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arqueoastronomía
en el mundo maya:
el caso de la Isla
de Cozumel
El papel de la
arqueoastronomía
en el mundo maya:
el caso de la Isla
de Cozumel
Astronomía, arquitectura y cavernas
Ismael Arturo Montero García
Universidad del Tepeyac, México
Resumen1 Introducción
La Pirámide del Castillo, en Chichén Itzá, constituye un Esta investigación considera que la Pirámide del Castillo
magníico ejemplo de ingenio y habilidad de los eruditos no sólo estaba dedicada al culto religioso, sino que obe-
mayas. En este ediicio se plasman sus conocimientos as- decía en su diseño y orientación a ideas emanadas de la
tronómicos, calendáricos y geométricos. Su excepcional cosmovisión, es decir, a las creencias que se tenían sobre
construcción revela la soisticada civilización que se esta- el funcionamiento del universo. Este pensamiento llegó
bleció hace mil años en esta región de México. Estudios a ser particularmente soisticado entre los mayas asen-
recientes demuestran que el vértice de la pirámide, en su tados al norte de la Península de Yucatán, en el periodo
dirección al noreste, está alineado con el Templo de las Posclásico. Chichén Itzá es un claro ejemplo que sirve
Mesas; al oeste, la escalinata poniente prolonga el eje de para sustentar esta propuesta, no sólo por la orientación
simetría de la pirámide hasta el cenote de Holtún, dis- de la pirámide, sino también por otros importantes edi-
tante a 2.5 km. Estas alineaciones señalan rumbos pro- icios del emplazamiento urbano. La cosmovisión expre-
minentes en el amanecer y en el ocaso, en los días en que sada en los ediicios que miraban al horizonte tenía una
el Sol pasa por el cenit sobre Chichén Itzá. Por lo tanto el función calendárica, que servía para regular procesos
ediicio está orientado al Sol cenital. sociales. De tal suerte que la parte explícita del tiempo
Además, la pirámide se levanta como eje de un de- quedaba expresada en la arquitectura arraigada a un
licado trazo en el que se intersectan alineaciones que la horizonte sensorial, que permitía determinar episodios
unen con otros tres cenotes. Tenemos entonces un cenote de tiempo precisos, mediante solsticios, equinoccios y el
por cada punto cardinal, marcando el propósito de los ur- paso cenital del Sol. Como paisaje ritual, el horizonte era
banistas por hacer implícito su modelo idílico del mundo. un escenario que remitía al eterno retorno del Sol y el
En toda su composición, la intensión arquitectónica tiempo, más allá de la existencia humana.
del ediicio es muy elaborada. Sus constructores manifes- El Castillo nos conduce a un modelo de tiempo en
taron en el número de escalones, escalinatas, cuerpos y el que la duración no es tan importante como la secuen-
paneles un mensaje aritmético que hacía evidente su ca- cia. Secuencia de actividades productivas y agrícolas en
lendario. De ser así, propongo que también incluyeron su asociación con representaciones fenoménicas que se des-
interpretación del cosmos en el cuerpo de la pirámide, re- tacaban durante el año con la posición del Sol. Así fue
curriendo a un patrón de números enteros en las medidas como cuatro cenotes fueron incorporados en el telón de
angulares y de longitud, donde factores, productos, divi- lo sagrado y al calendario, en un escenario que permitía
dendos, divisores y cocientes hacían evidente la metafó- una lectura teológica y sideral, donde se concatenaban
rica armonía del espacio y el tiempo. como en ningún otro lugar el Sol, los rumbos del cosmos,
el tiempo y un patrón en unidades de medición angular
y longitudinal que hicieron particularmente extraordina-
ria a la pirámide.
en el proyecto Culto al Cenote, que desde el año 2009 explora
1
Agradezco la invitación de Guillermo de Anda para colaborar
La Pirámide del Castillo en Chichén Itzá, deno-
acompañaron en las primeras observaciones en la Pirámide del minada en el año de 2007 por una campaña mediática
el cenote de Holtún, así también a sus colaboradores que me
Castillo: Dante García, Romina Camogli y Alejandra Navarro. una de las siete maravillas del mundo moderno, cobró
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Astronomía, arquitectura y cavernas
notoriedad internacional al convertirse en el ediicio em- La observación realizada por quien suscribe, duran-
blemático para los pregoneros de las supuestas profecías te el paso cenital del Sol, el 23 de mayo del 2012,2 demos-
apocalípticas mayas del año 2012. Cierto es que nunca tró la perfecta sincronía entre: astronomía, geometría y
disminuye su popularidad, pues durante cada equinoccio arquitectura. Esto nos lleva a plantear que el Castillo no
de primavera es centro de atención para miles de turistas sólo estaba destinado al culto religioso, sino que también
que se congregan para apreciar el “descenso de Kukul- funcionaba como punto focal para la observación del cielo
cán”, a tal escala que la NASA, en el año 2005, ijó su y como un monumento en donde se plasmaron criterios
atención en este fenómeno. Por otra parte, cuenta con un matemáticos y geométricos que daban sentido a la cos-
sinnúmero de publicaciones de todo tipo y en varios idio- movisión maya de ese momento y región.
