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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación


Universitaria
Universidad Católica Santa Rosa (UCSAR)
Cátedra: Derecho Probatorio
Sección: M09A

INCONSTITUCIONALIDAD DE
LAS POSICIONES JURADAS

Profesor: Estudiantes:
César Sánchez Francheska Matheus
C.I: V- 30.353.878
Gabriela Parra
C.I: V- 28.322.190

Caracas, 11 de abril del 2022


Introducción

Bello Tabares “el medio de prueba es el vehículo o transporte por conducto del cual se
llevan al proceso esas razones o argumentos demostrativos de la existencia o inexistencia
de los hechos controvertidos”
A continuación, se desarrolla en cuanto al tema de las posiciones juradas, la misma fue
iniciada con el estudio del contenido de una serie de soportes y textos jurídicos, criterios
encontrados en los doctrinarios sobre si las mismas pueden ser consideradas como medios
de prueba, o como instrumentos utilizados para lograr una confesión. En tal sentido, para
algunos autores, las posiciones juradas son un medio de prueba para obtener la confesión
del absolvente, de decir la verdad bajo juramento. Para otros, entre ellos el autor Rivera
Morales, ha señalado que las posiciones juradas son “…fundamentalmente, un instrumento
que tiene como finalidad última la confesión de la parte contraria…”. Así mismo esta se
encuentra establecida en nuestro Código de procedimiento civil venezolano en su articular
403 hasta el articulo 419
La prueba de las posiciones juradas es una actividad típica del interrogatorio de parte. Las
posiciones juradas son la calificación que se le da a una actividad procesal probatoria, que
persigue la declaración de parte sobre hechos de los cuales tenga conocimiento personal,
mediante el interrogatorio de la parte contraria. Atendiendo a la doctrina venezolana, para
que la confesión como tal, tenga validez, son requisito de forma las preguntas asertivas que
integran el interrogatorio a que se somete la parte contraria; siendo condición
indispensable, el deber asumido por el contrario de contestar la mismas de manera concreta
y específica; operándose, en cuanto a las consecuencias de la negativa, la sanción de dar
por cierto el hecho comprendido en la posición, pues si no han sido expresamente negados
los interrogantes hechos, deben tenerse por admitidos
Las posiciones juradas forman parte importante en el desarrollo del Juicio, el cómo
preguntar, a quien citar, como se debe responder, la oportunidad para promoverlas y su
constitucionalidad e inconstitucionalidad que lo estudiaremos a continuación.
Se presentan una serie de conceptos coherentes, organizados de tal manera, que sean fáciles
de interpretar en la temática principal de la inconstitucionalidad y todo lo relacionado a las
posiciones juradas
Las posiciones juradas artículos (403-419) Código Orgánico Procesal Civil

