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zig-zag La Universidad y la Reíorma

1L c t f í í N acio n ales
&
‘d *
a NO E S E L CIELO t o r W ald o
F r a n k . O b ra cu m b re d e este
a a u to r , ó e g ra n realism o , de
relám p ag os in tu itiv o s y c o n .
Ilic to s p sicológicos, de vio ­
ir jóvenes y los cincuentones se refieren a ella con no se resuelven con gritar es-,
le n cia y e x a lta c ió n , s 4 .2 0 el acento enternecido con que se recuerdan los tentóream ente los lemas auto,
E L CAMINO D E L ORO por F alta un buen estudio — amplio, comprensivo, lirismos de “la edad prim era”. nómicos.
P e te r B o u rn e . N ueva novela objetivo—. sobre la Reform a U niversitaria. Los
d e e s te la m o so e s c r i.o r n o r­ P or su edad, por su contextura ideológica, Ni aquí, ni en otra parte, •
te a m e rica n o b a sa d a e n la copiosos m ateriales acumulados por G abriel del por sus actitudes, Grom pone es un hombre de la reitera, tienen efecto mágico lai
c o n s tru c c ió n del ferro carril'* M azo, »1 librito de L azarte, los comentos elo­ generación de “L a R eform a”. Para filiarlo así, fórm ulas. Las amenazas, bj
que u n ió el P a cific o co n ei giosos de algunos norteam ericanos como Guy
A tlá n tico . M isterio, a v e n tu r a , le­ tiene para mí más fuerza que algún m alhum or ataques a la recta finalidad uni­
yen d a, ro m a n c e y m u e rte S 5 .0 0 [nman o Carleton B e a ls no valen por tal. O son estudiantil reciente, su im agen tensa, fervorosa, versitaria no siempre provie­
CARAVANA A XA N A D U p o r E d i­ documentos polém icos elaborados en la lucha afirm ativa en algún atard ecer de 1933, en uñ nen de fuera como parece su­
son M arsh all. O b ra se n sa cio n a l que misma o son puntos de vista personales o son Montevideo revuelto de G uardia Republicana, ponerlo la desconfianza siste­
s ? a m b ie n ta en el siglo X I I I — el
a u to r m u e s tra la v erd ad era vida de glosas sin autoridad. V isiones demasiado “desde de choques, de corridas, de ejercicio incruento, m ática a un poder central que •
M arco P olo, el m á s b rilta m v s ím ­ dentro" o excesivam ente “desde fuera”. Ripa Al- pero voluntario, del heroísm o. Aún andan, p er­ “siem pre" obraría movido por '
bolo d e esa ép oca .................. $ 5 .0 0 berdi, Bergm ann, el mismo Henríquez Ureña no didas en alguna revista grem ial —la de los propósitos políticos bastardas.
K RO N IO S (L a reb elión <te los a tla n ­
te s) por Diego B a rro s O rtiz . E x t r a ­ rompen un dilem a que tampoco superan las choferes— las palabras que más nos tocaron en Desde dentro de la universidad
ñ a n o v ela q u e se a d e n tra en u n desvaidas conmem oraciones que los centros es­ acu ella hora de reflexió n y descubrim iento de puede imprimirse- también k -
m u n d o d e Im a g in a ció n in exp lo rad o tudiantiles ensayan en oportunidades rituales. “lo social”. orientación política o religiosa -
y n os exp on e s u c o n ce p ció n a u d az
d e la d isc u tid a A tlá n tM a . S 4 50 Sin embargo esta Reform a sigue siendo la Pero a diferencia de aquellos hombres que que Grompone considera ilégi- v,
D IA RIO DE UN CONDENADO A ideología oficial de los universitarios iberoam e­ después de 1920 o de 1930 se dedicaron a trepar­ tim a. Preocupan sobre todo al ::
M U ER T E por P ie rre de B o isd eííre. ricanos. Poco im porta —parece— que jtenga en el “cursus honorum" de nue¿V-S Estados, o autor ios resultados que pro- ¡;
T o d a tin a eta p a de la vida f r a n c e ­
sa. d e los tu rb u le n to s añ o s d e la nuestra edad; poco importa que la Am érica de a hacerse ricos, o a m orirse prem aturam ente. mueve esa asociación de iacto- ¿
o c u p a c ió n a lem an a v d e la úitinva 1954 sea tan distinta de la de 1917, y que Lenin Grompone ha seguido en contacto con la U n i­ «res que importan "la mística au--
postg u e rr a ....................................... S 2 .3 0 sea ahora M alenkov. Poco importa que muchos versidad — la de la Reform a ya. Ha seguido 1tonóm ica”, las ilusiones del go­
LA O U IN TRA LA ñor M agdalena P e .
t i t . U na ev o cació n h istó rica y n o ­ de sus padres hayan sido puntales de eso qué trabajand o en e lla ; reflexionando sobre su bierno representativo interno, tí
velesca sob re este sin ie stro P e o ­ se ha dado en llam ar “situaciones de fuerza", o propio trabajo, sobre el de los otros, sobre los esfuerzo de la minoría “activis­
n a je (4-> ed ició n ) .................. $ 4 ~° que los regím enes de los que le permanecieron alumnos que bajo sus ojos pasaron. De este ta " y la creciente abstención ¿
E X P L O R A C IO N FA lV CK TT por P.
