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LA EDUCACIÓN FÍSICA: SUS ENFOQUES Y PERSPECTIVAS

(Primera parte)

Por: Cecilia García Márquez


cecigama85@yahoo.com
México

Tanto en México como en otras partes del mundo, la educación física aspira a
lograr el anhelo de una verdadera educación integral del ser humano, aspiración
máxima y ordenamiento constitucional señalado por el artículo tercero, pretensión
que a lo largo de la historia muestra que aún estamos muy lejos de alcanzar.

De cualquier forma contemplar el pasado nos ayuda a observar los errores y


construir el futuro y que mejor que ese vistazo sea poniendo énfasis en nuestra
materia. Empecemos pues este recorrido a inicios del siglo XX con aquellas
legendarias y heroicas “Misiones Culturales” lideradas por Vasconcelos, la
educación física ocupaba ya un lugar, representada por el Dr. Ranulfo Bravo,
integrante de la primera Misión Cultural en México posrevolucionario hacia el año
de 1923. (Sierra, 1973)

La educación física se proponía entonces, llegar hasta los rincones más alejados
del país, hay que recordar que en aquella época, el analfabetismo alcanzaba más
del 80% de la población, (Frijol, 1983) desde aquel entonces hasta ahora la
educación física se ha ido transformando paulatinamente al igual que todo nuestro
sistema educativo nacional.

La misión ahora, dicen las autoridades, -ya no basta, ni nos satisface con la
cobertura casi total de la matrícula escolar de educación básica, sino que ahora el
gran reto y objetivo prioritario es brindar el servicio de educación física con
calidad- calidad palabra tan llevada y traída durante los últimos sexenios y que sin
embargo no termina de precisarse y concretarse que exactamente entendemos
por una educación de calidad.

Por otro lado, para nadie resulta novedoso, el que, mencionemos que la educación
física ha tenido que luchar desde hace muchos años, por un reconocimiento como
disciplina pedagógica dentro del ámbito escolar en donde ha tenido preeminencia
el desarrollo intelectual del ser humano, olvidándose de su elemento corpóreo.
Casi todos los autores contemporáneos especialistas en la educación física han
tratado el tema de la desvalorización de la educación física, no sólo en México
sino en todo el mundo occidental, esto es, que ha existido una tendencia general
desde los inicios de la escolarización de la educación a “privilegiar la faceta
intelectual y espiritual del hombre a expensas de la educación física, como si ésta
se realizase por sí sola” (Avanzini, 1987).
Sin embargo, a medida del desarrollo espectacular de las ciencias humanísticas
durante el último cuarto del siglo XIX y durante todo el siglo XX, tales como la
medicina, la filosofía y la psicología, así como los avances vertiginosos de la
pedagogía, y la sociología, han contribuido a las grandes transformaciones de las
ideas acerca del mundo, y de manera especial hacia una nueva concepción del
ser humano, implicando a su vez el nacimiento de nuevos paradigmas de la
educación en general y de la educación física en particular, que tienen como base
una mejor comprensión del ser humano, visto como un todo integral y no como un
ente dividido en alma, mente y cuerpo.

Antes de este periodo, dentro de las concepciones estrechas del dualismo


filosófico, época de la educación cristiana en la edad media, en la que dividían al
ser humano en alma y cuerpo, en donde se le consideraba al cuerpo como una
cárcel que aprisionaba el alma y en donde sólo el alma constituía objeto de
educación, no se le prestaba atención alguna al cuerpo del escolar. Mas adelante
comenzó a valorarse el cuerpo como auxiliar en la educación del espíritu se
pensaba que: “para que el cuerpo obedezca al alma tiene que ser vigoroso y
recíprocamente, un cuerpo enfermo opone resistencias incontrolables al alma”.
(Avanzini, 1987, p.86) En esta etapa (siglo XVIII) el cuerpo deja de ser
despreciado o sacrificado ya que comenzaba a ser considerado como parte
también de la creación divina (cuerpo y alma), sin embargo, la educación física
desempeñará el papel de mantener y acrecentar las potencialidades del cuerpo,
prevaleciendo un cierto sentido higienisista (para conservar la salud y la fuerza) y
terapéutico (para curar las enfermedades) en la educación física, pero sin
observarse todavía como una disciplina pedagógica.

