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La relatividad numérica

Miguel Alcubierre

Max-Planck-Institute for Gravitational Physics (Albert-Einstein-Institute), Potsdam; Zuse-


Institute, Berlin; Center for Computation & Technology at Louisiana State University, Baton
Rouge, Louisiana; AHM Software GmbH, Innsbruck, Austria (cortesía de Werner Benger).

Introducción iniciales, y se entendía muy poco sobre cómo elegir de ma-


La relatividad general es la teoría moderna de la gravitación. nera adecuada las coordenadas. Las primeras simulaciones
Postulada por Einstein en 1915, la relatividad general ha mos- realmente exitosas fueron las que llevaron a cabo Smarr y
trado tener un enorme poder predictivo y hasta la fecha ha Eppley a mediados de los 70 [4], de nuevo en el contexto
pasado con extraordinaria precisión todas las pruebas experi- de la colisión de frente de dos agujeros negros. Debido al
mentales y observacionales a que se le ha sometido. Entre sus escaso poder de cómputo con que se contaba en esa época,
logros más importantes se encuentran la predicción de objetos esas primeras simulaciones se vieron restringidas al caso de
exóticos como las estrellas de neutrones y los agujeros negros, simetría axial con baja resolución.
así como el modelo cosmológico de la Gran Explosión. Otra Esta situación ha cambiado de manera radical en las últi-
de sus predicciones son por supuesto las ondas gravitaciona- mas décadas. El la actualidad la relatividad numérica ha al-
les, que si bien aún no han sido detectadas de manera directa, canzado un estado de gran madurez. El desarrollo de técnicas
cuentan con una poderosa evidencia indirecta en la forma del numéricas robustas, junto con un creciente entendimiento de
decaimiento de la órbita del pulsar binario de Hulse y Taylor la estructura de las ecuaciones de campo y condiciones de
[1]. Más aún, hoy en día existe una red internacional de detec- coordenadas, así como una explosión en la velocidad y capaci-
tores de ondas gravitacionales, entre los que se puede men- dad de memoria de las supercomputadoras, han tenido como
cionar a GEO600, VIRGO y LIGO [2], que muy probablemente resultado el hecho de que hoy en día sea posible simular la
detecten dichas ondas de manera directa en los próximos años, colisión de agujeros negros con masas y espines distintos en
y casi con seguridad antes de que termine esta década1. órbitas espirales, permitiendo un cálculo preciso de la emi-
Sin embargo, pese a su elegancia conceptual, la relatividad sión de ondas gravitacionales. Por otro lado, el desarrollo de
general resulta ser una teoría enormemente compleja. Las técnicas numéricas de hidrodinámica, e incluso magneto-hi-
ecuaciones de campo de Einstein forman un sistema de 10 drodinámica relativista, han permitido estudiar en detalle el
ecuaciones diferenciales parciales acopladas y no lineales en colapso y la colisión de estrellas de neutrones. La relatividad
4 dimensiones, y en su forma más general contienen varios numérica se ha acercado recientemente al campo de la astro-
miles de términos. Debido a esto, soluciones exactas a dichas física relativista, permitiendo simulaciones de sistemas cada
ecuaciones solo se conocen en situaciones con alto grado de vez más complejos y realistas. Es importante también mencio-
simetría: soluciones con simetría esférica o axial, soluciones nar el descubrimiento de Choptuik de fenómenos críticos en
homogéneas e isotrópicas, soluciones estacionarias, etc. Si el colapso gravitacional [5], un resultado que ha dado lugar a
se busca encontrar soluciones en situaciones astrofísicas un gran número de estudios tanto numéricos como teóricos.
