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Tema I.

Digitalización del Sistema Financiero


 
I.I       Introducción a los cambios digitales en el Sistema Financiero
Antecedentes históricos
Los registros de la primera moneda utilizada como medio de transacción y
producto de atesoramiento se encuentran en el Reino de Lidia (siglo VII a.C.), situado en
el extremo oeste de la Península de Anatolia (actual Turquía), lugar en que convergen las
aguas del Mar Negro, Egeo y Mediterráneo. Aquella moneda estaba compuesta por una
aleación de oro y plata, su peso no superaba los 5 gramos, y llevaba por
nombre estatero (denominación adoptada por naciones griegas y de la región mediterránea
durante varios siglos, hasta la expansión de Roma y la llegada del denario) poseyendo en
sus inicios una vista poco simétrica debido a su artesanal acuñación.
En el caso de México, durante periodo prehispánico el cacao solía utilizarse como
medida de intercambio comercial, la primera casa de moneda en el territorio fue 1535
ya durante el período colonial, siendo la primer moneda acuñada el real de 8, la cual
sería difundida y aceptada en territorios españoles a lo largo del Continente Americano, así
como en algunos centros comerciales localizados en la región Asia Pacífico.
Desde aquellas épocas en las que a
menudo los hechos se confunden con las
leyendas, el dinero y las transacciones
han evolucionado a fin de facilitar los
flujos comerciales, mejorar la
portabilidad y estandarizar las
transacciones. En los últimos años,
nuevas formas de pago han emergido de
la mano de la digitalización del sistema
financiero de acuerdo a las dinámicas
aceleradas de desarrollo y de inclusión
tecnológica en torno a todas las partes de
la vida, así como del manejo de los
recursos. La adopción de tecnologías
para facilitar y hacer más seguras las
transacciones es un fenómeno añejo, que
sin embargo, se mantiene en movimiento y
continúa generando expectativas.
El avance vertiginoso de las tecnologías ha hecho posible la expansión económica y la
inclusión financiera sistemática y generacional a través de la implementación de
mecanismos que permiten realizar transacciones de dinero de forma, rápida, segura,
sin necesidad de estar en una sucursal bancaria o de intermediarios, sin importar la
distancias entre remitentes y destinatarios, las fronteras o los husos horarios, todo al
alcance de la palma de la mano, siempre y cuando se cuente con conexión a internet.

 
Las Tecnologías Adaptadas a las Finanzas (Finance Technology -  FinTech), son
un espejo del desarrollo tecnológico en el
mundo y son resultado de la
competencia en el marco de la
innovación de distintas compañías
distribuidas en todo el planeta;
la innovación ha sido siempre el
lenguaje del desarrollo, la interminable
búsqueda por parte de financieras y bancos
ha entrado en un sendero en el cual la
única dirección es encontrar nuevos productos, formas de pago y otras novedades
derivadas del avance tecnológico.
Entre las principales innovaciones que han ganado terreno a medida que han llegado a
más países y han acumulado un mayor número de usuarios, el uso de “wereables”, que
pueden tener la forma de una pulsera o cualquier accesorio de vestir que funciona como un
dispositivo de pago, eliminando así la necesidad de llevar consigo una cartera o dinero en
efectivo de tal forma que previene olvidos, pérdidas y robos de objetos de valor.
 
Por otro lado, los pagos automáticos se han convertido en una herramienta cada vez
más popular, aquellos Usuarios que se encuentren familiarizados con las nuevas
aplicaciones de transporte de pasajeros, saben que no es necesario hacer uso de una
tarjeta o efectivo, simplemente se les aplica el cargo y posteriormente a la contratación del
servicio, se refleja con algún tipo de notificación. Próximamente, este sistema podría
emigrar a todo tipo de establecimientos como restaurantes, cafeterías o cualquier
establecimiento, de tal forma que la gente ya no requerirá realizar pagos, podrá levantarse e
irse del local y posteriormente recibir la notificación del cargo por el consumo realizado en
su dispositivo móvil.
La tendencia del uso del efectivo en el
mundo se mantiene a la baja, tras la
masificación del uso de dispositivos
conectados a redes móviles o incluso fijas
ha sido un punto de quiebre en la forma de
comprender los sistemas de pago y
representan también una oportunidad para
elevar los indicadores de inclusión
financiera.
 