mas, que la hacen una verdadera celebridad. Su peril es
un icono tan reconocible para todo el mundo que cierta-
mente es una imagen de identidad para México, opinión lizar las observaciones en Chichén Itzá; también a Johanna
2
Mi gratitud al INAH, por las facilidades otorgadas para rea-
El eterno retorno del Sol cenital, a este suceso se sumaban los solsticios y los equi-
Como observatorio astronómico, durante el transcurso noccios, además de otras fechas señaladas por su calen-
de un año, se percibía durante el amanecer y el ocaso dario ritual. Este conocimiento era indispensable para
cómo el Sol cambiaba de posición. El astro parecía mo- sincronizar los ciclos agrícolas con las temporadas de llu-
verse cada día. Este cambio de posición permitió esta- via y sequía. Así que estos marcadores de horizonte fun-
blecer una relación temporal y espacial respecto al ho- cionaban como instrumentos para la sincronización del
rizonte destacado por otros ediicios al este y oeste. Se tiempo y, aunque no proporcionaron un registro históri-
realizaba así una lectura del espacio y el tiempo sobre co, sí lograban con certeza registrar fechas especíicas.
puntos bien deinidos, a los cuales el Sol retornaba de Las posiciones extremas que el Sol consigue en el
manera cíclica. Estos retornos fueron referencia obliga- horizonte para el orto y el ocaso durante un año corres-
da para regir el sistema calendárico de Chichén Itzá, ponden a los solsticios de verano, al norte, e invierno, al
donde el orto y el ocaso ijaron los rumbos del universo; sur; al centro están los equinoccios de primavera y otoño,
la imagen cuadripartita plasmada en códices también señalando los rumbos del este durante el amanecer y del
se expresó en la pirámide con cuatro escalinatas y en oeste para el atardecer (Figura 1). El arco que ocupa este
cuatro cenotes. recorrido en un año, ya sea durante el amanecer o el oca-
Apostados en diferentes ángulos del Castillo, los so, asemeja un gigantesco movimiento pendular de norte
sabios de aquel entonces realizaban la lectura del apa- a sur y viceversa, es constante de un solsticio a otro. Cabe
rente movimiento solar, desplegando una astronomía po- mencionar que la velocidad con la que el Sol recorre este
sicional que se completaba con ingeniosos juegos de luz y arco semestralmente no es constante, pues en los equi-
sombra. Desde la pirámide como observatorio, se marca- noccios es más veloz, alcanzando hasta 26’ de arco por
ba el eterno retorno del Sol, que remitía a la sociedad a día, en tanto que, para los solsticios, parece detenerse
instancias temporales que iban más allá de la existencia por cuatro o cinco días en un mismo punto.3
humana en la construcción de un tiempo de extensa du-
ración. El eterno retorno tenía como punto prominente la
-statum, estático, es decir, Sol estático.
3
La palabra solsticio proviene del latín solstitium: sol-, Sol, y
posición del Sol sobre el horizonte para el día de su paso
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Astronomía, arquitectura y cavernas
Solsticio
de verano Equinoccios
de primavera y otoño
Solsticio
de invierno
Este
Norte Sur
Oeste
Es necesario apuntar que el criterio de horizon- Los horizontes geométrico y astronómico coinciden sobre
te para este texto se deine como el círculo máximo de el nivel del mar. Conforme se gana altitud (como en la
la bóveda celeste, que resulta de dividir la misma en alta montaña), dejan de coincidir por la curvatura terres-
dos hemisferios iguales: el superior, que es visible, y el tre, y queda por debajo el horizonte geométrico.
