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Abuso de poder:

Abuso de poder es aprovecharse de la autoridad que se tiene para extorsionar a otra persona o


entidad con el fin de cumplir sus propios intereses.
El abuso es un acto de violación de confianza y el poder es generalmente asociado a la autoridad,
a pesar de que no es exclusivo. El poder es una ventaja que se tiene por encima de otra persona.
Por ejemplo: el poder de la cercanía de un amigo o el poder de la complicidad de la pareja son
poderes no autoritarios.
Abusos de poder y abusos de autoridad
El abuso de autoridad está íntimamente relacionado con el abuso de poder. Cuando hay abuso de
autoridad, la persona suele tener una jerarquía de poder reconocida por todos. Un político es un
ejemplo común de abuso de autoridad porque es conocido por todos y tiene el poder que genera
‘conflictos de intereses’ cuando los sobornos aparecen. El abuso de autoridad, en este simple
caso, es el aceptar estos sobornos contra el interés de la nación por la cual trabaja.
Abusos de poder en el trabajo
Las víctimas de abuso de poder en el trabajo pueden sufrir de mobbing. Mobbing es una palabra
en inglés que significa ‘asedio’ aplicado en el ámbito laboral, lo cual se traduce en español
como ‘acoso laboral’. Mobbing se define como una violencia premeditada y mantenida en el
tiempo, que perjudica la salud física y/o mental de la víctima con el objetivo de que deje su puesto
de trabajo. Generalmente son un grupo de acosadores. El abuso de poder en el trabajo también
puede ser individual y específico, como la de un jefe de departamento a un subalterno.

Definición de víctima de abuso de poder según la "Declaración sobre los principios fundamentales de
justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder"

Art. 18. Se entenderá por "víctimas" a las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido
daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o
menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u
omisiones que no lleguen a constituir violaciones del derecho penal nacional, pero violen normas
internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos.

El abuso de poder como forma de victimización observa características propias que lo distinguen
de las demás victimizaciones sobre las que en este sitio se habla. La principal característica es que
en el abuso de poder, uno de los miembros de la pareja penal, el victimario, no es fácilmente
identificable.  De hecho, algunos autores sostienen inclusive que la pareja penal desaparece.
Personalmente considero que es más apropiado hablar de una pareja penal donde uno de sus
miembros es difuso o esta desdibujado, ya que la desaparición del victimario conllevaría a la
inexistencia de la pareja penal.
Este tipo de victimización es de vital importancia en nuestro tiempo pues es la que más
frecuentemente sufrimos y la que implica el mayor costo social y económico.
Es a su vez, una de las formas más terribles de victimización, ya que la víctima no tiene defensa, el
victimario actúa dentro de la ley, los daños en general son graves y se victimiza a grandes núcleos
de población.

El poder del que se puede abusar es no solamente el poder político, sino también el económico; la
situación se agrava cuando poder económico y político se unen en la criminalidad dorada,

Pero para poder hablar de abuso de poder tendríamos que intentar ponernos de acuerdo acerca
de: ¿qué es el poder, quiénes lo tienen y cómo lo ejercen?.
Mucho se ha debatido acerca de esta temática sin que pudiera arribarse a conceptos que fueran
aceptados o compartidos por la mayoría. Lo que si es fácil de identificar es la contra cara del poder
por parte de quienes lo sufren.
Veamos ahora algunas de las víctimas más frecuentes del abuso de poder:

Víctimas del poder político: el abuso de poder político tiene, por lo general, la finalidad de
acrecentar y conservar el dominio sobre los gobernados.
Se presenta en distintos grados:

Macrovictimización, como en los casos de genocidio y discriminación, y hay casos


individuales, como la eliminación de enemigos políticos, encarcelamiento, tortura, secuestro,
"desapariciones", etc.
Efectos secundarios de la victimización por abuso de poder: comprenden la pérdida de
autoridad moral, daños serios a la cohesión social, a la economía y a la estabilidad política.
Además encontramos gran cantidad de víctimas indirectas, como los familiares, simpatizantes
políticos del grupo político que abusa del poder, buenos ciudadanos que hayan prestado ayuda, o
aún los testigos que serán amenazados, cuando no bien victimizados en forma directa.

A diferencia de lo que ocurre en el delito común, donde la víctima es apoyada por el Estado y
existe interés en castigar al culpable y donde los testigos son protegidos, los que auxiliaron son
reconocidos y el hecho es reprobado; en el caso de las víctimas del abuso de poder político, las
víctimas se encuentran en soledad ya que muchas conductas abusivas se cometen en nombre de
la ley y el orden les da un carácter de legitimidad formal. Por norma, los actos de abuso de poder
político tratan de justificarse o de ocultarse.

En el caso de Argentina, es tristemente familiar el caso del terrorismo de Estado, donde el accionar
terrorista de la última dictadura militar (1976-1982), se presentó inicialmente como una simple
aplicación de la Ley Luder que autorizaba al ejército a "eliminar" la subversión terrorista.
Por el otro lado, el terrorismo contra el gobierno era interpretado por sus autores como actos de
justicia.
En el medio de ambos sectores se encontraba atrapada toda la sociedad, siendo victimizadas
millares de personas ajenas al conflicto.

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