En el sistema procesal civil venezolano es el interrogatorio formal de las partes con fines
probatorios realizado a solicitud de partes previo juramento y que tiene por finalidad
obtener el reconocimiento de hechos perjudiciales y que se denominan posiciones juradas,
es decir que; es una mecánica de interrogatorio formal que hace el preguntante al
absolvente. Son preguntas asertivas o afirmativas con la finalidad de que se reconozca un
hecho perjudicial que acarrea consecuencias jurídicas que busca el proponente.
Las posiciones juradas son una serie de preguntas que la parte promueve como prueba, las
cuales la formula a su contraparte con el objetivo de hacerlo incurrir en una confesión en
las respuestas, es decir, es una forma de compulsión que se le hace a una de las partes para
obtener una afirmación de un hecho que lo va a desfavorecer.
Previamente hemos señalado que las posiciones juradas son la manera de obtener la
confesión de la otra parte de forma provocada en el marco de un proceso. Sin embargo, a
raíz de la entrada en vigencia de la Constitución de 1999, sobrevino la inconstitucionalidad,
comienza la tendencia a considerar inconstitucional la prueba de confesión provocada, ya
que dicha prueba contiene formuladas autoridades las cuales son autorizadas por la Ley en
virtud de las cuales el primer ente o proponente afirma la existencia de un hecho y constriñe
a la otra parte a aceptar la verdad. Según el artículo 49. 5 de la Constitución de la República
bolivariana de Venezuela nadie está obligado a declarar en su contra, y mucho menos
hacerlo bajo juramento, el hecho que le prueba, consiste en una declaración que hace el
confesante donde reconoce hechos propios de los cuales tiene conocimiento y que le son
desfavorable o favorable a los intereses de la otra parte, es decir hace que la prueba se tome
en inconstitucional; Pues nadie está obligado a declarar en su contra además se realiza bajo
previo juramento del absolvente es un constreñimiento de carácter moral.
Humberto bello Tabares, en su libro de tratado del derecho Probatorio sostiene que la
confesión jurada; Es legal y además Constitucional; refiriéndose a este término
expresando que el articular 49.5 de la Constitución se refiere a la prohibición de declarar
sobre hechos que pueden acarrear responsabilidad penal, es decir, que no incluye la materia
civil o incluso mercantil, por lo que se refiere a hechos contractuales de procedimiento
civil, la confesión provocada o confesiones juradas cuando recaiga sobre hechos que no
involucra en la responsabilidad penal son constitucionales.
La prueba de posiciones juradas o confesión provoca no es sólo legal sino también
constitucional, debido a que lo que se buscar prohibir o se prohíbe en el texto constitucional
es la declaración que haga la parte sobre hechos que puedan involucrar responsabilidad
penal, materia está que no es precisamente el objetivo de los debates judiciales de carácter
civil y mercantil o en general, es decir; de cualquier otra índole diferente a la penal. Lo que
conlleva, a que la formulación de posesión juradas sobre hecho controvertido en el proceso
y que no involucren responsabilidad penal no desemboca en inconstitucionalidad.
De esta manera encontramos que las posiciones juradas o confesión provocada cuando
recaigan sobre los hechos que no involucren responsabilidad penal o punitiva son
totalmente constitucionales; más cuando la posición formulada verse sobre los hechos que
pudieran establecer responsabilidad penal, se activa el derecho constitucional procesal,
conforme a lo cual nadie está obligado a declarar en contra de sí mismo, o pariente hasta el
cuarto grado 4° de consanguinidad, Lo que traduce que el absolvente puede perfectamente
negarse a contestar la pregunta o posición, conforme a lo establecido en el artículo 49. 5 de
la Constitución de la república bolivariana de Venezuela ya antes mencionado.
La discusión referida a los presuntos vicios de inconstitucionalidad del artículo 403 del
Código de Procedimiento Civil referido a las posiciones juradas frente a lo que determina
el artículo 49.5 de la Constitución Bolivariana sobre la garantía al debido proceso tiene, a
juicio del tratadista Bello Tabares (2007) sustentación en diversos aspectos, pues ellos, se
resumen en tres elementos: El primero, constreñimiento o coacción a la parte a la cual el
proponente obligaría a aceptar su verdad; el segundo, el reconocimiento de una de las
partes en juicio de hechos (propios o de su conocimiento) que le son desfavorables o
favorables a la contraparte y, finalmente como tercero, el constreñimiento moral que
significa la toma de juramento como requisito esencial para efectuar el acto de posiciones
juradas.
El Artículo 403 del Código de Procedimiento Civil establece textualmente que: “Quien sea
parte en el juicio estará obligado a contestar bajo juramento las posiciones que le haga la
parte contraria sobre hechos pertinentes de que tenga conocimiento personal”
Por otra parte, la Constitución de 1999, en su artículo 49 referido al debido proceso en su
ordinal 5, como ha sido mencionado anteriormente, señala de forma precisa que ninguna
persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su cónyuge,
concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de
afinidad. La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de ninguna
naturaleza.
Quienes argumentan la tesis de la inconstitucionalidad del 403 indican que la presencia de
coacción efectiva y moral presentes en el acto de posiciones juradas colide con la norma de
la Constitución ya precitada.
Al respecto, tanto la Sala de Casación Civil, la Sala Político Administrativa, como la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia han fijado Jurisprudencia sobre este tema
en sentencias específicas. La Sala Civil, en ponencia de la Magistrada Isbelia Pérez de
Caballero, del 14 de junio del 2005, Expediente AA20-C-2003-000552 rescata
jurisprudencia anterior de la misma Sala (Sentencia N° 0285 de fecha 6 de junio de 2002,
Caso: Eduardo Saturnino Blanco c/ Abilio Pestana Farías) precisando algunos elementos.
En primer lugar, la sentencia 0285 resalta el significado que la Real Academia otorga al
término coacción, ubicándolo como la fuerza o violencia que se hace a una persona para
obligarla a que diga o ejecute alguna cosa, así mismo la ponente destaca de la misma
sentencia el carácter del Juramento dentro del proceso, la cual califica como una
solemnidad formal que lo presta de hacer o decir fielmente la verdad de forma voluntaria y
