Atlas bíblico Patmos

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Copyright del texto © 2021 por John D. Currid

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Miami, FL. 33169

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sistema que la pueda reproducir, ni transmitirse de forma alguna —por ejemplo, electrónica, mecánica,
fotocopia, grabación— sin el permiso previo por escrito del editor. La única excepción son las citas breves en
reseñas impresas.

Publicado originalmente en inglés con el título Crossway ESV Bible Atlas, por Crossway, un ministerio
editorial de Good News Publishers, 1300 Crescent Street, Wheaton, Illinois 60187. © 2010 por Crossway.

Mapas por David P. Barrett (www.biblemapper.com)

Ilustraciones realizadas por Maltings Partnership (Derby, Inglaterra) bajo la dirección de Leen Ritmeyer.

Imágenes del terreno generadas a partir de datos digitales de elevación, proporcionados por CIAT (A. Jarvis,
H. I. Reuter, A. Nelson, E. Guevara, 2006, Hole-filled seamless SRTM data V3, Centro Internacional de
Agricultura Tropical [CIAT], disponible en http://srtm.csi.cgiar.org).

Mapas del promedio de temperaturas y lluvias en el Cercano Oriente, fueron generados a partir de los datos
proporcionados por UNEP/DEWA/GRID-Europe (http://www.grid.unep.ch/data).

Diseño de portada e interior por Jimi Allen Productions

Traducido y editado por Grupo Scribere

Adaptación del diseño al español por Adrián Romano

El texto bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina;
© renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca
registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

El texto bíblico de los libros apócrifos ha sido tomado de la versión DIOS HABLA HOY «DHH», 3RD
EDITION. Dios habla hoy ®, Tercera edición © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Usada con permiso.

El texto bíblico marcado «NVI» ha sido tomado de la versión de la Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN
INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®

Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.

ISBN: 978-1-64691-083-0

Categoría: Referencias

Impreso en Brasil | Printed in Brazil

 CONTENIDO

Prólogo 13

Parte 1: INTRODUCCIÓN Y PANORAMA DEL MUNDO BÍBLICO 15

Parte 2: GEOGRAFÍA HISTÓRICA DEL MUNDO BÍBLICO 49
1. Antes de Abraham 51
2. El mundo de los patriarcas 63
3. La estancia en Egipto y el éxodo 77
4. Los recorridos en el desierto, la conquista y el establecimiento 93
5. La monarquía unida 119
6. Los reinos de Israel y Judá 141
7. La Era Asiria 155
8. La Era Babilónica 167
9. La Era Persa 179
10. Período Helenístico 187
11. La Era Macabea 197
12. La Época Romana 205

Parte 3: GEOGRAFÍA REGIONAL DEL MUNDO BÍBLICO 261

Introducción a los mapas regionales 263
R-1. Mundo bíblico 264
R-2. Mesopotamia, Levante, Media 266
R-3. Anatolia del Sur, Chipre, Levante del Norte 268
R-4. Anatolia Oriental 270
R-5. Macedonia y Acaya 272
R-6. Creta 274
R-7. Italia Central 275
R-8. Italia y África del Norte 276
R-9. Egipto 278
R-10. Sinaí 280
R-11. Palestina 282
R-12. Judea 284
R-13. Samaria 286
R-14. Galilea, Tiro, monte Hermón 288
R-15. Galaad 290
R-16. Moab 292
R-17. Edom 294
R-18. Filistea 295
R-19. Jerusalén en el Antiguo Testamento 296
R-20. Jerusalén después del exilio 298
R-21. Jerusalén en el Nuevo Testamento 300

