con Yu-geon y tomaba una siesta.
Ayer recibı́ una llamada en la tarde y salı́, me quedé despierto toda la
noche y llegué esta mañ ana, ası́ que estaba exhausto.
Despierta o no Se suponı́a que irı́a al osario má s tarde, pero podrı́a
llegar tarde, ¿deberı́a despertarte? No, tampoco creo que deba
despertarme. Porque todavı́a hay mucho tiempo Con eso en mente, me
deslicé en la esquina de la cama. Yacı́a de espaldas con los brazos
amputados, observando a los dioses desde una distancia que no era ni
lejana ni cercana.
Dormı́a muy tranquilamente con la cabeza ligeramente inclinada y la
boca naturalmente cerrada. Si no escuchabas, ni siquiera podı́as oı́r tu
respiració n. Incluso la camisa, que estaba ligeramente arrugada por
estar acostada, y el lequillo que estaba desordenado a lo largo de la
parte parecı́an una pintura. La deslumbrante luz del sol de la mañ ana
hizo que su camisa blanca se volviera má s blanca.
Me recuerda a un cuento de hadas que leı́ de niñ o. Durmiendo en el
bosque… Qué era Por supuesto, habı́a muchas diferencias entre el
protagonista y Shinje en el cuento de hadas, quien cayó en un largo
sueñ o bajo una maldició n. En primer lugar, tenı́a un gé nero diferente,
un fı́sico muy fuerte y, lejos de estar maldito, tenı́a la capacidad de
aplastar a la persona que habı́a lanzado la maldició n de una vez. Aú n
ası́, es similar en que les da ganas de besarse.
Sin darme cuenta, fui achicando la brecha poco a poco. Cuando
recuperé el sentido, me estaba acercando a la calle donde pude ver la
luz blanca del sol en mis pestañ as. Pensé en mi cabeza que deberı́a
parar. Si siente su presencia y se despierta ası́, volverá a ser objeto de
burlas.
Pero la apariencia justo en frente de é l era demasiado atractiva. Su
rostro dormido siempre evoca un impulso extrañ o. Incluso en la
mansió n donde el jardı́n estaba lleno de lores silvestres, incluso ahora.
Yoo Geon tragó saliva seca y extendió la mano con cuidado. ¿Estarı́a
bien tocarlo un poco? Solo tó calo muy suavemente para que no se
rompa.
Tac. Sus dedos tocaron la mejilla del sacerdote. Por suerte no se
despertó . Parecı́a una muñ eca de porcelana, y pensé que serı́a frı́a y
dura al tacto, pero la temperatura de su cuerpo era cá lida y suave.
Despué s de innumerables conversaciones cara a cara y contacto cuerpo
a piel con Shin-je, Yoo-geon todavı́a sentı́a curiosidad al darse cuenta
má s que nadie de que era una persona viva con un corazó n palpitante y
sangre caliente. No sabı́a que Shinji lo miró y pensó de esa manera.
Era como si las pestañ as estuvieran tejidas con hilo de plata. En
contraste, sus manos estaban á speras con cicatrices y callos. Me sentı́
como si me hubiera convertido en una persona grosera pisoteando la
tierra santa pura con pies de barro. En el momento en que toqué esas
pestañ as, tuve miedo de que la paz presente se derrumbara, ası́ que no
pude poner mis manos sobre ella.
Surgió un impulso. ¿Nos arrastramos hacia ese abrazo? ¿Te gustarı́a
abrazar tu amplio pecho con ambos brazos y frotar tus mejillas en la
nuca? Pero en ese caso, el hombre sensible a la presencia se despertará
inmediatamente. Ası́ que llevé mi mano a mis labios. Las yemas de sus
dedos rozaron sus labios ligeramente cerrados. Los labios de Dios. Solo
susurró palabras crueles, como si estuviera envenenado. Pensé
innumerables veces que querı́a tapar esa boca.
“… .”
Yoo Geon dejó de tocar su mejilla y acercó su rostro. Como si estuviera
poseı́do por los ojos negros, mientras contenı́a solo el nuevo material.
Ni siquiera sabı́a que no estaba respirando en algú n momento. El
momento en que los labios que se acercaron vacilantes estaban a punto
de tocar los labios de la persona dormida.
Jiying, Jiying… Un sonido vibrante rompió el silencio. Yoo Gun negó con
la cabeza sorprendido má s de lo necesario. La fuente de la vibració n era
el nuevo telé fono celular. Apareció una noti icació n de llamada en mi
telé fono celular que habı́a colocado al lado de mi taza de café .
A este ritmo, Shinji se despertará y es posible que se descubra lo que
estaba haciendo hace un rato. No tuve tiempo de pensar en esto o
aquello. Yoo Gun agarró el telé fono y caminó hacia el otro lado de la
cama. Estuvo bien hasta ahı́. Si no presioné el botó n de llamada porque
mi dedo rozó la pantalla durante mucho tiempo.
1 segundo, 2 segundos, 3 segundos. Se aumentó la duració n de la
llamada mostrada en la pantalla. El orador tararea levemente como si la
otra parte estuviera buscando un nuevo agente. Dado que el nú mero no
estaba almacenado, era imposible siquiera adivinar de quié n era la
llamada. Arruinado. Tres letras destellaron en la mente de Yu-Gun.
“miel… Hola.”
Al principio, parecı́a que tenı́a que conseguirlo y poner algo alrededor.
De todos modos, serı́a una llamada importante si se llamara
directamente a Shinje, pero si cuelgas tan pronto como contestes,
puede haber un problema.
-… .
El zumbido del otro lado del altavoz se cortó de repente. ¿Fue porque la
persona que contestó el telé fono no era una persona nueva? Yoo Gun se
aclaró el cuello y preguntó .
“¿Hola? Lo conseguı́ en lugar de una llamada telefó nica. ¿Se puso en
contacto con el director Woo Shin-je?”.
La respuesta llegó un poco má s tarde despué s de eso.
-… Guı́a de Baek Yu-Gun.
El tono bajo del hombre tranquilo y contundente estaba de alguna
manera inmerso en é l. Yoo Gun tambié n estuvo perdido por un
momento.
“¿Segundo capitá n?”
Un suspiro bajo se escuchó en mi oı́do.
- Mucho tiempo sin verlo.
En el ú ltimo momento, Taein solo dijo una palabra. ‘adió s.’ Como si
nunca te volviera a ver en mi vida con Yoo Geon. Era como trazar una
lı́nea para acabar con nuestra mala relació n, que no era ni muy
agradable ni limpia. La persona que hizo eso se despidió casualmente
por el altavoz diciendo que ha pasado un tiempo.
“Sı́.”
- ¿Está ausente el gerente?
Era una pena si fueran los segundos, ya que ninguno de los dos tenı́a el
talento para hablar. Sin saber qué decir, Yoo Geon respondió
brevemente, ingiendo ser franco. Taein tambié n volvió al punto como
una mentira que perdió la compostura.
“no. Hay.”
- Está s aquı́.
“Está s ahı́, pero ahora”.
Taein suspiró de nuevo. Las palabras que salieron despué s de eso
fueron tan pequeñ as que Yoo Geon no pudo entenderlas.
- Si hubiera sabido que lo conseguirı́as, no habrı́a apostado en primer
lugar.
“¿Segundo capitá n?”
- no.
“… .”
- Si está s cerca y no puedes llamar… ¿Le pasó algo al gerente?
“Eso no.”
El discurso fue interrumpido en el camino. Sus brazos se estiraron
desde atrá s y se envolvieron alrededor de su cintura. Yoo Gun respiró
hondo. El celular en medio de una llamada se me cayó de la mano dé bil.
“Sı́, Taein. No creo que Taein deba preocuparse porque ni yo ni Yoo
Geon estamos haciendo nada”.
Shin-Je aceptó el telé fono celular que habı́a perdido con mucha
naturalidad. Continuó la conversació n en una posició n que no era ni
acostado ni sentado, sosteniendo a Yoo Gun en un brazo. Su voz era un
poco má s lá nguida que de costumbre.
“ah… Si, eso Terminamos hoy.
Fue incó modo cuando sus fuertes brazos se envolvieron alrededor de
su cintura con fuerza. Mientras se movı́a en una señ al para dejarlo ir, su
fuerza se hizo má s fuerte. Yoo Geon dejó de resistirse y miró a Shin Jae.
Sus pestañ as revolotearon lentamente mientras bajaba los ojos y se
enfocaba en la llamada telefó nica. Lo que antes estaba en silencio
incluso se movió , llamando má s la atenció n.
“¿Algo má s especial? Bueno, una vez que lo descubrı́. Cuando nos
encontremos má s tarde, solo te diré el lugar”.
Shinji puso los ojos en blanco como si sintiera su mirada, y miró en esta
direcció n. El sonrió brillantemente y le dio un guiñ o. Yoo Gun volvió la
y g
cabeza con una cara que vio algo que no podı́a ver. Por eso, no vi sonreı́r
a Shinji.
“Y en el futuro… En su lugar, Geon Yoo nunca contestará mi telé fono.
Por favor, há game saber a quié n le gusta la voz de mi guı́a”.
Unas cuantas palabras má s iban y venı́an, y luego se cortó la llamada.
Shin-je arrojó el telé fono con la pantalla apagada y se acostó , abrazando
a Yoo-gun por detrá s. Se tocó la punta de la nariz con su cabello negro,
que aú n estaba ligeramente hú medo, y besó delicadamente la nuca.
“¿Usaste el nuevo champú que compraste? Huele bien.”
Yoo Geon no respondió . Todavı́a a menudo confunde champú , gel de
bañ o y limpiador de espuma. No tengo forma de saber si el champú está
goteando o no. Acabo de escribir má s o menos lo que habı́a allı́.
“Yo antes.”
“¿sı́?”
“Es ese telé fono”.
“Hurra, Yoo Geon-ah”.
De repente, levantó el brazo cuando Shinji le dijo que lo hiciera. La
camiseta que llevaba puesta se rasgó en un instante. Incluso con su
cabello desordenado, Yoo Geon no podı́a entender la situació n, por lo
que se quedó allı́ sin comprender.
“¿Que esta pasando?”
Esta vez estaba abajo. Los pantalones y la ropa interior se bajaron al
mismo tiempo y quedaron atrapados en un tobillo. Incluso mientras
estaba desnudo por la mano de Shinje, Yoo Geon preguntó con irmeza.
“¿Qué sucedió ?”
“¿Qué ?”
“¿No es importante?”
“Bien… Tocarte ahora es má s importante.
“¿Se trata de Erejó n? Siempre y cuando el vicecapitá n me contacte
directamente.”
“¿Erehon? ¿vicejefe? ¿Qué fue eso?”
“Hasta luego, ¿qué es eso… ah”.
La mano de Shinji de repente se hundió entre sus piernas. Todos mis
nervios estaban en la llamada telefó nica anterior, pero estaba molesto
porque el nuevo sacerdote seguı́a interrumpié ndome. Yoo Gun frunció
el ceñ o y sacudió la cabeza de un lado a otro. Sin saberlo, hubo un
sonido de lloriqueo.
“Puaj.”
“¿Por qué ?”
Estiró la punta de sus palabras de la misma manera como si estuviera
siguiendo el ritmo, y Shinje agarró frı́amente sus genitales. El aroma del
gel de bañ o se mezcló con el aroma corporal ú nico de Yu-Gun que
parecı́a leche en polvo y jabó n. Huele fragante con solo mirarlo, pero
incluso la guı́a luye cuando lo tocas. Siento que no quiero abrazarlo
todo el dı́a y dejarlo ir.
“¿Por qué no respondes ninguna pregunta?”
“Entonces, ¿por qué hablaste con é l como lo hiciste? Estoy seguro de
que tendré otro pensamiento inú til allı́”.
“que… .”
“Es por eso que no querı́a mostrá rselo a otras personas”.
Hasta ahora, ha cortado el contacto con é l y otras personas sin que Yoo
Geon se dé cuenta. Aunque dejó a Yoo Geon solo en casa durante varios
dı́as porque Seú l aú n no estaba completamente estable, nunca lo sacó .
No ingresó ninguna otra informació n de contacto que no sea su nú mero
en su telé fono celular, y no reveló la informació n de contacto de Yoo
Geon a nadie. Pero esta vez, fue escalonado. Shin-je enterró sus labios
en el hombro de Yoo-geon y se tragó la creciente irritació n.
“Lamento haber contestado el telé fono sin su permiso. Pero hoy
decidiste ir al osario conmigo.
Yoo Geon, que habı́a estado pensando con el ceñ o fruncido, inalmente
se disculpó . La forma en que habla sobre el tema, que está
completamente despojado de su ropa, es muy grave y dura. Si me
escuchas, pensará s que soy un soldado que reporta a sus superiores.
“¿Eres tan curioso? Lo que es ¿Quieres que te lo diga?
“sı́.”
“Entonces, Yoo Geon-ah”.
La mano de Shinje, que sostenı́a los genitales, se movió sutilmente. La
otra mano sube y toca el pezó n. Solo entonces Yoo Geon entendió su
situació n. Esta situació n es un poco peligrosa, ¿no?
“Vamos a meter mi pene. Hasta que tengo ganas de hablar.
Puso su mano que habı́a estado frotando sus pezones y rebotando
contra los labios de Yoo Geon. Rebuscó en el cá lido y seco interior y se
humedeció las manos al má ximo. Sacó sus dedos mojados y los empujó
entre sus nalgas. No dejaba de frotarse los genitales con la otra mano.
“¡Ah!”
“Acabo de salir despué s de lavarme. Tanto en boca como aquı́ es má s
suave de lo habitual. ¿Desempacaste todo el camino hasta aquı́ cuando
te duchaste?
“De ninguna manera… ¡Oh, detente!
“¿Qué parada? ¿Lo viste? Mira aquı́, solo te quedaste ahı́”.
Agarró a Yoo Geon por detrá s y lo agarró por detrá s. Mientras golpeaba
la pared interior que se retorcı́a, la lucha se intensi icó . Sobre la amplia
cama, dos pares de piernas se enredaban como un juguetó n, arrugando
las sá banas. Yoo Gun respiró hondo y miró hacia atrá s. Mis ojos se
pusieron un poco rojos en este momento.
“Esa cosa de antes”.
“Sı́, esa cosa”.
“¿No es una excusa para decı́rtelo?”
“¿Bien?”
“Todo son excusas y estoy tratando de hacer esto desde el principio… .”
“¿OK ahora? Nuestro Yoo Gun, ¿qué hacemos? Solo sabı́a disparar y
empuñ ar un cuchillo, pero no tenı́a ni idea de esto”.
Shinje bajó los ojos como si lo sintiera de verdad.
“… Ası́ que te atrapó alguien como yo y arruinaste tu vida”.
Tan pronto como las palabras terminaron, algo contundente empujó
hacia arriba las nalgas. Yoo Gun re lexivamente tragó su aliento. Mi
estó mago tambié n estaba apretado. Fue una reacció n aprendida a
travé s de muchas experiencias.
“¡Ay!”
Shinje extendió una mano y empujó su pene poco a poco mientras
cubrı́a la parte inferior del abdomen de Yoo Geon. Parece que quiere
comprobar la reacció n de la pared interior no solo con los genitales
sino tambié n con las palmas. Shinje tiene una temperatura corporal
ligeramente má s alta que Yoo Geon. Todo el bajo vientre estaba agitado.
El pene y la palma de Shinji estaban casi en contacto con la delgada piel
y el mú sculo entre ellos. Los genitales que empujan y suben son
pesados, por lo que si mueves un poco la parte inferior, se transmitirá a
la palma de tu mano. Siendo consciente de ello, los sentidos internos se
volvieron incontrolablemente sensibles. Cuanto má s intentaba no darle
má s fuerza, má s entraba.
“UH Huh.”
Yoo Geon inclinó la cabeza y apoyó la nuca en la nuca de Shin Jae.
Mientras tragaba saliva seca, mi garganta subı́a y bajaba. Es difı́cil
adaptarse a la sensació n de verse obligado a abrir y llenar los estrechos
espacios del cuerpo por parte de otros, sin importar cuá ntas veces lo
experimente. Las alucinaciones de los genitales que habı́an sido
apuñ alados por todo el lugar inalmente perforan la pared interna y se
agitan por todo el cuerpo, cubiertos de sangre, brillando como una
pesadilla.
El pene, que habı́a estado cavando lenta y tenazmente, golpeó su
barbilla en algú n lugar del interior. Toda la parte inferior del abdomen
tembló por la conmoció n. Yoo Geon se mordió el labio y apretó el
trasero.
“ah… .”
Shinje tambié n gimió en voz baja. El gemido bajo del hombre que
perforó su oreja fue extremadamente sensacional. Respiró hondo y
retrocedió .
“¿Có mo es que no hay una ley que te permita ponerlos todos a la vez?”.
“sı́… 🤩, ¿y tú ?”
Yoo-geon respondió sin comprender. Ya está nevado. Estaba claro que
no entendı́a de lo que estaba hablando. Shinji rió en silencio.
Te pareces a ti.
Mientras acariciaba los genitales de Yoo Gun como para calmarlo,
cambió ligeramente el á ngulo y empujó su cintura nuevamente. Nunca
te apresures, muy, muy lentamente. Si no hubiera sido despué s de una
dura mirada boquiabierta, parecı́a haber olvidado que incluso estaba
teniendo sexo. Cuanto tiempo ha pasado Finalmente, la parte inferior
del cuerpo de Shinje se estrelló contra sus nalgas.
Yoo Gun-i respiró hondo. Puso su mano sobre la mano de Shinjae que se
envolvı́a alrededor de mi vientre. Si tomaba una respiració n profunda,
las paredes internas se tensaban, ası́ que incluso si intentaba respirar
profundamente, no podı́a.
¿Vas a empezar a moverte ahora? Cerró los ojos con fuerza y se preparó
para el siguiente estı́mulo. Sin embargo, los genitales, que estaban
alojados en á ngulo con respecto a la parte superior del ombligo, no
mostraban signos de salir de nuevo. Solo se retuerce intermitentemente
como para no olvidar su existencia. Ha pasado demasiado tiempo desde
que te di tiempo para que te acostumbraras a la inserció n.