libre.
Partiendo de estos principios se concluye que estar obligado a contestar bajo juramento no
significa coacción (ejercer violencia o fuerza para obligar a responder) sino significa
además de un compromiso moral de decir fielmente la verdad. De tal manera que, como lo
señala la sentencia, las posiciones juradas como medio de prueba no son inconstitucionales
porque la obligación de responder bajo juramento no es coactiva.
El expediente 2003-1109 de la Sala Político- Administrativa del TSJ en ponencia del
Magistrado Levis Ignacio Zerpa también aporta elementos para la interpretación de la
constitucionalidad de las posiciones juradas. En sus motivaciones para decidir indica que la
garantía constitucional del 49.5 ha sido distorsionada en el foro debido a su amplitud. “Esta
amplitud ha permitido en ocasiones afirmar, con relación a las posiciones juradas como
medio probatorio, que la garantía en examen abarca todo tipo de declaración, aduciendo
quien la invoca, que bajo ningún supuesto se puede estar obligado a deponer ante autoridad
alguna, cuando los hechos relatados generen responsabilidad en la persona del declarante.”
Para el ponente la garantía no puede ser invocada para obstaculizar el cumplimiento del
deber de las partes de decir fielmente la verdad, cuando han sido convocadas legítimamente
para ello, como tampoco para distorsionar el contenido de sus declaraciones con el fin de
evadir las consecuencias derivadas de la confesión, su pena de incurrir en las
responsabilidades que al efecto prevén las normas penales que rigen la materia.
De igual forma la Sala Constitucional del TSJ, en sentencia número 2785 del 23 de octubre
de 2003, define a las posiciones juradas como un mecanismo para obtener confesión en el
proceso civil. Asegurando que: dicho medio de prueba se encuentra exento de cualquier
coacción física o de violencia, que es lo que en definitiva constituye la prohibición
contenida en el citado artículo 49.5 de la Constitución. Lo que ratifica la constitucionalidad
plena de las posiciones juradas.
No solamente basta con la demanda y la contestación para otorgar elementos al juez para
decidir. Se hace imprescindible aportar a los autos unos datos que debe conocer la
contraparte, y sobre los que se preguntará en el curso del proceso. La Sala ratificó su
criterio en la sentencia Número 3553 del 18 de diciembre de 2003, al indicar que no existe
inconstitucionalidad en las posiciones juradas previstas en el 403 del CPC, siempre que se
entienda que el deber sólo se extiende a proporcionar contestación concisa.
De esta forma, tres Salas del TSJ (Civil, Político-Administrativa y Constitucional) ratifican
la constitucionalidad de las posiciones juradas como instrumento para valoración del juez a
la hora de sentenciar. No hay constreñimiento, no hay obligación forzosa del inquirido por
el acto de responder y el juramento a tomar no representa coacción alguna.
(Bello2007, Tratado de Derecho Probatorio). Establece de lo imprescindible, la línea que
divide la coacción de la libertad a la hora de las posiciones juradas es la voluntariedad del
declarante al formular sus afirmaciones
Como resultado, la obligación de decir la verdad bajo juramento no implica coacción
alguna como habíamos mencionado antes, debido a que uno de los principios rectores del
proceso es el de lealtad y probidad, el cual se traduce en que las partes deben decir la
verdad, sin dejar de lado que según el criterio jurisprudencial: 1) la coacción es “la fuerza o
violencia que se ejerce sobre una persona para obligarla a contestar”, 2) estar obligado a
contestar bajo juramento no es sinónimo de coacción sino que se refiere a una solemnidad
necesaria que representa el compromiso voluntario para decir fielmente la verdad.
Conclusiones.
Finalmente fueron establecidas las conclusiones del estudio, tomando en consideración,
los textos, las sentencias, jurisprudencias, libros y doctrinas de autores reconocidos en la
amplia materia.
De acuerdo con lo ya antes estudiando, analizado y desarrollado anteriormente debemos
entender entonces que; no existe inconstitucionalidad alguna en la obligación de responder
las posiciones juradas que establece el artículo 403 del Código de Procedimiento Civil en
adelante, siempre que se entienda que el deber sólo se extiende a proporcionar contestación
concisa, tal y como lo señala el artículo 414 del Código de Procedimiento Civil y no a
hacerlo de manera tal que se convierta en una forma de coacción para obtener declaraciones
contrarias al absolvente, su cónyuge, concubino y parientes dentro de los grados de
consanguinidad y afinidad señalados en el numeral 5 del artículo 49 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela. De esta manera, el juramento de decir la verdad
únicamente puede ser concebido como una solemnidad formal en virtud del deber de
veracidad.
Visto de esta manera, en diferentes doctrinas y una resaltante en el tema de esta
conversación de la inconstitucionalidad de las posiciones juradas se ha establecido que la
normativa contenida en los artículos 403 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
relativos a la posición jurada, no son contrarias a las disposiciones de la Constitución, sino
que se trata de un medio probatorio que se utiliza como mecanismo para obtener la
confesión de alguna de las partes en el proceso, el cual está exento de coacción física,
psíquica o de cualquier otro tipo de violencia, que es el supuesto que prohíbe el artículo
49.5 de la Constitución, diferente a este caso en el que existe una declaración de la verdad,
a lo que los jueces tienen por norte también encontrar la verdad, mediante una contestación
concisa.
Es por ello que se considera que la prueba de posiciones juradas no es contraria a la Carta
Magna, ni muchos violenta ningún precepto que en ella es establecido como algunas
doctrinas lo han señalado, por lo tanto, a no ser contrarias a la Constitución se puede decir
que con ellas también se esta garantizando así el debido proceso y la tutela judicial efectiva,
pues no es contraria la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Bibliografía

CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL VENEZOLANO (CPC)


Bello Lozano, H. (1991). La Prueba y su Técnica. Venezuela
Jurisprudencias fijadas por la Sala de Casación Civil, la Sala Político Administrativa,
como la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.

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