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Cien años de mocedad

José M. M. Senovilla © ESO

C
uando Mercurio pase por su afelio —el 25 de no- campo gravitatorio, o que el tiempo transcurre con diferen-
viembre—, se cumplirá un siglo ¡en el sistema de te ritmo en puntos variados de un campo de gravedad. Esos
referencia terrestre! de la publicación de las ecua- efectos son diminutos en nuestro entorno por lo que, después
ciones de la Teoría General de la Relatividad (RG). de un asombroso inicio, la RG pasó a considerarse un alarde
Ese afelio se observará con un desplazamiento que excede en intelectual poco “falsable”. Su adolescencia fue harto difícil,
0,0119° a lo previsto, como predijo Einstein justo una semana como bien sabemos los que nos hemos dedicado a ella. Sí, hoy
antes con exquisita precisión. se emiten muchos elogios sobre tan maravillosa rama de la
Así empezó la RG, y así siguió: cien años de radical novedad física, pero conviene no olvidar que fueron también muchos
y de asombroso acuerdo con la realidad observada. Construi- años de otredad. Una razón: su anticipación en casi un siglo.
da por el puro intelecto, es una teoría extraordinaria ya que No es descabellado preguntarse cuánto habríamos tenido
su creador apenas pudo guiarse por hechos experimentales que esperar sin la tenacidad e inspiración de Einstein: ¿10,
previamente inexplicados. Su excepcionalidad radica en un 50, quizás casi 100 años? La gestación de la RG fue complica-
nacimiento por razones (físicamente) estéticas, igualitarias o da, a veces traumática, requirió ayudas, estudios profundos,
de justicia. Su éxito, en su tozuda superioridad para explicar familiarizarse con ideas matemáticas recientes e innovado-
los hechos observados. ras, y un lapso de casi 10 años. Mas, cuando las ecuaciones
La teoría se erige sobre el principio de equivalencia, una fueron finalmente alumbradas ese 25-N, parecía imposible
idea feliz, sencilla pero muy poderosa, que interpretó la “mi- siquiera pensar que algún día se pudieran resolver. ¡Ah!,
lagrosa” coincidencia entre masas inerciales y gravitatorias. pero la historia nos reserva bellas e inesperadas sorpresas.
Nada de milagros: aceleraciones y campos de gravedad son, En menos de un mes —y además bajo circunstancias inena-
localmente, indiscernibles. El genio intuye: póngase en caída rrables—Karl Schwarzschild encontró la primera, y aún hoy
libre y no sentirá su propio peso. Ergo la gravedad es escurri- más importante, solución exacta. ¡Asombroso!
diza, sólo parece tener una existencia relativa. ¡Localmente! Actualmente, sin embargo, los fenómenos anunciados por
Las consecuencias de ello son desbordantes y muy sorpren- la RG son motor impulsor, así como útiles irremplazables,
dentes. Quizás su implicación más profunda es la geometriza- para la ciencia, la técnica y hasta los artefactos de uso diario.
ción del campo gravitatorio: las masas deforman la geometría Muestra de esto último son los llamados GPS, esos curiosos
a su alrededor, los cuerpos siguen trayectorias acordes con aparatos; no funcionan sin conocer la RG. Como ejemplo de
la curvatura del espacio-tiempo. Estos son efectos no locales: lo primero, las lentes gravitatorias, que permiten calcular la
aunque la gravedad puede considerarse localmente ilusoria, su distribución de masa de (cúmulos de) galaxias, asentando
entidad real se manifiesta no localmente mediante dicha cur- en particular la sospecha de que existe materia oscura en
vatura. Las centenarias ecuaciones que celebramos rigen con el Universo, o también encontrar planetas extra-solares. En
precisión cómo una distribución material crea la curvatura/ fin, como paradigma del desarrollo técnico, los sofisticados
gravedad a la par que ésta gobierna el movimiento de la ma- avances impulsados por la construcción y mejora de los co-
teria, que a su vez produce curvatura… Un bucle, ¡ecuaciones losales interferómetros diseñados para medir directamente
no lineales! Por ello, el espacio-tiempo, su geometría, es una la radiación gravitatoria.
mera manifestación de la existencia de energía. O viceversa. Hay un surtido repertorio de entidades novedosas en la
La gravedad afecta a todas las cosas, y todas ellas viven en el RG, como los agujeros negros , imprevistos astros extremos,
espacio-tiempo, por consiguiente la RG es, además, universal poderosísimos a la vez que sencillos, ubicuos en el Cosmos.
e imprescindible. Se adentra en lo más básico de la realidad, Insólitamente, parecen cubrir sus misteriosas intimidades
o de su descripción, resultando ser decisiva para la compren- interiores mediante una superficie, su horizonte de sucesos,
sión del mundo. Hoy en día sabemos que muchas otras teorías que actúa como celoso censor para observadores externos in-
incorporan el principio de equivalencia y contienen la gravita- discretos. O la constante cosmológica, minúscula a la par que
ción newtoniana. Sólo una, empero, supera todas las exigentes influyente, responsable muy probablemente de la aceleración
pruebas experimentales con honores. Adivinen cuál. de la expansión universal. Porque, sí, el Universo se expande
La RG predijo fenómenos insospechados medidos con en una gigantesca explosión en curso, alias “Big Bang”, en per-
cierta precisión en sus albores, como que la luz siente el fecto acuerdo con lo que dictan las ecuaciones que hoy con-