Algo era extrañ o. En lugar de gemir mientras sostenı́a solo la mano de
Shinjae, Yoo-geon miró hacia atrá s. Y encontrado Shinje, quien apoyó la
mejilla contra su sien y cerró los ojos con tanta calma.
“… .”
Mac estaba suelto. ¿No podrı́as dormir ası́? ¿Lo pones tan profundo que
ni siquiera puedes respirar? ¿Estas loco?
“YO… .”
Llamó con voz tensa. Incluso trató de tocar el dorso de su gran mano
que cubrı́a su bajo abdomen. Pero los dioses eran inamovibles. Mordı́
mi labio inferior y me concentré , cuando escuché un sonido de
respiració n colorido y uniforme.
“¡Ah, ah, ah!”
Se retorció y trató de soltarse de sus brazos. Pero fue en vano. Se aplicó
estimulació n a la carne interna que envolvı́a fuertemente los genitales,
hacié ndolo aú n má s doloroso.
“Si es tu o icina, excepto por esto… por favor despierta… Puaj.”
Incluso cuando Shinji se durmió , su pene no mostró signos de
disminució n. Má s bien, parecı́a hacerse má s grande cuanto má s se
movı́a. No podı́a respirar y tenı́a ná useas. Mientras tanto, un luido
transparente goteaba de los genitales descuidados.
“Mierda… Je, maldito Wooshinje”.
Yoo Gun a iló sus dientes mientras estaba encerrado en los brazos de
una persona dormida. Si es difı́cil quitar los genitales, me gustarı́a
a lojar incluso este brazo que estaba envuelto alrededor de mi cintura,
pero el brazo de Shinje no se movió . El resultado fue el mismo incluso
cuando presioné la pantorrilla y la parte posterior del pie con el taló n.
Los mú sculos pectorales frotados en mi espalda desnuda eran tan
fuertes que me molestó por nada.
Siento esto cada vez. Cuando manejaba a Yu-geon, Shin-je controlaba su
poder uno por uno, hasta el má s mı́nimo detalle. Tan pronto como Yu-
geon lo empuja, lo empuja hacia atrá s, y cuando agarras el collar y tiras
de é l, viene con é l. Todas fueron acciones minuciosamente calculadas.
Una guı́a con las mismas habilidades fı́sicas que una persona normal y
un despertador de clase S. Habı́a una brecha insuperable entre los dos.
Si Shin-Je quiere hacer eso, podrá matar a Yu-Geon tanto como quiera.
Tan fá cil como un abrir y cerrar de ojos.
Despué s de una lucha desesperada solo, Yoo Geon renunció a escapar y
se estiró . Si no te despiertas aunque te despiertes y no te empujará n
aunque te empujen, entonces no está s seguro de si está s desesperado.
Este maldito humano era demasiado bueno por alguna razó n. Solo
sostener un pene grande me dejó sin aliento y mis paredes internas
retumbaron.
“Ah… .”
Yoo Geon se acurrucó en un cı́rculo y exhaló un cá lido aliento. Era como
si estuviera siendo torturado mientras aguantaba con los ojos cerrados.
Su cabello, que acababa de enrollarse y secarse, estaba mojado de
sudor nuevamente, y sus orejas y mejillas estaban todas rojas.
Estaba tratando de encontrar una posició n que tuviera la menor
sensació n eró gena. Pero incluso eso no fue su iciente. La tensa pared
interna se sobresaltó incluso con la má s mı́nima estimulació n y mordió
sus genitales con fuerza. Cada vez, tuve que soportar el placer solo,
comenzando desde la parte inferior de mi abdomen y extendié ndose
hasta la punta de mis dedos de manos y pies.
En este punto, realmente pensé que podrı́a morir. Eventualmente
alcanzó mi pene. Me pregunté si serı́a mejor si pudiera aliviar el calor
creciente sin saber el inal. El lı́quido de cobre no estaba al nivel de una
o dos gotas, pero ya estaba goteando y empapando la columna.
“Eh, eh… Sı́.”
Empezó a masturbarse con su pene insertado profundamente detrá s de
é l. Incluso en medio de esto, era consciente de que serı́a muy
vergonzoso que Shinje se enterara de esto, ası́ que mantuve mis
gemidos lo má s bajo posible. Su mano era torpe, sostenı́a la suya y la
agitaba arriba y abajo.
Fue tan bueno que me eché a llorar cuando sacudı́ mis genitales en
serio mientras tenı́a dolor debido a la estimulació n constante. Yoo Geon
olvidó que habı́a prometido no ser descubierto y gradualmente se
embriagó de placer. Su gemido se hizo má s fuerte y sus apretados
muslos estaban resbaladizos por el sudor. El sudor tambié n goteaba de
la parte inferior de su abdomen, que estaba envuelto en las cá lidas
manos de Shinje.
“¡Ah ah ah ah!”
En algú n momento, sin darse cuenta, Yoo Geon estaba poniendo su
trasero en la raı́z de sus genitales y empujá ndolo de un lado a otro. Fue
su iciente para presionar la pared interior caliente con una cabeza
roma del glande. A medida que la estimulació n se aplicaba de un lado a
otro, el placer aumentaba rá pidamente.
Ahora, si lo agitaba unas cuantas veces má s, parecı́a arroz. En un auto
donde no podı́a ver ni escuchar nada con el clı́max acercá ndose justo en
frente de mı́… El brazo de Shinje envuelto alrededor de su cintura fue
liberado. No habı́a tiempo para comprobar si estaba despierto o no.
Só lo pensé que deberı́a salir ahora.
Yoo Geon colocó su propio pene. En cambio, extendió la mano y la puso
sobre la cama. Me arrastré imprudentemente, haciendo muchas arrugas
en la sá bana. Sacudiendo sus muslos y goteando agua de sus genitales
entre sus piernas. Debido a la falta de lubricante, los genitales, que
habı́an sido irmemente incrustados en ellos, salieron mientras
raspaban la pared interna. Mis ojos estaban mareados por la sensació n
de que me arrancaban toda la carne. Finalmente, cuando solo quedaba
la parte má s gruesa del glande.
“por debajo… .”
Se escuchó una sonrisa desde atrá s.
“Estaba tratando de descubrir có mo dejar a uno solo … No puedo
soportarlo.
Sus brazos se estiraron y se envolvieron alrededor de su cintura con
fuerza. No podı́a respirar, ası́ que podı́a sentir la forma del pene dentro.
Podı́a sentir el latido del corazó n a travé s de mi espalda. Y, al momento
siguiente… .
“¡Wow!”
Se golpeó los genitales, que apenas habı́an sido mordidos, hasta el inal.
Por un momento, los ojos de Yu-Gun se volvieron negros.
“Ah”.
Lo que estaba agarrando fue liberado. Ni siquiera podı́a cerrar la boca.
Yoo Geon miró ijamente al aire con los ojos desenfocados. Era como si
un globo de agua lleno de agua caliente hubiera estallado dentro del
bote. El calor que comenzó en el medio del cuerpo se extendió por
todos los nervios de todo el cuerpo. Caderas y muslos, má s rá pido, y
inalmente hasta la punta de los dedos de las manos y los pies. Los
calambres en las extremidades empeoraban cada vez má s.
“Ahhh… .”
El placer que resonaba en la columna llegó al cerebro en ú ltimo lugar.
Se mordió el labio inferior y cerró los ojos. Finalmente, el pene, que se
agitaba en el aire, disparó semen.
“¡Ay! ¡Eh, ah, ah, ah, ah!”
El clı́max dado despué s de un largo perı́odo atormentado fue
terriblemente intenso. Yoo-geon cortó los genitales de Shin-je detrá s de
é l y los apretó como para comé rselos, retorcié ndose de placer. Se
extendieron diez dedos de los pies y un esqueleto se paró en la parte
superior del pie.
Shinje lo golpeó con fuerza unas cuantas veces y luego se detuvo, luego
lo golpeó de nuevo y se detuvo. Mientras se detenı́a, disfrutó de la
sensació n de ser apretado por todo su pene. El temblor de la espalda y
la cintura de Yu Geon, la contracció n de las paredes internas a cierto
ritmo y la forma en que suprime los sollozos sobre su cuello se podı́an
sentir a travé s de las palmas de las manos en la parte inferior del
abdomen. Parecı́a que esto solo podrı́a ser su iciente.
“Jaja… .”
Incluso despué s de que terminó la eyaculació n, Yoo Geon estaba inerte
y no podı́a moverse durante mucho tiempo. En retrospectiva, solo
eyaculé una vez, pero eso fue má s de la mitad de la masturbació n, y ni
siquiera hice el movimiento de ida y vuelta correctamente, pero estaba
exhausto.
Debido a que estaba acostado boca arriba, el semen que Yoo Geon
derramó trazó una larga trayectoria vertical desde el ori icio de la
uretra hasta la manta. Shinji agarró sus genitales y los barrió de abajo
hacia arriba, recogiendo semen en sus manos.
“Es muy barato. Está desordenado y gotea por todos lados… Realmente
lindo”.
Shin-je separó las nalgas de Yu-gun y lentamente sacó su pene. Un
enorme pilar que brillaba rojo e incluso brillante estaba saliendo
lentamente. Morder ası́ se ha abierto hasta el lı́mite, y siento pena por
el agujero tembloroso.
Miró a Yoo Gun frente a mı́, lamiendo el semen viscoso en su palma. Yoo
Geon respiraba con di icultad con el cuerpo acurrucado y la espalda y
los hombros balanceá ndose. A pesar de que solo podı́a ver la parte de
atrá s de su cabeza, parecı́a poder leer su expresió n de alguna manera.
Parecı́a que todo iba a terminar ahora. No sé si sabes que el agujero
hú medo que aú n no ha sido cerrado está aleteando en sincronı́a con tu
respiració n.
“¿Có mo sacas esto? No es su iciente atarme a la cama por el resto de mi
vida”.
Hicieron una apuesta. Shin-Je empuja a Yoo-Gun hacia el centro del
Equipo 1 de Erehon e insiste en que si toma su mano, lo rescataré , y
Yoo-Gun persiste a pesar de haber sido golpeado por varias personas…
Fue una apuesta muy discreta y desesperada. La apuesta terminó en la
victoria de Yoo Geon. Al inal, Yoo Geon no dijo una palabra de que
tomarı́a la mano de Shinje. ¿Cuá l es la importancia de la autoestima?
Shin-je odiaba la mecha de Yu-geon, que no se romperı́a por mucho que
lo intentara. Pero al mismo tiempo, me enamoré .
Aunque la apuesta ha terminado, Shin-je a veces apuesta solo por Yoo-
geon despué s de eso. Má s como una prueba que como una apuesta.
Constantemente prueba a Yoo Geon bajo el agua.
Dejando a Yoo Geon solo en la casa, deja la casa solo y cada vez que
regresa y abre la puerta principal, juzga si el interior de la casa está
vacı́o o no. Fingiendo quedarse dormido indefenso frente a Yoo-geon,
decide si Yoo-geon realmente está tratando de dejar de respirar esta
vez o no. La razó n por la que Yoo Geon siguió actuando mientras
dormı́a sabiendo que estaba hablando con Taein era porque querı́a
asegurarse de que no le gustaba nadie má s que é l mismo.
Yoo Geon no lo sabe. No, tal vez puedas. Tal vez lo sabı́a, pero se estaba
adaptando a é l en silencio. Tanto como Shin-je, el amor de Yoo-geon de
alguna manera está roto. Yoo Geon, que jadeaba en sus brazos, era
insoportablemente encantador como su guı́a, que seguı́a erguido a
pesar de tener todo tipo de obsesiones obsesivas y amor-odio. Shinji
sonrió levemente.
“no. Aunque te dejaré ir. Tendré que sacarlo. Lo que quieras… .”
Apoyó su palma cargada de semen contra sus genitales. El semen en el
que estaba envuelto Yoo Geon goteaba y humedecı́a desde la punta del
glande. Es una forma muy obscena de bautismo. Luego, frotaba todos
los genitales y derramaba semen sin falta. Yoo Geon se sintió extrañ o y
trató de mirar hacia atrá s. Pero el nuevo era un poco má s rá pido. Volteé
el semen boca abajo y presioné el glande resbaladizo contra el agujero,
luego lo inserté en á ngulo.
“¡Ah!”
Despué s de volver a mirar a Shinje sin querer, Yoo Gun cerró los ojos
con fuerza y volvió la cabeza. Los ojos de los dioses a veces emiten una
luz extrañ a. Se revela el rostro desnudo de la bestia escondido bajo una
sonrisa bien hecha. Mestizaje, en momentos como este, no tengo má s
remedio que pensar en esa palabra. Shinji rió en silencio.
“¿Por qué está s tan asustado, Yoo Gun-ah? Libera algo de poder.
Cualquiera que lo vea sabrá que se ha comido”.
Shinje mordió el ló bulo de la oreja de Yoo Geon con sus dientes
delanteros. Luego, frotando los pezones rojos y maduros como si
estuvieran a punto de estallar, levantó la espalda. No podı́a irme tan
fá cilmente como antes, ası́ que tuve que taparme la punta de los
genitales. La mano que sostenı́a los genitales se sentı́a particularmente
caliente.
Un placer agudo quedó atrapado en la uretra y se hizo añ icos. Todo lo
que podı́a hacer era sostenerlo en sus brazos y gemir como un loco.
Tengo que preguntar sobre la llamada anterior, pero no debo olvidarla.
Despué s de repetir eso unas cuantas veces, al inal, incluso ese
pensamiento se nubló . Un destello de luz se derramó sobre los
pá rpados cerrados.
*
Despué s de tomar una ducha, Yoo Gun tuvo que lavarse nuevamente.
Cuando salı́ de la sala con mi cuerpo cansado, vi la igura del nuevo
sacerdote de pie en la cocina de enfrente.
Se ha divertido alimentando a Yoo Geon con sus platos caseros estos
dı́as. Contrariamente a la impresió n de que no beberı́a agua
directamente con sus propias manos, sabı́a cocinar algunos platos
sencillos. Pero sı́, estaba literalmente en un nivel simple. Arroz frito
cubierto con tocino, tostadas y, a veces, un huevo en una ensalada.
Si quisiera, podrı́a invitar al chef a su casa y disfrutar de una comida
suntuosa en cada comida, pero Shin-je se atrevı́a a pararse frente a la
mesa de la cocina todas las mañ anas. No es porque le guste cocinar, sino
porque es interesante y divertido ver a Yoo Geon comer su propia
comida.
No solo eso. Cuando Shinje regresa de salir, compra bocadillos como de
costumbre. A veces es una galleta de merengue, a veces es fruta,
gelatina o chocolate. Luego, con Yu-geon sentado en mi regazo, abro el
paquete y les doy de comer uno por uno. Ası́ como Yoo-geon tenı́a el
pasatiempo de estudiar, Shin-je desarrolló el pasatiempo de alimentar a
Yoo-geon.
“¿Puedo ayudar?”
Yoo Gun cruzó la sala de estar y fue directo hacia é l. No he hecho
ninguna tarea desde que vivo con é l, pero de hecho, Yoo Geon
probablemente sepa mucho má s sobre las tareas del hogar que é l.
El nuevo sacerdote, que habı́a estado pensando en varios tipos de
aderezos, lo miró .
“Bien… Bueno, ¿qué puedo pedir ayuda?
“cualquier cosa.”
Shinji tocó mi mejilla como si estuviera esperando.
“¿Entonces me besarı́as? Creo que ayudará mucho”.
La expresió n de Yoo-geon se arrugó como si hubiera escuchado un
sonido que no pudo escuchar por un momento.
“Lo haré ahora”.
“¿Sabes có mo cocinar?”
“¿Qué habrı́a comido con mi hermano? Entonces, ¿has probado a lavar
los platos? ¿Limpieza y lavanderı́a?
Yoo Geon miró la mano de Shin Jae. Como un hombre, era grande y
tenı́a los nudillos rectos, pero a diferencia de Yoo Geon, no tenı́a
cicatrices ni callos. En lugar de hacer las tareas de la cocina, serı́a má s
apropiado sostener una lujosa pluma estilográ ica o envolverse en
guantes de cuero.
“¿Qué tipo de platos cocinas con esas manos?”
Extendió la mano y agarró la botella de aderezo y la arrojó . Shinje tenı́a
una expresió n inusualmente en blanco en su rostro. ¿Quié n hubiera
pensado que el primer y ú ltimo sujeto de prueba de clase S creado por
el Cuartel General de Gestió n del Despertar, el lı́der de Erehon,
escucharı́a a Finzan sobre esto? Tambié n, al guı́a que era mucho má s
joven que é l y tenı́a un pelaje suave.
Yoo Geon dejó a Shinje solo parado allı́ y preparó una mesa. Una
ensaladera, dos pares de cucharas, un vaso y un plato tostado estaban
colocados sobre una mesa de má rmol vacı́a.
“Yoo Geon-ah. ¿Son bonitas mis manos?
Preguntó Shinji por encima del hombro. Han estado ignorando No
importa lo que respondiera, seguramente se convertirı́a en una broma.
“¿sı́?”
“… .”
Aparte de tus manos?
“… .”
“Dijiste que tenı́a una cara bonita antes. ¿De qué otra manera es
hermoso?
¿Qué clase de broma es esta otra vez? Traté de dejar de decir tonterı́as y
cenar. Pero antes de eso, le agarraron las muñ ecas y le dieron la vuelta
al cuerpo. No habı́a forma de reaccionar. ‘¿Qué tipo de platos cocinas
con esas manos?’ La mano que habı́a criticado tan descuidadamente
estaba agarrando el brazo de Yoo Gun con tanta ligereza. Si aplicaba un
poco de fuerza en su mano, parecı́a que su muñ eca serı́a aplastada de
inmediato.