H . F a w c e tt. L ib ro h a s ta a h o ra i n ­ más fieles hayan quebrado tan ilevantable- contacto, de esta labor, de esta reflexión ha del Ejecutivo y aún del Legisla- •
éd ito . e s c rito en u n e s tilo In s p ira ­ mente como el del radicalism o argentino, el resultado un balance de la Reform a que es tivo que siempre salen maltre- •-
d o e im a g in a tiv o que h a c e r e ­ del cubanísimo Carlos P río Sccarrás o el del uno de los ingredientes más valiosos de esta chos en sus colisiones con la
co rre r la s m a g n ific a s Jo rn a d a s
del g ra n exp lo ra d o r. M uy ilu s­ einsteniano Haya de la Torre. Todavía “la re­ aguda, valiente y desordenada “Universidad Universidad. #
tr a d o s ................................................. * f : 40 form a” es invocada fiel y seriam ente por los O ficial y Universidad V iva”. E l hecho nuevo lo constituye
E S P IA S FAM OSOS p o r K .n rt S in - la form ación de grupos que ca-ft
g er. E l T>r. S in g er. e x p e rto en es- Los resultados de este análisis, f es que haya implicado un c c n - , timado tamiz a través del cual bria llam ar ‘‘neo-oligárquicos’’,
jlo n a je y fam oso a u to r, no? n a rra
Í os m á s g ra n d e s caso s de e s p io n a ­ en el que la ironía es frecuente |fundir la universidad y la so- han de pasar todos aqu e­ para distinguirles de las oligar--*:
je d e n u e s tra ép o ca, c u y o s p io ta - y la am argura tam bién, son pre- ] ciedad, y que una transíeren- llos que quieran triunfar en el quías patriarcales anteriores •í
g o n is ta s son fa m o so s ases m a s c u ­ visibles para el que haya te- j cia autom ática, un inaceptable
lin o s en e s te g én ero ............ s ~-8®
ám bito de la universidad. (Y no 1917, los conglomerados que:
L A S GRAN D ES E S P IA S p o r R u r t nido la paciencia de seguir i procedimiento analógico, lleve puedo menos que pensar que en usan desembozadamente l a 'i n ­
S in g e r. E l m ism o a u to r de la o b ra nuestro cuaterno folletón. los modos de lucha de ésta a la Facultad nuestra que conoz­ fluencia política, y técnicas de-1
a n te r io r , n o s p re s e n ta aq u í u n a S i el deber central, esencial, aquella. Y para rem atarlo' to­ co m ejor, la afirm ación carga­ magógicas —y a veces burocrá­
a n to lo g ía d e la p e rs p ic a cia fe m e ­
n in a p u e s ta al se rv icio de la c o n s ­ decisivo, de la Universidad es do. el hecho de que este conver­ ría num erosas y muy notorias ticas— muy eficaces. La cony;
p ira ció n . el s e cre to , e tc . -• S Z-S» trab ajar: enseñar, investigar, tir los patios del “alma m ater" excepciones). Espectacularidad, clusión posiblemente más me-'-
E L P R IN C IP E S E R E B R IA N I p o r estar al nivel de las ciencias; en un Estado en m iniatura, con
A lexsei T o ls to i. L a obra m a e s tra pasión, insinceridad, demagogia, lancólica de Grompone es la de
d e u n o d e los m á s g ra n d e s a u t o ­ si no hay fórm ulas estam enta­ sus partidos y sus estrategias, m ística verbal de lo ju v en il y su­ que la Reforma, que levantó ea*
r e s ru so s co n sa g ra d a p o r el ? u o u . les o legales para que ese de­ haya quedade en una agitación bordinación a la masa han re ­ el centro de su bandera la liF;
e o 7 la c r itic a . ......................... 3 3 .5 0 ber sea cumplido; s i todo de­ m inoritaria que sólo triunfa y emplazado en mucho genios cha sin cuartel contra las olí-'
LA GRAN NEVADA p o r H en ry M or­
l ó n R o b in so n . U n a n u e v a y v ig o ­
pende de una ejem p lar calidad sólo pesa, gracias a la pasividad inéditos, hábiles sobre todo en garquías, ha vuelto a recontó
ro sa n ov ela del fam oso a u t o r d e humana cuyo reclutam iento nin­ de una masa indiferente. el estar siem pre lejos de las de­ truirlas. Suena —distanciase
" E l C a rd e n a l” d e e x tra o rd in a rio guna receta asegura, no creo Ju n to á este prim er rasgo y cisiones graves y comprometedo­
é x ito ................................................ S 5 .5 0 guardadas— como la del trots-•.V,
H IS T O R IA DE UN T R A JE D E NO­ que Grompone se rehusara a a otros que Grompone tam bién ras, las v iejas virtudes impopu­ kista que advierte que en la
C H E por V icto ria W o lf. O b ra lle n a suscribir el ju icio que de sus analiza, fué una m ística de la lares de la independencia y la U .R .S.S. han vuelto a recons­
d e co lo rid o y em oción es h is to ria ideas puede ex traerse: la R e­ capacidad estudiantil, e l estí­ entereza.