realistas, con campos gravitacionales intensos y dinámicos,
es necesario recurrir al uso de técnicas numéricas. De aquí El formalismo de la relatividad numérica
surge el campo de la relatividad numérica. En la relatividad general el campo gravitacional se describe
El inicio de la relatividad numérica propiamente dicha como una distorsión de la geometría del espacio-tiempo. Di-
se puede fijar en 1964 con los trabajos pioneros de Hahn y cho de otra manera, en presencia de un campo gravitacional
Lindquist [3], en donde intentaron simular por primera vez el espacio-tiempo deja de ser plano y se vuelve curvo. Las
la colisión de frente de dos agujeros negros. Es interesante ecuaciones que describen este campo gravitacional se cono-
notar que este trabajo ocurrió incluso antes de que el término cen como las ecuaciones de campo de Einstein, y relacionan
“agujero negro” fuera acuñado por Wheeler en 1967. En esa la curvatura del espacio-tiempo con la distribución de energía
época aún no quedaba clara la manera de escribir las ecua- y momento asociada a la materia que actúa como la fuente
ciones de la relatividad general como un problema de valores del campo. Las ecuaciones de Einstein son conceptualmen-
te muy elegantes, pero dicha elegancia esconde una enorme
1  Escribo estas palabras a menos de una semana de que la versión complejidad. En lugar de una ecuación sencilla para el po-
avanzada de LIGO entrara en operación. Una detección de ondas tencial gravitacional en la teoría de la gravitación de Newton,
gravitacionales parece ya inminente, y lo mismo podría ocurrir en un año en el caso de la relatividad general obtenemos un conjunto
que en unos pocos días. Es realmente un momento de gran emoción. de 10 ecuaciones altamente complejas. Mas aún, en dichas

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ecuaciones el espacio y el tiempo aparecen de una ren las ecuaciones de Einstein como de la manera
manera equivalente, y no es evidente cómo separar en la que se eligen las coordenadas. Las ecuaciones
uno de otro. Esto representa un importante obstá- de evolución obtenidas por ADM no son únicas, y
culo cuando se requiere pensar en la evolución del siempre se les puede añadir múltiplos arbitrarios
campo gravitacional en el tiempo. de las constricciones que no afectan a las soluciones
Históricamente se han propuesto varias formas físicas pero que pueden alterar de manera significa-
de separar las ecuaciones de Einstein de manera tiva su estructura matemática. Las ecuaciones origi-
que nos permitan estudiar la evolución de un cam- nales de ADM y York resultan no tener la estructura
po gravitacional en el tiempo dados ciertos valo- adecuada, y durante las décadas de los 80 y 90 se
res iniciales. La más comúnmente usada (que no la hicieron una serie de intentos por modificarlas para
única) se conoce como el formalismo 3+1, y consis- obtener sistemas de ecuaciones mejor comporta-
te en rebanar el espacio-tiempo de 4 dimensiones dos matemáticamente. Durante la década de los
en una serie de “hojas” tridimensionales que repre- 90 varios grupos, entre los que destacan Shibata y
sentan distintos instantes de tiempo en el espacio Nakamura, y Baumgarte y Shapiro [10] propusie-
físico. Dado que en la relatividad la simultaneidad ron una modificación de las ecuaciones ADM que
no es absoluta, esta elección de rebanadas instan- resultó ser mucho mejor adaptada a las simulacio-
táneas es altamente arbitraria. Una vez hecho esto, nes numéricas. Dicha formulación, conocida como
las ecuaciones de Einstein se separaran de manera BSSN por las siglas de sus autores, ha resultado ser
natural en dos grupos: 4 ecuaciones que relacionan tan robusta que hoy en día la utilizan la mayor parte
la geometría del espacio en un instante dado, co- de los códigos de relatividad numérica. Cabe men-
nocidas como las constricciones (o ligaduras) de cionar, sin embargo, que la formulación BSSN no es
energía y momento, y 6 ecuaciones más que repre- la única que se utiliza, y que nuevas formulaciones
sentan la evolución de dicha geometría en el tiem- han sido propuestas durante los últimos 15 años.