inferior, invisible. El observador encontrará un “horizon- En un horizonte astronómico como el de la Penín-
te sensible” al considerar el peril orográico y un “hori- sula de Yucatán, el registro del punto medio que corres-
zonte astronómico” perpendicular a la vertical del lugar, ponde a los equinoccios es preciso, a diferencia de otras
con 0º de elevación, trazo que se puede obtener valiéndose regiones de Mesoamérica, atiborradas de montañas, don-
de un nivel de burbuja o de un inclinómetro. Considérese de el observador no encontrará coincidencia entre el día
también el “horizonte geométrico” como tangente a la su- del equinoccio y un punto medio en el horizonte entre los
pericie terrestre que obedece a la altitud del observador. solsticios, pues el Sol sigue una trayectoria oblicua en el
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Astronomía, arquitectura y cavernas
irmamento,4 así que al pasar por detrás de las montañas cenital del Sol en Mesoamérica se ha planteado desde dé-
y ganar altura, no lo veremos aparecer justamente al este cadas atrás.5 Broda (2006, p. 187), por ejemplo, propone
como corresponde a la orientación de 90º para el equinoc- que el conocimiento alcanzado por las culturas mesoa-
cio, sino en un valor superior a 90º según la altura angular mericanas era tal que les permitía seleccionar cuidado-
de la montaña que corresponde al horizonte sensible. Esto samente la ubicación para la fundación de sus centros
hizo particularmente importante las observaciones astro- ceremoniales considerando el aparente movimiento del
nómicas en las planicies de la península de Yucatán, pues Sol sobre el horizonte y observando los pasos cenitales.
de la perpendicular de la orientación equinoccial E - W Con estas herramientas tenían una idea concreta de la
se podía establecer con certeza el norte astronómico. posición geográica que ocupaban.
Imaginemos que observamos el aparente movimien- Los sabios del cielo en el México antiguo le asig-
to pendular del Sol durante un año desde cualquier lugar naron gran importancia a este fenómeno. Evidencias
del mundo. Veremos que los equinoccios suceden en la arqueológicas de la observación sistemática del paso ce-
misma fecha, y que el Sol sale aproximadamente a 90º nital las tenemos al menos en Monte Albán, Xochicalco,
y se oculta de igual manera a 270º en todas partes, so- Teotihuacán y Cantona. Los moradores de estas ciudades
bre un horizonte astronómico; con los solsticios diiere, construyeron observatorios para apreciar el paso cenital
aunque la fecha es la misma para todas las posiciones, del Sol. En Xochicalco, hay una cueva acondicionada al
los rumbos para el amanecer y el ocaso varían según la interior del centro ceremonial donde perforaron el techo
latitud de cada sitio. Pero el paso cenital del Sol es un y elaboraron una chimenea de forma hexagonal que per-
caso diferente, porque la fecha y rumbo por el que se le- mite iluminar la cueva con un haz de luz. En Monte Al-
vanta y oculta el Sol varía diametralmente según la lati- bán, en el interior de la pirámide denominada Ediicio
tud; además, el fenómeno sólo es perceptible dentro de la P, construyeron una cámara oscura para lograr el mis-
zona intertropical de la Tierra. Este contexto, si bien es mo efecto que en Xochicalco: una chimenea permite la
complejo por su particularidad, brindó a cada ciudad me- entrada de luz de manera espectacular; así también en
soamericana de la antigüedad una característica que la Cantona, con la cueva de Tzinacamóztoc (Montero, 2014,
hacía diferente de otras y, como propongo para Chichén p. 130) y Teotihuacán (Soruco, 1991). En Chichén Itzá se
Itzá, la consagró con particular relevancia. valieron de la orientación del Castillo, como veremos más
El paso cenital del Sol es un fenómeno natural que adelante, y su relación con el cenote de Holtún.
ocurre cuando la posición del astro es completamente ver- La importancia de registrar sistemáticamente el paso
tical y éste ocupa el lugar más alto en el cielo. Esto sucede cenital del Sol permite ajustar con eiciencia un calendario,
únicamente dos días al año, durante los cuales no se pro- de tal manera que con el transcurrir del tiempo éste no que-
yecta sombra lateral alguna al mediodía. Este fenómeno de desfasado. Hay que reconocer que una corrección al calen-
sólo es perceptible en las regiones situadas al sur del Tró- dario se hace necesaria periódicamente en todas las civiliza-
pico de Cáncer y al norte del Trópico de Capricornio; más ciones. Este desfase procede del hecho de que el movimiento
al norte y más al sur, el Sol nunca llega al cenit. Las fechas de traslación de la Tierra alrededor del Sol no coincide con
para este suceso, como ya se apuntó, cambian según la la- una cantidad exacta de días con respecto a la rotación del
titud geográica de cada lugar. Esto obedece a la inclina- planeta sobre su eje. Así por ejemplo, en Europa, un equivo-
ción del eje de rotación de la Tierra respecto al plano de cado cómputo para el número de días con que se contaba el
su órbita; así pues, el Sol ilumina a plomo distintas zonas año trópico representó un inconveniente para el papa Gre-
del planeta en diferentes fechas (Figura 2); para el caso gorio XIII, quien resolvió sustituir el calendario juliano en el
de Chichén Itzá sucede los días 23 de mayo y 19 de julio.