Los ojos grises miraron a Yoo Gun frente a é l. Sus ojos brillaban con la
luz del sol que entraba por la ventana de la sala, pero al mismo tiempo,
habı́a algo sombrı́o.
“Preguntaste dó nde estaba bonita”.
Medio obsesionado con esos ojos, Yoo Gun ni siquiera se dio cuenta de
que la parte superior de su cuerpo estaba inclinada hacia atrá s. Su
espalda estaba levantada y estaba acostado en el espacio vacı́o encima
de la mesa. Involuntariamente se estremeció al sentir el má rmol frı́o
tocando su espalda, vistiendo solo una camiseta delgada.
Se comerá ası́. De repente tuve un pensamiento. Instintivamente sin
ninguna base. De pies a cabeza, tenı́an que envolver las cosas antes de
poder masticarlas y comerlas sin dejar un solo fragmento de hueso.
“Ojo… .”
Murmuré mientras recordaba. Ni siquiera podı́a pensar en evitar la
mirada del dios que proyecta una sombra sobre mı́. En el momento en
que quito los ojos de é l, siento que mi delicado equilibrio se romperá .
“¿Ojo?”
Shinje bajó la parte superior de su cuerpo un poco má s. La brecha entre
las caras se redujo a menos de un palmo. Yoo Geon estaba en una
postura como si estuviera atrapado entre el Sueje Shinje y la mesa. Me
vi re lejado en el iris de colores brillantes.
“¿Te gustan estos ojos?”
“… sı́.”
Shinji levantó la mano y la llevó al á rea de mis ojos y preguntó con
calma.
“¿Lo tendrá s? ¿una? ¿O ambos?”
“Qué … .”
“Mis ojos son bonitos”.
“… .”
Yoo Gun se humedeció los labios avergonzado. La vieja imagen de la
persona que sostiene un cortapapeles y corta su propia carne sin
dudarlo sobre el rostro de Shinjae se superpuso. Mi corazó n latı́a cada
vez má s rá pido. Las blancas y pulcras yemas de los dedos se acercan
como si estuvieran vendiendo sus propios ojos en cualquier momento…
.
“Es una broma.”
De repente se fue Shinji se levantó abruptamente como si alguna vez
hubiera hecho eso. Incluso despué s de que se fue, Yoo Geon lo miró
ijamente mientras yacı́a inquieto sobre la mesa de má rmol.
“Por favor, cuı́dame mucho en el futuro. Si hay algo que quieras
quitarme, no dudes en decı́rmelo”.
“… .”
“Sié ntate ahora. Me refrescaré Está todo preparado.
Shinje se sentó tranquilamente frente a la mesa. Mirando la ordenada
mesa de desayuno dispuesta sobre la mesa, Yoo Gun tambié n apretó los
dientes y sacó una silla.
“¿Qué signi ica esa palabra?”
“Es literalmente ası́”.
“¿Vas a sacarte los ojos y dá rmelos?”
“Porque debe haber un rincó n que me guste, ya sea la cara o los ojos,
para que no me deje”.
El contrato que unı́a a los dos por la fuerza ya habı́a terminado. Sin
embargo, Yoo Geon decidió regresar al lado de Shinje por su cuenta.
Incluso si permanece en silencio para siempre, Yoo Geon nunca dejará a
Shinje, pase lo que pase, dada su personalidad, nunca dice nada de lo
que no pueda responsabilizarse.
Pero incluso a sabiendas, de vez en cuando me asalta un impulso hosco
e incontrolable. Todavı́a hay muchas personas en el mundo que quieren
a Yoo Geon. Desde los que se animan a tocar el suyo, hasta los
integrantes del primer equipo de Erejó n. Dicen que está n lejos el uno
del otro ahora, por lo que no se volverá n a ver, pero si ellos y Yoo Geon
se encuentran de nuevo, pueden sentirse inú tiles. Joo Tae-in, Yoon
Chan, Kwon Hee-soo y Mazarus deberı́an haber sido asesinados antes
de escapar. Si no me hubiera lesionado en ese momento, podrı́a haberlo
hecho lo su iciente. Lo siento.
“¿Vas a ser honesto?”
Con la barbilla inclinada en á ngulo, tomó una botella de jugo y llenó la
taza de Yu-Gun, y Shin-Je abrió la boca con indiferencia.
“Quiero encadenarte y encerrarte en tu dormitorio. Luego, en lugar de
los lindos grilletes como ese collar, algo lo su icientemente pesado
como para que no puedas moverlo. Entonces, por el resto de mi vida,
nadie má s que yo podrá verte o tocarte. Si sigues tratando de resistir,
cortará s los nervios de tus extremidades. Aú n ası́, no hay problema con
hablarme, guiarme y abrazarme, ası́ que está bien, ¿no? Si es realmente
difı́cil, puede llamar a una persona con talento en el campo de la terapia
y volver a poné rselo”.
“… .”
“En realidad, hubo varias ocasiones en las que intenté implementarlo,
pero cada vez falló . Fue tan lindo que me esperaras y me saludaras, ası́
que no pude evitarlo”.
“… .”
“Entonces, tengo que ser bueno. Nuestro Yoo Gun no va a ninguna parte.
… Ahora, ¿desayunamos? Ah”.
Con un tenedor, se mojaron las rodajas de fruta de la ensalada y se
sirvieron. Pero Yu-Gun no se movió . En lugar de comer la fruta que les
ofreció , solo lo miran.
“¿Ah?”
Ladeó la cabeza como si se ahogara. Yoo Geon todavı́a no responde.
Shinje sonrió y dejó el tenedor.
“¿sorprendido? ¿Qué de nuevo? Sabes que estoy loco”.
“Tan fá cil.”
Yoo Gun inalmente abrió la boca.
“Si hubiera podido dejarte tan fá cilmente, ya me habrı́a ido. Si pensara
que me iba a ir porque no era bonita, no me gustaba, o solo por eso,
yo… .”
“… .”
“Wooshinje, tú tambié n lo sabes. Ası́ como no tienes otra opció n que yo,
yo no tengo otra opció n que tú . Todas las otras opciones, las has
eliminado todas”.
“okey… Lo hizo.”
Shinje a lojó las piernas que habı́a cruzado en á ngulo debajo de la mesa
e inclinó la parte superior de su cuerpo ligeramente hacia adelante.
“La guı́a de Baek”.
“¿sı́?”
“¿Te gustarı́a besarme?”
“¿En la mesa? Lo odio.”
“Yo quiero. Ahora.”
“Me voy a comer eso. Deja de decir tonterı́as.
“Ah, demasiado”.
Suspiró y le tendió el tenedor con la fruta de nuevo. Esta vez, Yoo Gun
no se negó y abrió la boca.
“Hace poco tiempo.”
Shinji de repente mencionó lo anterior. Yoo Geon, que se habı́a estado
burlando de la cuchara regularmente, se detuvo. No sabı́a que abrirı́a la
boca primero.
“Es verdad sobre Erejó n”.
“Es eso ası́.”
“Creo que nos encontraremos má s tarde. Todo en un equipo, y algunos
otros miembros que todavı́a está n activos. Será la ú ltima reunió n que
organice”.
Es el ultimo Fue sacado a la ligera, pero era una historia que nunca
podrı́a ser arrojada a la ligera.
“Ahora realmente quiero terminarlo”.
“… .”
“Voy a limpiarlo todo hoy. Trans irió la participació n y dejó o icialmente
su puesto como gerente general. En realidad, iba a llevar al guı́a Baek
Yu-geon al osario e ir solo… Bueno, vamos juntos. No puedo hacerlo
porque ya me han atrapado”.
Fundó Erejó n a la edad de 18 añ os. Nacido en un laboratorio y criado
como arma por el resto de su vida, fue una é poca en la que no tenı́a ni la
má s mı́nima cantidad de humanidad, y todo lo que tenı́a era la enorme
capacidad de matar. Yoo-geon ni siquiera puede imaginar có mo debe
haber sido la resolució n en ese momento, y lo que debe haber sufrido al
rodar y romperse en el suelo desnudo.
Para Shinje, Erehon era má s que una simple orden de caza. Humanos y
mutantes, el brigadier Seongyeon Woo y Almuten, los Despertados y el
Guı́a… Todo el odio de este mundo in initamente contaminado y
retorcido se condensó allı́. Erewhon, o en ninguna parte. De inió el
mundo como una distopı́a que no deberı́a existir en ninguna parte.
Cuando todo terminó , no quiso llegar a ninguna parte, es decir, a la
muerte.
Pero ahora quiere salir é l mismo de Erejó n. Al contrario del objetivo
original, mientras aú n estaba vivo, por el lado de Yoo Gun.
“¿Qué ? Me veo tan blanco”.
Shinji suspiró pesadamente. Con eso o no, Yoo Gun volvió a levantar el
tenedor sin pestañ ear. Sabe que el dinero que ha acumulado es enorme.
Si suma todos los activos, como acciones y bienes raı́ces, serı́a un
presupuesto de un añ o para cualquier ciudad pequeñ a. No hay nada
como el lamento de la situació n que hace un hombre ası́.
“Cuidaré de ti, ası́ que el guı́a Baek Yu-geon me alimenta y me salva”.
“¿Eres mı́o?”
“sı́. Te estaré esperando en casa.”
“¿Có mo te alimento? Si hubiera agregado unos centavos, ni siquiera
tomarı́a té . Sonido que tiene sentido… .”
“Está s estudiando mucho. Yo voy a ir al colegio.”
“No pretendo ir a la universidad para alimentarlos”.
“Si me hubiera tomado el resto de mi vida, deberı́a haber estado
preparado ası́”.
Shinji apretó la barbilla y sonrió brillantemente. Por otro lado, la
expresió n de Yoo Geon se volvió dura. Es cierto, pero al escucharlo a
travé s de la boca de Shinje, de alguna manera mi corazó n se retorció .
“¿Son devueltos?”
“No se puede devolver porque ya ha sido abierto”.
“… .”
“¿Acabas de abrirlo? Rompı́ el papel de regalo y arruiné el contenido.
¿Yo recuerdo? Cuando me violaste… .”
“¿Cuá nto tiempo vas a usar eso?”
Despué s de eso, siguió una comida tranquila. Ninguno de los dos era el
tipo de persona que charlaba mientras comı́a. Los ú nicos sonidos eran
el traqueteo y tintineo de los platos y el sonido de má s jugo siendo
vertido en las tazas. La luz del sol brillaba intensamente en sus caras
laterales, concentrá ndose en su comida. Era una vista en algú n lugar
entre lo cotidiano y lo extraordinario.
*
El auto con los dos se detuvo frente al osario. El osario estaba ubicado
al pie de una montañ a lejos del centro de la ciudad. Excepto por el
nuevo edi icio imponente y el parque circundante, el á rea circundante
estaba rodeada de montañ as.
Shin-je salió primero del asiento del conductor y, naturalmente, abrió la
puerta del pasajero en la que viajaba Yoo Geon. A pesar de que no tenı́a
que hacerlo, siempre mantuvo sus modales. Poco despué s, Yoo Gun se
fue. Llevaba un traje negro y una camisa blanca, sosteniendo un ramo
de crisantemos blancos. Incluso los zapatos eran nuevos con un lustre
negro. Vestido de pies a cabeza perfecto, solo le faltaba la corbata.
Habı́a estado revolcá ndome desde la mañ ana, y cuando terminé de
comer, ya era mediodı́a. Sin querer, lo que comı́ antes no fue el
desayuno, sino el almuerzo temprano. Era un plato que no podrı́a
seguir el ritmo del tiempo si hubiera sido demasiado tarde.
Fue bueno que tuviera prisa por ponerme el traje que Shinji me dio
para hoy. Fui a una loristerı́a y encontré un ramo que habı́a pedido con
anticipació n. Pero el empate era un problema. No habı́a manera de que
Yoo Geon, que habı́a vivido una vida lejos de la formalidad, pudiera atar
una corbata há bilmente. No tenı́a tiempo, ası́ que empecé de cero.
Rebuscó en los bolsillos de su pantaló n con una mano que no sostenı́a
un ramo de lores y sacó una corbata negra. Al ver a Yoo Geon
avergonzado por simplemente ponerse una corbata debajo del cuello
de su camisa, Shinje inalmente se rió .
“Ven aquı́.”
“… .”
Yoo Geon se paró frente a Shinje sin decir una palabra. Fue lindo verlo
parado en silencio como si fuera un niñ o pequeñ o caminando y
pidié ndole que lo hiciera rá pidamente.
Lo reconocı́ incluso cuando vestı́a el uniforme de Erejó n, pero el traje
de Yoo Gun le queda bien. Una sudadera con capucha o un traje de
hombre a hombre, que suelo usar, tambié n era adecuado, pero el tipo
de camisa era perfecto para lucir esta forma de cuerpo.
A travé s de la chaqueta abierta para atar una corbata, se asomaba la
cintura con una camisa blanca. Piernas envueltas en pantalones rectos
estirados, revelando los tobillos en calcetines negros debajo del
dobladillo de los pantalones. Aunque la carne no estaba expuesta en
absoluto, de alguna manera era eró tica. Debido a su rostro juvenil,
parece má s un joven guardaespaldas que un o icinista. Para ser
honesto, para un o icinista ordinario, la lı́nea de mi cuerpo cayó
demasiado bien.
“Te lo ruego, ¿por qué insististe en hacerlo solo?”
Las yemas de los dedos de Shinje, quien levantó la corbata, comenzaron
a formar há bilmente un nudo. La distancia era tan cercana que parecı́a
que sus labios se tocarı́an inmediatamente si levantaban la cabeza. Si
no fuera por el ramo de lores que se interponı́a en el camino, podrı́an
haberlo alcanzado antes. Yoo Gun se miró los dedos de los pies y
respondió .
“Pensé que podrı́a usarlo yo mismo”.
“¿por qué ?”
Shinje respondió suavemente, pero no detuvo su mano.
“Siempre lo haces tan fá cilmente, ası́ que parece simple”.
Sus guı́as son buenos en cualquier cosa que requiera destreza, ya sean
armas o artı́culos para el hogar. Incluso la habilidad de usar un revó lver
o un cuchillo de combate es admirable. Tal persona está postergando
porque ni siquiera puede atar una corbata.
Ahora que lo pienso, lo acabo de hacer. Yoo Geon no tuvo que usar un
uniforme escolar como los niñ os comunes de su edad, ni tuvo que ir a
una entrevista porque era un estudiante de primer añ o. Mi padre era
una mujer hace mucho tiempo, y eso es lo que parecı́a tener un
hermano mayor, ası́ que no debe haber habido ningú n hombre mayor
que me haya enseñ ado esto.
“Es fá cil una vez que te acostumbras”.
En un instante, se formó un nudo limpio debajo del cuello de la camisa
de Yu-Gun. Como un lugar es un lugar, era la forma má s bá sica sin ser
lujoso. Terminé tirando fuerte una vez de la parte inferior de la corbata
y ijando el nudo. Yoo Geon estaba jugando con la corbata terminada
con torpeza, pero luego, cuando Shin Jae dijo que la forma estaba mal,
inmediatamente soltó su mano.
“Puedo dá rtelo todo el tiempo”.
“no. Aprenderé .”
“¿No te gusta lo que te doy?”
“No quiero ser una carga para ti en este lugar”.
“Es una carga entre tú y yo, y espero que no pidas nada de eso”.
“Mi hermano mayor ni siquiera podı́a cepillar una escoba por sı́ mismo.
Lo hice todo.
Fue una carrera un poco absurda. Sin embargo, Shinje esperó en
silencio las siguientes palabras. Era extremadamente raro que Yoo Geon
hablara primero sobre su hermano mayor. Incluso mientras Heesung
todavı́a estaba vivo y hospitalizado, cada vez que era imprudente, lo
miraba con ojos llenos de odio, y despué s de su muerte, incluso tenı́a
convulsiones cuando escuchaba lo má s mı́nimo sobre é l.
Despué s de eso, mantuve la boca cerrada. Ni siquiera mencionó nada
sobre su hermano. Me preguntaba si habı́a aceptado completamente la
muerte de mi hermano, pero a veces parecı́a estar en algú n lugar
cercano. Pero el hecho de que mencionara a su hermano primero…
¿Puede verse como una señ al de superació n de algunas heridas?
“No me importaba. Mi hyung se enferma a menudo y soy fuerte, ası́ que
odia mudarse, pero estoy bien. Pensé que má s tareas deberı́an ser
realizadas por má s personas que puedan hacerlo. Pero despué s de vivir
ası́ durante unos 10 añ os, hyung no podı́a hacer nada sin mı́”.
“… .”
“Si llegaba a casa aunque fuera un poco tarde, mi hermano se enfadaba.
El dı́a que me pagaron e incluso agarré las manos de otros cazadores,
dijeron que estaba sucio y se negaron a acercarse. En ese momento, no
podı́a entender por qué estaba haciendo eso. Yo tambié n estaba
enojado. Pero ahora que lo pienso, eso fue todo lo que pudo hacer”.
Heesung ni siquiera podı́a salir de la casa sola por miedo a provocar
una fuga. Incluso si querı́a comprar algo en el supermercado justo en
frente de mı́, tenı́a que esperar a Yoo-geon e ir con é l o preguntarle.
Cuando Yoo Geon accidentalmente regresó tarde, el resentimiento y el
nerviosismo acumulados se derramaron sobre é l.
“Tal vez mi hermano y yo… Pensé que podrı́amos habernos hecho peor
el uno al otro”.
Yoo Geon soportó pacientemente a un hermano mayor. Incluso se
disculpó por el error de Heesung y, en cambio, fue golpeado. Con el
paso de los añ os, Heesung se volvió demasiado sensible y Yoo Geon
demasiado aburrido. Incluso considerando el hecho de que los dos
hermanos eran el Despertado y el Guı́a respectivamente, era una
relació n deformada.
“Porque es entre tú y yo, ya no quiero ser una carga”.
Yoo Geon, que miró al aire para ver si estaba mirando hacia el pasado,
sonrió con amargura.
“¿Qué tal una carga? Si es un equipaje tan lindo, creo que serı́a bueno
llevarlo conmigo por el resto de mi vida”.