Parte 4: Apéndices e índices 303

Línea del tiempo de la historia bíblica 305
Reyes de Israel y Judá 308
La dinastía herodiana 309
Bibliografía seleccionada 310
Índice de nombres de lugares para mapas históricos 311
Índice de nombres de lugares para mapas regionales 316
Índice de sitios bíblicos conocidos 328
Índice general 338
Índice de pasajes bíblicos 346
10
artículos especiales
Un huerto en Edén 52
La alfarería 54
El Código de Hammurabi 67
La antigua literatura egipcia y el éxodo 83
La migración de los pueblos del mar 113
La historia de Rut 115
La estructura escalonada en Jerusalén 129
La inscripción de Tel Dan 130
La animosidad histórica entre Israel y Judá 138
Los becerros de oro 143
Túnel de Ezequías 161
El Prisma de Senaquerib 165
La bendición sacerdotal 169
Las Cartas de Laquis 174
La Jerusalén de Nehemías 184
Elefantina 186
Alejandría 188
Los Papiros de Zenón 191
El judaísmo durante la era asmonea 203
Restos arqueológicos de la época de Jesús en Jerusalén 214
Séforis 225
ilustraciones
Calendario hebreo y actividades estacionales 33
Los zigurats 66
La ciudad de Ur 70
El tabernáculo y el atrio 94
El tabernáculo (la tienda de reunión) 96
La ciudad de Jericó 102
Jerusalén en tiempos de David 127
Jerusalén en tiempos de Salomón 131
El templo de Salomón 135
El templo de Salomón y el complejo del palacio 136
La ciudad de Nínive 156
Jerusalén en el tiempo de Ezequías 162
La ciudad de Babilonia 173
La visión del templo de Ezequiel 176
Templo de Zorobabel 182
Jerusalén en la época de Nehemías 185
El Monte del Templo en la época de Jesús 216
El templo y sus atrios 218
El templo 220
Barco de pesca galileo 228
Jerusalén en la época de Jesús 231
El Gólgota y el Monte del Templo 234
La tumba de Jesús 237
Filipos en la época de Pablo 243
Corinto en la época de Pablo 245
Éfeso en la época de Pablo 247
Roma en la época de Pablo 251
Sinagoga de Gamala 254
AT L A S B Í B L I C O PAT M O S
Mapas
0-1. Principales regiones del antiguo Cercano Oriente 18
0-2. Regiones geográficas naturales de Palestina 19
0-3. Promedio de temperaturas en el Cercano Oriente 28
0-4. Promedio de lluvias en el Cercano Oriente 30
0-5. Promedio anual de lluvias en Palestina 32
0-6. Economía del antiguo Cercano Oriente 34
0-7. Economía de la antigua Palestina 35
0-8. Actividad sísmica en el Cercano Oriente 38
0-9. Rutas principales en el antiguo Cercano
Oriente  40
0-10. Rutas principales en la antigua Palestina 41
0-11. Estados políticos actuales del Cercano
Oriente  45
0-12.  Estados políticos actuales y sitios
arqueológicos de Palestina 46
1-1. El huerto de Edén 52
1-2. Tabla de las naciones 55
1-3. El Cercano Oriente durante la Edad del Bronce
Antiguo56
1-4. Canaán durante la Edad del Bronce Antiguo 60
2-1. Abraham viaja a Canaán 69
2-2. La batalla en el valle de Sidim 71
2-3. La destrucción de Sodoma y Gomorra 72
2-4. Viajes a Padán-aram 72
2-5. Jacob regresa a Canaán 73
2-6. José y sus hermanos 75
2-7. Egipto en la época de José 76
3-1. El Cercano Oriente durante la Edad del Bronce
Tardío78
3-2. El éxodo de Egipto 85
4-1. El viaje a Cades-barnea 97
4-2. El viaje de los espías 97
4-3. La entrada fallida en Canaán 98
4-4. El viaje a la tierra prometida 98
4-5. Israel derrota a Og y a Sehón 99
4-6. Balaam bendice a Israel 100
4-7. Preparativos para atacar a Jericó 101
4-8. Israel ingresa a la tierra prometida 103
4-9. El Pacto se renueva en el monte Ebal 103
4-10.  La conquista de Canaán: la campaña del sur 105
4-11.  La conquista de Canaán: la campaña del norte 105
4-12. Los límites de la tierra prometida 106
4-13. La repartición de la tierra 107
4-14. Los reyes que Israel derrotó 108
4-15. Israel en el tiempo de los jueces 109
4-16. Los jueces de Israel 110
4-17. Aod derrota a los moabitas 110
4-18. Débora y Barac derrotan a los cananeos 111
4-19. Gedeón derrota a los madianitas 111
4-20. Jefté derrota a los amonitas 112
4-21. La migración de los pueblos del mar 113
4-22. Las hazañas de Sansón 114
4-23. El escenario de Rut 115
4-24.  La migración de Dan y la guerra de Israel con
Benjamín 116
4-25. Los viajes del arca 117
5-1. Israel bajo Saúl, David y Salomón 120
CONTENIDO
5-2. Saúl libera a Jabes-galaad 121
5-3. La batalla en Micmas 121
5-4. La batalla en Ela 122
5-5. David huye de Saúl 123
5-6. David recupera el saqueo de los amalecitas 124
5-7. La batalla en el monte Gilboa 124
5-8. La lucha de David por el poder 126
5-9. David captura la fortaleza de Sion 126
5-10. David derrota a los filisteos 128
5-11. David derrota a los amonitas y a los sirios 128
5-12. David y Absalón 129
5-13. El censo de David 130
5-14. Distritos administrativos de Salomón 132
5-15. Jerusalén en tiempos de Salomón 133
5-16. Las empresas internacionales de Salomón 137
6-1. Los enemigos de Salomón 141
6-2. El reino se divide 142
6-3. Elías y Eliseo 144
6-4. Las guerras de Acab con Siria 145
6-5. La rebelión de Moab 145
6-6. Moab expande sus fronteras 146
6-7. Jehú lleva a cabo el juicio 146
6-8. Siria conquista Galaad 147
6-9. Resurgimiento durante la época de Uzías
y Jeroboam II 148
6-10. Zera ataca Judá 150
6-11. Guerra entre Israel y Judá 150
6-12. La alianza moabita ataca Judá 151
6-13. La rebelión de Edom y Libna 151
6-14. Uzías fortifica Jerusalén 152
6-15. Los profetas de Israel y Judá 153
7-1. El surgimiento del Imperio asirio 155
7-2. Siria e Israel atacan a Judá 157
7-3. Asiria captura el norte de Israel 158
7-4. La caída de Samaria y la deportación de
israelitas 158
7-5. Judá después de la caída de Israel 159
7-6. Ezequías fortifica Jerusalén 159
7-7. Asiria ataca a Judá 160
8-1. La decadencia del Imperio asirio 170
8-2. Las reformas de Josías y su batalla con Necao 170
8-3. Nabucodonosor ataca Judá 172
8-4. El exilio a Babilonia 172
Mapas 3d
8-5. La caída de Jerusalén 172
8-6. Israel y Judá después del exilio a Babilonia 174
8-7. El asesinato de Gedalías 175
8-8. Jeremías profetiza contra Egipto 175
8-9. La visión de Ezequiel de los nuevos límites de
Israel  175
9-1. El Imperio persa 180
9-2. Judea bajo el gobierno persa 180
9-3. Jerusalén en tiempos de Zorobabel 181
9-4. Jerusalén en la época de Nehemías 184
10-1. Los imperios de Alejandro y sus sucesores 189
10-2. Los imperios de los ptolomeos y los seléucidas
(etapa inicial) 189
10-3. Primera campaña egipcia de Antíoco III
(cuarta guerra siria) 192
11
10-4.  Segunda campaña egipcia de Antíoco III
(quinta guerra siria) 193
10-5. Campaña egipcia de Antíoco IV
(sexta guerra siria) 194
10-6. Los imperios de los ptolomeos y los seléucidas
(etapa final) 195
11-1. Los comienzos de la revuelta macabea 197
11-2. Israel bajo los primeros macabeos 199
11-3. Israel bajo los últimos macabeos 200
11-4. Lugares relevantes de la era de los macabeos 201
11-5. Jerusalén en la época de los macabeos 202
12-1. La expansión del Imperio romano 207
12-2. Reino de Herodes el Grande 210
12-3. Palestina bajo el dominio romano 223
12-4. El nacimiento y la huida de Jesús a Egipto 224
12-5. El ministerio de Jesús en Galilea 226
12-6. El ministerio de Jesús más allá de Israel 228
12-7. Los viajes de Jesús a través de Samaria 232
12-8. El último viaje de Jesús a Jerusalén 232
12-9. Jerusalén en la época de Jesús 233
12-10. La última cena 233
12-11. El arresto, el juicio y la crucifixión de Jesús 233
12-12. Las apariciones de Jesús después de su
resurrección 236
12-13. Naciones en Pentecostés 238
12-14. El ministerio de Felipe el evangelista 238
12-15. Primera etapa del ministerio de Pedro 238
12-16. La conversión de Pablo y sus primeros viajes 239
12-17. Reino de Herodes Agripa I 240
12-18. Primer viaje misionero de Pablo 241
12-19. Segundo viaje misionero de Pablo 242
12-20. Tercer viaje misionero de Pablo 247
12-21. Arresto y encarcelamiento de Pablo 249
12-22. Reino de Herodes Agripa II 249
12-23. Viaje de Pablo a Roma 249
12-24. Primera revuelta judía 252
12-25. La rebelión de Bar Kojba 256
12-26. Jerusalén después del tiempo de Adriano 257
12-27. El Imperio romano y la propagación del
cristianismo 258
2-A. Vista de las ciudades de la llanura de Hebrón 72
3-A. El monte Sinaí 89
4-A. Vista de Canaán desde el monte Nebo 100
4-B. Siquem, el monte Gerizim y el monte Ebal 103
4-C. El monte Tabor y el valle de Jezreel 112
5-A. Las laderas del monte Gilboa 125
6-A. Las montañas de Edom 152
8-A. El paso de Meguido y su posición estratégica 171
10-A. La batalla de Iso 188
11-A. El paso de Bet-horón y las colinas de Gofna 198
12-A. El mar de Galilea 229
12-B. Cesarea de Filipo y el monte Hermón 229
12-C. Puertas Cilicias 242
12-D. Área de Éfeso 250
12-E. Ciudades del valle del Lico 250
CAPÍTULO 1
ANTES DE ABRAHAM
EN EL PRINCIPIO
Desde el comienzo, los humanos han reflexionado
sobre el origen, el funcionamiento y el significado
del universo. Por ejemplo, en Mesopotamia, la
Epopeya de Gilgamesh (c. 2000 a. C.) cuenta la his-
toria de un rey llamado así y su búsqueda por enten-
der el cosmos. El texto describe cómo Gilgamesh
reacciona ante la muerte de un amigo y toma con-
ciencia de su propio fin: «Me entró miedo a la
muerte, y por eso ahora vago errante por la estepa.
Lo que le sucedió a mi amigo se me hizo insopor-
table, así que un largo camino recorro en la estepa.
¿Cómo voy a guardar silencio? ¿Cómo voy a que-
darme callado? Mi amigo, a quien amaba, ha vuelto
al barro; Enkidu, mi amigo, a quien amaba, ha
vuelto al barro. ¿No seré como él, y yaceré también,
para nunca más levantarme, durante toda la eterni-
dad?». Gilgamesh recorre la tierra en un intento de
descubrir el significado del universo, el significado
de la vida y la muerte y el secreto de la inmortalidad.
Desde la edad antigua hasta hoy, las personas han
buscado respuestas a estas mismas preguntas de ma-
nera individual y colectiva. ¿Quiénes somos? ¿De
dónde venimos? ¿Cuál es el origen del universo?
Génesis 1:1 afirma: «En el principio creó Dios
los cielos y la tierra». Esta es una proclamación del
origen del universo. En los siguientes 11 capítulos
de Génesis, el autor describe el comienzo de mu-
chas cosas, como la raza humana, el pecado, la agri-
cultura, las ciudades, y así sucesivamente. Otras cul-
turas del antiguo Cercano Oriente, en particular de
Egipto y Mesopotamia, tienen diferentes relatos so-
bre cómo comenzó el universo. Debido a que gran
parte del período descrito en Génesis 1–11 precedió
a la invención de la escritura, los historiadores a me-
nudo se refieren a él como la protohistoria o la pre-
historia. Una buena parte de nuestro ­conocimiento
sobre este período protohistórico proviene de la in-
vestigación arqueológica. Al llegar a este punto, es
conveniente mostrar la cronología de los períodos
prehistóricos, tal como los definieron los arqueó-
logos, y luego hacer una breve descripción de las
reliquias y las ruinas de cada período, según los des-
cubrimientos de la arqueología.
PALEOLÍTICO
(ANTERIOR AL 10 000 a. C.)
Según los arqueólogos, el Paleolítico se puede defi-
nir como un período en el que las personas se dedi-
caban a la caza y la recolección. En otras palabras,
no producían sus propios alimentos mediante el
pastoreo ni la agricultura. Las moradas de esa época
eran principalmente cuevas y las herramientas que
se utilizaban eran de piedra. Al final del período
 52 AT L A S B Í B L I C O PAT M O S