5
En la literatura especializada, la relevancia del paso Véanse, por ejemplo: Nuttall (1928), Aveni y Hartung (1981),
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Astronomía, arquitectura y cavernas
20 / VI /
364 y 1 días (64º 11 · - 295º 49’)
4 / VI / - 7 / VII /
330 y 35 días (65º 24’ - 294º 31’)
23 / V / - 19 / VII /
301 y 64 días (68° 24’ - 291° 28’)
9 / V / - 2 / VIII /
280 y 85 días (71° 26’ - 288° 24’)
30 / IV / - 11 / VIII /
261 y 104 días (74° 19’ - 285° 30’)
22 / IV / - 19 / VIII /
245 y 120 días (77° 12’ - 282° 57’)
15 / IV / - 26 / VIII /
231 y 134 días (79° 47’ - 280° 18’)
8 / IV / - 3 / IX /
217 y 148 días (82° 36’ - 277° 12’)
2 / IV / - 9 / IX /
205 y 160 días (84º 45’ - 275º 25’)
21 / 111 / - 21 / IX /
186 y 179 días (90° - 270º)
Figura 2. El Sol tiene paso cenital en el Hemisferio Norte sólo entre el Ecuador y el Trópico de Cáncer, el fenómeno ocurre en diferentes fechas
según la latitud geográica. En la igura se destaca, además de las fechas para el año 2012, la diferencia de días entre ambos pasos, y la orienta-
ción para el alba y el ocaso en un horizonte astronómico.
año de 1582, eliminando 10 días que se venían acumulando ción, y los mayas lo consiguieron al articular tres sucesos
desde el Primer Concilio de Nicea, del año 325. De ahí que para un mismo día en Chichén Itzá: 1) la observación de
nuestro moderno calendario se denomine gregoriano. la salida del Sol alineada a la esquina noreste del Castillo;
Una solución pragmática para quedar al margen 2) la ausencia de sombra lateral al mediodía que podía ser
de esta situación es lo que hicieron sistemáticamente los registrada con un gnomon o una estela, y 3) valiéndose de
astrónomos prehispánicos, al calibrar el calendario a tra- la orientación de la escalinata poniente del Castillo que co-
vés de la posición del Sol durante su paso cenital con re- rresponde al rumbo por donde el Sol se oculta para ese mis-
ferencia a un marcador de horizonte y un gnomon. Pero mo día en dirección al cenote de Holtún. Las estimaciones
todo procedimiento cientíico requiere de una comproba- que sustentan esta propuesta se especiican en la Tabla 1.
Sitio de observación: templo de la Pirámide del Castillo o Templo de Kukulcán, Chichén Itzá, Yucatán, México.
Ubicación φ 20o40’58.46” λ -88o34’07.03” 16 Q 336618 m E 2287844 m N Altitud 52 m/nm datum WGS84
Paso cenital del Sol: 23 de mayo y 19 de julio amanecer Z = 67o 41’ h = 0o 15’
Vértice noreste de la pirámide
Paso cenital del Sol: 23 de mayo y 19 de julio ocaso Z = 292o 25’ h = 0o 15’
Eje de simetría de la escalinata poniente
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oscilación. Por otra parte, a simple vista 1/3 del disco solar es
2008, comunicación oral); por tanto estamos dentro del rango de
6
Para Arochi (1984, p. 28), la desviación es de 17º.
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Figura 4. Lo que es válido para el círculo también lo es para el cuadrado: argumentación simbólica desde una propuesta geométrica
desprendida de un hexadecágono orientado al rumbo del amanecer y el ocaso del Sol para su día de paso cenital.