Ademá s, la palabra “lindo” salió en un momento inesperado. ¿Hasta qué
punto Shinji se siente lindo? ¿No serı́a lindo verlo recoger a un mutante
y a ilar una bala? No lo sé , pero fue una inferencia bastante cercana a la
respuesta correcta.
“Aú n ası́, tenemos que hacer lo que nuestro Yoo Geon nos dice que
hagamos. Porque el amor se trata de ser paciente, gentil y no celoso”.
El pulgar de Shinje limpió suavemente la cicatriz en su pá rpado. Las
pestañ as de Yoo-geon temblaron como si le hicieran cosquillas. Aú n ası́,
no te estoy diciendo que te detengas.
“¿Quien hizo eso?”
Un anciano que vive al otro lado del mar.
“¿No es el tipo de persona que no deberı́a seguirme incluso si me
compra dulces?”
“no. El anciano murió hace mucho tiempo. YO… Junto con Almuten, los
desgarré hasta la muerte”.
“… .”
Las palabras de Shinje son siempre ambivalentes y dulces. Lo cierto, sin
embargo, es que de vez en cuando rara vez cita pasajes de antiguas
escrituras o poemas. La Biblia y los cá nticos nuevos eran las cosas que
habı́a leı́do cuando acababa de salir del centro. Eso sı́, no fue una
lectura elegante para construir cultura. Estaba cerca de un depredador
voraz en forma de tipografı́a. Anhelo por un humano, queriendo
convertirse en un humano de un no humano. Ası́ que ahora ya no es
necesario.
Ahora entra.
“¿No vas a ir conmigo?”
Shinji sonrió y negó con la cabeza.
“Estaré esperando aquı́”.
Inclinó la cabeza, besó la frente de Yu-geon y cayó . Yoo Geon lo miró
mientras caminaba hacia la entrada del osario. Shinji se apoyó en el
coche y agitó la mano.
“Regresa sano y salvo”.
Yoo Geon caminó solo dentro del edi icio. Habı́a tardado mucho en
llegar. Ademá s, era la primera vez que venı́a solo porque siempre habı́a
estado con Heesung. El hermano mayor que solı́a caminar junto a é l
ahora está allı́ con sus padres. Incluso pensando en ello, me dolı́a el
corazó n como si me lo hubieran cortado. Pensé que me habı́a vuelto
franco hasta el punto de que me volverı́a insensible a la muerte de mi
familia.
Aunque estuvo cerrado durante mucho tiempo debido a la amenaza de
los mutantes y volvió a abrir, el interior del osario no cambió . Cada nivel
dividido en kankan contenı́a el osario de alguien. Yoo Geon se detuvo en
uno de ellos. Detrá s del cristal habı́a tres urnas hechas de porcelana
blanca pura. Dos parecı́an bastante viejos y uno era notablemente
nuevo.
A diferencia de otros compartimentos decorados con fotos familiares o
coronas, este era bastante sencillo. Todas las fotos fueron impresas en
la super icie del osario junto con breves detalles biográ icos del difunto.
Tanto mis padres como Heesung murieron repentinamente, ası́ que
usaron fotos de identi icació n. Mis padres tienen una tarjeta de registro
de residente y Hee-seong es una persona despierta. Los padres de poco
má s de 40 añ os y su hijo de 29 añ os estaban en un mismo lugar,
cruzando la brecha de 13 añ os. Solo mirando las fotos, no parecı́a una
relació n padre-hijo en absoluto. En el mejor de los casos, parecı́an tı́os y
sobrinos, hermanos con una gran diferencia de edad en cierto modo.
“… .”
Yoo Geon extendió su mano y trazó el vidrio que bloqueaba el espacio
entre é l y las cenizas. La huella de una mano quedó en el cristal, que se
habı́a limpiado bien sin una sola mota de polvo. ¿Eras tan joven cuando
tus padres murieron? El niñ o pequeñ o que solı́a jugar juegos en el
asiento trasero de un automó vil vestido con una imagen de un cachorro
vestido con un traje y vino a ver a su familia.
“Madre padre hermano. Estoy aquı́ No es gran cosa, pero… Es un regalo.
Si solo estamos nosotros tres en un lugar abierto, seremos enemigos”.
Abrı́ con cuidado la ventana y coloqué un ramo de lores sobre ella. Se
agregó un codiciado ramo de crisantemos blancos al espacio vacı́o sin
ninguna decoració n. Abrió la boca frente a los osarios colocados uno al
lado del otro.
“¿lo sabı́as? Ahora el mundo ha cambiado. No hay nuevas puertas
ahora. No habı́a necesidad de ser atacado repentinamente por
mutantes en el camino. Las cosas que tanto temı́amos… Desaparecerá n
uno por uno ahora.”
Yoo Geon nunca ha experimentado un mundo donde no existieran
especies despiertas ni mutadas. No conocer el mundo antes del Brote es
lo mismo para las familias. Incluso los materiales restantes se han
perdido, y ahora solo se pueden ver ocasionalmente en pantallas de
libros de texto, perió dicos y materiales de noticias.
Yoo Geon se quedó solo en un mundo desconocido. El trauma de esa
é poca y el anhelo por los que se fueron son cosas que Yoo Geon tendrá
que cargar por el resto de su vida.
“Tengo miedo. Da miedo quedarse solo en un mundo desconocido…
Tengo miedo porque no sé si puedo ser feliz solo. Si mis padres todavı́a
estuvieran vivos, ¿qué me habrı́an dicho ahora?
Todavı́a hay tanto que é l no sabe. ¿Por qué algunas heridas sanan
rá pido mientras que otras dejan cicatrices? El in de todo pecado debe
ser el castigo, el perdó n o ambos. ¿Podemos llamar amor mezclado con
impurezas?
Es una pregunta que no se puede responder fá cilmente. Incluso el dios
que está esperando afuera no sabrá la respuesta. Asique… .
“Por ahora, intentaré vivir hasta que encuentre la respuesta”.
Tal vez algú n dı́a encuentre la respuesta a medida que avance por la
vida. De hecho, podrı́a ser mejor si no puede encontrar la respuesta.
Solo tratar de encontrar la respuesta dejará algo atrá s. Ası́ como la vida
hasta ahora, que pensé que era solo una lucha sin sentido, fue un largo
viaje para buscar la luz al inal.
“Iré a verte de nuevo la pró xima vez. Ahora puedo ir a verte má s a
menudo”.
Yoo Geon bajó la mano que estaba en la ventana. Debido a la
temperatura corporal, el vidrio se nubló en forma de mano y luego
desapareció lentamente. Enderezó su postura, se puso de pie e inclinó
la cabeza hacia las cenizas. Hubo una suave sonrisa en sus labios por un
momento.
“… Por favor, sé feliz allı́”.
Los pasos para dar la vuelta eran los mismos que antes, pero un poco
má s ligeros que antes.
*
“Dicen que te vas ahora”.
“¿Una guı́a?”
“¿Sı́?”
“¿Te acompañ a el guı́a Baek Yu-geon?”
“ah… .”
Hunter, quien hizo la pregunta de manera desconcertada, hizo una
expresió n que solo conocı́a entonces.
“Irı́a con ‘nuestro Yoo Geon-i’, pero eso es lo que dijo el gerente. Era el
guı́a exclusivo.”
“… Vamos.”
Taein, que habı́a escuchado la historia con el ceñ o fruncido, negó con la
cabeza. Hunter inclinó la espalda corté smente y luego regresó .
Dejó escapar un breve suspiro y dejó su vaso medio vacı́o. Fue un poco
apresurado, pero de todos modos, la reunió n fue una reunió n. Quizá s
sea el ú ltimo encuentro de Erejó n. Incluso si no podı́a hacerlo
formalmente alquilando la sala de conferencias má s grande en un
edi icio decente, tenı́a que mantener la formalidad de no beber alcohol.
Estaba sentado en una de las mesas del espacioso saló n. Este es un
restaurante, panaderı́a, cafeterı́a y bar. Un lugar que vende macarons,
batidos de yogur, arroz frito con kimchi y licor fuerte al mismo tiempo.
El menú está en un nivel que hace dudar si quieren hacer negocios o no,
pero sorprendentemente, este lugar siempre está lleno de clientes.
Parece que los hué spedes que visitan este lugar está n tan locos como el
dueñ o. Hoy tambié n tuve que cancelar las reservas que habı́a hecho con
anticipació n porque estaba alquilando todo el camino aquı́.
Miró el vaso que tenı́a delante. La imagen de sı́ mismo se re lejó en la
super icie clara y transparente. Golpeó el cristal con la punta de los
dedos. Una onda estalló en la super icie y la cara ya no era visible.
El dı́a que envió a Yu-gun a un lugar lejano en el auto, tuvo un sueñ o.
Era un sueñ o en el que aparecı́an una madre y un hermano muertos. Si
es una pesadilla de la que aparecen, la he tenido innumerables veces en
los ú ltimos 20 añ os. En la pesadilla, aparecı́an principalmente en forma
de cadá veres terribles, resentidos y maldiciendo a Tae-in, aferrá ndose a
su cama toda la noche, gritando hasta los oı́dos.
Pero el sueñ o era diferente. En el sueñ o, Taein estaba sentado sin
expresió n en la mesa. Dos madres e hijas conversaban y cocinaban
frente al mostrador de la cocina. Por alguna razó n, mi madre, que solı́a
usar traje, vestı́a un delantal con ropa có moda e informal, y Taejeong se
reı́a suavemente con un sonido sofocante una y otra vez sobre lo que
era tan divertido. El olor del estofado de kimchi hirviendo llenó la casa.
Me sentı́ alienado sin ninguna razó n. Parecı́a que no podı́a quedarme
quieto ası́. Taein empujó la silla y se levantó a medio camino.
“Yo tambié n ayudaré ”.
La madre y la hija miraron hacia atrá s al mismo tiempo. Tenı́a una
sonrisa brillante en su rostro que nunca habı́a visto en los ú ltimos 20
añ os de muchos sueñ os.
<hecho. Solo sié ntate.>
“No tienes que ayudar a mi hermano”.
<¿por qué ?>
Taein preguntó con una postura incó moda que ni se puso de pie ni se
sentó .
“Nuestro Taein, has trabajado muy duro hasta ahora. Ahora nos
prepararemos.>
<¡Mamá y yo cocinaremos un estofado de atú n y kimchi delicioso!>
<todavı́a… .>
“Hermano, ahı́ está s”.
Taehyung seguı́a sonriendo. Sin embargo, a diferencia de antes, cuando
era como una niñ a emocionada, sus ojos se calmaron.
“Lleva mucho tiempo cocinar esto. Todavı́a hay un largo camino por
recorrer. Ası́ que no pienses en venir con anticipació n, solo qué date ahı́.
Mi hermano está bien.>
En el momento de su muerte, Taejeong era solo un niñ o de jardı́n de
infantes. ¿Sabı́as que un niñ o ası́ podrı́a decir palabras tan maduras?
Pensé que algo era extrañ o. Pero antes de que la sensació n de
alienació n de Taein pudiera materializarse, su madre lo ayudó .
“Mi madre sabe muy bien que Taein es buena en su trabajo. Taejeong la
cuida tanto como su madre no puede cuidarla, y qué orgullosa está .
Pero, ¿no podemos hacer una de estas cosas sin ti?
<… .>
‘Está bien mamá y Taejeongin. Entonces, solo está s haciendo lo que
quieres hacer hasta que termine. Te llamaré cuando termine.>
<… ¿Está s realmente bien?>
<sı́. Está bien.>
Madre sonrió brillantemente. Taein vio la tristeza calmada en sus ojos.
Se arremangó vigorosamente, como si alguna vez lo hubiera estado.
“Estoy haciendo estofado y arroz nuevo, ası́ que comamos
deliciosamente juntos los tres má s tarde. ¿Entendido?>
<mamá mamá ! Tambié n ruedo huevos.>
“Oh, mi princesa. ¿Querı́as comer rollos de huevo? Bueno. Hay tres
huevos en el refrigerador… No, solo cuatro.>
<¡sı́!>
Taein se sentó de nuevo. Mirando las espaldas de los dos parloteando
sin parar. Pero a diferencia de antes, no estaba solo ni ansioso. En
medio de la serenidad que lo rodeaba, las voces amistosas se
desvanecieron gradualmente.
Es solo un sueñ o extrañ o. He tenido todo tipo de pesadillas
imaginables, ası́ que estoy seguro de que habrá dı́as en los que tendré
este tipo de sueñ o. Estaba tratando de resolverlo ası́.
El todavı́a está tomando el lugar del nuevo sacerdote. En medio de la
confusió n de todos, con irmeza centró y dirigió a Erejó n. Desde el pago
de indemnizaciones a los cazadores muertos o heridos, hasta la
recuperació n de las cenizas del edi icio de la sede y la reorganizació n
de la organizació n devastadoramente dañ ada.
No es que le tenga mucho cariñ o a Erejó n. Era solo una cuestió n de
responsabilidad. Porque só lo la responsabilidad y la culpa han sido el
motor que ha llevado su vida hasta ahora. No hubo nada
particularmente difı́cil porque simplemente continuaba
mecá nicamente lo que siempre estaba haciendo.
Pero algo ha cambiado. Las pesadillas que eran tan aterradoras que no
podı́a soportar sin hacerme dañ o se está n desvaneciendo
gradualmente. En consecuencia, las dosis de drogas y alcohol tambié n
disminuyeron. El pensamiento de querer morir que viene a la mente a
cada momento no es extrañ amente elevado. Si quieres morir, ahora es
el momento perfecto para morir, cuando todo ha llegado a su in.
Fue puro impulso besar el dorso de su mano en el ú ltimo momento de
despedir a Yoo Geon. Incluso mirando hacia atrá s ahora, un impulso
que no puedo entender por mı́ mismo. Todavı́a recuerdo los labios de
Yoo Gun, que eran un poco dulces en ese momento, y los ojos que lo
mantenı́an irme.
“Ah… .”
Taein suspiró de nuevo como siempre. Cuando nos separamos ese dı́a,
pensé que nunca verı́a a Yoo Geon para siempre. Incluso me sentı́
aliviado por ese hecho. Pero, ¿có mo vamos a reunirnos ası́? Si Yoo Geon
cambiara de alguna manera, serı́a doloroso, y si nada ha cambiado
desde la ú ltima vez que rompimos, tambié n serı́a doloroso para é l.
“Va a estar muy seco, vicecapitá n. Saldré corriendo del pasillo que no
estaba allı́”.
La voz de un hombre quejá ndose se podı́a escuchar justo a su lado.
Taein agitó la mano con molestia sin siquiera mirarlo. No podı́a
permitirme igualar el ritmo de ese tipo. Chan sonrió exasperado.
“¿Qué tipo de drogadicto está s persiguiendo?”
Chan llevaba un jersey sobre una camiseta sencilla. Era un marcado
contraste con Taein, quien vestı́a un traje y un abrigo con su cabello
castañ o oscuro cuidadosamente peinado. Al menos cuando vestı́an
uniformes, incluso estaban amarrados bajo el nombre de Erejó n, pero
ahora son diferentes como si hubieran cortado y pegado fotos
diferentes.
“¿No es hora de ser amable? Si miramos hacia adelante, veremos varias
veces má s”.
“Ya no siento la necesidad de hacer eso, ya que pronto cerraremos”.
“Sı́ Sı́. Debes ser incó modo.
“… .”
“De todos modos, los humanos no se gustan”.
Chan vomitó insatisfacció n, pero sin dudarlo tomó asiento y se sentó .
Mientras tanto, no querı́a sentarme enfrente o al lado de Taein, ası́ que
elegı́ un asiento incó modo en diagonal. Llamó al camarero y pidió una
cerveza negra con mucha naturalidad. Taein causó una impresió n.
“Sin modales. ¿No lo sabes antes de la reunió n?”
“¿Có mo está s? Esto es solo té de cebada, ¿no? El subjefe dijo que estaba
rompiendo el whisky crudo”.
La relació n entre Taein y Chan fue originalmente un poco vaga y
cercana. No es abiertamente hostil, pero tampoco es que se respeten
como colegas, por lo que es una relació n incó moda. Aú n ası́, de alguna
manera pudieron vivir bajo un mismo techo porque estaban abiertos el
uno al otro. Por ejemplo, cuando Chan escucha un lenguaje abusivo de
Shinje, no lo tolera y lo acepta de inmediato, mientras que cuando Taein
es un oponente, ignora abiertamente el hecho de que me evita porque
está sucio.
Cuando Chan y Tae-in sacaron a Yoo Geon de la sala de agotamiento
para lavarlo, el precario equilibrio se rompió . Y luego, cuando Chan
salió con Yoo Geon y lo perdió . La relació n que se habı́a mantenido, al
menos formalmente, se hizo añ icos en una sangrienta batalla
sangrienta y desgarradora.
Despué s de eso, no hubo nada de qué preocuparse. Ahora que el ataque
a Mazarus ha terminado y Erejon está en proceso de desmantelamiento,
se ha agregado. Ahora, no hay necesidad de mirarse el uno al otro como
cosas vagas como el estado o la cara. Taein no ocultó su disgusto por
Chan, y Chan tambié n renunció al mı́nimo respeto por el vicecapitá n.
Un sonido vibrante resonó en el bolsillo de Chan. Apagó su telé fono sin
siquiera revisarlo correctamente.
“¿qué ?”
“Es una casa.”
Chan se encogió de hombros. Fue el ú nico caso en el primer equipo
donde su familia seguı́a con vida. Aunque ha pasado un tiempo desde
que la relació n se rompió .
Por un tiempo, estuvo feliz de que su hijo hubiera despertado a la clase
S y sus padres comenzaron a mostrarse reacios a verlo. Chan, que de
vez en cuando se convierte en una bestia feroz, temı́a no ser el hijo que
habı́an criado. Chan, tambié n, estaba concentrado al extremo mientras
estaba involucrado en una batalla de vida o muerte en una vida
organizada, y cuando la frialdad de corazó n de sus padres se
superpuso, se puso furioso y declaró el aislamiento. Desde entonces, no
han dicho hola una vez durante má s de 10 añ os.