Las diversas concepciones del universo y del hombre se han fundamentado en los
diversos modelos y teorías del conocimiento a los que hemos accedido a través
del desarrollo histórico de la humanidad, conocimientos que a veces de manera
paulatina y en otras ocasiones vividas como verdaderas revoluciones científicas,
han contribuido a cambiar las ideas y concepciones del mundo, a entender mejor
las diversas conformaciones sociales y al ser humano en particular. Asimismo
nuevas normas y valores se han ido incorporando a la urdimbre social forjando un
modelo ideal de hombre y de mujer, tarea que por antonomasia ha descansado en
la institución escolar.

Bajo estos supuestos podemos entender mejor cómo se han creado los diversos
enfoques de la educación física, es decir que los enfoques, paradigmas o modelos
son el resultado concreto de un conjunto de saberes, creencias filosóficas, y
valores que se han ido asimilando y construyendo socialmente, del mismo modo
no podemos soslayar la influencia que ejercen sobre la educación las condiciones
socioeconómicas y políticas del país, más aún cuando la educación pública,
gratuita y obligatoria quedó bajo la rectoría del Estado.

Es así que existen diversas formas de entender y aprehender a lo largo de la


historia la educación física, hay entonces híbridos enfoques, definiciones, objetos
de estudio y señalamientos diversos sobre lo que debe enseñar o aportar la
educación física, es decir los fines y propósitos de ésta.

De acuerdo a lo planteado podemos hablar de diversos enfoques y /o perspectivas


de la educación física realizada por diversos autores que de acuerdo al acento en
que pongan su mirada analítica han reconstruido el devenir histórico de la
educación física. Así, por ejemplo, la autora Benilde Vázquez examina poniendo
acento en lo corporal y habla entonces del cuerpo acrobático, del cuerpo pensante
y del cuerpo comunicación.

Otro planteamiento realizado desde la perspectiva marxista denominado aquí


enfoque histórico cultural de la educación física en México analizado por Torres
Hernández, propone varias etapas: El positivismo y el objeto higienista militar; el
idealismo y el objeto estético-nacionalista; el enfoque biomédico-deportivo versus
premilitar deportivo; el enfoque técnico-deportivo; el enfoque psicomotriz y la
recreación y la propuesta de integración dinámica.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Avanzini (1987). La Pedagogía en el Siglo XX. Ed. Narcea. Madrid.


Frijol, Norberto (1983). La cultura física en la educación de México. Tesis para
obtener el título de licenciatura. Secretaria de Educación Pública (SEP). Escuela
Superior de Educación Física (ESEF)
Sierra, Augusto (1973). Las misiones culturales. SEP. México
Torres, Ma. de la Luz (s/a) La educación física escolar en el proyecto educativo
nacional hacia un nuevo curriculum para el nivel básico. Comisión Nacional del
Deporte (CONADE). SEP. V Certamen Nacional de Investigación
LA EDUCACIÓN FÍSICA: SUS ENFOQUES Y PERSPECTIVAS

(Segunda parte)

Por Cecilia García Márquez


Cecigama85@yahoo.com

En la primera parte de este artículo, como recordaran abordamos algunos


supuestos de cómo se han ido conformando los enfoques o perspectivas de la
educación física y también apuntamos que no hay una sola postura al respecto,
sino que existen diversas formas de mirar un mismo objeto o tema y son más bien
los supuestos o constructos intelectuales y el énfasis o acento puesto en algún
elemento de análisis lo que determinan la perspectiva presentada por cada autor.

Así por ejemplo, una importante autora como es Benilde Vásquez divide en tres
grandes etapas el transcurrir histórico de la educación física, colocando al centro
de la discusión al cuerpo, y habla entonces del “cuerpo acrobático”, abarcando un
periodo histórico que inicia con la introducción en Europa de la educación física
institucionalizada.

Es decir, contempla los inicios de la gimnástica de Amorós, de Ling, Muths etc.,


cuyos valores e ideales sobre cuerpo radicaban en un cuerpo sano, robusto y
vigoroso y donde se concebía al cuerpo fragmentado (lo físico, lo intelectual, lo
moral), presto para servir a la patria y a la sociedad.