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do para ese mismo día a 292º 30’, que corresponde a 13 decirse que el cuadrado es la solidiicación del círculo
veces 22º 30’. Con un norte astronómico establecido y un porque la rigidez de las aristas y el ancho preciso de las
rumbo determinado por el paso cenital del Sol dentro de escalinatas marcan perfectamente los 16 vértices del
un hexadecágono regular, planteo que los mayas dieron hexadecágono, que en la Figura 4 se destacan con puntos
cuenta de ello y lo plasmaron en la Pirámide del Castillo, rojos. La asociación del círculo con el cuadrado resulta
ajustando la astronomía y la geometría en un ediicio in- extraordinaria en Chichén Itzá, pues está determinada
mortalizado a través de los tiempos (Figura 3). por una orientación astronómica que sólo es posible ad-
La base de la pirámide es un cuadrado casi perfec- vertir en esta latitud de 20º 41’ norte.
to de 55.5 m por lado. Por medio de la cosmovisión, el En la igura anterior, apreciamos cómo este polígono
cuadrado se hace congruente respecto al círculo, podría perimetral en cada uno de sus 16 vértices trazados des-
de el centro toca un elemento notable del ediicio, al ser
visto en planta: vértice, alfarda, centro de la escalinata,
por último, consideremos que no medimos sobre la orientación alfarda y vértice, repitiéndose el patrón por cada uno de
soportado por cientos de años, el ediicio ha perdido su forma
original, pues en su lógico deterioro y fatiga estructural que ha
sus cuatro lados.
original, no obstante que ha sido restaurada cuidadosamente. La geometría del hexadecágono no era ajena en la
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nómicos de los mayas; es necesario mencionar también a Luis que una forma de medir o cuantiicar lo que existía a su
E. Arochi (1984, pp. 51-63) por su interesante aportación sobre alrededor. Propongo que se valieron de dos premisas arit-
la geometría piramidal, que ya había sido advertida desde 1940
por Alberto Escalona Ramos, como el mismo Arochi lo señala. méticas para las medidas utilizadas en la construcción
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del Castillo: a) que se operara con números enteros,11 y porciones del ediicio. En su oportunidad, Tichy (1991,
b) que los números expresados tuvieran un signiicado p. 453) propuso una unidad angular mesoamericana,
religioso y calendárico, como vemos en la Tabla 2. resultante de dividir un cuadrante en 20 partes. Al in-
De lo anterior, resulta evidente que la armónica si- tegrar los cuadrantes tenemos un círculo dividido en 80
metría del Castillo expresa la revelación de la sacralidad segmentos iguales, donde la longitud de arco es de 1/80.
del calendario en una ediicación que muestra explícita- Planteo que ésta fue la unidad aplicada para el diseño
mente la hierofanía del “eterno retorno” del Sol (Figura 7). de la pirámide, pues permite dividir la planta del ediicio
en segmentos de valores enteros que hacen conmensu-
Formulando unidades de medición para su diseño rables los ángulos que corresponden a los días del paso
Como apreciamos en la igura anterior, los 91 escalones cenital. En este sentido, un ángulo con valor sexagesimal
por cara, las cuatro escalinatas, los nueve cuerpos y los 52 de 22º 30’ corresponden a cinco unidades angulares me-
paneles por fachada son parte de un mensaje aritmético soamericanas, donde cada unidad corresponde a 4.5º de
que hacía evidente su ingenio para expresar el calendario. nuestra moderna notación sexagesimal. En este sentido
De ser así, propongo que también incluyeron su interpre- tenemos un sistema octagesimal, pues un grado octagesi-
tación del cosmos en el cuerpo de la pirámide, recurriendo mal surge de la división del plano cartesiano en 80 ángu-
a un patrón de números enteros en las medidas angulares los iguales con un vértice común, donde cada cuadrante
y de longitud, donde múltiplos y divisores hacían evidente posee una amplitud de 20 unidades como apreciamos en
la metafórica armonía del espacio y el tiempo. la Figura 8.
Acorde con la cultura maya, una propuesta aritmé- La propuesta de la unidad angular octagesimal
tica vigesimal guía este estudio para examinar las pro- (UAO) como base para el diseño del ediicio se refuerza al
presentar la elevación del ediicio, pues el ángulo forma-
11
Para algunos la numerología maya tuvo carácter de protociencia. do por el trazo que une las esquinas de los nueve cuerpos
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es de 9 UAO (40.5º sexagesimales); muy sugerente re- alfarda o en el trazo que une los nueve cuerpos; en esta
sulta tal equivalencia de 9 y 9; por su parte, al medir el propuesta la posición del vértice descansa en el piso del
ángulo de la alfarda, éste aumenta exactamente en una ediicio, pero en diferentes puntos según cada medición,
unidad, resultando en 10 UAO (45º sexagesimales). En el valor del ángulo aumenta en sentido de las manecillas
ambos casos, el lado inicial resulta de la dirección de la del reloj (Figura 10).