% la vez sim p le, h u m a n a y c o n ­ tru irse las clases sociales. La
m o v e d o ra d e la vida de tr e s m u je ­ form a significó la p rim acía-d e mulo proselitista más poderoso L a autonomía, cuyos lím ites y cosecha de las rebeldías suci*
re s desconocida.*; y . •. u n id a s p er los medios sobre los fines, y con que la R eform a contó. Era condiciones ha definido e l au ­ exh ibir ésta cizañas.
u n tr a je . ....................................... 3 2 . SO dentro de estos fin es importó una versión, profesional de tor ,fué convertida por el re ­
M O N SEEUR O U IN E p o r G eorges
B e rn a n o s . R e tr a to d e la tu r b u le n ta el predominio de los secunda­ aquella creencia a rajatabla en ¡ form ism o en otra m ística: la
y d e so rie n ta d a h u m a n id a d d e n u e s ­ rios sobre los esenciales y bá­ la juventud, de aqu ella religión m ística de las fórm ulas ' • 295).
(p. ----- * La Reform a predicó la
.

tr o s d ía s ..............- * sicos. de su in falib le acierto, de su C reo —por mi parte— que el nidad de la cultura a la regla­
E L A LM IRA N TE DORADO p o r F .
V an W yclc M asón . L a vid a e x tr a o r ­ E l autor cree, por ejemplo, insobornable idealismo, de su autonomismo reform ista tuvo el m entación política del Estado
d in a r ia y d r a m á tic a d e S ir F r a n c é s que la Reform a apuntó dema­ impávida fe. De aquella creen­ sentido de cierto heroico ir a j época y condición muy singa
D rnke. é l fa m o so lob o d e m a r in ­ siado a cómo la Universidad tie ­ cia, tan fervorosam ente fo­ contram ano de la historia, de j lares. En un tiempo en que,.so-\
g lé s c u y a s h a z a ñ a s c im e n ta ro n e¿
p o d ero so im p erio b ritá n ic o . S 5 .0 0 ne que gobernarse y no a cómo mentada por Rodó y los otros cierto iluso y valeroso “no” a ; bre todo el haz dei mundo, la
E L IM P E R IO SO C IA LISTA D E LOS la Universidad tiene que ser. modernistas, y que boy parece crecientes imposiciones de la j fam osa consigna maurrasiaca
IN CA S p o r L o u is B a u d in . U*. I n t e ­ T a l vez le falte decir que el tan caduca. (Hoy, que sabemos
r e s a n te v d o cu m e n ta d o e s tu d io del vida contemporánea. Pred icó el í “Politique d' a b o ra ’ represen.
im p e rio in c á s ic o del P ro feso r B a u - Reformismo pudo pensar que que hay fuerzas históricas más riguroso deslinde de un poder j t ó estas dos cosas: o la “polítir
d in . C a te d rá tic o d e la F a c u ü a d d e una restructuración de la direc­ decisivas, más objetivas que educador, soberano en esa des- j 2ación” directa de la cultura r
Ile re c h o d e la U n iv ersid ad d e D ijo n ción universitaria impondría esta repetida contradanza bioló­ lindada área de la cultura, en j COn que todas las ideologías tna .■
y cu y o lib ro p o r su im p o rta n c ia
f u e r a p u b licad o p o r ei i n s t i t u t o d e una rem odelación de las acti­ gica de diferentes tem peram en­ el siglo en que la “sociedad" i intervenido hasta los rincones
E tn o lo g ía d e l a U n iv e rsid a d de vidades docentes ya que, al fin. tos, de distintos . hum ores. ... ) se hace “Estado” a través de j m ás desinteresados y especula-
P a r ís .................................................... 3 4.-10
V U ELO F A T A L p o r V icld B a u m . U n a todo nuevo mando le gusta Grompone piensa que esta m is. un proceso de unificación q u e }. ti vos de la actividad del hc¡n-
lib ro e x tra o rd in a rio d on de e l a u to r m andar sobre cosas nuevas. Si­ üca ju v em lísta —que ia R efor- com porta el arrasam iento de ¡ Htp rt «acia ú turtzacián” de lo
d e sc rib e en su s p á g in a s u n a so cie­ gamos diciendo, en acotación n a heredó de sus predecesores todas las au tarcías tradiciona­ político a la que, con cursos,
d a d in o u ie ta y co m p lica d a . 5 2 .6 0 arielistas— ha significado en la les y sólo perm ite la aparición debates y conferencias, con ins­
A N TO LO G IA D E G A B R IE L A M IS ­ que el propósito y su fracaso
T R A L . U n a n u e v 2 ed ició n d e la adm ite un paralelo con el his­ universidad un m ontón de co­ de otras, tecnificadas pero trucción compulsiva, algnnos^
o b ra d e t a l ilu s tre p o e tis a ch ile n a tórico y repetido problem a de sas lam entables. Tan lam enta­
a d m ira d a en to d o el m u n d o d e h a ­ —-también—
taiiauicrj-4— perfectam ente e»te-
este­ partíaos
partidos se se na
ha apucaso.
