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O. S. MARDEN
ORIZON SWE I I MAR DEN
lnslgne psicólOgo y gran educador, su nOIlJbrc
muece un pedCS1<11 el1 la senslbllJdad y la COrnK:ien.
e1a de lodo~ los que han sido Inspirados por él, pa·
ra luchar y WIlC'el' dlgnamenle dentro de la slnceri·
dad y de la lealtad, que son las ~@!ldad~ que enno-
blecen al hombre, haciéndole marchar sereno y con'
fiado en $US fuerzas Interiores, para así vencer es-
eollN, sintiendo que la vida vale la pena de vl ,!,lr, e •.
• cuando el Alma reholla de r.oder fundamentado en
la conflanw en Si mismo, ogrando asf la plenllud
de) Ser.
Lea lid. las obras de Q . S. Marden y asi !lerá uno
de los privilegiados de la existencia, y luego enalte·
cerá su nombre, porque le deben el éxito en las la-
borét que emprenda.
FRATERNIDAD ROSA· CRUl
DE COLOMBIA lA voz DE LA CONCIENCIA
UD.leamnte puecle 1 1 _ .. eD!J<llio
BIBUOTECA· BOGOrÁ de J.. rida, '1"1_ se ....... a6a a al mt... .. ,
EM~~RSO N .
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'"'
siado
"~,1::0~~,:es todavia dema-
~,los oldos inma-
ne muy ancha, mient ras que decimos que la tiene
muy estrecha, quien ya ha alcanzado el nivel su-
teriales su ser. perior.
De esa diversidad de grados de la concienda Cuando 1(lS psicólogos afirman que la roonl evo-
moral, provienen las profundas disc repancias que se luciona, emplean una [igura de dicción por el estilo
notan en los c¡!n.ccptos de virtud y ~ segUn las de cuando hablan de [a evolución de las creencias. La
épocas, los climas y el estado oc c-ultura de los moral no puede evol.!:lcionar, porque esencialmente
pueblos. es sit:mpre la misma como expresión de [as inmuta·
Antiguamente filósofos, por otrp. parte tan in- bies leyes de Dios.
signes como ~ón y Aristóteles, conceptuaban la
esclavitud, que nos parece hoy completamente con- .La condCLlda .mental y la conciencia moral es
t ra ria a la ley moral, legítima y neeesa ria. El código lo que evoluciona, y que, a pesar de los aparentes
Que Moisés dio al pueblo de Israel, contiene pres- retrocesos de la humanidad en con junto. va subien-
cripciones que cunlquier abogado rechazarla hoy pOl" do de grado; y acercándose lenta pero seguramente
inicuas. De buena fe los sa cerdotes de a lgu nos pue- a la moral eterna, es decir, a la un ión con lo divino,
blos de la antigüedad. creían que era acción merito-
ria la que hoy .consideramos unánimemente como
profanadora de la honra conyugal. IEl -
con el supremo BieJl y la absoluta Verdad.
que anhele ayudarse a si mismo, debe com- ~p'
~nd.sor-qu_e..la... v~cl.r: Ji U cI.IJldencia...s,~ susceptlb1t: .. IfI/~
No hay duda que en el futuro, cuando la con-
cienda moral de la humanidad haya subido en mu-
rdc ~ 1On,Q..lIláu 1c\!Ad.Q.. @e el guc f":Suena en $ll¡
OIdos espi1:itualcs. Si c.rec que,..aq\lclra '{OZ nQ,.l)l!ede
.....
c hos puntos¡las generaciones rechazarán por inicuos levan tarse, se engañará creyend--2..9 ue ya hallc¡adci
a lgunos de os procedimientos que a las sociedades al .Einjc\!JojIe la \'Cl:dad.y aJaS cwnb.r;cs del bicn1
modernas [es parecen intangibles, por lo fundamen-
tales. por el
o menos des-
en la es~
en esa a unos [es re-
l1l,ucr~e conciencia,
dad de acdones que ay otros 10'~~r:~:¡~t~~i;I,~~=~;I;-
por les
y aun se figuran quc no han ningú n mal
cometerlas.
POr ese motivo se dice vulgarmente de quien
tiene conciencia moral muy em.brionaria, que la tie-
-6- - 7-:" -
voz acusadora clamará contra cI extravío de la tOD.:: ~ , la
-
due ta.
y OQ.rIIla5 de moral q ue ya
de coincidencia con la j us·
q ue no
creduli-
ee·~~~~f~~~.~¡a sobre
la !lama-
los Veamos lo que d ice el profundo pensador Franz
d isí mulo~ Har tmann :
" Los..infcriores_ek.mt!Iltos..materla~e...la.--con.s:.
tilución del hombr&. cambian...rápidamente -Y Jos Sth..
periores evoJuciQn3D lentamcnte~ Sólo perduran los
su..ro:emos"
Los clt':ffit'ntos refiere
son el
~o s in esa' i~b;:;:,;no es~ra rgozar pe
a~ra paz~ n· un duradero.