En esta misma etapa contempla la época del deportivismo con sus precursores
como Thomas Arnold y Coubertin y su posterior desarrollo del deporte moderno y
la visión neopositivista de éste, coincidiendo con el auge de la ciencias médico
biológicas y su búsqueda del rendimiento físico tanto para la marca olímpica como
para el trabajo industrial.

La segunda fase corresponde al “cuerpo pensante”. B. Vásquez abarca un largo


periodo en el que podemos ubicar su inicio con las aportaciones de la
neurofisiología de Ernest Dupré (1913), pasando por la enorme influencia
intelectual del psicoanálisis de Freud, la psicología genética de Piaget y Wallon, la
psicoanálitica de Wincott, las aportaciones de la neuropsiquiátrica de Ajuriaguerra,
la gran influencia de la psicocinética de Jean Le Boulch hacia fines de los años
setentas, de las disciplinas psicopedagógicas de Picq y Vayer (1985) y de la
fenomenología de M. Ponty.

En esta fase las concepciones sobre el cuerpo cambian radicalmente, ahora hay
una conciencia del “yo corporal” con sus pulsiones emocionales y libidinales, con
la conformación de la imagen corporal, esquema corporal y el dialogo corporal,
hay el resumen de una idea más integradora del ser humano sin fragmentarlo en
cuerpo, alma y mente.

Hay también una idea latente que consiste en que, con el cuerpo también se
aprende y que el movimiento corporal es vital desde la etapas más tempranas de
la infancia ya que de éste dependen la formación de las primeras estructuras de la
inteligencia.

La última fase que marca Benilde Vásquez, es la del “cuerpo comunicación”,


mezclándose con la etapa anterior porque sus primeros brotes comienzan con la
revolución sexual de los años sesentas y con las ideas retomadas de Marcusse y
de Nietzsche en su apología del cuerpo.

Más adelante la exaltación del valor de la lingüística y de las estructuras


expresivas son campo fértil para el pleno desarrollo de la danza, la rítmica, la
expresión corporal de M. Marceau, Decroux, Maurice Bejárt, etc.

Luego, surgen algunas corrientes novedosas como la psico-sociomotricidad de


Parlebas y Domingo Blázquez, así como el desarrollo global de la Motricidad de
Dafonseca, se habla de creatividad y motricidad y de motricidad como sistema
inteligente y son algunos de sus exponentes Eugenia Trigo y Castañer y Camerino

En esta etapa igual que la anterior se valora el cuerpo como una parte inseparable
y conformador del ser humano “yo soy total y plenamente cuerpo” hay una
valoración del cuerpo como una forma de expresión más poderosa incluso, que el
lenguaje hablado en algunos casos, “yo soy mi cuerpo” también se valora como
una parte indispensable de comunicación con el mundo “mi cuerpo es la
prolongación del mundo”.

Hay pues, en síntesis, una percepción plena de lo corpóreo, de la corporeidad, o


del cuerpo humano y su capacidad del ser humano para aprender a través del
cuerpo y su habilidad para establecer y codificar múltiples formas de
comunicación.

Otro enfoque totalmente diferente al anterior es el que presenta la Mtra. Torres


Hernández que lo llama “El enfoque histórico cultural de la educación física”, en el
se toman como supuestos principales, que el hombre, la sociedad y sus productos
son el resultado de las relaciones humanas entre los sujetos determinados
históricamente. (método dialéctico materialista).

Ma. De la Luz Torres H., nos menciona siguiendo este enfoque que en la etapa
primitiva el hombre no había elaborado conceptualmente la separación cuerpo-
mente. La actividad física y su aprendizaje estaban directamente vinculados a las
formas como sobrevivían a través de la caza, la pesca, la recolección, el
enfrentamiento cuerpo a cuerpo, la defensa de los animales, etc.”
Más adelante, con la división del trabajo: en físico e intelectual, como resultado del
desarrollo de las fuerzas productivas se da la escisión cuerpo-espíritu, esto
acontece desde la antigua cultura griega y posteriormente durante el
Renacimiento la concepción de Descartes entre la sustancia material corpórea,
divisible y la sustancia inmaterial inextensa, pensante y racional, se afianza la idea
de la división mente cuerpo concebidos como dos entidades distintas, en donde el
movimiento corporal o lo físico, responde a lo instintivo y a lo irracional y en
cambio lo mental corresponde a la razón.