Sin embargo, despué s de que terminó el ataque a Mazarus, regresó con
su familia. Dado que el propó sito de matar a Almuten ya se ha cumplido
y Shinje, el miembro fundador, tambié n se ha ido, no hay razó n para
permanecer en Erejó n.
Fue muy incó modo al principio. Incluso si le pones otras materias
primas, ya no puedes comerlo. Su familia ni siquiera le habló
amistosamente, y mucho menos hizo contacto visual. Chan se
arrepintió . El dinero que ahorré debe ser tanto que se pudre, pensé que
preferirı́a comprar una casa separada y vivir solo.
Sin embargo, ese pensamiento desapareció en el momento en que abrió
la puerta de la habitació n que Chan habı́a usado antes de despertar.
Supuse que sus pertenencias ya habı́an sido tiradas y estaban siendo
utilizadas como depó sito, pero todo seguı́a igual. Mantas y almohadas,
software de juegos apilados junto a la computadora y libros de
problemas con solo unas pocas pá ginas negras en el frente y un libro
completamente nuevo en el reverso. Incluso su uniforme escolar estaba
cuidadosamente planchado y colgado. Era como si el tiempo hubiera
vuelto a cuando tenı́a diecisiete añ os.
<… .>
Chan, que estaba de pie en la puerta, miró hacia atrá s. Su padre y su
madre lo miraban ansiosos detrá s de é l. Parecı́a demasiado enano y
mayor de lo que recordaba Chan. Cuanto tiempo ha pasado Chan, quien
los miró con ojos feroces, inalmente no pudo soportar el silencio y
gritó .
“¡Ah, por qué está s haciendo esto! ¿Desde cuá ndo mamá y papá
empezaron a salir con otras personas? No te conviene.>
“Chan, nosotros… .>
“No seas mala suerte, hagamos lo que hacemos, ¿de acuerdo? Hola. Que
mas es esto Mi hijo tiene má s de 30 añ os, entonces, ¿por qué todavı́a
tiene su uniforme escolar? ¡Pensé que tenı́a un hermano menor otra
vez!>
Fue una declaració n de reconciliació n de facto.
“Escuché muchas quejas sobre volver a salir a beber, ¿dó nde andas ası́?
La espalda que fue golpeada antes todavı́a duele. Maldita sea, esa
señ ora… ¿Solo has desarrollado los mú sculos de tus brazos mientras no
lo has visto?”
Chan ingió estar enfermo y palmeó su espalda sobre su hombro. No
importa cuá ntas veces mi madre me abofeteara, no serı́a ni un solo
golpe para é l. Taein torció los labios como si pudiera verlo. Chan, quien
esconde su sinceridad detrá s de sus duras palabras y acciones, y solo
espera, fue gracioso. Es por eso que envié a Yoo Gun ası́ hasta el ú ltimo
minuto.
“Es Wooshinje. Te han contactado? ¿Está s aquı́?”
Taein asintió en lugar de responder.
“Oye, inalmente te veré hoy. Si vienes y tienes un accidente, deshazte
de é l”.
Las palabras que murmuraban como masticar y escupir estaban llenas
de malas emociones. Incluso despué s de lavarme los ojos, no pude ver
nada parecido a la amistad con un amigo con el que habı́a estado
viviendo durante 10 añ os.
“Tambié n viene el guı́a Baek Yu-geon. ¿Vas a morir tambié n?”
“… ¿Sı́?”
Se dijo como si no fuera nada especial, pero para Chan fue como una
declaració n bomba.
“¿Qué , eh, sı́? ¿Quié n, quié n viene?
Chan tartamudeó torpemente. Taein, quien se sintió extrañ o má s tarde,
se giró hacia é l.
“Joder, ¿puedes decirme antes?”
“¿Y si te lo dijera antes? ¿Y ser corté s?
“Entonces no hubiera venido o no, no, no es que no hubiera venido. Ja,
eso es jodido. Despué s de decir eso al inal, con qué tipo de cara…
¡Maldició n!”
Antes de que Taein pudiera terminar de hablar, Chan pateó su asiento y
se puso de pie. El poder era innecesariamente bueno, la silla rodó
ruidosamente y las vibraciones se transmitieron a Taein a travé s de la
mesa. Los ojos de los miembros de Erejó n, que estaban dispersos por el
espacioso saló n y charlando, estaban enfocados en un solo lugar.
Taein miró la espalda de Chan mientras caminaba, golpeando en algú n
lugar con la nuca roja. A juzgar por la reacció n exagerada al nombre de
Yoo Gun, debe haber sido algo.
“… .”
En realidad, ni siquiera querı́a saber. ¿Qué hizo esa persona? No
importa a dó nde vaya y muera Chan en este momento, é l no lo sabe.
Tae-in llamó la atenció n claramente.
Miró su reloj mientras devolvı́a al empleado que le habı́a traı́do una
ració n frı́a de cerveza negra con un solo gesto. No quedaba mucho
tiempo para que llegaran Shinje y Yugeon.
*
“Hola.”
“¡Hola!”
Se escucharon saludos desde la entrada. Los cazadores que habı́an
estado sentados alrededor de la mesa charlando se levantaron
abruptamente. El nuevo sacerdote entró , acostumbrado a los corteses
saludos que llegaban de todas direcciones. Incluso cuando todos
vestı́an el mismo uniforme acromá tico, el hombre que brillaba era aú n
má s deslumbrante cuando vestı́a ropa de civil. Es sobre todo tiempo
para beber, por lo que la iluminació n tenue es irrelevante.
Recientemente, Shinji ha cambiado. La belleza impresionante siguió
siendo la misma, pero la locura que era casi sorda, como si caminara
sobre el ilo de un cuchillo, desapareció . Un sentimiento de paz llenó el
lugar. Como quien encuentra un lugar donde asentarse despué s de un
largo vagar.
Aquellos que no conocı́an el fondo se sintieron aliviados y dijeron que
era una suerte que el gerente pareciera estar bien. Sin embargo, los
miembros del Equipo 1 de Erejon encontraron su cambio abominable.
Porque sé de dó nde vino esa estabilidad.
Otra persona entró despué s de Shinje. Las personas que no habı́an
escuchado la noticia de que Yoo Geon vendrı́a murmuraron.
Yoo Gun vestı́a un traje negro. El uniforme de Erejon es una
combinació n de camisa y pantalones, y Taein compró varias prendas
pulcras en los primeros dı́as de unirse, pero no lo vi con chaqueta y
corbata. Estaba jugueteando con su corbata con el ceñ o ligeramente
fruncido mientras se sentı́a incó modo con la ropa que le apretaba el
cuello, e incluso eso extrañ amente le quedaba bien.
Yoo Gun se encontró con los ojos de Taein por un momento a travé s de
la multitud. Taein lo miró ijamente durante unos segundos y luego
miró hacia otro lado como si nada hubiera pasado.
“Hola chicos. Es el gerente. Ha pasado mucho tiempo desde que hemos
estado juntos ası́”.
Shin-je naturalmente envolvió la cintura de Yu-geon y se paró a mi lado.
“Esta es mi guı́a. Algunos de ustedes pueden haberlo visto y otros
pueden no haberlo visto. Es el ú nico guı́a exclusivo del Equipo 1 y
compañ eros en la ú ltima incursió n. Mereces estar aquı́.
“¡Por supuesto! Hola, guı́a.”
“¿Recuerdas có mo me trataste en ese entonces?”
No fue tan bueno como cuando Shinje apareció por primera vez, pero
aun ası́, llegaron fuertes saludos. Despué s de un poco de vacilació n, Yoo
Geon inclinó la cabeza y se saludaron.
“Hola.”
En medio del caos en todas direcciones, intervino un rugido de
exclamació n.
“¿oh? ¿extrañ o?”
Detrá s de é l estaba un joven que vestı́a guantes de cocina y un delantal
en tonos pastel. Acababa de salir de la cocina con una bandeja llena de
cosas como pasta y pizza. Era lo su icientemente joven para ser contado
entre los cazadores cuya edad promedio no era alta. El punto en el
puente de la nariz, que dibuja una lı́nea nı́tida, se destacó bajo la luz
tenue.
“Creo que escuché la voz de Yoo Geon hyung antes”.
Pero lo que má s destacaba eran sus ojos. Ojos de chocolate con leche
que alguna vez fueron muy claros y claros, pero ahora el lı́mite entre la
pupila y el iris está borroso. No era normal que nadie lo viera. Hee-soo
salió al centro del saló n y miró a su alrededor.
“Obviamente lo escuché . ¿Escuché mal?
“… .”
Ante esas palabras, Yoo Geon se endureció , olvidá ndose incluso de
respirar. Cuello apretado. Una mano invisible pareció sofocar la oració n.
Incluso en el camino desde la entrada hasta aquı́ a lo largo del Shinje, a
menudo vi personas heridas. Algunos de ellos eran incluso peores que
Hee-soo. Personas cuyos brazos o piernas han sido volados, o han sido
envueltos en una explosió n y tienen la mitad de sus rostros destruidos.
Quizá s debido a su alto rango, Hee-soo era mejor que eso.
Pero a diferencia de otros, la lesió n de Hee-soo fue claramente su culpa.
Era la primera vez que veı́a a alguien lastimarse mientras intentaba
salvarlo y obtener una discapacidad permanente a cambio. Una agonı́a
indescriptible envolvió mi corazó n.
En ese momento, todavı́a recuerdo vı́vidamente la escena en la que
ocurrieron dos pequeñ as explosiones alrededor de los ojos de Hee-soo,
bloqueando su camino en Mazarus. Tambié n los pedazos de los globos
oculares que estaban estallando de sangre. Incluso si Yoo Geon no
hubiera estado expuesto a la mirada de Almuten, los ojos de Hee-soo
habrı́an estado intactos incluso si lo hubiera evitado en el momento
oportuno.
La ú ltima aparició n de Hee-soo que recuerda Yoo-geon fue acostarse
sin recuperar el conocimiento. Incluso entonces, Hee-soo tenı́a un
vendaje grueso envuelto alrededor de sus ojos. Se fue sin saber qué
pasaba debajo del vendaje. Habı́a escuchado a primera vista que podı́a
recuperar la conciencia y poder moverme normalmente, pero no sabı́a
que mis ojos se habı́an vuelto ası́.
Hee-soo se acercó a una mesa cercana y buscó a tientas la bandeja. Y
murmurando para sı́, miró a su alrededor.
“no es… .”
Incluso cuando Hee-soo se acercó , Yu-gun se quedó allı́. Ni siquiera se
dio cuenta de que tantos ojos estaban sobre é l.
“… .”
Abrı́ la boca para decir algo. Pero no habı́a sonido. Hee-soo se giró
lentamente hacia Yoo-geon, sabiendo có mo lo sabı́a aunque no emitiera
ningú n sonido. Una luz volvió a sus ojos borrosos. Algo es extrañ o… el
momento en que me sentı́ ası́.
“¡Fu-ja-ja, ja-ja, ah-ja-ja!”
Hee-soo agarró su estó mago y se echó a reı́r. Incapaz de comprender la
situació n, Yoo Geon dudó y retrocedió . Hee-soo agarró su muñ eca y lo
abrazó con fuerza para que su pecho y su pecho se tocaran. Cada vez
que sonreı́a, un pequeñ o temblor se transmitı́a a Yoo Geon.
“Ah, Yoo Geon hyung. Qué hacemos? ¡tan lindo!”
“¿Qué ?”
“¿Por qué sigues siendo linda? ¿Có mo puede ser tan lindo? ¿Qué debo
hacer si mi hyung es tan lindo que siento pena por é l? No, ¿por qué me
miras ası́? Al igual que alguien que accidentalmente mató a alguien. Tan
jodidamente cojo… .”
Fue entonces cuando Yoo Gun se dio cuenta. Hee-soo se burló de é l
frente a todos. No hay nada má s con lo que jugar, toma tu cuerpo.
“… .”
“¿Por qué ? ¡Por qué de repente, ugh!”
El cuerpo se movió antes que la cabeza. Antes de que las palabras de
Hee-soo pudieran terminar, Yoo Geon golpeó su puñ o. Con un fuerte
ruido, la mesa fue empujada y Hee-soo cayó sobre ella. El ruido a su
alrededor se hizo má s fuerte.
“Kwon Hee-soo, loco bastardo”.
“¡Ay! Vaya, ¿de verdad me vas a pegar? ¿Me has visto en mucho tiempo?
Entonces es bueno para mı́. ¡Espera, espera! Porque hay comida al
lado… ¡Wow!”
Incluso en medio de eso, las tonterı́as y el parloteo de la boca eran muy
desagradables. Yoo Gun agarró a Hee-soo por el cuello, se subió a é l y
molió otro. ¡Vaya! Se escuchó un ligero sonido de golpe.
Se produjo una pelea, pero nadie la detuvo. Shin-je solo sonrı́e como si
Yoo-geon fuera lindo, mientras que Tae-in lo ignora como si no quisiera
prestarle atenció n. Por lo demá s, la mitad miraba con ojos frı́os, como si
fuera solo el comienzo, y la otra mitad silbaba y vitoreaba vulgarmente.
Si continuaba golpeando hasta este punto, parecı́a ser el ú nico tonto.
Sin vapor, Yu-Gun tiró a Hee-Soo como si fuera una cosa sucia. Fue una
sensació n muy decepcionante.
“Perra. Tambié n pensé que eras completamente invisible por mi culpa…
.”
“¿Está preocupado por mı́? ¿Qué tengo que hacer? Creo que tendré una
erecció n”.
“Callarse la boca.”
“Sabes, realmente extrañ aba esta maldita forma de hablar. Me masturbé
imaginando que mi hermano me golpeaba y maldecı́a… .”
Cuanto má s mezclas palabras, má s te sientes perdido. Yoo Geon ignoró
a Hee Soo y se dio la vuelta. Hee-soo, que sonrió suavemente como si le
hubieran quitado un tornillo, sacó las gafas del bolsillo del delantal y se
las puso. Mi visió n, que habı́a sido borrosa como si hubiera abierto los
ojos en el agua, só lo entonces se hizo un poco má s clara.
“Aú n ası́, no me he recuperado completamente. Es un milagro que los
globos oculares se regeneren. Como cualquier otra persona, incluso si
mis extremidades está n cortadas, no es hasta el punto de volver a
unirlas si las vuelvo a armar”.
Esas palabras me recordaron a alguien que no estaba aquı́. Un hombre
con el pelo negro y la piel bronceada que era un galimatı́as mientras
abrazaba a Yoo Gun con el cuerpo lleno de cicatrices.
“Sı́, Baek Yu-geon. Somos todos… Nunca nos volvamos a ver.>
¿Chan decidió no volver a ver a Yoo Geon nunca má s? Se lo merece. El
gol de a icionado entre ellos no era algo que se olvidarı́a solo porque no
lo habı́a visto en unos meses. Yoo Geon estaba convencido y volvió la
cabeza. Entonces, una igura desconocida me llamó la atenció n. Detrá s
del pilar, una gran masa negra sobresalı́a un poco.
“Mirar.”
Hee-soo lo miró y se tapó la boca. Taein murmuró enojado.
“¿Qué escondiste al no poder mantener tu tamañ o?”
Era una palabra desconocida. ¿No puedes seguir el ritmo de tu talla?
¿Qué signi ica ocultar?
“Chan hyung. Por favor para. Lo tengo todo.
“Chan, es feo”.
Hee-soo tocó la trompeta con la mano y gritó en voz alta, y Shinjae se
sentó en el sofá para ayudarla con las piernas cruzadas. La igura negra
se estremeció una vez, y luego se oyó un sonido como el gruñ ido de una
bestia salvaje detrá s del pilar.
“¿No está bien? Chicos masticables.
Entonces Chan salió , cubrié ndose la cara con una mano. La igura negra
que sobresalı́a de la nada era parte del hombro de Chan. Se escondió
detrá s de un pilar, pero estaba tan seguro de que no podı́a ocultar todo
su cuerpo.
“Si hubiera sabido que esto sucederı́a, no habrı́a venido… maldició n.”
Chan murmuró mientras giraba la cabeza. La cara y la nuca que estaban
ocultas bajo las grandes manos estaban tan rojas que incluso en la piel
de color cobre eran visibles. Bajó las manos al sentir que se le
calentaban los oı́dos. Y sus ojos se encontraron con los de Yoo Gun, que
lo miraba. Chan se sobresaltó como si estuviera en llamas, y luego lo
empujó hacia é l sin motivo alguno.
“Mı́ralo, chico. ¿Tambié n está s bromeando?”
“¿Sı́?”
“¿Está s bromeando porque ingı́ ser genial y aparecı́ de nuevo? Sı́, eso
serı́a gracioso… Mierda.”
“No sé a qué te re ieres, pero no es gracioso”.
“… .”
“Si es por las palabras que te dije que nunca volvieras a ver… .”
“¡Oye!”
De repente, Chan gritó y Yoo Geon fue interrumpido. Yoo Geon, quien de
repente escuchó el grito, se endureció y solo parpadeó . Chan suspiró y
se frotó la cara.
“Sı́, ¿qué sabes? Incluso si me atrapan, me atrapa un bastardo como
Wooshinje”.
Creo que escuché que Shinjae no estaba prestando atenció n por la
mañ ana. De alguna manera me sentı́ mal. Hee-soo admirado desde
atrá s.
“Wow, este hyung come toda la noche y es realmente miserable”.
“Está bien, trá eme un trago”.
“¿La reunió n ni siquiera ha comenzado todavı́a?”
“Por cierto, ¿a dó nde fue a parar la cerveza negra que pedı́? ¿Qué ,
vicecapitá n?
“Lo tiré .”
“Maldita sea, son como humanos que enrollaron su arroz y se los
comieron todos”.
“No bebas alcohol hoy. Si lo bebes, creo que Yoo Gun lo tomará en serio.