Por muy ciegamente q ue las personas q ue nos
t ra tan crean en nosot ros y el mundo entero nos ala·
be. no podremos creer en nosOlros mismos, si no son la conciencia meno
somos smceros para merecerlo. coincideñ"Cia con 1a ve r·
conocerlo y pracll ~
Muchos de los hombres que figuran en la vida propia de lodo
pública, cuyos nombres son pas to dia rio de la pu· qu.:: aspire mo.s
blicidad y disfru tan de ho nores y preemi nencias so-
ciales y políticas. no tienen el menor respe to de si úni~";::"'~. '
se . al a solas con su real ~er
todo eL esencia.
Agrega Ha r tma nn: 1Nada _pwcn.c:cc esenc~
Visto desde afuera lID 'tM"eme ar1lOmlir~ más qu e/ su caráct!01;). Ouien muc ho
10, atiende a Jos elementos ¡ñrcriores, a tIende a lo que
no es suyo, pues se lo prestó la naturaleza, que en
su día reclamará la devo lución del préstamo. Mien·
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l,~~"; ",;"", ,
d;";~~::;;.. la alendÓn que lodos los p.!nsadoru, sin
matismo
de escuela ni credo, desde el exigente dog-
del católico y la pur itana aus teridad del
al amparo de esa
tribuido en forma DO i
no re-
por ello
remordimiento de e(\Jlciencia, porque el egoismo
ffil1odista. hasl:!. la extrema b:quierda del socialis- apagaba su voz, o mejor dicho, no ha bían alcanza-
mo revolucionario, convengan unánimemente en des- do el grado de conciencia moral, capaz de adw rtir
tllcar la vilal importancia del cadeter. Es prueba de la injusticia e inmoralidad en la injusta ley, que equi,
que no existe. error en la común opiniÓn sobre ese parara el trabajo del hombre, con una mereaderla
punto, en pensadores por aira parte. de tan opues- fluctuante, entre la abundancia con la baratura y la
tos convencimientos. escasez, con earestfa .
Con el ObjflO de refonar el argumento ",bre el Añade el mismo autor :
cn al apoyllbamos In evolucIón de la cond~ncia mo-
ftll colectiva de las personas, que lodavla se halla en "El dinero es de por si un símbolo del princi pie.
u n nivel muy infe rior respecto a 1(1 perfecta moral i- que representa. Sobmente ese princi pio tiene exis-
dad, meditemos sobre el siguiente "párrafo del mis- tencia rea l y sin embargo vemos al mundo postrado
m", Harlm ann, qu ien dice: a los pi('s de la ilusión forj ada por el dine ro. Los
pobres 10 codician, los ricos 10 acumulan. y en ge-
f " Uno de los re' . ¡;Ja ilusiQll.cS el d.i~ .. so- neral todos apelecen In mayor retri bución con el mc-
tt berano del nwn o en su condición pe Coffiun deno- no r esfuerzo posible. Hay sacerdotes que salvan al,
\! ml nndor de todos~os valores I'.conÓmicos, represen-
mo, y m~dleo, que curan cuerpos por dinero;
ta el princi pio dI). equidad y debe ~ervi r para que
r cada uno reciba la justa. equivalencia de su trabajo. la justicia huma no se vende a quien tiene la su-
\) SI deseamos más dintro del que nos corresponde, ficie nte as tucia para comprarlo, Por dinero se ob-
(Jeseamos lo que pertenece a otros: y, si nos apro- tienen fama, renombre y remedos do;: amor, y el va-
vechamos de un trabajo no retribuido equivalente- lor de un hombre se estima por la suma de monedas
~ men te, cometemos una injus ticia y agraviamos a la que llama suyas. L.1 ciencia se esfuer7-il para au-
\..o verdad con mayor ~rdid[l morol para nosotros, que men tar Jas comr.<fidndes del hombre, \'ence los obs-
a ganancia material del dine ro defraudado", táculos opuestos por el tiempo y el cspncio, y con-
vierte 111 noche en dla. Se inventan nuevas máq uinas
Precisamente este es el caso que en infinidad y el trabajo que antes necesitaba mil brazos, lo lIe-
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va a cabo un nh'lo, ahorrando asl mucha fatiga y tra· . Sin embargo, ese mismo hombre, en sus nego-
b'¡'o persono]; pero, ni aumentar los medios de sa- CIOS, empleará métodos cientmcos, y consideraría
tis accr el ansia de bienestar, se despiertan nuevas. funesta, para el logro de un determinado fin la con.