Un huerto en Edén incierta, aunque se han hecho muchas sugerencias;

En Génesis 2:8, el escritor dice que «Jehová Dios
plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al
hombre que había formado». Inmediatamente des-
pués de la creación de la humanidad, Dios planta
«un huerto en Edén». Tenga en cuenta que el texto
no dice «huerto del Edén». Al parecer, Edén era una
zona geográfica más amplia que el lugar ocupado
por el huerto. Además, «al oriente» probablemente se
refiere a la parte oriental de la región llamada Edén.
El significado del nombre «Edén» es poco claro. En
acadio una palabra similar significaba «llanura» o «pá-
ramo». Los textos cananeos usaban la palabra para
referirse a un área bien irrigada y fértil. En hebreo,
«Edén» puede estar relacionada con un término que
significa «lujo» o «deleite». Debido a ese posible signi-
ficado, la Septuaginta (traducción griega del Antiguo
Testamento) convirtió el término en paradeison, del
cual se deriva nuestra palabra «paraíso».
La forma de regar el huerto era mediante un río
que fluía a través de él. Después de irrigar el huerto,
el río salía y se dividía en cuatro «brazos» (Gn. 2:10).
Esa palabra en hebreo significa en realidad «afluente
de cabecera», de modo que cuando el río se separó
se dividió en cuatro cabeceras que eran las fuentes
de los cuatro grandes ríos identificados en el texto.
El nombre dado al primer río era Pisón, y fluía alre-
dedor de toda la tierra de Havila. Su ubicación es
1-1. El huerto de Edén 
Ma
varios autores argumentan que debe estar ubicado en
Mesopotamia, Egipto, India ¡o incluso en Australia! La
palabra «Havila» se menciona varias veces en la Biblia.
Su siguiente aparición después del relato del Edén
es en Génesis 10:7, donde Havila es uno de los hijos
de Cus. Otro Havila aparece en la misma genealogía
como hijo de Joctán (Gn. 10:29). En otros dos casos,
Havila se usa para mencionar un área geográfica y es
probable que se refiera a una zona cerca de Egipto
(Gn. 25:18; 1 S. 15:7). La ubicación del segundo río,
Gihón, también es desconocida. El texto afirma que
rodea toda la tierra de Cus. Los estudiosos no están
de acuerdo en si «la tierra de Cus» se refiere a un
área de Mesopotamia o a una región de Etiopía. La
Biblia normalmente menciona a «Cus» como una re-
gión en el nacimiento del río Nilo (Gn. 10:6; Is. 11:11;
18:1; Sal. 68:31 [NVI]). Es posible que los dos ríos,
el Pisón y el Gihón, representen lo que conocemos
hoy como el Nilo Azul y el Nilo Blanco. El problema
es que el nombre «Cus» también está ligado de modo
inequívoco a Mesopotamia en la tabla de las nacio-
nes (Gn. 10:8-12). En ese pasaje, Cus es identificado
como el padre de Nimrod, quien se dice que fundó
numerosas ciudades en Mesopotamia. Algunos es-
tudiosos proponen que «Cus» es la persona que dio
su nombre a los «casitas», quienes gobernaron en
Babilonia durante el segundo milenio a. C. De ser así,
algunos comentaristas concluyen que el río Gihón se
ubicaría en Mesopotamia. El tercer y cuarto ríos que
fluyen del Edén son el Hidekel (Tigris) y el Éufrates.

