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¿Piensas que el comercio electrónico se encuentra debidamente regulado en

nuestro país?

Buenas tardes:
Comenzaré con la definición según Julio Téllez:
Al comercio electrónico podemos definirlo como “cualquier forma de
transacción o intercambio de información comercial basada en la
transmisión de datos sobre redes de comunicación como Internet” (Téllez,
2009, p. 218).
El comercio en nuestro país está regulado, principalmente, por dos
ordenamientos legales: el Código de Comercio que fue publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 7 de octubre de 1889 y la Ley Federal de
Protección al Consumidor, que fue publicada igualmente en el Diario
Oficial el 24 de diciembre de 1992.

Sin embargo, es importante mencionar que existen otros ordenamientos


jurídicos que regulan esta actividad, pues en nuestro país se han
efectuado modificaciones en las leyes para estar en condiciones de
promover el comercio electrónico para esto se reformaron el Código Civil
Federal, el Código Federal de Procedimientos Civiles, Código de Comercio
y la Ley Federal de Protección al Consumidor.

El comercio electrónico, es decir, el intercambio de bienes y servicios con


fines de lucro vía Internet, presenta retos para todo mundo, ya que se
involucran aspectos que van desde el económico (los pagos, la entrega de
mercancías y la prestación de servicios), hasta la protección de datos de los
clientes, pasando por áreas como los impuestos y aspectos como los
tecnológicos.

Una de las mayores preocupaciones que comparten los usuarios de la red es,
sin duda alguna, la falta de seguridad en la transmisión de datos, lo que ha
ocasionado que compradores potenciales prefieran adquirir bienes y servicios
físicamente, que por vía electrónica.
El temor anterior se maximiza con la circunstancia de que Internet es una red
abierta en la que no existen restricciones y, consecuentemente, cualquiera
puede ingresar a ella, provocando, indiscutible, que cuando se realizan por
esta vía las declaraciones de voluntad, relativas a la celebración de
un negocio, pueda verse comprometida información muy importante, sobre
todo, la protección de datos personales y la integridad de las partes
contratantes.

Lo anterior explica por qué el desarrollo de Internet, con fines comerciales,


vaya unido a un especial interés por regular mecanismos de firma
electrónica, destinados precisamente

De acuerdo con el análisis realizado por el Dr. Alfredo Reyes Krafft (2004), la
legislación de nuestro país, relacionada con las reformas y adiciones a
diversos ordenamientos para regular el comercio electrónico, menciona:

Las reformas y adiciones al Código Civil Federal se centraron en el


reconocimiento a la celebración de actos jurídicos a través de medios
electrónicos, ópticos o de cualquier otra tecnología, señalando también los
medios tecnológicos, como medio idóneo para expresar el consentimiento.

Es importante resaltar que en el Código Civil Federal, en su artículo 1834


Bis, se estableció una equivalencia funcional entre el consentimiento
expresado por medios tecnológicos y la firma autógrafa siempre que la
información generada o comunicada en forma íntegra, a través de dichos
medios, sea atribuible a las personas obligadas y accesible para su ulterior
consulta.

Revisa la siguiente información al respecto. Haz clic en las flechas para


avanzar y retroceder.

Se reconoció en el Código Federal de Procedimientos Civiles, como  prueba,


la información contenida en los medios electrónicos, ópticos o en cualquier
otra tecnología, dando una serie de reglas para su valoración por parte del
juzgador. La fiabilidad del método para generar, comunicar, recibir o archivar
la información (que pueda observarse sin cambio), su atribución a las
personas obligadas y la posibilidad de acceder a ella en ulteriores consultas.

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Mensaje de datos
En materia mercantil, al igual que en la civil, cuando la ley exija la forma
escrita de los contratos y la firma de los documentos relativos, esos
supuestos se tendrán por cumplidos tratándose de mensajes de datos,
siempre que éste sea atribuible a las personas obligadas y accesible para su
ulterior consulta.

Y se reconoce como prueba a los mensajes de datos; para valorar la fuerza


probatoria de dichos mensajes se estimará, primordialmente, la fiabilidad de
método en que haya sido generada, archivada, comunicada o conservada.

Se reformó la Ley Federal de Protección al Consumidor para reconocer la


utilización de medios electrónicos, ópticos o cualquier otra tecnología en la
instrumentación de las operaciones que celebren los proveedores con los
consumidores, dando las bases sobre las cuales habrán de realizarse dichas
operaciones (confidencialidad, certeza, seguridad en la información
proporcionada al consumidor, etc.), previniendo sanciones administrativas
para el caso de que los proveedores no cumplan con dichas disposiciones.

Del anterior análisis, realizado por el Dr. Alejandro Reyes Krafft, se


desprende que las reformas, realizadas a los citados ordenamientos jurídicos
federales para la regulación del comercio electrónico, fueron un paso adelante
en la celebración de negocios, ya que se otorgan las mismas condiciones
generales de los contratos en los documentos que hayan sido celebrados
electrónicamente y surge la protección para los consumidores en las
operaciones comerciales celebradas de manera electrónica en nuestro país

a ha

De acuerdo con el Dr. Julio Téllez (2009), el comercio electrónico


ofrece diversas ventajas, entre las que se encuentran:

• Permitir hacer más eficaces las actividades de cada empresa, así


como establecer nuevas formas de cooperación entre empresas.
• Reducir las barreras de acceso a los mercados actuales, en
especial para pequeñas empresas, además, abre oportunidades de
explotar mercados nuevos.
• Para que el consumidor amplíe su capacidad para acceder a
prácticamente cualquier producto y, también, para comparar ofertas,
a la vez que le facilita convertirse en proveedor de información.
• Reducir o, prácticamente, eliminar los intermediarios.