ansias y 10 que antes se consideraba superfluo. es ducta que sigue en su vida privada. '
ahora necesario", La diferencia consiste en que tiene en alto ni·
Por supuesto que nadie renegará del dinero vel la conciencia mental y lodavla muy incipiente la
cuando N:prc:lcnto el vnlor del trabajo. Lo malo es condencla moral.
el abuso del dinero.. la depresión de la conciencia Al respecto dice Felipe Broock: " El cuidado del
cuya voz es ahogada por el egoísmo, y en esa forma cuerpo y el cuidado del alma, no son dos deberes
vemos Que los que buscan el placer y la dicha en sino dos partes de un mismo deber", '
los placeres sensuales que proporcionu el dinero._y
para poseer ese medio de obtención rebajan el nivel , H~be.r . escuchado. la voz de la conciencia supe-
de su conciencia, forlOStlmcnte deben quedar desen- r,lor, slgO/flca eslar bien consigo mismo, la que des-
gañados al cabo de repelidas expEriencias. hgada en forn,ta absrr!lcta ,de la pe~so~alidad, resue-
na en el ad¡mrable sdenclO de la mdlvidualidad' y
Por ejemp'lo. un hombre Se pasa la noche en el q!lt escucha esa voz tielle tan alto concepto d; la
una or¡rfa desenfrenada. Por el momento le parec:c santlead del cuerpo, como de la santidad del alma.
que disfrutará Jo indecible, se imagina que gozará
intensamente cediendo a sus de'Soos pasionales y Mientras a[ienla la vida, el cuerpo no es un sao
dando rienda suelta a su naturale7.a anima\. ca de cOrJ'Upci6n, ni aún en aquellos que lo convier-
l.:!n el! coslal de malicias al profanar sus funciones.
Pero, qué recibe en cambio de esa noche de pla·
cer como él la llama? Al día si¡miente, la naturaleza Según San Pablo, el cuerpo del hombre es el
superlor recobra su imperio y la VOll. de la concien- templo del E",,~~·itu S.al.llo, la m,ornda de Dios; 'j e.,c
cia lo reprende por haber abdicado su soberanía in- COryC1,.'pIO seria lO~dmlslble por lo falso, si no lo re-
dividual, en bestia humani7.ada de su personalidad. laCIOnáramos cooJugadamenlc con la evolución de la
Si tiene esposa e hIjos, antes se de:jarfa cortar una c~nciencia, pues si el malvado persistiera empeder-
mano que confesarles Su naquela . . nldamcnle en su maldad por tener la conciencia em-
botachl, c6mo podría morar Dios en un lugar -tan
Cada vez Que reincide en los hábitos perniCIO- inmundo?
sos de una vldn disoluta, embota su sensibilidad V
dccac:n sus aspiraciones pOr las cosas merct;edoras Para. que Dios se manifiesle en n~otros es oc·
d~ nobles esfuerzos, Se produce la abulia con su c~sarjo manlener el cuerpo eSCnlpulosamen'te lim.
compañero inseparable el tedio, que poco a poco 10 plO y puro, de manera que por la delicadela de sus
empuja hacia la desesperacl6n, cuando np al suicidio, células y la agudeza de los sentidos, sea capaz de
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recibir las sutiles vibraciones de los mundos invisi· impida ve.r la clara luz de la verdad eterna? Qucre-
bles. Entonces la voz de la conciencia resonará cla· nJOs ser ins trumen tos de manifestación de la divina
ra ~ límpida. Sabidltl,:fa? Sabemos lo que significa estar unidos
con nuestro verdadero Yo, d<!Sprcn.dernos de nues-
Los principios fundam(,ntales de nuestro ser son tra ilusoria personalidad, identificarnos CaD el po-
la templanza, la castidad y la honrade"l, Siempre que der universal y viviente de Dios ? O es
que deseamos
los violemos sufrin:mós penosas consecuencias. Po- adquirir su perior conocimiento solamer;¡te para sa-
dremos experimentar un goce pasaj.:!ro en la exci· tisfacer nUeS!ra curiosidad y engrefrnos' en nuestra
tación del sistema nerviso causada por la grosera sabidur fa, creyéndonos S llperiore~ a lo!; demás hom-
sensualidad; pero, una vez desvanecido el plac¡;T, bres? Consideramos que los arcanos de la Divinidad
quedará el remordimiento del daño causado al pro- solamente puede descubrirlos el esplritu que a ctúa
pio respeto por la profanación de la dignidad bu- en nosotros. De nuestro interior y no de lo exterior,
mana. surgirá el vCl'dadero conocimiento y los que bus-
can la escuda de las cosas en 10 externo, podrán en-
Los hombres tienen mucpos medios para ceder cont rar la forma y el color de las cosas, pero no la
a las sugestiones de su naturaleza animal; pero uno verdadera cosa en sí misma. Si nuestros deseos nos
de sus mayores desengaños consiste en que no pue- apegan a l yo imerio r, a la personalidad, solamente
den disfrutar retrospectivamente de sus disipaciq- veremos las ilusiones que Dosotros mismos nos ha-
nes, porque siempre existen heces amargas en el fon- yamos forjado; pero si la obediencia a la ley univer·
do de la <.:opa dd pla<.:cr sensual. sa l nos hace libres, nos identificaremos con la ley y
Los hombres han trntad9 d~ sobornar su con- veremos la verdad en toda su pure7,.u'·.