No es de sorprenderse entonces que todavía en nuestra época se considere al


atleta como poco inteligente y a la persona que se dedique a realizar algún trabajo
de tipo intelectual o académico se le considera como más inteligente a raja tabla
que a un deportista.

En su etapa moderna Torres Hernández, considera que es necesario revalorar la


educación física ya que la tecnología ha impuesto un cierto sedentarismo en la
sociedad, y los procesos de globalización han arrojado una mayor concentración
de la riqueza en un sector muy pequeño y ha agudizado la pobreza en una
inmensa mayoría, aunado a esto la contaminación del medio ambiente por lo que
es necesario replantearse cómo a través de la educación pueden revertirse estos
proceso negativos.

Ahora desde otra perspectiva muy interesante y totalmente diferente José María
Cagigal aborda el desarrollo de la educación física a lo largo de la historia
poniendo especial acento en el deporte y sus derivaciones.

Para Cagigal el deporte y el juego se encuentra entrañablemente unidos dado que


el deporte es histórica y esencialmente: juego.

Desde los tiempos más remotos la actividad física y la competencia han


caracterizado al hombre ya sea por su necesidad de movimiento para cubrir sus
necesidades esenciales de supervivencia y el juego como una especie de instinto
o impulso biológico que se ha observado en todas las culturas del mundo.

Así el deporte-juego filogenéticamente hablando ha acompañado al hombre a lo


largo de la historia humana, que junto con las transformaciones de la sociedad el
deporte ha venido sufriendo cambios en sus fines y formas de expresión.

Para Cagigal, un momento histórico especialmente importante para la educación


física es el surgimiento del deporte moderno que tiene su origen en Inglaterra siglo
XIX durante el proceso de la industrialización como una respuesta a la necesidad
antropológica de movimiento ya que el proceso de mecanización y automatización
de la industria disminuyó enormemente los requerimientos de esfuerzo físico tanto
para el trabajo como para la vida cotidiana.

Este sedentarismo en aumento hizo que el deporte surgiera como una búsqueda
del retorno al equilibrio, a la naturaleza.
Este deporte moderno tiene como características y valores la caballerosidad, el
juego limpio, el contacto social, el respeto al adversario, la entrega y la exigencia.

Sin embargo en el ultimo cuarto del siglo XX, con los Juegos Olímpicos de Roma
en 1960 el deporte comienza a convertirse en algo totalmente distinto, es el
momento del surgimiento del deporte contemporáneo-espectáculo, es el deporte
del gran espectáculo, de la política, de la técnica, de la ciencia , de la profesión y
de la exigencia internacional

A pesar del surgimiento del deporte espectáculo subsiste el deporte praxis, el


deporte educativo que lucha por no perder los valores iniciales del deporte
moderno, que busca un enfoque pedagógico ecológico, “una vuelta a la
naturaleza, expresión estética, ocio activo, pausa en el tecnicismo”

La idea que subyace en Cagigal y en su enfoque es que la educación física debe


ser una actividad disfrutable y que no debe estar exageradamente tecnificada, ni
debe haber una búsqueda o preocupación exacerbada por su cientificidad.

Cagigal concibe al ser humano como un todo integral y que debe buscarse un
equilibrio entre la educación intelectual y la educación desde del movimiento.

Estos tres autores tratados en esta ocasión dan una clara idea de la diversidad y
tratamiento conceptual diferente que existe en educación física. Para la última
parte abordaremos algunos reconocidos teóricos de educación física.
La educación física: sus enfoques y perspectivas

(tercera parte)

Por Cecilia García Márquez


cecigama85@hotmail.com

En el desarrollo de los dos artículos anteriores hemos abordado de manera muy


sintética algunas perspectivas o enfoques de la educación física.

Estas perspectivas que seleccionamos tienen como rasgo común el tratamiento


histórico de la educación física, sin embargo lo que las hace diferentes es el
interés centrado en algún punto en particular desde el cual cada autor dirige su
análisis.

Así pues, a manera de resumen recordaremos que Benilde Vásquez, hace una
reconstrucción histórica de la educación física europea dirigiendo su luz analítica
al cuerpo humano y examina las diversas concepciones que han existido sobre él,
a la par del desarrollo de las disciplinas vinculadas con la educación física y sus
repercusiones sobre esta materia.