po. El resultado de este procedimiento da lugar a Paralelamente al trabajo sobre la estructura ma-
las llamadas ecuaciones de Arnowitt-Deser-Misner temática de las ecuaciones de evolución fue nece-
(ADM) [6], derivadas por primera vez en 1962 en sario estudiar las condiciones de coordenadas que
el contexto de la cuantización de la gravedad, pero podían usarse de manera exitosa en la relatividad
posteriormente adaptadas para su uso en la rela- numérica. En el formalismo 3+1 dicha elección de
tividad numérica por York en 1979 [7]. coordenadas consiste primero en elegir la mane-
El estudio de las 4 ecuaciones de constricción ra en la que se rebana el espacio-tiempo en hojas
resultó en el pronto desarrollo de técnicas para tridimensionales, conocida como la elección de la
encontrar datos iniciales adecuados para varias foliación, y segundo en elegir como se propagan
situaciones físicas. En particular, para finales de la las coordenadas del espacio tridimensional de una
década de los 70 se entendía muy bien cómo obte- hoja a la siguiente al avanzar el tiempo, conocida
ner datos iniciales semi-analíticos para múltiples como la elección de vector de corrimiento. Desde
agujeros negros en interacción con distintas masas finales de los 70 existían ya propuestas en ambos
y momentos angulares, generalizando así varios sentidos, desarrolladas principalmente por Smarr
trabajos de 15 años atrás [8]. El estudio de las res- y York [11], motivadas por argumentos geométri-
tantes 6 ecuaciones de evolución, sin embargo, re- cos y que resultaban ser muy bien comportadas
sultó se considerablemente más complejo, y hasta matemáticamente. Sin embargo, dichas propuestas
cierto punto detuvo el desarrollo de la relatividad requerían resolver sistemas de ecuaciones diferen-
numérica durante cerca de 20 años. Esto desde lue- ciales parciales de tipo elíptico que resultaban muy
go no significa que en durante las décadas de los complejas en la práctica, particularmente en tres
80 y 90 no se continuara con avances importantes dimensiones. La búsqueda de condiciones inspi-
en la complejidad de las simulaciones que se rea- radas en las propuestas clásicas de Smarr y York,
lizaban, sino que dichas simulaciones mostraban pero más simples de aplicar en la práctica, dio fruto
serias inestabilidades numéricas que impedían es- en la década de los 90 e inicios del 2000 con los
tudiar los sistemas de interés por tiempos largos, y trabajos de Bona y Masso y Alcubierre et al. [12].
cuyo origen no era entendido del todo. Así, a principios de la década de los 2000 pa-
El problema de fondo resultó estar relacionado recía que todos los ingredientes estaban ya listos
con la estructura de las ecuaciones de Einstein, y para lograr simulaciones robustas y estables de
en particular lo que se conoce como la formulación espacio-tiempos complejos y dinámicos sin sime-
de valores iniciales de la teoría, es decir, la posibi- trías, en particular en el caso de sistemas de dos
lidad de encontrar soluciones de las ecuaciones a agujeros negros.
partir de ciertos valores iniciales de manera única y
continua. Es sabido desde los trabajos seminales de Simulaciones de agujeros negros
Choquet-Bruhat en 1952 [9] que la relatividad ge- La simulación de la colisión de dos agujeros negros
neral admite un problema de valores iniciales bien fue considerada durante cuatro décadas como el
planteado. Sin embargo, dicho resultado depende santo grial de la relatividad numérica, desde los
crucialmente tanto de la manera en la que se sepa- trabajos pioneros de Hahn y Lindquist. Existen

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Max-Planck-Institute
for Gravitational Phy-
sics (Albert-Einstein-
Institute), Potsdam;
Zuse-Institute, Berlin;
Center for Computa-
tion & Technology at
Louisiana State Uni-
versity, Baton Rouge,
Louisiana; AHM
Software GmbH,
Innsbruck, Austria
(cortesía de Werner
Benger).