En México el Sistema de Pagos Electrónicos
Interbancarios (SPEI), desde su presentación ha tenido
una gran aceptación entre el público en general, año con
año ha incrementado el número de transacciones, pues el
sistema ha logrado superar la barrera a de la
desconfianza al brindar un sistema capaz de procesar
transferencias de forma inmediata, 24 horas al día, 365
días al año, sin necesidad de efectivo o tarjeta bancaria, de
forma confiable.
Más recientemente surgió el CoDi como una extensión del
SPEI, añadiendo la lectura de códigos QR
(Quickly Response) y la tecnología NFC (Near-
field Communication), que permite que las transacciones
se realicen con la aproximación física del dispositivo
móvil al Punto de Venta, igualmente prescindiendo del
efectivo o tarjeta.

El Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), ha tenido una gran


aceptación, brinda un sistema capaz de procesar transferencias de forma inmediata,
24 horas al día, 365 días al año.

El CoDi surge como una extensión del SPEI, este sistema implementa la lectura de
códigos QR (Quickly Response) y la tecnología NFC (Near-field Communication),
esto permite que las transacciones se realicen con la aproximación física del
dispositivo móvil al Punto de venta.

 
Ambos medios de pago serán tratados con
mayor detalle más adelante.
La competencia entre las compañías en torno
a la innovación ha creado un escenario en el
que los usuarios del sistema financiero
serán beneficiados, en pocos años estarán
disponibles nuevas formas de pago,
encaminados a proveer comodidad y
seguridad.

La circunstancia de México respecto al mundo


en cuanto a los avances en la digitalización de
los medios de pago, de la operación bancaria y financiera en general, así como del
desarrollo y aplicación de los términos regulatorios, es de rezago, lo cual es
también resultado de predisposiciones históricas por lo menos derivado de tres factores
fundamentales:
●       El primero es un historial de
bajos porcentajes de inclusión
financiera y por supuesto
de resistencia o recelo sistémico
al uso de nuevos
mecanismos y herramientas
digitales para gestionar los
recursos por medio de
herramientas tecnológicas.
●       El segundo punto corresponde a
procesos regulatorios
deficientes y
●       El tercero a la falta de incentivos
para la adopción, por parte de los Usuarios, para realizar o recibir
transacciones, lo cual también, en parte, es un efecto colateral de los bajos índices
que se reportan en el ámbito de la Educación Financiera vistos en el Módulo I.

 
I.II       Panorama actual del Sistema Financiero digital
En los últimos años el fenómeno de la globalización e interdependencia económica ha
sido catalizado por la revolución en las comunicaciones y en la forma en la que estas han
modificado las interacciones entre individuos y las instituciones o incluso
las interacciones de estos dentro de la aldea global.
 
Las nuevas dinámicas sociales han provocado la adopción de nuevas tendencias en los
flujos económicos, cambiando el consumo y los métodos de producción. El viraje a
las tecnologías y a la digitalización en los servicios financieros ha sido un fenómeno de
doble filo, por un lado, representa una ventana de oportunidad para
consolidar programas de inclusión financiera y bancarización de la población; por otro
lado, sugiere la aparición de nuevos riesgos. 
 
Estos riesgos pueden provenir principalmente de dos frentes, el primero se relaciona a la
exposición de una mayoría poblacional carente de nociones financieras, con fuente en
el desconocimiento de elementos básicos del sistema, que permitirían
elaborar comparaciones en la oferta bancaria, conocer las conveniencias de la inclusión
financiera o simplemente tomar mejores decisiones en relación al gasto realizado o en
el ahorro; el segundo, es la aparición de nuevos delitos en un contexto en el que la
población es altamente vulnerable por la misma desinformación, circunstancia que puede
prestarse para la aparición de abusos del propio sistema financiero.
 
No basta con ofrecer los contenidos educativos y actualizados sobre el sistema financiero al
alcance de la población, las políticas públicas que se tracen deben estar orientadas a
superar las brechas del aprendizaje que puedan existir en cada segmento de la
población; en el caso de las clases medias pueden enfocarse a mejorar el manejo de las
finanzas personales; en las personas de bajos ingresos en que participen en el sistema
financiero. El conocimiento empodera a las sociedades en una economía nacional
necesitada de generar capacidades que aporten a la estabilidad económica nacional, lo
cual obtiene mayor relevancia cuando el contexto económico y político internacional
se encuentra poblado de incertidumbres.
 