Solo exprimié ndolo, uh-huh, Yoo Geon-ah… Có mo pudiste hacerme esto
a mı́… .”
“¿Está s emocionado de morir? ¿De verdad vas a dejarme ciego?
Las conversaciones conmovedoras que no habı́a escuchado en mucho
tiempo iban y venı́an. Hubo un tiempo en que me horrorizaban esas
voces, sus ojos, gestos y expresiones. Me asombré de mı́ mismo por
nada. ¿Es porque ya me he acostumbrado a la vida no cotidiana de
Shinje?
Pronto comenzó la reunió n. Los miembros todavı́a estaban dispersos
por toda la amplia barra. Dejó su vaso, pero la mesa llena de bocadillos
y su có moda postura para sentarse permanecieron igual. Cuando
vestı́an uniformes, habı́a al menos una sensació n de unidad, pero ahora
que todos estaban vestidos de civil, parecı́an idiotas sueltos. Sin
embargo, esta fue la nota clave de Erejó n. No necesitas tener modales o
formalidades inú tiles, ası́ que haz tu parte.
Shinje se sentó tranquilamente, recostado en el sofá , hasta que el ruido
se calmó y la atenció n de todos se centró en é l. Toque, toque, toque la
punta del reposabrazos con la punta de los dedos. Era la actitud de un
hombre acostumbrado a conducir a un gran nú mero de personas.
Finalmente abrió la boca.
“Permı́tanme comenzar con la conclusió n. A nadie aquı́ le gustarı́a un
largo tramo de sonidos arrastrados”.
Shinje a lojó sus piernas cruzadas y enderezó su espalda.
“Erejó n se disolverá a partir de hoy”.
Ruido sordo. Sus palabras se convirtieron en rocas intangibles y
cayeron. Nadie cuestionó . Sin mirar a la persona a su lado ni hablar,
esperó la siguiente palabra de Shinje. Pasó un silencio sofocante.
“Todos los que irmaron el contrato y se unieron al club lo saben.
Erehon fue creado con un cierto propó sito, y cuando ese propó sito se
cumpla, será destruido”.
La naturaleza del contrato era diferente, pero Yoo Geon tambié n fue una
historia que escuché . Erehon mismo fue una expedició n para atacar a
Mazarus. Fue creado por un sacerdote que se dio cuenta
desesperadamente de los lı́mites del Cuartel General de Gestió n
Despertado y saltó fuera de la jaula.
“No hay má s nuevos enemigos por aparecer. Incluso despué s de unos
añ os, la gente comenzará a olvidar las cosas mutantes. Tarde o
temprano llega un mundo que no nos necesita en absoluto. Atrá s
quedaron los dı́as en que los rangos basados en alfabetos se usaban
para clasi icar a las personas. Seremos las vergonzosas reliquias de una
era pasada”.
Era una historia in initamente dura para el jefe de la Orden de Caza
hablar. Algunos de ellos, que se habı́an estado concentrando en sus
palabras sin siquiera parpadear, bajaron la cabeza.
Muchas de las grandes ó rdenes, que tenı́an mucha reputació n, ya
habı́an sido desmanteladas. Bari, liderado por Moon Young, fue el má s
rá pido del á rea metropolitana. Despué s de eso, otros lugares siguieron.
De hecho, comparado con é l, Erejó n llegó un poco tarde. El gerente
general, Shinjee, resultó gravemente herido e inconsciente, y debido a
que tomó la mayor parte de la iniciativa en la redada, sufrió el mayor
dañ o, por lo que tomó varios meses recti icar la situació n.
“… Sin embargo.”
Habiendo dicho eso, Shinje tomó un pequeñ o respiro. Habı́a poder en
su voz.
“Incluso si pronto llega un mundo sin cazadores, depende de ti
permanecer como cazador hasta el inal. No me importa a quié n sigo o
adó nde voy”.
Shin-je miró a Tae-in, que estaba sentado en el sofá frente a é l.
“Entregaré toda la informació n y la autoridad que tenı́a como gerente
general al vicecapitá n aquı́. El manejo tambié n se deja al
Vicepresidente. Puedes reconstruir Erehon y convertirte en el segundo
general, puedes crear una orden completamente nueva o puedes
entregá rsela a un tercero… Puedes tirarlos todos por la borda.
Taein calladamente cerró la boca y captó la mirada de Shinje. Tenı́a una
actitud franca como cuando conoció a Yoo Geon, pero la textura de sus
ojos era claramente diferente. Yoo-geon de repente sintió una sensació n
de intuició n. La decisió n de Shinje no se negoció de antemano, y esta es
la primera vez que Taein tambié n escucha esto.
Despué s de terminar su discurso, Shin-Jae aplaudió como evocando la
atmó sfera.
“Ahora, como lı́der de Erejó n, esto es todo lo que tengo que decir. Ya sea
que esté agradecido o insatisfecho, hable con la persona a cargo de
ahora en adelante”.
Taein, que se habı́a endurecido como una piedra, suspiró má s tarde y se
presionó las sienes con irmeza. La frente bien arreglada se frunció
nerviosamente.
“Lo transmites como si hubieras estado esperando durante mucho
tiempo”.
“¿No se esperaba a Taein hasta cierto punto?”
“No sabı́a que te saldrı́as con la tuya tan lejos”.
Durante la conversació n entre el ex general y el vicejefe, solo hubo un
silencio as ixiante entre los demá s. La expresió n de todos se endureció
como antes de la batalla. ¿Todos estaban decepcionados con el
repentino anuncio de Shinje? Tal vez te sientas traicionado.
“Wooshinje, bastardo. Realmente da en el blanco hasta el inal”.
El silencio se rompió de inmediato. Chan, que se habı́a mantenido
sentado sin decir una palabra hasta ahora, sonreı́a. Hee-soo tambié n
tenı́a la boca torcida por contener la risa antes, pero luego, como si las
palabras de Chan hubieran sido una señ al, aplaudió y se rió .
Inmediatamente despué s de eso, la risa estalló en todas partes.
“Veo que todo el Erejó n se disuelve mientras estoy vivo”.
“Los malditos nerds de las drogas está n innecesariamente cansados de
sus nombres. Dijiste que todos ibais a morir en Mazarus, ası́ que ¿por
qué vivisteis tantas veces? El ambiente no es animado. Cien má s
deberı́an haber muerto”.
“¿Correcto? Entonces vas a morir? ¿Incluso ahora?”
Todos abofetearon a la persona a su lado y se rieron con picardı́a.
Incluso Shinje tenı́a una leve sonrisa. Solo Tae-in, que cargaba con todas
las preocupaciones y preocupaciones del mundo, y Yoo Geon, que no
podı́a adaptarse a esta atmó sfera loca, se quedaron sin hacer nada.
Shin-je sacó una tarjeta y se la entregó a Hee-soo.
“Yo pago todos los gastos incurridos hoy. Toma, dejaré la tarjeta con el
gerente de la tienda, para que puedas pedir lo que quieras”.
Hee-soo tomó la carta y la declaró alta para que todos pudieran verla.
“¿Cuá nto es el lı́mite de esta tarjeta? ¿No sois todos curiosos? ¡Lo
intentaré hoy!”
Un grito sorprendentemente fuerte resonó .
*
A medida que circulaban las bebidas, el ambiente se relajó
rá pidamente. Las personas que se emborrachaban de buen humor
charlaban entre sı́. Se intercambiaron la saga de batallas pasadas, el
estado actual de otras ó rdenes y planes futuros.
A diferencia de Yoo Geon, que bebe alcohol de la gente comú n, la iesta
de bebida de los despiertos superó con creces la lı́nea del sentido
comú n. Cada vez que gritaban un brindis, vaciaban la botella, no el vaso.
Si eso es su iciente, no creo que deba llamarse brindis (乾杯), sino
gunbyeong (乾甁). Las botellas de vino vacı́as se amontonaban sobre la
mesa a un ritmo alarmante.
Yoo Geon se sentó en silencio junto a Shinje todo el tiempo. La mayorı́a
de las historias que iban y venı́an eran cosas que é l no sabı́a. Ademá s,
constantemente se acercaban a la mesa cazadores que querı́an
compartir una palabra o un trago con el nuevo sacerdote. No habı́a
nada que hacer excepto quedarse quieto.
Se sentó dó cilmente con la mirada baja y bebió cada vez que se llenaba
el vaso que tenı́a delante. Cuando Shinje le dio algo de comer en su
tiempo libre, lo tomó en silencio y se lo comió . De vez en cuando le daba
palmaditas en la cabeza o lo besaba en la mejilla y susurraba algo, pero
é l solo asentı́a sin comprender. Estaba tan oscuro y desordenado que
no tenı́a ni idea.
Me sentı́ raro. ¿Podrı́a haberse imaginado é l mismo hace unos meses
que estarı́a aquı́ con estas personas ahora? Nunca habı́a imaginado el
futuro despué s de la muerte de su hermano y Almuten. Era demasiado
difı́cil sobrevivir cada dı́a que venı́a. Todo en el mundo era un enemigo
excepto mi hermano y yo.
Como un perro militar bien entrenado, permaneció inmó vil durante
unas pocas docenas de minutos, hasta que se aburrió , moviendo las
yemas de los dedos y moviendo los pies de un lado a otro debajo de la
mesa para hacer algunas bromas. El taló n de Yoo Geon, que vestı́a
zapatos negros, se estrelló contra el fondo del sofá . Pensé en traer un
arma, no, incluso un cubo.
Era un acto que era infantil en comparació n con la ropa de los adultos.
Es como un niñ o que sigue a los adultos a una iesta de tragos. ¿Te
imaginas que ese joven fuera un guı́a que aguantó implacablemente con
una sola pistola en un pozo lleno de muerte y locura?
Aquellos que los han visto solo desde lejos, con toda probabilidad,
piensan que Yu Geon es el perro iel del nuevo emperador. Un guı́a leal
que se dedicó en cuerpo y alma a sus superiores. Pero la realidad es
diferente. Fue Yoo Geon quien sostuvo el collar de Shinje. Shinje serı́a
como una bestia que podrı́a romper una correa en cualquier momento,
ingiendo que no, ingiendo ser un zorro mascota en un tema grande y
feroz, y moviendo la cola suavemente.
Un hombre que lo habı́a estado observando desde la distancia se le
acercó con cautela.
“Hola, guı́a. Hola.”
Yoo Geon miró hacia atrá s con sus mejillas ligeramente rojas, borracho.
Comprobando la cara de la otra persona, sus ojos se agrandaron.
“ah… .”
Una mujer joven con el pelo trenzado que le caı́a por debajo de los
hombros. Una persona que pensé que nunca volverı́a a ver se paró
frente a mı́. El local se rió torpemente.
“Necesito saludarte apropiadamente, pero mi cuerpo es ası́… Lo siento.”
En lugar de una pierna perdida, una muleta de metal sostenı́a su peso.
Levantó la mano, no con muletas, y ingió beber de la taza.
“¿Te gustarı́a una taza de café ?”
Yu-Gun y Ji-Hyeon salieron por la puerta trasera de la tienda y se
apoyaron contra la pared del callejó n. Me sentı́ como si estuviera
viviendo en una habitació n ruidosa y apestosa con mucho alcohol y
luego tomando un poco de aire fresco. Ambos tenı́an una taza de café
humeante en sus manos. No habı́a menú que Hee-soo no manejara y,
por supuesto, el café estaba incluido.
“¿Có mo está s?”
“Sı́. ¿y que tal tu hermana? No no. … perdó n.”
“¿Por qué ? … Oh, ¿qué hay de mis piernas? Jaja está bien Alrededor del
pró ximo mes, tambié n estará disponible una pró tesis de pierna”.
“¿Pró ximo mes?”
“La ú ltima vez hubo demasiadas personas heridas. Aú n ası́, lo entiendo
bastante rá pido. El gerente y el subjefe se encargaron de la
conveniencia. Algunas personas tienen que esperar má s de un añ o, pero
eso es bueno”.
Yoo Geon tenı́a poca experiencia en consolar a alguien. Está bien, no lo
está . Ninguna parecı́a ser una respuesta apropiada. Ası́ que toma un
sorbo de café sin decir una palabra. Hee-su se sintió tan miserable
como cuando pensó que se habı́a quedado completamente ciego. El café
con leche de vainilla con abundante jarabe se sintió amargo.
“Guı́a.”
“sı́.”
“Nuestro lı́der, dijiste que ya no eres el lı́der. Bueno, te llamaré jefe del
departamento por ahora. ¿Por qué decidiste quedarte con é l? Por
supuesto que es muy amable con el guı́a. Tu opinió n tambié n es
importante”.
“… .”
“La guı́a… ¿Te gusta?
Yoo Geon no respondió por un tiempo. Apoyado contra la pared dura
con una expresió n inexpresiva, solo podı́a mirar la vista nocturna a
travé s de los edi icios y los cables tendidos. Los letreros de neó n
brillaban con fuerza como si alejaran la oscuridad que habı́a
descendido sobre la ciudad, e innumerables autos pasaban con las luces
encendidas. El café con leche de vainilla en su mano se enfrió poco a
poco en el aire de la noche. ¿Alguna vez has hecho una pregunta
grosera? Los lugareñ os se inquietaron. En ese momento, Yoo Gun se rió .
“No es solo una cuestió n de gustos o disgustos”.
“… .”
“El me debe mucho. Su iciente para dedicar toda mi vida. Hasta que lo
pague todo, incluso si intenta dejarme… no lo tolero No puedo.”
La mano que sostenı́a la taza de café se hizo un poco má s fuerte. La
suave y quieta super icie tembló . Yoo Gun bajó la mirada de la vista
nocturna frente a é l y dijo como si estuviera grabado en su corazó n.
“Es mio. Como yo soy suyo.
Soplaba un viento fresco de la noche. De repente, su largo lequillo se
balanceó suavemente, hacié ndole cosquillas en la cicatriz de sus
pá rpados. En ese momento, se escuchó una voz suave detrá s de la
espalda de Yu-Gun.
“Ahora la divertida iesta de despedida ha terminado”.
Shinji estaba apoyado contra la pared con un brazo y lo miraba. Era
aproximadamente medio palmo má s alto que Yoo Geon, por lo que los
lugareñ os lo sintieron muy alto. Inclinó la barbilla tanto como pudo
para mirarlo, y luego el local rá pidamente inclinó la cabeza.
“Ah, ¿có mo está s?”
“¿Por qué está s tan en á ngulo? Ahora soy solo un civil”.
Shinje sonrió y dejó entrar a los lugareñ os. Yoo Geon estuvo rı́gido todo
el tiempo. ¿Habı́a oı́do lo que acababa de decir?
“¿Yoo-gun?”
“… .”
“Me dejas jugar con otras personas. Ahora mirame.”
Yoo Gun todavı́a no miró hacia atrá s. Ya sea que estuviera nervioso o
avergonzado, podı́a ver la pelusa en la parte posterior de su cuello que
se extendı́a sobre el cuello de su camisa blanca. Si lo tocara yo mismo,
me sorprenderı́a como un animal roto, ası́ que pensé que deberı́a usar
mi habilidad para acariciarlo. Era un pensamiento completamente
irracional que una persona normal nunca harı́a.
Los dioses no usaban sus habilidades normalmente. No podı́a haber
otro medio conveniente que la telequinesis para traer un objeto desde
lejos o presionar un interruptor, pero se abstuvo de usar sus
habilidades hasta el punto de volverse obsesivo y movió su cuerpo
directamente.
La razó n era sencilla. Porque un ‘humano comú n’ nunca harı́a algo
lotando en el aire sin tocar un solo dedo. Despué s de dejar el centro,
Shinje estudió a los humanos. Có mo hablan y piensan los ‘humanos
normales’, cuá les son sus expresiones faciales y có mo mueven los
mú sculos del cuerpo. Tuvo que aprender las cosas que todos aprenden
naturalmente desde el nacimiento, una por una, a travé s de la
impresió n y el video.
Solo hubo dos casos en los que abusó de sus habilidades sin
restricciones, incluso cuando no estaba en la batalla. Cuando alguien
manipuló a Yoo Geon y… Cuando Yoo Geon apareció por primera vez
frente a é l, fue empujado al lı́mite porque no podı́a ser guiado. Nunca
habı́a usado sus poderes en una tarea trivial, como extender la mano y
tocar a alguien que estaba a su alcance. Pero ahora ¿por qué ?
Movió su mano intangible hacia la parte posterior del cuello de Yoo
Gun. Pero no hubo respuesta. Telequinesis no escuchó . Lo tengo desde
que nacı́, por lo que es un poder que a veces se siente má s có modo que
mis brazos y piernas. Las luces que siempre estaban tan brillantes que
me lastimaban los ojos todo el dı́a y la noche parecı́an haberse apagado
en un instante. Despué s de una breve oscuridad tranquila, los poderes
regresaron como si alguna vez hubieran estado.
“… ah”.
Shinji dejó escapar una breve exclamació n. Yoo Geon, que se sintió
extrañ o, miró hacia atrá s en ese momento.
“¿Por qué ?”
“No pude usar mis poderes”.
“¿Sı́?”
“Espera un minuto… desaparecido.”
“… .”
“¿Las personas no despiertas siempre fueron ası́? ¿Hemos vivido todos
en este mundo por el resto de nuestras vidas?
Murmuró sin comprender. Parecı́a que estaba poseı́do por algo. Un
tenue brillo rojo apareció en sus mejillas blancas. Probablemente no
sea solo el re lejo de la luz del letrero de neó n rojo. Aunque pensó que
no habı́a manera, Yoo Geon preguntó .
“… ¿Estas borracho?”
“Oh sı́. Creo que estoy borracho. Correcto… me emborrache otros
tambié n.”
Shinjae agarró la mano de Yoo-geon y la puso en mi mejilla. Las suaves
mejillas que tocaban las palmas de las manos estaban claramente
calientes. Las personas despiertas saben que de todos modos no se
emborrachan. Especialmente cuando se trata del nuevo festival, a
menos que viertas toda la droga en el licor, no habrá ningú n mensaje.