(Génesis 2:4–3:24; Ezequiel Ma r N e g ro

r Cas

31:1-18). Génesis describe la Estas fueron, por supuesto, las principales áreas de
ubicación del Edén en relación
Monte Ararat
­asentamiento en Mesopotamia.
pio

con la convergencia de cuatro Río Aras

ríos. Aunque dos de los ríos EDÉN? Entonces, ¿dónde estaba el huerto en el Edén?
son desconocidos (el Pisón y Nadie lo sabe con certeza (ver mapa 1-1). Muchos
Río Tigris
el Gihón), la identificación casi (Hidekel) Río sugieren que estaba en Mesopotamia; algunos creen
universal de los otros dos ríos
ECIE NTE Choaspes Río
como el Tigris (Hidekel) y el C RMEDIA LUNA FF É R Ulai? que puede haber estado situado en las montañas
( ÉR T I
TIL L
eo

Éufrates sugiere una posible de Armenia, donde se encuentran las cabeceras del
)
r rá n

ubicación del Edén en sus

Río Éufrates Tigris (Hidekel) y el Éufrates. Otros argumentan que
extremos norte o sur.
dite

estaba en el sur de Mesopotamia donde esos dos ríos

AÁN
r Me

ED ÉN ? desembocan en el golfo Pérsico. Hay quienes ofrecen

DESIERTO
CAN
Ma

DE ARABIA Golfo otra alternativa, que el Edén estaba en Canaán: los

EDÉN? Pérsico dos ríos, el Pisón y el Gihón, eran el Nilo Azul y el Nilo
0 100 200 300 mi Blanco en Etiopía, y el Hidekel (Tigris) y el Éufrates
Mar Rojo 0 200 400 km estaban situados en Mesopotamia. En medio de ellos
estaba la tierra de Canaán.
ANTES DE ABRAHAM
(Paleolítico superior) se produjeron grandes cam-
bios. Comenzaron a aparecer los campamentos es-
tacionales para la caza; uno de ellos, encontrado en
Ksar Akil, habría sido ocupado por entre 25 y 30
personas. Aquí se identificó el uso de una amplia va-
riedad de alimentos, así como muchas herramientas
y fogones. Durante este período también aparecie-
ron por primera vez pequeños asentamientos con
edificaciones muy sencillas. Las prácticas funerarias
deliberadas también comenzaron en ese momento.
PERÍODO EPIPALEOLÍTICO
(10 000-8000 a. C.)
Aunque existe un debate sobre cuándo ocurrió la
domesticación de plantas y animales, las eviden-
cias parecen indicar que fue durante el período
Epipaleolítico o «Natufiense». La vida se cen-
traba en un lugar y no en grupos que se movían de
un sitio a otro. Por ejemplo, en el asentamiento de
Ain Mallaha, los arqueólogos determinaron que
vivían entre 200 y 300 personas. Se encontraron
casas primitivas con paredes recubiertas con mor-
tero de cal y pisos pavimentados. Había formas
complejas de enterramiento en el lugar. Durante
este período, hicieron su primera aparición los ins-
trumentos cortantes en forma de hoz y las perso-
nas consumían una amplia variedad de alimentos,
incluidos los granos silvestres. Debido a esta tran-
sición hacia la agricultura y la ganadería, muchos
53
consideran que este es el período en que realmente
comenzaron los asentamientos permanentes.
PERÍODO NEOLÍTICO
(8000-4000 a. C.)
El proceso de sedentarización que se inició al fi-
nal del período Natufiense continuó en el pe-
ríodo Neolítico. Los asentamientos se hicieron
más grandes y más complejos. Un buen ejemplo
de esta «urbanización» lo encontramos en el ya-
cimiento de Jericó, en el que grandes excavacio-
nes descubrieron importantes restos del período
Neolítico. Los arqueólogos normalmente dividen
el Neolítico en tres períodos: Neolítico precerá-
mico A, Neolítico precerámico B y Neolítico ce-
rámico. Examinaremos los restos encontrados en
Jericó en cada uno de estos períodos.
Neolítico precerámico A
Durante esta primera fase del período Neolítico,
Jericó fue uno de los mayores asentamientos que se
han encontrado. Allí se produjo un gran aumento
de la población y el asentamiento llegó a ocupar
4 hectáreas (10 acres). La arqueóloga Kathleen
Kenyon estimó que unas 2000 personas vivían en
Jericó durante este período. Aquí se descubrió la
fortificación más antigua que se conoce: se trata
de una torre circular de piedra que se levantaba a
unos 9 metros (28 pies) de altura. Contenía una
1-1. Esta torre circular de
piedra en Jericó originalmente
era una construcción
independiente que más tarde se
unió a la muralla de la ciudad.
Es la estructura de fortificación
más antigua que se conoce en el
mundo y data de c. 7000 a. C.
54
escalera interior con 22 peldaños que conducían de
una puerta inferior a una abertura en la parte su-
perior de la estructura (ver imagen 1-1). Más ade-
lante, en este período, la torre se unió a una muralla
de la ciudad de aproximadamente 1,5 m (5 pies) de
ancho y 4 m (13 pies) de alto. Cerca de la torre se
desenterraron casas circulares de ladrillos de barro;
algunas de ellas mostraban agujeros para el soporte
de un techo. Hay evidencia de agricultura en el em-
plazamiento y Kenyon sostiene que los habitantes
empleaban técnicas de irrigación.
Neolítico precerámico B
El período Neolítico precerámico B, en Jericó, te-
nía una apariencia menos defensiva que el Neolítico
precerámico A. No había muros de fortificación en
el emplazamiento. Sin embargo, la arquitectura de
los edificios durante este período era mucho más
compleja que en la etapa anterior. Las casas ahora
eran rectangulares, en lugar de circulares, y sus pare-
des estaban enlucidas y mostraban un acabado bri-
llante con pintura ocre rojo. Los pisos eran de yeso
duro y las casas se construían alrededor de patios
La alfarería
Durante el Neolítico, la alfarería hizo su primera apa-
rición en el antiguo Cercano Oriente. La alfarería es
una herramienta muy valiosa para el arqueólogo. Es
el medio más básico y útil para elaborar una crono-
logía. No solo ayuda a determinar la datación de las
capas de un yacimiento individual, sino que el arqueó-
logo puede comparar la alfarería recolectada en varios
sitios para establecer una secuencia de datación re-
lativa para una región. ¿Qué tiene la alfarería que la
hace tan valiosa en este sentido?
Primero, la alfarería es duradera. Aunque las vasi-
jas son frágiles y se rompen con facilidad, los tiestos
son prácticamente indestructibles. No se descompo-
nen, ni se oxidan, ni se queman, ni se corroen, ni se
evaporan ni se funden. La alfarería se encuentra en
todas las capas de un yacimiento porque es duradera.
Segundo, la alfarería se transforma. Es decir, si bien las
características de las vasijas de cerámica, como el di-
seño y la forma, se estandarizan notablemente durante
un período dado en una región, estos rasgos cambian
AT L A S B Í B L I C O PAT M O S
con fogones. Había varias habitaciones en cada casa,
y muchas de ellas tenían pilares y bases para soste-
ner los techos. Las edificaciones estaban construidas
con ladrillos en forma de huso a los que se les hacía
impresiones con los pulgares para mantener el mor-
tero unido firmemente. La industria de herramien-
tas de esta época mejoró con respecto al Neolítico
precerámico A. El período anterior muestra un con-
junto de implementos rudimentarios, mientras que
en este período son de mayor calidad. La aparición
de la turquesa tal vez indica que había algún tipo de
comercio entre Jericó y otras áreas.
Un hallazgo muy interesante de este período
fue una serie de cráneos enyesados y modelados que
habían sido enterrados debajo de los pisos de las ca-
sas. Nadie sabe con certeza qué propósito tenían,
pero quizás reflejan algún tipo de adoración de los
antepasados.
Neolítico cerámico
El Neolítico cerámico fue una época de retroceso en
todo el antiguo Cercano Oriente. Los restos arqui-
tectónicos de los yacimientos son rudimentarios y
a intervalos frecuentes. En otras palabras, cada época
tiene su propia alfarería distintiva y típica. Los arqueó-
logos pueden datar cualquier nivel o estrato de un
yacimiento por el tipo de alfarería que aparece en él.
Entre los elementos de la alfarería que ayudan a distin-
guir un período de otro están la forma, la decoración,
la composición del material y el método de fabricación.
En las excavaciones a veces se descubren ties-
tos con inscripciones. Estos se denominan «óstracos»
(el singular es «ostracon»). Las inscripciones normal-
mente están hechas con tinta y son cortas, desde
unas pocas palabras hasta varias líneas. Algunas de
ellas parecen haber sido escritas en tiempos de cri-
sis, cuando otros materiales de escritura no estaban
disponibles. Tal vez los óstracos más conocidos que
se han encontrado en Palestina son las Cartas de
Laquis, de la época de la destrucción de Judá por
Nabucodonosor en el año 586 a. C. (ver «Cartas de
Laquis», p. 174 ). Los numerosos óstracos encontra-
dos en Samaria, la capital del reino del norte, Israel,
también son de gran importancia.
ANTES DE ABRAHAM 55