varias razones para ello. En primer lugar, los agu- diciones de coordenadas adecuadas, por lo que el
jeros negros son soluciones de vacío, por lo que se proyecto no logró el éxito.
pueden estudiar sin añadir complicaciones extras El problema fue finalmente resuelto por dos
como la hidrodinámica o el transporte de radia- vías muy distintas en el año 2005 con unos po-
ción. Debido a esto representan un problema más cos meses de diferencia. La primera solución fue
limpio, y son la expresión más pura del problema lograda por Pretorius [13], quien utilizando una
de dos cuerpos en la relatividad general. Por otro formulación no basada en el formalismo 3+1,
lado, la colisión de dos agujeros negros es quizá el más una mezcla condiciones de coordenadas de-
fenómeno astrofísico más violento que podemos sarrolladas por él mismo y técnicas de escisión de
imaginar, y por lo mismo son la fuente más prome- singularidades, logró por primera vez simular la
tedora de ondas gravitacionales en el universo. Por colisión de dos agujeros negros tras varias órbi-
supuesto, los agujeros negros tienen sus propias tas. Meses después, y de manera independiente,
complicaciones, desde la existencia de un horizon- los grupos de Campanelli et al. y Baker et al. [14]
te de eventos que separa causalmente al interior lograron también simular órbitas con un método
del exterior, hasta la presencia de singularidades más estándar que utilizaba el formalismo 3+1, las
en su centro donde el campo gravitacional se vuel- ecuaciones BSSN, las condiciones de coordenadas
ve infinito. Diversas técnicas fueron desarrolladas de Bona-Masso y Alcubierre et al., y un ingrediente
para tratar con estas complicaciones, entre las que extra que resultó crucial y que consistía en dejar
vale la pena mencionar la idea de cortar el interior evolucionar la singularidad en el centro de los
de un agujero negro de la simulación numérica, co- agujeros libremente. Este método, conocido como
nocida como “escisión de la singularidad” y pro- “punturas en movimiento”, ha resultado enorme-
puesta inicialmente por Unruh en 1984. mente exitoso y es utilizado por la mayoría de los
Durante los 70 y 80 las simulaciones se res- grupos de relatividad numérica hoy en día. Uno de
tringieron a colisiones de frente, astrofísicamente los primeros resultados de estas simulaciones fue
poco realistas pero que tenían la ventaja de tener el comprobar que al chocar dos agujeros negros
simetría axial por lo que podían realizarse con re- en órbita espiral, aproximadamente un 5 % de la
cursos de cómputo relativamente modestos. Para masa inicial del sistema se pierde en la forma de
principios de los 90 el poder de cómputo había ondas gravitacionales, quizá la conversión de ma-
crecido, y se puso la mira en la simulación de la co- teria a energía más eficiente que se conoce des-
lisión en espiral de dos agujeros negros en órbita, pués de la aniquilación de materia y antimateria.
un problema mucho más realista y que estaba mo- Después del éxito inicial, distintos grupos han
tivado por la posibilidad de predecir las señales de realizado simulaciones de colisiones de agujeros
ondas gravitacionales que podrían observarse con negros cada vez más complejas, considerando
los detectores avanzados que en ese momento ini- agujeros de distintas masas y espines, en situa-
ciaban su construcción. En los Estados Unidos un ciones más y más realistas. Un resultado muy
consorcio de universidades lanzó un “gran reto” importante de dichas simulaciones es el hecho de
para lograr la solución de este problema, pero las que cuando la situación inicial es asimétrica, con
simulaciones estaban plagadas de inestabilidades agujeros negros de distintas masas o espín, el agu-
numéricas debido en gran medida a que aún no se jero negro final que resulta de la fusión termina
habían desarrollado las formulaciones ni las con- con una velocidad de retroceso distinta de cero

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respecto al centro de masa del sistema original. sentan complicaciones propias ya que permiten la
A primera vista este resultado puede resultar no formación de ondas de choque, donde las distintas
sólo contraintuitivo sino incluso chocante, pues cantidades físicas desarrollan discontinuidades a
nuestra intuición basada en la conservación del partir de datos iniciales suaves. Las técnicas nu-
momento lineal en colisiones de objetos newto- méricas para simular de manera consistente este
nianos dice que esto no debería pasar. Sin embar- tipo de soluciones en el caso newtoniano fueron
go, basta recordar que el sistema emite una fuerte desarrolladas durante los 70 y 80 y resultan ser
cantidad de ondas gravitacionales y dichas ondas altamente sofisticadas. La formulación de Valencia
llevan consigo no sólo energía sino momento, para permitió utilizarlas también en el caso relativista.
