Lección 4 de 4

¡Lo que es mío, es MÍO!

Enfoque y Doctrina: Avaricia
secuencia

Objetivo de Los Jóvenes entenderán que donde está tu tesoro, ahí estará tu corazón. También
la lección mostraremos cómo dar, ahorrar y gastar.

Versículo Mateo 6:21

para ¿Qué dice nuestro tesoro sobre nuestro corazón?
memorizar
Vale la pena repetir: Dale un sentido espiritual a tu dinero

TEMA: Avaricia: El Dinero es mío.

El dinero se utiliza para casi todo en nuestra sociedad, pero es importante
reconocer que el dinero tiene mucho más potencial que sólo utilizarlo en
nosotros. Aprendamos a quién le pertenece el dinero y cuál es la mejor manera
de darle buen uso, dando un sentido espiritual a tu dinero.

CONTENIDO DE LA LECCIÓN: Dale un sentido espiritual a tu dinero

I. Nada te pertenece (Salmos 24:1)
II. Los tesoros terrenales no perduran (v. 19).
III. Invierte en la eternidad (v. 20-21)
A. Invierte dando en lo eterno.
B. Invierte en lo eterno ahorrando
C. Invierte en lo eterno al gastar sabiamente

LA CONEXIÓN: ¿Cómo puedo darle un sentido espiritual a mi dinero?

El dinero que tienes nunca te perteneció realmente. Fue, es y siempre será
dinero de Dios.
Pregúntate a ti mismo:
• ¿He sido un buen administrador con el dinero de Dios?
• ¿Cuándo fue la última vez que invertí en algo con valor eterno?

LA DECISIÓN: Crea hábitos financieros sabios para no desperdiciar tu dinero.

Tu nivel de mayordomía financiera está definido por tu enfoque: ¿En qué gastas
hoy tu dinero? ¿Estás invirtiendo en el mundo o en lo divino?

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Definiciones Mayordomo: El administrador o superintendente de los recursos y posesiones de
alguien más.

Lista de • Ejemplo de presupuesto para el final de la clase.

cosas • Un PowerPoint para la lección está provista en los Recursos para el
necesarias profesor.

Fuentes de Alcorn, Randy C. The Treasure Principle. Sisters, Or.: Multnomah, 2001. Print.
los Wiersbe, Warren W. The Bible Exposition Commentary. Wheaton, IL: Victor Books,
escritores 1996. Print.
Platt, David. Exalting Jesus in Matthew. Nashville, TN: BH Group, 2013. Print.
Alchin, Linda. “Content of King Tut’s Tomb.” Content of King Tut’s Tomb. N.p., 2
Mar. 2015. Web. 28 Dec. 2015.
Whitney, Lance. “Bill and Melinda Gates Top Forbes List as Most Philanthropic
Americans – CNET.” CNET. N.p., 4 Oct. 2014. Web. 27 Dec. 2015.
https://www.gatesfoundation.org/es/Who-We-Are/General-Information/Foundation-
Factsheet

Tema: Avaricia: El Dinero es mío

Hagamos un pequeño juego. ¿Puede alguno adivinar de qué estoy hablando?

• En 1975, abandonó la universidad de Harvard.
• Durante 2015, su red empresarial valía 80 billones de dólares
• Lideró una iniciativa para que las personas más ricas del mundo donaran la
mitad de su dinero.
• Comenzó una de las mayores compañías de software
Lo adivinaron. La persona a la que me refiero es Bill Gates, el fundador de
Microsoft. A la fecha, tanto él como su esposa han donado alrededor de 30 billones
a la caridad. Su trabajo filantrópico se enfoca en apoyo médico a países en
desarrollo a través de vacunas gratis.

Aun sabiendo que es poco probable que alguno de aquí llegue a ser tan rico como
Bill Gates, creo que podemos estar de acuerdo que sería increíble tener, aunque
fuera un poco de ese dinero, aunque fuera sólo 1 millón de dólares.

• Si Bill Gates te diera 1 millón de dólares, ¿Qué comprarías primero?

Todos aman tener dinero. En nuestra sociedad, el dinero es fundamental para

obtener las cosas que deseamos y necesitamos. Solemos usarlo para comprar
comida o ropa; ambas son necesidades que no podemos ignorar.

El dinero puede traernos muchos beneficios.