La bancarización es una preocupación que involucra a todos los actores implicados en
el ecosistema económico, por lo que se deben estudiar y desarrollar soluciones realistas
en ejecución, orientadas a corresponder necesidades de la población, relacionadas al
desarrollo económico y social, así como garantizar que éstas se ciñan a la normatividad
vigente.
 
La Educación Financiera permite a los individuos mejorar la comprensión de
conceptos, productos y servicios, lo que puede prevenir el fraude o problemáticas y
malos entendidos con las instituciones financieras. Una mayor Educación Financiera
permite tomar decisiones más informadas según las circunstancias, evitando así
situaciones indeseables derivadas del endeudamiento o de posiciones de riesgo que
pudieron ser evitadas y que pueden llegar a comprometer patrimonios o el
aseguramiento de las necesidades básicas.
 
 
Es por ello que la Educación
Financiera debe crecer y
diversificarse con la misma velocidad con
la que las tecnologías han sido adoptadas
como vehículos de los servicios
financieros, la transformación
productiva demanda una mayor
participación de la población, el sanear
las finanzas individuales con
capacidades y conocimientos que brinden
mejores oportunidades individualmente, es
un objetivo cuya consecución sumará a
la salud macroeconómica, lo cual es un
reto observable a nivel global.
 
Las dificultades económicas son una realidad constante en el sistema financiero, las
incertidumbres de orden global se reflejan en las actividades económicas en todos los
sectores productivos, en las fluctuaciones cambiarias, en la inflación, entre otros
elementos que afectan positiva o negativamente la vida de las personas. A veces las
afectaciones pasan desapercibidas como es el caso de las variables económicas estacionales
y en otras ocasiones son bastante perceptibles, el mejor referente de ello es la crisis
inmobiliaria y financiera de 2008 y las recesiones que derivó, hechos que han demostrado
la importancia de la conciencia sobre las finanzas personales, que hacen que nos
replanteemos ¿qué pudo ser distinto? ¿La conciencia colectiva del sistema financiero pudo
prevenir o aminorar los efectos nocivos de la recesión?

 
La Educación Financiera permite a los individuos mejorar la comprensión de
conceptos, productos y servicios, lo que puede prevenir problemáticas y malos
entendidos con las instituciones financieras. Una mayor Educación Financiera
permite tomar decisiones informadas según las circunstancias, evitando así
situaciones indeseables derivadas del endeudamiento o de posiciones de riesgo que
pudieron ser evitadas y que pueden llegar a comprometer el patrimonio, incluso el
garantizar la cobertura de las necesidades básicas.

 
Tras la independencia de las 13 Colonias americanas en 1787, John Adams (1735-1826)
comentaba que una de las causas de la compleja situación económica era “la  ignorancia
sobre la naturaleza y circulación de la moneda, así como del crédito”, en la actualidad el
desconocimiento generalizado en México como en otros países, continúa siendo una
problemática con una fuerte y negativa incidencia en la economía del país, sin embargo, la
Educación Financiera puede abordarse desde dos lentes, el primero referente a una
respuesta a las crisis sociales en el presente y el segundo corresponde a la prevención, en
el que la inclusión financiera puede concebirse como un generador de certidumbre
económica para el futuro, en el entendido de que una mayor bancarización representa a
grandes rasgos una mejor distribución del egreso y un mayor bienestar económico en la
población, acciones que pueden verse fortalecidas exponencialmente gracias a la inclusión
tecnológica en la era de las comunicaciones.
 
 
¿En dónde estamos?
 
La actualidad se vincula a un momento de cambio respecto de las naturalidades y los vicios
capitalistas que se consolidaron
globalmente al final de la Guerra Fría, en
gran medida propiciado por el rechazo
social y político de las ciudadanías del
mundo a las malas prácticas que
aumentaron la desigualdad y determinaron
a grandes sectores poblacionales,
distanciarse de las posibilidades de contar
con condiciones para mejorar su nivel de
vida, siendo estas situaciones
especialmente graves en países en vías de
desarrollo, como el caso de México y de
Latinoamérica.
 