aplicado. Entie'*;
b la e s p a ló la . E je m p la r e n c u a d e r­ las “reform as constitucionales” bles como una crecien te sufi­ riiizaáas. (Aunque es cierto que ellos, el comunismo europeo, 7
n a d o S 6 -8 0 y r ú s t i c a ............ S 2 .8 0 am ericanas. P o r un lado es­ ciencia y un total desprecio
I ^
por
O I 4 -1 - 0
la situación histórica de los paí­ más aún e l asiático, acometieron
1 4- - * ^ » *1 —. _ — I * r ^ __ — __ - M U I

VARIAS r e e d i c i o n e s tarían aquellas que sólo mues­ toda labor humilde y difícil. ses sem ícoloniales de H ispano­ esta tarea con pesadez minucio­
L A EPOCA D E L ANHELO p o r A r-
fchur K o e stle r .............................. 3 2 .8 0 tran una atención obsesiva al Tan lam entable como e l predo­ am érica hacia la segunda déca­ sa, con apostólica pedanteó. ^
E l . T TEMPO IN G R A TO POr J a n problem a form al del gobierno, minio de la tendencia a l menor da del siglo X X no d ejaba ver T al vez atenúe el contraste ¿
Valtir» ................. S 2 .6 8 que postergan u olvidan toda esfuerzo y a colocar el nivel
LA S E R P IE N T E DE ORO p o r C iro e l fenóm eno ni, sobre todo, su tre esta realidad y los poste-^
A lecrín 1................. 5 4 .0 3 transform ación de la comunidad medio de la universidad a - la inexorabilidad) lados de la Reforma, el precisará
L O S ENDEMONIADOS p o r F e d o r que no se realice a través de altura de ese m enor esfuerzo. P ara Grompone, la uníversi- que “la política” que ella reenvi­
Dosto.vevski ........... S 1 .7 5 la redistribución de las cuotas i_*a demagogia ju v en ilista ha Up
L A BU EN A T IE R R A p o r P e a rl S. dad tiene una sola lín ea ñor- zó era en muchos casos la L l a ­
B u c k ................................................ 5 3 .9 5 de mando. P or e l otro, aque­ vado a considerar un progreso m ativa y en torno a ella se des­ tiqu ería local que no quena .
H IJO S ñ o r P e a rl S . B n ck 5 3 .9 5 llas que m iran m ás allá y le el que los estudiantes no se con­ dibuja e l laberinto de innum e­ detenerse en las puertas de.á
LA CIUDAD E R R A N T E p o r Z U ahy ponen una tabla más a otra me- centren más que en los períodos
L a jo s ................................................ S 3.5d rables desviaciones. S i la auto­ universidad y, en otros, política ^
P R IM A V ER A M O R TA L p o r Z ilah v | sa más grande que la del Poder de exam en; ha aceptado el h e c h o ________
nom __________
ía es posibilidad de___ __
cumplid mayor, pero cuyo sentido i® 7.