plomada y el lado terminal corresponde a la inclinación Pasemos ahora a las dimensiones. En su base, la pi-
de la pirámide, ya sea en su alfarda o en el trazo que une rámide es un cuadrado de 55.50 m por lado,12 a este seg-
los nueve cuerpos; el cuadrante de 20 unidades se com- mento otorguemos un valor conmensurable que pueda
plementa en dirección al horizonte. En este modelo (Fi- contener la unidad de medida desprendida de los núme-
gura 9), la posición del vértice descansa a lo largo de todo ros trascendentales que se han presentado en la Tabla 2.
el perímetro del cuerpo superior del ediicio, el valor del Tenemos al 7, 13, 52 y 65 entre otros. La atención se cen-
ángulo aumenta en el sentido de las manecillas del reloj. tra entre el 52 y el 65, porque al hacerlos divisibles entre
Si invertimos el vértice podemos intentar otro pa- 55.5 el resultado es una medida que resulta operativa
trón, conservando los mismos valores angulares; conside- en la arquitectura, sobre todo el 65, porque al dividirlo
remos el lado inicial apuntando al cenit y el lado termi-
nal acorde con la inclinación de la pirámide, ya sea en su 12
Arochi apunta para el lado sw 55.30 m.
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En su oportunidad, Martínez (2010, p. 296) consideró que la
unidad de medida para el Castillo resultaba en 30.32 cm por la
diferencia entre los lados, pues la base no es cuadrada sino un
prisma truncado con una diferencia de 30.32 cm de donde obtie- Figura 9. Elevación de la cara norte de la Pirámide del Castillo, registran-
ne la unidad de medida.
do la inclinación de los nueve cuerpos escalonados (rojo) y la alfarda
14
Sagita es la parte del radio comprendida entre el punto medio (amarillo) aplicando la unidad angular octagesimal (UAO). Proyección
de un arco de circunferencia y su cuerda. obtenida del levantamiento de CyArk a partir de una nube de puntos
15
Apotema es la menor distancia entre el centro y cualquiera de tridimensional obtenida de un escáner láser.
los lados de un polígono regular.
Figura 10. Dos posibilidades para considerar los ángulos que guarda la pirámide del Castillo en su elevación en un sistema angular octagesimal
(UAO).
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El calendario
Consideremos el aspecto calendárico, pues aporta fun-
damentos para la consolidación del modelo de organi-
zación temporal respecto a la orientación del ediicio
con el paso cenital del Sol; pues entre el primer paso
que sucede el 23 de mayo y el segundo, del 19 de julio,
contamos 57 días, ocupando el punto medio el solsti-
cio de verano, así que desde el solsticio en cada sentido
tenemos 28 días, lo cual sugiere un periodo zodiacal o
un periodo lunar. En el Códice de París, páginas 23 y
24, se registran 13 imágenes espaciadas por 28 días, lo
que hace un total de 364 días. Se ha sugerido (Torres,
2002, p. 118) que estas imágenes pueden representar
una suerte de zodiaco maya: 13 constelaciones o igu-
ras celestes ubicadas sobre la eclíptica. Por otra parte,
el valor de 28 días resulta de la media aritmética de los
ciclos básicos de la Luna: el orbital o sideral de 27.32 días
y el de fases o sinódico de 29.53 días.16 Nótese que 28
es un valor importante a considerar porque podemos di-
vidir un año en 28 periodos de 13 días, que resulta en
364, cifra que evoca el número total de escalones del Cas-
tillo, de 91 por cada lado.
Revisemos las trecenas. En el calendario maya deno-
minado tzolkin contamos 20 trecenas que resultan en 260
días. Por su parte, los zapotecos del Posclásico dividían el
calendario ritual de 260 días en cuatro cocijos de 65 días,
cada cocijo constaba de cinco trecenas y estaba asociado a
un punto cardinal, para el caso que nos ocupa, es necesario
indicar que contamos un cocijo entre el 19 de marzo y el día
del paso cenital que corresponde al 23 de mayo.17 Resulta
interesante que alrededor del 19 de marzo empieza a obser- La presencia de la serpiente emplumada18 con su arreglo de
varse en el Castillo la sacralidad del equinoccio con “el des- cadenas luminosas en forma de diamante sucede por varios
censo de Kukulcán”, el cual parece deslizarse con dirección días en la alfarda norte, así que es difícil utilizar este suceso
al Cenote de los Sacriicios para descender al inframundo. para referir con exactitud algún evento astronómico o un
día en particular, sin embargo, como arreglo estructurado
entre la arquitectura y la astronomía resulta trascedente
para la experiencia religiosa.