Como un Despertado de clase S, estaba borracho con alcohol ordinario.
Y por un momento sus poderes no funcionaron. Combinando los dos, la
conclusió n es clara. El poder divino está desapareciendo lentamente.
Ası́ como Erehon, que habı́a cumplido su misió n, optó por aniquilar.
“¿Yo sé eso? Hubo un motı́n antes. Chani estaba borracho y de repente
le salieron la cola y las garras. Deberı́as haberlo visto tambié n.
El poder que se habı́a convertido en un arma poderosa por el resto de
su vida desapareció por un momento, pero Shinje parecı́a má s feliz que
ansioso.
“Es la primera vez que me emborracho… Nada mal.”
“¿Es eso ası́?”
“sı́. Creo que puedo entender por qué nuestro Yoo Geon se ablanda
cuando bebe”.
“Eso no. Ah… Deja de burlarte de mi.”
“Incluso ahora, mira. Suave y suave.
Un dedo largo tocó el ló bulo de la oreja de Yoo Geon. La expresió n de
Yu-Gun se volvió má s y má s feroz.
“El tambié n tiene el há bito de beber y no está en condiciones de hablar
de eso”.
“¿por qué ?”
En ese momento, el rostro de Yoo Geon, que se habı́a endurecido como
si fuera a enojarse en cualquier momento, se relajó . Abrió los ojos y
sonrió . Parecı́a la cara de un niñ o, sonriendo alegremente con un
hoyuelo en la mejilla. Despué s de reunirse en una ciudad lejana, Yoo
Geon ocasionalmente se reı́a frente a Shinje. Pero era la primera vez
que me reı́a tanto. El sacerdote contuvo la respiració n.
“Para ser honesto, es un fastidio”.
Yoo Geon dijo mientras colocaba su mano sobre la mano de Shin Jae
tocando el ló bulo de su oreja. Su voz, que todavı́a tenı́a una sonrisa, era
mucho má s animada y suave que de costumbre. Shinje, que se habı́a
olvidado de respirar hasta ese momento, sonrió tras é l como si no
tuviera má s remedio que seguirlo.
“Eres tan ignorante… broma tambié n. ¿De quié n es la boca que habla de
algo tan lindo?
“¿Por qué crees que es una broma?”
“Soy bonita incluso cuando estoy borracha”.
“No sé .”
“¿No puedes hacerme un poco má s bonita?”
“Tienes que hacer algo que te haga feliz”.
“Um, sigo lastimá ndome”.
Aunque es barato. Y no te lastimaste de todos modos”.
“Soy todo tuyo. ¿Có mo lidias con la tuya?
“… ¿Escuchaste eso antes?”
Tan pronto como terminó la pregunta, Shinji extendió su mano.
“Yoo Geon-ah… mi guı́a.”
Atrapó a Yu-gun entre la pared y é l mismo. Una sombra cayó sobre Yoo
Geon. Tardı́amente, prevaleció una sensació n de crisis.
“¿No sabes? Có mo me excita tu torpe obsesió n.
“Si está s borracho, vete a casa muy bien”.
La cintura del caballo fue cortada por el viento tirado por la corbata.
Los labios crujientes hú medos por el calor cubrieron los labios de
Yugeon. A pesar de que Shinje inclinó la cabeza, todavı́a habı́a una
diferencia en el nivel de los ojos, por lo que, naturalmente, su barbilla
estaba doblada y los dedos de sus pies levantados. Apenas se puso de
pie, su tambaleante cuerpo colgaba de sus hombros. Un accidente
apropiado era imposible debido al vapor caliente sobre mi cabeza. Fue
entonces cuando se dio cuenta de que no estaba en condiciones de
golpear a otros por estar borracho.
Las luces de la ciudad brillaban como un caleidoscopio sobre ellos,
enredadas en un callejó n estrecho. Las estrellas aparecieron una por
una en el cielo nocturno, que se podı́a ver a travé s de un hueco en el
edi icio.
*
La iesta de bebidas, que habı́a continuado pasada la medianoche, habı́a
terminado. Al inal, Hee-soo no pudo veri icar el lı́mite de la tarjeta de
Shinje. Devolvió la tarjeta, murmurando malhumorado que deberı́a
vender toda la tienda.
“Fue divertido hoy”.
“¡Có mo está s!”
“adió s.”
Varios saludos iban y venı́an. El equipo 1 no fue la excepció n.
“Yo voy tambié n. Si entras má s tarde, vuelves a escuchar regañ os”.
Chan frotó suavemente la parte posterior de su cabeza. Parecı́a
vergonzoso comer lo su icientemente viejo y usar las regañ inas de mis
padres como excusa.
“Hyung, ¿no te despedirá s esta vez? Nosotros… No nos volvamos a ver…
Eh.”
“Cerremos esa maldita boca, ¿eh? Y tú , Baek Yu Gun… No, funcionó .
Adió s.”
Chan, que estaba a punto de decirle algo a Yu-Gun, se dio la vuelta
rá pidamente. Al inal, no se pidió informació n de contacto. Al amanecer,
le pregunté a Yoo-gun: ‘¿Está s durmiendo?’ Cuando pensé en mı́ mismo
enviando un mensaje como ese, sentı́ ganas de morderme la lengua.
Taein era demasiado tı́mido para saludar a otras personas. Manos
desnudas, sin usar guantes, golpearon ligeramente los hombros de
muchas personas y juntaron sus manos. No fue muy amistoso, pero fue
un toque que no mostró disgusto. ¿Son las ú ltimas personas en irse hoy
para siempre, o son las personas que decidieron someterse a Taein y
continuar trabajando como cazadores?
“… .”
Taein notó su mirada y miró hacia aquı́. Bajó los ojos una vez, como si
tragara un suspiro, y luego bajó la cabeza. A medida que Shinje asumió
todo el poder, la responsabilidad se volvió má s pesada, pero
extrañ amente, algo que siempre estaba presionando su hombro parecı́a
haberse aliviado aú n má s.
“Su hermano. Por favor, dame tu nueva informació n de contacto.”
Hee-soo se aferra al costado de Yu-geon y aplaude y grita. Sentı́ una
extrañ a sensació n de incongruencia a la altura de los ojos. Hee-soo, que
tenı́a má s o menos la misma altura, lo miraba levemente. Hee-soo
parece haber crecido un poco, incluso durante esos tiempos miserables.
“¿Contacto?”
“Hay un gerente, pero vivir con una sola persona es un poco aburrido,
¿no? Incluso los bonitos macarons se cansan de comer en cada comida.
No llegará el momento en que hyung quiera salir con un chico joven. Si
quieres disfrutar de la emoció n de hacer trampa. Estoy bien en
cualquier momento”.
“… .”
Era un comentario que no sabı́a por dó nde empezar. De cualquier
manera, Hee-soo sacó rá pidamente el telé fono celular de Yu-gun e
ingresó mi informació n de contacto. Luego marcó su telé fono celular
para con irmar.
“Oh, puedo compartir contigo. Es mejor si alguien má s lo comió .
Cuando esté con el gerente, por favor, abrá zame tambié n… .”
No pude escuchar má s. Yoo Geon pateó la espinilla de Hee-soo con sus
talones con todas sus fuerzas. Hee-soo dijo: “Ay”. —dejó escapar un
grito severo y retrocedió .
Nos guste o no, las personas que vivı́an bajo un mismo techo se
dispersaron en diferentes direcciones. Despué s de escuchar la solicitud
de contacto de Hee-soo, se la quitó de la oreja y Yoo-gun tambié n dio un
paso. Shinji, naturalmente, agarró su mano y lo apartó .
Caminé toda la noche con el pretexto de que serı́a difı́cil conducir
porque estaba borracho. Nos quedamos en silencio durante mucho
tiempo sin siquiera hablar. El puente salió cuando pasé por el bullicioso
centro de la ciudad y una calle llena de edi icios de o icinas. Un puente
que cruza un ancho rı́o. La vista nocturna de la ciudad se re lejaba en la
super icie del agua negra y era deslumbrante.
Habı́a un cartel colocado frente al puente por donde pasaban muchos
autos. Puente Hwangan. Yugun miró hacia atrá s. Sus ojos se
encontraron con Shinje, que caminaba a su lado. Shinje sonrió como
para mostrar sus labios.
“¿Te gustarı́a caminar?”
“… Sı́.”
A diferencia de la carretera llena de autos, no habı́a personas en la
pasarela peatonal al borde del puente. Un fuerte viento sopló desde
lejos y barrió el rı́o, golpeando a Shinje y Yugeon. La chaqueta de su
traje ondeaba como una bandera y sus oı́dos estaban sordos. Es la
estació n cuando el aire de la noche se siente tan frı́o como el hielo. Yoo
Gun se encogió de hombros sin darse cuenta.
“Geon-ah”.
Una cosa cá lida y pesada cubrı́a sus hombros. Era la gabardina que
Shinjae estaba usando sobre su camisa. Yoo Gun se quitó el abrigo
inmediatamente y trató de devolverlo.
“Estoy bien… .”
“¿Eres tan bueno como yo? Solo lo estoy usando”.
“… .”
Yoo Gun mantuvo la boca cerrada y abrió el dobladillo de su abrigo. La
talla no encajaba, por lo que la lı́nea de los hombros bajaba y las
mangas cubrı́an el dorso de la mano. Solo llevaba una pieza de ropa,
pero se sentı́a como si todo mi cuerpo estuviera envuelto en los brazos
de Shinje.
El puente que llena el campo de visió n es como un esqueleto dejado por
una criatura gigante. El cielo nocturno que se extiende detrá s de ellos
está lleno de estrellas. Despué s de que una catá strofe arrasó , las cosas
regresaron al mundo que no se habı́an visto en mucho tiempo. Un cielo
despejado sin polvo ino y cosas como estrellas. Esto tambié n
desaparecerá tarde o temprano cuando el trabajo de restauració n
comience en serio y se construyan nuevas fá bricas.
Miles de estrellas está n al acecho en lo alto. Allı́ abajo escucho el
murmullo del rı́o a medianoche. Estrellas y agua negra. A primera vista,
el paisaje es similar al de Mazarus.
Yoo Gun todavı́a no podı́a sacudirse por completo el recuerdo de esa
é poca. De vez en cuando tengo pesadillas en las que el agua del mar
llena el cielo y se derrama sobre mi cabeza. El sol no sale en esa
pesadilla. Só lo está el mar, el aire hú medo y el suelo de piedra negro y
frı́o.
El mar profundo lo llama. Sacude suavemente el sueñ o invisible y lo
seduce. Ven a un lugar donde todo existe y no hay nada al mismo
tiempo. Es solo un paso má s cerca y puedes sentirte có modo si solo
sumerges tus pies en el agua dulce y rugiente.
g p g y g
Cada vez que eso sucede, Yoo Geon piensa en el peso de la vida que ha
salvado. Piensa en la deuda que tienes con los dioses. Luego, como
expulsando el musgo de las profundidades del mar que se esparce
hasta el corazó n y los pulmones, respira hondo y abre los ojos.
“Mi objetivo original no era matar a Almuten solo. Intenté matar a
Almuten, matar a todos los Insomnes y Guı́as del mundo y, inalmente,
incluso a mı́ mismo.
El cabello de Shinje revoloteaba sin parar con el fuerte viento. Su
cabello estaba tan pigmentado que parecı́a plateado bajo la luz
brillante. Ademá s de eso, incluso su piel era blanca, como si estuviera
abrazando las luces moteadas de la ciudad. Una luz naranja descendió
sobre su frente y el puente de la nariz, proyectando una sombra azul en
el otro lado. La sombra de las pestañ as en su mejilla tambié n era de
color pú rpura azulado.
Mirá ndolo, Yoo Geon recordó la visió n que habı́a visto en el altar. Woo
Shin-je, de dieciocho añ os, se conoció en el puente Hwangan. Se quedó
allı́ como un muñ eco bien hecho. El viento era fuerte entonces como lo
es ahora.
“Pero no importa lo que hice, no podrı́a matarte solo. No importa lo que
haga, solo querı́a salvarte. Para salvarte, tambié n tienes que salvar el
mundo en el que vivirá s, ası́ que… Querı́a terminarlo muriendo solo”.
“No dejé que eso sucediera”.
Fue la venganza má s cruel que Yoo-geon pudo hacer. Nadie má s ha
sacudido y torcido el nuevo mundo de esta manera.
“Por cierto, Yoo Gun-ah”.
Shinje de repente cambió su expresió n y sonrió y le tendió la mano.
“¿sı́?”
“Telé fono mó vil.”
“¿Por qué de la nada?”
“Obtuviste la informació n de contacto de Hee-soo antes”.
Su mano se deslizó en el dobladillo de su abrigo, buscando a tientas
alrededor de su costado y sus muslos, y sacó su telé fono celular del
bolsillo de sus pantalones. Lo sostenı́a solo con el ı́ndice y el pulgar,
como si estuviera recogiendo suciedad. Yoo Geon se quedó en silencio,
luego extendió su mano con retraso.
“por favor.”
“Uf, no me gusta”.
“¡en este momento!”
“¿Puedo comprarte uno nuevo? Está sucio, ası́ que tı́ralo. Está bien.
Puedes tirarlo aquı́ en el rı́o.
“No hay necesidad de eso, ¿verdad? Es solo un contacto.
“¿Solo informació n de contacto?”
Shinji frunció el ceñ o ligeramente y le mostró su telé fono. La
informació n de contacto que Hee-soo habı́a guardado lotaba en la
pantalla. [El asunto de mi hermano No. 1 Heesoo♥]. Le puse un corazó n
y lo guardé .
“¿Está s diciendo eso incluso despué s de ver esto?”
“… .”
Maldito niñ o Yoo Geon rechinó los dientes por dentro. Corazó n tambié n
es corazó n, pero la palabra No. 1 era aú n má s especulativa. Entonces,
¿eso signi ica que tambié n habrá volú menes 2 y 3?
Shinje inmediatamente revisó su informació n de contacto. Me reı́ a
carcajadas con las tres letras del nombre, que era tan sencillo. Miró a
Yoo Geon, ingiendo estar triste.
“bebé … ¿Eres asi?”
“Lo quiero de vuelta.”
Yoo Geon apretó los dientes y estiró los brazos. Shinji levantó la mano
que sostenı́a el telé fono. Debido a la diferencia de altura, no importaba
cuá nto moviera los dedos, no podı́a alcanzar el telé fono. Má s bien, fue
como si se hubiera precipitado a los brazos de los dioses y lo hubiera
abrazado.
“Tú eres ası́”.
“¿sı́?”
“¿Qué me salvaste?”
Despué s de estar en silencio por un momento, Shinjee parpadeó con
tristeza.
“… ¿Importa ahora? Bebé .”
Ver una reacció n como la de una persona que sonrió como el agua que
luye a travé s de cualquier cosa. Yoo Gun sintió que algo andaba mal.
Yoo Gun aú n lo guardó , pero Shin Je ni siquiera guardó la informació n
de contacto de la otra persona. Lo vi cuando recibı́ una llamada de
Taein. La pantalla donde solo lotaban nú meros sin nombre, a pesar de
que no era un estudiante de primer añ o y era el subdirector general. Ası́
que estaba claro que ni siquiera guardó el nú mero de Yoo Gun.
“Es importante. Porque ahı́ es donde decidiré si golpearte o no”.
“Mi guı́a es tan caliente. Ojalá pudiera ser tan caliente en la cama”.
“¿Puedo hacerlo realmente caliente?”
“¿sı́?”
“Come dos o tres balas y te calentará s aunque no te guste”.
“Si vas a alimentarlos, ¿no puedes alimentarlos con algo má s que balas?
Confı́o en que lo lameré y me lo tragaré todo”.
“Dame tu telé fono, por favor”.
Yoo Gun comenzó a buscar en los bolsillos de la gabardina que llevaba
puesta. Sin embargo, el celular no fue encontrado. Mantuvo la boca
cerrada y miró a Shinje, luego corrió al lugar donde estaban los bolsillos
de los pantalones. Como se hizo a sı́ mismo.
Pero no logró su propó sito. Fue porque Shinje agarró su cintura y lo
levantó . Yu-geon, que llevaba zapatos debajo de los pantalones de su
traje, se dejó caer un palmo y luchó .
“Vamos, espera… .”
“¿No son incó modos los trajes? Yoo Geon-ah. Aguanté bien todo el dı́a.
Vamos a casa, cambié monos de ropa y descansemos”.
“Esperar. ¿Ası́ que qué es lo? El nombre que me salvó .”
Shinje susurró mientras presionaba su frente contra la frente de
Yugeon.
“secreto.”
Preguntó irmemente de nuevo. En lugar de responder esta vez,
pequeñ os besos se derramaron por sus sienes y pá rpados. Despué s de
protestar unas cuantas veces má s, Yoo Geon rá pidamente cerró la boca
con una expresió n hosca y giró la cabeza. Por eso, no vi a Shin-Je
luchando por contener la risa.
Nunca te perdonaré en el futuro. Sé que tú tampoco quieres mi perdó n.
Y tampoco te pediré perdó n. Siempre.
A veces nos miramos con intenció n asesina, arañ á ndonos y
mordié ndonos con maldad. Pero, sin embargo, estamos enamorados.
Con un corazó n que quema las estrellas. Es un amor que se retuerce en
alguna parte, como el paisaje terrestre con el que sueñ a un pez ciego de
aguas profundas, pero no nos reconocemos.
Llegaron al otro extremo del largo puente. Pero nada pasó . El rı́o aú n
estaba en calma, los autos pasaban a toda velocidad y el viento era
fuerte. Con la ciudad de la noche bailando tranquilamente en las
ondulantes olas, la vista del puente Hwangan se fue alejando
gradualmente a mis espaldas.
La luz de las estrellas, que incluso la iluminació n arti icial no podı́a
cubrir, proyectaba una larga sombra a los pies de los dos que
caminaban uno al lado del otro. Sus sombras está n manchadas con todo
tipo de impurezas, por lo que no son puras. Sin embargo, hay una larga
lucha (歷程) fundida en é l. Un largo y arduo viaje para llegar a la tierra
en busca de la luz desde el fondo del abismo.