No obstante, también presenta desventajas, entre las que se


encuentran:

• La necesidad de llegar a acuerdos internacionales que armonicen


las legislaciones sobre comercio.
• El problema de la doble tributación o doble pago de impuestos.
• El acuerdo previo que deben realizar las partes para determinar la
forma en que se protegerá a la propiedad intelectual.
• La vulnerabilidad de los compradores, quienes al no conocer a su
proveedor pueden ser víctimas fáciles de abusos, robos, fraude, mal
uso de datos personales, etc.
• Derivado de que Internet es una red pública, cualquiera puede dar
información falsa sobre su persona y su ubicación geográfica, lo que
dificulta su localización en caso de sufrir un abuso.
• El pago puede ser fraudulento o, bien, pueden ser "hackeadas" las
cuentas bancarias de los compradores.

cer frente a esos riesgos.

El comercio en nuestro país está regulado, principalmente, por dos


ordenamientos legales: el Código de Comercio que fue publicado en el
Diario Oficial de la Federación del 7 de octubre al 13 de diciembre de 1889 y
la Ley Federal de Protección al Consumidor , que fue publicada en el Diario
Oficial el 24 de diciembre de 1992.
Lo anterior no implica que en esa materia no sean importantes también otros
ordenamientos, toda vez que el 29 de mayo de 2000, nuestro país modificó
sus leyes para promover el comercio electrónico, reformando el Código Civil
Federal, el Código Federal de Procedimientos Civiles, Código de Comercio y
la Ley Federal de Protección al Consumidor.

De acuerdo con el análisis realizado por el Dr. Alfredo Reyes Krafft (2004), la
legislación de nuestro país, relacionada con las reformas y adiciones a
diversos ordenamientos para regular el comercio electrónico, menciona:

Las reformas y adiciones al Código Civil Federal se centraron en el


reconocimiento a la celebración de actos jurídicos a través de medios
electrónicos, ópticos o de cualquier otra tecnología, señalando también los
medios tecnológicos, como medio idóneo para expresar el consentimiento.

Es importante resaltar que en el Código Civil Federal, en su artículo 1834


Bis, se estableció una equivalencia funcional entre el consentimiento
expresado por medios tecnológicos y la firma autógrafa siempre que la
información generada o comunicada en forma íntegra, a través de dichos
medios, sea atribuible a las personas obligadas y accesible para su ulterior
consulta.

Revisa la siguiente información al respecto. Haz clic en las flechas para


avanzar y retroceder.

Se reconoció en el Código Federal de Procedimientos Civiles, como  prueba,


la información contenida en los medios electrónicos, ópticos o en cualquier
otra tecnología, dando una serie de reglas para su valoración por parte del
juzgador. La fiabilidad del método para generar, comunicar, recibir o archivar
la información (que pueda observarse sin cambio), su atribución a las
personas obligadas y la posibilidad de acceder a ella en ulteriores consultas.

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Mensaje de datos

En materia mercantil, al igual que en la civil, cuando la ley exija la forma


escrita de los contratos y la firma de los documentos relativos, esos
supuestos se tendrán por cumplidos tratándose de mensajes de datos,
siempre que éste sea atribuible a las personas obligadas y accesible para su
ulterior consulta.

Y se reconoce como prueba a los mensajes de datos; para valorar la fuerza


probatoria de dichos mensajes se estimará, primordialmente, la fiabilidad de
método en que haya sido generada, archivada, comunicada o conservada.

Se reformó la Ley Federal de Protección al Consumidor para reconocer la


utilización de medios electrónicos, ópticos o cualquier otra tecnología en la
instrumentación de las operaciones que celebren los proveedores con los
consumidores, dando las bases sobre las cuales habrán de realizarse dichas
operaciones (confidencialidad, certeza, seguridad en la información
proporcionada al consumidor, etc.), previniendo sanciones administrativas
para el caso de que los proveedores no cumplan con dichas disposiciones.

Del anterior análisis, realizado por el Dr. Alejandro Reyes Krafft, se


desprende que las reformas, realizadas a los citados ordenamientos jurídicos
federales para la regulación del comercio electrónico, fueron un paso adelante
en la celebración de negocios, ya que se otorgan las mismas condiciones
generales de los contratos en los documentos que hayan sido celebrados
electrónicamente y surge la protección para los consumidores en las
operaciones comerciales celebradas de manera electrónica en nuestro país.
Arce, J. (2010). Contratos mercantiles atípicos. México: Porrúa.

Borja, M. (1991). Teoría general de las obligaciones (12.ª ed.). México:


Porrúa.

Davara, M. (1993). Derecho informático. Pamplona: Arazandi.

Elías, E. (2010). La contratación por medios electrónicos (2.ª ed.). México:


Porrúa.

Reyes, A. (2008). La firma electrónica y las entidades de certificación (2.ª


ed.). México: Porrúa.

Téllez, J. (2009). Derecho informático (4.ª ed.). México: McGraw-Hill.


Revisa Merca 2.0. (2016). El panorama del e-commerce en México: Entrevista
con MercadoLibre. Consultado de https://www.youtube.com/watch?
v=okPANaG8fAA

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