• Pero ¿qué daño podría causarnos el dinero?
• ¿Sería capaz el dinero de hacernos algún mal? (Dé a los jóvenes un poco
de tiempo para responder) (Tipo: trate de obtener respuestas más allá de
“Es un problema cuando no hay suficiente dinero”)
No necesito que respondan la siguiente pregunta, pero me gustaría que la
respondieran para ustedes mismos. “La última vez que recibiste un regalo, un pago
o algo de dinero; ¿Qué hiciste con ello?”

• ¿Gastaste todo tu dinero en ti?

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 • ¿Decidiste dar una parte o todo tu dinero?
• ¿Lo ahorraste?
• ¿Debías dinero a alguien y tuviste que usar el dinero para pagar?

El dinero se utiliza para casi todo en nuestra sociedad, pero es importante

reconocer que el dinero tiene mucho más potencial que sólo utilizarlo en nosotros.
Aprendamos a quién le pertenece el dinero y cuál es la mejor manera de darle buen
uso, dando un sentido espiritual a tu dinero.

Contenido de la lección: Dale un sentido espiritual a tu dinero

Abre tu Biblia en Salmos 24:1 (leer)

I. Nada te pertenece (Salmos 24:1)
Pon atención a este versículo. El Rey David escribe este salmo para proclamar
que todo lo que hay en este mundo le pertenece a Dios. De hecho, es muy
obvio. Dios es el Creador de la Tierra, así que, ¿Porque no sería el dueño de
todo lo que hay en ella?

De él son todas las cosas en la Tierra: la gente, los animales, las plantas y el
dinero. Para probar que, de hecho, el dinero es de Dios, vayamos a Hageo 2:8
(leer).

En el tiempo de la reconstrucción del templo del Señor, el mensaje de Dios para

ellos fue que el oro y la plata era de Él. Las personas sentían que ese segundo
templo no era tan impresionante como el que había construido el Rey Salomón,
pero el mensaje que Dios tenía para ellos es que su Gloria era más importante,
no el templo.

En Deuteronomio 8 podemos leer a Dios confrontando a Israel diciéndoles que,

sin Él, ellos habrían muerto en el desierto. Sin Él, ellos no tendrían riquezas ni
la capacidad de ganarlas. Dios estaba mostrando a su gente cuánto los amaba
y se preocupaba por ellos. Los amaba tanto que incluso les dio la habilidad de
obtener dinero a través de Él.

Cuando se trata de dinero, es importante reconocer que, aun cuando esté en

nuestro bolsillo o nuestra cuenta bancaria, le pertenece a Dios. No tendríamos
nada si Él no nos lo hubiera concedido. Nos ha compartido de lo suyo, sólo por
gracia, y nos permitió ser mayordomos de lo suyo. Un mayordomo es el
administrador de los recursos y posesiones de alguien más.

Sorprendentemente nos da la libertad de cómo administrar. Sin embargo,

conforme analizamos dentro de esta situación, veremos que sólo hay un camino
para dar un sentido espiritual a nuestro dinero.

II. Los tesoros Terrenales no perduran (Mateo 6:19).

Todos hemos oído la frase “los diamantes son para siempre”, especialmente
para las fiestas, cuando muchas joyerías venden anillos de compromiso. Es
verdad que los diamantes son el material natural más duro conocido por el
hombre. También es cierto que los buenos diamantes tienen gran valor. Aun
así, esta frase es errónea, ninguna de nuestras posesiones dura para siempre.
Después de la muerte, ninguna de ellas nos acompañará. Puede que un
diamante pase de generación en generación, pero no tiene un valor eterno. Su
valor es meramente temporal, para su administrador temporal.

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 Leamos Mateo 6:19-21.

El versículo 19 nos deja claro que almacenar, adquirir y acaparar posesiones y

dineros aquí en la Tierra es inútil. Hay tantas cosas que pueden arruinar, robar
o destruir tus posesiones, que esta advertencia es prudente.
Pienso que todos podemos recordar la experiencia de comprar o recibir un
regalo, sólo para decepcionarte por alguna situación. Puede que se rompa
mientras abres el paquete, tal vez se perdió, o alguien lo tomó sin permiso,
incluso tal vez después de años de uso se descompone. Eventualmente se
desgasta, rompe, pierde o acaba siendo robado.

La comida caduca. El metal se oxida. La madera se pudre. Las tormentas

destruyen. Los ladrones roban. Las cosas se desgastan después de usarse; a
veces después de muchos años de uso o de mantenerse guardadas, a veces
sucede muy rápido.