ciencia en todos los tiempos, )' 'a veces lograron ha-
cer callar su voz con el rumor estrepitoso de las or- No de bemos crecr que ese desprendimiento de
gías; pero despuéS de la disipación se sienten tan la personalidad, significa la absoluta separación d el
degradados y pc:,;aru~v~, <.jUt; Jlt:",~ il"lJ üluchos días mllndo y de IO<i¡ ncg('¡('ios I'll"nnano!:. 9,,; .. r .. n pr ir '1""
para reponerse del decai miento moral, en el cual los cualquiera quc sea nuestra posición en la vida, debe·
sume la voz de su conciencia inaccesible al soborno. mas vivi r inseparablementt: con nuestra conciencia,
y por lo tanto debemos tctler una fid, magnánima,
Dice Jacobo Bohemc: " Si deseamos investigar pura y honrada compañera, desprendiéndonos de la
los misterios de la naturaleza, comencem,os por in- naturaleza inferior, t:n el sentido de eliminar todos
vest igarnos a nosotros mismos y preguntémonos si los elementos que sean incompatibles con la tran-
nuestras intenciolJcs son puras. Deseamos prac ticar quilidad y dignidad de la conciencia.
~n beneficio de la humanidad las buenas enseñanzas
que redbimos? Estamos dispúestos a rcn unciar a Desde Juego que el que se resuelvc a no. dejar
todo apetito egobta que nuble nuestra mente y nos detrás suyo an tecedentes delictuosos, que el dfa de
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mariana puedan serie ~rjudicial.::s, obslacull7Ando VOl misteriosa, una voz que aprueba y aplaude nues-
el camino de la prospendad. tropezará con no pocos tros mejores esfuerzos y nos condena cuando hace-
Inconvenienles, ya que es mucho más fácil seguir la mos menos de 10 que nos es posible. A la naturale-
inclinación, que obedecer al juicio, ceder a la emo- za superior, nada inferior lo satisfa,.cerá. Y la satis-
ción sinicslra ¡UC resisilirla y mantenerse firme en facción de la conciencia, la dicha interior, debe pro-
el ideal. No es ácil rccha7.ar los placeres seduCIO'Tes. venir de la labor COtidiana cumplida en form.a aca-
Es mucho más fácil deslizarSe por la pendiente o bada y no de los placeres nocturnos.
dejarse arrastrar por el flujo de las aguas, que su-
bir a la cumbre o nadar contra la corriente. Si no nos sentimos dichosos al realizar las ta·
Pero lo que se gana en carácter, en hombría de rcas diarias, no hallaremos satisfacción en ningW13
bien, en fuerza para ir venciendo toda clase de difi· parle. Nadie puede respetarse, a menos que la voz
cultades, al resistir la tentación de lomar el camino de la eoncienda apruebe s us acciones, su método de
más facU, proporciona una satisfacción perdurable vida y la obra en que se halla ocupado. Si en nues-
que cQlnparada con el placer sensual, es como la lea- tra conducta somOli absolu tamente puros y desem-
Iidad a fa sombra. peñamos honradamente nuestro papel en el drama
de la vida, nada nos impedirá ser dichosos, porque
Por qué nos :.colimos ruines y pensamos mal la conciencia evolucionada en alto grado, aprobará
de nosotros mismos, cuando comprobamos que nues- nuestras acciones.
trns obru t enlizadas durante el di. han s ido I.Lfi·
cientes, que hemos estropeado lo que: intentábamos Nadie se respeta interiormente, a solas con su
hacer, o que hemos heclJo un ttnbnio malo, sin po- conciencia, por ser opulento u ocupar una elevada
ner nuestra alma en la labor cotidiana? Cómo es
q ue el pCn/lamieoto de esa obra nos condena y todo \ posición social o pdr ha ber conquistado una fo rtu-
na. En el respeto propio existe un elemento moral.
lo qm: se relaciona con elJa nos reconviene? Es por-
que hemos obrado eonlra la ley de nueStro ser, coo-
Ira la ley divina.
L Nos respetamos por lluc'Stras buenas acciones, por
ser puros, honrados, viriles y magnánimos.