Las estrellas vistas desde fuera del abismo eran deslumbrantes.
Fin de 〈Ad Astra〉
Corte de es lo oriental AU
En un accidente inesperado, el Emperador murió , e incluso el Prı́ncipe
Heredero, que originalmente estaba enfermo, sufrió la conmoció n y
murió . En medio del caos que se extendió por todo el imperio, el
segundo prı́ncipe ascendió al trono de forma bastante repentina.
El segundo prı́ncipe Baek Yu-geon era hijo de una concubina de bajo
rango. Nunca recibió una educació n adecuada como sucesor porque
todos, incluido el emperador Seon, no dudaron de que el prı́ncipe
heredero Baek Hee-seong, que era la reencarnació n de la emperatriz, se
convertirı́a en el pró ximo emperador. Ademá s, dado que es seis añ os
má s joven que el Prı́ncipe Heredero, todavı́a tiene que pagar algú n
favor, y mucho menos cortejar.
En cualquier caso, se convirtió en el primero en la lı́nea de sucesió n al
trono en las circunstancias actuales, y fue empujado al trono por el
Prı́ncipe Heredero Moonmu. No habı́a nada como el matrimonio para
corregir el vertiginoso estado de cosas y fortalecer la solidaridad con la
familia Kwonmunse debido al ascenso de un emperador joven y
desconocido.
Ası́, varias iguras entraron en la lista interna del nuevo emperador con
sus propios objetivos.
*
“su Majestad. Ya que has hecho todo el camino, ¿te gustarı́a llevar a Sura
contigo?
El hombre con su cabello de color claro colgaba con una sonrisa
juguetona. Su piel era tan blanca como una magnolia, y usaba
maquillaje rojo alrededor de sus ojos. Aunque era má s alto que el
emperador y tenı́a un cuerpo majestuoso, sus esplé ndidas decoraciones
no eran para nada incó modas.
“Le traje unos dulces del Oeste que le gustan a Su Majestad”.
Llamó a la corte real y le mostró la caja de celadó n. Estaba lleno de
dulces blancos y esponjosos. Debe haber sido un nombre para algo o
algo.
“¿Qué tal una guarnició n con té para el postre má s tarde?”
Sonrió brillantemente. Con una sola palabra o incluso con una sola risa,
fue su iciente para hundir al paı́s en la ruina. Sin embargo,
contrariamente a su apariencia, que es perfecta para acusarla de ser
una concubina que seduce al emperador, en realidad era la emperatriz
de este paı́s. El jefe del registro interno y el ú nico con idente del
emperador.
Ademá s, é l era el enemigo de una familia noble llamada yo, y yo era el
hijo mayor de Seung-yeon Woo, quien tenı́a el poder de dejar caer
pá jaros. ¿Por qué una persona que habrı́a gobernado el paı́s con artes
marciales y cultura, incluso sin casarse con un emperador joven e
impotente, se atrevió a vestirse y sentarse en el palacio? La respuesta
es só lo para que usted sepa.
“Ya comı́. Dulces tambié n… No tengo pensamientos en este momento.
Tomaré mi corazó n.”
“Si me tratas con tanta dureza, lo siento mucho por ti”.
“emperatriz.”
“¿De verdad vas a ir? ¿Incluso si una linda mascota como esta lo pide?
“¿No es ese el verdadero propó sito de la Emperatriz?”
“Oye, ¿có mo dices eso? Estoy feliz de ver lo que está comiendo Su
Majestad.”
“Comer tendrı́a un signi icado diferente. Esperar lo… ¡Puaj!”
El cuerpo del emperador Yoo Geon fue levantado y colocado en el
regazo de la emperatriz. Contrariamente a su expresió n lamentable, sus
antebrazos, que estaban cubiertos por las mangas de la ropa azul cielo,
eran increı́blemente fuertes.
“¿Entonces te gustarı́a algo má s? Oeste.”
Una voz baja y cá lida susurró un nombre informal. Una gran cosa se
retorció debajo de las nalgas de Yoo Gun. Era de un tamañ o horrendo
que no le quedaba bien a una prenda de seda con inos bordados.
De vez en cuando, Shinje levanta el azul con una sensació n de
intimidació n espeluznante en palabras suaves. No, yo doy ó rdenes.
Aunque fue Yoo Geon quien claramente tenı́a una ventaja nominal.
Cuanto má s te resistas, má s difı́cil será .
Yoo Gun suspiró y relajó su cuerpo. Shinje sonrió como una lor y puso
su mano sobre su ropa. Parece que está mal ver una aventura por la
mañ ana.
*
Al enterarse de que el emperador se habı́a quedado en el palacio de la
concubina toda la mañ ana, otras concubinas atacaron. Estaba
disfrutando de un breve descanso despué s de leer los rumores hasta
que se le cayeron los ojos. Piel bellamente bronceada, cabello negro
atado y ropa sencilla que usan los o iciales militares. Parecı́a má s un
guerrero protegiendo a la concubina que una concubina.
“Oye, Baekyu… ¡No, Su Majestad! Se suponı́a que ibas a almorzar
conmigo. ¿Por qué no viniste?”
“Lamento no haber cumplido mi promesa, Yoon Bi. Sin embargo.”
“¿Qué clase de respeto hay entre nosotros? Desagradable. Llá mame
chan hyung O hablar a medias en absoluto.
“… .”
“De nuevo, ¿dijiste que Woo Shinjae te sedujo y te atrapó ?”
Un hombre con un fı́sico fuerte lo golpeó ferozmente y sostuvo a Yoo
Geon en un instante con un brazo. Juntó sus mejillas con su mano
grande y frunció el ceñ o por un momento, luego la bajó como si su ira
hubiera disminuido.
“Su Majestad, ¿ni siquiera tiene un valle? ¿No se derrumba esa
abominació n cada vez que coquetea con é l? ¿No aceptas todo lo que
pretende ser bonito y modesto?
No es su iciente decir el nombre del emperador sin dudarlo y decir
tonterı́as, incluso los levanta a voluntad. Era un delito grave que te
voları́a la garganta de inmediato. Sin embargo, Chan solo habla con
ellos dos sin dudarlo, y no puede ser disciplinado formalmente porque
usa su nombre má s honorable y habla en voz alta en otros lugares.
Ademá s, Chan era la concubina de Yoo Geon y el prı́ncipe del imperio
vecino. A diferencia de este paı́s, que no ha sido nombrado por un
tiempo, su paı́s alguna vez fue tan poderoso que incluso superó la
uni icació n del continente.
Cuando eran jó venes, a menudo se reunı́an en conversaciones entre los
dos paı́ses. Chan era mayor que Yoo Geon y que el prı́ncipe heredero
Hee Sung, por lo que para é l, Yoo Geon era solo un niñ o pequeñ o y
directo del paı́s vecino que no sabı́a lo que estaba pensando. Pero va a
ser ası́. La vida es tan cruel
“Si renuncias a la Lucha Imperial y te casas con un paı́s extranjero,
pensé que no tendrı́as que ver los enredos furtivos. ¿Pero ese bastardo
está realmente aquı́?
“¿Una serpiente?”
“Una emperatriz atractiva”.
Es como entrar en la guarida de una serpiente para evitar serpientes.
Incluso la serpiente seduce suavemente y se come a un niñ o pequeñ o
que no sabe nada. Si hubiera sabido que este serı́a el caso, hubiera
llamado a Yoo Geon a su paı́s y le hubiera dado la bienvenida como su
compañ ero.
“Entonces, ¿por qué no te quedaste allı́?”
“El hecho de que sea un prı́ncipe que ha sido expulsado de la sucesió n
durante mucho tiempo es realmente muy feroz. Tú tambié n lo sabes.
Incluso si eres demasiado bueno, mueres porque les pareces odioso a
tus hermanos, y mueres incluso si eres demasiado malo. Por lo tanto… .”
La tú nica larga se levantó y la mano que se habı́a deslizado lentamente
la agarró por la cadera. Yoo Geon respiró sin aliento.
“Solo estoy aquı́ para ser tu semental”.
De ninguna manera… ¿Quizá s otra vez? ¿Ha pasado un tiempo desde
que has sido atormentado por un dios? El rostro de Yu-Gun se puso
blanco. Chan asomó la cabeza hasta donde le alcanzaba la punta de la
nariz y sonrió .
“Estamos aburridos, entonces, ¿hacemos un nieto, Su Majestad?”
*
“¡Necesito una pelea!”
Cuando pregunté si habı́a algo que quisiera o necesitara, la respuesta
que obtuve fue esta. Despué s de un momento de silencio, preguntó Yoo
Geon.
“¿Qué ?”
“¿Dices que la sangre y el viento soplan todos los dı́as en la concubina?
Desde que entré al palacio, he estado durmiendo a la espera de que
lleguen los asesinos o de que el veneno se mezcle con mi arroz, pero no
pasa nada, ası́ que no tengo ganas de comer. Cavo en el patio delantero
todos los dı́as para ver si hay ratones muertos o muñ ecos malditos
enterrados allı́”.
“kwonbin. La broma es demasiado.
“Oh, Su Majestad, tambié n. ¿Cuá nto tiempo vas a usar un nombre tan
duro? Por favor, llá mame Hee-soo”.
Hee-soo sonrió dulcemente y se sentó cerca de Yu-gun y se cruzó de
brazos. De acuerdo con el movimiento, la horquilla de mariposa en la
cabeza, el soporte de rubı́ en la espalda y el tocado hecho de plumas de
martı́n pescador revolotearon. No hay nada que no sea deslumbrante.
Si la emperatriz usa principalmente ropa elegante pero digna,
considerando su edad y estatus, Hee-soo no tiene nada que ver con eso,
y simplemente la decora con todo tipo de colores y patrones segú n su
gusto. Ambos son caros de ver. Si sumas todo lo que usas, podrá s vivir
có modamente en un palacio.
“¿Qué pasa con las joyas o los libros? Tambié n puede pedir ropa nueva
para su dormitorio. ¿Hay algo má s que quieras comer estos dı́as?
“¿sı́? ¿Tengo que pedirle a Su Majestad que compre algo tan pequeñ o?
Hee-soo abrió los ojos y preguntó . Era el hijo menor del coloso má s
caro del zodiaco. Hay una ané cdota famosa que, desde niñ o, jugaba con
joyas y jugaba con lingotes de oro en lugar de peonza.
“Si le pones una letra a la saga, puedes tener cualquier nú mero de esas
cosas. Ni siquiera necesitas tocar el dinero. Má s bien, Su Majestad,
¿cuá ndo comenzará la lucha contra el cá ncer? ¿mañ ana? ¿la pró xima
semana? ¿pró ximo mes?”
“Amigo, ¿no has leı́do demasiadas novelas de la corte?”
Yoo Gun presionó su sien con irmeza. Ahora que he encontrado un
lugar para mi joven y linda concubina, todas mis preocupaciones y
preocupaciones deben desaparecer.
“Soy Hee-soo, el má s lindo de Su Majestad. Desde muy joven, mi
objetivo era convertirme en la amante del Emperador”.
“¿No quieres aumentar la calidad aú n má s?”
“¡No! En particular, odio má s a Jeongsil. No es divertido y es solo un
dolor en el trasero. Quiero hacer que mis majestuosas decoraciones se
vean lindas y que mi majestad se vea bonita, y cada vez que me aburro,
quiero vivir una vida chupando miel arrancando a otras concubinas por
el cabello”.
“¿Qué signi ica chupar miel? … No, funcionó . Pareces entender, ası́ que
no te molestes en explicar.
“La Emperatriz es má s una pelea que una pelea oscura, a la Emperatriz
Viuda no le importa mucho esto o aquello, y los puñ os de Rain Rain
Mama van por delante de su cabeza, ¿no es ası́? Estoy muy aburrido
porque no hay rival con quien competir”.
Los ojos redondos de Hee-soo brillaron como si tuviera una buena idea.
“¡Ya ve, Su Majestad!”
“¿Por qué otra vez?”
“¿Qué tal si traemos má s concubinas? Elı́jalos como personas celosas,
con buen cabello y llenas de veneno. No es divertido si mueres pronto,
ası́ que espero que te canses del nombre”.
Hee-soo coqueteó con los brazos de Yoo-geon con una voz encantadora
como la de un pajarito. Pero el contenido de esas palabras no era dulce
en lo má s mı́nimo. Incluso el cuerpo que venı́a con el ancho era tan
fuerte como el de Yoo Geon. Yoo Geon le dio unas palmaditas en la
espalda bruscamente y volvió la mirada hacia el techo.
“… .”
¿Qué diablos cometió en su vida anterior para que todas sus concubinas
se vieran ası́? Mis ojos estaban borrosos.
*
Esa noche. Yoo Geon ignoró el consejo del informante de dar la vuelta a
la cubierta y luchó por escapar del palacio. Ahora, estaba cansado de
escuchar el sonido de la manecilla de la hora y la fusió n.
Afortunadamente, encontró a la concubina má s sensata y racional entre
los perros.
“¿Ha sucedido algo ası́ alguna vez? Debes ser duro.
Incluso despué s de enterarse del tumultuoso dı́a de Yoo Geon, la otra
parte no respondió en absoluto. Mientras tanto, simplemente vertió
má s alcohol en el vaso con una breve respuesta.
“Sı́. Parece un montó n de cartas para leer, pero se quita todo el dı́a… Oh,
ya es hora.
Yoo Geon no habló y miró por la ventana. Solo habı́a tomado una copa o
dos, pero el cielo ya estaba oscuro.
“Tengo que levantarme.”
“¿Vas a volver?”
“Sı́.”
“¿Te vas a ir a la cama solo ası́?”
“¿Por qué sigues preguntando lo obvio? … . Ah”.
Una mano irme se envolvió alrededor de su hombro y giró su cuerpo.
Un hombre con una atmó sfera limpia y tranquila como un erudito lo
miraba ijamente.
“Incluso si vienes a mi casa a beber, nunca vienes a pasar la noche. No
soy tan hermosa como la Emperatriz, soy mayor que alguien como
Kwon Bin y no me gusta porque no veo mucho”.
“De repente, ¿qué signi ica eso?”
“Su Majestad parece pensar que ni siquiera soy digno de ver a los nietos
imperiales”.
“¿Es posible? Ni siquiera vale la pena.
“despué s… ¿Podrı́as darme tiempo hoy?”
“¿Sı́?”
Gwi-bi Hwang y Tae-in levantaron a Yu-geon con un brazo, como un
gato que no escucha, lo pusieron de lado y se dirigieron a la cama.
Prevalecı́a una sensació n de miedo.
“Oye, detente. Emperatriz viuda, voy a morir.
“No te está s muriendo”.
“Será registrado como un emperador de corta duració n en los libros de
historia por razones absurdas”.
“Espero que lo hagas. ¿Cuá ntas botellas de licor medicinal he subido
hasta ahora? Creo que estará bien ya que hemos agregado
generosamente ingredientes que son buenos para la resistencia y la
fertilidad”.
De alguna manera, cada vez que iba de visita, ¡me daban una botella de
alcohol que olı́a a hierbas medicinales! Yoo Gun tembló con una
sensació n de traició n.
Taein lo empujó hacia la cama y lo subió a la cama. Normalmente no lo
siento porque no hablo con dureza y mantengo la calma, pero cuando
estaba acostado debajo de é l ası́, podı́a sentir claramente la diferencia
en el fı́sico.
Entonces, fuertes pasos se escucharon desde afuera. La puerta se abrió
y Hee-soo entró corriendo con una expresió n llena de traició n.
“¡su Majestad! ¿Por qué está s aquı́? ¡Hoy me tocó a mı́ levantar las
manos!”
“¡A qué tipo de seguridad te atreves a entrar! Sal ahora.”
Taein resopló con fuerza. Justo cuando estaba a punto de llamar a su
sirviente y ordenarle que sacara a Hee-soo, la puerta se abrió de nuevo.
“¿Su Majestad vino a verme porque no pude saludarlo?”
Shinji entró con una sonrisa. Fue un paso natural, como si entrara en su
propio dormitorio. La atmó sfera se volvió aú n má s siniestra.
¡estallido! Esta vez, la hoja de la puerta se desprendió por completo.
Chan declaró abiertamente la guerra con la fuerza de un general que
invadió el campo enemigo.
“Dame Su Majestad. Es mio.”
Yoo Geon estaba en medio de ellos y lo anhelaba. Quiero pasar este
asiento del emperador parecido a un mendigo a cualquiera
rá pidamente y escapar. Heesung falleció repentinamente en primer
lugar, ası́ que lo tomó por su cuenta y nunca lo quiso.
Pero para heredar el trono, primero necesitaban hijos. Para tener hijos,
trabajar duro con ellos… tenı́a que trabajar de noche
“Su Majestad tambié n me amará má s porque soy el má s joven y el má s
burbujeante”.
“¿De qué sirve eso? ¿Solo tienes que con igurarlo bien? Tienes que
tener tamañ o y habilidad, hombre”.
“Si quieres conseguir favores, tienes que empezar por ser bonita,
¿verdad? Es solo que las cosas son realmente ruidosas”.
“¡Y, Taein hyung! El alcohol es, francamente, una falta. No sé si alguien
puede encontrar algo ası́, ası́ que no lo uso”.
“Kwon Hee-soo, lo que está s usando no es alcohol, es una droga”.
Miró hacia el cielo nocturno, escuchando con un oı́do las feroces y
vulgares batallas de las concubinas del emperador de alto rango. Habı́a
tantas estrellas. Era como si el rostro de Heesung pudiera verse a
primera vista entre las estrellas. Pensó con una expresió n cansada.
‘Hermano, ¿por qué me dejaste solo… .’
Parece que pasará mucho tiempo antes de que su deseo se haga
realidad.
〈Corte de estilo oriental AU〉
Observació n
[1] Dante Alighieri, <Nueva canció n>, enviado por Sangwon Seo,
Starbooks, 2019.

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