Algunos datos de la CONDUSEF
reportados en enero de 2019 y de la
Oficina de  Información Científica y
Tecnológica para el Congreso de la Unión en julio de 2018 son útiles para plantear un
análisis general de la situación en México:
 
▪                     Únicamente el 32% de los adultos tiene cultura básica en materia financiera.
▪                      
Diseño El 100% del pastel solo se toma 32% cultura básica Educación Financiera 
▪                     Los jóvenes tienen mayor acceso a servicios y productos financieros gracias a las
tecnologías digitales.
▪                     Acceso a los servicios y productos financieros
▪                     16.4% de los mexicanos maneja un crédito formal.
▪                     52.4% de los mexicanos no tenía cuenta de ahorro para el retiro AFORE.
▪                     50% de los mexicanos no sabe a qué instancia acudir para presentar quejas con
relación a productos financieros.
▪                     90.4% de los casos, los padres fueron quienes enseñaron el ahorro, contra 7.8%
de las escuelas o los profesores.
▪                     Sólo el 44.4% de los mexicanos puede afrontar imprevistos con sus ahorros.
▪                     9 de cada 10 mexicanos utilizan el efectivo para efectuar pagos, aun cuando
tengan tarjeta de nómina.
▪                     El 16.2% de los cuentahabientes tiene contratados servicios de banca por
internet.
▪                     1 de cada 10 mexicanos cuenta con el servicio de banca por celular.
 
Para mejorar estos indicadores, la estrategia de bancarización debe tener tres focos de
atención:
 
 
●       El primero de ellos reside en aumentar la inclusión al sistema financiero a fin de
incrementar la proporción de la población con acceso a los servicios financieros,
promoviendo en este segmento poblacional la generación de mejores hábitos
 
●       El segundo refiere
a incrementar los conocimientos
de quienes ya cuentan con estos
servicios, de manera que sea
posible aprovechar de mejor forma
los servicios disponibles,
generando en ambos casos cultura
de planeación y administración de
recursos,
●       El tercero representa
el aprovechamiento de la
infraestructura así como de las
tecnologías
disponibles, proveyendo también
a esta vertiente de regulaciones pero también de incentivos.
Si las restricciones financieras afectan a un sector de la población rezagado
económicamente, la reducción de éstas podría generar el acceso de estos grupos a mejores
oportunidades de inclusión y crecimiento.
 

Solo 16.4% de los mexicanos maneja un crédito formal y el 52.4% de los mexicanos no
tenía cuenta de ahorro para el retiro AFORE, además que el 50% de la población
encuestada no sabe a qué instancia acudir para presentar quejas en relación con
productos o servicios financieros. En el 90.4% de los casos, los padres fueron quienes
enseñaron a ahorrar, el 7.8% aprendió a ahorrar en las escuelas o de los profesores.

Problemáticas

La principal razón para delimitar las políticas públicas en materia de educación


financiera, parte de focalizarse en una implementación prevista para el corto plazo y la
obtención de resultados en largo plazo; para este cometido, no existen atajos cuando
el objetivo es lograr la estabilidad financiera y una mayor inclusión.

Los nuevos esfuerzos para fomentar la bancarización deben tener como columna vertebral
la difusión de información, ya sea a través de talleres en segmentos poblacionales más
vulnerables, en campañas publicitarias y la invitación a la oferta bancaria para que estudie
sus modelos de operación a fin de que esté en posibilidades de ofrecer servicios y productos
más accesibles.

Evitándose en todos los casos las políticas que promuevan o generen la obligatoriedad de
contratación de algún servicio, la libre voluntad y el acercamiento de la población debe
prevalecer como el motor de la bancarización; de lo contrario la brecha de la desconfianza
en los servicios financieros y más aún en los mecanismos digitales como las bancas por
internet, será más grande.

Se debe tomar en cuenta


que muchas de las
fórmulas encontradas en
las buenas prácticas
internacionales
relacionadas a la
bancarización son
importantes, pues reflejan
la realidad de un contexto
más amplio, las
características
socioeconómicas de la
población mexicana
impiden que sea posible
igualar esas prácticas.
La diversidad del país sugiere la implementación de políticas públicas locales para
incrementar los efectos positivos, por lo cual es imprescindible contar con la cooperación
de gobiernos y autoridades locales, los cuales desempeñan un papel importante en la fase
de estudios y de análisis de las necesidades de una población específica, que cuenta con una
oferta bancaria y acceso a infraestructura o servicios relacionados con características
particulares y probablemente irrepetibles.

Para lograr la estabilidad financiera y una mayor inclusión se deben focalizar las
políticas públicas en materia de Educación Financiera.