Aunque toda persona normalmentl.' eqnstitulda,
Ese sentimiento de degradación, de pérdida del experimenta un sentimiento de complacencia y bien-
propio respeto, es similar al ~ntjmjenlO que expe- estar cuando obra bien, y se s iente muy inquieta y
rimentamos cuando cometemos una mala acción. preocupada cuando obra mal. pocos son los q ue se
Obro estropeada, negli~ente provoca el propio me- delknen a cons iderar la filosofia de ese fenómeno
nosprecio, porque infrllige la lc:y interna, la ley de psicológico. No se dan cuonta del vital enlace entre
integridad, la ley de perfección. la dicha, la salud y la propia estimación.
En el hombre existe aJgo que lo Impulsa a obrar Deprime la salud y afecta perjudicialmente a la
10 mejor que pueda. En nuestro interior resuena una vilalidad todo 10 que nos hace desdichados; y cuan-
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do la salud se resiente, es muy fácil ceder al desa- cia los reconvenga para apartarlos de la senda tor-
liento, porque decaen las energías morales y luego cida, a cuyo término se abre el camjno de la deses-
se produce la pérdida del propio respeto. peraci6n.
En cambio es un eficaz tónico y un estimulanl!!' El que no se ayuda a si mismo, escuchando la
del organism~ la recti tud de conducta, porque nos voz de su conciencia. no encontrará nadie que lo
colocamos en annonfa con la verdad y el bien, 'j en- ayude. Al perder la prOpia estimación, perderemos a
tonces por todo el organismo circula una cornente nuestro mejor amigo, a n uestra ayuda más elicaz.
de consuelo, esperanza y fe en el porvenir.
La tranquilidad de conciencia, la honra interna.
Pero cua~do tenemos conciencia de haber Qbra- independiente de los juicios de las personas rrívolas.
do mal, cxpcrimenlaooos la$ sensaciones contrarias. es la piedra angular del edificio de nUf'Stra vida, el
Los cuerpos físico, emocional y mental se rebelan cimiento de nuestro carácter.
aná rquicamente y comprobamos en castigo de nues.-
tra conducta, que esta se halla en natal'!" antagonis- Cuando hemos hecho 10 mejor que hemos podi-
mo con la verdade ra naturaleza de nuestro ser. Nos do y sabido,. t"memos fue'l'7.us de sobra para hacer
sl"nlimos inquietos y desalentados, porque notamos frente a cualquier contratiempo. Podemos levantar
qUe algo extraño se ha introducido en nuestro reino la vista y l~ frente tranquilos, aun en medio del fra~
interior, algo que no se halla de acuerdo con los dic- caso y del infortunio.
tados de la cunci.,ncia.
La dieha del vivir, depende diro!c tamente de la
Los más poderosos aliados del hombre capaz de pureza y dignidad d~ la consciencia.
ayudarse a sI mismo, son la u,tdacl, la ~n~dcl. y
la Qureza, y el que Se aparta ae ellos deli rá a men- LOS FUNDAl\1ENTOS DE LA lIOMBRlA
te,acsechll sus más fi r m.::s fundamentos,. La-..armo- La honradez y probidad en nuestras relaciones
nfa, sjgnifica fuerza;: la discordia, significa sicillprc con los demás, sin sombra de engaño ni asomo de
debifidad. mala fe, so,n el fundamento de la hombría. Un ca-
Algunos hombres demasiado mundanos, dicen rácter de quien jamás quepa una sospecha es la
que la conciencia es un obstáculo para los negocios piedra a ngular del éxito.
y que sólo [es sienta bien a las mu ¡eres. Dicen eSO, A pesar de la bellaquería reinante y de los inge-
porque no han alcanzado el grodo de evolución en niosos timos y colosales estafas que diariamente se
que la conciencia actúa. La tienen aún muy joven y descubren, la probidad continúa siendo y será siem-
no acciona. son Insensibles como besd as. pre el lema capital de [os negocios. Nunca como aho-
Sin embargo, [].::gará el dia en que balbueiente ra significó tanto en los negocios la absoluta honra-
primero y luego con voz clara y precisa, la concien- dez de conducta.
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La mayorfa .de jóvenes no se percatan del valor vecinos, que nadie d uda de su hombría de biel! .. Si
del carácter en los negocios y les parece que la as- da los primeros pasos con tan excelentes. auspiCIOS
lucia, la tl'avesura, la influencia y el valimiento im- será rela tivamente fácil el resto del cammo.
portan más Que la honradez o! integridad del ca-
rácter. Gran parte de los negocios se basan .cn la rep~
tación. L"5 banqueros conceden o deOleg~n crédI-
Hubo tiempo en que t'.n algunas partes m,edraba toS y [os comerciantes IIprueban o desestIman [as
el dependiente más solapado y que mejor sabia se- de~andas de empico, se~n la reputación de 105 so-
gar la hierba bajo los pies de los demás; pero hoy lici tantes. ¿Merece eonflam:a? ¿Puede uno descaD-
prospera como nunca el que a la probidad de con- sar en su palabra? "Hará lo que diga? Tal~ son las
duela añade el pleno conocimiento del negocio. capitales preguntas im que se funda el crédito.