Es importante no obsesionarnos en adquirir riqueza, o fijarnos en la de otros,

porque, justo como nosotros, ellos no se las llevarán al morir. Dicen por ahí,
“Nunca verás una mudanza detrás de una carroza fúnebre”. Esto se refiere al
hecho de que nadie, sin importar su fortuna, puede llevarse sus posesiones
después de su muerte.

Nota para Que un joven lea Salmos 49:16-17.

el maestro
Es interesante ver a los egipcios, quienes trataron de hacer esto con sus seres
amados, y más notablemente, con sus faraones. Ellos construyeron enormes
monumentos para sus gobernantes, llenos de oro, gemas, joyería, carros,
muebles, tronos, instrumentos musicales, armas, incluso comida muy refinada.
Siglos después, cuando los arqueólogos descubrieron estas tumbas
encontraron todas estas cosas justo donde los egipcios las dejaron. En algunos
casos, las tumbas eran saqueadas por ladrones. Los fallecidos no eran capaces
de hacer nada con su tesoro porque estaban muertos. Esto puede sonar tonto
porque es muy obvio, pero cuando uno está muerto, las riquezas no le hacen
ningún bien.

Jesús se refirió a la habilidad de los ladrones de robar tus bienes. Nosotros

podríamos pensar en primera instancia de un hombre con pasamontañas
irrumpiendo en una casa o en un banco a robar, algo así como en las películas.
Por otra parte, Cristo no hacía distinción entre lo físico y lo espiritual en sus
parábolas. Él nos da a entender que no sólo podemos ser despojados de
nuestras posesiones, sino que también pueden robarte espiritualmente cuando
nos enfocamos sólo en tener dinero y pertenencias. Por ende, debemos invertir
en la eternidad y dar un sentido espiritual a nuestro dinero.

III. Invierte en la eternidad (Mateo 6:20-21).

Ya debes haberte dado cuenta que tener propiedades o mucho dinero en la
tierra sólo produce resultados temporales, así que debemos preguntarnos
“¿Qué podemos hacer con el dinero que Dios nos da para administrar?” Las
palabras de Jesús en los versículos 20 y 21 nos dan esa respuesta.

Nota para Releer Mateo 6:20-21.

el maestro
La exhortación de Cristo para nosotros es enfocarnos en lo eterno, en una
inversión a largo plazo. Es crucial reconocer que esta forma de vida va contra la
cultura actual, incluso contra la naturaleza humana.
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Piensa un momento en cómo Apple hace marketing. Sus videos promocionales
nos muestran felicidad, creatividad, libertad; y por supuesto, el nuevo y
mejorado iPhone o iPad. Nos mandan mensajes subliminales, haciéndonos
creer que seremos más felices, creativos y más populares si compramos su
más nuevo artefacto.

Claro, algunas veces esto puede ser cierto. Puede que te sientas menos
frustrado con un nuevo celular que con uno de hace muchos años, puede que
sea genial que seas uno de los primeros en conseguirlo, además de la emoción
de recibir un nuevo teléfono. ¿El lado malo? Tú o tus padres pagaron miles de
pesos en un dispositivo, sólo para invertir en algo temporal.

Ahora, ¿Es malo tener cosas nuevas, o muy buenas?, ¡Claro que no! Lo que es
importante es no sacrificar inversiones eternas motivado por siempre tener los
último y más caro del momento. Es importante aprender a tener un balance.
Parte de la clave para ser un buen administrador es el balance.
• Así que, déjame preguntarte, “¿Qué piensas que significa, invertir en tu
eternidad?” (Da a los jóvenes tiempo para responder)

Enfocándonos en el reino de Dios, mostrar que tu corazón no piensa en ti

mismo ni en lo que tienes, sino en el evangelio de Cristo. Dar un sentido
espiritual a tu dinero es dar de lo que tienes para que la obra del evangelio siga
esparciéndose.

A. a. Invierte dando en lo eterno

Aquí hay algunas formas muy prácticas en las que puedes dar:
• Da a tu Iglesia local: Esto ayuda a fundar ministerios, apoyar para sueldos
pastorales y dar mantenimiento al local.
• Da a misioneros y misiones: Hay muchos misioneros alrededor del mundo
compartiendo el mensaje de Jesús. Puedes ofrendar a uno que conoces, o
preguntar en tu congregación sobre alguno que conozcan.
• Da a quien más lo necesita: No siempre son la gente de la calle que
necesitan más ayuda. Muchas veces las personas con más necesidad están
justo frente a nosotros. Hay muchas causas para las que podemos aportar
como apadrinar niños o proveer agua potable a lugares remotos, sin
embargo, también pensar en las necesidades de nuestros hermanos de
iglesia o incluso de otras iglesias. Tú puedes marcar la diferencia.