ver que estas llamadas “patadas gravitacionales” La hidrodinámica relativista en el contexto de
son sólo el resultado de una emisión asimétrica la relatividad numérica ha tenido ya aplicaciones
de radiación gravitacional. Para ciertas configura- importantes en diversos problemas que van desde
ciones iniciales de los agujeros negros, particular- el flujos y acreción en objetos compactos, el estu-
mente el caso de espines inicialmente opuestos y dio de jets relativistas, el estudio de estrellas en
perpendiculares al plano de la órbita, se obtienen rotación, el colapso de estrellas compactas a agu-
“superpatadas” que impulsan al agujero negro fi- jeros negros, y la dinámica de binarias de estrellas
nal con velocidades de varios miles de kilómetros de neutrones y de una estrella de neutrones y un
por segundo, velocidad suficiente para escapar agujero negro [16].
incluso del pozo gravitacional de las galaxias más
grandes que se conocen. Desarrollos recientes han Retos futuros
visto a la comunidad de relatividad numérica su- La relatividad numérica ha alcanzado un estado de
mando esfuerzos con la comunidad que opera los madurez en las últimas décadas. Desde sus inicios
detectores de ondas gravitacionales para producir inciertos en los 60, ha logrado resolver importan-
bancos de simulaciones que permitan deducir los tes problemas conceptuales que impedían el desa-
parámetros de los agujeros negros originales (ma- rrollo de su máximo potencial. Aunado al avance
sas y espines) a partir simplemente de la señal de exponencial del poder de las computadoras, se ha
las ondas gravitacionales. llegado a la situación en la que es posible simular
En otra dirección interesante, recientemente se de manera robusta la colisión de dos agujeros ne-
han realizado simulaciones de colisiones de aguje- gros, o de dos estrellas de neutrones, y predecir la
ros negros a velocidades relativistas, con posibles señal de ondas gravitacionales que deberán detec-
aplicaciones a la formación de agujeros negros mi- tar los grandes observatorios como LIGO, VIRGO o
croscópicos en aceleradores de partículas. GEO600. Ha permitido también el descubrimiento
de fenómenos críticos en el colapso gravitacional.
Hidrodinámica y campos magnéticos Y más recientemente ha incursionado en el estu-
Existe también gran interés en las simulaciones de dio de interacciones gravitacionales en dimen-
sistemas astrofísicos con materia, en particular en siones extra predichas por la teoría de cuerdas.
el colapso gravitacional o la colisión de estrellas de ¿Cuáles son sus retos futuros?