Por otro sendero, la maestra Ma. De la Luz Torres, rehace a través del
materialismo histórico el devenir histórico de la actividad física y sus vínculos
indisolubles con el desarrollo de las fuerzas productivas. Por su parte, José María
Cagigal, dirige su atención al juego y su evolución con el tiempo derivando de este
proceso, el deporte moderno, el deporte contemporáneo y el deporte educativo
escolar. Este último es al que apuesta Cagigal como medio formativo para el
escolar.

Pero antes de continuar con esta tercera parte del artículo, es conveniente hacer
algunas precisiones. En primer lugar, el uso del término “enfoque” aplicado a la
educación física puede resultar polémico o al menos ponerse en tela de juicio.
Para algunos intelectuales la palabra “enfoque” aplicada a una disciplina científica
refiere necesariamente a un tratamiento teórico y metodológico cuidadoso. En
cambio para otros, el uso del término sólo denota el énfasis o acento que se pone
en cierto aspecto en el análisis de un tema.

Siguiendo con esto, tradicionalmente en nuestro medio educativo, varios de los


estudiosos que se han ocupado en historiar la educación física en México han
recurrido a la utilización del termino “enfoques” para caracterizar los aspectos más
representativos de una determinada tendencia curricular. Siendo así, es que
encontramos en diversos documentos tanto oficiales como no oficiales el citado
tratamiento por enfoques a las diversa etapas por las que ha atravesado esta
disciplina.
La pregunta obligada es entonces: ¿es correcto hablar de enfoques (militar,
deportivo, psicomotriz, orgánico funcional y motriz de integración dinámica) de la
educación física?

Si queremos ser severos con el uso de los términos es muy probable que nuestra
respuesta se incline hacia un no rotundo, pues encontraríamos muchas carencias,
imprecisiones y deficiencias en el análisis riguroso de estos llamados enfoques.

Sin embargo si logramos mirar el asunto con otra óptica, los enfoques han
ayudado a conformar una identidad histórica de la profesión, –todos los
educadores físicos sabemos, por ejemplo que el llamado “enfoque motriz de
integración dinámica” se refiere a la última propuesta vertida en Programa de
Educación Física (el libro blanco) y que tiene como rasgos el caracterizar el
movimiento corporal como objeto de estudio y como base para propiciar los
aprendizaje en los alumnos, sabemos además que esta conformada esta
propuesta por cinco ejes temáticos que se interrelacionan constantemente, etc-.

No obstante las bondades de los enfoques es necesario que hagamos una nueva
revisión crítica de éstos para determinar si es preciso utilizar nuevas formas, más
acabadas, mejor elaboradas, para referirnos a estos periodos, etapas o tendencias
por las que ha transcurrido la educación física escolarizada.

¿Pero a qué nos referimos cuando señalamos que hay imprecisiones, carencias o
deficiencias en el tratamiento por enfoques de la educación física?

Por ejemplo, en los documentos antes citados encontramos como primer enfoque
el militar ubicándolo a partir del año 1940, ¿Qué no había educación física en las
escuelas antes de esta época? ¿En qué momento o período podríamos ubicar el
origen de la educación física escolarizada en México?

Para argumentar nuestra respuesta, si bien podríamos afirmar que desde tiempos
muy antiguos, con la cultura prehispánica existía ya una intensa actividad física,
pero ésta pertenecía a una visión totalmente diferente a la concepción moderna de
la educación física escolarizada que se deriva de las ideas de la Ilustración
europea y la Revolución Francesa, mismas que son el basamento del surgimiento
del Estado moderno, con el cual surge también la preocupación por la educación
del pueblo bajo la tutela del Estado.

La educación del pueblo se convirtió desde ese entonces, en un anhelo o


aspiración de igualdad entre los individuos y en una promesa de progreso y
prosperidad para las naciones democráticas. Todo quedo bajo el influjo casi
mágico de las ciencias positivas, no había nada que en un futuro la ciencia del
hombre no pudiera resolver, desde luego bajo el estricto método científico.