de mala calidad. Muchos de los asentamientos del
Neolítico precerámico quedaron ­ deshabitados.
Algunos arqueólogos sostienen que Palestina fue
mayormente abandonada en esa etapa debido a
cambios climáticos o a alguna otra fuerza natural.
Por otro lado, es posible que no haya habido un
éxodo, sino más bien un abandono de la vida seden-
taria para regresar al pastoralismo. Jericó se encon-
traba ocupado durante este período, pero el asen-
tamiento era pequeño y estaba en decadencia con
respecto a los períodos anteriores. Aunque la etapa
se caracterizó por un deterioro general, no deja de
ser importante. La alfarería comenzó a usarse en
esta fase final del Neolítico, y su importancia para
la reconstrucción de la cronología y la vida en el an-
tiguo Cercano Oriente no puede ser subestimada.
EDAD DEL COBRE (4000-3200 a. C.)
En la Edad del Cobre se produjeron algunos cam-
bios muy importantes a partir de la anterior «edad
oscura» del Neolítico cerámico. Hubo un au-
mento de la población en todo el antiguo Cercano
Oriente y aparecieron más y mayores asentamien-
tos. El primer uso conocido del metal para herra-
mientas y armas ocurrió en ese momento; se han
descubierto sitios para la fundición de cobre. Los
asentamientos se especializaban en diversos ofi-
cios; por ejemplo, algunas aldeas se dedicaban a la
fundición de cobre y otras trabajaban solamente
el marfil. La alfarería de la época era en su mayor
parte modelada a mano, aunque hay alguna evi-
dencia del inicio de la fabricación de cerámica
con el modelado a torneta o «torno lento». El

1-2. Tabla de las naciones,

Mar Negro
c. 2200 a. C.  (Génesis 10:1-32).

M
ar
Muchos de los grupos de
E U R O PA Magog pueblos mencionados en

Ca
Gom
er Génesis 10 pueden ser

sp
Askenaz identificados con relativa certeza.
Mesec En general, los descendientes

io
de Cam se asentaron en el
Lud Togarma norte de África y en la costa
ASIA MENOR oriental del Mediterráneo, los
Javán b al Mas? descendientes de Sem en
Tu Madai
Mesopotamia y Arabia, y los
?
m
ni

descendientes de Jafet en
da

Het Aram
Do

Europa y Asia Menor.

Zemareo ME
Caftorim Kittim Arvadeos S O Assur (Asiria)
Tiras = etruscos (Italia) Elisa? PO
Hamateos TA
Tarsis = Tartessos (España) Sineos M
Arquitas (araceos) Ni I A
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Mar Med Sidón od
iterráneo Arf E la m
n

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Canaá

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Jebuseos
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Amorreos ARABIA Golfo
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SUROESTE DE ARABIA
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Egipto
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Mar Rojo
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Sabta? t
Patrusim a ve
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Seb

Descendiente de Cam H a z
a?

Seba?
Descendiente de Sem
Descendiente de Jafet
Golfo de Adén
Ofir?
0 100 200 400 mi
Cush o Cus
0 200 400 600 km
 56 AT L A S B Í B L I C O PAT M O S

comercio se hizo más intenso en todo el antiguo
Cercano Oriente.
En Palestina, la mayoría de las poblaciones
de la Edad del Cobre vivían en zonas más áridas.
Cerca de Beerseba, se han desenterrado tres ya-
cimientos de este período que se denominan el
«grupo Beerseba». Los sitios son Abu Mater,
Khirbet Beitar y Safadi. Parecen ser representa-
tivos de la época y cada uno se especializaba en
un oficio. Había pruebas claras de comercio con
Egipto: en Abu Matar se desenterraron cuentas
hechas de conchas del río Nilo. Los santuarios sa-
grados se hicieron más comunes en este período.
Cerca de Engadi, junto al mar Muerto, se encon-
tró un santuario de habitaciones alargadas ro-
deado por una muralla sagrada. En el interior del
templo se descubrió una favissa, un pozo sagrado
donde se enterraban los objetos rituales utiliza-
dos allí. En una cueva cercana al emplazamiento,
se encontraron 400 objetos de cobre que tal vez
pertenecían al templo. Se le llamó «Cueva del te-
soro» y muchos de los objetos eran piezas rituales
o ceremoniales.
EDAD DEL BRONCE ANTIGUO
(3200-2200 a. C.)
La Edad del Bronce Antiguo se caracterizó por la
urbanización, un cambio de la vida en aldeas a la
vida en ciudades. En esta época aparecieron más
asentamientos que en cualquier momento ante-
rior, y estaban fortificados. La producción agrícola
completamente desarrollada, tanto de frutas como
de vegetales, también se convirtió en una parte im-
portante de la vida en el antiguo Cercano Oriente.
Se ha constatado la existencia de una dinámica red
de comercio internacional, especialmente entre
Palestina y Egipto. Esta fue la época de los prime-
ros grandes imperios del antiguo Cercano Oriente,
con grandes estados que surgieron en Egipto
y Mesopotamia (la región entre los ríos Tigris
[Hidekel] y Éufrates; ver mapa 1-3).
Egipto
Antes del año 3100 a. C., la situación política en
Egipto es poco clara. Al parecer existían dos rei-
nos separados: uno al norte (Bajo Egipto) en el
delta del Nilo (en la ciudad de Pe) y otro al sur