Tiempo atrás me pidieron informes de un joven Dic!;' un renombrado banquero:
9,ue habia solicitado un cargo de mucha rcspO'llsabi-
lidad. Como no le conocla a fondo, me dirigj a su Sobre las prendas de carácter ~e prestan en los
anterior jefe, muy amigo rnJo, en cuyo estableci- establecimientos honrados más ml1l9nes que sobre
miento habla servido largo tiempo, y le pregunté las de ropa y a lhaja~ en las casas de prestamos, por-
qué concepto le merecla el javcn en cuestión. El je- que hay horn,bres de tan alto nivel moral, que sólo
fe me respondiÓ sin vacilar; " Es un hombre de cuer- piden prestado lo que están seguros de devolver.
po entero, y nada más hay qut! de<;.ir". Otro banquero dice que prcfe~rfa prestar dine-
Mc bAstaba con esa recomendación de; mi escru- , ro a un pobre honrado, sm qtra fianza que su hon-
puloso amigo, porque era prueba de q ue el joven radez, que a un canalla rico que dejara a lgo de valor
habla merecido de él la mayor consideración perso- material en prenda.
nal por sus relevantes cuaUdadcs. Se le podía con- Conozco a dos jóvenes comerciantes que se es-
fiar sin reparo cualqUier cargo, por mucha que fue- tab[ecieron con muy escaso numerario; pero las cua-
se su i.mportancia y responsabilidad, pues no sólo lidades de su carácter bastaron para abrirles erél.li-
habia sido leal a su jefe, sino apto, de exquisito crl- to de 250.000 dólnres, porque tenlan merecida fama
terio. incapaz de ligerezas ni descuidos en el desem- de infatigables trabajadores y honradisimos. y esta
peño de sus funciones, trabajador infatigable y de reputación les valió más que un capital de muchos
mente abierta a toda innovación, miles en caja.
Con muy buen pie puede entrar en la vida el Nada de tan v<llioso auxilio para la prosperidad
joven que ha cobrado fama de absoluta integridad, de un joven, como la limpia ejecutoria de su hon-
de honradez y sinceridad de p ropósito, tan fuerte- radez y probidad. Nada tan favorable al adelant~ en
• mente atrincherado en el buen concepto de sus con- la carrera de la vida como dar a la palabra va.hdez
•
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de escritura nOlariUr, decir siempre la verdad en to- el carácter. Otro) dirán tal vez lo mismo a nte el
do, aunque vaya en contra de nuestro personal m. mismo aud itorio y no producirá mayor impresión
(erés. en el ánimo de los oycmes que el aRUa en la ~spalda
de un gusano. ¿Por qué? Pcw-que la palabra del .ne-
. Aunque Abrah.a~ Uncoln era un pobre princi- cio eS voz flatul enta y nadie confía en 10 que diu.
piante en el ejercIcIo de la abogada, nunca se avi· Por doquiera hay ejem.plos de oradores brii1antcs
no a ser picapleitos, ni abogado de majas causas. que cautivon con su aparatosa elocuencia al audit~
A este propósito, decfa: " MI! fuero Imposible defen. rio, pero q.uc no 10 convencen ni lo persuaden. Son
der una sinrazón, porque mlenlrilS pro nunciase mi sus discursos fuegos artificiales. Les falta solidez de
alegato ante el Jurado, pensarla entre mi: üncoln, ideas, vigor de pensam iento, genuinidad de eUl'ácter.
eres un embustero. Y me parece que olvidándome
de todo repetirla en voz alta esta confesión", Lo que Importa es el carácter en todos los mo-
nl('ntos y circunstancias de la actuación del hombre.
El apodo de "El honrado Abe" con que popular-
men te se le desi¡naha, tuvo mur favorable influjo UllO de las mayores desgracias de la époq eon-
en su elección para la presidenCia de la república. temporánea, es que hoy muchos hombres con dine-
Todos CUiln tos le conoclan confiaban en él, porqu<! ro y pocos dineros con hombr..... A no ser ppr sus
le velan intcgérrimo, inflexible, probo y juslo. La talonarios, no pod rlnn mantenerse algunos potenta-
inquebran table fe en su honradez le dio poderoso doS sobre sus talones. Desposeyéndolos de sus ri·
ascendiente en el corazón y entendimiento del pue· quezas quedar/a o en r(''pulsiva desnudez moral. Quit>-
blo. ne~ 10$ convcen 10.< podrán adular por su dine.ro, mtl.S
ningün respeto les tienen como hombres. Mal nego-
La vtraeidad es la nntural manifestación del ca- cio es amasa r una fo rtu na y u tropear un hombre.
rácter honrndo. Es la voz del mismo Dios Cuando Nada más desprecinblc que un rufián millonario.
un. hombre es )usto y verrdlco, se anula su perso-
nal!dll? P:U·3 .brilla r com.o aSfro de; primera magnitud No quien! estor decir que sea contraria a la hom-
su mdlvlduahdad. Lo que hace; o diee no es cuestión bría de bien la g3nancia del dinero. Todos lo neee-
de ~l! persona, s.inl:! de 13 rectitud v veracidad per- sitmnos más o menos. Lo vituferable es lohmr si-
sonl rlcndas. InstintIvamente percibimos que hayal. niestras fortunas o e:»pensos de carácter. Co mo no!·
go más allá y superior al hombre que p¡oclama el gociante será un triunrndor, pero como hombre un
<Iivino principio. fracMado.