L a jo s ................... S 1 .2 5 Ejecutivo. S i e l ejem plo no •de que todo se ciña a las exigen- 1m iento de los fin es universita- conformaba a ios que ¿entra
DOS P R IS IO N E R O S p o r Z ilah v tim a, creo que esta es la gran
L a jo s ................................................ S 2 .6 0 e? '0S‘ E l principio de la ¡ n o s: investigación y progreso de la universidad mandaban
T A M B IE N E L ALMA S E E X T I N - i diferencia que hay entre las _ibertad de estudios ha descono- [ in telectu al; form ación de pro­ por lo menos agitaban, acto-y'-
O U E p o r Z ü a h y L a jo s ___ S 2 .1 0 últim as constituciones «rag u a- j c*ao la _necesidad de una selec- ¡ festónales y técnicos, estos ü - ban). T al vez la atenúe también, i
L A S MAS FAM OSAS P O ES IA S P A ­ yas y la recien te argentina 0 - cion de apti-ades para el tra- •nes no im ponen que la univer-
R A R E C IT A R . — S elecció n d e Agra­ destacar que esa “cintura” de is
m o n te— 4» ed ició n re v isa d a - c a r ­ la famosa m exicana de 1917. oa jo as cátedra. L a selección I si-dad se segregue de lo social Reform a era en buena parte 90- "•
ro ñ é . En la Universidad en cam­ que se produce se n a en cam qjo •0 que se incorpore a sí misma lírica (como pudo serlo, por ejem­
CO LECCIO N P O LIC IA L
“E L SA BU ESO ” bio es nna lucha contra lod o lo una selección al revés. Tin m íor- ¡ funciones que no tien en esa plo, a través de sociolegías'coma
fcos m á s n o ta b le s a u to re s p o lic ia ­ que significa un obstáculo a i especificidad. (Con esa especie la de Ingenieros., de arqueoiogíai
le s e n t r a s e x tra o rd in a ria c o le cció n { __ ) ílas] aspiraciones [juveni­ ! de “im perialism o institucional” como la de Válcárce!) y vue es­
d el gén ero . - U 1-irnos titu lo *
p u b licad os. les]. y que se presentan ERRATA
a me­ te “manos afuera” que la uni­
#o2m D ickson C a rr nudo como exigen cias puramen- | versidad le conminaba al Esta­
3 2 c rim e n d e Isa m il y n a * fe form ales. L as agitaciones j S u la crónica sobre Le
n o c h e s ........... * 2 .7 5 L a autonom ía universitaria no do no era un santo y seña que
O s c u ra so sp ech a ..................... ~ 1 .7 5 estudiantiles pueden aparecer ¡ Iivre de Cxistopbe Colom b, j supone tampoco el desprecio de la Universidad se repitiese para
xL S ta n le y G a rd n g r j como un ensayo de poder, que ‘ publicada en estas mismas j las exigencias sociales: e x iste inhibirse de penetrar en lo social
3 2 m a r id o O bsesionado . . . " 1 .7 5 centraliza en la Universidad el páginas el núm ero pasado, |una im precisa zona de fro n tera con una política ya cargada de
L a m o re n a p r e s t a d a ............~ 1 .7 5
f
H d ob le c r im e n & b o rd o “ 1 .7 5 { campo de preparación de las I se d ijo por errata, " ...a q u í I en la que las dos partes deben activo fermento revolucionaria,
L a za n fitr s e n ! d o rm id a . . ” 1 . 7 5 5futuras actividades en el me­ Claudel despliega sa beate­ i m overse con suprema pruden­ Y con esto se toca el última
E T V EN TA EN TODAS LA S
dio social (p. 291). Que esta lucha ría p e s a d a ...”, cuando de­ cia, con comprensión, con mutuo punto realmente importante ds
L IB R E R I A S T QU IO SCO S por el gobierno haya sido for­ bió d ecir: “su batería pesa­ |respeto. Cuestiones tales como la ideología reformista. Es
m al n o sería lo de más, por­ da", con más respeto al ! la de la duración de los estu- dogma de “la apertura, a
d ü t r i b n i d o r 'e x c l u s i v o : S E L A
J S d e J u lio 2333 (S u b su e lo ) que, a l fia 7 al cabo, podía ha­ idioma y al noeta. ! dios o las garantías que ce b e n cial” del interés por todas
T e lé is .: 8 10 63 y S 2.T OS bérsele dado un contenido. Peor ! ofrecer los títulos profesionales i cuestiones de la comunidad, 1 » ^
scribe C A R LO S REAL DE A Z U A VIDA LITERARIA
¿ración a esclarecer su te x - nazar a la universidad en su bien ni siquiera en 3a retó rica clá ­ E l Nuevo Testam ento sigue dando tra b a jo & dtodrm er#
y enunciar las lín e a s p r o . fu n ció n estricta. A ceptables sica. ¿Quién señalará e l escam o­ siglos de su nebulosa composición. R o b e rt Gravea, prom i­
■ynáticas de una acción p olíti- cuando se realizan cie n tífica ­ teo de hechos, de teorías, de nente poeta y novelista inglés contem poráneo, h a compues­
por encim a de los partidos, m ente, e s decir, •como en fren ­ posiciones? ¿Quién, la elusicn to junto con Jo sh u a Podro un lib ro sobre e l tem a que ha
¡ciada con ella, la llam ad a tam ien to con un sector de la de interpretaciones que no con­ despertado furibunda reacción ortodoxa y (menos) aplauso
nsión u n iv ersitaria’*, la di- realid ad que la cien cia debe r e ­ form an? L a posibilidad de ha­ de algunos. S e llam a The N ararene Gospel R eslored (literal­
ión de la cu ltu ra e n tre las gular, fru stra rá n su sentido si cerlo exigiría la actitud muy mente R estauración del Evangelio Nazarefio). y entre otras
¡es que a la universidad no se cum plen, como ta n a menudo despierta de un alum no ideal cosas duda de la autenticidad h istórica de la C ru cifixión y
fué sólo e l colorarlo m ás sucede, tendenciosam ente. M ora­ que sabría tanto como e l pro­ de la ortodoxia y verdad del Nuevo Testam ento. P o r otra
¡tibie de una m ism a actitud lidad, dem ocraicia todo fin se­ fesor; tampoco d ejaría de ser parte el reverendo Jo h n W illiam Ellison, de los E E . UU-, se
una ambición id éntica. H a si- cu n d ario es peligroso en cuan­ una fuente de conflictos. No pa­ echó encim a la inhumana tarea de com parar las 4.600 v er­
muy subrayado en la histo- to d esvía d el fin esencial, en rece mala, por ejem plo, la re ­ siones conocidas de los Evañgeliqs. Todas ellas son copias
de la R eform a e l ejem p lo cuanto distrae energías de él. ceta que el Dr. Ja m e s Conant de copias de copias y m uy pocas coinciden en e l texto.