1-3. El Cercano Oriente

durante la Edad del Bronce
Mar Negro
ar

M
Antiguo, 3200-2200 a. C. 
A Ca
En el antiguo Cercano Oriente, [Alacahöyük] R í o ra s sp
la Edad del Bronce Antiguo se Troya io
Mar

caracterizó por la urbanización,

is
la producción agrícola y
[Beycesultan] R í o H al Río Tig
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el comercio internacional. id
Complejas y poderosas
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Carquemis
o

el)

civilizaciones florecieron
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alrededor de los ríos Nilo, Ebla S U BA RT U (Asiria)
Tigris (Hidekel) y Éufrates. Cnosos/Cnoso
Ugarit Río É
Hamat Mari
uf

CRETA CHIPRE tes

ra

Eshnunna
Gebal (Tell Asmar)
AC AD Cis Susa
M a r M e d i t e r rá n e o Damasco
Babilonia Nippur E LA M
Meguido Uma Lagash
Jericó Erec/Uruk S U M ER IA
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Menfis (Nof)
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Mar
il

0 100 200 300 400 mi

Tebas (No-amón)
Rojo
A LTO
EG I PTO 0 200 400 600 km
ANTES DE ABRAHAM
(Alto Egipto) en el valle del Nilo (en Nejen). Esta
dualidad política persistió a lo largo de la historia
egipcia a través de diferentes símbolos políticos y
religiosos: la corona norteña y la sureña, la repre-
sentación del norte por la diosa áspid Uadyet y la
del sur por la diosa buitre Nejbet. A Egipto se lo
llamaba a menudo las dos tierras.
El período Arcaico. Las dos primeras dinas-
tías de Egipto abarcaron desde el año 3100 hasta
el 2700  a.  C., y sabemos muy poco sobre ellas.
Conocemos que fue un período de unificación de los
dos reinos. El primer gobernante probablemente fue
Horus Escorpión II. Se ha encontrado una cabeza
de maza ceremonial de ese rey. Esta conmemora sus
victorias sobre enemigos que pueden haber incluido
a los egipcios nativos de la zona del delta del Nilo.
Uno de los grabados en la cabeza de maza representa
a Horus Escorpión II con la corona del Alto Egipto
mientras abre un canal de irrigación, lo cual era un
deber común del rey. Es probable que el siguiente
gobernante fuera Narmer. Se ha descubierto una pa-
leta de este rey: en una cara aparece con la corona del
Alto Egipto en una pose victoriosa sobre los conquis-
tados habitantes del delta del Nilo, y en la otra cara
lleva la corona del Bajo Egipto en procesión ante sus
enemigos asesinados. Narmer se identifica a menudo
con Menes, fundador de la dinastía I de Egipto.
Aparte de la unificación, no se sabe prácti-
camente nada de la naturaleza política de las dos
1-2. Las pirámides de Guiza en Egipto.  Las tres pirámides y sus edificios exteriores datan del siglo XXVI a. C.
57
primeras dinastías, aunque los nombres de los farao-
nes se han verificado en monumentos contemporá-
neos. Sin embargo, sabemos que casi todas las insti-
tuciones sociales, políticas, religiosas y culturales que
identifican a la civilización egipcia se originaron du-
rante este Período arcaico. Las excavaciones de tum-
bas de esta época en Saqqara y Abidos han proporcio-
nado gran parte de los restos materiales de la época.
El Imperio Antiguo. Este período incluye las di-
nastías de la III a la VI (2700-2180 a. C.). Las figu-
ras principales de la dinastía III fueron Djoser y su
arquitecto Imhotep. Construyeron el complejo de
la pirámide escalonada en Saqqara. Esa pirámide y
su templo fueron las primeras edificaciones exclu-
sivamente de piedra en la historia de Egipto. Luego
Imhotep fue deificado por los egipcios y se le dio
mucho crédito como un hombre sabio que ayudó
en el desarrollo de la escritura, la medicina y las ma-
temáticas. Los relieves de la época de Djoser y sus
sucesores indican que la minería de la turquesa y
el cobre comenzó en el Sinaí durante este período.
La dinastía IV (2620-2480 a. C.) fue la cul-
minación de la construcción de las pirámides en
Egipto con los grandes monumentos construidos
en Guiza por Keops, Kefrén y Micerino (ver ima-
gen 1-2). Poco se sabe de los acontecimientos his-
tóricos durante esta dinastía, pero está claro que el
gobierno se centró en el faraón y la familia real. La
sucesión real hereditaria era la norma. El faraón
58
tenía autoridad absoluta sobre la ley; su palabra era
ley. También tenía el control del ejército, la econo-
mía y los impuestos. Y, lo más importante, era con-
siderado un dios. Cada faraón de este período tenía
un «nombre de Horus» por el cual eran identifica-
dos como la forma terrenal de ese dios. Las pirámi-
des de Guiza eran tumbas reales para que el dios /
faraón continuara su existencia en la otra vida.
La construcción de estas pirámides fue un gran
logro organizativo. Por ejemplo, la gran pirámide
de Guiza medía 230 m (756 pies) cuadrados, 147 m
(481 pies) de altura y cubría 5,26 hectáreas (13 acres)
de tierra. Llevó menos de 20 años construirla, y la
mayor parte del trabajo se realizó durante los tres
meses del año en que el Nilo se inundaba, cuando
los trabajadores podían usar el río para transportar
las piedras desde la cantera hasta la obra. Se ha esti-
mado que para terminar la pirámide en 20 años fue
necesario transportar 1.000 bloques al día en cada
período de tres meses. Es posible imaginar la organi-
zación que se necesitaba para alimentar a los trabaja-
dores, alojarlos, mantenerlos trabajando en equipo,
etc. El historiador egipcio Manetón afirma que en
las pirámides trabajaron unas 100.000 personas de
una población egipcia de entre 1 y 2 millones de ha-
bitantes. Además, cada pirámide tenía estructuras
adicionales como templos donde se podía adorar al
faraón muerto. Las tumbas de la familia real y los al-
tos funcionarios de la corte también se encontraban
junto a las pirámides. Las pirámides son en cierto
sentido simbólicas de la centralidad del faraón en la
sociedad egipcia de la época.
La dinastía V (2480-2340) se caracterizó por el
predominio del culto solar en Heliópolis. Userkaf,
el primer faraón de la dinastía, donó unas 13.355
hectáreas (33.000 acres) de tierra al culto de Ra. El
nombre Ra se convirtió en parte común de los nom-
bres de los faraones: Sahura, Dyedkara Isesi, etc. Fue
también en esta etapa que el faraón comenzó a ser
llamado «hijo de Ra». Los Textos de las Pirámides
aparecieron por primera vez al final de esta dinastía,
durante el reinado de Unis, y continuaron en la di-
nastía VI. Los Textos de las Pirámides eran conju-
ros mágicos que posibilitaban el bienestar del rey en
el más allá. Eran los textos religiosos más antiguos
del antiguo Egipto. Además, a partir de esta dinas-
tía aparecieron los relieves detallados y las escenas
AT L A S B Í B L I C O PAT M O S
pintadas en las tumbas, que proporcionaban des-
cripciones extraordinariamente vívidas de la vida
cotidiana de la época.
Los acontecimientos políticos de la dinastía VI
(2340-2180) no se conocen bien. Varios de sus fa-
raones gobernaron durante largos períodos: Meryra