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Cien años de mocedad  •  Relatividad General de Einstein

memoramos. También hay una copiosa colección vacío c (relatividad), la constante de la gravitación
de consecuencias experimentales inexplicables sin universal G (gravedad), la constante de Planck h
la RG, la más notable el achicamiento continuado (física cuántica), el área A del horizonte de su-
de la órbita en el sistema binario PSR B1913+16 , cesos (geometría), y el número π (matemáticas)
una pérdida de energía que sólo puede entenderse para conformar dicha entropía (información y
como emisión de ondas gravitatorias. Muchas de desorden). Todo en uno. No puede ser un milagro.
ellas, junto con todo lo anterior y bastante más, Estamos, así, en una tesitura análoga a la anterior
lo encontrará el lector en las páginas que siguen, al principio de equivalencia. Necesitamos inspira-
recopilación de artículos especialmente escritos ción, unas gotas de lucidez. Somos optimistas. Un
para este monográfico cubriendo las líneas más paso de gigante ocurrió un siglo atrás, nos apres-
importantes de investigación en gravitación, y es- tamos para el siguiente salto con resuelta deter-
critos por un plantel de reconocidos expertos muy minación.
activos en el campo. Vaya aquí mi hondo agradeci- Acabo. La RG deja atrás su juventud y emprende
miento a todos ellos por su magnífica labor. su etapa adulta. Ha traspasado fronteras permean-
En España la tradición relativista viene de lejos, do la jerga habitual, dejando atrás su condición de
y en el presente la comunidad gravitatoria es nu- “otra” para entrar de lleno en la física con mayús-
trida, variada, pujante y, sobre todo, enormemen- cula. Es indispensable para entender el contenido
te reconocida internacionalmente. Valga como y la evolución del Universo así como los procesos
botón de muestra los congresos internacionales astrofísicos y cosmológicos. Ha impulsado el naci-
anuales Spanish Relativity Meetings (comúnmente miento y desarrollo de las más modernas teorías
conocidos como ERE) cuya próxima será la XXXIX físicas, estimulando las relaciones entre áreas dese-
edición, ampliamente valorados y gozando de una mejantes. Su futuro se adivina brillante, especial-
magnífica reputación mundial. Tanto los ERE, que mente cuando perdamos nuestra actual “sordera”
son los encuentros de mayor calidad y de referen- gravitatoria: dado que todo gravita, se aparecerá
cia en el ámbito europeo, como el núcleo de esa co- ante nosotros el Universo, desconocido, novedoso
munidad científica se articulan sobre la Sociedad y pleno. Henchido de nuevos luceros gravitatorios,
Española de Gravitación y Relatividad (SEGRE), de objetos apasionantes, hoy impredecibles, segu-
cuyas actividades pueden consultarse en su pági- ro que harto sorprendentes. Acaso cambiará toda
na www.segre.es. nuestra cosmovisión. ¿Alguien da más?
En fin, no quiero obviar aquí un gran interro-
gante: subsiste un rompecabezas persistente, su Cedo la palabra a mis colegas. En lo que sigue
resistencia a entenderse con la física cuántica, encontrarán maravillas, sorpresas, precisiones,
imprescindible también para explicar una canti- ideas, diversión y mucha física de alto nivel. ¡No
dad ingente de fenómenos físicos. En ello estamos. se lo pierdan! Pasen y lean.
Es muy posible que nos encontremos, por fin, en
ideal disposición para despejar esta endemonia-
da incógnita. Tenemos al menos una pista fiable,
la entropía San de un agujero negro en equilibrio:

πk
San = — Bc A
——
3
——
2Gh
José M. M. Senovilla
fórmula que a ningún físico deja indiferente. Reúne Física Teórica, Universidad del
en amigable compañía la constante de Boltzmann País Vasco, UPV/EHU.
kB (física estadística), la velocidad de la luz en el

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