¡mano de las “U niversidades propone en su "Educación para Pero el padre Ellison tiene la idea de reu n ir en fam ilias to ­
’opulares González P rad a’*. La XI e l mundo dividido". C onsiste en das las versiones c indicar originales com unes.. E n vista de
¡tensión generosa, nunca E l progreso de la investiga­ que cada docente m anifestase que sólo en el Evangelio según San L u cas hay alrededor de
tdonad#, aunque tan m agros ció n c ie n tífic a que Grompone con lealtad y absoluta franque­ 100.000 variantes, acudió al famoso cerebro electrónico de
¡tos por lo general haya dado, postula im plica, claro está, el za cuales son sus puntos de Harvard, “M ark IV ”, que, aunque no entiende griego, pue­
reflexionó lo bastan te e n un p ro blem a de la libertad de cá­ vista doctrinarios, su filiación de distribuir la s variantes (debidam ente traducidas a l códi­
luivoco al que, p ara p recisar, ted ra y e l ám bito de su e je r ­ in telectu al y políticá, y en que go num eral bin ario que emplea) en fam ilias y grupos. E l
telvo a recu rrir a T . S. E lio t: cicio.- E l lim ite de esta lib e r­ esta filiación fuese conocida reverendo —q u e hace ya años q u e tra b a ja en e l asunto—
error (es) nuestra tendencia tad es, según e l autor, el de por autoridades y por alumnos. espera te rm in ar el año próxim o la clasificación de lo s có­
pensar en la cultura com o e x ­ que el docente llegue a h acer No cabe ilusionarse tampoco dices de S a n L ucas, tarea que hubiese requerido el tiempo
ilie cultura de grupo, propaganda directa, desviando mucho con ella. Puede ser de varias vidas humanas de no contarse con la asombrosa
cultura de las clases y "e li- así lo s propósitos de la en se­ tam bién una fu ente de co n flic­ computadora. ' f
*L V* cultas. Entonces pro cede- ñanza. tos. Puede se r considerada por '-=> Ha fallecid o a la edad de 83 años el decano de lo s e x ­
* P a re c e que el pricipi'o — si las posiciones de más extrem a ploradores m ás o menos literarios d el O este norteam ericano:
íes a pensar en la parte más
aq u í seguim os fieles a l pensa­ disidencia como una com pul­ W illiam R ain e. Produjo 80 novelas de vaqueros, de las que
í¡ lumilde de la sociedad com o ie-
& úendo cultura únicam ente en m iento m ism o de Grom pone— sión intolerable a la que se su­ circularon 19 m illones de ejem p lares en doce idiomas.
no ten d ría nada de rígido, n a­ je ta rá n de m al grado y sin Algunos escritores conocidos que hasta ahora s e dirigían
r to que partícipe de esa eul- a un público adulto h an lanzado a la publicación lib ro s p a­
< a superior y m ás con sciente, da de seguro. E n este p ro b le­ sinceridad- E xige un clim a de
m a, com o en todos, e l espesor aceptación de las diversidades ra niños, en vista de la inm ediata colocación que encuen­
tratar a la masa "no in stru í, tran. E n tre los- recién llegados: G rah am G reene (T h e l .iftle
i* de la población com o ira - de la realid ad vence a las fó r­ ideológicas que nuestra época
m ulas m ás pulcras. P o r que ¿có­ está muy lejo s de o frecer. Cho­ Horse Bus). L ou is M acNeice, O liv er L a F arg e. Recordam os
i riamos a alguna inocente lri-
> mo f i ja r ese lím ite e n tre lo ca con la realidad crecien te de en nuestro m edio una cuidada versió n de Alí-Babé^ (Buenos
r in de salvajes a quienes estam os Aires, Ed. Sudam ericana), con texto de G uillot Muñoz, ilus­
p ¡ligados a enseñar la verdadera que se exp on e sim plem ente, lo lina “ideología o ficial’* que, has­
que se afirm a riogm átim m pn. ta en la s dem ocracias m ás res_ trada con finísim o gusto p or Toño S a l azar años ha.