Pepy durante 49 años y Neferkara Pepy durante 94
años. No hay razón para cuestionar la extraordinaria
duración de este último reinado. Varios documentos
dan testimonio de ello. Neferkara Pepy se convirtió
en faraón a la edad de cinco años como corregente
con su madre. La dinastía terminó con una serie de
gobernantes débiles y el colapso generalizado de la
autoridad del gobierno central. El debilitamiento de
Egipto en ese momento quizás se debió a tres facto-
res: 1) el poder de Egipto se descentralizó, es decir,
la autoridad pasó del faraón a poderosos nobles que
se erigieron en gobernantes de extensas regiones;
2) el norte de Egipto, en particular, sufrió numero-
sas incursiones de pueblos asiáticos; y 3) es proba-
ble que al final de la dinastía se produjeran sequías
catastróficas, lo que ayudó a la desaparición de una
autoridad central ya debilitada.
El primer Período Intermedio (2180-2040 a. C.).
La mayor parte de este período se caracterizó por las
luchas internas y la división de Egipto. El período
abarcó las dinastías de la VII a la XI. Egipto fue go-
bernado desde Heracleópolis en las dinastías IX y
X y desde Tebas durante la dinastía XI. Estas dinas-
tías fueron iniciadas por gobernadores provinciales
(«nomarcas») y nobles que se autoproclamaron re-
yes y lograron obtener cierto apoyo de la población.
Los gobernantes cambiaron con frecuencia y esta
etapa no produjo reyes sobresalientes. Quizás el ma-
yor problema de la época para Egipto fue la migra-
ción de asiáticos hacia la parte norte del país.
Mesopotamia
Los sumerios. El grupo dominante en Mesopotamia
durante el III milenio a. C. fueron los sumerios. No se
conoce con certeza su lugar de origen, aunque al pa-
recer ya se habían establecido en la región hacia el año
5000 a. C. Los sumerios dominaron el paisaje polí-
tico de Mesopotamia desde 3500 hasta 2350 a. C. La
edad de su supremacía se divide en cuatro ­períodos:
Uruk (3500-3000 a. C.), Jemdet Nasr (3000-2650),
Dinástico arcaico (2650-2500), y la Primera dinastía
ANTES DE ABRAHAM
de Ur (2500-2350). Consideraremos estos cuatro
períodos en ese orden.
Probablemente el acontecimiento más impor-
tante del período de Uruk fue la invención de la es-
critura. Como las tablillas más antiguas que posee-
mos fueron escritas en sumerio, se les ha atribuido
a ellos la invención de la escritura. La primera es-
critura fue pictográfica (es decir, un dibujo que re-
presenta una acción), luego ideográfica (un símbolo
que representa una idea) y, finalmente, silábica (un
símbolo que representa el sonido de una consonante
y una vocal juntas). Casi todos los textos sumerios
fueron escritos en cuneiforme, o sea, con caracteres
en forma de cuña grabados en tablillas de arcilla con
un estilete o punzón de junco. En este período tam-
bién surgió el sello cilíndrico, que se encuentra a lo
largo de la historia de la antigua civilización meso-
potámica y es una reliquia importante en la recons-
trucción de las ideas culturales y religiosas. Además,
el desplazamiento poblacional de la aldea a la ciu-
dad templo comenzó en este período, y la cultura su-
meria comenzó a convertirse en una «economía de
templo». Una economía de templo era aquella en la
que el dios lo poseía todo; en otras palabras, todas
las propiedades pertenecían a la deidad. Su morada
era el templo de la ciudad y toda la sociedad sume-
ria se centraba en el templo. En Uruk, dos templos
dominaban el paisaje urbano: uno dedicado al dios
Anu y el otro a Inanna. El templo de Anu fue edi-
ficado sobre una terraza construida con ladrillos de
barro y fue un precursor del posterior zigurat carac-
terístico de la arquitectura religiosa mesopotámica
(ver imagen 2-1, p. 65; e ilustración, p. 66 ).
El período Jemdet Nasr tuvo lugar en el primer
cuarto del III milenio a. C. Gran parte de las inno-
vaciones culturales que comenzaron en la etapa de
Uruk continuaron en este período. Por ejemplo, la
escritura, inventada en el período de Uruk, evolu-
cionó de la forma pictográfica a la forma ideográ-
fica. Los metales se comenzaron a utilizar más am-
pliamente y se introdujo el bronce en la fabricación
de herramientas y armas.
El siguiente período, el Dinástico Arcaico, se
caracterizó por el aumento de la urbanización en
Mesopotamia. Las ciudades también comenzaron a
estar fuertemente fortificadas; por ejemplo, Uruk te-
nía una muralla exterior de unos 10 km (6 millas) de
59
largo con 900 torres. La escritura también se desarro-
lló significativamente y pasó de la forma ideográfica
a la silábica. Antes de esta época, la mayoría de los
escritos simplemente dejaban constancia de ventas
y transacciones comerciales, pero aquí la literatura
se tornó muy variada e incluyó historias religiosas,
edictos reales, etc. La estructura social de los sume-
rios comenzó a cambiar durante este período. Ya no
se basaba únicamente en la economía de templo; el
rey comenzó a ser tan importante como el sacerdote.
Muchas ciudades florecieron durante la primera
dinastía de Ur. Entre ellas, Nippur, Lagash y Mari. Sin
embargo, Ur parece haber sido la ciudad más impor-
tante de la época, además de tener el poder político
y el liderazgo en Sumeria. El esplendor de Ur se con-
firma con las excavaciones realizadas en las tumbas
reales de este período, las cuales contenían grandes
riquezas como los adornos de oro de la reina Shubad.
Las tumbas también incluían enterramientos masi-
vos de sirvientes que acompañaban a su soberano en
la vida después de la muerte. Hacia el final de la pri-
mera dinastía de Ur comenzó una etapa de resque-
brajamiento de la autoridad en toda Sumeria, hasta el
punto de que el gobierno pasó a manos del sacerdo-
cio. Sin embargo, hubo un último florecimiento; en
la ciudad de Uma surgió un líder llamado Lugalzagesi.
Parece haber sido el primer gran conquistador, pues
llevó a cabo su idea de unificar a toda Sumeria bajo
un solo gobernante. Primero conquistó Lagash y va-
rias ciudades más, luego hizo de Uruk la capital de
su reino. Sin embargo, esto no fue duradero, pues un
nuevo poder comenzó a imponerse: los acadios bajo
el gobierno de Sargón I de Acad.
El Imperio acadio (2350-2150 a. C.). Los se-
mitas se habían asentado en Mesopotamia du-
rante siglos, pero en este momento de la historia
los príncipes semitas se hicieron fuertes y cam-
biaron el curso de los acontecimientos en la re-
gión. El fundador del Imperio acadio fue el semita
Sargón I. Había sido copero del rey de Kish, pero
derrocó a su amo y luego marchó con sus fuerzas
contra Uruk. Sargón derrotó a Lugalzagesi, que en
ese momento era el soberano de Sumeria, y proce-
dió a conquistar Ur, Lagash, Uma y finalmente toda
Sumeria, incluso hasta el golfo Pérsico. Fundó su
capital en la ciudad de Agadé, la única ciudad real
de la antigua Mesopotamia cuyo emplazamiento
 60 AT L A S B Í B L I C O PAT M O S