16
Es necesario advertir que este calendario resultaría desfasa-
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Otro hecho notable respecto a las trecenas, si bien Para Jesús Galindo, en la pintura mural de la Sala de los
es casual, llamó nuestra atención, pues exactamen- Frescos en Mayapán, los mayas representaron el trán-
te 13 días después del paso cenital del 23 de mayo de sito de Venus por el disco del Sol, con esta propuesta se
2012, admiramos el tránsito de Venus en Chichén Itzá. formula que los 13 baktunes que algunos alarmistas re-
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lacionaron con el in del mundo para el 21 de diciembre being destitute of instruments for their astronomical
del 2012,19 se complementó meses antes, el 5 de junio observations, and guided only by the naked eye, erred
de 2012, de modo que se tendría una nueva correlación only forty-eight hours in advance. That small difference
calendárica con una fecha ijada para el 24 de enero de proves that they endeavored to determine, with the ut-
3114 a. C. (Galindo, 2010). most attainable correctness, the day on which the lumi-
Para concluir con el aspecto calendárico, revisemos la nary passed the most culminating point of our sphere,
propuesta de Malmström (1991), quien considera que el ini- and that they were not ignorant of the use of the gno-
cio del año haab según informaciones ofrecidas en 1841 a mon in the most tempestuous days of the rainy season.
John Lloyd Sthephens (2008, p. 280) por Don Juan Pío Pé-
rez, jefe político de Peto; y a Fray Diego de Landa en el siglo Las cavernas
XVI, era el 26 de julio (calendario gregoriano). Fecha que El Castillo se levanta justamente entre dos cenotes,
pudo ser calibrada por el paso cenital del Sol en un lugar esta particularidad ya se había destacado desde el siglo
especíico como Edzná, en coincidencia con el día 1 pop del XIX (Asensio, 1900, p. 24-26) y en su momento Ignacio
calendario secular maya. Cabe la pregunta si acaso podría Marquina (1981, p. 836) destacando al norte el Cenote
haber sido así para Chichén Itzá en alguno de sus pasos ce- de los Sacriicios y al sur el cenote de Xtoloc; esta ali-
nitales,20 porque retomando el manuscrito de Don Juan Pío neación hoy se complementa con la propuesta de Gui-
(ca. 1841) presentado por Sthephens (ibid.), encontramos llermo de Anda (Guillermoprieto, 2013, p. 111) , quien
que el decimosexto mes denominado pax, uno de los 18 me- encuentra al este el cenote de Kanjuyum y al oeste el
ses del haab, tenía por inicio el 22 de mayo, fecha inmediata cenote de Holtún, se forma así un patrón signiicativo
al suceso de nuestra atención; asimismo la siguiente cita asociado a las entradas del inframundo, región inferior
nos revela cómo el paso cenital del Sol era relevante en la del plano terrestre por donde míticamente tenía que
cronología y el cómputo del tiempo para los antiguos mayas: pasar el Sol una vez que se ocultaba por el oeste, para
resurgir después de su viaje nocturno por el este. Re-
To this day the Indians call the year Jaab or Haab, and, sulta extraordinario que la escalinata oeste del Castillo
while heathens, they commenced in on the 16th of July orientada a ~292º 30’ apunte al ocaso del paso cenital
(calendario juliano). It is worthy of notice that their con sólo un grado de desviación respecto a la minúscula
progenitors, having sought to make it begin from the entrada del cenote de Holtún, a casi 2.5 km, receptáculo
precise day on which the sun returns to the zenith of de interesantes ofrendas que se encuentran en proceso
this peninsula on his way to the southern regions, but de estudio por G. de Anda (Figura 12).
Holtún presenta una entrada rectangular orien-
tada en su eje de simetría a ~37º, con dimensiones de
19
El sistema calendárico maya de la cuenta larga para algunos 237 cm por 140 cm, y 22 m de caída vertical al espe-
retornó a cero, con fecha del 21 de diciembre del 2012, para así
jo de agua,21 lo que plantearía la posibilidad de que
reiniciar su ciclo de 1,872,000 días (5,125.36 años). Al acercarse
se tratase de un gran observatorio para registrar el
en películas las profecías asociadas al in del mundo. Ridículos
esa fecha, proliferaron en los medios, la prensa, Internet y hasta
paso cenital del Sol. Las dimensiones de la entrada son
de julio corresponde a 0 kumk’u y el 23 de mayo a 3 muwan. con un rango de exactitud en los ángulos de +/- 2.5º).