El ensayo, “La bancarización y los determinantes de la disponibilidad de servicios


bancarios en Argentina”, menciona que en la mayoría de los países existen sectores sociales
y regiones geográficas que enfrentan más restricciones para acceder a los servicios
bancarios que otros. Esto podría relacionarse con los diferenciales de costos y posibilidades
de ingreso que las entidades encuentran al intentar proveer sus servicios. Áreas con mayor
nivel de ingreso y densidad poblacional serán claramente mercados más atractivos para la
provisión de servicios.

La bancarización en localidades que no cuentan con disponibilidad de servicios representan


el mayor reto para la inclusión, las carencias de infraestructura bancaria formal y suficiente
es el mayor freno para la implementación de políticas públicas en materia de educación
financiera pues imposibilitan la afiliación o el seguimiento al sistema financiero. La
ausencia de servicios financieros en algunas localidades del país es también un indicador
que muestra las asimetrías en el desarrollo económico, siendo la principal restricción para
fomentar la oferta los altos costos operativos de las instituciones bancarias para extender
sus servicios a perfiles de bajo ingresos.

 
 

El mayor reto de la bancarización se encuentra en las localidades que no cuentan con


los servicios de comunicación o de transporte. A su vez,  las carencias de
infraestructura bancaria formal representa el mayor freno para la implementación de
políticas públicas en materia de Educación Financiera, pues imposibilitan el uso del
Sistema Financiero.

Condutips:
Adquirir conocimientos en Educación Financiera permite:
Elaborar comparaciones en la oferta bancaria
Tomar decisiones en relación al gasto o en el ahorro
Disminuir la posibilidad de ser víctima de fraudes o de abusos de las instituciones
financieras
 
I.III Buenas prácticas para la inclusión digital

Gran parte de los objetivos relacionados con la bancarización recaen determinantemente


en las instituciones bancarias. En el caso Chino descrito en los Lineamientos para
impulsar el proceso de bancarización en Uruguay, se concluye que el proceso de
penetración financiera en las provincias de Degryse y Cheng se dio principalmente a través
de la banca y no de las Instituciones Financieras no Bancarias (IFNB), puesto que el
impacto de la banca en el crecimiento de las provincias más rezagadas es más relevante que
el de las IFNB; por otro lado en Bangladesh, las IFNB jugaron un rol muy importante en el
inicio, con el sentido de atraer a la población, sin embargo, el crecimiento se vio afectado
cuando el tamaño y cantidad de las operaciones se hizo insostenible, en este sentido la
participación de las instituciones ocupan un rol de agente regulatorio y de prevención,
mientras que según los resultados de las prácticas internacionales debe ser la oferta
bancaria el agente esencialmente encargado de proveer los servicios, la infraestructura y las
atenciones a la población en todos sus segmentos.

En el caso de la bancarización española se puede destacar el uso y el aprovechamiento del


crecimiento de la industria telefónica móvil, de la adopción del uso de celulares inteligentes
para poner a disponibilidad de la población mayoritariamente joven, servicios y productos
financieros.

La telefonía resultó ser un


catalizador y una puerta
sencilla a los servicios
bancarios que hizo
accesible la inserción al
sistema financiero a un
sector poblacional con
potencial económico a
futuro y que motivó la
generación de
fluctuaciones económicas
facilitando también las
compras, a su vez
fomentando el crecimiento
de las empresas, muchas de
ellas consideradas
pequeñas y medianas.

A pesar de que en México


en las zonas urbanas los
teléfonos móviles han
tenido una rápida
aceptación, son pocas las personas que manejan estas herramientas digitales para hacer uso
de plataformas y aplicaciones financieras, en gran medida por la desconfianza o la
desinformación que existe en torno a ellas.

A pesar de que en México, en las zonas urbanas los teléfonos móviles han tenido una
rápida aceptación, son pocas las personas que manejan herramientas digitales como
las aplicaciones de banca móvil o formas de pago electrónicas.

 
En Colombia la evolución de la bancarización ha estado ligada al microcrédito como un
sistema de financiamiento que se destina a las pequeñas empresas; esta evolución no ha
sido consistente con la profundización de otros  servicios financieros dirigidos a satisfacer
las necesidades de la población de bajos ingresos y microempresas, como son los servicios
de pagos, las transferencias de fondos, el ahorro y los seguros, por lo que resulta
importante, diversificar los servicios que se ofrecen, allanando el camino para facilitar el
acceso a las poblaciones de menores ingresos a estos servicios, en este caso las
herramientas digitales no son concebidas como un instrumento de introducción sino de
reforzamiento en una segunda etapa.