todavía permanece sin identificar. Sargón expandió
su reino con varias campañas militares contra Elam,
al este, y Siria, al oeste. Su reinado fue glorioso y
duró no menos de 55 años. Después de la muerte
de Sargón, su hijo Rimush tuvo que reprimir va-
rias revueltas en el reino; fue asesinado al cabo de
nueve años y su hermano Manishutusu mantuvo
unido el imperio durante otros quince años. Luego,
­Naram-Sin, nieto de Sargón, tomó las riendas del
imperio. Fue el último gran monarca de la dinas-
tía acadia. Su reinado de más de 35 años estuvo
lleno de operaciones militares y grandes victorias
para su ejército. Cuando murió (c. 2250 a. C.), el
imperio comenzó a desmoronarse en las fronteras;
Tiro Lais
eo
aunque el imperio duró casi otro siglo, los gober-
nantes de Acad se tornaron cada vez más débiles. Al
final, los gutis, provenientes de los montes Zagros,
­invadieron Mesopotamia. Gobernaron el territorio
durante un siglo (2150-2050 a. C.) y este fue un pe-
ríodo oscuro de estancamiento cultural.
Siria-Palestina
Los arqueólogos dividen normalmente la Edad del
Bronce Antiguo en Siria-Palestina en cuatro perío-
dos: Bronce Antiguo I, II, III y IV. Discutiremos
de manera breve la naturaleza y las características
de los hallazgos de cada uno de estos períodos.
Bronce Antiguo I (3200-2800 a. C.). Como
en el resto del antiguo Cercano Oriente, este pe-
ríodo en Siria-Palestina se caracterizó por la urba-
nización. Hubo un cambio de la vida en la aldea

Cedes a la vida en la ciudad y se fundaron muchos más

rá n

asentamientos. También vemos el comienzo de un

Hazor
ter

Aco
dinámico comercio internacional entre esta zona y
edi

el resto del antiguo Cercano Oriente, en particular

Mar de Astarot
rM

Racat
Galilea con Egipto. La agricultura totalmente desarrollada
Ma

Simrón Beth-yerah
comenzó en este momento en el mundo mediterrá-
(Khirbet Kerak) Edrei neo y Palestina se convirtió en un importante cen-
Meguido
Taanac tro internacional de producción de vino. En cuanto
Bet-seán
[T. al-Hisn] a la alfarería, los hornos y el torno de alfarero esta-
[T. an-Asawir] Rehob
Dotán ban en pleno uso en ese momento.
R í o J o rd á n

Tirsa Bronce Antiguo II (2800-2600 a. C.). Sobre la

base de la urbanización del Bronce Antiguo I, los
[T. Umm Hammad] asentamientos en este período se hicieron cada vez
Afec
más grandes. Por ejemplo, Hai tenía 11 hectáreas
Lod
(27 acres) y Arad entre 9,3 y 10 hectáreas (entre 23
Hai?
Gezer Jericó y 25 acres). Las ciudades en este período se volvie-
ron bastante complejas. Una ciudad típica para esa
Gat Jarmut
Jerusalén época era Arad (ver imagen 1-3). Incluía una ciu-
uerto

[T. ‘Erani] dad más baja y otra más alta. La ciudad baja estaba
Laquis rodeada por una gruesa muralla (de 2 m [8 pies] de
Mar M

[T. an-Nagila] espesor) con torres semicirculares espaciadas cada

[T. al-Hasi]
20-24 m (65-80 pies) a lo largo de ella. La longi-
Arad tud de la muralla era de aproximadamente 1 km
Sodoma? (0,62 millas). En su interior había una calle que cir-
0 10 20 30 40 mi
cundaba la mayor parte del lugar; no había edificios
0 20 40 60 km adosados a la muralla exterior. El barrio de las fami-
lias tenía casas rectangulares con una estructura de
1-4. Canaán durante la Edad del Bronce Antiguo, 3200-2200 a. C.  Durante la Edad del «habitación apaisada», es decir, casas que tenían
Bronce Antiguo, Canaán parece haber experimentado muchos de los mismos cambios
que el resto del Cercano Oriente. Estos cambios incluían el aumento de la urbanización,
una entrada en uno de sus lados más largos, con
la producción agrícola (especialmente vino y aceite de oliva) y el comercio internacional bancos en el interior de la estructura, y que estaban
(principalmente con Egipto).
ANTES DE ABRAHAM 61

construidas alrededor de un patio. Los 1-3. Parte de la ciudad

cananea de Arad en el
edificios públicos incluían un palacio, un Neguev, de la Edad del Bronce
mercado y una estructura con dos tem- Antiguo.  Era una ciudad bien
planificada, construida de
plos idénticos. Estos dos templos com-
manera tal que maximizaba
partían una misma pared. Se cree que uno su capacidad para recoger y
de los templos era para una deidad feme- acumular el agua de lluvia.

nina y el otro para una deidad masculina.

Además, en este período había un amplio
comercio entre Palestina y Egipto, en el
sur, y con Gebal en el norte. Palestina te-
nía mucho que ofrecer: brea, cedro, vino,
aceite de oliva, cobre y turquesa.
Bronce Antiguo III (2600-2350 a. C.).
Una evidente prosperidad caracterizó a
Palestina durante el período del Bronce
Antiguo III. Se crearon nuevos asenta-
mientos como Tell el-Hesi. Aparecieron

1-4. Altar circular de piedra en Meguido, hacia el año 2500 a. C.  Originalmente estaba solo, pero más adelante se unió a un templo
de dos habitaciones.
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nuevos tipos de alfarería: la más impresionante fue
la cerámica Khirbet Kerak, bellamente pulida de un
color rojinegro.
Bronce Antiguo IV (2350-2200 a. C.). Un
gran cambio cultural marcó el final del período
del Bronce Antiguo III. Muchas de las ciudades de
Palestina quedaron deshabitadas durante los pe-
ríodos del Bronce Antiguo IV y el Bronce Medio I
(2200-2000 a. C.). Los principales asentamientos
como Beit She’an, Siquem, Hai, Gezer y Jazor esta-
ban desocupados en ese momento, y otros, como
Meguido, Jericó y Tell Beit Mirsim muestran a lo
AT L A S B Í B L I C O PAT M O S
sumo escasos restos de esa etapa. En general, los pe-
ríodos del Bronce Antiguo IV y del Bronce Medio
I en Palestina no fueron de carácter urbano. La ma-
yoría de los asentamientos parecen haber estado
ubicados en las zonas periféricas de Palestina, es
decir, en las regiones del Neguev, Transjordania y
el valle del Jordán. No se sabe por qué se produjo
esto, aunque a menudo se ha sugerido que las trans-
formaciones climáticas fueron el catalizador de este
cambio. En cualquier caso, a finales del III milenio,
la población se desplazó de la vida urbana hacia un
creciente nomadismo.