res prominentes como el paso cenital del Sol, así que el paso del 19
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Astronomía, arquitectura y cavernas
Martínez (2010) no dudan que en el diseño de la pirá- En Mesoamérica este modelo es recurrente,23 por lo gene-
mide del Castillo esté contenida la proporción áurea, ral, se acondicionaba un salón con una apertura en el techo
así que para la entrada del cenote de Holtún no resul- para que la cueva funcionara como una bóveda oscura, es
ta inconcebible una aproximación a dicha proporción. así como se registraba sistemáticamente el aparente movi-
Es necesario apuntar que no se alcanza la proporción miento del Sol por la entrada de sus rayos a través de una
áurea con la exactitud claraboya, que al con-
de medios matemáticos trastar con la oscuridad
que es de φ 1.6180, así provocaba un efecto de
que la aproximación luz que sin duda era elo-
obtenida de 1.6928 pa- cuente. Este “chorro de
rece suiciente para un luz” alcanzaba ángulos
tallado en campo reali- distintos durante el año,
zado en la boca de un señalando fechas pro-
cenote hace mil años, minentes del calenda-
como resultado de una rio y registrando en su
correlación entre dos momento el paso ceni-
segmentos de una rec- tal del Sol. En Chichén
ta en una construcción Itzá, el cenote de Holtún
geométrica y no nece- cumple con este modelo.
sariamente en una ex- Cuando un haz de luz
rea. En el rectángulo áureo, al substraer la imagen de un cuadrado La disposición de la cueva como observatorio está documentada
igual al de su lado menor, el rectángulo resultante es igualmente un
23
rectángulo áureo. A partir de este rectángulo se puede obtener una tona, Teotihuacán, Xochicalco y Monte Albán (véase Montero, 2011,
por diferentes investigadores para los sitios arqueológicos de Can-
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Astronomía, arquitectura y cavernas
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Astronomía, arquitectura y cavernas
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Astronomía, arquitectura y cavernas
Horizonte sensible
Templo de
Templo de las Mesas
los Guerreros
Esquina noreste
Figura 16. Comprobación de la orientación del Castillo con el paso cenital del Sol durante el amanecer. La línea amarilla marca la dirección
entre la mediana de los triángulos formados por los nueve cuerpos del Castillo en su esquina noreste con el Templo de las Mesas
y la posición del Sol.
orográicas, esto fue determinante para el ejercicio de una con ello la proporción geométrica en la pirámide se hubiera
astronomía posicional, que hizo posible ijar con precisión desvanecido; 3) a lo anterior hay que agregar la geomorfo-
el rumbo que sigue cualquier cuerpo celeste desde su apa- logía extraordinaria del terreno calizo de la Península de
rición hasta su ocultamiento sobre el horizonte durante Yucatán que permite la formación de cenotes; los mayas
todo el año; 2) la ubicación de la pirámide justamente en la aprovecharon la casualidad de ubicar la pirámide al centro
latitud 20º 41’, pues si la posición hubiera variado en más de cuatro cenotes con lo cual se conirió a la pirámide un
de 15’, algo así como 25 km más al sur o más al norte, los valor religioso extraordinario.
ángulos resultantes del rumbo para el amanecer y el ocaso El Templo de las Mesas al noreste y el cenote de
de los días del paso cenital del Sol hubieran cambiado, y Holtún al noroeste fueron incorporados desde el Castillo
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Astronomía, arquitectura y cavernas
al telón de lo sagrado, en un escenario que permitía una tectónico milenario, donde las proporciones expresadas
lectura teológica y sideral, donde se concatenaban como en en unidades de medición simbólicas, con su geometría
ningún otro lugar del mundo las orientaciones y los alinea- sacralizada y su referencia directa al movimiento so-
mientos. Chichén Itzá, fundada al inal del Clásico Termi- lar, conforman un corpus de signiicados y estructu-
nal, fue abandonada paulatinamente desde el siglo XIII, ras que se conjugan con tal coherencia que conforman
aunque por siglos el Castillo y el cenote de los Sacriicios un lenguaje posible de interpretar siglos después. Los
mantuvieron su importancia y continuaron siendo objeto de códigos geométricos y aritméticos presentados expre-
culto y destino de peregrinaciones, aun cuando la ciudad san realidades arquetípicas que constituyen categorías
ya estaba abandonada (Arqueología Mexicana, 2011, p. 81). propias del pensamiento y que hacen del hombre un
La Pirámide del Castillo es la cosmovisión ances- auténtico intermediario entre lo conocido y lo descono-
tral expresada en piedra a partir de un proyecto arqui- cido del Universo.
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