2 de Corintios 9:7 nos explica la actitud correcta al momento de dar. (Leer)

Algunas palabras que resaltan del versículo son “propuso”, “alegre” y “dador”.
Hablando del cumplimiento de la ley, Jesús no está interesado en el porcentaje
exacto que damos, sino en la actitud con la que damos. Verás, como los
cristianos somos transformados para ser cada día más cercanos a la imagen de
Cristo, nuestra visión y opinión acerca de las “cosas” deben empezar a cambiar.
Nuestros corazones cada día deben estar menos en las cosas materiales, y
cada vez más en impactar las vidas de otros; sabiendo que esto sólo puede
ocurrir con el Evangelio de Jesucristo.

La verdad es que cuando devolvemos de lo que nos da el Señor a través de dar

a la iglesia, a misiones o ayudando a otros, estamos invirtiendo en la eternidad.
Una inversión que ni las polillas, ni el orín, ni el óxido, ni los ladrones, ni nada

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podrá destruirlo. Esta inversión eterna complace al Señor, es un simple acto de
adoración. Dar es una forma de agradecer a Dios por todas las bendiciones que
nos da, es una forma de dar sentido espiritual a tu dinero y una gran inversión
cuando se hace con la actitud correcta.

Mateo 6:21 nos recuerda cosas importantes que debemos tener en mente.
Nuestros tesoros muestran a nosotros mismos, y a los demás, qué es lo más
valioso para cada uno.

• ¿Constantemente tengo que renovar mi guardarropa con cosas nuevas?

• ¿Me gasto el dinero justo en el momento que llega a mi bolsillo?

Si dijiste que sí a alguna de estas dos preguntas, tu corazón probablemente

esté más enfocado en los placeres de este mundo.

Tus tesoros terrenales muestran el deseo de tu corazón. Conforme aprendas a

dar e invertir en la eternidad, tu corazón comenzará a cambiar. Tu nueva
motivación será adorar al Señor siendo un buen administrador.

B. Invierte en lo eterno ahorrando

Ahorrar para el futuro tiene muchos beneficios, más notablemente, el hecho
de que estás preparado para cualquier contratiempo. Proverbios 6:6-8 nos
dice que hasta las hormigas guardan para el futuro. Ellas guardan comida
cuando hay mucha, así cuando llega el invierno y escasea la comida ellas
no tengan que sufrir de hambre. No sabemos qué nos depara el futuro, pero
podemos estar seguros de que ahorrando, incluso cuando no tenemos
mucho para iniciar, implica prepararnos financieramente para lo
desconocido del futuro. Desarrollar hábitos de ahorro le da un sentido
espiritual a tu dinero.

Curiosamente, al ahorrar, nos equipamos a nosotros mismos para poder ser

dadores generosos. Si constantemente nos deshacemos del dinero que llega a
nosotros, será difícil comenzar a ahorrar. Cuando planeamos financieramente,
estamos formando un plan de acción para nuestro dinero.

Ser sabio con nuestro dinero implica dar, ahorrar y claramente gastar. La clave
es cómo gastamos. Dave Ramsey dijo “Una definición de madurez es aprender
a retrasar tu placer. Los niños hacen lo que se siente bien; los adultos idean un
plan y lo ejecutan.” (Repita la frase si es necesario, para énfasis)

Como mayordomos, cuando aprendemos a dar y guardar apropiadamente,

también debemos encontrar la manera de gastar el dinero que Dios nos ha
confiado.

C. Invierte en lo eterno al gastar sabiamente

Dar y ahorrar es importante, pero además debemos aprender cómo gastar
el dinero de acuerdo con la voluntad de Dios. Un corazón transformado por
el Señor puede comprar ropa nueva, gastar el dinero en cosas, sin
embargo, la motivación detrás de cada decisión que toma cambia de
acuerdo con su corazón. No debemos obtener nuestra identidad de las
cosas que compramos; nuestra identidad está en Cristo, y compramos
según nuestras necesidades.

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 Vivimos en un mundo que te orilla a tener tarjetas de crédito, y generar
deuda. Es divertido gastar dinero que no tenemos.