Por el lado de las IFNB existen dos objetivos claves, el de conducir las políticas a fin de
informar a las poblaciones los beneficios y actualizaciones del sistema financiero, así como
el de regular a los agentes bancarios en defensa de los acreedores, para ambos objetivos, la
digitalización juega un papel trascendental, puesto que disminuye costos y facilita la
operación.

Es imprescindible atender
ambos aspectos al mismo
tiempo; el desbalance en el
crecimiento de ambos
puede traer efectos
adversos, por ejemplo, si
un amplio porcentaje de la
población con
desconocimiento sobre el
sistema financiero se
precipita a una
bancarización acelerada,
provocaría que esa
población quede expuesta a
acciones predatorias
relacionadas a la falta de
ética por parte de las
instituciones bancarias, o
bien, a provocar un
endeudamiento excesivo
debido a la carencia de
conocimientos sobre el
manejo del crédito, convirtiéndose la esperada bancarización en una problemática
posiblemente mayor que la derivada de la no inclusión.

El gobierno no puede deslindarse, si bien la experiencia internacional en Latinoamérica y


en Asia coincide en que la inversión privada es el actor que asumirá el mayor esfuerzo para
proveer los servicios financieros digitales, los agentes regulatorios deben actuar para
compensar los efectos negativos que pudieran ocasionar las acciones bancarias en la
sociedad, instrumentando programas de fomento a la cultura financiera, a fin de que los
usuarios o sujetos susceptibles a la bancarización tengan nociones que les permitan mejorar
la toma de decisiones.

Otra acción relevante es,


sin duda, la escolarización
de la Educación
Financiera; su posible
alcance puede representar
un cambio estructural de
largo aliento y de efectos
multiplicadores positivos,
la posibilidad de lograrla
en México abre grandes
expectativas de desarrollo
para el sector financiero en
su conjunto.

En otro sentido, ofrecer


incentivos fiscales con
miras a fomentar el uso de
medios bancarios
electrónicos –por ejemplo
disminuir el costo del IVA
en ciertas operaciones
llevadas a cabo por banca
por internet- así como implementar cuentas de afiliación automática y de bajo costo, son
usos que pueden motivar a los usuarios para acercarse a los productos financieros, los
beneficios fáciles de asimilar y de observar en el corto plazo son incentivos suficientes para
crear posibilidades de bancarización.

Es importante tomar en cuenta que no es posible delimitar una política a nivel país, cada
región presenta características que imposibilitan ese tipo de trazo, por lo que deben
evaluarse las necesidades por región, comenzando con aquellas que cuenten con los
mayores niveles de rezago económico, por ejemplo, en los Estados del sudeste de la
República. El mayor acceso a los servicios financieros permitirá mayor información para
que los hogares y pequeñas empresas, la cual  se potencializa con el acceso al crédito.

Para ambos objetivos, tanto para la regulación de los servicios como para la bancarización,
es deseable aumentar las vías digitales como medio para el desarrollo de las políticas que se
implementen, si bien las telecomunicaciones y los niveles socioeconómicos juegan un papel
en contra en muchas poblaciones que no cuentan con acceso a redes de telecomunicaciones,
son la vía plausible en zonas urbanas, la bancarización española demostró el potencial para
conllevar un aumento de competencia en el sector financiero a través del desarrollo de
redes de distribución o de aceptación de medios de pago electrónicos, lo cual motivó la
aparición de nuevos productos y que estos pudieran encontrarse en la palma de los usuarios.
 

Independientemente de las prácticas que se pongan en marcha después del proceso de


diseño e implementación de políticas públicas, continúa la labor del gobierno a través de
sus instancias para medir y evaluar los resultados de las mismas y realizar las correcciones
necesarias, ya sea para proteger a los usuarios en el camino a la inclusión financiera,
fomentar la competencia entre las instituciones bancarias y evitar que existan prácticas
relacionadas al asistencialismo, las cuales desencadenarían problemáticas relacionadas con
la sostenibilidad del proyecto.

Se debe tener presente que no es posible delimitar una política a nivel país, puesto que
cada región presenta características diferentes y las necesidades por región requieren
de diferentes atenciones.

 
Inicio. Relación de conceptos (10%).

Después de la lectura del Tema I, seleccione el concepto que corresponda


a cada definición.

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