Por qué las palabras de uno se escuchan como El inconveniente mrwal de algunos millo narios,
s~n l encias
y las de otros como majaderias? ¿Por es que no fueron hombru anles de ser di rectores
qué la opinión del discreto es de; más peso que la de bancos. com pañlas y sindicatos. Su mayo r defec-
del necio? Porque tras la palabra do!! discreto está to es la debilidad de carácter. Por muy altos puestos
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que- hayan ocupadu en vida, nadie se acuerda de llamas que abrasaron la ciudad no 'pudieron consu-
dIos al cabu de pocos años de su muerte. No deja- mir la absoluta formalidad de sus tratos. Su nom-
rOIl huellas que al verlas otras las siguieran con re- bre era sinónimo de honradez y no contaba. con otro
doblado ardor. c<lpital cuando recién llegado de la aldea nativa runo
dó modestamente el establecimiento que con el tiem-
El amor, la confhtnza y la estimación ~e fundan po había de convertir en los más vastos y mejor pro-
en la hombrfa de bien y no en las monedas. visto almacenes comerciales del mundo, Su norma
de conducta fue en todo tiempo y circunstancia la
Repasando la lista de los caracteres genuina- honrndez, sin gitaneria, ni fraude, ni engaño, ni adul-
mEnte magnánimos, vemos que siempre tuviercm un teración. Las ventas erao en su establecimiento le-
firrnlsimo propósito. Advertimos el temperamento de gales, con el mínimo margen de beneficio. Si algU:I1
su hombría, la enjulldia dt: su carácter. Indepen- dependiente engañaQa al comprador en la calidad o
dienu::mente de su profesión, sentimos la influencia el precio del articulo, quedaba despedido en el ac to,
de su gran fuerza moral, algo que ellos consideran por muy provechosa que para la casa hubiese sido
mucho má5 $sgrado qUe amontonar dinero, explota r aquella venIa, pues sabía Field que e l beneficio ob-
negocios y aún que la misma vida. Al hablar con ellos tenido con el engafto, jamás compensaria el perjui-
descubrimos desde luego que no se venden ni hay cio de un cliente engañado o descontento, que se
quien se atreva a comprarlos. convertirla en perpetuo enemigo del cstablccimlen-
10, como un pregonero de información y descr6dilo
Conocemos que será inútil el intento de ~obor ante las gentes,
narlos O rendirlos, p orque se yerguen sobre la roca
de sus principios, tan firmes como un peñ6n o:n su Por estar razó n el públiCO acudía en tropel a
inconmovible asiento. Estos caracteres son la sal de comprar en los almacenes de Marshall field. Sabían
la civi1i7.ación. En defenSa de sus principios lo sa- que no les iban a engañar y que la cusa los manteo-
crificnron todo y alegremente sufrieron la '-persecu- drfa en su derecho contra cualquiera contingencia
ci6n y el martirio. . de abuso o engaño.
El universo moral está de tal suene regido, que
para llegar muy lejos o cumplir algo de monta en La honradez de propósito, la veracidad y sin·
el mundo, es de todo punto de vista indispensable ceridad f11 nuestras amistaqes, en nuestra conduc-
la integridad de carácter. ra profesión y trato con los demás, COIIq)CDSarnn
los ddectos de que pueda adolecer el hombre en otro
Cuando MarshalJ field perdiÓ todo cuanto po- sentido.
seía en el horroroso' incendio de Chicago, los ban-
queros del este le telegrafiaron ofreciéndole cUi)n- Pero conviente tener en cuenta que no se ha
to capital necesitase para restaurar su negocio. Las de ser honrado por egoísmo, es decir, por evitar Jos
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perjuicios que acarrea el no serlo, pues quien deja
de obrar mal por tem.or a las sancIOnes del código
denota ffie'J:quina mr.....alidad.