neutrones. Esto ha motivado el desarrollo de có- Por supuesto, durante los próximos años la
digos tridimensionales que no sólo resuelven las relatividad numérica continuará realizando si-
ecuaciones de campo de Einstein, sino las ecua- mulaciones cada vez más precisas explorando el
ciones de la hidrodinámica, e incluso la magneto- espacio de parámetros de las colisión de objetos
hidrodinámica, relativistas. Este tipo de códigos compactos, ya sean agujeros negros o estrellas de
utilizan las mismas técnicas que los códigos que neutrones. Continuará también estudiando el co-
simulan agujeros negros, pero con la complejidad lapso del núcleo de una estrella de neutrones, y es
extra de las ecuaciones de Euler relativistas. de esperarse que aplicando técnicas más sofisti-
En este contexto vale la pena mencionar un de- cadas de hidrodinámica y transporte de radiación
sarrollo fundamental que se llevó a cabo a princi- pueda ser de gran utilidad en la simulación de su-
pios de los 90. Las ecuaciones de la hidrodinámica pernovas que hasta la fecha se realiza con códigos
relativista se conocen desde hace décadas, pero newtonianos. De la misma manera, la introducción
para poder simularlas de manera robusta es ne- de campos magnéticos y transporte de radiación
cesario reescribirlas en lo que se conoce como la permitirá estudiar de manera mucho más realista
forma conservativa, donde las ecuaciones toman la los discos de acreción alrededor de objetos com-
forma de un balance entre el cambio en el tiempo pactos, en particular agujeros negros. El futuro de
de una densidad (de masa, energía o momento) y la relatividad numérica en el estudio de sistemas
la divergencia de un flujo. La manera de escribir las astrofísicos promete ser brillante.
ecuaciones de hidrodinámicas relativistas como un Pensando más allá de los sistemas astrofísicos,
sistema conservativo fue desarrollada por el grupo es de esperarse que la relatividad numérica juegue
de la Universidad de Valencia en 1991 [15]. un papel cada vez más importante en la cosmolo-
Otro aspecto que es importante señalar es el gía. Las simulaciones cosmológicas de formación
hecho de que las ecuaciones hidrodinámicas pre- de estructura hasta el momento son en general

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newtonianas, salvo algunas pocas excepciones en madurez y promete tener importantes aplicacio-
casos de lata simetría. La razón es doble: en pri- nes en astrofísica, cosmología e incluso a nivel de
mer lugar dichas simulaciones se llevan a cabo en problemas teóricos. Podemos decir, sin temor a
general considerando un gran número de partícu- equivocarnos, que la relatividad numérica esta
las y la fuerza gravitacional entre pares, lo que re- iniciando una verdadera edad de oro.
presenta un obstáculo en el caso de la relatividad
general, donde la gravitación no es una fuerza sino Referencias
un campo extendido por todo el espacio. Desde un [1] R. Hulse y J. Taylor, Astrophys. J. 195:L51–L53
punto de vista más físico, el utilizar aproximaciones (1975).
newtonianas parece estar bien justificado dado que [2] www.geo600.org; www.ego-gw.it; www.ligo.org
en el caso cosmológico el campo gravitacional es [3] S. G. Hahn y R. W. Lindquist, Ann. Phys. 29:304
débil y los tiempos característicos son muy grandes (1964).
comparados con el tiempo que toma a la luz cruzar [4] K. Eppley, PhD thesis (Princeton University, Prin-
el dominio de la simulación. Incluso cuando se con- ceton, New Jersey, 1975); L. Smarr, A. Cadez, B.
sidera una constante cosmológica para simular los DeWitt y K. Eppley, Phys. Rev. D 14(10):2443
efectos de la energía oscura, esto se hace de mane- (1976).
ra newtoniana considerando una fuerza repulsiva [5] M. W. Choptuik, Phys. Rev. Lett. 70:9 (1993).
externa. Pero hay diversas circunstancias cuando [6] R. Arnowitt, S. Deser y C. W. Misner, en Gravita-
la aproximación newtoniana deja de ser adecuada tion: An Introduction to Current Research, L. Witten
y la relatividad numérica puede jugar un papel im- (ed.) (John Wiley, p. 227, 1962).
portante. Por ejemplo, en épocas muy cercanas a [7] J. W. York, en Sources of Gravitational Radiation, L.
la Gran Explosión cuando el campo gravitacional L. Smarr (ed.) (Cambridge Univ. Press, p. 83, 1979).