Gastar con el corazón de Dios es gastar dentro de tus posibilidades, gastar de lo

que te queda después de cubrir tus responsabilidades. No gastar en impulsos o por
simple popularidad, pero aprender a pensar en nuestro dinero como una forma de
dar gloria a Dios con nuestras decisiones, hacer un presupuesto es una buena
manera de poner esto en práctica.

Más tarde, en grupos pequeños, se te entregará un ejemplo de un presupuesto,

para que puedas planear tus gastos. Es una de las claves para comenzar a ser
sabio en el dinero que Dios te ha confiado para que administres. Un presupuesto es
un mapa para que planees como gastarás tu dinero cada mes, te ayuda a darle un
sentido espiritual a tu dinero. De esta forma planeas tus ingresos, tus ahorros, tus
gastos y donaciones. Esto te asegura que al final del mes tendrás suficiente para
todo lo que necesites, y más importante aún, que estás devolviendo al Señor de lo
que te dio para administrar.

La conexión: ¿Cómo puedo darle un sentido espiritual a mi dinero?

Es verdad, nosotros disfrutamos cuando tenemos dinero. Es esencial para vivir en

este mundo. Lo necesitamos para nuestro día a día, y para obtener cosas que nos
hagan sentir cómodos.

Nos frustramos por no tener lo que queremos, puede que lo hayamos perdido, o tal
vez que nunca lo tuvimos.

• ¿Alguna vez te has acercado a alguien sólo para sentirte cerca de alguna
cosa que deseas?
• ¿Ser su amigo te permitió tener lo que deseabas?
• Cuando estás con tus amigos ¿Piensas en las cosas que ellos tienen y que
tú no?
• ¿Qué les has envidiado?

La avaricia puede consumir a cualquiera; hasta el punto de que todos sus

pensamientos giraban alrededor de lo material.

Pregúntate a ti mismo:
• ¿Soy una persona codiciosa?
• ¿Qué muestran mis últimas adquisiciones sobre mi corazón?
• Además de ocasiones especiales (cumpleaños y Navidad, por ejemplo),
¿Cuándo fue la última vez que gastaste tu dinero para suplir la necesidad de
alguien más?

¿Recuerdas cómo Bill Gates ha dado más de 30 billones a la caridad? Gates no es

ni siquiera cristiano y aun así entiende el valor de ayudar a las necesidades de
otros. Tenemos que entender que en la vida no sólo existo “YO”. Pero también
debemos reconocer que hay una diferencia entre simplemente ser caritativo a
realmente invertir en la eternidad. El bien que ha hecho Bill Gates no tiene ningún
impacto en la eternidad.

El dinero que tienes nunca te perteneció realmente. Fue, es y siempre será dinero
de Dios.
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 Pregúntate a ti mismo:
• ¿He sido un buen administrador con el dinero de Dios?
• ¿Cuándo fue la última vez que invertí en algo con valor eterno?

Sólo por el hecho de que no usaste tu dinero sabiamente en el pasado, no significa

que no puedas comenzarlo justo ahora, no pierdas la oportunidad. Dale a tu dinero
un sentido espiritual: sé un buen administrador de las cosas que Dios te da.

La decisión: Crea hábitos financieros sabios para no desperdiciar tu dinero.

Hoy aprendimos cómo darle un sentido espiritual a tu dinero. Tu nivel de

mayordomía financiera está definido por tu enfoque: ¿En qué gastas hoy tu dinero?
¿Estás invirtiendo en el mundo o en lo divino?

Quiero retarte a que decidas entregar tus disposiciones y opiniones acerca del
dinero para el Señor. Escoge aceptar la verdad de que todo en este mundo le
pertenece al Señor, incluso lo que reconoces como tuyo.

¿Estás dispuesto a invertir en la eternidad? Escoge voluntariamente dejar del lado

las cosas que deseas, entendiendo que, sacrificándolas ahora, tendrás más
impacto utilizándolo para la gloria de Dios. Toma un momento para comprometerte
con Dios, con relación a tu dinero.

(Da unos momentos para permitir a los jóvenes hablar con Dios sobre su
compromiso).

Finalmente, hablemos sobre la planeación: crear un plan escrito para cómo gastar
el dinero que ganas cada mes. Dónde y cómo lo gastarás depende de ti, pero
necesitas crear un plan teniendo muy claro cuánto quieres dar (invertir en la
eternidad), ahorrar (invertir para el futuro), y gastar (invertir para el presente). Ahora
hagamos pequeños grupos para trabajar con su líder de equipo y crear su propio
presupuesto personal.

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