La abstención del mal, no perfecciona el carác-
ter. A lo sumo lo estanca y no lo deteriora. El ca·
Sí existe el Diablo!!
rácter entero Se forja en la fragua de las buenas
obras. en lre las ascuas ardientes de una positiva A través del tiempo y con el análisis cuidadoso
mentalidad. de las concepciones místico-re ligiosas de todos los
tiempos, vemos que se hace referencia al St:ductor,
Puede el hombre no ser VICIOSO ni cometer nm· al engañador, a l falsario, el cual "toca" a las perso-
guna baja acción, y sin embargo. no tendrla la dé· !las para hacerlas ejeeutar toda clase de pel'vcrsiQ-
cima parte de la virtud del que algunas veces se e'lC~ nes y hechos antinatu rales, conduciendo al ser huma-
travíe de! recIa y angosto ~endcro. Quien se contrajo no a un estado un tanto negativo y fatídico, el cual
ga a "no hacer mal a nadie" y no sea capaz de CWIl· es llamado infierno, del latín " infernus", estado in·
plir una buena e ¡negoisla acción en su vida, será ferior.
semejante al siervo infiel, a quiep condenó su señor Observando atentamente las situaciones huma·
PQI' haber cscoodido bajo tierra su talento. nas, se comprcnde t);o¡actamente que a lgo anormaL
La hombría de bien no sólo consiste en la abs- es decir en eontrn de la armonla, sc sucede en, el in·
tención del mal, sino En la práctica del bicn. A me- teriOlf do;: las personas haciéndolas ejecutar actos
nudo oímos a un padre alabarse de que su hijo no. innobles.
fuma, ni bebe, ni blasfema, ni,. se disipa; pero no obs- Efectivamente, e/(iste el tal engañador o Diablo;
tante estas negativas vi r tudes, suelen ser insustan- :le llama alcohol y lo venden embotellado.
cialts, insípidas e indolentes criaturas incapaces de
cosa de provedlO_ La energía de carácter sólo puede La personrt que ingiere esta substancia de na-
adquirirse por el persistente y vigoroso ejercicio de turaleza espirituosa, tras torna completamente el rit-
ras virtudes positivas, no simplemente por absten- mo de su sensibilidad y empieta a ejecutar toda cia.-
ción del viciO'. se de tOrpe7.3S, enteramen te contrarias a la armon/a
de la vida social y h!:!.manll.
O. S . Ma rden
Bajo la presencia del esplritu del alcohol (ver·
dadero y único diablo) en el ioterior del organis-
mo, el ser humano miente, engaña, pelea, hiere, ma-
ta, roba y se convierte en una des~racia para sí mtS-
mo, para su familia y para la SOCiedad en general.
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El 95 por ciento de los crímenes se comelen ba-
jo la acción dd alcOhol.
El borracho, verdadero poseso de diablCXllcohol El Testamento del Borracho
es un degl! nerado. que tocado por el dios de la per- Dejo :1 la sociedad un carácter detestable, un
versión, constituye una verdadera rémora social. ejemplo fun esto y una memoria odiosa.
Amigo lector: Haga a lto en el cam ino de la vi- Dejo a los autores de mis dlas un dolor, que no
da y medite, razone, comprenda exactamente los sé cómo pod1'án soportar en su vejez.
desastres del alcoholismo y no entre en re laciones
con ese dios de la perversidad, del rooo, de la men- Dejo a mis ht;'rmanos y hermanos toda la ve1'-
tira y del enga~ o en todas las fases del humano vi- güenza y el sentImie nto que les causé con mi mane-
vir. Reemplace el vicio de consumir alcohol por el ra de vivir.
hábito de leer buenos libros, salir al campo libre a Dejo a mi esposa un corazón quebrantado y una
contemplar la naturaleza y llenarse por ello de ins- vida de do lorosa mise¡:ia.
iración, o bien concurra a escucha r o bras musies-
r.
es. o a presenciar espectáculos de arte, y así cnno-
blecerá y embellecerá su vida y la de la sociedad, en
Dejo a cada uno de mjs hijos pobreza, ignoran-
cia. tm brutecimiento. y el triste recuerdo de que su
cambio de degenerarla con ese m,aldito engañador. padre murió vfc tima de la embriaguez. ,
que a l tocarlo a usted lo convierte en un ente mlse-
",Me. El alcohol es el 00100 diablo: escape de :;u'
garras. Lo que Dice el Cigarrillo
Israel RojlL!j R.
de su Pr¡¡pia Vida
-' ~ú :;0) m:m'má tico ~dijo un cigarrillo--- pero
~I pued<,. Sumar a lgo a los roales nerviOliOs del hom-
bre. puedo obsequiarle un cáncer, puedo restar su
energla flsica, puedo multipllcar sus dolencia y acha·
ques, puedo dividi r sus fuerzas mentales y puedo
tomar el rédito de su trabajo y descontar [as proba-
n ilidades d e· su buen ~to".
Publicación de la FRATERNIDAD ROSA-CRUZ AN'11GUA.
Apartado 1416 - Bogo" - COlombIa.
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que le teme al estudio y al trabajo
y se dopa de alcohol y coc:alna. ,.
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