deja de ser débil. O cuando se consideran volúme- [8] C. Misner, Phys. Rev. , 118(4):1110 (1960); D.S.
nes espaciales comparables con la escala del hori- Brill, y R. W. Lindquist, Phys. Rev. 131(1):471
zonte cosmológico, cuando no se puede ignorar la (1963); J. M. Bowen y J. W. York, Phys. Rev. D
velocidad finita de la gravedad. Hay además otra 21(8):2047 (1980).
suposición tácita cuando se utiliza la aproximación [9] Y. Bruhat, Acta Mathematica 88:141 (1952).
newtoniana, en general se asume que las presiones [10] M. Shibata y T. Nakamura, Phys. Rev. D 52:5428
son bajas comparadas con la densidad de energía. (1995); T. W. Baumgarte y S. L. Shapiro, Phys. Rev.
Pero existen casos cuando esto no es así, como por D 59:024007 (1999).
ejemplo cuando se considera un campo escalar [11] L. Smarr y J. W. York, Phys. Rev. D 17(10):2529,
para modelar ya sea la materia o la energía oscuras. (1978).
Más allá de problemas astrofísicos o cosmo- [12] C. Bona, J. Masso, E. Seidel, y J. Stela, Phys. Rev. Lett.
lógicos, considerando la enorme complejidad de 75:600 (1995); M. Alcubierre, B. Bruegmann, P.
las ecuaciones de Einstein, la relatividad numérica Diener, M. Koppitz, D. Pollney, E. Seidel, y R. Taka-
puede tener importantes aplicaciones para el es- hashi, Phys. Rev. D 67:084023 (2003).
tudio de problemas puramente teóricos en la re- [13] F. Pretorius, Phys. Rev. Lett. 95:121101 (2005).
latividad general. El estudio de fenómenos críticos [14] M. Campanelli, C. O. Lousto, P. Marronetti y Y.
en el colapso gravitacional iniciado por Choptuik Zlochower, Phys. Rev. Lett. 96:111101 (2006); J. G.
[5] es un claro ejemplo de esto. La relatividad nu- Baker, J. Centrella, D.-I. Choi, M. Koppitz y J. van
mérica también puede ser de gran utilidad para Meter, Phys. Rev. D 73:104002 (2006).
buscar posibles contraejemplos a la conjetura de [15] J. M. Martí, J. M. Ibáñez y J. A. Miralles, Phys. Rev. D
la censura cósmica. De hecho a principios de los 43:3794 (1991).
90 Shapiro y Teukolsky realizaron un estudio del [16] L. Rezzolla y O. Zanotti, Relativistic Hydrodynamics
colapso de configuraciones axisimétricas de polvo (Oxford Univ. Press, 2013).
(partículas no colisionales) y mostraron una po- [17] S. L. Shapiro y S. A. Teukolsky, S. A., Physical Review
sible evidencia de la formación de singularidades Letters 66, 994-997 (1991).
desnudas para el caso de condiciones iniciales que [18] B. K. Berger, Proceedings of the 14th International
corresponden a esferoides prolatos [17], aunque Conference on General Relativity and Gravitation,
dichos resultados han sido fuertemente criticados. World Scientific, Singapore (1997); B. K. Berger y
Finalmente, la relatividad numérica puede ser de V. Moncrief, Phys. Rev. D 48: 4676 (1994).
utilidad en el estudio de la formación de singula-
ridades, tanto cosmológicas como en el interior de
agujeros negros. Trabajo pionero en esta dirección
ha sido llevado a cabo por Berger y Moncrief [18].
En conclusión, una vez habiendo superado los
Miguel Alcubierre
problemas iniciales, tanto a nivel de la formulación
Instituto de Ciencias Nucleares,
adecuada de las ecuaciones y las condiciones de
Universidad Nacional Autónoma
coordenadas, así como las técnicas numéricas, la de México
relatividad numérica ha alcanzado un estado de

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