I }. es animarla a que om ita o
i ¡precie aquella cu ltu ra que te (con un dogmatismo abierto pirables empieza a dibujarse, + •
o con un dogmatismo solapado) m ínim a h oja de p arra que to ­ Tim e d etalla el escandalete de días pasados que prota­
fría poseer y de la cu a l la gonizó Ily a E h ren bu rg en Santiago de C hile. E l conocido es­
r te más consciente de la cu l- y la propaganda d irecta? L o s dos deben portar para que su
modos indicativos y los modos circulación sea perm itida. crito r soviético llegó a la m encionada ciudad a en treg ar a
exirae su vitalidad ( . . . ) Pablo Neruda el Prem io Stalin 1953, consistente en u n p er­
i es una condición esencial ex h o rtativ o s no se distinguen E n general, la concepción
s gamino y 25.000 dólares. E n el aeropuerto fu é registrado
*--• la conservación de la calidad grom poniana de la s relaciones dos veces, y le fueron quitadas h a sta la s palabras cruzadas
n una cultura de la m inoría, entre la U niversidad y la so cie­ francesas que llev ab a consigo, com o popu lar entretenim ien­
deba continuar siendo una T étn ica d e! Cuerdo dad e sta ta l exige algunas pre­ to, am én de todo é l Prem io. Uya se declaró en huelga de
de m inoría. cisiones. Comporta —m e p are­ ham bre hasta sa lir del país, pero a regañadientes consintió
Piensa Grompone que la difu- E l ju e v e s 23, a la h ora 19 ce— un cierto “angelism o” di­ - más tard e en alo jarse en la inorada de Neruda. A n te
í* ► n cultural, e l in terés por los en e l S a ló n de la F acu ltad fuso, de carácter intelectualista, la investigación oficial todos negaron responsabilidad de
>blemas sociales y p or la de H umanidades, O m ar P re ­ cien ü fícista. S i e l fin de la Uni_ lo acaecido, pero se ju stificó la conducta de lo s aduaneros
.ción ciudadana pueden, go G ad ea h ab lará sobre el versidad es propender a l pro­ con la ley que prohíbe la entrad a d e com unistas y su li­
10 actividades sanas pero te m a : E l Cuento y su T é c ­ greso humano m ediante una teratu ra al p aís. * M. T.
odiablemente an exas, am e­ n ic a a través de Autores Na­ Kbertad de investigación sin
cionales. cortapisas, m oral y m aterial
la “aroerícan w ay of life” o en mo n u estra propia seguridad,
m ente asegurada, toda in flexió n
e l tipo soviético de vida y orga­ como n u estra fugaz felicidad.
política’ social o religiosa frus-
nización social.
. iX ara esa esencial finalidad. P a recería m ás equitativo re ­
¡G rom pone traza la h isto ria de conocer e l hecho de que las vi­ V.t} esta lu ch a de la R eform a
e l esfuerzo contra la designa­
í d® cierta s Posturas gencias sociales que el Estado ción " a dedo” de los profesores
políticas o religiosas an te la di­ representa v an a proyectarse
sidencia universitaria. M uestra inexorablem ente en la U niver­ fu é uno de los fin es m ás e n fa ­
como éstas, en general, reaccio­ sidad; e l hecho de que toda cu l­ tizados. Grom pone, que dedica
nan an te la discordia directa tura y toda especulación, por uno d e los capítulos m ás sabro­
con el poder, cuando ésta se desinteresadas que sean».se tra­ sos d e su lib ro , (e l V ill) * a l
m anifiesta dentro de los clau s­ ducen m ediatam ente, e n fo r­ p ro b lem a de la elección del pro*
tros; como casi nunca lo hacen mas de v id a y de organización feso r es sum am ente severo coj
ante la prom oción de una cu l­ humana. De que todo pensa­ " e l concurso”, considerándolo
elem en tal, artificioso y a rc a ic a
tura cuyos corolarios políticos, m iento cre a instituciones. De
P ie n sa que " e l concuxsismo*
sociales zaparán — a la co rta o que toda cu ltu ra —laica o r e ­ rep resen ta una prim a a la e ru ­
a la larga— la s bases que a esos ligiosa— tien e una últim a signi­
poderes m antienen. L o s casos fica ció n política, social; de que d ició n m ecánica y a esa resis­
te n c ia — casi fisiológica— de la
que e l autor pone: N apoleón m , coda política im p lica exp resa o
m em oria. Q ue desprecia la ca­
la m onarquía conservadora y tácitam ente una cultura y has­ pacidad de pensam iento propio,