Ahora sabemos también, que desde otras corrientes más críticas de las ciencias
de la educación (Bourdieu, Passeron. Gramsci, Bernstein, etc.), puede ser
además, la educación un agente ideológico o un vehículo importante en la
legitimización del enorme poder político que ulteriormente alcanzó el Estado.

Con el movimiento de Independencia en México durante los inicios del siglo XIX
surgen las primeras propuestas e iniciativas tendientes a estructurar la instrucción
elemental. Sin embargo no es sino hasta un siglo después, una vez terminada la
Revolución Mexicana que comienzan a surgir las condiciones propicias para iniciar
la enorme tarea inicial de la alfabetización.

Es así que con la creación de la SEP en 1921 y la intensa labor de las misiones
culturales empiezan a concretizarse las primeras ideas en torno a la educación del
pueblo.

Es precisamente con Vasconcelos al frente de la SEP, que en 1923 se crea la


Dirección General de Educación Física y la Escuela Elemental de Educación
Física . Si tomamos en cuenta que de acuerdo a los datos de la literatura
existentes ubican entre un 75% y un 90% el índice de analfabetismo hacia 1910, lo
que denota que no podríamos hablar de una verdadera educación gratuita, laica y
obligatoria y por supuesto menos de una educación física escolarizada
ampliamente difundida.

Es por ello que a partir de la creación de la SEP en 1921 podemos ubicar la


incipiente formación del sistema educativo nacional y es en este mismo proceso
que podríamos situar los primeros esfuerzos reales por implantar en la currícula de
la escuela elemental la asignatura de la educación física, que en aquella época
era más conocida como gimnasia.

Son poco conocidos los trabajos y la personalidad misma de Manuel Velázquez


Andrade , sin embargo es importante que los educadores físicos interesados en
estos tópicos conozcamos más algunos de sus textos en donde podemos
constatar el avanzado pensamiento de este ilustre educador y profesor de
educación física que bien podría ser un de los pioneros de la educación física
escolarizada en México.

Velázquez Andrade escribía que era necesario cambiar el término de gimnasia por
el de educación física, ya que argumentaba que éste concepto era más adecuado
y comprendía elementos más amplios que la gimnasia.

Durante la década de los años veinte, la educación física tenía una clara tendencia
de la gimnasia estética que no era otra cosa que la gimnasia sueca acompañada
con música y con una menor rigidez técnica en su realización, tenía como
objetivos el disfrute del movimiento corporal, y el despertar del sentimiento estético
Sin embargo, la educación física de esta época también contenía matices
higiénicos y militares (propios de la gimnasia europea) y deportivos dada la
influencia de nuestro vecino país del norte. Conviene recordar la labor de la YMCA
en la introducción de los deportes de conjunto.
Como podemos observar, son varios los elementos que se pueden historiar en
torno a la educación física escolarizada y que son anteriores al “enfoque” militar de
los años cuarentas. La tendencia militar de la educación física en México puede
explicarse claramente cuando se revisa el contexto internacional y el advenimiento
de la Segunda Guerra Mundial.

Finalmente anotaremos que hay diversas formas o encuadres teóricos desde los
cuales pueden analizarse diversos acontecimientos históricos, en este caso lo que
nos interesa es encontrar explicaciones de los procesos por los que ha transitado
la educación física y su interrelación directa con el acontecer nacional en materia
educativa, sin olvidar las influencias notables del contexto internacional. No nos
interesan las fechas exactas o el dato preciso sin su explicación, sin su análisis del
contexto.

REFERENCIAS

Programa de Educación Física.(1994). DGEF. SEP. p.8. y en Reflexiones de Fin


de Siglo, Perspectivas Siglo XXI. (S/A). Educación Física. SEP. Subsecretaría de
Servicios Educativos para el Distrito Federal. p 15

Meneses M. Ernesto.(1998) Tendencias Educativas Oficiales en México 1911-


1934. p.356

No solamente Manuel Velázquez forma parte de estos esfuerzos por constituir la


formación integral de los niños mexicanos, podemos mencionar a J. Díaz
Covarrubias, Carlos A. Carrillo, Alberto D. Landa, etc.Puede consultarse los
artículos de varios de estos autores en : La Educación en el Desarrollo Histórico
de México I y II de la Licenciatura en Educación Física. (2003) . SEP. México.

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