Día del Inspirados por AQUELLOS
Mártir QUE SON ENVIADOS a los
Cristiano
CONFINES de la TIERRA
“Creo que vale la
pena proclamar a
Jesus a ese pueblo”
JOHN CHAU, 17 DE NOV. DE 2018
ASESINADO POR LOS SENTINELESES DEL NORTE
CUANDO FUE A SU ISLA LLEVANDO EL EVANGELIO.
Dios llamó a John Chau para ir a la isla Sentinel del Norte, donde los
sentineleses no tienen contacto con personas ajenas a su tribu, su idioma es
desconocido, y han reaccionado violentamente a todo contacto con el exterior.
Aun así John obedeció, se preparó durante nueve años para vivir entre ellos.
El 15 de noviembre de 2018, John hizo el primer contacto con los isleños al
acercarse en un kayak. Un niño sentinelés disparó una flecha contra John, la
cual se alojó en la Biblia que él sostenía. John se retiró. “Dios, no quiero morir
—escribió John en su diario—. ¿QUIÉN TOMARÁ MI LUGAR SI MUERO?
Perdona a quienes intentan matarme en esta isla, y especialmente perdónalos
si tienen éxito”.
A la mañana siguiente, John escribió una nota para su familia: “Pueden pensar
que esta es una locura, pero creo que vale la pena proclamar a Jesús a estas
personas”. El 17 de noviembre, los pescadores que habían dejado a John en la
isla vieron a miembros de la tribu enterrando su cuerpo.
Al honrar la memoria de John Chau, comprometamos nuestro corazón para
no amar nada en este mundo más de lo que amamos a Jesús y para hacer que
Su nombre sea conocido.
Día del Inspirados por AQUELLOS
Mártir QUE SON ENVIADO a los
Cristiano
CONFINES de la TIERRA
“Creo que vale la
pena proclamar a
Jesus a ese pueblo”
JOHN CHAU, 17 DE NOV. DE 2018
ASESINADO POR LOS SENTINELESES DEL NORTE
CUANDO FUE A SU ISLA LLEVANDO EL EVANGELIO.
Dios llamó a John Chau para ir a la isla Sentinel del Norte, donde los
sentineleses no tienen contacto con personas ajenas a su tribu, su idioma es
desconocido, y han reaccionado violentamente a todo contacto con el exterior.
Aun así John obedeció, se preparó durante nueve años para vivir entre ellos.
El 15 de noviembre de 2018, John hizo el primer contacto con los isleños al
acercarse en un kayak. Un niño sentinelés disparó una flecha contra John, la
cual se alojó en la Biblia que él sostenía. John se retiró. “Dios, no quiero morir
—escribió John en su diario—. ¿QUIÉN TOMARÁ MI LUGAR SI MUERO?
Perdona a quienes intentan matarme en esta isla, y especialmente perdónalos
si tienen éxito”.
A la mañana siguiente, John escribió una nota para su familia: “Pueden pensar
que esta es una locura, pero creo que vale la pena proclamar a Jesús a estas
personas”. El 17 de noviembre, los pescadores que habían dejado a John en la
isla vieron a miembros de la tribu enterrando su cuerpo.
Al honrar la memoria de John Chau, comprometamos nuestro corazón para
no amar nada en este mundo más de lo que amamos a Jesús y para hacer que
Su nombre sea conocido.
¿Qué es un mártir?
Según el griego original, la palabra “mártir” significa “testigo”. Los mártires a lo
largo de la historia de la iglesia testificaron de la verdad y el poder de Jesucristo
nuestro Señor y creyeron que debían llevar ese testimonio a los demás, sin importar
el precio.
Todos estos mártires, incluyendo a John Chau, compartieron una pasión común por
Dios. Su pasión prevaleció sobre su miedo a las graves consecuencias de ser testigo
para otros. Tal vez parte de su pasión la obtuvieron al conocer el alto precio que
Cristo pagó por su salvación. Cuando la fe nos cuesta, se vuelve infinitamente más
valiosa.
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no
fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que
anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! —ROMANOS 10:14-15
¿Qué inspira el martirio de John Chau?
Quienes han dado su vida por proclamar el Evangelio lo hicieron como el siguiente
paso en su recorrido por el discipulado bíblico. No solo se despertaron un día,
viviendo una vida cristiana ligera y decidieron: “Hoy daré mi vida por mi fe”. Nadie
nace siendo un discípulo bíblico ejemplar; por el contrario, todos nacemos en pecado
dentro de un mundo caído.
Cada uno de nosotros debe aprender, obedecer y crecer de manera intencional en
toda nuestra vida para llegar a ser más y más semejantes a Cristo.
Cada uno de nosotros puede ser inspirado a vivir de manera más fiel para Cristo,
observando el poder transformador de Cristo en aquellos que han pagado el más
alto precio por su propia fe. A partir de su ejemplo, podemos dar el siguiente paso en
nuestra propia trayectoria como seguidores de Jesús. Esa es la marca de un creyente
maduro.
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en vom.org
¿Qué es un mártir?
Según el griego original, la palabra “mártir” significa “testigo”. Los mártires a lo
largo de la historia de la iglesia testificaron de la verdad y el poder de Jesucristo
nuestro Señor y creyeron que debían llevar ese testimonio a los demás, sin importar
el precio.
Todos estos mártires, incluyendo a John Chau, compartieron una pasión común por
Dios. Su pasión prevaleció sobre su miedo a las graves consecuencias de ser testigo
para otros. Tal vez parte de su pasión la obtuvieron al conocer el alto precio que
Cristo pagó por su salvación. Cuando la fe nos cuesta, se vuelve infinitamente más
valiosa.
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no
fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que
anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! —ROMANOS 10:14-15
¿Qué inspira el martirio de John Chau?
Quienes han dado su vida por proclamar el Evangelio lo hicieron como el siguiente
paso en su recorrido por el discipulado bíblico. No solo se despertaron un día,
viviendo una vida cristiana ligera y decidieron: “Hoy daré mi vida por mi fe”. Nadie
nace siendo un discípulo bíblico ejemplar; por el contrario, todos nacemos en pecado
dentro de un mundo caído.
Cada uno de nosotros debe aprender, obedecer y crecer de manera intencional en
toda nuestra vida para llegar a ser más y más semejantes a Cristo.
Cada uno de nosotros puede ser inspirado a vivir de manera más fiel para Cristo,
observando el poder transformador de Cristo en aquellos que han pagado el más
alto precio por su propia fe. A partir de su ejemplo, podemos dar el siguiente paso en
nuestra propia trayectoria como seguidores de Jesús. Esa es la marca de un creyente
maduro.
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