cle rica l española de m ediados del ta una teología (2o vió con n i­ la seried ad d el esp íritu creador,
siglo X i X apuntan a claras s i - . tidez e l adm irable y profético l a vocaeión investigadora d el
tilaciones en que la G n iversi- ¡ Donoso C ortés) U na cultura que
dad está colocada e n co rrien ­ v a a con ten d er con v en taja posible docente- No puede h a b er
procedim iento in fa lib le para
tes de vitalidad h istó rica y cuando e s la dom inante en el
e le g ir profesores y e l h ech o ea
claro futuro (aunque lite ra l­ ruedo u n iversitario. S í toda en ­ sum am ente grave porque e l a l­
mente. fueran tan pobres como señanza b r e a — se lo proponga m a de la Universidad, sa trad i­
e l eclecticism o espiritualista de o no— tipos e ideales de con­ ció n de independencia y d e a fir ­
los liberales fran ceses o aquel ducta, ¿cóm o la socieda d, como- m ación técnica» e l sentido de
nebuloso krsusism o español que un todo, puede s e r indiferente a su. fu n ció n , la fecundidad de sa
m arcara con su burla don M ar­ operación de ta l trascendencia? producción , dependen de es«
celino Men éndez P elay o ). Son No ímplí'-g esto, naturalm en­ p erson al; y la je ra rq u ía de k
casos en que esas situaciones te, desconocer la im prescindi­
universitarias se encuentran ble lib erta d universitaria de m e n te a la je ra rq u ía ' m orai
con fuerzas o con vigencias de­ creación y com unicación cultu­ c ie n tífica - e in telectu al de a q u e
bilitadas de modo trem endo, di­ ral. P ero pienso que se defiende fp. 249) S i l a idea de g aran tía
vorciadas del sentido de los su­ m ejo r la lib erta d haciéndola con cretad a e n io s v ariad as "
cesos; estrictam ente, p or ello, aquella “e te rn a vigilancia** del calafones” es peligrosa
"reaccion arias’’. P e ro e l planteo aforism o inglés, la conquista dí_ donada a s í misma— p o r enante
no agota toda la dfiem ática po­ fíc^J.y siem p re amenazada, que con stitu ye una prim a a la fiza-
sib le y e n s í mismo señala que pertrechándola en seguridades n ía de lo autom ático (p. 277), a
solo ju e g a dentro d el período institucionales; en garantías es­ la m ediocridad, a la. v e je z físic a
lib eral, y a que lle v a e l sello del táticas elaborad as a l m argen de y m ental, s i la U niversidad
distingo, clásico en esta ideo­ toda v iv en cia de lo soberana­ ce sü a hom bres ahnpg^íps,
logía, en tre “actos^reprím íbles. m ente co n flictu al, inestable y ponsables, lib re s, originales,
y “pensamientos*’ intangibles. trágica que es la acción, del cread ores, é l problem a n o e s
P ero no todas las épocas, n i to ­ esp íritu dentro de las estruc­ m ás q u e la v ersió n lim itad a d e
das las cu ltu ras h an aceptado turas h istóricas. esa trem en d a realid ad de que
una dicotom ía que sólo r e fle ja M ejo r e s recon ocer e l conflic­ n c e x ista n fó rm u las p ara e vit ar
situaciones de un mundo a la to6 y acep tar que él será dura­ las desviaciones de la la b o r u n i­
vez espontáneam ente dinám ico dero como la especie m ism a. v e rsita ria — de q u e -n o ex is tan
y escindido -—política, relig io­ R econocer que am bas partes fó rm u las p ara nada— ; d e que
sa, socialm ente— basta sus m ás pueden p o rta r — como e n la in­ la ú n ica salv ació n —J a ú n ica
hondos estratos. N o prevee, por terp retació n h eg elian a de la tra ­ salv ación , h asta escatoíógíca-
ejem plo, la posibilidad de c o ­ gedia g rieg a — una verdad r e ­ m en te entendida— resida en la
munidades de fu e rte cohesión lativ a e ig u alm en te válida. Y intensidad y la .g ravedad coa
política e in telectu al; n o prevee, tra b a ja r, p en sar y c re a r des­ q u e lo s fin e s auténticos d e 1«
la existen cia de unanim idades o pués, sabien d o c u s la o te a , su u n iv ersitario viv an en dirigen­
«yTrtiimaP’minarip*; m ísticam en­ continuación, su influencia son tes, en enseñantes, en alumnos,
te convencidas de coron ar e l , y serán ta n in estables como e n gobernantes, e n la sociedad
curso de los tiem pos. P ien so en j nuestra p ro p ia v id a física, co­ jo ísn ia.

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